05027158 Teórico nº28 (05-07)
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Materia: Teora y Anlisis Literario C
Ctedra: Jorge Panesi
Terico:N 28 5 de julio de 2012
Tema: ltima Clase
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Hola, buenas tardes.
Vamos a tratar de terminar, en este fin de curso, con Derrida y voy a empezar tratando
de recordar lo que solitariamente dije la clase pasada. Primero recordar algunas fechas
que fueron importantes con respecto a lo que podramos llamar el largo y complicadodossier de Derrida en estas polmicas. Recuerden que tienen que leer la respuesta de
Searle al articulo que tambin tienen que leer de Derrida que es Firma acontecimiento
contexto. No vamos a visitar todos los textos porque sera imposible, dara para un
seminario o un curso entero como en general suele ocurrir con las disputas que ha
tenido Derrida.
En primer lugar, el congreso sobre comunicacin donde Derrida prcticamente
ataca el concepto habitual de comunicacin, mostrando, por lo menos, que la palabra
comunicacin tendra otras acepciones y que no acababa en lo convencional que
consista siempre en trasladar un concepto de un polo a otro polo, de un hablante a un
oyente, etc., sino que la comunicacin implicaba otro tipo de actividades. Una segunda
etapa es un ataque, porque vislumbra la teora del lenguaje que planteaba Searle.
Evidentemente, se trata de una valoracin positiva de la teora de Searle frente a la de
Saussure que caa, como vimos, en el plano de la metafsica occidental. Sin embargo, a
partir de ah Derrida empezaba a poner en juego lo que haba investigado o por lo
menos aportado de su teora, que era, sobre todo, el tema de la iterabilidad, frente a algo
que poda corromper los actos de habla de Searle.
Una de las acusaciones es que los actos de habla, primero, se dan en una cierta
pureza. Por lo tanto, Austin, en primer lugar, hizo una exclusin de los actos de habla
impuros, aquellos contaminados por la ficcin, por ejemplo. Estos seran casos
contaminados, segn Derrida, por una cierta repeticin, por una cierta cita. Para Derrida
la cita sera un ejemplo de lo que l llama injerto, puesto que cualquier enunciado
puede ser sacado de un contexto, romper con l, y ser trasladado, plantado, en otro
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contexto. Adems, en estas condiciones, cualquier enunciado trasplantado puede
fabricar su propio contexto. Esa sera la primera gran impugnacin que le hace Derrida
a Austin de la pretendida pureza de los actos del habla. En El monolingismo del otro la
paradoja de Derrida consista en que l, que sostena esta teora de la contaminacin
general, debido a la repeticin y la iterabilidad de todo lenguaje, se encontraba con que
no toleraba ninguna trasgresin o herida al sacrosanto y eterno cuerpo de la lengua
francesa. Es una paradoja que se explica por la mentalidad absorbente del colonizado y
nada ms.
La segunda gran objecin de Derrida a Searle tiene que ver con el asunto del
contexto. Para Austin se pueden determinar fehacientemente, para la felicidad de los
actos de habla, las condiciones contextuales en que los actos de habla se producen. ParaDerrida un contexto nunca es saturable, nunca es determinable en todos los elementos
que lo constituyen, ni en el presente ni en el pasado y en el futuro menos an. Estos son
los dos ncleos de polmica con Searle.
Esto se publico en el 72 y luego, en el 77, se traduce Forma acontecimiento
contexto que es lo que lee Searle. La revista Glyph, una revista favorable con la
corriente deconstructiva, en Estados Unidos, publica la rplica que les traduje. Luego
hay una contestacin de Derrida que se llama Limited Inc. Ese ttulo se debe a que, siustedes se fijan en la traduccin que yo hice, hay una nota que dice Estoy en deuda con
Dreyfus y Searle que han discutido conmigo estos temas. Derrida pregunta si se trata
de un autor idntico a s mismo o de una sociedad de accionistas. Entonces, Searle es
bodeguero, por lo tanto, es alguien que sabe de comercio, cul es la identidad de Searle.
Uno puede decir que Derrida no est diciendo eso, pero, si no lo dice, empleamos su
teora y le ponemos este contexto y todo encaja. Se est riendo del pobre Searle.
Insistiendo con este tema, en todo ese trabajo abrevia el nombre y cuando habla de
Searle lo va a llamar Sarl porque ese la abreviatura en francs de responsabilidad
limitada. SEC, por otra parte es Signature vnement contexte (Firma
acontecimiento contexto). El chiste es jugar con que Searle afirma que va a ser breve,
vanaglorindose de eso. No hay nada ms breve que una condensacin de este estilo.
Como vern es muy festivo. Hay un doble juego; uno es este del chiste, la broma, el
sarcasmo, la agresin, a veces gratuita, y el otro es la meticulosidad. Se llama Limited
Inc. a, b, c, d y ah termina porque va a responder de modo serio. Lo indecidible sera el
tono del texto. Vaya a saber qu quieren decir los crticos literarios cuando hablan del
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tono de tal poema. Qu es eso? No importa. He cado en el desprestigio ms grande
usando la palabra tono. Por lo menos, seamos ms serios. Me corrijo, hay dos
registros: el registro festivo, no serio, de Derrida y todos estos juegos con el pobre
Searle, mostrando que ningn discurso es totalmente serio como dice Searle. Que hay
actos de habla serios y actos de habla decolorados o ficticios o parasitarios como
tambin los llama. Y que eso tiene una consecuencia.
La consecuencia es que cuando Searle dice que es parasitario un acto de habla
que aparece en una ficcin, esto es neutral. Derrida dice que cuando se emplea una
palabra como parsito esto no es neutral, en el sentido de que la palabra parsito no
abandona las huellas que ligan a esa palabra con otros contextos. Queda esa huella del
uso de esa palabra en otros contextos. Alguien que es un parsito, en ingls o encastellano, es alguien que vive de otro y no tienen buena prensa. Es otro registro de
ataque sobre Searle. El a, b, c son contestaciones a las crticas de Searle en forma
filosfica seria, digamos. Lo que dice es que ningn discurso es totalmente serio, dnde
empieza la ficcin y dnde termina la seriedad de un texto. Siempre es posible leer de
otro modo. En la clase pasada, les habl el ejercicio al que se dedica Derrida en un texto
que se llama Espolones, tratando de inventarle un contexto a la frase de Nietzsche Me
he olvidado el paraguas. Searle dira que esta frase no puede ser leda seriamente, nohay un contexto para esta frase y menos an un contexto filosfico. Derrida le inventa
un contexto filosfico basado no en cualquier cosa, sino precisamente en el contexto
filosfico que son los escritos de Nietzsche. Es un artculo misterioso porque, como
tiene doble o triple registro, uno no se explica, muchas veces, ciertas frases que son
enigmticas. Por ejemplo, La mujer ser mi tema o El estilo ser mi tema. Estilo y
mujer (estilo, castracin, velo, etc., toda la historia que ya vieron con Lacan y Derrida):
la mujer es la castrada, el sitio de la verdad, la verdad como verdad de la mujer y verdad
de la verdad que es la castracin, etc., y esto debe estar, por lo tanto, velado. Y lo que
compone el paraguas; un velo, por un lado, y un estilete, por otro, que es la punta del
paraguas, el espoln del gallo, y eso est en el texto de Nietzsche. No lo invent
Derruida y habra una posibilidad de leer esa frase. Por supuesto, Searle, en uno de sus
rplicas, son varias, va a atacar esto.
Algo bueno tuvo est polmica y es que Searle, evidentemente, se vio obligado a
leer a Derrida, cosa que evidentemente no haba hecho. Cuestin que a Derrida siempre
le preocupo; no ser mal ledo sino directamente no ser ledo. Por ejemplo, Habermas,
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cuando atac a Derrida, dijo que puesto que Heidegger y Derrida no se manejan con
conceptos, ambos son irracionales, yo me voy a basar en una sntesis que hizo un
discpulo (los discpulos sirven para simplificar el pensamiento de los maestros) que se
llama Jonathan Culler. Este profesor norteamericano escribi Sobre la deconstruccin.
Menciono este libro porque otra de las rplicas de Searle apareci en una revista muy
conocida llamada The New York review of books, enemiga de Derrida, sobre este libro
de Culler. Como si dijera que, en vez de fusilar a Derrida, aprovech que apareci el
libro de Culler y le peg un tiro por elevacin a Derrida. Esto lo hizo en esa resea
sobre el libro de Culler que se llama El mundo patas para arriba.
Uno dira que ya est pero la cosa sigue porque, diez aos despus, Derrida
vuelve sobre el tema pero ya con otra predisposicin, en un texto que se llama Haciauna tica de la discusin. Lo que cambia es que, en ese momento, Derrida est con la
no violencia. Toda esa discusin con Searle le pareci muy violenta. Esto aparece en la
segunda edicin de Limited Inc. Lo que ocurri hace ms de diez aos, alrededor de
SEC (Firma acontecimiento contexto) y deLimited Inc., concerna ante todo a nuestra
experiencia de la violencia y de la relacin con la ley. Por otro lado, sin duda, y de
manera casi inmediata, en la manera en la que discutamos entre nosotros en el medio
acadmico. De esta violencia haba yo tratado de decir algo; haba tratado, al mismotiempo, de decir y de hacer algo. Ms all de estos contenidos tericos o filosficos, lo
que hoy para m cuenta, sobre todo, son los sntomas que esta escena polmica todava
puede dar a leer. Estos sntomas invitan a descifrar las reglas, las convenciones, los usos
que dominan en el espacio acadmico y en las instituciones intelectuales en las que
debatimos y nos debatimos actualmente. Con o sin xito, con un xito a veces desigual,
estas leyes contienen y, por lo tanto, desenmascaran toda suerte de violencia. Es
necesario reconocer la violencia poltica o de otra clase tal como acta en las
discusiones acadmicas o intelectuales en general. Al decir esto, no preconizo el
desencadenamiento de la violencia o su simple aceptacin. Pido, primero, que se trate
de reconocerla y analizarla lo mejor posible, ya sea bajo sus formas obvias o
enmascaradas, institucionales o individuales, literales o metafricas, en buena o mala
conciencia, y si, como creo, la violencia permanece de hecho, ms o menos irreductible,
sus anlisis y la descripcin ms refinada de sus condiciones sern los gestos menos
violentos, tal vez gestos no violentos; en todo caso, los que mejor contribuirn a la
transformacin de las reglas jurdico-crtico-polticas en la universidad y fuera de ella.
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Entonces, lo que dice Derrida es que la discusin, en general, que ha tenido con
Searle, no s si todas las que ha tenido pero particularmente con Searle, es una discusin
donde se poda ver un trasfondo poltico. Estaban, en el fondo, no discutiendo sobre los
actos de habla, sobre el significado y la filosofa del lenguaje, sino que estaban haciendo
gestos polticos o, lo que es lo mismo, que toda discusin acadmica o ms
estrictamente poltica fuera de la academia tienen las siguientes caractersticas: sin son
polticas tienen un carcter tico y si son acadmicas tienen un carcter poltico y tico
ms all del tema que se est tratando. Prosigue Derrida: en y fuera. Esto tiene relacin
con el hecho significativo de que esta controversia gira alrededor de la interpretacin
terica y prctica de la marginalidad y el parasitismo. Con lo cual, Derrida, que se
haba puesto en una suerte de trmino medio, vuelve a recuperar el primer plano.Por qu digo esto? Evidentemente, es una discusin en donde se discuten el
parasitismo y lo secundario que polticamente puede entenderse como marginalidad (los
homosexuales, las mujeres, los negros, esto es la marginalidad cuando se discute en los
mbitos acadmicos norteamericanos). Creo que si la deconstruccin ense algo es a
desconfiar del lenguaje y de las operaciones del lenguaje que, entre otros discursos,
hace la poltica. Como ven sigue la polmica.
A su vez Searle, que detesta a los crticos literarios y a la teora literaria, leparece el ltimo de los infiernos discursivos, publica un texto primero en francs, lo
cual es algo muy extrao. Habra que analizar estos gestos de un filsofo tan anglosajn
como Searle que, de repente, se pone a dar conferencias en francs o, por lo menos, la
public en francs. Se llama La teora literaria y sus errores filosficos. La
conferencia es del 87 y luego la agreg a un texto en ingls de 1994. Es interesante que
esta respuesta haya demorado tanto. Es una polmica que dur ms de diez aos.
Ahora me gustara leerles, de El mundo patas para arriba, que piensa Searle de
los crticos literarios y con esto terminaramos con la polmica. Dice Searle: Cuando
me toc hablar ante audiencias compuestas por crticos literarios, encontr dos
presuposiciones fundamentales al discutir sobre teora literaria bastante extraamente
derivadas del positivismo lgico. Los crticos literarios son todos positivistas; en estos
trminos, mentes obtusas. La primera es la suposicin de si no se puede hacer una
distincin rigurosa y precisa no se trata en absoluto de una distincin. Muchos tericos
de la literatura no son capaces de ver, por ejemplo, que no sera una objecin a una
teora de la ficcin el hecho de que no divida tajantemente lo ficticio de lo no ficticio o
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una objecin a la teora de la metfora que no distinguiera tajantemente lo metafrico de
lo no metafrico. Por el contrario, es condicin de una teora precisa que se adecue a los
fenmenos indeterminados. Una distincin no deja de ser una distincin por permitir
una familia de casos conexos marginales o divergentes.
Qu es lo que est diciendo Searle? Est diciendo que los crticos literarios, que
leen el libro de Culler, lo que quieren son soluciones hechas. En esto tienen razn; ya
dadas, no quieren romperse la cabeza Quieren hablar del texto pero con un esquema
terico bien claro, aceptado por todos y sin discutir. Conozco el gremio y s que en esto
Searle no est errado. Entre ellos me incluyo; cuando apareci el libro de Culler pens
que ya todo se haba solucionado, por fin entiendo a Derrida. Es decir, las
simplificaciones. Searle se da cuenta de que el libro de Culler es muy simplificador ycuando simplificamos arruinamos las teoras que estamos trabajando. En esto,
curiosamente, se parece a Derrida. Derrida nunca separara tajantemente los casos
claramente ficticios, a diferencia de Searle. Lo que dice Searle es que, de todos modos,
no todos los casos se pueden separar de manera tajante. Hay casos que la teora debera
contemplar. Derrida ms generalmente dira que no. Hay una obra de Derrida muy
interesante que trata sobre un pequeo texto autobiogrfico de su amigo Blanchot,
donde cuenta que, en cierto momento, en la guerra, durante la resistencia francesa, talvez para reivindicarse (era de derecha y muchos le cuestionaron esto), estuvieron a
punto de fusilarlo. Entonces, Derrida reflexiona sobre un gnero que parece realista por
excelencia: la crnica donde se cuenta una ancdota de vida o el testimonio. De un
testimonio no se puede decir si es verdadero o falso, hay que creer en l. Derrida,
complejizando un poco esto, dice que todo testimonio est como acechado no desde
afuera sino desde adentro mismo por la literatura. Esto es o bien por el juego del
significante por el significante, o bien el juego de la retrica por la retrica, o bien por el
juego de la narracin por la narracin. Un juego formal que escapa al patetismo de ser
testigo de algo. Entonces, hay una especie de homologacin entre lo que dice Searle con
lo que dice Derrida. Por supuesto, de maneras diferentes y en sistemas diferentes, pero
ambos marcan que no siempre se puede decir que esto es ficticio y esto es real o esto es
ficticio y esto no.
Segunda e igualmente positivista es la insistencia en que los conceptos
aplicados al lenguaje de la literatura, si tienen que ser rigurosamente vlidos, deben
admitir algunos procedimientos mecnicos de verificacin. As, por ejemplo, si se
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quiere caracterizar el papel de la intencin en el lenguaje, muchos crticos literarios,
inmediatamente, demandan algunos criterios mecnicos para cerciorarse de la presencia
y contenido de las intenciones. Por supuesto, no hay tales criterios. Cmo decir cules
son las intenciones de una persona? Pero, en cambio, hechos como que no hay
procedimientos mecnicos para identificar las intenciones de un autor o para determinar
si una obra es ficcin o no ficcin o si una expresin es o no usada metafricamente, de
ninguna manera socavan los conceptos de ficcin, intencin y metfora. Noten que
Searle siempre quiere que algo est incontaminado, ya veremos qu es. Nuestro uso de
estos conceptos y de estas distinciones entre lo intencional y lo no intencional, lo literal
y lo metafrico y entre discurso ficcional y no ficcional est basado en un compleja red
de prcticas lingsticas y sociales.A diferencia de Derrida, Searle deja algo absolutamente idntico a s mismo y
para Derrida no hay nada idntico a s mismo, el cambio de contexto produce
modificaciones. En cambio, en cuanto a su visin de la iterabilidad (notemos que acepta
la palabra de Derrida y que acuerda, en principio, con que esto es un principio bsico de
cualquier enunciado escrito u oral), dice que Derrida confunde mencin con uso. La
mencin sera una cita y un uso sera el uso normal de un mismo acto de habla. En un
poema no se usan los actos de habla, en una cita no se usa lo que dijo el otro, se lomenciona. Es una objecin que Searle le hace a Derrida desde la teora de los actos de
habla. Quedan muchas cosas para decir sobre el texto y la polmica, lo dejo librado a
ustedes. Para mi la polmica comienza con SEC y termina con la respuesta de Searle a
Derrida. Hacemos un pequeo descanso.
Primero, les pido, a los de este curso, que se olviden de dar examen final en el
primer turno de exmenes, de ningn modo. Tenemos conciencia de la tendencia
cuasienciclopdica de esta materia, as que aconsejamos no presentarse en el primer
llamado. Por supuesto, esto es para preservarlos de ustedes mismos, pero si se sienten
seguros y son genios de la teora y de la filosofa y esta materia no les plantea
problemas, bienvenidos seis. Un anuncio. Las comisiones que han logrado ver Fogwill,
pueden usarLos pichiciegos como tema de exposicin y, obviamente, esto ser sujeto a
preguntas. Ante la pregunta sobre qu vieron en los prcticos tienen que responder que
vieron a Borges y a Fogwill.
Comencemos con Ante la ley. Quizs no es el momento de insistir con esto
porque no puedo demostrarlo, pero me parece que Derrida, no s si siempre de una
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manera conciente, no solo es deudor, con respecto a la literatura, de lo que pens su
amigo Blanchot, sino que tambin, inesperadamente, le debe bastante a Jean-Paul Sartre
o, por lo menos, igual que Foucault en Lenguaje y literatura, le debe mucho a la
pregunta sartreana, en el medio francs, sobre qu es la literatura. Ustedes ya
escucharon la respuesta de Foucault. Esta pregunta sobre el ser de la literatura debe ser
contestada o no puede ser contestada puesto que la literatura no tiene ser.
Derrida dir que la paradjica idiosincrasia o identidad de la literatura es que no
tiene identidad. Esta no identidad de la literatura es, sea cierto o no, donde Derrida, en
Ante la ley, ve el potencial trasgresor de la literatura. Mientras que para Foucault, la
literatura moderna tendera o sera transgresora por naturaleza, Derrida contesta, en
Ante la ley que ser o no transgresora es un cmulo de circunstancias que pertenecenal contexto cultural, histrico, etc. Un texto literario no es trasgresor de por s. No creo
que lo piense as, pero as lo enunci Foucault y uno le puede hacer esta objecin,
objecin que, en todo caso, no se le puede hacer a Derrida. En Ante la ley, s, se
pueden marcar minucias en cuanto a este mismo aspecto. Los textos literarios,
potencialmente, tendran algo que los convertira dadas las circunstancias, las leyes
que los rodean, los contextos sociales, culturales e histricos o les permitira, por
ejemplo, ser transgresores de la ley. Derrida dice que hay elementos en el texto alrespecto. Estos elementos son dos; en primer lugar, que no tengan identidad. Los textos
literarios estn llenos de palabras de los otros; de los otros discursos, de las otras gentes,
de la realidad. Como vieron cuando analizaron Foucault, no hay palabra o enunciado
que sea propio de la literatura. En cuanto a esto, Foucault y Derrida estn de acuerdo.
Derrida agrega, esto es muy discutible, que la falta de identidad o de ser de la literatura
es lo que permite mostrar al otro como otro (agregara yo). Foucault deca que la
literatura no tiene palabras propias pero, ante un enunciado como el de la novela de
Proust que es banal (Durante mucho tiempo me he acostado temprano), los desafo a
que me digan que esto no es literatura. Por estar en un discurso literario no tiene nada
que ver con los discursos de la vida. Es esta falta de identidad la que permitira estas
posiciones trasgresoras. Por ejemplo, uno podra preguntarse si el discurso de los actos
de habla es trasgresor. Evidentemente no, es un discurso de sentido comn. El discurso
de la literatura surrealista? S y no. En el contexto en que fue formulado hay, desde ya,
ciertos elementos que uno puede decir que son elementos de una literatura transgresora.
El segundo elemento es la capacidad de formalizar elementos que no estn
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formalizados. Por estar en el discurso literario se formalizan. Shklovski dira: se
evidencian. De manera ms lgica, Derrida dice que se formalizan. Elementos que estn
sueltos, por ah, en la realidad o en la cultura o en otros discursos, son exhibidos por la
literatura y les da un cierto grado de formalizacin. Ambos planteos son discutibles.
En algunos momentos del texto, Derrida parece analizar Ante la ley como un
texto autnomo. Uno dira que la literatura que le interesa a Derrida (Paul Celan,
Mallarm) es una literatura que se ha visto como autnoma. Sin embargo, este texto
cuya operacin fundamental, me parece, es el borde, por un lado, y el desborde por el
otro, sobre todo el desborde, est diciendo que la literatura se conecta, por su misma ley,
con leyes que le son superiores. Es como si dijsemos que en el aplogo de Kafka
siempre hay, respecto del texto, otros textos que se encuentran en instancias superiores;por ejemplo, el gnero, u otros textos como el texto de la ley en general que est por
encima de la ley de la literatura. Entonces, operacin de desborde con respecto a los
lmites de la literatura.
Ac uno dira que hay una lectura autosuficiente del texto de Kafka por algo que
dice Derrida. De qu habla Ante la ley? Habla de s mismo, pero este hablar de s
mismo no le impide los fenmenos de encuadre. Para Derrida, en este texto, es
fundamental el encuadre. Qu es el encuadre? Los lmites del texto, pero estos lmitesson ambiguos como hemos insistido una y otra vez con el problema de la frontera. La
frontera o el himen, como le gusta llamarlo a Derrida, es algo que separa y, al mismo
tiempo, pone en contacto con el afuera. La frontera que cierra la interioridad de un pas
y, al mismo tiempo, abre esa interioridad hacia un afuera.
En qu elementos se fija Derrida? Uno es la firma, de la que hemos hablado
largo y tendido hace un rato, que cierra el texto sobre s mismo y que le da como una
cierta identidad. Por otro lado, el ttulo. Cul es el afuera de la firma? En Limited Inc.,
Derrida se burla de su enemigo Searle y entonces ve que, en la revista donde public la
rplica, hay un copyright, lo cual remite a la firma. Nuevamente es un problema de
orden jurdico. Est diciendo Derrida, no me afanes nada, esto es mo, me pertenece!.
Pero Derrida se burla por esto de la sociedad annima; la firma no es la firma de uno, en
la medida en que le debo esto a mi amigo Dreyfus y a tal otro, como dice Searle. Una
firma cierra el texto, lo clausura, y, al mismo tiempo, lo abre de tal modo que si uno se
siente ofendido por este copyright, se le puede hacer un juicio al tipo que firma.
Siempre la literatura depende de una ley ms general o ms amplia que ella misma.
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Cerrazn y apertura al mismo tiempo.
Entonces, la ley jurdica y el jugueteo con el espacio. Obviamente, el ttulo
tambin conecta con las clasificaciones de la biblioteca, con el sistema de propiedad.
Sera como una firma. Dnde est el ttulo? Adentro o afuera del texto? Ni adentro ni
afuera sino en el lmite, por lo tanto, cierra y abre otra vez el texto. Esto es lo que
Derrida llama el encuadre que, para l, es fundamental en la literatura. Uno dira: solo
en la literatura? La respuesta es no, pero en la literatura funciona de manera particular.
Derrida dira que en un texto ficcional como el de Kafka, lo nico que est funcionando
como no ficticio es la firma. Esto lo escribi Kafka? Hasta nueva orden, lo escribi
Kafka. Por lo tanto, remite de alguna manera a Kafka, su vida, su literatura, etc. Ahora,
todo lo que ocurre en Ante la ley, que hay una puerta, que la puerta esta abierta, quenadie entra y sale, que el campesino nunca logra entrar, etc., todo eso que se dice ah
pertenece al orden de la ficcin pero la firma no. El ttulo s y no porque el ttulo, como
parte de una ficcin, remite a una ficcin, pero en la medida en que sirve para clasificar
esto como libro para una biblioteca, evidentemente, tambin pertenece al afuera y a la
realidad.
Alumna: (inaudible).
Profesor: Seguira siendo una firma. Del mismo modo que, si es cierto lo que sedenuncia Derrida, de que Searle no escribi solo este artculo porque son varios, lo
propio de una firma es algo a deconstruir en los casos en que quienes firman son
muchos. Si yo firmo un artculo de lingstica y critico a Saussure en el medio est
Saussure, de algn modo, al que cito, critico, halago, etc. La firma es mucho ms que
ella misma. Son cosas que los abogados muchas veces no entienden. Adems de haber
llegado a la gastronoma y a la arquitectura, la deconstruccin, obviamente, estaba
destinada a llegar al medio de los abogados. No s si para bien o para mal de los
abogados. Derrida ha escrito mucha sobre la ley, fue invitado, en Nueva York, a una
famosa escuela de leyes que es la Cardozo. Escribi Fuerza de ley, un artculo
dedicado a Benjamin, que es sobre estos temas de la justicia y el derecho que, para
Derrida, son sinnimos. La justicia es una cosa casi inalcanzable y el derecho es otra
cosa. La ley estara del lado de la justicia o del derecho? Obviamente, del derecho.
Ac se trata no solo de la ley jurdica sino de todo tipo de ley en cuanto norma;
por ejemplo, las normas convencionales sobre lo qu es o no es literatura. Otro gran
tpico de este texto es la pregunta sartreana sobre qu es literatura. Por qu planteo que
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hay una suerte de cuenta no saldada de Derrida con Sartre? Porque, en una entrevista
que ya cit, Derrida, como Foucault, dice que la literatura moderna comienza en el siglo
XVIII y hay una especie de segregacin derridiana: no se ocupa ni de las bellas letras
ni de las cosas retricas que florecieron en el siglo XVIII ni de la poesa. No es que
rechace la poesa, al contrario; escribi un artculo titulado Qu cosa es poesa?
publicado originalmente en italiano y cuya traduccin est en el sitio de Horacio Potel.
Ante la pregunta sobre qu es poesa, Derrida contesta que poesa es lo que se estudia de
memoria y en francs memoria tiene que ver con el corazn. Plantea una suerte de
dictado; en poesa, no puedo reemplazar una palabra por otra, tengo que decir un poema
tal cual ha sido escrito. Es como una suerte de orden o mandato que tengo cuando leo
una poesa. Es otro orden. No s si esta suerte de exclusin que hace Derrida est bien oest mal, me parece que est mal. Es como si dijera que con la poesa no me meto. En
Qu es la literatura?, Sartre toma un poema de Rimbaud ( saisons, chteaux!,
Oh, estaciones, oh castillos). Qu quiere decir esto? Qu s yo. La poesa es como
una piedra, como una cosa, en cambio la prosa nos permite discutir. Es la misma idea:
puedo discutir, modificar el contenido. En cambio, en la poesa estoy como atado al
mandato de estudiar de memoria, con lo de la memoria y el corazn. De eso se trata, por
lo menos en francs. En castellano no.Alumno: La palabra recordar tiene la misma raz que la palabra corazn (cor).
Profesor: Hablantes del espaol! Cuntos de vosotros recordis que cor est
en recordar?
Alumna: Los que leen a Galeano.
Profesor: Prosigo. Entonces, el juego con el espacio. En el caso de Kafka, la ley
ocupa un espacio, el espacio vedado de la ley. Segn Derrida, como van a ver, la ley no
prohbe nada. La ley es impenetrable, lo que le da posibilidad a Derrida de hacer
jugueteos de orden psicoanaltico-sexual. La ley es impenetrable y ac aparece la
lengua. Hay idiomas en donde la ley es neutra, pero en francs y en espaol es
femenina. Esto permite una serie de juegos y se dedic a ello en un texto muy
importante, traducido por Schettini, que se llama La ley del gnero y que tendra que
leerse junto con este. Ah habla de la ley del gnero y de un texto de Blanchot que se
llamaLa folie du jour(La locura del da o La locura de la luz). Por supuesto, ante la
pregunta sartreana por qu es la literatura, Derrida contesta que la literatura no tiene
esencia, no se puede decir que es aquello o lo otro, y aqu habra una trasgresin de la
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literatura. Esta mostrando que esa pregunta qu es, de s misma y para muchas otras
cosas, no se puede contestar de manera inequvoca.
Entonces, qu hace Derrida. Le pone marcos porque no es el marco del ttulo
solamente. A m me gustara jugar un poco con esto y ver, en realidad, cules son los
otros marcos que estn jugando ah. El primer marco es que Derrida dice que este texto
se le ocurri mientras daba un seminario, en la cole Normale, a propsito del
imperativo categrico kantiano. Si hay algo que uno piensa a priori de una manera
vulgar, digamos, es que el imperativo categrico kantiano, como su nombre lo indica,
no tiene nada que ver ni con la literatura ni con lo ficcional. Derrida encuentra,
obviamente, que este acta como si, segn dice Kant, nos pone directamente en el
plano de lo ficcional. El imperativo categrico kantiano est titulado, si me permiten eltrmino, por la ficcionalidad. Qu dira Searle? Una cosa es que no se pueda
determinar si un ejemplo es de ficcin o pertenece al lenguaje ordinario y otra cosa es
mezclar los tantos y decir que, normalmente y en todos los casos, la ficcin puede ser
parte de algo serio como en este caso. No tolerara este tipo de cosas.
Segundo marco que no solo es importante para la lectura de este texto, quizs no
se justifique en absoluto. Derrida le encuentra una justificacin y es el marco de toda su
teora o uno de los principales marcos de su teora: la teora freudiana del inconciente.Esto aparece en dos momentos, las cartas a su amigo Fliss que marcan el origen del
psicoanlisis y que se refieren a ese episodio homosexual, como lo llama el mismo
Freud, desde luego superado, por el mismo Freud, con su amigo. Pocos recuerdan este
asunto pero est ah y fue dicho por Freud, yo no lo invent. Entonces, cmo nace la ley
moral; la primera respuesta se da en estas cartas. La ley moral nace por una elevacin.
Todo lo que es tico y moral es visto, en esta topologa metafrica, como lo elevado.
Esto es tomado al pie de la letra por Freud, lo cual no le gusta mucho a Derrida ya que
es un poco burda como explicacin del surgimiento de la ley, y plantea que surge
porque el hombre se puso de pie y alejo su nariz de sus partes olorosas, de las partes
sexuales, cloacales, y, por lo tanto, se ha elevado. As nace la ley moral. A Derrida no le
parece muy lindo pero, en algn momento, juguetea con ese asunto de la nariz. El texto
de Kafka se fija en la pilosidad de la nariz del guardin que tambin est cubierto por
pieles, por pilosidades, bien abrigado. La nariz remitira a esta historia sexu8al, a los
pelos y dems. Uno dira qu bruto Derrida que hace un anlisis de este tipo, pero es
medio en broma, me parece, o no tanto, como ustedes prefieran. Pueden analizarlo en
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broma, como yo, o pueden decir que incurre en las salvajes tropelas del psicoanlisis en
sus momentos tempranos.
Segundo marco, tambin dentro del psicoanlisis, el asunto de la horda primitiva
y los hijos que matan al padre. Como el padre usufructuaba a todas las mujeres de la
tribu, todas las que andaban sueltas por ah, y no dejaba que los pobres hijos de las
generaciones subsiguientes usufructuaran a las mujeres que andaban libres por la tribu,
por lo tanto, deciden matar al padre. Este suceso ocurri realmente? Freud no contesta
ni por s ni por no y, segn Derrida, poco importa. No importa si es ficticio o real sino
que ocupa un lugar en la economa psquica de los individuos. Cundo se dice: hijo mo,
tienes que matar a tu pap se trata de eso pero poco importa. Si lo matan en la realidad
es otra historia, pero, para la teora, es un acontecimiento necesario. No importa si Freudlo da como real o como ficticio. Noten que Freud, al principio, crea en lo que muchos
pacientes le contaban, que haban sido seducidos por un mayor (el padre, un to o la
misma madre), crea en este episodio traumtico, y despus se dio cuenta de que los
pacientes eran todos embusteros. O no: tienen ciertas fantasas que pueblan su discurso
y ah estn. Seran fantasas necesarias. Hay un marco para la nariz y el pelo, no s si no
nos est tomando el pelo.
Tercer marco. Este marco me parece criticable o censurable. Me parece queDerrida, en este texto, estara buscando la ley de la ley y la encuentra. Cul es la ley de
la ley para Derrida? La ley de la diffrance que l va a descubrir en el aplogo de
Kafka. La ley no prohibe nada. Lo que hace la ley y el guardin es detener, postergar, el
acceso de lo individual a lo general. Una de las cosas que trata el texto de Kafka que
Derrida ve que tiene pertinencia filosfica es la relacin entre lo particular, la literatura,
y lo general de la ley. La ley de la ley, la diferencia, es tan inaccesible e intangible como
la ley. Dice de la diffrance en su artculo La diffrance que la diferencia no es ms
trascendental que no trascendental, ms emprica que trascendental, etc., est en el
medio pero hace posible cualquier diferencia emprica. Es como la ley de todo, suena
como un principio metafsico por ms que Derrida lo llame principio
cuasitrascendental. Si logra leer la diffrance en el texto de Kafka est leyendo la ley
de la ley, por lo tanto, lo est leyendo de una manera demasiado general. Si el texto
ilustra la ley de la ley que es la diffrance, a esta no se le escapa nada, ni la
experiencia ni la realidad ni el discurso, es como un principio. En este caso, me parece
que, peligrosamente, el comentario de Derrida se convierte en ejemplo, algo que no
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habra que hacer con ningn texto, de una teora previa. Estara diciendo lo acertado de
la teora previa de Derrida, con respecto a la diffrance, porque el aplogo es ni ms
ni menos que la ley de la ley. Por qu la ley de la ley? Derrida dice que ac,
evidentemente, no se especifica de qu ley se trata, es la ley en general cuyo espacio
est vedado, no podemos tocar la ley.
Con qu nos encontramos en vez de encontrarnos con la ley en el mbito
jurdico y en el de la literatura que se confunde en esto con la ley? Nos encontramos, en
el plano de la literatura, con los sacerdotes. Esto son los crticos literarios, los profesores
de literatura y, horror de los horrores, los profesores de teora literaria, etc. Entonces,
ustedes me dirn que los sacerdotes, usted y todos los que andan sueltos por este
zoolgico de Pun, s tienen un contacto con la literatura o la ley. La respuesta deDerrida, en el artculo, es que no: tampoco los que representan a la ley tienen contacto
con ella y cita al texto como ejemplo: el guardin est de espaldas a la puerta y su nica
relacin con la ley es que se vincula, adentro, con otros que tampoco han visto a la ley.
Siempre hay alguien por encima y ninguno de los guardianes tiene contacto directo y ha
penetrado en el mbito de la ley.
Por eso la narracin que cuenta Derrida de aquel romano que quera ver qu hay
en el. Tabernculo, qu es eso que se guarda como un secreto bajo tantas llaves. Ladecepcin es que ah no hay nada. La ley no guarda nada excepto a s misma. La ley
podra ser representada por alguna cosa? S: la ciega con la balanza. La ley no puede ser
representada como la literatura; no puedo decir qu es la literatura pero tampoco puedo
representarla. Cuando un terico o alguien va a sacar un libro sobre literatura, el gran
problema es que poner en la tapa. Se cae en el lugar comn de poner una lapicera, hoy
ya nadie escribe con lapicera o con mquina de escribir. Cmo representar lo literario,
ya que no tiene representacin, como tampoco la ley. No tendra representacin pero s
representantes, pero estos representantes tampoco tienen contacto con la ley. Noten
ustedes que ac Derrida pone en contacto a la literatura con la cultura o con lo social o
con la historia a travs de la juridicidad del texto que no empieza en los derechos de
autor, sino que son todas las normas y convenciones a las que la literatura est sujeta;
tipogrficas, genricas. Los gneros tambin tienen convenciones y leyes.
El cuarto marco, obvio, es lo autobiogrfico. Derrida ha comparecido ante la ley
en su viaje a Checoslovaquia. Fue a dar un seminario ante un grupo de revoltosos
filsofos que estaban en contra de la ley, la ley de la cortina de hierro, y lo encarcelaron
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por trfico de drogas. Esto se cuenta en el mismo estilo de El monolingismo del otro.
Uno podra decir que los marcos del texto de Derrida son el seminario, la propia teora,
el psicoanlisis como parte de su teora y otro marco es esta inscripcin autobiogrfica a
la que nos somete el autobigrafo. Cuando estn pensando en el texto que estamos
leyendo, lo meten preso por drogn. En quinto lugar, el otro contexto, es que este
mismo texto forma parte, pero no es igual, del texto que aparece en una escena de
desciframiento o de lectura. Ocurre en la escena de la catedral con el hermeneuta mayor
que sera el sacerdote y que interpreta la ley. A la ley no se la puede penetrar ni tener
contacto con ella, entonces qu se hace con la ley. La respuesta de Derrida es que lo que
hacemos con la ley es interpretarla.
Alumno: (inaudible).Profesor: Si yo quiero cambiar la ley, la constitucin o lo que fuese, lo nico que
puedo hacer es interpretarla, cambiar el artculo tal. Ac hay una serie de
interpretaciones y de narraciones. Otro punto fundamental me parece a m es la
incompatibilidad que existe entre narracin y ley.
Alumna: (inaudible).
Profesor: S, lstima que Derrida no aceptara en absoluto esta divisin en los
tres rdenes (imaginario, simblico y real). En su lectura de La carta robada, comoustedes vieron, lo doble (lo que para Lacan sera lo imaginario, especular y algo que hay
que reprimir en cierto orden), la realidad, como la entiende Lacan, para Derrida no
funciona. Noten ustedes que lo que hace Lacan con La carta robada es lo mismo que
hace Derrida ac: la operacin consiste en ponerle un marco. Divide en dos escenas, son
dos maneras de enmarcar el texto.
Alumna: (inaudible).
Profesor: Esto explicara qu pasa cuando la ley se modifica. El que hizo la ley
estara en otra posicin, cambian las posiciones.
Estaba con la incompatibilidad de narracin y ley. Por eso hacer una narracin
sobre la ley es una tarea imposible. Si una ley est sometida a la narracin no es ley.
Qu narracin se puede hacer respecto de la ley (y est prohibido)? Se puede hacer una
narracin de los orgenes de la ley. Ah necesariamente hay que recurrir a la narracin.
Por qu es lo prohibido? No es que la ley prohba algo, pero hacer la narracin de los
orgenes de la ley es lo prohibido. Si hiciera esto vera los intereses de clases, los
intereses que han dado surgimiento a la ley; los intereses espurios, la mala conciencia de
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los que dictaron la ley, etc. Toda una serie de cosas que la ley oculta, en salvaguarda de
su pureza que no es tal, pero ella se muestra como pura de toda contaminacin del
relato, con el relato apareceran todas estas impurezas que la ley no tolerara. Por lo
tanto, veramos las contradicciones de la ley en su origen. La ley parece excluir no solo
la narracin. Cuando digo narracin Derrida quiere decir historicidad, la narracin
concretamente histrica de la ley. La ley se aplica sin hacer mencin a la historia que
est detrs de ella. La jurisprudencia discute la interpretacin pero no es la ley en s.
Cuando alguien aplica la ley lo que hace es interpretarla. Como hacen, en El proceso, al
discutir el texto. El acusado y el sacerdote discuten cmo interpretar la ley.
Alumno: (inaudible).
Profesor: Para Searle hay algo, en la ocurrencia o el caso, que no es variable yque siempre es igual a s mismo. Para Searle la norma no vara, preexiste a su
aplicacin, al acto de habla. Hay una norma por la que el acto de habla concreto se rige.
Vara la ocurrencia y el contexto, pero la norma, para Searle, es siempre igual. Para
Derrida no; vara totalmente, ya sea la ley o el acto de habla, se corrompen. La ley se
presenta a s misma como un espacio puro e incontaminado, por eso la historia o la
narracin seran como el peligro de la ley. Si uso una ley que ha sido desgastada y no la
puedo leer, la ley no podra aplicarse. Pero, de hecho, como los juristas reconocen, en laaplicabilidad de la ley hay cambios aunque el texto de la ley siga igual. Con esto
Derrida se interna en las responsabilidades que los sacerdotes, profesores de literatura y
traductores, tienen con la ley o con el texto. Si yo traduzco o interpreto mal un texto,
estoy cometiendo una especie de delito contra la integridad del texto porque alguien
firma, dice Derrida, para clausurar ese texto y darle una cierta identidad. Si yo hago una
espantosa traduccin de ese texto y le cambio el sentido, estoy alterando algo que la
firma quiere mantener intacto. A nadie le gustara leer una traduccin absolutamente
traidora o una interpretacin maliciosa de un texto, a favor de tal o cual cosa, lo cual
tambin implicara una responsabilidad del lector. Por eso me parece que la categora de
lector ingenuo es atacable. No existen los lectores ingenuos. Existen, desde luego, los
lectores imbciles o malintencionados, pero esa categora neutra de lector ingenuo no
existe a pesar de que muchos crticos literarios insisten todava en eso.
Hay una frase que quisiera destacar, que supera lo de la ley y que, en realidad,
nos da a pensar. Dice Derrida: Jams se accede directamente a la ley y tampoco a las
personas. En toda la segunda parte del pensamiento de Derrida tenemos la presencia
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del otro radical. El otro se me presenta como inviolable y jams va a estar siempre
presente para m. El otro va a tener siempre algo de inexpugnable, hermtico, de no
presente, respecto del otro que soy yo para l. Me parece que la filosofa de Derrida,
hacia el final, con el problema del perdn y el testimonio, sera muy interesante para la
cultura argentina pero no creo que se lea mucho en Argentina. Bueno, terminamos.