Comprendiendo el Sistema Bach

Nunca es suficientemente aclarado que el tratamiento de las flores de Bach se basa en la personalidad, y en consecuencia cualquiera sea el problema, los florales deberían seleccionarse de acuerdo al aspecto emocional, el humor, el temperamento y la personalidad del individuo en cuestión. El Dr. Bach creía firmemente que la enfermedad física era el resultado del desequilibrio dentro de nuestras mentes y que en consecuencia era de máxima importancia tratar la mente para traer finalmente la curación del cuerpo enfermo. En realidad, hay muchas instancias en las que esta filosofía está bien establecida y es aceptada dentro de la medicina. La tensión, ansiedad, preocupación, etc., tienen el potencial de crear una variedad de problemas físicos, manifestándose en diferentes formas. Todos hemos experimentado la sensación de "mariposas" cuando estamos nerviosos o excitados, o hemos tomado consciencia de la sequedad de la boca, manos temblorosas y transpiradas o latidos violentos cuando estamos asustados o aprensivos. Estas son todas sensaciones físicas, no imaginarias sino que muy reales, y aún así suceden como resultado de una perturbación emocional. Estas reacciones, sin embargo, duran en general muy poco, y usualmente ocurren previamente a una situación dada, tal como un examen, reunión, presentación en público, o visita al médico. Si estas ocasiones tienen un impacto tan profundo en nuestro cuerpo físico, podemos deducir que una lucha emocional prolongada tendrá un impacto aún mayor.

Nuestro cuerpo sólo podrá lidiar con un determinado monto de tensión antes de que comience a protestar y eventualmente comience a enfermar. Todos tenemos nuestros "puntos débiles" y podemos en consecuencia sufrir de muchas formas diferentes. Para algunos, el estrés y el esfuerzo excesivo pueden resultar en migrañas, para otros en asma, para otros en problemas digestivos o desórdenes dermatológicos, y aunque la persona pueda siempre sentir que esta debilidad está presente, el temor, la preocupación o la ansiedad a menudo inician un ataque o causan un empeoramiento agudo de la condición. En efecto, este es un mecanismo de seguridad que construye nuestro cuerpo y actúa como una señal de alarma diciéndonos que nos estamos exigiendo demasiado, que deberíamos tomar tiempo para recuperarnos y descansar. Sin embargo, las presiones de la vida son tales que no siempre es posible tomar un descanso a pedido, o parar nuestro trabajo cuando queremos. Otros pueden depender de nosotros y así seguimos andando...eventualmente algo tiene que suceder, y tal como un auto, el cuerpo agotado tiene que disiparse o ser liberado. Si la constitución física es lo suficientemente fuerte, va a suceder un colapso emocional. Pero cualquiera sea el resultado, lo que importa es la causa.

Hay, sin embargo, ciertas condiciones que no tienen una causa emocional definida. Consideremos de nuevo los ejemplos de asma y migraña. Hemos discutido cómo estas condiciones pueden ser causadas o empeoradas por malestar emocional, pero a veces es el caso en que estas y ciertas otras

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condiciones, son encontradas como resultado de una reacción alérgica a un alimento particular o irritante ambiental. La migraña, por ejemplo, es a menudo asociada con la ingesta de queso o chocolate; el asma con el polvo en hogar o los pelos de los gatos. La fiebre de heno es otro ejemplo y es, como sabemos, exacerbada por el polen o ciertas hierbas Sin embargo no todos los que están expuestos al polen sufren de fiebre de heno. Similarmente, muchas personas viven con animales sin tener efectos nocivos para su salud. Lo que deberíamos preguntarnos es por qué hay alguna gente particularmente sensible y que sufre tales reacciones. Para describir este problema completamente necesitamos considerar a la persona como un todo, tomando en cuenta su personalidad, estilo de vida e influencias emocionales asociadas. Es sólo entonces que la verdadera causa del problema puede ser abordada y así lograrse un tratamiento completo.

Hay algunas condiciones, por supuesto, que son puramente orgánicas en origen, y aunque las Flores de Bach tengan un importante papel en restablecer el bienestar de la persona en general, puede ser esencial una aproximación más convencional. Una apendicitis requiere atención médica inmediata, como el bloqueo severo intestinal o una costilla fracturada. Por otra parte, si tomamos un veneno nos va a atacar severamente. Pero no es la intención de los remedios florales reemplazar la atención médica vital cuando sea necesaria, y siempre debería consultarse con un facultativo si hay alguna duda o preocupación acerca del abordaje físico de la salud.Sin embargo, cualquiera sea el problema, no hay dudas de que el miedo, preocupación, depresión, pena por uno mismo, y otras emociones negativas que tan a menudo acompañan la enfermedad, obstaculizan nuestra recuperación y retrasan la convalecencia. Y como los florales tratan estos sentimientos negativos, con su ayuda nuestra fuerza interior puede ser estimulada y así lograr la recuperación y nuestro retorno al estado de salud.

(E. Londner – Manual práctico de Flores de Bach- Ed Lea. Pág 143 y sigs)

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