PRIMER INFORME ANUAL 1998-1999

Inspirados por la Comunidad Trinitaria que forman un solo Dios y bajo la mirada tierna de

Tonantzin Guadalupe, en el marco de la 13ª Semana Eclesial efectuada del 17 al 21 de Agosto

de 1998. Dio inicio el proyecto del SEMINARIO que Don Alejo nuestro Pastor traía en el

corazón, siguiendo el consejo que el Santo Padre le dio a través de la Bula “Eflorescentem

Mexici”, con la que iniciamos nuestro caminar diocesano hace escasos siete años.

Don Alejo tuvo a bien compartir este proyecto, de manera que a Dios gracias, como un fruto

estamos concluyendo el primer curso.

Es curioso que cuando un milenio agoniza, el Corazón de la Diócesis (como cariñosamente

se le llama a un Seminario), empieza a latir para asumir los retos del próximo milenio, como

Nuestro Señor Jesucristo nos dijera “ a vino nuevo, odres nuevos”.

Por fortuna, el Pueblo de Dios ha sido propicio para acompañar semejante tarea. Es el Pueblo

que espera ser acompañado en su fe y en su historia por hombres generosos, por hombres que

sin falsos protagonismos, favorezcan en medio de la comunidad la presencia real de

Jesucristo.

Hombres que respeten y promuevan las Culturas que estamos conviviendo y cohabitando en

este espacio diocesano.

Hombres que como profetas se pronuncien en contra de la cultura de la muerte que impide el

progreso de nuestros pueblos, y sean Pastores, servidores del Reino a través del Proyecto de

la vida que es el Evangelio.

Es este pueblo el que ha colaborado desde un principio, desde los cimientos de la

construcción, con su ayuda económica y su trabajo, hasta los cimientos de la formación al

comunicarnos sus esperanzas anteriormente mencionadas.

El Pueblo también estuvo presente a través de las personas a quienes Don Alejo invitó para

formar parte del Comité Pro-construcción del Seminario y de otras personas que siguieron y

siguen muy de cerca este trabajo.

La Tierra, motivo de grandes conflictos en muchos lugares, se nos fue cedida en forma

generosa por la comunidad de Atlamajalcingo del Río. Gracias a ellos nuestro Seminario se

encuentra ubicado en este bello lugar, Dios nuestro Señor seguramente les recompensa ya

por este desprendimiento.

Cabe mencionar la generosa ayuda desinteresada del Señor Patricio Doherty y Maureen su

señora esposa, quienes se han hecho presentes en nuestra Montaña para compartir a través

del Seminario y algunas otras obras, de lo que el Señor les ha dado y de esta manera hoy

podamos ocupar estas instalaciones en las cuales se sigue trabajando gracias a sus

aportaciones. Quisiera recordarles que esto no nos exime de la responsabilidad que tenemos

para seguir colaborando en los trabajos de la construcción de esta casa de formación.

En la continuación de estos trabajos queremos agradecer el apoyo técnico y profesional del

Ing. Javier Valle Reyes que es quien mejor conoce este aspecto en la construcción del

Seminario.

Las Religiosas y el Presbiterio animaron y acompañaron sin duda alguna la creación del

seminario, y se dieron a la tarea de darle forma a lo que una vez fue una idea. Al vivir en

carne propia la necesidad de una formación capaz de responder a una realidad que exige mas

conocimiento de la misma. Y qué mejor que ésta se vaya adquiriendo desde los primeros

años de aquél que se prepara para ejercer el triple ministerio de Jesucristo Sacerdote, Profeta

y Pastor.

Gracias a su experiencia personal y su reflexión de fe, presentaron propuestas concretas para

que nuestro Seminario asuma el reto de la pluriculturalidad que presenta nuestra Diócesis.

Agradecemos a Ustedes la confianza que nos han brindado para iniciar este proyecto y el

seguimiento que tienen del mismo.

Con todos estos elementos y otros no menos importantes, fue posible recibir a los 25 jóvenes

que iniciaron este primer curso escolar que hoy termina. Cabe mencionar que por decisión

libre y personal, uno de ellos no continuó el segundo semestre, por lo tanto, terminan este

primer curso 24.

Contamos con un equipo de cocina en el cual participaron varias personas en diferentes

momentos, a todas ellas nuestro sincero agradecimiento.

Las primeras instalaciones que ocupamos para funcionar en este curso, fue la Casa Católica,

ya que el lugar en el que nos encontramos actualmente, no tenía la posibilidad de cobijarnos

puesto que carecía de los servicios mas elementales.

Fuimos designados cuatro elementos para apoyar este trabajo: Víctor Romano Escamilla, y

Raúl Rendón Pérez, ambos son diáconos en espera del Presbiterado.

Aquilino García Carranza y un servidor, César Iván Balbuena Sánchez quienes formamos

parte del Presbiterio diocesano.

Contamos también con los servicios en la Dirección Espiritual, del P. Bernardo Valle

Morales, actual Párroco de la Asunción en Huamuxtitlán Gro, quien en la medida de sus

posibilidades se esfuerza por dar cumplimiento a su tarea.

Cabe mencionar la participación activa de hermanos laicos, religiosas y Presbíteros en la

formación de estos jóvenes.

En el aspecto académico, contamos con el apoyo del Centro de Estudios de Bachillerato para

poder obtener al final de esta etapa formativa, un documento oficial, que permita al joven

continuar sus estudios en otro lugar en caso de no optar por la formación sacerdotal.

El Seminario también cuenta con un programa de estudios, que intenta involucrar al joven en

su proceso de formación en este ambiente pluricultural.

En este aspecto tenemos carencias también, como es la falta de una Biblioteca donde se pueda

acudir para la consulta o investigación por mencionar alguna.

Con respecto a la cuestión económica, les recordamos que el principal soporte del Seminario,

es el PUEBLO, un pueblo que exige, pero que también contribuye.

Ninguno ignora lo complicado de la situación actual en esta materia, por lo tanto, esperamos

que a los trescientos pesos que los muchachos aportan mensualmente como colegiatura, se

sigan agregando los donativos que ustedes generosamente nos comparten.

La familia es un elemento importante en el desarrollo de los jóvenes, es por ello que citamos

a los Papás de estos muchachos en dos ocasiones a lo largo de este curso escolar, para tratar

asuntos relacionados con la formación de sus hijos, de manera que juntos podamos obtener

mejores resultados.

A raíz de la fundación del Seminario, hemos visto la posibilidad de acompañar más de cerca

a nuestros jóvenes Seminaristas que están en una etapa mas avanzada haciendo sus estudios

en otros Seminarios a quienes agradecemos su apoyo, tales como Chilpancingo-Chilapa,

Huajuapan de León, Acapulco y El Seminario de Vocaciones adultas en Texcoco.

Ha sido grato para nosotros ver la convivencia que se ha tenido en la medida de las

posibilidades entre el Seminario Menor y Mayor, sobre todo con quienes vienen a realizar su

actividad Pastoral en nuestros pueblos vecinos.

Todos los días han sido importantes a lo largo de este curso escolar, pues han propiciado

nuestra convivencia y nos han ayudado a mejorar nuestras relaciones.

Sin embargo, cabe destacar fechas importantes como la asistencia a la Cd. De México, con

ocasión de la visita de su Santidad, sin duda alguna fue una experiencia vocacional fuerte, el

ver a tanto joven reunido queriendo escuchar a pesar de todos los inconvenientes ahí

sucedidos, el mensaje esperanzador del Vicario de Cristo.

El 16 de Marzo estuvimos nuevamente en la Cd de México, donde a las plantas de Tonantzin

Guadalupe, en el marco de la primera peregrinación a pie realizada como Diócesis de Tlapa,

Don Alejo presentó esta ofrenda agradable encomendándole este Seminario.

Después de haberse pospuesto alguna vez la fecha, por fin llegó el día en que este lugar fue

bendecido por el Sr. Nuncio Apostólico, acompañando los Obispos de nuestra Región Sur,

Sacerdotes, religiosas, y la grata presencia de nuestro Pueblo. Ha sido un día inolvidable con

el que seguramente la Gracia de Dios se nos derrama para impulsar el esfuerzo que cada uno

de nosotros realice para semejante tarea.

Don Alejo, hermanos. Seguramente se han escapado algunas cosas más, pero esperamos en

lo sucesivo aprovechar la experiencia que nos ha dado este curso para poder informarles

quizá de una forma más satisfactoria y objetiva.

Por último Don Alejo, queremos decirle que no se equivocó al sentir la urgencia de la

creación del Seminario, y le agradecemos infinitamente las ganas y el cariño que ha puesto

en ello. Por esto le damos gracias a Dios Padre y Madre y le seguimos pidiendo bendiciones

para Usted, para su persona y su ministerio, de manera que nos siga acompañando en el

caminar de esta Montaña de Guerrero en el Plan de Salvación y Liberación que Dios nos

tiene preparado.

P. César Iván Balbuena Sánchez

Rector