10-Intelecto-corazón-voluntad - su unión es la condición de la eficacia

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Intelecto-corazón-voluntad - su unión es la condición de la eficacia "Para triunfar en una empresa es necesario que el intelecto, el corazón y la voluntad trabajen juntos. Esta unidad se encuentra raramente realizada, excepto en los grandes santos. Y también en los grandes criminales. Sí, y entre los grandes criminales, que sólo piensan en hacer daño, y los grandes santos, que se consagran al bien de la humanidad, está la mayoría de los humanos que, al no saber poner su intelecto, su corazón y su voluntad, con constancia, al servicio de un proyecto, oscilan continuamente entre el buen camino y el malo y no logran hacer gran cosa. Para el bien, lo mismo que para el mal, hay que imponer una misma dirección a los pensamientos, a los sentimientos y a los actos, lo que es difícil, ¡y los humanos son tan perezosos en este dominio! Nos extrañamos a veces que grandes criminales puedan llegar a ser grandes santos. No, no tiene nada de extraño. Un acontecimiento que ha ocurrido en su vida, o el encuentro con un ser, les produjo una inmensa conmoción y, entonces, en la medida en la que ya han realizado la parte más difícil del trabajo: la unidad de su intelecto, de su corazón y de su voluntad, son capaces de superarse en el bien, cómo lo habían hecho en el mal." Omraam Mikhaël Aïvanhov

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Intelecto-corazón-voluntad - su unión es la condición de la eficacia

"Para triunfar en una empresa es necesario que el intelecto, el corazón y la voluntad trabajen juntos. Esta unidad se encuentra raramente realizada, excepto en los grandes santos. Y también en los grandes criminales. Sí, y entre los grandes criminales, que sólo piensan en hacer daño, y los grandes santos, que se consagran al bien de la humanidad, está la mayoría de los humanos que, al no saber poner su intelecto, su corazón y su voluntad, con constancia, al servicio de un proyecto, oscilan continuamente entre el buen camino y el malo y no logran hacer gran cosa. Para el bien, lo mismo que para el mal, hay que imponer una misma dirección a los pensamientos, a los sentimientos y a los actos, lo que es difícil, ¡y los humanos son tan perezosos en este dominio!Nos extrañamos a veces que grandes criminales puedan llegar a ser grandes santos. No, no tiene nada de extraño. Un acontecimiento que ha ocurrido en su vida, o el encuentro con un ser, les produjo una inmensa conmoción y, entonces, en la medida en la que ya han realizado la parte más difícil del trabajo: la unidad de su intelecto, de su corazón y de su voluntad, son capaces de superarse en el bien, cómo lo habían hecho en el mal."

Omraam Mikhaël Aïvanhov