11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

85
1 PROCEDIMIENTOS JUDICIALES EN MATERIA DE AGUAS Gonzalo Arévalo Cunich Profesor de Derecho de Aguas Pontificia Universidad Católica de Chile I. INTRODUCCIÓN La garantía constitucional del debido proceso se encuentra consagrada en el artículo 19 Nº 3 de la Constitución Política de la República, el que en su inciso 5° dispone que toda sentencia de un organo que ejerza jurisdicción debe fundarse en un proceso legalmente tramitado, correspondiendo al legislador establecer siempre las garantías de un procedimiento y una investigación racionales y justos. De este modo, toda autoridad que ejerza jurisdicción, dentro de las cuales no sólo se encuentran los tribunales ordinarios de justicia, sino que también otros organismos como la Contraloría General de la República, el Servicio de Impuestos Internos, y por cierto, la Dirección General de Aguas, debe observar y someterse a las normas legales que regulan la substanciación justa y racional de los juicios y contiendas. El principio indicado es una lógica consecuencia de otra importante garantía constitucional, como es la de la “igualdad ante la ley”, con la que se pretende que toda persona que recurra ante los tribunales ordinarios de justicia, o ante autoridades administrativas que en virtud de la Constitución y la ley ejerzan jurisdicción, para la protección de sus derechos, se encuentren en un plano de igualdad jurídica, sin que existan privilegios y sin que sean admisibles discriminaciones de ningún tipo. Así, para que una resolución de la autoridad judicial o administrativa, sea válida requiere de la concurrencia de los siguientes requisitos: a) La existencia de un proceso previo, legalmente tramitado. En virtud de ello, toda resolución debe haber sido pronunciada, luego de haber oido previamente a las partes, y que ellas hayan rendido, o al menos tenido la posibilidad de rendir sus pruebas.

Transcript of 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

Page 1: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

1

PROCEDIMIENTOS JUDICIALES EN MATERIA DE AGUAS

Gonzalo Arévalo Cunich Profesor de Derecho de Aguas

Pontificia Universidad Católica de Chile

I. INTRODUCCIÓN

La garantía constitucional del debido proceso se encuentra

consagrada en el artículo 19 Nº 3 de la Constitución Política de la

República, el que en su inciso 5° dispone que toda sentencia de un organo

que ejerza jurisdicción debe fundarse en un proceso legalmente tramitado,

correspondiendo al legislador establecer siempre las garantías de un

procedimiento y una investigación racionales y justos.

De este modo, toda autoridad que ejerza jurisdicción, dentro de las

cuales no sólo se encuentran los tribunales ordinarios de justicia, sino que

también otros organismos como la Contraloría General de la República, el

Servicio de Impuestos Internos, y por cierto, la Dirección General de

Aguas, debe observar y someterse a las normas legales que regulan la

substanciación justa y racional de los juicios y contiendas.

El principio indicado es una lógica consecuencia de otra importante

garantía constitucional, como es la de la “igualdad ante la ley”, con la que

se pretende que toda persona que recurra ante los tribunales ordinarios de

justicia, o ante autoridades administrativas que en virtud de la

Constitución y la ley ejerzan jurisdicción, para la protección de sus

derechos, se encuentren en un plano de igualdad jurídica, sin que existan

privilegios y sin que sean admisibles discriminaciones de ningún tipo.

Así, para que una resolución de la autoridad judicial o

administrativa, sea válida requiere de la concurrencia de los siguientes

requisitos:

a) La existencia de un proceso previo, legalmente tramitado. En

virtud de ello, toda resolución debe haber sido pronunciada, luego de

haber oido previamente a las partes, y que ellas hayan rendido, o al menos

tenido la posibilidad de rendir sus pruebas.

Page 2: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

2

b) Que la ley haya establecido un racional y justo procedimiento. En

caso que la ley nada diga, corresponderá a la autoridad, antes de resolver

la cuestión controvertida, cumplir con la exigencia constitucional del

racional y justo procedimiento, puesto que en caso contrario, dicho acto

podrá ser declarado nulo por la justicia ordinaria.

De este modo, todos los procedimientos judiciales en materia de

aguas que pasarán a indicarse deben cumplir con los elementos que

constituyen un “racional y justo procedimiento”, los que se pueden

sintetizar de la siguiente forma:

1. Notificación y audiencia al afectado, pudiendo procederse en su

rebeldía ante su no comparecencia, luego de haber sido válidamente

notificado.

2. Posibilidad de que ambas partes presenten sus pruebas, la

recepción de ellas, y su examen porel tribunal.

3. Que la sentencia sea dictada dentro de un plazo razonable.

4. Que la sentencia sea dictada por un tribunal u órgano imparcial y

objetivo.

5. Que exista la posibilidad de revisión de lo fallado por una

instancia superior que también sea igualmente imparcial y objetiva.

II. ESTUDIO DE LOS DISTINTOS PROCEDIMIENTOS JUDICIALES EN MATERIA

DE AGUAS

1. Procedimiento sumario

Sumario: I. Generalidades; II. Características del juicio sumario; III. Tramitación.

I. Generalidades El juicio sumario es de indiscutible importancia dentro de nuestro

sistema judicial, por cuanto permite una oportuna, expedita y económica

acción de la justicia, y de este modo obtener la declaración de un derecho,

sin que el titular de la acción tenga que someterse a formalismos

especiales, y a la lentitud del juicio ordinario.

Page 3: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

3

Los tratadistas del derecho procesal son contestes que dentro de las

cualidades de todo buen procedimiento, para que surta los efectos tenidos

a la vista por el legislador se encuentran, los que pasarán a indicarse, y

que se encuentran presente en el procedimiento sumario.

a) La seguridad, esto es, que proporcione a las partes litigantes la

oportunidad de alegar y probar su derecho en absoluta y perfecta igualdad

de condiciones.

b) La brevedad, o sea, que el procedimiento esté exento de trámites

inútiles que puedan dificultar la pronta declaración del derecho

controvertido. Aquí, resulta válido el aforismo jurídico que dice que la

justicia tardía es sinónimo de la denegación de justicia

c) La economía, en el sentido que los litigantes tengan que efectuar

los menores desembolsos pecuniarios posibles para demostrar su derecho.

La justicia cara también es sinónimo de la denegación de la misma, sobre

todo, para las personas de escasos recursos.

d) La actividad, entendiendo por tal dotar a los jueces del mayor

numero posible de atribuciones, a objeto de que dentro del proceso, pueda

tener un papel activo y de dirección efectiva del mismo, y no ser un mero

espectador de la contienda sometida a su conocimiento.

El artículo 680 del Código de Procedimiento Civil establece que el

procedimiento sumario se aplicará en todos aquellos casos en que la

acción deducida requiera, por su naturaleza, tramitación rápida para que

sea eficaz y además, de acuerdo al número 1º de la norma en estudio, en

los casos en que la ley ordene proceder sumariamente.

Pues bien, El Código de Aguas establece en su artículo 177 la regla

general en materia de juicios de aguas, al señalar que “Los juicios sobre constitución, ejercicio y pérdida de los derechos de aprovechamiento de aguas y todas las demás cuestiones relacionadas con ellos, que no tengan

procedimiento especial, se tramitarán conforme al procedimiento sumario establecido en el Título XI del Libro III del Código de Procedimiento Civil”.

En suma, todos los juicios sobre constitución, ejercicio y pérdida de

los derechos de aprovechamiento de aguas, y todas las demás cuestiones

relacionados con ellos deben tramitarse de acuerdo a las normas del

procedimiento sumario. Esto es, el juicio sumario constituye el

procedimiento de aplicación general en materia de aguas, cumpliendo de

esta forma un rol análogo al que en la legislación procesal común cumple

el juicio ordinario

Page 4: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

4

Sin embargo, la regla indicada tiene excepciones, las que tienen

lugar en aquellos casos excepcionales en que la propia ley (Código de

Aguas) establece procedimientos especiales en determinadas materias,

como es el caso del amparo judicial de aguas; de la organización judicial

de las comunidades de aguas y juntas de vigilancia; del recurso de

protección; del procedimiento arbitral entre miembros de una organización

de usuarios, etc.

Ahora bien, dentro de los casos más comunes en que se aplica el

procedimiento sumario, se pueden destacar los siguientes:

a) El procedimiento de regularización e inscripción de derechos de

aprovechamiento de aguas por el artículo 2º transitorio del Código de

Aguas;

b) Los juicios de reclamación en contra las resoluciones del Servicio

Agrícola y Ganadero, en el caso del artículo 5º transitorio del mismo

Código;

c) Los juicios a que dan origen las reclamaciones de los miembros de

las organizaciones de usuarios, que se sientan perjudicados por los

acuerdos o resoluciones del directorio de las mismas.

d) Los juicios que se susciten sobre constitución, ejercicio,

modificación o extinción de las servidumbres, etc.

e) Los juicios que se suscitan con ocasión de lo dispuesto en el

artículo 309 del Código de Aguas.

f) También se aplica el procedimiento sumario al perfeccionamiento

de títulos de derechos de aprovechamiento de aguas, tal como lo dispone el

artículo 46 del Decreto Supremo N 1220, de 1997, del Ministerio de Obras

Públicas, que aprueba el Reglamento del Catastro Público de Aguas.

II. Características del juicio sumario

1. Es un juicio declarativo, esto es, tiene destinado obtener el

reconocimiento de un derecho.

2. Es un juicio común y especial. Es común porque es de aplicación

general, puesto que sirve para hacer valer cualquier clase de acción

siempre que, por su naturaleza, requiera de un procedimiento rápido para

que sea eficaz. Por excepción es también un procedimiento especial o de

aplicación particular, cuando así lo ha dispuesto expresamente el

legislador.

Page 5: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

5

3. Es un juicio extraordinario, desde el punto de vista de su

estructura, porque difiere en este aspecto notablemente del juicio

ordinario.

4. Es un juicio que admite substitución de procedimiento, esto es, que

iniciado como sumario, puede decretarse su continuación conforme a las

reglas del juicio ordinario, si existen motivos fundados para ello, y

viceversa, si aparece la necesidad de aplicarlo.

5. Es un juicio breve, rápido, lo que se demuestra por las

circunstancias que pasan a expresarse:

a) Por su estructura, ya que el juicio sumario se reduce a la

demanda, comparendo de contestación, término probatorio de ocho días y

sentencia;

b) Por la oportunidad en que deben pronunciarse sus resoluciones,

esto es, tan pronto como se encuentre en estado el proceso o, a más

tardar, dentro del segundo día (art. 688 del C. de P. C.).

c) Por la facultad otorgada al tribunal de alzada para pronunciarse, a

solicitud de parte, sobre todas las cuestiones que se hayan debatido en

primera para ser falladas en definitiva, aun cuando no las resuelva el fallo

apelado, en vez de casar dicho fallo, o bien, de ordenar al juez de primera

instancia que lo complete (art. 692 del C. de P. C.).

d) Por la preferencia para el fallo en los tribunales unipersonales y

para la vista y decisión en los tribunales colegiados sobre el resto de los

negocios jurídicos.

6. Es un juicio concentrado, en el sentido de que, tanto la cuestión

principal, cuanto las accesorias, o sea, los incidentes, cualquiera que sea

su naturaleza, deben promoverse y tramitarse en la audiencia respectiva,

sin paralizar el curso de aquella, debiendo la sentencia definitiva

pronunciarse sobre la acción deducida y los incidentes, o sólo sobre éstos

cuando sean previos o incompatibles con dicha acción (art. 690 del C. de

P. C.).

7. Es un juicio en que la rebeldía del demandado presume la

efectividad del derecho del demandante, de forma tal que éste puede pedir,

que se acceda provisionalmente a la demanda, debiendo para ello invocar

fundamento plausible. Lo anterior, es sin perjuicio del derecho de

demandado a oponerse posteriormente a la demanda. También, el

Page 6: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

6

demandante puede pedir que el juicio siga adelante aun sin la oposición

del demandado.

III. Tramitación a) Aspectos generales

De acuerdo a lo previsto en el artículo 178 del Código de Aguas es

competente para conocer de los juicios sobre constitución, ejercicio y

pérdida de los derechos de aprovechamiento de aguas y todas las demás

cuestiones relacionadas con ellos, que no tengan procedimiento especial, el juez de letras que corresponda, de acuerdo con las normas sobre

competencia establecidas en el Código Orgánico de Tribunales.

En estos juicios, se podrá decretar de oficio la inspección personal

del tribunal, el nombramiento de peritos y el informe de la Dirección

General de Aguas (art. 179 del Código de Aguas). Estas diligencias

probatorias resultan muy importantes, y constituyen una particularidad

que tiene el procedimiento sumario en materia de aguas, y una excepción

al principio general que ordena toda nuestra legislación procesal civil, en el

sentido que el Juez sólo actúa a petición de parte.

Atendida su importancia, nos referiremos a los principales aspectos

relacionados con la inspección personal del tribunal.

La inspección personal del tribunal es el examen que éste realiza por

sí mismo de hechos o circunstancias materiales controvertidas en el juicio

para adquirir la convicción acerca de su verdad o exactitud.

De lo expuesto se desprende que el mencionado medio de prueba,

presenta dos particularidades, a saber:

a) Que los hechos que se pueden dar por acreditados por este medio

de prueba son aquellos que aprecia directamente el tribunal, y

b) Que este medio de prueba sólo puede ser utilizado para apreciar

circunstancias o hechos materiales.

La inspección personal del tribunal, es un medio de prueba que

tiene las siguientes características:

1. Es un medio de prueba directo, ya que los hechos materiales los

conoce directamente el tribunal, sin que medie la intervención de otra

persona.

Page 7: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

7

2. Es un medio de prueba circunstancial, por cuanto el tribunal

aprecia los hechos o circunstancias meteriales sólo una vez iniciado el

juicio de que se trate. Sin embargo, y en forma excepcional puede tener el

carácter de prueba preconstituida cuando se realiza como medida

prejudicial probatoria.

3. Si bien, el Código de Aguas no establece la obligación que el

tribunal decrete este medio probatorio, es importante que se disponga de

él, atendida la importancia de dicho medio de convicción.

4. Es un medio probatorio que puede ser decretado de oficio por el

tribunal cuando lo estime necesario. También puede decretarse a petición

de parte. En este caso, la oportunidad procesal para solicitarlo es durante

el probatorio. Excepcionalmente, puede solicitarse como medida

prejudicial probatoria.

5. Es un medio probatorio que tiene el valor de plena prueba,

cuando concurren los requisitos y circunstancias establecidos en la ley.

Estos requisitos son los siguientes:

a) Que se trate de hechos o circunstancias materiales;

b) Que los hechos o circunstancias materiales hayan sido apreciados

por el tribunal;

c) Que los hechos o circunstancias materiales apreciados por el

tribunal consten en un acta que de la diligencia se levante, tal como lo

exige el artículo 408 del Código de Procedimiento Civil.

b) Procedimiento

Deducida la demanda, el tribunal citará a una audiencia el quinto

día hábil después de la última notificación. Si el demandado no está en el

lugar del juicio, el plazo se ampliará con todo el aumento que corresponda

de conformidad a lo previsto en el artículo 259 del Código de

Procedimiento Civil.

Con el mérito de lo que se exponga en la audiencia, se recibirá la

causa a prueba o se citará a las partes a oír sentencia. Así lo dispone el

artículo 683 del Código de Procedimiento Civil.

Los incidentes deberán promoverse y tramitarse en la misma

audiencia, conjuntamente con la cuestión principal, sin paralizar ésta (art.

690 del Código de Procedimiento Civil).

Page 8: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

8

En rebeldía del demandado, se recibirá a prueba la causa, o, si el

actor lo solicita con fundamento plausible, se accederá provisionalmente a lo pedido en la demanda (artículo 684 del Código de Procedimiento Civil).

En este segundo caso, podrá el demandado formular oposición

dentro del término de cinco días, contados desde su notificación; y una vez

formulada, se citará a nueva audiencia, procediéndose como se dispone en

el artículo 683, pero sin que se suspenda el cumplimiento provisional de lo

decretado con esta calidad, ni se altere la condición jurídica de las partes

(artículo 684 del Código de Procedimiento Civil).

No deduciéndose oposición, el tribunal recibirá la causa a prueba, o

citará a las partes a oir sentencia, según lo estime de derecho (artículo 685

del Código de Procedimiento Civil).

La prueba, cuando haya lugar a ella, se rendirá en el plazo y en la

forma establecidas para los incidentes (artículos 686 90, 91, 318 y 323 del

Código de Procedimiento Civil).

El auto de prueba debe notificarse por cédula. El término de prueba

es de ocho días y, para los efectos de la prueba testimonial, la lista de

testigos deberá presentarse dentro del plazo de segundo día del probatorio.

Vencido el término probatorio, el tribunal, de inmediato, citará a las

partes para oir sentencia (artículo 687 del Código de Procedimiento Civil).

Como puede advertirse, en el procedimiento sumario no existe el trámite

de citación para oir sentencia.

Las resoluciones en el procedimiento sumario deberán dictarse, a

más tardar, dentro de segundo día (artículo 688 del Código de

Procedimiento Civil).

La sentencia definitiva deberá dictarse en el plazo de los diez días

siguientes a la fecha de la resolución que citó a las partes a oir sentencia

(artículos 162 y 170 del Código de Procedimiento Civil).

La regla general es que todas las resoluciones pronunciadas en el

juicio sumario sean apelables en el solo efecto devolutivo; por excepción,

son apelables en ambos efectos: a) La sentencia definitiva y b) La

resolución que dé lugar al procedimiento sumario cuando éste se hubiera

iniciado como ordinario.

Sin embargo, la sentencia definitiva y la resolución que ordena

substituir el procedimiento ordinario en sumario serán apelables en el solo

Page 9: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

9

efecto devolutivo en caso que, concedido el recurso libremente, hayan de

eludirse los resultados.

2. Recurso de Protección

Sumario. I. Aspectos generales; II. Derecho de aprovechamiento de aguas; III. Procedimiento. IV. Jurisprudencia.

I. Aspectos generales El recurso de protección de garantías constitucionales tiene por

objeto amparar a las personas que por actos u omisiones arbitrarias o

ilegales sufran privación, perturbación o amenaza en el ejercicio de las

garantías señaladas en el artículo 20 de la Constitución Política de la

República, con la finalidad de restablecer el imperio del Derecho.

En consecuencia, y de conformidad con lo prevenido en el citado

artículo 20, para que un recurso de protección pueda ser acogido es

necesario la concurrencia de las siguientes condiciones:

a) La existencia de un acto u omisión arbitraria o ilegal emanado de

alguna autoridad o de un particular.

b) Que tal acto u omisión signifique privación, perturbación o

amenaza en el legítimo ejercicio de ciertas garantías y derechos.

En atención a que ni el constituyente ni el legislador han señalado lo

que debe entenderse por tales conceptos, debemos recurrir al sentido

natural y obvio de ellos.

Así, el concepto de “acción” implica un hecho positivo, una

actividad, un hacer algo que amenace, perturbe o prive a alguien en el

legítimo ejercicio de alguno de los derechos enumerados en el artículo 20

de la Constitución, dentro de las cuales se encuentra el derecho de

propiedad (art. 19 Nº 24 de la Constitución), con la finalidad de restablecer

el imperio del derecho y asegurar la debida protección del afectado, sin

perjuicio de los demás derechos que pueda hacer valer ante la autoridad o

los tribunales correspondientes.

El acto ilegal o arbitrario que se imputa a un recurrido de protección

que perturbe, amenace o quebrante una garantía constitucional amparada

por el ámbito de este recurso, debe ser lo suficientemente explícito y claro

para que permita, con la rapidez prevista para un recurso de esta especie,

restablecer el orden jurídico.

Page 10: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

10

Una acción es arbitraria cuando ha existido carencia de

razonabilidad en el actuar, falta de proporción entre los medios empleados

y el fin que se pretende obtener, o la ausencia o inexistencia de los hechos

que fundamentan la actuación recurrida.

II. Derecho de aprovechamiento de aguas El derecho de aprovechamiento de aguas es un derecho real que

recae sobre las aguas y consiste en el uso y goce de ellas, con los

requisitos y en conformidad a las reglas que prescribe el citado

ordenamiento. El derecho de aprovechamiento sobre las aguas es de

dominio de su titular, quién podrá usar, gozar y disponer de él en

conformidad a la ley (art. 6º del Código de Aguas).

Por su parte, el artículo 19 Nº 24, inciso 11 de la Constitución

Política de la República establece que los derechos de los particulares sobre las aguas, reconocidos o constituidos en conformidad a la ley, otorgarán a sus titulares la propiedad sobre ellos.

De las normas indicadas aparece de manifiesto que el titular de un

derecho de aprovechamiento de aguas tiene sobre el mencionado derecho

la propiedad plena, esto es, el uso, el goce y la disposición. Es por ello, que

todo aquel propietario de un derecho de aprovechamiento (reconocido o

constituido en conformidad a la ley) que por causa de actos u omisiones

arbitrarios o ilegales, sufra privación, perturbación o amenaza en el

legítimo ejercicio de su derecho, puede interponer, en contra del causante

de dichos actos u omisiones arbritarias o ilegales, el correspondiente

recurso de protección, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 20 de

la Constitución Política de la República, y del Auto Acordado de la Excma.

Corte Suprema de 24 de junio de 1992, publicado en el Diario Oficial de 27

de junio del mismo año, que establece normas sobre tramitación y fallo del

recurso de protección de las garantías constitucionales.

III. Procedimiento

El Auto Acordado de la Excma. Corte Suprema de fecha 24 de junio

de 1992, publicado en el Diario Oficial de 27 de junio del mismo año,

establece normas sobre tramitación y fallo del recurso de protección de las

garantías constitucionales.

1. El recurso o acción de protección debe interponerse ante la Corte

de Apelaciones en cuya jurisdicción se hubiere cometido el acto o incurrido

en la omisión arbitraria o ilegal que ocasionen privación, perturbación o

Page 11: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

11

amenaza en el legítimo ejercicio de las garantías constitucionales

respectivas, dentro del plazo fatal de quince días corridos contados desde

la ejecución del acto o la ocurrencia de la omisión, según la naturaleza de

éstos, desde que se haya tenido noticias o conocimiento cierto de los

mismos, lo que se hará constar en autos.

Si los actos relativos a una actividad ilegal se ejecutan en forma

permanente, el plazo de 15 días para entablar el recurso de protección

debe entenderse renovado día a día. (Corte de Apelaciones de Temuco,

confirmada por la Corte Suprema 1997).

2. El recurso se interpondrá por el afectado o por cualquiera otra

persona en su nombre, capaz de parecer en juicio, aunque no tenga para

ello mandato especial, por escrito en papel simple y aún por telégrafo o

télex.

3. Acogido a tramitación el recurso, la Corte de Apelaciones ordenará

que informe, por la vía que estime más rápida y efectiva, la persona o

personas, funcionarios o autoridad que según el recurso o en concepto del

Tribunal son los causantes del acto u omisión arbitraria o ilegal, que haya

podido producir privación, perturbación o amenaza del libre ejercicio de los

derechos que se solicita proteger, fijándole un plazo breve y perentorio

para emitir el informe, señalándole que conjuntamente con éste, el

obligado en evacuarlo remitirá a la Corte todos los antecedentes que

existan en su poder sobre el asunto motivo del recurso.

Recibido el informe y los antecedentes requeridos, o sin ellos, el

Tribunal ordenará traer los autos en relación y dispondrá agregar

extraordinariamente la causa a la tabla del día subsiguiente previo sorteo,

en las Cortes de Apelaciones de más de una Sala.

Los oficios que fueren necesarios para el cumplimiento de las

diligencias decretadas se despacharán por comunicación directa, por

correo o telegráficamente, a través de las Oficinas del Estado o por medio

de un ministro de fe.

El Tribunal cuando lo juzgue conveniente para los fines del recurso,

podrá decretar orden de no innovar.

4. Las personas, funcionarios u Organos del Estado afectados o

recurridos, podrán hacerse parte en el recurso.

5. Para mejor acierto del fallo se podrán decretar todas las

diligencias que el Tribunal estime necesarias.

Page 12: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

12

La sentencia que se dicte tendrá el carácter de definitiva y en ella se

apreciarán en conciencia los antecedentes que se acompañen al recurso y

todas las probanzas que se produzcan.

6. La sentencia se notificará personalmente o por el estado a la

persona que hubiere deducido el recurso y en la misma forma se hará

respecto de los recurridos que se hubieren hecho parte en él y será

apelable ante la Corte Suprema, apelación que podrá interponerse en el

acto de la notificación, si fuere personal, o dentro de los cinco días hábiles

siguientes, y no necesitará ser fundado.

7. Recibidos los autos en la Secretaría de la Corte Suprema, el

Presidente del Tribunal ordenará dar cuenta preferente del recurso en

alguna de las salas indicadas en los artículos 99 y 101 del Código

Orgánico de Tribunales, según proceda, la cual si lo estima conveniente o

se le solicita con fundamento plausible podrá ordenar traerlo “en relación”

para oír a los abogados de las partes, en cuyo caso se agregará

extraordinariamente el recurso a la tablas respectiva, de la misma Sala.

La cuenta deberá darse dentro de los cinco días de que sea

ordenada.

8. Para entrar al conocimiento del recurso o para el mejor acierto del

fallo, la Corte Suprema, podrá solicitar de cualquier autoridad o persona

los antecedentes que considere necesarios para la resolución del asunto.

Todas las notificaciones que deban practicarse se harán por el

estado diario.

9. Tanto en la Corte de Apelaciones como en la Corte Suprema,

cuando en ésta se traiga el recurso “en relación”, la suspensión de la vista

de las causas procederá por una sola vez a petición del recurrente,

cualquiera que sea el número de ellos y respecto de la otra parte, aunque

fuere más de uno el funcionario o persona afectada, sólo cuando el

Tribunal estimare el fundamento de su solicitud muy calificado. La

suspensión no procederá de común acuerdo de las partes.

10. La Corte de Apelaciones y la Corte Suprema, en su caso, fallará

el recurso dentro del quinto día hábil, pero tratándose de las garantías

constitucionales contempladas en los números 1º, 3º inciso 4º, 12 y 13 del

artículo 19 de la Constitución Política, la sentencia se expedirá dentro del

segundo día hábil, plazos que se contarán desde que se halle en estado de

fallar la causa.

Page 13: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

13

11. Tanto la Corte de Apelaciones como la Corte Suprema, cuando lo

estimen procedente, podrán imponer la condenación en costas.

12. En contra de la sentencia que expida la Corte de Apelaciones no

procederá el recurso de casación.

13. Si respecto de un mismo acto u omisión se dedujeren dos o más

recursos, aún por distintos afectados, y de los que corresponda conocer a

una determinada Corte de Apelaciones, de acuerdo con lo establecido en el

punto primero del presente auto, se acumularán todos los recursos al que

hubiere ingresado primero en el respectivo libro de la Secretaría del

Tribunal formándose un solo expediente, para ser resueltos en una misma

sentencia.

14. Firme el fallo de primera instancia por haber transcurrido el

plazo para interponer el recurso de apelación, sin que éste se hubiere

deducido, o dictado sentencia por la Corte Suprema cuando fuere

procedente, se transcribirá lo resuelto a la persona, funcionario o

autoridad cuyas actuaciones hubieren motivado el recurso de protección,

por oficio directo, o telegráficamente si el caso así lo requiere.

15. Si la persona, el funcionario o el representante o Jefe del Organo

del Estado, ya tenga éste la calidad de titular, interino, suplente o

subrogante, o cualquiera otra, no evacuare los informes o no diere

cumplimiento a las diligencias, resoluciones y sentencias dentro de los

plazos que la Corte de Apelaciones o la Corte Suprema ordenaren,

conforme a lo establecido en este Auto Acordado, podrán éstas imponer al

renuente, oyéndolo o en su rebeldía alguna o algunas de las siguientes

medidas: a) Amonestación privada; b) Censura por escrito; c) Multa a

beneficio fiscal que no sea inferior a una unidad tributaria mensual ni

exceda de cinco unidades tributarias mensuales; y d) Suspensión de

funciones hasta por cuatro meses, tiempo durante el cual el funcionario

gozará de medio sueldo. Todo ello además de la responsabilidad penal en

que pudieran incurrir dichas personas.

IV. Jurisprudencia

El recurso de protección es procedente no obstante existir otros

recursos que puedan hacerse valer ante la autoridad o ante los tribunales

de justicia. En efecto, el recurso de protección puede interponerse sin

perjuicio que el interesado tenga a su vez la posibilidad de interponer un

recurso de reconsideración ante el Sr. Director General de Aguas (art. 136

Page 14: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

14

del Código de Aguas), o de reclamación ante la Corte de Apelaciones

respectiva (art. 137 del Código de Aguas).

Lo anterior, en atención a que tanto del texto que regula la

protección constitucional como de la historia fidedigna de su

establecimiento, permiten concluir que el citado recurso es procedente sin

perjuicio de los demás derechos que pueda hacer valer el interesado.

Al respecto, debe tenerse presente que atendido que el recurso de

protección tiene por finalidad resolver situaciones fácticas sin producir

coza juzgada material, sus fallos, en estricto rigor, no generan una

doctrina jurisprudencial.

Sin embargo, ello no es obstáculo para descubrir marcadas

tendencias en la solución de algunos problemas planteados comúnmente a

los tribunales superiores, a través de esta acción constitucional. Es así,

que la actual jurisprudencia es uniforme en el sentido que la existencia de

otros recursos no impide la interposición de la acción de protección.

Por vía de ejemplo: 1) existe un rechazo permanente a todos los

actos u omisiones-provengan de órganos públicos o de particulares- que

importan una autotutela; 2) Salvo situaciones muy excepcionales, se

declaran inadmisibles los recursos intentados en contra de resoluciones

judiciales; 3) No corresponde resolver por la vía de la protección las

materias propias de un juicio de lato conocimiento; 4) La existencia de

otros recursos no impide la interposición de la acción de protección; 5)

Una acción legal puede calificarse de arbitraria cuando carece de

racionalidad; 6) Las perturbaciones de carácter permanente inciden en el

cómputo del plazo para la interposición del recurso.

3. Amparo judicial de aguas Sumario. I. Aspectos Generales; II. Concepto del amparo judicial de

aguas; III. Características del amparo judicial de aguas; IV. Requisitos de admisibilidad del amparo judicial; V. Procedimiento.

I. Aspectos generales Este procedimiento fue creado por el actual Código de Aguas, ya que

no existía como tal en el Código de Aguas de 1951, y en las modificaciones

que le introdujo la Ley 16.640, de 1967, conocida como la Ley de Reforma

Agraria.

Page 15: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

15

Otro aspecto que es importante destacar es que no obstante que el

Código de Aguas, en alguno de sus artículos, lo denomina como recurso de

amparo judicial de aguas, en el hecho no es un recurso, sino una acción

que tiene por objeto amparar a un titular de un derecho de

aprovechamiento, o a quién goce de la presunción a que se refiere el

artículo 7 del Decreto Ley N 2.603, de 1979, cuando por obras o hechos

recientes de terceros son privados del agua, a fin de que se les ampare en

su derecho.

Al respecto, debe recordarse que la doctrina es unánime para

considerar que los recursos judiciales tienen por objeto impugnar

resoluciones que emanan de un tribunal, lo que no ocurre en el caso del

amparo judicial de aguas, donde las obras o hechos que perjudican el

legítimo aprovechamiento de un derecho de aguas, provienen de terceros.

II. Concepto del amparo judicial de aguas De lo expuesto y de lo prescrito en el artículo 181 del Código de

Aguas, podemos adelantar un concepto del amparo judicial de aguas. Así,

podemos señalar que es aquella acción que tiene el titular de un derecho

de aprovechamiento o quién goce de la presunción a que se refiere el

artículo 7º del Decreto Ley Nº 2.603, de 1979, que estimare estar siendo

perjudicado en el aprovechamiento de las aguas, por obras o hechos

recientes, para que pueda ocurrir ante el Juez competente a fin de que se

le ampare en su derecho.

El amparo judicial de Aguas se encuentra reglamentado en los

artículos 181 al 185 del Código de Aguas, y en el Auto Acordado de la

Excma. Corte Suprema, de 1º de agosto de 1986, publicado en el Diario

Oficial de 7 de agosto del mismo año, sobre Tramitación del Recurso de

Amparo en Segunda Instancia.

La finalidad del amparo judicial de aguas es similar a la del recurso

de protección. Así, en virtud de su interposición se pretende poner término

en el más breve plazo a cualquier entorpecimiento, privación o

perturbación que esté sufriendo alguna persona en el ejercicio de un

derecho de aprovechamiento, y que esa situación le esté causando

perjuicios, razón por la cual se requiere ponerle remedio inmediato.

III. Características del amparo judicial de aguas a) El procedimiento en que se tramita el amparo judicial de aguas es

sumarísimo.

Page 16: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

16

b) No se requiere del patrocinio de abogado en primera instancia

(artículo 181 inciso 2º del Código de Aguas), lo que constituye una

excepción a la regla general establecida en la Ley 18.120, que establece

normas sobre comparecencia en juicio. c) Procede siempre la habilitación de días y horas inhábiles, para la

práctica de actuaciones judiciales, (artículo 60 del Código de

Procedimiento Civil), esto es, para los efectos de la acción de amparo de

aguas procede siempre la habilitación de feriados.

d) No tiene término probatorio

e) No procede que en él se cite a las partes a audiencia de

conciliación, ni para oir sentencia.

f) En este procedimiento sólo se discuten aspectod de hecho y no de

derecho.

g) Si el actor pretende demandar perjuicios, debe hacerlo a través de

un procedimiento de lato conocimiento, esto es, a través del

juicioordinario.

IV. Requisitos de admisibilidad del amparo judicial de aguas

El Código de Aguas, al regular el procedimiento del amparo judicial

de aguas, establece requisitos de admisibilidad, esto es, presupuestos de

procesabilidad, sin los cuales no es posible entrar al fondo del asunto.

Estos requisitos son tres:

1. Ser titular de un derecho de aprovechamiento de aguas, lo que de

conformidad con lo previsto en el inciso 1º del artículo 20 del Código de

Aguas, se acredita con la competente inscripción en el Registro de

Propiedad de Aguas del Conservador de Bienes Raíces respectivo.

2. Ser presunto titular de un derecho de aprovechamiento de aguas,

derivado de la calidad de dueño del inmueble en que se utilizan, según lo

previene el artículo 7º del Decreto Ley Nº 2.603, de 1979.

3. Ser presunto titular de un derecho de aprovechamiento de aguas,

por encontrarse actualmente haciendo uso efectivo del agua, de acuerdo a

lo establecido en el inciso 2º del citado artículo 7º del Decreto Ley Nº

2.603.

Page 17: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

17

Al respecto, debe recordarse que el artículo 7º del Decreto Ley Nº

2.603, de 1979, establece una importante presunción, esto es, “Se presumirá dueño de derecho de aprovechamiento a quien lo sea del inmueble que se encuentre actualmente utilizando dichos derechos. En caso de no ser aplicable la norma precedente se presumirá que es titular del derecho de aprovechamiento quien se encuentre actualmente haciendo uso efectivo del agua”.

4. También, pueden deducir la acción de amparo de agua aquellas

personas que sin ser titulares o propietarias de un derecho de

aprovechamiento, estimen estar siendo perjudicadas en el ejercicio de ese

derecho, por obras o hechos recientes de terceros, como ocurre en el caso

de un mero tenedor de un derecho de aprovechamiento, como ocurre en el

caso de un arrendador de un derecho de aguas. Igual cosa ocurre con

aquellas personas que tienen constituido en su favor un derecho real sobre

el derecho de aprovechamiento, como ocurre en el caso de un usufructo.

En suma, pueden deducir la acción de amparo de aguas todas

aquellas personas que encontrándose haciendo un uso efectivo del agua

exhiban una relación legítima con el poseedor inscrito del derecho de

aprovechamiento, o con el que goce de la presunción a que se refiere el

artículo 7 del Decreto Ley N 2.603, de 1979.

Además de los requisitos anteriores, el interesado debe acreditar un

perjuicio en el aprovechamiento de las aguas, provocado por obras o hechos recientes.

Esto es, el actor debe invocar un perjuicio en el el ejercicio de su

derecho de aprovechamiento, el que podrá ser total o parcial, es decir, que

haya sido privado del todo o de parte del legítimo ejercicio del derecho de

aprovechamiento. Para dicho efecto, se entiende por perjuicio todo

detrimento o menoscabo que experimenta una persona en su patrimonio.

El Código de Aguas no señala lo que debe entenderse por obras o

hechos recientes, de forma tal que ello constituye una materia de hecho

que debe ser ponderada por el tribunal que conozca del amparo judicial de

aguas. V. Procedimiento a) Tramitación en primera instancia La acción de amparo debe interponerse ante el juez competente de

acuerdo a las reglas generales, en la especie, ante aquel que ejerza

Page 18: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

18

jurisdicción en el lugar donde se hayan cometido las obras o incurrido en

los hechos recientes que impiden o perjudican el legítimo aprovechamiento

de las aguas por parte de una persona. En esta materia el Código de Aguas

en su artículo 178, se remite a las normas generales sobre competencia

establecidas en el Código Orgánico de Tribunales, y específicamente en el

artículo 144 de dicho ordenamiento legal.

La solicitud de amparo debe contener las menciones que indica el

artículo 182 del Código de Aguas. Ellas son las siguientes:

1. La individualización del recurrente;

2. Los entorpecimientos que le impiden el ejercicio de su derecho;

3. El daño que dichos entorpecimientos le ocasionen o pudieren

ocasionar;

4. El o los presuntos responsables de tales entorpecimientos;

5. Las medidas que se solicitan para poner fin inmediato al

entorpecimiento, y

6. La organización de usuarios a que pertenece el recurrente o, en su

defecto, la nómina de las organizaciones constituidas en el canal, embalse

o captación de donde provengan las aguas, y la individualización de sus

representantes legales, cuando estas organizaciones existan.

Por cierto que a la solicitud de amparo, deberán acompañarse

además, los antecedentes que justifiquen el derecho de aprovechamiento o

la presunción, según corresponda. La solicitud de amparo deberá ser proveída, dentro de las

veinticuatro horas de recibida y se notificará en la forma prescrita en el

artículo 44, inciso 2º, del Código de Procedimiento Civil, al o los presuntos

responsables y a los representantes legales de las organizaciones

señaladas en el número 6 del artículo 182, para que éstos, dentro del plazo

de cinco días, hagan sus descargos o formulen las observaciones que

procedan, según el caso (art. 183 del Código de Aguas).

El Juez dispondrá una inspección ocular, cuyo costo será de cargo

del recurrente, y podrá, si lo estima conveniente, requerir a la Dirección

General de Aguas, que informe al respecto, dentro del plazo que le señale,

el que no podrá exceder de cinco días (art. 183 del Código de Aguas). El

juez solicitará el informe del mencionado Servicio cuando tenga dudas

Page 19: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

19

sobre aspectos de hecho para cuya apreciación se necesiten conocimientos

especiales de una ciencia o arte (artículo 411 N 1 del Código de

Procedimiento Civil).

El informe que emita la Dirección General de Aguas tendrá el valor

de un informe pericial, razón por la cual y de conformidad con lo previsto

en el artículo 425 del Código de Procedimiento Civil, su valor probatorio

debe ser apreciado de acuerdo a las normas de la sana crítica.

Transcurridos los plazos señalados en el artículo anterior, el Juez

dictará, sin más trámite, una resolución acogiendo o denegando el amparo

(art. 184 del Código de Aguas).

La resolución que acoja un amparo judicial de aguas deberá

expresar las medidas que se deberán adoptar para poner fin al entorpecimiento. El requisito indicado es esencial, pues en virtud de él se

establecerá la forma en que debe ponerse término al entorpecimiento.

La resolución que se pronuncie sobre la solicitud de amparo, deberá

ser notificada por cédula (art. 184 del Código de Aguas en relación con el

artículo 48 del Código de Procedimiento Civil).

b) Tramitación en segunda instancia 1. Recurso de apelación El Auto Acordado de la Excma. Corte Suprema, de 1º de agosto de

1986, publicado en el Diario Oficial de 7 de agosto del mismo año, se

refiere a la tramitación del amparo judicial de aguas en segunda instancia. De conformidad al artículo 185 del Código de Aguas, la resolución

que resuelva el amparo judicial de aguas será apelable en el solo efecto devolutivo. Esto es, la interposición del recurso de apelación no suspende,

por regla general, la ejecución del fallo recurrido.

Sin embargo, y de conformidad a lo previsto en el inciso 2 del

artículo 192 del Código de Procedimiento Civil, el tribunal de alzada a

petición del apelante y mediante resolución fundada, podrá dictar orden de

no innovar. Decretada dicha medida se suspenden los efectos de la

resolución recurrida o se paraliza su cumplimiento, según sea el caso.

Asimismo, el tribunal de alzada podrá también restringir los efectos de la

resolución recurrida, para lo cual se requerirá igualmente de una

resolución fundada.

Page 20: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

20

Ingresados los antececedentes a la Secretaría de la Corte de

Apelaciones respectiva, el tribunal dispondrá su conocimiento en cuenta,

sin que sea necesaria la comparecencia de las partes.

Al no exigir el auto acordado indicado el hacerse parte en segunda

instancia, no tiene aplicación lo previsto en el artículo 201 del Código de

Procedimiento Civil, en lo referente a la obligación del apelante de

comparecer al tribunal de alzada dentro del término de cinco días de

recibidos los autos en la Secretaría de la Corte de Apelaciones respectiva,

bajo apercibimiento de ser declarada desierta la apelación.

Lo anterior, es sin perjuicio de lo previsto en el artículo 211 del

Código de Procedimiento Civil, relativo a la prescripción del recurso, en

caso que las partes dejen transcurrir más de tres meses sin que se haga

gestión alguna para que el recurso se lleve a efecto y quede en estado de

fallarse por el superior.

Sin perjuicio de lo expresado anteriormente, de acuerdo al citado

auto acordado, la Corte de Apelaciones respectiva, si lo estima pertinente,

podra ordenar que se traigan los autos en relación, sin que ello implique la

posibilidad que la causa se vea en relación si es que las partes solicitan

alegatos.

La petición indicada deberá presentarse dentro de los primeros cinco

días de recibidos los autos por la Corte de Apelaciones respectivas, con el

objeto de que este no disponga el conocimiento del recurso en cuenta.

2. Recurso de casación en la forma

En atención a que en la acción de amparo de aguas sólo se discuten

hechos, es posible de la interposición, en contra de la resolución de

primera instancia, del recurso de casación en la forma, y no el de casación

en el fondo, puesto que como es sabido este último, tiene por objeto

invalidar sentencias, cuando ellas se hayan pronunciado con infracción de

ley y esta infracción haya influido substancialmente en lo dispositivo de la

sentencia (artículo 764, en relación con el artículo 767 del Código de

Procedimiento Civil).

En efecto, podría interponerse el recurso de casación en la forma

cuando en la sentencia de primera instancia, el tribunal omite practicar

una diligencia probatoria obligatoria, como es el caso de la inspección

ocular prevista en el artículo 183 del Código de Aguas.

Page 21: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

21

Lo anterior, en atención a lo previsto en el artículo 795 del Código de

Procedimiento Civil, que dispone: “En general, son trámites o diligencias

esenciales en la primera o única instancia en los juicios de mayor o menor

cuantía y en los juicios especiales. N 4 La práctica de diligencias

probatorias cuya omisión podría producir indefensión”.

La norma indicada se encuentra en íntima relación con lo previsto

en el artículo 768 del Código de Procedimiento Civil, en orden a que el

recurso de casación en la forma debe fundarse en algunas de las causales

allí enumeradas, dentro de las cuales se encuentra aquella señalada en su

numeral 9, esto es: “En haberse faltado a algún trámite o diligencia

declarados esenciales por la ley o a cualquier otro requisito por cuyo

defecto las leyes prevengan expresamente que hay nulidad”.

También procede el recurso de casación en la forma, cuando la

sentencia de primera instancia ha sido dictada ultra petita (numeral 4 del

artículo 768 del Código de Procedimiento Civil), esto es, otorgando más de

lo pedido por las partes, o extendiéndola a puntos no sometidos a la

decisión del tribunal, sin perjuicio de la facultad que este tenga para fallar

de oficio en los casos determinados por la ley.

En relación con lo anterior, existe una importante jurisprudencia de

la Excelentísima Corte Suprema que señala en la parte pertinente: “de esta

normativa aparece claro, en consecuencia, que la demanda de amparo y su

respuesta, fijan los límites de la controversia que se debe dirimir, más allá

de los cuales no le es lícito al juez pronunciarse, so pena de viciar

formalmente su decisión al incurrir en la causal de ultra petita, ya sea por

otorgar más de lo pedido por las partes o por extenderse a puntos

diferentes a los que fueron sometidos a su fallo”. (Alberto Tala Japaz. Pág.

169 Corte Suprema. Sentencia de fecha 15 de junio de 1992. Jorge

Dacaret Buloz con Jorge Marambio Avaria).

4. Procedimiento ejecutivo en materia de aguas Sumario. I.Concepto; II. Títulos ejecutivos en materia de aguas; III.

Procedimiento. I. Concepto El juicio ejecutivo es un procedimiento de carácter compulsivo o de

apremio que conduce al cumplimiento de una obligación que consta en un

documento indubitado, al que se considera como título ejecutivo.

II. Títulos ejecutivos en materia de aguas

Page 22: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

22

La jurisprudencia de nuestro tribunales ha dado diversas

definiciones sobre lo que debe entenderse por título ejecutivo. La primera

de ellas señala que título ejecutivo es el documento que da cuenta de un

derecho y una obligación indubitada y al que la ley otorga la suficiencia

necesaria para obtener el cumplimiento de la obligación que consta en él.

Otra definición señala que título ejecutivo es la declaración solemne

en la cual la ley le otorga específicamente la fuerza indispensable para ser

el antecedente de una ejecución.

Como puede advertirse de las dos definiciones anteriores, existen

tres elementos que son esenciales en los títulos ejecutivos, saber:

a) Los títulos ejecutivos sólo pueden ser creados por la ley;

b) Los títulos ejecutivos tienen siempre el carácter de solemnes, y

c) En ellos siempre debe constar la existencia de una obligación, que

puede ser de dar, hacer o no hacer.

Los títulos ejecutivos se encuentran indicados fundamentalmente en

el artículo 434 del del Código de Procedimiento Civil.

Es importante destacar que el número 7 del citado artículo 434

dispone que son títulos ejecutivos: “Cualquiera otro título a que las leyes

den fuerza ejecutiva”.

La citada norma deja claro que existen otros títulos ejecutivos, los

que se encuentran establecidos en leyes especiales. Pues bien, entre estas

leyes especiales, se encuentra el Código de Aguas, el que establece dos

títulos ejecutivos. Ellos son los siguientes:

1. Cuotas adeudadas por los miembros de las organizaciones de usuarios

El primero de ellos, se refiere a las cuotas adeudadas por los

miembros de las organizaciones de usuarios reguladas en el Código de

Aguas. En efecto, de conformidad con lo previsto en el artículo 212 Nº 3

del citado ordenamiento, entre las obligaciones de los comuneros de toda

organización de usuarios, se encuentra la de concurrir a los gastos

necesarios para la mantención de la organización, a prorrata de sus

derechos.

Page 23: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

23

Dichos gastos son acordados por la respectiva junta general

ordinaria de comuneros y una copia de tal acuerdo, debidamente

autorizada por el secretario de la comunidad, tiene mérito ejecutivo en

contra de aquéllos. Tal es, entonces, el título ejecutivo.

La misma norma resulta aplicable respecto de los acuerdos del

directorio sobre fijación de cuotas, cuando proceda, y sobre multas

(artículos 212 Nº 3, 213 y 226 Nº 2, todos del Código de Aguas).

Como puede advertirse, los miembros de las organizaciones de

usuarios tienen para con la respectiva organización una obligación de dar,

por cuanto deben cancelar las cuotas necesarias para su mantención, a

prorrata de sus derechos. Dicha carga pecuniaria que deben soportar los

miembros de las organizaciones de usuarios, tiene por objeto el buen

funcionamiento de la entidad.

Ahora bien, el artículo 214 del Código de Aguas dispone que los

derechos de aprovechamiento de aguas quedarán gravados de pleno

derecho, con preferencia a toda prenda, hipoteca u otro gravamen

constituido sobre ellos, en garantía de las cuotas de contribución para los

gastos que fijan las juntas y directorios. Los adquirentes a cualquier título

de estos derechos, responderán solidariamente con su antecesor de las

cuotas insolutas al tiempo de la adquisición.

En relación con lo expuesto, es importante precisar, que la norma

indicada sólo resulta aplicable en la situación clara y precisa determinada

por el legislador, de forma tal que si una organización de usuarios tiene

algún crédito en contra de un miembro de ella, y dicho crédito no se

encuentra comprendido dentro de los términos previstos en la norma

indicada, no goza de privilegio alguno, debiendo en consecuencia,

concurrir al pago como un acreedor valista.

Pues bien, dándose el presupuesto previsto en el artículo 214 del

Código de Aguas, el directorio de una organización de usuarios puede

señalar para la traba del embargo, el derecho de aguas del comunero

moroso en el pago de sus cuotas.

El gravamen indicado, constituye un importante instrumento de que

disponen las organizaciones de usuarios, y presenta las siguientes

particularidades:

a) Es de pleno derecho. En atención a ello, no es necesario que sea

pactado entre el comunero y la respectiva organización de usuarios.

Page 24: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

24

Sin embargo, lo anterior no exime a la organización de usuarios para

solicitar la inscripción del gravamen en el Registro de Hipotecas y

Gravámenes y de Prohibiciones e Interdicciones de Aguas del Conservador

de Bienes Raíces competente, con el objeto que este sea oponible a

terceros. También, la organización de usuarios debe practicar la

inscripción correspondiente en sus registros.

b) Goza de preferencia, respecto de toda otra prenda, hipoteca u otro

gravamen constituido sobre tales derechos de aguas (art. 214 del Código

de Aguas).

c) Los adquirentes a cualquier título de los derechos gravados en las

condiciones antes señaladas, responderán solidariamente con sus

antecesores de las cuotas insolutas al tiempo de la adquisición.

Finalmente, y en relación con la materia, es necesario precisar que

las normas indicadas resultan aplicables también a las asociaciones de

canalistas y a las juntas de vigilancia, de conformidad al claro tenor de lo

previsto en los artículos 258 y 267 del Código de Aguas.

2. Obras efectuadas en cauces naturales o artificiales sin autorización de la Dirección General de Aguas

Cualquier obra de modificación que se pretenda realizar e algún

cauce natural o artificial, debe contar con la autorización previa de la

Dirección General de Aguas y, tratándose de regularización o defensa de

cauces naturales, deberán contar, además, con la aprobación el

Departamento de Obras Fluviales del Ministerio de Obras Públicas; todo

ello, de conformidad con lo dispuesto en los artículos 41 y 171, ambos del

Código de Aguas.

Pues bien, en caso de infracción a esa normativa, la Dirección

General de Aguas puede fijarle al infractor un plazo para que modifique o

destruya la obra de que se trate, si ésta entorpece el libre escurrimiento de

las aguas o significan peligro para la vida o salud de los habitantes; y si el

infractor no lo hiciere, la Dirección General de Aguas puede encargarle a

un tercero que lo haga. por cuenta de aquél.

Del estudio de la norma aparece que ella es aplicable cuando

concurran copulativamente los siguientes requisitos:

a) La ejecución de una obra de aquellas a las que se refiere el

artículo 41 del Código de Aguas, sin la autorización de la Dirección

General de Aguas.

Page 25: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

25

b) Que dichas obras entorpezcan el libre escurrimiento de las aguas

o signifiquen peligro para la vida o salud de los habitantes.

c) Que la Dirección General de Aguas aperciba al infractor, fijándole

un plazo perentorio para que modifique o destruya dichas obras.

d) Que el infractor no dé cumplimiento a lo ordenado por la

Dirección General de Aguas dentro del plazo fijado.

Cumplidos los requisitos indicados, la Dirección General de Aguas

puede encomendar a un tercero para que modifique o destruya las obras,

por cuenta del infractor. Para dicho efecto, el Servicio indicado debe emitir

una resolución por medio de la cual se fije el valor a que ascienden las

obras que sea necesario ejecutar.

Ahora bien, la resolución de la Dirección General de Aguas que fije el

valor de las obras ejecutadas por cuenta del infractor, tendrá mérito ejecutivo en contra de éste último para cobrarle dicho valor.

III. Procedimiento

Tal como lo dispone expresamente el artículo 180 del Código de

Aguas, los juicios ejecutivos en materia de aguas deben tramitarse de

acuerdo con las reglas generales establecidas en Código de Procedimiento

Civil, esto es, resulta aplicable íntegramente lo previsto en el párrafos

primero y siguientes del Título I, del Libro Tercero del citado ordenamiento,

sin que el Código de Aguas contenga modificación alguna a su respecto.

5. Acciones posesorias

Sumario. I. Aspectos generales; II. Tramitación.

I. Aspectos generales.

Las acciones posesorias se encuentran definidas en el artículo 916

del Código Civil, en los siguientes términos: "Son aquellas que tienen por objeto conservar o recuperar la posesión de bienes raíces o de derechos reales constituidos en ellos”.

Las acciones posesorias sobre aguas están reglamentadas en los

artículos 123 y siguientes del Código de Aguas. En subsidio de dichas

normas le resultan aplicables los artículos 916 y siguientes del Código

Page 26: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

26

Civil; y, en cuanto a su tramitación, se sujetan a los artículos 549 y

siguientes del Código de Procedimiento Civil.

En este caso, se trata de conservar o de recuperar la posesión de un derecho de aprovechamiento de aguas. Cabe recordar aquí que la posesión

del derecho de aprovechamiento de aguas se adquiere, de acuerdo con el

artículo 20 inciso 1º del Código de Aguas, por la competente inscripción en

el Registro de Propiedad de Aguas del Conservador de Bienes Raíces

correspondiente.

Pero la posesión del derecho de aprovechamiento de aguas no es el

único objeto que pueden perseguir las acciones posesorias en este campo.

En efecto, ellas pueden tener por objeto, además, conservar o recuperar la

posesión de un inmueble de que alguien se vea privado, en los siguientes

casos:

a) Si se hicieren obras que tuerzan la dirección de las aguas

corrientes, de manera que se derramen sobre suelo ajeno, o estancándose

lo humedezcan (artículo 123 del Código de Aguas).

b) Si las aguas de que se sirve un predio por negligencia del dueño

en darles salida sin daño de sus vecinos, se derramen sobre otro predio

(artículo 127 del Código de Aguas).

Una diferencia fundamental que presenta con el amparo judicial de

aguas es que las acciones posesorias pueden ser interpuestas aunque se

funden en obras o hechos que no sean recientes.

En efecto, la única exigencia a este respecto, contenida en el inciso

1º del artículo 124 del Código de Aguas, es que no haya transcurrido el

tiempo bastante para constituir un derecho de servidumbre.

Otra diferencia fundamental que presentan con el amparo judicial de

aguas, y también con el recurso de protección, es que a través de las

acciones posesorias se puede, obtener además, la indemnización de

perjuicios. Así se desprende de los artículos 123 parte final (" ... y se

resarzan los perjuicios ... ") y 127, también parte final (" ...tendrá derecho

para que se le resarza el perjuicio sufrido ...).

Proceden no sólo cuando se trata de hechos del hombre, sino

también cuando se está en presencia de un hecho de la naturaleza.

Evidentemente que en este caso no se podrá demandar indemnización de

perjuicios. A esta situación se refiere el artículo 126 del Código de Aguas,

el cual sólo permite al afectado entrar al predio en que ha ocurrido el

Page 27: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

27

impedimento para que se le permita entrar a aquél para removerlo; o bien,

obligar al dueño del predio para que lo remueva él mismo.

II. Tramitación a) Aspectos generales

De acuerdo a lo previsto en el artículo 178 del Código de Aguas es

competente para conocer de los juicios sobre constitución, ejercicio y

pérdida de los derechos de aprovechamiento de aguas y todas las demás

cuestiones relacionadas con ellos, que no tengan procedimiento especial, el juez de letras que corresponda, de acuerdo con las normas sobre

competencia establecidas en el Código Orgánico de Tribunales.

En estos juicios, se podrá decretar de oficio la inspección personal

del tribunal, el nombramiento de peritos y el informe de la Dirección

General de Aguas (art. 179 del Código de Aguas). Estas diligencias

probatorias resultan muy importantes, y constituyen una particularidad

que tiene el procedimiento sumario en materia de aguas, y una excepción

al principio general que ordena toda nuestra legislación procesal civil, en el

sentido que el Juez sólo actúa a petición de parte.

b) Procedimiento

Deducida la demanda, el tribunal citará a una audiencia el quinto

día hábil después de la última notificación. Si el demandado no está en el

lugar del juicio, el plazo se ampliará con todo el aumento que corresponda

de conformidad a lo previsto en el artículo 259 del Código de

Procedimiento Civil.

Con el mérito de lo que se exponga en la audiencia, se recibirá la

causa a prueba o se citará a las partes a oír sentencia. Así lo dispone el

artículo 683 del Código de Procedimiento Civil.

Los incidentes deberán promoverse y tramitarse en la misma

audiencia, conjuntamente con la cuestión principal, sin paralizar ésta (art.

690 del Código de Procedimiento Civil).

En rebeldía del demandado, se recibirá a prueba la causa, o, si el

actor lo solicita con fundamento plausible, se accederá provisionalmente a lo pedido en la demanda (artículo 684 del Código de Procedimiento Civil).

En este segundo caso, podrá el demandado formular oposición

dentro del término de cinco días, contados desde su notificación; y una vez

formulada, se citará a nueva audiencia, procediéndose como se dispone en

Page 28: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

28

el artículo 683, pero sin que se suspenda el cumplimiento provisional de lo

decretado con esta calidad, ni se altere la condición jurídica de las partes

(artículo 684 del Código de Procedimiento Civil).

No deduciéndose oposición, el tribunal recibirá la causa a prueba, o

citará a las partes a oir sentencia, según lo estime de derecho (artículo 685

del Código de Procedimiento Civil).

La prueba, cuando haya lugar a ella, se rendirá en el plazo y en la

forma establecidas para los incidentes (artículos 686 90, 91, 318 y 323 del

Código de Procedimiento Civil).

El auto de prueba debe notificarse por cédula. El término de prueba

es de ocho días y, para los efectos de la prueba testimonial, la lista de

testigos deberá presentarse dentro del plazo de segundo día del probatorio.

Vencido el término probatorio, el tribunal, de inmediato, citará a las

partes para oir sentencia (artículo 687 del Código de Procedimiento Civil).

Como puede advertirse, en el procedimiento sumario no existe el trámite

de citación para oir sentencia.

Las resoluciones en el procedimiento sumario deberán dictarse, a

más tardar, dentro de segundo día (artículo 688 del Código de

Procedimiento Civil).

La sentencia definitiva deberá dictarse en el plazo de los diez días

siguientes a la fecha de la resolución que citó a las partes a oir sentencia

(artículos 162 y 170 del Código de Procedimiento Civil).

La regla general es que todas las resoluciones pronunciadas en el

juicio sumario sean apelables en el solo efecto devolutivo; por excepción,

son apelables en ambos efectos: a) La sentencia definitiva y b) La

resolución que dé lugar al procedimiento sumario cuando éste se hubiera

iniciado como ordinario.

Sin embargo, la sentencia definitiva y la resolución que ordena

substituir el procedimiento ordinario en sumario serán apelables en el solo

efecto devolutivo en caso que, concedido el recurso libremente, hayan de

eludirse los resultados.

6. Procedimiento judicial de reconocimiento de comunidades de

aguas, comunidades de obras de drenaje, o de juntas de vigilancia

Page 29: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

29

Sumario. I. Constitución judicial de las comunidades de aguas; II. Constitución judicial de las juntas de vigilancia.

El procedimiento judicial en cuestión se encuentra establecido en el

caso de las comunidades de aguas, en los artículos 188 y siguientes del

Código de Aguas. En el caso de las juntas de vigilancia, en los artículos

269 y siguientes del mencionado cuerpo de leyes, y tiene por objeto

determinar a los miembros de las organizaciones de usuarios; y los

derechos que a ellos corresponden en las aguas o en las obras comunes; y

aprobar los estatutos de la organización.

Se analizarán en particular, en esta parte, cada una de las

organizaciones de usuarios que establece el Código de Aguas. Se dará

especial enfásis a la revisión de las comunidadades de aguas (sobre cauces

artificiales de aguas superficiales) por cuanto sus normas se aplican

supletoriamente a las demás organizaciones de usuarios. Como ejemplo de

ello, veánse los artículos 258 (asociaciones de canalistas) y 267 (juntas de

vigilancia), ambos del Código de Aguas.

I. Comunidades de Aguas

Respecto de las Comunidades de Aguas, no cabe hablar de

constitución, sino que sólo de “organización”, por cuanto la comunidad es

un hecho que existe con anterioridad y al obtener su consagración legal se

está únicamente reconociendo ese hecho, consistente en que los

comuneros usan el mismo canal, embalse u obra de captación de aguas

subterráneas. Es por la razón anterior que el artículo 186 del Código de

Aguas, antes citado, expresa que “... podrán reglamentar la comunidad que existe como consecuencia de este hecho ...”.

Las comunidades de aguas pueden ser organizadas a través de dos

vías distintas:

1. Por escritura pública suscrita por todos los titulares de derechos

que se conducen por la obra común, según lo dispone el artículo 187 del

Código de Aguas. De ello se desprende que una comunidad de agua sólo

puede organizarse por esta vía si todos los interesados tienen sus derechos

de aprovechamiento de aguas debidamente regularizados e inscritos y, por

lo tanto, no hay ni puede haber controversia alguna entre ellos.

2. Judicialmente, de acuerdo al procedimiento que reglamentan los

artículos 188 y siguientes del Código de Aguas.

Page 30: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

30

El comparendo respectivo tiene por objeto que los interesados, esto

es, los comuneros en el canal o en el embalse común resuelvan:

a) Quiénes son todos los comuneros

Son comuneros todas aquellas personas que, como lo dice el artículo

186 del Código de Aguas, utilicen el mismo canal o embalse.

Ahora bien, si algún comunero es preterido en este procedimiento, o

bien, en el mismo no se le han signado lo que le corresponde, podrá

presentarse reclamando de esa situación en cualquier tiempo. Vale decir,

se trata de una acción imprescriptible. El juicio respectivo se tramita de

acuerdo a las reglas del procedimiento sumario artículos 194 y 195 del

Código de Aguas.

b) Los derechos que corresponden a los comuneros en la obra común

Cabe aquí referirse, en primer lugar a la discusión que se ha

suscitado en el sentido siguiente: Si la circunstancia de organizarse

judicialmente una comunidad de aguas implica un reconocimiento de los

derechos de aprovechamiento de aguas de cada uno de los comuneros o si,

por el contrario, en virtud de tal organización judicial única y

exclusivamente se reglamenta la comunidad que existe por el hecho que

los interesados utilicen en común el mismo canal o embalse.

Obviamente que esta discusión no tiene lugar cuando la comunidad

de aguas se organiza por escritura pública, por cuanto en ese caso el

Código de Aguas exige explícitamente que aquélla sea firmada por todos

los titulares de derechos de aprovechamiento. Tampoco va a tener lugar

esta discusión en aquellos casos en que, aún tratándose de una

comunidad de aguas que se organizará judicialmente, los interesados

tienen sus derechos de aprovechamiento regularizados e inscritos. En

otras palabras, la controversia que se ha planteado sólo se va a producir

cuando se quiera organizar judicialmente una comunidad de aguas y los

comuneros no tengan en orden los títulos de sus derechos de aguas.

Los argumentos en favor de la primera postura son,

fundamentalmente, los siguientes:

i) Por una parte, que el espíritu del legislador de aguas de 1981 fue

que el procedimiento de organización judicial de una comunidad de aguas

sirviera, además, para sanear los títulos de los derechos de aguas de los

comuneros;

Page 31: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

31

ii) Por otra parte, que son los Tribunales de Justicia los llamados a

reconocer o declarar derechos y, en este caso, estamos, precisamente, en

presencia de un procedimiento judicial;

iii) A continuación, que el Código de Aguas consagra y le otorga

pleno respeto a los derechos consuetudinarios a que se refiere el artículo

7º del Decreto Ley Nº 2.603, de 1979 y que una de las formas que estos

derechos consuetudinarios reciban un reconocimiento formal es,

justamente, la sentencia que dicte el juez en este procedimiento;

iv) Finalmente, que existen una serie de disposiciones legales del

propio Código de Aguas, de las cuales se desprende que por la

organización judicial de una comunidad de aguas quedan, además,

regularizados los derechos de aprovechamiento de aguas de los

comuneros. Ejemplos de esto último, son los artículos 190 (Declarada por

el juez la existencia de la comunidad y fijados los derechos de los

comuneros ...); 192 (Los acuerdos o resoluciones que declaren la existencia

de la comunidad y fijen los derechos de los comuneros ...); artículo 114

Nºs 2 y 3 (Deberán inscribirse en el Registro de Propiedad de Aguas del

Conservador de Bienes Raíces: 2. Los acuerdos y resoluciones que causen

ejecutoria y que determinen los derechos de cada comunero ... 3. Los

documentos que acrediten la alteración de la distribución de los derechos

de aprovechamiento sometidos al régimen de organización de usuarios).

Para sostener la tesis contraria, esto es, que por la organización

judicial única y exclusivamente se reglamenta la comunidad que existe por

el hecho que los interesados utilicen en común el mismo canal o embalse,

se dan las siguientes razones:

i) El derecho de aprovechamiento de aguas sólo se puede adquirir de

las maneras ya vistas (constitución originaria por la Dirección General de

Aguas; en forma derivativa; por el solo ministerio de la ley y por

prescripción) y, por lo tanto, la organización judicial de una C. de A. no

sería un modo idóneo para adquirir tal derecho de aprovechamiento;

ii) Para formar parte de una comunidad de aguas exige el Código de

Aguas ser titular previamente de un derecho de aprovechamiento. Ejemplo

de ello son los artículos 188 (Si cualquier interesado o la Dirección General

de Aguas promueve cuestión sobre la existencia de la comunidad o sobre

los derechos de los comuneros en el agua o en la obra común .... Vale

decir, este artículo supone la titularidad de derechos de aguas por parte de

los comuneros en forma previa incluso a la iniciación del respectivo

procedimiento judicial); 189 (En el comparendo a que se refiere el artículo

anterior, los interesados harán valer los títulos o antecedentes que sirvan

Page 32: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

32

para establecer sus derechos en el agua o la obra común. Este artículo

también supone titularidad previa de derechos de aguas por parte de los

comuneros); 193 (El derecho de cada uno de los comuneros sobre el

caudal común será el que conste de sus respectivos títulos. Nuevamente se

trata de una norma legal que, al igual que las anteriormente citadas, exige,

antes de la iniciación del procedimiento judicial de organización de una C.

de A., ser titular de derechos de aprovechamiento de aguas).

En todo caso, se trata de definir a qué cantidad de agua tiene

derecho cada comunero y las características de ese derecho. Los derechos

de los comuneros en una comunidad de aguas están expresados en

acciones, representando cada acción una parte alícuota de la cantidad de

agua que se conduce por el canal. Así, la acción no representa una

cantidad de agua determinada, sino que una proporción sobre el caudal

total que va por el canal en un momento determinado.

Al respecto, cabe hacer presente que, de conformidad con lo

dispuesto en el artículo 202 inciso 2º del Código de Aguas "Se presume dueño de las obras a los titulares de derechos que extraigan, conduzcan o almacenen aguas en ellas, en la proporción de sus derechos". Vale decir, un

comunero es dueño del canal y de las demás obras, en la misma

proporción en que se dueño de derechos de aprovechamiento sobre las

aguas que se conducen por el canal.

c) Aprobar los estatutos por los cuales ha de regirse la comunidad

Con respecto a la aprobación de los estatutos por los cuales ha de

regirse la comunidad de aguas, señala el inciso 5º del artículo 197 del

Código de Aguas que ellos deben ser aprobados por la mayoría de los

derechos de aprovechamiento en las aguas comunes y que, en caso

contrario, la comunidad de agua se regirá por las normas que establece

dicho cuerpo legal. Nótese que la exigencia legal es mayoría (se entiende

que se refiere a mayoría absoluta) de los derechos de aprovechamiento en

las aguas comunes, no mayoría absoluta de los comuneros. En

consecuencia, si uno solo de los comuneros fuera titular de la mitad más

uno de los derechos de aprovechamiento en las aguas comunes bastaría

su solo voto para aprobar los estatutos.

En todo caso, los estatutos deben ser casi una reproducción de la

detallada reglamentación que para las comunidad de aguas contiene el

Código de Aguas. En efecto, según lo dispone el artículo 251 de dicho

Código, los estatutos pueden contener normas distintas de las que señala

el Código de Aguas, sólo en los siguientes aspectos: Quién es el

responsable y quién debe construir o reparar los dispositivos (artículo

Page 33: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

33

208); forma de notificar las citaciones a junta de comuneros (artículo 220);

cómo se deciden los empates que se produzcan en las votaciones que se

hagan en las juntas de comuneros (artículo 222 inciso 3º); quién preside

las sesiones de junta (artículo 225); duración del directorio (artículo 228

inciso 2º); qué ocurre en caso de muerte, renuncia, pérdida de la calidad

de comunero, representante legal, mandatario o inhabilidad de un director

(artículo 233); periodicidad de las sesiones ordinarias del directorio

(artículo 235 inciso 4º); quórum para adoptar las resoluciones del

directorio y qué ocurre en caso de empate y en caso de dispersión de votos

(artículo 238); orden de precedencia de los miembros del directorio

(artículo 239 inciso 2º); y en los casos en que expresamente se faculte para

establecer en los estatutos una norma distinta de la que señale el Código

de Aguas.

En lo demás, las comunidades de aguas se rigen íntegramente por

las normas del Código de Aguas.

Las menciones mínimas que deben contener los estatutos de una

comunidad de aguas están señaladas en el artículo 198 del Código de

Aguas y, en o fundamental, ellas tienden a que haya claridad y certeza

sobre los aspectos ya señalados: Quiénes son los comuneros y a cuánto

asciende y de qué calidad son sus derechos. También se debe dar certeza

en los estatutos acerca de cuál es el ámbito de jurisdicción de la

comunidad.

d) Designar al primer directorio, el que tiene el carácter de provisional,

hasta que se efectúe la primera junta general ordinaria de comuneros

Finalmente, el comparendo tiene por objeto que se designe al primer

directorio, el que tiene el carácter de provisional, hasta que se efectúe la

primera junta general ordinaria de comuneros, uno de cuyos objetivos es,

precisamente, elegir al directorio definitivo. El directorio es, por regla

general, uno de los órganos de administración de la comunidad de aguas.

Los otros dos son la junta general de comuneros y el presidente.

Efectuado el comparendo a que se ha hecho referencia, el juez tiene

la posibilidad de abrir un término de prueba, como en los incidentes y

designar un perito para que informe sobre la capacidad del canal, su gasto

medio normal, los derechos de aprovechamiento del mismo y los

correspondientes a cada uno de los usuarios (artículo 189 inciso final).

Una vez rendida la prueba, o sin ella si el juez no la ha estimado

necesaria, se debe dictar sentencia, la cual declara la existencia de la

comunidad; fija los derechos de los comuneros en las aguas y obras

Page 34: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

34

comunes; aprueba los estatutos, si ha habido quórum para ello o bien, en

caso contrario, señala que la comunidad de aguas se regirá íntegramente

por el Código de Aguas; y designa al primer directorio, el que es

provisional.

Esta sentencia, por expresa disposición del artículo 197 inciso 3º del

Código de Aguas, se notifica en la forma que señala el artículo 188 del

mismo Código, que reglamenta las notificación e la citación a comparendo.

Una vez notificada y ejecutoriada la sentencia, ésta - conjuntamente

con los estatutos, si ha habido acuerdo sobre ellos, y con las demás piezas

fundamentales del expediente (como, por ejemplo, notificaciones por avisos

de la citación a comparendo y de la propia sentencia) - se reduce a

escritura pública, la que es firmada por el juez o por la persona que éste

autorice para tal efecto.

Esta escritura pública, conjuntamente con el expediente completo,

se ingresa en la oficina regional correspondiente de la Dirección General de

Aguas para que ésta efectúe el registro de la comunidad de aguas en el

Registro de Organizaciones de Usuarios que ella debe llevar. De acuerdo

con lo que preceptúa el artículo 196 del Código de Aguas, es por el hecho

de efectuarse ese Registro que las comunidad de aguas se entienden

organizadas.

En esta parte se ha suscitado un problema de interpretación de la

ley: El Código de Aguas, en su artículo 196, ordena a la Dirección General

de Aguas efectuar el registro de las comunidades de aguas. De acuerdo

con ello, esa Dirección debería limitarse a registrar, pero no tendría

atribuciones para revisar ni los estatutos, ni la forma en que se ha hecho

la distribución de los derechos de aguas.

Sin embargo, en la práctica la Dirección General de Aguas efectúa

dicha revisión; lo que, no obstante, es conveniente, por cuanto en muchas

ocasiones existen errores en los estatutos, en los cálculos de las acciones,

etc...

Efectuado el registro por parte de la Dirección General de Aguas,

recién entonces se está en condiciones de inscribir la comunidad de aguas

en el Registro de Propiedad de Aguas del Conservador de Bienes Raíces

competente. Artículos 196 inciso 3º y 114 Nºs 1 y 2, todos del Código de

Aguas. Con esta inscripción finaliza el procedimiento de organización

judicial de una comunidad de aguas.

Page 35: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

35

Cabe hacer presente que el registro en la Dirección General de Aguas

y la inscripción conservatoria son igualmente necesarios en los casos de

comunidad de aguas que se han organizado por escritura pública suscrita

por todos los titulares de derechos de aprovechamiento de aguas.

II. juntas de vigilancia

Las juntas de vigilancia pueden constituirse de dos formas:

1. Por escritura pública siempre que concurran a suscribirla la

totalidad de las personas u organizaciones señaladas en el artículo 263 del

Código de Aguas, y

2. Judicialmente, siendo para ello menester que se cite a

comparendo ante la Justicia Ordinaria, a solicitud de cualquiera de los

interesados o de la Dirección General de Aguas. En estos casos será Juez

competente el de la capital de la provincia si el cauce atraviesa sólo una y,

si separa o atraviesa dos o más, lo será el Juez de la capital de la provincia

donde nace el cauce.

La constitución de la junta de vigilancia y sus estatutos, constarán,

además, en escritura pública que se someterá a la aprobación del

Presidente de la República, previo informe de la Dirección General de

Aguas, toda vez que así lo dispone expresamente la norma contenida en el

inciso segundo del artículo 263 del Código de Aguas.

De conformidad con lo prescrito en el artículo 196 del Código de

Aguas las juntas de vigilancia se entienden organizadas por su registro en

la Dirección General de Aguas. Dicho registro es igualmente necesario para

modificar sus estatutos.

Efectuado el registro procede practicar las inscripciones a que se

refiere el artículo 114 del Código de Aguas.

Son aplicables a las juntas de vigilancia las disposiciones de los

párrafos 1º y 3º del Título III del Código de Aguas, en lo que sean

compatibles con su naturaleza.

Constitución judicial de una junta de vigilancia

1. La constitución judicial de una junta de vigilancia consiste en

todos los trámites procesales que es preciso realizar desde la citación a

comparendo hasta la reducción a escritura pública de todo lo actuado y

acordado en el proceso respectivo.

Page 36: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

36

2. Para constituir una junta de vigilancia es necesario citar a

comparendo a todos los interesados que tengan algún derecho de agua

constituido en la corriente natural respectiva. La citación a comparendo la

decreta el Juez de Letras en lo Civil de la capital de la provincia si el cauce

atraviesa sólo una y, si separa o atraviesa dos o más, lo será el Juez de la

capital de la provincia donde nace el cauce. (art. 269 del Código de Aguas)

Inmediatamente surge la interrogante acerca de saber qué debemos

entender por “interesado”. Interesado es todo aquel que tiene un derecho

de agua reconocido o constituido en el cauce natural objeto de este

procedimiento.

El objetivo principal que mueve a cualquiera de estos interesados a

solicitar la constitución de una junta de vigilancia, no es otro que aquel de

tener una institución que cautele, administre y distribuya las aguas en

proporción a los derechos de cada cual, evitando con ello los conflictos que

pudieran suscitarse.

3. La citación a comparendo se hace en la forma indicada en el

artículo 188, inciso 2º del Código de Aguas. En consecuencia, se hace por

medio de cuatro publicaciones, tres de las cuales se publican en un

periódico de la provincia o región en que funcione el tribunal, y uno en un

diario de Santiago, debiendo mediar por lo menos entre la primera

publicación y el comparendo un plazo no inferior a 10 días. El o los

periódicos serán designados por el juez.

Si los interesados son menos de cuatro, se les notificará también

personalmente y la notificación se hará en la forma determinada en el

artículo 44, del Código de Procedimiento Civil, aunque la persona a quien

deba notificarse no se encuentre en el lugar de su morada o donde ejerce

habitualmente su industria, profesión o empleo.

4. Si en el comparendo de estilo no se produjere acuerdo sobre los

canales que deban quedar sometidos a la junta de vigilancia, sus

dotaciones y la forma en que participarán en la distribución, el Juez

resolverá con los títulos o antecedentes que hagan valer los interesados. Si

lo estima necesario, podrá abrir un término de prueba como en los

incidentes y designar un perito para que informe sobre la capacidad de los

canales, su gasto medio normal, los derechos totales de la cuenca o

sección y los correspondientes a cada uno de los canales y la mejor

manera de aprovechar el agua en épocas de escasez. (art. 270 del Código

de Aguas)

Page 37: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

37

El Juez, antes de resolver, debe pedir informe a la Dirección General

de Aguas, pudiendo fijarle un plazo para evacuarlo que no podrá ser

superior a sesenta días, vencido el cual podrá prescindir de él. (art. 270,

inc. 2º del Código de Aguas)

Determinados los canales y las obras sometidas a la junta de

vigilancia, sus dotaciones y la forma en que han de participar en la

distribución, se procederá en el mismo comparendo o en uno nuevo citado

al efecto, a resolver las modificaciones que, de conformidad al artículo 251,

desearen los interesados introducir a las disposiciones del párrafo primero

del Título III del Código de Aguas, que fueren aplicables.

En seguida se elegirá el directorio. En las juntas formadas por sólo

dos canales, se designará uno o más administradores, quienes tendrán las

mismas facultades que el directorio. En todo lo demás, la formación de las

juntas de vigilancia se regirán por lo dispuesto en los incisos 2º y

siguientes del artículo 197 del Código de Aguas.

Es importante tener presente, que la resolución judicial que

determine los canales y embalses, sus dotaciones y la forma en que deban

participar en la distribución, será apelable en lo devolutivo.

5. El domicilio de la junta de vigilancia será la capital de la provincia

donde se constituyó judicialmente en conformidad a lo dispuesto en el

artículo 271 del Código de Aguas, salvo que los interesados, por mayoría

de derechos de agua, acuerden otro distinto.

6. El total de los derechos de aprovechamiento constituidos en junta

de vigilancia, se entenderá de acuerdo al artículo 268 del citado

ordenamiento dividido en acciones que se distribuirán entre los

interesados, en proporción a sus derechos.

7. La resolución judicial que reconozca la existencia de la junta de

vigilancia y determine los canales y obras sometidas a ella, como también

sus dotaciones y la forma en que han de participar en la distribución se

reducirá a escritura pública conjuntamente con los estatutos si hubiere

acuerdo sobre ellos, la que deberá ser firmada por el juez o por la persona

que él designe. (art. 197, inciso 2º del Código de Aguas)

8. De acuerdo al artículo 196 del Código de Aguas las juntas de

vigilancia se entienden organizadas por su registro en la Dirección General

de Aguas. Dicho registro es igualmente necesario para modificar sus

estatutos.

Page 38: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

38

Las juntas de vigilancia debidamente registradas se anotan en el

Registro de Juntas de Vigilancia, a cargo del Archivero de la Dirección

General de Aguas.

7. Procedimiento arbitral entre miembros de una organización

de usuarios Sumario. I. Aspectos generales; II. Procedimiento. III. Recursos. I. Aspectos generales

El Código de Aguas establece un procedimiento encaminado a que

sean las propias organizaciones de usuarios las que resuelvan

determinados conflíctos que se susciten al interior de ellas.

En efecto, el artículo 243 del Código de Aguas dispone que:

“Cualquiera de los interesados podrá reclamar al directorio de los procedimientos de los repartidores de aguas o delegados. El directorio resolverá previa audiencia de los interesados a quienes afecte directamente la resolución, y será aplicable lo dispuesto en los artículos 244 al 247”.

Por su parte, el artículo 244 del mismo ordenamiento dispone que:

“El directorio resolverá como árbitro arbitrador, en cuanto al procedimiento y al fallo, todas las cuestiones que se susciten entre los comuneros sobre repartición de aguas o ejercicio de los derechos que tengan como miembros de la comunidad y las que surjan sobre la misma materia entre los comuneros y la comunidad”.

Es importante destacar que las normas indicadas se encuentran

comprendidas dentro de la normativa que regulan a las comunidades de

aguas, pero que por expresa disposición de los artículos 258 y 267 del

Código de Aguas, resultan plenamente aplicables a las asociaciones de

canalistas y a las juntas de vigilancia.

El espíritu de las normas indicadas y, en general, de la forma en que

está concebido este procedimiento, es que sean los mismos usuarios

quienes resuelvan sus propios conflictos. Ello, porque se parte de la base

que son los mismos usuarios o regantes quienes mejor saben los derechos

de cada uno, quienes mejor conocen las necesidades de agua de cada uno

de ellos, quienes mayor conciencia tienen de la realidad del lugar, etc.

Recordemos que árbitros arbitradores son aquellos que tramitan los

asuntos de acuerdo a las normas que para tal efecto determinan las

partes, o en su defecto, se someten a las normas mínimas de

Page 39: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

39

procedimiento establecidas por la ley, fallando de acuerdo a su prudencia

y equidad.

II. Procedimiento

La reclamación debe contener los requisitos generales de toda

demanda, y debe ser presentada ante el secretario de la organización de

usuarios de que se trate.

De conformidad a lo previsto en el artículo 245 del Código de Aguas,

presentada la reclamación, el secretario deberá citar al directorio dentro de

los cinco días hábiles siguientes para que tome conocimiento de ella. Para

dicho efecto, el secretario deberá emitir la resolución correspondiente, la

que se notificará por carta certificada, debiendo dejarse constancia de su

envío en el expediente respectivo. La fecha de la notificación será la del

segundo día siguiente al de su remisión (art. 246, inc. 1). Asimismo, todas

las demás resoluciones que se dicten en este procedimiento deberán

notificarse en la forma indicada.

El directorio deberá oír a las partes y resolver la cuestión dentro de

los treinta días siguientes a la presentación del reclamo. Ello tiene por

objeto dar cumplimiento al principio de la bilateralidad de la audiencia.

Además, el directorio puede decretar todas aquellas diligencias que

estime necesarias para el mejor conocimiento de los hechos sometidos a su

decisión. Deberá también agregar al expediente respectivo y tener por

acompañados los documentos que las partes le presenten.

También, el directorio, si lo estima pertinente, podrá recibir la causa

a prueba, para lo cual deberá dictar la resolución correspondiente. A este

respecto, es importante destacar que el Código de Aguas nada dice

respecto de la existencia de un término probatorio en esta materia, razón

por la cual debe recurrir en forma supletoria a las normas del Código de

Procedimiento Civil, el que en forma expresa reconoce la posibilidad de los

jueces árbitros de abrir términos probatorios (artículo 638). Del mismo

modo, también resultan aplicables las normas de los artículos 633 y 634

del citado ordenamiento, en lo referente a la prueba testimonial y a la

práctica de cualquier diligencia fuera del lugar del juicio.

El directorio deberá resolver la cuestión dentro de los treinta días

siguientes a la presentación del reclamo. Si no fallare dentro de ese plazo,

el interesado podrá recurrir directamente ante la Justicia Ordinaria, en la

forma señalada en el artículo 247 del Código de Aguas.

Page 40: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

40

En este caso, cada director sufrirá una multa que será fijada por el

Juez de la causa, dentro de los límites a que se refiere el artículo 173.

Las resoluciones del directorio, sólo podrán adoptarse con el acuerdo

de la mayoría absoluta de los miembros asistentes, y los fallos llevarán por

lo menos la firma de los que hayan concurrido al acuerdo de mayoría.

No habrá lugar a implicancias ni recusaciones y las resoluciones

sólo serán reclamables en la forma establecida en el artículo 247 del

Código de Aguas.

Servirá de actuario y tendrá la calidad de Ministro de Fe, el

secretario de la comunidad o, en su defecto, el que designe el directorio.

Según el artículo 246 del Código de Aguas las resoluciones que se

dicten en estos juicios se notificarán por carta certificada y se dejará

testimonio en autos de su envío. La fecha de notificación será el segundo

día siguiente a su remisión.

Notificada la resolución, el directorio procederá a darle

cumplimiento, para lo cual podrá requerir el auxilio de la fuerza pública, si

fuere menester, en los términos señalados en el artículo 242 del Código de

Aguas.

III. Recursos

De acuerdo al artículo 247 del Código de Aguas el que se sienta

perjudicado por algún fallo arbitral, podrá reclamar de él ante los

Tribunales Ordinarios de Justicia dentro del plazo de seis meses contados

desde la fecha de su notificación.

Esta reclamación, que se tramitará como juicio sumario, no obstará

a que dicho fallo se cumpla y surta efecto durante el juicio, a menos que el

Juez, a petición de parte y como medida precautoria, decrete su

suspensión mediante resolución ejecutoriada. Las apelaciones que se

interpongan con motivo de estas medidas precautorias, se agregarán

extraordinariamente, sin necesidad de que las partes comparezcan y sin

que se pueda suspender de manera alguna la vista del recurso ni

inhabilitar a los miembros del Tribunal.

En estas reclamaciones procederá siempre la habilitación del feriado

de vacaciones.

Page 41: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

41

Finalmente, cabe manifestar que se ha discutido si, de frente a un

conflicto determinado, es obligatorio para los miembros de una

organización de usuarios hacer uso de este procedimiento arbitral y que,

por tanto, sólo podrán recurrir a los Tribunales de Justicia sólo en caso

que el fallo arbitral sea adverso, todo ello, de conformidad con el artículo

247 del Código de Aguas; o si, por el contrario, es facultativo recurrir ante

el Directorio para que resuelva como árbitro arbitrador o ante los

Tribunales de Justicia, ejerciendo las acciones que estime más

convenientes.

En general, se ha aceptado que la interpretación correcta es ésta

última, sin perjuicio de lo cual se ha estimado también que sería

conveniente introducir una modificación al Código de Aguas en esta parte,

a fin que fuera obligatorio recurrir primero al procedimiento arbitral y que

sólo fuera posible accionar ante los Tribunales Ordinarios de Justicia para

reclamar del fallo del o de los árbitros.

8. PROCEDIMIENTOS DE REGULARIZACIÓN DE DERECHOS DE

APROVECHAMIENTO DE AGUAS INSCRITOS EN EL CASO DEL ARTÍCULO 1º TRANSITORIO DEL CÓDIGO DE AGUAS

SUMARIO. I. ASPECTOS GENERALES; II. PROCEDIMIENTO APLICABLE. I. ASPECTOS GENERALES

1. Antes de entrar al análisis de la norma contenida en el artículo 1º

transitorio del Código de Aguas, conviene recordar el origen de esta

disposición, para ello debemos remitirnos al Decreto con Fuerza de Ley Nº

1-2.603, de 24 de julio de 1979, del Ministerio de Agricultura, publicado

en el Diario Oficial el 3 de agosto del mismo año.

El mencionado decreto con fuerza de ley, dicta normas sobre el

derecho de aprovechamiento y para, comprender su sentido y alcance es

útil realizar un breve análisis de sus dos considerandos.

El primer considerando señala “Que es necesario dictar normas objetivas que permitan establecer el sistema, por medio del cual se podrá enajenar y dar en garantía los derechos de aprovechamiento, mientras se dicta el texto definitivo del Código de Aguas”.

El segundo considerando señala “Que sin perjuicio de lo expuesto,

precedentemente, es de urgencia dictar disposiciones transitorias que

permitan facilitar el trámite de la inscripción de los derechos de

aprovechamiento cuando éste requisito no se ha cumplido con

Page 42: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

42

anterioridad, como asimismo, facilitar la regularización de los derechos de

aprovechamiento de los adquirentes de predios expropiados por la

Corporación de la Reforma Agraria y reglamentar las limitaciones que para

la enajenación de sus derechos de aprovechamiento, deben tener los

propietarios de predios rústicos de pequeña superficie”.

El citado decreto contenía un artículo 1º transitorio del DFL Nº 1-

2.603, 1979 establece que “El dueño de un predio que actualmente no

tuviere inscritos sus derechos de agua, debiendo hacerlo, podrá inscribir a

su nombre los derechos de aprovechamiento que utilice la propiedad para

su regadío acompañando el título respectivo y previa inscripción de los

derechos de sus antecesores en el dominio de las aguas, hasta llegar a la

inscripción de la cual proceden.

En substitución del procedimiento señalado en el inciso anterior

(inciso 1º), podrá inscribirlos acompañando copia autorizada de la

inscripción de dominio del inmueble, con certificado de vigencia, de una

antigüedad no superior a treinta días.

En este último caso con el objeto de acreditar la cantidad de

acciones o regadores o el caudal correspondiente, deberá acompañar

además, comprobantes tales como recibos de pagos de cuotas al día de la

respectiva Asociación de Canalistas o Comunidad de Aguas o cualesquiera

otros documentos útiles sean públicos o privados.

En todo caso, mediante el procedimiento señalado en este artículo

no se podrá inscribir una cantidad de derechos superior a los que

correspondería en relación a la superficie regada del predio cuando éste

proviniere de la división de uno de mayor extensión, salvo que dicha

mayor cuota provenga de un acuerdo convenido por escritura pública u

otro documento igualmente indubitado entre los interesados o titulares de

derechos en el predio al cual correspondían las aguas”.

Al dictarse el actual Código de Aguas se consideró demasiado

amplia esta norma, que por su redacción permitía inscribir derechos

propios o ajenos, inscritos o no inscritos, cumpliendo requisitos formales

mínimos.

Por ello se desglosó en los actuales artículos 1º y 2º transitorios con

un distinto nivel de exigencias; menores en el caso del artículo 1º

transitorio, y más importantes en el caso del 2º transitorio.

Page 43: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

43

El correcto sentido del actual artículo 1º transitorio del Código de

Aguas es facilitar la inscripción de derechos de aprovechamiento en uso. Tal es el sentido de la expresión regularizar.

II. Procedimiento

El artículo 1º transitorio del Código de Aguas dispone que “Los derechos de aprovechamiento inscritos en el Registro de Aguas respectivo y que en posteriores transferencias o transmisiones no lo hubieren sido, podrán regularizarse mediante la inscripción de los títulos correspondientes desde su actual dueño hasta llegar a la inscripción de la cual proceden”.

Agrega, el inciso segundo que “Si no pudiere aplicarse lo establecido

en el inciso anterior, el Juez ordenará la inscripción y deberá, en todo caso, tener a la vista copia autorizada de la inscripción de dominio del inmueble en que se aprovechen las aguas, con certificado de vigencia de no más de 30 días de expedido; comprobantes tales como recibos de pago de cuotas de la respectiva asociación de canalistas o comunidades de agua; copia de la escritura pública a que se redujo el acta de la sesión de directorio o de la asamblea, de la asociación, sociedad o comunidad en la cual conste la calidad de socio o comunero del interesado y otros documentos útiles”.

Para aplicar el mecanismo del artículo primero transitorio del

Código de Aguas de regularización de inscripción de derechos de

aprovechamiento, se requieren sucesivamente la concurrencia de los

siguientes requisitos:

A) LA EXISTENCIA DE UN TÍTULO ORIGINARIO, QUE ACREDITE POSESIÓN SOBRE UN

DERECHO DE APROVECHAMIENTO

El primer requisito que debe concurrir para aplicar el mecanismo

del procedimiento de regularización contenido en el artículo 1º transitorio

del Código de Aguas es la existencia de un título originario, que acredite

posesión sobre un derecho de aprovechamiento, puesto que el

procedimiento en análisis sólo resulta aplicable a derechos de

aprovechamiento que alguna vez estuvieron inscritos en el Registro de

Aguas respectivo y cuya continuidad de inscripción se ha interrumpido al

efectuarse transferencias o transmisiones posteriores sin realizar la

correspondiente inscripción.

Dicho procedimiento no habilita, en modo alguno, para crear un

derecho o un título de dominio de derechos de aguas, sino que exige la

existencia de una inscripción anterior, esto es, que el derecho que se

pretende inscribir ya exista.

Page 44: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

44

En este procedimiento la actuación que le corresponde al juez

necesariamente debe partir sobre la base de la existencia de derechos de

aprovechamiento inscritos en el Registro de Aguas respectivo, de forma tal

que si no se cumple esta específica y primordial exigencia, no se puede

ejercer la jurisdicción no contenciosa y regularizadora, que

excepcionalmente le otorga la ley.

En suma, la resolución judicial que ordena la inscripción en este

tipo de procedimiento es una sentencia declarativa, por cuanto no crea

derechos y mal lo podría hacer, en atención a que el derecho de

aprovechamiento debe existir previamente, simplemente se limita a

constatar la existencia de ese derecho y a ordenar la inscripción del

mismo en el Registro de Propiedad de Aguas del Conservador de Bienes

Raíces correspondiente.

B) QUE DICHO TÍTULO ORIGINARIO SE ENCUENTRE INSCRITO EN EL REGISTRO DE

PROPIEDAD DE AGUAS RESPECTIVO

Un segundo requisito que necesariamente debe concurrir para que

resulte aplicable el procedimiento regularizatorio en estudio, es aquel que

dice relación con el hecho que el título originario se encuentre

debidamente inscrito en el Registro de Propiedad de Aguas respectivo.

Para acreditar la posesión respecto de un derecho de

aprovechamiento, éste debe estar inscrito en el Registro de Propiedad de

Aguas respectivo, exigencia primera con que se encabeza el inciso primero

del artículo 1º transitorio del Código de Aguas. Esta norma guarda

perfecta armonía con lo establecido en los artículos 20, 21, 112 y 114 del

Código de Aguas, disposiciones todas estas que exigen inscripción en el

mencionado Registro.

Sobre la materia, debe señalarse además, que del análisis de las

normas contenidas en los artículos 20, 21, 112 y siguientes y 121 del

Código de Aguas, aparece de manifiesto que la actual legislación

mantiene, respecto de los derechos de aprovechamiento, el sistema de

propiedad inscrita en el Registro de Propiedad de Aguas correspondiente.

Ahora bien, de conformidad con lo previsto en el artículo 118 del

Código de Aguas, Registro de Propiedad de Aguas respectivo, es, en el

caso de las aguas superficiales, aquel en donde se encuentra ubicada la

bocatoma del canal matriz en el cauce natural. Tratándose de derechos de

aprovechamiento que recaigan sobre aguas embalsadas o aguas

subterráneas lo será el del Conservador de Bienes Raíces que tenga

Page 45: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

45

competencia en la comuna donde se encuentre ubicado el embalse o pozo.

En caso que el embalse cubriere territorios de dos o más comunas, lo será

el del Conservador que tenga competencia en la comuna donde se

encuentre ubicada la obra de entrega. Al respecto, cabe manifestar que el

artículo 241 del Código de Aguas de 1951 establecía una norma similar.

C) QUE REQUERIDO EL CONSERVADOR DE BIENES RAÍCES A CARGO DEL

REGISTRO DONDE APARECE EL TÍTULO ORIGINARIO, ÉSTE SE NIEGUE A LA

REGULARIZACIÓN

La aplicación del procedimiento contenido en el inciso 2º del artículo

1º transitorio, supone necesariamente que el interesado haya recurrido

previamente al Conservador de Bienes Raíces respectivo, y que éste haya

estimado improcedente la solicitud de regularización. En este caso, el juez

que conozca de este procedimiento debe oficiar al Conservador de Bienes

Raíces que se haya pronunciado negativamente frente a la solicitud de

inscripción, a fin de que informe las razones que tuvo para no dar lugar a

ella. Con este informe, con los documentos que el interesado

necesariamente debe acompañar y con el informe de la Dirección General

de Aguas, en caso que sea solicitado, el juez puede resolver. Al no mediar

la negativa previa del Conservador ni su informe, no concurren las

circunstancias habilitantes de la intervención jurisdiccional que exige el

legislador para que sea aplicable el procedimiento en estudio.

Es decir, sólo ante la negativa del Conservador de Bienes Raíces

respectivo procede la aplicación del procedimiento establecido en el inciso

2º del artículo 1º transitorio. Lo anterior, se encuentra avalado por el

tenor literal de la norma, la que en la parte pertinente dispone “ Si no pudiere aplicarse lo dispuesto en el inciso anterior, el juez ordenará la inscripción...”

En relación con lo expuesto, debe tenerse presente que dentro del

ámbito de lo no contencioso, como es el caso del procedimiento previsto en

el artículo 1º transitorio del Código de Aguas, es principio inconcuso que

los tribunales sólo pueden actuar y son competentes, cuando una ley

expresamente exija su intervención, y en las precisas situaciones y

circunstancias que la respectiva normativa contemple.

Lo anterior, aparece meridianamente claro del artículo 817 del

Código de Procedimiento Civil, que requiere norma legal que autorice la

intervención del juez en estas cuestiones, como también de la

comparación de los artículos 1º y 2º del Código Orgánico de Tribunales.

Debe destacarse lo dispuesto en la segunda de las normas citadas, en

cuanto señala que los tribunales pueden actuar en lo no contencioso,

Page 46: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

46

siempre “que una ley expresa requiera su intervención”. De esta manera, si

no hay ley que autorice su intervención, o no se cumplen los requisitos

legales que la permitan, le está vedado al juez actuar en esta órbita. Si

transgrede este límite, todo lo actuado será ineficaz, por incompetencia

absoluta.

D) QUE FRENTE A ESTA NEGATIVA DEL CONSERVADOR, EL JUEZ DE LETRAS DE SU

MISMO TERRITORIO Y SUPERIOR JERÁRQUICO SUYO, ORDENE LAS CORRESPONDIENTES

INSCRIPCIONES, DE MANERA DE RESTABLECER LA NECESARIA CADENA ENTRE LA

INSCRIPCIÓN ORIGINARIA Y LA DE SUS ACTUALES TITULARES

Como se ha señalado, sólo frente a la negativa del Conservador de

Bienes Raíces de realizar la inscripción solicitada arranca la competencia

del juez para ordenar la regularización, esto es, dicha negativa constituye

un requisito previo habilitante de la intervención del juez.

Si bien es cierto que el artículo 1º transitorio no es claro en este

sentido, a esta conclusión se llega por aplicación de lo dispuesto en el

artículo 112 del Código de Aguas. Esta norma, en cuanto a los deberes y

funciones de los Conservadores que mantienen los Registros de Aguas, se

remite primero al Título VIII del Libro I de dicho Código; y, en lo no

previsto, sucesivamente al Código Orgánico de Tribunales y al Reglamento

del Registro Conservatorio de Bienes Raíces, cuerpo este último que

nuestra jurisprudencia ha reiteradamente calificado como Decreto con

Fuerza de Ley. Ni el referido Título VIII ni tampoco el Código Orgánico de

Tribunales contiene norma atinente, pero si la contiene el aludido

Reglamento Conservatorio. En efecto, los artículos 12, 13 y 14 regulan la

situación que se produce cuando el Conservador rehusa una inscripción

que se le requiere; y el artículo 18 otorga facultades al juez para ordenar

la inscripción rehusada, previo informe del Conservador. De esta manera,

la competencia del juez para ordenar inscripciones conservatorias,

arranca de la previa negativa de este funcionario, de manera que nunca el

tribunal puede derechamente ordenarla, si no ha mediado rechazo y

previo informe del Conservador.

Ahora bien, de conformidad a lo previsto en el artículo 817 del

Código de Procedimiento Civil, actos judiciales no contenciosos son

aquellos que según la ley requieren la intervención del juez y en que no se

promueve contienda entre partes.

Las características fundamentales de los actos judiciales no

contenciosos son:

a) Que no existen partes sino interesados;

Page 47: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

47

b) Que pueden transformarse en contenciosos si durante su

tramitación se hace presente un tercero que revista la calidad de legítimo

contradictor.

En efecto, según lo dispone el artículo 823 del Código de

Procedimiento Civil, si a la solicitud presentada se hace oposición por

legítimo contradictor, se hará contencioso el negocio y se sujetará a los

trámites del juicio que corresponda.

Si la oposición se hace por quien no tiene derecho, el tribunal,

desestimándola de plano, dictará resolución sobre el negocio principal.

c) El tribunal al conocer de estos asuntos debe proceder con

conocimiento de causa. Sin embargo, no es necesario que se les suministre

este conocimiento con las solemnidades ordinarias de las pruebas

judiciales. Así, pueden acreditarse los hechos pertinentes por medio de

informaciones sumarias (art. 818 del Código de Procedimiento Civil).

Corresponde, en consecuencia, al juez actuar con conocimiento de

causa, tal como lo exige el artículo 818 del Código de Procedimiento Civil,

para lo cual deberá verificar la concurrencia de los presupuestos

necesarios para dar lugar a la inscripción. Si el juez estima que la

inscripción impetrada es procedente; que el caudal que se pretende

inscribir es el que legalmente corresponde y, finalmente, que el solicitante

es el continuador legal en el dominio del derecho de agua de aquel titular

que figura como dueño en la inscripción anterior, ordenará entonces al

Conservador de Bienes Raíces efectuar la o las inscripciones intermedias

omitidas hasta llegar a la última en favor del interesado que inició la

gestión judicial encaminada a dicho objeto.

d) Las pruebas se sumistran sin mayores formalidades: sin

notificación ni intervención de contradictor y sin previo señalamiento de

término probatorio (informaciones sumarias) que son apreciadas

prudencialmente por el juez.

De acuerdo al artículo 818 del Código de Procedimiento Civil, se

entiende por información sumaria la prueba de cualquiera especie, rendida

sin notificación ni intervención de contradictor y sin previo señalamiento

de término probatorio.

También, y tal como lo dispone el artículo 820 del Código de

Procedimiento Civil, el tribunal podrá decretar de oficio las diligencias

informativas que estime convenientes.

Page 48: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

48

Sin embargo, para que el juez acceda a una petición de

regularización a través del procedimiento en estudio, debe necesariamente

tener a la vista los documentos a que hace mención el inciso 2º del artículo

1º transitorio, por cuanto dicha norma establece expresamente que “El

juez ordenará la inscripción y deberá, en todo caso, tener a la vista...”. Además, el juez podrá exigir al interesado la presentación de los

documento útiles que estime necesarios. En caso que no se reúnan tales

documentos y antecedentes, el juez debería dar lugar a la solicitud, para

evitar lesiones a derechos legalmente constituidos por terceros. Asimismo,

si el juez lo estime pertinente, podrá solicitar un informe de la Dirección

General de Aguas.

Los tribunales en estos negocios aprecian prudencialmente el mérito

de las justificaciones y pruebas de cualquier clase que se produzcan (art.

819 del Código de Procedimiento Civil).

e) Son esencialmente revocables: la regla general es que la sentencia

definitiva no produce cosa juzgada; la excepción: sólo las afirmativas

cumplidas gozan en cierto sentido de cosa juzgada y no pueden

modificarse. De las negativas siempre puede pedirse su modificación. Igual

situación se da en el caso de las sentencias afirmativas cuyo cumplimiento

se encuentre pendiente.

El artículo 821 del Código de Procedimiento Civil dispone que los

tribunales pueden, variando las circunstancias, y a solicitud del

interesado, revocar o modificar las resoluciones negativas que hayan

dictado, sin sujeción a los términos y formas establecidos para los asuntos

no contenciosos.

Podrán también en igual caso revocar o modificar las resoluciones

afirmativas, con tal que esté aún pendiente su ejecución

E) QUE TODO LO QUE SE ACTÚE SEA RESPECTO DE UN MISMO CONSERVADOR Y

UN MISMO REGISTRO, NO SIENDO POSIBLE TRASLADAR INSCRIPCIONES DE UN REGISTRO

CONSERVATORIO A OTRO El procedimiento regularizatorio previsto en el artículo 1º transitorio

del Código de Aguas se refiere, obviamente, a derechos de

aprovechamiento inscritos en el Registro de Propiedad respectivo, esto es,

a derechos debidamente inscritos, de manera que a partir de ese derecho

y en el mismo registro conservatorio, se restablezca o reconstruya toda la

secuencia de sucesivos registros, hasta llegar a los actuales poseedores.

Page 49: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

49

En consecuencia, no es legalmente procedente invocar inscripciones

de derechos de aprovechamiento de aguas efectuadas ante Conservadores

de Bienes Raíces distintos de aquel ante el cual se solicita la regularización

por medio del procedimiento en estudio, por cuanto ello supondría crear

un título originario desvinculado de todo título o inscripción en ese mismo

registro.

F) Las resoluciones que se dicten en esta clase de procedimiento tienen las siguientes características

a) Son esencialmente revocables: la regla general es que la sentencia

definitiva no produce cosa juzgada; la excepción: sólo las afirmativas

cumplidas gozan en cierto sentido de cosa juzgada y no pueden

modificarse. De las negativas siempre puede pedirse su modificación. Igual

situación se da en el caso de las sentencias afirmativas cuyo cumplimiento

se encuentre pendiente.

El artículo 821 del Código de Procedimiento Civil dispone que los

tribunales pueden, variando las circunstancias, y a solicitud del

interesado, revocar o modificar las resoluciones negativas que hayan

dictado, sin sujeción a los términos y formas establecidos para los asuntos

no contenciosos.

Podrán también en igual caso revocar o modificar las resoluciones

afirmativas, con tal que esté aún pendiente su ejecución

b) La sentencia no afecta a terceros que no hayan intervenido, sus

derechos siempre quedan a salvo; pueden oponerse al acto antes que se

cumpla la sentencia formulando un incidente que transforma el acto en

contencioso; y si el acto ya se ha formado, pueden reclamar

posteriormente.

c) En contra las resoluciones dictadas podrán entablarse los

recursos de apelación y de casación, según las reglas generales. Los

trámites de la apelación serán los establecidos para los incidentes (art. 822

del Código de Procedimiento Civil).

9. PROCEDIMIENTO DE REGULARIZACION E INSCRIPCION DE DERECHOS DE

APROVECHAMIENTO DE AGUAS CONTENIDO EN EL ARTÍCULO 2º TRANSITORIO DEL CODIGO DE AGUAS

I. ASPECTOS GENERALES

Page 50: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

50

El artículo 2º transitorio del Código de Aguas establece un

procedimiento encaminado a regularizar derechos de aprovechamiento no

inscritos, como también derechos inscritos a nombre de un tercero,

cuando el solicitante ha utilizado estos derechos por un determinado

período, cumpliendo también con los demás requisitos establecidos en la

ley.

En efecto, dispone el artículo 2º del Código de Aguas que “Los

derechos de aprovechamiento inscritos que estén siendo utilizados por personas distintas de sus titulares a la fecha de entrar en vigencia este

Código, podrán regularizarse cuando dichos usuarios hayan cumplido

cinco años de uso ininterrumpido, contados desde la fecha en que

hubieren comenzado a hacerlo, en conformidad con las reglas siguientes:

a) La utilización deberá haberse efectuado libre de clandestinidad o

violencia, y sin reconocer dominio ajeno;

b) La solicitud se elevará a la Dirección General de Aguas

ajustándose en la forma, plazos y trámites a lo prescrito en el párrafo 1º,

del Título I del Libro II de este Código;

c) Los terceros afectados podrán deducir oposición mediante

presentación que se sujetará a las reglas señaladas en la letra anterior, y

d) Vencidos los plazos legales, la Dirección General de Aguas

remitirá la solicitud y todos los antecedentes más la oposición, si la

hubiere, al Juez de Letras en lo Civil competente, quién conocerá y fallará

de acuerdo al procedimiento establecido en el artículo 177 y siguientes de

este Código.

El mismo procedimiento se aplicará en los casos de las personas

que, cumpliendo todos los requisitos indicados en el inciso anterior,

solicitaren inscribir derechos de aprovechamiento no inscritos, y aquellos

que se extraen en forma individual de una fuente natural". II. IMPORTANCIA DEL DECRETO LEY Nº 2.603, DE 1979, EN LA DETERMINACIÓN

DEL CORRECTO SENTIDO Y ALCANCE DEL PROCEDIMIENTO REGULARIZATORIO CONTENIDO

EN EL ARTÍCULO 2º TRANSITORIO DEL CÓDIGO DE AGUAS

El Decreto Ley Nº 2.603, de 1979, es de capital importancia para

comprender la actual legislación de las aguas en nuestro país, toda vez

que de él emana el Decretos con Fuerza de Ley 1.122, de 1981, que fijo el

texto del actual Código de Aguas

Page 51: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

51

También, el inciso final del artículo 19 Nº 24, de la Constitución

Política de la República, que dispone que “Los derechos de los particulares

sobre las aguas, reconocidos o constituidos en conformidad a la ley,

otorgarán a sus titulares la propiedad sobre ellos”, tiene su antecedente el

mencionado Decreto Ley Nº 2.603, de 1979.

De este modo, en el artículo 19 N 24 de la Constitución, en el

Decreto Ley N 2.603, y en el actual Código de Aguas, se encuentran las

bases de la actual organización jurídica de las aguas en nuestro país.

Ahora bien, el objetivo del citado Decreto Ley, dictado en el ejercicio

de las potestades constituyente y legislativa, se fundamenta, tal como lo

señala su primer considerando, en “la necesidad nacional de iniciar el proceso de normalización de todo cuanto se relaciona con las aguas y sus diferentes formas de aprovechamiento”. En síntesis, dicho cuerpo

normativo tuvo por objeto solucionar los problemas suscitados con

ocasión de la aplicación de la ley 16.640, sobre Reforma Agraria.

Con estos objetivos el Decreto Ley Nº 2.603 comenzó por reforzar el

estatuto garantístico de los derechos de aguas, otorgando a sus titulares

“propiedad sobre el derecho”, la técnica legislativa de entonces consistió en

incluir al Nº 16 del Acta Constitucional Nº 3 el inciso que posteriormente

repetiría en forma textual la Constitución de 1980, en su artículo 19 Nº

24, inciso final.

En relación con la materia, es útil realizar un breve análisis del

considerando 1º del mencionado Decreto Ley, por cuanto ello es de gran

importancia para una acertada comprensión de la materia que nos ocupa.

En efecto, señala el considerando 1º que la reforma constitucional y

legal que por medio del Decreto Ley Nº 2.603, de 1979, se introduce tiene

por objeto “normalizar”, palabra que de acuerdo al Diccionario de la Real

Academia de la Lengua Española significa " regularizar o poner en buen

orden lo que no lo estaba". Este “poner, en buen orden” se encuentra

referido a las aguas y sus diferentes formas de aprovechamiento. La razón

expresada por el legislador es que “La legislación vigente en esta materia

no corresponde a los principios que inspiran al Supremo Gobierno en el

proceso de institucionalizar al país”.

En virtud de ello, se modificó el Acta Constitucional Nº 3,

eliminando la alusión al Nº 16 del artículo primero que decía que las

aguas al igual que las minas se regirían por un “estatuto especial”

Además, agregó antes del inciso final del mencionado Nº 16, la frase “Los

derechos de los particulares sobre las aguas, “reconocidos” o constituidos

Page 52: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

52

en conformidad a la ley, otorgarán a sus titulares la propiedad sobre

ellos”.

La razón por la cual el legislador utilizó la palabra “reconocidos” se encuentra en el artículo 7º del mismo Decreto Ley que establece una

presunción muy importante de dominio del derecho de aprovechamiento

de aguas en favor de quién sea dueño del inmueble que actualmente se encuentre utilizando dichos derechos. En subsidio, se presume dueño a

quién se encontrare actualmente haciendo uso efectivo del agua. Al

respecto, debe tenerse presente que el Decreto Ley en estudio comenzó a

regir el 23 de abril de 1979, fecha de su promulgación.

De esta manera la ley disipó todas las dudas existentes sobre la

propiedad de las aguas, adoptando el criterio de la utilización o uso “actual” de ellas, otorgando plena protección a determinados usos de

aguas, los que cumpliendo ciertos requisitos pasan a tener el

reconocimiento de nuestro ordenamiento jurídico como derechos.

Sobre la materia, debe tenerse presente además, que la protección

no es sólo legal sino que también constitucional. Efectivamente, la

Constitución Política de la República señala en su artículo 19 Nº 24 inciso

final que “Los derechos de los particulares sobre las aguas, reconocidos o constituidos en conformidad a la ley, otorgarán a sus titulares la propiedad sobre ellos”.

Como puede advertirse, la clasificación constitucional distingue

entre derechos de aguas “reconocidos”, por una parte; y, por la otra, los

derechos de aguas “constituidos”. Al respecto, debe tenerse presente que la

conjunción "o" utilizada por el precepto constitucional es disyuntiva, de tal

manera, que no es lo mismo “reconocidos” que “constituidos”. III. VIGENCIA DEL ARTÍCULO 7º DEL DECRETO LEY Nº 2.603, DE 1979 Mucho se ha discutido acerca de la vigencia del artículo 7º del

Decreto Ley Nº 2.603, de 1979. Al respecto, no puede existir duda alguna,

en atención a las razones que pasan a indicarse:

1. En primer término, porque el artículo 181 del Código de Aguas

contiene una expresa remisión al referido artículo 7º, precisamente

reconociendo la fuerza de su “presunción de dueño” de derechos de

aprovechamiento de aguas. En efecto, señala el artículo 181 que quién

goce de la presunción a que se refiere el artículo 7º del decreto ley Nº

2.603, de 1979, podrá ocurrir ante el juez competente a fin de que se le

ampare en su derecho. ¿ A qué derecho se refiere dicha norma?

Page 53: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

53

Evidentemente se está refiriendo a la propiedad sobre el derecho de aguas no inscrito.

2. La derogación contenida en el artículo 308 del Código de Aguas

no cubre, ni podría cubrir el Decreto Ley Nº 2.603, de 1979.

Efectivamente, el citado precepto dispone en la parte pertinente,

“Deróganse todas las disposiciones legales y reglamentarias que tratan

sobre materias contenidas en el presente código, y en especial las

siguientes......, mencionando varias leyes. Es ésta una cláusula de

derogación orgánica bastante ambigua, pero que, en lo que respecta al

Decreto Ley Nº 2.603, de 1979, esta derogación no le alcanza por cuanto,

por una parte, no aparece mencionado en dicho precepto y porque, por

otra parte y lo que es sustantivo, el señalado Decreto Ley reglamenta otras

materias, diversas de aquellas reguladas en el Código de Aguas.

Incluso más, no tenía fuerza suficiente para derogarlo, pues el

propio Código de Aguas fue dictado en virtud de una facultad conferida

por el artículo 2º del decreto ley en estudio, prorrogada por el Decreto Ley

Nº 3.337, de 1980 y renovada por el Decreto Ley Nº 3.549, de 1981.

Además, tampoco debe olvidarse que el Código de Aguas es un Decreto

con Fuerza de Ley. En consecuencia, mal puede un cuerpo normativo

derogar la norma en cuya virtud fue dictado.

IV. RECONOCIMIENTO DE LOS DERECHOS DE AGUAS NO INSCRITOS El artículo 7º del Decreto Ley Nº 2.603, de 1979 refleja el propósito

del legislador en el sentido de que los usos de aguas, que cumplan

determinados requisitos, constituyan derechos y que, por lo tanto, procede

regularizarlos a través de su inscripción en el Registro Conservatorio

respectivo. Estos usos, que como se ha dicho, constituyen un derecho, cuando

reúnen los requisitos de legitimidad, pueden optar por una regularización.

Esto significa un reconocimiento administrativo de su existencia, no de su

constitución, pues ellos ya existen, con la finalidad de incluirlos en los

registros correspondientes, y facilitar la transferencia y transmisión de las

titularidades.

Dichos usos tienen actualmente consagración constitucional en el

artículo 19 Nº 24 inciso final “reconocidos” y legal en los artículos 7º del

Decreto Ley Nº 2.603, de 1979 y 2º transitorio del Código de Aguas. En

consecuencia, el procedimiento regularizatorio en estudio, debe llevarse a

efecto de acuerdo a los términos de dichas normas, las que deben ser

Page 54: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

54

interpretadas armónicamente. Existe como puede advertirse, una estrecha

vinculación entre el artículo 19 Nº 24, inciso final de la Constitución

Política, el artículo 2º transitorio del Código de Aguas, y el artículo 7º del

Decreto Ley Nº 2.603.

Evidente resulta, entonces, que la presunción contenida en el inciso

2º del artículo 7º del Decreto Ley Nº 2.603, de 1979, es aplicable incluso a

quien se encuentra actualmente utilizando el agua en forma legítima. La

utilización “actual” a que se refiere tal norma significa, obviamente, que el uso se tiene que estar efectuando a la época en que se invoca la presunción.

En relación con la materia, cabe recordar que el artículo 311 del

actual Código de Aguas consagra expresamente la vigencia de los derechos reconocidos o constituidos bajo la vigencia de leyes anteriores, declarando

que el ejercicio de ellos se regirá por las normas establecidas en el

mencionado ordenamiento. Es decir, los derechos de aprovechamiento

considerados legítimos por leyes anteriores se rigen, en cuanto a su ejercicio por el actual Código, pero no en cuanto a su constitución, por

cuanto la constitución de esos derechos emana de la ley.

V. Jurisprudencia de la Contraloría General de la República

Lo señalado precedentemente ha sido reconocido también, por la

Contraloría General de la República, en el dictamen Nº 1.408, de 20 de

enero de 1992. En efecto, expresa el Organismo Contralor en el citado

dictamen, que para determinar la disponibilidad del recurso hídrico con el

objeto de determinar si procede o no constituir un nuevo derecho de

aprovechamiento, la Dirección General de Aguas debe considerar no sólo

los derechos que están inscritos, sino que también aquellos susceptibles de regularizarse por los medios que franquean los artículos transitorios del Código de Aguas que faculta a quien las utiliza por cierto tiempo y condiciones para proceder a su inscripción. Agrega el dictamen que en tal

evento no puede afirmarse que el recurso sobre los que se ejercen tales

usos están disponibles.

Como puede advertirse, el referido Dictamen es plenamente

concordante con los textos normativos señalados al considerar como no

disponibles las aguas cuyo uso es susceptible de ser regularizado o

reconocido a través del artículo 2º transitorio del Código de Aguas. Dicho

en otras palabras, en el caso que nos ocupa, existen aprovechamientos de

aguas no inscritos, los que gozan de la presunción de dominio del artículo

7º del Decreto Ley Nº 2.603, de 1979.

Page 55: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

55

Concordante con todo lo anterior, debe tenerse presente lo previsto

en el artículo 114 Nº 7 del Código de Aguas, en el sentido que deben

inscribirse en el Registro de Propiedad de Aguas del Conservador de

Bienes Raíces las resoluciones judiciales ejecutoriadas que reconozcan la existencia de un derecho de aprovechamiento.

Entre tales sentencias se encuentran, precisamente, aquéllas

dictadas de conformidad con el artículo 2º transitorio del Código de Aguas,

ya que dicho precepto legal tiene por objeto que se declare o que se deje

constancia de la existencia de derechos de aprovechamiento de aguas; no

que se constituya un nuevo derecho. Es por eso que el artículo 114 Nº 7

del Código de Aguas habla de sentencias que reconozcan la existencia de

un derecho de aprovechamiento y no de sentencias que constituyan u

otorguen tal derecho.

Es posible entonces comprobar, a través de estos antecedentes, lo

cercana que se encuentra la Constitución Política de la República de

cualquier uso legítimo e inmemorial de las aguas, aunque este derecho no

se encuentre inscrito. Aquí se encuentra el estatuto constitucional y legal

de tales usos, los cuales tienen también un reconocimiento en nuestro

derecho, aunque a su respecto no exista un documento registral. No

obstante la falta de una inscripción, se puede afirmar, que se trata de

titularidades que encuentran protección constitucional, y existen a su

respecto varias vías de acción para su reconocimiento, como dice la

Constitución.

VI. Procedimientos establecidos en el artículo 2 transitorio del Código de Aguas

Como se ha dicho, el artículo 2º transitorio establece un

procedimiento encaminado a regularizar derechos de aprovechamiento no

inscritos, como también derechos inscritos a nombre de un tercero,

cuando el solicitante ha utilizado estos derechos por un determinado

período, cumpliendo también con los demás requisitos establecidos en la

ley.

El procedimiento para regularizar derechos de aprovechamiento de

aguas por el artículo 2º transitorio del Código de Aguas es complejo, por

cuanto su tramitación es mixta, esto es, tiene una primera etapa

administrativa, ante la Dirección General de Aguas, y una segunda etapa

judicial, correspondiendo al Juez de Letras en lo Civil competente conocer

y fallar la regularización.

Page 56: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

56

Se analizarán en forma separada las dos situaciones a las que se

refiere el artículo 2º transitorio, por cuanto ellas son diferentes, no

obstante que se les aplica el mismo procedimiento. A) ANÁLISIS DEL INCISO PRIMERO DEL ARTÍCULO 2º TRANSITORIO

El inciso primero del artículo 2º transitorio del Código de Aguas se

refiere a aquellos derechos de aprovechamiento inscritos que están siendo

utilizados por personas distintas de sus titulares a la fecha de entrar en

vigencia el Código, los que pueden ser regularizados cuando dichos

usuarios cumplan con los requisitos y presupuestos que señala la

disposición legal en estudio.

Se trata pues de un procedimiento que permite que una persona

que cumpla todos los requisitos establecidos en el inciso 1 del artículo 2

transitorio del Código de Aguas pretenda inscribir a su nombre un

derecho que se encuentra inscrito a nombre de otra persona.

Este procedimiento se encuentra sometido a una tramitación mixta,

esto es, con una primera etapa administrativa ante la Dirección General

de Aguas, para luego de lo cual pasar a una segunda etapa ante el juez de

letras competente quién conocerá y fallará la regularización.

La primera etapa en sede administrativa, en la que deben cumplirse

los trámites previstos en los artículos 130 y siguientes del Código de

Aguas, esto es:

a) El interesado debe presentar una solicitud a la Dirección General

de Aguas, la que se rige, en una primera etapa por el procedimiento

administrativo previsto en el párrafo 1º del Título I, del Libro Segundo del

Código de Aguas, esto es, en los artículos 130 y siguientes del citado

ordenamiento.

b) La solicitud debe publicarse íntegramente a en un extracto que

también debe contener los datos necesarios para su acertada inteligencia,

en los diarios que establece el artículo 131 del Código de Aguas, esto es,

en el Diario Oficial los días 1 o 15 del mes que corresponda o el siguiente

hábil si alguno de éstos fuere feriado; en un diario de Santiago, y

finalmente en un diario o periódico de la provincia respectiva, y si allí no

lo hubiere en uno de la capital de la región donde se encuentre ubicado el

derecho que se trata de regularizar. Todas las publicaciones deben

efectuarse dentro del plazo fatal de 30 días contados desde la presentación

de la solicitud.

Page 57: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

57

c) Los que se sientan afectados con la solicitud podrán oponerse a

ella dentro del plazo de 30 días contados desde la fecha de la última

publicación de la solicitud, tal como lo dispone el artículo 132 del Código

de Aguas.

d) Luego de lo cual la Dirección General de Aguas practica una

visita a terreno para constar la efectividad de los hechos indicados por el

regularizador, en cuanto al lugar de captación del derecho, caudal

utilizado, existencia de la fuente de abastecimiento, y en general, la visita

a terreno tiene por objeto de proporcionar al juez de letras competente de

la mayor cantidad de antecedentes posibles que le permitan resolver la

regularización.

Es importante que el informe de la Dirección General de Aguas sea

fundado con el objeto de ilustrar al juez competente acerca de la

existencia del derecho que se pretende regularizar; que el caudal sea el

que efectivamente se ha estado utilizando; la antigüedad de las obras de

captación, etc. En suma, el informe de la Dirección General de Aguas debe

ser lo más completo posible, con el objeto de permitirle al tribunal

competente formarse una convicción acerca de la efectividad de que el

regularizado haya estado el derecho que pretende regularizar en la forma y

términos previstos en el artículo 2º transitorio del Código de Aguas.

e) Evacuado el informe indicado, la Dirección General de Aguas debe

remitir la solicitud y todos los antecedentes más la oposición, si la

hubiere, al Juez de Letras en lo Civil competente, quién conocerá y fallará

de acuerdo al procedimiento establecido en los artículos 177 y siguientes

del Código de Aguas.

La segunda etapa en sede judicial comienza cuando son

recepcionados los antecedentes por el juez competente. Esta etapa se rige

por las normas del procedimiento sumario establecido en los artículos 680

y siguientes del Código de Procedimiento Civil.

A este respecto, cabe señalar que el artículo 177 del Código de

Aguas dispone que los juicios sobre constitución, ejercicio y pérdida de los

derechos de aprovechamiento de aguas y todas las demás cuestiones

relacionadas con ellos, que no tengan un procedimiento especial, como es

precisamente el caso de las regularizaciones de derechos de

aprovechamiento por el artículo 2º transitorio, se tramitarán conforme al

procedimiento sumario establecido en el Título XI del Libro III del Código

de Procedimiento Civil, esto es, los artículos 680 y siguientes de dicho

ordenamiento.

Page 58: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

58

Corresponde al regularizador acreditar ante el juez competente que

cumple con todos y cada uno de los requisitos indicados en la citada

disposición, para lo cual puede prevalerce de todos los medios de prueba

que establece nuestro ordenamiento jurídico. Asimismo, en este

procedimiento el juez podrá decretar de oficio la inspección personal del

Tribunal, el nombramiento de peritos y el informe de la Dirección General

de Aguas, tal como lo dispone expresamente el artículo 179 del Código de

Aguas.

En fin, el procedimiento regularizatorio del artículo 2º transitorio del

Código de Aguas, debe llevarse a efecto de acuerdo a los términos de las

normas anteriormente citadas, por lo que corresponderá al juez de letras

competente determinar si la petición cumple con los requisitos indicados

en dicha norma y que el caudal que se pretende regularizar, es el que

efectivamente se ha utilizado en la forma y términos previstos en el

artículo 2º transitorio.

f) Finalmente, cabe hacer presente que el procedimiento del artículo

2 transitorio del Código de Aguas, presenta un importante problema

práctico, en aquellos casos en que no se presenta oposición alguna a la

solicitud de regularización, problema que no se encuentra resuelta por la

ley.

A este respecto, corresponde señalar que el problema indicado

obedece a una inobservancia del legislador, quién no previó la posibilidad

de que no se presentaran oposiciones a las solicitudes de regularización

de derechos de aprovechamiento de aguas por el procedimiento del

artículo 2 transitorio.

En efecto, es jurídicamente improcedente aplicar el juicio sumario,

que es un procedimiento contencioso y que supone la existencia de dos

partes que plantean ante un tribunal una controversia actual y jurídica,

que debe ser resuelta por éste, a una regularización donde existe sólo el

regularizador y donde técnicamente no existe una controversia.

Al no resolver la ley este problema, los tribunales para solucionarlo

han utilizado diferentes procedimientos, ninguno de los cuales responde a

estrictos criterios jurídicos, pero que sin embargo han servido para dar

una salida práctica al problema.

A continuación se indicarán alguno de ellos:

1. Una primera actitud es que una vez recibidos los antecedentes de

parte de la Dirección General, el tribunal los examine, y una vez

Page 59: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

59

comprobada la inexistencia de oposiciones, dé lugar a la regularización,

siempre que del mérito de los antecedentes aparezca que el interesado

cumple con todos y cada uno de los requisitos establecidos en el artículo 2

transitorio del Código de Aguas.

2. Una segunda actitud que adoptan algunos tribunales es citar a

comprendo dentro del quinto día hábil siguiente a aquél en que se practicó

la última notificación. Esta actitud presenta el inconveniente de

determinar a quién notificar. Así, en algunos casos el tribunal ordena

notificar a la organización de usuarios por la cual se capta el derecho, o en

el caso de derechos inscritos a nombre de una persona distinta del

regularizador, se ordena notificar a dicha personas, o a sus herederos.

Si al comparendo sólo concurre el regularizador y con el mérito de lo

que se exponga en la audiencia el tribunal resolverá acogiendo o

denegando la regularización, según si se cumplen o no los requisitos que

establece el artículo 2 transitorio del Código de Aguas. Podrá también el

Tribunal ordenar las medidas para mejor resolver que estime pertinentes.

En este caso, no es procedente recibir la causa la causa a prueba, en

atención a que al no haber contraparte no existen hechos controvertidos.

3. Una tercera actitud que pueden asumir los tribunales, es la de

ordenar una nueva publicación en los diarios o periódicos que el juez

determine, con el objeto de poner en conocimiento de terceras personas

que pudieran sentirse afectadas con la solicitud de regularización, para

que puedan hacer valer sus derechos en el procedimiento sumario a que

se refiere el artículo 2 transitorio del Código de Aguas.

B) ANÁLISIS DEL INCISO SEGUNDO DEL ARTÍCULO 2º TRANSITORIO El procedimiento previsto en el inciso segundo del artículo 2º

transitorio del Código de Aguas, es muy importante, en atención a que su

aplicación es de común ocurrencia.

El procedimiento del inciso 2 del artículo 2 transitorio del Código de

Aguas es igual al del inciso primero, con la única diferencia que en este

caso se pretende regularizar un derecho que no se encuentra inscrito a

nombre de un tercero en el registro de propiedad de aguas

correspondiente. dicho en otros términos con este procedimiento se trata

de regularizar un uso inmemorial de aguas al que como se ha dicho, tanto

la constitución política de la república, como el Decreto Ley Nº 2.603, de

1979, y el propio código de aguas, lo reconocen como derecho en la

medida que cumpla con los requisitos habilitantes señalados en el artículo

2 transitorio de este último ordenamiento.

Page 60: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

60

Como se ha señalado la utilización deberá haberse efectuado libre

de clandestinidad o violencia, y sin reconocer dominio ajeno.

El artículo 2º transitorio es una norma procesal no substantiva, que

sólo tiene por objeto regular la forma de inscripción de un derecho de

aprovechamiento no inscrito, no de constituirlo, porque ese derecho, como

se ha demostrado, ya existe. Consecuente con lo anterior, la presunción contenida en el inciso 2º

del artículo 7º del Decreto Ley Nº 2.603, de 1979, es aplicable incluso a

quien se encuentra actualmente utilizando el agua en forma legítima. La

utilización “actual” a que se refiere tal norma significa, obviamente, que el uso se tiene que estar efectuando a la época en que se invoca la presunción.

En relación con la materia es importante tener presente que a los

derechos no inscritos que se regularizan por el procedimiento del artículo

2º transitorio, inciso segundo del Código de Aguas no les son aplicables ni deben cumplir con los requisitos indicados en el inciso 1º de dicha norma, puesto que están referidos a situaciones distintas. Corrobora lo anterior,

el hecho que en el inciso 2º se habla del mismo procedimiento, y no de los mismos requisitos.

Al interesado le corresponde, en consecuencia, demostrar al juez

que conozca de la regularización que esos derechos se encuentran

amparados por la presunción de dominio establecida en el artículo 7 del

Decreto Ley Nº 2.603, de 1979, no siendo necesario que el regularizador

haya estado personalmente haciendo uso del derecho a la fecha de entrar

en vigencia el actual Código de Aguas, esto es, al 29 de octubre de 1981.

Pretender lo contrario, nos lleva a una conclusión absurda, puesto

que si la persona amparada por la presunción vende su derecho con

posterioridad al 29 de octubre de 1981, fecha en que comenzó a regir el

actual Código de Aguas, el comprador no podría regularizar por el

procedimiento en estudio, toda vez que a esa data no se encontraba

utilizando el derecho. Una interpretación como la indicada desvirtúa la

letra y el espíritu de la norma del artículo 7º del Decreto Ley Nº 2.603, de

1979.

Igual situación podría ocurrir cuando la persona que se encontraba

utilizando el derecho al 29 de octubre de 1981, fallece con posterioridad a

esa fecha, los herederos no podrían regularizar por este procedimiento,

por cuanto no habrían estado utilizando el derecho a la fecha de entrar en

vigencia el Código de Aguas.

Page 61: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

61

10. ANÁLISIS DEL PROCEDIMIENTO CONTENIDO EN EL ARTÍCULO 5º

TRANSITORIO DEL CÓDIGO DE AGUAS

La determinación e inscripción de los derechos de los derechos de

aprovechamiento que provengan de predios expropiados total o

parcialmente, o adquiridos a cualquier título por aplicación de las leyes

Nºs 15.020 y 16.640, le corresponde al Servicio Agrícola y Ganadero.

Dicho organismo debe establecer, en forma proporcional a la

extensión regada, los derechos de aprovechamiento que le corresponden a

cada predio asignado, a la Reserva, a la parte que se hubiere excluído de

la expropiación y a la que se hubiere segregado por cualquier causa

cuando ello fuere procedente.

Asimismo, se señala que cuando la dotación de agua que tenga el

predio fuere insuficiente para efectuar una adecuada distribución de las

mismas, el Servicio Agrícola y Ganadero podrá incorporar a estos predios

otros derechos de que disponga.

La determinación de los derechos de aguas que correspondan a

cada predio se efectuará mediante una resolución exenta, la que deberá

publicarse en extracto en el Diario Oficial, e inscribirse en el Registro de

Propiedad de Aguas del Conservador de Bienes Raíces que corresponda,

esto es, aquél que tenga competencia en la comuna en que se encuentra

ubicada la bocatoma del canal matriz en el cauce natural, tal como lo

dispone el artículo 118 del Código de Aguas.

Los interesados o quienes se sientan perjudicados por la resolución

del Servicio Agrícola y Ganadero, tienen derecho a reclamar de ella en el

plazo fatal de 60 días corridos. Este plazo debe contarse desde la

respectiva publicación y debe interponerse ante el Juez de Letras

competente, quién conocerá y fallará de acuerdo al procedimiento

establecido en los artículos 177 y siguientes del Código de Aguas.

Los propietarios de los predios comprendidos en la resolución

exenta del Servicio Agrícola y Ganadero pueden inscribir a su nombre los

derechos de aprovechamiento establecidos para dichos predios con la sola

presentación de la inscripción de dominio del inmueble.

La cantidad de derechos que corresponden a cada predio queda

establecida en la resolución exenta que se inscribe en el Registro de

Propiedad de Aguas respectivo. La petición de inscripción se hace

Page 62: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

62

directamente al Conservador de Bienes Raíces sin necesidad de realizar

gestión judicial alguna.

11. Procedimiento para el perfeccionamiento de derechos de

aprovechamiento de aguas Sumario. I. Aspectos generales; II. Normas contenidas en el actual

Código de Aguas que establecen importantes presunciones para perfeccionar los derechos de aprovechamiento constituidos o reconocidos en virtud de las legislaciones de aguas anteriores; III. Procedimiento.

I. Aspectos generales El actual Código de Aguas reconoce la plena validez de los

derechos constituidos o reconocidos en virtud de las legislaciones de

aguas anteriores. Así, el artículo 310 del Código de Aguas dispone

expresamente que subsistirán los derechos de aprovechamiento

reconocidos por sentencia ejecutoriada a la fecha de promulgación de

este Código, y los que emanen:

1. De mercedes concedidas por autoridad competente, sin perjuicio

de lo dispuesto en los artículos 2º y 5º transitorios.

El legislador, por cierto le da plena validez a las mercedes

concedidas por la autoridad competente, sin perjuicio de lo dispuesto en

los artículos 2º y 5º transitoriod del Código de Aguas.

Al respecto, es importante tener presente que estas mercedes

deben estar actualmente utilizadas para que se las reconozca, puesto que

de lo contrario podrían haber operado algunas de las causales de

caducidad establecidas en los Códigos anteriores, o que sean

susceptibles de ser regularizada por otra persona, como ocurre en el caso

del artículo 2º transitorio del Código de Aguas.

2. De los artículos 834, 835 y 836 del Código Civil, con relación a

los propietarios riberanos y del artículo 944 del mismo Código,

adquiridos durante la vigencia de estas disposiciones, siempre que estén

en actual uso y ejercicio.

Para que opere este reconocimiento es necesario que el derecho de

los propietarios riberanos se encuentren en actual uso y ejercicio, de lo

contrario no existe reconocimiento legal.

3. De prescripción.

Page 63: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

63

Es obvio que los derechos adquiridos por prescripción sean

reconocidos, para lo cual supone necesariamente, que la prescripción

haya sido alegada por quién la intenta y que, además, haya sido

declarada judicialmente.

En relación con la materia, debe recalcarse que lo que se puede

adquirir por prescripción es el derecho de aprovechamiento que se

concede sobre las aguas. Nunca se pueden adquirir por prescripción las

aguas, por cuanto ellas son imprescriptibles, debido a su particular

naturaleza de bienes nacionales de uso público, siendo, en consecuencia,

incomerciables.

II. Normas contenidas en el actual Código de Aguas que establecen importantes presunciones para perfeccionar los derechos de aprovechamiento constituidos o reconocidos en virtud de las legislaciones de aguas anteriores

a) Norma aplicable a derechos de aguas otorgados con anterioridad a

la vigencia del actual Código de Aguas y que no se encuentran expresados en volumen por unidad de tiempo.

El artículo 309 del Código de Aguas dispone que “Los derechos de

aprovechamiento otorgados con anterioridad a este Código, y que no

estén expresados en volumen por unidad de tiempo, se entenderán

equivalentes al caudal máximo legítimamente aprovechado en los cinco

años anteriores a la fecha que se produzca controversia sobre su

cuantía”. Este artículo debe relacionarse con la norma contenida en el

artículo 54 del Código de Aguas de 1969, ubicado dentro del párrafo 3º

del Título III del Libro I del Código de Aguas, denominado " De las

mercedes para riego".

La norma dispone que las aguas destinadas al riego sólo podrán

extraerse de los cauces naturales cuando exista la necesidad de regar y

en la medida adecuada para ese objetivo, salvo que sea para embalsarlas,

todo ello en conformidad a las reglas que establece el Código de Aguas

(de 1969) y la ley Nº 16.640.

Dicha disposición legal tiene su origen en el artículo 97 de la ley Nº

16.640.

Page 64: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

64

Ahora bien, la norma contenida en el artículo 309 del Código de

Aguas es genérica, aplicable, en consecuencia, a toda controversia en que

se requiera determinar la cuantía de derechos de aprovechamiento si

ellos no están definidos en términos de volumenes por unidad de tiempo.

De este modo, para que resulte aplicable la norma indicada es

necesario que concurran copulativamente, los siguientes presupuestos:

1. Que se trate de derechos de aprovechamiento otorgados con

anterioridad a la vigencia del actual Código de Aguas;

2. Que los derechos de aprovechamiento no se encuentran

expresados en volumen por unidad de tiempo;

3. Que se produzca controversia sobre la cuantía de esos derechos

de aprovechamiento.

4. Corresponderá a los tribunales competentes conocer y fallar esta

controversia, de conformidad al procedimiento previsto en el artículo 177

del Código de Aguas.

En el procedimiento judicial indicado, corresponderá al interesado

demostrar al tribunal cual es el caudal “legítimamente” utilizado lo que

excluye una utilización ilegal, como por ejemplo una usurpación de aguas.

Para aclarar este aspecto será necesario analizar la situación legal del

derecho cuyo perfeccionamiento se pretende.

En lo referente al otro aspecto exigido por la norma, debe señalarse

que siempre en los canales existe un límite máximo que no puede

excederse en algún punto de su recorrido desde la bocatoma hasta su

entrega al usuario, punto que determina la capacidad máxima de

captación y conducción, el cual igualmente deberá determinarse caso a

caso.

b) Norma que establece presunciones respecto del carácter de permanente de los derechos de aprovechamiento constituidos o reconocidos en virtud de las legislaciones de aguas anteriores.

Según el artículo 16 del Código de Aguas son derechos de

aprovechamiento de ejercicio permanente aquellos que se otorguen con

dicha calidad en fuentes de abastecimiento no agotadas, en conformidad

a las disposiciones del mismo Código, así como también los que tengan

esta calidad con anterioridad a su promulgación.

Page 65: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

65

Los derechos de aprovechamiento de ejercicio permanente (artículo

17 C. de Aguas) son aquellos que facultan para usar el agua en la

dotación que corresponda, salvo que la fuente de abastecimiento no

contenga la cantidad suficiente para satisfacerlos en su integridad, en

cuyo caso el caudal se distribuirá en partes alícuotas.

Por su parte, de acuerdo al artículo 18 del Código de Aguas los

derechos de aprovechamiento de ejercicio eventual sólo facultan para

usar el agua en las épocas en que el caudal matriz tenga un sobrante

después de abastecidos los derechos de ejercicio permanente. El ejercicio

de los derechos eventuales queda subordinado al ejercicio preferente de

los derechos de la misma naturaleza otorgados con anterioridad.

De las normas legales citadas se desprende que en caso que el

recurso hídrico sea suficiente para satisfacer todos los derechos de

aprovechamiento de aguas de ejercicio permanente y sólo algunos de

ejercicio eventual, éstos últimos prefieren según la fecha de su

otorgamiento; y si, el agua no alcanza ni aun para satisfacer todos los

derechos permanentes, éstos entran a distribuirse en partes alícuotas o

bien en sistema de turnos. Dicho de otra forma, sólo los derechos de

aprovechamiento de aguas de ejercicio permanente, no así los eventuales,

entran a sistema de turno o rateo en caso de insuficiencia de agua en un

momento determinado.

Así, por lo demás, se señala en la obra “Comentarios al Código de

Aguas” (Ana Hederra y Ciro Vergara): ”Es decir, si hay diversos derechos

permanentes sobre una misma corriente, se dividirá el agua

proporcionalmente entre ellos, si ésta no alcanza a satisfacerlos en su

integridad”, agregando más adelante que “En este caso, se dividirá

proporcionalmente el agua entre ellos (entre los derechos de

aprovechamiento de ejercicio permanente), tomando en cuenta para

determinar la proporción, la cantidad de ella que normalmente

corresponde a cada uno”.

En relación con lo expuesto, corresponde tener presente además, lo

previsto en el artículo 312 del Código de Aguas, que dispone que para los

efectos indicados en el artículo 16 del Código de Aguas) se reputan

derechos de ejercicio permanente, a la fecha de promulgación de este

Código:

1. Los que emanen de merced concedida con dicha calidad con

anterioridad a su promulgación, siempre que sus titulares los hayan

ejercido con las mismas facultades que el artículo 17 (del Código de

Page 66: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

66

Aguas) otorga a los titulares de derechos de ejercicio permanente,

concedidos en conformidad al presente Código;

2. Los reconocidos con esta calidad por sentencia ejecutoriada;

3. Los que emanen de los artículos 834, 835 y 836 del Código Civil

en relación a los propietarios riberanos; del artículo 944 del mismo

Código, adquiridos durante la vigencia de estas disposiciones, y de

prescripción, ejercitados en aguas no sometidas a turno o rateo;

4. Los mismos derechos del número anterior, siempre que hayan

sido reconocidos como de ejercicio permanente en aguas sometidas a

turno o rateo, y

5. Los derechos ejercidos con la calidad de permanentes, durante

cinco años, sin contradicción de terceros.

Es importante destacar que dicha norma sólo resulta aplicable a

aquellos derechos constituidos o reconocidos con anterioridad a la

vigencia del actual Código de Aguas, el que como ya se señaló fue

aprobado por el Decreto con Fuerza de Ley Nº 1.122, de 1981. Ello en

atención a las razones que paso a indicar:

En primer lugar, por una razón de texto, por cuanto el inciso

primero dispone expresamente que “Para los efectos indicados en el artículo 16, se reputan derechos de ejercicio permanente, a la fecha de promulgación de este Código.” Esto es, el legislador quiso dejar

claramente establecido al utilizar la expresión “a la fecha de

promulgación de este Código” que la norma contenida en el artículo 312

sólo resulta aplicable a los derechos constituidos o reconocidos con

anterioridad a su promulgación. Si se pretendiera lo contrario, no tendría

sentido la expresión citada.

Además, debe tenerse presente que el artículo 312 se encuentra

ubicado en el Título Final del Código, denominado “Disposiciones

Generales”. En dicho Título se encuentran, entre otras, las normas

contenidas en los artículos 309, 310, 311, 312, 313, siendo todas ellas

aplicables a derechos reconocidos o constituidos con anterioridad a la

vigencia del actual ordenamiento.

c) Norma que establece presunciones respecto del carácter de consuntivos de derechos constituidos o reconocidos con anterioridad a la vigencia del actual Código de Aguas.

Page 67: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

67

Los artículos 13 y 14 inciso 1º, respectivamente, del Código de

Aguas, definen a los derechos de aprovechamiento consuntivos y no

consuntivos, en los siguientes términos:

“Derecho de aprovechamiento consuntivo es aquel que faculta a su

titular para consumir totalmente las aguas en cualquier actividad”. Por

su parte, “Derecho de aprovechamiento no consuntivo es aquel que

permite emplear el agua sin consumirla y obliga a restituirla en la forma

que lo determine el acto de adquisición o de constitución del derecho”.

Ahora bien, el artículo 313 del Código de Aguas establece que para

los efectos del artículo 13 (del Código de Aguas), se reputan derechos de

aprovechamiento consuntivos los siguientes:

“1. Los que emanen de mercedes concedidas por autoridad competente sin obligación de restituir las aguas”.

“2. Los reconocidos con esta calidad por sentencia ejecutoriada, y “3. Los derechos ejercidos con la calidad de consuntivos durante

cinco años, sin contradicciones de terceros”. Como puede advertirse el artículo 313 del Código de Aguas

establece tres importantes presunciones de consuntividad de un derecho

de aprovechamiento de aguas.

Al respecto, es importante advertir, que las mencionadas

presunciones sólo resultan aplicables a derechos constituidos o

reconocidos en virtud de las legislaciones de aguas anteriores a la

actualmente vigente. d) Norma que establece una presunción respecto de el carácter de

continuo de un derecho de aprovechamiento de aguas.

Recordemos que de acuerdo al artículo 19 del Código de Aguas son

derechos de ejercicio continuo los que permiten usar el agua en forma

ininterrumpida durante las veinticuatro horas del día.

Por su parte, la misma norma dispone que derechos de

aprovechamiento de ejercicio discontinuo son aquellos que sólo permiten

usar el agua durante determinados períodos.

Page 68: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

68

Finalmente, derechos de ejercicio alternado son aquellos en que el

uso del agua se distribuye entre dos o más personas que se turnan

sucesivamente.

Pues bien, el artículo 24 del Código de Aguas establece una

importante presunción, en el sentido que si el acto de constitución de un

derecho de aprovechamiento no expresa otra cosa, se entenderá que su

ejercicio es continuo.

Esto es, el legislador ha querido precisar que la regla general la

constituyen los derechos de ejercicio continuo, de modo que si el acto de

constitución de un derecho de aprovechamiento nada dice se entiende

que es continuo. Dicho de otro modo, para que el derecho de

aprovechamiento se entienda como discontinuo o alternado, el acto de

constitución debe señalarlo expresamente.

III. Procedimiento para perfeccionar derechos de aprovechamiento de aguas

Por medio del Decreto Supremo Nº 1.220, de fecha 30 de diciembre

de 1997, del Ministerio de Obras Públicas se aprobó el Reglamento del

Catastro Público de Aguas. El mencionado Decreto fue publicado con

fecha 25 de julio de 1998 en el Diario Oficial.

El Título II del Reglamento del Catastro Público de Aguas se refiere

expresamente al perfeccionamiento de los títulos en que consten los

derechos de aprovechamiento de aguas.

Así, el artículo 44 del citado reglamento establece que todos los

titulares de derechos de aprovechamiento de aguas reconocidos de

acuerdo a los artículos 19 Nº 24 inciso final de la Constitución Política

del Estado, 7º del decreto ley Nº 2.603, de 1979, ya los artículos 1º y 2º

transitorios del Código de Aguas, cuyos títulos se encuentren

incompletos, ya sea por falta de regularización o por no indicarse las

características esenciales de cada derecho, con el objetivo de

incorporarlos al Catastro Público de Aguas a que obliga la ley y este

reglamento, deberán previamente perfeccionar y regularizar sus derechos

de acuerdo a los criterios y presunciones que establece la ley en los

artículos 309, 310, 311, 312, y 313 del Código de Aguas, y demás

pertinentes, y cuya aplicación se detalla en los artículos siguientes.

Por su parte, el artículo 45 del mismo cuerpo reglamentario,

establece cuales son las características, que de conformidad a la ley y al

propio reglamento, son esenciales de cada derecho de aprovechamiento de

Page 69: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

69

aguas. Ellos son los siguientes: objeto de regularización o reconocimiento,

las siguientes: a) Nombre del titular; b) El álveo o ubicación del acuífero

de que se trata; c) Provincia en que se sitúe la captación y la restitución

en su caso; d) Caudal, de acuerdo a lo establecido en los artículos 7º y

268 del código de Aguas; e) Aquellas características con que se otorga o

reconoce el derecho, de acuerdo a la clasificación establecida en el

artículo 12 del Código de Aguas, esto es, si se trata de un derecho

consuntivo o no consuntivo; de ejercicio permanente o eventual; o de

ejercicio continuo, discontinuo o alternado entre varias personas.

La falta de determinación o indefinición de alguna de esta

características obliga a los titulares de los respectivos derechos a

perfeccionarlos o regularizarlos previamente a su registro.

Pues bien, de conformidad al artículo 46 del Reglamento, el

perfeccionamiento o regularización de los derechos de aprovechamiento,

tiene por objetivo hacer claridad respecto de las características esenciales

de identificación de los mismos, respetando para ello las presunciones y

reconocimientos establecidos en la legislación, y en especial en los

artículos 7º del decreto ley Nº 2.603, de 1979 y 309, 312 y 313 del Código

de Aguas.

Dicho perfeccionamiento o regularización, según lo dispone el

artículo 177 del Código de Aguas, deberá realizarse a través del

procedimiento sumario establecido en el Título XI del Libro III del Código

de Procedimiento Civil.

12. Recurso de reclamación en contra de las resoluciones del

Director General de Aguas Sumario. I. Objeto del recurso; II. Quiénes pueden deducir el recurso

de reclamación. III. Tribunal competente; IV. Plazo para interponerlo; V. Efectos de la interposición del recurso; VI. Actos administrativos en contra de los cuales procede; VII. Notificación de las resoluciones dictadas por la Dirección General de Aguas; VIII. Tramitación; IX. Intervención de terceros en el recurso de reclamación; X. Fallo del recurso; XI. Recursos que proceden en contra del fallo de la Corte de Apelaciones respectiva.

I. Objeto del recurso

El recurso de reclamación en contra de las resoluciones del Director

General de Aguas tiene por objeto obtener de la Corte de Apelaciones

respectiva la modificación total o parcial del acto impugnado, en la medida

que éste ocasione un perjuicio reparable con esta solución; o la nulidad de

Page 70: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

70

la resolución impugnada, debiendo en este caso, anularse todos los actos

pronunciados como consecuencia de la resolución cuestionada.

II. Quiénes pueden deducir el recurso de reclamación

Constituyen presupuestos de los recursos aquellos elementos y

condiciones subjetivos y objetivos existentes con anterioridad a la

impugnación para que ésta sea admisible.

Ahora bien, y en lo referente al sujeto activo del recurso de

reclamación, cabe señalar que sólo pueden recurrir aquellas personas que

sean "legitimados", esto es, los que copulativamente reúnan las calidades

de "interesados" y de "agraviados".

La legitimación se encuentra en relación directa con el interés que el

administrado tenga en el acto administrativo, objeto del recurso de

reclamación y que lesione un derecho subjetivo o un interés legítimo

causándole un agravio.

En la doctrina emanada del derecho comparado, el "interés" que

habilita para interponer un recurso como el de reclamación, debe ser,

primeramente legítimo, el que, a su vez, puede ser directo o inmediato, y

personal del reclamante.

El que el interés sea directo o inmediato, supone que esté

relacionado al instante y derechamente la interés o conveniencia del

recurrente, sin que medie condición o impedimento previo alguno que

obste a su detentación o goce, esto es, el interés debe ser actual y no

eventual, también debe ser real y no presunto.

Por su parte, que el interés sea personal, supone que sea propio del

recurrente y de una situación jurídica suya, sea que ésta sea colectiva o

individual, pero, en todo caso, privada y no pública o popular.

En lo referente, al otro presupuesto el "agravio", podemos señalar

que la concurrencia del mencionado requisito en el sujeto activo o

recurrente es lo que lo legitima para la interposición del recurso. Ahora

bien, en el recurso de reclamación debemos entender por agravio el hecho

que una resolución de la Dirección General de Aguas le sea desfavorable a

una persona, ya sea total o parcialmente.

Una resolución puede ser desfavorable, en la forma y en el fondo. Lo

será en la forma, cuando diga relación al contenido de forma de la

resolución de la Dirección General de Aguas impugnada. A su vez, lo será

Page 71: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

71

de fondo, cuando diga relación con lo efectivamente solicitado a la

autoridad administrativa.

De esta forma, para que exista agravio basta que exista una

diferencia subjetiva u objetiva entre la pretensión del recurrente y el

pronunciamiento de la autoridad, para que el agravio se produzca.

Por el contrario, no pueden deducir un recurso de reclamación

aquellas personas que han sido ajenas al procedimiento administrativo

seguido ante la Dirección General de Aguas.

III. Tribunal competente

El recurso de reclamación debe interponerse directamente ante la

Corte de Apelaciones respectiva, toda vez que así lo dispone expresamente

la norma contenida en el inciso primero del artículo 137 del Código de

Aguas.

Respecto del alcance que debe darse a la expresión “Corte de Apelaciones respectiva”, resulta pertinente aclarar que la jurisprudencia ha

sido muy vacilante, existiendo fallos contradictorios algunos de los cuales

pasarán a indicarse, lo que ha ocasionado graves inconvenientes a los

litigantes, entre los que se cuenta, sólo a modo ejemplar, dilaciones en la

tramitación del recurso. Asimismo, se ha puesto en entredicho la

competencia profesional del abogado recurrente ante el cliente, al no

entender este último que no es de responsabilidad del abogado la

existencia de una jurisprudencia contradictoria; cambiar estrategias de

defensa; alto costo de la defensa, etc. Lo anterior, atenta además en contra del principio de la igualdad

jurídica:, en orden al cual se debe tratar de igual forma, a quienes se

encuentren en la misma situación jurídica.

Atenta también en contra del principio de la seguridad jurídica:, en

virtud del cual las personas tienen derecho a saber y conocer las normas

que les serán aplicadas, y de qué manera sus actos serán juzgados.

1. Sentencias contradictorias

A continuación me referiré a algunos fallos contradictorios, haciendo

presente que existen muchos más. Empezaré por aquellos emanado de la

Excma. Corte Suprema, para luego de lo cual referirme a aquellos fallos

contradictorios de algunas Cortes de Apelaciones:

A) Sentencias contradictorias de la Excma. Corte Suprema

Page 72: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

72

1. La Excma. Corte Suprema en sentencia de 30 de julio de 1986

(publicada en la Revista de Derecho y Jurisprudencia, Tomo LXXXIII, N° 2,

Sección Quinta, páginas 61 y 62), la cual acogió un recurso de queja en

contra de la Iltma. Corte de Apelaciones de Talca, estableció que es

tribunal competente para conocer del recurso de reclamación establecido

en el artículo 137 del Código de Aguas, la Corte de Apelaciones respectiva,

esto es, “aquella en cuya jurisdicción se encuentra el cauce sobre cuyas

aguas se hallan radicados los derechos de aprovechamiento que resultan

afectados por la resolución reclamada”.

2. Sin embargo, la misma Corte Suprema, en sentencia de fecha 28 de

enero de 1993, ha dicho que cuando el artículo 137 del Código de Aguas

contempla la posibilidad de reclamar de las resoluciones que dicte la

Dirección General de Aguas ante la “Corte de Apelaciones respectiva” se

refiere, indudablemente, a aquella que corresponde al domicilio del

funcionario de tal organismo que emitió el acto administrativo que se

impugna. A la conclusión anterior se arriba considerando que la Dirección

General de Aguas es un organismo que cuenta con Direcciones Regionales,

de acuerdo a la ley, a cargo de funcionarios que poseen facultades para

dictar resoluciones las cuales son susceptibles de ser atacadas por las

personas interesadas”.

De conformidad a esta segunda sentencia, la Corte de Apelaciones de

Santiago sería la competente para conocer de los recursos de reclamación

deducidos en contra de las resoluciones emitidas por el Sr. Director

General de Aguas, aunque digan relación con concesiones de aguas cuyo

cauce se encuentra situado en el radio jurisdiccional de otra Corte de

Apelaciones.

La sentencia indicada, dejó sin efecto sentencia interlocutoria de la

Corte de Apelaciones de Santiago que se había declarado incompetente

para conocer de un recurso de reclamación en contra de la Dirección

General de Aguas, y que decía relación con una concesión de aguas cuyo

cauce se encontraba situado en la jurisdicción de la Corte de Apelaciones

de Antofagasta.

B) Sentencias contradictorias de algunas Cortes de Apelaciones

Para demostrar la actualidad de la materia objeto del presente

trabajo me referiré exclusivamente a sentencias recientes, y más

específicamente expondré sobre un caso que estimo paradigmático para

Page 73: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

73

los efectos de demostrar los inconvenientes de las sentencias

contradictorias.

1. Así, por resolución de fecha 7 de marzo de 2002, la Iltma. Corte de

Apelaciones de Valparaíso declaró su incompetencia para el conocimiento

y fallo del recurso de un recurso de reclamación deducido en contra de la

Resolución (Exenta) N° 271, de 2002, de la Dirección General de Aguas,

que rechazó un recurso de reconsideración de unas sociedades

hidroeléctricas, que se opusieron a una solicitud de derecho de

aprovechamiento de aguas a extraerse en la provincia de Los Andes, esto

es, dentro del territorio jurisdiccional de la Corte de Apelaciones de

Valparaíso, y en cuya virtud, ordenó remitir todos los antecedentes a la

Iltma. Corte de Apelaciones de Santiago por estimar que ella era la

competente para conocer y fallar del recurso de reclamación.

2. Pues bien, por medio de la resolución de fecha 27 de marzo de

2002, la Iltma. Corte de Apelaciones de Santiago, por las razones que

expuso en dicha sentencia, rechazó la declinatoria de competencia

declarada por la Iltma. Corte de Apelaciones de Valparaíso antes citada; y

ordenó, como consecuencia de ello, devolver los autos a ésta última por

corresponderle el conocimiento y fallo del recurso de reclamación

interpuesto por las sociedades hidroeléctricas indicadas.

3. Finalmente, por resolución de fecha 12 de abril de 2002, y en

atención a las razones que en el fallo se exponen, la Iltma. Corte de

Apelaciones de Valparaíso tuvo por trabada contienda de competencia

entre ella y la Iltma. Corte de Apelaciones de Santiago, ordenado remitir

los autos a la Excma. Corte Suprema.

4. En relación con lo anterior, cabe tener presente además, que otro

opositor a la misma solicitud de derecho de aprovechamiento de aguas a

extraerse en una fuente situada en la provincia de Los Andes, al que

también le fue denegada la oposición y la consiguiente reconsideración,

presentó en contra de la resolución que se pronunciaba sobre esta última,

un recurso de reclamación ante la Corte de Apelaciones de Santiago, poco

antes del recurso presentado por las sociedades hidroeléctricas, y la Corte

de Apelaciones de Santiago acogió a tramitación el recurso, el que será

conocido y fallado por una sala de dicho tribunal.

C) Informe de la Sra. Fiscal de la Excma. Corte Suprema

Trabada la contienda de competencia entre la Corte de Apelaciones

de Valparaíso y la de Santiago, respecto del conocimiento de un recurso de

Page 74: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

74

reclamación interpuesto conforme a lo establecido en el artículo 137 del

Código de Aguas, la Sra. Fiscal de la Corte Suprema, con fecha 25 de junio

de 2002, informó lo pertinente, lo siguiente:

a) Que la Corte Apelaciones de Valparaíso declinó su competencia

para conocer del recurso, señalando que por haberse interpuesto en contra

de una Resolución emitida por el señor Director General de Aguas, que

tiene su domicilio en Santiago, era incompetente para conocer del asunto,

y ordenó remitir los antecedentes a la Corte de Apelaciones de Santiago.

b) En conocimiento de esta sentencia, la Corte de Apelaciones de

Santiago, no aceptó la competencia declinada, teniendo presente para ello

“1º. Que, el artículo 137 del Código de Aguas permite que las resoluciones

de la Dirección General de Aguas puedan reclamarse ante la Corte de

Apelaciones “respectiva”; 2º. Que, el problema de aguas que se ha

suscitado en autos, ocurre en la provincia de Los Andes, V Región; 3º.

Que, en estas circunstancias debemos interpretar el citado artículo 137,

en el sentido que para este caso “Corte de Apelaciones respectiva” no es

otra que la del lugar de los hechos, es decir, Valparaíso. La mentada

disposición no soporta otro análisis o interpretación, pues de lo contrario

deberíamos entender siempre que la Corte de Apelaciones respectiva, en

relación con la ubicación de la Dirección General es Santiago y, en tal

evento, la terminología empleada por el legislador no sería la más

adecuada y, en caso contrario, habría señalado expresamente que de la

reclamación conocerá la Corte de Apelaciones de Santiago, como lo dijo

frente a otro tipo de reclamaciones, sirva de ejemplo el artículo 46 del

Decreto Ley 3538 sobre Superintendencia de Valores y Seguros, o bien el

artículo 32 de la Ley Nº 18.902 sobre Servicios Sanitarios. 4º. Que,

corroboran lo anterior, el trato que el Código de Aguas da a otras materias,

en todas las cuales para establecer la competencia, o cita el Código

Orgánico de Tribunales o menciona derechamente al Juez del lugar, así lo

hacen los artículos 178 y 181 y la reciente jurisprudencia de nuestra

Exma. Corte Suprema”.

c) La Corte de Apelaciones de Valparaíso tuvo por trabada la

contienda de competencia, y ordenó remitir los autos a la Excma. Corte

Suprema, para que resuelva.

d) Es importante señalar lo informado por la Sra. Fiscal de la Excma.

Corte Suprema:

Que el artículo 137 del Código de Aguas establece: “Las resoluciones

de la Dirección General de Aguas podrán reclamarse ante la Corte de

Apelaciones respectiva, dentro del plazo de 30 días, …….”. Según el léxico,

Page 75: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

75

“respectiva” significa “que atañe o se contrae a persona o cosa

determinada”; sin embargo, el legislador no ha sido preciso al emplear esta

voz, puesto que no indica si debe conocer de este asunto un tribunal u

otro, según el caso planteado. Es necesario aplicar entonces la

hermenéutica, y recurrir a la intención o espíritu de la norma. Puesto que

la resolución que motiva esta contienda fue pronunciada por una

autoridad administrativa central con domicilio en Santiago, que es el

Director General de Aguas, respecto de la oposición a una solicitud de

constitución de derecho de aprovechamiento consuntivo de aguas

subterráneas ubicadas en la comuna y provincia de Los Andes, V Región,

parece obvio que debe ser la Corte de Apelaciones de Valparaíso la que

conozca del asunto, ya que de otra manera siempre le correspondería

conocer a la Corte de Apelaciones de Santiago, y el término “respectiva”

resultaría inútil.

En mérito de lo expuesto, la Sra. Fiscal es del parecer que es la Corte

de Apelaciones de Valparaíso el tribunal competente para conocer y

resolver el recurso de reclamación interpuesto, debiendo comunicarse lo

que se resuelva a la Corte de Apelaciones de Santiago.

D) Corresponde que la Excma. Corte Suprema resuelva la contienda

de competencia entre la Corte de Apelaciones de Valparaíso y la de

Santiago

Corresponde ahora que la Excma. Corte Suprema resuelva la

contienda de competencia entre la Corte de Apelaciones de Valparaíso y la

de Santiago, respecto del conocimiento de un recurso de reclamación

interpuesto conforme a lo establecido en el artículo 137 del Código de

Aguas.

En relación con la materia, es importante tener presente lo previsto

en la Ley 19.374, de 18 de febrero de 1995, que es muy importante en

relación con la unificación de la jurisprudencia. En efecto, por medio de

dicha ley se introduce la posibilidad que se conozca por el pleno de la

Corte Suprema, un recurso de casación en el fondo, en caso de fallos

contradictorios de la misma Corte Suprema, con el objeto de “unificar”

criterios sobre una materia. Dicha ley introduce efectivamente el concepto

de jurisprudencia, en términos semejantes a como es conocida en el

sistema anglosajón.

Lo anterior, es importante además, por cuanto otorga un valor

“vinculante” al fallo de la Corte Suprema, y en virtud de ello puede

afirmarse que la jurisprudencia unificada de la Corte Suprema constituye

fuente del Derecho.

Page 76: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

76

Al respecto es importante destacar que la norma contenida en el

artículo 780 del Código de Procedimiento Civil, si bien se encuentra

ubicada dentro del Título XIX del Libro III del mismo ordenamiento,

denominado “Del Recurso de Casación”, es la oportunidad para que la

Corte Suprema, esta vez conociendo de una contienda de competencia,

determine el correcto sentido y alcance de la expresión “Corte de

Apelaciones respectiva”, utilizada por el legislador en el artículo 137 del

Código de Aguas, fijando de esta forma la correcta y uniforme

jurisprudencia sobre la materia.

E) Opinión de la doctrina sobre la materia

El profesor y autor don Eduardo Soto Kloss, en su artículo acerca

del tribunal competente para conocer de la reclamación prevista en el

artículo 137 del Código de Aguas (publicado en la Revista de Derecho y

Jurisprudencia, Tomo LXXXIII, N° 2, Primera Parte, Sección Derecho,

páginas 37 a 43), concluye señalando que “Como se advierte, (...), aparece

que la ‘Corte de Apelaciones respectiva’ a que hace referencia el artículo

137 del Código de Aguas, es para el caso consultado la Iltma. Corte de

Apelaciones de Talca, en cuyo territorio jurisdiccional se encuentran los

cauces (Canal Maule y Río Maule) por donde corren las aguas sobre las

cuales los oponentes poseen derechos de aprovechamiento, afectados por

la resolución de la Dirección General de Aguas, y en cuya contra se ha

interpuesto recurso de reclamación para que sea dejada sin efecto, por ser

contraria a Derecho” (el destacado no es del original) (se acompaña,

también a la presente minuta, copia de la citada publicación de este

artículo).

Además, cuando el Código de Aguas ha querido que un órgano o

autoridad en particular conozca y falle un determinado recurso, lo ha

designado expresa y nominadamente. Así ocurre, por ejemplo, en el

artículo 136 del citado cuerpo legal, cuyo inciso 1° señala explícitamente

que el recurso de reconsideración que él establece deberá ser deducido

ante el Director General de Aguas.

Asimismo, el artículo 46 del Decreto Ley N° 3.538, de 9 de diciembre

de 1980 (Diario Oficial de 23 del mismo mes y año), que crea la

Superintendencia de Valores y Seguros, dispone, en lo pertinente, que “Las

personas que estimen que una norma de carácter general, instrucción,

comunicación, resolución o una omisión de la Superintendencia es ilegal y

les causa perjuicio, podrán reclamar de ella ante la Corte de Apelaciones

de Santiago, (...)”.

IV. Plazo para interponerlo

Page 77: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

77

a) El recurso de reclamación debe interponerse dentro del plazo de

treinta días contados desde la notificación de la resolución o desde la

notificación de la resolución que recaiga en el recurso de reconsideración,

según corresponda, por cuanto así lo establece el mencionado artículo 137

del Código de Aguas.

b) De lo anterior se sigue que para deducir un recurso de

reclamación no es necesario que previamente se haya deducido el de

reconsideración establecido en el artículo 136 del Código de Aguas.

c) En esta materia, es importante tener presente que las

resoluciones de la Dirección General de Aguas deben notificarse en el

domicilio del afectado en la forma dispuesta en los artículos 44 inciso 2º y

48 del Código de Procedimiento Civil, tal como lo dispone expresamente el

artículo 139 del Código de Aguas.

Sin embargo, si el interesado no designare domicilio dentro de los

límites urbanos del lugar en que funciona la oficina donde se haya

efectuado la presentación, la resolución se entenderá notificada desde la

fecha de su dictación (artículo 139 inciso final del Código de Aguas).

Sobre la materia existe jurisprudencia que es interesante destacar:

1. En sentencia de 18 de diciembre de 1992 de la Iltma. Corte de

Apelaciones de Santiago recaída en el recurso de reclamación deducido por

la empresa Sitac contra la Dirección General de Aguas por haber emitido

la resolución Nº 1 de 1992 se señala “Las resoluciones de la Dirección

General de Aguas, cuando así lo señala la ley, se entienden notificadas

desde la fecha de su dictación, y se encuentra ajustado a derecho que tal

Dirección rechaze un recurso de reconsideración presentado fuera del

plazo de 30 días que establece el artículo 136 del Código de Aguas,

contado desde la fecha señalada”.

2. Otra sentencia que es interesante destacar es aquella de 28 de

agosto de 1991, de la I. Corte de Apelaciones de Temuco, confirmada con

fecha 17 de septiembre del mismo año por la Excma. Corte Suprema,

relativa a un recurso de protección deducido por Endesa S.A. en contra del

Director Regional de la Dirección General de Aguas de la IX Región, Rol Nº

345-91, en la que se estableció “que carece de relevancia que la Dirección

General de Aguas haya prescindido de la circunstancia de estar o no

finiquitado el trámite de toma de razón por la Contraloría General de la

República de las resoluciones que motivaron el recurso de protección, para

los efectos de darlas por notificadas, atendido el claro tenor de lo dispuesto

Page 78: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

78

en el artículo 139 del Código de Aguas, que está referido expresamente a la

fecha de dictación de la resolución, sin ninguna alusión al trámite de toma

de razón”.

V. Efectos de la interposición del recurso

La interposición de la reclamación no suspenderá el cumplimiento

de la resolución, salvo que exista orden expresa que disponga la

suspensión, como es el caso de las ordenes de no innovar. (artículo 137

inciso segundo del Código de Aguas).

Lo dispuesto en el inciso segundo del artículo 137 del Código de

Aguas se encuentra en plena concordancia con el principio básico en

materia contencioso-administrativa, plenamente aceptado por la doctrina,

en orden de que la interposición de recursos jurisdiccionales en caso

alguno suspende la vigencia de los actos y procesos administrativos

impugnados a través de ellos.

Así, y a título meramente ilustrativo se puede citar a distinguidos

profesores de Derecho Administrativo, que explican con detalle el referido

principio:

1. Don Patricio Aylwin Azocar, en su obra “Derecho Administrativo”,

al referirse a la Teoría del Acto Administrativo y Contencioso

Administrativo, Editorial Universitaria, 1969, página 78 de la citada obra

dice expresamente: “50. Efectos de la ejecutoriedad de los actos

administrativos. Dijimos que la ejecutoriedad de los actos administrativos

puede hacerse efectiva no obstante los recursos pendientes que haya en su

contra. Normalmente, contra los actos de la administración proceden

recursos legales, ya sea ante la propia autoridad o ante los tribunales que

ejercen su control jurisdiccional. En principio estos recursos no

suspenden la ejecución del acto administrativo. Empleando un lenguaje

procesal, podría decirse que estos recursos proceden en el solo efecto

devolutivo, como regla general.

Esto es perfectamente claro en el principio “solve et repete” que

opera en aquellos actos que ordenan una prestación pecuniaria a un

particular. En virtud de este principio, cuando el particular quiere

reclamar o interponer algún recurso contra el acto, está obligado a pagar

previamente la suma exigida. Si el recurso es resuelto favorablemente al

particular, la administración le devuelve lo pagado en exceso. Es lo que

suele suceder con los pagos de multas o impuestos, cuando el particular

no está conforme con su monto”.

Page 79: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

79

2. Don Enrique Silva Cimma, “Derecho Administrativo, Chileno y

Comparado”, Editorial Jurídica, 1995. Así, por ejemplo, en la página 102

de dicha obra se dice expresamente: “Hay un efecto consubstancial al acto

administrativo: la ejecutoriedad. El acto se ejecuta por la Administración

sin recurrir a otros poderes. En cambio, en el Derecho Común la ejecución

de los actos que celebran los particulares corresponde a los tribunales

ordinarios.

La Administración puede ejecutar el acto que emane de ella misma.

El principio de la ejecutoriedad es de la esencia del acto administrativo.

Con todo y sin dejar de tener siempre este principio el mismo

significado –el de habilitar a la Administración a que ejecute por sí misma

sus propios actos -, el de la ejecutoriedad propiamente y el de la

ejecutividad -, según sea el tipo de acto administrativo de que se trate.

Así mediante la primera denominación – la ejecutoriedad

propiamente tal – se alude al efecto ya referido cuando es generado por el

acto administrativo que importa una manifestación de voluntad que

produce efectos jurídicos, vg. un nombramiento, una expropiación;

mediante la segunda – la ejecutividad – se hace referencia al mismo efecto

cuando es originado por manifestaciones de voluntad administrativa que

no producen necesariamente un efecto jurídico, como ocurre con los actos

certificatorios o de registro.

En suma, la ejecutoriedad es propia de los actos administrativos que

producen efectos jurídicos y la ejecutividad se vincula a las actuaciones

administrativas o concresiones de ejercicio de competencias, aun cuando

no impliquen una decisión propiamente activa.

Pero está claro que el efecto administrativo de decisión es el de la

ejecutoriedad. Es el efecto más importante de él. La propia Administración

ejecuta su acto”.

3. Don Enrique Sayagües Laso, “Tratado de Derecho

Administrativo”, Montevideo, 1953. En la página 490 de esta obra dice:

“318 Ejecutoriedad (1). En principio el acto administrativo una vez

perfeccionado produce todos sus efectos y por lo mismo, cuando requiere

ser llevado a los hechos, puede y debe ser ejecutado. Es la regla general

(2). Esta peculiar característica del acto administrativo se denomina

ejecutividad (3).

No debe confundirse ese carácter con la ejecutoriedad, que es la

posibilidad de la administración de ejecutar el acto por sí misma, incluso

Page 80: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

80

en caso de resistencia abierta o pasiva de las personas afectadas,

pudiendo acudir en tal caso a las medidas de coerción.

La posibilidad de la administración de ejecutar directamente sus

propios actos tiene sólidos fundamentos. El acto administrativo constituye

un instrumento público y como tal se presume válido (4) y hace plena fe

(art. 1.574, C. Civil), hasta tanto se demuestre lo contrario. Por

consiguiente, el lógico que pueda cumplirse a pesar de las impugnaciones

que se formulen, máxime que su ejecución tiende a satisfacer necesidades

públicas (5), y sin perjuicio de la responsabilidad en que la administración

incurra si el acto o los hechos de ejecución fueren ilícitos”.

4. De don Hugo Caldera Delgado, “El Acto Administrativo”. Editorial

Jurídica, 1981. En la página 86 señala: “7 La Insuspensibilidad. Es una

consecuencia de la imperatividad del acto administrativo. Además, ella

está en relación directa, con otro de los efectos potenciales o, más bien,

características del acto, cual es su insuspensibilidad o recurribilidad en

contra de los actos administrativos.

La regla general de la impugnabilidad del acto administrativo tiene

como contrapartida que los efectos del acto impugnado no se paralizan o

suspenden. La extinción de los efectos del acto impugnado sólo tendrá

lugar si la Administración, haciéndose cargo de la inconveniencia del

contenido del acto o de su ilegalidad o antijuricidad, decide revocarlo e

invalidarlo, procediendo a dictar, según las circunstancias, un acto de

contrario imperio revocatorio o invalidatorio. Lo mismo acontece cuando la

vía de impugnación utilizada haya sido la jurisdiccional, en cuyo caso los

efectos del acto se extinguirán en el momento en que quede ejecutoriada la

sentencia que declare su nulidad.

Durante el procedimiento de impugnación, sea que éste tenga lugar

dentro de un procedimiento administrativo contencioso administrativo, los

efectos del acto seguirán produciéndose normalmente”.

5. De doña Mónica Madariaga Gutiérrez, “Seguridad Jurídica y

Administración Pública en el Siglo XXI”, Editorial Jurídica 1993. En la

página 123 señala: “En este sentido, y conforme indicáramos en su

oportunidad, ya el dictamen N 49.825, de 1964, emanado de dicha

Contraloría, había precisado que si con posterioridad a la toma de razón se

llegare a comprobar que la medida dispuesta no se encuentra ajustada a

derecho, o está basada en presupuestos irregulares, la autoridad emisora

del acto está en el imperativo de dejar sin efecto – invalidar – su decisión

ilegítima, pese a que el decreto o resolución respectivo hubiese sido

regularmente cursado por ella.

Page 81: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

81

Esta doctrina interpretativa es consecuencia del principio básico de

derecho administrativo que señala que todo acto emanado de una

autoridad competente, y que reúna en sí los requisitos necesarios para que

sean posibles las consecuencias que le son propias, debe ser considerado

como un acto legítimo en relación al precedente ordenamiento jurídico.

Porque la presunción de legitimidad provee a la certeza en la aplicación de

las normas en cuanto permite el cumplimiento inmediato de los actos

administrativos, “impidiendo toda dilación o suspensión de su

obligatoriedad debida al ejercicio de un recurso interpuesto en su contra

por un particular”. Ello ocurre como consecuencia normal de la

presunción, que no cesa hasta tanto no se demuestre lo contrario.

Los efectos señalados son propios de la denominada “ejecutoriedad

del acto administrativo”. Los autores de derecho público han estado

acordes en cuanto a que este principio de ejecutoriedad determina la

incompetencia temporal de la autoridad jurisdiccional para conocer del

acto de potestad pública antes de su ejecución, lo que no es sino una

aplicación concreta del aforismo “solve et repete”, que se traduce en un

“cúmplase primero con lo ordenado y reclámese enseguida”.

El principio indicado tiene dos excepciones:

1. Orden expresa que disponga la suspensión, como es el caso de las

ordenes de no innovar (artículo 137 inciso segundo del Código de Aguas).

2. Nunca se suspenderá el cumplimiento de la resolución reclamada

cuando haya sido dictada en los casos de la construcción de ciertas obras

hidráulicas (artículo 296 inciso segundo del Código de Aguas).

VI. Actos administrativos en contra de los cuales procede

1. Procede en contra de las resoluciones administrativas que dicte el

Director General de Aguas, funcionarios de su dependencia o quienes

obren en virtud de una delegación que el primero les haga en uso de las

atribuciones conferidas por la ley (artículos 136 y 137 del Código de

Aguas).

También procede en contra de las resoluciones fundadas dictadas

por la Dirección General de Aguas en cumplimiento de las normas dadas

respecto de la construcción de ciertas obras hidráulicas (artículo 296 del

Código de Aguas).

Page 82: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

82

VII. Notificación de las resoluciones dictadas por la Dirección General de Aguas

De conformidad al artículo 139 del Código de Aguas las resoluciones

de la Dirección General de Aguas se notificarán en el domicilio del afectado

en la forma dispuesta en los artículos 44, inciso 2º y 48, del Código de

Procedimiento Civil. Estas notificaciones las efectuará el funcionario que

se designe en la respectiva resolución, quien tendrá el carácter de Ministro

de Fe para esa actuación y todos sus efectos.

En la primera presentación el interesado deberá designar un

domicilio dentro de los límites urbanos del lugar en que funcione la oficina

donde se haya efectuado la presentación, designación que se considerará

subsistente mientras no haga otra, aun cuando de hecho lo haya

cambiado. Si no se hace esta designación la resolución se entenderá

notificada desde la fecha de su dictación.

Lo anterior, constituye una sanción para aquel interesado que no de

cumplimiento a lo preceptuado en el citado artículo 139 del Código de

Aguas, y el efecto de dicha sanción es que la notificación se entenderá

practicada desde la fecha en que se dictó la resolución.

Así, lo ha confirmado la jurisprudencia de la Contraloría General de

la República contenida entre otros, en el dictamen N 25.163, de fecha 20

de julio de 1998.

La jurisprudencia de nuestros tribunales se ha pronunciado en igual

sentido. Así, la Sentencia de 18 de diciembre de 1992 de la Iltma. Corte de

Apelaciones de Santiago recaída en el recurso de reclamación deducido por

la empresa Sitac en contra la Dirección General de Aguas por haber

emitido la Resolución Nº 1 de 1992, señaló que: “Las resoluciones de la

Dirección General de Aguas, cuando así lo señala la ley, se entienden

notificadas desde la fecha de su dictación, y se encuentra ajustado a

derecho que tal Dirección rechaze un recurso de reconsideración

presentado fuera del plazo de 30 días que establece el artículo 136 del

Código de Aguas, contado desde la fecha señalada”.

También, la sentencia de fecha 28 de agosto de 1991, de la Iltma.

Corte de Apelaciones de Temuco, confirmada con fecha 17 de septiembre

del mismo año por la Excma. Corte Suprema, relativa a un recurso de

protección deducido por Endesa S.A. en contra del Director Regional de la

Dirección General de Aguas de la IX Región, Rol Nº 345-91, se estableció

que: “carece de relevancia que la Dirección General de Aguas haya

prescindido de la circunstancia de estar o no finiquitado el trámite de toma

Page 83: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

83

de razón por la Contraloría General de la República de las resoluciones

que motivaron el recurso de protección, para los efectos de darlas por

notificadas, atendido el claro tenor de lo dispuesto en el artículo 139 del

Código de Aguas, que está referido expresamente a la fecha de dictación de

la resolución, sin ninguna alusión al trámite de toma de razón”.

VIII. Tramitación

1. El Código de Aguas nada dice acerca del procedimiento a que se

somete la reclamación, por lo que, debe estarse a las normas supletorias

establecidas en el Código de Procedimiento Civil.

2. Presentado el reclamo, el secretario debe certificar en él la fecha e

ingresarlo al libro de Rol (artículo 200 del Código de Procedimiento Civil).

3. La sala tramitadora examinará en cuenta si el reclamo es

admisible y si ha sido interpuesto en el término legal (artículo 213 del

Código de Procedimiento Civil).

3.1. Si encuentra mérito para declararlo inadmisible o

extemporáneo, lo declarará así desde luego o traerá los autos en relación

para dilucidar el punto (artículos 196 y 213 del Código de Procedimiento

Civil).

3.2. Si lo declara inadmisible ordenará archivar la reclamación.

3.3. Si lo declara admisible le dará la tramitación correspondiente.

4. La Corte dará traslado a la Dirección General de Aguas por un

plazo razonable. Al respecto, estimamos que lo que corresponde es que la

Corte solicite informe de la Dirección General de Aguas, por cuanto ésta no

es parte sino que organismo recurrido. Lo anterior, no obsta a que la

mencionada Repartición pueda hacerse parte y defender su posición ante

las Cortes de Apelaciones respectivas.

5. Evacuado el traslado o en su rebeldía, traerá los autos en relación

para su vista.

IX. Intervención de terceros en el recurso de reclamación La doctrina es unánime para sostener que terceros son aquellas

personas que sin ser partes directas en el juicio, intervienen en él por

tener un interés actual en sus resultados.

Page 84: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

84

Asimismo, son terceros coadyuvantes aquellos que sostiene

pretensiones armónicas con la de alguna de las partes litigantes.

Es de común ocurrencia que terceros tengan un interés en los

resultados del recurso de raclamación, sea para que éste sea acogido o

denegado por la Corte de Apelaciones respectiva. Así, ocurre por ejemplo,

cuando la Dirección General de Aguas ha constitudo un derecho de

aprovechamiento en favor de una persona, y la resolución respectiva ha

sido objeto de un recurso de reclamación. En este caso, a la persona a la

que se le otorgó el derecho, obviamente, tiene interés en que la legalidad y

procedencia de dicha resolución sea confirmada por el tribunal que

conozca y falle del recurso.

La intervención de los terceros en el recurso de reclamación se rige

por las normas procesales contenidas en el Libro Primero del Código de

Procedimiento Civil, sobre reglas comunes a todo procedimiento. Los

Jueces que no lo resuelvan de ese modo cometen falta que debe

enmendarse a través del recurso de queja, debido a que el artículo 137 del

Código de Aguas que rige la reclamación no tiene disposición en contrario.

(Sentencia de fecha 23 de diciembre de 1985 de la Excma. Corte Suprema.

Rev. de Derecho y Jurisprudencia Nº 3 de 1985, pág. 106).

X. Fallo del recurso

1. El Código de Aguas nada estipula al respecto, por lo que en

consecuencia debe estarse en todo a las reglas supletorias que establece el

Código de Procedimiento Civil.

2. De conformidad a lo previsto en el artículo 158 del Código de

Procedimiento Civil, la resolución que resuelve un recurso de reclamación

tiene la naturaleza de una sentencia definitiva.

XI. Recursos

1. Aplicándose las normas comunes a todo procedimiento, podría

concluirse que en contra del fallo de la Corte de Apelaciones respectiva que

resuelve un recurso de reclamación en contra del Sr. Director General de

Aguas, procede el recurso de apelación (artículo 187 del Código de

Procedimiento Civil).

Sin embargo, la Excma. Corte Suprema ha fallado que atendida la

naturaleza del procedimiento al que se somete al recurso de reclamación

no resulta admisible la apelación en contra de la resolución que se

pronuncia sobre aquél. (Rev. Fallos del Mes Nº 320 de 1985, sent. 2, pág.

Page 85: 11 Procedimientos Judiciales en materia de aguas_ Gonzalo Arévalo Cunich (3)

85

370). Lo anterior fue ratificado por la Excma. Corte Suprema en fallo de

fecha 22 de septiembre de 1993, recaído en la causa Rol Nº 21.725.

2. En contra del fallo de la Corte de Apelaciones respectiva que

resuelve un recurso de reclamación en contra del Sr. Director General de

Aguas, proceden los recursos de casación en la forma y en el fondo, de

acuerdo a los artículos 767 y 768 del Código de Procedimiento Civil.

3. Finalmente, en contra de la resolución de la Corte de Apelaciones

respectiva que se pronuncie acerca de un recurso de reclamación procede

eventualmente el recurso de queja ante la Excma. Corte Suprema, en los

términos de la ley Nº 19.374, publicada en el Diario Oficial Nº 35.097, de

18 de febrero de 1995. Artículo 1º Nº 18 y artículo 1º transitorio.

GAC/2002