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Viernes 6.05.11 GPS GUÍA PARA SALIR El embalse de Santa Teresa Dehesas que rodean el embalse de Santa Teresa, entre las localidades salmantinas de Salvatierra de Tormes y Montejo. :: JAVIER PRIETO GALLEGO Un mar interior rodeado de dehesas y buen jamón en la provincia de Salamanca [P2 Y 3]

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Viernes6.05.11

GPSGUÍA PARA SALIR

El embalse deSanta Teresa

Dehesas que rodean el embalse de Santa Teresa, entre las localidades salmantinas de Salvatierra de Tormes y Montejo. :: JAVIER PRIETO GALLEGO

Un mar interior rodeadode dehesas y buen jamón enla provincia de Salamanca [P2 Y 3]

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PLANES Viernes 6.05.11EL NORTE DE CASTILLAGPS2

Apenas aprende a correr y seencuentra de sopetón con unmuro infranqueable: la presadel embalse de Santa Teresafrena en seco su escapada ha-cia el Duero cuando el Tormesaún lleva frescos en el recuer-do sus primeros regateos, losbrincos que aprendió mien-tras sorteaba barrancadas y to-boganes de granito en la cer-cana sierra de Gredos. Se for-

ma así, casi a traición, el se-gundo mayor embalse, des-pués del de Riaño, de toda lacuenca del Duero. O lo que eslo mismo, un auténtico marinterior que puede llegar aacumular 496 millones demetros cúbicos de agua y quelas truchas, las carpas o los bar-bos deben imaginar como unocéano para ellos solos inter-puesto entre dos mundos.

El caso es que tanta agua ytan remansada a su pesar for-ma en el paisaje un charco dedimensiones colosales. Ycomo no hay charco sin ori-llas resulta que dibuja a su al-rededor una línea de costa de100 kilómetros. La mismadistancia que media entreCullera y Benidorm, solo queaquí en lugar de playas de are-na fina, urbanizaciones de

lujo o macrohoteles con vis-tas al mar lo que predominaes el reino del encinar, kiló-metros y kilómetros de soli-tarias dehesas donde pacen acuerpo de rey terneras sal-mantinas y cerditos ibéricossin estorbarse ni pisarse latoalla. Y, entre medias, un ro-sario de pequeñas poblacio-nes que visitadas así, de unaen una, conforman el planperfecto para un domingo detortilla, coche y chapuzón–esto último, si el tiempoacompaña una vez pasada lainestable primavera–.

Un buen lugar para empe-zar este rodeo al charco másgrande de Salamanca –tieneuna superficie de 2.579 hec-táreas– es el propio muro delembalse. Si se llega desde laautovía puede dejarse el co-che una vez sobrepasado yluego regresar a pie hasta laparte central. Unos balconci-llos permiten asomarse al to-bogán de 60 metros por elque se precipita el agua en sucamino hacia la capital sal-mantina. La presa fue cons-truida en 1960 y cuenta concinco compuertas capaces dealiviar 2.050 metros cúbicospor segundo. Cuando se

abren al tiempo, cosa queocurre muy de tanto en tan-to, el espectáculo atronadorsupera con creces el de cual-quier parque acuático al uso.

Al igual que otros embal-ses construidos en las déca-das centrales del siglo XX, lafinalidad principal del de San-ta Teresa fue la de regular elcauce del Tormes, evitandosorpresivas y devastadorasinundaciones, abastecer deagua potable a numerosas po-blaciones –incluida la capitalde la provincia– y, sobre todo,facilitar regadío de 65.000hectáreas en el entorno.

Pero lo cierto es que, a es-tas alturas, el embalse se haconvertido también en un re-clamo muy frecuentado paraactividades relacionadas conel agua, y no es raro ver ama-rar hidroaviones en él, correrveleros y piraguas o pescado-res esperando impasibles surecompensa en cualquier re-codo de esta costa adehesada.De hecho, hay localidadesque, como la de Pelayos, tra-tan de dar la vuelta al infor-tunio que supuso para ellasla inundación de las tierras delas que vivían, apostandoahora por la creación de cen-

La costa másverde del TormesLas orillas del embalse de Santa Teresa brindanun viaje de 100 kilómetros a través de las dehesas

JAVIERPRIETO

RUTAS CON ENCANTOEMBALSE DESANTA TERESA

La torre medieval de los Dávila y Guzmán, en Cespedosa de Tormes, tuvo una función militar en la frontera de los reinos de León y Castilla. :: REPORTAJE GRÁFICO DE JAVIER PRIETO

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tros de actividades acuáticasen la misma orilla del embal-se. Pelayos es, además, la pri-mera parada del viaje. Y yadesde la entrada aparecen cla-ras las indicaciones que guíanhacia el lugar donde se ubicasu club náutico y escuela deregatas ‘El Arenal’. Si no se lle-va intención de echarse alagua, es también un buen lu-gar para dejar el coche y pa-sear durante un par de kiló-metros el camino que, para-lelo a la orilla, corre entre en-cinas. Eso sí, con cuidado deno llegar hasta el final: unafinca con ganado bravo y mas-tines sueltos.

Por estrecha carretera y en-tre encinares más o menosdespejados el viaje enlaza des-de aquí las localidades de Ga-linduste y Armenteros. Aquí,nada más alcanzar la iglesiasale a mano derecha la carre-tera hacia La Tala, más estre-cha aún. Siempre con el hori-zonte azul del embalse apa-reciendo en la distancia, el ro-deo va completándose por elcostado suroriental mientrasse pasan diminutas poblacio-nes como Íñigo Blasco o Na-vahombela, con el aire de pe-queñas alquerías venidas a

más a lo largo de los años. TrasLa Tala, la carretera desembo-ca en la SA-104 muy cerca deCespedosa de Tormes.

Y aunque pilla hacia la iz-quierda merece la pena lle-garse a ella para ver algo másde cerca su torre medieval delos Dávila y Guzmán, vesti-gio de que la Edad Media tuvopor aquí otros aires muy dis-tantes y distintos a los quebrinda hoy el divertimentonáutico. Cespedosa es cono-cida en toda la comarca poruna artesanía alfarera en laque destacan sus cacharrospara el agua –cántaros y boti-jos, sobre todo– y aún es po-sible comprarlos en el únicotaller artesanal que pervive.La torre es una obra del sigloXV. Lo mismo que el temploparroquial, un edificio nota-ble de estilo gótico al que seentra por una adornada por-tada con dinteles de granito.

La carretera corre desdeCespedosa a cruzar el puen-te sobre el Tormes para em-prender el regreso al puntode partida por la otra orilla.Dejando Guijuelo a un lado,aunque no necesariamente,un desvío permite alcanzarla localidad de Aldeavieja y,

a continuación, Salvatierrade Tormes.

Llegar a Salvatierra es comoaterrizar en el plató de una pe-lícula bélica, con la mitad delpueblo en ruinas y la otra mi-tad en pie. El tsunami quearrasó la vida en Salvatierrade Tormes fue la construccióndel pantano. La inundacióndel valle se llevó por delantesus mejores tierras y las ex-propiaciones hicieron impo-sible seguir la vida tal cual. Asíque Salvatierra se fue vacian-do hasta quedar sobre el terre-no como la cáscara de un hue-vo medio roto. Pero el cúmu-lo de ruinas que hace unosaños amenazaba con formarescombrera hoy aparecen con-solidadas, como si fueran elescenario sobre el que va a co-menzar a contarse una histo-ria que jamás debió suceder.

Desde la plaza, a la que se

asoma el arco esquelético dela que se dice que fue una si-nagoga, la Casa del Corregi-dor –que se conoce por el es-cudo sobre la puerta–, la rui-na impúdicas de La Casona yla antigua cárcel, con un din-tel historiado y contunden-tes rejas en las ventanas, par-te la calle que baja hacia elpantano y la puerta del Río,única superviviente del cer-co amurallado que arrancabaen el castillo, también con-vertido en asilvestrada ruina.Por encima del castillo que-dan los lavaderos y un cruce-ro de granito mediando entrelas viejas escuelas y las pare-des del castillo. Del otro ladode la sinagoga se conserva to-davía la curiosidad de una he-rrumbrosa fuente hecha dehierro fundido, con abreva-dero circular y dos caras contrompetillas por caño.

Los amantes del paseocampestre pueden recorrer apie, sin pérdida posible, el tra-mo del GR.189 que enlazaSalvatierra y Montejo. Sonocho deliciosos kilómetrosque brindan una experienciacercana e íntima de puradehesa salmantina.� [email protected]

�En marcha. Hasta elmuro de la presa del embal-se de Santa Teresa puedellegarse desde Salamancaen 35 km por la A-66 hastaalcanzar el desvío aLa Maya y Pelayos.

�El paseo. El GR.189 es elsendero de gran recorridoque pespuntea el curso delrío Tormes desde su naci-miento. El tramo entre Sal-vatierra de Tormes y Monte-jo, después de unos prime-ros kilómetros por terrenosdespejados, circula por el in-terior de las apartadas dehe-

sas en las que se cría ganadovacuno junto a las aguas delembalse. El recorrido entreambas poblaciones es de 8kilómetros y está señalizadoen todos sus desvíos con ba-lizas de color blanco y rojo.Puede realizarse con niños oen bicicleta y apenas tienedesniveles. El inicio del tra-mo se localiza en la carrete-ra, a la salida de Salvatierrahacia Montejo.

�Dormir. Teléfono: 902 2030 30. Turismo rural y acti-vo: www.castillayleonesvi-da.com.

Puerta de entrada a la iglesia de Cespedosa de Tormes.

Se construyó en1960 para regularel Tormes, abastecera la población y regarlos cultivos

Una encina cerca de Cespedosa, con el embalse al fondo.

Fin

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