2. Características naturales

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Estado y presiones del medio ambiente marino y del litoral mediterráneo 30 2. Características naturales Este capítulo describe el mar Mediterráneo y sus costas, tras examinar sus características naturales para ofrecer un amplio marco a la información de las secciones posteriores. El mar Mediterráneo está situado en una cuen- ca casi cerrada, con conexión al océano Atlán- tico por el angosto sill del estrecho de Gibraltar. Otras características geográficas, climáticas, hidrográficas y morfológicas descritas en este capítulo, así como el equilibrio de los flujos de agua, están directamente relacionadas con las características del ecosistema. Se estudia principalmente la morfología, la sismicidad y actividad volcánica, el clima y la oceanografía física, química y biológica. Aun- que se trata extensamente la materia, algunos aspectos se examinan con menor detalle por no disponer de datos homogéneos para toda la cuenca, por ejemplo, en lo que se refiere a la oceanografía de las aguas profundas o a los mamíferos marinos. Aunque podrían rellenarse miles de páginas sobre cualquiera de los aspectos tratados, esta sección es relativamente breve y sirve de intro- ducción al esquema de evaluación FPEIR (Fuer- zas motrices, Presiones, Estado, Impactos y Res- puestas). 2.1 Morfología El mar Mediterráneo ocupa un área de unos 2,5 millones de km 2 con una anchura aproxi- mada de 3.800 km de este a oeste y una distan- cia máxima norte-sur entre Francia y Argelia de unos 900 km. Procede de un océano anterior, con antigüe- dad de decenas o cientos de millones de años y bastante más ancho, el océano Tetis. Según la teoría de la tectónica de placas, el océano Tetis comenzó a reducirse al acercarse la placa con- tinental eurasiática y la africana hace unos 50 a 70 millones de años, a la vez que se abría al océano Atlántico. Este proceso todavía está activo, sobre todo en la parte este a lo largo de la fosa Helénica, donde la corteza del Medite- rráneo oriental está sumergiéndose bajo la microplaca del mar Egeo, y sólo recientemente ha dejado de hacerlo a lo largo del arco del mar Tirreno. De este modo, la parte oriental del Mediterráneo es la más activa desde el pun- to de vista de la tectónica de placas y se caracteri- za por tener una morfología más compleja que la parte occidental. El Mediterráneo es un mar cerrado que se co- necta con el océano Atlántico por el estrecho de Gibraltar, un sill de unos 15 km de anchura y 290 metros de profundidad, y con el mar Ne- gro por el estrecho de los Dardanelos, que tie- ne una anchura máxima de sólo 7 km y una profundidad media de 55 m. La conexión con el mar Rojo se produce a través del canal de Suez. El mar Mediterráneo consta de dos cuen- cas principales, la occidental y la oriental, sepa- radas por el Canal de Sicilia, que tiene una an- chura aproximada de 150 km y una profundi- dad máxima de 400 m. En contraste con la llanu- ra del perfil y la profundidad de unos 2.700 m de la cuenca occidental del Mediterráneo, al oeste de Córcega y Cerdeña, los mares Tirreno, Jónico, de Levante y Egeo tienen una morfología que se caracteriza por la alternancia de profundas depre- siones, acusadas elevaciones, valles submarinos y pendientes pronunciadas. El punto más profun- do de todo el Mediterráneo se sitúa a 4.982 m., en una cuenca estrecha cercana a la costa del sudoeste de Grecia dentro de la fosa Helénica, y está junto a otras pequeñas cuencas donde se superan los 4.000 m de profundidad. La parte más somera del mar Mediterráneo se encuentra en el Adriático norte, donde la profundidad máxima es de 200 m. La profundidad media esti- mada es de unos 1.500 m (Figura 2.1). Desde un punto de vista morfológico, Córcega, Cerdeña y las Baleares son las islas más relevan- tes de la cuenca occidental del Mediterráneo. Sicilia y Malta están situadas en la parte central. Las islas de Chipre, Creta y Rodas son las mayo- res de la parte oriental del Mediterráneo, sien- do la característica morfológica más destacable el elevado número, de más de 700 islas e islo- tes, que se integran en el archipiélago del mar Egeo. A lo largo del litoral predominan las costas ro- cosas -tanto duras como blandas-, con acantila- dos incluso de más de 150 m de altitud en Es- paña y grandes acantilados de más de 1.000 m en Croacia. Estos acantilados se ven interrum- pidos a veces por pequeñas playas arenosas, asociadas con valles relativamente estrechos que se abren camino a través de montañas o de pequeñas planicies costeras rodeadas por áreas montañosas (Tabla 2.1).Las playas arenosas de

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Estado y presiones del medio ambiente marino y del litoral mediterráneo30

2. Características naturales

Este capítulo describe el mar Mediterráneo y suscostas, tras examinar sus características naturalespara ofrecer un amplio marco a la informaciónde las secciones posteriores.

El mar Mediterráneo está situado en una cuen-ca casi cerrada, con conexión al océano Atlán-tico por el angosto sill del estrecho de Gibraltar.Otras características geográficas, climáticas,hidrográficas y morfológicas descritas en estecapítulo, así como el equilibrio de los flujos deagua, están directamente relacionadas con lascaracterísticas del ecosistema.

Se estudia principalmente la morfología, lasismicidad y actividad volcánica, el clima y laoceanografía física, química y biológica. Aun-que se trata extensamente la materia, algunosaspectos se examinan con menor detalle porno disponer de datos homogéneos para toda lacuenca, por ejemplo, en lo que se refiere a laoceanografía de las aguas profundas o a losmamíferos marinos.

Aunque podrían rellenarse miles de páginassobre cualquiera de los aspectos tratados, estasección es relativamente breve y sirve de intro-ducción al esquema de evaluación FPEIR (Fuer-zas motrices, Presiones, Estado, Impactos y Res-puestas).

2.1 Morfología

El mar Mediterráneo ocupa un área de unos2,5 millones de km2 con una anchura aproxi-mada de 3.800 km de este a oeste y una distan-cia máxima norte-sur entre Francia y Argeliade unos 900 km.

Procede de un océano anterior, con antigüe-dad de decenas o cientos de millones de años ybastante más ancho, el océano Tetis. Según lateoría de la tectónica de placas, el océano Tetiscomenzó a reducirse al acercarse la placa con-tinental eurasiática y la africana hace unos 50 a70 millones de años, a la vez que se abría alocéano Atlántico. Este proceso todavía estáactivo, sobre todo en la parte este a lo largo dela fosa Helénica, donde la corteza del Medite-rráneo oriental está sumergiéndose bajo lamicroplaca del mar Egeo, y sólo recientementeha dejado de hacerlo a lo largo del arco delmar Tirreno. De este modo, la parte orientaldel Mediterráneo es la más activa desde el pun-

to de vista de la tectónica de placas y se caracteri-za por tener una morfología más compleja que laparte occidental.

El Mediterráneo es un mar cerrado que se co-necta con el océano Atlántico por el estrechode Gibraltar, un sill de unos 15 km de anchuray 290 metros de profundidad, y con el mar Ne-gro por el estrecho de los Dardanelos, que tie-ne una anchura máxima de sólo 7 km y unaprofundidad media de 55 m. La conexión conel mar Rojo se produce a través del canal deSuez. El mar Mediterráneo consta de dos cuen-cas principales, la occidental y la oriental, sepa-radas por el Canal de Sicilia, que tiene una an-chura aproximada de 150 km y una profundi-dad máxima de 400 m. En contraste con la llanu-ra del perfil y la profundidad de unos 2.700 m dela cuenca occidental del Mediterráneo, al oestede Córcega y Cerdeña, los mares Tirreno, Jónico,de Levante y Egeo tienen una morfología que secaracteriza por la alternancia de profundas depre-siones, acusadas elevaciones, valles submarinos ypendientes pronunciadas. El punto más profun-do de todo el Mediterráneo se sitúa a 4.982 m.,en una cuenca estrecha cercana a la costa delsudoeste de Grecia dentro de la fosa Helénica, yestá junto a otras pequeñas cuencas donde sesuperan los 4.000 m de profundidad. La partemás somera del mar Mediterráneo se encuentraen el Adriático norte, donde la profundidadmáxima es de 200 m. La profundidad media esti-mada es de unos 1.500 m (Figura 2.1).

Desde un punto de vista morfológico, Córcega,Cerdeña y las Baleares son las islas más relevan-tes de la cuenca occidental del Mediterráneo.Sicilia y Malta están situadas en la parte central.Las islas de Chipre, Creta y Rodas son las mayo-res de la parte oriental del Mediterráneo, sien-do la característica morfológica más destacableel elevado número, de más de 700 islas e islo-tes, que se integran en el archipiélago del marEgeo.

A lo largo del litoral predominan las costas ro-cosas -tanto duras como blandas-, con acantila-dos incluso de más de 150 m de altitud en Es-paña y grandes acantilados de más de 1.000 men Croacia. Estos acantilados se ven interrum-pidos a veces por pequeñas playas arenosas,asociadas con valles relativamente estrechosque se abren camino a través de montañas o depequeñas planicies costeras rodeadas por áreasmontañosas (Tabla 2.1).Las playas arenosas de

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31Características naturales

Figura 2.1Morfología de la cuenca mediterránea

Fuente: IOC/UNESCO

gran extensión son características de las zonaslitorales con planicies costeras relacionadas nor-malmente con importantes ríos que fluyen haciael mar Mediterráneo. Entre dichas planicies seencuentran el delta del Ródano en el golfo deLeón, situado al sur de Francia, la llanura del Poy la península de Taranto al norte y el este deItalia, respectivamente, y toda la línea costeradel norte de África, desde Túnez y siguiendohacia el este por Libia y Egipto hasta Israel.

Son pocos los ríos grandes que fluyen hacia elmar Mediterráneo. El río más largo es el Niloen Egipto, cuya cuenca se extiende varios milesde kilómetros hacia el interior de la parte nor-deste del continente africano. Los depósitosdel Nilo, formados antes de la construcción dela presa de Asuán, han creado una impresio-nante llanura en forma de delta, en la costa delnordeste de Egipto y un cono aluvial submari-no inmenso frente a su boca en el mar de Le-vante que, junto con el cono submarino del ríoRódano, se integran entre las característicasmorfológicas más relevantes de la cuenca delMediterráneo. El Ródano nace en los Alpescentrales en Suiza y fluye a través del lago deGinebra y por el sudeste de Francia hasta elgolfo de León, en la parte occidental del marMediterráneo. El tercer río más importanteque desemboca en el Mediterráneo es el Po,situado al norte de Italia. El Po desagua los flan-

cos del sur de los Alpes y la parte norte de lacordillera de los Apeninos, pasa por la llanuradel Po y desemboca en el norte del mar Adriáti-co. El cuarto río más importante que desembocaen el Mediterráneo es el Ebro, en España. A me-dida que los grandes ríos han ido depositandoen la costa los sedimentos producidos por la

Þ

Tipología provisional para el primer nivel deformaciones litorales en la región del Mediterráneo

Tabla 2.1.

Þ Componentes

Acantilados marinos, islas acantiladas,archipiélagos, rías, litoral rocoso concuevas, bahías y dunas embolsadas,desembocaduras de ríos, pequeñosestuarios y bahías en formación

Litoral kárstico

Planicies con lecho de roca formado por lasmareas, otros acantilados marinos friables,p.ej. de pizarra o de arenisca. Planiciescosteras con lecho de roca blanda.

Lagunas, limos del mar Negro, deltasfluviables, dunas costeras.

Tipo de paisaje dominante

a. Litoral de roca dura y acantiladoscosteros

Áreas kársticas del Mediterráneomicromareal

b. Planicies costeras de roca dura

Costas afectadas por micromareasen la región mediterránea

c. Litoral de roca blanca

Ciertos lugares costeros

d. Planicies dominadas por el oleaje

Áreass de micromarea

Fuente: EUCC 1998

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Estado y presiones del medio ambiente marino y del litoral mediterráneo32

erosión de las montañas, se han creado nuevoshábitats litorales en las grandes llanurassedimentarias de la costa y que en la regiónmicromareal del Mediterráneo se han desarro-llado como grandes sistemas deltaicos, como eldelta del Ebro en España, el delta del Po en Ita-lia o la llanura costera de Albania, entre otros.

2.2. Actividad sísmica y volcánica en la región del Mediterráneo

La actividad sísmica en el Mediterráneo co-menzó con la colisión entre las placas europeay africana en el Cretáceo (hace 70 a 100 millo-nes de años) y duró hasta el Mioceno (hace 5 o6 millones de años). Desde el Mioceno hasta laactualidad las placas han seguido colisionando,pero el movimiento se ha hecho más lento.

Toda la región mediterránea se caracteriza porla presencia de microplacas, de lo que resultaun modelo geodinámico muy complejo, ya quelas microplacas se mueven unas contra otras.Estos procesos tectónicos de las placas siguentodavía activos en algunas zonas (Mediterráneooriental) o han desaparecido en otras (Medite-rráneo occidental). La Figura 2.3 representa lasismicidad de la región mediterránea. En lasAzores, situadas en el Atlántico, coinciden tresplacas: la norteamericana, la europea y la afri-cana. Desde estas islas se inician una serie defallas de desplazamiento horizontal que cruzanel estrecho de Gibraltar y el sur de España. Elsistema de fallas se extiende entre el mar deAlborán y el oeste de Sicilia con empujes en laplanicie desde el este hacia el oeste.

La península Ibérica experimenta muchos pro-cesos sísmicos tanto en la zona pirenaica comoen Andalucía y Sierra Morena (Figura 2.2 yFigura 2.3). En la costa lusitana ocurren fuer-tes terremotos, con efectos perjudiciales en elcontinente, así como en las islas Baleares. Aun-que son poco frecuentes, los terremotos queocurren en el valle del Ródano, en el sudestede Francia, suelen ser de gran magnitud, siendoconsiderada esta región como una de las de ma-yor riesgo de Europa occidental. Entre Sicilia ylos Alpes existe un arco sísmico que fue el quedio lugar a la formación de los Apeninos.

La península italiana experimenta una granactividad sísmica y a lo largo de los Apeninosse registran terremotos de gran intensidad.Estos terremotos, que provocan graves daños,afectan a Sicilia occidental, al canal de Sicilia ylos Apeninos. En el centro de Italia existenfallas directas, fundamentalmente en la vertien-te adriática de los Apeninos, y a lo largo de lascostas del mar Tirreno. En el norte de Italia lasáreas sismogénicas producen terremotos deintensidad media o alta (Figura 2.2).

En los Alpes, la actividad sísmica se distribuye alo largo del arco alpino, siguiendo las estructu-ras geológicas más importantes desde la regiónprealpina de Liguria hasta los Apeninos, los Al-pes austríacos y, en menor medida, hasta la zonacaliza del sur de los Alpes.

Las montañas de los Balcanes tienen una es-tructura geológica parecida a la de losApeninos aunque no experimentan las mismaspresiones que éstos. Los fenómenos sísmicos,casi siempre de gran intensidad, se extiendenpor una zona que comprende el estrecho deOtranto y el oeste de Grecia. Desde un puntode vista sísmico, es una de las áreas de mayorriesgo de todo el Mediterráneo y en el pasadoha sufrido terremotos catastróficos, debido es-pecialmente a la gran vulnerabilidad de las edi-ficaciones antiguas. De hecho, en los últimosveinte años (1977-1997), se han producido te-rremotos de gran intensidad en amplias regio-nes de Grecia, incluidas varias ciudades gran-des (Figura 2.2). Estos terremotos causaron lapérdida de vidas humanas y graves daños enmiles de casas y otros edificios, que en algunoscasos tuvieron que ser demolidos. Estos dañosse debieron en gran parte a las ondulaciones,desprendimientos de tierra, solifluxiones, hun-dimientos de tierra y otros efectos inducidospor los terremotos. En el extremo de lamicroplaca del Egeo, especialmente en el arcohelénico y en las islas que forman el archipiéla-go del Egeo, tienen lugar fenómenos sísmicos,generalmente de gran intensidad (Figura 2.2).

A lo largo de la costa mediterránea de la penín-sula de Arabia, se presentan fenómenos sísmicosde gran magnitud, que están conectados con laprolongación de la rama norte del sistema devalles de dislocación que originaron el marRojo. Estos fenómenos se localizan a lo largo dela falla tectónica por donde fluye el río Jordán.Con frecuencia sacuden la costa Mediterráneadesde el Golfo de Aqaba, en la parte oriental dela península del Sinaí, hasta el extremo nordestedel Mediterráneo. Más al sur, a lo largo del bor-de de la península de Arabia, en el mar Medite-rráneo, se producen también fenómenossísmicos de gran intensidad (Figura 2.2).

Existe también una sismicidad difusa en el nor-te del Sahara. Hay muy pocos terremotos degran intensidad en esta región del norte deÁfrica, pero con frecuencia se registran temblo-res de intensidad media o baja.

Los volcanes están situados en la parte centralde la región mediterránea; algunos en Italia,uno en Grecia y varios volcanes sumergidos enla llanura del Tirreno. Existen volcanes activosa lo largo del arco magmático de las islasEolias, en la península italiana (Etna yVesubio) y en Grecia (Santorini), (Figura 2.4).

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Fuente: NCMR

Características naturales

Fuente: Tiedemann, 1992

Figura 2.3Sismicidad del mar Mediterráneo

Fuente: USGS

Figura 2.2Distribución de los principales terremotos y volcanes activos en la región euromediterránea

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Estado y presiones del medio ambiente marino y del litoral mediterráneo34

El Etna inició su actividad en el Pleistoceno me-dio superior (hace unos 700.000 años), cuandoaún estaba sumergido. Con posterioridademergió a la superficie debido a la elevacióntectónica y a la acumulación de material erupti-vo. El Vesubio representa la continuación actualdel proceso volcánico que existe a lo largo de lalínea del Tirreno, desde Toscana hastaCampania. Comenzó su actividad volcánica haceaproximadamente dos millones de años y conti-nuó durante el Pleistoceno (desde hace840.000 años hasta hace 10.000 años) y elHoloceno (los últimos 10.000 años). En la ac-tualidad, a lo largo de la península italianasólo en el área de Campania hay actividad vol-cánica de forma piroclástica (con nubes deceniza y expulsión de material incandescente),siendo un fenómeno de alto riesgo en áreasdonde la vulnerabilidad ha aumentado en losúltimos tiempos.

Las principales manifestaciones de la actividadvolcánica en Grecia son los volcanes activossituados a lo largo del arco volcánico del marEgeo y las numerosas fuentes termales relacio-nadas con las fallas más activas que se encuen-tran distribuidas por todo el territorio griego.Dentro de la caldera de la isla de Santorini, elvolcán más famoso del mar Egeo, han surgidocuatro nuevos islotes a causa de las sucesivaserupciones ocurridas en los últimos 2000 años(46 d.c., 1570, 1707 y 1866). Se cree que unaviolenta erupción del volcán en la antigüedadfue la responsable del fin de la civilizaciónminoica de la isla de Creta.

Mapa del vulcanismo en la región mediterránea

2.3. Clima

El Mediterráneo está sometido a dos sistemasde tiempo atmosférico, el subtropical y el delas latitudes medias. El clima Mediterráneo secaracteriza por tener un invierno templado,húmedo y ventoso, y un verano cálido, seco yrelativamente en calma. Los periodos de transi-ción, desde abril a mayo y desde septiembre aoctubre, son demasiado cortos para ser consi-derados como estaciones propiamente dichas.Las características de las estaciones están direc-tamente relacionadas con el movimiento y de-sarrollo de los grandes sistemas de presiones:el anticiclón permanente de las Azores, el grananticiclón continental de Eurasia y las bajaspresiones sobre el desierto norteafricano y elAtlántico tropical. Los meses de invierno secaracterizan por los centros de baja presiónsobre los mares Tirreno, Jónico oriental yEgeo, y por las altas presiones en tierra firme. Enverano, el modelo de presiones está dominadopor la competencia entre un frente de altas pre-siones procedentes de las Azores y las bajas pre-siones sobre Oriente Medio, originando flujosmonzónicos desde el sur de Asia y creando ungradiente de presión este-oeste a través del marMediterráneo. La mayoría de las depresiones(alrededor del 70%) dentro de la región medi-terránea se forman en el Golfo de Génova, aun-que en primavera también se originan muchasal sur de la cordillera del Atlas en el norte deÁfrica. Aproximadamente una décima parte delas depresiones penetran por el Atlántico, prin-cipalmente a través del estrecho de Gibraltar o

Figura 2.4

Fuente: NCMR

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35Características naturales

del paso Garona-Carcasona. En el Mediterráneocentral y oriental pueden formarse nuevas de-presiones en la parte norte del mar Jónico, en elsur del Egeo y en la región de Chipre. No obs-tante, este fenómeno es poco frecuente y se li-mita a los meses de invierno.

Los efectos orográficos de las masas continen-tales que rodean la cuenca mediterránea sonesenciales para el movimiento vertical de lasmasas de aire, que da lugar a vientos regiona-les y locales. Entre los diversos sistemas perma-nentes de vientos regionales, los más fuertesson el Mistral y los Etesios. El Mistral es unviento intenso, frío y seco, que circula, sobretodo en invierno, desde el noroeste por el valledel Ródano entre los Pirineos y los Alpes quedespués de alcanzar el golfo de León se ex-pande sobre una amplia área del Mediterráneooccidental. Los Etesios (o Multems en turco)son vientos del norte que dominan en el Medi-terráneo oriental a finales del verano y a prin-cipios del otoño, que es cuando alcanzan ma-yor intensidad, siendo canalizados hacia el marEgeo por el paso entre la cordillera de losBalcanes y Anatolia. Otros importantes siste-mas de vientos son: el Bora, un viento de in-vierno fuerte, aunque poco frecuente, que cir-cula al norte del Adriático; el Vendaval, unviento del oeste que circula a través del estre-cho de Gibraltar hacia el mar de Alborán, en-tre España y Marruecos; el Siroco o Khamain, unviento cálido de componente sur, procedente

Figura 2.5Temperatura del aire y precipitación media mensual de diez estacionesmeteorológicas costeras de la región mediterránea

de las zonas desérticas de África y Arabia. Lostemporales en la cuenca del Mediterráneo tie-nen lugar sobre todo en invierno, especialmen-te en el golfo de León (unos 27 temporales poraño), en el mar Egeo y en el canal de Cerdeña(con un promedio de 12 y 10 temporales, res-pectivamente).

La diferencia de temperatura del aire entre elverano y el invierno es generalmente de unos15ºC. No obstante, los factores meteorológicos ygeográficos locales pueden ocasionar condicio-nes extremas y excepcionales. Las temperaturasmás altas del aire se registran cerca de las costasde Libia y Egipto entre marzo y junio, pudiendoalcanzar los 50ºC. Se registran regularmente altastemperaturas en algunos lugares del Mediterrá-neo, por ejemplo en el lado de sotavento de lasmontañas de Córcega, la costa norte de Sicilia,Creta y Chipre. En España también se registranaltas temperaturas del aire cuando el aire tropi-cal continental fluye en dirección norte proce-dente de África. Las temperaturas más bajas seproducen durante el invierno en la costa del gol-fo de León, en el nordeste del mar Egeo y en elAdriático (Figura 2.5).

Las precipitaciones durante la estación húme-da, desde finales del otoño a principios de laprimavera, suponen más del 90 % del total delas precipitaciones anuales (Figura 2.5) Las pre-cipitaciones se reducen hacia el sur, pero la dis-tribución geográfica depende de la orografía. La

Fuente: Mayo, 1982

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Estado y presiones del medio ambiente marino y del litoral mediterráneo36

nieve al nivel del mar es relativamente rara, si-tuándose las áreas más afectadas en el nordes-te del mar Adriático y en el norte del Egeo, conunos seis días de nieve al año, y en el golfo deLeón y la Riviera de Francia e Italia, con unamedia de dos o tres días al año. Las tormentasson más frecuentes en el norte de Italia y en losBalcanes, especialmente durante el verano,siendo también comunes en el Mediterráneocentral y occidental durante el otoño.

2.4. Hidrografía y oceanografía física

El principal río que desemboca en el mar Me-diterráneo es el Nilo, con una longitud de4.132 km y, excluyendo el alto Nilo, una cuen-ca de 3.350 km2. Su aportación es de 89 km3/año a la altura de la presa de Asuán, pero dis-minuye a menos de 5 km3/año al llegar al marMediterráneo; por lo tanto puede ser conside-rado como un río menor en términos de des-carga en el mar. Los principales ríos, salvo elNilo, están concentrados en la región nortedel Mediterráneo. Las cuencas fluviales songeneralmente pequeñas, siendo las principalesla del Ródano, Ebro y Po, con una extensiónde 96.000, 84.000 y 69.000 km2 respectivamen-te. Sin embargo, casi el 60 % del área terrestrede la cuenca mediterránea está ocupada porcuencas con menos de 10.000 km2.

El mar Mediterráneo se caracteriza por la granevaporación que experimenta, especialmentebajo la influencia de los vientos fríos y secos.Puede definirse como una «cuenca de concen-tración», porque la evaporación excede a lasuma de precipitaciones (aproximadamente800 km3/año) y escorrentía fluvial, resultando

un déficit de agua dulce estimado en unos 2.500km3/año (Tabla 2.2).

Este déficit es compensado principalmente porla entrada de agua desde el Atlántico por elestrecho de Gibraltar y la aportación de aguadesde el mar Negro por el estrecho deEstambul (Bósforo). El intercambio de agua através del canal de Suez se considera insignifi-cante (Tabla 2.2). El limitado intercambio con elocéano Atlántico y su gran profundidad haceque el valor estimado para el tiempo de perma-nencia sea bastante alto, alrededor de 75 a 100años. Debido al sill de Gibraltar, las aguas profun-das y frías del océano no pueden alcanzar el marMediterráneo, cuya temperatura por debajo de los200 metros es más caliente de 12ºC. Las aguas su-perficiales que entran desde el Atlántico son máscalientes y menos salinas (15,4ºC y 36,2 ups, uni-dad práctica de salinidad) que las que fluyen haciafuera (13ºC y 37,9 ups) por lo que el mar Medite-rráneo importa calor y exporta sal.

Esquemáticamente, el mar Mediterráneo se com-pone de tres principales masas de agua:

• las aguas superficiales del Atlántico, conespesor de 50 a 200 metros y salinidad queoscila entre 36,2 ups cerca de Gibraltar y38,6 ups en la cuenca levantina;

• las aguas intermedias de la cuenca levantinase encuentran a una profundidad entre 200y 800 metros, con temperatura de 13 a15,5ºC y salinidad de 38,4 a 39,1 ups;

• las aguas profundas del Mediterráneo, for-madas en sus cuencas occidentales y orien-tales. Las aguas profundas del Mediterrá-neo se caracterizan por una temperatura de12,7ºC y una salinidad de 38,4 ups, mientrasque las aguas profundas del Mediterráneooriental se caracterizan por una temperaturade 13,6ºC y una salinidad de 38,7 ups.

La temperatura y la salinidad en la superficiedel mar Mediterráneo en invierno se exponenen las Figuras 2.6 y 2.7. Sin embargo, las caracte-rísticas físicas de las masas de agua han cambia-do desde finales de la década de los 50(Bethoux et al., 1990). En particular, la tempera-tura y la salinidad de las aguas profundas delMediterráneo occidental han aumentado en0,13ºC (3,2 x 10-3 ºC/año) y 0,04 ups en los últi-mos 40 años (Bethoux et al.,1998) y en las aguasde Levante, en el canal de Sicilia, el aumentoobservado ha sido de 0,003ºC/año y 0,002 ups/año (Sparnocchia et al., 1994). Sobre las causasde estos cambios se debate si son debidos a uncambio global, o a la disminución de las aporta-ciones de agua dulce, por ejemplo, por la reduc-ción de la descarga desde el Nilo tras el cierrede la presa de Asuán en 1970. Recientemente sehan observado también cambios en las aguas pro-fundas del Mediterráneo oriental. Los estudios

Aportación de agua desde las principales fuentes (enkm3/año)

Tabla 2.2

Fuente: Bethoux,1980; Hopkins, 1985

Océano Atlántico entrada - salida 1.700

Mar Negro entrada - salida 164

Ríos

Ródano 54

Po 46

Ebro 17

Neretva 12

Drni 11

Meriç-Evros/Ergene 10

Seyhan 8

Tiber 7

Adigio 7

Otros ríos menores (incluído el Nilo) 50

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37Características naturales

Figura 2.6Temperatura en la superficie del mar: media climatológica mensual (enero)

Fuente: MEDATLAS CD-ROM, IFREMER/SISMER (F), 1997

Fuente: MEDATLAS CD-ROM, IFREMER/SISMER (F), 1997

Figura 2.7Salinidad en la superficie del mar: media climatológica estacional (invierno)

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Estado y presiones del medio ambiente marino y del litoral mediterráneo38

hidrográficos realizados en esta zona del Medite-rráneo desde comienzos de siglo hasta 1987, hanmostrado que la fuente de agua principal pordebajo de los 1.200 m de profundidad procededel mar Adriático. Una investigación llevada acabo en 1995 comprobó que la entrada de aguadesde el mar Egeo desplazó un 20% de las aguasprofundas del Mediterráneo oriental (Roether etal., 1996).

Para describir la circulación a gran escala en elmar Mediterráneo, el espacio se ha considera-do a la escala de las subcuencas que lo integrany los desplazamientos a la meso-escala de losmovimientos circulares interconectados y limi-tados por corrientes en chorro con fuerte varia-bilidad estacional e interanual. Los flujos deesta circulación general afectan a las regionescosteras e influyen mucho en la dinámica de lascorrientes locales. De hecho, las áreas pocoprofundas del Mediterráneo son comparativa-mente pequeñas y están separadas de las regio-nes más profundas por pronunciadas y escalo-nadas rupturas de la plataforma continental.Esta configuración hace posible la intrusión delcampo de flujo a gran escala en áreas costerasestancadas y la influencia directa de las corrien-tes a gran escala en el flujo litoral. Este meca-nismo favorece el transporte de material desdelas áreas costeras hacia el océano abierto y tie-ne consecuencias importantes para el manteni-miento de los ciclos ecológicos de la cuenca.

Los sistemas de anastomosis y corrientes localesson también partes esenciales de la circulacióngeneral debido a la complejidad de la topogra-fía y a la presencia de las islas. A partir de losestudios de observación y modelización realiza-dos (Millet, 1991; POEM Group, 1992;Roussenov et al., 1994) se pueden distinguir lassiguientes estructuras (Figura 2.8):

• la corriente en chorro de agua del Atlánticoque entra por el estrecho de Gibraltar;

• las características de la cuenca argelino-pro-venzal;

• la rotación en el golfo de León;• la rotación a gran escala en el mar Tirreno;• la corriente atlántico-jónica que existe en el

canal de Sicilia y diverge en el mar Jónico;• la corriente en chorro del Mediterráneo cen-

tral que refuerza la corriente atlántico-jónicaen la cuenca de Levante;

• las rotaciones de Rodas e Ierapetra;• las rotaciones de Mersa-Matruh y Shikmona;

La circulación en los niveles intermedios co-rresponde principalmente a los flujos disemina-dos de las aguas levantinas intermedias, quesalen hacia el Atlántico por el sill de Gibraltar,después de un largo desplazamiento desde lacuenca levantina. El agua intermedia levantinatambién circula de manera ciclónica dentro del

mar Tirreno, desde donde llega al mar deLiguria y fluye en dirección suroeste para salir alo largo del litoral de Francia y España.

Las corrientes en las capas profundas son en ge-neral débiles: el agua circula impulsada principal-mente por las convecciones profundas localesque están asociadas a fuertes movimientos vertica-les, mientras que la topografía limita los inter-cambios entre las subcuencas del Mediterráneo.La formación de aguas profundas es uno de losprocesos más importantes de interacción entre elaire y el mar. Normalmente ocurre una o variasveces cada invierno en algunas áreas aisladas quetienen predisposición a los vuelcos convectivos,cuando las fuerzas atmosféricas superficiales des-encadenan estos procesos. En el mar Adriáticotambién se generan espesores potentes de agua,que después de ser generados en las regionesseptentrionales de la plataforma continental, acausa de los fuertes vientos Bora, circulan por elfondo en dirección sur hasta alcanzar el marJónico. Las aguas superficiales transformadas enaguas profundas se estiman en 3.800 km3/año enel Mediterráneo occidental, 1.500 km3/año en elAdriático y 4.500 km3/año en el mar de Levante.Las características circulatorias que se observanfrecuentemente en determinadas áreas costerasde Sicilia producen algunas surgencias desde lasaguas profundas hacia la superficie.

Las variaciones del nivel del mar en las costasdel Mediterráneo se limitan generalmente adecenas de centímetros, principalmente a cau-sa de las variaciones de presión atmosférica ylas mareas. La amplitud de las mareas en elmar Mediterráneo es pequeña y predominanlos efectos semidiurnos. Además, las estrechasplataformas continentales evitan la amplifica-ción de las mareas en las costas, por lo que sóloen el norte del mar Adriático se pueden obser-var desplazamientos mareales importantes, es-pecialmente cuando se asocian con condicio-nes meteorológicas determinadas (“aqua alta”)y, aunque en menor medida, también se pue-den observar en el golfo de Gabes en Túnez.

2.5 Oceanografía química

Desde hace mucho tiempo se sabe que el marMediterráneo está empobrecido y sus niveles denutrientes son demasiado bajos para sustentaruna gran biomasa (McGill, 1961). Observacionesrecientes confirman el agotamiento general delos recursos de nutrientes en comparación conotros lugares de los océanos del mundo(Souvermezoglou, 1989; Salihoglou et al., 1990;Krorn et al., 1991a; Krorn et al., 1991b). Hay unaporte limitado de nutrientes a las aguas super-ficiales del Mediterráneo, tanto desde sus capasinferiores como desde fuentes externas, talescomo el océano Atlántico, las costas ribereñas y

Page 10: 2. Características naturales

39Características naturales

Fuente: Pinardi et al., 1997

la atmósfera, pero la principal razón de su po-breza en nutrientes está relacionada con lahidrología y la circulación del Mediterráneocomo cuenca de concentración(Souvermezoglou, 1988).

El déficit de nutrientes en el estrecho de Gibral-tar depende de la concentración del agua queentra y sale (según diferentes autores). El aguasuperficial que entra desde el Atlántico norteAAN (North Atlantic Water, NAW) es pobre ennutrientes directamente disponibles para la foto-síntesis. El rango de concentración de las formasinorgánicas en las aguas de entrada se estima en-tre 0,05 y 0,20 µM de fosfatos-P, entre 1 y 4 µM denitrato-N y cerca de 1,2 µM de silicato-Si (Coste etal., 1988a). En la parte profunda de las aguas quefluyen desde el Atlántico se desarrollan importan-tes gradientes de densidad que impiden su inter-cambio con las aguas profundas del Mediterrá-neo occidental APMO (Western MediterraneanDeep Water, WMDW), que son más ricas ennutrientes. La concentración en nutrientes de lasaguas superficiales de entrada disminuye con supropagación en el mar Mediterráneo, debido a lamezcla con el agua de la cuenca, que es más po-bre en nutrientes, y también a la actividad bioló-gica consumidora. Por otro lado, el flujo hacia elAtlántico de la mezcla que se produce sobre elsill de Gibraltar entre el APMO (WMDW) y elagua levantina intermedia ALI (LevantineIntermediate Water, LIW) de la cuenca, constitu-ye una continúa pérdida de nutrientes y reducesu acumulación en las capas profundas.

Con los datos de nitrógeno medidos durante elcrucero Mediprod IV y los flujos de agua segúnLacombe (1971) y Bethoux (1980), Coste et al.

(1988a) calcularon en el flujo de salida un déficitde nutrientes en torno al 10% para el nitrógeno yel fósforo total y el 50% para el silicio total. Losnutrientes aportados por las escorrentías totalesde los ríos del Mediterráneo también varían enor-memente. McGill (1969) sugiere que laescorrentía fluvial suministra al Mediterráneo un30% del total del nitrógeno y fósforo que ésterecibe. El fósforo aportado por las descargas te-rrestres, según los cálculos de Bethoux (1981) apartir de los datos del PNUMA (1971), se estimaque representa aproximadamente un 80% de laentrada total en la cuenca.

Las aguas profundas de las diferentessubcuencas del Mediterráneo están separadasentre sí por la existencia de sills sucesivos.McGill (1969) analiza en primer lugar la consi-derable disminución de nutrientes desde la par-te occidental hasta la parte oriental del mar Me-diterráneo. La concentración de nutrientes enel mar Egeo es doce veces menor que en elOcéano Atlántico y ocho veces menor que en elmar de Alborán. En la Figura 2.9 se representanlas variaciones de concentración de nutrientesen los distintos mares regionales como factoresde incremento respecto al nivel del Egeo (PO4:0,1 µM, NO3: 2,0 µM, SiO3: 3,0 µM). Los datos deoxigeno y nutrientes medidos en la zona orien-tal del mar Mediterráneo durante la pasada dé-cada por los programas de investigación nacio-nales e internacionales confirmaron las anterio-res observaciones y demostraron una disminu-ción de nutrientes con el siguiente orden: marde Levante > Jónico > Egeo (Souvermezoglo,1989; Stergiou et al., 1997). Esta disminución esdel mismo orden de magnitud que el apuntadopor McGill (1961, 1965).

Figura 2.8Principales características de la circulación en el mar Mediterráneo

Page 11: 2. Características naturales

Estado y presiones del medio ambiente marino y del litoral mediterráneo40

La distribución vertical de oxígeno y nutrientesen el mar Mediterráneo es la típica de una re-gión oligotrófica. La capa superficial muestrapor lo general concentraciones muy bajas defosfato (<0,05 µϖM) y nitrato (<0,2 µM), al tiem-po que contiene 0,5 µM de silicato. Esta capasuperficial esta separada de las capas inferioresde aguas intermedias y profundas por una capade transición de 100-200 m de espesor, dentrode la cual la concentración de nutrientes aumen-ta rápidamente. La concentración de nutrientesen las aguas intermedias y profundas del Medi-terráneo occidental es de 0,4 µM de fosfato, 8,5µM de nitrato y 9,5 µM de silicato (Coste, 1987).En el Mediterraneo oriental, la concentraciónes de 0,2 a 0,3 µM de fosfato, 6,0 µM de nitrato yde 8 a 9,5 µM de silicato (Souvermezoglou et al.,1982; Yilmaz y Turgul, 1997). Estas concentra-ciones son considerablemente menores que lasoceánicas que se encuentran a la misma profun-didad. La concentración oceánica de fosfatovaría desde 1,0 µM en las aguas profundas delAtlántico hasta 3,0 µM en las aguas profundas delPacífico, mientras que la respectiva cifra de nitra-to varía desde 20 µM hasta 40 µM (Ivanoff, 1972).La concentracion de oxígeno presenta nivelespróximos a la saturación en la capa superficial (6ml/l en invierno y 4,8 ml/l en verano). La con-centración de oxígeno disminuye bruscamenteen la capa de transición desde las ALI hasta lasprofundas, AP (Deep Water, DW) del Mediterrá-neo, con 4,5 ml/l en poniente y 4,2 ml/l en le-vante. Las concentraciones relativamente altas de

oxígeno indican el carácter reciente de lasaguas profundas. En las aguas de profundidadintermedia (200-600 m) del Mediterráneooriental no se distingue un mínimo acusadocomo ocurre en las del occidental. Esta diferen-cia se ha relacionado con la menor biomasa defitoplancton y con la menor producción prima-ria en el Mediterráneo oriental.

Los resultados obtenidos en años recienteshan mostrado que, aunque el Mediterráneoen conjunto es oligotrófico, de manera localy temporal se pueden encontrar grandesbiomasas planctónicas. La biomasa deplancton y la producción primaria son mayo-res en las regiones ciclónicas que en las re-giones anticiclónicas, lo que limita el aportede nutrientes a las aguas superficiales duran-te la mezcla invernal (Salihoglu et al., 1990;Krorn et al., 1992; Souvermezoglou yKrasakopoulou, 1999a). Otras razones paraesta productividad relativamente alta son: laintensa mezcla convectiva de invierno que con-duce a la homogeneización vertical; lasurgencia de las aguas desde las capas inter-medias hasta la zona eufótica; y el enriqueci-miento de nutrientes en la desembocadura delos ríos.

La circulación en el noroeste del Mediterrá-neo (mar de Liguria) se caracteriza por lapermanencia del modelo ciclónico y la mez-cla vertical que puede superar los 1.000 me-

P = fosfatos, N = nitratos, Si = silicatosFuente: McGill, 1965

Concentraciones relativas de nutrientes en los diferentes mares regionales. Concentración del Egeo = 1Figura 2.9

Page 12: 2. Características naturales

41Características naturales

tros en invierno. Los análisis químicos revelanuna baja concentración de oxígeno y una altaconcentración de nutrientes, superando 5 µMde N-NO5 y 0,15 µM de P-PO4. La producciónprimaria de carbono orgánico (C) en este áreapuede alcanzar los 2 g m-2d-1 y la biomasa defitoplancton los 3 mg m-3 de clorofila a (Coste,1987). La producción primaria anual de C en lacuenca occidental se estima en unos 80 g m-2

año-1 (Minas et al., 1993).

La rotación de Rodas, que ocupa una extensaárea en la parte septentrional del mar de Le-vante, es una característica ciclónica perma-nente del Mediterráneo oriental. Laconvección que se produce a profundidadesintermedias y ocasionalmente a grandes pro-fundidades (Stokou-Frangou et al., 1997), as-ciende las aguas profundas ricas en nutrienteshasta la zona eufótica y, en consecuencia, laproducción primaria aumenta (Salihoglu et al.,1990; Yilmaz y Turgul, 1997). Estos procesosresultan más importantes si se tiene en cuentael carácter generalmente oligotrófico del Me-diterráneo oriental.

Un ejemplo típico del enriquecimiento ennutrientes en las desembocaduras de los ríos loconstituye el mar Adriático septentrional, unade las regiones más productivas del Mediterrá-neo (Sournia, 1973; Degobbis y Gilmartin,1990).

Las aguas del Mediterráneo, aparte de su relati-va pobreza en nutrientes, suelen contener másnitrógeno que fósforo y se caracterizan poruna relación nitrato/fosfato que difiere de lade los océanos abiertos, sobre todo de la delAtlántico. La relación N:P en el Mediterráneose sitúa entre 20 y 26, es decir, mayor que elvalor N:P = 16:1 observado por Redfield et al.(1963) en el Atlántico. El mar Mediterráneoparece ser una excepción, donde el fósforo esel factor más limitante (Berland et al., 1980).Varias hipótesis han sido propuestas para ex-plicar el alto valor de la relación N:P. Bethouxy Copin-Montegut (1986) sugieren la fijacióndel nitrógeno por las cianobacterias; Coste et al.(1988a) lo atribuyen a los procesos internos dela cuenca; y Krorn et al. (1991a) lo explican porla eliminación de los fosfatos al ser adsorbidos ala superficie de las partículas de polvo delSahara, que son ricas en óxidos de hierro en elMediterráneo oriental.

Las intensas investigaciones realizadas durantela pasada década han revelado una imprevistaevolución del oxígeno y de los nutrientes enlas espesas capas profundas del Mediterráneooriental. Los estudios hidrográficos demostra-ron que después de 1987 el mar Adriático hadejado de ser la fuente dominante de las aguasprofundas del Mediterráneo oriental APMO

(Eastern Mediterranean Deep Water, EMDW) yque la contribución de las aguas profundas deCreta APC (Cretan Deep Water, CDW) ha llega-do a ser importante (Roether et al., 1996).

Las APC fluyen hacia el mar de Levante y el Jónicoa través de los estrechos más profundos del arcode Creta, se hunden y ocupan capas por debajo delos 1.000 - 2.000 m, desplazando hacia arriba lasantiguas APMO de origen Adriático(Souvermezoglou y Krasakopoulou, 1999a). Estamodificación ha causado el aumento del oxígenoy la correspondiente disminución de losnutrientes en las espesas capas profundas, nosólo en el mar abierto adyacente al mar Egeo,sino también en grandes extensiones del marJónico y del mar de Levante. Desde 1991, el cau-dal de salida de las APC es compensado por laintrusión de masas de agua en las aguastransicionales del Mediterráneo, ATM(Transitional Mediterranean Water, TMW) entrelas AIL y las APMO, en las capas intermedias delmar de Creta (Balopoulos, 1997; Souvermezoglouy Krasakopoulou, 1999b). Estas aguas, que tienenbaja salinidad, temperatura y oxígeno, pero queson ricas en nutrientes, rellenan las capas interme-dias (200-600 m) de todo el mar de Creta, cam-biando drásticamente las condiciones químicas dela región. Además, después de 1994 una nuevacapa intermedia “rica en nutrientes” y “pobre enoxígeno” se ha formado en todo el mar de Creta.La concentración de nutrientes en esta capa hasido en ocasiones el doble de las encontradas enaños anteriores.

En el Mediterráneo oriental, Bethoux et al.,(1992) han encontrado un aumento de la con-centración de fosfato y nitrato en capas poten-tes y han intentado relacionarlo con la intensi-ficación de las actividades agrícolas, industria-les y urbanas que vienen desarrollándose desdela década de 1960.

2.6. Oceanografía biológica

Las características de la vida marina del Medi-terráneo reflejan los principales factores de unambiente abiótico, por ejemplo, la deficienciade nutrientes, la temperatura de las aguas pro-fundas >13ºC, las mareas de poca amplitud, asícomo los acontecimientos geológicos antiguosy recientes, por ejemplo, la regresión del océa-no Tetis y las glaciaciones del Cuaternario,siendo el conocimiento de las limitaciones físi-cas fundamental para entender el ecosistemapelágico.

El esquema general de la evolución anual delplancton se basa en la fuerte floración delfitoplancton en primavera y, en menor medida,en otoño, lo que se asocia con la máxima varia-bilidad del gradiente de temperatura y

Page 13: 2. Características naturales

Estado y presiones del medio ambiente marino y del litoral mediterráneo42

salinidad. La floración pelágica es mínima enverano e invierno, por ser los parámetros físicosmucho más estables.

Como en otros sistemas, la vida en una columnade agua está gobernada por las relacionestróficas: la producción primaria depende de laluz, el dióxido de carbono y los nutrientes.

En comparación con otros mares u océanos, laproductividad primaria en las partes centrales delMediterráneo occidental y oriental, como enotras zonas costeras lejos de la influencia de losgrandes ríos o de las aglomeraciones urbanas, esbastante baja. Diversos factores pueden contri-buir a ello: la distribución temporal y espacial delos mecanismos de fertilización; la circulaciónsuperficial y la profunda forzadas por los inter-cambios de agua que tienen lugar en los princi-pales estrechos; y la entrada de sustancias a travésde los ríos, la escorrentía y la atmósfera, todosellos de gran importancia para entender los ci-clos de muchos elementos importantes, incluyen-do los nutrientes (Cruzado, 1993).

Los detallados estudios hidrodinámicos delmar de Liguria, por ejemplo, han demostradola importancia de la surgencia de aguas pro-fundas ricas en nutrientes hacia la superficie,lo que puede explicar la floración estacionalen áreas donde las masas de agua convergen, aveces en aguas submarinas bastante profundas(Jacques, 1994).

El zooplancton herbívoro incluye copépodos,salpas y apendicularias, mientras que elplancton carnívoro está representado por orga-

nismos gelatinosos: medusas, ctenariae,sifonóforos, quetognatos, crustáceos y pecespelágicos mictofídicos muy pequeños (Bellan-Santini et al., 1994).

Dentro de su evolución anual, como ya se ha men-cionado, las interacciones entre grupos de orga-nismos y su respuesta a los cambios naturales sonespecíficas de cada subregión mediterránea o decada subsistema físico. Uno de los ejemplos mejorestudiados, gracias a una prolongada serie de ob-servaciones que se remontan nada menos que a1775, es el ciclo anual de las medusas Pelagia enel mar de Liguria. Este es el primer modelo defluctuación plurianual en el mar Mediterráneode una especie holoplanctónica no comercial, y esel primer paso para entender los mecanismos im-plicados en los ecosistemas pelágicos (PNUMA,1991). En estas observaciones sistemáticas, se haencontrado una estrecha relación entre la calidadalimentaria del fitoplancton y la sucesión de po-blaciones de zooplancton.

Las largas series de datos temporales con res-pecto a la fluctuación de las especies pelágicasson, por tanto, requisitos previos para enten-der la interrelación de los parámetros físicos ybiológicos, considerando cada especie comouna componente del conjunto del sistema.

En líneas generales, la vida marina del Medite-rráneo puede ser caracterizada de manera resu-mida por tener poca biomasa y gran diversidad.

Con respecto a la diversidad, el mar Mediterrá-neo, que representa sólo el 0,8% de la superfi-cie y menos del 0,25% del volumen de los océa-

Número de especies conocidas de 6 grupos taxonómiccos desde 1750 hasta 1990Figura 2.10

Fuente: Fredj et al., 1992

Page 14: 2. Características naturales

43Características naturales

nos del mundo, incluye aproximadamente el7% de la fauna marina conocida y el 18% de laflora marina mundial, con un 28% que es endé-mica en el mar Mediterráneo. En sus aguas se haregistrado un total de 10.000 a 12.000 especiesmarinas, con 8.500 especies de faunamacroscópica (Fredj et al., 1992; PNUMA, 1997),aunque el conocimiento de nuevas especiessigue aumentando desde 1750 hasta nuestrosdías (Figura 2.10).

La colección de comunidades más típica y me-jor conocida viene representada por elecosistema de la planta marina Posidoniaoceánica, que se desarrolla formando grandespraderas (Fotografía 2.1) a una profundidadentre 25 y 40 m de la parte infralitoral de lacuenca occidental y la oriental del mar Medite-rráneo.

Hay otras importantes zonas de biodiversidad,como las coronas de algas calcáreas formadaspor Lithophyllum lichenoides en la zonamediolitoral; las cuevas marinas (zonasmediolitoral/infralitoral) que sustentan diver-sas especies raras de carácter endémico (porejemplo, las esponjas y el coral rojo), las cualestambién se encuentran muy a menudo en lazona batial; y las comunidades coralígenas(zona perilitoral) que constituyen el escenariosubmarino más espectacular del mar Medite-rráneo (Fotografía 2.2). En tierra, merece lapena mencionar los humedales costeros y lasplayas de arena.

La distribución de las especies en el Mediterrá-neo no es homogénea: es mayor en ponienteque en levante con un factor de dos a uno enel caso de la fauna (PNUMA, 1997). Además,la distribución de la flora y la fauna mediterrá-nea varía en función de la profundidad, comose muestra en la Tabla 2.3.

Esta diversidad se observa también a nivel de lascomunidades. En comparación con el Atlántico,las comunidades marinas mediterráneas sonricas en especies, pero sus individuos son demenor tamaño (nanismo mediterráneo) y suciclo vital es más breve (Bellan-Santini et al.,1994).

Como en otros mares, sigue sin entendersebien la relación entre la diversidad de especiesy los ecosistemas. En el contexto de una cre-ciente presión humana, surge la cuestión dehasta qué punto se puede sostener la integri-dad de los ecosistemas pese al descenso drásti-co, por no decir la práctica desaparición deciertas especies del Mediterráneo (véase la listade especies marinas mediterráneas en peligrode extinción en la sección 5.2.2 sobre “Activi-dades de conservación en el Mediterráneo”).

Photo: Sergio Sgorbini

Foto 2.2Corales (mar de Liguria)

Foto: Sergio Sgorbini

Foto 2.1Pradera de Posidonia oceánica(norte del mar Tirreno)

Page 15: 2. Características naturales

Estado y presiones del medio ambiente marino y del litoral mediterráneo44

Zonas Profundidad (m) Especies (%)

Zona infralitoral 50 63%

Zona perilitoral 100 44%

Zona batial 150 37%

Zona batial 200 31%

Zona batial 300 25%

Zona batial 500 18%

Zona batial 1.000 9%

Zona abisal 2.000 3%

Tabla 2.3 Variación de las especies según las zonas deprofundidad (en %)

Fuente: Fredj et al., 1992

Si bien los conocimientos científicos están aúnlejos de responder a esta cuestión, la conserva-ción de la rica biodiversidad del Mediterráneo,aún observable hoy en ciertas zonas, exigirá bue-nas prácticas de gestión de los ecosistemas, tan-to ahora como en el futuro.

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