2 Londres, al fin.pdf

4
Fascinante ¿no es cierto? Mucho más de lo que imaginé. Es todo un espectáculo. ¡Pero qué conmoción! Hermana, vámonos. ¡Qué barco tan extraño! Ukkio, ven y disfruta la vista. Como digas, hermano. Adiós, extraño. Debemos desembarcar, Ming. Uh, adiós señorita. Londres, faro del mundo, me recibía de brazos abiertos. Mientras, a la distancia, el vapor se confunde con el pesado humo de las calderas... ...haciendo de mi desembarco una experiencia casi onírica. Londres recibe todo tipo de viajeros y a todos da una oportunidad. En grandes ciudades como esta, cualquier cosa puede pasar. Y como dice el refrán... La embarcación ingresó silente por el Támesis. Londres, 1795.

Transcript of 2 Londres, al fin.pdf

Page 1: 2 Londres, al fin.pdf

Fascinante

¿no es

cierto?

Mucho

más de lo que

imaginé.

Es todo un

espectáculo.

¡Pero qué

conmoción!Hermana,

vámonos.¡Qué barco

tan extraño!

Ukkio, ven y disfruta

la vista.

Como digas,

hermano. Adiós,

extraño.

Debemos

desembarcar,

Ming.

Uh, adiós

señorita.

Londres, faro del mundo, me recibía de brazos abiertos.

Mientras, a la distancia, el vapor se confunde con el pesado humo de las calderas...

...haciendo de mi desembarco una experiencia casi onírica.

Londres recibe todo tipo de viajeros y a todos da una oportunidad.

En grandes ciudades como esta, cualquier cosa puede pasar. Y como dice

el refrán...

La embarcación ingresó silente por el Támesis.Londres, 1795.

Page 2: 2 Londres, al fin.pdf

Creo

que daré un

vistazo.

Permiso.

Disculpe

Ud. Vayan

circulando,

amigos.

No confíe a una

máquina la tarea

de un hombre,

profesor.

¡Esas cajas

no se moverán

solas!

¿Llegó el

circo a la

ciudad?

Ups,

¡Fuera

abajo!

¡Hey, tú:

muévete!

¡Ay!

¿Es que

ya nadie

escucha?

¡Uff!

¡Dije

MUéVETE!

“Si la vida te da limones, haz limonada.”

Y si la vida te da naranjas... bueno, haz jugo de naranjas.

Aunque en esta particular ocasión calzaría perfecto...

ese refrán que dice...

“La curiosidad mató al gato.”

Page 3: 2 Londres, al fin.pdf

¡Rayos!

¿Qué

pasó?

Esto sí

que no lo

vi venir.

¡Salvados

por un coloso

de metal!

¡Oooh!

Creí que

nos había llegado

la hora.

Yo

también,

chico.

¿Sabes

cuántos

rublos

vale ese

equipo?

Eeh,

¿Muchos?

Así que este

es su nuevo chiche,

profesor.

Impulsado por

el vapor comprimido

más puro del mundo,

John.

¿Y cómo

se llama?

¿Perdón?

Que cómo

ha bautizado al

armatoste.

Pero qué

contrariedad.

no lo sé.

¡Largo

de aquí,

buitres!

¿No tiene

nombre?

¿Qué tal

“el asombroso

Strauss-

mático”?

Suena a

secuela de

accidente.Debería

pensarlo un

poco más.

Page 4: 2 Londres, al fin.pdf

Soy Pierre Dubois.

Le pido disculpas a nombre

de la Fundación.

Perdona

mi torpeza,

chico.

John le acompañará

a su hogar, joven.

Con gusto,

compañero.

¿No será

mucho?

Descuide,

no hubo

daño.

Una caminata

es justo lo que ahora

necesito.

Muchas

gracias y

adiós, Sr.

Dubois.

Cuidado. ¡Oh! Lo

siento. Uf.

Mira

por dónde vas,

mentecato.

Qué nervios.

No había visto la

muerte tan cerca

desde que tuve

fiebre amarilla.

Tranquilo,

hijo.

Ukkio,

fue sólo un

accidente.

John

Van Deer, hijo.

Un gusto.

Bernardo

Riquelme, para

servirle.

Tienes un

acento particular

¿De dónde eres?

Del

Reino de

Chile,

señor.

Estoy en

deuda con Ud.,

señor.

Tome unas

libras por el

mal rato.