2. Reflexion Sobre La Etica de Los Negocios y Sus Crisis Act

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2 . REFLEXION SOBRE L AETICA DE LOS NEGOCIO S

Y SU CRISIS ACTUA L

Tras haber presentado al lector los datos desordenados d etestimonios tornados de la vida, le proponemos en este capítul oretroceder un tanto en el tiempo y en el espacio, colocar c nperspectiva algunos hitos que pueden ayudarle a profundizar en l acomprensión de los fenómenos actuales .

Con un enfoque que diríamos a vista de helicóptero, sobrevo -laremos los paisajes siguientes :

—definiciones breves ;—imágenes de la ética a través de los tiempos ;—imagen de la ética mercantil y del capitalismo de mercad o

en diferentes épocas ;—ética actual del capitalismo de mercado ;—problemática ligada a la ética de los negocios ;—desestabilización por la dimensión internacional v por la s

prácticas anglosajonas ;—deriva, en Francia, de la ética del Estado ;—crisis francesa de la ética de los negocios ;—variantes europeas de la ética de los negocios .

1 . Definiciones breves

Lo mismo que M . Jourdain hacía prosa sin saberlo, cada un nde nosotros ilumina sus comportamientos y decisiones por una

1 II( . t UI : 1 .US NEGOCIOS

REFLEXION SOBRE LA ETICA DE LOS NEGOCIOS Y SU CRISIS ACTUA L

reflexión ética : es decir, elegimos los caminos que nos parecenbuenos en vez de los que estimamos malos, con vistas a los fine sque perseguimos y de los criterios o normas que intentamosrespetar . ¿Cuál es entonces la diferencia entre ética y moral ?Dejemos responder al profesor Francois Bourricaud : «La palabraruca es el disfraz que adoptan hoy los que quieren hablar d emoral sin parecer demasiado carrozas . . .» . Aspecto objetivado d ela moral, la ética no es otra cosa que una reflexión sobre l aconducción responsable de la vida en el sentido elegido ; y la éticade los negocios no es más que un caso complejo de este enfoque .

¿Cómo definir la ética sin dar, de entrada, la palabra al gra nAristóteles, verdadero fundador del concepto? Lo haremos citan -do a uno ele sus fervientes discípulos actuales, Bernard de LaRouchcfoueauld :

Para Aristóteles, la ética se basa en la finalidad de la acció nhumana .

Permite elegir en función de un fin que es mi bien ; porque yosoy capaz de operaciones voluntarias dirigidas ala felicidad . E sla ética de la responsabilidad, que implica el respeto a los otro sy la cooperación . . . De ahí la noción de bien común .

La ética de la responsabilidad, con la finalidad del bie ncomún, está a la base de la gestión ele las empresas modernas 2 .

Completemos esta cita con la muy aristotélica del Petit La -ro ussc :

Laica : doctrina de la felicidad de los hombres y de los medio sde conseguir dicho fin . Conjunto particular de reglas de conduc -ta (deontología) .

Retengamos, de estas primeras definiciones, un punto esen-cial : el papel de la ética no es estorbar el desarrollo y la felicida ddel hombre, que son fines legítimos de cada uno ; sino que ,considerando que la felicidad supone un mínimo de armonía y d ecooperación con los demás, la ética enseña las vías y las virtude sque llevan al bien singular en el marco del bien común, si nsacrificar el largo plazo a las facilidades a corto .

Esto continúa siendo perfectamente actual, aunque de aplica-ción frecuentemente difícil, porque las situaciones concretas obli-gan a menudo a elegir entre exigencias contradictorias . Esto es loque expresa claramente un hombre de empresa de hoy, Domini-que 1locstland :

Itccrsi,i del instituto La-Borlic, noviembre de 1989 .

La interrogación ética es el camino necesario para halla rrespuestas a las contradicciones de las morales, de las lógicas yde los hechos ; para aclarar arbitrajes difíciles y, en el límite ,para servir de guía en elecciones «a lo Corneille» entre imperati -vos contrarios .

Tomemos de Michel Le Net una definición de la ética de lo snegocios en forma de ecuación :

ETICA = EFICACIA + DEONTOLOGI A

Esta ecuación está en la línea de Aristóteles . La ética es el art edel éxito a largo plazo, que supone de una parte el bien propio (e nnegocios, la eficacia), pero sólo con respeto a los demás (deonto-logía) .

El respeto a los demás implica, naturalmente, el respeto a l aley y a los principios básicos de la moral universal : este punt oparece tan evidente que los autores citados apenas lo mencionan .

Demos, en fin, la palabra, a la organización europea EBE N(European Business Ethic NetWork) :

La ética de los negocios es una reflexión sobre las práctica sde negocios en las que se implican las normas y valores de lo sindividuos, de las empresas y de la sociedad .

Estas tres últimas definiciones son específicas de la ética de lo snegocios, terna de nuestra reflexión . Y, en este asunto, no seamo sprisioneros de las palabras : business conduct guidelines o «regla sde conducta en los negocios» son los términos que muchas empre -sas emplean con preferencia a la palabra «ética», que alguna sjuzgan demasiado solemne . Cualesquiera que sean los términos ,lo esencial cs desear plantear bien los múltiples problemas de u ncomportamiento honrado en los negocios, cuyas soluciones no so nevidentes y que conviene por ello estudiar .

2 . Imágenes de la ética a través de los tiempo s

Muy lejos de pretender presentar una visión histórica, no slimitaremos a recordar algunas representaciones esquemáticas d ela ética en el pasado que, verdaderas o falsas, producen un impac-to hoy sobre los conceptos y los comportamientos de nuestroscontemporáneos .

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ETICA DE LOS NEGOCIO S

a) Tribu o ciudad primitiv a

Es la imagen de las estructuras comunitarias en que el indivi-duo no existe más que en función del grupo, que se rige po rnormas t r adicionales . Conformarse a las normas del grupo consti-tuye para cada uno cl bien . Este conformismo es también par acada uno una necesidad, impuesta por la presión del grupo .Quien se desvía de modo ligero se expone a penalidades, a loprobio de los suyos y a la vergüenza que acompaña a éste . Quie nse desvía gravemente se expone a sanciones importantes, la má scaracterística de las cuales es la exclusión del grupo, por la que s eestá condenado al estado miserable de individuo aislado . . .

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Religiones y filosofía s

La religión vincula las normas a las visiones elevadas de un arevelación profética, dándoles así una referencia que las unifica ydota de valor . Hemos evocado en la introducción el Decálogo, qu eha fundamentado la ética judeocristiana del mundo occidental ycinco de cuyos diez mandamientos tiene incidencia sobre la étic ade los negocios : no podría sobreestimarse su importancia sobr enuestro asunto .

1loy día, los hombres de negocios avisados saben que no s etrata de igual forma con interlocutores formados respectivament een los valores judeo-cristianos, confuccianos, islámicos o animis-tas . Se trata de hechos actuales .

De la Grecia antigua, la otra fuente de la civilización occiden-tal, nos ha llegado el punto de vista de los filósofos y particular -mente ele Aristóteles, cuya enseñanza ética nos parece centrad ano sobre las prohibiciones, sino sobre las finalidades y los medio s

\~de conseguir alcanzarlas . El fin normal del hombre es la felicidad ,pero,considerando a los otros miembros de la comunidad, n opuede alcanzarse de modo duradero más que contribuyendo a lbien común, siendo los medios familiarizarse con la práctica de la svirtudes y de los valores positivos .

Varios milenios han pasado desde el Decálogo y Aristóteles . ysin embargo su contraste y su coniplementariedad se reflejan e nciertas percepciones de nuestros contemporáneos : la ética de la sprohibiciones es la que desarrolla el aparato legislativo y represiv odei Estado ; en tanto que la ética de las finalidades ele felicidad ( ode elicacia, para el mundo de los negocios), que se alcanzar .";forniándosc en el método adecuado, cooperando con los demás

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para cl bien común, es la ética de los valores positivos que desarro -llan en sus empresas los dirigentes de talento y que constituye u nfactor poderoso de éxito colectivo .

c) laica de la razón universa l

El hombre de hoy tiene el sentimiento de que, tras habers evinculado a diversas religiones y escuelas filosóficas locales, l aética de los Tiempos Modernos ha buscado su fundamento en l arazón universal, y su memoria retiene algunos nombres y algunasfechas :

– La filosofía de las Luces (inspirada especialmente en lo sfilósofos escoceses Locke y Hume) operó para reemplazar l atradición por la razón –que es universal . Lo que permitió grande sprogresos y también ciertas desviaciones (la «diosa Razón») .

- Emmanuel Kant (Crítica de la razón practica, 1788) enunci ala célebre máxima, el imperativo categórico de valor universal :«Obra como si la máxima de tu acción debiera erigirse por t uvoluntad en ley universal de la naturaleza» . . . «Siendo toda perso-na tratada al mismo tiempo como un fin y nunca simplement ecomo un medio» . Pensamiento poderoso, que queda lejos de lsistema de puesta en práctica sin el que la ética no llega a ser un arealidad ; pero, sin embargo, referencia presente en todos lo sespíritus .

– La escuela anglosajona de los utilitaristas (I-fume, 1751 :Smith, 1759 ; J . S . Mdl, 1863 ; Henry Sidg\V'ick, Tic MIethods o fEthics, 1874) se percibe como una tentativa de acercar la ética alos conceptos medibles de la economía . Justamente ella contri-buye a maximizar la suma de utilidad producida en la economía :por ella se encuentra una noción de «bien común» a pesar de iestallido individualista de la sociedad . Anotemos que el niéxinr ode utilidad total puede obtenerse sacrificando la utilidad recibid apor un pequeño número .

,John Rawls (A Theorv o/ Justicie, 1971) rechaza este sacrifi -cio del pequeño número e, inspirándose en hant tanto como e nlos utilitaristas, establece sólidamente dos principios de justicia :

1) cada persona debe tener igual derecho al sistema má sextenso de libertades básicas, iguales para todos . y compatibl econ las mismas libertades para los otros ;

2) las desigualdades sociales v cconoimc:o •,Icl,e :~ t~r~ :nl : : : use de modo que, a la vez :

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a) aporten mejores perspectivas a los que están en situació nde mayor desventaja (principio de diferencia) .

h) se vinculen a las funciones y posiciones abiertas a todos ,conforme a la justa (fair) igualdad de oportunidades ' .

Expresando de modo coherente una suerte de liberalism osocialdemócrata, la teoría de Rawls goza hoy en Occidente d earan autoridad .

Concluyamos estas breves referencias por un ligero retroces oen el tiempo .

llenri Bergson : Las dos fuentes de la moral y de la religión .Lo que se mantiene de su tesis es perfectamente actual : la mora l(como la ética de los negocios) tiene dos fuentes distintas aunqu eligarlas entre sí ; la visión coherente ele lo que es justo, expresad apor el profeta o el filósofo, que aclara el buen camino ; y la presió nde las costumbres e instituciones del medio, que disuade d edesviaciones .

d) Deseslrucluración ele la ética persona l

En el espíritu de nuestros contemporáneos, los 40 último sarios han venido marcados en Occidente por la desestructuració nde una ética personal y cívica de tr adición secular . Centenares d elibros se han escrito a este propósito .

En los Estados Unidos, pais líder, el agente más visible de est emovimiento ha sido el doctor Spock, autor de numerosos libros ,cada uno con tirada de 10 millones de ejemplares, que ha popula-rizado un mensaje pseudofreudiano, recomendando a los padre s

educadores una actitud enteramente permisiva respecto a lo sniños : disciplinas formales, distinciónentre el bien y el mal, san-ciones, etc ., deben eliminarse bajo pena ele «traumatizar» a lo sjóvenes y comprometer su desarrollo futuro . Culpabilizando a lo spadres y educadores tutelares, el doctor Spock (con mucho sotros) ha favorecido el desfondamiento de la disciplina familiar yescolar en diferentes paises occidentales . Vive todavía y acaba d eescribir un último libro en que dice : «Me he equivocado» . Pero l aevolución ele las costumbres a que ha contribuido es un hech oconcreto que pesa fuertemente hoy sobre la ética de la sociedad .

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Estas cuantas imágenes actuales de conceptos éticos de diver-sas épocas deben ahora completarse con la evocación rápida d elas referencias históricas propias ele la ética ele los negocios .

3 . Imágenes de la ética mercantil y del capitalismo de mercado e ndiferentes épocas

La ética de los negocios se sitúa hoy en una civilización mer-cantil, fruto de una larga evolución histórica, que ha ampliad oprogresivamente el papel del intercambio y del contrato respect oal de la acción jerárquica y la rest r icción física .

Lejos de querer trazar ahora esta compleja evolución, no slimitaremos a extraer de ella algunos cuadros, algunas imágene s(a veces imágenes ele Epinal . . .) que influyen hoy sobre el pensa-miento y el comportamiento ele nuestros contemporáneos, sobretodo por lo que se refiere a la dimensión ética de la economí amercantil . Recordaremos :

—Los hombres de negocios de la Edad Media y la primer aética burguesa ;

— Las sectas puritanas y la ética del capitalismo ascético ;—dos imágenes del liberalismo : legitimidad racional o «capi-

talismo salvaje» :—la economía social de mercado .

a) Los hombres de negocios de la Edad Media y la primer aética burguesa

De cien relatos históricos, retenemos la imagen de un mund ode comerciantes (el del intercambio) que se desarrolla en Europa ,al margen del mundo feudal . No pudiendo contar con Tribuna lalguno para sancionar sus prácticas juzgadas como impuras (prés-tamo con interés) deben observar entre sí la estricta ética de lo snegocios impuesta, bajo pena de exclusión, por las «ligas» o«cofradías» a las que se han adherido después de una aprobació ny un juramento . Más adelante los comerciantes obtuvieron c lcontrol ele algunas «ciudades libres» en las que dependían única -mente del rey .

Parece que este fenómeno habría adquirido particular ampli-tud en Italia . Un poder político mitigado y un elevado nive lcultural, dieron a los mercaderes, industriales, navegantes y fi -

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nancieros italianos la posibilidad de desarrollar las primeras re-glas y los instrumentos modernos del mundo mercantil ° . El em-pleo metódico del cálculo, que pronto renovaría las ciencias (Ga-lileo), renovaba ya la práctica de los negocios, gracias a innova-ciones como la contabilidad por partida doble, la teneduría d ecuentas con interés, así como la letra de cambio, el contrato d esociedad, la banca, el seguro, la gestión mediante múltiples sucur -sales, etc .

Subrayemos que si, en un contexto todavía muy violent o(corsarios, esclavitud . . .), los comerciantes continúan vinculado sal empleo de la fuerza, su éxito específico se basa en el respet oentre interlocutores, de ética muy diferente a la de la noblez atradicional : el vínculo del mundo mercantil con la nueva étic aburguesa que valora cl (linero ganado por la habilidad emprende-dora, la economía de medios, la preparación y cl cálculo ; e lcontrato, el respeto a la palabra dada, de modo que se establezc ala confianza entre los participantes en el juego mercantil . Cierta -mente, por todas partes hay engaño, pero los compromisos for-males se mantienen, bajo pena de exlusión : es el sistema desanciones que hace respetar la ética de este medio . Los testimo-nios recogidos hoy muestran que este arquetipo de autodisciplin aen el círculo de los iguales, con exclusión por sanción, continú amuy presente en el espíritu de los responsables de empresa .

b) Las sectas puritanas y la ética del capitalismo ascétic o

l le aquí otra «imagen de Epinal», que suscita ásperas contro-versias . La recordamos porque, exacta o equivocada, ayuda hoy acomprender especialmente la ética de los negocios en el pais líde rque son los Estados Unidos .

Se sabe que los puritanos, huyendo de Inglaterra en los siglo sXVII y XVIII, desembarcaron en el Nuevo Mundo y fundaron, apartir ele Boston, la Nueva Inglaterra, ele la que ha partido e lespectacular desarrollo industrial y tecnológico que ha hecho d elos Estados Unidos la primera potencia mundial . Cien factores

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han contribuido a estos desarrollos, pero su ética ha sido fuerte -mente marcada por las disciplinas puritanas .

Max \Veber expone en su libro s el contenido y el sistema d esanciones de estas sectas puritanas, cuyo espíritu se ha transmiti -do, como veremos, a las grandes empresas y a las múltiple sasociaciones profesionales de los Estados Unidos .

Resumamos a grandes rasgos el esquema ele Max Weber .– La doctrina calvinista ha tomado en las sectas puritanas l a

forma de una verdadera religión de la realización profesional ,valorando el trabajo incesante, la especialización eficaz, la devo-ción al oficio, la honradez escrupulosa, la adaptación a demanda svariadas, la preparación metódica, la formación, el cálculo ante sde cualquier acción, la innovación, la búsqueda del benefici ocompetitivo (signo de elección), la austeridad de las costumbre s(nada de consumo superfluo), el ahorro, la inversión productiva ,dicho brevemente, la ascesis (le la buena gestión, junto con e lrechazo de la ociosidad, del reposo, del lujo, de los pedidos de lEstado y de todos los privilegios vinculados a las relaciones co nlos poderes políticos .

– La disciplina ele las sectas debe ser bien comprendida . Un ose encuentra, por nacimiento, integrado en una religión (católic ao luterana) que tiene vocación de abarcar a todo un pueblo ; peroes en muy gran medida por elección (o selección) como se entra e nuna secta, que no admite sino a una élite, después de un examensevero antes del bautismo (adulto) seguido de un control de tod ala vida . En estas comunidades, las desviaciones profesionale s(pereza, acción no preparada, gastos inútiles, falta de respeto alos compromisos . . .) o de la moral personal (alcoholismo, adulte-rio . . .) eran rápidamente detectadas y castigadas mediante la ssanciones del grupo ; vergüenza pública, y, en el límite, exclusió n(excomunión) . La segunda fuente ele l3ergson, la presión de lmedio, actuaba plenamente .

– El éxito económico de los puritanos es la razón por la que s ehabla de ellos todavía . Animados por la ascética de la gestió nhonrada y eficaz, no podían sino enriquecerse, con las única ssalidas de la inversión y el crecimiento . Y ello tanto más eficaz-mente cuanto que la pertenencia a la secta realzaba su crédit obancario y su imagen comercial .

s~ ;u :le y el espíritu del capitalismo, c>i)c~ialmentc ¡) . 165-261 .

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Pertenecer a una secta era, para cl individuo, el equivalent ea un certificado de calificación ética : en particular, daba testi -monio de su moralidad cn los negocios ( . . .) Uno se encuentr aadmitido por la voluntad de sus miembros en virtud de u nexamen riguroso . La exclusión de la secta por infracción d eorden ético significaba pérdida de crédito en negocios y declasa -micnto social `' .

Si se añade que los hombres de negocios puritanos se ayuda-ban entre sí mediante la mutua confianza, se comprende que l amayoría de las empresas anglosajonas de los siglos XVIII, XIX ycomienzos del XX, se hayan desarrollado a partir de este medi o(sucede de modo muy distinto desde 1950) .

Tal es la imagen esquemática de Max Wcber .Los historiadores pueden contradecirla en detalle, pero lo s

prácticos de la empresa reconocen hoy la impronta de este esque-ma en las organizaciones particularmente dinámicas y eficaces .

Lo que podría llamarse el «modelo de la secta», con su propi ocredo, su selección a la entrada, sus métodos elaborados, s uvocación por el progreso incesante y su vigilancia respecto a la sdesviaciones, ha inspirado profundamente la organización de la sgrandes empresas (de Cadbury a Procter & Gamble), y tambié nla organización de las asociaciones profesionales, tales como la sde expertos contables, abogados, arquitectos . . . e incluso de parti-cipantes en lobbys . Estas asociaciones tienen una carta, una prue-ba a la entrada, comisiones que ponen al día los métodos y la étic ade la profesión, y un procedimiento de expulsión de los des-viados .

Siguiendo este modelo de secta es como han podido desarro-llarse éticas profesionales serias sin intervención del Estado, gra-cias a un sistema privado de autodisciplina y de sanción en el sen ode un segmento de la sociedad : porque no hay ética sin sanción . Yello recuerda los problemas muy actuales a los que volveremos .

c) Dos imágenes del liberalismo : Legitimidad racional o «ca-pitalismo salvaje»

Como Jano, el liberalismo clásico tiene dos caras, que perma-necen hoy muy presentes .

La primera cara es la de la libertad competitiva al servicio del

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bien común . Esta libertad es plenamente legítima, como fundad aracionalmente sobre la teoría económica liberal que demuestra yprueba por la experiencia (de los éxitos y fracasos observables )que el bien público se sirve mejor si se deja que los ciudadanos ylos comerciantes actúen según sus intereses que si se intentaguiarles mediante autoridad o presión .

La gran fecha fue, en 1776, la publicación por el moralista- l ?economista Adam Smith de las Investigaciones sobre la naturalez ay las causas de la riqueza de las naciones, de que ya hemoshablado brevemente. Observa que las naciones que se enriquece n(en la época, Holanda e Inglaterra) no son aquéllas en que e lpoder se esfuerza en regirlo todo, en exportar más e importa rmenos (Francia, Rusia . . .), sino las que dejan hacer a las iniciati-vas privadas, aguijoneadas por cl afán de ganancia pero conteni-das por la competencia –más !imitadora que ningún control, qu eincita a la racionalización y especialización para rebajar costos yfavorecer al consumidor . Cada actor busca su beneficio ; pero, s ihay competencia . e información, actúa sin saberlo en pro de lenriquecimiento común, «guiado por una mato invisible» . Esteproceso impersonal calma los conflictos de intereses y evita l acorrupción que rodea a los arbitrajes autoritarios del príncipe .

Esta legitimación del beneficio competitivo ha sido admitida d eforma dominante durante un siglo, con el triunfo de la éticaburgues ay de una concepción liberal de un Estado con funciones limitadas .

La segunda cara es la de un liberalismo salvaje, que sacrifica a lhombre ante el beneficio, sometiéndole a fuerzas impersonales o a lpoder implacable de los poderosos y destruyendo los lazos de l asociedad .

Se sabe que esta cara negativa ha dado nacimiento a lo smovimientos socialistas y sindicales, a las legislaciones de protec-ción social, etc ., pero también a las experiencias marxista-leninis-tas puestas en práctica para liberar al hombre del yugo capitalista .Se conoce hoy el lamentable resultado de estas experiencias ; perola cara negra del liberalismo no ha desaparecido en los espíritu sde hoy . Se recuerda, con el empleo del, adjetivo «salvaje», etc .

Es decir, que la ética competitiva no logra la unanimidad .

d) La economía social de mercad o

1-Ie aquí una imagen más próxima a nosotros y muy presente .En la clandestinidad del período 1935-1954, en torno a l a

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La economía social de mercado . Tras la Segunda Guerra mundial, e lsistema económico de la República federal ha evolucionado hacia un aeconomía social de mercado con orientación global de la actividad econó -mica . Este sistema económico vuelve la espalda tanto al laisser fair etradicional como al dirigismo estatal . Asocia la libre iniciativa individua la los principios del progreso social . La ley fundamental, que garantiza l alibertad de la iniciativa privada y la propiedad privada, subordina esto sderechos fundamentales a las obligaciones sociales .

En economía ele mercado, el Estado, según la fórmula «la meno rcantidad de Estado posible, tanto Estado como sea necesario», asume c nprimer lugar una función reglamentadora . Fija el marco en que actuará nlos mecanismos del mercado . La cuestión de saber cuántos y qué tipo d ebienes serán producidos, y también quién se beneficiará de ellos y en qu éproporción, se resuelve ante todo por el mercado, de modo contrario a ldirigismo en que son los organismos del Estado quienes determinan l aproducción y la distribución . En la República federal de Alemania, e lEstado rehúsa de modo general una intervención directa al nivel de l aformación de los precios y de los salarios .

La economía de mercado . La competencia condiciona el funciona -miento de los mecanismos del mercado . Sin competencia, no hay econo-mía de mercado . Pero toda confrontación es dura . Resulta por ell ocomprensible que los dirigentes de empresa se vean tentados a eliminar l acompetencia, sea mediante acuerdos entre empresas competidoras, se amediante la fusión de las firmas . La ley contra las restricciones de l acompetencia (Kartellgesetz) de 1957, considerablemente mejorada des-pués, tiene por objeto impedir dichas prácticas . Prohibe los acuerdos ylos pactos que atenten contra el mercado eliminando el juego de l acompetencia . La Oficina fereral anticartel (Bundeskartellamt) de Berlí ny los servicios análogos de loss Llindcr deben hacer respetar la reglamen -tación .

El motor de la economía de mercado es la búsqueda del beneficio .Este sistema está, así pues, abocado al fracaso en el caso de actividade sno rentables . Por lo demás, ciertos sectores de la economía aleman anunca han estado totalmente sometidos al régimen de la economía d emercado, por ejemplo la agricultura, ciertos sectores de los transportes yla industria carbonífera .

_En ciertos sectores profesionales, en que reina esencialmente la libr e

competencia, el legislador ha hecho depender el acceso al mercado d econdiciones precisas . Así, los artesanos y los detallistas deben justifica rconocimientos profesionales antes de poder crear una empresa o u ncomercio . Para otras actividades profesionales, el Estado exige una for-mación especial y una cierta edad, por ejemplo para las profesione smédicas, los jurisconsultos y los asesores económicos y fiscales .

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El papel de los interlocutores sociales . En el mercado del trabajo .también el libre juego de las fuerzas económicas desempeña un pape ldeterminante . El principio de la autonomía tarifaria constituye la regla .Ello significa que los acuerdos, que fijan la cuantía de los salarios, l aduración del trabajo y de las vacaciones, así como las condiciones genera -les de trabajo, se negocian libremente entre asalariados y empleadores ,es decir, los interlocutores sociales, como se les denomina generalmente .Las organizaciones de los interlocutores sociales, sindicatos y asociacio -nes patronales, revisten en consecuencia una gran importancia en la vid aeconómica . Ciertamente, su tarea principal consiste en defender co nfirmeza, y a veces incluso con intransigencia, los intereses de sus miem-bros . Pero, al propio tiempo, asumen una pesada responsabilidad ante e lconjunto de la economía . Su comportamiento en las negociaciones sala-riales puede influir de modo considerable en el funcionamiento de lsistema económico .

Los interlocutores sociales, en la República federal, han mostrad oestar a la altura de sus responsabilidades . La estabilidad económica debe ,en una parte no desdeñable, serles atribuida .

El componente social del sistema econóntico . Si la paz social ha sidohasta ahora mejor asegurada en la República federal que en mucho sotros países, se debe en buena parte a su amplia red de garantías sociales .Los asalariados se benefician, en efecto, en la República federal deAlemania, de una protección social muy amplia . Sean ancianos o enfer-mos, víctimas de un accidente o parados, afectados por la quiebra de s uempresa o deseosos de reciclarse para orientarse hacia un oficio qu eofrece perspectivas más . prometedoras, el sistema social provee en gra nmedida a sus necesidades financieras .

Desarrollo económico global . Incluso en el régimen de economía demercado puede suceder que las cosas se desarrollen de modo contrario a lesperado . El Estado debe entonces intentar contrarrestar esta evolució nmediante una política presupuestaria, fiscal, social y económica apropia -da . Con la ley de estabilidad de 1967, dispone de un instrumento d eorientación coyuntural . Se trata de asegurar a la vez la estabilidad de lo sprecios, un nivel elevado de empleo, el equilibrio de los intercambio sexteriores y un crecimiento económico regular y mesurado . Sin embargo ,el Estado no puede encargarse por sí solo de la consecución de tale sobjetivos, difíciles de conciliar . El Bundesbank independiente del gobier -no federal en la aplicación de la política monetaria, así corno los sindica -tos y las asociaciones patronales, que definen la política de precios ,asumen igualmente una amplia cuota de responsabilidad en el plano de ldesarrollo económico .

(Extractos del libro Realidades alemanas, publicado por liertelsvniui para los servi-cios de información de la REA) .

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Ell('A l)L LOS NEGOCIOS

REFLEXION SOBRE LA ETICA DE LOS NEGOCIOS Y SU CRISIS ACTUA L

UN MODELO DE EMPRES A

EN ARMONIA CON SU ENTORN O

1 1BI :R I I) DE GI :SIIO N

PRECIOS, SALARIO S

LSTRECIIA RELACION CON LOS

LEGITIMIDAD SOCIA L

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LA EMPRESA ES UN A

INSIITUCION LEGITIM A

Y AUTONOMA

LA PROFESION, PUESTA AL DI A

SIN CESAR EN LA EMPRESA ,ANTES QUE EL DINERO, QU E

NO ES UN FIN, SINO U N

MEDI O

ENSENANZA

UOLSA LIMITADA, AUSENCI A

APRENDIZAJE,

DE OPA ,

EMPLEO VITALICIO,

PAPEL CLAVE DE LA BANCA ,

CARTA DE EMPRESA

CONTINUIDAD A LARGO PLAZ O

Esquema elaborado por Maurice Bornmensath, en torno a los «cuatro grandes polos de lmodelo alemán», especialmente inspirado en las medianas empresas, de 1 .000 a 5 .00 0personas . no internacionales, y muy impregnadas de los valores de continuidad familiar ,de ser vicio al cliente y de armonía social, que constituyen la fuerza de la economí a

aleruana .

universidad de Friburgo, una pléyade de intelectuales y de res-ponsables eminentes ha elaborado la versión moderna de un aeconomía liberal organizada de forma que borre el aspecto «sal-vaje», para obtener mayor eficacia y seducción que los modelo s(nazis y comunistas) que se disputaban entonces la preeminencia :fué la economía social de mercado .

La idea central de esta escuela «ordo-liberal», era completa rel principio de libertad económica mediante mecanismos de regu -lación y de encuadramiento que aseguraran que el funcionamien-to del sistema se equilibrara de modo «ordenado» y conforme, ala larga, al interés bien comprendido de todos los segmentos de l asociedad .

La puesta en práctica de la economía social de mercado apartir de la reforma monetaria de 1948 fué cl punto de partida de l«milagro alemán» .

Su adopción por el partido social-demócrata en el congreso d eBadüGodesberg de 1959 fué la confirmación del consenso ale-mán .

En 1990, la unificación alemana se realiza bajo el signo de l aeconomía social de mercado : esto significa la importancia qu etendrá mañana en Europa .

La recordamos en el cuadro de las páginas 54 y 55 y en e lgráfico adjunto .

4 . Etica del capitalismo de mercado ho y

A la hora en que la economía de mercado triunfa en l arealidad (derrumbe de las economías de planificación central) ,está lejos de verse clara en los espíritus . Recordemos brevementesu lógica y la ética profesional derivada de ella .

– La economía de mercado es el mundo del contrato entr eactores libres, por oposición al Estado, que es el mundo de l aimposición, cuyo monopolio él posee .'Servir al cliente, puestoque no puede obligársele, es el primer valor para sobrevivir .Porque la empresa es mortal, está sometida a la sanción d edesaparecer, segundo rasgo distintivo de su condición .

– La evolución es el principal hecho que determina la lógic ade la economía moderna . Ya no estamos en tiempos del «etern oretorno» . Todo se transforma : técnicas, mercados, estructuras ,

LA EMPRESA TIEN E

UN PAPEL SOCIA L

Y COLECTIV O

LOS 4 GRANDES POLO S

DEL MODELO ALEMÁ N

LOS IIOMIIRES E N

LA EMPRESA COM O

EN UNA FAMILI A

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(El7CA DE LOS NEGOCIO S

cualificaciones, actitudes humanas, relaciones con la sociedad ycon el entorno . La simple reproducción del pasado conduce a ldeclive y a la miseria . Para progresar, la economía debe organi-zarse como una estructura de descubrimiento y de creación d efuturo, comportando múltiples cabezas pensantes libres, infor-madas e interesadas . En estas condiciones, se abandona l aeconomía predadora (juego de suma nula) por la economí acradora, en que cada actor puede y debe ganar en un juego d esuma positiva .

—El capitalismo ele mercado es la organización conocida qu emejor (o menos mal) cumple esta función de evolución . Cad apersona física o moral busca en él su interés, guiada por la sinformaciones del mercado, lo que estimula las iniciativas d eadaptación o ele innovación —que contribuyen indirectamente, s equiera o no, a la prosperidad general (es la «mano invisible» d eAdam Smith) .

—La propiedad privada de los bienes de producción es un acondición esencial de la adaptación creativa, y ello se comprend econ frecuencia mal . Abrir un pretendido mercado competitivo enque se intercambian bienes y servicios producidos por estructura sde estatuto fijo de apropiación colectiva, deja bloqueadas la siniciativas de reestructuración creativas, del tipo de las que e ntreinta años han duplicado la productividad de la mayoría de la sindustrias y de la distribución . De igual modo, el monopoli o(público o privado) es contrario a la ética de bien común, porqu ecorta las motivaciones al progreso ; las pretendidas economíasobtenidas al fusionar a todos los competidores se pagan en escle-rosis burocrática y en pérdida de opciones por parte del consumi -dor .

— Ll beneficio competitivo está al servicio del interés genera lcomo signo y medio de un buen servicio al cliente y al consumi-dor . La mala reputación que ha tenido (y que en parte conserva )el beneficio se explica con facilidad :

en épocas pasadas de progreso muy escaso (juego de sum anula), quitar a otro era la principal fuente de enriquecimien -to ,hoy mismo, la economía ele mercado supone una competen -cia civilizada que se distingue de la «ley de la selva» porqu ese han eliminado poco a poco de ella las armas desleales :

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1REFLEXION SO,

LA ETICA DE LOS NEGOCIOS Y SU CRISIS ACTUA L

violencia, intimidación, fraude, corrupción, delitos de ini-ciados, monopolios, privilegios, prácticas antisociales 7 ;

• pero ni siquiera esto basta : una economía de mercado creati-va viene animada por una ética de los negocios más exigen -te, que permite recoger el «valor añadido por la confianza »(cuadro página siguiente) .

—La confianza produce valor añadido : porque sólo entre in-terlocutores confiados se intercambian informaciones finas, s eexploran soluciones nuevas en un diálogo discreto, se construye e ltrabajo de equipo creativo y motivador . A la inversa, los costos d ela desconfianza no son sólo la falta ele agilidad de los controles ,sino también el bloqueo de las comunicaciones y por ello l adetención del progreso . Pero la ley no basta para generar l aconfianza : yo puedo, con toda legalidad, jugar a quién desenfun-dará primero, juego prcdador . Sólo sobre los valores compartido sde la ética profesional pueden construirse las relaciones de con -fianza, con todas sus resonancias positivas .

—Los participantes en estas relaciones de confianza son, haci ael exterior, los clientes, proveedores, escuelas, el Estado, la sorganizaciones profesionales, los medios de comunicación, etc . ;y , hacia el interior, losasalariados y sus representantes .

La eficacia de la empresa se basa en un mínimo de consens oentre estos interlocutores, referido al menos a los valores clave d ela economía comercial :

• finalidad (externa) de servicio al cliente y a la sociedad ,• respeto a los hombres cuya aportación positiva es la clave d e

todo ,reconsideración de todas las cosas para responder a (o anti -cipar) la evolución y mantener rentabilidad y crecimiento .

—La ética interna de la empresa en sus relaciones con su sasalariados, creando un clima de adhesión participativa y decomunicación abierta, es una gran fortaleza en la competición d ehoy : no sólo por la mejora del funcionamiento ordinario, sin otambién por una percepción más rica del mundo por parte d enumerosas cabezas que observan a su nivel y comunican ; lo quepermite comprender mejor y adaptarse más rápidamente, co nesfuerzo pero sin drama .

' Notemos que se sale de la competencia civilizada cuando el Estado combina en un amisma acción su poder de regalía con un papel de actor en el mercado (se trata entonces d ela civilización de Somoza o de Ceaucescu) .

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1_'l'IC,1 nE 1 .Os NEGOCIOS

ALGUNOS PRECEPTOS DE LA ETICA DE LOS NEGOCIOSpara recoger el valor añadido por la confianz a

Ni rel<•sProhibiciones a respeta r

Antivaloresa descartar-

Valores positivo sa promove r

Etic :i— No engañar, robar, trai -

cionar

su

promesa . . .— Honradez,

lealtad,

veraci -dad,

tolerancia,

rigor,

va-

general buscar la venganza lor, respeto por los hechos ,respeto a los demá s

('_tica

-- No violar :- las reglas del derech o

la confidencialidad de

— Servicio a los cliente s— Respeto a las personas, la s

reglas y los secretos de l acas a

proles anal de ciertas informaciones — Relaciones jerárquicas lea -

los diligentes le s

v asalariados '

el

ejercicio

ele

las

Ii- — Escucha, cooperación ,

Nuca de la

hertades de los demás

— Eliminar :- discriminación,

nepo -sism o

- abuso de poder (sobrelas personas y los bie -nes) .

• clima

de

tiranía,

d edelación, etc-

compartir la información ,espíritu de equipo para e lprogreso creativo .

— Jerarquía

fundada en

l acompetencia reconocid a

— Para los asalariados : regla sde juego claras, práctica sequitativas, remuneracio -mes

justas

y

estimulantes ,información, participación ,compartir el éxito, motiva -

empresa - violación de las reglas clan

1=tiri

de la cas a

— Evitar, o detectar y ges -tiona r

los conflictos

de

intc -rese s

— Evitar

estrategias

fun -dadas en :

ventajas ele pequeño sengaño smarketing abusiv opredación para obte-

— Para

los clientes y

asocia -dos : servicio competitivo ,en la duración, en la con-fianza en intereses compar -tidos .

— Estrategia de competitivi -dad a largo plazo fundad aen :. esfuerzo de progreso y d eexcelenci a

• percepción del entorno ,

estrategianer beneficio a cort oplazoprivilegios concedidospor los podere scoaliciones y corrup -ció n.,tanr rlrvo,

inmovilismo

puesta en cuestión

rápi -da,

ambición,

audacia ,riesgos calculado s

• inversión, 1 + D, equipa -mientos,

formación,

in -novación,

servicio,

co -municación

REFLEXION SOBRE LA ETICA DE LOS NEGOCIOS SU CRISIS ACTUA L

NivelesProhibiciones a respeta r

Antivalore sa destacar

Valores positivo sa promover

Etica de lo smercado s

Para el Estad o

Para e lbanquero

-

Para el servici ode compras

— Eliminar del campo d elos mercado s

violencia,

intimida -ción

• fraude, corrupció n• delitos

de

iniciados ,monopolios,

privile -gio s

• prácticas antisociale s

— Eliminar :• actor comerciante co n

poder ele

regalía

(So -moza )

• barreras de entrada alos mercado s

• competencia subven -cionad apago por los fallo s

• comisiones a los parti -dos político s

— Evitar :• prestar a quien no po -

drá reembolsar : parti -cular,

empresa,

go -bierno . . .prestar

a

gentes

d eética averiad a- Chantaje en los precios ,

luego quiebra y luego s epasa al siguiente

— Negocios <<entre copas »--------------- - --------- -(A completar . . .)

— Información transparente yjusticia que nada detiene .

— Regulación

de

los

merca -dos libre s

— Ayuda a las personas (no alas empresas) afectadas po rlos golpes del mercado .

— Información y competenci aresponsable

más bien queeconomía administrada

— Inculcar al cliente las disci -plinas de gestió n

— Auditar la ética tanto com oel balanc e

----------------------------- -

- Cooperación cliente-pro -veedor

para

el

progres ocompetitivo de

resultado scompartido s

------------------------------ -

La nueva civilización de la economía competitiva no se com-pone de conflictos sociales brutales y de gólpcs cínicos preparado sen la sombra por la colusión de los poderes ; se funda en e lprogreso continuo e indefinido que construyen los hombres libre sy comunicadores, guiados por una profunda ética profesional .

E77C/1 DL LOS NCGOCIO .S

5 . Problemáticas ligadas a la ética de los negocios

Situaremos aquí brevemente tres ámbitos de reflexión ligado sa la ética en general y, más especialmente, a la ética de lo snegocios :

-- ética y ley ;—ética e interés ;– ética y poder .

a) Etica y ley

La moral o la ética contribuyen a organizar relaciones cons-tructivas entre los hombres . De modo muy natural, al evoluciona runa sociedad, su anhelo ético requiere leyes formales que consti-tuirán reglas para las relaciones en el seno de esta sociedad . As ívemos hoy «comités de ética» que recomiendan al legislado rreglas nuevas para responder a los nuevos problemas sociales ,ecológicos, biológicos, etc . Fijando las reglas, aplicando las san-ciones, la ley es un arma esencial de la ética .

Y sin embargo la ley no es la moral . En cuanto sobrepase lo sgrandes principios de moral univeral (los cinco puntos del Decálo -go, etc .), la ley puede llegar a ser inmoral, y esto doblemente :

– la ley, es siempre la ley del más fuerte : especialmente, la le ydel dictador o del aparato manipulado ; en el mejor de los casos, l aley de la mayoría . . . es decir, del más fuerte que aplasta al meno sfuerte . Y la historia está llena de «leyes perversas» dispuesta spara vengarse de un adversario o para amnistiar a los culpables ;

– aun siendo íntegra y bien intencionada, la ley se formul amendiante reglas rígidas y formales, en tanto que la ética requier econ mucha frecuencia arbitrar entre las exigencias contradictoria splanteadas por una situación compleja con diversas incidencias .Como el «moralismo» justamente desacreditado, la ley no pued eabarcar las sutilezas de lo real ; y si se esfuerza en ello, cae en e llaberinto paralizador de la «casuística» de mil recovecos . Apart ede que su misma rigidez ofrece al cínico hábil múltiples ocasione sde engañar y de utilizar trucos continuando dentro de la legali-dad .

La ley es, desde luego, absolutamente necesaria para sancio-nar fuertemente algunas reglas básicas . Pero los que proclama n«toda la ley y nada más que la ley», renuncian a la ética, y con ell oa la confianza, raiz de la competitividad duradera .

REFLEXION SOBRE LA ETICA DE LOS NEGOCIOS Y SU CRISIS ACTUA L

b) Etica e interé s

Muchas gentes piensan que ética e interés son diametralment eopuestos ; que por definición la ética empieza cuando uno renuncia aun interés para respetar un principio . Algunos llegan a pensar qu ever en ella un interés, como hacen los americanos que dicen : Hones-te is tlae best policy o incluso : «La moral es buena para el beneficio» ,es contaminar la ética . Pura hipocresía, piensan .

Una visión más amplia permite atenuar esta pretendida oposi-ción entre ética e interés . Ya Aristóteles veía en la ética el camin opara conseguir la felicidad, que es desde luego el interés suprem oa largo plazo . Pero precisamente el éxito a largo plazo no e saccesible más que respetando a los demás, evitando en conse-cuencia las maniobras deshonestas, dicho brevemente, sacrifican -do ciertos intereses a corto plazo a un interés fundamental a largoplazo . De igual modo que la moral privada, la ética de los nego-cios puede describirse como la persecución metódica de un interé sbien comprendido a largo plazo .

Este argumento concluiría el debate si no existiera el problem ade sobrevivir . «A largo plazo, todos habremos muerto», recordab ael cínico J . M. Keynes ; ¿por qué entonces ocuparse de él ?

Las empresas, las verdaderas, tienen como condición ser mor -tales . . . Y la oposición entre ética e interés, que apenas se plante apara la empresa que goza de buena salud, se plantea cruelment ecuando lo que está en juego es esta forma suprema de interés qu ees la supervivencia .

– caso del jefe de empresa que ve lo que es bueno para e llargo plazo pero que, amenazado de quiebra a corto plazo, pued eobtener un respiro faltando a la ética ;

– caso del jefe de servicio sometido por su patrón a un apresión extrama para el logro de sus objetivos, y que sin duda ser ádespedido si no utiliza alguna indelicadeza para obtener su cuota .

Tales casos de presión fuerte a corto plazo plantean un difíci lproblema de arbitraje entre ética e interés . La solución depend edel caso específico, pensando todos sus aspectos y consecuencias .Bajo estas fuertes presiones se ve a hombres honrados a vece s«doblegarse» y cometer torpezas, a menudo, además, de mod oimprudente . El apoyo moral de sus iguales podría ayudarles . L asolución menos mala será con frecuencia observar la «ética míni-ma» : la que los tribunales pueden probar y exigir, y nada más .

Por ello es necesaria la ley como guardafuegos mínimo .

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REFLEXION SOBRE LA ETICA DE LOS NEGOCIOS Y SU CRISIS ACTUA L

c) Etica y pode r

In un sentido, se trata de un caso particular de los problema ssobre «ética e interés», puesto que cl interés no es sólo pecunia-

io : la avidez de poder plantea problemas análogos a los de l aavidez de dinero . Y, en cierta medida, las vías que conducen a lpoder en el mundo mercantil son más seguras si contemplan c llargo plazo y respetan la ética . Todos observamos las maniobra sal servicio de las ambiciones ; pero muy a menudo se verá triunfa ra aquél cuya ética (añadiéndose a la competencia) habrá aumen-tado el número de sus aliados ¡sin que se trate aquí de una étic apara niños de coro !

La ética interviene para guiar las opciones de personas qu etienen el poder ele actuar ; no hay ética sin poder . Y todos l otienen, hasta cl más débil, a quien le queda el poder de apiadar -se, o de amar . Pero es claro que los problemas de ética, y sobr etodo de ética de los negocios, se plantean con tanta mayoramplitud cuando la persona considerada dispone de mayo rpoder de decisión ; el problema del vendedor que ofrece un acaja de champagne al comprador no tiene la misma amplitu dque el del PDG que negocia una importante operación comer-cial protegida contra ventajas ocultas ; pero son de naturalez acomparable .

Al poder se vincula la posibilidad de abuso de poder, e sdecir, de utilización del poder con una finalidad extraña a s ufinalidad legítima : amplio tema ético que lleva consigo innume-rables variaciones a todos los niveles de la sociedad de lo shombres . . . y de las mujeres ; y también de los negocios . Conce-bida para el ámbito político, la máxima de Saint-Just se aplic atambién al de la economía : «Todo poder corrompe ; el pode rabsoluto corrompe absolutamente» . Es el vicio ético del mono -polio .

La vulnerabilidad a las desviaciones éticas se ofrece particu-larmente cuando el poder de decisión supone importantes con -secuencias para terceros, sea externos, sea internos .

Terceros externos : cs el caso de las decisiones de compra simportantes (grandes operaciones), de concesiones presupuesta-rias, de licencias de construcción, de licencias de importación, d eotorgamiento de concesiones, etc . En tales casos, el centro deci-sor se ve naturalmente rodeado de una nube de cortesanos qu ebuscan obtener su trozo de pastel, y hay una tentación de corrup -

ción muy fuerte . Si el decisor es responsable de una cuenta d eexplotación y está sometido a la competencia, el sistema se auto -rregulará, porque el corrupto dejará de ser competitivo y será a l alarga eliminado (caso SAPAC) . La corrupción es más duradera s iel corrupto detenta el poder político y los frutos de la corrupció nle ayudan a mantenerlo (caso Somoza) .

Terceros internos : es el caso de las decisiones jerárquicas, qu econdicionan el comportamiento de los subordinados y expresan l aética interna de la empresa . En el párrafo anterior evocábamos e lcaso del cuadro colocado por su jefe bajo la presión de uno sobjetivos tan exigentes que no puede conseguirlos de modo hon -rado, sabiendo que será despedido si no los alcanza . En este casola falta de ética del jefe es particularmente grave :

– incita a sus colaboradores a comportamientos desviados ,que van a pudrir la ética interna de la empresa ;

– estos comportamientos contrarios a la ética (externa) de lo snegocios perjudican a la imagen comercial y a la confianza de lmercado .

Este efecto multiplicador debe hacernos particularmente exi -gentes sobre la ética de los jefes : jefes de empresa, en prime rlugar, jefes de servicio también ; si su ética es dudosa, se exponena contaminar lo que depende de ello .

Ultima anotación ; el ejercicio del poder en la empresa n odebe inspirarse en el ejemplo del poder político o del Estado ,porque se trata de mundos diferentes . El mundo mercantil es e ldel contrato, el mundo del Estado es el de la obligatoriedad . Suslógicas son diferentes y no es bueno mezclarlas . Volveremos ahablar de ello, como de una de las causas de nuestra crisis de l aética de los negocios .

6 . Desestabilización por la internacionalización y las prácticasanglosajonas

Desde hace quince años, la internacionalización de la econo-mía no sólo ha exigido profundas readaptaciones de las estructu -ras productivas, sino que sitúa a nuestras empresas ante la necesi -dad de readaptar también su ética de los negocios —siendo cuestio -nados los compromisos tradicionales por dos desafíos exteriores ,orientados además en sentido opuesto :

– del Japón, una nueva especie de empresa, que refuerza s u

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(ETICA DE LOS NEGOCIOS

competitividad cultivando en el interior los deberes recíprocos enuna comunidad de trabajo que quiere sobrevivir y triunfar ;

— de los Estados Unidos, una nueva especie de sociedad, situa -da por el contrario bajo el signo del individualismo, de la movili -dad, de la juridicidad y de los medios de comunicación .

El desafío japonés de ética comunitaria ha tenido un efect oconstructivo más que disolvente .

Hubo siempre entre las empresas francesas una corriente co-munitaria, teñida de paternalismo o bien de progresismo des -centralizador . Pero la mayoría ha sido siempre tecnocrático-cen-tralista, persuadida de que la eficacia viene de los jefes y no de lo sejecutantes .

Bajo la influencia de los sindicatos, de los social-cristianos yde la conmoción de 1968, desarrollaron políticas de relacione ssociales —formación, condiciones de trabajo, participación en be -neficios, dirección participativa, etc .— muy a menudo pensada scomo un medio de compartir con los ejecutantes unos beneficio scuyo origen principal se encontraba en los jefes, que continuaba ndiciéndolo todo .

Vino entonces el ejemplo de las empresas japonesas, cuya seficacias asombrosas se producen con reglas de juego intensamen -te comunitarias :empleo vitalicio, culto de la armonía en el grupo ,decisión por consenso, formación a todo lo largo de la carrera ,responsabilización hasta la base (el obrero puede detener la cade -na), círculos de calidad, método kanban de programación justo atiempo, información abundante sobre el interior y el exterior ,sindicatos integrados en la empresa y que ayudan a su adaptació ncompetitiva, etc ., apoyándose cada punto sobre el desarrollo d elas capacidades de cada uno y sobre su voluntad de contribuir a léxito del conjunto por la excelencia del servicio al cliente y a l asociedad .

Estas eficacias no parecían posibles sino por una fuerte étic ainterna de la empresa, bastante bien aplicada y creible, para qu elos asalariados confiaran en la empresa, hicieran el esfuerzo deperfeccionarse y de responsabilizarse, sabiendo que más pronto omás tarde tendrían la recompensa . Los asalariados japoneses ha nganado con ello, puesto que su salario real se ha multiplicado po rdiez en cuarenta años .

La fuerte ética interna de las empresas japonesas se ve natu-ralmente sostenida por una selección muy atenta a la entrada, una

REFLEXION S . .aRE LA ETICA DE LOS NEGOCIOS Y SU CRISIS ACTUA L

formación continua del comportamiento por la presión del grup oy la exclusión de quienes se desvían gravemente .

Añadamos que esta ética de compromisos recíprocos, no es-critos, en grupos cerrados, se vuelve a encontrar en las relacione sentre empresas : proveedores, subcontratistas, banqueros, distri-buidores (estos últimos fuertemente criticados precisamente po rsu cierre) .

Una de las lecciones del ejemplo japonés es que la ética de l aempresa respecto a los asalariados (y también respecto a lo sclientes y los proveedores) no es sólo un reparto para cumplir un aespecie de deber humanitario, sino también, a través de la capaci -dad y la responsabilidad acrecentadas de cada uno, un medio d eincrementar la eficacia y de hacer crecer el «pastel», en benefici otanto de los accionistas como de los asalariados .

Muchas empresas francesas han trasplantado a ellas misma salgunos rasgos del modelo japonés, desde el «círculo de calidad »hasta el «proyecto de empresa» portador de «valores comparti-dos» . El injerto ha conocido a veces el éxito .

Pero no bastaba combinar esta aportación con la tradició nnuestra . Era preciso además hacerla compatible con la nuev aaportación anglosajona .

El desafío americano es el de una nueva ética social .Fundada, desarrollada y organizada bajo el signo de la étic a

puritana, la empresa americana jamás ha olvidado la importanci ade la ética de los negocios, pero ha modificado progresivament esus mecanismos hasta un grado del que sólo acabamos de toma rconciencia con la internacionalización de la economía .

El paso de una organización del tipo «comunidad» a la del tip o«sociedad», ha sido llevado mucho más lejos que en el continenteeuropeo, entrañando, en el plano de la economía, algunos cam-bios principales que ahora han llegado como un oleaje sobr eEuropa .

a) Desreglamentación y privatización, pero regulación . . . y«bola financiera»

El refuerzo de la legitimidad empresarial ha producido altaeficacia por parte de empresarios de tecnología elevada (tip oSilicon Valley), en comparación con los bajos rendimientos de lo sgigantes establecidos (tipo General Motors, US Steel) y a lo sresultados negativos de servicios públicos o semipúblicos . Pérdid a

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LLl('.I D LOS NLGOC/OS

REFLEXION SOBRE LA ETICA DE LOS NEGOCIOS l' SU CRISIS ACTUA L

de credibilidad de la gestión directa por el Estado (confirmad apor el fracaso de los socialismos de Estado y de otros) y reconoci-miento de la necesidad ineludible de la empresa autónoma en un aeconomía muy evolutiva, fragmentada e intelectualizada . La ges-tión directa por el Estado es una solución arcaica ; de ahí privati-zación, desreglamentación, pero conducción del juego competiti-vo por medio de agencias reguladoras, tipo FTC, FDA, SEC, etc .

Regulación imperfecta, puesto que ha dejado inflarse la «bol afinanciera» de los años 1984 a 1990, con sus OPA salvajes finan-ciadas mediante junks bonds, sus corretajes financieros insolen -tes, sus cínicos beneficios de iniciados, sus golden boys arrogan-tes, sus enormes plusvalías seguidas de crash, cuestionando l aética del beneficio y la confianza en la economía de mercado .

Todo esto ha sido importado a Francia por las reformas «libe-rales» 13cregovoy-Naouri, que han llevado a cabo, ciertamente ,una apertura muy positiva, pero sin evitar los efectos perverso spara los que estábamos muy poco preparados .

b) Triunfo del individualismo, de la juridicidad y de los me -dios de difusió n

Multirracial, multirreligiosa, multicultural, la sociedad ameri-cana apenas tiene otros fines comunes que el de dejar a cad aindividuo o grupo reducido libre para sus finalidades . Descréditodel conformismo y de la lealtad clásica ; importancia creciente d ela movilidad de empresa a empresa . El lazo social pasa entonce sde los deberes recí procos de la comunidad a los derechos de cadauno en la sociedad, que se hace cada vez más jurídica : tanto e lcirujano como el hombre de negocios no actúan ya sin la opinió nde su lmvyerd . Otro vínculo viene constituido por los medios deinformación, que, en el seno de la democracia, constituyen e lcuarto poder : después del legislativo, el ejecutivo y el judicial ,pero a veces niás poderoso que ellos (asunto watergate) . La sempresas deben también afrontar este poder . . . o servirse de él .

cl Importancia creciente de nuevos temas ético s

Los temas clásicos subsisten, pero los medios de comunicació nsitúan en primera fila, además de la muy clásica corrupción y l aprotección del consumidor, las dimensiones nuevas de los delito sde iniciados y de la protección a los accionistasd y más todavía los

nuevos temas ligados al medio ambiente, a la discriminación ra-cial, sexual, sanitaria u otra, a la protección de los animales, a la sprohibiciones políticas (Africa del Sur), etc .

Sostenidos por la legislación, manejados por los lobbys y losmedios de comunicación, estos temas permiten atacar a la empre-sa, por su ética, mediante acciones judiciales que pueden arrui-narla .

d) La empresa se forja un escudo étic o

Para ser menos vulnerable a los nuevos ataques que se refie-ren a su ética, la gran empresa americana se forja un escudo cuyo selementos clave son los siguientes :

—Designación de un responsable de la ética de los negocios ,normalmente ligado a un servicio con capacidad jurídica . Es é lmismo un jurista reciclado en los cursos de «Business Ethics »propuestos por todas las grandes universidades . El mismo organi-zará la formación interna en la ética de los negocios .

—Redacción dé una carta ética («Business Conduct Guideli-nes») que expresa el compromiso conjunto de la empresa y de s upersonal a respetar las reglas de honradez y de legalidad ; y d emodo más preciso los deberes a los que se compromete el persona len su trabajo y fuera de él para respetar las leyes de la nación ,para preservar los intereses de la empresa y para conformarse asus principios fundamentales . El compromiso con esta carta e sfirmado por cada nuevo miembro (véanse ejemplos en el capítul o3) .

—Sistemas de organización que descartan la tentación de ha-cer trampas y ayudan a detectar las anomalías ; procedimientospara perseguir las infracciones .

Este dispositivo intenta, en primer lugar, condicionar el com-portamiento de los cuadros y de los dirigentes, mediante u nsistema de normas y sanciones de tipo jurídico: parece encontrar -se lejos de la presión del grupo de los ántepasados puritanos, ylejos también del vínculo comunitario . Pero veámoslo más d ecerca :

El sistema jurídico que sustenta la ética tiene dos fuentes :—la ley del pais, que todo agente de la sociedad es persuadid o

a respetar ;—pero también el credo de la empresa, por el que los dirigen -

tes enuncian directivas que concurren al respeto de la ley y

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El7G1 DE LOS NEGOCIO S

también reglas de conducta y una filosofía de acción propias de l aempresa, de su historia, su cultura y su sector profesional .

Podría decirse que se trata de una doble legalidad :– legalidad social que refleja las leyes y valores de la sociedad ;– y legalidad de empresa que refleja la ética particular de est a

empresa, y a la que cada uno debe comprometerse antes de serrecibido . . . ¡en esta suerte de secta profesional! Así, en esta em-presa legalista, subsiste el lazo comunitario de una alianza, con-tractual pero distintiva .

A t r avés de las turbulencias, subsiste por tanto una continui-dad cultural que explica su relativa eficacia . Hay desde luegofallos y escándalos en los Estados Unidos, como en todas partes ,pero nadie está al abrigo de las sanciones, y se ven caer las cabeza scolocadas más altas : tal es el test principal de nivel de ética, que s eencuentra tanto más bajo cuanto más intocables sean los grande spersonajes .

Francia ha importado los nuevos problemas, pero ni el Estadoni la empresa han sabido adaptar verdaderamente su sistema d edefensa contra la transgresión : de ahí nuestra crisis de la ética d elos negocios .

7 . En Francia, deriva de la ética del Estad o

Abordamos este tema únicamente en la medida en que i.nter-ficre fuertemente con la ética de los negocios .

Lo abordamos sin «angelismo», sabiendo que el problema d efinanciación de las actividades políticas no ha encontrado todaví asolución perfecta .

a) El problema de la financiación de las actividades políticas

Las sociedades humanas, y particularmente las democráticas ,tienen necesidad de actividades políticas que expresen, de form adinámica y segmentada, los valores y opciones de los ciudadanos ;necesidad especialmente de partidos políticos que formulen pro-puestas de acción y presenten candidatos a las diferentes eleccio-nes .

Pero el servicio proporcionado por los partidos políticos (y po rotras organizaciones) entra en la categoría de lo que los econo -

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mistas llaman «bienes colectivos» –que, como, por ejemplo, l alimpieza de las calles, aprovechan a todos los usuarios y n oconstituyen bienes comercializables que cada uno puede elegir s icompra o no .

No pudiendo ofrecer un bien comercial, debiendo contentars econ las escasas cotizaciones de los militantes, las actividades polí -ticas han tenido, en todo tiempo, un problema de financiación . Yen todo tiempo este problema se ha resuelto mediante un corto -circuito muy natural, consistente en obtener dinero de las decisio -nes del poder político en beneficio de los hombres políticos y/o d esus partidos .

Durante mucho tiempo esto ha parecido muy natural, y la sinmensas fortunas de los Richelieu, Mazarin, Colber+, etc ., ape-nas chocaban. En el siglo XIX, en régimen democrático, est autilización del poder dejó de ser reconocida, pero su práctica s emantuvo, ramificándose en una red capilar de corrupciones d etodo los tamaños –algunas de las cuales se revelaban y provoca-ban un escándalo, generalmente apagado enseguida . En Césa rBirotteau, Balzac'hace decir a uno de sus personajes : «Compren-da que la misión que se espera del ministro de Justicia, es sobr etodo que eche tierra a los asuntos» . Propósito que permanec eactual .

Este fenómeno rechazable no es específico de Francia ; seobserva en todos los paises, en formas variadas pero nunca mu yoriginales .

Un remedio apropiado puede ser la financiación por el Esta -do, mantenida en Francia por una ley reciente : con el inconve-niente de fijar a los partidos en una especie de autocontrol . Otravía apropiada es la contribución voluntaria lícita y pública : se lereprocha que favorece a los ricos . Una solución válida debe si nduda ser pluralista .

Observemos que el problema de financiación de la política s eagrava desde hace diez o quince años con la entrada en escena de lmarketing político, que ha multiplicado por diez, en la práctica, e lcosto de las campañas electorales . . . sobrepasando todos los lími-tes legales .

Como simultáneamente se producía la escalada de grande sobras, de las licencias de construcción, de las autorizaciones d egrandes superficies, de las concesiones audiovisuales y otras, er aen suma «natural» obtener de esta «mina» privilegiada recurso spara financiar la política . El paso se ha dado tanto más fácilmentecuanto que cierto viento de «liberalismo cínico» ha barrido los

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tabús morales que mantenían la integridad proverbial de la ad-ministración francesa .

1)) 1,a sociedad política se ha convertido en un mundo si nmoral

habiendo tomado de la sociedad civil la libertad de acción y e lafán de lucro, sin admitir la competencia y sin renunciar al mono -polio de la fuerza, la sociedad política se ha convertido en Franciaen un mundo sin moral .

La sociedad civil de las empresas tiene una moral, que sederiva del hecho de que busca la supervivencia rentable sin pode robligar a los clientes a comprar ni a los asalariados a entrar e nellas . Resulta de ello un doble ajuste :

—ajuste mediante la «competencia civilizada» : la libertad con-tractual y la búsqueda del beneficio no son legítimas y conformesal interés general más que ajustadas mediante la competenci acivilizada, lo que significa que se prescinde de las armas desleales ,que son la intimidación, la violencia, el fraude, las práctica santisociales, la corrupción, los monopolios, los privilegios, e lahuso propio de iniciados . El Estado, cl sector profesional y la scostumbres deben hacer respetar estas reglas de juego y la compe -tencia hace. el resto ;

—ajuste mediante el interés bien comprendido de los dirigen -tes : la buena gestión prescribe una ética complementaria, alguna sde cuyas palabras clave son «escuchar al cliente», «calidad de se rvicio», «respeto y motivación de los asalariados», «percepción yrespeto a los hechos», «lógica de evolución con planteamientocrítico del pasado», «innovación», «mejora continua», «inversió nen los progresos técnicos y humanos» .

Mediante este doble ajuste, la moral de la empresa es u nsistema autorregulado —que, como la democracia, comporta nece -sariamente fallos (el error es fuente de conocimiento), pero cuya sdesviaciones tienden a corregirse : simplemente, por el fracaso delas empresas que se desvían . . . Salvo si se benefician de privilegio spolíticos . Y esto nos lleva al nudo de la cuestión .

La sociedad política es el mundo del poder para obligar .

Complementaria del libre contrato, esta capacidad de obliga res legítima si emana de un poder democrático que ejerce sus

funciones de policía, de justicia, de defensa, de solidaridad socia ly de reglamentación . Teniendo, como contrapartida, el ejercici ode controles y la puesta en práctica de contribuciones económi-cas, hace falta un poder político para hacer reinar la «competen-cia civilizada» necesaria en la sociedad civil .

La sociedad política ha tenido una moral, cuya última expre-sión intensa (años 1945 a 1973) comportaba una clara separació nde funciones entre los políticos y la administración .

—La administración, íntegra y todopoderosa, impregnada a l avez «de aristocracia y de socialismo» obtiene de su alta sabidu-ría el monopolio de declarar el interés general y goza de u nestatuto burocrático que se considera como modelo futuro par atoda la sociedad .

—Los políticos desempeñan, en la anteescena, su papel demo-crático de canalizadores de los movimientos de opinión, pero ,salvo reformas de fondo, apenas interfieren en la administración :No son los «patronos» .

En este contexto, existían las reglas (le juego de una étic aimperfecta pero no obstante creible .

Esta moral ha sido hoy desestabilizada por varios factore sobjetivos importantes :

—la extensión del sector funcionaria], que ya no puede ser un aelite ;

—la pérdida de credibilidad del estatuto burocrático com omodelo de organización de la sociedad (el desfondamiento de lEstado lo subraya) ;

—la aparición, como único creible, del modelo empresa-mer-cado, que justifica la libertad de acción con el objetivo del interéspersonal .

Estos grandes cambios, combinados con el mantenimiento de lpoder para obligar y su resaca, han engendrado notables efecto sperversos :

—los políticos son libres para invadir la administración, co nlos amigos políticos cayendo en paracaidas sobre los sillones d edirección o sobre los cuerpos superiores :

—el sector público ha tomado del privado los instrumento sestratégicos y financieros más agresivos, así corno el afán d e

La expresión es de Yves Cannac, presidente del Instituto de empresa .

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ganancia, al tiempo que conservaba en sus manos el poder regla-mentario, los fondos públicos y con mucha frecuencia el monopo-lio : de ahí la destrucción de la moral competitiva .

—esta situación, contraria al Estado de derecho, no deja d eengendrar en la sociedad política una corrupción que, enmascara -da con el discurso de una economía mixta para el bien común ,roza a veces el gansterismo : así sucede cuando los empresarios d ela construcción o de la distribución, que quieren hacer su oficio ,se ven no sólo extorsionados por la mafia política (para las caja sde los partidos de todo tipo), sino luego acusados y encarcelados .Cuando los políticos llegan a encarcelar a las víctimas que previa -mente han despojado, puede decirse que se sobrepasan las habili-dades de Al Capone .

— Esta «desmoralización» profunda, este triunfo del cinism oentrañan la degradación del nivel del debate político . Excluidostodos los envites de fondo por la inercia del medio, la acció npolítica se reduce a los efectos de los anuncios de los medios d ecomunicación y a las pequeñas maniobras o frases que no intenta nsino desestabilizar a las personas sin aportar ningún proyect opositivo .

cl Descomposición regional . . . en la impunida d

Dos factores particulares agravan la corrupción política desd ehace algunos años : la regionalización y la impunidad de las trans-gresiones .

La regionalización ha multiplicado el número de los centros d edecisión administrativos, la amplitud de sus poderes, y el númer ode ordenadores de gastos . Desde ahora, los miles de millones d edinero negro de la política continúan siendo en parte absorbido spor las administraciones centrales (sector audiovisual, transaccio-nes fiscales y aduaneras, grandes golpes de iniciados . . .), peromucho más ampliamente por la red capilar de la corrupción local :comisiones sobre las obras públicas y los suministros, sobre la sautorizaciones importantes del sector inmobiliario, ley Roger . . . ;y derivación del dinero público a través de 10 .000 asociacione ssubvencionadas, sociedades de economía mixta, sindicatos inter-municipales, hacia las cajas de los partidos o hacia salarios ficti-cios/complementarios de amigos de todo tipo, según una deriv ade tipo mafioso .

"Todo esto es ilegal, pero queda generalmente impune, porque

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los administradores elegidos no dependen de una jerarquía disci-plinar y no se ven sometidos al Tribunal regional de cuentas o a lTribunal de disciplina presupuestaria más que por orden de l acumbre política del Estado (ministro de Finanzas, presidente de lTribunal de Cuentas, prefecto) y, por tanto, en su caso, siguiend ocriterios políticos . Ha podido decirse que allí había un «espaci ovacío» para la sanción de la ley .

Gastón Defferre era perfectamente consciente de otorga rinmensos poderes a los elegidos con la ley de descentralización :terminó la tutela de los prefectos y cl control a priori de lasadquisiciones . Como contrapartida, había tenido cuidado d ecrear las cámaras regionales de cuentas .

Entonces basculó todo . . . Anteriormente, las observacione sde los prefectos eran dirigidas al consejo municipal . Nadie la signoraba y, sobre todo, no lo hacía la oposición al alcalde ,explica el presidente de una cámara regional de cuentas . Desdela ley de 5 de enero de 1988 ha cambiado todo . Ciertamente ,todo el proceso de investigación está escrito, pero permanec eestrictamente confidencial entre el alcalde y nosotros . Ni siquie -ra el primer adjunto participa . Ahí es donde aprieta el zapato .Molestábamos, pero no molestaremos en adelante . El contro lse reduce a los aspectos formales . Conocemos las mil y un amaneras de derrochar el dinero público, pero ¿qué hacer contr aun consenso político que nos ata las manos? . . . Los policías de l abrigada financiera están también completamente desengañados :«No conduce a nada, confirma uno de ellos» ' .

El desarrollo de amplias zonas de impunidad, en la periferi adel Estado como en su cúspide, ejerce sobre la ética de lo snegocios un doble efecto de incitación :

—incitación directa de las empresas, a las que se hace com-prender que no tendrán la adjudicación o la autorización más qu eal precio de ciertas complacencias ilegales : pretendiéndose men-tor íntegro, la administración impone a los actores comporta-mientos de competencia desleal ;

—incitación indirecta, por el ejemplo del laxismo triunfant eque contribuye a desmoralizar a los asalariados de todos lo sniveles .

'' Tomado de Fnritwe, n " 13, marzo, 1989 .

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En la deriva actual hacia la irresponsabilidad de los funciona-rios del Estado, observamos un punto fijo : las malversaciones d efondos públicos se tratan como falta venial a condición de que e linteresado haya gastado todo ; no se convierten en graves más quesi se ha enriquecido .

8 . Crisis francesa de la ética de los negocio s

"iodo lo anterior nos da las claves de la actual crisis de la étic ade los negocios en Francia .

No hay, desde luego, que perder la cabeza : Francia continú asiendo uno de los paises del mundo en que la ética de los negocio ses menos malsana ; pero sc ha iniciado una deriva, los dirigente sele empresa se inquitan por ello, a veces se indignan y se siente ndesprovistos ele medios de acción ; los ciudadanos ya no compren -den . Importa ver claramente las causas principales de esta deriva .

a) Las causas

De modo muy esquemático, las resumiremos en una serie d ehechos convergentes, en su mayoría ya comentados . Algunos soninevitables, otros pueden ser objeto de acciones correctoras .

- interrrncivnalización ele la competencia en un contexto d eevolución rápida que somete a las empresas a presiones tan fuer -tes que apenas queda espacio para el sentimiento . . . y a veces n isiquiera para la ética . La supervivencia puede comprarse al preci ode verse comprometidas .

– Valores y prácticas americanos que irrumpen en Francia . Ala apertura ele los mercados se añade la apertura a las prácticas yvalores de otros paises, y especialmente a tres rasgos americanos :

• legitimación reforzada de la empresa privada ligada al mer-carlo y del criterio de rentabilidad (lo que es positivo), per otambién desaparición de los tabús referidos al dinero (lo qu epuede llevar lejos . . .) ,

• apresurada desreglamentación financiera, que precisamenteofrece tentaciones a los «liberados de los tabús del dinero» ,privados y públicos .

• juridicidad acrecentada de la vida socioeconómica, tendien-do en ocasiones la legislación, desmesuradamente abultada ,a ocultar la moral y a cubrir la falta de honradez .

– Evoluciones sociales compartidas con otros paises :• individualismo, rechazo del conformismo, que llegan al ci-

nismo, alejándose de los valores tradicionales y de las pre-siones del grupo próximo : protestas contra el «moralismo» ,

• aumento de la delincuencia económica y de la otra ,• aumento de los escándalos éticos transmitidos por los me -

dios, relativos al medio ambiente, a la salud/seguridad, a la sganancias indebidas mediante delitos de iniciados, a lo sgolpes financieros, a la corrupción, etc .

– Evoluciones más claras en Francia :crisis de la ética de las empresas que, no habiendo desarrolla -do el sistema doctrina-organización-formación-sanción parala ética, se ven a veces contaminadas localmente -o so nvíctimas de extorsiones ,crisis de la confianza en el Derecho : es tan prolijo y cam-biante (a veces «a la medida del destinatario») que ya n ogarantiza la ética, estando los grandes truhanes legalment ecubiertos . . . y quedando en todo caso impunes ,crisis de la ética de los sindicatos : también ellos respetan l aley cuando toman como rehenes a decenas de miles d eusuarios inocentes, impotentes ; es legal, pero ¿es ético? Encuanto a los secuestros y sabotajes son ilegales, contrarios alos derechos del hombre (de que tanto se habla), perosiempre impunes e incluso considerados sin importancia ,crisis de confianza en los medios de comunicación, todopo-derosos sobre la opinión, pero que se dedican a lo emociona la corto plazo más que a la información equilibrada ; visible -mente manipulados e impotentes para llevar a cabo un ainvestigación amenazadora para los poderes ; lo que apoya ,de modo chocante, la impunidad .

b) El malestar de los dirigentes de empres a

Los jefes de empresa, situados en pósiciones muy diversas ,perciben claramente estos problemas desde sus diversos ángulos :su malestar viene de un sentimiento de incertidumbre o de impo-tencia en relación con las acciones capaces de remediar esta crisi sde la ética de los negocios .

Respecto a algunos problemas que se plantean a su nivel ,vacilan sobre la dirección a tomar .

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—Inspirar al personal confianza en la empresa y en sus diri-gentes, cuya acción se percibe como honesta y eficaz, es la prime -ra funciónele la ética de los negocios . Pero, ¿cómo vencer c lcinismo y el escepticismo actuales ?

—La transparencia es un factor de saneamiento, pero se sabeque en el límite puede paralizar ; y se echa de menos un poco e lconfort del club profesional confidencial, gracias al cual la compe -tencia no es «salvaje» —y que practican alemanes y japoneses .

—¿Hay que practicar la comunidad de empresa o atenerse alos informes formales, legales ?

— Hay que atenerse a un legalismo hábil ; ¿qué dosis de éticaañdirle en su caso ?

— ¿Cómo hacer que el personal se adhiera a un mensaje étic ocuando ya no es posible referirse a criterios morales o a un sentid ode la acción?

—¿I-Iay que revisar la ética liberal para incluir en ella com olegítimos los juegos de connivencia con los poderes, aceptado scomo un dato del entorno? ¿Cómo justificar entonces el benefi-cio, exigir de los subordinados integridad austera o pedirles laadhesión a algo que no comprenden ?

—¿Cómo, frente a la presión terrible de competidores meno sescrupulosos, conservar el espacio de libertad que permita mante -ner un alto nivel de ética? ¿Y cómo conservar incluso la étic amínima cuando está en juego la supervivencia ?

c) Desviaciones posible s

Los problemas se agravan, los jefes de empresa vacilan y s ecorre el riesgo de ver acentuarse la deriva de la ética de losnegocios .

Sin pretender construir «escenarios» formalizados, poderno sesquematizar tres líneas de evolución distintas :

—Régimen de las amistades de clan,forma particular de l aeconomía mixta en la que nada se hace en el Reino sin un visado ,o, al menos, una ojeada del Palacio . La empresa renuncia a un aética propia para adherirse fielmente a los valores del poder : l oque éste aprueba no puede ser malo -ni ser criticado .

—Escalada reglamentaria en nombre de la ética . Cada proble-ma, cada escándalo da lugar a un incremento de leyes, reglamen-tos y controles . Múltiples «comités de ética», especializados por

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áres, proponen sin cesar nuevas medidas tales como encuesta sprevias a cualquier acción . De manera que, finalmente, las em-presas se encuentran paralizadas en sus iniciativas por una especi ede totalitarismo larvado .

— Cinismo que se amplia tanto en los círculos privados com oen los públicos . El enriquecimiento pierde su legitimidad, l amasa, que no se aprovecha de él, está cada vez más frustrada ytodo ello desemboca en un cambio político que lleva al poder a u npopulismo-integrismo más o menos musculado, elegido con s uprograma de saneamiento de tipo sudamericano .

La Francia actual se sitúa sin duda a igual distancia entre esta stres desviaciones, todas las cuales son nefastas para la competiti-vidad de la economía, la libertad ele acción de las empresas y e lrespeto a los ciudadanos .

De la crisis de la ética de los negocios hay que salir por otr ocamino . Diseñaremos el trazado después de citar algunos ejem-plos de empresas que se han organizado para afirmar en ella smismas la ética de los negocios .

9 . Variantes europeas de la ética de los negocio s

Según la cultura, las leyes y las costumbres, la ética de lo snegocios varía intensamente de un pais a otro : ¡ignorarlo puedecostar caro !

Sobre este amplio asunto, nos limitaremos aquí a algunasnotas breves e incompletas, limitadas a nuestros dos vecino sprincipales .

Todos los paises tienen que afrontar los problemas de éticaplanteados por la financiación de la política, que tienden a crearuna franja de corrupción en la intersección entre los decisore spúblicos (nacionales o locales) y las empresas . Según los países ,esta franja es más o menos amplia y más o menos en contraste co nlos valores y las prácticas de la sociedad de los negocios .

Y esto puede llevarnos a una mirada inesperada a las práctica sde algunos de nuestros vecinos .

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Los franceses comprenden mal a su «hermana latina», porqu eno miden hasta qué punto su cultura es diferente de la suya, y l a

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designan unánimemente como tierra tradicional de las corrupciones ,del mercado negro y de los compromisos poco fiables . La realidades más matizada y, por mejor decirlo, llena de contrastes .

Es un hecho que la franja de corrupción ligada a la financia-ción de la política y de sus prolongaciones es en Italia particular -mente amplia : abarca una gran parte de las compras de las ad-ministraciones centrales, regionales y locales, organismos públi-cos, empresas públicas o de economía mixta, y, por contagio aalgunas grandes empresas «anónimas» del sector privado . El cir-cuito «negro» de negociación de los «convenios» sobre el montan -te de algunos impuestos es bien conocido, aunque en declive ; a é lse vincula una vasta economía sumergida que incluye el reciclaj ede dinero público de diversas fuentes (primas para el Mezzogior-no, etc .) . Casi no es posible hacer negocios en estos medios si napoyos políticos y comisiones ocultas : ésto responde bien a l aimagen que tienen de ello los franceses .

Pero, en contraste con esta vasta franja corrompida, Italia e stambién el mundo de las empresas de capital personal o familiar ,pequeñas, medianas y a veces grandes, penetradas de una ética delos negocios muy alta, caracterizada por :

—un completo respeto por la palabra dada (sin escrito), qu epermite sobre todo a las célebres nebulosas italianas de PYM Eespecializadas contratar y ejecutar bajo palabra amplios contrato sinternacionales —con práctica tradicional de exclusión de quiene sse desvían ;

—un gran respeto por las personas de cualquier rango, y dese ode consenso —porque se sabe que en un mundo complejo hac efalta la aportación de todos ;

—pero un respeto mucho más limitado por el Estado y por e lformulismo legal .

Son estas empresas independientes, que asumen, en una pers-pectiva a largo plazo, sus responsabilidades patrimoniales y socia -les, las que constituyen la fuerza sorprendente de la economí aitaliana .

Existe por tanto en Italia una ética dual . Si se quiere hace rnegocios allí, es preciso ver, ante todo, en qué categoría se sitú avuestro interlocutor o vuestro mercado . Si está en la franja impu-ne . el que no tenga una competitividad excepcional tendrá l atentación de abstenerse o de delegar su inserción en alguien de lmedio . Si vuestro mercado está en «zona libre», podéis sin dud aencontrar interlocutores fiables con los que una relación durader apermitirá establecer un nivel muy alto de confianza recíproca v de

cooperación . Vinculándose a una intensa cultura mercantil qu etiene mil años de tradición .

Alemania

Se observa cn Alemania un buen nivel general de ética de lo snegocios : respeto a la palabra, búsqueda del consenso libre, l oque expresa a la vez cl respeto por los hombres y la concienci aclara de la complejidad de los problemas .

La franja corrupta no está ausente . pero parece limitada .sobre todo en las relaciones con los poderes públicos : la des -centralización parece responsable . Las prácticas de compras noson todas puras ; hay incluso entradas discriminatorias ; sin habla rde los inevitables aspectos confusos .

El punto fuerte es la ética interna : las relaciones de la empres acon sus asalariados y sus sindicatos suponen una fuerte dosis d erespeto mutuo que contribuye a la eficacia del conjunto . El otropunto fuerte es la ética cívica) especialmente la responsabilida dasumida por la empresa respecto al entorno : lo que contribuye asu armonía con los valores desde la sociedad .

Estos puntos fuertes están particularmente acentuados cn la sempresas independientes medianas y grandes, que (a otro nive lque en Italia) son la fuerza de la economía alemana ; fundada sigualmente sobre una profunda cultura ele la empresa mercanti lcomo actor principal en la sociedad .

Lecciones para los francese s

Si queremos hacer negocios con estos paises, tomemos con -ciencia del hecho de que, a sus ojos . el francés carece de cultur amercantil . Para el francés tipo que caricaturizan . el Listado es e lmodelo v la referencia supremos : sc le ve como a un racionalist aque ama los esquemas simplificadores, no cree en el consenso yejerce el poder jerárquico con arrogancia . Podríamos responder -les haciendo a nuestra vez su caricatura : ¿pero es lo más útil? Par auna cooperación fructífera con los alemanes o los italianos, noshace falta en primer lugar dar algunos pasos hacia la comprensió nmás amplia de la complejidad y hacia su ética de consenso abier-to, a renovar en la confianza v al hilo de la evolución .

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