Relación de elementos de escalada aprendidos en 1º bachillerato.

Nudos:

ocho doble sin coser,

ocho doble cosido,

pescador como seguridad de un nudo ya hecho (remate)

pescador como unión de dos cuerdas,

unión de dos cintas,

as de guia,

as de guía a la cintura,

nudo de alondra, arnés de socorro.

arnes de socorro

Montaje de Rapel medio, desde una reunión.

Escalada vertical de dos paneles.

Subir de primero, abriendo la vía con cintas spress

Desmontar una vía desde la reunión.

Asegurar con gri-gri.

Subir hasta una reunión y descender desmontando la vía en rapel (medio y alto).

EXAMEN DE ESCENIFICACIÓN Y ESCALADA.

A mis alumnos de bachillerato.

“UN DÍA TRANQUILO…. UN DÍA COMPLICADO”

Los rayos de sol se clavaban con fuerza sobre el techo de uralita mientras los chicos,

Lukas, Miriam, Javi, Ángel, Alejandro y Julio, miraban la televisión sin verla, como el

que mira el paisaje tras el cristal de una ventanilla de tren, todos excepto Ángel que no

paraba de lanzar balitas de papelitos mojados en saliva con su cañón de 3mm (es decir,

una cañita de plástico). Los días de instituto quedan lejos y el sol de agosto hace casi

imposible estar en el club antes del atardecer.

Todos ellos excepto Lukas cursan primer año de bachillerato, aunque en diferentes

cursos. Lukas es el mayor del grupo, dejó el instituto en 4º de la ESO para hacer un

modulo de grado medio de EF, aunque su verdadera ilusión hubiera sido finalizar el

bachillerato y estudiar geología, afición que le viene desde que durante las vacaciones

de hace 6 años llegó a casa Raúl, un antiguo amigo de su padre para trabajar en un

yacimiento recientemente abierto en unas montañas cercanas. El invitado pasó todo el

verano en casa y desde las primeras noches Lukas observaba durante horas sentado en el

lado opuesto de la mesa como Raúl estudiaba esas curiosas piedras con el microscopio

y la luz polarizada, facilitando así la ardua tarea de clasificación. Días más el padre de

Lukas se dio cuenta de que a su hijo no lo atraía tan solo la novedad sino que existía en

el chico una verdadera curiosidad e interés, por lo que permitió que Lukas pudiese

acompañar a Raúl a recoger las tomas a la montaña.

Lukas jamás pensó que algo tan tonto como unos simples trozos de roca podían

despertar en él tanta curiosidad, pero ¿de donde sale este interés, donde había estado

escondido hasta entonces? Todo surgió al colocarse delante de esas rocas y observar

como una estructura de tipo cristalina podía soportar el peso de miles de kilos sin

alterarse o cual debe ser la temperatura del interior de la tierra para fundir rocas hasta

convertirlas en líquido magmático. A Lukas le parecía extraño el no poder soportar ni

siquiera los 50 minutos de una aburrida clase del instituto y sin embargo, cuando estaba

delante de esos trozos inertes de materia dura e irregulas, descubría que el tiempo deja

de medirse en segundos y mil preguntas sin respuestas revolotean en su cabeza.

Sentada en el sofá roído que había tras la entrada de la nave, se encontraba Miriam que

no paraba de jugar con Javier, o si lo entendéis mejor de otra forma, no paraba de

tantear con Javier. Las risas molestaban a los demás que seguían con la mirada puesta

en la televisión. El ambiente estaba enrarecido y el aburrimiento flotaba en el aire

penetrando hasta lo más profundo las mentes de los adolescentes.

Miriam tenía fama de chica atrevida, su complexión física era extraordinaria y no es que

fuese una amante del deporte, más bien todo lo contrario. Era una de esas personas que

sin hacer nada mostraba facilidad para todo lo que supusiese “moverse”, nunca

engordaba a pesar de ser una glotona. Tampoco sus padres son excepcionalmente

atléticos, pero desde que su profesor de ciencias naturales explicó que la herencia puede

ser poligenética, comprendió que a ella le había tocado la buena estrella ya que su

abuelo por parte de su madre era alto y fuerte. Por este motivo, desde que era pequeña

todos los niños de la clase se burlaban de ella, sin saber en ese momento que al menos a

uno de ellos le salvaría la vida muchos años más tarde.

Miriam tiene razones para estar integrada en el Club ya que Javier no quiere dejar a su

grupo de amigos y Miriam tiene autentica fijación por él desde que lo vio por primera

vez el día que llegó el camión de la mudanza y lo vio bajando las escaleras del bloque

cargado de cajas, justo para instalarse en el piso de arriba, vecinos para siempre, juntos

para siempre, tal fue el pensamiento de Miriam desde que esa extraña reacción química

a la que frívolamente llaman amor, viajó por la autopista que en milésimas de segundo

construye entre las miradas de los que están predestinados por Cupido, ese niño alado

con arco y flecha e hijo Venus y Marte, al que todos conocemos.

Ya sabéis todos que en estas edades las chicas están muy por delante de nosotros los

chicos en muchos aspectos y es cierto que más adelante todos, como por orden natural

y equilibrio, nos igualamos. Por delante significa que ellas tienen la capacidad de pensar

en doble, es decir intuir lo que vamos a decir y adelantarse a la respuesta, también son

capaces de entender las situaciones sociales complicadas como si pudiesen elevarse del

suelo y verlo todo desde arriba. Los chicos tenemos de bachillerato tenemos la mente

algo más simple, las cuestiones de amor son más bidireccionales si es SI es SI y si es

NO es NO. Javi sabía que entre él y Miriam había una relación especial pero para nada

podría suponer que el futuro los uniría muchos años mas adelante.

Por el momento Javi tenía en Miriam una buena amiga, la única chica que hasta ahora

era capaz de acompañarlo a todas las actividades que él proponía en el grupo. Para Javi

el deporte era el principal motor de su vida, es cierto que era un estudiante aceptable,

justo para pasar curso a curso aunque sin ninguna nota extraordinaria, sus padres no

estaban demasiado contentos con él pues ellos sabían que podría ser mejor estudiante,

pero no le podían reprochar nada pues iba aprobando y pasando de curso.

Desde hace dos años, el grupo de amigos pasaba diez días de verano en Bolonia, Cádiz

en un campamento que organizaba la empresa del padre de Ángel y por ello pagaban tan

sólo el viaje, allí aprendían actividades tales como windsurf, skate, escalda o surf. Javi

contaba cada día del año para ir a Bolonia pues allí aprendía todo lo que podía para

poder seguir practicando y mejorando durante todo el año, él era el que llevaba la

iniciativa del grupo para organizarlos, moverse y hacer todo tipo de deportes. En verano

solían ir a la playa con las tablas para hacer surf, entre semana o en fin de semana que se

quedaban e casa iban a menudo a la zona de skate que el ayuntamiento nos construyó

hace tres años, pero la activdad preferida de todos era la escalada. Normalmente iban

bajo un puente en el que había construido un rocodromo urbano muy completo Pero sin

duda lo que más le gustaba a todos era ir en coche con Lukas, el único con edad y

carnet de conducir, hasta el Cerro del Hierro para escalar en roca.

Miriam y Javi llevaban la iniciativa en la organización de actividades y también se

encargaban de tener el material necesario, es decir habían visitado tantas veces

Decathlon la gente le preguntaba a ellos en vez de a los empleados.

Miriam por el momento se conformaba con estar junto a él y Javi por su parte se sentía a

gusto con ella pues podía con toda confianza embotarle la cabeza con todos los

proyectos que tenía para el grupo de amigos. A Javi todos los componentes del grupo le

caían bien pero Ángel era con el que más chocaba.

Ángel tenía todo lo que Javi deseaba, el padre tenía un negocio que organizaba

actividades de aventuras, paint ball para ejecutivos estresados, fines de semana de

senderismo para la sociedad de amigos de la naturaleza, vacaciones para grupos a los

Pirineos, recorridos en 4x4 por las dunas del Sahara o escalada a las rocas más

emblemáticas como el Naranjo de Bulnes por su cara sur.

Ángel tenía la posibilidad de ir a todos esos sitios y para asombro o envidia de Javi, no

acompañaba a su padre simplemente porque había que madrugar mucho y además casi

siempre tenía que caminar o hacer mucho ejercicio. Prefería quedarse en casa con su

rutina y su grupo de amigos a los que se unía más bien por rutina o necesidad de

relación que por otro motivo, el grupo era el lugar donde se sentía más agusto pues en

realidad Ángel tenía un gran sentido el humor, siempre gastando bromas y lo cierto es

que cuando él no estaba se echaba el falta, es decir, todos me entenderéis si os digo que

él es el payaso del grupo, todos lo quieren pero nadie lo llamaría para alguna tarea que

suponga un mínimo de seriedad.

A pesar de su desidia por la actividad física, Ángel no puedía evitar conocer muy bien

todo lo relacionado con el deporte de aventura, pues desde que era un bebé en su casa y

por razones obvias, estas eran las palabras que flotaban en el aire continuamente,

cuerda, cinta spress, mochila, cascos, grigri, magnesio, nudos, etc. (Más adelante

sacaría del baúl de los conocimientos algo para que salvará a su amigo).

Alejandro estuvo a punto de levantarse y meterle a Ángel la cañita por donde todos

imagináis…..es decir por la nariz. Pero…. ¿No os he presentado a Alejandro? Ohh, es

genial, es al que todo el mundo quiere y el grupo lo protege como si fuese su hijo,

hermano, padre o madre. Alejandro es bueno por naturaleza, con una capacidad para

sacrificarse por los demás que es natural, sin buscar nada a cambio, él es así.

Siempre está atento a todos, jamás olvida, no sólo de cada cumpleaños, sino santos

aniversarios y todo lo que puede ser importante para los demás, siempre se presenta con

un detalle, nunca de gran valor económico, pero en definitiva con un presente.

Alejandro proviene de una familia muy humilde, su padre murió siendo él muy pequeño

al caer desde un andamio cuando encofraba un edificio allá por los años 70 cuando eso

de la prevención de riesgos laborales ni siquiera existía. Su madre con la pequeña

indemnización que recibió compro un kiosco en el barrio. Madre e hijo se turnan, ella

trabaja toda la mañana hasta las cuatro de la tarde cuando la releva Alejandro, pasando

allí toda la tarde hasta las nueve y media. Allí hace los deberes y estudia entre gominola

y pipas reyes, entre niños impertinentes que piden todo gritando y otros que intentan

llevarse lo que no es de ellos.

Por todo esto, el carácter de Alejandro es paciente, observador, serio, tímido……. triste.

Quizás por esto cuando escala es el mejor, se concentra en los pasos, intuye el mejor

camino para concluir la vía, como cuando analiza una situación complicada, está

acostumbrado a enfrentarse a situaciones difíciles, como en su propia vida, le gusta ir de

primero en la escalada, yo intuyo que es para evitar que sus amigos del alma puedan

fallar en la colocación de alguna espress y evitarles un susto, así de bueno es Alejandro,

yo al menos lo creo así.

Verlo escalar es una gozada, no habla, no grita, tan solo sube como una auténtica

lagartija, es capaz de abrir un 7b+ sin alterarse y si no lo crees, espera a leer más de esta

historia.

Julio es nuestro último amigo, su carácter disciplinado le viene de herencia. Desde hace

tres generaciones todos los varones de la familia han optado por la carrera militar, su

abuelo fue coronel de infantería aunque su padre sólo consiguió el rango de oficial con

las tres estrellas de seis puntas que luce orgulloso en su uniforme de capitán. No haber

conseguido el rango de coronel de infantería con el estatus de jefe, había dejado en su

carácter cierto halo de fracaso que no podía disimular tras su serio semblante. Como

suele ocurrir en estos casos, la frustración de los padres se vuelca en los hijos y de esta

forma los padres creen que si sus hijos logran lo que ellos no pudieron, de alguna forma

purgan esa gran derrota que arrastran durante toda la vida. Hasta este punto toda la

historia de Julio podría considerarse normal teniendo en cuenta que esta situación se

repite y se ha repetido durante la historia miles de veces.

El único problema radica en que Julio odia todo lo que luce el color verde caqui.

Muchas noches se levanta con pesadillas, justo antes de jurar bandera en la academia de

oficiales de Zaragoza y resopla cuando comprueba que aun le quedan varios años para

dar la mala noticia a su padre, el cual aún cree que Julio tiene verdadera vocación

militar. Julio y Ángel son vecinos y ambas familias se conoce desde hace años. Julio ha

pasado gran parte de su infancia con Ángel y prácticamente han crecido juntos. A

menudo, tras las pesadillas, a Julio le gustaba quedarse despierto recordando los días en

los que se quedaba en casa de Ángel oyendo las historias que el padre de éste contaba

hasta altas horas de la noche mientras todos escuchaban embobados…. Aquella ventisca

que lo pilló en medio de los Alpes, la pared de escalada en la que tuvieron que bajar

rapelando en dos tramos, el rescate de un escalador con un brazo roto desde el interior

de un barranco con un as de guía de socorro a la cintura, la tormenta de arena que

bloqueo los motores de los 4x4 o aquella historia que acabó con todos los escaladores

en una cárcel de marruecos cuando intentaron escalar la desconocida garganta del

Todra, cerca de Marrakech

Por todo esto Julio sentía cierta envidia de Ángel, al mismo tiempo que no entendía

como su amigo podía tener esa actitud de desdén hacía el trabajo de su propio padre

cuando él daría todo lo que no tiene para poder acompañar al padre de Ángel cada viaje

que pudiera.

El calor iba remitiendo a medida de que el sol desaparecía en el horizonte, Javi y

Miriam preparaban minuciosamente el material para la madrugada del día siguiente.

Como siempre la idea de romper la monotonía de los inacabables días veraniegos había

sido de Javier que se encargó de toda la logística de la actividad, horarios de trenes,

material de escalada, comida y todo lo demás. Todo queda preparado a excepción de

dos arneses que están en mal estado y Miriam propone llevar cuerdas para hacer arnes

de socorro en vez de llevar los que están rotos.

El grupo de amigos va a pasar el día cerca de su ciudad, exactamente al Cerro del

Hierro, ésta es la escuela de escalada más cercana y todos la conocen bien pues escalan

allí desde hace dos años, pero el que la conoce a la perfección es Lukas pues es el lugar

donde tantas veces vino con Raul para el estudio geológico. La idea consiste en llegar

en tren hasta San Nicolás del Puerto, caminar hasta el lugar de escalada y pasar el día

escalando, como es verano y anochece tarde podrán coger el último tren de regreso a las

10:10 PM.

Son las 6:00 AM. y todos están en la estación de tren excepto Alejandro que es el único

al que su madre no puede traer y viene en autobús, llega justo a tiempo deshaciéndose

en disculpas por la tardanza.

Todos pasan el camino durmiendo excepto Ángel y Julio que no paran de reír y contar

historias durante todo el trayecto. Como podéis imaginar Javier y Miriam se sientan

juntos y los demás duermen.

Una vez en San Nicolás cogen los bártulos y comienzan a caminar. Deben andar más

más de dos horas antes de llegar, pero una vez allí todo se olvida cuando divisan las más

de 200 vías preparadas para escalada deportiva que están equipadas en esta escuela.

Sin pensarlo más, reparten el material para cada pareja: un grigri, un mosquetón, una

cuerda de 20 metros, dos arneses, una cinta de vida con mosquetón (todos tienen la

costumbre de fabricarse su propia cita de vida a partir de dos cintas), dos pares de pies

de gato, magnesio, un ocho con mosquetón y 10 cintas spress.

Se reparten de la siguiente forma, Lukas – Alejandro, Javi – Miriam, Julio – Ángel.

Todos tienen un nivel de escalda parecido y también son buenos aseguradores, saben

utilizar correctamente el grigri.

La primera pareja elige para empezar una vía de 6A+, como os comenté antes

Alejandro comienza a abrirla, tras coserse su ocho doble al arnes. La corona sin

problemas y tras bajar Lukas sube de segundo con su correspondiente ocho cosido al

arnes y con la cuerda en top rope. Lukas pide a Alejandro que lo baje más rápido de lo

normal, parece nervioso, alterado al llegar abajo le comenta a sus compañeros que

estando arriba le ha parecido ver un tipo de piedra que es muy extraña y la conoce

porque es la que estaba buscando el amigo de su padre, Raul cuando hace mas de 6 años

vino a buscarla. Debe volver a subir con una piqueta para tratar de bajarla. Lukas no

puede imaginar la sorpresa de Raul cuando se la envíe, se trata de un estromatolito

sedimentario de gran valor. Lo que no sabe Lukas es que al subir por segunda, y

después de desmontar la reunión, la cuerda va a sufrir un corte en la camisa con el filo

de una piedra de pizarra. Una vez abajo con el fosil entre sus manos olvida decir a Javi,

encargado del material, que la cuerda está en mal estado.

Mientras tanto las otras dos parejas escalan una vía de grado 5 B y es Ángel el que se

hace un arnes de socorro por no tener arneses suficientes. Para ganar más tiempo y

obviando la norma de eliminar en medida de lo posible elementos de riesgo, se hacen un

ocho doble para mosquetón y con él se unen a la cuerda. La imagen era típica en ellos

cuando están juntos, Ángel no para de meterse con Julio que está abriendo la vía,

llamándolo recluta, coronel y asustándole moviendo la cuerda cuando sube y guiándole

por el sitio equivocado. Julio ni se inmuta pues es buen escalador y conoce bien a

Ángel.

Después Ángel deberá desmontar la reunión para recuperar las cintas spress.

Por su parte Javi y Miriam suben su vía sin problemas, abriéndola Miriam y Javi, con

arnes de socorro, desmontará la reunión.

Pasan el día escalando y la cuerda de Lukas y Alejandro sigue sufriendo sin percatarse

de su estado.

Llegada la hora de comer, Julio elige una zona con césped y horizontal, cada uno saca

su bocata y su bebida y pasan más de una hora contándose unos a otros como les ha ido

la mañana.

Después de descansar un rato, todos se levantan y comienzan de nuevo a escalar pero

esta vez cambiaran de zona para buscar un lugar con vías que aún no han escalado.

De camino, el grupo de amigos va charlando y Julio se adelanta un poco cuando de

repente se lo traga la tierra y en menos de una milésima de segundo lo dejan de ver.

Julio ha caído a un antiguo pozo con de más de 20 metros. Todos corren esperando lo

peor, pero al asomarse comprueban que está bien aunque algo magullado, el pozo tenia

en su interior ramas pequeñas y hojas acumuladas por el paso del tiempo. Rápidamente

Alejandro une dos cuerdas con dos pescadores triples y consigue así una cuerda de más

de 20 metros. Ángel se pone serio pues sabe que si no encuentra un sistema seguro que

pueda soportar su peso durante su ascensión, las consecuencias pueden ser terribles.

El grupo discute que tipo de nudo debe hacerse a la cintura o los hombros. En ese

momento Ángel recuerda que hace muchos años en una de las tertulias de su casa en la

que estaba presente Julio, su padre contó como rescataron de un barranco a un

montañero herido, ellos, aunque en ese momento eran tan solo unos críos jugaban a esa

historia repitiendo hasta la saciedad el as de guía a la cintura que su padre les enseñó.

De esto hace muchos años y Ángel se asoma a la boca del pozo para preguntar a Julio si

se acordaría de cómo repetir fielmente ese nudo. Julio sonríe pues sabe que si en

aquellos días se hubiese tenido que aprender la escala de graduación militar, ya la habría

olvidado, pero jamás olvidaba lo que aprendía de las historias que tan atentamente

escuchaba del padre de Ángel.

Una vez todos a salvo se sientan para recuperarse del susto y cuando Miriam intuye que

el tiempo vuela y al mirar el reloj se percata de que sólo quedan dos horas para que

salga el tren de vuelta. La noche se echaba encima.

Al darse cuenta todos de que no podían pasar una noche fuera de casa y que no estaban

preparados para ello, comienzan a ponerse nerviosos. Todos coinciden en que ya es

imposible volver y cada uno calibra el tipo de castigo que le va a caer después de la

aventura.

De repente Lukas recuerda que existe una posibilidad para ahorrar más de una hora de

camino y llegar a coger el tren, propone escalar una vía de grado 6C por la cara norte de

una montaña y cuando llegasen a la reunión recoger todo el material y bajar haciendo

rapel por la cara sur, con lo que se ahorraban unos 6 km de camino.

Todos están de acuerdo y comienzan la escalada y aunque es una vía relativamente

difícil suben bien pues en el fondo saben que ya no pueden perder más tiempo. Por fin

todos llegan arriba y comienza el descenso rapelando. Bajan en primer lugar Miriam y

Javier, mas tarde Julio y Ángel todos recogen el material después de su bajada,

Alejandro y Lukas deberán hacerse el arnes de socorro lo cual no es problema pues el

rapel no es demasiado largo, Alejandro también baja sin problemas. Es el turno de

Lukas y va a comenzar su descenso, se da cuenta de que su cuerda esta a punto de

romperse y es consciente de su gran fallo, pues ya está colgado de la cinta de vida, con

el arnes de socorro y sin posibilidad de volver atrás.

Está arriba, sólo y con su cuerda inservible, rota. Colgado de su cinta de vida y el sol

yéndose a sus espaldas. Lukas empieza a sentir miedo, no puede estar más tiempo

colgado de su cinta de vida, la fina cuerda del arnes le está contando la circulación.

En ese momento Miriam sin decir nada a nadie se coloca una cuerda a la espalda y

comienza a escalar en solo integral hasta poder lanzarle la cuerda para su rapel., todos

intentan pararla sin conseguirlo.

Era la única opción pues ya no se trataba de pasar la noche en la montaña sino de salvar

la vida de Lukas que con toda seguridad no podría aguantar más de unas pocas horas en

esa posición.

Una vez todos juntos caminaron a paso rápido hasta San Nicolas del Puerto, cogieron el

tren y durante el viaje de vuelta los chicos del grupo se miraban sin hablar pero se

comunicaban y para sus adentros sabían que ese día los uniría aún más y que jamás se

olvidarían.