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Dilogo de uno Respuesta a Grobocopatel

Dilogo de uno Respuesta a Grobocopatel

Por Enrique Mario Martnez Presidente del INTI / Pgina 12 del 17-8-2010

Gustavo Grobocopatel despliega toda su filosofa liberal desarrollista respecto del modelo vigente de produccin agrcola, al que considera el deseable, a partir de un planteo de Mempo Giardinelli, que le achaca a la soja buena parte de los males de su Chaco empobrecido, hambreado y sediento.

Es cierto que el agua con arsnico no es culpa de la soja. Es un problema de amplias regiones del pas, que necesita definicin de los actores polticos locales en cada caso, ya que hay soluciones tecnolgicas de la dimensin que se quiera, tanto a escala de ciudades como de cada paraje rural. El INTI y muchos otros lo han estudiado y propuesto las soluciones. Slo falta darle al tema la misma importancia que a una autopista o una planta de biodisel para exportar.

Pero eso es lo nico no refutable de la nota del potentado sojero.

No es cierto que la agricultura sin campesinos forme parte de un nuevo paradigma productivo. A pesar de todo el proceso de concentracin, propio de la inercia capitalista, el tamao de una unidad productiva promedio en la zona sojera norteamericana es tres veces ms chica que en Argentina. Las propiedades que all aportan el 10 por ciento de mayor facturacin tienen 700 hectreas de promedio. Los 13.000 productores que dominan el 60 por ciento de las cuatro provincias agrcolas ms importantes de Argentina explotan un promedio de 2500 hectreas cada uno.

En Estados Unidos tambin se da tierra en arriendo, pero slo el 25 por ciento de la tierra arrendada en Iowa, principal centro sojero y maicero, es tomada por gente de otro estado. Aqu es exactamente al revs. Mucha gente en Argentina gana dinero produciendo soja en tierras que ni sabe dnde quedan, porque se limita a ser capitalista de una actividad que otros implementan.

No es cierto que el paquete tecnolgico aplicado sea ms conservacionista que el anterior. El herbicida total y la siembra directa reducen el riesgo de erosin. Pero la rotacin soja sobre soja ya ha disminuido la fertilidad de algunos predios en ms de un 30 por ciento y compacta los suelos, constituyndose en una preocupacin hasta para quienes promovan el esquema ciegamente hace algunos aos.

No es cierto que un emprendedor, no importa su origen, puede llegar a ser productor. Es casi una burla. Es como decir que quien invierte en cdulas hipotecarias es un constructor. Los pooles de siembra permiten mirar el campo como un negocio financiero de alta rotacin. Sin embargo, desplazan toda la ocupacin fsica de detalle, haciendo creble la imagen ya instalada del desierto verde.

No es cierto que sea bueno que haya menos productores y ms proveedores de servicios. No slo no es eficiente, sino que invitara al poderoso sojero a sentarse slo un mes arriba de un camin granelero y comparar esa condicin con la del labrador de 50 hectreas con su propio tractor, para ver cul elige.

No es cierto que las retenciones son anti desarrollo y anti equidad. Es sorprendente esta afirmacin. Son simplemente el aporte impositivo necesario para que la comunidad nacional pueda compartir los altsimos beneficios generados por una actividad vital para el pas, pero con barreras de entrada enormes, ya que como se sabe, sin tierra no se puede producir, y la tierra est aqu ms concentrada que en cualquier pas de potencial agrcola similar en el mundo.

Se propone cambiar el modelo impositivo. En realidad hay que cambiar el modo de uso de la tierra. La fertilidad de la tierra debe ser considerada patrimonio pblico y no puede admitirse que un propietario la destruya productivamente para las generaciones futuras.

Por lo tanto, debera dictarse una ley de uso racional del suelo agrcola, en que zona por zona, con intervencin de los mejores tcnicos del pas, los productores del lugar y si es necesario especialistas de primer nivel mundial, se establezcan cules son las rotaciones admisibles, para evitar el deterioro del patrimonio comn.

A partir de all, cada chacarero debera poder elegir libremente qu men adopta, pero debera fiscalizarse que lo hiciera. De tal modo, la rentabilidad futura del campo sera la rentabilidad promedio, entre los granos, la ganadera, la lechera, la produccin de forraje, sin posibilidad de que alguien se juegue a la ganancia de corto plazo y deje desnudos a todos los argentinos para el largo plazo.

Esta norma, acompaada de la legislacin de control ambiental que est faltando y una nueva ley de arrendamientos, que busque que quien cede la tierra y quien la tome tengan mayor proximidad fsica, para que el desarrollo local no se evapore detrs de las ruedas gigantes de los contratistas transhumantes, configuraran un nuevo escenario virtuoso para la actividad productiva ms importante de la historia argentina.

En paralelo con ese nuevo ordenamiento, creceran las industrias de alimentos locales; podra aumentar enormemente la produccin de alimentos en las zonas perifricas, para atender los consumos locales. En fin: la Argentina pasara a ser de todos y para todos.

De otro modo, la agricultura sin chacareros, que el poderoso sojero pregona, ser en algn tiempo la agricultura sin argentinos. Dice que vendi un 25 por ciento de su sociedad a brasileos, para poder crecer. Le hago un pronstico. Por ese camino, en algunos aos, los brasileos vendern a otros brasileos ms grandes, que le comprarn mayor porcentaje a usted; stos luego les vendern a prsperos chinos, en sociedad con jeques petroleros en busca de inversiones que les aseguren sus alimentos. Y usted, yo y los 40 millones de argentinos terminaremos mirando pasar sus camiones desde la banquina. El nico consuelo que quedar es que los habremos embromado, porque nuestras tierras ya no tendrn la fertilidad necesaria y a lo mejor no se dan cuenta.