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UNIVERSIDAD DE COSTA RICA

DIRECTORDaniel Garnacha

CONSEJO EDITORIALAna Cecilia EscaJanteOmar HernándezZinnia MendezMaria PerezJosé Miguel RodriguezJorge Mario SalazarLuis Valverde

EDITORACecilia Arguedas

CORRESPONDENCIADIRECTOR

Apartado 4982050 San Pedro - Costa Rica

América Central

EDITORIAL DE LAUNIVERSIDAD DE COSTA RICA

@1989SAN JOSE, COSTA RICA

CANJE Y SUSCRIPCIONESUnidad de Difusión CientíficaVicerrectoria de Investigación

Universidad de Costa RicaCiudad Universitaria Rodrigo Fado

VALOR DE LA SUSCRIPCION

REVISTA DECIENCIASSOCIALESPUBLlCACIONTRIMESTRALJUNIO 1989NUMERO 44

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Costa Rica e 180

Otros Países $ 9

Anual

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$ 36

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11'""""'"'"la~ ,. Oficina de PublicocioTlesde lo (jr¡iversida.d de Costa. Rico

Diseño de portada: Unidad de Diseño Gráfico,Oficina de Publicaciones de la Universidad de CostaRica.

Portada:Esperanza azul ?... Para que puedas volver. Técnicacromoxilografía: Alvaro Gómez Ulloa. San Jo~é, CostaRica.1989.

Arte final de la portada: Unidad de Diseño Gráfico,Oficina de Publicaciones de la Universidad de CostaRica.

Revista305R Revista de ciencias sociales I Universidad de Costa Rica. -

Vol.1 (1!l59)-. -- SanJosé,C.R: EditorialUniversidaddeCostaRica,1959-

v ..ISSN: 0482 - 5276,

1.. Ciencias Sociales - Publicaciones periódicas.2. Publicaciones periódicas costarricenses.

oaUCR

La Revista de Ciendas Sociales es una publicación dela Universidad de Costa Rica que recibe apoyo materialde varias de sus dependencias, entre ellas, la Vice-rrectorfa de Investigación, la Dirección Editorial y Di-fusión de la Investigación (OIEDIN), la Oficina de Pu-blicaciones y el Instituto de Investigaciones Sociales.

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REVISTA DECIENCIAS SOCIALESUNIVERSIDAD DE COSTA RICA

ISSN: 0482-5276NUMERO 44 Junio 1989

POLlTICA ECONOMICA y RESPUESTA SOCIAL

Danie/ Camacho

Héctor Galván

Roberto Salom

Luis Alberto Calvo

Marie/os Aguí/arVictoria Ramfrez

Nuria GamboaAl/en Cordero

Francisco Enrfquez

Eugenia Rodrfguez

Domingo Campos

Presentación

Reestructuración económica e internacionalización de lapolítica económica en el Caribe

La balanza de pagos como instrumento para determinar elorigen de la deuda externa

Metodologias para calcular el desempleo en Costa Rica

Crisis económica y acción sindical en Costa Rica(1980-1987)

Las redes de ayuda mutua: mecanismos de sobrevivencia

POLEMICA

Elecciones en Nicaragua: Una visión desde Costa Rica

ARTlCULOS

Concentración y centralización del capital en Costa Rica(1850-1860)

La hermeneútica en J. Habermas y las Ciencias Sociales

7

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PRESENTACION

Uno de los debates más encarnizados, de los últimos a~os en la mayoríade los países de América Latina, es el relativo a la política económica. Lapérdida de control de una deuda externa que se ha vuelto inmanejable, eldébil iflcremento del producto interno bruto, el desempleo, el cuestiona-miento de la eficacia del Estado como gestor económico y otros factoressimilares han obligado a un replanteamiento de las políticas económicas.Por ser las economías latinoamericanas tan frecuentemente dependientesdel factor externo, organismos financieros internacionales y poderososgobiernos extranjeros han asumido el papel de dise~adores de la políticaeconómica. Por ejemplo, durante la década de los ochenta el BancoMundial comenzó a abandonar la práctica de otorgar préstamos con finesespecíficos, y en su lugar, priorizó los préstamos generales, destinados aimpulsar ajustes estructurales en las economías de los países prestatarios.Detrás de ese cambio, se encuentra la justificación de que los préstamospara fines específicos podían tener etectos muy limitados si la economía ensu totalidad no se sometía a un proceso de ajuste.Los problemas comienzan a surgir cuando debe definirse el carácter y elrumbo de ese ajuste. Definido como lo fue por parte del Banco Mundial,ese carácter y ese rumbo implican la apertura de los mercados latinoameri-canos a las mercancías provenientes de los países centrales para lo cual,dicho banco, siempre invocando la necesídad del ajuste, exige ladisminución de los aranceles de importación y la eliminación de lasmedidas protectoras de la producción local. Igualmente exige de los paísesprestatarios someterse, para la compra de los artículos básicos, a las leyesdel mercado internacional por medio de la eliminación de cualquier medidade política económica que estableciera alguna ventaja a los productoresagrícolas locales frente a los de los países centrales desarrollados. Por sulado, los Estados Unidos ímpulsan programas como el de la Cuenca delCaribe en busca de objetivos similares. En otras palabras, se trata deimpulsar una política de desarrollo centrada en la dinámica que la oferta yla demanda provenientes del sector externo puedan imprimir a laseconomías nacionales latinoamericanas.Programas de esta naturaleza tienen como consecuencia necesaria laconcentración del desarrollo en los sectores locales aliados de las transna-cionales monopólicas y la exclusión del disfrute de los beneficios de esedesarrollo, de amplíos sectores medios y bajos de la población.En otras palabras, la modalidad de ajuste estructural impulsada por elBanco Mundial concentra la riqueza en los grupos económicos maspoderosos de las economías latinoamericanas, deteriora la calidad de lavida de los sectores medios y empeora las condiciones humanas deamplias capas pobres de la población. Estos sectores medios y bajos hanvenido elaborando algunas respuestas para enfrentarse a las crecientesditicultades provenientes de esa nueva política económica.

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En esta entrega de la revista de Ciencias Sociales se examinan algunosaspectos relativos a ese complejo fenómeno.Se comienza con un examen de Héctor Galván de las políticas económicasde Estados Unidos hacia los países de la Cuenca del Caribe. Se muestraen éí cómo, aun cuando se trate de programas supuestamente dedicados ala cooperación, los elementos mencionados atrás como componentes dela política del Banco Mundial relativos a la apertura de mercados, seencuentran presentes en las nuevas políticas económicas de los paísesdesarrollados hacia los países subdesarrollados. El número continúa condos análisis acerca de la elaboración y uso de indicadores relevantes parala política económica.Roberto Salom propone un procedimiento para el estudio de la estructurade la deuda externa partiendo de los datos que proporcionan la balanza depagos y Luis Calvo hace un análisis crítico de la forma como se determinael desempleo. Son importantes estos artículos porque la estructura de ladeuda externa es un dato tan necesario para la elaboración de políticaseconómicas como desconocido y porque el desempleo y el subempleo, sonmanifestaciones dramáticas de las consecuencias de esa nueva políticaeconómica que aparecen disfrazadas en las estadisticas oficiales. Los dosúltimos artículos del tema central se refieren más especíticamente a lasrespuestas sociales. Marielos Aguilar y Victoria Ramírez estudian cómo lossectores medios enfrentan las consecuencias de la política económica apartir de 1980 y Nuria Gamboa y Al/en Cordero, hacen lo propio con elsector más pobre, dentro del cual se establecen las redes de ayuda mutua.El conjunto de los cinco artículos nos proporciona una visión global de lapolítica económica de Estados Unidos hacia Lationamérica, así como delas técnicas para utilizar indicadores de política económica y de lasrespuestas sociales frente a las consecuencias de esa nueva política.Como es costumbre se incluyen varios artículos dedicados a otros temasdiferentes del central, y en la sección polémica Francisco Enríquezpresenta un tema de actualidad sobre las próximas elecciones a celebrarseen Nicaragua. Eugenia Rodríguez hace un estudio de la crisis de 1856-1859 en el Valle Central, para determinar el impacto en los diferentesgrupos sociales. Domingo Campos explora la contribución de Habermas enla elaboración de una teoría de la Acción Comunicativa.Con este número iniciamos una sección dedicada a la Teoría Social queesperamos sea permanente, la cual contendrá artículos referidos a losdebates teóricos actuales.En esta sección de Teoría Social se van a publicar contribuciones no nece-sariamente inéditas, requisito que sí se exige en el resto de las seccionesde la revista. Se ha invitado a escribir en ella, a autores nacionales yextranjeros de las más diversas tendencias de pensamiento a fin de activarel debate teórico, tomando en cuenta la redefinición que está realizando laCiencia Social en ese campo. Iniciamos esta sección con un artículo muysugerente de Beba Balvé y Beatriz Balvé acerca de la conceptualización delos movimientos sociales.

Ciudad Universitaria Rodrigo FacioJunio de 1989

Daniel CamachoDirector

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Ciencias Sociales 44: 7- 22. 1989

Reestructuración económica e internacionalizaciónde la política económica en el Caribe 1

Héctor Galván Suzaña

Resumen

Se parte de la premisa de queen el deceniode los ochenta opera un procesode internacionalización de la política. económicay las economías periféricasde Centroamérica y el Caribe,En efecto,

la estrategia de crecimiento neoliberal.que se impulsa en muchos de estos paísestiene dos vértices:la limitación del intervencionismo estataly el desarrollo de un nuevomodelo exportador,Se analizan los procesos de

internacionalizaciónen la Cuenca del Caribe,enfatizando en los casos de Puerto Ricoy la República Dominicana,Concluye el artículo seflalando

que las tendencias a la restructuracióneconómicay la internacionalizaciónde la política económicaintroduce un carácter desnacionalizanteen la medida que se promuevenáreas económicas en base a la lógicadel capital internacionaly no a un interés de tipo nacional,

Introducción

El propósito del presente artículo consiste encaracterizar elproceso que denomino de rees-tructuración e internacionalización de las eco-nomías y las políticas económicas en el Caribe,y específicamente el caso de la República Do-minicana,

Se considera que la visión neoliberal queimpulsa el antiestatismo y el impulso del nuevomodelo exportador, se constituye en la orien-tación de las políticas económicas aplicadas enCentroamérica y el Caribe en el decenio de los80s,

La orientación neo libera I -que se expresaen la esfera económica por las políticas de or-ganismos financieros internacionales como elFondo Monetario Internacional (FMI), el BancoMundial, la Agencia Internacional para el Desa-rrollo (AID)- ha conllevado a una reestruc-turación de las economías regionales hacia elmercado internacional, particularmente al delos Estados Unidos,

1 Elaboración actualizada de una charla impartida en elcurso. Seminario de coyuntura y polltica económica enCentroamérica y el Caribe-, de la Maestría en PolíticaEconómica de la Universidad Nacional, en Heredia,Costa Rica, el día 2 de octubre de 1987.

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A su vez, las propias políticas económicasnacionales, dada su mediación por tales entesfinancieros, tiende a expresar una tendenciaque enfatiza los intereses del mercado y el ca-pital exfranjero.

El articulo procura, entonces, identificar yanalizar suscinfamente esas tendencias dereestructuración económica, así como de la in-ternacionalización de las políticas económicasnacionales, infentando sistematizar cómo laspolíticas económicas locales están siendodiseñadas a nivel internacional, restringién-dose así los márgenes para un estilo de de-sarrollo nacional. 2

Se intenta, en términos teóricos-metodo-lógicos, ofrecer una perspectiva analítica deEconomía Politica de la Política Económica pa-ra el caso de paises subdesarrollados como losdel Caribe y Centroaméríca.

1. La reestructuracióne Internacionallzación de la economíay la política económica:hacia un enfoque de economía pollUcade la política económica

La Política Económica en tanto disciplinaeco-nómica generalmente es entendida comola intervención del Estado en la economía parala asignación y reorientación de determinadosrecursos y agentes económicos. Mientras quela Economía Política enfoca la economia apartir del problema de la reproducción de losfactores de la producción.

En el entendido de que la teoría neoclásicaenfoca la economia desde el punfo de vista dela asignación óptima de los recursos, en lospaíses capitalistas comúnmente se identifica laPolítica Económica con la Teoría Neoclásica.Como sostiene Franz Hinkelammert3, la

Economía Política engloba la preocupacíón de

2 Para un trabajo más amplio sobre la temática, consul-tese a Héctor Galván: "Implicaciones de las políticaseconómicas neo liberales de los Estados Unidos en eldesarrollo ecónomico del "Caribe y Centroamérica enel decenio de los ochenta-, presentado en un curso dela Maestría en Política Económica para Cen-troamérica y el Caribe, en el segundo ciclo, de latercera promoción, el 25 de octubre de 1966.

Héctor Calván

la teoría neoclásica o, por lo menos, es capazde englobarla, mientras el pensamiento neo-clásico excluye las preocupaciones de la eco-nomía política en el grado en el cual declara laasignación óptima de los recursos como la raízdel problema económico.

¿Para qué nos sirve lo anteriormente dicho?Para extraer dos conclusiones preliminares:

1. Que la Economía Política ofrece un enfoquemucho más global e integrado que la teoríaneoclásica en tanto que involucra tanto lacuestión de la asignación como de la repro-ducción de los factores de la producción.

2. La perspectiva de Economía Política permiteun esquema interpretativo más acabado delas tendencias en la asignación y reproduc-ción de la producción.

¿Cuáles vínculos existe entre los procesosde reestructuración e intemacionalización delas economías y las políticas económicas depaíses centroamericanos y caribefíos con laproblemática de la Economía Politica como en-foque de interpretación? Hay una relaciónestrecha. Veamos:

En primer lugar, se asume la tesis en esteartículo de que en la región de Centroamérica yel Caribe" se está manifestando un proceso de

3 Franz Hinkelammert: "Problemas actuales de la Eco-nomía Política-, Revista Economfa, No. 5, AsociaciónUniversitaria de Economía (AUDE), Facultad deEconomía, Universidad de Panamá.

• Sostengo que el Caribe y Centroamérica conformanuna determinada unidad geográfico-polltico, que pue.de ser denominada como la Cuenca del Caribe, en elsentido geopolítico en que se utiliza en los documentosde política exterior de los Estados Unidos. Véase aSergio Bitar y Carlos J. Maneta: Politica económica deEstados Unidos en America Latina. Documentos de laadministración Reagan, Ediciones RIAL, Grupo EditorLatinoamericano, Argentina, 1986. Un análisis detalla.do de la noción Cuenca del Caribe aparece en unavance de investigación de Héctor Galván Suzaña:~Subdesarrollo económico y procesos de integraciónen el Caribe; el caso de República Dominicana", elabo-rado para un curso de la Maestría en Politica Eco-nómica para Centroamérica y el Caribe, del año de1988 y presentado en un seminario sobre el Caribe:~Crisis,identidad y diálogo~,Confederación Superiorde Universidades Centroamericanas (CSUCA), 25-27de agosto de 1988, San José, Costa Rica.

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Reestructuración económica f3 internacionalización de la po/itiea 9

reestructuración e internacionalización de laeconomía y las politicas económicas, con baseen una concepción teórica e ideológica de tiponeoliberal.

Cuando se adopta este argu mento comopunto de partida de un análisis, al mismo tiempose está considerando una perspectiva analíticade Economía Polilíca. Eso en segundo lugar.

En lo fundamental, este proceso de rees-tructuración económica se dirige a un cambioen el patrón de acumulación, desde una eco-nomia de exportación con base en bienes tradi-cionales a una economía también de exporta-ción, pero esta vez de bienes agrícolas y agroin-dustriales llamados no tradicionales, así comoal fomento de actividades de maquila y delturismo. y este proceso es también de interna-cionalización en tanto que el mayor mercado derealización de esta nueva forma de reproduc-ción es de tipo internacional.

Se efectúa también un proceso de interna-cionalización de la política económica, en tantoque las decisiones nacionales de política eco-nómica, están siendo condicionadas por la in-terferencia de organismos financieros inter-nacionales, tales como el Banco Mundial, elFondo Monetario Internacional, la Agencia In-ternacional para el Desarrollo y el Club de Paris,entre otros.

No se conoce una literatura específica sobreesta temática; se supone que es así anle lonovedoso de los procesos; apenas hay algunostextos con referencias parciales.

Al nivel más teórico, un trabajo que se apro-xima bastante a la línea temática de este artí-culo es el de Osvaldo Sunkel "Capitalismotransnacional y desintegración nacional enAmérica Latina". Editorial Nueva Visión,Buenos Aires, 1984, y el de Samuel Lichtensz-tein y Mónica Baer "Fondo Monetario Interna-cional y Banco Mundiaf', Editorial Nueva Socie-dad. 1'". edición, 1986, San José, Costa Rica.

Para el caso de Costa Rica, se han desarro-llado algunos trabajos parciales en términostemáticos, como los que a continuación sedescriben: de Eugenio Rivera, está el artículo"La Administración Monge: Hacia la interna-cionalización de la política económica", Centro

de Estudios para la Acción Social (CEPAS),Primer Coloquio, Costa Rica 1985: Balance dela Situación; de Leonardo Garnier, hay unaconferencia sobre "la Crisis económica y lasituación internacional", en: Los problemaseconómicos del desarrollo en Costa Rica, Edi-torial Universidad Estatala Distancia (EUNED),1980; de Silvia Charpentier y Eduardo Lizano."La Condicionalidad Cruzada", publicado en ellibro Seminario sobre la Deuda Externa: el casode los Paises Pequeflos Latinoamericanos,Banco Centroamericano de IntegraciónEconómica (BCIE).

11.La reestructuración económicacapitalista: el modelo aperturista¿A quién beneficia?

En medio de un escenario mundial caracte-rizado en el plano económico por la crisis finan-ciera internacional y en el ideológico por elapogeo de una ofensiva neo liberal, parecieraque se intenta la aplicación de un modelo dedesarrollo en los países subdesarrollados quetiene dos vértices esenciales:

a) la limitación del intervencionismo estatal'b) el impulso de un nuevo modelo exportador'

Surge la idea en los paises capitalistas cen-trales principalmente en los Estados Unidos deque en el decenio de los 80s se pretende elestablecimiento de un nuevo sistema interna-cional del trabajo que privilegia el eje de lapromoción de las exportaciones -asociado ala no intervención estatal- en los países sub-desarrollados.

5 Una sistematización del anti-intervencionismo de laideologfa neoliberal, se encuentra en FranzHinkelammert: Crítica a la razón utópica, Editorial DEI,1984, San José, Costa Rica.

6 Con respecto al "nuevo modelo exportador", se hadesarrollado bastante literatura. Para Costa Rica, unacompilación de trabajos sobre esta temática la hizoSilvia de Franco: Estrategia de crecimiento yorientación hacia afuera: dimensiones económicas einstitucionales, Editorial Universitaria Centroamerica-na (EDUCA). 1988.

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A partir de lo que podrían ser esas tenden-cias en la economía internacional, sobresalecomo un elemento significativo el proceso deinternacionalización no sólo de la política eco-nómica, sino de la propia economía subde-sarrollada como tal.

Dentro del discurso neoliberal, se asocia lacrisis financiera de los países subdesarrollados-yen particular los de la Cuenca del Caribe- conlo que se llamaría el estilo de desarrollo adop-tado en los 70s caracterizado esencialmentepor un modelo de industrialización por sus-tituciónde importaciones auspiciado porel apo-yo estatal.

Sostienen los partidarios de esa corriente depensamiento que la presencia cada vez mayordel Estado en la economía, impulsando contro-les en el comercio exterior, en el tipo de cambio,vinculado con la expansión del gasto y el en-deudamiento externo, son factores que hancontribuido a la escasez de divisas en estospaíses.

Según su razonamiento, ante semejantefracaso de lo que podría ser ese estilo de desa-rrollo, cabría la adopción de un modelo econó-mico contrario al existente, que se fundamen-taría principalmente en la no intervención es-tatal, la liberalización de la economía y el im-pulso a un proceso de crecimiento "hacía afue-ra"; todo eso, en otras palabras, podria consi-derarse como una reestructuración económicade tipo capitalista.

Dentro de la estrategia de desarrollo "haciaafuera", el eje de acumulación no sólo descan-sa en el sector primario, como ocurría en dece-nios anteriores, sino en los sectores secunda-rios y terciarios.A grandes rasgos, se trata de promover,

además de las exportaciones agrícolas tradi-cionales y las no tradicionales, sobre todoaquellas vinculadas al proceso agroindustrial.

Se intenta, de igual modo, el fomento deáreas de zonas francas, maquilas, turismo yotras, con una significativa participación delcapital extranjero.

Dentro de ese contexto, el rol del Estado secentra en la creación y la expansión de lascondiciones para el desarrollo de los distintosejes de acumulación.

Hector Calvén

Se podría argumentar que las economíassubdesarrolladas de Centroamérica y el Cari-be, históricamente, han estado abiertas almercado exterior, principalmente en el sectorprimario-exportador, pero en la nuevaestrategia se observa un mayor esfuerzo por lareestructuración de la economía conforme a lalógica del capital internacional, incorporando yano sólo a dicho sector, sino también al secunda-rio y al terciario.

111.La Internaclonallzaclón de la pollUcaeconómica

En la estrategia neoliberal, aparece comorasgo distintivo lo que denominamos como lareestructuración e internacionalízación de laeconomia, pero también en esta estrategia esimportante la internacionalización de la políticaeconómica, lo que detallaré a continuación.

La internacionalízación de la política eco-nómica se vincula a la problemática del controly la influencia que en las políticas económicasde los Estados "nacionales" ejercen los orga-nismos financieros internacionales7 .

El Fondo Monetario Internacional, el BancoMundial y la Agencia Internacional para elDesarrollo, de los Estados Unidos, asumen unpapel protagónico en la conducción de laspolíticas económicas de países como los de laCuenca del Caribe.

Esta tendencia a la internacionalízación de lapolítica económica a su vez implíca un procesode reestructuración de la economfa; al mismotiempo, la reestructuración de la economía con-lleva la internacionalización de la política eco-nómica.Cabe se~alar que como parte de ese proce-

so de restructuración económica y de interna-cionalización de la política económíca, hay unaconcertación política entre distintas institucio-nes internacionales.

1 A ese respecto. es importante el trabajo de Uchtensz-tein y Baer ya mencionado en el punto 1 del artfculo.También resulta de interés para profundizar en estacuestión el trabajo de Charpentier y Uzano ya tambiénreferido en el punto 1.

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Reestructuración económica B internacionalización de la polftica 11

El Fondo Monetario Internacional se hapreocupado por medio de los préstamos de tipostand-by de introducir la modificación de larelación de precios y de bienes a favor del co-mercio internacional. Tony Killick, un estudiosodel FMI, ha sefialado que el préstamo de Faci-lidad Ampliada ha sido suspendido, por lo quevirtualmente todos los préstamos dei FMI, paralos países en desarrollo en arios recientes, hansido del stand-by a corto plazo, lo cual es:

...el resultado de decisiones politicas, de laJunta de Directores y del Consejo de Gobier-no del Fondo, influenciados por el GobiernoAmericano y sus aliados 8.

A su vez, el Banco Mundial -<:omo serlalaen su Informe del Desarrollo Mundial de 1985-ha introducido varios mecanismos nuevos depréstamos en apoyo de la reestructuracióneconómica. Los principales han sido los prés-tamos para fines de ajuste estructural, estable-cidos en 1980 y el Programa de asistenciaespecial, Introducido a comienzos de 1983'.Como lo indica el Banco Mundial en el citado

informe, los préstamos de ajuste estructuraltienen por objeto ayudar a los países que tienendificultades de balanza de pagos profundamen-te arraigados a reformar sus políticas. A dife-rencia de los préstamos tradicionales delBanco Mundial, los destinados a fines de ajusteestructural no financian proyectos específicos,sino que proporcionan a los países divisas paraayudar a cubrir los costos de transición de lareestructuración y las reformas de políticas. Lospréstamos para ajuste estructural también pue-den hacer las veces de agentes catalizadoresde otras entradas de capital extranjero. Dadoque la reestructuración económica normalmen-

a Tony Killick: "Ajuste con desarrollo~,en: Análisis de laeconomla Dominicana, Banco Central de la RepúblicaDominicana, octubre de 1985.

11 Banco Mundial: Informe sobre el desarrollo mundial,1985. Recuadro 4.8 titulado: "Los préstamos del BancoMundial para ajuste estructural~,página 76.

te toma varios arios, los préstamos para ajusteestructural se otorgan en un plazo de cincoarios o más, y comprenden hasta cinco présta-mos separados.Vinculado al Banco Mundial, un problema

importante lo es no sólo la función que desem-perla en las modificaciones estructurales de laeconomía, sino el rol que en la asistencia finan-ciera internacional juega como complemento ala labor del FMI. Los llamados préstamos deajuste estructural cobran mayor vigencia con ladifusión del llamado Plan Baker, que obedece ala posición de los Estados Unidos por búscaruna solución al problema de la deuda externaacorde con sus intereses. Pareciera, entonces,que el problema de la condicionalidad cruzadaes de inspiración norteamericana lO.

Respecto a la Agencia Internacional para elDesarrollo (Al O), cabe serlalar que se encargade apoyar las políticas económicas de los paí-ses receptores, utilizando el sector privado co-mo vehículo de crecimiento, mejorando lacapacidad de las instalaciones nativas en el de-sarrollo del país e incrementando el uso de laciencia y la tecnología en dicho desarrollo.

El papel de laAID tiende al fortalecimiento delas condiciones para la expansión del capitalprivado en los países en desarrollo; sin desvin-cularse del objetivo de seguridad nacional, estaAgencia concreta los objetivos de política neo-liberal en los países en donde opera.

El nivel de influencia de esos actores ex-ternos al interior de los países tiende a variar deacuerdo a la correlación de las fuerzas internasy externas, a las características coyunturalespolíticas, económicas y sociales, no tanto con-forme a la modalidad de sus problemas estruc-turales y nacionales.

10 Véase los trabajos de Jorge Eduardo Navarrete, -Ladeuda externa y el Plan Baker", en InvestigaciónEconómica, No. 175, Enero-Marzo, 1986; tambiénvéase las declaraciones del Director de la División delBanco Mundial para Centroamérica, Humayen Marza,en La República y La Prensa Ubre, 19 de julio de 1985y las propias declaraciones de George P. Schultz conrespecto a la preocupación norteamericana ante laspresiones generadas por el FMl (La República, 1ro. deoclubre de 1985).

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Héctor Calván

Por ejemplo: las características político-mili-tares de El Salvador, le imprime una ciertadinámi-ca a la crisis de ese país, la AIO tiendea condicionar bastante la política económica,teniendo el FMI y el Banco Mundial pocagravitación, para no decir ninguna".

En Costa Rica, en donde no hay crisispolítica ni militar, pero sí ha existido una relativacrisis de estabilización económica y del sectorexterno, las tres instituciones mencionadas hanlogrado acciones conjuntas que algunos hancalificado de "condicionalidad cruzada" ".

Lo importante de todo es la mediatizaciónque en la conducción estatal de la política eco-nómica desempeMn esas instituciones finan-cieras.

Un elemento clave -y que sirve de hilo um-bilical al problema- concierne al pago delservicio de la deuda y la previa necesidad delograr una balanza de pagos "viable".

Pareciera que la incapacidad del pago delservicio de la deuda es un factor común a lospaíses subdesarrollados de Centroamérica y elCaribe.. y más aún: resulta una necesidad apremian-

te la recurrencia al crédito internacional para larealización de ajustes internos y el propio man-tenimiento de algunos pagos externos.

Se cae entonces ante una suerte de círculovicioso de -mayor endeudamiento-ajustes-pago- deuda-mayor endeudamiento.

y es dentro de esta dinámica y ante lo quepodría ser la existencia de agentes internos quehegemonizan el bloque dominante que favore-cen al capital extranjero, que se concreta elcondicionamiento de la política económica in-terna por parte de sectores externos vinculadosal capital lransnacional.

11 Rivera Urrutia, Eugenio y otros. Centroamérica,política económica y crisis, Editorial DEI, Costa Rica1986.

12 Charpentier, Silvia y Eduardo Lizano: "La condiciona.lidad cruzada~,Seminario sobre deuda externa: e/casode los países pequeños, Banco Centroamericano deIntegración Económica (BCIE), 1986.

IV. Caracterlsticas estructuralesdel Caribe

Ante esas tendencias neo liberalesconvendría intentar una aproximación de suposible impacto en algunos paises del Caribe;para ello, proponemos primeramente adentrar-"OS en las características estructurales de lasubregión del Caribe.

Las conclusiones de un Seminario sobre elCaribe y Centroamérica, que se realizó en juniode 1983 en Holanda por diversas instituciones,entre ellas el CRIES y ellNIES y otras, resu-men, a pesar de su heterogeneidad, las princi-pales características comunes: 13

1. Se trata de economías pequenas, abiertas yaltamente dependientes de un número limi-tado de productos de exportación.

2. En general, están estrechamente ligadas almercado norteamericano en sus patrones deconsumo y estructuras tecnológicas, conservicios y producción "modernos" fuerte-menle dominadas por el capital norteameri-cano.

3. Su mercado es estrecho y limitado, lo quetiende a repercutir en una mayor demandade insumo y bienes importados.

4. Vinculado a todo lo anterior, hay una marca-da desigualdad en la distribución del ingreso.

5. Presenta una alta dependencia del comerciointernacional. La economía muestra unafuerte dependencia de importaciones debienes de consumo, intermedios yde capital.Oe ahi que un alza en la inflación mundialtiende a acentuar la inflación de costos deestos países. Tienen una gran dependenciade las exportaciones de bienes primarios ypor eso, una baja en los precios inter-

13 Coordinadora Regional de Investigaciones Econó-micas y Sociales (CRIES), Institutode InvestigacionesEconómicas y Sociales (INIES): -Una politica alter-nativa para Centroamerica y el Caribe-o Resumen yconclusiones del Seminario sobre el Caribe y Centro-américa. Holanda. Junio de 1983.

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Reestructuración económica e internacionalizaci6n de la poJitica 13

nacionales impacta bastante en la balanzade pagos.

6. Las oscilaciones en las bajas de precios delas exportaciones combinadas con alzasen las importaciones tienden a profundizarel desempleo, la baja en la tasa de salariosreales, el aumento de la reducción de losingresos reales de la población asalariaday el fomento de procesos migratorios en laszonas principalmente rurales. No necesa-riamente en los períodos de "bonanzas" delcomercio internacional, opera una mejoraen los niveles sociales de vida de lapoblación dada la distribución desigual delingreso, que facilita a las clases dominan-tes los beneficios del comercio.

7. Existe una importante ausencia de vincula-ciones intersectoriales; y ese hecho, nopermite que la expansión de un sector-di-gamos las exportaciones "modernas"- es-timulen la producción de otro. Aparte deeso, los sectores claves son en generalcontrolados por el capital extranjero.

8. La lógica de las economías caribe~as radi-ca básicamente en el desplazamiento de laagricultura campesina por actividades deexportación intensivas en capital (extensi-vas en tierra) yque usan trabajo asalariado.El excedente generado se distribuye entrelas esferas de producción capitalista, co-mercio y finanzas; a su vez, las finanzas yel comercio "moderno" desplazan alpeque~o comercio concentrando aún másel capital.

9. El Estado es política y económicamentedébil y los políticos y los funcionarios públi-cos están estrechamente vinculados a losintereses económicos dominantes a travésde una compleja red de relaciones de clien-telismo político.

10. El impulso a la capacidad interna de acu-mulación y crecimiento ha sido inestable eimpulsado desde afuera.

Se tiende a argumentar como un aspectocontrastante que en El Caribe predomina unalógica económica; es decir, que las crisis sonmás económicas que políticas, y que en Cen-

troamérica, a excepción quizás de Costa Rica,predomina una lógica más político-militar quepropiamente económica.

Como puede observarse, los paises de laregión tienen un conjunto de obstáculos estruc-turales, vinculados a la dependencia respecto alos Estados Unidos, la cual dificulta su posibledesarrollo global y autosostenido.

Un estudioso dominicano de los asuntos delCaribe, Pablo A. Mari~ez 14, destaca los lazosque principalmente políticos, financieros y mili-tares mantienen la dependencia del Cariberespecto a las políticas norteamericanas. Elautor distingue varios tipos de ataduras:

1. económicas2. narcotráfico3. armamentismo4. del sistema político-electoral5. del sistema informativo.

Siguiendo a Mari~ez, se pretende sistemati-zar, en forma global, los distintos niveles desumisión que se encuentran los países delCaribe.

En el plano socioeconómico, se evidencianalgunos elementos de inviabilidad de losesquemas del FMI y la Iniciativa para la Cuencadel Caribe.

Por un lado, las políticas del FMI han contri-buido a un acrecentamiento de la deuda exter-na, han deteriorado los niveles de vida de lascapas medias, al incrementarse el desempleo yal reducirse el salario real; han aumentado losflujos migratorios intracaribe~os, fundamental-mente hacia los Estados Unidos; y han aumen-tado las huelgas y las protestas populares.

Por el lado del impacto de la iniciativa parala Cuenca del Caribe, se destaca la tendenciadel gobierno de los Estados Unidos a la

l. Mariñez, Pablo A.: MEICaribe bajo las redes pollticasnorteamericanas: Mitos y realidadesM. El CaribeContemporáneo. No. 13, Diciembre, 1986. Facultad deCiencias Polfticas y Sociales, Centro de Estudios Lati.noamericanos, UNAM, México. Más información yanálisis aparece en su libro El Caribe bajo las redespolíticas norteamericanas. Editora UASD, SantoDomingo, República Dominicana, 1985.

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reducción de sus importaciones de la región,principalmente de azúcar, restringiendo así losbeneficios que podrían ofrecer el referido pro-yecto.

A nível político, Marif'lez cal~ica como cír-culo vicioso el control del Estado, entre los go-biemos conservadores y los nacionalistas, loscuales mantienen la dependencia del pais res-pecto a los Estados Unidos.

Junto a lo anterior, sobresale en el caso delCaríbe la presencia importante de formas varia-das de corrupción -como sería el caso del nar:cotráfico- en las principales esferas del Estado,especialmente en la militar.

Por ejemplo: Jamaica es calificada como elmayor punto de trasbordo de toda la cocaínaque se introduce a los Estados Unidos, víaFlorida. En las Bahamas, el jefe de gobierno hasido denunciado como un agente que controlael tráfico de drogas en su pais. En la RepúblicaDominicana, el entonces presidente SalvadorJorge Blanco se ha pronunciado sobre el tráfícode drogas, implicando a varios altos jefes mili-tares ".

Al decir del mencionado autor, el gobiernoestadounidense maneja como arma de presiónpolítica las informaciones que posee o dice po-seer, de los implicados en el narcotráfico, fun-damentalmente contra ciertos dirigentes polí-ticos y militares.

Si a todo eso, se agrega la dependenciacultural, por vía principalmente de la influenciaque ejercen los medios de comunicación y lossistemas informativos norteamericanos, se po-dría colegir que los países del Caribe tienden aexpresar una signifícativa tendencia a la sumi-sión respecto a las políticas de los EstadosUnidos.

15 Mariñez, Pablo A.: -El Caribe ...", ya citado, página 17.

Héctor CalVíJn

V. Esbozos de procesosde Internaclonallzaclón económicaen el Caribe

5.1 El análisis del caso de Puerto Rico"

Puerto Rico resulta un caso interesante deanálisis por su estrecha vinculación con losintereses estratégicos norteamericanos en laregión.

En este país, se ha estado desarrollando unprograma denominado "Operación manos a laobra", que consiste básicamente en un modelode desarrollo industrial basado en la producciónpara la exportación hacia el mercado nortea-mericano e impulsado con una fuerte dosis deinversiones norteamericanas.

Más que a través de procesos propiamentede ajustes fondomonetaristas y del BancoMundial, la Iniciativa para la Cuenca del Caribeconstituye el instrumento esencial para el estu-dio de las características principales del modelopuertorriquef'lo.

Pantojas 17 seMla las principales variantesdel modelo de desarrollo de Puerto Rico, a la luzde la vinculación con la Iniciativa para la Cuen-ca del Caribe (ICC):

1. La ICC estimulará el desarrollo de industriasde procesamiento de importación-exporta-ción, tipo maquiladora, que utilizan abun-dante mano de obra barata; particularmenteen la rama de la electrónica.

2. A largo plazo, este tipo de desarrollo aumen.tará la dependencia del fínanciamiento y losmercados externos para estimular el desa.rrollo económico, lo cual irá en detrimento dela posibilidad de lograr un desarrollo capita-lista para los países de la región.

16 El análisis del caso de Puerto Rico, se basa en elartIculo de Emilio Pantojas: -La Iniciativa para la Cuen-ca del Caribe y el modelo puertorriqueño: una compa-ración necesaria-o El Caribe Contemporáneo. No. 13,Diciembre de 1986, Facultad de Ciencias Políticas ySociales, Centro de Estudios Latinoamericanos,UNAM, México.

11 Idem. página 67.

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Reestructuración económica e internacionalización de la política 15

3. Los beneficiarios principales del desarrolloque estimule la ICC serán el capital nortea-mericano y sus socios locales.

4. Sólo un sector relativamente reducido de lasclases trabajadoras gozarán de una mejoríade largo plazo en su nivel de vida.

5. Un amplio sector de la población trabajadoraserá desplazada, empobrecida y, en muchoscasos, forzada a emigrar en busca de tra-bajo.

La experiencia puertorriquena tiende a de-mostrar, entre otros aspectos, que la inversiónextranjera no provee la base para el despeguehacia un desarrollo autosostenido.

Por un lado, las industrias de procesamientode importación-exportación ejercen muy pocosefectos positivos sobre el resto de la economíadel país. Tales industrias importan sus insumosy exportan sus productos, desestimulando elcrecimiento de la industria local y del mercadointerno. No se estimula el eslabonamiento entrelas distintas fases del proceso productivo.

Por otro lado, el modelo económico seguidotiende a impactar negativamente en la cuentacorriente de la balanza de pagos por tres razo-nes básicas:

a) se aumenta el gasto en la importación debienes de capital, lo cual tiende a absorber elnuevo ingreso generado por las exportacio-nes industriales:

b) la demanda para la construcción de infraes-tructura lleva al aumento en el gasto público,que se expande a través del endeudamientoexterno, ya que las nuevas industrias gozande exenciones fiscales, lo cual comprometeuna parte importante de las divisas obteni-das por las nuevas exportaciones para elpago de la deuda pública;

c) una parte importante del capital (ingreso)generado "se va" del país en la forma deganancias repatriadas, pago de intereses yregalías a las companías extranjeras.

Por más de tres décadas y media, el desarro-llo industrial de Puerto Rico ha experimentadoun constante y creciente déficit en la cuentacorriente de su balanza de pagos por las ganan-cias obtenidas por el capital extranjero y ungasto en importación superior a los ingresosobtenidos de las mercancías exportadas.

De ahí que el modelo que se intenta impulsaren base a la ICC tendrá poca importancia en lasolución de los problemas de desequilibriosexternos de la balanza de pagos.

De igual modo, tampoco cabria esperar unefecto positivo en el empleo, en vista de que loscreados por las nuevas industrias han sidoinsuficientes para compensar las pérdidas deempleos en la agricultura. Los eslfmulos queofrece el nuevo modelo exportador se orientaa incentivar a los sectores industriales y deservicios orientados "hacia afuera" y con altarentabilidad, al mismo tiempo se Iimttan losincentivos a la producción agrícola de escasarentabilidad.

A la luz de las evidencias teóricas del proce-so puertorriqueno, el proceso de reestructu-

. ración e internacionalización capitalista no con-lleva a la posibilidad de un desarrollo nacíonal,en tanto que no se promueva la articulación delas diferentes fases de los sectores productivosy se desalienta la producción para el mercadointerno.

Tampoco contribuye a un mejoramiento delos desequilibrios externos en la medida que sepromueve la dependencia del capital extranje-ro, aumentándose los costos económicos, yelposible mejoramiento de los indicadores socia-les básicos, como es el caso del empleo, loscuales tienden a ser muy relativos y tempora-les, en la medida que se trata de asegurar manode obra barata, y para ello, los capttales migranen busca de estas condiciones (Haití, SantoDomingo, Taiwan).

Pareciera, como dice Pantojas, que elpropósito de la ICC es proveer a los empresa-rios de medios para exportar sus mercados yáreas de inversión, lo cual contribuirá a la re.cuperación norteamericana 18.

15 Idem. página 66.

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5.2 Análisis del caso de Jamaica"

El estudio del caso de Jamaica lo encon-tramos en base a los procesos de ajustes deiFM I Y del Banco Mundial puestos en prácticadurante el período 1981-1984, durante la admi-nistración de Edward Seaga.

A diferencia de Puerto Rico, Jamaica tieneuna menor dependencia de los Estados Unidosy la restructuración de la economia y la inter-nacionalización de la política económica se haefectuado por medio de los instrumentos queofrecen esas instituciones financieras.

Jamaica perdió un acuerdo de facilidad am-pliadaportres a~os con el FMI en abril de 1984;y se suspendió en octubre de 1984; luegoobtuvo un acuerdo stand-by en abril de 1984por un a~o el cual fue completado en marzo de1985.

También convino con el Banco Mundial laaplícación de un programa de ajuste estruc-tural(PAE) en 1982 y otro en 1984.

El programa de ajustes del FMI puesto enpráctica en abril de 1981 incluía medidas decorto y largo plazo.

A corto plazo, se planteaba la reducción delos desequilibrios internos y externo.

y a largo plazo, la estrategia implicaba laatracción de inversión directa extranjera, lageneración de producción para la exportación yel aumento de los ingresos derivados del turis-mo20.Además, las acciones de corto plazo, in-

cluían una política más liberal de importacio-nes, distinta al caso de República Dominicana,que aplicó una política de restricción a lasimportaciones.

En Jamaica, se liberalizaron los procedi-mientos para otorgar licencias de importación y

19 Este análisis se basó en la CEPAL: ~Estudioeconómicopara la América Latina y el Caribe, 1981", NacionesUnidas, Santiago de Chile, 1983; "Estudio económicopara América Latina, 1982, Naciones Unidas, Santiagode Chile, 1984; y en Mayar Arturo. Programa de AjusteEstructural de Jamaica. Estudio de un caso práctico,Banco Mundial, abril de 1985.

20 CEPAL, (1983). ídem.

Héctor Calván

se eliminaron ciertos rubros de la lista de impor-taciones prohibidas.

Se trataba de mantener el tipo de cambio fijode 1.788 dólares de Jamaica por cada dólar delos Estados Unidos, para lo cual se aumentabala reducción de la inflación y la moderación enlos salarios, a fin de garantizar que las exporta-ciones tuvieran una situación competitiva.

Esas políticas fueron acompa~adas de aus-teridad en el área fiscal y de restricción en lapolítica monetaria y crediticia.

En 1982, en Jamaica se continuó aplicandoel programa de facilidad ampliada concertadoscon el FMI en 1981, siendo reforzados por unpréstamo de ajuste estructural del Banco Mun-dial.

Al decir de la Cepal, se procuraba lograrcierto equilibrio entre el ahorro y la inversión,entre los ingresos y los gastos públicos corrien-tes, en el balance de pagos, y en el mercado detrabajo y de bienes 2'.

Además de la liberalización en las importa-ciones, por el lado de la producción se hicieroncambios institucionales dirigidos a reacondicio-nar la infraestructura y las instituciones pro-ductivas, tales como la capacidad para generarelectricidad, las instituciones portuarias deKinston y las industrias del azúcar y el turismo.Además, se pusieron en marcha mecanismosinstitucionales para fomentar la inversión y lasexportaciones.

La estructura de la economía de Jamaica seha orientado principalmente hacia el área deservicios, básicamente el comercio y las finan-zas.

Al mismo tiempo, se ha estado promoviendola exportación de manufacturas.

En ese sentido, la empresa estatal JamaícaNationall nvestment Promotion Limited, forma-da para fomentar la inversión privada, ha inver-tido más de 30 millones de dólares jamaiquinosen la industria manufacturera en 1982.

Sin embargo, según la Cepal, en un estudioreciente se sugiere que sólo poco más de unatercera parte de la producción manufacturera

" CEPAL, (1984), ídem.

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Reestructuración económica e intemacionalización de la pol/tica 17

de Jamaica está en situación de competir inter-nacionalmente en cuanto a precios, lo queindica la necesidad de introducir considerablesmejoras.

En 1983, se oficializó el mercado paralelo dedivisas y se permitió a los bancos comercialesque compraran y vendieran moneda extranjeraal tipo de cambio del mercado.

Al parecer, se estaba ante una situación deincertidumbre y de fuga.de capitales.

La flotación de la mo.neda iba dirigida su-puestamente a evitar la profundización de esatendencia, pero contribuyó al aumento de lainflación y a la inestabilidad monetaria, así co-mo a una expansión de la oferta monetaria.

En noviembre de 1983, se cambió el tipo decambio doble o paralelo por uno fijo; se estable-ció un remate bisemanal de divisas en el cualparticipaban los bancos que presentaban licita-ciones dentro de una banda establecida deprecios. Los bancos a su vez fijaban las cotiza-ciones diarias al contado dentro de esa banda.El punto medio de la banda se ajustaba quince-na,lmente sobre la base de un promedio ponde-rado de dichos tipos aplicados a las transaccio-nes realizadas en la quincena anterior.

Finalmente, se creó un mercado de divisas aplazo, acordándose que el Banco Central acep-taría licitaciones por la venta o la compra dedólares de los Estados y que los compradoresdispondrían de un plazo de hasta 6 meses parapagar.

El objetivo global de esta política cambiariade flotación dirigida del tipo de cambio eramodificar los precios relativos de los productosnacionales e importados y, de ese modo reo-rientar y diversificar la producción interna parala exportación.

Sin embargo, las cifras de los principalesproductos de exportación no tradicionales de-crecieron considerablemente en 1984. Deacuerdo con laCepal,de unatasadecrecimien-to promedio de 7.7 por ciento en 1983 descen-dió a 5.6 por ciento en 1984.

De manera que cabría profundizar en lasimplicaciones teóricas de estos procesos dereestructuración económica en término decuáles serían los verdaderos beneficiarios de

estos procesos; aunque por lo ya expuesto, sepodría adelantar la tesis de que los exportado-res y el capital transnacional vinculado al sectoragroindustrial, son los más favorecidos; mien-tras tanto, los sectores asalariados urbanos yde ingresos fijos y los sectores capitalistasvinculados al mercado intemo, tienden a ser delos más afectados negativamente..y más, si en todo ese proceso de reestruc-

turación de la economía y de internacionaliza-ción de la política económica, la Agencia Inter-nacional para el Desarrollo (AIO), y portanto, elgobierno norteamericano, ocupa un papel desuma relevancia en tanto que condiciona supaquete de asistencia financiera a la aplicaciónde políticas dirigidas a la expansión del sectorprivado y a profundizar la privatización de laeconomia.

5.3 El análisis del caso Dominicano

5.3.1. La neoliberalización de la economía

A fines de 1981, a raíz de la creciente par-ticipación del Consejo Nacional de Hombres deEmpresas (CNHE), empezó a cobrar fuerza laidea de la liberalización de la economía do-minicana.

Distintos documentos de esa entidad patro-nal, exponían explícitamente además de laliberalización de la economía, la necesidad delimitar la participación del Estado, ofreciendo alsector privado y al mercado un papel más di-námico.

El CNHE a la vez recomendaba la firmade unacuerdo con el FM1.

En los principales foros y en intervencionespúbiicas, se destaca la conveniencia de laintervención del FMI, la reducción del Estado yla creciente participación del sector privado.

En un estudio de Haroldo Dillas, sistematizalas tendencias neoliberalesoperadas en el paísy su vinculación con los grupos dominantes 22.

22 Oillas, Haroldo. ~RepúblicaDominicana: el penoso de-rrotero de la democracia~, Cuademos de NuestraAmérica, Centro de Estudios sobre América, Vol. 111,No. 5. Enero-junio de 1986, La Habana, Cuba.

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A su juicio, sería el imperialismo norteameri-cano el encargado de proveer los dos mecanis-mos claves para la reestructuración neoliberalde la economía dominicana: el Fondo Moneta-rio Internacional y la Iniciativa para la Cuencadel Caribe 23.

El autor asume como premisa que desde1982, Estados Unidos han tenido una influenciadeterminante en la vida política del país.

Como lo advierte Isabel Jaramillo:

.. ./os Estados Unidos consideran a la Repú-blica como el modelo democrático para elCaribe de habla hispana, y como la contra-partida de Cuba; de ahí las medidas econó-micas y militares para desarrollar el modelodominicano 24.

Se entendía que el gran capital trataba deconseguir lo que por sí mismo no había conse-guido: ajustar la política económica a sus estre-chos intereses fraccionales; sujetar a las dís-colas burocracias gubernamentales y crear lascondiciones óptimas para la acumulación me-diante una drástica reducción del consumopopulary el sacrificio de las capas medias ydelsector empresarial mercadointernista 2'-

El equipo económico que se inaugura con elascenso del PRD al poder en 1982, guardaclara identificación con los intereses del capitalagrupado en el Consejo Nacional de Hombresde Empresas.

El eConomista, Bernardo Vega, con una caraconcepción monetarista, es colocado en ladirección del Banco Central; los empresarios

23 Idem, página 52.

2<4 Jaramillo, Isabel. ~EstadosUnidos y el Caribe: el casodominicanoft

• Cuadernos de Nuestra América. Vol. 111,No. 4. Julio-diciembre, 1985. Centro de Estudios sobreAmérica, La Habana. Cuba, página 162.

25 Un trabajo de interés sobre tal problemática lo constitu-ye el de Dmas. Haroldo y Féliz Calvo. "Crisis del desa-rrollismo y tendencias neoliberales en la RepúblicaDominicana~, Centro de Estudios sobre América(CEA), Avances de Investigación No. 12, La Habana,Cuba.

Héctor Calván

José A. Najri y Hugo Guilliani son asignados ala Secretaría de Industria y Comercio y deFinanzas, respectivamente. Meses después, eltercero sustituyó al primero 26.

y de esa manera, empieza el disetío de unaestrategia de reestructuración del sistema capi-talista conforme a la lógica de reproducción delcapital internacional, incluyendo el reordena-miento del aparato productivo y la internacio-nalización de la politica económica .

5.3.2. El diagnósticode la crisis

A. EL ENFOQUE ORTODOXO MONETARISTA:EL FMI Y EL GOBIERNO

Existía una estrecha vinculación entre losdiagnósticos de la crisis del presidente delBanco Central, el FMI y el propio Banco Mun-dial.

Por los supuestos implícitos en ambos, sepodría arribar a la afirmación de que se funda-mentaban en un enfoque neoliberal, aunquecon algunos matices; y en término de políticaeconómica, las miras se dirigían a garantizar elpago de la deuda.

Hay tres documentos esenciales que permi-ten ubicar el pensamiento monetarista neolibe-ral del equipo económico del gobierno, los

26 En vista de que como dominicano estuve en laRepública Dominicana para entonces y observé laevolución de tales procesos. no es ¡nprescindiblemencionar fuentes documentales que avalen estasinformaciones; sin embargo, se puede consultar deGalván Suzaña. Héctor: -Desequilibrio externo y ajusteen Costa Rica y República Dominicana (1982-1985)".Tesis de Maestria en Política Econ6mica paraCentroamérica y el Caribe. Universidad Nacional.Septiembre de 1987. Heredia, Costa Rica. especifica-mente las páginas 72-74 sobre relerenciasbibliográficas dominicanas. Un análisis más reciente delas tendencias de la política económica dominicanaaparece en: Galván Suzaña, Héctor: .Políticas deajuste en Costa Rica y República Dominicana (1982-1987)". Revista Ciencias Económicas, Vol. VIII. No. 1-67181,1988.

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Reestructuración económica e internacionaJización de la polftica 19

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cuales giran sobre una misma persona: el en-tonces gobernador del Banco Central, Bernar-do Vega.

Ellos son:

1. el trabajo titulado El marco conceptual de laactual política monetaria;

2. el discurso que pronuncio ante la CámaraAmericana de Comercio, el 9 de marzo de1983 y

3. la charla que dictó ante el Colegio de Econo-mistas sobre la política cambiaria en la Re-pública Dominicana 27.

¿Cuáles son los aspectos teóricos principa-les de ese enfoque monetarista-neoliberal enque se sustentó el proceso de ajuste, y más glo-balmente, de reestructuración e internacionali-zación capitalista en el país?

El análisis de la visión ortodoxa que estable-ce una estrecha relación entre la magnitud deldéficit del sector público, la expansión moneta-ria y/o la pérdida de reservas internacionales odepreciación de la moneda, expresada por elincremento de la prima del dólar en el mercadoparalelo.

En el país, la vía más expedita para cubrir labrecha entre ingresos y gastos públicos ha sidoel financiamiento externo o la creación de dine-ro por parte del Banco Central.

Ese enfoque ortodoxo monetarista implicanecesariamente la reducción de la demandainterna, es decir, la absorción, corno una mane-ra de lograr un mejoramiento del desequilibrioexterno,

Se asumen numerosos supuestos que noanalizaremos aquí, porque ya han sido consi-

27 Vega, Bernardo. El marco conceptual de la actualpolitica monetaria dominicana, en: Nueva Visión,Colegio Dominicano de Periodistas (CODECO), Julio.agosto de 1983, Año 3. Nos. 12-13. Charla anle laCámara Americana de Comercio, periódico ListínDiario, jueves 10 de marzo de 1983 Y Poifticacambiadaen la República Dominicana, en: Primer Congreso deEconomistas, Santo Domingo, República Dominicana.

derados en otros trabajos, 28 pero que descan-san en una cierta visión teórica de carácterneoclásico que enfatiza la apertura de la eco-nomía al mercado internacional, así como unacierta liberalización cambiaria. Sobre todo seadmite la premisa de que los precios son unasenal importante en la conducción de la eco-nomía, y que esa senal de los precios estádeterminada por los cambios en la esfera inter-nacional.

B. MEDIDAS DE POllTICAS DE AJUSTE

A partir de la necesidad de buscar unareducción del déficit interno, se adoptaron unconjunto de acciones, que incluyen, entre otras,el aumento del horario de trabajo, la reducciónsalarial. la congelación de las plazas vacantes,así como la adopción de numerosos impuestos,entre ellos, el de la transferencia de bienesindustrializados.

Para lograr una mejora del déficit externo, seaplicó una política cambiaria de liberalización,mediante el traspaso al mercado paralelo dedivisas de un conjunto de importaciones.

Al mismo tiempo, se dispuso del otorga-miento de numerosos incentivos cambiarios alas exportaciones por medio de un certificadode abono tributario.

C. LA VIS ION NE01l8ERAL DEL BANCO MUNDIAL

Para el Banco Mundial, el problema del es-tancamíento económico dominicano devienede la no aplicación de los ajustes en los preciosinternos conforme a las variaciones en losprecios internacionales.

28 Jiménez D, Nicolás y Héctor Galván S. -Crítica a losmodelos de ajustes del desequilibrio externo., RevistaCiencias Económicas, Universidad de Costa Rica, Vol.VII. No. 1.37/52. 1987; y de Galván Suzaña. Héctor; "Elenfoque ortodoxo. Critica a la visión neoliberal~,actual-mente en proceso de publicaciónen la Rev;sta CienciasEconómicas de la Universidad de Costa Rica.

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Se asume que '10da estructura de preciosinternos se desvió en grado creciente de losprecios internacionales"".

D. LOS EJES DEL NUEVO MODELODE REESTRUCTURACION ECONOMICA

El modelo de desarrollo "hacia atuera" des-cansa en la promoción de algunos ejes quepueden considerarse fundamentales:

a) las zonas francas,b) el turismo,c) las agroindustrias, en particular la pro-

moción de bienes no tradicionales 30.

Los incentivos cambiarios, de financia-mien-to y de otra índole, que se desprenden de esosenfoques neoliberales, tienen como principalpreocupación el fomento de esos posibles ele-mentos de la economía.

Existe una estrecha vinculación entre elcomportamiento de esos sectores y los incenti-vos otorgados.

Por ejemplo: en la República Dominicanaexisten cuatro parques industriales que en1983 albergaban un total de 101 empresas dezonas francas. Estos parques se localizan enLa Romana, Santiago, Puerto Plata y SanPedro de Macorís".

Las ramas industriales que se han instaladoen las zonas francas del país son las quetradicionalmente se ubican en la mayoría de lospaíses, en particular: los textiles, las manufac-turas de tabaco, los artículos de piel, los produc-tos electrónicos y las joyerías.

29 Banco Mundial. MRepública Dominicana: Un programade reformasft

, Borradorconficencial, Informe No. 5965.

30 Un análisis más detallado de estas tendencias delmodelo, se encuentra en Héctor Galván Suzaña. Tesisde Maestrla en Politica Económica. ya citado.

31 Caraballo de Rosa. Eisa. -Los Programas deestabilización y las zonas francas., Colegio Dominica-no de Economistas (CODECO). iunio-julio. 1985. No.23-24. Año 5. 1985.

Héctor Calván

En 1984, en la rama de los textiles, que es lapredominante, aportaron el 70 por ciento deltotal del empleo creado por esta modalidad deinversión y el47 por ciento de las divisas gene-radas.La inversión fija en estructura efectuada por

el Estado para el desarrollo de las zonas fran-cas ascendía a finales de 1983 a RD $ 17.8millones de pesos dominicanos.Lo importante, sin embargo, es que las zo-

nas francas no contribuyen a un proceso deintegración de la economía nacional, por lo quesu impacto en el proceso dé industrialización seha visto restringido 32.

F. LA PERSPECTIVA NEOESTRUCTURALlSTA

En el caso dominicano, la perspectiva neo-estructuralista puede ser resumida en losplanteamientos del econorlista Miguel CearaHallon.

Para el autor, la crisis de la economía domi-nicana del decenio de los 80s, presenta tresdimensiones: a) una crisis estructural, b) unacrisis de inserción en la economía mundial y c)una crisis de la teoría económica y de proyectode grupos sociales que no proveen de un es-quema analítico apropiado para estudiarla y di-seriar políticas tendentes a superarta en bene-ficio de las grandes mayorías nacionales 33.

El proceso de "endogenización de los facto-res de crisis" significa que, además de lascaracterísticas propias de una economía sub-desarrollada que de por sí son causantes decrisis, el estilo de expansión reciente en el mar-co de la estrategia de crecimiento concentradovía sustitución anárquica de importaciones(1968-1977), ha permitido la aparición de '1uer-zas vivas" que obstruyen y derrotan cualquierproceso de crecimiento independientementede lo que aconteciera en el mercado mundial.

32 Caraballo. ¡dern, página 6.

33 Ceara Hatton, Miguel. -Fundamentos para unareestruetuaci6n dirigida de la economfa dominicana~.en: Nueva Visión, Colegio Dominicano de Economistas(CODECO). Febrero-Marzo. Año 6. Nos. 31-32.1986.

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TReestructuración económica e internacionaJización de la política 21

De tal modo que un empeoramiento de lascondiciones extemas se adiciona a los factoresnuevos estructurales que crean las condicionesinternas de crisis.El problema iba en la línea de la estrategia de

concentración de excedentes en el sector in-dustrial urbano y en la creación de una ampliagama de estímulos para la acumulación de ca-pital (la inversión) en ese sector en perjuicio delos demás sectores de la economía (el agrícola,el de la exportación y otros).

5.4 La propuesta neollberaly .Ios proyectos pollticos y de la clase

Los sectores más beneficiados por el proce-so de ajuste efectuado en el país son los vin-culados al capital exportador.Cabría senalar que en República Dominica-

na, aunque el grueso de las exportaciones estácontrolada por el Estado, en particular, el con-glomerado privado Guld and Wester tiene unainfluencia significativa.En el caso del Estado, aunque el Colegio

Dominicano de Economistas (CODECO) hablade que los fondos del Consejo Estalal del Azú-car han sido utilizados indistintamente parasubsidiar al Instituto Nacional de Estabilizaciónde Precios (INESPRE) y a la Corporación Do-minicana de Electricidad, aún queda por hacerun estudio más pormenorizado que arroje clari-dad en el nivel de beneficio obtenido por lospequenos productores de café, cacao y losmismos trabajadores de la cana.Lo que sí no debe quedar en duda es que en

la República Dominicana - como en Costa Ricay otros paises con políticas de depreciación-losexportadores fueron aUamente beneficiadoscon la devaluación y los incentivos cambiaríosadicionales otorgados 34.

:w Para el caso de Costa Rica, recientemente el presiden-te del Banco Central ofreció la cifra de los millones decolones que la favoreció al sector exportador ladepreciación de la moneda nacional en determinadospuntos. Seria interesante que se hiciera una cuan-tificación de los ingresos que genera la depreciación dela moneda local para el sector exportador, no solo paraCosta Rica.

Un sector capitalista altamente favorecidopor el proceso de ajuste es el financiero.El proceso de liberalización de las tasas de

interés, vinculado a los procesos especulati-vos, permitieron una elevada rentabilidad de laganancia y de este sector.Cabe advertir que el capital financiero más

favorecido parece ser ei norteamericano y no elnacional.y ello es así porque los nueve bancos nor-

teamericanos más grande controlan más del70por ciento de los préstamos privados a la Re-pública Dominicana 35.

Además, el capital vinculado al turismo y alos seguros obtuvo un margen importante deganancias.El sector turismo ha generado ingresos al

país -según cifras de la Cepal- en 1983 deUS$320 millones, en 1984de US$371 millonesyen 1985 de US$ 439 millones 36.

Un estudio que permita el esclarecí mientodel papel del cap~al transnacíonal en este sec-tor y el papel del Estado como posible bene-ficiario, sería de mucha importancia.Creemos que puede haber una significatíva

presencia de capitales extranjeros dada la vin-culación del sector con el mercado internacio-nal y su dependencia de variables extemas,como el nivel de actividad de Estados Unidos,la ímpresión exterior de la situación interna delpaís, entre otras.Se asume que en 1984, el país ocupaba el

segundo lugar en la cantidad de inversionesaseguradas por concepto de "riesgo político'''.En sentido contrario, las esferas del cap~al

no favorecidas por el proceso de restructura-ción son el propio Estado, en términos de aque-llas empresas a las cuales le elin:'inan los sub-sidios u otros incentivos.

35 Isabel Jaramillo, ¡ciern, página 161.

36 Comisión Económica para la América Latina (CEPAL.)Estudio Económico pars América Latins. 1985, Nacio-nes Unidas, Santiago de Chile. 1986.

" Isabel Jaramillo. ¡dom. páginas 161-162.

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Asimismo, el capttal industrial e importadorque ahora debe pagar un mayor costo en losinsumos y bienes importados.Aunque en la medida en que esos capitales

transfieren los aumentos de costos a las mer-cancías, son los consumidores -asalariados ysectores mayormente urbanos- los que seríanlos más afectados.

Las capas sociales medianas y bajas queson los que consumen más articulosimportados serian los que verían bastantereducidos sus niveles de ingresos.

y en la medida que se aumenta la tasa deinterés y se encarece el precio del dinero, seperjudica a los pequenos y medianos producto-res agrícolas, los cuales tendrían que pagar amayor costo el proceso de su producción, sinque por el otro lado, haya una tendencia a laexpansión del mercado para sus productos.

Al decir de Haroldo Dillas:

.,.el proyecto de ajuste fondomonetarista halogrado efectos destructivos estratégicos,sobre todo en el andamiaje de relacionessocioeconómicas desarrollistas, una purgadel capital sobreacumulado y una cons-trucción del consumo popular necesario pa-ra restituir las condiciones acumulativasóptimas en las áreas económicas privile-giadas por la nueva dinámica del capitaltransnacional38•

~ Haroldo DiI1as. -República Dominicana idem.página 59.

Héctor Calván

VI. A manera de conclusión

La reflexión respecto a los procesos derestructuración económica y la internacionali-zación de la política económica, asf como elanálisis de algunos casos de países subde-sarrollados, involucra un proyecto de impulsode nuevos ejes de acumulación que des-cansando en las exportaciones agrícolas yagroindustriales no tradicionales, así como enla actividad de maquila y el turismo, se orientanbásicamente hacia el mercado internacional.Vinculado a eso, las políticas económicas

aperturistas -{;()ndicionadas por organismosfinancieros internacionales- refuerzan eseproyecto de inserción de las economíasnacionales a las economías de los paísesdesarrollados.

De ahí que se imponga la necesidad derealizar investigaciones más profundas en laslíneas de mejorar un diagnóstico preciso de lasrelaciones que subyacen en la reestructuracióneconómica y la internacionalización de lapolítica económica resaltando el papel de losagentes internos a la luz de la lógica externa.Ya partir de esa visión, se debería intentar la

fundamentación de una crítica sólida así comouna estrategia de desarrollo alternativo quetome en cuenta el interés de las grandesmayorías populares, elemento que no se con-sideró en la neoliberalización que se pretendeimplantar en las economías subdesarrolladasdel Caribe, como se ha analizado en el presentearticulo.

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La balanza de pagos comoinstrumento para determinarel origen de la deuda externa

Roberto Salom E.

Resumen

El presente articulo se propone analizarel origen de la deuda externade nuestro paispartiendo del estudiode su balanza de pagos.El procedimiento, inspirado en un estudio

del Dr. Franz Hinkelammertpara América Latina,está orientado a discutir sobre la legitimidadde la deuda y especialmente de las viasde solución impuestas a los paises deudorespor los organismos financieros multilateralesy los paises acreedores.Es una contribución orientada también a

determinar las especificidadesdel caso costarricense respectoa otros paises latinoamericanos.

Introducción

Difícilmente pueda haber algún científicosocial en América Latina o en el mundo paraquien el problema de la deuda exferna de lospaises "en desarrollo" no se haya convertido enuno de los más importanfes obstáculos para eldesarrollo, (si no en el más importante). Ladimensión de esta deuda, su dinámica de cre-cimiento y sus consecuencias socio-politicas,

Ciencias Sociales 44: 23-29, 1989

ocupan hoy, de un modo u otro, de maneracreciente la atención de los científicos socialesy de los lideres politicos desde distintas pers-pectivas, sin que aún se haya alcanzado con-senso aiguno en cuanto a la solución de esteproblema.Sin embargo, en una gran cantidad de los

países deudores, ya se han puesto en marchamedidas de politica económica supuestamenteorientadas a la solución de este problema res-pecto al cuai, hay que preguntarse si realmentetiene solución, o si las soluciones que se estánofreciendo contribuyen a desbrozar el caminopara el desarrollo de estos países, ¿Con baseen qué diagnóstico y en qué perspectiva se hantomado tales medidas?, y aún más ¿Cuálesson las consecuencias socio-politicas que deellas se derivan?A continuación ofreceremos un punto de

vista crítico a los enfoques predominantes queconduce a enfatizar en soluciones radicalmen-te dislintasde lasque, hasta el momento se hanpuesto en marcha. La base de este plantea-miento alternativo a los enfoques dominantes laencontramos en un estudio del Dr. Franz Hin-kelammert sobre la deuda externa de AméricaLatina. Expondremos sus conclusiones de laforma más sintética posible para analizar poste-riormenle ei mélodo a través del cual el Dr.Hinkelammert arriva a taies conclusiones.

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Posteriormente haremos algunas precisionespara el caso de Costa Rica.

1. Tres modelossobre el origen de la deuda externa

El Dr. Hinkelammert construye tres modelossobre el origen de la deuda extema latinoame-ricana a través del análisis de la balanza depagos a nivel regional y no de cada pais enparticular. Al respecto de lo anterior nos dice elDr. Hinkelammerl:

No es necesario considerar sólo los paísescon sus respectivos estados. También sepueden sumar los comercios externos devarios países, formando regiones compues-tas por varios países yanalizar las relacionesentre éstos. (1988 :87).

¿Por qué está interesado el Dr. Hikelammerten un análisis de la balanza de pagos a nivelregional en lugar de hacerlo para un país enparticular? Quizás porque el razonamiento máselemental sobre la deuda externa permite llegara la conclusión de que hay una problemáticacomún a toda la región. La coincidencia en eltiempo, en el comportamiento de la evoluciónde la deuda y en las medidas fundamentalesque se han puesto en marcha sugieren untratamiento regional de este problema, sin dejarpor ello de considerar las especificidades decada país en particular. De acuerdo con estaperspectíva, desde ya podemos adelantar queno compartimos los puntos de vista de aquellosque desde nuestros paises o fuera de ellospretenden hacer recaer toda la responsabilidaddel endeudamiento sobre los deudores o, másaún, pretenden que éstos acarreen con todaslas consecuencias que se deriven de estasituación creada. A todas luces un problema dedimensiones regionales no puede ser tratadocomo si fuera el resullado de una determinadapolítica económica aplicada por igual en todoslos países, ni siquiera como resultado de losproblemas estructurales comunes, desde unpunto de vista puramente interno; la regulari-dad más importante la constituye a nuestro

Roberto Salom

JUICIO la naturaleza de las relacioneseconómicas y políticas del conjunto de lospaíses de la región con el exterior, en virtud deun sistema de relaciones internacionales al quetodos nuestros países se han visto sometidos,es decir del orden económico internacionalpredominante desde la segunda posguerra.

Es necesario advertir que el Dr. Hikelammertno se limita a construirla@anzaregionalcomoresultado pura y simp~emente de la sumamecánica de las bala~ de los distintospaíses, sino que advierte la necesidad de elimi-nar el comercio intrarregional y de esa manera,"construir una balanza que contabilice sola-mente el comercio internacional hacia fuera dela región ... " (lbid: 88). Aunque como el Dr.Hinkelammert advierte, el comercio intrarregio-nal no es muy significativo, la operación anteriores necesario hacerla para que la balanzacomercial cierre, o como dice el autor, para quelas balanzas comerciales en su conjunto seancompatibles, esto es que los saldos positivos ynegativos se equilibren, o que las entradas deunos correspondan a las salidas de otros yviceversa.

Sin embargo, no todos los fenómenos queocurren a nivel de las relaciones comercialesinternacionales son expresamente reflejadospor la balanza comercial. En ese sentido, comolo advierte el autor, además de las entradas ysalidas de excedentes reales hay que analizartambién los términos de intercambio, es decir,la relación del valor de los bienes que se impor-tan respecto al valor de los que se exportan. Eldeterioro en los términos de intercambio puedeser y habitualmente lo ha sido para la mayoríade los países subdesarrollados, una fuente deexplotación por parte de los paises llamadosdesarrollados. El extraordinario aumento de losprecios de los hidrocarburos, en la presentedécada y en la anterior, constituyó una forma deintercambio desigual con severas repercusio-nes sobre los países subdesarrollados no pro-ductores del crudo, especialmente en laexplosión de la crisis de la deuda externa, comose verá más adelante.

Es necesario advertir también la previsiónque hace el autor, en el sentido de que para

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La balanza de pagos como instrumento para determinar el origen de la deuda externa 25

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evitar la doble contabilidad se calculan lasimportaciones con precios CIF y las exportacio-nes con precios FOB, o calculando los gastosde transporte en un rubro aparte. (Ibidem: 87).

Con base en el análisis histórico de la balan-za de pagos de América Latina, Hinkelammertconstruye tres modelos que explican, segúnsea el caso, el origen de la deuda externa. Elprimer modelo corresponde a movimientos decapital con balanza comercial equilibrada, elsegundo se refiere a movimientos de capitalcon balanza comercial desequilibrada y el ter-cero está relacionado con las transferenciasespeculativas. Acontinuación reproducimos dela manera más suscinta posible lascaracterísticas fundamentales de cada uno deellos.

1.1. Movimientos de capitalcon balanza comercial equilibrada

Dados dos paises o regiones cualesquiera,A y B, el segundo realiza una inversión decapital en el primero. Previa a la realización dedicha transferencia, ambos tienen una balanzacomercial equilibrada entre si; además sesupone que no hay entre ellos ningún movi-miento en la cuenta corriente de capital. Lainversión de B en A se realiza con ahorro internode A, lo que implica que no hay ningún flujoprevio de excedentes de B hacia A. Si B recla-ma las utilidades correspondientes puede dar-se una de las dos siguientes alternativas:

1) Que el pais A transfiera las gananciasreclamadas a B.

2) Que A no transfiera las ganancias a B, sinoque realiza la transferencia mediante unpréstamo de B para pagar las remesas deutilidades. Aquí aparece entonces una deudaexterna del país A frente a B. Si la balanzacomecial sigue equilibrada sin transferencia deexcedentes, del flujo de utilidades se deriva unadeuda externa creciente. Si en cada período serepite lo mismo, A tendrá que pedir préstamosiguales a las utilidades sobre la inversión ex-tranjera directa, además de préstamos parapagar intereses sobre los préstamos anterioresy los intereses sobre los intereses.

Las posibilidades de pago dependen deltamat'\o alcanzado por la progresión exponen-cial de la deuda, de la tasa de interés, deltamat'\o absoluto de las exportaciones de Ahacia B y de la posibilidad de restringir importa-ciones.

Como lo destaca el autor, de lo anterior sededuce que sin ninguna transferencia previa deexcedentes puede aparecer tanto unainversión extranjera directa como un endeu-damiento con el exterior de cualquier tamat'\o.(Ibidem, p. 90).

1.2 MovImiento de capItal correspondIente a losdesequilibrIos de la balanza comercIal

Ante una situación de desequilibrio perma-nente en la balanza comercial entre A y B, elprimero tendrá que endeudarse con el segundopara pagar los saldos negativos. Pero además,como la balanza comercial es permanente-mente negativa, A no puede pagar lospréstamos a B. En consecuencia A tiene queendeudarse también para pagar intereses y losintereses sobre los intereses de todos lospréstamos adquiridos durante el periodo consaldo negativo. De alli se deriva una curvaexponencial de la deuda. Si ese período seprolonga indefinidamente, la deuda puede al-canzar una dimensión tal que la hace impaga-ble.

La posibilidad de pago depende aquí deltamat'\o relativo de las exportaciones, del saldonegativo de la tasa de crecimiento de las expor-taciones y de la tasa de interés.

La solución de este problema, en esas con-diciones, solo será posible por medio del co-lapso del sistema financiero.

De lo anterior se extrae la consecuencia deque cualquier transferencia unilateral de ex-cedentes por un período relativamente largo,conduce a una transferencia en sentido inversomayor que la transferencia original. (Ibidem:92).

De la misma manera se postula que unsistema financiero solo puede funcionar si el

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equilibrio de las balanzas comerciales es osci-latorio; de lo contrario los deudores caen en laservidumbre crediticia, lo que implica transferirexcedentes eternamente sin poder jamás recu-perar su situación original. (Ibidem)

1.3. Transferenciasespeculativas

Este tipo de transferencias no se reflejan enla balanza comercial sino en la balanza encuenta corriente de capital.

En este caso un ciudadano de A depositadinero en un banco en B. Si la balanza comer-cial está equilibrada, el depósito solo es posiblepor medio de un prestamo de B, (puesto que eldepósito se realiza en moneda de B).

En consecuencia aparece un doble movi-miento en la balanza de capital: por un lado, unciudadano de A tiene una cuenta en B y por otrola banca de A tiene una deuda con B. Hay unasalida y una entrada de capital en A y lo mismoocurre en B.

El pais A adquiere así un obligación en virtudde una decisión de un particular, y sin embargo,el inversionista no queda obligado a transferirintereses derivados de los depósitos realizadosen B.

Si los depósitos del ciudadano de A en B semantienen y la balanza comercial permaneceequilibrada, A tiene que endeudarse para ha-cerle frente al servicio de la deuda misma.

Esa deuda adquiere asi una dimensiónexponencial. Si dicha conducta se generaliza,la deuda puede adquirir un tamafio que la haceimpagable. Este fenómeno es el que se conoceen América Latina como fuga de capitales.(Ibidem).

Estos tres modelos son aplicables en distin-tas etapas históricas para el conjunto deAmérica Latina.

Como lo determina claramente el Dr. Hin-kelammert, la deuda externa tiene su origen enlos afios cincuenta. Ella es el resullado delhecho de que los paises del subcontinente sevieron obligados a contraer empréstitos en elexterior para poder hacerle frente a larepatriación de utilidades reclamadas por elcapital extranjero. Como dice Hinkelammert:

Roberto Salom

Esta inversión extranjera directa no se generapor transferencia de excedentes desde el exte-rior, sino exclusivamente por fa movilización derecursos internos de América Latina. (fbidem:23).

La repatriación de utilidades es superior a lainversión extranjera directa para el conjunto delperíodo 50-83, excepto para un periodo cortode cinco afios, entre el 77 y e182. (Ibidem: 24).

Aún más la inversión extranjera directa sefinancia en un 85% con el propio ahorro internode los paises latinoamericanos, según estima-ciones del autor (Ibidem).

La salida de estos excedentes por conceptode repatriación de las utilidades del capitalextranjero no fue financiada por el saldo favora-ble de la balanza comercial, sino que, como yase ha dicho, ello se hizo con empréstitos delexterior.

Pese a esta tendencia dominante al equili-brio de la balanza comercial, para todo elperiodo considerado y para toda la región, hayun periodo de ocho afios, entre el 74 Y el 82 enel que la balanza comercial es negativa. Esesaldo negativo se cubrió con empréstitos, loscuales, según Hinkelammert, fueron canaliza-dos desde los paises productores de petróleo,a través de la banca de los países capitalistasdesarrollados.

Se trata del único período largo en el cualAmérica Latina ha recibido un excedenteeconómico relevante desde el exterior, calcula-do en unos 60 mil millones de dólares. (Ibidem:27).

Sin embargo, se transfieren al exterior cercade 110 mil millones de dólares, entre 1983-86,lo cual "no ha podido compensar ni siquiera losintereses anuales adeudados" (Ibidem).

El crecimiento exponencial de la deuda obli-ga al conjunto de paises de la región a hacer unesfuerzo por aumentar las exportaciones ydisminuir las importaciones en procura de allossaldos positivos en la balanza comercial, tansolo para financiar las utilidades y los intereses

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La balanza de pagos como instrumento para determinar el origen de la deuda externa 27

adeudados por los préstamos anteriores.Cuando, pese a este enorme esfuerzo, no esposible cubrir los intereses adeudados, éstospasan a engrosar el monto principal de la deudaexterna. Si el crecimiento automático de ladeuda es mayor que el crecimiento económicoy de las exportaciones, entonces disminuye lacapacidad de pago de la deuda. Esto es lo queha ocurrido en la mayor parte de los países deAmérica Latina.

Peor aún, como lo senala el autor, este granesfuerzo por aumentar las exportaciones con-dujo a un deterioro aún mayor de los términosde intercambio (Ibidem: 28).

2. El caso de Costa Rica

Como lo senala el autor, para los países cen-troamericanos la situación es aún más grave.Veamos brevemente el caso de Costa Rica.

Para empezar, desde 1956 hasta 1985 nohay un solo ano, con excepcíón de 1958 en elque la balanza comercial haya arrojado unsaldo positivo. En consecuencia, se trata deuna balanza comecial permanente y en algunosperíodos, crecientemente deficitaria, (Bco.Ctal: 1986: 95-98).

En cambio, el análisis de la balanza de pagosno permíte afirmar para el caso de Costa Rica,como si lo es para el conjunto de AméricaLatina, que la inversión extranjera directa sehaya realizado aquí en la misma proporción queen el subcontinente sobre la base de ahorrointerno. La suma de los saldos de la renta de lainversión direcla de 1950 a 1985 arroja un totalde 314.1 millones de dólares, mientras que lasuma de toda la inversión extranjera directapara el mismo período arroja un resultado de890.5 millones de dólares. (Ibid). Sin embargo,esta situación empezó a ser favorable a partirde los anos setenta. Es decir que ya a la alturade esos anos la deuda externa respondía nosolo al déficit de la balanza comercial, sinotambién a la diferencia negativa de larepatriación de utilidades respecto a lainversión extranjera directa. Ello significa que almenos hasta los anos setenta la deuda externa

de nuestro país correspondía también al primermodelo formulado atrás, pese a que se trata deun país, como lo hemos dicho, con balanzacomercial permanentemente deficitaria desdeel ano 59.

Corresponde al primer modelo si tomamosen cuenta que lo esencial en él no es el caráctersuperavltario de la balanza comercial, sino laafjrmación de que la inversión extranjera direc-ta se realiza en América Latina con ahorrointerno. El surgimiento de una deuda externacreciente con balanza comercial equilibrada eslo que llama la atención del Dr. Hinkelammert,para observar el fenómeno apuntado. Ahora, sicomparamos la inversión extranjera directacontra el total de la renta de .inversión, lo queincluye además de la renta de la inversióndirecta, otras rentas de inversión, como intere-ses pagados, intereses atrasados y otros, lasituación es diferente. La suma de los saldosdel total de la renta de inversión es de 2717.7millones de dólares para el total del período.(Ibidem). De lo anterior se desprende clara-mente que nuestro país es desde 1950 hasta lafecha un exportador neto de capital, como re-sultado de sus relaciones con el exterior,situacíón que por lo demás es similar a la delresto de los países de América Latina. No tieneninguna connotación ideológica la aseveraciónde que los países capitalistas desarrolladosexplotan a los países "en desarrollo", por eso elconcepto de países "en desarrollo" resultacompletamente eufemístico para calificar anuestros países. Pese a la modernización,quízás sea más apropíado calificarlos comopaíses en proceso de subdesarrollo, si nosatenemos a ese paradógico proceso medianteel cual los países capitalistas desarrollados seenriquecen a costa de los subdesarrollados. Labrecha entre unos y otros se hace cada vezmás grande, en lugar de disminuir.

Consideramos necesario hacer aún algunasobservaciones en relación con el déficit de labalanza comercial de nuestro país. El déficitacumulado entre 1970-84 es de $2.837 millo-nes. No todo ese déficit comercial es el produc-to de las deficiencias, de la dependencia co-mercial con el exterior. El ex diputado Alvaro

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Montero, seguramente que entre otros llamó laatención de que gran parte de ese déficit sedebe a la sobrefacturación de impllrtaciones ya la subfacturación de exportaciones que reali-zan algunos de los empresarios costarricen-ses, para depositar los saldos en los bancosextranjeros. (1985:19). No nos es posible calcu-lar el monto de lo que el pais pierde por esteconcepto, pero este tipo de fenómenos, asícomo el deterioro de los términos de intercam-bio, contribuyen a explicar que por más esfuer-zos que se hayan realizado en el pasado recien-te por promover exportaciones de productos notradicionales, la balanza comercial de nuestropaís continúa siendo deticitaria. Por lo demás,como el mismo Alvaro Montero nos lo hace verde nuevo, ese esfuerzo por promover nuevasexportaciones, al menos hasta 1985, no ha sidocorrespondido por un esfuerzo similar dedisminución de importaciones de productossuntuarios, consumidos por los sectores demás altos ingresos. La política de austeridad seha orientado principalmente a la disminucióndel gasto público, lo cual afecta fundamental-mente a los trabajadores y a los sectoresmedios. (Ibid: 20).Fenómenos como la sobrefacturación de

importaciones y la subfacturación de exporta-ciones hacen plausible la aplicación al caso deCosta Rica, al igual que la mayor parte de lospaíses de América Latina del tercer modelomencionado, es decir el que corresponde amaniobras de carácter puramente especula-tivo, aunque como hemos dicho, no es posiblecalcular de manera precisa cuánto ha perdido elpais por este tipo de maniobras.Como resultado de lo anterior, nuestro pais

entró en la dinámica del endeudamiento exter-no. No es el caso ahora entrar a analizar esteaspecto. Por ahora baste subrayar que dichadeuda resulta aritméticamente impagable paranuestro pais como para el resto de los países deAmérica Latina por más esfuerzos que sehagan para pagarla. Basta ver la evolución delservicio de la deuda como porcentaje de lasexportaciones de nuesfro pais de 1970 enadelante para percatarse de esta situación.Este porcentaje ha pasado de ser menor a115%

RoberlO safom

en 1970 aI41.5% en e186. (Tribuna Económi-ca, oc!. 1987: 37).Independientemente de que ese monto no

se esté pagando, lo cierto es que la deuda nosha metido, al igual que el resto de los paises dela América Latina, con o sin regateos, dentro dela llamada política de austeridad impuesta porlos planes de estabilización y ajuste de losorganismos multilaterales de financiamiento,valga decir: el Fondo Monetario Internacional yel Banco Mundial.En todo caso el no cumplir con el servicio de

la deuda agrava aún más la situación, puestoque los intereses acumulados pasan a engro-sar el principal, aumentando aún más el montoglobal de la deuda externa. Si a ello le agrega-mos la persistencia del déficit en la balanzacomercial, el aumento en la tasa de interés, latendencia a la disminución en los precios de losprincipales productos de exportación de nues-tro pais. (Guillén, 1984: 48), obtendremos uncuadro de los factores que continúan haciendocrecer la deuda en Costa Rica.

3) Conclusiones

En esas condiciones, la intervención de losorganismos multilaterales de financiamientobusca imponer determinadas medidas depolítica económica y a la vez mantener loscompromisos del pais con los acreedores. Elloha llevado a la absurda situación de que el paísha tenido que acudir, cada vez en mayor medi-da al expediente de adquirir nuevas deudaspara pagar viejas deudas. Entre 1970 y 1983 el53% de los créditos internacionales se destinóa pagar deuda externa y en el ano de 1983, el64.5% del total de los créditos concedidos sedestinaron al pago de la deuda externa, (Mon-tero, Op. cit: 17).Con la intervención de los organismos finan-

cieros y la puesta en marcha de los planes deestabilización y ajuste en la presente década,prácticamente en todos los paises de AméricaLatina, parece haberse cerrado el ciclo dedesarrollo de la posguerra, caracterizado por elesfuerzo por sustituir importaciones, diversifi-

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La balanZB de pagos como instrumento para determinar el odgen de la deuda externa 29

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car la producción, ampliar los mercados inter-nos, integración regional de los mercados yactiva intervención del Estado en la economía.En la presente década estamos en presenciade un modelo articulado por los organismosfinancieros munilaterales que, con más o me-nos resistencias de los sectores gobernantesde los distintos paises del subcontinente, tienecomo eje una política de promoción de exporta-ciones en función del mercado externo extrarre-gional, principalmente norteamericano, la Iibe-raliza-ción y privatización de la economía y ladisminución del gasto público. Los ejes dedecisión de esta política tiende a trasladarse alexterior mediante severos procesos de condi-cionamiento de la política económica, que afec-tan la soberanía de estos países. Como diceHinkelammert, la lógica de esta política estribaen extraer el máximo de excedente posible porla balanza comercial, (Op. cil: 31-49).

No es el propósito de este trabajo, discutir enqué medida los distintos países de la regiónestán haciendo esfuerzos por escapar a estalógica, la cual, desde nuestro punto de vistaconduce a la postergación del desarrollo y a lapérdida relativa de soberania. Tampoco entra-mos a considerar en qué medida otros factorescontribuyen a hacer más complejo el pano-rama, como pueden ser el conflicto centroame-ricano o la política de los Estados Unidos haciala región.

Para el caso de Costa Rica, consideremosque bajo la presión de factores externos de tipoeconómico, institucional o político se tiende aproducir una redefinición ideológico-política delos sectores tradicionalmente dominantes, quepodría a mediano plazo, provocar unaalteración del cuadro político prevaleciente enlos únimos 35-40 anos.

Blbllografla

Banco Central de Costa Rica. Estadísticas1950-85. División Económica, San José,Costa Rica, 1986.

Guillén Romo, Héctor. "La deuda, el FMI y eldogma de la austeridad", en: Cuadernospolítícos, Mex., No. 40, abr.-jun, 1984.

Hinkelammert, Franz. La deuda externa deAméríca Latína. El automatismo de la deuda.San José, Costa Rica, DEI. 1988.

Montero Mejia, Alvaro: La impagable deudaexterna. Ediciones Pensamiento Revolucio-nario, San José, Costa Rica, 1985.

Tribuna Económica. El sector externo de CostaRica en cífras, en: Tribuna Económica,Costa Rica, oc\. 1987.

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Metodologías para calcularel desempleo en Costa Rica

Luis Alberto Calvo C.

Resumen

El presente artículo nos muestra en prímerlugar, los antecedentes de las fuentesde ínvestigación sobre el empleo ydesempleo, que se obtienenen los períodos intercensalesde las Encuestas de Hogares de propósitosmúltiples. Seguidamente, la metodologíautiliza para calcular la tasa de ocupacióny las tasa de desempleo en el año de 1986en Costa Rica, así como la informaciónestadística de ese ai'lo con baseen la metodología citada.

Además, el artículo muestra los cambiosefectuados en la metodología a partirdel ai'lo de 1987, el módulo de empleoy desempleo de la Encuesta de Hogares,así como la clasificación de las áreasgeográficas y las nuevas tasas utilizadaspara los cálculos en ese ai'lo, las cualesestán vigentes en la actualidad.

También, el artículo ofrece la informaciónestadística de 1987, obtenida con lametodología de la Encuesta de Hogaresy por último, el autor anota susconsideraciones finales.

l. Antecedentes de las fuentes de laInvestigación

Los últimos datos de empleo y desempleo enCosta Rica se obtienen del Censo de Población

Ciencias Sociales 44: 31-48, 1989

de 1984 Y en los llamados períodos inter-censales de la Encuesta de Hogares de propó-sitos múltiples (Módulo de empleo).

Los antecedentes del actual Programa deEncuestas de Hogares se remontan al al'lo1965, en que se iniciaron las tareas preparato-rias de la Encuesta Centroamericana de Ho-gares (ECAH), con la asistencia técnica de laOficina del Censo de los Estados Unidos y laasistencia financiera de la Agencia para elDesarrollo Internacional (AIO) a través de suOticina Regional de Centroamérica y Panamá(ROCAP), la cual brindó su apoyo a la Or-ganización de Estados Centroamericanos(ODECA). Costa Rica fue uno de los primerospaises en adoptar el programa, ya que laDirección General de Estadística y Censosinició la realización de encuestas de hogares deobjetivos múltiples en el al'lo 1966. La EncuestaCentroamericana de Hogares permaneció co-mo un programa regular hasta 1971, al'loenquees descontinuada debido a dificultades finan-cieras.

En el al'lo 1974 se llevó a cabo la "Encuestade Ingresos y Gastos Familiares" en las zonasurbanas de Costa Rica, cuyo objetivo principalfue la obtención de los coeficientes de ponde-ración para la elaboración de los números índi-ces de los precios al consumidor. La encuestala realizó la Dirección General de Estadística yCensos con el apoyo financiero del Gobierno dela República y la asistencia técnica del InstitutoInteramericano de Estadística (IASI).

1,

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32

A la vez, en ese alío de 1974 se formuló unPlan de Desarrollo, el cual estableció una altaredistribución del ingreso. Como parte de losindicadores requeridos por el plan, a partir de1976 se impulsó el Plan periódico de Encuestade Hogares como un esfuerzo conjunto delMinisterio de Trabajo y Seguridad Social y de laDirección General de Estadística y Censos, conel apoyo y Asesoría del Programa deCooperación Técnica PNUD/OIT, proyectoCOS/73/002, "Planificación y Programación delEmpleo" con la asistencia técnica de laOrganización de los Estados Americanos(OEA), con la asistencía financiera de la AID pormedio del Proyecto "Fondo de Dos Etapas"; ycon la asistencia técnica y financiera del BancoCentral de Costa Rica. De esta forma, se reali-zó la Encuesta Nacional de Hogares, Empleo yDesempleo, tres veces al alío - en marzo, julioy noviembre - desde julio de 1976 hasta julio de1986, bajo la dirección financiera y la su-pervisión administrativa de la Comisión del Planperiódico de Encuestas de Hogares, conforma-da por funcionarios de las dos institucionesinvolucradas. El programa tuvo el objetivogeneral de crear un sistema de índicadoressocíoeconómicos de variables relacionadascon la fuerza de trabajo: empleo, desempleo,subempleo e ingresos. Así, la encuesta contócon un núcleo central de empleo y desempleo,a la vez que permitió aprovechar la infraestruc-tura existente para investigar diversidad detemas relativos a la población a solicitud de lasinstituciones interesadas, como módulos espe-ciales sobre salud, nutrición, vivienda, sectorinformal, ingresos y otros"'.

Ministerio de Economfa, Industria y Comercio.Dirección General de Estadistica y Censos.Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. DirecciónGéneral de Planificación del Trabajo. Encuesta deHogares de propósitos múltiples. Módulo de empleo,julio de 1987. Unidad Ejecutora Convenio MEO - BID- CEPAL ATNISF 2419 CA. San José, Costa Rica,noviembre de 1988, páginas 1 y 2.-

Luis Alberto Calvo

La Dirección General de Estadística y Cen-sos aprovechando la vigencia del Plan perió-dico de Encuestas de Hogares, buscó un mejo-ramiento del programa a través de la ex1ensióndel uso de estas encuestas, así como pararealizar nuevas encuestas dentro del marco deun programa que sea continuo, sistemático ycoherente sobre los siguientes aspectos priori-tarios: empleo (ocupación, desocupación ysubocupación); situación demográfica (mortali-dad, fecundidad y migración); nutrición, salud,educación, vivienda, servicios; e ingresos, con-sumo y gastos de los hogares:

Resumiendo, las encuestas de empleo ydesempleo que son las que nos interesan eneste artículo, se elaboraron durante los alíos de1965 a 1971, las cuales eran encuestas quecubrían todo el alíO y se hacían estimacionescada 6 meses, De 1972 a 1975 no se hicierondebido a la falta de financiamiento y reaparecende nuevo en 1976 manteniéndose hasta 1986con un diselío muestral diferente de lasencuestas anteriores. Las mediciones sehicieron puntuales en este período durante losmeses de marzo,julio y noviembre de cada alío.En 1987 cambia parcialmente la metodologíamanteniéndose una medición puntual delempleo y desempleo a los meses de julio decada alío. Esta es la metodología que rige ac-tualmente,

A partir de 1987, la Encuesta de Hogares dePropósitos Múltiples, en su módulo de empleo,tiene los siguientes objetivos,

1, Mantener et flujo continuo de estadisticasrelacionadas con la fuerza de trabajo, elempleo, el desempieo. el subempleo y losingresos, y de otras variables socioeconó-micas necesarias para el establecimiento delas políticas y la formulación de planes orien-tados al desarrollo económico y social delpais. y para la evaluación de sus efectos,

2. Proveer información periódica. sistemática yoportuna en los períodos intercensales refe-rente. entre otras. a las variables mencio-nadas.

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Metodologfa para calcular el desempleo en Costa Rica 33

.~-/

2 ldem, página 4.-

11. Metodologla utilizada para calcularla tasa de ocupación y las tasasde desempleo en el ano de 1986en Costa Rica

2. Servir de fuente de información a institucio-nes gubernamentales, universitarias, o deinvestigación, interesadas en los temasrelativos a la población y al empleo 2 .

Existe también, la tasa de ocupación (TO)que es la relación de personas ocupadas y lapoblación de 12 anos y más. La expresiónmatemática de esta tasa es la siguienle:

POBLACION DESOCUPADAT DA. -------- x 100

FUERZA DE TRABAJO

Olro de los indicadores utilizados es la tasade subempleo visible que es la conversión dela población con subempleo en desempleadosabiertos, expresada como porcentaje de lafuerza de trabajo. La población con subempleovisible es el total de personas ocupadas que la-boran menos de 47 horas semanales por faltade trabajo.

La metodología para efectuar la conversióndel número de personas con subempleo abiertose presenta como sigue:

A. Se obtiene el número de horas que en totaldeberían trabajar todos los subempleados,si cada uno trabajara 47 horas semanalespara que dejaran de ser subempleados yfueran empleados plenos; multiplicando elnúmero de subempleados por 47, o sea, elnúmero de horas que deberían trabajar esigual al Número de subempleados por 47.-

POBLACION OCUPAOA

A partir de 1987 se amplia el período y se expresa laproporci6n de la poblaci6n en edad de trabajar que seencuentra ocupada, a las cinco semanas anterioresde la realización de la encuesta, o sea, durante lascinco semanas de referencia para la cual se obtuvo lainformaci6n.-

TO. --------- x 100POBLACION DE 12 AÑOS Y MAS

B. Se cálcula el número de horas adicionalesque se necesitan para que los subemplea-dos pasen a ser empleados plenos, restando

Este indicador expresa la proporción de lapoblación en edad de trabajar que se encuentraocupada durante la semana de referencia paraia cual se obtuvo la información '.. También se ocupa la tasa de desempleoabierto, TOA, (Tasa de desocupación) que esel procentaje de desocupados respecto de lafuerza de trabajo. Su fórmula es la siguiente:

x 100

x 100FUE RZA DE TRABAJO

POBLACION TOTAL

FUERZA OE TRABAJO

POBLACION OE 12 AÑOS Y MAS

TBP.

T N P •

En nuestro país se utilizó en 1986 lasiguiente metodología, con el fin de calcular latasa de ocupación y las tasas de desempleo.

Prímeramente, citaremos la tasa bruta departicipación (TBP), que es la relación entre lafuerza de trabajo y la población. La informaciónbásica para el cálculo de esta tasa, es elnúmero de personas que constituyen la fuerzade trabajo en un momento determinado, o seauna estimación de la población total corres-pondiente al mismo período. Matemática-mente, esta tasa se expresa:

Esta fórmula indica la importancia relativaque tiene la fuerza de trabajo de una poblaciónrespecto al total de la misma.

Seguidamente citaremos la tasa nela departicipación (TNP), la cual se define como elporcentaje de personas que representa lafuerza de trabajo dentro de la población de 12anos y más. Esta tasa se calcula de la siguientemanera:

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el total de horas trabajadas por los sube m-pleados de las horas que deberían trabajarpara ser empleados plenos (producto obte-nido en A).

Número de horas adicionales requeridas esigual a las horas que deberían trabajar menoshoras trabajadas

C. Se obtiene ei número del desempleo abiertoequívalente, DAE, dividiendo por 47 el nú-mero de horas adicionales requeridas.

HORAS QUE OEBERIAN TRABAJAR. HORAS TRABAJADASCAE -

47

Luis Alberto Calvo

lAR.,. Ingreso que deberran recibir. Ingreso recibido

3. Se calcula el número del desempleo abier-to tomando este ingreso adicional requeridoy dividiéndolo entre el salario mínimo:

INGRESO ADICIONAL REQUERIDO

DAE.SALARIO MINIMO

4. La tasa de subempleo invisible es el cocienteentre desempleo abierto equivalente y lafuerza de trabajo, multiplicado por 100:

1

D. La tasa de subempleo visible, (TSV), se cal-cula dividiendo el número del desempleoabierto equivalente entre la fuerza de trabajoy multiplicando por 100.

TSI.DESEMPLEO ABIERTO EQUIVALENTE

FUERZA DE TRABAJOXJOO

1. Se calcula el total del ingreso que debenrecibir los subempleados para dejar de sersubempleados y pasar a ser empleados ple-nos, multiplicando el número de subemplea-dos por el salario mínimo.

También se utiliza la tasa de subempleoinvisible (TSI) que es la conversión de laspersonas con subempleo invisible en desem-pleados abiertos, como porcentaje de la fuerzade trabajo. Un subempleado invisible es lapersona asalariada que percibe una remu-neración inferior al salario mínimo vigente enestos momentos, labore 47 horas semanalesomás. La metodología para el cálculo de esfatasa es la siguiente:

TSV.DESEMPLEO ABIERTO EQUIVALENTE

FUERZA OE TRABAJO,100

De aqu í se desprende la tasa total desubutilización (TS) que es la suma de la tasade desempleo abierto, la tasa de subempleovisible y la tasa de subempleo invisible '. Lafórmula matemática es la siguiente:

TS .. TOA. TSV.TSI

Para comprender cabalmente los resultadosde las encuestas de 1986, en especial las quese refieren a la desocupación, hay que tenerconocimiento de los siguientes conceptos:

En primer lugar el de Población económi-camente acliva (PEA) que comprende los si-guientes tres rubros:

A. La población de 12 años y más quetrabaja (no existe límite en cuanto a lamayoría de edad).

2. Se obtiene el monto del ingreso adicional,requerido, lAR, que necesitan percibir paraser empleados plenos, restando ei ingresoque deberían recibir al ingreso recibido(calculado en 1).

La metodología anotada se obtuvo de la Sección deEstadisticas Sociales del Departamento de Diseño yAnálisis Estadistico de la Dirección General deEstadística y Censo,.

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Con base en la anterior metodología y termi-nología citada, veamos algunos resultadosobtenidos en el alío de 1986 por la EncuestaNacional de Hogares en su módulo de Empleoy Desempleo:

Metodologla para calcular el desempleo en Costa Rica

B. Cesante, que incluye a las personas det2 alias y más que han perdido o bien hanrenunciado a él y buscan de nuevo trabajo.

C. Población que busca trabajo por primeravez, son las personas de 12alias y más quenunca han trabajado y se encuentran bus-cando trabajo. Un ejemplo de este caso, sonlos recién graduados del colegio o de launiversidad.

Otro concepto que es necesario conocer esla categoría que se denomina inactivos, que en1986 incluía (actualmente tambíén) a

... todas las personas de menos de 12 alias yaquellas de 12 atlas y más que no formanparte de la fuerza de trabajo. Es decir, todasaquellas que no trabajan ni buscan empleo '.

111

35

Entre las personas inactivas de 12 atlas ymás se encuentran las amas de casa, losestudiantes, los pensionados, los inválidos(en la actualidad se denominan minus-válidos J, etc; siempre y cuando no trabajenni busquen empleo 6.

Información estadlstlca de laencuesta de 1986

CUADRO No. 1

Fuerza de trabajototal en el pals

Total Ocupados

Total

Desocupados Tasa Brutade

Cesantes Busca la vez participaci6n

Tasa dedesempleoabierto

Tasa deocupaci6n

910.961 854.218 56.743 46.361 10.382 so. 1 6.2 46.9

FUENTE: Direcci6n General de Planificaci6n del Trabajo. Direcci6n General de Estadistica y Censos. EncuestaNacional de Hogares. Empleo y Desempleo, julio de 1986. San José, Costa Aica. 1987.

Calvo Coin Olto. .Sistema de indicadoresestructurales de pobreza y participaci6n social-.Avance de Investigaci6n número 49. Instituto deInvestigacionesSociales. Universidadde Costa Rica,1983. página S7.-

Calvo Coin 000 , -Indicadores de pobreza en CostaAieaR

• Institutode Investigaciones Sociales. Facultadde Ciencias Sociales. Universidad de Costa Aica,1981, página 15.-

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Ocupados

Luis Alberto Calvo

CUADRO 2

Total de subempleadosen el país

Asalariados

Subempleo visible.

151.517

Total de horas trabajadas Subempleo invisible Monto total del sueldo

FUENTE: Dirección General de Planificación del Trabajo. Dirección General de Estadística y Censos. EncuestaNacional de Hogares. Empleo y Desempleo, julio de 1986. San José, Costa Rica, 1987.

CUADRO 3

Total de desocupados por edaden el país

TOTAL De12a De15a Oe20a De30a De40a14 años 19 años 29 años 39 años 49 años

De 50 a59 años

2.255

DeGea69 años

1.044

De 70 Ignoradoy más

76 113

FUENTE: Direcci6n General de Planificación del Trabajo. Oirecci6n General de Estadística y Censos. EncuestaNacional de Hogares. Empleo y Desempleo, julio de 1986. San José, Costa Rica, 1987.

CUADRO 4

Total de la población desocupada del parssegún: zona y sexo

por: grupo ocupacional julio 1986

Total Total en Hombres Mujeresel pais Total Urbano Rural Total Urbano56.743 40.253 20.991 19.262 16.490 10.323

Profesionalesy técnicos 1.663 1.024 818 206 639 563

Administradoresy gerentes 1.057 959 412 547 98 98

Empleados yvendedores 6.957 3.131 2.441 690 3.836 2.765

Operarios yartesanos 28.706 25.142 10.673 14.469 3.564 2.300

Personal deservicio 7.582 3.489 2.739 750 4.093 2.333

Ocupaciónignorada 386 322 194 128 64

Buscan suprimer empleo 10.382 6.186 3.714 2.472 4.196 2.264

FUENTE: Dirección General de Planificación del Trabajo. Dirección General de Estadistica y Censos.Nacional de Hogares. Empleo y Desempleo, julio de 1986. San José, Costa Rica, 1987.

76

1.071

1.264

1.760

64

1.932

Encuesta

.1"~

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oMetodología para calcular el desempleo en Costa Rica 37

CUADRO 5Población desocupada según: zona y región

por: sector de actividad y sexojulio 1986

Total del palsResto del Araa

Sector de actividad Total Urbano Rural Valle Central pals Metropolitana

Tolal 56.743 31.314 25.429 34.855 21.888 15.807Agricultura 13.234 2.718 10.516 5.451 7.783 346Industria 9.637 6.942 2.695 7.868 1.769 4.345Construcción 4.191 2.418 1.773 2.790 1.401 1.187Servicios básicos 2.512 1.605 907 1.618 894 592Comercio 8.463 6.589 1.874 6.488 1.975 3.703Servicios 7.978 4.782 3.196 5.200 2.778 3.014Actividades nobien especificadas 346 282 64 259 87 99Buscan suprimer empleo 10.382 5.978 4.404 5.181 5.201 2.521Hombres (totales) 40.253 20.991 19.262 23.943 16.310 10.125Mujeres (totales) 16.490 10.323 6.167 10.912 5.578 5.682

FUENTE: Dirección General de Planificación del Trabajo. Dirección General de Estadfstica y Censos. EncuestaNacional de Hogares. Empleo y desempleo, julio de 1986. San José. Costa Rica, 1987, página SO.

IV. Cambios efectuados en la metolog[autilizada a partir de 1987

A. Cambios efectuados en la metodologla a parllr de1987 en el módulo de empleo y desempleo de laencuesta de hogares

En forma resumida se pueden anotar lossiguientes cambios producidos a partir de laencuesla efectuada en julio de 1987:

1. Se cambia el dise~o muestra!.2. Se amplia la temática:

a. Se amplía la investigación de la fuerzade trabajo.

b. Se investiga la ocupación secundaria.c. Se amplía la investigación de los

ingresos.d. Se amplia la investigación de las varia-

bles socio-demográficas(educaciónestado civil, relación de parentesco).

Estos cambios rigen en las encuestas que seefectúan en la actualidad.

1987 fue un a~o intercensal por lo que seelaboró una muestra que abarca aproximada-mente un poco más de 9.000 viviendas u hoga-res individuales.

De la encuesta se excluyen los hogarescolectivos como son los hoteles, cárceles,hospitales, etc.

Como hemos visto, en la Encuesta de Hoga-res se hicieron tres programas. E[ primero seinició en 1965 y concluyó en 1971. Esta eraparte de una encuesta centroamericana dehogares. Se inició a nivel nacional y terminósólo en e[ Area Metropolitana. En Costa Ricafue donde mejor se adaptó y se continuó conmayor experiencia.

Después de este período tenemos un segun-do programa del plan periódico de Encuestasde Hogares, que fue de 1976 a 1986. Esteprograma fue únicamente costarricense y [amuestra en todo el país abarcó alrededor de

J

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7.500 viviendas individuales distribuídas concierto disel'lO. Se tenían grupos de viviendascon una rotación del 25 por ciento. Visitaban lascasas unas 4 veces al al'\o. Además existíanmódulos donde se recogía la información delempleo y desempleo.

La nueva metodología que se elaboró en1987 y que se mantiene en la actualidad, modioficó el disel'\o de muestreo anterior. El tamal'\ode la muestra actual se estableció en 9.100viviendas aproximadamente; 717 segmentosdistribuídos en todo el país, exceptuando cier-tos segmentos de difícil acceso como son lazona Norte y la zona de Talamanca.

Se entiende por vivienda individual un re-cinto separado o independiente que se destinaa alojar a una persona sola o a un grupo de per-sonas que pueden o no tener vínculos fami-liares; por hogar a la persona o grupo de per-sonas con vínculos familiares o sin ellos, queresiden habitualmente en una vivienda indivi-dual, que participan de la formación, la utili-zación, o ambas de un mismo presupuesto,lIev.an una vida en común, y elaboran y con-sumen en común sus propios alimentos.

En este último disel'\o las viviendas fueronseleccionadas por las muestras y dentro de lasviviendas se visitaron a los hogares y en cada~ogar se entrevistaron a todos los miembrosque habitaban el mismo. La muestra aumentóen aproxímadamente 1.600 viviendas respec-to al período anterior '.

Esta muestra permite conocer cabalmente,en el mes de julio de cada uno de los Mos, lasituación nacional en cuanto al empleo, lacondición de aseguramiento de la población, lavivienda y los servicios y el nivel aparente deconsumo de los costarricenses.

De acuerdo con el diseflo que se hizo para1987, el tema principal desarrollado en lainvestígación es el del empleo. En este campose profundizó en las características ocupacio-nales de la población (grupo ocupacional, rama

Entrevista personal hecha en enero de 1988 con PilarRamos Vargas, Jefa de la Sección de EstadfsticasSociales del Depanamento de Diseño y AnálisisEstadístico de la Dirección General de Estadística yCenso.

Luis Alberto Calvo

de actividad, categoría, horas semanalesusualmente trabajadas y características de laocupación secundaria).

Algunos aspectos sociodemográficos de lapoblación fueron tomados en cuenta: relaciónde parentesco, sexo, edad, nivel de instruccióny estado conyugal, los cuales permiten com-pletar la identificación minuciosa de lapoblación del país, la fuerza de trabajo, elnúmero y el perfil de los desocupados y de laspersqnas inactivas.

Tanto el estudio de 1987 como los previos ylos que se efectuaron en 1988 y el que se estárealizando en el presente al'\o, han sido posi-bles mediante el apoyo financiero del BancoInteramericano de Desarrollo (BID), por mediodel Ministerio de Economía, Industria yComercio y la asistencia técnica de la ComisiónEconómica para América Latina (CEPAL).

Entre los planteamientos de la Dirección Ge-neral de Estadística y Censos, en relación conlas encuestas de hogares, se considera que lasunidades familiares tienen un papel funda-mental en el crecimiento socio económico depaíses como Costa Rica, que son subdesarro-llados; debido a que en gran parte son respon-sables de la actividad productiva y resultan, ala vez, afectadas por los cambios socio-eco-nómicos.

Es así como para esa entidad las encuestasde hogares permiten investigar al hogar comounidad económica y social, medir su aporte a laproducción y el aparente grado de mejoramien-to de sus condiciones de vida.

B. Clasificación de las áreas geográficas

Referente a las áreas geográficas se mantu-vo en la encuesta de 1987, la mismaclasificación que se empleó en el censo de1984, con el objetivo de poder hacer las compa-raciones respectivas.

A saber:Urbano:Corresponde a los centros adminis-

trativos de los cantones del país, o sea, parte otodo del distrito primero, además de otras áreasadyacentes. Estas áreas fueron de-marcadas apriori con criterio físico y funcional, tomando en

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Metodologla para calcular el desempleo en Costa Rica

cuenta elementos tangibles tales como cua-drantes, calles, aceras, luz eléctrica, serviciosurbanos, etc.

Periferia Urbana: Son aquellas zonas quepertenecen a las áreas localizadas entre ellímite del cuadrante urbano y la poligonal envol.vente del área urbana.

La poligonal envolvente consiste en unalínea imaginaria que encierra, tanto el cuadran-te o casco urbano, como las áreas adyacentesal mismo, que aunque no se encuentra dentrodel cuadrante urbano, presentan característi-cas similares a las de estas zonas. Estas áreasson las denominadas Perifería Urbana y se lasconsidera como en transición de rural a urbano.

Rural Concentrado: Son aquellos centrospoblados no ubicados en el área urbana, quereunen las siguientes caracteristicas:

a. El suelo está ocupado predominantementepor actividades no agropecuarias.

b. Tienen 50 o más viviendas agrupadas ocontiguas, en general, las distancias no sonmás de 20 metros entre sí.

c. Disponen de algún servicio de infraestructu-ra como electricidad domiciliaria, agua pota-ble o teléfono.

d. Cuentan con algunos servicios comoescuelas, iglesia, centro de salud, guardiarural, etc.

39

e. Disponen de pulpería y una pieza o parquede esparcimiento.

f. Se identifican por un nombre determinado,que los distingue de otras áreas pobladas.

Rural Disperso: Están comprendidas lasáreas no contempladas anteriormente.

Para efecto de la publicación del censo, loscuadros se presentan por zona urbana y rural,entendiéndose como zona rural la unión de laperiferia urbana, rural concentrado y rural dis-perso, permitiéndose de esta manera la com-paración con los Censos Nacionales de 1973.No obstante se incluyen también algunoscuadros con las cuatro áreas geográficas ante-riormente definidas 8.

V. Tasas utilizadas en la encuesta de 1967

En cuanto a lo referente a la definicíón detasas se mantienen algunas que se utilizaronen la encuesta de 1966 y se incluyen otrasdefiniciones de algunos indicadores impor-tantes que se calcucan con base en la infor-mación de la encuesta. Entre todas éstastenemos las tasas bruta y neta de participación,la tasa de ocupación, la tasa de desempleoabierto y las tasas de subempleo visible einvisible, las cuales se utilizaron en la encuestade julio de 1987.

1. Tasabruta departicipación: porcentaje de la fuerza de trabajo con respecto a la población total:

TASA BRUTA DE PARTICIPACION : FUERZA DE TRABAJOPOBLACION TOTAL

x 100

2. Tasa neta de participación: porcentaje de la fuerza de trabajo con respecto a la población de12 alías o más:

TASA NETA DE PARTICIPACIONFUERZA DE TRABAJO

POBLACION DE 12 AÑOS O MASx 100

Entrevista personal con Maria Elena González en mayo de 1989, funcionaria de la sección de Estadísticas Socialesdel Departamento de Diseño y Análisis Estadislico de la Dirección General de Estadística y Censo.-

¡

J

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40 Luis Alberto Calvo

3. Tasa de Ocupación: porcentaje de la población ocupada respecto a la población de 12 af'¡oso más:

TASA OE OCUPACION =POBLACION OCUPADA

POBLACION DE 12 A~OS O MASX100

4. Tasa de Desempleo Abierto: porcentaje de la población desocupada respecto a la fuerza detrabajo.

TASA DE DESEMPLEO ABIERTO =POBLACION DESOCUPADA

FUERZA DE TRABAJOx 100

5. Tasade subempleo: El subempleo visible convertido en el equivalente de "desempleo abierto",expresado como porcentaje de la fuerza de trabajo:

Tasa de subempleovisible = [ Subempleados

visibles J[ Total de hO~~Strabajadas J

Fuerza de trabajo

,

x 100

6. Tasa de subempleo invisible: El subempleo invisible convertido en el equivalente de"desempleo abierto", expresado como porcentaje de la fuerza de trabajo" 9.

Tasa de subempleoinvisible = [

$UbemPleadOS]. invisibles [ Total de ingresos

Salario mínimo ] x 100

Para evaluar en forma cabal las anteriorestasas citadas es necesario comprender lossiguientes conceptos:

Subempleo Visible: personas ocupadasque laboran menos de 47 horas semanales,que desean trabajar más horas y no .10 hacenpor falta de trabajo.

Subempleo Invisible: personasocupadas que laboran 47 horas y más y queperciben un ingreso inferior al salario"mínimorum", el cual era de 7.562 colones almomento de la encuesta de julio de 1987. Elsalario minimo minimorum es el salario mínimo

Fuerza de trabajo

de protección legal que el Estado garantiza alos trabajadores que no poseen ningunaocupación especifica dentro del decreto deSalarios Mínimos

VI. Información estadistlca de laencuesta de 1987

Con base en la anterior metodología yterminología citadas, veamos algunosresultados obtenidos en julio de 1987 por laEncuesta Nacional de Hogares, en su módulode empleo y desempleo:

,, Ministerio de Economía, Industria y Comercio. Dirección General de Estadística y Censos. Ministerio de Trabajo ySeguridad Social. Dirección General de Planificación del Trabajo. Encuesta de Hogares de propósitos múltiples.Módulo de empleo, julio de 1987. San José, Costa Rica, noviembre de 1988, páginas 20 y 21.

J

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Metodología para calcular el desempleo en Costa Rica 41

,I

CUADRO No. 6

Costa Rica población desocupada por sexo y duración del desempleosegún: grupo ocupacional julio 1987

Total Hombres

Grupo (Ambos Tolal Menos lmes a 2 meses a 4 meses a 1 Año y más IgnoradoOcupacional sexos) de 1 mes menos 2 menos 4 menos 1

meses meses año

TOTAL 54.537 33.127 11.282 6.576 5.026 6.073 3.786 384

Profesionalesy técnicos 1.694 704 41 395 36 78 154

Direct. Gerent.adm. . 505 234 117 117

Emp. Estadoautonom. 3.782 896 117 160 118 333 168

Comerciantesy vendedores 3.573 2.165 1.056 522 116 245 224

AgricuLGanad. elc, .. 8.907 8.307 3.479 1.664 999 1.435 730

Ocupo rela-tiv. transp. 930 930 524 132 157 117

Ocupo pradoartesanal 1 8.398 6.616 2.390 1.646 1.143 948 489

Ocupo pradoartesanal 2 2.712 2.192 665 622 506 362 37

Estiba cargaalmacén 2.124 1.498 543 415 387 153

Ocupo de losservicios 9.414 2.757 818 484 493 801 161

No bienespecificada 599 441 159 51 117 114' ..Buscan por1 vez 11.899 6.387 1.373 536 1.601 1.601 1.589 270

Fuente: Ministerio de Economia, Industria y Comercio. Dirección de Estadistica y Censo. Ministerio de Trabajo y Se-guridad Social. Dirección General de Planificación del Trabajo. Encuesta de Hogares de propósitos múltiples.Módulo de empleo. Julio 1987. San José, Costa Rica. noviembre de 1988, página 225.

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42 Luis Alberto Calvo

CUADRO No. 7

Costa Rica población desocupada por sexo y duración del desempleosegún: grupo ocupacional julio 1987

TotalMujeres

Grupo (Ambos Total Menos lMes A 2 Meses A 4 Meses A 1 Año y más IgnoradoOcupacionalsexos) de 1 mes menos 2 menos 4 menos 1

meses meses año

TOTAL 54.537 21.410 8.190 3.061 2.304 4.487 3.310 58

Profesionalesy técnicos 1.694 990 337 108 38 161 346

Direct. Gerent.adm. 505 271 37 117 117

Emp. Estadoautonom. 3.782 2.886 1.053 448 545 218 622

Comerciantesy vendedores 3.573 1.408 511 • 253 311 333

Agricul.Ganad. etc. 8.907 600 210 41 308 41

Ocup. rela-tiv. transp. 930

Ocup. prod.artesanal 1 8.398 1.782 714 148 516 170 234

Ocup. prod.artesanal 2 2.712 520 189 154 99 78

Estiba cargaalmacén 2.124 626 111 153 162 200

Ocup. de losservicios 9.414 6.657 2.605 1.474 547 1.358 615 58

No bienespecificada 599 158 41 117

Buscan por1 vez 11.899 5.512 2.382 206 617 1.583 724

FUENTE: Ministerio de Economia, Industria y Comercio. Dirección General de EstadIstica y Censo. Ministerio deTrabajo y Seguridad Social. Dirección General de Planificación del Trabajo. Encuesta de Hogares depropósitos múltiples. Módulo de empleo. Julio 1987. San José, Costa Riea, noviembre de 1988, página 225.

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M8todologra para calcular el desempleo en Costa Rica 43

CUADRO8

Costa Rica: Población desocupadapor: sexo y duración del desempleosegún: zona urbana y rural, julio 1987

Totales por Menos de 1 mesa 2 meses a 4 meses a

sexo y según Total 1 mes menos 2 menos 4 menos 1 1 año y Ignorado

zona meses meses año más

Hombres (entodo el pals) 33.127 11.282 6.576 5.026 6.073 3.786 384

Hombres(urbano) 15.202 4.640 2.747 2.076 3.570 1.956 213

Hombres(rural) 17.925 6.642 3.829 2.950 2.503 1.830 171

Mujeres (entodo el pals) 21.410 8.190 3.061 2.304 4.487 3.310 58

Mujeres(urbano) 10.733 3.497 1.835 1.129 1.780 2.492

Mujeres(rural) 10.677 4.693 1.226 1.175 2.707 818 58

FUENTE: Ministerio de Economra, Industria y Comercio. Dirección General de Estadlstidca y Censo. Ministerio deTrabajo y Seguridad Social. Dirección General de Planificación del Trabajo. Encuesta de Hogares depropósitos múltiples. Módulo de empleo. Julio de 1987. San José Costa Rica, noviembre de 1988, página225.

CUADRO 9

Costa Rica: Población ocupada, población con subempleo visiblenúmcro de puestos adicionales requeridos y

tasa de subempleo visible-Según: sexo, julio 1987

Población con subempleo visibleTotales según Población

sexo ocupada Absoluto Relativo

Uno y otrosexo 923.310 95.579 10.4

Hombres 674.771 73.301 10.9

Mujeres 248.539 22.278 9.0

Número depuestos Tasa deadicionales subempleorequeridos visible

31.015 3.2

22.082 3.1

6.933 3.3

• Los totales del número de puestos adicionales no coinciden entre los diferentes cuadros por efecto del redondeo.

FUENTE: Ministerio de Economía, Industria y oomercio. Dirección General de Estadística y Censo. Ministerio de Trabajo ySeguridad Social. Dirección General de Planificación del Trabajo. Encuuta d~ Hogaru de prop6sito$ nuUlipl~$.MóduJo(Ú empleo. Julio de 1987. San José, Costa Rica. noviembre de 1988, página 255.

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CUADRO 10

Costa Rica: Población ocupada, población con subempleo invisible,Número de puestos adicionales requeridos y

tasa de subempleo invisiblesegún: sexo (excluye servicios domésticos)., julio 1987

Luis Alberto Calvo

Poblaci6n con subempleo invisible Número deSexo Población puestos Tasa de

ocupada Absoluto Aelativo adicionales subempleorequeridos invisible

Total(ambos sexos) 923.310 100.448 10.9 29.765 3.0

Hombres(total) 674.771 78.454 11.6 23.735 3.4

Mujeres(Total) 248.539 21.994 8.8 6.030 2.2

• Los totales del número de puestos adicionales no coinciden entre los diferentes cuadros por efecto de redondeo.FUENTE: Ministerio de Economla, Industri~y Comercio. Dirección General de Estadística y Censo. Ministerio de

Trabajo y Seguridad Social. Dirección General de Planificación del Trabajo. Encuesta de Hogares depropósitos múltiples. Módulo de empleo. Julio de 1987. San José, Costa Rica, noviembre de 1988, página288.

CUADRO 11

Población ocupada, población con subempleo invisiblenúmero de puestos adicionales requeridos y

tasa de subempleo invisiblesegún: Grupo de e~d (excluye servidores domésticos), julio 1987

Grupo de edad .Población con subempleo invisible Número de Tasa dePoblación puestos subempleoocupada Absoluto Relativo adicionales invisible

requeridos

Total 923.310 100.448 10.9 29.765 3.012 a 14 años 19.482 2.386 12.1 933 4.115 a 19 años 113.288 22.782 20.1 6.216 4.820 a 24 años 164.631 20.536 12.5 5.491 3.125 a 29 años 143.013 13.572 9.5 3.635 2.430 a 39 años 226.022 15.424 6.8 4.465 1.940 a 49 años 135.457 11.816 8.7 3.926 2.850 a 59 años 77.575 8.614 11.1 3.009 3.860 a 69 años 30.519 4.366 14.3 1.733 5.570 o más años 11.237 595 5.3 252 2.2Ignorado 2.086 377 18.1 105 5.0

• Los totales del número de puestos adicionales no coinciden entre los diferentes cuadros por efecto de redondeo.FUENTE: Ministerio de Economia, Industria y Comercio. Dirección General de Estadística y Censo. Ministerio de

Trabajo y Seguridad Social. Dirección General de Planificación del Trabajo. Encuesta de Hogares depropósitos múltiples. Módulo de empleo. Julio de 1987. San José, Costa Rica. noviembre de 1988, página288.

1

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o

.- •..... -

Metodología para calcular el desempleo en Costa Rica

Consideraciones finales

En los últimos datos estadisticos presenta-dos se enumeran las cifras de los costarricen-ses que están desocupados y subempleados,en el mes de julio de 1987. Estos desocupadossuman la cantidad de 54.537 en este período.Las cifras del subempleo visible llegan a 95.579personas y las del subempleo invisible alcan-zan la suma de 100.448 personas en nuestropaís. (Ver cuadros del 7 al 11)Estos tres rubros suman 250.564 trabajado-

res lo que es un porcentaje bastante alto, ya quela población ocupada al mes de julio de 1987 secalculó en 923.31 O personas, según la Encues-ta de Hogares de propósitos múltiples en sumódulo de empleo (Ver cuadros 9,10 Y 11).Estos grupos de personas que se encuen-

tran en una situación de desempleo total osubempleo visible o invisible no tienen ingresossuficientes ni siquiera para cumplir con la ca-nasta básica alimentaria; o bien, son los gruposdenominados de "no satisfacción de lasnecesidades básicas", que los componen laspersonas a las que, dada la proporción deingresos que destinan a la adquisición de ali-mentos y otros bienes, no les alcanza parasatisfacer con su ingreso dichos requerimien-tos. Esto quiere decir que estas familias, tenien-do un ingreso suficiente para satisfacer susnecesidades alimentarias, no lo hacen porquetendrían que sacrificar otras necesidadesimportantes como educación, vivienda, vesti-do, recreación, transporte, etc.De acuerdo con la información estadísticade

la encuestade 1987 anotada, se requerían parasolucionar el subempleo visible un número depuestos adicionales de 31.015 (Ver cuadro 9) ypara solucionar el subempleo invisibie hacíafalta crear 29.765 plazas nuevas (Ver cuadro10). La realidad nos muestra que conformepasa el tiempo, no sólo no se crean los nuevosempleos necesarios para solucionar el proble-ma, sino que el subempleo se va acrecentandocada vez más.Existe en la actualidad casi una bancarrota

ideológica desde el punto de vista del pensa-miento económico en nuestro pais. El fracasode la estrategia del desarrollo hacia adentro

45

(industrialización y sustitución paulatina de lasimportaciones) que se promovió en la décadade los 60 con la creación del Mercado ComúnCentroamericano y, el fracaso, en los anos 70de la creación de grandes empresas industria-les con la combinación del capital estatal yprivado, las cuales se agruparon bajo el nombrede CODESA, dejaron el camino expedito paraque en la década de los 80 las ideas económi-cas de la corriente neoliberal se trataran de im-plantar, sin ninguna oposición ideológica con-sistente, en el campo de la teoría económica.Esta corriente neo liberal es llamada por

algunos autores como neoclásica y se ha con-vertido en la ideología económica del FondoMonetario Internacional (FMI). Esta tendenciatiene como su principal ideólogo a MiltonFriedman, dirigente de los llamados "mucha-chos de Chicago".Raúl Prebisch resume el pensamiento

económico esencial de Milton Friedman en lossiguientes puntos:

a. El libre juego de las fuerzas del mercado,sin interferencia alguna en un régimen deplena competencia, lleva a ta mejorasignación de los factores productivos y ala remuneración de estos factores según suaportación al proceso productivo.

b. Para que ello suceda, es indispensableevitar las restricciones a la libre competen-cia. Restricciones que se manifiestan asíen ta combinación de tas empresas parasubir los precios, como en las de ta fuerzade trabajo para elevar sus remuneraciones.

c. El Estado tiene que ser absolutamenteprescindente, si bien se reconoce la nece-sidad de aliviar la suerte adversa de quie-nes en el juego de la competencia quedanen el fondo det sistema. De ahí el impuestonegativo (para no decir subsidio) que pro-pone el Dr. Friedman.

d. Finalmente, hay que frenar la inllaciónregulando, ta creación de moneda y evitan-

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do el déficit fiscal de donde surge aquella.De ahí también la necesidad ineludible delimitar el crecimiento del gasto público '0.

No pretendo aqui analizar exhaustivamenteestos postulados -puesto que no es la finalidadde este trabajo- aunque sí me referiré a la parteúltima del punto d, donde se preconiza la nece-sidad ineludible de limitar el crecimiento delgasto público.

La principal medida que se aplica en CostaRica para limitar el crecimiento del gastopúblico es recortar las plazas. Antes de I~recesión de los anos 80 el Estado fue el prIncI-pal empleador. Por ejemplo, en ese entonces lamano de obra especializada manifestaba unadesocupación relativamente baja. A partir deesta recesión, el Estado deja de ocupar el papelque tenia antes como principal empleador afec-tando gravemente a la mano de obra especia-lizada y más aún a la no especializada. En elsector privado comenzaron también a aplicarsemedidas para restringuir el número de empleos.

Cualquiera que deja su trabajo -ya sea quese pensiona o por alguna otra razón- no essustituido generalmente por ninguna otra per-sona para que ocupe su puesto y las laboresque desempMaba se recargan en los otrostrabajadores que quedan laborando. Si éstosúltimos protestan, les dioen que pueden irse aotro trabajo. Para cualquier trabajador es muydificil dejar su plaza y encontrar otra, en lasituación critica de empleo que se ha descrito.

Se puede observar, que en la actualsituación es casi imposible-pornodecirimpo-sible- solucionar los fenómenos de ladesocupación, así como el del subempleo visi-

10 Cuadernos Centroamericanos de Ciencias Socialesnúmero 7. "Prebisch vrs Friedman (Contra el reto.rnoa la ortodoxia)" CSUCA, San José, Costa Rica,página 2.

Luis Alberto Calvo

ble y del subempleo invisible, creando elnúmero de puestos adicionales requeridos.Lejosde crearse las nuevas plazas requeridas,más bien éstas están congeladas, como sedice en la jerga costarricense.

Esta situación critica que atane al desem.pleo y el subempleo lejos de irse solucionandose agudiza cada vez más. Esto en buena parte,es debido a que el Gobierno ha cedido a laspolíticas económicas del Fondo Monetario In-ternacional (FMI) aplicando las imposicionesde disminuir el gasto público dentro de estalínea la empresa privada no se ha quedadoatrás en cuanto a la disminución de los em-pleos. Con esta política tienden a reforzar laexplotación de los obreros.A la hora de elaborar los discursos

demagógicos sólo se baraja la suerte de losdesocupados totales - que para julio de 1987fue de 54.537 personas- (Ver cuadro 6 y 7)aludiendo que se tuvo una leve mejoría conrespecto al ano anterior (en julio de 1986 losdesocupados llegaron a la suma de 56.743personas) (Ver cuadro 1,3, 4y 5) nosetomaencuenta el subempleo donde las Encuestas deHogares revelan cifras más alarmantes.

Estas cifras las resaltan en los informesnada más que como un dato estadístico, es-cueto y sin mayor análisis, tratando de aparen-tar -en los casos de desocupación ysubocupación- que no son tan graves. Sinembargo, estas cifras no recogen la situaciónde angustia, desamparo y de ausencia deingresos que viven gran parte de los hogarescostarricenses.

Esto se explica, porque existe la tendenciade parte de las fuentes oficiales a manejarestadisticas y otras evaluaciones sobre la rea.lidad nacional parcializadas, haciendo hinca-pié en la divulgación de las cifras económicaspor sobre los indicadores sociales, o lo que eslo mismo, tratando de explicar la realidad enfunción de la economia y no según la condiciónde vida de los ciudadanos. Si bien las cifraseconómicas son básicas para interpretar la

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Metodolog{s para calculsr el desempleo en Costa Rica

realidad económica, los análisis no se debenquedar en el frío dato estadístico. Estos datospoco reparan en las causas de la pobreza. Sehabla de cifras, porcentajes y números y no dehombres,mujeresy ninosen su luchadiaria porla supervivencia.

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Crisis económica y acción sindicalen Costa Rica (1980-1987)

Marie/os AguilarVictoria Ramírez

Resumen

En el primer apartado de este trabajose hace una caracterización generalde la crisis económica de Costa Ricade los setenta, y se hace referenciaa algunos efectos políticos provocadospor los trastornos económicosexperimentados por nuestro país.en la década de los años ochenta.En el segundo apartado se examina

la influencia de esos fenómenosen el sindicalismo.Se subraya la falta de unidad

sindical. los efectos de la expansióndel solidarismo, los propios erroressindicales y el deterioro de los sindicatosbananeros en los últimos años.El articulo concluye

con el señalamiento de algunosfactores que podrían contribuira la recuperación de lacrisis sindical.

Introducción

El presente trabajo constituye un estudio decarácter coyuntural, sobre la situación que ha

Ciencias Sociales 44: 49468. 1989

vivido el movimiento sindical costarricense, enel contexto de la actual crisis económica.El objetivo fundamental que nos propone-

mos en las páginas siguientes. es el de mostrarlos efectos negativos, producidos por la crisiseconómica, en el comportamiento organizativode nuestra clase trabajadora.A diferencia de otros países centroamerica-

nos, donde la crísis económica se ha hechoacompalíar de fuertes movimíentos populares,con las implicacíones políticas que conocemos,el caso costarricense resulta un tanto particular.Aquí, la clase trabajadora se ha limitado, en lagran mayoría de los casos, a tratar de subsistirpor medio de la lucha individual frente a la seriaamenaza de la desocupación y la miseria. Eneste sentido, la crisis se ha convertido en unfactor de desmovilización de los trabajadores.El ascenso de la organización y de la conflic-

tividad laboral, experimentada durante los alíossetenta, se ha visto frenada en la medida en quelos problemas socio-económicos se han acen-tuado con el desarrollo de la crisis. Precisamen-te los interrogantes que este fenómeno despier-ta, constituyen la columna vertebral de las refle-xiones aquí expuestas. Estas, por supuesto,poseen un carácter provisional, pues para lle-gar a conclusiones más firmes, se hace nece-saria una investigación más profunda de cadauno de los elementos coyunturales, determi-

. ~

j

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50

nantes del comportamiento del movimientosindical. Por ahora nos hemos limitado a articu-lar ciertos fenómenos de origen eco-nómico ypolítico, que han influido definitivamente en ladesmovilización sindical, carac-terística de losúltimos afias.

Un estudio más profundo del fenómenosocio-histórico que aquí abordamos, será unade nuestras principales tareas en un futuro cer-cano, pues el norte que guia nuestro trabajo, esjustamente el rescate de la historia de nuestraclase trabajadora.

1. Caracterización de la crisis económica

Desde comienzos de los afias cincuenta, yhasta finales de la década del setenta, la socie-dad costarricense experímentó un importantecrecimiento económico, en el marco del proyec-to reformista que impulsaron los sectoresmedios y los sectores modernizantes de laclase hegemónica. Dicho proyecto fue elabora-do y conducido por el Partido Liberación Nacío-nal (PLN), expresión política por excelencia delos sectores triunfantes en la Guerra Civil de1948 '.

El gran crecimiento logrado por la economíacostarricense durante esas décadas, ubicó anuestro país dentro de los primeros cinco o seispaíses de América Latina, en lo que a incremen-to anual del Producto Interno Sruto (PIS) serefiere. De 1950 a 1965, la tasa anual delcrecimiento del PIS fue del 5.8 %, de 1965 a1974 fue del 6.9%, y de 1974 a 1980 fue del5.4% '. Solamente México, Brasil, Ecuador y

1 El PLN se fundó el 12 de octubre de 1951: En su senose integraron los principales dirigentes políticos ymilitares que conformaron la Junta Fundadora de laSegunda República, instalada el 8 de mayo de 1948luego de negociada la paz. Para más información ver:Araya Pochet, C. Historia de los partidos políticos,Liberación Nacional. Editorial Costa. Rica, San José.1968.

2 Martner, Gonzalo. Coord. América Latina hacia el2.000. Opciones y estrategias. Editorial Nueva So-ciedad. Caracas. 1986. p. 19.

Marielos Aguifar, Victoria Ramírez

Panamá estuvieron por encima de estas cifras,aparte de algunos paises (como Nicaragua yParaguay) que en algún momento nos supera-ron.

Ese crecimiento económico no produjo unverdadero desarrollo de la estructura producti-va, pero como dice el economista LeonardoGamier, hizo de Costa Rica "...uno de los másclaros ejemplos de lo que podría llamarse undesarrollo periférico exit050"'. A la par delcrecimiento económico, se produjo un aumentoconsiderable en "los servicios sociales presta-dos por ef Estado benefactor". Esto repercutióen un mejoramiento general de las condicionesde vida de las mayorías costarricenses.

Esa tendencia creciente del sistemaeconómico, de las funciones sociales del Esta-do y del bienestar social en general, se viofrenada abruptamente a partir de 1979, con eldesarrollo de una crisis económica severa, lacual aún hoy deja percibir sus efectos.

1.1.Algunos Indicadores socloeconómlcosde la crisis

Una crisis económica como la vivida porCosta Rica en la presente década, implica unaagudización de los desajustes estructuralesque arrastra desde mucho tiempo atrás, peroademás, incluye otros elementos coyunturales,internos o externos, que determinan la especi-ficidad del comportamiento social.

Para una mejor comprensión de los alcancesde la crisis económica costarricense, veremosen las siguientes páginas algunos indicadoressocio-económicos que nos ilustran aspectosesenciales como son: la producción nacional,la situación del empleo, los salarios reales, lasvariaciones en los precios, la vivienda, etc.

3 Garnier. Leonardo .• Crisis, desarrollo y democracia enCosta Rica~.En: Costa Rica Crisis y desafíos. CEPAS-DEI. San José. 1987. p. 29.

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Crisis económica y acción sindical en Costa Rica (1980-1987) 51

El cuadro No. 1 resume algunos indicadoreseconómicos a través de los cuales se refleja elcomportamiento de la producción nacional enlos últimos anos.

La contracción económica que se produjo,particularmente entre 1980 y 1982, tuvo efectosimpresionantes en las condiciones de vida de laclase trabajadora costarricense. El hambre, ladesocupación, la falta de vivienda digna y elaumento en el costo de la vida, entre otros, se

convirtieron en los temas obligados de dis-cusión y análisis de las organizaciones popu-lares, los partidos políticos, los centros aca-démicos, etc., sin que apareciera la fórmulamágica para resolver semejantes retos.

La desocupación fue una de las manijesta-ciones más dramáticas de la crisis ecónomica.Miles de costarricenses, especialmente aque-llos de menos ingresos, se vieron afectados porel desempleo. Este fenómeno se puede obser-var en el cuadro No. 2.

CUADRONo. 1

Costa Rica: Indicadores económicos (tasas anuales)1976-1987

1976-79 1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987

ProductoInterno Bruto 6.4 0.8 - 2.3 - 7.3 2.3 7.5 1.6 4.2 3.5ProductoPércapita 3.6 -1.6 - 4.9 • 9.8 .0.3 3.9 -1.7 s.d. s.d.Inversión encapital fijo 14.7 -7.9 -24.9 .27.8 4.3 25.0 5.0 s.d. s.d.

Fuentes: Rovira M., Jorge. Costa Rica en los años 80.200. edición. Edit. Porvenir- FLACSO. San José 1988, cuadroNo. 5. p.44. Y CEPAS. Balance de la Situación No. 23. Nov. -Dic. 1982.

Fecha

Julio 1981Julio 1982Julio 1983Julio 1985Julio 1986Julio 1987

CUADRO No. 2

Costa Rica: situación del empleo(1981-1987)

Población Fuerza de trabajo

Total Total OCupada Desocupada Desempleo abierto

2.264.814 795.814 726.227 69.614 8.72.336.663 830.456 759.879 78.577 9.4 . ;,2.402.876 843.813 767.596 76.217 9.02.527.531 987.456 826.698 60.758 6.82.545.579 913.835 857.749 56.085 6.12.561.508 965.301 912.094 53.207 5.5

Fuente: Encuesta nacional de Hogares 1987. Empleo y Desempleo. Dirección General de Estadrsticas y Censos.

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52

A los datos anteriores debemos agregarlelas cifras de sub-empleo:

CUADRO No. 3Tasas de subempleo (1980-1985)

Año Tasa anual

1980 13.51981 17.21982 21.81983 18.11984 15.11985 14.01986 s.d.1987 s.d.

Fuente: Ramlrez, G y M. Gutiérrez .• Costa Rica, de laherencia hada una decisión. En: Polémica:Primera época. No. 2 1 Setiembre - diciembre1986. p. 39.

El desempleo oculto también se agudizódurante la presente década. No contamos conlas cifras exactas de este fenómeno, sin embar-go, sabemos que el problema ha sido de gran-des dimensiones. En 1982, según estudios delInstituto de Investigaciones Económicas de laUniversidad de Costa Rica, 41,000 personaseran afectadas por el llamado desempleo ocul-

Madejas Agui/ar, Victoria Ramírez

to'. Estas personas casi siempre se decidieronpor el autoempleo, en vista de las escasasposibilidades para conseguir un empleo esta-ble. En esta forma, el sector informal de la eco-nomia se incrementó sustancialmente, convir-tiéndose en la principal salida al desempleo.

En 1982 el desempleo abierto, el subempleoy el desempleo oculto afectaban aproximada-mente a482,OOOpersonas, quienes constituíanel 55% del total de la fuerza de trabajos.El subempleo afectó de manera especial al

sector de los técnicos y de los profesionales,quienes laboraban especialmente en el aparatoestatal. Entre 1980 y 1988, los empleos en elsector público se redujeron en un 5.6%. Así elsubempleo entre los profesionales y lostécnicos aumentó del 14.6% en 1980 a124.1 %en 1982 •. En mayor o menor grado, los distintossectores asalariados del pais fueron víctimasde la desocupación, sobre todo aquellos conmenos capacijación y de escasos ingresos.La pérdida del poder adquiSitivo de los sala-

rios fue otro de los problemas derivados de lacrisis económica. Observemos este fenómenoen los cuadros 4 y 5.

CUADRO No. 4

lndice de salarios reales por actividad ecónomica1979-1987 (1979 = 100.0)

ActividadEconómica

1979 1980 1981 . 1982 1983 1984 1985 1986

Agriculturaganadería ypesca

Industria

Construcción

Serviciosbásicos

Comercio

ServiciosPromedio

100 97.3 82.2 61.8 82.6 92.6 95.5 96.1100 93.9 83.1 63.5 81.2 84.1 99.2 96.7100 97.6 82.8 59.4 78.5 73.3 83.5 88.6

100 81.6 73.4 53.8 68.2 76.7 78.4 83.9100 102.3 84.3 61.0 79.0 84.1 96.2 103.4100 96.7 80.7 56.3 67.4 74.0 84.0 84.9100 95.9 81.2 57.7 74.7 80.1 89.4 91.2

Fuente: Dirección General de Estadrstica y Censos, Encuesta Nacional de Hogares. 1979 a 1986.Aportes, Abril 1988 No. 43. Pág. 23.

" La Tribuna Económica. Año S,No. 5. San José. CostaRica. mayo 1987. p. 50.

5 Ibidem.

11 Ibidem.

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Crisis económica y acción sindical en Costa Rica (198Q..1987)

CUADRO No. 5

Costa Rica: salarios reales (en colones por mes)

Indicadores 1980 1981 1982 1983 1984 1985

salario promedio 8.621 7.301 5.535 6.592 7.462 7.835Variación porcentual -3.6 -15.3 -24.2 18.1 13.2 5.0Salario Mrnimo 4.848 4.440 4.139 4.863 5.257 5.559Variación porcentual 1.4 -8.4 -6.6 17.5 8.1 5.7

53

Fuente: Rojas, Manuel. "Las elecciones de 1986 y el futuro de la democracia en Costa Ricaw• En: Polémica No. 19. Enero-

abril 1986. P. 10

A la pérdida del valor real de los salarios, sesumó el incremento general en los precios,especialmente en aquellos de la denominada"canasta básica". Entre 1980 y 1985, la tasaanual de variación en los precios sufriógrandesaltibajos, lo cual contribuyó a desestabilizaraún más las condiciones de subsistencia de laclase trabajadora. Las cifras siguientes nosilustran este aspecto:

CUADRO No. 6

Costa Rica: variación general de precios 1980-1985

Año Tasa

1980 18.8

1981 56.1

1982 79.1

1983 25.4

1984 9.9

1985 9.0

Fuente: Rojas, Manuel. Op. cit. p. 1O

El desempleo, la pérdida de poder adquisiti-vo de los salarios, y el aumento en el costo dela vida, produjeron un deterioro evidente en lascondiciones de vida de las masas costarricen-ses. Los niveles de probreza se agudizaron,ampliándose aún más la brecha social que

históricamente ha separado a "ricos" y "po-bres". Por ejemplo, según datos de laComisiónEconómica para América Latina (CEPAL),hacia 1980 en Costa Rica existían 549,000personas en estado de pobreza y 300,000 encondiciones de pobreza extrema. Además,249,000 no lograban satisfacer susnecesidades básicas 7. Para entonces, lapoblación total del país era de 2,213,000habitantes, de manera que aproximadamenteel 50% de ellas vivían en diferentes niveles depobreza. Estas cifras se incrementaronsensiblemente en los anos siguientes. PorejemplO,en 1983 el porcentaje de familias conbajos ingresos pasó de 41.7% al 70.7%, segúndatos del Ministerio de Planificación(MIDEPLAN)'.

Porotra parte, el Estado redujo los recursosdestinados a los servicios sociales, los cualeshabían sido incrementados notablemente des-de los afios cincuenta y sesenta. El cuadroNo. 7 resume la información.

Los recortes presupuestarios del Estado enlos campos de la salud, la educación, los sub-sidios a los pequefios productores agrícolas,etc., han obedecido sobre todo a las nego-ciaciones con el Fondo Monetario y otros

1 Torre Rivas, E. y Gabriel Aguilera. Raíces yperspectivas de la crisis. ICAOIS. San José, 1986.Cuadro No. 6, p. 202.

, CEPAS. Balance da la situación. No. 5. Octubre 1983.p.3.

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S4

Año

19801981198219831984

Marie/os Aguilar, Victoria Ramírez

CUADRO No. 7

Distribución relativa del gasto público en colones corrientesdedicado a algunos sectores sociales 1975-1985

Millones de Educación Trabajo y ViviendaColones TOTAL Salud Sag. Social Otros

18.662.6 100.0 15.4 25.1 7.9 3.4 48.222.137.0 100.0 15.6 20.5 6.7 1.8 55.434.876.8 100.0 13.8 17.7 7.3 1.5 59.753.606.1 100.0 12.5 17.1 6.1 2.3 62.066.660.2 100.0 12.8 17.4 7.9 2.5 59.4

Fuente: Información elaborada por MIDEPLAN con base en infonnaci6n oficial. El gasto público en fos sectores socia.les - Aspectos Metodológicos. MIDEPLAN. San José, Costa Rica, julio 1987.

organismos financieros internacionales '. De1982 al presente se han firmado tres convenioscon el FMI, en los cuales de una u otro forma seha acordado el recorte de los gastos del sectorpúblico. Como resultado de dichos acuerdos,los servicios de salud, y de seguridad social engeneral han desmejorado notablemente, comobien lo podemos observar en el cuadro anterior.

El problema de la vivienda también se haagudizado en el contexto de la crisis actual. En1985 por ejemplo, el déficit habitacional era de275.912 viviendas '0. Esto ha hecho que esteproblema reciba especial atención de la actualadministración Arias Sánchez. Durante sucampa lía electoral prometió dotar de vivienda a80.000 familias. Sin embargo, es evidente queesa cifra no solucionará realmente dicho pro-blema.

Una de las instituciones públicas más im-portantes en la solución del problema habitacio-nal es el Instituto Nacional de Vivienda y Urba-nismo (INVU). A continuación presentamos lassoluciones de vivienda que esa institución haejecutado entre 1979 y 1984:

11 Para más información ver: Barahona, Feo. el. al. CostaRica hacia el año 2000. Editorial Nueva Sociedad,Caracas. 1988. p. 77; Donato, Elisa. ~Lacrisis delEstado y los sectores populares~. En: CEPAS-DEICosta Rica Crisis y Desafios. San José. 1987. p. 58;Rovira. Jorge. Costa Rica en los años 80. FLACSO, Ed.Porvenir. San José 1988. p. 65.

10 Donato. Elisa. op. cito1967. p. 58.

CUADRO No. 8

Viviendas construidas por el INVU

Año Total Urbana Rural

1979 1489 1.375 1141980 1190 1.1901981 1734 1.7341982 62 521983 255 2551984 2065 1.930 1351985 1290 s.d. s.d.

Fuente: Boletfn Estadistica: INVU. San José. 1984. Cua-dro No. 12

El cuadro anterior expresa claramente dosfenómentos: las escasas posibilidades del Es-tado para resolver el problemas habitacional, yel abandono casi total del sector rural en ma-teria de vivienda.

El déficit de vivienda ha sido un procesoacumulativo, desde la década de los cincuenta.Durante los alíos sesenta se agudizó dichoproblema, como producto del desarrollo in-dustrial impulsado en el marco del MercadoComún Centroamericano (MCCA). Por esa ra-zón, el Estado, empelíado en llevar a caboalgunos proyectos residenciales en las ciuda-des, descuidó casi por completo las necesida-des habitacionales en las zonas rurales. Porejemplo, en 1985, se construyeron en todo elpaís solamente 4261 viviendas", por medio del

11 Número y monto de las inversiones recibidas enconstrucción y compra de viviendas 1955-1985. (Cua-dro Estadistica). Departamento de Planeamiento.INVU.

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Crisis económica y acción sindica/an Costa Rica (1980-1987)

Sistema Bancario nacional, el InstitutoNacional de Seguros (INS). ellnsmuto Mixto deAyuda Social (IMAS) y el INVU, suma muylejana a las casi 300,000 necesarias en aquelmomento. En este sentido una propuesta parasolucionar un problema tan grave como éste,aunque fuera en forma parcial, tácticamenteresult6 muy positivo para lograr el triunfoelectoral obtenido por el PLN en las eleccionesde 1986.

Repercusiones polltlcas

Los trastornos socioecon6micos enfrenta-dos parla sociedad costarricense en los últimosanos, han creado confusi6n e inseguridad enlas distintas clases y sectores sociales. ElEstados, como principal administrador de estacrisis, ha dejada ver sus limitaciones en la me-dida que no ha podido responder a las presio-nes encabezadas por ciertos sectores sociales.

Una de las consecuencias más importantesde la crisis actual ha sido el abandono paulatinodel modelo de desarrollo reformista, adoptadodesde los anos cincuenta. Ha sido precisamen-te el PLN, orientado por su ala derechista, elencargado de abandonar los postulados y lasprácticas reformistas que antalio le dieron suraz6n hist6rica de ser. En esa actnud del PLNhan incidido varios aspectos. En primer lugar, laausencia de convicciones verdaderamente so-cial dem6cratas en la mayoría de sus cuadrosy de sus bases, ha propiciado la marginaci6n delos auténticos social demócratas.

El mejor ejemplo de este fen6meno lo cons-tituy61a "renuncia obligada" a que fueron some-tidos en agosto de 1984, durante la adminis-traci6n Monge, los ministros Angel EdmundoSolano, de Seguridad Pública, Francisco Mora-les de Agricultura y Ganaderia, y Fernando Be-rrocal, de la Presidencia".

Por otra parte, el aumento de la influencianorteamericana en la vida nacional, especial.mente por la dependencia econ6mica para

" La Nación, 12 de agosto de 1984. p. 4A. 6A Y 8A;Libertad. 31 de agosto al5 de setiembre de 1984. p. 10.

55

enfrentar la crisis, ha obligado a las administra-ciones Iiberacionistas a ceder terreno a lossectores neoliberales de la clase dominante ".

Los fenómenos seMlados están producien-do un efecto regresivo en el desarrollo hist6ricocostarricense. El abandono de las políticas dedesarrollo industrial impulsadas desde la dé-cada del sesenta, la prioridad que se le estádando a la producci6n para la exportaci6n, conel consiguiente descuido de la producci6n parael mercado interno, el debilitamiento del Esta-do, principalmente en lo referente a los servi-cios sociales; son tan solo algunos de losaspectos que hacen ver claramente el retorno aprácticas conservadoras en lo econ6mico y lopolítico. A ésto se suma la privatizaci6n de laBanca Nacional y de otras instituciones como elInstituto Costarricense de Electricidad (ICE),los ferrocarriles y la Fábrica Nacional de lico-res, proceso fomentado por las exigencias delFMI y del Banco Mundial".

El fortalecimiento de los sectores neocon-servadores en el contexto de la actual crisisecon6mica, ha tenido efectos políticos e ideol6-gicos de la mayor importancia.

En el caso de los partidos políticos, tanto deiPLN como el Patido Unidad Social Cristiana(PUSC), están siendo capitaneados por sustendencias más conservadoras. Las contradic-ciones acentuadas por la crisis, se hacen pre-sentes en los partidos y a otras instituciones dela sociedad civil, sin que se tenga claro el futurocostarricense para finales del presente siglo.

13 Según dalas del propio Departamento de Estado, laasistencia económica norteamericana a Costa Rica,aumenló de $ 16.000.000 en 1980 a $ 187.000.000 en1985. Esta asistencia se canaliza a través depréstamos y donaciones de los cuales, los últimos sonlos más importantes actualmente. En 1985 por ejem-plo, llegaron alrededor de $ 26.000.000 en préstamosy aproximadamente $ 171.000.000 en donaciones.Más información en: Rojas, Manuel. MOchotesis sobrela realidad nacional~.En: Costa Rica Crisis y Desafíos.Op. cit. p. 20.

14 Al respecto puede verse: Brenes, Udiette. -El crédito dela banca nacionalizada: Del Estado interventor a laeconomia de la liberalización 1948.198r. Tesis deMaestrla en Historia.Universidad de Costa Rica. 1989;Rovira, Jorge. Op. Cil. p. 72-74.

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56

Los partidos politicos de izquierda tambiénhan sido sacudidos por la crisis económica y porla crisis politica regional. A finales de 1983 sesuscitó una discusión en el seno del PartidoVanguardia Popular (PVP), la más importantede las organizaciones polifico partidarias deizquierda del pais". Esta discusión provocó ladivisión de ese partido, en vista de las divergen-cias en torno a dos aspectos fundamentales:las formas de apoyo al proceso revolucionariosandinista y las tácticas a seguir en la con-ducción del movimiento popular costarricense,sobre todo en lo referente al movimiento sin-dical. El sector que aún hoy se denomina PVP,ha sido partidario de una linea más radical, deun apoyo irrestricto al proceso nicaragüense, yespecialmente, se ha mostrado muy preocu-pado por incentivar en los sectores populares,posiciones más ofensivas para abrir espaciosvitales, en la ejecución de su proyecto politico l•.

Por otra parte, el sector desprendido del PVP(conducido por los hermanos Mora Valverde),hoy Partido del Pueblo Costarricense (PPC), haproclamado su apoyo político a la revoluciónnicaragüense, pero definido a partir de los inte-reses y objetivos que mueven en la actualidadal movimiento popular costarricense. Además,este partido manifiesta una actitud de mayorcercanía con ciertos sectores politicos refor-mistas, especialmente aquellos desprendidosdelPLN "-

La división del Partido Comunista, y de lasorganizaciones de izquierda en general, termi-nó de debilitar al movimiento popular, sumidodesde hace décadas en un letargo que a vecespareciera infinito.

Sin embargo, la crisis vivida por nuestro paísen el ámbito económico no ha llegado a

15 Aunque este tema aún no ha sido analizado exhausti-vamente, resultan de gran utilidad los siguientes traba-jos: Salís, Manuel. La crisis de fa izquierda costarricen-se: Consideraciones para una discusión y Salom,Roberto. La Crisis de la izquierda en Costa Rica.Editorial Porvenir-FLACSO. San José. 1988.

16 Entrevista de las autoras con el dirigente ArnoldoFerreto S. el 4 de setiembre de 1988.

17 Entrevista de las autoras con el dirigente Alvaro Mon-tero Vega el 22 de agosto de 1988.

Marie/os Aguilar, Victoria Ramfrez

convertirse hasta el momento en una crisispolitica. Quienes están en crisis son laorganizaciones politicas, que hasta elmomento han sido incapaces de convertirse enportadoras de un proyecto que respondaadecuadamente a los conflictos generados enla estructura económica, con las repercucionessociales antes mencionadas.

A los elementos internos que han conforma-do la crisis actual, se han sumado los efectos dela crisis politica regional. Sin duda alguna, elespacio recobrado por los sectores más con-servadores de la clase dominante, ha incididoen la negatividad de la respuesta nacional alproceso revolucionario nicaragüense, y másaún, al Plan de Paz para Centroamérica impul-sado por el propio presidente Arias ' •.

Desde el momento en que se iniciaron losmovimientos contrarrevolucionarios en Nicara-gua, los sectores más derechistas de nuestropaís se alinearon explicitamente con ellos, enuna campal'\a sistemática de desprestigio a larevolución sandinista. En esa tarea han dese m-pel'\ado un papel protagónico los medios decomunicación colectiva más importante, enespecial los periódicos La Nación, La PrensaLibre y La República. Estos se han empel'\adoen sel'\alar a Nicaragua como la causante, pordefinición, de la crisis politica que vive la regióncentroamericana, ocultando los antecedentessocioeconómicos y politicos que durante al'\osse fueron amalgamando, para dar como resul-tado la crítica situación que conocemos'". De-bemos reconocer, a pesar nuestro, el éxito no-torio que los sectores conservadores han te-nido en exacerbar los sentimientos antisandi-nistas y anticomunistas de nuestro pueblo.

la Para un análisis de los efectos de la crisis en CentroAmérica. véase Torres Rivas. Edelberto. -Presenciadel pasado y del presente sin futuro en CentroAmérica~. En: Costa Rica crisis y desafros. CEPAS-DEI, San José. 1987. p. 108-119 Y Sobrado. Miguel e!.al. Quién quiere la guerra en Costa Rica? ICE5-CRI ES.San José. 1988. p. 31 Y siguientes.

19 Este fenómeno es analizado ampliamente por MarioZeledón y colaboradores. en el libro: La desinformaciónde la prensa en Costa Rica: Un grave peligro para lapaz. EditorialiCES. San José. 1987.

T

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Crisis económica y acción sindical en Costa Rica (1980-1987)

La dificil situación política que está viviendoPanamá, nuestra vecina en la frontera sur, tam-bién se utiliza para crear mayor confusión en lossectores populares, apelando a nuestrastradiciones civilistas, y haciendo todo lo posiblepara que establezcan la "demoníaca" relaciónFidel Castro-Daniel Ortega-General Noriega,como los protagonistas fundamentales dei malen la región.

Ante esta agresiva compaña ultraderechis-ta, las organizaciones populares se han queda-do cortas, dada la debilidad que arriba les apun-tábamos.

Agrandes rasgos, ésta es una síntesis de losaspectos más importantes de la crisis. Pase-mos ahora a ver algunos de los efectos que losfenómenos analizados en esta primera partehan producido en el seno del movimiento sindi-cal.

2. Los sindicatos ante la crisis

La crisis económica de los años ochentasorprendió a las organizaciones sindicales enun mal momento. No ocurrió lo mismo en losaños treinta, cuando las repercusiones de ladepresión económica mundial llegaron luegode un ascenso muy importante del movimientopopular durante lo años veinte. Asi pues, enaquella coyuntura se produjo una movilizaciónsindical y política de grandes dimensiones 20

57

Posteriormente los sindicatos costarricsessufrieron una baja muy sensíble, como pro-ducto de los conflictos socio politicos de losaños cuarenta. Ese reflujo se extendió hastaprincipios de la década del setenta, cuando elmovimiento sindical pudo recobrar parte delterreno perdido. Durante estos at\os, las orga-nizaciones bananeras, vanguardia histórica delmovimiento sindical costarricense, ímpulsaronfuertes movimientos huelguísticos. Por su par-te, los trabajadores del Estado llegaron aconformar organizaciones conductoras de unaimportante lucha para mejorar sus condicioneslaborales".

Finalizando esa década, el movimiento sin-dical comenzó adecaerde nuevo, coincidiendocon el inicio de la crisis económica.

Desde el punto de vista cuantttativo, el mo-vimiento sindical ha mantenido sus cifras rela-tivamente estables, lo cual demuestra que esta-mos frente a un problema de tipo más bien cua-litativo. Veámoslo en el Cuadro No. 9.

Como puede observarse en el cuadro an'terior, la tasa de sindicalización con respecto ala población ocupada mantiene un bajo nivel,pues no pasa de un 15% a un 17%. Además,debe tenerse presente que buena parte de lossindicatos están organizados en el seno delaparato estatal. En 1986, por ejemplo, de los

CUADRO No. 9

Costa Rica: Sindicatos y afiliación sindical 1979-1987

Año

197919801981198219831984198519861987

Fuente:

Población Población No. deocupada sindicalizada Porcentaje sindicatos

697.SS6 94.927 14 280722.398 106.432 lS 280719.662 113.423 16 311746.492 123.251 17 328

787.000 129.145 16 316

800.000 138.583 17 387912.094 114.232 354

Revista COPAN No. 54 10. de mayo de 1986 p. 1 Y CEDAL. Estadlsticas Sindicales, Costa Rica p. 18.

20 Para más información ver: AguiJar, Marielos. CarfosLuis Fallas, su época y sus luchas. Editorial Porvenir;San José. 1983. y Botay Ana Maria y Rodolfo Cisneros.La fundación del Partido Comunista 1931. EditorialCosta Rica. San José. 1984. p. 113 Y siguientes.

21 Esta problemática es abordada en: Aguilar, Marielos.Clase trabajadora y organización sindical en CostaRica (1943-1971). Editorial Porvenir -FLACSC-ICES.San José. 1989; y Donata, Elisa y Manuel Rojas. Sin-dicatos, política y economla 1972-1986. Editorial AlmaMater, San José. 1987.

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387 sindicatos que registraba el Ministerio deTrabajo, 195 estaban ubicados en la empresapri-vada y 192 en el sector público. AsI mismo,de los 141.785 afiliados, 92.681 pertenecían alsector público y solamente 49.104 laborabanpara el sector privado 22. A principios de 1988,las cifras son aún más desalentadoras. De los354 sindicatos registrados, 153 se ubican en elsector público y únicamente 113 pertenecen alsector privado. En términos de afiliación elproblema es aun más grave: 90.891 trabajado-res afiliados pertenecen a las instituciones delEstado, y únicamente 14.521 trabajadores sin-dicalizados laboran para la empresa privada 23.

En Costa Rica existen seis confederacionessindicales, a las cuales pertenecen una buenaparte de los sindicatos del país. Esto se observaen el cuadro que a continuación presentamos:

La información anterior nos muestra unafuerte tendencia, en el seno del movimientosindical, a la independencia orgánica respectoa las centrales sindicales: un poco más de latercera parte de los sindicatos no tienenvínculos formales con las confederaciones.

CUADRO No. 10

Sindicatos y afiliación porconfederación 1986

Central Sindicatos Afiliados

CCTP 70 16.419CTC 22 8.470CATP 11 20.155CUT 42 26.310CNT 26 18.278CTCR 36 7.715Indep. 128 39.195

TOTAL 335 138.583

Fuente: Oficina de Organizaciones Sociales. Ministeriode Trabajo (Tomado de La Nación, 7 de setiem-bre. 1987. p. 8A).

u Donata, Elisa y Manuel Rojas. lbid. Cuadro No. 3. p.119.

23 CEDAL. Costa Riea. Estadísticas sindicales. 1987.

~---,_._-

Marielos AguiJar, Victoria Ramírez

Esta es una reacción lógica en un ambiente detantas disputas político-ideológicas, como elque ha caracterizado al movimiento sindicalcostarri-eense desde los al'\os cuarenta 2<.

2.1. La debilidad sindical: causas

A pesar de que la crisis ha golpeado fuerte-mente a la masa trabajadora costarricense, elmovimiento sindical no ha podido convertirseen el centro de las acciones reivindicativas,para contrarrestar el deterioro en las con-diciones generales de vida.

Varios han sido los factores que han impedi-do a los sindicatos jugar un papel de más pesoen la coyuntura actual.

En primer lugar, el movimiento sindical cos-tarricense está excesivamente dividido. Lascentrales sindicales han mantenido profundasdivergencias ideológicas que han impedido unaunidad efectiva para actuar conjuntamentefrente a los problemas econÓmicos y ante larepresión patronal.

Para atenuar las repercusiones de estalucha intestina y enfrentar en mejores condicio-nes los embates de la crisis económica, lascentrales sindicales social demócratas funda-ron en febrero de 1981 el Frente Democráticode los Trabajadores (FDTj. Esta fue la respues-ta más importante del movimiento sindical, pornivel organizativo, durante los primeros al'\osdela crisis. Sin embargo, en el transcurso de laprimera mitad de la década del ochenta, elmovimiento sindical se caracterizó por un vaciode dirección y por la carencia de una verdaderaunidad, al menos en sus principales accionesreivindicativas 25.

24 Aguilar, Marialos. Op. eit. 1989. p. 115.

25 En 1983 se dividió la cero surgiendo la CNT como otraorganización social demócrata pero más cercana a lapolítica sindical del Instituto para el Desarrollo del Sin-dicalismo Ubre (de origen norteamericano). Posterior-mente, la CUT se dividió dando origen a la CCTR. Másinformación en Oonato, Elisa y Castro C. ~Elmovimien-to sindical en Costa Rica ante la crisis y los cambios enel Estado (198Q..1988)-. Ponencia presentada al Semi-nario: El sindicalismo y la crisis centroamericana de lapresente década. CEOAL 1989. p. 14 Y siguientes.

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Crisis económica y acción sindical en Costa Rica (198()"1987) 59

CUADRO No. 12

CUADRO No. 11

Sindicatos y asociaciones solidaristas

Costa Rica; Asociaciones solidaristas(Por provincia) enero 1987

335.029.3862.0299.0

216

259

1981 1986

Provincia Asoc. Solidarista %

San José 592 63.0Alajuela 86 9.1Cartago 56 6.0Heredia 76 8.1Guanacasle 20 2.1Puntarenas 25 2.6Limón 84 g.O

TOTAL 939 100.0

Fuente: Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.Sindicatos, Cooperativas y Asociaciones Solida-ristas. San José, Costa Rica, Enero 1987. CuadroNO.3

El marco jurídico que regula el funciona-miento de las asociaciones so lidaristas fuecreado por el Estado en noviembre de 1984, alaprobarse en la Asamblea Legíslativa la Ley6970, denominada "Ley de las AsociacionesSolidaristas" 2B.

Los representantes estatales se mostraronmuy complacidos con la aprobación de dichaley pues "...propicia el entendimiento, la com-prensión y la solidaridad, sin lucha de clases""".Esta opinión era compartida por el entoncesPresidente de la República y exdirigente

SindicatosCrecimiento relativoAsociaciones SolídaristasCrecimiento relativo

Fuente: Blanco G. y O. Navarro. El Solidarismo. Ed. CostaRica. San José, 1984. p. 106.

En julio de 1986 se fundó el Consejo Perma-nenfe de los Trabajadores (CPT), como unanueva insfancia de unidad sindical y popular, enla cual convergieron las distintas centrales sin-dicales, las organizaciones magisteriales y al-gunas organizaciones de acción comunal. Lafundación del CPT significó un paso adelanteen el proceso de unidad sindical. Ha funcionadocomo la instancia mayor en la coordinación delas tareas de corto y mediano plazo. Además,ha venido a llenar el vacío de conducción queestaba sufriendo el movimiento sindical desdeafio s atrás".Las luchas del CPT se han centrado en torno

a cuatro aspectos que resultan de grantrascen-dencia para la vida nacional, y particularmentepara la clase trabajadora. Ellos son: el aumentoen el costo de la vida, la defensa de la BancaNacional, la denuncia de la privatización de losservicios públicos y el apoyo al Plan de Pazpara Centroamérica 27.

La importancia de la labor que ha realizado elCPT estriba en el hecho de haberse involucra-do en luchas de carácter nacional, desbordan-do así los tradicionales marcos de la acción sin-dical: salarios, jornadas, seguridad laboral, etc.En esta forma, el movimiento sindical en losúltimos afios, ha podido proyectar más su pre-sencia en la vida del país.

En segundo lugar, el movimiento solidaristase ha convertido en un factor que ha propiciadoel debilitamiento del movimiento sindical. Paratener una idea más concreta de este fenó-meno, veamos algunas cifras:

2G Uber1ad Revolucionaria, 29 de agosto al 4 de setiembrede 1986. P,. 1 Y 4.

TI La ePT colaboró activamente con el movimiento estu-diantil universitario en la tarea de recoger un millón defirmas de ciudadanos costarricenses para hacer paten-te el apoyo de todo el país al Plan de paz paraCentroamérica del Presidente Osear Arias.

2e Blanco, Gustavo. -El fenómeno solidarista: su perfil, suimpacto actual y su potencialidad en América Central~.ASEPROLA. p. 9.19. S.f.

29 La Nación, 18 de noviembre de 1984. p. 35A.

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sindical Luis A. Monge 3". Por supuesto, los másregocijados con la aprobación de esta medida,fueron los patronos, quienes desde entonceshan contado con un instrumento muy efectivopara perseguir a los sindicatos.

Cabe destacar que en enero de 1987, lasasociaciones solidaristas contaban con un totalde 37.835 afiliados en todo el país, frente a los114.232 que tenían las organizaciones sindica-les. Sin embargo, el problema aquí abordadono es sólo de números, sino va más allá. Lossindicatos se están enfrentando a una formaallernativa de organización laboral, pero másaún, se trata de:

...una estrategia destinada a neutralizar ta res-puesta de la clase obrera costarricense al mo-delo neo liberal mediante la destrucción de susorganizaciones 31.

Varios han sido los factores que han posibi-litado la expansión del solidarismo. Uno de ellosha sido la incapacidad de las organizacionessindicales para recuperar el terreno perdido,desde décadas atrás, en el seno de la clasetrabajadora costarricense. El sectarismo y eldogmatismo cegaron a las dirigencias sindica-les, impidiéndoles comprender la imperiosanecesidad de caminar bajo la meta común de launidad. Esta responsabilidad es compartidapor los partidos políticos vinculados al movi-miento sindical. Así, mientras la división sindi-cal se agudizaba, el sector patronal se fue rea-firmando cada vez más en su lucha antisindicaly anticomunista, para exterminar las manifes-taciones organizativas de los trabajadores.

30 En ocasión de la firma de la Ley de AsociacionesSolidaristas, el expresidente Luis A. Monga dijo ...alfirmar esta ley, siento como presidente de la República,que Costa Rica está flamada a ser un paradigmamundial de armonía entre los intereses de los empresa~rios y los trabajadores LE Nación, 8 de noviembre de1984. p.4A.

31 seminario latinoamericano sobre la producción bana-nera. MProblemas económicos sociales y solidarismoM

Intervención de los delegados costarricenses. SanJosé del 27 al 30 de julio de 1988. p. ,.

Marie/os AguiJar, Victoria Ramlrez

Otro factor que ha favorecido el crecimientodel solidarismo ha sido la actitud pasiva y me-diatizada de la inmensa mayoría de los trabaja-dores costarricenses, producto de la domina-ción ideológica de que son víctimas.

La propuesta so lidarista ha cobrado mayorvigencia en aquellos sectores laborales, dondecasi no ha existido tradición de organizacióngremial o sindical. Pero fundamentalmente, elsolidarismo ha crecido porque ha contado conel apoyo de la parte patronal. Es más, el pecadooriginal con el que han nacido las asociacionessolidaristas es el de haber surgido como unainiciativa patronal, con la clara intención decombatir al movimiento sindical. Este es elfondo de la problemática entre el solidarismo yel sindicalismo. En otras épocas los patronosutilizaron el mecanismo de los sindicatosblancos: hoy día utilizan las asociaciones soli-daristas para mediatizar las posibilidades deconflictividad laboral. En síntesis, la expansióndel solidarismo expresa ladecadencia sindical.Surge entonces un cuestionamiento muy com-plejo ¿Pueden las organizaciones sindicales ylas asociaciones solidaristas convivir comoformas distintas de organización laboral, com-plementando sus esfuerzos para mejorar lascondiciones de vida de la clase trabajadora?Con base en las experiencias observadas enlos últimos atíOs en nuestro país, por ahorapensamos que no. Mientras los patronos man-tengan su mano dentro de las asociacionessolidaristas, no hay garantía por parte de éstas,para una acción autónoma, aspecto que escrucial para el destino de las luchas laborales.Esto no significa una negación definitiva de queel solidarismo pueda cobrar fuerza por si mismoy conquistar la independencia que se requiere,para elaborar un proyecto propio de reivindica-ciones laborales. Pero ese fenómento implica,en el mejorde los casos, un proceso de toma deconciencia clasista que en términos temporalesrequerirá de décadas. Lamentablemente en lacoyuntura actual el solidarismo más bien tiendea alejarse de esa posibilidad, pues padece unafalta de claridad sobre el papel del trabajador enla conformación de la riqueza social. Además,carece de los fundamentos básicos para

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Crisis económica y acción sindical en Costa Rica (1980-1987)

concebir la organización laboral, como un ins-tru mento que debe promover la identidad y laconciencia de clase. A su vez, le falta comba-tividad para defender los derechos mínimos dela clase trabajadora. Esas limitaciones sedeben al hecho de que el solidarismo atenúasuperticialmente las contradicciones socio-econó-micas, atendiendo fenómenos decarácter co-yuntural, sin comprender que losorígenes de esas contradicciones son de tipoestructural. Esto les impide a las asociacionessolidaristas convertirse en verdaderas impulso-ras de un proceso de democratizacióneconómica, tan necesario en nuestro país.Todos estos problemas ubican a los sindicatosy a las asociaciones solidaristas como fuerzascontradictorias, pues unos pugnan por levantarla protesta organizada de los trabajadores, y lasotras -las asociaciones solidaristas-intentanocultar las causas de la pugna socio-económica y política que han enfrentadohistóricamente a las fuerzas del capital y deltrabajo. Durante los últimos meses, porejemplo, las asociaciones so lidaristas no sehan hecho sentir frente al desmedido aumentodel costo de la vida, pues dentro de su lógica detrabajo no está incluido el sentido de protesta,frente a los patronos y el Estado, por este tipode situaciones. La pregunta final que salta anuestra mente es ¿Cuál será el límite quedesborde el crecimiento del solidarismo ennuestro país? Esta respuesta requiere de unaprofunda investigacíón y de una reflexión globalsobre el funcionamiento de nuestro sistemasocio-político.

No solo los factores referidos, han sido loscausantes de la actual crisis sindical. En tercerlugar debemos set'lalar la cuota deresponsabilidad, que les corresponde a lasorganizaciones en especial, porque no se hanpreocupado lo suficiente para superar lasarcaicas estructuras que les caracteriza. Así lohan reconocido ciertos sectores sindicales. Porejemplo, en el Seminario Latinoamericanosobre la Producción Bananera, celebrado ennuestro país, en el mes de julio de 1988 algunosdirigentes expresaron:

61

Deben sef'lalarse también los errores,deficiencias y atrasos del movimiento sindi-cal costarricense que no logró renovar atiempo sus métodos y formas de orga-nización y de lucha. Tales debilidades sereflejan en el carácter restringido de las rei-vindicaciones a las peticiones salariales,deficiencias en la propaganda, la partici-pación de los afiliados y la educación sindicalde dirigentes y activistas 32.

Estos problemas han condicionado desfavo-rablemente las relaciones entre las bases y lasdirigencia's, quienes casi siempre han manteni-do una relación verticalizada, impidiendo laparticipación activa de los trabajadores en labúsqueda conjunta de soluciones para susproblemas mediatos e inmediatos.

La improvisación de tareas, y por ende, lafalta de planificación del trabajo, es otro malendémico que perjudica a las organizacionessindicales. La carencia de profesionalismo en elmanejo de las cuestiones sindicales, ha sido lanota predominante en casi la totalidad de lasorganizaciones.

Directa o indirectamente, el Estado tambiénes responsable de la crisis que hoy viven nues-tros sindicatos. Desde 1948, el Estado costarri-cense se ha caracterizado por una conductaantisindical. A la parde las respuestas parcialesa los problemas sociales más apremiantes, elEstado se ha encargado de impedir el buenfuncionamiento del movimiento sindical, pormedio de la represión abierta, de la actitudnegligente del Ministerio de Trabajo, o de laparcialidad de los tribunales laborales. Durantelos at'los 1982-1986, la administración MongeAlvarez, se distinguió por una actitud muycomplaciente con el sector patronal, particular-mente con las compat'lías bananeras transna-cionales, las cuales se propusieron destrozar laorganización sindical con el apoyo solídarista.Prueba de ello fue la disolución legal del Sindi-cato STAPPG en 1982, organización de gran

32 Ibid.

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trayectoria en la lucha reivindicativa de los tra-bajadores bananeros de la zona Atlántica.

La actual administración Arias Sánchez seha mostrado más abierta al diálogo con el movi-miento sindical, consecuente con su propuestade "concertación social". Esto ha sido más no-torio después de la aprobación del Plan de Paz,en vista de la necesidad de proyectar unabuena imagen en el campo internacional. Sinembargo, la falta de libertades sindicales conti-núa siendo otro de los grandes obstáculos parael desarrollo del sindicalismo en Costa Rica.Este problema ha sido denunciado reiterada-mente, ante la Oficina Internacional del Trabajo(OIT), sin que hasta el momento se haya pro-ducido un cambio positivo para los sindicatos 33.

Por esa razón, en febrero de 1988, el set'\orEnzo Frizo, Secretario General de la Confe-deración Internacional de Organizaciones Sin-dicales Líderes (CIOSL), visitó nuestro país,para reunirse con el presidente Arias y mani-festarle su repudio por la persecusión sindicalque aquí prevalece. Asimismo, denunció laexpansión del solidarismo como un instrumen-to de los patronos y de los sectores más con-servadores, para fomentar la pasividad de lostrabajadores y el debilitamiento de su organiza-ción sindical 34.

Los derechos de sindicalización, de huelga yde negociación colectiva siguen siendo letramuerta en las páginas del Código de Trabajo,pues los patronos, amparados en su derechode despedir a cualquier trabajador, con el co-rrespondiente pago de prestaciones, se desha-cen fácilmente de aquellos trabajadores queapoyan o fomentan las gestiones sindicales 35.

2.2. El deterioro de los sindicatos bananeros

Uno de los golpes más fuertes sufrido por elmovimiento sindical costarricense en los últi-

33 CIT. Bo/atfn Oficial. Comité de Ubertad Sindical. VoLLXVIII. 1985. Serie B. No. 2. p. 146-162.

3« La Prensa Libre, 3 de febrero de 1988. p. 4.

3$ Entrevista de las autoras con el dirigente LuisArmandoGutiérrez el l-ode marzo de 1987.

Marielos Aguilar, Victoria Ram/fez

mos at'\os, ha sido sin duda alguna el deterio-ro del movimiento sindical bananero.

La historia de los sindicatos bananeros seremonta a más de medio siglo atrás, cuando lostrabajadores de la Unlted Fruit Co., en la zonaAtlántica, llevaron a cabo la Gran Huelga de1934. Justamente, el reconocimiento del sindi.cato fue uno de los puntos que se negociaronpara poner fin a aquella histórica huelga 36.

Desde entonces, el movimiento sindical bana-nero estuvo a la cabeza del sindicalismo costa-rricense.

Durante la década del setenta, los sindicatosbananeros vivieron un período de auge en susluchas en pro de la firma de varias convencio-nes colectivas37• Así, entre 1972 y 1985, losbananeros declararon 99 huelgas, de las cua-les 93 se llevaron a cabo en la zona Atlántica y6 en la del Pacífico Sur 38. Estas cifras dan tansólo una idea de la combatividad y el nivelorganizativo alcanzado por los sindicatos bana-neros durante aquellos at'\os.

Actualmente el movimiento sindical banane-ro está reducido a su mínima expresión, debidoa varios factores. Uno de ellos ha sido la dis-minución de la producción bananera en el país,en especial en el Pacífico Sur. Aquí, desde ladécada pasada, la United Brands Co. comenzóa disminuir los cultivos de banano, sustituyén-dolos por palma africana. Posteriormente, en1984, abandonó definitivamente la producciónbananera en esta zona 39.

Un segundo aspecto que ha incidido negati-vamente en los sindicatos bananeros ha sido laexpansión de las asociaciones solidaristas,

36 Aguilar, Mariales. op. eil. 1983.

37 Durante los años cincuenta y sesenta, los sindicatosbananeros no lograron conquistar ninguna ,convencióncolectiva, debido a la negativa constante de lascompañias bananeras. No fue sino hasta 1970, cuan.do se logró la primera convención en las fincas de laStandard Fruil Co.

38 Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. .Registro dehuelgas., Departamento de Relacionas Laborales, '

39 Libertad Revolucionaria del 21 al 28 de setiembre de1984. p. 3.

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Crisis económica y acción sindical en Costa Rica (1980-1987)

especialmente a partir de 1982, justamentecuando empezamos a detectar el declive de lasorganizaciones sindicales.

Una de las limitaciones observadas en lapráctica de esos sindicatos, ha sido el énfasisdesmedido que pusieron en los aspectos dereivindicación inmediata: salarios, jornadas,condiciones de higiene y seguridad, etc. Estoha propiciado el descuido de aspectos estraté-gicos fundamentales, como son por ejemplo, lacapacitación de nuevos cuadros, la promociónde la participación activa de las bases, la orga-nización de actividades recreativas encami-nadas a fomentar el desarrollo integral de losafiliados, etc. En ese sentido, las asociacionessolidaristas han tratado de responder a esasnecesidades, pues como dicen Carlos Castro yElisa Donato:

...dichas asociaciones han aprovechado unespacio no ocupado por los sindicatos, comoes la prestación de una serie de servicios y laatención a problemas de la vida cotidiana delos trabajadores (utilización del tiempo libre,recreaciónfo .

No debemos perder de vista, sin embargo,que el éxito del solidarismo entre los bana-neros, y en general en todo el país, se debefundamentalmente al apoyo que ha recibido delos patronos, del Estado, de los principalesmedios de comunicación y de la Iglesia 41. Asemejantes padrinos, se une la coerción sis-temática que las companías bananeras hanejercido para que los trabajadores se veanobligados a optar por la asociación solidarista,abandonando las filas del sindicato.

La crisis de los sindicatos bananeros se hatraducido en la desaparición casí total de losmovimientos de huelga en ese sector. Al res-pecto, observamos el cuadro siguiente:

40 CEPAS. El movimiento sindical. Un dilema entre loviejoy lo nuevo. San José, 1988. p. 37.

41 Prueba del apoyo dado por la Iglesia Católica al Movi-miento Solidarista, es el programa de CapacitaciónSolidarista que desarrolla la Escueta Juan XXIII.

63

CUADRO No. 13

Huelgas bananeras y trabajadores afectados(1978-1984)

Año Huelgas Trabajadores Afectados

1978 4 7151979 12 16.8111980 53 2.4801981 4 6.6001982 7 7.60719831984 2' 2.400

TOTAL 82 36.813

Al 1 de junio de 1984Fuente: Departamento de Relaciones Laborales. -Lista

de huelgas 1972-1984-.

En setiembre de 1982 se llevó a cabo unahuelga muy importante en las fincas deBANDECO, en la zona Atlántica cuyos resulta-dos dejaron ver el debilitamiento de las organi-zaciones que la convocaron (SITRAP ySTAPPG). Ese movimiento afectó a unos 2.600trabajadores, que pedían, entre otras cosas, unreajuste salarial de un 16% y el reintegro dealrededor de unos treinta trabajadores despe-didos "'. La huelga se prolongó durante 63 días,constituyendo éste uno de los factores que con-tribuyeron a desgastar el movimiento. Paula-tinamente, los trabajadores se fueron rein-tegrando a sus labores, en vista de que no sevislumbraba un arreglo satisfactorio con laCompania. Esta a su vez, trasladó cientos derompehuelgas quienes, debido al serio proble-ma de la desocupación, aceptaron las condício-nes ofrecidas, inclusive la de integrarse obliga-toriamente a las asociaciones solidaristas paragolpear a los sindícatos ".

La huelga terminó con la aprobación de undocumento muy parecido al propuesto inicial-mente por la Companía. Este hecho produjo enlos trabajadores un sentimiento de desilución y

42 Libertad, 14 de octubre de 1982. p. 8.

43 Libertad, 1-7 de octubre de 1982. p. 1-4,6.

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.apatía hacia sus organizaciones, pues 63 diasde huelga implican muchos sacrificios. Una delas consecuencias más nefastas de esta huelgafue la i1egalización del STAPPG, a petición de laStandard Fruit. Co 44.

En julio de 1984 esta historia se repitió en lazona del Pacifico Sur. Los bananeros, encabe-zados por la Unión de Trabajores de Golfito(UTG) declararon una larga huelga de 72 díaspara exigir algunas demandas, de las cuales lamás importante era un aumento salarial del60%45.

Tácticamente esta huelga estuvo mal plan-teada, pues fue declarada en un momento en elque la United Brands Co. estaba muy interesa-da en sustituir sus últimas plantaciones de ba-nano por palma africana. La huelga se convirtióen el pretexto necesario para hacer abandonode los bananales, culpando a los huelguistas desu "ruina".

Además, la dirigencia sindical estaba dividi-da por las repercusiones de la escisión sufridaen el PVP, lo cual impidió las acciones solida-rias que aquel movimiento reclamaba ".

Esta derrota sufrida por la UTG, ha dejadodestrozado al movimiento sindical en la zonasur. Al irse la Compat'\ia, el desempleo y la in-certidumbre reinan en la zona, sin que hasta elmomento, el Estado haya podido dar respues-ta a tan difícil situación.

Los pocos sindicatos que aún existen en lazona atlántica, apenas logran subsistir. El mo-vimiento solidarista ha utilizado como caballode batalta los fracasos de las huelgas mencio-nadas. Su discurso condensa todo el antisindi-calismo y el anticomunismo que desde siemprehan argumentado las transnacionales banane-ras contra las organizaciones de sus trabajado-res. A pesar de todo, creemos que el ascensodel movimiento solidarista es un fenómeno de

u Ubertad. 5 de noviembre de 1988. p. 1-4.

45 CEPAS. Costa Rica: Balance de la situación. Jul¡o~setiembre 1984. No. 9, p. 10.

46 Entrevista de las autoras con el dirigente AlvaroMontero V. Op. Cil.

Maria/os Aguilar. Victoria Ram{rez

tipo coyuntural, pues éste se muestra incapa-citado, dada su naturaleza obrero-patronal,para resolver los conflictos producidos por lascontradicciones capital-trabajo.

2.3. Perspectivas de recuperación

Algunos analistas de la cuestión sindical,coinciden en afirmar que desde hace unos dosat'\os, los sindicatos costarricenses están dan-do muestras de cierta recuperación. Por ejem-plo, Castro y Donato opinan:

...el movimiento sindical vive una situaciónparadójica pues por un lado hay ciertareanimación por medio de la unidad sindical,pero por otro se arrastran una serie de debi-lidades estructurales".

Efectivamente, el movimiento sindical, enespecial el del sector público, ha mostrado unamayor actividad en defensa de mejores sala-rios, del derecho a la negociación colectiva,contra la privatización de los servicios públicos,contra las imposiciones de los organismos fi-nancieros internacionales, etc ".

Sin embargo, la huelga como instrumento delucha, sigue siendo poco significativa. Obser-vemos este fenómeno en el cuadro No. 14.

Una de las necesidades del movimientosindical costarricense para salir adelante, es larecuperación de su capacidad de negociacióncolectiva. El auge vivido por los sindicatosdurante la década del setenta, estuvo muyvinculado a la expansión de las convenciones

.1 El Movimiento Sindical. Un dilema entre lo viejo y lonuevo. Op. Cil. p. 41 .

•4 Este fen6meno se hizo evidente con las movilizacionesdel CPT realizadas en marzo de 1988, donde se plan-tearon consignas que reivindicaban estos aspectos. LaRepública, 22 de marzo de 1988. p. 8 Y La Nación, 25de marzo de 1988. p. SA.

1",",

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Crisis económica y acción sindical en Costa Rica (1980-1987) 65

colectivas en el sector público y privado. comoun importante instrumento de lucha. Asimismo,la disminución de las convenciones constituyeuno de los parámetros que nos permiten medirel estancamiento sindical de los anos ochenta.

A continuación incluimos las cifras sobreconvenciones colectivas, arreglos directos yconflictos de carácter económico - social, con elobjeto de sustentar mejor nuestras afirmacio-nes:

_..~,.i.

CUADRO No. 14

Distribución de huelgas por año 1976-1987

Años No. de Huelgas Trabajadores afectados

Sector Sector Sector SectorPúblico Público Público Público

1978 3 9 18.450 1.4931979 3 16 80 25.4911980 5 56 609 23.0431981 2 4 780 4.8001982 3 11 3.600 10.8871983 16 8.3031984 3 2 4.510 2.4001985 5 5 s.d. s.d.1986 13 2 s.d. s.d.1987 4 1 s.d. s.d.

TOTAL 57 106

Fuente: Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. Depanamenlo de relaciones laborales. MListade Huelgas 1982.1984-,CEPAS. El Movimiento Sindical. CEPAS, Un dilema entre lo viejo y lo nuevo. San José, 1988, p, 13,

CUADRO No. 15

Costa Rica: número de convenciones colectivas arreglos directosy conflictos económicos. sociales (1980 - 1987)

Año Total Convenciones colectivas Arreglos directos Conflictos colectivos

Número % Número % Número %

TOTAL 789 240 30% 215 27% 343 43%

1980 143 41 29% 10 7% 92 64%1981 125 43 34% 17 14% 65 52%1982 93 36 39% 12 13% 45 48%1983 82 16 20% 32 39% 34 41%1984 86 35 41% 27 31% 24 28%1985 76 25 33% 24 32% 27 36%1986 97 23 24% 48 49% 26 27%1987 96 21 22% 45 47% 30 31%

Fuente: CEPAS. El movimiento sindical, Un dilema entre lo viejo y lo nuevo. 1988.p. 9.

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Como bien puede observarse, entre 1980 y1987, el número de convenciones colectivasdisminuyó aproximadamente en un 50%. Asi-mismo, los arreglos directos aumentaron enmás de un 300%. Por otra parte, los conflictoscolectivos disminuyeron en un 66%, muestraclara de la debilidad sindical que ha impedido larespuesta organizada, por parte de fa clase tra-bajadora, ante los efectos de la crisis econó-mica.El cuadro anterior también evidencia los

momentos más álgidos de la crisis sindical. Porejemplo, según esas cifras, a partir de 1983 seinicia una disminución notoria del número deconvenciones colectivas. Por otra parte, desde1981, se inicia una tendencia descendente enel planteamiento de conflictos colectivos, locual constituye la mejor muestra del deterioroexperimentado por las organizaciones sindica-les de nuestro pais.Respecto a las convenciones colectivas,

cabe aclarar además, que la mayoría de ellasse han conquistado en el sector público, y no enel seno de la empresa privada. En 1987, porejemplo, se firmaron 21 convenciones, de lascuales, 15 se firmaron en el sector público ysolamente 6 en el sector privado ". Este fenó-meno se ha debido, fundamentalmente, al re-torno a los arreglos directos, cuya práctica hasido usual por parte del sector patronal, paracombatir la legitimidad de los sindicatos. Eneste sentido, las asociaciones solidaristas sehan convertido en los instrumentos idóneos delos patronos para golpear las convencionescolectivas, pues es posible constatar que lagran mayoría de los arreglos directos han sidosuscritos en los centros laborales donde funcio-nan esas asociaciones.No resulta difícil entonces, percibir la necesi-

dad que tienen los sindicatos de recobrar supresencia en el interior de la empresa privada,pues este es un problema de carácter estraté-gico, a resolverse con la mayor urgencia. No esposible que en una sociedad como la nuestra,

.9 El Movimiento Sindical. Un dilema entre lo viejo y 10nuevo. Op. Cit. p. 12.

MarieJas AguiJar, Victoria Ram/fez

donde la empresa privada es el hilo conduC1orde las actividades económicas, sociales, peliti-cas e ideológicas, el sindicalismo no tenga laposibilidad de combatir las desigualdades so-ciales, en el propio escenario donde se ori-ginan. En tanto los sindicatos no logren saltarlas paredes de la empresa privada, pocas sonsus perspectivas para impulsar una lucha exito-sa, en un futuro cercano.Por último, no quisiéramos terminar sin se-

ñalar la urgencia de un replanteamiento porparte de las organizaciones sindicales respectoal carácterde sus demandas, sus acciones sec-tarias, en fin, su práctica como un todo. Sola-mente de esa manera es posible pensar en unmovimiento sindical rejuvenecido, capaz deenfrentar los retos de nuestra futura sociedad;hoy amenazada por tendencias retrógradas decarácter económico, politico e ideológico.

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Las redes de ayuda mutua:mecanismos de sobrevivencia

Nuria Gamboa MoraAlfen Cordero U.

Resumen

El artículo se refierea las redes de ayuda mutuaestablecidas por los grupos pobresde nuestro país. Estas redes consistenen mecanismos de sobre vivenciallevados a la prácticamediante la elaboracióny el apoyo mutuo entre dos o más familias.Estas redes funcionan

como atenuante frente al allo costo de la viday los bajos salarios de la población obrera.Constituyen una respuesta

a la insolvencia del ingreso familiarpara solucíonar las necesidades mínimasde existencia de la familia nuclear.

Introducción

En medio de la situación de pobreza quecaracteriza actualmente a la clase trabajadora ya sus diversos estratos, producto, no solo de lacrisis económica imperante, sino y tundamen-talmente, producto de la misma superexplo-tación a que se ve sometida, es preciso estudiar

Ciencias Sociales 44: 69-80,1989

"A nosotros no nos alcanzapara vivir, entonces yo le pido ... "

Pobladora del barrio

de qué manera se las ingenian para no morirsede hambre. Problema este que se ve muyreflejado en la corriente pregunta de: ¿Y, cómohará fulano de tal, para lograr que su familia semantenga?

Conocer a los más pobres no es asuntosolamente de construcción e interpretación deestadísticas, ni mucho menos de armar deduc-tivas elaboraciones con pretenciones de expli-carlo todo a partir de los datos de la economíay de la misma sociología.

Conocer a los más pobres significa "me-terse" en su vida cotidiana, en su realidad detodos los días, estudiando no solo aquellosmecanismos de enfrentamiento al capital, yasea en el centro de trabajo o en el barrio mismo,sino también y muy especialmente, aquellosmecanismos de sobrevivencia por excelenciaque se dan al interior del grupo oprimido.

¿Cuál es el movimiento? ¿Cuál es la diná-mica de estos mecanismos más adaptativos y'1uncionales" que se establecen entre los máspobres? ¿En qué circunstancias se dan? ¿Paraqué sirven y hacia dónde van?

El objetivo de este trabajo intenta dar res-puesta a algunas de estas preguntas, demos-trando la existencia en nuestro país de redes de

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ayuda mutua como formas de colaboración ysolidaridad que se establecen entre la gentemás pobre a fin de asegurar su supervivencia,es decir, la reproducción de la fuerza de trabajo.

Ubicación social del estudio

El estudio en cuestión se realizó durante elaño 1988 en un barrio urbano de San José:Reina de los Angeles', cuyas característicastanto de ubicación geográfica como de infraes-tructura física, el estado de las viviendas, de losmedios de consumo colectivo y por supuesto,su composición social, nos permitían identifi-carlo como un barrio fundamentalmente de cia-se obrera.

No pretendemos entrar aquí en un detalleminucioso del barrio, ya que para efectos deeste artículo, resultaría sumamente extenso,pero si es importante señalar que a través denuestro estudio pudimos comprobar que enReina de los Angeles, al igual que en muchosotros barrios empobrecidos del país, predomi-nan grupos de sobrepoblación en todas susdiferentes formas2, así como el ejército obreroactivo que conforman conjuntamente la claseobrera.

Existe una gran heterogeneidad en cuanto aocupación y oficios: trabajadores de la indus-tria, del comercio, del Estado, de servicios per-sonales, desempleados, trabajadores porcuenta propia, además de la gran diversidad deingresos que esto supone.

No obstante esta heterogeneidad ocupacio-nal, de ingresos, de origen geográfico y hastacultural, no implica una pertenencia de la po-

1 Reina de los Angeles se ubica en el Segmento 16 delBarrio Sagrada Familia. distrito de Hatillo, provincia deSan José.Debido al crecimiento elevado que ha tenido en losúltimos años (es un barrio producto de la lucha porvivienda), ya no puede considerársele como un simplesegmento, sino que pasa a la categoría de barriopuesto que contiene el 23.7% del total de la poblaciónde Sagrada Familia que son 6.441 en este momento.

2 Marx, Carlos. El Capital.. Tomo 1,Volumen 3 (México,Siglo XXI) p.p. 789.801.

Nuria Gamboa, Allen Cordero

blación a distintas clases sociales, ya quecomo grupo social demuestra una gran ho-mogeneidad no solo por su relación con elproceso productivo, sino también por su mismacapacidad de consumo que, en términos desatisfacción de sus necesidades básicas, man-tienen niveles restringidos e incluso por debajode esas necesidades.

La comprobación empírica y una mayor in-formación del barrio la encontrarán, los lec-tores, en uno de los capítulos de la tesis de losautores, que es de la que se extrae ei presentearticulo'.

Desde un primer momento sabíamos que elestudio de las redes de ayuda mutua no lopodiamos desarrollar en todo el barrio; por loque nuestra opción metodológica fue la in-vestigación de casos, a través de entrevistas aprofundidad, y de observación participante ..Seleccionamos catorce casos de tamilias quetuvieran ciertas características demográficas yde ingresos representativos del barrio". La uni-dad doméstica tue nuestra unidad de análisis,pues es ésta la unidad económica básica dereproducción y producción de la fuerza de tra-bajo.

Las redes de ayuda mutua:su definición, antecedentesy fundamentos

Conceptualizamos la ayuda mutua, como untipo de relación entre unidades domésticasque resulta equivalente a un valor monetario ycuya función es ser un mecanismo para la re-producción de la fuerza de trabajo.

La ayuda mutua es una relación socialbasada en un principio de generosidad y soli-

3 Gamboa, Nuria y AlIen Cordero. ~LasRedes de AyudaMutua como mecanismos de sobrevivencia de lossectores urbanos empobrecidos~. Tesis para optar algrado deLicencialura en Sociologla U.C.A. San JoséCosta Rica, 1989. Capitulo 4.

Ibid. p.p. 9- 1O. 1 1.

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Las redes de ayuda mutua: mecanismos de sobrevivencia 71

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5 De Lomnitz Larissa, Cómo sobreviven los marginados

(Edil, Siglo XXI, México, 1984) Pág. 205.

Cuando la supervivencia fisica o social de ungrupo se encuentra en juego, la gente movi-liza sus recursos sociales y los convierte enun recurso económico. El dicho espal10t "hoypor ti, mal1ana por mí" resume suscin-tamente el principio del intercambio recí-proco, y presupone una situación de es-casez equilibrada y recurrente para amboscontrayentes. 5

De Lomnitz encontró que el tipo de ayudae intercambio más común y de mayor impor-tancia es el de alimentos y entrega de dinero yque la relación más fuerte, en términos de in-tensidad, es la que se da entre vecinos parien-tes.

El enfoque antes mencionado de DeLomnitz tiene el mérito de haber permitidocaptar parte de la realidad de subsistencia delos grupos sociales más pobres y en concretohaber lo-grado precisar la existencia de unarelación social (las redes) organizada alrededordel intercambio de bienes y servicios. Sinembargo, al mismo tiempo su enfoque fun-cionalista no le permitió concatenar y relacionaresta realidad con una realidad más global y "so-bredeterminante", cual es la de las particula-ridades de la reproducción de la fuerza detrabajo en México. Más concretamente puedeafirmarse que la utilización de su concepto demarginalidad le impidió interpretar adecua-damente dicho fenómeno.

Pérez Sáinz y Ribadeneira J.C., a diferenciade De Lomnitz, estudian el fenómeno que ellosllaman "redes de intercambio no mercantil confines de apoyo y solidaridad", pero desde unaóptica distinta. Plantean estos autores:

compensada a través de redes de intercambioo reciprocidad de bienes y servicios, lo cualefectivamente -afirma la autora- perm~e lasobrevivencia del "marginado". Citamos tex-tualmente:

daridad, de economía de recursos para satis-facer necesidades de reproducción de la pobla-ción de los barrios más pobres. Esta relacióntampoco está exenta de interés, ya que seestablece implícitamente, mediante unaespecie de relación contractual no formal, quela devolución del favor prestado se hará cuandosurja la necesidad por el lado del otro contra-yente. Esta observacion no hace de la ayudamutua un comportamiento menos solidario,sino todo io contrario, ya que el objeto deproporcionar ayuda en un momento deter-minado obedece al querer y poder ayudar y noa una actitud consciente de ofrecer o dar ayudacon el objeto de ser retribuido más tarde.

En dicho sentido habría que precisar enton-ces que si bien la ayuda intercambiada esequivalente a un valor monetario, ésta es sola-mente una retación teórica e hipotética ya queen el contexto en que opera la ayuda mutua,ésta adquiere un valor de uso exclusivamente,lo que explica que los bienes y servicios inter-cambiados no necesariamente sean equivaten-tes, ya que estos recursos que se mueven enuna u otra dirección tienen un valor adicional detipo simbólico en términos de oportunidad de laayuda, agradecimiento, reconocimiento yaceptación social, etc.

Las relaciones sociales que se tejen entornoa la ayuda mutua se expresan concretamenteen un fenómeno social y organizativo al quellamamos redes de ayuda mutua, que es unarelación social que está "más allá" de la familianuclear tradicional y "más acá" del estrato o laclase social.

Las redes de ayuda mutua son formas con-cretas de relación social mediante las cualesafluye la ayuda intercambiada. Son mecanis-mos de redistribución del ingreso entre lapoblación empobrecida.

Hasta donde llega nuestro conocimiento, lareferencia a la existencia de una forma organi-zada de expresión de esta ayuda, es decir, lasllamadas redes de intercambio y solidaridad,fue hecha por primera vez por Larissa De Lom-nitz en su estudio sobre una barriada mexicana:Cerrada del Cóndor, en donde encuentra que lafalta de seguridad económica se encuentra

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Es desde una perspectiva no funcionalistaque queremos afrontar fa comprensión deciertas dimensiones de lo urbano, enfocandonuestro análisis desde la cotidianidad de los"sectores populares". En este sentido, unconjunto de prácticas que nos parecen cla-ves son aquellas relacionadas con la re-producción de la fuerza de trabajo ya quemuestran, justamente, la adaptación cotidia-na de estos agentes al espacio urbano '.

Vale la pena aclarar que es desde una pers-pectiva más general y amplia que se ha habladode las llamadas estrategias de sobrevivencia,que comprenden en este caso no solo las redesde intercambio y solidaridad, sino un conjuntode prácticas que van desde los diversos traba-jos por cuenta propia, hasta propiamente elincremento de valores de uso a través del tra-bajo femenino e infantil.

Diego Palma define a las llamadas estrate-gias de sobrevivencia como:

...conjunto de iniciativas que buscan com-plementar el salario en términos de la repro-ducción de la fuerza de trabajo ...'

Esta definición es solamente acertada paralos trabajadores asalariados.

Habría que seMlar que dicha finalidadtambién se cumple cuando se refiere a perso-nas o sectores sociales que trabajan por cuentapropia.

Incluso debería contemplarse aquellas si-tuacíones en donde estas iniciatívas o activida-des pasan de ser complemento, para constituir-se en el único medio de subsistencia al quetienen acceso algunos sectores sociales endeterminadas coyunturas de desempleo.

(; Pérez Sáinz, Ribadaneira J.C. Viviren la ciudad. CentroAndino de Educación Popular, Cuito Ecuador, 1987.Pág. 12.

7 Palma, Diego MEntre la moda y la ciencia. Estrategia desobrevivencia y participaci6nM

• En: Acción Crítica.Publicación semestral del Centro Latinoamericano deTrabajo Social. (CELA T8) Y de la Asociación Latinoa-mericana de Escuelas de Trabajo Social (ALAETS).Número 15, Julio 1984, Lima, Pérú. p.28.

Nuria Gamboa, Al/en Cordero

Son numerosos los estudios interesados encomprender las formas de sobrevivencia de lossectores más pobres. Cabe destacar los es-fuerzos teóricos de científícos sociales comoSusana Torrado' que conceptualiza como"estrategias familiares de vida" al conjunto decomportamientos de los miembros de la claseobrera relacionados con la reproducción bioló-gica y con la optimización de las condiciones deexistencia de estos grupos. Indica la autora quela "cooperación extrafamiliar" así como el"allegamiento cohabitacional" son dos me-canismos que forman parte de lo que son lasestrategias familiares de vida.

Desde una óptica más social de fenómenoque venimos discutiendo, queremos aclararque la ayuda mutua no es exclusiva de lapoblación más pobre, sino que este tipo derelación, en tanto fenómeno social, se apreciaentre otros sectores sociales con condicionesde vida muy diferentes a esta población. Sinembargo, es en los primeros en donde adquiereuna particular importancia debido a la inseguri-dad económica permanente que caracteriza aesta población como grupo socíal.Suzanne Keller" plantea que tanto la enver-

gadura, la extensión, así como la intensidad delas relaciones de vecindad parecen reflejar laclase social: de manera que en los barriosobreros, observa la autora, la necesidad y lainseguridad se combinan para hacer de estasrelaciones entre vecinos una parte esencial enla vida de estos barrios.La ciencia social costarricense ha hecho

algunas incursiones al respecto, sin que hastael presente dichos aportes se hayan plasmadoen obras específicas lo que si es una pretensióndel presente trabajo.

s Torrado, Susana .. MSobre los conceptos de estrategiasfamiliares de vida y proceso de reproducción de lafuerza de trabajaR. En: Demografla y Econom{s. Vol.XV, NO.2 1981. p. 46.

o Keller, Suzanne El vecindario urbano, una perspectivasociológica. (Siglo XXI, I Edición en Español. México,1972).

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íLas redes de ayuda mutua: mecanismos de sobrevivencia

Quien al respecto ha abordado el tema deuna manera, si se quiere, más explícita esManuel Argüello. Concretamente para dichoautor:

Los sectores sociales caracterizados por suescaso ingreso requieren de innumerablesformas solidarias para alcanzar la subsis-tencia ligada fuertemente con la super-vivencia del grupo como totalidad. Se re-quieren complejas formas de comunicacióny de intercambio de bienes y servicios dondela simple información compartida juega unpapel vital, pero sobre todo el intercambio debienes básicos en momentos criticas per-mite la subsistencia del conjunto 10.

Argüello trata de establecer algunas co-nexiones entre lo que son las redes deintercambio y las relaciones de poder local yregional con lo que abre toda una rica posibili-dad de investigación empírica.

Silvia Rodríguez", llama redes de apoyocultural a ésta. En dicho concepto incluye fenó-menos que van desde la libreta de pulperohasta la solidaridad comunal como lo escompartir la vivienda, o las donaciones y rifas.Sin embargo, las llamadas redes de apoyo cul-tural son dejadas a comprobar a futuras inves-tigaciones que se basen en la "observaciónparticipante". La autora se limitó a hacer men-ción, sin comprobación, de estos hechos.

Para finalizar queremos presentar nuestradiscrepancia en relación con el uso del concep-to de estrategias de sobrevivencia.

Las múltiples y variadas prácticas de sobre-vivencia que día a día implementan los sectorespopulares lejos de obedecer a comportamien-tos planificados y racionalizados como lo sugie-

10 Argüello, Manuel. Los más pobres en lucha. EUNA,Heredia. Costa Rica. 1981. p.p. 40-41.

11 Rodríguez Cervantes, Dora Silvia ~Lareproducción dela fuerza de trabajo de los peones cafetaleros. (estudiodel caso de San Pablo de Heredia con proyecciones alValle Central)". Tesis para optar al grado de "MagisterScientiae" en Sociología, San José, Costa Rica, 1980.

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re el término estrategia, son más bien la únicaalternativa que tienen para lograr su repro-ducción.

Se hace necesario desarrollar la ima-ginación, la solidaridad y la organización alinterior del grupo familiar y a nivel del sectorsocial, a fin de lograr que todos contribuyan ylos jngresos sean eficientemente redistribuidosen el conjunto del grupo.

A través de numerosas acciones se logra lasobrevivencia, pero estas acciones no son deninguna maneJa una estrategia, ya que nosiguen un patrón establecido, se crean hoy pararecrearse maf\ana y descartarse, por inoperan-tes, pasado maf\ana.

Son respuestas socialmente aprendidas pa-ra ajustarse a la situación de pobreza y super-explotación, o si se quiere, más bien expresiónmisma de esta última.

Es inadecuado el uso de este concepto a pe-sar de que se haya generalizado en la cienciasocial.

Para finalizar, enfatizamos que no son estra-tegias, una gran cantidad de acciones sin nin-gún principio ordenador común y permanente-mente cambiantes: son sencillamente meca-nismos de sobrevivencia caracterizados porser sumamente numerosos, diversos, cam-biantes y novedosos. Y muchas veces sonapenas las únicas alternativas que aparecen endeterminadas situaciones.

Resultados del estudio

A través de numerosas y largas conversa-ciones logramos reconstruir, aunque parcial-mente desde luego, historias de vida de cadauna de las catorce familias que nos permitieronimportantes elementos de análisis para cono-cer las diversas situaciones demográficas,económicas, ocupacionales, migratorias, etc.por las que han pasado dichas familias.

Asímismo estudiamos los principales indica-dores sociales y económicos de su situaciónactual, así como la rica dinámica de las relacio-nes sociales que las une e identifica con elbarrio.

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Es importante indicar que nuestros infor-mantes claves siempre lo fueron las mujeresjefes de familia o esposas de compañeros deestos, ya que e/las son las encargadas de laadministración de la economía familiar, jueganun papel "psico-socíal" al interior del grupo yademás en términos de localización y disponi-bilidad, generalmente resultan más acequibles.

TipOS de redes y su funcionamiento

De las catorce familias estudiadas, trece deellas participan en una, dos o tres redes a lavez. Solamente una familia no formaba parte dela red alguna, al momento del estudio.

En total encontramos doce redes en las queparticipan estas trece familias más otros diecio-cho núcleos familiares con los que inleractúan,lo que en total nos da 30 familias participandoen las doce redes.

Los tipos de redes son los siguientes

i) De parientes: Son redes constituidas porvarias familias, vecinas unidas por re-laciones de parentesco. Aquí se entre-cruzan las relaciones de colaboración conlas familiares.De este tipo encontramos seis redes.

ii) De vecinos: Son redes conformadas pordos ó más familias vecínas que mantienenrelaciones de intercambio, sin que existannexos de parentesco entre sí. Existen entrelas doce redes, tres redes de vecinos.

íii) De familia extensa: Es la red de ayudamutua que funciona al interior de una fa-milia extensa. Es también una red de pa-rientes pero la diferencia es que no sonvecinos, sino que comparten una mismacasa. Pueden encontrarse en este caso, dedos a tres familias nucleares compartiendotecho, preparación de alimentos y otrosgastos e ingresos. Existe una red de lamiliaextensa.

Nuria Gamboa, Afien Cordero

iv) Mixta: Son redes compuestas por unafamilia extensa, integrada por dos o tresfamilias nucleares y una o tres familias nu-cleares, vecinas parientes o no emparen-tadas con esta familia extensa. Encontra-mos dos redes mixtas: una compuesta porfamilia extensa más parientes vecinos yotra constituida por familia ex-tensa másvecinos no parientes.

El siguiente diagrama ilustra el movimientode estas redes a lo largo del barrio y su alcancea otros barrios vecinos.

Interesa destacar en este diagrama la exis-tencia de tres redes de parientes compuestaspor familias residentes en el barrio que man-tienen relaciones de intercambio con familiaresque habitan barrios vecinos.

Con lo cual observamos que las redes desolidaridad trascienden al barrio mismo, /le-gando a otros en donde se encuentran familiasde algunos de los pobladores estudiados.

Siguiendo con la descripción de las redes,tenemos que existen tres formas a través de lascuáles se efectúa la relación de ayuda mutuadentro de estas redes:

El intercambioLa donaciónLa cohabitación

A través de éstas fluyen bienes y servicios,ya sea intercambiándose recíprocamente, do-nándose o compartiéndose como es el caso dela cohabitación en las redes de familia extensa.

Estas tres formas de ayuda pueden presen-tarse simultáneamente, una no exlcuye a laotra.

La más frecuente es la del intercambio, estaforma al igual que la donación presentan unadinámica de permanente cambio, en donde tan-to una como la otra comparten distintos mo-mentos a lo largo de su existencia en quefácilmente pueden invertirse los términos deayuda mutua.

Los cambios de donación a intercambio, su-ceden cuando a una familia que está recibiendodonaciones de otra se le presenta una mejor si-

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Las redes de ayuda mutua: mecanismos de sobrevivencia

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tuación económica y puede devolver los favo-res recibidos, cuando éstos son solicitados osimplemente por iniciativa propia en agradeci-miento al apoyo desinteresado que se le brin-dó, con lo cual la ayuda pasa a ser recíproca, esdecir la ayuda se expresa en ambas direccio-nes.

Siguiendo esta misma dinámica, suele suce-der que entre algunas familias que mantienenuna red de intercambio recíproco, dicha re-ciprocidad se vea interrumpida temporalmen-te debido a diversas situaciones (desempleo,

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enfermedad o cualquier otro aumento de gas-tos y/o reducción de ingresos). Lo que la llevaa convertirse en donación o ayuda unidi-reccional.

La reciprocidad varia, y el apoyo se man-tiene, en tanto se mantengan las circunstanciasque le dieron origen: esto es, la necesidad encualquiera de las familias que interactúan.

Veamos como se expresa esta reciprocidadpermanentemente a través del relato de una delas mujeres que participa en una red de parien-tes:

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-A mami yo casi nunca le pido dinero, peroa mi hermana sí. Y si ella tiene, ella mepresta. No es todo el tíempo. También mihermana a veces me manda a pedir y si yotengo, yo le mando. Si ella tiene y yo notengo, lo mismo. En esas estamos.

-Ahorita no .Ie estoy dando a mi mamá,pero si ella me manda a decir que no tiene yyo tengo, entonces y yo le mando ..

Estetestimonio al igual que la mayoría de losque conocimos, permite reconocer que los tiposde Ayuda más comunes que se suceden son dealimentos y dinero, especialmente del primero:inclusive el dinero también se usa en la mayoríade los casos, para la compra de alimentos.

Pero, veamos otros ejemplos en donde secombinan estos aportes con otros de diversotipo como lo son el cuidado de ni~os y la ayudaen quehaceres domésticos.

-A nosotros no nos alcanza para vivir conlo que gana Gilbert (su esposo qu'e es obrerode construcción), yo entonces le pido ayudaa mi mamá casi todos los días.' que diezcolones, que cincuenta o cien. Siempre selos devuelvo el sábado que le pagan alGilbert.

A su vez ella devuelve esa ayuda, así:

- Yo cuído a mis hermanitos y a mi abuelapara que mami pueda ir a trabajar, además lehago el oficio de la casa.-Mami ni me cobra muchas veces lo que mepresta, más bien ella trae varias veces (dosveces a la semana) comida de ahí, delEjército de Salvación, donde trabaja. Escomida cocinada y entonces todos come-mos aquí (las dos familias).

Observemos que la reciprocidad o la devo-lución de la ayuda no tiene que ser de la mismanaturaleza, ni en el mismo tiempo sino que serealizará cuando surje la necesidad en la otraparte; aportando cada familia lo que puede enese momento.

Nuria Gamboa, Alfen Cordero

A partir del análisis y de la interrelación deindicadores referidos a empleo y ocupación, asícomo de ingresos y gastos de la unidad do-méstica, pudimos comprobar la precariedadeconómica en la que viven estas familias".

Debido a la magnitud del desempleo y lainestabilidad laboral, así como los bajos ingre-sos recibidos por las personas ocupadas, unagran parte de amas de casa, de desocupados eincluso de los que tienen trabajo, se dedican arealizar diversas actividades por cuenta pro-piaa fin de poder complementar los reducidosingresos.

Sin embargo, este "rebusque", única fuentede empleo o complementaria al salario, no essuficiente para satisfacer las necesidades deconsumo del grupo familiar. Razón por la cual,una fuente de la que se obtienen bienes yservicios, lo sea este mismo conjunto de ingre-sos que se redistribuyen en forma permanenteen el conjunto del gurpo de familias que inte-gran las redes.

Son numerosos los relatos que nos cuentanque ante una coyuntura de desempleo, los re-cursos son movilizados, fluye la ayuda hacia lafamilia que la necesita:

-ahora, por ejemplo, que Zulay no trabaja,todo está corriendo por cuenta mía; lo de ellay lo del hijo, ahora que está criando alpequeñito. Es dura la cosa aquí.

Esta solidaridad es especialmente impor-tante para aquellas familias cuyo responsableúnico es la madre: condición en la cual identifi-camos a cinco de las catorce familias estudia-das.

Una de estas mujeres jefe de familia noscuenta como funciona la red de vecinos quetiene con la familia de una mujer viuda con treshijos:

- Tengo una amiga que vive aquí, al otrolado, que es muy buena, ella es una buena

12 Gamboa, Nuria; AlIen Cordero. Op. Cit. Cap. 5 (loscasos estudiados a profundidad). Se podrá encontraraquí una caracterización de las 14 familias.

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Las redes de ayuda mutua: mecanismos de sobrevivencja

persona ... ella cuando yo he necesitado. ellasin que yo le pregunte, sin que le vaya a decirnada. me viene y ... con fas güilas les dice:tome. IIévele esto a su mamá ... ella me haayudado mucho. Ella también recibepensión; ella es viuda y ella ... ella también lecuesta. pero ella me dice amí que me cuestamás a mí.

A su vez, ella le corresponde cuidándole loshijos en diversos momentos.

Otros tipos de ayuda existentes son los apo-yos para la VIVIENDA, por lo general en laconstrucción. a través de mano de obra o regalode materiales, así como en la cohabitación pro-piamente, en donde la red asume una granintensidad tanto en la forma como en el tipo deayuda.

En algunos casos se encontró familiaresayudándose en la búsqueda de empleo; sinembargo, este tipo de ayuda suele ocurrir muyfrecuentemente, independiente de las redes,aunque claro está. este tipo de estructurainformal que es la red, posibilita mayores nive-les de comunicación que favorecen el intercam-bio de información.

Se podría continuar conociendo, a través demuchos relatos y muchas páginas más. lasvivencias cotidianas de estos pobladores ba-rriales, su lucha diaria y su compromiso solida-rio con los mismos de su clase, pero extenderíademasiado este trabajo. Por lo demás, creemosque los testimonios restantes no harían másque reiterar. con algunos matices. lo ya dicho 13.

y ya para acercarnos a las conclusiones nosinteresa destacar dos hechos fundamentalesque se derivaron de la investigación:

a) Solo en un caso, muy especial, la ayudamutua es el mecanismo por excelencia quegarantiza la sobrevivencia de un grupo

\3 Gamboa Mora Nuria y Allen Cordero. Op. cit. Cap. 6~Las redes de Ayuda Mutua~.En este capItulo puedeencontrarse una descripción del funcionamiento decada tipo de red.

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familiar. En general todas las familias tie-nen otro tipo de ingresos, que son los queprincipalmente les permite sobrevivir.

b) Asimismo, en ningún caso los ingresosmonetarios que perciben las familias comoproducto del trabajo, de las pensiones. etc.,garantiza el proceso reproductivo. En todoslos casos se usan recursos no mercantiles,a través de las redes de intercambio quefuncionan como complemento y redistri-bución de esos ingresos.

Conclusiones

1. En Costa Rica de modo similar como seha demostrado en países como México yEcuador entre otros, existen y funcionan lasllamadas redes de ayuda mutua. a las que de-finimos como mecanismos de carácter informalcon fines de sobrevivencia que se establecenentre los pobladores de los barrios pobres. Suforma de operación es a través de la cohabi-tación (vivienda compartida) y del intercambio ydonación de bienes (alimentos especialmente)y servicios a los cuales solo se les dota de unvalor de uso, no obstante que dichos bienes yservicios tienen al mismo tiempo un valor decambio en el mercado circundante.

La composición de las redes en su mayoríaes de dos a tres familias. Sin embargo, se pudoconstatar que miembros de estas redes mantie-nen intercambios casuales y esporádicos conotras personas ajenas a las redes. Lo cual nonecesariamente permite establecer otras redesen sentido estricto, ya que se trata más bien derelaciones poco frecuentes e inestables.

Cada individuo o familia de una red puede asu vez mantener relaciones de intercambio conotros miembros o familias fuera de esa red,encontrándose familias que participan en dos otres redes simultáneamente.

Las redes estudiadas han conformado unespacio de relaciones en todo el barrio, inclusohan trascendido los límites físicos de este,alcanzando a otros barrios de San José endonde viven parientes de estas familias.

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2. Los principales factores condicionantesdel surgimiento y desarrollo de las redes de a-yuda mutua están referidos a las relaciones deparentesco, vecindad, una conciencia comúnde la pobreza y la confianza.

a) El parentesco parece jugar un papelfundamental en la constitución y en la dinámicade las redes de ayuda mutua.

Fue posible observar que las relaciones deayuda mutua expresadas a través de estas re-des de intercambio recíproco, se establecenmás corrientemente entre un determinado nú-mero de familias unidas por lazos de parentes-co.

De hecho, ocho de las redes estudiadas co-rresponden a familias emparentadas:

La intensidad de la ayuda mutua definida porla frecuencia, el tipo y la forma que ésta adquie-re, es mucho mayor en las redes de familiasunidas por lazos de parentesco, donde el in-tercambio es de dos a tres veces por semana,llegando incluso a suceder todos los días comoen 1'1caso de la red de familia extensa.

Las redes entre parientes se remontan hasta15 ó 30 años atrás, cubriendo dos o tres gene-raciones, en tanto que los vecinales son más re-cientes, coinciden con el surgimiento del barrio.

b) La cercanía física ofrece la oportunidadreal del intercambio tanto en las redes entreparientes como las vecinales. Sin embargo,este factor tiene un peso mayor aún en lasúltimas. Ante un cambio de residencia, la redentre vecinos se rompe, para dar lugar al sur-gimiento de nuevas redes con otros vecinos. Dehecho la ausencia de parientes en el barrio,provoca el surgimiento y desarrollo de estasredes como la única alternativa verdaderamen-te viable.

c) La discrecíón total es otro elemento quetambién opera muy conscíentemente entre lasfamilias o miembros que realizan el intercam-bio. Hay una valoración recíproca de la sinceri-dad, donde cada quien debe mostrarse tal cuales, sin aparentar ser o tener más.

Solo esta sinceridad que a veces permiteasegurarse discrecionalidad es lo que posibilita

Nuria Gamboa, Allen Cordero

la confianza que es la base de la ayuda mutua.Es por ello que la igualdad socioeconómica

no es suficiente en sí misma para que ocurra elintercambio, es necesario que exista tambiénconfianza.

d) La conciencia de pertenencia social,concretamente, la conciencia de ser pobre y depertenecer a un grupo de similar condición es loque más acerca a la gente entre sí, esta-bleciendo lazos de solidaridad, los cuales tien-den relativamente a contrarrestar las tambiénexistentes relaciones de competencia, tan ca-racterísticas de la sociedad capitalista.

La igualdad socioeconómica en térmínosgenerales, en tanto grupo social, les acerca aúnmás y genera mayor confianza puesto que lasnecesidades padecidas por uno son tambiénlas del otro, loqueprovocaunagran disposiciónpara el intercambio, sin temor a ser rechazadoni criticado.

3. Las redes de ayuda mutua contribuyen ala reproducción de la fuerza de trabajo.

Las relaciones de ayuda mutua no alteranlas relaciones de propiedad, esto es, no modi-tican las relaciones sociales que caracterizan ala sociedad capitalista.

Esto hace que no puedan incidir en alterar eling reso global que recibe el grupo que se re-laciona entre sí.

La ayuda mutua lo que permite es redis-tribuir el ingreso global del grupo, coadyuvandode esta manera a la sobrevivencia del grupo ensu conjunto.

En ningún caso los ingresos monetariospercibidos garantizan el proceso reproductivo,en todas las situaciones estudiadas se usanrecursos no mercantiles, a través de las redesde intercambio recíproco.

Esta afirmación nos permite apuntar lasiguiente conclusión:

4. La superexplotacíón está en la base delfenómeno. Las relaciones de ayuda mutua sedan porque ni el individuo, ni la familia siquiera,tienen asegurada su existencia de acuerdo alos niveles actuales de explotación capitalista.

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Las redes de ayuda mutua: mecanismos de sobre vivencia

Individuos y familias se ven obligados a esta-blecer estas formas de ayuda y solidaridadporque el capital, de manera promedio claroestá, paga la fuerza de trabajo por debajo de sucosto real, esto es, por debajo de su valor deproducción y reproducción. Por esto, desde unpunto de vista objetivo y material, las relacionesde ayuda mutua son convenientes para el capi-tal pues, tienden a abaratar, a subvalorar lafuerza de trabajo, ya que el costo de sureproducción calculado colectivamente esmenor que calculándolo por familia o más aúnpor individuo.

5. La relación entre redes y organizaciónpopular. Desde una óptica organizativa, o sea,valorando las relaciones de ayuda mutua desdeun ángulo político, éstas jue-gan un papel con-tradictorio pues al mismo tiempo que tienden abajarle el valor a la fuerza de trabajo, puedenasumir importantes papeles en la lucha popularen campos como el intercambio y circulacióndela información, recolección y administración delfondo de lucha, compactación del grupo y soli-daridad en general.

En términos generales las redes de ayudamutua son formas organizativas que desarro-llan los sectores populares. Pero se trata de me-canismos adaptativos a las condiciones de ex-plotación y superexplotación a las que estánsometidos estos sectores como parte de laclase obrera.

No necesariamente surgen como formas or-ganizativas contestatarias, aunque pueden ju-gar un papel dinamizador y de fortalecimientode otras formas de lucha social como es la luchaurbana.

6. La mujer; su papel centralizador en lasredes. El papel que tradicionalmente asumenlas mujeres dentro de la unidad doméstica co-mo responsables de la organización y admi-nistración de la economia familiar, implica quesean ellas las que más directamente se veanenfrentadas diariamente a la tarea de alcanzarla subsistencia del grupo tamiliar.

Es por esto que son ellas las que inician es-tos intercambios con otros vecinos y parientes.

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Este papel centralizador e inicial es más evi-dente en las redes que poseen un intercambiomás intenso como son las redes de familiaextensa y de parientes vecinos.

Es la abuela la encargada de organizar y ca-nalizar a través del intercambio, la ayuda entresus hijos y otros familiares.

Juegan a la vez una importante función comoconciliadoras en los conflictos que también es-tán presentes entre las familias que integran lasredes.

Reconocida y destacada ha sido su partici-pación en otras instancias de la vida barrial queles ha posibilitado trascender la esfera domés-tica individual para cubrir un espacio muchomás amplio.

En definitiva, no es posible referirse a laorganización barrial, a la lucha por vivienda, asícomo a la reproducción del grupo social, sinantes hacer mención de la importancia funda-mental que poseen las mujeres dentro de estadinámica.

Son las responsables, así lo demostró estainvestigación, de la creación de lazos de solida-ridad, comunicación barrial; situándolos junto alresto de pobladores que luchan diariamente poralcanzar mejores condiciones de vida.

7. Los alcances del estudio. Si bien nuestroestudio tomó su material empírico de un solobarrio y concretamente de catorce familias,somos de la opinión de que las relaciones deayuda mutua son una constante general en lavida de los trabajadores, de acuerdo a las con-diciones actuales de superexplotación. Estu-dios anteriormente realizados sobre la pro-pagación de la familia extensa y sobre la luchapor la vivienda, lanzan algunos indicativosacerca de que las relaciones abordadas ennuestro estudio son generales. Por otra parte, siaceptamos que la pobreza imperante en CostaRica es cada vez más similar a la prevalecienteen el conjunto de América Latina, y siendo queallí se han detectado estas formas de soli-daridad, podemos concluir, si bien aún de unamanera ciertamente deductiva, que es de espe-rar que en Costa Rica se opere el mismo fenó-meno, como justamente lo demuestra este es-tudio para el caso del barrio.

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Blbllogralla

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Gamboa, Nuria y Allen Cordero. "Las redes deayuda mutua como mecanismos de sobre-vivencia de los sectores urbanos empobre-cidos" (Tesis para optar al grado de Licen-ciatura en Sociología U.C.R., San José,Costa Rica) 1989.

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Elecciones en Nicaragua:una visión desde Costa Rica

Francisco J. Enríquez Solano

Resumen

El presente articulo analizael proceso electoral que se lleva a caboen Nicaragua. Para ello se ha partidode un enfoque diferente, del utilizadopor los medios de publicidad,asi como del que ha sido presentadopor ciertos políticos y funcionariosdel Gobierno,a la opinión popular costarricense.

Se describe la forma cómose ha estructurado el sistemaelectoral nicaragüense, partiendode la comparación con los mecanismoselectorales que se dan en otros paises,especialmente en Costa Rica.

El autor persigue que, por ese medio,sea posible comprender que cada puebloelige su propio procesohacia la democracia.El lector tendrámás elementos de juicio para analizarla forma como los Sandinistashan organizado las elecciones,a pesar de la agresión,y como, han ejecutadoalgunos mecanismos electoralesmucho más democráticosque los existentes en otros paises.

Ciencias Sociales 44: 81-91, 1989

POLEMICA

-Estoy satisfecho de que en Nicaragua S9hayan acallado las ametralladoras. perono estoy complacido con las leyes que el

gobierno de Managua avaló...•Osear Arias (6.7-89)

aJuzgando todo el mundo hace de Dios:esto es bueno o es maJo.

Pascal

"Todo será mejo,.FSLN

Introducción

El historiador Marc Bloch afirma que muchasveces:

Se olvida que un juicio de valorno tiene razónde ser sino como preparación de un aeta ysolo posee sentido en relación con unsistema de relaciones morales debidamenteaceptadas' .

Eso es lo que mucha gente no toma encuenta a la hora de analizar el proceso electoralnicara güense; y se pretende trasladar mecáni-camente a ese país la estructura democráticacostarricense o sus mecanismos electorales.

Muchas personas juzgan como deficiente alproceso electoral que se está efectuando enNicaragua, vaticinando desde ya, de maneraantojadiza, que el Frente Sandinista de li-beración Nacional FSLN, cometerá un granfraude. Sin embargo, como decía Bloch, lo que

, Bloch, Marc. Apología de la historia. La Habana. Ed. deCiencias Sociales. 1971, p. 179.

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hace falta es comprender cada situación en ellugar y en el momento en que se genera.

De ahí que es menester, analizar algunosmecanismos electorales de Nicaragua com-parados con los de otros paises, especialmenteCosfa Rica. Ello permifirá demostrar la voluntadde los sandinistas por organizar una justa elec-toral limpia con características másdemocráticas que las imperantes en muchosotros paises de América Latina.

Para comprender la dinámica electoral en laNicaragua actual, se hace necesario remon-tarse a las elecciones de 1984, que fueron lasprimeras que se realizaron en la NicaraguaSandi nista.

1, Elecciones de 1964 ¿un sacrificioinnecesario?

Para Edelberto Torres:

La historia electoral de Nicaragua, como lade tantos otros paises de América Latina, noexhibe ni un progreso continuo y ascendenteen la participación popular, ni hubo irreversi-bles de afirmación democrática2

Según este autor, las elecciones que seefectuaban en Nicaragua no democratizaban laestructura de poder. De manera que si bien latradición electoral estuvo presente en la historianicaragüense, ésta no se hizo acompañar de latradición democrática. Las elecciones eran unsimple ritual, donde el pueblo como espectadorparticipaba más por temor que por concienciade su soberania. La corrupción, el fraude y lamanipulación presentes hasta la última justaelectoral somocista, generaron en el pueblogran desconfianza en los procesos electorales.

Sin embargo, las elecciones de 1984 seconvirtieron en las primeras elecciones libresde la historia de Nicaragua. El pueblo votólibremente y eligió a sus candidatos a la Presi-dencia, Asamblea Legislativa y Asamblea

2 Torres Rivas, Edelberto. Centro América. La democra-cia posible. San José: EDUCA. 1987. P. 77.

Francisco Enríquez

Constituyente. La pureza de las mismas fueratificada por gran cantidad de observadoresinternacionales y un gran número de partidosparticiparon por primera vez en una justa elec-toral, en cuenta el Frente Sandinista que notenia experiencia en este campo.

Lo más excepcional de estas elecciones esque se hicieron en un marco de guerra generali-zado. Donde Estados Unidos y sus aliados sehabían jugado la carta de la guerra y no le dabanninguna validez a este proceso electoral. De ahíque para los sandinistas que habían legitimadosu poder en el gigantesco respaldo popularobtenido en 1979, este proceso significaba unsacrificio y un riesgo. Sin embargo, necesitabandemostrarle a la opinión internacional, espe-cialmente a sus amigos de Occidente, que suproceso revolucionario era democrático y quecontaba con el apoyo popular.

El descenso en el nivel de vida provocadopor la agresión, así como las contradicciones ylos errores que se dieron en varios campos delgobierno sandinista fue aprovechado por laoposición.

Existían varios partidos, pero la Coordina-dora Democrática se habla convertido en elprincipal baluarte de la oposición. Aunque supráctica demostró que era "un gigante en lointernacional con pies de barro en lo nacional".Con todo el apoyo de la administración Reagany de sus aliados internacionales, esta agru-pación no logró aglutinar a todos los sectoresantisandinistas. Pronto se percató de que nogozaba del favor popular, por lo que decidióretirarse del proceso electoral. Alegando de an-temano que las elecciones serían fraudulentas,llamó al pueblo a la abstención para desligiti marel proceso. Sin embargo, los otros partidosopositores y los votantes se encargaron dedemostrar la legitimidad del mismo.

La población participó en forma mayoritaria,pues a pesar de que el voto no era obligatorio,sufragó el 75.4 por ciento de los electoresinscritos, produciéndose una abstención de24.6 por ciento (muy similar a las elecciones de1982 en Costa Rica con 21.40 por ciento).Participaron siete partidos y el Frente Sandi-nista (FSLN) obtuvo el 67 por ciento de los

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vOloS, mientras que su más inmediato seguidorobtuvo el14 por ciento de los mismos'.

La derrota de la contrarrevolución y por endede los EUA en esta justa electoral fue doble,porque aparte de que el pueblo no atendió sumensaje, el proyecto socialista del sandinismose legitimó con los mecanismos electoralespropios de la democracia occidental.

Lo significativo de estas elecciones es que apartir de ellas la periodicidad electoral y elpluripartidismo se aceptó como algo intrínsecoa la Revolución Sandinista, al decir del Coman,dante Tomás Borge:

de pronto nos hemos dado cuenta que losinstrumentos de la democracia tradicionalvalen en manos de los revolucionarios '.

2. Elecciones de 1990consolidación de la democracia

El proceso iniciado con las elecciones de1984, así como los acuerdos de: Esquipulas,Siln José, Sapoá, Costa del Sol y Tela; consti-tuyen el marco bajo el cual se desenvuelve elactual proceso nicaragüense con miras a laselecciones de 1990.

Al igual que las elecciones de 1984, éstas sedarán bajo una gran presión externa:

... éstas son las elecciones más supervisa-das de América Latina y serán lambién lasmás competitivas. Ni en Chile, con la candi-datura de Al/ende, se jugó lanto en un proce-so elecloral. Nunca en ningún país de Amé-rica Latina, se jugó tanto en una elección,como ésta de Nicaragua5

Está en juego el continuar con el procesorevolucionario sandinista, o la destrucción delmismo y con ello ia vueila al pasado. Voceros

3 Ibid. p. 186.

.• Universidad, 2 de junio de 1989, p. 15.

5 Universidad, 6 de octubre de 1989, p. 18..

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de la contra y de la UNO, no han perdido opor-tunidad para evidenciar que su objetivo deganar las elecciones, es desmantelar al EstadoSandinista'. E U A. consciente de lo anterior hacontinuado propiciando la agresión, la cuái esmenos virulenta en lo militar'.

También como en 1984, se nota una graningerencia externa en la organización y el finan-ciamiento de la oposición, sobre todo por partede E U A Yde algunos de sus países aliados'.Sin embargo, similar a aquella ocasión, algunosdirigentes opositores al ver la imposibilidad dederrotar al sandinismo, recurren a los mismosargumentos de falla de garantías y a lagestación de un fraude, dejando abierta laposibilidad de retirarse del proceso electoral'.

En Costa del Sol (El Salvador, febrero de1989) el gobierno sandinista propuso adelantarlas elecciones y se comprometió a reformar laley electoral y la ley de medios. Por lo que sehace imprescindible analizar como ha idocumpliendo esos acuerdos.

6 Cfr. "Nicaragua hoy~. En: La Nación. 3 de junio de 1989página No. 3; "Plan de gobiemo de la U N O R, En:Centro América hoy. 13 de setiembre de 1969. No. 27.p.p. 10-11.

7 "E U A económicamente a NicasR• En: La Nación. 14 de

agosto de 1989. página No. 22A.

$ Las reuniones del Presidente Arias con los lideres de laOposición y el papel del embajador Ayales en Managuavan en ese sentido. Aspectos de esa ingerencia seobserva en la forma que la contra maneja las declara-ciones de Arias (Nicaragua Hoy No. 213, p. 3) Y en lacritica que hace el candidato Fournier a la forma comose han manejado las relaciones con Nicaragua enBarricada del 1 de mayo de 1989, p. 4. Como resultadode esa ingerencia de Costa Rica en meses pasadoshubo presiones en Managua para declarar non grato alembajador Ayales. También los sandinistas le hanreclamado enérgicamente a Arias su ingerencia enmateria electoral. En: La Nación, 10 de junio de 1989,página No. 6A. y La Nación, 7 de octubre de 1989,página No. 6 A). Por su parte EUA no ha ocultado susintereses por ayudar económicamente a la U N O, Y sediscute en el Congreso Norteamericano esta ayuda enLa Nación, 4 de octubre de 1989; Esta Semana del 29de seliembre al 5 de octubre de 1989, p. 10).

9 Cfr. Wicaragua Hoy~. No. 211, No. 212, No. 215 y de-claraciones del Canciller Madrigal Nieto en Caraeas.En: La Nación. 14 de junio de 1989 página No. 6 A". Ni.caragua hoy~. En: La Nación. 7-10-89, y La Nación. 22de setiembre de 1989, p. 16A.

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El presidente Ortega envió el proyecto dereformas electorales a la Asamblea Nacional yésta lo aprobó el 21 de abril. Sin embargo, el 4de agosto el presidente se reunió con represen-tantes de los 21 partidos que existen en Nicara-gua y llegó a una serie de acuerdos con losmismos. Ello implicó que de nuevo se reforma-ron algunos artículos de la Ley Electoral y seimplementaron mecanismos que vienen a ga-rantizar la participación en los términos que lospedia la oposición. Cabe mencionar, que esteacuerdo fue un triunfo para el sandinismo, puesle permitió llegar a la reunión de presidentes enTela (Honduras, 6 de agosto) con una carta quedescalabró las estrategias de los otros países.Por primera vez, desde que se ejecutan estasreuniones, los dedos dejaron de apuntar haciaNicaragua y se volcaron hacia la contra, tal ycomo lo propuso el gobierno sandinista".

Los mecanismos electorales, sobre los quehan girado las polémicas, acuerdos y reformasson: el Consejo Supremo Electoral, laorganización electoral, los partidos politicos, elfinanciamiento, la propaganda y los medios dela comunicación.

2.1. Consejo supremo electoral

El artículo uno plantea que el Consejo Supre-mo Electoral estará integrado por cinco magis-trados elegidos por la Asamblea Nacional conbase en las ternas propuestas por el Presidentede la República. A la vez, la Asamblea elige alpresidente entre los magistrados electos. Dosde los magistrados de las ternas deben de sertomados de las listas que envían los partidos deoposición que tienen personalidad jurídica.Este método fue cuestionado por la oposiciónalegando que privilegia la posición partidaristaen un tribunal electoral, el cual pierde así sucarácter neutral. Por lo que pedía su rees-tructuración ". Aunque en el acuerdo multipar-

10 Centro América Hoy. No. 26. 20 de agoslo de 1989, pp., - 12.

11 Clr. Nicaragua Hoy, No. 212. No. 214, y La Nación. 24de junio de 1989 .. p. 6A.

Francisco Enrfquez

tidario del4 de agosto no consiguió el propósitomencionado, los sandinistas estuvieronanuentes a buscar un mayor equilibrio en estainstancia, por lo que se creó un cuerpoconsultivo compuesto por siete miembros es.cogidos en forma pluralista.

Este cuestionamiento a la filiación politica delos miembros del máximo organismo electoralnicaragüense, esgrimido por los opositores alsandinismo pierde peso al ver como en otrospaises se da la misma situación. Así, según unestudio comparativo hecho por la Biblioteca delCongreso de EUA 12, en otros países comoVenezuela y Chile se permite la afiliaciónpolitica de los miembros del Tribunal. Tambiénen Venezuela los partidos politicos participandirectamente a la hora de proponer los candida-tos al Consejo Electoral y al igual que en Gua.temala, el Congreso es el que designa a losmagistrados, de ahí que Nicaragua no es unaexcepción. En Costa Rica es el Poder Judicialel que los designa. Pues se parte del principiode neutralidad e independencia politica. Pero siuno analiza la mecánica constitucional costarri-cense se da cuenta que la participación de lospartidos está tras bambalinas y que de una uotra manera, se toma en cuenta la filiaciónpolitica de las personas que aspiran a los car-gos. Para nadie es un secreto que durantemuchos af'\os el Partido Liberación Nacional hadominado la Asamblea Legislativa, y es ésta laque nombra a los Magistrados del Poder Judi-cial, que en su gran mayoría son Iiberacionis-tas'3. A su vez la Corte nombra a los Magistra-dos del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE)que también en su gran mayoría son liberacio-nistas. Este balance favorable al Iiberacio-nismo se puso de manifiesto en la campaf'\a

12 Biblioteca del Congreso de EUA. ~Ley Electoral deNicaragua más amplia que otras de América Latina~.(reprod. del Washington Post del 20 de mayo de 1989).Libertad, 15 de junio de 1989. p.8.

13 Herrera, Luis. "Bipartidismo y democracia en PoderJudicial~.Universidad. 23 de junio de 1989. p. 5. Ver laforma como se nombraron los Magistrados de [a Sala IVde la Corte Suprema de Justicia en la prensa de agostode 1989.

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Elecciones en Nicaragua: Una visión desde Costa Rica

electoral pasada cuando el TSE se opuso a quese utilizara el término corrupción como tema decampafla.

2.2. Organlzacl6n electoral

Los articulos del dos al siete de la reforma ala ley electoral enfocan la organización delproceso electoral. Para ello, se crearon nueveConsejos Electorales (uno por cada Departa-mento), que dependen del Consejo SuperiorElectoral, integrados también de manera plura-lista. A su vez los miembros de la Junta Recep-tora de Votos de cada región son nombradosporel respectivo Consejo Electoral, nombrandoal Presidente y a otro miembro, mientras que untercer miembro lo debe escoger de las propues-tas que hagan los partidos de la oposición.

Este mecanismo ha sido cuestionado por laoposición que alega estar en desventaja de dosa uno en cada mesa. Sin embargo, cada partidotiene derecho a nombrar sus fiscales ante todaslas instancias electorales. Estos tienen losmismos derechos que contempla el CódigoElectoral Costarricense para sus similares'"

El sistema de registro electoral se da paracada elección, pues por efectos de la guerra nose ha podido establecer un sistema deidentificación único como el que existe en CostaRica. De ahí que cada ciudadano para podervotar debe inscribirse previamente, en elperíodo que fija el Consejo Supremo Electoral(en este caso se habilitaron los cuatro domin-gos del mes de octubre). La inscripción esobligatoria, (no así el derecho al voto), se haceante la Junta Receptora de Votos del lugardonde vive cada ciudadano y en la cual deberávotar el día de las elecciones. Sólo los miem-bros de las Fuerzasde Defensa y Seguridad, seinscriben en el lugar donde prestan servicios.Los nicaragüenses que se encuentran en elexterior de manera transitoria pueden inscribir-se en los respectivos consulados, pero para

u Cfr. Asamblea Nacional de la República de Nicaragua.Ley No. 56. Reformas a la Ley Electoral, 21 de abril de1989. Tribunal Supremo de Elecciones de Costa Rica.Código Electoral.

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votar deben hacerlo en la Junta Receptora deVotos que les corresponde en su país. Los con-tras que se acojan al plan de desmovilizaciónpueden participar con todas las garantías(Artículo 19, Ley Electoral).

Aceptada la inscripción, la Junta registra alciudadano en el Catálogo de Electores (padrón)y le entrega un documento denominado LibretaCívica (cédula), que le acredita como elector eldía de las votaciones. Es delito electoral, seve-ramente castigado, el pretender inscribirse ovotar más de una vez. De ahí el papel de losfiscales y el derect10 de impugnación que tienenlos partidos politicos ante el Consejo Electoralcorrespondiente.

Este proceso de inscripción, es la etapa másimportante del proceso electoral, a tal puntoque el presidente Arias ha manifestado que laselecciones nicaragüenses se deciden en oc-tubre. Por su parte los antisandinistas tambiéntienen depositados todos sus esfuerzos en estaetapa y consideran que con la inscripción del70% de los posibles votantes la elección estásegura para la U N 015. A su vez el ConsejoSupremo Electoral emprendió una campaflacívica por todos los medios de comunicación,con el objeto de hacer conciencia en los ciuda-danos de la necesidad de inscribirse y de votar.En Nicaragua se tiene el derecho al voto a partirde los dieciséis aflos.

Aunque este proceso der inscripción aparen-temente, es engorroso, ya demo.stró ser eficazen las elecciones de 1984. Pues aparte de quese pudo saber con precisión cual es el númerode elecotres, dotó a los mismos de unaidentificación adecuada para el día de loscomicios. Conlleva una práctica democráticasana, los ciudadanos al votar en su vecindarioconocen a los miembros de mesa y éstos a losmismos, con lo que se evita cualquier actitudfraudulenta. Además se adquiere másconcien-

15 Cfr. Capelo El Registro electoral sobre América Latina.Memoria, San José, 1988 y Dicter Nohlen. La Reformaelectoral en América Latina. Capel, San José, 1987.MNicaragüenses octubre es decisivoft

• La Nación. 22 desetiembre de 1989, p. l6A.

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cia cívica, pues se debe concurrir en dos oca-siones diferentes ante la misma Junta Recepto-ra de Votos (la suscripción y la votación).

Algunos de los aspectos antes mencionadoshan sido cuestionados por la oposición y poralgunos sectores del gobierno de Costa Rica 16.En lo que más se recalca es en la supuestaparcialización de las Juntas, la carencia de unpadrón general, la no existencia de cédula deidentidad, la imposibilidad de votar en el extran-jero y el sufragio por parte de los militares.Aunque los tres primeros ele'mentos (Juntas,padrón y cédula) son los aspectos más débilesy deficitarios del proceso electoralnicaragüense, existen algunos mecanismospor medio de los cuales los fiscales de lospartidos" y los observadores internacionalespodrán determinar si se dan en el procesoirregularidades. Cabe agregar, que aexcepción de Costa Rica y unos pocos paises,en Latinoamérica se presentan esos mismosproblemas en el proceso electora!,6. Como sesabe todo proceso electoral es muy costoso y lasituación económica de Nicaragua no da paradespilfarrar el dinero, por lo que si bien sepuede esperar que en un futuro el proceso seperfeccione, lo que deben hacer los paises escolaborar con el mismo tal y como lo pidentodos los partidos nicaragüenses. Así la"República Federal Alemana dispuso donar 10millones de dólares en papeletas no falsifica-bies y computadoras"".

En cuanto al voto de los militares según elinforme de la Biblioteca del Congreso de EUAsolo en "Chile, Costa Rica y Nicaragua sepermite votar a los militares"''', lo mismo sucedeen EUA y otros países de Europa por lo que ese

'6efr. Nicaragua Hoy. No. 211 página No. 1. No. 213, p. 3,No. 214. p. 3. No. 215. página No. 1.

17 Cfr. Acuerdo multipartidario del4 y 5 de agosto. CentroAmérica Hoy. No. 26,20 de agosto de 1989.

18 Ver cita No. 15.

19 Nuevo Diario, 4 de junio de 1989, p. 1.

20 Biblioteca del Congreso de EUA. Op. Cil.

Francisco Enríquez

no es un criterio para deslegitimar el proceso.Tampoco es válido el argumento de que losmilitares no deben votar por ser partidarios delsandinismo. Si se aplicara la misma lógica, enCosta Rica la Guardia Civil y Rural no podríaparticipar, pues sus miembros en su mayoríason militantes del Partido Liberación Nacional(PLN), responden a esta línea partidista y por lotanto no son neutrales. Sobre la petición de laoposición, de que los nicaragüenses que vivenen el extranjero, puedan votar en los paísesdonde residen sín desplazarse a Nicaragua.Basta decir que en países como Costa Rica ellono es permitido.

2.3. Un sistema plurlpartldlsta

La inscripción de partidos se hace entre unorganismo independiente al Consejo Electoralque es denomínado Consejo de PartidosPoliticos. Para inscribirse se requiere única-mente que el partido tenga conformado el direc-torio nacional y un directorio para cada uno delos nueve departamentos electorales. En cam-bio, en Costa Rica se requiere entre otras cosaspresentar una lista de 30.000 adhesiones deelectores inscritos en el Registro Civil.

De acuerdo a la Ley Electoral nicaragüense,un partido político pierde su personería jurídicasÓlo cuando no participa en las eleccionessiguientes. En cambio, en Costa Rica se exigeque un partido obtenga cierta proporcíón devotos en las elecciones generales, sino alcanzadicha proporción pierde su personería, meca-nismo que va en detrimento de los partidospequenos. Incluso, el artículo 96 de la Cons-titución Política Costarricense, que se refiere ala deuda política adelantada, funciona como unIimitante antidemocrático, pues si un partido enla elección anterior obtuvo el 5% de los votostiene derecho adeuda política adelantada, perosi en la siguiente obtíene menos del 5% debedevolver el dinero que se le dio y se le desin-scribe hasta que pague la deuda.

En Nicaragua no existe restricciónideológica para la participación de los partidos,en cambio en otros países esto si se da, porejemplo en Costa Rica esta prohibida la

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participación electoral de cualquier partido quelleve el nombre de comunista.

En Nicaragua se ha instaurado un sistemapluripartidista, y los detractores del sandinismono se quejan de la falta de condiciones para laexistencia de partidos políticos sino del excesode partidos ". Hasta el mes de agosto habianveintidós partidos con personería jurídica".Eso hace que en Nicaragua hoy dia exista unabanico ideológico que va desde la extremaizquierda a la extrema derecha, agrupados enseis bloques ideológicos que se dividen en unaserie de partidos, asi los conservadores sedividen en cuatro partidos, los social demó-cratas en tres, la izquierda en seis, los socialcristianos en cuatro, los liberales en tres y hastalos que buscan volver a la unión centroamerica-na tienen dos grupos". Un grupo de 14 partidosde oposición llamado "grupo de tos catorce"conformó la coalición Unión Nacionat Opo-sitora (UNO). Las contradicciones y diferenciasen el seno de esta heterogénea coalición hansido públicas y notorias, como fue el caso de laelección de Violeta Barrios, Virgilio Godoycomo candidatos presidenciales'" La UNOproclama un triunfo arrollador sobre el FS L N,cuenta con fuerte apoyo externo y continúaagitando la campaña de que en Nicaragua noexisten condiciones para comicios libres. Sinembargo, participan de todas las instancias queofrece la Ley Etectoral y tienen libertad deacción en igualdad de condiciones a los otrospartidos. Así mismo sus dirigentes, muchos delos cuales regresaron det exilio, pueden par-ticipar activa y libremente portodo el país. Tam-bién la inscripción de etectores ha transcurridoen forma normal. Esos elementos han sidoconstatados por los observadores interna-

21 Cfr. La Nación, 10 de junio de 1989, página No. 14 A.Y Nicaragua Hoy No .. 211 página No. 2, No. 213, p.1,

22 Cfr. Centro América Hoy. No. 26. 20de agostada 1984.pp. No. 10-11,

23 /BIO. No. 23. 7de junio de 1989, pp. No. 10-13.

2. IBlo., No. 27,1300 setiembre de 1989, pp No.l0-11.

cionales que hasta el momento han rendido undictamen positivo del proceso electoral.

A pesar de que a nivel internacional se pro-paga la imagen de la UNO como única fuerzaelectoral opositora, hasta el 11 de setiembreseis partidos opositores habían inscrito suscandidatos presidenciales ante el ConsejoElectoral". Ello representa un serio revés paralos que impulsaban la idea de conformar un sólobloque opositor antisandinista.

Otra de tas críticas at proceso electoratnicaragüense, han sido los plazos, así en unprincipio se pedía hacer elecciones to máspronto posible. Pero una vez que el GobiernoSandinista propuso adelantar la fecha en Costadel Sol, los mismos miembros de la oposiciónalegaron que esta fecha les resultaba inconve-niente y que era mejor mantener la prevista enla Constitución26. En el artículo 13 de la reformaa la Ley Electoral se plantea que a partir del 25de abril hasta el 25 de agosto los partídospueden prepararse, organizarse y movilizarse.En esta etapa pueden hacer manifestacionespúblicas con autorización previa de las autori-dades, es así que con la mayor libertad, laprimera manifestación de opositores se llevó acabo el26 de mayo''. Del 25 de agosto al 21 defebrero se desarrollará la campaña electoratcon los partidos inscritos, en este períodopodrán haber manifestaciones públicas sinautorización previa de las autoridades y sóloexisten las restricciones del caso para mante-ner el orden al igual que en otros paises. Cabemencionar, que en Costa Rica el artículo 79 delCódigo Electoral sel'iala que las manifestacio-nes públicas se pueden hacer solamente dosmesesantesde las elecciones. Por ello, afirmarque en Nicaragua se dispone de poco tiempopara el proselttismo y la propaganda es unafalacia. Llama la atención que mientras en

25 IBID. página No. 13.

26 Cfr. -Nicaragua Hoy~. La Nación. mes de febrero de1989.

27 IBID. 3 de junio de 1989. p NO.l.

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Costa Rica los dos partidos mayoritarios acor-daron acortar la campa tia electoral para aho-rrarle costos al país: a Nícaragua con unacondición económica deplorable se le quiereexigirque la amplíe. Otro plazo cuestionado porla oposición, corno el de la toma de posesión delpresidente, fue modificado en la reunión de lospartidos, en agosto. De ahí que independiente-mente de quien gane en febrero del90 la tomala posesión se hará 60 días después.

2.4. El financiamiento:un aporte Innovador electoral

Un aspecto muy interesante del procesoelectoral nicaragüense es el financiamiento dela campatia, para lo cual se dispuso la creaciónde un fondo para la democracia que permite lascontribuciones del exterior a los partidospolíticos

... que será distribuidos a razón de la mitadpara el partido político al cual están destina-dos y la otra mitad será utilizada para pagargastos generales de las elecciones2 •.

Lo sano de esta modalidad de financiamien-to es que los recursos externos no son determi-nantes para inclinar una balanza por determina-do partido. También, la Fundación Nacionalpara la Democracia (norteamericana) ha veni-do financiando a los partidos que conforman laUNO. Recientemente, un comité del Congresode E U A aprobó un plan del presidente Bushpara ayudar con $9 millones a la UNO ".Aparte de ello el artículo 14 de la Ley de

Reforma Electoral se refiere al financiamientoestatal donde se distribuye un 50% por sumasiguales para los partidos que tuvieran candidatoinscrito (esto es un aspecto muy democráticoporque cubre hasta los más pequetios sin nin-guna diferencia). El otro 50% se distribuyeproporcionalmente, según el número de votos

2& Biblioteca del Congreso de EUA. op. Cil.

29 La Nación. 4 de octubre de 1989. p No. 28A.

Francisco Enr/quez

que obtuvo cada partido en las elecciones an-teriores (1984).Este último aspecto funciona parecido a la

deuda poiítica adelantada en Costa Rica, perocon la salvedad que en Nicaragua el finan-ciamiento es para todos los partidos que partici-paron, en cambio en Costa Rica se le otorgasólo a los que sobrepasen el 5% de los su-fragios.Por los intereses que están en juego en esta

campatia el financiamiento externo va a sercuantioso, así la organización norteamericana"The National Endument for Democracy" pre-vee apoyar a la oposición con dos millones dedólares. Por su parte la Internacional Demó-crata Cristiana ofreció apoyo a una de las frac-ciones del Partido Social CristianoJO•Otro aspecto sano y democrático de la forma

en que se financia la campa tia nicaragüense esel Fondo para la democracia administrada porel CS E de Nicaragua se puede saber de dóndeprovienen los recursos. Así resulta difícil que elnarcotráfico y otros intereses corruptos puedancontribuir con el afán de lograr después algúnbeneficio. Situación que en forma bochomosase ha dado en Costa Rica, pues como lo aceptóel presidente Arias al decir;

...gente involucrada con el narcotráfico siparticipó en mi campaila y yo lo lamentomucho, porque siyo hubiera sabido quiéneseran, obviamente no hubiera aceptado esedinero. Aquí a ningun contribuyente se lepreguntad como hizo su dinero, simplemen-te se acepta su contribuciór¡3'.

Lo mismo ha sucedido con los candidatos yotros políticos de los partidos mayoritarios.

30 CSUCA, Centro América Hoy. No. 22. 17 de mayo de1989. página No. 9 y No. 27. 13 de setiembre de 1989,pp. NO.13.14.

31 La Nación 4-10-89 página No. No. 28A. La República.23 de junio de 1989, p. No. 2A. y La Nación 23 de juniode 1989, pp. No. 4.5A.

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2.5. Propaganda y medios de comunicación:

Muy ligado al sistema de financiamiento, lareforma electoral nicaragüense preve e el libreacceso a los medios de comunicación del esta-do, para todos los partidos que presenten can-didatos a presidente; Asamblea Nacional yMunicipalidades. Así cada partido dispondrá de30 minutos diarios en un 'canal de televisiónestatal y 45 minutos diarios en cada emisoraradial dei Estado, las emisoras privadas estánobligadas a contratar con cada partido cincominutos diarios. Los medios escritos tambiéndeben otorgar espacio a todos los partidos paraexponer sus ideas y programas. Los costos soncubiertos para el Consejo de Elecciones con losfondos antes descritos y el financiamiento esta-tal. En cambio en Costa Rica, cada partido debefinanciar su propaganda escrita, radial y en lastelevisoras privadas. En éstos últimos, sólo sepermiten diez minutos por partido. De ahí quelos partidos peque~os han pianteado como enCosta Rica debe ponerse un mecanismo definanciación similar al nicaragüense, ya queresulta más democrático y menos oneroso parael país.

Sobre la propaganda y los medios decomunicación la oposición critica el que no se lehaya dado un canal privado de televisión. Ellono constituye una medida antidemocrática.Pues en muchos paises occidentales no sepermite la televisión privada o se encuentramuy restringida. Otro aspecto que alegan esque el Gobierno Sandinista se va a servir de losrecursos del Estado para hacer propaganda asu favor. Aunque en el acuerdo de los partidoscon el Frente se llegó a algunos compromisos,esa situación es difícil de evitar en cualquierparte del mundo. En Costa Rica en todas lascampa~as surge el tema y se comprueba lasituación con hechos concretos. Un paso másen el cumplimiento a los acuerdos de Costa DelSol y los contraídos con los partidos deoposición es la aprobación que hizo el Parla-mento Nicaragüense el 26 de setiembre a lasreformas a la Ley de Prensa que envió elPresidente Ortega. Según la misma el ConsejoSupremo Electoral asume la facuitad de aplicar

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la legislación, pero sólo en asuntos de sucompetencia, durante el periodo electoral. ElCSE emitirá un reglamento de "ética moral" queregulará el comportamiento de los lideres de lospartidos durante el proceso electoral. Si se daalguna violación a esta disposición, los afecta-dos podrán solicitar recursos de revisión ante elCSE y no a la Dirección de Medios de Comu-nicación del Ministerio del Interior, como estabaestablecido antes".

Los artículos 16, 17, 18 Y20 de las Reformasa la Ley Electoral se refieren a la elecciónporporcional para elegir representantes alCongreso y las municipalidades (al igual que enCosta Rica) y ello de acuerdo al informe de laBiblioteca del Congreso de EUA ya citado:

...es elemento tecnicoclave que permitiría larepresentación de los partidos minoritarios ypermitiría eventualmente la alternancia en elcontrol de las estructuras del gobiernd"'.

2.6. Criterios sobre el proceso electoralen Nicaragua

En declaraciones a su arribo a San José elVicepresidente Quayle dijo que Nicaraguacontinauría aislada mientras viole el acuerdo dedemocratización34. Por su parte el presidenteBush se opuso a un diálogo directo propuestopor Ortega hasta que se cumplan ciertas condi-ciones, tales como que hayan elecciones libres". A su vez el canciller costarricense hacía ecode esta posición al manifestar en Caracas que:

... el proceso nicaragüense no ofrece garan-tías porque unas 70 enmiendas a la LeyElectoral, expuestas por los partidos de

32 La Nación, 27 de setiembre de 1989, p. NO.18A.

33 Biblioteca del Congreso de EUA. Op. Cil.

3. La Nación, 14 de junio de 1989, p. No. 4A.

J!> "Bush pone condicjones~. Nicaragua Hoy. 24 de juniode 1989, p. No. 1.

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oposición, fueron desestimadas por habersepresentado tardiamente y otros defectosJS.

Criterios similares ha vertido el presidenteArias y otros políticos costarricenses. Esascríticas responden a una fana de objetividad y auna manipulación de la sijuación electoralnicaragüense para deslegitimar a nivel interna-cional ai Gobierno sandinista y favorecer a laoposición. Pues si se analiza objetivamente elproceso electoral se tiene que llegar a la mismaconclusión que el informe de la Biblioteca delCongreso al decir:

El sistema electoral nicaragüense, tal comofue enmendado por la Ley No. 56, parecemejorar técnicamente las condiciones quepermitirán el establecimiento de un sistemapolítico pluralista que tiene múltiples partidosy garantiza el derecho de los partidos deOposición a funcionar 37.

También, es significativo el criterio de CarlosFiguereido, que encabeza la delegación delConsejo Supremo Electoral Venezolano comi-sionada por el presidente Carlos A. Pérez parala asesoría de las elecciones nicaragüenses. Elseñor Figuereido manifestó:

... el Gobierno nicaragüense está garantizan-do la realización de un proceso electoral librey democrático, y no creo que en Nicaraguaesté planteada la posibilidad de fraude,aunque es inevitable hablar de ello inclusoen países con una larga tradición demo-crática, pues en pocas circunstancias el serhumano admite la posibilidad de perde""

Cabe mencionar que el organismo elecotralvenezolano abrió una oficina en Managua para

36 La Nación, 24 de junio de 1989., p. NO.6A.

37 Biblioteca del Congreso de EUA. Op. Cil.

3lI .Misión venezolana afirma que elecciones en Nicara-gua serán libres y democráticas", Libertad. No. 1322. 1de junio de 1989, p. No. 9.

Francisco Enrfquez

asersorar técnicamente todo el proceso electo-ral hasta su conclusión en febrero de 1990.

Por otra parte, el Secretario General de laOEA Joa Baena Soáres, indicó:

... Ia nueva legislación mejora las condi-ciones hasta entonces existentes para lacelebración del proceso electoral. Hay sinembargo, algunos aspectos de la imple-mentación de esos textos que son más im-portantes que el texto mismo. Pero miobservación hasta ahora me lleva a concluirque con los perfeCCionamientos que la pro-pia práctica de los debates entre el gobiernoy la oposición que participa en este procesoelectoral van a indicar. Es posible tener enNicaragua un proceso electoral que sea ab-solutamente limpio y objetivo, dentro de íospatrones latinoamericanos del ejercicio elec-toral y de un proceso democrático 39.

El Gobierno sandinista ha invitado a canti-dad de observadores internacionales que su-pervisaron el proceso. Ningún país ha hechoesto, de ahí que /a O N U Y la O E A participanpor primera vez en un proceso de este tipo. Enrealidad, es el criterio de estos observadores elque debe de privar para un juicio certero de laselecciones en Nicaragua .

Conclusión

Con ei presente trabajo hemos pretendidodemostrar que en Nicaragua se está constru-yendo un tipo de democracia diferente al cos-tarricense y a las "democracias de tachada" delresto de Centro Améríca. Una democracia quese forja día a día al calor de la lucha, donde elpueblo participa activamente y el FSLN condu-ce /a revolución de acuerdo a la especificidadnicaragüense y a las condicíones que durantecasi diez años de agresión ha tenido que en-frentar. Dentro de ese marco esque hemos pre-tendido dejar claro que el proceso electoral

39 Universidad 8 de setiembre de 1989, p. No. 23.

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Elecciones en Nicaragua: Una visión desde Costa Rica

nicaragüense se ajusta a lo estipulado en elcompromiso que el presidente Ortega asumióen Costa del Sol.

Por medio del análisis de las reformas a laLey Electoral nicaragüense hemos constatadoque se garantiza un proceso electoral limpio yjusto, donde todos pueden participar equitativa-mente.

Que el FSLN es el partido más organizado yel que tiene más militantes y simpatizantes,nadie lo cuestiona, por eso y ante las dificulta-des de la opesición por constituirse en un solobloque es fácil preveer que las elecciones del90 las ganarán los sandinistas. A pesar deldeterioro económico, la mayoría del puebloentiende la validez de la consigna electoralSandinista de que 'lodo será mejor".

Aunque algunos grupos contras continúanhostigando y asesinando nicaragüenses y EUAcontinúa el boicot económico, oponiéndose acualquier diálogo directo con los sandinistas.Estos mantienen la voluntad de realizar eleccio-nes sin ningún tipe defraude, porque saben quecon ello van a legitimar más su proceso. Así, sinla guerra podrán concretar sus proyectos debienestar popular y per ello todo será mejorpara todos. Sólo así se entiende su empe~o en

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llegar hasta el final a pesarde que éste esfuerzoes poco reconocido en nuestro medio.

Hemos utilizado la comparación con otrosprocesos electorales especialmente CostaRica perque con ello queda evidente que enotros países por mas perfecto que sea sumecanismo electoral aún se mantienenprácticasantidemocráticas y queda mucho porperfeccionar. El proceso electoral nicaragüen-se también tiene mucho que mejorar, pero ellodebe de ser en la medida de sus pesibilidades,sin ingerencias extemas, cuando se aprenda arespetar la autodeterminación de ese pueblo ycese la agresión, lo que le permitiría levantarsede las cenizas en que lo han dejado losdefensores de la democracia.

Referencia Bibliográfica:

"Nicaragua Hoy" es un suplemento semanalque se edita en San José, Costa Rica y sepublica el los día sábado en La Nación.

Centro América Hoy. Publicación mensual delprograma CSUCAPAZ, San José, CostaRica.

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Concentración y centralizacióndel capital en elValle Central de Costa Rica(1850-1860)*

Eugenia Rodríguez Sáenz

Resumen

En este artículo.estudíamos el impacto que tuvo la crisis de1856-1859sobre la sociedad que, en la década de 1850habitaba en el Valle Central de Costa Rica;en particular, nos interesó determinarsi dicha crisis favoreció -y cuánto-la diferenciación socioeconómica.Efectuamos dicha tarea mediante el análisisde una serie de indicadores básicos:prórrogas. juicios por deuda. protestas.daciones en pago y remates.los cuales. a pesar de sus limitaciones.brindan una idea aproximada de la magnitudde la concentracióny la centralización del capitalen los difíciles años de 1856 a 1859.fenómenos ambos que no han sido objetode ningún estudio sistemáticohasta el momento.

n Este artículo forma parte de nuestra tesis de posgradoen historia, la cuallue financiada por CLACSO y se titula-Estructura créditicia, coyuntura económica y transiciónal capitalismo agrario en el Valle Central de Costa Rica(1850-1860)".

Ciencias Sociales 44: 93-108, 1989

ARTICULOS

Introducción

En este articulo. es importante aclarar. que:a) aunque el énfasis se pone en el lapso 1856-1859 hemos examinado toda la década de1850 con el fin de apreciar mejor elcomportamiento de los indicadores durante lacrisis; y b) esta es la primera vez que. desde laperspectiva de la historia económica, se ex-plotan en forma sistemática los materialescitados, cuya riqueza muy pocos historiadoreshan sabido valorar hasta ahora.

La escogencia de la década de 1850 para elanálisis obedece a que, luego de la crisiseconómica de 1848-1849. se inició en CostaRica una nueva fase de crecimiento, interrum-pida en 1856 debido a los gastos generadospor la Campana Nacional. que provocaron unacrisis fiscal, y al ciclo recesivo de la economíamundial de 1857. Así. empezó una nueva crisisde corta duración. que sólo se superó hacia1860. al inaugurarse una nueva etapa de alza'.

El decenio de 1850. marca a su vez, el iniciode la fase de consolidación de la agricultura ca-pitalista en Costa Rica. La época de Juan

Hemos tratado estos problemas en nuestro avancede investigación: Rodrlguez Sáenz. 1986.

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Rafael Mora se caracterizó por la reafirmacióndel poder central, el surgimiento de la banca ca-pitalista, la difusión del beneficio húmedo, unamayor penetración del capital extranjero, elímpetu con que se expandió la produccióncafetalera, el desarrollo de una nueva forma deorganización empresarial -la compa~ía- la eli-minación de diversas reliquias coloniales -diez-mo y tierras comunales- etc. El resultado finaldel proceso, hacia finales del siglo XIX, fue laconsolidación de una economía agroexporta-dora dominada por el monocultivo cafetalero '.Espacialmente, nos concentramos en el es-

tudio del Valle Central, que fue el lugar donde sesintió con mayor fuerza la crisis económica ydonde se había iniciado, desde la década de1830, el proceso de transición hacia el capitalis-mo agrario. La expansión cafetalera, que habíacomenzado en esa década, acarreó unamercantilización creciente de la tierra y de lafuerza de trabajo. Esto último debe entenderseen el contexto de una economía donde predo-minaban las unidades familiares campesinas.Alg~nos agricultores, principalmente cafetale-ros, habían abandonado, más parcial que total-mente, la producción de autoconsumo paraconcentrarse en el cultivo del café, y combinan-do el trabajo en lo propio con la venta de fuerzade trabajo a los medíanos y grandes producto-res del fruto.Como veremos más adelante, es indudable

que el campesino que habitaba el Valle Centralno era un proletario, pero si se veia sometido ala emergente burguesía agroexportadora, quecontrolaba el beneficiado, la importación y ex-portación de mercancías y el crédito. Así, elabandono parcial y paulatino de la agriculturade autoconsumo llevó al campesino cafetaleroa depender cada vez más de la habilitación delbeneficiador para sobrevivir, y también lo hizomás propenso a ser expropiado económica-mente, ya que su mayor integración al mercadolo hacía más vulnerable a las oscilaciones delprecio del café.

Molina Jiménez, arto cit., 1988, pp. 194-213.

Eugenia Rodríguez

A la luz de lo expuesto, resulta evidente queel crédito jugaba un papel básico en la eco-nomia costarricense -particulanmente en el fi-nanciamiento de la producción cafetalera- y eraun instrumento clave en la dominación y en laextracción del excedente del campesinado.Esta es la razón por la cual, al estudiar laevolución económica de la década de 1850,enfatizamos en el análisis de la variable credi-ticiaFinalmente, nos queda por se~alar que el

articulo lo hemos dividido en tres partes princi-pales. En la primera, hacemos un balance de laevolución de la estructura socio-ocupacional deCosta Rica entre 1843-44 y 1864; en la segun-da, estudiamos las condiciones a que se veíansometidos los deudores que incumplían el pla-zo fijado por el acreedor; finalmente, en la ter-cera, examinamos a la luz de los indicadoresseleccionados, la concentración -expropiaciónparcial o total de peque~os y medianos produc-tores y reforza miento de la burguesía agroex-portadora- y la centralización -quiebra de unoscapitalistas y fortalecimiento de otros- del capi-tal.

1. La evolución de la estructurasocio-ocupacional (1850-1860)

El examen de la estructura socio-ocu-pacional del Valle Central, durante el siglo XIX,fue inaugurado por Lowell Gudmundson y con-tinuado después, por Roger Churnside y MarioSamper, con base en el análisis de los censosde 1843-1844, 1864, 1883, 1892 Y 1927 '.Así, es evidente que cualquier estudio sobre

la evolución de dicha estructura en el período1850-1860, debe partir de lo que informan loscensos de 1843/44 y de 1864. Es cierto quenosotros pretendemos únicamente retomar losdatos que ofrecen los trabajos de Gudmundsony Samper, pero aspiramos, asimismo, a plante-ar algunos problemas nuevos, con base en el

Gudmundson, 1982; Churnside, 1985; Samper, 1978,pp. 123.210.

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Gráfico No. 1Costa Rica: agricultores, labradores y

jornaleros(1834/44 y 1864)'

material que hemos examinado hasta aquíguiándonos por nuestras propias preocupacio-nes. Estamos en la obligación de advertir, noobstante, que nos centraremos en la relaciónentre agricuijores, labradores y jornaleros.

El Gráfico No. 1 nos revela que en el períodoen que apenas se iniciaba la expansióncafetalera, el Valle Central, lejos de caracte-rizarse por una absoluta igualdad socioeconó-mica entre sus habitantes, como suponía Car-los Monge', estaba marcado por una sig-nificativa diferenciación social. Veinte a~osdespués, cuando la expansión del café ya sehabía consolidado, la situación no había varia-do notablemente.

60r.

50r.

40~

30r.

10ro

o"'

58%52%

Agricultores ylabradores

42%

Jornaleros

época: entre 1822 y 1870, se donaron 58.551hectáreas y se vendieron 174.441 hectáreas"Esto refuerza nuestra hipótesis de que la mejo-ra general en el nivel de vida, fomentada por laagricultura cafetalera, fue insuficiente para fre-nar la concentración del capital. El café, pormás efectos democratizado res que tuvierasobre la distribución de la propiedad fundiaria6,no logró contrarrestar el'avance de la desigual-dad social.

Por lo tanto, es claro que desde antes de1850 se venía dando un proceso de diferencia-ción socioeconómica en el Valle Central. Enuna época de transici6n al capitalismo agrario-como lo era la década de 1850-, esto sólo podíasignificarque se estaban decantando las clasessociales fundamentales de la economía agro-exportadora costarricense: los grandes produc-tores, exportadores y beneficiadores de café,los peque~os y medianos cafetaleros y lospeones.

¿Hasta dónde la evolución socioeconómicaentre 1850 y 1860 contribuyó a ese proceso dedecantación? En primer lugar, hay que anotarque el Estado costarricense, cuya consoli-dación se patentiza en sus ingresos crecientes,jugó un papel importante en la liquidación dediversas reliquias coloniales, con lo cual im-pulsó el desarrollo del capitalismo agrario.Mario Ramírez se~ala claramente que elEstado, en la época de Mora, favoreció:

1

J

• 1843-1844

IDI 1864

(a) La información relativa a 1843/44 se refiere sólo ala Meseta Central.

Fuente: Gudmundson, op. cit., 1982. pp. 245.252. Sampar,arto cit., 1978, p. 155.

Es interesante se~alar que el porcentaje dejornaleros no varió significativamente entre1843/44 y 1864, pese a que la donación y ventade baldíos no carecieron de importancia en la

Monge, 1980, pp. 156-170.

... Ia expropiación de tierras (de las comuni-dades indigenas, eclesiásticas, de 'propios'y ejidales) y su apropiación bajo nuevas con-diciones (apropiación privada de baldíospara cultivo cafetalero), mientras se dictóuna legislación compulsiva para movilizar lamano de obra 'ociosa' y convertirla en fuerza

Cardaso, 1976. p. 12.

Gudmundson, 1982, pp. 100.109. Con todo, RodrigoFado fue quien primera expuso tal idea. Véase:Facio, 1978, p. 39.

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de trabajo disponible, a la par que se creabala base mínima del ordenamiento jurídico enel ámbíto penal, civil y comercial 7.

El Gráfico No. 1 indica que el proceso deproletarización fue sumamente lento. Estoobedeció a varias razones. Por lo pronto, nosbastará con recordar que: a) existía una fronfe-ra agricola abierta, que permitía la reproduc-ción de la pequeña explotación campesina: y b)la clase dominanfe, aunque logró consolidargrandes propiedades, nunca pudo restringir lamovilidad de los productores directos ni some-terlos a coacciones extraeconómicas.

En este marco, el período 1850-1856 se ca-racterizó esencialmente por el crecimientoeconómico. Fue unade esas épocas en lasque,como diría Mario Samper, hubo: "...una res-puesta positiva de numerosos productores acondiciones de mercado favorables ... " 8.Sin embargo, la situación cambió a partir de

1856. Fue necesario abandonar los negociospara ir a la guerra. Los miembros de la nacienteburguesía agroexportadora que partieron alfrente pudieron, eventualmente, nombrar apo-derados que se encargaran de sus asuntos.¿Hasta dónde consiguieron imitarlos, los pe-queños y medianos productores? Al respecto,habría que considerar la hipótesis de que quizálos varones jóvenes y las mujeres de lasfamilias campesinas asumieron las responsa-bilidades de los adultos que habían ido a laguerra. Por otro lado, no debemos oividar quela grave escasez de mano de obra, fruto de laconscripción primero y de la peste del cóleradespués, no sólo afectó a los grandes cafeta-leros, sino también a las explotaciones campe-sinas. Finalmente, la necesidad de financiar laguerra mediante los empréstifos forzosos debiógolpear fuertemente los bolsillos de aquellosproductores de café que hubiesen conseguidoacumular capital.

Ramlrez, 1986. pp. 21-22. Ramírez se refiere, engeneral, al periodo 1838.1859.

samper .• ¿Agricultoro jornalero? ..~.p. 28 .

La situación, ya dificil en 1856, se vio mo-mentáneamente interrumpida por la mayorproducción y exportación de café en 1857. Peroen 1858, las cosas volvieron a marchar mal. Elciclo recesivo de la economía mundiai golpeócon dureza a la economía agroexportadora. Laincapacidad del mercado mundial para absor-ber toda la producción cafetalera incidió indu-dablemente en la bancarrota de pequeños ymedianos productores -la concentración decapital- y en ia quiebra de unos capitalistas y elreforzamiento de otros -la centralización decapital-.

Estamos de acuerdo con que el ascenso delsalario nominal y la menor presión sobre latierra, -que pudo haber reducido la frag-mentación del suelo-, significaron una mejoriaen las condiciones para quienes dependíanparcial o totalmente de un salario y, en general,para el campesinado. Sin embargo, nosotroscreemos que estas ventajosas circunstanciasfueron insuficientes para frenar los procesos deconcentración y centralización del capital. Enlas páginas que siguen trataremos de funda-mentar tal aseveración.

11 Las condiciones de las prórrogas

Las personas que tomaban un préstamo orecibían una habilitación no siempre podiancumplir, debido a diversas contingencias, con elplazo fijado por el acreedor. Lo usual era enton-ces que al deudor se le otorgara una prórroga,con el fin de que intentara honrar su compromi-so. En 1856, al iniciarse la crisis económica,hubo una notable alza en la concesión deprórrogas. Esto nos obliga a preguntarnos:¿Quiénes eran los que las concedían? ¿En quécondiciones lo hacían?

En relación con la primera pregunta,podemos responder que el 63% del total deprórrogas otorgadas entre 1850 y 1860 fueronconcedidas por el capital privado, que consistíaen el acervo monetario controlado por losparticulares. ¿Por qué? Es posible contestar aeste interrogante si se recuerdan las disímilescondiciones en que prestaba cada tipo de

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capital. El capital público, que estaba com-puesto principalmente por los fondosmunicipales, los de la Universidad de SantoTomás, etc., ccncedía por lo general préstamosde pequeM magnitud, a un plazo amplio y ccnun rédito reducido. Por el contrario, el capitalprivado prestaba sumas mayores, a un plazomás corto y con una tasa de interés máselevada'. En estas condiciones, es fácil enten-der porqué a veces los deudores incumplian elplazo.

El insignificante porcentaje de prórrogas(11% del total) otorgadas por el capital públiconos confirma que su dinámica -propia delcrédito blando- era diferente de la del capitalprivado. En el caso de los productores de café(a los que se ccnfirió un 25% del total deprórrogas), el incumplimiento solía ser causadopor el plazo exiguo que se les confería, ya quepor lo general se les habilitaba por ccsecha,aunado esto ccn su mayor o menor eficienciaempresarial, la estabilidad del núcleo familiar,la cotización del grano y la incidencia de losfactores naturales. Esto último no debe me-nospreciarse. En esa época, la economía eratodavía sumamente vulnerable a las plagaselemenfales' •.

La segunda pregunta que nos planteamosse referia a las condiciones en que se prorro-gaba el plazo. En cuanto a las tasas de interésque solía exigir el acreedor, podemos decir quemayoritariamente se cobraba un rédito igualoinferior al 12% y que a veces no se ccbrabainterés en absoluto, en especial cuando setrataba de prorrogar el plazo a un familiar oamigo o a un productor de café que no pudoentregar todo el grano que le habia sido ha-bilitado. Otras veces, sin embargo, el acreedorcobraba un rédito bastante superior al normal(12%), lo que no facilifaba en nada la can-celación de la deuda.

J

••Rodrfguez Sáenz. 1988, pp. 61-115.

El término que se refiere a las inundaciones, sequías,langostas, etc., pertenece a Witold Kula. Véase: Kula,1977, pp. 530-550. Los porcentajes de las prórrogasse basan en: Rodríguez, op. cit., 1988, pp. 156.

Lo más problemático para el deudor al quese le prorrogaba el plazo, no era tanto la tasa deinterés que se le cobraba, sino el tiempo que sele daba para pagar; por lo general, excesiva-mente corto: el deudor tenia corrientementemenos de un alío para cancelar el débito. Escierto que, con alguna frecuencia, el plazo quese le ccnfería era más amplio; pero esto no erala regla.

Por lo tanto, las condiciones no se limitabanal rédito y al plazo. El deudor estaba obligadotambién a hipotecar un bien inmueble paraasegurar a su acreedor. Esto era a veces unamera formalidad, ya que el deudor lo que hacíaera reafirmar el gravamen que había hechocuando contrajo la deuda original. No obstante,en otras ocasiones el asunto era más serio. Eldeudor debia hipotecar una propiedad másvaliosa o incrementar la hipoteca ya hecha,mediante el gravamen de otras propiedadesadicionales.

Así, es evidente que el incumplimiento delplazo dejaba al deudor a merced del acreedor,quien decidía, a la luz de las posibilidades quetenía el deudor de cancelar el débito en un lapsoperentorio, si le concedía o no una prórroga; deno hacerlo, el acreedor procedía a ejecutarlojudicialmente. El problema que se nos planteaaquí es el mismo que se presentaba cuando eldeudor, con prórroga o sin ella, no pagaba endefinitiva. ¿Qué ocurria entonces?

El deudor, incapaz de cancelar su obliga-ción, podía ser encarcelado, condenado aobras públicas y expropiado. La informaciónque enccntramos al respecto, es bastante frag-mentaria -sólo 18 escrituras- pero ofrece unaidea clara del fenómeno, que al parecer no erafrecuente. Se trata de las fianzas de cárcel,otorgadas por algún familiar o vecino del deu-dor para que éste pudiera salir de prisión. Anuestro juicío la experiencia de RudecindoGarro es ilustrativa. En agosto de 1858, Garrofue fiado por Juan Padilla, vecíno de Alajuelila,quien se comprometió a pagar porél137 pesosa Martín Mora, escribano de San José. Elliadorhipotecó un cerco de una manzana, sembradade calía y café, y Garro porsu parte no vaciló endeclarar que fue fiado: "...para salir de la cárcel

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a que ha sido reducido por consecuencia de laejecución. .. " ".

111 Protestas, juicios por deuda,daciones en pago y remates

Por su lado, la expropiación económica re-quiere un anáiisis más detallado. Hemos consi-derado cuatro tipos básicos de documentación:las protestas, los juicios por deuda, las dacio-nes en pago y los remates. Veremos cada unopor separado y al final haremos un balanceglobal. Sin embargo, es importante que advir-tamos que la información con la que traba-jamos, con excepción de los juicios por deuda,es bastante fragmentaria, a pesar de lo cual, elestudio del material analizado permite percibiralgunas tendencias definidas.

Eugenia Rodrfguez

Cuadro No. 1

Los motivos de las protestas (1850-1860)

Falta de No. de % Monto. %pago de protestas

Letras 18 64,3 n.358,4'r.! 45,1Dinero 1 3,6 2.000,0 , ,2Vales 2 7,1 1.917,0 1,1Café 5 17,9 87.848,3 51,3Pagarés 2 7,1 2.246,3" 1,3

Total 28 100,0 171.370,3 100,0

(a) En pesos, reales y tracciones de real.

FLente: Protocolos Coloniales de: San José, Cartago,Heredia Y Alajuela (1850). Protocolos lara yChamarra de: San José, Cartago, Heredia yAlajuela (1850-1860).

T",)

A. Las protestas

En lo esencial, las protestas estaban relacio-nadas con la utilización de la moneda fiduciaria-pagarés, vales, letras de cambio, etc.- a la quese recurria, sobre todo, cuando las cantidadesinvolucradas en un determinado negocio eranmuy elevadas. En este sentido, nos pareceoportuno set'lalarque sólo encontramos, para ladécada de 1850, cinco ietras sobre Londres porla considerable suma de 126.250 pesos".

La protesta consistía en un requerimientohecho -generalmente ante un notario- a unapersona que no queria pagar o aceptar una letrade cambio. El Cuadro No. 1, que resume losmotivos de las protestas, es sobre este puntomás explícito y confirma lo que acabamos dedecir. Mayoritariamente, fa causa de unaprotesta era la falta de pago de una letra y elmonto de las operaciones era bastante alto, locual se aprecia con nitidez en las protestasoriginadas por la falta en la entrega de café.

"

"

Protocolos Lara y Chamarra. San José. Exp. 308(1858), f19711. Todos los documentos citadosproceden al Archivo Nacional de Costa Rica.

Rodriguez Sáenz, op. cit., 1988, p. 83 Y 86.

Por lo tanto, es evidente que las protestaseran un recurso utílizado, casi exclusivamente,por los grandes negociantes, quienesdestacaban por el volumen de sus operacionesy se encontraban estrechamente vinculadoscon el comercio exterior de Costa Rica. Entérminos de la evolución del monto involucradoen las protestas, los at'losde 1854, 1858y 1859fueron particu larmente significativos; at'los quese caracterizaron, a su Vfn, por una violentacontracción del comercio exterior costarricen-se, provocada por ciclos recesivos de laeconomía capitaiista. La fa~a de liquidez resul-tante impedía a los grandes especuladoreshacer efectiva la moneda fiduciaria, lo que solíaponerlos en apuros e incluso podía llevar aalgunos -los más débiles, por supuesto- a labancarrota.

¿Qué era lo que pretendía la persona quehacía una protesta? El ejemplo siguiente nosayuda a contestar dicha pregunta. En junio de1854, la compat'lía "Devars y Durán" protestópor el endoso de un pagaré impago que le hizola compat'lía "AIfaro, Chacón y Alvarado", por lasuma de 1.832 pesos. Además, la protestaobedecía a que esta última sociedad se halla-ba:

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Concentración y centralización del capital en Costa Rica (1850-1860) 99

B. Los Juicios por deuda

...enun estado latalde sus negocios y comopor el artículo 783 de/ Código de Comerciose tienen por vencidas todas/as deudas pen-dientes y para conservar ilesos sus derechos(105de 105acreedores) ... ".

Así, es evidente que la difícil situacióneconómica de los alíos 1856-1860 no perdonósiquiera a las compalíías. En relación con esteproblema, nos parece importante selíalar que,para el lustro citado, hemos encontrado, almenos seis sociedades mercantiles que que-braron a raíz de la crisis que se abatió sobreCosta Rica en esa época. Entre ellas figuraba lacompalíía fundada, en junio de 1855, por Satur-nino Tinaco, Francisco María Iglesias y JoséMerino, que quebró en el mes de abril de185914•

Las protestas permitían a los acreedores a-segurar sus intereses, al reafirmar judicial-mente sus derechos sobre lo que se lesadeudaba y el deudor se negaba a pagar. Losju icios por deuda, en cambio, posibilitaban a losacreedores recuperar el metálico que habían.dado en préstamo y/o los bienes que habíanvendido al fiado. Esto último se lograba, por logeneral, mediante el embargo de parte delhaber de su deudor, el cual, en caso de no tenercon qué responder a la obligación contraída,podía ser encarcelado. como ya se explicó. Noobstante, el encarcelamiento de los deudoresno parece haber sido muy frecuente: de los 509juicios por deuda. en sólo cinco casos el deudorcarecía de bienes embargables, y de ellosúnicamente tres acabaron en la cárcel".

las causas de los juicios por deuda (1850-1860)

Cuadro No. 2

Fuente: serie Juicios por deuda (1850-1860).

(a) En pesos, reales y fracciones de real.(b) La combinación era café y efectos.(e) Las combinaciones eran: dinero y efectos, dinero y

ganado y dinero y marzo(d) se trata de deudas por: ganado, malz, cal, abastos,

diezmo, madera, fletes, cueros, tejas, jornales,honorarios, alquileres, dotes, etc.

Falta de No. de % Monto. %pago de juicios

Café 98 19,2 88.5B5,411Z 18,6Empréstitoprivado 40 7,8 105.961,5 22,3Empréstitopúblico 10 2,0 6.426,711Z 1,4Tierra 48 9,4 28.179,13'. 5,9Efectos decomercio 32 6,3 29.474,2 6,2Mixto concafé ti 0,2 460,0 0,1Mixto sincaféC 6 1,2 659,2 0,1Otros d 93 18,3 25.541,2 5,4No seespecifica 181 35,6 189.987,411Z 40,0

Total 509 100,0 475.275,5114 100,0

En cuanto a la evolución anual del monto delos juicios por deuda, hubo un alza abrupta queexperimentó la curva a partir del alío 1857, Estosugiere que una buena parte de los deudoresque no pudieron cumplir las obligacionescontraídas, a raíz de la contracción crediticia,ocurrida en 1856, o a causa del desplome en la

El Cuadro No. 2 nos descubre cuáles eranlas causas mayoritarias de los juicios por deudaefectuados en la década de 1850: habilitacio-nes cafetaleras no satisfechas y empréstitosmonetarios no cancelados, Los juicios pordébitos de efectos, bienes inmobiliarios y deotro tipo eran porcentualmente poco significati-vos,

Protocolos Lara y Chamarra. San José. Exp. 192(1854), 1.116v.

"u Basamos nuestra afirmación en las actas notariales

de la época 1850-1860 que hemos revisado. Sobre-Tinaco y compañía~, véase: Malina y Rodrlguez,1987. p. 2. 15 Véase el Cuadro No. 6.

J

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exportación de café, acaecida en 1858, judicial-mente hablando fueron ejecutados. Lo queseguia a continuación era algo que no es difícilde imaginar: el embargo de bienes.

El Cuadro No. 3 nos revela cuáles eran losbienes que se solían embargar. Es indiscutibleel predominio de los bienes inmuebles; no obs-tante, también se embargaban efectos, alquile-res y ganado. El embargo de fuerza de trabajono era, por lo que se ve, muy frecuente; pero essignificativo que se diera. Esto revela que algu-nos deudores, en una época en la que la manode obra escaseaba y era por consiguiente cara,al no tener con qué cancelar el débito contra ido,se veían obligados a ceder al acreedor sufuerza de trabajo. El testimonio más claro queencontramos al respecto es el de EugenioMora, agricultor josefino, que debía 530 pesosa Eustaquio Mora, valor de 100 quintales decafé no entregados en el plazo previsto. Enjunio de 1855, ei deudor aseguró a su acreedorque pagaría la deuda "...con su trabajo personalpor no tener con qué hacerlo ..."".

El embargo de bienes, sobre todo inmuebles-que constituía el 33,6% de los casos según elCuadro No. 3- era con cierta frecuencia, elpreludio inevitable de la posterior expropiacióneconómica. El deudor no podía siempre de-sembargar la prenda afectada y, ental caso, seprocedía a una dación en pago o, lo que erapeor, a la pública subasta del bien embargado.Era a través de estos dos mecanismos, queestudiaremos ahora, que la concentración y lacentralización del capital se concretaban.

C_ Las daclones en pago

Las daciones en pago consistían en un me-canismo mediante el cual el deudor cancelabala obligación contraída entregando un bien desu propiedad al acreedor. El procedimientotenía dos ventajas claras sobre los remates: a)el deudor disponía de cierta capacidad para ne-gociarcon el acreedor un precio adecuado para

16 Serie Juicios por deudas. Exp. 388 (1855), f. 1.

Eugenia Rodríguez

Cuadro No. 3

Lo embargado en los juicios por deuda (1850-1860)

Se No. de % Monto. %embarga juicios

Cafetal 10 2.0 S.422.3 1.1Haciendade café 13 2.5 12.386,2112 2.6Cosechade café 2 0,4 5.817.6 1.2Casa 47 9.2 34.119.7 7.2Solar 1 0.2 200.0 0.1Potrero 8 1.6 7.782,11,Q 1.6Cerco 18 3.5 8.480,0'12 1.8Chácara 6 1.2 5.218.0 1.1Ganado 2 0.4 2.710.0 0.6Efectos 10 2.0 93.028.5 19.6Pagaré 1 0.2 646.0 0.1Alquiler deun inmueble 3 0.6 8.780,6\/2 1.8Máquinas 2 0,4 452.0 0.1Fuerza detrabajo 3 0.6 755,5112 0.2Mixto concaféb 41 8.0 67.043,1112 14.1Mixto sincalé e 27 5.3 21.925,1 4.6Sin bienesembar-gables d 5 1.0 1.842.2 0.4No aparece elembargode bienes 310 60.9 198.665,3114 41.8

Total 509 100.0 475.275,5'/4 100.0

(a) Se trata del monto de las deudas, en pesos,reales y fracciones de real.

(b) Las combinaciones eran: cafetal y cerco, cafetal ycasa, ganado y caletal, etc.

(e) Las combinaciones eran: casa y cerco, cerco y po-trero, etc.

(d) A tres de los cinco deudores se les encarceló.

Fuente: La misma del Cuadro No. 2.

el bien que le iba a entregar e incluso, superioral valor del débito, por lo que el acreedor debíasatisfacer la diferencia; y b) el arreglo entredeudor y acreedor podía ser extrajudicial, loque lo hacía más expedito y permitía al deudorahorrarse las costas judiciales del proceso.

Por lo tanto, es evidente que el deudor teníaun buen incentivo para buscar un arreglo extra-judicial. Esto se patentiza, claramente, en el

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Concentración y centralización del capital en Costa Rica (1850-1860) 101

,

J

cuadro No. 4: de las 48 daciones que encontra-mos para el período 1850-1860, 31 fueronacordadas extrajudicialmente. Por otra parte, elcuadro mencionado descubre el origen de lasdeudas que provocaron las daciones en pago.Este resunado se ajusta a los hallazgos anterio-res: al igual que en el caso de los juicios, lashabilitaciones cafetaleras sin cumplir y lospréstamos monetarios sin pagar, dominaban elhorizonte indiscutiblemente.

En lo que se refiere a la evolución anual delmonto de las daciones en pago, entre 1850 y1860, hubo dos alzas significativas: una en1851 y otra en 1857. Estamos dispuestos areconocer que no contamos con elementossuficientes para explicar el alza de 1851, quepodría ser meramente casual o un resabio de lacrisis de 1848/49. Sin embargo, es indudableque el ascenso acaecido en 1857 obedeció a ladifícil situación económica por la que el paísatravesaba en esos afios. Esto nos indica, queal calor de la crisis la expropiación se intensi-ficó, aunque falta establecer aún la magnituddel impacto.

A su vez, el cuadro No. 5 introduce un matizimportante.

Las daciones, a diferencia de los juicios, nose encontraban dominadas por la entrega debienes inmobiliarios; a pesarde la relevancia detal tipo de bienes, era bastante trecuente quelos deudores cancelaran sus obligaciones consu fuerza de trabajo. Este fue el caso deFrancisco y Simona Mora, quienes tomaron en1853 un préstamo con un interés del 1%mensual, que les fue concedido por lacomerciante Josefina Rosalía Alvarado. Elempréstito era pequefio: 150 pesos; pe,o losdeudores no lo pudieron pagar y, en setiembrede 1858, tras ser demandados por laacreedora, suplicaron:

... a la Señora reciba en sus servicIos atrabajos al primero de los otorgantes, con lacondición de descontarle la suma de vida arazón de cuatro pesos mensuales, y quecuando por enlermedad u otras circunstan-cias no le sea posible descontarle de este

modo le entregará en moneda efectiva ycorriente, cada mes los cuatro pesos hasta elcompleto pago ... ".

¿En qué medida el acreedor obtenía, entales condiciones, mano de obra a un precioinferior al corriente? Esto es dudoso, dada laescasez de mano de obra y el balance defuerzas sociales existente. En cualquier caso,la importancia que tenía la fuerza de trabajo nonos debe hacer olvidar que, en términos delmonto de los débitos, el 85,7% del mismo fuecancelado con la entrega de inmuebles, enespecial de casas, haciendas de café y cercos.Un cerco fue lo que la familia del finado JuanCartín cedió a Ramón Cruz, a quien el difuntodebía 200 pesos. El cerco, de un cuarto demanzana y valorado en 50 pesos, era el únicobien con que contaba la familia, que lo habíaheredado del abuelo materno. El resto de ladeuda el acreedor, en julio de 1859, "...se lacede a su favor (el de la familia del deudor) enatención a su miserable estado ..."".

Una variante de las daciones se producíacuando el deudor, en lugar de entregar uno desus bienes al acreedor, prefería venderlo por supropia cuenta y pagar, más tarde, al acreedorcon lo que le había deparado la venta. Esteprocedimiento era ventajoso para el deudorporque podía obtener un mejor precio para elinmueble que iba a enajenar, por lo que esprobable que se recurriera con más frecuenciaa este expediente que a la dación. Desafortu-nadamente, nosotros no pudimos estudiarlo endetalle porque eso hubiera implicado revisar,en forma exhaustiva, todas las transaccionesmobiliarias e inmobiliarias de la década de1850, frabajo que por la copiosidad de ladocumentación involucrada, estaba fuera denuestro alcance. En todo caso, queremos des-tacar que una adecuada estimación de la

" Protocolos Lara y Chamarra. San José. Exp. 188(1858).1. 126v.

" Protocolos Lara y Chamarra. San José. Exp. 311(1859).1.17.

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Cuadro No. 4

Las daciones en pago (1850-1860)

Eugenia Rodrfguez

11!I

Motivo dela deuda

Pago por arregloextrajudicial

Pago por ordenjudicial

Total

No.' % Montob % No.- % Montob No,' % Montob %

Falta en laentrega decafé 5 16,1 10.879,5112 50,4 5 10,4 10.879,5'. 43,4

Préstamo nocanceladoc 26 83,9 10.699,7112 49,6 17 100,0 3.468,5 100,0 43 89,6 14.168,4In 56,6

Total 31 100,0 21.579,5 100,0 17 100,0 3.468,5 100,0 48 100,0 25.042,2 100,0

(a) Se trata del número de casos.(b) En pesos, reales y fracciones de real.(e) Se trata. únicamente, de préstamos otorgados por el capital privado.

Fuente: La misma del Cuadro No. 1.

Cuadro No. 5

La cancelación de las daciones en pago (1850-1860)

Se canceló Cancelación de los Cancelación de las Totalcon préstamos monetarios habilitaciones cafetalel1ls

No.' % Montob ~ No .• % Montob % No.• % Montob %

Fuena detrabajo 25 58,2 3.584,1112 25,3 25 52,1 3.584,tlll 14,3Cm 7 16,3 1.145,0 8,1 7 14,6 1.145,0 4,6Hacienda decafé 1 2,3 2.000,0 14,1 3 60,0 7.229.5112 66,4 4 8,3 9.229,51fl 36,8Cerco 3 7,0 1.356,6 9,6 1 20,0 2.250,0 20,7 4 8,3 3.606,6 14,4Potrero 3 7,0 284,5 2,0 3 6,2 284,5 1,1Solar 2 4,6 48,0 0,3 2 4,2 48,0 0,2Cafetal 20,0 1.400,0 12,9 1 2,1 1.400,0 5,6Mutosin caféc 2 4,6 5.750,0 40,6 2 4,2 5.750,0 23,0

Total 43 100,0 14.168,41n 100,0 5 100,0 10.879,5'. 100,0 48 100,0 25.048,2 100,0

(,) Se lrala del número de casos.(b) En pesos, reales y fracciones de real.(e) En un caso se pagó con una casa, muebles y herramientas y en el otro con una hacienda de ganado, partede una casa y unamáquina

de aserrar.

Fuenle: La misma del Cuadro No. 1.

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Concentración y centralización del capital en Costa Rica (1850-1860) 103

D. Los remates

Los remates carecían evidentemente de lasventajas inherentes a las daciones en pago o a

...habiendo tenido el Señor Don Juan RafaelMora, mayor edad y de este vecindario, ne-gocios de comercio con dicha Casa por másde un miffón de pesos, ef Señor Mora hachanselado todas las cuentas que tenía confa casa referida, por haber recibido efotorgante ef úftimo saldo que el Señor Morales debía. Declarando igualmente quesiendo el recibo anterior a su enterasatisfacción, ef Señor Mora no debe nada ala casa que representa ...20•

magnitud de la expropiación económica entre1850 y 1860, obligaría a revisar, intensivamen-te el material citado.La venta de una prenda para cancelar una

deuda fue practicada incluso, per Juan RafaelMora. A resultas de la disolución de la com-pañia mercantil que tenía con Vicente Aguilar,Mora se comprometió a pagar las deudas de lasociedad. Con este propósito, vendió en enerode 1857 unos terrenos ubicados en Barranca yuna hacienda de café situada en Guadalupe alcOr¡1erciante inglés Ricardo Farrer per la sumade 20.356 pesos; y en octubre de este mismoaño, vendió otra hacienda cafetalera localizadaen Pavas y equipada con un beneficio, aEduardo Beeche y compañía, por cerca de42.000 pesos, una suma como se ve, nadadespreciable '9.El Presidente de la República, al parecer,

consiguió finalmente su cometido. EduardoBeeche, representante de la casa inglesa"Thompson, Watson y Cía.", declaró en julio de1859, que:

las ventas por cuenta propia para cancelar undébito. El deudor, al que se remataba, no sóloera expropiado, sino que no podía negociar unprecio mejor para el bien del que debía des-prenderse y, por si esto fuera poco, estabaobligado, además, a asumir las costas del pro-ceso judicial. El caso siguiente es ilustrativo. Lafamilia de la finada Martina Carrillo, vecina deAlajuela, fue despojada en agosto de 1857, deuna casa y sus muebles para pagar a variosacreedores 433 pesos. Los bienes estabanvalorados en 500 pesos, pero el adjudicatario,Ramón Lombardo, pagó únicamente la sumadebida. Asi, la familia afectada perdió 77 pesosen la subasta".El análisis de los remates no arroja grandes

variantes respecto a lo que hemos descubiertohasta ahora, Las deudas no canceladas, que seencontraban en el origen de los remates,habían sido contraídas con el capijal privado(72 casos del total), el capital público (9 casosdel total) y a raíz de habilitaciones cafetaleras (3casos del total). A nuestro juicio, esta regulari-dad confirma que aquel sector de la poblaciónmás vinculado con el mercado, y por ende másdependiente del crédito, era el que resultabamás afectado cuando sobrevenía una crisiseconómica. Entre mayor fuera su grado demercantilización más vulnerable era, vulnerabi-lidad que podía conducir a la bancarrota even-tualmente.Por lo que respecta a la evolución del monto

de los remates, debemos indicar que la subastade bienes no se producía sólo al calor de unacrisis económica, aún cuando era en el trans-curso de ésta que el proceso alcanzaba suclimax. Esto patentiza que la expropiacióneconómica, lejos de ser un fenómeno esporá-dico y extraño era, aunque irregularmente,constante. La concentración y la centralizaciónde capital eran, por decirlo así, consubstan-ciales a la dinámica del capitalismo agrario.En cualquier caso, hay que destacar que en

cuanto a la trayectoría del monto de los rematesProtocolos Lara y Chamarra. San José. Exp. 152(1857), f. 5 Y Exp. 115 (1857), f. 202v."

20 Protocolos Lara y Chamarra. San José. Exp. 117(1859), f. 137v.

21 Protocolos Lara y Chamarra. San José. Exp. 681(1857), f. 96v.

,l.

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hubo un ascenso particularmente significativoen 1857. ¿Qué fue lo que se remató? ¿Cuál erala composición de los bienes subastados? Elcuadro No. 6 nos permite avanzar una respues-ta no demasiado diferente a las que ya hemosdado. Los bienes rematados eran sobre todoinmuebles, especialmente casas, cercos yhaciendas de café. Esta regularidad nos inducea pensar que la expropiación económica, ensus diversas variantes -daciones en pago,ventas por cuenta propia y remates- contribu-yó, de manera importante, a dinamizar el mer-cado de bienes raices. En este sentido, merecedestacarse que entre los bienes subastados,sólo aparezca un caso de efectos y otro deganado y que la fuerza de trabajo como formade pago, no se encuentre en la lista.

Es a causa de lo anterior que hemos aca-bado creyendo que la expropiación económicano puede ser enfocada como algo homogéneo,era un fenómeno que tenia sus matices: a) ensu ritmo, ya que el proceso se intensificaba enlas épocas de crisis; y b) en las vías por lascuales se efectuaba, ya que una dación en pagoo una venta por cuenta propia tenían una seriede ventajas sobre los remates. La pública su-basta de bienes, sobre todo inmuebles, era pordecirlo de algún modo, la peor forma de la.expropiación económíca.

Por último, queremos referirnos a un pro-blema que hasta el momento no hemos tratadocon detalle, pero cuyo examen ya no puede es-perar. La cuestión es la siguiente: ¿Cómo sedistribuían en el espacio, las protestas, lasdaciones en pago, los juicios por deuda y losremates? La respuesta es fácil de colegir. Elgrueso de los casos -en una proporción quefluctúa entre el 70% y el 80%- procede de SanJosé, la cual controlaba la oferta y la demandacrediticia. En pocas palabras: la expropiacióneconómica era más intensa en la capital credi-ticia de Costa Rica22•

Basamos nuestra afirmación en las actas notarialesdel perfado 1850-1860 que hemos revisado. Enrelación con Joque sigue, advertimos que si bien G.Perters analizó en sus tesis una temática similar parael lapso posterior a 1877,10 hizo desde la perspectiva

Eugenia Rodrfguez

Cuadro No. 6

Los bienes rematados (1850-1860)

Bien No. de % Monto. %rematado remates

Casa 18 21,4 22.464,Olr.i! 12,6Cerco 7 8,3 2.352,211'2 1,3Haciendade <;até 6 7,1 50.805,3 28,6Solar 4 4,8 2.941,0 1,6Potrero 4 4,8 6.048,0 3,4Cafetal 2 2,4 997,0 0,6Bodega 1 1,2 2.010,0 1,1Chácara 1 1,2 276,5't.2 0,2Efectos decomercio 1,2 6.234,0 3,5Hacienda deganado 1,2 10.000,0 5,6Hacienda decacao 1,2 500,0 0,3Mixto concaféb 8 9,5 27.007,4 15,2Mixto sincafé e 17 20,2 33.526,1 18,9Deseo.nocido 13 15,5 12.589,51<2 7,1

Tótal 84 100,0 177.751,6 100,0

(al Se trata del monto de las deudas, en pesos, realesy fracciones de real.

(b) Las combinaciones eran: cafetal y cerco, cafetal ycasa, etc .

(e) Las combinaciones eran: casa y cerco, cerco ypotrero, etc.

Fuente: La misma del Cuadro No. 2.

E. La concentración y la centralización de capital

En las páginas anteriores hemos habladocon frecuencia de la expropiación económica y,al mismo tiempo, hemos asumido que segúnsus características, la expropiación puede serconceptuada como concentración o centra-lización de capital. No obstante, ¿Es válida esta

del problema de la concentración de la tierra y nodesde el punto de vista de la concentradón y lacentralizadón del capital. Véase: Peters, 1980, pp.111-126.

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Concentración y centralización del capiral en Costa Rica (1850-1860) 105

1

Suposición? ¿En qué medida las expropiacio-nes resu~antes de las protestas, los juicios pordeuda, las daciones en pago y los rematescondujeron a la ruina de los peque~os y media-nos productores y a la quiebra de unos capita-listas y al reforzamiento de otros?Antes de intentar responder directamente a

estas preguntas, nos sentimos obligados ahacer una aclaración indispensable. Por lo quehemos podido observar en las escrituras anali-zadas, el proceso de expropiación tenía uncarácter más parcial que total. Lo normal eraque el deudor perdiera una de sus propieda-des, pero no todo su haber. El hecho de que asífuera dependía del grado de endeudamiento enque él hubiera incurrido. Es cierto que a vecesse daban casos en que los deudores resultabanenteramente arruinados. No obstante, estassituaciones no eran muy comunes. Lo usual eraque la concentración y la centralizaci6n delcapital avanzaran lentamente.

En cuanto a las preguntas planteadas po-demos decir lo siguiente. Ha quedado claro, porlos casos particulares a que hemos hecho refe-rencia con anterioridad, que la expropiaci6necon6mica no afectaba s610 a los pequet\Os ylos medianos productores, sino también a losgrandes negociantes de la época. Ciertamenfe,la familia del finado Juan Cartín se arruin6: peroJuan Rafael Mora, a su vez, tuvo que enajenaralgunas de sus haciendas cafetaleras paracumplir con los compromisos que habíacontraído y la poderosa compa~ía de Tinoco,Iglesias y Merino figuró entre las que quebrarondurante la crisis.

Sin embargo, es necesario ir más allá de losejemplos aislados y considerar el fenómeno ensu conjunto. El Gráfico No. 2 nos permite hacer-lo. Es claro que la mayoría de los casos regis-trados correspondían a procesos por débitosinferiores a los 1000 pesos: el grueso del capitalinvolucrado, no obstante, procedía de opera-ciones superiores a los 1.000 pesos y sobretodo a los 10.000 pesos. Este contraste paten-tiza que la concentraci6n y la centralizaci6n delcapital se daban simultáneamente. Obviamen-te, el hecho de que así fuera no significa que lacentralizaci6n fuera tan importante como la

concentración de capital. Este último proceso,en una sociedad compuesta por miles depeque~os y medianos productores, era eldominante. No podía serde otro modo, dado elestadio aún inicial del cap~alismo agrario cos-tarricense. Lo caracteristico era la expropiaci6ndel productor directo y no la quiebra del capita-lista.

Gráfico No. 2

La distribución del número y el monto de las protestas.los juicios por deuda, las daciones

en pago y los remates(1850-1860)

'"

••

Monto de las operaciones (en pesos)Fuente: Las mismas de los cuadros Nos. 1 y 2

Finalmente, queremos resaltar algo que yamencionamos antes, pero en lo que convieneinsistir. La concentración y la centralizaci6n delcapital, a pesar de que se intensificaban duran-te las épocas de crisis, no eran extra~as a ladinámica de la economía agroexportadora. Eneste sentido, los difíciles a~os de 1856 a 1859no crearon las contradicciones del capitalismoagrario, sino que las agudizaron, como lo evi-dencia el Gráfico No. 3, ya que las mismasexistían de por sí en un sistema que descansa-ba en el intercambio desigual y la extracci6n deplusvalía, confiaba en un único producto deexportación y dependía enormemente delcrédito.

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Gráfico No. 3

La evolución del monto de las protestas, los juicios pordeudas, las

daciones en pago y los remates (1850-1860)

120000Pesos

1000lIO

."'"

."'"

."'"20000

50 51 52 53 54 55 56 57 58 59 60

Fuente: Las mismas del Gráfico No. 2.

F. Crisis económica, banca y lucha pallUca

Para concluir este artículo, deseamos refe-rirnos a dos problemas importantes, que nohemos analizado adecuadamente. La cuestiónradica en entender la relación que existió entrela crisis económica de los anos 1856-1859, lafundación del "Banco Nacional Costarricense"y la inestabilidad política del período, que culmi-nó en agosto de 1859 con el golpe de Estadoque depuso al gobierno de Juan Rafael Mora".

Es preciso empezarpordestacarun aspectoque a menudo se pasa por alto: existia unavinculación estrecha entre la competenciaeconómica y la lucha por el poder. Esto era asíporque, al no haberse logrado consolidar unsector hegemónico en el seno de la burguesía,los diversos grupos de capitalistas competianardorosamente por la tierra, el crédito, el co-mercio exterior, los contactos con los mercadosexternos, etc. Es evidente que el apoyo delEstado hacía más competitivo a un grupo enparticular, lo que de hecho ocurría. Este tipo de

En relación con lo que sigue. puede verse: VillalobosVegas, 1981, pp. 33-70. Vega Carballo, 1983, pp. 71-162.

Eugenia Rodrlguez

favoritismo era tanto más conflictivo cuanto queel poder no era compartido. La norma era queel grupo que ascendía at poder -en especial alEjecutivo- lo usufructuara exclusivamente,práctica que alimentaba el descontento cre-ciente de los restantes grupos de capitalistas.

Así, el "Banco Nacional Costarricense", cuyaefímera vida se inició en junio de 1858, fueprecedido por una crisis fiscal y crediticia en1856, y acompanado por la crisis del comercioexterior en el ano de su apertura. Es probableque el impulso para fundarlo proviniera de lacontracción del crédito experimentada en 1856:una institución bancaria podria prevenir oamortiguartai tipo de situaciones. Sin embargo,la caída en las exportaciones de café, acaecidaen 1858, no ayudó en nada a su consolidación,que tampoco tue favorecida por el clima eco-nómico y político que reinaba en esa época.

Las dificultades económicas, al intensificarla concentración y la centralización del capital,habían creado muchos resentimientos y no sevacilaba en responsabilizar al gobierno por lacrisis. En este marco, la fundació'n de un banco,patrocinado por el Estado, que contaba entresus socios principales al Presidente de la Re-pública, Juan Rafael Mora, no podía ser bienvista. Los grupos capitalistas excluidos delpoder temieron que de consolidarse tal ins-titución el sector que rodeaba a Mora acabaríarigiendo el crédito nacional y, por su intermedio,la economia del país.

Los recelos de tales grupos se veían confir-mados por los pleitos iniciados -y ganados, porsi fuera poco- por Mora contra Vicente Aguilary por Crisanto Medina, socio de Mora en lafundación del "Banco Nacional Costarricense",contra "Tinoco y companía"; máxime que losrecursos obtenidos en virtud de tales procesospasaron a engrosar el capital del banco. Así, esexplicable que los restantes grupos de capita-íistas, ante la pespectiva de que Mora se reeli-giera una vez más, por seis anos adicionales,hicieran todo lo posible por derrocarlo.

El golpe de Estado de 1859 fue favorecido,también, por la pérdida de apoyo que tuvo elgobierno entre ciertos sectores del campesina-

,•

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1,Concentración y centralización del capital en Costa Rica (1850-1860) 107

,1

do, a los que despojó de sus tierras". Eco-nómicamente, la caída de Mora significó eldesplazamiento del grupo que tendía a encabe-zar la acumulación, la concentración y la cen-tralización de capital y su sustitución por unnuevo sector de la burguesía agroexportadora:el agrupado en torno a la familia Monteaiegre.Sin embargo, esta historia, por interesante quesea, cae fuera de los limites del presenteartículo.

IV Conclusión

Es notorio que la estructura socio-ocupa-cionai costarricense no resultó profundamentemodificada por la crisis económica que seabatió sobre el país entre 1856 y 1859. Lasdificultades habidas en esos afias no provoca-ron una proletarización rápida y total de lospequefios y mediados productores. Sin em-bargo, esto no nos debe hacer olvidar algo en loque este capitulo ha insistido constantemente:la expropiación económica, al calor de la crisisse intensificó, ya fuera a través de las dacionesen pago, las ventas por cuenta propia para can-celar un débito o la pública subasta de bienes.

La expropiación, a pesar de todo, era única-mente el último episodio de un drama que habíacomenzado mucho antes, con la prorrogacióndel plazo al deudor incapaz de honrar laobligación contraída. No obstante, las condicío-nes de las prórrogas, no siempre eran fáciles decumplir -el tiempo de gracía que se otorgaba aldeudor solía ser bastante corto- por lo que laprórroga podía ser seguida, a la larga, por laprotesta de los acreedores ylo por un juicio pordeuda.

Con todo, la expropiación no era un fenóme-no homogéneo; tenía sus matices, tanto en suritmo -que se intensificó durante la crisis- comoen las vías por las cuales se llevaba a cabo; lasdaciones en pago y las ventas por cuentapropia tenían una serie de ventajas sobre los

Gudmundson, arto cit., 1978, pp. 65-70.

remates. En cualquier caso, la pérdida de unaparte -lo cual era lo corriente- o de la totalidad-lo cual era más extrafio- del haber del deudorpuede inscribirse dentro de los procesos deconcentración y centralización del capital. Unay otra se daban simultáneamente; pero la con-centración, típica de un estadio inicial en el de-sarrollo capitalista, era el proceso dominante.

En este marco, la competencia económica yla lucha politica se alimentaban mutuamente. El"Banco Nacional Costarricense", impulsado porel grupo que lideraba Juan Rafael Mora, dehaber tenido éxito, hubiera permitido a esesector consolidar, a través del control del cré-dito y a costa de los restantes grupos de ca-pitalistas, una posición privilegiada en la eco-nomía nacional. Sin embargo, el proyecto nofructificó a raíz de la mala situación económica,debida a la caída en la exportación de catéacaecida en 1858, y a la oposición de los sec-tores burgueses excluidos del poder, que ter-minaron por derrocar a Mora.

Blbllografla

Cardoso, Ciro. "La formación de la haciendacafetalera en Costa Rica (siglo XIX). En; A-vances de Investigación. Proyecto de his-toria social y económica de Costa Ríca.1821-1945. San José (Costa Rica), No. 4(1976), pp. 1-61.

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La hermenéutica en J. Habermasy las Ciencias Sociales

Domingo Campos R,

Resumen

A partir de la atribución habermasianadel papel de 'interprete' y 'vigilante'(Ptazhalter) a la filosofíase exploran los aportesde su proyecto de elaboraciónde una Teoría de la Acción comunicativaespecíficamente algunas consideracionesen torno a qué entendemospor hermenéutica,para el desarrollode una Teoría de la Sociedad.Tomando como punto de partida la categoríade totalidad se exhorta a que toda preguntapor la búsqueda de sentido,debe tambien llevar -simultáneamente-a preguntarnos por el sentido de la búsqueda.Con la división esclarecedorade mundo objetivo, mundo socialy mundo propio y subjetivo,así como. con el desentrañamientode las categorías de 'mundo de la vida'y sistema. se sostieneque las ciencias socialespueden avanzar segurasde que sus estrategias metodológicasno falsean la realidad .

Ciencias Sociales 44: 109-119, 1989

Introducción

En los últimos anos hemos sido testigos deun renovado y creciente interés por lahermenéutica. Decimos renovado debido a quecon anterioridad, para ser más exactos al iniciode las discusiones metateóricas, el tema de lahermenéutica había sido ampliamente ventila-do entre la comunidad de los científicos socia-les, o tal vez, habría que decir entre las Geístes-wissenchaften. Asi, debemos a Dilthey unaserie de apreciaciones muy valiosas al respec-to. Por algunas décadas el asunto siguió siendoprivilegiado en ámbitos de la discusión y elpensamiento en donde, quizas, podríamosdecir ha tenido su más sólida tradición; a saberentre los teólogos y críticos literarios. Al rejuve-necimiento de la polémica contribuyó en unaamplia medida los aportes de H.G. Gadamer,quién con su monumental Verdad y Método de1960 abrió un espacio que se había angostado.Posteriormente, Habermas, Ricoeur, Apel-pa-ra nombrar sólo a los más celebrados- hanayudado a una extensa y rápida apropiación dela discusión al seno de las ciencias sociales. Deésta manera podemos encontrarnos con suge-rentes y críticas propuestas en el campo de lahistoria (Ricoeur, 1976); de la antropología(Agar, 1980); del derecho (Ramís, 1985; Lin-dahl, 1985); de la linguística y crítica literaria

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(RubiO, 1985; Nehamas, 1986); del psico-análisis (Lorenzer, 1977; Jensen, 1985); de lasociología (Hekman, 1984); y la psicología(Beuchot, 1988), para dar tan sólo unapequetiaimagen de lo fructífero de la discusión.

Uno de los puntos más álgidos de la polé-mica ha sido el que se relaciona con las posi-ciones encontradas en torno a si la hermenéu-tica es o no un método. Por supuesto, el pre-sente trabajo no pretende dar una solución a taldisputa; pero debemos ser explicitos, ubicadosdesde una postura que se pronuncia a favor dela 'hermenéutica como un conjunto coherente-en nuestra opinión el más fructífero de losque disponemos en ciencias sociales- ysólida-mente tundamentados de recomenda-ciones metodológicas, deseamos aportar ele-mentos que permitan la apropiación entre lacomunidad de investigadores de los valiososaportes del estado de la discusión actual.

La construcción de un modelo de inves-tigación sobre la base de los aportes de lahermenéutica para las ciencias sociales, des-cansa sobre la exigencia del esclarecimiento yla crítica a una serie de categorías y conceptos,que a lo largo de nuestra tradición de pensa-miento han resultado caros para las diferentesposiciones teóricas y metodológicas. En estetrabajo nos ocuparemos de aigunas de dichascategorías.

El catálogo de categorías mencionadas seencuentra compuesto, entre otras, por aprecia-ciones en torno al individuo la sociedad lanaturaleza y la historia; de 'igual forma, porformas especificas de concebir la metodoiogía;la cual podría comprenderse como una serie de'sugerencias' teóricas e ínstrumentales paraentrelazar las apreciaciones relacionadas conlas categorías inicialmente anotadas. Estascategorías bases dan el punto de partida desdeel cual se desarrollan los demás conceptos. Enla medida en que se ha dado primacía a una delas dimensiones sobre las demás, o se hanrestringido extensiva e intensivamente las a-preciaciones sobre alguna de las categoríasbase, y se ha construido todo un aparato teóricoen función de tales reducciones, se ha desem-bocado en el reino de los 'ismos'; y por supues-

Domingo Campos

to, se ha claudicado de nuestro compromisocon la totalidad, que por cierto es una de lascategorías más importantes de las cienciassociales.

La hermenéutica parte de la consideraciónpermanente de la dialéctica entre el todo y laspartes; entre lo individual y lo social; entre loobjetivo y lo subjetivo; entre el momento actual,la tradición y el porvenir. El planteo metodo-lógico que se deriva refiere no sólo al procesoy a la dinámica; sino también, al contenido y alos rumbos a seguir en el cotejo de nuestraspropuestas con la realidad efectiva; es decir, alproblema de la verdad. Ante los planteamientosanteriores ya oímos manifestar el reclamo deque no disponemos de elementos suficientespara abarcar-al modo positivista- en un análisisconcreto la totatidad; tal reclamo hace refe-rencia al hecho de que -afortunadamente- nopodemos, aún, provocar, predecir o determinarexperimentalmente el curso de la historia;nuestra opinión es que esto es una tarea detodos que debe darse en un espacio de libertady diálogo, y no sólo de los cientllicos.

La hermenéutica en el plano metodológicoviene a serun antídoto contra la ontologización.Los procedimientos y la confusión de nivelescon que nos encontramos en algunas posturascontemporáneas, lo que promueven es mante-ner las dimensiones setialadas en forma aisla-da; o bien, a lo sumo interactuando funcional-mente. Aunque deberíamos setialar que en lahermenéutica los niveles desaparecen paraconvertirse en 'momentos' del proceso com-prensivo. Pero este punto debemos esperarpara aclararlo.

La categoría de totalidady la hermenéutica

En su actualización' de la respuesta a lapregunta de Adorno (1969): ¿Para qué aún lafilosofía?,. Habermas (1985) defiende la tesis

I Como lo ha señalado McCarthy (1987), Habermas esdeudoren esta temática de Adorno. Ya en 1971 en susPerlifes Políticos-Filosóficos, Habermas se habíaocupado de responder a la pregunta de Adorno.

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La hermeneútica en J. Habermas y las Ciencias Socia/es

de que "incluso aunque la filosofía abandonelas funciones difíciles de acomodadora y dejuez, puede y debe mantener otras más modes-tas como vigilante e intérprete" (p. 14). Des-pués de pasar revista de los intentos con-temporáneos de liquidar las vinculacionesentre Ciencias y Filosofía, así como de realizaruna crítica a las pretensiones por establecer elmodelo empírico-analítico como el único sobreel que debe descansar la fundamentación delconocimiento, Habermas recobra el papel vigi-lante (Plazhalter) que ya sus antecesores de laTeoría Crítica atribuían a la Filosofía.

La discusión no es nueva. Conforme se de-sarrollaron las modernas ciencias de la natura-leza, y dado el éxito logrado a nivel técnico ytecnológico, producto de la aplicación delmodelo científico-positivista, la Ciencia ha rea-lizado serios intentos por deslindarse de laFilosofía. Marcuse había senalado la maneraen que la ciencia y la técnica se han convertidoen las más poderosas de las ideologías (Haber-mas, 1984a). Los planteamientos de HabermasreseMdos se dirigen no sólo al esclarecimientode las relaciones entre Ciencia y Filosofía, sinotambién, al desenmascaramiento de la funciónideológica de la positivización de las prácticascientíficas. Entendiendo positivización comolos intentos por erradicar de forma sistemáticael momento crítico autorreflexivo (Habermas,1982).

La función asignada a la filosofía por Haber-mas, tampoco es la primera vez que se leestipula. Tal asignación se puede idenfificar enla ya larga tradición de la Escuela de Frankfurt.Habermas inlroduce, dentro de los postuladosanteriores al respecto, los elementos que des-de la discusión actual en torno a las filosofíashermenéuticas y pragmáticas pueden aportar.Así, aquellos 'rasgos generales de la concep-ción original' que McCarthy (1987, p. 155)identifica en la 'metodología de la Teoría Crí-tica' se mantienen; dichos rasgos serían:

... Ia teoria crítica de la sociedad es empiricasin ser reducible a ciencia empirico-anal-ítica; es filosófica pero en el sentido de críticay no de filosofía primera; es histórica sin ser

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historicista; es práctica, no en el sentido deposeer un potencial tecnológico, sino en elsentido de estar orientada a la ilustración y ala emancipación" (Idem).

Aclarando su posición Habermas introducela distinción entre ciencias reconstructivas yciencias comprensivas (Verstehende)2, reco-brando la antigua diferenciación entre expli-cación (Erklilren) y comprensión (Verstehen);pero no al estilo de una ontologización quesepare violentamente y de forma falsa alindividuo, la sociedad, la naturaleza y la histo-ria; sino como el intento de lograr un rigor meto-dológico, donde se 'combinan la comprensiónhermenéutica con la explicación causal'(McCarthy, 1987: p.243). Ante la posibilidad deun malentendido y tomando posición respectoa la división del trabajo, propuesta por Rorty(1983, Cap. 7) entre epistemología y herme-néutica, o en el lenguaje kuhniano de Rorty,entre ocuparse de 'discursos normales', o bienocuparse de 'discursos desviados', Habermasaclara:

Permitaseme añadir que, con la distinciónentre ciencias hermenéuticas y no herme-néuticas no pretendo preconizar un dua-lismo ontológico entre determinados ámbi-tos de la realidad (por ejemplo, cultura vs.naturaleza, valores frente a hechos u otrasdelimitaciones neokantianas parecidascomo las que han preconizado Windelband,Rickert y Cassirer). Antes bien, lo que sost-engo es una distinción 'metodológica' entreciencias que han de abrirse el acceso a suámbito de conocimiento mediante la com-prensión de lo que se dice a alguien y las queno tienen necesidad de tal cosa. (p. 41)'.

2 Del libro Conciencia moraly acción comunicativa ver elarticulo: -Ciencias Sociales reconstructivas vrs.comprensivas •.

3 Una discusión interesante para los cientifieas socialesde las consecuencias ontológicas o des-ontológicas deuna posición similar, y desde la teología, se puedeencontrar en el libro de W. Pannemberg: Teoría de /aCiencia y T8010g;a.

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Luego agrega, sin embargo, que todas lasciencias se encuentran en algún momento conla exigencia de ocuparse del 'problema de iainterpretación'; algunas veces sólo en la esferade la discusión metateórica. Del tal forma,comprensión y explicación son momentos delproceso de construcción de las teorías y notipos modales exclusivos de disciplinas objeti-vamente diferenciables. Es claro que dichadistinción no justifica de ninguna manera unaclasificación jerarquizada y degradatoria de losdistintos 'discursos' que sobre la realidad desa-rrollan las distintas prácticas cientifica~. Porello, la tradicional división entre ciencias queexplican y ciencias que comprenden, o bien,entre fenómenos que pueden ser explicados yfenómenos que se comprenden, sobre la cualusualmente se ha distinguido la separaciónentre ciencias de la naturaleza y ciencias de lasociedad, para acto seguido entronizar y ponercomo modelo el 'método' de las ciencias natu-rates promoviendo la unificación de la ciencia,lo cual no quiere decir otra cosa que desapare-cer las características particulares de las cien-cias sociales, se descubre como equívoca; y semuestra cómo los problemas antes atribuidossólo a las 'retrasadas' ciencias sociales, tam-bién los podemos encontrar en el interior de lasciencias naturales. Es decir, el problema de lainterpretación está presente en todas las acti-vidades intelectivas del hombre.

La discusión de Habermas se enfrenta con-tra las pretensiones fundamentalistas o 'engeneral omnicomprensivas y absolutistas' (p.25), demandando una posición 'humilde' parael constructor de teorías. No debe confundirse,de ninguna manera, esta humildad con simpli-ficaciones innecesarias que no requieren defundamentación y justificación, o bien que nolas necesiten, parecidas a algunos estudiosteóricamente restringidos; ni tampoco debetomarse como una claudicación ante lacategoría de totalidad, que desde Lukács hastaAdorno ha influido tanto en su pensamiento. Esdesde esta aparente contradicción donde in-gresa y se justifica la función vigilante e intér-prete de la filosofía; puesto que la filosofía secaracteriza por mantener 'una relación de estu-

Domingo Campos

dio con la totalidad' (p.26). Comprender tareferencia a la totalidad desde una óptica abs-tracta idealista especulativa, o estructural fun-cionalista es un grave error; más bien debemosdesentraliar su significado desde una perspec-tiva pragmática y hermenéutica. En la siguientecita Habermas nos da la clave; él anota;

En la praxis comunicativa cotidiana han deimbricarse interpretaciones cognitivas, es-peranzas morales, expresiones y valora-ciones. Los procesos de entendimiento delmundo vital (Lebenwelt) precisan de unatraducción cultural 'en toda la amplitud de suhorizonte' y no solamente de las bendicionesde la ciencia y de la técnica. De este modo,la filosofia podria actualizar su referencia a latotalidad en su cometido de intérprete delmundo vital. (p.28)

La categoría de totalidad sobre ta que seapoya laconceptualización habermasiana de lafilosofía es claramente heredera del materialis-mo histórico-dialéctico de Marx vía Hegel; perotambién, de su particular asimilación de lateoría de la acción de Schütz (1972) y de lasfilosofías hermenéuticas y pragmáticas en lainterpretación de Karl-Otto Apel (1985)'

La resonancia materialista de la categoría detotalidad se encuentra en todo momento media-tizada por la concretud histórica del acontecersocial en ta plenitud del aquí y el ahora, sindescuidar en ningún momento las determinan-tes del pasado y las tendencias objetivas de lascondiciones presentes. El elemento 'mitoló-gico' -como Adorno le llamó alguna vez- deentender al cosmos por el hombre y al hombrepor el cosmos, sigue estando presente en laversión actualizada de la Teoría Crítica queHabermas representa.

• Aqur nos encontramos ineludiblemente con ladiscusión sobre las relaciones entre marxismo yfilasolla iniciadas por Korsch y Lukács; la posición deHabermas es deudora de los desarrollos de K-O. Apelal respecto. Ver de Apel: el estudio introductorio del vol.1 de su Transformación de la filosofía.

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La hermeneútica en J. Habermas y las Ciencias Sociales

La función vigilante e interpretativa esmediación entre momentos del discurso y entrelos diferenfes discursos sobre ta realidad. En elproceso de mediación ninguno de los discursosse mantiene intacto; la comprensión del senti-do a partir de la comunicación lograda en unámbito en donde se problematiza las pretensio-nes de validez y las fundamenfaciones a las quese recurre; problematizándose a la vez, lascoerciones internas y externas que determinan,tanto el discurso, cerno las reglas del diálogo,con lo cual se amplia el ámbito de la comunidadde discusión a la sociedad global.

Hermenéutica y comprensióndel sentido

El compromiso resultante de la apropiaciónde los planteamientos anteriores obliga a laconsideración permanente de las condicionesactuales de existencia concreta; así como alrescate de la tradición; pero no para eternizarla,sino para proyectarla críticamente al futuro. Enel plano de la reflexión, lo anterior sólo esposible a través de un 'hermeneutic-dialecticapproach". Siguiendo muy estrechamente aHabermas, veamos que podemos entender porhermenéutica. Habermas parte de que toda'expresión de significado' conlleva elementosque le pueden caracterizar 'cerno aconteci-miento material y como objetivación inteligiblede significado' (1985; p.36). Para comprenderel sentido de un acontecimiento o fenómeno espreciso intervenir en una acción comunicativa,la cual puede ser real o imaginaria. Al sena-lamo s a qué se está refiriendo con accionescomunicativas, Habermas escribe;

o bien se dice: 'esto es asi o esto no es asi',o bien 'se dice algo de alguien' de forma que

5 Una presentación detallada, desde la pespectiva de ladiscusión metacientflica contemporánea, del modelodialéctico hermenéutico de Apel.Habermas-Ricoeur seencuentra en la obra de Radnitzky G.: Schoo/sContemporary 01 Metascience. Vol. 11.

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'éste comprenda lo que se le dice '. Unica-mente el segundo modo del uso linguisticaestá vinculado interna o conceptualmente alas condiciones de la comunicación. El hec-ho de decir cómo funcionan las cosas nodepende necesariamente de una forma decomunicación que se haya producido en larealidad o que sea imaginaria; no es preciso'hacer' enunciado alguno, esto es, realizarun acto de habla. En su lugar, uno puededecirse a si mismo 'p' o, simplemente,pensar 'que p'. Por el contrario, para enten-der lo que se le dice a uno, es necesarioparticipar en una acción comunicativa. Tieneque producirse una situación de habla (o, almenos ha de suponerse) en la que unhablante en comunicación 'cen' un auditoriose expresa 'sobre' algo de lo que 'aquel'quiere decir (Idem)

Al primer modo de uso del habla Habermascalifica de cognitivo, al segundo de comunica-tivo. En el modo cognitivo sólo se da unarelación entre frase y algo en el mundo 'sobre'lo que se dice algo. En el modo comunicativo 'sedan tres de estas relaciones, por cuanto elhablante expresa algo 'de' su opinión, comuni-ca 'con' otro miembro de la comunidad lin-guistica 'sobre' algo en el mundo" (Habermas,1985: p37). Mientras que la epistemología tra-dicional se ocupa de la relación entre lenguajey realidad,

... Ia hermenéutica se ocupa al mismotiempode la triple relación de una manifestación quesirve: a) como expresión de las intensio-nes de un hablante, b)comoexpresiónparael establecimiento de una relación inter-personal entre hablante y oyente, c) cemoexpresión sobre algo que hay en el mundo.Además, este intento de aclarar el signi-ficado de una expresión linguistica nos sitúaante una cuarta relación de carácter intra-linguistica interna al habla, esto es, la que seda entre una manifestación concreta y lamultiplicidad de posibles manifestacionesque cabe hacer en la misma lengua. (Idem)

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Así, cada expresión de significado que de-seamos comprender debe ubicarse en el triplecontenido de 'mundo objetivo', 'mundo social' y'mundo propio y subjetivo'; como Habermas leha denominado. El mundo objetivo se retiere ala materialidad concreta de nuestra condiciónhistórica; el mundo social a la dinámica deinteracción, producción y distribución resultadode la praxis social y el mundo subjetivo a lasestructuras de la vivencia sedimentada en lossujetos actuantes. La función vigilante de lafilosofia es colaborar en la comprensión delmundo a través de una interpretación que no sesale de éste y que no le deja igual.

Ortiz-Oses (1977) identifica el procedimien-to anterior como un análisis de la 'doble estruc-tura' del lenguaje, su nivel de periormacióninterpersonal (o comunicación intersubjetiva) yel nivel proposicional del contenido (o cogniciónObjetiva); en su opinión tales niveles se corres-ponden con la división entre los lingüistas defunción connotativa y función denotativa; agre-gando luego, que lo importante es dejar cons-tancia de que 'el nivel de intersubjetividadcondiciona en su modalidad pragmática el nivelde objetividad en su contenido meramentesemántico'. Es claro entonces que lo que Ha-bermas propone no se puede reducir a unasunto literal en el plano del lenguaje; esto es,por otro lado, una indicación de que debemosconcebir el lenguaje en un sentido amplio, Estesentido ampliado del lenguaje nos lo brinda lahermenéutica y la pragmática; pues a partir deellas el análisis no se detiene ni en la sintaxis,ni en la semántica, sino que involucra las rela-ciones sociales en su totalidad, incluyendo lasestructuras de poder y dominio que se traslucenen la lingüisticidad de la acción comunicativa.En un lenguaje conocido, lo anterior se podríaenunciar aproximadamente con la siguientesentencia: al indagar los 'juegos del lenguaje'debemos e indagamos los 'juegos de poder'.

El 'horizonte de comprensión' que nos brindala siluación dialógica o comunicacional descritase fundamenta sobre la triple 'competencia':lingüística, cognitiva y de acción, La competen-cia de acción o 'capacidad de dominar normasinteracciona les' descansa sobre la competen-

Domingo Campos

cia Iinguística y la capacidad de conocimiento;tal situación puede ser mostrada como un resul-tado tanto del proceso filogenético como delproceso ontologenético (Habermas, 1981). Enel momento del diálogo se presenta una sijua-ción de 'habla' concreta en la cual se dan usosdeteminados a expresiones lingüísticas, lasc;uales pueden ser diferenciadas en proposicio-nes (Ausserungen) en cuanto unidades prag-máticas del habla (frases sijuadas en suscircunstancias), y frases (Satze) en cuantounidades lingüísticas constituidas de expresio-nes (Ausdrücke) del habla, Ortiz-Oses (1977)anota:

Podemos por lo tanto describir un acto dehabla como constituido por una afirmaciónperformativa (a) y una afirmación depen-diente con contenido proposicional (b): por laafirmación performativa se determina lacomunicación intersubjetiva del hablante-oyente, por la afirmación proposicional de-pendiente se determina la comunicación'objetiva' o sobre objetos (sea o no afirma-ción (Aussage) reproductora de hechos). Demodo que 'la performativa decide el modo dela comunicación y el sentido de uso' de la de-pendiente, constituyendo por lo tanto lo quenuestro autor (Habermas, O,C,) denomina la'condición de metacomunicación simultá-nea'. (P. 156)

Siguiendo con la veta que le proporciona elpragmatismo, Habermas parte de la dife-renciación entre interacción -donde se danproposiciones, acciones y expresiones de ví-vencias- y discurso -dónde sólo se dan propo-siciones lingüísticas-o En la interacción se da unintercambio de 'información' presuponiéndosela validez del sentido; en cambio, en el discursose tematiza la 'validez' con el propósito delograr un entendimiento (Verstandigung) queconduzca a un acuerdo (Eínverstandnis).

Pero la comprensión del sentido no es com-pleta si se descuida el enlace histórico con latradición de cada expresión significante. Ellonos obliga a considerar la dimensión histórico-

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La hermeneútica en J. Habermas y las Ciencias Sociales

temporal. En su discusión en torno a los funda-mentos de una teoría estética, y como sel'lala-miento de las tareas hermenéuticas necesariaspara una plena comprensión de las 'expre-siones significativas', Gadamer (1984) ha iden-tificado -siguiendo a Schleiermacher y He-gel- dos procesos ineludibles: la recons-trucción y la integración. Gadamer atribuye alprimer autor una pretensión metodológica quebusca la 'determinación original' del fenómenoa comprender; con lo cual accederíamos a susentido primigenio. La reconstrucción es elproceso que nos permite desentral'lar losdeter-minantes que hacen que sólo podamosaprehender el fenómeno a la luz de su 'enraiza-miento en el suelo original'; en otras palabras esun proceso de 'contextualización'. Gadameratribuye a Schleiermacher las siguientes inten-ciones:

La reconstrucción del 'mundo' al que perte-nece, la reconstrucción del estado originarioque había estado en la 'intención' del artistacreador, la ejecución en el estilo original,todos estos medios de reconstrucción hist-órica tendrían entonces derecho a pretenderpara sí que sólo ellos hacen comprensible elverdadero significado de la obra de arte yque sólo ellos están en condiciones deprotegerla frente a malentendidos y falsasactualizaciones, (p,219)

Si trasladamos las aseveraciones anterioresdel terreno de la obra de arte a los fenómenoscon que nos enfrentamos los científicos socia-les, es evidente que detrás de las inquietudesde Schleiermacher -por lo menos como lo inter-preta Gadamer- se encuentra la idea de 'obje-tividad' tan cara a las ciencias positivas; dehecho Gadamer le atribuye a Dilthey y al autormencionado una aceptación implícita de ladefinición de 'science' y 'objetivity' heredada dela tradición científico natural. En oposición almodelo hermenéutico de Dilthey y Schleierma-cher, basado en la 'epistemología del interpre-tado', Gadamer sostiene que el significado deun texto (el cual puede ser desde un fenómenoestético, que es sobre el cual se desarrolla la

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polémica, hasta una accíón) está dado, no sólopor las intenciones subjetivas de los actores(autores), tanto como, por el 'horizonte' designificado del montaje cultural en el cual sepresenta la discusión; así como por el montajecullural en el cual se dió originalmente, peroeste no puede ser de ninguna manera recons-truido 'tal y como' fue, siempre se reconstruyemediatizado. Con lo 'antérior, Gadamer de-fiende la tesis de que el proceso de compren-sión involucra la 1usión de horizontes', el hori-zonte del intérprete y el horizonte del texto(Hekman, 1984),

Hekman (1984) ha mostrado de qué manerala noción de fusión de horizontes es central enel esfuerzo por desarrollar un análisis científicosocial de la acción. La tesis de la fusión dehorizontes incorpora el problema de la precom-prensión; el cual dicta que la reconstrucción conmiras a la comprensión de cualquierfenómeno,no puede llevarse a cabo desde fuera denuestra propia posición; en otras palabras, quetanto la comprensión del intérprete como elfenómeno mismo están condicionados por sucontextualización cultural e histórica. No pode-mos desprendernos de nuestros 'pre-juicios'.Gadamer está conciente de las falacias his-toricistas; para enfrentarlas complementa yreevalúa las tareas de la contextualizacióndesde la indicación hegeleana de la necesidadde una 'integración'. Para Hegel la integraciónnos permite la 'auto penetración histórica delespíritu'; Gadamer anota;

Hegel no discute que sea legítimo adoptareste comportamiento histórico frente al artedel pasado; lo que hace es expresar elprincipio de la investigación de la historia delarte, que como todo comportamiento 'histó-rico' no es a 105ojos de Hegel más que unhacer externo.

Luego agrega:

Hegel expresa así una verdad decisiva encuanto que la esencia del espíritu histórico

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no consiste en la restitución del pasado, sinoen la 'mediación del pensamiento con la vidaactual'. (p.222)

Con Hegel el círculo hermenéutico se cierra.Tanto si consideramos una obra de arte, comosi lo que deseamos es comprender un texto ouna acción, nos encontramos con nuestro pro-pio horizonte de significado que atraviesa delado a lado toda la interpretación; asi la cons-trúcción del significado debe llevar a la fusión dehorizontes, el del texto, el del con texto y el delos interpretados; al fin y al cabo el asunto senos convierte en un problema de encuentro desubjetividades y objetividades donde ningunase desdeña. La resolución del conflicto de lasinterpretaciones desemboca en un proyectometodológico que no desatienda el interés porla objetividad del conocimiento y el interés porla comunicación (Ricoeur, 1976); o para recurrirde nuevo al lenguaje de Habermas (1982),debemos regimos por el triple intéres; técnico,práctico y emancipatorio.La conjunción del interés por la objetividad

del conocimiento y por la comunicación en unmodelo de análisis basado en las categoríasanteriormente presentadas, ha llevado a Ha-bermas (1985) a proponernos una pragmáticauniversal del lenguaje. En su opinión ésta debecumplir con las siguientes condiciones:

a) Incluye las tres relaciones mundanales delos participanles y los conceptos fundamen-tales de un mundo objetivo, social y subje-tivo;

b) propone las pretensiones de validez conrespecto a la verdad proposicional, a la rec-titud normativa y a la credibilidad o auten-ticidad;

c) introduce el concepto de un consenso mo-tivado racionalmente, puesto que se basaen el reconocimiento intersubjetivo de pre-tensiones de validez criticables; y

d) caracteriza con el concepto de 'acuerdo'uncriterio de definición de situaciones comu-

Domingo Campos

nes con base en la cooperación en el trata-miento y manejo de tales situaciones.(p. 198)

Hoyos (1986) deduce un principio reguladordetrás de la propuesta habermasiana que sos-tiene que comprender un acto, tanto en sudimensión comunicativa como en su contenido,conlleva a conocer aquellas condiciones devalidez que lo hacen aceptable intersubjetiva-mente en cuanto a su significado. Dichas con-diciones de validez equivalen a sus condicionesde objetividad, ellas son las que buscamosdesentrañar en nuestro interés por la objetivi-dad. En opinión de Hoyos esto es;

el sentido de obje1ividad como resultado deprocesos de comunicación libre, enraizadosen las experiencias de los interlocutores en .el horizonte universal del mundo de la vida(p.85).

Lo que resulta de suma importancia, ennuestra opinión, es la excitativa al diálogoconstante regido por un interés a la reflexión yautorreflexión crítica; para que tal situación seconvierta en una 'comunicación libre', es claro,por otro lado, que se deben problematizar lasestructuras de poder y dominio, es decir lascoerciones internas y externas.

A modo de síntesis

Nuestras anotaciones se han dirigido al es-clarecimiento del proceso de comprensión;motivados por tal interés hemos recurrido a losaportes de Habermas en relación con su inter-pretación de las filosofías hermenéuticas ypragmáticas. No cabe duda de que cada una delas aseveraciones señaladas requiere una másamplia discusión; requerimiento que por lascaracterísticas del presente trabajo nos libra-mos de cumplir por ahora. Comprometién-donos más, sin embargo, deseamos exponer amanera de tesis algunas consecuencias teóri-

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La hermeneútica en J. Habermas y las Ciencias Sociales

ca-metodológicas'; las cuales consideramospertinentes para las ciencias sociales; asi comoque nos permitan presentar un panorama delproceso hermenéutico.

1. Las ciencias sociales no deberían esforzar-se por desvincularse de la filosofía; por elcontrario deben avanzar hacia un diálogopermanente que permita descubrir las deu-das y compromisos entre ambas; a la vez, lasciencias sociales deben de forma reflexivainmanente explicitar siempre sus presu-puestos filosóficos. Esto lleva a no abando-nar las intensiones de captar e interpretar latotalidad.

2. La pérdida del temor al 'coqueteo' con lafilosofía se debe aunar con una estrictacritica a los modelos de reconstrucción em-pirica que usualmente utilizamos para abr-irnos a la experiencia sensible; de tal formaque dicha experiencia no se vea disminuidaa 'dato'. Sólo desde los mismos modelosrestringidos de apropiación positivista puedehacerse estallar su ceguera. La búsqueda dela objetividad y la validez debe remitirnos al'mundo social de la vida', a la discusión y eldiálogo.

3. La colaboración entre modelos comprensi-vos y reconstructivos se realiza en el suelofirme de la situación dialógica, asentadasobre las referencias constantes a la historiaconcreta de las propuestas interpretativas.Esto es, a una constante ubicación en latradición de la construcción social de larealidad. Las ciencias sociales deben abrirsea todos los discursos, no en calidad deescuchas privilegiadas, sino en términos quepermitan una situación de comunicaciónsimétrica, o que por lo menos, problematicenla asimetria existente. Así, debe darse la

6 Siguiendo a Radnitzky (1984) entendemos lametodologla como una especie de 'tecnología' (p. 64),donde tecnologfa sería: 'un sistema de recomen-daciones hipotéticas o sugerencias' para la resoluciónracional de problemas.

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palabra a la religión, al arte, a la jergacotidiana, etc.; no sólo como 'objetos' de es-tudio, sino como 'sujetos intérpretes'.

4. La situación de diálogo procura problemati-zar las coerciones internas y externas quedeterminan las teorias y las posiciones de lossujetos actuantes; o sea se erige sobre unproceso de desmantelamiento de los discur-sos en el triple ámbito de 'mundo objetivo','mundo social', y 'mundo propio y subjetivo';a los cuales nosotros deseamos agregar el'mundo posible', que se relaciona con lastendencias y propuestas que sostienen losdiscursos. Esto obliga al enlace de las coor-denadas del pasado, presente y porvenir.

5. El desmantelamiento de los discursos serealiza, por lo tanto, hermenéuticamente; esdecir con vistas a su reconstrucción eintegración.

Prestemos atención a las consecuenciasque se pueden extraer a nivel de los principioshermenéuticos del proceso interpretativo ycomprensivo. Alberto Cupani (1986) consideraa la hermenéutica, principalmente, como:

el esclarecimiento del proceso interpretativomismo, vale decir, el esclarecimiento decomo es (o como debe ser) realizada unainterpretación de los fenómenos humanosen casos concretos (p. 84).

Cupani propone una serie de principios muyamplios en los que, en su opinión, se podríadecir existe un cierto nivel de consenso. To-mando como base dichos principios, señale-mos algunas de nuestras conclusiones al res-pecto:

A. Una interpretación es una acción reflexi-va que busca comprender el sentido de losfenómenos a que se enfrenta; no es que talsentido esté, por así decirlo, oculto detrás delfenómeno en cuestión; más bien, podríamoshablar que la acción reflexiva procura construirel sentido a partir de la experiencia global delsujeto intérprete y dentro de un determinadomarco cultural que le ampara. La acción de ,

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sentido; por lo tanto, a la vez que nos dirigimosa la búsqueda del sentido, debemos buscar elsentido de nuestra búsqueda.

B. Los fenómenos a los que se dirige lainterpretación y que son objeto de nuestra com-prensión no tienen un sólo sentido; o debe-ríamos decir, podemos atribuirlas 'más de un'sentido. Pero existen condiciones que determi-nan la puesta en prueba de la validez de nues-tras interpretaciones; dichas condiciones estánreferidas a ios ámbitos del mundo objetivo,social y subjetivo del intérprete y del interpreta-do.

C. De tal forma, todo intento de compren-sión contempla la 'fusión de horizontes' de sig-nificado (Gadamer); lo cual quiere decir, quetoda comprensión se realiza desde unaprecomprensión. No hay un grado cero de lacomprensión.

D. Toda interpretación se realiza desde unadeterminada perspectiva; pero de: algunamanera, ésta guarda una relación con la totali-dad. No se puede comprender sin ingresaren ladialéctica dei todo y de las partes.

E. Igualmente a nivel temporal. Todacomprensión conjuga la fusión de lascoordena-das de pasado, presente y porvenir. Pero serealiza siempre desde algún momento de lahistoria, y nunca desde fuera de ésta.

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Algunas consideracionesacerca de la temáticade los movimientos sociales

Beba Balvé y Beatriz S. Balvé

Resumen

El propósito de estas notasconsiste en tratar de exponeren lineas generales,los elementos, dimensiones,mediciones, ámbitos y condicionesque involucra el temade los movimientos sociales

Todo proceso de construcción de conoci-miento exige e implica necesariamente unproceso de objetivación ya que de lo que setrata, es de encontrar las leyes que rigen eldesenvolvimiento de lo social, por ello, entre elmomento de objetivación y el proceso de con-ceptualización, el mecanismo que construye eltodo, sus leyes, tendencias y contradicciones,refiere a los procesos sociales, con sus tiem-pos, momentos, grados, espacios y territorios,dentro de una periodización del proceso másgeneral'.

Este trabajo forma parte del plan general de investi-gaciones de CISCO el que se encuentra par-cialmente subsidiado por The Swedish Agency lorResearch Copperation with Devetoping Countries -SAREC- Suecia y fue presentado anle el XXVllCongreso Latinoamericano de Sociología -ALAS-realizado en la ciudad de Montevideo-Uruguay- losdías 2 al 6 de diciembre de 1988.

Ciencias Sociales 44: 121-126. 1989

TEORIA SOCIAL

Un mayor desarrollo se encuentra implícitoen la investigación acerca del proceso de lu-chas politicas y sociales acaecidas en Argenti-na a partir de 1955 a nuestros días con un ejecentrado en el proceso de luchas de masas de1969. Allí se despliega todo el andamiajeempírico que da sustento a estas reflexiones'.Es por ello que si entendemos por método

cientifico aquel que explica el movimiento de loreal, a partir de lo que objetivamente sucede, loque media entre el sujeto-investigador y elobjeto a ser investigado es, la realidad, siendoel objetivo de toda investigación, iniciar y desa-rrollar un proceso de conceptualización de lagénesis que está implícita desde sus inicios, separte de un hecho de la realidad, el cual trata-mos de recomponer y formalizar en susmúltiples determinaciones, conceptualizando.Sabido es que todo proceso de concep-

tualización construye conocimiento y, parainiciar ese proceso es necesario distinguir entrelas formas en que nos aparece.el hecho y lo queobjetivamente es'. La relación existente entre loque parece ser y lo que objetivamente es, crealas condiciones de construcción de un sistemaproblemático que guarda relación con elmétodo de investigación y éste con algunateoria de carácter científico.

El 69. huelga politica de masas. (Rosariazo, Ca(-dobazo. Rosariazo) Editorial Contrapunto, BuenosAires, (en prensa).

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Así es como toda investigación es, e implicanecesariamente una estrategia de conocimien-to, que parte de un modelo teórico metodoló-gico el que, puesto en relación con los refe-rentes empíricos, guía la reflexión, desarrolla lateoría y construye teoría, conceptualizando.

La temática referida al movimiento social, delcual los movimientos sociales son elementosde un todo a conceptualizar, nos introduce alte-rreno de las relaciones sociales. Relacionesque establecen los hombres entre sí y en rela-ción con otros hombres, las que se organizanen sistemas de relaciones sociales las que, enconjunto y articuladas, toman forma de forma-ción económico-social y se comportan en la so-ciedad, en relación a los intereses inmediatos yestratégicos de las dos grandes clases socialesfundamentales en sociedades de carácter ca-pitalista.

El conjunto de las relaciones sociales, seanéstas políticas, ideológicas, económicas, reli-giosas o de clase, recorre los tres campos de larealidad, campos que se encuentran cruzadospor tres teorías, las cuales en conjunto se refie-ren a la teoría general de la lucha de clases.

Los tres campos de la realidad refieren al dela lucha política, lucha económica y lucha teó-ríca, por la conducción de las masas y, las tresteorías con sus leyes ydimensionesque tomanforma de teoría científica refieren a:

1) La teoría del estado, teórico y práctico,entendido éste como el estado del poderentre las clases en determinados momen-tos y en donde el sistema institucional polí-tico y social es el terreno donde se libran los.enfrentamientos sociales y, a la vez, el ob-jeto del enfrentamiento, ya que lo se propo-ne es tomar, retener o conquistar el poder.

2) La teoría de la organización social, en don-de el movimiento de las estructuras eco-nómico-sociales en acción, toman forma demovimienlos sociales constiluyendo fuer-zas, las cuales en cierto momento, searticulan dando forma a un movimiento so-cial y se organizan en un movimiento socialde oposición politica.

Beba Balvé. Beatriz Belvé

Todos los movimientos sociales tienden aconstituirse en fuerza la cual, articulada, datorma a un vasto movimiento social. Las tresfuerzas contenidas que dan forma a un movi-miento social y que expresa una alianza declases son: la fuerza de la protesta; la fuerza dela oposición política y el bloque de oposiciónburguesa, con sus tiempos y contradicciones.De aquí se desprende que los movimientos

sociales y el movimiento que finalmente tomaforma y los contiene, refieren al campo del pue-blo, en relación de protesta u oposición políticaa condiciones impuestas desde el estado polí-tico.

Por tanto, la temática de los movimientossociales se encuentra, desde sus inicios en elterreno de la lucha política, expresando, porsupuesto, las condiciones económicas ysociales de dis-tintas fracciones sociales y sec-tores sociales del campo del pueblo y, también,lo trasciende.Y, finalmente, para un análisis de situación,

la teoria de las relaciones de fuerzas articulan-do al sistema en su conjunto, en donde lo quese mide es el grado y los momentos en lasrelación de fuerza que determinan el estado delpoder entre las clases sociales, observadodesde la unidad de cada clase social que sehace efectivo en el ámbito político, económicoy militar, nacional e internacionalmente.

Sintetizando: economía, política y guerra entanto poder económico, politico y social de unaclase en detrimento de otra, en el marco deformaciones sociales de carácter capitalista.

Ahora bien. ¿Qué es lo que pone a todo estoen movimiento? La lucha. Los hombres luchanportransformarla naturaleza, por apropiarse delos productos de la naturaleza, por controlar larelación hombre-naturaleza, diferenciados porintereses que toman forma de clases sociales.Luchas que se hacen efectivas en la socie-

dad. Y, ¿Qué es una sociedad? Un organismoviviente, en permanente movimiento el cualcomo todo organismo, está conformado por unsistema de sistemas, enlazando distintas es-tructuras económico-sociales.

La particularidad del régimen capitalista, quelo diferencia de los que lo precedieron es que

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Consideraciones acerca de la temática de los movimientos sociales 123

enlaza distintos modos productivos en dondedistintas combinaciones de ese enlace confor-man estructuras económico-sociales en ac-ción. De allí el movimiento incesante de esasestructuras que toman forma de movimientossociales. Cambios incesantes en la base ma-terial, producto de la acción de los hombres,losque a su vez, son reflejo de los cambios en laestructura económico-social; la cual a partir delos movimientos sociales mediados por los en-frentamientos sociales, organiza a los hombresy los distribuye fijándolos en una posición yfunción determinada en cada momento del lar-go proceso de la vida dé los hombres en socie-dad hasta que se establezca la ruptura de todoeste mecanismo, superando el sistema depoder social de unos hombres sobre otros hom-bres. Así, de cambio de formas se produce elcambio de modo de vida.

Esas estructuras sociales en acción quedevienen del desarrollo del capitalismo y quecontienen una combinación de relaciones so-ciales, conforman múltiples movimientos so-ciales los que finalmente tienden a organizarseen un movimiento social de oposición, pene-trando sus luchas al sistema institucional polí-tico, alterando el orden en que se encuentranorganizados los hombres, de donde, el desor-den para unos implica otro orden, un nuevoorden.

Desde esta perspectiva. ¿Qué es lo quemedia entre la base material y la superestructu-ra política, jurídica, ideológica? Los movimien-tos sociales. Y ¿qué es lo que los articula, cam-biando el carácter? Los enfrentamientos socia-les, siendo la lucha su mecanismo.

Son los intereses económicos, políticos ysociales de los grupos sociales, es decir, ma-teriales y no materiales, que conforman fraccio-nes de clase con sus personificaciones de inte-reses y aticulaciones histórico-materiales, losque, por medio de alianzas de clase que tomanforma de fuerzas sociales, se expresan en losenfrentamientos sociales, realizando en cadamomento el ser social específico de cada clasesocial que varía según quien tenga la iniciativa.

Lo que permite su medición, lo constituyeuna escala que va de conflicto de intereses

inmediatos a enfrentamientos sociales, siendoéstos los que expresan los intereses estra-tégicos de las clases sociales en pugna y endonde los encuentros realizados entre unenfrentamiento a otro, hacen al proceso deformación, desplazamiento y realización defuerzas sociales, las que expresan, por mediodel interés que se realiza en cada momento yámbito de la lucha, el grado alcanzado en elantagonismo inherente a la existencia mismade las clases sociales.

Es así cómo y desde esta perspectiva, pode-mos medir la relación de fuerzas establecidaentre las clases sociales, caracterizando elestado del poder entre las clases.

La temática del movimiento social y losmovimientos sociales contenidos, guarda es-trecha relación con la teoría det estado delpoder entre las clases sociales, y es el análisisde situación de esa relación el que permijedescubrir el carácter de las luchas del período,conceptualizar el momento del desarrollo de lalucha de clases y marcar las tendencias.

De esta manera se va construyendo y re-construyendo el objeto de investigación, por serel enfrentamiento social el hecho con capaci-dad de ordenar, reordenar y articular los mo-mentos de génesis con su historia material, dedesarrollo y realización de fuerzas sociales.Estas fuerzas organizan los intereses gene-rales de las clases sociales en alianzas que,puestas en acción, expresan esos intereses,recorriendo los distintos campos y ámbijos dela realidad donde se hace manifiesta. El esta-do, es el terreno que permite hacer efectiva lafuerza acumulada y, la sociedad respondecomo la totalidad social en cada momento,para determinar el estado en que se encuentranlos intereses diferenciados, contradictorios yantagónicos.

Así es cómo todo movimiento social se iniciay expresa politicas económicas y socialesimpuestas por el régimen de dominio en cadamomento. A partir de los movimientos socialespodemos describir las condiciones socialesgenerales en cada sociedad y en cada momen-to, ya que las reflejan.

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Ahora bien, si todo individuo es una cons-telación de relaciones sociales y las clasessociales son una combinación y articulación desistemas de relaciones sociales, en consonan-cia con el modo de producción capitalista, esdecir, en permanente composición, des-composición y recomposición de relacionessociales, lo que expresa un movimiento socialen lucha, son esos cambios. Los expresa y losproduce.

De donde, las personificaciones que nosaparecen actuando inmediatamente, porejem-plo, estudiantes, obreros, profesionales, muje-res, vecinos, etc., constituyen elementos deesa estructura económico-social en acción, enmovimiento, siendo a su vez personificación deintereses económico-sociales organizados enfracciones sociales las que expresan, con-juntos de relaciones sociales.

Fracciones de un todo que actúan, se activande acuerdo a las condiciones sociales genera-les y entran en movimiento y en su desplaza-miento espacial y temporal se organizan nacio-nalmente tomando la forma general de movi-miento social de oposición, alternándose laoposición a política de gobierno, a gobierno y alsistema mismo.Cada personificación de relaciones sociales

tiene su historia de luchas siendo finalmenteestas fracciones sociales, instrumentos en lalucha politica, económica, y social, realizandosus tareas sociales dentro de una fuerza socialcon capacidad de enfrentamiento.

Por tanfo ¿A qué campo de problemas nosremite la temática de los movimientos sociales?A los que refieren a los procesos de luchas po-Iiticas, económicas, ideológicas. Luchas socia-les, de poder, de clase.Si entendemos que el hombre es el protago-

nista de la historia, es él el fin. El punto departida en la reflexión y el punto de llegada, entanto la recuperación del ser genérico.

y aquí es donde se establece una ruptura decarácter epistemológico. Entre los que abordanla temática desde la perspectiva del individuoaislado, o conjuntos de individuos aislados,fuera de los procesos generales y la que inter-preta que el hombre es un ser social, colectivo,

Beba Balvé, Beatriz Balvé

relacionado entre si, en relación con los otroshombres, en sociedad, y a su vez diferenciadoen clases sociales.

Desde nuestra perspectiva, si uno ve movi-mientos sociales lo que está observando sonconjuntos de hombres en tanto personas, esdecir, en tanto personificación de intereses.Hombres e intereses activados y en movimien-to los que a lo largo del tiempo tienden aorganizarse en fuerzas estableciendo alianzasde clases las que en determinado momento ypor medio del enfrentamiento social tomanforma de fuerza social, realizando la fuerzamoral acumulada, basada en la legitimidad desus luchas, otorgándole materialidad a la fuerzasocial.

Los movimientos sociales son indicadoresde los elementos de una estructura económico-social que entra en acción. Ese movimientoimplica a la estructura total ya que la convulsio-na, la activa y produce alineamientos politicosy sociales. Todo esto implica un proceso consus tiempos y espacios sociales y mecanismosde articulación, hasta que toma forma de movi-miento social de oposición politica con su mo-mento de génesis, de desarrollo, de desplaza-miento y de realización de intereses, los cualesconforman un programa, que expresa lo queobjetivamente sucede y las metas contenidasen el movimiento social. Las aspiraciones ycondiciones en que se desenvuelve la vida decada sector y del conjunto social.

Es decir, lograr reconstruir en la reflexión lafisonomía y naturaleza del movimiento, aefecto de poder aproximarnos a las leyes querigen la vida social, en una formación socialdeterminada, en un momento determinado y,con las respectivas tendencias.

De allí que la noción y el concepto de fuerzasocial es central en los análisis de los movi-mientos socíales.Un movimiento social es unconju nto de relaciones sociales organizadas enuna secuencia eSpacio-temporal la que, en surecorrido y desplazamiento acumula fuerzacentralizando la dirección de las luchas,yconvertirse en fuerza social.

Ahora bien ¿Cuál es la fuerza motriz de todoeste proceso en movimiento? 0, ¿qué es lo que

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Consideraciones acerca de la temática de los movimientos sociales 125

pone en movimiento a todo el conjunto socialorganizado, tendencialmente en dos grandesfuerzas sociales?

Las crisis, sean estas políticas, económicaso ideológicas y las rupturas que implican, tantode relaciones sociales como de mediaciones yla transición de una crisis a otra.

Crisis de relaciones sociales, rupturas derelaciones sociales, recomposición bajo otrasformas, emergencia de una nueva relaciónsocial, que nos aparece como nuevas alíanzasde clases. Alíanzas que en su recorrido entranen crisis, se establecen rupturas, se recom-ponen bajo otras formas, cambiando el conte-nido social.

De allí que, de todo movimiento social deoposición, en determinado momento, emergeuna fuerza social en relación de enfrentamientocon otra fuerza social la cual, en disposición delucha, expresa la lucha de clases del proletaria-do en su doble manifestación: luchas demo-cráticas, por democratizar la fuerza material delestado y luchas sociales, de obreros, socia-listas, contra el despotismo del capital, y de esarelación de enfrentamiento brota el programade todas las clases sociales, que se desenvol-verá durante un tiempo determinado, segúnquien tenga la iniciativa.

Desde el punto de vista de su naturaleza,todo movimiento social es de oposición política,ya que contiene en su seno tres fuerzas a lasque enlaza, ordena y subordina según losmomentos. Estas refieren a la fuerza de laprotesta, la fuerza de la oposición política y lafuerza del bloque de oposición burguesa, per-manentemente representado por la peque/'laburguesía institucionalista, todos en relación ala política de gobierno o a la corporación delgobierno del estado.

Del conjunto de las fuerzas contenidas en unmovimiento social podemos precisar las condi-ciones de vida y existencia en un determinadomomento. Conforma, un cuadro de situación dela sociedad.

Todo movimiento social implica necesaria-mente su desplazamiento espacio temporal, deallí que este tema nos conduce a los problemasde la movilización social, el desplazamiento

humano y cuando se entra en esta fase esindicador de que está entrando en crisis unarelación social y se están estableciendorupturas en las mediaciones de esa relaciónsocial. En principio, de una relación política.

Por tanto, las condiciones de vida yexisten-cia dan vida al movimiento social el que en sudesplazamiento establece alianzas que hacenentrar en crisis relaciones sociales preexisten-tes, y a los cuadros que hacían de mediación enlas relaciones sociales, sean éstas políticas,económicas, ideológicas o sociales.

De allí que, a su vez, todo movimiento socialrefiere también al problema y a los procesos deformación de los cuadros y a su crisis. Es decir,hace el proceso de formación de las clasessociales, medido a través del proceso de for-mación de sus cuadros políticos, económicos ymilitares.

Como el proceso de formación de los cua-dros y su reproducción se logra mediante losenfrentamientos sociales, el desarrollo de lalucha de clases produce y reproduce a lasclases sociales dentro de una estrategia depoder que se corresponde con los interesesestratégicos de las dos grandes clases socialesfundamentales, en sociedades de caráctercapitalista.

Crisis institucional política, crisis económica,ruptura de mediaciones y transición de unorden de relaciones a otro, es lo que expresanlos movimientos sociales. También producentodos los elementos contenidos en una estruc-tura económica social en movimiento, brindanun mapa de las condiciones de vida y exis-tencia de ciertos hombres en relación a otroshombres. Las luchas referidas a los problemasde salario, vivienda, salud, educación, liber-tades, justicia, etc.conforman movimientos queconstituyen los elementos constitutivos de unvasto movimiento social de oposición política elcual en cierto momento planteará las cuestio-nes del poder y del estado.

Este movimiento de lo real, no se da de lamisma manera ni al mismo tiempo en todas lasformaciones sociales pero lo que sí se corres-ponde con todas ellas, son las leyes que rigenel movimiento. Cambian los ritmos y la forma de

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manifestarse según cual sea la estructurasocial en acción que conforma la formaciónsocial de carácter capitalista.El !iempe que tarde en cada formación social

dependerá de las circunstancias locales ymundiales pero no son las circunstancias lasque determinan al hombre sino el ser socialespecifico en relación, a las condiciones mate-riales y concretas de vida y de existencia.Finalmente, las dos dimensiones que ponen

en conexión los distintos campos de la realidaddonde se desarrolla la lucha de clases y quetoman inicialmente forma de movimientossociales hasta que se constituye el movimientosocial de opesición pelítica, refiere a una doblecrisis: la crisis económica y la crisis parlamen-taria y, la transición hacia otras tormas dearticulación social.De alli que, las ideas dominantes durante un

período, que se corresponden con la clasedominante, como es el caso de Argentina en ladoble década de 1960-70, que refería y sinteti-zaba en la consígna "per un cambio de estruc-turas" y que implicaba e involucraba a todas lasclases sociales; y en la década del '80, que sesintetiza en "la defensa de la democracia", ac-tiva a todo el conjunto social, expresandodistintos intereses de clases, momentos -pro-gresivos o regresivos- asumiendo distintasformas de articulacíón y organización social.En este sentido, sectores que entran en

movimiento, que se activan, son la manifes-tación de una situación particular y, a la vez,elementos constitutivos, a lo largo del tiempo,del movimiento social más general, dentro deun proceso de formación, desarrollo y despla-zamiento de fuerzas sociales y de formación decuadros con capacidad y disposición a la lucha.Finalmente, cuando toma forma, asume el

carácter de oposición pelítica. En sus comien-zos articula tres fuerzas: la fuerza de la protes-ta, la fuerza de la oposición pelítica y el bloquede opesición burguesa. Cuando entra en la fasede opesición política, se altera la relación defuerzas entre las fuerzas, cambiando el carác-

Beba Balvé, Beatriz Salvé

terde las luchas, según quien tenga la iniciativaen ese movimiento: la burguesía ó el pro-letariado. Según quien tenga la iniciativa en esaalianza de clasesó,lo que es lo mismo ¿Cuál deestas dos clases o combinacíón de fraccionesde clases se constituya en clase dirigente deesa alianza?Este movimiento, de alianzas, rupturas y

contradicciones, es el que en el enfrentamientosocial, cuando ya ha tomado forma y fuerza defuerza social, reordena la relación entre fuerzascontenidas, haciendo observable las contradic-ciones de clase a su interior.Todo movimiento social en su desarrollo

cambia incesantemente de forma, hasta que elproletariado bajo la dirección de la clase obreratome la iniciativa. Allí se produce un cambio dedirección y sentido en las luchas, cuya intensi-dad y magnitud guardará relación con el anta-gonismo alcanzado entre las dos clases socia-les fundamentales.Ahora bien, todo movimiento social de

oposición implica una alianza de clases y lo quelas articula refiere a dos grandes frentes delucha: la lucha contra el despotismo del capital,a cargo de la clase obrera. Estas son luchassociales, de carácter socialista y, las luchas delconjunto del campo popular que incluye a laclase obrera, por democratizar la fuerzamaterial del estado.De allí que, esta estrategia proletaria requie-

ra necesariamente de la movilización social. Esla forma en que se manifiestan las luchasdemocráticas del campe pepular, del pueblo, ódel proletariado en general.Movimientos sociales, fuerzas sociales, en-

frentamientos sociales relacionados toman fi-nalmente forma de un vasto movimiento socialde oposición política, relacionando el momentode la protesta con la oposición en relación algobierno y al estado.Refiere a las cuestiones del poder, del esta-

do, de la organización social, los problemas dela conciencia, la unidad de clase y las cuestio-nes del poder de nuevo tipo.

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Daniel Camacho

Doctor en Sociologia. Investigador dellnsitutode Investigaciones Sociales de la Universidadde Costa Rica.

Héctor Galván

Máster en Política Económica de la UniversidadNacional, Costa Rica. Vice-Presidente de laAsociación iJe Profesionales en Política Eco-nómica (AMPRE).

Roberto Salom

Licenciado en Sociologia y egresado de laMaestria Centroamericana de Socio logia de lapromoción 87-88. Actualmente realíza un pro-yecto de investigación con miras a obtener eltitulo de Máster, cuyo titulo es "Relacionesentre el Estado Costarricense y los organismosfinancieros multilaterales durante las dos últi-mas administraciones".

Luis Alberto Calvo

Licenciado en Socio logia. Profesor Asociadode la Escuela de Antropologia y Socio logia dela Universidad de Costa Rica.

Marlelos AguIJar

Máster en Historia de la Universidad de CostaRica. Profesora de Estudios Generales de lamisma Universidad. Autora de varios libros,entre ellos "Carlos Luis Fallas, su época y susluchas" y " Clase trabajadora y organizaciónsindical en Costa Rica 1943-1971".

Victoria Ramirez

Magister Scientiae en Historia, de la UniverSi-dad de Costa Rica, 1987. Ha participado endiferentes proyectos de investigación. Actual-mente es docente de la Escuela de EstudiosGenerales de la Universidad de Costa Rica.

COLABORADORES

Nuria Gamboa

Licenciada en Socio logia. Coordinadora delprograma de Educación Popular en el Instituto,Latinoamericano de Pedagogla de la Comu-nicación. ILPEC.

AlJen Cordero

Licenciado en Socio logia. Cursa actualmentela Maestria de Filosofia. Coordinador de laUnidad de Capacitación de la Comisión Perma-nente de Cooperativas de Aulogestión.

Francisco Enriquez

Licenciado en Historia. Profesor de la Escuelade Historia y Geografia de la Universidad deCosta Rica.

Eugenia Rodríguez

Máster en Historia de la Universidad de CostaRica. Actualmente es profesora de la Escuelade Historia y Geografia de la Universidad deCosta Rica y es investigadora del Centro deInvestigaciones Históricas de la misma Univer-sidad.

Domingo Campos

Licenciado en Psicologia. Profesordela Escue-la de Psicologia de la Universidad de CostaRica. Profesor- Investigador del Instituto deInvestigaciones Psicológicas.

Beba Batvé

Socióloga argentina. Directora del Centro deInvestigaciones en Ciencias Sociales, CICSO.

Beatriz Batvé

Socióloga argentina. Investigadora del Centrode Investigaciones en Ciencias Sociales,CICSO.

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LA EDITORIAL DE LA UNIVERSIDAD DE COSTA RJCA INFORMA QUE TAMBrEN PUBLICALAS SIGUIENTES REVISTAS, CON LOS MISMOS PREOOS DEL PRESENTE EJEMPLAR,

Título de la revista

Anuario de Estudios CentroamericanosRevista de Agronomía Cost.8rricense .Revista de Artes y Letras, KáñinaRevista de Biología TropicalRevista de Ciencia y TCQ'JologíaRevista de Ciencias EconómicasRevista de Ciencias SocialesRevista de EducaciónRevista de Filología y LingüísticaRevista de Filosofía

Ultimo No. publicado

Vol. 15, Fasc. 1, 1989Vol. 13, No. 1, 1989Vol. Xli, No. 1-2, 1989Vol. 38, Fasc. 1, 1990Vol. XII, No. 1.2, 1988Vol. vm, No. 2, 1988No. 44, 1989Vol. 13, No. 1-2, 1989Vol. XV, No. 1, 1989Vol. XXVIII, No. 67 -ií8, 1990

La c.laboración de esta revisla estuvo a cargo dela Oficina de' Publicaciones de la Universidadde Costa Rica, incluidos: el levantado de texto,la diagrart.aci6n, fotomecánica. montaje,impresión y encuadernación de 1.000 ejem-plares. Se finalimen el mes de febrero de 1990.

Ciudad Universitaria Rodrigo FacioSan José, Costa Rica. A.e.