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PRLOGO

LA GUERRA

DE LAS

GALAXIAS

GEORGE LUCAS

Ttulo del original, Star Wars

Traduccin, Iris MenndezNota del digitalizador:

En 1976 Foster escribi bajo la firma de otro la novelizacin original de Las Guerras de las Galaxias: Episodio IV una nueva esperanza, en base del guin de George Lucas.

Foster sigui a la novelizacin con el primer cuento autorizado de la secuencia de Las Guerras de las Galaxias, la astilla del ojo de la mente (Splinter of the Mind's Eye), en 1978 (para una pelicula de bajo presupuesto en caso de que Star Wars fracasara).

Hay que tener en cuenta que George Lucas haba creado el guin, pero no saba realmente como seran los personajes de sus pelculas al principio (si tienes el DVD del especial de Star Wars, lo podrs confirmar), entonces Lucas hace contacto con la editorial Del Rey donde Foster publica sus novelas.

Por ello he decidido ponerlo como Alan Dean Foster en vez de George Lucas.

Comenta Foster a la pregunta sobre si le molestaba ser el escritor "fantasma" del libro Star Wars: "En absoluto. Era historia de George. Me ampliaba simplemente sobre l. El no tener mi nombre en la cubierta no me incomod."

PRLOGOOtra galaxia, otra poca.

La Antigua Repblica era la Repblica legendaria, ms grandiosa que la distancia y el tiempo. No era necesario decir dnde estaba ni de dnde vena, sino saber tan slo que... era la Repblica. Antao, bajo el sabio gobierno del Senado y la proteccin de los caballeros de Jedi, la Repblica prosper y floreci. Pero, como ocurre con frecuencia cuando la riqueza y el poder superan lo admirable y alcanzan lo imponente, aparecieron seres perversos llenos de codicia.

Aquello ocurri durante el apogeo de la Repblica.

Al igual que los rboles de gran tamao, capaces de soportar cualquier ataque externo, la Repblica se pudri en su interior, a pesar de que el peligro no era visible desde fuera.

Persuadido y ayudado por individuos turbulentos y ansiosos de poder, y por los impresionantes rganos de comercio, el ambicioso senador Palpatine se hizo elegir presidente de la Repblica. Prometi reconciliarse con los descontentos del pueblo y restaurar las aoradas glorias de la Repblica.

En cuanto tuvo asegurado el cargo, se declar Emperador y se apart de la plebe. Poco tiempo despus, los mismos colaboradores y aduladores a los que haba investido de los ttulos ms eminentes, le tenan bajo control; las peticiones de justicia que lanzaba el pueblo no llegaban a sus odos.

Despus de acabar mediante la traicin y el engao con los caballeros de Jedi paladines de la justicia en la galaxia , los gobernadores y los burcratas imperiales se dispusieron a establecer el reinado del terror en los desalentados mundos de la galaxia.

En beneficio de sus ambiciones personales, muchos utilizaron las fuerzas imperiales y el prestigio del Emperador, cada vez ms aislado. Pero unos pocos sistemas se rebelaron ante estos nuevos ultrajes. Se declararon opuestos al Nuevo Orden y emprendieron la gran batalla para restaurar la Antigua Repblica.

Desde un principio, los sistemas esclavizados por el Emperador los superaron ampliamente en nmero.

En aquellos primeros y oscuros das pareca indudable que la brillante llama de la resistencia se extinguira antes de arrojar la luz de la nueva verdad en una galaxia de pueblos oprimidos y vencidos...

De la primera saga

Journal of the WhiltsEstaban en el lugar equivocado, en el momento inoportuno. Naturalmente, se convirtieron en hroes.

Leia Organa de Alderaan, senadora

I

Se trataba de un enorme globo brillante que arrojaba al espacio una centellante luz de topacio, pero no era un sol. As, durante largo tiempo, el planeta haba engaado a los hombres. Slo cuando entraron en la rbita cercana, sus descubridores comprendieron que era un mundo de un sistema binario y no un tercer sol propiamente dicho.

Al principio daba la impresin de que nada poda existir en semejante planeta, y menos an seres humanos. Pero las imponentes estrellas Gl y G2 trazaban su rbita en un centro comn con extraa regularidad y Tatooine las rodeaba a suficiente distancia para permitir el desarrollo de un clima bastante estable y exquisitamente clido. La mayor parte de este mundo era un desierto seco, cuyo excepcional resplandor amarillo, como de estrella, era consecuencia de la doble

luz solar que llegaba a las arenas y los llanos ricos en sodio. Esa misma luz solar brill sbitamente en la delgada piel de una forma metlica que caa desenfrenadamente hacia la atmsfera.

El curso errtico que segua el crucero galctico era intencional, no el fruto de un dao sino de un deseo desesperado de evitarlo. Prolongados rayos de intensa energa pasaban junto a su casco: una tormenta multicolor de destruccin, como un banco de irisadas rmoras que intentaban adherirse a un husped mayor y mal dispuesto.

Uno. de esos rayos de sondeo logr alcanzar a la nave en fuga y dio en su aleta solar principal. Fragmentos de metal y- de plstico, semejantes a gemas, estallaron en el espacio a medida que el extremo de la aleta se desintegraba. La embarcacin pareci estremecerse.

Sbitamente apareci el origen de esos rayos energticos mltiples: un pesado crucero imperial, cuyo imponente contorno se erizaba como un cactus con docenas de emplazamientos para armas pesadas. La luz dej de emanar de esas pas a medida que el crucero se acercaba. Era posible observar estallidos intermitentes y relmpagos de luz en las partes de la nave menor que haban recibido los impactos. En el fro absoluto del espacio, el crucero se arrim a su presa herida.

Otra explosin distante sacudi la nave, pero, para Artoo Detoo y See Threepio, todo ocurri muy cerca.

La conmocin los hizo rebotar por el estrecho pasillo como los cojinetes de un motor viejo.

Por sus figuras caba suponer que Threepio la mquina alta y de aspecto humano era el jefe y que Artoo Detoo el robot achaparrado y trpedo era un subordinado. En realidad eran iguales en todo, salvo en locuacidad, aunque Threepio habra gesticulado desdeosamente ante semejante sugerencia. En tal sentido, Threepio era, evidente y necesariamente, superior.

Otra explosin sacudi el pasillo y Threepio perdi el equilibrio. Su compaero de menor estatura no lo pasaba tan mal en esos momentos, gracias al bajo centro de gravedad de su cuerpo achaparrado y cilndrico, bien equilibrado en las patas gruesas y provistas de garras.

Artoo mir a Threepio, que se ergua junto a la pared del pasillo. Las luces pestaearon enigmticamente en tomo a un nico ojo mecnico, mientras el robot ms pequeo estudiaba el magullado revestimiento de su amigo. Una ptina de metal y de polvo fibroso cubra el acabado de bronce por lo general brillante, y se distinguan algunas abolladuras, consecuencia del embate sufrido por la nave rebelde en donde se hallaban.

Un profundo y persistente zumbido, que ni siquiera la explosin ms ruidosa logr acallar, acompa el ltimo ataque. Despus, sin motivo aparente, el tenue rasgueo se interrumpi bruscamente: los nicos sonidos del pasillo desrtico provenan del extrao crujido como de ramas secas de los rels en cortocircuito, o de los ruidos sordos de los circuitos agonizantes. Las explosiones comenzaron a retumbar una vez ms en la nave, pero procedan de ms all del pasillo.

Threepio gir su cabeza uniforme y humanoide hacia un costado. Los odos metlicos escuchaban atentamente. La imitacin de una pose humana era casi innecesaria los sensores auditivos de Threepio eran totalmente omnidireccionales, pero el delgado robot haba sido programado para mezclarse perfectamente con compaa humana. Su programacin abarcaba incluso la mmica de los gestos humanos.

Oste eso?pregunt a su paciente compaero refirindose al sonido palpitante. Han cerrado el reactor principal y el mecanismo de transmisin. Su

voz denotaba tanta incredulidad y preocupacin como la de cualquier humano. Una palma metlica frot tristemente un manchn gris opaco del costado, donde una abrasadora del casco que se haba roto cay y mell el acabado de bronce. Threepio era una mquina fastidiosa y esas cosas le perturbaban. Una locura, esto es una locura dijo meneando lentamente la cabeza. Esta vez nos destruyen con toda seguridad.

Artoo no respondi inmediatamente. Su torso en forma de barril se inclin hacia atrs; las poderosas piernas se aferraron a la cubierta y el robot de un metro de altura se concentr en estudiar el cielorraso.

Aunque no poda inclinar la cabeza en una postura de atencin como su amigo, Artoo se las ingeni para transmitir esa impresin. De su altavoz surgi una serie de breves hipos y de chirridos. Incluso para un odo humano sensible habran sido slo productos de la esttica, pero para Threepio formaban palabras tan claras y puras como la corriente directa.

S, supongo que tuvieron que interrumpir el mecanismo de transmisin reconoci Threepio , pero qu vamos a hacer ahora? No podemos entrar en la atmsfera con la aleta estabilizadora principal destruida. Me cuesta creer que debamos rendirnos sin ms.

Sbitamente apareci una reducida patrulla de humanos armados, con los rifles preparados. Tenan el ceo tan fruncido por la preocupacin como sus uniformes, y les rodeaba el halo de los hombres dispuestos a morir.

Threepio los observ en silencio hasta que desaparecieron en un recodo lejano del pasillo y luego volvi a mirar a Artoo. El robot ms pequeo no haba variado su posicin de atencin. Threepio dirigi la mirada, hacia arriba, aunque saba que los sentidos de Artoo eran algo ms penetrantes que los suyos.

Artoo, qu ocurre?

Como respuesta obtuvo una breve rfaga de bips. Un instante despus ya no haba necesidad de sensores altamente armonizados. Durante uno o dos minutos, el pasillo continu en un silencio letal. Despus se oy un dbil roce, como el de un gato que llama a una puerta, proveniente de arriba. El extrao ruido provena de fuertes pisadas y del traslado de un equipo voluminoso en algn punto de la nave.

Al or varias explosiones apagadas, Threepio murmur; Han entrado en algn punto por encima de nosotros. Esta vez no habr escapatoria para el capitn.

Gir y observ a Artoo: Creo que ser mejor que...

El chirrido del metal excesivamente dilatado domin el ambiente antes de que Threepio terminara la frase y el extremo ms lejano del pasillo qued iluminado por un cegador destello aclnico. En algn lugar, ms abajo, el reducido grupo armado que haba pasado minutos antes haba entrado en contacto con los atacantes de la nave.

Threepio apart el rostro y los delicados fotorreceptores con el tiempo justo para esquivar los fragmentos de metal que salan despedidos por el pasillo.

En el extremo ms lejano del cielorraso apareci un boquete y formas similares a enormes botas de metal comenzaron a caer en el suelo del pasillo. Ambos robots saban que ninguna mquina poda igualar la fluidez con que se movan esas formas e instantneamente adoptaron posturas de lucha. Los recin llegados no eran seres mecnicos, sino humanos acorazados.

Uno de ellos mir en lnea recta a Threepio... no, no a l, pens frenticamente el robot aterrorizado, sino ms all de l. La figura movi el enorme rifle entre las manos acorazadas... demasiado tarde. Un rayo de intensa luz golpe su cabeza y despidi fragmentos de coraza, hueso y carne en todas direcciones.

La mitad de las tropas imperiales invasoras giraron y comenzaron a responder al ataque en el pasillo, apuntando ms all de los dos robots.

Rpido... por aqu! orden Threepio con la idea de alejarse de los imperiales.

Artoo gir con l. Slo haban dado un par de pasos cuando vieron a la tripulacin rebelde en posicin, ms adelante, que disparaba pasillo abajo. En pocos segundos el pasillo se llen de humo y de rayos de energa entrelazados.

Los rayos rojos, verdes y azules rebotaron en las zonas lustradas de la pared y el suelo, y abrieron largas hendeduras en las superficies metlicas. Los gritos de los humanos heridos y agonizantes un sonido extraamente no robtico, pens Threepio retumbaban penetrantemente por encima de la destruccin inorgnica.

Un rayo dio cerca de los pies del robot al mismo tiempo que otro reventaba la pared a sus espaldas, y dejaba al descubierto circuitos que echaban chispas e hileras de conductos. La fuerza del doble estallido hizo que Threepio cayera en medio de los cables destrozados, donde una docena de corrientes distintas lo convirti en una masa retorcida y espasmdica.

Diversas sensaciones extraas recorrieron sus terminaciones nerviosas de metal, sensaciones que no produjeron dolor sino confusin. Cada vez que se mova e intentaba librarse, se produca otro crujido violento de un nuevo grupo de componentes que se desconectaba. El ruido y los rayos artificiales se mantuvieron a su alrededor mientras la batalla continuaba con todo ardor.

El humo comenz a llenar el pasillo. Artoo Detoo se apresur a ayudar a su amigo. El pequeo robot mostraba una flemtica indiferencia ante las energas salvajes que abarrotaban el pasillo. De todos modos, era de tan corta estatura que la mayora de los rayos le pasaban por encima.

Socorro! grit Threepio, repentinamente asustado ante un nuevo mensaje de un sensor interno . Creo que algo se est derritiendo. Libera mi pierna izquierda... el problema est cerca del servomotor plvico. Como era caracterstico en l, su

tono vari bruscamente de ruego a regao . Tienes la culpa de todo! grit enfurecido. Deb hacer algo mejor que confiar en la lgica de un asistente termocapsular de la mitad del tamao normal. No comprendo por qu insististe en que dejramos nuestras estaciones asignadas para bajar por este estpido pasillo de acceso, aunque ahora no tiene importancia.

Toda la nave debe de estar...

Artoo Detoo interrumpi el discurso con unos bips y silbidos furiosos, aunque sigui cortando y tirando con precisin de los enmaraados cables de alta tensin.

S? agreg Threepio burlonamente. Lo mismo para ti, pequeajo... !

Una explosin desmesuradamente violenta estremeci el pasillo y ahog su voz. Un efluvio de componentes carbonizados que quemaba los pulmones cubri el aire y todo qued a oscuras.

Dos metros de altura. Bpedo. Vaporosas tnicas negras que cubran su figura y un rostro siempre enmascarado con una pantalla respiratoria de metal negro, funcional aunque estrafalaria: el Oscuro Seor del Sith constitua una forma horripilante y amenazadora a medida que avanzaba por los pasillos de la nave rebelde.

El temor acompaaba las pisadas de todos los Oscuros Seores. La nube de maldad que rodeaba al que avanzaba fue lo bastante intensa para que las aguerridas tropas imperiales retrocedieran, tan amenazadora para llevarlas a murmurar nerviosamente. Los tripulantes rebeldes, poco antes decididos a todo. Dejaron de resistir, se separaron y corrieron presas del pnico al ver la armadura negra... coraza que, aunque negra, no era tan oscura como los pensamientos que corran la mente contenida en su interior.

Un propsito, un pensamiento, una obsesin dominaban ahora esa mente. Quemaron el cerebro de Darth Vader cuando ste gir por otro pasillo del caza averiado. El humo comenzaba a despejarse, pese a que los sonidos de la lejana lucha todava resonaban en el casco. Aqu la batalla haba concluido.

Slo quedaba un robot, que se agit libremente despus del paso del Oscuro Seor. See Threepio se libr finalmente del ltimo cable que le atenazaba. De algn lugar situado detrs de l llegaban los gritos humanos, pues las despiadadas tropas imperiales estaban acabando con los ltimos restos de resistencia rebelde.

Threepio baj la mirada y slo vio la cubierta llena de cicatrices. Al volver la vista, habl con tono de suma preocupacin:

Artoo Detoo, dnde ests? El humo pareci disiparse. Threepio dirigi la mirada pasillo arriba.

Artoo Detoo pareca encontrarse all. Pero no miraba en direccin a Threepio. El pequeo robot pareca petrificado en actitud atenta. Agachada sobre l incluso a los fotorreceptores electrnicos de Threepio les resultaba difcil penetrar el humo pegajoso y cido se hallaba una figura humana joven, esbelta y, segn las labernticas pautas estticas humanas, dedujo Threepio, de una serena belleza. Una mano pequea pareca moverse sobre el torso de Artoo.

Threepio clav la vista en ellos mientras la bruma volva a espesarse. Pero al llegar al final del pasillo, slo Artoo estaba all, en actitud de espera. Threepio mir ms all de l, inseguro. De vez en cuando, los robots sufran alucinaciones electrnicas pero... por qu habra de tener alucinaciones respecto a un humano?

Se encogi de hombros... Pero por qu no, sobre todo si se tenan en cuenta las confusas circunstancias de aquellos momentos y la dosis de corriente pura que acababa de absorber. No deba sorprenderle nada de lo que sus circuitos internos concatenados pudieran concebir.

Dnde has estado? pregunt por ltimo Threepio . Supongo que te escondiste. Decidi no mencionar a la figura quizs humana. Si haba sido una alucinacin, no le dara a Artoo la satisfaccin de saber hasta qu punto los recientes acontecimientos haban alterado sus circuitos lgicos. Regresarn por aqu prosigui, sealando el pasillo, y no dio al robot pequeo la oportunidad de responder , en busca de supervivientes humanos. Qu haremos ahora?

No confiarn en las mquinas de los rebeldes en el sentido de que no sabemos nada valioso. Nos enviarn a las minas de especias de Kessel o nos convertirn en repuestos para otros robots menos valiosos. Eso si no nos consideran trampas potenciales del programa y nos destruyen al vernos. Si nosotros no... pero Artoo ya haba girado y anadeaba rpidamente por el pasillo. Espera, a dnde vas? No me has odo?

Mientras murmuraba maldiciones en varios idiomas, algunas puramente mecnicas, Threepio corri con soltura tras su amigo. La unidad Artoo, dijo para sus adentros, poda ser un circuito cerrado total cuando se lo propona.

Fuera del centro de mandos del crucero galctico, el pasillo estaba lleno de hoscos prisioneros reunidos por las tropas imperiales. Algunos estaban heridos, otros agonizaban. Varios oficiales haban sido separados de los soldados y formaban un grupo aparte que diriga beligerantes miradas y amenazas al silencioso pelotn que los mantena a raya.

Como si hubiesen recibido una orden, todos tanto las tropas imperiales como los rebeldes guardaron silencio cuando una forma imponente y encapuchada apareci en un recodo del pasillo. Dos oficiales rebeldes, hasta ese momento decididos y obstinados, comenzaron a temblar. La gigantesca figura se detuvo delante de uno de los hombres y se irgui sin decir palabra. Una mano imponente rode el cuello del hombre y lo levant del suelo de la cubierta. Al oficial rebelde se le salieron los ojos de las rbitas, pero guard silencio.

Un oficial imperial, con el casco blindado echado hacia atrs lo que permita ver una cicatriz reciente donde un rayo de energa haba traspasado su blindaje , sali de la sala de mandos del caza y neg enrgicamente con la cabeza:

Nada, seor. El sistema de recuperacin de la informacin est limpio.

Darth Vader acogi la noticia con una seal de asentimiento apenas perceptible. La mscara impenetrable gir para observar al oficial al que estaba torturando. Los dedos cubiertos de metal se contrajeron.

Al elevarse, el prisionero intent desesperadamente abrirlos por la fuerza, pero sin xito.

Dnde estn los datos que interceptasteis?

barbot Vader amenazadoramente. Qu habis hecho con las cintas de informacin?

Nosotros... no interceptamos... ninguna informacin murmur el oficial colgado, que apenas poda respirar. De lo profundo de su ser logr extraer un chillido de indignacin: sta es una... nave consejera... Acaso no vio nuestras... seales extemas?

Estamos... realizando... una misin... diplomtica.

Que el caos se apodere de vuestra misin!

gru Vader. Dnde estn esas cintas? Apret con ms fuerza, con la amenaza implcita en el apretn.

Al responder, la voz del oficial era un susurro descamado y ahogado.

Slo... el comandante lo sabe.

Esta nave lleva el blasn del sistema de Alderaan farfull Vader y la mscara respiratoria parecida a una grgola se acerc. Hay algn miembro de la familia real a bordo? A quin llevis? Los gruesos dedos hicieron una presin mayor y los forcejeos del oficial se tomaron an ms frenticos. Sus ltimas palabras se ahogaron y confundieron ms all de lo inteligible.

Vader no estaba satisfecho. Aunque la figura gan flaccidez con una resolucin espantosa e incuestionable, la mano sigui apretando y produjo un escalofriante chasquido y estallido de huesos, como un perro que quiebra el plstico. Despus, con un jadeo de asco, Vader arroj el muerto en forma de mueco contra una pared. Varios soldados imperiales se apartaron a tiempo para esquivar el horripilante proyectil.

La imponente forma gir inesperadamente y los oficiales imperiales se encogieron bajo su siniestra y aterradora mirada.

Comenzad a destrozar esta nave pieza por pieza, componente por componente, hasta que encontris las cintas. En cuanto a los pasajeros, si es que hay alguno, los quiero vivos hizo una pausa y despus agreg: De inmediato!

Tanto los oficiales como los hombres estuvieron a punto de chocar a causa de la prisa por marcharse... no precisamente para cumplir las rdenes de Vader, sino para alejarse de su malvola presencia.

Finalmente, Artoo Detoo se detuvo en un pasillo vaco, libre de humo y de las seales de la batalla.

Threepio, perturbado y confuso, fren detrs de l.

Me has hecho recorrer media nave, y para qu...? Se call y mir incrdulo mientras el robot achaparrado extenda un miembro provisto de garra y rompa el precinto de la escotilla de un bote salvavidas. Inmediatamente se encendi en el pasillo una luz roja de alerta y se oy un suave ulular.

Threepio avizor vidamente en todas direcciones pero el pasillo segua vaco. Cuando volvi a mirar a Artoo, ste ya se abra paso hacia la estrecha cpsula del bote. Era lo bastante grande para contener a varios humanos y su diseo no haba sido pensado para incluir ingenios mecnicos. Artoo tuvo algunas dificultades para entrar en el incmodo y pequeo compartimento.

Eh! exclam regan y sorprendido Threepio . No se te permite entrar all! Est limitado a humanos. Tal vez podramos convencer a los imperiales de que no estamos programados por los rebeldes y de que somos demasiado valiosos para que nos desarmen, pero si alguien te ve ah no tendremos la ms mnima posibilidad. Sal!

De algn modo, Artoo haba logrado situar su cuerpo delante del diminuto tablero de mandos. Lade ligeramente el cuerpo y lanz un torrente de ruidosos bips y silbidos a su renuente compaero.

Threepio escuch. No poda fruncir el ceo, pero logr dar la impresin de que lo haca.

Misin... qu misin? De qu hablas? Parece que en tu cerebro no queda un solo terminal lgico integrado. No... basta de aventuras. Correr el riesgo con los imperiales... y no me meter ah.

La unidad Artoo emiti un enfurecido taido electrnico.

No me llames, filsofo estpido replic Threepio, glbulo de grasa demasiado pesado e imperfecto!

Threepio estaba preparando una rplica adicional cuando una explosin vol la pared trasera del pasillo. Los escombros de metal y polvo sisearon por el estrecho pasillo secundario, seguidos instantneamente por una serie de explosiones menores. Las llamas comenzaron a surgir, hambrientas, de la pared exterior descubierta y se reflejaron en las espaciadas manchas de la lustrosa piel de Threepio.

Mientras murmuraba el equivalente electrnico a entregar su alma a lo desconocido, el larguirucho robot salt dentro de la cpsula del bote salvavidas.

Me arrepentir de esto murmur en tono ms alto mientras que Artoo activaba la puerta de seguridad situada detrs de l.

El robot ms pequeo accion una serie de llaves, quit una cubierta y apret tres botones en una secuencia determinada. En medio del atronar de los pestillos explosivos, la cpsula salvavidas sali despedida del caza inutilizado.

Cuando a travs de los comunicadores lleg la noticia de que el ltimo reducto de resistencia de la nave rebelde haba sido liquidado, el capitn del crucero imperial se relaj de forma ostensible. Escuchaba con placer el relato de los hechos acontecidos en la nave capturada cuando recibi la llamada de uno de sus principales oficiales de tiro. El capitn se acerc al hombre, mir por la pantalla visora circular y vio un punto minsculo que caa hacia el ardiente mundo de abajo.

All va otra cpsula, seor. Instrucciones? La mano del oficial cubri una batera de energa computada.

Con indiferencia, confiando en la potencia de fuego y en el control total bajo su mando, el capitn estudi las pantallas de lectura cercanas, pertenecientes a esa cpsula. Todas estaban a su alcance.

Contenga el fuego, teniente Hija. Los instrumentos no muestran ninguna forma de vida a bordo. Tal vez hubo un cortocircuito en el mecanismo de liberacin de la cpsula o recibi una instruccin falsa. No desperdicie sus fuerzas. Se apart para escuchar con satisfaccin los informes acerca de los hombres y del material capturado, provenientes de la nave rebelde.

El resplandor de los paneles y los circuitos que estallaban se reflejaban de manera delirante en el uniforme blindado del soldado que diriga a la tropa mientras inspeccionaba el pasillo. Se dispona a girar e indicar a los de atrs que lo siguieran cuando repar en algo que se mova a un costado. Pareca agazapado en un hueco pequeo y oscuro. Apunt con su pistola, avanz cautelosamente y mir dentro de la cavidad.

Una pequea y temblorosa figura vestida de vaporoso blanco se arrincon en el fondo de la cavidad y mir al hombre. En ese momento, comprendi que estaba frente a una joven y que su descripcin fsica coincida con la de la persona por la cual el Oscuro Seor estaba sumamente interesado. El soldado sonri detrs del casco. Para l era un encuentro afortunado.

Gir ligeramente la cabeza dentro de la armadura y dirigi la voz hacia el minsculo micrfono condensador.

Est aqu! grit a los que se encontraban detrs. Preparad la fuerza de aturd...

No lleg a terminar la frase, del mismo modo que nunca recibira los esperados elogios. En cuanto apart la atencin de la muchacha para dirigirla al comunicador, los temblores de ella desaparecieron con sorprendente rapidez. La muchacha levant la pistola de energa que haba mantenido oculta en la espalda y dispar desde su escondite.

El soldado que haba tenido la desgracia de encontrarla cay con la cabeza convertida en una masa de hueso y metal derretidos. Tuvo la misma suerte la seunda forma blindada que se acerc rpidamente. Despus, una lanza de energa de color verde plido toc el costado de la mujer, que cay instantneamente en la cubierta, con la pistola todava en su pequea palma.

Formas revestidas de metal se apiaron a su alrededor. Una de ellas, que llevaba en el brazo la insignia de oficial inferior, se arrodill y la hizo girar. Estudi la forma paralizada con ojo experto.

Se recuperar totalmente declar por fin mientras miraba a sus subordinados . Informad a Lord Vader.

Threepio miraba hipnotizado por la puertecilla visora situada en la delantera de la minscula cpsula de escape, a medida que el ardiente ojo amarillo de Tatooine comenzaba a tragarlos. Saba que en algn lugar, detrs de ellos, el caza inutilizado y el crucero imperial se tornaban imperceptibles.

Para l, eso estaba bien. Si aterrizaban cerca de una ciudad civilizada, buscara un empleo elegante en una atmsfera apacible, algo ms adecuado a su status y su adiestramiento. Los ltimos meses le haban provocado demasiada agitacin y desconcierto para una simple mquina.

La manipulacin aparentemente al azar que Artoo haca de los mandos de la cpsula prometa cualquier cosa menos un aterrizaje uniforme. Threepio estudi preocupado a su compaero.

Ests seguro de que sabes pilotar este cacharro?

Artoo replic con un silbido evasivo que en nada alter el desapacible estado de nimo del robot ms alto.

II

Un refrn de los antiguos colonizadores afirmaba que antes se quemaban los ojos fijndolos con atencin en los llanos abrasados por el sol de Tatooine que mirando directamente sus dos inmensos soles, en razn de la potencia del penetrante resplandor que se reflejaba en aquellos desiertos interminables. A pesar de ese resplandor, la vida poda existir y exista en las llanuras formadas por lechos marinos evaporados mucho tiempo atrs. Haba algo que lo permita: la reabsorcin del agua.

No obstante, para fines humanos, el agua de Tatooine slo era relativamente accesible. La atmsfera ceda su humedad de mala gana. Era necesario engaarla para que bajara del resistente cielo azul... engaarla, forzarla y arrastrarla hasta la reseca superficie.

Dos figuras preocupadas por obtener esa humedad se encontraban de pie en una ligera elevacin de uno de aquellos llanos inhspitos. Una de las dos era rgida y metlica: un evaporador cubierto de arena y hundido firmemente en sta y en la roca ms profunda.

La figura de al lado se encontraba mucho ms animada, aunque no menos curtida por el sol.

Luke Skywalker doblaba en edad al evaporador de diez aos, pero se senta mucho menos seguro que ste. En ese momento, maldeca suavemente a un recalcitrante regulador de una vlvula del temperamental aparato. De vez en cuando, recurra a algn golpe tosco en lugar de utilizar la herramienta adecuada.

Ninguno de los dos mtodos funcionaba demasiado bien. Luke estaba convencido de que los lubricantes de los evaporadores se esforzaban por atraer la arena y hacan seductoras seales a las pequeas partculas abrasivas con un destello oleoso. Se limpio el sudor de la frente y descans un instante. Lo ms atractivo del joven era su nombre. Una brisa ligera agit su cabello revuelto y su holgada tnica de trabajo mientras observaba la mquina. No tiene sentido enfurecerse, se dijo. Slo se trata de una mquina desprovista de inteligencia.

Mientras Luke analizaba su situacin, apareci una tercera figura que corri precipitadamente desde detrs del evaporador para tocar con torpeza la seccin daada. Slo funcionaban tres de los seis brazos del robot modelo Treadwell, que estaban ms gastados que las botas que cubran los pies de Luke. La mquina realiz movimientos irregulares y de avance y detencin.

Luke la mir apenado y despus inclin la cabeza para observar el cielo. Ni una sola seal de nubes, y supo que nunca la habra a menos que lograra poner en funcionamiento ese evaporador. Se dispona a intentarlo una vez ms cuando un rayo de luz pequeo pero intenso llam su atencin. Con toda rapidez extrajo los prismticos prolijamente limpios de su cinturn de servicio y enfoc los lentes en direccin al cielo.

Durante largo rato fij la vista, deseoso de tener un verdadero telescopio en lugar de los prismticos.

Mientras miraba, se olvid de los evaporadores, del calor y de las restantes tareas cotidianas. Luke volvi a colgarse los prismticos al cinturn, gir y sali corriendo en direccin al vehculo terrestre de alta velocidad. A mitad de camino, grit impaciente por encima del hombro:

Date prisa. Qu esperas? Ponte en marcha.

El Treadwell comenz a avanzar hacia l, titube y luego empez a girar en un crculo cerrado, mientras soltaba humo por todas las bisagras. Luke le imparti nuevas instrucciones y finalmente renunci, asqueado al comprender que necesitara algo ms que palabras para poner de nuevo en funcionamiento al Treadweil.

Durante un instante, Luke tuvo dudas acerca de dejar la mquina... evidentemente, se dijo, sus componentes vitales estaban destrozados. De modo que subi de un salto al vehculo terrestre e hizo que el flotador de repulsin que acababan de reparar se inclinara peligrosamente hacia un costado, hasta que logr igualar la distribucin del peso al deslizarse detrs de los mandos. Mantuvo la altitud ligeramente por encima del terreno arenoso y el vehculo se equilibr como un bote en mar gruesa. Luke aceler el motor, que lanz un gemido de protesta, y la arena revolote detrs del flotador mientras diriga el aparato hacia la lejana ciudad de Anchorhead.

A sus espaldas, un lastimero faro de humo negro, procedente del robot que arda, segua ascendiendo en el aire desrtico y despejado. No estara all cuando Luke retornara. En los vastos yermos de Tatooine haba recogedores de metal, as como de carne.

Las estructuras de metal y piedra, blanqueadas por el lustre, de los mellizos Tatoo I y II se abrazaban estrechamente, tanto para hacerse compaa como para protegerse. Constituan el nexo de la extensa comunidad agrcola de Anchorhead.

En ese momento, las calles polvorientas y sin pavimentar estaban tranquilas, desiertas. Los jejenes zumbaban perezosamente en los aleros agrietados de los edificios de canteras vertedoras. Un perro ladr a lo lejos: era la nica seal de vida hasta que apareci una anciana solitaria que comenz a cruzar la calle. Apretaba contra su pecho su chal solar metlico.

Algo la llev a levantar la mirada y sus ojos cansados se esforzaron por ver a lo lejos. Un sonido aument sbitamente de volumen a medida que una brillante forma rectangular torca rugiente en una esquina. Se le salieron los ojos de las rbitas cuando el vehculo se abalanz sobre ella sin dar indicios de modificar su marcha. A duras penas pudo apartarse.

Sin resuello y con su furioso puo en alto detrs del vehculo terrestre, elev la voz por encima de los sonidos del motor:

Chiquillos, nunca aprenderis a reducir la velocidad!

Quiz Luke la vio pero, indudablemente, no la oy.

En ambos casos su atencin estaba centrada en otra parte mientras se detena detrs de una estacin de cemento baja y prolongada. De la parte superior y de los costados sobresalan diversas bobinas y varas. Las implacables olas de arena de Tatooine rompan contra las paredes de la estacin con una espuma amarilla y helada. Nadie se haba molestado en quitar la arena.

No tena sentido. De todos modos regresara al da siguiente. Luke cerr de un golpe la puerta delantera y grit:

Eh!

Un joven robusto, vestido de mecnico, estaba repantigado en una silla detrs del desordenado tablero de mandos de la estacin. El aceite que le protega del sol haba evitado que su piel se quemara. La piel de la muchacha sentada en su regazo estaba igualmente protegida y la mayor parte de ella se encontraba al descubierto. Por algn motivo, hasta el sudor seco le sentaba bien.

Eh, vosotros! volvi a gritar Luke, pues con su primer grito lo haba obtenido todo, menos una respuesta elocuente. Corri hacia la sala de instrumentos situada en la parte trasera de la estacin, mientras el mecnico, medio dormido, se pasaba una mano por el rostro.

No estar oyendo un joven ruido pasando estrepitosamente por aqu? murmur el mecnico.

La muchacha sentada en su regazo se desperez sensualmente y su ropa rada se movi en varias direcciones sugerentes. Su voz sonaba indiferentemente ronca.

Oh bostez , slo fue Wormie, presa de uno de sus ataques.

Deak y Windy levantaron la mirada de las quinielas que hacan con la ayuda de una computadora cuando Luke entr turbulentamente en la habitacin. Iban vestidos del mismo modo que Luke, aunque sus ropas les sentaban mejor y estaban menos gastadas.

Los tres jvenes diferan notoriamente del corpulento y agraciado jugador situado en la punta ms lejana de la mesa. Con su pelo prolijamente cortado y su impecable uniforme, destacaba en la habitacin como una amapola oriental en un mar de avena. Ms all de los tres humanos se oa un suave zumbido, producido por un robot de reparaciones que arreglaba pacientemente una pieza descompuesta del equipo de la estacin.

Terminad, muchachos! grit Luke, excitado.

Despus repar en el hombre de uniforme, y su mirada sbita y repentina le reconoci al instante:

Biggs!

El rostro del hombre se ilumin con una sonrisa a medias.

Hola, Luke.

Despus se abrazaron afectuosamente. Por ltimo, Luke se apart y admir abiertamente el uniforme del otro.

No saba que habas regresado. Cundo llegaste?

La confianza que la voz del otro denotaba bordeaba el reino de la presuncin sin penetrar en l.

Hace slo un rato. Quera darte una sorpresa, experto. Seal la sala . Supuse que estaras aqu con esos dos reptiles nocturnos. Deak y Windy sonrieron. Te aseguro que no esperaba que hubieras salido a trabajar. Ri fcilmente, con una risa que para muchos era irresistible.

La Academia no te ha hecho cambiar coment Luke. Pero has regresado tan pronto... su expresin se torn preocupada. Qu ocurri? No te dieron el nombramiento?

Hubo cierta reticencia en la respuesta de Biggs, que apart ligeramente la mirada:

Claro que me lo dieron. La semana pasada firm para servir a bordo del carguero Rand Ecliptic, Primer piloto, Biggs Darklighter, a su servicio. Hizo un complicado saludo, medio en serio, medio en broma y despus esboz esa sonrisa suya, altiva pero zalamera . Slo he venido a despedirme de todos vosotros, desafortunados inocentones rodeados de tierra.

Todos rieron, hasta que Luke record sbitamente el motivo que le haba llevado all con tanta prisa.

Casi lo olvid les dijo a medida que recobraba su agitacin inicial. All afuera, en nuestro sistema, se est librando una batalla. Salid y echad un vistazo.

Deak pareca decepcionado.

Que no sea otra de tus batallas picas, Luke. No tienes bastante con las que ya has soado? Olvdalo.

De olvidarlo, nada... hablo en serio. Se trata de una batalla de verdad.

Mediante palabras y empujones consigui que los ocupantes de la estacin salieran a la potente luz solar. Camie, sobre todo, pareca molesta.

Ser mejor que valga la pena, Luke le advirti, y protegi sus ojos del resplandor.

Luke ya tena los prismticos preparados y recorra los cielos con la mirada. Slo tard un instante en encontrar un punto determinado.

Ya os lo dije insisti . All est.

Biggs se acerc y cogi los prismticos mientras los dems observaban forzando la mirada. Una ligera readaptacin permiti el enfoque correcto para que Biggs distinguiera dos puntos plateados contra el firmamento oscuro.

Eso no es una batalla, experto afirm Biggs mientras bajaba los prismticos y miraba con afecto a su amigo . Sencillamente, estn ah. Dos naves, es verdad... probablemente se trata de una barcaza que aprovisiona un carguero, ya que Tatooine no tiene estacin orbital.

Hubo muchos disparos... antes agreg Luke.

Su entusiasmo inicial comenzaba a debilitarse ante la arrolladora seguridad de su amigo.

Camie quit los prismticos a Biggs y, al hacerlo, los golpe ligeramente contra un pilar. Luke se los arrebat rpidamente y estudi la cubierta para averiguar si estaba daada.

No te preocupes tanto, Wormie se mof la muchacha.

Luke avanz un paso hacia ella y se detuvo cuando el mecnico, ms fornido, se interpuso sin dificultades y le dedic una sonrisa de advertencia. Luke medit y rest importancia al incidente.

Estoy cansado de decirte, Luke dijo el mecnico, con la actitud de un hombre harto de repetir en vano lo mismo , que la rebelin est muy lejos de aqu. Dudo de que el Imperio est dispuesto a luchar para conservar este sistema. Creme, Tatooine es una enorme extensin de nada.

Su reducida audiencia comenz a entrar en la estacin antes de que Luke pudiera responder. Fixer rodeaba con el brazo a Camie y los dos se rean de la incompetencia de Luke. Incluso Deak y Windy murmuraban... Luke estaba convencido de que hablaban de l.

Los sigui, no sin antes echar una ltima mirada hacia los puntos lejanos. Estaba seguro de haber visto rayos de luz entre las dos naves y de que no haban sido emitidos por los soles de Tatooine al reflejarse en el metal.

La atadura que trababa las manos de la muchacha en su espalda era rudimentaria y eficaz. La atencin constante que le dedicaba la escuadra de soldados fuertemente armados podra haber sido excesiva para una pequea mujer, salvo por el hecho de que sus vidas dependan de que la entregaran sana y salva.

No obstante, cuando la joven redujo deliberadamente la marcha, fue evidente que sus captores no se oponan a maltratarla. Una de las figuras blindadas la golpe brutalmente en la parte ms estrecha de la espalda y ella estuvo a punto de caer. Gir y dedic al soldado una mirada cruel. Pero no supo si haba causado algn efecto, pues el rostro del hombre estaba totalmente tapado por el casco blindado.

Del vestbulo por el que posteriormente entraron todava emanaba humo por los bordes del hueco abierto en el casco del caza. Haban encajado en ste una entrada porttil y en el extremo del tnel apareca un anillo de luz que cubra el espacio entre la nave rebelde y el crucero. Una sombra la cubri cuando giraba para observar la entrada y se sorprendi a pesar de su autodominio generalmente inquebrantable.

Por encima de ella se elevaba la masa amenazante de Darth Vader, con los ojos inyectados y furiosos tras la horrible mscara respiratoria. Un msculo se contrajo en una de las tersas mejillas de la joven, pero sa fue su nica reaccin. Su voz no mostraba la ms mnima vacilacin.

Darth Vader... deb saberlo. Slo usted poda ser tan osado... y tan estpido. Bien, el Senado imperial no se quedar cruzado de brazos. Cuando se enteren de que usted ha atacado una misin diploma...

Senadora Leia Organa atron la voz de Vader con suavidad, aunque con fuerza suficiente para anular sus protestas. Su contento por haberla encontrado resultaba evidente por el modo en que saboreaba cada slaba. Su Alteza, no juegue conmigo prosigui siniestramente . Esta vez no est en una misin misericordiosa. Atraves directamente un sistema restringido, ignor numerosas advertencias y no hizo caso de las rdenes de regresar... hasta que ya no import. El inmenso crneo de metal se acerc . S que espas de este sistema emitieron varias transmisiones a esta nave. Cuando rastreamos esas transmisiones hasta los individuos que las emitieron, stos tuvieron el mal gusto de suicidarse antes de que pudiramos interrogarlos. Quiero saber qu ha ocurrido con los datos que le enviaron.

Ni las palabras de Vader ni su presencia hostil parecieron influir en la muchacha.

No s qu disparates est diciendo repuso, y apart la mirada . Soy un miembro del Senado que cumple una misin diplomtica a...

A su zona de la alianza rebelde declar Vader interrumpindola con tono acusador. Adems, es una traidora. Dirigi la mirada a un oficial prximo : Llvesela.

Ella logr alcanzarle con un escupitajo, que lanz sobre el blindaje blico todava caliente. Vader se despoj en silencio de la materia ofensiva y la observ interesado mientras la joven atravesaba la entrada hacia el crucero.

Un soldado alto y delgado que llevaba la insignia de comandante imperial llam la atencin de Vader al detenerse junto a l.

Retenerla es peligroso se atrevi a decir, y la sigui con la mirada mientras la escoltaban en direccin al crucero . Si esto se llega a saber, se producir un gran revuelo en el Senado. Despertar simpata hacia los rebeldes. El comandante dirigi la mirada hacia el indescifrable rostro metlico y agreg :

Debera ser destruida inmediatamente.

No. Mi primer deber consiste en localizar la fortaleza oculta que poseen replic Vader sin alterarse. Hemos eliminado todos los espas rebeldes .. o se han suicidado. En consecuencia, ahora mi nica clave para descubrir su situacin es ella. Pienso utilizarla a fondo. Si es necesario, la violentar... pero conocer el emplazamiento de la base rebelde.

El comandante apret los labios y mene levemente la cabeza, quiz con algo de compasin, mientras observaba a la mujer.

Preferir morir antes que suministrarle informacin.

La indiferencia de la respuesta de Vader fue glida:

Deje eso en mis manos. Medit un instante y prosigui : Enve una seal de peligro de banda ancha. Comunique que la nave de la senadora choc con un grupo inesperado de meteoritos que no logr esquivar. Las indicaciones de los instrumentos sealan que las capas protectoras mviles quedaron anuladas y que la nave se descompuso hasta el punto de perder el noventa y cinco por ciento de su atmsfera. Informe a su padre y al Senado que todos los que se encontraban a bordo han muerto.

Un grupo de soldados aparentemente cansados se acerc al comandante y al Oscuro Seor. Vader los observ expectante.

Las cintas con los datos no estn a bordo de la nave. No existe informacin valiosa en los bancos de almacenamiento ni pruebas de que stos hayan sido borrados recit mecnicamente el oficial encargado. Tampoco hubo transmisiones dirigidas de la nave hacia el exterior a partir del momento en que entramos en contacto. Una cpsula de bote salvavidas defectuosa sali disparada durante la lucha, pero en su momento se confirm que a bordo no haba formas de vida.

Vader pareci meditar.

Pudo haber sido una cpsula defectuosa reflexion , que tambin contuviera las cintas. Las cintas no son formas vitales. Probablemente, cualquier nativo que las encuentre ignorar su importancia y es probable que las limpie para volver a utilizarlas.

Pero... Enve un destacamento para que las recupere o para que se cerciore de que no estn en la cpsula orden por ltimo al solcito oficial . Sea lo ms sutil que pueda; no es necesario llamar la atencin, ni siquiera en este lamentable mundo de avanzada.

Vaporice ese caza... no dejaremos nada. En cuanto a la cpsula, no puedo correr el riesgo de creer que tan slo se trata de un desperfecto. Los datos que tal vez contenga podran resultar demasiado perjudiciales. Ocpese personalmente de esto, comandante. Si las cintas con los datos existen, se han de recuperar o destruir a cualquier precio. Despus concluy satisfecho : Cumplido esto y con la senadora en nuestro poder, seremos testigos del final de esta absurda rebelin.

Como usted ordene. Lord Vader contest el comandante.

Ambos hombres atravesaron la entrada que conduca al crucero.

Qu lugar tan abandonado!

Threepio gir cautelosamente para mirar la cpsula semienterrada en la arena. Sus giros internos todava funcionaban irregularmente a causa del tormentoso aterrizaje. Aterrizaje! La simple pronunciacin de la palabra halagaba indebidamente a su aburrido compaero.

Adems, supona que tena que estar agradecido porque haban llegado sanos y salvos. Aunque no estaba seguro de que se encontraran mejor all que si se hubiesen quedado en el crucero capturado, reflexion mientras estudiaba el rido paisaje. Por un lado, altas mesetas de piedra arenisca dominaban el horizonte. Los restantes puntos cardinales slo mostraban contiguas e interminables series de dunas, semejantes a largos dientes amarillos que se extendan kilmetro tras kilmetro a lo lejos. El ocano de arena se funda con el resplandor del cielo hasta tal punto que resultaba imposible distinguir dnde terminaba uno y dnde comenzaba el otro.

Una ligera nube de minsculas partculas de polvo se levant a medida que los dos robots se alejaban de la cpsula. El vehculo, despus de cumplir totalmente su misin, ya era inservible. Ninguno de los dos robots haba sido diseado para la locomocin a pie en este tipo de terreno, de modo que tuvieron que luchar para abrirse paso a travs de la superficie irregular.

Parece que hemos sido hechos para sufrir gimi Threepio compadecindose. Qu vida tan podrida! Algo chirri en su pierna derecha y recul . Necesito descansar antes de caer hecho pedazos.

Mis interiores todava no se han recuperado de ese precipitado encontronazo que llamaste aterrizaje.

Se detuvo, pero Artoo Detoo no le imit. El pequeo autmata haba virado bruscamente y ahora anadeaba lenta pero uniformemente en direccin al saliente de la meseta ms cercana.

Eh! grit Threepio. Artoo ignor la llamada y sigui avanzando . Adonde vas?

Artoo se detuvo y emiti un torrente de explicaciones electrnicas mientras Threepio, agotado, avanzaba hacia l.

Bueno, pero no ir por ah declar Threepio en cuanto Artoo concluy la explicacin . Es demasiado rocoso. Seal en la direccin por la cual haban caminado, en un ngulo que se alejaba de los riscos . Por aqu es mucho ms fcil. Una mano de metal seal despectivamente las altas mesetas.

De todos modos, qu te hace pensar que por all hay colonias?

De las profundidades de Artoo surgi un largo chillido.

No me vengas con tecnicismos le advirti Threepio. Estoy harto de tus decisiones.

Artoo lanz de nuevo su bip.

Est bien, ve por donde quieras declar Threepio con grandilocuencia. En un da la arena te arrastrar, miope pila de chatarra. Dio un desdeoso empujn a la unidad Artoo y el robot ms pequeo cay en una duna ligera. Mientras ste luchaba para ponerse de pie, Threepio inici la marcha hacia el horizonte confuso y resplandeciente y ech una mirad por encima del hombro . Que no descubra que

me sigues pidiendo ayuda advirti , porque no la obtendrs.

La unidad Artoo se enderez. Se detuvo un instante para limpiar su nico ojo electrnico con un brazo auxiliar. Luego emiti un chillido electrnico que era casi una expresin humana de furia. Tarare suavemente para sus adentros, gir y avanz penosamente hacia las sierras de piedra arenisca como si no hubiese ocurrido nada.

Varias horas ms tarde, un esforzado Threepio, con el termostato interno sobrecargado peligrosamente cerca de la interrupcin por recalentamiento, alcanz la cima de lo que esperaba que fuera la ltima duna. Cerca de all, pilares y contrafuertes de calcio blanqueado los huesos de alguna enorme bestia formaban un mojn poco prometedor. Al llegar a la cima, Threepio mir angustiado hacia adelante. En lugar del esperado verdor de la civilizacin humana, slo vio ms dunas, idnticas en su forma a aquella en que ahora se encontraba. La ms distante se elevaba an ms que la que acababa de coronar.

Threepio gir y mir hacia la altiplanicie rocosa ahora lejana, que comenzaba a tornarse indistinta a causa de la distancia y la distorsin producida por el calor.

Imbcil defectuoso murmur, incapaz ahora de reconocer, incluso para sus adentros, que quiz la unidad Artoo poda tener razn . Todo esto es culpa tuya. Me engaaste para que viniera por aqu, pero no logrars nada mejor.

Tampoco l lo lograra si no continuaba. Por eso avanz un paso y oy que algo rechinaba sordamente en el interior de la articulacin de una pierna. Se sent en medio de un hedor elctrico y comenz a extraer arena de sus coyunturas atascadas.

Poda seguir el mismo camino, se dijo. O poda reconocer un error de juicio y tratar de alcanzar a Artoo Detoo. Ninguna de las dos perspectivas le atraa demasiado.

Pero exista una tercera posibilidad. Poda sentarse all y brillar bajo la luz del sol hasta que sus articulaciones se trabaran, sus interiores se recalentaran y los rayos ultravioletas quemaran sus fotorreceptores. Se convertira en otro monumento al poder destructor de lo binario, igual que el organismo colosal cuyo cadver corrodo acababa de encontrar.

Sus receptores ya haban comenzado a fallar, reflexion. Le pareci ver algo que se mova a lo lejos.

Probablemente, una distorsin producida por el calor. No... no... evidentemente se trataba de una luz sobre el metal y se acercaba a l. Sus esperanzas renacieron. Ignor las advertencias de su pierna daada, se levant y comenz a hacer seales frenticamente.

Entonces vio que se trataba de un vehculo, aunque de tipo desconocido para l. Pero no caban dudas de que era un vehculo, y esto significaba inteligencia y tecnologa.

En medio de su agitacin, olvid contar con la posibilidad de que tal vez no fuera de origen humano.

As que interrump el paso de energa, cerr los quemadores traseros y ca despacio detrs de Deak concluy Luke mientras agitaba frenticamente los brazos.

l y Biggs conversaban en la parte exterior de la estacin de energa, a la sombra. Del interior llegaban sonidos de manipulacin del metal, ya que finalmente Fixer se haba reunido con su ayudante robot para realizar las reparaciones.

Estuve tan cerca de l prosigui Luke, agitado, que cre que ira a frer mis instrumentos. Tal como ocurrieron las cosas, arruin bastante el saltador celestial. El recuerdo le llev a fruncir el ceo.

To Owen estaba bastante enojado. Me dej en tierra durante el resto de la temporada. La depresin de Luke fue fugaz. El recuerdo de su hazaa invalid la

inmoralidad que representaba . Biggs, tendras que haber estado all!

Deberas tomrtelo con ms calma le aconsej su amigo. Escucha, Luke, tal vez seas el piloto de monte ms arriesgado a este lado de Mos Eisley, pero esos pequeos saltadores celestes pueden ser peligrosos. Se mueven espantosamente rpidos, si tenemos en cuenta que son una nave troposfrica... ms rpidamente de lo necesario. Sigue haciendo de jockey del motor con alguno de ellos y algn da... paf! Golpe violentamente el puo contra la palma de la otra mano . Slo sers un punto oscuro en el lado hmedo de la pared del can.

Mira quin habla replic Luke . Slo por haber estado en una nave espacial automtica empiezas a expresarte como mi to. Te has ablandado en la ciudad. Golpe vehementemente a Biggs, que bloque el movimiento con facilidad y realiz un dbil gesto de contraataque.

La indolente presuncin de Biggs se convirti en algo ms vehemente:

Te ech de menos, muchacho. Luke apart la mirada, incmodo.

Nada ha sido exactamente igual desde que te marchaste, Biggs. Ha estado todo tan... Luke busc la palabra adecuada y, por ltimo, concluy desesperanzado : ... tan tranquilo. Su mirada recorri las calles arenosas y desiertas de Anchorhead. En realidad, siempre est tranquilo.

Biggs guard silencio y se mostr pensativo. Mir a su alrededor. Estaban solos, afuera. Todos los dems se encontraban disfrutando del frescor relativo de la estacin de energa. Luke percibi una inslita solemnidad en el tono de su amigo.

Luke, no he regresado para despedirme ni para jactarme porque aprob en la Academia. Pareci vacilar, inseguro. Luego se descolg rpidamente, sin darse la posibilidad de retroceder. Pero quiero que alguien lo sepa. No puedo contrselo a mis padres.

Boquiabierto ante Biggs, Luke slo pudo barbotar:

Que sepa qu? De qu hablas?

Hablo de lo que se dice en la Academia... y en otros sitios, Luke. Una conversacin seria. Tengo algunos amigos nuevos, amigos ajenos al sistema. Estamos de acuerdo acerca del modo en que ciertas cosas se desenvuelven y... adopt un tono de voz conspirador. Cuando lleguemos a uno de los sistemas perifricos, saltaremos de la nave y nos uniremos a la alianza.

Luke mir azorado a su amigo e intent imaginar a Biggs al Biggs amante de la alegra, despreocupado y que viva el presente como un patriota exaltado por el fervor rebelde.

Vas a unirte a la rebelin? comenz a preguntar. Ests bromeando. Cmo vas a hacerlo?

Baja la voz, quieres? advirti el fornido hombre mientras miraba furtivamente hacia la estacin de energa. Tu boca parece un crter.

Lo siento susurr Luke apresuradamente .

Hablo en voz baja... escucha cuan bajo hablo. Apenas puedes orme...

Biggs le interrumpi y prosigui:

Un amigo mo de la Academia tiene un amigo en Bestine que tal vez pueda permitirnos entrar en contacto con una unidad rebelde armada.

Un amigo de un... Ests loco declar Luke con conviccin, seguro de que su amigo haba enloquecido . Podras vagabundear eternamente tratando de encontrar una avanzada rebelde de verdad. La mayora de ellas son mitos. Ese amigo de tu amigo podra ser un agente imperial. Acabaras en Kessel o te ocurrira algo peor. Si las avanzadas rebeldes fueran tan fciles de encontrar, el Imperio las abra aniquilado hace aos.

S que es muy difcil reconoci Biggs de mala gana. Si no consigo establecer contacto... una luz peculiar ilumin los ojos de Biggs, un conglomerado de madurez reciente y... algo ms, entonces har lo que pueda por mi cuenta. Mir intensamente a su amigo . Luke, no esperar a que el Imperio me llame a su servicio militar. A pesar de lo que lias odo por los canales oficiales de informacin, la rebelin crece, se extiende. Y quiero estar del lado que corresponde... del lado en que creo. Su voz se alter de manera desagradable y Luke se pregunt qu vea en su ojo mental. Luke, tendras que haber odo alguna de las historias que yo o, tendras que haberte enterado de algunos ultrajes de los que yo me enter.

Tal vez en otro tiempo el Imperio fue grandioso y hermoso, pero las personas que ahora gobiernan... Mene enrgicamente la cabeza. Est corrompido, Luke, corrompido.

Y yo no puedo hacer nada de nada murmur Luke hoscamente. Estoy atascado aqu. Pate intilmente la arena omnipresente de Anchorhead.

Cre que pronto ingresaras en la Academia agreg Biggs . Si es as, tendrs la oportunidad de salir de esta pila de arena.

Luke buf despectivamente.

No es probable. Tuve que retirar mi solicitud.

Baj los ojos, incapaz de sostener la incrdula mirada de su amigo. Tuve que hacerlo. Biggs, desde que te marchaste hay mucho desasosiego entre los habitantes de la arena. Incluso han atacado las afueras de Anchorhead.

Biggs neg con la cabeza y no tuvo en cuenta la justificacin.

Tu to podra resistir toda una colonia de invasores con una barrena.

Desde la casa, claro que s reconoci Luke , pero, finalmente, mi to Owen ha instalado y puesto en marcha los evaporadores necesarios para que la granja pague con creces. Pero l solo no puede proteger toda esa tierra y dice que me necesita durante una temporada ms. Ahora no puedo abandonarle.

Biggs suspir con pesar.

Lo siento por ti, Luke. Algn da tendrs que aprender a distinguir entre lo que parece importante y lo que realmente lo es. Seal a su alrededor , De qu servir todo el trabajo de tu to si el Imperio se apodera de l? O decir que han comenzado a impenalizar el comercio en todos los sistemas lejanos.

No pasar mucho tiempo hasta que tu to y todos los dems de Tatooine sean arrendatarios que se matan trabajando para mayor gloria del Imperio.

Eso no puede ocurrir aqu opin Luke con una confianza que no senta . T mismo lo has dicho : el Imperio no se preocupar por esta roca.

Las cosas cambian, Luke. Slo la amenaza de la rebelin impide que muchos de los que estn en el poder lleven a cabo algunas cosas indecibles. Si la amenaza desaparece por completo... bien, existen dos cosas que los hombres nunca han podido satisfacer: su curiosidad y su codicia. Los burcratas imperiales encumbrados no son un modelo de curiosidad.

Ambos permanecieron en silencio. Un remolino de arena atraves la calle con silenciosa majestuosidad y choc contra una pared para enviar cfiros recin nacidos en todas direcciones.

Me gustara ir contigo murmur finalmente Luke. Levant la vista. Te quedars mucho tiempo aqu?

No. En realidad, me marcho por la maana para encontrarme con el Ecliptic.Supongo entonces... que no volver a verte.

Tal vez algn da declar Biggs. Su rostro se ilumin y esboz su encantadora sonrisa. Experto, estar atento a ver si te veo. Mientras tanto, trata de no chocar contra las paredes de ningn can.

Entrar en la Academia la prxima temporada insisti Luke, ms para alentarse a s mismo que para Biggs. Y despus, quin sabe dnde acabar?

Pareca decidido . No me alistarn en la flota espacial, puedes estar seguro. Cudate. T... siempre sers el mejor amigo que he tenido. No haba necesidad de que se estrecharan las manos. Haca mucho tiempo que ambos estaban ms all de eso.

Entonces, Luke, hasta pronto replic Biggs con sencillez. Gir y volvi a entrar en la estacin de energa.

Luke le vio desaparecer por la puerta, con sus pensamientos tan caticos y frenticos como una de las repentinas tormentas de polvo de Tatooine.

Existan diversos caracteres extraordinarios que singularizaban la superficie de Tatooine. Entre ellos sobresalan las misteriosas nieblas que regularmente surgan del terreno en los puntos en donde las arenas del desierto chocaban contra los riscos y las llanuras inflexibles.

Aunque la bruma en un desierto humeante pareca tan fuera de lugar como un cactus en un glaciar, no por ello dejaba de existir. Los meteorlogos y los gelogos discutan su origen y sugeran teoras difciles de creer acerca del agua suspendida en las vetas de piedra arenisca debajo de la arena y reacciones qumicas incomprensibles que hacan que el agua ascendiera cuando el terreno se enfriaba y volviera a caer subterrneamente con el doble amanecer. Todo era muy atrasado y muy real.

Ni la niebla ni los extraos gemidos de los habitantes nocturnos del desierto perturbaban a Artoo Detoo mientras ascenda con cuidado por el arroyo rocoso, en busca del camino ms fcil hasta lo alto de la llanura. Sus tacos cuadrados y anchos producan sonidos chasqueantes bajo la luz de la tarde, a medida que la arena dejaba paso gradualmente a la grava.

Se detuvo durante un instante. Crey detectar un ruido como de metal sobre roca, en lugar de un sonido de roca sobre roca, hacia adelante. Pero el sonido no se repiti y Artoo reanud prontamente su ascenso de nade.

Arroyo arriba, demasiado alto para verlo desde abajo, un guijarro se solt del muro de piedra. La minscula figura que haba aflojado accidentalmente el guijarro desapareci como un ratn entre las sombras. Dos puntos brillantes de luz aparecieron bajo los pliegues superpuestos de un capotillo marrn a un metro de la muralla del can que se estrechaba.

Slo la reaccin del confiado robot indic la presencia del rayo siseante en el mismo instante en que lo alcanz. Durante un momento, Artoo Detoo lanz extraas fluorescencias bajo la luz decreciente. Se produjo un nico y breve chillido electrnico. A continuacin, el soporte en forma de trpode perdi el equilibrio y el pequeo autmata cay de espaldas, con las luces delanteras parpadeando errticamente a causa de los efectos del rayo paralizador.

Tres parodias de hombre salieron corriendo de detrs de unos cantos rodados que los ocultaban. Sus movimientos eran ms de roedor que de humano y su altura superaba ligeramente a la de la unidad Artoo.

Cuando vieron que el estallido de energa enervante haba inmovilizado al robot, guardaron sus extraas armas. No obstante, se acercaron cautelosamente a la paralizada mquina, con la agitacin de los cobardes natos.

Sus capas estaban densamente cubiertas de polvo y arena. Las enfermizas pupilas rojo amarillentas brillaban como las de un gato desde el fondo de sus capuchas, mientras estudiaban al cautivo. Los jawas conversaban con suaves graznidos guturales y enmaraadas analogas de la palabra humana. Si alguna vez haban sido humanos, como propona la hiptesis de los antroplogos, haca mucho tiempo que haban degenerado ms all de todo lo que se pareciera a la raza humana.

Aparecieron varios jawas ms. Juntos lograron levantar y arrastrar alternativamente al robot hasta el arroyo.

En el fondo del can como una monstruosa bestia prehistrica se encontraba un vehculo arenero reptante tan enorme como minsculos eran sus propietarios y operarios. De varias docenas de metros de altura, el vehculo se encontraba por encima del suelo sobre mltiples cadenas que eran ms elevadas que un hombre de elevada estatura. Su epidermis de metal estaba estropeada y corroda tras haber soportado incalculables tormentas de arena.

Al llegar al vehculo, los jawas siguieron farfullando. Artoo Detoo los oa, pero no logr comprender nada. Este fracaso no tena por qu incomodarle. Si lo deseaban, slo los jawas podan comprender a otros jawas, ya que utilizaban un lenguaje volublemente variable que enloqueca a los lingistas.

Uno de ellos extrajo un disco pequeo de una bolsa de su cinturn y lo adhiri al flanco de la unidad Artoo. De un costado del gigantesco vehculo sobresala un gran tubo. Hicieron rodar al robot hasta all y se apartaron. Se produjo un ligero gemido, el pufff de un poderoso vaco, y el pequeo robot fue a parar a las entraas del reptante arenero tan limpiamente como un guijarro sube por una cerbatana. Cumplida esa parte de la tarea, los jawas volvieron a farfullar y despus subieron al reptante mediante tubos y escaleras, como un grupo de ratones que regresa a su guarida.

El tubo de succin deposit con cierta torpeza a Artoo en un pequeo lugar cbico. Adems de diversas pilas e instrumentos descompuestos de chatarra pura, alrededor de una docena de robots de formas y tamaos diversos poblaba la crcel. Algunos desarrollaban una conversacin electrnica. Otros daban vueltas al azar. Cuando Artoo se dej caer en la cmara, una voz estall sorprendida:

Artoo Detoo... eres t, eres t! grit agitadamente Threepio desde la oscuridad cercana. Se abri paso hasta la unidad de reparaciones todava inmovilizada y casi la abraz humanamente. Al distinguir el pequeo disco adherido a un costado de Artoo, Threepio baj pensativamente la mirada por su pecho, donde haban colocado un artilugio semejante.

Unas imponentes palancas, insuficientemente lubricadas, comenzaron a moverse. El monstruoso reptante arenero gir con un crujido y avanz rechinando con implacable paciencia por la noche desrtica.

III

La bruida mesa de conferencias era tan desalmada e inflexible como el humor de los ocho senadores y oficiales imperiales reunidos en tomo a ella. Los soldados imperiales montaban guardia en la entrada de la cmara, que estaba escasamente amueblada y framente iluminada por luces situadas en la mesa y en las paredes. Uno de los ms jvenes de los ocho peroraba. Mostraba la actitud de aquel que ha trepado alto y rpido mediante mtodos que no conviene analizar a fondo. El general Tagge posea cierto genio retorcido pero esa habilidad slo le haba encumbrado parcialmente a su alto puesto actual. Otras despreciables habilidades haban demostrado ser igualmente eficaces.

Aunque su uniforme estaba tan perfectamente amoldado y su cuerpo tan limpio como el de cualquiera otra de las personas que se encontraba en la sala, ninguno de los siete restantes se atreva a tocarle. Cierta viscosidad se aferraba empalagosamente a l, una sensacin presentida ms que tctil. A pesar de ello, muchos le respetaban. O le teman.

Digo que esta vez ha ido demasiado lejos insista con vehemencia el general . Este seor de Sith que est con nosotros a ruegos del Emperador, ser nuestra perdicin. Hasta que la estacin de combate no sea plenamente operativa, seguiremos siendo vulnerables. Parece que algunos de vosotros todava no comprendis lo bien equipada y organizada que est la alianza rebelde. Sus naves son excelentes y sus pilotos, mejores. Y estn impulsados por algo ms potente que los motores: el fanatismo perverso y reaccionario. Son ms peligrosos de lo que la mayora de vosotros cree.

Un oficial de ms edad, con la cara cubierta de cicatrices tan profundas que ni siquiera la mejor ciruga plstica poda reparar en su totalidad, se agit nerviosamente en la silla.

Peligrosos para su flota espacial, genera] Tagge, pero no para esta estacin de combate. Los ojos secos se posaron de hombre en hombre y recorrieron la mesa. Pienso que Lord Vader sabe lo que hace.

La rebelin continuar, siempre y cuando esos cobardes tengan un santuario, un sitio donde sus pilotos puedan descansar y reparar sus mquinas.

Tagge puso reparos.

Lamento discrepar, Romodi. Creo que la construccin de esta estacin est ms relacionada con el anhelo de poder personal y de reconocimiento del gobernador Tarkin que con cualquier estrategia militar justificable. Los rebeldes seguirn aumentando el apoyo en el Senado mientras...

El ruido de la nica puerta que se abra y los guardias que adoptaban la posicin de firmes le interrumpieron. Gir la cabeza, como todos los dems.

Dos individuos tan distintos de aspecto como unidos en sus objetivos, haban entrado en el aposento.

El ms cercano a Tagge era un hombre delgado, con cara de cuchillo, que haba tomado prestadas la cabellera y la forma de una vieja escoba, y la expresin de una piraa inactiva. El Gran Moff Tarkin, gobernador de numerosos territorios imperiales remotos, resultaba pequeo junto al cuerpo amplio y blindado de Lord Darth Vader.

Tagge, dominado aunque en absoluto intimidado, se sent lentamente mientras Tarkin ocupaba su sitio en el extremo de la mesa de conferencias. Vader se detuvo frente a l, como una presencia dominante situada detrs de la silla del gobernador. Durante un instante, Tarkin mir fijamente a Tagge y despus apart la mirada como si no hubiese reparado en nada. Tagge ech pestes pero se mantuvo callado.

Mientras la mirada de Tarkin recorra la mesa, una sonrisa satisfecha, delgada como una navaja, permaneci congelada en su semblante.

Caballeros, el Senado imperial ya no ser una preocupacin para nosotros. Acabo de recibir la noticia de que el Emperador ha disuelto de manera permanente ese equvoco organismo.

Un murmullo de sorpresa recorri la asamblea.

Finalmente se han suprimido los restos de la Antigua Repblica prosigui Tarkin.

Eso es imposible intervino Tagge. Cmo controlar el Emperador la burocracia imperial?

Tiene que comprender que la representacin senatorial no ha sido formalmente abolida explic Tarkin. Simplemente ha sido reemplazada sonri ms abiertamente mientras dure el estado de emergencia. Ahora los gobernadores regionales tendrn el control directo y va libre para administrar sus territorios. Esto significa que, al fin, la presencia imperial podr llevarse adecuadamente a los mundos irresolutos del Imperio. A partir de ahora, el temor mantendr a raya a los gobiernos locales potencialmente traidores. El temor a la flota imperial... y el temor a esta estacin blica.

Y la rebelin existente? inquiri Tagge.

Si de algn modo los rebeldes lograran hacerse con el esquema tcnico completo de esta estacin de combate, existe la posibilidad remota de que pudieran localizar un punto dbil que podran explotar secundariamente. La sonrisa de Tarkin se convirti en una mueca afectada. Por supuesto, todos sabemos cuan guardados y cuidadosamente protegidos estn esos datos vitales. Es imposible que caigan en manos rebeldes.

Los datos tcnicos a los que se refiere indirectamente atron enfurecido Darth Vader, pronto volvern a nuestras manos. Si... Tarkin interrumpi al Oscuro Seor, algo que ningn otro de los reunidos en tomo a la mesa se habra atrevido a hacer.

No tiene importancia. Cualquier ataque que los rebeldes dirigieran contra esta estacin sera un gesto suicida, suicida e intil... al margen de cualquier informacin que lograran obtener. Despus de muchos aos de construirla secretamente declar con notorio placer, esta estacin se ha convertido en la fuerza decisiva de esta parte del universo. Los acontecimientos de esta regin de la galaxia ya no estarn determinados por el destino, por decretos o por algn organismo. Esta estacin los decidir!

Una enorme mano cubierta de metal hizo un ligero gesto y uno de los vasos llenos que se encontraba sobre la mesa se inclin a modo de respuesta. El Oscuro Seor prosigui con tono ligeramente regan:

Tarkin, no se sienta tan orgulloso del terror tecnolgico que ha engendrado. La capacidad de destruir una ciudad, un mundo o todo un sistema, sigue siendo insignificante cuando se la compara con la fuerza.

La fuerza se burl Tagge. Lord Vader, no intente asustarnos con sus actitudes de hechicero. Su triste devocin a esa mitologa antigua no le ayud a lograr que aparecieran las cintas robadas ni lo dot de la necesaria clarividencia para localizar la fortaleza oculta de los rebeldes. Bien, es suficiente para rer de acuerdo con...

Los ojos de Tagge sobresalieron bruscamente y se llev las manos al cuello cuando comenz a adquirir un desconcertante matiz azul.

Esta falta de fe me resulta perturbadora afirm Vader moderadamente.

Es suficiente declar Tarkin, acongojado. Vader, sultelo. Estos altercados entre nosotros no tienen sentido.

Vader se encogi de hombros como si eso careciera de importancia. Tagge se dej caer en el asiento, se frot el cuello y su cauta mirada no abandon un solo instante al oscuro gigante.

Lord Vader nos comunicar el emplazamiento de la fortaleza rebelde en el momento en que esta estacin se declare operativa afirm Tarkin. En cuanto lo sepamos, iremos all, la destruiremos totalmente, y aplastaremos esa pattica rebelin de un solo golpe.

Como el Emperador lo desee... as ser agreg Vader con sarcasmo.

Si alguno de los poderosos hombres sentados en torno a la mesa consider objetable su tono irrespetuoso, le bast con una mirada a Tagge para convencerse de que no haba que mencionarlo.

La oscura prisin apestaba a aceite rancio y lubricantes viejos, un autntico osario metlico. Threepio soport la desconcertante atmsfera lo mejor que pudo. Fue una batalla constante para evitar que cada rebote inesperado le arrojara contra las paredes o encima de otra mquina.

Con el fin de conservar la energa y tambin para evitar el torrente constante de quejas de sus compaeros ms altos, Artoo Detoo haba interrumpido todas sus funciones externas. Yaca inerte en medio de una pila de partes secundarias, por el momento sublimemente despreocupado por su destino.

Nunca acabar esto? se quej Threepio cuando otra sacudida violenta empuj bruscamente a los habitantes de la prisin. Ya haba formulado y descartado medio centenar de finales espantosos. Slo estaba seguro de que el arreglo posterior sera peor que todo lo que poda imaginar.

Entonces, sin aviso previo, tuvo lugar algo ms perturbador que la sacudida ms violenta. El gemido del reptante arenero se apag y el vehculo se detuvo, casi como si respondiera a la pregunta de Threepio. De los artilugios mecnicos que todava conservaban una apariencia de sensibilidad surgi un nervioso zumbido mientras especulaban sobre su actual situacin y su probable destino.

Threepio ya no ignoraba quines eran sus captores ni sus posibles motivos. Los cautivos locales haban explicado la naturaleza de los nmadas mecnicos casi humanos, los jawas. Viajaban en sus enormes hogares-fortalezas mviles y recorran las regiones ms inhspitas de Tatooine en busca de minerales valiosos... y mquinas utilizables. Nunca los haban visto sin sus capas y sus mscaras protectoras contra la arena, de modo que nadie conoca exactamente su aspecto. Pero tenan fama de ser extraordinariamente feos. Threepio no necesitaba que le convencieran.

Se inclin sobre su compaero todava inmvil y comenz a sacudir uniformemente el torso en forma de barril. Los sensores epidrmicos de la unidad Artoo se activaron y las luces de la delantera del pequeo robot iniciaron un despertar sucesivo.

Despierta, despierta le apremi Threepio. Nos hemos detenido en algn sitio. Al igual que varios robots ms imaginativos, sus ojos recorran cautelosamente las paredes de metal, pues tema que en cualquier momento un panel oculto se abriera y entrara un gigantesco brazo mecnico que le buscara a manotazos . Sin duda alguna, estamos condenados recit con pesar mientras Artoo se enderezaba y recuperaba la actividad total. Crees que nos fundirn? Permaneci, en silencio durante varios minutos y despus agreg : Esta espera es lo que me altera.

La pared ms distante de la cmara se abri bruscamente y el cegador resplandor blanco de la maana de Tatooine les aturdi. Los sensibles fotorreceptores de Threepio se esforzaron para adaptarse a tiempo y evitar un dao grave.

Varios jawas de aspecto repulsivo treparon gilmente a la cmara, vestidos con las mismas fajas e inmundicias que Threepio haba visto anteriormente.

Mediante el empleo de armas de mano de diseo desconocido aguijonearon las mquinas. Algunas, not Threepio tragando saliva mentalmente, no se movieron.

Los jawas no se preocuparon de las mquinas inmviles y trasladaron afuera a aquellas que todava podan moverse, incluidas Artoo y Threepio. Ambos robots descubrieron que formaban parte de una desigual fila mecnica.

Threepio protegi sus ojos del resplandor y vio que haba cinco robots colocados a lo largo del enorme vehculo arenero. La idea de escapar no pas por su mente. Ese concepto era totalmente extrao para un ser mecnico. Cuanto ms inteligente era un robot, ms detestable e impensable le pareca este concepto.

Adems, si hubiera intentado escapar, los sensores incorporados habran detectado el imperfecto funcionamiento lgico y crtico, y fundido todos los circuitos de su cerebro.

Estudi las pequeas cpulas de los evaporadores que demostraban la presencia de un ms amplio casero humano subterrneo. Aunque desconoca ese tipo de construccin, todos los indicios daban a entender la existencia de una vivienda modesta pero aislada. La idea de ser desguazado o de matarse trabajando en alguna mina, a alta temperatura, desapareci lentamente. Su estado de nimo se elev.

Despus de todo, tal vez esto no sea tan malo murmur esperanzado . Si logramos convencer a estos bichos bpedos de que nos dejen aqu, tal vez podamos volver a realizar un servicio humano sensible en lugar de que nos conviertan en escoriaLa nica respuesta de Artoo fue un gorjeo evasivo.

Ambas mquinas guardaron silencio mientras los jawas comenzaban a correr a su alrededor, se esforzaban por enderezar a una pobre mquina con el espinazo terriblemente torcido, o por disimular una mella o raspadura con lquido y polvo.

Mientras dos de ellos le rodeaban y se ocupaban de su piel cubierta de arena, Threepio se esforz por ahogar una expresin de repugnancia. Una de sus mltiples funciones anlogas a las humanas era la capacidad de reaccionar naturalmente ante los olores desagradables. Evidentemente, los jawas no conocan la higiene. Pero Threepio estaba seguro de que de nada servira que se lo dijera.

Nubes de insectos rozaban los rostros de los jawas, sin que stos les hicieran caso. Resultaba evidente que las minsculas plagas individualizadas estaban consideradas como un tipo de apndice distinto, una especie de brazo o pierna extra.

Threepio observaba tan concentrado que no repar en las dos figuras que avanzaban hacia ellos desde la cpula ms grande. Artoo tuvo que darle un ligero codazo para que mirara.

El primer hombre tena un torvo aspecto de agotamiento y pareca semiperplejo, con el rostro empapado de arena por demasiados aos de discusin con un ambiente hostil. Su pelo canoso se retorca en enmaraados rizos como hlices de yeso. El polvo endureca su rostro, sus ropas, sus manos y sus pensamientos. Pero el cuerpo, si no el espritu, segua siendo poderoso.

Relativamente empequeecido por el cuerpo de luchador de su to, Luke avanz detrs de l con los hombros cados y su aspecto en ese momento era de abatimiento ms que de cansancio. Pensaba en muchas cosas que poco tenan que ver con la agricultura.

La mayora de ellas se referan al resto de su vida y al compromiso contrado por su mejor amigo, que recientemente se haba marchado ms all del cielo azul para ingresar en una carrera ms dura pero ms valiosa.

El hombre ms corpulento se detuvo delante del grupo e inici un extrao y vociferante dilogo con el jawa encargado. Cuando queran, los jawas se hacan entender.

Luke permaneci cerca y escuch con indiferencia. Sigui a su to cuando ste comenz a revisar las cinco mquinas y slo se detuvo para murmurar una o dos palabras a su sobrino. Le resultaba difcil prestar atencin, aunque saba que deba aprender.

Luke... oh, Luke! grit una voz.

Luke se desentendi de la conversacin que consista en que el jawa principal ensalzaba las incomparables virtudes de las cinco mquinas y en que su to replicaba con mofas , avanz hasta el borde prximo del patio subterrneo y atisbo hacia abajo.

Una mujer fornida, con expresin de gorrin perdido, arreglaba las plantas decorativas. Le mir:

Por favor, dile a Owen que si compra un traductor se cerciore de que habla bocee. Quieres, Luke?

Luke gir, observ por encima del hombro y estudi la abigarrada coleccin de agotadas mquinas.

Parece que no tendremos muchas posibilidades le respondi, pero de cualquier manera se lo recordar.

Ella hizo una seal de asentimiento y Luke se reuni con su to.

Evidentemente, Owen Lars haba tomado una decisin y elegido un pequeo robot semiagrcola, de forma semejante a la de Artoo Detoo, pero cuyas puntas de los mltiples brazos subsidiarios podan cumplir diversas funciones. Al recibir una orden se apart de la fila y se tambale detrs de Owen y del jawa transitoriamente tranquilo.

Al llegar al final de la fila, el granjero entrecerr los ojos mientras se concentraba en el acabado de bronce cubierto de arena, pero todava brillante, del alto y humanoide Threepio.

Supongo que funcionas dijo gruendo al robot. Sabes modales y protocolo?

Si s protocolo? repiti Threepio mientras el granjero lo miraba de arriba abajo. Threepio estaba decidido a crearle dificultades al jawa cuando llegara el momento de ofrecer sus habilidades . Si s protocolo! Es mi funcin primaria. Adems, estoy bien...

No necesito un androide de protocolo agreg secamente el granjero.

Yo no le culpo, seor agreg Threepio rpidamente. No podra estar ms de acuerdo con usted.

Acaso existe un lujo ms antieconmico en un clima como ste? Para alguien con sus negocios, seor, un androide de protocolo sera un gasto intil. No, seor... Versatilidad es mi segundo nombre. See V. Threepio, V de versatilidad, a su servicio. He sido programado para ms de treinta funciones secundarias que slo exigen...

El granjero le interrumpi y mostr una arrogante indiferencia hacia las funciones secundarias de Threepio, todava sin enumerar:

Necesito un androide que tenga conocimientos sobre el lenguaje binario de los evaporadores de humedad independientemente programables.

Evaporadores! Los dos estamos de suerte repuso Threepio. Mi primera tarea posprimaria consisti en programar elevadores de carga binarios. Muy semejantes en la construccin y en la funcin de la memoria a sus evaporadores. Casi podramos decir...

Luke dio un golpecito en el hombro de su to y le susurr algo al odo. Su to asinti y volvi a mirar al solcito Threepio.

Hablas bocee?

Por supuesto, seor replic Threepio, confiando para variar en una respuesta veraz . Para m, es como un segundo idioma. Hablo el bocee con tanta fluidez como...

Cllate. Owen Lars mir al jawa . Tambin me quedar con ste.

Me callar, seor respondi Threepio con rapidez, y le cost trabajo ocultar el jbilo que le produca haber sido elegido.

Luke, llvalos al garaje le dijo su to . Quiero que tengas limpios a los dos para la hora de la cena.

Luke mir con recelo a su to.

Pero estaba a punto de marcharme a la estacin de Tosche para recoger unos convertidores de energa nuevos y...

No me mientas, Luke advirti su to severamente. No me molesta que pierdas el tiempo con tus ociosos amigos, siempre que lo hagas despus de terminar tus tareas. Ahora ponte al trabajo... y recuerda, antes de la cena.

Abatido, Luke se dirigi de mal humor a Threepio y al pequeo robot agrcola. Saba que no convena discutir con su to.

Vosotros dos, seguidme. Comenzaron a caminar hacia el garaje mientras Owen se dedicaba a negociar el precio con el jawa.

Otros jawas trasladaban a las tres mquinas restantes al reptante arenero cuando algo exhal un bip casi pattico. Luke se dio vuelta y vio que la unidad Artoo abandonaba la formacin y se diriga hacia l.

Un jawa que esgrima un aparato de mando que activaba el disco adherido a la placa delantera de la mquina le detuvo de inmediato.

Luke estudi interesado al androide rebelde. Threepio comenz a decir algo, evalu las circunstancias y se call. Permaneci en silencio y con la vista fija adelante.

Un minuto despus, algo tintine agudamente muy cerca de all. Luke baj la mirada y vio que el androide agrcola haba perdido la placa de la cabeza. De su interior surgi un ruido rechinante. Un segundo despus la mquina desparramaba sus componentes internos sobre el terreno arenoso.

Luke se acerc y mir en el interior del expectorante ser mecnico. Grit:

To Owen! El servomotor central de esta cultivadora est averiado. Mira... se estir, intent ajustar el aparato y retrocedi a toda prisa cuando ste comenz a chisporrotear desenfrenadamente.

El aislamiento crujiente y los circuitos corrodos cubrieron el despejado aire desrtico con un olor acre que recordaba la muerte mecanizada.

Owen Lars dirigi una furibunda mirada al nervioso jawa.

Qu tipo de chatarra intentas endosamos?

El jawa replic indignada y ruidosamente a la vez que se alejaba, con precaucin, dos pasos del fornido humano. El hecho de que el hombre se encontrara entre l y la reconfortante serenidad del reptante arenero lo acongojaba.

Mientras tanto, Artoo Detoo haba abandonado el grupo de mquinas que regresaban hacia la fortaleza mvil. Fue una tarea bastante sencilla, pues todos los jawa estaban concentrados en la discusin entre su jefe y el to de Luke.

Puesto que careca de la suficiente armadura para gesticular ampulosamente, de repente la unidad Artoo emito un agudo silbido que interrumpi cuando fue evidente que haba llamado la atencin de Threepio.

El alto androide golpe suavemente a Luke en el hombro y susurr con tono conspirador.

Joven seor, si me permite, le dir que esa unidad Artoo es una verdadera ganga. Est en inmejorables condiciones. Creo que estos seres no tienen la menor idea de la excelente forma en que se encuentra. No deje que la arena y el polvo le engaen.

Para bien o para mal, Luke tena la costumbre de tomar decisiones instantneas.

Tio Owen! grit.

Su to le mir rpidamente, interrumpiendo la discusin pero sin dejar de prestar atencin al jawa.

Luke seal a Artoo Detoo.

Nosotros no queremos problemas. Qu dices de cambiar ste seal al androide agrcola quemado por aqul?

El hombre mayor estudi con mirada profesional a la unidad Artoo y luego contempl a los jawas. Aunque innatamente cobardes, los pequeos recogedores del desierto podan ser arrastrados demasiado lejos.

El vehculo arenero poda arrasar la granja... bajo el riesgo de incitar a la comunidad humana a una venganza mortal.

Enfrentado a la situacin de que nada ganara por ningn lado si insista demasiado, Owen continu la discusin por el gusto de hacerlo, antes de aceptar malhumorado. El jawa dirigente accedi de mala gana al cambio y ambas partes lanzaron un suspiro mental de alivio porque se haban evitado las hostilidades.

Mientras el jawa se inclinaba y rechinaba de impaciente codicia, Owen le pag.

Entretanto, Luke haba dirigido a los dos robots hacia una abertura del rido terreno. Pocos segundos despus bajaban por una rampa que los repelentes electrostticos impedan que se llenara de montones de arena.

Jams olvides esto dijo Threepio a Artoo acercndose a la mquina ms pequea. Est ms all de mi capacidad de comprensin la razn de que saque la cara por t cuando slo me traes problemas.

El pasadizo se ensanchaba hasta convertirse en garaje, atestado de herramientas y de artculos de maquinaria agrcola. La mayora de ellos parecan muy usados, algunos eran casi inservibles. Pero las luces reconfortaron a ambos androides y la cmara posea cierto ambiente hogareo que apuntaba hacia una tranquilidad que ninguno de ellos haba experimentado desde haca mucho tiempo. Cerca del centro del garaje haba una enorme cuba y el aroma que surga de ella crisp los sensores olfativos principales de Threepio. Luke sonri al reparar la reaccin del robot.

S, es un bao de lubricacin. Evalu al alto robot broncneo . A juzgar por tu aspecto, no te vendra mal una inmersin de una semana. Pero no podemos hacerlo, de modo que tendrs que arreglrtelas con una tarde. Despus Luke dirigi su atencin a Artoo Detoo, avanz hasta l y abri un panel que contena varias palancas . En cuanto a t prosigui y lanz un silbido de sorpresa , no s cmo has seguido funcionando. No resulta sorprendente, teniendo en cuenta la renuencia de los jawas a separarse de cualquier fraccin de ergio que no necesitan. Te ha llegado la hora de la recarga dijo sealando una enorme unidad de energa.

Artoo Detoo sigui el gesto de Luke, emiti un bip y anade hasta la construccin en forma de caja.

Cuando hall el cordn adecuado, abri automticamente un panel y enchuf los dientes triples en su rostro.

Threepio se haba acercado al gran depsito prcticamente lleno de aromtico aceite de limpieza. Se meti lentamente en el tanque a la vez que lanzaba un suspiro casi humano.

Portaos bien les aconsej Luke mientras se acercaba a un pequeo saltador celestial de dos plazas ; la poderosa y pequea nave espacial suborbital se encontraba en la seccin del hangar del garaje-taller . Tengo que hacer algunas cosas.

Lamentablemente, el nimo de Luke segua influenciado por el recuerdo de su despedida con Biggs, de modo que horas despus haba terminado pocas tareas. Mientras pensaba en la partida de su amigo, Luke pasaba una mano acariciante por la daada aleta de babor del saltador, la aleta que haba daado mientras recorra con un caza Tie imaginario los giros y recodos retorcidos de un estrecho can. Fue entonces cuando el borde saliente le golpe con tanta fuerza como un rayo de energa. Bruscamente, algo comenz a hervir en su interior.

Con excepcional violencia, arroj la llave inglesa sobre una mesa de trabajo cercana.

S