5 EDusselEncubrimientoOtro Conferencia 7

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Tercera parte De la "invasión " al "des-cubrimiento" del Otro En esta Tercera Parte tomamos, decidida y metódicamente, la "otra" perspectiva en la "interpretación" -es decir, es una hermenéutica desde "el Otro"- de 1492. Dicha fecha deja de ser ahora un momento histórico y deviene un acontecer "mítico", por ello profundamente ra- cional pero revestido del doble sentido del símbolo, de la metáfora 1 . "1492" deviene el comienzo de un "discurso", aun de un "texto" (en el caso de los mayas o aztecas), que queremos describir en su "sentido". Esto es lo que no se ha podido entender: el "descubrimiento" como "invención" de la Europa Occidental acontece en el movimiento hege- liano Oriente-Occidente (Asia, Medio Oriente, Europa, Océano Atlán- tico hacia América) y como reconocimiento y control de un continente situado en el Atlántico entre Europa y el Asia. En nada queremos dis- minuir la importancia de este hecho, y le hemos dedicado la Primera Parte de estas Conferencias. Pero lo que no se quiere ver es que en el movimiento Occidente-Oriente (Medio Oriente, Asia, Océano Pacífico hacia América), que es el de nuestros indígenas, "1492" deviene un acontecer mítico, metafórico, el de la "Parusía" de dioses desconoci- dos (primera figura, Gestalt), que descubiertos después como huma- nos se transforman en bestiales "invasores" (segunda figura, y con ella se suplanta el mito sacrificial azteca, por ejemplo, por el mito sacrifi- cial de la Modernidad). Desde el "mundo" indígena se comprenderá que se ha consumado el "fin del mundo" (tercera figura). Todo el "sen- ________________ 1 Véase en Paul Ricoeur la rica significación de la "metáfora" en su obra La métaphore vive, Seuil, Paris, 1975.

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Encubrimiento del Otro

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  • Tercera parte De la "invasin " al "des-cubrimiento" del Otro En esta Tercera Parte tomamos, decidida y metdicamente, la "otra" perspectiva en la "interpretacin" -es decir, es una hermenutica desde "el Otro"- de 1492. Dicha fecha deja de ser ahora un momento histrico y deviene un acontecer "mtico", por ello profundamente ra- cional pero revestido del doble sentido del smbolo, de la metfora1. "1492" deviene el comienzo de un "discurso", aun de un "texto" (en el caso de los mayas o aztecas), que queremos describir en su "sentido". Esto es lo que no se ha podido entender: el "descubrimiento" como "invencin" de la Europa Occidental acontece en el movimiento hege- liano Oriente-Occidente (Asia, Medio Oriente, Europa, Ocano Atln- tico hacia Amrica) y como reconocimiento y control de un continente situado en el Atlntico entre Europa y el Asia. En nada queremos dis- minuir la importancia de este hecho, y le hemos dedicado la Primera Parte de estas Conferencias. Pero lo que no se quiere ver es que en el movimiento Occidente-Oriente (Medio Oriente, Asia, Ocano Pacfico hacia Amrica), que es el de nuestros indgenas, "1492" deviene un acontecer mtico, metafrico, el de la "Parusa" de dioses desconoci- dos (primera figura, Gestalt), que descubiertos despus como huma- nos se transforman en bestiales "invasores" (segunda figura, y con ella se suplanta el mito sacrificial azteca, por ejemplo, por el mito sacrifi- cial de la Modernidad). Desde el "mundo" indgena se comprender que se ha consumado el "fin del mundo" (tercera figura). Todo el "sen- ________________ 1 Vase en Paul Ricoeur la rica significacin de la "metfora" en su obra La

    mtaphore vive, Seuil, Paris, 1975.

  • 108 tido" de "1492" desde el mundo indgena (que ser diacrnico, porque comenzando en 1492 en las islas caribeas del Atlntico no se ha cum- plido an en algunas tribus y clanes del Amazonas en 1992; por lo tan- to, stos estn hoy antes del 1492 mtico) tiene, es evidente, un "sen- tido humano", que puede ser descrito racional y hermenuticamente. Esa" otra" interpretacin es real y debe ser objeto de estudio. Que no sea el "descubrimiento" de un continente, globalmente, como para la mirada moderno-europea: es evidente! Pero que sea una interpreta- cin humana y de extrema importancia hasta nuestros das, porque nos revela la vigencia sacrificial del "mito de la Modernidad" en la perife- ria, es lo que se les ha escapado a muchos, desde un eurocentrismo dominante -en Europa, en Estados Unidos, en Amrica Latina y otras partes del Mundo Perifrico.

  • Conferencia 7 De la "parusa" de los dioses a la "invasin " "In teteu inan in tetu ita, in Huehuetutl [Madre de los dioses, Padre de los dioses, el Dios viejo]1, yaciendo2 en el ombligo de la Tierra, metido en un encierro3 de turquesas. El que est en las aguas color de pjaro azul4, el que est encerrado en nubes5, el Dios viejo, el que habita en las sombras de la regin de los muertos6, el seor del fuego y del ao". (Canto a Ometotl, el ser originario de los tlamaltinime aztecas)7. _______________ 1 El "Dios viejo" es Omototl, principio originario dual: Madre-Padre, como el

    "Alom-Qaholom" (Madre-Padre originario) de los mayas. Vase Popol-Vuh (FCE, Mxico, 1990, pp. 23 y 164). Es la "divina dualidad" originaria (que nos recuerda los "gemelos" de todas las otras culturas americanas, desde las praderas norteamericanas, hasta el Caribe, el Amazonas y hasta la Tierra del Fuego). El principio dual en Herclito indicaba lo mismo.

    2 Este "estar tendido", "descansando", "yaciendo", da la idea de estar debajo, fundamentar, ser la ltima referencia, en el sentido del Absoluto como funda- mento (als Grund, para el Hegel de la Lgica Mayor y Menor). "Estar ya- ciendo (noc)" como fundamento del universo es darle su "verdad".

    3 Sera el concepto del "en s (in sich)". 4 El Ocano, los mares del Norte y del Sur del imperio azteca. 5 El cielo "de arriba", ya que las mismas aguas "de abajo", de los Ocanos, se

    continan en el cielo, como las aguas de arriba. 6 "El abajo", el reino que cierra la triloga: Cielo-Tierra-Hades, como en los

    cultos de la Mesopotamia. Ese abajo (topan mictlan) era la "regin de los muertos", que debe distinguirse de Tllocan o el paraso de los justos.

    7 Citado de Miguel Len Portilla, La filosofa nhuatl, UNAM, Mxico, 1979, p.93.

  • 110 Deseamos exponer el "sentido de 1492" -que no es otro sino "la primera experiencia de los europeos modernos"- desde el "mundo" de los aztecas, ya que la conquista propiamente dicha comenz en Mxi- co. Nos referiremos a otras culturas en algunos casos para sugerir otras exposiciones, sabiendo que son slo pocos ejemplos entre los muchos posibles y slo valen a manera de mera "indicacin" de la problemtica. Adems, y en vista de continuar un dilogo intercultural iniciado en 1989 en Freiburg7, me referir en primer lugar a la exis- tencia del pensamiento reflexivo abstracto en nuestro continente. 7.1. El tlamatini Entre las culturas nmadas (primer grado) o de plantadores aldea- nos (como la de los guaranes) no haba diferenciacin social sufi- ciente para que se distinguiera una funcin tal como la del "filsofo"9. Mientras que en las culturas urbanas se perfila claramente esa fi- gura social. Leemos en los Comentarios reales de los incas de Garci- laso de la Vega: "Dems de adorar al Sol por dios visible, a quien ofrecieron sacrificios e hicieron grandes fiestas [...], los Reyes Incas y sus amautas, que eran como filsofos [comenta Garcilaso de la Vega], rastrearon con lumbre natural al verdadero sumo Dios y Seor Nuestro, que cri el cielo y la tierra [...] al cual llamaron Pachacmac: es nombre compues- to de Pacha, que es mundo universo, y de Cmac, participio presente del verbo cama, que es animar, el cual verbo se deduce del nombre cama, que es alma. Pachacmac quiere decir el que da nima al mun- do universo, y en toda su propia y entera significacin quiere decir el que hace con el universo lo que el nima con el cuerpo [...] Tuvieron al Pachacmac en mayor veneracin interior que al Sol, que, como he dicho, no osaban tomar su nombre en la boca [...] y por esto no le hacan templos ni le ofrecan sacrificios, ms que lo adoraban en su corazn (esto es, mentalmente) y le tenan por Dios no conocido"10. _______________ 8 Con Karl-Otto Apel hemos dialogado en Mxico en 1991 sobre la existen-

    cia o no de la filosofa en la protohistoria americana anterior a la llegada de los europeos, y sobre la posibilidad o no de una Aufklrung (Ilustracin), al menos en el sentido jasperiano de la "Edad eje (Achsenzeit)".

    9 Aqu en el sentido griego originario, de "amante de la sabidura" y por lo tanto filsofo-telogo actual, antes de la secularizacin, producto del cris- tianismo (que transforma desde el siglo III d. C., al filsofo en un no- telogo cristiano).

    10 Libro II, cap. 2; Editorial Universo, Lima, t. I, 1967, p. 74. El Inca Garcila- so agrega poco despus: "El cual, en decir que el Dios de los cristianos y el Pachacmac era todo uno" (Ibd., p. 75). Critica la interpretacin de Pedro de Cieza, que "por ser espaol no saba la lengua tan bien como yo, que soy indio Inca" (Ibid., p. 74).

  • 111 Los amautas tenan funciones propias en el Imperio, y proponan a Pachacmac (de la costa del Per) o Illa-Ticsi Huiracocha Pachaya- chic (Esplendor originario, Seor, Maestro del Mundo) como el prin- cipio primero del universo. Entre los aztecas tenemos ms tes- timonios: el tlamatini11 tiene una definicin social mucho ms clara. Bernardino de Sahagn, en su Historia general de las cosas de Nueva Espaa, en el libro X, cuando habla de los oficios, despus de describir al carpintero, cantero, albail, pintor y cantor, se refiere al tlamatini12. De manera que haba clases, funciones y oficios perfec- tamente definidos. Los gobernantes, los jueces, los guerreros, los sa- cerdotes, y, especficamente delimitado, los "sabios" -Sahagn escri- be al margen del manuscrito: "filsofos"-, de los cuales Fernando de Alva Ixtlizchitl nos dice: "Los filsofos o sabios que tenan entre ellos (los aztecas) a su cargo pintar todas las ciencias que saban y alcanzaban y ensear de memo- ria todos los cantos que conservaban sus ciencias e historias" (13). Del "tlamatini", que eran educados en el Calmcac (escuela de sa- bios escrupulosamente reglamentada)14, tenemos una esplndida definicin. Len Portilla va indicando el profundo sentido de cada pa- labra en nhuatl; nosotros nos referiremos a alguna de ellas solamente: "El tlamatini, una luz, una tea, una gruesa tea que no ahuma15. Es- pejo horadado, un espejo agujereado de ambos lados16. Suya es la tinta negra y roja [...]. El mismo es escritura y sabidura. Es camino y gua veraz para otros [...] El sabio verdadero es cuidadoso y guarda la _______________ 11 Viene de "mati": l sabe, l conoce; "tla": cosa o algo; "ni", que da carcter

    sustantivado: el que sabe. "Tlamatini": el que sabe algo. 12 Cap. VII; Ed. Porra, Mxico, 1975, p. 555. Cabe destacarse que el "pintor"

    es un oficio principal, ya que tambin pintaba los cdices sagrados; lo mis- mo el cantor, que deber entonar el "canto" -en el sentido que hemos visto entre los guaranes, pero ahora ritualizado con un esplendor sin medida mayor que en los sencillos y pobres pueblos de las selvas tropicales.

    13 Obras histricas, Mxico, t. II, 1892, p. 18. En Colloquios y Doctrina Christiana (Sterbende Gtter und Christliche Heilsbotschaft, editada por W. Lehmann, Stuttgart, 1949, pp. 96-97), leemos, despus de describir la funcin de los que gobiernan, de los sacerdotes y los astrnomos, una quin- ta funcin social: "Los que estn mirando, los que cuentan, los que vuelven ruidosamente las hojas de los cdices, los que tienen en su poder la tinta ne- gra y roja y lo pintado; ellos nos llevan, nos guan, nos dicen el camino". Es el tlamatini.

    14 Argumento ste fuerte para mostrar la existencia de una filosofa azteca. 15 Al no ahumar es clara, transparente, lcida. 16 Los dioses miraban a travs de un agujero a la tierra; pero tambin miraban

    los cielos los astrnomos por un objeto horadado. " Agujereado de ambos la- dos" significa descubrir el sentido de lo humano desde los dioses y de los dioses desde lo humano.

  • 112 tradicin. Suya es la sabidura trasmitida, l es quien la ensea, sigue la verdad17. Maestro de la verdad, no deja de amonestar. Hace sa- bios los rostros de los otros18, hace a los otros tomar un rostro, los hace desarrollarlo [...] Pone un espejo delante de los otros19 [...] Hace que aparezca su propio rostro [...] Aplica su luz sobre el mundo20 [...] Gracias a l la gente humaniza su querer21 y recibe una disciplinada enseanza" (22, pg. 113). ________________ 17 Verdad: "Neltiliztli", de la raz "nelhuyotl: cimiento, fundamento (como el

    "fundamento de la palabra" guaran); y tambin de "tla-nl-huatl": raz. "Po- demos concluir que la preocupacin nhuatl al inquirir si algo era verdad o estaba de pie [como entre los guaranes], se diriga a querer saber si haba algo fijo, bien cimentado, que escapara al slo un poco aqu, a la vanidad de las cosas que estn sobre la tierra (tlaltcpac), que parecen un sueo" (Len Portilla, Op. cit., p. 61). Es toda la cuestin de la "fundamentacin": "acaso son verdad los hombres? Por tanto ya no es verdad nuestro canto. Qu por ventura est en pie?" (Ms. Cantares mexicanos, folio 10, v.; Len Portilla, Ibd., p. 327).

    18 "Teixtlamachtiani": el que hace rico o comunica algo a otro. "Ix" (de "ix- tli"): cara, rostro; "te": el otro. El "rostro" o "cara" es el ser del otro. La ex- presin "teixicuitiani" es an ms poderosa en expresin: hace tomar "rostro" propio a los otros (los personaliza, individualiza). Y, por ltimo: "teixtomani", hace desarrollar el rostro del otro. Una persona "sin rostro" significa que es ignorante, que va a la deriva, que no descubre sentido en nada ni en s mismo. "Tiene rostro" el educado, el que puede descubrir un sentido crtico que trasciende el mero tlalticpac ("sobre la tierra", lo efmero, lo "fenomnico", la "doxa" platnica): "como en sueos". Toda la sabidura consiste en sobrepasar el tlaltipac (lo terrestre) para pasar a "1o que nos sobrepasa" (topan mictlan), lo trascendente. Existe aqu una "Ilus- tracin (Aufkrung)" explcita. Estamos, al menos, en el nivel de los poe- mas de Parmnides y los orculos de Herclito. Es decir, en el "Achsenzeit" jasperiano, como entre los Presocrticos. Len Portilla lo prueba abundante y profundamente, y sus argumentos podramos desarrollarlos ampliamente, pero en razn del corto espacio de estas Conferencias no podemos hacerlo.

    19 "Tetezcaviani": de "tezcatl" y "tezcavia", poner un espejo a los otros. El "espejo" es explcitamente la reflexin crtica, lo "especulativo", el poder mirarse a s mismo, el superar el sin-sentido. El "tlamatini " pone entonces un espejo ante el rostro del otro, para que se descubra, para que lo recons- truya, para que lo desarrolle...

    20 Mundo es un concepto fundamental: "cemanhuac": es el anillo completo del agua; de "cem": enteramente, todo; "a(tl)": agua; "nhuac": anillo. Es todo el "mundo", Mxico, desde el Mar del Norte (el Caribe, Atlntico) has- ta el Mar del Sur (Pacfico). El Ocano ("teatl") es el agua divina, que se junta con el cielo ("ilhuicaatl"), tambin agua divina, porque ambas son idnticas. (Vase Eduard Seler, Gesammelte Abhandlungen zur Amerikanis- chen Sprach undAltertumskunde, Ascher und Behrend, Berln, t. IV, 1923, p. 3). " Aplica su luz sobre el mundo" significa entonces: observa y descubre con su luz, su inteligencia, el misterio o el aspecto del mundo. "Tla-ix- imantini": que por su rostro-aspecto conoce a las cosas.

    21 "Itech netlacaneco". De "ne-tlaca-neco": "-neco" (l es querido), "tlcatl" (ser humano), "ne-" (prefijo impersonal). Es decir, "es querida humana- mente la gente" gracias a l ("itech"). De otra manera, humaniza, hace civi-

  • 113 Tan importante como la descripcin positiva del sabio es la negati- va, la del "falso sabio"23, lo que nos confirma en la opinin de que haba un pensar no meramente "mtico", sino estrictamente "concep- tual" aunque en base a metforas (metforas conceptuales24 y no meramente smbolos mticos). Un elemento a tenerse igualmente en cuenta es la existencia de una institucin social: el Calmcac, escuela de momachtique (estudiantes). All los jvenes, que dejaban sus familias desde los seis a nueve aos para integrarse a la "comunidad" (lcniuhyotl), tenan una vida absolu- tamente reglamentada25, cuyo centro consista en los "dilogos" o las "conversaciones" entre los sabios (Huehuetlatolli)26. El fruto de la enseanza era el conocer "la sabidura ya sabida" (momachtique), para con ella poder articular una "palabra adecuada" (in qualli tlatolli), con disciplina retrica (como en la Academia o el Liceo), que se arti- culaba en la obra mayor del Calmcac: la "flor y canto" (in xchitl in cucatl)27, que proferida de viva voz o por escrito en los cdices ________________

    lizada, educada, hace moralmente sostenible el querer, el amor. Se trata de la delicadeza de la subjetividad, del trato paciente, humilde, profundo, so- lidario.

    22 Len Portilla, La filosofa nhuatl, pp. 65-74. 23 Entre otras facetas: "Hechicero que hace volver el rostro del otro (teixcue-

    pani)"; es decir, en vez de mostrarle al otro su rostro para que lo pueda rea- lizar, le muestra la nuca, no puede ver su rostro. Podramos decir que los europeos en el "descubrimiento" de Amrica slo vieron "un rostro vuelto hacia atrs" (en-cubierto). O "hace perder su rostro a los otros (teixpoloa)" (Len Portilla, Op. cit., p. 73).

    24 "Todos los cantares de stos son compuestos por unas metforas tan oscu- ras que apenas hay quien las entienda, si muy de propsito no se estudian y platican para entender el sentido de ellas. Yo me he puesto de propsito a escuchar con mucha atencin lo que cantan y entre las palabras y trminos de la metfora, y parceme disparate y, despus, platicando y conferido, son admirables sentencias, as en lo divino que agora componen, como en los cantares humanos que componen" (Diego Durn, Historia de las Indias de Nueva Espaa e islas de Tierra Firme, Porra, Mxico, t. I,1967, p. 21).

    25 "Limpiaban la casa todos a las cuatro de la maana [...] La comida que hacan la guisaban en la casa de Calmcac [...] Cada media noche todos se levantaban a hacer oracin, y al que no se levantaba y despertaba, cas- tigbanle punzndole las orejas, el pecho, muslos y piernas" (B. de Sa- hagn, Historia general de las cosas de Nueva Espaa, Mxico, 1829, t. I, p. 327).

    26 En nhuatl un "tratado filosfico" debera traducirse por "dilogo" o "con- versacin" -como los Dilogos platnicos-, que, esencialmente, eran "Teutlatolli": "discursos acerca de la divinidad". Tenan sus reglas del dis- curso, su mtodo argumentativo, su articulacin necesaria.

    27 Era mucho ms que una obra potica; era la expresin de la sabidura, una pieza donde lo humano se comunica con lo divino y viceversa, la culmina-

  • 114 (amates), eran recitados o cantados con o sin msica, en ritmo y aun en danza; era el "lugar" por excelencia de comunicacin de "lo terres- tre" (tlaltpac) con lo divino, para lo que tambin serva el interpretar los sueos28. Opinamos que entre los aztecas en el siglo XV haba una gran ten- sin entre lo que pudiramos llamar el "mito sacrificial " de Tlacaelel (que ser reemplazado por el "mito de la Modernidad"), de domina- cin y militarista, y la "protofilosofa" de los tlamantinime, -que no ser tenida en cuenta por el movimiento emancipador de la Ilustracin (Aufklrung), en Europa o Amrica Latina-29. Esto explica el titu- beo de Moctezuma -que era ms un tlamatini que un militar-. A la ad- miracin del "descubrimiento" por parte de los navegantes y cientficos cartgrafos europeos, le ser correlativa el desconcierto in- terpretativo de los tlamantinime, que aceptan en un primer momento una "parusa" de los dioses. A la violencia sacrificial de la "conquis- ta", le ser correlativa la aceptacin inevitable por parte de los venci- dos de la experiencia brutal de la "invasin"; a la "colonizacin" le ser correlativa el "Sexto Sol" o la poca de la servidumbre; a la "con- quista espiritual", la "muerte de los dioses...". 7.2. La "parusa" de los dioses Buena parte de las creencias de los tlamantinime coincidan con las populares y las de las clases dominantes poltica, guerrera y comercial -como, por ejemplo, la existencia de los "Cinco Soles"30-, pero _____________

    cin de toda la cultura nhuatl. Como la "palabra" sagrada de los guaranes, pero mucho ms elaborada.

    28 "Se les enseaba el tonalphualli, el libro de los sueos (temicmatl) y el li- bro de los aos (xiuhmatl)" (Cdice florentino, libro III, p. 65; en Len Portilla, Op. cit., p. 228). Como entre los guaranes -y en el resto de todos los pueblos amerindios- el sueo era el lugar privilegiado de la manifesta- cin verdadera.

    29 Aunque un Clavigero en el siglo XVIII en Mxico, recuper estas tradi- ciones y las juzg explcitamente como "filosofa", reaccionando ante la Ilustracin espaola (Vase Bernab Navarro, La introduccin de la filo- sofa moderna en Mxico, El Colegio de Mxico, Mxico, 1948; lean Sa- rrailh, La Espaa ilustrada de la segunda mitad del siglo XVIII, FCE, Mxico, 1974).

    30 Tanto los mayas (y esto se puede ver en el Popol Vuh y la existencia de cuatro tipos de humanidad anterior a la maya, la quinta), como los toltecas (que eran para los aztecas como los griegos para los romanos), y la misma visin sacrificial de Tlacalel, aceptaban que estaban en una "quinta edad", y que haban ya transcurrido antes "cuatro edades", cada una de las cuales haba tenido un "Sol" distinto.

  • 115 otras eran producto de una racionalizacin altamente conceptualizada y abstracta que desarrollaron los tlamantinime en el Calmcac, y que resumiremos apretadamente slo para poder comprender el "cmo" in- terpretaron la llegada de los recin venidos por el Oriente, donde nace cada amanecer el Sol (Huitzilopochtli). Ms all de todo mito, la razn azteca afirmaba, como el origen ab- soluto y eterno de todo, no al "Uno"31, sino al "Dos" (Ome). En el origen, en el cielo trece32, estaba el "lugar de la Dualidad" (Omeyo- can) donde resida la "Divina-Dualidad" (Ometetl) o simplemente la "Dualidad" (Omyotl). No era como para Hegel, primero el Ser y la Nada, y, en segundo lugar, por el devenir o movimiento, el Ente (Da- sein). Para los tlamatinime el origen es ya codeterminado (i-nmic33 significa "comparte"), a la manera metafrica34 de una "mujer- varn"35, pero reciba determinaciones de un altsimo grado de abs- traccin conceptual: "Y tambin le decan [1] Moyucayatzin [2] ayac oquiyocux, [3] ayac oquipic, que quiere decir que nadie lo cre o form"36. Mendieta no poda imaginar el grado de precisin ontolgica, clara- mente habindose superado una razn mtica -estricta razn filosfica entonces-, de estos trminos: el primero de ellos [1], significa "Seor que se inventa a s mismo"37; la segunda determinacin [2], indica "nadie lo hizo a l"; la tercera [3], "nadie le dio su forma". Slo la flor y canto del tlamantini llega a proferir alguna expresin aproxi- _____________ 31 Como en el caso de Platn (en el Parmnides) o Plotino (en la Enada), en

    el pensamiento hind o taosta chino. En todos ellos el problema era cmo se determinaba el "Uno" para llegar a la "pluralidad"; es decir, la cuestin de la "materia".

    32 Para los aztecas (recurdese que para Aristteles haba hasta 60 cielos o es- feras ) haba trece cielos. El primero de la luna, el segundo de las estrellas (para los griegos era la ltima esfera, la de los "fijos"), el tercero del Sol, et- ctera. Ometetl habitaba en el ltimo cielo, el trece.

    33 "All vive el dios fundado y su coprincipio" (Len Portilla, Op. cit., p. 151). El "Dios viejo" siempre tiene su auto-coprincipio.

    34 Pero advirtase que la "metfora" no es ya mtica simplemente, sino "con- ceptualmente" metafrica.

    35 Esto se deca de muchas maneras: Omechuatl (Seora dual), Ometecuhtli (Seor dual); Tonacachuatl (Seora de nuestra carne); Tonacatecuhtli (Seor de nuestra carne:); in teteu inan (Madre de los dioses); in teteu ita (Padre de los dioses).

    36 Gernimo de Mendieta, Historia eclesistica indiana, Mxico, 1945, t. I, p. 95. 37 Sera el caso de una auto-poisis absoluta. Pero lo ms relevante es que ese

    "auto-producirse" es por el "pensamiento" (yucoya es producir por el pensamiento).

  • 116 madamente comprensible sobre Ometetl: "noche-viento" (Yohualli- Ehectl)38, "el que est prximo y nos rodea" (in Tloque in Na- huaque)39, "el que nos da la vida" (Ipalnemohuani). Ahora podra leerse el texto colocado al comienzo de esta Conferencia 7, aunque de- bemos continuar la explicacin para hacerlo comprensible. Cmo explicaban los tlamatinime la relacin entre la "Divina- dualidad" (principio ontolgico absoluto) con la realidad "fenomni- ca", "temporal", "terrestre" (tlaltpac), donde vivimos como "en sue- os"? La "Dualidad-divina" auto-poitica se despliega ahora, ejerce una Diremtion40 o Explicatio (a la manera del Pseudo-Dionisio Aeropagita o de Scoto Ergena): "Este dios-diosa engendraron cuatro hijos..."41, cada uno de ellos se llamaba Tezcatlipoca42. Son los principios concretos originarios del universo. Dispuesto en los "cuatro puntos cardinales" -como en la ontologa china, las tradiciones poli- nsicas y en las culturas americanas, desde los esquimales hasta los in- cas o araucanos-: el del Oriente, rojo; el del Norte, negro, regin de ______________ 38 En la "noche" originaria todo es invisible, misterioso; en el "viento" origi-

    nario todo es impalpable, imperceptible, no objeto de los sentidos: trascen- dencia absoluta.

    39 Este es quiz el ms extraordinario de los atributos de Ometotl (Dualidad- divina). Tloc: cerca; nhuac: circunda, rodea como el anillo; la terminacin "-e" indica el abstracto (como "-dad "en castellano o "-heit "en alemn): "cercana-circundante". La "divina dualidad" originaria, Ometetl, es el ab- soluto en el que vivimos, est cerca, nos rodea, junto al cual el tlamatini tiene la experiencia mstico-ontolgica de los grandes contemplativos de las grandes civilizaciones en su "Tiempo eje (Achsenzeit)". Es semejante a la expresin de Agustn: "En l vivimos y somos".

    40 No se podra con Hegel llamarle "Entzweiung" (el tomarse "dos") porque ya originariamente son "Dos"; sera ms bien una "Entveirung" (un hacerse cuatro). Hegel escriba: "El absoluto es la noche (!) y la luz (!) anterior a ella, la diferencia entre ambas" (Differenz des Ficht'schen und Sche- lling'schen Systems der Philosophie, ed. Lasson, Hamburg, 1962, p. 65; vase mi Mtodo para una filosofa de la liberacin, Sgueme, Salamanca, 1974, pp. 89 ss.). Obsrvese que las metforas son idnticas ("noche", "luz"). Esperamos poder profundizar en el futuro todos estos elementos de la reflexin ontolgica de la cultura nhuatl, para probar ante los escpticos ms contundentemente un inicio formal explcito de la filosofia en la proto- historia latinoamericana anterior al 1492.

    41 Historia de los mexicanos por sus pinturas, en I. Garca Icazbalceta, Nue- va coleccin de documentos para la historia de Mxico, Mxico, t. III, 1890, pp. 228 ss.

    42 "Espejo ahumado", que no refleja, que no deja ver por ser de noche. Lo contrario es Tezcatlanextia: "espejo que hace aparecer las cosas" (determi- nacin del mismo Ometetl, que produce las cosas como su reflejo). El "es- pejo" cumple la funcin de "reflexin", del "volverse" sobre s de la divinidad, o de la subjetividad filosfica del tlamatini: "el que est dialo- gando con su propio corazn" (Mayolnonotzani).

  • 117 los muertos; el del Occidente, Quetzalcatl blanco, fecundidad y vida; el del Sur, Huitzilopochtli de los aztecas, azul. Como entre los pre- socrticos, entonces reinan los cuatro principios: tierra, aire, agua y fuego. Pero, adems, cada uno de ellos dominaba una "poca" del mundo. Haban acontecido cinco pocas, "Cinco Soles"; la presente edad era la del "Sol en movimiento", la edad de Huitzilopochtli, el dios guerrero de los aztecas: "Este Sol, su nombre 4 movimiento, ste es nuestro Sol, en el que vivi- mos ahora [...] El quinto Sol [...] se llama Sol de movimiento porque se mueve, sigue su camino"43. "Movimiento" (Y-olli) tiene que ver con "corazn" (Y-ollo-tl) y con "vida" (Yoliliztli)44. Ometetl es por quien "todos viven" (Ipalne- mohuani), pero mediante el Sol (uno de los rostros de Tezcatlipoca). Adems estos cuatro "principios" estn en continua "lucha". La vida de los humanos, los macehuales45, entran en dicha lucha para con- servar lo que ms se pueda la existencia del "Quinto Sol" dentro del cual viven; se toman solidarios y cmplices del Sol reinante. De todas maneras, siempre, la existencia humana est regulada, reglada necesa- riamente por el ritmo del tiempo, "de los aos". Los aztecas tuvieron una visin "trgica " de la existencia, ya que ninguna libertad caba en el acontecer humano y todo estaba predeterminado de antemano, en la "vieja regla de vida" (Huehuetlamanitiliztli). En efecto, "en la tierra" (tlaltpac) todo est regulado por el querer de Ometotl: "Nuestro Seor, el Seor que est cerca y nos rodea (in Tloque in Na- huaque), determina46 lo que quiere, lo planifica, se divierte. Como ______________ 43 Cita de Len Portilla, Op. cit., pp. 103 y 333. 44 En realidad "vida" significa "movilidad (Bewegenheit)" -como Marcuse

    probaba en su tesis sobre el sentido del Ser para Hegel-. Vida, para los azte- cas, era "movilidad"; el corazn era el rgano que "mova". El Sol se mova en el cielo siguiendo su "camino" (Iohtlatoquiliz), y "moviendo" o vitalizan- do todos los seres vivos (los que se mueven por s). Estos deban dar su vida en sacrificio para que el Sol viviera. Era un crculo vital-sacrificial (como en las metforas con respecto al capital en la interpretacin de Marx).

    45 "Los que fueron merecidos", porque Quetzalcatl los resucit al "sangrar su miembro" (Manuscrito de 1558; Len Portilla, Op. cit., p. 184). Mazehual- tin significa as aquellos que el dios mereci por su autosacrificio sangrien- to. Toda la humanidad nace as con una deuda de sangre con Quetzalcatl (que es como un Prometeo, pero divino y no encadenado, como un Cristo ensangrentado).

    46 Moyocoia indica que los "planes" de la divinidad producen lo que ella quiere; muy anlogo al concepto de "providencia".

  • 118 l quiere, as querr. En el centro de la palma de su mano nos tiene co- locados, nos est moviendo a su antojo"47. En los cielos, arriba, los astros siguen su necesario "camino"48, as tambin los humanos. Por ello la obsesin de encontrar el"funda- mento"49 de las cosas, en el que consista la "verdad": " Acaso son verdad50 los hombres? Por tanto ya no es verdad nuestro canto? Qu est de pie51 por ventura?"52. Para el tlamatini, al final, slo la "flor y canto" (el comunicarse con la divinidad en la comunidad de los sabios) es "lo nico verdadero en la tierra (nelli in tlaltcpac)"53. Pero si el sabio puede vivir la expe- riencia mstico-filosfica del fundamentarse en la divinidad, el "mun- do de la vida (Lebenswelt)" haban otras maneras de lograr la ansiada fundamentacin. En primer lugar, por la calendarizacin divina del rit- mo de la vida. Por ello, los aztecas tenan un conocimiento exacto de la medicin del tiempo sagrado: tiempos del da, das, semanas (de 13 das), aos: el ao lunar, el ao solar54 el ao de Venus55. Cada da tena una divinidad protectora: la tenan tambin cada semana, cada mes, cada tipo de ao y sus muy complejas combinaciones. Toda una "procesin", una multitud jerarquizada de divinidades se "mova" por el "camino" del cielo cada da, desde el amanecer hasta la noche, y ________________ 47 Cdice florentino, libro VI, fol. 43 v; Len Portilla, Op. cit., pp. 199-200 y

    349. 48 Iohtlatoquiliz significa "el avance por los caminos del cielo". El "camino"

    (ohtli) es necesario, y en cierta manera cada persona sigue igualmente "su camino", desde el da de su nacimiento, su "nombre" ha sido elegido as- trolgicamente segn los "signos" del da, y toda su vida est ya "marcada" de antemano.

    49 El Anhuac (la tierra rodeada por el Ocano: Teoatl), la tierra como el mun- do conocido (Cemanhuac) estaba "fundado", puesto sobre el "ombligo de la tierra (Tlalxicco)" que reposaba sobre Ometetl que "yaca (noc)" deba- jo.

    50 Nelli (verdad) tiene un sentido particular en nhuatl: es la "fundado", la que tiene permanencia, para siempre. La pregunta tiene el siguiente sentido: Acaso poseen los hombres en su ser algo firme, bien enraizado? Sera, para Hegel, la pregunta por la "esencia" (fundamento) en su sentido dialc- tico-ontolgico (y no en su sentido ntico o metafsico tradicional).

    51 Como entre los guaranes "estar de pie" es estar "fundado" en Ometetl, el Absoluto.

    52 Ms. Cantares mexicanos, fol. 10 v; Len Portilla, Op. cit., p. 61. 53 Ibid., fol. 9 v; p. 142. 54 Haba un ciclo, de 4 veces 13, 52 aos, que era considerado por ellos como

    un siglo, tiempo en el que se superpona a todos los templos existentes un nuevo piso, con el encendido del "fuego nuevo".

    55 De 65 aos solares, coincidan cada 104 aos solares, que era llamado "una vejez (huehueliztli)".

  • 119 en la noche misma, y haba que rendirle culto (cantos, ritos, sacrifi- cios, etctera), para hacerlos felices y calmar sus posibles maleficios. De all las fiestas o celebraciones56. Una vida enteramente "regula- da". Adems, y esto es fundamental, el "eterno retorno de lo Mismo" se complementaba con la astrologa57, y con la "interpretacin" (era una hermenutica) de "signos" que daban sentido a los acontecimien- tos "aparentemente" no "fundados" en "verdad"58. La "astrologa" era una "regla" divina a priori que se aplicaba a todo acontecimiento en el tiempo (in tlatcpac); la hermenutica de los "ageros" era en cambio un partir a posteriori de un "signo" concreto, emprico, "apa- rentemente" nuevo, para aplicarle una regla a priori y poder as descu- brir un sentido "contingente". Los "ageros" pronosticaban hechos futuros (pasados), pero siempre "necesarios" ("que no pueden ser de otra manera", dira Aristteles). De esta manera, la conciencia trgica azteca, desde el pueblo oprimido a las clases gobernantes o guerreras y los mismos tlamatinime, tena "asegurada" la "fundamentacin" de su existencia en la "verdad" de Ometetl. Ahora podemos intentar una cierta comprensin de lo que debi acontecerle a Moctezuma al conocer las "nuevas " de la aparicin de los recin llegados a las costas del Cemanhuac ("toda la tierra") des- de el infinito Teoatl (Atlntico): "Y cuando fueron vistos los que vinieron por el mar (teoatl), en barcas van viniendo [...] Y cuando estuvieron cerca de los hombres de Casti- lla59, al momento frente a ellos hicieron ceremonia de tocar la tierra _________________ 56 B. de Sahagn le dedica todo su libro II al tema: "Que trata del calendario,

    fiestas y ceremonias, sacrificios y solemnidades" (Historia general de las cosas de la Nueva Espaa, ed. cit., pp. 73 ss.).

    57 "De la astrologa judiciaria y del arte de adivinar" (Ibid., libro IV, pp. 221 ss.). La "astrologa" determinaba el contenido cada da del ao, y los perodos de aos, para nacimientos o para consultas de hechos situados en el tiempo, y por lo tanto vlidos para siempre.

    58 "Que trata de los ageros y pronsticos, que estos naturales tomaban de al- gunas aves, animales y sabandijas para adivinar las cosas futuras" (Ibid., V; pp. 267 ss.). En cierta manera Sahagn es inexacto, ya que dichos ageros y pronsticos eran para descubrir hechos presentes "como pasados", no como "cosas futuras". Es decir, en el ciclo del eterno retorno de lo Mismo, todo acontecimiento "futuro" era, para ellos, un hecho pasado de un presente fu- turo, pero "presente-futuro" que ser idntico al "presente-presente" ya to- dos los "presentes-pasados"). No hay sentido "histrico" de los aconte- cimientos, y sta es la diferencia entre la conciencia trgica (prometeica) de Moctezuma, y la conciencia dramtica (cristiano-moderna, recurdese La simblica del mal de Paul Ricouer, o mi El humanismo semita, ya citado) de Hernn Corts.

    59 El Cdice florentino (lib VI, cap. 2) pone nombres a los aztecas que su-

  • 120 y los labios [...] Tuvieron la opinin de que era Nuestro Seor Quet- zalcatl que haba venido"60. Moctezuma opina -por una conclusin acertada de razn estratgica como veremos, si la hermenutica de los textos nos permite sacar esta conclusin- que Corts es Quetzalcatl61 an en el momento de re- cibirlo en la ciudad de Mxico. Las actitudes del Emperador han sido consideradas titubeantes, contradictorias y escasamente comprensi- bles, las razones dadas por T. Todorov62, N. Wachtel63, M. Len Portilla64, Octavio Paz65, J. Lafaye (66, pg. 121) y otros no ex- __________________

    bieron a los barcos: Pntol huasteco, Yoatzin de uctlancuauhtla, el de Teu- ciniyocan, Cuitlapltoc y Tntitl que eran guas. Una historia vista "del otro lado": con nombre y personas "reales".

    60 Informantes indgenas de Sahagn, Cdice florentino, lib. VI, cap. 2 (cit. Len Portilla, El reverso de la conquista, Joaqun Mortiz, Mxico, 1978, pp. 32-33).

    61 Todo nuestro anlisis que sigue a continuacin se apoya sobre la "plausibi- lidad" de la tradicin de que Moctezuma opin que Corts era Quetzalcatl. James Lockhart (vase de este autor: Nahuas and Spaniards. Postconquest Central Mexican History and Philology), Stanford University Press, Stan- ford, 1991; otras obras del mismo autor en Ibid., pp. 301-302 y Susan Gi- llespie, The Aztec Kings. The Construction of Rullership in Mexica History, University of Arizona Press, Tucson, 1989), opinan que la creencia de que Corts fuera Quetzalcatl es incorporada por los cronistas, decenios des- pus de los hechos. En los textos nhuatl nada aparece sobre el asunto, y son posteriores a 1540. De todas maneras, con esto, no se prueba que la identificacin Corts-Quetzalcatl sea falsa, sino simplemente queda en el estatuto de plausible y tardamente narrada.

    62 La conquista de Amrica, ya citada, en "Moctezuma y los signos" (pp. 70 ss. ), se acerca a nuestra interpretacin, pero lo atribuye a que tenan los az- tecas un tipo de "comunicacin" diferente. No saca total provecho a su hiptesis de que todo estaba reglado desde siempre. Tzvetan Todorov / Georges Baudot han publicado una coleccin de Rcits aztques de la Con- qute, Seuil, Paris, 1983 (con excelente edicin italiana Racconti aztechi della Conquista, Einaudi, Torino, 1988) que incluyen el Cdice florentino, Anales histricos de Tlatelolco, Cdice Aubn en nhuatl; y en espaol: Cdice Ramrez, historia de Tlaxcala de Diego Muoz Camargo, y la His- toria de Diego Durn. 63 La visin des vaincus, edicin citada: en p. 45 no sabe por qu Moctezuma debe recibir a "les Blancs comme des dieux". 64 El reverso de la conquista, edicin ya citada, en p. 20 indica algunas de las "posibilidades" que Moctezuma considera, pero no logra explicarla "racio- nalidad" de sus decisiones. 65 El laberinto de la soledad, FCE, Mxico, 1976, p. 85: "La llegada de los espaoles fue interpretada por Moctezuma -al menos al principio- no tanto como un peligro exterior sino como el acosamiento interno de una era csmica". En efecto, el "fin del mundo" era una tercera posibilidad, pero no fue la que enfrent Moctezuma, "al menos al principio". (En Posdata Siglo XXI, Mxico, 1970), trata ms el asunto, (pp. 126-143), pero no distinguir

  • 121 plican suficientemente la "racionalidad" del comportamiento de Moc- tezuma. En efecto, se recibe a Corts con estas palabras: "Seor nuestro: te has fatigado, te has dado cansancio: ya a esta tierra t has llegado. Has arribado a tu ciudad: Mxico. Aqu has venido a sentarte en tu solio, en tu trono. Oh, por tiempo breve te lo reservaron, te lo conservaron, los que ya se fueron, tus sustitutos. Los seores reyes, Itzcaotzin, Motecuhzomatzin el viejo, Axaycac, Tzoc, Ahut- zotl. Oh, qu breve tiempo tan slo guardaron para ti, dominaron la ciudad de Mxico. [...] No, no es que yo sueo, no me levanto del sueo adormilado: no lo veo en sueos, no estoy soando. Es que ya te he visto, es que ya te he puesto mis ojos en tu rostro! Ha cinco, ha diez das yo estaba angustiado: tena fija la mirada en la Regin de los Muertos (topan mictlan). Y t has venido entre nubes, entre nieblas. Como que esto era lo que nos haban dejado dicho los reyes, los que rigieron, los que gobernaron tu ciudad: que habras de instalarte en tu asiento, en tu sitial [...] Ven y descansa; toma posesin de tus casas reales; da refrigerio a tu cuerpo"67. Moctezuma ofrece al recin llegado su trono, el gobierno, el domi- nio sobre los aztecas! No es acaso eso justamente lo que deseaba Corts? pues no, Corts no entiende el ofrecimiento y adems no in- tenta ocupar dicho trono. Esto producir un nuevo desconcierto en Moctezuma -pero no es el primero ni el ltimo, y por ello seguir reaccionando ante cada "novedad". Son los comportamientos de Moctezuma, "racionales"? Eran racionales y lo ms convenientes, si se toma en consideracin el "mundo " de Moctezuma y no se proyecta so- bre l la perspectiva eurocntrica. Analicemos las diversas "posibilidades"68 que se abren desde los textos considerados; es decir, lo que le era "posible" desde su "mundo" fcticamente emplazado, el de un emperador azteca, buen guerrero pero mejor tlamatini, de austera educacin moral en la mejor tradicin de los sabios toltecas. Para aquel emperador culto y refinado que era Moctezuma, se le presentaron ante s, despus de informarse con todos ________________

    las "posibilidades" que analizaremos a continuacin. 66 En Quetzalcatl y Guadalupe, La formacin de la conciencia nacional en

    Mxico, (FCE, Mxico, 1977, pp. 219-224), no clarifica para nada la situa- cin.

    67 Len Portilla, Op. cit., pp. 38-39. Estos "tu" o "tus" pueden ser interpreta- dos como frmula retrica de educacin nhuatl. Como cuando alguien in- vita a otro a su casa y le dice: "Esta es su casa", tan frecuente en Mxico.

    68 En el sentido de Heidegger ("Mglichkeit"; vase nuestra Para una tica de la liberacin latinoamericana, Siglo XXI, Buenos Aires, 1973, t. I, pp. 65 ss.: "Las posibilidades nticas"), o de N. Luhmann, Systemlehre, Suhrkamp, Frankfurt, 1987, en cuanto referido al sistema autorreferente y autopoitico.

  • 122 los recursos que su civilizacin le daba69 las siguientes "posibili- dades ": 1. Que los recin llegados fueran un grupo de seres humanos, que era lo menos probable 70 -desde la perspectiva hermenutica nhuatl- y que debera confirmarse con otros hechos no acontecidos hasta ese momento71, y, por ello, "razonablemente" se descartaba esta "posibilidad" por el momento -terminar por ser el comienzo de una "invasin", pero con nuevos datos que a priori Moctezuma no tena ante s en ese momento-. 2. Quedaba racionalmente slo una posibilidad: que fueran dioses. Si es as: cules? Todo indicaba -tan- to en el parecer de los astrlogos como en el de los tlamatinime- que deba ser Quetzalcatl. Una posibilidad interna a la segunda consista en que Quetzalcatl volva, despus de haber sido expulsado de Tula por los toltecas u otros pueblos72. 3. La tercera "posibilidad", como otra alternativa de la segunda, que aunque retornaba Quetzalcatl, el ________________ 69 Estos recursos, segn los textos considerados (y dentro de su plausibilidad,

    con respecto a las hiptesis crticas de James Lockhart) eran los siguientes: 1. Escuchar el juicio de los guerreros de la tradicin de Tlacalel (que en- trarn a actuar slo en la segunda "figura"). 2. Pedir juicio a los tlamati- nime, los filsofos. 3. Escuchar el juicio de los astrlogos, que le indicaban que Quetzalcatl vendra por el Occidente un ce-acatl (fecha que coincida con la llegada de los espaoles). 4. Tomar el parecer de los que descifraban "ageros" o presagios (que en nmero de ocho, incluyendo acontecimientos referentes al fuego, tierra, aire y agua, los cuatro elementos fundamentales tanto para los aztecas como para los presocrticos, indicaban funestos "futu- ros" necesarios). Vanse los ocho "Presagios funestos" en Len Portilla, El reverso de la conquista, pp. 29 ss.

    70 Lo "anormal" (como un defecto de nacimiento en un nio) o era eliminado (como en el caso de los espartanos) o divinizado (como los defectuosos en- fermos colocados como dioses en Monte Albn, en la cultura zapoteca en Mxico). Que "aparecieran" humanos en el Gran Ocano era lo "menos probable".

    71 Por otra parte, era lo menos peligroso, porque su reducido nmero no poda ser un peligro militar, aun con sus tcnicas de guerra. Es necesario adems borrar por el momento la posibilidad, en el anlisis de racionalidad estrat- gica de Moctezuma, de una "invasin". Esta no tena todava ningn senti- do; es decir, no era una "posibilidad" real dado los datos empricos recabados en su "mundo" concreto.

    72 Hemos dicho que los toltecas eran, respecto a los aztecas, un poco como los griegos respecto a los romanos. El pueblo antiguo culto, ejemplo en todo. La tradicin azteca era, en realidad, la toltecayotl (toltequidad, como la romanitas para los romanos, o la christianitas para los cristianos, o el Deutschtum para los alemanes). Quetzalcatl, como una figura histrica, era el sacerdote y sabio Ce Acatl Topilzin (siglo IX a. C. ?), "aqul que naci en un da 1-Caa, Nuestro Prncipe" (Vase Walter Lehmann, "Geschichte der Knigreiche von Colhuacan und Mexiko", en Quellenwerke zur alten Ges- chichte Amerikas, Stuttgart, 1938). Siendo joven solitario cerca de Tulan- cingo fue buscado como rey de Tula. Fuerte pensador y formulador de la ontologa de Ometetl, se opuso por anticipado a la visin de Tlacaelel: "Se

  • 123 prncipe se confunda ahora con el principio divino, como uno de los rostros de Ometetl, y esto era lo verdaderamente nefasto73-esto sera el "fin del Quinto Sol"74. Ante estas "posibilidades" Moctezuma dudaba, pero iba tomando resoluciones racionales. En primer lugar, sera bueno homenajearlos con regalos y proponerles que volvieran a su lugar de origen (sea el que fuere). Por ello Moctezuma no quera enfrentarse a los recin lle- gados "rostro-a-rostro", porque en ese caso era su fin. Esto es lo que no se ha interpretado a veces correctamente: " Ahora bien, Moctezuma cavilaba en aquellas cosas, estaba preocupa- do; lleno de terror, de miedo: cavilaba qu iba a acontecer con la ciu- dad"75. No era para menos. Para los enemigos del Imperio, los oprimidos (como los de Zempoala o Tlaxcala, y lo mismo le acontecer a Ata- hualpa entre los incas), Corts era un aliado (fuera un hombre, fuera un dios) para emanciparlos del dominio azteca76. Los guerreros _____________

    dice que cuando vivi all Quetzalcatl, muchas veces los hechiceros qui- sieron engaarlo, para que hiciera sacrificios humanos, para que sacrificara hombres. Pero l nunca quiso, porque amaba mucho a su pueblo, que eran los toltecas" (Anales de Cuauhtitln, Cdice Chimalpopoca, fol. 5; Len Portilla, La filosofa nhuatl, pp. 307-308). Lo cierto es que lo expulsaron injustamente, pero prometi regresar. Tenan los aztecas, y particularmente Moctezuma, muchos motivos de temer: primero, porque los aztecas haban dominado sangrientamente al resto de los pueblos toltecas; segundo, porque el mito sacrificial de Huitzilopochtli era contrario al pensar de Quetzalcatl; tercero, porque siendo un rey depuesto, poda intentar ocupar el lugar de Moctezuma (y veremos que sta ser la conclusin "racional" del empera- dor, como se puede considerar "explcitamente" en el texto de la recepcin de Corts en Mxico). Es interesante que Corts aconsejaba a Moctezuma "que no se sacrificasen hombres. Y otro da llam (Moctezuma) a su princi- pal sacerdote y le mand que, por algunos das, disimulase con los castella- nos en no sacrificar hombres" (1. de Torquemada, Monarqua indiana, IV, cap. 40; ed. cit., t. II, p. 173). Este era un signo indicativo de la relacin en- tre Corts y Quetzalcatl, el sabio de Tula.

    73 En efecto, acerca del "Quinto Sol" se lee: "Igualmente fue este Sol de nues- tro prncipe, en Tula, o sea de Quetzalcatl" (Documento de 1558; Len Portilla, La filosofa nhuatl, p. 103). En este caso, los pronsticos de "movimiento de tierra, habr hambre y con esto perecemos" (Ibid.) indi- carian el fin del "Quinto Sol". Esta fue la interpretacin ms generalizada.

    74 Octavio Paz piensa que esta posibilidad fue la primera que enfrent Moc- tezuma, op. cit., p. 85, pero no es as.

    75 Informantes de Sahagn, Ibd., p. 35. 76 Es verdad que nunca se jugaban del todo por Corts, porque si ste era de-

    rrotado por los aztecas, tendran dnde apoyarse para volver a reconocer su dominio.

  • 124 fieles a Huitzilopochtli lucharan como colaboradores de su dios, pero deban actuar slo en el caso que los de Corts verdaderamente fueran seres humanos (posibilidad 1.), o que Quetzalcatl intentara poner fin al Quinto Sol (posibilidad 3.). El pueblo de Mxico- Tenochtitln nada perda con que Quetzalcatl retomara el poder en su imperio (posibilidad 2.). Todos entonces, juzgaban las posibili- dades de distinta manera. Pero slo Moctezuma enfrentaba una deci- sin lmite77. Para l haba muy poco espacio de maniobra: si Quetzalcatl quera retomar el poder del Imperio, l deba renunciar (posibilidad 2.); en todos los otros casos Moctezuma poda jugar su suerte con los guerreros (pero slo despus de saber que esa posibili- dad 2., no era la real). Es por ello que racionalmente, con clara razn estratgica, Moctezuma, el gran tlamatini, toma la resolucin de re- nunciar al Imperio78 y dejar en su lugar a Quetzalcatl-Corts: toma posesin de tus casas reales! (leemos en el texto citado). Por supuesto, una vez ms, los recin llegados lo desconciertan. Cuando los aztecas les ofrecieron comidas con sangre, estos dioses ex- traos las desdearon. Ms extraos eran an cuando se alegraban del oro, que irracionalmente transformaban preciosas joyas en lingotes, destruyendo el inmenso trabajo de refinados orfebres -que seran la admiracin de Durero en Holanda-; que absurdamente matan a los enemigos en las batallas en vez de tomarlos prisioneros para inmolar- los a los dioses. Una vez ms, Corts no toma el poder en Mxico! Pero, al menos, Moctezuma saca una primera conclusin: no es el _____________ 77 En realidad tena una nica posibilidad positiva: que los recin venidos fue-

    ran seres humanos, y, en este caso, en un segundo momento, podra des- truirlos con sus guerreros fieles a Huitzilopochtli, ya que eran los de Corts unas pocas decenas de soldados. Esta posibilidad, por ser la ms dbil, deba ser dejada para el final, despus de "probar" racionalmente el no cum- plimiento de las otras que tenan mayor peso.

    78 Moctezuma muestra el ethos del discpulo del Calmcac, temple de hroes y de sabios. De all lo que le expresa a Corts (que no tena ninguna posi- bilidad de "interpretar" la grandeza inmensa tica del hombre que tena de- lante!; el mismo Corts, siendo slo un buen soldado y apto poltico, de ninguna manera tena la estatura de Moctezuma): "...Ha cinco, ha diez das yo estaba angustiado: tena fija la mirada en la Regin del Misterio [...] Pues ahora, se ha realizado: ya t llegaste" (Texto citado supra). El tlamati- ni estuvo en contemplacin en lo que est ms all que lo meramente "te- rreno" (in tlaltcpac), en lo "trascendente" (Topan mictlan). y all se resol- vi, pensando como Quetzalcatl, que "quera mucho a su pueblo", y l mismo "cavilaba qu iba a acontecer con la ciudad". Moctezuma, al renun- ciar, evitaba -al menos en lo que estaba en su poder- mayor sufrimiento a su pueblo. El se haca a un lado, renunciaba... Como Quetzalcatl lo haba hecho en Tula. Este argumento, Quetzalcatl-Corts deba entenderlo! Moctezuma era el nuevo Quetzalcatl de su Mxico y se inmolaba por l.

  • 125 prncipe Quetzalcatl que quiere recuperar el poder temporal (in tlaltcpac). Quedan las otras posibilidades, pero es necesario estudiar la situacin con cuidado, porque Corts podra actuar en nombre del dios y significar el fin del Quinto Sol -que era el peligro supremo, y por ello Moctezuma soportaba humillaciones sabiendo que, si eran hu- manos, en ltimo caso su vida corra peligro, pero slo sera su fin como monarca, y nada sufrira su ciudad de Mxico79. 7.3. La "invasin" del Imperio Un nuevo hecho, a posteriori y por ello nunca Moctezuma pudo considerarlo antes (y a causa de esto no poda antes ser una "posibili- dad" histrica o real)80, comenz a inclinar la situacin hacia un de- sarrollo posterior de la "posibilidad 1" -aunque la "posibilidad 3" quedaba flotando en el aire como un peligro supremo-: "No fue bien llegado con el armada [de Pnfilo Narvez contra Corts procedente de Cuba], cuando Motecuhzuma fue dello avisado a tiem- po". Y el emperador llamando a Corts le dijo: "Seor capitn, sabed que son venidos navos de vuestra tierra, en que podris [part]ir, por tanto aderezaos con brevedad que as conviene"81. Ahora Moctezuma, sabiendo que son seres humanos82, tiene con- ciencia por primera vez que hay otros iguales a Corts, con numerosos y nuevos soldados detrs de ellos. Si se vuelven a donde vinieron todo terminara bien (y quedaran a salvo el Imperio, las tradi-ciones, y los dioses, el Quinto Sol y el mismo Moctezuma). Pero dos hechos nuevos (y van tres), le hacen comprender un desarrollo inesperado de la "posi- bilidad 1" (y por ello se trata de una nueva "posibilidad 4 " nunca antes considerada): el primero, que Corts no slo no volvi hacia su lugar de origen, sino que, venciendo a Narvez, reforz su ejrcito (con el que retornaba triunfante a Mxico); el segundo, no menos importante, la matanza que realiz Pedro de Alvarado contra la lite azteca. Estos _____________ 79 Todo esto podra ser desarrollado de otra manera, si las propuestas crticas

    de James Lockhart llegaran a probar que nunca los nhuatl pensaron que Corts fuera Quetzalcatl -pero le ser muy difcil probarlo-. Lo que puede probarse es lo extraamente tardo de la descripcin de los hechos en las narraciones (de los cronistas), y la ignorancia del hecho en los textos nhuatl ms cercanos a la conquista de 1520.

    80 Aqu, usando la hiptesis tan fecunda de E. O'Gorman de que Coln "no pudo descubrir Amrica", ahora podemos decir que Moctezuma "no pudo descubrir una invasin" antes de la llegada de Pnfilo Narvez.

    81 J. de Torquemada, Ibid., cap. 59, p. 184. 82 Han visto morir caballos y soldados espaoles, han convivido largas sema-

    nas juntos en Mxico, no han visto otras "seales" extraordinarias, etctera.

  • 126 dos hechos probaban el error de Moctezuma83, e inclinaban la ba- lanza en favor de los guerreros inspirados por el mito sacrificial de Tlacalel, que considerando a los espaoles meramente como seres humanos, haban pensado desde el comienzo que era necesario luchar contra ellos. Moctezuma estaba terminado. Corts, que nada haba en- tendido del "mundo argumentativo" del Otro84, del mundo suma- mente desarrollado de Moctezuma, intenta usarlo como antes, y pierde un tiempo vital para su propia causa85. Ahora es tarde, todos los az- tecas han descubierto, claramente y por primera vez, que Corts y los suyos slo son un grupo de humanos guerreros; son la avanzada de una "invasin": la "invasin del Cemanhuac", de todo el "mundo co- nocido" por los aztecas. La sabidura de los tlamatinime haba sido negada, destruida; toda su "visin del mundo (Weltanschauung)", ahora se haba probado, era inadecuada y no daba cuenta de la realidad. Moctezuma, como tlama- tini que era, haba muerto. Su muerte fsica era cuestin de horas. As terminaba la "Parusa de los dioses", Pnfilo Narvez y no Corts (como haba sido Amerigo Vespucci y no Coln el que descubre Amrica) probaba que los acontecimientos eran parte de una "inva- sin" y no antes. Tlacalel, el Rmulo y Remo86 de los aztecas, que venciera a los tepanecas de Azcapotzalco, la Albalonga de Mxico- Tenochtitlan, en el ao 1-Pedemal (1428), haba nacido en el ao 10-Conejo (1398), y fue llamado "el Conquistador del Mundo" (in Cemanhuac Tepehuan)87, _____________ 83 Error, claro, a posteriori, y no a priori. 84 El hombre "moderno" nunca comprende las "razones del Otro" (vase mi

    ponencia en el dilogo con Karl-Otto Apel en Mxico, titulada: "La razn del Otro. La Interpelacin como acto-de-habla").

    85 Corts debi haber salido de la ciudad de Mxico de inmediato a su regreso de la costa con los refuerzos que logr ganarse de las derrotadas fuerzas de P. Narvez. En cambio, como no haba comprendido las "razones" de Moc- tezuma, crey que poda seguir "usndolo" (mientras que en realidad Moc- tezuma se haba dejado aparentemente "usar" ya que deba ir "probando" hasta el final cada una de las "posibilidades", que no eran "posibilidades" para Corts). Lo mismo le aconteci a Alvarado, que crey que poda forta- lecerse mostrando mucha agresividad, no comprendiendo que lo que los haba protegido en Mxico no era su valenta sino la "visin del mundo (Weltanschauung)" de los tlamatinime, desaparecida la cual deba comenzar la lgica de la guerra y con su accin inclinaba la balanza en su contra.

    86 Tericamente era un poco Hegel, el de la Filosofa del derecho, ms un terico de la guerra como Clausewitz y un poltico como Bismarck del im- perio alemn. Nunca quiso ser el rey del imperio azteca, aunque cuatro reyes fueron sus protegidos.

  • 127 a l se deben las "reformas" que dieron al Imperio su gran visin cosmopolita, la interpretacin desde un paradigma sacrificial del poder dominador de Mxico: "Este es el oficio de Huitzilopochtli, nuestro dios, a esto fue venido a reunir y trae as a su servicio a todas las naciones, con la fortaleza de su pecho y de su cabeza"88. Ometetl se manifiesta por los Tezcatlipocas, el del "Quinto Sol", el de Quetzalcatl, fue reinterpretado por los aztecas en un paradigma sacrificial: "Y aqu est su seal, cmo cay en el fuego el Sol, en el fogn divi- no, all en Teotihuacn" 89. En efecto, el pequeo dios colibr, Nanahuatzin, ofreci su vida en sacrificio, se inmol por todos, y quemado en el fogn divino apare- ci, despus de larga noche, como el Sol naciente, que los aztecas in- terpretaron como su dios tribal: Huitzilopochtli. Ese dios secundario guerrero, ser, por la "Reforma de Tlacalel", el dios principal de todo el Anhuac. Tlacalel quemar todos los cdices sagrados de los pue- blos dominados, y los escribir de nuevo. Una verdadera dominacin de las teogonas. El Imperio quedaba ahora "fundado" como el servi- dor de la existencia y la vida del Sol. Por ello el "movimiento" (del Sol y de toda la realidad), la "vida" y el "corazn" tienen relacin con la "sangre" (chalchihuitl): la vida del Sol-Huitzilopochtli depende de los sacrificios humanos. Las vctimas son conseguidas en las "guerras floridas" y ello justifica la existencia del Imperio: "All donde se tien los dardos, donde se tien los escudos, estn las blancas flores perfumadas, las flores del corazn: abren sus corolas las flores del que da la vida, cuyo perfume aspiran en el mundo los prncipes: es Tenochtitlan" 90. Tlacalel logra as, por el mito de la necesidad de los sacrificios hu- manos del Templo Mayor de Huitzilopochtli, hacer del Imperio un co- ________________ 87 Fernando Alvarado Tezozmoc, Crnica Mexicyotl, UNAM, Mxico,

    1949, p. 121. Sobre Tlacelel vase Miguel Len Portilla, La filosofa nhuatl, pp. 249 ss.; y del mismo autor Los antiguos mexicanos, FCE, M- xico, 1990, pp. 46 ss.; pp. 92 ss.

    88 D. Durn, Historia de las Indias de Nueva Espaa, Mxico, t. I, 1867, p. 95.

    89 Documento de 1558, ya citado (Len Portilla, La filosofa nhuatl, pp. 103- 109).

    90 Ms. Cantares mexicanos, fol. 20 v (Len Portilla, La filosofa nhuatl, p.

  • 128 laborador de la subsistencia del universo y de prolongar la vida del "Quinto Sol". Era, con la llegada de Corts ahora descubierto como no-Quetzalcatl, el momento en que los guerreros intentarn prolongar el "Quinto Sol" venciendo a los intrusos: "En consecuencia luego salieron de noche. En la fiesta de Techlhuitl salieron; fue cuando murieron en el Canal de los Toltecas. All furio- samente los atacamos"91. De poco les vali a los guerreros aztecas expulsar de la ciudad a Corts en la "Noche Triste" (triste para los espaoles, es evidente)92. Para males de Mxico se desata la peste, que es interpretada como un augurio nefasto contra el Imperio. Desde Tlaxcala los inva- sores reorganizaron sus fuerzas; como los reyes catlicos Corts co- menz a "debilitar" a Mxico, as como aquellos habanlo hecho con Granada. El asedio de Tenochtitlan se extiende durante meses. Al final expulsan a los aztecas de la ciudad, los acorralan en Tlatelolco. Son vencidos: "En los caminos yacen dardos rotos; los cabellos estn esparcidos. Destechadas estn las casas, enrojecidos tienen sus muros. Gusanos pululan por calles y plazas y estn las paredes manchadas de sesos. Rojas estn las aguas, cual si las hubieran teido, y si las bebamos, eran agua de salitre"93. "El llanto se extiende, las lgrimas gotean all en Tlatelolco. Por agua se fueron ya los mexicanos; semejan mu- jeres; la huida es general. Adnde vamos? oh amigos! Luego fue verdad? 94. Ya abandonan la ciudad de Mxico: el humo se est le- vando, la niebla se est extendiendo [...] Esto es lo que ha hecho el Dador-de-la- Vida en Tlatelolco"95. _______________ 257). Slo Karl Marx, en sus "metforas teolgicas" (vase mi obra Las

    metforas teolgicas de Marx), inspiradas en el pensamiento semita-bblico judeo-cristiano, mostrar cmo el "capital", el nuevo Moloch, vive de la vida de los oprimidos y chupa su sangre: la circulacin del valor es Blutzir- kulation (circulacin de sangre).

    91 Ms. Annimo de Tlatelolco (1528) (vase Len Portilla, El reverso de la conquista, p. 43).

    92 Los espaoles atribuirn a la Virgen de los Remedios el haberlos salvado. Por ello, en 1810, Hidalgo enarbolar, como veremos, la Virgen de Guada- lupe como bandera de los americanos, y los espaoles ("gachupines") la de los Remedios: Lucha de vrgenes, lucha de dioses, lucha de clases! Vase mi artculo "Christliche Kunst des Unterdrckten in Lateinamerika. Eine Hypothese zur Kennzeichung einer Aesthetik", en Concilium 152 (1980), pp. 106-114.

    93 Ms. Annimo de Tlatelolco, cit., p. 53. 94 Esta pregunta es esencial: fue verdad que los dioses nos abandonaron, que

    el Imperio sera destruido? Extraa y profunda pregunta que muestra lo trgico del momento. El "Quinto Sol" ha terminado.

    95 Cantares mexicanos (Len Portilla, op. cit., p. 62).

  • 129 La "invasin" ha terminado. Los guerreros han sido derrotados. Lo mismo acontecer con los mayas, con los incas de Atahualpa... hasta los confines de Tierra del Fuego por el Sur, o hasta Alaska por el Norte, en el correr de los aos96. La Modernidad se ha hecho pre- sente... ha emancipado a los oprimidos de los aztecas de ser vctimas de sus dioses sanguinarios... y como un "Sexto Sol" que amanece en el horizonte de la humanidad, un nuevo dios (el capital) inaugura un nue- vo "mito sacrificial", el "mito" de Tlacalel deja lugar al "mito" no menos sacrificial de la "mano de Dios" providente que regula ar- mnicamente el mercado de Adam Smith, y de competencia perfecta (que hay que garantizar destruyendo el "monopolio" del trabajo de los sindicatos obreros) de F. Hayek. _____________ 96 No se piense que la resistencia a la invasin fue poca, por el contrario fue

    heroica e ininterrumpida.