5conMinu t o s

5 minutos en compan a de los santos

ContenidoCarta del mesPor María Teresa Villalobos Balbuena, fsp

5 secretos para tener una vida mas felizCinco razones para estar alegrescada día...............................1

San Alfonso María de Ligorio..........5San Juan María Vianney...............6Santa Clara de Asís....................7San Bernardo.........................8 Santa Rosa de Lima ...................9Santa Mónica……………............9

5 formas para celebrar El mes de agosto.....................11

5 pasos para crecer espiritualmente enLa alegría del espíritu paulino.......15

Noticias de Libros y DVD´s del mes ...............17

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Año 1, Número 4Agosto 2012.

CINCO SECRETOS PARA TENER UNA VIDA MÁSFELIZ…

Por Ma. del Socorro Pérez Pérez, fsp

Pareciera que en estos tiempos es imposible vivir en la alegría y con alegría, porque a nuestra mente acuden más recuerdos y situaciones para ponernos tristes y deprimidos que para salir del caos social, político, económico y hasta religioso en el que nuestra barca parece hundirse y no-sotros con ella sin visualizar ninguna esperanza de salvación, o al menos una cuerda de la cual asirnos para evitar ahogarnos en el mar de la injusticia, la corrupción y la maldad.

Sin embargo, existen incontables motivos y situaciones para devolverle a la vida la alegría con la cual Dios adornó la existencia de la humanidad. Más aún, son mil veces más las motivaciones positivas para estar alegres cada día que nos levantamos y comenzamos una nueva jornada. Te comparto…..

Cinco razones para estar alegres cada día.

1. Cada día de vida es un regalo

Sí, mi querido lector, la vida es un don maravilloso que Dios nos ha dado a través de nuestros progenitores, cualesquiera que hayan sido o sean, pero ha sido Dios quien ha determi-nado darnos el aliento de vida que nos renueva cada día que amanecemos, y que tenemos la oportunidad de vivirlo como queramos. Es verdad que las situaciones exteriores pueden in-fluenciar nuestro ánimo para vivirlo, pero no determinarlo.

También es verdad que cuando se padece una enfermedad cró-nica o mortal pareciera que no existe razón alguna para ale-grarse de la vida. Sin embargo, muchos han experimentado que la enfermedad los hizo descubrir claramente el valor y la alegría de vivir cada día. Aquí se aplica el refrán que dice: “Nadie sabe lo que tiene hasta que lo ve perdido”. Quizá nos ayudaría a estar más alegres y contentos si pensáramos que hoy es el último día que nos queda para vivir y tenemos la libertad para ponernos a llorar las últimas horas que nos quedan por cuanto no hici-mos o pudimos hacer, o bien, tratar de gozarlo y disfrutarlo al máximo con las personas que amamos y que nos aman, dejándoles lo mejor de nosotros mismos.

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La vida es el principal regalo que hemos recibido al venir a este mundo, y como regalo que es, podemos gozarnos con él y aprovecharlo disfrutando de su belleza y significado. Además, ¿quién puede hacer que su vida se prolongue un día o un minuto más aunque posea todo el oro del mundo y toda la salud en su cuerpo? ¡Nadie! Entonces, ¡vivamos cada día con gratitud y alegría como si fuera el primero y el último que se nos da! Cada uno tenemos la opción de cómo vivirlo.

2. La vida es para compartirla

Que la vida se nos ha regalado para compartirla no se puede dudar. Si alguien no está de acuerdo, simple-mente piense en el ser solitario y amargado que sería (si es que llegara a sobrevivir) si no hubiera tenido a su alrededor a tantas personas que le brindaron cuidados, afecto y todo aquello que lo hace ser lo que es, una persona con cualidades y capacidades para ayudar a otros a que su vida sea más agradable y llevadera. Considero que precisamente éste debería ser el objetivo de todas las carreras y profesiones existentes en

nuestro mundo, el colaborar cada uno con sus capaci-dades y aptitudes a que otros se desarrollen con calidad y dignidad.

Es con nuestro trabajo como servimos a otros y com-partimos la vida de cada día, dejando huella positiva en la de los demás. La vida no es para meterla debajo de la cama o encerrarla en la caja fuerte en donde nadie pue-da verla ni tocarla, sino para que alumbre a otros con su brillo y otorgue el calor de su bondad y su afecto. Quien comparte su vida con los demás, la enriquece y jamás será un “pobre ser viviente”.

3. Es para invertirla

Casi a todos se nos ha enseñado desde pequeños a hacer pe-queñas inversiones y ahorros para obtener ganancias, y así sentirnos útiles, felices y con deseos de progresar más cada día. Muchas veces el invertir nos ha exigido privarnos de al-gunos gustos pequeños para lograr obtener un bien mayor; cuando logramos esto, nos llenamos de alegría y verificamos que ha valido la pena hacer esa inversión. También desde ni-ños se nos enseña a saber emplear el tiempo en cosas que nos ayuden a desarrollarnos en todos los aspectos. Hay padres de familia que fueron muy sabios al enseñarles a sus hijos que no hay tiempo qué perder, y que hay que dedicar un tiempo y un espacio para cada cosa a fin de crecer en forma equili-brada. Esto es algo formativo y educativo, porque en la vida, tendremos que hacer esta transacción a menudo si queremos obtener las cosas que deseamos. Pero hay que tener en cuen-ta que, en la vida, la cosa más importante no es la posesión y

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acumulación de las cosas, sino la forma en que invertimos “la cosa más grande”, nuestra misma existencia. Cuando empeñamos y dedicamos nuestra vida a realizar aquello que hace a otros un gran bien, entonces podemos estar alegres, porque pudimos invertir en algo que valió la pena para que mucha gente a quien tal vez no conocemos ni llegaremos a conocer, viviera con mayor dignidad humana y se sintiera feliz. Creo que es buen momento para hacernos la siguiente pregunta: ¿En qué estoy invirtiendo mi vida, mi tiempo, mi energía, mis capacidades, mis cosas, mi….. todo cuanto me ha sido dado?

Invirtamos en construir una sociedad, una familia, un grupo, una comunidad feliz y fraterna, para que flo-rezca y fructifique más en nuestro mundo el buen grano que la cizaña.

4. Es para aprender

No sé el caso de ustedes, pero a mí, el aprender algo nuevo en cualquier ámbito, me llena de alegría y me renueva la existencia. Y es que la verdad nunca deja uno de ilustrarse, ya sea en cosas elementales como en las fundamentales y trascendentes. Si al-guien piensa que ya no hay nada nuevo que pue-da aprender, hay que compadecerle, porque es un ser que ha cerrado no sólo su razón, sino también el corazón y la inteligencia para descubrir y darse cuenta de cuántas pequeñas maravillas quedan por aprender y alcanzar en la vida.

Cuando se pierde la novedad de lo que nos brida cada día la vida y lo que nos rodea, entonces se pierde el sentido por la existencia y se convierte en una car-ga pesada que ni con la mejor y más moderna maquinaria, podríamos moverla un solo milímetro. Lo más emocionante es que, en uno mismo, hay miles de cosas que aún no conocemos y que ni idea tenemos de lo que somos capaces de lograr si tan sólo le ponemos un poco de atención y cuidado. En ocasiones solemos decir: “Me conozco muy bien, no soy capaz de hacer esto o aquello”; ¿no será más bien que ni siquiera hemos desenvuelto completamente la cantidad de regalos (capacidades, talentos, virtudes, etc.) que poseemos y que se nos han dado juntamente con el regalo de la vida?

Démonos la oportunidad de seguir aprendiendo de nosotros mismos, de los que nos rodean, de lo que vi-vimos y de lo que está ahí, esperando a que alguien le descubra y aprenda la lección. Recordemos, mientras vivimos, estamos en posibilidades de aprender a vivir mejor cada día y a ser más felices y alegres con lo que vamos conociendo. Jesucristo es el Maestro permanente y su Palabra es Sabiduría plena. ¿Cuánto tiempo invierto al día para aprender su lección?

En ocasiones solemos deci

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“Me conozco muy bien, no soy capaz de hacer esto o aquell

o”

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5. Cada día es una oportunidad para amar y ser amado

¡Este es el mayor motivo para vivir en constante alegría! Esto me hace recordar a un santo sacerdote (QED) que, cuando dirigía un retiro a las novicias decía con voz fuerte y firme: “Santas novicias, ¡vivan siempre enamoradas! ¡Qué su corazón no deje de amar a alguien un sólo instante! Mientras llegan a enamorarse plenamente de Dios, que es Amor, enamórense aunque sea de los pájaros que cantan en los árboles, o de la belleza de la naturaleza que Dios ha creado”. De momento no cabía en mi mente cómo era posible “enamorarse de un pájaro” o de cualquier animal doméstico en lugar de enamorarse de Dios y de los semejantes. Pero comprendí que no se trataba de “enamorarse” de cualquier cosa o persona, sino de la necesidad que tiene todo ser humano de amar a alguien; sólo así, la donación de la vida a Dios o al servicio de las personas tiene sentido; debe estar fundamentada en el amor, de lo contrario, de nada serviría.

Es difícil pensar cómo puede ser la vida de alguien que no ama ni es amada al menos por un ser humano, aunque realmente si lo analizamos, encontraremos que casi todos amamos no sólo a una persona, sino a muchas con las que nos hemos encontrado en la vida.

¡Qué alegría es vivir amando y ser amados! ¡No nos avergoncemos de amar y ser amados! Más bien, debe-ríamos tener vergüenza de no amar a nadie y de no ser amados, por haber rechazado el cariño, la amistad y el amor que nos han querido brindar quienes han pasado a nuestro lado. Recordemos lo que dice el Apóstol san Pablo: “Aunque yo poseyera en grado sublime el don de ciencia y mi fe fuera tan grande como para cambiar de sitio las montañas, si no tengo amor, nada soy” (1ª. Cor 13, 2). Preguntémonos: ¿A quiénes amo yo? ¿Quié-nes me aman? Espero que la cantidad sea mayor que el número de dedos en nuestras manos.

¡No nos avergoncemos de amar y ser am

ados

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CINCO MINUTOS EN COMPAÑÍA DE LOS SANTOSPor Alberta Salas Flores, fsp

1 de Agosto SAN ALFONSO MARIA DE LIGORIO (1696-1787)

Obispo y Doctor de la Iglesia

Alfonso nació cerca de Nápoles, Italia el 27 de septiem-bre de 1696. Su padre, Don José Márquez de Ligorio y su madre Ana Cavalieri. Fue el primero de siete herma-nos, tres niñas y cuatro varones. Cuando era muy niño lo visito San Francisco Jerónimo, al bendecirlo, le dice: “ Este niño vivirá noventa años, será Obispo y hará mucho bien”. Cuando tenía 16 años, se doctoro en derecho civil y canónico con notas excelentes. Eligió un director espi-ritual, hacía visitas al Santísimo, tenía una gran devoción a la Virgen y se alejó de toda mala conversación.

Se convirtió en un brillante abogado, hablaba varios idio-mas y aprendió las artes de su época, pero esto no le satisfizo, por ello, después de perder un caso que había defendido espléndidamente, decidió cambiar de vida y se dedicó a visitar a los enfermos a pesar de la oposición de su padre.

A los 30 años es ordenado sacerdote y se dedicó a evangelizar a los pobres; el 9 de noviembre de 1732 funda la orden de los Redentoristas. Fue un extraordinario escritor y sabía organizar su tiempo, que le alcanzaba para todo, pues hizo voto de no perder un minuto.

Cuando las personas le peguntaban acerca de cuáles penitencias debían hacer para alcanzar la santidad, él les respondía: “La mejor penitencia es leer, leer, leer libros espirituales. Esto aprovecha más que mil cilicios”.

Fue un extraordinario escritor, además de confesar y preparar misioneros, escribía y escribía, su pro-ducción literaria es muy basta, ya en vida se habían traducido y reimpreso muchos de sus escritos. El libro más famoso le llevó 16 años escribirlo siendo su obra maestra y se llama “Las Glorias de María”.El Papa lo nombró obispo, durante este tiempo visitó cada pueblo de su diócesis y predicaba ejercicios espirituales especialmente, el sermón de la Virgen.

El Señor lo probó con enfermedades, quedó medio ciego y medio sordo; su delicia era pasar mucho tiempo frente al Santísimo, rezar el rosario, y cuando quedó ciego le leían la vida de los santos. Final-mente muere el 1º de agosto de 1787; el Papa Gregorio VI lo declara Santo y en 1875 el Papa Pio IX lo hace Doctor de la Iglesia.

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4 de Agosto SAN JUAN MARÍA VIANNEY (1786- 1859)Presbítero

Nació en Dardilly, Francia, el 8 de Mayo de 1786. Sus padres fueron Mateo Vianney y María Beluze. Cuando lo bautizaron le pusieron el nombre de Juan Bautista María. Su vocación al sacerdocio inició cuando el párroco de Ecully abrió una es-cuela para los jovencitos que deseaban ingresar al seminario; el párroco vio en Juan Bautista María Vianney un posible cura de almas y lo envió al seminario. Es de todos sabido que el joven Vianney no era precisamente sobresaliente en sus es-tudios, al contrario, se le dificultaba mucho el aprendizaje de ciertas materias y sus maestros veían que los conocimientos que adquiría eran demasiado limitados. Por esos tiempos, para ser sacerdote debía aprenderse el latín y presentar exámenes en ese idioma, tanto orales como escritos; esto fue definitivamente difícil y casi imposible para el seminarista Vianney. Sin embargo, sobre su vocación al sacerdocio su párroco nunca dudó y él lo apoyó siempre.

Mientras era estudiante, el joven Vianney fue obligado a in-corporarse a las filas para ir a la guerra contra España por-que Napoleón así lo dispuso. Solamente aquellos seminaristas que estudiaban en la diócesis de su tío, el Cardenal Fesch. Matthieu, tenían la exención de ser reclutados los estudiantes eclesiásticos. Otra forma era buscarse un sustituto que fuera en lugar del seminarista, pero Vianney no logró encontrarlo; así fue que no teniendo más alternativa se vio obligado a incorporarse. Sin embargo, la mañana en que partiría el grupo reclutado, Juan Bautista María se fue al templo a rezar, y a su regreso se encontró con que sus compañeros había ya partido, pero el capitán lo amenazó con arrestarlo si no se marchaba a dar alcance a la tropa. No tuvo más remedio que ir tras el grupo. Caminó un buen trecho sin lograr alcanzarlos, y así llegó la noche. Un joven se ofreció guiarlo hasta sus compañeros, pero le llevó por el camino contrario y fue a dar a Noes, una población en donde se encontraban algunos desertores. El alcalde del lugar le dio trabajo como maestro al saber que era seminarista, y después de poco más de un año, logró comunicarse con familia. Fue entonces que su hermano menor se ofreció a servir en el ejército en lugar de Juan Bautista. De esta forma pudo, finalmente, el futuro Cura de Ars, continuar sus estudios para ser sacerdote.

Después de mucha fatiga en aprender las materias debidas y gracias al apoyo de su párroco, el 13 de Agosto de 1815, fue ordenado sacerdote por Monseñor Simón, obispo de Grenoble, y fue enviado a Ecully como ayudante del padre M. Balley en donde permaneció hasta 1818, cuando murió el padre M. Balley, el padre Vianney fue nombrado párroco de Ars, una aldea no muy lejos de Lyon en donde la gente estaba completamente alejada de Dios y vivían como paganos. Fue en ese lugar en el que Juan María ejerció las funciones de párroco y se empeñó en regresar a todos los aldeanos al buen camino.

Varias obras realizó en el lugar para dar apoyo y educación a las jóvenes huérfanas o desamparadas, pero el principal trabajo al que le dedicó la mayor parte del tiempo fue el cuidado de las almas. Pasaba más de dieciséis horas en el confesionario, guiando y atendiendo no sólo a sus parroquiano, sino a los poblados vecinos y después hasta penitentes que acudían de toda Francia, inducidos por la fama de

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santidad del sencillo “cura de Ars”. Se cuenta que a veces dormía sólo cuatro horas y comía una o dos papas cocidas durante el día, y la mayor parte del tiempo estaba sentado en el confesionario escuchan-do a los penitentes, entre los que se encontraban laicos, sacerdotes y obispos.

Aunado a su vida ejemplar, sus biógrafos narran gran cantidad de milagros realizados por mediación del “santo cura de Ars”.

Así pasó largos años, atendiendo a cuantos acudían a él hasta que, extenuado, su cuerpo no resistió más; a la edad de setenta y tres años murió santamente y rodeado de los fieles a quien tanto había amado y servido.

Murió en Ars el 4 de Agosto de 1859, y en 1925, el Papa Pío XI lo canonizó. Su fiesta se celebra el 4 de Agosto. El Papa Pío X lo propuso como modelo del clero parroquial.

Entre las principales virtudes que vivió de forma ejemplar están la humildad, la amabilidad, la paciencia, el buen humor y la caridad para con los más necesitados. Fue también un gran devoto de santa Filo-mena.

11 de AgostoSANTA CLARA DE ASÍS (1193-1253)

Virgen

Nació en Italia, en la población de Asís, el año de 1193. Su conversión hacia la vida de santidad se efectuó al oír un sermón de San Francisco de Asís. Cuando ella tenía 18 años escuchó un de los ser-mones en que el santo decía que para seguir a Je-sucristo hay que librarse de las riquezas y bienes materiales. En secreto se fue a buscar al Santo para que la instruyera en el modo de conseguir la perfección cristiana, él le dijo que había que des-prenderse de todo, dejar las riquezas y comodi-dades y dedicarse a vivir de una manera pobre y sencilla, en oración constante y en penitencia.

El Domingo de Ramos, del año 1212, a la media noche, acompañada de una sirvienta, salió de su rica mansión y se fue a la Porciúncula, distante

unos dos kilómetros de su casa, en donde la esperaba Francisco de Asís y otros frailes con lámparas encendidas y cantando de alegría.

De rodillas ante San Francisco, Clara hizo la promesa de renunciar a las riquezas del mundo y dedi-carse a una vida de oración, pobreza y penitencia. Francisco tomó unas tijeras y cortó la larga y her-mosa cabellera de Clara, le colocó en la cabeza un sencillo manto, y la envío a un convento cercano a preparase para ser una monja. Cuando sus parientes se dan cuenta de la ausencia de Clara, van en su búsqueda hasta encontrarla, y al querer obligarla a regresar a casa con ellos, ella se descubre la cabeza rapada y les dice: “Por amor a mi Cristo Jesús he renunciado totalmente a todo amor material y mun-danos”. Sus hermanos, al verla así, desistieron de tratar de llevársela.

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Clara vivió junto a la Iglesia de San Damián, en Asís en una humilde casita donde después de un tiempo, muchas jóvenes atraídas por la vida de oración y recogimiento de Clara, el convento estaba lleno de mujeres dedicadas a la santidad. San Francisco nombró a Clara superiora de la comunidad, cargo que ejerció toda su vida llena de comprensión y misericordia.

Clara estuvo enferma 27 años, que soportó con paciencia heroica, el Papa la visitó dos veces y excla-mó: “Ojalá yo tuviera tan poquita necesidad de ser perdonado, como la que tiene esta santa monjita”.El 10 de agosto de 1253 a los 60 años de edad se fue al cielo a recibir su premio.

20 de AgostoSAN BERNARDO (1090-1153)Abad y Doctor de la Iglesia

Bernardo nació el año de 1090 en Borgoña, Francia, en una familia de siete hijos que fueron formados de manera muy estricta. Todos aprendieron el latín, literatura y religión.

Bernardo tenía una personalidad atrayente, con cualidades que lo hacían amable y simpático. Era muy inteligente, vivaz, bondadoso y alegre, ganaba siempre la simpatía de quienes trataban con él.

Durante un tiempo vivió tentaciones mundanas, pero una noche de Navidad soñó que la Virgen María le ofrecía al Niño Dios para que lo amara y lo hiciera amar mucho por los demás. Y fue así que decidió entrar al convento de mon-jes benedictinos o de Cister.

Su poder de atracción para la vida religiosa es único, tanto que se llevó a sus cuatro hermanos mayores, a su tío y a casi todos lo jóvenes de los alrededores, además de 31 compa-ñeros, al convento.

Contaba también con una gran capacidad de oratoria, tanto que lo llamaron “El Doctor boca de miel”. Su inmenso amor a Dios, a la Virgen y a la salvación de los hermanos, lo hacían estudiar, orar, hacer penitencia y ayudaba a todos los que podía. Con sus muchas actividades llegó a ser el hombre más famoso de Europa en su tiempo. Obtu-vo de Dios varios milagros y fundó muchos monasterio con fervorosos religiosos. Dios lo llamó a su Reino Celestial el 20 de agosto de 1153, solamente contaba con 63 años pero había trabajado tanto como si tuviera más de 100.

Para entonces había fundado 163 monasterios en varias partes de Europa; fue el primer monje inscrito en el Calendario de los Santos. Fue canonizado por el Papa Alejandro III el 18 de agosto de 1174, y el Papa Pío VIII le otorgó el título de Doctor de la Iglesia.

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23 de Agosto SANTA ROSA DE LIMA (1586-1617)Virgen

Rosa nació en Lima, Perú, en el año 1586. Al ser bau-tizada le pusieron el nombre de Isabel, pero luego la mamá al ver que con el paso de los años su rostro se volvía sonrosado y hermoso como una rosa, empezó a llamarla Rosa. El día de su confirmación, el Arzobis-po le puso definitivamente ese nombre con el que es conocida en todo el mundo.

Desde pequeñita, Rosa tuvo una gran inclinación a la oración y a la meditación. Un día que rezaba ante la imagen de la Virgen, le pareció que el Niño Jesús le decía, “Rosa, conságrame todo tu amor”. Y desde entonces se propuso vivir solamente para amar a Je-sucristo. Al oír de su hermano que muchos jóvenes se enamoraban de ella por su larga cabellera y su piel tan hermosa, se cortó el cabello y se cubrió el rostro con un velo, pues quería amar sólo a Jesucristo.

Se propuso entrar al convento con las Dominicas, pero no pudo realizar su deseo; decidió entonces vivir como religiosa en su propia casa, en donde se fabricó un solar para orar y hacer penitencia. Se puso el hábito y se hizo Terciaria Dominica. Al saber que su Santa patrona era Santa Catalina de Siena, se propuso imitarla. Para poder ayudar a los pobres y sustentarse ella, cultivaba el huerto de su casa y hacía costuras. Con su vida de oración y penitencia conseguía grandes conversiones de pecadores y aumento de fervor en muchos religiosos y sacerdotes.

El 24 de agosto de 1617, después de una dolorosa agonía, expiró con la alegría de irse junto a su amadísimo Salvador. Tenía 31 años de edad. Los milagros empezaron a sucederse en favor de quienes la invocaban. En 1671, el Papa Clemente X la declaró Santa Patrona del Nuevo Mundo, Las Indias y las Filipinas.

27 de AgostoSANTA MONICA

Mónica nació en Tagaste, al norte de África a unos 100 kilómetros de la ciudad de Cartago en el año 332. Sus padres encomendaron la formación de su hija a una mujer muy religiosa pero muy fuerte en disciplina.

Mónica deseaba dedicarse a la oración, espiritualidad y soledad, pero sus padres dispusieron que se casara con un hombre pagano llamado Patricio, quien era buen trabajador, pero tenía un terrible mal genio; además, era mujeriego, jugador y totalmente alejado de lo espiritual. Esto hizo sufrir a Mónica por treinta años durante su matrimonio, los que aguantó en forma heroica y admirable, aguantando los estallidos de ira de su marido que grita por el menor disgusto. Pero nunca se atrevió a golpearla. Tuvieron tres hijos: dos varones y una mujer. Los dos menores fueron su alegría, pero el mayor, Agustín la hizo sufrir por muchos años.

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En aquella región del Norte de África, donde las gentes eran sumamente agresivas, las demás esposas le pregun-taban a Mónica por qué siendo su esposo uno de los de más mal genio nunca la golpeaba, a lo que ella respondió: “Es que cuando mi esposo se empeña en estar de mal genio yo me esfuerzo por estar de buen genio, porque para pelear se necesitan dos, y yo no acepto la pelea, y pues…no peleamos”.

Mónica hacía mucha oración y alcanzó la conversión de su esposo, y en el año 371 se hizo bautizar junto con su suegra.

Mientras tanto, su hijo mayor; Agustín, iba alejándose más de la verdad y cayendo en vicios y errores. Su ma-dre, Mónica, se pasó largos años rezando, ofreciendo sa-crificios y haciendo que otros rezaran por su hijo. Un día fue con el Obispo a contarle su pena y éste le dijo: “Es imposible que se pierda un hijo de tantas lágrimas”.

En una ocasión que Agustín fue a Roma, su madre Mó-nica lo sigue, intentando convencerlo de retirarse de las malas compañías. Es en Roma en donde Agustín se encuentra con el obispo San Ambrosio, a quien escuchó con agrado. Fue por este santo obispo que Agustín decidió bautizarse, y en la Pascua del año 387, Mónica se llenó de alegría porque finalmente había logrado que su hijo se convirtiera.

Antes de morir, Mónica pidió a sus hijos que nunca se olvidaran de rezar por el eterno descanso de su alma. Tenía 55 años de edad cuando Mónica falleció, encontrando la paz eterna en el Cielo.

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CINCO FORMAS PARA CELEBRAR

el mes de agosto Por María del Socorro Pérez Pérez. fsp

En algunos lugares, parte de este mes continúa el período vacacional escolar en el que muchos aprovechan para participar a distintos eventos o visitar lugares desconocidos y llenos de belleza natural. Para otras per-sonas, significa un mes en el que se inicia un nuevo período en su vida, porque comienzan una carrera o profesión a la que dedicarán gran parte de su vida, primero estudiando y después ejerciéndola al servicio de la sociedad. Este mes trae consigo algunas fiestas que no podemos dejar de celebrar y festejar mientras vamos viviendo cada uno de sus días.

Les propongo 5 tips para celebrar en este mes

9 de agosto. Día internacional de las poblaciones indígenas.

Este día fue establecido pro al Asamblea General de la ONU el 23 de diciembre de 1994, con la resolución A/RES/49/214, en la que se decidió celebrar el 9 de agosto de cada año durante el Decenio Internacional de las Poblaciones Indígenas del Mundo (1995 – 2004), y el lema fue «Un decenio para la acción y la dig-nidad».

Al término del decenio, en el año 2004, la Asamblea proclamó un Segundo Decenio que abarcaría del 2005 al 2015, con el lema «Alianza para la ac-ción y la dignidad».

El objetivo de esta celebración es invitar a todos los gobiernos del mundo a que velen por los derechos de esta gente, y para que las actividades y objetivos pro-gramados para del Segundo Decenio se planifiquen y ejecuten, no sin consultar y solicitar la colaboración con los pueblos indígenas, a fin de alcanzar la meta de continuar fortaleciendo la cooperación internacional en esos sectores, incluido el desarrollo económico y social de los pue-blos indígenas.

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Quienes tenemos la oportunidad de relacionarnos y de contar con poblaciones indígenas, aprovechemos la oportunidad para conocer más sus raíces y valores, a fin de comprenderlos mejor y otorgarles mejores oportunidades en nuestros ambientes, así como respetar los suyos.

12 de agosto. Día internacional de la juventud.

Esta celebración se inició el día 17 de diciembre de 1999, con la resolución 54/120, de la Asamblea General de la ONU, mediante la cual aprobó que el 12 de agosto de cada año fuera declarado El Día Internacional de la Juventud. De los siete mil millones de habitantes de personas que habitamos este mundo, el 50% de ellos tienen menos de 25 años. Esto nos hace ver que la mayoría de la población mundial es joven, y esta se concentra en los países en desarrollo según las estadísticas del Fondo de la Población de las Naciones Unidas.

En los últimos dos años hemos sido testigos del aumento de la participación de los jóvenes en las cuestiones sociopolíticas, y de su determinación a ser miembros activos de las decisiones que se tomen sobre todo a nivel social, político, económico y cultural. Ya el Papa Juan Pablo II instaba a la juventud a participar en la construcción de un mundo más justo y más humano: “¿Y qué os corresponde a vosotros, queridos jó-venes? Yo diría, de acuerdo con todo lo que acabo de insinuar, que os corresponde una especie de función profética: podéis desarrollar una acción de denuncia contra los males de hoy, hablando ante todo contra esa difundida “cultura de muerte” que, al menos en ciertos contextos étnico-sociales (afortunadamente no en todas partes); se manifiesta como un peligroso plano inclinado de resbalamiento y de ruina” (Jubileo de los Jóvenes, Abril de 1984).

Vale también la pena recordar una frase del Secretario General de la ONU con motivo del Día mundial de la Juventud: “Los jóvenes tienen el don de la apertura de pensamiento y son sumamente sen-sibles a las tendencias nuevas. Además, aportan su energía, ideas y valentía para hacer frente a algunos de los retos más complejos e importantes que afectan a la familia humana” (Ban Ki-moon).

Celebremos y apoyemos a nuestra juven-tud para que ellos puedan ser los prota-gonistas del cambio hacia un mundo más justo y más humano, en donde todos ten-gan oportunidad de vivir con dignidad.

22 de agosto. Día mundial del Folklore

Esta fiesta no basta para celebrarla un día al año, si tomamos en cuenta la multiplicidad de expresiones de los pueblos que integran cada país, y juntamente con ello la abundancia de gente con sus usos y costumbres propias, su música, danza, canciones, alimentos, mitos, leyendas, dichos, refranes, coplas, cantares, etc.

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Precisamente por la variedad de folklore existente en nuestros pueblos y naciones, hay motivo para cele-brar durante todo el año cada uno de ellos; o por lo menos para darnos la oportunidad de conocerlos y compartir algunas de sus expresiones como son sus comidas y bebidas, sus danzas y música y todo aque-llo que nos sea posible compartir. Cada uno de noso-tros taremos como herencia de nuestros antepasados distinto folklore.

Aprovechemos este mes para que ya sea en grupo, en familia o con alguna población, celebremos y haga-mos patente el folklore o la gama de ellos y compar-tamos la riqueza de cada uno.

23 de agosto. Día Internacional del recuerdo de la trata de esclavos y su abolición

El “Día Internacional del Recuerdo de la Trata de Esclavos y de su Abolición”, fue aprobada por la Confe-rencia General de la UNESCO en su 29° período de sesiones, con la Resolución A/54/137, el 18 de junio de 1999.

Definitivamente es un día memorable para todos aquellos seres humanos que realmente lo sean en sus ac-titudes y convicciones de que no existe distinción de dignidad y respeto por cualquier persona, sea cual sea su color, religión, cultura, clase social y económica o de cualquier otro tipo.

Es realmente una vergüenza para la especie humana que en nuestra historia haya habido lo que nunca debió existir, el comercio de esclavos y la trata de personas.

No obstante, en la actualidad esta realidad sigue patente bajo otros nombres y con medios y formas más sofisticadas y organizadas; ahora se les llama: tráfico de personas, trata de mujeres, niños, adolescentes, etc. El racismo sigue latente casi en todos los países. Quizá ahora ya no son los habitantes de África a quienes se les utiliza como objetos de esclavitud y comercio, pero lamentablemente no hay la menor duda de que aún le queda a la sociedad contemporánea de este planeta un largo camino para erradicar el maltrato a sus semejantes.

Quienes ya hayan logrado ver y tratar a los demás como sus semejantes, son dignos de celebrar este día con gozo, porque están comenzando a vivir el mandamiento del Señor Jesús que dice a sus discí-pulos: “Ama a tu prójimo como a ti mismo” (Mt 22,37).

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28 de agosto. Día de los abuelos

En México, celebramos el día de los “abuelitos” el 28 de agosto. En Estados Unidos de Norteaméri-ca se celebra el primer domingo posterior al Labor Day y se le denomina National Grandparents Day. En otros países de Latinoamérica varían las fechas durante el año.

Para la cultura latinoamericana, el lugar de los abuelos en la familia significa mantener las costumbres y tradiciones de los valores, como el mantener unida a la familia, reunirla periódicamente para compartir y convivir; o también puede significar para los hijos un peso y problema porque les “estorban” en su vida familiar y por ello podemos ver a tantos abuelos y abuelas pidiendo limosna por las calles o de casa en casa.

Gracias a los valores cristianos, el ser abuelo no es sólo motivo para festejar su día, sino también para re-conocer su experiencia y madurez de la vida mediante las cuales pueden aconsejar a sus hijos y nietos para evitarles pasar por problemas o situaciones que ellos ya vivieron.

Además, si en la Biblia se nos enseña a honrar a nuestro padre y madre, con mucha mayor razón esta consigna se debe aplicar a los padres de nuestros padres. Es muy agradable y causa ternura ver a los nietos relacionarse tan bien con sus abuelos. También, miles de abuelos y abuelas hacen las veces de padre o madre porque los padres de los niños deben salir a trabajar o porque están ausentes en el hogar por alguna causa. Entonces los abuelos se convierten en la imagen de la figura paterna o materna para muchos.

Démosle el lugar y el reconocimiento que merecen nuestros abuelos, y si ya no están en este mundo con nosotros, elevemos una oración de gratitud por haber dado vida a nuestros padres y por las cosas positivas que nos dejaron.

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CINCO PASOS PARA CRECER

ESPIRITUALMENTE EN…

La alegría del Espíritu Paulino...Por María Leonor Galindo Cruz, fsp

“Estén siempre alegres en el Señor; se los repito, estén ale-gres. Que su mesura sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca” (Flp 4,4-5).

Comparto con ustedes la reflexión sobre la alegría, más de alguno se podrá preguntar cómo se puede estar alegre si vivimos en un ambiente de problemas, sí nuestro entorno y el mundo están convulsionados por diferentes situaciones: socio-políticas, económicas, culturales, y claro estamos dentro de una realidad y de un contexto en el que no somos ajenos a éstas problemáticas.

Al respecto, el apóstol Pablo nos da algunas claves para alcanzarla aún en medio de los problemas y persecuciones:

1 No fijarnos demasiado en los problemas que tenemos, sino más bien fundamentar nuestra fe en Jesucristo. Y este fundamento de la fe es la que provoca la alegría.

Y miren quién nos da este consejo, nada menos que un hombre al que no le faltaron penas, persecu-ciones, azotes, lapidaciones, naufragios, cárceles, etc.; y sin embargo, él consideraba que todos estos sufrimientos eran parte de su misión. Pablo era una persona alegre, su gozo brotaba concretamente, de su apostolado en primer lugar, de la misión que realizaba y cómo no iba a estar alegre si experimentaba la presencia viva del resucitado.

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2 Ser conscientes de que vivir en la alegría no es fácil. En cada uno de nosotros siempre hay sentimientos diferentes y en ocasiones sentimientos encontrados, a veces estamos tristes, otras experimentamos miedos, desconfianzas y algunas otras hasta desesperación… Pero quien ob-

tiene la seguridad de estar con y en Cristo, y de que Cristo está con nosotros, desaparecen los temores, las tristezas, las preocupaciones, al estar en contacto con Cristo nuestro Señor, brota la alegría interior que es fruto del Espíritu Santo. Detrás de las palabras de Pablo, hay una imagen dibujada de Cristo, nuestro Salvador, que cura nuestras heridas, que sana nuestros conflictos. Si confiamos plenamente en Él, nos librará de todos los temores, angustias y dudas que tengamos.

3 Experimentar la alegría de encontrarse con Cristo. El apóstol Pablo nunca olvidará la fascinante experiencia de Jesús en el camino de Damasco, que cambio su vida y lo llenó de profunda alegría. Este es el Jesús que Pablo presenta a los cristianos de Filipos y que

ahora este mensaje nos lo dirige a nosotros. Cuando logremos experimentar esa vivencia de Cristo en nuestra vida, entraremos en contacto con la alegría. Ciertamente ésta será más fuerte que todas las preocupaciones y temores. Pablo no se conforma con exhortar a los Filipenses a estar alegres, sino que esta alegría debe manifestarse en actitudes concretas, en un modo nuevo de comportarse con los demás, siendo bondadosos, amables, simpáticos, agradables. Lo que permite irradiar tales cosas es la cercanía con Jesús nuestro Maestro.

4 No permitir cabida a sentimientos negativos de enfado, tristeza, amargura, sino por el contrario, dar espacio a sentimientos positivos; para ello hay que agudizar el oído interior que nos permite descubrir la bondad y la alegría que hay en nosotros y, sobre todo, anhelar

siempre el encuentro con Cristo que habita en nuestro corazón. Mientras seguimos en este proceso de crecimiento, como algo práctico, los invito a valorar la vida que es un don y un privilegio que Dios nos regala cada día y por ello seamos alegres y agradecidos por estar aquí y ahora.

5 Pedir al Espíritu Santo en la oración, que nos otorgue el Don de la alegría cristiana. Esto significa que es necesario estar en contacto con Dios a través del Espíritu Santo mediante la oración, a fin de experimentar esa alegría interior que brota desde lo más profundo del

alma, porque es originada por el amor y la misericordia Divinas. Es esa alegría que Jesucristo sintió cuando, inspirado por el Espíritu, exclamó mientras oraba: “Padre, Señor del cielo y de la tierra, yo te bendigo porque has ocultado estas cosas a los sabios e inteligentes, y se las has revelado a la gente pe-queña y sencilla. Sí, Padre, porque así te ha parecido bien” (Lc 10,21). San Pablo nos dice que oremos continuamente para estar unidos a Cristo, esto significa que la oración nos llena de alegría porque nos permite estar íntimamente unidos con el Señor. Por consecuencia, si no dedicamos un tiempo razona-ble durante nuestra jornada diaria a la oración, entonces no nos quejemos de no poseer la alegría en el Espíritu Santo, la alegría cristiana.

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Noticias deEn este mes recomendamos conocer las siguientes obras:

San Juan Maria VianneySanto Cura de ArsBiografía, Novena BíblicaAutor: Ma. del Socorro Pérez Pérez. fspNúm. de pág.: 152Tamaño: 16.5x10.5 cm.

Reseña: Se trata de una breve biografía en la que se puede descubrir cómo este santo varón de Dios supo elegir en su vida lo que real-mente es importante: el amor de Dios y a las personas que han sido redimidas por Cristo. Para lograrlo, el Santo Cura de Ars no escati-mó esfuerzo alguno con tal de ganar para Dios a aquellos que esta-ban completamente alejados de Él a causa del pecado y por la vida intemperante en que vivían durante años. La vida de este santo no es sólo modelo para los sacerdotes de nuestro tiempo, sino también para todo cristiano que verdaderamente quiera vivir el primer man-damiento de Dios: “Amar a Dios sobre todas las cosas, y al prójimo como a sí mismo”.

DVD San Juan, El ApocalipsisProducción de: LUX VIDE.Director: Raffaele MertesMusica: Marco FrisinaIntérpretes: Giovanni: Richard Harris; Irene: Vittoria Belvedere; Valerio: Benjamin Sadler; Gaio: Paolo Villaggio; Quinto: Christian Kohlund; Domiziano: Bruce Payne; Demetrio: Ian Duncan; Cor-vo: Constantine Gregory; Eracle: Luca Ward; Ionico: Erol Sander; Anziano: Luigi Diberti; Silvano: Massimiliano Pazzaglia; Titone: Matt Patresi

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Duración: 95 min.Director de fotografía: Giovanni Galasso.

Reseña: La obra narra la historia del Apóstol Juan que vivió durante su cautiverio en la isla de Patmos. Durante ese tiempo, Juan escri-bió las cartas que iban dirigidas a las 7 Iglesias de Asia, que son las comunidades cristianas con las que Juan mantenía contacto e inten-ta evitar que se extinguieran a causa de las persecuciones. También intenta preservarlos de las falsas doctrinas emergidas por falsos cristianos que se habían introducido en el rebaño de Cristo. En el desarrollo de la trama, el Apóstol Juan tiene revelaciones sobre los tiempos finales, escribiendo así el libro de Apocalipsis, en el que na-rra las catástrofes y luchas que perturbar al mundo antes del triunfo de Cristo, en la Parusía.

CD

Paz en el CorazónAutor: G. S. Silva

Contiene canciones instrumentales que ayudarán a llenarse de paz interior y a ponerse en sintonía con la creación. Es recomendable para meditar y hacer oración.

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