9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

114
Junio 2010 Vol. 9 N.º 1 Págs. 1-112 Dendra Médica Revista de Humanidades Editorial Fuga de cerebros José Luis Puerta Artículos Piratas del siglo XXI Víctor San Juan Breve historia de la National Library of Medicine (NLM) José Luis Puerta Psicología de la nostalgia Cecilio Paniagua Artículo especial La Europa de Ratzinger Carlos Aragonés Europa, política y religión Joseph Ratzinger Doce artículos para recordar Crítica Katharine Hepburn Juan Tejero Página literaria Guy de Maupassant (1850-1893). Nota de la Redacción Enfermos y médicos Guy de Maupassant (†) Miscelánea Energía envasada Diego Quintana Judicialización sanitaria Alfonso Utrillas Compaired Publicar o perecer, pero ¿a qué coste? Ushma S. Neill Fidel Pagés: descubridor de la anestesia epidural Ramiro de la Mata Pagés Dudosos esfuerzos de conservación Achim Steiner Revista de Humanidades Volumen 9 Número 1 Junio 2010 Dendra Médica

description

Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

Transcript of 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

Page 1: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

Junio 2010 Vol. 9 N.º 1 Págs. 1-112

Den

dra M

édica

Revista

de H

um

an

ida

des

EditorialFuga de cerebros

José Luis Puerta

ArtículosPiratas del siglo XXI

Víctor San JuanBreve historia de la National Library of Medicine (NLM)

José Luis PuertaPsicología de la nostalgia

Cecilio Paniagua

Artículo especialLa Europa de Ratzinger

Carlos AragonésEuropa, política y religión

Joseph Ratzinger

Doce artículos para recordar

CríticaKatharine Hepburn

Juan Tejero

Página literariaGuy de Maupassant (1850-1893). Nota de la Redacción

Enfermos y médicosGuy de Maupassant (†)

MisceláneaEnergía envasada

Diego QuintanaJudicialización sanitaria

Alfonso Utrillas CompairedPublicar o perecer, pero ¿a qué coste?

Ushma S. NeillFidel Pagés: descubridor de la anestesia epidural

Ramiro de la Mata PagésDudosos esfuerzos de conservación

Achim Steiner

Revista deHumanidades

Volumen 9 Número 1 Junio 2010

Den

dra M

édica

Carlomagno entre los Papas San Gelasio I (¿?-496) y San Gregorio Magno(c.540-604). Tomada del libro de oraciones de Carlos II de Francia (823-877).

Cubiertasfinal.qxd:portada-2010-1.qxd 24/6/10 10:57 Página 1

Page 2: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

Revista deHumanidades

Periodicidad: Dos números al año (junio y noviembre) que se distribuyen gratuitamente entre profesionales de la saludSuscripciones: Si desea recibir la revista en soporte papel, entre en la página web: www.fundacionpfizer.com. En la

parte superior derecha, haga doble clic en la pestaña “consultas” y rellene el formulario, incluyendo su dirección postal. Si prefiere obtenerla en versión electrónica, entre en la página web de la Fundación Pfizer:

http://www.fundacionpfizer.org/publicaciones/coleccion_de_humanidades/indice_coleccion_de_humanidades.html.También puede conseguir la revista en formato electrónico en: www.dendramedica.es

Reservados todos los derechos. Queda rigurosamente prohibida, sin laautorización escrita de Mediscript, S.L., bajo las sanciones establecidas porlas leyes, la reproducción parcial o total de esta publicación por cualquiermedio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamientoinformático, y la distribución de ejemplares mediante alquiler o préstamopúblicos.

©Copyright 2010 Mediscript, S.L. correo electrónico: [email protected]

www.dendramedica.esLos contenidos de la revista expresan exclusivamente los puntos de vista y las opiniones personales de sus autores. Y en ningún modo

pueden considerarse representativos de los posicionamientos del staff de la Revista, la Fundación Pfizer, que la patrocina, o sus patronos.Asimismo, los autores son los únicos responsables ante terceros de la autoría de sus escritos o de aquellos otros elementos suministradospor ellos (fotos, ilustraciones, dibujos, etc.).Publicación que cumple los requisitos de soporte válido.

ISSN: 1889-8203. Título abreviado: Dendra méd. rev. humanid. Depósito Legal: M-30736-2009.

Impresión: Gráficas Onofre Alonso, S.L. • Travesía de Villa Esther 5 - Polígono Industrial El Nogal - 28110 Algete (Madrid)

RedacciónDirector: José Luis Puerta López-Cózar([email protected])Redactor Jefe: Santiago Prieto Rodríguez([email protected])Coordinación editorial: Assumpta Mauri([email protected])

Consejo EditorialJuan Luis Arsuaga Ferreras, Enrique Baca Baldomero, Francisco JoséGarcía Pascual, Julián García Vargas, José Luis González Quirós,Maite Hernández Presas, Juan José López-Ibor Aliño, Emilio MoraledaMartínez, Alfonso Moreno González, Pedro Núñez Morgades, JuanJosé Francisco Polledo, Marta Reyes Suárez, Juan Rodés Teixidor,Julián Ruiz Ferrán, Elvira Sanz Urgoiti

Dendra Médica. Revista de Humanidades es una publicación semestral (junio y noviembre) que patrocina la Fundación Pfizer y publicaMediscript, S.L. Fue fundada en 2001 por José Luis Puerta López Cózar y el primer número apareció en junio de 2002 con el título de Ars Medica.Revista de Humanidades con el que ha sido publicada hasta noviembre de 2008 por el Grupo Ars XXI de Comunicación, S.L., momento en el quepor distintos avatares esta empresa editora dejó de hacerse cargo de la publicación y, por tanto, hubo que cambiar el nombre de la publicación.Desde su aparición, la Revista ha tenido como objetivos recuperar la tradición humanística que siempre ha rodeado la práctica de la medicina ycontribuir a que se entienda mejor el nuevo paradigma que se está fraguando dentro de la profesión médica. Consecuentemente, la publicaciónpretende, por un lado, acercarse a la Historia de la Medicina y, por otro lado, favorecer la interacción de esa larga lista de materias que incidenen la práctica clínica de hoy: economía, derecho, gestión, ética, sociología, tecnología, ecología, relaciones internacionales, política, etc.Asimismo, esta publicación desea analizar y promover los valores humanos que siempre deben estar presentes en la relación médico-paciente.

Dendra Médica. Revista de Humanidades is a biannual publication (June and November) sponsored by the Pfizer Foundation (Spain), andpublished by Mediscript, S.L. The journal was grounded in 2001 by José Luis Puerta López-Cózar, and its first issue appeared in June 2002 withthe title Ars Medica. Revista de Humanidades. Under this name has been published until November 2008 by Grupo Ars XXI de Comunicación, S.L.Due to various circumstances, the publisher discontinued it, and the title of the publication should be changed. From its very first issue, the aimsof the journal were to restore the humanistic tradition that has always surrounded the clinical practice, and to contribute to a better understan-ding of the new paradigm that is operating within the medicine. Accordingly, in these pages we try to approach the History of Medicine, and topromote the interactions of the long list of disciplines which are shaping the clinical practice in our days: economics, law, management, ethics,sociology, technology, ecology, international relations, politics and so on. Likewise, this publication tries to analyze and foster the human valuesthat should always be present in the physician-patient relationship.

Remisión de manuscritosDirigirlos a: Dr. José Luis Puerta, director de “Dendra Médica. Revista de Humanidades”, alcorreo electrónico: [email protected] los artículos aceptados quedan como propiedad permanente de “Dendra Médica.Revista de Humanidades” y no podrán ser reproducidos total o parcialmente sin permisode Mediscript, S.L.

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:39 Página 1

Page 3: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

Editorial | Editorial

Fuga de cerebrosBrain drainJosé Luis Puerta

Artículos | Articles

Piratas del siglo XXIPirates of the XXI CenturyVíctor San Juan

Breve historia de la National Library of Medicine (NLM)A brief history of The National Library of Medicine (NLM)José Luis Puerta

Psicología de la nostalgiaPsychology of nostalgiaCecilio Paniagua

Artículo especial | Special Article

La Europa de RatzingerThe Europe of RatzingerCarlos Aragonés

Europa, política y religiónEurope, politics and religionJoseph Ratzinger

Doce artículos para recordar | Twelve Articles to Remember

Crítica | Critic

Katharine HepburnKatharine HepburnJuan Tejero

Página literaria | Literary page

Guy de Maupassant (1850-1893). Nota de la RedacciónGuy de Maupassant (1850-1893). Editor´s note

Enfermos y médicosPatients and physiciansGuy de Maupassant (†)

4

6

24

39

49

53

70

76

83

88

Volumen 9 Número 1 Junio 2010

Revista deHumanidades

sumario / contentswww.dendramedica.es

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:39 Página 2

Page 4: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

Miscelánea | Miscellaneous

Energía envasadaPacked energyDiego Quintana

Judicialización sanitariaThe judicialization of Health CareAlfonso Utrillas Compaired

Publicar o perecer, pero ¿a qué coste?Publish or perish, but at what cost?Ushma S. Neill

Fidel Pagés: descubridor de la anestesia epiduralFidel Pagés: The discoverer of epidural anaesthesiaRamiro de la Mata Pagés

Dudosos esfuerzos de conservaciónFishy Conservation EffortsAchim Steiner

93

97

101

104

110

Volumen 9 Número 1 Junio 2010

Revista deHumanidades

sumario / contentswww.dendramedica.es

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:39 Página 3

Page 5: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

4 Dendra Médica. Revista de Humanidades 2009; 9(1):4-5

Fuga de cerebros

Brain drain

■ En lo que llevamos de 2010 ha habido en el mundo de laciencia española dos noticias que merecen un comentario. A saber. El oncólo-go Josep Baselga fue nombrado, el pasado mes de marzo, director de la Divisiónde Oncología y Hematología del Massachussets General Hospital de Boston ycatedrático de la Harvard Medical School. Según se ha dicho en los medios,simultaneará esta nueva ocupación con la dirección científica del Instituto deOncología de Vall d’Hebron (VHIO), del que era su director. Es cierto que desdehace años existe una fluida colaboración entre ambas instituciones. Pero tam-bién lo es que nuestro oncólogo —dicho lisa y llanamente— ha hecho las male-tas y se ha ido (con esposa e hijos). Aunque venga de vez en cuando a presidiralguna reunión de coordinación científica y a seguir atendiendo su consultaprivada, el día solo tiene 24 horas.

Ayuda a entender el porqué de su marcha, sus declaraciones a la prensa: “EnBoston, existe una gran concentración de ciencia”, lo que representa una “con-centración de talento y oportunidades”1. “La única crítica que tengo es para elGobierno central, que no ayuda lo suficiente a la investigación en este país”…“Si se financia el CNIO con tantos millones de euros, ¿cómo es que no hay elmismo apoyo para otras iniciativas que se desarrollan en los hospitales?”2.

La otra noticia que tiene interés resaltar, también acontecida en marzo, es ladistinción con el premio Templeton (un millón de libras esterlinas) al científicoFrancisco José Ayala, de la que se hicieron eco los periódicos españoles con titu-lares como este: “El primer español galardonado con el premio Templeton…”.Ante afirmaciones como ésta, hay que empezar recordando que Ayala, nacido enMadrid (1934), emigró a EEUU en 1961 y, una década más tarde, adquirió laciudadanía de ese país. Por tanto, Ayala —al igual que Ochoa y otros muchos—no es un producto de nuestra ciencia, como ha trascendido a la opinión públi-ca de una manera algo tramposa, sino de la de EEUU, que es donde ha vividodurante medio siglo y donde han sabido apreciar su talento. Nos guste o no, sustextos científicos se publicaron primero en inglés y, luego, se tradujeron a otraslenguas. Pero lo que aún resulta más sorprendente es que nuestro Ayala, queposee medallas y premios de numerosos países, de España solo ha recibido

Editorial

1 Europa Press. El doctor Josep Baselga dirigirá la división de oncología del Massachussetts General Hospital. LaVanguardia. 11-3-2010.2 Valerio M. Cien oncólogos y 20.000 pacientes esperan a Baselga en Boston. El Mundo. 11-3-2010.

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:39 Página 4

Page 6: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

como reconocimiento el título de doctor Honoris causa en alguna universidad. Nitan siquiera es miembro de la Real Academia de Ciencias. Y tampoco pudo sercatedrático, vaya usted a saber por qué. Así, cuando un periodista de EFE lepreguntó si había deseado regresar a la tierra de su niñez y juventud, respondióesto: “Sinceramente yo quise volver. Pero en España hay mucho nepotismo, loscargos se entregan a los amigos, a los parientes. Los que valen tienen muchasdificultades para triunfar”3. No es tiempo de enredarnos en saber si Ayala exa-gera o no, sino de actuar sobre lo que estamos haciendo mal para que persona-lidades como ésta cambien de idea. En una reciente entrevista, el oscense CarlosSaura (El Cultural, 9-4-2010) daba otro golpe en el mismo clavo: “somos muy tri-bales, tenemos eso de: ‘Oye, ¿puedes poner a mi sobrino?’ Y, luego, ‘¿te acuer-das de ese sobrino?, pues ahora tengo un hijo’”.

En nuestro país, la sangría de buenos científicos (y profesionales) la provocanlos que están en el poder, pues no hacen nada serio por cohibirla. Ello, sinembrago, no es óbice para que a no mucho tardar, acompañado del correspon-diente aparato mediático, se haga un gesto de reconocimiento al premiado, a lapar que se enfatiza —como si de la primera vez se tratase— que hay que hacertodos los esfuerzos posibles para repatriar a nuestros investigadores.

También este biólogo y pensador, que se licenció en la Universidad deSalamanca antes de partir para EEUU, ha hecho notar en las entrevistas otrode los motivos que dan pábulo a esta penosa situación, esto es, la inextinguiblefuga de nuestras mejores cabezas: “Aquí, en EEUU, se busca la calidad. Algo quedesafortunadamente no ocurre en España”3.

Efectivamente, las cosas no suceden azarosamente, sino en un contexto, enun ambiente, que viene marcado por fenómenos culturales, sociales y morales.Y uno de los fenómenos más señeros de la España de hoy es, precisamente, lapoca estima que hay por la calidad. No nos damos cuenta de que cuando la cul-tura laboral, en cualquier ámbito, constituye un obstáculo para el fomento dedeterminados valores, por ejemplo, el trabajo bien hecho (y su posterior recono-cimiento), los profesionales más lúcidos tratan de progresar por otros medios,llegando incluso a hacer sus maletas. Pues nuestro sistema, vanamente, seempeña en ir contra uno de los instintos más prístinos de la especie humana,en palabras de Adam Smith (La riqueza de las naciones; II,III), “el esfuerzo uni-forme, constante e ininterrumpido de cada hombre por mejorar su condición”.

* * *

Al igual que siempre, los que hacemos esta Revista de Humanidades agrade-cemos a los amables lectores sus comentarios y a nuestra benefactora, laFundación Pfizer, el apoyo incondicional con el que nos distingue. Hasta el pró-ximo mes de noviembre.

José Luis [email protected]

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):4-5 5

3 EFE. “En España, los cargos se entregan a los amigos y a los parientes”. ABC. 25-3-2010.

José Luis Puerta

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:39 Página 5

Page 7: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

6 Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):6-23

Piratas del siglo XXI

Pirates of the XXI Century

■ Víctor San Juan*

ResumenEl siglo XXI está cuestionando lo que se creía un hecho irrever-

sible desde el anterior: la desaparición de la piratería. La realidad hace que lospiratas salten de los inocentes juegos infantiles, urdidos en nuestro subcons-ciente ficticio, a las primeras páginas de los diarios y a la apertura de los noti-ciarios del mundo real por sus secuestros, robos y saqueos, que quedan al mar-gen de todo control. Poniéndose en evidencia la incapacidad del Primer Mundopara mantener su actividad comercial y pesquera a salvo de esta amenaza.

Palabras clavePiratería. Siglo XXI.

AbstractThe XXI Century is being brought in question by what, since the

former century, was considered a non-reversible fact: the disappearance of piracy.Reality makes pirates pass from the naïve children’s games, produced in the sub-conscious world, to the foreground of newspapers and to the opening of the news-casts in the real world, because of kidnappings, robberies and pillage, whichremain out of any possibility of control. This fact proves the inability of the FirstWorld to maintain its commercial and fishing activities safe from this threat.

Key wordsPiracy. XXI Century.

Si alguna vez alguien pensó que con el desarrollo de la elec-trónica, los satélites, los medios de comunicación y las guardias costeras, la

Artículos

* El autor es ingeniero y experto en temas marítimos. Recientemente ha publicado: Piratas de todos los tiempos (SílexEdiciones, SL, 2009).

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:39 Página 6

Page 8: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2009; 9(1):6-23 7

Víctor San Juan

piratería iba a quedar en el siglo XXI como un pintoresco recuerdo, la realidadha demostrado cuán equivocado estaba. Por lo que se refiere a la marina mer-cante, sólo en 2006 se contabilizaron más de 4.000 ataques piráticos a barcosmercantes en aguas de Indonesia, mar de la China, estrecho de Malaca, Caribe,Sudamérica, Nigeria y Somalia. El dato era alarmante porque el siglo XX habíaconcluido con 221 casos registrados por la IMO (International MaritimeOrganization) en 1998, lo que significaba un grave incremento con la llegada delnuevo siglo. Piratería de toda la baja intensidad que se quiera y muy relacio-nada con el subdesarrollo, pero piratería al fin, con su secuela de crímenes,robos, saqueos, accidentes e incidentes de todo tipo; por no hablar de su reper-cusión en el libre tránsito y comercio mercante en los mares, expresión con laque algún político gusta de llenarse la boca pero que, en la realidad, las fuer-zas navales y costeras modernas no son capaces de imponer en la mar.

Náutica deportiva y de recreo

Una de las víctimas más castigadas de esta nueva piratería, aparte del tráfi-co mercante, ha sido la náutica deportiva y de recreo.

Durante la segunda mitad del siglo XX tuvo lugar una verdadera revolución enel mundo de la navegación en general y de la náutica en particular. Hasta enton-ces, los barcos mercantes, pesqueros y militares parecían los únicos capaces desurcar las grandes extensiones oceánicas. Sólo un reducidísimo grupo de pio-neros —el norteamericano Slocum, el argentino Vito Dumas, el francés AlainGerbault— se habían atrevido, con veleros de no más de 10 metros de eslora, aemprender travesías oceánicas, siendo considerados, entre los marinos profe-sionales, como excéntricos solitarios, temerarios insensatos o, simplemente,locos. Sin duda que hubo afán de protagonismo en estas hazañas —¿hay algu-na en la que no lo haya?— pero lo cierto es que este puñado de pioneros, consus pequeños barcos de vela, demostraron saber lo que hacían, además de lle-var a cabo un verdadero alarde de pericia, tesón, fuerza de voluntad y capaci-dad de sufrimiento. Milla a milla, travesía a travesía, probaron que la posibili-dad de cruzar los mares no depende del tamaño de la nave empleada, sino desu correcto diseño, equilibrio, amarinado y manejo. Por lo demás, todo era cues-tión de tiempo, velocidad, aguante, víveres, agua, combustible y, cómo no, con-tar con buena salud física y mental como imprescindible compañera.

Tras aquellos pioneros llegaron los auténticos gurús de los años sesenta,figuras como Moitessier, Chichester, Rose, Primrose o Kelsall, que llevaron lanavegación de altura con pequeños veleros hasta la reválida que significó laconvocatoria, primero, de la Regata Transatlántica Ostar en Solitario, ganadapor el luego grande entre los grandes, Eric Tabarly; y, después, de la PrimeraRegata Golden Globe Vuelta al Mundo en Solitario que, tras mil peripecias,vería el triunfo de un oficial de la marina mercante británica, Robin KnoxJohnston. Había nacido la navegación oceánica con pequeños yates.

A la sombra de estas espectaculares hazañas, en aguas europeas y america-nas crecía una auténtica flota de pequeños veleros para surcar las rutas marí-

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:39 Página 7

Page 9: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

8

Piratas del siglo XXI

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):6-23

timas del globo; de ellas, la másfamosa y concurrida sería la Rutade los Alisios: la travesía delAtlántico desde las islas Canariaso Cabo Verde hasta las Antillas bri-tánicas o francesas. Cada año,decenas de barcos largan amarraspara “cruzar el charco” en alas delos vientos favorables hasta elCaribe, las islas soñadas, Centro -américa, Venezuela, y la puerta delPacífico, Panamá. Los más atrevi-dos, o que disponen de más tiem-po, siguen adelante, cruzan elCanal y, al otro lado, da comienzootra aventura con nombres deleyenda como Galápagos, Fidji,Marquesas, Tonga, Tahití y unlargo etcétera. El periplo “vuelta-mundista” puede continuar víaAustralia o Nueva Zelanda, siendoluego inevitable cruzar aguas indo-nesias o filipinas, para alcanzar elestrecho de Malaca y el golfo deBengala. La larga travesía del Índi-co y los monzones conduce alCuerno de África y aguas somalíespara buscar el agotador ascensodel mar Rojo a través del canal deSuez, que les lleva, finalmente, alas entrañables y milenarias aguasmediterráneas.

Comparado con un buque mercante o un barco de guerra, el pequeño veleroen medio de la mar es una embarcación indefensa, que se puede asaltar desdeun simple pesquero o una lancha neumática; está lleno de víveres, aparatoselectrónicos, enseres, ropa, repuestos y herramientas, constituyendo un valio-so botín para habitantes de países subdesarrollados, frente a cuyas costascruza a velocidad reducida. Durante la década de los sesenta y setenta del sigloXX, un pequeño porcentaje de los yates que zarpaban desaparecía sin rastro,dándose por perdidos en la mar. Los piratas lo tenían fácil: asaltaban la embar-cación, asesinaban a los tripulantes, saqueaban todo lo que fuera de valor yhundían el barco. Desaparecido en la mar, punto final.

Pero, como casi siempre sucede con los crímenes, tarde o temprano empezóa desvelarse la verdad. Algún barco reapareció transformado y desprovisto desu auténtica identidad en perdidos puertos asiáticos, caribeños o sudamerica-nos. Luego comenzaron a llegar evidencias de los ataques y a los investigado-

Figura 4. “Piratas de todos los tiempos” (2009),recientemente publicada por el autor de esteartículo (cortesía de Sílex ediciones, SL).

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:39 Página 8

Page 10: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2009; 9(1):6-23 9

Víctor San Juan

res ya no les cupo duda alguna: la marina deportiva se había convertido en elobjetivo de los modernos piratas. Las revistas náuticas registraron en aquellaépoca el incidente en que se vio envuelto el famoso velero de regatas suecoMidnight Sun, acosado no lejos de las Bahamas por un pesquero de banderacubana cuyos tripulantes iban armados. Muy bien manejado, el yate logróesquivar sus acometidas. Informada la Guardia Costera norteamericana, a lossuecos se les dijo que “habían tenido mucha suerte”.

La piratería contra los yates oceánicos era un hecho y el trasfondo político ysocial en el que se inscribía, el inevitable y expuesto paso de magníficos e inde-fensos yates “capitalistas”, mostraba el egoísmo e insolidaridad occidental frentea litorales donde la población moría miserablemente de hambre. Era sólo cues-tión de tiempo que el inerme y pequeño barco fuera asaltado. En consecuencia,se definieron áreas marítimas y costas de máximo riesgo que, para un yate “vuel-tamundista” eran el Caribe cubano, dominicano y venezolano, la costa pacíficacolombiana, las aguas filipinas e indonesias, el estrecho de Malaca, el golfo deBengala, el Cuerno de África y las costas del mar Rojo. Es inevitable que unaderrota de circunnavegación intertropical pase por uno o varios de estos puntos,por lo que, en petit comité, los organismos marítimos internacionales tuvieron quereconocer que a finales del siglo XX la piratería estaba lejos de haber desapare-cido de las rutas oceánicas más transitadas, para rubor de las Armadas yGuardias Costeras implicadas en el control de este tipo de delincuencia.

¿Cómo se defendieron los yates? De muchas y no siempre eficaces formas:reforzando los sistemas de comunicaciones, navegando en convoyes de dos o másembarcaciones y, sobre todo, llevando armas de fuego a bordo. Una de las mayo-res dificultades que encuentra un pequeño barco es cómo identificar al pirata,pues el parche en el ojo, la pata de palo, el loro y la bandera negra de las tibiascruzadas y la calavera —la Jolly Roger— sólo son pintorescos vestigios de otraépoca. Un inofensivo pesquero faenando puede transformarse repentinamente enpirata para, tras el acto violento, volver a su pacífica ocupación. El caso más des-concertante es el de las patrulleras de una de las infinitas micro-repúblicas cari-beñas que proliferan en aguas ecuatoriales, cuyos tripulantes decidan dar unsabroso golpe a costa de un yate. El Derecho Marítimo Internacional y las nor-mas que se enseñan en cualquier academia náutica les respaldan para detener,registrar y hacer casi lo que deseen con una embarcación deportiva, mientrasrepresenten la soberanía de algún Estado. En otras palabras, un yate lo tendrámuy mal si se lía a tiros con una patrullera que puede abordarle con la excusa,por ejemplo, de un registro antidroga. Así, está confirmado que patrulleras depaíses de gran inestabilidad política o en guerra civil pueden actuar como con-trabandistas, y de ahí a la piratería sólo hay un paso.

Un botón de muestra de cómo se hallan las rutas marítimas para pequeñosbarcos de vela la da en sus libros el ya finado marino catalán Avelí Bassols, quecircunnavegó la Tierra en su velero Principat D’Andorra, superando variosintentos de asalto pirático. Cruzó el Caribe en convoy sin incidentes, evitandolas costas venezolanas —donde son habituales los “peñeros” con sus veloceslanchas rápidas, que asaltan yates desarmados—; y, tras pasar al Pacífico porel canal de Panamá, también las costas colombianas, coto vedado de los nar-

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:39 Página 9

Page 11: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

10

Piratas del siglo XXI

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):6-23

cos y sus actividades ilegales. Tras atravesar el Pacífico, llegó a Indonesia.Cerca de Borneo, buscando un puerto donde repostar gas-oil, quedó varado enmedio de un grupo de pesqueros de no muy buen aspecto. Inmediatamenteconvergieron sobre él, llegando Bassols a pensar que iba a sufrir un ataque delque no podría defenderse, pues era contrario a llevar armas de fuego a bordo.Se equivocaba, pues los pescadores lo que hicieron fue ayudarle a salir del ato-lladero y después le guiaron a puerto.

No le sucedió lo mismo, sin embargo, en el estrecho de Malaca, donde, nave-gando en convoy con otro yate, en plena noche, al norte de Sumatra, aparecióuna embarcación que les arremetió embistiéndoles la proa y lanzando un arpóna bordo como arpeo para el abordaje. Uno de los tripulantes tuvo el acierto decortar el cabo del arpón, mientras el otro yate disparaba una bengala blanca yel propio Principat una roja de emergencia, tras lo que el agresor renunció al ata-que. Menos suerte había tenido en las mismas aguas el velero Atlantis de BernEhinger, que fue asaltado y encañonado por otros piratas; perdonaron su vida,pero el yate fue saqueado. Por desgracia, tras el dramático terremoto y tsunamide Banda Aceh en 2006, la piratería en esta aguas tiene que haber aumentadoy lo hará más si no se implica en el asunto la cercana isla-país de Singapur.

Bassols navegó a continuación sin incidentes por el golfo de Bengala, pero noasí otros yates, que han sufrido en él ataques o incidentes. El catamarán vascoJotake, de Santiago González, se encontraba entre Sumatra y Ceilán, a cin-cuenta millas de esta última isla, cuando en plena noche un junco le enfocócon proyectores a unos sesenta metros de distancia antes de iniciar la perse-cución. Santiago, tras intentar inútilmente contactar por radio, respondió enfo-cándoles por su parte y emprendiendo la huida. El junco se lanzó al abordaje,que Santi y su familia lograron evitar, prolongándose el acoso cinco angustio-sas millas, tras las que los frustrados piratas fueron dejados atrás a base depura velocidad del catamarán. También aquí otros no tuvieron tanta suerte. AlEudes D’Aquitaine se le aproximó un pesquero abriendo fuego de ametrallado-ra e intentando el abordaje, del que pudieron zafarse de milagro pero con gra-ves daños. Y mucho más dramático fue el asalto al Gonne Troppo, que sufrió elfuego de fusiles AK-47 hiriendo a la esposa del matrimonio que lo tripulaba.

El viaje vueltamundista prosigue con los monzones llegando a las críticasaguas somalíes, destinadas a pasar a la primera página por la piratería indis-criminada, como veremos. La náutica de recreo ha sufrido considerablementeen estas aguas; varios veleros han sido capturados, sus tripulaciones secues-tradas y llevadas a algún perdido e infecto refugio en tierra durante meses parasolicitar rescates fabulosos por ellos. Nada se ha hecho contra este crimeninternacional, salvo pagar los rescates. Recordemos el Super Maramu de JeanIves Delane, rescatado por la Armada francesa, y un matrimonio alemán cruel-mente maltratado hasta que se satisfizo el importe del rescate.

Puede que los casos más llamativos hayan sido los de los grandes yates fran-ceses, Le Ponant en 2008, y Tanit, al año siguiente, que mostraron la capaci-dad de la Armada francesa y la determinación de su Gobierno. El primer casocoincidió con la presencia en la zona de la agrupación GEOAM 07-08 con el por-tahelicópteros Jean D’Arc y la fragata Georges Leygues, desde los que se lanzó

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:39 Página 10

Page 12: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2009; 9(1):6-23 11

Víctor San Juan

un grupo especial de asalto de la Gendarmería en paralelo con el pago del res-cate por el armador, llegándose a tierra con la persecución y atrapando a lamayor parte de los secuestradores con el rescate. El Tanit, secuestrado en laprimavera de 2009, provocó la misma respuesta que se saldó con dos piratas yuno de los tripulantes muertos, recuperándose parte del rescate. Este era unprecio que no todas las naciones estaban dispuestas a pagar.

Tambien el Principat D´Andorra, en su periplo, sufrió en aguas yemeníes delgolfo de Adén el acoso de un butre sin bandera; les siguió durante cinco horas,iluminándolos con un foco al anochecer cuando casi llegaron al abordaje.Bassols mantuvo la cabeza fría y pudo escapar sin daño. Pero, días después,hallándose fondeado en Sha’ab Rumi, apareció una patrullera sudanesa queabordó y registró el yate, dejándolos luego en libertad. Había tenido lugar ungolpe de estado en Sudán, y cuando se refugiaron en Marsa Umbeila junto contres barcos pesqueros, estos les dejaron quedarse si guardaban silencio, puesestaban haciendo contrabando. Es el tipo de situaciones que pueden darse alnavegar por estas zonas.

Podemos terminar el breve repaso del reciente auge de la piratería contrapequeños yates con un caso que ya trascendió a los grandes medios de comu-nicación de todo el mundo: el asesinato de sir Peter Blake a bordo de su vele-ro en el estuario del Amazonas. Blake era —y sigue siendo— un icono dentrodel mundo de la náutica deportiva, el único capaz de ganar la regata WhitbreadVuelta al Mundo por etapas, y la Copa América de Vela con el equipo neoze-landés, además de ostentar el récord Jules Verne de navegación a vela alrede-dor del globo terráqueo con su maxi-catamarán Enza. En su palmarés figura-ban muchos otros triunfos, como la Sydney-Hobart o la Vuelta a Australia, quele habían convertido en un auténtico héroe en Nueva Zelanda, su país natal,comparable a Edmund Hillary, conquistador del Everest.

Dejando atrás su vida deportiva, Blake había seguido los pasos de JacquesCousteau filmando documentales que mostraran a la Humanidad el deteriorodel Planeta. Con el velero reforzado Seamaster recorrió la Antártida como tes-tigo de la regresión de los casquetes polares; acto seguido navegó hasta lasbocas del Amazonas para adentrarse casi 2.000 km río arriba, comprobando ladegradación forestal y fluvial que ha sufrido esa cuenca a consecuencia de laexplotación industrial descontrolada. De regreso al Atlántico, el velero fondeóen la noche del 4 de diciembre de 2001 cerca de la población de Macapá, en ladeprimida región de Amapá, dentro del inmenso delta del río. Con la tripula-ción descansando, una banda de salteadores armados, conocidos como “lasratas de río”, abordaron el Seamaster por la popa. Los ocho piratas inmoviliza-ron a punta de pistola a todos los tripulantes, menos a Blake, que intentó repe-ler el ataque con dos rifles que habían llevado a la Antártida para defendersede los osos polares. Tras desarmar y ahuyentar a un delincuente, el arma seencasquilló al segundo disparo; otro asaltante asomó su pistola por el tambu-cho de entrada y disparó a ciegas; dos disparos alcanzaron al legendario patrónneocelandés, causándole la muerte. Después, los piratas desvalijaron el barcoy se fueron por donde habían venido. Dada la abrumadora repercusión inter-nacional del caso, el Gobierno brasileño no tardó en capturar a los culpables y

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:39 Página 11

Page 13: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

12

Piratas del siglo XXI

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):6-23

ponerlos a disposición de los tribunales. Pero eso no pudo ocultar el hecho deque el número uno de la vela mundial había caído víctima de la piratería incon-trolada tercermundista.

Muy pocos quisieron ver en el suceso otra cosa que un desgraciado inciden-te puntual y no el prólogo del notable repunte que iba a experimentar la pira-tería con la entrada del nuevo siglo. Un viejo, viejísimo, problema que se creíaextirpado, pero que iba a reproducirse con virulencia por la incapacidad delmundo occidental para imponer el Derecho Marítimo Internacional sobre losocéanos, viéndose obligados los gobiernos de los llamados “países civilizados” aactuar a remolque de las circunstancias y con una eficacia relativa. La plaga,en efecto, iba a estallar en el amplísimo litoral de un país subdesarrollado ycarente de instituciones capaces de imponer autoridad como es Somalia.

Somalia

El enigmático país de Punt de la Antigüedad, que algunos señalan como losdominios del Preste Juan medieval —el cual habría escondido en Aksum lassagradas reliquias de la Tierra Santa— posee una situación geoestratégica deindudable importancia en el llamado Cuerno de África. Éste domina la vertien-te sur del golfo de Adén y una importante porción del océano Índico por el quese despliegan las líneas de navegación que llevan al Mar Rojo y al canal deSuez. A su vez, los monzones son rutas legendarias, tan viejas como la propianavegación, que unen el Mediterráneo con las costas indias y persas. Hoy cons-tituyen una vía de comunicación imprescindible para el creciente tráfico marí-timo exportador de China, India, Taiwán, las dos Coreas e incluso Japón; e,igualmente, y en sentido contrario, desde Europa y los países de la cuencamediterránea hacia el Oriente Asiático.

Geográficamente, Somalia posee tres grandes regiones: la costa norteña, mar-gen sur del “embudo” del golfo de Adén, en cuyo extremo más angosto, el estre-cho de Bab-el-Mandeb, se halla el golfo de Tadjoura con el puerto de Djibouti,apostadero de la Armada francesa; a lo largo de ella se hallan poblaciones cos-teras como Berbera o Boosaaso (puerta de entrada del tráfico con Arabia yYemen). Este tramo, que llega hasta el vértice del “cuerno”, el cabo Guardafuí,forma la región de Puntlandia, en la que, a pesar del subdesarrollo, se puedenencontrar autoridades e instituciones que, al menos simbólicamente, repre-sentan al estado somalí.

Desde el cabo Guardafuí hacia el sur, las regiones de Mudugh y Migiurtiniaposeen un extenso litoral desértico con aldeas de pescadores como Hafun,Bender Beira, Eyl, no lejos del cabo El Khail, Obbia —resto de la ocupación ita-liana en la primera mitad del siglo XX— El Dere o Haradhere y El Hur.Constituyen un extenso santuario para contrabandistas y bandas de delin-cuentes locales, señores de la guerra que en remotas poblaciones como Eylencuentran situaciones de pobreza extrema, lejanía de las autoridades yausencia de cualquier tipo de control militar o policial, que les permiten con-vertirse en nidos desde donde desplegar ataques piratas.

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:39 Página 12

Page 14: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2009; 9(1):6-23 13

Víctor San Juan

Más al sur, la naturaleza desértica se atenúa en el valle y riberas del río VebiShebeli, que irriga la región de Benadir, contigua a la vecina Kenia, donde sehalla la capital de Somalia, Mogadiscio; y, ya cerca de la desembocadura,importantes poblaciones agrícolas y ganaderas como Brava, Giamama, Mercao Chisimaio, las dos últimas con puerto.

En total, pues, más de 3.200 millas náuticas de costa que, por su estratégi-ca posición y naturaleza propicia para la ubicación de puertos, han constitui-do, a lo largo de la Historia, un sabroso bocado para potencias como GranBretaña, siempre preocupada de jalonar la ruta a la India; Francia, que acabóejerciendo un protectorado sobre Eritrea para quedarse con Djibouti; o la Italiade Mussolini.

Disuelta la fiebre colonial en la hecatombe de las guerras mundiales, Somalia,integrada en el mundo musulmán, siguió en permanente conflicto con paísesvecinos como Etiopía y Eritrea para definir sus límites. Como consecuencia deestas convulsiones, en 1991 estalló la guerra civil al caer el gobierno deMohamed Siad, desgarrando y empobreciendo el país durante dieciocho largosaños. Los señores de la guerra sumieron a Somalia en el terror y la confusión,y las destempladas intervenciones de EEUU buscando imponer orden termina-ron en lamentables episodios (recuérdese la película Blackhawk derribado). Lasmilicias islámicas, apoyadas por Al-Qaeda, se apoderaron de importantes ciu-dades, mientras EEUU apoyó a las fuerzas eritreas que invadieron Somalia ytomaron Mogadiscio. Tras su retirada, quedó un país inestable e ingobernable,deshecho por los conflictos e inabordable para las grandes potencias-policía, yamuy comprometidas en otros escenarios —léase Irán y Afganistán—.

Somalia, flota pesquera española y Operación Atalanta

Somalia es un país rico en recursos, ya que su plataforma continental poseelos caladeros y aguas sin explotar más ricas del mundo por la calidad de lasespecies y la biodiversidad del ecosistema. Por ello, aparte de circular no lejosde sus costas un denso tráfico marítimo, muy vulnerable y fácil de atacar, haydesplegados en los caladeros somalíes pesqueros de varias nacionalidades,entre ellos una veintena de atuneros gallegos y vascos que, expulsados de todaslas aguas, (del golfo de Vizcaya y el Gran Sol, por Francia; del Mediterráneo porla restricción del atún rojo; del caladero canario-sahariano, por Marruecos, yde los bancos de Terranova tras la Guerra del Fletán con Canadá), encontraronen estos lejanos bancos una nueva fuente para su actividad; una fuente queanimó a los armadores a construir grandes y modernos pesqueros oceánicos.

No tuvieron suerte, ya que hubo quienes, en la costa, incapaces de generar acti-vidad, industrias o puestos de trabajo, pero testigos de las debilidades del mundooccidental y crecidos por haber hecho huir a los norteamericanos, decidierondedicarse a la lucrativa actividad pirática del secuestro. Sabían, además, que conel tráfico mercante siempre habría quien los disculpara en Occidente por su sub-desarrollo. Y, en el caso de los pesqueros, incluso no faltaría quien les acusara deesquilmadores y arrasadores del medio ambiente somalí. Sólo había que respetar

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:39 Página 13

Page 15: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

14

Piratas del siglo XXI

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):6-23

dos principios: no causar víctimas mortales y poner a la Prensa, en especial la dematiz ecológico y solidaria con el Tercer Mundo, de su parte. Después, la mani-pulación de los medios de comunicación occidentales alcanzaría tal nivel que sellegaría a dudar si el verdadero cerebro era un señor de la guerra somalí o unoscuro ideólogo actuando desde muy lejos. ¿Europa, tal vez?

Para nuestra flota pesquera, Somalia trascendió a los medios de comunica-ción en el año 2000, con motivo de la captura del atunero Albacora Cuatro, porel que hubo que pagar un rescate. En puertos como Boosaaso, las pateras uti-lizadas para la pesca tradicional de bajura y subsistencia se amontonaban enla costa. Progresivamente, la guerra civil facilitó la disposición de armamento ycon él algunos pescadores se dedicaron a ahuyentar pesqueros extranjeros desus costas, justificando sus actos por la necesidad de proteger el medio mari-no. Esta arbitraria presión sobre las pesquerías, consentida o ignorada por lasautoridades somalíes, se les acabó yendo de las manos. Los incontrolados,muchos de ellos antiguos combatientes, pasaron a abordar barcos mercantespara apoderarse de algún artículo o cargamento: tabaco, una televisión, comes-tibles, alcohol e, incluso, prensa y revistas. No se hacía daño a las tripulacio-nes, abandonando el barco después del robo o saqueo.

Inevitablemente, la impunidad de estas acciones debió decidir a uno o variosseñores de la guerra a empezar con los secuestros, de mayor repercusión y renta-bilidad. Debemos recordar que en 2006 los armadores de los pesqueros españo-les que faenaban en la zona ya alertaron al Gobierno Español del cariz que esta-ba tomando la situación, pero sin que se adoptara medida preventiva alguna.

2007 marca el inicio de la ofensiva pirática desde la costa somalí. Dotando alas pateras de potentes motores fueraborda japoneses, depósitos suplementa-rios de combustible y el imprescindible GPS de fabricación occidental, lossomalíes se lanzaron al asalto del tráfico mercante en el golfo de Adén y, des-pués, de los barcos pesqueros en el océano Índico. En ese año se registraron30 apresamientos de embarcaciones.

La comunidad internacional, que mantenía con Somalia un Programa Mundialde Alimentos auspiciado por la ONU, no concedió la debida importancia al pro-blema. Los piratas se asombraban de la facilidad con que lograban sus objeti-vos, secuestrando barcos y personas por los que exigían rescates cuantiosos,auténticos ríos de oro para otros candidatos a piratas que, sin nada que perder,optaron por ingresar también en esta “cofradía” de rápido enriquecimiento.

En 2008 se registraron 111 ataques a buques mercantes y de recreo, con 42secuestros, el más grave el del mercante ucraniano Faina, cargado con 2.500toneladas de armamento, en el que figuraban 33 carros de combate rusos adqui-ridos por el gobierno keniata. El peligro de que pudieran ser usados en el con-flicto sudanés movilizó finalmente al mundo occidental, remitiéndose al área laTask Force 150 norteamericana y el destructor ruso Neutrashimy. La comunidadinternacional se veía, al fin, obligada a aceptar que la piratería en aguas soma-líes se había convertido en una fuente de conflictos de primer orden.

En lo referente a la flota pesquera española, fueron atacados dos barcos: elPlaya de Anzoras, que se libró del secuestro, y el Playa de Bakio, con matrícu-la de Bermeo, que fue capturado. Los piratas lo condujeron al puerto somalí de

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 14

Page 16: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2009; 9(1):6-23 15

Víctor San Juan

Eyl para cargar víveres y volvieron a zarpar para evitar su localización. ElEjecutivo reaccionó como si hubiera sido sorprendido, y particularmente incó-modo, dando la impresión de que deseaba deshacerse por la vía rápida de esteremoto problema con un mundo subdesarrollado con el que presumía de gransensibilización, solidaridad y humanitarismo. De ninguna manera iba a proce-der como había hecho el francés con los yates Le Ponant y Tanit.

España actuaría escrupulosamente de acuerdo con el artículo 101 de laConvención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, según el cual sólo espiratería la practicada en aguas internacionales, calificándose como de simpledelincuencia la llevada a cabo dentro de la Zona Económica Exclusiva —200millas— del país en cuestión, en este caso Somalia. Tal era el caso del Playa deBakio, por el que se exigió un millón de dólares de rescate que, velando por laseguridad de los pescadores, fue abonado con la máxima rapidez, ofreciendo elEjecutivo su actuación a la opinión pública como de gran eficacia humanitariay solvencia administrativa.

Ello estaba lejos de la realidad: no sólo se había permitido que unos filibus-teros impidieran por las armas el libre derecho al tránsito y pesca en caladerossobre los que no existía prohibición ni regulación internacional alguna; sinoque, con el pronto pago, liberado a través de un sospechoso bufete londinense,

Figura 1. El pesquero “Alakrana” seguido de la Fragata “Canarias” rumbo a las Seychelles ennoviembre de 2009 (cortesía del Ministerio de Defensa de España).

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 15

Page 17: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

16

Piratas del siglo XXI

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):6-23

se estaba financiando el crimen internacional con dinero de las arcas delEstado. De forma del todo incoherente, con el pago se había saltado a la tore-ra una legalidad que se quiso respetar a ultranza con las aguas jurisdicciona-les, no permitiendo actuar a la moderna fragata Méndez Núñez, desplazada ala zona y que quedó como simple espectadora. Tampoco se valoró, censuró o seestablecieron criterios sobre la actuación del patrón y las instrucciones de losarmadores para faenar en aquellas aguas; ni nadie se acordó de los avisos pre-vios que podían haber generado las medidas preventivas adecuadas.

Lo que sí hizo nuestro país fue participar en el dispositivo internacional queiba a tomar cartas en el asunto: la OTAN, con el grupo SNMG-2, compuesto pordiez fragatas y un destructor procedentes de Holanda, Grecia, EEUU, Canadá,Italia, Gran Bretaña y Malasia, además de España, que empezó su participa-ción en la llamada Operación Atalanta en la primavera de 2009 con la fragataF-82 Victoria y después con la F-83 Numancia, dotadas de helicópteros y unavión de vigilancia P-3 Orión.

La medida era correcta ya que suponía incorporarse a la actuación de nues-tros aliados en la defensa del libre tráfico internacional, pero con el criterio de“no uso de la fuerza” diferente de aliados como Francia o EEUU, además de res-peto a una legalidad inexistente en Somalia. La doble lectura legal del fenóme-no pirático acabaría por dejar en evidencia la discrepancia dentro del mundooccidental y rebajando el efecto disuasorio de Atalanta. En efecto, la lecturapirata era que, según quién les atrapara o a quién se enfrentaran, podían salirbien librados en la mayor parte de los casos.

Quedaba por ver cómo iban nuestras fragatas a defender los pesqueros queeran directa incumbencia de España, y qué protocolos legales se habían pre-visto para luchar contra la piratería. Todo apuntaba más a una medida cos-mética de corporativismo OTAN y respaldo lejano de la flota pesquera, que auna verdadera intención de defender nuestros barcos, misión para la que lasfragatas lanzamisiles, barcos de escolta oceánica, no parecían lo más adecua-do. Pero era lo que pidió la OTAN y lo que se mandó. Las fragatas fueron, ade-más, relevándose en el escenario, permaneciendo operativa en un escenario taninmenso sólo una de forma constante. Así, Peter Hudson, jefe de la OperaciónAtalanta, al referirse a la tarea encomendada a la fuerza internacional, diríaque era como vigilar toda la costa Este de los EEUU con seis coches de policíaincapaces de pasar de los 60 km por hora.

La Victoria, y después la Numancia, realizaron el buen trabajo que se espera-ba de ellas dentro del dispositivo. Se marcaron unas rutas “seguras” y un corre-dor de tráfico en el golfo de Adén, además de organizar convoyes protegidos poruna o varias unidades militares. A fines de marzo de 2009, el helicóptero de laVictoria impedía el ataque a los mercantes Jolbos y Dubai, mientras que, pocodespués, la Numancia puso en fuga una patera con seis piratas que pretendíaabordar el mercante panameño Lucía.

Por esas fechas, sin embargo, trascendía a los grandes medios de comunica-ción el intento de secuestro del mercante norteamericano Maersk Alabama;este gran portacontenedores de 17.000 toneladas era abordado por tan sólocuatro piratas, a los que el capitán logró convencer de que no lograrían con-

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 16

Page 18: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2009; 9(1):6-23 17

Víctor San Juan

trolar un buque tan grande. Les propuso llevárselo a él secuestrado en una lan-cha salvavidas. Los ingenuos piratas dejaron que su víctima les indicara cómoproceder. Perseguidos por el destructor Bainbridge durante cinco jornadas, alacabarse sus víveres y combustible los somalíes amenazaron con matar al capi-tán Richard Phillips, siendo tres de ellos abatidos por tiradores del SEAL yresultando herido el cuarto. El caso era tanto más incomprensible cuanto queel barco asaltado transportaba ayuda humanitaria del Programa de Alimentosde la ONU para Etiopía, Sudán y Somalia, lo que desenmascaraba las supues-tas nobles intenciones de los piratas.

Entrado el mes de abril de 2009, una auténtica nube de lanchas se desplega-ba a la caza de mercantes y pesqueros desde Somalia. Dos de éstos se libraroncon maniobras evasivas, mientras que fragatas holandesas, canadienses, portu-guesas e italianas evitaban varios ataques a mercantes en el golfo de Adén,donde la situación, día a día, iba siendo controlada por Atalanta. Sin embargo,en la gran extensión del Índico, la audacia de los piratas no conocía límites. LaNumancia no pudo evitar la captura del mercante belga Pompei, cuya persecu-ción abandonó al alcanzar éste las aguas jurisdiccionales somalíes. A fin de messe produjo, nada menos que a 600 millas de las costas de Somalia, el ataque algran crucero de lujo Melody —habitual de las islas Baleares— que, con qui-nientos tripulantes y casi mil pasajeros a bordo, se dirigía desde las Seychellesa Akaba, en Jordania. El comando de seguridad israelí, contratado por la navie-ra, puso en fuga una embarcación con seis piratas armados con fusilesKalashnikov. El petrolero español Marqués de la Ensenada (que prestaba apoyologístico a la fragata española y que dispone de un helicóptero y quince solda-dos de Infantería de Marina especializados en asaltos), acudió en apoyo del tran-satlántico italiano, escoltándolo hasta una ruta segura en el Golfo de Adén. Pero,otros barcos, como el alemán Patriot, el griego Saldaña, o el Stolt Strength,sufrieron la ofensiva pirata; y a bordo del petrolero Qana se desató una graveescaramuza, al asaltarlo una decena de piratas y ser atacados por miembros dela Guardia Costera yemení cerca de la Península Arábiga.

A primeros de mayo, los incidentes se multiplicaron. Fueron capturados elmercante maltés Ariana, el pakistaní Al Misan y el alemán Victoria. Una flotillapirata de “larga distancia” incurrió en el error de confundir la fragata francesaNivose con un mercante, de lo que resultaron capturadas once piratas y tresembarcaciones, dos pateras y una grande, la “nodriza”. Su armamento incluíafusiles, lanzagranadas y explosivos. Cuando otra patera con siete piratas inten-tó abordar el mercante panameño Nepheli, éste, con una maniobra evasiva logróhacerla zozobrar, acudiendo el Marqués de la Ensenada a salvar y detener a losnáufragos. Sólo dos días después, su helicóptero AB-212 apresó otros siete pira-tas, evitando la captura del mercante maltés Anny Petrakis. Por su parte, tras elataque al Melody, la Numancia, con la fragata india Nirdeshak, persiguió a dospateras sospechosas dentro de las aguas jurisdiccionales seychellenses. Se cap-turaron nueve piratas que se entregaron a una patrullera de estas islas. La nota-ble actuación de los barcos españoles se vio empañada por la actuación delMinisterio de Defensa y la Judicatura española, que entró en un conflicto decompetencias por los trece prisioneros del Marqués de la Ensenada, evidencian-

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 17

Page 19: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

18

Piratas del siglo XXI

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):6-23

do la falta de previsión del Gobierno para estas situaciones. Aquellos serían,finalmente, entregados a las autoridades de Kenia en Mombasa.

La ofensiva pirata continuó hasta que, en julio, con el monzón, los piratastuvieron que cesar en sus actividades por el estado de la mar, imposible parapequeñas embarcaciones. A primeros de agosto, la fragata Canarias zarpó deRota para relevar a la Numancia y el Marqués de la Ensenada. Hasta ese momen-to se habían capturado 52 piratas, y colaborado en la detención de otros 20, loque, con una sencilla división, debió evitar la captura de una decena de barcos.

Pero, junto a este balance, se imponía una profunda reflexión sobre puntosque se revelarían cruciales tras el verano, algunos de los cuales ya constabandesde el secuestro del Playa de Bakio. Por un lado, estaba el aspecto legal, esdecir, si España iba a seguir respetando el artículo 101 (que convertía las 200millas de aguas territoriales somalíes en un inmenso refugio para los piratas),y si se proseguiría con el criterio de entregar los piratas capturados a Kenia,donde se presumía que eran rápidamente puestos en libertad. Por otro lado,estaba el concepto operativo, es decir, cómo se estaban usando por el Gobiernolos medios puestos a disposición, y si éstos eran los más adecuados.

Desde mediados de abril, la flota pesquera venía denunciando en la Prensaque la Armada Española incorporada a Atalanta estaba dedicada a escoltarconvoyes y proteger el corredor de mercantes en el golfo de Adén, dejándolosdesprotegidos en el océano Índico, donde se habían visto obligados a trasladarsus zonas de pesca, lejos de la costa somalí. Allí, donde, como sabemos, lospiratas de “larga distancia” iban a buscarlos.

El dilema operativo era evidente, ya que la fragata no podía estar en dos sitios ala vez, y desplazar otra fragata al escenario de los hechos era impracticable por suelevado coste. Hemos visto cómo el Marqués de la Ensenada, un barco logístico,tuvo que incorporarse a las tareas de represión de la piratería, e igual hizo a prin-cipios de mayo la fragata F 103 Blas de Lezo, de paso en su misión de apoyo aldispositivo internacional en Afganistán, demostrando que hacía falta más de unbarco. Nos preguntamos por qué, disponiendo la Armada de cuatro guardapescasespecíficos para estas tareas —Chilreu, Alborán, Arnomendi y Tarifa— no se des-plazó alguno de ellos para apoyo directo a los pesqueros, complementando a la fra-gata con un coste muy bajo, pues son pesqueros modificados con motores diesely gran autonomía, dotados de pista para helicópteros y que, aunque no puedensoportar logísticamente estos aparatos, sí pueden actuar como bases alternativas.

La insuficiencia de nuestra única unidad desplegada al conflicto acabaríapagándose cara, ya que ponía a los profesionales de la fragata ante la cuadra-tura del círculo. Por último, la carencia de una solvente política de medios decomunicación hizo que éstos, haciéndose eco de las pretensiones de los pesca-dores y sus familias, y buscando simplemente audiencia, acabaran siendo uti-lizados por los piratas como caja de resonancia y poderosas armas de coacciónal Ejecutivo, difundiéndose informaciones falsas y opiniones condicionadas queimpidieron la resolución competente de los problemas planteados.

El mes de septiembre entró con un nuevo recrudecimiento del conflicto piráti-co: en aguas de las islas Quoray, en pleno golfo de Adén, los pesqueros egipciosMontaz y Samara Ahmed, fueron apresados. Se pedían cinco millones de dóla-

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 18

Page 20: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2009; 9(1):6-23 19

Víctor San Juan

Figu

ra 2

. Las

frag

atas

de

la A

rmad

a es

paño

la “

Nav

arra

” (F

-85)

y “

Can

aria

s” (c

orte

sía

del M

inis

terio

de

Def

ensa

de

Espa

ña).

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 19

Page 21: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

20

Piratas del siglo XXI

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):6-23

res por ellos, pero fueron violentamente rechazados por sus tripulaciones; ochopiratas fueron detenidos y siete cadáveres aparecieron flotando en el agua. Abordo del Ariana, capturado en mayo, los piratas somalíes perpetraron todo tipode tropelías, como violaciones a embarazadas, etc., mientras dejan morir de ina-nición a sus prisioneros. Cuando un helicóptero norteamericano sobrevolóGaracad, al sur de Eyl, se abrió fuego contra él con armas de gran calibre.

Tales son las consecuencias reales de un problema que, no atajado a tiempo,acaba derivando por cauces lamentables.

Llegaban, también, noticias preocupantes sobre la flota española. A 500millas de Somalia, el pesquero Alakrana estuvo a punto de ser capturado el díacuatro de septiembre. Se libró a toda máquina proa a la mar. Cuatro días des-pués, a 450 millas de la costa somalí, el Campolibre Alai debió huir ante unalancha que merodeaba en sus proximidades. Al día siguiente, el Intertuna II, a400 millas de Somalia, debió recoger las artes y marcharse ante un acoso simi-lar, lo mismo que el Felipe Ruano.

Obsérvese que todos los casos se registraban muy por fuera de aguas terri-toriales somalíes, por lo que no se sostiene el argumento de que los piratasdefienden sus recursos piscícolas. Se trata, abiertamente, de un ataque a lapesca en aguas internacionales. Ante esta perspectiva, los armadores, con todala razón, reclamaron del Ejecutivo la presencia de la Canarias en el océanoÍndico, abandonando definitivamente sus tareas rutinarias en Atalanta. Enotras palabras: que acudiera donde hacía falta. En caso contrario, pedían quese les autorizara a llevar a bordo militares o personal armado; permiso que, porel momento, fue denegado por un tecnicismo legal.

España, no obstante, se obstinó en lo que podríamos denominar una solu-ción de compromiso: situar la Canarias frente al cabo Guardafuí, de maneraque no abandone del todo el dispositivo de la OTAN, pero quede más cerca delos pesqueros que faenan en el Índico.

La consecuencia de querer estar en dos lugares al mismo tiempo y pretendercontentar a todo el mundo, es que no se contenta a nadie y al final todo salemal: los mandos de Atalanta no están conformes con una unidad de la que nodisponen, y los pescadores se irritan, puesto que no se puede pescar donde pre-tende la Armada, es decir, en la llamada Zona de Protección, a 600 millas delas costas somalíes. En otras palabras, la pretensión de “estirar” la fragata paratodo obliga a ceder a los piratas una distancia de ¡tres veces sus aguas juris-diccionales! Los pescadores, hartos de diatribas inútiles, deciden hacer la gue-rra por su cuenta y aceptar los riesgos consiguientes. Estamos, como se habráadivinado, en los prolegómenos del tristemente célebre “caso Alakrana”, con elque pondremos fin a este artículo.

El caso Alakrana

En la madrugada del dos de octubre de 2009, este pesquero, ya atacado elcuatro de septiembre, era abordado por piratas somalíes a unas 400 millas aleste del puerto somalí de Chisimaio, no lejos de la frontera con Kenia, y unas

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 20

Page 22: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2009; 9(1):6-23 21

Víctor San Juan

800 millas al sur de la posición de la fragata española. Ésta, dada su lejanía,ni siquiera pudo proponerse interceptarlo antes de que penetrara en aguasterritoriales somalíes.

Hay un viejo principio táctico que dice que si quieres defender algo, debesestar entre él y el enemigo. El Alakrana fue capturado por la sencilla razón deque no fue protegido. No obstante, en compañía de la fragata francesaGerminal, la Canarias partió a toda máquina en pos del pesquero secuestrado.

El impacto sobre la opinión pública fue brutal; el pesquero llevaba a bordo 36tripulantes, 18 de ellos españoles, y se había perdido todo contacto con él paraespanto de los familiares. Éstos se volcaron en los medios de comunicación conuna peculiar visión del asunto, como era interpretar la presencia del barco dela Armada como un peligro más que como una ayuda, pues “a los militaresespañoles, como a los franceses, les podía entrar la tentación de usar susarmas, poniendo en riesgo la vida de los pescadores”. Lo que se pretendía eraque el ejecutivo pagara rápido y sin valorar ninguna otra alternativa, como sehizo en el caso del Playa de Bakio, para que sus seres queridos volvieran a casalo antes posible.

No obstante, la fragata, de la que parecía pretenderse el absurdo de que nocumpliera con su obligación, siguió en pos del Alakrana, mientras el Ministeriode Defensa se justificaba ante la opinión pública alegando que el pesquero esta-ba fuera de la Zona de Protección, provocando la ira de los armadores. Esta vez,en la persecución se traspasó el límite de las aguas jurisdiccionales para seguiral pesquero secuestrado hasta el nido de los secuestradores, la aldea deHaradhere, un villorrio a 20 km de la costa donde no hay puerto ni refugioalguno y donde per-manecían fondea-dos otros cuatrobarcos previamenteasaltados. El Ala -krana se unía aellos. Cuando, enplena noche, dos dela docena de piratasque habían perpe-trado el secuestrodecidían ir a tierra,la Canarias, en unaoperación de co -mando, los detuvo.En España, unaatribulada opiniónpública se llevabalas manos a la cabe-za: haber tomadodos “rehenes” sóloserviría para com-

Figura 3. El pesquero español “Playa de Bakio” escoltado por lafragata “Méndez Núñez” en abril de 2008 (cortesía del Ministeriode Defensa de España).

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 21

Page 23: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

22

Piratas del siglo XXI

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):6-23

plicar las negociaciones, pues los secuestradores exigirían su libertad, quesería imposible de conceder. Llegados a este punto, si de los enloquecidos yvociferantes “portavoces” dependiera, habría que detener a la fragata, o, mejoraún, haber evitado que estuviera ahí.

Contemplada con ecuanimidad la situación a posteriori, debe decirse que losque habían tomado rehenes, en número de 36 personas, eran unos delincuen-tes de la costa somalí. La Canarias, en cumplimiento de su misión contra lapiratería, había se guido y acudido en auxilio de un buque español secuestrado;e, incluso entorpecida por los desaciertos del Ejecutivo y Defensa, había sidocapaz de detener y poner a disposición de la Justicia a dos de los delincuentes.Ahí nacería el siguiente tropiezo, por falta de previsión en el aspecto legal, pueslos dos prisioneros, en vez de ser entregados a Kenia como se hizo anteriormentecon los piratas capturados por el Marqués de la Ensena da, fueron remitidos aEspaña para ser puestos a disposición de la Au diencia Nacional.

No haremos más hincapié en el desbarajuste legal a que dio lugar y del quederivaría el sainete del pirata que un día tenía la edad legal para ser procesa-do y al día siguiente no. Baste concluir que estos dos individuos cumplen aúncondena en cárceles españolas y que, lejos de servir de moneda de cambio,como vaticinaron algunos, se encuentran en nuestro país muy a su gusto,teniendo ambos la intención de prolongar largo tiempo su estancia.

No obstante, en el momento del secuestro, los piratas y sus “cerebros” pen-saron que se podían aprovechar de unos medios de comunicación tan crecidoscomo los españoles y que actuaban a favor de sus designios de forma gratuita.El cuatro de octubre alguien, de la organización pirata o del grupo de familia-res, sin descartar a los propios pescadores secuestrados, difundió el bulo deque tres de los rehenes habían sido llevados a tierra. La información, sin con-firmar y transmitida por teléfono móvil, incendiaba definitivamente los medios,demostrando la falta de escrúpulos con que son tratadas las primicias que pue-den impactar en la opinión pública y arrastrar grandes audiencias. La noticia,totalmente falsa, era propalada a los cuatro vientos por unos embusteros quesólo trataban de impedir la intervención de la Armada a cualquier precio, coac-cionando a un Gobierno carente de hechuras para soportar la ofensiva mediá-tica, y se seguía dando vueltas a la tuerca, desatando una mini-crisis en elEjecutivo y llegándose, además, a acusar a Defensa de haber intentado averiaral Alakrana para que no pudiera llegar a la costa somalí.

De las imprevisiones del Gobierno en el aspecto legal, el cuestionable usooperativo de la unidad puesta a disposición y la equivocada política de medios,se había pasado al pánico de los familiares de los secuestrados y una desafo-rada presión mediática que, con sus excesos, condicionaban gravemente alGobierno para tomar decisiones. Y se plantea la duda de si con esta presión,comprensible en los familiares, pero no tanto en los medios de comunicación,no se bordeaba lo delictivo por colaboración con banda armada.

Tal vez lo que ha evidenciado esta crisis no sea sólo el triple fallo guberna-mental en la resolución de un conflicto internacional, sino también el fracasocolectivo de España como organización a todos los niveles, con un Gobierno blo-queado por los alaridos mediáticos; una Judicatura perdida en galimatías lega-

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 22

Page 24: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2009; 9(1):6-23 23

Víctor San Juan

les irresolubles; unos familiares que, por muy mal que lo pasen, no pueden debi-litar cualquier Institución del Estado a golpe de medios de comunicación paraque unos delincuentes logren sus fines; y de esos propios medios de comunica-ción, al publicar y amplificar noticias falsas para coaccionar al Gobierno yaumentar los índices de audiencia. Tales pueden llegar a ser, hoy en día, lasconsecuencias de la piratería internacional perversamente manipuladas.

Finalmente, se impuso la serenidad y, como en el caso del Playa de Bakio, seefectuó el pago de un rescate de cuatro millones de dólares, uno de los más ele-vados. Por el petrolero saudí Sirius Star fueron tres millones, aunque poste-riormente se llegaron a pagar siete por el Maran Centaurus. Se cedió, pues, porcompleto y sin condiciones a la extorsión, lo que reprocharía la ONU a Españael 18 de noviembre, pero sin dar solución alternativa alguna. El día anterior, elAlakrana había sido liberado y, con la escolta de la Canarias, que ahora sí pare-cía hacer falta para espantar otras bandas de piratas que podrían haberlorecapturado y de la Méndez Núñez, marchó a las islas Seychelles, donde losfamiliares esperaban ansiosos la llegada de los pescadores.

El Gobierno cerraba la crisis con tres broches merecedores de mejor causa:por una parte, autorizó al fin a los armadores a disponer de profesionales arma-dos a bordo de los pesqueros. En segundo lugar, Exteriores negó haber pagadolos cuatro millones de rescate, rúbrica de un Ejecutivo que siempre había pre-sumido de la transparencia de sus actuaciones. Por último, la ministra deDefensa destituyó a uno de sus asesores militares durante la crisis, y la vice-presidenta del Gobierno, una vez más, cerró el caso con un triunfalista “misióncumplida” muy alejado de la percepción de todos los españoles, que habrían pre-ferido, tal vez, algo más de modestia y contención teniendo en cuenta el ridícu-lo internacional que había protagonizado el Gobierno español y algunas de susinstituciones.

La fragata Navarra relevó a la Canarias a finales de año y desde entonces, conla falta de incidentes a bordo de los pesqueros armados, los medios de comu-nicación se han olvidado definitivamente de los piratas. Seguimos con una fra-gata en la zona, pero, todo hay que decirlo, la Armada está botando actual-mente cuatro patrulleros de altura, Meteoro, Rayo, Relámpago y Tornado, deno-minados BAM (Buque de Acción Marítima) que atenderán estas misiones mejorcon costes más reducidos.

Para terminar, sólo cabe añadir que las cifras de 2009 para la OperaciónAtalanta fueron 47 secuestros consumados de 214 intentos. Aunque el núme-ro era superior al de 2008, la “efectividad” de los piratas, a pesar del engrosa-miento de sus filas, había descendido del 40 al 22%. En otras palabras, pare-ce que empezamos a saber cómo combatir este fenómeno y los españoles lo queno tenemos que hacer. Pero, si la enfermedad ha entrado en mejoría aún estálejos de su curación definitiva.

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 23

Page 25: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

Breve historia de la NationalLibrary of Medicine (NLM)

A brief history of The National Library of Medicine(NLM)

■ José Luis Puerta

ResumenDesde comienzos del siglo XIX, los responsables del

Departamento de Sanidad militar del Ejército de EEUU mostraron un verdade-ro interés por mantener al día a los médicos militares, aun cuando se hallarandestinados en los lugares más remotos. Con el paso del tiempo, este esfuerzollevó al establecimiento de una biblioteca central de publicaciones médicas, quefinalmente cristalizó en la creación de una institución fundamental para elavance de la Medicina: la National Library of Medicine, la biblioteca médica másgrande e importante del mundo.

Palabras claveNational Library of Medicine. Joseph Lovell. John S. Billings.

Fielding H. Garrison. Index-Catalogue. Index-Medicus. Medline.

AbstractFrom the beginnings of the Nineteen Century, the heads of the

US Army Medical Department showed a true interest for the updating of themedical officers, even when these were appointed to the most remote posts. Inthe course of time, this effort leaded to the foundation of a central library forthe medical publications. Finally, it crystallized into a basic institution for theprogress of the Medicine: The National Library of Medicine, the biggest andmost important medical library of the whole world.

Key wordsNational Library of Medicine. Joseph Lovell. John S. Billings.

Fielding H. Garrison. Index-Catalogue. Index-Medicus. Medline.

Artículos

24 Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):24-38

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 24

Page 26: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):24-38 25

José Luis Puerta

Los orígenes de la NLM se remontan a 18181, fecha en que elCongreso de EEUU reorganizó el Departamento de Sanidad militar (US ArmyMedical Department) tras la Guerra anglo-estadounidense (1812-1814), otor-gándole por primera vez una estructura permanente, aun en tiempos de paz.Joseph Lovell (1788-1836)2, un oficial cirujano procedente de Harvard, fue suprimer director y a tal efecto se le nombró “Surgeon General” (SG)3. La primerasede que se le asignó al cuerpo de Sanidad militar de EEUU constaba de dosdespachos alquilados en un edificio de Washington DC; su localización se des-conoce en la actualidad. En el verano de 1819 se trasladó a otra oficina ubica-da en el primer edificio que tuvo la Oficina de Guerra4 (US Department of War, oWar Office) en dicha ciudad, que estaba situado entre la Pennsylvania Avenuey la calle 17. El mobiliario era simple: una mesa, seis sillas y una estantería.Desde allí, junto a un secretario que copiaba la correspondencia, Lovell dirigíaa los cirujanos militares que servían en fuertes, cuarteles, puestos avanzados,regimientos, hospitales y arsenales de EEUU5.

En aquel entonces el Ejército proporcionaba a los oficiales médicos una obrade referencia para cada rama de la Medicina y una suscripción a una revistapara que, allí donde estuviera destinado cada oficial, incluso en los destinosmás remotos en la frontera, tuviera la posibilidad de conocer los avances de suprofesión. La revista que se enviaba habitualmente era el Medico-ChirugicalJournal and Review6, editada en Londres, aunque podía remitirse otra publica-ción periódica en atención a las preferencias del cirujano. Algunas de estasobras, probablemente junto con las adquiridas por el propio Lovell mientrasestudiaba en Harvard, durante su ejercicio en la práctica privada o como ciru-jano del Ejército, terminaron en las estanterías de su despacho. Al fallecer en1836 sus libros permanecieron allí, formando el núcleo de la biblioteca del SG.Un siglo más tarde, el general de división Edgar Erskine Hume (1889-1952),uno de los oficiales más admirados del Cuerpo de Sanidad Militar estadouni-dense, hombre con una singular curiosidad y autor de crónicas de ciencia ysociología, tomó arbitrariamente 1836 como el comienzo de lo que posterior-mente se convertiría en la NLM. Decisión que, quizá, estuvo motivada porque

1 Miles WD. O. c., p. 1.2 Tan solo se aportarán las fechas para aquellos personajes que vertebran este artículo: oficiales que hayan ostenta-do el cargo de SG, bibliotecarios médicos y compiladores de bibliografías.3 En la actualidad el SG es el director y oficial de mayor graduación del Cuerpo de Salud Pública estadounidense, queforma parte de la Oficina de Salud Pública y Ciencia del Ministerio de Salud y Servicios Humanos de EEUU (US

Department of Health & Human Services). Es nombrado, con la aprobación del Senado, por el Presidente de EEUU ydurante su mandato ostenta el rango de vicealmirante. Su despacho junto con las dependencias para el personal bajosu mando reciben el nombre de Office of the Surgeon General. Disponible en: www.surgeongeneral.gov/.4 En 1947 pasó a denominarse Department of the Army, como parte —junto con el Ejército del Aire y la Marina— delNational Military Establishment (NME). Éste, poco después, en 1949, sería rebautizado con el nombre, que todavía hoymantiene, de Department of Defense.5 Miles WD. O. c., p. 1.6 Miles WD. O. c., p. 7.

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 25

Page 27: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

26

Breve historia de la National Library of Medicine (NLM)

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):24-38

ese año por primera vez se solicitaron fondos al Ministerio de Guerra para labiblioteca (se pidieron 150 dólares americanos destinados a libros médicospara la oficina del SG)7.

El sucesor de Lovell, el general de brigada Thomas Lawson (1789-1861), SGentre 1836 y 1861, continuó acrecentando la colección. En ésta había obras deanatomía, fisiología, fiebres y calenturas, enfermedades de los niños, odontolo-gía, epidemias, farmacia, ginecología, jurisprudencia médica y sanidad militar,así como el diccionario de latín de Robert Ainsworth (Dictionary of the LatinTongue), el diccionario de inglés de Samuel Johnson (A Dictionary of the EnglishLanguage), la Zoonomía de Darwin y una traducción al inglés de la ToxicologíaGeneral de Mateo Orfila, entre otras. Por esa época, la colección también se vioampliada gracias a los primeros intercambios y regalos.

Además, el Departamento de Sanidad militar fue la primera organización queregistró sistemáticamente datos sobre el clima, décadas antes de que se esta-bleciera el Servicio meteorológico de EEUU (US Weather Bureau). Cirujanos des-tinados en hospitales, fuertes y puestos avanzados mantenían diarios en losque anotaban la temperatura tres veces al día, así como el curso de los vientosy alguna otra información. En 1840 la oficina del SG publicó esos datos en unpequeño volumen: Meteorological Register for the Years 1826-1830. También,entre 1819 y 1839, se recopilaron datos sobre la salud de los soldados que seplasmaron en una obra llamada: Sickness and Mortality in the Army in theUnited States. Lawson mandó ambos libros al Departamento de Estado deDefensa británico, recibiendo a cambio otras compilaciones estadísticas8.

El primer regalo de importancia que recibió aquella incipiente bibliotecamédica, probablemente, procedió de John Kearsley Mitchell, un afamado médi-co de Filadelfia que había tratado a Edgar Allan Poe. Mitchell obsequió 50copias de su libro, On the Criptogamous Origin of Malarious and EpidemicFevers (1849), de las que 49 fueron distribuidas a cirujanos militares de losestados del Sur, Suroeste y Oeste, donde existía una mayor prevalencia de fie-bres y calenturas epidémicas.

En 1840 Lawson se dio cuenta de que la colección reclamaba ya la confecciónde un catálogo, que consistió en un pequeño libro de notas manuscritas quecontenía 134 títulos —ocho de los cuales eran revistas—, y en él se refirió a labiblioteca como: Library of the Surgeon’s General Office. En ese mismo año laoficina publicó el primer catálogo de sus libros, titulado: A Catalogue of booksin the Library of the Surgeon’s General Office. No obstante, aunque la coleccióncreció sobremanera bajo la dirección de Lawson, estaba desorganizada y erapoco relevante. Por la misma época, la biblioteca médica del asilo de Filadelfiacontenía más de 1.100 volúmenes y la del Hospital de Nueva York más de 5.000libros y 100 revistas9.

7 Blake JB. From Surgeon General's bookshelf to National Library of Medicine: a brief history. Bull Med Libr Assoc.1986;74(4):318.8 Miles WD. O. c., p. 8.9 Horwitz NH. O. c., p. 1304.

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 26

Page 28: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):24-38 27

José Luis Puerta

La Guerra de Secesión y sus repercusiones para la biblioteca

Durante la Guerra de Secesión (1861-1865), como es lógico pensar, tanto elDepartamento de Sanidad militar como la biblioteca se desarrollaron de formanotable. El nuevo SG, el general de brigada Clement Alexander Finley (1797-1879), necesitaba más espacio para su personal, por lo que se trasladó a unedificio situado entre la calle F y la calle 15 de Washington DC. Allí, junto a susayudantes militares, ocho oficinistas civiles y un mensajero, administraba elsuministro de material médico, la construcción de hospitales, el reclutamientode médicos y todas las demás tareas que conlleva la guerra. Gracias a la situa-ción bélica, la biblioteca fue más consultada de lo que nunca antes lo habíasido y la lista de libros a distribuir fue revisada para satisfacer las demandasoriginadas en el campo de batalla.

Finley tenía 64 años cuando fue nombrado para el puesto en 1861 y le vino elrelevo inmediatamente. Su sucesor, el general de brigada William AlexanderHammond (1828-1900), un joven neurólogo de 34 años que acababa de aceptarun puesto de profesor en la Universidad de Maryland. Después de haber servi-do como médico militar en el Fort Riley del Estado de Kansas (1849-1860), fundóen 1862 el Army Medical Museum (que se transformaría en 1989 en el NationalMuseum of Health and Medicine) en el que recogió historias clínicas y muestrasanatomopatológicas diversas, e impulsó la elaboración de estadísticas. De estemodo fue posible escribir la historia médica de la Guerra Civil estadounidense,que posteriormente sería publicada, en tre 1870 y 1883, por el Ministerio de laGuerra bajo el título: Medical and Surgical History of the War and the Rebellion.Por otro lado, el museo contenía aparatos de laboratorio y los in tegrantes de supersonal eran estudiosos que, a su vez, impartían ma terias tales como histolo-gía y microscopía a los oficiales médicos. Esta circunstancia aumentó la necesi-dad de disponer de más libros y espacio.

En 1862, la oficina del SG se trasladó a un edificio anexo a la emblemáticasede del Riggs National Bank10, un banco privado situado entre la calle 15 y laPennsylvania Avenue en Washington DC. Bajo la dirección de Hammond se aña-dieron a la biblioteca publicaciones solicitadas a Alemania y Francia, incluyen-do el Virchow’s Archiv y las revistas de la Academia Francesa de Medicina y dela Sociedad General para el Estudio del Clima de París; dotándose además detextos de referencia a cada hospital y puesto médico permanente del Ejército.Como los cirujanos militares destinados en regimientos que intervenían en elcampo de batalla no estaban en condiciones de transportar todos los libros quedeseaban, se les proveía con cinco de los que se consideraban más útiles.

Hammond podría haber convertido la colección de la oficina del SG en unabiblioteca de primera categoría si no hubiera tenido un acérrimo enemigo en elpoderoso (y sectario) Ministro de Guerra, Edwin M. Stanton (1814-1869), quienle obligó a aceptar un destino forzoso en Nueva Orleans (1863). En su lugar

10 Después de algunos escándalos, el 16 de mayo de 2005 se concluyó su fusión con el PNC Bank y el nombre deRiggs dejó de usarse, aunque el edificio sigue en pie.

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 27

Page 29: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

28

Breve historia de la National Library of Medicine (NLM)

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):24-38

nombró al general de brigada Joseph K. Barnes (1817-1883). Acusado de irre-gularidades relacionadas con la compra de suministros médicos, Hammond fuesometido a una corte marcial y relevado de su puesto en 1864. Abandonó elEjército, se convirtió en un importante clínico y escribió el Treatise of theDiseases of the Nervous System (1871), que contenía la primera descripción dela atetosis. En 1874 fundó —junto con seis colegas— la American NeurologicalAssociation (ANA). Apeló la sentencia y el Gobierno finalmente le exoneró de loscargos por los que había sido separado de la institución castrense. Aunque sinderecho a percibir un retiro, fue repuesto en su empleo de general de brigada(1879) e incluido en el escalafón.

El primer catálogo, el oficial médico Billings y la caza depublicaciones

En enero de 1864, Barnes decidió catalogar la biblioteca, que entonces poseíaaproximadamente 1.800 volúmenes, y ese mismo año publicó el catálogo. Al añosiguiente, tras el cierre de los hospitales temporales del Ejército erigidos durantela Guerra Civil, la oficina del SG recibió un alud de libros y revistas. Motivo por elque tuvo que tomar una decisión con consecuencias decisivas para el futuro de labiblioteca, a saber, ordenar al oficial cirujano John Shaw Billings (1838-1913), de27 años, que se hiciese cargo de la creciente colección. Éste, tras haber estado des-tinado en el Ejército del Potomac, había pasado a desempeñar un trabajo buro-

Figura 1. Hospital de Fort Riley en el que trabajó a mediados del siglo XIX, como médico militar,W. A. Hammond (NLM).

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 28

Page 30: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):24-38 29

José Luis Puerta

crático en Washington DC, y se entregó a la nueva empresa con verdadera devo-ción. Desde el principio, se hizo el propósito de que la colección estuviera al alcan-ce de toda la profesión médica. A lo largo de las tres décadas siguientes, Billingsla ampliaría de 1.800 volúmenes a 117.000 libros y 192.000 opúsculos.“Imaginaba” —dejó escrito Billings— “una biblioteca con cada tipo de publicaciónpara el cirujano militar, el investigador, el estudioso y el médico en ejercicio, queincluyera informes de hospitales y de otras agencias de salud, tesis doctorales,opúsculos, revistas, libros de los siglos XVI, XVII y XVIII, e incluso incunables”11.

Como la biblioteca carecía defondos para suscribirse a todaslas revistas médicas que se publi-caban en el mundo, Billings esco-gió las mejores publicacionesinglesas, francesas, alemanas,suizas, escandinavas y de otrospaíses europeos. Para ello requirióla colaboración de algunos médi-cos militares y de agentes europe-os. Asimismo se las ingenió parasuperar las limitaciones del presu-puesto gubernamental tratandode adquirir publicaciones porotros conductos. Abrigaba la espe-ranza de conseguir donaciones demédicos jubilados y de sus viudas,cultivó las relaciones con faculta-tivos de todo el país, mantenién-doles informados de las obrasdepositadas en la biblioteca, ymantuvo trato con numerosos edi-tores europeos porque en ocasio-nes conseguía de ellos precios másventajosos; incluso se dirigió a ofi-ciales médicos pidiéndoles queenviasen las obras adquiridas en sus viajes al extranjero. El médico y escritorOliver Wendell Holmes12, uno de los poetas más reconocidos del siglo XIX, llegóa decir de él que “constituía un peligro para el propietario de cualquier bibliote-ca”13.

Inicialmente, al seleccionar los libros Billings había buscado obras que abor-daran los tres temas que revestían especial interés para los médicos militares:

Figura 2. Billings vestido de militar, con la gra-duación de “major”, durante la época de laGuerra Civil (NLM).

11 Miles WD. O. c., p.30.12 Sobre este interesante personaje, véase: Prieto S. Oliver Wendell Holmes (1809-1894). Estetoscopio y Letras. ArsMedica. Revista de Humanidades, 2006;5(1):133-140.13 DeBakey ME. O. c., p. 1252.

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 29

Page 31: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

30

Breve historia de la National Library of Medicine (NLM)

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):24-38

el cólera, la fiebre amarilla y la cirugía. La importancia de ésta se debía funda-mentalmente a los accidentes que tenían lugar en fuertes y destacamentos, y alas heridas sufridas por los soldados que batallaban contra los indios en la fron-tera del Oeste. La fiebre amarilla se había propagado en varias ocasiones desdela época colonial, ocasionando bajas entre los soldados, y los brotes de cólera,aunque menos frecuentes, resultaban igualmente mortales.

El Index-Catalogue y el Index-Medicus

Inicialmente los libros habían sido clasificados por materias y, dentro deéstas, por orden alfabético de autor; y las revistas colocadas en las estanteríasordenando sus títulos alfabéticamente. Sin embargo, Billings sabía que paraque una biblioteca pudiera dar el mejor servicio, debía ser ordenada de otraforma. Existían catálogos impresos de otras bibliotecas que podían servirle demodelo, pero sólo recogían las revistas sin hacer referencia a los artículos quecontenían. Y, aunque había publicaciones europeas que contenían resúmenesy revisiones, no existía ningún índice completo por materias14.

Billings, a principios de la década de 1870, en un intento de crear una fuentebibliográfica central de las publicaciones médicas, comenzó a compilar un catá-logo mixto de materias y autores de la creciente colección de la biblioteca. Así,en 1875 ordenó las fichas desde “aabec” hasta “air” y las envió a la oficina guber-namental de publicaciones para que imprimiera una muestra de lo que iba a serel catálogo, que denominó Specimen Fasciculus of a Catalogue of the NationalMedical Library, con 72 páginas y más de 4.000 referencias15. Pero lo que nece-sitaba era el apoyo necesario para reunir una suma que le permitiese la publi-cación del catálogo, a saber, 25.000 dólares americanos para los volúmenes I yII, cantidad nada despreciable para la época. Por lo que envió copias delSpecimen Fasciculus a médicos influyentes. Billings escribiría: “El Congresodebe analizar si el gasto merece la pena… ¿Cuál es el valor de un catálogo biblio-gráfico como éste para la población de EEUU en comparación con una expedi-ción al Polo Norte, cinco millas de ferrocarril, una compañía de caballería o unapequeña oficina de correos?”16. Finalmente el Congreso aprobó una asignacióneconómica. Y en 1880 vería la luz el primer tomo del Index-Catalogue of the

14 Fue en el Renacimiento cuando se empezaron a hacer los primeros intentos importantes de compilación de biblio-grafías médicas. Destacamos: De medicine claris scriptoribus (1506) de Symphorien Champier (1472-1539); Biblioteca

Universalis (1545) de Conrad Gesner (1516-1565); Bibliothecae Medicinae Practicae (1776-1788) de Albrecht vonHaller (1708-1777), y Literatura Medica Digesta (1808) de Wilhelm Gottfried Ploucquet (1744-1814). Ésta recogía másde 200.000 citas en cuatro volúmenes. Admirablemente organizada, sigue siendo la bibliografía por materias másimportante en el campo de la Medicina hasta finales del siglo XVIII (véase: Blake JB. The physician as bibliographer.Bull N Y Acad Med. 1985;61(3):241-2).15 Miles WD. O. c., p.119.16 Blake JB. From Surgeon General's bookshelf to National Library of Medicine: a brief history. Bull Med Libr Assoc.1986;74(4):320.

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 30

Page 32: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):24-38 31

José Luis Puerta

Surgeon’s General Office, correspondiente a las letras “A” y “B” (hasta la entra-da: “Berlinski”)17. El alfabeto completo se finalizó 15 años más tarde, en 1895.

Como el propio Billings afirmaba, el Index-Catalogue no era una bibliografíamédica, sino el catálogo de una biblioteca concreta. No obstante, la colecciónera tan amplia que, si incluimos la segunda serie del Index-Catalogue, siguesiendo la fuente más completa de literatura médica del siglo XIX y constituyeuna guía indispensable sobre los siglos anteriores.

La principal razón de la tardanza en completar el Index-Catalogue fue que huboque comenzar de nuevo por la “A” para incorporar las nuevas apariciones habidasdurante la gestación de su proyecto. Así, el artículo clásico de Koch sobre la etio-logía de la tuberculosis, publicado en 1882, no apareció en el Index-Cataloguehasta 1893, bajo la entrada “Tuberculosis (bacilo de)”. De igual importancia que elIndex-Catalogue para la comunidad médica sería la publicación del Index-Medicus,que Billings ideó como una publicación periódica mensual complementaria a laanterior, que, en lugar de ocuparse de la bibliografía retrospectiva, recogía los títu-los de artículos, libros y otras fuentes bibliográficas de reciente aparición, con uníndice de autores. El primer volumen del Index-Medicus vio la luz en 1879.

Entre 1869 y 1870, el general Barnes consideró la posibilidad de destinar aBillings a otro puesto, pues llevaba en la oficina del SG cinco años y lo normalera que fuera trasladado. Éste fue un momento crucial para la biblioteca.Afortunadamente, Barnes lo mantuvo en su destino.

El proyecto de una biblioteca médica nacional

En 1871, Barnes y Billings comenzaron a hacer planes para convertir lacolección en una biblioteca nacional de Medicina. Ello significaba, en palabrasde Barnes, que la institución contaría con “cada libro médico publicado en estepaís y cada obra relacionada con la salud pública y la Medicina estatal”, y quesería “tan completa como fuera posible en todas las publicaciones relacionadascon la organización militar, la Medicina y las ciencias afines”. Sería “una biblio-teca universal de referencia”18.

Tras el asesinato del presidente Abraham Lincoln, acontecido el 14 de abril de1865, mientras asistía a una representación en el Teatro Ford de WashingtonDC, el Gobierno tomó la decisión de adquirirlo para que albergara, en 1867, lanueva oficina del SG, el museo, la biblioteca y un archivo para las historias clí-nicas de los veteranos (que, aparte de servir para escribir la historia médica dela contienda civil a la que ya se ha hecho referencia, se utilizó para atender lasreclamaciones por heridas de guerra). Pero fuera del Departamento de Sanidadmilitar, la biblioteca era una gran desconocida, por lo que Billings dio a conocera la profesión médica su existencia y disponibilidad. Como necesitaba apoyos

17 Mehnert RB. A world of knowledge for the nation's health: the U.S. National Library of Medicine. Am J Hosp Pharm.1986;43(12):2992.18 Miles WD. O. c., p.36.

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 31

Page 33: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

32

Breve historia de la National Library of Medicine (NLM)

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):24-38

para lograr sus objetivos, convenció a las élites académicas de que cabildearanen el Congreso para que éste siguiera impulsando su crecimiento. Mientras lascolecciones del Ejército estuvieron albergadas en el Teatro Ford, salieron de laimprenta los primeros ocho volúmenes del Index-Catalogue.

Además, la biblioteca comenzó a expandir sus servicios con el fin de satisfa-cer las necesidades de información de los médicos. Poco después de la GuerraCivil, Billings puso en marcha el préstamo de libros y revistas a los oficialesmédicos y en 1874 estableció las normas para el préstamo a través del serviciopostal. Algunos bibliotecarios o sociedades médicas llegaron a tener tantaspeticiones de libros para Washington DC, que crearon formularios normaliza-dos y se responsabilizaron de la custodia de los libros. En la década de 1880ya se realizaban regularmente préstamos a médicos de todo el país y las peti-ciones llegaban incluso de Canadá y Europa.

En 1868 el catálogo contenía casi 7.000 volúmenes, incluyendo 231 títulosde los siglos XV al XVIII. Gracias a los esfuerzos de Billings, en 1873 la colec-ción alcanzó 25.000 libros y 15.000 folletos. Hacia 1880, el número de librosse había duplicado y el de opúsculos cuadruplicado. Y lo mismo sucedió conlas revistas: cinco años después de comenzar a “darles caza”, la biblioteca con-tenía colecciones totales o parciales de 714 de las 1.147 revistas médicas cono-cidas que se habían publicado desde que apareció la primera de ellas en 167919.En 1875 la biblioteca contenía ya el 75% de toda la producción de revistasmédicas. Antes de retirarse del Ejército en 1895, Billings había transformadola colección en la mayor biblioteca médica de EEUU, que contenía 124.000volúmenes y 210.000 revistas y opúsculos, más del doble de su rival más pró-ximo, la biblioteca del Colegio de Médicos de Filadelfia20.

Tras su retiro, las ordenanzas militares no volvieron a considerar más el cargode bibliotecario como un destino vitalicio, y entre 1895 y 1913 fue desempeñadopor cuatro oficiales distintos. El trabajo de compilar el Index-Medicus y el Index-Catalogue recayó en Robert Fletcher (1823-1912), un médico civil que fue el prin-cipal bibliotecario ayudante entre 1876 y 1912. Éste seleccionó a Fielding HudsonGarrison (1870-1935) —quien había comenzado en la biblioteca como oficinista,licenciándose en Medicina posteriormente— como su colaborador y coeditor delIndex-Medicus. Para una de las exposiciones de la biblioteca, Garrison compilóuna lista de publicaciones clásicas que contenía los títulos que consideraba cru-ciales para el desarrollo de la Medicina desde la Antigüedad hasta el siglo XX21. Laprimera impresión de esta bibliografía médica —con más de 2.000 entradas— se

19 Horwitz NH. O. c., p. 1306.20 Tras retirarse del Ejército, Billings reuniría las bibliotecas de Nueva York en la New York Public Library (NYPL) yconvencería al filántropo Andrew Carnegie para proporcionar los fondos para la construcción de 65 bibliotecas públi-cas dependientes de la NYPL, además de 2.509 en ciudades y pueblos de EEUU y Gran Bretaña. Disponible en:http://en.wikipedia.org/wiki/John_Shaw_Billings.21 De acuerdo con el propio Garrison, sería William Osler quien sugirió al bibliotecario (teniente coronel Walter D.McCaw) las ventajas de segregar de la colección las publicaciones históricas más valiosas para su preservación. Citadoen: Morton LT. The history of 'Garrison-Morton': a personal account. Health Libraries Review. 1987;4(3):132-8. p. 132.

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 32

Page 34: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):24-38 33

José Luis Puerta

hizo en el Index-Catalogue de 1912, y desde entonces ha constituido una fuentede referencia para bibliotecarios, libreros y anticuarios. En 1938 el bibliotecariobritánico Leslie T. Morton (1907-2004) se hizo cargo de la obra hasta su quintaedición (Scholar-Press/Ashgate Pub, 1991), titulada Morton’s MedicalBibliography: An Annotated Check-list of Texts Illustrating the History of Medicine22.

La Gran Guerra interrumpió el flujo de libros y revistas desde Europa; motivoque hizo inevitable ciertos vacíos en el Index-Medicus y el Index-Catalogue. CuandoEEUU entró en la contienda europea en 1919, Garrison sugirió que la oficina delSG recopilara las actividades médicas realizadas a lo largo del conflicto, al igualque se había hecho durante la Guerra Civil. A tal efecto se designó un comité paraque revisara la colección de artículos e informes enviados por el personal médicomilitar. La serie completa de 15 volúmenes fue publicada entre 1921 y 1929 bajoel título: The Medical Department of the United States Army in the World War.

En 1917 Garrison ingresó como reservista en el Ejército con el grado decomandante. Tras la contienda estuvo destinado en Manila. En 1924 volvió ala biblioteca (con la graduación de coronel) y nuevamente se hizo cargo de laedición del Index-Medicus. En 1927, con la ayuda del editor del Journal of theAmerican Medical Association y una beca de la Carnegie Foundation, el Index-Medicus se convirtió en una publicación trimestral: el Quarterly Cumula tiveIndex-Medicus. Garrison permaneció en el comité editorial durante dos años y,tras expirar la beca, la American Medical Association se hizo cargo de la totali-dad del coste en 1932. Sin embargo, la cuarta serie del Index-Catalogue, quedebía haber comenzado en 1933, se pospuso tres años por falta de fondos. Nopuede dejarse de señalar que Garrison fue profesor de Historia de la Medicinaen la Johns Hopkins University entre 1930 y 1935, y además se le debe unaobra de referencia en esta disciplina: An Introduction to the History of Medicine23.

En 1887, el Museo y la Biblioteca (Army Medical Museum and Library) se tras-ladaron, por falta de espacio, a lo que se conoció como el “Edificio rojo” (Old red),más tarde demolido (1962). En el solar que ocupaba, hoy se halla el InstitutoSmithsoniano. El edificio resultó ser poco adecuado para albergar permanente-mente las colecciones, tenía goteras, no dispuso de luz eléctrica hasta 1900 y sufinanciación era insuficiente, pues todos los años competía por fondos con otrasnecesidades del Ejército. En 1922, la institución pasó a denominarse BibliotecaMédica del Ejército (Army Medical Library) y, en 1952, Biblioteca médica de lasFuerzas Armadas (Armed Forces Medical Library), su última designación castren-se antes de convertirse en la institución civil que es en la actualidad (la NLM).

Sobre los libros en español de la biblioteca, tenemos que decir que algunos se“consiguieron” durante la Insurrección filipino-estadounidense (1899-1913), puesel jefe del Cuerpo de Sanidad Militar de EEUU destinado en Manila dio la orden asus oficiales de hacerse con textos publicados en el archipiélago o en España24.

22 Morton LT. O. c.23 Garrison FH. An Introduction to the History of Medicine. Philadelphia: W. B. Saunders Company. 1913. La cuartay última edición se publicó en 1929.24 Carta. Huntington al Coronel Greenleaf, Manila, Mayo 7, 1900. En: Miles WD. O. c., p. 205.

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 33

Page 35: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

34

Breve historia de la National Library of Medicine (NLM)

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):24-38

En 1930 se ordenóla demolición del edi-ficio donde se alojabala biblioteca. Pero elgran cirujano HarveyCushing, que era con-suegro del presidenteFranklin DelanoRoosevelt25, intervinoy se redactó un decre-to para proceder a laconstrucción de unabiblioteca y un museonuevos. Aunque el de -creto se aprobó, suejecución se pospuso.

Durante la II GuerraMundial, el interés porla seguridad y la nece-sidad de espacio adi-cional crecieron, por loque la colección histó-rica fue trasladada aCleveland (Ohio) parasu conservación; y allí permaneció hasta 1962. Con el tiempo se convirtió en ladivisión de Historia de la Medicina de la Army Medical Library. Además, en la sedede Washington DC, gracias al desarrollo de la tecnología y a las crecientes deman-das de información del Departamento de Sanidad Militar, se pudo crear en 1940una unidad de microfilmación. En 1941 comenzó la publicación de un opúsculosemanal, la Current List of Medical Literature, que servía para notificar los avancesde la medicina y tuvo una enorme difusión; de forma popular, era conocida comola Current List. Por otro lado, los sistemas de microfilmación y fotocopiado empe-zaron a sustituir el clásico préstamo de originales, lo que permitía enviar infor-mación a los médicos militares destinados en ultramar con una mayor facilidad.

Tras la contienda, el Ejército inició un programa de actualización de la biblio-teca. El título de bibliotecario, utilizado hasta entonces como designación mili-tar para el encargado de los temas de la biblioteca, fue cambiado por el dedirector y se decidió que los directores tuvieran formación específica en biblio-teconomía. El primer miembro del Cuerpo de Sanidad Militar en disponer deesa cualificación fue Frank Bradway Rogers (1914-1987)26, que sería el director

Figura 3. Biblioteca y museo de la Oficina del SG en WashingtonDC, ubicados en lo que se conoció como “Edificio rojo”. Sentadoen la mesa de la derecha puede verse al doctor Billings (ca.1890, ©NLM).

25 En una carta dirigida a Franklin D. Roosevelt fechada en 1933, Harvey Cushing afirmó: “Es la única gran bibliote-ca médica del mundo, y el Index-Medicus y el Index-Catalogue probablemente sean más utilizados en todo el mundoque ningún otro libro médico publicado”. Citado en: Horwitz NH. O. c., p. 1308.26 Blake JB. Frank Bradway Rogers 1914-1987. Bull Med Libr Assoc. 1988;76(1):95-97.

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 34

Page 36: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):24-38 35

José Luis Puerta

de la Army Medical Library entre 1949 y 1963. Durante su mandato la biblio-teca sufrió un importante proceso de modernización: pasó a manos civiles en1956 (dependiendo del Public Health Service), se rebautizó con la denominaciónque aún mantiene (NLM), se mudó en 1962 a su nueva sede en Bethesda y semecanizó la producción de bibliografías.

Rogers deseaba interrumpir la publicación del Index-Catalogue debido a quese tardaba 20 años o más en abarcar todo el alfabeto. Mientras se preparabala quinta serie, 87 años después de que Billings iniciase el proyecto, se aceptóla recomendación de un comité de bibliotecarios de discontinuarlo en 1950.

Al interrumpirse la publicación del Index-Catalogue, la biblioteca amplió laCurrent List y comenzó a publicarla mensualmente, reflejando las revistas pororden alfabético en lugar de por materias. Ello hizo necesario elaborar unanueva lista de “encabezamientos de materia” o “descriptores”, que culminaríaen la publicación, en 1960, del tesauro todavía utilizado para indexar las refe-rencias contenidas en la base de datos PubMed/MEDLINE. Actualmente dichos“descriptores” se conocen como Medical Subject Headings (MeSH). Ese mismoaño, la biblioteca comenzó a publicar una bibliografía mensual, el Index-Medicus, que reemplazó la Current List y al Quarterly Cumulative Index-Medicus, y la American Medical Association, de acuerdo con la biblioteca,publicó un volumen anual, titulado Cumulated Index-Medicus, en el que sesuprimieron las referencias duplicadas.

La National Library of Medicine

Siempre se había cuestionado que la institución castrense tuviese a su cargolo que se consideraba la biblioteca nacional de Medicina, por tanto, no puedesorprender que se acabara creando una comisión en el Congreso de EEUU paradar una salida a esta situación. De ella formaron parte los senadores Lister Hilly John F. Kennedy, y el 3 de agosto de 1956 el presidente Eisenhower firmó elDecreto-S.3430, aprobado por el Congreso, que convertía la biblioteca en unaagencia civil, la rebautizaba como NLM, la transfería al Servicio de SaludPública y preveía la construcción de una nueva sede.

Finalmente, en 1962, bajo la presidencia de Kennedy, el nuevo edificio de laNLM, que costó siete millones de dólares de entonces, abrió sus puertas en elcampus de los National Institutes of Health (NIH) de Bethesda (Maryland), moto-res de la investigación biomédica en EEUU. Diseñado para proteger la colecciónde las posibles amenazas de la guerra fría, estaba dotado de gruesas paredesde piedra caliza, de más de 80 km de estanterías subterráneas y de un techoplegable. El museo se segregó de la biblioteca y se instaló dentro del WalterReed Army Medical Center (el centro médico de referencia del Ejército en lacosta Este de EEUU, situado en Washington DC).

Por la misma época en que tuvo lugar su traslado, el coronel Rogers tomó ladecisión de diseñar un sistema denominado MEDLARS (Medical LiteratureAnalysis and Retrieval System), el cual reducía el tiempo necesario para clasi-ficar y ordenar las citas bibliográficas, y además permitiría indexar más revis-

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 35

Page 37: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

36

Breve historia de la National Library of Medicine (NLM)

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):24-38

tas y elaborar bibliografías bajo pedido. Rogers dimitió en 1963 —poco antes dela implementación de MEDLARS— y le sucedió el médico Martin M. Cummings(1920-), quien previamente había sido director del Tuberculosis ResearchLaboratory en Chamblee (Georgia). Con el nuevo director, la biblioteca entróplenamente en el mundo de la informática. MEDLARS proporcionó a los médi-cos de EEUU y, luego, a los de otros países, el útil bibliográfico más potente delmundo. En 1968 se crearía —como anexo a la nueva biblioteca— el Lister HillNational Center for Biomedical Communications, así denominado en homenajeal senador Hill, desde donde era posible transmitir electrocardiogramas e imá-genes médicas por satélite.

La informatización abrió nuevos horizontes y, en 1964, se inauguró un servi-cio de peticiones de búsqueda bibliográfica dirigido a investigadores. Pero pron-to resultó evidente que la cantidad de peticiones iba a resultar inabarcable parael personal existente, por lo que se estableció una red de 11 bibliotecas regio-nales que podían acceder al sistema central en Bethesda. Sin embargo, MED-LARS no era satisfactorio del todo. El inconveniente principal residía en elretraso, de 3 a 6 semanas, existente entre una petición de búsqueda bibliográ-fica y la recepción de la misma. Por lo que en 1971 se creó MEDLARS online(MEDLINE), un servicio de recuperación electrónica de referencias bibliográfi-cas a través de redes de telecomunicación, que hizo posible acceder a los catá-logos de la NLM desde las bibliotecas médicas regionales, las facultades o los

Figura 4. Entrada principal de la NLM (©Sage Ross).

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 36

Page 38: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):24-38 37

José Luis Puerta

hospitales, suministrando la información en cuestión de minutos. MEDLINE esel equivalente online, aunque ampliado, de las ediciones en papel del Index-Medicus posteriores a 1965.

Por petición expresa de la Medical Library Association (MLA), en 1971 la NLMofreció el Index-Medicus en forma electrónica (MEDLARS) e impresa. El presi-dente de la MLA desde 1966, Alfred N. Brandon, fue quien elaboró la primeralista de materias de las revistas recogidas en el Index-Medicus27. En la décadade los años setenta, la mayor parte de las bibliotecas de Ciencias de la saludcomenzaron a funcionar en la “World Wide Web”. La NLM estableció otras basesde datos con acceso online, como TOXLINE (Toxicology Literature Online), quesuministraba referencias bibliográficas sobre toxicología, e implantó tarifaspara las búsquedas de literatura médica con el objeto de sufragar los costes delas telecomunicaciones. En 1977 el Lister Hill Center de la NLM inició un tra-bajo pionero sobre un sistema integrado de automatización de bibliotecas deciencias de la salud basado en miniordenadores. Además, ese mismo año, tuvolugar el primer congreso sobre aplicaciones de los ordenadores a la atenciónmédica, que desde entonces se ha convertido en el congreso anual de laAmerican Medical Informatics Association (The AMIA Annual Symposium).

En 1984 Donald A. B. Linbergh (1933-) sucedió al doctor Cummings en ladirección de la NLM, comenzando otra etapa de gran expansión de la bibliote-ca. El nuevo director se había licenciado en Medicina en la Universidad deColumbia, tras haber estudiado matemáticas aplicadas en el Amherst College(Massachussets). Como era un pionero en la aplicación de los ordenadores a lainformación médica, se esforzó en que ésta llegase a los profesionales de lasalud y en hacerla accesible a aquellos que trabajaban en zonas rurales o enpoblaciones apartadas del país. Uno de estos proyectos daría lugar al serviciode obtención de documentos, Grateful Med, en 1986. Este programa informáti-co proporcionaba una interfaz de usuario al sistema MEDLARS que facilitabaa los médicos e investigadores de EEUU y Canadá las peticiones de documen-tación, siempre que dispusiesen de un identificador de la NLM, un ordenadorpersonal y una conexión telefónica con módem. Su coste rondaba, entonces,dos o tres dólares americanos por búsqueda. En 1992 Grateful Med incorpora-ría un programa informático denominado Loansome Doc, que permitía a losprofesionales de la salud solicitar documentos a través de su biblioteca local28.Asimismo, los esfuerzos realizados durante la primera década de su dirección—el doctor Linbergh aún sigue en activo— culminaron en la aprobación de lalegislación para erigir el National Center for Biotechnology Information (NCBI) enel campus de la NLM en 1988.

En 1993 la NLM creó su primera página Web, que informaba acerca de labiblioteca y sus servicios, aunque no proporcionaba textos médicos. En 1997nació PubMed, la base de datos que permite hacer búsquedas gratuitas en

27 Morgan LK. Alfred N. Brandon, 1922-1996. Bull Med Libr Assoc. 1997;85(1):71-72.28 Lacroix EM, Backus JEB. Organizing electronic information to serve the needs of health practitioners and consu-mers. Library Trends. 2006;54(4):609-10.

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 37

Page 39: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

38

Breve historia de la National Library of Medicine (NLM)

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):24-38

MEDLINE a través del NCBI29, ya sea en lenguaje libre o utilizando el lenguajecontrolado (tesauro MeSH). Luego vendría un proyecto piloto sobre informaciónmédica para el consumidor que condujo a la implantación de MEDLINEplus en1998. Este servicio diseñado para el público general permite acceder a docu-mentos elaborados por los NIH y otras organizaciones gubernamentales (desde2002 existe una versión en español).

A lo largo de las últimas décadas, la colección ha crecido enormemente. Enla actualidad, la base de datos PubMed contiene más de 18 millones de artícu-los procedentes de las revistas indexadas en MEDLINE y de otras revistas deciencias de la salud.

La Medicina goza de los frutos de los grandes avances habidos en el dominiode las tecnologías de la información; gracias a ello es posible aplicar los cono-cimientos procedentes de la enorme inversión estadounidense en investigaciónbiomédica a la práctica clínica. Algo que, sin duda, hoy puede hacerse conmucha más facilidad que en los tiempos del SG Joseph Lovell, cuando enviabaa través de estafetas militares un pequeño paquete con libros y revistas bási-cos a cada médico militar, incluso a los destinados en la frontera, para que semantuvieran actualizados en su profesión y, así, prestasen un mejor servicio alas tropas a su cargo.

El valor de la Institución como parte integral de la investigación fue puesto demanifiesto en la declaración firmada por el presidente Reagan el 29 de enero de1986: “Los ciudadanos americanos, para los que la salud de sus seres queridoses una cuestión del mayor interés, pueden estar muy orgullosos de su NLM, ins-titución que recaba conocimientos a partir de la investigación, los organiza y lostransmite a aquellos que están más cualificados para combatir la enfermedad yla discapacidad, y para mejorar la calidad de vida de todos nosotros”30.

Actualmente, la NLM está asociada a veinte naciones y sigue esforzándose enllegar a consumidores y profesionales de la salud alrededor de todo el planeta.

Bibliografía general

• Brodman E. The development of medical bibliography. Washington D.C.: Medical LibraryAssociation, 1954.• DeBakey ME. The NLM. Evolution of a premier information center. JAMA 1991;266(9):1252-8.• Horwitz NH. The NLM. Neurosurgery 2002;51(5):1304-12.• Miles WD. A History of the NLM. Bethesda: U.S. Department of Health and Human Services,1982.• www.nlm.nih.gov.• www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed

29 Lacroix EM, Backus JEB. O. c., p. 611.30 Smith KA, Mehnert RB. The National Library of Medicine: from MEDLARS to the sesquicentennial and beyond. BullMed Libr Assoc. 1986;74(4):325.

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 38

Page 40: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):39-48 39

Psicología de la nostalgia

Psychology of nostalgia

■ Cecilio Paniagua*

ResumenEs la evocación de recuerdos queridos lo que caracteriza la

nostalgia. Ésta supone una yuxtaposición de sentimientos de gozo y aflicciónpor el pasado. El análisis de este fenómeno psicológico nos retrotrae, por logeneral, a etapas infantiles enraizadas en la relación materno-filial. Épocas,lugares y personas suelen añorarse de modo distorsionado porque la finalidadde la nostalgia no es la fidelidad histórica, sino la inducción de autoestima yde unos sentimientos de seguridad que contrarresten la angustia provocadapor la amenazante toma de consciencia del desamor, la indefensión y nuestrafinitud.

Palabras claveNostalgia. Autoestima. Sentimientos de seguridad. Relación

materno-filial.

AbstractIt is the evocation of loved memories that characterises nostal-

gia. Nostalgia implies the juxtaposition of pleasure and grief for the past.Generally, the analysis of this psychological phenomenon brings us back toperiods of our childhood rooted in the mother-child relationship. Times, places,and persons are usually recalled in a distorted fashion, for the objective of nos-talgia is not historical fidelity but the induction of self-esteem and feelings ofsafety that may counter anxiety whenever awareness of lack of love, defence-lessness and finitude threatens to come to the fore.

Key wordsNostalgia. Self-esteem. Safety feelings. Mother-child relations-

hip.

* El autor es Doctor en Medicina, psiquiatra y psicoanalista.

Artículos

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 39

Page 41: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

40

Psicología de la nostalgia

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):39-48

Significado de la nostalgia

El término “nostalgia” deriva del griego nostein = regreso, y algia = dolor.Implica un deseo doloroso de regresar, pero de regresar ¿a dónde?, ¿conquién?, ¿a qué época? La literatura está repleta de obras expresivas de la año-ranza por personas, lugares y tiempos pasados, de cantos a paraísos perdidos;después de todo, como señaló Jean Paul Richter, “la memoria es el único para-íso de donde no podemos ser desterrados”. Pero, ¿son fidedignos los paraísosde nuestra memoria? La investigación psicoanalítica de los recuerdos queridosque atesoramos nos retrotrae asociativamente siempre a la infancia, esa “únicapatria del hombre”, en el decir del poeta Paul Éluard.

Tanto la experiencia clínica como los hallazgos experimentales, muestran quela memoria es una facultad poco fiable para imágenes de etapas tempranas dela vida. Decía Freud (1899) que más que recuerdos de nuestra niñez teníamosrecuerdos acerca de ella: "Todos nuestros recuerdos infantiles conscientes nosmuestran los primeros años de nuestra existencia, no como fueron, sino comonos parecieron al evocarlos luego, en épocas posteriores. Tales recuerdos [...]han sido formados en ellas, interviniendo en su selección toda una serie demotivos muy ajenos a un propósito de fidelidad histórica" (Los recuerdos encu-bridores, 1899). Esta serie de motivos obedece a la necesidad de crear mitos per-sonales que repriman las representaciones mentales negativas y expresen, porotra parte, fantasías inconscientes de bondad y bienestar. Más tarde, estas dis-torsiones mnémicas se hacen patentes sobre todo en situaciones de regresiónpsicológica, y es en esas situaciones, especialmente las dramáticas y amorosas,que solemos sumirnos en los ensueños de la nostalgia.

Los anhelos insatisfechos poseen mayor poder evocador que las percepcionesobjetivas de la realidad externa. Éstas pueden interferir con lo que internamen-te se quiere ver. En Espejismo, un poema de José Fuentes, se halla esto bienexpresado: “Y sobre esta miseria carnal de mis despojos, / De mis cinco senti-dos con aversión reniego. / No supe conocerte, porque era un pobre ciego: /Para ver bien quién eras me estorbaban los ojos”.

Es muy probable que el poeta, más que conocer, estuviese intentando reco-nocer algo en su amada; si no, ¿por qué habrían de estorbarle los ojos?Seguramente, sin saberlo, como tantos enamorados, quería formarse un con-cepto grato muy especial de ella e interpretar su realidad a través de un pris-ma personal forjado en la infancia. Para este propósito la nitidez perceptual delos sentidos representaba un obstáculo, y así, el autor parece estar diciéndo-nos que los ojos de su cara cegaban los de su alma ensoñadora.

La nostalgia siempre implica una yuxtaposición de sentimientos de gozo y deaflicción, pero por regla general, los poetas enfatizan el componente penoso delrecuerdo, “Añadiendo siempre / Pasión a pasión, / Memoria a memoria, /Dolor a dolor” (Góngora), porque el padecimiento parece más ennoblecedor queel placer: es la victoria del masoquismo moral, expiador éste de sentimientosinconscientes de culpa. El deleite es, claro, un resultado más directo de grati-ficaciones instintuales y, por tanto, es más susceptible de despertar nuestracensura superyoica. La frustración es un motor mucho más poderoso que la

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 40

Page 42: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):39-48 41

Cecilio Paniagua

satisfacción a la hora de intentar transformar las fantasías en sublimaciónartística. Además del gusto masoquista proporcionado por el sufrimiento y elsacrificio, existe el deseo de buscar consuelo despertando sentimientos mater-nales protectores y cariño compasivo.

Es en la niñez donde tienen su origen inicial los sentimientos de nostalgia.Experiencias de épocas posteriores a los años más tempranos son, en reali-dad, orígenes segundos de dichos sentimientos (aunque la persona los experi-mente como primeros). Las fuentes infantiles forjan moldes en los que van aencajar —o no— las frustraciones, añoranzas y desengaños posteriores. Estasfuentes suelen ser objeto de represión y acaban resultando parcial o total-mente inconscientes. Anhelamos el retorno a las etapas infantiles con esa“insaciable sed de afecto” de que hablara León Tolstoi en sus Recuerdos. Fueentonces que gozamos de aquella sensación de seguridad y aceptación plenaque la singular relación con el amor materno nos procuró. Sin saberlo, año-ramos el retorno a la misma existencia intrauterina. Se ha dicho que losimpulsos sexuales no son sino nostalgia, esto es, deseo de volver al inicio físi-co de la existencia.

En condiciones normales, la madre incondicional existe sólo en la infanciatemprana. En el niño, el amor de esta madre (o figura materna) sufre entoncesuna introyección. Este proceso de internalización de la bondad permitirá al niñodesarrollar una autoestima saludable, que es la que le hará sentirse intrínse-camente valioso y merecedor de cariño y respeto el resto de su vida. Despuésde esa fase inicial, el amor totalmente incondicional cesa —o debe cesar— ycomienzan —o deben comenzar— las expectativas y exigencias. Éstas impelenal niño a una adaptación normal a su medio, pero le suponen, por otra parte,una frustración; de aquí, seguramente, el mito universal del “paraíso perdido”.Aquí encontramos también la raíz de esa común tendencia a considerar que“Cualquiera tiempo pasado / Fue mejor” (Jorge Manrique). El nirvana de aquelestado, las percepciones tan placenteras de aquel primer cariño vuelven a acti-varse en los periodos de enamoramiento, aunque en estos haya normalmenteelementos de la evolución psicosexual posterior. Así visto esto, el conocidodicho francés, on retour toujours à ses premiers amours, adquiere un significa-do más profundo. En el enamoramiento puede incluso recrearse el sentimien-to del amor transgeneracional: “Besándonos tú y yo se besan nuestros muer-tos, / Se besan los primeros pobladores del mundo” (Miguel Hernández). Estaevocadora idea alimenta las fantasías de esa fusión con otros seres que llama-mos el sentimiento oceánico.

En el psiquismo humano es necesario entender el fenómeno de la conserva-ción de lo pretérito. El pasado no es una mera etapa superada: sigue latente enel presente. William Faulkner nos recordaba: The past is not dead; it’s not evenpast! En efecto, la infancia de los hombres persiste literalmente por debajo delos estratos psicológicos de la adolescencia y la adultez. Esta recóndita realidadpsíquica, como tantas otras, parece haber sido entendida mejor por los poetasque por los científicos.

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 41

Page 43: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

42

Psicología de la nostalgia

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):39-48

Tiempo y lejanía

En un conocido poema, Rubén Darío exclamó: “¡Juventud, divino tesoro; / Yate vas para no volver!”. El envejecimiento supone la pérdida progresiva de facul-tades físicas y algunas psíquicas y, por tanto, es comprensible que se experi-mente como penoso y que se añore la mocedad. “Ayer se fue, mañana no ha lle-gado, / Hoy se está yendo sin parar un punto; / Soy un fue, y un seré y un escansado”, nos dice Quevedo en uno de sus Poemas morales. Sin embargo, yasabemos que la visión halagüeña del pasado no proviene sólo de la conscienciadel paso de los años.

Para ahondar en los orígenes y desplazamientos de este sentimiento nos ser-viremos de un pasaje de El Quijote en que el héroe manchego arenga así a unoscabreros estupefactos: "Dichosa edad y siglos dichosos aquellos a quien losantiguos pusieron nombre de dorados, y no porque en ellos el oro [...] se alcan-zase en aquella venturosa sin fatiga alguna, sino porque entonces los que enella vivían ignoraban estas dos palabras de tuyo y mío. Eran en aquella santaedad todas las cosas comunes” (XI, I). ¿A qué “dichosa” y “santa” edad se refe-ría Don Quijote? ¿Cómo entender su nostalgia por una edad que ni él vivió ninunca existió? Prosigue el personaje cervantino, “Todo era paz entonces, todoamistad, todo concordia; aún no se había atrevido la pesada reja del corvoarado a abrir ni visitar las entrañas piadosas de nuestra primera madre; queella, sin ser forzada, ofrecía, por todas partes de su fértil y espacioso seno, loque pudiese hartar, sustentar y deleitar a los hijos que entonces la poseían”.Aquí el autor nos proporciona una asociación mental explicativa del porqué deeste nostálgico ensueño. Cervantes, en efecto, nos habla de vivencias infanti-les, fantaseadas y embellecidas, de una madre nutricia y generosa. De nuevonos encontramos con lo que los psicoanalistas conceptuamos como la madrepre-edípica buena y omnipotente.

En la nostalgia se echa mano del depósito de relaciones con las personas sig-nificativas de nuestro pasado con el fin esencial de preservar la integridad delself idealizado. A este efecto, las descripciones nostálgicas tenderán a reflejar elpsiquismo del autor más que las cualidades objetivas de los seres queridos.Podemos incluso evocar lo que nunca fue. Existe la nostalgia por los senti-mientos asociados a esperanzas incumplidas. Es posible sentir nostalgia no yade algo que ocurrió, sino de la ilusión que uno tuvo de que hubiese ocurrido.

Tanto la separación temporal como la espacial estimulan la nostalgia. Escomprensible que los riesgos (reales o imaginarios) inherentes a lo desconocidonos hagan añorar la seguridad de lo familiar. Rafael Alberti en una muy nos-tálgica canción escribió: “Hoy las nubes me trajeron, / Volando, el mapa deEspaña [...] / Yo, a caballo, por su sombra / Busqué mi pueblo y mi casa. /Entré en el patio que un día / Fuera una fuente con agua. / Aunque no esta-ba la fuente, / La fuente siempre sonaba”.

El gran poeta gaditano parecía ver y escuchar en una alucinación unos reta-zos amados de su pasado. A la patria, como a los familiares, se la quiere notanto por ser buena, como por ser propia, y se tiende a idealizarla como se ide-aliza a los seres queridos. Un notable ejemplo de esto es el proporcionado por

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 42

Page 44: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):39-48 43

Cecilio Paniagua

el escritor judío polaco Bashevis Singer, premio Nobel de literatura, quien enNorteamérica escribió con nostalgia de una Varsovia bajo la ocupación nazi.

El hecho de considerar ideal la identidad del propio país, esto es, soslayar ojustificar sus defectos, y exaltar o inventar sus virtudes, hace más posible elamor regresivo. En efecto, la representación interna de la patria no es sino unaextensión témporo-espacial de las experiencias buenas vividas o fantaseadascon las figuras parentales (no en vano se habla de “la madre patria”). De lanuestra escribió José Zorrilla (Cantos del trovador): “En su desgracia, a par queen su opulencia, / Celebraré su fuerza y sus azares”, añadiendo en patrióticoarrebato: “¡Tierra de amor! ¡Tesoro de memorias, / Grande, opulenta y vence-dora un día, / Sembrada de recuerdos y de historias / Y hollada asaz por lafortuna impía! / Yo cantaré tus olvidadas glorias; / Que en alas de la ardientepoesía / No aspiro a más laurel ni más hazaña / Que a una sonrisa de mi dulceEspaña”. El arrobamiento y la incondicionalidad de este afecto no puede tenerotro origen que el del amor filial generalizado a la patria.

También es campo abonado para la nostalgia la evocación de épocas históri-cas de magnificencia, situación en la que se encontró España en la decadenciade su hegemonía. Lógicamente, las gentes “que todo lo ganaron y todo lo per-dieron”, en el decir de Manuel Machado, tuvieron que añorar los tiempos degrandeza. “Y es más fácil, oh España, en muchos modos / Que lo que a todosles quitaste sola / Te puedan a ti sola quitar todos”, cantó Francisco de Quevedoen unos dolidos versos que barruntaban el colapso del imperio. El amor al pro-pio país, en su ruina, y la identificación con sus características, se hallan bienejemplificados en este otro conocido soneto de Quevedo que comienza: “Miré losmuros de la patria mía, / Si un tiempo fuertes, ya desmoronados, / De la carre-ra de la edad cansados, / Por quien caduca ya su valentía”.

La nostalgia no siempre se generaliza al país entero. Frecuentemente lo quese evoca son imágenes del terruño más próximas a vivencias de la niñez o deunas etapas vitales especialmente entrañables (fidedignas, romantizadas o,más comúnmente, una mezcla de ambas cosas). Veamos algunos ejemplos:“¡Adiós, tierra de Soria; adiós al alto llano [...] / En la desesperanza y en lamelancolía / De tu recuerdo, Soria, mi corazón se abreva. / Tierra del alma,toda, hacia la tierra mía, / Por los floridos valles, mi corazón te lleva”, escribióAntonio Machado en el tren que le conducía desde esa ciudad castellana, dondehabía muerto su joven esposa, a su Andalucía natal. Otro de trenes es éste deAlberti, en una de sus Canciones del Paraná: “Ríos inmensos y barcos / Quebajan hacia los mares. / Mas en el viento que pasa / Yo escucho trenes lejanos/ Que van hacia el Guadarrama”. La grandiosidad del paisaje del Nuevo Mundono es suficiente para anular el recuerdo juvenil emocionalmente investido yasociado a quién sabe qué constelación afectiva. En situaciones de inseguridad,ante lo desconocido, nos retraemos a esos “médanos de oro” (Juan R. Jiménez)que son los recuerdos que nos dan cobijo ilusorio. Esta es la esencia del meca-nismo defensivo de la regresión. “Y siempre que te escucha el caminante /Sueña escuchar un aire de su tierra” (Antonio Machado). Evocamos la realidadpasada y, si es necesario, la distorsionamos, transformándola en impresionesque nos proporcionen sensación de cálido refugio.

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 43

Page 45: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

44

Psicología de la nostalgia

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):39-48

Otra defensa psicológica en la nostalgia es la idea de la transmigración de lospropios afectos hacia el ser amado. Miguel Hernández nos proporciona un buenejemplo de esto cuando, desde la cárcel, evocando su hogar escribe a su hijo enuna famosa nana, “Desperté de ser niño: / Nunca despiertes. / Triste llevo laboca: / Ríete siempre [...] / Ríete tanto / Que mi alma al oírte / Bata el espa-cio”. La utilidad defensiva de esta hermosa fantasía semialucinatoria reside enque al poeta le resulta entonces posible, en su terrible trance, vivir ilusoria yvicariantemente la libertad y alegría que quiere atribuir a su hijo: “Tu risa mehace libre, / Me pone alas. / Soledades me quita, / Cárcel me arranca”.Podemos habitar otros espacios, transportarnos a otras vidas. La imaginaciónhumana vuela, no conoce trabas a la hora de contrarrestar la desesperación.

Las personas idealizadas

“Váyanse las noches, / Pues ido se han / Los ojos que hacían / Los míosvelar; / Váyanse y no vean / Tanta soledad, / Después que en mi lecho / Sobrala mitad”, escribió estremecedoramente Góngora. Cuando no media la defensapsicológica del desplazamiento o la generalización y la nostalgia se refiere alrecuerdo del amor mismo, la nostalgia por las personas amadas adopta un tonointensamente sentimental. Leamos estos versos de Rafael de Penagos: “¡Cuántoy cuánto daría porque en todo / Brillara aquel reír que se ha extinguido / Yfuera tu mirar lo que antes fuera! / ¡Cuánto por encontrar de nuevo el modo /De oponer a este invierno amortecido / Aquella relumbrante primavera!”.Apuntemos además que la libido en la nostalgia no siempre va dirigida a unamor romántico. Veamos el ejemplo de cómo requirió Sancho Panza, apenadí-simo, a su señor, postrado éste en su lecho de muerte: “Mire no sea perezoso,sino levántese desa cama, y vámonos al campo vestidos de pastores, como tene-mos concertado: quizá tras de alguna mata hallaremos a la señora Dulcineadesencantada...” (II, LXXIIII). Añora el buen escudero los tiempos de desvaria-do ensueño con Don Quijote, le anima a revivir aquella época de excitación yaventura, y, llevado del amor, se identifica con sus ideas delirantes.

A través de la identificación se mantiene imaginariamente el amor y hasta lamisma existencia de alguien de quien dependemos emocionalmente. La capaci-dad humana en cuanto a esta internalización de los afectos y actitudes de laspersonas significativas de nuestro entorno parece infinita. Como ejemplo deidentificación, admiremos ahora esta magistral pincelada de Azorín: “Cuandomi madre ha tomado en sus manos blancas esta mantilla, yo he visto que sequedaba un momento pensativa; esta mantilla es la de su boda. Y yo he senti-do que una vaga tristeza —la tristeza de lo pasado— velaba sus hermosos ojos”.Un hijo, aquí, se identifica empáticamente con su madre; un hombre, por unmomento, se pone en el lugar de una mujer y de su trayectoria sentimental deilusiones y desilusiones.

Otro mecanismo psicológico al que puede recurrirse ante el dolor por laausencia del ser querido es la minimización o negación del impacto de dichaausencia. Tenemos un buen ejemplo de esto en el Poema XX de Neruda. Tras

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 44

Page 46: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):39-48 45

Cecilio Paniagua

decirnos, “Puedo escribir los versos más tristes esta noche”, y antes de confe-sar, “Mi alma no se contenta con haberla perdido” exclama el poeta incon-gruentemente, “¡Qué importa que mi amor no pudiera guardarla!”. ¿Cómo que“qué importa”? Los psicoanalistas llamamos defensa maníaca a esta reacción,con la que se intenta contrarrestar el sufrimiento por medio de la pretensión deinvulnerabilidad y de una huida hacia la negación.

Para comprender la psicología de la nostalgia hay que tener siempre en cuen-ta que la ecuación “recuerdo = reproducción de la realidad objetiva” es una fala-cia. Rafael Alberti, en una balada, escribió, “Nostalgia que todo lo aleja y locambia [...] / Te tengo. Me tienes. Y no eres la misma. / Ni es el mismo sueñode amor quien te llena”. En lo referente a las imágenes de nosotros mismos ode los seres queridos la memoria tiende a mentirnos en el sentido de la bene-volencia, cuando no de la idealización. Esto no es de extrañar, porque todosnecesitamos conservar o crear cimientos positivos en que basar las representa-ciones buenas de nosotros mismos y de los seres a quienes amamos. Ello nosproporcionará sensaciones de autoestima y confianza, contribuyendo decisiva-mente a que no vivamos neuróticamente inhibidos ni atemorizados entre nues-tros semejantes.

Buscamos con ahínco en el presente lo hermoso de nuestro pasado, lo quesentimos que dio significado positivo a nuestra existencia. Pero con frecuenciasucede que el presente es poco halagüeño y choca demasiado con las imágenesidealizadas de otras personas del pasado. Esto acentúa la tendencia a evocarcomo modélico lo pretérito. García Lorca, por boca de un personaje de Así quepasen cinco años, confesó, “Quiero morirme siendo ayer / Quiero morirme sien-do amanecer”. A todos nos resulta indispensable un anclaje ideal más o menosfirme en nuestro pasado. Decía Aliosha, personaje de Los hermanos Karamázovde Dostoyevski, que la más saludable y sustancial educación que podía dárse-le a una persona era la de proporcionarle en su infancia algún “recuerdo sagra-do”. Esto refleja una gran verdad a la que se le podía haber añadido que, detodas formas y de un modo u otro, la persona va a procurarse dicho “recuer-do”, porque se trata de una necesidad psicológica.

La evocación nostálgica de la persona adulta está invariablemente relacio-nada con “aquel feliz tiempo pasado, cuando su padre le parecía el más nobley fuerte de los hombres, y su madre, la más amorosa y bella mujer” (La nove-la familiar del neurótico, Freud, 1908). Estas idealizaciones proceden, en efec-to, de nuestro psiquismo primitivo, y en la infancia son completamente nor-males y deseables; es más, los fallos en la función idealizadora generan cua-dros de patología narcisista bien conocidos en clínica psicoanalítica. A medi-da que maduramos, dichas idealizaciones van chocando con la evaluación delas características reales de las personas a quienes amamos. Cada vez sehace más difícil mantener un estado de embelesamiento ante los seres que-ridos, resultando a veces traumáticas las desilusiones consiguientes. Dehecho, las tormentas del periodo de la adolescencia son debidas no sólo a laintensificación hormonal de los impulsos, sino también a la decepción cre-ciente que producen los padres. Miguel de Unamuno imploró así a Dios:“Vuélveme a la edad bendita / En que vivir es soñar. / Gracias, Padre, que ya

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 45

Page 47: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

46

Psicología de la nostalgia

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):39-48

siento / Que se va mi pubertad; / Vuelvo a los días rosados / En que era hijono más”.

En lo referente a los amores de la adultez podemos preguntarnos qué habríasucedido si no se hubiese deteriorado la idealización. Años más tarde ¿habríanempleado los poetas el mismo esteticismo exaltado para describirlos? Jean dela Bruyère dijo, cínicamente, “Añorar lo que amamos es una ventura si se com-para con la realidad de vivir con el objeto amado”. Recordemos aquí la evoca-dora confesión de Neruda: “Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise”. Deforma llana y realista, Azorín expresó así el curso más probable de aconteci-mientos en una nostalgia por un amor de la adolescencia: “Yo pienso a ratos,en tus manos blancas, en tus pies pequeños, en tu busto suavemente henchi-do; yo quisiera volver a aquellos años [...] Y esto no puede ser; tú vivirás en unacasa oscura; acaso te hayas puesto gruesa, como todas las muchachas de pue-blo cuando se casan; tal vez encima de la mesa del comedor haya unos paña-les [...] Y yo siento una secreta angustia cuando evoco este momento único denuestra vida, que ya no volverá, en que estábamos los dos frente a frente,mirándonos de hito en hito sin decir nada”. La angustia de Azorín denota lanostalgia por la belleza pretérita, el enfrentamiento a la caducidad y el recono-cimiento penoso del cariño abortado. Quizás, precisamente para aliviar esteúltimo dolor tuviese el autor que pintar una escena doméstica deslucida, dequien fuera su amor juvenil.

Evocación de la muerte

“Divina Elisa, pues agora el cielo / Con inmortales pies pisas y mides...”, diceGarcilaso en una conocida égloga. La idealización tiende a ser máxima cuando,como en este caso, las alabanzas van dirigidas a una amante difunta. En simi-lar circunstancia, José de Espronceda escribió en un famosísimo canto, “Aúnparece, Teresa que te veo / Aérea como dorada mariposa [...] / ¡Feliz! la muer-te te arrancó del suelo, / Y otra vez ángel te volviste al cielo”.

La idealización nostálgica del ser querido desaparecido no siempre va dirigidaa una o un amante. El célebre poema de Jorge Manrique a la muerte de su padrees un buen ejemplo de ello. Las Coplas manriqueñas son notorias por haber bas-tado por sí solas para dar inmortalidad al autor, lo que lleva a recapacitar sobreel atractivo intemporal de este tipo de encomios mortuorios. Tras la muerte sedisuelve la ambivalencia que normalmente se tiene hacia la persona amada:desaparecen los rencores, las críticas, los disgustos, y queda el cariño, acen-drado además por las reacciones de culpa. Éstas son las que suelen proporcio-nar el impulso principal a ese homenaje que es el ditirambo luctuoso. Está, ade-más, el hecho de que por medio de este tipo de tributos poéticos se alienta,siquiera fugazmente, ese sentimiento de omnipotencia que nos permite hacerrevivir a los desaparecidos. “Los muertos pueden vivir sólo con la intensidad ycalidad de vida que les impartan los vivos”, señaló el novelista Joseph Conrad.

Los poetas consiguen conjurar, ilusoriamente, claro, la temible idea de quenuestra vida no es sino “un relámpago entre dos oscuridades” (en palabras de

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 46

Page 48: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):39-48 47

Cecilio Paniagua

Vicente Aleixandre), así como el horror de que todos los seres vivientes acaba-mos tornándonos “en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada”, que dije-ra Góngora. Nos sentimos compelidos a rechazar, en contra de nuestra razón,tanto la finitud propia como la de los seres queridos. En Duelo y melancolía(1917) escribió Freud que existía una “oposición naturalísima” a renunciar anuestros vínculos con los difuntos emocionalmente investidos: “Esta oposiciónpuede ser tan intensa que surjan el apartamiento de la realidad y la conserva-ción del objeto por medio de una psicosis desiderativa alucinatoria”. En efecto,esta clase de aflicción puede llevarnos a ideas formalmente psicóticas que noshagan experimentar o creer en percepciones discordes con la realidad externa.Deseamos fervientemente creer que lo inanimado puede vivir. En un poema auna muchacha muerta, dice Aleixandre: “Cantas como si el nácar durmiera orespirara”. El saber que lo que antes era vivo ahora es inorgánico nos causagran angustia; tanta que estamos dispuestos, por medio de intelectualizacionesapoyadas generalmente en las creencias compartidas por nuestra cultura, adefender el absurdo de que lo muerto sigue viviendo.

El sufrimiento por la más terrible de las pérdidas puede metamorfosearse enbelleza. Veamos un hermoso ejemplo de cómo puede trocarse defensivamenteuna experiencia terrible de desolación en una vivencia gloriosa, en este cantode Lope de Vega a un hijo pequeño muerto: “A pesar de la sangre que procura/ Cubrir de noche oscura / La luz de esta memoria, / Viváis vos en la mía, /Que espero que algún día / La que me da dolor me dará gloria / Viendo al par-tir de aquesta tierra ajena, / Que no quedáis adonde todo es pena”. El dolor delpoeta se mitiga con la idea de que su niño sigue viviendo en él, en su memoria.Soñamos con volver a ver a los seres desaparecidos que quisimos. Es universalel deseo de encontrar en el futuro el buen pasado, o lo que necesitamos creerque fue el buen pasado. Pero el retorno al pasado, a cualquier pasado, no esposible más que en la memoria y en la fantasía.

Por lo general, en los poemas a una persona fallecida se glosa no sólo sobresus atributos, sino también sobre la desolación y amargura de los supervivien-tes. Recordemos, por ejemplo, la desgarrada elegía de Miguel Hernández a suamigo Ramón Sijé, en que clama el poeta: “No hay extensión más grande quemi herida” y “Tanto dolor se agrupa en mi costado / Que por doler me duelehasta el aliento”. Antonio Machado, en otro conocido poema, pregunta a sujoven esposa muerta: “¿No ves, Leonor, los álamos del río..?”, para terminardiciendo: “Por estos campos de la tierra mía, / Bordados de olivares polvorien-tos, / Voy caminando solo, / Triste, cansado, pensativo y viejo”.

Al ser menos cotidiana y parecer lejana, la muerte se presta más que otrascalamidades a un tratamiento estético. Leamos aquí el final de un soneto deQuevedo: “Mi báculo más corvo y menos fuerte. / Vencida de la edad sentí miespada, / Y no hallé cosa en que poner los ojos / Que no fuese recuerdo de lamuerte”. En estos versos tristes (de los que los penúltimos parecen una metá-fora del declinar sexual del hombre) habla Quevedo del “recuerdo de la muer-te”. Con esto se refería, naturalmente, a que entre las ideas asociadas a sussentimientos de ocaso, estaba la de que tenía que morir, no a que tuviera“recuerdo” de la muerte (precisamente es de lo único que no podemos tener

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 47

Page 49: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

48

Psicología de la nostalgia

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):39-48

recuerdo). Ante este fatal acontecimiento, y con el objetivo de superar la angus-tia inherente a la incognoscible vivencia de nuestro fin, se recurre a menudo atratarlo como si fuese verdaderamente una experiencia: una entidad conocidaque puede ser aprehendida psicológicamente. El relato de Tolstoi La muerte deIván Ilich quizá constituya el texto más ilustrativo del conflicto dramático gene-rado por la consciencia de la propia muerte.

Es comprensible que revivamos episodios gratos (o la fantasía de unos episo-dios gratos) cuando se cierne la amenaza de una muerte, con el propósito decontrarrestar la angustia y la tristeza del presente. Así, cualquiera puedeentender que aquel forzado del romance de Góngora que se hallaba “Amarradoal duro banco / De una galera turquesca”, evocase vivísimamente a su mujer,pidiéndole al “sagrado mar de España”, “Tráeme nuevas de mi esposa [...] /Que bien puedes si es verdad / Que las aguas tienen lengua; / Pero, pues nome respondes, / Sin duda alguna que es muerta, / Aunque no lo debe ser, /Pues que vivo yo en su ausencia”. Quien corría mayor riesgo de muerte era,claro está, el galeote y, defensivamente, éste (es decir, el autor en identificacióncon su personaje) desplaza el peligro hacia su esposa. Además, los últimos ver-sos ejemplifican la común fantasía consoladora de que una persona muertapuede sobrevivir en el alma de quien la quiso.

Los poemas sobre la muerte a veces se refieren a la del mismo autor. Se trataen realidad de cantos a la propia supervivencia fantaseada. El poeta se sientecapaz de escuchar “Voces que me aseguran que podré verte / Cuando al mundomis ojos cierre la muerte” (Federico Balart). Se trata, claro está, de un antído-to trascendental imaginario contra la angustia del fin. José Asunción Silva, unrapsoda de hace dos siglos, escribió en una fantasmagoría de su propia muer-te, de “esa noche más larga que las otras”, como solía llamársela: “Mis ojos, queen recuerdo / Del infinito eterno de las cosas, / Guardaron sólo, como de unensueño, / La tibia luz de tus miradas hondas [...] / Verán, en lo ignorado dela muerte, / Tus ojos destacándose en la sombra”. Con esta defensa animistalo que queremos preservar por encima de todo es aquello que consideramosmás ennoblecedor de nosotros mismos: nuestra capacidad de amar. Y aquí escita obligada el soneto de Quevedo Amor constante más allá de la muerte, queacaba así: “Alma, a quien todo un Dios prisión ha sido, / Venas, que humor atanto fuego han dado, / Médulas que han gloriosamente ardido, / Su cuerpodejará, no su cuidado; / Serán ceniza, más tendrá sentido; / Polvo serán, maspolvo enamorado”. No hay mejor consuelo ante la angustia de nuestro inexora-ble fin que la idea de la pervivencia eterna del amor.

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 48

Page 50: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):49-52 49

La Europa de Ratzinger

The Europe of Ratzinger

■ Carlos Aragonés*

Hay una frase que define la imagen que nuestro autor se hacede la situación europea: “Cuando empecé hace cincuenta años con SanAgustín, vi enseguida que se trataba de un contemporáneo mío", decíaRatzinger en un acto sobre “el padre de Europa”, San Benito, días antes de serelegido Papa. Valoraciones así sobre nuestra época del primer teólogo-pontíficese encuentran en sus numerosos escritos, pero las conferencias son inmejora-bles fuentes para hacerse rápidamente y de primera mano con su visión histó-rica. Una idea de la historia sostenida, a lo largo de 40 años, por quien comen-zó a despuntar internacionalmente cuando el Concilio le seleccionó, junto a ungrupo de consagrados o prometedores profesores de teología, como perito delVaticano II.

Joseph Alois Ratzinger (Marktl am Inn, Baviera, 1927) no teme exhibir su pen-samiento en público, cuida la precisión de ideas y siempre interesa a susaudiencias. La repercusión de estos actos ha superado en muchas ocasiones elespacio reservado, usualmente, a las noticias de religión por los medios decomunicación.

La cosa empezó en sus clases abarrotadas de alumnos, a primera hora de lamañana, en las facultades de Tubinga y Ratisbona. De los apuntes y grabacio-nes reunidas apareció el primer libro reconocido, Introducción al cristianismo,que le deparó una influencia como intelectual sin precedentes —para un prela-do— y sin rival en el orbe católico, a no ser la obra de su colega el suizo HansKüng. De modo que esta autoridad personal difundida por las diócesis de laIglesia, volvió lógico su ascenso a la romana “Cátedra de Pedro”, pero muchomás a ojos de la opinión informada no europea que entre nosotros los paísesvecinos a Roma.

No por casualidad, es el problema de la religiosidad europea futura el debate cul-tural que el sacerdote germano elige siempre que le brindan la ocasión. Cabeapuntar que sigue la estela de otro presbítero alemán e intelectual de primeralínea, Romano Guardini (1885-1968), figura igualmente magistral para el profeso-

Artículo especial

* El autor es filósofo, diputado por Madrid en las Cortes Generales y miembro de las Comisiones de Cultura y AsuntosExteriores. Además, presidió la Comisión de la Unión Europea de esa Institución.

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 49

Page 51: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

50

La Europa de Ratzinger

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):49-52

rado católico de entreguerras, por su facilidad para combinar fe y reflexión. Fuerontambién aquellos primeros años del joven Ratzinger, los de actuación política deun tío carnal sacerdote, elegido repetidas veces diputado a la Cámara de Baviera.

Leer al todavía cardenal Ratzinger en el simbólico año 2000, depara el placerde topar con una erudición vertida a un lenguaje claro. El orador repasa con ele-gancia datos, si bien no desconocidos, bajo puntos de vista en absoluto tópicos,y ello en un campo tan minado como la conflictiva relación del poder secular yla autoridad religiosa. El hoy Papa, habla con la arquitectura mental de un altoeclesiástico, en el pulcro estilo de profesor de la gran universidad alemana. Esuna paradoja biográfica que una inclinación tan poderosa hacia el estudio y laenseñanza haya sido “desviada”, sistemáticamente, hacia puestos de gobiernoen la Iglesia católica desde que fuera designado arzobispo de Munich, por PabloVI en 1972, prefecto en Roma de la Congregación para la Doctrina de la Fe pocosaños después y luego elegido sucesor del Papa Woytila.

Obligado a predicar y “pontificar” casi a diario, comprometido por una actua-lidad seguro que incómoda al hombre de vocación académica y avanzada edad,sus cualidades públicas de estilo e inteligencia, no obstante, resisten bien bajola presión de los medios y la carga de responsabilidad moral aneja a su funciónde “primer pastor”.

Esta facilidad para otear las coordenadas de la actualidad, desplegada al ser-vicio de un vasto trabajo de síntesis cultural, merece ser leída despaciosamen-te. Jacob Neussner, rabino de Nueva York y corresponsal de este Papa, sostieneque no ha encontrado una personalidad contemporánea más lúcida que el pro-fesor Joseph Ratzinger.

La conferencia que presenta la Revista constituye una resonante toma de posi-ción sobre Europa, formulada en una circunstancia nada coyuntural o en res-puesta a compromisos de agenda. En vísperas de la cumbre de jefes de Estadoeuropeos y primeros ministros en Niza, el ciudadano nacido bávaro que Ratzingeres acude a Berlín, a invitación de la delegación de su Estado, justo en el primeraniversario de esa recuperada condición de capital de la Alemania unida. Primeraño del nuevo siglo, un tratado de la Unión Europea que negociar entre los pri-meros mandatarios y un proyecto en ciernes de Constitución para el continen-te… son datos que apuntan a un nuevo comienzo histórico-político. Die Zeit, prin-cipal semanario de su país, dirigido por el antiguo canciller, el social-demócratahamburgués Helmut Schmidt, se apresuró a publicarla de inmediato.

La Europa de Ratzinger adquiere la forma de una idea moral antes que unconcreto territorio. Con su proverbial agilidad mental, abre el mapa ante suauditorio y comienza por señalar en él que fueron los limes africanos del impe-rio romano la primera frontera de lo europeo. En ellos su admirado Agustín deHipona asistió al primer colapso continental de una civilización europea, desdela otra orilla mediterránea en la frontera “con el país de los libios”. Aún másque sus naciones, los límites de lo europeo se han movido por más de 25 siglosdesde que las islas y riberas del Asia Menor llamaron “europea” a la parte con-tinental de Grecia.

Ésta es su primera respuesta al cardenal Glemp, quien, como primado de lanación católica más hacia el Este, Polonia, hacía algo más que preguntar a sus

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 50

Page 52: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):49-52 51

Carlos Aragonés

compañeros de episcopado europeo dónde termina el territorio que habitan loseuropeos, reunificados al comenzar el tercer milenio.

En la perspectiva del Papa vivo no está de más anotar que fuera precisamen-te un monje toledano, quien primero calificara de “europeos” a los soldados fran-cos de Carlos Martel enfrentados en Poitiers (732) a las tropas musulmanasvenidas de la Marca catalana. Victoria militar rápidamente hinchada en su realimportancia estratégica al servicio de una primera delimitación de Europa, defi-nición sentida con particular urgencia en territorios vecinos a los dominios islá-micos como los reinos hispanos de entonces.

La visión europeísta de nuestro conferenciante no renuncia a nada del pasa-do, y menos a “la infancia de Europa”, la Edad Media. Una de las ventajas ins-titucionales de las Iglesias cristianas consiste en su memoria histórica, emperoreservada hoy a no muchos más que a sus hombres de cultura y algunos dig-natarios. A pesar de ella, cabría tomar esta inclinación medievalista por una ine-vitable nostalgia hacia los tiempos de la Cristiandad. Lo cierto es que el voca-bulario de Ratzinger descarta la identificación de “los buenos tiempos” con estalarga época histórica, o cualquier otra, y encuentra poco gusto en las nostalgiasrománticas de una espiritualidad perdida entre brumas medievales.

En realidad, el teólogo hoy Papa tiende bastante más al diálogo con la época dela Ilustración y a la refutación del positivismo, en sus diálogos públicos sobrerazón creyente y racionalidad agnóstica, junto a filósofos de la talla de JürgenHabermas, políticos profeso-res como Marcello Pera, y teó-logos de la secularizacióncomo Juan Bautista Metz.Qué libertad, qué igualdad yqué noción de la dignidad de lapersona en el futuro supra-Estado europeo, acotan lostemas de discusión entre elreligioso y el no creyente queaspiren a ser ciudadanosconscientes de su destino. Locomprobamos en sus palabrasfinales de Berlín, cuando hacela conocida reclamación a losparlamentarios europeos deque figure una mención alcristianismo en la futura Cartaconstitucional. Petición reite-rada y que no fue atendida.

Si, con todo, nos parecieraque el conferenciante se alejade lo contemporáneo, quizásea justo entender que milaños de hilo conductor de una

Figura 1. “Batalla de Poitiers” (732) en la que se repre-senta a Carlos Martel (montado a caballo) frente albarbado caudillo islámico, el valí (gobernador) de Al-Ándalus, Abderrahman ibn Abdullah Al Gafiki. Óleo deCharles de Steuben (1788–1856), pintado entre 1834y 1837 (Museo del Castillo de Versalles, Francia).

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 51

Page 53: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

52

La Europa de Ratzinger

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):49-52

historia, la europea, más deseada, reflexionada e imaginada que cumplida, reco-bran una vigencia no sospechada. La inmigración de los pueblos francos y ger-manos o sajones, cuajó en una nueva sociedad, junto a galos romanizados yotros pueblos latinos, en torno al año 800, en el territorio del hoy pentágono deciudades europeas o “corazón de Europa”: Londres, Frankfurt, Viena, Milán yParís. Desde entonces se logró una hibridación con escasos paralelos en la his-toria mundial. Este impulso constructivo, nacido de aquello que sólo puedenaportar las integraciones culturales profundas, acaso prefigura la tarea porvenir del continente cuando avance nuestro siglo XXI.

Interpretaciones aparte, es clara la apuesta de la conferencia por explicar lainsólita fuerza expansiva del continente en la tensión de principio entre losdiversos poderes. Entre europeos, el control moral de la sociedad ha estado pordoquier repartido y disputado por eclesiásticos y civiles. La originalidad europease cifra en esa lucha por la supremacía, por quién disponga de “la última pala-bra ante los hombres”, vendría a decirnos Ratzinger. Los nombres y su predo-minio cambian a lo largo de siglos, pero el atractivo mítico que emana de episo-dios remotos y recientes, tal que la unidad carolingia, el Sacro imperio, la coro-na bicéfala de Carlos V… luego la Europa gobernada por las científicas Luces;hasta la reconciliación franco-alemana de posguerra abogada por los padresfundadores de la Comunidad Europea, son variaciones de una fórmula pararelacionar la conciencia moral y el poder político sin absorberla ni suprimirla.

Del otro lado, Bizancio y la “Tercera Roma” o Moscú, sigamos sus palabras,ejemplifican un concepto fallido de “lo europeo”. El imperio bizantino y su here-dero espiritual y político al norte, el imperio ruso, fusionaron Estado e Iglesia enun mismo poder. Su imagen de la mejor sociedad olvida el inestable equilibrioen que de siempre han vivido los europeos occidentales —y con el que emigra-rán a las dos Américas—, que es la fuente de su impresionante movilidad eco-nómica, científica y cultural. Paradójicamente ya en nuestro siglo, los experi-mentos nazi, fascista y comunista emprendieron igual camino, pero en un sen-tido inverso e irreligioso, mutando la política en una suerte de nueva religiónsecular para sus pueblos. La catástrofe no se hizo esperar.

Cuando el máximo representante de una institución con tan larga memoriahistórica elige maestro de historia a San Agustín, conviene tomar nota del para-lelismo. Agustín será quien anote, desde su sede episcopal de Hipona en la otraorilla del Mediterráneo, cómo sus conciudadanos de Roma —la “Europa de laAntigüedad”— ceden el paso a otros pueblos de otras culturas.

Quien sienta interés por otras manifestaciones del hoy Benedicto XVI a caba-llo entre política y religión, puede buscarle, después de Berlín, en estos otrosenclaves europeos: “Europa en la crisis de las culturas”, en el Monasterio deSubiaco, abril de 2005; “Fe, razón y universidad”, Universidad de Ratisbona,septiembre de 2006, en la que levantó grandes protestas de la inteligencia islá-mica; el discurso no pronunciado en la Universidad de La Sapienza, Roma,enero de 2008, por la protesta de los estudiantes; y el más reciente hasta lafecha: ante las Academias de Francia en el Colegio de Bernardinos de París, enseptiembre de 2008.

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 52

Page 54: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):53-69 53

Europa, política y religión

Europe, politics and religion

■ Joseph Ratzinger*

Europa... ¿Qué es en realidad Europa? Esa pregunta fueplanteada con énfasis una y otra vez por el cardenal Glemp en uno de losgrupos lingüísticos del Sínodo romano de los obispos europeos: ¿dóndecomienza, dónde termina Europa? ¿Por qué, por ejemplo, Siberia no per-tenece a Europa, aunque está predominantemente habitada por europeos,que viven y piensan de manera claramente europea? ¿Dónde se pierdeEuropa por el Sur de la comunidad de Estados rusos? ¿Por dónde discu-rre su frontera asiática? ¿Qué islas son Europa, cuáles no, y por qué? Enesas conversaciones se puso de manifiesto que Europa sólo de formasecundaria es un concepto geográfico: Europa no es un continente geográ-ficamente aprehensible con claridad, sino un concepto cultural e históri-co.

El nacimiento de Europa

Este concepto se manifiesta con toda evidencia cuando tratamos de remon-tarnos a los orígenes de Europa. Al hablar del origen de Europa es costumbreremitirse a Heródoto (aprox. 484-425 a. de C.), probablemente el primero endar cuenta de Europa como concepto geográfico, que la define así: “Los persasconsideran Asia con sus pueblos como país. Europa y el país de los griegos,dicen, está completamente fuera de sus fronteras”. No se indican las fronteraspropias de Europa, pero está claro que el núcleo de la Europa actual está com-pletamente fuera del campo de visión del historiador clásico. De hecho, con laformación de los Estados helenos y del Imperio Romano, se había constituidoun “continente” que se convirtió en la base de la ulterior Europa, pero que teníaunas fronteras enteramente distintas. Se trataba de los países que circunda-

Artículo especial

* Conferencia pronunciada el 28 de noviembre de 2000 en Berlín, cuyo texto íntegro fue publicado, traducido al espa-ñol, por Nueva revista de politica, cultura y arte, nº73 (enero-febrero 2001), y que se reproduce con la debida autori-zación. Sirva este escrito de recuerdo a Antonio Fontán (1923-2010), que en esta Revista publicó: Ayer y hoy de las

humanidades en la cultura occidental. Ars Medica. Revista de Humanidades 2005;4(2):326-330.

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 53

Page 55: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

54

Europa, política y religión

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):53-69

ban el Mar Mediterráneo, que configuraban un verdadero “continente” por suvinculación cultural, por la circulación de personas y el co mercio y por un sis-tema político común. Sólo las victoriosas campañas del Islam trazaron, por pri-mera vez, en el siglo VII y comienzos del VIII, una frontera a través delMediterráneo. Lo partieron, por así decir, por la mitad, de modo que lo quehasta entonces había sido un continente se dividió ahora en tres: Asia, Áfricay Europa.

En Oriente, la reestructuración del mundo antiguo se llevó a cabo conmayor lentitud que en Occidente. El Imperio Romano, con capital enConstantinopla, se mantuvo allí —aunque cada vez retrocediendo más—hasta entrado el siglo XV. Mientras, alrededor del año 700 la parte sur delMediterráneo quedó separada definitivamente de su anterior continente cul-tural, al mismo tiempo que se llevaba a cabo una creciente expansión haciael Norte. El Limes, que hasta entonces había sido una frontera continental,desaparece y se abre a un nuevo espacio histórico que ahora abarca lasGalias, Germania y Britania como su auténtico núcleo y se extiende a ojosvistas hacia Escandinavia.

El Imperio de Carlomagno

En este proceso de desplazamiento de fronteras, la continuidad ideal con elanterior continente mediterráneo se vio garantizada por una construcción his-tórico-teológica. Enlazando con el Libro de Daniel, se consideró que mediantela fe cristiana el Imperio Romano se renovaba y se convertía en el último y per-manente imperio de la Historia Universal y definió el conjunto de pueblos yEstados que se estaba formando como el permanente Sacrum ImperiumRomanum. Este proceso de nueva identificación histórica y cultural se llevó acabo con plena conciencia bajo Carlomagno, y aquí emerge la vieja palabraEuropa, con un significado transformado. Ahora este vocablo se utiliza comodenominación para el imperio de Carlomagno, y expresa a un tiempo la con-ciencia de la continuidad y de la novedad, con las que el nuevo conglomeradode Estados se identifica en tanto que verdadera fuerza de futuro: de futuro, pre-cisamente porque se entiende anclado en la continuidad de la Historia anteriory, en última instancia, siempre permanente. En la comprensión de sí mismo,que así se forma, se expresa tanto la conciencia de algo definitivo como la deuna misión.

Ciertamente, tras el final del Imperio Carolingio el concepto de Europa vuel-ve a desaparecer, y sólo se conserva en el lenguaje de los eruditos. Tan sólo aprincipios de la Edad Moderna —probablemente en relación con el peligroturco, como forma de autoidentificación— pasará a la lengua popular, paraimponerse con carácter general en el siglo XVIII. Con independencia de esterecorrido etimológico, la constitución del Imperio franco, como el nunca desa-parecido y entonces vuelto a nacer Imperio Romano, significó el paso decisivohacia lo que hoy entendemos cuando hablamos de Europa.

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 54

Page 56: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):53-69 55

Joseph Ratzinger

El Imperio de Bizancio

Ciertamente, no debemos olvidar que hay una segunda raíz de Europa, unaEuropa que no es la del Oeste, que no es la Europa occidental. En Bizancio, elImperio Romano, como ya se ha dicho, había resistido las tempestades de lasinvasiones bárbaras y la invasión islámica. Bizancio se entendía a sí mismocomo la auténtica Roma; de hecho aquí el Imperio no había sucumbido, por loque también se mantenían sus pretensiones sobre la mitad occidental delmismo. También este Imperio Romano de Oriente se extendió hacia el Norte,hacia el mundo eslavo, y creó un mundo propio, greco-romano, que se distin-gue de la Europa latina de Occidente por poseer otra liturgia, otra constitucióneclesiástica, otra escritura y por haber renunciado al latín como lengua comúnde cultura.

Hay, sin duda, bastantes elementos de cohesión que podrían hacer de los dosmundos un continente común. En primer lugar, la herencia compartida de laBiblia y de la Iglesia antigua, que, por lo demás, en ambos mundos se remite aun origen que está fuera de Europa, en Palestina. Además, la idea tradicionalde imperio, la concepción básica sobre la Iglesia y, por tanto, también la comu-nidad de concepciones jurídicas e instrumentos legales fundamentales. Final -

Figura 1. Vista parcial del claustro del monasterio románico de San Juan de Duero, situado a lasafueras de Soria y levantado en la primera mitad del siglo XII por la Orden militar de losHospitalarios de San Juan de Jerusalén. La convivencia de distintos estilos arquitectónicos con-vierte este espacio claustral en uno de los más excepcionales de Occidente. Bécquer se inspiró enél para escribir la leyenda de “El monte de las ánimas” (©José Luis Puerta).

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 55

Page 57: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

56

Europa, política y religión

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):53-69

mente, habría que mencionar el monacato que, en medio de las grandes con-mociones de la Historia, siguió siendo soporte esencial no sólo de la continui-dad cultural, sino sobre todo de los valores religiosos y morales básicos de laorientación última de la vida del hombre, y que como fuerza prepolítica y supra-política se convirtió también en vehículo de los renacimientos que una y otravez se hicieron necesarios.

El poder político y el espiritual

Entre ambas Europas hay sin embargo una profunda diferencia, sobre cuyaimportancia ha llamado la atención Endre Von Ivanka. En Bizancio, el Imperioy la Iglesia aparecen casi identificados entre sí; el Emperador es también lacabeza de la Iglesia. Se considera vicario de Cristo, y enlazando con la figura deMelquisedec que era rey y sacerdote a un tiempo (Gen. 14, 18), ostenta desdeel siglo VI el título oficial de “rey y sacerdote”.

Como, por su parte, el Imperio había abandonado Roma desde Constantino,en la antigua capital imperial pudo desplegarse la independencia del obisporomano como sucesor de Pedro y cabeza de la Iglesia. Desde el principio de laera constantiniana, en Roma se enseñó que había una dualidad de poderes. ElEmperador y el Papa tenía plenitud de facultades, pero separadas: ninguno delos dos disponía de todas. El papa Gelasio I (¿?-496), en su famosa carta alemperador Atanasio y aún con más claridad en su cuarto Tratado, frente a latipología bizantina de Melquisedec, recalcó que la unidad de poderes residíaexclusivamente en Cristo. “Debido a las debilidades humanas (¡superbia!), Élmismo separó para los tiempos ulteriores los dos oficios a fin de que ningunose creyera superior al otro” (capítulo 1l). Para las cosas de la vida eterna, losemperadores cristianos necesitaban a los sacerdotes (pontífices), y éstos a suvez se atenían a las disposiciones imperiales en lo referente a asuntos tempo-rales. En las cuestiones del mundo, los sacerdotes tenían que obedecer lasleyes del emperador instaurado por ordenación divina, mientras que en lascuestiones divinas éste tenía que someterse al sacerdote. Con ello se introdu-cía una separación y diferenciación de poderes que alcanzó la mayor impor-tancia para el ulterior desarrollo de Europa y, por así decirlo, sentó las basesde lo específicamente occidental. Pero, dado que en contra de tales delimita-ciones se mantuvo viva por ambas partes el ansia de totalidad, permaneció laexigencia de predominio de un poder sobre el otro. Este principio de separaciónse convirtió también en fuente de infinitos padecimientos. Cómo hay que viviry cómo organizarse correctamente desde los puntos de vista político y religioso,subsiste como un problema fundamental para la Europa de hoy y de mañana.

El cambio hacia la Edad Moderna

Si, con todo lo dicho, consideramos como el verdadero nacimiento del “conti-nente” Europa, por una parte, la formación del Imperio Carolingio, y, por otra,

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 56

Page 58: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):53-69 57

Joseph Ratzinger

la pervivencia del Imperio Romano en Bizancio y su misión entre los eslavos;para ambas Europas el principio de la Edad Mo derna representa una rupturaque afecta tanto a la esencia del continente como a sus contornos geográficos.Constantinopla fue conquistada por los turcos en 1453. Otto Hilt brunner (1913-) comenta al respecto con laconismo: “Los últimos (...) eruditos emigraron (...) aItalia y proporcionaron a los hu manistas del Renacimiento el conocimiento delos originales griegos; pero Oriente se hundió al arruinarse su cultura”.

La formulación puede ser un tanto brusca, porque también el Imperio oto-mano tenía su cultura; pero, lo que sí es cierto es que con estos hechos llegó asu fin la cultura greco-cristiana, “europea”, deBizancio. Con ello amena-zaba con desaparecer unade las alas de Europa,aunque la herencia bizan-tina no había muerto.Moscú se declaró a sí mis -ma “tercera Roma”, consti-tuyó su propio patriarcadobasándose en la idea deuna segunda translatioimperii y se presentó comouna nueva metamorfosisdel Sacrum Imperium,como una forma propia deser Europa y, sin embargo,seguía vinculada aOccidente y se orientabacada vez más hacia él,hasta que finalmentePedro el Grande trató deconvertirla en un país occi-dental. Este desplazamien-to hacia el Norte de laEuropa bizantina trajoconsigo que las fronterasdel continente se ensan-charan también hacia elEste. La fijación del límitede los Urales como fronte-ra es absolutamente arbi-trario, pero en cualquiercaso el mundo al Este deellos fue convirtiéndosecada vez más en una espe-cie de patio trasero de

Figura 2. Puerta de la Iglesia del Palacio de Wittenberg,donde, de acuerdo con la tradición, el 31 de octubre de1517, Martín Lutero (1483-1546) clavó sus “95 Tesis”(©Torsten Schleese).

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 57

Page 59: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

58

Europa, política y religión

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):53-69

Europa; no era Asia ni Europa, pero estaba esencialmente conformado por lapersonalidad europea aunque sin ser parte de esa personalidad: era objeto y notitular de su historia. Quizá es eso lo que define la esencia de un status colo-nial.

Así pues, en lo que respecta a la Europa bizantina, no occidental, a comien-zos de la Edad Moderna podemos hablar de un doble proceso. Por una parte,está la extinción del antiguo Bizancio, y de su continuidad histórica respecto alImperio Romano; por otra, esa segunda Europa obtiene con Moscú un nuevocentro y extiende sus fronteras hacia el Este, para levantar finalmente enSiberia una especie de avanzadilla colonial.

La Europa de la Reforma

Al mismo tiempo, podemos constatar igualmente en Occidente un doble pro-ceso de enorme importancia histórica. Una gran parte del mundo germánico sedesgaja de Roma; surge una forma nueva e ilustrada de Cristianismo, de talforma que, desde ahora, recorre el “Occidente” una línea de separación queconstituye también claramente un limes cultural, una frontera entre distintasformas de pensar y actuar. Ciertamente, hay también grietas dentro del mundoprotestante, por ejemplo entre luteranos y reformados, a los que se unen meto-distas y presbiterianos, mientras la iglesia anglicana trata de construir uncamino intermedio entre lo católico y lo protestante. A esto se añade la dife-rencia entre el Cristianismo como Iglesia de Estado, que se hará característicode Europa, y las “iglesias libres” que buscan refugio en América del Norte, delas que luego hablaremos.

La doble europeización de América

En primer lugar, prestaremos atención al segundo proceso que transformaesencialmente en la Edad Moderna la situación de la Europa hasta entonceslatina: el descubrimiento de América. A la ampliación de Europa hacia el Estemediante la continua expansión de Rusia hacia Asia, se une la radical rupturade los límites geográficos de Europa hacia el mundo trasatlántico, que ahorarecibe el nombre de América. La división de Europa en una mitad latino-cató-lica y otra germánico-protestante se traslada a ese otro continente conquista-do por ella. También América se convierte al principio en una Europa amplia-da, en “colonia”; pero, al mismo tiempo, con la sacudida que sufre Europa através de la Revolución Francesa, crea su propia personalidad. A partir del sigloXIX, aunque profundamente marcada por su nacimiento europeo, se contrapo-ne a Europa con esa personalidad propia.

Al intentar reconocer la identidad íntima de Europa mirando a su historia,hemos advertido dos cambios históricos fundamentales: en primer lugar, lasustitución del viejo continente mediterráneo por el continente del SacrumImperium, situado más al Norte, en el que desde la época carolingia se consti-

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 58

Page 60: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):53-69 59

Joseph Ratzinger

tuye “Europa” como mundo latino-occidental. Junto a ella, la subsistencia dela antigua Roma en Bizancio, con su expansión hacia el mundo eslavo. Comoun segundo momento, hemos observado la caída de Bizancio y el desplaza-miento hacia el Norte y el Este de la idea imperial cristiana en un lado deEuropa, y en el otro la división interna de Europa en mundo germano-protes-tante y mundo latino-católico, con una extensión hacia América, a donde llegatal división. Así, el Nuevo Mundo, finalmente se constituye con una personali-dad histórica propia y enfrentada a Europa. Ahora tenemos que prestar aten-ción a un tercer cambio cuya antorcha más visible fue la Revolución Francesa.

Sin duda, desde la Baja Edad Media el Sacro Imperio estaba en curso de diso-lución como realidad política y se había hecho cada vez más frágil como hiloconductor de la Historia, pero sólo ahora se rompe también formalmente esemarco espiritual sin el que Europa no habría podido constituirse. Se trata,tanto desde el punto de vista de la política real como desde un punto de vistaideal, de un proceso de notable alcance. Desde el punto de vista ideal, signifi-ca que se rechaza la fundamentación sacra de la Historia y de la existencia de

Figura 3. La Batalla del Somme (1916), en la que las fuerzas británicas y francesas intentaronromper las líneas alemanas, fue una de las más largas y sangrientas de la I Guerra Mundial. Lafoto fue tomada, en las cercanías de Ovillers-la-Boisselle, en una trinchera defendida por soldadosingleses del 11º batallón del Regimiento de Cheshire (©United Kingdom Government).

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 59

Page 61: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

60

Europa, política y religión

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):53-69

los Estados. La Historia ya no echa de menos una idea de Dios que la precedey la conforma; a partir de ahora el Estado se considera algo puramente secu-lar, basado en la racionalidad y en la voluntad de los ciudadanos. Por primeravez en la Historia surge un Estado secular puro, que desecha la acreditación yfundamentación divina de la política, calificándola de cosmovisión mítica; a lavez que declara a Dios asunto privado, que no pertenece al ámbito público dela voluntad popular. Ésta es considerada únicamente cosa vinculada a la razón,para la que Dios no aparece como claramente reconocible: la religión y la fe enDios pertenecen al ámbito del sentimiento, no de la razón. Dios y su amor dejande ser públicamente relevantes.

De esta forma, a finales del siglo XVIII y principios del XIX, se produce unanueva clase de escisión de la fe, cuya gravedad empezamos a percibir a ojos vis-tas. En alemán no tiene nombre porque en Alemania ha tenido una repercusiónmás lenta. En las lenguas latinas, se define como una división entre “cristiano”y “laico”. En los últimos dos siglos, esa tensión ha causado en las naciones lati-nas una profunda grieta, mientras el Cristianismo protestante logró, más fácil-mente al principio, dar cabida en su espacio a las ideas liberales e ilustradas,sin tener que romper el marco de un amplio y básico consenso cristiano.

La cara político-real de la disolución de la vieja idea del Imperio consiste enque ahora las naciones que se habían hecho identificables como tales median-te la formación de espacios lingüísticos unitarios, aparecen definitivamentecomo los verdaderos y únicos sujetos de la Historia; es decir, alcanzan un rangoque antes no les correspondía. El explosivo dramatismo de este sujeto de laHistoria, ahora plural, acabó en que las grandes naciones europeas se consi-deraban depositarias de una misión universal que necesariamente tenía queconducir a conflictos entre ellas; conflictos cuya mortal furia hemos experi-mentado dolorosamente en el siglo que ahora termina.

La universalización de la cultura europea y su crisis

Finalmente, hay que tener en cuenta otro proceso más con el que la historiade los últimos siglos entra claramente en una nueva fase. Si la vieja Europapremoderna sólo había conocido en sus dos mitades esencialmente un únicoadversario con el que tenía que enfrentarse a vida o muerte, el mundo islámi-co; y si la inflexión de la Edad Moderna había traído consigo la expansión haciaAmérica y parte de Asia sin grandes culturas propias, ahora se produce el saltoa los dos continentes hasta el momento tan sólo tangencialmente tocados: Áfri-ca y Asia, a los que también se trata de convertir en vástagos de Europa, en“colonias”. Esto se ha conseguido en cierta medida, en cuanto que Asia y Áfri-ca también persiguen el ideal del mundo marcado por la tecnología y el bie-nestar, de modo que también allí las viejas tradiciones religiosas han entradoen una situación de crisis y los estratos de pensamiento puramente seculardominan cada vez más la vida pública.

Pero también hay una reacción. El renacimiento del Islam no sólo está vin-culado a la nueva riqueza material de los países islámicos, sino que está ali-

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 60

Page 62: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):53-69 61

Joseph Ratzinger

mentado por la conciencia de que el mismo puede ofrecer un fundamento espi-ritual sólido para la vida de los pueblos que la vieja Europa parece haber per-dido; lo que hace que, a pesar de mantener su poder político y económico, sevea condenada cada vez más al retroceso y a la decadencia. También las gran-des tradiciones religiosas de Asia, sobre todo sus componentes místicos, expre-sados en el Budismo, se alzan como fuerzas espirituales frente a una Europaque niega sus fundamentos religiosos y morales.

El optimismo acerca de la victoria de lo europeo, que Arnold Toynbee aúnpodía representar a principios de los años sesenta, parece hoy curiosamentesuperado: “De veintiocho culturas que hemos identificado... dieciocho estánmuertas y nueve de las diez restantes —de hecho, todas excepto la nuestra—muestran signos de estar ya derrumbándose”. ¿Quién podría hoy decir unacosa así? Y además... ¿qué es esa cultura “nuestra” que ha quedado? La cul-tura europea ¿es la civilización de la tecnología y el comercio victoriosamenteextendida por el mundo? ¿No ha derivado más bien un resultado posteuropeocomo consecuencia del fin de las viejas culturas europeas? Yo descubro en estouna paradójica sincronía: a la victoria del mundo técnicosecular posteuropeo,a la universalización de su modelo de vida y su forma de pensar, va unida,especialmente en los ámbitos estrictamente no europeos de Asia y de África, laimpresión de que el mundo de valores de Europa, su cultura y su fe, en los quedescansaba su identidad, están acabados y en realidad han sido ya abandona-dos; que ha sonado la hora de los sistemas de valores de otros mundos: de laAmérica precolombina, del Islam, de la mística asiática.

En esta hora de su máximo éxito, Europa parece vacía por dentro, paraliza-da por una mortal crisis circulatoria, forzada por así decirlo a someterse a tras-plantes, que sin embargo tenderán a anular su identidad. A ese morir internode las fuerzas sustentadoras del espíritu se une que, también desde el puntode vista étnico, Europa parezca en vías de extinción. Hay un extraño desinte-rés por el futuro. Los niños, que son el futuro, son vistos como una amenazapara el presente; se piensa que nos quitan algo de nuestra vida. Ya no se lospercibe como esperanza, sino como límite del presente. Se impone la compara-ción con el hundimiento del Imperio Romano decadente que aún funcionabacomo gran marco histórico, pero que en la práctica ya vivía por obra de los queiban a liquidarlo, porque no tenía energía vital en sí mismo.

Diagnósticos contemporáneos

Con esto hemos llegado a los problemas del presente. Hay dos diagnósticoscontrapuestos sobre el posible futuro de Europa. Por una parte está la tesisde Oswald Spengler, que creía poder constatar en las grandes culturas unaespecie de desarrollo sujeto a leyes naturales. Serían los momentos del naci-miento, paulatina ascensión, el del esplendor de una cultura, su lento agota-miento, envejecimiento y muerte. Spengler documentaba su tesis de formaimpresionante con testimonios extraídos de la Historia de las culturas, en losque se puede rastrear esa ley del desarrollo. Su tesis era que Occidente había

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 61

Page 63: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

62

Europa, política y religión

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):53-69

llegado a su fase tardía; que, a pesar de todos los exorcismos, desembocaríairrevocablemente en la muerte de este continente cultural. Naturalmente,podría transmitir sus dones a una nueva cultura ascendente, como ha ocu-rrido en anteriores decadencias, pero como tal sujeto había dejado atrás suvigencia vital.

Entre las dos guerras mundiales, esta tesis biologista encontró apasionadosadversarios, especialmente en el ámbito católico. También le salió al paso, deforma impresionante, Arnold Toynbee, por cierto con postulados que tienen hoypoco eco. Toynbee establecía la diferencia entre progreso técnico-material, poruna parte, y el verdadero progreso, que él definía como espiritualización, porotra. Aceptaba que Occidente —el “mundo occidental”— se encontraba en unacrisis, cuyas causas descubría en la apostasía de la religión para rendir cultoa la técnica, a la nación y al militarismo. En última instancia, la crisis teníapara él un nombre: secularización. Si se conoce la causa de la crisis, tambiénse puede indicar el camino hacia la curación: hay que regresar al momento reli-gioso, que para él comprendía la herencia religiosa de todas las culturas, peroespecialmente “lo que ha quedado del Cristianismo occidental”. Al punto devista biológico se contraponía aquí una visión voluntarista, que apostaba por lafuerza de las minorías creadoras y las personalidades destacadas.

Se plantea la pregunta: ¿es correcto el diagnóstico? Y si lo es, ¿está en nues-tras manos reimplantar el momento religioso, haciendo una síntesis entre elCristianismo residual y la herencia religiosa de la Humanidad? En última ins-tancia, entre Spengler y Toynbee la cuestión queda abierta porque no podemosatisbar el futuro. Pero, con independencia de ello, se nos plantea la tarea depreguntarnos por aquello que pueda garantizar el futuro y por aquello que seacapaz de mantener la identidad interna de Europa a través de todas las meta-morfosis históricas. O más sencillo aún: por aquello que hoy y mañana prome-ta mantener la dignidad humana y una existencia conforme a ella.

Iglesia y Estado contemporáneos

Nos habíamos quedado en la Revolución Francesa y sus consecuencias enel siglo XIX. En ese siglo se desarrollaron sobre todo dos nuevos modelos“europeos”. En las naciones latinas, el modelo laicista: el Estado está estric-tamente separado de las corporaciones religiosas, que son remitidas a la esfe-ra de lo privado. El propio Estado rechaza un fundamento religioso y se sabefundado únicamente sobre la razón y sus criterios. En vista de la fragilidadde la razón, estos sistemas se han revelado débiles y propensos a las dicta-duras. En realidad, sólo sobreviven porque se mantienen como parte de lavieja conciencia moral; incluso sin los fundamentos de antes, existe un con-senso básico.

Por otro lado, en el ámbito germánico se encuentran de distintas maneraslos modelos de relaciones entre Iglesia y Estado característicos del protes-tantismo liberal, en los que una religión cristiana ilustrada, esencialmenteentendida como moral —incluso con formas de culto garantizadas por el

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 62

Page 64: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):53-69 63

Joseph Ratzinger

Estado— asegura un fundamento religioso de amplia base al que tienen queadaptarse las distintas religiones no estatales. Este modelo garantizó duran-te largo tiempo la cohesión estatal y social en Gran Bretaña, en los Estadosescandinavos y al principio también en la Alemania dominada por Prusia. EnAlemania, la quiebra de la iglesia estatal prusiana creó un vacío que eracampo abonado para una dictadura. Hoy, las iglesias estatales están amena-zadas de consunción por todas partes. De las corporaciones religiosas, queson derivadas del Estado, no emana fuerza moral alguna, y el Estado mismotampoco puede crear fuerza moral, sino que tiene que presuponerla y cons-truir sobre ella.

Entre los dos modelos están los Estados Unidos de América que, por unaparte —aunque constituidos sobre un fundamento eclesial libre— parten deun estricto dogma de separación, y por otra están profundamente impregna-dos de un consenso básico cristiano-protestante no confesional, al que seunió una especial conciencia de misión respecto del resto del mundo, que dioal momento religioso un peso público importante, que podía llegar a ser deci-sivo para la vida política como fuerza prepolítica y suprapolítica.Naturalmente, no se puede ocultar que también en los Estados Unidos avan-za incesantemente la disolución de la herencia cristiana, mientras que, almismo tiempo, el rápido crecimiento del elemento hispano y la presencia detradiciones religiosas provenientes de todo el mundo modifican el cuadro.Quizá haya también que observar que los Estados Unidos promueven demanera evidente la “protestantización” de América Latina, es decir, la susti-tución de la Iglesia Católica por formas de “iglesia libre”, en la convicción deque aquella no puede garantizar sistemas políticos y económicos estables,que fracasa por tanto como educadora de las naciones. Mientras se suponeque el modelo de las “iglesias libres” hará posible un consenso moral y unaformación democrática de la voluntad parecidos a los que son característicosde los Estados Unidos.

Para complicar aún más todo el cuadro, hay que aceptar que hoy en día laIglesia Católica representa la mayor comunidad religiosa de los EstadosUnidos, y que en su vida religiosa apuesta decididamente por la identidad cató-lica. No obstante, respecto a las relaciones entre Iglesia y política, los católicoshan asumido las tradiciones de las “iglesias libres”, en el sentido de que preci-samente una Iglesia que no está fundida con el Estado garantiza mejor los fun-damentos morales del conjunto, de forma que la promoción del ideal democrá-tico aparece como una profunda obligación moral conforme a la fe. Hay buenasrazones para ver en tal postura una continuación adaptada a los tiempos delmodelo del papa Gelasio del que hablé antes.

El socialismo

Regresemos a Europa. A los dos modelos de los que hablábamos antes seunió en el siglo XIX un tercero, el del socialismo, que pronto se dividió en dosvías distintas, la totalitaria y la democrática. El socialismo democrático ha

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 63

Page 65: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

64

Europa, política y religión

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):53-69

podido insertarse desde el principio como un saludable contrapeso frente a lasposturas liberales radicales de los dos modelos existentes y los ha enriquecidoy también corregido.

Se reveló, además, como interconfesional. En Inglaterra era el partido de loscatólicos, que no podían sentirse como en casa ni en el campo protestante-con-servador ni en el liberal. También en la Alemania guillermina el Centro católi-co pudo sentirse mucho más próximo al socialismo democrático que a las fuer-zas conservadoras protestantes, estrictamente prusianas. El socialismo demo-crático en muchos aspectos estaba y está próximo a la doctrina social católica,y en cualquier caso ha contribuido notablemente a la formación de la concien-cia social.

En cambio, el modelo totalitario se asoció a una filosofía de la Historia estric-tamente materialista y atea. La Historia es entendida, de forma determinista,como un proceso de progreso que, pasando por las fases religiosa y liberal, seencamina hacia la sociedad absoluta y definitiva, en la que la religión quedasuperada como reliquia del pasado y el funcionamiento de las condicionesmateriales garantiza la felicidad de todos.

Este aparente cientificismo esconde un dogmatismo intolerante: el espíritu esproducto de la materia; la moral es producto de las circunstancias y tiene queser definida y puesta en práctica conforme a los fines de la sociedad; todo loque sirva para alcanzar el feliz estado final, es moral. Esto culmina la perver-sión de los valores que habían construido Europa. Más aún; aquí se lleva acabo una ruptura con toda la tradición moral de la Humanidad. Ya no hay valo-res independientes de los fines del progreso. En un momento dado todo puedeestar permitido o incluso ser necesario, moral en un nuevo sentido. Incluso elser humano puede convertirse en un instrumento; no cuenta el individuo, sóloel futuro que se convierte en una terrible divinidad, que dispone de todo y detodos.

Actualmente, los sistemas comunistas han fracasado por su falso dogmatis-mo económico. Pero se pasa por alto con demasiada complacencia el hecho deque se derrumbaron, de forma más profunda, por su desprecio del ser huma-no, por su subordinación de la moral a las necesidades del sistema y sus pro-mesas de futuro. La verdadera catástrofe que dejaron detrás no es de natura-leza económica; es la desolación de los espíritus, la destrucción de la concien-cia moral. Yo veo un problema esencial de esta hora de Europa y del mundo enque, sin duda, en ninguna parte se discute el fracaso económico, y por eso losvicios comunistas se han convertido sin titubeos en liberales en economía; encambio, la problemática religiosa y moral, que es de lo que de verdad se trata-ba, ha quedado casi completamente desplazada.

Pero la problemática legada por el marxismo sigue vigente hoy: la liquidaciónde las certidumbres originarias del ser humano acerca de Dios, de sí mismo ydel Universo; la liquidación de la conciencia de unos valores morales que noson de libre disposición sigue siendo ahora nuestro problema; y eso es preci-samente lo que puede conducir a una autodestrucción de la conciencia euro-pea que, con independencia de la visión “decadentista” de Spengler, tenemosque contemplarla como un peligro real.

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 64

Page 66: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):53-69 65

Joseph Ratzinger

¿Dónde estamos hoy?

Así llegamos a la pregunta: ¿hacia dónde ir? ¿En los violentos cambios denuestro tiempo existe una identidad de Europa que tenga futuro y que poda-mos respaldar desde dentro? Para los padres de la unión europea tras ladevastación de la Segunda Guerra Mundial —Adenauer, Schumann, DeGasperi— estaba claro que ese fundamento existe, y que descansa en laherencia cristiana de lo que el Cristianismo convirtió en nuestro continente.Para ellos estaba claro que las destrucciones a las que nos habían enfrentadola dictadura nazi y la dictadura de Stalin se basaban precisamente en elrechazo de esos fundamentos, en un monstruoso orgullo que ya no se some-tía al Creador, sino que pretendía crear él mismo un hombre mejor, un hom-bre nuevo, y transformar el mundo malo del Creador en el mundo bueno quesurgiría del dogmatismo de la propia ideología. Para ellos estaba claro queesas dictaduras, que habían puesto de manifiesto una cualidad del Mal ente-ramente nueva, reposaban, más allá de todos los horrores de la guerra, en lavoluntad de eliminar aquella Europa, y que había que regresar a aquella con-cepción que había dado su dignidad a este continente, a pesar de todos loserrores y sufrimientos.

El entusiasmo inicial por el retorno a las grandes constantes de la herenciacristiana se ha esfumado rápidamente, y la unión europea se ha llevado a cabocasi exclusivamente en aspectos económicos, dejando a un lado en gran medi-da la cuestión de los fundamentos espirituales de tal comunidad. En los últi-mos años ha vuelto a crecer la conciencia de que la comunidad económica delos Estados europeos necesita también un fundamento de valores comunes. Elcrecimiento de la violencia, la huida hacia la droga, el aumento de la corrup-ción, hacen muy perceptible que la decadencia de los valores también tieneconsecuencias materiales, y que es preciso un cambio de rumbo.

Partiendo de ese punto de vista, los días 3 y 4 de julio de 1999 los jefes deEstado y de Gobierno de la Unión Europea acordaron la elaboración de unaDeclaración de Derechos Fundamentales. A la ponencia encargada de redac-tarla se dio el 3 de febrero de 2000 el nombre de “convención” y el 14 de sep-tiembre del mismo año presentó un proyecto definitivo, que fue aprobado el 14de octubre por los jefes de Estado y de Gobierno. Yo no puedo intentar anali-zar aquí ese esbozo de Declaración; tan sólo pretendo plantear la pregunta dehasta qué punto tal Declaración es apropiada para dotar de un núcleo espiri-tual al cuerpo económico de Europa.

Es importante la segunda frase del preámbulo: “En la conciencia de su heren-cia religioso-espiritual y moral, la Unión se fundamenta sobre los valores indivi-sibles y universales del ser humano: la libertad, la igualdad y la solidaridad”. Seha lamentado la ausencia en este texto de la referencia a Dios, algo sobre lo queluego volveré. Es importante en principio la incondicionalidad con la que la dig-nidad y los derechos del hombre aparecen aquí como valores que preceden atodo derecho estatal. Günther Hirsch ha recalcado con razón que esos derechosfundamentales ni son creados por el legislador ni son concedidos a los ciudada-nos, sino que “más bien existen por derecho propio y han de ser respetados por

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 65

Page 67: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

66

Europa, política y religión

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):53-69

el legislador, pues se anteponen a él como valores superiores”. Esta vigencia dela dignidad humana precedente a toda acción y decisión política remite en últi-ma instancia al Creador: sólo Él puede crear derechos que se basan en la esen-cia del ser humano y de los que nadie puede prescindir. En este sentido, aquí secodifica una herencia cristiana esencial en su forma específica de validez. Quehay valores que no son manipulables por nadie es la verdadera garantía denuestra libertad y de la grandeza del ser humano; la fe ve en ello el misterio delCreador y la semejanza con Dios conferida por Él al hombre. De este modo, estafrase protege un elemento esencial de la identidad cristiana de Europa en unaformulación comprensible también para el no creyente.

Hoy nadie negará directamente la preeminencia de la dignidad humana y de losderechos fundamentales sobre cualquier decisión política; aún están muy próxi-mos los espantos del nazismo y su doctrina racista. Pero en el ámbito concretode lo que se suele llamar progreso médico hay amenazas muy reales a estos valo-res. Pensemos en la clonación, en el almacenamiento de fetos humanos con finesde investigación y donación de órganos o en todo el campo de la manipulacióngenética. A esto se añaden el comercio de seres humanos, nuevas formas deesclavitud o el tráfico de órganos humanos con fines de trasplante. Siempre sealegan “buenos fines” para justificar lo injustificable. En lo que respecta a estosámbitos, hay algunas constataciones satisfactorias en la Declaración deDerechos Fundamentales, pero en otros puntos importantes sigue siendo dema-siado vaga, cuando es precisamente aquí donde los principios corren peligro.

Resumamos: la afirmación del valor y la dignidad del ser humano, de la liber-tad, igualdad y solidaridad, los principios de la democracia y el Estado deDerecho, incluye una imagen del ser humano, una opción moral y una idea delDerecho que en modo alguno se entienden por sí mismas, pero son factoresbásicos de la identidad de Europa, que también han de ser garantizados en susconsecuencias concretas y, naturalmente, sólo podrán ser defendidos si vuelvea integrarse en la correspondiente conciencia moral.

Pero, quiero señalar otros dos puntos en los que aparece la identidad euro-pea, Ahí están, en primer lugar, el matrimonio y la familia. El matrimoniomonógamo ha sido conformado como figura ordenadora fundamental de lasrelaciones entre hombre y mujer y a la vez como célula de la formación comu-nitaria del Estado, a partir de la fe bíblica. Tanto la Europa del Oeste como laEuropa del Este han configurado su historia y su concepción del hombre a par-tir de unos preceptos muy precisos de fidelidad y de comunión. Europa ya nosería Europa si esta célula básica de su estructura social desapareciera o cam-biara de forma sustancial.

La Declaración de Derechos Fundamentales habla del derecho al matrimonio,pero no prevé ninguna protección jurídica y moral específica para él ni lo defi-ne con más precisión. Pero todos sabemos lo amenazados que están el matri-monio y la familia. Por una parte, por el socavamiento de su indisolubilidad,por formas cada vez más fáciles de divorcio; por otra, por el nuevo comporta-miento, que cada vez se extiende más, de la convivencia de hombre y mujer sinla forma jurídica del matrimonio. En clara contraposición a esto está la deman-da de las uniones homosexuales, que, paradójicamente, reclaman una forma

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 66

Page 68: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):53-69 67

Joseph Ratzinger

Figura 4. Perspectiva de la cuidad de Berlín desde la puerta de Brandenburgo (febrero de 1990).Hay un gran gentío a ambos lados del llamado “Muro de protección antifascista” y al final de lacalle del 17 de junio se divisa la Columna de la Victoria (©Ralph Hirschberger, Bundesarchiv).

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 67

Page 69: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

68

Europa, política y religión

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):53-69

jurídica más o menos equiparable al matrimonio. Con esta tendencia se aban-dona toda la historia moral de la Humanidad, que a pesar de toda la variedadde formas jurídicas del matrimonio, siempre supo que por su esencia es laespecial convivencia de hombre y mujer, que se abre a los hijos y, por tanto, ala familia. Aquí no se trata de discriminación, sino de la cuestión de lo que elser humano es como hombre y como mujer y de cómo se conforma jurídica-mente la relación mutua de un hombre y una mujer. Si por un lado esa rela-ción se separa cada vez más de su forma jurídica y si, por otra parte, la aso-ciación homosexual es vista cada vez más como de igual rango que el matri-monio, nos encontramos ante una disolución de la imagen del hombre cuyasconsecuencias pueden ser extremadamente graves. Por desgracia, en laDeclaración falta una palabra clara al respecto.

Finalmente, permítanme tratar el ámbito de lo religioso. En el artículo diez segarantizan las libertades de pensamiento, de conciencia y de religión, la liber-tad de cambiar de religión o visión del mundo y, en fin, la libertad de manifes-tarse y practicar la religión, solo o en comunidad con otros, pública o privada-mente, por medio de servicios religiosos, enseñanza, costumbres y ritos. LosEstados se declaran neutrales respecto a las religiones, pero al mismo tiempoles conceden el derecho de una presencia pública. Esto es en sí mismo positi-vo, y responde en última instancia al básico criterio cristiano de la distinciónentre los ámbitos estatal y eclesial, de la libertad del acto de fe y del ejerciciode la misma, de no aceptación de la religión ordenada por el Estado. No obs-tante, en la práctica se plantea la cuestión de cómo se integran en el conjuntode la sociedad las distintas manifestaciones públicas de la religión. Voy a ponerun sencillo ejemplo. El Estado no puede declarar día libre el viernes para losmusulmanes, el sábado para los judíos y el domingo para los cristianos. Tendráque decidirse por una ordenación común del tiempo y después preguntarse porpreferencias. Las grandes fiestas —Navidad, Pascua, Pentecostés—, ¿no sonseñas de identidad de nuestra cultura? ¿Y el domingo? Aún es más difícil cuan-do en las distintas religiones se encuentran elementos que no concuerdan conlos objetivos constitucionales básicos del preámbulo y el primer capítulo, refe-ridos a la dignidad de la persona. ¿Qué ocurriría si una religión considerase porprincipio la violencia parte de su programa? ¿Si una religión negara por prin-cipio la libertad de religión y exigiera formas de teocracia política? ¿Qué pensarde la magia que quiere dañar el cuerpo y el alma del otro? Asimismo, la reapa-rición de ideologías de extrema derecha vuelve a hacernos conscientes de quela tolerancia no puede llegar hasta el punto de promover su propia eliminación:tiene su límite allí donde la libertad ilimitada se emplea para destruir la liber-tad en beneficio de ideologías hostiles a la libertad e inhumanas. Hay queseguir reflexionando sobre la cuestión de los límites internos de la tolerancia,límites que necesita en aras de sí misma.

En este punto vuelve a plantearse la cuestión de si, partiendo de la tradiciónhumanista europea y sus fundamentos, no habría sido necesario anclar en laDeclaración a Dios y la responsabilidad ante Él. Probablemente no se ha hechoporque en modo alguno quería que se prescribiese desde el Estado una convic-ción religiosa. Esto hay que respetarlo. Pero mi convicción es que hay algo que

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 68

Page 70: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):53-69 69

Joseph Ratzinger

no debiera faltar: el respeto a aquello que es sagrado para otros, y el respeto alo sagrado en general, a Dios, un respeto perfectamente exigible incluso a aquélque no está dispuesto a creer en Dios. Allá donde se quiebra ese respeto, algoesencial se hunde en una sociedad. En nuestra sociedad se castiga, gracias aDios, a quienes escarnecen la fe de Israel, su imagen de Dios, sus grandes figu-ras. Se castiga también a quien denigra el Corán y las convicciones básicas delIslam. En cambio, cuando se trata de Cristo y lo que es sagrado para los cris-tianos, la libertad de opinión se convierte en el bien supremo y limitarlo pon-dría en peligro o incluso destruiría la tolerancia y la libertad. Pero la libertad deopinión tiene sus límites en que no debe destruir el honor y la dignidad del otro;no es libertad para la mentira o para la destrucción de los derechos humanos.Aquí hay un autoodio, que sólo cabe calificar de patológico, de un Occidente,que sin duda (y esto es digno de elogio) trata de abrirse comprensivamente avalores ajenos, pero que ya no se quiere a sí mismo; que no ve más que lo cruely destructor de su propia Historia, pero que ya no puede percibir lo grande ypuro que hay en ella.

Para sobrevivir, Europa necesita una nueva aceptación —sin duda crítica yhumilde— de sí misma. A veces el multiculturalismo que con tanta pasión sepromueve es, ante todo, renuncia a lo propio, huida de lo propio. Pero el mul-ticulturalismo no puede existir sin constantes comunes, sin directrices propias.Sin duda, no podrá existir sin respeto a lo sagrado. Eso incluye salir con res-peto al encuentro de lo que es sagrado para el otro; pero es algo que sólo podre-mos hacerlo si lo que es sagrado para nosotros, Dios, no nos es ajeno a noso-tros mismos. Desde luego que podemos y debemos aprender de lo que es sagra-do para otros, pero nuestra obligación, precisamente ante los otros y por losotros, es alimentar en nosotros mismos el respeto a lo sagrado y mostrar el ros-tro del Dios que se nos ha aparecido: el Dios que acoge a los pobres y los débi-les, a las viudas y a los huérfanos, a los extranjeros; el Dios que es tan huma-no que Él mismo quiso ser hombre, un hombre doliente, que sufriendo connosotros da dignidad y esperanza al sufrimiento. Si no lo hacemos, no sólonegaremos la identidad de Europa, sino que dejaremos de hacer a los otros unservicio al que tienen derecho. El dominio absoluto de lo profano que se haconstruido en Occidente es profundísimamente ajeno a las culturas del mundo.Esas culturas se fundamentan en la convicción de que un mundo sin Dios notiene futuro. En ese sentido, el multiculturalismo nos llama a volver a nosotrosmismos.

No sabemos cómo seguirá Europa su camino. La Declaración de DerechosFundamentales puede ser un primer paso para que vuelva a buscar conscien-temente su alma. Hay que dar la razón a Toynbee en que el destino de unasociedad depende una y otra vez de minorías creadoras. Los creyentes cristia-nos deberían verse a sí mismos como una minoría creadora y contribuir a queEuropa recupere lo mejor de su herencia y así sirva a toda la Humanidad.

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 69

Page 71: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

70 Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):70-75

Doce artículos para recordar

Twelve Articles for Remember

Entre la miríada de artículos científicos publicados en los últimos meses, laRedacción ha seleccionado los doce que siguen. No “están todos los que son”,imprudente sería pretenderlo, pero los aquí recogidos poseen un rasgo de cali-dad, sencillez, originalidad o sorpresa por el que quizá merezcan quedar en lamemoria del amable lector.

Gracheva EO, Ingolia NT, Kelly YM, Cordero-Morales JF, Hollopeter G,Chesler AT, Sánchez EE, Pérez JC, Weissman JS y Julius D. Molecular

basis of infrared detection by snakes. Nature 2010;464:1006-1011. Las ser-pientes venenosas localizan sus presas de sangre caliente merced a su capaci-dad para detectar la radiación infrarroja (longitud de onda entre 750 nm y1mm) que emiten. Esa facultad reside en un órgano presente en una fositalocalizada en la punta del hocico (en la serpiente de cascabel) o bien en el labiosuperior (en pitones y boas). La coordinación en su cerebro de las impresionestérmicas y visuales permite a esos ofidios rastrear animales con rapidez y pre-cisión. Hasta hoy no se conocía el fundamento de tal capacidad. Los autores deeste artículo, de Universidades de California, Utah y Texas, comunican cómoen el fondo de aquella fosita en la serpiente de cascabel (Crotalus atrox), hallanuna membrana muy vascularizada e inervada por fibras sensitivas, ramas deltrigémino. Además, demuestran que en esas fibras existen canales de iones quese comportan como receptores de infrarrojos. Así, esas fibras transforman lasseñales infrarrojas en señales nerviosas que son transmitidas al tectum ópticode su cerebro, donde convergen con otros tipos de sensibilidades. Se demues-tra una vez más que los canales de iones son esenciales en la fisiología o, si seprefiere, en la vida y en la lucha por ella.

Maron BJ y Estes NAM. Conmotio cordis. N Engl J Med 2010;362:917-927. Cuenta la leyenda que el maestro chino de artes marciales Dim-Mak

acababa con la vida de sus enemigos mediante un golpe seco (el “toque de lamuerte”) en el borde izquierdo del esternón. Hoy sabemos que un traumatismoen el centro del pecho puede producir “conmoción cardiaca” y la muerte del quelo sufre. Su frecuencia se desconoce, su causa suele ser una taquicardia ven-tricular y su patogenia es explicada en este artículo. Los autores, de Mineápolisy Boston, revisan los 224 casos de muerte por golpes no penetrantes y apa-rentemente inocentes en el pecho registrados en Mineápolis en los últimos 15

■1

■2

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 70

Page 72: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):70-75 71

años. Observan que esta entidad tiene preferencia por niños y adolescentes,95% varones, (media de edad: 15±9 años; 26% menores de 10 años y sólo 9%mayores de 25) en los que la caja torácica es bastante más elástica que en adul-tos. Las prácticas de deportes con posible impacto de bates, bastones, pelotascompactas (béisbol y hockey) y balones (rugby y fútbol), o el choque con otrosdeportistas, son responsables del 75% de esas muertes; y el 25% restante obe-dece a golpes recibidos durante juegos u otras actividades. Además, aunque elcolapso suele ser instantáneo, un 20% de las víctimas pueden seguir activasdurante unos segundos antes de caer fulminadas. Mediante estudios experi-mentales en palomas, perros y conejos, recuerdan que los factores determi-nantes de la muerte por conmoción cardiaca son: la localización del impactoprecisamente sobre el corazón (con un brusco aumento de la presión en suscavidades) y que el golpe se reciba en la estrecha ventana de 20 milisegundosque dura la rama ascendente de la onda T del ECG. Conocer el cómo y el por-qué de un fenómeno siempre puede ser útil para evitarlo.

Lindqvist C, Schuster SC, Sun Y, Talbot SL, Qi J, Ratan A, Tomsho LP,Kasson L, Zeyl E, Aars J, Miller W, Ingólfsson Ó, Bachmann L y Wiig Ø.

Complete mitochondrial genome of a Pleistocene jawbone unveils the ori-gin of polar bear. Proc Natl Acad Sci. USA. 2010;107:5053-5057. El oso polar(Ursus maritimus) es el más grande de las seis especies de osos que existen ysu hábitat es el Océano Glacial Ártico. Su evolución y procedencia son casi des-conocidas al ser sus fósiles muy escasos precisamente por el inhóspito lugar enque vive, ya que cuando mueren sus restos son devorados por otros animaleso van a parar al mar. Sin embargo, su origen ha sido desvelado. Los autores deeste artículo, de las Universidades de Búfalo, Filadelfia, Anchorage, Oslo,Reykiavik, Tromso y Longyearbyen (Noruega), a partir del estudio genómicomitocondrial en una mandíbula inferior fósil hallada bajo el hielo en el archi-piélago de las Svalbard, han podido demostrar que el oso polar desciende deloso pardo. Dada su similitud genética, sostienen que muy probablemente algu-nos osos pardos debieron quedar aislados en las costas de Siberia hacia elPleistoceno Medio (hace 100-70 kiloaños) y que en un período de tiempo relati-vamente breve debieron convertirse en carnívoros cada vez más especializados,adaptados a un medio en el que sólo podían alimentarse de carne o pescado.El oso polar, ejemplo de oportunismo evolutivo en el linaje de los mamíferos.

Fishman J, Ten Have T y Casarett D. Cancer and the media: How does thenews report on treatment and outcomes? Arch Intern Med 2010;170:515-

518. Se ha calculado que la mitad de los hombres y un tercio de las mujeres en elmundo desarrollado serán diagnosticados de un cáncer a lo largo de su vida, y queaproximadamente la mitad de ellos morirán por la neoplasia o sus complicaciones.Los autores de estas páginas, de la Universidad de Pensilvania, revisan 436 artí-culos sobre cáncer publicados en ocho grandes diarios y cinco revistas de tiradanacional en EEUU. Observan que casi la tercera parte de ellos tratan sólo de lasupervivencia y que menos del 8% se refieren a aspectos como el final y sus for-mas. En consecuencia, se plantean si los medios de comunicación están dando

■3

■4

Doce artículos para recordar

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 71

Page 73: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

una información realista sobre la amplia variedad de tumores que nos afligen; y sino estarán ofreciendo una visión incorrecta al destacar la supervivencia sobre lamortalidad, las curaciones sobre los fracasos terapéuticos o sesgando la informa-ción en pro de los tratamientos agresivos frente a las alternativas paliativas. Enun tema tan sensible como éste, qué difícil es lograr la ecuanimidad; el difícil equi-librio entre información, realidad y esperanza.

Himmelstein DU, Wright A y Woolhandler S. Hospital computing and thecosts and quality of care: a national study. Am J Med 2010;123:40-

46. Una de las “verdades indiscutibles” que han surgido en el último cuarto desiglo en el campo de la gestión sanitaria es que la informatización mejora lacalidad de la atención de los pacientes, reduce los gastos e incrementa la efi-ciencia administrativa. Sin embargo, eso quizá no sea tan absoluto. Los auto-res de este artículo, del Hospital Cambridge de la Facultad de Medicina deHarvard y el Departamento de Investigación en Informática Clínica de Boston,han analizado los resultados de la incorporación de esa técnica en 4.000 hos-pitales americanos en el período de 2003 a 2007 y estudian si los hospitalesmás “informatizados” tienen menos gastos en atención y en administración yuna mejor calidad en el cuidado de los pacientes. Comunican que la informa-tización de un hospital no reduce los costes globales y sólo conlleva una dis-creta mejora en los parámetros de calidad asistencial. Y es que, sin negarimportancia a las máquinas como instrumentos útiles, pero nada más que ins-trumentos, las “verdades indiscutibles” no suelen ser ni tan verdades ni tanindiscutibles.

Carey AF, Wang G, Su CY, Zwiebel LJ y Carlson JR. Odorant reception inthe malaria mosquito Anopheles gambiae. Nature 2010;464:66-71. El

A. gambiae es el principal vector de la malaria, una enfermedad que desde hacesiglos azota a la población del África subsahariana. Este mosquito es antropo-fílico (para nutrir a su prole las hembras chupan la sangre de personas y conla punción de la piel transmiten a la vez el plasmodio, parásito que causa lamalaria) y, como otros insectos, identifica a su huésped o su alimento por elolor que despide. Los autores de este trabajo, de las Universidades de Yale yVanderbilt, desvelan las bases de ese proceso. Demuestran que la capacidadpara detectar el olor se debe a genes que codifican receptores específicos en susantenas. Merced a una ingeniosa técnica ya aplicada en la Drosophila melano-gaster, identifican y caracterizan funcionalmente en la membrana de las ante-nas del A. gambiae receptores específicos para las sustancias químicas res-ponsables del olor humano. Observan, además, que esos “receptores de olor”son diferentes de los de la Drosophyla, lo que explica la atracción de ésta porla fruta en vez de por el hombre, y que ciertos olores inhiben tales receptores.Como apuntan en su artículo, quizá por la vía de engañar a su “olfato” se podríaevitar la antropofilia del anofeles.

Dechamps A, Diolez P, Thiaudière E, Tulon A, Onifade C, Vuong T, HelmerC y Bourdel-Marchasson I. Effects of exercise programs to prevent

■6

■7

■5

72

Doce artículos para recordar

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):70-75

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 72

Page 74: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):70-75 73

Doce artículos para recordar

decline in health-related quality of life in highly deconditioned institu-tionalized elderly persons. Arch Intern Med 2010;170:162-169. En el mundooccidental, cada día la soledad, la enfermedad o sencillamente el declive inte-lectual y físico, llevan a miles de personas a ingresar en diversos tipos de ins-tituciones. El destino es obvio, pero la más o menos larga etapa previa puedeser buena, llevadera o penosa. Los autores de este artículo, de diferentes cen-tros de Burdeos y Nimega (Holanda), estudian en 160 institucionalizados mayo-res de 65 años capaces de comprender indicaciones y desplazarse por sí mis-mos, la influencia en sus capacidades de dos sencillos programas de diferentestipos de ejercicios. Uno, tai-chi, adaptado a la capacidad física de cada indivi-duo (media hora al día, cuatro días a la semana); el otro, centrado en técnicasverbales de comunicación interpersonal. Observan que, salvo en los pacientescon deterioro cognitivo o psicóticos, al cabo de un año y comparados con elgrupo de control con atenciones habituales, ambos programas retrasan signi-ficativamente el declinar de la calidad de la vida física y mental de los ingresa-dos. Una vez más, se demuestra que siempre conviene evitar la rutina y “moverel esqueleto”... y la neurona.

Schmitt-Kopplin P, Gabelica Z, Gougeon RG, Fekete A, Kanawati B, Harir M,Gebefuegi I, Eckel G, y Hertkorn N. High molecular diversity of extra-

terrestrial organic matter in Murchison meteorite revealed 40 years afterits fall. Proc Natl Acad Sci. USA 2010;107:2763-2768. El 28 de septiembre de1969 cayeron en el oeste de Australia varios fragmentos de un meteorito de másde cien kilos de peso cada uno, que fueron recogidos casi inmediatamente porlos científicos. Gracias a ello, el “meteorito de Murchison”, uno de los menoscontaminados, ha sido estudiado exhaustivamente buscando en él compuestosbiológicamente activos, aminoácidos en especial. Así, desde hace décadas sesabía que, además de esferas de apenas un milímetro de diámetro de minera-les de silicio, contiene más de 500 compuestos de carbono parecidos a biomo-léculas conocidas en la Tierra, pero de estructuras diferentes. Los autores deeste artículo, de distintos departamentos de Múnich, Mulhouse, Dijon y Graz,han ido más allá y utilizando técnicas de ultrarresolución molecular, han halla-do en él decenas de miles de estructuras moleculares orgánicas distintas y,además, formadas en distintas etapas cronológicas. Deducen que la diversidadquímica extraterrestre es muy superior a la de la biología y biogeoquímica de laTierra, y sugieren que el estudio de los meteoritos permitirá conocer las basesquímicas que subyacen en la formación y, quién sabe, si en el destino de losplanetas.

Holbrook TL, Galarneau MR, Dye JL, Quinn K y Dougherty AL. Morphineuse after combat injury in Iraq and post-traumatic stress disorder.

N Engl J Med 2010;362:110-117. El trastorno de estrés postraumático es unaimportante y bien precisada alteración en la salud mental observada en civilesy militares que sobreviven a graves heridas o traumatismos. El conocimiento desu patogenia y bases neuroquímicas es fundamental a la hora de su prevenciónsecundaria. El primer objetivo de la farmacoterapia es reducir o impedir la cris-

■8

■9

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 73

Page 75: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

talización de las situaciones vividas en la memoria del paciente. Se sabe que nilas benzodiacepinas, otros psicofármacos, ni los β-bloqueantes adrenérgicosson eficaces en el tratamiento de este trastorno. Pero los autores de estas pági-nas, del Naval Health Research Center, en San Diego, abren una puerta en esecampo. Basándose en estudios previos llevados a cabo en niños que sufrierongraves quemaduras y en los que se evitó la aparición de este trastorno median-te inyecciones frecuentes de morfina, estudian el efecto de ésta en 453 milita-res gravemente heridos durante la guerra de Irak. Observan que en el 76% detodos los que recibieron precozmente tratamiento analgésico con ese derivadodel opio no se desarrolló estrés postraumático, con independencia de la edaddel herido y la gravedad o el tipo de lesión. Sabíamos que la morfina es un exce-lente alivio del dolor físico grave, pero desde hoy también debemos considerar-la útil para evitar la quiebra de la salud mental tras situaciones límite.

Kumar SV y Wigge PA. H2A.Z-containing nucleosomes mediate thethermosensory response in Arabidopsis. Cell 2010;140:26-28. La

detección de la temperatura ambiente es esencial para la supervivencia de losseres vivos. Pero, mientras que los animales pueden desplazarse hacia entor-nos térmicamente favorables, las plantas deben adaptar su fisiología, creci-miento y estrategia reproductiva a las señales térmicas del medio. Así, cuandocrecen a temperaturas frías, muchas plantas desarrollan una arquitecturacompacta y retrasan la floración; por el contrario, en medios de temperaturacálida se incrementa su eje longitudinal y se acelera la transición al desarrolloreproductivo. Desde hace años se sabía que las plantas poseen sistemasmediante los que detectan diferencias de temperatura de apenas 1 ºC, pero sedesconocía su fundamento. Los autores de este artículo, de Norwich (ReinoUnido), comunican que la cromatina y la histona H2A.Z son esenciales en eseproceso. Utilizando nucleosomas purificados (agregados nucleares de histonasy ADN) de Arabidopsis (planta herbácea modelo de fisiología vegetal) demues-tran que dicha histona controla el despliegue del ADN en función de la tempe-ratura ambiente: en unos casos ello activa y en otros inhibe las distintas eta-pas de la fisiología celular. Detectar e interpretar sin error... o morir.

Leung CC, Lam TH, Ho KS, Yew WW, Tam CM, Chan WM, Law WS, ChanCK, Chang KC y Au KF. Passive smoking and tuberculosis. Arch Intern

Med 2010;170:287-292. Está demostrado que la inhalación del humo del taba-co fumado por otros favorece por diferentes mecanismos el desarrollo de enfer-medad coronaria y cáncer de bronquio en adultos, así como bronquitis aguda,otitis media y asma en niños. A partir de ahora a esa lista de enfermedadesdebe añadirse una más. En casi todas las latitudes el hábito tabáquico es másfrecuente en varones que en mujeres, por lo que el fumar pasivamente perju-dica en especial a las mujeres. Los autores de este artículo, de diferentes depar-tamentos de la Universidad de Hong Kong y del Hospital Universitario de esaciudad, han estudiado entre 2000 y 2003 a 15.486 mujeres de 65 a 74 añosfumadoras pasivas en su domicilio. Comunican que, como el tabaquismo acti-vo, ese factor por sí solo incrementa en un 13,7% el riesgo de sufrir una tuber-

■11

■10

74

Doce artículos para recordar

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):70-75

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 74

Page 76: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):70-75 75

Doce artículos para recordar

culosis activa en esa población. Es lamentable adquirir una enfermedad “sincomerlo ni beberlo”... ni fumarlo.

Taylor J, Roehrig AD, Soden Hensler B, Connor CM y Schatschneider C.Teacher quality moderates the genetic effects on early reading.

Science 2010;328:512-514. El aprendizaje en la infancia está influido o deter-minado por factores genéticos y los entornos familiar y escolar. La capacidadde leer y comprender lo leído es crítica, y los niños que no la desarrollan care-cerán de instrucción, con obvias consecuencias en su desarrollo personal ypara la sociedad. Los factores genéticos no son modificables y casi otro tantopuede decirse del entorno familiar. Sin embargo, sí se puede actuar en la escue-la. Los autores de este espléndido trabajo, de la Universidad del Estado deFlorida, en Tallahassee, demuestran cómo la calidad de los docentes repercuteen los resultados logrados por los niños. Para ello estudian 280 gemelos mono-cigotos y 526 dicigotos de ambos sexos y valoran su capacidad de lectura ycomprensión en función de la calidad de sus maestros. Observan que cuandoéstos son excelentes el nivel de aprendizaje es el máximo que el niño puedelograr en función de su dotación; pero, cuando falla la capacidad o dedicaciónde los docentes, los niños no alcanzan todo su potencial, independientementede la genética. Sobran los comentarios.

■12

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 75

Page 77: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

Katharine Hepburn

Katharine Hepburn

■ Juan Tejero*

Sobre ella dijo Frank Capra: “Hay mujeres y mujeres, y además está Kate. Hayactrices y actrices, y además está Hepburn”. Y esta opinión ha sido comparti-da por muchas personas en las últimas décadas. En los años cuarenta y cin-cuenta, cuando su cuerpo fue convirtiéndose en un fascinante amasijo de hue-sos, la llamaron “la divina fea”, significando acaso que su atractivo era dema-siado personal para gustar en un Hollywood dominado por el glamour más con-vencional. Sin embargo, las nuevas generaciones la encuentran sorprendente-mente moderna y actual. Lo cierto es que sin ser una belleza clásica, fue siem-pre especialmente hermosa, accesible a la vez que incontrolable, sin perdernunca su esmerada educación de niña bien.

Brillante, sofisticada, con un tono de voz enérgico (su acento de Connecticutfue descrito por algunos como el zumbido de una sierra) pero de ojos vulnera-bles y llenos de emoción, Katharine Hepburn daba a su feminismo elegante yalegre un estilo propio y mucho encanto. Era un extraordinario compendio dehermosura, cultura, cerebro, ingenio, gracia, fuerza y, sobre todo, temple. Kateostenta un récord: once nominaciones al Óscar y cuatro preciadas estatuillasa la mejor actriz. Pero estos premios (al principio y al final de su carrera, ynunca por sus mejores papeles) sólo son un pálido reflejo de una estrella ico-noclasta que trajo a Hollywood de cabeza durante cinco décadas gloriosas.Eligió siempre sus películas, sus directores y sus galanes. Jamás aceptó intro-misiones en su vida privada. Incluso las facciones de su rostro estaban lejos decoincidir con el canon de belleza oficial.

Su físico —rasgos muy marcados, que daban a su rostro una belleza casioriental, y un cuerpo que su perenne compañero Spencer Tracy solía llamar“saco de huesos”—; su carácter, solitario, fuerte e independiente, inflexible conlo que no se encuadrase dentro de sus principios; su conducta imposible y

Crítica

* El autor fundó (1992) la revista Cinerama, que dirigió durante nueve años, y en 1998 T&B Editores(www.cinemitos.com/tbeditores/Paginas/home.asp). Desde la fundación de T&B compagina la labor de dirección dela editorial con la de escritor, así como la colaboración en diversos programas de radio y televisión. Es autor de nume-rosos artículos y libros. Recientemente ha publicado: John Wayne. El vaquero que conquistó Hollywood (T&B Editores,2007).

76 Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):76-82

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 76

Page 78: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):76-82 77

Figura 1. Katharine Houghton Hepburn (1907-2003), quizá la mejor actriz de todos los tiempos(cortesía del autor).

Juan Tejero

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 77

Page 79: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

“poco dispuesta” a hacer lo que se espera de una estrella; todo ello contribuyóa hacer de la “otra Hepburn” la más heterodoxa de las grandes estrellas deHollywood, una marginada voluntaria que durante décadas violó los rígidoscánones del mundo cinematográfico. Liberal, feminista, eterna enfant terrible,dotada de una voluntad de hierro, su vida no ha sido sino una larga y victorio-sa rebelión contra todas las concepciones tradicionales de la mujer.

Pese a eso —y tal vez por eso— la pelirroja indómita dio un toque de distin-ción a sus películas, proyectó una magia propia. Aunque muchas veces lamateria prima que se le ofrecía no fuese estimulante, su interpretación contri-buía con frecuencia a mejorar la de sus compañeros. Su categoría era muysuperior a la de cualquier película y sus recursos mucho más sólidos que losque pudiera exigir el mejor papel. Kate siempre encarnó el tipo de la señoritarebelde con muy buenas maneras, la inconformista criada con cuchara deplata, bailando en la frontera entre la revolución y el conservadurismo. Capazde poner en camisón a Cary Grant y convertirlo en mariposa, de enseñarle aTracy la superioridad física en el deporte, de mostrarle a Bogart quién es de ver-dad la que lleva el timón cuando las aguas se ponen revueltas. No nació paraser chica sumisa, para hacer bordados y aguardar al hombre de su vida. Lasuya era una virtud dinámica, que atraía en el arrebato incontrolable y arras-traba a situaciones desesperadas.

En varios aspectos, Kate supuso un problema que Hollywood nunca logróresolver. Entre otras cosas, no sabían cómo promocionarla; cómo reaccionarcuando exigía con toda intransigencia que le dieran mejores papeles; con quéactor emparejarla o enfrentarla; y qué clase de vehículos poner a su disposi-ción. La raíz del problema estaba en su famosa rebeldía. Miss Hepburn era unaactriz que parecía haber nacido para interpretar a las grandes heroínas dementalidad independiente. Esta característica era una constante tanto de suspersonajes como de la imagen que proyectaba en la vida real. Hasta ciertopunto, su rebeldía era útil, porque las espectadoras la encontraban atractiva yse identificaban con ella; lo malo es que siempre estaba a punto de cruzar lafrontera hacia lo subversivo, lo radical, lo incontenible. Ese era el problema quele planteaba a Hollywood: que no la podían contener.

Por eso mismo es tan interesante su carrera, por lo que aportó al feminismo:en la ficción y en la vida real, Hepburn se dedicó a rebelarse contra un ordensocial y una industria dominados por los hombres, cuando la industria, ade-más de formar parte de ese orden, reproduce y representa sus estructuras a losojos del público. Sus personajes, fruto de una cuidadosa elección, fueron evo-lucionando de jóvenes vivaces de fuerte carácter a inefables solteronas, refle-jando los cambios operados en la propia actriz. Seguramente no debía ser fáciltrabajar con ella, enfrentarse a su ritmo, dirigirla, pero sin duda era una expe-riencia a la que muy pocos podían resistirse.

Nacida en Hartford, Connecticut (EEUU), el 12 de mayo de 1907, Kate erauna persona marcada por sus raíces burguesas liberales; su padre, NorvalThomas Hepburn, era un reputado cirujano que se carteaba con Bernard-Shaw, y su madre, Katharine Martha Houghton, una valedora del feminismo ypropagandista del control de la natalidad. Educada en una atmósfera de com-

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):76-82

Katharine Hepburn

78

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 78

Page 80: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

pleta libertad espiritual y espartana disciplina física, era un producto de NuevaInglaterra. Nadaba en el frío océano Atlántico, adoraba el ejercicio físico, y legustaban sus largos y crudos inviernos y sus cortos y bonitos veranos, sinhablar de sus primaveras embarradas y sus otoños llameantes.

Kate estudió en una universidad femenina de elite, Bryn Mawr, Pensilvania,y se licenció en Historia y Filosofía. Sus padres la animaron —la retaron, casi—a ser franca, directa, segura de sus ideas y defensora de causas perdidas.También conoció la tragedia. Cuando a la edad de trece años descubrió el cadá-ver de su hermano Tom, que se había suicidado, en su espíritu nació la impla-cable determinación de alcanzar la autosuficiencia, de no depender de nadie.Su independencia fue su posesión más valiosa y también, quizás, la carga máspesada de su vida.

Su matrimonio con Ludlow “Luddy” Ogden Smith, un agente de Bolsa deFiladelfia, en 1928 —“cuando aún tenía ilusiones”, dijo ella—, fue un paso lógi-co para su esnobismo americano, pero ilógico para su nula disposición a hon-rar y obedecer. “En aquella época era todo yo, yo, yo”, recordó. “Sólo pensabaen lo que podía hacer Luddy para hacerme feliz”. La unión no duró (se divor-ciaron en 1934), pero ella siempre sintió afecto por él. No volvió a casarse: quizácomprendió que había demasiado “yo” en su vida para hacerlo.

Kate era ambiciosa, a veces hasta la exageración y una vez que decidió quesu futuro estaba en la interpretación, persiguió su sueño con pasión. Su carre-ra teatral estuvo salpicada de trabajos brillantes —y algunos fracasos señala-dos— en importantes y sofisticadas producciones de Broadway, donde se ganófama de cabezota e indirigible.

Cuando llegó a Hollywood a principios de los años treinta, su preparaciónpara el estrellato ya había comenzado. A veces era conflictiva, intransigente,exasperantemente egocéntrica. También enormemente inteligente, hermosa y,sobre todo, dotada de un talento excepcional. La estrella de Doble sacrificio (ABill of Divorcement, 1932), su primera película, era el divo John Barrymore.Pero ella no tuvo miedo; al contrario: entró en la jaula del león —John era lafiera— con una autoridad suprema. Así ganó su primera batalla. Acto seguido,se reveló como la perfecta Jo de Las cuatro hermanitas (Little Women, 1933), yganó su primer Oscar por el papel del joven actor de Gloria de un día (MorningGlory, 1933). Sus siguientes trabajos no corrieron tanta suerte. Eligió persona-jes arriesgados, aunque equivocados; estaba en la nómina de un estudiomodesto, la RKO; y nunca se permitió ser tierna o adorable. A esto se sumabala brusquedad con la que trataba a los periodistas de sociedad, su renuncia adar entrevistas y firmar autógrafos, su original estilo de vestimenta (compartíala afición a los pantalones de Dietrich y Garbo) y la franqueza con la que expre-saba sus opiniones. Quizá por eso, cada vez que estaba al borde del abismo, lagente pensaba que por fin caería al vacío. Pero ella, después de tambalearse,recuperaba el equilibrio.

Fue aviadora en Hacia las alturas (Christopher Strong, 1933; en Mística yrebelde (Spitfire, 1934) se transformó en un chicazo extraño, y no estuvo dema-siado creíble en los refinados romances de Sangre gitana (The Little Minister,1934) y Corazones rotos (Break of Hearts, 1936). En A Woman Rebels (1936) fue

Juan Tejero

79Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):76-82

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 79

Page 81: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

una mujer victoriana con ideas avanzadas sobre la independencia, y en MaríaEstuardo (Mary of Scotland, 1936) resultó involuntariamente hilarante.Ninguna de estas películas funcionó bien, y Hepburn, a veces, parecía forzadao quejumbrosa.

Por fortuna, su crisis profesional se resolvió espectacularmente, con unaracha magnífica. Se la recuerda con gozo en la arriesgada La gran aventura deSilvia (Sylvia Scarlett, 1936). En Damas del teatro (Stage Door, 1937) sostuvodeliciosas batallas verbales con Ginger Rogers. Y el papel de Phoebe en Olivia(Quality Street, 1937) le dio la oportunidad, que no desperdició, de darse unbaño de sensibilidad temblorosa.

A continuación estuvo inolvidable y completamente avanzada para su épocaen tres comedias rompedoras al lado del cauto, listo y burlón Cary Grant, elmejor de sus oponentes masculinos. Así, alcanzó su cumbre cómica en el papelde la atolondrada heredera de La fiera de mi niña (Bringing Up Baby, 1938),demostrando que sólo ella podía ejercer la agresividad más increíble sin perderun ápice de su belleza y elegancia. No tuvo menos éxito en Vivir para gozar(Holiday, 1938), como la niñata rebelde que quiere una vida más decente. Y losespectadores de la época aplaudieron a rabiar su interpretación de la rica yconsentida Tracy Lord en Historias de Filadelfia (The Philadelphia Story, 1940).

Si en su etapa de la RKO recorrió todas las gamas del dinamismo juvenil, suimagen en los años cuarenta, la de los filmes rodados junto a Spencer Tracy,fue el de un cierto tipo de mujer americana, decididamente superior, enfrenta-da a su pareja casi siempre por motivos profesionales. Se cuenta que cuandolas dos estrellas se conocieron al empezar el rodaje de La mujer del año (Womanof the Year, 1942), Hepburn dijo: “Me parece, señor Tracy, que es usted dema-siado bajito para mí”. A lo cual contestó él: “No se preocupe, la rebajaré hastadejarla a mi altura”. Ése fue el comienzo de una larga relación sentimental (sucondición de amantes fue el se creto más conocido, pero también el más respe-tado de Holly wood) y profesional que ganó el respeto de sus contemporáneos yla admiración de las generaciones venideras.

Improbable como era la alianza entre la pelirroja indómita y el irlandés obs-tinado, su relación generó una pócima tan potente como contagiosa. El thrillerpsicológico Keeper of the Flame (1942) fue una extraña elección, igual que elespectacular western de Elia Kazan Mar de hierba (The Sea of Grass, 1947).Pero, con Sin amor (Without Love, 1945) recuperaron la forma. Divertida,romántica e ingeniosa, la cinta presenta a Hepburn en el papel de una cientí-fica viuda que cree que el amor no llamará de nuevo a su puerta, hasta queacepta un matrimonio platónico con un colega, el investigador Tracy... con con-secuencias regocijantemente predecibles. Estuvieron soberbios en El estado dela Unión (State of the Union, 1948), otra comedia romántica sofisticada deambiente político, y alcanzaron su cenit con la incomparable La costilla deAdán (Adam's Rib, 1949), donde la experta mano de George Cukor combinadacon el entorno procesal dio alas a la beligerancia cómica de la pareja.

Desde su primera película, el equilibrio era evidente y esplendoroso: los ner-vios, los ataques repentinos de Kate venían a romperse como las olas contra lasolidez, la calma y la serenidad de Spencer. Se ha dicho, y no sin razón, que

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):76-82

Katharine Hepburn

80

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 80

Page 82: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

fue un continuo duelo no para robarse planos, sino para regalárselos el uno alotro en un constante reto de la inteligencia. La mutua admiración se trasluceen los apasionados intercambios de miradas, gestos, réplicas e incluso decla-raciones en distintas entrevistas. En todo se percibe ese entendimiento básicoque parecía nacer de la perfecta posesión que el uno tenía de la técnica del otro.Y, sin embargo, sería un error idealizar la relación que mantuvieron. En suspelículas vemos su historia de amor tal como nos gustaría que hubiese sido,renovada una y otra vez, salpicada de obstáculos y complicaciones, pero siem-pre blindada bajo el precepto del final feliz. La verdad fue bastante más cala-mitosa, bastante más humana.

Cuando se conocieron, Tracy estaba felizmente casado. Aunque se separó desu esposa, no se divorció por sus creencias religiosas. El nacimiento de un hijociego aumentó su sufrimiento. Esto, pensaba él, era un castigo de Dios, la cruzque se le había impuesto, una desgracia que le llenaba de dolorosos remordi-mientos, que intentaba aplacar con la bebida.

Está claro que los demonios de Tracy despertaron algún instinto latente enHepburn, que obligaron a la actriz, por primera vez en su vida, a poner los inte-reses de otra persona por encima de los suyos propios. Él la necesitaba, y ellanecesitaba sentirse necesitada, aunque sabía muy bien que el destino no leshabía llamado, a ella y a Spencer, por el camino de la felicidad doméstica. Aunasí, Hepburn se negó a ejercer de psicóloga. No le gustaba que bebiera tanto —cada vez la asustaba más, según empeoraba la salud de Tracy— e intentó apar-tarle de la botella, hasta el punto de buscarle por la ciudad y llevárselo a casadesde cualquier bar de Hollywood al que hubiera ido a parar. Más que la chan-tajista decidida a convertirle en abstemio, fue la enfermera que cuidó del enfer-mo durante las calamitosas resacas. Spencer murió en 1967, nada más termi-nar el rodaje de Adivina quién viene esta noche (Guess Who's Coming to Dinner).

Desde un punto de vistaestrictamente cinematográfico,su afortunada colaboraciónmarcó el intermedio entre lagran comediante de los añostreinta y la trágica excepcionalde los últimos años. Los mejo-res papeles de Kate en los añoscincuenta explotarían su ladomás brusco y a menudo haríande ella una solterona que llegatarde al amor. Falta de imagi-nación por parte de los cineas-tas a los que se perdona fácil-mente ante un clásico menorcomo El farsante (TheRainmaker, 1956) o mayorcomo La reina de África (TheAfrican Queen, 1951).

Juan Tejero

81Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):76-82

Figura 2. “Historias de Filadelfia” (1940), KatharineHepburn y Cary Grant (cortesía del autor).

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 81

Page 83: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

82

Katharine Hepburn

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):76-82

Hepburn se afeó en Locuras de verano (Summertime, 1955); fue el monstruomatriarcal en De repente, el ultimo verano (Suddenly, Last Summer, 1959); lamadre alcohólica de Larga jornada hacia la noche (Long Day's Journey Into Night,1962); la reina del ruido y la furia en El león en invierno (The Lion in Winter,1968) y en La loca de Chaillot (The Madwoman of Chaillot, 1969)... Cualquiera deestas creaciones bastaría para granjearle una fama imperecedera.

Los Oscars de 1968 y 1969, el último por su deslumbrante Leonor deAquitania, son testimonio de su categoría como antidiva original e inimitable,la voz clara de la independencia inteligente en Hollywood. La maestría de lanueva Hepburn provocó una oleada de adoración hacia su persona, y quiendurante años había batido el récord de permanencia en la lista de “estrellasvenenosas” para la taquilla, se encontró de repente en el pináculo de las estre-llas más reverenciadas. Los periodistas buscaron en sus diccionarios nuevossuperlativos y los críticos, más que calificar sus películas, le enviaron cartas deamor. De sus años de transición a la vejez, hay que decir que por lo menos con-servó la dignidad y se libró de los subproductos de terror a los que se vieronreducidas actrices como Bette Davis y Joan Crawford. Murió en 2003, a losnoventa y seis años, y el solo hecho de preguntarse quién podrá tomar el rele-vo es suficiente para establecer su excepcionalidad.

Figura 3. “Mar de hierba” (1947), Katharine Hepburn y su perenne compañero Spencer Tracy (cor-tesía del autor).

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 82

Page 84: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):83-87 83

Página literaria

Guy de Maupassant (1850-1893).Nota de la redacción

Guy de Maupassant (1850-1893).Editors´ note

En Normandía, en el término de Tourville-sur-Arques, a mitadde camino entre Dieppe y Rouen, se alza el château de Miromesnil. En aquellamansión rodeada de un jardín con árboles centenarios, venía al mundo el 5 deagosto de 1850 René Albert Guy de Maupassant, uno de los puntos de referen-cia en ese peculiar cosmos literario que es el relato breve.

Creció en una atmósfera familiar sin armonía. Su padre, GustaveMaupassant, heredero de una notable fortuna, cultivaba los placeres munda-nos, en especial los infradiafragmáticos, y pronto despreció a su esposa ymadre del neonato: Laure de Poittevin. Ésta, una mujer cultivada, amante dela literatura, que tenía amistad con Gustave Flaubert (1821-1880), con deli-rios de grandeza y espiritual hasta el exceso, hubo de soportar más de unapaliza física a manos de su marido ante los aterrados ojos del niño. El matri-monio se trasladó en 1854 a Grainville, cerca de Étretat, también enNormandía, donde nació poco después su segundo hijo, Hervé, poco dotadointelectualmente y que moriría demenciado a los 34 años en una casa de saluden Antibes.

Aunque su madre se esforzó por cultivar en él el afán por la lectura, es pro-bable que el ambiente en que Guy pasó los primeros años de su vida empapa-ra su espíritu tanto vital como literario de una descarnada misantropía.

Su infancia trascurrió en la región de Caux, alta Normandía, una tierra feraz,agrícola y marinera, rica en tipos y lugares que más adelante aparecerán en suspáginas. Desde los siete hasta los trece años recibió una educación religiosa enel domicilio familiar y cuando se inscribía en el Instituto eclesiástico de Ivetotsus padres se separaban, quedando bajo la tutela de la madre.

A los trece Guy ya era un mozalbete vital, buen nadador, amante del mar,capaz de gobernar un balandro por la costa, poco dado a la disciplina de lasaulas, que leía libros “prohibidos” y escribía sus primeras páginas. A los 14contribuía al salvamento del poeta Charles Swinburne, a punto de morir aho-gado en las playas de Étretat. Este inglés extravagante y libertino le “instruía”y le regalaba una mano humana disecada que conservaría toda su vida y cons-tituirá el núcleo de uno de sus relatos más celebrados.

Pronto, a los 16, probó las mieles del que sería, con el mar y la literatura, unode sus tres móviles vitales: la mujer. En 1867 era instado a abandonar el insti-

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 83

Page 85: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

84

Guy de Maupassant (1850-1893). Nota de la redacción

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):83-87

tuto de Ivetot y se trasladaba a Rouen donde, al finalizar su bachillerato en Letrasdos años más tarde, festejará la graduación en un burdel.

Visitaba a Flaubert, amigo de la familia materna y ya literato consagrado, quele orientaba sobre el incierto camino de la escritura. Pronto viajó a París y sematriculó en la Facultad de Derecho, si bien su paso por ella fue fugaz pues el19 de julio de 1870 al estallar la guerra francoprusiana se alistó como volun-tario.

Fue destinado a Rouen y poco después a Alsacia, donde asistió al derrumba-miento del frente y la derrota sin paliativos del mal pertrechado y peor dirigidoejército francés. El poco honorable comportamiento de sus jerifaltes, ahítos desoberbia y verborrea, pero ineptos, carentes de orgullo y entereza, harían queMaupassant adquiriera un profundo afecto por las gentes del pueblo llano y unodio hacia los prusianos sólo comparable con el desprecio que siempre sentiríapor sus compatriotas figurones de la política y la cúpula militar. Y, conociendo loque escribirá años después, por su cabeza tal vez pasara por entonces la idea de“nos veremos en mis páginas”.

París cayó y el armisticio se firmaba el 10 de mayo de 1871. Francia queda-ba a los pies de Bismarck.

Maupassant consiguió que su padre pagara la cantidad estipulada para queotro joven ocupara su puesto y pudiera abandonar el servicio militar. Dejó elEjército y para sobrevivir se convirtió, merced a una carta de recomendación deFlaubert, en funcionario; primero del Ministerio de Marina, desde 1872 hasta1878, y después del de Instrucción Pública hasta 1880. Un período de ochoaños del que escribirá: “Me hundí en heces hasta las cejas, sumergido en lasredes y tristezas de una burocracia indescriptible”.

Pero vivía en París, era joven y fuerte; se creía invulnerable; remaba los finesde semana por el Sena; frecuentaba los tugurios de sus orillas, cultivaba todaslas pasiones y conocía bien el mundo de las princesas de la noche; observabala triste existencia de los marginados y la ramplona psicología de los burgue-ses de todas las edades, credos y sexos, a la vez que sacaba tiempo para leerdesde Aretino a Baudelaire; de Cervantes a Demóstenes; desde Cicerón aDante; de Hoffmann a Lord Byron; de Horacio a Dickens; desde Goethe hastaHugo; de Poe a Balzac; de Schopenhauer a Boccacccio, o desde Sade a Gogol.

En casa de Flaubert conoció a Émile Zola (1840-1902), quien le presentó aIvan Turgueniev (1818-1883), Alphonse Daudet (1840-1897) y EdmondGoncourt (1822-1896). Durante algunos años todos los jueves al atardecer visi-taría a Zola y su gremio de amigos, primero en el café Trapp y más tarde en sumansión de Médan, cerca del Sena.

En 1875 publicaba, bajo el seudónimo de Joseph Prunier, La main d´ecorché(La mano disecada), su primer cuento; un macabro relato en el que percibimos lainfluencia de Poe y en el que vertía ciertos recuerdos de infancia. Le seguirían Ledocteur Héraclius Glos, donde ya tocaba el tema del doble y en el que se halla lainfluencia de Hoffmann, y artículos en La Nation. Por entonces visitaba con asi-duidad el cabaret “La Grenouillière” (La charca de las ranas), alardeaba de supotencia coeundi y atrapaba la lúes, de lo que insensatamente se jactaría. No hizocaso del consejo de Flaubert: “¡Demasiado remo; demasiado ejercicio; demasia-

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 84

Page 86: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):83-87 85

Nota de la redacción

das p...! El hombre civilizado nonecesita tanto ejercicio comoaconsejan los médicos. Tú hasnacido para hacer poesía. ¡Hazla!Todo lo demás no vale nada”.

Por su poema Une fille (Unaprostituta), publicado en 1880 enLa Revue Naturaliste, fue denun-ciado por “atentar contra lamoral y buenas costumbres” y esprobable que hubiera acabadoen prisión de no mediar unacarta exculpatoria de Flaubert enLe Gallois.

Pero, ese mismo año, en el quesu mentor moría de un ictus,leyó ante Zola y un selecto grupode literatos, un relato tituladoBoule de suif (Bola de sebo). Untexto que vio la luz el 16 de abrilincluido en la antología LesSoirées de Médan, editada por elpropio autor de Germinal y quesignificaba su irrupción en elmundo literario.

Desarrollada en la Franciaocupada durante la guerra con Prusia, en un viaje en diligencia desde Rouenal puerto de Le Havre, sus páginas eran una crítica corrosiva de la sociedadfrancesa. Unas páginas, en las que, frente a la ramplonería moral de un políti-co, de un matrimonio de comerciantes, de un conde y su mujer y de un par demonjas, el único personaje que demostraba poseer amor propio y a su país erauna prostituta, Bola de sebo. Una desgraciada que se sacrificaba a un oficialprusiano para ayudar a sus miserables compañeros de viaje que, por supues-to, la despreciaban.

Con Bola de Sebo, calificada por Zola como “una obra maestra; una obra perfec-ta de ternura, audacia e ironía”, Maupassant había hecho algo difícil en Literatura:había creado un arquetipo. Y es que, cómo no recordar ese personaje cuando, porejemplo, veamos dos obras cinematográficas ya clásicas como El expreso deSanghai (Joseph von Sternberg, 1932), o La diligencia (John Ford, 1939).

Aquel relato de 1880 fue como el disparo de un meteoro, ya que Maupassantpublicó a partir de ese momento casi 400 cuentos, además de crónicas y artí-culos, muchos de ellos bajo pseudónimos (Joseph Prunier, Maufrigneuse,Chaudron du Diable, Guy de Valmont) repartidos entre diarios y hebdomada-rios, en su mayoría de París. Relatos que recopiló en libros como La maisonTellier (1881), Mademoiselle Fifi (1882), Miss Harriet (1884), Contes de la bécas-se (1883), Les soeurs Rondoli (1884), Clair de Lune (1884), Tonio (1885), Contes

Figura 1. Guy de Maupassant (autor desconocido).

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 85

Page 87: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

86

Guy de Maupassant (1850-1893). Nota de la redacción

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):83-87

du jour et de la nuit (1885), L’Horla (1887) y La main gauche (1889). Textos quedesde muy pronto fueron aguardados con expectación por una legión de lectores,y a los que añadía un libro de poemas, Des verses (1880), tres obras de teatro:Une histoire du vieux temps (1879), Musotte (1891) y Une repetition (estrenada en1904); y seis novelas: Une Vie (1883), Bel-Ami (1885), Mont-Oriol (1887), Pierre etJean (1888), Fort comme la mort (1889) y Notre coeur (1890).

A nivel íntimo amaba el mar y el dinero, e idealizó su Normandía natal.Siempre recordaría las playas y acantilados de Étretat que tantas veces vio deniño; aquellos paisajes que Corot y Monet plasmaron en sus lienzos. Se creóuna teoría filosófica personal amarga, desolada, iconoclasta y provocadora enla que, pensaba, el hombre y la mujer no podían alcanzar una mínima armo-nía dentro del matrimonio. “Es preciso amar y amar locamente, sin ver lo quese ama, porque ver es comprender y comprender es despreciar… El amor de lasmujeres es monótono, como el espíritu de los hombres”, escribió. Afirmaba queel sufragio universal era una estupidez y que la mujer debía estar siempre enun segundo nivel. Era escéptico y pesimista, y despreciaba por igual a los bien-pensantes, la religión, el orden establecido, los funcionarios, las jerarquías y lospolíticos: “Antes, cuando uno no valía para nada, se hacía fotógrafo; hoy sehace diputado”. Le horrorizaba la maternidad y buscaba los amoríos mientrashuía del amor. Tuvo ocho amantes duraderas, relaciones con al menos cincodamas de la “alta sociedad”, y parece ser que tuvo tres hijos, a los que no reco-noció pero sí se ocupó de su manutención durante algún tiempo.

A la vez, su energía, capacidad de observación, imaginación, sentido artísticoy dominio de la técnica narrativa, le permitieron crear el conjunto de una obramás que notable en sólo quince años. Como escribió Zola: “era comprendidoporque él era la claridad, la sencillez, la medida y la fuerza. Era amado porqueposeía la bondad risueña, la sátira profunda, la alegría audaz que persisteincluso bajo las lágrimas... Los lectores, los admiradores, no se equivocaban...”.

La literatura le enriqueció y le permitió adquirir un yate, el Bel-Ami, y resi-dencias en París, la Costa Azul y en Étretat. Para tratar su enfermedad, en untiempo en que la Medicina sólo podía ofrecer placebos para el treponema, losmédicos le aconsejaron ir a la mar, buscando el efecto beneficioso del yodo.Así, visitó Argelia, Túnez, Sicilia, Italia, Bretaña e Inglaterra. Fruto de ello fue-ron tres libros de viajes: Au soleil (1884), Sur l’eau (1888) y La vie errante(1890).

Pero, el “mal francés” minaba su cuerpo y ya en 1881 sufría algunas de susmanifestaciones: iritis, cefalea, alopecia, nerviosismo… Preocupado, asistióentre 1883 y 1884 a las clases que el gran Charcot (1825-1893) impartía en elhospital de La Salpêtrière y pudo ver sobre el terreno los síntomas de la histe-ria, la inclemencia de las enfermedades neurodegenerativas y la tragedia de lasdemencias. Allí coincidió con Axel Munthe, destacado psiquiatra y escritorsueco (pero no con Sigmund Freud, que pasaría por sus aulas entre 1885 y1886) y observó los efectos devastadores de la entonces frecuente neurolúes.Una enfermedad cuyos síntomas se acrecentaron en él de día en día: ataxia,debilidad muscular, crisis tabéticas con dolores lancinantes, retenciones deorina… y, lo más temible, la pérdida de sus facultades mentales.

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 86

Page 88: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):83-87 87

Nota de la redacción

En 1887 publicó Le Horla, título que se presta a discusión (“¿vete de ahí?”,“¿el extraño?”), relato en el que un ser maléfico e invisible anunciaba el fin delos tiempos. Un ser desafiante que ponía al protagonista ante el miedo a sudoble, ante el terror a la soledad y la nada; ante un miedo que abrumaba alhombre que se sentía vacío y que para huir de aquel ser recurría al suicidio. Ysi recordamos a Poe cuando leemos los cuentos de terror de Maupassant, cuan-do leamos algunas páginas de Lovecraft recordaremos a Maupassant.

Aún vio el éxito que tuvieron sus tres últimas novelas, en especial Pierre etJean (1888), con cuarenta mil ejemplares vendidos en un mes, y dejó inconclu-so un último libro (L’Angelus) pleno de diatribas contra Dios (“el mayor saquea-dor de sueños que ha habido sobre la tierra”), en el que era evidente su insania.

Se encontraba en Cannes cuando redactó su testamento el 15 de diciembrede 1891. En un manuscrito bien legible a pesar del temblor, nombraba here-dera universal de sus bienes a su sobrina Simone de Maupassant, hija de sudesgraciado hermano Hervé, y dejaba una notable renta vitalicia anual a sumadre, así como 10.000 francos a su fiel sirviente François Tassart, que leacompañó desde 1883 hasta el final.

Unos días después escribía al doctor Henry Cazalis, su médico y amigo, unacarta que era un ejemplo de delirio sistematizado: “Estoy perdido. Tengo elcerebro reblandecido por los lavados que me he hecho con agua de mar a tra-vés de las fosas nasales… Cada noche mis sesos se me escapan por la nariz yla boca en forma de una masa pegajosa y salada con la que lleno una palan-gana… Mi muerte es inminente. He perdido la cabeza…”.

El uno de enero de 1892 intentó pegarse un tiro en la cabeza con un revólver, peroTassart, previéndolo, le había quitado las balas. Al ver lo fallido de su intento, tomóun abrecartas e intentó, también sin éxito, cortarse el cuello. La profunda heridapudo ser curada, pero el agotamiento y los delirios ya eran casi continuos. Seis díasdespués fue trasladado en tren a París e ingresado en la “casa de salud” del doctorBlanche. Allí pasaría 18 meses en una dramática agonía de alucinaciones visualesy auditivas, verborrea insensata, agresiones verbales contra todo lo humano y lodivino, crisis epilépticas, confusión, caquexia y parálisis progresiva.

Guy de Maupassant murió al mediodía del 6 de julio de 1893, un mes antesde cumplir los 43 años. Sus restos recibieron sepultura al día siguiente en elcementerio de Montparnasse. Bajo un sol que derretía las lápidas, Zola pro-nunció el elogio fúnebre. Un encomio que finalizaba: “Et dans la suite destemps, ceux qui ne le connaîtront que par ses oeuvres l’aimeront pour l’eternelchant d’amour quíl a chanté à la vie”1.

Por cierto, en aquella venerable tierra también descansan los huesos de losque en vida fueron Charles Baudelaire, Julio Cortázar, Simone de Beauvoir,Samuel Beckett, Marguerite Duras, Jean Paul Sartre, Émile Cioran, CésarVallejo o Eugéne Ionesco. Es fácil imaginar los aquelarres literarios que se orga-nizarán allí en las noches de plenilunio.

1 “Y en el curso de los tiempos, los que le conocieron sólo por sus obras le amarán por el eterno canto de amor conque cantó a la vida”.

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 87

Page 89: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

88 Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):88-92

Enfermos y médicos

Patients and physicians

■ Guy de Maupassant* (†)

¡Qué misterio tan singular es el recuerdo! Uno va ensimis-mado por las calles bajo el primer sol de mayo y de repente, como si unaspuertas cerradas durante mucho tiempo se abrieran en la memoria, cosasolvidadas vuelven a nuestra mente. Pasan, se continúan con otras y nos hacenrevivir horas pasadas, horas lejanas.

¿Por qué esas bruscas vueltas al pasado? ¿Quién lo sabe? Un olor que flota,una sensación tan ligera que apenas hemos notado, pero que uno de nues-tros órganos ha reconocido; un escalofrío, incluso el efecto del sol que dañaal ojo; quizá un ruido, una nada que nos rozó en una circunstancia pasaday que volvemos a encontrar, basta para hacernos volver a ver de golpe unpaís, gentes, acontecimientos que habían desaparecido de nuestro pensa-miento.

¿Por qué un soplo de aire cargado de olores, de hojas bajo los castaños de losCampos Elíseos, evoca súbitamente un camino, una carretera, la altura de unamontaña en Auvernia?

A la izquierda, entre dos cimas, aparece el majestuoso cono del poderoso Puyde Dôme. Alrededor de este pesado gigante, más o menos cerca de él, se yergueun macizo de picos. Muchos de ellos parecen conos truncados que antañoescupían fuego y humo. Volcanes apagados, cuyos cráteres muertos se hanconvertido en lagos.

A la derecha, el sendero domina una llanura infinita poblada de pueblos yciudades, rica y arbolada, la Limagne. A medida que ascendemos vemos máscumbres a lo lejos y allá abajo, las cumbres de Forez. Todo este inmenso hori-zonte está velado por un vapor lechoso, dulce y claro. Los aledaños de Auverniaposeen un encanto infinito en su bruma transparente.

La carretera está orillada de nogales enormes que casi siempre la mantienenprotegida del sol. Las faldas de los montes están cubiertas de castañares enflor, cuyos ramilletes, más pálidos que sus hojas, parecen grises en el seno delumbrío verdor.

Página literaria

* Relato publicado el 11 de mayo de 1884 en Gil Blas, semanario ilustrado de París, con el títu-lo de Malades et médecins. Traducción de A. Pérez-Gutiérrez.

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 88

Page 90: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):88-92 89

Guy de Maupassant

De vez en cuando, sobre un pico de la montaña aparece una construcción enruinas. Esta tierra estuvo erizada de fortalezas, todas muy parecidas entre sí.

Sobre un sólido edificio de planta cuadrada y festoneada de almenas, selevanta una torre. Sus muros no tienen ventanas, apenas unos casi invisiblesagujeros. Pudiera decirse que estas fortalezas han crecido en las alturas comolas setas en la montaña. Están construidas con piedra gris que no es nada másque lava.

Y a lo largo de los caminos se encuentran yuntas de vacas que arrastrandomos de heno. Los dos animales llevan un paso lento en las empinadas pen-dientes y en las cuestas, frenando o tirando de la enorme carga. Un hombre vadelante, controlando su paso con una vara larga con la que las toca en algunosmomentos. No las pega nunca. Sobre todo parece conducirlas con los movi-mientos de la batuta, como si fuera un director de orquesta. Posee ese gestoserio que domina a los animales y a menudo se vuelve para indicarles su volun-tad. Nunca se ven caballos, excepto en las diligencias o en los coches de alqui-ler; y cuando hace calor, en las carreteras se levantan ráfagas de polvo que lle-van un olor azucarado que recuerda algo a la vainilla y trae a la memoria losestablos.

Toda la región también está perfumada por árboles olorosos. La vid, reciénflorecida, exhala un aroma dulce y exquisito. Los castaños, las acacias, lostilos, los abetos, el heno y las flores silvestres de las cunetas colman el aire deperfumes ligeros y persistentes.

Auvernia es la tierra de los enfermos. Sus volcanes extinguidos semejan cal-deras cerradas que en sus entrañas aún calientan múltiples clases de aguasminerales. De estos enormes pucheros brotan fuentes de aguas calientes quecontienen, según dicen médicos interesados, todo tipo de medicamentos váli-dos para todas las enfermedades.

En cada una de las estaciones termales, asentadas alrededor de cada arroyode agua templada descubierto por un lugareño, se desarrolla un conjunto deescenas sorprendentes. Todo empieza con la venta de la tierra por el paisano;la fundación de una sociedad de un capital, ficticio, de varios millones; el mila-gro de la construcción de un establecimiento con esos fondos imaginarios y pie-dras auténticas; la instalación del primer médico con título de médico inspec-tor; la aparición del primer enfermo, por otra parte eterno, y la sublime come-dia entre ese enfermo y ese médico.

Para un observador cada ciudad de aguas termales es una California festiva.Cada doctor es un tipo fascinante, desde el médico correctísimo al estilo inglés,con corbata blanca, hasta el doctor escéptico, espiritual y malicioso, que cuen-ta a los amigos sus métodos y sus trucos.

Entre estos dos modelos se encuentran el doctor paternal y buen muchacho,el doctor científico, el brutal, el médico de mujeres, el doctor de cabellos largos,el doctor elegante y otros muchos ejemplos. Cada tipo de médico encuentra ine-xorablemente su tipo de enfermos, su clientela de cándidos. Y cada día, entreellos, en cada habitación de hotel, comienza la admirable farsa que Molière noacabó de contar por completo. ¡Oh!, si hablaran; si estos médicos hablaran,¡qué notas; qué maravillosos documentos nos podrían dar sobre el hombre!

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 89

Page 91: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

90

Enfermos y médicos

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):88-92

Sin embargo, en ocasiones, después de beber, ellos cuentan alguna aventu-ra, una entre mil.

Uno de aquéllos, en plena inspiración, tuvo la genial idea de anunciar en losperiódicos que las aguas de B..., descubiertas por él, prolongaban la vidahumana. Por otro lado, en su acto no había ningún misterio. Él lo explicabacientíficamente por el efecto de las sales, los minerales y los gases sobre el orga-nismo. Incluso había escrito un extenso folleto al respecto, en el que, además,se indicaban las excursiones que podían hacerse por los alrededores.

Pero necesitaba pruebas para tales afirmaciones. Y así emprendió un peque-ño viaje en búsqueda de personas centenarias.

En general, las familias pobres, no teniendo apenas con qué alimentar a susviejos e inútiles padres, los cedían durante seis meses al año. Él los instalabaen un elegante hotelito que había bautizado como Albergue de los Centenarios.Aunque no todos tenían cien años, sí estaban cerca. Tal era su reclamo; suinsuperable reclamo. Curar no es nada, pero vivir lo es todo. Sus aguas nocuraban, ¡pero hacían vivir! ¡Qué importan el hígado, los bronquios, la laringe,los riñones, el estómago, el intestino! Vivir es lo único que importa.

Un día que estaba contento ese gran hombre contó la siguiente aventura.Una mañana fue llamado a la vera de un nuevo viajero, M.D..., llegado la vís-

pera por la tarde y que había alquilado un hotelito muy cerca de la fuente dela Soberana. Era un pequeño anciano de ochenta y seis años, pero todavíavivaz, flaco, de buena salud, activo y que hacía grandes esfuerzos por disimu-lar su edad.

Hizo sentarse al médico y en seguida le preguntó:—Doctor, si yo me encuentro bien es merced a la higiene. Sin ser muy viejo

ya tengo cierta edad, pero evito las enfermedades, las indisposiciones, hasta losmás ligeros malestares mediante la higiene. Usted afirma que el clima de estaregión es muy favorable para la salud. Estoy dispuesto a creerle; pero, antes deafincarme aquí, quiero pruebas. Así pues, yo le rogaría que viniera a mi casauna vez a la semana para darme con exactitud la siguiente información: Deseotener una relación completa, muy completa, de todos los habitantes del balne-ario y sus alrededores, que han superado los ochenta años. También necesitoconocer ciertos detalles físicos y psicológicos de ellos. Quiero saber su profe-sión, su estilo de vida, sus costumbres. Siempre que muera una de esas per-sonas usted deberá hacérmelo saber e indicarme la causa exacta de su muer-te, así como todas sus circunstancias.

Después añadió con amabilidad:—Espero, doctor, que llegaremos a ser buenos amigos —y alargó su pequeña

y arrugada mano, que el médico estrechó a la vez que le prometía su colabora-ción incondicional.

A partir del día en que estuvo en posesión de la lista de los diez y siete habi-tantes de la región que habían sobrepasado los ochenta años, M.D... sintió des-pertar en su corazón un extremo interés, una infinita atención por esos ancia-nos que iba a ver caer uno tras otro.

No deseó conocerlos, sin duda por miedo a encontrar cierto parecido entre ély alguno de ellos que pudiera morir pronto, lo que le hubiera afectado. Pero sí

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 90

Page 92: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):88-92 91

Guy de Maupassant

se hizo una idea muy precisa de sus personas, y sólo hablaba de ellos con elmédico que todos los jueves iba a cenar con él.

Preguntaba:—¡Y bien! Doctor, ¿qué tal marcha hoy Poinçot? Le habíamos dejado algo

indispuesto la semana pasada. —Y cuando el médico le había dado el parte clí-nico de la salud del enfermo, M.D... proponía cambios en su régimen de vida,pruebas, métodos de tratamiento que él podría aplicar en sí mismo a conti-nuación si habían tenido éxito en los otros. Estos diez y siete viejos eran uncampo de experimentación del que sacaba enseñanzas.

Una tarde, al entrar, el doctor anunció:—Ha muerto Rosalie Tourol.M.D... se estremeció, e inmediatamente preguntó:—¿De qué?—De una angina de pecho.El pequeño anciano exclamó un ¡Ah! de alivio y añadió:—Era demasiado obesa; demasiado gruesa. Esa mujer debía de comer dema-

siado. Cuando yo alcance su edad me observaré más. Él sólo era dos años mayor, pero apenas aparentaba setenta.Unos meses después le llegó la hora a Henry Brissot. M.D... quedó muy con-

movido. En esta ocasión se trataba de un hombre delgado, de su misma edad,ni siquiera se llevaban tres meses, y una persona prudente. Estaba inquieto yno se atrevía a preguntar esperando que a el médico hablara.

—¡Ah! ¿Murió así, de repente? La semana pasada se encontraba muy bien.Habría cometido alguna imprudencia, ¿no es cierto, Doctor?

El médico, que se divertía, contestó:—No lo creo. Sus hijos me han dicho que siempre había sido muy sensato.Entonces, no pudiendo contenerse y temblando de angustia, M.D... preguntó:—Pero..., pero... entonces, ¿de qué ha muerto?—De una pleuresía.Era una alegría. Una auténtica alegría. El pequeño anciano apretó sus secas

manos una contra otra: —¡Pues claro! ¡Ya le dije que tenía que haber cometidoalguna imprudencia! No se atrapa una pleuresía sin un motivo. Habría queri-do tomar el aire después de la cena: y el frío se le ha metido en el pecho. ¡Unapleuresía! Eso es un accidente; ¡ni siquiera se trata de una enfermedad! ¡Sólolos locos mueren de una pleuresía!

Y se puso a cenar hablando alegremente sobre los que quedaban: —Ahorasólo son quince, pero son fuertes, ¿no es verdad? Toda la vida ha sido así. Losmás débiles caen los primeros; los que cumplen treinta años tienen muchasprobabilidades de llegar a los sesenta; aquéllos que cumplen sesenta llegan amenudo a los ochenta, y los que alcanzan los ochenta casi siempre llegan alcentenar, porque son los más robustos, los más sabios, los más enérgicos.

A lo largo del año cayeron otros dos, uno de disentería y el otro de un ahogo.M.D... celebró mucho la muerte del primero: —¡La disentería es el mal de losimprudentes! ¡Qué diablo! Doctor, debería haber vigilado usted su alimentación.

En cuanto al que se lo había llevado el ahogo, sólo podía deberse a una enfer-medad del corazón mal diagnosticada hasta ese momento.

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 91

Page 93: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

92

Enfermos y médicos

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):88-92

Pero, una tarde, el médico anunció el óbito de Paul Timonet, una especie demomia del que se esperaba que llegara a centenario para servir de reclamo parael balneario.

Cuando, según su costumbre, M.D... preguntó:—¿De qué ha muerto?El médico respondió:—A fe mía que no lo sé. —¿Cómo? ¿No lo sabe? Siempre se sabe. ¿Acaso no tenía ninguna lesión

orgánica?El médico movió la cabeza:—No. Ninguna.—¿Podría tratarse de alguna afección del hígado o los riñones?—No; estaba bien de todo eso. —¿Había observado usted si su estómago funcionaba adecuadamente? Con

frecuencia un ataque deriva de una mala digestión.—No ha habido un ataque.Perplejo, M.D... se movía inquieto:—Pero, veamos. Debió morir de algo, ¿no? Por lo tanto, y según su opinión,

¿de qué fue?El médico elevó los brazos:—No sé nada. Absolutamente nada. Está muerto porque está muerto. Nada

más.Entonces, con una vocecilla temblorosa, M.D... preguntó:—¿Qué edad tenía, con exactitud? Ya no la recuerdo.—Ochenta y nueve años.Y el pequeño anciano, con gesto incrédulo y comedido, exclamó:—¡Ochenta y nueve años! Pero, entonces, tampoco ha podido ser por vejez...

¿No es verdad?

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 92

Page 94: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):93-96 93

Miscelánea

* El autor es periodista.

Energía envasada

Packed energy

■ Diego Quintana*

Cada vez que hacemos algo tan sencillo como encender latelevisión o el horno, cada vez que ponemos la tostadora, enchufamos el car-gador del móvil o pulsamos cualquier interruptor de la luz, la electricidad llegainstantáneamente desde los centros de producción eléctrica hasta nosotros, elconsumidor final. Esto que vemos en nuestros días como algo natural, casicomo un acto de generación espontánea de energía, conlleva sin embargo unacompleja serie de decisiones y operaciones para las extensas redes de trans-porte y distribución del sistema eléctrico. Tengamos en cuenta que los usua-rios se cuentan por decenas de millones y que la energía, en esencia, planteael grave inconveniente de que no se ha logrado almacenar. No al menos engrandes cantidades. Y si no la consumimos al mismo tiempo que se producecorremos el riesgo de perderla. Éste ha sido siempre uno de los principalesrompecabezas para cualquier gestor del sistema.

En nuestro país es Red Eléctrica de España (REE) la empresa que garantizala seguridad y continuidad del suministro eléctrico entre los centros de gene-ración y los de consumo. Efectúa predicciones de la demanda para ajustar laproducción eléctrica al consumo real, procurando no dejarse ningún kilovatiopor el camino. Si producción y consumo difieren, REE envía las órdenes opor-tunas a las centrales para que aumenten o disminuyan la generación de ener-gía pertinentemente. Es un constante tira y afloja.

Entre los principales desestabilizadores del sistema eléctrico se encuentranlas que son a la vez una de las mayores apuestas en sostenibilidad de presen-te y futuro: las energías renovables. Las también llamadas fuentes limpiasaumentan su peso año a año y España se perfila como uno de los países líde-res en este campo, especialmente en el de la energía eólica, donde ocupa el ter-cer cajón del pódium mundial de potencia instalada (casi 19.149 MW al cierrede 2009). Precisamente la eólica, que satisfizo el 14,3% de la demanda eléctri-ca española el pasado año, es la energía renovable que mayor incertidumbreprovoca al sistema eléctrico, por impredecible. El viento genera energía al mar-gen de las necesidades eléctricas existentes a cada momento y, como la elec-tricidad producida se pierde si no se consume al instante, el problema está ser-

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 93

Page 95: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

94

Energía envasada

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):93-96

vido. Más todavía si tenemos en cuenta que el viento tiene el dudoso gusto desoplar con mayor asiduidad por las noches, momento en el que la demandaenergética es mucho menor.

Pero este tipo de bretes parece tener los años contados. La tecnología desa-rrolla diferentes vías para almacenar energía y que ésta pueda ser liberada enfunción de las necesidades. Las prestaciones del almacenamiento de energíavarían según los tipos de tecnología que se utilice: mecánicas, químicas, tér-micas, electroquímicas y puramente eléctricas. Son en general tecnologías cos-tosas e inmaduras pero que poseen, sobre todo en materia de baterías, unpotencial y un margen de abaratamiento enormes de cara al futuro. De unfuturo no muy lejano.

A la vanguardia del almacenamiento de energía se sitúan Estados Unidos yJapón, países pioneros que llevan a cabo los principales proyectos piloto del pla-neta desde hace apenas cinco años con buenos resultados. A su vez, otros paí-ses como Chile, Canadá, Alemania, Francia o Italia experimentan ya con estastecnologías. Pero el proyecto más ambicioso de todo el Viejo Continente se abrepaso, como veremos, en España. Se llama “Store” y es iniciativa de la compañíaeléctrica española Endesa, que ha empezado a ejecutar los primeros pasos delproyecto en las Islas Canarias. Pero dejemos Store para más adelante.

Eduardo Mascarell, responsable de Tecnología e Innovación de Endesa, enuna entrevista reciente subrayaba el auge e interés estratégico del almacena-miento energético: “Tradicionalmente, la tecnología no nos permitía la posibili-dad de almacenar energía salvo en casos muy concretos como el bombeo deagua de un embalse a otro (a diferentes cotas). El resto estaba recogido en lasbaterías de los coches y en las pilas que utilizamos diariamente, pero nadamás”, aducía. Estas pilas y baterías de coche tradicionales funcionan a travésde reacciones químicas y presentan ciertos inconvenientes que limitan su uti-lización, como son el peso, el coste, su baja productividad y, en algunos casos,la peligrosidad de sus componentes (ácidos o plomo). Sin embargo, apuntabaque “en los últimos cinco años están apareciendo unas posibilidades tecnológi-cas de almacenamiento que ofrecen al sector eléctrico una versatilidad muyinteresante”.

Tecnologías y coche eléctrico

En esquema, las principales tecnologías de almacenamiento de energía son elmencionado bombeo, el aire comprimido (CAES), el líquido comprimido, elalmacenamiento térmico (en centrales solares termoeléctricas), los supercon-ductores magnéticos y supercondensadores, los volantes de inercia y las bate-rías electroquímicas. Éstas últimas cobran cada vez más relevancia. Cabe des-tacar las baterías de ión-litio, las de sulfuro de sodio (NaS), las de flujo, las demetal-aire y las pilas de hidrógeno, además de las baterías tradicionales deplomo y níquel.

Con este abanico de tecnologías de almacenamiento exploradas y en muchoscasos por desarrollar, el sector eléctrico mira al futuro con esperanza, en vista

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 94

Page 96: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):93-96 95

Diego Quintana

de las dificultades que comporta generar electricidad para el consumo inme-diato. Mascarell reconocía que “necesitamos redundancia en instalaciones yasegurar una calidad muy elevada por los requisitos que establece el Ministeriode Industria”; aunque se mostraba optimista porque “disponer de baterías elec-troquímicas u otras tecnologías de almacenamiento de energía nos da margenpara trabajar con más flexibilidad y ofrecer un servicio con mayor juego ycomodidad y para ampliar nuestro catálogo de ofertas”.

Ya hemos señalado que el almacenamiento energético se antoja fundamentalpara mejorar la fiabilidad de la red eléctrica y la óptima integración de las reno-vables en el sistema eléctrico. El responsable de Tecnología de Endesa recor-daba que “las renovables tienen una impredecibilidad muy alta, sobre todo laeólica, y algunas tienen la mala costumbre de estar disponibles cuando nohacen falta. Irlanda, por ejemplo, tiene un gran parque eólico pero hay vecesdurante el día que la oferta eólica es de solo el 3%, mientras que genera todala electricidad por la noche cuando la demanda es muy baja. Entonces, tenerla posibilidad de almacenar la energía que se genera por la noche da un empa-que muy interesante a las renovables: se aumenta la cuota de renovables, sereducen emisiones y el uso de centrales de generación eléctrica emisoras deCO2. Estamos en una fase incipiente, pero la importancia estratégica del alma-cenamiento puede dar un vuelco muy grande al sector”, incidía.

La electricidad proveniente de las renovables, especialmente de la eólica y lasolar, podrán utilizarse a medio y largo plazo a gran escala para separar lim-piamente y valorizar el hidrógeno del agua. Existen ya proyectos, comoHydrosol II del Centro de Investigaciones Energéticas Medioambientales yTecnológicas (CIEMAT), en la Plataforma Solar de Almería, que dan los prime-ros pasos en España en pos de la llamada “economía del hidrógeno”, donde laspilas de combustible cumplirán un papel esencial.

Pero, si hay un ingenio que está de rabiosa actualidad en este capítulo es elcoche eléctrico, ya que éste se convertirá con toda probabilidad en otro alma-cenador de energía de primer orden. Es un aliciente ecológico que colaboraráen pocos años en una mejor integración de las energías renovables y en unamejor gestión de la red. ¿Por qué? En primer lugar, porque podrá verter –y ven-der— a la red la energía almacenada en sus baterías eléctricas en función delas necesidades del sistema. Necesidades que sabemos suelen darse siemprepor el día. Resulta obvio que los vehículos eléctricos cargarán sus bateríasmayoritariamente por las noches, momento idóneo para ‘colocar’ o almacenaresa energía producida por el viento, que sopla con más ganas por las noches,y que de otro modo se perdería.

El potencial del vehículo eléctrico es inmenso. Las baterías mejoran sus pres-taciones cada año y gozan de un amplio margen de desarrollo. No obstante, aúndeben, principalmente, aumentar la autonomía de los vehículos, reducir lostiempos de recarga y multiplicar los puntos de carga en calles y garajes.

En España, el “Plan Movele”, del Ministerio de Industria y el Instituto para laDiversificación y Ahorro de la Energía, prevé instalar próximamente, y paraempezar, 546 postes de recarga en lugares públicos y aparcamientos deMadrid, Barcelona y Sevilla. También contempla un plan de ayudas para la

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 95

Page 97: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

96

Energía envasada

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):93-96

venta de 2.000 vehículos híbridos y eléctricos a instituciones, empresas y par-ticulares en 2010. Y aspira a poner en circulación en nuestro país un millón devehículos de este tipo para 2014.

Proyecto Store

Pero, aparquemos el coche eléctrico y volvamos al proyecto piloto “Store” deEndesa, que responde al acrónimo en inglés de “Tecnologías deAlmacenamiento de Energía Eficiente”. Según Mascarell, “Store es el primerproyecto de España en I+D de almacenamiento de energía y el más importantede Europa”. Con un presupuesto de 13 millones de euros, acaba de recibir laaprobación del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), depen-diente del Ministerio de Ciencia e Innovación, que financiará el 75% del pro-yecto, la máxima ayuda que puede conceder. Store consiste en probar dos tec-nologías de baterías conectadas a la red de distribución. Las primeras baterí-as, de 0,5 MW, serán de bromuro de cinc y se instalarán en Tenerife; las segun-das, de 1 MW, se colocarán en Gran Canaria y serán de sulfuro de sodio. “Nosservirán para trabajar fundamentalmente en aporte de energía y como piedrade toque para extrapolar qué beneficios aporta el almacenamiento de energía”,expone el responsable de Tecnología e Innovación de Endesa. La elección delarchipiélago canario para efectuar las pruebas no fue casual: “Es probable-mente la zona más adecuada por el marco regulatorio específico de las islas,por la problemática de ser lugares energéticamente aislados y por la gran pene-tración que tiene actualmente de energías renovables”. En 2011 deben empe-zar las pruebas y evaluaciones de la integración en la red de estas baterías,cuya vida útil rondará los diez años a un ritmo habitual de utilización.

A nadie se le escapa que a las tecnologías de almacenamiento de energía lespasa factura ahora mismo su ‘juventud’, como a cualquier novedad tecnológi-ca. Pero, como el propio Mascarell afirmaba: “El proyecto necesita cierta madu-rez. Los próximos diez años van a ser claves. En ese tiempo nos encontraremosprobablemente en escenarios mucho más favorecedores que los de ahora”. Y,apostillaba, viendo el futuro “con una ilusión enorme y muchísimo optimismo.Son tecnologías que nos van a dar mucho. Van a ayudar a la penetración de lasrenovables y en las sinergias que tiene con el vehículo eléctrico. El almacena-miento de energía va a ser un elemento clave. Es el sueño de los eléctricos”.

Un sueño que ya se está haciendo realidad.

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 96

Page 98: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):97-100 97

Miscelánea

Judicialización sanitaria

The judicialization of Health Care

■ Alfonso Utrillas Compaired*

La Medicina ha progresado considerablemente como cienciaen el último siglo (lejos queda ya el Código de Hammurabi, allá por el siglo XVIIa.C., en el que se relataba que “si un médico trataba a un hombre libre de unaherida grave con la lanceta de bronce y hacía morir al hombre, se le cortabanlas manos”), pero ha retrocedido como profesión, debido en parte a una ascen-dente reivindicación de derechos, a una excesiva regulación en el cumpli-miento de los deberes, y al excesivo culto a las tecnologías.

La Medicina es el arte de curar. Debe ser estudiada como ciencia, para serejercida como arte. Su ejercicio impone al profesional una especial diligencia,en atención a que es la salud —y en última instancia la vida de una persona—la que depende de su actuación y, por consiguiente, las consecuencias de suposible error culpable difícilmente pueden encontrar reparación a través deuna compensación económica. Pero las continuas dificultades, los no muy altosemolumentos en relación con las horas de trabajo, la tensión del entorno, lasdosis crecientes de agresividad en el ambiente, las difíciles relaciones interper-sonales que trae consigo nuestra sociedad actual y que se dejan sentir con másfuerza de la deseable en el interior de los centros hospitalarios, añadidos alescaso respeto que viene mostrando nuestra sociedad hacia el profesional de laMedicina y al creciente aumento de demandas presentadas por los pacientes,suman demasiados obstáculos. Además, el indudable progreso de la Medicinaactual deja sentir su favorable influencia en el hombre de nuestra sociedadque, debido a ello, crea grandes expectativas de longevidad. Y puede llegar aconfundir el derecho a la salud con el derecho a la vida, olvidándose de la fra-gilidad de la propia naturaleza humana.

La relación médico-paciente de antaño se basaba en la confianza, porque elpaciente veía en el médico una persona especial, plena de conocimientos y devirtudes, dotada de grandes cualidades humanas que justificaban ampliamen-te la gran confianza que en él depositaba. El paciente contemplaba al médicoen un plano superior al suyo propio y lo colocaba así en una situación de pri-

* El autor es médico, Facultativo Especialista de Área de Traumatología y Cirugía Ortopédica del Hospital Universitariode Guadalajara. El presente artículo se publicó en: “Médicos y Pacientes” (30-XII-2009).

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 97

Page 99: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

98

Judicialización sanitaria

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):97-100

vilegio. El médico adoptaba una posición paternalista y se creaba entre ambosuna relación interpersonal de características muy especiales. Esta forma tradi-cional de ejercer la Medicina hubo de cambiar al ritmo que lo hicieron las dis-tintas estructuras sociales y actualmente la relación entre el médico y elpaciente ya no asienta primariamente sobre una confianza íntima y personal,sino que la ayuda médica se convierte en un servicio contratado en el cual lasdos partes suelen buscar ante todo su particular ventaja. Asistimos a la des-humanización del ejercicio médico, a la pérdida de esa atmósfera de confianzaque otrora presidía las relaciones médico-paciente. Los pacientes han pasado aser asegurados, consumidores de asistencias, pacientes impacientes, clientes,usuarios... por lo que hemos perdido gran parte de la esencia por la que todosnos encaminamos a la Facultad con ilusión años atrás. Es la consecuencia dela llamada “socialización de la Medicina”.

De acuerdo con la normativa legal, de general aplicación, el médico está obli-gado a prever lo previsible y evitar lo evitable, hasta el punto en que las posi-bles complicaciones puedan ser previsibles a través de su actuar diligente; peronadie puede pedir responsabilidades al profesional de la Medicina por aquellascomplicaciones imprevisibles que pudieran alterar el curso de una interven-ción, cualquiera que fuese el desenlace de estas posibles complicaciones.

En la práctica pueden presentarse situaciones que motiven dudas razona-bles. Puede suceder que durante la realización de una intervención quirúrgica,previamente informada y consentida, se detecte algo diferente a aquello para loque el paciente había dado su consentimiento. Éste sólo es válido para la inter-vención que el paciente ha autorizado en función del diagnóstico que los médi-cos le han dado a conocer. El médico no puede, porque no está autorizado poraquél, adoptar una decisión clínica por cuenta propia y por ello, si comenzadala intervención quirúrgica percibe algo diferente a aquello sobre lo que informóal paciente, debe mostrarse prudente y evitar extender el consentimiento delinteresado a un tratamiento que éste no había autorizado (salvo excepciones encaso de urgencia).

El médico, en el desempeño de su actividad profesional, se ve obligado enmuchos casos a trabajar con un margen de riesgos controlables y resolver lasdificultades sobre el terreno, puesto que en Medicina nada es matemático nipreciso, y pueden surgir variedad de situaciones no previstas de antemano. Deno hacerlo así, la Medicina quedaría automáticamente paralizada en su pro-greso, con los consiguientes perjuicios para la sociedad a la que sirve. Elpaciente debe contraer por su parte la obligación de colaborar con el médico,cumpliendo el tratamiento prescrito, o siguiendo los consejos y advertencias alcaso concreto. En pura teoría, el abandono del tratamiento prescrito exonera almédico de responsabilidad por los daños resultantes de esta desobediencia,responsabilizando al propio paciente del resultado dañoso.

Las reclamaciones por responsabilidad civil médico-sanitaria han experimen-tado un notorio crecimiento en la última década, al igual que ha sucedido conlas demandas interpuestas frente a los profesionales en general. Hasta el últimoacto médico está judicializado. Se ha perdido la esencia. No parece que la posi-ción que Benzo Cano pronosticó en el año 1944 haya sido desvirtuada por el

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 98

Page 100: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):97-100 99

Alfonso Utrillas Compaired

paso del tiempo: “Si llegase el día en que los enfermos no curados de su malpudieran, por este solo hecho, acudir a los tribunales para reclamar una indem-nización de daños y perjuicios, nos encontraríamos con que los médicos indus-trializarían la carrera, y volviéndose positivistas, sólo atenderían los requeri-mientos que les hiciesen los enfermos en ciertas condiciones, que les protegiesede las consecuencias —muchas veces inevitables— de un fracaso”1.

La frecuencia de los procesos civiles contra los médicos es un buen indicio dela mudanza operada parcialmente por la cultura del bienestar imperante en lasociedad actual (debido en parte a la proliferación del culto a la estética, la per-fección, etc.), que conduce a soportar mal el fracaso y la no aceptación de ladesventura.

El médico ha de tener presentes las circunstancias personales del pacienteconcreto que va a ser sometido a la intervención médica y/o quirúrgica. Al con-cepto genérico lex artis, se le suma el adjetivo ad hoc, que individualiza y adap-ta el comportamiento médico a cada caso concreto. Pero no debemos olvidarque la Medicina es una ciencia inexacta, en la que inciden múltiples factores,endógenos y exógenos, que pueden hacer truncar el fin que se persigue, quejamás podrá ser garantizado precisamente por su notorio componente aleato-rio, algo que los pacientes solicitan con relativa frecuencia. No todos los indivi-duos reaccionan de igual manera ante los tratamientos de que dispone laMedicina actual (lo que hace que algunos de ellos, aún resultando eficaces parala generalidad, puedan no serlo para otros).

Según el Convenio de Bioética del Consejo de Europa, la persona que hayasufrido un daño injustificado como resultado de una intervención tiene dere-cho a una reparación equitativa en las condiciones y modalidades previstas porla Ley. Pero creo que la falta del éxito del acto médico no debe conducir nece-sariamente a la obligación de resarcir al damnificado, pues el médico general-mente cumple su deber, empleando la razonable diligencia que es dable reque-rir a quienes se les confía la vida de una persona o su atención ya que, en gene-ral, el éxito final de un tratamiento o de una operación no dependen por ente-ro del profesional, sino que a veces influyen factores ajenos a él. Es más, aun-que el error parta de equivocaciones involuntarias a pesar de que el equipo deprofesionales haya puesto toda la diligencia debida y haya actuado con la peri-cia que el caso requería, su conducta no es siempre legalmente reprochableaunque el paciente, que sintió frustradas sus esperanzas ante el error cometi-do por el facultativo, pueda vivenciar lo sucedido como el resultado de unanegligencia médica.

Por otra parte, difícilmente las posibles faltas técnicas pueden ser juzgadaspor tribunales de abogados. El delicado y complejo problema del nexo objetivode causalidad es, indudablemente, uno de los más importantes y debatidos enel Derecho, pues no es fácil establecer cuándo el comportamiento por acción uomisión del médico es causa directa del daño producido: esta consecuenciapuede ser directa o indirecta, mediata o inmediata, previsible o imprevisible,

1 Benzo Cano E. La Responsabilidad Profesional del Médico, Madrid: Escelier S.L. 1944.

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 99

Page 101: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

100

Judicialización sanitaria

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):97-100

instantánea o remota. Delicada cuestión que ha de ser resuelta por el propiojuez. Y por otra parte, no es correcto que el ordenamiento jurídico, movido porla compasión hacia la víctima inocente, acabe tratando igual al buen médicoque al médico incompetente, al diligente que al descuidado, al profesional estu-dioso y riguroso que al aventurero descarado. Los jueces no deben afirmar lanegligencia del médico allí donde no estén en condiciones de reconocer su exis-tencia, de modo que allí donde la ciencia médica discute entre diversas vías, eljuez no puede pronunciarse por una de ellas, no pudiendo obviamente decirseque el médico que siguió una de las vías existentes obrara negligentemente.

Los jueces conocen las limitaciones de la ciencia médica, y se ven presiona-dos por cientos de reclamaciones de usuarios insatisfechos con la asistenciasanitaria recibida, que en muchas ocasiones no son más que un intento de con-seguir una compensación (que a veces es descompensación del prestigio médi-co del profesional) económica a lo que ellos consideran un agravio. Entiendoque una persecución a ultranza de los profesionales de la Medicina, tratandode encontrar una compensación económica a la insatisfacción del propiopaciente sin pruebas de mala praxis, podría conducir a un importante deterio-ro en el ejercicio de la Medicina.

El riesgo a ser demandado lleva consigo, además de en su caso tener quepagar cuantiosas sumas, una cierta intranquilidad de tipo psicológico y labo-ral. Aún en el supuesto de que la demanda no prospere y el interesado noobtenga la cantidad económica pretendida, el médico absuelto después de unproceso judicial ha tenido que soportar una situación de inquietud, desasosie-go y preocupación, que no favorece en nada su equilibrio psicológico y quepuede alterar su trabajo habitual. El médico debe entonces protegerse del ries-go permanente a ser demandado por cualquier motivo de insatisfacción de supaciente y de la posible disminución de su credibilidad profesional ante suentorno social.

Los médicos empezamos pues a tomar conciencia de las posibles ventajas delejercicio de una Medicina defensiva, basada en el principio de la proporcionali-dad: si el paciente no acepta los riesgos, el médico se abstiene de intervenir;cuanto menos trabajo, menos posibilidades de demanda. Me pregunto si no serámás conveniente cuidar la calidad de la asistencia sanitaria a recibir por los ciu-dadanos, que indemnizarles por los daños sufridos como consecuencia de unaposible atención irregular o mediocre. Al final es la propia sociedad la que, deuna u otra forma, paga el precio de la ligereza de las demandas y denunciasinnecesariamente presentadas, que no estimulan el desempeño del trabajo delmédico y sus colaboradores. El exceso de trabajo innecesario de nuestros tribu-nales de justicia repercute en el conjunto de los ciudadanos en cumplimiento desus obligaciones contributivas. Y el precio más alto lo paga el paciente, ya quela inquietud, incertidumbre, desasosiego y preocupación que llevan consigo lasdenuncias y demandas llevan al desánimo, la desmotivación y la apatía del pro-fesional de la Medicina, sustituyendo el espíritu de entrega, capacidad de sacri-ficio, altruismo y demás virtudes que se espera posea este profesional.

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 100

Page 102: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):101-103 101

Miscelánea

Publicar o perecer,pero ¿a qué coste?

Publish or perish, but at what cost?

■ Ushma S. Neill*

La ciencia académica premia a aquéllos que poseen los currí-cula más amplios y con mayor número de publicaciones. Los científicos, presio-nados por esta realidad, caen a menudo en la doble publicación, el autoplagioy la presentación de “unidades mínimas publicables”. Pero, desde un punto devista ético, ¿estas actuaciones pueden encuadrarse en una zona gris, o estamosante verdaderas transgresiones?

En el pasado, con frecuencia he utilizado el editorial para tratar lo que está per-mitido o no en el JCI (The Journal of Clinical Investigation) acerca de la manipu-lación de la reputación de alguien. Pero lo que ahora quiero analizar es una zonamás oscura de potenciales infracciones, a saber, las que están relacionadas conla ética de las publicaciones, en concreto si el hecho de publicar dos veces elmismo conjunto de datos es aceptable (claramente no lo es), si utilizar el mismotexto en varios artículos es un plagio (quizá lo sea) y si publicar datos obtenidostras la publicación de un artículo es admisible (puede que lo sea).

Comencemos con lo más evidente: un lector nos avisó recientemente de queuna revista especializada había publicado un artículo que parecía ser una copiacasi literal de una publicación reciente del JCI. Los autores eran los mismos,sólo se habían añadido dos más en el otro artículo, y los datos eran idénticos.Basándonos en las fechas de presentación, aceptación y publicación, quedabaclaro que el artículo del JCI había sido publicado antes de que el otro ni siquie-ra hubiera sido presentado para su publicación. ¿Cómo podía ser esto? Una delas primeras normas que aprenden la mayor parte de los científicos sobre laspublicaciones es la ampliamente aceptada “regla de [Franz] Ingelfinger”, cuyoepónimo se debe a un antiguo director (1967-1977) del New England Journalof Medicine, quien en 1969 afirmó que su revista no iba a tener en cuenta lapublicación de ningún manuscrito que hubiera sido presentado simultánea-

* El autor es director-ejecutivo de The Journal of Clinical Investigation. El artículo originalmente se publicó en estarevista: Publish or perish, but at what cost? J Clin Invest. 2008;118(7):2638. Se reproduce con la debida autorización.La traducción es de Assumpta Mauri.

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 101

Page 103: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

102

Publicar o perecer, pero ¿a qué coste?

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):101-103

mente en otra revista o publicado previamente de forma parecida. Todos sabe-mos que no es posible reproducir íntegramente un artículo en otra revista sinseñalar la autoría o sin el oportuno permiso, especialmente cuando la revistadonde se publicó el original es la poseedora de los derechos del trabajo, tal ycomo ocurre con el JCI.

Solicité a los redactores del JCI su opinión sobre cómo penalizar esta infrac-ción sin quedarnos meramente en pedir a la otra revista que retirase el artícu-lo (lo que aceptó hacer). Después de escuchar las razones esgrimidas por elautor principal sobre la doble publicación, sus reacciones fueron muy distin-tas. Como requisito para poder presentar su trabajo en un simposio al autor sele exigió publicar su conferencia en otra revista. Algunos redactores dijeron queesto era escandaloso y que debíamos informar a la institución en la que traba-jaban los autores y prohibirles publicar durante cierto tiempo. Otros pensaronque este tipo de peticiones (la publicación de una conferencia) eran frecuentes,y que simplemente bastaba con solicitar a la otra revista que se retractase.

Esta polarización me resultó chocante. Algunos de los redactores dijeron queen situaciones de este tipo se habrían inclinado por publicar un resumen o bienrechazar tal petición (en este caso, ¿los organizadores habrían rescindido real-mente la invitación?), o bien habrían presentado los datos obtenidos despuésde que el artículo hubiera sido aceptado y, por tanto, no cabía su publicaciónpor separado. En el transcurso de nuestra discusión este último punto puso aalgunos los pelos de punta. ¿Es ético enviar un artículo que muestre algunosdatos nuevos con relación a un estudio ya publicado? Por otra parte, si en elartículo publicado hubiera una figura que mostrase un experimento únicorepresentativo de cuatro experimentos independientes, ¿sería ético que elnuevo artículo mostrase ese experimento como diferente a los otros cuatro?Algunos redactores creyeron que ello constituía una práctica corriente, mien-tras que otros lo censuraron como algo desvirtuado que rayaba en lo fraudu-lento.

Por otro lado, hemos tenido ciertos casos en los que los autores han reutili-zado textos de publicaciones previas presentándolos nuevamente sin hacerreferencia a la primera publicación o sin la autorización para hacerlo. Ellosucede con mayor frecuencia en las revisiones que en los artículos de investi-gación original, pero ¿resulta más aceptable en aquel formato? Aunque sabe-mos que en ocasiones existe un único modo de expresar una idea o un con-cepto y que la utilización del mismo lenguaje o de uno muy semejante resultatolerable, la repetición de los mismos pasajes palabra por palabra no lo es. Enel caso de una revisión, si no hay nada nuevo que decir, entonces no hay queaceptar escribirla; no resultaría oportuno, ya que hacerlo no daría lugar a gran-des avances y los revisores (referees) lo anotarían en sus comentarios.

Volviendo al caso de la doble publicación, resultó bastante fácil hacer ver alos redactores de la otra revista que tenían que retirar el artículo, dado queinfringía claramente las leyes sobre el copyright. Pero ahora cabe preguntarse:¿por qué mantenemos dichos derechos? Por un lado, porque nos da la oportu-nidad de controlar el uso que se hace del contenido que hemos publicado, y dela forma en que se archiva y en que es utilizado (en ocasiones, mal utilizado);

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 102

Page 104: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):101-103 103

Ushma S. Neill

y, por otro lado, porque conseguimos ciertos ingresos al otorgar una licenciapara reproducir el contenido. No obstante, aunque disfrutamos del copyrightpara todo el contenido del JCI, permitimos a los autores que reutilicen, repu-bliquen y distribuyan sus artículos con fines educativos, y que los incluyan enlos repositorios institucionales. El uso (no comercial) que hagan los autores desu propio artículo no está restringido en ningún modo, excepto por el hecho deque tienen que citar el JCI cuando lo utilizan.

Hacemos todo lo que está en nuestra mano para que los lectores del JCI con-fíen en los manuscritos que publicamos, pero comienza a ser imposible esta-blecer una norma específica para cada tipo de práctica cuestionable que obser-vamos. En relación al caso anterior, el comité editorial decidió informar de lainfracción a las autoridades pertinentes de la institución a la que pertenecíanpara que determinasen si era necesario emprender ulteriores acciones puniti-vas. Sin embargo, podríamos haber actuado de otra forma de no haber existi-do una razón plausible para los actos de los autores. Pese a todo ello, el hechode establecer una política para las infracciones éticas viene a ser algo así comoperseguir un objetivo móvil, por lo que sería bueno conocer otras actitudes yrespuestas frente a estos temas.

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 103

Page 105: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

104 Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):104-109

Fidel Pagés: descubridor de laanestesia epidural

Fidel Pagés: The discoverer of epidural anaesthesia

■ Ramiro de la Mata Pagés*

En la actualidad la anestesia epidural se utiliza muy fre-cuentemente en intervenciones quirúrgicas, en especial en obstetricia. Su des-cubrimiento se debe al doctor Fidel Pagés Miravé, médico español que publicóla técnica en 1921. La importancia de su hallazgo se ha difundido por todo elmundo, habiéndose incorporado a la cirugía como una técnica habitual. Elperfil profesional del autor resulta fascinante por su brillantez y precocidad,habiendo supuesto su legado científico uno de los mayores avances de la anes-tesia en el último siglo.

La técnica

La anestesia epidural comenzó a aplicarse en obstetricia en 1935 y hoy seemplea en numerosos campos quirúrgicos. La punción epidural se realiza conel paciente sentado o en decúbito lateral y se punciona el espacio entre las apó-fisis posteriores de las vértebras. El punto de punción depende de la zona quese desea anestesiar y así, la lumbar, la más frecuente, se realiza en el espacioentre dos vértebras lumbares y permite anestesiar la región abdominal.

Descubrimiento de la anestesia epidural

Fidel Pagés Miravé nació en Huesca en el año 1886, ciudad en la que estudióel bachillerato. Se licenció en Medicina y Cirugía en la Universidad de Zaragozaen 1908 con premio extraordinario y a lo largo de su vida mantuvo una inten-sa actividad académica. Además de su tesis doctoral, presentada en la Facultadde Medicina de la Universidad de Madrid sobre “Patogenia de las braquicar-

Miscelánea

* El autor, nieto del descubridor de la anestesia epidural, ha sido jefe de sección del Servicio de Cirugía Máxilofacialdel Hospital Doce de Octubre de Madrid hasta su jubilación en 2004.

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 104

Page 106: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):104-109 105

Ramiro de la Mata Pagés

dias”, publicó en abril de 1913 la traducción de la conferencia titulada“Tratamiento incruento de los tumores” que el alemán Vicent Czerny había pre-sentado en el congreso de Münster. Al año siguiente publicaba “Tratamiento delas fracturas diafisarias de los huesos largos de las extremidades producidaspor proyectiles de arma de fuego” y en 1919 vieron la luz sus trabajos: “Sobreun caso de estrangulamiento retrógrado de epiplón”, “Contribución al estudiode la cirugía plástica de mejilla” y “Tratamiento de las fracturas de olécranonpor el enclavamiento y la extensión continua”, así como traducciones de casospublicados en las revistas médicas del momento.

Experiencia quirúrgica con heridos de guerra

Al terminar la licenciatura ingresó en Sanidad Militar por oposición en 1909,siendo destinado al Hospital Militar de Melilla en el delicado momento de unanueva rebelión de las cabilas rifeñas en el llamado “desastre del Barranco delLobo”. Sobre la base de años de estudio y preparación, fue allí dónde se termi-nó de gestar su descubrimiento.

El sufrimiento de los soldados junto con la carencia de recursos médicos yanestesiológicos, le llevaron a investigar métodos alternativos y eficientes paracalmar el dolor de forma rápida y segura, facilitando los tratamientos quirúrgi-cos y reduciendo sus riesgos.

En 1921 fue nombrado cirujano jefe del equipo quirúrgico con destino en elHospital Doecker (así llamado por estarconstruido con barracones desmontablesde ese nombre). Por entonces se produjo el“Desastre de Annual” que llevó a los rife-ños de Abd-el-Krim hasta las puertas deMelilla, con sangrientos combates quecausaron numerosas bajas entre los sol-dados españoles. Estas circunstanciasbélicas y siempre en puestos sanitariosavanzados, le obligaron a realizar numero-sas intervenciones quirúrgicas y así,durante los combates de Tizza, Atlanton yTarrenda permaneció en el quirófano casisin descanso durante varios días paraatender al enorme número de heridos. Sinduda, ésta fue la razón por la que en sumemoria se dio el nombre “HospitalComandante Dr. Pagés” al “HospitalDoecker de Melilla”, en cuyo quirófanorealizaba sus operaciones. Y en ese mismolugar se puso una placa en su memoriacon el texto: “Sirviendo a España enaltecióla ciencia”.

Figura 1. Fotografía del Dr. Pagés(cortesía del autor).

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 105

Page 107: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

106

Fidel Pagés: descubridor de la anestesia epidural

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):104-109

Experiencia internacional durante la I Guerra Mundial

Tras su experiencia en Melilla, Pagés actuó durante la Primera Guerra Mundialcomo Delegado del Embajador de España en Viena, al servicio de la Inspecciónde los campos de prisioneros de guerra de Austria-Hungría en febrero de 1917.Su ya acreditado prestigio como cirujano y sus conocimientos de francés y ale-mán, le hicieron digno de esa responsabilidad. Durante su misión realizó inspec-ciones en todos los campos situados en Hungría en colaboración con el profesorWerner en la sección de prisioneros de guerra del Hospital nº 2 de Viena. Su tra-bajo bien puede calificarse de heroico, ya que la falta de alimentos, cuidados ele-mentales y de higiene costó la vida a varios médicos militares españoles que enla misma etapa realizaban atención médica e inspectora en la zona. Incluso, élmismo enfermó gravemente y hubo de ser repatriado a España.

La publicación del descubrimiento en 1921

Ya en nuestro país, y en paralelo con su actividad médico-quirúrgica, el doc-tor Pagés fundó la Revista Española de Cirugía en 1919, publicación que codi-rigiría hasta su muerte. En ella divulgó su descubrimiento de la técnica epidu-ral lumbar en dos artículos sobre la “anestesia metamérica”, publicados en elnúmero del mes de marzo de 19211, así como en la Revista de Sanidad Militarese mismo año2.

En esas páginas describió laanatomía del canal raquídeo, latécnica de la anestesia epidurallumbar, incluyendo una revisiónbibliográfica, junto con el mate-rial y los fármacos necesariospara la punción lumbar. Ade -más, analizó con precisión lasventajas e inconvenientes deesta praxis que había utilizadoen 43 intervenciones, entre lasque figuraban una nefropexia ydos hidroceles.

Exponía allí “la posibilidad queproporciona privar de sensibili-dad un segmento del cuerpo,dejando con ella a las porcionesque están por encima y por deba-

Figura 2. Dibujo original del doctor Pagés sobre latécnica de anestesia epidural (cortesía del autor).

1 Pagés MF. Anestesia Metamérica. Rev Esp Cir. 1921; 3: 121-148.2 Pagés Miravé F. Anestesia Metamérica. Rev Sanidad Militar 1921;11: 351-65; 385-96.

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 106

Page 108: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):104-109 107

jo del segmento medular”. Asimismo, en dicho artículo, escribía: "En el mes denoviembre del pasado año, al practicar una raquianestesia, tuve la idea de dete-ner la cánula en pleno conducto raquídeo, antes de atravesar la duramadre, y mepropuse bloquear las raíces fuera del espacio meníngeo y antes de atravesar losagujeros de conjunción, puesto que la punta de la aguja había atravesado el liga-mento amarillo correspondiente...”. Añadiendo: “hice la disolución de... 375 mgde novocaína en 25 cc de suero fisiológico, procediendo a inyectarlo entre las vér-tebras lumbares 2ª y 3ª… El resultado de este intento nos animó a seguir estu-diando este método, al que en clínica denominamos de anestesia metamérica...”.

Muerte prematura y su impacto en el desarrollo deldescubrimiento

Fidel Pagés murió en 1923 a los 37 años en Quintanapalla (Burgos) en unaccidente automovilístico cuando regresaba con su familia de pasar las vaca-ciones en el norte de España. Su muerte conmovió a la comunidad médica3 yfue recordada en la prensa general. Pero, como ha sucedido con otros descu-bridores, su nombre cayó en el olvido durante años, hasta que su figura fuerehabilitada años más tarde por la comunidad científica internacional.

Reconocimieto mundial a Pagés como descubridor de laanestesia epidural. El plagio de Dogliotti

A pesar de que el descubrimiento de Pagés había sido publicado con extensasreferencias de aplicación quirúrgica en las dos importantes revistas antes men-cionadas, Achilles Dogliotti, médico anestesista italiano, presentó en el Congresode la Sociedad Internacional de Cirugía celebrado en Madrid en 1932, un tra-bajo en el que se atribuía como propia la técnica de Pagés. Una técnica que, aun-que había sido publicada 11 años antes4, no era conocida por los médicos con-gresistas, tal como manifestaba en 1991 el doctor Hervás en un artículo titula-do “La perenne actualidad de un clásico: Fidel Pagés y la anestesia epidural”5.

Fue el cirujano argentino Alberto Gutiérrez, Jefe del Servicio de Cirugía deMujeres del Hospital Español de Buenos Aires, que había utilizado desde 1929

3 De los años próximos a la muerte del doctor Pagés es destacable la nota necrológica que escribió el Dr. TomásRodríguez de Mata en la Revista Española de Cirugía: Rodríguez Mata T, Covisa IS, Pagés F (1886-1923). Editorial.Rev Esp Cir 1923:5.4 Hay quienes han criticado a Fidel Pagés por no haber realizado con posterioridad un seguimiento de la anestesiaepidural. Sin duda se trata de poco estudiosos de su obra y que desconocen su prematura muerte.5 Hervás Puyal C. La perenne actualidad de un clásico: Fidel Pagés y la anestesia epidural. Rev Esp Anestesiol Reanim.1991; 38:317-326.

Ramiro de la Mata Pagés

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 107

Page 109: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

108

Fidel Pagés: descubridor de la anestesia epidural

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):104-109

este tipo de anestesia, quien desveló el error en la Revista de Cirugía de BuenosAires en 1932. Manifestaba allí que el descubridor de la anestesia epiduralhabía sido el español Pagés y contribuía a su divulgación. En 1935 el profesorespañol Pi Figueras presentó una ponencia en el Congreso Interregional de laSociedad Italiana de Anestesia y Analgesia en la que reivindicó a Pagés ante elpropio Dogliotti, quien reconocería posteriormente la “genuina autoría” y laprioridad de Pagés como autor de la técnica metamérica.

En años posteriores se siguió reivindicando la autoría del descubrimiento yasí, en 1958, el doctor Miguel escribió en la Revista Española de Anestesiología:"Como españoles nos sentimos orgullosos de esta gesta; como amantes de laverdad es nuestro deber exponer cuánto hay de cierto en este asunto"6.

Unos años antes, el prestigioso anestesiólogo John J. Bonnica7 (1917-1994),de Seattle, ya había impulsado y difundido la anestesia epidural, que describíarecordando en 1953 con verdadera veneración a Pagés como el primer médicodel mundo que aplicó una técnica que sin duda entrañaba menor riesgo encomparación con la raquídea.

Premios que llevan su nombre

El reconocimiento al insigne español se ha hecho patente también a través dedos importantes premios científicos. La Sociedad Española de Anestesiología,Reanimación y Terapéutica del Dolor (SEDAR) instituyó en 1957 un premio bia-nual en su memoria, el denominado “Premio Pagés”, otorgado por primera vezen 1959 al doctor Cantero Gómez por su trabajo sobre “Los procesos de óxido-reducción en anestesia”.

Asimismo, el Ministerio de Defensa de España instituyó en 2007 el Premio ala Investigación en Sanidad Militar “Fidel Pagés Miravé” que se ha otorgado endos ocasiones a trabajos de notable relieve8.

Bibliografía reciente

El interés por el descubridor de la anestesia epidural se ha mantenido hastala actualidad, poniéndose de manifiesto en diversas publicaciones científicas enlos últimos años. Así, en relación con la más reciente bibliografía, es destaca-

6 Miguel MJ. Editorial. Rev Esp Anestesiol. 1958; 5: 241.7 John Bonica fue el creador de una nueva especialidad, la algología (algos, dolor; logos, tratado) y fundó la primeraclínica multidisciplinar del dolor en Seattle, así como la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor, que agru-pa a los especialistas dedicados al tratamiento del dolor de todo el mundo.8 Por Orden Def/2614/2008, de 10 de septiembre se concede el primer premio “Fidel Pagés Miravé” a Luis AlfonsoArcarazo García y María del Pilar Lorén Trasobares por el trabajo titulado “La asistencia sanitaria militar en Zaragozadesde el siglo XVIII: los hospitales militares”.

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 108

Page 110: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):104-109 109

Ramiro de la Mata Pagés

ble el artículo “Fidel Pagés Miravé (1886-1923). The pioneer of lumbar epiduralanaesthesia” publicado por De Lange y cols., en la revista Anaesthesia (1994)9.

Igualmente, es digno de mención el estudio realizado por Herrera y Mulas,quienes publicaron en 1996 un excelente trabajo en la Revista Española deAnestesiología y Reanimación conmemorando el setenta y cinco aniversario deldescubrimiento de la anestesia epidural10. En 2005, Cortés Román publicó enel número 52 de dicha Revista, un artículo dedicado al descubrimiento y a sucreador titulado “Anestesia epidural lumbar 1931-1936. Segundo debut”11; y en2007 se presentó el trabajo: “Historia de la raquianestesia y de la anestesia epi-dural en España”12 en la Revista de Urología Española. Finalmente, AlejandroBeláustegui Fernández ha escrito una completa biografía titulada “Fidel PagésMiravé y otros sanitarios militares ejemplares. La lucha contra el olvido. III”13,editada en 2008 por el Ministerio de Defensa.

Conclusión

Laín Entralgo escribió en su obra Ciencia y Vida: “Por extraño que parezca,los hombres olvidan con frecuencia hallazgos científicos importantes, aunquede ellos haya quedado constancia escrita. Los descubrimientos de los que sebeneficia la humanidad no aparecen por azar. Son el resultado de una bús-queda que lleva consigo el esfuerzo de años. Nunca hubieran sido descubiertospor el científico sin un intenso estudio y una profunda dedicación. Eso no quie-re decir, que no pueda trabajarse sobre un invento para perfeccionarlo o com-pletarlo, pero siempre hay que reconocer la genuina autoría”. Unas palabrasque bien pueden aplicarse a Fidel Pagés.

Las circunstancias que rodearon su vida y especialmente su prematuro falle-cimiento, le privaron del merecido reconocimiento por un descubrimiento que,lejos de ser resultado del azar, sólo fue posible por la conjunción de su brillan-tez como cirujano y una incesante actividad científica y quirúrgica a lo largo desu vida. De este modo, su nieto, quien esto escribe, en honor a su memoria ya la ciencia, le rinde tributo por la autoría de uno de los descubrimientos másrelevantes del siglo pasado.

9 de Lange JJ, Cuesta, M. A, Cuesta de Pedro, A. Fidel Pagés Miravé (1886-1923). The pioneer of lumbar epidural ana-

esthesia. Anaesthesia. 1994; 49: 429-31.10 Herrera A, De las Mulas M. En Memoria de Fidel Pagés Miravé (1886-1923). LXXV Aniversario de la Publicación de

"Anestesia Metamérica". Rev Esp Anestesiol Reanim. 1996;43:59-66.11 Cortés Román C. Anestesia epidural lumbar 1931-1936. Segundo debut. Rev Esp Anestesiol Reanim. 2005;52.12 Gonzalo Rodríguez V, Rivero Martínez MD, Pérez Albacete1 M, López López AI, Maluff Torres A. Historia de la raquia-

nestesia y de la anestesia epidural en España. Arch. Esp. Urol. v.60 n.8 Madrid oct. 2007.13 Beláustegui Fernández A. Fidel Pagés Miravé y otros sanitarios militares ejemplares. La lucha contra el olvido III.Ministerio de Defensa, 2008.

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 109

Page 111: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

110 Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):110-112

Dudosos esfuerzos deconservación

Fishy Conservation Efforts

■ Achim Steiner*

Si un animal tiene la fortuna de ser una especie de sala-mandra conocida como el “tritón manchado de Kaiser”, presente únicamenteen Irán, puede que su futuro no sea malo. Así, en la reciente reunión delpasado mes de marzo de la Convención sobre el Comercio Internacional deEspecies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Convention onInternational Trade in Endangered Species, CITES), que tuvo lugar en la capi-tal de Qatar, Doha, se votó la prohibición de comerciar con estos reptiles,además de adoptarse otras medidas para la protección de una serie de ani-males terrestres.

Por el contrario, si fuera un “atún de aleta azul del Atlántico occidental”, sesentiría mucho más apesadumbrado. Lo mismo puede decirse para varias espe-cies de tiburones, entre ellos: el “oceánico de puntas blancas”, el “tiburón mar-tillo” y el “tiburón espinoso”. A pesar de que existen pruebas científicas sólidasque nos dicen que asistimos a una acusada disminución de sus poblaciones,ninguna de las propuestas dirigidas a establecer controles más estrictos sobrela explotación comercial de estas criaturas marinas —y de más de 30 especiesde coral— logró la necesaria mayoría de dos tercios.

En el caso del atún de aleta azul del Atlántico occidental, varios países argu-yeron que es el organismo de gestión específico para estos asuntos, la ComisiónInternacional para la Conservación del Atún Atlántico (InternationalCommission for the Conservation of Atlantic Tunas, ICCAT), el que mejor puedeabordar el problema. Varios de los representantes que propusieron reglas másestrictas para este tipo de comercio, no se sintieron muy cómodos con el resul-tado y no les faltaba razón. La población de este pez, altamente valorado, hallegado a reducirse hasta un 80% desde que comenzó la pesca industrial. Loque ha sucedido sin que la ICCAT hiciese nada por evitarlo. Igualmente, en el

Miscelánea

* El autor es economista (London University) y experto en políticas medioambientales. Desde junio de 2006 ocupa elpuesto de Director Ejecutivo del United Nations Environment Programme (UNEP). ©Project Syndicate, 2010.www.project-syndicate.org. Traducción de José Luis Puerta.

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 110

Page 112: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):110-112 111

caso de los tiburones y las rayas, un estudio reciente indica que cerca de untercio de las 64 especies oceánicas está a punto de extinguirse.

Su declive se vincula con la sobreexplotación de especies que alguna vez fue-ron comunes. Por ejemplo, el tiburón espinoso ahora reemplaza en parte albacalao en muchas tiendas europeas de fish and chips. Además, los tiburonesestán resultando seriamente afectados por la creciente demanda de la sopa quese prepara con su aleta, considerada un manjar en varias zonas de Asia.

Pero salvar a las especies vulnerables o en peligro de extinción no es un asun-to exclusivamente medioambiental, pues está en relación con el sustento demillones de personas y, porlo tanto, con la buena saludde los océanos. En la actua-lidad, el medio marino seencuentra ciertamente ame-nazado. Recordemos quecuando el explorador JohnCabot navegó por las costasde Terranova hace más de500 años, enormes cardú-menes de bacalao impedíanel avance de los barcos y latripulación podía tirarcubos al agua e izarlosrepletos de peces.

Sin embargo, en 1992 lasobreexplotación obligó alcierre completo de esta zonaatlántica antiguamente ubé-rrima y, a pesar de todos losesfuerzos, los GrandesBancos de Terranova no sehan recuperado. De manerasimilar, el exceso de pescade tiburones en el Caribe hagenerado un aumento de laspoblaciones de pulpos y unadrástica caída de la langostay la vieira, dos importantesfuentes de ingresos econó-micos para las comunidadescosteras caribeñas.

El resultado del encuentrode la CITES ha evidenciadocon claridad las crecientestensiones entre los interesesindustriales y ambientales,

Achim Steiner

Figura 1. Desembarque de la captura de atún en el puer-to japonés de Misaki (©sawdust, Istockphoto).

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 111

Page 113: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

presentándolos como si fuesen irreconciliables. Nadie duda de que los pesca-dores del siglo XXI rechazan la idea de ver su medio de vida degradado o des-truido. Tampoco los conservacionistas modernos desean poner puertas almedio natural para evitar que la gente se gane la vida.

Por todo esto, si los gobiernos quieren que los acuerdos actuales imperen enlos océanos, deben comenzar por hacer cálculos realistas. Por ejemplo, con res-pecto a los tiburones, hay que aplicar las sanciones actuales contra la “extrac-ción de aletas” establecidas por las Organizaciones Regionales de Control dePesca, reforzadas por un sistema independiente de observadores que subidos abordo garanticen su cumplimiento por parte de los barcos pesqueros. Más aún,debe impulsarse un plan de acción internacional para proteger a los escualos,que incluya cuotas máximas de pesca. Y deben utilizarse artes adecuadas paracapturar sólo determinadas especies, devolviendo vivos al mar los peces atra-pados accidentalmente o por lo que se conoce como captura accesoria (by-catch).

En las zonas donde los acuerdos de pesca no se estén aplicando, es necesa-rio hacer cumplir los convenios de conservación. Después de todo, no estamosante códigos normativos en conflicto sino complementarios.

Hemos visto que las decisiones sobre el futuro del atún de aleta azul delAtlántico occidental vuelven a depender de la ICCAT. Los gobiernos que acep-tan su autoridad deben permitir que esta Institución esté a la altura del desa-fío ante el que se halla. Tienen tres años para hacerlo, antes de que la CITESvuelva a reunirse en Tailandia. Si no se toman medidas enérgicas para mejorarla situación, los gobiernos deben permitir que en el seno de la CITES se alcan-ce un acuerdo para la conservación y el comercio, y, así, pueda revertirse eltriste estado en el que se encuentra esta especie.

El atún de aleta azul se encamina a la extinción comercial, si es que no a ladefinitiva, al igual que otras especies marinas de importancia ecológica y econó-mica. Está nadando en su última oportunidad, lo que también reza para lasorganizaciones bajo cuyo tejado se ha producido el sobrecogedor colapso de tan-tas áreas de pesca —al dañarse y degradarse un ambiente marino antes fértil ylleno de recursos—, y con ello las vidas y el sustento de incontables pescadores.

112

Dudosos esfuerzos de conservación

Dendra Médica. Revista de Humanidades 2010; 9(1):110-112

Revista de Humanidades Vol 9-1.qxd:RHM.Nº1.2010.qxd 24/6/10 10:40 Página 112

Page 114: 9-1 Dendra Medica / Ars Medica Vol. 9 Num. 1

Junio 2010 Vol. 9 N.º 1 Págs. 1-112

Den

dra M

édica

Revista

de H

um

an

ida

des

EditorialFuga de cerebros

José Luis Puerta

ArtículosPiratas del siglo XXI

Víctor San JuanBreve historia de la National Library of Medicine (NLM)

José Luis PuertaPsicología de la nostalgia

Cecilio Paniagua

Artículo especialLa Europa de Ratzinger

Carlos AragonésEuropa, política y religión

Joseph Ratzinger

Doce artículos para recordar

CríticaKatharine Hepburn

Juan Tejero

Página literariaGuy de Maupassant (1850-1893). Nota de la Redacción

Enfermos y médicosGuy de Maupassant (†)

MisceláneaEnergía envasada

Diego QuintanaJudicialización sanitaria

Alfonso Utrillas CompairedPublicar o perecer, pero ¿a qué coste?

Ushma S. NeillFidel Pagés: descubridor de la anestesia epidural

Ramiro de la Mata PagésDudosos esfuerzos de conservación

Achim Steiner

Revista deHumanidades

Volumen 9 Número 1 Junio 2010

Den

dra M

édica

Carlomagno entre los Papas San Gelasio I (¿?-496) y San Gregorio Magno(c.540-604). Tomada del libro de oraciones de Carlos II de Francia (823-877).

Cubiertasfinal.qxd:portada-2010-1.qxd 24/6/10 10:57 Página 1