COLECTIVO ACCIÓN DIRECTA – DOCUMENTOS - M.C.- DICIEMBRE 2009

A LUCHAR POR UN BICENTENARIO DEMOCRÁTICO-POPULAR

DE LOS PUEBLOS Y LOS TRABAJADORES DE CHILE

A doscientos años del inicio de nuestra Independencia político-formal del Imperio español, los Pueblos y los Trabajadores de Chile declaramos:

Que no aceptamos en nuestro país ningún tipo de intromisión ni dictamen económico, político, cultural o de otra índole, con que

nos quieran dirigir los representantes y fuerzas del Imperialismo;

Que no aceptamos la depredación de nuestros recursos naturales y la destrucción sistemática e irreversible de nuestro

medioambiente por parte de las empresas trasnacionales y las del gran capital transnacional dependiente interno;

Que no aceptamos la política de discriminación, aculturización, represión y exterminio hacia nuestros pueblos originarios;

Que no aceptamos que tanto el gobierno como los patrones estigmaticen, asocien como algo delincuencial y repriman toda

expresión social de rechazo a este sistema rancio, como son las

movilizaciones de trabajadores, las acciones directas de sectores populares, anarquistas, minorías sexuales, etc.;

Que no aceptamos más una sociedad que agrede a mujeres y niños;

Que no aceptamos una Constitución Política nacida e impuesta bajo la Dictadura Militar;

Que no aceptamos las leyes laborales impuestas también en dictadura y que en su conjunto más bien debieran llamarse

“Código Patronal”; Que no aceptamos una Justicia que sólo defiende la propiedad

privada y que es tuerta, pues sólo mira, para reprimir, hacia nuestros pueblos y a los sectores populares que legítimamente

se rebelan ante tanta injusticia; Que no aceptamos que la Educación y la Salud sean

consideradas un negocio;

Que no aceptamos Fuerzas Armadas y de Orden adiestradas en el terrorismo contra los pueblos y los trabajadores, y orientadas

en contra del ‘enemigo interno’;

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Que no aceptamos viviendas ‘sociales’ indignas, las que no

obstante se convirtieron en un lucrativo negocio para los pulpos de la construcción y de la banca privada;

Que no aceptamos más sueldos ni pensiones miserables; Que no aceptamos ser parte de ninguna política estratégica que

resguarde los intereses del imperialismo en contra de nuestros

hermanos latinoamericanos y del mundo; Que no aceptamos más el monopolio de la verdad por parte de

las clases dominantes, las que cuentan con dos grandes empresas periodísticas y unas concentradas cadenas televisivas

y radiales; Que no aceptamos la impunidad para nuestros verdugos y que

jamás olvidaremos todos los abusos y las humillaciones perpetradas a nuestros pueblos a manos de las fuerzas

represivas de las clases dominantes.

Por todo lo anterior, en este bicentenario de la primera

independencia, convocamos a todas y a todos los que quieren luchar por cambiar este injusto estado de cosas a que nos someten los patrones y sus

representantes, entendiendo que sólo la organización y la lucha unitarias nos harán libres. No pronunciarnos más bien nos sitúa en un silencio

cómplice, bastante parecido a la estupidez.

Hagamos de este Bicentenario el inicio de las batallas que nos lleven a destruir el sistema de dominación capitalista, el que impide el bien de

nuestros pueblos y los trabajadores, y avancemos decididamente en la construcción de un mundo mejor para nosotros y nuestros hijos, el que

para nosotros sigue siendo en primera instancia el del Socialismo.

Por ello convocamos a todos los pueblos y los trabajadores a

adscribir y a luchar por:

Un gran movimiento social y político que conduzca a la instauración de una Asamblea Constituyente, de donde surja

democráticamente la Constitución legítima de los Pueblos y los

Trabajadores de Chile; La ruptura de los lazos y acuerdos políticos, económicos y

militares con los representantes del imperialismo; La expulsión de las empresas trasnacionales expoliadoras y por

la renacionalización del cobre, del agua potable, la electricidad y las comunicaciones;

Una resignificación de la inversión extranjera y nacional para provecho de nuestro país, en que la propiedad de los medios

sea estatal y con tasas de impuestos que acordemos con otros

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pueblos hermanos y que no sean menores a las pagadas por

inversionistas en los países del centro capitalista; Una política de recuperación de todos los hábitats y nichos

ecológicos dañados hasta ahora por el subdesarrollo capitalista, además de planear un nuevo desarrollo, sustentable y que no

dañe nuestro medio. Por otro lado, planificar un desarrollo más

humano de nuestras urbes y poblados rurales; Un desarrollo agrícola y ganadero al servicio de las necesidades

de nuestras mayorías y no de la exportación beneficiaria de unos pocos. Por una política de real Seguridad Alimentaria de

nuestros pueblos; La Autodeterminación, territorio e identidad de todos los

pueblos originarios; La creación de una nueva sociedad, libre, tolerante, que

potencie y enriquezca todas las formas de la cultura popular y que se nutra con los aportes de las cultura mundial; en suma,

avanzar en la constitución de una sociedad que albergue a todas las formas de la expresión social y de las minorías hoy

excluidas; El desarrollo de una sociedad que revalorice el rol de las

mujeres y de los ancianos y que respete sus derechos y los de

los niños, y donde recreemos el amor y la hermandad; La creación de un nuevo Código Laboral, auténticamente

obrero; Un aparato judicial al servicio de las mayorías, con vocación de

servicio a las demandas de estas; Una Educación y Salud públicas gratuitas, con medios

modernos y eficaces y de la mejor calidad, además de poner fin al sistema parasitario de ‘sostenedores’ de la educación;

Impulso a la construcción de viviendas sociales por parte del Estado, bajo normas internacionales y que respeten la dignidad

de sus habitantes; Democratización de las Fuerzas Armadas, Carabineros y Policía

de Investigaciones, implementando planes y programas que respeten esencialmente a la persona humana en su formación;

Juicio y castigo a todos los culpables de violaciones de los

DDHH entre 1973-2009; Sueldos dignos, con aumentos progresivos por sobre el IPC,

que permitan el libre desarrollo de los trabajadores y sus familias. Por pensiones que aseguren, al menos, el 75% de lo

que ganaba el trabajador; asimismo, montepíos que representen un verdadera calidad de vida para sus

beneficiarios/as; Políticas concretas de estímulo y desarrollo de las pequeñas y

medianas empresas, basadas no en la explotación de sus

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trabajadores, sino en el uso intensivo de nuevas tecnologías y

aumento de la riqueza social; Medios informativos y culturales en manos de las mayorías y

financiados por el Estado; Un Estado que asuma la Unidad Latinoamericana y la

fraternidad con todos los pueblos y gobiernos democráticos del

mundo.

Sabemos que todas estas aspiraciones, así como otras medidas democrático-populares que surjan y que debamos incorporar, sólo serán

conquistadas gracias a la más profunda unidad y lucha de los sectores

auténticamente anticapitalistas. En este sentido, nuestro llamado va dirigido a tod@s l@s militantes y organizaciones de la izquierda

consecuente, así como a los hombres y mujeres dignos de Chile que se sientan representadas por estas justas demandas.

¡LA UNIDAD ES LA ÚNICA RIQUEZA CON QUE CONTAMOS!

¡QUE LA HISTORIA NOS ACLARE EL PENSAMIENTO!

COLECTIVO ACCIÓN DIRECTA

CHILE DICIEMBRE DE 2009

POCO ANTES DE DAR PASO A LA CELEBRACIÓN DEL BICENTENARIO POPULAR