A todas las personas que cada día se levantan

dando gracias por su vida

Quienquiera que nunca haya l legado a especular sobre estas cuatro cosas:

¿Qué hay encima? ¿Qué hay debajo?

¿Qué había antes del mundo? ¿Qué habrá después?

más le hubiera valido no haber nacido

Talmud de Babilonia, Haguigah, IIb

índice

PENSAMENT FILOSÒFICS

Introducción Filosófica 5

Et imológicamente 5

Conceptua lmente 5 Según f i lósofos Más importantes 6

Socia lmente 8 Origen de la f i losof ía 9

Filosofía Presocrática 13

La f i losof ía Mi les ia de la natura leza 13 Tales 13 Anaximandro 14 Anaximenez 15 Pitagoras y los p i tagor icos 16 Los Eleatas 16 Jenofanes 16 Zenon de Elea 18 Heracl i to y los f i lósofos de la natura leza

del s ig lo V 18 Herácl i to 18 Empédocles 19 La teor ía a tómica de Leucipo y Democr i to 20 Anaxagoras 21

Filosofía Elenistica 22

Filosofía Griega 23

Presocrát icos -sof is tas y Socrates 23

Filosofía Medieval 25

Considerac iones genera les 25 Razón y fe 26 Agust ín de Hipona 26

Otros f i lósofos importantes 28

Filosofía Oriental 28

Teólogos Musulmanes 28 Arabes en España, aberroes 29 Fi lósofos Judíos 29

Siglos X y XI

Siglo XII 30

Siglo XIII 31

Tomas de Aquino 31 Siglo XIV 34

El Nomina l ismo 34

Filosofía Moderna 35

Anatomía de l pensar 35 Liber tad de razonar 35 Liberac ión ind iv idua l 35

La formulac ión c ient íf ica 36 Laic izac ión 36

El Racional ismo 37 La i lust rac ión 39 El idea l ismo 40

Filosofía Contemporánea 43

El idea l ismo absolu to de Hegel 43 Metado y f i losof ía 44 Mater ia l ismo: Marx 44 Vita l ismo: Nie tzsche 48

Siglo XX 50

El pensamiento de Unamuno 52 El pensamiento de Xavier Zubi r i 52 El pensamiento de María Zambrano 52 El pensamiento de Ortega 52

PROLOGO Parafraseando muestro propio trabajo podemos decir que si la Fi losofía es el amor por el saber, a través de este trabajo hemos sabido que para la f i losofía no hay respuestas, sí hay preguntas, todas las preguntas imaginables que, si tuvieran respuesta, encontraríamos el signif icado a nuestra vida. Hemos buceado en todos los f i lósofos, desde Tales de Mileto hasta Unamuno, Hemos buscado definiciones, explicaciones varias, en sus escritos y en sus hechos. Hemos escuchado, leído y escrito para aprender Y sí, hemos aprendido; hemos aprendido lo que tanto Presocrát icos como Medievales o Modernistas decían, pero como ellos, no hemos descubierto las respuestas básicas de nuestra existencia: Quienes somos, de donde venimos a donde vamos; las mismas preguntas que Platon o Santo Tomas se plantearon, por dist intos caminos, pero con igual resultado Es pues este trabajo una búsqueda de los ancestros f i losóficos, realizada con interés a falta de saber. En sus siete Capítulos o apartados, hay un cúmulo de ilusión y muchas ganas de aprender aprendiendo. ¿Mira que si al f inal encontramos alguna respuesta.. .?

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INTRODUCCION FILOSOFICA

“E l hombre y sus re lac iones fundamenta les con e l Universo, const i tuyen e l extenso campo de la a tenc ión y medi tac ión de l

f i losofo”

Etimológicamente: Para comprender mejor e l s ign i f icado de un vocablo, se debe i r a la ra íz de l mismo, aunque a veces esta teor ía no es de l todo c ier ta porque en pa labras compuestas puede produci rse que su un ión, le cambie e l sent ido a la pa labra resu l tante. No es este e l caso de la pa labra FILOSOFÍA cuya et imología nos l leva a comprender y aclaran su conten ido.

La pa labra FILOSOFÍA es la un ión de dos pa labras gr iegas:

AMANTE y SABIDURIA por lo tanto podemos deci r que la FILOSOFÍA ES AMOR POR LA SABIDURIA ¿ Oh que es un f i lósofo, s ino un amante de l saber?

Conceptualmente:

La f i losof ía no es una c ienc ia como ta l , pero la def in ic ión de f i losof ía que se encuentra en cas i todos los d iccionar ios la denomina como ta l :

Ciencia que t ra ta de la esencia , prop iedades, causas y efectos d l mundo f ís ico y esp i r i tual . (D icc iona r io de la lengu a

españo la , CAST ELL)

Ciencia que t ra ta de la esencia , causas y efectos de las causas natura les (D icc iona r io JUL IO CASAR ES)

Ciencia de los pr inc ip ios y de las causas de los fenómenos (D icc iona r i de la l l en gua , Ca ixa d ´es ta lv i s i m on t de P ie ta t de Cas te l

Ciencia que t rata de la esencia, prop iedades, causas y e fectos de las cosas natura les (D icc iona r io E l Mundo)

Anál is is rac iona l de l sent ido de la exis tenc ia humana, tanto ind iv idua l como colect iva (Apun tes p ro f esor UJ I Sa lvador C abedo) .

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Todos los d icc ionar ios y enc ic lopedias def inen de la misma manera e l concepto de f i losof ía , s i b ien e l d icc ionar io de la Lengua Española Caste l l , es e l ún ico que abunda en e l aspecto esp i r i tua l , que en ot ros t ra tado se omite .

Según los filósofos más importantes :

“La Fi losof ía es un afán de saber l ib re y des in teresado” Pitágoras.

“La Fi losof ía es un preguntar por los pr inc ip ios ordenadores de l Cosmos” Presocrat icos, algunos de los cua les basaron sus estudios en:

a) Tales de Mi leto ; “E l agua, pr inc ip io de todo”

b) Anaxímenes : “Todo nace de l a i re”

c) Pi tagoras de Samos : “La esencia de las cosas es e l número”

La Fi losof ía es la más a l ta ascensión de la personal idad y la soc iedad humana por medio de la sab idur ía , Platón.

“La Fi losof ía es una c ienc ia un iversa l , d i f íc i l , r igurosa, d idáct ica, percept ib le , pr inc ipa l y d iv ina, además debe ser un saber especia l , de los pr imeros pr inc ip ios y de las pr imeras causa” Aristóteles

“La Fi losof ía es maest ra de la v ida, inventora de las leyes y guía de la v i r tud” . Ciceron

“La Fi losof ía es la teor ía y e l ar te de la conducta recta” .Seneca

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La Fi losof ía es un afán de Dios” San Agustín.

La Fi losof ía es la s ierva de la Teología ”. Santo Tomas

“La F i losof ía es el estud io de la sab idur ía , tanto para conduci r la v ida, como para la conservación de la sa lud y la invención de todas las ar tes” Descartes

“La Fi losof ía es e l camino de la exper ienc ia de la concienc ia , es deci r e l camino hacia e l saber” Hegel

“Los f i lósofos se han l im i tado a interpretar e l mundo de d is t intos modos; de lo que se t rata es de t ransformar lo , entonces la F i losof ía es e l conocimiento para t ransformar la real idad” Marx

La Fi losof ía es la búsqueda de la verdad como medida de lo e l hombre debe hacer y como norma para su conducta. Sócrates.

“La Fi losof ía es e l conocimiento que responde a la necesidad de hacernos una concepción un itar ia y to ta l de l mundo y de la v ida” Unamuno.

“La Fi losof ía en el conocimiento radica l de l Univer so o de todo cuanto hay; su e jerc ic io nos l leva a l descubr imiento de la v ida como rea l idad pr imord ia l ” . Ortega y Gasset

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Socialmente La Fi losof ía ent re e l pueblo, esta considerada como una c ienc ia que no se sabe muy b ien para que s i rve, pero donde cabe todo t ipo de e lucubrac iones. Un f i losofo es considerado como un sab io que ha d i ferencia de l h is tor iador, de l geó logo o de l art is ta , su campo es de mayor ampl i tud, puesto que todo esta ba jo su estud io , todo lo cuest iona, e l ámbi to de su cur ios idad no reconoce l im i tes.

Puede que en estos momentos la F i losof ía este pasando por sus peores momentos, puesto que la c ienc ia, la técn ica, está dando respuestas vis ib les y demostrab les a muchas preguntas que a lo largo de su h istor ia se p lantearon los grandes f i lósofos y también porque e l pueblo ut i l iza esta pa labra para def in i r cua lqu ier s i tuac ión de vida: “Juega con una f i losof ía d i ferente” “Tiene una f i losof ía de la v ida especia l ” . A cua lqu ier s i tuac ión de vida le ap l icamos la pa labra f i losof ía . Quizá a esta decadencia soc ia l , cont r ibuyen f rases como “La f i losof ía t r iunfa fác i lmente de los males pasados y de los fu turos, pero los males presentes la vencen” Para abundar en esta teor ía , se esgr ime la f rase “ …Pero s i b ien es innegable que no saben absolutamente una pa labra, esto no es obstácu lo para que d igan que lo saben todo” Frase at r ibu ib le a ERASMO en Elogio de la estu l t ic ia, ref i r iéndose a los f i lósofos” . Para reforzar esta op in ión, se argumenta que después de más de 3.000 años de l pr imer f i losofo , Ta les de Mi l i to, no obstante la reso luc ión de muchas incógnitas, seguimos no ten iendo respuesta para las grandes preguntas como son las fundamenta les de nuest ra exis tenc ia: ¿Hay Dios? ¿Que c lase de Dios es y como lo conocemos? ¿Tiene e l hombre un dest i no que t ransc iende de la exper ienc ia de la v ida? ¿El mundo es producto de fuerzas mecánicas que de a lgun modo empezaron a ponerse en movimiento o es obra de a lgún creador? Es deci r : ¿Somos f ru to de la evo luc ión o de la creación ¿Posee e l hombre a lgo que p ueda l lamar a lma? ¿Somos seres l ib res o somos juguetes de las c i rcunstancias?.

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Origen de la Filosofía

“La admirac ión es la act i tud de un hombre que ama verdaderamente la sab idur ía , más aún: No hay n ingún ot ro comienzo de la FILOSOFÍA que no sea éste” (Teeteto 155 d.c . )

Por f i losof ía entendemos una manera de pensar to ta lmente nueva que surgió en Grec ia a l rededor de l año 600 antes de Cr is to . Hasta entonces, habían s ido d is t in tas re l ig iones las que habían dado a la gente las respuestas a todas las pregunt as que se hacían. Estas exp l icac iones re l ig iosas se t ransmit ieron de generac ión en generac ión a t ravés de los mi tos y aunque no exis te una demarcación que regis t re con exact i tud una ec los ión pura de la f i losof ía a par t i r de l «pensamiento mít ico», puesto que la mi to logía s iempre estuvo la tente en la f i losof ía gr iega arca ica, un anál is is de la epopeya, mostrar ía la est recha conexión que guarda con e l pensar rac iona l, como prop io de un espír i tu de pers istenc ia in te lectua l . La Fi losof ía só lo pudo haber nac ido en un terreno fér t i l para la l iber tad y la imaginación. Nunca hubiera s ido fact ib le e l abandono, n i s iqu iera parc ia l , de formas de pensamiento mi to lógicas en medio de soc iedades teocrát icas. A l rededor de l año 700 a.c. gran par te de los mitos gr iegos

fueron p lasmados por escr i to por Homero y Hesíodo. Con esto se creo una nueva s i tuac ión puesto que a l tener escr i tos los mitos, se h izo posib le d iscut i r lo : Imaginemos que el un iverso es producto de los d ioses, que lo t ienen a su merced y pueden hacer con é l lo que se les anto je . S i ta l d iosa está enojada porque e l templo ergu ido en su honor no es suf ic ientemente grandioso, envía una p laga. S i un guerrero se ha l la en mal t rance y reza a l d ios

X y le promete sacr i f icar le reses, éste puede enviar una nube que le ocu lte de sus enemigos. No hay manera de prever e l curso de l un iverso: todo depende del capr icho de los d ioses. Los pr imeros f i lósofos gr iegos cr i t icaron la mi to logía de Homero só lo porque los d ioses se parecían mucho a los seres humanos y porque eran igua l de egoístas y de poco f ia r que nosot ros. Por pr imera vez se d i jo que qu izás los mi tos no fueran más que imaginaciones humanas. Jenófanes sobre e l 600 a.c. h izo una cr i t ica sobre los mi tos d ic iendo” Los seres humanos se han creado d ioses a su prop ia imagen.” “Creen que los d ioses han nacido y que t ienen cuerpo, vest idos e id ioma como nosot ros” . En esta

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época, los gr iegos fundaron una ser ie de c iudades -estado en Grec ia y en las co lon ias gr iegas de l sur de I ta l ia y en Euras ia , donde los esc lavos hacían todo el t raba jo y los c iudadanos l ib res podían dedicar su t iempo a la po l í t ica y a la v ida cu l tura l . En estos ambientes evo luc iona la manera de pensar de la gente. Un so lo ind iv iduo podía p lantear, por cuenta prop ia, como debía organizarse la soc iedad. De esta manera también podía hace preguntas s in tener que recurr i r a los mi tos heredados. Es así pues, que tuvo lugar la evo luc ión desde una manera de pensar mít ica aun razonamiento basado en la exper ienc ia y la razón.

El ob je t ivo de los pr imeros f i lósofos era buscar exp l icac iones natura les a los procesos de la natura leza. Ta les de Mi le to y sus d iscípu los proc laman la teor ía de que no había d iv in idades que se inmiscuyeran en los design ios de l

un iverso. E l un iverso obraba exc lus ivamente de acuerdo con su prop ia natura leza. Las p lagas y las nubes eran producto de causas natura les so lamente y no aparecían mientras no se ha l laran presentes éstas ú l t imas. La escuela de Tales l legó así a un supuesto básico: E l Universo se conduce de acuerdo con c ier tas “ leyes de la natura leza” que no pueden a l terarse. Abundando en la importanc ia que tuvo Ta les de Mi le to, en la dest rucc ión de los mitos y e l nac imiento de la f i losof ía , ISAAC

ASIMOV comenta: "La idea de Ta les, no era de l todo suya, pues tuvo su or igen en Babi lon ia, o t ro de los países que había vis i tado de joven. La ant igua civ i l i zac ión de Babi lon ia había l legado a importantes conclus iones en mater ia de ast ronomía y matemát icas, y estos resu l tados tuvieron por fuerza que fasc inar a un pensador tan ser io c omo

Tales. Los babi lon ios cre ían que la t ie r ra f i rme era un d isco s i tuado en un manant ia l de agua du lce, la cua l af loraba aquí y a l lá a la superf ic ie formando r íos, lagos y fuentes; y que a l rededor de la t ie r ra había agua sa lada por todas partes. Cualqu iera d i r ía que la idea era la misma que la de Tales, y que éste no hacía más que repet i r las teor ías babi lón icas. ¡No de l todo! Los babi lon ios, a d i ferencia de Tales, concebían e l agua no como ta l , s ino como una co lecc ión de seres sobrenatura les. El agua du lce era e l d ios Apsu, e l agua sa lada la

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diosa Tiamat , y ent re ambos engendraron muchos ot ros d ioses y d iosas. (Los gr iegos tenían una idea parec ida, pues pensaban que Okeanos, e l d ios de l océano, era e l padre de los d ioses) . Según la mito logía babi lón ica, ent re Tiamat y sus descendientes hubo una guerra en la que, t ras gigantesca bata l la, Marduk, uno de los nuevos d ioses, mató a Tiamat y la esc ind ió en dos. Con una de las mitades h izo el c ie lo , con la o t ra la t ie r ra f i rme. Esa era la respuesta que daban los babi lon ios a la pregunta ¿De qué está compuesto e l Universo? Tales se acerco a la misma so luc ión desde un ángulo d i ferente. Su imagen de l Universo era d is t in ta porque presc indía de d ioses, d iosas y grandes bata l las ent re seres sobrenatura les. Se l im i to a dec i r : “TODAS LAS COSAS SON AGUA”. Si la h ipótes is de Tales y de sus d iscípu los era correcta , s i e l un iverso func ionaba de acuerdo con las leyes natura les que no var iaban, entonces s í que merecía la pena estud iar e l Universo, observar cómo se mueven l as est re l las y como se desplazan las nubes, cómo cae la l luvia y cómo crecen las p lantas y además en la segur idad de que estas observaciones ser ían vá l idas s iempre y de que no se ver ían a l teradas inop inadamente por la vo luntad de n ingún d ios y entonces ser ía pos ib le estab lecer una ser ie de leyes e lementa les que descr ib iesen la natura leza genera l de las observaciones. La pr imera h ipótes is de Tales condujo así a una segunda: LA RAZÓN HUMANA ES CAPAZ DE ESCLARECER LA NATURALEZA DE LAS LEYES QUE GOBIERNAN EL U NIVERSO. Llegados a este punto, cabe reconocer que e l or igen de la F i losof ía se debe a Ta les de Mi le to y la capacidad de f i losofar a l asombro humano como recrea JOSTEIN GAARDER en su novela

“EL MISTERIO DEL SOL ITARIO”, con estas ref lexiones: “Mient ras estaba viendo cómo e l c ie lo se ponía cada vez más ro jo y luego cada vez más c laro , noté una sensación que jamás había exper imentado, y que, desde entonces, nunca me ha abandonado. Así , de p ie , de lante de la ventana, me sent í como una

cr ia tura mister iosa que estaba viva, pero que no sabía nada de sí misma.

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Sent í que era un ser v ivo sobre un p laneta en la Vía Láctea. Seguramente lo había sab ido s iempre, porque, con la educación que había rec ib ido, no era fác i l cerrar los o jos a ta les hechos pero entonces lo sent í por pr imera vez en mi prop io ser. Era a lgo que se había met ido en cada célu la de mi cuerpo. Viví mi prop io cuerpo como a lgo sorprendente y a jeno. ¿Cómo podía estar en ese camarote, ten iendo esos pensamientos tan ext raños? ¿Cómo era posib le que me crec ieran la p ie l , e l pe lo y las uñas? ¡Por no deci r los d ientes! No encontré n ingún sent ido a l hecho de que dentro de mi boca crec iese esmal te y marf i l , a que todo eso formara parte de mi ser. Pero supongo que la gente no p iensa en esas cosas hasta que se v e ob l igada a i r a l dent ista . Me parec ió un mister io cómo los seres de l mundo pueden, s implemente, vagar por la Tierra , s in preguntarse, a cada momento, qu iénes son y de dónde vienen. ¿Cómo podía ser la v ida de este p laneta a lgo ante lo que se cerraran los o jos o a lgo que, senci l lamente, se daba por sentado? Todos estos pensamientos y sensaciones que me invadían me ent r istecían y me a legraban a l mismo t iempo. Me h ic ieron sent i rme so lo, pero era una so ledad reconfor tante"

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LA FILOSOFÍA PRESOCRATICA HASTA LA APARICIÓN DE LOS

SOFISTAS De n ingún f i lósofo de la época presocrát ica se ha conservado completa una obra, n i s iqu iera a lgún escr i to sue l to. Algunos de estos pensadores n i s iqu iera de jaron a lgo escr i to , de o t ros, se han perd ido sus obras. En vis tas de estas c i rcunstancias es asombrosa la repercusión de estos hombres que pensaron los pensamientos pr imeros y or ig inar ios de Occidente; una repercusión que ha durado hasta hoy, e inc luso se ha reva lor izado. De las fuentes inmediatas, es deci r, test im onios procedentes de los pensadores mismos, só lo tenemos a lgunos escr i tos f ragmentar ios, los l lamados f ragmentos de los presocrát icos.

La Filosofía Milesia de la Naturaleza En la est recha f ran ja costera de l occ idente de Asia Menor, a lo largo de l mar Egeo, los jon ios, la más genia l de las t r ibus gr iegas, habían fundado doce f lo rec ientes c iudades. Aquí acababan los grandes caminos de caravanas que venían del in ter ior de l cont inente Asiát ico. Aquí se cargaban las mercancías en barcos y se despachaban h acia Grec ia. Por esta vía , de in tercambio los gr iegos t rabaron conocimientos con muchos logros cu l tura les de los pueblos as iá t icos. La ast ronomía y los ca lendar ios, las monedas y los pesos. La más mer id ional de las doce c iudades jón icas era Mi le to, en e l s ig lo VI a .C. un importante puerto comerc ia l , y qu izá la más r ica de todo e l mundo gr iego de entonces. En esta c iudad se cruzaban razas, lenguas y re l ig iones, es e l lugar de nacimiento de la c ienc ia y la f i losof ía gr iega y, por lo tanto , también de la occ identa l .

Tales

El pr imero de los f i lósofos gr iegos, Ta les, v iv ió en la pr imera mi tad de l s ig lo VI Ta les era en pr imer lugar un comerc iante que había via jado mucho, y con exper ienc ia de l mundo y se d ice que, ent re o t ros si t ios había segundo lugar, era estado en Egipto. En segundo lugar era un

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hombre de Estado, y en tercero un po l i facét ico invest igador de la natura leza; es probable que poseyera conocimientos ast ronómicos tomados de Or iente y, para asombro de sus contemporáneos, pred i jo un ec l ipse de so l ; se ocupó de l magnet ismo, averiguó la u l t ima de las p i rámides de Ej i to mid iendo su sombra a una determinada hora de l d ía , descubr ió a lgunos teoremas fundamenta les de las matemát icas, uno de los cua les aún l leva su nombre. F ina lmente era f i lósofo , y hast a hace poco pasaba por ser e l pr imer antepasado de la f i losof ía ant igua y moderna. Lo que no se d iscute es la fama de Tales. Los gr iegos le consideraban e l pr imero de los “s iete sab ios” de la Ant igüedad. A la pregunta de cuá l es la más d i f íc i l de tod as las cosas, respondió que es “conocerse a s í mismo” y lo más fác i l “dar le un consejo a ot ro” sobre qué era Dios “aquel lo que no t iene pr inc ip io n i f in ” . Resulta inc ier to hasta qué punto l legó Ta les a conclus iones f i losóf icas de carácter genera l . No s e conoce n ingún escr i to f i losóf ico suyo.

Anaximandro

Anaximandro era compatr iota mi les io de Tales, y aproximadamente, contemporáneo suyo. En él hemos de ver, dado que la fama de Ta les se tambalea, a l autént ico fundador de la f i losof ía como d isc ip l ina autónoma. P lasmó sus ideas en un escr i to –no conservado - que, probablemente, l levaba e l t í tu lo , “acerca de la natura leza” . También se le a t r ibuye un mapa de l mar Negro,

probablemente para uso de sus navegantes mi les ios que via jaban por é l . A l igua l que ot ros f i lósofos gr iegos par t ic ipó act ivamente en la v ida po l í t ica de su c iudad. Al igua l que Tales buscó e l e lemento pr imord ia l y bás ico a par t i r de l que se ha generado la rea l idad; pero a d i ferencia de é l consideró que d icho e lemento o “ar je” ( término que al parecer, fue Anaximandro e l pr imero en ut i l izar) . Só lo conocemos las formas par t icu lares de mater ias que emanan, de ese pr imer pr inc ip io hemos de conclu i r que e l “a je” t iene que ser una mater ia desconocida para nosot ros y, indeterminada, indef in ida, i l im i tada, a la que Anaximandro da e l nombre de “ápei ron “. Eso es lo que parece t ransmit i rnos a lgunos de los f ragmentos conservados de Anaximandro. Hizo e l pr imer in tento de in terpretar e l movimiento de las est re l las de un modo f ís ico.

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Anaximenes

El te rcero de los f i lósofos mi les ios, (su muerte se s i túa hacia e 527aC.) Anaxímenes fue e l que descubr ió la obl icu idad de la ec l íp t ica . Este consideraba a l a i re como la mater ia or ig inar ia . Lo mismo que Tales proc lamaba pr inc ip io de todas las cosas e l agua, dent ro de la cua l f lo ta la t ie r ra . Anaxímenes entendía que e l pr inc ip io ún ico era e l

a i re inf in i to, que rodea la t ie r ra que es p lana. Para Anaxímenes e l a i re es e l pr inc ip io de donde todo sa le , y a l que todo vue lve. E l a i re l lena la inmensidad de l espacio y exc luye todo e lemento ext raño. Es pues, una sustancia pr imord ia l que no se a l tera, quedando en medio de é l idént ica la sustancia de l a i re de l cua l todo emana y a l cua l todo vue lve. También é l enseñaba un cambio per iód ico de nacimiento y dest rucc ión de l mundo.

Pitágoras y los Pitagóricos

La glor ia de haber fundado la c ienc ia gr iega, especia lmente la matemát ica, puede otorgarse, con e l mismo derecho que a los mi les ios, a P i tágoras. Este matemát ico, ast rónomo y f i lósofo, nac ido en Samos, v iv ió ent r e e l 580 y 500aC.Tras largos años de peregr ina je , que según d icen las fuentes le l levaron a Egipto y a Or iente -muchos e lementos de su doct r ina así

lo ind ican - desp legó su act iv idad como maestro y fundador de una orden re l ig iosa en Crotona, en la I ta l ia m er id iona l. Abandonó su pat r ia porque no aprobaba la t i ranía de Pol ícra tes. El nombre de Pi tágoras va muy un ido a las matemát icas por la formula de teorema que l leva su nombre. También se le at r ibuye e l descubr imiento de que la suma de dos ángulos de un t r iángulo es igua l a dos rectos, P i tágoras no hacia matemát icas como un f in en s i mismo. La co locaba, sobre todo la teor ía de los números, en e l cent ro de la f i losof ía. También fue e l pr imero que usó la pa labra f i losof ía en e l sent ido habi tua l para no sot ros.

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Le parecía pretencioso l lamarse sab io , y d io en l lamarse amigo o amante de la sab idur ía . La doct r ina p i tagór ica ve en los números e l autént ico secreto y la p iedra con que se const ruye un iverso. Cada uno de los números enteros, de l uno a l d iez t ie ne una fuerza y un s ign i f icado, sobre todo e l d iez e l mas perfecto y que los abarca a todos. Fue e l pr imero en l lamar a l mundo “cosmos”. Con la teor ía de los números se une en Pi tágoras ideas profundamente re l ig iosas y míst icas de or igen or ienta l , según ésta e l a lma humana recorre un largo proceso de pur i f icac ión a t rabes de reencarnaciones nuevas. Puesto que se considera que e l f in de la v ida es red imir e l a lma de l c ie lo de reencarnaciones por medio de la pureza y la p iedad, la é t ica p i tagór ica present a también rasgos parec idos al indú; Se postu lan la autod isc ip l ina, la sobr iedad y la abst inencia . Los p i tagór icos estaban ob l igados a una obediencia incondic iona l y a l s i lenc io . La l iga también aceptaba mujeres, y se d ice que las “mujeres p i tagór icas” - fo rmadas en f i losof ía y en l i te ratura, pero también en las dest rezas femeninas y domést icas, eran honradas en la Ant igüedad como e l t ipo mas a l to de mujer que nunca produjera Grec ia . Además de la música, la g imnasia y la medic ina también est imulaban la formación c ient íf ica. En e l lo , la autor idad de l maest ro quedaba por enc ima de todo; los descubr imientos c ient í f icos que se hacían en la orden se le at r ibuían a é l . Según cuentan a lgunas not ic ias, Pi tágoras habría perd ido la v ida, junto con muchos de sus segui dores, cuando la oposic ión incendió la casa que se reunían en Crotona. Según ot ros abandonó e l lugar y mur ió a muy avanzada edad.

Los Eleatas Simul táneamente a P itágoras, surge en Elea (a l sur de I ta l ia ) una escuela de f i lósofos en la que cada uno de e l los const ruyó sobre los pensamientos de l anter ior.

Jenofanes

Nacido probablemente, a l rededor de los años 570aC.en Asia Menor poblada por los gr iegos, Jenófanes peregr inó durante decenios, como

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poeta y cantor ambulante, por las c iudades de Grec ia , has ta encontrar en Elea una res idencia f i ja , en esa c iudad fundó la escuela de la f i losof ía . Los f ragmentos que se han conservado presentan t razos de poemas, probablemente poemas d idáct icos f i losóf icos. Es Jenófanes qu ien, con un at revido ataque in ic ia e l a sa l to de la f i losof ía a la ant igua re l ig ión gr iega Reprocha a Homero y Hesíodo poet izar para los d ioses actos que son considerados ignomin iosos ent re los hombres, ta les como e l robo, e l engaño y e l adu l ter io . Así es Jenófanes, probablemente e l pr imero d e los f i lósofos gr iegos que, como un lógico sab io, hace una campaña cont ra la re l ig ión t rad ic iona l , a la vez que cont ra cua lqu ier t ipo de superst ic ión y creencia en mi lagros, y cont ra la doctr ina de la t ransmigrac ión de las a lmas.

Parménides Nació hacia e l 525aC. En Elea. Parménides, que ta l vez fue a lumno de Genófanes l legó a ser e l pensador más s ign i f ica t ivo de la escuela e leát ica. Recogió e l pensamiento de Genófanes y le d io una forma s is temát ica. Platón le d io a uno de sus d iá logos e l t i tu lo de Parménides. En él , hace d iscut i r a un Parménides

ya mayor, con su d iscípu lo Zenón (de unos cuarenta años) y Sócrates (aun joven). Escr ib ió un poema f i losóf ico en hexámetros de l que conservamos la mayoría de los versos a t ravés de Simpl ic io . El poema es su doct r ina a part i r de l reconocimiento de dos caminos para l legar a l conocimiento: la v ida de la verdad y la v ida de la opc ión. Sólo e l pr imero de e l los es un camino t rans i tab le, s iendo e l segundo ob jeto de cont inuas cont ra ind icac iones El verdadero saber se a lcanza por e l conocimiento puro de la razón.

Zenon de Elea La doct r ina de Parménides, con su negación del cambio, era muy prop ic ia para ser atacada, y desde e l pr inc ip io, no fa l taron los ataques cont ra

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el la .Zenón nacido hacia e l 490aC. le separa de Parménides una generac ión, igua l que a éste de Jenófanes, su mis ión pr inc ipa l fue defender la doct r ina de los dos, que desarro l lo para e l lo una técn ica de la demostrac ión tan aguda y sof ist icada, que se le considera fundador de la d ia léct ica, que en Grec ia a lcanzó un gran f lo rec imiento. Una vez más só lo unos pocos f ragmentos se han conservado en so texto or ig ina l ; todo lo demás que se sabe (o se puede saber) acerca de Zenón se basa en los escr i tos de Pla tón, de Ar is tó te les o de ot ras fuentes poster iores. Puede af i rmarse, s in exagerar, que las demostrac iones de Zenón a las que se le han enf rentado generac iones de lógicos y matemát icos abr ieron, a l menos en un sent ido, nuevos caminos a la f i losof ía s igu iente

HERÁCLITO Y LOS FILOSOFOS DE LA NATURALEZA DEL SIGLO V Heráclito

Posib lemente aún en e l asombroso s ig lo VI ( las fechas no son seguras) y aún en e l sue lo co loquia l gr iego, fuera de la metrópol i , esta vez, de nuevo ent re los jon ios de l As ia Menor, encontramos a l pensador que, dent ro de la f i los of ía gr iega, muchos consideran como e l más profundo (o en igmát ico) de todos

Nació en Éfeso (c iudad que guardaba t ras sus muros e l mayor templo jón ico, a l que se contaba entre las s ie te maravi l las de la Ant igüedad) de una fami l ia d ist ingu ida, hac ia e l año 540aC. A Herác l i to le o torgaron e l epí te to de “e l oscuro” . Ind iv idua l is ta , desprec iador de la masa y enemigo de la democrac ia , éste buscó, tanto en la v ida como en e l pensamiento, caminos no t rans i tados hasta entonces .P lasmó sus pensamientos en un escr i to sobre la natura leza. En su ve jez, se aparto por completo , y se fue a las montañas, a l l í l levo una vida de ermi taño, a l imentándose de p lantas. Probablemente, e l pr imer ermi taño de Occidente. A Herác l i to se le ha malentendido muchas veces, tanto los cr í t icos poster iores como sus contemporáneos por e jemplo Parménides, cuya doct r ina sobre e l ser podría estar formulada en oposic ión d i recta a la de Héracl i to . Es c ier to que este d i jo

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que “no podemos bañarnos dos veces en e l mismo r ío” (pues están f luyendo nuevas aguas cada vez, y también nosot ros, somos ot ros la segunda vez) y la ce lebre sentencia “Todo f luye, nada permanece” esta f rase le es a t r ibu ida por todos los estud iosos ant iguos y modernos .Pero no es en todo esto donde res ide la grandeza de su conocim iento, s ino, sobre todo, en que, det rás y dentro de l f lu jo incesante, supo ver una un idad, a saber, una ley un i tar ia. Tampoco ser ía bueno para e l hombre que a lcanzara e l ob jeto de sus deseos. Pues la enfermedad es lo que hace que sea agradable la sa lud y só lo porque se mide e l mal puede aparecer e l b ien, por e l hambre e l ar tazo y por e l cansancio e l descanso. Herácl i to no mira como sus predecesores y contemporáneos, a l mundo mater ia l y sus supuestas causas. Mira a la vez en las profundidades de l a lma h umana - “a mi mismo me he invest igado” - , reza una orgu l losa f rase suya, ordena a l ser humano y su comportamiento dent ro de un contexto de sent ido metaf ís ico. Só lo en Pla tón y en Ar is tó te les a lcanza e l pensar f i losóf ico gr iego una hondura comparable a la s uya y una extensión tan abarcante.

Empédocles

Empédocles nacido hacia e l 490aC. en Akragas (Agr igento) en

Sic i l ia , hombre de Estado, poeta maest ro re l ig ioso, profe ta , médico, obrador de mi lagros y f i lósofo, es, para la h is tor ia de la f i losof ía , menos s ign i f icat ivo como pensador que como e l hombre que escogió pensamientos de los s is temas anter iores y los in tentó componer en un con junto nuevo. Se le l lamó, por e l lo , un ec léct ico “e l que escoge”.

Para los e leatas, era la t ie r ra lo que más se enfat izaba c omo mater ia or ig inar ia. Empédocles por pr imera vez yuxtapone estas cuat ro mater ias fundamenta les como de igua l rango, es la idea que ha pers ist ido hasta nuest ros d ías, también ent re nosot ros, en la concienc ia popular de los “cuat ro e lementos” e l fuego, e l agua, e l a i re y la t ie r ra . Pone así un c ier to término a la ant igua f i losof ía natura l , que par t ía de una mater ia or ig inar ia. El nac imiento de los seres vivos, según Empédocles se ha producido de ta l modo que pr imero surgieron organismos infer iores, y luego los super iores, pr imero las p lantas y luego los an imales, después los seres humanos; y pr imero exis t ieron seres que reunían en s í los dos sexos, separándose luego los

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sexos en dos ind iv iduos independientes. Son estas representac iones las que muest ran ya un parec ido con la poster ior teor ía moderna de la evo luc ión.

LA TEORÍA ATÓMICA DE LEUCIPO Y DEMÓCRITO

Poco se sabe de Leucipo, fundador de l s is tema de f i losof ía natura l más importante de la ant igua f i losof ía gr iega. Procedía de Mi leto o de Abdera, en la costa nor te de l mar Egeo, donde t raba jó hacia la mi tad de l s ig lo V. Un ún ico f ragmento de su doct r ina se nos ha conservado l i te ra lmente: “Nada surge a l azar, s ino todo con un sent ido y por necesidad” Esta es probablemente, la pr imera formulac ió n de la

ley de la casual idad. Só lo conocemos su teor ía a tómica por su gran d iscípu lo Demócr i to, que, probablemente, recogió en su s is tema todo lo que Leucipo enseñaba. Demócr i to procedía de Abdera, lugar donde t raba jó su maest ro , y v iv ió aproximadamente de l470 a l 360aC. , pues se cuenta que a lcanzó la edad de c iento nueve años.

A vo lver a su pat r ia , en su c iudad nata l , l levo hasta su muerte una vida de autent ico re t i ro, ded icada por completo a l estud io y a la medi tac ión. Se mantuvo a le jado de los debates públ icos, y no fundó tampoco n inguna escuela . Según las fuentes ant iguas, sus publ icac iones abarcaban la

matemát ica, la f ís ica, la ast ronomía, la navegación, la geograf ía , la anatomía, la f is io logía , la medic ina, la música y la f i losof ía . Demócr i to extendió lo que Leucipo había enseñado, hasta const ru i r un s is tema compacto: Lo l leno y e l vacío , Los á tomos, Cual idades pr imar ias y secundar ias, E l movimiento de los á tomos, E l a lma de l hombre y Ét ica. Desde toda la e tern idad, los innumerables á tomos se muev en según la ley de la gravedad en un espacio inf in i to . A par t i r de sus choques y rebotes surgen movimientos de torbe l l ino en la cua l los átomos son conducidos a formar aglomeraciones y comple jos de átomos. Se une así lo igua l con lo igua l y nacen las cosas vis ib les, nac iendo y perec iendo durante la etern idad.

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El a lma de l hombre. También e l ser humano, cuerpo y a lma, consta de á tomos. En este sent ido, e l a lma es a lgo corpora l , aunque muy út i l . Después de la muerte los á tomos de l a lma se d ispersan.

Anaxagoras También Anaxágoras fue un pensador, de l imper io co lon ia l gr iego, Nació hacia e l 500 aC. En Clazomene, en Asia Menor. Pero fue e l pr imero en l levar la f i losof ía a Atenas, esta c iudad después de é l , a lcanzaría su más a l to f lo rec imiento. No encontró en Atenas un sue lo favorab le . La acogida que le fue d ispensada a l l í . E l dest ino que le

prepararon a é l como a Sócrates así lo demuestran. Anaxágoras, d i r igía sus in tereses sobre todo en los fenómenos ce lestes, proponiendo la tarea de exp l icar los de forma natura l , se enredó en Atenas una d isputa con las conservadoras op in iones de sus habi tantes, y se le h izo un proceso de ate ísmo. Ni e l prop io Per ic les, que era amigo suyo, pudo proteger lo de e l lo. Sólo huyendo pudo escapar a la e jecución de su pena de muer te . Mur ió en e l exi l io . Anaxágoras supone una mul t ip l ic idad i l im i tada de mater ias or ig inar ias, d i ferentes unas de otras, que l lama “semen” o “semi l la ” de las cosas. A Anaxágoras, se le da una verdadera importanc ia , por ser e l pr imero en int roduci r un pr i nc ip io f i losóf ico abst racto, e l Nous, un espír i tu que é l imaginaba pensante, rac iona l y todo poderoso, pero impersonal Cada vez que é l invest iga en part icu lar los fenómenos y sus causas, busca causas puramente natura les y mecánicas. Su descr ipc ión de so l - que le fe popular aún consideraba un d ios – como una “masa de p iedras incandescente” por esto también se le acusó en e l proceso. E l consideraba a l espír i tu d iv ino como e l pr imer motor.

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FILOSOFIA HELENÍSTICA Recibe este nombre la F i losof ía desarro l lada durante e l he len ismo (per iodo que abarca en sent ido est r ic to desde la creación de l imper io gr iego por A le jandro Magno, a f ina les de l s ig lo IC a.c. , hasta la conquis ta de la nac ión gr iega por los romanos en la mi tad de l s ig lo I I a .c .) . En esta ú l t ima etapa de l pensamiento gr iego no encontramos f i lósofos de la ta l la de Platón o Ar is tó te les, n i tampoco una f i losof ía s is temát ica que abarque los más importantes temas de la f i losof ía (onto logía , teor ía de l conocimiento, é t ica…). Las preocupaciones fundamenta les f i losóf icas se ref ieren a cuest iones mora les y a la fe l ic idad. E l tema constante es e l idea l de l sab io: e l f i lósofo que mediante e l uso de su razón consigue la v ida buena y e l equ i l ib r io emocional que la permi te sobre l levar fe l izmente las d is t intas c i rcunstancias de su vida; la f i losof ía se convier te en e l saber práct ico que facu l ta a qu ien la s igue e l autodomin io y la paz in ter ior ; prec isamente la recomendación, tan común en la actua l idad, ” de tomarse las cosas co n f i losof ía” t iene su or igen en este idea l de f i losof ía práct ica desarro l lado en e l he len ismo. S i en esta época se cu l t ivan las d isc ip l inas f i losóf icas no práct icas es s iempre con vis tas a la inf luencia que éstas pueden tener en e l cumpl imiento de l ob je t iv o c i tado. Así cuando los esto icos o los ep icúreos desarro l lan cuest iones f ís icas o lógicas lo hacen en la medida que d ichas invest igac iones pueden ser ú t i les para e l sab io ( la teor ía de l c l inamen es un e jemplo: s i rv ió a loa ep icúreos para la defensa de la l ibertad y para enf rentarse a l determin ismo ast ro lógico) . La ampl iac ión de l hor izonte po l í t ico que supuso e l gran imper io conquistado por A le jandro t ra jo consigo dos e lementos que, como habi tualmente se ind ica, determinaron la decadencia de la f i losof ía gr iega: por un lado la separac ión de l indiv iduo de lo hasta eses momento había s ido su ámbi to po l í t ico y exis tenc ia l : la po l is . Ahora e l ind iv iduo ya no se s iente inmerso en una comunidad próxima a su c i rcunstancia v i ta l , comunidad autónoma en re lac ión a las demás y en donde e l c iudadano de la época c lás ica podía encontrar e l marco básico para su desarro l lo personal . Esta fa l ta de ra igambre en la c iudad se ref le jará por e jemplo en var ios aspectos de la f i losof ía he lenís t ica: la superac ión de l provinc ian ismo mediante la re iv ind icac ión de l mundo entero como pat r ia(cosmopol i t ismo) que encontramos en los esto icos, y la creencia de que la fe l ic idad de l ind iv iduo no co inc ide necesar iamente con e l b ien de l estado y la comunidad en su con junto . Las so luc iones ét icas ya no son po l í t icas como en Platón y Ar is tó te les, s ino

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so luc iones que comprometen a cada uno en part icu lar. Este ind iv idua l ismo que c laramente se observa en e l epecureísmo está muy le jos de los idea les morales y po l í t icos de la época c lás ica. En segundo lugar, e l imper io supuso que la cu l tura gr iega superase los l ími tes de la nac ión gr iega, provocando la he len izac ión de otras t ie rras y cu l turas y, a la vez, la ent rada en e l mundo gr iego de e lementos or ienta les, lo que afectó también a la prop ia f i losof ía . Parte de la teo logía esto ica y par t icu larmente sus creencias en la ad iv inac ión y la ast ro logía son en gran medida consecuencia de esta or ientación de la cu l tura gr iega.

FILOSOFIA GRIEGA

Origen de la Filosofía -Presocráticos-Sofístas y Sócrates

LA FILOSOFÍA GRIEGA REPRESENTA UNO DE LOS MÁS IMPORTANTES CICLOS DEL PENSAMIENTO OCCIDENTAL, CICLO QUE SE INICIA CON PRESOCRÁTICOS, DESARROLLA CON LOS SOFISTAS Y SÓCRATES, ADQUIERE SU APOGEO EN LA FILOSOFIA PLATÓNICA Y ARISTOTÉLICA Y ENTRE EN CRISIS CON LA FILOSOFÍA HELENÍSTICA. Con los gr iegos aparece por pr imera vez e l pensamiento en todas sus manifestac iones (c ienc ia , f i losof ía , matemát ica) y pocas veces se han dado autores que hayan compaginado tan est rechamente las invest igac iones c i tadas. Tal vez es exagerado lo que a lgún h is tor iador de la f i losof ía ha señalado a l escr ib i r que toda la h is tor ia de la f i losof ía no es más que notas a l p ié de páginas los escr i tos de Pla tón, pero es c ier to que las cuest iones f i losóf icas fundamenta les, y las pos ib les so luc iones que se pueden dar a e l las, ya se encuentran en la f i losof ía gr iega, y en gran medida en este ú l t imo autor. Ortega y Gasset af i rmó que e l mundo ant iguo fue cosmológico, e l medieva l teo lógico y e l moderno ant ropológico. Y c ier tamente, parece que lo caracter ís t ico de la f i losof ía gr iega fue su preocupación por comprender e l ámbi to de la natura leza. A d i ferencia de l pensamiento moderno, en genera l , los gr iegos

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fueron opt imis tas en cuanto a la pos ib i l idad de acceder a la rea l idad: podemos a lcanzar e l c onocimiento de la natura leza puesto que ésta es rac iona l , b ien mediante e l uso de los sent idos, como algunos defendieron, mediante e l uso de la razón como d i jeron la mayoría . Los gr iegos descubren e l carácter ordenado lega l y rac iona l del mundo, y en e l hombre un inst rumento que ha de servi r tanto para e l conocimiento como para la v ida práct ica (mora l y po l í t ica): la razón. Las pr imeras ref lexiones f i losóf icas o f i losof ía presocrát ica ya aceptan estas considerac iones ( aunque de estos ant iguos apenas d ispo nemos de textos por lo que e l conocimiento de su pensamiento es ind i recto y f ragmentar io) . En e l momento de l esp lendor de l pensamiento gr iego hay que s i tuar lo en Platón y Ar is tóte les y e l momento de decadencia en la época he lenís t ica.

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HISTORIA DE LA FILOSOFÍA MEDIEVAL

Consideraciones generales: En e l s ig lo V, la un idad de la c iv i l izac ión mediterránea se rompe a l mismo t iempo que la un idad po l í t ica. La invasión de los barbaros arrasa las c iudades, y con e l las los cent ros t rad ic iona les de cu l tura , junto con la c iv i l izac ión urbana se hunde la enseñanza sof ist ica que había caracter izado a l u l t imo per iodo de la ant igüedad. No fue mediante una revo luc ión vio lenta , s ino a t ravés de un desl izamiento natura l , como los restos de la v ida in te lectu a l acabaron refugiándose en las comunidades cr is t ianas y especia lmente en los monaster ios cuando e l cr ist ian ismo se extendió por todo occ idente. Se produjo de forma casi invis ib le un cambio prod ig ioso: la v ida in te lectua l quedo to ta lmente subord inada a la re l ig iosa; los prob lemas f i losóf icos se p lanteaban en func ión de l dest ino de l hombre ta l como lo concebía e l cr is t ian ismo. La Edad Media comenzará en e l momento en que la in te l igencia vue lva a af i rmar la autonomía de sus métodos y de sus prob lemas: será una revo luc ión tan profunda que todavía hoy no hemos l legado a ver todas sus consecuencias.

Razón y fe: En ta les condic iones, la cuest ión de las re lac iones ent re la razón y la fe se p lantea de un modo bastante comple jo . Una inst i tuc ión como la Ig les ia no es un con junto de verdades especula t ivas con las cua les pueden estar de acuerdo o no la fe o la razón, s ino que se impone desde e l pr inc ip io , con una fundamentac ión análoga a la de una const i tuc ión po l í t ica o a la de las normas jur íd icas: es una c iuda d esp i r i tua l que el agust in ismo p iensa estab lecer def in i t ivamente. Esa c iudad impl ica dos t ipos de conocimientos: los puramente profanos y la c ienc ia de las cosas d iv inas.

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Los profanos forman un con junto que Fi lón o Séneca s i tuaban a l pr inc ip io de la f i losof ía : e l Tr id ium (gramát ica, re tor ica,

d ia léct ica que comprende todas las ar tes de la pa labra y e l razonamiento) , y e l Cuadr iv ium compuesto por las cuat ro c ienc ias que const i tu ían para Platón e l punto de par t ida de la f i losof ía : ar i tmét ica, geometr ía , ast ronomía y música. Para l legar a entender la f i losof ía de l s ig lo V no podemos de jar de mencionar a un pensador que fue de gran importanc ia y re levancia. Agustin de Hipona Padre de la Ig lesia , e l mayor p latón ico cr is t iano, que en las post r imerías de la ant igüedad y en los umbra les de la edad

media fecundo como n ingún ot ro e l pensamiento teo lógico y f i losóf ico de los t iempos ven ideros. Nació en Tagasta (Af r ica de l Norte) 354 y mur ió en Hipona 430.Hi jo de padre pagano y madre cr is t iana (Santa Mónica) . Profesor durante doce años de Retor ica en Tagasta , Cartago, Roma, Mi lán, donde se convi r t ió a l cr is t ian ismo (387)a lgunos años después (396)sucedió a Valer io en la s i l la ep iscopal de Hipona , desde cuyo puesto destacó por sus vi r tudes y por su autor idad en todo e l mundo cr ist iano.Trata de captar a l hombre y a Dios en su re lac ión y cont raposic ión mutua, de jando en gran par te fuera de considerac ión a l mundo. Así l lega a una pr imera y grandiosa ant ropología cr is t iana. E l en igma de la verdad del conocimiento humano so lo puede ser resuel to mediante la i r rupc ión inmediata de la luz procedente de Dios en el hombre, y mediante e l hecho de mantener a l hombre en esta luz. En la doct r ina de la cooperac ión “exis tenc ia l ” de todas las potencias de l ser humano en e l conoc imiento puede ser considerado como e l precursor de Pascal y de las corr ientes modernas de f i losof ía v i ta l ista y exis tenc ia l ista. La t r iada que caracter iza a l hombre es la un idad mutua en los actos de memor ia , amor e inte l igencia ó de ser, querer, y sabe r, que so lo son posib les en mutua acción y compenetración La h istor ia de l hombre se desarro l la según San Agust ín dent ro de esta h istor ia de la sa lvac ión como e l combate ocu l to ent re la fe y la incredul idad de l a lma, como la conf rontac ión de las comunidades míst icas (de los que aman a Dios ) y ( de los que se buscan a s i mismos ) . Infa t igab le en su lucha cont ra los adversar ios de la pureza de la doct r ina cató l ica .

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Su obra es cop iosís ima ent re o t ras muchas escr ib ió :

Confes iones

La c iudad de Dios ( conside rado su mejor producción)

Tratado de la gracia

Tratado de l ib re a lbedr io

Tratado acerca de la doct r ina cr ist iana.

Así como un número considerab le de car tas y sermones.

La Ig les ia conmemora su nombre e l 28 de Agosto.

Otros filósofos importantes:

Vicent de Ler ins, escr ib ió en 354 Commoni tor ium

Is idoro de Sevi l la (570 -636), Obispo de Sevi l la . Escr ib ió Et imologías .

Beda e l venerab le (672 -735), escr ib ió en e l monaster io de Jarrow la enc ic lopedia “sobre la natura leza de las cosas” .

Boecio (480 -525), “e l u l t imo de los romanos”, e jecutado ba jo la acusación de magia.

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LA FILOSOFÍA ORIENTAL . Los dest inos de occ idente durante la Edad Media estuvieron determinados por la conquis ta árabe que, extendida desde la Ind ia hasta España y adelantándose hasta e l sur de I ta l ia y las is las Gr iegas const ruyó una especie de panta l la ent re Europa y Asia ; a par t i r de l 635 d.C. la dominación de los árabes se extendió a lo largo de un s ig lo , hasta detenerse en e l 732 d.C. en Poit ie rs y en e l 751 d.C. en e l Turq uestán Chino. El Corán y sus exégesis se impusieron en Si r ia , Egipto , Pers ia, e tc . . .países de vie ja cu l tura he lén ica donde aún en e l s ig lo VI encontramos f i lósofos ocupados en comentar a P latón y Ar is tóte les. Teólogos musulmanes: Su pertenencia a l is lam es, s in embargo, un hecho fundamenta l . El Corán no d io or igen a n inguna teo logía dogmát ica parec ida a la que dominaba en Europa. Dios y su profeta Mahoma, que consuma la obra de los profe tas Abraham y Jesús, resumen la re l ig ión de l Is lam, escueta y n í t ida y s in e l gusto he lén ico por las especulac iones compl icadas a cerca de la natura leza de la rea l idad div ina. Por o t ra parte , no hay en e l Is lam n ingún poder esp i r i tua l encargado de formular e l dogma; e l Corán no se sobrecarga de añadidos que tengan fuerza imposi t iva . E l Is lam conoce los profe tas, hombres insp i rados por Dios, pero ninguno de e l los añade nada a la let ra de l Corán. Entre los teólogos musulmanes con mayor inf luencia se encuentran:

Al K ind i (¿? -872), matemát ico preocupado por e l conocimiento posi t ivo

Al Farab i ( f ina l s. XI ) , toma de Ar istó te les su teo logía ast ra l , s impl i f icada por la ast ronomía árabe

Avicena (980 -1036), medico, descr ib ía la evo luc ión de los in te lectos.

Al Gafa l i (1058 -1111), enseño en Dámaso y Jerusa lén.

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Árabes en España: Aberrores.

Avempace de Zaragoza (muerto en 1138)

Avemtoafa i l de Cádiz (1100 -1185)

Averroes Córdoba (1126 -1198) Fi lósofos judíos:

Isaac Israe l í , judío de Egip to (845 -940)

Saadia (892 -942), v iv ió en Babi lon ia .

Maimónides, nac ió en Córdoba (1135 -1204), escr ib ió “guía de descarr iados”

SIGLOS X Y XI: Al f ina l de l s ig lo XI , en occ idente se react iva la v ida in te lectua l . Se fundan escuelas en los c laust ros de las catedra les y en los monaster ios, centros d ispares donde la cu l tura es idént ica. La renovación in te lectua l co inc ide con la creación de órdenes re l ig iosas que copian los manuscr i tos. Reims, Auxere y Par is t ienen desde e l s ig lo IX escuelas anejas a sus catedra les, aunque les es d i f íc i l nut r i rse porque e l pap i ro y e l pergamino escasea desde la co nquista de or iente por los árabes. En la educación de aquel entonces, de jando a lado la doct r ina cr ist iana, la d ia léct ica ocupaba cas i todo e l espacio. Se conocen e l conten ido de esas b ib l iotecas en cuanto a obras f i losóf icas se ref iere , poesía s ig lo IX obras lógicas de Apuleyo, obras de Casiodoro, de Is idoro, de Beda y de Alucu ino, s in contar los fenómenos de Arato ; en e l s ig lo X se enr iqueció con la Consolac ión de Boecio , la Far las ia de Lucano, e l Sueño de Escip ion de Macrob io , y en e l s ig lo XI , con lo s t ra tados lógicos de Boecio. Esta enumeración nos muest ra los est rechos l ími tes de l hor izonte in te lectua l en una época en la que la cu l tura se apoyaba ún icamente en los l ib ros y estos eran escasos.

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Con la reforma de las ordenes monást icas que caracter izar on e l f ina l de l s ig lo XI ( la fe v iva condujo a la Cruzada de 1095), se s in t ió la necesidad de l im i tar de una manera mas prec isa e l papel de las d isc ip l inas profanas. Pedro Damiano (1007 -1072), Cardenal Arzobispo de Ost ia fue uno de aquel los reformadores que proc lamaron la to ta l incompetencia de la d ia léct ica en mater ia de fe. - San Anselmo (1037 -1109), Arzob ispo de Canterbury.

SIGLO XII: El s ig lo XI I es un s ig lo de pensamiento ard iente y var iado, tumultuoso y confuso. Por una par te una necesidad de s is temat izac ión y de un idad que dá or igen a esa especie de encic lopedias teo lógicas que son los l ib ros de “sentencias”; por o t ra par te una gran cur ios idad por la vue l ta a l humanismo ant iguo y una nueva atención a las c ienc ias de l Cuadr iv ium. Además la ant igüedad se manif iesta poco a poco mediante t raducciones de autores, con las que se enr iquecen las b ib l iotecas. Parece que podrían d is t ingu i rse cuat ro d i recciones pr inc ipa les de l pensamiento, manifestadas en dos medios d i ferentes; los teó logos, autores de Sentencias que recogen y un i f ican la t rad ic ión cr is t iana; los p la tón icos de la escuela de Chart res, autént icos humanistas; los míst icos de l c laust ro de Saint Víc tor y por u l t imo un movimiento panteís ta y natura l ista que inqu ie ta a l poder esp i r i tua l . Pero hay también independientes que no se de jan encasi l la r en n inguna de esas categorías. Autores más relevantes:

Anselmo de Laon (muerto en 1117)

Gui l laume de Champeaux (1070 -1121)

Robert Pu l lus (muerto en 1150)

Pedro Lombardo (muerto en 1164)

Pierre de Poi t ie r (muerto en 1205)

Ala in de L i l le (1115 -1203)

Gui l laume de Corches (1080 -1145)

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SIGLO XIII: Seguramente no exis te n inguna ot ra época en la que los esquemas de la v ida esp i r i tua l hayan s ido tan só l idos y las c i rcunstancias especia lmente favorab les; e l f l o rec imiento de r icas c iudades mercant i les permit ía e l in tercambio act ivo de ideas. Fue e l Papa Inocencio I I I , e l que creó la Inqu is ic ión, conf i rmó las órdenes mendicantes, f ranc iscanos y domin icos, y a lentó a la Univers idad de París ; t res actos insp i rado s en e l mismo ta lante , e l deseo de for t i f icar la un idad cr is t iana. En la Inqu is ic ión ten ia un medio de expurgar las here j ías; en las órdenes mendicantes hombres que se ponían a l servic io de l pensamiento cr ist iano; en la Universidad que reunía a escuelas ya f lo rec ientes pero d ispersas, un medio de s is temat izar toda la v ida in te lectua l de la época en torno a la enseñanza de teo logía . Dentro de los esquemas tan r íg idos ¿pudo tener e l pensamiento la cato l ic idad que los Papas querían imponer le? De n inguna manera; a pesar de la vo luntad de los Papas, e l s ig lo XI I I nos of rece un espectácu lo de conf l ic tos que impiden hablar de una f i losof ía esco lást ica ún ica, y que no se apaciguarán hasta después de la Edad Media.

TOMÁS DE AQUINO

Tomás de Aquino, (nac ido prob ablemente en Roccasecca I ta l ia, a f ina les de 1224 o in ic ios de 1225 – † Abadía de Fossanuova, en la actua l Provinc ia de Lat ina, 7 de marzo de 1274) fue un teó logo y f i lósofo cató l ico per teneciente a la Orden de Pred icadores, y es e l pr inc ipa l representante de la t rad ic ión esco lást ica, y fundador de la escuela tomista de teo logía y f i losof ía . . En e l año 1244 tomó e l háb i to de la Orden de Pred icadores y conoció a A lberto Magno, con qu ien estud iar ía en Colon ia. Poster iormente se doctoró, y en 1252 e jerc ió como maestro de Teología en la Univers idad de París , y en ot ras c iudades europeas como Orvie to , Roma, Viterbo, Bo lon ia y Nápoles. .

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Se ha d icho que muy pocos f i lósofos o teó logos han logrado escr ib i r como é l tanta cant idad de t raba jos, de tan a l ta ca l id ad, en e l p lazo que lo h izo Aquino, un poco menos de t res década Poster iormente, e l 28 de enero de 1369, los restos morta les de l gran f i lósofo y teó logo fueron t ras ladados a Tolosa de Languedoc Canonizado en 1323, fue declarado Doctor de la Ig les ia en 1567 y santo pat rón de las un ivers idades y cent ros de estud io cató l icos en 1880. Su fest iv idad se ce lebra e l 28 de enero. Después de su muerte , a lgunas tes is de Tomás de Aquino fueron condenadas por e l ob ispo de París , Ét ienne Tempier, qu ien en 1277 lanzó una gran condena de 219 tes is respecto a la Univers idad de París . . Las condenas de 1277 fueron levantadas en lo que respecta a Tomás de Aquino e l 14 de febrero de 1325. La obra escr i ta de Tomás de Aquino es inmensa. Sus obras más extensas, y genera lmen te consideradas más importantes y s is temát icas, son sus Sumas: la Summa Theologiae, la Summa contra Gent i les y su Scr iptum super Sentent ias. Aunque el in terés y la temát ica pr inc ipa l s iempre es teo lógico, cuenta también con var ios comentar ios a obras f i los óf icas, con obras f i losóf icas, po lémicas o l i tu rg ias. El pensamiento de l Aquinate part ía de la super ior idad de las verdades de la fe , s in embargo, e l lo no le impid ió presentar a la f i losof ía como un modo de conocimiento p lenamente autónomo capaz de por un lado, concordar armónicamente con la teo logía y, por e l o t ro , de t ratar de forma independientemente los más d iversos aspectos de la rea l idad. Se puede anal izar su pensamiento de acuerdo a dos etapas: Primera (1245–1259). En este per íodo predominan las inf luencias P la tón icas (Avicena y A lber to Magno) y las neopla tón icas (Agust ín de Hipona y e l Pseudo Dion is io) . Entre las obras más importantes de esta etapa podemos destacar : los comentar ios a las obras de Pedro Lombardo, Boecio (Sobre la Tr in idad), e l opúscu lo t i tu lado De ente et essent ia y e l l ibro pr imero de la Suma cont ra Gent i les. La func ión de esta obra era servi r de apoyo a los pred icadores que tenían que d iscut i r con judíos y musulmanes, va l iéndose de argumentos rac iona les y f i losóf icos s in tener q ue basarse só lo en la fe.

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Segunda (1259–1273). S in cambiar su pensamiento precedente, domina en e l f i lósofo e l pensamiento ar is to té l ico, logrando una sín tes is ent re p la ton ismo y ar is to te l ismo . En este momento la un ivers idad de París a t raviesa un momento de gran inestab i l idad que se manif iesta en la pugna ent re f ranc iscanos, de or ientac ión agust in iana, y los domin icos, con fuertes inf luencias ar is to té l icas. La pr inc ipa l inf luencia rec ib ida por Tomás de Aquino se encuentra en Ar is tó te les.Todo e l lo lo rec ibe grac ias a su maest ro , A lber to Magno. De Agust ín de Hipona rec ibe dos de sus causas que exp l ican la exis tenc ia de Dios, la que se exp l ica en la pr imera vía , la de l movimiento ya que ante esto t iene que haber a lgo inmóvi l ; y la de la perfecc ión. De Pla tón toma su idea de «part ic ipac ión» para exp l icar la re lac ión ent re e l ser y los seres, de l mismo modo que Pla tón exp l icaba la re lac ión de las ideas con las cosas. Recibe inf luencias de l pensamiento musulmán como de Avicena de qu ien toma la d ist inc ión de esenc ia y exis tenc ia y la vía de la cont ingencia, o de Averroes, de qu ien asume a l menos a lgunos aspectos suyos en cuanto a l prob lema de los un iversa les, parte de su teor ía de l conocimiento, sobre e l conocimiento d iv ino de los seres par t icu lares, sobre la inmater ia l idad de l pr imer motor, sobre Dios como acto puro y sobre e l pr inc ip io de ind iv iduació La repercusión poster ior e jerc ida por Tomás de Aquino ha s ido inmensa y se comprueba que su doct r ina fue práct icamente e l pensamiento of ic ia l de la ig les ia durante muchos s ig los. Otros autores de relevancia:

San Buenaventura (1221 -1274)

Alberto Magno, profesor de Santo Tomás ( 1206 -1280)

Witelo (1230 -1280), po laco.

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SIGLO XIV: Es d i f íc i l exagerar e l papel soc ia l de las un ivers idades en e l s ig lo XIV y comienzos de l XV. No había entonces un ambiente más l ib re; n inguna organizac ión más democrát ica, asambleas de compañía, asambleas genera les; derechos a estatu i r en todos los asuntos; admin is t rac ión, enseñanza, just ic ia ; y en a lgunos, hasta…una representac ión as ignada a los estud iantes; profesores rec lu tados por e l las mismas; poderes e legidos y para corto espacio de t iempo; cont ra la ingenier ía de l poder cent ra l y de los poderes loca les, la armazón so l ida de unos pr iv i legios ind iscut ib les; extensión f isca l , derecho a ser juzgado por sus igua les y para hacer ef icaces estas garant ías, e l poder de suspender sus cursos… Así era e l esta tu to que e l favor de los papas y de los reyes había reconocido y consagrado. El nominal ismo : En los s ig los XIV -XV encontramos, junto a los esp ir i tua les y míst icos, una ser ie de hombres práct icos y lógicos, de espír i tu f r io y sobr io , que han perd ido e l entus iasmo re l ig ioso que an imaba a las generac iones de las grandes cruzadas y han adquir ido, un ta lante c laro y posi t ivo que carac ter izará su doct r ina. Se mantenían lo más cerca posib le de la exper ienc ia y que, s in rechazar las verdades de la fe, las consideraba en general heterogéneas e inaccesib les para la razón. Fi lósofos de relevancia:

Duns Escoto (1270 -1308), encabeza movimiento in te lectua l .

Gui l le rmo Ockham (1280 -1350), f ranc iscano ingles in ic iador de l nomina l ismo.

Durant de Saint (muerte en 1334).

Pierre Aur io l , profesor de teo logía en Par is desde 1318, mur ió en Aviñón 1322 en la cor te del Papa Juan XXI I .

Jean Bur indan (1300 -1358), rector de la un iversidad de Par is .

Eckhart (1260 -1327), domin ico y míst ico.

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LA FILOSOFÍA MODERNA

La Edad Moderna es e l per íodo comprendido desde la toma de Constant inop la en 1453, hasta pr inc ip ios de la Revoluc ión Francesa en 1789 y comienzos de la revo luc ión indust r ia l , y se caracter iza por e l surgimiento y desarro l lo de las c ienc ias f ís icas y natura les y es entonces cuando la f i losof ía se cent ra en e l prob lema de l conocimiento. Hasta e l s ig lo XV la f i losof ía fue, durante toda la Edad Media, un inst rumento que se subord inó a l dogma re l ig ioso. Así, la f i losof ía moderna comprende todas las manifestac iones de l pensamiento cronológicamente s i tuadas ent re e l f ina l de la f i losof ía cr ist iana medieva l y e l pensamiento f ina l de la I lust ración. Este per iodo se def ine especia lmente por oposic ión a l esco last ic ismo. Su fuerza rad ica en su capacidad cr í t ica , que puso en cuest ión las tes is de la esco lást ica. Frente a l r íg ido esquema medieva l, e l pensamiento moderno se def in ió a t ravés de las s igu ientes caracter ís t icas: Autonomía del pensar : los f i lósofos modernos se res ist ieron progres ivamente a so l ic i tar e l tu te la je y e l dic tamen de los d i r igentes de la Ig les ia respecto a sus tes is y especulac iones. Comenzó una autént ica lucha para l iberarse de l d ic tado de l dogma teo lógico. Los f i lósofos modernos abandonaron las reglas ten idas por ind iscut ib les y los métodos un iversa lmente aceptados, para estab lecer sus prop ias normas, como son la ver i f icac ión, coherencia rac iona l , comprobación empír ica Libertad de razonar : La f i losof ía moderna intentó for jar una nueva concepción de l mundo y de la soc iedad y, aunque in ic ia lmente no presc ind ió abso lutamente de la inf luencia re l ig iosa, postu ló la reso luc ión de los prob lemas mediante la l iber tad de razonamiento. Abandonó así progres ivamente las verdades absolutas o reve ladas. Liberación individual : la nueva f i losof ía cont r ibuyó a la l iberac ión de la ind iv idua l idad, de un modo que antes só lo se produjo en la Grec ia c lás ica. La formulación cientí f ica :

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Otro rasgo de l pensamiento moderno fue la in tenc ión de aproximar la f i losof ía y la c ienc ia. Fue en esta época de la h is tor ia cuando comenzaron a est ructurarse las c ienc ias natura les, entendidas como un s is tema de conocimientos r igurosamente c las i f icado y ver i f icado. E l pen samiento moderno acabó convi r t iendo a la f i losof ía en co laboradora de la c ienc ia. A part i r de esta época fue f recuente que una misma persona reuniera la doble condic ión de c ient íf ico y f i lósofo . Gal i leo y Newton son grandes e jemplos de este cambio. que a lc anzó hasta la época contemporánea, como lo demuestra Bert rand Russel l . En esta perspect iva, los dos factores más importantes de la c ienc ia moderna (u t i l izac ión concreta de la exper ienc ia de l invest igador y menta l idad matemát ica) fueron también dos de los temas f i losóf icos más apasionadamente d iscut idos, hasta ta l punto que d io lugar a dos de las más destacadas escuelas f i losóf icas de la Edad Moderna: e l rac iona l ismo, que se fundó en tos aspectos lógico - rac iona les de l conocimiento, y e l empir ismo, que af i rmó la va l idez absoluta de la experienc ia en e l ámbi to de l conocimiento c ient íf ico - f i losóf ico. Laicización : La nueva f i losof ía p lanteó t res condic iones importantes que a largo p lazo resu ltaron decis ivas: la la ic izac ión ( l ibera l izac ión de las costumbres respecto a la inf luencia re l ig iosa) , la ext ra of ic ia l idad ( l iberac ión e independencia de los comportamientos respecto de la tu te la imper ia l ) y la sust i tuc ión de l la t ín por los id iomas de las d ist in tas nacional idades. En genera l , se acostumbra a d iv id i r la f i losof ía moderna en c inco grandes per iodos: e l Renacimiento, e l Racional ismo, e l Idea l ismo, e l Empir ismo y la I lust rac ión. A cont inuación procederemos a l estud io de estos t res grandes per íodos de manera deta l lada.

EL RACIONALISMO Etapa de l sorprendente de sarro l lo de las c ienc ias matemát icas y de la natura leza, momento cu l tura l que se caracter iza por la vue l ta de l hombre sobre s i mismo. A part i r de l renacimiento reanudaban una costumbre un poco abandonada desde Arquímedes t ímidamente actua l izada por los nom ina l is tas de s XIV hacia nuevas formas para desarro l la r las. Hubo var ias d iscus iones y eso condujo a l escept ic ismo de un Monta igne (1535 -1592) mient ras la c ienc ia se convert ía en e jemplo de una razón que a lcanzaba int ranqui l idad.

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La f i losof ía empezó a preguntarse fundamenta lmente como habían adquir ido ta les cer tezas y en que condic iones ser ía pos ib le a lcanzar o t ras; en esta época empieza a af i rmarse la conf ianza y t ranqui l idad humana en e l progreso, se mira hacia e l desarro l lo y e l porven i r más que en e l pasado y a l re torno en los or ígenes, se estab lece la naturaleza de l entendimiento y la conf ianza con e l f in de sacar de é l e l mayor par t ido posib le , en e l iminar los obstácu los que se opongan para un entendimiento fuerte. En consecuencia , pasa a pr imer p lano la cuest ión para el acercamiento de l método; ante este nuevo impulso de l pensamiento la lógica de Ar is tó te les, e l ant iguo órgano, que daba las reglas para una d iscusión y para una s imple inferencia deduct iva, no fue suf ic iente . Francis Bacon (1561 -1626) in tentó formar un nuevo órgano que permi t iera l legar mas le jos en los estud ios rea l izados de los secretos de la natura leza, en vez de c las i f icar e interpretar todo lo heredado de l pasado, es prec iso enr iquecer y aumentar progres ivamente e l conocim iento; lo que se busca en un método de invención en e l cua l no exis t ían los var ios resu ltados por s i mismo, s ino como medios para a lcanzar ot ros nuevos. La f i losof ía de Bacon, estab lece proyectos de organizac ión de l t raba jo creador de la inte l igencia of r ece una idea muy concreta para obtener éxi tos en la invest igac ión en las c ienc ias f ís icas, cuando le hace depender de una co laborac ión donde cada uno t iene regulada su tarea ; la exper imentac ión y la observación que hace var iar los fenómenos, y induce a de scubr i r sus re lac iones mutuas, cosa que propone en una época donde las invest igac iones cas i se consideran recreat ivas. Rene Descartes (1596 -1650) s igu ió o t ro camino. Apasionado por la verdad sobretodo invest igó las condic iones de una f i losof ía que estuviese exenta de dudas.

Su pensamiento es pr inc ipa lmente la ref lexión; se t ra ta de l a is lamiento de l espír i tu para no de jarse subyugar por op in iones que no sean c ier tas, que procedan de la percepción sensib le , la t rad ic ión o e l medio soc ia l .

Le parec ió que so lo las matemát icas tenían ún icamente la cer teza, y prec isamente a causa de su método; cuentan con proposic iones verdaderas, en las cua les deducen otras que, a s i se hacen evidentes como las pr imeras, y e l método consis te en comprobar y ver i f icar ordena damente ta l deducción.

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Del mismo modo, en metaf ís ica es prec iso par t i r de una verdad inmediatamente evidente para e l iminar todas las dudas exis tentes (p ienso luego exis to) re lac ionándola con la exis tenc ia de Dios, creador de nuestro entendimiento y que n os garant ice que no nos vamos a equivocar, cuando nuest ros ju ic ios se r igen por ideas c laras y d is t in tas. La natura leza de la mater ia se manif iesta a su ju ic io en una idea d is t inta de extensión y l leva a la teor ía de l mecanismo un iversa l , que no ve los cuerpos, inc luso los v ivos, ve porc iones móvi les de extensión, que actúan según las leyes. La espontaneidad de la razón y la ref lexión , l leva a l hombre más a l lá de las pasiones y pre ju ic ios, son los temas fundamenta les introducidos en e l pensamiento mo derno por Descartes. El un iverso concebido por los grandes metaf ís icos anter iores a Descartes esta penetrando por la razón y pensado para sat isfacer e l entendimiento; e l grado de conocimiento es también para Spinoza (1632 -1677) e l mas a l to grado de l ibe r tad y de un ión ín t ima con Dios; e l Dios Malebranche (1638 -1715) t iene como regla de su vo luntad e l orden, que es las ún ica causa dentro de l un iverso; para Le ibn iz (1646 -1716) Dios crea e l mejor de los mundos posib les para subord inar su vo luntad a su entendimiento. Leibn iz e laboró un d inamic ismo de cor te ar is toté l ico , en el cua l todo se reduce a unas fuerzas independientes y un i tar ias ent re todas, dotadas de muy d iversos grados de perfecc ión hasta e l punto de que cada uno so lo de los inmediatos inf in i tes imalmente desde Dios hasta lo mater ia l , en mayor o menor grado, todos poseen conocimiento innato, ya que no se comunican, coord inados por Dios con una armonía preestab lec ida .

LA ILUSTRACIÓN.

La un idad inte lectua l de la humanidad, que Le ibniz había quer ido t ransformar inc luso en un idad re l ig iosa y po l í t ica , que fue también admit ido por Yohu Locke (1632 -1703) a pesar de que este n iega e l carácter innato de las ideas, y, a l hacer la combinación de sensaciones funda el empir ismo moderno. También se le debe la concepción ind iv idua l is ta de la soc iedad y la teor ía de la d iv is ión de poderes en e l estado de derecho. Con este espír i tu empieza e l s XVI I I , l lamado de las luces y de los f i lósofos; en e l cua l los escr i tores de gran ta lento in tentaron

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mediante obras que a lcanzaron gran d i fus ión por toda Europa extender e l espír i tu f i losóf ico, como arma de combate cont ra toda la in to lerancia , superst ic ión o ignorancia , para in tentar l levar a la humanidad a un nuevo paraíso terrenal . Todos estos pensadores parecen estar obsesionados por la idea de un idad y s impl ic idad. Si por un lado e l mater ia l ismo de Beker léy ( 1685 -1753) reduce las cosas senci l las a ideas producidas por Dios e l mater ia l ismo de Holbach y sus amigos hace economías a casta de l espír i tu. La cr í t ica de Hume (1711 -1776) hace ver una ser ie de anál is is conducentes cas i pos i t iv ismo; s i uno se f ía de la exper ienc ia cot id iana cree que hay en la causa una fuerza capaz de produci r e l efecto , pero e l aná l is is muest ra que no hay ta l fuerza en las l lamadas causas, y que so lo se puede atr ibu i r a la natura l idad con lo que pensamos de la causa efecto a una costumbre puramente ob jet iva, creada por repet ic ión de la sucesión tempora l . Condi l lac (1715 -1780) reduce toda la v ida menta l a la sensación y Hevet ius (1715 -1771) que conf i rma la f i losof ía misma con e l descubr imiento de un hecho genera l con e l cua l pueden ponerse en re lac ión con todos los demás. En esta época nacen las ,mora les de l sent imiento, en a lgunas hacen rad icar todas las v i r tudes en la s impat ía por las demás , mient ras ot ros creen en e l egoísmo como la fuente de los actos más va l iosos para la soc iedad. En mater ia re l ig iosa muchos se l im itan a lo que denominan una re l ig ión natura l que consiste en no admit i r s ino la exis tenc ia de Dios y una providencia mas b ien vaga. El regreso a la natura leza y lo natura l es una idea genera l de la época, que ba jo la cor teza de aportac iones soc ia les, busca los e lementos s imples e i r reducib les de la cu l tura y e l hombre. La s impl i f icac ión y la natura l idad se manif iestan también en las teor ías soc ia les; la idea de igua ldad de los hombres exc luye de la soc iedad toda jerarquía or ig inada; la autor idad so lo puede estar basada en e l consent imiento y en la fuerza.

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Rousseau , pues, s i túa e l or igen de la autor idad en un cont ra to aná logo a las que en e l derecho c iv i l , const i tuyen una soc iedad, a l servic io de la cua l var ios ind iv iduos ponen su act iv idad dentro de los l im ites señalados por e l acta de const i tuc ión; a d i ferencia de esto en e l cont ra to soc ia l no hay ta les l im i tes, y por ot ra parte, la vo luntad genera l creada por este cont ra to es omnipotente. La i lust rac ión parece estar dominada por e l prur i to de l aná l is is , y en ta les condic iones apenas l legan a esbozarse teor ías como la Encic lopedia, por e jemp lo, que t ra ta de recoger todos los resu l tados adquir idos por la c ienc ias y las técn icas.

EL IDEALISMO .

En e l s ig lo XVII I , la f i losof ía no podía darse a s i misma más un idad que la proporc ionada por la cr í t ica es dec i r e l examen de todos los aspectos de la c iv i l izac ión, las c ienc ias, la mora l , la re l ig ión e l arte a f in de estab lecer su va lor en re lación con el modo de procedencia de las mismas facu ltades humanas. Tal fue la obra emprendida por Kant (1724 -1804) con su cr ipt ic ismo que t ra ta de fu ndamentar sobre la un ivers idad de las “ formas a pr ior i ” e l carácter a la vez un iversa l , de la c ienc ia y de la f i losof ía, s iempre que se unan conten idos y formas que procedan de la exper ienc ia . A su ju ic io esto no ocurre en la especulac ión metaf ís ica , que no acepta por caer en ant inomias cuando se ocupa de l un iverso, en para logismo s i se ocupa de l a lma, y por no poder i r más a l lá de l inef icaz argumento cuando se t rata de Dios. Sin embargo Kant descubr ió en e l factun de l orden mora l y de l deber un c imiento só l ido para just i f icar, como postu lados de la razón pract ica esas t res grandes ideas que la metaf ís ica t rad ic iona l in tentaba estab lecer teór icamente. El pensamiento Kant iano, que es a la vez una meta f ís ica t rascendenta l , una teor ía de la c ienc i a y una f i losof ía pract ica, crea una nueva era en e l pensar occ identa l que va de (1770ª1850). La metaf ís ica de la razón legada de Kant in tenta const i tu i r por F ichte Schl l ing y por Hegel. El pr inc ip io cr í t ico de la ref lexión sobre e l yo es l levada ha sta e l l im ite por F ichte(1762 -1814) que e labora así una fase u l ter ior de su s is tema, que denominaba “teor ía de c ienc ia”.

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Fichte l leva sobre e l yo cognoscente y e l yo agente de una f i losof ía de lo abso lu to ; e l hombre se conoce tota lmente en sus re lac iones con e l mundo y con Dios. A la pr imera f i losof ía de la natura leza de Schel lng ( 1775 -1845) para qu ien e l sent imiento románt ico de la natura leza es lo ún ico que puede servi r de mediador ent re e l hombre y la d iv in idad. Fina lmente e l esfuerzo especulat ivo de Heger (1770 -1831) est rechamente re lac ionado con la ú l t ima fase de l pensamiento de Fichte conci l ia la f i losof ía de l yo y de la naturaleza en e l desarro l lo d ia léct ico de lo abso luto , in tentando conseguir ba jo e l lema de “ todo lo rac iona l es rea l y todo lo rea l es rac iona l ” una sín tes is muy grande de l saber humano de todos los t iempos. Tratando de ident i f icar la “cosa en si “Kant iana, Schopenhauer ( 1788 -1860) se de ja l levar por la sab idur ía or ienta l , y de esta forma concibe la v ida como producto de una vo luntad ciega, que t iene que renunciar a s i misma mediante e l esc larec imiento f i losóf ico , s i e l hambre ha de sobreviv i r a l suf r imiento. La teor ía Kant iana de la c ienc ia ha susc i tado e l neokant ismo , que t ra ta de pensar los pr inc ip ios de la razón a la luz de los progresos de la c ienc ia . El pr inc ipa l representante de l neokant ismo es Herman Cohen , para qu ien las categorías de l espír i tu no son s ino los “ métodos de la c ienc ia “ . Por o t ro lado, la f i losof ía pract ica de Kant da lugar a una f i losof ía de l derecho que en Fichte adopta una ideo logía ind iv idua l y republ icana, y en Hegel , de una teor ía de l estado autor i tar io como ent idad super ior a todas las vo luntades ind iv idua les . Todo ese con junto de ref lexiones pract icas se pro longan en l a segunda mitad del s XIX y se l lama hegel ian ismo de izqu ierdas, hasta e l marxismo , Ka l Mars (1818 -1883) encontró un ob je to nuevo ara la ref lexión, es deci r, las rea l idades económicas y soc ia les y u nuevo fundamento para la misma, e l hombre rea l que def ine por la acc ión. Según Marx la f i losof ía ya no consiste en pensar e l mundo s ino en t ransformar lo , ósea en promover la creación de una soc iedad en que la mayoría , los t raba jadores, tomaron e l poder a f in de e jercer la d ic tadura de l pro le tar iado.

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En este mater ia l ismo h istór ico, la lucha d ia léct ica de las ideas creadas por Hegel son sust i tu idas por la lucha rea l de las c lases soc ia les . Las teor ías de Engels y las de l soc ia l ista Frances Proudhon consideran como idea fundamenta l de su época , en e l o rden de las cosas, e l maquin ismo , y en e l de los hombres, la miser ia . (V mater ia l ismo d ia léct ico) .

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FILOSOFÍA CONTEMPORÁNEA La Revoluc ión Francesa marca e l paso de la Edad Moderna a la Contemporánea. E l pensamiento de la Edad Moderna pervive en la mi tad de l s ig lo XIX. Las revo luc iones burguesas, 1848, señalan e l cambio cu l tura l que se produce en Europa a mi tad de l s ig lo XIX. El movimiento art ís t ico dominante en la pr imera mitad de l s ig lo es e l romant ic ismo, mient ras que en la segunda mitad surge el rea l ismo socia l . De manera para le la , la corr iente f i losóf ica dominante durante la pr imera mi tad del s ig lo XIX seguía s iendo de l IDEALISMO ABSOLUTO DE HEGEL. En una pr imera época, se ocupa de tem as re l ig iosos y mora les, ded icándose también a l estud io de la obra de Kant y de Rousseau. Más adelante, recoge el espír i tu de la revo luc ión f rancesa y cree que la f i losof ía ha de hacer comprensib le la h is tor ia . Sus obras más importantes: Fenomenología de l u, Ciencia de la lógica y Encic lopedia de las c ienc ias f i losóf icas.

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Método. - La d ia léct ica es la ley que r ige la automani festac ión, de la Idea Absolu ta , e l proceso por e l cua l sa le de “s í misma” para ser lo “ot ro” y re tornar a la ident idad rea l izada y concreta . Só lo después de est e proceso d ia léct ico e l Absolu to l lega a su rea l izac ión ( resu l tado). Hegel da un nombre d ist into a los t res momentos d ia léct icos propuestos por F ichte y destaca que e l que def ine la esencia de la d ia léct ica es e l segundo, la ant í tes is o negación, ya que s i no exis t iera oposic ión, no ser ía necesar ia la superac ión de ésta . La tes is es la ident idad ( idea en sí misma), la ant í tes is es la d i ferencia ( Idea en su ser o t ro que se esc inde y sa le fuera de s í) y la s ín tes is es la ident idad de la ident idad y la d i ferencia ( Idea re tornada a s í misma). Los denomina un idad s imple, esc is ión u oposic ión y reconci l iac ión. Fi losofía . - Def iende un idea l ismo absoluto que exp l ica el proceso d ia léct ico que s igue e l Espír i tu o la idea. Descr ibe la automanifestac ión de la Idea Absolu ta, su rea l izac ión to ta l y p lena que abre camino a la l ibertad. E l Espír i tu , en sí mismo y por s í mismo act ivo, se desp l iega autodeterminándose s in perder la un idad en la mul t ip l ic idad, manten iéndose idént ico a s í mismo.

MATERIALISMO: MARX (a)

Estud ió f i losof ía y derecho en Bonn y Ber l ín , y se doctoró en Jena. Fue co laborador y jefe de redacción de la Gaceta Renana de Colon ia . Poster iormente, en París cont r ibuyó a la ed ic ión de los Anuar ios Franco -alemanes. Ent ró en contacto con los soc ia l istas u tóp icos f ranceses y estud ió las teor ías económicas de Smith y Ricardo. Su pensamiento presenta dos etapas. La de l joven Marx, en la cua l escr ibe los l lamados Manuscr i tos económicos - f i losóf icos y se dedica a temas exis tenc ia l is tas y humanistas, ta les como la a l ineación. La del Marx maduro, época en la que redacta E l Capi ta l y se or ienta básicamente a l estud io de la est ructura económica de la soc iedad de su t iempo. Otras obras son. Crí t ica de la f i losof ía de l Derecho de Hegel , La Sagrada Fami l ia , La Ideo logía a lemana, Miser ia de la f i losof ía, Manif iesto de l Part ido Comunista y E l 18 Brumario de Lu is Bonaparte , a lgunas en co laborac ión con Fr iedr ich Engel

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El joven Marx. Part iendo de la d ia léct ica hegel iana y co inc id iendo con Feuerbach, recupera la noc ión de a l ineación como expres ión de l segundo momento de la d ia léct ica ( la negación), cuando e l Espír i tu sa le fuera de s í mismo y p ierde su esencia para ser lo ot ro. Marx no ap l ica este concepto a l Espír i tu o concienc ia , s ino a la persona. E l hombre es un ser a l ienado. Dist ingue d iversos t ipos de a l ienación:

MATERIALISMO: MAX (b)

Alineación económica . E l t raba jo es la acc ión que la persona rea l iza sobre la natura leza, act iv idad mediante la cual adquiere conciencia de su prop ia esencia y de su re lac ión con los demás. E l t raba jo lo l ibera porque e l producto es resu l tado de su esfuerzo y le per tenece. En la soc iedad cap i ta l is ta , esta func ión l iberadora desaparece porque e l producto se convier te en a lgo ext raño, que no per tenece a l t raba jador. E l obrero, separado de los medios de producción, ha de vender a qu ien los posee fuerza de t raba jo (su act iv idad humanizadora) que de esta forma de ja de per tenecer le , para convert i rse en una mercancía, a cambio de la cua l obt iene recursos para adquir i r aquel lo que necesi ta para su supervivencia. En estas condic iones, e l proceso de t raba jo es a l ienante, es deshumanizante.

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Alineación polí t ica . Se da cuando la persona se p ierde a s í misma, se ent rega a l Estado y conf ía en é l como inst i tuc ión super ior que def iende sus derechos. Alineación ideológica . Se produce cuando una doct r ina que responde a los in tereses de la c lase d i r igente se impone a los ind iv iduos de las c lases subord inadas como s i fuera su prop ia ideo logía . Alineación f i losófica . Tiene lugar cuando la f i losof ía es só lo teór ica y no práct ica. La f i losof ía debe convert i rse en praxis hac iendo que la act iv idad de l hombre se d i r i ja hac ia una t ransformación de la soc iedad. Materia l ismo histór ico. Acepta de Hegel la d ia léct ica como método y la ap l ica a la natura leza, con lo que da una vis ión d inámica de ésta . Las leyes de la d ia léct ica de la natura leza son: ley de la t ransformación de la cant idad en cua l idad, ley de la un idad e interdependencia de opuestos y ley de la negación de la negación, que corresponden a los t res momentos propuestos por Hegel (un idad s imple, esc is ión y recoolúmenes de El Capi tanc i l iac ión) . Ent iende la h istor ia como sucesión de etapas específ icas o modos de producción que se def inen por su base mater ia l , que es la inf raest ructura o est ructura económica. Ésta se const i tuye por las fuerzas product ivas (maquinar ia , mano de obra…) y las re lac iones de producción.

MATERIALISMO : MARX (c)

Las formas de poder po l í t ico , ju r íd ico e ideo lógico const i tuyen la superest ructu ra, que es una manifestac ión de la inf raest ructura con la cua l mant iene una re lac ión d ia léct ica: depende de e l la en ú l t ima instancia ; pero a su vez, actúa sobre e l la . Marx def iende que las fuerzas product ivas y las re lac iones de producción caracter izan una época h is tór ica. Cuando las fuerzas product ivas ent ran en contrad icc ión con las re lac iones de producción exis tentes, se dan las condic iones para la t rans ic ión a un nuevo modo de producción. Dichas t rans ic iones def inen la evo luc ión h istór ica. Cita modos d e producción dados: comunismo pr imi t ivo , esc lavismo, feudal ismo, capi ta l ismo y soc ia l ismo. El anál is is de l capi ta l ismo. Concentró las energías in te lectua les de Marx en su madurez. L legó a publ icar en vida so lamente e l pr imero de los t res vo lúmenes de El C api ta l . Basándose en los t raba jos previos de la economía c lás ica (Smith y Ricardo) , Marx anal iza e l proceso de formación de l va lor de las mercancías y conf i rma la tes is de l va lor t raba jo. Estab lec ió que e l proceso de

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explo tac ión se producía por la exis tenc ía de una par te de t raba jo no remunerada, que denominó p lusva l ía , y p lanteó que d icha exp lo tac ión no era una aprec iac ión mora l , s ino una deducción c ient íf ica de la observación de l func ionamiento de l s is tema, cuya lógica se basaba prec isamente en lograr e l máximo benef ic io mediante e l incremento de la p lusva l ía . La intenc ión de Marx fue también la de demostrar que las cont rad icc iones internas de l s is tema, bás icamente las que se der ivaban de la progres iva mecanizac ión e incremento de la capacidad de producción, en cont raposic ión a la l im i tac ión de la demanda, conduci r ía a la cr is is de l modo de producción cap ita l ista y su sust i tuc ión por e l modo de producción soc ia l ista. De hecho, Marx ap l icaba aquí su concepción de cont rad icc ión ent re unas determinadas re l aciones de producción, basadas en la prop iedad pr ivada, y unas determinadas fuerzas product ivas, cada vez más soc ia l izadas. Como se recordará, era esta cont rad icc ión la que conducía a generar las condic iones de t rans ic ión a un nuevo modo de producción. En este caso, la cont rad icc ión se so luc ionaría por la adaptac ión del régimen de prop iedad (soc ia l is ta) a las fuerzas product ivas. Los aspectos más cr i t icados de sus anál is is han s ido: la teor ía de l va lor t raba jo y la ley de la tendencia decrec iente de la ta sa de ganancia , en las que Marx ob je t ivaba.

VITALISMO: NIETZSCHE (a)

Estud ió f i lo logía en Bonn y Leipzig. Fue profesor de la Univers idad de Basi lea. Viv ió un t iempo en I ta l ia y en Francia, pero regresó a A lemania. En 1889 ingresó en una c l ín ica ps iqu iát r ica de Jena. Su obra se ha est ructurado en t res per iodos: Época de Leipzig , cuando rec ibe la inf luencia de Schopenhauer y Wagner. In ic ia una cr í t ica de la cu l tura y la obra más destacada de este momento es E l or igen de la t ragedia ; Época in te lectua l is ta , que co inc ide con las obras Humano, demasiado humano y E l Via jero y su sombra. En esta fase s igue los idea les de la revo luc ión f rancesa y se in teresa por la obra de Vol ta i re, y Época de madurez . In ic ia una cr í t ica de la mora l y expone los temas cent ra les de su pensamiento. Las obras que destacan son: Así hab ló Zarathust ra, La genealogía de la mora l y más a l lá de l b ien y de l mal

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Fi losofía. Es una cr í t ica rad ica l de la cu l tura y de la s i tuac ión de l ind iv iduo en e l la . Nietzsche reacc iona cont ra la t r ad ic ión metaf ís ica, e l ideal ismo y toda forma de igua l i tar ismo. Cree que e l espír i tu europeo está perd iendo los va lores t rad ic iona les de la c iv i l izac ión occ identa l y propone unos va lores nuevos. Su est i lo l i te rar io está marcado por su formación f i lo lógica afor ís t ico , poét ico y profét ico.

VITALISMO: NIETZSCHE (b)

Temas básicos. Son: t ransmutac ión de va lores y n ih i l ismo, e l superhombre, la vo luntad de poder y e l e terno re torno: La transmutación de valores . Cr i t ica la t rad ic ión p la tón ica heredada por la cu l tura occ identa l y e l cr is t ian ismo. No acepta de Pla tón n i e l dua l ismo n i la af i rmación de un mundo super ior, t rascendente, que impl ica la negación y desva lor izac ión de l mundo terrenal y de la v ida. La forma de acabar con este idea l ismo es negando a Dios y no aceptando los va lores de la mora l cr ist iana. La negación impl ica terminar con e l sent ido ún ico de las cosas, pero nos hace caer en un n ih i l ismo. La manera de superar lo es proponer nuevos va lores que re iv ind iquen, como va lor sup remo, la v ida. El superhombre . Es e l que propone los va lores nuevos, “creador de vida y de esencias” , e l que da sent ido a las cosas y

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se af i rma en el acontecer s in necesidad de engañarse aceptando ot ro mundo. Impulso, af i rmación y l ibertad son las caracter ís t icas que lo def inen. Es la ant í tes is de l n ih i l is ta. Ut i l iza e l orgu l lo y la inte l igencia como armas para rea l izar su camino. Es manifestac ión de l espír i tu l ib re que no cede ante nada y t iene voluntad de poder para l levar a término su denuncia. Voluntad de poder . Es una fuerza act iva que domina e l mundo y grac ias a la cua l e l hombre está v incu lado a é l . Es una fuerza i r rac iona l que actúa como proyecto de fu turo. En e l ind iv iduo corresponde a l con junto de fuerzas e inst intos que se manif iestan como una pasión, la representac ión de Dion is io , la v ida en s í misma. La l lama vo luntad para d ist ingu i r la de l logos, y poder, porque denota la energía v i ta l y fuerza prop ias de l gen io creador. Es la que permi te crear formas nuevas. El eterno retorno . La vo luntad de poder de l superhombre se or ienta hacia e l fu turo . Esto comporta una concepción d is t in ta de la tempora l idad: e l t iempo no es l inea l n i está determinado por los t res momentos (presente, pasado y futuro) , porque e l lo impl icar ía pensar lo desde la f in i tud, act i tud prop ia de l hombre, no de l superhombre. Para Nie tzsche e l t iempo es inf in i to, c i rcu lar y c íc l ico . Todo se rep i te de nuevo. La tempora l idad es eterna, un devenir constante que se rep i te c íc l icamente, de manera que así cobra va lor cada nuevo instante p orque queda comprendido dent ro de la to ta l idad de l t iempo. El e terno re torno permi te entender que e l ser humano no actúa en func ión de un sent ido determinado de la v ida (un f in ) , s ino dando sent ido a la v ida, superando la fa l ta de sent ido f ina l . Desde esta perspect iva, la inf in i tud y la e tern idad son pensables.

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SIGLO XX

La f i losof ía es un conocimiento de l Universo o de todo cuanto hay; e l ob jeto de la f i losof ía es buscar e l sent ido de las cosas. El desarro l lo de la f i losof ía requ iere una c r í t ica de l rea l ismo y de l idea l ismo. Real ismo: Se puede exp l icar como una act i tud en la que la verdadera rea l idad son las cosas, e l ser rea l . Idea l ismo: Añade un rac ionamiento rea l is ta , ent iende la rea l idad como a lgo independiente de nuest ra forma de con ocer la , con la d i ferencia de que lo independiente, no es ob jeto , es mi pensamiento. En resumen, e l idea l ismo (su jeto) y e l rea l ismo (ob je to) , son una ún ica un idad, la que se da en e l concepto in tegrador de la v ida. La f i losof ía no nace con razón de ut i l id ad, es necesar ia para e l in te lecto y busca capturar la verdad de todo como ta l . El f i losofar es p lantearse un prob lema, no par te de creencias previas. Como toda la h istor ia de l pensamiento o como la h is tor ia en genera l , la d isc ip l ina de la f i losof ía puede abordarse desde var ias perspect ivas y con ot ros ob je tos también d is t in tos. La f i losof ía española de l S XX so lo pretende ser ent re ot ras muchas posib les, presentando las muy var iadas tendencias f i lósofo jur íd icas y f i losóf ico po l í t icas en su c i rcunstanci a neokant ismo, los restos de l krausismo, e l pensamiento jur íd ico de Unamuno y e l de Ortega, e l de l fasc ismo i ta l iano y del fasc ismo a lemán, e l anarqu is ta y e l marxis ta, e l exis tenc ia l ismo, las tendencias soc io logís t icas, la natura leza y las cosas la f i losof ía de los va lores, e l pensamiento l ibera l y soc ia l ista, ent re o t ros, aparecen bata l lando en e l marco de la h is tor ia de España de l pasado s ig lo , que a lumbra y a l menos en par te, s i rve para exp l icar la f i losof ía de l Derecho que se hizo en los t iempos de la monarquía de Alfonso XI I I , y de estos, en los que la d ictadura de l Pr imo de Rivera; durante la republ ica, revo luc ión de octubre inc lu ida, en los t res años de guerra c iv i l ; y por f in en democrac ia, d ist ingu iendo e l per iodo t rans i tor io de la democrac ia es tab lec ida, que l lega hasta nuest ros días. ¿Exis t ió una especulac ión autént ica española? En cua lqu ier caso esta f i losof ía de Derecho rea lmente exis tente en la España de l S.XX.

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En España la f i losof ía se ha desarro l lado como “pensamiento” , y aparece no só lo en l ib ros f i losóf i cos s ino también en obras l i te rar ias, (nove las, ensayos, art ículos per iodís t icos, e tec. ) . La penínsu la ibér ica contó con cé lebres pensadores antes de l re inado de los reyes cató l icos. Séneca (S ig lo l ) , Averroes (S ig lo V l l l . ) Maimónides (S ig lo Xl l l ) y Ramón L lu l l (S ig lo XlV) . En la Edad Media y comienzos de la Edad Moderna, la f i losof ía española fue muy importante . Lu is Vives(1492 -1540). Gómez Pere i ra 15OO -1558),F. de Vi tor ia(1492 -1546),F. Barto lomé de .as Casas 1584 -1566).Sta. Teresa de jesús (1515 -1582) y S Juan de la Cruz (1542 -1591) En los s ig los XVl l , XVl l l y XlX la f i losof ía decae, pero hay obras l i te rar ias con t ransfondo f i losóf ico. Calderón de la Barca 81600 -1681), Miguel de Cervantes l600 -1681),B. Grac ián (1601 -1658), Fe i joo (1676 -1764), Jove l lanos (1744 -1811) y Giner de los Ríos (1839 -1915). En e l s ig lo XX la f i losof ía española a lcanzó un a l to n ive l grac ias a los f i lósofos Unamuno (1864 -1936) Ortega (1883 -1955), Zubi r i (1898 -19991). EL PENSAMIENTO DE MIGUEL DE UNAM UNO El b i lbaíno Miguel de Unamuno se doctoró en f i losof ía y le t ras en Madr id. Durante la I I Repúbl ica fue nombrado rector v i ta l ic io de la Univers idad de Madr id . Con e l advenimiento del régimen f ranquis ta fue condenado en su domic i l io , donde mur ió. En su i t inerar io in te lectua l sobresalen dos temas: e l prob lema de España y e l prob lema re l ig ioso. Pensaba que había que europeizar España s in abandonar sus caracter ís t icas prop ias, especia lmente su in t rah is tor ia. ºObras: E l sent imiento t rágico de la v ida. En torno a l cast ic ismo. San Manuel bueno, márt i r. En sus obras se aprec ia una lucha ent re la fe y la razón mot ivada por e l deseo de inmorta l idad.

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ELPENSAMIENTO DE XAVIER ZUBIRI . E l f i lósofo vasco Xavier Zubi r i fue d iscípu lo de Ortegas y Heidegger. Estud ió f i losof ía y c ienc ias en d iversas c iudades europeas. Fue catedrát ico de His tor ia de la F i losof ía en Madr id y profesor en Barce lona. En sus obras ref lexiona sobre e l pensamiento c ient íf ico y sobre la re l ig ión cr is t iana. Trató los temas de su t iempo adoptando un “g i ro metaf ís ico” de cor te ar is to té l ico . Sostuvo que la razón y sensib i l idad no están separadas s ino que exis te una “ in te l igencia sent iente” . Obras: Natura leza, Histor ia , Dios. Sobre la esencia , in te l igencia sent iente. Postu ló que la real idad se apodera de nosot ros “ re legándonos”, lo que nos l leva a buscar su fundamento y nos p lantea el prob lema de Dios. EL PENSAMIENTO DE MARIA ZAMBRANO

Esta f i lósofa andaluza fue d iscípu la de Zubi Ortega. Debido a la guerra c iv i l , se exi l ió en Lat inoamér ica. A su vue l ta a España rec ib ió e l premio pr ínc ipe de Astur ias a la Comunicac ión Socia l (1981) y e l premio Cervantes (1989). Frente a l rac iona l ismo propuso “una razón poét ica” . Sus obras t ra tan temas y conceptos de la misma neopla tón ica y tardomedieva l . Def ine la f i losof ía como un de l i r io , una insp i rac ión y una i r repr imib le posesión. Un f i lósofo es a lgu ien que, en la desesperac ión, descubre que t iene una exis tenc ia desnuda pero no se queja. En sus obras examina con exquis i ta sensib i l idad los sueños, terrores y anhelos humanos. Obras: f i losof ía y poesía . E l hombre y lo d iv ino. Persona y democrac ia .

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EL PENSAMIENTO DE ORTEGA Su inf luencia en la f i losof ía española fue muy importante . Nació en Madr id en 1883 y fa l lec ió en 1955, crec ió en una fami l ia burguesa y l ibera l , prop ie tar ia de l per iód ico El Imparc ia l . Ortega estud ió derecho en la un ivers idad de Deusto y f i losof ía y le t ras en la un ivers idad de Madr id . Tras doctorarse se fue a A lemania a estud iar neokant ismo. Fue catedrát ico de Metaf ís ica en la un ivers idad Centra l . Fundó y d i r ig ió la revis ta de Occidente en 1930. Fue d iputado en la 2ª repúbl ica, pero d imit ió. A l esta l la r la guerra c iv i l estuvo exi l iado en var ios países europeos. A l vo lver a España fundó con Ju l ián Marías e l inst i tu to de humanidades, donde crea la escuela f i losóf ica l lamada “escuela de Madr id” de donde sa l ieron prest ig iosos escr i tore . Cre una termino logía , un est i lo que no exis t ia , pone a España a la a l tura de Europa Obras: Las medi tac iones de l Qui jote , La deshumanizac ión del ar te, España inver tebrada, E l tema de nuest ro t iempo, La rebel ión de masas. ¿Que es f i losofía? E l hombre es la insuf ic ienc ia v iv iente, e l hombre necesita saber, perc ibe desesperadamente que ignora. Etapas: 1: objet ivismo : f rente a l sub jet iv ismo y e l desfase español, Ortega propuso el ob je t iv ismo c ient í f ico y la rac iona l idad. Su lema es ¡sa lvémonos en las cosas! Para estud iar las cosas hay que abst raer y crear un s is tema 2: perspectivismo: todo conocimiento par te de una c i rcunstancia . La rea l idad está compu esta de muchas c i rcunstancias d i ferentes. Desde d is t in tos puntos de vis ta , dos hombre miran e l mismo pa isa je. S in embargo, no ven lo mismo. Yo soy yo mi c i rcunstancia , y s i no la sa lvo a e l la, no me sa lvo yo. La c i rcunstancia es un mundo que rodea a l hombr e (cu l tura, soc iedad, creencias, cuerpo, carácter, e tc) . E l hombre es una res dramát ica: la un idad de l yo y de l mundo o c i rcunstancia. La f i losof ía debe part i r de lo mas cercano, la c i rcunstancia. Las d is t in tas perspect ivas son complementar ias. Redondean l a verdadad 3: raciovi ta l ismo : pensamiento de madurez de Ortega. Postura in termedia ent re rac iona l ismo y v i ta l ismo. La rea l idad t iene una pr imacía onto lógica sobre e l pensamiento. La vida es la rea l idad rad ical . Cada persona se encuentra en la v ida de pronto, t iene que const ru i r su vida como un aventurero. La vida es e l punto de par t ida de la f i losof ía , aunque también posee una d imensión i r rac iona l que hay que tener en cuenta.

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La pr inc ipa l preocupación de Ortega es la cu l tura . Empieza por def in i r lo que ent iende por cu l tura : es e l modo pecul iar de ver las cosas en e l mundo. Y a f i rma que e l prob lema de España es cu l tura l . Aquí no ent ró nunca la corr iente c iv i l izadora de l s ig lo 18. la so luc ión es que produzca c ienc ia a raudales, pero c ienc ia española. Después de arrancar de la cu l tura descubre que lo rad ica l es la v ida es deci r, que no debe servi r la v ida a la cu l tura s ino al revés, la cu l tura es la v ida. Es la verdad rad ica l porque todo se ordena hacia e l la y a nada se subord ina la v ida que es lo más hondo a lo que se puede l legar. La cu l tura se inser ta en la v ida y por tanto e l prob lema cu l tura l prec isa so luc ionar e l prob lema de la v ida. Estas son las 5 notas que posee la v ida según Ortega y que van a servi r para cast izar la : Espontaneidad . Equiva le a lo que l lamaríamos la v ida cuot id iana. La vida de minuto a minuto se consume y se consuma. Lo que nos pasa eso es lo que da carácter dramát ico a la v ida, a l moneto. Racionalidad. Suele deci rse que la v ida es a lgo ind iv idua l, concreto , ún ico e incomparable . Para Ortega es a lgo mucho más r ico: las re lac iones. Las cosas viven , y cuando e l hombre se s iente en re lac ión con e l las, s iente que vive, descubre la v ida. E l ser de un ind iv iduo es la tota l idad de las re lac iones. La vida es una un idad, un resu l tado. Circunstancial idad . Ninguna rea l idad per tenece encerrada en su prop io ser. Y esto también se ap l ica a mi prop ia v ida. También yo me comunico con la to ta l idad de l un iverso a t ravés de mis c i rcunstancias ind iv idua les, so lo a su t ravés puedo sa l i r a l exter ior. Perspecitidad. Aquí adopta su doct r ina sobre e l punto de vis ta . E l d i lema p lanteado es qu por un lado se d ice que hay que luchar hasta mor i r por la verdad, y por e l ot ro que la verdad es s iempre re lat iva a cada ind iv iduo. Lo resuelve así : para lograr la verdad cada uno de los puntos de vis ta es insust i tu ib le . Radicalidad . Todas las demás rea l idades quedan rad icadas, inmersas en la v ida. Que además es lo pr imero que se me presenta como conjunto de determinaciones anter iores, o sea , como pasado, como act ivado o que hacer presente; y por u l t imo como proyecto h istór ico de fu turo. Este es e l carácter b iográf ico o e l v iv i r h is tór ico.

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Esta ref lexión sobre la v ida le permi te s i tuarse a una posic ión superada de l idea l ismo y de l rea l ismo. La rea l idad para e l es l a forma de resu ltarnos importantes las cosas con las que t ra tamos pero para que lo sean t iene que guardar re lac ión con mis pretensiones, mis proyectos de este momento. Ese es e l rac io -vi ta l ismo de Ortega; e l ent re pe inarse de l yo y las cosas no ser ian posib le s i e l hombre no poseyera capacidad rac iona l y por o t ro lado, s i la rea l idad carec iera de una est ructura s is temát ica. A esta interacc ión ent re yo y mis c i rcunstancias es la rea l idad absolu ta o rea l idad rad ica l . Considera Ortega superada su sub je t iv idad de l idea l ismo. La sub je t iv idad no es posib le s in las cosas n i las cosas s in la razón. Esta in terna re lac ión d ia léct ica es impresc ind ib le . También se opone a l i r rac iona l ismo que pretendía exa l tar la v ida y para e l lo ataca a la razón y la ca l i f icaba de ene miga de la v ida. Para Ortega la razón es una func ión vi ta l más la compara a l tocar o a l ver, forma parte de la v ida. El error de l idea l ismo consis t ió en hacer depender las cosas de que yo las p iense y también en no señalar que mi sub je t iv idad depende de la exis tenc ia de las cosas. La concepción or tegu iana es considerar los juntos, inmediatos pero d is t intos, yo y las cosas. Cada uno t rasc iende a l o t ro pero ambos en su coexis tenc ia re lac iona l , act iva, son inminentes a la rea l idad absoluta que es la v ida Inf luencia : Ortega es considerado e l f i lósofo más inf luyente de l s ig lo XX, pues tanto su pensamiento como su est i lo l i te rar io marcaron la f i losof ía española de postguerra . La f i losof ía española tuvo, muchas ocasiones de hacerse asequib le a l púb l ico a t ravés de la l i te ra tura, deb ido a la escasa formación f i losóf ica de los lectores. Por fortuna hoy en día se publ ican muchas obras de f i losof ía en español ya que todos los estud iantes de Bachi l le ra to.

EPILOGO

Así hemos vis to la f i losof ía , qu ienes forman este equipo de t raba jo y a fe que sí ha s ido un t raba jo, sacar un resumen de este ampl io y comple jo tema. Quizá no hemos aprendido mucho y es posib le que hasta o lv idemos lo aprendido, pero hay algo que nuca o lv idaremos y s i hemos asumido a p lacer : Trabajar en equipo. Nos hemos reunido, hemos t ra tado de aportar lo mejor de cada una y hasta hemos d iscut ido para imponer nuestros cr i ter ios par t icu lares en la forma de redactar, presentar este t raba j o, a l f inal en esta pequeña democrac ia que ha s ido nuest ro equipo, se ha impuesto la mayoría . La Fi losof ía , s i más no, ha servido para conocernos mejor para darnos cuenta que s i queremos, podemos, aunque en a lgun momento hayamos recurr ido a nuest ro ento rno fami l iar para que nos ayudaran un poco, lo que nos ha servido también para invo lucrar en nuest ra tarea a h i jos, padres, hermanos…Todos se han acercado a la f i losof ía y un mucho a nosot ras, in teresándose por lo qué hacíamos y contagiándose de la i lus ión que hemos puesto para cumpl i r, como buenas a lumnas, con los “deberes” encomendados. Hemos d isf rutado con nuest ro t raba jo y hoy sabemos y en e l lo estamos, que la búsqueda de la verdad, e l encuentro con un mundo un i tar io y una conducta recta , l legará s i ponemos en pract ica a lgo de lo mucho que aquí hemos aprendido.

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