ABC Cultural 21-8-1992 Monográfico John Cage

10
A B C de la música La herencia de John Cage Luis de Pablo Tomás Marco Arturo Tamayo José Luis Temes Lloren^ Barber José Luis Téllez ABC.es Hemeroteca. Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.

description

21 de agosto de 1992: Dossier monográfico dedicado a John Cage (Luis de Pablo, Tomás Marco, Arturo Tamayo, José Luis Téllez, José Luis Temes, Llorenç Barber)

Transcript of ABC Cultural 21-8-1992 Monográfico John Cage

Page 1: ABC Cultural 21-8-1992 Monográfico John Cage

A B C de la música

La herencia de John Cage Luis de Pablo Tomás Marco

Arturo Tamayo

José Luis Temes Lloren^ Barber José Luis Téllez

ABC.es Hemeroteca.Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de loscontenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposicióncomo resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de losproductos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.

Page 2: ABC Cultural 21-8-1992 Monográfico John Cage

A B C de la música

Diabolus in Música

La Maestranza

AL Teatro de la Maestranza, construido expresamente

para la Expo de Sevilla, sólo le queda ya un mes y medio de vida bajo su actual configuración. Desaparecerán dos de las cinco instituciones que ahora lo manejan y el teatro -que es todo ün lujo, defectos incluidos-dependerá «sólo» del Ayuntamiento de Sevilla, la Diputación y la Junta de Andalucía. Con propietarios tan

^disparejos, no es extraño que la alarma haya cundido entre los melómanos de ambas márgenes del Guadalquivir.

En todo teatro de ópera - y más si, como éste, es también sala de conciertos- hacen falta una orquesta fija, un coro, unos cantantes, un equipo técnico y otro administrativo. En suma: una compañía. No obstante, el teatro podría funcionar sin nada de eso (de hecho, lo hace). Pero

.no funcionará sin un director, , • una programación y un presupuesto. Y la Maestranza no tiene ninguno de los tres.

No hay director. Luis Andreu, * actual director artístico, ha tenido que dejar tantos aspectos de la gestión del teatro en manos ajenas -no digo que sucias-que su cargo, aunque imprescindible, podría dejar de existir y nadie movería un dedo.

Se dice que para entrar en el Liceo de Barcelona hay que ser o catalán o extranjero. En Sevilla, el director de la Maestranza, además de sevilla­no, tiene que contar con el permiso del PSOE, el PA y el PP. Pues estamos apañados. Con un trío semejante se fraguó el nombramiento del director del Madrid Cultural y ya ven ustedes a quien encontraron.

* " Naturalmente, hay candidatos. tJomo estamos en precampafta, todos hacen sus cabalas, despliegan sus contactos y

ftratan de impresionar a los demás. Es inútil. Ese teatro, como cualquier otro, será un fracaso si no está dirigido por un «profesional».

No olvidemos ia programación. Ni un solo espectáculo está contratado en la Maestranza para después del 12 de octubre. ¡Qué bonito decorado formarán las telarañas!

¿Y el presupuesto? Ésa es la madre del cordero. Con todo lo que hay detrás de las cuentas de la División de Espectáculos de la Expo, a ver quién es el valiente que dice lo que va a costar, cada año, la Maestranza.

José Luis RUBIO

El filósofo y matemático español Juan David García Bacca, uno de los pocos intelectuales que, en nuestro país, se han ocupado seriamente de la música, falleció hace unos días en Quito, donde se había exiliado en 1939. Hace dos años publicó «Filosofía de la música», una magna obra, original, densa y provocativa.

Miguel Ángel Palacios, que revisó el texto del libro para su publicación, firma esta semblanza

García Bacca, filósofo de la música E «

STORBARA a todos, individuos y socie­dad, mientras viva,

que nada soporta menos la so­ciedad civil y eclesiástica que la individualidad potente, la perso­nalidad genial - s e a sabio, santo, artista genial, gran gober­nante-, pero se lo canonizará después de muerto, cuando ya no moleste su presencia.» La cita es de Juan David García Bacca en su «Introducción litera­ria a la filosofía».

En otro libro, «Curso sistemá­tico de filosofía actual», escribía el filósofo: «Pensar sin miedo ni a Error ni a Verdad acerca de todo (...) es el ejemplo que de­searía, antes de morir, el autor de esta obra».

s e C ^ ^ ^ ^

lona, en la que ya por entonces era profesor de Lógica Matemá­tica y Filosofía de las Ciencias, materias de las que fue introduc­tor en nuestro país.

En febrero de 1936 consiguió por oposición la cátedra de Intro­ducción a la Filosofía en la Uni­versidad de Santiago de Com-postela, cátedra que no llegó a ocupar por iniciarse pocos me­ses después la guerra civil. Al fi­nalizar ésta decidió exiliarse «por motivos de conciencia democrá­tica» y ejerció la docencia suce­sivamente en las Universidades de Quito, México D. F. y Cara­cas.

Fue, desde 1983, el único miembro español de la Acade­mia platónica de Atenas, Premio

«Para García Bacca, la música no habla en

lengua natural, pero dice y eocpresa en

lenguaje artificial y con instrumentos

inventados lo que es la realidad de verdad, lo más profundo de ella:

lo indecible e inexpresable en

palabras»

A fe que García Bacca ha dado ese rarísimo ejemplo de «pensar sin miedo ni a Error ni a Verdad», sobre todos los temas, incluso sobre la música, antes de morir, en su exilio quiteño, el pasado 5 de agosto. Aunque, como él mismo reconocía ya en 1945, la «real presencia» de su «individualidad potente», de su «personalidad genial», también como filósofo de la música, haya pasado casi inadvertida en su país natal, seguramente porque estorbaba a tanta mediocridad.

García Bacca nació en Pam­plona el 2? de junio de 1901. Es­tudió Humanidades en los cole­gios claretianos de Alagón (Zara­goza) y Cervera (Lleida) y posteriormente Filosofía y Teolo­gía en la Universidad de Cer­vera. De 1920 a 1931 estudió Fí­sica y Matemáticas en la Univer-s idad de Munich y tuvo a Sommerfeld entre sus profeso­res. En 1935 defendió su tesis doctoral, titulada «Ensayo sobre la estructura lógico-genética de las ciencias físicas», en la Uni­versidad Autónoma de Barce-

Nacional de Literatura en Vene--zuela, doctor «honoris causa» por la Universidad Complutense, Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica y Medalla de Oro de Navarra.

Su producción, a partir de 1928, fue ingente: alrededor de sesenta libros, más de un cente­nar de artículos, numerosas re­censiones bibliográficas, prólo­gos y entrevistas, a lo que hay que añadir sus traducciones del griego (destacan los doce volú­menes de las «Obras Comple­tas» de Platón), del latín y del alemán.

De toda esa amplísima pro­ducción podríamos destacar una de sus últimas obras, «Filosofía de la música», para llamar la atención de futuros lectores acerca de su núcleo fundamen­tal: una nueva óntica y ontología de la música.

La «óntica» de la música estu­dia el tipo de realidad de lo mu­sical: sus fondos matemático-ló­gico y físico-f isiológico, en cuanto condiciones necesarias de la música; la creatividad del

compositor, como condición sufi­ciente; y, sobre todo, sus catego­rías más propias, que para Gar­cía Bacca son de carácter dia­léc t i co : las ca tegor ías de mismidad, transfinitUd y totalidad.

«Mismidad» es identidad po­tenciada por haber resistido va­riaciones y contradicciones con­cretas. Los temas de formas mu­sicales como variación, fuga, sinfonía o sonata son, por ello, «mismos» y aun «mismísimos», no simplemente idénticos. La fuga es también, para García Bacca, caso ejemplar de «trans-finitud» en música: la superación regulada y aprovechada dé la fi-nitud de unos temas musicales. La categoría dialéctica de «totali­dad» se encuentra realizada en las totalidades de melodía, acorde y ritmo, en las obras mu-sicales (en mayor o menor grado) y especialmente en la forma sinfonía, en cuanto plan de totalidad musical absoluta.

En su «ontología» de la mú­sica. García Bacca realiza un es­tudio del lenguaje musical, que le lleva a la conclusión de que la música no habla en lengua natu­ral, con las limitaciones propias de los sonidos lingüísticos y de la lengua filogenética; pero a cambio dice y expresa en sones, en lenguaje artificial y con instru­mentos inventados, lo que es la realidad de verdad, lo más pro­fundo de ella: lo indecible e inex­presable en palabras. De modo que la música es para García Bacca una verdadera «ontolo­gía» que han de aprender a oír los filósofos. Pero desgraciada­mente los filósofos españoles, salvo la dignísima excepción de García Bacca, han padecido una secular sordera para la música.

En 1955, la Universidad Cen­tral de Venezuela tributaba un homenaje a Ortega y óasset con motivo de su muerte. García Bacca participó en él con un ori­ginal ensayo -donde calificaba al «Espectador» Ortega como «el ojo de España», «el ojo de la España contemporánea»-, en­sayo que concluía con este com­prometedor interrogante: «Y ahora que él no nos ve, ¿dejarfe-mos de ser ojos porque él ya no nos vea?». Podríamos retocar le­vemente las anteriores palabras, para terminar ahora, en circuns­tancias similares, diciendo: Y ahora que García Bacca no nos oye, ¿dejaremos los filósofos es­pañoles de tener oídos para la música, porque él, que fue todo oídos, ya no nos oiga?

Miguel Ángel PALACIOS

40 ABC.es Hemeroteca.Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de loscontenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposicióncomo resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de losproductos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.

Page 3: ABC Cultural 21-8-1992 Monográfico John Cage

A B C de la música

Música y músicos

Salzburgo, en la encruc\jada ESTE año, lejos del Festi­

val de Salzburgo tantas veces visitado, he leído

muchas noticias en torno a su desarrollo y el nuevo carácter que busca para la prueba su ac­tual director, Gerard Mortier. Fuera de mis propósitos y posibi­lidades, las referencias sobre los programas, algunos de ellos ya oportunamente comentados en ABC por Rafael Banús, me per­mito suscribir consideraciones de tipo general, con vistas al futuro y en su relación con el pasado y con un presente que ya pronto entrará en el ayer.

El de Salzburgo, por mil razo­nes, podía estimarse como el festival tipo. La ciudad misma, por emplazamiento y situación, belleza natural y pervivencia, casi como reliquia de otros tiem­pos, con el armonioso equilibrio de calles, plazas, rincones, edifi­cios, el río, las montañas en torno; por ser la tierra natal de Wolfgang Amadeus Mozart y rendir culto a quien, por su he­rencia, constituye manantial ina­gotable de músicas inconmovi­bles al paso de los años, garanti­zaba -garantiza- la base mejor. En el corazón de Europa, con tradiciones musicales que la proximidad vienesa multiplica, tanto como facilita medios inter­pretativos, cualquier empeño fi­larmónico saizburgués tiene grandes alicientes y ventajas para superar dificultades y ven­cer ofertas.

Al acordarse la celebración de un festival, nada más lógico, Mo­zart había de ser asignatura obli­gatoria y base. ¿Qué músico de más variado y extenso catálogo, de más genial equilibrio para go­bernar una inspiración siempre a punto?

¿Y el resto? Mis primeras visi­tas al Festival de Salzburgo son de los años cincuenta. Era en­tonces Wilhelm Furtwángler el artista más glorioso en el campo de la dirección de orquesta. Re­cuerdo con embeleso aquel «Don Juan» por él presidido, con las voces de Cesare Siepi, Elisa-beth Schwarzkopf, la Grümmer, la Loóse, Dermota, Edelmann... y -conjunto irremplazable, único para este repertorio- la Filarmó­nica de Viena. , Cambiaron las baturas y los Intérpretes, con los años. La re­lación podría ser Interminable. Quiero, tan sólo, sumar dos ci­tas: Karl Bóhm, ya venerable y por todos querido, en su lección dinámica y juvenil de espíritu, como rector de «Las bodas de Fígaro». Riccardo Muti, varios

veranos triunfador en un «Cosi fan tutte» de antología.

Eso, conciertos en el Mozar-teum, con etapas memorables presididas por la humanidad an­cha de Baumgartner, misas en los templos, serenatas, concier­tos mozartianos...

Pero Salzburgo apostó por la captación del gran público, del turismo filarmónico un punto «snob», un mucho afanoso de presumir con los grandes nom­bres -«¡qué maravilla: dos Kara-

setas por entrada, seis veces más en la reventa, reservarlas con meses, años, luchar por pla­zas hoteleras, hablar de Salz­burgo en el mundo.

Gerard Mortier, nuevo director, heredero del puesto de Karajan, que no de su línea, deseoso de implantar la suya, piensa en re­volucionar criterios escénicos, dar paso muy amplio al estreno, abrir caminos a lo mucho, sin duda interesante y bueno, que se ha escrito en el siglo y áque-

jan y un Bóhm en tres días!», oí decir a una dama-, un bastante exigente y un por completo dis­puesto a pagar sin rechistar lo que se le reclamase por satisfa­cer sus caprichos. Nadie más apto para conducir la nave por esos mares que el excepcional maestro y no menos excepcional hombre de empresa que fue Herbert von Karajan, inflexible en el trabajo artístico, en la selec­ción, preparación y montaje de óperas y conciertos; insaciable en arrancar después todo el par­tido: en actuaciones directas, discos, vídeos, televisiones, lo que fuese, atento a cualquier nueva conquista de la técnica.

Y vinieron las monumentales, soberbias producciones «karaja-nianas» -alguna, también suya, escénicamente millonaria y dis­cut ib le- : «El caballero de la rosa», «Otello», «Boris», «Don Garlo», «Carmen», los Wagner de su Festival de Pascua. Junto con ello, invitaciones a los mejo­res conjuntos orquestales y las mejores batutas: la Staatskapelle de Dresade, el Contergebouw de Amsterdam, las centurias de Chicago, Filadelfia, Nueva York, Boston...

En medio, alguna novedad, al­gún estreno con cuentagotas para no ahuyentar a quienes ha­bían de pagar cincuenta mil pe­

llo que pueda escribirse. Y todo es loable, dignísimo, incluso más meritorio y valiente, pero supone intentar, ni más ni menos, otro festival, cambiar la orientación, el destino de la oferta. En poco tiempo, el Festival de Salzburgo perderá su identidad -un festival de grandísimas figuras y obras capitales, para un público no es­pecializado y de amplios me­dios- y se convertirá en otro tipo de prueba. Es seguro que doscientas, trescientas, cuatro­cientas personas de significación artística, si se quiere, mayor, acudirán ilusionadas, por fin. Mu­cho más que a oír, por ducentí-sima vez, «La bohéme», «Ote­llo», «Tristán», «Carmen». Pero no lo es menos que los aficiona­dos medios se distanciarán. Puede ser que la misma fuerza de la tradición, el hábito de tan­tos años retarde las consecuen­cias, pero las creo inevitables. Lo que no quiere decir que Ge­rard Mortier no tenga razones ar­tísticas y culturales, motivaciones muy respetables, pero ¿las aceptará Salzburgo? En cual­quier caso, el festival atraviesa un momento difícil: está en la encrucijada. Brindemos porque Mozart y Salzburgo mismo pue­dan con todo.

Antonio FERNÁNDEZ-CID

Entre pitos y flautas

Exposición Ribera

MAL verano para los músicos. No me refiero a

los divos, que hacen, como suelen, su agosto de la misma manera que hacen su febrero. Oséase, esquilmando nuestros paupérrimos presupuestos culturales. Pero no toda la culpa es de ellos, sino que la comparten con los memos que les contratan.

Mientras tanto, a los vanguardiosos se les muere John Cage, ahí es nada. Y a los pensadores se nos muere Juan David García Bacca cuando andamos peleando aún con su monumental «Filosofía de la música», que la benemérita Anthropos nos regaló en 1990. Algo habrá que decir de ambos, pero no en agosto, con medio país en paños menores. Hablaré de ellos cuando recobremos nuestro ritmo habitual.

Y también se nos ha ido Ribera -José de Ribera, digo-del Museo del Prado. Maravillosa exposición, aunque nadie en su catálogo hable de los múltiples símbolos musicales que encierra su pintura. He aquí algunos.

Se nos han ido sus ángeles trompeteros del Juicio Final: trompetas rectas, cun/as, dobladas, caprichosas, como corresponde al ensueño alucinado de San Jerónimo sobre el Juicio Final, el único al que parece remitirse tanto inculto capitoste cultural cuando le pillamos despilfarrando nuestros dineros.

Se nos han ido los pastores que alegran con músicas el nacimiento de Cristo, al igual que se agosta nuestro folclore sin que apenas se le haga maldito caso desde el INAEM.

Se nos ha ido esa muchacha de portentosa factura que muestra una descomuna! pandereta, identificada hace años por Soria como una alegoría del sentido del oído. El mismo rostro idiotizado, por cierto, que ponen nuestros dirigentes musicales cuando les presentan una impresentable «edición crítica» por ellos pagada.

Y se nos ha ido el terrorífico grito de dolor de Marsias desollado por Apolo tras célebre contienda entre lira (aquí una bellísima viola) y siringa, buen trasunto del cabreo profundo de los operófilos ante las dilaciones del Ministerio de Cultura en el Teatro Real.

Si, se nos ha Ido Ribera, pero ellos se quedan. Maldición.

Antonio GALLEGO

41 ABC.es Hemeroteca.Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de loscontenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposicióncomo resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de losproductos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.

Page 4: ABC Cultural 21-8-1992 Monográfico John Cage

A B C de la música

La herencia de John Cage «Usted nunca será capaz de componer porque no tiene oído», dijo una vez Arnold Sclioneberg a un californiano de veintidós

años al que daba clase de contrapunto. Pero Joiin Cage no era de los que se achicaban. Y armado de una curiosidad sin límites y un espíritu aventurero típicamente americano, se

dispuso a derribar «los límites de la música». Experimentador radical, poeta, pintor, y también experto en setas, Cage

ejerció una poderosa influencia en varias generaciones de músicos y artistas. Para componer utilizaba recursos como el

silencio, el azar o la filosofía Zen. La semana pasada, el patriarca de la música de vanguardia fallecía en Nueva York, a punto de cumplir ochenta años. «Hasta el día que muera

habrá sonidos», había dicho. «Y continuarán tras mi muerte. No nos hemos de preocupar por el futuro de la música.»

SI aceptamos la amplía y va­

riada Influencia que John Cage ha tenido sobre la música de su entorno - y

no sólo sotKe ella- cai3e legítima­mente preguntarse sobre cuál pueda ser su herencia. La influen­cia es obvia: por afirmación o por negación apenas si hay compositor que no haya recibido algún tipo de influjo de su personalidad. Hasta cartesianos absolutos como Pierre Boulez o personalidades con las que sostuvo amplias polémicas -como la que le enfrentó a Luigi Nono en Darmstadt en 1959- han sufrido algún roce de sus ideas o su música. Y en América, práctica­mente todas las tendencias musi­cales posteriores a su aparición es­tán marcadas por él. Y no sólo las musicales pues no en vano se le hace padre de la «action-painting», del «live-theater» o del «happe-ning».

La generación de Earie Brown,

SI la música de John Cage me acompañó siempre en mi trayectoria musical, mis con­

tactos personales con él fueron po­cos pero de gran intensidad. Algu­nos esporádicos encuentros en Eu­ropa en la década de los setenta, culminaron en septiembre de 1987 en Colonia. Con motivo de su 75 aniversario la radio de Alemania Oeste había organizado un Festival Cage en el cual yo dirigía, en la maravillosa iglesia románica de Santa María del Capítol, el estreno en Alemania de sus «Thirty piecés for five orchestras». La simpatía personal de Cage, su enorme ca­pacidad de integración y su aper­tura hacia los demás trascendió la polémica alrededor de su figura, destruyendo todas las barreras que los prejuicios en torno a él habían acumulado a lo largo del tiempo. Yo mismo -que después de un

Morton Feldman o Christian Wolff fue la primera que le siguió de cerca. Más aún los que colatrora-ron directamente con él como Da­vid Rudor, Gordon Mumma o Fre-deric Rzewski. Poco después, los compositores teatrales de Ann Ar-tx)r, luego continuados en la obra de Robert Ashley, La Monte Young o Nam June Paik son consecuen­cias de su posición con lo que acaba por convertirse en padre del movimiento Fluxus.

También se reclaman-de él Terry Riley o Steve Reich con lo que re­sulta el origen de minimalistas y re­petitivos. Luego, gentes como Dick Higgins, Tom Johnson, Phil Cárter y una serie de ramificaciones que confluyen teniendo un origen en Cage por muy diferentes y contra­dictorias que puedan parecer. Y no sólo en América, sino también en Europa, donde podemos verle de­trás de las cosas más variadas como el Ligeti del «Poema para

John Cage, en su estudio de Nueva York. Para él todo era música, desde el sonido del viento entre los árboles hasta el silencio

cien metrónomos» o los espec­táculos de Wolf Vostell.

¿Hasta qué punto avalaba Cage todo esto? Dado que aceptaba como música cualquier cosa, su­pongo que lo aceptaba todo aun­que no sé si esa paternidad lle­

gaba a importarle. Lo cierto es que la reclaman casi tantos como la de Erik Satie, y generalmente coinci­den.

La influencia de John Cage en España no ha sido pequeña ni mu­cho menos pues, aparte de la que

«103»: Réquiem Arturo Tamayo dirigirá el mes próximo en Alemania el estreno de la

última obra orquestal de John Cage, «103», ahora ya postuma. Durante la preparación del estreno, el director español ha mantenido

frecuentes conversaciones con Cage, la última hace sólo unos días.

período de aceptación casi incondi­cional de sus ideas, había desarro­llado una cierta distancia crítica frente a su música- tuve que reco­nocer su integridad personal y la consecuencia con que llevaba a cabo sus ideas: ajeno a todos los avatares de la moda, permanecía sumamente fiel a sí mismo.

Poco más tarde nos volvimos a encontrar en Turín. En un festival de música contemporánea volvía a dirigir las mencionadas «Thirty pie-ees» junto a otras ot}ras de autores contemporáneos. Flecuerdo un de­talle suyo profundamente humano y simpático: En la pausa de un en­sayo me había quedado solo en la

sala, absorto delante de una com­plejísima partitura de otro autor. Tenía mis serias dudas sobre la posibilidad de realizar la obra como el compositor había previsto. De pronto tuve la sensación de que al-

. guien estaba detrás de mí. Era John Cage. Observaba atenta­mente la partitura, intuyendo tal vez mis pensamientos y mis dudas. Al ver que me volvía, sonrió expre­sivamente y con un brillo especial en su mirada me dijo: «Too much notes (Demasiadas notas)». Fue su único comentario. Acto seguido se marchó, dejándome muy aliviado al escuchar sus palabras: alguien sentía lo mismo que yo.

Para celebrar su ochenta aniver­sario la radio del Alemania Oeste me invitó a estrenar, dentro del fes­t ival que tendrá lugar el mes próximo en Colonia, su obra «103». Es la última obra orquestal de John Cage. «103» es el número de instrumentistas que participan en ella: un macrocosmos sonoro, basado en una red de proporciones temporales obtenidas por medio del «I Ching», el libro de los cam» bíos chino. En base a éstas, cada ifTiúsico tiene la posibilidad de deci­dir cuándo y cómo puede tocar. Una composición de gran belleza sonora que refleja muy claramente la concepción del mundo de John Cage.

En la última conversación tele­fónica que tuvimos -una semana antes de su muerte- , después de aclarar ciertos puntos necesa­rios para la interpretación de

N 42

ABC.es Hemeroteca.Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de loscontenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposicióncomo resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de losproductos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.

Page 5: ABC Cultural 21-8-1992 Monográfico John Cage

A B C de la música

el futuro de la música

difusamente haya podido tener en casi todos los compositores, de él nació expresamente el movimiento Zaj al que muchos se acercaron en diversas etapas pero que tiene como punto central perenne al ca­nario Juan Hidalgo.

«103» le dije que me parecía ha­ber encontrado una inexactitud en las proporciones temporales de la obra.

Confirmó mi opinión y, extra­ñado, me preguntó cómo había po­dido descubrirla. «Estoy termi­nando de realizar un análisis de la obra», fue mi respuesta. Se hizo un silencio durante el cual pude sentir su escepticismo: «No es im­portante el análisis -d i jo - ; impor­tante es que los músicos toquen cada nota, sin intentar unirla a la siguiente». «Para ellos no es im­portante el análisis -respondí-, pero a mí me es necesario enten­der cómo está hecha un^ obra, para poder interpretarla.» Dos mundos de pensamientos antagóni­cos se encontraban frente a frente. Entonces Cage dijo: «Tal vez tenga usted razón. Envíeme su análisis cuando lo termine. Me interesa mu-

«La mayoría de las personan —escribió John Cage— creen que, cuando oyen una obra musical, ellos no hacen nada, sino

que algo "se les está haciendo''. Desde ahora, eso ya no es verdad. Los

espectadores deben darse cuenta de que son ellos los que hacen.»

Hidalgo es, desde luego, el más genuino seguidor y exégeta que Cage ha tenido en España. Pero no el único pues, aparte de los mu­chos que participaron en Zaj, otras tendencias se reclaman de Cage como el camino de Damasco que antaño emprendiera Caries Santos en Nueva York y del que han deri­vado muchas cosas, cada vez más alejadas de Cage, pero partiendo de su órbita. O las cosas múltiples emprendidas por Lloren^ Barber -su biógrafo español- o autores como José Iges, Javier Maderuelo e incluso gentes que se invocan sin conocerle ni poco ni mucho.

Pero, naturalmente, una cosa es la influencia y otra la herencia. Pa­rece haber un interés especial en destacar que Cage fue un influjo, un pensamiento, una postura o una filosofía pero no una obra que pueda quedar. Y eso no es verdad. Si parte de su obra es tan volátil que difícilmente se puede hacer igual con el desaparecido, otras de sus músicas no sólo son perfecta­mente factibles sino que quedarán en el acervo musical. Por ejemplo, muchas de sus obras pianísticas, tanto las de plano preparado, como las admirables «Sonatas e interlu­

cho sat)er a qué conclusiones ha llegado».

Este era uno de los rasgos más importantes de su persona: la au­sencia de todo sectarismo le permi­tía abrirse frente a opiniones opuestas a la suya para tratar de comprenderlas e integrarlas dentro de su pensamiento filosófico y ar­tístico. Solamente quien, como él, ha sido siempre consecuente con sus ideas, puede obrar así sin pér­dida alguna para su personalidad.

Sus últimas palabras en esta conversación fueron: «I am looking forward very much to meet you in Cologne». Su deseo no se podrá realizar y el estreno de su obra «103» -una música de las esferas, tan lejana de la humanidad como él lo está ahora de nosotros- se ha convertido en su propio ré­quiem.

Arturo TAMAYO

dios», o las de piano normal como «Music of changes», una obra «ul­tra» detalladamente escrita.

También quedarán las obras para percusión, otras instrumenta­les y vocales, incluso las que más que objetos sonoros son procesos perfectamente reconstruibles. Pienso brevemente en «Estudios australes», «Mesostics» o incluso obras que pueden llevar amplios medios como «Ryoanyi». Son algu­nas de sus primeras obras, cierto, pero también de las más recientes.

Así que no es verdad que de Cage queda sólo el pensamiento, los,libros o el ejemplo. Quedan obras. Y obras perfectamente eje­cutables por otros. Lo que no quiere decir que, inexorablemente, esas obras pasen al repertorio del futuro. Eso es algo que nadie puede saber, ni sobre Cage ni so­bre ningún otro compositor. Por otra parte, sospecho que eso le traía sin cuidado. Aunque nunca se sat)e, pues con Cage lo verdadera­mente peligroso es afirmar rotunda­mente algo. Él asumía la contradic­ción y así es como debemos tra­tarlo.

Yo lo conocí hace casi treinta años en Sitges y lo he visto des­pués en diversos lugares y ocasio­nes. Era un hombre simpático y despegado, como si estuviera al margen de sí mismo. Hay quien dice que es su música la que queda al margen de él pues la per­sona y el pensamiento eran supe­riores a la obra. No lo creo así, pues él era parte de su obra. Casi podríamos estar tentados de decir que su obra era él. Pero no, él se ha ido y su obra queda, pese a quien pese, como la de cualquier otro, aunque él no fuera cualquier otro.

Se ha dicho que John Cage es la muerte de la vanguardia. No. Es la muerte de esa vanguardia que él representaba porque vanguardia es algo diferente en cada momento y las vanguardias de una época pue­den ser contradictorias con la de otra. El error es creer que vanguar­dia sólo hay una y perenne, institu-cionalizable. Eso nunca lo pensó John Cage aunque sí probable­mente muchos «cagianos».

Tomás MARCO

Espíritu libre

JOHN Cage, americano: yo hago lo que quiero, con tal de que

sea mío y nuevo: la calidad es la autenticidad. O mejor: lo que Eu­ropa llama «calidad» no me inte­resa. ¿Para qué la tradición? La tradición consiste en inventar. Todo vale, si así lo decidimos. La nove­dad puede estar en la producción del sonido -e l gong en el agua, el piano preparado...-; pero también en el azar que lo produce -«nada funciona mejor que el azar: siem­pre estropearás las cosas si inter­vienes»- e incluso, ¡sobre todo!, en la escucha: todo es música, si cfecidimos que lo sea.

¿Por qué t iene que haber «obra»? ¡Qué arrogancia la del hombre que quiere imponer su or­den a todo lo que le rodea! ¿No es mejor el silencio contemplativo? Y aceptar lo que venga (Suzuki asoma la oreja...).

No hay un orden «mejor»: el que nos da el «I Ching», lectura del azar, medida de un tiempo vacío, basta para colocar el sonido de un clave, de una radio, de una voz, de unos pájaros, unas letras, unos co­lores...

Todo se evapora: queda la son­risa. No hay nada que comprender y sí todo por vivir. «No estoy inte­resado en el resultado de lo que hago. Estoy interesado en seguir viviendo.»

Tras él, una estela inmensa. ¿A qué preguntarse sobre su perdura­bilidad -para él otra idea «eu­ropea»-? ¿No nos basta la evi­dencia de su impronta?

Lejanos los días en que se creyó en una confluencia liberadora Amé­rica-Europa y se vio en Cage un in­vestigador «a la europea». Lejanos los días en los que Cage estuvo en . un tris de, también él, ordenarlo * todo (Schoenberg ya le había di­cho: «eso del seríalismo no va con usted», pero Cage tenía aún sus dudas). Y cercanas, cercanísimas, las mil y una lecturas a que su pensamiento y actitud han podido y podrán dar lugar.

Recuerdo a mi amigo John Cage, espíritu libre. Y estoy seguro de que, si hay un más allá, estará perturbando la paz de los que ahora sean sus compañeros. Y lo seguirá haciendo con su amia más temible: la sonrisa. ^

Luis de PABLO

43 ^

ABC.es Hemeroteca.Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de loscontenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposicióncomo resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de losproductos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.

Page 6: ABC Cultural 21-8-1992 Monográfico John Cage

A B C de la música

-La herencia de John Cage—

Autorretrato Durante los años cincuenta, John Cage mantuvo frecuente correspondencia con el compositor

francés Pierre Boulez. Las opiniones y conceptos sobre la música que Cage expresaba en sus cartas revelan, en primera persona, los rasgos esenciales de su fascinante personalidad. Reproducimos

varios fragmentos de las cartas de Cage, en selección y traducción de José Luis Téllez

« F I UNCIÓN de la música: la integración perso­nal. Es más difícil es­

cuchar música que escribir de ella.» (Junio 1949.)

«La Construcción en música es su divisibilidad en movimientos, pe­riodos y frases. La Forma es la continuidad viviente de todo esto: ya es, paradójicamente. Contenido. Llamaremos N/Iétodo al conjunto de medios para controlar la continui­dad de una nota a otra. El Material de la música es el sonido y el si­lencio. Componer es poner en rela­ción Material, Construcción y Forma con ayuda de un Método.» (Finales de 1949.)

«Me falta por concluir un movi­miento del "Concierto para piano preparado y orquesta". He utilizado cuadros en forma de tableros de damas que representan una preor-questación de las diferentes combi­naciones sonoras: no hace falta decir que pueden efectuarse movi­mientos sobre estos dameros (de los que hay dos, uno para el pia­nista y otro para la orquesta), que ofrecen las posibilidades de unas relaciones dadas. Pero también pienso que cada cuadrado del da­mero podría imaginarse como un miembro de una familia de sonidos más grande, y que podrían utili­zarse, para cada parámetro del so­nido, cuatro tableros en lugar de uno. Esto me aproxima al aleato-rismo o, si prefieres decirlo de otro modo, a una elección no estética.» (18 de diciembre de 1950.)

«Ahora trabajo en una pieza para ocho cintas magnetofónicas: los sonidos se clasifican en seis grupos que se superponen. A=so-nidos urbanos; B=sonidos rurales; C=sonidos electrónicos; D=música (especialmente la hecha por méto­dos manuales); E=sonidos vocales o música vocal; F=sonidos débiles que requieren amplificación para poderlos manipular. Esas mayúscu­las van seguidas de tres letras mi­núsculas (alternando las letras "c" y "v", que significan Controlado o Va­riable), una se refiere a la altura, la otra a los armónicos y la tercera al volumen. Así, "Avvv" puede ser una grabación de la circulación ca­llejera, mientras que "Dvw" puede ser "jazz" o Beethoven. La compo­sición utiliza dieciséis tableros, y el tiempo está tan fraccionado que se producen situaciones imposibles: así, a veces un sonido termina an­tes de haber comenzado o un so­nido llega antes de aquél al que hubiera debido suceder.» (Verano 1952.)

«La mayor parte del público es­taba escandalizado y discutía

44

acerca de lo que ellos llaman "lími­tes del arte musical": dejémosles construir sus muros. Pienso que es necesario crear una nueva arqui­tectura para las salas de concierto. Por lo demás, hay una actitud con­servadora creciente: los neoclási­cos se han puesto a trabajar ahora con los doce sonidos. Mi situación financiera es desastrosa. De vez en cuando, me vienen ideas para

una nueva obra, que concibo en muy gran escala, "in progress", c;ue nunca estará terminada y de la que será indiferente tocar una u otra parte. Tendrá cinta magnetofónica, acciones en directo y cualquier otra cosa, incluso violines y todo lo que se pueda encontrar. Pero todo está muy poco claro: tengo necesidad de pasar algunos días solo.» (1 de mayo de 1953, última carta.)

John Cage y el coreógrafo Merce Cunningham (a la de­recha). Una larga relación profesional y personal

Pensador / Compositor EN un coloquio sobre John

Cage en 1978 en la Univer­sidad Autónoma de Madrid, me permití decir que, tras haber cono­cido, estudiado y hasta «mimado» la casi totalidad del catálogo del compositor americano, había lle­gado a la conclusión de que Cage no había compuesto hasta la fecha ni una sola obra maestra en sí misma; entiéndase por tal que casi ninguna obra de su catálogo es­taba llamada a entrar en el reperto­rio histórico como pieza rotunda, universal. Algunos consideraron mis palabras una casi traición a la «causa» de la modernidad y la vanguardia.

Cuando hube de escribir en 1985 una nota para la contraportada de la primera biografía española de John Cage (excelente libro de Llo­ren? Barber) escribí que «sin la fi­gura de John Cage, el presente de la historia de la música no sería como es». Alguien pensó que me

había «pasado» sobrevalorando la personalidad del compositor califor-niano.

Pero no creo que haya contradic­ción alguna entre ambas afirmacio­nes; hoy las volvería a suscribir. Y es que, probablemente, el gran pensador que fue Cage no quiso nunca competir con las grandes obras del repertorio universal. Re­f lex ionó nada más - ¡ a h í es nada!- sobre el hecho sonoro, so­bre los criterios de organización del sonido, sobre la música como fiesta, como locura de los sentidos. Quizá no nos ha legado obras defi­nitivas sencillamente porque jamás pretendió componer obras definiti­vas. A lo mejor, incluso resulta que quien nos ha dejado para siempre no era siquiera un compositor, sino -ya lo intuyó Schoenberg en una carta sobre Cage- un genial in­ventor.

José Luis TEMES

4' 33" de silencio

HACE exactamente cuarenta años, el 29 de agosto de

1952, John Cage estrenó en la lo­calidad de Woodstock, cerca de Nueva York, una de sus obras más características: la pieza muda «para piano» titulada «4' 33"».

La partitura de esta obra es un simple texto que dice:

I Tacet

II Tacet

III Tacet

«El título de esta obra -escribió después el compositor- es la lon­gitud total, en minutos y segundos, de su interpretación. En Woodstock [el día de su estreno], su título fue "4'33"", y las tres partes duraron 33", 2 '40" y 1'20" respectiva­mente. Fue interpretada por David Tudor, pianista, quien indicó el co­mienzo de cada parte cerrando la tapa del piano, y el final abriéndola. De todas formas, la obra puede ser interpretada por cualquier instru­mentista o combinación de instru­mentistas, y durar cualquier longi­tud de tiempo».

En «4' 33"», el público, en diá­logo con el ambiente (ruidos de co­ches, lluvia, etcétera) es música, crea obra. Se lleva al límite aquello que Cage dice: «La mayoría de las personas creen que, cuando oyen una pieza de música, ellos no ha­cen nada, sino que algo "se les está haciendo". Desde ahora, ésto ya no es verdad, y debemos dispo­nerlo todo de tal manera que los espectadores se den cuenta de que son ellos los que están ha­ciendo, y no algo que se les hace a ellos. Lo único que se les hace es ponerles en situación de oyen­tes en diálogo con la Naturaleza. De forma inmediata, directa, sin in­termediarios. Las ideas "musicales" de un compositor distorsionan, me­diatizan u obstaculizan ese diálogo. Por ello, en "4' 33"" quedan cuida­dosamente aparcados».

Para Cage, el silencio es simple morfología en estado puro. En su libro «Silencio», cuenta Cage que en 1951 entró en una «cámara anecóica» [sin eco] y en vez de «oir» el silencio, como podría espe­rar, escuchó dos sonidos: uno agudo y otro grave. «Cuando 8e los describí al ingeniero encargado -escribió-, éste me informó que el sonido agudo era mi sistema nervioso en acción, y el grave mi sangre en circulación. Hasta el día que muera habrá sonidos. Y conti­nuarán tras mi muerte. No nos he­mos de preocupar por el futuro de la música».

Lloreng BARBER ABC.es Hemeroteca.Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de loscontenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposicióncomo resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de losproductos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.

Page 7: ABC Cultural 21-8-1992 Monográfico John Cage

A B C de la música

La programación de Radio 2 (RNE)

VIERNES 21 0,30

1,00

2,00

pacto.

3,00

7,00

9,35

Jazz interna­cional.

Equ i l i b r i os perdidos.

Reediciones en disco com­

pasos de Scarlatti.

Domenico

19,00 Temas de mú­sica. César

el organista.

17,00

XX.

18,00

Estilos musi­cales: El siglo

Franck,

20,35

20,55

Música ca­llada.

La puerta del día.

La tradición oral.

10,00 Equ i l i b r i os perdidos. Cap.

XIV. Cristal.

11,02 Conciertos de Intercambios

Internacionales.

13,00 Reediciones en disco com­

pacto. Los cuartetos de bimitri Stiostakovlct). «Cuarteto número 14 en fa sostenido menor», Op. 142. Cuarteto Fitz-william.

14,00 La caja de Pandora: El

uso de la cita. Obras de Brahms, Schubert y Mahier.

15,00

16,02

Ra-Buzón de dio 2.

La voz de la memoria: Los

Música viva: Documentos

de la nueva música la­tino-americana.

19,00 Música y pre­texto. Zem-

linsky: «Cuarteto de cuerda número 3», Op. 19. Cuarteto Lasalle. Copland: «Sonata para piano». D. Lively (p.).

19,55 Quince Musi­cal Donostia­

rra. Transmisión directa desde el Salón de Actos del Ayuntamiento de San Sebastián. Obras de discípulos de Francisco Escudero: G. Aulestia, J. M. Alberdi, R. Laz-kano, M. Isasti y L. On-darra.

22,00 Interludio.

22,25 Concurso In­ternacional de

Piano de Santander. Transmisión directa desde la Sala Ataúlfo' Argenta del Palacio de Festivales de Cantabria. Actuación del resto de los finalistas. Orq. Sinf. de RTVE. Dir.: S. Co-missiona.

Interludio.

Ceremonia de entrega de los

premios del Concurso Internacional de Piano de Santander. Transmi­sión directa desde la

Sala Ataúlfo Argenta del Palacio de Festivales de Cantabria.

22,25 Concierto por la Orquesta

Sinfónica de RTVE. Transmisión directa desde la Sala Ataúlfo Argenta del Palacio de Festivales de Cantabria.

11,02 Medio siglo de la Orquesta

Nacional de España.

14,00 Cuaderno del aire.

16,02 Recuperacio­nes. Mendels-

sohn: «Cuarteto número 3 en re mayor», Op. 44 número 1. Cuarteto Me-los. Nielsen: «Sinfonía número 3 en la menor», Op. 27. P. Ranooja (sopr.), K. Skram ñor) y Orq. Sinf. de temburgo. Dir.: M. W. Chung. R. Strauss: «Sonata para piano en si menor», Op. 5. G. Gould (p.). Handel: «My song sfiall be always (Chandes Antfiem nú­mero 7)». P. Kweila (sopr.), J. Bovi/man (c. tenor), I. Pcirtridge (te­nor), M. George (bajo) y The Sixteen. Dir.: H. Christophers.

18,00

nia». 19,55

M o z a r t : «Opera Om-

Quincena Mu­sical Donostia­

rra 1992. Transmisión directa desde el Teatro

Victoria Eugenia de San Sebastián. Rossinl: «Stabat Mater», K. Cas-sello, M. Dupuy, R. Blake y S. Alaimo. Or­feón Donostiarra. Dir.: J. A. Sainz y Orq. de Cámara de Praga. Dir.: C. Scimone.

22,00 Música y dis­cos. Actuali­

dad de un músico espa­ñol. Beethoven: «Sinfo­nía número 5 en do menor», Op. 67. «La victoria de Wellington», Op. 91. Orq. Sinf. de Londres. Dir.: R. Früh-beck de Burgos. Re­cuerdo de Eduardo Tol-drá. Toldrá: «Tres can­ciones castellanas». M. C. Bustamente (sopr.) y M. Zanetti (p.). «El Gi-ravolt de Maig» (Frags). F. Callao, A. Ricci, J. Ferrer, R. Torres, B. Bardají, F. Chico y Orq. Sinf. Catalana. Dir.: A. Ros Marbá. «Vistes al mar. Orquesta de Cá­mara Inglesa. Dir.: E. García Asensio. Ros Marbá: «Nocturno». X. Turull (vi.) y A. Soler (P).

Isabel I de Inglaterra LUNES 24

DOMINGO 23 0,00

1,00

Paso a dos.

Equ i l i b r i os perdidos.

1,00 Al compás la noche.

de

SÁBADO 22

0,00 Jazz interna­cional.

1,00 La noche os­cura.

9,02 La voz de la memoria: Ed-

ward Elgar. Cap. VIII.

10,00 Plaza Mayor. Obras de San-

chis Porta, Bock, J. Strauss, N. Dello Joio y Wagner.

''1,02 Músicas acor­dadas. Soñe­

ras de Lope de Vega.

12,00 Música en , , vivo: Festival '"ternacional de Música r=i imanada. Concierto alebrado en el palacio garlos V el 28-6-92. "i.mski-Korsakov: «Ca­pricho español». Stios-HTOvich: «Sinfonía nú­mero 6», Op. 54. Chai-í ° v s k i : «Sinfonía "umero 6 en re me-?m " i PP- 74. Orq. Ki-rov del teatro Marijsky, ae San Petersburgo. ^»- V. Bergiev.

14,00 Álbum de la ñ„, „^ música espa­ñola. Obras de Victoria, J | t , n o , o iav ide y

16,02

ser uno mismo» (y III). Kodaly, Debussy y Bou-lez.

9,02 Liturgias de c r i s t a l . D.

Scarlatti: «Misa en sol menor («Misa Madrid») a cuatro voces». Coro de Cámara Monteverdi

de Budapest. Dir.: E. Kollar. Cantos sacros de la tradición bizantina (y III) T. Vassilikos.

10,00 Tribuna de jó­venes intérpre­

tes. Iñaki Fresan (barít.) y Antón Cardó (p.).

2,00

pacto.

3,00

7,00

Reediciones en disco com-

Música ca­llada.

La puerta del día.

Zoltan 1967):

Música y dis­cos. Obras de

Kodaly (1882-«La libertad de

Música en directo Viernes 21.

A las 20 horas. Quincena Musical Do­nostiarra. Homenaje a Francisco Escu­dero. Estreno de obras de G. Aulestia, J . M . Alberdi, R. Lazkano, M. Isasti y L. Ondarra. Conjunto instrumental de la Escuela de Música Jesús Guridi. Direc­tor: Juan José Mena. Desde el Salón de Actos del Ayuntamiento de San Sebas­tián.

A las 22,30 horas. Concurso Interna­cional de Piano de Santander. Actuación de los finalistas. Orquesta Sinfónica de RTVE. Director: Sergiu Comissiona. Desde el Palacio de los Festivales de Cantabria. Sábado 22.

A las 21 horas. Concurso de Piano de Santander. Ceremonia de entrega de los premios. Desde el Palacio de Festivales de Cantabria.

A las 22,30 horas. Festival Internacio­nal de Música de Santander. I. Xenakis: «Roaí». R. Strauss: «Don Quijote». Or­questa Sinfónica de RTVE. Director: Sergiu Comissiona. Con Antonio Mene-ses (cello) y el ganador del Concurso de Piano de Santander, que interpretará un concierto para piano. Domingo 23.

A las 20 horas. Quincena Musical Do­nostiarra. Rossini: «Stabat Mater». Con M. Dupuy , K. C a s s e l l o , R. B lake y S. A la imo. Orquesta de Cá,mara de

Praga. Orfeón Donostiarra. Director: Claudio Scimone. Desde el Teatro Victo­ria Eugenia de San Sebastián. Lunes 24.

A las 20 horas. Quincena Musical Do­nostiarra. Dvorak: «Leyendas». Vanhal: «Concierto en sol mayor para violín y or­q u e s t a » . Vo r i sek : «S in fon ía en re mayor». Orquesta de Cámara de Praga. Josef Suk, violín. Martes 25.

A las 20,30 horas. Proms 1992. Ros­sini: Obertura de «La gazza ladra». Rachmaninov: «Concierto para piano núm. 2» (M. Rudy, piano). .Shostakovich: «Sinfonía núm. 5». Orquesta Filarmónica de San Petersburgo. Director: Maris Janssons.

Miércoles 26. A las 20.30 horas. Proms 1992. Ber-

lioz: Obertura de «El corsario». Sibelius: «Concierto para violín en re menor, Op. 47» (M. Venguerov, violín). Chai-kovski: «IVIanfred». Orquesta Filarmónica de San Petersburgo. Director: Yuri Te-mirkanov.

Jueves 27. A las 20 horas. Quincena Musical Do­

nostiarra. F. Escudero: «Concierto vasco para piano» (Ricardo Requejo, piano), «nieta» (Alfonso Echeverria, bajo). Or­questa Sinfónica de Euskadi. Orfeón Do­nostiarra. Director: Víctor Pablo Pérez.

9,35 La tradición oral.

10,00 Equ i l i b r i os perdidos. (Re­

posición de programas emitidos anteriormente.) Cap, XV. Arquitectos.

11,02 Conciertos de Intercambios

Internacionales. 41 Fes­tival deBeriín 1991. Se­sión celebrada en la Sala de Cámara de la Fi­larmónica el 16 de sep­tiembre. Obras de Pa-nufnik, Yun y Beetho­ven.

13,00 Reediciones en disco com­

pacto: Los cuartetos de Dimitri Shostakovich. «Cuarteto número 15 en mi bemol menor», Op. 144. Cuarteto Fitzwi-lliam.

14,00 La caja de Pandora. El

uso de la cita. Citas so­bre el nombre de Bach. Obras de Schumann, Liszt, Beethoven, etcé­tera.

15,00 Buzón de Ra­dio 2.

16,02 La voz de la memoria: Los

pasos de Domenico Esarlatti.

Estilos musi­cales: La Edad

y el Renaci-

15,00

Media miento.

18,00 Música viva: Música cana­

diense del siglo XX.

19,00 Música y pre­texto. Obras

de Crusell y Zelenka.

45 ABC.es Hemeroteca.Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de loscontenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposicióncomo resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de losproductos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.

Page 8: ABC Cultural 21-8-1992 Monográfico John Cage

>\ D V. ue la música

La programación de Radio 2 (RNE) 19,55 Quincena Mu­

sical Donostia­rra 1992. Transmisión directa desde el teatro Victoria Eugenia, de San Sebastián. Dvorak: «Leyendas». Vantial: «Concierto en sol mayor para violín y orquesta», Vorisel<: «Sinfonía en re mayor», J. Suk (vi.) y Orq. de Cámara de Praga.

22,00 Las mil y una melodías.

22,30 Estudios musi­cales: Sefarad

(la música tradicional sefardí). 23,02 El t r ino del

diablo. Franck: «Sonata para violín y piano en la mayor». A. Grumiaux (vi.) y G. Se-bok (p iano) . Berg: «Concierto para violín» («A la memoria de un ángel»). A. Grumiaux (vi.) y Real Orq. del Concertgebouw. Dir.: I. Markevitch.

MARTES 25

0,00 cional.

1,00 perdidos.

2,00

pacto.

3,00

7,00

9,35

Jazz interna-' 18,00

Equ i l i b r i os

Reediciones en disco com-

ca-Música liada.

La puerta del día.

Zarzuela. Gu-ridi: «El case­

río» (acto II). P. Loren-gar (sopr), M. Ausensi (barít.). Coro de Cá­mara del Orfeón Donos­tiarra y Gran Orq. Sinf. Dir.: A. Argenta.

10,00 Equ i l i b r i os perdidos. Cap.

XVI. Residuos de clari­dad.

11,02 Conciertos de Intercambios ]

Internacionales. XLI Festival de Berlín, 1991. Sesión celebrada en la Sala de Cámara de la Fi­larmónica el 17 de sep­tiembre. Haydn: «Sinfo­nía número 95 en do menor». Mozart: «Con­cierto para trompa y or­questa número 1 en re mayor», K. 412. «lo ti lasclo, o cara addio», K. 245/621a. «Per questa bella mano», K. §12. Haydn: «Sinfo­nía número 96 en re mayor». J. Williams ( t rompa) , P. Lika (bajo), E. Senft (con-trab.) y Orq. de Cámara de Europa. Dir.: R. No-rrington.

13,00 Reediciones en disco com­

pacto. Adam: «Giselle» (acto I). Orq. del Covent Garden. Dir.: R. Bo-nynge.

14,05 La caja de Pandora. El

uso de la c i ta . «La ofrenda musical», de Bach, y las «Variaciones diabelli», de Beethoven.

15,00 Buzón de Ra­dio 2.

16,02 La voz de la memoria. Los

pasos de Doménico Scarlatti.

17,00 Estilos musi­cales: El Ba­

rroco.

Música viva. Música en

Compostela. Estreno mundial de las obras-encargo del XXXIV Curso. Concierto cele­brado en la capilla del Hostal de los Reyes Ca­tólicos, de Santiago de Compostela, el 21-8-91. Marco: «Luar» (RNE). A. Higueras (sopr.) y J. L. Rodrigo (guit.). Bal­boa: «Dous poemas dramáticos» (RNE). A. Higueras (sopr.) y J. Pares (p.). J. L. Turina: «Variaciones y tema» (22') (RNE). A. León Ara (vi.) y J. Tordesillas (P).

19,30 Diccionario de antigüedades.

Cap XXIV. Significado de «Escuela de danza» y «España».

20,00 Interludio.

20,25 Proms 1992. Transmisión

directa desde el Royal Al-bert Hall, de Londres. Rossini: «La urraca la­drona» (Ob.). Rachmani-nov: «Concierto de piano número 2 en do menor». Shostakovicti: «Sinfonía números en re menor». M. Rudy(p.)yOrq. Fea. de San l'etersburgo. Dir.: M. Jansons.

22,35

Imperio.

23,35

der27.

Estudios musi­cales: O Quinto

Monografías: La generación

MIÉRCOLES 26

0,30

1,00

2,00

pacto.

3,00

7,00

9,35

Jazz interna­cional. Equ i l i b r i os perdidos.

Reediciones en disco com-

Música ca­llada. La puerta del día.

La tradición oral.

10,00 Equ i l i b r i os perdidos. Cap.

XVII. Las naciones, las artes y los gustos reuni­dos (I).

11,00 Conciertos de Intercambios

Internacionales. 41 Fes­tival de Berlín 1991. Se­sión celebrada en la Sala de Cámara de la Fi­larmónica el 19 de sep-

13,00 Reediciones en disco com­

pacto. Adam: «Giselle» (Acto II). Orq. del Co­vent Garden. Dir.: R. Bonynge.

14,00 La caja de Pandora. El

uso de la cita. Citas en obras de autores espa­ñoles: Venegas, Nar-váez. Cabezón, Falla, et­cétera.

15,00 Buzón de dio 2.

Ra-

16,02 La voz de la memoria: Los

pasos de Doménico Scarlatti.

17,00 Estilos musi­cales: El Clasi­

cismo.

18,00 Música viva: Música cana­

diense del siglo XX.

Intérprete de laúd, siglo XVI

19,00 tiembre. Bartok: «Siete danzas rumanas», «Tres escenas populares». Hartmann: «Canto fúne­bre para violín y or­questa de cuerda». Haydn: «Sinfonía nú­mero 102 en si bemol mayor». M. Erxieben (vi.). Coro Femenino de Érnst Sentf y Orq. Fea. de Berlín. Dir.: 1. Fis-cher.

La guitarra del siglo XX.

19,30 Diccionario de antigüedades.

Cap. XXV. Siginificado de «Estampida» y «Es-tampí».

20,00 Interludio.

22,25 Proms 1992. Transmisión

directa desde el Royal Albert Hall, de Londres. Berlioz: «El corsario» (Ob.). Sibelius: «Con­cierto para violín en re menor», Op. 47. Chai-kovsky: «Manfred». M. Vengerov (vi.) y Orq. Fea. de San Peters-burgo. Dir.: Y. Temirka-nov. 22,45 Monografías:

La Música y sus Espacios. Debussy: «Jeux». Real Orq. del

Concertgebouw. Dir.: B. Haitink. Schónberg: «Un superviviente de Varso-via». G. Reieh (narra­dor) y Orq. Sinf. de la BBC. Dir.: P. Boulez. Dallapiccola: «Canti di Prígiona». Coro del Fes­tival de Tanglewood. Dir.: J. Oliver. Stra-vinsky: «Juego de car­tas (tercera mano)». Orq^ Sinf. de la Radio de Baviera. Dir.: I. Stra-vinsky.

JUEVES 27

0,00

1,00

2,00

pacto.

3,00

7,00

9,35

Jazz interna­cional.

Equ i l i b r i os perdidos.

Reediciones en disco com-

Música ca­llada.

La puerta del día.

Zarzuela. Gu-ridi: «El case­

río» (acto III). P. Loren-gar (sopr.), C. Munguía (tenor), M. Ausensi (ba­rít.). Coro de Cámara del Orfeón Donostiarra y Gran Orq. Sinfónica. Dir.: A. Argenta.

10,00 Equ i l i b r i os perdidos. Cap.

XVIII. Las naciones, las artes y los gustos reuni­dos (II).

11,02 Conciertos de Intercambios

Internacionales. 41 Fes­tival de Berlín 1991. Se­sión celebrada en la gran sala de la Sender Freís el 21 de septiem­bre. Obras de Dvorak y Prokofiev.

13,00 Reediciones en disco com­

pacto. Conciertos para instrumentos de viento de Mozart. «Concierto para arpa, flauta y or­questa en do mayor», K. 299. Grafenauer (flauta), M. Graf (arpa) y Acad. of St. Martin in the Fields. Dir.: N. Ma-rriner.

A la escucha

S' Concurso de piano

11 no se fia cansado usted de admi­rar proezas en verano tan olím­

pico, todavía tiene la oportunidad de aplaudir mañana al ganador del presti­gioso Concurso de Piano de Santander, No faltan los casos de precocidad y el ruso EIdar Nebolsin, que aún no fia cumplido dieciocho años, íiene bastan­tes posibilidades.

A las pruebas finales del concurso, sin duda uno de los platos fuertes del Festival de Santander, fia reservado Radio 2 un espacio durante toda la se­mana. Con ello parecer revivir nuestra clásica emisora, que perdió en Bayreuth

la oportunidad de transmitir en directo lo mejorcito de cada festival europeo de categoría.

Las emisiones, de excelente calidad, permiten de paso observar el funciona­miento de la Sinfónica de RTVE, que acompaña a los pianistas en este último tramo. Aunque, de todas las nuestras, es la que acoge a mayor número de españoles, la orquesta de la casa está seriamente amenazada por la crisis. Así que ' la ocasión es excelente no sólo para celebrar éxtos, sino para recordar carencias.

NORMA

14,00 La caja de Pandora. El

uso de la cita. Citas de otros compositores es­pañoles en obras de Ro­drigo y Mompou.

15,00 Buzón de Ra­dio 2.

16,02 La voz de la memoria: Los

pasos de Doménico Scarlatti.

17,00 Estilos musi­cales: El Ro­

manticismo.

18,00 Música viva: Temporada de

conciertos del Centro de Arte Reina Sofía. Con­cierto celebrado el 6-7-92. Obras de Weill, Sa­lle, Poulenc, Coward y Gershwin. M. Aragón (mezzo) y F. Turma (piano). Grabaciones de RNE: L. de Pablo: «A modo de concierto». P. Estevan (perc.) y Orq. de Cámara Reina Sofía. Dir.: J. R. Encinar.

19,25 Diccionario de antigüedades.

Cap. XXVI. Significado de «Estrena» y «Facis­tor» o «Facistol».

19,55 Quincena Mu­sical Donostia­

rra 1992. Transmisión directa desde el teatro Victoria Eugenia, de San Sebastián. Escudero: «Concierto vasco para piano». R. Regüejo (piano), A. Echeverría (bajo). Orfeón Donostia­rra. Dir.: J. A. Sainz y Orq. Sinf. de Euskadi. Dir.: V. P. Pérez.

22,00 Estudios Musi­cales: El canto

del cisne. Britten: «Sa­cro y profano» (selec). Quink Vocal Ensemble. «Un regalo de cumplea­ños», Op. 92 (selec). Y. Kenny (sopr.) y T. Crone (piano). «Pnae-dra», Op. 93. F. Palmer (mezzo), J. Salmón (le-llo), M. Tan (clv.) y Conj. Endymion. Dir.: J. Whitfield. «Muerte en Venecia» (suite). Orq. de Cámara Inglesa. Dir.: S. Bedford.

23,02 Monografías: Polifonistas

españoles del Renaci­miento. Juan Vázquez,

46 ABC.es Hemeroteca.Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de loscontenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposicióncomo resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de losproductos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.

Page 9: ABC Cultural 21-8-1992 Monográfico John Cage

A B C de la música - • • -

Calendario Viernes 21 • La Orquesta Sinfónica de Galicia , dirigida por Maximino Zumave, Interpreta pl «Carnaval romano», de Berlioz; el «Con­cierto para violonchelo», de Schumann (solista: Rafael Ra­mos), y la «Sinfonía núm. 6», de Chaikovski. Betanzos (La Co-ruña). Iglesia de San Francisco, a las 21 horas. • La Orquesta Sinfónica Na­cional de Hungría cierra el XII Festival Internacional de Sanlú-car de Barrameda con tres frag­mentos de «El sombrero de tres picos», de Falla; el «Concierto para piano núm. 1», de üszt (so­lista: Jeno Jando), y el «Con­cierto para orquesta» de Bartok. Dirige Ervin Lukacs. Sanlúcar de Barrameda. Iglesia de San Fran­cisco, a las 21 horas. ,

• f\/liguel Ángel Tallante dirige al conjunto Pro Música Antlqua de IMadrid en un concierto titu­lado «La música española en el Siglo de Oro», dentro del XIV Curso de Música Barroca y Ro­cocó. San Lorenzo de El Esco­rial. Coliseo de Carlos III, a las 22,30 horas. Precios: de 800 a 1.000 pesetas.

Sábado 22 • La Orquesta de Cámara de Praga y el Orfeón Donostiarra, bajo la dirección de Claudio Sci-mone, interpretan en la Quin­cena Musical Donostiarra un ros-siniano programa con las obertu­ras de las óperas «Ermione» y «Maometto II», y el «Stabat Ma-ter», cuyos solistas son Ka-thleen Cassello, Martine Du-puy, Rockwell Blalie y Simone Alaimo. San Sebastián. Teatro Victoria Eugenia. Días 22 y 23, a las 22,30 horas. Precios de 1.000 a 3.750 pesetas. • La Orquesta Sinfónica de Gotemburgo , dir igida por Neeme Járvi, ofrece dos con­ciertos en la Expo de Sevilla. El primero incluye «La noche de San Juan», de Hugo Alfven; el «Concierto para piano y orquesta húm. 2», de Wilhelm Stenham-mar (con la brasileña Cristina Ortiz como solista), y «El pájaro de fuego», de Stravinski. En el segundo concierto Interpreta el «Interludio y Danza de " l ^ vida ^eve"», de Falla; el «Concierto 'ff trompeta»,' de Haydn (solista: Hakan Hardenberger), y la «Sin-onia núm. 2» de Sibelius. Sevi-"a- Teatro de la Maestranza, ^ías 22 y 23 de agosto, a las 21 noras. Precios: de 1.000 a 5.000 pesetas.

• Jean Pierre Rampal inter-.Pfeta el «Concierto para flauta ®" re menor», de C. P. E. Bach, y-junto a Claudi Arlmany, los "Conciertos para dos flautas», °e Vivaldi y J. J. Quantz. Bajo la afección de Mikios Szenthely,

Gran piano

EL Concurso Internacio­nal de Piano de San­

tander, fundado por Paloma O'Shea, toca a su fin. Hoy tiene lugar la «final sinfónica» en la Sala Argenta del Palacio de Festivales de Cantabria. Mañana subirá el ganador al escenario para recoger su pre­ciado galardón e interpretar el primero de los muchos con­ciertos que lleva aparejado el premio. Le acompañará la Or­questa Sinfónica de RTVE, dirigida por su titular, Sergiu Comissiona. Además del con­cierto, la orquesta tocará el poema sinfónico «Don Qui­jote», de Richard Strauss, y estrenará en España la obra de lannis Xenakis «Roáí», en­cargada por la Asociación Eu­ropea de Festivales de Mú­sica. Santander. Palacio de Festivales. Día 22, a las 22,30 horas. Precios: de 1.000 a 4.5000 pesetas.

A su vez, el Festival de San­tander emprende también la recta final. Mañana tendrá lu­gar en Comillas el estreno ab­soluto de «Nóésis», encargada por el festival a Gabriel Fer­

nández Álvez. La obra, dedi­cada «in memoriam» a Olivier Messian, es un concierto para tres instrumentos, que estarán en manos de Jaime Martín (flauta), Rachel Gough (fagot) y Patrick Hopper (clave). Tam­bién se interpretan obras de J. S. Bach, C. P. E. Bach, Haydn, Villalobos y Andries-sen. Comillas (Santander). Pa­lacio de Sobrellano. Día 22, a las 22,30 horas. El concierto se repite en Marrón-Ampuero (Santander). Santuario de la Bien Aparecida. Día 23, a las 20,15 horas.

los flautistas están acompañados por los Hungarian Virtuosi, que también tocan la «Sonata núm. 6», de Rossini, y el «Con­cierto de Brandenburgo núm. 3», de Bach. Llivia (Gerona), Iglesia Parroquial, a las 22 horas. Pre­cios: de 2.000 a 2.600 horas.

Domingo 23 • La Orquesta Sinfónica Na­cional de Lituania , dirigida por Juozas Domarkas, cierra el X Festival de Música Ciudad de Ayamonte con dos conciertos. El primero con «Francesca de Ri-mini», de Chaikovski; el «Con­cierto para piano en la menor, Op. 54», de Schumann (con Va­lentín Gheorghiu como solista); «Un americano en París», de Qershwin, y las «Danzas sinfóni­cas de "West side story"», de Leonard Bernstein. El segundo concierto incluye el «Capricho español», de Rlmski-Korsakov; el «Concierto para piano núm. 3», de Rachmaninov (solista: Joa­quín Achúcarro), y la «Sinfonía núm. 9», de Dvorak. Ayamonte (Huelva). Templo de San Fran­cisco. Días 23 y 24, a las 23 ho­ras. ,

Lunes 24 • Teresa Berganza canta un programa monográfico dedicado ^ Rossini con la cantata «Gio-vanna d'Arco», la «Regata vene-ziana» y ocho canciones extraí­das de los «Peches de viei-

l l esse» . Acompaña a la mezzosoprano el pianista Juan Antonio Alvacez Parejo. San Lo­renzo de El Escorial. Coliseo de Carlos III, a las 23 horas. • La Orquesta de Cámara de Praga y Josef Suk como direc­tor y solista de violín interpretan las «Leyendas», de Dvorak; el «Concierto para violín en sol mayor», de J. K. Vanhal, y la «Sinfonía en re mayor», de J. Vorisek. San Sebastián. Teatro Victoria Eugenia, a las 20 horas. Precios: de 900 a 2.750 pesetas. • Michael Radulescu inaugura el Ciclo de Órgano de la Quin­cena Musical Donostiarra, con un recital dedicado a obras de Mozart, César Franck y el propio organista. San Sebastián. Basí­lica de Santa María, a las 20 ho­ras. Entrada gratuita.

Martes 25 • La Orquesta Sinfónica de Malmd (Suecia), dirigida por Ja­mes DePriest, presenta en la Expo dos programas: el primero con la «Suite pastoral», de Lars-Erik Larsson; el «Concierto para trombón», de Jan Sandstrom (solista: Christian Lindtjerg), y la «Sinfonía núm. 2», de Rachmani­nov; y el segundo con «Iberia», de Debussy; el «Concierto para flauta», de Nielsen (solista: Ma­nuela Wiesler), y la «Sinfonía núm. 8», de Dvorak. Sevilla. Tea­tro de la Maestranza, a las 21 horas. Precios: de 1.000 a 5.000

• El bajo Simón Estes y la so­prano Malte Arruabarrena ofre­cen un programa operístico con arias de Verdi y Wagner, y frag­mentos orquestales a cargo de la Orquesta Sinfónica de Bil­bao y la Coral Andra Mari , bajo la dirección de Lionel Friend. San Sebastián. Teatro Victoria Eugenia, a las 20 horas. Precios: de 900 a 2.750 pesetas. • Bob van Asperen (clave), Sa-rah Cunn ingham (v io la da gamba). Marión Verbrüggen (flauta) y Moniga Hughett (violín) interpretan obras de Haendel y Telemann. San Lorenzo de El Escorial. Coliseo de Carlos III, a las 22,30 horas. Precios: de 800 a 1.000 pesetas. •* La Orquesta Sinfónica de Galicia , dirigida por Sabas Cal-villo, interpreta un programa de «clásicos populares». La Coruña. Auditorio, a las 21 horas.

Miércoles 26 • Obras de Haydn y Mozart in­terpretan Jaap Schroeder al vio­lín y Patrick Cohén al fortepiano. San Lorenzo de Escorial. Coliseo de Carlos III, a las 22,30 horas. Precios: de 600 a 800 pesetas.

Jueves 27 • La Orquesta Sinfónica de Euskadiy el Orfeón Donostiarra , dirigidos por Víctor Pablo Pé­rez, interperetan un programa monográfico de Francisco Es­cudero , con su «Concierto para piano y orquesta», cuyo solista es Ricardo Requejo, e «llleta», con el bajo Alfonso Echeverría. San Sebastián. Teatro Victoria Eugenia, a las 20 horas. Precios: de 900 a 2.750 pesetas. • Los Virtuosos de Moscú , di­rigidos por el violinista Vladimir Spivakov , interpretan en El Es­corial un programa dedicado a Vivaldi y Rossini. Del primero to­can el «Concierto para orquesta en la mayor», y conciertos para tres, dos y un violines (Spivakov es solista del último). De Rossini se interpretan las «Variaciones para oboe y cuerda» y la «So­nata núm. 3 en do mayor». San Lorenzo de El Escorial. Eurofó-rum, a las 23 horas. • La soprano Ainhoa Arteta y el pianista Alejandro Zabala ofrecen un recital con canciones de Rossini, Liszt («Tres sonetos del Petrarca»), Turina («Poema en forma de canciones») y arias de óperas de Bellini, Bizet y Ra-vel. Deva (Guipúzcoa). Claustro de la Iglesia, a las 20,30 horas. • José Miguel Moreno inter­preta al laúd barroco obras de Bach y S. L. Weiss en el Curso de Música Barroca y Rococó de San Lorenzo de El Escorial. Coli­seo de Carlos III, a las 22,30 ho­ras. Precios: de 600 a 800 pese­tas.

47 ABC.es Hemeroteca.Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de loscontenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposicióncomo resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de losproductos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.

Page 10: ABC Cultural 21-8-1992 Monográfico John Cage

~--^iM-^^.--ii.,u'j»^ í^í!™^i^. . ; --3í™BM-M-*»f ' f lS!<i«#íi .^ ' r (SM(' í«ír«t /«^

l " ^

Para tener la cultura siempre a mano y bien encuadernada, ya están a la venta las tapas de ABC Cultural. Solicítelas en su quiosco o directamente a PRENSA ESPAÑOLA, S. A. C/ Telémaco, 37 - 28027 MADRID o C/ Serrano, 86 - 28006 MADRID

ABC Sevilla ; \'''^^:": "•' • a Cardenal Ilundain, 9-41003 SEVILLA También en CI. Velázquez, 12 - 41001 SEVILLA ABC Cataluña , , , C/ Valencia, 84-86-08015 BARCELONA P. V. P. 200ptas. • : Pedidos contra reembolso: 285 ptas.

,.• " ' i ABC Cultural ABC.es Hemeroteca.Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de loscontenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposicióncomo resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de losproductos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.