Accidente Cerebrovascular

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Haciendo una diferencia hoy

Estos «ataques cerebrales» ocurren cuando un coágulo provoca el taponamiento o rom-pimiento de los vasos sanguíneos que llevan oxígeno y nutrientes a la cabeza. Y entonces, las células del cerebro mueren. En el pasado, aquellos que sobrevivían a la tercera causa más común de muerte, vivirían probable-mente sus días restantes con serias discapaci-dades que afectarían su independencia, su capacidad para trabajar y su calidad de vida.>>> Aprender más

Material Educativo

Accidentes cerebrovasculares

Índice

Accidentes cerebrovasculares Haciendo una diferencia hoy Hasta hace poco el panorama era especialmente desalentador para los 700,000

norteamericanos que se estima anualmente experimentan accidentes cerebrovasculares

(ACV). Estos “ataque cerebrales” ocurren cuando un coágulo provoca el taponamiento o

rompimiento de los vasos sanguíneos que llevan oxígeno y nutrientes a la cabeza. Y

entonces, las células del cerebro mueren. En el pasado, aquellos que sobrevivían a la tercera

causa más común de muerte, vivirían probablemente sus días restantes con serias

discapacidades que afectarían su independencia, su capacidad para trabajar y su calidad de

vida.

La investigación lleva a nuevos tratamientos

Afortunadamente la investigación ha ayudado a producir nuevas estrategias que han

mejorado dramáticamente la situación desoladora que rodea los ACV. Los descubrimientos

de la ciencia básica guiaron al exitoso desarrollo del único tratamiento clínico actualmente

disponible para los ACV. Si esta terapia, el activador del plasminógeno tisular (tPA), es

administrada dentro las primeras horas del inicio del ataque, puede disolver rápidamente el

coágulo, restaurar el flujo sanguíneo y prevenir el daño cerebral. Cuando este medicamento

es administrado dentro de la tres primeras horas después de una forma común de ACV

ayuda a que los pacientes sobrevivan y alcancen una completa recuperación. La

investigación indica que los pacientes tratados con tPA tienen estancias más cortas en los

hospitales que los pacientes que no son tratados con tPA y son más frecuentemente dados

de alta para sus casas que para centros de rehabilitación o centros de enfermería. Esto se

traduce en una mejor calidad de vida para los pacientes y un ahorro de millones de dólares

para el sistema de asistencia médica.

Una mejor prevención

El aumento en el uso de métodos preventivos también está ayudando a luchar contra la

enfermedad y a disminuir la tasa de mortalidad. Es claro que controlar los factores de riesgo

tales como la presión sanguínea alta, el colesterol en sangre alto y la diabetes ayuda a

prevenir los ACV. Las investigaciones también identificaron otras estrategias exitosas para

reducir el riesgo de los ACV, incluyendo medicamentos que previene los coágulos, tales

como la aspirina.

Una mejor rehabilitación

Aún con los adelantos en la prevención y los tratamientos, los ACV aún encabezan las

causas importantes de discapacidades a largo plazo. Sin embargo, técnicas experimentales

están ayudando a estos sobrevivientes discapacitados. Estudios en animales y humanos

determinaron que las estrategias de rehabilitación física localizada pueden aprovechar la

flexibilidad del cerebro y reorganizar las redes de células que fueron dañadas durante los

ACV. La terapia de movimiento inducida por restricción es un método prometedor que fue

desarrollado con el apoyo económico de los Institutos Nacionales de Salud (NIH, National

Institutes of Health) de los Estados Unidos. Esta terapia produce mejorías en el movimiento

de pacientes con ACV en un periodo de dos semanas. Los pacientes recuperan su capacidad

para atar sus propias agujetas, cuidar su jardín y jugar tenis. Algunos regresan a trabajos

que requieren movimientos precisos, tales como volar un avión o realizar un examen

ocular. Cientos de pacientes han recibido este tratamiento. Con una mayor investigación y

más perfeccionamientos éste tratamiento podrá ayudar a muchas más personas

discapacitadas.

Un accidente cerebrovascular ocurre cuando un coágulo

tapona o rompe un vaso sanguíneo que lleva oxigeno al

cerebro. Aquellas personas que escapan de la muerte

pueden sufrir daños cerebrales y pérdida de sus

funciones. También son comunes problemas en el

movimiento, el lenguaje y el pensamiento. Sin embargo,

una continua investigación ayudará a prevenir y tratar

estos mortales y discapacitantes accidentes

cerebrovasculares.

Un financiamiento continuo para la investigación puede ayudar a:

Técnicas de rehabilitación más refinadas que ayuden a una mayor proporción de los

4.7 millones de sobrevivientes de ACV que hay actualmente.

Nuevas técnicas para la reparación del cerebro, incluyendo transplantes celulares,

los cuales podrían tratar los ACV y muchos otros trastornos.

Nuevas técnicas para proteger al cerebro, incluyendo métodos que prevengan la

muerte celular, lo cual podría prevenir el daño que ocasionan tanto los ACV, como

muchas otras enfermedades y los efectos del envejecimiento.

Accidentes cerebrovasculares Haciendo una diferencia para el mañana

A pesar de los grandes progresos en la década pasada sobre la investigación de los ataques

cerebrovasculares (ACV), estos continúan matando muchas personas. También, continúan

dañando el cerebro y perjudicando las habilidades de las personas para funcionar

normalmente. Los ACV son una gran carga para la salud pública y aún queda mucho por

hacer. Sabía usted que:

En promedio, cada 45 segundos ocurre un ACV, produciendo casi 700,000 ACV

anualmente.

Cerca de cada 3 minutos alguien muere de un ACV; y cerca de 168,000 personas

mueren cada año por esta causa.

En Estados Unidos hay casi 4.7 millones de sobrevivientes de ACV y muchos de

ellos tienen discapacidades.

De acuerdo a las estadísticas actuales, anualmente los norteamericanos gastan cerca

de $51 billones de dólares por las discapacidades y costos médicos relacionados con

los ACV.

La investigación brinda esperanza para el futuro

Los estudios de la reparación del cerebro son particularmente prometedores. Basados en

descubrimientos básicos recientes, los científicos han desarrollado técnicas experimentales

de rehabilitación que tienen efecto sobre la flexibilidad del cerebro y ayudan a la

recuperación después de un ACV. Dentro de estas técnicas está incluida la terapia de

movimiento inducida por restricción, la cual ayuda a los sobrevivientes de ACV que han

perdido el movimiento de una extremidad. La terapia reestablece las redes cerebrales

dañadas a través de un programa intensivo que involucra la restricción del movimiento de

la extremidad sana y un intenso ejercicio de la extremidad lesionada. Un análisis preliminar

indica que los beneficios financieros que da esta terapia, tales como la reducción de la

asistencia médica, un más pronto regreso al trabajo y una mejor calidad de vida sobrepasan

los costos de la terapia. Los estudios futuros buscan refinar la técnica, mejorar los

resultados y disminuir los costos.

Otra estrategia prometedora para la reparación del cerebro involucra células troncales, las

cuales se pueden transformar en diferentes tipos celulares. La investigación indica que los

transplantes de estas células dentro del cerebro dañado por un ACV pueden ayudar a los

animales a recuperar sus funciones perdidas.

La identificación de métodos adicionales que prevengan el daño causado por los ACV

también puede reducir enormemente los problemas que estos ocasionan. Un número

diverso de compuestos, llamados neuroprotectores, que parecen proteger las células del

cerebro de la muerte después de un ACV están siendo intensamente estudiados.

Esperanza para otras enfermedades

Los avances en áreas tales como la rehabilitación, las células troncales y la

neuroprotección, además de ayudar en el caso de ACV, también podrían ayudar en muchas

otras enfermedades. Las técnicas de rehabilitación parecen ayudar en la recuperación de

enfermedades como parálisis cerebral y lesiones de la medula espinal. Los transplantes de

células troncales son prometedores para el tratamiento de lesiones de la médula espinal así

como de muchos otros trastornos del cerebro, incluyendo la enfermedad de Parkinson. Los

neuroprotectores también podrían ayudar potencialmente a tratar un número de

enfermedades neurológicas así como a proteger al cerebro del desgastamiento que se da con

la edad. Con un soporte continuo, la investigación producirá enormes beneficios para toda

la población. Los avances adicionales significan menos muertes, menos discapacidades y

menos costos para el gobierno y la sociedad.

La prevalencia de los accidentes cerebrovasculares

(ACV) es mucho más alta en las personas de mayor

edad. A medida que la población de Estados Unidos

envejece, se ha vuelto aún más grande la necesidad de

mejorar la prevención, el tratamiento y la

rehabilitación de los ACV. De acuerdo con las

estadísticas actuales, los costos anuales son

aproximadamente de $51 billones de dólares. Esta

cantidad aumentará si se dejan de estudiar los ACV.

Hasta ahora la investigación ha permitido:

El desarrollo del activador del plasminógeno tisular, o tPA, como tratamiento para

los ACV.

La identificación de nuevos métodos preventivos, tales como la aspirina.

La identificación de técnicas mejoradas de rehabilitación, tales como la terapia de

movimiento inducido por restricción.