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A parata sexual de un A crorhynchus sophiae. Según van Graff. r ACTAS CIBA sp Espermario sd Conductos seminíferos kd Glándulas accesorias granulosas de Conducto eyaculador bp Parte bztlboidea musculosa del órgano masculino de copula- ción p JI iembro libre mascu- lino de copulación gm Conducto excretorio masc'll.li no 4 ov Ovario rs Saco seminal femenino dt Cuerpos vitelinas bc Saco de copulación at A trio sexual ut Utero sa Células glandulares caliciformes go Orificio sexual exter- no de ambos sexos tr Trompa táctil a'u Ojo m A bertura bucal

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A parata sexual de un A crorhynchus sophiae.Según van Graff.

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ACTAS CIBA

sp Espermariosd Conductos seminíferoskd Glándulas accesorias

granulosasde Conducto eyaculadorbp Parte bztlboidea

musculosa del órganomasculino de copula­ción

p JIiembro libre mascu­lino de copulación

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ov Ovariors Saco seminal femeninodt Cuerpos vitelinasbc Saco de copulaciónat A trio sexualut Uterosa Células glandulares

caliciformesgo Orificio sexual exter-

no de ambos sexostr Trompa táctila'u Ojom A bertura bucal

Edema cardíaco, hidropesía, anasarca, ascitis,

especialmente asociada a la cirrosis hepática

Curas de adelgazamiento

ON"CIBA"

Sal ~ódica hidrosoluble del ácido teofiHn­

mercuri - mono - oxipropilamid - quinoleico

Consigue una rápida deshidratación de los

tejidos, merced a su intensa acción diuré­

tica (extra y endorrenal) y a la moviliza-

ción del cloruro sódico de los tejidos

ACTAS CIBA

HERMAFRODITISMO

sU M A R 1O : Prefacio históricoPor el Dr. R. Keller

4

Basilea, .-\ bril 1940

pág.

El problema de la diferenciación sexualy del hermafroditismoPor el Dr. R. Keller

El hermafroditismo en el reino animalPor el Dr. R. Keller

Experiencias terapéuticas con las hor­monas sex1,lales femeninasPor 1m? Dres. Robert Wenner y KarlJoel

Acerca de la influencia experimental ejer­cida sobre la determinación del sexoPor el Dr. R. Keller . . . . .

Algunos remedios antipalúdicosPor el Dr. O. Fischer . . . . .

Los coagulantes: El control de su acciónaplicado a la clínicaPor los Dres. Beretervide, Neyra y Fitte

El tratamiento de las hemorragias porun extracto hemático (Coaguleno" Ciba")Por E.Attalah

N otas acerca del tema

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La reproducción parcial o íntegra de los artículos originalesde esta revista, así como su traducción, sólo son permitidasindicando su procedencia ,

Prefacio histórico

Según numerosos mitos de los pueblosorientales, las divinidades andróginas seencuentran ya en los comienzos del mun­do. En las tradiciones religiosas de losegipcios, indios y judíos, se hallan re­miniscencias de la idea de que los dosprincipios personificados del hombre y lamujer han surgido de un ser primitivoque fué en un principio bisexual. Tam­bién los griegos sustentaban esta mismaopinión; doríde más claramente se mani­fiesta esto es en el "Banquete" de Platón(en el discurso de Aristófanes), aun cuan­do también parece ser que ya en los tiem-

H emUlfrodita. Copia antigua de una estatua del siglo 1después de .T.C. Museo na.tural de nerUn. Historia-Photo.

Por el Dr. R. Keller

H ermafrod'ita sentado. Gema antigua de sardónica. M 11 seobritánico, de Londres.

pos antiguos existía la noción de los dio­ses de doble sexo. Puede admitirse que elculto de los afroditas masculinos, que j u­va lugar en Chipre, era dedicado a unadivinidad idéntica al dios griego Ili­sexual de posteriores tiempos, el llamado"Hermafroditos" .

El documento más antiguo que cita elnombre de Hermafroditos para designaresta divinidad, es un escrito del filósofoTeofrasto (alrededor de 300 años antes deJ. C.). Sólo mucho más tarde fué cuandose adjetivó esta palabra para reemplazara la antigua expresión "andrógino" u~a­

da corrientemente hasta entonces.La etimología del nombre "HermaflO­

ditos" es discutida. Según una versión sedesignaba con él a los humes (piedrasmiliarias y mojoneras consagradas aHermes, dios de los caminos), los cualesremataban a veces con la cabeza deAfrodita. Verdad es que tales "hernlesde Afrodita" no pertenecen ya a los perío­dos clásicos, como se creía antiguamen te,sino que sólo llegaron a tener importan­cia en épocas más tardías. Aparte de unpequeño hermes de Olinto, del períodoclásico no procede, según las ideas actua­les, más que una sola escultura que re­presenta un Hermes femenino; en lInavasija (crátera) se encuentra la reprodllc­ción de dos Hermes, uno masculino y

otrü femenino, ante los cuales Eros ce­lebLl un sacrificio (Schefold).

A juzgar por otra versión, el nombre"Hnmafroditos" fué el de un hijo deHennes y de Afrodita. Sin embargo, estasup1,sición pudiera estar fundada en unafals" deducción etimológica. En todo ca.­so "xistc una tradición antigua queapo\'a esta opinión, si bien sólo ha sidotrasmitida en su forma por Ovidio. Segúnella, Hermafroditos fué el hijo de las dosdivillidades citadas y al principio era unjoven formado naturalmente. En susperegrinaciones llegó a la fuente Salma­cis junto a Ha1íc'arnaso, cuya agua tenía,según los antiguos, un efecto especial fe-

El luunado "Hermalrodi/a" de J11irecourt. Estatu.-ita debronc, que probablemente es la copia de una creacióndel se:ltmlo o f>rúner siglo antes deJ.C. Museo de Epinal.

S ello de anilloen. oro de or igen

griego con larepresentaciónde un herma­frodita. Sicilia.NIuseo nacional

Benill. Fo!,,:

Ilistoria-Photo.

minizante. La ninfa de esta fuente seenamoró locamente de este muchacho eimploró de los dioses el unirse con él enlazo indisoluble. Este deseo fué cumplido.Al mismo tiempo, la tradición explicatambién la peligrosa propiedad del aguade este manantial, interpretándola comouna venganza de Hermafroditos, trans­formado en un ser de doble sexo.

Las numerosas representaciones plás­ticas de hermafroditas, que todavía seconservan hoy día, pertenecen casi ex­clusivamente al período helenístico-ro­mano. No parece que hayan servido nun­ca a fines culturales, sino que son exclusi­vamente la expresión artística de la ideadel ser bisexual que reune en sí doscaracteres y cuya importancia mito-reli­giosa fué relegada cada vez más a segun­do término. Durante todo el período he­lenístico-romano se representaron tam­bién hermafroditas en gemas, cuadrosmurales, vasos, etc., quizá en parte comosímbolo del dios nupcial, bajo cuyo signose celebraron matrimonios en algunas re­giones del país. Hasta los primeros dece­nios del siglo XX, la representación plás­tica más célebre de un hermafrodita fuéuna estatua ejecutada al parecer en elsiglo IV antes de J. C. por Policleto; hoydía, sin embargo, este modelo desconoci­do es considerado como procedente delsiglo 1 después de J. c. En cambio, el"Hermafrodita de Mirecourt" puede esti­marse como una fiel copia de una obra

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creada en el segundo o primer siglo antesde]. C. La conjetura a menudo expresadade que la citada estatua, atribuída en unprincipio a Polic1eto, si bien representa lasíntesis artística de ambas formas cor­póreas humanas, reproduce en realidadun modelo que efectivamente vivió, es hoydía rechazada. Ahora bien, no puede ne­garse que en aquellos tiempos se conocíanhermafroditas humanos. Las causas a lascuales se creía debían su origen, se hallanya mencionadas en los escritos filosófico­naturalistas más antiguos y sobre todoAristóteles cree que esta anomalía es de­bida a una desviación del desarrollo na­tural. Esta opinión de Aristóteles respec­to del hermafroditismo, considerándolocomo una anomalía de origen natural,se halla en pugna con la noción de lossiglos posteriores. Hasta muy entrada laEdad Media, se consideraba a los herma­froditas humanos como una especie demonstruos que, o bien debían ser abando­nados después de nacer (como entre losromanos) o por lo menos se les hacía

Andr6gilla. Grabado et. madera del "Monstrorum His­toria" de Ulisse Aldrovalldi. Bolonia I642.

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Hermafrodita. Grabado en madera de "De Hermaphro­ditorum . .. " de Caspar Bauhin. Oppenheim I6I4.

objeto de los más graves prejuicios y deldesprecio general. Las crónicas mi lagro­sas del siglo XVI nos hacen ver la cruel­dad y fantasía de estos prejuicios, ;Lsí co­mo el poder aniquilador de ellos. Poraquel entonces surgieron las pri merasobras médicas cuyos autores describían alos hermafroditas no ya como seres fa­bulosos, sino que se afanaban en presen­tar casos de hermafroditismo que ellosmismos habían visto o por lo menos quehabían llegado a sus oídos. En una obratitulada "De re anatomica" de RealdusColumbus (fallecido en 1559), el c;l.pítuloacerca del hermafroditismo va acompa­ñado ya de casuística. También Ambro­sio Paré (1510-1590) se ocupa del origende los hermafroditas humanos, pero en suexplicación se limita a repetir las teorías

de los griegos trasmitidas por Galeno.P, I ré hace notar por otra parte que sola­m('nte el médico es capaz de dictaminarsobre el sexo en casos dudosos y que unavez que se ha decidido acerca del sexo delindividuo no es lícito cambiar esta deci­si<'¡n por parte del hermafrodita ni delm(:dico y que tal cambio debe ser casti­gado con la muerte. No obstante, existencasos que no permiten apreciar un predo­minio evidente del sexo masculino o delfemenino. Análogamente a Paré, tam­bi("n Caspar Bauhin (1560-1624), que haconsagrado todo un libro al hermafrodi­tismo, se ocupa poco después de aquélde la situación jurídica del hermafroditay plantea problemas como, por ejemplo,el de si los hermafroditas pueden ocuparel cargo de un médico o de un rector deuniversidad, etc. A pesar de la casuísticarelativamente abundante en las obrasdel siglo XVI (Paré, Licostenes, etc.), susilustraciones se apoyan en gran parte enlas láminas de explicaciones de los anti-

. guas. Esto se advierte aún en las obrasdel siglo XVII como, por ejemplo, en"1\[onstrorum Historia" de Ulisse Aldro­v¿lI1di (1522-1605), aparecida en 1642,o en la de Bauhin "De Hermaphrodito­ru m ... ". Aun cuando nadie ha podidover un hermafrodita como el que aparecereproducido en la obra de Bauhin, estosmodelos obligados se repiten una y otravez en estas obras.

El estudio científico de las anomalíasno se inició hasta el siglo XVIII. Un granservicio rendido por Albrecht von Haller(1708-1777), fué no sólo el de publicar

sus propias observaciones, sino tambiénla casuística conocida hasta entonces yde haber examinado críticamente lasmás importantes consideraciones teóricasacerca del origen del hermafroditismo. Eldesarrollo de la anatomía patológica en lasegunda mitad del siglo XVIII permitiótambién un estudio anatómico más mi­nucioso de las anomalías genitales. En­tonces no bastó la sola descripción de unfenómeno, sino que se investigaba la His­toria y Fisiología de estas anomalías.

En 1768 apareció el más amplio resu­men de conocimientos acerca del herma­froditismo, el de George Arnaud de Ron­sil, y en 1817 la gran monografía deGeorg Steglehner, que se ooupa tambiéndel reino animal, pero sólo en el transcur­so del siglo XIX empezaron a aumentarlas publicaciones que estaban basadas enun estudio minucioso, verdaderamenteanatómico. Las poco numerosas figurasque acompañaban a las publicacionesde aquel tiempo, se refieren casi todas ala Anatomía. Hay que tener en cuentaque a fines del siglo XIX y en el siglo XXse utilizaban muchas veces tales casosobservados en la práctica como puntos departida de consideraciones teóricas y seprescindía de figuras. A compás de losesfuerzos que se hicieron por delimitar oclasificar el hermafroditismo, aumentóconsiderablemente el número de publica­ciones, sobre todo a principios del sigloXX. De ellas citaremos únicamente co­mo obra fundamental importante la deFranz Ludwig von Neugebauer (1856­191 4) .

La hemostasia por vía fisiológica en toda clase

de hemorragias se consigue fácilmente por el

Coaguleno

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El problema de la diferenciación sexual y del hermafroditismoPor el Dr. R. Keller

El problema del hermafroditismo, antetodo lo que concierne a su origen, está'relacionado íntimamente con la cuestiónde la determinación del sexo. Cuanto másprofundamente ha penetrado la investi­gación en el problema de la diferenciaciónsexual, tanto más complicada ha pareci­do la esencia de la sexualidad. Hasta laintroducción de la técnica microscópicaalrededor del siglo XIX y aún en el pri­mer decenio del siglo XX, los problemasaparecían aún relativamente fáciles, entanto que en los últimos tiempos, preci­samente por el gran enriquecimiento quenos han aportado en nuestras nociones,dichos problemas han venido a constituirun complejo de complicación inesperada.

Las teorías del sexo sustentadas por losantiguos son una prueba de lo mucho queha preocupado en todos los tiempos alespíritu humano el problema de lasbases de la determinación sexual embrio­naria. Los pensadores griegos, con un mí­nimo de conocimientos anatómicos y sóloa base de consideraciones teóricas, seaproximaron ya a los problemas funda­mentales de la diferenciación sexual. Elprimer punto de partida comprobadohistóricamente para el desarrollo de lasteorías sexuales en la antigüedad es, se­gún K. Blersch (sobre cuyas manifesta­ciones se basa la siguiente exposición), laopinión sustentada por Alkmaion en elsiglo VI antes de J. c. y que dice así: "Enel niño se realizará el sexo de aquél de susprogenitores que aporte mayor cantidadde semen". A pesar de que este principiorepresenta la única trasmisión directa dela opinión de Alkmaion, mediante la citade otras tesis del médico crotoniata se halogrado reconstituir un cuadro bastantecompleto de SlJ teoría del sexo. Según él,las cualidades trasmisoras del sexo, pro­pias del semen masculino y del femenino,dependen de la diversa constitución, dela consistencia o fluidez del semen de

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Representación de un útero en 'U1J. códice de la ¡'Ambro­

siana", Milán. En las regiones circunscritas se indica elsitio de origen de los hermafroditas, trigemelo" etc.

ambos sexos. Poco tiempo despllés, la,teoría sexual de Alkmaion se modi ficó enel sentido de qpe no era la constitucióndel semen, sino ciertas fuerzas en él en­cerradas las que determinaban t'1 sexo..Estas fuerzas, según una poesía di¡lácticade Parmenides (nacido alrededor ¡lel año515 antes de J.C.) hacen que el embriónse desarrolle en sentido masculino o fe­menino. Cuando ambas predisp0:-.icionessexuales, por una circunstancia desfa­vorable, no pueden fundirse de ulla ma­nera natural, se desarrolla un ser Ilerma­frodita.

A la pregunta de cómo puede explicar­se por un estado físico de la ma teria ladiferencia anatómica de los genit;lles,~n­

tentaron por primera vez los anai ómicosdar una respuesta. Bajo la influellcia dela filosofía eleática, Demócrito (nd cido al­rededor del año 460 antes de ]. e) niegala transformación de la sustancia esper­mática en las distintas partes del cuerpo,pues en el momento de la copulaciún cadauna de dichas partes de los progl 'nitoresdesprende una partícula igual a ella deinvisible pequeñez. La decisión ~obre el

se'.;o definitivo tiene lugar en una luchaqtIC se verifica al reunirse tales sémenespreformados. Frente a esta n?ción se haopuesto el postulado de la potencia bi­sexual de ambos progenitores, que for­mllló por primera vez (200 años despuésde Alkmaion) un médico de la escuelacnídica, diciendo que cada uno de ambosprogenitores puede producir esperma de­terminante tanto masculino como feme­nino; el individuo más perfeeoo es creadocuando ambos progenitores segregan almismo tiempo esperma "masculino o fe­menino", mientras que cuando existenohas proporciones de mezcla como, porejl~mplo, la del esperma masculino delpadre y femenino de la madre, predo­minando cuantitativamente el primero,si bien se forma un individuo masculino,ésle es de caracterización menos acen­tuada. Según esta opinión los andróginosd('ben su origen a la concurrencia del es­pt'rma masculino producido por la madrecon el femenino procedente del padre.

Aparte de las teorías del sexo que aca­bamos de esbozar, la época prearistotéli­C,I aportó otras nociones de la determi­nación embrionaria del sexo. Una de ellasva asociada al nombre de Empédocles;ségún la versión de Aristóteles, sostieneesencialmente que el esperma es sexual­mente indiferente y que la determinacióndel sexo tiene lugar por influencia de latemperatura del útero. Si bien Empé­ducles hace depender el sexo, como todaslas demás manifestaciones de la Natura­leza, de una mezcla de los cuatro ele­mentos, el fuego, sin embargo, toma aquíUlla parte principaL El sexo masculino secaracteriza por su mayor intensidad vi­tatdebida a una mayor participación delÍ1lego y se desarrolla en el segmento máscaliente del útero (según otro principio deapreciación, en su lado derecho). Una in­fluencia decisiva se atribuye al principiode la lateralidad, pero sólo en otro grupode las teorías sexuales prearistotélicas quemersch, como teorías metafísicas del ladoizquierdo y derecho, opone a las opi­niones que acabamos de describir, limi-

tadas solamente a lo material. En estasteorías, cuyo más conocido representantefué Anaxágoras (alrededor de 500-428antes de J.C.), el elemento masculino yel femenino, lo mismo que el lado derechoe izquierdo, son concebidos como extre­mos fundamentales que se excluyen entresí. El esperma es suministrado por elpadre, mientras que el organismo mater­no únicamente representa el hogar de sudesarrollo y sólo sirve para su proteccióny nutrición. El carácter sexual prefor­mado en el esperma es determinado porsu procedencia de la mitad derecha (de­terminante masculina) o de la izquierda(determinante femenina) del cuerpo. Encircunstancias normales, el esperma pro­cedente del lado derecho (el de mayorvalor) se vierte también en la mitadderecha del útero y de ello resulta unembrión masculino. Si el esperma de lamitad derecha del cuerpo llega a la mitadizquierda del útero o viceversa, resultanindividuos hermafroditas. También enconcepto de Anaxágoras todas las partesdel futuro individuo se encuentran pre­formadas invisiblemente pequeñas en elesperma. La presencia de un individuopreformado en el esperma del hombre esexplicado por su procedencia de la mitadizquierda del cuerpo del padre. La parti­cipación que se asigna de todos modos alorganismo femenino en el desarrollo delembrión consiste, según Anaxágoras,simplemente en los procesos del meta­bolismo que influyen de una manera es­pecífica según el lado del cuerpo. Re­cuérdese que Hipócrates, a base de susobservaciones análogas en los animales,admitía que el útero humano era bicorne.La idea concebida por Anaxágoras deuna diferencia de los sexos en lo referentea su importancia para la determinaciónsexual, fué desarrollada más tarde porlos filósofos y por último encontró sucristalización en la teoría de Aristóteles(384-322 antes de J. C.).

En la concepción cósmica de Aristóte­les se sientan al mismo tiempo las basesde una nueva teoría para explicar el pro-

blema sexual. La teona de la determina­ción sexual proclamada por Anaxágorasencuentra un apoyo científico y unamayor profundización por la definiciónaristotélica, según la cual el caráctermasculino implica el origen del movi­miento conceptor, mientras que el fe­menino debe considerarse como la fuentede la materia. La formación de esperma yla menstruación pueden estimarse, segúnAristóteles, como procesos análogos. Elsemen masculino y la sustancia concepti­va femenina se completan mutuamente;la fuerza formadora masculina que encie­rra en sí la forma esencial propia de laespecie lene, sin embargo, una impor­tancia mayor que la función más bienpasiva del aparato sexual femenino. Enoposición a la filosofía natural reciénprecedente, Aristóteles niega la idea de lapreformación corpuscular del individuoen el esperma; según él, éste es más bienuna sustancia homogénea que posee lafuerza necesaria para la diferenciaciónde todas las partes del cuerpo y que da elimpulso a la sustancia conceptiva fe­menina hacia una determinada direcciónde desarrollo. Lo primero que se formaen el embrión es el corazón, el origen dela sangre, que inmediatamente deter­mina la diferenciación sexual del apa­rato genital, el cual a su vez ejerce suacción sexual específica sobre la totalidaddel organismo.

Si bien las teorías antiguas fueronexaminadas críticamente y gran partede ellas refundidas por Aristóteles, lasviejas nociones siguieron, sin embargo,manteniéndose en su forma primitiva.Los sabios antiguos de la época tardíacreyeron que debían preparar el terrenopara ulteriores trabajos científicos me­diante la adquisición de amplios conoci­mientos. En este sentido, Galeno (129­

201 después de J. C.) basó sus estudiosembriológicos en una comparación de lanoción aristotélica y la prearistotélicasobre el esperma. En virtud de suspropias observaciones llegó a suponeruna colaboración del "esperma" femeni-

no y a la-noción de que los aparatossexu'ales masculino y femenino son aná­logos tanto anatómica como fisiológica­mente. La idea fundamental de la nociónde Galeno es que "todas las partes que seencuentran en los hombres pueden versetambién ffi1 el cuerpo de la mujer". Elorigen del hermafroditismo es atribuídopor Galeno, lo mismo que por Anaxágo­ras, a una aberración en la vía del es­perma, según lo cual el camino dd testí­culo derecho al ovario izquierdo corres­ponde a un hermafrodita de sexo pre­dominantemente masculino, mien! ras queel camino del testículo izquierdo alovario derecho es el de un herm;liroditade tipo femenino.

La oposición existente entre el semen"fuerte" que procede de la gonada dere­cha y que determina un desarrollo mascu­lino, y el semen "débil" de localizaciónizquierda que determina el sexo femeni­no, dominó durante toda la Edad Medialas ideas que se tenían acerca de la de­terminación del sexo. También la con­vicción aristotélica de que lo masculino,en correspondencia a su destino, na me­jor y más divino que lo femenino, no fuéajena a esta época. En las representa-

Aristóteles (384-322 años antes de]. C.). Bust" del Mu·seo Nacional de las Termas, Roma. Foto: Alinari.

cione~ esquemáticas del aparato sexualfemellino que acompañaban a veces a losmanuscritos del siglo XV, se hallan es­pecialmente marcados (de acuerdo conestas opiniones) los sitios de desarrollo delas formaciones masculinas, femeninas yherm:lfroditas. En el curso de la EdadMedia ha existido más de un hermafrodi­ta qUG ha constituído objeto del interéspúblico (la mayoría de las veces a causa deconflictos jurídicos); pero a pesar de quela casuística era cada vez más numerosa,no puede decirse que se mostrara interéscientí rico por el hermafroditismo y por lacuestión de la determinación del sexo,inclu~o en el siglo XVI, cuando la in­vestigación anatómica empezaba a librar­se de las trabas impuestas por las ideasde Galeno. .

A rines del siglo XVII, el descubri­miento de los elementos esenciales de lassustancias conceptivas, el óvulo y el es­perm:l, así como el conocimiento exactode su~ sitios de producción, trajo consigola rea nimación de la idea de Demócrito:la prdormación del individuo en el es­perma. Marcello Malpighi (1628-1694),Jan Swammerdam (1637-1680) y otroscreen que en el "óvulo" se encuentra elembrión preformado, mientras que An­toni van Leeuwenhoeck (1632-1723) yotros creen que se halla en el "animalillodel esperma". Esta teoría de la preforma­ción rué combatida por primera vez porRaspar Friedrich Wolff (1733-1794) ensu 011ra "Theoria generationis", apare­cida ('n 1759. En el transcurso del sigloXIX se acentuó esta oposición, lograndopoco a poco destronar dicha teoría, apesar de que Albrecht von Haller era unode su~ defensores.

Por parte de los epigenéticos JohannFriedrich Meckel II (1781-1833), Fried­rich Tiedemann (1781-1861), JohannFriedrich Blumenbach (1752-1840), Sa­muel Thomas v. Sommering (1755-1830)y otr<!s no solamente fué impulsado el des­arrollo de la embriología humana, sinoque 1ambién las malformaciones que seatribllían a desviaciones de la fuerza fqr-

Galeno (I29-20I después de J.C.). Grabado en madera de"Les Oeuvres d'Ambroise Paré". París I579.

madora fueron estudiadas por primera vezcientíficamente porMeckel e Isidore Geof­froy Saint-Hilaire (1805-1861). A par­tir de los principios del siglo XIX no sola­mente cobró grandes vuelos la Embriolo­gía, sino que también entró en un nuevoestadio, como se echa de ver sobre todopor los trabajos de Theodor Bischoff(1807-1882). Con la Genética se creía ha­ber encontrado la clave de los fenómenosy del plano de construcción del organis­mo desarrollado. A base de numerosasinvestigaciones de anatomía comparada,llevadas a cabo en la primera mitad delsiglo XIX, Rudolph Leuckart (1823­1898) describió, por ejemplo, las forma­ciones bisexuales en el hombre como for­mas que obedecían a leyes y que en el in­dividuo masculino eran debidas a unapersistencia de los conductos de Müllery en el femenino a la de los conductos deWolff. Aceroa de la causa de esta mal­formación y, en general, del origen de lasdiferencias sexuales, se hallaban dividi­das las opiniones. Según Leuckart, Jo­hannes Müller (1801-1858) y muchos

8S

otros, en un prinCIpIO el embrión atra­viesa una fase de indiferencia sexualdurante la cual, con los elementos deambos sexos, posee también la facultadde orientar el desarrollo de su sexo enuno u otro sentido. El impulso para elloparte de influencias exteriores, si bienéstas no están descubiertas todavía. Laaparición de la obra "Investigacionesmicroscópicas ... " (Berlín 1839) de Theo­dor Schwann (1810-1882), en la cual elautor aportó la prueba experimental dela célula animal, había ganado por otraparte nuevos partidarios de la doctrinade la determinación primitiva del sexo.Según médicos como Martin HeinrichRathke (1793-1860), Julius Victor Carus(1823-1903), Karl Friedrich Burdach(1776-1847), Johann Japetus SmithSteenstrup (1813-1897) y otros, el em­brión presenta ya desde un principio unadeterminación sexual, "el sexo es algoprimitivo e íntimamente ligado al animal,que surge en él desde el primer momentoy que crece en el interior del mismo"(Steenstrup).

La naturaleza de esta determinaciónsexual no pudo ser caracterizada con más

El zoólogo Isidore Geoffroy Saint-Hiklire (r805-r86r) ,que fué uno de los primeros que estudiaron científicamentekls malformaciones. Medalla de bronce de David d'Angers(r788-r856) del año r838. Museo Nacional de Historianatural, París. Foto: A .Cintract.

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El zoólogo Richard von Hertwig (1850-1937) que llevó acabo estudios trascendentales C1I el terreuo de la detel mina­ció" del sexo.

profundidad hasta el siglo XX. La in­vestigación fisiológic;a, en contraposicióna la puramente morfológica, adquiri,', ca­da vez más importancia. La Biologh defines del siglo pasado utilizaba, adem;:s deamplios experimentos fisiológicos, el mé­todo de cría sistemática, que dió por j rutoconocimientos de las leyes fundamentalesde la herencia. El problema de los f;lcto­res que determinan el sexo y que dan porresultado que en circunstancias nornlalesel número de individuos de ambos s,~xos

se mantenga en equilibrio, todavía 110 sehallaba aclarado a principios del sigloXX,a pesar de los laboriosos esfuerzos rea liza­dos durante decenios enteros; no obstan­te, el conocimiento de que los facton's deherencia se hallan en general localiz; ldosen los cromosomas del núcleo celular,constituía ya el punto de partida detales investigaciones. La ignorancia enlas cuestiones de la determinación dd se­xo se advierte claramente también elllosnumerosos trabajos de aquella época

acerca del hermafroditismo y es la causade que fracasaran todos los esfuerzos en­caminados a encontrar una mayor com­prensión y una definición de este fenó­meno. La atención se dirigió en primertérmino a la correlación existente entrelos caracteres sexuales primarios y se­cundarios. Esto estriba principalmente('n el hecho de que en los hermafroditashumanos casi siempre existe solamentellna evidente contradicción entre dichoscaracteres (glándulas sexuales por unavarte, conductos excretores y caracteresexternos por otra), en tanto que, por el,_~ontrario, es rarísimo el llamado herma­froditismo verdadero (25 casos en contrade 2000 del otro grupo) caracterizado porla presencia simultánea de ambos elemen­tos de las glándulas sexuales (ovotestí­culos o bien ovario en un lado y testículoen el otro). Así pues, en aquel tiempo setrataba de dilucidar si el desarrollo de los.:aracteres sexuales somáticos y psíquicos,:ra influído por las glándulas sexuales obien independientemente de éstas. Paraambas posibilidades se encontraban ar­gumentos; la admisión de una influenciade los caracteres sexuales secundarios(:jercida por los primarios era a su vezinterpretada de muy diversas maneras.

El descubrimiento de los cromosomas'iexuales y de su comportamiento enla segmentación parecía por fin haberaproximado la solución del problema dela determinación sexual, sobre la cual sehabían emitido hasta entonces alrededorde 500 hipótesis. Los primeros ensayos en::thimales de diversas clases, sobre todolos llevados a cabo por Richard van Hert­wig (r850-r937) y su escuela, sentaron laposibilidad de la predisposición heteroga­mética del sexo masculino y la homoga­mética del femenino. En el grupo de cro­mosomas en las células germinativas delsexo masculino se encontraba siempreun par de cromosomas en sí desigual,mientras que los cromosomas de las cé­lulas germinativas femeninas presenta­ban pares de igual aspecto y comporta­miento. Sin embargo, poco después se

confirmó que también el sexo femeninopuede ser heterogamético como ocurre,por ejemplo, en las aves y en las mari­posas, que pueden por lo tanto formardos clases distintas de huevos; los ma­chos en estos casos son homogaméticos.En estos últimos años, el problema de ladeterminación del sexo ha sido conside­rablemente esclarecido gracias al estudiode los mecanismos de distribución cro­mosomática y' sobre todo a las investiga­ciones de Richard Goldschmidt. La cues­tión de porqué y en virtud de qué causasnacen por lo general el mismo número deindividuos de uno que de otro sexo, estáactualmente aclarada. Ahora bien, el ha­ber resuelto en parte el problema de ladeterminación primaria y fisiológica delsexo, es de agradecer principalmente alestudio exacto de los estados intersexua­les y, viceversa, el progreso de la gené­tica general en relación con la fisiologíadel desarrollo ha logrado aportar luz alproblema del hermafroditismo humano.El endocrinóloga Gregario Marañón de-

El zoólogo Richard Goldschmidt, cuyos trabajos han apor­tado luz en el problema de la determinación del sexo.Foto: Historical Pictures Service, Nueva York.

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fine tales estados intersexuales comoaquellos en que "en un mismo individuo,sea hombre o mujer, coexisten estigmasfísicos y funcionales de ambos sexos, unasveces asociados y otras (lo que ocurre másfrecuentemente) con predominio del sexolegítimo sobre el otro". Esta definicióncomprende tanto la intersexualidad ver­dadera como el ginandromorfismo de losbiólogos.

Existen innumerables variaciones deestados intersexuales, según la mezclaque presenten en ellos los caracteres se­xuales. Según gran número de endocrinó­lagos, como Biedel, Weill, Kyrle, Voss,Tandler, Sternberg, Schwarz y Marañón,el tipo masculino o femenino puros consus atributos completos es rarísimo. Enlo que se refiere a la intersexualidad rela­tiva, autores como Steinbach, Sauerbeck,Marañón y Lippschütz se inclinan a acep­tar que el pseudohermafroditismo puedeincluirse entre los estados intersexuales.

Si bien es verdad que, como hemosdicho, fué precisamente la intersexualidad(yen especial la de un bastardo de mari­posa) la que constituyó la base de lasteorías de Goldschmidt, esta teoría a suvez no basta del todo para explicar sa­fisfactoriamente los estados intermedia­rios normales de animales de escala zooló­gica elevada. En este último tiempo sereconoce, de acuerdo con la teoría deGoldschmidt, la base hereditaria de ladeterminación del sexo, pero por otraparte se niega que ésta sea única y exclu­sivamente decisiva; la determinación dels~xo se considera más bien como un pro.­ceso que en un sentido moderno y ampliopodría calificarse de genético-fisiológico.En lo referente a la teoría de Goldschmidty a sus complicadas relaciones, basta

. mencionar los breves datos expuestos enla página r03.

Según la noción actual, las malforma­ciones de los órganos sexuales en elhombre pueden támbién explicarse hastacierto punto a base de la teoría de Gold­schmidt. Según ésta, cae de su base ladiferencia entre verdaderos hermafro-

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ditas y pseudohermafroditas, diferencia­ción a la que tanta importancia se conce­día anteriormente (van Klebs y otros).Ambas formas de hermafroditismo re­presentan una mezcla de caracteres se); ua­les opuestos en un individuo, represen­tando solamente diversas fases de la mis­ma serie de desarrollo. Considerando queen los mamíferos durante el desarrolloembrionario puede trasformarse un ova­rio en un testículo (pero no se ha observa­do nunca lo contrario), los intersexualesde estos animales deben ser siempre g('né­ticamente femeninos, según la teoría deGoldschmidt. La primera fase embrio­naria de desarrollo de, un intersexualhumano es pues femenina, pero despuésde un intervalo determinado (el llamadopunto de giro) comienza a orientarse ensentido masculino. Dado esto, los lla­mados pseudohermafroditas masculinos(que, según la clasificación corriente, sonhermafroditas cuyos órganos genitales ex­ternos presentan un carácter más o menosfemenino, pero que poseen glándlilassexuales masculinas) serían intersexuales"mejor logrados" (Ole Berner) que losllamados verdaderos hermafroditas, enlos cuales existen o bien un testículo oun ovario, es decir, que según la teoría deGoldschmidt sólo uno de los ovarios pri­mitivamente determinados se ha tLms­formado en un testículo, o en los cualesexiste un ovotestículo. El variado aspec­to que presentan las diversas partes delaparato sexual en cuanto a su grado dedesarrollo, se explica en parte admitiendo­un intervalo variable antes del "punto degiro" yen parte también por oscilaci( >Desen la acción de las sustancias estimulan­tes del desarrollo (Berner). La explicacióndel hermafroditismo humano por estateoría de intersexualidad de Gold­schmidt, sobre la cual llama Benll'r laatención, aparte de ciertos puntos sinimportancia, ofrece ciertas dificulhides,como se deduce del hecho de que, jllntoa 80 casos de llamado pseudoherm;¡fro­ditismo, solamente se opone un case) dehermafroditismo verdadero; es decir, que

frente a contados casos de transforma­ciones "incompletas" se encontraría unnúmero desproporcionadamente elevadode ca"os "bien logrados". Aparte de lasmencionadas dificultades de orden secun­dario, recientemente se ha puesto en du­da también la importancia de un ele­mento esencial en la teoría de la inter­sexualidad de Goldschmidt, cual es el"punto de giro".

Por lo menos parece ser problemáticosi el ra rísimo pseudohermafroditismo lla­mado femenino (ovarios con hábito mas­culino) debe ser interpretado como inter­sexualidad; ahora bien, está fuera de to­da duda su relación con una hiperplasiade las cápsulas suprarrenales (virilismosuprarrenal). En su más reciente mono­grafía 1itulada :"Hermaphroditismus undsexuelk Umstimmung" (Leipzig 1938),Berner se inclina a considerar el llamadopseudo hermafroditismo femenino comola cons(~cuenciade una virilizacián fetal.

A pesar de todos los progresos realiza­dos en el conocimiento de la naturalezade la di ferenciación sexual, queda en pie

el problema de la determinación sexualvoluntaria en el hombre, cuestión que hasido objeto de vivo interés desde lostiempos más remotos y sobre la cual no·solamente se han ideado innumerablesteorías, sino también métodos prácticos,sin que se haya llegado a una solución.

Claro está que la intersexualidad fisio­lógico-anatómica del hombre puede ma­nifestarse también en la psiquis; por el

. contrario, no se ha llegado a aclarar hastaqué punto la homosexualidad se hallaasociada a lo orgánico o en qué gradoimprime un sello especial al hábito ex­terior (la solución definitiva de esteproblema tendría también gran trascen­dencia en el terreno jurídico). Hoy díasólo puede decirse con seguridad queen los homosexuales se encuentran casisiempre proporciones corporales altera­das en tal forma que se aproximan alas del tipo eunucoide. Por esta razón,algunos autores admiten una base consti­tucional de la homosexualidad, que esdebida a condiciones endocrinas que seapartan del tipo normal.

A título profiláctico,

En inyección subcutánea,

Contra la paresia intestinal

Peristaltina( Laxante de acción suave y. eficaz)

Estimula el peristaltismo intestinal,

Reeduca el intestino

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Gallina castrada (PI/larda.). Según Gooda,le.

El hermafroditismo en el reino animal Por el Dr. R. Keller

timulación del feto femenino en din 'cciónmasculina, debida a una acción harmóni­ca que parte del otro gemelo. La produc­ción de hormona testicular puede pre­sentarse más prematuramente que la dehormona ovárica, porque el testíclll0 delmamífero (como enseña la Embriología).se forma en un estadio embrionario mástemprano que el ovario. Las hormonastesticulares pueden por ello ejercer unainfluencia inhibitoria sobre el desa rrollodel aparato sexual del gemelo femenino.Como quiera que la unión de ambas pla­centas puede tener lugar en dist intas

No es posible establecer una regla apli­cable a la extensión del hermafroditismoen todo el reino animal. El hermafrodi­tismo, así como la sexualidad separada,se encuentran aquí en abigarrada mezcla.De todos modos, las clases más altamentediferenciadas de los vertebrados y de losinvertebrados son puramente gonocorís­ticas, es decir, que el sexo masculino y elfemenino se encuentran localizados en dosindividuos. El hermafroditismo en estosanimales aparece, sin embargo, algunasveces como anormalidad, lo mismo queocurre en el hombre. Desde antiguo seconocen y estudian, especialmente en elcerdo, casos relativamente numerosos dehermafroditismo más o menos marcados.

Una clase especial de este hermafro­ditismo anormal (hoy día es denomina­do "Intersexualidad endocrina") aparecea veces cuando las vacas paren gemelosde distinto sexo. En este caso, el animalfemenino puede mostrar un carácterfuertemente masculino. Estos "Freemar­tins", como son llamados en los países delengua inglesa, son conocidos hace muchotiempo por los labradores y criadores deganado. Su origen se atribuye a una es-

Vaca normal.Seg,ín Tandler y

Keller.

épocas de la vida embrionaria, se explicaporq ué la intersexualidad de estos herma­froditas puede presentar diversos grados.

T,¡mbién en las aves, que en parte están. caracterizadas por un dimorfismo sexualespecialmente acentuado, pueden pre­senbrse espontáneamente anormalida­des ~exuales. Ya Aristóteles, Aelian, TitoLivio y otros citan casos de gallinasprovistas de plumaje de gallo; en la an­tigüedad y en la Edad Media se consi­deraba a estos animales como un signo demal agüero; hoy día constituyen un ob­jeto (le la experimentación biológica. Entiempos antiguos se practicaban ya cas­traciones en gallinas, si bien es verdadque ~ólo con fines culinarios. Los experi­meni os llevados a cabo en estos últimosdecenios indican que las modificacionesque aparecen en el hábito y comporta­miento de una gallina, aun apareciendoespontáneamente, son debidas a unacausa endocrina. El desarrollo del plumajede la gallina es determinado, según hanmostrado estos experimentos, por lashormonas ováricas, siendo de notar aquíque sólo el plumaje femenino depende delsexo, en tanto que el masculino debeconsiderarse como somático y por lotanto como neutro. Las hormonas ová­ricas que ocasionan el desarrollo del

fIFreemaltin," (her­

mafrodit<1 feme­nino). ~cgún

Tandler v ]{eller.

Corte longitudinal atravesando las glándulas hermafrodi­tas de la rana del césped. A la derecha un mes y a laizquierda tres meses después de la metamorfosis. La trans­,formacióll del ovario en un testículo que puede advertirseclarammte, por eiemplo, en la disminución de los óvulos,presenta diversos grados en los distintos segmentos.

plumaje en la gallina ejercen, según esto,una influencia inhibitoria sobre la ten­dencia primitiva. En consonancia conello, tanto el capón (gallo castrado) comola pularda (gallina castrada) ostentan elmismo brillante plumaje del gallo. Ahorabien, a causa de alteraciones del aparatogenital, se reduce la reproducción de hor-

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Frailecillos(Pyrrhula pyrrhlt­la). A la izquierda:Macho (pecho roio).A la derecha:Hembra (pechoamarillo-pardusco) .En el centro, her­tltafrodita hétero­lateral (la mitadderecha del pechoroia y la izquierdaamarillo-pardusca) .Según Poli.

mona a tal punto que, siendo suficientetodavía para la producción de huevos, nobasta ya para el desarrollo del plumajenormal, pudiendo resultar de aquí unagallina con plumaje de gallo. Según esto,esta particularidad no constituye unhermafroditismo propiamente dicho, encontra de lo que cree el vulgo. De todosmodos, algunas observaciones aisladasparecen indicar que también en las avespuede presentarse el hermafroditismo.Entre los casos más conocidos se cuentanel pinzón de Weber y un "frailecillo";ambos ostentaban en el lado derecho elplumaje casi completo del macho adultoy en el izquierdo el de la hembra, y susglándulas sexuales, de acuerdo con suhábito exterior, se hallaban desarrolladasde un modo distinto en cada lado. Desdeentonces se han hecho otras observacio­nes análogas como, .por ejemplo, en los"frailecillos", que han sido interpretadasen el sentido de Goldschmidt como casosde ginandromorfismo bilateral. La opi­nión de que la causa de es(e hermafrodi­tismo es un trastorno en la distribuciónde los cromosomas sexuales, no es con­siderada hoy día como absolutamenteacertada, sin que a pesar de ello se hayalogrado encontrar una explicación satis-

factoria de estas formas curiosas (le her­mafroditismo.

Lo mismo que en los vertel)rados,también en los invertebrados gonocorís­ticos se han encontrado frecuenh·menteindividuos hermafroditas como anormali­dades. Tales casos se han registrad() en in­sectos, sobre todo en mariposas, y crustá­ceos. 1vette Neefs encontró en la Bretañaejemplares hermafroditas de erizo (le mar,en los cuales se hallaba una mezcla talde ambos elementos sexual-glandularesque no podía definirse ya a qué sexopertenecían y, por lo tanto, ha1Jía queaceptar tanto la fecundación cruzada co­mo la autofecundación.

En los vertebrados e invertebrados in­feriores, el hermafroditismo no aparececomo anormalidad, sino que es, por logeneral, el estado natural fisiológico. Lalombriz de tierra y el caracol de Lis viñasson los tipos más conocidos de e~te her­mafroditismo natural; pero aún en loscasos en que éste constituye el estadonormal, puede mostrarse también en for­mas muy distintas, como ha demostradocon evidencia J. Meisenheimer. Así, porejemplo, en los verdaderos hermafroditasambas gonadas pueden poseer simultá­neamente capacidad funcional, mientras

que otras veces las fases masculina y fe­menina aparecen consecutivamente y serelevan mutuamente en la función. Ladiversidad de formas de aparición del her­mafroditismo se acentúa todavía más porel hl:cho de que se conocen también her­mafroditas rudimentarios (es decir, concaracteres reducidos de uno de ambossexos o gonocoristas con caracteres ru­dim"ntarios del sexo opuesto) y otros quedebl'n considerarse como hermafroditis­mo secundario, es decir, como una re­gresión del gonocorismo al hermafrodi­tismo (ejemplo: el Angiostomum nigro­venosum).

D(:sde un principio, los hermafroditasrudi mentarios que se encuentran en losanuros han sido para la investigaciónde la herencia más interesantes que loshern ¡afroditas verdaderos y de caracteresbien acusados; de aquí que hayan sidoestudiados también de un modo máscom pleto. Los más conocidos son los

Aparato sexual de un sapo terrestre hermafrodita. B =ór­gano de Bidde-r, O = ovario, T = testículo. Según Witschi.

Aparato genital de un sapo macho. Entre los clterpos gra­sos digit%rmes (parte superior) y los testículos en formade judía (parte in/erior) , se encuentra el órgano de Bidder.Según Harllls.

machos de algunas razas de la rana delcésped (Rana temporaria) que se desarro­llan de primitivas hembras y que bajodeterminadas circunstancias conservandurante toda su vida rudimentos de suprimitivo sexo. Ya en 1882 chocó aEduard Pflüger (1829-1910) el hechocurioso de que de las ranas jóvenes quese capturaban cerca de Bonn, 65 porciento eran hembras y 35 por cientomachos. Esta desproporción era todavíamás grande en otros sitios como, porejemplo, en los alrededores de Freiburgi/B., donde solamente se capturabanhembras jóvenes. En otros lugares, encambio, como, por ejemplo, en Davos,esta desproporción no existía. Entre losanimales sexualmente adultos, es decir,de 4 años en adelante, se encontraban en

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todas partes el mismo número de machosque de hembras. De estas observacionesse deduce la conclusión de que debenexistir razas de determinadas especies derana en las cuales ambos sexos se dife­rencian en un estadio temprano de des­arrollo (raza de Davos de la rana delcésped), mientras que en otras aparecenprimeramente las hembras y, de unaparte de éstas se desarrollan los machos.Los machos de razas no diferenciadas,cuyo sexo determinado hereditariamentesurge más tarde, deben presentar loscaracteres de ambos sexos durante elperíodo de transformación y ante tododeben presentar gonadas hermafroditas.Investigaciones posteriores han confir­mado esto, habiendo mostrado que la di­ferenciación sexual de estas ranas esprecedida de un estadio indiferente de lasglándulas sexuales, y que el ovario debeser considerado como un simple desarro­llo avanzado de estas glándulas sexualesindiferentes, en tanto que el desarrollodel testículo representa un proceso detransformación perfecta. Hoy día, las ra-

Emil WitscM, zoólogo suizo, docente en la "State Uttiver­sity 01 Jowa", Estados Uttidos de América, que ha C01'l­quistado celebridad por sus estudios acerca de la deter­mittaciótt sexual. Historical Pietures Service, .Vueva York.

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X yphoPJwrus helleri. A"iba: Macho ioven,. untro:Hembra de edad avattzada,,. abaio: Macho que ha su rgidopor la trattslormación de Utta hembra. Segútt Hartns.

nas son consideradas como hermafroditasrudimentarios típicos, no sólo a caUS:L dela fase hermafrodita en la juventud queacabamos de describir, sino tambi{n abase de la aparición relativamente fre­cuente de los llamados hermafroditasadultos (ranas sexualmente adultas quepresentan una mezcla de ambos carac­teres sexuales).

Entre las numerosas y profundas in­vestigaciones acerca de la determinaciónsexual de las ranas, se destacan los tra­bajos del zoólogo suizo Emil Witschi, queno sólo describen minuciosamente eldesarrollo biológico y la diferenciación delas glándulas sexuales de las ranas, :-.inoque también esclarecen todo lo referentea la diferenciación sexual en los verte­brados superiores, por lo menos en prin­cipio.

Los rasgos hermafroditas de los ma­chos del sapo de tierra son todavía másacusados que los de la rana. En eUosse encuentra, entre el testículo y los Cller­pos grasos, una especie de glándula se); ualde carácter femenino, el llamado órganode Bidder que, como ha podido demos­trar definitivamente Witschi, representaun segmento involucionado de la Jajagenital. Los macho;; de sapo son herma­froditas rudimentarios, pues el órganode Bidder puede también producir hue-

vo" en ciertas circunstancias, sm quesu [unción testicular se halle agotadao trastornada. Ahora bien, por lasproporciones de sus cromosomas se ha­llall muy próximos a los verdaderoshermafroditas.

1fna úse hermafrodita caracterizadapOI la transformación sexual de la hem­bra en macho, es también la que atra­viesa un predilecto pez de acuario, el X y­ph(jphorus helleri. Estos peces muestran ensu madurez sexual un dimorfismo sexualmarcado y por esto se distinguen entre sífácilmente (véase fig. alIado). Al nacer,la longitud de este pez todavía no dife­renciado es de 8 mm. y al principio de ladiferenciación sexual alrededor de 10 mm.Cuando la hembra alcanza una longitudde 12,5 mm., puede iniciarse una involu­ción del ovario que va acompañada de undesarrollo de los caracteres sexuales mas­culinos. Los pfimeros signos de esta

Ganada herma­frodita de la mixinaglutinosa. A la iz­quierda m el estadode la fase mascu­lina, a la derechaen la fase femenina.Según Natlsm.

Hermafroditahétero-lateral de.ma especie deavispa ( Pseudo­methaca cana­densis). A laderecha masC1~­

lino, a la iz­q'uierda femenino.Según Margan.

transformación se muestran, según Jür­gen W. Harms, en las aletas dorsales,manifestándose por un aumento de supigmentación. Al mismo tiempo, o pocodespués, aparece en el abdomen un abul­tamiento, la aleta ventral se funde y seforma en su lugar un pequeño lóbulo cau­dal. El abultamiento del vientre se alargay representa la primera manifestación delapéndice masculino en forma de espada,junto a la faja caudal negra aparece unafaja caudal de color amarillo de limón y,por último, se transforma también laaleta anal. De la aleta anal de la hembrase origina el Gonopodium del macho y lacoloración de la hembra se hace casi igualque la del macho normal. Curioso es queel animal puede procrear todavía duranteeste período de transformación. Los ma­chos que resultan de ésta no se diferen­cian finalmente de los machos normalesmás que por presentar un cuerpo másgrande y de líneas menos finas, perofuncionalmente son equiparables a ellos.Harms ha encontrado hembras de todasedades en el estadio de transformación,lo que dificulta el esc1arecimiento de lacausa a que obedece esta metamorfosis.

En contra de la aparición de tales her­mafroditas rudimentarios, la de verda­deros hermafroditas es muy limitada en­tre los vertebrados. El verdadero herma­froditismo sólo se encuentra en muy po­cas especies de peces como, por ejemplo,en las "mixinas", que pertenecen a loscic1óstomos; sus parientes más próximosson ya diferenciados sexualmente. Lasglándulas sexuales de las mixinas estánformadas en su segmento anterior por

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Bronquitis crónica

catarros congestivos, bron­

coneumonia, enfisema, as­

ma bronquial, absceso del

pulmón, afecciones del mio­

cardio consecutivas a las

enfermedades infecciosas

Calcio· Coramina

Sostiene la circulación, me­

jora el pulso y fluidifica la

expectoración de los bron-

quíticos

LaCalcio-Coraminahadado

resultados especialmente

favorables en la bronqui­

tis de las personas de edad

yen los convalecientes con

lesiones del aparato circu-

latorio

Comprimidos

Experiencias terapéuticas con las hormonas sexuales femeninas

Por los Dres. Robert Wenner y Karl Jol\1, de Basilea

Para la hormonoterapia en Ginecología,los :LUtores establecen las siguientes indi­caciones: La, endometritis, la hiperplasiaglálldulo-cística, los fenómenos de caren­cia del climaterio, el aborto inminente, lainiciación harmónica del parto y la inhi­bición de la secreción láctea.

Lndometritis: El síntoma esencial de laendometritis del cuerpo uterino es lahemorragia, producida por una infla­ma('ión de la mUC0sa uterina de origenbacteriano. En la endometritis post-par­tum y post-abortum, la hemorragia sueleser el único síntoma. En los casos graves,cuando se añaden a esto dolores, fiebre,leucocitosis y reacción acelerada de sedi­mentación, se trata de estados de transi­dÓll a la endometritis complicada conanexitis. Según las observaciones deTielze, la hormona folicular actúa en laendometritis con tal seguridad que puedeser utilizada para el diagnóstico diferen­cial con objeto de decidir, en caso dehenlOrragia después del parto o del abor­to, si se trata de una endometritis o deuna retención de restos placentarios. Laendometritis que acompaña a la anexitisno ('S influída con tanta seguridad.

En 14 casos de endometritis post-par­tum y post-abortum y 5 de endometrltisconcomitantes a la anexitis, se llevó a caboun tratamiento con inyecciones de Ovoci­clina P (dipropionato de Oestradiol disuel­to en aceite de sésamo). En 12 casos delprimer grupo, la hemorragia cesó con dosisde J mg. 2-6 veces. Por término mediobastaron 3 mg., administrándose siempreun mg. diario. En una endometritis con­secutiva a un aborto febril, fueron nece­sarios 10 mg. En un caso que después deun raspado uterino resultó ser un pólipoplacentario, el tratamiento fracasó. Así,pues, estableciendo severamente la indi­cación, puede decirse que se consiguió eléxito en 13 casos (de los 13 tratados), esdecir, en un 100 por cien. En 3 casos de

endometritis de la anexitis, la hemorragiacesó después de 3 y 4 mg. de Ovociclina;en los otros dos casos la terapéutica fra­casó incluso después de haber empleadodosis mayores (hasta 20 mg.). '

Hiperplasia glándulo-cística: La fre­cuente aparición' de la hiperplasia glán­dulo-cístíca de la mucosa uterina, quecorresponde clínicamente a la metropa­tía hemorrágica cística, en la época de lamenarca y de la menopausia, permitesuponer que se trata de una disfunción delos ovarios. El diagnóstico clínico debeser confirmado histológicamente, sobretodo cuando las enfermas son de ciertaedad, pues la experiencia enseña que nopracticando el raspado puede pasardesapercibido un carcinoma.

Recient~s investigaciones demuestranque la hiperplasia glándulo-cística es atri­buible a una falta de hormona del cuerpolúteo, existiendo sobreproducción de hor­mona folicular. El tratamiento puede serllevado a cabo por dos caminos: bien sus­tituyendo la deficiencia de hormona delcuerpo lúteo mediante administración di­recta de la misma, o bien ensayando es­timular la formación del cuerpo lúteo me­diante administración del factor luteini­zante del lóbulo anterior de la hipófisis.

En este último tiempo, en la clínicaginecológica de Basilea fueron castradastodas las pacientes de más de 45 añosdespués de extinguida la metropatía,pues las recidivas tras la hormonoterapiason frecuentes. Cuando se presentan re­cidivas en enfermas más jóvenes y nocastradas, se administran diaria y alter­nativamente 2000 unidades de rata deProlán y 5 mg. de Lutociclina hasta con­seguir que haya cesado la hemorragia. Deesta manera fueron tratadas con éxito9 enfermas; éstas recibieron desde el15-2 6.° día después del raspado, alterna­tivamente y todos los días 2000 unidadesde rata de Prolán y 5 mg. de Lutociclina

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(en total 12000 unidades de rata de Pro­lán y 30 mg. de Lutociclina), con lo cualse lograron menstruaciones normales. Serecomienda repetir esta cura algunasveces a título profiláctico.

En otros dos casos, en que el ras'padouterino había demostrado la presencia deuna hiperplasia glándulo-cística, fracasóla hormonoterapia. Las hemorragias sehicieron más bien fuertes y por esto fuédecidida la extirpación operatoria delútero. Junto a la hiperplasia glandularexistía una adeno-miomatosis interna.Se llama la atención sobre esta asocia­ción y el consiguiente fracaso de la hor­monoterapia en tales casos.

Fenómenos de carencia de la meno­páusia: En este grupo se ,comprenden to­dos aquellos estados que aparecen fisio­lógicamente en la época del climaterio ocuando cesa artificialmente la funciónovárica por la castración. Trece enfermasfueron tratadas con Ovociclina, P y ob­servadas durante largo tiempo. Dos casosgraves de craurosis vulvar pudieron sermejorados transitoriamente en su estadosubjetivo y objetivo mediante este tra­tamiento; una de estas mujeres recibió85 mg. de hormona folicular en el trans­curso de 8 semanas y, junto con ello,aplicaciones diarias de pomada de Oes­troglandol y la segunda solamente 20 mg.De II enfermas con prurito vulvar quepadecían leucoplasia, 3 curaron definiti­vamente sólo con las inyecciones deOvociclina P y 6 mejoraron considerable­mente, en tanto que 2 no experimentaroninfluencia alguna.

Aborto inminente: En el aborto inminen­te, cuyas causas son muy variadas (congran frecuencia se trata de interven­ciones criminales) se' administrarán todoslos días 1-2 mg. de Lutociclina. Tanpronto como retrocedían los síntomas, sedaban 3-6 mg. por semana. Cuando lossíntomas aumentan, la dosis diaria es de5-10 mg., lo mismo que en el tiempo delas esperadas menstruaciones. Esta tera­péutica se continuará durante meses,sobre todo en los casos raros de aborto

roo

habitual, en los que la hormonoterapiapuede también ser instituída profiláctica­mente. En total se trataron 20 casos. En5 de ellos no pudo detenerse el aborto,mientras que en los 15 restaJltes selogró que siguiera adelante la ge:-,tación.En 3 de estas mujeres se trataba ele abor­to habitual; la terapéutica fué iniciadaaquí a título profiláctico, empleandograndes dosis de hormona (30-40 Il1g. porsemana durante 4-6 semanas) y sólodespués se pasó a la administración dedosis más pequeñas hasta el séptimo uoctavo mes del embarazo.

En una paciente, a la que dur;mte losprimeros meses del embarazo fu(': extir­pado un tumor ovárico y al mismotiempo el cuerpo lúteo de la gravidez, seconsiguió conservar la gestación median­te dosis medianas de Lutociclina, Antesde la operación, la enferma recibió 2 in­yecciones de 5 mg. de Lutocic1ina ydespués de la operación se administrarondiariamente al principio 2 mg. y (lespués5 y la mg., después de lo cual las dosisfueron reducidas de nuevo. En total seadministraron 96 mg. de Lutociclina.Después de ser dada de alta, la enfermafué tratada con inyecciones de 2 mg. dosveces por semana.

Iniciación del parto: Las expe rienciasrecogidas hasta la fecha no permiten aúnestablecer conclusiones acerca de laacción oxitócica de la hormona folicularadministrada por vía intramuscu lar. En8 casos de parto retardado se ensayó sen­sibilizar el útero mediante dosis de 10­

25 mg. de Ovociclina P, con objeto deprepararlo para los oxitócicos em pleadosmás tarde. Esta terapéutica fracasó, noobstante, en 7 casos, y sólo en una (o nfermase presentaron contracciones a las J horas.

Inhibición de la secreción láctea,' Con laOvociclina P fueron tratados 4 C;IS0S; entodos ellos se procuró impedir la secre­ción láctea en casos de parto de un niñomuerto. La secreción láctea pudo ser in­hibida administrando el primero y segun­do día la mg. de Ovociclina P.

De la Schweiz. meel. Wschr., N.O 23, I939.

OvociclinaPreparado sintético de hormona folicular de acción intensa y duradera

Tratamiento eficaz de todas las afecciones ocasionadas por hipo.­

función o carencia ovárica total.

Hipermenorrea, oligomenorrea,

Dismenorrea, amenorrea primaria

y secundaria, esterilidad,

Climaterio nat ral y artificial,

Prurito vulvar, acné, alopecia,

Depresión psíquica de origen

endocrino, etc.

Ampollas Comprimidos

Tal

Acerca de la influencia experimental

ejercida sobre la determinación del sexo Por el Dr. R. Keller

El sentido de orientación del desarrollosexual está determinado genéticamenteen muchos organismos de una maneraclara e inmutable. Durante la fecunda­ción, un mecanismo de cromosomas de­cide ya el futuro sexo; por lo general,el sexo masculino es heterogamético, es

decir, que posee un par de cromosomasdiferentes entre sí, cuyos dos compon~n­

tes, durante la segmentación reduct<lra,son agregados a células seminales distin­tas, de tal manera que se originan dosclases de espermatocitos (determinantesmasculinos y femeninos). En ciertos ca-

Estadios de latransformación dela antena femminade la Lymanlriadispar (arriba y ala izquierda) enuna masculina(abajo, a la dere­cluz). Según Cold­schmidt.

102

sos, sin embargo, la determinación cro­mosomal aparece sólo más tarde, y en untercer grupo parecen equilibrarse los dosvalores sexuales opuestos, de tal modoque el predominio de uno de ellos debeatribuirse a un impulso del exterior.

En el grupo últimamente mencionadoson pues influencias externas (en parteantes y en parte después de la fecunda­ción) las que dan lugar a que de unembrión indiferente se desarrolle un ma­cho o una hembra. Un ejemplo de estaclase de determinación sexual es (segúnMax Hartmann y otros) la "Bonellia", uncurioso gusano del Mediterráneo con di­morfismo sexual especialmente marcado.Las hembras poseen un cuerpo de formaovoidea, con apéndice cefálico largo y fili­forme, y su longitud, contando este úl­timo, es de medio metro; los machos encambio son de extrema pequeñez y vivencomo parásitos en las vías genitales delas hembras. Claro es que en todos loscasos en que la determinación sexual esinfluída ya deun modo decisivo por fac­tores exteriores, es fácil ejercer una in­flu"ncia experimental. Desde que se sabeque determinadas sustancias del cuerpofemenino de la Bonellia y ciertas salesinorgánicas tienen la propiedad de actuarcomo masculinizantes, basta aportar es­tas sustancias a los individuos de "Bo­ne]]ia" en desarrollo para determinar avoluntad el sexo. Hay que decir, sinem­bargo, que la noción de que aquí sólolos factores ambientes entran en juegocomo realizadores del desarrollo del sexo,no es unánimemente aceptada. FritzBaltzer, zoólogo de Berna, opina que ladeterminación sexual en la "Bonellia" esmixta, es decir, hereditaria y dependientede influencias exteriores, ya que bajo lasmismas condiciones ambientes puedendesarrollarse simultáneamente animalesmachos y hembras.

En el primero de los grupos arribamencionados, al cual pertenecen los in­sectos, en los que por lo tanto la diferen­ciación sexual es puramente"genética, só­lo es posible influir experimentalmente

Bonellia. El desarrollo de este gusano marino en animalesmachos O hembras se debe en parte a factores exteriores.En esta figura se aprecia bien el apéndice filiforme de lacabeza de la hembra. Foto: Gubin.

sobre la determinación sexual modifi­cando los factores hereditarios, cosa quepuede efectivamente realizarse mediantedeterminados experimentos de bastardi­zación. De este modo, Thomas HuntMorgan encontró formas sexuales inter­mediarias en la drosófila y Goldschmidt,en sus experimentos de bastardización,creó dos razas dellíparo (Lymantria dis­par). Analizando las condiciones anatómi­cas y fisiológicas de estos intersexuales,pudieron adquirirse nociones trascenden­tales acerca de la localización y acción delos factores determinantes del sexo (ge­nes). La potencia bisexual de ambos sexos(cada uno de ellos posee los genes paracrear uno u o):ro sexo), que había sidoforzosamente admitida, quedó al mismotiempo confirmada. Estos factores de­terminantes del masculinismo y de la fe­minidad entran en acción con una pro­porción de fuerzas cuantitativamente de­terminada, la cual, en el cruce normal deindividuos de la misma raza, está dosifi­cada en tal forma que siempre son losgenes de un sexo los únicos que se des­arrollan; no por esto debe creerse que sehallan simplemente localizados en loscromosomas sexuales, pues en realidad

103

Macho adulto de sapo, transformado por la castración,con hdbito femenino completo.. Los ovarios estdn fuerte­mente desarrollados. F = Cuerpos grasos, L = pulmón,Ov = ovario, U = útero. Según Harms.

muestran, en cuanto a su localización,grandísimas diferencias, como precisa­mente ha demostrado la intersexualidad.No obstante, puede sentarse como prin­cipio que los factores determinantes deun sexo se hallan siempre localizados enel cromosoma X, mientras que los delotro pueden encontrarse en el cromoso­ma Y, en el plasma o en los demás cro­mosomas (autosomas). La aparición de laintersexualidad en la bastardización delas diversas razas de una especie debepues concebirse, según la teoría anterior­mente mencionada, como. un trastornode la proporción normal de fuerzas entreambos factores determinantes del sexo.Un desequilibrio tal puede manifestarseen el desarrollo de un bastardo, en cuantoque ambos factores determinantes delmasculinismo y de la feminidad actúansimultáneamente, se debilitan mutua­mente y de este modo dan lugar a un máslento y embarazado desarrollo de la de­terminación sexual. También puede ocu­rrir que el desarrollo de intersexos tengalugar en dos fases de determinación, se-

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guidas y monosexuales, como hace notarGoldschmidt en el caso de la Lymantriay se inclina a admitir también en otrosanimales; aquí el momento de evoluciónde la fase inicial en la fase posterior se­xualmente opuesta, el llamado "punto degiro", tiene gran importancia en el gradode intersexualidad del individuo des­arrollado. La importancia del punt r) degiro que Goldschmidt pone de manifiestoen la llamada "Ley cronológica de h in­tersexualidad", encuentra aceptación ge­neral en la Medicina. No obstante, recien­temente algunos zoólogos, particular­mente Fritz Baltzer de Berna y JakobSeiler q.e Zurich, han hecho objecionesprecisamente acerca de este "punto" dela teoría de Goldschmidt.

La posibilidad de determinar ex peri­mentalmente al sexo es posible asimismohasta cierto grado en el segundo de losdos grupos arriba citados, en el cual ladeterminación cromosomática es inesta­ble y puede dirigirse en un sentido o enotro. Aun cuando ya en los años 1<)05 a1907 R. Hertwig realizó con éxito ex­periencias de determinación sexual enanimales de este' grupo, sólo en esteúltimo tiempo se ha llegado a adquirirnociones acerca del proceso de diferencia­ción normal de las glándulas sexuales eneste grupo, que han permitido compren­der cómo tiene lugar en realidad esta de­terminación sexual voluntaria. En cir­cunstancias normales, la diferenciaciónde las células sexuales primitivas hastallegar a constituir las glándulas sexualesmasculinas o femeninas genéticamentepredeterminadas, depende de diversosfactores ambientes y del medio del tejidocircundante, con los cuales, con arregloa la determinación genética, tendrán queentrar en contacto en las primeras fasesdel desarrollo. Este diverso "medio am­biente" está constituído por la méd ula yla corteza del embrión; la médula asumela diferenciación de las glándulas sexua­les masculinas y la corteza la de 1as fe­meninas. Esta ganada inicial de tejidotodavía indiferente, será pues di rigida

,- 1

Dos p,)ltos (genéticammte masculinos); el de delante fuétratad" duraflte su. desarrollo embrionario con hormonafolicu/,cr. Según Dantschakoff.

por ( 1 tejido somático que la rodea en elsentido de evolución que corresponde asu determinación (Vera Dantschakoff).Sólo la relación entre la célula sexualprimitiva y determinada, y el soma queactú:t específicamente, es la que con­fiere al organismo su orientación sexualdefimtiva. La determinación por sí solano es más que un predominio de una ten­dencia sexual, pero no la exclusión com­pleta del potencial sexual opuesto. Uncambio de la evolución sexual puede te­ner lllgar bien por una influencia ejercidasobrt el tropismo genético de la célulasexual primitiva (en el sentido de unaalter;¡ción de la tendencia normal) o porla eliminación del tejido somático que ac­túa específicamente. Se han realizado conéxito experimentos de ambas clases en losanuros y en las aves. Mediante una super­maduración uterina producida artificial­mente en huevos de rana, en los cuales sedesarrollaban igual número de machosque ele hembras, puede alterarse la pro­porci(¡n en favor de los machos hasta talpunto que se llega a producir hasta el Íoopor ci(~nto de embriones masculinos. Aquíla transmutación del embrión genética­ment!' femenino es de atribuir, segúnWitschi, a que la célula sexual primitiva,que genéticamente presenta la determi­nacióll sexual, no muestra ya el "tropis­mo positivo" normal con respecto a la

corteza, sino que ha adquirido un tropis­mo para la médula inductora de masculi­nidad. De la misma manera pueden in­fluir sobre la diferenciación sexual lastemperaturás anormales. Witschi some­tió los huevos de una rana de bosque,tempranamente diferenciada, a la si­guiente experiencia: Los dividió en dosgrupos, exponiendo uno de ellos a tem­peraturas altas pero todavía soportables.Mientras que del otro testigo nacían igualnúmero de machos que de hembras, en elgrupo sometido al calor solamente se des­arrollaron machos. El calor tiene, pues,la misma influencia sobre la determina­ción sexual que la supermaduraciónuterina de los huevos. Por el contrario,las células sexuales genéticamente mas­culinas sometidas a la acción del frío ex­perimentaban la influencia de la cortezay se transformaban en ovocitos. Así, pues,con la acción. experimental del frío se des­arrollaban exclusivamente hembras.

Polto (genética­mente masculi­no) que me­diante untratamiento porhormonas sehitbia transfor­mado en hem­bra, dura..te suretrotra..s­formación enmacho. SegúnDantschakoff·

TOS

El zoólogo Fritz BaUzer, de Bema. Fotopress.

En el sapo terrestre (Bufo vulgaris) se halogrado incluso producir una transforma­ción sexual completa en individuos des­arrollados. Harms castró amachosadultosde sapo, cuya tendencia hermafrodita hasido ya citada (pág. 94) y administró a loscastrados una alimentación especialmen­te rica en grasas. Después de extirpar lostestículos, del órgano de Bidder se formóun aparato sexual femenino. Estos en­sayos han sido también realizados con elmismo resultado por Kitty Ponse, zoólo­ga de Ginebra. Esta investigadora logró,en sapos machos, que se formaran ovariosmediante la castración y sus huevos po­dían ser fecundados. Mientras que en losexperimentos de Harms, la transforma­ción de sapos masculinos en hembras de­pende de una alimentación buena yabundante, siendo estimulada por unaalta proporción de grasas, la transforma­ción sexual obtenida en los ensayos dePonse se logró sin influencia del metabo­lismo. Barms atribuye esta diferencia aque las razas ginebrinas y florentinas delsapo terrestre, con las cuales trabajó

106

Ponse, son todavía más "inestables" quelas razas de la Alemania central queempleó Harms en sus experimentos.

Un éxito tan rotundo como el de estosensayos en sapos, no ha podido con~e­

guirse jamás en las castraciones que d('s­de hace tanto tiempo se practican en elhombre y en los más diversos animal,~s.

La extirpación de las ganadas da por re­sultado, por regla general, un ser que, encuanto a su constitución, es intermedioentre ambos sexos. La influencia de lacastración sobre el hombre y los anima [esdomésticos hace ya mucho tiempo que esde todos conocida. Ahora bien, el descu­brimiento de la acción endocrina de lasglándulas sexuales ha hecho que se con­sidere la castración en un nuevo aspecto.La castración, asociada a la transplan [a­ción gonádica o a la administración dehormonas, es un experimento practicadoen sus más diversas variantes en estosúltimos tiempos y el cual no solamente Ilapermitido realizar grandes adelantos enla investigación de las hormonas, sino que

El zoólogo]akob Seiler, de Zurich. Fotopress.

tambi,:n ha contribuído poderosamenteal escLlrecimiento del desarrollo de loscaracteres sexuales secundarios (en elsentido usual). No hemos de ocuparnosaquí de los numerosos e interesantes en­sayos hechos en este terreno; hasta la fe­cha no se ha logrado aún producir unatransformación sexual duradera median­te la allministración de hormonas.

En cambio, la aparición de los "free­martin s" entre las vacas muestra que lainfluencia hormónica sobre el desarrollo delos car:lcteres sexuales puede llegar hastatal punto que produzca estados inter­sexuaks. Por otra parte, los experimentoshechos por Dantschakoff con la hormona·fo1icu18 r en los embriones de gallina, hanlogrado producir una transformación se­xual innegable, únicamente mediante laacción de hormonas, si bien por untiempo limitado. Los embriones muyjóvenes de determinación masculina perotodavÍ<l no diferenciados sexua1mente,que hasta salir del cascarón fueron trata­dos con hormona folicular, se desarrolla­ban siempre como hembras. Algún tiem­po después resultaba, sin embargo, laacción (le1 gen superior a la de la hor­mona a portada del exterior y el ave setransformaba de nuevo en un macho. Así,pues, mediante el tratamiento con hor­mona fl ¡licu1ar de un polluelo genética­mente masculino, puede producirse unainnervación sexual completa, aun cuandosolamente temporal; por el contrario, unave gendicamente femenina, tratada conhormon:t masculina, no se transforma enun macho. Si en las aves es pues la hor­mona femenina la que puede cambiar elsexo, en los mamíferos e's la hormonamasculina la que provoca análogos fenó­menos, :-,iendo de notar que la hormonafemenina, inyectada a un embrión de ver­tebrado, parece ser que actúa morta1-

mente. La inyección de hormona mascu­lina en el embrión genéticamente feme­nino del conejillo de Indias conduce almismo resultado que realiza espontánea­mente la Naturaleza en los "freemartins".Actualmente se acepta que ambas clases dehormona sexual son producidas por cadauna de las glándulas sexuales, pero quenormalmente una p!,"edomina e inhibe laacción. de la otra. La explicación de ladiferencia en la reacción de aves y ma­míferos cree haberla encontrado Dan­tschakoff suponiendo que en cada una deambas clases de animales la hormona delsexo heterogamético en cada embrión esproducida antes que la del homogaméticoy que los tejidos del embrión se acomo­dan a esta circunstancia; por lo tanto,sólo pueden aprovechar la hormona apor­tada del exterior cuando corresponde a laque circula normalmente en la sangre eneste estadio primitivo. Este hermafrodi­tismo hormónico en el caso de los "free­martins" y las transformaciones sexua­les experimentales que se producen enlas aves por la acción de las hormonasmuestran que éstas desempeñan tam­bién un papel importante en la realiza­ción y diferenciación de los sexos. En loscasos en que aparecen espontáneamentefases intersexuales (éstas se conocen tam­bién en el hombre) puede pensarse, pues,en la posibilidad de un trastorno delequilibrio endocrino.

En caso de hallarse trastornado dichoequilibrio, incluso se llega a hablar de"hermafroditismo endocrino". H. Nau­joks ha demostrado que la administra­ción de hormonas puede ser también tera­péuticamente eficaz en el hermafroditis­mo congénito, que en el hombre no esadmisible que dependa de una causa hor­mónica, sino que es atribuído a un tras­torno del balance de los genes.

Contra toda clase de dolores, cualquiera sea su origen

CIBALGINA

lO?

Notas para el práctico

Algunos remedios antipalúdicos.El Dr. Otto Fischer pása revista a diversos

preparados antipalú.dicos. Al ocup~rse de. lospreparados de quimn.a cI~a l~ Qumo-FItll?-a,sal de quinina del áCIdo mosItohexafosfónco(combinación fosfórica que se encuentra nor­malmente en los vegetales).

I g. de Quino-Fitina contiene 0,58 g. dequinina básica que, en cuanto a su efectoterapéutico, equivale a 0,7 g. de quinina. LaQuino-Fitina reune la acción espe.c~fica delalcaloide con la roborante de la Fltma y sepresenta en pequeños comprimidos de 0,1 g.muy fáciles de tomar. En el Instituto deHigiene naval y tropical se administr~b?- laQuino-Fitina a dosis de 2 compnmldoscinco veces al día, llevando a cabo el trata­miento según el método usual en dicho Insti­tuto. A continuación cita algunos casos:

l. Malaria terciana. Después de administrarla Quino-Fitina, al principio durante laelevación de la fiebre, deja de presentarse elpróximo acceso que se esperaba. Al segundodía de la medicación se encuentran todavíaalgunos gametos y el tercer día no se en-cuentran ya parásitos en la sangre. .

2. Malaria tropical. Después del trg.tamlen­to con la Quino-Fitina se produce una de­fervescencia lenta; el segundo día han desapa­recido ya los esquizontos de la sangre, perolas semilunas se encuentran todavía durantesemanas. El enfermo se repone igualmentemuy bien.

Este efecto favorable era de esperar aten­diendo a la proporción de quinina que con­tiene el preparado. Tampoco ha de extrañarque estos resultados se obtenga~ co~ dosis dequinina más pequeñas de lo ordmano (0,7 enlugar de I g. por día) pues, incluso se hanobservado análogos éxitos con cantidades dequinina todavía menores (0,3-0,6) (Mühlens).

La cinconina, uno de los alcaloides acceso­rios de la corteza de quinina, logró produciIbuenos resultados en algunos casos de ter­ciana. Los parásitos desaparecían con bastaJ?-­te rapidez de la sangre; en la cuartana, smembargo, fracasó por completo. Los prepara­dos de bismuto tienen cierta eficacia, tantoen la terciana como en la forma trópica. Losaccesos desaparecen y disminuye el númerode parásitos en la sangre. Dr. O. Fischer.(Münchner medo Wschr., N.O I2, año 74.)

Los coagulantes:El control de su acción aplicado a la clínica

El valor terapéutico de los- coagulantescorrientes es examinado en este trabajo, com­parando el resultado de los ensayos experi­mentales en el hombre y los datos de laliteratura. Entre los preparados sometidos aensayos se citan las sales de calcio, la soluciónde pectina, el fibrinógeno Merrel, el suero decaballo y los preparados de ~ígado; entre losusados por vía parenteral Ílguran el calcIO,

108

la solución de gelatina al 10 por ciento, suerode caballo, Anthema, fibrinógeno Mene!,tromboplastina, preparados de hígado, sol u­ción de pectina, sangre del propio paciell tey Coaguleno. El Coaguleno fué administradosolamente por vía parenteral, en inyeccionessubcutáneas, pero nunca intravenosas, P' Ir­que los autores consideran que este modo deaplicación no está del todo exento de peligr l >s.

En el departamento laringológico del hospi­tal "Juan A. Fernandez" se ha usado CI)nregularidad el Coaguleno de tal modo que ]OSautores han tenido ocasión de observal' a lospacientes así tratados, especialmente en cua u­to a la acción de este producto sobre la coagu­lación sanguínea. La técnica corriente de tra­tamiento preoperatorio consistía en inyectaral paciente por vía subcutánea 20 cm. s deCoaguleno la víspera de la operación.

Después de la intervención quirúrgica serepetía la inyección. Las determinaciones dela coagulación sanguínea efectuadas en estospacientes antes y después de la primera inyec­ción de Coaguleno, mostraban que pocas ho­ras después de la inyección se abreviaba e\'i­dentemente el tiempo de coagulación, efectoque se acentuaba todavía más pasadas algu­nas horas y que a menudo persistía durante24 horas. En otros sujetos los autores ensa­yaron una preparación pre-operatoria m,'Lslenta, invectando una a dos veces al día 1,5 a5 cm. S de Coaguleno (durante cuatro a seisdías antes de la operación). Los efectos conse­guidos no eran ni con mucho comparables a.los producidos por una sola inyección de20 cm.s. De aquí deducen los autores queel Coaguleno, tanto a título de profilácticocomo usado terapéuticamente, debe ser inyec­tado a la dosis de 20 cm. s, pues con una i 11­

yección tal se influye rápida y vigorosamentesobre el tiempo de coagulación. Esta mismadosis puede ser repetida en caso necesario, yaque, administrado por vía subcutánea, no ~e

han observado nunca fenómenos secundari()s.desagradables.

Dres. Beretervide, Neyra y Fittd.(La Prensa Médica Argentina, N.O IO, mar. o·de I935.)

El tratamiento de las hemorragias porun extracto hemático (Coaguleno "Ciha")

El autor ha tenido ocasión de emplear ,.¡­Coaguleno en una serie de hemorragias <le·diversas clases, obteniendo muy buenos resu l­tados. Comunica cinco casos en los que estepreparado, administrado por vía intravenosao intramuscular, dió resultados especialmente·favorables. Se trataba de un caso de hemorra­gia intestinal en el curso de la fiebre tifoide;l,de una metrorragia en una mujer joven, de·una hemorragia consecutiva a una extraccióndentaria en un hemofílico, de una hemoptisisen un tuberculoso y de un caso de hemospel-­mia. Por último, se recomienda el Coagulen ')en las hemorragias de diversa etiología comoremedio bien tolerado, no tóxico ni iIritantl'.

E. Attalah ..(La Pratique Médicale, N.O 4, abril de I938.;·

Contra Hemicránea

Neuralgias

Dismenorrea

Cólicos biliares y renales

Cistitis

Gastralgias

Espasmo-CibalginaEspasmolftico Analgésico Sedante

Permite tratar eficazmente los

estados dolorosos producidos

por espasmos

No contiene alcaloides

Grageas

Supositorios

1°9

Notas acerca del tema

La determinación intencional del sexoproducida por hormonasha sido ya mencionada en la pág. lOÓ. VeraDantschakoff inyectó a embriones genética­mente femeninos del conejillo de Indias hor­mona sexual masculina (Perandren "Ciba")y con ello obtuvo la transformación de losembriones normalmente sexuales en mter­sexuales. Análogos ensayos han sido realiza­dos por R. R. Greene. Este trató a rataspreñadas con Perandren y de este modo pudoproducir igualmente intersexuales. BaJo lainfluencia de la hormona sexual masculma,los animales jóvenes de determinación sexualfemenina se desarrollan dando lugar a am­males adultos con útero, trompas y una partede la vagina, juntamente con epidídimos,conductos deferentes, vesículas seminales,lóbulos prostáticos y pene. A la inversa, ad­ministrando grandes cantidades de Ovo­ciclina P "Ciba" a ratas preñadas, Greene lo­gró influir sobre la evolución sexual 'de losfetos masculinos, hasta tal punto que se des­arrollaban machos feminizados o hermafrodi­tas, resultado que por cierto se contradice conlas observaciones experimentales de Dan­tschakoff, según las cuales la hormona folicu­lar ejerce siempre una acción mortal sobre losembriones de conejillos de Indias (véasepág. 107). De una manera análoga a lo reali­zado por Dantschakoff en embriones de galli­na, F. Ludwig y Jul. v. Ries han hecho en­sayos en huevos de gallinas fecundados, in­yectando al cuarto día de la incubación Ovo­ciclina P "Ciba", a través de la cáscara delhuevo, directamente en la vejiga alantoidea,De los huevos así tratados, cuya incubaciónse terminó en una estufa, salieron polluelosexclusivamente femeninos. Los embriones degallina que en otras circunstancias se hubie­ran desarrollado como polluelos machos, pu­dieron ser, pues, transformados en hembrasmediante la acción de la Ovociclina P. Cuandolas cantidades de Ovociclina P inyectadas enla vejiga alantoidea eran menores, los embrio­nes masculinos se desarrollaban como mter­sexuales.

La única familia bisexual de insectos

que conocemos es la de las moscas termitas(Termitoxénidos), las cuales viven como pará­sitos en las cámaras de huevos y larvas de loshormigueros de termitas. Como quiera que sudesarrollo y su reproducción tiene lugartambién en el interior del hormiguero y de es­te modo se sustraen casi completamente a laobservación, E. Wasmann, que fué el primeroque las observó y describió (1902), creía quelas moscas termitas, al contrario de otras mos­cas, no atraviesen períodos de transformacióny en vista de que nunca babía encontradoanimales machos, aceptaba que estos ani-

IIO

La mosca termita hermafrodita (Termitoxenia assmutltiWasm.). Según Assmuth.

males tenían que ser hermafroditas. En esilJsúltimos años, criando moscas a partir delhuevo, se pudo aportar la prueba de que lasmoscas termitas también pasan por una me­tamorfosis completa, si bien es verdad que lafase del huevo, en comparación con la de laryay la de ninfa, es extraordinariamente larga.En cambio, nuevas observaciones confirm;l­ron el hermafroditismo que fué durante mu­cho tiempo sospechado, pero también discu­tido con frecuencia. La maduración de losespermios tiene lugar ya en la larva y en laninfa, de modo que el insecto joven, adem.'lsde óvulos sin desarrollar, presenta tambi<':nesperma maduro. Según Reichensperger, lascondiciones de localización de los genitalesindican que, además de una fecundación m 11­

lua de insectos jóvenes, puede presentarsetambién más tarde la autofecundación.

Dr.R.j(.

La inversión del sexobajo la influencia de un parásitoes un fenómeno frecuentemente observadoen los cangrejos, que fué descrito ya en 18.')7por Alfred Giard (1846-1908) bajo el nombrede castración parasitaria. Algunos decápodus,como las diversas especies de esquilas, elcaracol soldado y la dromia, constituyen elindispensable lugar de desarrollo de un pe­q ueño rizocéfalo, la "Sacculina", pertene­ciente a los cangrejos inferiores. La larva de"Sacculina" que nada libremente en lasaguas del mar, busca por sí misma al animalque ha de alojarla y se adhiere a él; a con­tinuación se desprenden sus extremidades, demodo que el muñón que queda se asemeja aun saco tubular. En esta forma la "Sacculi­na", mediante una unión articular relativa­mente blanda, puede llegar al cuerpo de sualojador, viniendo a constituir así un_ento-

parási I o. Como tal alcanza el segmento ab­domin;t1 del canal intestinal del animal alo­jador, se fija firmemente allí y extiendeen todas direcciones una especie de raícesentret,·jidas. Estas rodean finalmente losórgan, >5 del cangrejo así asaltado y le sus­traen I odas las valiosas sustancias nutritivas.La víctima es esquilmada poco a poco y encambi, >el parásito puede desarrollarse hastaalcanz;lr la madurez sexual; solamente des­pués de ésta (la "Sacculina", igual que todoslos cirrópodos, es hermafrodita) sale el pará­sito 01 ra vez al exterior y permanece algúntiemp' >adherido al animal como ectoparásito.El ani mal alojador ha sufrido entretanto ungrave trastorno, el cual se manifiesta muchomás persistente en los machos. Los animaleshembras atacados por los parásitos muestrana vece', exteriormente reducciones en sus ex­tremidades abdominales y en su interiorpuede" hallarse los ovarios parcial o total­mente destruidos; no obstante, después dedesprenderse o de morir el parásito, los ór­ganos destruidos se regeneran. Otra cosaocurre en los machos: Si en éstos las gonadashan sirio destruidas por el parásito, no vuel­ven a regenerarse en el mismo sentido que an­teriorJllente, sino que forman una gonadaherma frodita compuesta de tejido ovárico ytejido testicular. Pero no solamente son lasgonad,Ls de estos cangrejos las que adquierenun ca':tcter hermafrodita, sino que al mismotiempo se modifica también el hábito delmache> castrado por la acción del parásito ytoma Iln carácter más o menos femenino.

La I Llodificación de los caracteres sexuales,que siempre tiene lugar en dirección de lafemini lación de los machos, es consideradahoy dia por muchos autores como fenómenode intnsexualidad, no de causa cigótica, sinoprodu('ido por influencias secundarias; ver-

dad es qüe la simple- insuficiencia de hor­monas sexuales, cuya existencia no está porotra parte comprobada en los cangrejos" noconstituiría una explicación satisfactoria. Asíopinan también dos japoneses, que han lleva­do a cabo detenidas investigaciones con ladromia japonesa. Este cangrejo es muy difícilde distinguir de la dromia china que reciente­mente ha invadido también algunas aguaseuropeas; lo mismo que ésta, también losanimales jóvenes emigran en determinadasépocas remontando la corriente y dirigiéndosehacia la tierra, realizando cada año un nuevoavance (en el Yangtsekiang se ha pescado unadromia a 1300 km. de la costa), mientras quelos cángrejos adultos de más de 40 mm. delongitud de caparazón se dirigen nuevamenteal mar para desovar. Con ocasión de esta re­tirada pueden ser capturados fácilmente estosanimales en grandes cantidades y los que sehallan atacados por parásitos pueden recono­cerse fácilmente por presentar un tumorblanquecino, constituído esencialmente porla trama tejida por el parásito. Gracias alextraordinario material de observación re­cogido de esta forma, ha podido reconocerseque los machos castrados parasitariamente nosólo presentan alteraciones en sentido de unafeminización y que se originan glándulas her­mafroditas, apareciendo un hábito femeninomás o menos marcado (como ya se habíaobservado anteriormente incluso en otrosdecápodos), sino que se encuentran todos losgrados de intersexualidad entre estos ani­males atacados, incluso machos completa­mente transformados. En las dromias con in­versión sexual completa, es decir, portadoresde ovarios y todos los caracteres externos dela hembra, el sexo primitivo solamente podíareconocerse en restos de los orificios sexualesmasculinos que desembocan en el último seg-

Oistonías vegetativas de todos los sistemas orgánicos

Insomnio debido aestados espasmódicos de los órganos

de musculatura lisa

Espasmo-sedativo y somnífero

III

,...

mento torácico y en la falta de los gonoporosfemeninos que asientan en el borde anteriordel quinto segmento. El hecho de que juntoa los intersexuales externos, con testículosatrofiados, y animales completamente trans­formados, se observen también otros indivi­duos con glándulas hermafroditas, parececonfirmar que los restos de las ganadasmasculinas son transformados en un ovario,pasando por cierto estado intermedio her­mafrodítico, merced a la invasión de los ele­mentos femeninos, que llegan a ahogar a losmasculinos. Dr.R. K.

La cornam.enta de pelucaAsí se denomina una cornamenta perma­

nente, de crecimiento ilimitado y anómalo,que según J. Tandler y S. Gross aparece aveces en los venados cuando se atrofian susgenitales o después de la castración. Si estaúltima intervención tiene lugar en una épocaen que las astas primitivas todavía no handescorreado, éstas evolucionan inmediata­mente en la forma de "peluca". Si, por elcontrario, es castrado cuando ya lleva corna­dura, según estos autores, el animal pierdesus astas algunas semanas después de lacastración y en su lugar se desarrolla la corna­menta de peluca. Según Rarig, en los ciervoscastrados muy jóvenes no se desarrollan bazasni astas, mientras que los de mayor edad con-

Cornamenta de peluca de un co·rzo castrado. Según Tan·dler y Gross.

Ciervo de 3 años, castrado en el 2. 0 año con COi ¡¡adura debarras. Según Talldler y Gross.

servan su cornadura desarrollada; ésta puedetambién seguir creciendo, pero sin ramificarse,de tal manera que resultan astas lar;~as y nodivididas. La castración no surte efecto algu­no sobre la cierva. Lo mismo que el ciervo,también el "Antilocapra americanic<l ", únicoanimal astado que se desprende pt'riódica­mente de su cornadura, conserva por siempreésta después de la castración. j)r.R.K.

El dictam.en acerca del sexo,emitido a fines del siglo XVII por el médicofrancés J. Duval, sobre una persona llamadaMaría le Marin, atestigua un métoc1Q de re­conocimiento que, considerando la (poca enque se llevó a cabo, puede calificarse de extra­ordinario. Gracias a él, la citada M,.ría quebabía sido bautizada y educada COIlIO niña,pero que deseaba casarse con una jtJven, selibró de una muerte violenta a la qu,' habríatenido que sucumbir años después. l.a comi­sión examinadora nombrada oficialmente acausa de su solicitud de matrimoni". y queestaba formada por un farmacéutict I y doscirujanos, había declarado que M"ría eramujer, en vista de lo cual el procur"dor delRey de Francia exigió que fuera quelJlada vi­va. Habiendo interpuesto la interfect .• un re­curso ante el Tribunal de apelación de Rouen,fué nombrada otra comisión constituida pormédicos y comadronas para que decidiera aqué sexo pertenecía la procesada. Untl de losmiembros de esta comisión era Duval, que fuéel único que en contra de todos sus colegasdictaminó que María debía ser con~íderada

como hombre. Su opinión no se fundaba sola­mente en el examen exterior, sino en 11!1 minu­cioso reconocimiento, gracias al cU;il pudocomprobar el verdadero y oculto sexo deMaría. Cuando Duval finalmente logré> impo­nerse con sus argumentos, los juece-; no seatrevieron, sin embargo, a obrar en conse­cuencia. María fué obligada a seguir llevandovestidos de mujer pasta los 25 años y se laprohibió que conviviera con personas de unou otro sexo. JJr. R. K

Redacción y Administración: Sección científica de la Sociedad para la Industria Química en Basileo (Suiza)

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