Actas – III Congreso Internacional Latina de Comunicación ...

33
Actas III Congreso Internacional Latina de Comunicación Social III CILCS Universidad de La Laguna, diciembre 2011 ISBN - 13: 978-84-939337-6-0 / D.L.: TF: 1.111-2011 Página 1 La información en episodios de crisis: la tormenta tropical Delta en los medios de comunicación impresos canarios y nacionales. Sergio Luis Mederos Cruz, Facultad de Ciencias de la Información, Doctorando en la Universidad de la Laguna. smederos@radio6tenerife.com Resumen: El año 2005 en Canarias pasará a la historia de la meteorología canaria por la inusual visita de una tormenta tropical, denominada "Delta" por el Centro Nacional de Huracanes de EE.UU. La tormenta se generó en aguas tropicales y en su desplazamiento anómalo afectó a las Islas Canarias los días 28 y 29 de noviembre, con rachas de viento que superaron los 150 Km /h. Esta perturbación se cobró la vida de al menos 7 personas, produjo importantes daños materiales y largas interrupciones en el fluido eléctrico. La ponencia analiza el comportamiento de los medios de comunicación impresos en aquel momento en función de la metodología de análisis de contenidos de Krippendorf. Las hipótesis planteadas contemplan aspectos relativos a si los periódicos informaron con anterioridad de la llegada de la tormenta teniendo en cuenta su relevancia o si se dieron a conocer sus posibles y graves consecuencias antes de sus efectos en las islas desarrollando una comunicación efectiva frente a la crisis. También, se incluye el tratamiento en los medios impresos regionales y nacionales después de la aparición del fenómeno atmosférico. Palabras clave: Comunicación, crisis, riesgo, tormenta tropical Delta, alarma social. Sumario: 1.- Introducción. 2.- Riesgo, desastre y periodismo especializado. 3.- Objetivo: justificación e hipótesis. 4.- Metodología. 5.- Resultados de la investigación. 6.- Conclusiones. 7.- Bibliografía. 8.- Anexo. Introducción En el año 2005, España registró dos perturbaciones meteorológicas con características de tipo tropical. La primera fue el huracán Vince que se formó en las cercanías de Madeira, lejos de los entornos propiamente tropicales. Posteriormente, se desplazó hacia las costas del golfo de Cádiz, ya muy debilitado, para adentrarse en las provincias de Andalucía occidental dejando fuertes rachas de vientos e intensas precipitaciones, en especial en Córdoba capital. Todo esto aconteció el 11 de octubre de 2005. La segunda perturbación, la que será objeto de nuestra investigación, fue denominada como Delta por el Centro Nacional de Huracanes de EEUU (NHC, Nacional Hurricane Center).

Transcript of Actas – III Congreso Internacional Latina de Comunicación ...

Actas – III Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – III CILCS – Universidad de La Laguna, diciembre 2011

ISBN - 13: 978-84-939337-6-0 / D.L.: TF: 1.111-2011 Página 1

La información en episodios de crisis: la tormenta tropical Delta en los medios de comunicación impresos canarios y nacionales.

Sergio Luis Mederos Cruz, Facultad de Ciencias de la Información, Doctorando en la Universidad de la Laguna.

[email protected]

Resumen: El año 2005 en Canarias pasará a la historia de la meteorología canaria por la inusual visita de una tormenta tropical, denominada "Delta" por el Centro Nacional de Huracanes de EE.UU. La tormenta se generó en aguas tropicales y en su desplazamiento anómalo afectó a las Islas Canarias los días 28 y 29 de noviembre, con rachas de viento que superaron los 150 Km /h. Esta perturbación se cobró la vida de al menos 7 personas, produjo importantes daños materiales y largas interrupciones en el fluido eléctrico.

La ponencia analiza el comportamiento de los medios de comunicación impresos en aquel momento en función de la metodología de análisis de contenidos de Krippendorf. Las hipótesis planteadas contemplan aspectos relativos a si los periódicos informaron con anterioridad de la llegada de la tormenta teniendo en cuenta su relevancia o si se dieron a conocer sus posibles y graves consecuencias antes de sus efectos en las islas desarrollando una comunicación efectiva frente a la crisis. También, se incluye el tratamiento en los medios impresos regionales y nacionales después de la aparición del fenómeno atmosférico.

Palabras clave: Comunicación, crisis, riesgo, tormenta tropical Delta, alarma social.

Sumario: 1.- Introducción. 2.- Riesgo, desastre y periodismo especializado. 3.- Objetivo: justificación e hipótesis. 4.- Metodología. 5.- Resultados de la investigación. 6.- Conclusiones. 7.- Bibliografía. 8.- Anexo.

Introducción En el año 2005, España registró dos perturbaciones meteorológicas con características de tipo tropical. La primera fue el huracán Vince que se formó en las cercanías de Madeira, lejos de los entornos propiamente tropicales. Posteriormente, se desplazó hacia las costas del golfo de Cádiz, ya muy debilitado, para adentrarse en las provincias de Andalucía occidental dejando fuertes rachas de vientos e intensas precipitaciones, en especial en Córdoba capital. Todo esto aconteció el 11 de octubre de 2005. La segunda perturbación, la que será objeto de nuestra investigación, fue denominada como Delta por el Centro Nacional de Huracanes de EEUU (NHC, Nacional Hurricane Center).

2

La tormenta se generó en aguas tropicales y en su desplazamiento

anómalo afectó a nuestras Islas Canarias los días 28 y 29 de noviembre. Este acontecimiento hay que catalogarlo de especial según comprobamos en la siguiente imagen a partir de los datos del NOAA ( Nacional Oceánica Atmospheric Administration) de EEUU. Observamos como a lo largo de muchos años existió un “vació” de este tipo de fenómenos atmosféricos en la zona limitada por Canarias, Madeira, y el suroeste de la península Ibérica.

Trayectorias de tormentas tropicales y huracanes en la cuenca atlántica para el periodo 1851-2004 según datos NOAA. Nótese este tipo de perturbaciones en dicho periodo en zonas próximas a Canarias.

La tormenta se formó aproximadamente en el Atlántico subtropical a 25 º

N, 40 º O y el NHC emitió el primer aviso sobre la misma el 23 de noviembre. El desplazamiento inicial fue errático y lento. Posteriormente, el sistema fue desplazándose hacia el noreste para tomar más tarde una dirección que le llevaría a las cercanías de las Islas. En la siguiente figura se puede ver la trayectoria seguida por el centro de la depresión en superficie a los largo de su ciclo de vida, desde el día 24 al 29 de noviembre, así como intensidad.

Trayectoria real seguida por el centro de la depresión tropical en la superficie desde el día 24 nov.12 horas UTC hasta el 29 nov. 00 UTC, así como su grado de intensidad: depresión tropical (TD, Tropical Depresión ), tormenta tropical ( TS, Tropical Storm ) o tormenta tropical severa(STC, Severe Tropical Storm) Fuente: CEPPM (Centro Europeo de Predicción a Plazo Medio)

3

En la imagen siguiente del satélite METEOSAT, hacia las 15 horas UTC

del día 28 de noviembre visualizamos que la nubosidad más compacta aparece en la zona de Madeira, asociada a las precipitaciones más importantes; mientras que más al sur es más uniforme , destacando distintas estructuras en bandas, al oeste de las Canarias y al norte de las islas occidentales. También se presentan los vientos calculados a partir de desplazamientos de trazadores nubosos en sucesivas imágenes METEOSAT. Se nos indica que había ya vientos intensos, y señala rasgos de la circulación atmosférica: vientos de componente oeste en la tormenta tropical, y tras ésta una importante profundización del aire frío, con componente norte a niveles bajos, acorde con la nubosidad celular observada.

Imagen del Canal visible, VISO.6, del Meteosat-8, hacia las 15 UTC del 28 de noviembre. Vientos del METEOSAT-7, barbas en nudos (un nudo=1,85 Km/h) calculados para imágenes del canal visible (VIS) o del infrarrojo (IR); el color representa la altitud aproximada según 4 capas o niveles fijos de presión.

Los efectos del Delta se dejaron sentir sobre todo en viento, y en menor

medida en lluvia, de forma que la zona más activa en cuento a precipitaciones se produjo lejos de las islas. Los vientos y rachas más intensas se registraron después de las 18 UTC; las islas orientales se vieron afectadas, como es lógico, después de las occidentales. El viento en el observatorio meteorológico de Izaba , situado a 2.367 m. de altura sobre el nivel mar, fue muy intenso con rachas a las 20:31 UTC, de unos 248 Km/h, y con temperaturas relativamente cálidas y alta humedad, como corresponde a una masa de tipo tropical.

Tabla de valores de rachas de viento en cada isla Fuente: INM

4

Esta perturbación produjo gran cantidad de daños en el Archipiélago a causa del fortísimo viento generalizado. Los vientos en tierra llegaron a ser muy intensos y, en ocasiones, superaron velocidades que pueden considerarse como huracanadas (más de 118 km/h) en casi todas las islas.

El Delta se cobró la vida de al menos 6 inmigrantes subsaharianos al naufragar a 240 millas del sur de Gran Canaria, la patera en la que viajaban cerca de 50 personas. El aviso que dio el buque mercante Etolile Lava permitió al Esperanza del Mar, que estaba a 45 minutos de la zona del naufragio, emprender con rapidez las tareas del rescate de 32 supervivientes. Por otro lado, la tormenta tropical provocó un muerto más en la isla de Fuerteventura arrastrado desde su azotea por el viento huracanado. Además, la caída de una palmera hirió de gravedad a una mujer en la capital de la isla de la Palma.

Los daños materiales fueron cuantiosos y sus consecuencias numerosas: cortes de carreteras, largas e importantes interrupciones del fluido eléctrico por caída de las torretas, desprendimientos, caídas de árboles, vallas, muros, cristales reventados, todo tipo de objetos arrancados por el temporal, graves daños en la agricultura, en viviendas y vehículos; cancelación de operaciones en puertos y aeropuertos, caos en los hospitales, incomunicación telefónica, suspensión de las clases en los centros educativos…

Quedan incógnitas por resolver y desvelar: cómo y por qué una perturbación generada en el norte del Atlántico Tropical pudo, en su desplazamiento, evolucionar hacia latitudes más altas sin debilitarse notoriamente, y dar casi de lleno en las Islas Canarias. Lo normal hubiera sido que fuese arrastrada hacia el oeste por los débiles flujos tropicales de niveles medios y altos, o morir en la misma zona donde se generó. Una concatenación de acontecimientos, algunos de ellos difíciles de evaluar hicieron que el Delta evolucionara hacia latitudes más altas para ser captada por el flujo del oeste asociado con una vaguada situada en las cercanías de la Península Ibérica. Todo ello en una temporada muy activa en cuento al número e intensidad de ciclones en la cuenca atlántica.

Si se conocía la evolución y la llegada de la tormenta Delta, ¿por qué no se declaró la alerta con mayor antelación en la totalidad de las islas como se hizo en la isla de El Hierro? ¿Por qué la mayoría de los periódicos no informó el 28 de noviembre de 2005 o días anteriores de la llegada de Delta para adoptar las medidas de seguridad con más antelación?, además de poder fallar en el aviso de alerta el Instituto Nacional de Meteorología;¿los medios de comunicación escritos no contaron con periodistas especializados en la materia? ¿ se diseñó una comunicación adecuada de riesgo que pudiera aminorar las consecuencias del desastre natural que se avecinaba? Son algunas de las preguntas que se platean en este trabajo de investigación para poder resolverlas.

5

1.1.- ¿Por qué se llamó “Delta” a la tormenta?

Los meteorólogos empezaron a nombrar los huracanes y tormentas tropicales para permitir facilidad de comunicación entre ellos y el público en general en áreas relacionadas con las previsiones, avisos y peligros. Al darle nombre a los huracanes, hay una reducción en la confusión sobre qué tormenta es la que se está describiendo.

Los nombres permiten una mejor identificación entre los servicios meteorológicos y los usuarios que reciben la información (informes de alerta, información en general), ya que particularizan el fenómeno y de esa manera se conoce a cuál fenómeno se refieren los boletines de alerta.

Por siglos, muchos huracanes en las Antillas eran nombrados por el santo del día en que afectaba el huracán. Por ejemplo, el "Huracán de Santa Ana", que azotó Puerto Rico con excepcional violencia el 26 de Julio de 1825, y "San Felipe" (el primero) y "San Felipe" (el segundo) que afectaron Puerto Rico ambos en Septiembre 13, el primero en 1876 y el segundo en 1928. Igualmente, el "Huracán de San Zenón", que destruyó la ciudad de Santo Domingo (República Dominicana), el día 3 de Septiembre de 1930.

El primer meteorólogo que utilizó un nombre propio (de mujer) para referirse a un huracán fue el australiano Clement Wragge a finales del siglo 19 y principios del 20.

Un ejemplo temprano del uso de nombre de mujer para una tormenta fue el de la novela "Tormenta" de George R. Stewart, que luego Walt Disney llevó al cine. Durante la segunda guerra mundial (1939-1945), esta práctica se hizo común, especialmente por los meteorólogos de la Fuerza Aérea y de la Armada de los Estados Unidos de América, quienes tenían que seguir los movimientos por el gran espacio del Océano Pacífico.

En 1953, los Estados Unidos abandonaron, por confuso, el plan de nombrar las tormentas usando un alfabeto fonético (Able, Baker, Charlie) cuando se introdujo un nuevo alfabeto fonético internacional. En ese año (1953), la Oficina el Tiempo de Estados Unidos de América los llamó únicamente con nombres de mujeres.

La práctica de usar únicamente nombres de mujeres terminó en 1978 cuando se incluyó nombres de mujeres y de hombres en las listas de tormentas para el Pacífico Norte Oriental. En 1979 la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el Servicio Meteorológico de Estados Unidos (National Weather Service) incorporaron nombres alternos de hombres y mujeres.

La experiencia ha demostrado que el uso de nombres de hombres y mujeres en la comunicación escrita y hablada es más corto, más rápido y causa menos errores que cualquier otra identificación de huracanes usada hasta la fecha.

6

Cada año, se prepara una lista potencial de nombres para la venidera temporada de huracanes. La lista contiene un nombre por cada letra del alfabeto (las letras Q, U, X, Y, Z no se incluyen debido a que pocos nombres empiezan con esas letras). Estas listas son recicladas cada seis años y se reemplazan los nombres cuando el nombre de un huracán ha sido retirado.

Si algún año el número de huracanes superara la lista inicial prevista por el OMM los meteorólogos siguen llamando a los huracanes con las letras del alfabeto griego, como así fue e caso de la tormenta tropical Delta.

Los nombres de huracanes muy destructivos se retiran, quedando en los registros históricos, y son sustituidos por otros que inician con la misma letra.

Los nombres para los años 2008 - 2013 en la Cuenca del Atlántico (Golfo de México+Mar Caribe+Océano Atlántico) son:

2008 2009 2010 2011 2012 2013

Arthur Bertha Cristobal Dolly Edouard Fay Gustav Hanna Ike Josephine Kyle Laura Marco Nana Omar Paloma Rene Sally Teddy Vicky Wilfred

Ana Bill Claudette Danny Erika Fred Grace Henri Ida Joaquin Kate Larry Mindy Nicholas Odette Peter Rose Sam Teresa Victor Wanda

Alex Bonnie Colin Danielle Earl Fiona Gaston Hermine Igor Julia Karl Lisa Matthew Nicole Otto Paula Richard Shary Tomas Virginie Walter

Arlene Bret Cindy Don Emily Franklin Gert Harvey Irene Jose Katia Lee Maria Nate Ophelia Philippe Rina Sean Tammy Vince Whitney

Alberto Beryl Chris Debby Ernesto Florence Gordon Helene Isaac Joyce Kirk Leslie Michael Nadine Oscar Patty Rafael Sandy Tony Valerie William

Andrea Barry Chantal Dean Erin Felix Gabrielle Humberto Ingrid Jerry Karen Lorenzo Melissa Noel Olga Pablo Rebekah Sebastien Tanya Van Wendy

7

2.- Riesgo, desastre y periodismo especializado

Para el desarrollo del trabajo de investigación expongo las bases teóricas de diferentes conceptos; algunos ya adelanté en las preguntas formuladas en el anterior epígrafe. Me refiero a la definición de riesgo y desastre y su implicación en la comunicación; y la especialización periodística.

2.1.- Periodismo especializado

Especializarse significa renunciar a lo general para dedicarse a lo particular. Mientras un sector considera positiva esta parcelación de los conocimientos, como instrumento necesario para una mayor profundización en los mismos, otros ven la especialización como una limitación del saber humano. La especialización periodística surge como una exigencia de la ciudadanía cada vez más sectorizada y como una necesidad de los propios medios por alcanzar una mayor calidad informativa y una mayor profundización en los contenidos. Se trata de lograr una prensa en profundidad (Fernández Obregón, 1998)

Como indica María Pilar Diezhandino “La especialización de los contenidos periodísticos nació con el desarrollo de la propia prensa".

Está en ciernes la creación del “periódico a medida”: "Ahí está la posibilidad de la confección a medida que permitirá al periódico, teniendo en cuenta la cantidad de información que cada día no encuentra cabida en sus páginas, ofrecer un material adicional personalizado, de acuerdo con los intereses específicos de quien lo solicita", abunda Diezhandino.

El periodista de nuestro tiempo debe poseer unos conocimientos teóricos y técnicos que le conviertan como especialista en comunicación dentro de una sección específica de la información periodística. Fontcuberta comparte la teoría de que el periodista tiene la obligación de seleccionar y valorar aquella información que, por una circunstancia u otra, interesa a un grupo o al conjunto de la sociedad. "La especificidad de la profesión de periodista pasa asimismo por convertirse en un verdadero especialista con capacidad para seleccionar, valorar y comunicar con rapidez el contingente de informaciones generadas en las diferentes áreas de conocimiento de la realidad social que configuran hoy la información periodística".

En resumidas cuentas, el futuro de la profesión periodística pasa por la especialización y en ella está su independencia frente a la empresa y también el cumplimiento de su función social. Sólo un análisis de la realidad existente permitirá establecer una relación amplia y ajustada de las especialidades que se deben atender. Pero, los profesionales de la información deben ser quienes marquen la senda de los futuros cambios dentro del mundo de la información: "Y como sucede –dice Consuelo López Vila-con todas las dinámicas sociales, si el grupo implicado no realiza la reflexión y hace los cambios o reajustes oportunos, es arrastrado por la corriente y son otros los que conciben las reformas y las llevan a cabo dejando en el camino a aquellos que pretendieron que todo siguiera igual".

8

2.2.- Concepciones y definiciones del término riesgo La idea del riesgo se asocia, generalmente, con la posibilidad de sufrir daños u obtener algún resultado desfavorable por realizar actividades peligrosas o por la exposición a alguna amenaza (Fauquet, Portell y Riba, 1992). En cambio, entre los expertos no hay consenso para una definición de este término que pueda emplearse comúnmente en todos los enfoques de investigación. De hecho, según Puy (1995), la tarea de definir el riesgo es muy compleja, pues no sólo existen diferencias marcadas en lo que se refiere a su definición, sino también en lo que respecta a su terminología. Por ejemplo, actividades, fenómenos, tecnologías o situaciones con el potencial de provocar pérdidas o cualquier tipo de daño a las personas y a todo lo que ellas valoran. El diccionario de la Real Academia Española (RAE) define riesgo y peligro de la siguiente manera:

-Riesgo: Contingencia o proximidad de un daño. -Peligro: Riesgo o contingencia inminente de que suceda algún mal;

lugar, paso, obstáculo o situación en que aumenta la inminencia del daño (RAE,

2001, p. 1715; 1975). En lo que respecta a la definición de riesgo, Puy (1995) señala que

existen al menos dos perspectivas desde las cuales se conceptualiza este término: la de las ciencias naturales y económicas y la de las ciencias sociales. Las ciencias naturales definen riesgo como un concepto formal, objetivo, unidimensional y numérico, que puede ser cuantificado. Para las ciencias sociales, sin embargo, la noción del riesgo incluye, además de las dimensiones numéricas de probabilidades y pérdidas cuantificables, otros aspectos cualitativos que los individuos consideran a la hora de evaluar un riesgo (Slovic y Weber, 2002). Así, los científicos sociales señalan que el riesgo es una construcción de las personas basada en experiencias personales, conocimientos, valores culturales y patrones sociales.

Entre dichas personas se incluyen los políticos, los periodistas, e incluso

los propios científicos y académicos, así como las corporaciones, el Gobierno y otras instituciones (Slovic, 1986; Penning-Rowsell y Handmer, 1990). De este modo, el riesgo, desde el enfoque de las ciencias sociales, se concibe como algo percibido que depende, en gran medida, de los conocimientos y la información que las personas tienen a su alcance a la hora de evaluar los elementos destructivos del entorno sus probabilidades y sus posibles consecuencias.

Fischhoff (1984) señala que la idea del riesgo está determinada por el tipo de consecuencias que presenta y, además, su percepción depende del contexto y del momento en que ocurre el peligro en cuestión y en el que se toman decisiones al respecto. No obstante, pese a la variedad de concepciones elaboradas sobre dicho término, hay tres elementos que parecen ser comunes

9

en todas las definiciones: las pérdidas, el significado de las pérdidas y la incertidumbre.

La concepción del riesgo también sugiere un aspiración por controlar el futuro, ya que parte de la suposición de que los actos o las decisiones que se toman en el presente, o en el pasado inmediato, determinan lo que será el futuro (Allan, Adam, y Carter, 2000).

Para Beck el riesgo es “el enfoque moderno de la previsión y control de las consecuencias futuras de la acción humana, las diversas consecuencias no deseadas de la modernidad radicalizada” (Beck, 2002, p. 5).

En otras palabras, el autor plantea que el riesgo no se refiere solamente al peligro que entrañan los fenómenos naturales, sino a los daños que pueden representar las acciones humanas y también a la responsabilidad sobre las decisiones tomadas al respecto, a las condiciones en que dichas decisiones se toman y su significado para el futuro.

2.3.- Concepciones y definiciones del término desastre Existen varias definiciones del término desastre. He escogido algunas de ellas, las que más se acercan al objetivo e hipótesis de este trabajo de investigación. Como se verá en este apartado, se trata de un término ambiguo y multidimensional que, además, cuenta con un gran repertorio de concepciones, según varios autores:

1. Un desastre es un evento asociado con el impacto de un peligro natural que provoca altas tasas de mortandad, enfermedad y daños, y destruye o interrumpe la vida, al afectar a las personas o las áreas que son percibidas como importantes en la sociedad y que requieren asistencia para su recuperación (Cannon, 1994, p. 29)

2. Cualquier evento concentrado en el tiempo y en el espacio, en el que una sociedad o una subdivisión relativamente autosuficiente de esa sociedad sufre daños severos e incurre en tales pérdidas para sus miembros y su entorno físico que la estructura social es interrumpida y el cumplimiento de algunas o todas las funciones esenciales de la sociedad son impedidas (Fritz, 1961, p.655).

3. Cuando toda la población de forma indiscriminada se ve afectada por

los hechos infaustos y la vida social cotidiana se ve alterada. En los desastres los sistemas de respuesta institucionales, públicos y privados, también pueden quedar indemnes y pueden ayudar a la colectividad afectada (Dirección General de Protección Civil y Emergencias, 2000)

4. El desastre es simplemente el colapso de las protecciones culturales, por tanto son principalmente fabricaciones humanas. Deductivamente, la humanidad es responsable de las consecuencias de sus actos u omisiones (Dombrowsky, 1995, p. 247).

10

5. Desgracia grande, suceso infeliz y lamentable (Diccionario de la Real Academia Española, 2001, p. 762)

6. Un accidente repentino o una catástrofe natural que causa un gran daño y pérdida de vidas humanas (Oxford English Dictionary, 1992, p. 308).

El desastre al que se refiere esta investigación pertenece al tipo natural y meteorológico, es decir, provocado por fenómenos de la naturaleza de procesos atmosféricos de tormentas huracanadas. 2.4.- Reflexiones sobre el periodismo ante una situación de riesgo y/o desastre Desde hace algunas décadas asistimos con satisfacción al extraordinario desarrollo de la comunicación después de originarse un desastre teniendo como antesala el riesgo, hasta el punto de que ha acabado inundado el mercado editorial con un sinfín de manuales y protocolos, útiles para gestionar todo tipo de riesgos y que parecen resolver con sencillez y eficacia lo que, por naturaleza, es extremadamente complejo.

Abordar la información en situaciones de riesgo, como el caso a estudio de las consecuencias de la tormenta tropical Delta en Canarias, desde el punto de vista de los medios de comunicación exige una reflexión previa y profunda sobre la actividad profesional del periodismo porque en este tipo de situaciones, no son pocas las empresas e instituciones que anhelan controlarla o , por lo menos, contenerla y orientarla, lo cual por salud democrática , no se debe consentir, pues es imprescindible que los periodistas-en esta ocasión, como en todas las demás imaginables- se mantengan firmes en el cumplimiento exacto de su función social.

El principal objetivo del periodista especializado debe ser informar en profundidad de las causas y consecuencias que puedan derivarse del riesgo y desastre, la explicación coherente de cómo y por qué ocurrió y, también, la indagación de por qué no ocurrió lo que debía haber ocurrido y hubiera podido evitar o minimizar sus repercusiones. En cualquier caso, lo que no tiene discusión posible es que la falta de información o de transparencia informativa en los comunicados de prensa no va a resolver mejor y más rápidamente en estos casos, sino que más bien puede agravarla hasta extremos insospechados, porqué abonará el terreno de la alarma social.

El acceso a la información, por lo tanto, debe darse a iniciativa del periodista tanto, al menos como se da a iniciativa de los encargados de gestionarla. Sólo desde esta premisa se podrá abolir esa norma indeseable que parece regir en los últimos tiempos y que hace que toda la información de riesgo se difunda a cuentagotas, controlada por los responsables de su gestión.

11

Es inaplazable, en definitiva, el reconocimiento por parte de los propios periodistas de la necesidad de especializarse en el tratamiento periodístico de la información, como también lo es el que logren imponer los criterios profesionales de esta nueva especialización periodística.

Los medios de comunicación construyen con su actividad profesional la realidad social que todos aceptamos y compartimos. Es responsabilidad de los medios la ideación inmediata de protocolos ante situaciones de riesgo y desastre que permitan también a los periodistas activar unos procesos de producción de información menos improvisados y con mayor solidez profesional que los que habitualmente acaban ejecutándose.

Todo medio de comunicación debe ser muy consciente de es protagonista y que forma de la situación derivada por el riesgo y desastre ; de hecho son uno de los actores principales por cuanto de su actuación podrá desencadenarse un agravamiento o una resolución más rápida o menos traumática para los intereses generales de la población .La responsabilidad profesional de los medios implica la intervención de, por una lado, periodistas especializados en el ámbito temático en el que se produzca la circunstancia y por otro, de periodistas especializados en el tratamiento informativo. Se trata de información demasiado sensible como para dejarla en manos de quienes se van a limitar a reproducir los comunicados de prensa institucionales o empresariales sin poner en cuestión los intereses partidistas de sus portavoces.

Un periodista especializado sabe que, frente a cualquier comunicado oficial, debe oponer siempre la consulta exhaustiva de fuentes expertas e independientes que puedan interpretar, todo cuanto tenga que ver con la información que se genere sobre ella y su resolución. Y en este sentido, este tipo de información debe ser considerada desde el doble punto de vista profesional: el del periodismo especializado y el de periodismo de servicio.

La teoría de la construcción de la realidad social explica que los medios de comunicación, mediante su actividad profesional, son los responsables de que podamos compartir una misma realidad social que nos pone a todos y cada uno de nosotros en relación con el resto del mundo. En épocas anteriores a la existencia de medios de comunicación – hasta el s.XVII - no era posible hablar de realidad social porque sólo existía la individual de cada persona. Y cada una de esas realidades individuales tenía poco en común y nada o casi nada para compartir con el resto de realidades de los demás seres humanos.

La construcción social de la realidad por parte de los medios empieza a producirse en el momento en que un público masivo comparte unos mismos contenidos informativos y les otorga credibilidad. Y cuanto mayor sea el ámbito de difusión en el que operen los medios de comunicación de masas, mayor será la cantidad de personas que compartiremos esa misma realidad social. En este sentido que consideramos la actividad profesional del periodismo como una actividad plenamente legitimada, que ejerce compartiendo entre todos los medios unos mismos criterios de noticiabilidad y una misma cultura periodística.

12

Para poder llevar a cabo con garantías de éxito esta importante función en una sociedad democrática, los periodistas se han dotado de unos procesos de producción de información o rutinas profesionales que se ajustan bien a su periodicidad y les permiten sortear las limitaciones técnicas inherentes a cada medio de comunicación. Sin embargo, cuando la información de la que hay que dar cuanta reviste el carácter excepcional- como ocurre en este caso de la tormenta tropical Delta y sus repercusiones en Canarias- , estos procesos de producción de información o rutinas pierden momentáneamente su vigencia y deben pasar a ser sustituidos por los postulados del periodismo especializado y de servicio.

Cuando se produce una situación de riesgo y desastre los medios de comunicación se ven obligados a poner en marcha todas sus potencialidades productivas para hacer frente a esa coyuntura imprevista e intentar cubrir todas las caras de la noticia. Los medios deben hacer un esfuerzo por contextualizar adecuadamente el hecho que ha provocado la ruptura de la normalidad, y de la manera más rápida posible. La finalidad de periodismo de crisis es aportar soluciones a la inmediatez y las urgencias informativas, donde no es nada recomendable la improvisación. La rapidez no debe estar reñida con el rigor ni con la precisión.

Habitualmente, el periodismo en estos casos excepcionales se pone en marcha en el instante que se recibe una llamada procedente de una fuente oficial (administración, bomberos, policía, servicios meteorológicos gabinetes de comunicación en general). A partir de ese momento, una compleja maquinaria mediática afronta con decisión las respuestas a una gran cantidad de intereses que habitualmente se mueven en torno a cualquier emergencia.

De los medios se espera, que informen a la opinión pública de cuanto suceda en nuestro entorno social; especialmente, si lo que ocurre afecta directamente a la estabilidad y permanencia de nuestro modelo social. En consecuencia, la colaboración directa y honesta entre los responsables de gestionar un posible desastre meteorológico (administración, empresas, etc.) y los responsables de informar de ella al público (medios de comunicación) garantizará el derecho de los ciudadanos a recibir información veraz. Ambos actores se necesitan mutuamente para cumplir con sus objetivos.

2.5.- Propuesta de intervención mediática en una situación de riesgo y desastre (Comunicación preventiva, Miguel Túñez López, 2007)

- Sorpresa: Se producen por sorpresa o, al menos, se dan a conocer por sorpresa a la opinión pública. Suelen ser inesperados e imprevisibles y requieren la actuación inmediata de los periodistas.

- Rapidez: La rapidez es el primer criterio periodístico por el que se

mueven todos los profesionales de la información. Este concepto amplifica su importancia cuando se trata de cubrir estas situaciones. La rapidez no debe de estar reñida con el rigor.

13

- Máximos recursos: Movilización de todos los periodistas disponibles y se produce el máximo despliegue de medios técnicos. Es imprescindible que la puesta en funcionamiento de los máximos recursos conlleve la difusión ordenada y estructurada de la información.

- Análisis y objetividad: La primera exigencia de toda información es la

descripción objetiva de los hechos con lenguaje sencillo, sin adornos literarios ni búsqueda de sentidos ocultos, imputaciones que sospechan intencionalidad maliciosa no interpretaciones ficticias más o menos interesadas. Ello equivale a decir que la intervención mediática nunca debe traducirse en un juicio público de los responsables, sino solamente en una buena investigación sobre lo que realmente ha ocurrido y las consecuencias de lo que se derivarán de ello. Por supuesto que se incluye dar testimonio de las flagrantes violaciones de normas, derechos o responsabilidades que puedan producirse, pero eso nunca debe implicar hacer un juicio paralelo desde la prensa, para respetar, así, el código ético de la profesión. Lógicamente, no se le puede dar cabida a la mentira periodística ya que se rompería el contrato entre el informador y su público. Hay que contrastar la información oficial con fuentes independientes para aportar interpretaciones lo menos implicadas en los hechos. Hay que verificar las fuentes oficiales.

- Fuentes expertas: Las fuentes expertas que pueden colaborar en la elaboración de la información no se improvisan. Deben ser fuentes conocidas por el periodista y, por esta razón, de absoluta credibilidad y prestigio. Estas fuentes ayudarán a interpretar el goteo de datos que llegan a los medios de comunicación.

- Control de alarma social: Se puede llegar a causar alarma social como consecuencia de un inadecuado tratamiento informativo de los medios de comunicación. Algunas recomendaciones especiales son: 1. Rehuir las declaraciones de testigos que se muestren demasiados afectados como para limitarse a describir lo que observaron. 2. Evitar imágenes de muertos o personas mostrando un gran sufrimiento en las catástrofes.

- Máxima información: El periodismo, primero tiene que buscar la información para después elaborar la noticia y no al revés. Hay desestimar los rumores que no se puedan verificar. Si no es así, se podrían agravar las consecuencias.

14

3.-Objetivo El objetivo de este trabajo de investigación es conocer el tratamiento informativo que se le dispensó a la tormenta tropical Delta en Canarias el 28 y 29 de noviembre de 2005, en las portadas de los periódicos de ámbito canario Diario Avisos, El Día, La Gaceta de Canarias/ El Mundo, La Opinión, La Provincia, Canarias 7; y los periódicos de tirada nacional El País, ABC y La Razón. 3.1.- Justificación de la investigación La probabilidad de una nueva tormenta tropical o un fenómeno similar en las Islas Canarias sigue vigente y ocurre en el momento más inesperado, como los más recientes localizados en el mes de febrero de 2010 (días 1 y 26-27)

En este sentido, el Plan Nacional de Predicción y Vigilancia de Fenómenos Meteorológicos Adversos, incluyó las tormentas tropicales en el catálogo de fenómenos adversos que se pueden producir en las islas. Así lo anunció en junio de 2006, el director del Instituto Nacional de Meteorología, Francisco Cadarso, tras la reunión de la comisión de seguimiento del convenio suscrito en materia de Meteorología entre el Ministerio de Medio Ambiente y la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio del Gobierno de Canarias.

Explicó que el hecho de incluir las tormentas tropicales en el catálogo de fenómenos adversos no significa que vayan a suceder, ya que ello no se puede predecir; pero estimó que se trata de aplicar un principio de cautela después de lo sucedido con la tormenta tropical Delta. Se refirió a la colaboración que mantiene el INM con el centro de huracanes en Miami, y que incluye el apoyo en las labores de predicción en el caso de que un fenómeno de origen tropical se acerque a menos de mil kilómetros de la costa española.

Cadarso manifestó que el Plan Nacional de Predicción y Vigilancia de Fenómenos Adversos responde a la aplicación en España de criterios europeos y pretende mejorar la comunicación y la asimilación por parte de los ciudadanos de los mensajes de alerta que pueden dar las autoridades meteorológicas.

La atmósfera no conoce fronteras de tiempos ni de países ni regiones. En nuestras latitudes pueden convivir y coexistir perturbaciones polares y subtropicales que en un momento dado pueden interaccionar para generar fenómenos adversos. No hay elementos para concluir que Delta se debió a los efectos del cambio climático por el calentamiento global atmosférico. Ya en diciembre de 1975 se vivió otra situación parecida a Delta. Las situaciones atmosféricas ligadas a perturbaciones catalogadas por el Centro Nacional de Huracanes como tropicales durante 2005, Delta y Vince, han sido un reto importante para el INM, siendo las primeras que se han observado en Canarias y suroeste peninsular, respectivamente, zonas que hasta hace poco no habían sido afectadas “oficialmente” por perturbaciones catalogadas como tropicales.

15

3.2.- Hipótesis El marco teórico presentado con respecto a la comunicación del riesgo en las noticias, ha permitido elaborar unas hipótesis y unos objetivos mediante los que se pretende explorar, en unos casos, y confirmar, en otros, algunos de los asuntos comentados.

En la literatura consultada se plantea que los riesgos son construcciones sociales basadas, en buena medida, en las percepciones de las personas que, a su vez, están influenciadas por varios factores entre los que se incluyen los contenidos informativos. Los investigadores coinciden en que los medios no se limitan a ser meros transmisores de información, sino que son actores importantes de la construcción social de la realidad, ya que ofrecen una representación del mundo social que no parte de una verdad absoluta sino que esta basada en criterios, intereses, creencias y valores propios (Quarantelli, 2002; Berger y Luckman 1979).

El desastre ocasionado por el Delta fue un evento de gran resonancia en las islas, con consecuencias socioeconómicas y políticas importantes para Canarias. Se trató de un acontecimiento que tuvo una repercusión importante en la prensa, lo que contribuyó a crear un clima de opinión en el que incluso aquellos ciudadanos que no fueron afectados directamente por la catástrofe, se sintieron implicados y comprometidos (Lozano, 2003). Lo sucedido con la tormenta también puso en entredicho la capacidad de las autoridades para hacer frente a este tipo de eventos.

Por tanto, las hipótesis de las que parte esta investigación, sostienen que los medios de comunicación escritos analizados en este trabajo, en su cobertura de la tormenta tropical Delta:

- H1: Informaron con anterioridad, en sus portadas, de la llegada de la tormenta tropical Delta.

- H2: Dieron a conocer las posibles y graves consecuencias de la

tormenta antes de sus efectos en las islas desarrollando una comunicación efectiva frente a la crisis.

- H3: Destacaron la relevancia de este fenómeno atmosférico. - H4:.Utilizaron titulares de impacto más que titulares informativos. - H5: Difundieron con unanimidad el número de víctimas.

16

4.- Metodología La investigación estudió la información publicada en las portadas de 9 periódicos que se mencionan en la selección de muestra. Se eligió esta técnica del análisis de contenido entendiéndola como “una técnica de investigación destinada a formular, a partir de ciertos datos, inferencias reproducibles y válidas de los datos al contexto de los mismos” (Krippendorff, 1980). También es considerada como “una técnica para describir de forma objetiva, sistemática y cuantitativa, el contenido manifiesto de la comunicación” (Berelson,1952).

El análisis de contenido pretende mostrar, si es posible conocer la realidad, cuanta realidad es posible conocer y por qué caminos es posible conocerla. Supone aplicar sistemáticamente unas reglas fijadas previamente que sirvan para medir la frecuencia con que aparecen unos elementos de interés en el conjunto de una masa de información que nos parecen útiles a los propósitos de nuestra investigación. Consiste en extraer unas conclusiones que se adapten lo más posible a lo que denominaríamos criterios de sentido común (Sánchez Aranda, 2005: 213).

Se utilizó esta técnica de investigación porque es la más adecuada para el fin pretendido. A partir del objetivo y las hipótesis planteadas, se formularon unas categorías para construir la categorización, es decir, una tarea mediante la cual se clasificaron los elementos constitutivos de un conjunto por diferenciación a partir de criterios previamente establecidos. Todo el conjunto de categorías dio lugar al código de acuerdo con los criterios lógicos, donde cada categoría fue numerada para ser susceptible de tratamiento estadístico, lo que condujo a la elaboración de las conclusiones finales de este trabajo de investigación.

Las unidades de análisis identificadas fueron los textos informativos publicados sobre la tormenta tropical Delta o relacionados con los efectos previos de la misma en lo que tiene que ver con alerta por viento y lluvia.

Se establecieron las dimensiones, categorías (cuantitativas y cualitativas) y variables, diseñándose una base de datos documental en donde cada unidad de análisis tenía su propio registro. Una vez codificado los resultados, se utilizó el paquete informático SPSS para la obtención de las frecuencias, las asociaciones, las correlaciones y otras técnicas estadísticas señaladas por Krippendorff y que son utilizadas para el análisis de contenido de los medios de comunicación.

17

4.1.- Selección de la muestra El periodo de estudio comprendió los días 28 y 29 de noviembre de 2005, para analizar el tratamiento de la información el día antes y después del paso de “Delta” con la selección de la portada de los siguientes diarios: El País, ABC, La Razón, El Día, La Gaceta de Canarias/El Mundo, La Provincia, La Opinión, Canarias 7 y Diario de Avisos. El estudio se centró en el contenido de las informaciones publicadas en las portadas de los mencionados rotativos de tirada regional y nacional para analizar el abanico más amplio posible de sus primeras páginas. 4.2.- Limitaciones Se computó un total de 18 portadas, 9 correspondientes al día 28 de noviembre de 2005 y 7 de ellas al 29 de noviembre. Se encontró en esta investigación con que los diarios La Opinión y La Gaceta de Canarias/ El Mundo no tuvieron edición impresa el día 29 por la interrupción del fluido eléctrico y fallo del grupo electrógeno. Por esta razón y para poder completar este análisis, se escogieron sus portadas del día 30 de noviembre de 2005, después de que solventaran los problemas de electricidad para poder imprimir sus páginas.

A continuación, a modo de muestra, se incluye la tabla de códigos, que fue el patrón de trabajo para obtener respuesta al objetivo e hipótesis propuestas. 4.3.- Codificación La codificación de las unidades de análisis seleccionadas se realizó tomando en cuenta los siguientes criterios:

P0: Como paso inicial y básico de la categorización, se consideró la presencia de la información de la tormenta tropical Delta en la portada de los periódicos analizados (1=Sí, 2=No)

P1: Asignación numérica a la portada estudiada. Como se analizaron las 18 primeras páginas de los rotativos, se enumeró del 1 a 18.

P2: Nombre de los diarios elegidos para la investigación.

P3: Fecha de la edición/ publicación del diario.

P4: Se consideró cuál fue la ubicación de las unidades de análisis en la portada de los periódicos (1=Principal, 2=No principal 3= Muy secundaria).

18

P5: Para el análisis del estilo de redacción del titular, y conocer su mayor o menor grado informativo se utilizó la clasificación planteada por Rafael Yanes Mesa (2004:57) quien las resumió en tres: Apelativa (=1), “cuando menciona el asunto del que trata, pero no dice exactamente lo que ha sucedido. Es un título que informa parcialmente del contenido de la información, por lo que es necesario leer el cuerpo de la noticia para quedar informado plenamente”; informativo (=2), “si condensa lo esencial de la noticia, y sólo con su lectura el receptor queda informado con bastante precisión”; y, de impacto (=3), si “no ofrece ningún dato de la información, y contiene, en pocas palabras, un mensaje llamativo”.

P6: Se contempló la presencia del subtítulo como elemento complementario al titular y que puede atraer la captación del lector. (1=Sí, 2=No)

P7: El antetítulo puede situar geográfica y ambientalmente la noticia y se quiso registrar su aparición como otro elemento más de información anexa al titular (1=Sí, 2=No)

P8: Se analizó si la información contó con sumario (1=Sí, 2=No), también conocido como lead o entradilla. Este es el segundo punto de enganche de la noticia después del titular, que debe confirmar el interés de la información donde deben estar resumidos los hechos de mayor relevancia.

P9: Con respecto al tipo de presentación del gancho (teaser), el tradicional sumario del periodismo impreso, se mantuvo la tipología de Yanes Mesa(60-61): Directo (=1), es el contenido “que da una información clara de la noticia”; múltiple (=2), “cuando se enumeran diversos asuntos relacionados con la información”; interpretativo (=3), cuando se “aporta una interpretación de los hechos que luego relata en el cuerpo”; y diferido (=4), cuando “no dice lo más importante de la noticia”.

P10: Para analizar los recursos narrativos empleados en el sumario se planteó la propuesta del mismo autor que contiene su libro Géneros Periodísticos y géneros anexos (Yanes Mesa: 60): Impacto (=1), “cuando quiere llamar la atención de forma violenta”; retrato (=2), cuando la intención es “describir a algún personaje protagonista de la información”; contraste (=3), cuando se reflejan “dos realidades distintas para llamar la atención”; interrogante (=4), “cuando plantea alguna pregunta”; ambiente (=5), cuando se “describe la atmósfera donde sucedieron los hechos”; cita (=6), en el caso que se reproduzcan “palabras de algún protagonista de la noticia”; extravagancia (=7), “cuando se sale de cualquier previsión”; anécdota (=8), si se hace referencia a “una vivencia del protagonista principal”; y, descriptivo (=9), “cuando explica cómo es un objeto que tiene importancia en el cuerpo de la información”.

19

P11: La presencia de fotografías como un elemento más de información, en este caso visual, de la noticia ( 1=Sí, 2= No)

P12: El tamaño de la imagen. Se dividió en dos categorías, grande (=1) cuando se trata de fotos que ocupan una superficie igual o superior a 3 columnas y , mediana o pequeña ( =2) cuando la instantánea abarca un espacio inferior a 3 columnas.

P13: Se tuvo en cuenta si existió pie de foto o texto que se ubica justo debajo de la fotografía señalando o aclarando más datos de la misma (1=Sí, 2= No)

P14: Se añadió este criterio para determinar el tipo de fotografía que se muestra en las portada de los periódicos según el contenido de las mismas o los daños ocasionados por la tormenta ( 1= Infraestructuras, 2=Naturaleza, 3=Personas, 4=Fenómeno, 5= Varios)

P15: El número de fotos publicadas en simultáneo en la portada es una demostración más del grado de relevancia que le concede el medio de comunicación a la información ( 1= 1 foto, 2= 2 fotos, 3= Más de 2)

P16: La mención de las víctimas de la tormenta tropical en las primeras páginas de los periódicos ( 1=Sí, 2= No)

5.- Resultados de la investigación Para alcanzar los resultados de la investigación y al mismo tiempo ordenar la exposición de los mismos, se acudió a las tablas después de la aplicación del paquete informático SPSS para la obtención de las frecuencias, las asociaciones, las correlaciones y otras técnicas estadísticas. P0: Presencia

83%

17%

Si

No

De las 18 unidades analizadas en los 9 periódicos seleccionados, se comprobó que 3 de ellos no consideraron la llegada del “Delta” en sus portadas del 28 de noviembre de 2005. Precisamente, estos 3 periódicos (17 %) son los de estrictamente ámbito nacional – La Razón, El País y el ABC- que dieron

20

prioridad a otras informaciones y ni siquiera mencionaron la aparición de un fenómeno meteorológico inhabitual o la situación de riesgo que se presentaba durante esa jornada de lunes en Canarias. Quizás no lo consideraron debido la lejanía de las islas o que el Delta no afectaba al territorio peninsular.

En cambio, los 6 periódicos canarios sí que tuvieron en cuenta el fenómeno atmosférico señalando y adelantando la irregularidad meteorológica el 28/11/05 (83 %). No obstante, hay que matizar que, además de comunicar la alerta, La Opinión fue el único diario que en el titular principal le puso el nombre de tormenta tropical Delta a lo que se avecinaba, y que el resto de diarios pasó por alto este término para publicar y ceñirse a la alerta por fuertes vientos y lluvias declarada por el Gobierno de Canarias. Sólo, el Diario de Avisos lo reflejó en su subtítulo de portada.

En la jornada del martes 29 de noviembre de 2005, después del impacto de Delta, el 100 % de los periódicos estudiados informaron sobre la tormenta tropical y sus consecuencias. “Después de”, todos reflejaban en sus páginas el término “tormenta tropical Delta”. Hay que tener en cuenta que las ediciones de La Opinión y La Gaceta de Canarias/El Mundo no fueron publicadas el martes 29/11/2005 por problemas de fluido eléctrico, ocasionados por la tormenta que impidió su impresión. P4: Ubicación

La ubicación de la noticia se considera en 15 de los 18 diarios, ya que los 3 nacionales, como ya se ha señalado, ni siquiera mencionan el “Delta” en sus portadas del 28/11/2005. Por lo tanto y teniendo en cuenta los dos días de estudio, la noticia tuvo un tratamiento destacado o principal en 8 primeras páginas, todos canarios en este caso (53 %), un 40 %

de los diarios le concedieron un tratamiento secundario o que no se ubicó en el titular principal; y una sola portada (7 %), la de La Gaceta de Canarias/ El Mundo del 28 de noviembre, lo puso en un lugar muy secundario de su portada. Fue extraño que un diario impreso en las islas de la talla de La Gaceta de Canarias sólo le dedicara un trato tan secundario el 28/11/2005, aunque compartiera edición con El Mundo de ámbito nacional.

53%40%

7%

Principal

Secundaria

Muy secundaria

21

P2: Información del titular

33%

40%

27%

Apelativo

Informativo

De impacto

El titular informativo fue el más frecuente, por lo que la mayoría de las portadas (40 %) ofrecieron un alto grado informativo en sus titulares ya que interesaba condensar lo esencial de la noticia. A poca distancia (33 %), el titular apelativo, es decir, el que no quedaba tan claro con un vistazo y el lector tenía que completarlo en páginas interiores, fue la segunda forma más usada según la clasificación de Yanes Mesa. Con un 27 %, los titulares de impacto quisieron captar la atención de los lectores por encima del valor informativo, circunstancia que fue observada en las portadas después del paso del huracán. P6: Presencia de subtítulo

La presencia de subtítulo o título secundario que se coloca tras el principal es otro ingrediente más que demuestra mayor interés del medio por difundir una información más amplia de la noticia. De las 15 portadas, un 73 por ciento de las mismas hicieron uso del subtítulo frente al 27 por ciento que no estimó esta opción complementaria. En definitiva, la gran mayoría de los titulares principales estuvieron acompañados de subtítulos.

73%

27%

Si No

22

P7: Antetítulo

13%

87%

Si

No

En lo que respecta al antetítulo o título secundario que precede al título propiamente dicho, se observa que su utilización es escasa (13 %). El antetítulo puede situar geográfica y ambientalmente la noticia, y este fue un recurso que no se utilizó en el 87 % de los casos estudiados. P8: Sumario

73%

27%

Si

No

Sumario, lead o entradilla. El 73 % de las unidades de análisis incluyó este segundo punto de enganche de la noticia después del titular, para resumir los hechos más importantes y recalcar la relevancia de la información. El 27 % de los 15 casos no incluyó sumario; concretamente, El Mundo/ La Gaceta de Canarias y Canarias 7 en sus ediciones del 28/11/2005, y La Razón y el ABC del 29/11/2005. El hecho de no incluir entradillas en estas portadas indica que el espacio o atención destinada a esta información fue reducida en estas unidades de análisis.

23

P9: Presentación de los datos en el sumario

18%

55%

27%

Directo

Múltiple

Diferido

El 55 % de las 11 unidades que aportaron sumarios de tipo múltiple demuestra que las consecuencias de la tormenta fueron diversas y que los diarios pretendieron contar en pocas palabras la mayor cantidad de datos y caras de la noticia a modo de resumen. Cualquier portada de los periódicos canarios del día después del paso de Delta manifiesta esta interpretación de resultado. Con un 27 %, los sumarios de tipología diferida no trasladaron lo más importante de la noticia en la portada correspondiente. Este punto se enfatiza en las unidades del 28/11/2005 que, para prevenir el desastre, no adelantaron con determinación lo que podría suceder horas más tarde. Por otro lado, el porcentaje de sumarios directos, los que dieron una información más clara de la noticia, se elevó a un 18 %. También se resalta que no existió ninguna interpretación de los hechos en los sumarios. La opinión se reservó para páginas interiores. P10: Recursos narrativos en el sumario

27%

73%

Ambiente

Descriptivo

24

Los recursos narrativos empleados en el sumario se centraron únicamente en 2. En un 73 % fueron descriptivos y en un 27 % fueron de ambiente, según las 9 concepciones planteadas por Yanes Mesa. Esto quiere decir que no fueron sumarios sensacionalistas que destacaron el impacto o la extravagancia. Se orientaron a describir lo importante de la información en la mayoría de los casos, y en menor medida, a señalar la atmósfera donde sucedieron los hechos. P11: Imagen

40%

60%

Si

No

La fotografía forma parte de la configuración general del periódico con un papel que no debe limitarse al factor puramente estético o como simple recurso para evitar la monotonía de las páginas de texto. La fotografía de prensa es un aspecto más de la información y se constituye en información por sí misma.

El 60 % de los rotativos insertaron imágenes en sus portadas como apoyo visual a la información. En esta división porcentual hay que tener muy en cuenta que ninguno de los periódicos publicó el 28 de noviembre foto alguna. Pese a la relevancia de la tormenta no se publicaron imágenes; por ejemplo, del acercamiento del fenómeno atmosférico desde un satélite como se muestra en la introducción de este trabajo. Esto contrasta con que todas las portadas de los rotativos de las islas posteriores al paso del Delta, tanto el 29 como el 30 de noviembre, cuentan con imágenes; es decir, se paso de la nada al todo, en un desequilibrio manifiesto, dejando claro que la sorpresa y la avalancha del suceso superó todas las previsiones o expectativas. Volvió a llamar la atención que los periódicos de tirada nacional no colocaron fotografías en ninguno de los casos, tanto antes como después del huracán.

Esta categoría la conectamos directamente con las dos siguientes. Me refiero a al tamaño de la imagen -P12. Los 6 portadas canarias abrieron con grandes imágenes, las que superaron una superficie igual o superior a 3 columnas, en los días posteriores a la tempestad, el 29 y 30 de noviembre. El Delta tuvo tanta notoriedad en forma de daños y desperfectos que los diarios insertaron grandes fotografías que abarcaron un espacio predominante en sus primeras páginas. La explotación de recursos informativos que demandó el suceso no quedó ahí; en el 100 % de los casos se acompañaron las imágenes con pies de foto o textos que se ubicaron justo debajo de la fotografía señalando o aclarando más datos de la misma - P13.

25

P14: Tipo de imagen

50%50%Infraestructura

Naturaleza

En esta categoría hubo un empate porcentual. Tres unidades de estudio destinaron el contenido de las imágenes a lo relacionado con la naturaleza como el mar embravecido y ramas de árboles caídas en el Diario de Avisos, y el Dedo de Dios de Agaete tanto en el Canarias 7 como en la Provincia.

El otro 50 % se relacionó con fotos de infraestructuras afectadas por los vientos huracanados. Fue el caso de El Día que publicó una gran imagen de los daños ocasionados en el aeropuerto de Los Rodeos. En este mismo sentido, La Opinión mostró una torreta de luz caída sobre unas viviendas, y La Gaceta de Canarias/ El Mundo expuso el derribo de varios postes eléctricos en la autopista del Sur.

Los dos periódicos grancanarios, La Provincia y Canarias 7, coincidieron en sus portadas con el derrumbe del Dedo de Dios. Dieron preferencia a uno de sus principales iconos de la isla en detrimento de los múltiples y graves daños sobre infraestructuras que se produjeron en la provincia de Santa Cruz de Tenerife.

P15: Número de fotos

Las grandes fotos de portada fueron un denominador común, e incluso periódicos como el Diario de Avisos insertó una segunda foto en el lado inferior (17%), al igual que La Provincia y Canarias 7 que utilizaron dos instantáneas para indicar el antes y después del Dedo de Dios. La Opinión (17%) fue más lejos, ya que la foto principal de portada estuvo acompañada por una segunda foto más reducida de árboles caídos, y una cuarta y quinta

imagen más pequeñas aún con más episodios de los daños de los vientos huracanados. No obstante, la mayoría de diarios optaron por una sola imagen de portada (66 %)

66%

17%

17%

Una

Dos

Más de dos

26

P16: Referencia víctimas

89%

11%

No

Ocho unidades de estudio de los días posteriores al paso de la tormenta tropical Delta citaron a las víctimas mortales (89 %) y sólo La Gaceta/El Mundo (11%) obvió en su portada (30/11/09) a los fallecidos por la tempestad; un dato principal que pasó por alto inexplicablemente. Sólo el hecho de que el 29 de noviembre no fue impresa esta edición por la falta de suministro eléctrico puede justificar esta carencia, aunque tampoco es excusa para ello, ya que La Opinión, en la misma situación, sí publicó en su portada del día 30 el número de víctimas, cuando este periódico tampoco había salido a la calle el día anterior.

Otro aspecto a resaltar es que los periódicos no coincidieron unánimemente en el número de víctimas mortales. Seis de los nueve rotativos - La Provincia, Diario de Avisos, La Opinión, El Día, ABC y el País- ( 67 %) señalaron que 7 eran los fallecidos, seis inmigrantes que cayeron al mar desde una barquilla cuando se aproximaban a las costas canarias y un isleño en Fuerteventura.

Los dos diarios restantes (22 %) expusieron otros números. Destacó el Canarias 7 que en su titular superior reveló que habían fallecido 18 inmigrantes y que 6 supervivientes fueron rescatados, eso sin constar el fallecido en Fuerteventura. Por tanto, se desencadenó una confusión porque no hubo unanimidad en las cifras de las víctimas. Esta fue la diferencia más flagrante.

La Razón fue inexacta en las cifras ya que indicó que “al menos 6 inmigrantes han muerto por la violencia de una tempestad…”; además, no registró el fallecimiento del isleño.

27

Presencia: Asociación y comparación entre diarios Los periódicos canarios fueron los que otorgaron más atención a la tormenta tropical Delta los días 28 y (29 y 30) de noviembre. Cada rotativo de las islas consideró el fenómeno (13, 3 %), tanto la llegada como las consecuencias, en los dos días de estudio. Mientras, los de ámbito nacional sólo mencionaron el día después (6,7 %). La lejanía y que la tormenta Delta no afectaba a la península pudieron ser las causas de esta diferencia en el tratamiento informativo. Ubicación: Asociación y comparación entre diarios La Opinión y el Diario de Avisos fueron los únicos periódicos que ubicaron la información en un espacio principal de portada en los dos días de estudio; sumaron un 50 % (25 % x 2) de todos los diarios que le dieron un tratamiento principal.

Las demás publicaciones reparten sus espacios entre un tratamiento principal, secundario y muy secundario, dependiendo del día y el ámbito de tirada del rotativo. Por ejemplo, los peninsulares no contemplaron la información en el primer día y en el segundo se limitaron a insertarla en una zona de portada secundaria. Sumario: Asociación y comparación entre diarios La Razón y el ABC fueron los únicos diarios que no utilizaron el sumario en ninguna de sus unidades de estudio; lo que revela que éstos no contaron con el lead como resumen de lo sucedido en la primera página. La otra cara de la moneda es la que nos ofrecieron La Opinión, El Diario de Avisos, La Provincia y El Día (18,2 %x 4= 72,8 %), que en los dos días introdujeron el sumario como mecanismo de resumen de la información. En un escalón inferior se encontró el resto de periódicos locales que incluyeron sumarios sólo el día después de la tormenta. Información del titular: Asociación y comparación entre diarios En cuanto al titular principal y su estilo de redacción, el más utilizado fue el informativo (40 %), mostrando la inclinación mayoritaria de los diarios hacia la condensación de lo esencial de la noticia para que el lector quede informado con precisión. Seguidamente aparecieron los titulares apelativos (33,3 %) donde se mencionó el asunto pero no con exactitud, por lo que el lector tuvo que acudir al cuerpo de la noticia para informarse, o sumario en caso de contar con su presencia. En la tercera posición de esta clasificación se presentó el tipo de titular de impacto (26,7%). La Provincia, El Día, Diario de Avisos y La Razón recurrieron a este recurso para captar la atención del lector con un mensaje llamativo.

28

Presentación de los datos en el sumario: Asociación y comparación entre diarios

El objetivo del sumario en el Delta fue tratar muchos aspectos del suceso, en relativamente pocas palabras, sobre todo después del paso de la tempestad. Para ello, se recurrió a una presentación de sumario de tipo múltiple en la mayoría de los casos (54,5 %) para enumerar con brevedad diversos asuntos relacionados con la información. 6.- Conclusiones Las conclusiones finales de este trabajo y memoria de investigación, teniendo en cuenta las hipótesis planteadas en la página 22 son las siguientes:

-H1: Informaron con anterioridad, en sus portadas, de la llegada de la tormenta tropical Delta

Se cumple en 2 rotativos canarios, que como ya se subrayó fueron Diario de Avisos y La Opinión (22, 2 %) los únicos que nombraron la tormenta tropical Delta como tal, el primero en un subtitular y el segundo en el titular principal. Los 4 periódicos canarios restantes no incluyeron este término en la portada y centraron su difusión en comunicar la alerta pero sin matizar que se trataba de una tormenta tropical. Más desapercibido pasó aún por los diarios de ámbito nacional – La Razón, El País y ABC- que no publicaron una sola referencia ni siquiera señalando la alerta.

-H2: Dieron a conocer las posibles y graves consecuencias de la tormenta antes de sus efectos en las islas desarrollando una comunicación efectiva frente a la crisis.

Las portadas de los periódicos de ámbito nacional no anunciaron la llegada de la tormenta Delta a las Islas Canarias el 28 de noviembre de 2005, ni siquiera con un titular muy secundario. Por tanto, considero que no previnieron adecuadamente a sus lectores sobre el fenómeno meteorológico adverso que se presentaba.

Los periódicos de ámbito regional tuvieron en cuenta la perturbación atmosférica, pero dos sobresalieron por encima de los 6 estudiados. La Opinión especialmente, ya que fue el único diario que en el titular principal denominó a la tormenta como Delta. El Diario de Avisos nombró el Delta en un subtítulo de portada. El resto de diarios canarios adelantaron la irregularidad meteorológica comunicando la alerta pero como si fuera una de las muchas que se pudieron declarar anteriormente. No hubo una diferenciación que enviara un mensaje claro a la población de lo que podría suceder.

Ninguno de los rotativos insertó imagen alguna el 28 de noviembre y esta es otro elemento de juicio negativo. Faltaron imágenes del fenómeno

29

desde un satélite, como por ejemplo la que se muestra en la introducción de este trabajo.

Quizás faltó la presencia en la prensa, objeto de nuestro estudio, de un periodismo especializado en meteorología que previniera a la población de la magnitud real de este tipo de tormentas. Por otro lado, es posible que las fuentes oficiales, el Gobierno de Canarias en este caso, tampoco informaran adecuadamente de los riesgos que corría la población. Sin embargo, la isla de El Hierro, con su presidente del Cabildo al frente, declaró la alerta días antes del peligro que se acercaba.

En aras de esta responsabilidad de los medios es ya una necesidad urgente que no se demore por más tiempo la implantación en todas las redacciones mediáticas de esta especialización periodística, para permitir, entre otras cuestiones, una relación más equilibrada, eficaz y honesta con los responsables de los gabinetes de comunicación. El principal objetivo del periodista especializado debe ser informar en profundidad de las causas y consecuencias que puedan derivarse del riesgo y desastre, la explicación coherente de cómo y por qué ocurrió y, también, la indagación de por qué no ocurrió lo que debía haber ocurrido y hubiera podido evitar o minimizar sus repercusiones.

En definitiva, la H2 no se cumplió. Faltó un paso más para comunicar a la población las posibles y graves consecuencias de la tormenta. Una fuente oficial que llegó tarde, la inexistencia de un periodista especializado y/o el miedo a causar excesiva alarma social por parte de los medios de comunicación, pudieron ser razones para que no se consiguiera activar con antelación la comunicación en crisis como se merecía el extraordinario fenómeno atmosférico, para así prevenir a la población del riesgo real al que se exponía.

El hecho de que el epicentro del Delta se situó al norte de las islas y que por tanto no las afectó de lleno, además de que su principal influencia se registró después de las 20:00 horas del 28/11/2005, momento del día que la actividad laboral y social comenzó a descender y la mayoría de los ciudadanos se encontraba en sus hogares, evitó peores consecuencias personales y materiales, ya que, a mi juicio, la población no había recibido los mensajes de alerta adecuados y con suficiente antelación.

-H3: Destacaron la relevancia de este fenómeno atmosférico.

Está claro que en el día previo no se cumplió esta hipótesis íntegramente. Algunos periódicos, como se explicó anteriormente, sí le dieron notoriedad pero sin la contundencia necesaria para que entre los lectores calara el mensaje de riesgo que después se transformó en desastre. Cuando el Delta causó la pérdida de vidas humanas, cuantiosos daños materiales o la interrupción del fluido eléctrico, todos los periódicos pusieron de manifiesto la relevancia de la tormenta, sobre todo, los 6 canarios, que lo hicieron marcando diferencias entre sí y que ya fueron expuestas anteriormente en los resultados

30

de la investigación. Todos los recursos se pusieron en juego en los diarios regionales: ubicación y titular principal, subtítulos, antetítulos, fotografías de gran tamaño, sumarios, ocupación de la mayor parte del espacio de la portada.

Los 3 rotativos peninsulares, incluso en el día después, a sabiendas de las secuelas del huracán, no le concedieron una ubicación ni titular principal o imagen alguna, por lo que la relevancia no fue reflejada en sus portadas.

H4:.Utilizaron titulares de impacto más que titulares informativos.

Con un 27 % del total de los titulares en ambos días, los de impacto quisieron captar la atención de los lectores por encima del valor informativo, circunstancia que fue observada en las portadas después del paso del huracán. Concretamente, La Provincia (Trágico paso del Delta), Diario de Avisos ( El temporal descarga con furia), El Día ( “Delta” castiga las islas), La Razón ( La tormenta tropical Delta se traga las pateras que merodean las Canarias).

El titular informativo fue el más frecuente, por lo que la mayoría de las

portadas (40 %) ofrecieron un alto grado informativo en sus titulares ya que interesaba condensar lo esencial de la noticia. Por lo tanto, los titulares informativos fueron los más empleados.

-H5: Difundieron con unanimidad el número de víctimas.

Ocho unidades de estudio de los días posteriores al paso de la tormenta tropical Delta citaron a las víctimas mortales (89 %) y sólo La Gaceta/El Mundo (11%) obvió en su portada (30/11/09) a los fallecidos por la tempestad; un dato principal que pasó por alto inexplicablemente. Sólo el hecho de que el 29 de noviembre no fue impresa esta edición por la falta de suministro eléctrico puede justificar esta carencia, aunque tampoco es excusa para ello, ya que La Opinión, en la misma situación, sí publicó en su portada del día 30 el número de víctimas, cuando este periódico tampoco había salido a la calle el día anterior.

Otro aspecto a resaltar es que los periódicos no coincidieron unánimemente en el número de víctimas mortales. Seis de los nueve rotativos (67 %) señalaron que 7 eran los fallecidos. Textualmente lo publicaron de la siguiente forma:

- La Provincia (Subtitular: Un hombre muere en Fuerteventura y el mar

se traga a seis “sin papeles”) - Diario de Avisos ( Subtitular: El balance de víctimas asciende a 7

muertos, seis de ellos ocupantes de una patera que naufragó)

- La Opinión (Subtitular: Siete fallecidos. Seis inmigrantes al naufragar su patera y también un hombre en Fuerteventura)

31

- El Día (Subtitular: Seis muertos tras naufragar una patera en aguas próximas a Gran Canaria y otro en Fuerteventura por efectos del temporal.

- ABC (Titular secundario: La tormenta Delta provoca la muerte de seis

inmigrantes y un isleño)

- El País (Titular: Delta deja en Canarias un muerto Subtitular: Seis inmigrantes fallecidos y 12 desaparecidos al naufragar una patera )

Los dos diarios restantes (22 %) expusieron otros números. Destacó el

Canarias 7 que en su titular superior reveló que habían fallecido 18 inmigrantes y que 6 supervivientes fueron rescatados, eso sin constar el fallecido en Fuerteventura (Titular: 18 muertos al naufragar una patera Antetítulo: Dramático rescate. Seis supervivientes, trasladados a Gran Canaria)

Por tanto, se desencadenó una confusión porque no hubo unanimidad

en las cifras de las víctimas. Esta fue la diferencia más flagrante.

La Razón fue inexacta en las cifras ya que indicó que “al menos 6 inmigrantes han muerto por la violencia de una tempestad…”; además, no registró el fallecimiento del isleño.

En definitiva, no hubo unanimidad en la difusión del número de víctimas y no se cumple la H5.

Esta investigación ha respondido al objetivo trazado y reflejado en el

punto 3 de este trabajo. No obstante, en el análisis de contenido han surgido otras alternativas o líneas de investigación que suscitan interés relacionado con el caso de la tormenta tropical Delta y que pudieran plantear otros investigadores: Investigación del comportamiento de las fuentes oficiales.

Comparación del tratamiento entre el fenómeno atmosférico Vince

(11/10/2005- Andalucía) y el Delta en los medios impresos. Comparación del tratamiento entre el fenómeno atmosférico Cinthya (26-

27 febrero 2010) y el Delta en los medios impresos. Tratamiento de la tormenta Delta en los informativos de radio y

televisión local, regional y nacional. Investigación en la prensa de la responsabilidad de la compañía

eléctrica Unelco- Endesa. Desarrollo de manual o guía de la radio como medio de comunicación

audiovisual ante un episodio de crisis: Preparación y actuación.

32

7.- Bibliografía

- Berganza Conde, Mª Rosa, Ruiz San Román, J.A (2005) Investigar en Comunicación, Guía práctica de métodos de investigación social en Comunicación, Ediciones Mc Graw Hill, Madrid.

- Elías, C. (2002). Periodismo especializado en medio ambiente: el caso Doñana como paradigma de manipulación informativa. Revista Latina de Comunicación Social

- Fernández Obregón, Fco. Javier (1998): Especialización, futuro del periodismo. Revista Latina de Comunicación Social.

- González Villariny, Natalí (2008) La comunicación del riesgo en la prensa escrita: un estudio del tratamiento informativo del petrolero “Prestige” en los diarios El País y El Mundo, Universidad Complutense de Madrid.

- Klaoskrippendorff, Klaus (1990), Metodología de análisis de contenido. Teoría y Práctica, Ediciones Paidos Ibérica, Barcelona.

- MartÍn León, Francisco, Fernandez Serdán, J.Miguel, San Ambrosio Beirán, Ismael (2006) La inusual y anómala tormenta tropical Delta, Informe Instituto Nacional de Meteorología.

- Pérez Martínez, V. M. (2007). Algunos aspectos deontológicos en la cobertura de informaciones científicas. Estudio de caso: “Crisis volcánica” del Teide. Revista Latina de Comunicación Social, La Laguna (Tenerife), Universidad de La Laguna.

- Pérez Martínez, Víctor (2009): Multimedialidad e interactividad en la cobertura informativa de las elecciones presidenciales de los Estados Unidos de 2008 en los cibermedios españoles. Revista Latina de Comunicación Social, La Laguna (Tenerife).

-Túñez López, Miguel (2007), Comunicación preventiva, Editorial Netbiblo, La Coruña.

-Yanes Mesa, Rafael (2004), Géneros periodísticos y géneros anexos, Editorial Fragua, Madrid.

33

8.- Anexo - Fotos