adolescencia¿sin dolientes?

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ADOLESCENCIA ¿SIN DOLIENTES? ¿Cuáles son los problemas de los jóvenes, qué retos afrontamos y cómo acompañarlo en esta etapa de la vida? Todo en esta edición especial.

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revista que presenta la realidad edolescente con ejemplos de vida de algunos adolescentes que se atrevieron a contar su historia .... y a mejorarla para poder vivir como un ADOLESCENTE comprometido con la vida y consigo mismo. Tiene un espacio para dejar volar tus pensamientos y fluir tus emocines con hermosas palabras que llegan al alma.

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ADOLESCENCIA

¿SIN

DOLIENTES?

¿Cuáles son los problemas de los jóvenes, qué retos

afrontamos y cómo acompañarlo en esta etapa de la

vida? Todo en esta edición especial.

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CONTENIDO

Rincón de pensamientos

¿Quién quiere ser joven para

siempre?

Embarazos no deseados,

violencia y drogadicción

Problemas con raíces

comunes

Claves para el futuro

La mente adolescente

Una historia prematura

“Sin libertad volvi a vivir”

El chico malo de las barras

bravas

El crimen que le quitó la

libertad

El arrepentimiento

Los 15 meses y medio de

encierro

Una nueva vida

'Vivir sin drogas es respirar

de verdad'

Soledad, mala co mpañía

Cuerpos en crecimiento

Comiendo en familia

Crecimiento vs. Alimentación

Piel sin la marca “acné”

Que no quede huella

Cambio de rituales

Para que no sea un trauma...

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Editorial

Un futuro incierto: jóvenes

Acodados en el grito avanzan

multitudes en las calles, pancartas de

justicia los hermanan. R.L. Plaul:

“Avanzan”

Lejos, muy lejos, de estar sumidos en

la apatía, el desánimo y el desinterés,

hoy miles de jóvenes de múltiples

países encabezan movimientos

sociales diversos que parecen decir

básicamente ¡basta! a las tradiciones

gubernamentales, y en general

rechazan el que para

ellos es cada vez un

futuro más oscuro e

incierto.

Al respecto me vienen

a la memoria mis años

juveniles y en

particular 1968, que

desató también en

diversos países del

mundo la movilización

de los jóvenes para decir también

basta a los sistemas políticos de

aquel entonces. En Estados Unidos,

a los jóvenes universitarios los movió

la resistencia y rebelión en contra de

la guerra de Vietnam; a los

universitarios franceses las múltiples

resistencias hacia el sistema político

de aquel entonces; entre nosotros, en

México, la lucha se encaminó

básicamente en contra de la

represión política y una búsqueda de

mayor democracia política (el PRI,

entonces, atosigaba y causaba

desasosiego profundo). Había, en

todos esos movimientos una causal

política muy marcada.

Hoy, el contenido político de aquel

entonces no aparece con tanta

claridad, sino que los movimientos

actuales de rebeldía de jóvenes

parecieran tener en común resistirse,

en general, a una realidad total (o

sea, una realidad social) que para

ellos es atosigante desde muy

diversos aspectos: generacional,

política, libertaria y algunos otros

asegunes que son

propios del

neoliberalismo (¿fase

avanzada del

capitalismo?) y el cual

cada vez más se nos

vuelve repudiable

,tengamos la edad

que tengamos y la

posición que

ocupemos (¿o acaso

hasta Warren Buffett ha dicho basta

de la insensibilidad de los muy ricos,

siendo él el segundo más rico de todo

el mundo?). Desde luego son ellos,

los jóvenes, los que han encabezado

en Túnez y Egipto, Grecia, Yemen y

Siria, España, Chile, Inglaterra y

México movimientos de protesta de

muy diversa naturaleza, aunque

todos, insisto, sin un definido objetivo

político que garantice que todo lo que

se hace efectivamente va a lograr

que las cosas cambien en este

mundo.

Sí, en Túnez y Egipto cayeron

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regímenes políticos dictatoriales,

pero, ¿más allá de eso qué se ha

logrado? ¿No acaso, en España, la

rebeldía de Los Indignados sólo

provocó el desplazamiento del poder

de los anarquistas y condujo al

Partido Popular (ultraderechista) a

ponerse en vísperas de tomar ese

poder? En Chile, los jóvenes

secundarianos (de 13 a 16 años) han

sido capaces de parar virtualmente al

país, pero al ultraderechista Piñera

eso no lo conmueve. ¿Por qué,

entonces, no se ha tenido el impacto

político que se tuvo en 1968? ¿Por

qué el sistema está hoy más

protegido que en aquel entonces, o

por qué no se tiene la claridad y

contundencia de objetivos con que en

aquel entonces se luchó?

¿Cuáles serían las hipótesis para dar

respuesta a esas preguntas?

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Rincón de Pensamientos A diferencia de la vejez, que siempre está de más, lo característico de la

juventud es que siempre está de moda. Fernando Savater

Cuando la juventud pierde entusiasmo, el mundo entero se

estremece. Georges Bernanos

Cuando somos jóvenes creemos que, no sólo nosotros, sino todo cuanto nos rodea es inmortal. Benjamín Disraeli

Cuando uno es joven los pensamientos se vuelven amor, con la edad el amor se vuelve pensamientos. Albert Einstein

De jóvenes nos las arreglamos para gustar; de mayores, para no molestar. Pedro Miguel Lamet

De mis disparates de juventud lo que más pena me da no es el haberlas cometido, sino el no poder volver a cometerlas. Pierre Benoit

Debemos ver a los jóvenes, no como botellas vacías que hay que llenar, sino como velas que hay que encender. Roberto Chafar

Educar a un joven no es hacerle aprender algo que no sabía, sino hacer de él alguien que no existía. John Ruskin

El camino de la juventud lleva toda una vida. Pablo Picasso

El hombre no tiene alas, pero el deseo del joven es volar, cuando apenas se ha parado, y aún no sabe caminar. Alicia Beatriz Angélica Araujo

El joven no es un huésped, ni un extraño, ni un descabellado... Es una nueva promesa, un nuevo amanecer... Un nuevo hallazgo. Zenaida Bacardí de Argamasilla

El mundo será lo que la juventud quiera; si esta ama la verdad y el bien, eso habrá en el mundo. Werner Karl Heisenberg

En los jóvenes predomina el futuro....en los viejos... el pasado. Novalia

Es la fiebre de la juventud la que mantiene el mundo y la temperatura normal.Georges Bernanos

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Es mejor malograr la propia juventud que no hacer nada en ella. Georges Courteline

Es mejor ser un joven abejorro que una vieja ave del paraíso. Mark Twain

Feliz aquel que fue joven en su juventud, feliz aquel que supo madurar a tiempo.Alejandro Pushkin

Haría cualquier cosa por recuperar la juventud... excepto hacer ejercicio, madrugar, o ser un miembro útil de la comunidad. Oscar Wilde

Hemos experimentado que el sostén más valioso de un joven sean los sacramentos de la Confesión y de la Comunión. San Juan Bosco

Joven: sé honesto; aprende un oficio útil; ama a Dios. Milton S. Hershey

Juventud, ¿sabes que la tuya no es la primera generación que anhela una vida plena de belleza y libertad? Albert Einstein

La humanidad entera tiene una necesidad imperiosa del testimonio de jóvenes libres y valientes, que se atrevan a andar a contracorriente y a proclamar con fuerza y entusiasmo su propia fe en Dios, Señor y Salvador. Juan Pablo II

La juventud es edad de los sacrificios desinteresados, de la ausencia de egoísmo. Blasco Ibáñez

La juventud es la edad de la alegría. El amor es su principal deber. John Gay

La juventud es la señora de la vida y tiene aguardándole un reino. Oscar Wilde

La juventud es la edad de los sacrificios desinteresados, de la ausencia de egoísmo, de los excesos superfluos. Vicente Blasco Ibáñez

La juventud, en todas partes, es atrayente, animosa y vencedora. Rubén Darío

La juventud es fácil de decepcionar porque es pronta para esperar. Aristóteles

La juventud es mejor para inventar que para juzgar, mejor para ejecutar que para dar consejo, y mejor para proyectar que para realizar. Barón de Verulam

La juventud no es más que un estado de ánimo. Frank lloyd Wright

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La juventud es un defecto que se corrige con el tiempo. Enrique Jardiel Poncela

La juventud es una religión a la que uno siempre acaba convirtiéndose. Andre Malraux

La juventud no es un tiempo de la vida, es un estado del espíritu. Mateo Alemán

La juventud es una enfermedad que se cura con los años. George Bernard Shaw

La juventud no está hecha para el placer sino para el heroísmo. Paul Claudel

La juventud prefiere ser estimulada a ser instruida. Johann Wolfang von Goethe

La juventud quiere ser estimada más que ser instruida. Johann Wolfgang von Goethe

La juventud sabe lo que no quiere antes de saber lo que quiere. Jean Cocteau

La juventud vive de la esperanza; la vejez del recuerdo. George Herbert

La mayor desgracia de la juventud actual es ya no pertenecer a ella. Salvador Dalí

Las iniciativas de la juventud valen tanto como la experiencia de los viejos.Mme. de Knorr

Lleva tiempo llegar a ser joven. Pablo Picasso

Lo importante de la juventud no es cómo conservarla, sino cómo invertirla.Autor desconocido

Los jóvenes de hoy aman el lujo, tienen manías y desprecian la autoridad. Responden a sus padres, cruzan las piernas y tiranizan a sus maestros.Sócrates

Los jóvenes hoy en día son unos tiranos. Contradicen a sus padres, devoran su comida, y le faltan al respeto a sus maestros. Sócrates

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¿Quién quiere ser joven para

siempre?

Por Demonio Azul

Dicen que Ponce de León murió

buscando la fuente de la eterna

juventud y que en su intento

descubrió Florida (hoy EE.UU.),

donde, cosa curiosa, muchos gringos

viejos pasan sus últimos días.

La obsesión por estar joven y vivir por

siempre no es nueva. Cuentan que el

emperador Qin Shi Huang, que

unificó China, murió mientras

buscaba las Islas de los inmortales.

Parece que, como quería vivir para

siempre, tomaba pociones con alto

contenido de mercurio que le

preparaba su 'yerbatero', por lo que

se envenenó lentamente.

A propósito de mercurio, fue Mercury

(Freddie, el de Queen) el que

preguntó "¿Quién quiere vivir para

siempre?". La respuesta parecía

clara: ¡eeeeverybody!

En una sociedad en la que, para

muchos, la belleza y hasta la dignidad

vienen con límite de edad, no es raro

que alguna vez hayamos escuchado

un desgarrador grito mañanero,

cuando alguien acaba de detectar

una arruga nueva, un pedacito de piel

que se negó a retornar a donde

siempre estuvo.

Pero para la angustia causada por

esta evidencia de cambio, aparece un

ejército de consejeros que, si bien no

ofrecen vida eterna, proponen

juventud perpetua.

Con presupuesto para todos los

bolsillos, pueden tener su sede en un

costoso spa o en una accesible sala

estética, cuyo nombre casi siempre

tiene un apóstrofo y "s": algo así

como Erikka's centro estético.

Muchos ofrecen un arsenal con un

abecedario de cremas desde la A

hasta la Z, mascarillas de cuanta

verdura o tierra rara exista y hasta

una verdadera arma química como el

botox (toxina botulínica). Por

supuesto, también hay cirujanos que

ofrecen cuanto implante es posible.

El botox se vende como terapia

antienvejecimiento, lo que podría ser

cierto, pues al fin y al cabo, las

momias no envejecen. Pero se vuelve

un lío: tuve una jefa bastante

diplomática que siempre tenía la

misma expresión y uno no sabía si

estaba haciendo una broma o

regañando.

Con las cremas es otra historia: en el

baño de una amiga conté 15

productos que ofrecían revitalizar la

juventud pérdida o realzar y postergar

la que quedaba.

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Los naturistas no se rezagan y

proponen una amplia gama de

mascarillas. Estas tienen una ventaja:

si no sirven, se pueden comer. Las

hay de avena, fresa, papaya, miel,

manzana, banano, chocolate (todo un

desayuno). De tomate, pepino, papa,

plátano, clara de huevo (como para la

ensalada). También hay combinadas:

de manzanilla y piña; aguacate y

aceite de almendras; aguacate y

huevo; y huevo y aceite de oliva (que

podrían servir de deliciosa entrada).

Lo mejor es que también hay de

barro. Así que, con lo que les quede,

pueden hacer un plato.

Todas están clasificadas según su

virtud para combatir cualquier cosa

que aparente vejez o perturbe una

supuesta belleza. Aquí la complejidad

aumenta, pues las hay exfoliantes,

para el acné, antiarrugas, contra los

puntos negros, contra las patas de

gallo, astringentes, hidratantes,

contra las ojeras, afirmantes y

purificantes, entre otras.

De los implantes estéticos (no me

refiero a los que por salud se deben

hacer) ni hablemos: aparte de que -

por esas contradicciones de la vida-

en este caso me declaro naturista,

me queda la duda si tendrán la

misma versatilidad de los originales.

Debo confesar que, como soy

humano, también me preocupé por la

juventud eterna. Y no me da pena

decir que en los 90, en la conciencia

de mi desesperación y bajo la tonada

de Forever Young (de la agrupación

alemana Alphaville) decidí salir en

busca de una cura. Sin tiempo para

perder, fui en pos de mi inmortalidad

por el camino expedito y busqué por

doquier -palabra que solo se usa para

canciones, poemas y en estos casos-

una vampiresa que mordiera mi

yugular. Pero fue en vano, pues la

única que quiso morderme intentó

cobrarme. Algo me dijo que se

trataba de otra cosa y decliné.

Ahora, ya no canto como Alphaville

cuando dice: "yo quiero ser joven

para siempre". Al fin y al cabo, la vida

es una y cada arruga bajo la máscara

marca la experiencia de vivir. Y, a

veces, cuando veo a esas personas

que tratan de revivir el pasado de una

juventud perdida, me acuerdo del

coro de la otra Forever Young, la de

Rod Stewart, y deseo que encuentren

a alguien que les diga lo que él cantó:

"Ten coraje y sé valiente y en mi

corazón siempre estarás por siempre

joven, por siempre joven".

Embarazos no deseados,

violencia y drogadicción…

Embarazos no deseados, poca

educación sexual, violencia,

drogadicción y alcoholismo. ¿Qué

sucede con los adolescentes? ¿Por

qué pareciera que últimamente están

-más que antes- en el ojo del

huracán? ¿Cómo protegerlos de los

peligros que los acechan? Estas

preguntas fueron abordadas en el

foro Adolescencia, en riesgo y sin

dolientes,

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Problemas con raíces

comunes

En los medios de comunicación han

sido noticia varios sucesos que ponen

a los jóvenes en la mira y que

terminan por convertirlos, ante la vista

pública, como víctimas y victimarios.

Entre esos acontecimientos, los

violentos son el plato fuerte, que se

suman a riesgos que los

adolescentes enfrentan a diario y que

se llevan el protagonismo en los

informativos y seriados de ficción, y

terminan ellos. "Los jóvenes somos

estigmatizados, la sociedad nos aísla

y eso nos lleva a conductas de

riesgo", asegura Sebastián Junca,

desde su experiencia como

adolescente.

Es verdad, hay miedo y también

prejuicio. En palabras de la psiquiatra

Olga Albornoz, "la adolescencia no se

toma como una etapa de desarrollo,

sino como un período en el que están

enfermos y los adolescentes son

estigmatizados. Los jóvenes son

vistos con miedo por los adultos y ese

es uno de los problemas más

grandes". Existe desconocimiento y

"satanizamos ese momento de la

vida, cuando debemos acercarnos a

esta etapa de una manera más

esperanzadora", añade Carolina

Piñeros, de Red PaPaz.

Pero si bien es cierto que muchas

veces se tiende a generalizar y a

verlos con cierta desconfianza,

también es verdad que asistimos a

una profunda crisis y no precisamente

por culpa de los jóvenes, sino de

todos como sociedad. Eso incluye a

la familia, los colegios y, por

supuesto, al Estado.

"El gran problema es la soledad.

Nuestros muchachos, sin distinción

social -explica Albornoz-, no tienen

quien los acompañe, el tiempo libre

se está utilizando mal. Las familias

tienen que trabajar todo el día y los

jóvenes están libres desde muy

temprano. Entonces, ¿quién los está

acompañando en su crecimiento,

quién les da reglas y límites? Se los

están dando otros adolescentes con

sus mismos procesos de

pensamiento, o los malandros que

necesitan reclutar gente".

Al respecto, la abogada Mónica

Pedroza también apunta que "los

adolescentes son vulnerables a

matricularse en organizaciones

criminales, no solo porque los

delincuentes son malos, sino porque

no hemos ejercido como sociedad y

familia un papel protector con ellos".

Existe una ausencia y un descuido

hacia la juventud, pero suenan

algunas voces que piden medidas de

orden penal, con las que se plantean

sanciones más fuertes y a edades

más tempranas. Sin em bargo, como

explica Mónica Pedroza "privarlos de

la libertad no es la solución. Lo

importante no es la pena, lo

importante es entender por qué se

llegó al delito". Y ese esfuerzo por

entender la problemática (y

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resolverla, claro) es lo que debe

ocupar a la sociedad, que en últimas

es quien tiene la responsabilidad de

lo que sucede con los jóvenes, pues

es la que debe reducir los factores

que los ponen en riesgo, como la

violencia intrafamiliar, la explotación

sexual y laboral, la falta de educación

y el consumo de sustancias

psicoactivas, entre otros.

Así también, otro gran reto es la

educación sexual y la disminución de

embarazos no deseados. Germán

Salazar, médico gineco-obstetra y

presidente de la Red colombiana de

jóvenes líderes en salud sexual y

reproductiva, dispara algunas cifras

para dimensionar la situación: "Una

de cada cinco adolescentes está o ha

estado embarazada. Cada día nacen

18 hijos de madres adolescentes y se

estima que el 40 por ciento de estos

embarazos termina en aborto".

Los números son contundentes y las

estrategias para aminorar tales cifras

aún no obtienen los resultados

deseables. Lucy Watenber, del Fondo

de población de las Naciones Unidas,

apunta a que se debe trabajar en

conjunto y se deben incluir nuevas y

más abarcadoras políticas públicas, a

los maestros, a las familias y, por

supuesto, a los jóvenes, quienes

deben ser partícipes. "La sociedad

debe dar respuestas sin mojigatería,

para que los jóvenes puedan tomar

decisiones, para que sus relaciones

sean de respeto y lleguen a la

paternidad cuando estén en las

condiciones adecuadas", dice.

Claves para el futuro

Si bien son varios los frentes a

desarrollar, los invitados al foro

coinciden en que la clave deben ser

los esfuerzos articulados entre las

instituciones, el Estado y las familias.

"Hay que trabajar juntos. Cada uno

debe aportar generosamente. Pero el

Estado debe ser el que organiza, el

que pone la canasta para que todos

aporten, el director de orquesta",

afirma Salazar.

"En el caso de Bogotá, se ha venido

trabajando en los temas de los

adolescentes como el embarazo, el

consumo de alcohol, cigarrillo,

sustancias psicoactivas y en

trastornos alimenticios. Y parte de lo

que hemos concluido es la necesidad

de trabajar en conjunto, con el

Estado, los colegios, las familias y los

medios de comunicación", termina

Héctor Zambrano, secretario de

Salud de Bogotá, y añade que las

políticas en favor de la adolescencia

deberían ser incluidas en un

documento Conpes, para que quede

dentro de los proyectos prioritarios en

política económica y social del

Estado.

Varios de los especialistas apuntaron

a que es vital preparar a los nuevos

padres para que asuman el reto de

una manera más adecuada, y para

ello se debe disponer formación y

educación dirigida a las nuevas

Page 12: adolescencia¿sin dolientes?

familias. "Hay que pensar más allá,

pensar en pautas para la familia, en

cómo se apoya a las mamás, cómo

se educa a la generación que va a

educar", explica Olga Albornoz.

El trabajo comienza y el reto es que

lo asumamos todos, pues los jóvenes

no son el futuro, sino el presente. Y,

como están las cosas, parece que no

lo hubiésemos notado.

La mente adolescente

Esta etapa trae cambios físicos y

psicológicos que generan en el joven

contradicciones continuas.

Una de cada cinco personas en el

mundo es adolescente, dicen los

datos de la Organización Mundial de

la Salud. Una persona de cada cinco

tiene entre 11 y 19 años y atraviesa

esta etapa definitiva que el

diccionario define como "la edad que

sucede a la niñez y que transcurre

desde la pubertad hasta el completo

desarrollo del organismo". Pero

mucho sucede en ese periodo que va

de una etapa a otra.

Transformación, preguntas, dudas. La

adolescencia es un tiempo en el que

todo se vuelca hacia el mundo

interior, en busca de formar la

identidad. En medio de los cambios

físicos -las hormonas están en

ebullición, el cuerpo es otro-, la mente

también permanece en una especie

de revolución. Al salir de este

período, se entiende (o por lo menos

eso establecen los especialistas) que

se ha alcanzado la autonomía

psicológica necesaria para vincularse

al mundo social. Mientras esto llega,

ellos se sienten incomprendidos, y los

demás los ven como los rebeldes.

"Yo he llamado a los adolescentes de

hoy la generación on-off, la que todo

lo prende, la que todo lo apaga, y la

que con esa misma rapidez quiere

que ocurran las cosas -escribe la

psicóloga chilena Pilar Sordo, en su

libro No quiero crecer-. Son jóvenes

impacientes, que tienen poca

tolerancia a la frustración, escasa

disciplina, son poco rigurosos y no

funcionan sobre la base del rigor,

fundamentalmente porque tienen

padres que les han facilitado cada

vez más las cosas; por lo tanto, ellos

terminan careciendo de un temple

firme y sólido. Son adolescentes con

escasez de sueños". ¿Y dónde están

las virtudes?, podría preguntarse

cualquiera.

Todo esto se lee mucho mejor si se

entiende que los adolescentes son el

espejo de la sociedad en la que están

creciendo, del medio social al que

pertenecen. Un joven que crece hoy

afronta dificultades similares a las

que vivió un muchacho de hace

treinta o cincuenta años, es cierto.

Hay características de esta etapa que

no van a desaparecer. Entre ellas, un

sentimiento de soledad (que puede

volverse recurrente y complicado) al

enfocarse tanto en sí mismo; cierto

tipo de egoísmo, por la misma razón;

Page 13: adolescencia¿sin dolientes?

cambios en las relaciones con los

padres, ante quienes impera una

actitud de rebeldía y de protesta (en

general frente a la autoridad), y una

gran empatía e importancia de los

pares, es decir, los amigos de la

misma edad.

Según describió Ana Freud, la

adolescencia es el momento de las

contradicciones entre la introversión y

la extroversión, la independencia y la

dependencia, el fanatismo y la apatía.

Otro experto en esta etapa, el

psicoanalista Peter Blos, dijo en su

libro La transición adolescente: "La

creación de un conflicto entre las

generaciones y su posterior

resolución es la tarea normativa de la

adolescencia. Su importancia para la

continuidad cultural es evidente. Sin

este conflicto no habría

reestructuración psíquica

adolescente, no habría crecimiento ni

maduración".

Aunque hay ciertas características

que se repiten de generación en

generación, es claro que las

condiciones del mundo moderno han

hecho que los adolescentes se

enfrenten a retos específicos. Sobre

todo, los derivados de la tecnología,

que tiene tanto de bueno como de

riesgoso. Ya es una verdad repetida

que los jóvenes de hoy están

conectados con el mundo a veces de

forma tan virtual, que les cuesta

reconocer lo que es real,

adolescentes acostumbrados a la

velocidad del Internet.

Pilar Sordo también llama a los

adolescentes de hoy, "generación

banda ancha". "Es la que apunta a la

rapidez con la que las cosas tienen

que ser vividas, procesadas,

cambiadas -escribe la psicóloga

chilena-. Se dice que hay que

cambiar de pareja rápidamente

cuando se acaba una relación, que se

tienen que procesar los dolores

cuando se viven. (...) Muchos de los

comportamientos de los adolescentes

están basados en conductas más

bien instintivas, "animalescas", ni

siquiera emocionales, mucho menos

espirituales o con algún sentido".

Los cambios en la estructura familiar

han implicado también una

modificación de conductas en los

adolescentes. La brecha generacional

entre padres e hijos, por ejemplo, se

ha visto acortada, y esto ha tenido

sus efectos. Para los adolescentes,

ya no es tan clara esa imagen

diferenciada del padre, la madre y,

por ende, su autoridad. Hoy es

frecuente encontrar inseguridad y

dudas entre los padres a la hora de

decidir cómo educar a sus hijos, y

esto es absorbido por los jóvenes.

Hoy, en cambio, no es frecuente

compartir una mesa con los padres,

conversar sobre algo en común, en

familia, simplemente conversar. Están

en las habitaciones, casi siempre

cerradas y, como dice Sordo, si hay

poco espacio en las casas entonces

salen a las calles a educarse por sí

solos y a correr riesgos en cualquier

esquina.

Page 14: adolescencia¿sin dolientes?

Quizá porque les están llegando las

responsabilidades más temprano,

puede entenderse el dato que arrojó

de un estudio sobre los adolescentes

de hoy que los define como los

menos rebeldes de la historia. La

investigación fue hecha por la firma

Lowe Council, titulada Window on

teens (Ventana a la adolescencia) y

reunió una muestra de jóvenes de

veinte ciudades del mundo. Los

resultados ratifican esa frontera cada

vez menor entre padres e hijos

(muchos padres, además, se aferran

a seguir siendo adolescentes) y una

visión menos rotunda de la rebeldía,

precisamente porque no hay una

autoridad determinada ante la cual

rebelarse. Hay, sin embargo, un

entendimiento del mundo que han

tenido que vivir los padres; y contrario

a lo imaginado, es una generación de

adolescentes que cree en el

romanticismo, en el amor, en tener

hijos y formar familia.

"Hay adolescentes maravillosos, que

son muchos, pero que se mantienen

en silencio porque no son noticia,

porque paradójicamente hacen las

cosas bien", dice la autora de No

quiero crecer. Y hay más

adolescentes haciendo cosas buenas

que malas, continúa Sordo. Y tiene

razón. No todo va mal, entonces.

De 13 a 15 años

"Terremoto", es la palabra que elige

la psicóloga chilena Pilar Sordo para

hablar de los jóvenes entre estas

edades. Y lo explica por la

movilización interna que viven. Por un

lado, la sociedad empieza a exigirles

cosas y, por otro, está en plena

ebullición la búsqueda de identidad.

De 15 a 18, en busca de sueños

Tienen cerca el desafío de ingresar a

una carrera universitaria o técnica,

con lo cual empiezan a encaminar su

futuro. Más que presión de parte de

los padres, necesitan calma y

compañía para la toma de decisión

del camino a tomar. El otro tema que

es importante durante este periodo es

la formación de la pareja.

UNA HISTORIA PREMATURA

Testimonio de Karen Pérez, de 16

años; mamá de Daniel, un bebé de

cinco meses.

Me enamoré de Cristian. Cuando lo

conocí, yo tenía 15 años y estaba en

séptimo en un colegio d istrital. Hace

más de un año nos hicimos novios; él

hablaba de su futuro, de la

importancia de graduarse del colegio

y trabajar para formar un hogar

cuando fuera mayor y tuviera con qué

mantenerlo. Me preguntó si estaba

cuidándome y le dije que sí. Cuando

tenía relaciones sexuales, tomaba

limón y creía que con eso bastaba

(vea recuadro). No había quedado

embarazada, quién sabe por qué,

pero lo cierto es que ahora tengo un

hijo de cinco meses.

Page 15: adolescencia¿sin dolientes?

Cuando me enteré que estaba

embarazada fui muy feliz. Pensaba

que sería lindo tener un bebé para

cuidar y amar, pero no sabía la

responsabilidad que se me venía

encima y tampoco qué pasaría con

Cristian. Él no quería tenerlo. Pero

aún así, me apoyó cuando tomé la

decisión. Cuando lo tuve, mi mamá

empezó a cobrarme la mitad de los

servicios y mi padrastro dejó de

hablarme y, por eso, me fui a vivir con

mi novio en casa de mi suegra.

Recuerdo que la noche del parto me

desperté a las 2 a.m. Me dolía el

estómago y sentí como si me hubiera

orinado. La mamá de Cristian me

explicó que había roto fuente. En el

hospital, las contracciones se hicieron

más fuertes. Me aplicaron una droga

para acelerar el parto y tener a mi hijo

por vía natural, pero pedí a gritos la

cesárea. El dolor no se puede

explicar. Finalmente y después de 28

horas, tuve a Daniel sin necesidad de

la cesárea.

Esa noche, mi novio se fue a

celebrar. Mi mamá y mi suegra

discutieron porque llegó cuando

estábamos a punto de salir y los

problemas empeoraban.

Yo seguí en el colegio, pero dormía

hasta las 11 o 12 y me sentía

cansada todo el tiempo. A partir de

ahí, empezaron los problemas con

Cristian. Nunca encontró la casa

desordenada, pero decía que no

asumía mi papel de mujer y no le

ayudaba a formar un hogar. Además,

no quería que asistiera al colegio.

Cristian me pedía que lo calmara. Le

daba mal genio porque todos los días

tenía que estar en el trabajo a las 7

a.m. y no podía dormir. Además, me

llegaron rumores de que andaba con

alguien más. Un día, cuando llegó de

estudiar, le hice el reclamo y me

terminó. Lloré y le rogué, pero estaba

decidido. Tuve que volver a la casa

de mi mamá. Duré tres meses sin ir al

colegio porque no tenía quien cuidara

al niño. Ahora mi mamá se queda con

Daniel mientras estoy estudiando.

Qué cambió

Antes del embarazo, pensaba en mí y

no me preocupaba, porque mi mamá

me daba todo. Ahora, debo pensar

primero en mi bebé y comprar

pañales, pañitos, leche y lo que

necesite. Y es lo más difícil, por

ahora, porque luego será su estudio.

Cristian me pasa una cuota de 50.000

pesos cada quincena y yo compro lo

que alcance, pero siempre hace falta

y tengo que rebuscar por ahí. Ya

toma poca leche materna y le gusta

su tetero, pero la leche está tan

cara... Mi mamá no puede ayudarme,

porque la situación está difícil:

pagamos arriendo y no hay plata para

más. En parte, es mi responsabilidad

porque también gasto, le preparo de

comer al niño y caliento el agua para

el baño. Mis amigos me prestan, pero

cuando les pago, me quedo sin nada

y en las mismas.

Page 16: adolescencia¿sin dolientes?

Mi bebé me llenó de felicidad y me da

fuerza para seguir viviendo, pero no

puedo negar que si no hubiera

quedado embarazada mi vida sería

más fácil: si trabajara, todo quedaría

para mí y podría salir con mis amigos.

Ahora, todo debe ser para él y solo si

queda algo, puedo pensar en mí.

Nunca hablé de sexo ni de

planificación con mi mamá. Me daba

pena y no le pregunté nada. Eso sí,

me decía que no fuera a "meter las

patas". En el colegio tampoco me

hablaron del tema. Hace poco

hicieron talleres, pero eso es todo.

Creo que el otro año va a empezar

una clase obligatoria de educación

sexual, pero ya qué.

Trabajo de 7 a.m. a 6 p.m. haciendo

puertas y ventanas en el negocio de

mi papá y estudio de noche. No gano

mucho y ser padre no estaba entre

mis planes. Antes de mi hijo,

compraba cosas para mí y Karen,

pero ya no alcanza para ninguno

porque el niño lleva gastos.

Nosotros ya no estamos juntos. No

quise seguir con ella porque no

estaba feliz con tantas

preocupaciones y, además, no me

alcanzaba para mantenernos a los

tres. Como ella no puede trabajar por

ser menor de edad, me tocaba pagar

todo a mí. Hacer un hogar uno solo

es muy difícil.

Yo amo a mi hijo. Desde que nos

separamos, me siento muy triste,

como si me faltara algo. No tuve un

papá que me haya acompañado y

quisiera formar con Karen y mi bebé

un hogar, sin repetir los mismos

errores, pero toca más adelante.

Ahora no hay con qué.

Mitos nocivos

* Creencias como que el limón, el

mejoral, el alka-seltzer y el

acetaminofén son métodos de

planificación son producto de una

pésima comunicación entre padres e

hijos y de la carencia de proyectos

educativos de salud sexual. Un

estudio de la Red colombiana de

jóvenes reveló que el 46,6 por ciento

de un grupo de ginecólogos afirma

que los adolescentes no planifican

por falta de educación; el 19,1 por

mitos y 18,3 por costos.

“SIN LIBERTAD VOLVI A VIVIR”

Tenía 17 años y pertenecía a las

barras bravas cuando se vio

involucrado en un homicidio.

Una sudadera azul estampada con

el escudo de Millonarios forra su

cuerpo delgado de 19 años. Aparenta

menos edad: su rostro es aún

imberbe y tras sus ojos negros se

esconden sentimientos de dolor y

arrepentimiento, pero también de

esperanza.

Militó en las barras bravas de

Millonarios, su equipo del alma, de

los 13 a los 17 años. Vivía armado

con una navaja y en una de tantas

Page 17: adolescencia¿sin dolientes?

riñas con hinchas de otro equipo se

vio involucrado en un crimen. Siendo

aún menor de edad, estuvo privado

de la libertad durante 15 meses y

medio. Ahora lucha por darles una

mejor vida a su joven mujer de 17

años y a su hijo, de dos.

El chico malo de las barras

bravas

Ingresé a las barras bravas en el

2004, tenía 13 años. Íbamos al

estadio, viajábamos a otras ciudades

apoyando al equipo, nos colgábamos

en las mulas para no pagar pasaje.

Nos toreábamos mutuamente con los

hinchas de los otros equipos. Solo

con mirarnos era para agarrarnos a

golpes. Sentía rencor y ganas de

desquitarme.

Había peleas en todo lado, en la calle

y en el estadio. En Neiva nos

agarramos con los mismos hinchas

de 'Millos', por el mando. Me pegaron

un piedradón y tiré a romper. Una

vez, un 'man' de Santa Fe sacó un

cuchillo y me rayó el estómago; si no

me corro, me daña. Otra vez, por un

botellazo en la cabeza, quedé viendo

borroso 15 días.

Yo quise ser futbolista, pero nunca

tuve la oportunidad de demostrar mi

talento. Me retiré de estudiar también

por las barras bravas. Unos 'manes'

de Santa Fe me ficharon y

amenazaron con matarme.

Salí del colegio y me descarrilé peor.

Conocí más mundo: empecé a

consumir alcohol, después cigarrillo,

marihuana y 'perico'. Me la pasaba

'farriando' y me metí más al cuento de

las barras bravas; era una especie de

líder, era el más recorrido y los chinos

me seguían. El respeto me lo gané,

pero de nada me sirvió porque mire a

dónde fui a parar.

El crimen que le quitó la

libertad

Salimos a hacer la vuelta, que era

robarnos una bandera del Nacional a

cualquier parche que pasara, para

boletearla en Internet. Millos ya

estaba eliminado, solo queríamos

robarnos la bandera, eso era un

trofeo.

Encontramos un parche como de 30,

nosotros éramos 25, camuflados

como si fuéramos del Nacional.

Íbamos armados para defendernos

de cualquier tropel. Había un

muchacho con una maleta y pensé

que ahí llevaba la bandera: me le fui

encima, lo agarré y le dije que me

pasara la maleta. Me pidió que no le

hiciera nada y yo le dije que tranquilo,

que no le iba a pasar nada.

Ya le estaba quitando la maleta y

llegaron unos muchachos de los

mismos con los que yo iba;

empezaron a pegarle; yo les dije que

todo bien, que no le pegaran más,

pero no dejaban de pegarle: estaban

borrachos y drogados.

Uno de ellos le estaba dando con la

cacha del cuchillo y de un momento a

Page 18: adolescencia¿sin dolientes?

otro la volteó y le pegó una puñalada

en el corazón. Yo me quedé con la

maleta: el muchacho dio tres pasos y

cayó muerto en la carretera.

Los manes del Santa Fe nos

denunciaron. Pasaron varios meses y

volví al estadio. La Policía nos estaba

esperando y nos dieron captura. Al

otro día salí judicializado para El

Redentor (sitio de reclusión en

Bogotá para menores infractores).

El arrepentimiento

¿Que si me arrepiento? Sí, cada

segundo. Seguí una causa sin tener

una causa. Después de que

reflexioné ya no le encontré sentido a

las barras bravas. Me arrepiento

porque la vida no vale más que un

equipo de fútbol.

Culpable sí fui en parte, por haber

agarrado al 'man' para quitarle la

maleta. Si no lo hubiera cogido, él

estaría vivo. Pero tengo la conciencia

tranquila de que nunca le quité la vida

a nadie.

A los compañeros que todavía están

en las barras bravas yo les doy

consejos: muchos me escuchan y se

han retirado, ahora se reúnen a orar.

Una prueba de estas no solo lo

mueve a uno sino a los que están

alrededor de uno.

Fue una prueba muy dura, pero me

fortaleció, me unió más a mi familia.

Creo que esto tenía que pasar para

que abriera los ojos.

Los 15 meses y medio de

encierro

Cuando me llevaron preso yo dije que

era inocente. Me contestaron que

hasta que no comprobaran lo

contrario no me dejaban ir; como el

otro muchacho me estaba

inculpando, esa era una prueba.

Estuve encerrado 15 meses y medio.

Ese muchacho y yo nos llevábamos

en la 'mala' cuando ocurrió todo.

La estadía en El Redentor no digo

que fue lo mejor. Mi hijo estaba recién

nacido (tenía cuatro meses) y me

sentía culpable de dejarlo solo; mi

mamá estaba desamparada.

Fue duro pasar fechas como

diciembre. No sabía si llorar o

acostarme a dormir; pensaba en la

familia, en qué estaría pasando si

estuviera afuera; me preguntaba por

qué lo hice, por qué no estuve con mi

familia en el momento en el que

mataron a ese muchacho.

Teníamos en ese lugar a una

educadora que en las noches nos leía

la palabra de Dios y nos ponía

música cristiana. Al principio era

aburridor, uno no tiene ese

acercamiento con el Señor, pero uno

después se daba cuenta de que Él

nos daba la fortaleza para soportar

cada día.

Una nueva vida

Creo que me descarrilé, también, por

la separación de mis papás. No tenía

Page 19: adolescencia¿sin dolientes?

la figura paterna que me dijera: por

ahí no es. Mi papá vivía en

Venezuela y aunque estaba

pendiente no le veía autoridad. Por

eso, ahora quiero darle un buen

ejemplo a mi hijo.

Conseguir trabajo para un joven

como yo es muy difícil: nos señalan y

nos tildan de criminales, quitarse ese

título de haber estado presos es

imposible. Creo que falta apoyo para

personas como yo, que nos ayuden a

conseguir un buen empleo y a

estudiar.

Con mucho esfuerzo conseguí trabajo

en una fábrica de vidrios, donde no

saben de mi pasado. Temo que me

pierdan la confianza.

Con lo que me pagan apenas alcanza

para las cositas del niño y para

ayudar a mi mamá y a mis hermanos.

Quiero estudiar sistemas, pero por

ahora no tengo la posibilidad; por

ahora me estoy cuadrando,

comprando mis cositas: el televisor y

mi camita, para traer a mi mujer a

vivir acá con mi bebé. No tengo nada

para ofrecerles.

A mi hijo no le ocultaré mi pasado

porque me estaría engañando a mí

mismo: quiero que tome lo que me

pasó como ejemplo. Que sea hincha

si quiere serlo, pero que no sea

fanático; que no dé la vida por una

camiseta.

Creo que el Gobierno debe invertir en

la juventud y evitar que los jóvenes

terminen convertidos en delincuentes

por falta de oportunidades; muchos

muchachos caen en estas por

necesidad, por el hambre de sus

familias.

Por José Alberto Mojica Patiño

'Vivir sin drogas es respirar

de verdad'

María Alejandra Camero: Mi

adicción quizá comienza a los 11

años cuando comía sin control, tal

vez para llenar el vacío de no vivir

con mis padres, a pesar de que mis

abuelos me lo daban todo. Me volví

obesa, pesé 98 kilos y me tuvieron

que hacer un by-pass gástrico antes

de cumplir los 18 años. A los 13 ya

era alcohólica, a los 15 inicié mi

recorrido por otras drogas. Todas las

probé, pero terminé enganchándome

al alcohol.

Camila Ibáñez: Alejandra y yo nos

parecemos mucho. Somos hijas de

padres separados y que se alejaron

de nuestras vidas. Yo tengo 17 años,

crecí en un hogar en el que mi mamá

me cuidaba como a una muñequita

de porcelana, hasta que se casó de

nuevo y nos alejamos. Ese excesivo

cuidado me hizo daño, porque

cuando entré al colegio tenía tal

dependencia por ella, que me sentía

tan abandonada y me iba llorando a

buscar a mi hermano mayor a su

salón de clases.

M.A.C.: Aunque mi recorrido como

adicta comenzó por la comida,

Page 20: adolescencia¿sin dolientes?

considero que el alcohol es la puerta

de entrada a muchas otras

adicciones. Estuve expuesta a este

desde muy pequeña, porque en

nuestra sociedad es legal

consumirlo... Yo me tomaba los

cunchos, que quedaban en los vasos

y botellas, en las fiestas organizadas

en mi casa alentada por los adultos

que se morían de la risa y me

aplaudían. Es más, cuando empecé a

tomar y fumar a los 13, mi mamá lo

sabía, pero no me dijo nunca nada. Y

cómo iba a hacerlo si ella también es

alcohólica. En mi familia hay

predisposición genética.

C.I.: A mí nadie me ofreció la droga.

Yo me consideraba la rebelde del

colegio de monjas donde estudiaba,

quería vivir rápido, saltarme etapas.

Conocí gente mayor que yo y

consumidora, y probé a los 13 la

marihuana. A los dos meses seguí

con la cocaína... Pasaron cuatro años

para que mi mamá se diera cuenta y

yo ya había probado 'perico', éxtasis,

bóxer, hongos y ácidos.

M.A.C.: Que la familia se dé cuenta

es el problema. Los adictos somos

hábiles usando máscaras, por eso

cuando los padres descubren la

verdad estamos demasiado

avanzados en la enfermedad. Yo le

contaba a mi mamá mis miedos, mis

malas relaciones en el colegio, pero

siempre me decía que yo era muy

floja, que lo tenía todo en la vida y

que algo malo debía haber hecho...

C.I.: Eso es lo que no entienden los

papás. Uno muchas veces busca su

ayuda pero ellos no están ahí, no te

responden de la manera que

quisieras cuando les cuentas que te

fue mal en el colegio, que terminaste

con tu novio o que te sientes triste.

Uno se estrella con respuestas como:

"No, mi vida, ahora no porque estoy

trabajando" o "no tengo tiempo". Eso

crea una barrera, entonces uno dice

mejor se lo cuento a otra persona o

me lo trago.

M.A.C.: Y guardar esos sentimientos

se vuelve una bola de nieve que te

aplasta. Mi error era minimizar o

congelar mi dolor. Me hacía la fuerte.

Por eso me automutilaba, me hacía

heridas superficiales en el cuerpo

para que el dolor físico aliviara el del

alma, aunque mi intención nunca fue

matarme.

C.I.: Y lo que pasa con la mayoría de

los adictos es que impedimos que la

gente nos ayude. Uno siempre dice

que lo puede controlar y cuando te

das cuenta, tu vida está hecha una

m... Yo toqué fondo cuando me fui un

año a vivir con mi papá a Argentina,

me descontrolé porque él me dio

mucha libertad, se convirtió en mi

amigo no en el padre que te fija

límites. Y me descaré en el consumo,

mientras él estaba entregado a su

trabajo yo fumaba marihuana en la

casa de una amiga.

M.A.C: Mi peor crisis también fue en

Argentina, donde empecé mis

estudios de diseño de moda este año.

Page 21: adolescencia¿sin dolientes?

Pero no pude, me llené de miedo y

volví a hundirme en la bebida. Me fue

imposible relacionarme con mis

compañeras. No pude y un día, harta

de emborracharme, llamé a mi mamá

para que me salvara. Por eso regresé

a Colombia a internarme en esta

fundación.

C.I.: Mi familia en cambio solo se dio

cuenta cuando vio el novio con quien

anduve, porque a él sí se le notaba y

además era expendedor.

M.A.C.: Los novios que elijo también

han sido un problema. Busco

mayores para sentirme protegida o

necesitada. Salí hasta con un

esquizofrénico que me golpeaba.

Pero, por fortuna, en Argentina salí

con un hombre de 34 años abstemio,

fue como alguien que me envió Dios

para que me detuviera en mi

autodestrucción.

C.I.: Mi novio, en cambio, fue el

detonante. Me duele contarlo, hoy

cuando llevo cinco meses sin

consumir, pero ahora me doy cuenta

del daño que me estaba haciendo y a

mi familia. Por él intenté quitarme la

vida y golpear a mi mamá. Son cosas

que no me enorgullecen. Ellos me

tuvieron que amarrar para llevarme a

un centro de rehabilitación porque yo

estaba hecha un demonio. Ahora

estoy cambiando, recuperando mi

mente y sé que con amor y valentía

saldré adelante.

M.A.C.: Yo en unos días saldré a la

jungla de asfalto para enfrentar el reto

de vivir sobria. No es fácil, pero sé

que se puede, porque con Camila

hemos aprendido que con ayuda de

Dios solo por hoy se puede no

consumir y sonreír de verdad.

C.I.: Ahora hasta puedo respirar,

siento el aire y cuento mi historia,

porque quiero que otros adolescentes

se quiten la venda de los ojos, la

coraza del corazón y no elijan este

camino tan amargo y tortuoso como

una válvula de escape para

anestesiar el dolor por sentirnos solos

e incomprendidos. Y para que los

padres de familia aprendan a

escucharlos.

*Apellido cambiado.

Por Flor Nadyne Millán M.

SOLEDAD, MALA CO MPAÑÍA

En medio de un mundo de redes

sociales, la soledad ronda a los

adolescentes. Cómo protegerse.

Su mamá no se cansa de buscar

razones. ¿Mucho consentimiento

cuando niña, quizá? ¿Haber sido

testigo de las frecuentes discusiones

entre ella y su marido? ¿El divorcio,

al final? ¿La presión de los

compañeros de colegio? ¿Qué?

¿Dónde está la razón de que su hija

menor -Andrea, la llamaremos-, de 16

años, esté marcada por la soledad.

Andrea va al colegio (a uno de solo

niñas, después de muchos cambios

de plantel en plantel) y está en

Facebook y en Twitter y chatea en

Messenger y anda con un celular de

Page 22: adolescencia¿sin dolientes?

última gama que le regaló su papá.

Pero se siente sola. No fue igual con

su hermano mayor (le lleva cinco

años): él vivió la adolescencia llena

de amigos, de noviecitas, de

aventuras. Ella, la soledad.

Y quién entiende la soledad de un

quinceañero, como se preguntó

alguna vez la escritora Elena

Poniatowska.

La primera señal fue en el colegio.

Las malas notas dieron el anuncio de

que algo no iba bien con ella. Las

profesoras llamaron a sus papás -fue

la mamá, porque él está muy

ocupado-, para contarles que su hija

no participaba en clase, andaba sola

en los descansos y a veces era

agresiva con compañeros y

profesores. Además, ¿qué le pasa?,

preguntaron, ¿es que no come?,

porque está muy flaca. Andrea se

defendía ante su madre. Pide que la

cambie de colegio, allá no ha hecho

amigos, no le gustan los profesores,

no ha podido adaptarse. Al final,

deciden cambiarla de plantel.

En el siguiente colegio vendrá la

misma situación. Y esas actitudes, de

soledad, aislamiento, se aumentan en

casa, a donde llega a encerrarse en

su habitación. ¿Hablar con quién?

¿De qué? "Me meto a Internet o me

pongo a oír música", es la respuesta

que da cuando se le pregunta por su

tiempo. Su mamá tiene horarios

largos de trabajo y su papá aparece

muy de vez en cuando, para invitarla

a algún restaurante o a un cine. Los

amigos con los que se siente bien

suelen ser menores que ella, quizá

porque no le exigen formar parte de

determinados comportamientos.

Andrea lo dirá de otra manera: "Ellos

no me la montan".

Cuando el aislamiento empezó a

implicar que no comiera bien, que

estuviera de mal genio o agresiva,

que repitiera con frecuencia que no

se quería y nadie la quería, su mamá

la convenció de visitar a una

psicóloga. En la segunda cita la

especialista les comentó que Andrea

estaba deprimido.

Causa y efecto

Soledad y depresión suelen ir de la

mano, afirman los expertos. Una

puede llevar a la otra. Y lo más

preocupante es que la depresión -

sobre todo en la adolescencia- es un

caldo de cultivo para que aparezcan

situaciones más riesgosas, como las

ideas suicidas.

Que un joven piense en quitarse la

vida parece algo improbable. Pero la

realidad es que muchos lo hacen. Un

estudio reciente elaborado por la

Universidad de la Sabana mostró que

uno de cada cinco jóvenes bogotanos

ha pensado en quitarse la vida.

'Ideación suicida en la adolescencia:

soledad, desesperanza y salud

familiar', se tituló la investigación,

liderada por la doctora Gloria

Carvajal, en la que se entrevistaron a

480 jóvenes entre 14 y 17 años.

Page 23: adolescencia¿sin dolientes?

"La soledad puede ser una

experiencia que, en cierto grado, se

espera durante la adolescencia,

teniendo en cuenta que esta es una

etapa en la cual las expectativas, los

roles, las relaciones y las identidades

sufren cambios significativos",

escribió Carvajal en su investigación.

"Un factor que se asocia con

frecuencia a la soledad durante la

adolescencia -continúa- está dado

por los cambios en la estructura

familiar y las características de la

relación padres-hijos. Aspectos como

desintegración familiar y familias

reconstituidas disminuyen las

relaciones y aumentan

comportamientos como abuso de

drogas, problemas emocionales y

bajo desempeño escolar. Otros

factores asociados son los

sentimientos negativos de tristeza y

desesperanza, entendidos como una

sensación de no futuro".

Miguel de Zubiría es experto en la

salud mental de niños y adolescentes

y ha realizado varios estudios al

respecto. Por un lado, plantea lo que

influyen en la cotidianidad de los

jóvenes las diferencias en la

estructura familiar. Antes, estar solo

en casa era casi un imposible, por

cuenta de familias numerosas, de

muchos hermanos y menores índices

de divorcios. Ahora, como en el caso

de Andrea, las familias cuentan con

pocos hijos -es la tendencia mundial-

y con frecuencia se vive con un solo

padre. Esto, sumado a la falta de

retos (todo lo tienen, menos lo

necesario) y de ilusiones que les

impone la sociedad moderna, ha

llevado a que la soledad sea casi una

epidemia.

"La soledad es el medio de cultivo

perfecto para la depresión -dijo

Zubiría en uno de sus estudios-. Si se

está con amigos, pareja, familia, es

muy difícil que penetre la soledad,

menos la depresión y mucho menos

la idea de suicidio". Las cifras de

suicidio son dramáticas: más de mil

niños y adolescentes se han quitado

la vida en Colombia del 2005 a la

fecha.

Según una investigación de Zubiría,

solo uno de cada tres muchachos

entre 11 y 18 años considera que

tiene un buen amigo. Las velocidades

de los tiempos modernos, la ausencia

de un papá o una mamá en casa -una

encuesta realizada en Estados

Unidos mostró cómo los padres de

hoy hablan menos de media hora con

sus hijos (y esto, en promedio)-, la

presión de los compañeros -que es

hoy más apabullante que nunca, con

las burlas en internet, por ejemplo-,

además de estar en medio de una

sociedad que no parece ofrecer un

lugar en el futuro, aumentan los

sentimientos de tristeza y soledad en

los adolescentes, que pasan por un

momento importante en el que están

definiendo su personalidad.

La solución está en la presencia, que

sienta que no está solo; en fomentar

su autoestima, que el adolescente

note que su vida vale sin que esto

Page 24: adolescencia¿sin dolientes?

signifique ser el más guapo o la más

bonita ni el que mejor notas saque o

más amigos tenga en las redes

sociales. Es importante acompañarlos

a crear un proyecto de futuro y

formarlos en valores. No parecen

muy traídas de los cabellos estas

ideas. Aunque, en estos días, puede

que alguien las vea como imposibles.

CUERPOS EN CRECIMIENTO

El mayor desarrollo físico se da en

esta etapa y de comer bien depende

la salud a largo plazo.

La tensión y los trastor nos

emocionales pueden afectar el

equilibrio energético de los

adolescentes, haciendo que

consuman muy pocos o demasiados

alimentos, en una etapa en la cual

una nutrición equilibrada es

fundamental para los grandes

cambios físicos por los que pasan.

"Las infecciones leves o graves, el

nerviosismo, los problemas

menstruales, dentales o cutáneos

(acné) son factores que pueden

provocar una alteración del apetito, y

los adolescentes que consumen

dietas pobres son los más

vulnerables. El estrés emocional va

asociado frecuentemente a manías

alimenticias y a la moda de estar

delgado, que pueden provocar

desórdenes como la anorexia

nerviosa", asegura un informe del

Consejo de información sobre la

alimentación (www.eufic.org), una

organización sin ánimo de lucro que

proporciona información científica

sobre la seguridad y calidad

alimentaria, la salud y nutrición.

También las consecuencias del

exceso de peso, un problema cada

vez más frecuente entre

adolescentes, en un periodo en el

que se preocupan mucho por su

imagen, llega a afectarlos de manera

profunda si no mejoran sus hábitos

nutricionales y reciben el apoyo de

las personas de su entorno.

"Los jóvenes se preocupan con

mucha facilidad por su imagen

corporal, y la percepción que los

padres tengan acerca de su figura

tiene una influencia poderosa sobre

cómo los adolescentes se sienten

acerca de sus cuerpos; por lo tanto,

deben evitar criticar la apariencia de

sus hijos, porque naturalmente sus

mensajes negativos los

influenciarán", explica la nutricionista

Claudia F. Cortés Ochoa, de Nestlé

de Colombia S.A., que tiene un área

dedicada a dictar talleres sobre

nutrición a los consumidores.

En este aspecto, los entornos familiar

y escolar tienen una gran importancia

a la hora de determinar la actitud del

adolescente hacia el consumo de

alimentos.

"En esta etapa, el buen ejemplo de

los padres en cuanto a la

alimentación sigue siendo

fundamental, por eso es importante

Page 25: adolescencia¿sin dolientes?

continuar realizando comidas en

familia y aprovechar estos espacios

en los que el adolescente comparte

con sus padres alrededor de la mesa,

para reforzar los buenos hábitos de

alimentación y fomentar estilos de

vida saludables", agrega.

Aconseja que tanto la familia como el

colegio incentiven, además de la

educación en temas de alimentación,

actividades que los ayuden a sentirse

en forma, fuertes y capaces. Estos

factores contribuirán a la construcción

de una imagen corporal positiva y

ayudarán a reforzar la importancia

que tiene una buena nutrición para su

vida diaria.

Comiendo en familia

La nutricionista Claudia F. Cortés

Ochoa da algunas recomendaciones

para acompañar a los adolescentes

en la creación de hábitos saludables.

* Elógielo cuando haga buenas

elecciones, y ayúdele a planificar su

alimentación del día cuando no pueda

estar durante las comidas.

* Juntos pueden escoger refrigerios

balanceados o preparar un almuerzo

para llevar, esto contribuye a

desarrollar en ellos habilidades

básicas para la toma de decisiones

positivas de alimentación cuando

comen fuera de casa.

* Para lograr el equilibrio hay tres

aspectos que nunca deben olvidar:

incluir variedad de alimentos,

controlar el tamaño de las porciones y

beber suficiente líquido.

* Si usted nota que están comiendo

mucho o muy poco, la mejor opción

es buscar asesoría especializada.

* Es necesario fomentar la práctica de

la actividad física; algunos son atletas

naturales, otros disfrutarán más una

caminata al aire libre o una clase de

baile.

* Una buena noticia es que no se

debe comer "perfectamente" todo el

tiempo; está bien darse gusto

ocasionalmente, siempre que tenga

buenos hábitos.

Crecimiento vs. Alimentación

Los adolescentes, además de las

modas alimenticias pasajeras y las

tendencias a adelgazar acostumbran

a saltarse algunas comidas y a

desarrollar hábitos alimentarios

irregulares, lo cual es

contraproducente ya que su cuerpo

necesita una cantidad de nutrientes

extra para culminar con éxito el

proceso de crecimiento.

"La adolescencia es una etapa de

transición caracterizada por un

elevado ritmo de crecimiento

muscular y de tejidos libres de grasa,

y por fenómenos madurativos

importantes. Aquí, la alimentación

juega un papel muy importante dado

que los requerimientos energéticos,

proteicos y de algunos

micronutrientes aumentan para

satisfacer las necesidades y en

Page 26: adolescencia¿sin dolientes?

consecuencia es normal que mejore

el apetito", explica la nutricionista Luz

Helena Castaño, del Centro

colombiano de nutrición integral

(Cecnic), de la Universidad Javeriana.

De acuerdo con el Eufic el pico de

crecimiento se da generalmente entre

los 11 y los 15 años en el caso de las

mujeres, y entre los 13 y los 16, en el

de los hombres, periodo en el que

existe la posibilidad de que se sufran

deficiencias de nutrientes como el

hierro y el calcio.

En este sentido, dos de las

afecciones más comunes

relacionadas con la dieta de los

adolescentes son la anemia por falta

de hierro y la deficiencia de calcio.

La primera, se presenta por el

aumento del volumen sanguíneo y la

masa muscular, que incrementa la

necesidad de hierro para fabricar

hemoglobina. El aumento de peso

propio de la edad y el inicio de la

menstruación en las niñas, son otras

de las razones.

De allí, la necesidad de aumentar el

consumo de alimentos ricos en este

mineral como las carnes magras y el

pescado, las leguminosas, las

verduras de color verde, los frutos

secos y los cereales enriquecidos con

hierro.

La falta de calcio es otro de los

problemas. Cerca del 45 por ciento

de la masa ósea de un adulto se

forma durante la adolescencia y todo

el calcio que se necesita para el

crecimiento de los huesos debe

suplirlo la dieta. Para obtenerlo es

importante comer varias porciones al

día de lácteos, como leche, yogur y

queso.

PIEL SIN LA MARCA “ACNÉ”

Un pequeño punto negro o blanco en

la piel, que parece inofensivo, puede

mutar a un aterrador forúnculo que le

daña el día a cualquiera, y más

todavía a un adolescente, que en

esta etapa de la vida tiene que lidiar

con más de un cambio físico y

emocional. El problema empeora

cuando este enemigo, el acné,

amenaza con colonizar, sin tregua, la

piel del rostro, pecho y espalda y, lo

peor, dejar su marca.

¿Por qué aparece? "El acné es una

enfermedad crónica en la que la

herencia genética es un factor que

predispone, además del estrés, las

alteraciones en las hormonas y en la

queratinización (acumulación de las

células muertas), sumado a la

proliferación bacteriana y a la grasa

producida por las glándulas

sebáceas", explica el dermatólogo

Campo Elías Páez. Y es un estado

por el que pasan la mayoría de

jóvenes, "por eso se puede

considerar hasta cierto punto normal

al comenzar el desarrollo en la

pubertad", precisa el también

dermatólogo Giovanni Bojanini.

Afecta a ambos sexos y una vez que

comienza la producción de

Page 27: adolescencia¿sin dolientes?

testosterona (en la mujer se da en los

ovarios y en los hombres, en los

testículos), los receptores de

andrógenos que están en las

glándulas sebáceas la captan,

comienzan a producir sebo y se

presenta el acné.

"De esta condición se presentan tres

tipos -dice Bojanini-, el juvenil entre

los 12 y 23 años, tiene pápulas

(barros), pústulas (la materia) y

comedones abiertos (puntos negros)

y cerrados (puntos blancos).

Aparecen en cara, pecho y espalda,

sin dejar cicatriz".

Se tratan, a su vez, con "antibióticos

tópicos, derivados de la vitamina A y

antibióticos sistémicos (por vía oral),

que se suministran por su acción

antiinflamatoria, porque el acné no es

una infección", aclara el dermatólogo.

El acné nodulo-quístico suele

comenzar más tarde, entre los 14 y

16 años, y puede permanecer hasta

los 40 o 45 años. Además de las

otras lesiones, tiene quistes, que son

profundos, supuran y suelen dejar

cicatrices en cara, pecho y espalda si

es severo.

En las mujeres se pueden advertir

alteraciones hormonales como

aumento de grasa o de vello y caída

de pelo. Este exige tratamientos

fuertes con medicamentos

suministrados por vía oral durante 8 a

12 meses en promedio.

El tercer tipo es el acné conglobata,

más agresivo y que además de tener

las lesiones del quístico y del juvenil,

presenta comedones en puente (los

puntos negros se comunican como en

un túnel), es inflamatorio y deja

muchas cicatrices. Compromete cara,

tórax, espalda, ingles, axilas y

glúteos. Pueden presentarse brotes a

lo largo de la vida.

Que no quede huella

Para tratar las cicatrices que deja el

acné, se usan microdermabrasión y

peelings que aseguran el 70 por

ciento de eficacia. Estos son

utilizados en marcas superficiales.

Para las cicatrices más profundas se

usan distintos tipos de láser. Sin

embargo, los adolescentes con piel

delgada o sensible no son candidatos

a peelings porque se la dejará más

sensible o maltratada. Las personas

morenas deben tener cuidado con el

láser, porque se corre el riesgo de

hiperpigmentación.

Hemoterapia para borrar el acné

Este es un tratamiento alternativo,

que trabaja con la sangre del

paciente. Andrés Hernández,

especialista en medicina alternativa,

explica que "se toma una pequeña

muestra del brazo, se mezcla con un

producto terapéutico y medicamentos

homotoxicológicos de acuerdo con la

historia clínica del adolescente.

Luego se inyecta en los glúteos y en

otros puntos resonadores a través de

acupuntura".

Page 28: adolescencia¿sin dolientes?

Según la medicina china, el acné está

relacionado con la tristeza, esta

emoción genera una toxina que

termina por saturar el hígado. Por eso

el primer paso es desintoxicarlo con

una mezcla de productos naturales. A

medio pocillo de aceite de ricino,

agregue una pizca de boldo, 2 o 3

semillas de calabaza, una pizca de

zen y licúe con jugo de naranja o de

piña, sin azúcar. Tómelo en ayunas.

Se aconseja hacerlo una vez cada

seis meses. Después se siguen las

sesiones semanales de hemoterapia,

por tres meses en promedio. Este

tratamiento también es preventivo.

Cambio de rituales

1. Para tratar el acné es fundamental

modificar los hábitos de limpieza

diaria. Si la producción de grasa es

exagerada se aconseja usar ácido

salicílico en jabón o en scrub (gel

facial y corporal) mañana y noche. Si

predominan los puntos negros o

blancos, las limpiezas dermatológicas

con mascarillas para este tipo de piel

son indicadas. Y el protector solar de

uso diario debe ser en gel o loción.

No experimente con mascarillas o

remedios caseros porque puede

empeorar el problema.

2. Las cosmiatras pueden realizar

limpiezas faciales, pero "se

recomienda hacer una valoración

para determinar si hay acné y se

debe preguntar al paciente si es

tratado por un dermatólogo para que

él indique el procedimiento a seguir.

Las limpiezas se hacen una vez al

mes y en caso de acné activo, dos o

tres veces en ese período", indica la

cosmiatra France Ayala.

Para que no sea un trauma...

Esta condición genera baja de

autoestima, que afecta los

desempeños sociales del

adolescente. "Lo más significativo es

que en esta etapa se viven muchas

fluctuaciones de ánimo y

ambivalencia frente a ser niño y/o

adulto y, si tampoco hay claridad en

los sentimientos y vivencias, el acné

complica este tránsito de edad",

advierte la psicóloga Ana Isabel

Jiménez. ¿Qué hacer? Si el

adolescente se siente muy afectado,

es recomendable consultar al

psicólogo, para recibir apoyo y

estrategias de desarrollo emocional y

comportamental, porque los amigos

pueden ser un gran soporte o

convertirse en un factor de presión.

La ayuda de la familia es

fundamental.

Page 29: adolescencia¿sin dolientes?

La juventud es el período de lo

posible.

Ambrose Bierce

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