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    M. S. RUIPREZ

    J.

    L MELENA, os griegos micnicos, Biblioteca his-

    trica 16, Madrid 1990,

    268

    pp.

    los kioscos y libreras ha llegado al filo del pasado verano el primer

    libro escrito en lengua espaola sobre los griegos micnicos, que viene a

    subrayar y a completar el cannico Mycenean World de

    J.

    Chadwick que el

    propio Melena se encarg de traducir al castellano en la dcada de los

    70

    El libro consta de once captulos en los que a partir de un estudio de

    la cuenca del Egeo en la Edad del Bronce se va pasando revista a la geo-

    grafa, la organizacin poltica y administrativa, la estructura social, la

    economa y la religin micnicas para realizar a modo de cierre unas re-

    flexiones sobre el final del mundo rnicnico. Naturalmente el descifra-

    miento, la escritura y la lengua de los griegos micnicos ocupan una parte

    muy importante -ms de la tercera parte- del libro. No poda ser me-

    nos tratndose de un libro escrito por fillogos. Este dato que los propios

    autores se encargan de subrayar en el prlogo es clave para comprender

    el texto en general y algunos captulos en particular. Se ha partido de los

    datos de las tablillas para discurrir sobre ellos y llegar a la elaboracin de

    los temas. Ello explica sin duda que apartados interesantes del mundo

    micnico bien conocidos por las evidencias del arte y la arqueologa -ce-

    rmica y tumbas- fundamentalmente no aparezcan tratados aqu. Por lo

    dems el libro proporciona una puesta al da recientsima pues el perma-

    nente contacto del Dr. Melena con las tablillas en el museo de Heraclion

    y con los trabajos de otros micenlogos relevantes ha quedado bien refle-

    jado en el texto.

    El libro se cierra con una antologa comentada de textos micnicos ya

    trasliterados. En algn caso habra sido interesante haber presentado el

    dibujo, no la fotografa obviamente de la tablilla en cuestin, para facili-

    tar la comprensin al estudioso. Tras esa antologa un ndice onomstico.

    Un libro cuya presencia en las bibliotecas de los estudiantes

    y

    profesores

    de filologa clsica me parece totalmente obligada. Su tono didctico uni-

    do a su rigor cientfico hace de l un manual amplio de los que tan falta

    est en otros campos de la filologa clsica en Espaa.

    Jos

    Lurs

    NAVARRO

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    RE S E R S DE LIBROS

    S~FOCLES,

    dip Rei

    introducci, traducci i notes de Joan Castellanos i

    Vila, Edit. Irina, collecci La Quimera n.O 2 Barcelona, 1989, 118 pp.

    Joan Castellanos nos ofrece una nueva y elegante traduccin al cata-

    ln del

    Edipo Rey

    de Sfocles, segundo volumen de la nueva coleccin de

    textos clsicos grecolatinos La Quimera, dirigida por Joan Carbonell y

    Brbara Matas, que cuenta ya con algunos ttulos publicados de reciente

    aparicin, y que persigue como objetivo poner al alcance de los ciudada-

    nos una coleccin de bolsillo que llegue a un pblico mayoritario y que

    ofrezca versiones de obras clsicas en un lenguaje sencillo traducimos

    del cataln).

    Con todo,

    y

    a pesar de esta especie de

    captatio beneuolentiae

    inicial de

    quienes han pensado el enfoque de esta coleccin, a pesar de pretender

    ofrecer libros de bolsillo para un pblico mayoritario)), son de destacar

    el rigor filolgico y la excelente presentacin del material. En efecto, en

    el libro que ahora reseamos puede el lector hallar una cuidadosa traduc-

    cin, acompaada de una sugerente introduccin de la que destacamos el

    epgrafe La vigencia de S6focles, con alusiones explcitas al Oedipe de

    P. Corneille, al

    Edipo nel bosco delle Eumenide

    de Giovanni Battista Nic-

    colini, al

    Oedipe

    de Andr Gide o a las ms recientes traducciones o re-

    presentaciones teatrales o del mundo del cine, de la pera...), de una su-

    cinta bibliografa y de unas notas giles, asequibles, con el fin de facilitar

    la lectura. Es de elogiar, pues, el esfuerzo por acercar un poco ms al lec-

    tor no especialista las exquisiteces que muchas veces los filsofos clsicos

    nos reservamos como propias, custodindolas en nuestra inexpugnable

    torre de marfil.

    Para enjuiciar acertadamente esta traduccibn de Sfocles, es preciso

    situarnos previamente en el propsito que persigue la coleccin, as como

    en el tipo de lector al que se dirige un pblico universitario, pero tam-

    bin procedente de la enseanza secundaria, e incluso, segin leemos en la

    contraportada, para el gran pblico). Pues bien, dentro de este contexto,

    una traduccin como la que aqu nos ocupa cumple con esos principios

    bsicos que se ha planteado: fidelidad al texto, transparencia y claridad

    para los lectores, equilibrio entre los diferentes registros del original grie-

    go y las exigencias del lenguaje literario cataln actual, etc. Adems, pa-

    rece como si J. Castellanos haya tenido en cuenta, en todo momento, la

    famosa sentencia alemana annima: la traduccin debe ser so treu als

    moglich, so frei als notig, tan fiel como sea posible, tan libre como sea

    necesario. Efectivamente, en ningn momento hallamos que Castellanos

    desatienda la fidelidad ni la siempre necesaria libertad, con lo que la lec-

    tura no se hace nunca farragosa, ni aburrida, ni excesivamente literal; y

    esto vale incluso para los coros, traducidos con esmero potico. Por

    otra parte, el caudal lxico es muy rico y nutrido, y en nada menoscaba

    la riqueza verbal de la tragedia.

    La traduccin est basada exclusivamente en el texto de A. Dain

    y

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    RESENAS

    DE LI ROS 159

    P. Mazon

    Sophocles :

    SociEt d'Edition Les Belles Lettrew, Pars,

    1958), sin ser utilizados como confrontacin crtica, que sepamos, los

    siempre tiles textos de A. C. Pearson (Oxford, 19241, ni el ms reciente

    de R.

    D.

    Dawe (Leipzig, Teubner, 1975).

    Para ejemplificar el estilo gil, ameno, claro

    y

    tico de la traduccin

    de J. Castellanos, incluimos algunos trminos traducidos asimismo por

    C. Riba (mucho ms poticos y elevados), en su famosa versin catalana

    en la Fundacin Bernat Metge o en Curial (Classics Curial, ns. 8 y

    9,

    edi-

    cin a cargo de C. Miralles): v. 17 (Castell.): vellesa, (Riba): vellura;

    v. 833 (Castell.): desgracia, (Riba): dissort; VV.1145 y 1150 (Castell.):

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    16 RESE SDE

    LI ROS

    pausa, acta, hoy otra vez, de vlido intrprete entre los trgicos griegos

    y nosotros.

    La eleccin precisa de estas tres tragedias no es producto del azar sino

    de la consideracin, segn leemos en el prlogo, de que en las dos prime-

    ras,

    Andrmaca

    425 a.c.) y

    Hracles loco circa

    421), se respira el am-

    biente del patriotismo ateniense y de que, a travs de sus mitos, Atenas

    se nos presenta como refugio de fugitivos y representante de un temple

    humano y liberal, mientras que Esparta, en la figura de Menelao en An-

    drmaca,

    es sinnimo de violencia y traicin. El contrapunto es la tercera

    tragedia -la ltima que escribi el poeta, en el 406 poco antes de su

    muerte, ya exiliado de Atenas voluntariamente-,

    Las Bacantes

    donde se

    hace sentir el desencanto de Eurpides -buscando nuevos temas- por

    la desintegracin poltica y moral de Atenas a causa de la guerra del Pe-

    loponeso. Contina analizando el alma humana pero en sus estados de

    xtasis y delirio religioso.

    En las impecables traducciones -que tenemos a la vista- se sigue el

    sistema ya empleado por el traductor en sus anteriores contactos con la

    tragedia Esquilo: Tragedias, Hernando, 1984 y Tragedias griegas, Socie-

    dad Espaola de Librera, 1983). Esto es, una prosa rtmica que procura

    conservar -y lo consigue, efectivamente- los valores poticos del origi-

    nal, utilizando recursos comparables en espaol en el recitado de los acto-

    res y corifeos. Las partes cantadas -en letra cursiva- han sido traduci-

    das, en cambio, en verso de siete, nueve y once slabas de acuerdo, en lo

    posible, con el verso original. Y hemos de sealar que el respeto al hipr-

    baton y la fiel literalidad en los corales facilitan la aproximacin al texto

    griego. Valga algn ejemplo: Febo que amurallaste la colina fuerte de

    Troya, y dios del mar que con cerleos potros surcas en carro el pila-

    go, por qu dejando sin honor vuestra mano afanosa de alarifes, en-

    tregasteis a Ares, lanza ardida, la desdichada, desdichada Troya? Del

    Simunte en la orilla muchos carros de hermosos potros uncisteis

    y

    com-

    bates sanguinarios trabasteis sin coronas; han perecido aniquilados

    los reyes nacidos de 110, ni ya para los dioses brilla,en Troya fuego en

    las aras con humo oloroso Andrmaca 1009-1027).

    Las tragedias estn precedidas de introducciones novedosas y eruditas

    sobre los precedentes mticos, las innovaciones euripideas, la estructura,

    la intencin y caractersticas de las diferentes tragedias dentro de la carre-

    ra del poeta y de la fecha en que fueron escritas.

    Y,

    en cuanto a las casi

    cuatrocientas notas que acompaan a los textos, diremos que facilitan

    diestramente la comprensin del original. De la bibliografia que antecede

    a cada una de las tragedias, podemos decir que es exhaustiva. Sin embar-

    go, sera en el apartado bibliogrfico donde este volumen notable pudiera

    ser susceptible de mejora: si la bibliografia se ha dispuesto cronolgica-

    mente

    y

    no en orden alfabtico por qu no iniciar cada entrada con el

    ao de publicacin? As se hubiera evitado, por ejemplo, la errata de p.

    86 donde dice 962 y debe decir 1962.

    Y

    en p. 170 la obra de Walter

    F.

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    RESENAS

    DE LIBROS 161

    Otto de 1933 vendra la primera de las citadas sobre Diniso y el dionisis-

    mo, y no ordenada segn le corresponde a la edicin de 1960 que no es

    la primera. En fin, peccata minuta. Porque esta obra de fcil acceso al p-

    blico en general no es slo eso, sino que bajo formato de divulgacin re-

    sulta -a todas luces- de gran inters cientfico e ilustrativa para los es-

    tudiosos de la antigedad clsica.

    ANTONIMAR,Euforin. Espritu y naturaleza del genio, Madrid, Tecnos,

    col. Metrpolis, 1989, 220 pp.

    El libro que reseamos es un ensayo, traducido del cataln por

    C

    Lo-

    silla, revisado por el autor, con unos objetivos muy difanos: reconstruir

    el proceso de formacin de este arquetipo humano el genio) que, junto

    al nuevo concepto de Estado y de ciudadana, inaugura el mundo de la

    contemporaneidad)) cf. intr. p. 15).

    A los fillogos clsicos nos interesa especialmente porque pone las ba-

    ses pp. 21-29), sucintas aunque bien elaboradas por lo que indicaremos

    infra, de lo que generalmente conocemos por el concepto de genio en la

    cultura clsica el

    damon

    en Homero, Platn o en el estoicismo, el

    genius

    latino, etc.).

    El autor aborda su objetivo mediante una estructuracin del trabajo

    con la que coincidimos plenamente en especial en lo que se refiere a

    autores escogidos) y as, establece seis grandes captulos o srpartados que,

    bsicamente, pueden resumirse como sigue: 1) El concepto de genio en la

    cultura clsica y en el Renacimiento. 2a) La concepcin del genio en el

    pensamiento de D. Diderot, 2b) en la filosofa crtica de 1 Kant, 2c) en

    el pensamiento esttico de F. Schiller, y 2d) F. Schelling. Finalmente una

    completsima bibliografia subdividida en Fuentes documentales, Biblio-

    grafa general y por autores, a manera de apndice, junto con un siempre

    til Index Nominum.

    Es luminosa la idea de haber denominado a este ensavo Euforin si

    bien no aparece dicho trmino mencionado, curiosamente, ms que en

    p. 13, a modo de cita inicial, como smbolo emblemtico del conjunto de

    la obra), basndose en que dicha entidad alegrica para Goethe personifi-

    caba la poesa, y que apareca en la segunda parte de su Fausto con los

    rasgos del auriga, semejante a un espritu o a un espectro. En cambio,

    Dara los mnimamente familiarizados con la Literatura helenistica. Eufo-

    rin es un poeta ulico, bibliotecario en Antioqua, autor ae poemas im-

    precatorios Arai, Tracio, Quiliades, etc.), arcano, oscuro, alejandrino,

    enigmtico, que recuerda, salvado el anacronismo, los eptetos menciona-

    dos del auriga de Goethe.

    Pero consideramos adems muy acertado el ttulo de esta obra por

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    RESEN SDE

    LIBROS

    cuanto Euforin, que simboliza para Goethe la poesa, y que define como

    espectro, tiene mucho que ver con la nocin de genio recurdese, as, que

    para Scrates

    damon

    es una voz). Por otra parte, no ser balad mencio-

    nar tambin el parangn y la curiosa coincidencia que suponen la exis-

    tencia de una revista actual, dedicada a divulgar estudios sobre la poesa

    y el pensamiento de Goethe, que ya adopt, desde sus principios, el mis-

    mo nombre del ensayo que ahora reseamos, es decir

    Euphorion.

    Entrando en pormenores, es interesante destacar el desarrollo del

    apartado sobre el

    damon

    platnico mensajero entre el cielo y la tierra,

    intrprete e intermediario entre dioses y hombres, segn palabras de Dio-

    tima). Sin embargo, el autor menoscaba o silencia las distintas connota-

    ciones del trmino

    dairnon

    que jalonan el mundo griego antes de Platn

    Teognis

    y

    su concepcin del

    damn

    como aquel que tienta al hombre a

    tE; Eurpides, poniendo en boca de la nodriza de Medea que la tE es la

    obra de un

    dairnon

    irritado, etc.), as como la triparticin de los tipos de

    daimones

    establecida por E. R. Dodds en su clebre obra

    The Greeks and

    the Irrational

    pp. 51-52 trad. cast.), sin alusin explcita, tampoco, a los

    trminos

    ~a~oapov6uo6apwv

    acuados en el s.

    v

    por la supersticin

    popular ante el fatalismo. Asimismo, el lector nota a faltar en la biblio-

    grafa general, alguna referencia ms completa sobre la literatura y la

    f i

    losofa antiguas, y ms concretamente sobre Platn. Todo lo anterior no

    mengua ni deshonra en un pice la perfeccin del resultado ni la briilan-

    tez en la exposicin.

    Muy completa y documentada es la argumentacin de A Man sobre

    la concepcin del mundo en el pensamiento estoico y en la cultura latina.

    De este ltimo apndice ofrecemos un pargrafo elocuente: El adjetivo

    genialis

    una vez aplicado al lecho nupcial, se aplica tambin a las ideas

    y personas que esa idea sugiere: se aplica a los dioses que significan abun-

    dancia, alegna y prosperidad, a Baco, a Ceres, a Saturno, se aplica a las

    estaciones que permiten que el hombre goce en paz de los frutos de su

    trabajo; a todo lo que en la vida es fecundo y feliz. Por eso mismo, ya

    desde la Antigedad,

    genius genialis

    e incluso, en algunos casos,

    inge-

    nium

    se refieren a la plenitud de las facultades intelectuales y a la facili-

    dad del espritu para crear formas bellas y originales)) pp. 27-28). Pues

    bien, el estilo que rezuma este prrafo breve, no sobreabundante, no es-

    caso, sentencioso sin afectacin, claro, etc.) es comn denominador del

    ensayo que abordamos.

    Un tanto breve solamente una nota en p. 29), aunque justificado por

    las dimensiones y los objetivos de la obra, es el anlisis del genio en la

    Edad Media, pasndose rpidamente a estudiar, con ms extensin, lo

    que dicho concepto supuso en el Renacimiento Leonardo de Vinci, Fici-

    no y los cuatro furores divinos, Roger de Piles, etc.).

    Las pginas 46-88 estn dedicadas a

    D.

    Diderot, sobre lo cual cabe

    destacar el apartado 4 en torno al entusiasmo, el furor y la ins-

    piracin)) recurdese que A. Mar ha dedicado ya a cuestiones afines su

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    RESEAS DE

    LIBROS 163

    obra

    El

    entusiasmo

    y

    la quietud Barcelona, 1977), pero de igual modo son

    elogiables sus captulos dedicados a Kant con una introduccin a la Cr-

    tica del juicio

    de dicho filsofo y a las teoras del genio en Alemania), a

    Schiller el genio sentimental) y a F. Schelling la obra de arte y la figura

    del genio).

    Si bien es lamentable, en la obra que reseamos, la ausencia de unas

    conclusiones o, cuanto menos, de una especie de recapitulacin que esta-

    blezca los hitos ms importantes del concepto de genio y su interrelacin,

    sin embargo, en diferentes ocasiones a lo largo de su trabajo el autor

    vuelve los ojos atrs, como indicndonos su procedencia o influjo as,

    por ejemplo, en p 142 distinguiendo entre la poesa o la concepcin grie-

    ga y la moderna, o en p. 150, cuando refirindose a Schiller, se cita a

    Giordano Bruno o a los filsofos rabes de la Edad Media).

    En conclusin, nos hallamos ante un amplio estudio, riguroso, bien

    documentado, que no ha eliminado, con todo, el habitual e inexcusable

    frrago de erudicin, aunque cuenta con aportaciones novedosas e impor-

    tantes de la cosecha del autor. Un trabajo apreciable, sobre un tema inte-

    resante, muy poco conocido con anterioridad en cuanto estudio global,

    que goza, adems, de una claridad expositiva sorprendente, y que figura-

    r, sin duda, junto a las monografias clsicas como referencia ineludible.

    Jos ANTONIO LA

    HARRIS,WILLIAM .,

    Guerra e imperialismo en la Roma republicana 327-

    70 a . c . Siglo Veintiuno Editores, Madrid 1989, X 297 pp.

    Diez aos despus de su primera edicin en ingls

    W ar and Zmperia-

    lism in Republican Rome. 327-70 B.C. Oxford Univ. Press, Oxford 1979),

    la obra de William V. Harris, profesor de historia en la Universidad de

    Columbia y autor entre otros trabajos de la monografia Rome in Etruria

    and Umbria

    Clarendon Press, Oxford 1971), ha visto, por fin, la luz en

    castellano gracias a la traduccin de Carmen Santos Fontenla.

    Como afirma el autor en la Introduccin la finalidad de este libro es

    el anlisis histrico y no la narracin)) p.1). No se pretende, pues, un re-

    lato lineal y pormenorizado de la historia romana en el perodo medio de

    la Repblica sino ms bien un estudio -posiblemente el ms exhaustivo

    realizado hasta ahora- de las causas, condicionamientos y objetivos de

    la expansin territorial de Roma hacia Italia y el Mediterrneo funda-

    mentalmente) a travs de su instrumento ms efectivo: la guerra.

    La obra aparece estructurada en cinco grandes captulos, en los que se

    abordan las claves para entender el imperialismo romano. As, se pone de

    manifiesto l. Actitudes romanas hacia la guerra, pp. 9-52) la impor-

    tancia del xito militar para una sociedad como la romana y, sobre todo,

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    64 RESER S

    DE

    LIBROS

    para la aristocracia, quien en ltimo trmino era la que determinaba la

    poltica exterior del Estado), en la que valores tan fundamentales como la

    uirtus, gloria

    o

    laus

    se alcanzaban precisamente mediante las hazaas gue-

    rreras

    se d ciuitas incredibile memoratu est quantum breui creuerit: tanta

    cupido gloriae incesserat,

    Sal.

    C a t .

    7,3). Por otra parte 2. Mviles eco-

    nmicos de la guerra y la expansin)) pp. 53-102), subestimar, como se ha

    hecho tan frecuentemente, la importancia de los beneficios econmicos

    tierras, botn, esclavos, tributos, etc.) que su poltica de expansin terri-

    torial report a Roma carece de todo fundamento: aunque las motivacio-

    nes van variando paulatinamente, es indudable que para los romanos

    las ganancias econmicas formaban parte integrante del xito en la gue-

    rra

    y

    del incremento del poder)) p. 55).

    Ahora bien, el objetivo primordial de la poltica exterior de Roma

    -de h el calificativo de imperialista- en este perodo histrico 3. La

    expansin como objetivo romano)) pp. 103-128), es su deseo, cada vez

    ms evidente, de ampliar los lmites de su imperio: testimonios como el de

    Polibio cf. por ejemplo, 31, 10, 7) o ceremonias tan significativas como

    la lustratio o suouetaurilia son buena prueba de ello. Sin embargo, esta

    idea ha sido frecuentemente criticada de acuerdo con dos argumentos

    fundamentales: por una parte, se afirma Gelzer, Stier, Fetzold, etc.) que

    ei Senado -sobre todo a partir del ao 202- decidi no anexionar de-

    terminados territorios, pese a disponer de la posibilidad

    y

    de la fuerza

    rni-

    litar para hacerlo. Por otra, se ha extendido la idea, convertida casi en un

    tpico de los estudios histricos Momrnsem, Holleaux, Frank, etc.) y ba-

    sada sobre todo en el relato de Livio y en los escritos de Cicern, de que

    Roma estaba guiada en su poltica exterior no por un impulso expansio-

    nista sino por la necesidad de defenderse de vecinos temibles)).

    Son estos dos argumentos los que Harris intenta rebatir a partir d d

    anlisis pormenorizado de las distintas guerras en las que Roma se vio in-

    mersa en este perodo histrico. As, se pone de manifiesto 4. La ane-

    xin, pp. 129-159) que el Senado al menos hasta el 101 a.c.) estaba cla-

    ramente decidido a anexionarse territorios cuando era posible y rentable

    hacerlo, y que slo en determinadas ocasiones Cirene y Egipto) y por

    motivos bien determinados Roma se mostr reacia a la anexin. Sobre la

    cuestin de si en el perodo intermedio de la Repblica las guerras de

    Roma fueron objetivamente defensivas 5. Imperialismo

    y

    autodefen-

    sa, pp. 160-249), la realidad histrica es en este caso incontestable: un

    pueblo que, salvo circunstancias excepcionales, haca la guerra todos los

    aos y casi siempre fuera de su propio territorio dificilmente estaba guia-

    do por actitudes defensivas. Por supuesto que esta afirmacin ha de ser

    matizada de acuerdo con las circunstancias histricas sobre todo en el

    perodo de las primeras guerras en suelo itlico, las amenazas de los galos

    -284-3 y 255 a.c.- o el enfrentamiento con Anbal), pero episodios tan

    significativos como la toma de Cerdea

    y

    Crcega, la propia ocupacin

    de Espaa tras la segunda guerra pnica, la tercera guerra contra Carta-

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    RESENAS

    DE

    LIBROS 165

    go y su destruccin o la guerra aquea del 146 no son precisamente prue-

    bas de una estrategia defensiva: su objetivo ltimo era incrementar el po-

    der y las posesiones de Roma.

    ste es, bsicamente, el contenido de la obra de Harris, cuya exposi-

    cin, densa en ocasiones (en este sentido, las dificultades de la traduccin

    son evidentes) pero clarificadora siempre, aporta nueva luz e ideas nuevas

    para entender las motivaciones de la poltica exterior de Roma en este pe-

    riodo de su historia. La novedad de los planteamientos de Harris es evi-

    dente, ya que modifica radicalmente la visin tradicional de la historia de1

    imperialismo romano expuesta, entre otros, por Mommsem, Heinze, Ho-

    lleaux, Frank o Heuss. Su argumentacin, mucho ms profunda y mati-

    zada de lo que este resumen pudiera dar a entender, est basada en un

    conocimiento, crtico y exhaustivo a la vez, de la bibliografa que este

    tema ha suscitado (al final de la obra se nos ofrece -pp. 277-285- una

    lista, necesariamente limitada, de las publicaciones ms significativas so-

    bre los temas analizados, con la indicacin, en su caso, de la traduccin

    existente en castellano) y sobre todo, en un dominio ciertamente admira-

    ble, por profundo y completo, de las fuentes literarias clsicas. La ex-

    haustividad y profundidad de la exposicin de Harris se pone tambin de

    manifiesto en la riqueza de las notas a pie de pgina, completadas a su

    vez con 21

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    10/24

    66 RESEAS DE

    LIBROS

    p. 229, etc.). Los nombres propios parecen traducidos del ingls y no del

    latn o griego p. 7 y passim: Valerio Anciate)) Valerio Antiasn; p. 81:

    Poseidonio Posidonio; p. 264 Tubero Tubern; p. 182: Me-

    sena Mesina; p. 84: Masilia Marsella, etc.) y en ocasiones, la

    traduccin castellana no es todo lo correcta que cabra esperar p. 48:

    seguramente fue) poco despus..; p. 102: inspiracin en lugar de

    aspiracin; p. 113: una guerra de Polibio)); p.

    150: pero sino

    que; etc.).

    Jos MIGUELBAOS

    PLUTARCO,obre el amor. Traduccin y edicin de Antonio Guzmn

    Guerra. Coleccin Austral. Madrid, Espasa-Calpe, 1990, 127 pp.

    Tenemos que agradecer a Antonio Guzmn esta buena traduccin del

    dilogo de Plutarco Sobre el amor. Plutarco es un autor que est siendo

    traducido mucho ltimamente en Espaa de esta obra, concretamente,

    hay una traduccin reciente de Manuela Garca Valds, que la acompaa

    con la de otras obras). La publicacin aislada de la traduccin de Sobre

    el amor en una coleccin tan popular como la Austral llamar, sin duda,

    la atencin del pblico sobre una obra que lo merece y que puede consi-

    derarse de actualidad.

    La traduccin es precedida de una buena Introduccin referente a

    Plutarco y la obra traducida. Respecto a sta, se insiste en sus elementos

    platnicos y algunos estoicos, as como en sus caractersticas literarias. Se

    podra haber hablado ms -aunque algunas cosas se dicen- sobre el

    feminismo, a veces sorprendentemente moderno, de algunas tomas de po-

    sicin de Plutarco; lo que se une a su conocida valoracin de la familia

    y, tambin, a una posicin respetuosa, en principio, respecto al amor ho-

    mosexual.

    La traduccin es correcta y bien escrita, hace que se lea fcilmente el

    tratadito, de organizacin muy platonizante y lleno de citas literarias que

    sustituyen, a veces, a una verdadera argumentacin). Las notas localizan

    estas citas, al tiempo que aclaran el texto.

    En suma, el libro constituye una til aportacin a la difusin de una

    obra del escritor de Queronea que sigue teniendo inters.

    GASC,F., Ciudades griegas en conflicto s. 1 111d.c.), Madrid, Ediciones

    Clsicas, 1990, 125 pp.

    Este libro, que es uno de los primeros ttulos de las recientemente fun-

    dadas Ediciones Clsicas, constituye una contribucin a la historia so-

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    11/24

    RESEAS DE LIBROS 167

    cial en su interrelacin con la poltica, la cultura e incluso la economa en

    un rea

    y

    una poca del mundo antiguo hasta ahora poco tratada. El

    autor ha llevado a cabo su investigacin a travs de diversos autores grie-

    gos de la poca con la que se ocupa, aunque tambin ha aducido para su

    propsito otro tipo de documentacin como la que suministra la epigrafia

    y la numismtica obteniendo como resultado un estudio claro y de con-

    junto sobre la problemtica del patriotismo local.

    En las ciudades griegas de Asia Menor en poca altoimperial se pro-

    dujeron una larga serie de rivalidades incruentas, que incluso forzaron a

    distintos emperadores a intervenir. Las razones que se aducan para estos

    conflictos son la titulatura y el rango por los que pujaban las distintas

    ciudades. Los autores que documentan el fenmeno Din de Prusa, Elio

    Arstides, Casio Din, Herodiano

    ...

    insisten en sealar que no haba mo-

    tivos polticos, econmicos y sociales que pudieran justificar estos peca-

    dos griegos. El objetivo de este libro es esclarecer las condiciones que se

    conjugaron en las ciudades griegas de poca romana para que se produje-

    ran estas rivalidades sin causa.

    El autor centra su investigacin en el anlisis de las peculiaridades del

    sincretismo heleno-romano en la zona de Anatolia, causante de tensiones

    motkadas por la ocupacin imperial, de un lado, y la perversin de la

    arete agonal, como conducta ciudadana ejemplar entre los griegos, en un

    tiempo ya tan distante de la poca heroica, por otro.

    Tres mapas al final del libro ayudan a la comprensin de la expo-

    sicin.

    Slo queda desear lo mejor a Ediciones Clsicas en la singladura

    que est iniciando.

    Jos MIGUEL LONSO-NEz

    ROCA

    MELI

    ISMAEL,

    T.

    Lucrecio Caro. La naturaleza

    Madrid, Ed.

    Akal, Col. Akal Clsica

    31,

    1990, 79 pp.

    Lucrecio ha recibido una atencin, si no intensa, si constante por par-

    te de los latinistas

    y

    filsofos espaoles. Su poema ha sido editado, tradu-

    cido, comentado y estudiado por una nmina de investigadores tan redu-

    cida como activa. El propio autor de la presente traduccin cuenta con

    trabajos que le avalan en este campo. Lucrecio, pues, entra con buen pie

    en la ltima dcada de este siglo. Y lo hace con una obra que aspira, y

    lo consigue, a ser algo ms que una simple traduccin.

    El libro consta de una Introduccin, precedida de un cuadro cronol-

    gico que abarca los lmites temporales de la vida del poeta, la traduccin

    de los seis libros del poema y por ltimo, dos ndices, uno de nombres

    propios y otro de carcter temtico.

    La Introduccin, muy extensa demasiado, quiz), se divide en una se-

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    68 RESEAS D E LIBROS

    rie de apartados. Los dos primeros estn dedicados al estudio del poeta:

    sus datos biogrficos y el contexto histrico y cultural en que le toca vi-

    vir. El resto

    s

    dedica a la obra en s: en primer lugar, su estructuracin

    con especial atencin al problema que suscita la secuencia cronolgica de

    su composicin) y su contenido libro a libro); a continuacin una deta-

    llada exposicin -disfrazada bajo el engaoso ttulo de Breve valora-

    cin del-contenido-- de lo ms enjundioso de la filosofa epicrea teo-

    ra de los tomos, del alma, del conocimiento, cosmologa). Tras estos

    primeros acercamientos, orientados fundamentalmente a analizar la parte

    doctrinal de contenido del poema de Lucrecio, siguen otros de carcter

    formal: en primer lugar, su ubicacin, entre los gneros literarios roma-

    nos; a continuacin, la lengua y el estilo de la composicin, con especial

    y muy detallada atencin a la fontica, morfologa, el lxico y la sintaxis

    de la misma; por fin, un estudio prosdico y mtrico. La Introduccin

    concluye con una exposicin de la tradicin manuscrita del poema sus

    ediciones y, para acabar, una bibliografa bsica en la que el lector po-

    dr hallar un extenso elenco 14 pginas) de publicaciones cientficas, de-

    bidamente ordenadas y clasificadas repertorios bibliogrficos, ediciones

    crticas, traducciones, observaciones crticas sobre el texto, estudios de ca-

    rcter general sobre la personalidad potica y filosfica de Lucrecio, su

    vida su poca, la composicin y estructura del poema, la filosofia epic-

    rea lucreciana, la lengua el estilo, prosodia, mtrica y, por ltimo, su

    pervivencia).

    Pero, como ya se ha apuntado al principio, este libro es algo ms que

    una mera traduccin. Su introduccin es, en realidad, un pequeo ma-

    nual de casi 100 pginas 98, para ser ms exactos) en el que el lector en-

    contrar todo cuanto necesite saber, y bastante ms, acerca de Lucrecio

    y su obra. El autor opta, en varios de sus captulos, por hacer detalladas

    exposiciones que, si bien pueden resultar de utilidad para quienes ya tie-

    nen una cierta familiaridad con el poeta, difcilmente cautivarn a los lec-

    tores poco avezados, aquellos que se acercan a los textos clsicos por vez

    primera, ms necesitados de una informacin concisa y clara que de lar-

    gas e intrincadas explicaciones de todos y cada uno de los problemas que

    tales textos presentan. Conviene no olvidar que este tipo de colecciones

    tiene una importante labor que desarrollar como difusoras del mundo

    clsico entre sectores no especializados, a los que no se facilitan precisa-

    mente las cosas con introducciones tan largas. As, por citar slo un

    ejemplo, en el apartado dedicado

    a

    la

    lengua y el estilo del poema seala

    el autor que no trata de ofrecer en l un anlisis detallado y casi exhaus-

    tivo, sino que se limitar a unas observaciones sugerentes orientado-

    ras en Fontica, Morfologa, Lxico, Sintaxis y Estilstica. Otra cosa no

    tendra sentido en esta edicin pp. 39-40): esas observaciones ocupan

    casi 30 pginas 38-67).

    Sin embargo, todo tiene dos caras. En este caso, el Dr. Roca Meli

    puede enorgullecerse de haber ofrecido a los interesados por la filosofa

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    13/24

    epicrea en general y por Lucrecio y su obra en particular un magnfico

    compendio, puesto al da, de todo lo que se precisa saber en la actualidad

    sobre el poeta. Citemos, de nuevo, otro ejemplo. El apartado cuarto lleva

    el ttulo -engaoso, como ya se apunta ms arriba- de Breve valora-

    cin del contenido))

    ( p.

    21-33 :

    ms que una valoracin, el lector encon-

    trar en l un utilsimo resumen de los puntos principales de la filosofa

    epicrea. En este sentido, hay que decir tambin que toda la introduccin

    se encuentra redactada con un lenguaje claro, preciso

    y

    gil, y que las no-

    tas al texto son las imprescindibles. Todo ello hace mucho ms fcil y c-

    moda su lectura.

    Otro tanto cabe decir de la traduccin. Si el autor alaba en Lucrecio

    su habilidad para hacer su poema atractivo venciendo la aridez del tema

    gracias a su gran poder de inspiracin)), justo es reconocerle a su traduc-

    tor otro tanto de habilidad para acercar poesa y filosofa al lector actual

    sin caer en el prosasmo ni tampoco en la pedantera. A ello ayudan no

    poco las notas, en las que se abordan, adems de cuestiones relativas a

    los problemas textuales, la explicacin de pasajes oscuros o difciles de

    entender, doctrinas e ideas filosficas, etc.

    Para acabar, de los dos ndices con que cuenta la obra, los filsofos

    agradecern especialmente el de carcter temtico, breve, pero correcto y

    muy til.

    Jos JOAQU~NAEROLSREZ

    ROLDN,. M. BLZQUEZ,. M.a, DEL CASTILLO, .,

    Historia de Roma.

    Tomo II. El Imperio romano Sig los 1-114, Madrid, Ediciones Ctedra,

    1989,

    562

    pp.

    En su encomiable afn por ofrecer al pblico espaol una sntesis his-

    trica del mundo antiguo, la editorial Ctedra acaba de presentar este se-

    gundo tomo de la Historia de Roma)) centrado en la fase imperial, con-

    tinuacin de aquel otro que sobre el perodo republicano firm el prof.

    J.

    M .

    Roldn en 1981. De sobra es conocido que una de las lagunas bi-

    bliogrficas ms destacadas que tiene que sufrir el estudiante universitario

    de las Facultades de Letras, en la vertiente de ese campo tan inmenso que

    es la Historia Antigua, se centra precisamente en el Imperio romano. Bien

    sea por el escaso inters mostrado por las editoriales hacia esta parcela

    concreta de la Antigedad, o bien por el poco acierto en la eleccin de las

    obras traducidas al espaol, o por cualquier otra razn que se quiera, lo

    cierto es que el profesor universitario, sobre todo en cuanto a la asignatu-

    ra Historia Antigua)) del primer ciclo de la licenciatura, se encuentra con

    no pocas dificultades a Ia hora de indicar a sus alumnos un manual de re-

    ferencia que cubra el perodo imperial romano. La presente obra subsana

    en gran parte esta grave deficiencia. El libro est pensado como un ma-

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    170 RESEAS

    E

    LIBROS

    nual en el sentido ms estricto del trmino: se trata de una exposicin de-

    tallada de los hechos histricos, perfectamente ordenada y minuciosamen-

    te estructurada, con el fin de ofrecer la posibilidad de una consulta rpida

    y favorecer su manejo por parte del estudiante; adems no slo se reflejan

    los acontecimientos como tales, esto es los contenidos tradicionales de

    una historia factual, sino que incluye tambin, y no en escasa medida,

    aspectos culturales, ideolgicos y religiosos que ayudan sobremanera a

    una mejor comprensin y conocimiento de esta fase de la historia de

    Roma. Finalmente, sera injusto no hacer referencia a la bibliografa que

    ocupa las ltimas pginas, excelente complemento al contenido de la

    obra. Estamos en definitiva ante una sntesis histrica que no pretende

    tanto buscar nuevos planteamientos o vas interpretativas, sino sobre

    todo ofrecer un instrumento de gran utilidad para el estudiante y aconse-

    jable para todo lector cultivado.

    Sin embargo, y pese a sus evidentes excelencias, que en general le con-

    ducen al logro de los objetivos propuestos, el libro tiene ciertos defectos,

    en parte inexplicables en un proyecto de esta magnitud, que enturbian su

    contenido y cuya correccin mejorar notablemente su presentacin. Un

    primer hecho que llama poderosamente la atencin son los lmites crono-

    lgicos impuestos, ya que la obra finaliza con la muerte del emperador

    Carino en el ao 285, comprendiendo pues el Alto Imperio y la crisis del

    siglo 111 Desconocemos si a continuacin se publicar un tercer volumen

    que trate el Bajo Imperio, o si por el contrario, y siguiendo la corriente

    historiogrfica de la escuela britnica, se considera terminado aqu este

    ciclo histrico. Bien sea uno u otro caso, hubiese sido deseable una breve

    introduccin explicativa. Por otra parte, no deja de ser sorprendente la

    presencia de puntos negativos achacables directamente al editor, como las

    numerosas erratas tipogrficas en trminos tcnicos y nombres propios,

    que en algunos casos dificultan su identificacin; asimismo, la ausencia de

    un ndice analtico es inexplicable, al igual que la psima calidad de im-

    presin en los mapas, casi ilegibles.

    BLZQUEZ,

    .

    M.a, uevos estudios sobre la Romanizacin Coleccin

    Fundamentos 101, Madrid, ediciones Istmo, 1989, 641 pp.

    La editorial Istmo ha tenido el acierto de recoger en un solo volumen

    varios trabajos del Profesor

    J. M

    Blzquez Martnez dedicados a la ro-

    manizacin de Hispania. Se tiene, as, una visin de conjunto puesta al

    da sobre todo en sus notas bibliogrficas de diversos aspectos de la asi-

    milacin de la cultura romana por Hispania. Son 14 estudios que comien-

    zan con la poca de Augusto y terminan en el Bajo Imperio, esto es, dos

    perodos marcados por cambios fundamentales en la historia de Hispania.

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    RESENAS

    D E LIBROS 171

    El primero: Estado de la romanizacin de Hispania bajo Csar y Augus-

    to pp. 11-97), supone la incorporacin total, en el s. a.c., del territo-

    rio hispano al Imperio romano. En l se analiza la actitud colinizadora de

    Roma y la distinta reaccin de los indgenas a esta poltica de romaniza-

    cin.

    El

    problema se aborda en las tres provincias hispanas, Btica, Ta-

    rraconense y Lusitania, siendo los resultados proporcionales al grado cul-

    tural de cada una de ellas. La Btica, heredera del patrimonio cultural

    tartssico, no poda por menos que ser la primera provincia romanizada

    hasta el grado de que a finales del s. I a.c. haba perdido su lengua y slo

    hablaba el latn, circunstancia a la que no fue ajena la temprana presen-

    cia romana en esta zona, la creacin de colonias y municipia el aumento

    de la burguesa, el auge econmico y comercial y la atraccin de la clase

    dominante indgena por parte de Roma.

    En el 11: iRomanizacin o asimilacin?)) pp. 99-145), el autor abor-

    da el problema de distinguir entre ambos trminos, inclinndose, como ya

    lo hicieran aos atrs Rostovtzeff, Pflaum y Broughton, por el de asimi-

    lacin o aculturacin romanas por parte de las provincias hispanas. Es un

    estudio muy reciente que recoge la evolucin de las ideas del Prof. Blz-

    quez sobre esta problemtica. Enlazando con el 11, el 111: Asimilacin y

    resistencia a la romanizacin entre los pueblos del norte de Hispania))

    pp. 147-182), incide en que hay que descartar el trmino de romaniza-

    cin por ser la colonizacin un concepto ajeno a la conquista romana, a

    no ser que por romanizacin se entienda explotacin de los medios y de

    la produccin. El autor pone especial nfasis en resaltar la ausencia de or-

    ganizacin municipal en el

    NO.

    hispano y en el carcter superficial y epi-

    drmico de la asimilacin de los rasgos externos de la cultura romana por

    parte de los pueblos asentados al

    N

    del Duero, situacin que perdur

    hasta el Bajo Imperio. El estudio IV: Astures y cntabros bajo la admi-

    nistracin romana)) pp. 183-209) y el V: Los vascos y sus vecinos en las

    fuentes literarias griegas y romanas de la Antigedad)) pp. 21 1-246), si-

    guen en esta misma lnea.

    Los captulos VI: El final del mundo ibrico en la Btica pp. 247-

    281), VIII: La epigrafia de Cstulo. Consideraciones histricas pp.

    293-3 19) y IX: Una ciudad btica de agricultores: la Itlica de Adriano))

    pp. 321-339), nos introducen en el mundo cultural y econmico del Sur

    de Hispania desde la poca de la conquista hasta el imperio romano. El

    VII: La esclavitud en las explotaciones agrcolas de la Hispania romana))

    pp. 283-291) y el

    X:

    Hispania desde el ao 138 al 235)) pp. 341-350),

    estn dedicados a los aspectos econmicos explotacin de mano de obra,

    latifundios, minas, industrias, comercio exterior, movimientos de pobla-

    cin, impuestos, obras pblicas, etc.) y culturales espectculos, religio-

    nes) de la Hispania romana, as como a sus relaciones con el resto de los

    territorios que integraban el Imperio romano y a la crisis poltica, social

    y religiosa del s.

    III

    Y

    llegamos as a los acontecimientos que tienen lugar en Hispania du-

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    172

    RESENAS E

    LIBROS

    rante el Bajo Imperio, poca a la que estn dedicados los cuatro ltimos

    apartados. En el XI: Conflicto

    y

    cambio en Hispania durante el siglo IV

    pp. 451-525), se estudia extensa

    y

    profundamente la ruptura hispana en-

    tre el Alto y el Bajo Imperio romanos, crisis que el autor retrotrae al ao

    262 con la invasin de francos

    y

    alamanes

    y

    que supone el preludio ya del

    mundo medieval: la ruralizacin de Hispania con la aparicin del gran la-

    tifundio

    y

    la cristianizacin de las clases altas. El cambio que el siglo IV

    supuso para Hispania en sus estructuras poltico-administrativas, milita-

    res socio-econmicas y religiosas se aborda con gran maestra en este ca-

    ptulo. El XII: La presin fiscal en el Bajo Imperio, segn los escritores

    eclesisticos

    y

    sus consecuencias pp. 527-572), analiza la postura toma-

    da por algunos autores cristianos ante la injusta distribucin de los im-

    puestos

    y

    el aumento de las contribuciones como medio de hacer frente

    a los gastos generales del Imperio. El autor estudia esta situacin no slo

    en Hispania sino tambin en los restantes territorios del Imperio romano.

    En el XIII: Rechazo y asimilacin de la cultura romana en Hispania si-

    glos

    IV

    y v) pp. 573-616), se aborda nuevamente el problema de la acep-

    tacin de la cultura romana por Hispania, cerrndose de esta forma el

    crculo que se haba abierto en el captulo 1. El autor llega a la conclusin

    de que la pervivencia, en el Bajo Imperio, del elemento indgena en la re-

    ligin, el arte y en las estructuras socio-polticas y econmicas demuestra

    la superficialidad de la romanizacin en los pueblos hispanos situados al

    N. del Duero y explica la aceptacin de las invasiones de suevos, alanos

    y vndalos por la gran masa de la poblacin oprimida, que vea en los

    brbaros

    y

    en los bagaudas un refugio contra el orden establecido

    y

    la

    opresin del Estado romano. El capitulo

    XIV:

    El limes de Hispania en

    los siglos

    IV

    y

    V

    Estado de la cuestin. Asentamientos de los

    laeti

    o gen-

    tiles en el valle del Duero)) pp. 617-641), forma parte de la problemtica

    exvuesta en el estudio anterior.

    En suma, los catorce estudios que componen este libro no se han ele-

    gido al azar. Todos ellos tienen el denominador comn de la aculturacin

    romana de la Pennsula Ibrica, de la estructura poltica y socio-poltica

    de Hispania desde el siglo

    I

    hasta el

    V

    travs de los mismos es posible

    distinguir el grado de asimilacin de la cultura romana en los varios terri-

    torios hispanos, la perduracin de las viejas estructuras indgenas y la

    progresiva aceptacin de las frmulas romanas, el papel de la iglesia en

    esa aculturacin y el carcter social de la revuelta campesina. Son dis-

    tintos aspectos de la Hispania romana que, reunidos ahora en un solo li-

    bro, nos proporcionan una visin de conjunto de lo que signific la pre-

    sencia del Imverio romano en la Pennsula Ibrica.

    Una sola objecin que hacer a esta interesante publicacin, la reduc-

    cin de los mapas dificultan enormemente su consulta y es lstima por-

    que ilustran muy bien los textos.

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    RESEN S DE

    LI ROS 173

    BLZQUEZ,.

    M.a

    Aportaciones al Estudio de la Espaa Romana en el

    Bajo Imperio.

    Coleccin Fundamentos 105, Madrid, Ediciones Istmo,

    1990, 247 pp.

    El presente volumen presenta las mismas caractersticas que el ante-

    rior. Se renen puestos al da 6 trabajos sobre la Espaa del Bajo Impe-

    rio, destacando por su novedad el 111 y V que versan sobre las relaciones

    con Italia y el Oriente respectivamente, siempre utilizando los datos de la

    arqueologa y de las fuentes literarias. El IV y el VI tratan de problemas

    econmicos y sociales manejando fuentes eclesisticas, insistiendo en la

    terrible presin fiscal, que explicara segn este autor el hundimiento de

    los

    humiliores.

    El captulo es un estado de la cuestin sobre Prisciliano,

    personaje de moda, al que no considera hereje. El primer captulo dedica-

    do a los caballos hispanos en el Bajo Imperio va acompaado de figuras.

    Unos mapas en varios de los restantes captulos, hubieran ilustrado bien

    el texto.

    ROGERWRIGHT, atn tardo y romance temprano en Espaa y la Francia

    carolingia

    trad. esp. de R. Lalor l.a ed.

    Late Latin and Early Romance

    in Spain and Carolingian France

    Liverpool, F Cairns, 1982). Madrid,

    Gredos, 1989,479 pp.

    La reciente edicin espaola del libro que hoy se comenta aqu ha de

    ampliar su difusin entre un pblico aparentemente heterogneo: su tra-

    tamiento minucioso de la historia tarda de la lengua latina es de incum-

    bencia obligada de romanistas y latinistas; ms en general, puede ser de

    gran provecho a todos aquellos que manifiesten inters por temas como

    la relacin entre distintos niveles de uso de una misma lengua, la natura-

    leza de los procesos de innovacin fontica, morfolgica, etc. con par-

    ticular referencia a la regularidad de la ley fontica))).

    A mayor abundamiento, este libro nos parece que es de aquellos que

    difcilmente pueden pasar inadvertidos y que pueden generar controver-

    sias, de cuyo recto uso no se puede derivar sino progreso intelectual.

    Aun cuando son muchas las ideas de relieve presentes en la obra, el

    eje central de la misma a riesgo de una simplificacin exagerada) puede

    resumirse como sigue: romance temprano y latn tardo son dos nombres

    distintos de una y la misma cosa; el llamado usualmente latn medieval))

    no existi en el mundo romnico con anterioridad a la extensin del Re-

    nacimiento Carolingio. Este importante movimiento cultural, surgido en

    ltima instancia segn el autor de territorios no romnicos, o, mejor di-

    cho, de territorios poblados por habitantes de hablas no romnicas Gran

    Bretaa, Irlanda), reform con xito los hbitos de lectura en voz alta de

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    7

    RESE S

    DE LI ROS

    textos latinos y desde ese momento surgi un proceso verdaderamente di-

    glsico que escindi definitivamente el latn medieval de las lenguas ro-

    mances, sus continuadoras directas. Este proceso puede ser fechado apro-

    ximadamente entre los aos 900 y 1000 para Francia, entre 1200 y 1250

    para Espaa. Siempre segn el autor, no existi hasta estas fechas con-

    ciencia alguna de separacin entre latn y proto)romance o, si as se pre-

    fiere, entre latn culto y latn vulgar en mayor medida en que sucede en

    cualquier lengua y lugar. La diferencia se plasmara tan slo en la convi-

    vencia entre una ortografia tradicional y un habla real fuertemente evolu-

    cionada en este orden de ideas la comparacin del autor con la situacin

    del ingls actual, cuya ortografia en casi nada refleja la realidad de la s)

    pronunciacin es) es afortunada).

    La validez de esta tesis central es estudiada, como el ttulo indica, en

    la Francia carolingia particularmente brillante nos parece el captulo

    3,

    en especial el apartado dedicado al famoso Juramento de Estrasburgo))),

    y en la ~ s ~ a a ~ ~ l u r a lan ms que en la actualidad) del Medioevo, pero

    probablemente podra ser ampliada tambin a Italia.

    En este intento de demostracin de esta tesis central, el autor divide

    la obra en cinco grandes apartados: 1) Latn tardo, romance temprano

    y lingstica histrica; 2) La pronunciacin en las comunidades romni-

    cas precarolingias: pruebas textuales;

    3)

    La Francia carolingia: la inven-

    cin del latn medieval; 4) Espaa 71 1-1050); 5) Latn y romance en Es-

    paa 1050-1250). El libro se cierra con un oportuno cuadro de conclu-

    siones prcticamente sinptico), un apndice de traducciones propuestas

    para las citas de los gramticos en no pocas ocasiones de gran dificultad

    interpretativa), bibliografia y un conjunto de ndices que facilitan sobre-

    manera la consulta y relectura del trabajo ndice de abreviaturas, ndice

    de palabras citadas, ndice de autores y obras e ndice de materias).

    Se trata, en definitiva, de una obra densa y de un grandsimo inters

    que puede cambiar en buena medida nuestro entendimiento de una fase

    muy importante de la historia de la lengua latina

    y

    de nuestras propias

    lenguas romances. Un libro de lectura obligada y muy grata.

    CLAUDEMOSS,

    L Antiquit dans la Rvolution francaise,

    Pars, Albin

    Michel, 1989, 169 pp.

    De entre los diversos fantasmas que alimentaron el magno aconteci-

    miento histrico que comenz en Francia en 1789, fue la ilusin de revi-

    vir los grandes momentos de la Antigedad greco-latina uno de los ms

    seeros. La cuestin ha sido ya abordada algunas veces, incluso en nues-

    tro pas, pero el libro de C1. Moss, entregado a los lectores precisamente

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    RESE S E

    LI ROS

    75

    en el bicentenario de la Revolucin, presenta caractersticas especiales que

    lo individualizan fuertemente respecto de la bibliografa precedente.

    As, es digno de mencin el hecho de que el autor, responsable de

    otros trabajos de gran vala sobre la Antigedad (as,

    La Femme dans la

    G rice antique Histoire des doctrines politiques en Gr ic e

    etc.), ana en el

    trabajo un gran conocimiento de la Antigedad grecolatina y de los en-

    tresijo~ e los hechos revolucionarios, y, lo que es ms importante, de la

    visin que de la Antigedad tenan las principales figuras polticas de la

    Revolucin. Si a ello se une un carcter en todo momento didctico, en

    el que la erudicin y el conocimiento exacto de las fuentes no significa en

    modo alguno farragosidad o tedio, se comprender perfectamente que el

    resultado es una obra al tiempo rigurosa y amena, apta en principio para

    todo lector. A lo largo de las pginas de este libro el lector interesado

    puede profundizar en un hecho no por frecuente menos ignorado: los he-

    chos del pasado pueden ser contemplados de maneras muy distintas, a

    menudo fuertemente alejadas de aqullas que pueden parecer, vistas desde

    una determinada ptica, incluso naturales. As, en la imaginacin de los

    prceres revolucionarios (Robespierre, Saint Just, Vergniaud, etc.), de en-

    tre las tres grandes ciudades de la Antigedad (Roma, Esparta, Atenas),

    no era Atenas el modelo ms atractivo, ni tampoco dentro de este mismo

    modelo el ((siglo de Pericles)) el momento de mximo esplendor. Una

    Roma republicana encarnada en Bruto, Cicern o Catn, una Esparta

    mtica e igualitaria proporcionaban en hombres de slida educacin clsi-

    ca (ms latina que griega, y basada fundamentalmente en Livio, Cicern,

    Csar, Plutarco) imgenes indestructibles, puntos de referencia inevita-

    bles.

    La ((anticornana)) de la Revolucin aparece, de esta manera, ante

    nuestros ojos con las virtudes y defectos de una visin de los hechos de

    la Antigedad que a menudo no es la nuestra y est simplificada hasta el

    extremo, pero tambin con la frescura de unos hombres que creen que

    tras siglos de despotismo y oscurantismo son ellos los primeros que se en-

    frentan a la labor de crear una nacin de ciudadanos libres y recurren

    para ello a los senderos recorridos por sus nicos precursores: Atenas,

    Roma, Esparta, las ciudades del Mundo Antiguo donde, libres de tiranos

    y reyes absolutos, los ciudadanos se honraban del ttulo de tales. Como

    sealaba una peticin de la Sociedad Popular de la ciudad de Saint-Ma-

    xim en el 5 de Brumario del Ao (pgs. 133-143):

    ((Reprsentants, vous avez dcrt que les villes qui portent des noms

    superstitieux doivent en changer. Les sans-culottes de Saint-Maxim ont

    toujours saisi avec avidit tout ce qui peut contribuer la mine des prju-

    ges religieux et royalistes Marathon est le nom que nous avons pris: ce

    nom sacr nous rappelle la plaine athnienne qui devint le tombeau de

    cent mil satellites; mais il nous rappelle avec encore plus de douceur la

    mmoire de l ami du peuple. Marat est tomb victime des fdralistes et

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    76

    RESENAS

    DE

    LI ROS

    des intrigants. Puisse le nom que nous prenons contribuer a terniser ses

    vertus et son civisme.

    En una peticin de este tipo, que hemos sealado aqu tan slo a ttu-

    lo de ejemplo, puede apreciarse perfectamente que el Mundo Antiguo, le-

    jos de ser una referencia tan slo para los hombres de cultura, impregn

    buena parte de las capas populares en los primeros aos de la Revolucin

    y signific un punto constante de apoyo en su desarrollo. El libro de C1.

    Moss aportar sin duda al lector un buen conocimiento de los detalles

    del hecho, que habra de marcar profundamente la visin que an hoy te-

    nemos de la Antigedad y de la propia organizacin poltica de nuestros

    Estados democrticos occidentales.

    SARABIA ONDS,M.a

    E.,

    BLAYAANDREU,R., ALONSOD~Az-MARTA,

    L.,

    Iniciacin a

    la

    cultura c sica. Gua didctica.

    Murcia. I.C.E., 1989,

    143 pp.

    La gua didctica propuesta por tres profesoras desde la regin de

    Murcia para la opcin de Iniciacin a la cultura clsica en la prxima

    Enseanza Secundaria Obligatoria presenta un programa, a mi entender,

    demasiado ambicioso e irreal, y tan amplio que, si se quiere tratar todo,

    ha de hacerse de forma muy superficial, apuntando slo ideas generales.

    Aparece dividido en tres partes claramente diferenciadas: l.a La roma-

    nizacin en la regin de Murcia. 2 aLa mitologa en la literatura y las ar-

    tes. 3 a Expresiones y races grecolatinas en la lengua actual.

    Cada una de las partes consta de diversas unidades en las que es muy

    loable el esfuerzo realizado por clasificar los argumentos, aun cuando al-

    gunos de ellos podran ser incluidos fcilmente en una unidad distinta a

    aquella en la que figuran.

    La primera parte hace un excelente uso del abundante material del

    que dispone la regin de Murcia sobre su proceso de romanizacin, mate-

    rial que puede ser adaptado sin ninguna dificultad en cada una de las zo-

    nas en las que se siga esta gua didctica.

    En la segunda parte es incorrecta la utilizacin de los nombres latinos

    de los dioses cuando los textos de los que se sirven o las leyendas a las

    que se hace referencia son griegos: Hesodo, Jasn y los Argonautas, por

    ejemplo.

    Quiz sean exageradas algunas de las actividades propuestas, o no sea

    muy acertada la eleccin de ciertas metamorfosis y leyendas. En ocasio-

    nes podran ser ms apropiados textos diferentes a los propuestos.

    Debera especificarse el nmero de horas que se han de dedicar a cada

    unidad temtica, aunque slo sea a ttulo orientativo. Las autoras del li-

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    RESEAS

    DE

    LIBROS

    177

    bro slo precisan que cada parte corresponde a un trimestre, pero eso re-

    sulta demasiado vago.

    La bibliografia que se incluye al final de cada una de las partes es de

    fcil manejo para los alumnos y se ajusta exactamente al temario pro-

    puesto y a las realidades de los centros.

    No acabo de entender la necesidad de una introduccin a la tercera

    parte, cuando en las dos primeras no la haba.

    Pese a las precisiones hechas, dir que es un libro de cuidada elabora-

    cin, clara exposicin, ordenado y bien trabajado, que sin duda servir de

    pauta a otros que vayan apareciendo para la nueva etapa de Enseanza

    Secundaria Obligatoria.

    ALONSOPASCUAL,

    . M.

    CANCILLOREZ,J.: Gua Prctica de Latn

    Via Romana)), Colegio Oficial de Doctores y Licenciados, Burgos,

    1990

    96 PP.

    A partir de su dilatada labor docente los profesores Alonso y Cancillo

    ofrecen esta Gua Prctica de Latin destinada a estudiantes de tercer cur-

    so del actual Bachillerato. En tan slo noventa y seis pginas han sabido

    hacer un compendio de la gramtica imprescindible para iniciar al alum-

    no en la traduccin de textos clsicos. El contenido del libro, dividido en

    veinte lecciones declinaciones, conjugaciones, sintaxis de los casos y sin-

    taxis oracional) aporta al alumno los materiales necesarios para acercarse

    de manera gradual al objetivo ltimo del estudio del Latn: la obra litera-

    ria, como apuntan en la Presentacin los autores.

    Cada leccin consta de tres partes: primera, una serie de cuadros de

    morfologa o de sintaxis, exentos de definiciones y explicaciones, reserva-

    das al profesor por aquello de que c a d a maestrillo tiene su librillo)); se-

    gunda, una veintena de frases con las que se podrn poner en prctica los

    cuadros y explicaciones de la primera parte; tercera, textos literarios ori-

    ginales adecuados a la leccin, muy variados y representativos de la lite-

    ratura latina.

    Tras las veinte lecciones se incluye una recapitulacin con fragmentos

    al lector de mediana edad le vendrn a la mente los textos de la antigua

    Revlida 6 O curso) de Csar, Salustio

    y

    Cicern, ya asequibles -textos

    puente- para el alumno que finaliza el tercer curso de Bachillerato. Si-

    gue una miscelnea que entre otras cosas contiene una pequea parte de

    De familia Pascua1 Duarte)), en la versin de Brbara Pastor. Se aade

    un listado de expresiones y aforismos latinos de uso ms frecuente, y se

    cierra el libro con el himno estudiantil Gaudeamus igitur.

    La obrita est salpicada -horror vacui- de curiosidades y adivinan-

    zas latinas que darn ms de un quebradero de cabeza a profesores y

    alumnos.

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    178 RESEASDE LIBROS

    El hecho de que el libro aparezca sin nimo de lucro, tanto por parte

    del Colegio como por parte de sus autores, es una garanta indiscutible de

    que sus fines son puramente pedaggicos y una cualidad ms de esta

    obra.

    BLAY,MAYTEEd.):

    Roma. Siete aspectos de la cultura latina

    Ed. Teide,

    Barcelona 1990,

    1

    S pp.

    ltimamente son relativamente frecuentes las publicaciones, los colo-

    quios, las conferencias de tem clsico que buscan su divulgacin y el en-

    tronaue con nuestra cultura actual con intenciones ms o menos didcti-

    cas o, a veces, estrictamente didcticas. Un simple repaso a las bibliogra-

    fas y reseas de los ltimos nmeros de nuestra revista

    Estudios Clsicos

    o del Boletn de la Delegacin de Madrid nos demostrar lo dicho. El li-

    bro que nos ocupa se debe contar entre ellos. Es de divulgacin y contie-

    ne planteamientos didcticos muy tiles para profesores y alumnos. Es,

    adems, juntamente con las actividades antes enumeradas una buena

    aportacin de materiales para la configuracin de la asignatura de Cul-

    tura clsica prevista en la LOGSE para el Segundo ciclo de la Enseana

    Secundaria obligatoria.

    En la Introduccin se sealan con toda claridad los objetivos que se

    persiguen: dar respuesta a preguntas que a menudo asaltan nuestra cu-

    riosidad)) y destinado a alumnos que se estn iniciando en el conoci-

    miento de nuestras races. Por el desarrollo de los temas

    y

    por sus plan-

    teamientos didcticos se ve que los autores, como tambin dice la Intro-

    duccin, son de larga experiencia docente.

    Los siete asDectos a aue hace referencia el ttulo del libro son los si-

    guientes: La mitologa grecorromana de Virgilio Muoz, La escritura

    entre los romanos de Luis A Hernndez Miguel, Las ciencias en el

    mundo romanon de Carmen Romero Barranco, La educacin en la

    Roma antigua de Joana Borrs Orcal, Situacin legal de la mujer ro-

    mana de Mayte Blay, Viajes y viajeros en la antigedad))de Manuel

    A

    Gmez Gonzlez y Pervivencia de la lengua latina)) de Jos Pla Agull.

    Los temas estn muy bien elegidos y van, en efecto, a despertar la cu-

    riosidad de nuestros adolescentes. Yo.

    articularm mente

    echo de menos

    otros temas como la religin, la economa, la poltica, la justicia, etc...

    Dero. sin duda. ello exceda las metensiones editoriales.

    Hay abundantes ilustraciones que contribuyen a una lectura ms ame-

    na y agradable. Es una pena que no se hayan hecho en color; habra me-

    jorado, sin duda, la ya buena presentacin de la obra. A veces se elimina

    sin razn su procedencia.

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    RESERAS E LIBROS

    179

    Generalmente, despus de cada uno de los temas, se exponen con vis-

    tas a un mejor aprovechamiento didctico sugerencias, propuestas de tra-

    bajo y una breve bibliografia, muy tiles y apropiadas, sobre todo, para

    los alumnos de Latn de 3 O de BUP.

    La publicacin en la misma fecha de esta obra en cataln facilitar a

    buen seguro su utilizacin y divulgacin.

    En La mitologa grecorromana)) no

    se

    resuelve el problema de la uti-

    lizacin del nombre griego o latino aplicado a los dioses, problema cierta-

    mente dificil o tal vez de imposible solucin si no se pone un nombre de

    los dos entre parntesis como se hace al pie de las ilustraciones. Unas ve-

    ces es ms conocido el nombre griego y otras el latino. As como Crites

    es menos frecuente que Gracias, Musas es ms frecuente que Camenas.

    Resulta extrao, sin embargo, no ver en un tratado de este tipo nombres

    tan conocidos como Demter. Posidn. Atenea. Zeus. etc El cuadro si-

    nptico genealgico y el ndice alfabtico de dioses y hroes un gran

    acierto sin duda) que se aade al final del trabajo dan en cierto modo

    una solucin tambin al problema.

    La fuerza de la costumbre impide a veces, por otra parte, la acentua-

    cin que se deberia esperar como en el caso de Gorgona por Grgona.

    En La escritura entre los romanos)) toca el autor con gran erudicin

    temas tan sugerentes como soportes de la escritura, instrumentos, sis-

    temas, produccin, venta y conservacin, etc

    ;

    en

    Las ciencias en el

    mundo romano)) las Matemticas, la Astronoma, C . Naturales, etc ; en

    La educacin en la Roma antigua la escuela romana, poltica educati-

    va, etc ; en Viajes y Viajeros...)) vas de comunicacin, estructura, me-

    dios, etc

    El panorama de la mujer en Situacin legal de la mujer romana)) re-

    sulta ciertamente sombro. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que

    slo se toca el punto de vista legal, pero es seguro que en la prctica la

    vida de muchas no estaba exenta de alegras y satisfacciones: No hay ms

    que recordar aquello de Plutarco,

    Ca to Maior

    8 4

    que cita M. Montero

    en La mujer en el mundo antiguo Un. Aut. Madrid): Todos los pueblos

    obedecen a los romanos y los romanos obedecen a sus mujeres)) o lo de

    Sneca: es de estpidos amar a los propios grilletes, aunque sean de

    oro.

    La misma expresin

    u i tu Gaius ego Gaia

    que pronunciaba la mujer

    al entrar en su nueva casa refleja cierta igualdad entre los dos esposos, al

    menos en su propio hogar. La mencin de este tipo de detalles habra

    ilustrado mejor, creo, la situacin real de la mujer en Roma.

    Las actividades que se proponen a los alumnos hacen referencia con

    gran acierto a muchos temas de plena actualidad como el divorcio, baja

    natalidad, anticonceptivos, marginacin, etc

    En la Pervivencia de la lengua latina)) creo que habria sido bueno

    aadir su utilizacin en locuciones aplicadas al Derecho, en el lenguaje

    ordinario e, incluso, en la estructura de las lenguas modernas.

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    18 RESENAS E LIBROS

    En otro orden de cosas, a pesar de la esmerada correccin de la obra

    en trminos generales, se han deslizado algunos errores u omisiones por

    lo general de escasa importancia como Jupiter sin acento y ausencia de

    signo de puntuacin pg. 19), aprecieron por aparecieron 57),

    merce por merece 71), sicut por quomodo en transcripcin 87),

    intento por intent, Camina por Carmina y la forma extraa

    intergost 127), debio por debi 1 12), da loquendum por cad l

    en la versin catalana adems nome por memo, en 147).

    En resumen, este trabajo, adems de ser una buena aportacin a la di-

    vulgacin de los temas clasicos, siempre de actualidad, es un excelente

    instrumento didctico que ayudar al alumno a encotrar sus races y fa-

    cilitar la labor del profesor en clase. Por todo ello merece la pena impul-

    sar este tipo de publicaciones.