AH Thomas v. Tribunal

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 A.H. Thomas v. Tribunal, 98 DPR 883 (1970) Hechos:  Mientras la joven Nilda Iris Rodríguez cumplía con sus estudios de laboratorio para el curso química inorgánica en el Colegio de Agricultura y Artes Mecánicas de Mayagüez sufrió un accidente al quebrarse un tubo de cristal y cortarle los tendones del dedo meñique de su mano derecha.  Como consecuencia de este accidente, Rodríguez instó acción en reclamación de daños y perjuicios contra la UPR y su aseguradora Federal Insurance Company.  La parte demandada presentó una demanda contra tercero contra Arthur H. Thomas Company, quien le había vendido el tubo de cristal a la UPR, por defectos en la manufactura o por la manufactura inadecuada de dicho instrumento (tubo de cristal).  La parte demandada pidió al tribunal dictara sentencia contra Sr. Thomas condenándolo a resarcir los alegados daños de Rodríguez, la demandante.  El emplazamiento contra tercero, Sr. Thomas, fue diligenciada m ediante entrega por  persona particular a dicho „funcionarioa tenor con lo dispuesto en la regla 4.7 de las Reglas de Procedimiento Civil. Además, el abogado de las demandadas remitió a la tercera demandada, a la dirección postal de la misma, por correo certificado con acuse de recibo, copia de la demanda de tercero y del emplazamiento librado.  La tercera demandada compareció en autos para solicitar la desestimación de la demanda de tercero por falta de jurisdicción. Alegó no haber realizado negocios, por sí misma o por agentes, ni ningún otro acto del cual pueda emanar responsabilidad civil en Puerto Rico; no tener ningún representante localmente; y no poseer ningún inmueble en Puerto Rico. Presentó una declaración jurada suscrita por su vice-presidente y gerente general Sr. E.B. Patterson.  La tercera demandante, UPR y Federal Insurance, presentaron, en la vista correspondiente pautada por el Tribunal, evidencia para demonstrar las transacciones y las compras efectuadas con la tercera demandada, A.H. Thomas Company.  El tribunal de instancia declaró sin lugar la solicitud de desestimación de la demanda contra tercero por entender que la  prueba admitida „establece por lo menos un contacto o relación mínima de transacciones de negocios de la referida tercera demandada en Puerto Rico. (Según se deduce de la prueba, A.H. Thomas Company mantenía relaciones comerciales con H.V. Grosch Co., establecida en San Juan, P.R.). Controversia:  Fundamentos de Derecho:  Regla 4.7 de Procedimiento Civil: “(a) Cuando la persona a ser emplazada no se encontrare en Puerto Rico, el Tribunal General de Justicia de Puerto Rico tendrá  jurisdicc ión perso nal sobre d icho no-re sidente, como si se trata re de un re sidente de l Estado Libre Asociado de Puerto Rico, si el pleito o reclamación surgiere como resultado

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A.H. Thomas v. Tribunal, 98 DPR 883 (1970)

Hechos:

  Mientras la joven Nilda Iris Rodríguez cumplía con sus estudios de laboratorio para el

curso química inorgánica en el Colegio de Agricultura y Artes Mecánicas de Mayagüezsufrió un accidente al quebrarse un tubo de cristal y cortarle los tendones del dedo

meñique de su mano derecha.

  Como consecuencia de este accidente, Rodríguez instó acción en reclamación de daños yperjuicios contra la UPR y su aseguradora Federal Insurance Company.

  La parte demandada presentó una demanda contra tercero contra Arthur H. ThomasCompany, quien le había vendido el tubo de cristal a la UPR, por defectos en la

manufactura o por la manufactura inadecuada de dicho instrumento (tubo de cristal).

  La parte demandada pidió al tribunal dictara sentencia contra Sr. Thomas condenándolo a

resarcir los alegados daños de Rodríguez, la demandante.

  El emplazamiento contra tercero, Sr. Thomas, fue diligenciada mediante entrega por

 persona particular a dicho „funcionario‟ a tenor con lo dispuesto en la regla 4.7 de lasReglas de Procedimiento Civil. Además, el abogado de las demandadas remitió a la

tercera demandada, a la dirección postal de la misma, por correo certificado con acuse derecibo, copia de la demanda de tercero y del emplazamiento librado.

  La tercera demandada compareció en autos para solicitar la desestimación de la demandade tercero por falta de jurisdicción. Alegó no haber realizado negocios, por sí misma o

por agentes, ni ningún otro acto del cual pueda emanar responsabilidad civil en PuertoRico; no tener ningún representante localmente; y no poseer ningún inmueble en Puerto

Rico. Presentó una declaración jurada suscrita por su vice-presidente y gerente general

Sr. E.B. Patterson.

  La tercera demandante, UPR y Federal Insurance, presentaron, en la vista

correspondiente pautada por el Tribunal, evidencia para demonstrar las transacciones ylas compras efectuadas con la tercera demandada, A.H. Thomas Company.

  El tribunal de instancia declaró sin lugar la solicitud de desestimación de la demandacontra tercero por entender que la prueba admitida „establece por lo menos un contacto orelación mínima de transacciones de negocios de la referida tercera demandada en Puerto

Rico‟. (Según se deduce de la prueba, A.H. Thomas Company mantenía relaciones

comerciales con H.V. Grosch Co., establecida en San Juan, P.R.).

Controversia:

 Fundamentos de Derecho:

  Regla 4.7 de Procedimiento Civil: “(a) Cuando la persona a ser emplazada no seencontrare en Puerto Rico, el Tribunal General de Justicia de Puerto Rico tendrá jurisdicción personal sobre dicho no-residente, como si se tratare de un residente del

Estado Libre Asociado de Puerto Rico, si el pleito o reclamación surgiere como resultado

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de lo siguiente: (1) Realizare por sí o por su agente, transacciones de negocio dentro de

Puerto Rico…” 

 Decisión:

  “De inmediato procede resolver que, en ausencia de la prueba necesaria, no puedeconsiderarse a H.V. Grosch Co. como agente de la tercera demandada…” 

  Además, resuelve el TSPR que la prueba ofrecida por la tercera demandante no essuficiente para establecer los contactos mínimos que se requieres a los fines de adquirir jurisdicción in personam.

Doctrina de los contactos mínimos: requiere que el contacto dentro de la jurisdicción resulte de

un acto afirmativo de la parte demandada (Hanson v. Denckla, 357 US 235 (1958), en donde se

dijo: “La actividad unilateral de quienes reclaman alguna relación con un demandado noresidente no satisface la exigencia de contacto en el estado en que se interpone la acción

 judicial… es esencial en cada caso que concurra un acto de la parte demandada mediante el cualdeliberadamente se aproveche de las ventajas que ofrece el foro, invocando así los beneficios y la

 protección que brindan las leyes de ese estado”). 

Se han elaborado tres reglas para la aplicación de la „Doctrina de los contactos mínimos‟: 

1.  El demandado no residente debe realizar algún acto o consumar alguna transacción

dentro del foro. No es necesario que la actividad se efectúe físicamente dentro del foro; elacto o transacción puede realizarse por correo. Un solo acto o transacción basta si sus

efectos en el foro son suficientemente sustanciales para cualificar bajo la regla tercera.

2.  La causa de acción debe surgir o resultar de las actividades del demandado dentro del

foro. Es concebible que la causa de acción precisa se plasme fuera del foro, pero debido alas actividades del demandado en el foro aún exista el contacto mínimo sustancial que es

necesario.

3.  Habiéndose establecido bajo las reglas precedentes un contacto mínimo entre eldemandado y el foro, la asunción de jurisdicción fundada en ese contacto debe ser

compatible con los principios de trato imparcial y justicia sustancial del debido

procedimiento de ley. Si se satisface esta norma, existe un contacto mínimo sustancial

entre el foro y el demandado. La razonabilidad de someter al demandado a la jurisdicción

se determina frecuentemente por las normas análogas a las de „forum non conveniens‟. 

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