Ahorro Energético

G U Í A D E E N E R G Í A E F I C I E N T E Y R E S P O N S A B L E

Del 2 al 8 de Noviembre de 2007Un monográfico independiente de Mediaplanet, distribuido en Tiempo

2 Ahorro Energético

Prólogo

Sumario

Consumimos energía como respiramos el aire: sabemos que sin ella no podríamos

vivir pero somos poco conscientes de su valor, de su coste o del formidable impacto que su obtención y utilización tienen sobre la econo-mía y el medio ambiente. Todos y cada uno de nosotros, como miembros activos de una sociedad que vive instalada en los principios del bienestar, estamos implicados en este pro-ceso y en sus consecuencias.Los ciudadanos somos responsables del 30% (12% por el uso del coche y 18% en el ho-gar) del consumo total de energía de España. Que ahorremos energía y que la consumamos, también individualmente, con inteligencia y responsabilidad, es de suma importancia para un país como España que tiene una excesi-va dependencia de los suministros externos: petróleo y gas. De que consumamos bien la energía, sin que ello signifique renunciar a nuestra calidad de vida (sino todo lo contra-rio), depende, como antes señalaba, la salud de un planeta que estamos obligados —y comprometidos— a conservar para las gene-raciones venideras.Las políticas y las actuaciones públicas que se están llevando a cabo, tanto en lo que se refie-re a eficiencia energética a través del Plan de Acción de la E4 (reducir un 7,8% el consumo de energía final en tres años), como al impulso

de las energías renovables a través del Plan de Energías Renovables (lograr que una aportación del 12% de nuestra energía proceda de los re-cursos limpios del agua, sol, viento y biomasa, en 2012), han contribuido a un hecho notable y es que por primera vez en mucho tiempo en Es-paña se haya roto la tendencia de crecimiento de la intensidad energética. Pero, aun con todo, es absolutamente necesaria la colaboración y com-plicidad de los ciudadanos para lograr superar el reto que significa frenar el cambio climático y prosperar de forma sostenible. Lo cierto es que asumiendo sencillísimas pau-tas de conducta, todos y cada uno de nosotros podemos reducir sustancialmente nuestros consumos de energía. La aplicación de esas prácticas (en el hogar, en el trabajo, a la hora de utilizar nuestro coche o subirnos a un trans-porte público, o en el momento de decidir la compra de un electrodoméstico más o menos eficiente) desencadena una suma de beneficios no sólo para el usuario, en términos de ahorro familiar, sino para la economía del país. Po-dríamos, en el ámbito personal, ahorrar hasta el 50% del consumo eléctrico en iluminación, reducir el consumo total de energía de nuestro domicilio en un 20%; o disminuir el consumo de combustible del coche en 180 litros al año. Hay datos tremendamente reveladores en lo que refiere al consumo de energía que de-

pende de nuestra sensibilidad y sentido co-mún, pero baste uno de ellos: si dejáramos de utilizar tan solo el 1% de nuestros vehículos para ir al trabajo, utilizando en su lugar el transporte público, ahorraríamos anualmente ¡20 millones de litros de combustible! Y dismi-nuirían, desde luego, el ruido, la contamina-ción y los atascos de nuestras ciudades.Hacer de la máxima de la eficiencia energé-tica «conseguir más con menos» un paradig-ma de nuestro estilo de vida, es una cuestión de sentido común, inteligencia y oportuni-dad para seguir progresando y construir un futuro solidario, de todos. n

EnriquE JiménEz LarrEarector General del Idae

xz Consumir menos, vivir mejor p.4

xz Hogares que piensan por nosotros p.6

xz Etiquetar el ahorro p.6

xz Usar las bombillas con cabeza p.8

xz ¿Cuánta energía consumen las productoras energéticas? p.10

xz Un mix energético renovable para el hogar p.13

xz Carril verde ya p.14

xz La revolución de los carburantes p.14

Ahorrar energía es lo inteligente

Mediaplanet - información especializada de amplio alcance.Consultas y sugerencias: Olga Demestres 91 444 55 11 olga.demestres@mediaplanetgroup.esDirectora Mediaplanet EspañaImpreso y distribuido por la revista Tiempo

AHORRO ENERGÉTICO - UN TITULO DE MEDIAPLANET

Project Manager: Leo UrrestarazuRedacción: Alberto Hernández / María NotEdición: Pepo MárquezDiseño: Beatriz de MedinaRepro: Javier / Checkmaster

INFORMACIÓN ESPECIALIZADA DE AMPLIO ALCANCE

www.mediaplanet.com

Mediaplanet - información especializada de amplio alcance.Consultas y sugerencias: Olga Demestres 91 444 55 11 olga.demestres@mediaplanetgroup.esDirectora Mediaplanet EspañaImpreso y distribuido por la revista Tiempo

4 Ahorro Energético

Raro es el día en el que no oímos ha-blar del cambio climático. O del efec-

to invernadero. O del Protocolo de Kioto. O del consumo energético. Y no parece estar muy claro qué es lo que ocurre, hacia dónde vamos o si existe una so-lución. Se habla mucho sobre ahorro energético pero, ¿en qué consiste? Y, ¿cómo podemos participar?

No está de más hacer un esbozo de la situación actual para saber qué está pasando y a qué debemos atenernos. Los datos son concluyentes. Estamos acostumbrados a tener cada vez más coches y electrodomésticos y nuestro consumo de energía está alcanzando cifras preocupantes. Al ritmo actual, habremos duplicado nuestro gasto en este sector en 35 años y lo triplicare-mos en menos de 55. No sirven ex-cusas tradicionales como la de que es la industria es la que debe moderar su consumo. Cada parte debe responsabi-lizarse de lo suyo, claro, pero lo cierto es que el 30% del consumo energético total del país lo realizan las familias es-pañolas y no es precisamente poco. Y el grueso de ese 30% se va en el trans-porte y la vivienda.

España no es en absoluto un país en el que abunden las fuentes de energía. La dependencia energética alcanza el 83%. Es decir, sólo produce el 17% de lo que consume, muy por debajo de la media europea, que se encuentra en torno al 50%. En el caso del pe-tróleo, esa dependencia es casi total. Así que estamos derrochando lo que no tenemos y entre las consecuencias de esa actitud podemos destacar dos:

el agotamiento de los recursos y el efecto invernadero.

Los combustibles fósiles tienen unas limitacione claras: están condicionados por la disminución de las reservas, por su localización y por sus efectos sobre el medio ambiente. Frente a estos incon-venientes, las energías renovables sur-gen como una alternativa inagotable y mucho menos contaminante. Pero aún queda mucho por hacer en este campo, ya que más del 93% del consumo ener-gético en España procede de fuentes no renovables.

No es menos importante cambiar las pau-tas de consumo para reducir las emisio-nes de dióxido de carbono, un de los gases causantes del efecto invernadero. El CO2, junto a otros compuestos, se encarga de «rebotar» la radiación solar que se refleja sobre la superficie de la Tierra, devolviéndola en forma de ca-lor. Cuando se aumenta de manera arti-ficial la cantidad de CO2 de la atmósfe-ra, la energía que se vuelve a proyectar es mayor, lo que supone un aumento de las temperaturas. La capa de CO2 realiza la misma función que un plástico o un cristal en un invernadero que multipli-ca el calor en el interior.

La solución se puede plantear en dos ámbitos: público y privado. En cuan-to al primero, e independientemente de las acciones que pongan en marcha cada uno de los sectores o de las com-pañías para optimizar el consumo, el Protocolo de Kioto intenta reducir las emisiones de gases contaminantes. Este tratado internacional supone, en el caso

de la Unión Europea, la reducción de un 8% de las emisiones producidas en 1990 para el período comprendido en-tre 2008 y 2012. Para el conjunto de países industrializados, el compromiso es de un 5,2%.

La iniciativa particular tiene que ir orientada al ahorro de energía. Y esto no quiere decir que tengamos que vol-ver a lavar a mano y que viajemos a lo-mos de una mula. Ni tampoco que se vaya a perder calidad de vida. Se trata de unas pautas de consumo más efi-cientes. O dicho de otra manera, no hacer gastos innecesarios que no supo-nen ningún beneficio (como por ejem-plo, abrir la ventana con la calefacción puesta, dejar encendidas las luces de las habitaciones donde no estamos, etc.) e invertir un poco más en aparatos que ofrecen las mismas prestaciones (o in-cluso más) que los tradicionales y con menor consumo de energía. Son sólo dos sugerencias entre otras posibles. Pero por algo hay que empezar. n

El CO2, junto a otros compuestos, se encarga de «rebotar» la radiación solar que se refleja sobre la superficie de la Tierra, devolviéndola en forma de calor. Cuando se aumenta de manera artificial la cantidad de CO2 de la atmósfera, la energía que se vuelve a proyectar es mayor, lo que supone un aumento de las temperaturas. La capa de CO2 realiza la misma función que un plástico o un cristal en un invernadero que multiplica el calor en el interior

Consumir menos, vivir mejor

«Uponor, líder mundial en el desa-rrollo de aplicaciones de Climatiza-ción Invisible y soluciones para el transporte de fluidos en la edifica-ción está implantando en los edifi-cios residenciales de nuestro país la Climatización Invisible»

«La multinacional de origen finlan-dés trabaja para que los usuarios finales de las viviendas disfruten de un gran confort en sus hogares ahorrando dinero. Para ello cuen-tan con todo el conocimiento que le aporta su dimensión internacio-nal ya que están presentes en más

de 100 países, sus ventas anuales netas ascienden a más de 1.157 mi-llones de euros y disponen de 17 fábricas en el mundo, entre las cuá-les se encuentra la de España».

Más confort, más ahorro

Climatización Invisible UponorEl 88% de los usuarios demandan soluciones de ahorro energético en sus viviendas, según el estudio de mercado* sobre sistemas de climatización realizado por uponor.

Atributos más importantes en un sistema de climatización

*�El�estudio,�elaborado�por�Research�Internacional�se�ha�realizado�en�toda�la�Península�(Área�Centro,�Madrid,�Cataluña,�Aragón,�Baleares,�Levante,�Andalucía,�Noroeste�y�Norte�Centro)�entre�una�muestra�de�población�de�hombres�y�mujeres�de�25�a�70�años�con�intención�de�cambiar�su�vivienda�o�renovarla�en�un�plazo�máximo�de�dos�años.

Intención futura de compra

Evaluación del sistema actualVaLoraCIón dE La CLImatIzaCIón InVIsIbLE Por PartE dE UsUarIos aCtUaLEs

El 93% de los usuarios que disponen de climatización invisible está bastante o muy satisfecho con el sistema. El as-pecto estético, la ausencia de ruido y la sensación de calor que sale del suelo son los atributos más valorados. El 95% cree que aporta bastante o mucho con-fort al hogar. La preferencia por la clima-tización invisible es triple con respecto a otros convencionales (principalmente radiadores de caldera o eléctricos) y los usuarios consideran que es justificable pagar algo más por tener este sistema de climatización. a más de la mitad les gusta la idea que el sistema incorpore frío y el 56% estaría dispuesto a utilizar-lo con frío.Como dato final y concluyente, des-taca que el 96% volvería a elegir este sistema y lo recomendaría a amigos y familiares.

Cada español ahorraría cerca de 300 euros al año si incorporara un sistema de climatización invisible en su vivienda.

n El sistema de climatización invisible se revela como la solución más valorada y más demandada en el futuro por los españoles.

n si todas las viviendas de España dis-pusieran de climatización invisible acortaríamos en un 9% la distancia para lograr el compromiso de Kyoto.

n El 92% de los encuestados compraría una vivienda con Climatización Invisi-ble si el Promotor se lo ofreciera.

n El 76% de los entrevistados consi-dera que disponer de climatización invisible incrementaría el valor de su vivienda.

Conclusión

900 10 10 53 www.climatizacioninvisible.com

Nuestras casas están llenas de todo tipo de electrodomésticos, sistemas

de climatización y otras comodidades que, si no se usan de manera racional y coherente, pueden terminar convertidas en un sumidero de energía, con el consi-guiente incremento de la factura de la luz. Pero a veces es difícil controlar este gas-to ya que implica estar pendiente de un sinfín de factores. Por eso, y en línea con la tendencia actual de garantizar un desa-rrollo sostenible, se apuesta por sistemas

inteligentes en los hogares que evitan el uso innecesario y desmedido de los recur-sos energéticos. Así nace la domótica.

Gracias a la automatización de los siste-mas logramos un ahorro importante de energía y agua, tanto en la iluminación y climatización de la casa, como en el sis-tema de riego o en el uso de electrodo-mésticos.

Es como si estas prestaciones inteligentes estuvieran sacadas de una novela de cien-cia-ficción: con una llamada de teléfono podemos saber la temperatura a la que está nuestra casa y regularla, o programar cuándo queremos que se enciendan y apaguen las luces. Se pueden valorar las condiciones meteorológicas y de hume-dad para decidir cuándo se debe regar el jardín o cuándo poner en marcha el aire acondicionado o la calefacción. Y tam-bién desconectar electrodomésticos auto-máticamente si el consumo eléctrico en un determinado momento es demasiado elevado.

Todos estos elementos permiten gestio-nar de una manera efectiva el gasto de nuestra casa sin necesidad de estar en ella. El sistema busca la franja horaria más económica y pone en funcionamiento

el lavavajillas o la lavadora y desconecta los aparatos eléctricos menos necesarios cuando se está a punto de rebasar el límite de potencia contratada. Así no «saltan los plomos».

La temperatura siempre será agrada-ble si hay un termostato pendiente de nuestras necesidades de frío o ca-lor, y ahorra bastante más que tener la calefacción o el aire acondicionado conectados veinticuatro horas. Tam-poco hay que preocuparse de si se ha quedado alguna luz encendida al salir de casa: el sistema inteligente puede detectar cuándo hay gente para tener las habitaciones iluminadas o no. n

Comprar una casa con un sistema domótico puede suponer un desembolso fuerte, pero está claro que el ahorro energético que supone compensa este gasto y, a la vez, contribuimos a un uso más racional de nuestros recursos y a preservar el medio ambiente

Hogares que piensan por nosotros

No es cuestión de producir más, sino de consumir menos y el

24% del gasto en el hogar lo acaparan los electrodomésticos y la iluminación. Si tenemos en cuenta que el 30% del consumo total de energía en España se produce en los hogares, se ve que esa cifra no es desdeñable: el 7,5% del consumo global español corresponde a estos aparatos que se multiplican en casa.La etiqueta energética, que se creó si-guiendo directrices de la Unión Euro-pea en los 90, informa al usuario de la necesidad de invertir en aparatos que consuman menos, y se aplica a los si-guientes electrodomésticos: frigoríficos y congeladores, lavadoras, secadoras,

lavavajillas, hornos eléctricos, lámpa-ras y equipos de aire acondicionado. En España entró en vigor en 1994 como medida para educar a la pobla-ción. Y es que en los 90 se inició una escalada en el consumo de energía del 2,5% anual, muy por encima de la tasa de incremento de población. Una de las causas fue que se incrementó la compra de electrodomésticos, tenden-cia que se mantiene.La clasificación que otorga la etique-ta energética empieza con la letra A y termina en la G. Así, el tipo A ofre-ce la mejor eficiencia energética y el tipo G, la peor. La etiqueta energética tiene dos partes. A la izquierda están indicados los conceptos que se miden

(consumo y ruido) y a la derecha, datos concretos del aparato (número exacto de kilovatios y de decibelios).El consumo de un equipo A puede ser hasta tres veces inferior que el de uno G. Por ejemplo, los frigoríficos han evolucionado tanto que a las categorías tradicionales les han agregado dos: la A+ y la A++. Según el Instituto para la Di-versificación y el Ahorro de la Energía (IDAE), si compramos un frigorífi-co de clase C, el consumo de energía durante 15 años será de 8.130 kwh (que equivale a 813 euros). Si lo sus-tituimos por uno de clase A, el ahorro será de 271 euros. Y si apostamos por uno de clase A++, serán 517 euros. Ha-gan cuentas. n

Etiquetar el ahorro

� Ahorro Energético

Miele apuesta por el ahorro energéticoElectrodomésticos cada vez más eficientes y respetuosos con el medio ambiente

Recientemente, el Gobierno aprobó un Plan de Acción para el periodo 2008-2012 de la Estrategia de Ahorro y Eficiencia Energética en España. Su-pondrá un ahorro de 87,9 millones de toneladas de petróleo (el equivalente al 60% del consumo de energía primaria en España durante 2006) y permitirá una reducción de emisiones de CO2 a la atmósfera de 238 millones de toneladas. El Go-bierno ha adoptado un Plan de Medidas Urgentes en el que se definen los objetivos para que se desa-rrolle en la sociedad el conocimiento sobre ahorro y eficiencia energética y fomente la competencia en el mercado bajo este principio rector.

En este contexto se inscribe la Campaña de difu-sión de ahorro y eficiencia energética y etiquetado de electrodomésticos iniciada el pasado julio, que configura la planificación en materia energética de entes públicos y privados y facilitará la contribu-ción ciudadana a la lucha contra el cambio climá-tico. El Plan contempla las campañas de difusión del etiquetado energético y acuerdos de reduccio-nes de consumo y especifica las medidas concretas de planes «renove».

Miele, una de las 2.900 compañías mundiales que han suscrito el acuerdo «Global Compact» sobre responsabilidad y crecimiento sostenible, mani-fiesta su apoyo a estas acciones y recuerda a los consumidores españoles que tienen a su disposi-ción electrodomésticos capaces de cumplir los ob-jetivos de ahorro de agua y de energía.

Como líder del mercado de electrodomésticos de gama alta, Miele comenzó a adoptar los prin-cipios básicos de la responsabilidad social corpo-rativa en su filosofía empresarial hace años, antes de que la ONU le diese la bienvenida como em-presa miembro del acuerdo global. Este com-promiso ha sido puesto de relieve por diversos estudios, como el realizado hace algunos meses por WWF/Adena que analizó la oferta de elec-trodomésticos de bajo consumo en el mercado español. La muestra, que comparó más de 2.000

modelos de aparatos electrodomésticos, conclu-yó que Miele es una de las marcas más destaca-das en el informe.

En los aparatos de lavado figura en los primeros puestos con las ofertas de lavadoras y lavavajillas. Miele cuenta con el modelo de lavadora W 3840 WPS «AllWater», pensada para reducir al mínimo los consumos de agua, detergente y electricidad. Está provista de dos tomas de agua e incorpora la posibilidad de utilizar agua procedente de un alji-be. El uso de un abastecimiento de agua alternati-vo significa un importante ahorro de agua potable que puede llegar a 11.500 litros por año.

Miele cuenta también con modelos de lavavajillas que incorporan programas especiales de «Ahorro de energía», «Ahorro de agua» y «Sin Calefacción». De esta forma, se consigue un lavado ecológico sin que exista merma alguna en la calidad de la-vado. De hecho, Miele cuenta con varios modelos etiquetados con la triple A en cuanto a Eficiencia Energética, Eficacia en el lavado y Eficacia en el secado.

En el informe de WWF/Adena, los frigoríficos analizados presentaron una elevada presencia de modelos de bajo consumo (78%), si bien la pre-sencia de aparatos con clases A+ y A++ sigue sien-do todavía muy reducida al representar tan sólo el 14,3% de todos los modelos de clase A. También en este apartado, Miele se situó a la cabeza entre las marcas que ofrecen la oferta de frigoríficos más eficiente.

El etiquetado energético resulta útil para que el con-sumidor conozca la eficiencia de cada aparato. Per-mite saber con rapidez cuánta energía consume y la eficiencia con que la utiliza. Conviene consultar su etiqueta y elegir uno de clase A, A+ o A++, ya que consumen casi la mitad que uno de clase C. Al con-sumir menos energía se reducen las emisiones de CO2, con lo que combatimos el cambio climático, además de beneficiar a nuestro bolsillo.

www.miele.es

8 Ahorro Energético

El 19% de la generación eléctrica mundial se destina a la ilumina-

ción, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE). De hecho, la ilu-minación requiere toda la producción eléctrica procedente de las centrales a gas y el 15% más de la producida por las centrales hidroeléctricas o nuclea-res. Estas cifras invitan a reflexionar si se tiene en cuenta que las bombillas incandescentes provocan un gasto im-portante de energía y las costumbres en la iluminación de las casas dejan mucho que desear. Es un momento vital para reducir las emisiones de ga-ses y no sólo hay que pensar en dejar el coche aparcado y utilizar el trans-porte público. Muchos gobiernos han desarrollado medidas de alumbrado eficiente, tanto para el exterior (calles, paseos, señalización), como para el in-terior de edificios administrativos.

Quedan todavía muchos sitios donde la luz permanece encendida innecesa-riamente. Se utilizan bombillas de alta potencia en lugares que no se pueden iluminar del todo, se desaprovechan las horas de sol, etc. Mientras, las emisio-nes de CO2 para cubrir este gasto cons-tituyen el 70% de las generadas por el transporte, uno de los sectores más con-taminantes.

BomBiLLas para cada situación

Paradójicamente, a pesar de nuestra preocupación, seguimos utilizando bombillas incandescentes, tubos fluo-rescentes o lámparas halógenas. Las bombillas incandescentes son el tipo más utilizado en los últimos 100 años y aprovechan tan sólo el 15% de la energía que consumen. En cambio, una lámpara fluorescente requiere entre un 75% y un 80% menos de energía y dura más, pero es totalmente ineficiente en lugares donde se apaga y enciende la luz frecuentemente ya que el mayor gasto se genera en cada en-cendido. Por ejemplo, en portales que incorporan sensores de movimiento

para iluminarse no se ahorra energía instalando bombillas fluorescentes.

Las lámparas halógenas proporcionan mu-cha iluminación pero despiden también gran cantidad de calor. Una habitación pe-queña en verano iluminada por un sistema halógeno necesitaría aire acondicionado para ser habitable. Y el gasto en la factura de la luz es tan alto como innecesario.

Hay que conocer bien nuestros sistemas de iluminación para utilizarlos de la ma-nera más racional posible. Las tecnologías avanzan y ya se emplean en muchos siste-mas de alumbrado público y de señaliza-ción de tráfico unas bombillas nuevas más eficientes: los leds, Diodos de Emisión de Luz o light emitting diodes. Son unos pequeños chips de silicio a través de los cuales pasa corriente eléctrica que genera luz. Las ventajas son, en primer lugar, que la pérdida de energía es prácticamente nula: toda la electricidad se destina a la iluminación, por lo que el gasto se redu-ce drásticamente. Por otro lado, debido a este aprovechamiento de la electricidad, una bombilla de este tipo no despide calor y concentra la luz sin necesidad de com-ponentes ópticos adicionales. En cambio, las bombillas incandescentes y las fluores-

centes requieren estos componentes para concentrar y dirigir la luz de manera que se pueda utilizar.

Y ahí no acaban los aspectos positivos. Un LED tiene una vida útil de 100.000 horas, el doble de las lámparas fluorescen-tes y casi 20 veces más que una bombi-lla convencional. No producen residuos tóxicos, emplean muy pocos vatios y cuentan con una gran resistencia a los golpes y las vibraciones.

Ya se pueden ver muchas aplicaciones que utilizan LEDs. Como los nuevos semáfo-ros con unos discos compuestos por pe-queños puntos de luz muy intensa y que se pueden ver aunque el sol refleje. Los coches modernos incorporan LEDs no sólo a su sistema de alumbrado de emer-gencia, también a las luces principales. Y más: televisores y pantallas LCD, man-dos a distancia, sensores de movimiento y hasta iluminación navideña.

El siguiente paso es perfeccionar el sistema para que pueda aplicarse como alumbra-do común. Mientras estos nuevos tipos de iluminación lleguen a todos los hoga-res debemos procurar utilizar los recursos que tenemos de manera inteligente. n

Usar las bombillas con cabeza

Ahorro Energético 9

¿Qué hace Philips Alumbrado por el medio ambiente?

La responsabilidad medioambiental es la piedra angular de nuestro progra-

ma de sostenibilidad.

Afrontando proactivamente las cuestio-nes ambientales en busca de un futuro «mejor» y sostenible, no dejamos de ex-plorar vías para:

n Maximizar la eficiencia energética.n Mejorar la fiabilidad de producto.n Minimizar el uso de sustancias peli-

grosas.n Reducir los residuos.

iniciativas de mejora a través del Eco diseño

A principios de los noventa pusimos en marcha un programa especial de Eco di-seño que hoy ya está plenamente inte-grado en nuestro proceso de desarrollo. El Eco diseño consiste básicamente en que cada nueva generación de productos tenga menos impacto que su predecesor en las denominadas áreas de enfoque medioambiental.

En Septiembre de 2007 Philips anunció que para 2012, su objetivo es que el 30% de sus ingresos totales procedan de sus productos ecológicos, frente al 15% que

se alcanzó en 2006. Este compromiso es parte del último programa EcoVision de Philips, que se centra en reducir el consu-mo de energía de sus productos y de sus instalaciones.

El cuarto programa EcoVision de Philips también pretende reducir el consumo de energía de sus instalaciones y procesos en un 25% y duplicar la inversión en inno-vaciones hasta alcanzar los 1000 millones. Estos objetivos implican que para finales de 2008 todas las oficinas de la compañía estarán equipadas con sistemas de ilumi-nación de bajo consumo, y que se recor-tarán aun más las emisiones de gases con efecto invernadero en las fases de produc-ción y distribución. Además, la empresa pide a sus empleados que se conciencien de la importancia de preservar el medio-ambiente día a día en su entorno laboral.

Los productos Bandera Verde de Philips ofrecen una mejora signi-ficativa para el medioambiente y,

por tanto, para los clientes, los usuarios y la sociedad en una o más de las cin-co áreas ecológicas fundamentales para Philips: consumo de energía, embalaje, sustancias perjudiciales, peso, reciclado y fiabilidad durante toda la vida útil del producto.

Productos Bandera Verde (este logo identifica los productos con el mejor comportamiento medioambiental del mercado)

Areas de enfoque medioambiental:

Gerard Kleisterlee, Presidente del consejo de administración de Philips, comentó en una carta dirigida a sus empleados: «cree-mos que los grandes cambios comienzan por cambios pequeños, y que todos y cada uno de nosotros deberíamos contri-buir a salvar nuestro planeta. Y es más, estamos convencidos de que aquellas em-presas que combinen los principios del desarrollo económico con la defensa del medioambiente serán las que triunfen en el futuro, y las que ofrezcan recompen-sas a largo plazo, a nuestros empleados, a nuestros clientes, a nuestros socios y a nuestros accionistas.»

Si concretamos estos datos en Espa-ña, el consumo Eléctrico Anual es al-rededor de 25.000 millones de euros. De esta cantidad el coste que puede ser imputado a Alumbrado es de un 20% que, traducido a euros sumarían 5.000 millones.

Con un cambio a todas las nuevas tec-nologías con que cuenta PHILIPS en el momento actual, se podría ahorrar, se-gún nuestras estimaciones un 40% de energía, es decir 2.000 millones de euros al año, y lo que es aún más importante, un equivalente a 11 millones de tonela-das de CO2 no emitidas a la atmósfera.

Esperamos que estas medidas redunden en una rápida reducción de los consumos y emisiones, pero según nuestra visión, la Administración debería profundizar en acercarse e implicar de manera rotunda, a todos los Agentes del Sector Energético en el Sector privado, como son las Compañías Suministradoras, Fabricantes de produc-tos altamente eficientes, como es el caso de PHILIPS, Ingenierías, Arquitecturas y Grandes consumidores energéticos.

Para ampliar información de todos los productos eficientes de Philips: www.alumbradoymedioambiente.com

Eficiencia energética

Sustancias peligrosas

Vida Útil y fiabilidad

Embalaje

Peso y tamaño

Reciclaje

10 Ahorro Energético

La energía, como decía Einstein si-guiendo el primer principio de la

termodinámica, «ni se crea ni se destru-ye, se transforma». Como las teorías del genio alemán no son fáciles de com-prender y la mayoría no somos físicos, dejemos el tema en que, para producir electricidad es preciso obtenerla de otras fuentes primarias. ¿Y cuáles son esas fuentes? Pues combustibles fósiles (petróleo y gas, conocidas como las «de siempre») o renovables (hidráulica, eó-lica, minihidráulica, solar, etc.). El hecho de que las centrales eléctricas precisen de menor o mayor cantidad de estas energías depende de factores como, la «hidraulicidad» o la regula-ridad (o irregularidad) de cada año hi-dráulico. 2004 y, especialmente, 2005, fueron años en los que ésta fue baja. La consecuencia directa se hizo notar en el aumento del consumo energético, ya que se recurrió a las centrales térmi-cas, alimentadas fundamentalmente con gas o carbón.La eficiencia energética, no obstante, ha mejorado en los últimos años con las centrales de ciclo combinado, que aprovechan las emisiones resultantes de la combustión de gas natural para producir más energía (algo así como un «2 por 1»). O lo que es lo mismo, el ratio de eficiencia, la relación entre la energía producida y la materia prima que se ha necesitado para producirla es del 39%.

La Estrategia de Ahorro y Eficiencia Energética en España (E4) prevé un ahorro para el año 2012 de 767,5 kilo-toneladas equivalentes de petróleo (ktep). Piensen en su coche, si tienen, con 50 litros de gasolina. Ahora imaginen 15,35 millones de coches iguales que el suyo rodando hasta que se les ago-te el combustible. Pues eso es lo que quiere ahorrar el Gobierno (más o menos, porque un litro de gasolina no es exactamente uno de petróleo). En 2006 se logró un ahorro de 186 ktep, 16 más de las previstas inicialmente.

poLíticas EmprEsariaLEsLas grandes empresas eléctricas y gasistas también se quieren subir al tren del aho-rro energético. Las políticas de responsa-bilidad social corporativa que están desa-rrollando un gran número de compañías en la actualidad intentan transmitir al gran público una idea de preocupación por la mejora de la sociedad.En esta línea, se han puesto en marcha certificados de eficiencia energética que aseguran que la energía consumida en los hogares procede de energías renovables. Algunos sectores críticos destacan, sin embargo, que esta medida sólo certifica lo que ya existía, puesto que las eléctricas ya obtenían parte de su electricidad a par-tir de estos recursos. Por eso, yendo un paso más allá, señalan que una solución pasaría por adoptar la directiva europea que solicita que en las facturas vengan

desglosadas todas las fuentes que utilizan las empresas.

mEdidas guBErnamEntaLEsHay otras medidas en marcha como, por ejemplo, la instalación de nuevos conta-dores eléctricos, de acuerdo al nuevo Real Decreto. Esta norma obligará a que estos aparatos sean electrónicos en las nuevas instalaciones y que permitan regular el consumo según franjas horarias. De esta manera, el usuario podrá adaptar el uso de ciertos electrodomésticos a aquellos momentos en el que el coste de la elec-tricidad sea menor. Los nuevos aparatos, además, permitirán su lectura a distancia y la conexión y desconexión del suminis-tro también a distancia. Entre los aspectos más cuestionados de estos nuevos apara-tos se encuentra el coste de su alquiler, que pasa de los 0,57 euros por mes de los tradicionales a 0,78 euros. Como podrán observar, hay un amplio abanico de políticas para fomentar el ahorro energético. Si tenemos en cuenta que el incremento de la demanda eléctri-ca está creciendo muy por encima de la tasa del Producto Interior Bruto (PIB), a lo mejor tomamos conciencia más clara de la situación. Esa diferencia entre los dos valores, demanda y PIB, indica que consumimos mucho más de lo que so-mos capaces de producir. Trasladen la analogía a la despensa de su casa y vayan pensando lo que van a comer los últimos meses del año. n

¿Cuánta energía consumen las productoras energéticas?

El eje de todas las actividades de Fluidra es el agua. Cons-cientes de que es un recurso escaso y precioso, el grupo

multinacional español trabaja para que tanto sus productos finales como sus procesos de producción se realicen bajo criterios de consumo eficiente y responsable del agua y de la energía. Contribuir a un desarrollo sostenible haciendo sostenible la propia compañía. Esta es la filosofía del grupo, vigente desde sus principios hace casi 40 años, y que queda reflejada en la misión y visión de Fluidra: la vocación del grupo es impulsar el progreso de la sociedad a través del uso sostenible del agua en sus aplicaciones lúdicas, domésticas e industriales. La estrategia de futuro de Fluidra pasa por convertirse en un referente mundial en soluciones innova-doras para el uso sostenible del agua.

Este compromiso e implicación de Fluidra en la promo-ción de un progreso sostenible queda patente en las dos divisiones del grupo, POOL y WATER. En el sector de la piscina, las líneas de investigación de la compañía se diri-gen al desarrollo de productos que contribuyan al ahorro de agua. Entre estas soluciones se pueden citar las mantas o cobertores, las cubiertas, la desinfección por electrólisis de sal o los sistemas de filtración de bajo consumo de agua.

Un ejemplo reciente de la implicación de Fluidra en la crea-ción de productos sostenibles es el Water Saver, un equipo

economizador del consumo de agua del sistema de filtración de la piscina. Este producto ha sido premiado en el Salón Internacional de la Piscina con una Mención Especial en la categoría de las soluciones más sostenibles presentadas en el certamen. El Water Saver permite ahorrar un 60% de agua en el lavado del filtro. La frecuencia de los lavados del filtro se reduce hasta un tercio, lo que permite un ahorro estacional de 3.600 litros de agua. El Water Saver está di-señado para todo tipo de piscina residencial, sea cual sea el sistema de filtración utilizado y está fabricado en materiales totalmente reciclables.

La división WATER de Fluidra trabaja bajo los mismos criterios de sostenibilidad para ofrecer sistemas de trata-miento de aguas, tanto domésticas como industriales, que permitan la reutilización de las aguas residuales. Asimismo, en el apartado de riego o conducción de fluidos se ofrecen soluciones que buscan el mínimo consumo de agua: válvu-las de membrana, sistemas de goteo, etc.

En definitiva, Fluidra, consciente de trabajar con un re-curso escaso, se compromete al uso responsable del agua promoviendo su consumo eficiente en todos los procesos de producción y haciendo llegar al mercado en los secto-res en los que opera productos que permitan el ahorro del agua. n

Los sistemas que generan electricidad a partir de energía solar son los que

han evolucionado de manera más rápi-da en su aplicación en los hogares pero, para contar con una casa que pueda autoabastecerse por completo, también podemos incorporar sistemas que apro-vechan otro tipo de fuentes limpias.

En primer lugar, son bastante comunes las calderas de biomasa para la calefac-ción y el agua caliente. Utilizan como combustible biomasa procedente de leña, en forma de astillas o de «pellets», que sustituyen al gas natural o al gasó-leo y ostentan un índice de eficiencia y confort muy similar.

También se instalan, y cada vez más, sistemas de cogeneración. Se aplican normalmente en grandes fábricas, ya

que aprovechan el calor y el gas que genera el proceso productivo de las factorías y lo transforman en electri-cidad y calefacción. Este tipo de ins-talaciones sería el óptimo en grandes edificios. Por ejemplo, los destinados a la hostelería, que requieren un apor-te continuo de calor y electricidad.

Otra aplicación menos común es la colocación de turbinas eólicas para proporcionar la electricidad que ne-cesita una casa. Son de menor tama-ño que las de los parques eólicos y en ocasiones se instalan en lo alto de las viviendas para aprovechar el viento a mayor altura. A diferencia de las pla-cas solares, las turbinas «urbanas» aún no se ven mucho, al menos en España, aunque la nueva legislación en edifica-

ción contempla este sistema también para generar energía en los edificios.

Por último, una tecnología aún bastante desconocida en España, pero con un gran potencial de utilización, es la geotérmica. Se trata de aprovechar el calor proceden-te de la Tierra mediante una máquina ex-tractora. No emite gases contaminantes, puesto que no necesita ningún tipo de combustible y es totalmente renovable.

Todas estas tecnologías, unidas a un aislamiento adecuado de la casa y al uso de materiales de construcción no contaminantes, constituyen la denomi-nada arquitectura bioclimática, un tipo de construcción sostenible cada vez más utilizada, que permite la concepción de un hogar perfectamente integrado en el entorno. n

Fluidra, comprometida con el uso responsable del agua

Un mix energético renovable para el hogar

Viajes de Negocios 13

14 Ahorro Energético

La contaminación a causa del transpor-te por carretera no para de aumentar.

En 2005, el 25,5% de las emisiones de dióxido de carbono en España ocurrieron por este motivo. El año pasado, lejos de mejorar, esa cifra incrementó en más de cuatro puntos. ¿Qué hacer para frenar ese avance? Cada vez en más munici-pios se opta por flotas de transporte que se mueven con gas o hidrógeno. Los constructores de automóviles ya han comenzado a comercializar vehí-culos híbridos y eléctricos para cubrir la demanda del sector más conciencia-do del mercado. Además, los biocom-bustibles surgen como una alternativa a la gasolina o al gasoil, con un nivel de emisiones contaminantes más bajo que éstos.

El gas natural presenta grandes ventajas para el transporte público, en especial en los autobuses. Necesita un almace-namiento elevado pero esto se puede

solucionar fácilmente colocando el depósito en el techo de los vehículos. Sus ventajas: menos emisiones con-taminantes, menos ruidos y un coste menor. A pesar de ser una energía mu-cho más limpia que el petróleo tiene un gran inconvenien-te: sigue siendo un combustible fósil y, por tanto, ago-table. En el caso de los particulares, es el precio. Un coche eléctrico es bastan-te más caro que su equivalente tradicio-nal y sus prestaciones son más reducidas, por lo que los fabricantes están optando por modelos híbridos con dos motores, uno eléctrico y otro convencional. Así se logra reducir emisiones, calor y ruidos,

y aumentar el rendimiento: la mecáni-ca eléctrica presenta un índice de efi-ciencia del 90%, frente al 40% de los motores de gasolina. Otra posibilidad

es un vehículo que se «alimente» de hi-drógeno. En este caso, las emisiones se reducen a vapor de agua. No es mala opción. n

La investigación con carburantes no se detiene. Ante un futuro no

demasiado lejano en el que el petró-leo desaparecerá de nuestras vidas por la vía del agotamiento, las empresas buscan nuevas formas de garantizar el

suministro de energía. Los biocombus-tibles aparecen con fuerza, haciéndose un hueco en el panorama energético a través de la obtención de energía que se puede extraer de plantas.

¿Qué son los biocombustibles? Hay dos compuestos bajo esta denomina-ción: el bioetanol y el biodiésel. El pri- mero se produce a partir del azúcar o de algunos cereales, mientras que el se-gundo procede de plantas oleaginosas. Ambos se pueden emplear como aditi-vo de combustibles tradicionales o en estado puro.

El objetivo europeo es alcanzar una cuo-ta de biocombustibles del 10% para el año 2020. En España, el Ministerio de Industria prevé alcanzar un 5,75% para 2010, el equivalente a 2,2 millones de toneladas de petróleo (tep). Un objeti-vo ambicioso si tenemos en cuenta que en 2004 se produjeron 228.200 tone-ladas, diez veces menos.

La colza, el maíz o el girasol, además del azúcar y el trigo son algunos de los cultivos que permiten la elabora-ción de bioetanol y de biodiésel. Eso sí, los estudios prosiguen y ya se está pensando en una segunda generación de biocombustibles, a partir de mate-ria prima en celulosa, que reemplace a los actuales. La técnica en este campo aún necesita avanzar un largo cami-no, pero ya se han dado los primeros pasos.

La industria no se ha detenido en los biocombustibles. Los lubricantes tam-bién se han apuntado a las nuevas tecno-logías y están desarrollando productos de base vegetal frente a los clásicos de procedencia mineral. El cambio supo-ne un claro aumento de la biodegrada-ción y una disminución de residuos, a la vez que proporciona una mejora de las prestaciones por su alta visco-sidad. n

Carril verde ya

La revolución de los carburantes