Alfas, ranas y testimoniales: la cultura política de las elecciones legislativas de medio término...

download Alfas, ranas y testimoniales: la cultura política de las elecciones legislativas de medio término en Argentina - Julio Burdman

of 42

Transcript of Alfas, ranas y testimoniales: la cultura política de las elecciones legislativas de medio término...

  • 8/3/2019 Alfas, ranas y testimoniales: la cultura poltica de las elecciones legislativas de medio trmino en Argentina - Julio B

    1/42

    POSTDataDataDataDataData15,

    33

    ALFAS, RANAS Y TESTIMONIALES: LA CULTURAPOLTICA DE LAS ELECCIONES LEGISLATIVASDE MEDIO TRMINO EN ARGENTINA

    por Julio Burdman*

    Hacemos lo que hacen todos, pero lo hacemos abiertamente.FLORENCIO RANDAZZO, ministro del Interior (Argentina, 2009)

    I. Introduccin: la cultura poltica de los cabezas de lista

    En Argentina, quienes ocupan el primer puesto en las listas de candi-datos a legisladores nacionales, los cabezas de lista, no se destacan cuandollegan a la banca. Uno podra suponer que esa posicin, obtenida a razn depopularidad, poder partidario o internas triunfantes, indicara algo promete-dor sobre sus ulteriores desempeos en el Congreso. Dejando de lado, por

    difcil, una evaluacin cualitativa de la labor legislativa, por lo menos poda-mos esperar de quienes encabezan las listas electorales que tengan unprotagonismo acorde a la representatividad popular obtenida en la eleccin.Pero no es as: los legisladores ms conocidos y, por eso mismo, ms intensa-mente preferidos, apenas si se dedican a sus bancas. Presentan pocos proyec-tos, no asumen cargos en comisiones, y participan poco en debates y votacio-nes. Es ms: suelen no completar sus mandatos. Su representatividad electo-ral se convierte en otra cosa.

    Los Premios Parlamentario que se entregan todos los aos son una mues-tra que ilustra esta aparente contradiccin. Los otorga el semanario Parlamenta-rio, la revista de noticias del Legislativo argentino de mayor circulacin; no sonconocidos para la opinin pblica pero tienen prestigio en los pasillos del Con-greso. Desde 1992 esta publicacin realiza anualmente una encuesta entre pe-riodistas, asesores legislativos y los mismos diputados y senadores, en la quepiden a los consultados que identifiquen al mejor diputado y senador nacionaldel ao. El resultado de la encuesta es contrastado con una evaluacin de des-empeo que hacen los redactores de la revista, y sobre la base de ambos

    * Universidad de Belgrano. E-mail: [email protected].

    POSTData15, N1,Abril/2010, ISSN 1515-209X, (pgs. 33-74)

  • 8/3/2019 Alfas, ranas y testimoniales: la cultura poltica de las elecciones legislativas de medio trmino en Argentina - Julio B

    2/42

    34

    indicadores, eligen al mejor legislador del ao para cada cmara1. En la Tabla 1podemos ver a los premiados en la categora de diputados nacionales. En laltima columna de la derecha figura el lugar que ocuparon en la lista electoral

    que les permiti acceder al escao (los nmeros corresponden a: lugar ocupadoen la lista / cantidad de bancas obtenidas por esa lista / cantidad de bancas querenov el distrito ese ao).

    De los 17 premios otorgados a diputados nacionales, seis (en negrita)correspondieron a cabezas de lista. Pero si nos fijamos con atencin, cinco deellos (Polino 1995 y 2005, Das Neves 1997, Martnez Garbino 1998 y Baglini2001) fueron diputados que ingresaron en listas de uno o dos representanteselectos. El nico cabeza de lista plurinominal del grupo fue el justicialistasantafecino Agustn Rossi (2008), quien lider un grupo de cuatro.

    Este ranking, que describe la consideracin de la propia comunidad de laactividad legislativa, puede ser insuficiente para respaldar las afirmaciones ini-ciales. Pero en este trabajo analizaremos otro, ms slido, para mostrar que loscabezas de lista no se comprometen con sus bancas: un alto porcentaje de ellos,sobre todo en elecciones de medio trmino, renuncia para ocupar otra posicinque resulta ms conveniente para su carrera personal o los intereses del partido.Esta nueva posicin es, en general, otra candidatura, y en menor medida otropuesto ejecutivo. A estos los denominaremos ranas, por la accin de saltar hacia

    un nuevo punto que realizan al renunciar.El salto plantea un conflicto, en principio de carcter tico, con el contra-to democrtico de representacin, agravado por su cualidad de orientadores depreferencias en la campaa: muchos votos fueron dirigidos a ellos antes que a laslistas que encabezaban. Pero la naturaleza imperativa de los fines superiorespareciera justificarlos. Dotados de un alto grado de conocimiento pblico y depopularidad medida en encuestas, que se traduce en poder electoral, los cabezasde lista forman parte de una lite de candidatos necesarios, para la que rige latica poltica consecuencialista que cuestiona el republicanismo.

    La otra cuestin que analizaremos en este trabajo es la cultura poltica deeste mecanismo. El rana es, en principio, un subproducto de la institucinformal vigente, que en este caso es un sistema electoral de representacin pro-porcional con listas cerradas y bloqueadas en el marco de un sistema federal condistritos de muy variado tamao. Este diseo formal dio origen a la institucin

    1 De acuerdo a un periodista de la revista que consultamos, ellos hacen una evaluacin deldesempeo legislativo tomando la cantidad de proyectos presentados en el ao, su desempeo

    en comisiones clave y presentismo en votaciones. Nunca hay, dice, contradiccin entre elresultado de la encuesta y los indicadores de productividad revisados.

    Julio Burdman

  • 8/3/2019 Alfas, ranas y testimoniales: la cultura poltica de las elecciones legislativas de medio trmino en Argentina - Julio B

    3/42

    POSTDataDataDataDataData15,

    35

    del cabeza de lista, de carcter informal. La ley no hace distinciones: en la C-mara, el voto de todos los diputados cuenta por igual, con independencia delpoder electoral de cada individuo. Pero en la prctica de la competencia electo-

    ral, el cabeza de lista tiene una funcin diferente del resto de los candidatos adiputado, que determina roles y comportamientos diferentes.A su vez, ese conjunto de funciones y comportamientos del cabeza de

    lista puede generar sus propios subproductos. A partir de esa evolucin de se-gundo grado, el marco analtico de las instituciones ya nos resulta insuficiente yentramos en el terreno de la cultura poltica2. Esto ocurre cuando podemosestablecer que los patrones de comportamiento poltico propiciados por las ins-tituciones formales (que se transforman en normas sociales compartidas queconforman equilibrios de coordinaci) propician a partir de ellas otras nuevasprcticas comunes y relativamente aceptadas.

    En el caso de los cabezas de lista, la ltima evolucin desde las institucio-nes formales a la que nos lleva la cultura poltica es la controvertida prctica delcandidatotestimonial3, que es un subproducto, o mutacin, de la generalizaciny aceptacin social de la prctica anterior el salto del rana. La cultura pol-tica se aleja cada vez ms de la institucin formal de las elecciones legislativas ysu interpretacin corriente. Para ella, las elecciones legislativas son el mecanismoque traduce las preferencias del pueblo en representantes al Congreso. Para la

    cultura poltica de los cabezas de lista, sin embargo, hay otro sistema de reglas,no escritas, segn el cual las elecciones legislativas son un mecanismo de demos-tracin de poder electoral con vistas a las elecciones ejecutivas.

    Este fenmeno alcanza su apogeo en las elecciones legislativas de 2009,cuando las candidaturas testimoniales para cargos legislativos nacionales, pro-vinciales y municipales se extendieron en el distrito ms grande, la provincia deBuenos Aires, impulsadas por el oficialismo y tambin aunque en menor

    2

    Cultura, en la definicin analtica de Elster, es un patrn constante o frecuente de conductadentro de un determinado grupo que se compone de equilibrios de coordinacin, normassociales, creencias, valores y conceptos que son compartidos y estn interrelacionados (Elster2001). Este enfoque nos permite identificar el momento en el que la aplicacin de una institu-cin produce su propio sistema de reglas, y comprender el funcionamiento de stas.

    3 Los candidatos testimoniales son los postulantes a un cargo (legislativo, en este caso) que noasumirn, renunciando a l para dar paso a quien/es lo/s siguen en la lista. Se presume que noasumirn por seales que enviaron durante la campaa electoral, o porque no sera lgico quelo hicieran. Como en el caso de Daniel Scioli, quien siendo gobernador de la provincia msgrande del pas, y con dos aos y medio de mandato por delante, se postul para diputadonacional, sabiendo que estaba prohibido detentar los dos cargos simultneamente y que debera

    renunciar a uno despus de las elecciones. Para todo aqul que supiese de la prohibicin vigente,estaba claro que no sera lgico que Scioli eligiese el cargo menos importante, la diputacin.

    Alfas, ranas y testimoniales...

  • 8/3/2019 Alfas, ranas y testimoniales: la cultura poltica de las elecciones legislativas de medio trmino en Argentina - Julio B

    4/42

    36

    medida por algunos partidos de oposicin. Pero no era algo nuevo: habaantecedentes de testimoniales, casi todos en el peronismo4.

    En 2009, el caso ms notorio fue el de la lista de diputados nacionales

    del Frente para la Victoria bonaerense, en la que el ex presidente Nstor Kirchner,el gobernador en funciones Daniel Scioli y el entonces Jefe de Gabinete deMinistros, Sergio Massa, ocuparon los primeros lugares. Siguiendo una lgicaplebiscitaria, las principales personalidades del oficialismo nacional se sumarona las listas para defender la gestin en una competencia de poder electoral. Lapropuesta era tan partidista como personalista: votarlos era apoyar al partido degobierno en una coyuntura polarizada, pero este apoyo slo poda estar repre-sentado por los mismos gobernantes. Mientras tanto, nadie realmente crea queScioli y Massa fueran a renunciar a sus importantes funciones ejecutivas paraconvertirse en diputados. La estrategia valorizaba al Congreso, ya que los msdestacados dirigentes oficialistas aspiraban a l, y al mismo tiempo lo desvalori-zaba, porque en esa aspiracin el Congreso se converta, finalmente, en un ins-trumento de la dinmica electoral del Poder Ejecutivo. Lo reconoca, pero no entanto poder autnomo del sistema poltico.

    Con la extensin de los testimoniales, la cultura poltica entr en colisincon las instituciones formales. Hubo actores del sistema poltico que las acusa-ron de ilegales, enfatizando algunos la incompatibilidad entre el ejercicio de un

    cargo ejecutivo y la candidatura electoral, y otros el presunto engao en la pre-sunta revelacin de la no intencin de asumir la banca, lo que constituira unainfraccin a la ley electoral5.

    4 Algunos ejemplos de testimoniales son las candidaturas de los gobernadores de Santiago delEstero, Carlos Jurez, a senador nacional en 2001, de La Rioja, ngel Maza, a senador nacionalen 2005, y del ministro de Salud, Gins Gonzlez Garca, a legislador local de la Ciudad deBuenos Aires en 2007.

    5 Entre otras presentaciones judiciales estuvo la patrocinada por el candidato a diputado nacio-

    nal en esa misma eleccin por el Acuerdo Cvico, el radical Ricardo Gil Lavedra, contra lacandidatura de Daniel Scioli. Sostena que al estar prohibido el ejercicio simultneo de lagobernacin y de una diputacin, la candidatura no era vlida, La Cmara Nacional Electoral nohizo lugar a la presentacin, afirmando que el problema era el doble cargo y no la candidatura,que Scioli, una vez electo, debera elegir, y que la no intencin de asumir la banca legislativa erauna conducta presunta y futura sobre la que no se poda actuar antes de su ocurrencia. Cita elfallo ms de cincuenta antecedentes de gobernadores en funciones que fueron candidatos. Perola Cmara se pronunci con un voto en disidencia (es decir, 2 a 1), el del juez Alberto Dalla Va,quien consider incompatible ser candidato y gobernador al mismo tiempo, tanto para el casode Scioli como para los cincuenta antecedentes mencionados (La Nacin, 1/6/2009). La doc-tora Delia Ferreira Rubio, presidente de la ONG Poder Ciudadano, opin que las candidaturas

    testimoniales eran ilegales pero por otra razn: por presunta induccin del votante al engao, loque est penado por el cdigo electoral (comunicacin personal, 16/6/2009).

    Julio Burdman

  • 8/3/2019 Alfas, ranas y testimoniales: la cultura poltica de las elecciones legislativas de medio trmino en Argentina - Julio B

    5/42

    POSTDataDataDataDataData15,

    37

    II. Evolucin cultural del diseo institucional: alfas y ranas

    El Congreso Nacional argentino es bicameral y en l conviven dos

    sistemas electorales. Para la Cmara alta (Senado), el sistema es mayoritario:los distritos son trinominales, distribuyendo dos bancas para la lista msvotada y una para la segunda ms votada. Para la Cmara baja, en cambio,los mismos distritos6 son plurinominales, con representacin proporcional(sistema DHondt) y listas cerradas y bloqueadas7. Pero para entender estefenmeno, adems de en el sistema electoral, debemos fijarnos en el meca-nismo de votacin, basado en boletas de sufragio nicas por partido polti-co, divididas en tantas secciones como categoras de candidatos comprendala eleccin8, que el votante tiene opcin de separar (cortar, en la jergapoltica argentina)9.

    En general, las elecciones son concurrentes entre diferentes categorasde representacin (entre poderes ejecutivo y legislativo, o entre mbitos na-cional, provincial o municipal). Y entre ellas, la estrategia partidaria establece

    jerarquas, que estn determinadas por el poder institucional del cargo (v.g. lapresidencia es ms importante que una diputacin) o por los objetivos o capa-cidades del partido (as, para un partido de menor poder electoral una dipu-tacin puede ser ms importante que la presidencia). Por eso, en cada boleta

    hay un candidato cabeza de lista cuyo nombre se destaca en sentido vertical yhorizontal. A este candidato lo llamamos alfa, tomando prestada una catego-ra que se utiliza en los estudios de comportamiento animal10. El alfa formaparte de la lite poltica de los cabezas de lista que, adems, son lderes de laboleta completa.

    Como lo habitual es que la jerarqua surja de la importancia del cargo,en general el alfa est en la categora principal. Si en una eleccin legislativa sevota para senadores y diputados nacionales, el alfa probablemente ser el primercandidato a senador; si concurren candidatos a gobernador y legislador provin-

    6 Recurdese que el pas se divide en 24 distritos electorales, que corresponden a las 23 provinciasy la Ciudad Autnoma de Buenos Aires (Capital Federal).

    7 Artculos 158 y 161 de la Constitucin Nacional.8 Ver Cdigo Nacional Electoral, artculo 62 inciso I (Ley 19.945 con las modificaciones intro-

    ducidas por las leyes 23.247, 23.476, 24.012, 24.444, 24.904, 25.610, 25.658, 25.858, 25.983y 26.215).

    9 En la terminologa del viejo debate estadounidense sobre mecanismos de votacin, el vigente enArgentina se asemeja alparty-group balloto Indiana ballot (ver Blank 1973).

    1 0 En etologa, se describe como alfa al individuo que alcanza una posicin dominante en un grupo.

    No supone una teora de la dominacin, porque el estado alfa se puede alcanzar por numerosasrazones.

    Alfas, ranas y testimoniales...

  • 8/3/2019 Alfas, ranas y testimoniales: la cultura poltica de las elecciones legislativas de medio trmino en Argentina - Julio B

    6/42

    38

    cial, seguramente la frmula para la gobernacin ser el atractivo principal de laboleta. Pero no siempre es as11.

    En las campaas electorales de los distritos ms grandes12, el alfa suele ser

    el/la que ocupa el primer lugar en la categora principal. Al cabeza de la listasegundo en jerarqua, lo llamamos beta (por ejemplo, en la boleta 4 de la Figura1, Daniel Filmus sera el alfa y Carlos Heller y Gins Gonzlez Garca los betas).El alfa es el protagonista central de la oferta partidaria. La identificacin entre lalista y quien la lidera es tan fuerte que lo habitual en el lenguaje cotidiano esdecir: voy a votar por tal candidato, en vez de referirse al partido o alianza queste integra. Los encuestadores, en sus trabajos de campo previos a las eleccioneslegislativas, indagan por intencin de voto a los cabezas de lista y no a los parti-dos; cuando utilizan esta segunda modalidad de cuestionario, el nivel de inde-cisos siempre es mayor13.

    Al alfa lo podemos reconocer por su protagonismo en las campaas. Perosi buscamos una identificacin rpida, podemos fijarnos en la tipografa de lasboletas. El Cdigo Electoral actualizado lo permite, ya que dice que para unams notoria diferenciacin se podrn usar distintos tipos de imprenta en cadaseccin de la boleta que distinga los candidatos a votar (art. 62, inc. I), y desde1983 no pone lmites de tamao a nombres propios, slo uno de 5 milmetrosa las categoras de cargos (art. 62, inc. II). En la Figura 1 podemos ver algunos

    1 1 Entre otros ejemplos de estrategias partidarias que jerarquizan las categoras de candidatos enforma inversa al poder institucional de los cargos, tenemos a los partidos provinciales conserva-dores, que siempre antepusieron las elecciones de gobernador a las presidenciales (Burdman1998) o el histrico Partido Socialista, que abogaba por el reformismo parlamentario yapuntaba a los cargos legislativos antes que a los ejecutivos (Graciano 2010).

    1 2 Los ms grandes son losgenuinamenteplurinominales (llamemos as a los que tienen ms de tres),ya que los ms pequeos son binominales o trinominales en los hechos. Ntese que de los 24distritos, hay 10 cuya representacin en la Cmara de Diputados es de slo cinco bancas: Catamarca,Chubut, Formosa, La Pampa, La Rioja, Neuqun, Ro Negro, San Luis, Santa Cruz y Tierra del

    Fuego. Como el sistema de renovacin de bancas es parcial y por mitades, estos distritos eligen slodos o tres diputados por eleccin, dependiendo del ao. Asimismo, hay dos que tienen seis bancas,Jujuy y San Juan, y cinco que tienen siete: Chaco, Corrientes, Misiones, Salta y Santiago del Estero.Los plurinominales en elecciones son slo siete: Buenos Aires, la Ciudad Autnoma de Buenos

    Aires (CABA), Crdoba, Santa Fe, Mendoza, Tucumn y Entre Ros.1 3 Otro hecho que ilustra la fuerte identificacin que existe entre el cabeza de lista y oferta

    electoral es la corriente de opinin pblica contra la lista sbana, que fue durante aosrespaldada por importantes periodistas y grandes medios de comunicacin. Una ONG llamadaCiudadanos por el Cambio realiz una campaa pblica por el fin de la lista sbana y, segninforman sus organizadores, reuni 500 mil firmas. El blanco de las crticas al sistema electorales que en la provincia de Buenos Aires, distrito que renueva 35 bancas de diputado nacional cada

    dos aos, los votantes eligen conociendo el nombre de apenas el cabeza de lista, lo que daraorigen a un Congreso poco representativo.

    Julio Burdman

  • 8/3/2019 Alfas, ranas y testimoniales: la cultura poltica de las elecciones legislativas de medio trmino en Argentina - Julio B

    7/42

    POSTDataDataDataDataData15,

    39

    ejemplos que muestran la evolucin de las tipografas. La boleta 1 correspondeal Partido Socialista Democrtico en las elecciones de diputados nacionales yconcejales de 1960 por la ciudad de Buenos Aires. Destacaba el logo y el nom-

    bre del partido, no candidatos. No hay alfa. En la boleta 2, en cambio, hay uncandidato que predomina. Corresponde a las elecciones generales de 1983 parapresidente y diputados nacionales por la UCR en el distrito de la provincia deBuenos Aires. Vemos que el nombre de Alfonsn era el elemento ms importan-te, aunque no hay destacados en los diputados nacionales.

    Con la fragmentacin de los partidos y las estrategias partidarias, comen-z el festival de las tipografas En la boleta 3, ya en nuestra poca, la imprentamuestra jerarquas verticales y horizontales. Corresponde a las elecciones de di-putados nacionales y provinciales de 2009 para la tercera seccin de la provinciade Buenos Aires, de la alianza Unin PRO. Pero no es un caso tpico: ntese quela tipografa predominante es la de la marca Jorge Macri (candidato a legisladorprovincial), y no la de Francisco De Narvez (candidato a legislador nacional ycontendiente de Nstor Kirchner, nada menos); ntese tambin que se destacael apellido (Macri) y no el nombre (Jorge), contrastando con la imprenta msequilibrada entre nombre y apellido de Francisco De Narvez: el apellido Macriera ms atractivo. En la boleta 4, correspondiente al kirchnerismo para las elec-ciones de Jefe de Gobierno y legisladores de la Ciudad Autnoma de Buenos

    Aires (CABA) de 2007, se destaca el tamao del logo partidario ya que seapela al votante identificado con el oficialismo a nivel presidencial y se poneen primer plano el apellido del candidato al cargo ejecutivo, Filmus, y luego, enun mismo tamao, encontramos los de su vice Heller y el nombre de pila (msgrande que su apellido) de su aspirante a legislador.

    En cambio, en la lista espejo 5 de la misma frmula Filmus-Heller quepostula para la misma eleccin la coalicin Dilogo por Buenos Aires, el nom-bre protagnico es el de Anbal Ibarra, su candidato a legislador local. Final-mente, la 6 presenta otro caso atpico. En la boleta del Acuerdo Cvico y Social

    para las elecciones de diputados de la Ciudad de 2009, los tres primeros candi-datos comparten tipografa destacada; la razn de ello fue que el alfa es la candidataen tercer lugar, algo muy infrecuente. Ocurre que Elisa Carri, quien dise lalista, decidi estar en ese lugar para impulsar la carrera de Alfonso Prat-Gay. Esaestrategia fue muy criticada. La tensin interna generada por la decisin deCarri, y las crticas que recibi de parte de los analistas polticos, ilustran elfuncionamiento del modelo de candidato alfa en el mecanismo de votacinargentino.

    Con semejante funcin, es lgico que su rol capitalice los triunfos y sufralas derrotas. El efecto arrastre es una constante en los modelos electorales de lista

    Alfas, ranas y testimoniales...

  • 8/3/2019 Alfas, ranas y testimoniales: la cultura poltica de las elecciones legislativas de medio trmino en Argentina - Julio B

    8/42

    40

    cerrada y/o votacin concurrente14. Pero lo particular del caso argentino es quepodemos ver que hay un candidato que se autoatribuye, ex ante, la virtud dearrastrar. Podemos decir que en el origen de esta autoatribucin hay factores

    universales de las democracias contemporneas (personalizacin de las campa-as electorales, videopoltica) y patrones institucionales particulares (mecanis-mo de votacin y estrategia ejecutivista):

    1) Campaas electorales: la personalizacin determinada por las campa-as mediticas es un tema muy abordado por la disciplina, sobre todo a partirde Sartori (1992). Las competencias basadas en la televisin exacerban el rolprotagnico de quien encarna la oferta, ya que en l/ella se concentra la imagenpublicitaria, las entrevistas periodsticas y los debates pre-electorales. Con estas

    reglas de juego comunicacional, y dado el modelo argentino de representacinproporcional con elecciones concurrentes y boletas partidarias por secciones, lasfuerzas polticas tienen que seleccionar al alfa que va a asumir la responsabilidadde ser la imagen de la campaa electoral, meditica o no tanto, y liderar el efectoarrastre. En aquellos con estructuras ms abiertas y organizadas, el proceso deseleccin del alfa depende de la democracia interna; en otros, de encuestas deopinin pblica o de la decisin de quienes tengan autoridad poltica y podereconmico para armar las listas.

    2) Mecanismo de votacin (y sus consecuencias): En Argentina, merced aeste mecanismo de sistema de boletas por partido en desuso enLatinoamrica15, el votante suele enfrentarse el da de la eleccin a una grancantidad de boletas en la mesa de votacin. La tipografa destacada busca atraersu atencin, sobre todo por la proliferacin de las listas colectoras y espejoque producen como resultado una gran cantidad de opciones por un mismocandidato. En las primeras elecciones de Jefe de Gobierno de la Ciudad deBuenos Aires, cinco listas postulaban la candidatura de Fernando De la Ra(Burdman 1998), que adems de competir contra otras alternativas, lo hacanentre s por el votante decidido por De la Ra, quien probablemente ignoraba,hasta el momento de votar, que haba cinco boletas para su candidato. El diseode boletas se convierte en un arte publicitario.

    3) Estrategias ejecutivistas: el sistema de partidos nacional tiene tres niveles(presidencial, senatorial y para diputados nacionales)16. Los partidos y alianzas

    1 4 Sobre el arrastre electoral en elecciones concurrentes, ver Nohlen (1998) y Jones (1995).1 5 Burdman, Julio, El colapso de la boleta, en El Cronista, 27/10/2007.1 6 Ver Malamud (2004).

    Julio Burdman

  • 8/3/2019 Alfas, ranas y testimoniales: la cultura poltica de las elecciones legislativas de medio trmino en Argentina - Julio B

    9/42

    POSTDataDataDataDataData15,

    41

    ms reconocidos, que participan de los tres, tienen estrategias para cada uno deellos que podemos analizar por separado, pero ello no significa que no estn rela-cionadas entre s. Partimos de la premisa de que las estrategias electorales ejecuti-

    vas y legislativas forman parte de un mismo proceso de legitimacin electoral17

    .Los partidos, en general guiados por el objetivo principal de alcanzar el PoderEjecutivo en cualquier de sus tres niveles, construyen a sus candidatos, lo queimplica instalarlos en sociedad. Adicionalmente, el ejecutivismo se resignifica en elmarco de la territorializacin de la poltica (Calvo y otros 2008, Leiras 2006): lasestructuras locales de los partidos peronistas y radicales tambin orientan sus es-trategias hacia los ejecutivos provinciales y municipales, como los mencionadospartidos provinciales conservadores en los 80 y 90 (Burdman 1998).

    En este ltimo punto reside uno de los aspectos centrales del proceso queanalizamos. Pero ms que verificar la existencia del arrastre y su relacin princi-pal-agente, nos interesa la carrera poltica de loscandidatos.

    III. Las carreras polticas de los ranas: una evaluacinde 105 alfas y betas (1997-2007)

    a. Determinantes institucionales:

    el nuevo cronograma electoral y su sesgo plebiscitarioLa reforma constitucional de 1994, al reducir a cuatro aos el perodo

    presidencial, cre un nuevo cronograma que alterna elecciones presidencialesgenerales y legislativas de medio trmino sincronizado con los mandatos degobernador. Antes de la reforma, el perodo presidencial era de seis aos, el degobernador de cuatro, y la Cmara baja se renovaba por mitades cada dos aos.La combinacin arrojaba cuatrotipos de eleccin concurrente (TEC): 1) gene-rales (el nodo inicial, que se repeta cada doce aos), 2) slo legislativas, 3)

    legislativas y de gobernador, y 4) presidenciales y legislativas. No haba, portanto, una sola instancia intermedia entre elecciones presidenciales: haba diver-sos tipos de elecciones nacionales, difciles de comparar entre s. En la Tabla 2apodemos ver el cronograma de las 14 elecciones que tuvieron lugar desde 1983si no hubiera habido reforma. En la 2b, el nuevo cronograma, simplificado a

    1 7 Los votos importan para la opinin pblica y, especialmente, para la misma lite poltica y suproceso de evaluacin. Barker (2007) desarrolla la nocin del proceso de legitimacin como

    parte constitutiva de las acciones de los dirigentes polticos, dirigido fundamentalmente hacialos otros miembros de la dirigencia.

    Alfas, ranas y testimoniales...

  • 8/3/2019 Alfas, ranas y testimoniales: la cultura poltica de las elecciones legislativas de medio trmino en Argentina - Julio B

    10/42

    42

    partir de la reforma. Con un cambio en las intermedias a partir de 2001, con laentrada en vigencia de otra de las modificaciones de 1994 en el sistema electoraldel Legislativo: las elecciones directas de senadores.

    La reforma tuvo inspiracin, siguiendo la tradicin, en el modelo estado-unidense: como en ese pas, se introduce la renovacin del Senado, el perodo decuatro aos con reeleccin consecutiva y las elecciones de medio trmino cadacuatro aos. La eleccin de medio trmino en los Estados Unidos da al electora-do la posibilidad de cambiar el balance de poder si el control pasa a las manos dela oposicin (Grant 2004), como en las legislativas de 1994, que otorgaron a losrepublicanos el control del Congreso y dieron paso, en los aos subsiguientes, aepisodios de conflicto inter-poderes con la presidencia demcrata de Bill Clinton.

    El gobierno dividido en el presidencialismo estadounidense fue frecuen-te en el siglo XIX, infrecuente en la primera mitad del siglo XX, y frecuentenuevamente a partir de 1968 (Grant 2004). Pero mientras que el anlisisinstitucional de la relacin entre presidencia y Congreso nos muestra dos pode-res autnomos que interactan, en el anlisis del voto hay un mismo votante,cuyas preferencias estn entrecruzadas. Hay un aspecto plebiscitario en las legisla-tivas intermedias, que funcionan como un proceso de evaluacin de la gestinejecutiva. Cuando el partido de gobierno las pierde, suele ser porque muchosvotantes cambiaron de partido para manifestar su disgusto con el presidente.

    Esta atribucin de causalidad es polmica en la investigacin emprica y,sobre todo, en la arena poltica. En 1997, cuando el peronismo perdi las legis-lativas en la provincia de Buenos Aires, el gobernador Duhalde culp al presi-dente Menem, y Menem a Duhalde. Pero si el oficialismo pierde en todo elpas, es inevitable que el presidente sea identificado como el origen de la falla, yresponsabilizado. En Estados Unidos se da en igual forma: el partido suele cul-par al presidente por el mal desempeo, y los presidenciables en las eleccionesejecutivas por venir comienzan a tomar distancia del que est en funciones(Williams 1998). Si la tradicin y la costumbre as lo establecen, entonces pare-

    ce lgico que el conjunto de los votantes se sienta libre de usar a las intermediaslegislativas como medio para expresar su insatisfaccin con la gestin ejecutiva:saben, de antemano, que el mensaje ser recibido18. El Congreso, en este proce-

    1 8 Sera muy interesante poder identificar en qu momento histrico las elecciones de mediotrmino adquirieron este aspecto plebiscitario presidencial en los Estados Unidos, y cmo stese fue sedimentando culturalmente a travs del tiempo. Autores como Tulis (1987) y Greenstein(1988) dividen a la presidencia estadounidense en dos etapas histricas tradicional y mo-

    derna, esta ltima a partir de Wilson y Roosevelt y sostienen que es en esta segunda etapaque se desarrolla la centralidad de la institucin (y sus aspectos plebiscitarios). Para Gregg

    Julio Burdman

  • 8/3/2019 Alfas, ranas y testimoniales: la cultura poltica de las elecciones legislativas de medio trmino en Argentina - Julio B

    11/42

    POSTDataDataDataDataData15,

    43

    so no escrito de legitimacin presidencial, pierde cierta autonoma al diluirse lafuncin especfica de las elecciones legislativas.

    En la reforma de 1994, el modelo estadounidense y su cronograma sim-

    plificado fueron adaptados a la Argentina segn las ideas e intereses de susactores. Aqu se incorpor la posibilidad de una segunda reeleccin una veztranscurrido un perodo (con el riesgo de la reeleccin dirquica19), la renova-cin de la Cmara baja se mantuvo parcial por mitades y se elimin al ColegioElectoral para la eleccin del presidente. Reeleccin y voto directo, dos claves dela derogada Constitucin de 1949, recuperaron vigencia.

    Este nuevo poder del voto directo, controlado por la mediacincompensatoria (o distorsiva) de la constitucin histrica, cambi la geografaelectoral nacional. La provincia de Buenos Aires, que representaba poco ms del25 por ciento de los electores presidenciales, pas a ser casi el 40 por ciento delvoto positivo (38 por ciento del padrn, pero con una participacin electoralpromedio mayor que la media nacional). El Colegio Electoral en el modelo deFiladelfia buscaba compensar las incertidumbres populistas del voto; el Colegioargentino, adicionalmente, persegua el objetivo federalista de contener la in-fluencia bonaerense. La reforma de 1994 liber al gigante, cuya nueva inciden-cia en la matriz electoral regional que construye presidentes pasa a ser central20.

    La dimensin plebiscitaria genera un incentivo a la intervencin del po-

    der presidencial en las elecciones legislativas de medio trmino. Y esto, pode-mos deducir desde el anlisis institucional, se potencia con el peso de unospocos distritos en la oferta. En Estados Unidos hay mayor distribucin de lapoblacin y dispersin de la oferta, con 50 estados y un sistema electoral decircunscripciones para la Cmara de Representantes: involucrarse en las campa-as locales sera virtualmente imposible. En Argentina, en cambio, el caminohacia la intervencin est simplificado porque un solo distrito electoral, la pro-vincia de Buenos Aires, es la madre de todas las batallas. Salvo que la dirigencia

    (1997) y Teten (2007), en cambio, los poderes formales e informales de la presidencia fueronincrementales desde el siglo XIX y no existe un punto de inflexin. En nuestra indagacinbibliogrfica (no exhaustiva) sobre la cuestin, no encontramos ningn trabajo que lo estable-ciera claramente.

    1 9 Es decir, la posibilidad de que una persona pueda gobernar 16 aos en un lapso de 20. Para ello,el presidente hegemnico debera ser sucedido, en el tercer perodo de esta serie, a una personaleal. Para Serrafero (1997: 313-316), esto viene predeterminado constitucionalmente por laeventual reeleccin del segundo Vicepresidente, quien por haber ejercido esa magistraturaestara impedido de aspirar a ms de un mandato presidencial.

    2 0 Tambin podramos incluir a la electoralizacin de la Ciudad de Buenos Aires, que comienza a

    elegir a su Jefe de Gobierno, como parte de este incremento de la influencia electoral de la reginmetropolitana.

    Alfas, ranas y testimoniales...

  • 8/3/2019 Alfas, ranas y testimoniales: la cultura poltica de las elecciones legislativas de medio trmino en Argentina - Julio B

    12/42

    44

    provincial haga un esfuerzo para diferenciarse, las legislativas intermedias bo-naerenses estn institucionalmente condenadas a formar parte de la legitima-cin plebiscitaria presidencial.

    b. Anlisis de las elecciones legislativas 1997-2007

    Cmo continuaron las carreras polticas de los legisladores nacionales queencabezan las listas ms votadas? Para responder a eso, tom las que obtuvieronrepresentacin, que en el caso de diputados nacionales son en promedio algo msde cincuenta por eleccin a nivel nacional, y las orden de mayor a menor. Comomi inters est en el comportamiento de alfas y betas de las listas ms votadas,tom cada ao las 15 primeras. Desde 1997 la primera eleccin de mediotrmino posterior a la reforma de 1994 hasta 2007, e incluyendo la de senado-res nacionales de 2001, eso produce una muestra de 105 cabezas de lista21.

    Las principales regularidades encontradas fueron las siguientes:

    I. Todos los aos, el alfa ms votado es bonaerense y rana. Cada dos aos, elcandidato que encabeza la lista ms votada de las elecciones legislativas en todoel pas es un bonaerense que antes de cumplir la primera mitad de su mandato,

    abandona su banca por un nuevo proyecto que se presenta para ellos mismos,y para el anlisis de coyuntura como ms til y necesario que permanecer

    2 1 Algunas aclaraciones sobre la unidad de anlisis y la seleccin de casos. El comienzo en 1997 esporque ese es el ao en que comienzan las elecciones de medio trmino en Argentina, de acuerdoa la explicacin previa. Entre 1997 y 2007, quedan tres aos electorales generales, y tresintermedios. Aunque la unidad de anlisis son las elecciones de diputados nacionales, se incluyela de senadores de 2001 porque fue una eleccin excepcional, en la que se vot, por nica vez,en todo el pas; en esta categora, y no en la de diputados nacionales, se hallaban los alfa. Tomar

    a los ms votados, y no al total de los cabezas de lista, responde a tres razones. La primera es surepresentatividad: el subconjunto de los ms votados representa, por s solo, ms de la mitad delvoto a nivel nacional, con lo que refleja una tendencia que afecta a las preferencias de la mayora.La segunda es que se buscaba estudiar a las listas con ms votos, porque son las que cuentan conla capacidad de arrastre que define a los alfa. La tercera, en la misma direccin, es que en elsubconjunto de las listas con representacin menos votadas podamos encontrar a las listas delos distritos chicos dominados por el efecto mayoritario (Calvo y otros 2008) o de partidos queno estaban en el gobierno y por lo tanto sin oportunidades de saltar; por una u otra razn,dependiendo del ao pueden no ser verdaderos alfa, o estar incapacitados de convertirse en rana.Dado lo anterior, se elige la cantidad de 15, que es un corte relativamente arbitrario peropermite capturar al subconjunto de los ms votados de cada ao, y al mismo tiempo tener una

    muestra con la misma cantidad de casos para cada ao electoral. Los saltos se cuentan cuandose producen en la primera mitad del mandato.

    Julio Burdman

  • 8/3/2019 Alfas, ranas y testimoniales: la cultura poltica de las elecciones legislativas de medio trmino en Argentina - Julio B

    13/42

    POSTDataDataDataDataData15,

    45

    sentado en su banca. Entre 1997 y 2007, estos grandes protagonistas de laselecciones legislativas fueron los diputados electos Graciela Fernndez Meijide(1997), Jos Horacio Jaunarena (1999), Jorge Remes Lenicov (2001), Hilda

    Gonzlez de Duhalde (2003), Alberto Balestrini (2005) y Felipe Sol (2007),y los senadores Eduardo Duhalde (2001) y Cristina Fernndez de Kirchner(2005). Tres de ellos abandonan el Congreso para ocupar cargos ministerialesen el gabinete nacional o de estrecha cercana presidencial (Fernndez Meijide,

    Jaunarena y Remes Lenicov), dos para asumir la presidencia de la Nacin(Duhalde y Fernndez de Kirchner), y dos vuelven a postular una candidaturalegislativa (Gonzlez de Duhalde y Sol). En 1997 y 1999, los ms votadospertenecieron a la Alianza UCR-Frepaso, y a partir de 2001 siempre fueronperonistas. En la lista del justicialismo bonaerense, ranas suelen ser los primeroslugares de la lista, y no slo quien la encabeza. Un ejemplo extremo de ello es elantes mencionado caso de la lista de candidatos a diputados nacionales del FV-PJ bonaerense de 2005: recin la quinta integrante de la misma, Diana Conti,fue la primera no-rana22.

    II. El salto de los cabezas de lista es ms frecuente en las elecciones de mediotrmino que en las generales. Hay explicaciones para ello que surgen del cronograma:en las generales se eligen ms cargos electivos, y tras ellas se renuevan elencos de

    gobierno. La Tabla 3 muestra la magnitud del fenmeno que estamos analizando:las tasas de salto y renuncia entre la lite electoral de los candidatos cabeza de listason altas. All vemos tambin que los saltos a candidaturas ejecutivas (a presidente,gobernador o intendente) y las renuncias para ocupar cargos en la funcin pblicase dan entre cabezas de lista elegidos en medio trmino, mientras que laspostulaciones legislativas son ms frecuentes entre los elegidos en generales.

    El 48,3 por ciento23 de los cabezas de lista en elecciones intermediassaltaron (incluimos aqu a los saltos no exitosos) hacia otras posiciones antes de

    2 2 El primero, Alberto Balestrini, asumi y fue elegido presidente de la Cmara, pero dos aosdespus, en 2007, es elegido Vicegobernador, tras ganar las elecciones provinciales en frmulacon Daniel Scioli. La segunda, Cristina lvarez Rodrguez, asumi la banca por dos aos, ya queen 2007 renunci para incorporarse al gabinete provincial de Scioli. Los nmeros tres y cuatrode la lista fueron testimoniales: Jorge Taiana continu en el cargo de Ministro de RelacionesExteriores, y Sergio Massa continu al frente de la ANSES; ambos renunciaron sin asumir.

    2 3 La tabla muestra un total de 51,6% en la suma de candidaturas ejecutivas, legislativas y pasos ala funcin pblica porque rene datos de las acciones y no de los agentes. La diferencia entreacciones (51,6%) y agentes (48,3%) est en dos casos, ambos de 1997: Fernndez Meijide(quien se postul a la gobernacin bonaerense en 1999 y perdi, y dos meses despus fue

    designada ministro del gobierno nacional) y Cavallo (candidato a presidente en 1999, a jefe degobierno porteo en 2000 y ministro de De la Ra en 2001).

    Alfas, ranas y testimoniales...

  • 8/3/2019 Alfas, ranas y testimoniales: la cultura poltica de las elecciones legislativas de medio trmino en Argentina - Julio B

    14/42

    46

    cumplir dos aos de mandato. Los cabezas de lista en elecciones generales sonms exitosos que los de medio trmino, seguramente porque hacen saltos demenor riesgo (de una banca a otra). Los de medio trmino saltan hacia cargos

    uninominales (ejecutivos) en los que la nica forma de ganar es salir primero.Ello explica por qu hay diferencias entre saltos y renuncias en la primera co-lumna (51,6% vs. 40,0%) y no en la segunda.

    Como hay una buena razn institucional para diferenciar el comporta-miento de los cabezas de lista de medio trmino en comparacin con los deelecciones generales, el rastreo de patrones culturales no tiene sentido en estainstancia. Los lderes partidarios son candidatos a los cargos ejecutivos de mayorpoder institucional en las generales, y a cargos legislativos en las de medio trmi-no, y en consecuencia saltan de sus bancas a candidaturas ejecutivas en las gene-rales y, en menor medida, de bancas a candidaturas legislativas en las de mediotrmino.

    III. El eje gobierno-oposicin predice mejor la tendencia al salto que la filia-cin partidaria. Ni la cantidad de casos con que contamos ni la variedad desituaciones permiten sacar conclusiones determinantes. Tanto la UCR como laCoalicin Cvica tienen menores proporciones de saltos entre sus cabezas delista. Pero el peronismo tampoco se encuentra en el otro extremo del plano. Los

    partidos con mayor inclinacin por esta construccin son los ms pequeos yms nuevos: Frente Grande, Partido Socialista y Propuesta Republicana.

    IV. La tendencia de los ranas es un fenmeno incremental.Como muestra laTabla 5, comparando las tres elecciones de medio trmino 1997, 2001 y2005, cada ao los candidatos alfa saltan ms. Del total de 15 cabezas de listaa diputado nacional, en 1997 saltaron (con o sin xito) 6 (40%)24, en 2001fueron 7 (47%) y en 2005 fueron 10 (67%) (ver Anexo, Tablas 6a, 6c y 6f ).

    Las elecciones legislativas de 1997(ver Anexo, Tabla 6a)En las elecciones de 1997, 4 (26,7%) de los 15 cabezas de lista lograron

    saltar hacia otras posiciones. Tres de ellos eran los lderes de los nuevos partidospolticos: Fernndez Meijide y lvarez (FG/Frepaso) y Cavallo (AR). El cuartofue el correntino Alberto Di Filippo. Otros dos compitieron sin xito por lagobernacin de sus provincias: Carlos Balter (Demcrata de Mendoza) y Ricar-do Bussi (Fuerza Republicana).

    2 4 Recurdese que 1997 tiene la particularidad de los candidatos Cavallo y Fernndez Meijide, quesaltaron en dos oportunidades cada uno.

    Julio Burdman

  • 8/3/2019 Alfas, ranas y testimoniales: la cultura poltica de las elecciones legislativas de medio trmino en Argentina - Julio B

    15/42

    POSTDataDataDataDataData15,

    47

    Las elecciones legislativas de 2001 (ver Anexo, Tablas 6c y 6d)Estas elecciones fueron atpicas. Se desarrollaron en el enrarecido clima

    de la crisis econmica y poltica que explotara en diciembre, y algunos de los

    alfa elegidos (empezando por el ms votado de todos, Eduardo Duhalde)saltaron al Ejecutivo nacional das despus de asumir, o a la administracin deNstor Kirchner (2003-2007): el propio Duhalde, Juan Carlos Maqueda (de-signado por Duhalde como juez de la Suprema Corte), Gustavo Bliz (minis-tro de Justicia de Kirchner), Jorge Remes Lenicov (ministro de Economa deDuhalde) y Juan Schiaretti (interventor en la provincia de Santiago del Este-ro). En el caso de los senadores ms votados, si extendisemos la lista hasta losprimeros 20, encontraramos nombres como los de Jorge Capitanich en Cha-co o Ramn Puerta en Misiones, quienes tambin participaron del Ejecutivodurante esta etapa.

    Hay que tener en cuenta que de los 15 senadores de la muestra de 2001,7 haban sido elegidos por un perodo de dos aos (2001-2003): recurdeseque en 2001 se vot, por nica vez, al total de los 72 senadores en forma directa,con un rgimen de transicin segn el cual un tercio ocupara ese cargo por dosaos (renovndolos en 2003), otro por cuatro (en 2005) y el otro por seis (hasta2007; este ltimo sera, por lo tanto, el primer grupo de senadores con el mandatoprevisto por la constitucin). Eso quiere decir que no hubo tiempo para saltos:

    Jos Alperovich, por ejemplo, es elegido en 2003 gobernador de Tucumn yasume el mismo da en que finalizaba su senadura de slo dos aos.La concurrencia de elecciones de senadores y diputados nacionales pro-

    voc que los alfas estuviesen en las primeras. Sin embargo ello no impidi quelos betas de las candidaturas a diputados nacionales saltaran tanto como losalfas. Pero los alfas al Senado fueron ms exitosos: de los cuatro cabezas de lista adiputado nacional en 2001 que presentaron candidaturas ejecutivas en 2003,tres perdieron.

    Las elecciones legislativas de 2005(ver Anexo 6.f, 6.h y 6.i)Las elecciones de este ao fueron, de todo el perodo estudiado, las que

    ms saltos registraron. Alberto Balestrini renunci a su banca para asumir comoVicegobernador de la provincia de Buenos Aires, tras ganar las elecciones en2007. De hecho, los cuatro primeros integrantes de la lista ms votada del pas,la del FV bonaerense, saltaron antes de cumplir la primera mitad del mandato(ver Anexo, Tabla 6i). Jorge Villaverde no renunci a su banca, aunque se pre-sent sin xito como candidato a intendente del municipio de Almirante Brown

    en 2007 podemos decir que complet un mandato de cuatro aos no por laselecciones que gan, sino por las que perdi. Otros dos alfa abandonaron sus

    Alfas, ranas y testimoniales...

  • 8/3/2019 Alfas, ranas y testimoniales: la cultura poltica de las elecciones legislativas de medio trmino en Argentina - Julio B

    16/42

    48

    bancas por ejecutivos provinciales: Hermes Binner renunci para asumir la go-bernacin de Santa Fe tras ganar las elecciones de 2007 y Mauricio Macri re-nunci para postularse como candidato a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad

    de Buenos Aires en 2007 (lo hizo antes de ganar las elecciones). El caso deMauricio Macri, cabeza de la lista de diputados de su partido, el PRO, fuecontroversial porque admiti pblicamente durante la campaa que no tenavocacin de ocupar la banca y que su objetivo era ser candidato al Ejecutivoporteo en las elecciones siguientes; de hecho, su tasa de presentismo en deba-tes y votaciones de la Cmara de Diputados fue baja. Pero su decisin, motivadapor el objetivo de maximizar el caudal electoral y de bancas de su partido,demostr ser una estrategia adecuada ya que dos aos despus su partido com-piti para el Congreso Nacional con listas encabezadas por candidatos menosconocidos por el electorado (Carlos Melconin para senadores, y Federico Pinedopara diputados) y el resultado fue mediocre. El PRO como partido no contabacon un electorado fiel, pero Macri como candidato s, y por eso era necesario a lacabeza de sus listas.

    Otros dos alfas de 2005 dejaron sus bancas por ejecutivos municipales,tras ganar elecciones en 2007: Eduardo Acastello renunci para asumir comointendente de Villa Mara, y Daniel Giacomino para asumir como intendentede la ciudad de Crdoba. Uno fue a la funcin pblica: Pablo Tonelli renunci

    para asumir en 2007 como Procurador de la Ciudad de Buenos Aires, nombra-do por Macri en 2007 apenas asumi el gobierno porteo. Y hubo tres querenunciaron para ser candidatos dos aos despus en elecciones ejecutivas queperdieron: Elisa Carri dej la banca por la competencia presidencial que perdifrente a Cristina Fernndez de Kirchner, Rafael Bielsa renunci para postularseen las elecciones a gobernador de Santa Fe que perdi frente a Hermes Binner, y

    ngel Rozas lo hizo para postularse como candidato a gobernador de Chaco queperdi frente a Jorge Capitanich.

    Lo usual es que los ranas renuncien despus de las elecciones, pero en

    2005 hubo varios casos (en nuestra muestra de los 15 primeros encontramos 4)de renuncias previas. Esto obedeci a diferentes razones, si tomamos como vli-das aquellas que los candidatos manifestaron pblicamente. Carri, Bielsa yMacri se excusaron por la incompatibilidad entre la representacin legislativa yla campaa electoral; Bielsa, adems, estaba cambiando de distrito (era, enton-ces, diputado por la Ciudad de Buenos Aires). Rozas, en cambio, present surenuncia a la banca como precompromiso: apost a su triunfo electoral. Al ha-cerlo, buscaba diferenciarse de su contendiente, el justicialista Capitanich, quien

    se postulaba simultneamente como candidato a gobernador y a diputado na-cional; en la cultura electoral argentina, las candidaturas dobles a cargos ejecu-

    Julio Burdman

  • 8/3/2019 Alfas, ranas y testimoniales: la cultura poltica de las elecciones legislativas de medio trmino en Argentina - Julio B

    17/42

    POSTDataDataDataDataData15,

    49

    tivos y legislativos son caractersticas de los partidos que no tienen expectativasde ganar las ejecutivas, y expresan su falta de confianza al aspirar tambin a unpremio legislativo ms viable. Esa toma de riesgo y compromiso, sin embargo,

    no le garantiz a Rozas el triunfo, que qued en manos de Capitanich, quien,naturalmente, renunci sin asumir la banca obtenida25.Esto nos deja que slo cinco cabezas de lista, sobre los quince, completa-

    ron sus mandatos. En este grupo estn el radical Pedro Azcoiti y el peronistaAgustn Rossi, ambos piezas importantes de sus respectivos bloques (Azcoiti eraVicepresidente del bloque UCR y Rossi presida el bloque FV-PJ). Rossi tuvointencin de saltar y ser candidato a gobernador de Santa Fe en 2007, peroperdi la interna partidaria ante Bielsa. Tampoco renunci Eduardo Galantini,peronista de Corrientes, pero cabe aclarar que esta provincia tiene un ciclo elec-toral diferente diferido dos aos al resto del pas como consecuencia de laintervencin federal 1999-2000. Galantini se postul para un cargo ejecutivomunicipal (intendencia de Monte Caseros, que gan) en 2009. Carlos Raimundino renunci a su banca, aunque declar intenciones de ser candidato a goberna-dor de la provincia de Buenos Aires, luego frustradas cuando la lder de supartido, Elisa Carri, respald la frmula Stolbizer-Linares. Estos datoscontrafactuales sugieren que an entre los pocos legisladores que no saltaron,hubo intenciones fallidas de hacerlo.

    2 5 ngel Rozas (Frente de Todos, Chaco) lder desde los aos 90 del partido UCR en la provinciadel Chaco, fue gobernador durante dos perodos consecutivos (1995-1999 y 1999-2003). Laconstitucin provincial slo permite una reeleccin; en 2003 el radicalismo chaqueo postulaa Roy Nikisch, quien se impone, permitiendo al partido retener la gobernacin. Rozas, noobstante, sigui siendo el lder del partido y preparaba su retorno al gobierno provincial en laselecciones de 2007. Asimismo, Rozas fue presidente de la UCR a nivel nacional, lo que contri-buye a explicar por qu Chaco fue la nica provincia administrada por los radicales cuyogobernador (Nikisch) no se sum al radicalismo K durante la presidencia de Nstor Kirchner.

    Las legislativas de 2005 fueron para Rozas una oportunidad de revalidar su poder electoral, y dehecho se impuso cmodamente con el 56,6% de los votos. Poco tiempo despus comenz ainstalar su candidatura a la gobernacin. Renunci a la banca de diputado nacional en agosto de2007, 45 das antes de las elecciones locales, para dedicarse de lleno a la campaa. Segn algunosprotagonistas de la poltica provincial, la renuncia de Rozas antes de la eleccin que no eramandatoria: pudo haber pedido licencia, como otros legisladores que se postulan a otroscargos tuvo tambin el propsito de demostrarse como un candidato ganador: su rival, JorgeCapitanich, se estaba postulando simultneamente para gobernador en las elecciones del 19 deseptiembre y para senador nacional en las del 28 de octubre, lo que era interpretado casi comouna confesin de parte de Capitanich de sus bajas probabilidades de ganar. Capitanich admiteque no imaginaba poder vencer al caudillo Rozas al momento de inscribir sus candidaturas, que

    la mayora de las encuestas lo daban perdedor, y que Nstor Kirchner tampoco confiaba en susprobabilidades.

    Alfas, ranas y testimoniales...

  • 8/3/2019 Alfas, ranas y testimoniales: la cultura poltica de las elecciones legislativas de medio trmino en Argentina - Julio B

    18/42

    50

    En el caso de las elecciones de senadores que tuvieron lugar en 2005, 4de los 8 alfa ganadores se proyectaron al ejecutivo. Y entre los 8 alfas de laminoras representadas, dos (el jujeo Gerardo Morales y el sanjuanino Roberto

    Basualdo) fueron candidatos que perdieron; otros (como Carlos Menem) nollegaron a la candidatura. Las ocho provincias con elecciones para el Senadofueron Buenos Aires, Formosa, Jujuy, La Rioja, Misiones, San Juan, San Luis ySanta Cruz. La nica provincia grande era la bonaerense, y en ella se concentrla estrategia plebiscitaria del kirchnerismo: Cristina Fernndez de Kirchner, hastaentonces senadora por la provincia de Santa Cruz, se postul por la de Buenos

    Aires, cambio de distrito para el que estaba habilitada ya que haba nacido en laciudad de La Plata, la capital provincial. Fernndez de Kirchner fue, dos aosms tarde, candidata victoriosa a la presidencia. Entre tanto, su cuada, la ministradel gabinete nacional Alicia Kirchner, y el gobernador riojano ngel Maza,fueron testimoniales: desempeaban funciones ejecutivas, se postularon a elec-ciones legislativas para maximizar el poder del voto de sus listas (y comprometeral esfuerzo a la dirigencia intermedia) con el peso de sus respectivos nombres, yluego continuaron al frente de sus cargos, sin llegar a asumir en el Legislativo.Nunca tuvieron, probablemente, la intencin de hacer algo diferente. En sureemplazo ingresaron al Congreso los primeros senadores suplentes de sus res-pectivas listas.

    En sus campaas de electorales, ni ngel Maza ni Alicia Kirchner secomprometieron con una agenda legislativa. Votar por ellos era refrendar gestio-nes ejecutivas y jefaturas partidarias provinciales (el gobernador Maza era el jefedel peronismo riojano; Alicia Kirchner, la hermana del jefe poltico del peronismosantacruceo). Fueron como generales que descendieron a la primera lnea debatalla para liderar a sus ejrcitos electorales a un triunfo seguro. Algo que,probablemente, no podan garantizar otros candidatos del mismo partido. Elmvil de esta jugada tan audaz iba ms all del riesgo (sin dudas contemplado)de perder una banca en el Senado. Lo que estos generales defendieron fue el

    poder de los votos, devenido en algo ms importante que el poder de las bancas.As lo reconocen los actores, y lo reafirma la constatacin del peso del voto queregistra la cultura ejecutivista. Ambas defensas plebiscitarias del voto tenanconnotaciones. Kirchner no poda perder en Santa Cruz, su propio distrito, y eloficialismo no poda permitir que Carlos Menem, en ese entonces el anatemaideolgico del kirchnerismo, ganase la eleccin.

    Julio Burdman

  • 8/3/2019 Alfas, ranas y testimoniales: la cultura poltica de las elecciones legislativas de medio trmino en Argentina - Julio B

    19/42

    POSTDataDataDataDataData15,

    51

    IV. Del salto del rana al testimonial

    Con estos casos en el haber, ms los antecedentes mencionados al co-

    mienzo, en 2007 comienza a explicitarse un fenmeno que no era totalmenteajeno al patrn de comportamiento de los cabezas de lista. Ni el ministro CarlosTomada, candidato a diputado nacional del kirchnerismo en la Ciudad de Bue-nos Aires, ni los legisladores nacionales Jorge Macri primo de Mauricio, por-tador de un apellido electoralmente convocante o Roberto Urqua, asumie-ron las bancas para las que fueron elegidos. En 2009, la prctica se difunde. Afuerza de repeticin, la estrategia rana finalmente tuvo su subproducto.

    Las candidaturas testimoniales pueden ser explicadas de dos formas. Enprimer lugar, por un mecanismo de oportunidad26. Los candidatos ranas ya sehaban convertido, a esta altura, en un fenmeno comn y convalidado por lamayor parte del electorado. En las elecciones de 2005, la consolidacin delfenmeno rana fue el resultado colectivo de la accin de partidos y votantes queprodujo una ampliacin del men de alternativas. Y en las elecciones legislativasde 2007 y 2009 el electorado sigui apoyando listas encabezadas por dirigentesque reconocan, implcita o explcitamente, que saltaran en la eleccin siguien-te. Se legitima la transferencia de poder electoral a dirigentes que persiguenotros fines que los del desempeo legislativo, y a las elecciones intermedias como

    instrumento de esa transferencia. Este modelo de cabeza de lista nos recuerda alas ofertas electorales en pases parlamentaristas. El alfa de los candidatos alparlamento suele ser un aspirante al gabinete, y las campaas electorales sehacen alrededor de su figura. Es un ejecutivista entre los parlamentarios.

    No son iguales: los ranas asumen sus bancas, aunque lo hagan por mediomandato, mientras que los testimoniales no llegan a asumir. Hay una diferenciade grado, y eso en parte explica por qu los testimoniales sufrieroncuestionamientos legales y los ranas slo alguna que otra censura moral. Perotambin, en el contexto del debate poltico, hay que tener en cuenta que el rana

    suele ser un opositor saltando en una carrera hacia el Ejecutivo, mientras que eltestimonial es, en general, un oficialista que desciende desde el cargo ejecutivo alplano electoral para plebiscitar una gestin.

    Esta distincin entre ranas que buscan el Ejecutivo, y testimoniales quedefienden posiciones, es la otra forma de explicar el surgimiento de estos lti-mos. La consolidacin, aceptacin social mediante, de la cultura rana, brindauna herramienta poderosa a la oposicin: sus mejores candidatos en trminos depoder electoral, los ms populares y conocidos, estn siempre disponibles para

    2 6 Acerca de los mecanismos de oportunidades, ver Elster (2007).

    Alfas, ranas y testimoniales...

  • 8/3/2019 Alfas, ranas y testimoniales: la cultura poltica de las elecciones legislativas de medio trmino en Argentina - Julio B

    20/42

    52

    encabezar las listas. En el oficialismo, en cambio, los que se autoatribuyen laaptitud de ser los mejores alfas, estn por lo general ejerciendo cargos ejecutivosincompatibles con las candidaturas. Los testimoniales, en definitiva, son una

    mutacin cultural de los cabezas de lista que: a) est posibilitada por la oportu-nidad que brinda la aceptacin social del uso instrumental de las candidaturas(cultura rana), y b) surge como reaccin a ella por parte de los oficialismosejecutivos que, para afrontar la dimensin plebiscitaria de las elecciones de me-dio trmino, pretende utilizar sin lmites, como la oposicin rana, a sus candi-datos con poder electoral.

    Esta intencin est expresada en la cita del inicio de este trabajo cuyo autores Florencio Randazzo, ministro del Interior del gobierno de Cristina Fernndezde Kirchner durante la campaa electoral de las legislativas de junio de 2009. Enesta frase, pronunciada durante una entrevista periodstica en Radio El Mundopocas semanas antes de la eleccin, lo que quera decir Randazzo era que entretestimoniales y ranas no haba gran diferencia, salvo que los primeros eran menoshipcritas. Muchos ranas (decir todos sera muy drstico) saben de antemano queno van a ser buenos representantes del respaldo electoral, conferido tericamentepara la funcin legislativa. Sera un poco drstico, tambin, decir que los ranas

    pretenden como que son diputados hasta la prxima eleccin, ya que algunos rea-lizan muy buenas labores legislativas en el tiempo que media entre la asuncin y

    el salto. En el espritu de la frase de Randazzo podemos leer que todos los ranassimulan, mientras que los testimoniales tendran la decencia de no hacerlo. En estesentido, la diferencia cualitativa entre ranas y testimoniales estara dada por lacalidad del trabajo del primero durante su lapso en la banca27.

    V. Conclusiones

    Al momento de finalizar este artculo se cumple un ao de las elecciones

    de medio trmino de 2009. Todo indica que los alfas repetirn la tendencia casigeneralizada al salto de 2005. Los cabezas de lista ms votados de esta eleccinlegislativa Francisco de Narvez, Nstor Kirchner, Gabriela Michetti, CarlosReutemann, Luis Juez, Fernando Pino Solanas, Ernesto Sanz ya estn espe-

    2 7 En la campaa electoral de 2009 se pudo ver hasta qu punto la cuestin de testimoniales versusranas se haba convertido en un tema de opinin pblica, y que en el debate pblico se jugabauna dimensin tica. Los oficialistas, ante la acusacin de los opositores de estar montando unafarsa con sus candidaturas, contraatacaban acusando de testimoniales a los otros. Gabriela

    Michetti, entonces Vicejefa de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que se postulaba paradiputada nacional, tuvo que defenderse de la acusacin renunciando a su cargo.

    Julio Burdman

  • 8/3/2019 Alfas, ranas y testimoniales: la cultura poltica de las elecciones legislativas de medio trmino en Argentina - Julio B

    21/42

    POSTDataDataDataDataData15,

    53

    culando con la candidatura ejecutiva que ocuparn en 2011. Slo completarnsu mandato aquellos que no tengan otra alternativa mejor.

    Varios estudios recientes sobre las relaciones entre Ejecutivo y Legislativo

    en el presidencialismo argentino estn enfocados en el avance del presidente o eldesempeo reactivo del Congreso. En ellos, el Congreso suele ser analizadocomo una variable dependiente. Sin embargo, el estudio de los cabezas de listamuestra una vez ms que hay fuentes endgenas en la baja de autonoma delCongreso. La centralidad institucional de los Ejecutivos se retroalimenta depatrones de conducta en el campo de la representacin legislativa. Entre otros,la orientacin de los partidos polticos a ganar las elecciones ejecutivas, lasobrevaloracin del poder electoral por parte de la comunidad poltica, que dalugar a una norma social plebiscitaria, y la aceptacin de lo anterior por parte delos electorados, contribuyen a la conformacin de una cultura de las eleccionesintermedias legislativas, que son utilizadas como instrumentos hacia el Ejecuti-vo, cuyo proceso de legitimacin parece nunca acabar. Y a su vez, utilizando unametfora automovilstica, podemos decir que las elecciones de medio trmino seconvirtieron en la calificacin por lapole position en las ejecutivas prximas. Enel fenmeno rana, los candidatos a legislador son, en realidad, los aspirantes acargos ejecutivos nacionales, provinciales o municipales; en el testimonial, losmismos gobernantes que se defienden.

    Hay una secuencia histrica. En el anlisis cultural de este patrn, eltestimonial es posterior a la difusin de la cultura rana. Su generalizacin comooportunidad y, simultneamente, como reaccin contra ella de parte de losgobernantes ejecutivos, mut en esta extraa figura de la candidatura testimo-nial. Esta mutacin desde el subproducto es lo que nos muestra la existencia deuna cultura, un proceso con dinmica propia que va ms all del side-effectinstitucional. Es el resultado de una prctica, compuesta de estados iterados enel tiempo, que produce su propia evolucin. De hecho, los ranas tampoco hu-bieran sido posibles de no existir los alfas.

    Asimismo, la aparicin del testimonial consolida la cultura poltica de loscabezas de lista porque con l se expresan sus lmites. Elster (2007) dice que unacostumbre adquiere estatus de norma social una vez que, con el paso del tiem-po, el grupo establece un sistema de sanciones. Ambos, ranas y testimoniales,persiguen el objetivo de maximizar los resultados electorales de una lista, po-niendo toda la carne en el asador; el rana escala posiciones y el testimonialamaga con descender (y, luego, no lo hace). En los casos que vimos (Jurez en2001, Maza en 2005, Kirchner-Scioli en 2009), los oficialistas teman perder

    las elecciones, y que eso significase algo ms que la prdida de bancas y el conse-cuente cambio en la composicin poltica de las cmaras. Y ambos violan el

    Alfas, ranas y testimoniales...

  • 8/3/2019 Alfas, ranas y testimoniales: la cultura poltica de las elecciones legislativas de medio trmino en Argentina - Julio B

    22/42

    54

    contrato de representacin, probablemente argumentando que ese candidato esnico y necesario por razones consecuencialistas (defender el modelo, vencera la mafia, salvar al partido). Pero la violacin del contrato representativo es de

    diferente intensidad los ranas lo hacen parcialmente, siendo por ello lostestimoniales acusados de ilegales. En suma, el testimonial no slo crea unanueva categora, sino que define a los ranas.

    Estos cambios en el patrn de comportamiento electoral dieron lugar adebates pblicos. Se lleg a decir que son el producto de la bsqueda de fuerosparlamentarios28 o de la falta de democracia interna. Pero tambin es cierto quemuchos nuevos partidos encontraron en esta cultura personalista un mecanis-mo de construccin poltica. Y pone de manifiesto que, en algunos aspectospoltico culturales, la Argentina no est tan lejos de los regmenes parlamenta-rios, cuyos poderes ejecutivo y legislativo estn unificados por un nico procesode legitimacin electoral. En Argentina, elecciones ejecutivas y legislativas demedio trmino estn cada da ms interrelacionadas por una cultura polticaque no surge del imperialismo presidencial.

    Bibliografa y otras fuentes

    Barker, Rodney (2007) Democratic Legitimation: What is It, Who Wants It, and Why?, enHurrelmann, Achim, Steffen Schneider y Jens Steffek (comps.)Legitimacy in an Age ofGlobal Politics, London, Palgrave Macmillan.

    Blank, Robert (1973) State Electoral Structure, enJournal of Politics, Vol. 35, N 4.Burdman, Julio (1998)Los porteos en las urnas 1916-1997, Buenos Aires, Editorial Centro

    de Estudios Nueva Mayora.Calvo, Ernesto, Mariela Szwarcberg y Juan Pablo Micozzi (2008)Las fuentes institucionales

    del gobierno dividido en Argentina, en Calvo, Ernesto y Juan Manuel Abal Medina(eds.)El federalismo electoral argentino.Sobrerepresentacin, reforma poltica y gobierno dividido

    en Argentina, Buenos Aires, Secretara de la Gestin Pblica, Presidencia de la Nacin.Elster, Jon (2001)Sobre las pasiones. Emocin, adiccin y conducta humana, Barcelona, Paids.Elster, Jon (2007)Explaining Social Behavior. More Nuts and Bolts for the Social Sciences, Nueva

    York, Cambridge University Press.Graciano, Osvaldo (2010) El Partido Socialista de Argentina: su trayectoria histrica y sus

    desafos polticos en las primeras dcadas del siglo XX, en Contracorriente, Vol. 7 N 3.Grant, Alan (2004)The American Political Process, Londres, Routledge.

    2 8 Gins no quiere ir como diputado pero igual sigue sobrando demanda, Pgina/12, 28/2/2003.

    Julio Burdman

  • 8/3/2019 Alfas, ranas y testimoniales: la cultura poltica de las elecciones legislativas de medio trmino en Argentina - Julio B

    23/42

    POSTDataDataDataDataData15,

    55

    Greenstein, Fred (1988)Leadership in the Modern Presidency, Cambridge, Harvard University Press.Gregg, Gary (1997)The Presidential Republic: Executive Representation and Deliberative

    Democracy, Baltimore, Rowman & Littlefield Publishers.

    Jones, Mark (1995)Electoral Laws and the Survival of Presidential Democracies, Notre Dame,University of Notre Dame Press.

    Leiras, Marcelo (2006)Parties, Provinces and Electoral Coordination: A Study of Determinantsof Party and Party System Aggregation in Argentina, 1983-2005, Tesis doctoral,University of Notre Dame.

    Malamud, Andrs (2004) El bipartidismo argentino: evidencias y razones de una persistencia(1983-2003), en Coleccin, Ao X, N 15, Buenos Aires, UCA.

    Nohlen, Dieter (1998)Sistemas electorales y partidos polticos, Mxico D.F., Fondo de CulturaEconmica.

    Sartori, Giovanni (1992)Elementos de teora poltica, Madrid, Alianza.Serrafero, Mario (1997)Reeleccin y sucesin presidencial. Poder y continuidad, Buenos Aires,

    Editorial de Belgrano.Teten, Ryan Lee (2007) We the People, en Political Research Quarterly, Vol. 60, N 4.Torre, Juan Carlos (2003) Los hurfanos de la poltica de partidos. Sobre los alcances y la

    naturaleza de la crisis de representacin partidaria, enDesarrollo Econmico, Vol. 42,N 168, Buenos Aires.

    Tulis, Jeffrey (1987)The Rhetorical Presidency, Princeton, Princeton University Press.

    Williams, Andy (1998) US Government and Politics, Oxford, Heinemann.

    Notas periodsticas

    Burdman, Julio, El colapso de la boleta,El Cronista, 27 de octubre de 2007.Geuna, Luciana, Un fallo dividido para avalar las testimoniales,Crtica de la Argentina, 2 de

    junio de 2009Ventura, Adrin, La Cmara Nacional Electoral aprob las candidaturas testimoniales, La

    Nacin, 1 de junio de 2009.S/D, Gins no quiere ir como diputado pero igual sigue sobrando demanda, Pgina/12, 28

    de febrero de 2003Archivos en lnea de noticias de los diarios La Nacin, Clarn yPgina 12.

    Entrevista

    Delia Ferreira Rubio, Presidenta de Poder Ciudadano, ONG (Buenos Aires, 16 de junio de2009)

    Alfas, ranas y testimoniales...

  • 8/3/2019 Alfas, ranas y testimoniales: la cultura poltica de las elecciones legislativas de medio trmino en Argentina - Julio B

    24/42

    56

    Resumen

    La personalizacin de la poltica y un mecanismo

    de votacin basado en boletas por partido paradiferentes categoras electorales (Indiana)estimulan el poder electoral de una lite decandidatos populares con capacidad de arrastrarvotos a sus listas. Y las elecciones de medio trminocreadas por la Constitucin Nacional de 1994consolidaron un patrn de comportamiento quelos caracteriza: los cabezas de lista exitososrenuncian antes de completar sus mandatos parasaltar hacia otra candidatura en las generales

    por venir. Siguen estrategias en beneficio de sus

    carreras polticas, o del inters de sus partidos.El paroxismo de este comportamiento es elllamado candidato testimonial. El paso deltiempo y la transformacin de este patrnconstituyeron una cultura, cada vez ms alejadadel espritu original de la institucin. Elejecutivismo electoral, sin embargo, tiene rasgosparlamentaristas: Ejecutivo y Legislativo seaproximan por un mismo proceso de

    legitimacin electoral que los entrecruza.

    Palabras claveArgentina - elecciones legislativas carreras legislativas - candidatos testimoniales - cultura poltica

    Abstract

    The personalization of politics and a votingmechanism based on party-group ballots(Indiana type) enhanced the voting power ofan elite group of popular candidates that havethe capacity of electoral traction to their parties.

    And the 1994 amendment of the ArgentineConstitution created a new electoral cycle ofgeneral and mid-term elections. Together, they

    were the conditions for the emergence of a newbehavioral pattern: the successful heads of listsgive up their seats early to leapfrog into anotherelectoral race, usually the next executive election

    to come. They do so to benefit their politicalcareers or protect the interest of their parties. Theparoxysm of this behavior is the so-calledtestimonial candidate, who gives up beforeeven taking the seat. Changing patterns andtheir consolidation through time trigger aparticular political culture that causes a conflict

    with the formal electoral institution and its

    original spirit. However, this electoralExecutivism has a Parliamentarian flavor, giventhe intertwining between Executive andLegislative electoral processes.

    Key wordsArgentina - legislative elections legislative carreers - testimonial candidates - civic culture

    Julio Burdman

  • 8/3/2019 Alfas, ranas y testimoniales: la cultura poltica de las elecciones legislativas de medio trmino en Argentina - Julio B

    25/42

    POSTDataDataDataDataData15,

    57

    ANEXO

    TABLA 1Premios Parlamentario, categora diputados nacionales (1992-2009)

    Fuente: Elaboracin propia.

    Alfas, ranas y testimoniales...

  • 8/3/2019 Alfas, ranas y testimoniales: la cultura poltica de las elecciones legislativas de medio trmino en Argentina - Julio B

    26/42

    58

    FIGURA 1Boletas electorales y candidatos alfa

    Fuente: Imgenes de http://commons.wikimedia.org/yhttp://yonolasvote.blogspot.com(consultadas en agosto de 2009).

    Julio Burdman

  • 8/3/2019 Alfas, ranas y testimoniales: la cultura poltica de las elecciones legislativas de medio trmino en Argentina - Julio B

    27/42

    POSTDataDataDataDataData15,

    59

    TABLA 2aCronograma electoral 1983-2009 (sin reforma)

    Fuente: Elaboracin propia.

    TABLA 2bCronograma electoral 1995-2009 (post-reforma)

    Fuente: Elaboracin propia.

    Alfas, ranas y testimoniales...

  • 8/3/2019 Alfas, ranas y testimoniales: la cultura poltica de las elecciones legislativas de medio trmino en Argentina - Julio B

    28/42

    60

    TABLA 3Mandatos incumplidos: elecciones de medio trmino versus generales

    (en porcentajes).

    Fuente: Elaboracin propia.

    TABLA 4Renuncias y saltos por partido poltico 1997-2007

    (en porcentajes).

    Fuente: Elaboracin propia.

    Julio Burdman

  • 8/3/2019 Alfas, ranas y testimoniales: la cultura poltica de las elecciones legislativas de medio trmino en Argentina - Julio B

    29/42

    POSTDataDataDataDataData15,

    61

    TABLA 5Saltos de cabezas de lista una vez que alcanzaron la banca

    (en porcentajes).

    Fuente: Elaboracin propia.

    Alfas, ranas y testimoniales...

  • 8/3/2019 Alfas, ranas y testimoniales: la cultura poltica de las elecciones legislativas de medio trmino en Argentina - Julio B

    30/42

    62

    TABLA 6Los 105 cabezas de lista legislativos nacionales ms votados

    (19972007).

    Julio Burdman

  • 8/3/2019 Alfas, ranas y testimoniales: la cultura poltica de las elecciones legislativas de medio trmino en Argentina - Julio B

    31/42

    POSTDataDataDataDataData15,

    63

    Alfas, ranas y testimoniales...

  • 8/3/2019 Alfas, ranas y testimoniales: la cultura poltica de las elecciones legislativas de medio trmino en Argentina - Julio B

    32/42

    64

    Julio Burdman

  • 8/3/2019 Alfas, ranas y testimoniales: la cultura poltica de las elecciones legislativas de medio trmino en Argentina - Julio B

    33/42

    POSTDataDataDataDataData15,

    65

    Nota: Orden de llegada: Para cada ao, se ordenan las listas ms votadas a nivel nacional

    segn cantidad de votos. Los nmeros de 1 a 15 representan el lugar ocupado por cadalista en orden decreciente.

    Alfas, ranas y testimoniales...

  • 8/3/2019 Alfas, ranas y testimoniales: la cultura poltica de las elecciones legislativas de medio trmino en Argentina - Julio B

    34/42

    66

    TABLA 6aCabezas de lista y ranas, elecciones 1997 (diputados nacionales)

    Fuente: Elaboracin propia a partir de datos de la Direccin Nacional Electoral, Ministeriodel Interior.

    Nota: Las tres ltimas columnas indican el motivo del salto. EE: Eleccin ejecutiva, EL:Eleccin legislativa, FP: Cargo en la funcin pblica.

    Julio Burdman

  • 8/3/2019 Alfas, ranas y testimoniales: la cultura poltica de las elecciones legislativas de medio trmino en Argentina - Julio B

    35/42

    POSTDataDataDataDataData15,

    67

    TABLA 6bCabezas de lista y ranas, elecciones 1999 (diputados nacionales)

    *Bravo falleci el 26 de mayo de 2003, siete meses antes de completar su mandato.

    Fuente: Elaboracin propia a partir de datos de la Direccin Nacional Electoral, Ministeriodel Interior.

    Nota: Las tres ltimas columnas indican el motivo del salto. EE: Eleccin ejecutiva, EL:Eleccin legislativa, FP: Cargo en la funcin pblica.

    Alfas, ranas y testimoniales...

  • 8/3/2019 Alfas, ranas y testimoniales: la cultura poltica de las elecciones legislativas de medio trmino en Argentina - Julio B

    36/42

    68

    TABLA 6cCabezas de lista y ranas, elecciones 2001 (diputados nacionales)

    Fuente: Elaboracin propia a partir de datos de la Direccin Nacional Electoral, Ministeriodel Interior.

    Nota: Las tres ltimas columnas indican el motivo del salto. EE: Eleccin ejecutiva, EL:Eleccin legislativa, FP: Cargo en la funcin pblica.

    Julio Burdman

  • 8/3/2019 Alfas, ranas y testimoniales: la cultura poltica de las elecciones legislativas de medio trmino en Argentina - Julio B

    37/42

    POSTDataDataDataDataData15,

    69

    TABLA 6dCabezas de lista y ranas, elecciones 2001 (senadores nacionales)

    (*) El mandato fue de solo dos aos, de acuerdo al mecanismo de sorteo previsto por la Constitucin de 1994.

    (**) La interpretacin acerca de la asignacin de esa banca entr en litigio, ya que ARI + Nuevo Milenio

    (cuya sumatoria alcanzaba los 229.509 votos) tambin la reclamaba.

    Fuente: Elaboracin propia a partir de datos de la Direccin Nacional Electoral, Ministeriodel Interior.

    Nota: Las tres ltimas columnas indican el motivo del salto. EE: Eleccin ejecutiva, EL:Eleccin legislativa, FP: Cargo en la funcin pblica.

    Alfas, ranas y testimoniales...

  • 8/3/2019 Alfas, ranas y testimoniales: la cultura poltica de las elecciones legislativas de medio trmino en Argentina - Julio B

    38/42

    70

    TABLA 6eCabezas de lista y ranas, elecciones 2003 (diputados nacionales)

    Fuente: Elaboracin propia a partir de datos de la Direccin Nacional Electoral, Ministeriodel Interior.

    Nota: Las tres ltimas columnas indican el motivo del salto. EE: Eleccin ejecutiva, EL:Eleccin legislativa, FP: Cargo en la funcin pblica.

    Julio Burdman

  • 8/3/2019 Alfas, ranas y testimoniales: la cultura poltica de las elecciones legislativas de medio trmino en Argentina - Julio B

    39/42

    POSTDataDataDataDataData15,

    71

    TABLA 6fCabezas de lista y ranas, elecciones 2005 (diputados nacionales)

    Fuente: Elaboracin propia a partir de datos de la Direccin Nacional Electoral, Ministeriodel Interior.Nota: Las tres ltimas columnas indican el motivo del salto. EE: Eleccin ejecutiva, EL:Eleccin legislativa, FP: Cargo en la funcin pblica.La lista del PAUFE (BA) que llevaba como candidato al ex polica Luis Abelardo Patti, fue laoncena ms votada, con 394.398 votos (2,3% a nivel nacional). Sin embargo, no la consideramosaqu porque Patti nunca pudo asumir, al ser su diploma rechazado por la mayora parlamentaria

    y luego, en 2008, fue encarcelado. Cabe agregar que Patti, a pesar de presentarse como candidatoa diputado, siempre manifest su intencin de ser gobernador provincial.

    Alfas, ranas y testimoniales...

  • 8/3/2019 Alfas, ranas y testimoniales: la cultura poltica de las elecciones legislativas de medio trmino en Argentina - Julio B

    40/42

    72

    TABLA 6gCabezas de lista y ranas, elecciones 2007 (diputados nacionales)

    Fuente: Elaboracin propia a partir de datos de la Direccin Nacional Electoral, Ministeriodel Interior.

    Nota: Las tres ltimas columnas indican el motivo del salto. EE: Eleccin ejecutiva, EL:Eleccin legislativa, FP: Cargo en la funcin pblica.

    Julio Burdman

  • 8/3/2019 Alfas, ranas y testimoniales: la cultura poltica de las elecciones legislativas de medio trmino en Argentina - Julio B

    41/42

    POSTDataDataDataDataData15,

    73

    TABLA 6hLos cuatro primeros candidatos de la lista del FPV-PJ bonaerense, 2005

    (diputados nacionales).

    Alfas, ranas y testimoniales...

  • 8/3/2019 Alfas, ranas y testimoniales: la cultura poltica de las elecciones legislativas de medio trmino en Argentina - Julio B

    42/42

    TABLA 6iLos 24 senadores nacionales elegidos en 2005

    Julio Burdman