Alfonso Aguiló - Aprender a Equivocarse

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Demasiado perfeccionistas

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Demasiado perfeccionistas Aprender a equivocarse

Alfonso Aguil, Revista "Hacer Familia", n 95, I.02Seccin "El arte de educar", De 13 a 16 Sumarios:Los perfeccionistas son personas que tienen cosas muy positivas: creen en el trabajo bien hecho, procuran terminar bien las cosas, ponen ilusin en cuidar los detalles...; pero tienen tambin bastantes negativasUna de las cosas ms difciles de aprender es a equivocarse y no venirse abajo, saber reconocer un error sin sentirse terriblemente humilladoDebemos aprender a darnos cuenta de que no es una tragedia equivocarse, puesto que la calidad humana no est en no fallar, sino en saber reponerse de esos erroresTriunfar es -en cierta manera- aprender a fracasar. El xito en la vida viene de saber afrontar las inevitables faltas de xito del vivir de cada da. De esta curiosa paradoja depende en mucho el acierto en el vivirEl xito es aprender a ir de fracaso en fracaso sin desesperarse", deca el conocido estadista e historiador britnico Winston Churchill. Todos hemos conocido chicos y chicas que acaban siendo personas raras por culpa de una especie de terror a hacerlo mal. Ese chico, o esa chica, a lo mejor no quiere jugar al ftbol o al baloncesto en el colegio, porque dice -y no es para tanto- que no juega bien. O jams sale voluntariamente a la pizarra, porque le aterra la posibilidad de no saber contestar perfectamente. O no quiere participar de un juego que no conoce, porque no quiere arriesgarse a ser el perdedor hasta que haya conseguido dominar bien sus reglas.Los perfeccionistas son personas que tienen cosas muy positivas: creen en el trabajo bien hecho, procuran terminar bien las cosas, ponen ilusin en cuidar los detalles. Pero tienen tambin bastantes negativas: viven tensos, sufren mucho cuando ven que no siempre pueden llegar a la suma perfeccin que tanto anhelan, su minuciosidad les hace ser lentos, y con frecuencia son demasiado exigentes con quienes no son tan perfeccionistas como ellos.

Reconocer los erroresUna de las cosas ms difciles de aprender es a equivocarse. No me refiero al hecho en s de fallar, de cometer un error, que eso es muy fcil. Hablo de equivocarse y no venirse abajo, de saber reconocer un error sin sentirse terriblemente humillado. Que no nos suceda como a Guille, el hermanito de Mafalda, aquella vez que su hermana lo encontr llorando desconsoladamente:

-Qu te pasa, Guille?-Me duelen los pies -responde entre pucheros.Mafalda se fija en los pies del cro y le explica:-Claro, Guille, te has puesto los zapatos cambiados de pie, al revs.Guille, tras un instante para comprobar el hecho indiscutible, comienza a berrear ms fuerte. Mafalda le interrumpe:-Y ahora?-Ahora me duele mi odgullo!

Lo natural, el fracasoLos fracasos son algo connatural al hombre, le siguen como la sombra al cuerpo. Todos nos equivocamos, y a veces quiz ms de lo que creemos. Por eso, cuando los perfeccionistas se derrumban al comprobar que no son perfectos, demuestran con ello ser personas que cuentan poco con la realidad. Debemos aprender a darnos cuenta de que no es una tragedia equivocarse, puesto que la calidad humana no est en no fallar, sino en saber reponerse de esos errores.A veces en esto tienen bastante culpa los padres. Son peligrosos los padres que educan a sus hijos en la neurosis perfeccionista. Quiz educan a su hijo para que jams suspenda o jams rompa un plato, cuando ms bien deberan educarle para que se esmere en ser un buen estudiante y procure que no se le caiga el plato, y -sobre todo- para que sepa sacar fuerza de cada error y sea capaz de volver a estudiar con ilusin o de recoger los pedazos del plato roto.

Enseanza y humildadPorque errores..., cometemos todos. La diferencia es que unos sacan de ellos enseanza para el futuro y humildad, mientras que otros solo obtienen amargura y pesimismo. Conviene educar a los chicos de modo que tengan capacidad de superar los tropiezos con deportividad.Las dificultades de la vida juegan, en cierta manera, a nuestro favor. El fracaso hace lucir ante uno mismo la propia limitacin y, al tiempo, nos brinda la oportunidad de superarnos, de dar lo mejor de nosotros mismos. Es as, en medio de un entorno en el que no todo nos viene dado, como se va curtiendo el carcter, como va adquiriendo fuerza y autenticidad.

Ingenuidad ante la vidaSera una completa ingenuidad dejar que la vida se diluyera en una desesperada bsqueda de algo tan utpico como es el deseo de permanecer en un estado de euforia permanente, o de continuos sentimientos agradables. Quien pensara as, estara casi siempre triste, se sentira desgraciado, y los que le rodeen probablemente acabaran estndolo tambin.Da pena ver a personas inteligentes venirse abajo y abandonar una carrera o una oposicin al primer suspenso; a chicos o chicas jvenes que fracasan en su primer noviazgo y maldicen contra toda la humanidad; a otros que no pueden soportar un pequeo batacazo en su brillante carrera triunfadora en la amistad, o en lo afectivo, o en lo profesional, y se hunden miserablemente: el mayor de los fracasos suele ser dejar de hacer las cosas por miedo a fracasar.Como deca G. von Le Fort, "hay una dicha clara y otra oscura, pero el hombre incapaz de saborear la oscura, tampoco es capaz de saborear la clara". O como deca Quevedo, "el que quiere de esta vida todas las cosas a su gusto, tendr muchos disgustos". Por eso, en la tarea de educar el propio carcter, o el de los hijos, es muy importante no caer en ese estilo de neurosis perfeccionista.

Quin triunfa?Los que puede decirse que triunfan en la vida no es porque no fracasen nunca, o lo hagan muy pocas veces: si triunfan es porque han aprendido a superar esos pequeos y constantes fracasos que van surgiendo, se quiera o no, en la vida de toda persona. Los que, por el contrario, fracasan en la vida, son aquellos que con cada pequeo fracaso, en vez de sacar experiencia, se van hundiendo un poco ms.Triunfar es -en cierta manera- aprender a fracasar. El xito en la vida viene de saber afrontar las inevitables faltas de xito del vivir de cada da. De esta curiosa paradoja depende en mucho el acierto en el vivir. Cada frustracin, cada descalabro, cada contrariedad, cada desilusin, lleva consigo el germen de una infinidad de capacidades humanas desconocidas, sobre las que los espritus pacientes y decididos han sabido ir edificando lo mejor de sus vidas.

Para pensar...La equivocacin del perfeccionista no es combatir el error, sino pretender aniquilarlo, como si fuera posible semejante cosa. Corremos el peligro de entretenernos con detalles y minucias que distraen la mirada de lo principal. El perfeccionismo suele ir unido a la indecisin y a la resistencia a delegar o confiar en los dems. Lleva a un estilo titubeante, rgido, demasiado exigente. Al perfeccionista le cuesta comprometerse. Sin embargo, vivir es optar y adquirir vnculos, y eso supone riesgos: quien pretenda evitarlos siempre, no es libre, sino un prisionero de su indecisin. Te ves a veces un tanto atormentado por un dilogo interior incesante, por una de esas situaciones en las que la mente gira a gran velocidad y no concluye en nada claro? Ese dilogo de la mente consigo mismo, de modo interminable, sopesando pros y contras de una decisin intrascendente... lo ms probable es que no te aporte casi nada.

...Y actuarHaz un esfuerzo por hacerte con el mando de esa voz interior. No dejes que se te llene la cabeza de ideas reiterativas o recurrentes, de nuevos argumentos a favor o en contra de cuestiones de poca importancia. El hombre activo y prctico ha de saber confiar en los dems, delegar, distribuir las tareas, etc. Una mquina de decidir no existir nunca. Si tienes tendencia al perfeccionismo, mrcate un lmite y decide, y despus qudate tranquilo, no pienses ms en eso.