Altiplano

17
635 ROBERT M. HILL, II IntroducciOn: Comentarios a la Organizacion Sociopolitica en el Altiplano de Guatemala, alrededor de 1520 A pesar de que en la actualidad perviven muchos de los gru-pos indigenas que se enfrentaron a Pedro de Alvarado y a su ejercito en 1524, resulta dificil reconstruir historicamente la organizacion social y politica que correspondia a dichos gru-pos en aquella epoca. Este articulo pretende, inicialmente, hacer algunas revisiones de las bases en que se fundamentan los estudios sobre este tema, presentar el estado actual de las interpretaciones correspondientes, y Ilamar la atencion sobre las lagunas aim existentes, que ameritan nuevas investigacio-nes en el futuro. Las fuentes arqueologicas y etnohistoricas son diversas y hasta cierto punto abundantes, pero no proporcionan, al me-nos para algunos de los grupos indigenas, informaciones muy especificas que puedan concluir en interpretaciones ine-quivocas y definitivas. La Arqueologia ofrece algunos datos que se refieren especificamente a los grupos indigenas en el momento de la Conquista, pero, desafortunadamente, dicha disciplina ha sido enfocada en Guatemala al estudio de los periodos mas antiguos, Preclasico y Clasico, y sobre todo a las Tierras Bajas. Ciertamente, se conocen muchos sitios del Postclasico Tardio y del Protohistorico en el Altiplano, pero pocos de ellos han sido objeto de excavaciones

description

en este texto encontramos un breve resumen de la cultura prehispanica de guatemala anterior a la conquista y como inician los cambios a la llegada de los conquistadores

Transcript of Altiplano

Page 1: Altiplano

635

ROBERT M. HILL, II

IntroducciOn: Comentarios a la Organizacion Sociopolitica en el Altiplano de Guatemala, alrededor de 1520

A pesar de que en la actualidad perviven muchos de los gru-pos indigenas que se enfrentaron a Pedro de Alvarado y a su ejercito en 1524, resulta dificil reconstruir historicamente la organizacion social y politica que correspondia a dichos gru-pos en aquella epoca. Este articulo pretende, inicialmente, hacer algunas revisiones de las bases en que se fundamentan los estudios sobre este tema, presentar el estado actual de las interpretaciones correspondientes, y Ilamar la atencion sobre las lagunas aim existentes, que ameritan nuevas investigacio-nes en el futuro.

Las fuentes arqueologicas y etnohistoricas son diversas y hasta cierto punto abundantes, pero no proporcionan, al me-nos para algunos de los grupos indigenas, informaciones

muy especificas que puedan concluir en interpretaciones ine-quivocas y definitivas. La Arqueologia ofrece algunos datos que se refieren especificamente a los grupos indigenas en el momento de la Conquista, pero, desafortunadamente, dicha disciplina ha sido enfocada en Guatemala al estudio de los periodos mas antiguos, Preclasico y Clasico, y sobre todo a las Tierras Bajas. Ciertamente, se conocen muchos sitios del Postclasico Tardio y del Protohistorico en el Altiplano, pero pocos de ellos han sido objeto de excavaciones cuidadosas y lo suficientemente extensas. Por otra parte, son raros los

sitios arqueologicos atribuibles a determinado grupo indi-gena y solamente en casos muy aislados se ha podido recons-truir el territorio controlado por un centro o grupo determi-nados. Ademas, la mayor parte de los trabajos arqueologicos relacionados con la epoca inmediatamente anterior a la Con-quista, se ha concentrado en el area quiche (k'iche'ana). La Arqueologia, por lo tanto, por si sola, no constituye una

fuente suficiente ni decisiva en el estudio de la organizaciOn social y politica que tenian los grupos indigenas a la Ilegada de los espanoles. Los datos arqueologicos disponibles, rela-tivos a sitios, estructuras, distribucion de vasijas y otros

Page 2: Altiplano

hallazgos, dan Lugar a las hipOtesis mas variadas. En conse-cuencia, resulta indispensable recurrir a la informaciOn com-plementaria que proporcionan las fuentes hist6ricas.

Dichas fuentes, que arrojan alguna luz sobre las formas de organizaci6n de los grupos indigenas de principios del siglo XVI, tienen, sin embargo, el inconveniente de que no corres-ponden a escritos anteriores a la Conquista, y muchas de ellas son documentos que datan de varios aims despues de que esta ocurriera. Con excepciem de los relatos de los primeros con-quistadores y misioneros, no existen descripciones escritas por testigos oculares de las sociedades indigenas de la epoca. En

su gran mayoria, las cronicas y documentos espanoles fueron redactados mucho tiempo despues de la derrota de las comu-nidades indigenas, cuando estas habian perdido buena parte de su poblacion en guerras y enfermedades, y los sobrevivien-tes se encontraban ya incorporados al Estado colonial.

Por otro lado, eran pocos los esparioles interesados en las sociedades indigenas. A los primeros conquistadores, en

general personas de poca educaci6n y curiosidad, solo im-portaban las batallas, el saqueo y los esclavos. Ciertamente, algunos frailes misioneros tenian intereses mas humanistas, pero en Guatemala no se dio el caso, como en el Mexico central, de un Bernardino de Sahagun o Diego Duran, quie-nes escribieron importantes estudios enciclopedicos sobre la cultura azteca. En relacion con Guatemala, sin embargo, es preciso reconocer, como muestra de interes hacia la cultura indigena, el trabajo de algunos religiosos que compilaron diccionarios de los idiomas nativos (Ilustracion 271), los que sin duda representan una valiosa fuente de informacion, al igual que las Relaciones Geograficas del siglo XVI, escritas por mandato real. Las cronicas preparadas por otros religio-sos, como Antonio de Remesal, Francisco Ximenez y Fran-cisco Vazquez, fueron verdaderas `historias' del Reino de Guatemala, pero compuestas en los siglos XVII o XVIII, muy alejadas ya de la epoca anterior a la Conquista. Esa

misma limitacion afect6 a la cronica de Francisco Antonio de Fuentes y Guzman, la Recordacion Florida, posiblemente la mas famosa en toda la epoca colonial. Este autor era seglar y criollo, lo que representaba una singularidad entre los cro-nistas de entonces, y mostr6 cierto interes en las antiguas sociedades indigenas de su patria. Por supuesto, dicho inte-res no se centraba en tales sociedades per se, ni era su preten-sion hacer una descripcion histOricamente objetiva, en el

Page 3: Altiplano

sentido moderno de la palabra, pues no era historiador ni antropOlogo. No obstante, tuvo a mano y aprovecho docu-mentos antiguos actualmente desaparecidos.

En definitiva, pues, el estudio de la organizacion indigena tiene que basarse, en gran parte, en documentos escritos por espanoles mucho despues de la Conquista. Esto es lo que comUnmente se conoce como investigacion etnohistorica, la cual se caracteriza por servirse de fuentes documentales de autores de sociedades distintas a la que se estudia, y poste-riores a la epoca en cuestion. En cuanto al tema objeto de este articulo, precisa un analisis hecho a traves de los docu-mentos de los primeros conquistadores, asi como de aquellos de los frailes y administradores coloniales que, por no pertenecer a las sociedades indigenas, era natural que no tuvieran de ellas una familiaridad o un conocimiento profundos.

Como extranjeros, no podian entender las culturas indige-nas, ni disponian de conceptos y vocabulario adecuados para explicar lo que vieron o trataron de entender en terminos de una supuesta imparcialidad cultural. De acuerdo con las ideas prevalecientes en la epoca, su punto de vista era necesaria-mente el propio de su sociedad y su cultura, segan el cual cualquier otro pueblo (asiatico, africano, indigena ameri-cana turco o incluso europeo protestante) era de inferior calidad. Corresponde entonces al etnohistoriador tratar de `interpreter' la informaciOn de los documentos, a sabiendas de las limitaciones mencionadas.

Puede arguirse que, en el caso de algunos grupos del Alti-plano guatemalteco, existen documentos escritos por los pro-pios indigenas, que representarian una fuente de informaciOn mas significativa. Ciertamente, relatos como el Popol Vuh, el Memorial de SoIola y el Titulo de los Senores de Totonicapdn, constituyen fuentes importantisimas que han sido utiliza-

das por varias generaciones de investigadores. Sin embargo, aparte de que estas fuentes solo se refieren a los grupos qui-ches y no a la generalidad de los indigenas, tambien tienen sus propias limitaciones. En primer lugar, ninguno de tales escritos fue redactado antes de la Conquista y, si bien algunos reflejan probablemente ciertos aspectos reales de las socieda-des indigenas anteriores a la llegada de los espanoles, no fue-ron escritos con la intenciOn de informar a estos, ni a otros europeos, acerca de la organizaciOn, cultura e historia nativas.

Todavia se discuten entre los investigadores las razones que dieron origen a dichos documentos, es decir, los prop& sitos con que fueron escritos. Para algunos fueron una espe-cie de reaccion contra el nuevo regimen colonial, en un

intento de las aristocracias nativas por mantener sus antiguos privilegios mediante el registro de sus historias dinasticas, que es lo que en el fondo son, en su mayoria, tales documen-tos. Otros, en cambio, los consideran verdaderas historias escritas por inspiracion de los frailes misioneros, quienes que-ran entender la historia antigua y las creencias de sus feligre-ses, con el objeto de convertirlos al cristianismo mejor y mas facilmente. Hay quienes creen, ademas, que las crOnicas indi-genas se redactaron con el propOsito de demostrar titulos o pruebas de posesion histOrica de las tierras. Finalmente, se ha opinado tambien que estos documentos fueron compila-dos por la nobleza indigena, como pruebas para demostrar, ante la Corona espanola, los derechos y privilegios que

Page 4: Altiplano

les correspondian como senores naturales. Estos derechos incluian exencion respecto del pago de tributos y servicios personales, asi como el disfrute de los que por tradici6n solian recibir anteriormente de sus sUbditos. Es probable

que los documentos indigenas en mencion pudieron haber tenido varios de tales objetivos; y tambien es posible que en el transcurso de los ties siglos del regimen colonial hubieran sido usados para fines distintos a los que motivaron su apa-riciOn original. En todo caso, resultaria aventurado tomar como verdades absolutas las informaciones que ellos contie-nen. Al igual que los documentos escritos por los espanoles, exigen de una muy cuidadosa interpretaciOn, tanto mas

cuanto que se trata de expresiones de una tradiciOn comple-tamente extrana a la europea, escritas durante una epoca de grandes cambios en las sociedades indigenas.

Evolucion de los Estudios sobre la Organizacion Social y Politica Indigena

La entidad basica en la organizaciOn de los grupos quiches, es decir, quiches, cakchiqueles (kagchikeles) y tzutujiles (tz'ut-ujiles), asi como de los pokomames, (pogomames) y pocomchies (pogomchi'es) era el chinamit o molam. La primera de estas dos palabras era usada por los grupos quicheanos. El termino pro-cedia del nahuatl, lo que indica la influencia cultural mexicana que pesaba sobre dichos grupos, y se empleaba como un sin& nimo de la palabra calpulli, usada en el Mexico central durante el Postclasico Tardio. En esta region los dos vocablos, es dear, chinamity calpulli, se referian al grupo territorial basic() de aquellas sociedades. Los pokomames, por su parte, utilizaban el termino molam para el mismo concepto. Ello quiere decir que en dicho periodo la organizacion de muchos de los grupos del Altiplano maya era bastante parecida a la de los mexicanos de la meseta central. El autor del presente articulo ha tratado sistematicamente de basar su interpretacion del chinamit-

molam de los mayas, recurriendo en parte a las descripciones mas detalladas del calpulli-chinamit de los aztecas y de las otras sociedades del Mexico central. Es necesario hacer notar, por lo tanto, que para los especialistas han cambiado bastante„ con el correr de los arios, las ideas acerca de la entidad social basica de los aztecas.

Desde finales del siglo XIX hasta la decada del 1960, varias generaciones de investigadores pensaban que el ca/par-Ili-chinamit era un grupo social basado en el parentesco; es decir, una especie de clan o linaje, referidos estos terminos a grupos organizados sobre fundamentos de descendencia unilineal. Esta caracterizaci6n coincidio en su tiempo con las doctrinas evolucionistas y raciales, que prevalecieron a finales del siglo pasado y principios del presente. De acuerdo con ellas, los indigenas del Nuevo Mundo no habian logrado alcanzar los niveles de la `civilizacion' y, antes de la llegada de los europeos, eran

Page 5: Altiplano

pueblos `salvajes' o `barbaros'. Con ello se trataba de justificar la conquista del Nuevo Mundo por los europeos, pues los nativos, atascados en costumbres y creencias `primitivas' e incapaces de cualquier cambio v mejoramiento, no podian tener otra alternativa que su asirni-laciOn a las culturas civilizadas, o bien, su desaparicion.

Resulta en verdad inexplicable que tales apreciaciones hayan persistido durante tantos anos en la etnohistoria de

Mesoamerica. Las primeras investigaciones arqueolOgicas, sin embargo, demostraron fehacientemente que los pueblos indi-genas de la regi6n conformaban sociedades complejas ycul-turas civilizadas. Pues bien, este tipo de sociedades complejas„ con sus propios sistemas de estratificacion social y su gran

variedad de funciones socioeconOmicas, nunca se basan pritn-cipalmente en el parentesco o la descendencia. El error initial puede atribuirse al hecho de que muchos de los investigadores de los calpulli-chinamit, aunque no todos ellos, eran estudio-

sos estadounidenses, cuya apreciaciOn de las culturas indigenas como `primitivas' estaba condicionada por los resultados de los estudios hechos sobre las culturas nativas de su pais, las cuales nunca alcanzaron realmente grados de complejidad social. De manera que los especialistas estadounidenses, y

algunos de sus seguidores, trasladaron at area mesoamericana conceptos validos para sociedades nativas menos desarrolla-das, se empenaron en suponer que los calpulli-chinamit se basaban en el parentesco, y se dedicaron a buscar las evidencias que confirmaran tales supuestos.

Afortunadamente, las nuevas generaciones de investigado-res han abandonado el concepto de linaje, como base de la organizaci6n social de los pueblos prehispanicos de Mesoame-rica, en razeon de los nuevos datos proporcionados por las

fuentes histOricas. Actualmente, se entiende que el calpulli-chinamit, del Mexico antiguo, y tambien el chinamit-molam maya, eran grupos, sobre todo, territoriales. Muchos miem-bros del grupo posiblemente estuvieran emparentados entre si, pero esta condicion no era la que definia propiamente la unidad social. Al contrario, parece que fue la residencia dentro de un territorio determinado la que hacia posible que surgie-ran los vinculos de parentesco, de manera que estos fueron no tanto causa sino consecuencia en la organizacion del calpulli-chinamit. En los estudios sobre los grupos indigenas del Alti-plano guatemalteco ha persistido todavia, por algunos arios mas, el concepto de clan o linaje, como fundamento de la anti-gua organizaci6n social. El distinguido etnohistoriador Pedro Carrasco aim aplicaba dicho modelo, en sus primeras obras de 1963 y 1964, a los chinamit de los cakchiqueles.1 Sin

Page 6: Altiplano

embargo, cuando se demostro el error de considerar el cal-pulli mexicano como clan, dicho autor rectific6 su posicinn inicial y se convirti6 posteriormente, en 1971 y 1976, en uno de los abanderados de la teoria del calpulli mexicano como una entidad territorial.'

En cambio, varios estudiosos de la organizacion de los mayas del Altiplano sostienen todavia las ideas de parentesco o linaje. Por ejemplo, Robert Carmack ha publicado abun-dante literatura acerca de un sistema de `linajes segmenta-rios', en una interpretacion que ha influido a otros inves-tigadores, como John Fox y Rusell Stewart.' Empero, no se han evaluado las contradicciones y defectos de esa interpre-taciem de la sociedad indigena, sobre todo la quiche.

Como lo ha hecho notar el distinguido antrop6logo afri-canista Adam Kuper, el concepto de `linajes segmentarios' fue desarrollado por antropologos ingleses, y se aplico at

estudio de ciertas sociedades africanas. 'Si emplearon el ter-mino linaje, en lugar de los mas comunes, clan o gens, fue porque estos Ultimos terminos tenian connotaciones que los vinculaban at evolucionismo unilineal, una teoria contra la que estaban reaccionando intelectualmente tales antropolo-gos. Ahora bien, las sociedades africanas asi caracterizadas, por ejemplo, los Nuer y los Tallensi, no eran complejas y carecian de organizaci6n politica estatal, por lo que se les podia Hamar sociedades `primitivas', puesto que eran orga-nizaciones de pequena escala o de `rango medio'.

. De todas maneras, otros investigadores, posteriores, de los grupos africanos, no pudieron confirmar la existencia de

IntroducciOn 637

los llamados `linajes segmentarios' en otras regiones de aquel continente. El mismo Kuper ha sido claro sobre el particular:

A mi entender, el modelo de linajes, sus antecedentes y analogias no sirven para el analisis antropolOgico, por dos razones principles. En primer lugar, el modelo no se ajusta a la idea que los propios miembros del grupo tienen acerca de su sociedad y, ademas, no parece que exista sociedad alguna en la que las actividades politicas y eco-n6micas ester' organizadas a traves de una serie repetitiva de grupos de descendencia.'

Resulta cuestionable, por lo tanto, tratar de aplicar el con-cepto de 'linajes segmentarios' a las sociedades del Altiplano guatemalteco, inmediatamente anteriores a la Conquista, si este concepto no

Page 7: Altiplano

ha sido de utilidad para explicar las socie-dades africanas, que aun son mas fades de estudiar, en la actualidad, por medios etnograficos. Ciertamente, los datos que se tienen acerca de la organizaci6n de los mayas, durante el Postclasico Tardio, revelan la gran complejidad de estas sociedades, y estan en contra de la teoria en cuestiOn. Otro tanto se puede deducir de estudios recientes, relativos a la organizaci6n de los indigenas durante la epoca colonial. En lo que concierne a los grupos quiches, las fuentes generates y las que se refieren a lugares especificos indican que el chi-namitno era un grupo de parientes. Esto se demuestra, entre otras razones, por la gran variedad de apellidos existentes en el seno de un mismo chinamit.6 Lo mismo se puede observar en los molam del area pokomam.'

Las anteriores consideraciones, por lo tanto, inducen a la conclusion de que es un error pensar que los grupos mayas de la epoca de la Conquista fueran `primitivos'. Una carac-terizaci6n de este tipo pudiera servir para determinados fines politicos, sociales o religiosos, pero esta en contradiccion con lo que se deduce de las investigaciones etnohistoricas, y con-duce a una desvalorizacion gratuita de aquellos pueblos y de sus actuates descendientes.

Modelo de Organizacion Mexicana

Con excepcion de los grandes centros urbanos, como Mexico-Tenochtitlan, los calpulli-chinamit eran, en su mayoria,

grupos de agricultores, bajo el mando de un 'senor' o tecu-tli. Las constantes guerras en que solian enfrascarse los gru-pos de una misma region, indican que el tecutli no siempre pertenecia at propio calpulli que estaba bajo su dominio, ni que, necesariamente, era un miembro de la nobleza local. A veces se trataba de individuos de otros grupos, o incluso plebeyos, que recibian tat honor por disposicion de su rey o tlatoani, como recompensa por ciertos servicios. Parece ser que respecto de este punto se dieron situaciones muy variadas.

El tecutli gobernaba desde su casa (tecalli) o desde su palacio (tecpan), lo que dependia de su menor o mayor rango social. Residian con el sus hijos y parientes mas cercanos, quienes participaban tambien del grado de nobleza menor

638 Historia General de Guatemala

Page 8: Altiplano

denominada pilli. La familia del 'senor' probablemente dis-ponia de sirvientes que atendian su casa, y de labradores que cultivaban sus tierras patrimoniales.

En el Mexico central de la epoca inmediatamente anterior a la Conquista, parece ser que los tecutli no gozaban ya de total soberania, sino que dependian politicamente de otro `senor' mas poderoso, el tlatoani u `oradoe. Este ultimo per-sonaje, `orador' del Dios patronal del pueblo, reunia funcio-nes tanto religiosas como politicas. A veces eran pares, o va-rios, los tlatoani que encabezaban los grandes `seriorios'

mexicanos, como fue el caso de la llamada Triple Alianza, en el valle de Mexico. En otras situaciones, sin embargo, un solo tlatoani consigui6 erigirse en el mas importante y poderoso, entre otros de sus congeneres, como ocurriO con el de los aztecas en el momento de la conquista espatiola.

Los Mayas del Altiplano

Puede afirmarse que los grupos quiches y pokomames del Altiplano guatemalteco no eran totalmente diferentes a

otros pueblos mesoamericanos. Por el contrario, tenian una forma de organizaci6n bastante similar a la de las sociedades del Mexico central. Naturalmente, estas similitudes no eran completas. Varios factores, entre ellos la menor densidad y tamaiio de los pueblos mayas, la ausencia de un verdadero urbanismo y la division de la region por montarias que for-maban numerosos pequerios valles, marcaban claras diferen-cias en relacion con los pueblos mexicanos. Por otro lado, las fuentes relativas a los pueblos del Altiplano de Guate-mala, incluidas las ere:micas indigenas, no proporcionan

datos tan especificos y abundantes como los que se refieren a los mexicanos antiguos. En las lineas siguientes, se tratara, sin embargo, de descubrir las profundas semejanzas entre las organizaciones de ambas regiones, lo que permitird deli-near las caracteristicas basicas de la sociedad maya de la

epoca a que se refiere este articulo.

El Chinamit-Molam

La entidad basica de la sociedad indigena entre los quiches y los pokomames era el grupo territorial llamado chinamit o molam. No es posible establecer con exactitud el volumen de la poblaciem de tales grupos, varios de los cuales sobrevivieron a la Conquista, y cuyos miembros fueron contados por los espaiioles para determinar el monto de los tributos. En ter-minos generales, se puede decir que las poblaciones de estos chinamitales, al principio de la epoca colonial, no pasaban de 1,000 personas y

Page 9: Altiplano

que, normalmente, solo sumaban algunos centenares, y aun menos. Ahora bien, teniendo en cuenta que los grupos indigenas mayas sufrieron una disminucion de su poblaciOn, de aproximadamente la mitad de sus habitantes, como consecuencia de la Conquista y de las epidemias intro-ducidas por los europeos, se puede concluir que anterior-mente pudieron haber tenido poblaciones que oscilaban

entre varios cientos y aun miles de personas.

El chinamit-molam era, fundamentalmente, un grupo aar-porativo en lo que concierne a la posesion de la tierra. Los miembros del grupo gozaban, por lo general, del usufructo dr la tierra, y es posible tambien que en ciertos casos entregaran los terrenos a sus hijos, en calidad de herencia. Sin embargo_ no hay evidencias de que la tierra fuera una mercancia que pudiera comprarse o venderse. Tampoco puede precisarse

el tamailo del territorio controlado por un chinamit- molant. Ciertamente, pudieron existir muchas variaciones en este

punto, segun el slimier° de miembros del grupo, y de otros factores. Por ejemplo, mientras que los chinamitales de la zoaa de Sacapulas, a la que posteriormente se hard referenda, con-trolaban de 90 a 200 caballerias, el chinamit de los Ya Jonica. en San Juan Sacatepequez, parece que no tenia mas de una caballeria, aproximadamente.

En muchos casos, los chinamit-molam eran encabeza-dos por un miembro de una familia aristocratica del propio grupo. Entre los quiches y pokomames se usaban diversos terminos para designar a tales senores, de los cuales los mas comunes eran ahpop y molabil, respectivamente. Los miem-bros de las familias aristocraticas de los chinamitales de una regi6n solian casarse entre si, formando un estrato social bias definido, como los de la Europa feudal. Los matrimonios entre los nobles servian para establecer y mantener alianzzs politicas entre grupos vecinos. Ademas de los gobemantes, -.-con el objeto de ayudar a estos en sus tareas, parece que ens-tieron otros nobles menores, o ancianos plebeyos pero dis-tinguidos, que formaban una especie de grupo consultivo. En una tercera posiciOn se encontraban algunos funcionarics importantes, como el `senor', que al parecer podian poseer privilegios especiales en relacion con la masa de plebeyos.

El Amok

No se puede afirmar que en una region determinada la nizacion social de los mayas, en la epoca inmediatamente ante-rior a la Conquista, consisti6 imicamente en una serie de

Page 10: Altiplano

chinamita/esindependientes entre si. Sobre todo, entre los quiches, se produjo con frecuencia la federaciOn de estos ern-pos en entidades superiores denominadas (amak), que sohan estar formadas por dos o mas chinamitales. Esta situacion, derivada en parte de las constantes guerras de conquista, ori-gin° una mayor complejidad en la organizaciOn politica, y la creacion de diversos rangos en la aristocracia. En el caso de los quiches, los tres amak se encontraban unidos en d moment() de la Conquista, y formaban la confederadOn mas grande del Altiplano de Guatemala, la de los Quiche Vinak_ o gente quiche. En algunos documentos, como el Popol estos tres amak son designados tambien con el nombre o `divisions', termino que probablemente no indicaba nin-guna otra entidad politica superior sino que simplemente era un sinonimo del mencionado amak.

Si se exceptuan Unicamente los quiches de Utatlin v llos cakchiqueles de Iximche, el amak, en la epoca de la Con-quista, era una entidad politica amplia, que incluia diversos grupos lingiiisticos. En las crOnicas indigenas aparecen

varios amak, tales como los Ah Tz'ikina o tzutujiles; los Q'aq'Chekeleb, o cakchiqueles occidentales de Iximche; los Akajal, o cakchiqueles orientales; los Rabinales;los Tuhal Haa, o quiches que ocupaban lo que es actualmente la

mitad occidental del municipio de Sacapulas; y los Bala-miha, o aguatecos (awakatekos). Asimismo, se mencionan otros grupos menos importantes, situados en las fronteras de los anteriores.

Los Nobles y los Nine já

Como se ha dicho, la sociedad maya de la epoca se encon-traba dividida en dos grandes estratos sociales que confor-maban los nobles y los plebeyos. Los chinamit-molam esta-ban constituidos por estos dos estratos, con una mayoria de plebeyos y un pequerio grupo aristocratic°, que era la familia o grupo del senor gobernante. Sin embargo, la situacion no solia ser asi de simple, sobre todo en el caso de las mas corn-plejas sociedades quiches y cakchiqueles. Aparte de otras caracteristicas, los chinamit mas importantes de los quiches se encontraban subdivididos en varios ( nim ja) o `casas gran-des' y, algunas veces, en varios ochoch, termino casi equiva-lente, que designaba una agrupacion menor y que podria traducirse simplemente como `casa'.

Page 11: Altiplano

El autor de este articulo considera que el nim jay el ochoch de los quiches de Guatemala eran muy semejantes al tecpcin y tecalli de la nobleza azteca, si bien es dificil precisar la coin-posiciem social de los primeros por la ambigiiedad de las

fuentes indigenas. Por ejemplo, el Popol Vuh menciona nueve chinamit, e inmediatamente despues nueve nim la de los Cavec y Nihayib.8 SegUn ello, pareciera que chinamity nim ja fueran la misma cosa. Ahora bien, es pertinente preguntar con cuantas personas y rangos sociales contaba el nim ja o `casa grande', o si el chinamit de los grupos mencionados se habia dividido posteriormente en nueve chinamit aut6no-mos, cada uno de ellos con su propia nobleza y plebeyos. Aunque pudo haber sucedido, de acuerdo con el texto del Popol Vuh, que se tratara realmente de nueve noblezas, per-tenecientes todas al mismo chinamit, y las cuales compartian los servicios del mismo grupo de plebeyos, aun cuando eran poseedoras, cada una de ellos, de su propio nim ja o tecpan.

No es de extranar la forma tan poco especifica en que los documentos indigenas emplean los terminos correspondien-tes a la organizacion social, pues, como ya se dijo, no fueron escritos con prop6sitos informativos de esta naturaleza y, en

IntroducciOn 639

cualquier caso, sus autores suponian que los terminos usados eran familiares y de dominio comun cuando redactaron sus historias.

El caso del tamub amak es aim mas confuso, pues sus tres chinamitalesaparecen subdivididos, primero en nueve nim jet, y despues, estos altimos, en siete ochoch. Pareciera que los ochoch representaban un rango todavia mas bajo de nobles, dentro del mismo chinamit, algo asi como los pilli y tecalli de los aztecas. Si ello fuera cierto, se estaria ante la evidencia de un proceso de subdivision social, que acab6 en la creaciOn de nuevos chinamitales, a partir de los mismos antecesores.

Los amak de los tamub tenian, ademas, 11 grupos llama-dos calpules. Durante la epoca colonial, los terminos calpul, chinamity parcialidad, se usaron practicamente como sino nimos, referidos al mismo tipo de grupo socioterritorial. Sin embargo, entre los tamub de la preconquista, la palabra cal-pul indicaba un tipo de organizacion, hoy no conocida a

cabalidad. Bien podria significar grupos tipo amak, o china-mitales, aliados o conquistados, que formaban parte del terri-torio controlado por los tres chinamitales gobernantes del tamub amak; o tambien designar los lugares y poblados del norte y occidente, colonizados por los tamub desde su capital del valle de Quiche.

Page 12: Altiplano

Conclusiones

Aun dentro de su vaguedad y limitaciones, los datos que se refieren a la organizaciOn social de los quiches y pokomames, en el momento de la Conquista, son mas abundantes que los relativos a otros grupos indigenas del Altiplano. Este articulo trata de complementar otras contribuciones que se incluyen en esta secciOn de la Historia General. Barbara Borg ha reali-zado un minucioso analisis de las fuentes concernientes a los cakchiqueles, sobre todo, chajoma. Sandra Orellana presenta una interesante sintesis de sus investigaciones, tanto arqueo-lOgicas como histOricas, de la zona tzutujil. Charlotte Arnauld, asimismo, logra una combinaciOn de los resultados de sus anos de investigacion arqueologica y los datos historicos relativos a los grupos de Alta Verapaz. William Fowler, por su parte, se ha concentrado en el tratamiento de la cultura pipil, sobre la base de largos estudios de documentos arqueolesicos. La

contribucion de la presente IntroduCciem consiste en que, ademas de ofrecer una vision nueva de los grupos quiches, aporta datos acerca de otros dos pueblos importantes, los mames y pokomames.