Amarillismo estúpido

1
EL PULSO DEL PLANETA Amarillismo estúpido El presunto autor de la agresión a un cuadro de Mark Rothko en la Tate Britain se compara con Marcel Duchamp y niega ser un «vándalo» Después de la agresión al cuadro, la Tate Britain cerró temporalmente BORJA BERGARECHE CORRESPONSAL EN LONDRES E n el año 455, los vándalos, un pueblo germánico co- mandado por el rey Gen- serico, lanzaron una de sus «razzias» piratas sobre Roma, inaugurando una larga tradición de vandalismo en Occi- dente. Y su acepción más iconoclasta parece haber anidado en la Historia del Arte, que aparece plagada de episodios de agresiones a obras guiadas por mo- tivos que oscilan entre el gamberrismo puro y duro (la estatua de la «Sirenita» en Copenhague ha sido decapitada dos veces) y la provocación intelectual de Marcel Duchamp, que en 1917 estampó su firma de artista a un urinario públi- co. Los vándalos, claro, también llama- ron a las puertas de Duchamp cuando un hombre francés atacó una copia en porcelana del urinario original con un martillo, en el centro Pompidou en 2006. El agresor, condenado a pagar 214.000 euros, reivindicó haber creado «algo nuevo, de lo que Duchamp habría esta- do orgulloso», a la vez que denunciaba la institucionalización de un arte naci- do radical. Este domingo, el espíritu iconoclas- ta del inventor del «ready-made» acom- pañaba también al visitante de la Tate Britain londinense que garabateó su nombre con rotulador negro sobre la tela de «Negro sobre granate», una de las nueve pinturas que componen la se- rie «Seagram», realizada por el artista estadounidense Mark Rothko en 1958 para el hotel Four Seasons del edificio Seagram de Nueva York. Hacia las 3.25 de la tarde del domin- go, según la pinacoteca, un individuo blanco de una veintena de años garaba- teó en el cuadro un nombre y una fra- se, bajo la mirada estupefacta de un vi- sitante, que publicó una fotografía en twitter. Tras permanecer un rato sen- tado frente a la pintura, «este tío se le- vantó tranquilamente hacia el cuadro, sacó un rotulador y lo manchó, surrea- lista», explicó en la red social Tim Wright, testigo accidental del vándalo. El museo cerró sus puertas momentá- neamente. «Vladimir Umanets, Una pieza po- tencial de amarillismo», dice el graffiti. Un hombre respondiendo a ese nom- bre ha confesado su «culpabilidad» a varios medios británicos, aventando su «performance» a es- casos días del arran- que este jueves de la feria de arte con- temporáneo Frieze, la gran cita artísti- ca londinense. Y, de nuevo, Duchamp en su «confesión»: «No he destruido el cua- dro, no he robado nada, ya han ocurri- do cosas así antes, Marcel Duchamp firmaba cosas que no eran suyas, inclu- so Damien Hirst», asegura al diario «The Guardian». «No soy un vánda- lo, no he hecho nada criminal, el arte nos permite coger lo que ha hecho otro y aña- dirle un mensaje nuevo», explicaba a la BBC. «Si restau- ran el Rothko y bo- rran mi firma disminuirá el valor de la pieza pero, después de unos años, su va- lor crecerá por lo que he hecho», dice. Umanets, que aparece comiendo pa- tatas fritas en un McDonalds en un ví- deo en Youtube, fue detenido ayer por la tarde. Se proclama fundador del «ama- rillismo» (yellowism en inglés), un pre- sunto movimiento artístico que mez- cla en su web vídeos de sesiones de foto- grafía de lencería, imágenes de Robert de Niro en «Taxi dri- ver» y un manifies- to que explica (por decir al- go): «En el contexto del Ama- rillismo, todas las interpretaciones po- sibles en el contex- to del Arte están re- ducidas a una sola, igualadas, reduci- das a amarillo (...). No hay evolución del Amarillismo, solo su expansión». Los murales «Seagram» nunca adornaron las pare- des del Four Sea- sons, y fueron dona- dos por el artista a la Tate Britain en 1969, un año antes de morir. «Estamos muy preocupados por lo ocurrido», afir- man los hijos del artista. Contra su vo- luntad, y la de su generoso padre, el cua- dro se ha unido a la ya larga lista de obras atacadas, desde la «Mona Lisa» a la «Pie- dad» de Miguel Ángel o la «Danae» de Rubens en el Hermitage. «Vladimir Umanets, Una pieza potencial de amarillismo», reza la pintada sobre el cuadro de Rothko en la Tate O.J.D.: E.G.M.: Tarifa: Fecha: Sección: Páginas: 201504 641000 15026 € 09/10/2012 CONTRAPORTADA 70

description

El presunto autor de la agresión a un cuadro de Mark Rothko en la Tate Britain se compara con Marcel Duchamp y niega ser un «vándalo»

Transcript of Amarillismo estúpido

Page 1: Amarillismo estúpido

EL PULSO DEL PLANETA

Amarillismo estúpidoEl presunto autor de la agresión a un cuadro de Mark Rothko en la Tate Britain se compara con Marcel Duchamp y niega ser un «vándalo»

Después de la agresión al cuadro, la Tate Britain cerró temporalmente

BORJA BERGARECHE

CORRESPONSAL EN LONDRES

En el año 455, los vándalos, un pueblo germánico co-mandado por el rey Gen-serico, lanzaron una de sus «razzias» piratas sobre Roma, inaugurando una

larga tradición de vandalismo en Occi-dente. Y su acepción más iconoclasta parece haber anidado en la Historia del Arte, que aparece plagada de episodios de agresiones a obras guiadas por mo-tivos que oscilan entre el gamberrismo puro y duro (la estatua de la «Sirenita» en Copenhague ha sido decapitada dos veces) y la provocación intelectual de Marcel Duchamp, que en 1917 estampó su firma de artista a un urinario públi-co.

Los vándalos, claro, también llama-ron a las puertas de Duchamp cuando un hombre francés atacó una copia en porcelana del urinario original con un martillo, en el centro Pompidou en 2006. El agresor, condenado a pagar 214.000 euros, reivindicó haber creado «algo nuevo, de lo que Duchamp habría esta-do orgulloso», a la vez que denunciaba la institucionalización de un arte naci-do radical.

Este domingo, el espíritu iconoclas-ta del inventor del «ready-made» acom-pañaba también al visitante de la Tate Britain londinense que garabateó su nombre con rotulador negro sobre la tela de «Negro sobre granate», una de las nueve pinturas que componen la se-rie «Seagram», realizada por el artista estadounidense Mark Rothko en 1958 para el hotel Four Seasons del edificio Seagram de Nueva York.

Hacia las 3.25 de la tarde del domin-go, según la pinacoteca, un individuo blanco de una veintena de años garaba-teó en el cuadro un nombre y una fra-se, bajo la mirada estupefacta de un vi-sitante, que publicó una fotografía en twitter. Tras permanecer un rato sen-tado frente a la pintura, «este tío se le-vantó tranquilamente hacia el cuadro, sacó un rotulador y lo manchó, surrea-lista», explicó en la red social Tim Wright, testigo accidental del vándalo. El museo cerró sus puertas momentá-neamente.

«Vladimir Umanets, Una pieza po-tencial de amarillismo», dice el graffiti. Un hombre respondiendo a ese nom-bre ha confesado su «culpabilidad» a varios medios británicos, aventando su

«performance» a es-casos días del arran-que este jueves de la feria de arte con-temporáneo Frieze, la gran cita artísti-ca londinense. Y, de nuevo, Duchamp en su «confesión»: «No he destruido el cua-dro, no he robado nada, ya han ocurri-do cosas así antes, Marcel Duchamp firmaba cosas que no eran suyas, inclu-so Damien Hirst», asegura al diario «The Guardian». «No soy un vánda-lo, no he hecho nada criminal, el arte nos permite coger lo que ha hecho otro y aña-dirle un mensaje nuevo», explicaba a la BBC. «Si restau-ran el Rothko y bo-rran mi firma disminuirá el valor de la pieza pero, después de unos años, su va-lor crecerá por lo que he hecho», dice.

Umanets, que aparece comiendo pa-tatas fritas en un McDonalds en un ví-deo en Youtube, fue detenido ayer por la tarde. Se proclama fundador del «ama-rillismo» (yellowism en inglés), un pre-

sunto movimiento artístico que mez-cla en su web vídeos de sesiones de foto-grafía de lencería, imágenes de Robert de Niro en «Taxi dri-ver» y un manifies-to que explica (por decir al- go): «En el contexto del Ama-rillismo, todas las interpretaciones po-sibles en el contex-to del Arte están re-ducidas a una sola, igualadas, reduci-das a amarillo (...). No hay evolución del Amarillismo, solo su expansión».

Los murales «Seagram» nunca adornaron las pare-des del Four Sea-sons, y fueron dona-dos por el artista a la Tate Britain en

1969, un año antes de morir. «Estamos muy preocupados por lo ocurrido», afir-man los hijos del artista. Contra su vo-luntad, y la de su generoso padre, el cua-dro se ha unido a la ya larga lista de obras atacadas, desde la «Mona Lisa» a la «Pie-dad» de Miguel Ángel o la «Danae» de Rubens en el Hermitage.

«Vladimir Umanets, Una pieza potencial de amarillismo», reza la

pintada sobre el cuadro de Rothko en la Tate

O.J.D.:

E.G.M.:

Tarifa:

Fecha:

Sección:

Páginas:

201504

641000

15026 €

09/10/2012

CONTRAPORTADA

70