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América Latina en la mira estratégica de la República Popular China

Mladen Yopo Herrera

AMÉRICA LATINA EN LA MIRA ESTRATÉGICA DE LA REPUBLICA POPULAR CHINA

Mladen Yopo Herrera ∗∗∗∗

Hace 200 años le preguntaron a Napoleón Bonaparte qué pensaba de China; el emperador francés respondió: "Allí duerme un gigante. Dejémoslo que duerma, porque cuando despierte se moverá el mundo entero".

∗ Periodista Pontificia Universidad Católica de Chile, Magíster en Estudios Internacionales. Universidad de Chile. Phd. (c) en Ciencias Políticas Universidad de Leiden. Subdirector de la Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos (ANEPE).

AMÉRICA LATINA EN LA MIRA ESTRATÉGICA DE LA REPÚBLICA POPULAR CHINA

MLADEN YOPO HERRERA

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AMÉRICA LATINA EN LA MIRA ESTRATÉGICA DE LA REPUBLICA POPULAR CHINA ∗∗∗∗

© Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos

© Mladen Yopo Herrera Registro de Propiedad Intelectual Nº 201.768

Marzo, 2011 BI. Boletín Investigación Nº 1 Publicación Digital del Departamento de Investigaci ón

• Responsable Edición Digital: Guillermo Bravo Aceved o Jefe Departamento de Investigación. ANEPE

• Secretario: Claudio Tapia Bazaes

“Las opiniones vertidas en el texto que se publica son de responsabilidad exclusiva de su autor y no comprometen a la Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos ni al Departamento de Investigación, que sólo actúan como editores”.

∗ El texto editado en este número de Boletín de Investigación publica los resultados finales del proyecto de investigación, “El desembarco de China en la región en el ámbito de la Defensa”, Concurso Extramuro 2008, financiado por el Departamento de Investigación de la Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos.


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Índice

1. Introducción pág. 3

2. Desarrollo hasta 1979 pág. 6

3. Las Reformas de 1979 pág. 8

4. La China Actual pág. 11

4.1. La Economía pág. 11 4.1.1. El Crecimiento pág. 11 4.1.2. Inversiones Extranjeras y en el Extranjero pág. 18 4.1.3. Energía, Materias Primas y Alimentos pág. 22 4.1.4. Las Interpelaciones al Sistema pág. 26 5. Las Implicaciones Estratégicas del Ascenso de China pág. 32 5.1. La Política Exterior de China pág. 34 5.2. Política de Defensa pág. 45 5.3. La Política Hacia América Latina pág. 58 5.3.1. El Marco Histórico pág. 58 5.3.2. ¿Un Socio Preferencial? pág. 61 5.3.3 Las Relaciones en el Área de la Defensa pág. 74 5.3.4. En el Área de la Seguridad pág. 81 6. Conclusiones pág. 84 7. Bibliografía y Referencias pág. 91


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Autorizada su reproducción citando la fuente

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YOPO HERRERA, Mladen. América Latina en la mira estratégica de la Repúbli ca Popular China. Boletín Investigación Nº 1. Santiago, enero 2011. Nº de Inscripción 201.768. Disponible World Wide Web: http://www.anepe.cl/wp-content/uploads/bolet%C3%ADn_inv1_yopo.pdf

1. Introducción.

Hace 60 años, cuando la China acababa de ser fundada, el entonces Secretario de Estado de Estados Unidos, Dean Gooderham Acheson, afirmaba con un tono despectivo e interpelador que el gobierno comunista no podría alimentar a sus 546 millones de habitantes, al igual que no pudieron sus predecesores.

Las afirmaciones de Gooderham eran bastante realistas si consideramos que en 1950 una proporción bastante mayor del país vivía bajo la línea de la pobreza; que las exportaciones sumaban unos escasos 550 millones de dólares, de los cuales el 80 por ciento se enviaban a países socialistas; o que carecía de recursos monetarios para realizar inversiones como se constató lamentablemente en el plan quinquenal de mediados de los cincuentas (1953-1957) de intensivo crecimiento industrial donde se vio en la necesidad de pedir prestado 1.900 millones de yuanes a la Unión Soviética para construir fábricas siderúrgicas, minas de carbón y centrales eléctricas.

Incluso todavía para 1978 China era la trigésimo segunda economía y comparable a países como la subdesarrollada Somalia. Sin embargo, lo que Gooderham así como muchos otros analista no fueron capaces de prever, era que este año iba a marcar una inflexión en el devenir histórico de la República Popular China con los osados cambios impulsado por Deng Xiaoping (el "Pequeño Timonel") de “abandono” de la economía planificada de Mao Zedong (el "Gran Timonel") e incorporación de las reglas del libre mercado a este país socialista.

Seis décadas más tarde de la formación de la República Popular China y con cerca de un 10% de crecimiento por un poco más de tres décadas tras las reformas impulsadas por el “Pequeño Timonel”, este país asiático muestra un


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desarrollo y modernidad que le otorgan otra estatura política-estratégica. Así, sus exportaciones se han multiplicado por más de 2.600 veces hasta situarse en 1,43 billones de dólares en el 2008, lo que le ha significado más que triplicar su importancia en el comercio mundial (sus exportaciones representaron el 2007 el 9% del total mundial). Sus productos, con etiquetas "Made in China", están por todos los rincones. Su reserva de divisas superan los 2,13 billones de dólares, muy por encima del siguiente exportador en la lista, Japón. Con una infraestructura mejorada y un entorno legal perfeccionado, China se ha convertido en la cuarta economía del mundo en términos del PIB (la segunda en Paridad del Poder Adquisitivo – PPA) y el segundo destino mundial para la inversión extranjera directa (IED), acumulando US$ 850 millones de empresas de ultramar desde 1978. También es el segundo consumidor y tercer importador de petróleo del mundo, dando cuenta de su dinamismo económico. No menor resulta el impacto de las políticas de autosuficiencia alimentaria, de industrialización y de urbanización, entre otras, en la vida de las personas: por ejemplo, además de un fuerte aumento de la renta per cápita (el FMI visualiza un ingreso per cápita de US$ 8 mil para el 2011), la pobreza en áreas rurales ha caído de 30,7% al 1,6% entre 1978 y 2007, según datos de la ONU.

Graficando este desarrollo, el ex Secretario de Estado, Henry Kissinger, el mismo que visitó China confidencialmente en 1971 en el contexto de la “diplomacia del ping pong” y la catalogó con ciertas dudas de “media potencia”, expresó recientemente que cuando estuvo en China por primera vez “no podría haberme imaginado que China se desarrollaría como lo ha hecho" y calificó los logros de "extraordinarios"1. Las apreciaciones de Kissinger son ampliamente compartidas por innumerables analistas como ex economista del Banco Mundial, Albert Keidel, quien pronosticó que China no sólo está en camino de superar la producción de Estados Unidos el 2035, sino que prácticamente la duplicará en el 20502. En el mismo sentido positivo, a principios de 2009, el Banco Shangai Banking Corporation (HSBC) estimó correctamente que el Producto Interno Bruto chino podría llegar ese año a US$ 4,7 billones de dólares, lo que implicaría consagrase como la segunda economía mundial (ya en enero de 2010 superó a Alemania como el segundo país más importante en el ítem comercio exterior y a principio del segundo semestre se ponía por encima de Japón).

Este desarrollo, sin embargo, se ha extendido más allá del ámbito de la economía o las finanzas (es decir más allá del animal económico como se le acusó a Japón en la década de los ochentas), para situarse en un plano político-estratégico. Su lugar permanente en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas o su decidida

1 Pueblo en línea del 18/09/2009. 2 IPS on line del 17 de noviembre del 2009.


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participación en distintos organismos del Asia-Pacífico (Asean, Asean+3, Acuerdo de Shangai, etc.), hoy es complementada por una diplomacia global y proactiva en la construcción del nuevo escenario (orden) internacional (ejemplo de esto es su participación en el BRIC junto a Brasil, India y Rusia). En un documento publicado el 2008 por el gobierno chino sobre la política hacia América Latina y El Caribe, se describe con claridad su aspiración de participación global al expresar que: “Siguiendo invariablemente el camino de desarrollo pacífico y la estrategia de apertura basada en el beneficio recíproco y la ganancia compartida, China, el mayor país en vías de desarrollo del mundo, está dispuesta a desarrollar la amistad y la cooperación con todos los países sobre la base de los Cinco Principio de Coexistencia Pacífica, a fin de promover la construcción de un mundo armonioso de paz duradera y prosperidad compartida” .

Este proceso de empoderamiento de la República Popular China, también ha mostrado su cara (efectos) en la esfera de un poder militar creciente (además de ser una potencia nuclear, su presupuesto en este rubro registra un crecimiento de dos dígitos por vigésimo año consecutivo desde 1988), en su afirmación como gigante de la tecnología con su exitoso programa espacial (Ej. mandó un hombre al espacio en el Shenzhou IV en el 2003 y el 2007 lanzó el Chang E I que orbita y

conmemora a la fábula “Diosa de la Luna”)3 o en la inauguración a principios del 2009 de su tercera base científica en la Antártica (la Kunlun se une a la Changcheng y a la Zhongshan), y en su proactividad en la paz internacional (no sólo ha presionado a Corea del Norte para sentarse en la mesa de diálogo, sino que China también ha asomado como donante de cooperación importante en África, por ejemplo), entre otros.

La cuidadosa proyección económica, política y militar ha sido acompañada de una nueva proyección global del poder mediático chino. Consciente de que vivimos en un mundo medial y fundamentalmente sensitivo, China ha otorgado una gran importancia a la opinión pública mundial y, por lo mismo, al manejo de la publicidad y la propaganda en su ascenso como una potencia que desea ser codecisoria del orden global. Así, además de realizar los mega eventos de la Olimpiada de Pekín y de la Expo Shangai como una forma de anunciarle al mundo el legítimo lugar que desea ocupar, entre otros, ha decidido expandir mundialmente sus medios impresos y televisivos (su soft power). Con un presupuesto de US$ 6.6 mil millones se dijo que tendrá “una imagen de una nación nueva y fuerte” para el mundo entero mediante un canal noticiero de 24 horas de la China Central Televisión (CCTV), modelado según Al Jazeera o CNN;

3 Hasta ahora se incluyen cerca de un centenar de lanzamiento y puestas en órbita de satélites para tareas civiles y militares. Se espera que pronto la bandera china “flamee” en la superficie lunar a través de un vehículo no tripulado destinado a recoger y analizar muestras de sedimento y rocas.


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se abrirán más oficinas de la agencia de noticias Xinhua y se implementarán nuevas ediciones del diario People´s Daily.

No es casualidad, entonces, que al abrir un foro permanente entre China-Estados Unidos (se dijo de diálogo directo y sin tapujos a partir de lo tensa que es la relación bilateral) a fines del 2009, para acordar visiones e intereses para una nueva remodelación mundial, el Presidente Barack Obama haya reconocido públicamente el poder alcanzado por este gigante asiático diciendo que "las relaciones entre Estados Unidos y China determinarán el siglo XXI"4 . Tampoco lo es que la revista Forbes haya elegido a Hu Jintao como el hombre más poderoso del mundo en el 20105.

Sólo en tres décadas la empobrecida economía campes ina regida por las determinantes ideológicas del maoísmo pasó a ocupar un lugar esencial del poder mundial a partir de su condición de principal potencia emergente y la segunda a nivel internacional en términos individua les.

2. Desarrollo hasta 1979.

China es un país continente, con 9.5 millones de km.2, donde tiene estepas y desiertos en el norte, nevados en el sudoeste y bosques en el sudeste), además de sus más de 1.300 millones de habitantes. También es una de las civilizaciones más antiguas del mundo con más de 4.000 años de historia. Hacia el primer milenio ya habían inventado la brújula, la pólvora, el papel, los tallarines, el helando y muchos productos que son de uso común hoy. Estos productos con sus usos, desde la segunda mitad del primer milenio a la primera mitad del segundo milenio, la situaban como la civilización más adelantada en el mundo.

Breve Cronología Histórica de China

Dinastía Xia 2100—1600 antes de nuestra era Dinastía Shang 1600—1100 antes de nuestra era Dinastía Zhou del Oeste 1100—711 antes de nuestra era

Período de Primavera y Otoño

770—475 antes de nuestra era Dinastía Zhou del Este

Período de los Reinos Combatientes

475—221 antes de nuestra era

Dinastía Qin 221—206 antes de nuestra era Dinastía Han de Oeste 206 antes de nuestra era—24 nuestra 4 El País-España del 28 de julio del 2009. 5 La Tercera del 5 de noviembre del 2010, pág. 18.


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era Han Han de Este 25—220

Período de los Tres Reinos 220—280 Dinastía Jin del Oeste 265—316 Dinastía Jin del Este 317—420 Dinastías del Sur y Norte 420—581 Dinastía Sui 581—618 Dinastía Tang 618—907 Las Cinco Dinastías 907—960 Dinastía Song 960—1279 Dinastía Yuan 1271—1368 Dinastía Ming 1368—1644 Dinastía Qing 1644—1911 República de China 1912—1949 República Popular China Se fundó en 1949

Fuente: Observatorio de la Economía y la Sociedad C hina Nº 5- diciembre 2007

A pesar de que durante el reinado de Yongle (ex príncipe Zhu Di) de la dinastía Ming, China era la primera potencia marítima del mundo como lo evidencian los siete viajes Zheng He al sur de Asia y África con las 1.681 enormes naves construidas o remodeladas (1403-1407), la decisión de aislar al país del mundo entre el siglo XVII a la primera mitad del siglo XIX constituyó una de las principales causas de su posterior retraso societal en comparación con las potencias en el siglo corto de las que nos habla Eric Hobsbawm6.

China fue abierta a la fuerza por Inglaterra con las dos Guerra del Opio (la primera entre 1839-1842 y luego en la segunda entre 1856-1860). La disputa por el poder con el levantamiento de Wachang en contra la dinastía Qing en 1911 termina con el Imperio chino. El predominio desde 1925 de Chiang Kai-Shek y el Kuomitang en la escena política (fecha de la muerte del líder revolucionario Sun Yat Senel) no logran imponer la realidad-anhelo de una China unificada. Este propósito sólo se logra con la llegada al poder del Partido Comunista Chino con Mao Zedong en 1949 tras derrotar a Chiang Kai-Shek y el Kuomitang e introducir el sistema socialista en un país “semi feudal”, donde más del 90% de los chinos trabajaban la tierra.

6 Ver, Hobsbawn, Eric, “Historia del Siglo XX”, CRÍTICA, Grijalbo Mondadori, Buenos Aires – Argentina, 1998.


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China dejaba atrás así muchos años de guerra civil e intromisión de las potencias extranjeras en su destino, con la promesa de acabar con la explotación del campesinado. Durante los años 1950, la República Popular China llevó a cabo un programa de distribución de la tierra y una industrialización con ayuda de la entonces Unión Soviética. El “Gran Salto Adelante” como se le conoce, tomó diferentes elementos de la historia de la URSS para combinarlos en una única y original fórmula china. Colectivizaciones destinadas al aumento de productividad a partir del propio esfuerzo de los trabajadores, comunas como unidades económicas autosuficientes que incorporaban la industria ligera junto a proyectos de infraestructuras y una guardia popular. Sin embargo, el propio “Gran Salto Adelante" de 1958 a 1960 ideado para sobrepasar a Inglaterra en 15 años o al menos alcanzar el peso económico mundial de China en 1870 (17%), unido a los desastres naturales de 1959 al 61, al rompimiento con la URSS de 1960 y "La Gran Revolución Cultural" de 1966 a 1976 fueron factores retardatarios principales del desarrollo económico chino.

En todo caso, China ya había crecido desde 1950 a un promedio anual de casi 5% y el país lograba alimentar a una población de casi 970 millones de habitantes (la quinta parte de la población mundial) con sólo el 7% de la tierra cultivable del mundo, aunque en muchos campos estaba bastante atrasada en comparación al resto de sus vecinos del Asia Oriental por ejemplo.

A pesar de las ventajas comparativas y/o condicion es de poder tradicional que tenía China antes de la reforma de 1979, factor es tan diversos como el aislamiento y la posterior interpelación externa, l a división interna, la rigidez que condicionó el pensamiento y el sistema, entre o tros, retrasaron enormemente su desarrollo en comparación a algunos vecinos asiáticos y a los poderes mundiales .

3. Las Reformas de 1979.

En diciembre de 1978, con Mao Zedong ya muerto y la “Banda de los Cuatros” desarticulada, el Partido Comunista Chino (PCCh) acuerda introducir una serie de reformas al sistema económico chino con el fin de modernizar su economía, constituyéndose en el primer país socialista en hacerlo.

Alentaron este viraje histórico, entre otros, la comprensión del mapa estratégico mundial, los cambios en el escenario doméstico de poder, la asimetría de poder económico entre China y las economías desarrolladas, la brecha de riqueza y


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tecnología que la separaba de otras economías asiáticas (Japón, Corea del Sur, Singapur, Hong Kong) y de la europea y estadounidense, etc7.

El pragmático líder chino Deng Xiaoping (el mismo que dijo que “no importa de que color sea el gato con tal de que cace ratones") fue quien introdujo las reformas modernizadoras de la agricultura, la industria, la ciencia y tecnología y la defensa nacional. Los objetivos básicos eran dejar atrás la ideología, permitir que las fuerzas del libre mercado actuasen y aprovechar el capital, la tecnología y los mercados extranjeros para el desarrollo propio.

Las reformas, que subordinaron las metas de crecimiento a una estrategia de desarrollo, se hicieron gradualmente: primero en la agricultura, luego en la industria. En la agricultura se pasa del sistema de las Comunas (entidades que se terminan en 1985) a un sistema de responsabilidad familiar por contrato. Se deja que la iniciativa privada trabaje y en 1987 se da en "concesión" las tierras a los campesinos. Se deja a los campesinos que cultiven sus tierras y que una vez cumplida la cuota para el Estado pudiesen cultivar todo lo que quieran para venderlo libremente. Asimismo en el campo se permite las empresas de todo tipo.

En el sector industrial, las reformas se introdujeron primero en las ciudades costeras, con la apertura de zonas económicas especiales (ciudad franca) en 1980, donde se admitió inversión extranjera para producir bienes a ser exportados (política de promoción de exportaciones). Las primeras 4 zonas fueron las de Shenzen, Zhuhai, Shantou, Xiamen y después Hainan. Posteriormente se abren 14 ciudades costeras. En 1990 se decreta el desarrollo de Pudong, frente a Shangai.

En las empresas industriales también se introdujo el sistema de contrato de responsabilidad. Después de cumplir cierta meta de producción, podían producir lo que quieran. Además, después de pagar un impuesto al Estado, el resto queda para que la empresa pueda invertir. Los obreros y gerentes reciben una remuneración de acuerdo a sus habilidades.

A fines de 1970 también se introduce la política de un niño por familia para controlar la población china y que esta variable no fuese un freno al desarrollo económico. Esta política, sin embargo, no inhibió la máxima de Mao, quien decía que una gran población es el arma de China y, por lo mismo, fue mediatizada. La

7 Cesarín, Sergio, “El factor China en los nuevos equilibrios regionales”, paper presentando al seminario “China: perspectivas e desafíos” de la Fundacao Alexandre de Gusmao (FUNAG) e Instituto de Pesquisa de Relacoes Internacionais (IPRI), Brasilia 17 y 18 de abril del 2008.


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población, en todo caso, siguió creciendo y ya en el año 2000 llegó a los 1.275 millones.

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Tasa de Crecimiento de Población en %

Fuente: Index Mundi

En suma, China pasa de un sistema socialista en que todos comían limitadamente y de lo mismo a pesar de los esfuerzos y capacidades diferenciadas, a uno donde el esfuerzo propio y la productividad determinan el ingreso en lo principal. Es decir, de una economía socialista a una de mercado, aunque con las peculiaridades de tener el Estado un rol sumamente protagónico. En relación a esto último, por ejemplo, en 1982 se dijo "lo principal es la economía planificada, y a esto tiene que seguirle la economía de mercado"; en 1987 se expresa que "el Estado controla el mercado, el mercado guía a las empresas"; y en 1992 se precisa que "China es una economía de mercado socialista". A fin de cuentas, “un socialismo con características Chinas”.

Hoy China está plenamente incorporada a la economía de mercado como se certifica con su ingreso a la Organización Mundial de Comercio (OMC) en el 2001 (había solicitado su incorporación al GATT en 1986 sin éxito). De acuerdo al intelectual Zheng Bijian, asesor del liderazgo del partido y presidente del Consejo de Reforma y Apertura, la integración a la globalización económica en vez de aislarse de ella, ha sido la elección estratégica más significativa hecha por China. Complementa esto diciendo que el surgimiento ha sido impulsado, además, por el capital, la tecnología y recursos adquiridos por medios pacíficos8.

8 Bijian, Zheng, “El ascenso pacífico de China a la condición de superpotencia”, Foreign Affairs en español, de enero-marzo del 2006.


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Sin embargo, para consolidar esta apertura, dotar al país de paz, dejar tranquilo a los sectores más ortodoxos y reafirmar la verticalidad del poder, en 1979 Deng anunció que existiría una continuidad, al menos a nivel discursivo, con los legados de Mao Zedong a través de lo que denominó los “Cuatro Principios Cardinales” (adherencia al camino socialista, a la dictadura del proletariado, al Partido Comunista Chino, al marxismo-leninismo y al pensamiento de Mao Zedong). Esto se operacionalizó, además de la salvaguardia de la independencia de China, en tres condiciones. La primera se relacionaba con que Occidente y el Asia capitalista debían asumir que los intercambios comerciales eran para asegurar la modernización pero no incomodar al régimen político. La segunda condición implicaba que los dirigentes apoyaban la modernización sin perder el control y, por lo mismo, la gente debía comprometerse con el desarrollo sin dejar de obedecer a las autoridades. La tercera se anclaba en la norma que las decisiones tomadas por la dirección política proclive a la apertura debían ser confirmadas por la elite burocrática9 aunque fuese formalmente.

Sergio Cesarin expresa que “la evolución interna de China supone la persistencia de un sistema político que aún demuestra la vitalidad del sistema imperial de gobierno y administración” y lo grafica en “un patrón de orden en la gestión de los asuntos públicos (eficiencia burocrática), planificación estatal, organización de los recursos de poder del Estado fuertemente cohesionado, un liderazgo ajustado a las nuevas condiciones sociales (transición entre la quinta y sexta generación de liderazgo), persistencia del control por parte del Partido Comunista Chino (PCCh) mediante un acotado ejercicio de la democracia interna”10.

Además del anclaje del mundo en que se vivía, del s entido estratégico que subordinó las metas de crecimiento a una estrategia de desarrollo y del pragmatismo que permitió que actuase el mercado y s e aprovechara el capital, la tecnología y los mercados extranjeros p ara el desarrollo propio, coadyuvaron a este cambio la firme convicción de lo s dirigentes, la canalización societal hacia la generación de riquez as, y la reafirmación del orgullo y la identidad nacional.

4. La China Actual.

4.1. La Economía.

9 María Isabel Negre comenta que el triunfo de los aperturistas Deng Xiaoping y Jiang Zemin no impidió la estrategia binaria para mantener tranquilos a los conservadores. En Observatorio de la Economía y Sociedad China Nº 12, septiembre del 2009. 10 Op cit, Cesarin, Sergio, “El factor China en los nuevos equilibrios regionales”.


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4.1.1. El Crecimiento. El mismo Cesarin define cinco vectores a los que recurre China para cerrar la brecha con los países más desarrollados. Esto son: a) vigencia del Estado en combinación con un eficiente modelo capitalista del tipo asiático que abre el mercado con cuotas marginales de participación privada; b) el control sobre procesos tecnológicos comprende el dominio de tecnologías avanzadas y de aplicación dual (la nanotecnología, nuevos materiales, tecnologías de la información); c) el control de las cadenas globales de valor mediante empresas transnacionales en su mayoría estatales, fomento de la investigación y el desarrollo y sus aplicaciones prácticas, la correlación de estas capacidades con políticas de modernización de la defensa, etc.; d) implementar la estrategia del “toma todo”, la que supone maximizar la incorporación de tecnología definitorias para construir poder económico y cooptar empresas en sectores tecnológicamente intensivos (incluso en Latinoamérica) mediante la fusión, compra o asociación, así como establecer protocolos y estándares tecnológicos; y, e) el control sobre flujos financieros a partir del gran excedente comercial y que posibilita proveer inversiones, capital y préstamos11. Pablo Bustelo expresa que “a partir de los cambios registrados en los últimos 30 años, la economía de China ha alcanzado ya una dimensión crítica, un ritmo de crecimiento y un grado de integración en el mundo suficientes para tener un impacto sustancial (y en clara progresión) a escala internacional”. Agrega que baste señala que China ya es la segunda mayor economía del mundo, que su crecimiento anual medio en los últimos tres decenios ha rondado el 10% y que el comercio exterior y las inversiones extranjeras y en el extranjero suponen ya una parte muy apreciable de la economía del país12. Este crecimiento del 10% anual promedio del Producto Interior Bruto (PIB) de China ha contrastado enormemente con el precario ritmo de entre un 2,5 y un 3% que registró el resto de la economía mundial en estos decenios. Esta diferenciación a favor de China ha continuado viento en popa a pesar de los pronósticos lapidarios que hicieron medios de comunicación tan prestigiosos como BBC Mundo (“China se estanca”, “China en el año más difícil del siglo”, “China teme por su inversión en EE.UU.”, entre otros) en el contexto del derrumbe de Wall Street con la quiebra de Lehman Brothers y otras entidades financieras13.

11 Ibid. 12 Bustelo Gómez, Pablo, “ El Ascenso Económico de China: Implicaciones Estratégicas para la Seguridad Global”, en “China en el Sistema de Seguridad Global del Siglo XXI”, en Monografías del CESEDEN Nº108, Ministerio de Defensa de España, enero del 2009, pág. 17. 13 Se estima que de los más de 1,9 billones de dólares que tenía China en reservas extranjeras a mediados de 2008, al menos la mitad estaba invertida en títulos de deuda en Estados Unidos, y más de 400 mil millones de dólares en activos de Fannie Mae y Freddie Mac. Muchas de las


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Incluso el propio primer ministro de China, Wen Jiabao, reconoció que la crisis financiera tuvo un fuerte impacto sobre su economía, teniendo efectos en la disminución de la demanda interna, exceso de capacidad de algunos sectores, mayor desempleo (sin ser un gran problema) y presión a la baja del crecimiento económico.

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Fuente: Index Mundi Sin embargo, China contó (y cuenta) con una serie de variables que significaron fortalezas en el escenario de la crisis financieras como el enorme peso que tiene el Estado en la economía. Entre otros, por ejemplo, la posesión del 70% de la propiedad de los medios de producción por parte del Estado, le ha permitido tomar decisiones principalmente centralizadas que le han servido para homogenizar y sincronizar el sistema. En el caso de los bancos, la condición de hegemonía estatal le significó la posibilidad de dirigir el flujo de crédito a la economía en la medida que fuese necesario y, con ello, controlar el mercado financiero. Otra fortaleza del momento de este sistema financiero, es que está poco conectado con el mercado internacional y, por lo mismo, pudo resistir mejor los efectos de la crisis a pesar de las grandes inversiones en EE.UU. En general, el sistema bancario

compañías patrocinadas por el gobierno de EE.UU., que poseían o garantizaban una gran parte de los préstamos hipotecarios, al final quebraron. 13 Ibid. 13 Bustelo Gómez, Pablo, “ El Ascenso Económico de China: Implicaciones Estratégicas para la Seguridad Global”, en “China en el Sistema de Seguridad Global del Siglo XXI”, en Monografías del CESEDEN Nº108, Ministerio de Defensa de España, enero del 2009, pág. 17. 13 Se estima que de los más de 1,9 billones de dólares que tenía China en reservas extranjeras a mediados de 2008, al menos la mitad estaba invertida en títulos de deuda en Estados Unidos, y más de 400 mil millones de dólares en activos de Fannie Mae y Freddie Mac. Muchas de las compañías patrocinadas por el gobierno de EE.UU., que poseían o garantizaban una gran parte de los préstamos hipotecarios, al final quebraron.


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chino ha mejorado mucho gracias a las reformas lográndose, por ejemplo, que los créditos irrecuperables sean solamente del 5% de los activos. Otro aspecto importante para enfrentar la crisis financiera fue el de una situación fiscal fuerte, con una deuda gubernamental del 20% del PIB y un déficit presupuestario de 3% del PIB14. Ello se ha sumando a los enormes superávit comerciales que en 2008 llegaron a los US$ 457 mil millones (50% más que el año anterior)15 y reservas de divisas que en diciembre de 2009 alcanzaron los US$ 2,4 millones de millones, las mayores del mundo. El plan de estímulos para enfrentar la crisis (390.500 millones de euros), con su enorme despliegue de préstamos bancarios (sólo entre enero y junio del 2009 las entidades financieras prestaron 722.500 millones de euros)16 y los recortes a los impuestos para los exportadores locales (US$ 70,000 millones) entre otros elementos de contingencia17 y que se unieron a los desarrollos estratégicos, entonces permitieron controlar y reimpulsar el crecimiento y lograr un grandioso 10,7% de crecimiento en el 2009 y del 11, 9% en el primer trimestre del 201018. La dinámica del crecimiento chino en comparación con el resto del mundo, le está otorgado otro estatus y peso a este país asiático. Junto al descenso de la Unión Europea, Estados Unidos y Japón, por ejemplo, China aumentó su participación en la economía internacional de un 2% en 1980 al 11% el 2007. Más impresionante aún es el incremento de la participación China en el producto mundial, llegando esta entre los años 2000 y 2007 al 17,5% del crecimiento del producto mundial (en PPA), similar a la de la Unión Europea (17,5%) y superior a la de EE.UU. (16,4%).

14 Financial Times del 14 septiembre del 2009. 15 Seminar on Regional Economic Cooperation and Development, Beijing-China del 24 del noviembre 14 del 2009. 16 Ver, El País.com de España, del 23/10/2009. 17 El programa anticrisis de China se caracterizó por tener objetivos de desarrollo que son a largo plazo, contempla el desarrollo social y protección del medio ambiente y, en términos de medidas fiscales, es el mayor ejecutado entre los países en desarrollo. 18 Ver, El País (España) del 21 de abril del 2010.


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Producto Interno Bruto - Tasa de Crecimiento Real e n %

Fuente: Index Mundi Han ayudado a este crecimiento, además de las reformas, factores como el bajo precio de la mano de obra y su elevada calificación promedio, la elevada inversión extrajera directa, el control de yuan (ha mantenido la moneda cerca de 6,83 yuanes por dólar desde mediados del 2008 para ayudar a los exportadores locales) y una primacía industrial de la economía. El sector secundario representa cerca del 49% del PIB, los servicios un 40% y la agricultura y ganaderías representan un 11% del total. Los últimos años se han caracterizado por el paulatino crecimiento de la construcción y de los servicios.


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(Extraído del Reporte Macroeconómico Nº 35 del Insti tuto de Estudios Económico y Sociales del Perú – febrero del 2010). La canasta de las ventas externas de China está compuesta en un 93% de bienes manufacturado, los que ya no sólo responden únicamente a artículos de bajo valor agregado como textiles, confección, juguetes, calzado, artículos de viaje o de deporte, incluyendo los productos falsificados19. Aunque siguen teniendo un papel de liderazgo con estos productos en los mercados mundiales, hoy gracias a la conquistas de ellos, a su inversión en investigación y desarrollo y a su gran capacidad de imitar procesos, China está exportando productos electrónicos avanzados y maquinaria eléctrica, de oficina, de telecomunicaciones y de sonido de punta, autos modernos y sofisticadas armas, etc. Si bien es cierto China siguió el mismo esquema de desarrollo de la mayoría de países asiáticos, basado en una mayor apertura de sus mercados al exterior, inversión en educación y una estrategia basada en la transformación productiva como mecanismo para posicionar productos con valor agregado en los mercados externos, uno de sus elementos distintivos fue que implementó tempranamente los cluster industriales, los cuales presentan distintas estructuras de desarrollo y de factores. Así, por ejemplo, están los clusters de alta tecnología desarrollados en torno a los centros de investigación, aquellos potenciados por la inversión extranjera, y un gran número que se han desarrollado en torno a los mercados y de actividades manufactureras tradicionales. Ello, entre otros, ha permitido cambiar la ingerencia de los rubros de producción interna en el PIB. Según un estudio realizado por el Li&Fung Research Centre, la formación de grupos industriales orientados a la exportación se remonta a la década de 1980, cuando algunas ciudades en Guangdong formularon políticas preferenciales para atraer a los inversionistas extranjeros para establecer fábricas de transformación a fin de utilizar las ventajas de territorio, costos laborales bajos y beneficios fiscales a los inversionistas extranjeros. Después de más de dos décadas de rápida expansión, se han desarrollado una amplia gama de agrupaciones competitivas de nivel internacional en una serie de industrias como la electrónica y productos eléctricos, productos textiles y prendas de vestir, calzado, productos de plástico, servicios financieros, logística, etc20.

19 En el caso de Chile, este país se ha vuelto en punto de triangulación para Argentina, Bolivia y Paraguay de productos chinos falsificados. Ver El Mercurio del 3/12/2009, página C-10. 20 Ver Reporte Macroeconómico Nº 35, “China en la Economía Mundial”, del Instituto de Estudios Económicos y Sociales, Sociedad Nacional de Industrias, Perú, febrero del 2010.


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(Extraído del Reporte Macroeconómico Nº 35 del Inst ituto de Estudios Económico y Sociales del Perú – febrero del 2010). A pesar de que el comercio exterior de China fue afectado por la crisis financiera mundial en el 2009 (cayó un 13,9 por ciento en relación al 2008), su balanza comercial continuó siendo favorable al país en US$ 196.100 millones de acuerdo a la Administración General de Aduanas. El comercio total del país ascendió a US$ 2,21 billones, de los que US$ 1,2 billones correspondieron a exportaciones (un 16% menos que en 2008) y US$ 1,01 billones fueron importaciones (una reducción del 11,2%). Esto, a pesar de haber afectado el empleo de entre 20 y 30 millones de trabajadores chinos, lo convirtió en el mayor exportador mundial21 con un 9,6% de las exportaciones totales. Uno de los países más desfavorecidos por la exportaciones chinas es Estados Unidos (importó US$ 270.000 millones y exportó a ese país apenas US$ 61.000 millones). En el caso de Comunidad Europea, si bien el déficit comercial en 2009 mejoró con China, pasando de 169.500 millones de euros en 2008 a 133.100 millones, como se percibe aún sigue siendo muy abultados.

21 ElEconomista.es del 10/01/2010.


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El turismo ha sido otra fuente importantísima de ingresos en la economía china. En un artículo del blog Asiaviaje titulado “China será el principal destino turístico del mundo en la próxima década”, se informa que la Organización Mundial del Turismo asegura que para 2020 China será el “principal destino turístico del mundo”, ya que se estima que en 2010 el número de visitas nacionales con fines turísticos llegará a 2.100 millones, en tanto que entrarán al país alrededor de 136 millones de turistas extranjeros. Un dato de la dinámica de este rubro lo grafica bien el hecho de que han abierto sus puertas en China, entre 1999 y 2008, un total de 10.243 nuevos hoteles según los datos oficiales22. En cuanto a los turistas chinos en el mundo, se estima que éstos bordearán entre 50 millones y 55 millones en 2010, sobrepasando los 49 millones registrados el 200923. Las razones de este auge son la seguridad, los costos, la modernización turística y hotelera, los efectos (duraderos) de los Juegos Olímpicos de Pekín en 2008, la Exposición Universal de Shangai en 2010 y la apertura, durante el próximo decenio, del parque Disneyland en Shangai, etc. China siguió el mismo esquema de desarrollo de los países asiáticos basado en apertura de los mercados, inversión en educación y una estrategia de transformación productiva para dar valor agregado. Sin embargo, un elemento distintivo fue la implementación temprana de cluster industriales diversos que impactaron en la conformación del PIB. 4.1.2. Inversiones Extranjeras y en el Extranjero Con la premisa del pragmatismo y desarrollo del país como base estratégica, hasta finales de 2009 China había autorizado en total el establecimiento de más de 680 mil empresas de capital extranjero, llegando la suma real de inversiones foráneas directas a US$ 945 mil millones. Inversión Extranjera Directa (USD, miles de millon es de dólares)

22 En www.asianviaje.com del 14 de enero del 2010. 23 En www.hosteltur.com del 26 de mayo del 2010.


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Fuente: Administración General de Aduanas, China. El año 2009, en medio de un descenso global de las inversiones transnacionales directas cercano al 40%, China mantuvo la recepción de capital exterior en US$ 90 mil millones (tuvo una reducción marginal de sólo 2,6%), lo cual la colocó en el segundo lugar del ranking mundial en recepción24. Gracias a la recuperación económica mundial, al plan de estabilización interno y a un marco de inversión en desarrollo25 cada día mejor del país asiático, las empresas extranjeras establecidas en China ofrecieron un desempeño optimista en general durante 2009, y muchas de ellas llegaron a ser nuevos motores de crecimiento para los negocios globales de sus matrices. Se prevé que, en los próximos años, China pueda recibir unos 100.000 millones de dólares en inversión directa extrajera (IDE) y que esa inversión se oriente cada vez más, como consecuencia de los compromisos en el marco de la OMC, a sectores como banca, seguros, distribución e infraestructuras. En la misma dirección de seguir incentivando la inversión a la vez de apaciguar las críticas frente a la falta de control y respeto por las normas de competitividad, la Viceministra de Comercio de China, Ma Xiuhong, afirmó que su país fortalecerá la protección del derecho de propiedad intelectual, perfeccionando el sistema institucional y jurídico al respecto y simplificando los trámites de autorización, con el fin de crear un ambiente más abierto y propicio para las inversiones. La alta 24 Radio Nacional de China (CRI on line) del 15 de abril del 2010. 25 La Agencia de noticias Xinhua informó el 12/04/2009 que el Consejo de Estado de China presentó nuevas regulaciones para la inversión extrajera, expresando que no apoyará proyectos contaminantes, de alto consumo de energía o en industrias con sobrecapacidad. En otros aspectos seguirá apoyando a las compañías chinas que cotizan en acciones; permite a las compañías con fondos extranjeros emitir bonos a mediano plazo; inhibe impuestos hasta fines del 2010 (aranceles, valor agregado y de bienes y servicios) a la importación de ítems para el desarrollo científico y tecnológico para centros especializados con fondos extranjeros; alicientes para invertir en las regiones del centro y occidente, etc.


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funcionaria también añadió que con la acelerada urbanización e industrialización de China, la construcción de infraestructura, el crecimiento de la estructura de consumo, la construcción medioambiental y ecológica, así como la asistencia social, encierran muchas oportunidades, y espera que los inversores logren un mayor desarrollo al participar en el proceso de desarrollo de China. En los últimos años China ha recibido una cuarta parte de la IDE en los países en desarrollo como consecuencia de su buen clima inversor, sus bajos costos laborales y, de manera creciente, su cada vez mayor mercado interior. Las empresas extranjeras realizan el 60% de las exportaciones chinas y han creado más de 120 millones de empleos. Esta inversión se dirige en un 90% a las provincias costeras y en un 70% al sector manufacturero. Pese a que China es uno de los mayores captadores de IDE mundial, por otro lado también hay que recalcar que se ha convertido a la vez en un exportador neto de capital. De hecho, en los últimos años, China se ha convertido en el mayor exportador neto de capital con 24,2% del total a marzo del 2009 al comprar la mayor parte de la deuda de EE.UU., desplazando así a Alemania al segundo lugar y a Japón al tercero (de acuerdo a la Agencia de Aduanas de China las exportaciones totales de 2009 fueron de más de US$ 1.2 billones26). Si bien en el 2008, el acumulado de IDE de China en ultramar era de sólo el 0,6% del total mundial, la tendencia va en aumento rápidamente. China tiene la mayor tasa mundial de ahorro (50% del PIB, en comparación con alrededor del 25% de Japón), los grandes superávit en cuenta corriente (más del 10% del PIB en 2008, comparado con el récord de 4,3% de Japón en 1983) y las reservas de divisas cuantiosas de $US1.95 billones. China, por otra parte, continuó aumentando sus inversiones internacionales en el 2009, colocando más de US$ 43.000 millones fuera de sus fronteras en sectores no financieros a pesar de la crisis mundial. Más del 40% de esta sextuplicación de inversiones desde el 2005 tomaron la forma de fusiones y adquisiciones, es decir, US$ 17.500 millones según las cifras del el Ministerio de Comercio. En un reciente informe sobre las fusiones y las adquisiciones de China27 los analistas de PricewaterhouseCoopers indicaron que se puede "esperar un crecimiento del 40% en 2010 de las inversiones, a medida que los compradores chinos ganen en confianza"28. En el 2009, en el contexto de la crisis, China y sus empresas aprovecharon la baja de los precios de los activos, la buena salud de la economía nacional y las 26 www.freepress-release.com del 16/01/2010. 27 www.iblnews.com del 15/01/2010. 28 Ibid.


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medidas de incentivo adoptadas por el gobierno como la flexibilización de los procedimientos de inversión en el exterior, y salieron de lleno a competir a nivel internacional y globalizarse, diferenciándose del resto del mundo cuyo volumen de adquisiciones tuvo una caída del 24% en el año. Por el momento, y con el apoyo del Estado, las inversiones están circunscritas a un reducido grupo de empresas (Lenovo, Haier, Huawei, TCL, ZTE, CNOOC, Sinopec, etc.), pero bastante diversificada geográficamente: un 40% en Asia (India, Hong Kong, Vietnam, etc.), un 30% en Europa (Reino Unido, Alemania, etc.); y, porcentajes menores pero creciendo en África, América Latina (en especial Brasil y Perú) o Rusia. Los principales sectores de inversión son los relacionados con Tecnologías de Información y Comunicación (TIC), industria pesada, electrónica, materias primas y la energía. Según el Ministerio de Comercio, las áreas de la "tecnología especializada, la distribución, las materias primas y la energía " fueron las más buscadas por los inversores chinos en 2009. En el sector de los recursos naturales el 2009, por ejemplo, la operación más importante fue la compra de la canadiense Addax Petroleum por parte del gigante Sinopec, primera refinería de Asia, por US$ 7.200 millones. La compra de Addax constituyó la segunda operación más importante de una empresa china desde 2005. Esta tendencia continuó viento en popa en el 2010. En el primer semestre del año, según datos de JP Morgan, el volumen total de adquisiciones en el extranjero por parte de firmas chinas alcanzó 55 mil millones de dólares, frente a los 356 mil millones de EEUU. China se ha convertido así en el segundo inversor mundial29. Los objetivos que mueven las inversiones de las empresas chinas (estatales o privadas) en el exterior son múltiples. Además de la voluntad de convertir sus empresas en grandes multinacionales, con este proceso pretenden esquivar barreras comerciales en mercados con dificultades para exportar, acceder a marcas renombradas, a tecnologías avanzadas y a conocimientos modernos de gestión, controlar fuentes de materias primas energéticas y no energéticas, etc. La acumulación de reservas en divisas ha sido impresionante en los primeros años del siglo XXI. Entre el año 2002 y mediados de 2007 las reservas en divisas de China han pasado de 291.100 millones a más de 1,8 billones de dólares, es decir, se han sextuplicado. A fines del 2009 las reservas de tipo de cambio subieron hasta los 2,4 billones de dólares30. 29 Santiso, Javier, “América Latina y Asia”, Infolatam del 17 de agosto del 2010. 30 The Wall Street Journal del 18/01/2010.


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Las razones por las que China (y otros países asiáticos) ha acumulado reservas son sabidas. Una de ellas es la esterilización del superávit corriente y/o de las entradas de capital, mediante la adquisición de divisas para así contrarrestar el aumento de la demanda de moneda nacional y, por tanto, su apreciación. Otra razón ha sido la de crear un seguro ante el riesgo de una crisis de balanza de pagos. No hay que olvidar que China vivió muy de cerca las crisis asiáticas de 1997-1998. Las enormes reservas de China y de otros países asiáticos han contribuido a la financiación del déficit exterior y público de Estados Unidos31. El economista Paul Krugman habla directamente de “un mal comportamiento” y “una amenaza” de China. Dice que “la política de mantener fijo el valor de yuan respecto del dólar empezó a resultar cada vez más extraña” y que “si se hubiese impuesto la dinámica de la oferta y la demanda, el valor de la moneda china se habría disparado”32. China es un de los mayores receptores de inversión directa extrajera (IDE), a la vez de convertirse en un exportador neto del cap ital y en un gran inversionista. 4.1.3. Energía, Materias Primas y Alimentos. Analista como Wei Jiang comentan que “el afán que tiene China por la seguridad energética es mucho más que un asunto económico. Tiene que ver con la estrategia de desarrollo integral de China, con la dirección del programa de modernización de China, con el tipo de China que está emergiendo como potencia mundial y, en última instancia, con si China será o no un líder responsable en la protección del medio ambiente mundial”33. Como lo expresa Pablo Bustelo, el consumo de energía de China se ha multiplicado por 2,7 (esto es, un aumento de 170%) entre los años 1990 y 2007, un aumento muy superior al registrado por el conjunto del mundo, que ha aumentado un 40%. Especialmente notable ha sido el fuerte aumento de su consumo de petróleo, que se ha multiplicado por 3,4 (esto es, un aumento del 240%), mientras que el consumo mundial ha crecido un 30%. A principios de la década, China importaba sólo el 24,8 por ciento de su consumo y hace veinte años se abastecía completamente. La demanda de crudo de parte de China ha crecido fuertemente y seguirá en los próximos años. Según la Agencia

31 Op cit, Bustelo Gómez, Pablo, págs 20 y 21. 32 El País.com del 01/11/2009. 33 Jiang, Wei, “Fueling the Dragon. China’s Quest for Energy Security and Canada’s Opportunities”, Asia Pacific Foundation of Canada, 2005, Vancouver.


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Internacional de Energía (AIE), cuyas investigaciones y datos son claves para el mercado de la energía industrial, China se convirtió en el primer consumidor de energía del mundo al usar el año 2009 el equivalente a 2.252 millones de toneladas de petróleo, es decir un 4% más que Estados Unidos que llegó a los 2.170 millones de toneladas. La AIE esperaba que esto se produjese en el próximo quinquenio, pero la crisis económica y la reducción energética implementada por Washington la adelantaron34.

En los últimos años, China ha tomado medidas para reducir su dependencia del petróleo importado desde Oriente Medio. Si en el año 2002 los principales suministradores eran Irán, Omán y Arabia Saudí, en el año 2008 se observa que el primer suministrador es Angola y que han aumentado apreciablemente los envíos provenientes de Kazajistán, Rusia, Sudán, Nigeria, Angola, Guinea Ecuatorial y Venezuela. Esto está indicando que China tiene intención de diversificar sus importaciones y depender menos de Oriente Medio y más de África, Rusia, Asia Central y América Latina de modo de asegurar su abastecimiento. También hay que destacar que las importaciones de gas natural se duplicarán entre los años 2005 y 201535 y se multiplicarán por diez entre los años 2005 y 34 La Tercera del 20 de julio del 2010, pág. 11. 35 Recientemente (19 de agosto del 2009) PetroChina y la estadounidense Exxon-Mobil acordaron que la primera comprará gas natural australiano a la segunda por valor de US$ 41.400 millones en


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2030. Inicialmente las importaciones chinas serán todas de gas natural licuado (GNL) pero hacia el final de ese período se estima que China empezará a recibir cantidades apreciables de gas por gasoducto desde Rusia y Asia Central. Finalmente, esta voracidad energética hará que China incluso se convierta en importador neto de carbón (en el año 2005 fue exportador neto). China ya consume el 17% de la energía del mundo, el 42% del carbón y el 10% del petróleo, y se espera que en los próximos años se convierta en el primer consumidor mundial de energía. Luis Oliveros escribía que “el alto y sostenido crecimiento chino de los últimos años hacen presagiar que en pocos años este país compita muy fuertemente con Estados Unidos por la supremacía económica mundial”36. Esto, además de la demanda creciente de recursos energéticos, también se ha reflejado en un alto interés por otros recursos como algunos metales, de los que ese país es un gran importador neto: hierro, zinc, plomo, cobre, aluminio o níquel. En esos seis casos, China representa entre el 15% y 33% del consumo mundial, es responsable de dos terceras partes del aumento del consumo mundial de los principales metales entre los años 1999 y 2005 y, por lo mismo, de su alza en los precios. Entre los años 2000 y 2004, por ejemplo, China fue responsable del 85% del incremento de la demanda mundial de hierro y del 75% del alza de la demanda mundial de cobre, como consecuencia del rápido aumento de su producción de acero, que pasó de 150 millones de toneladas en el año 2001 a 300 millones en 2004.

los próximos 20 años. La firma del acuerdo tuvo lugar ayer en Pekín en un acto a puerta cerrada, en la que estuvo presente el ministro australiano de Recursos y Energía, Martin Ferguson, quien señaló, que se trata del mayor contrato de exportación de la historia de Australia. 36 Oliveros, Luis, “Incidencias de la Economía China en la Demanda de Bienes Mundiales”, en Observatorio de Economía Latinoamericana Nº 90, enero del 2008.


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(Extraído del Reporte Macroeconómico Nº 35 del Insti tuto de Estudios Económico y Sociales del Perú – febrero del 2010). Por último, en cuanto a los alimentos y pese a algunas previsiones muy pesimistas que se hicieron hace años, China ha conseguido mantener la autosuficiencia alimentaria. Actualmente prácticamente no importa arroz o trigo y nada de maíz, aunque es un gran importador de soja o aceite vegetal. Es más, China es exportador significativo de algunos productos alimentarios (manzanas, mandarinas, vegetales, zumos de fruto, pescado y gambas de su industria de piscicultura, setas, etc.). Todo esto es especialmente notable a la vista del tamaño demográfico del país (1.300 millones de habitantes), de sus restricciones geográficas (tiene sólo el 10% de la superficie cultivable y el 6% del agua), del fuerte aumento de la renta per cápita en los últimos treinta años y de la demanda que ello incentiva, y de un proceso de industrialización y urbanización sin precedentes (transformación laboral). El crecimiento chino lo ha convertido en un devora dor de energía y materias primas, situación que lo ha hecho vulnerable a las inestabilidades internacionales y lo ha obligado a diversificar fue ntes de abastecimiento, segurizarlas con alianzas pragmáticas, así como pro mover procesos energéticos más eficientes . Es decir, lo ha llevado asumir un papel interno e internacional más “responsable” y proactivo .


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4.1.4. Las Interpelaciones al Sistema Este ritmo de crecimiento, en particular el uso intensivo de recursos energéticos y materias primas, están generando variadas preocupaciones por los efectos complementarios negativos que produce. Ya el 2004, por ejemplo, el director de la Comisión de Energía y Departamento de Protección Ambiental de Shangai, Chen Jinhai, hacía la siguiente apreciación: ”La preocupación, para expresarla sin reservas, es que el mundo puede no tener suficientes recursos energéticos y otros recursos naturales para que China continúe desarrollándose como hasta ahora, en especial a tal velocidad. Por otra parte, aunque este ritmo de crecimiento fuese sostenible, el agudamente creciente deterioro ambiental puede tornar inviable al país. Si mantenemos los patrones actuales, China no podrá volver a duplicar el tamaño de su economía, necesitaríamos la energía de Marte o de otros planetas”37. En todo caso, el gobierno chino ha negado las informaciones de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) que lo sitúan como máximo consumidor mundial de energía en 2009, por primera vez por delante de Estados Unidos38. A lo largo de estos decenios, los rápidos procesos de desarrollo económico, de urbanización e industrialización han sido acompañados por un sostenido deterioro del medioambiente. Pablo Bustelo, por ejemplo, destaca que en el año 2008 China se convirtió en el primer emisor mundial de gases de invernadero y que 16 de las 20 ciudades más contaminadas del mundo se encuentran en este país. Pero el tema es más complicado aún, al tener graves problemas de escasez y contaminación del agua (se estima que el 75% de los ríos y lagos están contaminados, al igual que el 90% de los acuíferos de las principales ciudades y baja disponibilidad del recurso (2.200 litros por habitante/año frente a una media mundial de 8.800 litros), erosión de los suelos y desertificación, contaminación del aire y lluvia ácida en el sur y suroeste, fuerte aumento de los desechos industriales y la importancia de los residuos urbanos, de los que sólo la mitad es tratada39. En suma, China vive actualmente una hecatombe medioambiental. Se trata de una amenaza muy grave no sólo para la calidad de vida de sus habitantes sino también para la sustentabilidad del desarrollo económico y para el crecimiento futuro40, así como para la sustentabilidad del resto del mundo (China junto a Estados Unidos representan el 40% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero).

37 En Navarrete, Jorge Eduardo, “La Reorientación Distributiva del Desarrollo en China”, Economíaunam vol. 3, Nº 8, agosto del 2006. 38 Agencia EFE del 20 de julio del 2010. 39 Bustelo, Pablo, op. cit., págs. 26 y 27. 40 Un trabajo interesante al respecto, resulta el Libro Verde de 2010 de ONG Los Amigos de la Naturaleza China.


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El problema le cuesta a China el 10 % del PIB y 750.000 muertes prematuras al año, según el Banco Mundial (Pekín sólo reconoce 400.000), motivos no menores para solucionarlo. Los esfuerzos no son tibios: China ha aprobado leyes para disminuir en un 20% el consumo de energía por unidad del PIB antes del 2010 y para elevar al 30% su energía renovable en el 203041. Los discursos oficiales aluden constantemente el tema del medioambiente42, Pekín ya ha advertido a las provincias de que medirá su éxito no sólo con el balance económico, como hasta ahora, sino también con el ecológico y a medidos del 2010 ya ordenó el cierre de más de 2.000 industrias contaminantes o enfrentarán reducciones de crédito y una suspensión de aprobaciones del gobierno43. Sin embargo, y tal como lo demostró en la Cumbre de Copenhague, China no está dispuesta a hipotecar su desarrollo (objetivo estratégico), en particular su ritmo de crecimiento por el medioambiente. En la conferencia climática de la ONU en Nueva York en octubre del 2009, el Presidente Hu Jintao trazó una línea que se mantuvo en Copenhague, al decir que los países emergentes ”no deberían ser forzados a asumir obligaciones que superen su grado de desarrollo, su responsabilidad y sus capacidades”, y China se considera un país emergente. Un país emergente también debe lidiar con aspectos sociales como la pobreza y la desigualdad. Cuando la actual generación de líderes chinos, encabezados por el hoy Presidente Hu Jintao y el Primer Ministro, Wen Jiabao, llegó al poder en el XVI Congreso del Partido Comunista Chino (PCCh), celebrado en octubre de 2002, lo hizo enarbolando la defensa de los más pobres y desfavorecidos. Durante los años transcurridos, el nivel de vida de la población ha crecido de forma ininterrumpida. El promedio de los ingresos disponibles anuales de los habitantes urbanos de China alcanzará los 15.781 yuanes (2.320 dólares) para el año 2010, según el “Plan Estatal de Acción sobre Derechos Humanos 2009-2010 de China” publicado por la Oficina de Información del Consejo de Estado. De acuerdo a este mismo informe, los ingresos anuales de los habitantes del campo subirán un 6 por ciento cada año desde los 4.761 yuanes (700 dólares) registrados en 200844. La explicación de esto la encontramos, entre otros, en el rápido crecimiento económico de China, en un mayor gasto social, ajustes importantes en el mercado del trabajo para reducir las disparidades, en una tasa de natalidad más baja y en la apreciación del yuan.

41 Por ejemplo, ya es el mayor productor mundial de turbinas de viento y paneles solares. 42 El Presidente Hu Jintao se comprometió en la ONU a fines del año 2009 a “reducir notablemente hasta el 2020 los creciente niveles de emisión de gases efecto invernadero por debajo de los niveles del 2005”, aumentar en 15% la cuota de mercado de combustibles no fósiles, fomentar medidas de ahorro de energía, de reforestación y propiciar una economía respetuosa de medioambiente. Cable DPA del 22 de septiembre del 2009. 43 www.periodicosiglo.com del 9 de agosto del 2010. 44 Xinhua del 13 de abril del 2009.


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Fuentes: Index Mundi Sin embargo y a pesar de estas positivas proyecciones, un estudio reciente del Banco Mundial reveló que existen cerca de 300 millones de pobres en China, una cifra sensiblemente mayor de lo que el Banco había estimado previamente45. La pobreza es más severa en aquellos sectores ubicados en los márgenes sociales y geográficos, ya sea en las áreas montañosas o en los desiertos que rodean el país. Lo mismo ocurre con las zonas dominadas por las minorías étnicas que por razones culturales e históricas casi no han sido beneficiadas del continuado crecimiento económico. Es decir, tal como ha crecido la riqueza, las desigualdades sociales han alcanzado niveles sin precedentes desde que el país inició las reformas económicas hace tres décadas. Así, junto a los cientos de millones de pobres, China también se ha convertido en el segundo país con más multimillonarios en el mundo (muchos ligados al PCCH) y en el segundo país consumidor de lujo, generando lo que The Guardian llamó una “aristocracia gigante” que se inclina por marcas como Rolex, Rolls Royce, Armani o Nokia46. En 2009, de hecho, China registró la mayor disparidad en los ingresos de los habitantes de la ciudad y de las zonas rurales

45 Las diferencias de las cifras con las del gobierno chino se anclan en parámetro distintos. Así, por ejemplo, a finales de 2008, la línea de pobreza definida por el gobierno chino era un ingreso anual per cápita de 785 yuanes, o sea, alrededor de 0,57 dólares diarios por persona calculados según la paridad del poder adquisitivo del dólar en 2005 o bien 0,31 dólares diarios por persona calculados según la paridad vigente entre el dólar y el yuan. Esta cifra es extremadamente baja si la comparamos con la línea de pobreza que recomienda el Banco Mundial, de 1,25 dólares al día por persona. 46 Ver, El Mercurio del 1 de septiembre del 2009, pág. A-7 y La Tercera del 14 de octubre del 2009, pág. 10.


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desde 1978: según reconocen las propias autoridades, el año pasado, los habitantes de las ciudades ganaron en promedio 3,3 veces más que los de las zonas rurales. Esa diferencia era sólo de 1,82 en 198347. BBC Mundo, citando a la ONU, advierte que los niños en edad escolar en la rica ciudad costera de Shangai reciben diez veces más ayuda económica que algunos estudiantes de zonas rurales48. El Gobierno, consciente del peligro que supone este hecho para la estabilidad social y la propia continuidad del Partido Comunista (PCCH) en el poder49, ha decidido redoblar los esfuerzos para reducir las diferencias. Así lo ha dicho el Primer Ministro, Wen Jiabao, en su discurso en la sesión anual de la Asamblea Popular Nacional en Pekín, donde refrenda las decisiones previamente adoptadas por el PCCh: "No sólo haremos la torta de la riqueza social más grande desarrollando la economía, sino que también la repartiremos mejor, basándonos en un sistema racional de distribución de los ingresos...Invertiremos de forma rotunda la creciente brecha de ingresos"50. Wen también aseguró que se acelerarán el proceso de implantación del sistema de seguridad social, tanto en las ciudades como en el campo, e impulsarán los planes para extender las pensiones de jubilación a los residentes rurales y las compensaciones a los trabajadores que sufran accidentes. Una de las medidas más importantes será la modificación del sistema de permiso de residencia o hukou, por el cual todo ciudadano chino está ligado legalmente a su lugar de nacimiento. La política actual ha sido criticada porque impide a los 230 millones de emigrantes internos acceder a los servicios educativos o sanitarios en igualdad de condiciones que los residentes de las ciudades en las que trabajan51. La huelga en la fábrica de Honda en la zona sur de China, una próspera región industrial que fabrica casi un tercio de las exportaciones, es un claro signo de descontento frente a la desigualdad. Si bien el primer ministro chino, Wen Jiabao, llamó a tratar mejor a los millones de trabajadores de su país, hecho que fue valorado por los trabajadores ("Al menos él nos hace sentir que los trabajadores no están siendo ignorados"), éstos pidieron una intervención política más formal

47 La Nación.com del 6 de marzo del 2010. 48 Ver, “Transformaciones de China en las últimas tres décadas” en BBC Mundo.com. 49 El tema de las protestas étnicas de los Uigures (una de las 55 minorías) que dejaron centenas de muertos, además de anclarse en las políticas de integración étnica con el poblamiento en la provincia de Xinjiang con miembros de la etnia Han (91% de los 1.300 millones), se relaciona a temas económicos como mejores puestos de trabajo para la etnia dominante. Ver El Mercurio.com del 21 de julio del 2009 y El País.com del 7 de julio del 2009. 50 El Pais.com del 5 de marzo del 2010. 51 Op. cit., El Pais.com del 5 de marzo del 2010.


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del gobierno para extender los recientes aumentos a los salarios mínimos en las regiones costeras de China52. En el ámbito más político, hay autores como Jonathan Story que piensan que “el régimen comunista chino ha llegado casi tan lejos en la reforma económica como puede llegarse sin acometer profundos cambios políticos”53. Esta observación aunque válida por los estrictos sistema de control estatal (protagonismo del Estado-Partido en la construcción de la vida - civilización material), se encuentra mediatizada actualmente por la propia modernización económica, en particular las transformaciones y sus efectos en la cultura estratégica de la China y que se expresan en la confianza en el crecimiento, orgullo nacionalista y paradójicamente un cierto grado de inseguridad54, entre otros. Teniendo presente estos cambios, la nueva generación de líderes del Partido Comunista Chino (PCCh) están dando prioridad a la implementación de lo que se denomina un poder nacional comprensivo (en contraste con el poder duro) en la perspectiva de dar cause a ciertas interpelaciones y facilitar una revitalización de la identidad nacional (hay que cumplir con ciertos estándares democráticos que imponen los distintos desarrollos a la vez de apaciguar descontentos que pudiesen alentar la ingobernabilidad y el fraccionamiento). En relación a esto último, por ejemplo en el ámbito electoral, resaltan las elecciones competitivas en casi 700 mil aldeas e involucrando a cerca de 700 millones de campesinos; el sistema municipal de “recomendación y selección abierta”, el que, si bien no es una elección directa, implica más participación de las bases ciudadanas; la posibilidad de presentación de candidatos independientes para los Congresos Populares hasta la ampliación de la selección competitiva dentro del mismo PCCh. Si bien estos procesos aún son precarios (con serios vicios) y poco competitivos, en el caso de China constituyen un signo muy esperanzador para el establecimiento de cambios mayores particularmente con el establecimiento de hábitos democráticos y sus efectos en la cultura estratégica y la estructura de poder. El poder nacional comprensivo, sin embargo, no contempla al movimiento Falun Gong que le disputa la llamada “civilización espiritual” de Deng Xiaoping al Partido con sus cerca de 100 millones de seguidores55 o las reivindicaciones nacionales de etnias minoritarias. En el ámbito legal-institucional también se han registrado algunos avances en una dirección democratizadora a pesar de la falta de coherencia entre lo escrito y la

52 www.latercera.com del 15 de junio del 2010. 53 Story, Jonathan, “China. Cómo transformará los negocios, los mercados y el nuevo orden mundial”, editorial, Mc Graw Hill, Madrid, 2003, pág. 92. 54 Interesante al respecto resulta el artículo de Michale D. Swaine “Perception of an Assertive China”, en Monitor Nº 32, Hoover Institution – Stanford University, primavera del 2010. 55 Ver artículo de Xulio Ríos, “Falun Gong inquieta a China”, en www.igadi.org


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práctica (además de las arbitrariedades, continúa la represión y castigos extremos como las ejecuciones56). Entre estos, por ejemplo, han destacado la formación de las personas que imparten justicia, donde a los fiscales y jueces se le exige ser profesionales y con postgrado (de ex militares sin mayor formación legal se pasa al prerrequisito de Maestría en Derecho); la irrupción masiva de la práctica privada de la abogacía para la protección y litigios de los ciudadanos; numerosas leyes de protección al ciudadano como la Ley de Litigio Administrativos de 1989 que permite demandar al Estado, la Ley de Servidores Públicos del 2005 que pone estándares de conducta a los funcionarios o la Ley de Compensaciones Estatales de 1994 que busca compensar los errores del Estado. Otro aspecto de esta nonata apertura es la circulación de la información. Si bien el Estado chino sigue manteniendo un férreo control de la información (censura) como lo demuestra el reciente conflicto con Google57, el Internet, la telefonía celular (800 millones de chinos lo tienen58) y la prensa independiente han sido eficaces instrumentos para reflejar los emergentes derechos civiles, doblándole la mano en variadas oportunidades a las autoridades más ortodoxas59. Es claro que el desarrollo económico y el proceso de integración a la globalización en China han traído consecuencias democratizadoras domésticas. Esto explica, aunque fue acusada de una maniobra de relaciones pública, la positiva apertura de una línea de correo estable para que la gente se comunique directamente con sus dirigentes máximos (Hu Jintao y Wen Jiabao han chateado antes). El sitio concebido como una “sintonía o guía de la opinión pública” de acuerdo a palabras de Hu Jintao, se balancea entre el apoyo y la crítica suave (no se aceptan críticas a las limitantes democráticas que impone el Partido Comunista). En este canal se puede alcanzar al Presidente del Partido Hu Jintao, a Wu Bangguo cabeza del Congreso del Pueblo, al premier Wen Jiabao, a Jia Qinglin de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo y a Li Chinagchun responsable de la propaganda partidaria. Sólo el primer día 37.746 mensajes recibió Hu Jintao60. A fin de cuentas, aunque con claros límites, esta práctica tiende a fortalecer las conductas democráticas de ida y vuelta.

56 Ver, entre otros artículos, “China ejecuta a nueve presos de Xinjiang”, El País. com del 1 de noviembre del 2009 y “Denuncian cárceles negras en China”, BBC Mundo 12 de noviembre del 2009. 57 Ver, entre otros, el artículo “Google prueba nueva estrategia en China”, BBC Mundo del 29 de junio del 2010. 58 CNN-Chile del 21 de julio del 2010. 59 Interesante en relación a los avances democratizadores resulta el artículo de John L. Thornton, “Un largo proceso”, en Foreign Affairs de abril-junio del 2008. 60 Financial Times del 14 de septiembre del 2010.


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Los procesos de desarrollo económico, de urbanizaci ón e industrialización, han sido acompañados por hechos negativos como son un sostenido deterioro del medioambiente o un aumento sin preced entes de las desigualdades sociales con la irrupción de los nuev os ricos, que han obligado al gobiernos a empezar a hacer ajuste, en especial en el plano político (democratización) y de la distribución. A unque con claros límites como lo demuestra la situación de Liu Xiaobo, Premi o Nobel de la Paz 61. 5. Las Implicaciones Estratégicas del Ascenso de Ch ina. La economía china tiene ya una masa crítica, un dinamismo y una integración en la economía mundial que hacen que ella hoy sea un factor esencial no sólo en las relaciones económicas internacionales. Sin temor a equivocarnos, podemos decir que la emergencia de China es hoy el capítulo central de la globalización. Desde otra perspectiva, el Banco Mundial ha dicho que China ha hecho en una generación lo que a la mayoría de los países le ha costado siglos. El historiador Paul Kennedy en el libro “Auge y caída de las grandes potencias” 62 deja claro que la base económica es indispensable para que un país se convierta en una gran potencia. Precisamente esta es la lectura que hace China de la caída de la URSS o de su propia historia cuando se vio convertida en colonia (mitad del siglo XIX y XX). Por lo mismo y respondiendo a este desafío, el padre de las reformas Deng Xiaoping decía: “queremos un país rico, fuerte y que nunca más pueda ser humillado”. China, en este sentido, considera que el incremento de sus recursos de poder soft (económico) le otorgará capacidades increméntales a ser aplicadas a la ampliación de sus espacios de influencia globales y regionales (factor que es combinado con el aumento también del hard power como se verá más adelante). De acuerdo a autores como Augusto Soto, este proceso de cambio estructural en la distribución global de poder se habría acelerado a favor de China con la crisis financiera mundial63.

61 La Tercera del 12 de octubre del 2010. 62 Kennedy, Paul, “Auge y caída de las grandes potencias” , Plaza y Janés, Barcelona, 1987. 63 Soto, Augusto, “Dimensiones actuales de la seguridad China (ARI)”, en www.realinstitutoelcano.org del 2 de julio del 2010.


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Zheng Bijian expresó ya en el 2006 que, ante los grandes desafíos, el gobierno chino seguirá adoptando tres grandes estrategias de trascendencia:

• La primera se relaciona a la necesidad de trascender el modelo de industrialización e impulsar uno nuevo, al considerarse el primero fuente de rivalidad por los recursos en guerras sangrientas y con alta inversión, alto consumo de energía y alta contaminación, lo que concluiría en un daño a sí misma como a otros. La nueva hoja de ruta de desarrollo chino se basa en la tecnología, la eficiencia económica, bajo consumo de recursos naturales respecto del tamaño de su población, baja contaminación ambiental y óptima asignación de recursos humanos. Hallar nueva formas de reducir el porcentaje de recursos energéticos importados y apoyarse más en los internos. El objetivo es construir una “sociedad frugal”. A fin de cuentas es lo que llaman “desarrollo científico”.

• La segunda se ancla al hecho de trascender las formas tradicionales que

han surgido las grades potencias y/o una definición internacional a partir de líneas ideológicas. China estará por encima de las diferencias ideológicas para luchar por la paz, el desarrollo y la cooperación con todas las naciones.

• La tercera es trascender modelos atrasados de control social y construir

una sociedad socialista armoniosa. Las funciones del gobierno chino se han transformado en forma gradual, en la que la autogestión va sustituyendo a la administración estatal. China fortalece sus instituciones democráticas y el estado de derecho, y trata de construir una sociedad estable con base en la civilización espiritual. Se ha puesto en marcha un gran número de programas ideológicos y de educación moral.

Frente a esto último y a los condicionamientos que ha impuesto el propio desarrollo económico y una inserción compleja y dinámica en el proceso de globalización, ha sido el propio Premier Wen Jiabao quien ha hecho declaraciones revolucionarias al abogar por garantizar “los derechos democráticos”. Dijo que “No sólo debemos avanzar en la reforma del sistema económico, sino también hacer avanzar el sistema político”. Agregó que si no se hacen reformas en el sistema político, no se logrará la modernización económica. Declaró que esto pasa por “garantizar los derechos democráticos y legítimos del pueblo...debemos resolver el problema de concentración excesiva del poder, crear condiciones que permitan al pueblo criticar y controlar al gobierno y reprimir firmemente la corrupción”64.

64 El Mercurio.com del 23 de agosto del 2010.


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La emergencia de China es hoy el capítulo central d e la globalización. Esta aseveración a nivel internacional está implicando u na recombinación de fuerzas y nuevos equilibrios en el poder global a p artir de la nueva trascendencia planteada por Pekín (ascenso pacífico ). A nivel interno, sus efectos están imponiendo lo que se denomina una soc iedad socialista armoniosa: eficiente uso de los recursos y bajo imp acto de los procesos, consolidación de las instituciones democráticas y d el estado de derecho, con mayor preocupación de los derechos humanos. 5.1. La Política Exterior de China.

Una primera condicionante de la política exterior de China, al igual que el resto del quehacer interno y externo, se relaciona al propósito de garantizar los intereses vitales del país, los que se pueden resumir principalmente en: supervivencia y desarrollo nacional, unidad nacional e integridad territorial (una sola China en referencia a Taiwán y otras zonas autonomistas). Muchos analistas piensan que, a pesar del enorme desarrollo y globalización del país, los líderes chinos aún siguen mirando la política exterior a través del prisma y los intereses de la política doméstica65. Desde una perspectiva constructivista, entonces, se asume una interdependencia entre los procesos políticos internos de China con el sistema internacional en su conjunto a partir de una concepción “estado céntrica” de las relaciones internacionales. Un segundo factor que condiciona la política exterior se relaciona al “sistema de creencias” que guía el quehacer de un “Estado-Civilización” de miles de años como lo es China, realidad que implica “ver el mundo” a través de una impronta histórica que entiende los cambios en la estructura de poder como extensos procesos de mutación política, económica y social. De acuerdo a este particular modo de percibir y analizar el entorno internacional, en el orden táctico los enfoques de política exterior de China sugieren una concepción del orden mundial entendido como –según lo expresa S. Hoffman– un “estado de moderación entre los actores”66, el rechazo a un orden mundial fundado en el triunfo universal de una ideología política, y con espacios posibles para la coexistencia y cooperación internacional. En el orden más estratégico, China basa su comprensión sobre la 65 Medeiro, Evan S, “China’s International Behavior: Activism, Opportunism and Diversification”, Rand Corporation 2009, pág.201. 66 Hoffman, Stanley, “ Primacy of World Order, American Foreign Policy since Cold War”, Ed. Mc. Graw Hill, New York ,1978.


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evolución del sistema mundial como resultante de la configuración de fuerzas que surgen, se desarrollan y desaparecen como parte de un continuo proceso de cambio histórico apoyado en los atributos materiales de poder (neorrealismo) sin por ello renunciar a adherir y usar a instituciones e instrumentos internacionales regulatorios (idealismo)67 en pro de sus intereses. Esto se traduce en una apreciación de parte de China de un traslado de poder del Oeste al Este, graficando con ello una declinación de Estados Unidos como potencia hegemónica y un tránsito gradual hacia un sistema multipolar donde China adquiera creciente influencia. Esto, sin embargo, no implica que China quiera ser par o reemplazar a Estados Unidos como principal potencia a partir de los grandes desafíos internos aún pendientes y los costos que se debe pagar por ello. Un tercer elemento se inscribe en la necesidad (y la política) de minimizar los efectos conflictivos que pudiesen generarse de los desarrollos estratégicos experimentados, interés que llevó a Deng Xiaoping a decir que “China necesita una política exterior de bajo perfil, hay que huir de los protagonismos”. Precisamente, y en este entendido, el liderazgo que elabora y conduce la política exterior rechazan la imagen de una China como "superpotencia", pensado que este concepto pudiese servir para impulsar posiciones más rígidas hacia China por parte de los Estados Unidos en materia de derechos humanos, de seguridad, de medioambiente, de estándares laborales, etc.; ayudar a relegitimar el fortalecimiento militar japonés y/o ruso en el contexto de esta irrupción y de la crisis coreana; y, eventualmente, forzar algún tipo de creación de una alianza contraria a sus intereses entre los Estados Unidos y algunos países de la ASEAN, entre otros. Evan Medeiros y M.Taylor Fravel describieron esta etapa de las relaciones externas de China de la siguiente manera: “China aún trata de maximizar sus intereses mediante la mínima participación en el exterior, sin comprometerse en las acciones de otras grandes potencias a la vez que adopta una postura de alta moralidad”68. Esto, sin embargo, no implica que China no compita con algunos intereses de seguridad de Estados Unidos como se aprecia en su gran proactividad en pactos de seguridad con su vecindad y en Asia. El sentido de esto, en todo caso, se ancla más en un interés defensivo de restarle capacidad de influencia relativa que en desbancarlo como se expresó de la primacía mundial.

Durante los años ochenta, el régimen encabezado por Deng Xiaoping formuló un proyecto de inserción internacional acorde con el proyecto de modernización y 67 Cesarin, Sergio “China: perspectivas de la política exterior en la post Guerra Fría”, Observatorio de la Política Exterior de China del 10 de junio del 2006. 68 Medeiros, Evan y Fravle, M. Taylor, “La Nueva Diplomacia China”, Foreign Affairs en Español, enero-febrero del 2004.


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desarrollo interno, condicionante que se mantienen hasta el día de hoy. Tal proyecto reconoció desde los primeros momentos la necesidad de contar con ayuda externa para lograr superar el atraso económico y científico que padecía China. Debido a que la diplomacia económica del régimen de Deng sólo incluía proyectos de cooperación con el exterior en aspectos técnicos, el liderazgo que surgía pudo justificar internamente ante los sectores más ortodoxos que la colaboración con Occidente resultaba ajena y no contradictoria a las directrices políticas e ideológicas del régimen. Además, una de las características básicas del régimen de Deng fue el mantener un perfil discreto por parte de la diplomacia china, sobre todo tras los acontecimientos de cambio de régimen ocurrido en el mundo socialista a partir de 198969.

En el período de post Guerra Fría, China se enfrentó a un entorno mundial percibido como amenazante para su proceso de modernización, tanto por el triunfo estadounidense sobre el bloque socialista como por la agudización de conflictos en la periferia como en el caso de las Islas Spratly o la cuestión de Taiwán. La respuesta del gobierno de Jiang Zemin a la amenaza estadounidense fue diversificar paulatinamente las estrategias de aproximación diplomática de la República Popular China, donde combinó bien el pragmatismo con una identidad nacionalista muy marcada. Así, por ejemplo, además de buscar asociaciones estratégicas con algunas organizaciones de integración y cooperación regional como el grupo ANSEA + 3, se fortaleció el diálogo con Estados Unidos (se garantizó que China no buscaría alterar el statu quo) y se normalizaron las relaciones con la Unión Soviética de modo de asegurar los contrapesos en las relaciones de poder, al mismo tiempo que se negociaba la recuperación de territorios considerados propios como Hong Kong y Macao, y se insistía en la reclamación de Taiwán.

Chinas desde el tiempo de Deng, apoyándose en una teoría de mediados de los años setentas de un mundo dividido en tres (las superpotencias, los subdesarrollados y los que están en vías de desarrollo como China), pudo desplegar y marcar una continuidad para consagrar sus objetivos. Así se presentó como defensor del denominado Tercer Mundo, reforzó su posición en una Asia Oriental en pleno crecimiento, tuvo intercambios comerciales con los países del Primer Mundo y se presentó como un socio independiente de las dos fuerzas de ese momento, todo en la perspectiva de mantener la colaboración tecnológica con el exterior.

69 Rocha Pino, Manuel de Jesús, “La Política Exterior como un Mecanismo para el Proyecto de Modernización en la República Popular China: Desarrollos Discursivo Durante los Períodos de Deng Xiaoping, Jiang Zemin y Hu Jintao”, en Observatorio de la Economía y Sociedad China, Nº 10, de marzo del 2009.


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A pesar de que entre 1990 y 1992 se produce un período de cierto aislamiento del país producto del temor a que existiese un contagio de los procesos acaecidos en Europa del Este y/o sanciones económicas derivadas de la masacre de la plaza Tiananmen70, la política exterior de la década de los noventas no cambió esencialmente y siguió la llamada estrategia de 24 caracteres de Deng: “Observar con calma; asegurar nuestra posición; afrontar los problemas de forma serena; esconder nuestras capacidades y esperar la llegada de nuestro momento; ser capaces de mantener un perfil bajo; y nunca reclamar liderazgo”71.

Sin embargo, los éxitos económicos cada vez más notorios y sus efectos en la estatura política estratégica del país así como los intereses que se derivaron de este proceso (entre otros, necesidad progresiva de energía y recursos), evitaron el anhelado tránsito silencioso planteado por Deng al aparecer en las percepciones mundiales como un antiguo imperio que renacía como el ave fénix, con gran extensión territorial y poblacional, con posesión de armamento nuclear y capacidad de actuar, y en cualquier caso de tener voz más allá de su región, especialmente gracias a su asiento permanente en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Este cambio en la apreciación global de la estatura de China incluso ha encontrado un “tunnig doméstico” que se ha reflejado en el cambio de la cultura estratégica (y la mentalidad) desde una que privilegiaba el sentido de víctima (shouhaizhe xintai) a una promotora de una identidad de “gran potencia” (daguo xintai)72.

Con el nombramiento de Hu Jintao como Presidente del Partido Comunista en 2002 se inicia la etapa más reciente en el proceso de conformación de una estrategia diplomática. Esta se caracterizó por una mayor institucionalización de los procesos políticos en comparación a los liderazgos anteriores, algo que demuestran mayor desarrollo y madurez societal, y que se ha reflejado en la formulación de la política exterior. Es precisamente, por ejemplo, en el período de Hu Jintao donde se recoge y moldea (se da respuesta) al indesmentible posicionamiento de potencia sustentado por China al anclarse en la teoría de la “emergencia pacífica” (traducida de Heping Jueqi) en la reunión anual de 2004 del Foro de Boao. Este concepto incubado por Zheng Bijian, fue descrito por Wen

70 Ibid. 71 Kleine-Ahlbrandt, Stephanie y Small Andrew, “La nueva diplomacia de China hacia las dictaduras”, Foreign Affairs en Español, abril-junio del 2008. 72 La cultura estratégica guarda relación con el conjunto de creencias que se encuentra cimentado una sociedad, con los patrones de comportamiento derivados de experiencias comunes y con la consideración hecha para la determinación de fines y medios apropiados para alcanzar la seguridad.


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Jiabao como una relación constructiva donde China "no estorbará, no amenazará ni sacrificará a nadie"73 en su desarrollo. La dirigencia consideró que para contrarrestar la influencia de la paradójica “teoría de la amenaza de China”74 que se levantaba con el concepto de superpotencia (a Pekín le preocupaba que la política de Estados Unidos hacia China se acercara más a la contención que planteaba Goerge F. Kennan, es decir mantener el comunismo chino dentro sus fronteras), debían enfatizar que el ascenso pacífico del país era condicionado por una “concepción pluralista del mundo”, modelado a través de una versión adoptada de ciertos elementos del confucianismo y reconociendo positivamente las diferencias existentes y uniéndolas en una diversidad. El liderazgo chino comenzó a formular su propia versión del concepto de “armonía” para respaldar la construcción de un “desarrollo socialista libre e independiente”, al mismo tiempo que aceptaba y buscaba incluirse en los procesos interconectados de la globalización. Precisamente en su discurso ante los asistentes al Foro de Boao de 2004, el propio Zheng Bijian realizó una referencia explícita a esta concepción confuciana de “armonía en la diversidad” (he er butong): “La tradición cultural china, caracterizada por la ‘unión en la diversidad’ y la ‘prioridad de la paz’, avanza para facilitar la coexistencia armónica con China y para compartir la prosperidad con la región de Asia Pacífico y el resto del mundo”75. A nivel interno, el cambio del discurso político presente en la transición entre los gobierno de Jiang Zemin y Hu Jintao tuvo que reinventar la tradición confuciana para dar un contenido ideológico al presente y forjar un camino para asumir una identidad china en la cual lo moderno y lo tradicional se complementan en lugar de confrontarse. China claramente aspira (y hoy declara) ser protagonista en el diseño de una nueva arquitectura internacional (ya es parte de la cadena de producción internacional). En esta prédica, el ministerio de Relaciones Exteriores de China publicó en su página web en el año 200376 un documento que revela los principios maestros de la política exterior de este país asiático. En éste se expresa que

73 “La emergencia pacífica de China, un elefante de amistad", Pueblo en Línea del 26 de abril del 2004. 74 Es paradójica por cuanto se le ve como amenaza y a la vez se le pide más participación en los asuntos mundiales, como lo hizo, por ejemplo, el ex subsecretario de Estado y actual Presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, ya en septiembre del 2005. 75 Op. cit. , Rocha Pino, Manuel de Jesús. 76 Ver, “Política exterior de paz bajo el principio de independencia y autodecisión” del 24 de agosto del 2003 en www.fmprc.gov.cn.


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China sigue invariablemente la política exterior de paz, cuya meta fundamental es defender la independencia, la soberanía (autodeterminación) y la integridad territorial, crear un favorable ambiente internacional para la reforma y la apertura al exterior de China, preservar la paz mundial e impulsar el desarrollo común. Estos principios se desglosan, en lo general, de la siguiente manera:

• Adhesión a los principios de independencia y autodecisión. Esto implica que en los asuntos internacionales, tomando en consideración los intereses del pueblo chino y otros pueblos y conforme a su percepción de lo correcto y lo erróneo de los asuntos de por sí, China decide sus posiciones y políticas, no cede ante ninguna presión exterior y tampoco contrae alianzas con ninguna potencia o grupo de países; no establece bloque militar, ni participa en la carrera armamentista y tampoco busca la expansión militar.

Este principio se ha visto en cierta medida relativizado por los impactos que han generado las interacciones entre los propios procesos de desarrollo interno y de éstos con la inserción dinámica y compleja en la globalización. Así, por ejemplo, el desarrollo del país ha traído un empoderamiento de la defensa, el desarrollo de intereses globales ha conducido a la alteración de políticas básicas, por ejemplo, hacia Corea del Norte y/o la ha llevado a participar en organismo de seguridad regional como el Acuerdo de Shangai.

• Oposición al hegemonismo y salvaguarda la paz mundial. China considera que todos los países, sean grandes o pequeños, sean fuertes o débiles, sean ricos o pobres, todos son países miembros en pie de igualdad de la comunidad internacional. En lugar de recurrir a la fuerza o amenazar con el uso de fuerza e intervenir en los asuntos internos de otros países bajo cualquier pretexto, dice que hay que solucionar los litigios y disputas entre los países por medio de consultas y solución pacífica. China nunca impone su sistema social e ideologías a los demás ni permite que otro país les imponga su sistema social e ideologías.

Claramente, desde el principio de esta década, estos dos puntos (es decir, ser más predictible y cooperativo multilateral) le han permitido a China delinear una política exterior que contrastó con la de EE.UU., especialmente la de la administración Bush Jr. que aparecía unilateral, coercitiva, de corte militarista y despectiva de la institucionalidad internacional. En esta misma dirección, China durante mucho tiempo evitó entrometerse en el desarrollo interno de otros países y/o delimitó sus posiciones internacionales a temas de alta sensibilidad interna como el Tibet 77 o Taiwán78. Tanto es así, que hasta el 2007 se había convertido

77 El Estado tapón que fue capturado en 1951 y que en 1962 constituye una de las causas de la guerra chino-india.


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en el principal socio comercial de países altamente cuestionados como Irán, Corea del Norte y Sudán, y el segundo más importante para Birmania y Zimbabwe, aunque las matanzas de Darfur y Birmania ya los ha hecho reflexionar respecto a los límites del principio de no intervención a pesar de sus interese económicos79 o miedos de efectos internos. A parte de la situación de Corea del Norte en octubre del 2006 cuando Pekín se entero sólo 20 minutos antes de una nueva prueba nuclear de Pyongyang y, en una inusual respuesta, calificó la acción de “desvergonzada”, cooperó con EE.UU. para imponer extensas sanciones y envió a un funcionario a advertir a Kim Jong Il sobre este tipo de actuaciones, lo más notable de esta reevaluación fue su rediseño frente al régimen de Sudán. Inicialmente Pekín proclamó que la masacre de Darfur era un asunto interno. Sin embargo, el genocidio y su exposición medial produjeron tres situaciones que afectaron directamente los intereses nacionales chinos: se empañaba el debut de su “soft power” al llamar algunas organizaciones no gubernamentales (ONG’s) a boicotear las “Olimpiadas del Genocidio”, se presentaba la posibilidad de generar una transferencia frente a temas de derechos humanos internos (Ej. Tibet) y se ponía en peligro el abastecimiento de petróleo al plantearse la posibilidad de extensión del conflicto a la vecina Chad y una respuesta militar y humanitaria internacional. Tal como lo expresó el embajador de China ante la ONU, Wang Guangya: “Generalmente China no envía mensaje, pero esta vez si lo hizo” al urgir al gobierno sudanés a aceptar un plan diseñado por el Secretario General Kofi Annan, desplegar 275 ingenieros militares en el contingente de 3 mil soldados de la ONU, apoyar el establecimiento de una fuerza de la ONU con la UA (Organización de Unidad Africana) de 20 mil soldados, etc. El propio Subsecretario de Estado de EE.UU. de la época, John Negroponte, dijo que China había “desempeñado un papel clave en la negociación del acuerdo”80 .

• Impulsar el establecimiento de un nuevo orden político y económico internacional que sea justo y razonable. China considera que este nuevo orden debe encarnar las demandas del desarrollo histórico y el progreso de la época y reflejar el deseo común e intereses recíprocos de todos los pueblos del mundo a partir de los cinco Principios de Coexistencia Pacífica (respeto mutuo a la soberanía y la integridad territorial, no agresión recíproca, ni intervención en los asuntos internos del uno al otro, igualdad y beneficio mutuo) y otras normas que rigen las relaciones internacionales de reconocimiento público.

78 Op cit. Medeiro, Evans, págs. 204 y 205. 79 Las tres grandes petroleras chinas, Sinopec, China National Petroleum y China National Offshore Oil tiene proyecto en Myanmar (ex Birmania). 80 Op. cit., Kleine-Ahlbrandt, Stephanie y Small Andrew.


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Esto explica la participación proactiva de China en los principales organismo internacionales mundiales, regionales y subregionales, formales e informales, de carácter económico, político o de seguridad. Esta participación, además de representar su estatura político estratégica y los intereses que la acompañan, le permiten empoderar su voz (ejemplo a través del G-20 o el BRIC81) a la vez de aislar a Taiwán para fortalecer una diálogo nacional como lo demuestra el histórico acuerdo comercial (Acuerdo Marco de Cooperación Económica – AMCE) firmado entre Pekín y Taipei82.

• Disposición a establecer y desarrollar sus relaciones de amistad y cooperación con todos los países adhiriéndose a los cinco Principios de Coexistencia Pacífica.

Esta política ha cobrado particular importancia a nivel vecinal o paravecinal. China, por ejemplo, ha sido muy proactiva en la solución de problemas con un gran número de sus países vecinos en la perspectiva de forjar zonas de paz y cooperación. A partir de 1991, por ejemplo, resolvió sus conflicto fronterizos con Kazajstán, Kirguistán, Laos, Rusia, Tayikistán y Vietnam en términos no siempre muy favorables: en muchos de ellos recibió sólo el 50% del territorio en disputa y en el caso de Pamir con Tayikistán aceptó sólo mil de los 28.000 kilómetros cuadros en disputa. También ha mejorado sus relaciones con la India (ambos países sostuvieron una guerra fronteriza en 1962) y ha adoptado una postura más pragmática en el manejo de las disputas territoriales sobre las costas, como las existentes por las islas Paracel, Spratly y Senkaku.

También ha promovido iniciativas de seguridad con países vecinales y/o paravecinales como la Organización de Cooperación de Shangai (OCS), entidad intragubernamental fundada el 14 de junio del 2001 por China, Rusia, Kazajistán, Kirguiztan, Tayikistán y Uzbekistán con el propósito de hacer frente a la amenaza emergente como el terrorismo, el separatismo y otros desafíos. El pináculo de este proceso fue el “Tratado de Buena Vecindad y Cooperación Amistosa” suscrito con Rusia el 2001 (ambos países comparten una cierta visión cuestionadora de EE.UU.). Asimismo, se ha mostrado muy participativo en foros asiáticos con presencia estadounidense como la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (ASEAN) en el 200383, promoción que refleja un viraje de 180 grados respecto a

81 En el caso del BRIC, a pesar de que no se toman decisiones y de las diferencias entre ellos (dos son democracias y dos están cuestionados, tres son nucleares y uno no, dos son más audaces y dos cautelosos, dos quieren más liberalización agrícola y dos no), le permite consensuar posturas. Ver Gallego-Díaz, Soledad, “Segunda Cumbre de los BRIC: Las potencias emergentes piden nuevo orden”, www.elpais.com del 16 de abril del 2010. 82 La Tercera del 30 de junio del 2010. 83 En el 2002 ya se había convertido en el único Estado no miembro que firma con ésta un Tratado de Amistad y Cooperación.


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las valoraciones frente iniciativas de esta índole de años anteriores84, además de marcar el sentido fuertemente transicional de la política exterior de la China85 de hoy.

Reforzar la unidad y la cooperación con los países en vías de desarrollo, en especial con los de sus proximidades, constituye una base de apoyo fundamental para la política exterior y de seguridad de China. Aparte de los conocidos problemas del Tíbet, Xinjiang y de Taiwán, Augusto Soto afirma que Pekín afronta cuatro situaciones externas complejas en su esfera más inmediata. De ellas dos tienen un carácter nuclear (las conocidas crisis con Corea del Norte e Irán que se han vuelto a activar en los últimos meses). Se puede argumentar que, hasta ahora, son situaciones de crisis controlada, pero no se puede negar que en escenarios mal resueltos le generarían a China una ola de refugiados o le complicarán su aprovisionamiento energético al menos. Otra crisis, la desencadenada en Kirguizistán en junio del 2010 entre kirguises y uzbecos, atañe a la convivencia interétnica y de facciones y tiene un alto potencial de propagación regional. A ella se suma Afganistán, un conflicto neurálgico para la interrelacionada región euroasiática y que igualmente agrega elementos de complejidad adicionales a la situación de China a partir de la crisis del 2009 en Xinjiang entre las etnias uigur y han86. Las protestas de Turquía y de Teherán por la condición musulmana de los uigures (Ankara también suma el sentido lingüístico), pueden verse sobrepasadas por acciones de “solidaridad” de los talibanes y Al Qaeda. Reflejando otros intereses en las proximidades, Georgina Higueras relata que “hambrienta de recursos naturales y de expandir sus mercados, China cultiva con esmero a vecinos y convecinos, bajo el principio ‘influir pero no intervenir’. (Agrega) que Vietnam, Laos, Camboya, Tailandia y Myanmar (Pekín es el principal apoyo a la dictadura birmana, a cuyo ejército suministra el 90% del armamento) se han convertido en el objetivo prioritario del polo de desarrollo que tiene como cabeza Kunming, la capital de la sureña provincia de Yunnan, que, con sus 42 millones de habitantes, es una de las zonas más deprimidas de China. En abril de 2008 los primeros ministros de los cinco países y su homólogo chino, Wen Jiabao, inauguraron oficialmente el llamado ‘corredor económico norte-sur’, la carretera asfaltada que une Kunming con Bangkok...”87, lo que sin duda traerá nuevos bríos a la zona.

84 Op cit, Medeiros, Evan y Fravel, M. Taylor. 85 Madeiros, Evan, op cit, pág. 207. 86 Op cit, Soto, Augusto. 87 Ver el artículo de Georgina Higueras, “China se extiende por Asia”, en El País.com del 4 de agosto del 2008.


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Fronteras de China

• China lleva a cabo su política de apertura al exterior en todas las

direcciones y está dispuesta, junto con diversos países y regiones del mundo, a ampliar en gran escala los intercambios comerciales, las cooperaciones económica y técnica y el intercambio científico y cultural para promover la prosperidad común sobre la base de igualdad y beneficio recíproco.

China entiende que la economía mundial es un conjunto interrelacionado e interdependiente, que ofrece oportunidades al mismo tiempo que enormes riesgos para el desarrollo económico de los diversos países. Por lo mismo, mantener la estabilidad y seguridad financiera global y prevenirse contra la crisis financiera, se han convertidos en desafíos compartidos de China con la comunidad internacional. En virtud de tal análisis y tras 15 años de negociaciones, por ejemplo, China ingresó el 11 de diciembre del año 2001 a la Organización Mundial de Comercio (OMC). China no sólo necesita un acceso continuo al sistema capitalista global (en especial para conseguir materias primas y energía), sino que también requiere de la protección que ofrecen las reglas e instituciones del sistema. Esto explica su activa participación en instancias tan diversas como el Banco Mundial, el Foro de Cooperación Económica de la Región Asia-Pacífico (APEC), el Consejo Económico de la Cuenca del Pacífico (PBEC), el Banco


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Asiático de Desarrollo (BAD), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Foro China-África (FOCAC, por sus siglas en inglés), etc.

• Activa participación en las actividades diplomáticas multilaterales como legitimación y empoderamiento de la defensa de la paz mundial y la estabilidad regional.

Siendo miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU y en el contexto de una interdependencia compleja88, China ha empezado a participar activamente en organismos multilaterales para deshegemonizar las decisiones y colaborar en la solución política de problemas internacionales y regionales importantes. China ha hecho un enorme esfuerzo por asumir y contribuir a la agenda de seguridad internacional, más allá de lo controversial que le resultan algunos temas o de los intereses particulares que los guían. Así, por ejemplo, se ha comprometido en algunas de las operaciones para el mantenimiento de la paz (OPAZ) de la ONU a pesar del recelo que le causaban durante la guerra de Corea89 y acciones multilaterales antipiratería (el 2008 se mandó la primera fuerza naval desde el siglo XV conformada por los destructores Haiku y Wuhan y una nave de abastecimiento, con un total de 800 hombres, para patrullar las costas de Somalia90); ha reiterado su oposición al terrorismo en todas sus manifestaciones; suscribiendo diversos tratados internacionales sobre el control militar y la prevención de proliferación de armas de destrucción masiva, punto conflictivo para China (Washington ha impuesto a Pekín 19 sanciones , que han afectado 32 empresas por contribuir en forma directa o indirecta a la proliferación de armamentos de destrucción masiva91); ha firmado varios instrumentos y convenciones relacionadas a los derechos humanos, civiles y políticos a pesar de los cuestionamiento que la afectan (Human Right Watch acaba de lanzar un informe sobre la represión en el Tibet92); etc. El involucramiento de China en diversas regiones está teniendo un impacto de doble vía: en las regiones y en la propia China. Esto, por ejemplo, ha llevado a Pekín a mostrase más dispuesto a intensificar su responsabilidad y cooperación

88 Ver, entre otros, el libro de Joseph Nye y Robert Keohane, “Power and Interdependence: World Politics in Transition”, Boston: Little-Brown, 1989. 89 Hoy, Pekín es el 14 mayor contribuyente de tropas a la misión de mantenimiento de la paz con cerca de 2.140 soldados y policías en 10 misiones de la ONU.Hay policías y soldados chinos en Sudán, Haití, Liberia y Líbano. El comandante de la fuerza de la ONU en el Sáhara Occidental es un ciudadano chino. 90 Ver, BBC Mundo del 19 de diciembre del 2008 y cable de France Press del 26 de diciembre del 2008. 91 Ver, Garrido Rebolledo, Vicente, “China, Potencia Nuclear: Programa Nuclear y Política de No Proliferación y Control de Armamentos”, en “China en el Sistema de Seguridad Global del Siglo XXI”, Monografías del Ceseden 108, enero del 2009, pág. 132. 92 El Mercurio del 23 de julio del 2010, pág. A-8.


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con la comunidad internacional para enfrentar los problemas globales como el deterioro del medio ambiente, la escasez de recursos, la pobreza, la desocupación, el excesivo aumento de la población, la expansión de enfermedades epidémicas, el abuso de drogas y las frenéticas actividades delictivas internacionales, temáticas que han repercutido también en la agenda interna. China hoy desarrolla una política Estado céntrica q ue relaciona el quehacer interno y externo con el propósito de garantizar lo s intereses vitales y permanentes del país. Esta política se desarrolla e n un escenario dinámico caracterizado por la transición del sistema interna cional hacia un nuevo orden donde China quiere jugar un rol preponderante . La voluntad nacional se expresa a través de un liderazgo pragmático que combina preceptos del realismo con idealismo en la perspectiva de explora r oportunidades abiertas por la globalización y maximizar ventajas de su cre ciente poder (hard y soft) y debilitamiento de otros actores. 5.2. Política de Defensa. La definición de la política de defensa de un Estado está supedita a una serie de condicionantes que tienen la particularidad de ser, por lo general, inmutables y exógenos al manejo de las autoridades gubernamentales. En este sentido, es posible afirmar que la política de defensa es una política de Estado que se define en el “punto de encuentro” entre la política internacional y la política doméstica, es decir y tal como lo expresa Eduardo Carreño, “hablamos de la sujeción de la política de defensa a una estrategia nacional asociada a la posición del Estado dentro del sistema internacional”93. Sergio Cesarin, con otras palabras reafirma lo anterior, al decir que “la modernización de las FF.AA. y el acrecentamiento del poder militar chino, son variables que acompañaron y han de seguir íntimamente relacionadas al crecimiento de la economía nacional”94, hoy globalizada por cierto. Es decir y tal como ha sucedido con la política exterior, la política de defensa de la República Popular China ha adquirido una nueva estatura estratégica a partir de los desarrollos (incluso subordinados) en los cuales se inserta. Christopher Foss, editor de Jane’s Armour and Artillery, reafirmó esto al decir que “China está

93 Carreño, Eduardo, “La cultura estratégica de la República Popular China: algunas consideraciones para el análisis”, columna de pág. Web de la Biblioteca del Congreso del 29 de agosto del 2008. 94 Cesarin, Sergio, op. cit., pág. 5.


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desarrollando una moderna fuerza altamente maniobrable capaza de operar en cualquier lugar tan bien, sino mejor, que los ejércitos occidentales”95. Si bien el líder de la revolución comunista Mao Zedong (1943-1976) pronunció en 1938, en una actitud de realismo puro, su famosa máxima de que "el poder político nace del cañón de una pistola", la política de defensa de la República Popular China (al igual que en la política exterior) complejiza el realismo con un idealismo confuciano en una ecuación más compleja. En esta dirección, la definición de su pensamiento estratégico ha permitido analizar las capacidades e intenciones de sus fuerzas armadas, siendo un punto importante en la definición, por una parte, la apreciación de la sociedad respecto de la situación de seguridad del país y la actitud de la nación frente al sistema internacional en sus aspectos de seguridad y, por la otra, la interacción de dos corrientes de pensamiento que coexisten: el confucianismo y la realpolitik. Este pensamiento estratégico da como resultado una concepción pacifista, defensiva y no expansionista; no obstante, también reafirma la idea de la guerra justa, el valor de la unificación nacional, el principio de la defensa activa y la alta sensibilidad a cualquier amenaza a su seguridad que llevan en determinados momentos a una reinterpretación de los principios orientadores tanto de la política defensa como de la política exterior.

Una retrospectiva ayuda a comprender mejor cómo se han plasmado estos conceptos, es decir, la evolución y dirección de la política de defensa de la República Popular de China. Así, en el momento de su fundación, China enfrentaba problemas internos y amenazas externas, lo que, entre otros, la empujó a buscar una cercanía con la Unión Soviética y desarrollar una estrategia defensiva basada en una consolidación de sus capacidades. Durante los cincuentas, el apoyo a la Corea comunista los obligó a enfrentarse a los Estados Unidos y el Ejército inicia un proceso modernizador. Ya finalizada la guerra de Corea, en 1956, las autoridades chinas deciden enfrentar una estrategia defensiva activa en contra de Estados Unidos al que veían como potencial enemigo, y centraron sus prioridades estratégicas a enfrentar posibles ataques a sus costas al sur del país.

Hacia mitad de los años sesentas, la política de defensa China se vio condicionada por la agudización de la confrontación global (Guerra Fría) que se empalmaba con problemas fronterizos. Esto llevó al liderazgo de Pekín a forjar hipótesis de amenazas múltiples y simultáneas de “los imperialistas estadounidenses”, “los revisionistas soviéticos” y los “reaccionarios indios” con los consecuentes desarrollos y despliegues militares.

95 Telegraph del 29 de septiembre del 2008.


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En los años 70s, el enfoque de la estrategia militar china se centraba en enfrentar una invasión soviética masiva, por lo que todas las regiones del norte del país se convirtieron en puntos estratégicos. Los esfuerzos nacionales fueron esenciales para enfrentar las amenazas, pero tanto para el país como para el ejército el estar en un constante estado de preparación para el combate supuso un gran peso para su economía y para el desarrollo de la defensa en una perspectiva más estratégica. Por lo mismo, al convertirse la paz y desarrollo en conceptos ejes (el propio Deng Xiaoping formuló en 1985 el juicio estratégico de asumir que no habría guerra durante mucho tiempo), los militares dejaron de prepararse para la guerra a gran escala o nuclear, para servir a los objetivos en tiempos de paz.

En 1988 el liderazgo chino implementó una estrategia de defensa activa que sirviera a la apuesta por el desarrollo económico y, al mismo tiempo, estuviera preparada para enfrentar conflictos locales y escaramuzas o guerras convencionales. Durante este período, el ejército se deshizo de un millón de hombres y mujeres. Este mapa estratégico volvió a modificarse en 1993 y se centró en ganar guerras en el ámbito tecnológico al tener como centro la prevención de incidentes derivados de la independencia de Taiwán apoyada fuertemente por EE.UU. Este cambio implicó poner énfasis en la calidad de las fuerzas armadas (capacidades, mando flexible, etc.) a la vez de cambiar el teatro de operaciones principal desde las zonas del norte, noreste y noroeste a las zonas costeras del sur.

El inicio del siglo XXI reafirma los ejes de la paz, el desarrollo y la cooperación en el desarrollo de la defensa de China a partir de un escenario internacional estable, aunque se haya constatado un aumento de los factores desestabilizadores. En este contexto, el Presidente Hu Jintao propuso que las fuerzas armadas ayudasen a garantizar el desarrollo de las oportunidades que se le presentan al país.

En relación al marco estratégico de la defensa, el “Libro Blanco” del Consejo de Estado define que China procura desarrollar “una defensa nacional fortalecida y Fuerzas Armadas fuertes, compatibles con los intereses de seguridad y el desarrollo nacional”, a la par de construir “una sociedad moderadamente próspera en todos los aspectos”. Un artículo de la agencia oficial Xinhua sobre el Libro Blanco del 2008, además de reafirmar la vinculación entre el desarrollo económico y la defensa, resalta que "los gastos militares deben crecer de acuerdo con las demandas de la defensa nacional y el desarrollo económico”96.

Dado que China ha estado creciendo cerca del 10% por varios años, su impacto en el aumento del presupuesto militar se ha convertido en factor de controversia como lo evidencian persistentes informes del Departamento de Defensa de

96 Agencia de Noticias Xinhua del 21 de enero del 2009.


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Estados Unidos al Congreso de su país. En el del 2008 se informa que China ha podido invertir “sumas importante en modernización militar” en avanzadas armas extranjeras; en investigación y desarrollo ligados a la expansión y modernización de la industria de la defensa; en el fortalecimiento de sus capacidades espaciales y cibernéticas; etc., todo lo cual “amenaza el equilibrio militar de la región”. El texto también critica a Pekín por la falta de transparencia, al sostener que en los datos oficiales se expresa que el presupuesto se ha prácticamente duplicado entre el 2000 y el 2008 (pasa de US $27.900 millones a US $60.100 millones), pero que ello obvia el “subregistro y que el presupuesto del 2008 pudo oscilar entre los US $105.000 millones y los US $150.000 millones97.

En el análisis del 2009 del Departamento de Estado de EE.UU., se expresa que China desarrollo una capacidad de acción militar cada vez más sofisticada contra Taiwán y expande su poder en el Mar de China Oriental y del Sur, el océano Índico y el Pacífico98. David Seney, viceasistente del la Secretaría de Defensa de Estados Unidos para Asia Oriental, sugirió que China está adquiriendo una capacidad militar superior a lo que corresponde a sus objetivos (salvaguardar la soberanía y la integridad territorial según Li Zhaoxing, ex ministro de Relaciones de Exteriores y actual portavoz de la Asamblea Popular Nacional )99. A este respecto, el departamento que dirige Robert Gates reitera que nuevas unidades para misiles, convencionales y de teatro, en varias ubicaciones de China podrían ser empleadas en el caso de distintas contingencias que no tienen que ver con Taiwán. También la Alerta Temprana y Control Aerotransportado (AEW&C, por su sigla en inglés) y programas de reabastecimiento aéreo podrían permitir operaciones aéreas en el Mar del Sur. Destructores y submarinos avanzados podrían proteger e impulsar los intereses marítimos de China hasta y más allá de la segunda cadena de islas (incluida Guam) -la primera abarca Taiwán- mientras que las fuerzas expedicionarias están mejorando su capacidad con nuevos equipos, tácticas y una mayor coordinación. A largo plazo, las mejoras de Pekín en los sistemas C4ISR (Command Control, Computers and Communications Information Surveillance and Reconaissance) podrían permitir a Pekín identificar, seguir y enfocar a objetivos en actividades militares "muy adentro" del Pacífico Occidental, asegura Washington. En todo caso, sentencia que pese a aspirar a ampliar su actividad más allá de su influencia geográfica inmediata, "la capacidad de China de mantener un poder militar a distancia aún es limitada en días"100.

China reniega fuertemente de estas acusaciones. El propio Li Zhaoxing expresó que “No hay tal cosa como gasto militar secreto” y que el presupuesto representa

97 www.laopinioncoruña.es del 27 de marzo del 2009. 98 www.elmostrador.cl del 18 de agosto del 2010. 99 www.elpais.com del 5 de marzo del 2009. 100 El Universal (Caracas) del 16 de agosto del 2010.


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“tan sólo el 1,4% del producto interno bruto, frente al 4% de Estados Unidos y al 2% de Francia o Reino Unido”101. El portavoz del ministerio de Defensa de China, Geng Yansheng, fue más duro al responder al informe del 2009, diciendo que “no respeta la realidad”, “critica el desarrollo normal de la evolución militar de China”, empeora las relaciones y exigió su suspensión102.

3,4

3,6

3,8

4

4,2

4,4

2003 2005 2006 2007 2008

Presupuesto militar - porcentaje del PIB

Fuente: Index Mundi

De todas formas, y más allá de las explicaciones, como lo reitera Thomas Harding, “China rápidamente está desarrollando un ejército muy moderno que estará en igualdad con los ejércitos occidentales (precisa, en una década sólo detrás de Estados Unidos) con capacidad de operar en cualquier parte del mundo”103. Precisamente el envío de tres barcos de guerra de China hacia las costas de Somalia en diciembre del 2008, inició la proyección militar de la nueva potencia mundial en la escena internacional. No fue un acto aislado, sino que el inicio de una presencia militar global de China, como corolario de su presencia económica munadial, tal como indica el “Libro Blanco Militar” del Consejo de Estado, dado a conocer por el Ministerio de Defensa el 20 de enero del 2009.

El propio Secretario Gates ha sido testigo del potencial militar chino en su viaje a Pekín a principios del 2011. Si bien se trataba de una gira para limar suspicacias, se encontró con la sorpresa de que China realizaba el primer vuelo de prueba de una avión prototipo (J-20) indetectable por los radares y que de acuerdo al periódico japonés Asashi Shimbun estaría en pleno funcionamiento el 2017104. El diario El País de España tituló: “China exhibe su músculo militar a Estados Unidos”105, mientras que el Secretario Gates declaró “Claramente (los chinos)

101 Ibid. 102 Op cit, El Mostrador del 18 de agosto del 2010. 103 Telegraph del 29 de septiembre del 2008. 104 El Mercurio 6 de enero del 2011, pág. A-4. 105 El Pais.com del 11 de enero del 2011.


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tienen el potencial de poner en riesgo alguna de nuestras capacidades...Tenemos que prestarles atención, tenemos que responderles como corresponde con nuestros propios programas...”. Desde hacía tiempo EE.UU. sabía que China quería construir una aeronave furtiva tipo stealth, perosu desarrollo ha sido más rápido de lo que calculaba Washington, concluyó el Secretario Gates106.

0 100 200 300 400 500 600 700

EEUU

China

Francia

R. Unido

Rusia

Japon

Alemania

A. Saudita

India

Italia

Brasil

Países que mas gastaron en Defensa el 2009 en U$ Mi llones

Fuente: BBC Mundo del 2 de junio del 2010

El concepto de desarrollo científico y su anclaje modernizador constituyen un proceso de “up grade” y homologación de la defensa de la República Popular de China a su grado de desarrollo e intereses estratégicos. Hablamos de “up grade” porque tal como lo relata Augusto Soto, “las tropas que entraron en Tiananmen para reprimir las protestas en la noche del 3 y 4 de junio de 1989...(y represión de la que fui testigo), mostraron un grado desigual de equipamiento y preparación. Perdieron demasiados vehículos a manos de civiles, por imprevisión e incapacidad107. Es decir, habían déficits y retrasos importantes en este ejército en términos de capacidades, más aún si consideramos que, tal como lo hizo saber en el 2004 el propio Hu Jintao en su calidad presidente de la Comisión Militar, en los casos de la Guerra del Golfo, los primeros golpes en Afganistán o en el conflicto 106 La Tercera del 10 de enero del 2001, pág. 23. 107 Soto, Augusto, ARI Nº 176, Real Instituto Elcano, del 11 de noviembre del 2004.


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de la ex Yugoslavia, la victoria apabullante fue gracias a la brevedad, la capacidad destructiva más que a la cantidad de efectivos desplegados, a la munición de alta precisión y alcance, a las fuerzas de reacción rápida, a la capacidad para actuar en el campo de batalla electrónica, a la alerta previa basada en satélites y su sincronización con los puestos de mando aerotransportados, a las contramedidas electrónicas y a las operaciones sigilosas, además de las operaciones combinadas108.

China está respondiendo a estos desafíos tal como lo constata el informe del Pentágono del 2009, al recalcar que “el Ejército Popular de Liberación (ELP) de China, que incluye al Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea, ha ido cambiando de ser un ejército masivo diseñado para librar prolongadas guerras terrestres de desgaste en China a uno que puede combatir y ganar conflictos en el corto plazo y alta intensidad a lo largo de sus fronteras, y en contra de ejércitos mejor equipados y entrenados. El esfuerzo de China para cambiar de un ejército revolucionario a una fuerza armada moderna, con alta tecnología, se ha visto impulsado por la adquisición de armamento avanzado en el extranjero, por las elevadas tasas de inversión en la defensa interna, y en la industria tecnológica y científica109, y por importantes reformas en la doctrina y organización de las fuerzas armadas”110.

Entonces, los intereses permanentes del país, la dialéctica entre el escenario interno y externo y el estado de las FF.AA., en primer lugar, se fijaron como objetivos fundamentales de la defensa: el “mantener la seguridad y unidad nacional (detener la escisión y alcanzar la reunificación); garantizar los intereses del desarrollo nacional; alcanzar el desarrollo sustentable y coordinado de la defensa nacional y de las Fuerzas Armadas; mejorar la efectividad de la FF.AA., que será medida esencialmente por el criterio de la informatización; implementar la estrategia militar de la defensa activa; proseguir una estrategia de autodefensa nuclear y fomentar el entorno de seguridad necesario para el desarrollo pacífico de China”.

Un segundo aspecto de este proceso de modernización de la defensa se da a través de la llamada estrategia de tres pasos111: sentar cimientos sólidos antes de 2010; tener un desarrollo considerable alrededor de 2020, y contar con un ejército informatizado en lo básico y capaz de cumplir la meta estratégica de ganar la

108 Ibid. 109 Ahí está, por ejemplo, la Universidad de Ciencia y Tecnología para la Defensa Nacional, fundada en 1953 y que hoy cuenta con más de 12 mil estudiantes que son formados por un personal especializado con maestrías, doctorados y post-doctorados. 110 En www.america.gov del 27 de marzo del 2009. 111 Dieterich, Heinz, “La Estrategia militar china para el Siglo XXI”, en www.rebelion.org.


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guerra basada en la informatización a la mitad del siglo XXI112. Esta modernización se concentra en la informatización, la planeación integral y la profundización de la reforma del sistema militar. China intensifica el “desarrollo combinado de la mecanización e información”, fortaleciendo lo militar mediante la ciencia y la tecnología, “desarrollando nuevos armamentos y equipos de alto tecnología, realizando el proyecto estratégico de entrenar a gente talentosa, conduciendo el entrenamiento en condiciones de informatización y construyendo un moderno sistema logístico, a fin de cambiar el modo de formación de las capacidades en el combate militar”. China “insiste” en optimizar el uso de sus “limitados recursos de defensa” mediante el “managment científico”113.

Una tercera variable se ancla a lo que se denomina “defensa activa”. En lo estratégico, China aplica el principio defensivo, de autodefensa y de ganar la iniciativa atacando solamente después de que el enemigo haya atacado. Esta actitud defensiva es la unificación de los esfuerzos de los tiempos de paz por evitar las crisis y la guerra y por prepararse para lograr la victoria de la guerra de defensa propia. Se adhiere estrictamente a una postura de “auto-defensa” e insiste en una estrecha coordinación entre el esfuerzo militar, político, diplomático, económico, cultural y legal (las capacidades nacionales) para construir un “entorno de seguridad favorable”. También es la combinación de la defensa estratégica con las operaciones ofensivas en las batallas y combates en la guerra. El Ejército chino se apoya en las armas y equipos de que dispone en la actualidad, hereda y desarrolla sus excelentes tradiciones, se adapta a los drásticos cambios operados en el terreno militar internacional, hace los preparativos para las guerras defensivas basadas en la informática y las tecnologías modernas, especialmente en las más altas. Una parte especial de esta tarea consiste en el aumento de las capacidades de mantener la seguridad “marítima, del espacio y del espacio electromagnético”.

Un cuarto concepto de la defensa está dado por la llamada guerra popular pero hoy bajo las condiciones modernas. Conforme al principio de combinar los tiempos de la paz con los de la guerra y del ejército con el pueblo y el concepto de reservar los efectivos militares en el pueblo, se generaliza y se fortalece la educación de la defensa nacional, se perfecciona el sistema de movilización de la defensa nacional y se eleva la capacidad de movilización de la defensa nacional. China siempre se

112 En un artículo del diario The Guardian en su versión electrónica del 20 del noviembre del 2008, titulado “China está ganado la guerra cibernética”, este periódico inglés dice que China está en condiciones de “demorar o interrumpir el despliegue de fuerzas militares estadounidense alrededor del mundo”, insinúa que han hecho ataques cibernéticos generando vulnerabilidad en las redes básicas internas de EE.UU. .y (agrega) que está robando grandes cantidades datos. 113 Op. cit., Dieterich, Heinz.


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basa en la gente para fomentar su sistema de defensa nacional114, combinando una fuerza activa (hoy de alrededor de 2.300.000 hombres) con una gran fuerza de reserva. Con los procesos modernizadores, China ha reducido el contingente del ejército en un millón de hombres en 1985, en 500 mil en 1997, en 200 mil en 2003, y más 200 mil a finales de 2005. En el caso de las reservas y la milicia, cercanas a los 30 millones de acuerdo a la Central de Inteligencia de Americana (CIA), éstas optimizan constantemente su estructura y nivel de entrenamiento.

320

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2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009

Fuerzas militares Chinas - disponibilidad en millon es de personas

Fuente: Index Mundi .

Un quinto factor es el desarrollo de la doctrina nuclear. Menos de diez años después de la fundación de la República Popular China, este país estableció su industria nuclear (1955) después de que Mao Zedong sentenciara que "en el mundo de hoy, sin ellas seremos irremediablemente atacados". En Octubre de 1964 (sólo una década después de creada esta industria) China detonó su primera bomba atómica. Dos años más tarde, en junio de 1967, hizo explotar la primera bomba de hidrógeno y, finalmente, en agosto de 1971 lanzó la primera bomba

114 China aprobó una ley el 2010 que permitirá movilizar a toda su población activa, más de 800 millones, para labores de defensa, apoyo en combate, rescate y seguridad en caso de amenaza militar. La ley, que se discute desde el 2000, fue aprobada por el Comité Permanente de la Asamblea Nacional Popular (ANP, Legislativo). El borrador de la ley incluía a los hombres entre 18 y 60 años y las mujeres entre 18 y 55, con algunas excepciones como los trabajadores en escuelas, guarderías, orfanatos y organizaciones de bienestar social, y funcionarios de la ONU. La movilización sería dictada por el Consejo de Estado (Ejecutivo) o la Comisión Militar Central (cúpula del Ejército), "cuando la soberanía del país, su unión, integridad territorial o seguridad nacional estén directamente amenazadas". Agencia EFE del 26 de febrero del 2010.


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nuclear submarina. Con estos tres hitos la República Popular China ya ingresaba al selecto "Club Nuclear".

Esta concepción disuasiva encuentra un nuevo impulso cuando Deng Xiaoping señaló hace tres décadas que China necesitaba desarrollar un escudo nuclear para "hacerse con un lugar más importante en la escena internacional en un futuro nuevo orden mundial". Esta máxima se ha cumplido plenamente como lo afirman el general Jing Zhiyuan, comandante del Segundo Cuerpo de Artillería del Ejército Popular de Liberación (EPL) de China, y Peng Xiaofeng, comisario político de la misma fuerza de misiles, al establecer que sus tropas habían establecido con éxito una táctica de "disuasión estratégica" a través del fortalecimiento de la capacidad de ataque intercontinental y la creación de un inventario de misiles versátil, que combina armamento nuclear y convencional115.

La política nuclear de China, además, declara el no uso de armas nucleares contra aquellos que no posean este tipo de armas y suscribió el “Tratado de No Proliferación de 1995”, aunque lo considera discriminatorio porque categoriza a las naciones en dos grupos: los Estados nucleares que tienen muchos privilegios y los no nucleares sin derechos en este campo. Además argumenta que el Tratado prohíbe solo la "proliferación horizontal", es decir la difusión de las armas nucleares, pero no impide lo que llama la "proliferación vertical", la que entiende como la intensificación de las armas nucleares dentro de los Estados que ya las poseen (los del “Club Nuclear)”.

Esta política, sin embargo, también esta pensada para cubrir sus necesidades de fluido eléctrico. China, al respecto, aseguro haber dado un gran salto al reprocesar sus barras de combustión gastadas para sus centrales nucleares. Gracias a nuevas tecnologías, las reservas de uranio descubiertas en el territorio nacional alcanzarían para un período de hasta tres mil años (ahora sólo alcanzaban entre 50 y 70º años). El nuevo procedimiento permitirá recuperar plutonio y uranio de las barras de combustible gastada, con una eficiencia 60 veces mayor de lo que ha sido el caso hasta ahora116.

Un sexto elemento de la modernización de la defensa, se refiere a las fuerzas naval, aérea y terrestre. De los años 50 hasta los 70s, la Armada estaba dedicada a operaciones defensivas de las costas. Desde los 80s ha ocurrido una transformación estratégica hacia operaciones en alta mar. A partir del siglo XXI, la Armada está desarrollando sus capacidades de “operaciones integradas en alta mar, de disuasión y contraataque estratégicas, de conducir operaciones a gran distancia y enfrentar amenazas no-convencionales a su seguridad” como la

115 En Spanish.china.org.cn del 3 de febrero del 2009. 116 La Tercera del 4 de enero del 2011, pág. 22.


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piratería117. Esas capacidades son tanto nucleares como convencionales. La fuerza submarina cuenta con ucleares estratégicos misilísticos, nucleares de ataque y convencionales. Como lo expresa Mario Ignacio Artazar “cualquier país que aspira a desempeñar un papel más protagonista en la agenda internacional actual, requiere de unidades navales que otorguen la necesaria flexibilidad para operar en distintos escenarios proyectando así, la real fuerza y capacidad de respuesta que desea imponer si acaso sus legítimos intereses están en juego”118. Y así lo demostró en el 60º aniversario de la fundación de la Marina, cuya celebración estuvo encabezada por primera vez por dos submarinos atómicos (Larga Marcha 6 y Larga Marcha 3), acompañados de submarinos convencionales, destructores, fragatas, aviones de reconocimiento, cazas y cazabombarderos119.

La Fuerza Aérea, que estaba dedicada a la defensa territorial, desde los 90s ha transitado hacia una fuerza capaz de operaciones defensivas y ofensivas y con ciertas capacidades de ejecutar “ataques de precisión de largo alcance y operaciones de proyección estratégica”. China está transformando su industria aérea tanto civil como militar, por ejemplo, fusionando las fábricas AVIC I y II o fabricando partes para los aviones Airbus y Boeing (plantea construir una avión que compita con ellos), el M-60 (una versión alargada del XI’an Y 7-200, que a su vez es una versión del Antonov An-26), los helicópteros ERJ 145, aviones a reacción ARJ-21, los de combate FC-1 Xialong o Jianji 10 hasta el citado caza “invisible” J-20 de quinta generación para satisfacer sus necesidades de seguridad, la de socios tradicionales como Pakistán, Bangladesh o Sri Lanka o simplemente para el mercado mundial.

En cuanto al Ejército de China, su doctrina también ha evolucionado de la defensa territorial hacia la “movilidad transregional” y un no declarado sentido expedicionario, producto del propio proceso de desencapsulamiento del país y de su estatura político-estratégica que define sus intereses vitales más allá de sus fronteras. Esto ha implicado, entre otros, hacer gradualmente sus unidades más pequeñas, modulares y multi-funcionales. Otras prioridades la constituyen el desarrollo de misiles tácticos y operacionales, cohetes tierra-aire y fuerzas

117 El experto en antiterrorismo del Instituto de Relaciones Internacionales Contemporáneas, Li Wei, expresó que “la participación de China (en operaciones antipiratería) envía un mensaje político fuerte a la comunidad internacional: China, con su actual fuerza militar y económica, quiere desempeñar un papel mayor en el mantenimiento de la paz y la seguridad internacional” . BBC Mundo del 19 de diciembre del 2008. 118 Artazar, Mario Ignacio, “Las Renovadas Ambiciones Navales de China”, en revista Enfoque Estratégico del 5 de diciembre del 2008. 119 Emol del 24 de abril del 2009.


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especiales, a fin de incrementar sus capacidades de operaciones integrales aire-tierra, maniobras a larga distancia, asaltos sorpresa y operaciones especiales. El siglo XXI está consolidando a la República Popular China como una potencia internacional, estatus que la obliga hacer frente a nuevas amenazas, y de un modo que necesariamente implica una revolución en el ámbito de la defensa nacional. Las autoridades chinas lo han entendido así, reforzando para ello la modernización de sus cuerpos armados en aspectos centrales como la reducción y profesionalización de sus fuerzas, la adquisición de nuevo equipamiento, la transformación del sistema educativo militar y, principalmente, la revisión de su doctrina estratégica, la cual se sustenta hoy por hoy en fortalecer el uso de la información y las tecnologías asociadas como instrumentos político-militares. El “Libro Blanco Militar”120 define explícitamente como amenazas a la seguridad china a ciertos movimientos independentistas relacionados con Taiwán, Tibet y Xinjiang y a la política militar estadounidense. Afirma que “encontrándose en una fase de transición económica y social”, China necesita contrarrestar la presencia militar estadounidense en la región: Washington “ha incrementado su atención estratégica e insumo en la región del Pacífico y Asia, consolidando sus alianzas militares, ajustando sus despliegues militares y aumentando sus capacidades militares”. El malestar que causó la venta de armas a Taiwán121 así como los ejercicio militares con Corea del Sur 122 en el 2010, son un claro ejemplo del anclaje chino en estas materias. Y, por lo mismo, dicen que la respuesta del dragón chino al águila occidental es la construcción de “nuevos tipos de submarinos, destructores, fragatas y aviones de combate”. Así también lo entiende el Almirante Robert F. Willard, Jefe Supremo del Comando del Pacífico, quien expresó que “la transformación rápida y comprensiva de China de sus fuerzas armadas está afectando el equilibrio militar regional e incrementa las implicacias más allá de la región Asia-Pacífico...La preocupación especial es que los elementos de la modernización militar de China parecen diseñados para desafiar nuestra libertad de acción en la región”123. El desarrollo de las FF.AA. de la República Popular China, en particular el desarrollo armamentístico, no sólo genera preocupación en Estados Unidos, sino también en vecinos como la India, Japón, Rusia y paravecinos como Australia. Por

120 Publicado en www.geahblog.org del 29 de abril del 2009. 121 El paquete incluye 60 helicópteros Black Hawk, 114 misiles Patriot (PAC-3), dos barcos anti minas Osprey remodelados y diversos sistemas de tecnologías de la información por valor de US $6.400 millones. 122 Fue un ejercicio de demostración de voluntad y fuerza hacia Corea del Norte, en el que participaron el portaaviones George Washington, una veintena de buques de guerra y cazas de combate F-22. 123 www.espejoaeronautico.com del 31 de marzo del 2010.


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cuestiones y motivaciones diferentes, estas irían desde el temor japonés y australiano, pasando por la sospecha de Rusia a la rivalidad regional en el caso de la India. Por el Norte, Rusia se debate entre dos tendencias: por un lado, requiere de las divisas chinas y necesita a este país para conformar un frente alternativo a Occidente (ahí están, por ejemplo, la Organización de Cooperación de Shangai y el BRIC); por otro, aún hay una huella de desconfianza desde los años de confrontación ideológica de los 60s, fundida con una lucha por la hegemonía y/o primacía regional (los rusos ven a los chinos como una potencia emergente y a ellos mismos como una que en parte fue) a pesar de que la cooperación regional ha incluido arreglos territoriales. El caso de la rivalidad de la India, además de los territorios reclamados o de la venta de armas chinas a su enemigo Pakistán, se trata de los dos países más poblados del planeta, de dos economías similares que crecen y compiten, que poseen alta tecnología, además de armas nucleares. A pesar de los avances modernizadores de la defensa en China y como lo plantea Alexandre Calvo, para órganos de difusión de las propias FF.AA. como el People Liberation Army Daily, hay factores mediatizadores para completar este proceso como un pensamiento conservador que impiden los cambios y, por lo mismo, la modernización de la defensa; en particular resalta la falta de creatividad y la apertura de miras. La conclusión que sacan estos medios es que “se deberá aprender de los ejércitos extranjeros”124. Anclado en el proceso de desarrollo, el pensamiento estratégico de la defensa China combina el realismo con un idealismo confuciano en una ecuación más compleja y que da como resultado una c oncepción pacifista, defensiva y no expansionista con la pistola de Mao Zedong a partir de la reafirmación de la idea de la guerra justa, el valo r de la unificación nacional, el principio de la defensa activa y la alta sensibi lidad a cualquier amenaza a su seguridad. Esto ha llevado no sólo a la preparac ión y modernización de la defensa, sino que en determinados momentos incluso a una reinterpretación de los principios orientadores, por ejemplo, para s atisfacer intereses estratégicos globales.

124 Calvo Cristina, Alexandre, “La doctrina militar china es obsoleta”, en www.revistatenea.es del 17 de agosto del 2010.


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5.3. La Política Hacia América Latina. 5.3.1. El Marco Histórico. Cada vez se hace más evidente que China ya es una potencia global. En todo el mundo en desarrollo, específicamente en África, América Latina y el sudeste de Asia, su presencia diplomática, su asomo militar, su despliegue cultural y su influencia económica (el “soft power”) se fortalecen día a día, además de la promoción de la enseñanza del idioma mandarín, a través del financiamiento de obras de infraestructura y proyectos para la extracción de recursos naturales, la ayuda en la ejecución de proyectos para el desarrollo y la participación de empresas estatales chinas en joint ventures en varios países de economías emergentes hasta malls repletos de productos Made in China (o copied in China como algunos prefieren verlo). Si bien Pekín es todavía una fuente menor de ayuda a nivel mundial en términos de subvenciones para el desarrollo, cuando se incluyen sus préstamos y concesiones comerciales, la asistencia técnica y las inversiones en las que el Estado chino juega un rol directo o subsidiario, la República Popular China se está transformado en una fuente importantísima de ayuda económica. Hay teorías (avaladas en diarios y cartas náuticas y en una copia de un mapa hecha en 1763 que data supuestamente del original de 1418) que afirman que el legendario almirante chino Zheng He (cruzó los océanos entre 1405 y 1418) se adelantó a Cristóbal Colón en 70 años en el descubrimiento de América. Para otros, como Sergio Cesarin, los nexos de China con la región se remontan al comercio entre China y México (bajo dominio español) y entre Macao y Brasil (bajo dominio colonial portugués), más la presencia de los chinos expulsados por el imperio en la región. Estos constituyen los primeros registros históricos comprobados de las relaciones chino-latinoamericanas125 desde las postrimerías del siglo XVI. Posteriormente, a mediados del siglo XIX, el auge de las plantaciones agrícolas y la escasez de mano de obra disciplinada, condujo a que se desarrollara un tráfico de “culiés” o trabajadores chinos (con un contrato forzoso) hacia Cuba, islas del Caribe, Perú y, posteriormente, pasaron a Chile una vez libres de sus contratos. Se trata, en todo caso, de vínculos que empiezan a cobrar mayor intensidad a mediados del siglo XX a pesar de que, entonces, los principales países latinoamericanos mantuvieron relaciones diplomáticas con Taiwán en detrimento de su reconocimiento formal a la nueva China formada tras la revolución (1949). Durante estos años China desplegó una fuerte proactividad diplomática dirigida

125 Cesarin, Sergio, op cit pág. 50.


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tanto al Estado como a sectores no gubernamentales en la perspectiva de establecer lazos amistosos, desarrollar intercambios culturales y económicos y, a la postre, establecer relaciones diplomáticas. El 28 de septiembre de 1960 la República Popular China y Cuba establecieron relaciones diplomáticas, lo que convirtió a este país caribeño en el primero en la región en establecer vínculos oficiales con China. Durante la década de los 50, China también promovió activamente los intercambios gubernamentales y no gubernamentales (autoridades, dirigentes políticos, sindicales, estudiantiles, de la cultura, etc.). Esto implicó que, entre 1950 y 1959, unas 1.200 personalidades de 19 países de América Latina visitaran China. Entre éstos, por ejemplo, destacaron figuras de la talla del general y Presidente de México, Lázaro Cárdenas, el Presidente de Guatemala, Jacobo Arbenz y el Presidente de Chile, Salvador Allende. En esta década, por otra parte, China envió a América Latina conjuntos artísticos, delegaciones sindicales y grupos comerciales. Estas visitas ampliaron la influencia de China, contribuyeron a fortalecer la comprensión mutua y jugaron un papel de puente entre estos dos espacios geográficos tan distante. También comenzó el intercambio comercial y económico no oficial o semioficial, el que alcanzó en esta década sólo a US$ 30 millones. Durante la primera mitad de los sesentas, la política China hacia la región experimentaba un desarrollo relativamente rápido. Era una política que se caracterizaba por un extremo pragmatismo como lo señalara el propio Mao Zedong: “Si los países de América Latina quieren establecer relaciones diplomáticas con nosotros, los acogeremos con gusto. Si no, podemos hacer negocios con ellos; sino quieren hacer negocios con nosotros, podemos hacer otros intercambios”126. En este marco de flexibilidad, se constataron tres líneas de trabajo:

• En el ámbito económico, con ciertos vaivenes, se verifica un desarrollo constante del volumen del comercio bilateral. Así, se pasa de un poco más de US$31 millones a US$ 343 millones aproximado en el quinquenio 1960-1965 (el volumen acumulado fue de US$ 1.300 millones), para caer en el quinquenio siguiente por diversos factores (golpes de Estado en la región, pugna URSS-China, revolución cultural, etc.) y volver a retomar su ritmo de crecimiento en los setentas, fecha en que se firmaron acuerdos económicos con más de 10 países y se intercambiaron más de 50 delegaciones comerciales.

126 Shicheng, Xu, “ Las diferentes etapas de las relaciones sino-americanas”, Nueva Sociedad 203, mayo-junio del 2006, pág. 103.


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• Un segundo carril estuvo caracterizado por el apoyo a movimientos y/o

causas independentistas y antiimperialistas. Así, por ejemplo, durante la década de 1960 Mao Zedong manifestó su apoyo al reclamo de Panamá por la soberanía del Canal y respaldó al pueblo dominicano ante la intervención armada de EE.UU. en mayo de 1964. Sin embargo, en el caso de Cuba, se abstuvo de un apadrinamiento más global producto de la cercanía de la isla con la ex URSS y por evitar que las malas predisposiciones escalaran con EE.UU.

• Un tercer aspecto de la relación estuvo encaminado al establecimiento

de vínculos diplomáticos y al desarrollo de apoyo a políticas nacionalistas ancladas muchas de ellas en el marco del No Alineamiento como derechos marítimos, zona libre de amenaza nuclear, defensa de los precios de los productos primarios, nuevo orden económico internacional, etc., todas políticas muy concordantes con el estadio de desarrollo chino y su política de “los tres mundos”127.

Con el fin de la Guerra Fría, la República Popular China debió enfrentar los acontecimientos de Tiananmen del 4 de junio de 1989. Esta matanza de centenares de civiles que pedían distintas reivindicaciones (libertad, probidad, empleo, etc.), se presentó como una de las mayores crisis de la era de la reforma al constituirse como una amenaza a su crecimiento con la “coalición anti-China” encabezada por Europa y Estado Unidos. Amparada en el principio de “no-intervención”, China se lanzó en una ofensiva diplomática sobre América Latina y El Caribe, zona que se mantuvo menos interpeladora sobre estos trágicos sucesos. La inserción de China en Latinoamérica se basó en políticas de aproximación compleja, relevando las relaciones con los principales Estados y bloques regionales. En los ochentas y noventas, China realizó un reajuste en la relación con América Latina (los chinos la denominaron “una nueva era de relaciones”) sobre la base de los siguientes ejes: a) desarrollar relaciones de amistad y cooperación por encima de las diferencias ideológicas, lo que, junto a su disputa con la URSS y sus aliados en la región, explicaría su relación privilegiada con algunas de las dictaduras de la región; b) priorizar los vínculos con los países más grandes de la región, considerados más moderados y desarrollados, en detrimento de aquellos más nacionalistas; c) relevar las relaciones económico-comerciales sin dejar de apoyar las luchas por soberanía; d) fortalecer los lazos políticos entre el PC Chino y fuerzas política que sobrepasaban a la izquierda.

127 Op. cit., Shicheng, Xu, págs. 103 y 106.


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Estas políticas tuvieron como corolario el aumento significativo de las relaciones diplomáticas (para fines de los noventas Pekín tenía relaciones con 19 países de la región), el aumento de las visitas mutuas y los contactos con las organizaciones sociales y políticas, mientras que el comercio pasaba de US$ 1.363 millones en 1980 a US$ 2.294 millones en 1990 y a US$ 8.278 millones en 1999128. No menor resultan también para el fomento de la relación las importantes colonias chinas establecidas en América Latina y el Caribe desde el siglo XIX (Brasil, Panamá y Perú, por ejemplo), cuyo poder reside, como lo expresa Sergio Cesarin, en la red de contactos que poseen y el grado de control que ejercen sobre las economías; el formidable conocimiento que provee la red sobre oportunidades de negocios, vías de acceso y penetración comercial; la capacidad de proveer “know how” sobre la lógica en economías comercialmente difícil de penetrar; la estructura familiar de las empresas y la forma de hacer negocios; los lazos colectivos y afectivos129. Para Martín Pérez Le Fort, “los objetivos de China hacia la región han cambiado tras el fin de la Guerra Fría y se han reorientado hacia la búsqueda de asociaciones estratégicas bilaterales para mejorar la cooperación y la coordinación en asuntos internacionales y de integración económica, según el modelo de la asociación con Rusia“130. A pesar de la larga data de las relaciones chino-la tinoamericanas, de la claridad y profundidad de la intencionalidad de la contraparte asiática en ellas, del resultado “win-win” que han generado por el momento para varios países de la región, muchos analistas ven que la co ntraparte latinoamericana ha virtualizado la relación al centrarla en la esfe ra de los resultados tácticos, especialmente económicos, perdiendo de vista una ev aluación del sentido estratégico y de las consecuencias que puede traer esta relación. 5.3.2. ¿Un Socio Preferencial? La prioridad relativa que le concede China a la región no ha impedido que este país asiático se haya convertido en un socio preferencial de la zona. En esta línea Xulio Ríos comenta que “la coincidencia de la visita del presidente chino Hu Jintao a tres naciones de América Latina (Costa Rica, Cuba, Perú), durante el mes de

128 Op. cit., Xu Shicheng, pág. 107. 129 Cesarin, Sergio, “ Las comunidades chinas en América Latina”, en Nueva Sociedad Nº 228, julio – agosto 2010, págs. 110 y 111. 130 Pérez Le Fort, Martín, “China-América Latina estrategias bajo una hegemonía transitoria”, Nueva Sociedad 203, mayo-junio del 2006, pág. 100.


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noviembre de 2008131, con el anuncio de la integración de China en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) como país donante; y la publicación de un Libro Blanco sobre América Latina, en el cual se sintetiza la estrategia política del gigante oriental en esta región, evidencian de forma contundente el creciente interés de Pekín por América Latina” . Y, agrega, que las visitas a Pekín en 2008 de los presidentes de Chile, Brasil, Perú, México y Venezuela, demuestra que “ambas partes perseveran en la búsqueda de un lenguaje común”132 (hay un interés mutuo). Mario Esteban Rodríguez destaca 3 ideas-fuerzas (fundamentos geoestratégicos) que marcan la presencia China en América Latina133.

La primera se ancla en el impulso del multilateralismo como fórmula para contrapesar el “hegemonismo” estadounidense en la reconfiguración del poder mundial. China, al igual que algunos países latinoamericanos, aspira con esta relación reducir la influencia de Washington a nivel mundial y en la región en particular. En el caso de América Latina, este deseo es particularmente significativo en países como Cuba, Venezuela y en menor medida Bolivia, Brasil, Ecuador y Nicaragua. Este proceso, por cierto, no le quita el título a Estados Unidos como el principal referente de América Latina y “limitante” para la presencia China.

En esta línea, China también quiere recibir apoyo latinoamericano frente a presiones en relación a los derechos humanos o las situaciones de unidad interna como las del Tibet y Xinjiang. La nula interpelación latinoamericana en organismo de derechos humanos sobre estos temas, entonces, muy bien puede ser considerada un gran triunfo de la diplomacia china. Una segunda gran premisa se arropa del gran pragmatismo que ha guiado la política exterior china, en particular su vinculación con América Latina y que se refiere a la diversificación de relaciones exteriores tanto como sea posible para

131 Las visitas de altos personeros chinos a la región es cotidiana. Así, por ejemplo, en febrero del 2009, Xi Jinping, Vicepresidente chino, viajó por México, Jamaica, Colombia, Venezuela y Brasil; en septiembre del 2009, Wu Bangguo, presidente del Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional de China, llegó a Cuba y Bahamas; en noviembre del 2009 Jia Qinglin, presidente de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino, realizó una visita al Perú, Ecuador y Brasil; y en febrero del 2009, el Viceprimer Ministro chino, Hui Liangyu, fue a Argentina, Ecuador, Barbados y Bahamas. En spanish.china.org.cn del 5 de enero del 2010. 132 Ríos, Xulio, “China a la conquista de América Latina”, en www.medelu.com del 2 de enero del 2009. 133 Rodríguez, Mario Esteban, “China en América Latina”, en “China en el Sistema de Seguridad Global del Siglo XXI”, Monografía del Ceseden Nª 108, Ministerio de Defensa de España, enero del 2009, págs. 179 y 180.


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reducir dependencias. Esto, entre otros, se ha traducido en una fluida cooperación sin miramientos (en especial Sur-Sur) para fortalecer sus posturas ya sea a nivel individual o a través de foros mundiales como el G-20 y acceder a tecnología, materias primas, mercados y capitales. Así, por ejemplo, encuentra una interlocución en aviación civil y tecnología espacial con Brasil, usos civiles de la energía nuclear con Argentina y Brasil, exploración antártica con Argentina y Chile, etc., además de acceso a alimentos y materias primas. En el caso del comercio, por cierto desprovisto de factores ideológicos, por ejemplo, no sólo ya ha firmando tratados de libre comercio (Chile, Perú, Costa Rica), sino que el intercambio que tiene con un país más afín como Cuba (lo ayudo en la crisis de los noventas) es inferior al de Panamá, país con el cual no tiene relaciones pero sí una gran comunidad china y una importancia estratégica por el Canal de Panamá. Esto último, además demuestra que China hace análisis más complejos en la implementación de sus políticas y en este caso el hecho de tener relaciones diplomática con Taiwán no afecta su intercambio económico con China por las implicancias de largo plazo. Un tercer objetivo es el aislamiento progresivo de Taiwán a través del reconocimiento de una sola China con la suscripción de relaciones diplomáticas. Hoy casi la mitad de los países que reconocen a la República de China (Taiwán) como país independiente están en la región y prácticamente la mayoría de los países latinoamericanos mantienen relaciones comerciales con ella. Si bien desde la década de los noventas, en especial desde la llegada del Guomindan al poder en Taipei en el 2008, Pekín ha desarrollado un exitoso acercamiento (e imbricación) con la isla a través de una política de integración económica siguiendo las enseñanzas de Sun Tzu (la batalla debe ser ganada más por la habilidad que por el choque; someter al enemigo sin librar combate es el colmo de la habilidad)134, algunos ven en el aislamiento de Taiwán el objetivo de generar una mediatización de la respuesta militar y diplomática de Estados Unidos frente a una acción militar de Pekín a la isla. En todo caso, durante la última década China ha obtenido el reconocimiento de República Dominicana el 2004, de Grenada el 2005 y de Costa Rica el 2007 y no ha puesto mayor problema en la mantención de relaciones económicas y culturales con Taiwán. Estados Unidos ve con cautela el aterrizaje de China en la región a pesar de que ya en el 2006 el subsecretario de Estado para el Hemisferio Occidental, Thomas Shannon, viajó a Pekín para aclarar los temores y precisar el alcance de la presencia China en América Latina con el Viceministro de Relaciones Exteriores, Dai Bingguo, y con el jefe del Departamento América Latinoamericano, Zeng 134 Con el Tíbet, China está aplicando una política similar a través de la expansión de la línea férrea Qinghai-Tíbet que conectará Lhasa con Xigaze. Este proyecto contempla una ruta de 253 kilómetros y tendrá un costo de US$ 2 mil millones. La Tercera del 28 de septiembre del 2010, pág. 17.


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Gang. En la ocasión, Shannon declaró que “nos enfocamos en cómo trabajar...en la región, asegurar la estabilidad política y asegurar que sea tomada el tipo correcto de decisiones económicas...Nuestra contraparte china aclaró que su interés en la región estaba enfocado principalmente en asuntos económicos y comerciales y no es de naturaleza política”135. A pesar de ello, la “mainstream” intelectual estadounidense sigue abrazando una percepción pesimista al adherir a la tradición realista de las relaciones internacionales, y de allí que observan a China como un competidor, cuyo crecimiento generará una relación de competencia y que derivaría, casi inevitablemente, en un conflicto de intereses con EE.UU. Por otra parte, y paradójicamente, China también es analizada no siempre como amenaza, sino que como colaboradora de la gran estrategia de seguridad de Estados Unidos, por ejemplo, cuando se enfrentan a verdaderos adversarios como Corea del Norte o Al Qaeda.

El fortalecimiento de los vínculos de China con la región se han visto favorecidos, al menos, por otros tres factores relevantes: la ausencia relativa de conflictos históricos entre China y la región, un amplio apoyo latinoamericano a las relaciones con China, y un enfoque pragmático también de la parte latinoamericana.

En un documento oficial136 (y siguiendo los patrones usados en África) se pone por escrito la creciente relevancia que le concede China a la región, al señalar que su elaboración “tiene como propósito manifestar con mayor claridad los objetivos de la política china hacia la región, plantear los principios rectores de la cooperación en las diversas áreas durante un determinado período del futuro y promover el continuo desarrollo sano, estable e integral de las relaciones chino-latinoamericanas y chino-caribeñas”. Ancla esta misión en un análisis que reconoce el potencial de desarrollo de la región, su crecimiento económico, desarrollo social, estabilidad política, aporte creciente a la preservación de la paz mundial y la promoción del desarrollo compartido. Agrega que, pese a la distancia, ambos actores comparten fases de desarrollo y tareas emanadas de ella y el deseo de incrementar el conocimiento mutuo y fortalecer la cooperación. Por último, delineando una estrategia de carácter gradual y progresiva, destaca que hasta en las décadas 70 y 80 del siglo pasado predominaron los contactos no gubernamentales a partir de las restricciones impuestas por la Guerra Fría y el

135 En Cornejo, Romer y Navarro García, Abraham, “China y América Latina: recursos, mercado y poder global”, Nueva Sociedad Nº 228, julio-agosto 2010, pág.82. 136 “Documento Sobre la Política de China hacia América Latina y El Caribe” del 5 de noviembre del 2008, publicado en la página web del Ministerio de Relaciones Exteriores de China.


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orden bipolar, pero que durante este período se formalizan en relaciones diplomáticas con la mayoría de países de la región, relaciones que se profundizan en los 90s. Los objetivos generales (y declarados) de la política la República Popular China hacia América Latina y el Caribe son desagregados de la siguiente forma:

• Ampliar el consenso (hacia uno estratégico) basado en el respeto, la igualdad y la confianza a partir de los Cinco Principios de Coexistencia Pacífica.

• Profundizar la cooperación en el espíritu del beneficio recíproco y la

ganancia compartida a fin de fomentar el desarrollo común de ambas partes.

• Estrechar los intercambios en pro del mutuo aprendizaje y el progreso

común y de la civilización humana.

La única traba explícita que pone China en estas relaciones, como se expresó anteriormente, es la estricta adhesión al principio de una sola China y, por lo mismo, la abstención de desarrollar relaciones y contactos oficiales con Taiwán en apoyo a la causa de la reunificación. Ello, por cierto, no incluye el establecimiento de relaciones de “hermandad” y cooperación en planos culturales o económicos de Taiwán con países, provincias o ciudades tal como lo practican otras provincias de la República Popular China. En una concepción de cooperación omnidireccional y multifacética plantea continuar con el intercambio de alto nivel con los dirigentes, como también entre los órganos legislativos nacionales y subregionales, con los partidos políticos, con los gobiernos locales, empresarios y cámaras de comercio, crear y/o perfeccionar mecanismos de consulta, fortalecer la coordinación y colaboración en los asuntos internacionales de interés mutuo. Ahí está, por ejemplo, la III Cumbre Empresarial China-América Latina que se celebró en Bogotá, el 25 de noviembre del 2009, bajo el lema “Reforzando la Confianza para Vencer la Crisis e Impulsando el Desarrollo Conjunto de China y América Latina”, donde más de 700 empresarios chinos y latinoamericanos discutieron sobre cómo afrontar la crisis financiera y la promoción de la liberalización comercial, y negociaron proyectos concretos137.

En el aspecto cultural, ambas partes han reforzado los intercambios y el Instituto Confucio desarrolla su presencia en América Latina desde el norte hacia el sur.

137 En spanish.china.org.cn del 5 de enero del 2010.


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México es el primer país latinoamericano en establecer el Instituto Confucio, y hasta ahora ya cuenta con cinco sedes. El 5 de mayo de 2009, el segundo Instituto Confucio de Chile se creó en la Universidad Católica. El 27 de mayo, en la Universidad de Buenos Aires de Argentina se estableció el primer Instituto Confucio del país sudamericano. El 7 de agosto, Costa Rica contó con el primer centro en la región centroamericana. Brasil y Cuba crearon sus primeros Institutos Confucio en las Universidades de Brasilia y de la Habana el 20 de agosto y 30 de noviembre, respectivamente. Hasta hoy día, se han establecido más de 10 Institutos Confucio en América Latina, lo cual, además de manifestar que el pueblo latinoamericano quiere conocer la cultura china, desempeña un rol positivo para los intercambios culturales. En el área económica, en el marco de la cooperación Sur-Sur, declara estar dispuesto a seguir esforzándose por ampliar y equilibrar el comercio bilateral y optimizar la estructura comercial (incluyendo tratados de libre comercio), sobre la base de beneficio recíproco. Resalta también la cooperación agrícola, industrial, energética, turística, aduanera, financiera (incluyendo la supervisión bancaria destinada a combatir el lavado de dinero y el financiamiento al terrorismo), cultural y deportiva, etc., y el apoyo a la inversión de empresas chinas en la región en materia de manufactura, agricultura, silvicultura, pesquería, energía, explotación de recursos mineros, construcción de infraestructuras, servicios etc., en contribución al desarrollo socio-económico de China y los países de la región. El gobierno chino seguirá acogiendo las inversiones en China de las empresas de América Latina y el Caribe. Lo interesante de esta cooperación y del pragmatismo que la preside, resultó la renovación de la cooperación financiera chino-latinoamericana para hacer frente a la crisis financiera internacional el 2009: ambos lados combinaron las excedente de reservas de divisas de China con la gran demanda de capital de América Latina, encontrando nuevos modos de cooperación financiera, como el “intercambio de monedas”, “préstamos por petróleo” y “préstamos por proyectos”. En este contexto, en marzo del 2009, por ejemplo, el Banco Popular de China y el Banco Central de Argentina firmaron un acuerdo marco de intercambio de monedas equivalente a 70.000 millones de yuanes, lo que lo convirtió en el mayor negocio financiero de la historia entre China y los países latinoamericanos138.

China ha marcado una fuerte presencia bilateral y en organismo multilaterales, privilegiando claramente las primeras y utilizando las segundas como “trampolín” para su inserción regional y en países particulares. Esto, además de facilitar

138 Op cit, spanish.china.org.cn del 5 de enero del 2010.


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negociaciones con países disímiles, ha sido favorable para este gigante asiático al impedir una ecuación más vis a vis con una negociación región-China.

Así, por ejemplo, a nivel bilateral ya ha establecido asociaciones estratégicas con Brasil, Venezuela, México, Argentina, Chile y Perú, mientras que con el restos de los países fortalece sus relaciones comerciales, inversiones y de cooperación (incluyendo las donaciones) de manera desigual (de acuerdo a su peso, posesión de comodities vitales, imagen, etc.). También se registra un inserción en organismos subregionales, regionales y hemisféricos: por ejemplo, estableció diálogo con el Grupo de Río en 1990; participa en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) desde 1991 (se convirtió en accionista en el 2008 con un aporte de US$ 350 millones) y a través de él entrega préstamos blandos a Bolivia, Guyana, Haití, Honduras y Nicaragua; en 1994 se convirtió en el primer país asiático en ser observador de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI); en 1997 fue admitida en el Banco de Desarrollo del Caribe; en el 2004 se convirtió en observador permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) y también marcó presencia en la Comisión Económica para América Latina de la ONU (CEPAL) desde 2004; China también mantiene un diálogo con la Comunidad Andina de Naciones (CAN) y con la Comunidad del Caribe (CARICOM); hasta cuenta con presencia policial en Haití (país que reconoce a Taiwán) en el marco de una misión de Naciones Unidas.

Romer Cornejo y Abraham Navarro García describen, acentuando en lo económico, claramente el panorama país por país139:

• Brasil es en la actualidad el mayor socio comercial de China. En el 2009 las exportaciones a China superaron los US$ 20.190 millones y las exportaciones los US$ 15.910 millones140. Sus relaciones se han intensificado en todos los niveles, entre otros, no sólo por los importantes yacimientos de hierro y petróleo y por las plantaciones soya, o por la complementariedad tecnológica en materias de aerotransporte y telecomunicaciones, sino también por su condición similar de potencias mundiales emergentes. La posibilidad que Embrear cerrara sus oficinas en China (funcionan desde el 2000), llevó a este gigantes mundial a través de Chna’s CDB Leasing co. a comprarle 10 E-190 jets para influir en este proceso141.

139 Op cit. Cornejo, Romer y Narro García, Abraham, págs. 90 a 97. 140 En el caso de Estados Unidos, la situación es al revés y Brasil tiene un déficit: exporta US $ 15.740 millones e importa US $ 20.183 millones. 141 www.bloomberg.com del 11 de enero del 2011


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• México es la relación comercial bilateral más desequilibrada a favor de China. El comercio bilateral chino-mexicano en el 2009 ascendió a US$ 35.000 millones, de los cuales las importaciones desde China fueron US$ 32.600 millones y que han repercutido muy negativamente especialmente en los sectores textiles y de calzados. A pesar de que México es miembro del Foro de Cooperación Económica de Asia Pacífico (APEC en inglés) y firmó un acuerdo de asociación estratégica con China el 2003, hay un escaso nivel de interés de la clase política, en especial, al ver a Estados Unidos como único modelo y mercado a partir de la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA en inglés). Entre los problemas que se visualizan y explican este enorme desequilibrio en la balanza, están la propiedad intelectual, el contrabando, el dumping y un desplazamiento del mercado de EE.UU. No es casualidad, entonces, que en la comunidad empresarial mexicana prevalezca una percepción de una China amenazante142. En todo caso, para subsanar esta desigualdad el gobierno mexicano ha propiciado la creación de un esquema institucional bilateral que patrocine relaciones más favorables (China ha adoptado un criterio similar frente a otros conflictos) .

• Chile es, quizás, el país sudamericano más proactivo en su inserción en el

Asia-Pacífico y en particular en su relación con China y sus provincias. Estableció en Cantón una oficina de asuntos económicos y consulares en 1845; fue el primer país sudamericano en establecer relaciones diplomáticas en 1970 (reconoce una sola China); fue el primer país latinoamericano en apoyar su ingreso a la Organización Mundial de Comercio (OMC); el primero en reconocer a China como una economía de mercado y el primer país en el mundo que, de manera individual, logró concretar un Tratado de Libre Comercio (entró en vigor el 2006); es el país con el que China ha firmado más acuerdos bilaterales en nuestra región, los que incluyen desde relaciones provinciales hasta el exclusivo proyecto de la granja experimental de 21 hectáreas en Jixian (120 km de Pekín) desde el 2001. En promedio, al año visitan China entre 8.000 y 10.000 chilenos. A partir del 2009, China es el principal socio comercial de Chile al alcanzar las exportaciones US$ 11.892 millones (crecimiento de 18,9%) y las importaciones US$ 5.117 millones (caída de 25%). Al analizar en detalle el intercambio, se puede observar que, mientras que un gran porcentaje de las exportaciones chilenas de mayor valor corresponde a materias primas (minerales y celulosa), la canasta de artículos chinos es mucho más

142 Para una mayor compresión de los problemas comerciales de esta relación, ver Rosas, María Cristina, “Encuentros y desencuentros: las relaciones entre México y la República Popular China”, en Nueva Sociedad 228, julio-agosto del 2010.


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variada, abarcando desde textiles hasta autos, electrónica, juguetes, etc. Las exportaciones de productos No Tradicionales destinadas a China alcanzaron a US$ 549,2 millones (crecimiento de 16%), siendo los principales rubros vinos, salmones, truchas y uvas frescas (30,9% del total). Sin embargo, en el rubro alimenticio China ha tendido a fomentar la plena satisfacción de sus necesidades, circunstancia que podría afectar las importaciones desde Chile así como aumentar la competencia en otros mercados.

• En el caso de Argentina, una crítica fuerte que se hace es a su

dependencia excesiva de la venta de soja a China (40% del total que representaría el 2010 unos US$ 1.600 millones) y las vulnerabilidades que genera (32% de los impuesto de exportación por este producto, es decir cerca de US$ 480 millones). Hay interés de parte de Argentina de consolidar la relación comercial como lo expresó el ex Presidente Néstor Kirchner en su viaje a China el 2004. Este país asiático ya se ha consolidado como el principal comprador de alimentos de Argentina, sin embargo las disposiciones antidumping impuestas por Buenos Aires frente a bienes chinos como calzados y textiles, implicó una respuesta China de restringir la importación de aceite de soja.

• Venezuela ha representado para China la posibilidad de diversificar sus

fuentes de abastecimiento de petróleo, metales y otras materias primas, un promisorio mercado interno, así como plataforma para asentar una importante colonia de más de 50 mil personas143. A pesar de que este país también ha sentido el impacto de la importación de textiles y zapatos chinos, en el 2009 el comercio bilateral alcanzó los US$ 7.150 millones, convirtiendo a esta nación en el quinto socio comercial de Pekín en la región.

• Tras EE.UU., China es el segundo destino de las exportaciones peruanas

con ventas en 2008 por US$ 3.738 millones (el 12% del total) e importaciones por 3.569 millones de dólares. El Tratado de Libre Comercio firmado entre ambos países el 28 de abril del 2009 (tercero tras el firmado con Chile y Costa Rica) debería aumentar el comercio y las inversiones las que alcanzaron los US$ 7.307 millones en el 2008 (el 37% más que en el 2007), especialmente en el sector minero. Perú exporta principalmente cobre y otros minerales como hierro y zinc al gigante asiático, mientras que China envía maquinaria, teléfonos celulares y otros artículos de alta

143 El Mercurio 12 de noviembre del 2010, pág. A-8.


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tecnología (incluyendo equipamiento militar) a Perú144. En este país, sin embargo, han surgido problemas laborales con mineras chinas.

• También es el segundo socio comercial de Cuba (después de Venezuela),

con un intercambio económico anual de unos 2.300 millones de dólares y una creciente cooperación bilateral en las más diversas esferas. La inmigración china en la isla, además de sus aportes culturales, gastronómicos, de agricultura y comercio, se convirtió asimismo en el tercer componente étnico de la nacionalidad cubana145.

(Extraído del Reporte Macroeconómico Nº 35 del Inst ituto de Estudios Económico y Sociales del Perú – febrero del 21010). Este “maridaje” comercial se refrenda en una proyección estratégica reflejada en un informe de la CEPAL publicado en el 2010146, en el que revisa la tendencia en el flujo de comercio e inversión entre China y la región, y sus proyecciones a 10 años. En él se aprecia que China se está consolidando raudamente como segundo socio comercial de América Latina, desplazando a la Unión Europea. Ya

144 Reuters América Latina del 28 de abril de 2009. 145 Spanish News. Cn del 29 de septiembre del 2010. 146 Ver, "La República Popular de China y América Latina y el Caribe: Hacia Una Relación Estratégica" en www.globalasis.es del 14 de abril del 2010.


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en 2009 las ventas totales de la región a Estados Unidos y la Unión Europea se redujeron en un 26% y 28% respectivamente, las destinadas a Asia cayeron sólo un 6%, pero las realizadas hacia China aumentaron un 5%. Las exportaciones a Estados Unidos significaron el 40% del total y se estima que bajarán al 28% en 2020. Las destinadas a la UE fueron del 14% el año pasado y podrían bajar un par de puntos porcentuales hacia 2020, en tanto las de China, en 2009 ubicadas en el 7% de la participación, crecerían al 19% o 20% hacia el fin de esta década. La tendencia en cuanto a las importaciones sería similar pero con una diferencia algo menor. De acuerdo a Osvaldo Rosales, director de la División de Comercio Internacional e Integración de la CEPAL147, se trataría de un cambio estructural muy relevante en la matriz del comercio exterior regional al conectarnos de manera cada vez más intensa con el motor de la economía mundial del siglo XXI, pero con un modelo de exportación del siglo XIX. En todo caso, agrega que la importancia de China como mercado de exportación varía notablemente dentro de la región, "es un mercado clave para Chile, Perú y Argentina, por ejemplo, pero bastante reducido para las ventas de Centroamérica, salvo Costa Rica"148. Sobre las importaciones, dice el texto, se prevé un comportamiento similar: China podría superar a la Unión Europea y a Estados Unidos en 2020, como origen de las importaciones de la región.

147 www.ieco.clarin.com del 25 de abril del 2010. 148 El 90% de las exportaciones regionales (incluyendo México) a China, provienen de sólo cuatro países: Argentina, Brasil, Chile y Perú. Por otra parte, y a pesar de que para la mayoría de los países latinoamericanos China representa el 4.8% de las exportaciones totales, para Chile y Perú representan más del 10% y Argentina y Brasil se acercan a este porcentaje.


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En relación a la inversión china en América Latina, en los últimos años ella ha crecido un 40% con una cifra que supera los 200 mil millones de dólares149. En el 2010, China podría incluso convertirse en el primer inversor en Brasil, un país donde históricamente Japón invirtió con fuerza. Sólo en el primer semestre del 2010 China acometió inversiones por más de 20 mil millones de dólares, diez veces más que toda la inversión extranjera directa realizada hasta la fecha por China en este país150. Entre los principales negocios concretados en 2010 destaca un contrato de la estatal china Wisco con la local LLX, por unos 3.300 millones de dólares, para construir una siderúrgica en el interior de Río de Janeiro. Ella abarca sectores que van desde lo eléctrico hasta el agro-industrial, pasando por el automotriz y las telecomunicaciones151. También concedió un millonario préstamo a Venezuela cercano a los US$ 20 mil millones para el desarrollo de proyectos petroleros y energéticos152. A pesar de estas cifras y de la sobrexcitación que tienen los gobiernos sobre los pronósticos futuros, los resultados de las inversiones dependerán más de la ecuación compleja en que se inserta la globalización china que de las virtudes que muestre la relación bilateral. A pesar del buen momento que viven las relaciones comerciales chino-latinoamericanas, por otra parte, estas no están exentas de dificultades. Los bajos precios de las manufacturas chinas son un reto para los países de América Latina que deben competir tanto por los mercados internos como por los internacionales.

La competitividad china es especialmente difícil, por ejemplo, para México que produce manufacturas de calidad similar pero de precio superior a las de China.

Según la Cepal, entre finales de 2008 y de 2009, se iniciaron 58 investigaciones antidumping en la región, de las cuales el 60% apuntan hacia el gigante asiático. La mayor parte de los casos se originaron en Brasil y Argentina y se refieren a productos como textiles, calzado, electrodomésticos, neumáticos, hierro y acero. Una revalorización del yuan (que el Estado chino mantiene subvalorado), control de los estándares ambientales y laborales, transparencia del control financiero, etc., podría generar una realidad comercial más equitativa. Entonces, no es casualidad que el ex Canciller mexicano Luis Ernesto Derbez haya manifestado que "la imagen de 1.300 millones de chinos enfrentados a casi 500 millones de latinoamericanos en una lucha por puestos de trabajo, inversión, y las riquezas del mercado global ha producido escalofríos en América Latina"153 o que diarios tan 149 Agencia de Noticias Públicas de Ecuador y Suramérica (ANDES) del 27 de abril del 2010. 150 Funcionarios chinos predijeron que sus inversiones en este país alcanzarían los US$ 100 mil millones en el 2013. Financial Times del 13 de septiembre del 2010, pág. 9. 151 Santiso, Javier, op cit,. 152 El País. com del 21 de abril del 2010. 153 Moneta, Carlos J. “El sudeste asiático y América Latina. Nuevas prioridades al inicio del siglo XXI”, en Pavón, Juan I. y Baglioni, Sebastián (editores), “El sudeste asiático. Un Visión contemporánea”, Edunterf, Buenos Aires, 2004, pág. 5.


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influyentes como O Estado de Sao Paulo reclame que “el proyecto chino incluye la conquista de los mercados de África y América Latina, desplazando también a Brasil”154. Otros reclamos a este comercio son ciertos estándares de calidad de parte de los productores chinos. Además de la leche adulterada con melamina, se han denunciado productos infantiles con altos grados de plomo y/o arsénico (Perú, por ejemplo requisó 355 toneladas de juguetes presuntamente tóxicos a fines del 2008155), multivitamínicos contaminados y vitamina A con bacterias, etc. China, a fin de cuentas, lo que ha buscado es obtener ventajas económicos con el menor costo posible a través de afianzar relaciones bilaterales con flexibilidad. Un trabajo de RedLat grafica lo señalado expresando que “con países económicamente más abiertos y exportadores de comodities “chinas”, tales como Chile y Perú, China firma TLCs; en países como los del Pacífico con baja oferta exportadora, cuida el ambiente favorable a las inversiones, como en el caso de Colombia. Con Brasil y Argentina, acepta los condicionantes del MERCOSUR, pero desvía el comercio entre estos países, orientado hacia una cooperación geopolítica en foros como el G-20. En el caso de México, donde las restricciones son mayores, se crea un Grupo Bilateral de Alto Nivel para resolver los problemas más inmediatos. Con otros países, como Ecuador y Uruguay, el país asiático trata de ofrecer mejores condiciones para la exportación de petróleo y de alimento y materias primas, respectivamente”156 (ahí está la fórmula de ayuda o aporte financiero a cambio de petróleo que acaba de hacer a Ecuador por US$ 3.000 millones). Más allá de las declaraciones de interés y buena voluntad o de las gratificaciones económicas, por un lado, y los desafíos y/o efectos conflictivos que se generan en áreas puntuales por el otro, lo que se dirime en esta relación es si esta se sitúa en el plano de una alianza estratégica, de una interdependencia asimétrica o de una simple relación centro-periferia con niveles de dependencia que ponen en juego la seguridad nacional de varios países. América Latina y el Caribe forman parte de la estra tegia global de China a través de una interrelación que se complejiza en lo s planos de la política, economía, defensa y cultura. Mediatizadas por la he gemonía de Washington en la región, estas relaciones muestran facetas ale ntadoras como la promoción de un sistema internacional más multilate ral o un “intercambio

154 www.elpaís.com del 16 de abril del 2010 155 www.lagranepoca.com de 17 de diciembre del 2008. 156 Ver, “Las Relaciones Económicas y Geopolíticas entre China y América Latina: ¿Alianza Estratégica o Interdependencia Asimétrica”, en www.redlat.com, 2010.


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complementario” (China es uno de los principales fa ctores de la recuperación económica regional) con impactos negat ivos en los ámbitos de producciones competitivas, tendencias al empoderami ento nacional (free riding) que conllevan a una erosión o reacomodos de las lógicas cooperativas regional lo que permitiría una relació n más de iguales o simplemente en la misma seguridad (en particular la gobernanza democrática) a partir de negativos impactos sociale s. 5.3.3. Las Relaciones en el Área de la Defensa. China claramente no es sólo un animal económico como se acusó a Japón en los años ochenta y, por lo mismo, busca estrechar los lazos geopolíticos con la región más allá de la esfera estrictamente económica y bilateral en su ascensión global. En este sentido, el aterrizaje de la República Popular China en Latinoamérica también se ha dado con fuerza en el área de la defensa, situación que fue advertida con preocupación por el general y jefe del Comando Sur del Pentágono Douglas Fraser, al señalar la creciente influencia militar y tecnológica de países como China, Rusia e Irán en América Latina, una región que definió como "clave para la seguridad y prosperidad" de Estados Unidos157. Esta corriente transversal en Estado Unidos de ver a China, al menos, como una incógnita amenazante, con la llegada del Presidente Obama se ha ido mediatizando con una que lo ve como una oportunidad para cooperar en el desarrollo y la gobernabilidad regional. El nuevo Secretario de Defensa Adjunto para el Hemisferio Occidental, Dr. Frank Mora, es una de las personas que ha dado la bienvenida a las relaciones y, particularmente, la cooperación de China en el áreas de la defensa y la seguridad, pero también ha exigido más transparencia en ellas158. Si bien, y de acuerdo a datos del informe "Military Balance 2010" del International Institute for Strategic Studies (IISS) de Londres, Rusia se convirtió en 2009 en el principal exportador de armas a la región por delante de Estados Unidos, firmando contratos con Venezuela, Perú, Brasil, México y Colombia, y negocia en la actualidad otros con Bolivia, Uruguay, Ecuador, Argentina y Chile, también se ha constatado un aumento de la presencia de las Fuerzas Armadas y del Gobierno de Pekín en maniobras militares e intercambios educativos con las Fuerzas Armadas de la región, así como en la firma de importantes acuerdos de transferencia de tecnología y ventas de "sofisticado” material militar. 157 Infodefensa.com del 16 de marzo del 2010. 158 Ver discurso del Dr. Frank Mora “Implicancias estratégicas de las relaciones creciente de China con América Latina”, en el seminario convocado por el Centro de Estudios Hemisféricos y Brookings Institution, el 6 de noviembre del 2009, en Security and Defence Studies Review, vol Nº 9, Issues 1& 2, 2009.


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Jorge E. Malena ve, básicamente, cuatro elementos que dan cuerpo a estas vinculaciones cada vez más significativas y que están dentro de lo que se denomina diplomacia militar159:

• El primero se relaciona con pronunciamientos y/o acciones que mediaticen la preeminencia estratégica de Washington (sin enemistarse con EE.UU.), y que pueden encontrar eco en Caracas, La Habana y La Paz y con un poco de mayor dificultad en otras capitales como Brasilia o Buenos Aires.

El apoyo financiero que brinda China a regímenes de izquierda o más contestatarios como los de Venezuela, Ecuador y Bolivia no sólo ha extendido su solvencia económica y con ello su capacidad de perduración, sino que también su capacidad de forjar nuevas alianzas hasta comprar armas a la propia China u otras potencias como Rusia e Irán. Igual función cumple la inversión y el comercio. Las compras a Brasil de soya, hierro y petróleo, unido a los proyectos económicos y tecnológicos por parte de China, han ayudado a la consolidación de Brasil como potencia regional y mundial, y al desarrollo de su política de seguridad y defensa, la que contempla, entre otros, la compra y el despliegue de armas y soldados para defender la soberanía y los recursos naturales. También ha creado más interés de los países vecinos por conectarse a su desarrollo empoderándolo. Para otros líderes regionales más pro americano, las inversiones y el comercio con China les ha permitido forjar una inserción internacional más rentable, compleja e independiente de los centros históricos de dependencia. • Un segundo aspecto se relaciona a la cooperación en áreas estratégicas

(léase transferencia de tecnología e inteligencia) como parte del desarrollo y seguridad de China.

Un gran número de empresas y negocios vinculados al Ejército de Liberación Popular (ELP) y organizadas bajo el Departamento General de Logística, operan en todo el mundo siendo un componente fundamental y poco conocido de la diplomacia de defensa china. Según la periodista Georgina Higueras: “El ELP se convirtió en la empresa madre de un imperio; muchos de los negocios de Estados Unidos en China son compañías y cárteles controlados por los militares chinos”160. La empresa China Northern Industries tiene grandes inversiones en la región en

159 Malena, Jorge E., “La cooperación militar entre China y América Latina:¿ realidad o mito?” en Observatorio de la Política China (www.política-china.org) del 9 de junio del 2007. 160 Higueras, Georgina, “China: La Venganza del Dragón”, Península-Atalaya, 2003, pág. 189.


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áreas tales como la construcción y el mantenimiento de caminos y puentes, plantas de energía eléctrica, navieras y fábricas de autos (Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador y Perú). También está China South Industries Group con ensamblajes de automóviles en Argentina y la fabricación de autobuses y motocicletas en Colombia, así como aquellas dedicadas a la logística (uniformes, botas, guantes, cascos, remolques, materiales de construcción, refrigeradores, aire acondicionado, etc.)161. Las grandes empresas navales chinas también han obtenido importantes contratos en la región, como el firmado el 2006 por Venezuela con dos empresas para la fabricación de 18 buques cisternas por valor de US$ 1.3 millones. La Harbin Aircraft Manufacturing Corporation ha vendido aviones Y-12 de uso civil a Argentina, Bolivia, Cuba y Paraguay, mientras la industria de helicópteros hace negocios en Argentina, Bolivia, Ecuador, Perú y países del Caribe. El general Douglas Fraser también señaló que China ha encontrado "nuevas áreas de cooperación" en el sector espacial comercial como lo prueba el programa de Satélites Chino-Brasileño de Observación Terrestre (CBERS) que ya se encuentra en el desarrollo de la tercera generación de sistemas e instrumentos (entre otros puede mejorar la capacidad de fijación de blanco). Hay un segundo satélite latinoamericano lanzado denominado “Simón Bolívar” que ha dotado a las Fuerzas Armadas de Venezuela con capacidades de última generación en lo que a rastreo y monitoreo se refiere. También se ha hablado de que China firmó acuerdos con Bolivia para el lanzamiento del primer satélite para La Paz que se prevé pueda empezar a construirse durante 2010 y sería lanzado y entraría en funcionamiento a partir de 2014162. En el caso de Argentina, aunque su cooperación espacial con China, centrada también en el ámbito de los satélites de observación, es de menor nivel tecnológico que la brasileña, destaca el potencial interés estratégico que tiene para Pekín las bases de lanzamiento y observación con las que cuenta Buenos Aires cerca de la órbita polar163.

• En tercero, están los intercambios militares (consistentes principalmente en visitas oficiales de autoridades castrenses, intercambio de cursantes para efectuar estudios de capacitación, y visitas de unidades navales) en la perspectiva de afianzar lazos a través de un campo de experiencia común dado por el contacto, las sensaciones de cercanía y familiaridad que genera la homologación conceptual, etc. .

161 Military Review de enero-febrero del 2009, págs. 44 y 45. 162 Op. cit., Infodefensa.com del 16 de marzo del 2010. 163 Op. cit., Rodríguez, Mario Esteban, pág. 187.


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China mantiene intercambios militares con una veintena de países de la región y las visitas de delegaciones castrenses oficiales de ambas partes, profundizan unas relaciones que abarcan desde la capacitación militar a la hidrología. Así, por ejemplo, en el período comprendido entre marzo del 2007 y el mismo mes del 2008 se constata una significativa intensidad del intercambio de visitas. En marzo, el subdirector del Departamento Político del ELP visitó Venezuela, Ecuador y Argentina; en abril, el Jefe de las Fuerzas Armadas de Bolivia fue a China; en abril/mayo, el presidente de la Academia China de Ciencias Militares visitó Argentina, Chile y Estados Unidos; en mayo, el ministro de Defensa chino estuvo en Cuba, Argentina y Chile; en el mismo mes, el subjefe del Estado Mayor visitó Venezuela, México y Brasil, y el Comandante del Ejército chileno viajó a China; en junio, el Jefe asistente del Departamento Político visitó Colombia; en junio, el Comisario Político de la Armada de la ELP visitó Chile; en julio, el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas del Ecuador estuvo en China; en agosto, el Comandante del ejército uruguayo; en agosto, el ministro de Defensa de Argentina; en agosto, el Comandante de la Fuerza Aérea de la ELP estuvo en Chile; en septiembre el Jefe del Estado Mayor del Ejército Brasileño visitó China y el mismo mes otro alto militar visitó Cuba; en noviembre, el ministro de Defensa del Perú fue a China y en mayo del 2008 hizo lo mismo el Comandante de la Fuerza Aérea de Chile.

A fines de agosto visitó Chile el general Li Jinai, director del Departamento Político del Ejército de China. Como resultado de su viaje, una de las áreas de cooperación en el futuro próximo será el rol de las Fuerzas Armadas en la ayuda humanitaria y en las emergencias producto de catástrofes naturales. Precisamente los terremotos son de común ocurrencia en ambos países y sus fuerzas militares poseen una amplia experiencia en este terreno, lo que ahora se pretende aprovechar para estrechar lazos. Y, más recientemente (7 de septiembre del 2010), por ejemplo, el ministro de Defensa y consejero de Estado de China, Liang Guanglie, visitó México, Colombia y Brasil. En los tres países China ha desarrollado fuertes nexos comerciales que se están ampliando al terreno militar, particularmente con Brasil y Colombia. Así, China y Colombia firmaron un acuerdo de cooperación que prevé la adquisición de material militar de logística en el país asiático, gracias a una donación china de un millón de dólares. Además, los dos países se comprometieron a entrenar tropas bajo la dirección de oficiales chinos, enfocadas en la lucha contra delitos transnacionales como el narcotráfico, el terrorismo, el tráfico de armas y de personas. A ello se suma una invitación para que diez generales y coroneles colombianos participen en diferentes cursos de formación. Con Brasil se acordó realizar ejercicios militares y aéreos conjuntos en China en 2011 y ambas partes se comprometieron a intensificar el intercambio y la cooperación en las áreas de tecnologías de defensa. Asimismo, China enviará paracaidistas para entrenar en Brasil y otros militares para que aprendan portugués. Además, se activará el Comité Conjunto China-Brasil de Intercambio y


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Cooperación entre los ministerios de Defensa, cuya segunda reunión está prevista para este año 2011 en Brasil164.

Esta práctica se complementa con las visitas cada vez más frecuentes de buques de las armadas latinoamericanas a puertos chinos, así como el retorno de la marina china a aguas profundas con visitas a la región. El 2009, por ejemplo, se registra la primera visita de una unidad de la Armada de Pekín (marina que tiene orígenes ya en 1132) a Suramérica cuando en el mes de noviembre visitaron puertos de Chile, Perú y Ecuador el moderno destructor porta misiles "Shijazhuang" y el buque de apoyo logístico "Hongzehu". Otro punto de los intercambios militares se da en el plano de la educación. El aumento de esta tendencia se ha visto favorecida por la reducción de la cooperación en la formación militar de EE.UU. en la región a raíz de la aprobación de la American Servicemen’s Protection Act, que ha creado un espacio que ha sido llenado rápidamente por China165. La formación de oficiales latinoamericanos en academias militares (Ej., Escuela de Comando y Estado Mayor de la Armada del ELP o Universidad Nacional de la Defensa, entre otras) o universidades civiles está creciendo notoriamente (más de 100 oficiales han pasado en los últimos años). El Ejército Popular de Liberación, por ejemplo, ofrece en castellano un Curso de Mando y Seguridad Militar Nacional. China, en general, entrena oficiales en todos los niveles a los que además les da “un baño” de la imagen país a través del turismo, visitas a las principales industrias de armamento y charlas complementarias. El ELP también ha mandado a sus propios oficiales a cursos a Argentina, Brasil, Cuba, Chile, México y Venezuela, claro que en una proporción bastante menor a la que manda la región a China (40 a 6 en el 2007). Venezuela y Cuba son también los países con mayor presencia militar chino, sobresaliendo el de Cuba donde militares asiáticos están desplegados en algunas bases cubanas para recopilar inteligencia sobre Estados Unidos166. Se ha informado que Ecuador le ofreció la base de Manta a China para la reparación de la pista y posible lugar e aterrizaje para vuelos comerciales con destino a América Latina y Estados Unidos167. Otros despliegues son el envío de bandas musicales y circos acrobáticos, asistencia a exposiciones militares con material pertinente (ej. FIDAE en Chile ) y el envío de personal especializado (doctores, ingenieros, etc.) para colaborar a 164 Pueblo en Línea del 8 de septiembre del 2010. 165 Op. cit., Rodríguez, Mario Esteban, pág. 187. 166 Op. cit., Rodríguez, Mario Esteban, pág. 186. 167 www.eldiario.com.ec del 27 de diciembre del 2008.


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suplir deficiencias en países de menor desarrollo o con problemas como Bolivia, Ecuador y Venezuela (médicos militares chinos están trabajando en el Hospital Militar del Ecuador y maestros de artes marciales imparten enseñanza en las Fuerzas Terrestres y Unidades Especiales Marinas ecuatorianas).

• Por último, está la venta (y regalo) de equipamiento militar y armamento en la perspectiva de generar dependencias y buenas predisposiciones, además de monetaria.

Aunque los montos involucrados hasta el momento son reducidos en lo referente a equipamiento militar y armamento, incluso en países como Venezuela y Cuba, claramente la República Popular China está sembrando para cosechar a futuro aunque respetando ciertos límites para no provocar a Estados Unidos, como favorecer las transferencias de armamento de carácter fundamentalmente defensivo y/o no de tecnología de punta. Ahí esta la venta de sistemas de radares a Ecuador168 (Venezuela también adquirió radares en el 2005 por un valor de US$ 150 millones), los dos aviones turbo hélice MA 60 fabricados por AVIC 1 incorporados por las Fuerza Aérea Boliviana, los aviones cazas K-8W para Venezuela o las compras facturadas por Norinco a las fuerzas armadas peruanas por misiles antiaéreos GW-18 y FN-6A, cohetes de 122 mm., munición de 81mm para mortero y 122mm para BM21, visores ópticos, granadas de mortero, camiones y vehículos 4x4, además del parado negocio de los tanques MBT 2000 (Perú habría acordado invertir su plata en la compra de seis aviones Mi-17 y dos Mi-35 a Rusia por US $ 250 millones para combatir la narco-guerrilla).

Bolivia, por otro lado, fue beneficiada en los años noventas con la donación de material de artillería, incluyendo misiles portátiles de defensa aérea (Manpads) y misiles antitanques169; Uruguay recibió en el 2005 una donación de US$ 500 mil en equipos para el personal y de apoyo logístico; y Ecuador con US$ 882 mil anuales, dos aviones de instrucción primaria Nanchang BT-6, 15 camionetas, decenas de tiendas de campaña, chalecos antibala y uniformes de camuflaje, etc.

168 Ecuador recibirá a finales del 2010 cuatro radares de fabricación china para vigilar su frontera con Colombia, informó el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, general Fabián Varela. El militar explicó que los radares fueron adquiridos para mejorar la "alerta temprana" tras el ataque militar colombiano contra una base clandestina de las FARC en territorio fronterizo de Ecuador, el 1 de marzo del 2008. En latinarmedforces.blogspot.com del 28 de agosto del 2010. 169 El gobierno de China, en el marco de la Asistencia Militar Gratuita del Ministerio de Defensa a Bolivia, entregó en calidad de donación a las Fuerzas Armadas un total de 37 buses Hinger, 21 camionetas Nissan Pickup Truck, 40 motores fuera de Borda Yamaha para la Armada, 1 stock de repuestos para buses Hinger, 1 stock de repuestos para camiones Nissan y 2 galones de aceite para motores fuera de borda. En www.eabolivia.com del 31 de marzo del 2010.


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• A esta agenda podría agregarse intereses puntuales y diferenciados, como la presencia en el canal de Panamá (seguridad de flujos) o el despliegue de fuerzas de paz en Haití (imagen de potencia global).

China no es sólo un usuario principal del canal de Panamá (se calcula en 230 mil los buques de bandera de la República Popular de China que transitaron en los primeros meses del 2008) para llegar y salir de puertos de EE.UU. y otras latitudes, sino que es uno de los socios comerciales principales de Panamá a pesar de que este país tiene una tratado de libre comercio con Taiwán (República de China ) desde el 21 de agosto del 2003. De acuerdo a autores como Sergio Cesarin, “China mantiene sus hipótesis de guerra basada en el control de recurso naturales vitales y/o ruta de abastecimiento” y es por ello la importancia del canal de Panamá170. Asumiendo su estatus global, y a pesar haber tenido una connotación negativa por muchos años (desde la guerra de Corea para ser exactos) y ser considerada una zona de influencia directa de Estados Unidos, China participa en Haití desde mayo de 2004 cuando envió a una fuerza policía de mantenimiento de la paz bajo el mando de las Naciones Unidas (esta era la primera vez que China envía una fuerza de mantenimiento de la paz a América Latina). Lamentablemente tras el terremoto de Haití donde murieron ocho oficiales chinos de policía, Pekín decidió retirar su única unidad de 130 policías antimotines de esta isla compartida con República Dominicana. Este retiro y el hecho de que sólo puso US$ 15.5 millones para la reconstrucción de Haití (menos que Qatar y Corea del Sur), han llevado a intelectuales como Andrés Oppenheimer a compartir la sentencia del profesor de la Universidad de la Defensa de Estados Unidos, R. Evan Ellis, en cuanto a que “si China quiere ser una potencia mundial respetada, debería ser una mejor ciudadana global”171. Más allá de las relaciones de cooperación existentes, China también entra en las hipótesis de conflicto de algunos países latinoamericanos, al situarla dentro de las amenazas externas por acceder a vastos recursos naturales (biodiversidad, agua, minerales, tierras agrícolas, hidrocarburos) mediante el control por medios políticos, económicos y/o combinado con lo militar o las tentativas de “internacionalización” de las reservas naturales estratégicas (agua, forestales, energéticas, mineras)172.

170 Op. cit., Cesarin, Sergio, “El factor China en los nuevos equilibrios regionales”. 171 Oppenheimer, Andrés, “China: ¿Potencia Tacaña?, en www.miamiherald.com del 4 de marzo del 2010. 172 Op. cit., Cesarin, Sergio, “El factor China en los nuevos equilibrios regionales”.


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Las relaciones de defensa entre China y América Lat ina se definen en el contexto de la erupción y consolidación como poten cia global del primero, de su estrecha relación con el desarrollo doméstico y en una contraposición relativa con Estados Unidos. La cooperación crecien te en este plano y que es vista por América Latina, en lo general, como pa rte del desarrollo natural con la excepción de Brasil que le otorga una condic ión estratégica, no ha inhibido las interrogantes sobre posibles conflicto s futuros en diversos planos. Ellas, en todo caso, hoy están transitando por el carril del “soft power”. 5.3.4 En el Área de la Seguridad Las prioridades de China en materias de seguridad no se encuentran en América Latina, sino que se orientan, fundamentalmente, a su propio escenario regional donde ambiciona recrear un marco de estabilidad que favorezca su propia dinámica de crecimiento, un proceso que le llevará tiempo y una enorme concentración de recursos173. De todas formas y en relación a la cooperación en las áreas de la paz, la seguridad y la justicia con la región, China resalta, primero, la predisposición a “desarrollar activamente...el intercambio militar y el diálogo y la cooperación en defensa”, para lo que se propone “intensificar las visitas mutuas entre los altos mandos castrenses y de defensa y el intercambio de personal, profundizar el intercambio profesional en los terrenos de la instrucción militar, capacitación de personal y operaciones del mantenimiento de la paz, expandir la colaboración práctica en el ámbito de la seguridad no tradicional y seguir ofreciendo, dentro de su alcance, ayudas a la construcción de las fuerzas armadas de los países de la región”. En segundo lugar, está la disposición a expandir la colaboración en el terreno judicial, sobre todo en materia penal y civil y la extradición. Para esto se enfoca en la cooperación con los departamentos judiciales en el intercambio de información, la ejecución de penas y castigos y el servicio jurídico; con los departamentos del interior y policiales en la aplicación de la ley, combate del

173 Ríos, Xulio, “China y América Latina: ¿una relación problemática?”, www.revistapueblos.org del16 de noviembre de 2006.


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crimen transnacional organizado; intercambio de informaciones de inteligencia y tecnología en la perspectiva de elevar la capacidad de preventiva. Por último, en el ámbito de la seguridad no tradicional, el gobierno chino declara estar dispuesto a fortalecer la colaboración y el intercambio de información y de personal y explorar las vías eficaces en el ámbito de la seguridad no tradicional como la lucha contra el terrorismo, el narcotráfico, etc. En general, el gobierno chino aprecia el papel relevante que desempeñan las organizaciones regionales y subregionales de América Latina y el Caribe en la salvaguardia de la paz y la estabilidad mundial y regional, en la promoción de la unidad y el desarrollo así como la integración de la región y las apoya a que pongan en juego su positiva influencia en los asuntos regionales e internacionales. La parte china continuará fortaleciendo el intercambio, la consulta y la colaboración con las organizaciones pertinentes en los diversos terrenos. A pesar de las declaraciones de cooperación expresadas por ambos actores y tal como lo expresa Evan Ellis, estas relaciones “también están introduciendo nuevos imperativos en los ambientes de la seguridad y la defensa”174. De acuerdo a éste y otros autores, esta relación ha implicado o puede conllevar a un aumento del tráfico humano desde China, nuevos patrones de crimen organizado y lavado de dinero, así como el involucramiento creciente de entidades chinas en el tejido regional e indirectamente en la esfera de seguridad, como las empresas de telecomunicaciones Huawei y ZTE y su relación con el gobierno y las fuerzas armadas y en la industria extractiva donde llegan a tener los mismo conflictos que las industrias locales (secuestros y conflictos con los trabajadores, grupos indígenas y ambientalistas), con la consecuencia de que pueden provocar una mayor tentación de parte de China a intervenir en la región ante una posible interrupción del flujo regular de materias primas y/o energéticos vitales para su condición de desarrollo y poder. Algunos observadores estadounidense han graficado los impacto de China en la seguridad diciendo que, desde la “toma del control chino” en la zona del canal de Panamá175, se ha percibido un incremento de las actividades por parte de 174 Ellis, Evan, “Las relaciones China-Colombia en el contexto de la relación estratégica entre Colombia y EE.UU.”, en Security and Defense Studies Review del Center for Hemispheric Defense Studies, Vól 9, edición 2009, pág. 8. 175 Algunos conservadores sostienen que la Panama Ports Company–empresa que ganó un contrato a largo plazo para operar las instalaciones portuarias en ambos extremos del canal– y el dueño de Hutchison-Whampoa, su compañía naviera afiliada con sede en Hong Kong, poseen lazos con el Ejército de Liberación del Pueblo de China y con los servicios de inteligencia. El Almirante Thomas Moorer, ex director de los Jefes del Estado Mayor Conjunto, va incluso más allá: "Hutchison-Whampoa controla incontables puertos alrededor del mundo. Mi preocupación específica es que esta compañía se encuentra controlada por los comunistas chinos. Y han


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organizaciones criminales internacionales, las cuales comercializan drogas o contrabando provenientes de los países de la región o de la misma China en su condición de líder de la piratería de productos, hacia los EE.UU. Varias triadas criminales chinas, tales como Fu Chin, generan preocupación a Washington dado las actividades delictuales que llevan a cabo, particularmente en Centroamérica y en la Triple Frontera entre Paraguay, Argentina y Brasil. También se sospecha que estos grupos operan brindando apoyo logístico a grupos vinculados con movimientos fundamentalistas islámicos o de insurgencia local. A ello hay que agregar que China es uno de los principales fabricantes de armas, muchas de las cuales terminan en el mercado negro debido al laxo control en las fábricas y al robo de arsenales y que van a parar a sectores extra sistémicos en la región como las Maras, el narcotráfico o las FARCs de Colombia. Un caso de apariencia inofensivo pero que puede convertirse en paradigmático en la esfera de la seguridad, es la política de compra de tierras por parte de China en la región, política que también es practicada por otros países como Arabia Saudita, Corea del Sur, Japón o Qatar, entre otros. El 2008 el ministerio de Agricultura de China redactó una medida oficial para alentar a las empresas nacionales a adquirir (alquilando o comprando) tierras en el extranjero con fines agrícolas. El ministro de Agricultura de China, Hang Changfu, de visita en Argentina en el 2010 subrayó que “una de las metas estratégicas de su gobierno pasa por garantizar la seguridad alimentaria”176. Esta política se oficializa en medio de la crisis económica y/o de alta dependencia comercial como lo es la soja para Argentina, lo que ha facilitado la adquisición de tierras en países subdesarrollados o en vías de desarrollo. Esto, entre otros, ha tenido como impacto negativo el restar el derecho a los nacionales a tener tierra, limitar la producción alimenticia al ser utilizada para la producción de agrocombustibles o quedar grandes áreas subordinadas a la estrategia de una potencia extranjera con los consecuentes efectos en la gobernanza. La mayor empresa china del rubro es China Nacional Agricultural Development Group, la que opera en 40 países y 10 mil de sus 80 mil empleados están en los lugares de producción. Esta, por ejemplo, tiene 6 mil hectáreas en Tanzania, ha creado negocios alimenticios en Guinea, Benin y Zambia y ya ha entrado a Argentina y Perú. En abril del 2010 revelaron su interés de comprar tierra en Brasil (región centro Oeste, especialmente Goiás) para producir soja y maíz. En ese mismo período, representantes de Chongqing Grain Group anunciaron su decisión de invertir US$ 300 millones para la compra de 100 mil hectáreas en el oeste de

virtualmente logrado, sin que un sólo tiro fuese disparado, un bastión en el Canal de Panamá”. En www.elindependent.org del 19 de octubre de 1999. 176 www.lacapital.com.ar del 15 de noviembre del 2010.


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Bahía y un mes después el Grupo Pallas Internacional divulgó planes para comprar entre 200 mil y 250 mil hectáreas en esta misma área y posiblemente en Mapito ( Maranhao, Piauí y Tocantins). Esta práctica que fue catalogada por el director general del la FAO como una suerte de “Neocolonialismo” ha llevado a países como Paraguay a aprobar una ley que prohíbe la venta de parcelas a extranjeros, a que Uruguay se lo esté planteando y a Brasil estudiar cambiar la legislación177 y al ministro de Agricultura de Argentina, Julián Domínguez, a declarar, en medio de la visita del ministro Changfu, que “una de las prioridades del gobierno es defender las tierras agrícolas de Argentina”178. Si bien las relaciones con China ofrecen oportunida des, también conllevan importantes desafíos en el área de la seguridad y l a defensa. El patrón cooperativo de China en este caso en el área de la seguridad, es aún insuficiente para dar cuenta de los desafíos que tr ae consigo la relación. Por ejemplo, con Colombia no existe un convenio para co mbatir el tráfico humano a pesar de la relevancia del tema en el país o un mayor acceso a bancos chinos para combatir el lavado de dinero. 6. Conclusiones. El punto de partida de la geopolítica militar del “Reino Celeste” es el dramático cambio cualitativo en sus relaciones con el resto del mundo. La economía china se ha vuelto “una parte importante” de la economía mundial y el país se ha convertido en un “importante miembro del sistema internacional”. La implicación de esta creciente interdependencia es que China “no puede desarrollarse de manera aislada del resto del mundo” (necesita materias primas y energía), como el mundo tampoco puede “disfrutar de la prosperidad y estabilidad sin China”179. Este “ascenso pacífico” de China, entonces, ha implicado claramente nuevas ecuaciones de poder y un reacomodo de los equilibrios mundiales, teniendo que los distintos actores de la arena internacional ajustar inevitablemente sus agendas a esta nueva realidad, incluyendo América Latina. El crecimiento chino hace a especialistas como Michael T. Klare preguntarse si, al convertirse en el principal consumidor de energía planetario, este coloso asiático afianzará su papel dominante en la escena internacional y marcará el rumbo de

177 www. ftierra.org de mayo del 2009. 178 Op cit, www.lacapital.com.ar 179 Geschrieben von, Dieterich , “La Estrategia militar china para el Siglo XXI (primera parte) www.puc.de - Politik und Kultur del 31 de enero del 2009.


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nuestro futuro global. Desde ya responde que, “como actor principal en el mercado energético global, China determinará de forma decisiva no sólo los precios...sino también los sistemas energéticos que predominarán...(y agrega) que las decisiones chinas en materia energética (qué tipo de combustible y cómo asegurarlo) determinarán si China y Estados Unidos pueden evitar verse arrastrados a una batalla global por la importación de petróleo y si el mundo escapará a un cambio climático de dimensiones catastróficas”180.

Este título de mayor consumidor de energía mundial, entre otros, también afectará la política exterior de China, las relaciones chino-estadounidenses y la agenda global en general. Como es sabido, la dependencia energética extranjera vuelve a un país muy vulnerable respecto de posibles interrupciones en el suministro o, en el caso chino, de un eventual bloqueo estadounidense ante un conflicto en Taiwán. Esta sed creciente por energía y la vulnerabilidad que genera, ha provocado dos despliegues de parte de Pekín: a) negarse a una reducción significativa de uso del carbón (recurso interno abundante), haciendo que tanto sus declaraciones y compromisos sobre el calentamiento global como su desarrollo de energías limpias (es el principal productor mundial de turbinas de viento y paneles solares) sean principalmente buenas intenciones; b) ha forzado una mayor presencia económica, política y militar (oficial y de las empresas) en las grandes regiones productoras como Arabia Saudita, Irán, Angola, Omán, Sudán, Kuwait, Rusia, Kazajistán, Libia y Venezuela para asegurar el flujo. A medida que su consumo energético se dispara, China necesitará utilizar más petróleo (aunque también está la apuesta en lo nuclear y las energías limpias) generando fricción y conflicto con los Estados Unidos, sobre todo si se piensa en un escenario donde las fuentes de petróleo escasean. Ya es llamativo, por ejemplo para Klare, ver cómo Pekín ha intentado socavar la influencia de los Estados Unidos en Arabia Saudita entre otros productores del Golfo Pérsico. Ejemplifica que en 2009, por vez primera, China importó más petróleo de este país que de Estados Unidos, cambio geopolítico que cataloga de “notable importancia dada la historia de las relaciones estadounidenses-saudíes”. Agrega que aunque Pekín no compite con Washington en materia de ayuda militar, no ha dejado de desplazar a sus dirigentes más importantes a Riad con un mensaje claro: apoyar las demandas saudíes sin mencionar la democracia y derechos humanos, temas asociados a la política exterior estadounidense. También alerta sobre la diplomacia de armas por petróleo, diciendo que “si ambos países continúan con su política actual de armar a los proveedores aliados en un intento desesperado de obtener ventajas a largo plazo, estos proveedores también pueden dirigir sus

180 Klare, Michael T, “China. La superpotencia energética del siglo XXI”, en Tecmilitar.blogspot.com del 28 de septiembre del 2010.


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sospechas o temores a sus (igualmente bien armados) vecinos con la posibilidad de generar guerras locales y conflictos fronterizos que ambas potencias no quieren. La lógica de la diplomacia de armas por petróleo vuelve inevitable este riesgo, además de incentivar la carrera armamentista entre ambos colosos. Finaliza sus argumentaciones diciendo que mientras mayor sea la dependencia china de la importación de petróleo crecerá el riesgo de fricción y de conflicto con los Estados Unidos, cuya dependencia de energía también es creciente; si China sigue dependiendo del carbón, menos cómoda será nuestra vida en el planeta; y si su énfasis es en combustibles alternativos, más posibilidades tendrá de convertirse en la gran potencia del siglo XXI 181.

Sea como sea la respuesta de China, claramente tanto la política exterior como la política de defensa tiene por misión fundamental garantizar los intereses vitales del país. Es decir, hablamos de la sujeción de la política de defensa a una estrategia nacional de desarrollo asociada a la posición del Estado dentro del sistema internacional. Al hablar, entonces, de la política de defensa de China estamos haciendo referencia a una política integrada del Estado (un sistema nacional), donde las dinámicas de todas las agendas afectan para bien o mal la seguridad y el poder nacional y, por lo tanto se convierten en objetivos de la defensa y la seguridad. Entendiendo de esta forma la política de defensa de China, entonces y más allá de sus particularidades, ella está desarrollando una estrategia interina (en transición) en función de reconstruir y consolidar el poder nacional en un contexto donde aún reconoce debilidades frente a Estados Unidos y múltiples dependencia internacionales para su seguridad y desarrollo como lo son la estabilidad y apertura del escenario internacional, el acceso sin trabas a energía y materias primas, el respeto a su autodeterminación, etc. A pesar del proceso modernizador que ha experimentado la defensa en China, en el fondo ésta sigue dependiendo fuertemente de una estrategia indirecta para aumentar su área de influencia y de la doctrina de la guerra popular “aggiornada” con incrustaciones de nuevos procesos y tecnológicas como el medio principal de defender su territorio. Esto, unido al confucionismo que guía su ascenso pacífico, hace que, por ahora, los chinos no privilegien el uso de la fuerza militar para el logro sus objetivos nacionales, sino que el “soft power” (ayuda, diplomacia, negociaciones políticas y propaganda). En otras palabras y parafraseando la estrategia de Sun Tzu, la transacción es una de las bases en el desarrollo de las estrategias incluyendo las de defensa, por cierto sin desmerecer el poderío del “cañón de una pistola” del que hablaba Mao.

181Klare, Michael T., op. cit.


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Ello, sin embargo, no ha inhibido a Pekín a utilizar otras medidas de fuerzas para resolver disputas internacionales. Así, por ejemplo, prohibió la exportación de “tierras raras”182 a Japón (principal receptor) como reacción al contencioso diplomático por la retención de un pesquero chino chocó con dos patrullas guardacostas japonesas cerca de las disputadas aguas cercanas a las islas Diaoyu. Japón ha sido durante muchos años el principal receptor de las tierras raras extraídas en las minas chinas. A su vez, las compañías estadounidenses dependen sobre todo de imanes y otros elementos fabricados en Japón y que utilizan estos elementos183. América Latina y el Caribe forman parte de la estrategia global de transacción de China a través de una interrelación compleja que responde enteramente a sus intereses, incluso en las coincidencias como buscar la configuración de un mundo multipolar (más participativo y democrático). La región, por su parte, se ha mostrado más bien deficitaria en materia de postulados estratégicos frente a estos vínculos y, por lo mismo, ha mantenido una posición más bien pasiva que mira la relación tácticamente, con escasas excepciones. Teniendo presente que las declaraciones de buenas intenciones no siempre hacen coincidente los intereses de las partes (en el mejor de los casos tienden a reducir la disonancias de intereses contradictorios), no es raro ver que en la región las relaciones entre China y América Latina se presentan positivamente exacerbadas por unos y minimizadas y cuestionadas por otros, postulados que se asumen dependiendo del país, de las expectativas y de los resultados que se tengan. Esto se ha traducido en que las posibilidades latinoamericanas se expresen, aunque a veces con mixturas, desde una mirada de un cierto pensamiento mágico que le otorga un sentido redentor frente a los que se visualizan como enemigos (Estados Unidos, por ejemplo), a la posibilidad de empoderase a partir de la firma de acuerdos y/o alianzas estratégicas y jugar un rol de potencia regional secundaria, pasando por otros que la ven desde el pragmatismo más puro del mercado: las simples ganancias, hasta aquellos que ven en el aterrizaje de China un nuevo imperialismo con serias consecuencias societales. Más allá de ls diferentes caras de la moneda que se percibe, lo importe es reconocer las dinámicas que genera esta relación.

182 Las 17 "tierras raras" son escandio, itrio, lantano, cerio, praseodimio, neodimio, prometio, samario, europio, gadolinio, terbio, disprosio, holmio, erbio, tulio, iterbio y lutecio. Estos elementos son utilizados en la producción de coches híbridos, turbinas eólicas y misiles teledirigidos, entre otros. El gigante asiático tiene el 55,7% de las reservas probadas de tierras raras, pero concentra el 97% de la producción mundial, ya que países como Estados Unidos optaron por paralizar la extracción de estos materiales en sus propios yacimientos debido a la alta contaminación que producen. 183 www.europapress.es del 23 de septiembre del 2010.


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China claramente no quiere tensar más su relación con los Estados Unidos. La percepción (y aceptación) de la hegemonía de Washington en la región unido a la valoración estratégica que tiene Pekín de las vinculaciones con la primera potencia mundial, ha puesto las relaciones de la región con este coloso asiático en una plaza preferencialmente económica (léase comercio e inversión) imponiendo una cierta prudencia en otro tipo de planos como las de defensa. La única excepción es Brasil, país con el que China sustenta una propuesta más estratégica (y quizás México por la importancia de su mercado y su condición de puerta de entrada a EE.UU.).

A pesar de ello y constatando que es una relación que se desarrolla en todos los campos, la sola presencia de China genera una ecuación distinta en la referencia geoestratégica de la región con Estados Unidos y Europa, los dos polos más importantes en la historia de América Latina. No debemos olvidar que hoy metas tan importantes como la paz mundial y el desarrollo encuentran múltiples interpelaciones y desafíos, los que se anclan en distintas geografías y planos como la intensificación de las luchas por los recursos, disputa por zonas y esferas estratégicas, turbulencias regionales y emergencia de nuevos conflictos y guerras locales184. En este contexto, el sólo hecho de ofrecer un vínculo económico rentable sin condicionamiento político por parte de China, empodera a la región para ser menos dependiente y, por lo mismo, con mayor capacidad de negociación, a la vez de cumplir con el interés soterrado chino de mediatizar la preeminencia estratégica de Washington y en menor medida de Europa. Es decir, la sola presencia China pone a América Latina en el reacomodo internacional y sus disputa global.

Si bien el aterrizaje chino en la región ha sido a través del soft power como lo plantea Evan Ellis185 y esta vinculación ha supuesto oportunidades para ambos, la relación no ha sido entre iguales por los potenciales y desarrollos desiguales mostrados. Hasta el momento, y en términos generales, China exporta bienes manufacturados a la región e importa principalmente commodities de ella.

A pesar de que las exportaciones a China se han convertido en un factor esencial para sortear la crisis económica internacional y favorecer el desarrollo nacional (cobre en los casos de Chile y Perú, soya para Argentina, petróleo en lo que se refiere a Ecuador y Venezuela, etc.), las importaciones de este país se ha transformado en una fuente de conflictos constantes con algunos de los intereses de economías propiamente emergentes (como México y Argentina) que tienen planes para desarrollar una industria independiente y mejorar sus precios de

184 Op cit. Geschrieben von, Dieterich. 185 Ellis, Evan “Chinese Soft Power in Latin América: A case of Study”, www.ndu.edu/press/chinese-soft-power-latin-america.html


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intercambio, y para ello establecen barreras para defender a sus productores locales de las exportaciones chinas.

Otras fuentes de conflicto, además de la piratería o la exportación de productos de mala calidad, son las inversiones directas chinas y su búsqueda de altos niveles de retorno sin preocuparse mayormente por las condiciones sociales, laborales o medioambientales. Esto ya ha creado importantes dificultades sociales en Ecuador, Perú, Venezuela y Argentina, perturbando la gobernanza local e incentivando gérmenes de nacionalismo xenófobos.

A fin de cuentas, de no cambiar esta estructura del comercio bilateral, los países latinoamericanos consolidarían su tradicional posición desventajosa de depender de la exportación de productos de bajo valor agregado y comprando aquellos de mayor valor proporcionado por el factor tecnológico, generando una interdependencia asimétrica o una simple relación centro-periferia con nefastas consecuencias estratégicas al carecer la región de políticas más prospectivas para enfrentar esta relación.

En el ámbito militar y tal como lo expresa Dieterich von Geschrieben, “la influencia de factores de seguridad militar en las relaciones internacionales está incrementándose” por diversos factores186. Esto ha hecho que algunas potencias estén “redefiniendo sus estrategias militares y de seguridad, incrementando la inversión militar, acelerando la transformación de sus FF.AA. y desarrollando avanzadas tecnologías militares, armas y equipo, y que países en desarrollo también buscan activamente adquirir armas y equipos avanzados. Lo claro de todo esto, es que todos atribuyen más importancia a su fuerza militar para apoyar sus esfuerzos diplomáticos, ya sea usando el hard power o el soft power (cooperación en defensa). En la relación chino-latinoamericana no han estado ausente los vínculos en el ámbito de la defensa y la seguridad como lo demuestran los pronunciamientos y/o acciones que mediatizan hegemonías históricas, la cooperación en áreas estratégicas como transferencia de tecnología e inteligencia, los intercambios militares, las industrias del ELN instaladas en América Latina y la venta (y regalo) de equipamiento militar y armamento, etc. Si bien la región ha aprovechado oportunidades formativas y de adquirir materiales modernizadores con contratos convenientes en formas, plazos, precio y calidad que satisfacen sus anhelos de seguridad y defensa, China está apostando a un anclaje y frutos más estratégico como su reposicionamiento de poder.

186 Op. cit., Geschrieben von, Dieterich.


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Las relaciones de China y América Latina, en particular en el área defensa, y más allá de las bondades que genera en términos de desarrollo y seguridad, impone una serie de aspectos problemáticos. En primer lugar, se pone a América Latina en el conflicto estratégico China-EE.UU. con la consecuencia de acrecentar las percepciones de amenaza de Estados Unidos con estos actores (ej. Venezuela) y viceversa. En segundo lugar, acentúa las percepciones de amenaza de países vecinales o paravecinales con la llegada de nuevos armamentos. Tercero, se levanta una hipótesis de Pekín de defensa integral (utilización de los potenciales país en el manejo de conflictos) para asegurar el flujo de commodities y una contra hipótesis de conflicto con China por el tema de materias primas y recursos como en el caso de la compra de tierras. Cuarto, se intensifican elementos insegurizantes con esta relación como el aumento del tráfico humano, de armas, de productos contaminantes y no contaminantes; nuevos patrones de crimen organizado y lavado de dinero; conflictos con poblaciones locales; nuevas redes de poder, etc, sin una diálogo adecuado entre los estados para tratarlos. El ascenso de China como poder global, entonces, implica una nueva ecuación internacional, donde los distintos actores tendrán que readecuar, gústele o no, sus agendas a partir de la relevancia de este factor. En este proceso ha existido un acoplamiento entre la oferta productiva latinoamericana y la demanda china y viceversa, realidad que se ha convertido en uno de los principales factores para la recuperación de la crisis. Sin embargo, la ampliación de este menú con sus reacomodos geopolítico y económicos, han generados impactos multireferenciales, no todos positivos por cierto, que merecen una mirada más estratégica y una repuesta regional más integrada sobretodo en el área de una seguridad ampliada (multidimensional). China llegó a la región y está para quedarse a pesar de las barreas lingüísticas o del ingreso de otros actores extraregionales como India, Rusia, Irán, etc. La palabra está, entonces, en el lado latinoamericano para definir el tipo de relación que se desea tener con esta potencia que se desarrolla “exponencialmente”.


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