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Fondo Sectorial de Investigación en Materias Agrícola, Pecuaria, Acuacultura, Agrobiotecnología y Recursos Fitogenéticos
CONVOCATORIA 2015-3
ANEXO B. DEMANDAS DEL SECTOR 2015-3
En atención a la problemática nacional en la que la I+D+i (Investigación,
Desarrollo e Innovación Tecnológica) tiene especial relevancia, la Secretaría de
Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) ha
identificado un conjunto de demandas y necesidades del Sector para ser
atendidas por la comunidad científica, tecnológica y empresarial con el apoyo del
“Fondo Sectorial de Investigación en Materias Agrícola, Pecuaria, Acuacultura,
Agrobiotecnología y Recursos Fitogenéticos”.
Estas demandas se han clasificado en lo siguiente: sistema producto, cadenas de
valor y tema(s) estratégico(s) orientados a Cadena Valor:
I. Sistema Producto
1. Mejoramiento de maíz amarillo y de su tecnología de producción en el
Centro y Sur-Sureste de México.
II. Tema(s ) Cadena de Valor
2. Aprovechamiento de la diversidad genética y desarrollo de tecnología
para el cultivo de yuca.
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3. Aprovechamiento de la diversidad genética y desarrollo de tecnología
sustentable de producción, beneficio y manejo poscosecha de malanga
en México.
III. Tema estratégico orientado a Cadenas de Valor
4. Generación de tecnología, variedades nacionales e innovaciones para el
incremento de la productividad integral de “frutillas” en México.
Es importante aclarar que se espera apoyar un solo proyecto por demanda
específica, ya que el Proyecto (multidisciplinario e interinstitucional)
propuesto, debe cumplir con todos los productos esperados.
Las Demandas Específicas deben ser debidamente dimensionadas y acotadas a través de la siguiente estructura:
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Demanda 1
SISTEMA PRODUCTO MAÍZ
I. Título tema a demandar
Mejoramiento de maíz amarillo y de su tecnología de producción en el Centro y
Sur-Sureste de México.
II. Beneficiarios del Proyecto
Productores mexicanos de maíz; los consumidores de maíz amarillo (ganaderos e
industriales de alimentos humanos y pecuarios).
III. Antecedentes
Por mucho, el maíz (Zea mays L.) es el principal cultivo de México debido a su
importancia económica, social, cultural y alimenticia que ha mantenido desde
tiempos ancestrales.
Nuestro país es el centro de origen y de diversidad del maíz y es el cuarto
productor mundial, al aportar el 2.5% de la producción total de este grano. Este
cultivo ocupa el 33% de la superficie sembrada en el territorio nacional (FND,
2014), con lo que aporta el 18% del valor de la producción total del sector agrícola
(SIAP, 2014); abarca el 74% de la superficie de temporal, la que contribuye
únicamente con el 40% del valor generado. Aunque en todo el país se siembra
maíz, solo siete entidades concentran el 65% de la producción nacional. Sinaloa
es el principal productor con el 16.5% del total. Le siguen en importancia Jalisco,
Michoacán, Estado de México, Chiapas, Guerrero y Veracruz (FND, 2014).
En México (2013) se sembraron 7.487 millones de hectáreas de maíz, con una
producción de 22.66 millones de toneladas y un valor de la producción de 76,282
mdp. El rendimiento promedio nacional fue de 3.2 t·ha-1, el precio medio rural de
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$3,366 por tonelada y el consumo per cápita de 235.4 kg al año. Sólo el 8% de la
producción nacional corresponde a maíz amarillo; aproximadamente 400,000
toneladas anuales (SIAP, 2014).
El país ocupa el segundo lugar con el mayor volumen de importaciones del grano
a nivel internacional, del cual entre 7 y 10 millones de toneladas son de maíz
amarillo, lo que lo vuelve vulnerable ante las alteraciones de la oferta mundial
(FND, 2014). Alrededor de 2.3 millones de toneladas son procesadas por la
Industria de Derivados Químicos y Alimenticios del Maíz (Tadeo y Espinosa, 2004;
Tadeo et al., 2010).
Hay gran interés en que México reduzca, en los próximos años las importaciones y
abastezca su requerimiento de maíz para consumo humano, forrajero e industrial,
con al menos un 70% de producción propia. Lograrlo requiere aumentar la
productividad del maíz, facilitando a los productores el acceso a tecnologías
apropiadas, incluidos los insumos estratégicos como las semillas mejoradas y los
fertilizantes.
La adopción de mejores tecnologías es un requisito para que los productores de
maíz mejoren su competitividad. Se ha estimado que el potencial de producción
sostenible de este cereal en México es de 52 millones de toneladas, de las cuales
28 millones serían factibles de lograr en el corto plazo (tres a seis años), mediante
la aplicación de tecnología de producción, variedades y prácticas de cultivo
disponibles, sin incrementar la superficie sembrada y sin utilizar maíz transgénico
(Turrent-Fernández, 2009).
Las semillas de variedades mejoradas representan uno de los medios para
incrementar el rendimiento y calidad de las cosechas, al servir como puente entre
el mejoramiento genético (la investigación) y el productor.
El costo de la semilla mejorada de maíz afecta la rentabilidad del cultivo, ya que
representa entre 13.5 y 18.0% del costo de producción (INIFAP, 2013).
Históricamente en México el precio del maíz blanco es mayor (6.5 a 16.4%, en
2013) que el del maíz amarillo, lo que representa un incentivo y mayor rentabilidad
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en la producción de maíz blanco. A esto se debe agregar que el precio de la
semilla mejorada de variedades de maíz amarillo existentes en el mercado es más
alto que el de maíz blanco (Ruíz, 2014).
En el país ya existe germoplasma, en forma de las variedades locales
competitivas y material genético avanzado en programas de mejoramiento, que
sería adecuado para sembrar en las nuevas condiciones que se predicen como
resultado del cambio climático y en condiciones de alto potencial productivo
(Bellon et al., 2011; Guarino y Lobell, 2011; Mercer et al., 2012; Ureta et al., 2012).
Como tal, las variedades nativas locales pueden ser una herramienta importante
dentro de la gama de tecnologías y prácticas que serán necesarias para hacer
frente al cambio climático; así como la generación de maíces de alto consumo y
de consumo especial a nivel local y regional.
Pese a los varios decenios de mejoramiento formal y promoción de las variedades
resultantes en México, gran parte de los productores mexicanos sigue sembrando
sus variedades locales de maíz (Barkin, 2002. Algunas razones que explican en
parte la no adopción del maíz mejorado, son: 1) la ineficiencia de las cadenas de
semilla; la decisión deliberada de los agricultores de seguir sembrando las
variedades nativas competitivas; 2) la existencia de mercados especializados de
maíz, que aceptan y a veces exigen características que solo los maíces nativos
poseen, y que son apreciadas por los consumidores por sus características
culinarias, como el color, la textura, el sabor, su uso en varios platillos típicos y
aplicaciones (Keleman y Hellin, 2009), aunque tengan menor aceptación en el
gran mercado del grano blanco; 3) la confianza que tienen en los maíces nativos
por ser opciones resistentes y predecibles, en comparación con las variedades
“modernas”, producto del mejoramiento formal (Brush, 1995; Arellano y Arriaga,
2001; Bellon et al., 2011; Bellon y Hellin, 2011); 4) el pobre desempeño de las
variedades mejoradas que los científicos identifican como superiores en
condiciones experimentales, en realidad pueden rendir menos bajo las
condiciones marginales de los productores (Ceccarelli, 1989); 5) la siembra de
maíces locales se relaciona con la disponibilidad de agua para riego, régimen de
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lluvias, tipo de suelo, incidencia de heladas y usos de los diferentes tipos de maíz
(Castillo-Nonato y Chávez-Mejía, 2013); 6) el valor nutracéutico debido al efecto
preventivo de los pigmentos antocianínicos contra el estrés oxidativo, las
enfermedades crónico-degenerativas y el cáncer, que les confiere sobreprecio de
venta en el mercado (Salinas et al., 2012; Serna-Saldívar et al., 2013); 7) todos los
maíces nativos contienen compuestos fenólicos de alto valor (antocianinas y
carotenoides), de modo que éstos constituyen un reservorio y patrimonio genético
por explorar (Serna-Saldivar et al., 2013); y 8) las poblaciones nativas de maíz son
una fuente potencial de resistencia/tolerancia a enfermedades (Briones-Reyes et
al., 2015).
En este contexto, es necesario que México reduzca, en los próximos años, las
importaciones y abastezca su requerimiento de maíz amarillo para consumo
humano, forrajero e industrial, con al menos un 70% de producción propia.
Lograrlo, requiere aumentar la productividad del maíz al facilitar a los productores
el acceso a tecnologías apropiadas, incluidos los insumos estratégicos como las
semillas mejoradas; por lo que se requiere concluir la formación, validar y describir
maíces mejorados amarillos para el consumo pecuario, humano y agroindustrial;
así como, actualizar o concluir y validar la tecnología para su producción
sustentable, en las regiones agroecológicas del Centro y Sur-Sureste del país.
IV. Problemática
Si bien existen avances tecnológicos significativos a lo largo del sistema producto,
a juicio de investigadores y representantes de organizaciones de productores y de
la industria (Taller sobre Maíz; SNITT, 2014), la problemática que enfrenta
actualmente la cadena de valor del maíz en México abarca la siguiente temática:
1. Es necesario incrementar la producción de maíz de grano amarillo para
satisfacer la demanda y reducir la importación anual de más de 10 millones
de toneladas de grano entero y quebrado (Espinosa et al., 2008), que se usa
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para elaborar alimentos forrajeros, extraer almidones, en la industria
cerealera y botanera, así como para otros usos industriales.
2. Se cuenta con muy pocas variedades nacionales mejoradas de maíz
amarillo, con rendimiento del grano y estabilidad igual o superior que las
variedades de grano blanco, para las regiones agrícolas de El Bajío y los
Valles Altos, así como para las áreas Subtropical y Tropical (húmeda y seca)
de México.
3. Los productores no tienen conocimientos referentes al manejo agronómico
adecuado de progenitores, híbridos, variedades nativas y mejoradas, con alto
potencial de rendimiento y adaptación a las diferentes regiones
agroecológicas del país, para la producción de semillas.
4. No se cuenta con sistemas/tecnología de producción basada en la utilización
de insumos nacionales como semillas y bioinsumos (fertilizantes e
insecticidas); y los usos eficientes de los mismos, que permitan reducir los
costos de producción (Ruíz, 2014).
5. El precio de la semilla de variedades mejoradas de maíz amarillo es más alto
que el de variedades de maíz blanco (Ruíz, 2014).
V. Logros y Avances
Tradicionalmente, los esfuerzos del fitomejoramiento de maíz por hibridación se
han enfocado al aumento del rendimiento, al aprovechar los patrones heteróticos
más conocidos. Sin embargo, existe el potencial para identificar y enfocar el
mejoramiento en las características de calidad de los maíces forrajeros e
industriales como el amarillo.
Algunos avances en mejoramiento genético de maíces amarillos son los
siguientes:
o Coutiño et al. (2008), mencionan avances en el contenido de aceite en maíz
comiteco variedad ‘Teopisca-A’ (maíz amarillo) y cambios significativos en
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caracteres de mazorca y grano, al incrementar la longitud, el peso y el
número total de granos por mazorca. Las ganancias en peso del grano y en
contenido de aceite, estuvieron asociadas con reducciones en contenido de
proteína.
o Márquez (2009), realizó un recuento de las variedades nativas mejoradas o
sobresalientes que han surgido de diferentes programas de fitomejoramiento
y están disponibles para su reproducción de semilla. Detectó 130
poblaciones mejoradas de ese tipo, catalogadas en México por el INIFAP, y
más de 55 poblaciones mejoradas por las universidades públicas.
o Espinosa et al. (2010), informan la obtención de la variedad mejorada V-54 A
de grano amarillo para siembras de temporal retrasado en Valles Altos de
México, la cual es de ciclo precoz (135 días a madurez fisiológica), posee
tolerancia al acame, el grano es de textura semicristalina, rinde de 5 a 7 t·ha-
1 y por su precocidad puede sembrarse a fines de mayo y todo junio, que son
fechas retrasadas de siembra.
o Tadeo et al. (2012), evaluaron variedades de temporal de grano amarillo para
Valles Altos. Las variedades V-53A y V-55A con rendimientos de 6,157 y
6,112 kg·ha-1, respectivamente, son competitivas, por lo que pueden
incrementarse y obtener semilla certificada para el abastecimiento de ésta a
los productores de Valles Altos. Las variedades V-53 A, V-54 A, Oro Ultra 3C
y V-54 A, exhibieron los mejores rendimientos, superiores estadísticamente
al testigo Amarillo Zanahoria.
o Ramírez et al. (2013), al trabajar una estrategia de mejoramiento para
integrar un patrón heterótico de maíz de grano amarillo para la zona de
transición de México, efectuaron la conversión de progenitores de grano
blanco a amarillo. Las familias que integraron la población INIFAP Amarillo
Dentado-3 tuvieron mayor tolerancia al acame y más sanidad de mazorca,
con un ciclo de madurez similar al Criollo Amarillo Zamorano, el mejor criollo
amarillo de la región.
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o En el INIFAP en Guerrero, generaron la variedad de polinización libre V-
237A, con características agronómicas superiores a la población original:
menor altura de planta y mazorca (32 y 25 cm, respectivamente); mayor
resistencia al acame y mejor anclaje; estrecha sincronía entre la floración
masculina y femenina (dos días), lo que permite que disminuya la presencia
de plantas improductivas (horras) en 5%. Debido al método de selección
aplicado, se ganó en área de adaptación del maíz a la región semicálida con
altitudes intermedias (1,200 a 1,800 msnm). La variedad de maíz ancho V-
237 AN supera el rendimiento de grano del criollo del productor de 5 a 10%
(Gómez et al., 2014)
o García-Salazar y Ramírez-Jaspeado (2014), analizaron la situación del
mercado de semilla mejorada de maíz en México. El consumo total se
comparó con la producción de semilla mejorada para determinar el saldo
comercial (déficit o superávit) en cada zona productora de maíz. En promedio
anual del periodo 2008/2010, el consumo total de semilla fue de 160.2 mil
toneladas, de las cuales 42.5 % correspondió a mejorada y el restante a no
mejorada. La producción anual de semilla mejorada fue de 62.5 mil toneladas
y el déficit fue mayor a 90 mil toneladas. El análisis del saldo comercial indicó
que 26 entidades presentaron un déficit de semilla mejorada, y el mayor
déficit ocurrió en los estados de Chiapas, Puebla, Oaxaca, Veracruz y Estado
de México, donde superó las 10 mil toneladas en cada entidad. Concluyen
que se debe promover la producción de semilla mejorada para cubrir el
déficit nacional y apoyar a pequeñas empresas productoras de semilla.
o Ramírez et al. (2013), en el INIFAP, liberaron el híbrido de cruza simple H-
378A, un maíz amarillo para la producción de grano y forraje en la zona
Centro-Occidente de México. Es de ciclo intermedio-tardío, con un buen
comportamiento agronómico en localidades con buena y muy buena
productividad en el estrato de 1,000 a 1,900 msnm de regiones maiceras
(INIFAP, 2013).
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VI. Propósito de la Demanda
Obtener variedades mejoradas de maíz amarillo y actualizar o concluir su
tecnología de producción sustentable en las regiones agroecológicas del Centro
(El Bajío y Valles Altos) y Sur-Sureste (Trópico Seco y Trópico Húmedo) de
México, para contribuir a la soberanía alimentaria.
VII. Objetivos
7.1 Objetivo General
Concluir la formación, validar y describir variedades e híbridos competitivos de
maíz amarillo, así como actualizar o concluir y validar su tecnología de
producción sustentable en las regiones agroecológicas del Centro y Sur-
Sureste de México.
7.2 Objetivos Específicos
1. Concluir la formación, validar y describir (con fines de registro) variedades
mejoradas o híbridos competitivos de maíz amarillo, aptas para sistemas de
producción sustentable en el Centro y Sur-Sureste del país.
2. Actualizar o concluir tecnología para procesos sustentables de producción
[arreglo topológico-densidad de siembra, manejo nutricional (fertilización y
abonamiento), uso eficiente del agua, control de maleza, manejo integrado
de plagas y enfermedades], para las regiones Centro (El Bajío y Valles
Altos) y Sur-Sureste (Trópico Seco y Trópico Húmedo).
3. Evaluar la calidad forrajera, industrial y para consumo humano de las
variedades concluidas, validadas y descritas.
4. Realizar transferencia de tecnología vinculada a las innovaciones
tecnológicas disponibles (estado del arte) y a las generadas en el proyecto
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para incrementar la productividad y rentabilidad sustentable de maíz, en las
regiones agroecológicas Centro y Sur-Sureste del país.
VIII. Justificación
El Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2013-2018, publicado en el Diario Oficial de
la Federación el 20 de mayo de 2013, establece en su Objetivo 3.5. “Hacer del
desarrollo científico, tecnológico y la innovación, pilares para el progreso
económico y social sostenible”.
Congruente con el PND, el Programa Sectorial de Desarrollo Agropecuario,
Pesquero y Alimentario (PSDAPA) 2013-2018, tiene como estrategia integral
elevar la productividad para alcanzar el máximo potencial del sector
agroalimentario y una visión estratégica que implica la construcción del nuevo
rostro del campo, sustentado en un sector agroalimentario productivo, competitivo,
rentable, sustentable y justo, que garantice la seguridad alimentaria del país y
contribuya al desarrollo rural integral; establece, en el Objetivo 1. “Impulsar la
productividad en el sector agroalimentario mediante inversión en capital físico,
humano y tecnológico que garantice la seguridad alimentaria”; en la Estrategia 1.1.
“Orientar la investigación y el desarrollo tecnológico a generar innovaciones
aplicadas al sector agroalimentario que eleven la productividad y competitividad” y
en la Línea de Acción 1.1.1. “Implementar investigación y desarrollo tecnológico
aplicado en proyectos de desarrollo rural sustentable a través del SNITT” (Sistema
Nacional de Investigación y Transferencia Tecnológica para el Desarrollo Rural
Sustentable).
En cumplimiento con el PND, el PSDAPA, el Art. 37 de la Ley de Desarrollo Rural
Sustentable y el Anexo de Ejecución del Convenio del Fondo Sectorial de
Investigación en Materias Agrícola, Pecuaria, Acuacultura, Agrobiotecnología y
Recursos Fitogenéticos SAGARPA-CONACYT 2015, el SNITT, como parte de sus
funciones, recabó información para identificar demandas urgentes y temas
estratégicos de investigación, que aporten a elevar la productividad de las
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actividades agropecuarias y la seguridad alimentaria del país; en este caso, a
través de la presente demanda titulada “Mejoramiento de maíz amarillo y de su
tecnología de producción en el Centro y Sur-Sureste de México”, misma que
forma parte integral de la Línea de Acción 1.1.1., la Estrategia 1.1. y del Objetivo
1., del PSDAPA.
Las semillas de variedades mejoradas son uno de los medios para incrementar el
rendimiento y calidad de las cosechas, al servir como puente entre el
mejoramiento genético (la investigación) y el productor. Existen 1,203 variedades
de maíz inscritas en el Catálogo Nacional de Variedades Vegetales (SNICS,
2014), las cuales resultan insuficientes para abastecer el consumo de semillas en
México; conforme a García-Salazar y Ramírez-Jaspeado (2014), el consumo de
semillas en el periodo 2008/2010 fue de 160.2 miles de toneladas en promedio por
año, de las cuales 42.5 % correspondió a mejorada y el restante a no mejorada; la
producción anual de semilla mejorada fue de 62.5 mil toneladas lo que representa
un déficit mayor a 90 mil toneladas anuales; el análisis del saldo comercial indicó
que 26 entidades federativas presentaron un déficit de semilla mejorada, y el
mayor déficit ocurrió en los estados de Chiapas, Puebla, Oaxaca, Veracruz y
Estado de México, donde superó las 10 mil toneladas en cada entidad
Aun cuando en el mercado existe una gama de variedades mejoradas
comerciales, esta tecnología no está al alcance de muchos agricultores, porque
muchas veces no es posible conseguir una variedad específica para una zona o
porque su precio es muy elevado; o porque muchas de esas variedades no
poseen todas las características que los agricultores requieren.
En este contexto resulta importante el impulso al mejoramiento genético del maíz
amarillo, y la generación o innovación de sus tecnologías de producción
sustentable para las regiones agroecológicas del Centro y Sur-Sureste del país.
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IX. Productos a entregar
1. Al menos tres variedades o híbridos mejorados de maíz amarillo
competitivos (en rendimiento, calidad y comportamiento agronómico) por
región agroecológica Valles Altos y El Bajío (Centro); y Trópico Seco y
Trópico Húmedo (Sur-Sureste), con evidencia de trámite de registro de
propiedad intelectual.
2. Documentos con los resultados de la validación y la descripción de las
variedades mejoradas o híbridos, para las regiones Centro y Sur-Sureste
del país que incluyan los resultados de la calidad forrajera, industrial y para
consumo humano, con evidencia del trámite de registro de propiedad
intelectual.
3. Al menos cuatro manuales de la tecnología sustentable de producción de
maíz amarillo con los resultados del proyecto y el estado del arte, para los
Valles Altos, El Bajío, y los Trópicos Seco y Húmedo del Sur-Sureste, con
evidencia de trámite de registro de propiedad intelectual.
4. Documentos elaborados para difusión y transferencia de tecnología,
vinculados a las innovaciones tecnológicas disponibles (estado del arte) y a
las generadas en el proyecto para incrementar la productividad y
rentabilidad sustentable de maíz amarillo, en las regiones agroecológicas
de los Valles Altos y El Bajío (Centro) y los Trópicos Seco y Húmedo (Sur-
Sureste), con evidencia del trámite de registro de propiedad intelectual.
X. Impactos a lograr con los productos a obtener
Económico
Reducción en los costos de producción al utilizar semilla mejorada y
producida en México y aplicar tecnologías sustentables de producción.
Incremento de la rentabilidad y competitividad del cultivo de maíz amarillo
en México, en beneficio de los productores, consumidores e industriales.
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Aumento de la productividad del cultivo mediante el uso de variedades
mejoradas y tecnologías sustentables de producción.
Disminución de las importaciones de grano y de semilla, aspectos que
contribuyen a la seguridad alimentaria del país.
Social
Disponibilidad de variedades nacionales de maíz amarillo, ya sea para uso
industrial o pecuario, para diferentes regiones agroecológicas.
Mejores políticas públicas para los productores de maíz, los industriales y
ganaderos relacionados con maíz amarillo.
Transferencia de tecnología a productores innovadores en el manejo del
sistema de producción sustentable de maíz amarillo.
Generación de empleo en las zonas productoras de maíz en México.
Tecnológico
Disponibilidad de nuevas variedades de maíz amarillo competitivas en
productividad y adaptación.
Adopción de las variedades nacionales por los productores, para las
regiones Centro y Sur-Sureste del país.
Implementación de mejores tecnologías y sistemas de producción.
Ecológico
Producción sustentable de maíz amarillo mediante agricultura de
conservación del suelo, el agua, la fertilidad, la biodiversidad y sus
propiedades agronómicas.
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Disminución del uso de pesticidas en el cultivo mediante productos
bioracionales y reducción del impacto en el medio ambiente.
Contribución a la restauración de las poblaciones de flora y fauna benéficas
del suelo, y del ambiente en general.
Reducción de la contaminación de mantos freáticos mediante el uso
racional de productos agroquímicos y bioinsumos en las diferentes regiones
agroecológicas productoras de maíz en México.
XI. Literatura citada
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Contacto para consultas técnicas sobre la demanda
Ing. Belisario Domínguez Méndez
Director General de Productividad y Desarrollo Tecnológico, SAGARPA
Teléfono: (55) 3871-1000 ext. 33312 y 33328
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Demanda 2
CADENA DE VALOR YUCA
I. Título tema a demandar
Aprovechamiento de la diversidad genética y desarrollo de tecnología para el
cultivo de yuca.
II. Beneficiarios del Proyecto
Productores agropecuarios y demás actores de la cadena de valor yuca de zonas
tropicales de México (Tabasco, Morelos, Michoacán, Veracruz, Yucatán, Guerrero,
Oaxaca y Estado de México).
III. Antecedentes
La yuca (Manihot esculenta Crantz) es un arbusto leñoso perenne originario de
América tropical donde se ha cultivado quizá por cuatro mil años (COVECA,
2010); pertenece a la familia Euphorbiaceae (Mejía, 2002). De las 98 especies del
género Manihot que se han descrito, únicamente la M. esculenta es cultivada con
relevancia económica. Las variedades de yuca se clasifican en dulces o amargas,
según la cantidad de cianuro en sus raíces (Aristizábal y Sánchez, 2002).
La importancia del cultivo la yuca radica en que además de ser alimento (básico)
de casi mil millones de personas en 105 países del mundo, incluido México, puede
contribuir a garantizar la seguridad alimentaria del país, ya que alivia la escasez
estacional y soluciona brechas alimentarias ocasionadas por desastres naturales
como las sequías, guerras e inestabilidad política y económica (Rivera-Hernández
et al., 2012). En lo que se refiere a la postproducción juega un papel clave en la
seguridad alimentaria debido a la capacidad de las raíces tuberosas para
Demandas del Sector 2015-3 Página 20 de 62
permanecer en la tierra durante 36 meses o más después de que se han formado
(Ballesteros-Patrón et al., 2011).
El almidón obtenido de las raíces de yuca puede utilizarse en una gran variedad
de sectores, desde la fabricación de alimentos y productos farmacéuticos hasta la
producción de contrachapado, papel y bioetanol. En algunos países, la yuca
también se cultiva por sus hojas, que contienen hasta un 25% de proteínas (FAO,
2013b).
La yuca es uno de los cultivos con mayor potencial de producción energética bajo
condiciones agronómicas y socioeconómicas limitadas, ya que presenta amplia
capacidad de crecer en tierras bajas de los trópicos húmedos y cálidos; de los
trópicos de altitud media y en los subtrópicos con inviernos templados y lluvias de
verano (Aristizábal y Sánchez, 2002); en zonas con suelos de mala calidad, ácidos
e infértiles. Se adapta bien a diversos regímenes pluviométricos y a periodos
prolongados de sequía y alcanza altos rendimientos con precipitaciones menores
que 1,000 mm·año-1 y temperaturas aproximadas a 28 °C (Howeler y Cadavid,
1983); es propagada por medio de estacas y su constitución genética es altamente
heterocigótica por su reproducción alógama (Ceballos y De la Cruz, 2002).
Es la tercera fuente más importante de calorías en las regiones tropicales,
después del arroz y el maíz (FAO, 2008b) y una fuente barata de almidón en el
mundo, con aplicación en más de 300 productos industriales (FAO, 2008a); entre
la producción de raíces y tubérculos, la yuca (raíz) presenta la mayor tasa de
crecimiento de consumo anual hasta el 2020 (1.9%) y el segundo lugar en
términos de producción de forraje (0.95%) (Scott et al., 2000). Por lo tanto, es un
cultivo de gran importancia socioeconómica que podría ayudar a proteger la
seguridad alimentaria y energética de los países pobres, amenazados en la
actualidad por los crecientes precios en alimentos y del petróleo (FAO, 2008a).
En México, a pesar del amplio rango de adaptación del cultivo de yuca en zonas
tropicales y subtropicales y de ser un cultivo con gran potencial de producción
debido a que se adapta a suelos de baja fertilidad, tolerante a sequías
Demandas del Sector 2015-3 Página 21 de 62
prolongadas, resistente a plagas y enfermedades y tiene la capacidad de
almacenarse in situ por largos periodos (hasta 36 meses) (Ballesteros-Patrón et
al., 2011), se cultiva únicamente en siete estados: Tabasco con una superficie
plantada de 1,409 ha (82.83 %), Morelos con 112.0 ha (7.08 %), Michoacán 109.0
ha (6.40 %), Veracruz 30.0 ha (1.76 %), Yucatán 26.0 ha (1.52 %), Guerrero 4.0
ha (0.24 %) y el Estado de México 2.5 ha (0.15 %) (Rivera-Hernández et al., 2012;
SIAP, 2014). Sin embargo, en el 2013 los rendimientos (14.64 t·ha-1) fueron
competitivos y superaronn a los mundiales (10.5 t·ha-1) (Ponce y Oña, 2009; SIAP,
2014).
IV. Problemática
Pese a que se ha incrementado la importancia de la producción de yuca en la
agricultura mundial, este cultivo se ha investigado y desarrollado menos que otros
como el arroz, el maíz o el trigo. Esta falta de interés científico ha contribuido a
que la producción sea muy desigual, así como los métodos de transformación y
los productos de yuca a menudo son de poca calidad (FAO, 2008b).
A nivel mundial no se cuenta con caracterización de la diversidad genética de la
yuca, por lo que es necesario llenar los vacíos de las colecciones de variedades
locales y crear reservas naturales para salvaguardar las poblaciones silvestres
afines a las cultivadas. Faltan variedades bien adaptadas a condiciones
agroecológicas particulares y a sistemas de cultivo y usuarios finales específicos,
así como alcanzar buenos rendimientos con una necesidad mínima de riego y
productos agroquímicos. La multiplicación y distribución sistemática de material de
plantación de variedades mejoradas y resistentes a enfermedades es fundamental
para la intensificación sostenible (FAO, 2013b).
Es necesario un sistema en el que participen organizaciones no gubernamentales
y asociaciones de agricultores que ayuden a garantizar la adopción, por parte de
los productores de yuca, de los productos de las investigaciones, de variedades
mejoradas y de material sano de plantación (FAO, 2013a).
Demandas del Sector 2015-3 Página 22 de 62
En México, los pocos avances de investigación realizados a través del Sistema
Nacional de Recursos Fitogenéticos (SINAREFI) de la SAGARPA; indican que se
desconoce la diversidad genética presente en México (y sus características) y las
zonas potenciales de cultivo; no existen programas de mejoramiento genético para
la obtención de materiales de alto rendimiento y calidad nutracéutica; no se han
evaluado genotipos de amplia adaptación para su validación y transferencia
tecnológica; no hay estudios de plagas y enfermedades en diferentes condiciones
agroecológicas, ni se cuenta con sistemas de cultivo sustentables, implementos
para la cosecha y limpieza mecanizada de las raíces, el manejo poscosecha para
aumentar la vida de anaquel y falta de difusión a la sociedad mexicana para su
consumo. Así también, es preciso optimizar la producción de yuca por medio de
tecnología para sistemas de cultivos sustentable, eligiendo las fechas de siembra,
los métodos de plantación y adoptar prácticas de gestión del suelo que ayuden a
conservar el agua.
Los resultados del Taller de Vinculación, organizado por el SNITT en 2014.
denominado “Planteamiento de los temas estratégicos y las demandas urgentes
de Investigación y Transferencia de Tecnología (ITT) en las cadenas de valor de
los cultivos de Yuca y Malanga”, permitieron establecer quince temas estratégicos
comunes para malanga y yuca para su impulso y contribuir a resolver su
problemática; éstos son: 1. Estudio de las plagas y enfermedades de la yuca en
diferentes condiciones agroecológicas; 2. Estudio del estado del arte del manejo
agronómico de yuca; 3. Zonificación de áreas potenciales de cultivo; 4. Métodos
eficientes de riego adaptado a diferentes condiciones agroecológicas y de cultivo;
5. Validación de tecnología en sistemas de cultivos sustentables, bajo diferentes
arreglos y densidades de plantación y fertilización en condiciones agroecológicas
específicas; 6. Vitrinas tecnológicas para la transferencia de tecnología de
producción y variedades de yuca; 7. Mejoramiento genético integral de yuca para
la obtención de materiales de alto rendimiento y calidad nutracéutica para
diferentes condiciones agroecológicas; 8. Evaluación de genotipos de yuca en
diferentes regiones agroecológicas del país; 9. Multiplicación masiva de materiales
Demandas del Sector 2015-3 Página 23 de 62
elite para abastecimiento de la demanda nacional; 10. Desarrollo de técnicas de
manejo en poscosecha para aumentar la vida de anaquel de raíces frescas de
yuca; 11. Desarrollo de implementos y herramientas para la cosecha de yuca y
para la limpieza mecanizada de raíces para industrialización; 12. Difusión del uso
integral de yuca, medios masivos de comunicación, foros, muestras
gastronómicas; 13. Obtención del procesamiento y caracterización de plásticos
biodegradables a partir de yuca; 14. Obtención de bioetanol a partir de la cáscara
de yuca; y 15. Estudios socioeconómicos de los productos de yuca.
V. Logros y avances
El cultivo de yuca se consideró durante largo tiempo poco idóneo para la
intensificación; sin embargo, debido a la expansión de comercio mundial de
productos de yuca y al fuerte aumento de producción por parte de África, se ha
incrementado su importancia en la agricultura mundial. La producción de yuca se
está intensificando en todo el mundo. Se prevé que en los próximos años la
producción de yuca pasará al monocultivo con genotipos de mayor rendimiento y a
un uso más difundido del riego y los agroquímicos (FAO, 2013b)
En el año 2000, en Roma, se lanzó la Estrategia Mundial de Fomento de la Yuca
(mandioca), con el objeto de mejorar la situación en el mundo de esta hortaliza,
que se ha estudiado y desarrollado menos que otras fuentes de energía como el
arroz, el maíz o el trigo. En la sede de la FAO, cerca de 80 expertos en agricultura
procedentes de 22 países, discutieron las posibilidades de la yuca y definieron las
acciones: 1) satisfacer las necesidades de seguridad alimentaria de unos 500
millones de agricultores que la producen y 2) promover la yuca como instrumento
para el desarrollo rural y mejores ingresos a los productores, la industria
transformadora y los comerciantes. Concluyeron que la yuca podría convertirse en
materia prima básica de una variedad de productos elaborados, lo que
incrementaría eficazmente la demanda de esta raíz y contribuiría a la
Demandas del Sector 2015-3 Página 24 de 62
transformación agrícola y al crecimiento económico en los países tropicales en
desarrollo (FAO, 2008b).
Se ha conformado una red internacional de científicos llamada Asociación Mundial
de la Yuca, los cuales afirman que la comunidad internacional no puede seguir
ignorando la difícil situación de los países tropicales de bajos ingresos, que han
sido los más afectados por el alza de los precios del petróleo y la inflación de los
precios de los alimentos (COVECA, 2010).
La FAO (2013) indica que la yuca tiene un gran potencial como cultivo en el siglo
XXI; y en la guía de campo publicada por este organismo con el título “Ahorrar
para crecer: la yuca”, describe un modelo de agricultura respetuosa con el medio
ambiente y explica cómo adaptarlo al cultivo de esta raíz, lo que puede
incrementar su rendimiento en un 400% y así lograr que pase de ser un alimento
para los pobres a un cultivo del siglo XXI.
En México en el año 2008 dentro del Sistema Nacional de Recursos Fitogenéticos
se integró la Red de Yuca, en la que participan 17 investigadores; los avances
reportados en el periodo 2008 a 2013, señalan que se han colectado materiales
(62 accesiones); se ha trabajado en la caracterización; y se realizó conservación in
situ con 10 agricultores cooperantes de los estados de Veracruz y Tabasco
(SINAREFI, 2015).
Según Meneses et al. (2012), la investigación nacional sobre el cultivo de yuca se
dejó de realizar a fines de la década de los noventa y se ha retomado a partir del
2009, con actividades enfocadas hacia la colecta y evaluación agronómica
preliminar de genotipos. Derivado de lo anterior se ha identificado el genotipo
MMEXV3 como un material promisorio con base en la producción total de raíces
frescas (80 t·ha-1) y contenido de almidón.
El estado de Tabasco es el principal productor de yuca en México, derivado de las
políticas publicas actuales y del interés del gobierno en dicho estado se realizó un
estudio por Rivera-Hernández et al. (2012), con el objetivo de conocer las áreas
con mayor potencial productivo y estimar el rendimiento potencial que se espera
Demandas del Sector 2015-3 Página 25 de 62
para ese cultivo. Para ello, se utilizó el procedimiento de zonificación agro-
ecológica propuesto por la FAO. El análisis con variables climáticas y edafológicas
mostraron que en el estado de Tabasco existen 476,617 ha con alto potencial
edafoclimático para cultivar yuca, con rendimientos potenciales de 42.3 t·ha-1.
Rosas-González et al. (2013), en el estado de Veracruz, evaluaron tres
tratamientos correspondientes a la posición de estacas de yuca, con el objetivo de
conocer su efecto sobre el crecimiento, desarrollo y rendimiento de raíces frescas.
Se utilizó el genotipo MMEXV3. Los resultados indicaron que el mejor tratamiento
para la producción de raíces frescas de yuca fue la siembra de estacas en
posición inclinada.
VI. Propósito de la Demanda
Impulsar la cadena de valor de la yuca en México por medio del aprovechamiento
del germoplasma, sistemas y tecnología de producción sustentables y la
diversificación de los mercados para consumo humano, forrajero e industrial.
VII. Objetivos
7.1. Objetivo General
Identificar, introducir, evaluar, describir y difundir variedades competitivas de yuca,
para consumo humano, forrajero e industrial, para las principales regiones
productoras de México; actualizar o concluir, generar y validar su tecnología de
producción sustentable.
Objetivos Específicos
1. Identificar, introducir, evaluar y describir germoplasma y variedades de yuca
de alto potencial de rendimiento y calidad para consumo humano,
pecuario e industrial, con fines de promoción, producción y protección.
Demandas del Sector 2015-3 Página 26 de 62
2. Implementar un programa de mejoramiento genético integral de yuca para
generar variedades competitivas en rendimiento, valor nutritivo y calidad
nutracéutica, industrial y forrajera, para las principales regiones
productoras de México.
3. Actualizar o concluir, adoptar y adaptar, y validar tecnología de producción
sustentable de alto potencial productivo del cultivo de yuca (arreglos
topológicos, densidades de plantación, fertilización, manejo integrado de
plagas y enfermedades, control de maleza y cosecha mecanizada).
4. Desarrollar, adoptar y adaptar, y validar la técnica de manejo en
poscosecha para aumentar la vida en anaquel de raíces frescas de yuca.
5. Realizar transferencia de tecnología vinculada a las innovaciones
tecnológicas disponibles y generadas en el proyecto, para fomentar la
innovación en la cadena de valor yuca.
VIII. Justificación
El Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2013-2018, publicado en el Diario Oficial de
la Federación el 20 de mayo de 2013, establece en su Objetivo 3.5. “Hacer del
desarrollo científico, tecnológico y la innovación, pilares para el progreso
económico y social sostenible”.
Congruente con el PND, el Programa Sectorial de Desarrollo Agropecuario,
Pesquero y Alimentario (PSDAPA) 2013-2018, tiene como estrategia integral
elevar la productividad para alcanzar el máximo potencial del sector
agroalimentario y una visión estratégica que implica la construcción del nuevo
rostro del campo, sustentado en un sector agroalimentario productivo, competitivo,
rentable, sustentable y justo, que garantice la seguridad alimentaria del país y
contribuya al desarrollo rural integral; establece, en el Objetivo 1. “Impulsar la
productividad en el sector agroalimentario mediante inversión en capital físico,
humano y tecnológico que garantice la seguridad alimentaria”; en la Estrategia 1.1.
“Orientar la investigación y el desarrollo tecnológico a generar innovaciones
aplicadas al sector agroalimentario que eleven la productividad y competitividad” y
Demandas del Sector 2015-3 Página 27 de 62
en la Línea de Acción 1.1.1. “Implementar investigación y desarrollo tecnológico
aplicado en proyectos de desarrollo rural sustentable a través del SNITT” (Sistema
Nacional de Investigación y Transferencia Tecnológica para el Desarrollo Rural
Sustentable).
En cumplimiento con el PND, el PSDAPA, el Art. 37 de la Ley de Desarrollo Rural
Sustentable y el Anexo de Ejecución del Convenio del Fondo Sectorial de
Investigación en Materias Agrícola, Pecuaria, Acuacultura, Agrobiotecnología y
Recursos Fitogenéticos SAGARPA-CONACYT 2015, el SNITT, como parte de sus
funciones, recabó información para identificar demandas urgentes y temas
estratégicos de investigación, que aporten a elevar la productividad de las
actividades agropecuarias y la seguridad alimentaria del país; en este caso, a
través de la presente Demanda titulada “Aprovechamiento de la diversidad
genética y desarrollo de tecnología para el cultivo de yuca”; misma que forma
parte integral de, la Línea de Acción 1.1.1., la Estrategia 1.1. y del Objetivo 1. del
PSDAPA.
De acuerdo con las demandas y necesidades captadas en el Taller de Vinculación
sobre Yuca, organizado por el SNITT, en 2014, y con Rivera-Hernández et al.
(2012), la problemática en el cultivo de yuca es la falta de manejo agronómico
(sistemas de cultivo, sistemas de riego, arreglos y densidades de plantación,
fertilización, control plagas, enfermedades y maleza); variedades mejoradas para
diferentes condiciones agroecológicas; manejo poscosecha; mecanización del
cultivo; análisis de mercados y limitada transferencia de tecnología, limitada
capacitación, insuficientes apoyos económicos, desconocimiento de las áreas con
mayor aptitud productiva para este cultivo, pérdidas poscosecha en
almacenamiento y escasa cultura de consumo fuera de las áreas de producción.
En este contexto, es necesario orientar la investigación y desarrollo tecnológico
hacia la generación de innovaciones para elevar la productividad y competitividad
del cultivo de yuca; impulsar el aprovechamiento sustentable del recurso; dar valor
agregado; desarrollar las capacidades productivas con visón empresarial de los
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pequeños productores; minimizar las pérdidas poscosecha durante el
almacenamiento; y transferir el conocimiento generado.
IX. Productos a entregar
1. Al menos dos materiales genéticos de yuca, sobresalientes en rendimiento,
calidad, adaptabilidad y resistencia a sus principales plagas y enfermedades,
con sus respectivos documentos de descripción para los registros de
protección intelectual.
2. Un informe de resultados de la evaluación de germoplasma y variedades
nativas e introducidas de alto potencial de rendimiento y calidad para
consumo humano, pecuario e industrial, y de avances del programa de
mejoramiento genético de yuca para consumo humano, animal e industrial.
3. Un manual con la tecnología de producción sustentable de yuca vinculada al
estado del arte y la generada en el proyecto, para inducir a técnicos y
productores en la aplicación de las tecnologías, con evidencia de trámites de
registro de propiedad intelectual.
4. Un manual con el desarrollo tecnológico para el manejo poscosecha de
raíces frescas de yuca vinculado al estado del arte y a los resultados del
proyecto, con el fin de inducir a técnicos y productores en la aplicación de la
tecnología, con evidencia de trámite de registro de propiedad intelectual.
5. Un informe con los resultados de la transferencia de tecnología vinculada al
estado del arte y a los resultados del proyecto, dirigida a técnicos y
productores, para inducirlos a la innovación.
X. Impactos a lograr con los productos a obtener
10.1 Económico
Incrementar la rentabilidad y competitividad del cultivo de yuca en
México, en beneficio de los productores, industriales y los ganaderos.
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Aumento de la productividad de yuca mediante el uso de agricultura de
conservación y métodos más eficientes de riego, fertilización y control
de plagas, enfermedades y malezas.
Promoción de nuevos eslabones de la cadena de valor para el cultivo
de yuca (agroindustrial), lo que generará divisas al país.
10.2 Social
Transferencia de tecnología a productores innovadores en el manejo
del sistema mejorado de producción que permitan el incremento de
rendimientos, control de estrés abiótico, nutrición y control fitosanitario-
maleza.
Mejora la calidad alimentaria del país y diversifica la producción de
regiones tropicales.
10.3 Tecnológico
Generación y utilización de mejores sistemas y técnicas de cultivo de la
yuca para generar mayor productividad y eficiencia del uso de suelo,
fertilizantes, biofertilizantes, agua, pesticidas y herbicidas.
10.4 Ecológico
Reducción del impacto en el medio ambiente por medio de la
disminución del uso de pesticidas mediante productos bioracionales.
Producción sustentable de yuca mediante agricultura de conservación
del suelo, el agua, la fertilidad, la biodiversidad y sus propiedades
agronómicas.
Demandas del Sector 2015-3 Página 30 de 62
XI. Literatura citada
Aristizábal J. y T. Sánchez. 2007. Guía técnica para producción y análisis de
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Ing. Belisario Domínguez Méndez
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Demanda 3
CADENA DE VALOR MALANGA
I. Título tema a demandar
Aprovechamiento de la diversidad genética y desarrollo de tecnología sustentable
de producción, beneficio y manejo poscosecha de malanga en México.
II. Beneficiarios del Proyecto
Los productores de malanga y demás actores de la cadena de valor de los
estados tropicales con zonas bajas (Veracruz, Tabasco, Chiapas, Campeche,
Quintana Roo, Oaxaca, Guerrero, Tamaulipas, Michoacán, Jalisco, Nayarit y
Sinaloa).
III. Antecedentes
La producción mundial de malanga (Colocasia esculenta (L) Schott) en el 2013 fue
de poco más de 10 millones de toneladas. El principal productor es Nigeria,
seguido de China, Ghana y Camerún (FAOSTAT, 2015). El cultivo de malanga
requiere condiciones de clima cálido y húmedo, con mucho sol (SIAP, 2014).
En la Región de Asia-Pacífico el cultivo de malanga es más importante que en
cualquier otra parte en el mundo, porque es donde alcanza su mayor importancia
como alimento básico. En Oceanía, en particular, la malanga juega un papel crítico
en el hogar, la comunidad y la seguridad alimentaria nacional, dado que los
cormos y las hojas se consumen de manera cotidiana y suministran carbohidratos
(energía), proteína, vitaminas y minerales; además es la región donde prevalecen
dos sistemas de producción: inundado o de humedal y no inundado o de tierras
secas altas; el ciclo del cultivo en la zona seca dura entre 7 y 8 meses (con menos
Demandas del Sector 2015-3 Página 34 de 62
incidencia y severidad de enfermedades), a diferencia de la zona húmeda donde
el ciclo suele durar de 9 a 12 meses (FAO, 1999).
La malanga, taro o papa china, es originaria de Asia, probablemente de la India o
Malasia. Durante la época prehistórica su cultivo se extendió a las Islas del
Pacífico, más tarde fue llevado al Mediterráneo y al Oeste de la India, parte
tropical de América y Sur de las costas de los Estados Unidos de América (Viloria
y Córdova, 2008). Históricamente fueron los grupos esclavizados traídos de
diversas regiones africanas quienes, pretendiendo aferrarse a sus prácticas y usos
alimentarios ancestrales, la llevaron consigo a diversas partes de América
Tropical, incluyendo México, durante el auge de las colonias española y
portuguesa. En México probablemente la malanga no constituyó un cultivo porque
la cultura local indígena, incluyendo sus hábitos de alimentación, era amplia y muy
variada, por lo que se presume permaneció por cientos de años como una planta
silvestre (malanga criolla), desarrollándose y reproduciéndose por sí misma en las
riveras de ríos y arroyos, teniendo consumos esporádicos por parte de los
habitantes locales. Fue en los últimos años de la década de los setenta que
algunos genotipos mejorados de malanga, de procedencia cubana, se introdujeron
a México por investigadores del entonces Instituto Nacional de Investigaciones
Agrícolas (INIA) en Veracruz, para observar su desarrollo en campos
experimentales (Olguín-Palacios y Álvarez-Ávila, 2011).
La malanga es una planta esencialmente tropical, requiere precipitaciones de
1,800 a 2,500 mm, bien distribuidas, temperaturas entre 25 y 35 °C y buena
luminosidad. Se desarrolla preferiblemente en zonas pantanosas y bajo agua.
Puede cultivarse también en suelos arcillosos, pero con buena humedad en el
momento de la cosecha (Viloria y Córdova, 2008). Es considerada una de las
especies de tuberosas (cormos) con gran potencial en las zonas tropicales. Los
cormos se utilizan para la alimentación humana, animal y para diferentes usos
industriales (alimenticio, farmacéutico, cosmética y papelera). Actualmente forma
parte de la dieta diaria de millones de personas en África, Oceanía, América y
recientemente en Europa (Rodríguez, 1977). Su potencial en las zonas tropicales
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se debe a que almacena gran cantidad de almidones de gránulo pequeño, tiene
alto contenido de hierro, fósforo y mayor contenido de las vitaminas A y B2 que
otros tubérculos de uso común. Por el gránulo pequeño de su almidón, tiene
mayor potencial como aditivo de alimentos procesados o con fines industriales.
Los productos elaborados a base de malanga son: almidón, celulosa, alcohol,
carburantes, biopolímeros, acetona, harina integral (sin gluten), productos
farmacéuticos, cosméticos, de papelería y dextrinas; además del uso directo de
los cormos para la alimentación humana y animal (Ferreira et al., 1990).
En República Dominicana, el patógeno Phytophthora colocasiae es causante del
tizón foliar, enfermedad que ha mermado el rendimiento del cultivo, al grado que
han tenido que migrar la producción a una zona menos húmeda y cambiar la
tecnología a surcos o camas elevadas, con fertiriego y uso de 11 híbridos
resistentes a la enfermedad (IDIAF, 2015).
La malanga es una especie vegetal poco conocida en México. Su producción
nacional es de cerca de 14,000 t producidas en 489 ha de superficie plantada en
2013 (SIAP, 2014). Sin embargo, en estados como Veracruz, se ha llevado a cabo
investigación relativa a este cultivo para tratar de establecerla como hortaliza
hidrófila y con ello lograr su cultivo comercial en humedales. Además de Veracruz,
existen varias regiones tropicales de diferentes estados que cuentan con
condiciones adecuadas para su explotación, cultivo y reconversión-diversificación
de cultivos en áreas no aprovechables con cultivos convencionales (COVECA,
2004). En los estados del sureste de México existen amplias zonas bajas en las
que con frecuencia se intercalan cuerpos someros de agua, con terrenos cuyas
características edafológicas los hacen inapropiados para la práctica de la
agricultura convencional. Adicionalmente, las tierras bajas y los humedales no solo
han sido ecosistemas subutilizados, sino que se han considerado como obstáculos
para el desarrollo rural (Olguín, 1992). Paradójicamente, en esas tierras bajas un
recurso alimentario sub-explotado como la malanga puede desarrollarse como un
cultivo rentable y de fácil incorporación a la dieta del poblador local (Olguín-
Palacios y Álvarez-Ávila, 2011).
Demandas del Sector 2015-3 Página 36 de 62
El cultivo de malanga se enmarca dentro de los productos exóticos o no
tradicionales, cuyo consumo mundial ha tenido un auge importante, aprovechando
el interés por parte de sectores crecientes de consumidores (COVECA, 2004).
En corto plazo, los cultivos forestales y no tradicionales, como la malanga,
deberán tener mayor participación en el mercado agropecuario, por lo cual es
necesario trabajar en la identificación de zonas con potencial productivo, en la
introducción y difusión de variedades, generación de sistemas de producción, la
evaluación de mercados y diversificar productos de malanga para consumo
humano, forrajero e industrial.
IV. Problemática
La producción agrícola está diversificándose cada vez más, debido a la búsqueda
de alternativas potenciales que involucren la producción de alimentos de alto valor
nutricional y de bajos costo; tal es el caso de la malanga, cuyo consumo mundial
ha tenido un auge importante (aprovechando el interés por parte de sectores
crecientes de consumidores). Existen varias regiones en México que cuentan con
las condiciones adecuadas para su explotación y cultivo, lo que lo hace un
producto con alto potencial para su promoción en el país como parte de la
reconversión de cultivos. Sin embargo, existe poco trabajo de investigación
relacionado con el cultivo de malanga en México, no se cuenta con equipos de
profesionales que trabajen en torno a este cultivo, se desconoce el potencial de la
diversidad genética presente y adaptada a las condiciones agroecológicas del
país, se han realizado esfuerzos aislados para el desarrollo de sistemas de
producción y poco se sabe del manejo poscosecha y de sus procesos de
industrialización.
No existen colecciones mundiales ni en vivo ni in vitro de Colocasia spp. por lo que
es bien conocida la necesidad urgente de rescatar la diversidad genética mundial
(tipos silvestres, cultivares primitivos y cultivares modernos mejorados) de la
malanga, que permitan evaluar el potencial genético frente a las necesidades y
Demandas del Sector 2015-3 Página 37 de 62
problemas actuales. Esto implica colectar los cultivares conocidos de Asia-
Pacífico, América y África para establecer grupos naturales de cultivares.
Faltan, incluso, estudios básicos para dilucidar en el continente americano las
relaciones filogenéticas entre los géneros Colocasia y Xanthosoma; ambos muy
similares en sus características botánicas y usos. En la malanga contienen entre
15 y 39% de carbohidratos, 2-3% de proteína y un 70-77% de agua. Las dos
especies son comparables con la papa en valor nutritivo, y probablemente sean de
mayor digestibilidad por el tamaño pequeño de sus gránulos de almidón. Un uso
secundario es el consumo de las hojas tiernas, más común en yautía (Xantosoma
sagittifolium) que en malanga (Colocasia esculenta).
Los cultivares de Xanthosoma han sido descritos a partir de colecciones
establecidas en Puerto Rico y Trinidad y Tobago, con materiales autóctonos o
introducidos que no pasan de 50 y muestran una amplia diversidad de porte, forma
y color de las hojas y cormelos. Los rendimientos en cultivos experimentales,
registran amplias variaciones, lo mismo que el contenido en carbohidratos y
aminoácidos. Brasil tiene cultivares mejorados avanzados. El IPGRI (1999) publicó
una lista de descriptores de variedades cultivadas de Colocasia.
La producción de semilla botánica de forma natural de malanga es relativamente
rara. En la actualidad se están utilizando giberelinas para la inducción de flores y
semillas en programas de mejoramiento genético, ya que generan gran
variabilidad fenotípica y genotípica porque la malanga es un cultivo de polinización
cruzada, esta variación afecta la producción en cada cosecha. Comercialmente, la
mayoría de los productores utilizan los brotes de cormos secundarios con tres a
cinco hojas para la siembra, aunque este método de propagación no es efectivo
para mantener las plantas libres de enfermedades (FAO, 2005).
El periodo crítico de competencia de las malezas en malanga parece ser los
primeros seis meses del cultivo. La preparación del terreno para la siembra y los
aporques contribuyen al control de las malas hierbas pero se requiere reforzar con
la aplicación de herbicidas de preemergencia (Rivera-Obando, 1990).
Demandas del Sector 2015-3 Página 38 de 62
La malanga no es un cultivo originario de México, por lo que se requiere introducir
germoplasma sobresaliente y variedades mejoradas, que sirvan de base para
conformar un programa propio de mejoramiento genético que genere variedades
para las condiciones de México (30 t·ha-1 con 10% de proteína) y los sistemas de
producción adecuados a las zonas agroecológicas con potencial productivo para
malanga. Por la misma razón se requiere de evaluar los mercados y diversificar
los productos.
Existen muchas variedades de esta planta que difieren en adaptación,
rendimiento, características de la planta, tamaño del cormo y sabor. Las mejores
variedades deben seleccionarse después de crear un banco de germoplasma. La
selección deberá ser hecha con base en rendimiento de cormos y en su contenido
de almidón. Las características químicas y funcionales del almidón deben ser
establecidas para buscar usos específicos. También debe estudiarse la utilización
de la raíz como forraje.
Las demandas y necesidades (temas) de investigación captadas en el Taller de
Vinculación sobre Malanga organizado por el SNITT, en 2014, son: el pobre
manejo agronómico (sistemas de cultivo, arreglos topológicos y densidades de
plantación, fertilización, control integrado de plagas, enfermedades (“el mal seco”
complejo de Rhizoctonia, Phytium, Erwinia y Pseudomonas) y malezas, rotación
de cultivos, mejor tipo de semillas agronómica para establecer las plantaciones
(cormelos, el segmento central de los cormos, cultivo de ápices de los tallos
crecidos in vitro); falta de un programa de mejoramiento genético (rendimiento al
menos de 30 t·ha-1 con variedades precoces), resistencia a enfermedades y
calidad (valor nutritivo; 10% de proteína); falta de variedades mejoradas
nacionales para diferentes condiciones agroecológicas; falta de semilla
agronómica de materiales mejorados comerciales; baja tecnología de beneficio y
de manejo poscosecha; mecanización del cultivo y de la cosecha; análisis de
mercados; limitada transferencia de tecnología; desconocimiento de las áreas con
mayor aptitud productiva para este cultivo; pérdidas poscosecha en
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almacenamiento; insuficientes apoyos económicos y escasa cultura de consumo
directo fuera de las áreas de producción.
V. Logros y avances
En México, a principios de 1990 se inician investigaciones sobre comercialización
de malanga a nivel nacional (codirigidas por Institutos de Investigación y Estudios
Superiores regionales) y a nivel internacional (mediante una compañía privada
especializada). La exploración del mercado estadounidense representó una opción
muy importante para algunas regiones del sureste de México, pues los precios de
la malanga en sus diferentes sectores llegan a variar de $20.00 USD a $40.00
USD por caja de 50 libras. El volumen total que importan los Estados Unidos
fluctúa alrededor de 180,000 t·año-1 y otra cantidad considerable por parte de
Canadá, debido a la gran cantidad de inmigrantes de origen asiático y
centroamericano. En estudios realizados en mercados europeos (Francia en
particular) llevados a cabo por estudiantes franceses de agronomía y comercio
internacional, orientados por los miembros del equipo de investigación-
transferencia del Colegio de Postgraduados, concluyeron que las perspectivas de
introducción del producto en la industria alimenticia europea son altas; sin
embargo, se requiere aún mucho trabajo de capacitación de productores y
definición de vías de comercialización (Olguín-Palacios y Álvarez-Ávila, 2011).
Olguín-Palacios y Álvarez-Ávila (2011), enlistan los trabajos de su grupo de
investigación cuyos resultados logrados en dos décadas permitieron avanzar en el
desarrollo de las técnicas agronómicas específicas para el cultivo de malanga en
México, los cuales son: 1) Producción de malanga por sub-irrigación; una
alternativa para el aprovechamiento de las zonas bajas inundables (Mendoza,
1989); 2) Aprovechamiento de los recursos naturales de las zonas bajas
tropicales. Cultivo intensivo de malanga y espinaca de agua (1992); 3) Manejo del
manto freático en zonas de inundación temporal (1993); 4) Efecto de la densidad
de siembra sobre la producción de malanga (1993); 5) Control manual de maleza
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en el cultivo de malanga (1995); 6) Manual para el cultivo de malanga (1997); 7)
Observaciones preliminares sobre el comportamiento del frijol, arroz, Vigna
umbellata, asociado con malanga (1998); 8) Malanga: Alternativa de producción
para el sector rural (1999); y 9) Malanga, su evolución en Veracruz desde planta
de colecta hasta cultivo de exportación (Olguín, 2010).
Martínez et al. (2011), desarrollaron el paquete tecnológico para el establecimiento
de malanga en Sinaloa, como resultado de un proyecto financiado a través de la
Fundación Produce Sinaloa.
Vázquez (2013), elaboró tortillas con mezclas de harina de malanga y maíz y
estudió sus características físicas, químicas y sensoriales; sus resultados sugieren
que la mezcla de harina 30/70 (malanga/maíz), es la mejor combinación para
usarse en la producción de tortillas sin afectar las preferencias del consumidor
mexicano.
VI. Propósito de la Demanda
Impulsar la cadena de valor de la malanga en México por medio de la evaluación,
validación y promoción de nuevas variedades mejoradas (productivas, resistentes
a enfermedades y con calidad de exportación); mejoramiento y validación de
tecnología de producción sustentable, de beneficio de la cosecha y de poscosecha
(inocuidad).
VII. Objetivos
7.1. Objetivo General
Identificar, introducir, evaluar, describir y difundir variedades competitivas en
rendimiento y calidad para consumo humano, industrial y forrajero; mejorar y
validar la tecnología sustentable de producción (tipo de propágulo, arreglos
topológicos, fertilización, manejo integrado de plagas y enfermedades) de
beneficio y manejo poscosecha.
Demandas del Sector 2015-3 Página 41 de 62
7.2 Objetivos Específicos
1. Identificar, introducir, evaluar, difundir y describir materiales y variedades
nativas e introducidas de malanga, de alto potencial de rendimiento y
calidad para consumo humano, pecuario e industrial.
2. Implementar un programa de mejoramiento genético integral de malanga
para generar variedades nacionales competitivas en rendimiento,
comportamiento agronómico y tolerancia a enfermedades, para consumo
humano (de alto valor nutritivo y calidad nutracéutica), forrajero e
industrial.
3. Multiplicar masivamente semilla vegetativa certificada, por métodos
convencionales e in vitro, de materiales genéticos élite para el
establecimiento de semilleros, para el resguardo, promoción y
abastecimiento para la producción del cultivo.
4. Adaptar o adoptar, generar y validar tecnología de producción sustentable
del cultivo de malanga (densidades de siembra, nutrición-fertilización,
manejo integrado de plagas y enfermedades, control de maleza y cosecha
mecanizada).
5. Adaptar o adoptar, desarrollar y validar tecnología de beneficio y manejo
en poscosecha para aumentar la vida en anaquel de cormos frescos de
malanga en el trópico húmedo, con calidad de exportación.
6. Realizar transferencia de tecnología a productores, vinculada a las
innovaciones tecnológicas disponibles (estado del arte) y las generadas en
el proyecto, para promover el cultivo y mejorar la producción malanga.
VIII. Justificación
El Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2013-2018, publicado en el Diario Oficial de
la Federación el 20 de mayo de 2013, establece en su Objetivo 3.5. “Hacer del
desarrollo científico, tecnológico y la innovación, pilares para el progreso
económico y social sostenible”.
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Congruente con el PND, el Programa Sectorial de Desarrollo Agropecuario,
Pesquero y Alimentario (PSDAPA) 2013-2018, tiene como estrategia integral
elevar la productividad para alcanzar el máximo potencial del sector
agroalimentario y una visión estratégica que implica la construcción del nuevo
rostro del campo, sustentado en un sector agroalimentario productivo, competitivo,
rentable, sustentable y justo, que garantice la seguridad alimentaria del país y
contribuya al desarrollo rural integral; establece, en el Objetivo 1. “Impulsar la
productividad en el sector agroalimentario mediante inversión en capital físico,
humano y tecnológico que garantice la seguridad alimentaria”; en la Estrategia 1.1.
“Orientar la investigación y el desarrollo tecnológico a generar innovaciones
aplicadas al sector agroalimentario que eleven la productividad y competitividad” y
en la Línea de Acción 1.1.1. “Implementar investigación y desarrollo tecnológico
aplicado en proyectos de desarrollo rural sustentable a través del SNITT” (Sistema
Nacional de Investigación y Transferencia Tecnológica para el Desarrollo Rural
Sustentable).
En cumplimiento con el PND, el PSDAPA, el Art. 37 de la Ley de Desarrollo Rural
Sustentable y el Anexo de Ejecución del Convenio del Fondo Sectorial de
Investigación en Materias Agrícola, Pecuaria, Acuacultura, Agrobiotecnología y
Recursos Fitogenéticos SAGARPA-CONACYT 2015, el SNITT, como parte de sus
funciones, recabó información para identificar demandas urgentes y temas
estratégicos de investigación, que aporten a elevar la productividad de las
actividades agropecuarias y la seguridad alimentaria del país; en este caso, a
través de la presente Demanda titulada “Aprovechamiento de la diversidad
genética y desarrollo de tecnología sustentable de producción, beneficio y manejo
poscosecha de malanga en México”; misma que forma parte integral de, la Línea
de Acción 1.1.1., la Estrategia 1.1. y del Objetivo 1., del PSDAPA.
La importancia de la malanga radica en que es considerada una de las especies
de raíces y tubérculos con gran potencial en las zonas tropicales. Es buen
almacenador de carbohidratos y se emplea para la alimentación humana y animal,
con un alto contenido de hierro, fósforo, almidón de gránulos pequeños y mayor
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contenido de vitamina A, B2 que otros tubérculos de uso común, por lo cual tiene
gran potencial en la producción de almidón para alimentos procesados o con fines
industriales. Los productos elaborados a base de malanga son: almidón, celulosa,
alcohol, carburantes, biopolímeros, acetona, harina integral (sin gluten) y dextrinas
(Ferreira et al., 1990).
En los estados del Sureste de México existen amplias zonas bajas en las que con
frecuencia se intercalan cuerpos someros de agua, con terrenos cuyas
características edafológicas los hacen inapropiados para la práctica de la
agricultura convencional. Ello ha propiciado no sólo la subutilización de estos
ecosistemas, sino también el que sean considerados generalmente como
obstáculos para el desarrollo rural (Olguín, 1992). Paradójicamente, estas tierras
son las mismas en las que un recurso alimentario sub-explotado como la malanga
puede desarrollarse como un cultivo rentable y de fácil incorporación a la dieta del
poblador local (Olguín-Palacios y Álvarez-Ávila, 2011).
De acuerdo con los resultados del Taller de Vinculación sobre Malanga realizado
por el SNITT, en 2014, la problemática se puede resumir como: desconocimiento
de las áreas de adaptación con potencial productivo, carencia de variedades
mejoradas (precoces, rendidoras, resistentes a enfermedades, calidad nutritiva,
funcional y nutracéutica: 10% de proteína); poca tecnología sustentable de
producción (abastecimiento de semilla de variedades comerciales y manejo
integrado del cultivo), beneficio y manejo poscosecha (larga vida de anaquel del
producto en el trópico húmedo, inocuidad), valor agregado; y poca difusión y
promoción del cultivo.
En tal contexto, la malanga debería tener mayor participación en el sector y
mercado agropecuario, por lo cual es necesario trabajar en la introducción y
difusión de variedades, generación de sistemas y tecnología de producción, la
evaluación de mercados y diversificar productos de malanga para consumo
humano, forrajero e industrial.
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IX. Productos a entregar
1. Un informe de resultados de la evaluación y multiplicación de materiales
y variedades de malanga, introducidos y nativos, de alto potencial de
rendimiento y calidad para consumo humano, pecuario e industrial, y de
avances del programa de mejoramiento genético de malanga para
consumo humano, pecuario e industrial.
2. Al menos dos materiales genéticos nativos o introducidos sobresalientes
en rendimiento, adaptabilidad y resistencia a enfermedades, con sus
respectivos documentos de descripción para los registros de protección
intelectual.
3. Un documento con la descripción de protocolos de multiplicación
convencional e in vitro de materiales genéticos sobresalientes de
malanga, con evidencias de trámite de los respectivos registros de
propiedad intelectual.
4. Un manual de la tecnología de producción sustentable de la malanga,
vinculada al estado del arte y los resultados del proyecto, para inducir a
técnicos y productores en la aplicación de las tecnologías, con
evidencias de trámite del respectivo registro de propiedad intelectual.
5. Un manual con los desarrollos tecnológicos para el beneficio del
producto y el manejo poscosecha de los cormos frescos de malanga,
vinculado al estado del arte y a los resultados del proyecto, para inducir
a técnicos y productores en la aplicación de las tecnologías, con
evidencias de trámite del respectivo registro de propiedad intelectual.
6. Un informe con los resultados de la transferencia de tecnología a
técnicos y productores, para inducirlos a la innovación en la cadena de
valor malanga.
X. Impactos a lograr con los productos a obtener
10.1 Económico
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Mejora de la productividad, rentabilidad y competitividad del cultivo y demás
eslabones de la cadena de malanga en México, en el contexto de la
agricultura de conservación y de la agroindustria ambientalmente
responsable.
Aumento de la productividad de los sistemas de producción primaria
(métodos más eficientes y sustentables de riego, fertilización y control de
plagas), de los procesos de agregación de valor en la malanga.
Transferencia de tecnología a productores innovadores en el manejo del
sistema de producción que permitan el incremento de rendimientos, control
de estrés abiótico y fitosanitario y la nutrición.
Mejora de la soberanía y calidad alimentaria del país.
10.2 Tecnológico
Utilización de mejores técnicas sustentables de cultivo para generar mayor
productividad, eficiencia y racionalidad del uso de suelo, fertilizantes,
biofertilizantes, agua, pesticidas y herbicidas.
Identificación de nuevos productos y procesos, con posibilidades de
agregación de valor tecnológico y económico en la cadena malanga.
10.3 Ecológico
Reducción del impacto en el medio ambiente por medio de la disminución
del uso de pesticidas y fertilizantes convencionales, mediante la aplicación
de productos bioracionales y orgánicos en cultivo y demás eslabones de
cadena malanga.
Producción sustentable de malanga mediante agricultura de conservación
del suelo y el agua.
XI. Literatura citada
COVECA (Comisión Veracruzana de Comercialización Agropecuaria). 2004.
Monografía de la Malanga. Disponible en:
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http://portal.veracruz.gob.mx/pls/portal/docs/PAGE/COVECAINICIO/IMAGE
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FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura).
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the Pacific. Bangkok, Thailand. 15 p.
FAO (Food and Agriculture Organization of the United Nation). 2005. Taro
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http://www.fao.org/docrep/005/ac450e/ac450e03.htm (Fecha de consulta:
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FAOSTAT (Food and Agriculture Organization of the United Nations). 2015.
Statistics Division. Disponible en:
http://faostat3.fao.org/browse/rankings/countries_by_commodity/E (Fecha
de consulta: 08/06/2015).
Ferreira, S., E. Ortiz y C. Pardo. 1990. Estudio químico bromatológico de la
Colocasia esculenta (Taro). Revista Colombiana de Ciencias Químico-
Farmacéuticas 18: 53-59.
IDIAF (Instituto Dominicano de Investigaciones Agropecuarias y Forestales). 2015.
Sistema de riego por goteo y mejoramiento genético para recuperar el
cultivo de la yautía. Disponible en: www.idiaf.org.do (Fecha de consulta:
08/06/2015).
IPGRI (Instituto Internacional de Recursos Fitogenéticos). 1999. Descriptores para
el taró Colocasia esculenta. Roma, Italia. 63 p.
Martínez A. C. O., M. Muñozcano R. y J. A. Santoyo J. 2011. Paquete Tecnológico
para el Establecimiento de Malanga. Fundación Produce Sinaloa A. C. 22 p.
Olguín P., C. 1992. Proceso Investigación-Desarrollo aplicado al Manejo Integral
de los Recursos Naturales de las Zonas Bajas Tropicales. pp. 83-96, In:
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Estado de Veracruz. Veracruz, México.
Olguín-Palacios C. y Álvarez-Ávila M.C. 2011. La Malanga (Colocasia esculenta L.
Schott), bajo un enfoque de investigación y desarrollo. Agricultura migratoria
en áreas tropicales de ladera: un análisis histórico-ecológico. Revista
Agroproductividad 4(4): 26-33.
Rodríguez, N. A. 1977. Instrucciones técnicas para el cultivo de la malanga isleña
género Colocasia. Dirección de Cultivos Varios. Ministerio de Agricultura,
Cuba. Pp. 5.
Rivera-Obando L. 1990. Evaluación de herbicidas preemergentes en tres aráceas
y dos dioscoreáceas en el trópico muy húmedo. Tesis Licenciatura en
Ingeniería Agronómica con énfasis en Fitotecnia. Escuela de Fitotecnia,
Universidad de Costa Rica. San José, Costa Rica.107 p.
SIAP (Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera). 2014. Producción
agropecuaria anual. Disponible en http://www.siap.sagarpa.gob.mx/ (Fecha
de consulta: 12/09/2014).
Vázquez, L. L. C. 2013. Evaluación de mezclas de harina de malanga y maíz para
elaborar tortillas. Tesis de Maestría en Ciencias. Colegio de Posgraduados.
H. Cárdenas, Tab. 73 p.
Viloria, H. y C. Córdova. 2008. Sistema de producción de ocumo chino (Colocasia
esculenta (L.) Schott) en la parroquia Manuel Renaud del municipio Antonio
Díaz del estado Delta Amacuro, Venezuela. Revista UDO Agrícola 8(1): 98-
106.
Contacto para consultas técnicas sobre la demanda
Ing. Belisario Domínguez Méndez
Director General de Productividad y Desarrollo Tecnológico, SAGARPA
Teléfono: (55) 3871-1000 ext. 33312 y 33328
Correo Electrónico: [email protected]
Demandas del Sector 2015-3 Página 48 de 62
Demanda 4
TEMA ESTRATÉGICO ORIENTADO A CADENAS DE VALOR: FRUTILLAS
I. Título tema a demandar
Generación de tecnología, variedades nacionales e innovaciones para el
incremento de la productividad integral de “frutillas” en México.
II. Beneficiarios del Proyecto
Integrantes de las cadenas de valor de las “frutillas” o “berries” producidas en
México (arándano, zarzamora y frambuesa), principalmente productores y
comercializadores de la zona Centro-Occidente de México (Guanajuato,
Michoacán, Jalisco y Colima).
III. Antecedentes
Las frutillas, también conocidos como frutales menores o “berries” (FUMIAF,
2005), incluyen a todos aquellos frutos usualmente comestibles de pulpa suave,
en formas redondas y tamaño pequeño (Galleta y Himelrick, 1990). Son frutos
pequeños, dulces, acidulados, jugosos y con colores brillantes, características que
los hacen muy atractivos para ser consumidos; comprenden especies de varios
géneros, entre ellos Fragaria (Fresa), Rubus (Zarzamora y Frambueza) y
Vaccinium (Arándano). En México, las estadísticas sobre frutillas o “berries” no
incluyen a la fresa.
Las frutillas se han utilizado ampliamente en la dieta de los países desarrollados.
El interés actual ha crecido debido a que se han identificado y reportado
numerosos compuestos polifenólicos con actividad nutracéutica (flavonoides,
ácidos fenólicos, taninos, entre otros) en este tipo de frutos, con beneficios para la
Demandas del Sector 2015-3 Página 49 de 62
salud humana por sus propiedades antioxidantes, anticolesterolémicos,
antimutagénicos y anticarcinogénicos (Elisia et al., 2007).
A partir de 1992 las frutillas empezaron a llamar la atención de productores
privados y de las dependencias gubernamentales mexicanas, a tal grado que la
superficie dedicada a estos cultivos y producción se ha incrementado
considerablemente (FUMIAF, 2005). Actualmente México es el cuarto productor
mundial de berries (164,002 t) con lo que aporta el 8.2% de la producción mundial
(zarzamora, arándano y frambuesa), sin incluir la producción de fresas. De los 82
municipios con estos cultivos, 31 sólo cultivan zarzamora, otros 12 sólo arándano
(mora azul), 10 zarzamora y arándano, 9 tienen los tres cultivos, otros 9 cultivan
frambuesa y zarzamora, 8 sólo producen frambuesa, y 3 arándano y frambuesa
(SIAP, 2014).
La producción total de berries o frutillas en nuestro país, en 2013, fue de 170,000
t, con un valor de 5,630 millones de pesos, rendimiento promedio de 11.2 t·ha-1,
precio medio rural de 33, 205 pesos·t-1 y consumo anual per capita de 0.7 kg; más
de 30% de la producción se alcanza durante el último bimestre del año. El
volumen de zarzamora representa 76.1% de la producción total, le siguen la
frambuesa y el arándano o mora azul (blueberry) con 17.9 y 6.0%,
respectivamente. La zarzamora es la de mayor crecimiento ya que en diez años
pasó de 2,000 (2003) a 12,300 ha (2013) (SIAP, 2014). La frambuesa junto a los
otros berries, son de los cultivos con mayor valor agregado en la industria frutícola
mexicana, por lo que existe un auge importante en el desarrollo de nuevas
plantaciones (Parra et al., 2002).
Los principales estados productores de frutillas son Michoacán, Jalisco, Baja
California, Colima y Puebla. Michoacán es el principal productor al generar el
75.4% del volumen total de ellas (su cosecha la distribuye en 25 municipios)
(SIAP, 2014).
Los principales destinos de exportación de las berries mexicanas son Estados
Unidos, Holanda y Canadá. Las exportaciones de frutillas mexicanas han crecido
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de manera importante al pasar de 18.1 t en 2003 a 566.3 (566 millones de dólares)
en 2013. Por cada tonelada de berries que se exporta, ingresan al país 5400
dólares en promedio (SIAP, 2014).
Zarzamora. El género Rubus, pertenece a la familia Rosáceas y sus especies son
las llamadas blackberry o dewberry en inglés y zarzamora o zarza en español
(Muñoz y Juárez, 1995). Sus frutos son ricos en vitamina C y β-carotenos que, una
vez ingeridos, se convierten en vitamina A, lo que convierte a este fruto en un
buen antioxidante (Chávez-Martínez, 2011). El establecimiento de la zarzamora
con fines de explotación comercial es relativamente reciente en México; ya que
para 1985, se tenía en Tetela del Volcán, Morelos, solo una hectárea de la
variedad Logan y para el año de 1995, el país contaba con una superficie de 380
ha, de las cuales Michoacán concentraba el 90% (SPZ, 2013).
Frambuesa. Pertenece a la familia Rosaceae y al género Rubus. En un contexto
general, las variedades de frambuesa se clasifican por su origen, color o época de
producción, siendo esto último las formas más tradicionales para su identificación
(Morales et al., 2009). Su fruto contiene un porcentaje reducido de azúcares (valor
energético) al igual que de proteínas y lípidos pero destaca por su alto contenido
en fibra, vitamina C, niacina, ácido fólico y vitamina E (MAGRAMA, 2014).
Arándano. El arándano es un frutal arbustivo originario de Norteamérica y
pertenece a la familia Ericaceae (Ormeño, 2009). La importancia del arándano
como alimento radica en sus componentes bioactivos ya que contiene alta
cantidad y variedad de compuestos fenólicos y ácido ascórbico, siendo
considerada una fruta con potencial benéfico para la salud (Sinelli et al.,
2008).También es muy apreciado como medicina (antioxidante, vásculo-protector,
anti-inflamatorio, antiséptico urinario) (Faria et al., 2005) en la industria de
colorantes, entre otros, gozando de gran demanda en varias regiones del mundo,
particularmente en Estados Unidos y Europa, ya que ofrece utilidades por arriba
de los que arrojan los cultivos tradicionales (SDRC, 2010).
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En México ya están definidas las áreas geográficas de adaptación productiva de
las berries (altitud mayor de 1,500 m; lluvia de 800 a 1,200 mm; temperatura de16
a 25 ºC y suelos ácidos con alto contenido de materia orgánica, con pH de 4.5 a
5.2); por lo que existen grandes superficies con condiciones óptimas para la
producción de esas frutillas, aunque hay entidades donde es mínimo su
aprovechamiento y en algunos casos nulo, como en Tamaulipas y Veracruz (SIAP,
2014).
Entre las razones que han despertado el interés por el cultivo de las frutillas,
destacan: 1) elevada rentabilidad, 2) rápido retorno de la inversión, desde el
segundo año; 3) uso intensivo de mano de obra (900 jornales por hectárea), 4)
versatilidad de los frutos para su consumo y 5) grandes posibilidades de
exportación, pese a sus altos costos de producción (Muñoz y Juárez, 1995;
Bascopé, 2013).
IV. Problemática
Un fuerte problema de los productores de berries es la ausencia de variedades
nacionales de las tres especies, zarzamora, frambuesa y arándano. La producción
actual está basada en el uso de variedades mejoradas libres o de dominio público,
y en variedades privadas accesibles al productor solo con la condición de
exclusividad en la venta de la cosecha. Las zonas con potencial productivo en el
país requieren de variedades desarrolladas en y para México.
En el caso de zarzamora se depende principalmente de una variedad libre (Tupy),
ya que el 90% de los productores la utilizan con los riesgos de daños por plagas y
enfermedades, que conlleva el usar masivamente una variedad clonal. Similar es
el caso en frambuesa; un buen número de variedades exitosas se producen de
manera protegida para evitar su explotación ilegal, pero de igual forma no son
nacionales.
Otros problemas que existen en las regiones productoras de frutillas en México
son: baja tecnología aplicada al cultivo y su baja sustentabilidad, lo cual trae por
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consecuencia bajos rendimientos y contaminación ambiental; escasa organización
de productores para fortalecer sus conocimientos técnicos del cultivo; así como el
escaso conocimiento de los mercados nacionales y extranjeros.
Una amenaza notable del cultivo de frutillas en el país es la baja aplicación de las
buenas prácticas agrícolas (inocuidad), además de que se enfrentan problemas
por el alto consumo de agua y aplicación excesiva de agroquímicos,
especialmente en el estado de Michoacán, el mayor productor, donde se estima
que aplican al cultivo más de 600 kg·ha1 de N, cantidad superior a sus
necesidades (SPZ, 2013).
La aplicación excesiva de fertilizantes nitrogenados en los campos agrícolas
puede ser una fuente potencial de contaminación de las aguas superficiales y
subterráneas cuando se superan las concentraciones de nitratos y de amonio
permitidas por la EPA (Environmental Protection Agency), además de las
emisiones de dióxido de nitrógeno y óxido nitroso (Ibáñez, 2010). Por ello la
importancia del desarrollo de tecnologías sustentables de producción.
De acuerdo con los resultados del Taller de Vinculación sobre Frutillas,
implementado por el SNITT, en 2014, las berries requieren de dos proyectos
estratégicos y siete demandas urgentes. Los dos proyectos estratégicos
identificados son: 1) Generación de variedades nacionales (con adaptación; y su
respectiva multiplicación y protección varietal) y 2) Diagnóstico de los problemas
que pueden resolverse con biotecnología. Las demandas urgentes enlistadas,
fueron; 1) Manejo integrado del cultivo: manejo adecuado del agua, la fitosanidad
(plagas y enfermedades), inocuidad, manejo del suelo, la fertilización y nutrición
del cultivo; 2) Estudios de mercado nacional, internacional, y emergentes; 3)
Sistemas de producción orgánica sustentable; 4) Organización de productores y
sistemas producto; 5) Sistemas de pronóstico de clima; 6) Capacitación y
formación de técnicos y jornaleros, y 7) Software para el pronóstico y alerta de
plagas, enfermedades y cambios climatológicos.
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Entre los problemas detectados está la falta de investigación sobre manejo
poscosecha, ya que se trata de productos altamente sensibles, delicados
perecederos y con altos contenidos de agua, por lo que es necesario implementar
tecnologías postcosecha que aumenten la vida de anaquel y conserven las
propiedades nutricionales de las frutillas.
V. Logros y avances
El cultivo, producción y consumo de frutillas ha aumentado considerablemente en
nuestro país a pesar de su relativo reciente establecimiento, probablemente
favorecido por la también creciente demanda mundial, por las propiedades
alimenticias y beneficios a la salud atribuibles a estos frutos.
El valor de la producción de la “berries” es de 550,000,000 de dólares al año y
genera entre 80,000 y 100,000 empleos anuales. México es el primer productor
mundial de zarzamora y el principal exportador de fresa hacia Estados Unidos,
principal destino de las berries mexicanas, según la Asociación Nacional
Exportadora de Berries (Aneberries) (SAGARPA, 2013).
Los sistemas y tecnología de producción de frutillas en México, han sido
desarrollados directamente por los productores con apoyo y asesoría profesional
privada, mayormente extranjera; además, el germoplasma bajo cultivo está
representado por variedades comerciales libres o de dominio público, lo que
significa que tienen un rezago en el potencial de rendimiento, calidad y respuesta
a la incidencia de plagas y enfermedades, y que el riesgo de aparición de
enfermedades epidémicas es alto, por la predominancia de una variedad libre por
especie frutilla. De ahí que sea importante iniciar el acompañamiento institucional
a este grupo de cultivos que cuentan con una serie de debilidades como son la
carencia de variedades propias, buenas prácticas agrícolas, uso eficiente del
agua, exceso de fertilización nitrogenada, uso deficiente de algunos agroquímicos,
bajos rendimientos y baja tecnología poscosecha (inocuidad y vida de anaquel),
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aunque como cultivo ya son una realidad económicamente importante en el sector
agroalimentario nacional.
Los productores nacionales de frutillas que comercializan el producto en fresco
han desarrollado sistemas de preenfriamiento (3°C), empaque y transporte por vía
aérea o terrestre. En el caso de la fruta procesada, se ha generalizado el
congelamiento del fruto individual, el cual puede ser transportado a grandes
distancias para posteriormente emplearlo en la elaboración de diversos productos
para la alimentación humana; sin embargo las condiciones de manejo poscosecha
aún son muy precarias.
VI. Propósito de la Demanda
La conclusión, introducción, evaluación y validación, multiplicación y descripción
de variedades mexicanas de frutillas (arándano, zarzamora y frambuesa), con
adelantos en su proceso de mejoramiento; actualización, adopción, adaptación,
generación, validación y transferencia de tecnología sustentable de producción y
de manejo de la fruta en cosecha y poscosecha para alargar la vida de anaquel y
la calidad para exportación, en las principales áreas productoras de frutillas de la
región Centro-Occidente de México (Guanajuato, Michoacán, Jalisco y Colima).
VII. Objetivos
7.1. Objetivo General
Concluir, introducir, evaluar y validar, multiplicar y describir variedades
nacionales de frutillas (arándano, zarzamora y frambuesa) para las
principales áreas productoras del Centro-Occidente de México (Guanajuato,
Michoacán, Jalisco y Colima); actualizar o concluir, adoptar y adaptar,
desarrollar, validar y transferir tecnología de producción sustentable
(consumo de agua y riego; fertilización y manejo nutricional; manejo
integrado y pronóstico de plagas y enfermedades e inocuidad) y de manejo
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de la fruta en la cosecha y poscosecha para alargar la vida de anaquel y la
calidad, para exportación.
7.2 Objetivos Específicos
1. Concluir, introducir, evaluar y validar, describir y multiplicar al menos seis
nuevas variedades de frutillas (arándano, zarzamora y frambuesa), con
adaptabilidad, rendimiento y calidad (tamaño, sabor, consistencia y
concentración de azúcares del fruto), para las principales áreas
productoras del Centro-Occidente de México (Guanajuato, Michoacán,
Jalisco y Colima).
2. Actualizar o concluir, adoptar y adaptar, desarrollar y validar la tecnología
de producción convencional sustentable en arándano, zarzamora y
frambuesa, para las principales áreas productoras del Centro-Occidente
de México (Guanajuato, Michoacán, Jalisco y Colima); que involucre el
manejo adecuado del agua y el riego, aplicación de agroquímicos
(fertilizantes-nutrición y manejo de plagas y enfermedades), podas,
tutoreo, polinización, inocuidad, suelo o sustrato y calidad de la fruta
(tamaño, sabor, consistencia y concentración de sólidos totales) para
exportación.
3. Generar, adoptar y adaptar, y validar tecnología de manejo de los frutos,
sanidad e inocuidad en cosecha y poscosecha para prolongar la vida de
anaquel de la producción nacional de frutillas con enfoque de
exportación.
4. Realizar actividades de transferencia de tecnología vinculadas a las
innovaciones tecnológicas disponibles (estado del arte) y a las generadas
en el proyecto, para promover la innovación e incrementar la
productividad, calidad y rentabilidad de las frutillas.
VIII. Justificación
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El Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2013-2018, publicado en el Diario Oficial de
la Federación el 20 de mayo de 2013, establece en su Objetivo 3.5. “Hacer del
desarrollo científico, tecnológico y la innovación, pilares para el progreso
económico y social sostenible”.
Congruente con el PND, el Programa Sectorial de Desarrollo Agropecuario,
Pesquero y Alimentario (PSDAPA) 2013-2018, tiene como estrategia integral
elevar la productividad para alcanzar el máximo potencial del sector
agroalimentario y una visión estratégica que implica la construcción del nuevo
rostro del campo, sustentado en un sector agroalimentario productivo, competitivo,
rentable, sustentable y justo, que garantice la seguridad alimentaria del país y
contribuya al desarrollo rural integral; establece, en el Objetivo 1. “Impulsar la
productividad en el sector agroalimentario mediante inversión en capital físico,
humano y tecnológico que garantice la seguridad alimentaria”; en la Estrategia 1.1.
“Orientar la investigación y el desarrollo tecnológico a generar innovaciones
aplicadas al sector agroalimentario que eleven la productividad y competitividad” y
en la Línea de Acción 1.1.1. “Implementar investigación y desarrollo tecnológico
aplicado en proyectos de desarrollo rural sustentable a través del SNITT” (Sistema
Nacional de Investigación y Transferencia Tecnológica para el Desarrollo Rural
Sustentable).
En cumplimiento con el PND, el PSDAPA, el Art. 37 de la Ley de Desarrollo Rural
Sustentable y el Anexo de Ejecución del Convenio del Fondo Sectorial de
Investigación en Materias Agrícola, Pecuaria, Acuacultura, Agrobiotecnología y
Recursos Fitogenéticos SAGARPA-CONACYT 2015, el SNITT, como parte de sus
funciones, recabó información para identificar demandas urgentes y temas
estratégicos de investigación, que aporten a elevar la productividad de las
actividades agropecuarias y la seguridad alimentaria del país; en este caso, a
través de la presente Demanda titulada Generación de tecnología, variedades
nacionales e innovaciones para el incremento de la productividad integral de
frutillas en México; misma que forma parte integral de, la Línea de Acción 1.1.1., la
Estrategia 1.1. y del Objetivo 1., del PSDAPA.
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En la actualidad México cuenta con 25,000 ha de superficie plantada con cuatro
cultivos de berries o frutillas: arándano, zarzamora, fresa y frambuesa. Esta
superficie alcanza un valor de producción de 550,000,000 de dólares al año y
genera entre 80,000 y 100,000 empleos al año; además, nuestro país es el primer
productor mundial de zarzamora y el principal exportador de fresa a Estados
Unidos, país que es el principal destino de las berries producidas en México.
Entre los estados con las mejores características para la producción de berries se
encuentran: Baja California, Chihuahua, Nayarit, Colima, Michoacán, Jalisco,
Guanajuato, Hidalgo, Morelos, Estado de México, Veracruz y Puebla (Bascopé,
2013), lo cual ha influido en el aumento de la superficie sembrada en 126%
durante el periodo 2006-2012 y en un aumento en la producción de 155% en el
mismo periodo (SIAP, 2014). Otras condiciones que han aumentado el interés y la
producción de berries en México son: elevada rentabilidad, rápido retorno de la
inversión, uso intensivo de mano de obra, amplio valor agregado y un gran
mercado de exportación (Muñoz y Juárez, 1995; Bascopé, 2013).
El taller sobre Frutillas implementado por el SNITT en Zamora, Michoacán, en
octubre de 2014, permitió identificar los temas estratégicos y transversales de
investigación, que pueden contribuir a elevar la productividad y competitividad de
los cultivos de arándano, zarzamora y frambuesa, para contribuir a la seguridad
alimentaria del país.
A la producción de berries en México le falta un dinámico acompañamiento con
desarrollo de tecnologías y buenas prácticas agrícolas, como uso eficiente del
agua, nutrientes y agroquímicos, lo que ocasiona rendimientos bajos. Otro
problema importante es la falta de variedades nacionales que se ajusten a las
condiciones bióticas y abióticas de la zona productora y con ello abaraten los
costos de producción. En cuanto al manejo poscosecha también hay grandes
deficiencias, ya que se trata de productos altamente perecederos con altos
contenidos de agua, por ello es necesario generar y validar tecnologías
poscosecha que aumenten la vida de anaquel y las propiedades nutricionales.
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Ante la importancia social y económica de las frutillas en el país, así como la
creciente demanda nacional e internacional y las condiciones adecuadas para su
producción en México, es importante impulsar el desarrollo e investigación en
mejores sistemas de producción, transferencia de tecnología y obtención de
variedades de frutillas (arándano, zarzamora y frambuesa), para las condiciones y
requerimientos de las diferentes regiones productoras de frutillas.
IX. Productos a entregar:
1. Al menos dos variedades por cultivo de frutillas (arándano (2), zarzamora
(2) y frambuesa (2)), con adaptabilidad, rendimiento y calidad (tamaño,
sabor, consistencia y concentración de azúcares), para las principales
áreas productoras del Centro-Occidente de México (Guanajuato,
Michoacán, Jalisco y Colima), con sus respectivos documentos de
descripción para los registros de protección intelectual.
2. Un manual de la tecnología de producción sustentable por especie de
frutilla (arándano zarzamora y frambuesa), con el fin de inducir a los
productores y técnicos a la aplicación de las tecnologías generadas y a la
innovación; y la evidencia del(os) respectivo(s) trámite(s) para registro(s)
de protección intelectual.
3. Un manual con los desarrollos tecnológicos para el manejo, sanidad e
inocuidad en cosecha y poscosecha por especie de frutilla (arándano,
zarzamora y frambuesa), para aumentar la vida de anaquel y calidad del
fruto con fines de exportación, para inducir a productores y técnicos a la
aplicación de las tecnologías generadas y a la innovación; y la evidencia
del(os) respectivo(s) trámite(s) para registro(s) de protección intelectual.
4. Un documento (informe) con resultados de las actividades de
transferencia de tecnología, vinculadas a las innovaciones tecnológicas
disponibles (estado del arte) y a las generadas en el proyecto, para
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promover la innovación e incrementar la productividad, calidad y
rentabilidad de la cadena de valor de las frutillas en México.
X. Impactos a lograr con los productos a obtener:
Económico
Incrementar la rentabilidad y competitividad internacional, en beneficio de
los productores y los integrantes de la cadena de valor de las frutillas en
México.
Aumento de la productividad de frutillas mediante el manejo integral de su
cultivo, uso de variedades nacionales y nuevas tecnologías.
Social
Mejora el bienestar social en las regiones productoras de frutillas del país al
generar mayor rentabilidad y producción en los cultivos, así como el
incremento en los empleos.
Desarrollo del mercado nacional para aumentar el consumo de frutillas en
México y sus beneficios en la nutrición y salud humana.
Tecnológico
Disponibilidad de variedades nacionales para condiciones específicas de
las zonas de producción de frutillas (arándano, zarzamora y frambuesa) en
México.
Desarrollo de nuevas tecnologías para la producción y manejo poscosecha
en frutillas.
Ecológico
Reducción del impacto negativo al ambiente mediante el implemento de
tecnologías de producción sustentables (manejo integral de agua, reducción
de agroquímicos, etc.).
Demandas del Sector 2015-3 Página 60 de 62
XI. Literatura citada:
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Informe de Experto. Oficina de Estudios y Políticas Agrarias. Santiago. Chile.
42 p.
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Titulación. Facultad de Biología. Universidad Michoacana de San Nicolás de
Hidalgo. Morelia, Mich. 47 p.
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Faria A., J. Oliveira, P. Neves, P. Gameiro, C. Santos-Buelga, V. de Freitas, N.
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myrtillus) extracts. Journal of Agricultural and Food Chemistry 53(17): 6896-
6902.
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Englewood Cliffs. New Jersey. U.S.A. Pp. 83-156.
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(1): 31–36.
Contacto para consultas técnicas sobre la demanda
Ing. Belisario Domínguez Méndez
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Teléfono: (55) 3871-1000 ext. 33312 y 33328
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