Ángel Sarmiento

5
 1 Profesor Ángel Agustín Sarmiento Bueno Un profesor valle-arraigado  Ángel Sarmie nto Degnis Romero Escuchar los cuentos del profe Sarmiento, acerca de su periplo pascuense, es como oír esas  memorias del desolvido  que acrecientan la nostalgia llanera. Algo así como escuchar la canción Atardecer de Almas”, en voz de Néstor Zavarce.  Es oriundo de El Tocuyo de la Costa, Estado Falcón, pero se metió en el corazón de los vallepascuenses por su arraigo a esa “tierra de palma y sol” que engalana las pampas llaneras con sus estampas, su ambiente y su gente.

Transcript of Ángel Sarmiento

Page 1: Ángel Sarmiento

7/27/2019 Ángel Sarmiento

http://slidepdf.com/reader/full/angel-sarmiento 1/5

1

Profesor Ángel Agustín Sarmiento Bueno

Un profesor valle-arraigado

Ángel SarmientoDegnis Romero

Escuchar los cuentos del profe Sarmiento, acerca de su

periplo pascuense, es como oír esas ‘ memorias del desolvido ’ que acrecientan la nostalgia llanera . Algo así como escuchar

la canción “Atardecer de Almas ”, en voz de Néstor Zavarce.

Es oriundo de El Tocuyo de la Costa, Estado Falcón,

pero se metió en el corazón de los vallepascuenses por su

arraigo a esa “tierra de palma y sol” que engalana las pampas

llaneras con sus estampas, su ambiente y su gente.

Page 2: Ángel Sarmiento

7/27/2019 Ángel Sarmiento

http://slidepdf.com/reader/full/angel-sarmiento 2/5

2

Es egresado del Instituto Pedagógico de Caracas, donde

tuvo como compañero al profesor Ismael Valera (Pitiminí),quien le recomendó colocar la opción ‘ Valle de la Pascua ’ , en

la planilla de solicitud de asignación para trabajar.Dice: Llegué a Valle de la Pascua, un 15 de Septiembre

del año 1966, sin conocer nada del llano. El Sr. Sotillo (Chofer

de Línea La Pascua) me divirtió en todo el trayecto ya que a

cada rato le preguntaba: ¿Cuándo llegamos? Recuerdo que

fuimos a llevar un pasajero al Banco Obrero. Bueno, le dije que

me llevara a un hotel no tan caro y me condujo hasta la

Pensión de Corita y ésta lo primero que me preguntó era que si

había aprendido a hablar español; me confundió con Coleman

Felser, del Cuerpo de Paz. No me gustó ese hotel y el Sr. Sotillo

me llevó al Hotel Venezuela. Cuando el encargado preguntó:

¿quiere la habitación con A/A o ventilador? el Sr Sotillo le dijo:

¡Si quiere le quita el ventilador para que pague menos! Esa

misma noche me presentaron al Dr. Melo, estuve en un ensayo

del Quinteto Magistral y nos fuimos de farra.

Esa fue su primera parranda en La Pascua, y así siguió

‘ por un tendío’ hasta que dejó el pueblo en 1994.Aclara que había conocido a Salvador González, en la

Escuela Normal “Miguel Antonio Caro”, en Caracas, donde ya

mostraba sus dotes en canto, declamación y contrapunteo.

Al día siguiente fui al Liceo a presentar mis credenciales

y Jango, el portero, no me dejó entrar porque le parecía muy

muchacho y me mandó a poner el uniforme. Hube de llamar al

Prof. J. G. González (Subdirector) y le dijo a Jango que me

tuviera como Profesor. Sustituía a Rafael Olivo (Olivito).

Page 3: Ángel Sarmiento

7/27/2019 Ángel Sarmiento

http://slidepdf.com/reader/full/angel-sarmiento 3/5

3

Al principio no me adaptaba, pero luego hice amistades.

La Sra. del Prof. Narciso Valderrama (Física) me dijo al ser

presentados ¡Mire mijo, Ud. no se va de aquí sin que lo casen!,

y así fue. Comíamos en el Hotel Firenze y donde Don Pedro

José Herrera “El Rey del Colesterol”.

Del hotel pasó a una casa de los Álvarez, en la calleRetumbo, frente a los Morantes . Le decían “La Rodriguera”,

porque también estaban los profesores Ramón Rodríguez y

Jesús Rodríguez Blanco, además de Juan Urquía y Coleman

Felser. El profesor Romero, con su excelente receptividad, me

llevó a donde un árabe. Ahí compré mi primera cama, ¡fiá!

Simoza había vivido en esa casa, pero se casó ese año y

emigró frente a las Barrades, que hacían muchas fiestas y nos

invitaban, pero él no salía nunca. Claro, era muy ‘ zanahoria ’ .

Para estar más cerca de la ‘pomada’, cuenta: Luisa, la

hermana del profesor Salazar, alquiló una casa al lado de las

Barrades y nos cedió una habitación a Urquía y a mí. Bueno,

ahí estuve un poco de tiempo hasta que me casé.

Eso fue después de mucho ‘ rodaje ’, del Volkswagen del

profe Olivieri y del Jeep Willys del Padre Chacín: Olivieri me

enseñó a manejar en su VW, y hasta me llevó al examen para

sacar la licencia. El fiscal estaba ‘medio prendío’ y se montó

de copiloto, yo me monté atrás y Olivieri arrancó el carro. Al

ratico el tipo dijo: No chico, pero tú manejas bien. ¡Párate ahí

pa’tomános unas cervezas ! Después de eso firmó el permiso.

En otro VW, el del compañero Pedro Vicente Santos, se

fueron a jugar gallos a un caserío en la carretera a Tucupido:

Cuando estaba peleando nuestro gallo, uno de los que andaba

Page 4: Ángel Sarmiento

7/27/2019 Ángel Sarmiento

http://slidepdf.com/reader/full/angel-sarmiento 4/5

4

con nosotros se tropezó con un palo que sostenía el techo de la

gallera y ésta se vino abajo. Tuvimos que darnos a la fuga,

perseguidos por los lugareños, dejando el gallo y la apuesta.

Con Olivieri solían pasar los carnavales en Santa Maríade Ipire, en la casa de Luís Guzmán (Tracalero), cuyo padre

era Jefe Civil. Cuenta que los trataban muy bien y que lesdaban unas totumas que les cabían dos cervezas, pero, dice:

Un lunes de carnaval, como a las tres de la mañana, escuché

al dueño de casa decirle a la esposa: ¡Voy a matar a Esteban

Freites! Asustado, desperté a Olivieri y a Melo, y les dije:

¡Vámonos, porque aquí van a matar a alguien esta noche! Al

final, el señor aclaró que así le decían al pato con que iban a

hacer el sancocho del día siguiente.

Luego echa el cuento del Jeep del Padre: Conseguíamos

quien se lo pidiera prestado y nos íbamos de farra. La gente

que veía el carro ‘ mal estacionado ’ le contaba al Padre y éste

les explicaba: ¡Ese no era yo! ¡Esos eran esos bandidos!

De los Profesores influyeron mucho en mí: Mercedes

Elena Rengifo, Luís Fernando Melo, Rodolfo Romero, Arnaldo

Olivieri, Juan Luís Simoza, Clemencio Rodríguez, Gutiérrez, J.

M. Ruiz, Domingo Rojas Anato, Rodríguez Blanco, la Profesora

Esther de Cobeña, América, etc. De las secretarias recuerdo a:

Blanca Barrades, Eneida Rodríguez, Liduvina, Omaira y su

hermana, Elvira, Isabel de Bolívar, Mercedes Rojas, etc. Total

que pensaba durar un año en La Pascua y después no me

quería ir, gracias al Don de Gente de sus habitantes.

Son muchas las vivencias y anécdotas. Quiero mucho a

ese Pueblo y me entristece cuando oigo cosas negativas.

Page 5: Ángel Sarmiento

7/27/2019 Ángel Sarmiento

http://slidepdf.com/reader/full/angel-sarmiento 5/5

5

No olvido el Impala de Fermín ni los viajes, ida y vuelta,

a comer arepas en El Tigre; ni las serenatas con los colegas o

con mi compadre Héctor Ortega, quien en las partidas de bolas

estrujaba ají chirel en el pico de la cerveza de los contrarios ; ni

las rumbas donde Mauro Rojas, en casa de Héctor o en la mía ;

ni a Simón Romero : me le pegaba atrás del camión tocándole

corneta y él se bajaba con un machete en la mano, para

sorpresa de todos. Después nos dábamos un abrazo y la gente

se reía; ni a tu hermano Argenis: Cuando le servían sopa le

agregaba Pepsi cola, cambur, etc., para que rindiera; ni el

cuento de un baile, donde una dama le dice a alguien: Pero

chico, ¿cómo te voy a aceptar si eres un hombre casado?, a lo

que el tipo responde: ¡Y lo malo es que a la mujé mía no le da

ni dolor de cabeza!; ni a Miriam Graterol, quien me escribió

(aludiendo la foto donde salgo con un trago en la mano): ¿Y

ese vaso no se acaba nunca?; ni que fui yo quien le habló a

Simoza del escrito “ La Pascua 67 ” ; ni la cuenta bancaria que

nunca cerré para verme obligado a regresar a La Pascua.

Por eso y por muchas cosas más me la paso pegao de la

computadora leyendo los correos de amigos vallepascuenses y

revisando el Facebook: ¿ Eres vallepascuense nato ? Mi esposa

me dice: ¡Estás como los muchachos!

Estamos convencidos de que así se sigue sintiendo, tal

como aquel día de 1966 cuando pisó tierra llanera, producto

del renovado y permanente contacto virtual con su gente.Al cierre de los cuentos, ajustados a la debida censura,

dice: Un gran abrazo y me complace mucho la labor que haces

para que no se pierda esa pequeña historia de los pueblos.