ANIMACIÓN Y PROMOCIÓN LECTORA EN LA ESCUELA

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339 RESUMEN. El autor parte de una serie de reflexiones relacionadas con la lectura en la escuela y apuesta por la existencia de bibliotecas escolares en todos los cen- tros. Considera que éstas son los mejores equipamientos para fomentar la lectu- ra, la escritura y la formación documental, y para dinamizar la vida cultural. Así mismo, cree que constituyen espacios de encuentro en torno a los libros para todos los miembros de la comunidad educativa. El artículo ofrece una serie de estrategias de sensibilización y fomento de la lectura: unas indicadas para antes de empezar a leer el libro (con un perfil más lúdico), otras que se refieren a acciones más generales y concretas relacionadas con la lectura y, por último, otras que constituyen una lista de propuestas creativas que pueden llevarse a cabo después de la lectura. El autor defiende como válidas aquellas actuaciones que traten de fomentar la lectura de manera natural, con sentido común, sin caer en la utiliza- ción de parafernalias festivas, y que se caractericen por la constancia y la continui- dad en su aplicación. ABSTRACT . The author bases his article on a series of reflections related to reading in school and advocates the existence of libraries in all schools. He believes libra- ries to be the best tool for encouraging reading, writing and documentary trai- ning, and for energizing cultural life. As such, he believes that they provide – in the realm of books – space for all members of the educational community to meet. The article offers a series of strategies for awareness and promotion of reading; some (of a more recreational type) suitable for before reading the book, others which refer to activities more generally and specifically related to reading, and finally, others which constitute a list of creative proposals which can be carried out after reading. The author defends as valid those activities which try to encourage reading in a natural way, using common sense, without falling into the trap of using festive paraphernalia and which are characterised by their constancy and continuity in their application. ANIMACIÓN Y PROMOCIÓN LECTORA EN LA ESCUELA MARIANO CORONAS CABRERO * (*) Maestro de Primaria. Biblitecario escolar. Revista de Educación, núm. extraordinario 2005, pp. 339-355 Fecha de entrada: 07-07-2005

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RESUMEN. El autor parte de una serie de reflexiones relacionadas con la lecturaen la escuela y apuesta por la existencia de bibliotecas escolares en todos los cen-tros. Considera que éstas son los mejores equipamientos para fomentar la lectu-ra, la escritura y la formación documental, y para dinamizar la vida cultural. Asímismo, cree que constituyen espacios de encuentro en torno a los libros paratodos los miembros de la comunidad educativa. El artículo ofrece una serie deestrategias de sensibilización y fomento de la lectura: unas indicadas para antes deempezar a leer el libro (con un perfil más lúdico), otras que se refieren a accionesmás generales y concretas relacionadas con la lectura y, por último, otras queconstituyen una lista de propuestas creativas que pueden llevarse a cabo despuésde la lectura. El autor defiende como válidas aquellas actuaciones que traten defomentar la lectura de manera natural, con sentido común, sin caer en la utiliza-ción de parafernalias festivas, y que se caractericen por la constancia y la continui-dad en su aplicación.

ABSTRACT. The author bases his article on a series of reflections related to readingin school and advocates the existence of libraries in all schools. He believes libra-ries to be the best tool for encouraging reading, writing and documentary trai-ning, and for energizing cultural life. As such, he believes that they provide – inthe realm of books – space for all members of the educational community to meet.The article offers a series of strategies for awareness and promotion of reading;some (of a more recreational type) suitable for before reading the book, otherswhich refer to activities more generally and specifically related to reading, andfinally, others which constitute a list of creative proposals which can be carried outafter reading. The author defends as valid those activities which try to encouragereading in a natural way, using common sense, without falling into the trap ofusing festive paraphernalia and which are characterised by their constancy andcontinuity in their application.

ANIMACIÓN Y PROMOCIÓN LECTORA EN LA ESCUELA

MARIANO CORONAS CABRERO*

(*) Maestro de Primaria. Biblitecario escolar.

Revista de Educación, núm. extraordinario 2005, pp. 339-355Fecha de entrada: 07-07-2005

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ALGUNAS REFLEXIONESPARA EMPEZAR…

La escuela, dado su carácter obligatorio,es, actualmente, una institución por laque pasan prácticamente todos los niñosy niñas de este país. Esta circunstanciadebería ser aprovechada para lograr quesu competencia lectora se caracterizarapor sus altos niveles de solvencia y lespermitiera desarrollar más adelante elgusto por una lectura personal, íntima yreflexiva. Las estadísticas, una vez más,nos hacen despertar de ese sueño y nossumen en la incertidumbre. Algo no vabien si, como puede observarse en dichasestadísticas, la lectura no se encuentraentre las aficiones favoritas de los adoles-centes y jóvenes españoles. Cierto es queno existe una metodología unificada deenseñanza de la lectura y la escritura, nitampoco se pone en marcha en nuestrasaulas un catálogo homologado y generalde buenas prácticas lectoras que conduz-can al éxito.

Cada cual, en la medida en que estásensibilizado o se preocupa por esa cir-cunstancia, aborda la enseñanza y elfomento de la lectura desde una ópticadiferente. Probablemente, no pueda serde otra manera, pero, después de tantosaños de reflexión, de tal cantidad de jor-nadas, encuentros, congresos, publicacio-nes y simposios, de tanta formación delprofesorado, etc., parece lógico pensar enla existencia de ese catálogo de recomen-daciones, ese protocolo recoge las actua-ciones que, objetivamente, han ido dandoresultado. Dicho catálogo o protocolodebería trasladarse a las EscuelasUniversitarias de Formación del Profe-sorado para que, cuando las próximaspromociones de diplomados fueran acce-diendo a la docencia, pudieran tenerlo enconsideración.

Lo cierto es que animar a leer noresulta tarea fácil. Las acciones que

podemos poner en práctica en el aula tie-nen muy distinta repercusión en cada unade las criaturas que acuden a ella. Esimportante quién las propone, cómosugiere llevarlas a la práctica y en quémomento, así como el compromiso quelos chicos y las chicas perciben que eladulto en cuestión tiene con lo que quie-re estimular –aquí no se admiten trampas.En asuntos relacionados con la lectura–en lo que respecta tanto a la competen-cia, como al hábito– hay que tener encuenta que cada niño o niña llega a laescuela con un bagaje personal al que seva añadiendo lo que, con el tiempo, vaaprendiendo. Esto hace que cada uno seadiferente, parta de un punto distinto yacuda al aula condicionado por capacida-des e intereses también distintos queinfluirán en si se entusiasma por loslibros, practica la lectura con regularidado «pasa olímpicamente». Además, en estetema, tampoco hay unanimidad en cuan-to a qué es competencia de la escuela.¿Debe la escuela enseñar a leer y a escri-bir solamente? ¿Debe estimular la prácticade la lectura? ¿Es responsable la escuelade que los chicos y las chicas, a medidaque van pasando los años, lean o no?...Estas son algunas preguntas que noshacemos. Y, ante toda esa confusión eincertidumbre –o a pesar de ella–, debe-mos, creo, comprometernos a facilitar,mientras dura su aventura escolar, a todoslos niños y niñas el acceso a la lectura. Laexistencia de una biblioteca en cada cen-tro, suficientemente acondicionada yactualizada, debería ser el punto de parti-da para que dejáramos de lamentarnos delo precario de la situación y empezáramosa abrir caminos que permitieran que, enlos centros, sugiriesen mejores prácticas yla lectura y la cultura en general adquirie-sen mayor protagonismo y tuvieran másreconocimiento.

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LA BIBLIOTECA ESCOLAR

En un centro escolar, es fundamental quehaya una biblioteca en condiciones y, aestas alturas, su existencia debería ser yauna realidad. Esa instalación permitiríaabordar el fomento de la lectura con otrasmiras e incrementaría las posibilidades.Se podrían organizar acciones que involu-crasen a todo el centro y de las que sebeneficiasen todos los niños y las niñas,tanto aquellos que comparten sus activi-dades escolares con maestras y maestrosanimosos, promotores del vicio de la lec-tura, como quienes viven el día a día conotros que no se muestran especialmentepredispuestos a fomentar ese hábito o apromover estrategias que lo favorezcan.

La biblioteca pone a disposición detodo el centro todos los materiales queguarda y actúa en contra de la atomiza-ción y compartimentación por aulas, nive-les, departamentos, etc. de los mismos, loque permite rentabilizar más sus conteni-dos. Es un espacio democratizador delacceso a la cultura y sirve para compensardesigualdades, pues todo el alumnadopuede acudir a ella a leer, consultar susdocumentos, llevarse libros prestados yhacer uso de cuanto ofrece. Un centroescolar no es igual si tiene biblioteca quesi no la tiene. Si damos por sentado quetener biblioteca nos permite partir de un

escalón superior y nos concede unamayor potencialidad, no debemos olvidarque es necesario que dinamicemos sufuncionamiento, que la mantengamoscomo un lugar siempre atractivo y abier-to, y que está en constante renovación.Cada día, es necesario trabajar para evitarla inercia que los medios audiovisualesproponen arrastre a los chicos y las chi-cas, ya que requieren una menor implica-ción personal y ofrecen una satisfacciónmás fácil o al menos, menos trabajosa,que puede conducirles a la pasividad. Lanecesidad de fomentar la lectura en laescuela debe, por tanto, ser asumida porel profesorado, que sabe que es funda-mental contar con una base razonable dehábitos lectores y que estos, que suelenser adquiridos en el entorno familiar, enmuchas ocasiones, no están presentes.Los docentes saben también que no exis-ten los milagros y que, por mucho y muyrazonable que sea lo que se hace, nadiegarantiza el éxito, pero están decididos aponer toda la carne en el asador para queno se malogre ninguna vocación lectorapor falta de oportunidades y de estímu-los.

La biblioteca escolar es un lugar detrabajo, aventura, investigación, lecturaencuentro, tal y como se refleja en lastablas I y II que ponen de manifiesto todasesas potencialidades.

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TABLA ILas cuatro grandes áreas de trabajo que podemos activar

desde la biblioteca escolar

El acceso a fuentesde información diversificadas

La formación de usuarios. Hay un cua-dernillo –Para no perderse en el bos-que– destinado al alumnado de tercerciclo.

La animación a la lectura

Con un repertorio de estrategias queacerquen y propicien el encuentroniño/a–libro, llevando a cabo:• Acciones que busquen unir afectiva-

mente a los niños y las niñas con suB.E.

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• El acceso a soportes informativosdiversos: enciclopedias en papel yelectrónicas, monografías, librodocumental, atlas, revistas, prensa...

• La realización de actividades de bús-queda documental: preparación deconferencias, trabajos de investiga-ción, monografías, dossiers...

• Internet

• Acciones de sensibilización culturaly que fomenten la participación.

• Acciones de uso habitual de labiblioteca.

Con una BE que abra sus puertas todoslos días y a la que todas las clases delcentro puedan acudir en horario lecti-vo.

La animación a la escritura

• Recoge la memoria escrita de la vidadel centro. Es depositaria de todaslas publicaciones (por modestas quesean) que se hacen en las clases, losciclos, el centro...

• Los libros, las historias, los poema-rios que guarda son un punto departida para que niñas y niños ima-ginen, sueñen, recreen, escriban...

• Se lleva a cabo mediante la realiza-ción de recopilaciones de cuentos yleyendas, anécdotas, canciones in-fantiles, juegos, historias persona-les...

La dinamización cultural del centroeducativo y de la comunidad

• La biblioteca se convierte en un focodinámico del que emanan frecuen-tes propuestas de actividades derigi-das al alumnado, las familias y elprofesorado: exposiciones diversas,de novedades, temáticas, etc.; espa-cios para contar cuentos, para reali-zar tertulias literarias, etc.

• Con propuestas de trabajos y activi-dades que parten de diversas efemé-rides, de la poesía, de los cuentos,del cine, del folklore oral... e involu-cran a todo el centro.

LA BIBLIOTECA ESCOLAR(Desde la BE podemos abordar

las cuatro cuestiones señaladas apartir de nuevas perspectivas)

TABLA IILa Biblioteca Escolar como centro de la vida del colegio

y lugar de encuentro de la comunidad educativa

El seminario de bibliotecay literatura infantil

• Es responsable de la organización, yde la elaboración del plan anual deactuación y la memoria anual.

El profesorado

• Recibe información sobre todas lasactividades proyectadas.

• Dispone de una hora semanal, comomínimo, para utilizar la bibliotecacon su clase.

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• Prepara materiales diversos: los car-nets, el boletín informativo, las guíasde lectura, los diarios de lectura, losmateriales curriculares… para elalumnado, las familias y el resto delprofesorado.

• Trabaja en la auto-formación y, paraello, organiza reuniones, intercam-bios, lecturas de prensa especializa-da y de libros específicos...

• Diseña actividades que favorezcanel uso y contribuyan a la dinamiza-ción de los fondos y a la animaciónlectora.

El alumnado

• Dispone de un servicio diario depréstamo.

• Forma parte del grupo responsablede la gestión diaria que se encargadel fichado, el etiquetado, la forma-lización de préstamos y devolucio-nes...

• Colabora en actividades de anima-ción y dinamización.

• Tiene acceso diario a la consulta y lalectura en sala.

• Puede utilizar todos los soportes quecontienen información: libros, revis-tas, periódicos, CD-rom, vídeos...

• Colabora en la confección del bole-tín trimestral y en otras publicacio-nes, así como en la lectura delmismo.

• Aprende a manejarse en la bilioteca,a través de actividades de formaciónde usuarios, como las contenidas enel cuadernillo «Para no perderse enel bosque».

• Completa tras sus lecturas el «Diariode lectura».

• Colabora directa o indirectamenteen las actividades propuestas.

• Propone la compra de libros u otrosmateriales.

• Visita las exposiciones con su claseen horario lectivo.

• Formaliza préstamos temporales enbloque para llevar materiales al aula.

Las relaciones exteriores

• ... Se mantiene un intercambio depublicaciones, materiales y expe-riencias con colectivos e institucio-nes.

• Se realizan peticiones de materiales,libros, información... a diversas enti-dades y colectivos.

• Se envían artículos-memoria de lasexperiencias y actividades realizadaspara su publicación o reseña enrevistas especializadas.

• Se realizan dossieres-hemerotecaque contienen la recopilación anualde materiales de prensa relaciona-dos con libros, lectura y bibliotecas.

• Se realiza una divulgación oral yescrita de lo que se va haciendo yexperimentando.

• Se mantienen relaciones de colabo-ración con el Centro del Profesora-do de la zona.

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ACCIONES RELACIONADASCON EL FOMENTO DE LA LECTURA ANTES DE EMPEZAR A LEER UN LIBRO

A continuación, propongo algunas accio-nes que pueden crear, en ciertos casos,expectativas y motivación extra. Podría-mos decir que son actividades de pre-lec-tura del libro, acciones que buscan darloa conocer –poner de manifiesto la poten-cialidad de las palabras, conocer a losgeneradores de historias...– y despertar lasuficiente curiosidad como para que sulectura se torne un deseo ferviente paralos niños y las niñas. Lo que presento sonunas cuantas estrategias, no una listaexhaustiva, sino algunos ejemplos de loque personalmente he ido realizando.Serán los distintos mediadores quienesdeberán echar mano de su creatividadpara generar nuevas acciones que desem-peñen ese papel como «activadoras del

apetito lector». Nada fácil, por otra parte.Veamos, pues, algunas de ellas.

¿QUIÉNES INTERVIENEN EN EL PROCESODE FABRICACIÓN DE UN LIBRO?

Tenemos el libro elegido en nuestrasmanos y antes de comenzar su lecturaconviene que algunos de nuestros senti-dos lo exploren. Conviene que lo toque-mos, que lo miremos e, incluso, que per-cibamos su olor. El hecho de estimularesa percepción multisensorial inicialresulta siempre sorprendente y suele lla-mar la atención.

En la confección de un libro, hanintervenido muchas personas y, por ello,conviene que repasemos los créditos dellibro, que expliquemos qué personas oentidades han hecho posible que tenga-mos ahora ese libro en las manos, así

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Los padres/madres/APA

• Reciben trimestralmente el boletínde la biblioteca y otras publicacio-nes: libritos recopilatorios, guías delectura, guía de la biblioteca...

• Visitan las exposiciones.• Pueden tomar libros prestados,

como el alumnado: «Leer en casa».• Subvencionan mobiliario y compra

de libros.• Abren la biblioteca algunas horas a

la semana.• Se integran en el Seminario de BLI y

acuden a las reuniones y participanen las decisiones. Forman grupos decuentacuentos, de ornamentaciónde la biblioteca y del colegio conmotivo de las acciones de dinamiza-ción y fomento de la lectura, y parti-cipan en grupos de lectura.

Las bibliotecas de aula

• Se nutren con préstamos tempora-les de bloques temáticos de libros,lectura imaginativa, revistas, etc. através del profesorado.

• Incorporan fondos temporales gra-cias a las maletas viajeras que acer-can novedades o libros de temasdiversos.

La biblioteca pública

• La colaboración debe ser muy estre-cha y puede centrarse básicamenteen:– El préstamo interbibliotecario. – El intercambio de publicaciones. – Las actividades conjuntas. – Las visitas de clases enteras como

formación de usuarios.

La Biblioteca Escolar

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como la función de cada una de ellas. Laficha bibliográfica que planteo no es nece-sariamente una actividad escrita, y puedeservirnos de orientación para tener pre-sentes algunos conceptos y poder hablarde ellos.

EL TÍTULO DE LOS LIBROS

• Igual que todos nuestros amigos y ami-gas tienen un nombre que nos permitellamarlos cariñosamente, todos loslibros se llaman de una manera deter-minada, tienen un título. Es convenien-te detenerse en el título de los libros.Algunos son realmente sugerentes, yotros pueden parecernos inadecuados.En ocasiones, cuando leemos el título,podemos imaginar de qué tratará ellibro. Podemos, por tanto, explicar oescribir nuestras expectativas temáticasy, luego, una vez terminada su lectura,comprobar si estas estaban próximas al

contenido real de la obra. La combina-ción de varios títulos puede dar origena la escritura de rimas que, en algunosmomentos, pueden resultan originalesy divertidas:

Si la luna pudiera hablar.El hombre que encendía las estrellas.

Historia de los bonobos con gafas.De cómo Fabián acabó con la guerra.

Asmir no quiere pistolas.¿Sopitas de canela?Sueño con la paz.

Mi primer libro de poemas.

(Cada verso de los anteriores es el títu-lo completo y exacto de un libro deLIJ).

• También podemos sugerir nuevos títu-los para libros utilizando un trocito deéste y otro trocito de aquél. Luego,individual o colectivamente, podemoshacer un ejercicio oral de imaginaciónconsistente en tratar de contar el argu-mento de ese libro imaginario. Con lostítulos de arriba, podemos construirpropuestas como: De cómo Fabiánencendía las estrellas, El hombre queacabó con la guerra, Mi primer librode los bonobos con gafas, El hombreque no quiere pistolas, Sueño con sopi-tas de canela, Historia de mi primerlibro de poemas... Títulos aún porescribir, pero que nos ofrecen algunasposibilidades de trabajar en la sensibili-zación, la conversación, la reconstruc-ción... de las historias.

• De la misma manera, podemos susti-tuir el verbo del título (si lo hay) por elverbo leer y comentar de qué maneracambiaría la historia con el nuevo títu-lo. De esta forma, el libro titulado Si laluna pudiera hablar, ahora se llamaríaSi la luna pudiera leer, de El hombre

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FICHA BIBLIOGRÁFICA (1)

TÍTULO: ......................................................

AUTOR/A:. ...................................................

ILUSTRADOR/A:. ..........................................

TRADUCTOR/A: ..........................................

EDITORIAL: .................................................

COLECCIÓN: ..............................................

EDICIÓN:............. FECHA: ........................

Nº PÁGINAS: ...............................................

IMPRESIÓN:................................................

DEPÓSITO LEGAL: .....................................

ISBN:...........................................................

MAQUETACIÓN: .........................................

OTROS DATOS: ..........................................

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que encendía las estrellas pasaríamosa El hombre que leía las estrellas, deKonrad, el niño que salió de una latade conservas obtendríamos Konrad, elniño que leyó en una lata de conser-vas...

EL AUTOR O LA AUTORADEL LIBRO TAMBIÉN SERÁNMERECEDORES DE NUESTRA ATENCIÓN

Es muy conveniente presentar al autor oautora de un libro con todos los elemen-tos de que se disponga: fotografía o dibu-jo, explicación biográfica, recortes deprensa donde se hable de él o de ella,marca-páginas promocional de su obra,otros libros escritos que haya escrito...Todo ello, nos permitirá familiarizarnoscon la persona que ha escrito el libro quequeremos leer y, probablemente, aumen-tará la curiosidad e incrementará lasexpectativas. Si el autor/a está vivo, esposible que podamos conseguir su direc-ción electrónica o su dirección postal. Esonos abre una nueva posibilidad comuni-cativa. Podemos enviarle un texto previo ala lectura, contándole nuestras impresio-nes sobre los datos que hemos conocidoacerca de su vida y la descripción dellibro, aunque aún no lo hayamos leído.Por descontado, debemos tener presenteque, una vez finalizada la lectura, escribi-remos uno o varios mensajes para contar-le al autor o la autora nuestra aventurapersonal y colectiva con su libro. Con elnombre y/o apellidos del autor o la auto-ra podemos plantearnos algún juego deacróstico o palabras cruzadas en el que seintegren los datos biográficos que hemosmanejado al principio. Lo mismo podría-mos hacer con el nombre del ilustrador ola ilustradora. En ocasiones, podemos uti-lizar los títulos de sus obras para hacercosas como:

La maravillosa medicina de Jorge¡Qué asco de bichos!

MatildaLas brujas

El cocodrilo enorme

El dedo mágicoEl vicario que hablaba al revésCharli y el ascensor de cristal

Los cretinos

Es una manera de conocer la biblio-grafía de un autor y, al mismo tiempo,personalizarla con su nombre. La graciaestá en ordenar los títulos de manera quese posibilite esa lectura en negrita en laque se utiliza una letra de cada título.También se pueden buscar variantes quesupongan nuevos desafíos, para no repe-tir en exceso el mismo tipo de actividad.

JUEGO RIMADOCON EL ÍNDICE DE UN LIBRO

Los índices de algunos libros puedenresultar muy sugerentes y ofrecer algunasposibilidades creativas. La lectura delíndice puede, en ocasiones, proporcio-narnos una visión general de la estructuradel libro, aunque, en otros casos, es pro-bable que no aporte gran cosa. Si el libroes de poemas o cuentos, es probable quepodamos aprovechar el índice de algúnmodo. A continuación, ofrecemos unejemplo concreto desarrollado a partirdel libro Diecisiete cuentos y dos pingüi-nos del autor aragonés Daniel Nesquens.El índice contiene dieciocho títulos perte-necientes a otros tantos cuentos. Obser-vándolos con cuidado, vemos que algu-nas de las palabras finales de los títulosriman entre sí. Si se utilizan todos los títu-los y se añaden convenientemente algu-nas palabras, es posible construir unaretahíla rimada que puede tener cierto

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interés y que pone de manifiesto quehasta el índice de algunos libros puedeofrecernos una oportunidad para juegar,para crear con las palabras. ¡Palabras...!,probablemente, el mayor tesoro de laespecie humana... También es una mane-ra diferente de comentar o reseñar unlibro. ¿No te parece? En cursiva, tienesexactamente los títulos de los distintoscuentos (uno en cada verso y desordena-dos, por supuesto). En realidad, la com-posición que sigue está pidiendo unareordenación de los cuentos del libro.Sólo así tendrá sentido su furtiva existen-cia:

Dos pingüinos hicieronun viaje a Londres,

volviendo con un regalo diferente:¡lápices de colores!

(Y mientras, la Gallina Llinacomía macarrones).

La costumbre de mi padreera montarse en el globo;

y disfrazarse de agente secretopara asistir a una tarde de toros.

Mi sobrina en cambio, comíamucha ensaladilla rusa

y un día, tocando la flauta,dijo tener una pequeña duda:

Si las nubes cargadas de lluviadescargan sobre el tesoro pirata,

me pregunto, entre extrañas sombras:los conejos, ¿se pescan o se cazan?

¿QUÉ PODEMOS HACER CON UN LIBRO?

Una propuesta de trabajo que constituyeun desafío creativo interesante suele serdar respuesta a determinadas preguntasutilizando un abecdario completo de res-puestas. Suele ser un reto que los chicos

acogen con cierto entusiasmo y al que,con ayuda del diccionario, todos puedenhacer frente. Más abajo, responderé a lapregunta general que encabeza este apar-tado, pero podemos formular muchaspara estos juegos de «ABCdario». En algu-nos casos, encontramos la respuesta en elmismo libro de lectura. Por ejemplo, enKonrad, el niño que salió de una lata deconservas de Christine Nöstlinger, uno delos personajes insulta al protagonista con28 palabras, ordenadas alfabéticamente yque van de Acusica a Zopenco. Si el librohabla de brujas, podemos preguntarles alos chicos cómo pueden ser las brujas, yproponerles que contesten con un ABCda-rio, lo más completo posible, de adjeti-vos: Astutas, Babosas, Comilonas, Dan-zarinas, Encantadas, Fisgonas, Golfas,Hurañas, Ingrávidas, Jorobadas, Listas,Malas, Narigudas, Ñoñas, Oscuras, Peli-grosas, Quebradas, Rabiosas, Secretas,Terribles, Únicas, Viajeras, Yugoslavas,Zánganas. Podíamos, sin dejar este mis-mo tema, variar la pregunta: ¿Qué tienenlas brujas? ¿Qué hacen las brujas?... Yescribiríamos una lista de sustantivos o deverbos, también alfabéticamente ordena-dos, o de frases cortas que comenzasenpor cada una de las letras del «ABCda-rio»... Podemos también cambiar de temay elegir libros en los que los protagonistassean osos, o ratones, o el mar, o los dra-gones, o los árboles… y hacer preguntas ybuscar respuestas en la línea que estoyproponiendo.

Y, ahora, sí voy a responder a la pre-gunta con la que iniciamos este apartado,y voy a hacerlo mediante un listado deverbos. Un libro podemos:

Abrirlo, amarlo, adquirirloBuscarlo, bucearlo, beberlo.Cuidarlo, celebrarlo, cambiarlo.Defenderlo, debatirlo, dejarlo (aotros/as).

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Elegirlo, elogiarlo, explicarlo.Fomentarlo, favorecerlo, ficharlo.Gozarlo, gastarlo, generalizarlo.Hojearlo, habitarlo, hallarlo.Imaginarlo, inaugurarlo, imprimirlo.Jugarlo, jalearlo, juzgarlo.Leerlo, localizarlo, limpiarlo.Manosearlo, mecerlo, marcarlo.Necesitarlo, nombrarlo, navegarlo.Olerlo, ofrecerlo, ocultarlo.Palparlo, paladearlo, pensarlo.Quererlo, quebrarlo, quitarlo.Recordarlo, recitarlo, recomendarlo.Solicitarlo, saborearlo, sentirlo.Tocarlo, tenerlo, terminarlo.Universalizarlo, usarlo, urdirlo.Vivirlo, valorarlo, verlo.Zarandearlo, zambullirlo, zamparlo.

¿DÓNDE LEER ESE LIBROQUE TENEMOS EN NUESTRAS MANOS?

Esta pregunta también puede admitir unarespuesta alfabética, creativa y divergente.Demandaremos de los niños y las niñasque, individual o colectivamente, enume-ren posibles lugares de lectura y nosencontraremos, rápidamente, con unaamplia y rica variedad de respuestas.Como decía, podemos leer...

en Ayunas, camino de Barbastro,paseando por la Carretera, sentadosen una Duna, en el Extranjero, hospe-dados en la Fonda, en el Gimnasio, devisita en el Hospital, a la Intemperie,perdidos en la Jungla, en la cima delKilimanjaro, tumbados a la orilla deun Lago, con una sola Mano, en cual-quier pueblo de Nicaragua, viendo lamigración de los Ñus, Ocasional-mente, boca arriba en una Pradera,comiendo Queso, a la orilla de unRío, al lado de un Sarcófago, con miamiga Teresa, en la Universidad,estando de Viaje, en un parque en

Washington, escuchando un Xiló-fono, comiendo Yemas y con Zapatosnuevos.

En realidad, aún podemos ir más alláy solicitar un nuevo ejercicio de imagina-ción en el que cada niño describa cómoleería un libro en cada uno de esos luga-res o situaciones: ¿Cómo leería estandode viaje, en el gimnasio, boca arriba enuna pradera…?

EL COMIENZO DE LAS HISTORIAS

En ocasiones, será interesante que elmaestro/la maestra haya elegido variostítulos de libros y lea en voz alta el primerpárrafo de cada uno de ellos. De estemodo, los niños y las niñas podrán, porun lado, tener un mosaico rápido delcomienzo de las historias y, por otro, dis-pondrán de nuevos elementos que facili-tarán la elección de un libro u otro, enfunción de si se pretende realizar una lec-tura oral y colectiva o silenciosa y perso-nal. En el primer caso, podemos elegiralguno de esos párrafos como elementogenerador de alguna actividad oral oescrita, como tratar de continuar lo quese ha planteado o describir cómo nos gus-taría que fuera el personaje o alguno delos personajes aparecidos...

ACCIONES Y ESTRATEGIASPARA FOMENTAR LA LECTURA

¿Qué podemos hacer como maestros ymaestras comprometidos con esa tarea?La lista podría ser extraordinariamentelarga si hiciésemos una recopilación detodas las que aparecen publicadas en loscientos de artículos publicados en lasrevistas a lo largo de los años. En cual-quier caso, ahí están, y consultando lashemerotecas es fácil rescatarlas. Pero, en

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esta ocasión, querría enumerar en esteapartado algunas acciones que puedenfavorecer, alentar, ayudar a germinar, des-cubrir… en chicos y chicas el hábito lec-tor. Son una mezcla de estrategias y deactitudes que presentan la lectura comouna necesidad, una práctica cotidiana,una posibilidad cierta… Es evidente que,en la escuela, hay un margen para propo-ner acciones orientadas al fomento y ladinamización de la lectura y, también, quecada cual invertirá más tiempo o menosen ponerlas en práctica en función de sucompromiso personal y ético con la cues-tión. El decálogo que recogemos en losapartados que aparecen a continuaciónpuede ayudar a seguir algunos caminosinteresantes a la hora de actuar.

LEERLES CADA DÍA EN VOZ ALTA

Cada mañana, podemos iniciar la jornadaregalando a nuestro alumnado una lectu-ra gratuita. Es decir, una lectura que nolleve añadida ninguna actividad, y no con-lleve la necesidad dar ninguna explica-ción que vaya más allá de lo que los «escu-chantes» quieran que se les explique odeseen comentar. Servirán para nuestropropósito: el titular y la entradilla de unanoticia, un poema, un cuento, el primercapítulo o un fragmento significativo deun libro, un texto personal de algúnalumno o del maestro… Si esto se hicieratodos los días en todos los cursos escola-res, al terminar la primaria, cada niño oniña, habría escuchado alrededor de milquinientas historias. Sin duda, esto pro-porcionaría a los alumnos un importantebagaje y les permitiría crear una base dedatos interna que podría mejorar algunasde sus capacidades. Todo ello, porsupuesto, sin contar con el efecto ejem-plificador que tendría para ellos el com-partir el día a día con una persona que, en

lugar de hablar de las virtudes de la lectu-ra, lee, se presenta en el aula frecuente-mente con libros en las manos, habla desus lecturas y se manifiesta emocional-mente comprometida con su práctica.

REFERENCIARLO COTIDIANO A LOS LIBROS

A lo largo de un curso escolar, la actuali-dad nos ofrece una gran variedad temasde reflexión y trabajo. No debemos per-manecer insensibles a ellos, ni aducirpara ignorarlos que hay un programa quecumplir. Todo lo contrario, es necesarioabrir las ventanas de la curiosidad y lainformación para acercarnos así a la vida.Muchos de esos temas podrán ser com-pletados con informaciones obtenidas enlibros de nuestra biblioteca, con búsque-das en la gran enciclopedia que es inter-net o con la incorporación de noticiasaparecidas en la prensa. La lectura seránecesaria para saber más, para saber otrascosas, y, de este modo, brindaremos alalumnado la posibilidad de aumentar susconocimientos sobre un tema concretoque nos permitirá proponer y realizarnuevas lecturas.

INVOLUCRAR A LAS FAMILIASEN ACCIONES DE FOMENTO DE LA LECTURA

Anteriormente, se ha comentado que esmuy importante que el alumnado, losniños y las niñas, lleguen al colegio conhábitos lectores adquiridos en el seno dela familia. También es muy importanteque esas familias que ya están suficiente-mente sensibilizadas acerca de la impor-tancia de que los niños y las niñas adquie-ran hábitos lectores no se vean defrauda-das y encuentren acomodo para susinquietudes en el centro escolar, en las

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aulas. En unos casos, será necesariopotenciar esos afanes y, en otros, habráque generar estrategias que los promue-van, que «enciendan la mecha de la lectu-ra». Con una biblioteca escolar en condi-ciones, la cuestión parece más sencilla yse pueden poner en marcha algunos pro-yectos concretos que tengan como fin tra-bajar en esa dirección:

• Leer en familia: permite quepadres y madres puedan llevarselibros prestados directamente de labiblioteca escolar o que sean sushijos e hijas quienes hagan decorreos lectores y formalicen lospréstamos.

• Ronda de lecturas: cada día, unniño o una niña se lleva un libro asu casa con el firme propósito deleerlo y devolverlo al día siguiente.En esa lectura, puede participartambién la familia. Al final de laronda, cuando toda la clase lo haleído, se organiza un libro-forum.

• La maleta familiar: por espacio deuna semana, cada familia, volunta-riamente, dispone en su casa deuna maleta con materiales de lectu-ra: libros variados, vídeo, DVD, CDde música, prensa, revistas dedivulgación…

Los citados y otros, pueden ser pro-gramas que contribuyan a llevar la prácti-ca y la reflexión sobre la lectura hasta elseno familiar.

USAR LAS TIC PARA LEER Y ESCRIBIR

Es conveniente que lectura y escrituracaminen unidas y que promovamos actua-ciones que incidan en estas dos habilida-des básicas y fundamentales. Hoy día,tenemos múltiples posibilidades de

escribir y de leer, ya que podemos emple-ar soportes inimaginables hace sólo unosaños. Hay páginas web con textos clásicoso textos nuevos que podemos aprovecharen las aulas y tenemos también posibilida-des de enviar nuestras aportaciones escri-tas a diferentes webs que las publicarán.Podemos definir nuestro blog o cuadernode bitácora para escribir y publicar nues-tros textos y comentarlos, y, además, elcorreo electrónico nos pone en comunica-ción con los autores y las autoras de algu-nos de los libros que leemos y nos ofrecemuchas posibilidades comunicativas…

APROVECHAR ALGUNASEFEMÉRIDES LITERARIAS

A lo largo del año, hay acontecimientosque podemos abordar de manera diferen-te. Unos se repiten año tras año y otrosnos sorprenden y podemos aprovechar-los. Entre los primeros, cabría citar almenos cuatro fechas: el Día Mundial delLibro (23 de abril), el Día Mundial de laPoesía (21 de marzo), el Día Internacionaldel Libro Infantil (2 de abril), el Día de laBiblioteca (24 de octubre)… Entre lossegundos, se cuentan aquellos que cadaaño nos recuerdan centenarios, bicente-narios, etc. del nacimiento o del falleci-miento algún autor, o de la publicaciónde algunas obras emblemáticas. Este año2005 (Año de la Lectura) hemos recorda-do, por ejemplo, a Cervantes y su Quijote,a Andersen y sus cuentos, a Julio Verne ysus relatos de ciencia. La profusión infor-mativa que se produce en algunos casos–tanto en los medios audiovisuales, comoen la prensa– nos proporciona elementosgráficos y emocionales que favorecenque, a veces, podamos abordar algunosautores y algunas obras con una motiva-ción añadida. Esto es algo que debemosaprovechar en la escuela.

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PUBLICAR NUESTROS ESCRITOS,NUESTRAS CREACIONES

He hablado anteriormente de las posibili-dades de la informática aplicada a la lectu-ra y la escritura. Eso no invalida el trabajoque se realiza en formato papel. Comoconsecuencia de nuestras lecturas, denuestras propuestas creativas, escribimos,creamos textos, poemas y otras formasescritas que se recogen en las revistas delcolegio u otras revistas amigas, así comoen algunos libros monográficos –«libroslibres»– de creación colectiva que todoslos niños y niñas reciben, leen y guardan,porque son los mejores testigos de unaépoca en la que fuimos capaces de escri-bir, leer y dejar constancia de ello.Debemos estimular a los chicos y las chi-cas para que conserven y valoren, una vezleído y disfrutado, todo lo que seamoscapaces de producir.

FAVORECER Y PRACTICARLA CORRESPONDENCIA ESCOLAR

Si establecemos contacto con correspon-sales de otros centros tendremos la opor-tunidad de recuperar el potencial de lacorrespondencia. La escritura de cartaspersonales a otros niños y niñas es unamotivación extra para mejorar la expre-sión escrita y la escritura formal de losalumnos. Tener corresponsales nos abremuchas y diversas posibilidades de inter-cambio. No sólo escribimos de vez encuando una carta y leemos la respuesta,sino que además podemos y debemosmarcarnos otros objetivos paralelos a lahora de llevar a cabo estos intercambios,como la lectura y el comentario de librosy la realización de libros colectivos o detrabajos de investigación.

Desde nuestras aulas, podemos pro-mover la escritura de cartas manuscritas o

de correos electrónicos a los autores o lasautoras de algunos de los libros que lee-mos. Podemos enviarles nuestras reflexio-nes, nuestras opiniones, aquellos de nues-tros trabajos que se derivan de la lecturade sus libros… y esperar sus respuestas.

PROMOVER ESTRATEGIASDE FORMACIÓN DE USUARIOS

Las estrategias que permitan formar a losusuarios han de incluir diferentes tipos delectura y facilitar el acercamiento pormedio de distintos soportes: libros de lec-tura recreativa o libros de imaginación;enciclopedias, monografías, libros infor-mativos, comics, revistas de divulgación,atlas, dossieres de prensa, dossieres deviñetas humorísticas… Todos estos mate-riales deberían estar disponibles en labiblioteca escolar. Cada vez que acudamosa la biblioteca, podemos abordar un tipode documento, explorar distintas seccio-nes y practicar las claves lectoras e inter-pretativas necesarias para poder usarloconvenientemente. Para ello, podemos uti-lizar materiales diseñados al efecto, cua-dernillos que inciden en aspectos concre-tos de la organización de la biblioteca, queaportan claves interpretativas… Pero tam-bién debemos promover el uso de losdocumentos para la realización de trabajospersonales o en grupo, y que cada uno delos chicos prepare conferencias, trabajosde investigación, etc. Esto no será posiblesin desarrollar algunas habilidades de bús-queda documental y, por consiguiente,realizar diferentes y variadas lecturas.

PROMOVER ACCIONESDE DINAMIZACIÓN CULTURAL DEL CENTRO

Hemos de convocar a la comunidad edu-cativa alrededor de la biblioteca escolar y

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de los libros. Una vez al trimestre, una vezcada curso, con motivo de la celebraciónde alguna efemérides, etc. podemos con-vertir la biblioteca escolar en centro dealto interés en la vida del colegio. La fina-lidad de actividades como las exposicio-nes de libros sobre un tema definido, lasmaletas viajeras que llevan libros a lasaulas, la ornamentación de la biblioteca ylos espacios aledaños del colegio, loscuentacuentos preparados y ofrecidos pormadres y padres comprometidos con estasacciones es evidenciar el potencial que tie-nen los libros como guardianes de pala-bras y sueños, y generadores de múltiplescomplicidades y variados encuentros.

IMPULSAR LAS ACCIONES AFECTIVASRELACIONADAS CON LOS LIBROSY LA LECTURA

Podemos promover la figura del «tutor otutora de lectura». Las niñas y los niñosmayores (en Primaria, desempeñaría estalabor alumnos de quinto o sexto) podríanapadrinar a las niñas y los niños de educa-ción infantil (cinco años), reunirse conellos una vez a la semana, ayudarles a leer,regalarles lecturas, presentar libros… todoello, de una manera sistemática y continua-da. Podríamos decir que actuarían como«padrinos de lectura». Hay ahí una relaciónque puede resultar muy interesante y estardotada de mucha potencia afectiva y emo-cional. De la misma manera, aquellosalumnos que leen con soltura pueden ayu-dar a leer a quienes, dentro de la mismaclase, todavía tienen algunas dificultades.

REPERTORIO DE POSIBLESACTIVIDADES APARTIR DE LA LECTURA

Planteo aquí un asunto que puede darorigen a discrepancias. Me refiero a la

propuesta de llevar a cabo acciones que«estiren» la vida del libro. Al finalizar unalectura, los adultos, en algunas ocasiones,acudimos a uno o a varios libros citadosen aquel que acabamos de concluir, nossumergimos en la lectura de otro libro delmismo autor, consultamos enciclopediasde papel o electrónicas para confirmaralgunos datos o para saber más de éste oaquel personaje, ciudad, hecho históri-co… nombrado en el libro. Siguiendoesta práctica, creo que podemos sugeriralgunas acciones que podemos desarro-llar en el aula tras la lectura de algunoslibros. No necesariamente hemos de rea-lizarlas con todos los que se lean en vozalta, colectivamente, etc. pero sí con algu-nos de ellos. Estoy hablando de actuacio-nes creativas, sorprendentes y alejadas depropuestas más formales o gramaticales,que se atenderán en otros contextos. Portanto, a partir de la lectura de un libro,pero también de un cuento, un poema...podemos poner en práctica alguna de lasactividades que aquí se sugieren. Según latemática del libro, el momento en el quelo leamos, la motivación, el nivel, etc.seleccionaremos unas u otras:

• Ilustrar y dibujar los personajesprincipales, un paisaje descrito oun sueño que se cuenta. Tenemosla opción de sugerir la utilizaciónde viñetas para recrear una leyendaque aparece contada en el libro, ode resumir la historia del libro endiez o doce frases y dibujarlascomo si se tratara de fotogramaspara así construir colectivamente lapelícula del libro; Podemos ilustrarun poema con un solo dibujo odibujando cada estrofa, o dibujar elmapa de la zona del mundo dondetranscurre la historia e ir colocandolas referencias geográficas a medidaque van apareciendo...

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• La utilización de diarios de lectura,donde el lector o lectora escribeunas frases de valoración o de opi-nión, copia una cita que le ha lla-mado la atención o realiza un dibu-jo sobre el libro leído. Un cuaderni-llo diseñado con ese fin que se vacompletando a lo largo del cursocon el único objetivo de constituirla memoria lectora del niño o laniña y ser testigo de lo que leyó enuna época determinada de su vida.

• Exposiciones orales después de lalectura. Aquellos que lo deseenexplicaran al resto del aula el últi-mo libro leído o un artículo delperiódico o de una revista... paraconvertir la clase en un foro deintercambio cultural que nos vayaenriqueciendo. En este foro, esconveniente que participe tambiénla maestra o el maestro con algunade sus lecturas.

• Atención a las fuentes orales. Laspersonas mayores de la familia(abuelos y abuelas, padre y madre)son entrevistados por niños y niñaspara recoger leyendas, cuentos,cancioncillas, hechos reales de lainfancia y juventud de sus mayo-res... conforme a lo que nos hasugerido el texto que veníamos le-yendo. El material aportado puedeser objeto de debate puntual o con-formar una nueva publicacióncolectiva para repartir a todo elalumnado, a todas las familias, quepodrán así leerlo y comentarlo.

• Juegos de palabras. Aquí, el abani-co de posibilidades es importanteya que podemos: echar mano de lasopa de letras para esconder en ellaa los personajes del libro o aprove-char la existencia de frases hechaspara dibujarlas literalmente; elabo-rar acrósticos con palabras espe-cialmente significativas de ese

texto, abecedarios rimados o sinrimar, etc.; jugar con el título dellibro, de varios libros o con el nom-bre del autor, de la autora...

• Búsquedas documentales sobrepersonajes históricos o lugaresgeográficos citados en el libro queestamos leyendo. Actividades deconsulta de enciclopedias en papelo electrónicas, monografías, inter-net... que se realizarán preferente-mente en la biblioteca escolar. Enun libro, en ocasiones, aparecenreferencias que nos invitan a con-sultar otros libros, otros documen-tos, para enmarcarlas conveniente-mente. Una lectura nos proponeotras lecturas.

• Recitaciones de poemas o produc-ción de otros nuevos aprovechan-do algunas de las fórmulas creati-vas que las poesías nos proponen,incluso de manera no intencional.Se puede preparar una sesión derecitación para otros cursos o unalectura en voz alta.

• Algunas de las sugerencias que noshace la lectura pueden derivar entemas o fórmulas para escribir unanarración o un cuento, ya sea indi-vidualmente o en grupo. Con fre-cuencia, una frase leída en el con-texto de un libro podrá ser el ori-gen de una actividad, ya que pode-mos convertirla en pregunta y tra-tar de responderla, plantear nuevaspreguntas con esa estructura, etc.En ocasiones, se trata simplementede recoger una pregunta que haceun personaje del libro y dejar volarla imaginación de los chicos y laschicas, así obtendremos originalesrespuestas.

• Escribir cartas reales o imagina-rias al autor o la autora y a cual-quiera de los personajes que apare-cen en el libro (al personajes más

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desagradable, al más divertido, alque más se parece a mí, a aqueldel que me gustaría ser amigo...).Los alumnos pueden encontrarinteresante escribir, por ejemplo,cartas, poemas o rimas divertidasdonde aparezcan los personajesprincipales.

• Aportar materiales de prensa(periódicos diarios y revistas) rela-cionados con el tema. Estos contie-nen titulares, noticias completas,fotografías... que nos permitiránempapelar la cartelera, hacer pos-ters, completar álbumes... al tiem-po que leemos y comentamos sucontenido.

• Podemos convertir el libro, sus per-sonajes, las aventuras que viven losprotagonistas, los lugares y los pai-sajes… en crónicas –deportivas, desucesos, internacionales...–, repor-tajes, biografías... y elaborar unperiódico en grupos o entre toda laclase a medida que se avanza en lalectura.

• Visualizamos una película que seha realizado sobre el libro o vemosalguna otra, un documental, porejemplo que desarrolle el temacentral del libro que estamos leyen-do. A partir de ahí, sugerimos larealización de una puesta encomún, de un debate sobre eltema.

• Una vez finalizado el libro o mien-tras lo estamos leyendo, vamos for-mulando preguntas sobre lo leídopara formar un juego de preguntasy respuestas (tipo «trivial») queexperimentaremos en el aula y quenos permitirán recrear el librodesde otro punto de vista. Las pre-guntas se trasladan a cartulinaspequeñas y se ofrecen tres posiblesrespuestas para cada una de ellas,aunque sólo una es la verdadera.

Con todo ese material, podemosjugar y recrear. La elaboracióncorrecta de las preguntas constitu-ye ya un buen ejercicio que puederealizarse individualmente o porparejas...

• Cuaderno de citas literarias. En él,anotamos frases de temáticas diver-sas que aparecen en los libros quevamos leyendo, citas o párrafosespecialmente significativos o di-vertidos, más o menos profundos,referidos a éste o a aquel tema denuestro interés... y cuya relecturanos devolverá, trascurrido el tiem-po, parte de aquella historia quecasi habíamos olvidado. Algunascitas o algunos párrafos puedencopiarse en formatos más grandespara ser colocados en carteleras oen lugares visibles, lo que nos darála oportunidad de hacer partícipesde su contenido a quienes sedetiengan a leerlas.

Y, para no alargar más este listado,diremos que es conveniente que elmediador busque y defina otras muchasposibles maneras de profundizar en lashistorias de los libros. Sin olvidar quedebe actuar siempre con la cautela nece-saria para que las acciones que se desarro-llen tengan un importante perfil creativoy un componente lúdico, de modo queno supongan una sobrecarga para losalumnos, porque no debemos olvidar quetratamos de fomentar la lectura.

COLOFÓN

Como he dicho al comienzo de este artí-culo, está ya todo dicho y escrito en loque se refiere a la animación lectora en laescuela. Es difícil sorprender con nuevasaportaciones. Podríamos pensar que, aestas alturas, y después de tanto tiempo y

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de tantos «ánimos lectores» como hemosregalado y distribuido a diestro y siniestrolas madres y los padres, el profesorado,las bibliotecarias y los bibliotecarios yalgunos otros mediadores, ya no haríafalta animar a leer. Ojalá fuera así, pero larealidad es que es necesario seguirhaciéndolo, con naturalidad, sin artificiosexcesivos. El hecho de leer implica reco-gerse, concentrarse, reflexionar e inter-pretar. Es un acto íntimo y creativo.

Creo que las mejores acciones defomento de la lectura que podemos pro-mover entre los chicos y las chicas sonaquellas que emanan del sentido común:leerles todos los días, hablarles de las lec-turas, preguntarles por lo que ellos y ellasleen, acompañarles a la biblioteca, llevarlibros en las manos con frecuencia… Sinolvidar que todo ello ha de hacerse consencillez, naturalidad y constancia. Lodemás también está bien y, seguramente,en algunos casos, da sus frutos, pero pen-semos que estamos hablando de la adqui-sición de un hábito y, al final, todo depen-de de una decisión personal… Y puedeque, con el paso del tiempo, llegados adeterminado momento de sus vidas,cuando ya casi se había desvanecido laesperanza, algunos decidan volver a loslibros. Ahí estará el fruto de nuestros des-velos y la justificación para seguir inven-tando, copiando y aplicando estrategiasque acerquen a las niñas y los niños a loslibros, que los aproximen a ellos hastafundirse en un sincero, emocionado eimaginario abrazo cada vez que abran suspáginas y decidan volver a la lectura.

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