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VICTORINO DEL POZO SIRAGUSA «El Anunciador» (Oscurecimiento global del planeta) edicíon para INTERNET de NONSOLOUFO.

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  • VICTORINO DEL POZO

    SIRAGUSAEl Anunciador

    (Oscurecimiento global del planeta)

    edicon para INTERNET de NONSOLOUFO.

  • Es propiedad de:VICTORINO DEL POZO BARBERO

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  • Mi actividad no comenz hasta que estuve dispuestoa ser programado y esto sucedi cuando cumpl los

    treinta y tres aos. Durante todo este tiempo herealizado la PRIMERA y SEGUNDA parte de la obra que

    se me pidi desarrollara y que acept sin condiciones,consciente de la desobediencia de Jons. La TERCERA

    parte de mi actividad comenzar algunos das antesdel descenso sobre la Tierra del HIJO DEL HOMBRE.

    (Eugenio Siragusa)

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    CAPITULO 0

    Acababa de anochecer. Un grupo de hombres, mujeres y nios salan de unos edificiosblancos, hacia una plataforma circular que se extenda delante. Salan en silencio o hablandoentre s, quedamente. De modo instintivo elevaban los ojos al cielo, escrutando las estrellas,intentando adivinar si alguna despeda una luminosidad especial o describa algn movimientoajeno que pudiese ser tomado como seal. Era luna llena y el campo ola a tierra en hervor degerminacin. Era una noche alqumica. Una noche que conocan muy especialmente losiniciados de todas las pocas en el planeta Tierra.Alrededor de la plataforma se extendan campos oscuros y llanos. No se perciba ni el vuelo delas aves nocturnas. El bosque de encinas prximo se haba aquietado. Ningn rumor.A la hora solar en que era Luna llena, una estrella se movi en el Cuadrante-Este del cielo.Luego fue descubierta por todos los que estaban reunidos y ante sus ojos describirpidamente la trayectoria del Sol, de Este a Oeste, diminuta, con un brillo blanco rutilante.Cuando estuvo sobre la vertical de la plataforma se detuvo y comenz a descender,agrandndose como un haz de luz proyectado. En unos segundos estuvo sobre las cabezas delos hermanos reunidos. Nadie hablaba. Nadie grit.Estaban en silencio, mirando al cielo, extasiados. La nave permaneci un tiempo levitandosobre sus cabezas. No emita ningn sonido perceptible. Los ms sensibles captaron un silbidoinfrasnico en sus odos, el silbido familiar identificado haca largo tiempo al paso o en laproximidad de las naves por los cielos del Planeta.La nave era de reducido tamao, unos 12 metros de dimetro, con dos niveles, discoidal,transparente y radiante como un diamante enrojecido. Luego la nave hizo un movimientolateral, como la cada de una hoja movida por un suave viento, y se coloc al borde Este de laPlataforma, sin dejar de levitar. En ese instante se form una abertura lateral y apareci lasilueta del Anunciador, nimbada de un resplandor dorado procedente del interior de la nave.Levant la mano en seal de saludo, sonri y se dirigi al grupo de personas que le esperabandndole la bienvenida.El Precursor fue reconociendo uno a uno, los abraz estrechamente y les dio los tres besos depaz, nombrndoles por su nombre. La luz de la nave iluminaba la plataforma, a travs de loscampos, expandindose en todas direcciones. Todos saban en su interior que el Prcursorhaba venido al fin; que haba cumplido la promesa. Todos saban que el Anunciador yEugenio Siragusa eran la misma persona. Pero el que haba descendido de la nave no tena laapariencia fsica de Eugenio Siragusa. Telepticamente El ley sus pensamientos ytelepticamente les respondi:Os promet que vendra a vosotros y me reconocerais antes de la vuelta del Maestro. Bien,he vuelto y estoy con vosotros. Entremos en paz y alegrmonos juntos en esta hora.El dirigi sus pasos hacia la casa. Detrs, penetraron todos en el interior del Templo, subiendolos tres escalones de piedra de la entrada. El Templo estaba iluminado como una hoguera y laluz entraba a raudales por las doce puertas. Todos se vieron envueltos en una llama comn,en un sentimiento comn: Era la llama Solar del Cristo, el sentimiento raz de la Tribu delAguila, de la estirpe de Juan.

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    PRIMERA PARTE DEL PROGRAMA

    PREPARANDO EL RETORNODE LOS ANGELES

    Los hombres-dioses han retornado. Su mensaje a laHumanidad del Planeta es fcil de comprender paracualquier ser humano que desee hacer sobrevivir a laepopeya evolutiva del planeta, la inteligencia operante eneste mundo. Os digo que estamos ya en una faseavanzada de nuestra autodestruccin total. Laeceptacin de cuanto nos ofrecen estos mensajeros delAmor Csmico, tiende a afirmar al hombre de estePlaneta. (Eugenio Siragusa)

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    CAPITULO I

    SE INICIA EL PROGRAMA SOBRE EL PLANETA

    1. White Sands

    Estaba anocheciendo sobre White Sands. La base americana iba entrando en una calmadefinitiva y el personal quedaba reducido al exclusivamente necesario. Dos investigadoresescrutaban el cielo como cada noche. Era el mes de julio, haca una agradable temperatura,haba luna nueva. Uno de los observadores, mientras maniobraba con el telescopio, descubria ms de 1.000 kilmetros de altura dos cuerpos que describan una rbita alrededor de laTierra. Avis a su compaero:- Mira eso..!Qu extrao! Son muy luminosos, no pueden ser aviones...- No podran ser satlites artificiales de alguna potencia extrajera?- No es conocido ningn tipo de satlite as...- Debemos comunicarlo. Llama al jefe de la base.El profesor Clyde Tombaugh, descubridor de Plutn en 1930, acababa de acostarse. Son eltelfono y al descolgarlo oy con sorpresa que le llamaban del Pentgono:Es necesaria su presencia en el Observatorio de Monte Palomar urgentemente.El profesor Tombaugh se volvi a levantar y se dirigi al Observatorio de Monte Palomar. Ensu interior le esperaban dos altas personalidades dl Pentgono, los dos observadores quehaban descubierto los cuerpos extraos y el profesor La Paz, de la Universidad de California.Clyde Tombaugh y La Paz observaron, durante el tiempo que estuvieron visibles todava, losdos cuerpos. Clyde afirm:- Parece tratarse de dos meteoros no desintegrados. Por alguna razn pueden haber sidofrenados por la fuerza de atraccin terrestre, pasando a ser satlites de la Tierra.Sin embargo, el profesor La Paz estuvo en desacuerdo:- La cada de un cuerpo en el espacio sideral no puede ser frenada por la atraccin terrestre.Esta fuerza, por el contrario, debera actuar sobre un meteoro con la fuerza de un imn. Paraque un cuerpo pueda quedar suspendido en el espacio, debe ser ms ligero que la atmsferaterrestres o bien estar dotado de medios de propulsin sumamente potentes como parapermitirle desafiar y vencer la ley de la gravitacin. Los meteoritos son cuerpos slidos,excesvamente pesados. Su tesis de que puedan haberse convertido en satlites de la Tierraest en contradiccin con todas las leyes fsicas.Los dos meteoros desaparecieron del campo de observacin de White Sands y a pesar delrevuelo, pasaron a los archivos.

    2. Palomar Garden's

    Muy cerca de Monte Palomar se encuentra el restaurante Palomar Garden's, un restaurantedirigido por un americano de cabellos canos, mirada profunda, rostro enjuto, 1 metro 65 deestatura y unos 70 aos.George Adamski haba sido profesor de Filosofa y Ciencias hasta el ao 1939 y en realidaddaba ms la sensacin de ser profesor que director de restaurante. Su aficcin por laAstronoma haba nacido en el ao 1930, afianzndose a lo largo de su contacto con el ejrcitoel tiempo que permaneci en servicio durante la Gran Guerra.Recin terminada la Segunda Guerra Mundial, cambi su trabajo como profesor por el dedirector del restaurante Palomar Garden's. De este modo pudo, a partir de 1946, dedicar losratos libres a los estudios de Astronoma y Ufologa. Sus buenas relaciones con la duea delrestaurante, Alice K. Wells, le permitieron un trabajo cmodo al frente del Palomar Garden'sy le dejaron la suficiente libertad para dedicarse a investigar de un modo progresivo y regularlos fenmenos de la Astronoma y los platillos volantes.Para su trabajo utilizaba dos telescopios, uno de 6 pulgadas y otro de 15 pulgadas. Ambostelescopios llevaban adaptada una cmara Hagge-Dresden-Graflex. Con estos dos telescopiosescrutaba cada noche los cielos de California. Su sueldo como director, y su amistad con la

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    duea del restaurante, le permitan una vida cmoda y le dejaban diariamente un ampliomargen para sus investigaciones en el campo de la Astronoma y la Ufologa.La maana de este mes de julio de 1951 haba amanecido lluviosa. Adamski se encontraba enel restaurante preparando el usual turno de comidas de las 12 del medioda. Muchos de losclientes trabajaban en Monte Palomar, y de hecho no slo conocan a George Adamski comodirector del restaurante, sino como un buen aficionado a la Astronoma, con una base cientficasuficiente como para poder comentar algunos de los incidentes que en los cielos de Californiaeran paralelamente observados por los enormes telescopios del Observatorio profesional deMonte Palomar, y los pequeos telescopios de aficionado de Adamski.Cuatro hombres entraron en el restaurante. Dos de ellos saludaron efusivamente a GeorgeAdamski, Eran J. P. Maxfield y G. L. Bloom, ambos del Point Loma Navy ElectronicsLaboratory, cercano a San Diego, capital del estado. Sus dos acompaantes vestan uniformede oficial. Adamski les acompa a una buena mesa. Comenzaron a hablar. J.P. Maxfield dijo:- Cazaste algo anoche, con tu telescopio?- Lo de siempre, desde hace unos meses, luces. Creo que tengo algunas fotos de esos puntosluminosos en el espacio. No ha ocurrido nada gordo desde la lluvia de meteoros de 1946.- S, aquello fue un buen espectculo para todo el Sur de California. No se ha visto nada igualen este siglo. Y el gigantesco aparato oscuro en forma de cigarro, tan grande como undirigible, detenido en medio de los cielos y repentinamente disparado en direccin a SanDiego, hoy hubiera podido levantar un enorme revuelo.Los dos oficiales haban escuchado con curiosidad las palabras de Bloom. Adamski aadi:- El acontecimiento nos pill a todos desprevenidos. Incluso al Gobierno. La radio dijo al dasiguiente que un enorme objeto en forma de cigarro, de origen desconocido, haba sido vistopor millares de personas. Hoy lo hubieran desmentido.Adamski dej a sus amigos hasta el postre. G. L. Bloom, antes de despedirse le dijo:- Vamos al Observatorio a pedir la cooperacin de su plantilla de astrnomos en laobservacin de los objetos no identificados. Permanece ojo avizor, porque con tus aparatospuedes tener muchas ms ocasiones de sorprender alguno de estos vuelos fantasma. Tustelescopios son ms aptos que los del Monte Palomar y ms manejables para la observacinde cuerpos prximos.- S, tienes razn. Mi telescopio de seis pulgadas, se maneja y dirige como una escopeta parala caza de nades en vuelo.Se despidieron. Adamski sigui con su trabajo en el restaurante.

    3. Las confidencias de Mr. G. L. Bloom

    Unos das despus, G. L. Bloom entr en el restaurante. Adamski, al verle entrar, se dirigi asu encuentro:- Qu te trae por aqu? Es algo secreto, que vienes solo?- Escuchaste ayer la radio?- S. O la noticia del platillo volante que ha aterrizado en Mxico.Bloom aadi:- No han dicho toda la verdad. Hay mucho ms de lo que has escuchado en la radio. Miinformacin privada me hace concebir sospechas de que maana darn una contranoticiadesmintindolo. T tienes algo?- S, tengo dos clichs. Los he conseguido en una observacin de la Luna. Si lo creesconveniente te puedo entregar dos copias para que las analices en el laboratorio.- Bien, les echar un vistazo. Te importa que les demos publicidad, si son importantes?- No tengo inconveniente. Respondi Adamski.- Entonces te enviar a dos periodistas de San Diego.G.L. Bloom comi y se despidi de Adamski. Dos semanas ms tarde aparecieron dosperiodistas del San Diego Journal y contaron la historia en el peridico.Al da siguiente de aparecer la noticia en el San Diego Journal, pasaron por el PalomarGarden's reporteros del Tribune y Union.Adamski les confirm la noticia y les aadi que haba entregado las fotografas al Point LomaNavy Electronics Laboratory para su anlisis.Los periodistas fueron al laboratorio, pero la direccin neg rotundamente haber recibido talesfotos. Los periodistas volvieron a consultar con Adamski, quien les entreg copias porqueconservaba los clichs.

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    La noticia se fue engordando y los periodistas pidieron explicaciones al Pentgono en relacincon este caso. El Pentgono tambin neg todo conocimiento de tales fotografas.En este tiempo Adamski haba gastado ms de 200 clichs de fotografas y poco a poco losresultados de sus observaciones fueron siendo ms positivos.La desaparicin de las fotos entregadas a G. L. Bloom por un lado le tena intrigado, pero porotro le haba impulsado a incrementar las horas de vigilancia desde su observatorio casero.Personalmente haba llegado ya a la conclusin de que en la atmsfera terrestre se movanobjetos no identificados, bajo el gobierno de seres inteligentes.Desde el verano de 1951 al verano de 1952, se produjo una avalancha de avistamientos en lazona del desierto de California. George Adamski, desde su observatorio particular, a milmetros de altura, con una visibilidad de 180 grados, tir ms de 500 placas y consigui unasdoce fotografas aceptables de objetos no identificados.En este tiempo la prensa de San Diego haba dado informaciones sobre algunos aterrizajeshabidos en los desiertos californianos.Adamski sola revelar todas las fotografas y hacer las copias en casa de un fotgrafo deconfianza llamado D. J. Detwiler que viva en la ciudad de Carisbad, a unos 60 kilmetros deMonte Palomar.Le llam, le entreg las placas y le pidi que preparase un dossier con las mejores fotos.Adamski se haba comprometido con otro amigo y envi el dossier a la Wright Patterson AirForce Base. En el dossier se incluan exactamente doce fotos. Algunas de objetos en forma decigarro puro y otras en forma de disco. Algunas de las fotos de este dossier se han convertidoen prototipos dentro del campo de la Ufologa.Unos das ms tarde el nombre de Adamski apareci en la prensa. Unos reporteros haban idoa verle y tergiversaron la historia. En el artculo se acusaba a George Adamski de utilizar eltruco de las fotografas para hacerse notar y atraer clientes al Palomar Garden's.

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    CAPITULO II

    ASI FUE PROGRAMADO EL ANUNCIADOR

    El ao 1952 haba comenzado bajo el signo de los avistamientos. Desde el mes de enerohasta finales de ao, y en Estados Unidos solamente, seran estudiados y clasificados ms detres mil casos. George Adamski, mientras miraba durante la noche del 24 de marzo por sutelescopio de 6 pulgadas, intua todo esto. Saba que algo imparable se cerna sobre el planetaTierra y escudriaba el espacio exterior con mayor ahinco que de costumbre. Susconocimientos astronmicos y astrolgicos le haban puesto alerta. Saba que a mediados deao, la Tierra y Marte entraran en oposicin y esta proximidad favorecera considerablementeel acercamiento y el contacto de seres del espacio con el hombre. Mientras su mente divagabasobre esta realidad que intua, sus manos maniobraban sobre el telescopio. De pronto una bolaluminosa se cruz en su campo de visin. Instintivamente dispar su cmaraHagge-Dresden-Graflex. A la misma hora, el radar militar de Point Conception, en California,detectaba un objeto no identificado que se mova a enorme velocidad. George Adamskiconsigui esta informacin al da siguiente, a la hora del almuerzo, por personal del propiocentro de Observacin.

    4. Contacto y compenetracin en Sicilia

    Salvando la diferencia horaria, el da 25 de marzo a las seis de la madrugada se produca unacontecimiento paralelo que expresaba un punto fundamental del Programa y elega a uno desus protagonistas fundamentales: Eugenio Siragusa.Eugenio Siragusa era un hombre fuerte, de tez morena y cabello negro peinado hacia atrs. Aldespertarse a las cinco de la madrugada para acudir al trabajo pens:Me gustara no tener que ir al trabajo hoy, y quedarme en casa con mi mujer y mis hijoscelebrando en paz mi 33 aniversario. No todos los das se cumplen 33 aos.Se levant del lecho, se fue al bao, se ech unas manotadas de agua en la cara paradespertarse, se pas el peine y sali a la calle para tomar el autobs.Haba niebla cerrada. Se levant las solapas de la chaqueta, puso bajo el brazo su cartera demano y enfil hacia la plaza de los Mrtires. Las calles estaban desiertas y solamente se cruzcon otros cataneses que tenan que hacer su camino hacia el trabajo para llegar a las ocho.Eugenio Siragusa, sin darse cuenta, iba pasando revista a su vida. Evaluaba sus logros comoempleado de Arbitrios y no se senta ni satisfecho ni defraudado; ms bien aburrido, comoquien ya se sabe de memoria una leccin que tendr que seguir repitiendo.A lo largo del paseo martimo Eugenio recibi el olor a sal, el murmullo de las gaviotas yadespiertas, el ruido de los barcos varados en el muelle, las olas. Amaneca lentamente sobreun fondo gris. Haba llegado a la parada del autobs que le llevara a su oficina habitual dearbitrios en la isla. Se cobij en el alero y esper.La calle estaba absolutamente solitaria. No se vea gente, ni movimiento. Era como si unpasillo invisible hubiera dividido la zona del mar y la de la ciudad y l estuviese anclado enmedio de ambas, aislado, fuera del tiempo.De pronto sinti un zumbido agudo en los odos. Instintivamente levant la vista para situarlo.De improviso, procedente del mar, trayendo la direccin de la luz del amanecer, divis undisco que se acercaba hacia l, velocsimo, de un color blanco-mercurio. A medida que elobjeto luminoso se acercaba, su brillo y su luz se hacan ms intensos.El cuerpo fsio de Eugenio Siragusa se qued como hipnotizado, paralizado, mirando sinparpadear en direccin al objeto, cada vez ms prximo. A medida que se aproximabadistingui en el interior de la esfera luminosa una especie de objeto slido, semejante en suforma a un trompo o un sombrero de sacerdote. De repente se detuvo en el espacio y quedcolgado, inmutable, sobre la vertical del propio Eugenio Siragusa, parado en medio del paseomartimo, mirando al cielo. Se le haba cado la cartera al suelo y miraba hacia arriba enestado de trance. A pesar de que en su interior se encontrase aterrorizado, era incapaz demoverse; sus pies, sus brazos estaban como petrificados. Sbitamente, del objeto, sali unaespecie de rayo, que tena la forma de un clavo invertido. La cabeza del clavo fue dirigida

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    hacia l. Sinti que una especie de electricidad penetraba todo su ser. En el acto le invadiuna beatitud que nunca haba sentido. Su miedo desapareci. Not que sus msculos fsicosse relajaban y que se estableca entre el objeto y su mente una comunicacin beatfica, sinningn contenido concreto, sin que mediase palabra.Luego el rayo luminoso se hizo ms sutil y al cabo de un tiempo fue reabsorbido totalmentepor el objeto. El globo luminoso entonces se agrand, vari de coloracin y el seor Siragusadej de ver la masa slida del centro. En dcimas de segundo la esfera luminosa desaparecisobre su cabeza y pudo distinguir, apenas, un puntito de luz en el espacio.Haba amanecido. La luz solar se tamizaba a travs de la niebla y dejaba ver los edificiosprximos. Eugenio Siragusa volvi en s. Mir a su alrededor. Al fondo de la calle apareci elautobs.Se agach para recoger su cartera. El autobs par, abri sus puertas y sigui de largo.Eugenio Siragusa dio unos pasos, como borracho, tambalendose. Sinti unas profundasnuseas en la base del estmago. Mir en derredor suyo. No reconoca su ciudad, la calle, losbarcos... Ante sus ojos variaba la geografa de los edificios como si fuesen deformados poruna cmara de ojo de pez... Todo le pareca extrao, arcaico, sucio, ajeno a l.Aquella maana, Eugenio Siragusa no fue al trabajo. Regres a casa caminando y se acost.Su mujer, Sarina, se alarm, le hizo preguntas, pero Eugenio Siragusa permaneci sumido enun mutismo total, con la mirada en el vaco...Continuaron sus nuseas por un tiempo. Y mientras intentaba situar en su cerebro lo que leacababa de suceder, sinti una voz que le hablaba interiormente. Nunca antes haba sentidonada parecido, as que pens: me estoy volviendo loco... Se pas la mano por la frenterepetidamente. No quiso comer nada en todo el da.Durante la noche entr en un sueo profundo y regular.Su mujer le observaba atnita, sin saber qu hacer, cmo comportarse. La mente de EugenioSiragusa fue teletransportada a los archivos akashicos y comenz a ver, en un estadosemi-consciente, imgenes de otros tiempos, de otra tierra, de otra generacin.

    * * *

    El se encontraba delante de un gran palacio, en una enorme plaza con jardines colgantes.Haba una gran multitud de gente, sacerdotes, maestros y adolescentes. Un anciano con largabarba blanca hablaba a la multitud desde la escalinata:Siete veces todo hombre vendr sobre la Tierra. Ninguno recordar haber nacido antes deahora. Siete son las generaciones que durar. Despus deber acabar sobre esta tierra yvosotros sois la quinta generacin. Siete son las escrituras del cielo y cada generacin no tienems que una por voluntad de Dios. Esta vuestra es la quinta y despus deber acabar. Lasptima ser la ltima prueba, y luego vendr el juicio final. Vosotros sois la quinta generacin.Y la semilla de la sexta nacer de vuestro final. As est escrito en el gran libro. Muchos devosotros se convertirn en fuerzas del mal. Sentirn terror, pero no se modificarn. Ni siquierase apartarn del mal los recin nacidos, porque el malfico arte de los padres les educar en elerror. Y entonces suceder que vendr sobre la Tierra el Hombre Eterno y mostrar el poderde su reino. El sol se har diez veces ms grande y se aproximar a la tierra y las aguasinvadirn y sacudirn vuestra generacin hasta las races. Y vendr el tiempo en que yo mesentar entre los siete jueces del cielo y os leer una a una vuestras culpas y quien hubiesepensado hacer mal en mi cuerpo lo ver practicado en su raz. Arrepentos, porque todava estiempo.As habl el anciano. Los sacerdotes y los maestros se reunieron irritados, y decidieron unsecreto plan para acabar con el extranjero. Miembros de la turba lo agarraron a viva fuerza y losacaron de la ciudad, a los campos. All un soldado le cort la cabeza.El anciano sigui en pie y se oy su voz hablar nuevamente:Habis visto lo que no es dado ver a los mortales en vida. En el futuro del tiempo, Diosobrar en vosotros y en los que procedan de vuestra raz las mismas cosas. Pero vosotros noentenderis, ni comprenderis.Las turbas, al orle hablar y ver su cuerpo moverse, huyeron despavoridas y entraron en laciudad. El adolescente que haba seguido al anciano y al grupo de gente, se qued a solas conl en el campo, asustado y atrado por el misterio. El anciano se dirigi a l y se oynuevamente la voz:- Ven, pequeo mo, porque en m vive lo que vive en ti. No tengas temor.El adolescente respondi:

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    - Quin eres t que siembras tanto dolor y tristeza en mi alma?- Yo he venido a la tierra como enlace. Yo no tengo nombre y no soy como t. De donde yovengo, la noche es da y el da resplandece. T, pequeo mo, dejars un da aqu sobre latierra tu cuerpo. Slo cuando hayas visto lo que el futuro reserva para la sptima generacinvivirs nuevamente en el mundo con una faz diferente. Ahora yo te dejar. Pasar un tiempoantes de que puedas sentir el calor de la verdad en tu alma. Pero te digo an: en aquel tiempo,cuando hayas retornado entre los hombres de la sptima generacin y cuando hayas cumplido33 aos, yo volver a estar en tu alma y en tus pensamientos y te dar pruebas de que hallegado el tiempo. Pero antes tendrs que ser testigo de la prueba de esta generacin. El sol sehar diez veces mayor. Pero que esto no te turbe. Cuando lo observes, muvete en direccina Oriente. El camino ser largo y fatigoso, pero al final encontrars a los que llevan el sol en lafrente. All afinzate. All pasars el restante tiempo de tu vida.Con sus palabras el adolescente se haba ido adormeciendo y cay sobre el campo, al lado delanciano. Al dejar de sentir su voz, despert repentinamente y no vio a nadie, el campo estabaflorecido y llegaba un fuerte olor a nardos.

    * * *

    Al mismo tiempo que el nio, se despert Eugenio Siragusa. Al lado dorma su mujer. Todavano haba amanecido. Era ya el da 26 de marzo. El catans tena 33 aos y un da. Se levant,pas al comedor y se puso a escribir el sueo.Esa misma maana sali de casa, busc una papelera y compr unos enormes pergaminoscuadriculados para dibujar. Como si estuviese guiado, dise tierras, mares, continentes ypuso cifras y nombres que nunca haba conocido antes.Una semana ms tarde pidi sus vacaciones adelantadas en Arbitrios. Se despidi de su mujery sus hijos y, con una mochila y unos vveres, emprendi un largo camino hacia el volcnEtna.Al despedirse, su mujer lloraba. Sus hijos no saban lo que estaba sucediendo. EugenioSiragusa dijo:- No te preocupes por m. No me sigis. Lo que he de hacer debo hacerlo. Cuando lo hayahecho regresar...Desde ese momento Eugenio Siragusa comprendi lo que haba sucedido y lo que tena quehacer. Sus paisanos, desde entonces le cobraron un gran temor, considerndolo loco.

    5. Primer aviso a Washington

    En el aeropuerto nacional de Washington, la noche de 1952, que acababa de comenzar, erauna noche como otra cualquiera. Bien. Eran las 11,30 en punto y el tumo de noche deradaristas del aeropuerto haba ocupado sus puestos a las rdenes de Harry Barnes.El pasado 13 de julio haba llegado una noticia procedente de otro centro de vigilancia delespacio areo americano. En el estado de Missouri y en el puesto de radar de Kirksville sehaba producido un fenmeno de avistamiento de objetos no identificados, consiguindosefotogramas de radariscopio. El centro militar haba dejado filtrar la noticia y sta haba llegadoa Washington. Barnes era un hombre realista, daba crdito a lo que vean sus ojos y estaba deacuerdo con el astrofisico Donald Menzel en que podan deberse estos incidentes ainversiones de temperatura o, en definitiva, a impericia de los radaristas.Harry Barnes se haba acomodado en su silln de orejas, delante de la patalla mayor de radar.El sweep pasaba y repasaba por la pantalla verdosa ante sus ojos. Esper hasta que labanda complet sus seis pases por minuto. Mentalmente se imagin la gran antena girando enese mismo espacio de tiempo y al mismo ritmo, auscultando unos cielos claros, tranquilos, enaquella noche del 19 de julio de 1952.En aquel tiempo Estados Unidos posea una serie de estaciones de radar denominadasDetection and Early Waming, entre las cuales se encontraba la del aeropuerto deWashington. El ojo electrnico que eran estos radares podan ver en la ms espesa niebla, encualquier tipo de nubosidad, cualquier objeto que penetrase en el espacio areo hasta un radiode 150 kilmetros. La torre en la que operaba Barnes, se ocupaba del feliz aterrizaje y el buendespegue de todo el trfico del Aeropuerto Nacional de Washington.Durante el tiempo que observ la pantalla principal apareci solamente un avin en vuelodentro del campo de visin del radar. El blip apareci en la pantalla de rayos catdicos y fuedando cada diez segundos la posicin exacta en que se encontraba.

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    En vista de que haba poco trfico, Barnes se levant de su silln y se dirigi a uno de losradaristas prximos:- Ed, sustityeme en la pantalla. Voy a ver al jefe.- De acuerdo, Harry.Y Ed Nugent ocup el silln frente a la pantalla principal. Eran exactamente las 12,30 de lanoche. En la pantalla no haba ningn blip.De improviso, Nugent se vio sorprendido. Repentinamente, surgiendo de la nada, siete puntosmuy acentuados haban hecho acto de presencia en la pantalla principal. Los objetos se habancolado en la banda en menos de diez segundos...Al lado de Nugent trabajaban en sendas pantallas los radaristas James Copeland y JimRitchey. Ed Nugent, sin apartar la vista de la pantalla principal, pidi a Copeland, que avisara aHarry rpidamente.Harry Barnes entr precipitadamente en la torre. Los siete blips seguan en la pantallaprincipal y en las ojos adyacentes. Harry comprob cuidadosamente el movimiento. El ecoradrico era fuerte, ms que el habitual de los aviones y diferente en su comportamiento en lapantalla.Harry tom el telfono y llam a la torre de control del aeropuerto. Se puso el operador HowardCocklin. Harry pregunt:- Estamos observando en nuestras pantallas siete blips sospechosos y no identificados. Sonfuertes y han entrado en un solo paso de banda. Observis vosotros algo?- S, - contest Cocklin -, tambin estn en nuestra pantalla. A travs del ventanal veo uno deesos objetos en el cielo. Es como una luz potente y anaranjada de gran tamao. No s qupuede ser.Mientras Cocklin haca esta afirmacin, uno de los blips se destac en la pantalla de radarcon especial fuerza. Haba acelerado evidentemente su velocidad en direccin al aeropuerto.Barnes comenz a ponerse nervioso. Telefone al Air Defense Command y volvi a fijarse enlos blips de la pantalla de radar. Los seis restantes radaristas del aeropuerto se habanaglomerado junto a las pantallas; eran: Copeland y Richey, ya citados; Lloyd Sykes, StewartDawson, Phill Ceconi, Mike Senkow, Jerome Biron y el propio Harry Barnes. Todos ellostrabajaban juntos desde el primero de enero de 1952 en el Aeropuerto Nacional deWashington.Los objetos desconocidos seguan evolucionando ante los atnitos ojos de Barnes. No se pudocontener. Volvi a dejar el radar en manos de Copeland y se fue a telefonear al campo deaviacin militar de Meryland. El radarista de Andrews Field le contest:- Nosotros tambin los hemos detectado; dan buen eco. Los tenemos situados en las mismascoordenadas.Harry pregunt:- Enviarn cazas para averiguar qu es eso o interceptarlos?- Tenemos el campo en obras. Nuestros reactores se encuentran en Newcastle. Ya hemosavisado a la base ms prxima.Barnes colg el telfono. Volvi a entrar en la sala de radares. Los objetos se haban situadosobre la Casa Blanca, el Capitolio y la Catedral de Nueva York...En esos momentos despegaba del aeropuerto un DC-4 pilotado por el capitn Casey Pierman.Mientras haca las comprobaciones anteriores al despegue, desde su cabina, pudo ver una luzblanca-azulada que viajaba de 150 a 0,10, pero no le prest atencin.El capitn Casey Pierinan, de la Capital Airlines, despeg con rumbo 180, y ascendiendohasta 1.200'. Despus gir a la derecha y se situ en rumbo de 330. En ese momento conectpor radio con el Centro de Control de Trfico Areo, a travs de la Torre de Control.- Habla Barnes! Nuestra pantalla de radar indica tres objetos que viajan a gran velocidad. Seaproximan a usted. Desvese a 290 para interceptar a los objetos.- Recibido. Voy a realizar la maniobra, cambio.El capitn Casey realiz la maniobra indicada y volvi a conectar con el Centro de Control deTrfico Areo del Aeropuerto Nacional de Washington:- ATCC informando a DC-4. Los objetos se encuentran a cinco millas por delante de suaparato... No, estn a cuatro... Le han rebasado, estn a diez...- DC-4 llamando a ATCC. Veo otro avin tipo DC-4 que viaja en direccin opuesta. Meescuchan? El copiloto ve uno de esos objetos de color blanco azulado, que viaja, a unaenorme velocidad, unos 25 hacia abajo en direccin suroeste.

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    - Estoy a 6.000' de altitud, visibilidad correcta; puedo distinguir las luces de Charles Town. Unnuevo objeto pasa delante de nosotros en estos momentos a una enorme velocidad! Pareceestar fuera de la atmsfera...- Nosotros en este momento volvemos a tener los siete blips en la pantalla, puede verlosusted?- S, ahora los veo; viajan en forma de tringulo; el que acaba de pasar se les ha unido. Sealejan a gran velocidad...- Bien. Djelo. Regrese a la base.Barnes estaba plido, sus compaeros radaristas le miraban perplejos. Eran las cinco de lamadrugada del da 20 de julio de 1952.Harry Barnes volvi a salir para tomar el telfono privado. Conect con Andrews Fieldnuevamente. Le respondi el operador Joe Zacko.- Sigues tenindolos en tu pantalla?- Siguen aqu.- Has encontrado alguna explicacin? Se mueven describiendo ngulos imposibles...- Hemos calculado su velocidad aproximada. Oscila entre los 7.000 y 12.000 kilmetros hora;no se conoce nada igual...Barnes colg. Estaba al borde de la histeria. Conect con las bases de la Fuerza Area deBoling y Andrews.De Andrews le contestaron:- Hemos observado los blancos al Este y al Sur de la Base. Tenemos un observador en elexterior y ha distinguido algunos de los objetos de luz anaranjada.- Nuestro equipo est dando excelentes lecturas. Podemos trazar cualquier vector si loconsideris necesario.- No hace falta. Hemos recibido instrucciones.- Les estamos dando todas las informaciones, y nos dan por respuesta: hemos recibidoinstrucciones! Nos estn invadiendo los informes de pilotos en vuelo, qu hacemos?- Espere, le paso al oficial.- Hemos recibido su informacin; la estamos pasando a la autoridad superior. Hemos recibidordenes concretas. No se preocupe. Siga observando los objetos y psenos cualquier novedadque se produzca.Harry Barnes colg descorazonado. Nunca le haba pasado nada igual a lo largo de su carrera.Cuando volvi a su pantalla, los blips haban desaparecido como por ensalmo, en dcimasde segundo.Haba amanecido el da 20 de julio de 1952. El caso haba pasado a la Direccin deInteligencia de la USAF, abrindose un expediente. El expediente estaba constituido porinformes del Centro de Control de Trfico Areo, de la Torre del Aeropuerto de Washington yla del radar de control de aproximaciones de Andrews AFB y Boling AFB.El mismo fenmeno se haba producido en Nueva York a las mismas horas. Se repiti en losmismos lugares varias noches despus, la noche del 26 al 27 del mismo mes de julio.Al da siguiente la reaccin fue general. Sobre el Pentgono llovieron los telegramas. Losdiputados pidieron explicaciones en el Congreso y tanto los altos cargos de la USAF como laATIC se vieron en un grave aprieto. Salieron del paso echando las culpas al malfuncionamiento del radar y la influencia de la temperatura sobre los blips.Sin embargo, el Cuartel General de la USAF y el Centro de Investigacin Tcnica Arearealizaron una investigacin sobre los acontecimientos in situ, interrogando a testigospresenciales de ambos centros de control, e incluso pilotos de vuelo implicados. En la maanadel 28 de julio aparentemente haba pasado la tormenta. Oal menos se haba paliado. Elcoronel Bower y el capitn Ruppert comentaban los informes mientras tomaban el desayuno yojeaban la prensa de Washington.Desde lejos, un reportero de prensa del Washington Post segua los pasos del capitn E. J.Ruppelt. A toda costa pretenda conseguir elementos jugosos del informe, de cuya existenciase tenan en los medios periodsticos de Washington fuertes sospechas.Esa tarde, mientras Rupert estaba de sobremesa son el telfono.- Le hablan del despacho del coronel Teaburg. No es necesario que permanezca enWashington durante la investigacin. Ya hemos notificado a la Casa Blanca los pormenoresdel incidente. El tema est vetado para la prensa.El capitn Rupert colg, pero sin llegar a sentarse, recibi otra llamada.- Dgame.

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    - Soy un periodista del Washington Post. Tenemos informes confidenciales sobre losacontecimientos de las pasadas noches con objetos no identificados. Sabemos que ustedparticipa en la investigacin; desearamos conocer algn detalle, si no la versin entera de loshechos contada por usted. Evidentemente dejaramos en secreto su nombre.- Lo siento. No puedo facilitar ninguna informacin al respecto.- Capitn Rupert, nos conocemos hace tiempo. Llevo toda la maana intentando conectar conusted.- Lo siento. No puedo hacer ningn comentario.- Sabemos que estn trabajando en un informe sobre unos acontecimientos de vitalimportancia para la prensa y que el pblico debera conocer ya...- No creo que la Fuerza Area oculte informacin alguna vital para la prensa o para el pas.- Lo cierto es que usted participa en una investigacin al respecto que se lleva con el mayorsecreto.- No s si ser cierto que se realiza tal investigacin. Siento no poder darles mejorinformacin.- Capitn Rupert, es cierto que el Aeropuerto de Washington ha detectado numerosos ecosde radar durante estos das? Y que esos ecos han tenido confirmacin en avistamientos porparte de pilotos y particulares?- No tengo nada que decir sobre el radar. Es un hecho bien conocido, de todas formas, que lasimgenes del radar pueden ser alteradas, deformadas o incluso producidas por alteracionesclimticas, por pjaros o por funcionamiento errneo del equipo.Aqu termin la conversacin. La prensa americana nunca pudo explicar lo que haba ocurridoaquella noche.Los polticos y los militares que ocupaban los puestos de mayor responsabilidad estabanpreocupados por dos razones graves: Por el origen desconocido de tales fenmenos y por lapresin constante de la opinin pblica, cuyas consecuencias eran imprevisibles a largo plazo.Los seres del espacio que haban montado por dos noches consecutivas, sobre Washington,estas pruebas malabares, haban querido decir algo importante que ocurri pocos mesesdespus. Algo que nunca se pudo saber hasta hoy.

    6. Primer encuentro del programa en Arizona

    George Adamski saba que haba entrado en un camino que no tena regreso. Un camino quedeba andar hasta el final. El ao 1952 se haba convertido, por la serie de acontecimientos enlos que haba tomado parte, en el ao de su especial iniciacin.Parte de esta iniciacin, fueron sus paseos y sus excursiones en solitario desde MontePalomar al desierto de California. A medida que pasaban los meses senta interiormente elapremio de algo que le sera inevitablemente revelado.Interiormente, tena la certeza de que antes de terminarse el ao se encontrara con alguna delas naves extraterrestres que surcaban el espacio exterior y se aproximaban a la Tierracumpliendo un programa muy preciso.Al entrar en el mes de noviembre, Adamski haba sentido que se aproximaba para l untiempo importante. Como parte de sus excursiones habituales al desierto californiano,program un viaje con otros amigos para el 20 de noviembre.Haban programado un da libre George Adamski, la duea y amiga del Palomar Garden's,Alice Wells, y su secretaria particular, Lucy McGimnis. Los tres saldran de Monte Palomarantes del amanecer y se uniran a dos matrimonios amigos en la carretera de acceso a Blythe.A las cuatro de la madrugada se encontraron en el restaurante Palomar Garden's, comohaban quedado, George Adamski, Lucy McGimnis y Alice Wells. Ayudaron entre todos apreparar los bocadillos y las bebidas, subieron al coche y enfilaron por la carretera general, endireccin a Blithe.Bastante antes de llegar a encontrarse con sus amigos, George y sus amigas pincharon unarueda trasera. George Adamski con la oscuridad no acertaba a quitar la estropeada y sustituirlapor la de repuesto. El gato no entraba bien en el lateral del coche y se vena abajo con elpeso... Haca fresco, pero el cielo estaba raso; podan verse las estrellas todava claramente.George Adamski pens en voz alta:- Qu raro que hayamos pinchado aqu. Estamos perdiendo mucho tiempo. Tal vez bamosdemasiado pronto...Por fin pusieron la rueda y continuaron viaje; haban perdido algo ms de una hora. Llegaron alas afueras de Blythe a las 7,30 en lugar de las 6 6,30, como haban quedado. Dentro del

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    coche les esperaban dos matrimonios amigos de Arizona. Eran el seor Albert Pailey y suseora y el doctor George Williamson y su esposa. Los dos coches entraron en la ciudad deBlythe, se pararon en un bar de la ciudad y mientras desayunaban decidieron el programa delda. Iban provistos de mapas, telescopios, cmaras fotogrficas y prismticos. Adamski dijo:- Siento que deberamos tomar la carretera de Parker y enfilar hacia el desierto. Algo meimpulsa en esa direccin. Hasta ahora, la experiencia que tengo me indica seguir siempre miinclinacin interior y nunca me equivoco.- Entonces vayamos en esa direccin - apoy el doctor Williamson -. Es igual un camino queotro y t eres realmente el que debes marcar la pauta a seguir.Se levantaron, salieron del bar y tomaron la carretera que conduca a Desert Center. Al llegara la altura de Desert Center, se desviaron a la derecha, siempre siguiendo la intuicin deGeorge Adamski, y tomaron la carretera que iba a Parker. Los dos coches se pararon a laaltura del kilmetro 18.George Adamski se destac un poco del grupo. Ote el horizonte. Volvi a unirse al grupo.Haca sol. Eran aproximadamente las 10 y 30 minutos de la maana. George Adamski dijo,dirigindose a sus amigos:- Contino pensando que algo importante vamos a ver hoy. Algo me dice en mi interior queestamos a punto de conseguirlo...El suelo era volcnico, sin vegetacin. Cerraron los coches y anduvieron errantes, de un ladopara otro. De vez en cuando miraban al cielo, otras veces inspeccionaban el horizonte con loscatalejos... Nada.A eso de las doce, pas sobre ellos un bimotor. Lo obsevaron hasta que desapareci en elhorizonte. Volviron a los coches y se tomaron los bocadillos que haban preparado Alice en elrestaurante antes de salir. Haca buen tiempo.Volvieron a pasear por los mrgenes de la carretera. Adamski observaba con sus catalejoshacia la vertical de la bveda celeste; cuando los iba a retirar lo vio. A mucha altura, enorme,tropez con una nave alargada, del tipo de la que haba fotografiado en California en marzo de1951. Se apart los catalejos y la distingui a simple vista. Adamski se dirigi a los dems ydijo simplemente:- Ya estn ah, mirad.Utilizando los dos catalejos observaron la nave detenidamente. El doctor Williamson consiguiidentificar un emblema en el lateral. No pudo situarlo dentro de sus esquemas, a pesar dehaber sido piloto de vuelo en la Segunda Guerra Mundial.Volvi a intervenir George Adamski y dijo:- Pronto! Tengo la impresin de que hoy me encontrar con los tripulantes de esa nave.Vamos al coche. Llevadme fuera de la carretera. Creo que vienen a encontrarnos y no seacercan ms para evitar el que puedan vernos los que pasen por la carretera...Lucy tom el coche y condujo hacia el interior del desierto a George Adamski y al seor Pailey.Mientras Lucy conduca, Adamski y Pailey seguan las evoluciones del objeto con la mirada,con las ventanillas bajadas... Tena un enorme halo anaranjado en tomo. Recorrieron un largotrecho por el desierto hasta que el coche no pudo seguir. Pararon y comenzaron a sacar delportaequipajes el instrumental que Adamski llevaba para su trabajo: un telescopio de seispulgadas, un trpode, una cmara KodakBrownie, los accesorios para el telescopio, placas defotografas... Una vez situado el instrumental, Albert y Lucy se apartaron unos metros de dondeestaba Adamski para reunirse con los restantes del grupo, que se haban ido acercando msdespacio.La astronave se detuvo en la vertical en que se encontraba George Adamski con sus aparatos.Unos minutos despus se produjo como un destello en el aparato y apareci un disco pequeode unos 12 metros de dimetro. Descendi casi verticalmente, sin ruido alguno, sobre elterreno. Poda percibirse un leve zumbido en los odos, casi imperceptible.Una vez aterrizado, fue visible su forma slida. Tena idntica forma a otros que Adamskihaba visto y fotografiado. Enfoc su cmara y dispar sus siete placas. Estabaaproximadamente a unos 500 metros de donde Adamski se encontraba y unos 800 del restodel grupo.Cuando Adamski retir su cara del objetivo de la Kodak, vio una forma humana que seapartaba del platillo y le haca gestos con un brazo en alto. George Adamski le obedeciinstintivamente y comenz a caminar en direccin al ser que haba descendido del platillo.Cuando estuvo a unos metros vio perfectamente sus facciones, su vestimenta. Adamski lodescribira as despus:

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    Era un hombre bello, joven, de un cutis barbilampio, de cabellos largos hasta la espalda,rubios, de nariz prominente, ojos verdes, manos delgadas, medira un metro setenta o setentay cinco... Llevaba un traje brillante, marrn, con un cinturn de unos veinte centmetros,dorado, unos botines flexibles de color rojo y acoplados al buzo por otro anillo dorado...El ser que haba bajado en el disco, hizo seas a Adamski para que se acercase ms; le tendila mano. Adamski fue a estrechrsela, pero el visitante le roz simplemente la palma. Adamskise qued parado, embebido ante la aparicin y el encuentro. Por fin logr articular una palabra.Adamski pregunt en ingls:- De dnde vienes?El extraterrestre movi la cabeza en sentido negativo... Adamski comprendi que debacomunicarse de modo teleptico. Se concentr y seal al Sol.El extrarrestre sonri. Adamski comprendi que ese era el camino para entenderse y continupensando. Represent en su mente Mercurio y traz una rbita en tomo al Sol. Elextraterrestre no respondi. Traz otra nueva rbita, la dibuj con la mano y pens en Venus.Traz otra nueva rbita y seal la tierra, el suelo...El extraterrestre volvi a sonrer. Seal el Sol, describi un crculo en el aire, luego otro, y seseal a s mismo como parte del segundo crculo. Adamski entonces dijo en ingls:- Venus?El extraterrestre asinti con la cabeza. Adamski continu el dilogo realizando sus preguntasmentalmente y recibiendo las respuestas en idntica forma; cuando era necesario, se ayudabade algn gesto descrito en el aire o sobre el suelo.Adamski pregunt:A. -Cules son los objetivos de vuestros viajes?E. - No venimos con fines agresivos o violentos. De vuestro planeta nos llegan radiacionesperniciosas y fuertes, fruto de las continuas pruebas atmicas. Estas radiaciones afectantambin al espacio exterior. Si continan vuestras explosiones, conduciris vuestro planetaTierra a una enorme catstrofe...A. - Cmo viajis en el espacio?E. - Utilizamos grandes astronaves como la que has visto y como las que tienes fotografiadas.Son portadiscos que nos permiten viajes interplanetarios con plena comodidad y rapidez.Desde la nave podemos enviar otros discos tripulados o guiados electrnicamente a distancia.A. - Qu fuerza utilizan vuestras naves?E. - La energa magntica, la energa solar.A. - De dnde proceden las naves que vemos?E. - Algunas de Venus, otras de otros planetas del Sistema Solar, o de otros sistemasplanetarios de la galaxia.A. - Por qu no aterrizan en las ciudades terrestres y establecen contacto oficial con nosotros?E. - La humanidad no est todava preparada. Nosotros no queremos causar ningn tipo dedao a la especie humana y si el encuentro se produjese de modo brusco, produciramos unaterrible revolucin.A. - Hay algunos hombres en contacto con vosotros?E. - S, los hay. Algunos han sido llevados de la Tierra voluntariamente a otros planetas.Tambin hay entre vosotros seres de otros planetas en viaje de investigacin y estudio, vistencomo vosotros y no los podrais distinguir... Graba bien el mensaje, que hoy te traigo; es devital importanca para el desarrollo de nuestro contacto con el planeta Tierra. Se lo debersllevar de modo privado y personalmente hacrselo llegar a las autoridades mximas de tupas. Utiliza el vehculo que ya conoces en el Pentgono...Adamski pregunt mentalmente debo escribirlo? El ser del espacio respondi de modoteleptico:E. - No hace falta que lo escribas, hazlo cuando llegues a casa; se te grabar en la mente demodo indeleble...:La Confederacin ha dado permiso para realizar una prueba fsica ante las autoridades de lasdos superpotencias del Planeta. Una de las pruebas tendr lugar en el Aeropuerto Nacional deWashington el 25 de diciembre prximo. Debern asistir autoridades mximas del poder civil,militar y religioso. La prueba, si es bien aceptada y difundida, facilitar el desarrollo de unprograma de ayuda de la Confederacin de la Galaxia con vuestro Planeta.Luego el extraterrestre se encamin al disco. Adamski hizo mencin de seguirlo. Elextraterrestre se volvi y le orden mentalmente no seguirlo, porque sera peligroso para sufsico.

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    El disco era semejante a una campana casi de cristal. En el interior se distinguan bultos quese movan. El aparato no estaba posado en el suelo, flotaba a unos 30 50 centmetros delterrenos volcnico del desierto. La cpula era parecida a un anillo oscuro y terminaba en unabola.El extraterrestre se llev una de sus placas fotogrficas y le prometi devolverla en el prximoencuentro. Le indic que algn da podra entrar en uno de sus discos...El extraterrestre subi por una portilla metlica al disco; ste se cerr, aument su brillo, secomenz a elevar lentamente en sentido vertical.Los amigos de Adamski se haban aproximado. Adamski vio que la nave tena dos anillos quegiraban el uno en el sentido de las manillas del reloj, el otro en sentido contrario. Debajo deldisco haba como tres esferas metlicas... El disco se alej hacia la astronave en unossegundos. La nave lo reabsorbi y parti describiendo un ngulo de 90 grados a una velocidadde vrtigo.Estaban todos como traumatizados. No hablaron nada. El doctor Williamson tom yeso y copilas huellas que haba dejado el extraterrestre en el suelo del desierto.El encuentro haba durado ms de una hora. Recogieron el material que haban utilizado.Subieron a sus coches y regresaron. Cada uno tena una impresin fuertemente grabada en suinterior y en su mente.George Adamski repeta mentalmente el mensaje que tena que hacer llegar al Pentgono y ala Casa Blanca.Por primera vez le suceda algo extrao: Vea el mensaje escrito como en una pantalla quesala de su cerebro... No lo podra olvidar...Se haba cubierto otro aspecto del programa Saras: Utilizar a un ser humano en la ejecucindel programa. Un hombre que haba sido preparado y sensibilizado previamente para talcometido...Adamski supo de modo claro y definitivo que esta verdad era superior a l y que cambiara suvida, sus relaciones con los dems habitantes del planeta y por supuesto sus relaciones conlas autoridades americanas... Pero as lo haba aceptado y no le import lo que sucediese enel futuro. Lo que l y sus amigos haban visto y presenciado era cierto y lo hara saber, ledejasen o no, se lo creyesen o no.

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    CAPITULO III

    DEFINICION Y DESARROLLO DE LA OPERACION SARAS

    Desde el 20 de noviembre haban continuado los avistamientos y la alarma en los aeropuertosciviles y militares cada vez que un objeto no identificado apareca en la pantalla.Adamski haba transmitido verbalmente el mensaje recibido en el encuentro del da 20 denoviembre, ante seis testigos amigos suyos. El vehculo de transmisin del mensaje haba sidosu contacto de Monte Palomar.Segn las referencias que, de regreso, le llegaron a Adamski, las autoridades no se tomabanen serio su mensaje y en cierta forma pidieron alguna prueba definitiva de que tal hecho seproducira. Y desde luego pedan identificacin del cmo, el cundo y el dnde.Adamski, desde el encuentro con el venusiano en el desierto Parker, haba hecho enormesavances en cuanto a comunicacin teleptica se refiere. Ello le evitaba permanecer largashoras detrs de su telescopio y poda ceirse a la horas ptimas, o a las horas en que seproducan acontecimientos importantes del programa en las coordenadas que pasaban porMonte Palomar.Telepticamente, una de las noches de primeros de diciembre de ese mismo ao tuvo unanueva cita, esta vez para l solo, de noche y en el desierto californiano.Adamski no tuvo dudas sobre la validez de su mensaje teleptico. As que se fue preparandodurante la semana que mediaba entre la cita teleptica y la fecha determinada.La noche del 8 al 9 de diciembre se dirigi solo, sin material alguno, ni mquina, ni telescopios,segn se le haba indicado, al mismo lugar del encuentro, en Desert Center.Esper a que pasara la medianoche y sali del coche, aparcado en la carretera. Se dentrsolo en el desierto. Cuando estuvo varios kilmetros en el interior, se par. En la lnea devuelo Este-Oeste, vio acercarse una luz, del mismo tipo que la primera vez. Se detuvo aenorme altura sobre su vertical. Luego descendi en picado, se par a unos metros delante del y qued haciendo un pequeo remolino, slo perceptible por las gamas de luz en forma dehalo que circundaban al objeto. Adamski percibi tambin un agudo silbido suave que lellegaba hasta el interior de todo su ser, comprendiendo que no era un sonido normal, puestambin su clariaudiencia se haba despertado en ese tiempo.El objeto estuvo levitando unos minutos. Adamski estaba ms tranquilo que la primera vez. Suinterior se encontraba en paz. El aparato termin por posarse y qued iluminado como si fueseuna transparente campana de dos niveles. Ms que una campana de iglesia, se asemejaba ados paraguas superpuestos. Dos paraguas de diferente tamao.Se abri un lateral y volvi a aparecer el mismo ser de la primera vez. Le tendi la mano de lamisma manera y le invit a seguirle dentro del aparato.La nave era completamente circular en su interior. Era una pequea nave que medira unosdoce metros. Iban tres tripulantes. Adamski recibi la orden de situarse en un asientoanatmico que haba pegado al circuito central, una especie de giroscopio que comunicaba lasdos superficies.En su frente haba una enorme pantalla en la que se poda ver todo el terreno en crculo sobreel que se encontraba la nave. Su anfitrin de cabellos rubios iba vestido de la misma manera ylos dems tripulantes llevaban el mismo traje de vuelo.En un momento determinado, sobre otra pantalla que haba en un panel derecho, apareci unnombre: Orthon. Adamski pregunt mentalmente qu significaba y percibi que era el nombrede su contacto y su gua en la operacin.Despus apareci otro nombre: Saras y Saros... Adamski volvi a preguntar qu significaba.La respuesta fue la siguiente:Es el nombre del planeta Tierra para nosotros. Tambin el nombre del programa que se estllevando a cabo y en el que ests incluido. Tambin el nombre de la gran operacin que seinicia ahora y se terminar un da prximo y t no vers. En el antiguo idioma de vuestroplaneta, Saras o Saros significaba repeticin. Sois el Planeta de la Repeticin. Vuestrokarma os lleva de un modo atvico a la repeticin de las mismas equivocaciones planetarias.Despus volvieron a proyectar sobre la pantalla otras dos palabras que desconoca: SolexMal. Adamski volvi a preguntar mentalmente. Le respondieron:

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    Es el idioma hablado telepticamente en otras pocas en vuestro planeta. Era un idiomasinttico, ideogrfico. Es tambin la lengua y el idioma de toda la gente del espacio externo.Es una lengua simblica, con escritura figurada. Esta fue la lengua que se perdi, la lengua aque hace alusin la parbola de la Torre de Babel.Adamski notaba como si se hubiera parado el tiempo. Se notaba fuera del tiempo y delespacio habituales, como si en torno suyo se hubiera hecho un enorme vaco. Se sentaradiante, como si le rodease la luz y a la vez el sol interior se expandiese hacia afuerarevitalizando todas sus clulas fsicas. No poda apartar su vista de la pantalla. Se dio cuentade que haban levantado el aparato y sobrevolaban toda la zona desrtica.Vio sobre la pantalla, como en una pelcula, que se colocaba una placa fotogrfica de las quel utilizaba habitualmente. Supo repentinamente que era su placa, la placa que el primer da lehaba sido llevada por el ser de Venus.La placa tena una imagen del aparato muy clara. Vio que la imagen desapareca y se borrabadesvanecindose sobre el fondo verde. Luego vio una mano escribiendo sobre la placa.Apareci la mayor parte de la placa cubierta de unos signos. Debajo de la placa, cuandoestuvo totalmente escrita, volvi a aparecer una expresin que ya le haba sido proyectadaantes: Solex Mal.El fondo de la placa vari al ultravioleta y al infrarrojo. En el infrarrojo volvi a aparecer laimagen del platillo que se haba desvanecido. En el ultravioleta, vio aparecer la placatotalmente escrita en su idioma. El. texto ntegro deca as:

    OPERACION SARAS

    El Gran Consejo accede a dar la prueba definitiva del contacto. Tendr lugar el prximo da 25de diciembre a las 12, hora solar, en la base de Edwards, en California. Varias de nuestrasnaves sern visibles y harn ejercicios de materializacin y desmaterializacin. Slo podrnestar presentes tres personas. Aterrizaremos en la terminal del Aeropuerto, direccinEste-Oeste. No habr otro ejercicio tctico de alto nivel. Paz. Por la Confederacin y elConsejo, ORTHON.Nuevamente volvi a variar de color la pantalla y apareci su placa primitiva, con los signosSolex Mal.La pantalla se apag. Adamski pregunt qu deba hacer. Y le fue respondido:Esta es la sguda vez que te comunicars con altas personalidades de tu pas. Hazles llegarverbalmente este mensaje. Y presenta como prueba esta placa que has visto y que teentregaremos. La operacin cifrada de la placa es solamente para ti y no debes comunicarla.Lo nico que permanecer ser el negativo con el texto en idioma Solex Mal. En su da, ycomo prueba de este mensaje y de tu participacin, se descifrar el texto ntegramente.En un momento determinado Adamski se dio cuenta de que sobrevolaban Monte Palomar.La nave se volvio a detener una hora despus en el Desert Center. Orthon le acompa haciala rampa. Le despidi con el brazo en alto, Vio que la nave quedaba, hermticamente cerraday que iniciaba un cambio de luz y una aceleracin del giro de sus anillos. Luego, en unossegundos, se desvaneci hacia arriba, como absorbida materialmente.Adamski tena la mente pesada, como si el cerebro se hubiese sobrecargado dedocumentacin y no pudiese digerirlo repentinamente. Respir tres veces, profunda yacompasadamente, mirando en la direccin en que se haba alejado la nave. Volvi a sucoche y regres a Monte Palomar.

    7. Avistamiento oficial: Alto secreto militar

    Tres das despus de este nuevo encuentro, Adamski utiliz su contacto de Monte Palomarpara transmitir el contenido del mensaje. El encuentro entre Adamski y personalidades de altonivel poltico y militar tuvo lugar en una de las dependencias del Pentgono.Asistieron a esta reunin seis personas: dos altos cargos polticos, dos militares de altagraduacin, un eclesistico desplazado desde Nueva York, un astrnomo y el propio Adamski.La reunin fue secreta, tanto para la Casa Blanca como para el Capitolio, pero no para laCentral de Inteligencia. Este hecho marcara de modo definitivo todo el proceso OVNI en losEstados Unidos en el futuro.Adamski repitio verbalmente el mensaje. Los asistentes se quedaron sin habla. Finalmente unode los militares aadi:

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    - En la comunicacin oficiosa anterior que le hicimos llegar, ya le indicamos que no nosexpondramos sin una prueba definitiva y fsica.Adamski le mir, y extrayendo de su bolso interior la placa que le haba sido devuelta, dijo:- Esta es la prueba fsica que me ha sido permitido traerles. Es el texto ntegro del mensajeque les he transmitido, en un idioma que no me ha sido autorizado indicarles. Puedopermitirles que hagan una copia de la placa, en mi presencia, pero no puedo dejarles la placa,ni concederles cualquier otro tipo de manipulacin.Uno de los civiles que asistan a la reunin y el astrnomo salieron de la sala, una sala detonalidad ocre en forma hexagonal irregular. Luego regresaron y pidieron al resto que lesacompaasen para asistir al revelado de la placa.Las nicas palabras claras que aparecan al comienzo y al final eran Saras y Orthon.El eclesistico pregunt a George Adamski:- Tienen algn significado la palabra inicial y la del final?Adamski respondi:- La inicial es el nombre que ellos dan a nuestro Planeta y la del final es el nombre delemisario que me transmiti el mensaje.El militar agradeci al empleado su trabajo. Le fue entregada la placa a George Adamski y lse qued con el ejemplar reproducido. Regresaron a la sala del principio.Dijeron a Adamski que antes del da indicado decidiran sobre la forma y las personas quepresenciaran la prueba.El representante de la Casa Blanca aadi:- Se sobreentiende que tanto la reunin como la prueba son estrictamente secretas, y ningunode nosotros, ni ustedes, podrn revelar la existencia de esta reunin o los acontecimientos quese sigan. Esta entrevista no compromete a nada a las autoridades de los Estados Unidos.Quienes decidan participar en los hechos, lo harn a ttulo personal y aceptarn lasconsecuencias que derivasen a ttulo individual, sin implicar en ellas ni al Gobierno ni alEjrcito de los Estados Unidos.Adamski y su amigo fueron acompaados al exterior.Ya era noche entrada y el personal haca tiempo que haba abandonado las oficinas.El astrnomo subi a su coche comentando a George Adamski:- Esta vez los tienes atrapados. No saben qu hacer. Menuda tormenta se les viene encima...Maana lo sabr el Presidente Truman... Es demasiado grave el asunto.- Esa no es mi preocupacin. Estoy satisfecho porque he cumplido. Me preocupa lo quedespus de la prueba puedan decidir hacer... Crees que no conoca alguien ms estareunin? Que la conocamos exclusivamente los siete que estbamos all?El astrnomo aadi:- Es seguro que alguno de los que asistan habr dejado filtrar alguna informacin al organismoque te imaginas. Aqu unos nos espiamos a los otros.George Adamski guard silencio y mir instintivamente haca el cielo por la ventanilla delcoche. Todo estaba en calma.El astrnomo le volvi a interrumpir:- A estas horas, habrn tenido confirmacin de los avistamientos que han coincidido con lafecha de tu encuentro en el desierto. Sabes que varios aeropuertos militares han detectadoecos radricos la misma noche del 8 al 9?- No lo saba; es una buena coincidencia para ellos.- Lo nico que me gustara es poder observar en directo la escena que puede producirse el dasealado...Haca una noche estrellada. Era la noche del da 12 de diciembre y los norteamericanoshaban comenzado ya a soar con Pap Noel, pero unos cuantos polticos y militares tenan lacabeza hecha un Io y no podran conciliar el sueo fcilmente.La noche de Navidad, para cualquier base militar, suele ser tranquila a partir de las ocho de latarde, y la base Edwards, en California Oriental, estaba dispuesta a revalidar el ttulo de lavieja cancin: Noche de paz.El personal habitual de los radares y la torre de control del aeropuerto de la base haba sidosustituido esa noche por personal militar. El gesto fue interpretado como una muestra debenevolencia y gratitud de los altos mandos en una fecha tan sealada.La realidad era muy otra. Se trataba de controlar cualquer posible filtracin desde el exteriorhacia el interior de la base y viceversa, para el caso de que realmente se produjera elavistamiento previsto para las doce horas.

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    Dos horas antes de la cita, tres altas personalidades entraron a la base en coche oficial,dirigindose a la sala de juntas.Las personalidades eran: un alto cargo de una agencia de noticias, un eclesistico de altajerarqua de la Iglesia Metodista y un pariente cercano del Presidente Truman, que habapresidido, en cierta forma, la reunin en que Adamski present sus pruebas.Permanecieron en silencio hasta media hora antes de la hora prevista. En el mismo cocheoficial que les haba llevado a la base, se desplazaron hasta la pista situada en el lado oriental.Una vez llegados al lugar, pararon el coche y esperaron.A la hora sealada, un punto luminoso comenz a agrandarse en el horizonate. Detrs de l,otros cuatro. Venan en la direccin Este-Oeste a una gran altura. De un modo vertiginoso eimprevisto se agrandaron sobre su trayectoria de cada, como una pelota luminosa que seaproxima precipitadamente al ir cayendo en forma elptica.Los tres espectadores se sobrecogieron, sin conseguir articular palabra alguna. Estaban, porinstinto, aplastados materialmente contra sus asientos.Las luces, sincronizadas como si perteneciesen a un solo aparato, se agrandaron hasta tenerun tamao aparente de dos metros, quedando suspendidas en el cielo oscuro varios metrossobre el suelo, frente al coche. A los lados se divisaban las luces de posicin del aeropuerto, yen medio de la pista, el coche, como un pobre animal desvalido en medio de la noche.Repentinamente las luces cambiaron de color. Pasaron del blanco al amarillo y al anaranjado,mientras descendan de un modo imperceptible, suavemente, como flotando. A un metro delsuelo y frente al coche, sobre la pista y a los laterales, quedaron Invitando, como colgadas delespacio, formando un tringulo.Eran naves de un tamao medio, de un dimetro aproximado de 12 metros, en forma decampana. Eran semitransparentes y a su trasluz podan distinguirse bultos en su interior tenantodas ellas como dos planos, uno inferior con tres ventanas y otro superior con una. Lasventanas eran de forma oval, simtricamente dispuestas. Los objetos presentaban unaapariencia metlica parecida al cobre, pero de matices transparentes y como si fuesen de unasola pieza.Sobre el horizonte se oy el ruido de un caza acercndose. En el mismo instante, las navescomenzaron a apagarse, a desvanecerse como una nube de humo o una forma fantasmal enmedio de la noche. Cuando el avin pas prximo para aterrizar, las naves habandesaparecido ante sus atnitos ajos. Cuando el ruido de los motores del caza se apag, lasnaves volvieron a emerger de la oscuridad de la noche, en el mismo sitio en que seencontraban antes.La maniobra de aparicin y desaparicin se repiti otras dos veces en la base. Los tresespectadores comprobaron que el proceso pareca sincronizarse con la onda acstica del ruidode los motores de los aviones.Los tres testigos de excepcin estaban mudos, sobrecogidos y, en cierto modo, asustados porlo que estaban viendo y no podan creer. Cmo podan aparecer y desaparecer los objetosante su vista, sin ruido alguno, sin variacin alguna? Era como una pesadilla, o como un juegode bambalinas y magia. Su mente explotaba ante los cinco aparatos perfectamente claros,contundentes, parados delante de sus ojos, suspendidos entre el cielo y la tierra. En ocasionesse llevaron las manos a los ojos y se los frotaron instintivamente, como queriendo apartar unapesadilla.De un modo sbito las naves hicieron un cambio de luz. Se volvieron ms brillantes yamarillas. Los tres testigos percibieron un pequeo zumbido semejante a una onda de radio enproceso de sintonizacin. La nave que ocupaba el vrtice del tringulo hizo un flash luminosoen direccin al coche por tres veces consecutivas; las restantes naves lo repitieron. Luego lanave primera comenz a despegar en vertical. Y seguidamente las cuatro restantes. Secolocaron a unos 200 metros sobre el suelo y volvieron a variar el grado de intensidadluminosa hasta llegar a ser de un brillo casi blanco.Luego, en dcimas de segundo, fueron materialmente absorbidas en el espacio, chupadas porel cielo oscuro, siguiendo el dibujo inverso que haban realizado a su llegada, pero siempreperfectamente sincronizadas y en lnea elptica.Ellos siguieron a las naves hasta que se convirtieron en puntos luminosos como las demsestrellas; luego las dejaron de ver.Haban sido como una mala pesadilla, como un sueo poblado de imgenes del inconsciente.El pariente de Truman deba dar cuenta esa misma noche al Presidente, que estaba al tantode la operacin. El problema, en verdad, no era cmo contrselo, sino qu medidas polticas omilitares deban tomarse o qu consejo deba dar como testigo excepcional del suceso.

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    El mismo coche oficial en que haban llegado, les sac de la base.Era la noche de Navidad. Tenan una buena nueva inesperada de alto nivel poltico. Unabuena nueva, por otra parte, embarazosa para ellos y para su Gobierno. Tal vez la msembarazosa de toda la historia de los Estados Unidos, porque saban que no podran quitrselade encima de ningn modo.Pocos das despus de esta prueba oficial, la prensa dio cuenta de avistamientos paralelos degente civil. El avistamiento de Estados Unidos tuvo lugar en Marysville, otra ciudad importantede California. El de la URSS, con caractersticas muy similares, tuvo lugar en Grasnovodsk aorillas del mar Caspio, en la Rusia meridional.Los habitantes de Grasnovodsk, esa tarde regresaban a sus hogares o se encontraban en lacalle de charla. Repentinamente, vieron acercarse a la ciudad un objeto volante, de forma dezepeln, de cigarro o de huso. Era un aparato silencioso, de luminosidad verde, de enormesproporciones. Algunos le calcularon unos 800 1.000 metros de longitud. Segn los clculos,pas a unos 2.000 metros de altura antes de volver y colocarse sobre la ciudad, totalmenteinmvil.Las autoridades - la polica - avisaron rpidamente a la base militar ms prxima.La poblacin se haba echado a la calle para observar el extrao objeto.De la base militar despegaron dos escuadrillas de cazas, provistos de material blico. Antes deque los aviones llegasen a la ciudad, el huso comenz a perder sus contornos precisos y sevolvi transparente hasta hacerse invisible como una nube que se evapora.Los ciudadanos de Grasnovodsk no crean lo que estaban viendo. Sin embargo el objeto habadesaparecido como tocado por una varita mgica, como si fuese una ilusin del da de losSantos Inocentes.Algunos segundos despus llegaron los cazas. Iniciaron una rpida y vana bsqueda adistintas cotas. Volaron y sobrevolaron una y otra vez la ciudad, sin resultado alguno.Finalmente, regresaron a la base de origen.En el mismo instante que se apagaba el ruido de los motores de la escuadrilla, comenz amaterializarse el huso, cigarro o nave en el mismo punto en que estaba anteriomente. Lagente volvi a verlo enorme, ante sus ojos, despavorida, como si surgiese de la nada. Muchosde los ciudadanos corrieron a ocultarse en sus casas. La polica volvi a telefonear histrica alcomandante de la Base Militar.El objeto permaneci unos minutos sobre la ciudad. Luego comenz a moverse, sali unallama violeta de su parte posterior y comenz a tomar, de modo acelerado, altitud y velocidad.En unos segundos desapareci de la vista de Grasnovodsk.Cuando aos ms tarde este hecho fue conocido en Occidente, y publicado en la prensa,Eugenio Siragusa hizo tambin pblico este comunicado de Adoniesis, extraterrestre, conquien estaba en comunicacin por esa misma poca:Algunas personalidades de vuestro planeta saben muy bien que nosotros tenemos lacompleta posibilidad, si lo deseamos, de proceder a la desmaterializacin de nuestros aparatosy de nuestras naves y en consecuencia a la rematerializacin de lo que temporalmentehabamos desmaterializado. No estoy autorizado por el Consejo Supremo de la Confederacina demostraros prcticamente este proceso, y espero que comprendis el por qu, peronosotros podemos detenernos con nuestras naves en cualquier sitio sin ser visibles paravuestra capacidad visual, y esto gracias a la tcnica que empleamos desde hace muchotiempo y que ponemos en prctica cuando es necesario para no ser molestados en ciertasmisiones particulares que piden la penetrabilidad de la materia slida que para vosotros esabsolutamente inviolable. En ciertos casos particulares, si lo deseamos, podemos provocaruna sintona visual particular con sujetos predispuestos y as ser vistos con una luz particularque poduce el proceso de desmaterializacin mismo.Nosotros hemos dado una demostracin prctica de esto, hace algn tiempo, cuando cinco denuestras naves descendieron precisamente sobre la base americana Edwards, en Californiameridional. El hecho tuvo lugar en presencia de un pariente del ex presidente Truman, de uncompetente representante de una importante agencia de prensa y de un obispo de la IglesiaEpiscopal Metodista. Estas autoridades quedaron muy impresionadas y han permanecido untiempo muy sacudidas por nuestras posibilidades, pero no han podido hacer otra cosa quecallarse. Nosotros continuaremos hasta que estis habituados al hecho de que nosotrossomos una realidad operacional por una ley de amor que vosotros todava no queriscomprender.

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    De este modo el mensaje de Eugenio Siragusa confirmaba un hecho importante acaecido enotro lugar. Un hecho fundamental del programa en sus comienzos, cuando el ProgramaSaras acababa de iniciarse.

    8. La muralla del silencio

    Evidentemente el suceso de la base Edwards era importante y grave. Lo suficiente para que elinforme que se redact fuese calificado de Alto Secreto.La conclusin sobre las espacionaves, despus de estos hechos, sin que hubiera una soladisensin, quedaba definida en el informe. Y as pas al Directorio de Inteligencia. Algunosmiembros del Proyecto y altos jefes militares estaban ya convencidos no slo de la presenciacontinua de espacionaves, sino de su programa concienzudo sobre observacin y preparacinde nuestro planeta para un eventual contacto-encuentro en un futuro no determinado.Estos miembros se oponan a que la situacin de secreto continuase y el pblico permaneciesesin la informacin de derecho. La opinin de este grupo era adelantarse a los acontecimientos,de modo que el Alto Mando no se viese un da obligado por los hechos a admitir la presenciade ASTRONAVES sin poder controlar tal informacin.Pero el buen camino por el que iban las conversaciones con miras a dar publicidad al informey poner en conocimiento del pblico de los Estados Unidos estos hechos, encontr un frenosbito en el general V. H. Este, al tener en sus manos el informe, dijo:- Cmo vamos a dar a conocer esto al pblico? Ni siquiera tenemos una prueba fsicadefinitiva en nuestro poder: una nave. Adems, la gente no est preparada; cundira el pnicoy podra provocarse una enorme estampida...El propio general mand quemar el informe. Pero una fotocopia con fecha de ese mismo aose salv de la quema y estuvo en poder de uno de los enlaces en el Cuartel del ProyectoSIGN, que vena investigando los OVNIS desde finales de los 40. La presencia del informe y lacopia fue testificada por un teniente coronel implicado en un departamento de informacin enla Oficina del secretario de la Fuerza Area. Tambin existe prueba de este hecho en laNICAP.A partir de este ao el Proyecto SIGN cambi de nombre, se llam GROUDGE, y marc todauna campaa de propaganda, de acciones subterrneas contra los testigos de avistamientos oencuentros, y de intervencin directa en cualquier caso, deformando, manipulando o anulandocualquier informe que se recibiese, existiendo orden terminante de controlarlos todos.Como si los tripulantes desconocidos de los OVNIS supiesen lo que se estaba tramando,durante todo el ao 1952, en especial desde julio, y durante todo el 1953, hubo una avalanchade avistamientos, informes y testigos.Fue el momento en que la CIA decidi intervenir de modo drstico y definitivo, no sloactuando segn proyectos y planes propios, sino interviniendo las comisiones de la FuerzaArea y de la Armada que investigaban a los Ovnis.Los sucesos con los que se organiz la guerra fra entre la CIA y los organismos oficialesencargados de la investigacin de los Ovnis, tuvieron lugar a partir de julio de 1952, llegandoal lmite a finales del mismo ao, coincidiendo con los acontecimientos detallados.El principio de esta guerra particular que hemos definido como la muralla del silencio, seprodujo al intervenir el secretario de la Armada, Dan Kimball, segn relato del que fueradirector de la NICAP, Donald E. Keyhoe. Dan Kimball fue sorprendido por dos Ovnis cuandorealizaba un vuelo con rumbo a Hawai ese mismo ao, en un avin ejecutivo de la Armada.Tambin segua la misma ruta de vuelo, a unos 80 kilmetros de distancia, otro avin de laArmada con el almirante Arthur Radford a bordo. Los Ovnis describieron crculos en tomo a losdos aviones, y cuando se pusieron en contacto por radio Kimball y Radford, los Ovnisrecorrieron el espacio de 80 kilmetros entre un avin y otro en algo ms de un minuto.De regreso, Kimball orden a un ayudante suyo enterarse sobre la investigacin que la FuerzaArmada haba hecho en este caso, a partir del informe remitido por su tripulacin de vuelo enviaje a Hawai. La respuesta que su ayudante recibi fue sta:- No se ha realizado investigacin alguna ulterior. El caso ha sido archivado.El ayudante de Kimball insisti. Le dijeron:- Le recordamos que discutir los anlisis de los casos va contra las rdenes y que estterminantemente prohibido intentarlo marginalmente, interrogando a los testigos.Cuando el ayudante transmiti a Kimball el resultado de sus pesquisas, el secretario,montando en clera, tom el telfono.- Est el cotraalmirante Calvin?

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    - De parte de quin?- Del secretario Kimball.- Le paso.- Dime, Kimball?- Necesito verte esta misma tarde. Quiero que la ONI (Oficina de Investigacin Naval) lleve acabo una investigacin completa en relacin con el caso que ya te cont, y controle todos losinformes de la Armada y los Marines. Y si es posible, que consiga duplicados de los informesde testigos de casos anteriores no resueltos. Debe llevarse a cabo por separado del proyectode la Fuerza Area.KimbalI y el contraalmirante Calvin Bolster se vieron esa misma tarde y trazaron un plan.Seguan lloviendo los informes y los avistamientos por parte de la aviacin civil y militar.La CIA tuvo conocimiento inmediato de la actividad de Kimball y prepar su entrada triunfal.En el mes de julio, Kimball haba podido hacerse con la pelcula de un fotgrafo de la AviacinNaval que haba conseguido una filmacin de 12 metros en 75 mm. con una cmara Bell &Howell y teleobjetivo, cuando iba con su mujer y su hijo en coche, en direccin a Tremonton.Delbert C. Newhouse era un veterano fotgrafo de la aviacin naval y llevaba siempre sucmara. Justo a la altura de Utah distingui una formacin de unos doce Ovnis y tuvo eltiempo suficiente de tomar la cmara y rodar unos metros.La pelcula, analizada por orden de Kimball en el Laboratorio Naval de InterpretacinFotogrfica, era una prueba importante. Y la comisin, al final del informe haba escrito:Objetos desconocidos, bajo control inteligente.La CIA, al tener conocimiento de este caso, estuvo a punto de implicar directamente alPresidente Truman en su programa, al objeto de detener las investigaciones de la FuerzaArea, de Kimball y de la Armada. Pero estaban muy prximas las elecciones y ellos sabanque Truman no sera reelegido y por tanto el secretario Kimball, en un perodo de pocosmeses, estara en inferioridad de condiciones. Ese sera el momento de su intervencin.Mientras tanto conduciran una poltica de dilacin.Kimball cay en el engao, y en noviembre obtuvo la victoria el general Eisenhower. Con elnuevo Presidente de los Estados Unidos, hubo tambin un nuevo secretario de la Armada.Como parte del plan, y para tranquilizar a las Fuerzas Areas especialmente, la CIA convocuna conferencia especial en el Pentgono para analizar y estudiar detenidamente los casos deOvnis ms detallados, y concretamente el Informe de Alto Secreto a que nos venimosrefiriendo.De entrada, la conferencia de alto nivel tendra como componentes a un nmero determinadode cientficos y a un grupo de la Fuerza Area. Los cientficos elegidos al respecto erantotalmente escpticos y consideraban aquella reunin estrambtica, improcedente y ridculapara el Pentgono. Los representantes de la Fuerza Area, en cambio, se lo tomaron muy enserio, por supuesto sin sospechar la maniobra que haba entretejido la CIA, y acudierondispuestos a presentar las pruebas irrefutables de la existencia de los Ovnis y de su tripulacinsuperavanzada.Los representantes de la Fuerza Area eran: el general de la base, Wright-Petterson; loscoroneles William Adams y Wesley Smith, del Directorio de Inteligencia; el mayor DewayFourtnet, enlace de la Inteligencia con el Cuartel General para el proyecto Ovni; Albert Chop,encargado por el Cuartel General de las relaciones con la prensa, y Edward J. Ruppelt, capitnque intervena directamente en el proyecto. En secreto haban planeado dar a la prensa elinforme que haban preparado y que se iba a discutir en el Pentgono.La conferencia en el Pentgono se aplaz hasta el 12 de enero de 1953. Subterrneamenteestaba controlada y dirigida por tres hombre de la CIA: el cientfico doctor Marshall Chadwell ylos agentes Philip Strong y Ralph Clark. La CIA se las haba arreglado para mantener almargen de la conferencia a Kimball. Las reuniones del Pentgono duraron cinco das yconstituyeron el mayor jarro de agua fra que hasta entonces hubieran recibido la Armada y lasFuerzas Areas. Al final de las reuniones, Fournet y Ruppelt fueron a ver a Kimball paracontarle lo sucedido, entrevistndose en el domicilio particular de Kimball. Edward Ruppelt,que haba experimentado un notable cambio de posicin respecto a los Ovnis, dijo:- Todo ha sido una vil trampa, y hemos entrado en ella como corderos, con la cabeza baja. LaCIA se ha propuesto no dar a luz el informe. Su objetivo es enterrar todo el asunto.Kimball le interrumpi:-No les resultar fcil. Tenemos tu informe, Fournet. No va a ser tan fcil ocultarlo. Y ademsest en nuestro poder la pelcula de Newhouse, que es un importante documento probatorio.

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    El propio Dewey Fournet, enlace de la Inteligencia del Cuartel General para el Proyecto Ovni,respondi:- Han destrozado la pelcula de Utah... Han cortado los mejores fotogramas. Adems hanechado por tierra los testigos que presentamos. Sabes cul ha sido el calificativo exacto deMarshall Chadwell sobre ellos?: Estos testigos son unos cretinos; con estas pruebas es unaridiculez llegar a la conclusin de que existen espacionaves interplanetarias tripuladas porseres inteligentes.Ruppelt aadi:- El programa que tenamos para un sistema de seguimiento especial, no pudo ni serpresentado. Nos han ordenado, taxativamente, trabajar conjuntamente con la CIA en unacampaa de ridiculizacin. La campana es una operacin a nivel nacional, con artculos enprensa, programas de radio y televisin, de modo que se manipularn informes sobre Ovnis,incluso los propios casos aportados por nosotros, para presentarlos como alucinacions degente estpida.Sigui hablando Fournet:- No slo eso: nos han ordenado ocultar las observaciones, y si hubiese algn caso urgente,anularlo con una explicacin que ridiculice y deje fuera de juego a los testigos, sean del nivelsocial que sean o incluso tengan el cargo militar que tengan, Fuerzas Areas incluidas.Llegado el caso tendremos que desacreditar a nuestros propios pilotos...- Bueno, por lo menos ahora ya sabemos lo que pretenden - respondi Kimball -. Puesto queno saben nuestro programa, podemos dar una ltima batalla.Ruppelt concluy:- Nos han dejado entrever que se publicar una nueva ley sobre este tema que apoyar a laJANAP 146. Ya sabes que el tema UFO es considerado parte de los Informes CIRVIS(Comunication Instruction for Reporting Vital Intelligence Sightings), y los informes CIRVIShacen referencia a temas que afectan a la defensa nacional de los Estados Unidos, dentro delmbito de las leyes contra el espionaje... La nueva ley, adems, dejar dentro de CIRVIScualquier difusin de informaciones sobre Ovnis entre el elemento civil del pas, mientras estosinformes no se refieran a objetos identificados positivamente, como aviones, globos sondas,efectos pticos o pjaros...Los protagonistas de esta conversacin fueron las primeras vctimas de las fuerzas de choquede la CIA. Kimball fue barrido del Gobierno del general Eisenhower. El mayor Fournet pas ala lista de inactivos, con rdenes de no revelar las conclusiones personales o como autoridadencargada del Proyecto Ovni por el Cuartel General. Sus opiniones formaban parte de otroinforme secreto que pas a los archivos como Documento incompleto. A Edward Ruppelttodo esto le llev a la tumba. Ruppelt pas como capitn a situacin de retiro, publicando unlibro con su opinin personal positiva sobre los Ovnis. Ruppelt trabajaba en una compaasubcontratada por las Fuerzas Areas... De la noche a la maana desminti el contenido de supropio informe pblico... Los amigos, los conocidos, el pblico, se volvieron contra Ruppeltcuando apareci la segunda edicin de su libro. Ruppelt muri de un ataque al corazn, de unmodo totalmente inesperado...Por supuesto, esta guerra de fondo tambin se dirigi contra testigos civiles no accesibles tanfcilmente para la autoridad militar, o para la CIA, por va de presin legal o extorsiones detipo profesional y econmico. Una de estas vctimas sera el propio George Adamski,protagonista muy especial, que se iba agrandando por momentos, al mismo ritmo que la CIAintentaba enterrar todo el asunto y anular a los protagonistas militares.

    9. Objetivo mundial:Caza y captura de un Ovni a cualquier precio

    No hay que prestarse a equvocos. La iniciativa de la CIA sobre control informativo del temaufolgico no pretenda enterrar los informes a todos los niveles. Solamente le interesabatriturarlos a nivel pblico, pero al mismo tiempo ampliarlos, analizarlos y conseguir losmximos resultados positivos, si fuera posible, en privado.Puesto que haba quedado claro en todos los avistamientos la superioridad tecnolgica de lasnaves del espacio, haba que suponer o que dicha tecnologa perteneca a otro pas de laTierra, o que vena de fuera. Una vez eliminada la primera posibilidad, quedaba en pie lasegunda: Los seres que tripulaban los Ovnis, que los tripulan hoy, poseen una tecnologa tanavanzada que les permite controlar la gravedad y utilizarla en su beneficio.

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    Si estos seres diesen estos conocimientos a cualquier pas del planeta Tierra,automticamente ese pas conseguira una hegemona total. Igualmente, si alguna de laspotencias enemigas consegua hacerse con una mquina espacial del tipo de Ovnisobservados, y desentraar su secreto, la pondra en una situacin de enorme ventaja,convirtindola en la duea del mundo.Estas fueron la reflexiones que se hicieron, al comienzo de los aos 50, los encargados de laSeguridad de los Estados Unidos, la URSS y la NATO. Como consecuencia, en todos losfrentes se dio una orden: Caza y captura de un Ovni para desentraar su secreto antes quecualquier otra potencia.Esta orden general tuvo en Estados Unidos algunos protagonistas que pagaron con su vida.Pero tambin tuvo lugar esta caza, intil hasta hoy, en el Canad, en la URSS, en el ReinoUnido, en Sudamrica...El caso ms popular fue el del capitn Mantell. Un caso relatado hoy con todo detalle por laComisin del Libro Azul, pero conocido pblicamente desde el primer momento.

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    Era ya la tarde del da 7 de enero de 1948. El sargento Quinton Blackwell se dejaba llevar porel sopor que produca la hora inmediata a la comida. Todo estaba tranquilo. A las 13,15 sonel telfono. Lo tom Blackwell.- Torre de control de Godman Field, dgame?- Le llama el sargento Cook, desde el despacho del coronel Hix. La polica militar de Fort Knoxacaba de comunicarnos que se encuentra sobre Mansville un gran objeto circular de unos 100metros de dimetro. Puede usted comprobar con el servicio del Ejrcito si se encuentra algnaparato inusual realizando maniobras en la zona?- De acuerdo, pedir informacin.Poco tiempo despus, Blackwell recibi esta notificacin del servicio de vuelo:- No tenemos ningn aparato en vuelo sobre esa zona. Pero, hemos recibido informacinsobre un objeto que se ha desplazado sobre Irvington y Owensboro, en Kentucky. Verifiquensus observaciones y comprenlas con la nuestra. Llamaremos de nuevo.El