Anonimo - Antiguo Testamento 19 2do Samuel

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2 SAMUEL + Anuncian a David la muerte de Saúl 1,1 + Después de la muerte de Saúl, David volvió de su campaña victoriosa contra los amalecitas. Llevaba ya dos días en Siquelag cuando, 1,2 al tercer día, llegó un hombre del campamento de Saúl con la ropa hecha tiras y la cabeza cubierta de polvo. Al llegar a David, se agachó tirándose al suelo. 1,3 David le preguntó: «¿De donde vienes?» El respondió: «Hui del campamento de Israel.» 1,4 David le dijo: «Cuéntame, te ruego, ¿qué ha pasado?» El respondió: «El pueblo fue derrotado y huyó. Muchos han caído y entre los muertos están Saúl y su hijo Jonatán.» 1,5 David preguntó al muchacho que le informaba: «¿Cómo sabes que murieron Saúl y su hijo Jona-tán?» 1,6 Respondió el joven: «Yo me encontraba, por casualidad, en el cerro Gelboé, y vi a Saúl apoyado en su lanza y cercado por carros y hombres a caballo. 1,7 Se volvió, y al verme me llamó. 1,8 Yo respondí: “Aquí estoy”. Me preguntó: “¿Quién eres?” Le respondí: “Un amalecita”. 1,9 Entonces me dijo: “Acércate a mí y mátame; porque me siento mareado, aunque todavía estoy bien vivo”. 1,10 Me acerqué, pues, a él y le quité la vida, puesto que yo sabía que no podría sobrevivir a su caída. Después le saqué la corona que llevaba en su cabeza y la pulsera que tenía en la muñeca, y te los traje a ti, mi señor.» 1,11 Entonces David rasgó su vestidura y lo mismo hicieron los que estaban con él. 1,12 Se lamentaron, lloraron y ayunaron hasta la noche por Saúl y por su hijo Jonatán, por el pueblo de Yavé y por la nación de Israel, porque habían caído por la espada. 1,13 David preguntó al joven que le había llevado la noticia: «¿De dónde eres?» El respondió: «Soy hijo de un amalecita refugiado entre ustedes.» 1,14 David le preguntó: «¿Cómo te atreviste a alzar tu mano para matar al rey ungido por Yavé?» http://www.LibrosTauro.com.ar 1

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SAMUEL+

Anuncian a David la muerte de Sal

1,1 +Despus de la muerte de Sal, David volvi de su campaa victoriosa contra los amalecitas. Llevaba ya dos das en Siquelag cuando,

1,2 al tercer da, lleg un hombre del campamento de Sal con la ropa hecha tiras y la cabeza cubierta de polvo. Al llegar a David, se agach tirndose al suelo.

1,3 David le pregunt: De donde vienes? El respondi: Hui del campamento de Israel.

1,4 David le dijo: Cuntame, te ruego, qu ha pasado? El respondi: El pueblo fue derrotado y huy. Muchos han cado y entre los muertos estn Sal y su hijo Jonatn.

1,5 David pregunt al muchacho que le informaba: Cmo sabes que murieron Sal y su hijo Jona-tn?

1,6 Respondi el joven: Yo me encontraba, por casualidad, en el cerro Gelbo, y vi a Sal apoyado en su lanza y cercado por carros y hombres a caballo.

1,7 Se volvi, y al verme me llam.1,8 Yo respond: Aqu estoy. Me pregunt: Quin eres? Le respond: Un amalecita. 1,9 Entonces me dijo: Acrcate a m y mtame; porque me siento mareado, aunque todava estoy bien vivo.1,10 Me acerqu, pues, a l y le quit la vida, puesto que yo saba que no podra sobrevivir a su cada. Despus le saqu la corona que llevaba en su cabeza y la pulsera que tena en la mueca, y te los traje a ti, mi seor.1,11 Entonces David rasg su vestidura y lo mismo hicieron los que estaban con l.1,12 Se lamentaron, lloraron y ayunaron hasta la noche por Sal y por su hijo Jonatn, por el pueblo de Yav y por la nacin de Israel, porque haban cado por la espada.

1,13 David pregunt al joven que le haba llevado la noticia: De dnde eres? El respondi: Soy hijo de un amalecita refugiado entre ustedes.

1,14 David le pregunt: Cmo te atreviste a alzar tu mano para matar al rey ungido por Yav?

1,15 David le dijo: Tu misma boca te ha acusado cuando dijiste: Yo mat al ungido de Yav.

1,16 T solo cargars con la responsabilidad de tu propia muerte. Y, llamando a uno de los jvenes, le orden: Acrcate y mtalo. Este lo mat de un solo golpe.

1,17 David compuso el siguiente cntico fnebre para Sal y su hijo Jonatn,

1,18 y orden ensearlo a los hijos de Jud: es el canto del Arco y est escrito en el libro del Justo:1,19 Ay, la gloria de Israel pereci en los montes.Cmo cayeron los hroes?No lo publiquen en Gat,no lo anuncien en las calles de Ascaln,para que no se alegren las mujeres filisteasni se regocijen las hijas de los infieles!

1,20 Montaas de Gelbo,

no caigan sobre ustedes ni roco ni lluvia,

y queden cerradas

las vertientes profundas,

pues all fue tirado

el escudo de los hroes.

1,21 El escudo de Salno estaba ungido con aceitesino con la sangre de los heridos.Y con la grasa de los guerreros.El arco de Jonatn no retrocedi jamsni la espada de Sal se blanda en vano.

1,22 Sal y Jonatn, amables y queridos.Fueron inseparables en viday en la muerte.Eran ms ligeros que guilas,ms fuertes que leones.

1,23 Hijas de Israel, lloren por Sal,que las vesta de lino y carmes,y adornaba con joyas de oro sus vestidos.

1,24 Cmo cayeron los hroesen medio del combate?.Cmo Jonatn fue herido de muerteen esas cumbres?

1,25 Por ti estoy apenado, Jonatn,hermano mo,por ti, a quien tanto yo quera.Tu amistad era para m ms maravillosaque el amor de las mujeres.

1,26 Cmo cayeron los hroes?Cmo perecieron las armas de combate?David, rey de Jud en Hebrn

2,1 +Despus de esto, David consult a Yav: Debo subir a una de las ciudades de Jud? La res-puesta que: Sube. David pregunt: A cul subir? La respuesta fue: A Hebrn. \

2,2 David, pues, subi all con sus dos esposas, Ajnoam, de Jezrael, y Abigal, la mujer de Nabal, de Carmelo.

2,3 Hizo subir tambin a los que estaban con l, cada uno con su familia, y se establecieron en los pueblos de Hebrn.

2,4 Vinieron los hombres de Jud y all ungieron a David como rey de la gente de Jud. Comunicaron a David que los hombres de la ciudad de Jabs, del pas de Galaad, haban sepultado a Sal.

2,5 Entonces David les envi mensajeros para decirles: Que Yav los bendiga, por haber hecho esta misericordia con Sal, nuestro seor, dndole sepultura.

2,6 Que Yav se muestre misericordioso con ustedes y los premie. Yo tambin los recompensar por la buena accin que han hecho.

2,7 Y ahora, sigan valientes y animosos. Aunque Sal ha muerto; sepan ustedes que los hombres de Jud me han ungido como su rey.

2,8 Abner, hijo de Ner -jefe del ejrcito de Sal-, tom a Isbaal, hijo de Sal, y le hizo pasar a Majana-yim.

2,9 Lo proclam rey sobre Galaad, la gente de Aser, de Jezrael, de Efram y Benjamn, es decir, todo Israel.

2,10 Isbaal, hijo de Sal, tena cuarenta aos cuando fue proclamado rey y rein dos aos. A David le segua solamente la tribu de Jud.

2,11 David estuvo siete aos y seis meses en Hebrn, como rey de la gente de Jud. La guerra civil

2,12 Abner, hijo de Ner, y los oficiales de Isbaal, salieron de Majanayim hacia Gaban para pelear.

2,13 Tambin salieron Joab, hijo de Sarvia, y los oficiales de David, concentrndose cerca del estanque de Gaban; unos se detuvieron a un lado del estanque y los otros al lado opuesto.

2,14 Abner dijo a Joab: Que salgan unos cuantos jvenes y luchen delante de nosotros. Joab respondi: Que salgan..

2,15 Salieron, avanzando en igual nmero, doce jvenes de Benjamn por lsbaal, hijo de Sal, y doce de los servidores de David.

2,16 Cada uno tom a su enemigo por la cabeza y le clav la espada en el costado; as murieron todos a la vez. Por eso se llam a aquel lugar Campo de los Costados, y est cerca de Gaban.

2,17 Aquel da hubo una batalla muy dura, donde Abner y los hombres de Israel fueron derrotados por los partidarios de David.

2,18 Se encontraban all los tres hijos de Sarvia: Joab, Abisaf y Asael. Asael corra tan ligero como una gacela salvaje.

2,19 Se puso a perseguir a Abner sin desviarse a ningn lado.2,20 Abner se volvi y le pregunt: Eres t Asael? Respondi: Yo soy,

2,21 y entonces Abner le dijo: Aprtate a la derecha o a la izquierda, toma a uno de los jvenes y apodrate de sus despojos.

2,22 Pero Asael no quiso apartarse. Abner repiti a Asael: Aprtate de m para que no te mate. Pues,cmo podra despus reconciliarme con tu hermano Joab?

2,23 Pero Asael no quiso apartarse, y Abner le atraves el vientre con la lanza, que sali por la espalda. All mismo cay y muri. Todos los que pasaban se detenan en el lugar donde Asael haba cado muerto.

2,24 Joab y Abisa continuaron la persecucin de Abner; al atardecer, llegaron a Amm, que est al oriente de Guiaj sobre el camino del desierto de Gaban.

2,25 Los hijos de Benjamn, formando un apretado grupo, hicieron filas detrs de Abner y se parape-taron en lo alto de la colina de Am.

2,26 Abner llam a Joab y le dijo: Hasta cundo va a seguir matando la espada? No sabes que esto terminar en una desgracia? Qu esperas para decir al pueblo que deje de perseguir a sus hermanos?

2,27 Joab respondi: Vive Yav, que si no hubieras hablado, mi gente no habra dejado hasta maana de perseguir cada uno a su hermano.

2,28 Joab hizo sonar la trompeta: todo el pueblo se detuvo y dej de perseguir a Israel; as acab el combate.

2,29 Abner y sus hombres marcharon toda la noche por la Arab, pasaron el Jordn y despus de atravesar el Bitrn llegaron a Majanayim.

2,30 Joab volvi de la persecucin de Abner y reuni a toda su tropa. De entre los servidores de David, adems de Asael faltaban diecinueve hombres.

2,31 Los servidores de David, por su parte, haban dado muerte a trescientos sesenta hombres de la tribu de Benjamn y de los de Abner.

2,32 Llevaron a Asael y lo sepultaron en el sepulcro de su padre, en Beln. Luego Joab y sus hombres caminaron toda la noche y al amanecer llegaron a Hebrn.

3,1 +Fue largada guerra entre la gente de Sal y la de David; pero mientras David se iba fortaleciendo, la familia de Sal se debilitaba.

3,2 David tuvo varios hijos en Hebrn. Su hijo mayor fue Amnn, nacido de Ajinoam de Jezrael;

3,3 el segundo, Kilab, de Abigal, esposa de Nabal de Carmelo; el tercero, Absaln, hijo de Maac, hija de Talmas, rey de Guesur;

3,4 el cuarto, Adonas, hijo de Jaguit; el quinto, Sefatas, hijo de Abital;

3,5 el sexto, Jitream, hijo de Egl, esposa de David. Todos estos nacieron en Hebrn.

3,6 Durante la guerra entre la gente de Sal y la gente de David, Abner lleg a ser el hombre fuerte de los de Sal.

3,7 Sal haba tenido una concubina llamada: Risf, hija de Avy, y Abner la tom para s. Isbaal entonces dijo a Abner: Por qu te has acostado con la concubina de mi padre?

3,8 Abner se enoj mucho por estas palabras y respondi: Soy yo un perro? Yo me he portado muy bien con la familia de Sal, tu padre, con sus hermanos y amigos, y no te he entregado en manos de David. Y ahora, me reprochas por una mujer?

3,9 Que Dios me castigue cada vez peor, si no ayudo, desde ahora, a David para que se cumpla lo que Yav ha dicho,

3,10 que quitara la realeza a la familia de Sal y que dara a David el reinado sobre Israel y Jud, desde Dan hasta Berseb.

3,11 Isbaal no se atrevi a responderle porque lo tema.

3,12 Abner envi mensajeros a David para decirle: Haz alianza conmigo y yo te apoyar para que todo Israel te reconozca.

3,13 David respondi: De acuerdo, pactaremos, pero con una condicin: No te aceptar en mi presencia si no me traes; cuando vengas, a Micol, la hija de Sal, que me cost cien prepucios de filisteos.

3,14 +Luego David mand a decir a Isbaal, hijo de Sal: Devulveme a mi esposa: Micol, que adquir por la muerte de cien filisteos.

3,15 Entonces Isbaal mand quitrsela a su marido, Paltiel, hijo de Las.

3,16 Su marido parti con ella y la sigui llorando hasta Bajurim. Ah Abner le orden: Vete, vuelve, y l se fue.

3,17 Abner se entrevist con los ancianos de Israel y les dijo: Hace tiempo que desean tener a David por rey.

3,18 Ahora pueden hacerlo rey, ya que Yav ha dicho a David: Por medio de mi siervo David librar a mi pueblo Israel de los filisteos y de todos sus enemigos.

3,19 Tambin habl Abner a los de la tribu de Benjamn; despus fue a Hebrn a comunicar a David todo lo que haban aprobado Israel y la tribu de Benjamn.

Joab asesina a Abner

3,20 Abner, acompaado de veinte de sus hombres, fue a visitar a David en Hebrn. David les ofreci un banquete.

3,21 Luego Abner dijo a David: Ahora quiero irme, pues voy a poner a todo Israel de tu parte, oh seor, mi rey. Ellos harn una alianza contigo y t reinars segn lo deseas.

David despidi a Abner, quien se fue en paz.

3,22 Poco despus, hombres de la guardia de David regresaban con Joab de una correra, trayendo un gran botn. Abner ya no estaba, pues David lo haba despedido amistosamente.

3,23 Cuando llegaron Joab y sus hombres, le dijeron a Joab que Abner haba visitado al rey y que ste, despus de recibirlo, lo haba dejado ir en paz:

3,24 Joab, entonces, se present al rey y le dijo: Qu hiciste? Abner vino, lo recibiste y lo dejas volver en paz.

3,25 Acaso no lo conoces? Seguro que vino a engaarte; a conocer tus planes y saber todo lo que haces.

3,26 Inmediatamente sali Joab y envi mensajeros tras Abner, y sin que lo supiera David, lo hizo regresar del pozo de Sira.

3,27 Abner, entonces, volvi a Hebrn: A la entrada de la ciudad, Joab lo llev aparte, como para hablar-le confidencialmente, y all lo hiri mortalmente en el estmago, para vengar as la muerte de su hermano Asael.

3,28 Cuando David lo supo, exclam: Yav sabe que yo y los mos somos inocentes:

3,29 Que el castigo por la muerte de Abner caiga sobre Joab y. su descendencia. Que nunca falte entre ellos quien sufra de hemorragia de lepra, o que se apoye en un bastn, o alguien que caiga bajo la espada o no tenga qu comer.

3,30 As, Joab y su hermano Abisa dieron muerte a Abner porque ste haba muerto a su hermano Asael, en el combate de Gaban.

3,31 David dijo a Joab y a todos los que estaban con l: Rasguen sus vestidos, vstanse con sacos y lloren Por Abner. David mismo segua detrs del cadver,

3,32 cuando enterraron a Abner en Hebrn. El rey lloraba a sollozos junto al sepulcro y todo el pueblo lloraba con l.

3,33 Entonces David enton este canto fnebre por Abner:

Por qu, Abner, tuviste que morir

tan tontamente?

3,34 No tenas tus manos atadas

ni estaban tus pies encadenados;

has cado vctima de criminales.

3,35 Y todo el Pueblo comenz otra vez a llorar por Abner. Ms tarde, todo el mundo rogaba a David que comiera algo mientras era de da, pero David dijo: Que Dios me maldiga si antes de ponerse el sol, pruebo pan o cualquier cosa.

3,36 A nadie de los presentes le disgust esto; muy por el contrario, pues encontraban bien todo lo que el rey haca.

3,37 Aquel da se convenci todo el pueblo y todo Israel que el rey no haba participado en la muerte de Abner.

3,38 El rey dijo a sus servidores: No se dan cuenta de que hoy ha muerto en Israel un jefe, un gran hombre?

3,39 Yo, a pesar de que he sido ungido rey, no tengo bastante poder todava, por eso que estos hombres, los hijos de Sarvia, me han pasado a llevar. Que Yav pague al que hizo el mal, segn su malicia.

Isbaal es asesinado.

4,1 Cuando Isbaal supo que Abner haba muerto en Hebrn, perdi el animo, e Israel, que desconcerta-do.

4,2 El hijo de Sal tena dos jefes de tropas, uno llamado Baam, y el otro Recab. Eran hijos de Rimn de Beerot, benjaminitas, pues tambin Beerot era contada entre las ciudades de Benjamn.

4,3 La gente de Beerot haba huido a Guitaym y all permanecen como refugiados hasta hoy.

4,4 (Jonatn, hijo de Sal, tena un hijo cojo, llamado Mipibaal. Cuando tena cinco aos lleg a Jezrael la noticia de la muerte de Sal Y de Jonatn; su nodriza lo tom y huy, pero con el apuro de la fuga, se le cay y qued cojo.)

4,5 Los hijos de Rimn de Beerot, Recab y Baam, se pusieron en camino y en la hora de ms calor del da llegaron a casa de Isbaal, que estaba durmiendo la siesta.

4,6 La portera de la casa, que estaba limpiando trigo, se haba dormido,

4,7 Recab y su hermano Baam entraron, pues, sin ser vistos al dormitorio de la casa donde Isbaal estaba acostado. Lo golpearon mortalmente, le cortaron la cabeza y caminaron toda la noche por la ruta de Arab.

4,8 Presentaron la cabeza a David en Hebrn dicindole: Aqu tienes la cabeza de Isbaal, hijo d Sal, tu enemigo, el que deseaba tu muerte. Yav te ha vengado hoy de Sal y de su descendencia.

4,9 David respondi a Recab y a su hermano Baam; hijos de Rimn de Beerot: Vive Yav, que ha salvado mi vida de todo peligro. 4,10 Al que me anunci la muerte de Sal, creyendo que me daba buena noticia, lo hice tomar y matar en Siquelag, en lugar de darte una recompensa.

4,11 Cunto ms ahora, cuando estos malvados han dado muerte a un hombre justo en su casa, y sobre su lecho! No deber yo pedirles cuenta de su crimen y borrarlos de la tierra?

4,12 David dio rdenes a sus servidores de que los mataran; les cortaron las manos y los pies, y los colgaron cerca de la piscina de Hebrn. Tambin tomaron la cabeza de Isbaal y la pusieron en el sepulcro de Abner; en Hebrn.

David, rey de Israel, toma Jerusaln

5,1 +Todos los ancianos dirigentes de las tribus de Israel vinieron a hablar con David, en Hebrn, y le dijeron: Mira que somos sangre de tu sangre.

5,2 Ya antes, cuando Sal reinaba, t dirigas a Israel en sus campaas, y sabemos que Yav te dijo: T eres el que guiar a mi pueblo, t llegars a ser jefe de Israel.

5,3 As, pues, los dirigentes de Israel fueron donde David, en Hebrn, y, a continuacin, hicieron un pacto con David, delante de Yav, y procedieron a ungirlo como rey de Israel.

5,4 David tena treinta aos cuando empez a reinar.

5,5 Primero fue rey de Jud durante siete aos y medio, y tena por capital Hebrn. Despus, teniendo por capital Jerusaln, rein treinta y tres aos sobre todo Israel y Jud. En total fueron cuarenta aos.

5,6 Despus de esto, el rey y sus hombres marcharon hacia Jerusaln contra los jebuseos, que ocupaban el pas. Estos le dijeron: No entrars aqu, pues bastarn los cojos y los ciegos para rechazar-te. Con eso queran decir que jams iba a entrar en la ciudad.

5,7 David, sin embargo, se apoder la fortaleza de Sin, la que en Jerusaln de hoy se llama ciudad de David.

5,8 Este da, David dijo: El que quiera atacar a los jebuseos, que suba por el tnel del agua, pues aborrezco a esos cojos y ciegos. Por eso dice el proverbio: No entraran en el Templo ni cojos ni ciegos.

5,9 David se atrincher en la fortaleza y la llam Ciudad de David. Despus construy un muro alrededor que, con el tiempo, qued en el interior de la ciudad.

5,10 David iba fortalecindose cada vez ms, y Yav Sabaot estaba con l.

5,11 Hiram, rey de Tiro, envi a sus carpinteros y canteros con madera de cedro y construyeron una casa para David.

5,12 As reconoci David que Yav lo haba confirmado como rey de Israel y que haba engrandecido su reino por amor a Israel, su pueblo.

5,13 Despus que sali de Hebrn, David tom an ms concubinas y esposas en Jerusaln, y le nacieron hijos e hijas.

5,14 Los hijos que le nacieron en Jerusaln son: Sama, Soba, Natn, Salomn,

5,15 Jibjar, Elisa, Nfeg, Yafia, 5,16 Elyada y Elifelet.

5,17 Cuando los filisteos supieron que David haba sido ungido rey de Israel, subieron todos para apode-rarse de l.

5,18 Al saberlo, David baj a la fortaleza. Los filisteos llegaron y se desplegaron en el valle de Refaim.

5,19 Entonces David consult a Yav: Debo atacar a los filisteos? Caern en mis manos? Y Yav respondi: Ataca, te aseguro que pondr a los filisteos en tus manos.

5,20 Lleg David a Baal-Perasim y all los derrot. Y David dijo: Yav arras como una ola a mis enemigos. Por eso se llam a este lugar Baal-Perasim.

5,21 Abandonaron all sus dolos, y David y sus hombres los recogieron.

5,22 Los filisteos volvieron a subir y se desplegaron en el valle de Refam.

5,23 David consult a Yav, que le respondi: No los ataques de frente; sino que rodalos por detrs y djate caer por el dado de las balsameras. 5,24 Cuando escuches un ruido como de pasos entre las balsameras, entonces ataca rpidamente, porque Yav sale delante de ti, para derrotar al ejrcito de los filisteos.

5,25 David hizo como Yav le haba ordenado, y persigui a los filisteos desde Gaban hasta la entrada de Guezer.

David traslada el Arca a Jerusaln

6,1 +David reuni de nuevo, a todo lo mejor de Israel, unos treinta mil hombres.

6,2 Cuando estuvieron listos, parti con todo su ejrcito para Baal de Jud.

6,3 Iban a buscar el Arca de Dios, sobre la cual se invoca el Nombre de Yav de los ejrcitos, quien se sienta en ella sobre los querubines.

Pusieron el Arca de Dios en una carreta nueva y la llevaron de la casa de Abinadab, que est en la loma.

6,4 Uzz y Ajy, hijos de Abinadab, conducan la carreta con el Arca de Dios. Uzz caminaba al lado del Arca y Ajy iba delante de ella.

6,5 David y todo el pueblo de Israel bailaban delante de Yav con todas sus fuerzas, cantando y tocan-do ctaras, arpas, panderos, sistros y cmbalos.

6,6 Al llegar a la tierra de Nacn, Uzz extendi las manos hacia el Arca de Dios y la sujet, porque los bueyes amenazaban volcarla.

6,7 Entonces la ira de Yav se encendi contra y all mismo, Dios lo castig por haberse atrevido a tocar el Arca, y cay muerto al lado del Arca de Dios.

6,8 David s enoj porque Yav haba muerto a Uzz y aquel lugar se llam Peres-Uzz, hasta el da de hoy.

6,9 Aquel da David tuvo miedo de Yav, y dijo: Cmo voy a llevar a mi casa el Arca de Yav?

6,10 Y no quiso llevar consigo el Arca a la ciudad de David, sino que la hizo transportar a casa de Obe-dedom de Gat.

6,11 All permaneci tres meses y Yav bendijo a Obededom y a toda su familia.

6,12 Dijeron al rey que Yav haca prosperar la familia de Obededom y todas sus cosas a causa del Arca de Dios. Entonces, David decidi subir el Arca desde la casa de Obededom a la ciudad de Da-vid. El transporte se hizo con alegra.

6,13 Despus de dar los seis primeros pasos con el Arca, sacrificaron un buey y un ternero cebado.

6,14 +David, vestido con un efod de lino, danzaba con todas sus fuerzas en presencia de Yav.

6,15 David y toda la gente de Israel suban el Arca de Yav, entre clamores y toques de corneta.

6,16 Cuando el Arca de Yav entr en la ciudad de David, Micol, hija de Sal, estaba mirando por la ventana. Vio al rey David saltando y danzando, en presencia de Yav, y lo despreci en su corazn.

6,17 Llevaron el Arca de Yav y la colocaron en su sitio, en medio de la Tienda de Campaa que David haba hecho levantar. David ofreci vctimas consumidas por el fuego y sacrificios de comunin.

6,18 Despus bendijo al pueblo en nombre de Yav Sabaot.

6,19 y reparti a todo el pueblo, hombres y mujeres, a cada uno un pastel, una porcin de carne asada y un pan de pasas. Despus se fueron todos, cada uno a su casa.

6,20 Cuando David s volva para bendecir a su familia, Micol, hija de Sal, le sali al encuentro y le dijo: Qu honor ms grande para el rey de Israel, haberse hoy mostrado medio desnudo a los ojos de las mujeres de sus servidores, como si fuese un cualquiera!

6,21 David le respondi: Yo danzaba en presencia de Yav. Juro por l, que me prefiri a tu padre y a toda tu familia para hacerme jefe de Israel, su pueblo, que yo volver a danzar delante de Yav,

6,22 y me rebajar ms an. No importa que t me desprecies, pues las mujeres de que hablas me apreciarn ms todava.

6,23 Y Micol, hija de Sal, no tuvo hijos hasta el da de su muerte.

La profeca de Natn

7,1 +David se haba establecido ya en su casa y Yav lo haba liberado de todos sus enemigos a la redonda.

7,2 Entonces, dijo al profeta Natn: Yo vivo en una casa cubierta de madera de cedro, mientras que el Arca de Yav est en una tienda de campaa.

7,3 Natn le respondi: Haz lo que te parezca mejor, porque Yav est contigo.

7,4 Pero, aquella misma noche le lleg a Natn una palabra de Yav:

7,5 Ve y dile a mi siervo David: Eres t quien me construir una casa para que yo permanezca en ella?

7,6 Desde que saqu a Israel de Egipto hasta el da de hoy no he tenido casa, sino que iba de un lado para otro, alojado en una tienda de campaa.

7,7 Mientras he caminado entre los israelitas, me he quejado acaso a quienes orden guiar a mi pue-blo? Les ped acaso que me edificaran una casa cubierta de cedro?

7,8 Esto dirs de mi parte a David: Te fui a buscar al campo y te saqu de detrs de las ovejas para hacerte jefe de mi pueblo.

7,9 He estado contigo en todas partes y he destruido ante ti a todos tus enemigos. Pero ahora voy a hacer que tu nombre sea famoso entre los grandes de la tierra.

7,10 Yo fijar un lugar para mi pueblo, Israel; all lo plantar y all quedar. Ya no lo molestarn ni lo seguirn oprimiendo sus enemigos como antes.

7,11 Desde el da en que constitu Jueces sobre mi pueblo, a ti te he concedido la paz con todos tus enemigos, y ahora te prometo construirte una casa.

7,12 As dice Yav: Cuando se hayan acabados tus das y vayas a descansar con tus padres, yo pondr en el trono a tu hijo, fruto de tus entraas, y afirmar su poder.

7,13 El me construir una casa y yo afirmar su poder para siempre.7,14 Yo ser para l un padre y l ser para m un hijo. Si hace el mal, yo lo corregir y lo pegar cmo se hace con los nios, pero lo seguir queriendo.

7,15 No lo tratar como a Sal, a quien elimin delante de ti.

7,16 Tu descendencia y tu reino estarn presentes ante m. Tu trono estar firme hasta la eternidad.

7,17 Natn comunic a David todo lo que haba odo en esta visin.7,18 Entonces vino el rey David y se instal en presencia de Yav y le dijo: Quin soy yo, Seor Yav, y qu es mi familia para que me hayas elevado tanto?

7,19 Pero esto te pareca todava demasiado poco, Seor Yav, y t extiendes tambin tus promesas a mis descendientes para un futuro lejano. Es as como actan los hombres, Seor Yav?

7,20 Qu ms podra decirte David? T sabes bien quin es tu servidor, Oh Seor Yav,

7,21 y por el mucho amor que le tienes has hecho estas cosas asombrosas que ahora le das a conocer.Qu grande eres, Seor Yav!

7,22 No hay nadie como t ni hay Dios fuera de ti, como lo hemos aprendido con nuestros propios odos.

7,23 Existe sobre la tierra un pueblo que sea como tu pueblo Israel, al cual viniste a rescatar para que fuera tu pueblo, y hacerlo famoso, realizando en su favor grandes y terribles cosas, y expul-sando delante de l a naciones y dioses?

7,24 T has puesto y afirmado a tu pueblo Israel, para que sea siempre tu pueblo, y t, Yav, has llegado a ser su Dios.

7,25 Ahora, Seor Yav, guarda siempre la promesa que has hecho a tu siervo y a su familia y acta como t lo has dicho.

7,26 Que tu nombre sea glorificado por siempre, y que todos digan: Yav Sebaot es Dios en Israel. La familia de tu servidor David estar firme ante ti,

7,27 pues t, Yav de los ejrcitos, Dios de Israel, le aseguraste a tu servidor que no desaparecera su familia. Por eso, tu servidor se ha atrevido a dirigirte esta plegaria.

7,28 S, Seor Yav, t eres Dios y eres sincero al hacer esta hermosa promesa a tu servidor.

7,29 Ahora dgnate bendecir la familia de tu siervo; que tu bendicin acompae siempre a mi familia, como t, Seor Yav, lo has dicho.

Las guerras de David

8,1 +David venci a los filisteos y los someti, quitndoles el control del pas.

8,2 Venci tambin a los moabitas; les haca tender en tierra y los meda con un cordel: dos cordeles que estaban destinados a la muerte, y un cordel, a los que perdonaba la vida. Los moabitas queda-ron sometidos a David y le pagaron contribuciones.

8,3 Venci, asimismo, a Hadadezer, hijo de Rejob, rey de Sob, cuando ste sali a extender su poder hasta el ro Eufrates.

8,4 David le captur mil setecientos hombres de a caballo y a veinte mil infantes. Desjarret a todos los caballos de los carros de guerra, reservndose solamente cien.

8,5 Los arameos de Damasco vinieron a socorrer a Hadadezer, pero David derrot a ese ejrcito de veintids mil hombres.

8,6 Despus de esto, David puso gobernadores en Aram de Damasco, y los arameos quedaron someti-dos a David, pagando impuestos. As Yav haca triunfar a David en todas partes.

8,7 David se apoder de los escudos de oro que llevaban los guardias de Hadadezer y los llev a Jerusa-ln.

8,8 Asimismo en Tebaj y Berotai, las ciudades de Hadadezer, se apoder de gran cantidad de bronce.

8,9 Al saber Tou, rey de Jamat, que David haba derrotado a todo el ejrcito de Hadadezer,

8,10 envi a su hijo Hadoram al rey David, para saludarlo y felicitarlo por haber atacado y vencido a Hadadezer, ya que ste era enemigo de Tou. Hadoram llevaba objetos de plata, de oro y de bronce.

8,11 El rey David los consagr tambin a Yav junto con la plata y con el oro que ya haba consagrado procedente de las naciones que l haba sometido:

8,12 Aram, Moab, los amonitas, los filisteos, Amalec, y lo que haba quitado a Hadadezer, hijo de Rejob, rey de Sob.

8,13 David se hizo famoso con la campaa de Edom, en la que derrot a un ejrcito edomita de dieciocho mil hombres en el valle de la Sal.

8,14 Puso gobernadores en Edom y todos los edomitas quedaron sometidos a David. Por todas partes donde iba David, Yav le daba la victoria.

8,15 +David reinaba sobre todo Israel, dictando normas y administrando justicia a todo el pueblo.

8,16 Joab, hijo de Servia, era jefe de su ejrcito; Josafat, hijo de Ajilud, era archivero;

8,17 Sadoc, hijo de Ajitub, y Abiatar, hijo de Ajimelec, eran sacerdotes. Seraya era secretario.

8,18 Banaas, hijo de Yoyad, mandaba a los quereteos y peleteos. Los hijos de David eran sacerdotes.

9,1 David pregunt: Queda todava algn hijo de Sal a quien pueda yo favorecer por consideracin a Jonatn?

9,2 Ahora bien, la familia de Sal tena un servidor llamado Sib. Se le llam al lado de David y el rey le dijo: Eres t Sib? El respondi: Para servirte.

9,3 Entonces le pregunt el rey. Queda alguien de la familia de Sal, para que yo lo trate como jur ante Dios? Sib respondi: Todava queda un hijo de Jonatn, tupido de ambas piernas.

9,4 Dnde est?, pregunt el rey, y Sib respondi: Est en casa de Maquir, hijo de Ammiel, en Lodabar.

9,5 David mand a buscarlo a la casa de Maquir.

9,6 Llegando al lado de David, Mipibaal, hijo de Jonatn y nieto de Sal, se inclin hasta tocar el suelo con su cara. David dijo: Mipibaal.

9,7 Y l respondi: Soy yo, para servirte. David le dijo: No temas, porque quiero tratarte con bene-volencia, por amor a tu padre Jonatn. Te devolver todas las tierras de Sal, tu padre, y todos los das comers a mi mesa.

9,8 Mipibaal volvi a inclinarse y dijo: Quin es tu servidor para que te hayas fijado en un perro muerto como yo?

9,9 Despus el rey llam a Sib, servidor de Sal, y le dijo: Todo lo que perteneca a Sal y a su familia, se lo doy al hijo de tu seor.

9,10 T, con tus hijos y tus esclavos, cultivars las tierras para l, y lo que coseches asegurar el sustento de la familia de tu amo. En cuanto a Mipibaal, el hijo de tu amo, comer todos los das a mi mesa. Sib tena quince hijos y veinte esclavos,

9,11 y respondi al rey: Tu siervo har todo lo que mi seor el rey le ordene; pero Mipibaal coma a mi mesa como uno de los hijos del rey.

9,12 Mipibaal tena un pequeo llamado Mik. Todos los que habitaban en la casa de Sib estaban al servicio de Mipibaal.

9,13 Pero Mipibaal resida en Jerusaln porque coma siempre a la mesa del rey. Era tullido de ambas piernas.

10,1 Despus de esto, muri el rey de los amonitas y le sucedi su hijo Jann.

10,2 David se dijo: Tratar a Jann, hijo de Najas, con benevolencia como su padre me trat a m, y David envi a sus servidores, para presentarle las condolencias por la muerte de su padre. Pero cuando los servidores de David llegaron al pas de Amn,

10,3 jefes dijeron a Jann, su seor: Crees que David te ha enviado condolencias por consideracin a tu padre? No ser ms bien a fin de explorar la ciudad, conocer sus defensas y ms tarde destrui-mos, por lo que David te ha enviado sus servidores?

10,4 Entonces Jann tom a los servidores de David, les hizo afeitar la mitad de la barba, cortar los vestidos a la altura de las nalgas y luego los despidi.

10,5 En cuanto David lo supo, mand gente que los fuera a encontrar, con este mensaje: Qudense en Jeric hasta que la barba les vuelva a crecer, y despus volvern. Pues esos hombres estaban muy avergonzados.

10,6 Los amonitas se dieron cuenta de que se haban hecho odiosos a David y enviaron mensajeros para contratar a veinte mil soldados arameos de Bet-Rejob y de Sob, a mil hombres del rey de Maak y a doce mil de Tob.

10,7 David, por su parte, envi a Joab con todo el ejrcito y su guardia real.

10,8 Los amonitas hicieron una salida y se formaron en orden de batalla a la entrada de la puerta, mien-tras que los arameos de Sab y de Rejob y los hombres de Tob y Maak estaban aparte en el campo.

10,9 Viendo que tena un frente de batalla delante de l y otro detrs, Joab eligi a lo mejor de Israel para enfrentar a los arameos,

10,10 y confi a su hermano Abisa el resto del ejrcito para hacerles frente a los amonitas.

10,11 Luego le dijo: Si los arameos me dominan, t vendrs en mi ayuda, y si los amonitas te dominan, yo ir a socorrerte.

10,12 Animo!, esforcmonos por nuestro pueblo y por las ciudades de nuestro Dios. Que Yav haga lo que le parezca bien.

10,13 Joab y la tropa que lo acompaaba se lanzaron al ataque contra los arameos y stos huyeron ante l.

10,14 Cuando los amonitas vieron que los arameos haban huido, retrocedieron ante Abisa y se encerraron en la ciudad. Entonces Joab puso fin a la campaa contra los amonitas y volvi a Jerusaln.

10,15 Al ver los arameos que haban sido vencidos por Israel, concentraron sus fuerzas.

10,16 Hadadezer mand mensajeros y moviliz a todos los arameos del otro lado del Jordn. Estos se concentraron en Jeln, encabezados por Sobac, jefe del ejrcito de Hadadezer.

10,17 Cuando lo avisaron a David, reuni todo Israel, pas el Jordn y lleg a Jelam. Los arameos presen-taron batalla a David y lucharon contra l, pero fueron derrotados por Israel.

10,18 David mat a los combatientes de setecientos carros de guerra, y cayeron cuarenta mil hombres de a pie. Tambin cay Sobac, el general en jefe, quien muri all mismo.

10,19 Todos estos reyes que seguan a Hadadezer, hicieron la paz con los israelitas a consecuencia de su derrota y quedaron sometidos. Y, en adelante, los arameos no se atrevieron ms a venir en ayuda de los amonitas.

Adulterio de David

11,1 +Al ao siguiente, en el tiempo en que los reyes salen a campaa, David mand a Joab con la guardia y todo el ejrcito. Derrotaron a los amonitas y sitiaron la ciudad de Rabb, mientras que l se qued en Jerusaln.

11,2 Una tarde, despus de haberse levantado de la siesta, se paseaba David por la terraza del palacio, y desde all vio a una mujer que se baaba. Era una mujer muy bella.

11,3 David orden que averiguaran quin era, y le dijeron: Es Betsab, esposa de Uras, el heteo.

11,4 La mand a buscar, la trajo a su casa y se acost con ella cuando acababa de purificarse de sus reglas.

11,5 Despus ella volvi a su casa. Pero qued embarazada y se lo comunic a David.

11,6 Entonces David envi un mensajero a Joab, pidindole que le enviara a Uras, el heteo.

11,7 Cundo lleg Uras, David le pregunt cmo estaba Joab y el ejrcito y cmo iba la guerra.

11,8 Despus le dijo: Baja a tu casa y descansa.

Cuando Uras sali del palacio, David mand detrs de l platos de su propia mesa,

11,9 pero Uras se acost a la entrada del palacio con los servidores del rey y no baj a su casa.

11,10 Cuando David lo supo, le dijo: No acabas de llegar de un viaje? Por qu no bajaste a tu casa?

11,11 Uras le respondi: El Arca, Israel y Jud viven en tiendas de campaa; mi general Joab y sus oficiales acampan al aire libre, cmo puedo yo ir a mi casa para comer, beber y dormir con mi esposa? Por Yav. y por tu vida, que no har tal cosa.

11,12 David le dijo entonces: Bueno, qudate aqu por hoy y maana te despedir.

As pues, Uras se qued aquel da en Jerusaln.

11,13 Al otro da David lo invit a comer y a beber con l, hasta que lo embriag; pero por la tarde Uras no baj a su casa, sino que durmi con los servidores del rey.

11,14 A la maana siguiente, David envi una carta a Joab por medio de Uras.

11,15 En ella le deca: Pon a Uras en la parte ms peligrosa de la batalla y djalo solo para que lo ma-ten.

11,16 Joab, que estaba sitiando la ciudad, puso a Uras en el lugar donde estaban los ms valerosos defen-sores.

11,17 En efecto, los sitiados hicieron una salida y mataron a varios hombres y oficiales de David, entre ellos a Uras, el heteo.

11,18 Joab envi un informe detallado del combate,

11,19 y orden al mensajero: Cuando hayas terminado de contar al rey cmo fue la batalla,

11,20 si l se enoja y te dice: Por qu se acercaron tanto a la ciudad?

11,21 No fue una mujer la que mat a Abimelec, hijo de Jerubaal, lanzndole una piedra de molino desde lo alto de la muralla, en Tebs? Por qu se han acercado a la muralla? Entonces t dirs: Tambin muri tu servidor Uras, el heteo.

11,22 Parti el mensajero y a su llegada comunic a David todo lo que Joab le haba ordenado.

11,23 David se enoj y le reproch al mensajero tal como lo haba previsto Joab. El mensajero le respon-di: Aquellos hombres nos atacaron por sorpresa, efectuando una salida a campo abierto, pero nosotros los rechazamos hasta la entrada de la puerta.

11,24 Fue entonces cuando sus arqueros nos dispararon desde lo alto de la muralla; algunos de los guar-dias del rey murieron y entre ellos, Uras, el heteo.

11,25 David dijo al mensajero: Trata de reanimar a Joab con este mensaje mo: No te aflijas por este asunto, porque la espada devora hoy a unos y al da siguiente a otros. Refuerza tu ataque contra la ciudad y destryela. As t le dars nimo.

11,26 Cuando la esposa de Uras supo que su marido haba muerto, hizo duelo por l. Terminado ste, David mand a buscarla, la llev a su casa y la tom por esposa. Ella, luego, dio a luz un hijo. Pero la accin que cometi David desagrad a Yav.

Natn reprocha a David

12,1 +Yav envi al profeta Natn donde David. Natn entr donde el rey y le dijo: En una ciudad haba dos hombres; uno era rico y el otro, pobre.

12,2 El rico tena muchas ovejas y bueyes;

12,3 el pobre tena slo una ovejita que haba comprado. La haba criado personalmente y la ovejita haba crecido junto a l y a sus hijos. Coma de su pan, beba de su misma copa y dorma en su falda. El la amaba como a una hija.

12,4 Un da, el hombre rico recibi una visita y, no queriendo matar a ninguno de sus animales para atender al recin llegado, rob la oveja del pobre y se la prepar.

12,5 Al orlo, David se enoj muchsimo con el hombre rico y dijo a Natn: Vive Yav! El que hizo tal cosa merece la muerte;

12,6 pagar cuatro veces el precio de la ovejita por haber actuado as sin ninguna compasin.

12,7 Natn le respondi: T eres ese hombre. Esto te dice Yav, Dios de Israel: Yo te ung rey de Israel y te libr de la mano de Sal.

12,8 Te entregu a la familia de tu seor y puse a tu disposicin sus mujeres; te di poder sobre Jud e Israel; y por si fuera poco te dara ms todava.

12,9 Por qu entonces me has despreciado, haciendo lo que no me gusta? T no slo fuiste el causante de la muerte de Uras, el heteo, sino que, adems, le quitaste su esposa. S, t lo has asesinado por la espada de los amonitas.

12,10 Pues bien, ya que me has despreciado y te has apoderado de la esposa de Uras, jams se apartar la espada de tu casa.

12,11 As habla Yav: Har que tu desgracia parta de tu misma casa. Tomar tus esposas en tu presencia y se las dar a otro, que se acostar con ellas en pleno da.

12,12 T hiciste esto sin que nadie lo supiera, pero yo cumplir esto que digo a la vista de todo Israel y a plena luz del da.

12,13 David dijo a Natn: Poqu contra Yav. Natn le respondi: Yav por su parte perdona tu pecado y no morirs.

12,14 Pero como ofendiste a Yav en este asunto, el hijo que te naci morir.

Dicho esto, Natn se march a su casa.

12,15 +Yav hizo que enfermara gravemente el nio que la mujer de Uras haba dado a luz, y estuvo muy mal.

12,16 David rog a Dios por el nio, ayun rigurosamente y, cuando volva a su casa, se acostaba en el suelo.

12,17 Los ancianos de su corte iban a rogarle que se levantara de ah, pero l no les haca caso Y se negaba a comer con ellos.

12,18 Cuando el nio muri, al sptimo da, todos temieron darle la noticia, pues decan: Cuando an viva el nio no haca caso de nuestros consejos; qu disparate no har si le decimos que muri el nio?

12,19 Pero por sus cuchicheos, David comprendi que su hijo haba muerto. Pregunt, pues: Ha muerto el nio? Y ellos le respondieron: Ha muerto.

12,20 Entonces se levant del suelo, se ba, se perfum, se puso ropa limpia y se fue luego a la Casa de Yav a orar.

Al volver a su casa pidi alimento y comi.

12,21 Sus oficiales le dijeron: Qu es lo que haces? Cuando el nio viva, ayunabas y llorabas, y ahora que ha muerto, te levantas y comes?

12,22 David les respondi: Mientras el nio viva ayun y llor, pues me deca: Quin sabe si Yav tenga compasin de m y el nio no muera?

12,23 Pero ahora que muri, por qu voy a ayunar? Puedo hacer que vuelva? Yo ir donde l, pero l no volver a mi.

12,24 Despus, David consol a Betsab, su esposa, y tuvo relaciones con ella y le dio otro hijo al que llam Salomn. Yav am a este nio,

12,25 y mand, por medio del profeta Natn, que le pusieran el nombre de Jedidia (es decir, Amado de Yav).

12,26 Joab atac Rabb de los amonitas y se apoder de la ciudad del rey.

12,27 Envi entonces unos mensajeros a David para decirle: Ataqu a Rabb y me apoder de la ciuda-dela.

12,28 Rene, pues, ahora el resto del ejrcito y ven a sitiar a la ciudad para que te apoderes de ella; no vaya a ser que la tome yo y fue le den mi nombre.

12,29 David reuni todo el ejrcito, fue a Rabb, asalt la ciudad y la tom.

12,30 Le quit al dios Milcom su corona, que pesaba treinta kilos, y puso de adorno en su turbante una piedra preciosa que all haba. El botn que llev de la ciudad fue enorme.

12,31 En cuanto a sus habitantes, los hizo salir de la ciudad, los puso a manejar la sierra, las rastras y las hachas de hierro y los hizo trabajar en la fabricacin ladrillos; lo mismo hizo con todas las ciudades de los amonitas. Y luego David y todo su ejrcito volvieron a Jerusaln.

Tragedias en la familia de David

13,1 +Esto es lo que ocurri despus: Absaln, hijo de David, tena una hermana muy bella llamada Tamar, y Amnn, hijo de David, se enamor de ella.

13,2 Ese amor por Tamar era tan violento que Amnn se lleg a enfermar, pues, sabiendo que era virgen, le pareca imposible conseguir algo de ella.

13,3 Amnn tena un amigo llamado Yonadab, hijo de Sim, hermano de David. Yonadab era un hom-bre muy astuto,

13,4 y le dijo: Qu te pasa, hijo del rey, que te veo cada da ms decado? Por qu no me lo dices? Amnn le respondi: Estoy enamorado de Tamar, hermana de mi hermano Absaln.

13,5 Yonadab le dijo: Qudate en cama, y cuando tu padre vaya a visitarte, dile: Da permiso a mi hermana Tamar para que venga a darme de comer; que me prepare algo aqu mismo, para que yo lo vea, y en seguida me lo sirva con sus propias manos.13,6 Amnn se acost y fingi estar enfermo. Vino el rey a visitarlo, y Amnn le dijo: Permite que venga mi hermana Tamar y prepare delante de mi un par de tortas; yo las tomar de su mano.

13,7 David mand decir Tamar, que estaba en su departamento: Anda a la casa de tu hermano Amnn; y preprale algo de comer.

13,8 Ella fue a casa de su hermano, que estaba acostado; tom harina; la amas y prepar las tortas delante de l.

13,9 Luego tom la sartn, las fri y se las present, pero Amnn no quiso comerlas. Y dijo: Que se retiren todos. Todos salieron de all.

13,10 Entonces Amnn dijo a Tamar: Trae el plato al dormitorio para que coma de tu mano. Y Tamar tom las tortas que haba preparado y se las llev a su hermano Amnn a su habitacin.

13,11 Cuando ella se acerc para darle de comer, l la tom y le dijo: Ven, hermana ma, acustate conmigo.

13,12 Pero ella le respondi: No, hermano mo! No me fuerces porque esto no se hace en Israel. No cometas esta infamia.

13,13 A dnde ira yo con mi deshonra? Y t seras un infame en Israel. Habla ahora mismo con el rey, el que seguramente no se negar a darme a ti en matrimonio.

13,14 pero l no quiso escucharla, sino que la agarr por la fuerza y la viol.

13,15 Despus Amnn le tom tanto odio que sobrepas el amor con que la haba amado y le dijo: Le-vntate, mrchate.

13,16 Ella respondi: No, hermano mo, pues si me echas, ste ser un mal peor que el que me acabas de hacer.

13,17 Pero l, en vez de atender a su splica, llam a un sirviente y le dijo: chamela afuera; que no quiero verla, y cierra luego la puerta. El servidor la ech fuera y cerr la puerta.

13,18 Ella llevaba puesta una tnica con mangas, pues as iban vestidas antiguamente las hijas del rey que no se haban casado.

13,19 Tamar tom un poco de tierra y se la ech en su cabeza, rasg su tnica y ponindose las manos en la cabeza, se fue gritando.

13,20 Su hermano Absaln le dijo: As que tu hermano Amnn se acost contigo?... Pero, no importa, hermana ma, pues, al fin y al cabo, es tu hermano. Qudate por ahora callada! Y Tamar perma-neci muy triste en casa de su hermano Absaln.

13,21 Cuando el rey David supo toda esta historia, se enoj en extremo, pero no quiso castigar a su hijo Amnn, pues era su preferido por ser el mayor.

13,22 En cuanto a Absaln, no le dijo ninguna cosa a Amnn, pero le tom odio por haber violado a su hermana Tamar.

13,23 Dos aos ms tarde, tena Absaln la esquila de sus ovejas en Baal-Jasor, y quiso convidar a todos los hijos del rey.

13,24 Fue, pues, a convidar al rey y a sus oficiales para que fueran a su casa.

13,25 Pero el rey le respondi: No, hijo mo, no es necesario que vayamos todos; eso va a ser mucha molestia para ti. Absaln insisti; pero l no quiso ir, y lo bendijo.

13,26 Entonces Absaln replic: Permite, al menos, que venga con nosotros mi hermano Amnn. El rey respondi: Por qu ha de ir contigo?

13,27 Pero Absaln insisti tanto que el rey consinti que fueran Amnn y todos sus hermanos.

Absaln prepar un banquete como de rey,

13,28 y dio esta orden, a sus servidores: Cuando Amnn est alegre por el vino y yo les diga: Atquenlo!, ustedes lo matarn. No tengan miedo en hacerlo, pues soy yo quien se lo manda. Animo, y no se acobarden!

13,29 Los servidores de Absaln trataron a Amnn tal como aqul se lo haba ordenado. Al ver esto, todos los hijos del rey se levantaron de la mesa, montaron cada uno en su mula y huyeron.

13,30 Todava estaban en camino, cuando lleg a. odos de David el rumor de que Absaln haba dado muerte a todos los hijos del rey, sin que escapara ninguno.

13,31 El rey se levant, rasgo sus vestiduras y se acost en el suelo; sus servidores tambin rasgaron sus vestiduras, pero permanecieron de pie a su lado.

13,32 Yonadab, hijo de Sim, hermano de David, intervino y dijo: No piense mi seor, el rey, que Murie-ron todos los Jvenes hijos del rey.

13,33 No; slo Amnn ha muerto, pues Absaln haba decidido eliminarlo desde el da en que Amnn viol a su hermana Tamar. Qutese, pues, oh seor, esa idea de la cabeza de que han muerto todos sus hijos.

13,34 El nico que muri fue Ammn, y Absaln huy.

Un joven que estaba de viga divis a un gran grupo de gente que descenda por el camino de Bajurim. Fue inmediatamente a comunicrselo al rey.

13,35 Entonces Yonadab dijo al. Rey: No ves que era cierto lo que te deca? Esos son tus hijos, que vienen llegando.

13,36 Apenas haba terminado de hablar cuando entraron los hijos del rey, gritando y llorando. Tambin el rey y sus acompaantes se pusieron a llorar.

13,37 Absaln, por su parte, haba ido a refugiarse en casa de Talmay, hijo de Amijur, rey de Guesur, donde permaneci tres aos.

13,38 Durante todo ese tiempo el rey guard luto por su hijo.

13,39 Despus desapareci su rencor contra Absaln, pues se haba consolado de la muerte de Amnn.

14,1 Joab, hijo de Sarvia, se dio cuenta de que David estaba preocupado por Absaln.

14,2 Entonces mand buscar a Tecoa a una mujer inteligente y le dijo: Te ruego finjas estar de duelo. Vstete de luto y no te perfumes con aceite de modo que parezcas una mujer que desde hace tiempo lleva luto por un muerto.

14,3 Luego presntate al rey y dile estas palabras. Joab le ense lo que tendra que decir.

14,4 La mujer fue, pues, a ver al rey, se inclin hasta tocar el suelo con su cara y dijo: Aydame, rey.

14,5 El rey le pregunt: Qu te pasa? Soy viuda, pues mi esposo muri. Yo, tu sierva, tena dos hijos.

14,6 Los dos pelearon en el campo, no haba nadie para separarlos, y uno de ellos golpe al otro hasta dale muerte.

14,7 Pues ahora la familia me exige que le entregue al que mat a su hermano. Nosotros tenemos que matarlo, dicen, para vengar a su hermano. Y as van a acabar con el heredero, y apagarn la brasa que me queda; con esto no habr nadie para conservar el apellido de mi marido sobre la tierra.

14,8 El rey dijo a la mujer: Puedes irte a tu casa; que intervendr personalmente en tu asunto.

14,9 Ella le contest: Que la culpa recaiga sobre mi y sobre mi familia; que el rey y su trono perma-nezcan inocentes.

14,10 El rey dijo: Si alguien te amenaza, tremelo y no te molestar ms.

14,11 Ella replic: Que el rey se digne jurar por el nombre de Yav, su Dios, para que l vengador de la sangre no aumente mi desgracia dando muerte a mi hijo. Entonces l dijo: Vive Yav, que no caer en tierra un solo cabello de tu hijo.

14,12 La mujer aadi: Podra decirte algo ms, oh rey, mi seor?

14,13 El rey dijo: Habla. Y ella prosigui: T mismo, al dictar esta sentencia, te declaras culpable por haber ordenado que no vuelva ms el que ha huido.

14,14 Todos somos mortales y as como el agua que se derrama en tierra no se puede recoger, as tampoco Dios devuelve la vida. Vaya pues, pensando el rey cmo hacerlo para que el desterrado no siga lejos de l.

14,15 Si he venido a habla contigo de este asunto, es porque el pueblo me ha obligado a hacerlo, y pens: Hablar al rey, posiblemente oiga mi peticin.

14,16 Si el rey consiente ayudarme cuando le cuente lo del hombre que trata suprimimos de la tierra de Dios, a m y a mi hijo,

14,17 entonces, con mayor razn, dar tambin la respuesta que pueda traemos la paz. Pues l es como el ngel de Dios para comprender el bien y el mal Que Yav, tu Dios, sea contigo.

14,18 Entonces el rey dijo a la mujer: Te pido que digas la verdad de todo cuanto voy a preguntarte: La mujer respondi: Diga mi seor, el rey.

14,19 El pregunt: Todo esto no es acaso una maquinacin de Joab? Ella respondi: Por tu vida, seor mi rey, que es tal como t dices. Efectivamente, fue tu servidor quien me mand y quien me dijo lo que deba decirte.

14,20 todo esto lo hizo para disimular el asunto. Pero mi seor tiene la sabidura de un ngel de Dios y sabe todo lo que pasa sobre la tierra.

14,21 El rey mand llamar a Joab y le dijo: Bien, de acuerdo, haz lo necesario para que vuelva el joven Absaln.

14,22 Joab se puso de rodillas con el rostro en tierra y bendijo al rey diciendo: Ahora s que me aprecias de veras, pues ests dispuesto a hacer lo que te pido.

14,23 Joab se encamin hacia Guesur e hizo venir a Absaln a Jerusaln.

14,24 Pero el rey dijo: Que se retire a su casa; yo no lo quiero ver. Absaln se retir a su casa y no pudo ver al rey.

14,25 En todo Israel no haba un hombre tan admirado por su belleza como Absaln. No tena ni un defecto desde la planta de los pies hasta la cabeza.

14,26 Cuando se cortaba el cabello, llegaba ste a pesar cerca de un kilo y medio. Y se lo cortaba una vez al ao, porque se le pona tan pesado que se vea obligado a hacerlo.

14,27 Tuvo tres hijos y una hija que se llamaba Tamar y era muy bella.

14,28 Absaln permaneci dos aos en Jerusaln ver al rey.

14,29 Llam a Joab para enviarlo al rey, pero Joab no quiso ir. Lo llam por segunda vez, pero tampoco quiso ir.

14,30 Entonces Absaln dijo a sus servidores: Ustedes conocen el campo de Joab sembrado de cebada, que est junto al mo. Pues bien, vayan all y prndanle fuego. Los servidores de Joab, por su par-te, vinieron con sus ropas desgarradas a decirle a su amo que los trabajadores de Absaln haban incendiado su campo.

14,31 Entonces Joab fue a casa de Absaln y le dijo: Por qu tus siervos han prendido fuego a mi cam-po?

14,32 Absaln respondi: Te mand llamar para enviarte al rey con este mensaje: Para qu he vuelto de Guesur? Hubiera sido mejor para m quedarme all. Ahora quiero ver el rostro del rey; si soy culpable, que me haga morir.

14,33 Joab fue donde el rey y se lo comunic. Entonces el rey llam a Absaln, quien se present donde l y se postr en su presencia. Entonces el rey bes a Absaln.

15,1 Despus de esto, Absaln se equip un carro, unos caballos y cincuenta hombres iban delante de l.

15,2 Absaln se levantaba muy temprano y se pona junto al camino que lleva a la Puerta, y cada vez que un hombre vena al tribunal del rey, por algn pleito, lo llamaba y le preguntaba: De qu ciudad eres t? Y si el otro responda: Soy de una de las tribus de Israel, entonces Absaln le deca:

15,3 Mira, tu causa es buena y justa, pero no habr nadie que te escuche de parte del rey.

15,4 Y continuaba: Ah, si yo pudiera administrar justicia en este pas, todos los que tuvieran pleitos que resolver vendran a m y yo les hara justicia!

15,5 Cuando alguien se acercaba para agacharse ante l, tenda la mano para detenerlo y lo besaba.

15,6 De esta manera actuaba Absaln con todos los israelitas que llegaban al tribunal del rey y as se iba ganando su cario.

15,7 Al cabo de cuatro aos, Absaln dijo al rey: Dame permiso para ir a Hebrn, a cumplir el voto que hice a Yav;

15,8 pues cuando estaba en Guesur, en Aram, hice este voto: Si Yav me hace volver a Jerusaln, le ofrecer un sacrificio en Hebrn.

15,9 Respondi el rey: Que te vaya bien. Absaln se despidi y se fue a Hebrn. Absaln se rebela contra su padre

15,10 +Absaln envi a todas las tribus de Israel el siguiente mensaje: Cuando sientan tocar las trom-petas, griten: Absaln se ha proclamado rey en Hebrn!15,11 Haba salido de Jerusaln con doscientos hombres invitados por l, que lo acompaaban sin saber lo que tramaba.

15,12 Hizo venir desde la ciudad de Guil al consejero de su padre, Ajitofel, quien le acompa mientras haca sus sacrificios. La conjuracin iba hacindose poderosa y el nmero de sus partidarios aumen-taba cada vez ms.

15,13 Cuando David supo que Absaln se haba captado las simpatas de la gente de Israel,

15,14 dijo a todos sus servidores que estaban con l en Jerusaln: Huyamos luego, porque no podemos resistir a Absaln. Salgamos sin demora, no sea que nos ataque de repente, nos inflija una derrota y pase la ciudad a cuchillo.

15,15 Sus oficiales le respondieron: Sea cual fuere tu decisin, cuenta con tus servidores.

15,16 Entonces el rey sali a pie, con toda su familia. Slo quedaron diez concubinas para cuidar el palacio.

15,17 El rey sali con el pueblo y se detuvo cuando llegaron a la ltima casa de la ciudad.

15,18 Todos sus servidores desfilaban a su lado y delante de l pasaban los mercenarios kereteos y filis-teos: seiscientos hombres que haban venido de Gat y que siempre lo acompaaban.

15,19 David dijo a su jefe, Ita. No vengas con nosotros, vuelve y qudate con el nuevo rey. Eres un extranjero,

15,20 un desterrado de tu pas. Apenas llegaste ayer y no es justo que hoy, te haga correr la misma suerte que yo. Regresa con tus hombres y que Yav tenga compasin de ustedes.

15,21 Ita le contest: Juro por Yav y por tu vida que dondequiera que vaya el rey, mi seor, sea para morir o para vivir, all tambin estar yo, tu servidor.

15,22 Entonces David le dijo: Vamos y acompame. De este modo, Ita de Gat, con todos sus hombres y toda su familia, acompaaron al rey.

15,23 Todos lloraban en voz alta, mientras desfilaba la gente. El rey atraves el torrente Cedrn, y toda la gente pas al oriente del camino que bordea el desierto.

15,24 El sacerdote Sadoc y todos los levitas llevaban el Arca de la Alianza. La colocaron junto a Abiatar hasta que todos salieron de la ciudad.

15,25 Entonces el rey dijo a Sadoc: Devuelve el Arca de Dios a la ciudad, porque si l quiere; me har para ver el Arca y su Santuario.

15,26 Pero si no le agrado, que haga conmigo lo que le parezca.

15,27 T y tu hijo Ajims, junto con Abiatar y su hijo Jonatn, vuelvan en paz a Jerusaln.

15,28 Miren, yo me voy a detener en los pasos del desierto esperando que ustedes me manden noticias.

15,29 Entonces, Sadoc y Abiatar volvieron con el Arca a Jerusaln y se quedaron all.

15,30 David suba el ceno de los Olivos llorando, con la cabeza cubierta y los pies descalzos. Todos los que lo acompaaban hacan otro tanto. Humillacin de David

15,31 Cuando supo David que Ajitofel era uno de los conjurados con Absaln, exclam Que Yav vuelva intiles todos los consejos de Ajitofel!

15,32 Al llegar David a la cumbre donde se adora a Dios, sali a su encuentro Jusay el arquita, amigo de David, con la tnica desgarrada y la cabeza cubierta de polvo.

15,33 David le dijo: Si vas conmigo, sers para m una carga.

15,34 Me sers ms til si vuelves a la ciudad y vas a decir a Absaln: Seor, mi rey, as como serv antes a tu padre, as quiero ahora servirte a ti. Y luego te opondrs a los planes de Ajitofel yacon-sejars lo que a m me conviene.

15,35 Los sacerdotes Sadoc y Abiatar tambin estn de mi parte. Por eso, todo lo que oigas en el palacio se lo comunicars a ellos,

15,36 para que, a su vez, me lo transmitan a mi por intermedio de sus dos hijos Ajims y Jonatn.

15,37 Jusay; amigo de David, entr en la ciudad, en el momento en que Absaln llegaba a Jerusaln.

16,1 Apenas pas David la cumbre, vino a su encuentro Sib, servidor de Mipibaal, con un par de burros cargados con doscientos panes, cien racimos de uvas pasas, cien frutas de la estacin y un botelln vino.

16,2 Como el rey le preguntaba qu iba a hacer con eso, respondi: Los burros son para que monte en ellos la familia del rey; el pan y las frutas, para que se alimenten los jvenes; el vino, para que beban los que se cansen en el desierto.

16,3 El rey pregunt: Dnde est el hijo de tu seor? Sib respondi: Se qued en Jerusaln, pues se dijo: Hoy la gente de Israel me devolver el reino de mi padre.

16,4 Entonces el rey dijo: Todo lo que posea Mipibaal ahora es tuyo. Y Sib, arrodillndose, le dijo: No s cmo agradecrtelo, oh, rey, mi seor!

16,5 Al llegar a Bajurim, sali a su paso, insultndolo, un hombre de la familia de Sal, llamado Seme.

16,6 Lanzaba piedras a David y a sus oficiales, sin importarle la gente y los guardias que rodeaban al rey.

Maldeca al rey en estos trminos:

16,7 Vete, vete, hombre sanguinario y perverso.

16,8 Yav hace recaer sobre tu cabeza toda la sangre de la familia de Sal, que masacraste. As como t le quitaste el trono a Sal, as tambin Yav se lo ha dado a tu hijo Absaln. T eres un criminal, por eso te persigue la desgracia.

16,9 Abisa, hijo de Sarvia, dijo al rey: Cmo se atreve ese perro hediondo a insultarte? Djame pasar el torrente, y le corto la cabeza.

16,10 Pero el rey respondi: Ustedes nunca me comprendern, hijos de Sarvia! Si Yav le orden que me maldijera, quin podr preguntarle por qu lo hace?

16,11 Y David dijo a Abisa y a sus servidores: Si mi propio hijo quiere matarme, con mayor razn este hombre d la tribu de Sal. Djenlo que me maldiga si Yav se lo ha mandado.

16,12 Ojal que viendo mi angustia, Yav se apiade de m y cambie mi desgracia de hoy en felicidad:

16,13 David y su gente siguieron su camino, mientras Seme, desde el otro lado de la quebrada, conti-nuaba maldicindolo, tirando piedras y levantando polvo.

16,14 Llegaron agotados a un lugar donde recuperaron las fuerzas.

16,15 Absaln, acompaado de Ajitofel, entr con todos los hombres de Israel en Jerusaln.

16,16 Jusay, el arquita, amigo de David, le vino a saludar; Viva el rey!

16,17 Absaln le dijo: Este era el aprecio que tenas por tu amigo? Por qu no te fuiste con l?

16,18 Jusay respondi: No, yo pertenezco y yo servir a aquel que Yav, todo el pueblo y todos los hombres de Israel han elegido.

16,19 Por lo dems, a quin: voy a servir?, no eres t el hijo de David? Como he servido a tu padre, as te servir.

16,20 Absaln dijo a Ajitofel: Dganme qu es lo que vamos a hacer?

16,21 Ajitofel respondi: Acustate con las concubinas de tu padre, que dej para guardar el palacio; as todo Israel sabr que rompiste totalmente con tu padre y tus partidarios cobrarn ms nimo.

16,22 Levantaron, pues, para Absaln una tienda en la terraza, y todo Israel lo vio entrar con las concubi-nas de su padre. En ese tiempo los consejos de Ajitofel eran tenidos como palabras de Dios, tanto por David como por Absaln.

17,1 Ajitofel dijo a Absaln: Djame elegir doce mil hombres para ir en persecucin de David esta misma noche.

17,2 Me dejar caer cuando est cansado y sin fuerzas; lo tomar por sorpresa y toda la gente que est con l huir. As matar al rey solo

17,3 y te traer de vuelta a todo el pueblo, como viene la novia a su esposo. Pues lo que t quieres es la vida de uno solo; en cambio, al pueblo no le pasar nada.

17,4 La idea agrad a Absaln y a todos los dirigentes de Israel.

17,5 Sin embargo, Absaln dijo: Llamen tambin a Jusay, el arquita, para saber lo que piensa.

17,6 Cuando ste lleg, Absaln le pregunt: Qu te parece lo que nos ha propuesto Ajitofel? Lo crees conveniente?

17,7 Jusay contest: Por esta vez, al menos, no es bueno el consejo de Ajitofel.

17,8 Pues t sabes que tu padre y sus hombres son gente decidida y estn envalentonados como si a una osa en el campo le quitaran su cra. Tu padre sabe mucho de guerra y no se queda a descan-sar de noche con sus tropas.

17,9 Seguro que ahora est escondido en alguna caverna u otro lugar. Si al principio caen algunos de los nuestros, se dir que han sido derrotadas las tropas de Absaln.

17,10 Y suceder que hasta los ms valientes, cuyo coraje es semejante al de un len, se desanimarn porque todo Israel sabe que tu padre y los que estn con l son valientes.

17,11 Por eso ms bien te aconsejo que mandes reunir a todo Israel, desde Dan hasta Berseb, y que t mismo marches al frente de ese ejrcito, tan numeroso como las arenas del mar.

17,12 Atacaremos a David dondequiera se encuentre; caeremos sobre l como el roco sobre la tierra, y no dejaremos con vida ni a l, ni a ninguno de los hombres que lo acompaan.

17,13 Si se retira a una ciudad, todo Israel juntar cordeles para echar esa ciudad a una quebrada, hasta barrerla de la superficie.

17,14 Absaln y todos los israelitas dijeron: El consejo de Jusay, el arquita, es mejor que el de Ajitfel Es que Yav haba decidido que no se tomara en cuenta el hbil plan de Ajitofel para que le fuera mal a Absaln.

17,15 Despus Jusay dijo a los sacerdotes Sadoc y Abiatar Esto ha aconsejado Ajitofel a Absaln y a los dirigentes de Israel, y esto he aconsejado yo.

17,16 Ahora comunquenle a David que no pase la noche en los pasos del desierto, sino ms all, pues el rey y su ejrcito corren el riesgo de ser exterminados.

17,17 Jonatn yAjims estaban junto a la fuente de Roguel. Una sirvienta fue a avisarles para que ellosfueran a comunicarlo al rey, pues no podan dejarse ver entrando en la ciudad.

17,18 Pero los vio un joven que fue con el cuento a Absaln. Los dos, sin embarg, caminando muy rpido, alcanzaron a llegar a casa de un hombre de Bajurim que tena un pozo en el patio, y allse metieron.

17,19 La mujer tom una manta, tap con ella el pozo y esparci encima grano partido para que no se notara.

17,20 Los servidores de Absaln entraron en la casa de la mujer y preguntaron: Dnde estn Ajims y Jonatn? Ella respondi: Ya han pasado el estanque. Se pusieron a buscarlos, pero como nolos encontraron se volvieron a Jerusaln.

17,21 Una vez que se marcharon los servidores de Absaln, los otros salieron del pozo y fueron a infor-mar al rey David: Levntate y pasa rpidamente el Jordn, porque ste es el consejo que ha dado Ajitofel contra ustedes.

17,22 David y todo el ejrcito que lo acompaaba se pusieron en camino y pasaron el Jordn, de modoque al amanecer todos lo haban pasado.

17,23 Cuando vio Ajitofel que no haban seguido su consejo, ensill a su burro y parti a su ciudad. Una vez en su casa, puso todo en regla y luego se ahorc. Su cadver fue sepultado junto a su padre.

17,24 David haba llegado a Majanam cuando Absaln atravesaba el Jordn con todos los israelitas.

17,25 Absaln haba puesto a la cabeza del ejrcito a Amas, en lugar de Joab. Amas era hijo de unhombre llamado Jitr, ismaelita, que se haba unido con Abigal, hija de Jes, hermana de Sarvia, madre de Joab.

17,26 Absaln y los hombres de Israel pasaron al pas de Galaad e instalaron all su campamento.

17,27 En cuanto lleg David a Majanam, Sob, del pueblo de Rabbat-Amn, junto con Maquir, del pueblo de Lodebar y Barzilay, el galaadita de Roguelim,

17,28 trajeron colchones, mantas, vasijas, como tambin trigo, cebada, harina, granos tostados, habas,lentejas, miel, mantequilla y queso de oveja y de vaca, para que David y su gente pudieran alimen-tarse,

17,29 pues pensaban: Todos han sufrido hambre, sed y cansancio en el desierto.

18,1 David pas revista a su ejrcito y puso a la cabeza jefes de mil y de cien. Luego lo dividi en tres cuerpos. 18,2 Un tercio a las rdenes de Joab; otro, a las rdenes de Abisa, hijo de Sarvia, hermano de Joab, y el otro tercio, a las rdenes de Ita de Gat. Despus David dijo al ejrcito: Yo tambin ir conustedes.18,3 La tropa respondi: T no debes ir, pues a nadie le llamara la atencin si huimos o si muere lamitad de nosotros; t, en cambio, eres como diez mil de nosotros. Es mejor que te quedes en la ciudad y puedas socorremos.18,4 El rey les dijo: Har lo que ustedes digan; y se qued junto a la puerta, mientras el ejrcito sala por grupos de cien y de mil.18,5 El rey orden a Joab, a Abisa y Ita lo siguiente: Por el amor que me tienen, traten bien a Absa-ln.18,6 Y todo el ejrcito supo que el rey haba dado esta orden a los jefes. Derrota y muerte de Absaln

+El ejrcito de David sali al campo contra la gente de Israel y pelearon en los bosques de Efram.

18,7 Los de Israel fueron derrotados por los seguidores de David; fue una gran derrota en que murie-ron veinte mil hombres.

18,8 La batalla se haba extendido por todos los alrededores y perecieron ms hombres en las barran-cas del bosque que en el combate.

18,9 Absaln iba montado en su mula, cuando se encontr con los hombres de David. Al tratar de pasar el animal por debajo de una encina, se le enred el cabello a Absaln en las ramas, quedando colga-do entre cielo y tierra mientras la mula segua su camino.

18,10 Alguien lo vio y fue a anuncirselo a Joab.

18,11 Joab le dijo al que le traa la noticia: Ya que lo viste as, por qu no lo mataste? Te habra re-compensado con diez monedas de plata y un cinturn.

18,12 El hombre respondi: No matara al hijo del rey ni aunque me hubieras puesto en las manosmil monedas de plata, pues estbamos presentes cuando el rey les orden a ustedes que por amor a l no mataran a Absaln.

18,13 Si yo hubiera actuado en contra de mi conciencia, el rey lo habra al fin sabido y t mismo no me habras defendido.

18,14 Joab le respondi: No tengo tiempo que perder contigo.

Y yendo al rbol de donde colgaba Absaln, le clav personalmente tres dardos en el corazn, cuando an estaba vivo.

18,15 Entonces se acercaron diez jvenes escuderos de Joab y lo remataron.

18,16 Despus de esto, Joab hizo tocar las trompetas para que el ejrcito dejara de perseguir a Israel.

18,17 En seguida tiraron el cuerpo de Absaln a una gran fosa en el bosque, y amontonaron piedras encima.

Entre tanto, todos los israelitas se haban dispersado, yendo cada uno a su lugar.

18,18 Absaln se haba hecho levantar, en vida, un monumento en el valle del rey, pues deca: Yo no tengo hijos para conservar el recuerdo de mi nombre. Haba puesto su nombre al monumento, que todava hoy se llama el monumento de Absaln.

18,19 Ajims, hijo de Sadoc, dijo: Djame ir corriendo a anunciar al rey la buena noticia de que Yav lo ha librado de manos de sus enemigos.

18,20 Joab le respondi: T no sers por ahora el mensajero, pues la noticia que hay que llevar no es buena, sino mala, ya que ha muerto el hijo del rey. Ser para otra vez.

18,21 Entonces Joab dijo a un cusita: Anda a comunicarle al rey lo que has visto. El cusita se arrodill ante Joab y fue corriendo.

18,22 Ajims, hijo de Sadoc, insisti nuevamente y dijo a Joab: Pase lo que pase, djame correr tras el cusita. Joab le respondi: Por qu quieres correr, hijo mo? Esta noticia no te traer recom-pensa.

18,23 Ajims prosigui: No importa. Djame ir. Joab le replic: Bueno, anda. Ajims corri por el camino de la llanura y adelant al cusita.

18,24 David estaba sentado entre las dos puertas. El centinela que estaba apostado encima de la muralla vio que un hombre solo se acercaba corriendo. Anuncian a David la muerte de Absaln

18,25 El centinela anunci al rey que un hombre se acercaba solo. El rey dijo: Si viene solo es porque trae buenas noticias.18,26 Mientras se acercaba este hombre, el centinela de la puerta vio a otro que llegaba corriendo y lo anunci al rey. David dijo: Tambin ste trae buenas noticias.18,27 En este momento, el centinela dijo: Por el modo de correr, el primero me parece Ajims, hijo de Sadoc. David respondi: Es un hombre valioso; por tanto, trae buenas noticias.18,28 Arrodillndose delante del rey, Ajims le dijo: Oh rey, bendigamos a Yav, tu Dios, porque des-truy a los que se rebelaban contra ti.

18,29 David pregunt: Est bien el joven Absaln? Ajims le contest: Cuando Joab me enviaba, vi un gran alboroto, pero no supe qu era.

18,30 El rey le dijo: Qudate junto a m. Y se qued.

18,31 En ese momento lleg el otro mensajero, el cusita, diciendo: Oh mi rey, buenas noticias! Yav te hizo justicia y te libr de todos tus enemigos.

18,32 David le pregunt: Cmo est el joven Absaln? El cusita contest: Que tengan la suerte de ese joven todos los enemigos de mi seor, el rey.

19,1 El rey se emocion mucho, subi a la habitacin que haba sobre la puerta y se puso a llorar, di-ciendo entre sollozos: Absaln, hijo mo! Hijo mo! Hijo mo, Absaln! Ojal yo hubiera muerto en lugar tuyo, hijo mo!

19,2 Joab supo que el rey lloraba y se lamentaba por Absaln.

19,3 Y aquel da, la victoria se cambi en luto para todo el ejrcito, pues todos supieron que el rey lloraba la muerte de su hijo.

19,4 Por ello, las tropas entraron a la ciudad silenciosamente, como entra avergonzada la gente, despus de huir de la batalla.

19,5 El rey, mientras tanto, con el rostro cubierto, daba fuertes gritos, diciendo: Hijo mo, Absaln!, Absaln, hijo mo..., hijo mo!

19,6 Joab entr a la casa del rey y le dijo: Hoy llenas de vergenza a todos los que lucharon por ti, salvando tu vida y la de toda tu familia.

19,7 Pues, con tu actitud, muestras que amas al que te odia y que odias al que te ama. Hoy has mostrado lo poco que te importan tus oficiales y tus soldados, y bien se ve que estaras feliz sihubiramos muerto todos nosotros y no Absaln.

19,8 Por ello, levntate; sal y agradece a tus soldados, que si no sales, te juro por Yav que esta misma noche no te quedar ningn soldado y sta ser la peor de las desgracias que te haya sucedido desde tu niez hasta el da de hoy. David vuelve a Jerusaln

19,9 Entonces el rey se levant y se sent junto a la Puerta. Cuando se supo que el rey estaba sentado a la Puerta, vino todo el ejrcito a presentarse delante de l.

Los de Israel haban huido cada uno a su hogar.

19,10 En todas las tribus de Israel se escuchaba la misma queja: El rey nos libr de nuestros enemigos, nos salv de los filisteos y ahora tuvo que huir lejos de Absaln.

19,11 Pero como Absaln, a quien habamos ungido como nuestro rey, ha muerto en la batalla, por qu no hacen algo para que vuelva el rey.

19,12 Al saberlo el rey, mand decir a los sacerdotes Sadoc y Abiatar Digan a los dirigentes de Jud: Por qu van a ser los ltimos en hacer que el rey vuelva a su casa?

19,13 Ustedes, que son mis hermanos, de mi misma raza, van a ser los ltimos?

19,14 Digan tambin a Amas: No eres t de mis huesos y de mi carne?, que Dios me castigue si no te hago para siempre jefe de mi ejrcito, en lugar de Joab.

19,15 Entonces todos los hombres de Jud se pusieron de acuerdo como un solo hombre y mandaron a decir al rey: Vuelve t con toda tu gente.

19,16 El rey volvi y lleg al ro Jordn. Los de Jud haban llegado hasta Guilgal, para salir y encontrar al rey, y ayudarlo a pasar el Jordn.

19,17 Seme, hijo de Guera, de la tribu de Benjamn, que era de Bajurim, baj apresuradamente con los hombres de la tribu de Jud al encuentro del rey David.

19,18 Lo acompaaban mil hombres de la tribu de Benjamn. Tambin Sib, mayordomo de la familia de Sal, vino con sus quince hijos y veinte servidores. Pasaron el Jordn antes que el rey y se pusieron a su disposicin,

19,19 ayudando a vadear el ro a la familia del rey y haciendo todo lo que ste les peda.19,20 En cuanto a Seme, hijo de Guera, se present al rey cuando hubo pasado el Jordn y le dijo: Que mi seor el rey perdone y olvide la falta que comet yo, su siervo, el da en que sala de Jerusaln; que no le d importancia,

19,21 porque reconozco que he pecado y por eso hoy he sido el primero en la tribu de Jos en venir a su encuentro.

19,22 Entonces intervino Abisa, hijo de Sarvia, diciendo; Acaso Seme no merece la muerte por haber maldecido al ungido de Yav?

19,23 Pero David le contest: Lbreme Dios de pensar como ustedes, hijos de Sarvia! Por qu me dan este mal consejo? En un da como ste va a morir alguien en Israel?

19,24 Acaso no me doy cuenta que hoy vuelvo a ser rey de Israel? Y dijo a Seme. No morirs. Y el rey se lo jur.

19,25 Tambin vino a su encuentro Mipibaal, hijo de Sal, que no se haba lavado los pies ni las manos, ni arreglado su bigote, ni lavado su ropa, desde el da en que el rey se haba marchado hasta que volvi en paz.

19,26 Cuando lleg de Jerusaln al encuentro del rey, ste le dijo:19,27 Mipibaal, por qu no viniste conmigo? El respondi: Porque mi servidor me enga, pues yo, siervo tuyo, le dije: Ensilla el burro para montar en l e ir con el rey, porque soy cojo.19,28 El me ha calumniado ante ti. Pero, como mi seor rey es como un ngel de Dios, haz lo que mejor te parezca,19,29 porque toda la familia de mi padre mereca la muerte de parte del rey y, sin embargo, t me has puesto entre los que comen a tu mesa. Con qu derecho, pues, podr exigirte algo?19,30 El rey le respondi: Para qu tantas palabras? He decidido que t y Sib se repartan las tierras.

19,31 Mipibaal dijo al rey: Puede llevrselo todo, ya que mi seor el rey ha vuelto en paz a su casa.

19,32 Barzilay, el anciano galadita de ochenta aos, baj tambin de Roguelim para acompaar al rey en el paso del Jordn.

19,33 El le haba proporcionado alimentos durante su permanencia en Majanam, pues era un hombre de buena situacin.

19,34 El rey le dijo: Ven conmigo y en tu vejez te mantendr junto a m en Jerusaln.

19,35 Pero Barzilay respondi: Me quedan pocos aos de vida para subir con el rey a Jerusaln.

19,36 Tengo ochenta aos. Ya no distingo lo bueno y lo malo. Ya no saboreo ni lo que como ni lo que bebo, ni siquiera puedo or la voz de los cantores.

19,37 Para qu voy a ser una carga para ti? Te acompaar un poco ms all del Jordn, pero no veo por qu me concedes esta recompensa.

19,38 Permteme volver a mi ciudad para morir junto al sepulcro de mi padre y de mi madre. Que mi hijo Kimham, aqu presente, siga contigo.

19,39 Dale lo que t quieras. El rey contest: Que venga conmigo Kimham; har por l lo que quieras, y cuanto t me pidas te lo conceder.19,40 +Despus del rey, todo el pueblo atraves el ro Jordn. David bes y bendijo a Barzilay y este volvi a su casa.

19,41 El rey se dirigi a Guilgal, acompaado de Kimham, de todo el ejrcito de Jud y de la mitad del ejrcito de Israel.

19,42 Los hombres de Israel se acercaron al rey y le dijeron: por qu nuestros hermanos, los hombres de Jud, te han poco menos que secuestrado? Ellos te han hecho cruzar el Jordn a ti con toda tu familia y todos tus partidarios.

19,43 Al or esto, los hombres de Jud les respondieron: Lo hacemos porque el rey es nuestro pariente. Qu sacan con enojarse por eso? Acaso vivimos a costillas del rey o nos ha hecho algn regalo especial?

19,44 Los de Israel respondieron: Tenemos ms derechos que ustedes sobre el rey, pues somos diez por uno, por qu, pues, nos ofenden de esa manera? Adems el rey nos debe ms que a ustedes. No hemos sido los primeros en hacer volver al rey David? Pero los de Jud contestaron con palabras ms duras.Rebelin de Seb

20,1 Haba all un hombre perverso llamado Seb, hijo de Bikr, de la tribu de Benjamn, que hizo sonar la trompeta y dijo: Nada tenemos que ver con David ni con su herencia! Vyase cada uno a su hogar, Israel! 20,2 Y todos los hombres de Israel se apartaron de David para seguir a Seb; en cambi, los hombres de Jud permanecieron fieles a su rey, desde el Jordn hasta Jerusaln.

20,3 David entr en su casa, en Jerusaln; tom a las diez concubinas que haba dejado para cuidar la casa y las puso bajo vigilancia. Se preocup de su mantenimiento, pero ya no se acerc a ellas y permanecieron encerradas como viudas hasta el da de su muerte.

20,4 El rey dijo a Amas: Reneme a los hombres de Jud en el plazo de tres das. Y luego presntate aqu.20,5 Amar fue a congregar a los de Jud, pero demor ms tiempo del sealado.

20,6 Entonces David dijo a Abisa: Seb, hijo de Bikr, nos har ms dao que Absaln. Toma, pues, a los hombres de mi guardia y persguelo para que no se nos escape, refugindose en alguna ciudad fortificada.

20,7 Salieron con Abisa, de Jerusaln; los hombres de Joab, los kereteos, los peleteos y todos los valientes en persecucin de Seb.20,8 Estaban junto a la gran piedra que hay en Gaban cuando Amas se present ante ellos. Joab vesta un traje militar y sobre l llevaba ceida al costado una espada en su vaina, aqulla se sali y qued colgando.20,9 Joab dijo a Amas: Cmo est tu salud, hermano mo? Y lo tom de la barba con la mano derecha como para besarlo.20,10 Amas no vi la espada que Joab tena en la mano, y ste lo hiri en el vientre, derramando sus entraas en el suelo; no tuvo que repetir el golpe, pues Amas muri. Luego Joab y su hermano Abisa siguieron en persecucin de Seb, hijo de Bikr.20,11 Uno de los servidores de Joab se qued junto al cadver y deca: El que est por David y quiera a Joab que lo siga.

20,12 Amas, mientras tanto, se revolva en su sangre, en medio del camino. Viendo que todo el mundo se detena a mirarlo, el hombre lo sac del camino y lo tap con un pao.20,13 Una vez que lo hubo apartado del camino, ya nadie se detuvo y todos pasaban de largo siguiendo a Joab, que iba en persecucin de Seb.20,14 Joab pas por todas las tribus de Israel y lleg a Abel-Bet-Maak. Todos los aliados se reunieron y lo siguieron.

20,15 Llegaron y sitiaron Abel-Bet-Maak, donde estaba Seb. Levantaron un terrapln frente a la muralla de la ciudad y todo el ejrcito que segua a Joab cavaba debajo de la muralla para hacerla caer.20,16 Entonces, una mujer astuta grit desde la ciudad: Escuchen, escuchen. Digan a Joab que deseo hablar con l.20,17 Joab se acerc y la mujer le pregunt: T eres Joab? El respondi: Yo soy. Ella, entonces, dijo: Escchame.

20,18 Y expres: Antes se deca: Vayan a consultar en Abel y en Dan20,19 si quieren conocer las antiguas costumbres de los fieles en Israel. Por qu intentas destruir una ciudad madre de ciudades en Israel? Por qu quieres destruir una heredad de Yav?20,20 Joab respondi: Lejos de m! Yo no quiero destruir.20,21 Yo se trata de eso, sino que buscamos a un hombre llamado Seb; hijo de Bikr, que levant su mano contra el rey David. Entrguenlo y nos iremos de la ciudad.La mujer entonces dijo: Muy bien; te vamos a tirar su cabeza por encima de los muros.

20,22 Junt a todo el pueblo y le habl con tal convencimiento, que cortaron la cabeza a Seb y se la arrojaron a Joab. Entonces ste hizo sonar la trompeta y se alej de la ciudad; cada uno se volvi a su casa, y Joab, a Jerusaln, donde estaba el rey.

20,23 Joab era jefe de todo el ejrcito de Israel; Banaas; hijo de Yoyad, era jefe de los kereteos y peleteos;

20,24 Adoram era inspector de impuestos, y Josafat, hijo de Ajilud, era archivero. Suya era secretario;

20,25 Sadoc y Abiatar eran sacerdotes;

20,26 Ir, descendiente de Jair, tambin era sacerdote de David.

21,1 +En tiempo del rey David hubo una gran hambre que dur tres aos seguidos. David hizo la consulta a Yav, y la respuesta fue: Hay una maldicin sobre Sal y su descendencia, porque mat a los gabaonitas.

21,2 (Los gabaonitas no pertenecan al pueblo de Israel, sino que eran descendientes de los amorreos. Haban hecho alianza con los israelitas y a pesar de ello, Sa1, en cierta ocasin, quiso exterminar-los, pensando hacer algo bueno para Israel y Jud.)

21,3 David, pues, llam a los de Gaban y les dijo: Qu debo hacer con ustedes? Cmo podr desgraviarles para que ahora bendigan a la herencia de Yav?

21,4 Los gabaonitas respondieron: No tenemos queja contra Sal y su familia por asunto de oro o de plata; tampoco queremos que muera nadie de Israel. David insisti: Har por ustedes lo que me digan.

21,5 Ellos replicaron: Aquel hombre nos persigui y nos masacr, y pretenda exterminamos para que no quedara ninguno de nosotros en Israel.

21,6 Entrganos a siete de sus descendientes y los ahorcamos en Gaban ante Yav. David les dijo: Se los entregar.

21,7 El rey perdon a Mipibaal; porque era hijo de Jonatn, con el que haba hecho un pacto ante Yav.

21,8 Pero a Mipibaal y a Armon, los dos hijos de Risf y Sal, y a los cinco hijos que Merob, la hija de Sal, haba tenido de Adriel,21,9 los entreg a manos de los gabaonitas; que los ahorcaron en el cerro, delante de Yav. Los siete murieron juntos. Eran los primeros das de la cosecha, cuando comienza la siega de la

cebada.

21,10 Risf, la hija de Haya, extendi un saco sobre el roquero y se qued all desde el tiempo de la siega hasta la estacin de las lluvias. No permiti que los destrozaran ni las aves de rapia, en el da, ni las fieras salvajes durante la noche.

21,11 Cuando supo David lo que haba hecho Risf, concubina de Sal

21,12 fue a Jabs de Galaad a pedirles los huesos de Sal Y de su hijo Jonatn a las autoridades de la ciudad. Ellos, en efecto, los haban retirado de los muros de Bet-San, donde los haban colgado los filisteos el da que mataron a Sal en Gelbo.

21,13 Desde all subi los huesos de Sal y de su hijo Jonatn y los junt con los huesos de los que haban sido colgados.21,14 Todos juntos fueron sepultados en tierra de Benjamn, en Sel; en el sepulcro de Quis, padre de Sal. Se hizo todo lo que el rey haba ordenado, y despus de esto Dios tuvo piedad del pas.21,15 De nuevo hubo guerra entre los filisteos e Israel. David con sus servidores bajaron y a atacaron a los filisteos.

21,16 En el momento que David estaba cansado, se present Dod, hijo de Joas, descendiente de Raf, quien tena una lanza de bronce que pesaba tres kilos y medio, adems de su espada nueva. Este trat de matar a David.21,17 Pero Abisa; hijo de Sarvia, vino en su ayuda e hiri de muerte al filisteo. Entonces; los hombres de David le pidieron con insistencia: No salgas ms con nosotros a la guerra para que no se apa-gue la antorcha de Israel.

21,18 En Gob hubo otra batalla contra los filisteos, en la que Sibekay de Jusa mat a Saf, otro de los descendientes de Raf.21,19 Hubo todava otro combate en Gob contra los filisteos, y Eljann, hijo de Jair de Beln, mat a Goliat de Gat; el mango de su lanza era tan enorme como un palo de telar.

21,20 Tambin hubo un combate en Gat. Haba all un hombre de gran estatura que tena seis dedos en cada mano y en cada pie, veinticuatro dedos en total. Tambin era descendiente de Raf.

21,21 Desafi a Israel, pero Jonatn, hijo de Sim; hermano de David lo mat.

21,22 Estos cuatro descendientes de Raf haban nacido en Gat y cayeron en manos de David y sus servidores.

El cntico de David

22,1 +David dirigi a Yav las palabras de este cntico cuando ste lo libr de Sal y de todos sus enemigos. Dijo:

22,2 Yav es mi roca y mi fortaleza,

mi libertador y mi Dios.

22,3 El es la roca en que me asilo,

mi escudo, mi salvacin,

mi fortaleza y mi refugio.

T, mi Salvador, me salvas de la violencia.

22,4 Invoqu a Yav digno de alabanza

y me encuentro libre de mis enemigos.

22,5 Me rodeaban las olas de la muerte,

los torrentes de Belial me haban sorprendido.

22,6 Los lazos del Lugar Oscuro me rodeaban,

delante de m estaban preparadas trampas

de muerte.

22,7 En mi angustia clam a Yav,

invoqu a mi Dios,

desde su templo oy mi voz,

y mi clamor lleg a sus odos.

22,8 Y la tierra se estremeci y tembl,

los cimientos de los cielos se conmovieron,

se estremecieron porque l estaba enojado.

22,9 Suba humo de sus narices

y de su boca sala un fuego devorador;

con carbones encendidos.

22,10 Inclin los cielos y baj,

una oscura nube tena bajo sus pies.

22,11 Mont en un querubn y vol,

plane sobre las alas del viento.

22,12 Su squito era de tinieblas,

su tienda, de nubes de agua,

de espesos nubarrones.

22,13 Un resplandor iba delante de l,

brasas ardientes lo alumbraban.

22,14 Truena Yav desde los cielos,

el Altsimo hace or su voz;

22,15 Lanza sus hechas y dispersa los enemigos,

sale un rayo y los derrota.

22,16 El fondo del mar queda a la vista,

aparecen los cimientos del mundo

ante la amenaza de Yav,

ante el viento que sale de sus narices.

22,17 Extiende su mano desde lo alto y me toma,

me saca de las profundas aguas.

22,18 Me libra del enemiga poderoso,

de mis adversarios, demasiado fuertes para m.

22,19 Ellos me asaltaban el da de mi desgracia,

pero Yav fue mi proteccin.

22,20 Me sac a espacio abierto,

me salv, porque me ama.22,21 Yav me recompensa segn mi justicia

y me paga segn la pureza de mis manos.

22,22 Porque he andado en los caminos de Yav

y no he hecho mal apartndome de mi Dios

22,23 Tengo presentes todas sus decisiones

y no me he alejado de sus mandamientos.

22,24 De nada se me puede acusar delante de l

y me mantengo lejos del pecado.

22,25 Y Yav me recompensa segn mi justicia

y conforme a la pureza de mis acciones ante l.

22,26 Con el piadoso te muestras piadoso,

e irreprochable con el perfecto,

22,27 puro con el puro,

pero astuto con el malicioso,

22,28 T que salvas al pueblo humillado

y humillas a los ojos altaneros.

22,29 Yav, t eres mi lmpara,

mi Dios, iluminas mis tinieblas

22,30 Contigo rehyo el cerco

y con mi Dios asalto murallas.

22,31 El camino de Dios es perfecto,

la palabra de Yav es segura,

l es escudo para cuantos se acogen a l. 22,32 Quin es Dios fuera de Yav?

Quin es roca sino nuestro Dios?

22,33 Este Dios es mi refugio y mi fortaleza

y me hace totalmente despejado el camino.

22,34 Hace mis pies como los de la cierva

y me mantiene de pie en las alturas.

22,35 El adiestra mis manos para el combate,

y mis brazos para estirar el arco de bronce.

22,36 T me das tu escudo salvador

y tu bondad me hace grande.

22,37 Alargas mis pasos cuando camino

y mis tobillos no se doblan.

22,38 Persigo a mis enemigos, acabo con ellos

y no vuelvo hasta haberlos acabado;

22,39 Los derribo y ya no pueden levantarse,

caen, y quedan bajo mis pies.

22,40 Me das fortaleza para el combate

y doblegas ante m a mis opresores.

22,41 A mis enemigos los haces dar la espalda,

y acabo con aquellos que me odian.

22,42 Ellos gritan, pero no hay salvador,

claman, pero Dios no les responde.

22,43 Los machaco como polvo de las plazas,

y los piso como el barro de las calles.

22,44 Me libras de las rebeldas de mi pueblo,

y me pones a la cabeza de las naciones,

me obedecen pueblos desconocidos.

y los piso como el barro de las calles.

22,45 Hijos de extranjeros me vienen a alabar,

son todo odos y me obedecen.

22,46 Los hijos de extranjeros desfallecen

y abandonan temblorosos sus refugios.

22,47 Viva Yav! Bendita sea mi Roca!

Alabado sea Dios mi Salvador!

22,48 El Dios que me da la venganza

y quebranta los pueblos debajo de m.22,49 T me salvas de mis enemigos.

T me elevas por encima de mis agresores,

Y me libras de los hombres violentos.

22,50 Por eso te alabar en medio de los paganos.

Y quiero cantar a tu Nombre.

22,51 Yav multiplica las victorias de su rey

y muestra su bondad a su ungido,

a David y a su descendencia, para siempre.

23,1 Estas son las ltimas palabras de David:

Orculo de David, hilo de Jes,

orculo de hombre puesto en alto,

del ungido del Dios de Jacob,

del cantor de los salmos de Israel.

23,2 El Espritu de Yav habla por m,

su palabra est en mi lengua.

23,3 El Dios de Israel ha hablado,

la Roca de Israel me ha dicho:

El justo que gobierne a los hombres

y los gobierne en el temor a Dios

23,4 es como la luz de la maana cuando sale el sol,

como maana sin nubes,

que hace brillar al pasta del campo

despus de la lluvia

23,5 S, as es mi familia ante Dios,

que hizo conmigo una alianza eterna,

en todo ordenada y segura.

No har l que germinen mis esperanzas

y todos mis deseos?

23,6 Pero los malvados son espinas del desierto,

que no se toman con la mano.

23,7 Nadie las toca

a no ser con el hierro o con el mango

de su lanza,

y s