Antón S. Makarenko

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Antón Semionovich Makarenko nació en 1988 en la ciudad Ucra- niana de Bielopolie. Fue el segundo hijo de una familia obrera. Su padre, pintor de profe- sión que trabajaba en la industria ferroviaria. En 1905, después de reali- zar un cursillo pedagó- gico, empezó a ejercer como maestro en una escuela ferroviaria de primaria, en los mismos talleres donde trabajaba su padre. En 1911 fue destinado a otra escuela ferroviaria, ahora con el cargo de inspector. Por estos años ya va practi- cando su afición litera- ria y escribe un peque- ño relato que envió a Máximo Gorki solici- tándole su opinión. Éste le responde, señalándo- le algunos defectos pero animándole a seguir escribiendo: tal fue el inicio de una fructuosa relación. En 1914 se inauguró en Poltava un Instituto Pedagógico con el fin de formar a profesores de secunda- ria, en el cual ingresó inme- diatamente Makarenko para proseguir su for- mación como educa- dor. En 1920 ejerció, de nuevo en Kriúkov y después en Poltava, co- mo director de escuela. Aquel año le fue enco- mendada la creación y dirección de un centro, cerca de Poltava, para niños y jóvenes que se habían quedado sin ho- gar a causa de los tu- multuosos años de la revolución. ¿Quién es Antón S. Makarenko? Antón S. Makarenko Pedagogías amigas La pedagogía de Makarenko La de Makarenko es, en diversos sentidos, una especie de rara avis entre las pedagogías innovado- ras del siglo XX. De en- trada, es una pedagogía sin concesiones al discur- so naturalista y, a menu- do, bucólico e ingenuo de la tradición rousseaunia- na. La pedagogía de Ma- karenko se basa principal- mente en dos principios básicos: colectividad y trabajo. Un rasgo muy destacable de la pedagogía de Maka- renko es precisamente la forma en que la fue elabo- rando: desde su propia práctica, por ensayo y error, y sin partir de teorías que, a pesar de conocerlas bien, según él poco tenían que ver con el contexto y la realidad de los chicos que intentaba educar. Volumen 1, nº 1

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Page 1: Antón S. Makarenko

Antón Semionovich

Makarenko nació en

1988 en la ciudad Ucra-

niana de Bielopolie.

Fue el segundo hijo de

una familia obrera. Su

padre, pintor de profe-

sión que trabajaba en la

industria ferroviaria. En

1905, después de reali-

zar un cursillo pedagó-

gico, empezó a ejercer

como maestro en una

escuela ferroviaria de

primaria, en los mismos

talleres donde trabajaba

su padre. En 1911 fue

destinado a otra escuela

ferroviaria, ahora con el

cargo de inspector. Por

estos años ya va practi-

cando su afición litera-

ria y escribe un peque-

ño relato que envió a

Máximo Gorki solici-

tándole su opinión. Éste

le responde, señalándo-

le algunos defectos pero

animándole a seguir

escribiendo: tal fue el

inicio de una fructuosa

relación. En 1914 se

inauguró en Poltava un

Instituto Pedagógico

con el fin de formar a

profesores de secunda-

ria,

en el cual ingresó inme-

diatamente Makarenko

para proseguir su for-

mación como educa-

dor.

En 1920 ejerció, de

nuevo en Kriúkov y

después en Poltava, co-

mo director de escuela.

Aquel año le fue enco-

mendada la creación y

dirección de un centro,

cerca de Poltava, para

niños y jóvenes que se

habían quedado sin ho-

gar a causa de los tu-

multuosos años de la

revolución.

¿Quién es Antón S. Makarenko?

Antón S. Makarenko

P e d a g o g í a s a m i g a s

La pedagogía de Makarenko

La de Makarenko es, en

diversos sentidos, una

especie de rara avis entre

las pedagogías innovado-

ras del siglo XX. De en-

trada, es una pedagogía

sin concesiones al discur-

so naturalista y, a menu-

do, bucólico e ingenuo de

la tradición rousseaunia-na. La pedagogía de Ma-

karenko se basa principal-

mente en dos principios

básicos: colectividad y

trabajo.

Un rasgo muy destacable

de la pedagogía de Maka-

renko es precisamente la

forma en que la fue elabo-

rando: desde su propia

práctica, por ensayo y error,

y sin partir de teorías que, a

pesar de conocerlas bien,

según él poco tenían que

ver con el contexto y la

realidad de los chicos que

intentaba educar.

Volumen 1, nº 1

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Para Makarenko el edu-

cador es quien crea y

organiza la colectividad,

pero es ésta quien real-

mente educa a los indi-

viduos. Ahí reside una

de las grandes ideas-

fuerza del educador

soviético: el educador

no sólo actúa relacio-

nándose directamente

con el educando, sino

también, y quizá sobre

todo, organizando el

medio social en el que

éste se desarrolla:

“En cada momento de

nuestro influjo sobre la personalidad esta ac-ción debe también in-fluir sobre la colectivi-dad. Y viceversa: cada contacto nuestro con la colectividad ha de ser también, necesariamen-

te, momento de educa-ción de cada individuo integrado en la colectivi-dad”

Y así Makarenko creará

un colectivo fuerte,

cohesionado, bien orga-

nizado, con metas cla-

ras y exigentes, en el

que impere una discipli-

na conscientemente

asumida por todos, y

que sea capaz de reco-

nocerse en una tradi-

ción propia.

Principios de su pedagogía

Sus teorías y prácticas educativas están en las antípo-

das y practicas educativas del individualismo y el natu-ralismo roussoniano.

“La educación no esta al

servicio de la

individualidad, sino

pensada para su

colectividad, la persona

pensada al bien común”

Makarenko

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La educación naturalista tiene objetivos que van mas halla de

una imposición, esta debe pretende el desarrollo personal y el

desenvolvimiento de todas las capacidades del niño para con-

seguir una mayor perfección.

Page 3: Antón S. Makarenko

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Para Makarenko su tra-

bajo se centro princi-

palmente en los siguien-

tes puntos:

Pedagogía del trabajo:

Sea como dicho entre

paréntesis, una pedago-

gía del trabajo stajano-vista. Las instituciones

dirigidas por él no sólo

llegaron a autofinanciar-

se con el producto del

trabajo de los chicos,

sino que incluso produ-

cían excedentes que

ingresaban en las arcas

del Estado. Pero se tra-

ta siempre de trabajo

real; de trabajo efectiva-

mente productivo, y no

de un artificio con fines

exclusivamente formati-

vos o instructivitas. Y es

que para Makarenko la

potencialidad educativa

del trabajo reside en

que se trate de una acti-

vidad verdaderamente

productiva y con senti-

do social.

Pedagogía del esfuerzo:

del cultivo de la fuerza

de voluntad, de la máxi-

ma exigencia al educan-

do; pedagogía que ex-

pone, como siempre,

con toda rotundidad y

sin paliativos retóricos.

¿Qué es la pedagogía de Makarenko?

“”La disciplina ni es un

método ni puede serlo.

En cuanto se empieza a

entender la disciplina

como método,

obligatoriamente se

transforma en una

maldición. La disciplina

solo puede ser el

resultado final de toda

una labor."

“Creo que un pedagogo no debe tolerar ningún defecto, y a nuestros alumnos ni siquiera les debe caber en la cabeza que

sea posible la más mínima complacencia en sus defectos. Debemos exigir a los hombres un comportamiento perfecto (aunque esto no quiera decir que siempre alcancemos esta meta). De esta forma nos acercaremos más a nuestro idea”.