ANTONIO COLINAS · 2020. 12. 26. · corresponsal de guerra. Defen-sora del matrimonio civil, el...

12
1 Diario CÓRDOBA SÁBADO 26 DE DICIEMBRE DEL 2020 CUADERNOS DEL SUR Conexión a internet: http://www.diariocordoba.com/ PREMIO NACIONAL DE FOMENTO DE LA LECTURA SUPLEMEMTO CULTURAL DE DIARIO CÓRDOBA DIRECTOR: RAFAEL ROMERO CASTILLO COORDINADOR DEL SUPLEMENTO: FRANCISCO EXPÓSITO EXTREMERA AÑO XXXIV. NÚMERO 1.323 SÁBADO, 26 DE DICIEMBRE DEL 2020 ANTONIO COLINAS ‘En los prados sembrados de ojos’ es el nuevo poemario del escritor leonés editado por Siruela DIARIO CÓRDOBA Libros MARÍA ROSAL NOVELA: `CIEN NOCHES’, DE LUISGÉ MARTÍN; ‘ZATORO’, DE MIGUEL ARGAYA; ‘VIDA DE SAMU- RÁIS’, DE JULIA SABINA . ENSAYO: ‘EL INFINITO EN UN JUNCO’, DE I. VALLEJO. RELATOS: ‘MAR- CIA DE VERMONT. CUENTO DE INVIERNO’, DE PETER STAMM; ‘LA VIDA ANTICIPADA’, DE FRANCIS- CO J. GUERRERO. POESÍA: ‘LA MARIPOSA EN EL BUZÓN’, DE MANUEL MOLINA GONZÁLEZ. La escritora cordobesa ha publicado ‘El secreto de las patatas fritas’, una divertida historia destinada al público infantil. María Rosal conversa con Francisco Antonio Carrasco sobre la importancia de los libros dedi- cados a los más jóvenes y sus rasgos principales.

Transcript of ANTONIO COLINAS · 2020. 12. 26. · corresponsal de guerra. Defen-sora del matrimonio civil, el...

Page 1: ANTONIO COLINAS · 2020. 12. 26. · corresponsal de guerra. Defen-sora del matrimonio civil, el divorcio y el voto femenino. Además de sus miles de artícu-los, muchos de ellos

1Diario CÓRDOBASÁBADO 26 DE DICIEMBRE DEL 2020

CUADERNOS DEL SUR

Conexión a internet: http://www.diariocordoba.com/

P R E M I O N A C I O N A L D E F O M E N T O D E L A L E C T U R A

SUPLEMEMTO CULTURAL DE DIARIO CÓRDOBA

DIRECTOR: RAFAEL ROMERO CASTILLO

COORDINADOR DEL SUPLEMENTO: FRANCISCO EXPÓSITO EXTREMERA

AÑO XXXIV. NÚMERO 1.323

SÁBADO, 26 DE DICIEMBRE DEL 2020

ANTONIO COLINAS‘En los prados sembrados de ojos’ es el nuevo poemario del escritor leonés editado por Siruela

DIARIO CÓRDOBA

Libros MARÍA ROSAL

NOVELA: ̀CIEN NOCHES’, DE LUISGÉ MARTÍN; ‘ZATORO’, DE MIGUEL ARGAYA; ‘VIDA DE SAMU-

RÁIS’, DE JULIA SABINA . ENSAYO: ‘EL INFINITO EN UN JUNCO’, DE I. VALLEJO. RELATOS: ‘MAR-

CIA DE VERMONT. CUENTO DE INVIERNO’, DE PETER STAMM; ‘LA VIDA ANTICIPADA’, DE FRANCIS-

CO J. GUERRERO. POESÍA: ‘LA MARIPOSA EN EL BUZÓN’, DE MANUEL MOLINA GONZÁLEZ.

La escritora cordobesa ha publicado ‘El secreto de las patatas fritas’, una divertida historia destinada al público infantil. María Rosal conversa con Francisco Antonio Carrasco sobre la importancia de los libros dedi-cados a los más jóvenes y sus rasgos principales.

Page 2: ANTONIO COLINAS · 2020. 12. 26. · corresponsal de guerra. Defen-sora del matrimonio civil, el divorcio y el voto femenino. Además de sus miles de artícu-los, muchos de ellos

2 Diario CÓRDOBASÁBADO 26 DE DICIEMBRE DEL 2020

Cuadernos del Sur

Juana Castro

Pioneras

Sobresalientes,

Creadoras e in-

conformistas.

Mujeres borra-

das u olvidadas

de la historia, el

arte, la filosofía,

la literatura o

los viajes. Las he-

‘En tierra de nadie (Antolo-gía de artículos narracio-nes y crónicas)’. Autor: Ma-nuel Chaves Nogales . Edita: Junta de Andalucía . Sevilla, 2020.

mos visto a lo largo de cuatro

semanas, la noche de los jue-

ves. La serie, de Movistar, era

Pioneras. Un documental he-

cho con el corazón, además de

con la documentación y la his-

toria. Egeria fue una abadesa

gallega que escribió el primer

libro de viajes en el siglo IV,

adelantándose mil años a Mar-

co Polo. Viajó, Biblia en mano

para constatar lugares sagra-

dos, por Constantinopla, Me-

sopotamia, Jerusalén o Egipto.

Luisa Ignacia Roldán, sevilla-

na, fue escultora, la primera

registrada, conocida popular-

mente como La Roldana. Tra-

bajó y creó en los siglos XVII y

XVIII, primero en el taller de

su padre y después sola. Car-

men de Burgos, almeriense,

fue traductora, maestra, escri-

tora y periodista, la primera

corresponsal de guerra. Defen-

sora del matrimonio civil, el

divorcio y el voto femenino.

Además de sus miles de artícu-

los, muchos de ellos en El He-

raldo de Madrid, publicó el libro

de ensayo La mujer moderna y sus

derechos en 1927.

Con la edición e introduc-ción de Ignacio F. Garmen-dia, la Consejería de Cultu-ra y Patrimonio Histórico recupera la obra del perio-dista Manuel Chaves Noga-les en una antología en la que se incluyen artículos, narraciones y crónicas. Este volumen se complementa con el cuaderno didáctico Democracia y periodismo y el li-bro Chaves Nogales. Cuadernos y lugares, al ser declarado el

periodista Clásico Andaluz 2020. El libro En tierra de nadie re-coge una selección de lo más significativo de la obra perio-dística y narrativa de Chaves Nogales. A través de él se reco-rre la España de la Segunda República, la crisis del campo andaluz, la revolución de Asturias o los problemas en Cata-luña. La edición digital se puede descargar gratuitamente desde la web del Centro Andaluz de las Letras.

Manuel Gahete

Tierra de Mellaria

Por fin Mellaria

es patrimonio de

la legendaria

Fuente Obejuna.

El cerro de Masa-

trigo se avista a la izquierda cuando se alcanza

con la mirada la cúpula de la

parroquia que, siglos antes,

fue casa del comendador Fer-

nán Gómez de Guzmán, a

quienes los vecinos dieron

muerte en justa defensa de su

honor y derecho. Antonio

Monterroso, profesor e investi-

gador de la Universidad de

Córdoba, ha sido un gestor

fundamental en la recupera-

ción de esta planicie del Valle

del Guadiato donde se asienta

Mellaria, la ciudad de los do-

nes, no porque fuera crisol de

miel sino porque encerraba te-

soros más apetecibles (cobre,

plata y oro) destinados a cons-

truir el ciclópeo templo dedi-

cado al culto imperial en la ca-

lle cordobesa que lleva el nom-

bre del general Claudio Marce-

lo, presunto fundador de la an-

tigua Corduba. Un inmenso

campo de cereal ocupa la ciu-

dad que poseía un acueducto

de catorce kilómetros y un re-

cinto amurallado de veintio-

cho hectáreas. Silvia Mellado,

alcaldesa de la villa, sabe que

bajo esta masa ocre la arcaica

urbe romana aguarda desper-

tarse.

‘Guzmán el Bueno. El señor de la frontera’. Autor: Juan Pulido . Editorial: Almuzara . Córdoba, 2020.

Sevilla, 1256. Nace un niño bastardo en la ciudad vieja habitada por gentes nuevas. Como tantos otros de su condición, es un niño que parece abocado a sumergir-se en el limbo del olvido. Pe-ro por puro milagro, burla los riesgos de las calenturas y las ratas para subir a las ci-mas de una gloria nunca antes alcanzada por al-guien nacido en sus cir-cunstancias. Después de

una larga vida de éxitos militares y fracasos del corazón, te-mido y respetado por príncipes a ambos lados del Estrecho de Gibraltar, adorado por el pueblo de Castilla, inmensa-mente rico, Alfonso Pérez de Guzmán encuentra un final épico en las laderas de Gaucín. Su nombre está en boca de todos, que le apodan El Bueno, por su sacrificio a las puertas de Tarifa.

‘Secretos del Antiguo Egip-to’. Autor: Josep Padró . Editorial: Crítica . Barcelo-na, 2020.

Egipto es una pasión inago-table. Por mucho que visite-mos sus monumentos, siga-mos sus huellas en los mu-seos, excavemos en sus yaci-mientos o intentemos recu-perar su pasado a través de libros o documentales, ja-más conseguiremos desve-lar todos sus secretos. Josep Padró, uno de los máximos especialistas en el Antiguo Egipto, ha recogido en esta obra una multitud de aspec-

tos sorprendentes poco o nada conocidos por el público ge-neral, al que ofrece la oportunidad de acercarse a las exca-vaciones del sepulcro de Sehu en Heracleópolis Magna, co-nocer de cerca la lengua, la escritura, la religión y las cos-tumbres de una de las civilizaciones más complejas y ricas que conocemos, o descubrir el complot que acabó con la vi-da de Rameses III.

VENTANAS SERES DE BABEL

PERIODISMO NOVELA HISTÓRICA HISTORIA

En el alma de los cuadrosCarlos del Amor gana el Premio Espasa con ‘Emocionarte’Pedro G. Cueto

El periodista Carlos del Amor ganó el Premio Es-pasa 2020 con el libro Emocionarte. Como bien

dice Carlos del Amor, en los cua-dros hay una vida, un relato, un misterio. El periodista visitó el Museo de El Prado una noche y comprendió que los personajes de los cuadros tenían un profundo diálogo entre sí, como seres vivos expresan la luz del conocimiento y la voz que ha ido quedando co-mo eco en el tiempo.

En este libro el paisaje emocio-nal de los cuadros va unido al de los creadores en una simbiosis perfecta, porque cuadro y artista sedimentan una luz que genera el tiempo, el afán por decir aquello que está dentro de cada pincelada. La técnica utilizada para ir tejien-do el libro es muy efectiva. Prime-ro habla del pensamiento del ar-tista, de la emoción en la que se halla con una prosa lírica que es sello del autor, para luego aden-trarse en detalles divulgativos que imprimen claridad a la pintura. Esta manera de articular los tex-tos consigue que nos acerquemos, que veamos al pintor, que imagi-nemos su mundo, que sintamos el latido de esos pintores que han ex-presado en el arte su vida, su inte-rior, sus pulsaciones. Espasa ha editado un bello libro que se pare-ce también a una obra de arte, al igual que el interior, donde repo-sa el conocimiento pero también la emoción, el tiempo que va ca-yendo sobre el lienzo para dar sen-tido a lo creado. Carlos del Amor se vuelve así el sabio que dialoga con el pintor que se entromete en el es-tudio, el voyeur que le ve pintar, el hombre que escruta las emociones para que el cuadro nazca y sea to-do un espejismo vital.

A través de muchos pintores,

entre ellos Rembrandt, Salvador Dalí, Caspar David Friedich, Suza-nne Valadon, Francisco de Goya, René Magritte y muchos otros, va-mos escuchando el toque del pin-cel en la composición del cuadro, pero también vamos percibiendo la obra que va a crearse. La pericia de Carlos del Amor para imaginar el interior, la intrahistoria de los pintores junto a la verdad del cua-dro es excelente. Son muchos y es imposible elegir uno, pero comen-to el texto inicial de Los amantes de René Magritte por su actualidad, ahora que usamos mascarillas y ellos aparecen tapados con un ve-lo que les cubre toda la cabeza. Nuestra imaginación podría pen-sar en unos prisioneros que son torturados, pero también en la ce-guera que produce nuestro tiem-po, en la pandemia que nos asola. Carlos del Amor nos ilumina: «Así, con esa tela húmeda enrollada en sus cabezas, juegan a imaginar que son los amantes que fueron, los que bailaban hasta el amane-cer por las calles de un París que era suyo». Nos preguntamos en-tonces, ¿acaso somos los mismos ahora aunque embozados? Segu-

ro, porque late la emoción de lo vi-vido y de lo soñado. Pero también Carlos del Amor nos introduce con su linterna por el recorrido vi-tal de Caspar David Friedich, que quedará marcado por la muerte de su hermano en el hielo, por la vejez de Rembrandt, por la aluci-nada vida de Dalí o por el perro de Goya. Nos hallamos ante un libro que va iluminando cuadros, vi-das, escuchando latidos y oyendo ecos del tiempo.

Merecido premio Espasa a este creador que pone la vista, el oído y el tacto en el arte para escuchar al creador, a su dolor y a su alegría. Vida y arte a través de un lenguaje esmerado y lírico se encuentran y nos hacen más sabios en estos tiempos de tinieblas. Carlos del Amor es el amanuense que va ci-frando textos que son cuadros, vi-das que son sueños.

ENSAYO

‘Emocionarte. La doble vida de los cuadros’. Autor: Carlos del Amor . Editorial: Espasa . Madrid, 2020.

Carlos del Amor.

CÓRDOBA

Page 3: ANTONIO COLINAS · 2020. 12. 26. · corresponsal de guerra. Defen-sora del matrimonio civil, el divorcio y el voto femenino. Además de sus miles de artícu-los, muchos de ellos

3Diario CÓRDOBASÁBADO 26 DE DICIEMBRE DEL 2020

Cuadernos del Sur

María Rosal

LA LITERATURA INFANTIL, A VECES, PUEDE SER MUY SERIA, SOBRE TODO

SI SE AFRONTA CON HUMOR, COMO HACE LA AUTORA CORDOBESA EN

SU ÚLTIMO LIBRO, ‘EL SECRETO DE LAS PATATAS FRITAS’

Directora de la Cátedra de Estu-dios de las Mujeres Leonor de Guzmán, doctora en Teoría de la Literatura, profesora de Di-

dáctica de la Lengua y la Literatura en la Universidad de Córdoba, investigadora y crítica literaria, María Rosal atesora una amplia y laureada trayectoria poética avala-da por títulos como Tregua (Premio Ricardo Molina-Ciudad de Córdoba, 2001), Otra vez Bartleby (Premio Andalucía de la Crítica, 2003) o Carmín rojo sangre (Premio José Hierro, 2015), por citar los más significati-vos. Ha escrito tres libros de literatura in-fantil: Conjuros y otras brujerías (Premio de poesía infantil El Príncipe Preguntón, 2007), Malapata III y la máquina del tiempo (teatro, 2019) y, ahora, El secreto de las pata-tas fritas (novela), publicado por la editorial Edebé en su colección Tucán para mayores de 10 años. El secreto de las patatas fritas es un libro ingenioso, ágil, imaginativo, ac-tual, disparatado, crítico e irónico que se lee de un tirón y nos lleva de la carcajada más salvaje a la reflexión más profunda. Un libro de literatura infantil muy apto para adultos. Léanlo. Ya verán.

– Vaya aventura. ¿Cómo surgió ‘El secreto de las patatas fritas’? – Tiene mucho que ver con mis hijos y sus aficiones cuando eran adolescentes. Les en-cantaba comer y jugar con la videoconsola. Isaac es un chico que disfruta comiendo y un día se encuentra un dedo humano en su bolsa de patatas fritas. Creo que también es-tá muy presente Gianni Rodari y mi admi-ración hacia sus técnicas creativas. En este caso la hipótesis fantástica estaría en la raíz de esta bolsa de patatas fritas: qué pasaría si un niño encuentra un día un dedo en una bolsa de patatas fritas. A partir de ahí se de-sarrollan una serie de acciones muy locas en las que se verá implicada toda la familia.

– ¿Por qué escribe literatura infantil? – Me gusta la literatura infantil. Forma par-te de mi vida como lectora y como profeso-ra. Desde hace años imparto la asignatura de Literatura Infantil en la facultad de Edu-cación en la Universidad de Córdoba y trato de transmitir a mis estudiantes el placer de la lectura para que también puedan trans-mitirlo a su alumnado.

– ¿Qué debe tener un buen libro de literatu-ra infantil? – Lo mismo que se le exige a un buen libro de literatura para adultos: una historia coherente, profundidad de los personajes, riqueza léxica, que provoque interés desde la primera página y que no baje el tono ni el ritmo. Quien escribe para la infancia debe dar lo mejor de sí.

– ¿Cuál es el papel de la literatura infantil en la educación de nuestros hijos?

Francisco Antonio Carrasco

– La literatura infantil proporciona una vía de acceso a la representación de la realidad, lo que sirve para acceder al imaginario co-lectivo y para favorecer el proceso de socia-lización. Es además un preciado instrumen-to para la construcción de personas adultas lectoras.

– ¿Cómo debemos entender la literatura infantil: como formadora en valores, como puro entretenimiento o como una obra lite-raria seria, apta para cualquier lector, cu-yos protagonistas son los niños? – La primera obligación de la literatura in-fantil es la calidad estética. Además, toda obra transmite valores, tan necesarios para

la formación de las personas. Pero lo prime-ro es la calidad literaria. En esta obra apare-ce el valor de la familia, la aceptación de la diversidad, la capacidad de emprendimien-to y la absoluta necesidad de promover una alimentación sana que no destruya el pla-neta.

– El humor está muy presente en toda su obra, pero en ‘El secreto de las patatas fritas’ adquiere un protagonismo especial. En la manera de contar, en la de afrontar las situaciones. ¿Qué es para usted el humor como recurso literario? – El humor es necesario en la literatura y en la vida. A través del humor se desdramatiza

una situación conflictiva como es que un dedo humano aparezca en una bolsa de pa-tatas. También nos sirve para parodiar si-tuaciones de la vida cotidiana como la tele-basura.

– ¿Nos estamos volviendo locos? Hay que ver la situación que genera la pequeña bro-ma de un padre a su hijo glotón. ¿Se nos está yendo el mundo de las manos con tan-ta globalización? Como materia literaria, desde luego, es inagotable. – Yo creo que un poco locos sí estamos, si atendemos a las cosas que pasan en el mun-do y que la globalización permite que co-nozcamos inmediatamente. Lo que le pasa a Isaac, el protagonista, es que se le escapa de las manos la extraña situación en la que se ve envuelto y todos los de su alrededor participarán en unos acontecimientos muy divertidos como consecuencia de la apari-ción del dedo.

– Qué personaje Isaac Peral, un niño adic-to a la comida, como hemos visto, que afronta con un gran sentido del humor la escritura de su aventura soñando con que Neflix haga una serie sobre ella; un niño lo-co, loco con una imaginación desbordante y, encima, hijo de un inventor, con lo que ello implica. – Isaac Peral me sigue divirtiendo. Su imagi-nación es enorme y disparatada. Y sobre to-do la abuela es un personaje muy significa-tivo. Representa a las mujeres de los pue-blos, a su capacidad para inventar negocios para sacar adelante a la familia. Quienes han leído la novela me dicen que la abuela es uno de sus personajes preferidos.

– Leer requiere un esfuerzo, tiempo, inte-rés, ¿cree que la televisión y las redes so-ciales, de más fácil acceso, de menos difi-cultad intelectual, pueden acabar con la li-teratura algún día o reducirla a un nivel testimonial? – Vivimos tiempos extraños, pero no debe-mos olvidar la responsabilidad que tene-mos como mediadores de la lectura. Tanto las familias, como la escuela, los biblioteca-rios, los periodistas, tienen una gran capaci-dad de influencia en favor de la animación lectora. Este es un libro para lectores prea-dolescentes, pero también para adultos cómplices con la crítica social que encierra. Las prisas no nos permiten disfrutar de pla-ceres como el de sentarnos junto a nuestros hijos a leer un libro con ellos, comentarlo y dibujar sus personajes. Por mi parte, trato de mostrar a mis estudiantes de la facultad de Educación, futuros maestros y maestras, la importancia de su papel en la formación de personas lectoras desde la infancia. Es ahí donde la literatura infantil de calidad adquiere gran relevancia.

– ¿Qué está escribiendo actualmente? – Compatibilizo la escritura de novela con la de poesía, aunque ahora estoy centrada en un ensayo sobre poesía contemporánea escrita por mujeres.

María Rosal.

JOSÉ SIERRA

Page 4: ANTONIO COLINAS · 2020. 12. 26. · corresponsal de guerra. Defen-sora del matrimonio civil, el divorcio y el voto femenino. Además de sus miles de artícu-los, muchos de ellos

4 Diario CÓRDOBASÁBADO 26 DE DICIEMBRE DEL 2020

Cuadernos del Sur

‘Cien noches’. Au-tor: Luisgé Martín . Editorial : Anagra-ma . Barcelona, 2020.

Las paradojas de la lealtad infielLuisgé Martín se alza con el premio Herralde de novela con ‘Cien noches’Alberto Monterroso

Un millonario decide fi-nanciar un proyecto de investigación sobre la infidelidad en nues-

tra sociedad actual. Aproximada-mente la mitad de la población encuestada confiesa haber sido infiel a su pareja, pero ¿es sincera la otra mitad que niega la trai-ción? ¿Hasta qué punto mienten los encuestados y el porcentaje de infieles es mayor del que consig-nan las estadísticas? ¿Son incom-patibles el amor y el sexo, la leal-tad y la infidelidad? Esas pregun-tas atormentan a los personajes de la novela: a Irene, una chica de buena familia, criada en un cole-gio religioso, reprimida y oprimi-da hasta que se lanza de cabeza a la promiscuidad sexual más tur-bulenta y agresiva para compro-bar, en su propio cuerpo y con ex-periencias personales, la natura-leza del sexo como si ella misma fuera una fría científica, aséptica, pendiente solo del experimento. Pero la vida la sacará de esa frial-dad para sufrir hasta el delirio por dos hombres: Claudio, del que se ha enamorado perdida-mente; Adam, que la magnetiza con un indescriptible e irrefrena-ble deseo sexual.

Precisamente, Adam es el mi-llonario que aporta el dinero sufi-ciente para hacer aquel estudio estadístico a gran escala. No le mueve solo el afán de conocer el comportamiento sexual de sus conciudadanos. Hay en este mece-nazgo una motivación más ocul-

«Sexo y amor irrumpen

en la novela como

fuerzas ajenas una a la

otra y descontroladas»

ta y personal, más íntima y turbu-lenta. Necesita aportar certezas a sus dudas, saber si él es un hom-bre normal o un monstruo, cono-cer los motivos por los que su ma-dre se suicidó al conocer la infide-lidad del marido. Pagará millones para que se investigue en secreto

a todos aquellos que en las en-cuestas negaban su infidelidad, para saber si mienten o no, si el porcentaje de infieles es mayor, si él, en este sentido, es un ser com-parable a los demás o no, si su ac-titud ante la vida y el sexo goza del beneplácito de la mayoría o no. Al millonario no solo lo devas-ta la duda de saberse igual al res-to, su investigación tiene motiva-ciones más profundas; no solo las familiares, también sufre la para-doja de estar profundamente ena-morado de su esposa Harriet y, a la vez, serle infiel con una proca-cidad salvaje. Quedará unido a Irene en atracción sexual, en identidad de deseos y modos de entender las relaciones entre amor y sexo, pero le asolará la du-da de saber si su esposa, que cono-ce su promiscuidad, lo ama o ha dejado de hacerlo. Sexo y amor irrumpen en la novela como fuer-zas ajenas una a la otra y descon-troladas, meciendo a su antojo a unos personajes que parecen per-didos en el abismo de sus deseos.

Luisgé Martín (Madrid 1962) ha recibido varios premios litera-rios y publicado relatos, novelas, libros de memorias como El amor del revés (2016) o ensayo, El mundo feliz (2018). Sus últimas novelas tienen gran profundidad psicoló-gica, como La mujer en sombra (2012), La misma ciudad (2013), To-da una vida (2014) y La vida equivoca-da (2015). Ahora, en Cien noches, con la que ha ganado el premio Herralde de novela, continúa su

NOVELA

Luisgé Martín.

línea narrativa aportando varios de los temas que trataba ya en sus obras anteriores. Porque no hay una sino varias novelas en este li-bro: la autobiográfica de Irene, que engloba al resto, pero tam-bién la novela negra de la muerte de Claudio, el hombre del que es-tá enamorada y lo estará siempre. Por ello acabará estudiando cri-minología e investigando aquel crimen hasta descubrir su causa y motivaciones.

El autor ha contado también con la colaboración de escritores amigos suyos que redactan cinco de los muchos casos estudiados de infidelidad entre aquellos que proclamaban su abstinencia. Es-tos cinco relatos dentro de la no-vela son colaboración de Edurne Portela, Manuel Vilas, Sergio del Molino, Lara Moreno y José Oveje-ro. Toda esta composición plural converge en un todo y contribuye a encajar las diferentes piezas del puzzle de esta obra que pretende ser novela erótica, negra y psico-lógica a la vez y de la cual Harriet, la esposa de Adam, en una entre-vista reveladora con Irene, desen-volverá en las últimas páginas to-das las claves y temores que aco-san al millonario.

Atracción por lo macabroRELATOS

Félix Ángel Moreno Ruiz

L a poeta y narradora ecuatoriana Mónica Ojeda (Guayaquil, 1988) es una de las figuras más repre-sentativas de la nueva generación

de escritoras hispanoamericanas, que es-tán irrumpiendo con fuerza en el panora-ma literario internacional. Herederas del realismo mágico del pasado siglo, incor-poran las nuevas tendencias estéticas y la influencia de la cultura anglosajona para crear obras que llaman poderosamente la atención por su lenguaje innovador, la re-creación de ancestrales mitos sudameri-canos y la utilización del terror como vehículo de unas historias que atraen y re-pelen al mismo tiempo, y que pertenecen a un género que se ha denominado «góti-co andino». Ojeda se dio a conocer en 2014 con la novela La desfiguración Silva y, cuatro años más tarde, alcanzó el reconocimien-to de crítica y público con Mandíbula, la historia de una adolescente que es secues-trada por su profesora. Ahora, la editorial

Páginas de Espuma publica su última obra, Las voladoras, un libro de cuentos que ha sido finalista de la sexta edición del premio de narrativa breve Ribera del Due-ro. Formado por ocho relatos, todos ellos tienen en común la presencia de un narra-dor en primera persona que adopta distin-tas identidades, pero que suele ser una voz femenina que cuenta una experiencia traumática que le marca la vida de forma definitiva (el abuso paterno, la violencia doméstica, el parricidio, una aventura se-xual bochornosa, el odio entre hermanas) y de la que huye sumergiéndose en la sole-dad y en la locura. También es común la atmósfera de terror que envuelve a todos lo cuentos, que nos recuerda al cine gore de los años ochenta, a las novelas de Stephen King y a la narrativa romántica, que puso de moda una literatura fantásti-ca, de marcado gusto por lo macabro y fantasmagórico, y que en España tuvo su voz más autorizada en Bécquer, autor de unas leyendas que marcaron a muchos es-critores posteriores, que continuaron este subgénero narrativo, cultivado hasta la

saciedad y que hoy cuenta con múltiples variantes temáticas. Sin embargo, Ojeda incorpora, con acertada originalidad, la presencia del universo mitológico andi-no, que tiene sus propios seres ancestra-les, como las voladoras (que dan título tanto al primer relato como al libro ente-ro), el puma, el lobo, el volcán, el colibrí o el cóndor. Y todo ello envuelto en un halo de violencia sangrienta (los personajes sienten una atracción enfermiza por los miembros amputados, por la sangre en to-das sus manifestaciones y con todos sus matices cromáticos, por las objetos cor-tantes y afilados, por el dolor y el sufri-miento masoquistas) y con una atención desmesurada por la repulsión física y la fealdad de lo deforme, por la complacen-cia en el asco que provoca la decadencia del cuerpo cuando es víctima de una en-fermedad degenerativa o de una obesidad mórbida.

‘Las voladoras’. Autora: Mó-nica Ojeda . Editorial: Pági-nas de Espuma . Madrid, 2020.

RAI ROBLEDO

Mónica Ojeda.

Page 5: ANTONIO COLINAS · 2020. 12. 26. · corresponsal de guerra. Defen-sora del matrimonio civil, el divorcio y el voto femenino. Además de sus miles de artícu-los, muchos de ellos

5Diario CÓRDOBASÁBADO 26 DE DICIEMBRE DEL 2020

Cuadernos del Sur

‘En los prados sembrados de ojos’. Autor: Antonio Coli-nas . Editorial: Siruela . Ma-drid, 2020.

La eterna música de los ruiseñores‘En los prados sembrados de ojos’, nuevo poemario de Antonio Colinas editado por SiruelaAlejandro López Andrada

En la obra poética de los grandes autores clásicos -Antonio Colinas lo es desde hace años- late una mú-sica íntima, profunda, que resiste

el paso del tiempo y la convierte en materia y sustancia de la eternidad. Cuando uno se encuentra ante una obra intemporal como es la de Antonio Colinas (La Bañeza, 1946) siente un pálpito azul, un gozo denso y cristalino, una especie de blanca y hermo-sa epifanía que guía y conduce a un lugar consolador. Entrar en su obra poética es como adentrarse en un bosque romántico de adelfas y ruiseñores. Desde que vio la luz su primer poemario, Poemas de la tierra y de la sangre (1969), hasta este último, En los prados sembrados de ojos (2020), ha pasado más de medio siglo, pero ya en aquel títu-lo, en los versos primeros de aquel libro, y en el inmediatamente posterior, Preludios a una noche total, también de 1969, se hallaba el sagrado misterio cristalino que impreg-na y esencializa la poesía del autor leonés, esa música genuina que aquí, en su nuevo poemario, resplandece como una piedra de cuarzo cristalino arrojada en la tarde a una piscina de mercurio sobre la que aún se está mirando el sol. Ninguna otra poesía de este país goza de esa pureza noble y dia-mantina que uno encuentra en poemarios clásicos de Colinas como, por ejemplo, Se-pulcro en Tarquinia (1975), Astrolabio (1978), Los silencios de fuego (1992), Desiertos de la luz (2008) o, su más reciente, Canciones para una música silente (2014).

En el nuevo poemario, editado por la editorial Siruela, el autor leonés profundi-za en sus temas de siempre: la naturaleza, el amor familiar, el paisaje de Ibiza, la pre-sencia del Mediterráneo, el universo, las preguntas abiertas sobre el misterio de la vida, e introduce también temas y motivos novedosos, quizá antes entrevistos, como el de la huida del mundo, de lo material, simbolizado aquí en la galería de poemas magníficos que dedica, al comienzo del li-bro, a santa Teresa de Jesús en un bloque que titula «Donde el frío fue fuego». En uno de estos poemas de aire místico escri-be Colinas: «Y decías adiós al mundo con-templando/ cómo se iba extinguiendo la humilde luz/ del candil y el calor de la cal de la celda» (pág. 25) y unos versos más adelante, en el mismo poema, remata: «Así tenía que ser hasta que alcanzases,/ en la vida, la muerte verdadera: la que vence a la carne, a la pena, a la ceniza» (pág. 26). Hay aquí, en este libro, además del hermo-so homenaje a santa Teresa, tres poemas inspirados en los hijos y la mujer del au-tor; uno de ellos, el último, titulado «Co-mo los ríos de la adolescencia», muestra la raíz y el inicio de la relación con María Jo-sé, esposa y compañera, la verdadera musa de Colinas, a la que dedica el libro, dibu-jando aquí estos versos memorables: «Te conocí en los lugares más sagrados:/ tum-bados sobre las hojas secas del otoño,/ bajo un cielo tembloroso de álamos/ de aquella tierra y sangre en que nacimos» (pág. 124). En el mismo poema el autor de La Bañeza utiliza la imagen o la metáfora del tren de su adolescencia como si fuera el cordón umbilical que une a la vez dos tiempos y dos espacios, el de partida, ubicado en las raíces de la tierra natal, a este otro, que el

«La poesía de Antonio

Colinas tiene el halo de la de

los poetas clásicos

universales, de los mejores

autores del romanticismo»

poeta sigue habitando a cada instante, ca-da vez que regresa a su casa en La Bañeza y, en la tierra nativa, oye de nuevo los jilgue-ros, su trino aferrado a la luz de los cipre-ses, y el murmullo del viento entre los cho-pos de la tarde encofrada en un pálpito suave e intemporal: «Aquel tren parecía fluir/ cuando nos conducía hacia una vida nueva,/ fluía como los ríos serenos de nuestra adolescencia,/ que huían de la es-carcha de los páramos» (pág. 124).

PRESENCIA DE LA MUJER La mujer, fiel y eterna, fluye en la atmósfe-ra de este libro hondamente romántico, a la vez que misterioso, filosófico y místico, cincelado por la gracia, por la lenta armo-nía del trinar de un ruiseñor que sustancia los versos míticos, esenciales, de uno de los grandes poemas del volumen, «Un rue-go en tiempos de pandemia», una refle-

xión bellísima, serena, atada a la isla -Ibi-za- donde Antonio Colinas estuvo viviendo muchos años: «Cierra los ojos, ruiseñor, pues nosotros/ ya lo hemos cerrado para oírte cantar…/ Recuerdo una enramada os-cura y silenciosa/ y aquel aroma a sal ca-liente y a sabinas» (pág. 140). Aquí, en este poema, se concentra la pureza, la delicade-za leve, diamantina, de la voz de un autor necesario, universal, que escribe palabras en el tiempo, tenue música para iluminar unos tiempos desolados como los que vivi-mos, en los que agonizan, junto a la natu-raleza, valores fundamentales como el so-siego, la empatía, el afecto, la ternura, el entusiasmo, la fidelidad a un mundo pri-mitivo, a un modo de ser sustentado en la raíz de la bonhomía, el respeto y el amor. La poesía de Antonio Colinas tiene el halo de la de los poetas clásicos universales, de los mejores autores del romanticismo, pues no en vano en ella se funde la raíz del pensamiento, y la reflexión serena, con la luz cenital del sentimiento más profundo y el fulgor esencial de la emoción en su desnudez. En este poemario de título su-gestivo, En los prados sembrados de ojos, la mi-rada se siembra y se funde con la tierra y se hace flor pensativa, luz sonora, fragancia celeste, ternura musical, como vemos en la pieza titulada «El otoño avanzado de la vida»: «Estos montes en paz,/ estas orillas/ del río sosegado,/ los álamos/ temblorosos, enormes, susurrando/ su paz en nuestros ojos/ cerrados,/ muy cerca de las ruinas ro-deadas/ por las primeras nieves» (pág. 35). Y, algo más adelante, en el poema que da título al libro, el autor leonés, arropado por un misterio secular, escribe y se pre-gunta: «¿De quién son esos ojos/ colgados en las ramas?/ ¿Quién me vigila, quién/ es el testigo de mi soledad?» (pág. 52).

PREGUNTAS SIN RESPUESTAS Este poemario, como otros de Colinas, está lleno de sabias preguntas sin respuesta, de versos que hieren dulcemente las entra-ñas por la desnudez angelical que encie-rran, una desnudez cargada de emociones que tiemblan y cantan como ruiseñores místicos o jilgueros posados en el ciprés de la alegría. Aquí, en este poemario, la luz vence a la noche, la humildad de lo blanco reverbera como el cuarzo sobre el amargor sebáceo de lo negro. De los seis apartados de este poemario imprescindible, aun re-conociendo la enorme calidad de todo el conjunto, destaca, sin duda, el cuarto, donde hallamos poemas de una belleza cristalina, como el titulado «Tera», que evoca un río y el símbolo del agua, y, sobre todos, fulge «Un tiempo de infancia», don-de se concentran la sencillez y la magia, la hondura emotiva de una poesía que con-suela y nos ayuda a vivir con alegría en un mundo vacío, exento de valores, donde po-cos perciben, pinzados por el ruido, la mú-sica eterna, sutil, de un ruiseñor.

POESÍA

Antonio Colinas.

EFE/R. GARCÍA

Page 6: ANTONIO COLINAS · 2020. 12. 26. · corresponsal de guerra. Defen-sora del matrimonio civil, el divorcio y el voto femenino. Además de sus miles de artícu-los, muchos de ellos

6 Diario CÓRDOBASÁBADO 26 DE DICIEMBRE DEL 2020

Cuadernos del Sur

‘Crónica de un via-je de seis sema-nas’. Autora: Mary Shelley . Editorial : Jus Ediciones . Bar-celona, 2020.

Un viaje romántico de Mary ShelleyRecuperado el recorrido por Europa de la autora de ‘Frankenstein’Manuel Ángel Morales Escudero

Crónica de un viaje de seis se-manas de Mary Shelley (Londres, 1797-ibíd, 1851) comprende la rela-

ción de las crónicas y cartas de dos de los viajes que los Shelley hicie-ron por varios países de Europa: el de 1814 cuando Mary contaba con tan solo dieciséis años y el de 1816 en el que Mary, Percy y Claire, la hermanastra de Mary, viajan a Gi-nebra para ver a Lord Byron.

La relación de la travesía que los jóvenes realizaron por Francia, Suiza, Alemania y Holanda com-prende la primera parte del libro, en 1814, cuando la joven Mary Godwin huye con el poeta Percy Bysshe Shelley y la hermanastra de Mary, Claire Clairmont. Se trata de un diario escrito casi tres años des-pués del viaje, pero que conserva toda la frescura de la experiencia de una joven que miraba, con ojos abiertos a la belleza, el esplendor de los paisajes de la Europa de Bo-naparte. Mary exclama: «Me siento tan feliz como un pájaro que re-cién estrena su plumaje, al que apenas le importara a qué rama volar, que solamente pensara en probar sus alas recién descubier-tas».

Solo hay que imaginar el escán-dalo que para la estricta sociedad

«Sorprende la

lucidez y la cultura de

una jovencita que sabe

leer en latín, que cita a

los clásicos...»

inglesa de la época supuso el he-cho de que una chica de dieciséis años se escapara con un hombre casado. Una experiencia que mar-caría el destino de los Shelley, pues fueron precisamente esas viven-cias, marcadas a fuego en el alma de la joven Mary, las que darían lu-gar a una de las obras más conoci-das de todos los tiempos: Frankens-tein o el moderno Prometeo.

Durante la ruta abundan los es-cenarios románticos descritos por Mary en paisajes agrestes y podero-sos: tormentas mientras navegan por lagos, pintorescos castillos en ruinas en el Rin, la visión de los Al-pes nevados en la lejanía. La men-talidad como escritora de Mary se está empezando a crear. Y junto a ella aparecen íntimamente liga-das sus preocupaciones políticas, herencia de los planteamientos de su padre, el filósofo William Godwin y de su venerada madre, a la que Mary había perdido al na-cer, la escritora Mary Wollstone-craft; Mary observa una Europa de-vastada por los conflictos de Bona-parte y expresa su odio hacia la guerra afirmando que es «una pla-ga, que, por orgullo, el hombre in-flige sobre su semejante». Sorpren-de la lucidez y la cultura de una jo-vencita que sabe leer en latín, que cita a los clásicos y que nunca deja

de leer mientras viajan, aunque tengan que dormir en posadas o cabarés, o desplazarse en cabriolés y diligencias. De todos los caminos que utilizan los viajeros para mo-verse hay una especial predilec-ción de Mary y Percy por el agua: navegan a través de ríos y lagos en barcos de vela, descienden por so-noras cataratas, «una de ellas de más de ocho pies», están a punto de ahogarse en varias ocasiones… acaso una percepción del final de Percy B. Shelley, ahogado mien-

CRÓNICA

Mary Shelley.

CÓRDOBA

tras navegaba en el Ariel años más tarde.

Es Suiza la parte de la ruta que más atrae a los jóvenes. Sustituyen la débil mula del coche por un ca-ballo y siguen avanzando, cam-bian de cochero, Percy agrede a un hombre que se muestra grosero… toda una aventura que Mary recor-dará años más tarde señalando que «estaba actuando en una nove-la, encarnando un romance».

La segunda parte del libro in-cluye cuatro cartas escritas en el segundo viaje por Europa de los Shelley durante el verano de 1816 en una estancia de tres meses en los alrededores de Ginebra. Hay dos cartas de Mary y dos de Percy. En ambos se advierten las ideas li-berales de Rousseau, pero sobre to-do destaca la admiración por el paisaje. Mary se fija en los detalles de su estancia: las camas de las po-sadas, los problemas con los pasa-portes, el alquiler de los caballos, pero se rinde a la admiración del crepúsculo cuando navegan en un barco de vela por el lago Ginebra en el que se refleja el majestuoso Mont Blanc. Por su parte, Percy en la carta III escrita en Montalegre describe la geografía que se van en-contrando, en la que destacan an-tiguos castillos, como el de Yvoire o la torre en ruinas de Hermance. La Carta IV de Percy, escrita desde Chamonix, le sirve para desvelar su pasión por la naturaleza: obser-va las cataratas cercanas a St. Mar-tin y se admira ante las aguas azu-les, viaja para ver el glaciar de Montanvert, el Mar de Hielo, y ter-mina recordando las manadas de lobos que corren por aquellas montañas indómitas. Al poeta Per-cy B. Shelley le inspiran los versos escritos en el valle de Chamonix-Mont Blanc. A Mary, el verano de 1816 le servirá para crear la obra que permanecerá para siempre co-mo uno de los grandes mitos lite-rarios de todos los tiempos.

‘Juan y los murmullos’, de Cristina RenteríaMICRORRELATOS

Diego Marín Galisteo

Leí Pedro Páramo por primera vez en enero de 2003. Puedo ser más preci-so y decir que me encontraba leyén-dolo la noche del viernes 24 de ene-

ro. Tengo como testigo al terremoto de in-tensidad 4,6 grados en la escala de Richter que llegó a Córdoba desde su epicentro en la localidad de Espejo. Volver a aquel re-cuerdo ahora me obliga a renombrar aque-lla noche como la del murmullo sísmico.

Decía Juan Rulfo que Pedro Páramo era una novela de fantasmas que cobran vida y que la vuelven a perder. Decía también que hacía falta leer tres veces su libro para cap-tarlo del todo. Una atmósfera lúgubre y un quinqué alimentado con polvo. No todo el mundo está dispuesto a entrar en un lugar

así. Por fortuna, eso no fue lo que pensó Cristina Rentería Garita cuando llegó a Co-mala. Sin salir ya del todo (cuestión difícil), fue armando durante años un universo pa-ralelo al de Pedro Páramo. El resultado: Juan y los murmullos (Ediciones Azimut), su prime-ra obra que cuenta con unas magníficas ilustraciones de Flavio Villalvazo.

En el título podemos encontrar ya una pista de lo que viene. Esos murmullos que a punto estuvieron de dar título a la novela de Rulfo aquí aparecen como voces que acompañan al escritor mexicano desde siempre. Ordenando el caos, escribe Rente-ría Garita. Murmullos que bien podrían ser los parientes mexicanos de los Cronopios de Julio Cortázar.

La autora apuesta por el microrrelato para dar forma a este homenaje a la vida y obra de Juan Rulfo. Es una elección acerta-

da porque se trata de un género en el que no solo hay que prestar mucha atención a las palabras, sino que también hay que es-tar muy atentos a los resquicios que hay en-tre esas palabras. De eso se ha valido para colarse, a su vez, por los huecos que hay en Pedro Páramo, en una comunión literaria que tiene su correspondencia en la conden-sación narrativa y en el lenguaje preciso y directo. Son varias las escenas de estos mi-crorrelatos que se resuelven de forma sutil, rozando la crudeza con suavidad para que no parezca áspera: «Juan Preciado se acerca a Damiana Cisneros. Mira alrededor de su cuello un surco profundo, rosa como la flor del obelisco».

Juan Rulfo vivió 68 años, y ese es el nú-mero de microrrelatos que contiene Juan y los murmullos. Su vida, la de los murmullos, la de Comala y sus ánimas, también la de

‘Juan y los murmullos’. Au-tora: Cristina Rentería Garita . Editorial: Azimut . Málaga, 2020.

Juan Preciado, marcan el ritmo de la narra-ción con su propio espacio y tiempo. Aun así, es imposible no percibir este libro como un todo orquestado para dibujar un nuevo mapa de Comala.

Al día siguiente de empezar a leer el li-bro de Rentería Garita sentí otro temblor. Me encontré en el periódico con un artícu-lo de Julio Llamazares titulado «Pedro Pára-mo», en el que reseña la adaptación teatral de la novela que dirige Mario Gas. Señala Llamazares que es una adaptación magis-tral para la posiblemente novela cumbre del siglo XX en todas las lenguas. Miraría esa coincidencia con normalidad ante cual-quier otro libro. Sin embargo, que algo así ocurra por azar fuera de la ficción solo pue-de justificarlo un murmullo.

Page 7: ANTONIO COLINAS · 2020. 12. 26. · corresponsal de guerra. Defen-sora del matrimonio civil, el divorcio y el voto femenino. Además de sus miles de artícu-los, muchos de ellos

7Diario CÓRDOBASÁBADO 26 DE DICIEMBRE DEL 2020

Cuadernos del Sur

‘El infinito en un jun-co’. Autora: Irene Vallejo . Editorial : Siruela . Ma-drid, 2019.

Nadie acabará con los libros‘El infinito en un junco’, el cautivador libro de Irene VallejoAntonio González Carrillo

I rene Vallejo (Zaragoza, 1979), Premio Nacional de Ensayo 2020, es una escrito-ra en estado de gracia, auto-

ra de El infinito en un junco, con nu-merosas ediciones ya y traducido a varios idiomas. Este ensayo de moda es una obra a medio camino entre el relato y la novela de fic-ción. La primera parte de la obra es de más interés e intensidad que la segunda, dentro de una gran erudición para expertos que hace compatible con un lenguaje ase-quible por cotidiano y con múlti-ples guiños al mundo actual. Este hermoso libro se iba a llamar Una misteriosa lealtad en honor a Jorge Luis Borges, dado que se iba a cen-trar en la gestación de la gran Bi-blioteca de Alejandría. Vallejo to-ma la sabia decisión de sumergir-se en una investigación de los clá-sicos partiendo de los viajes de unos enigmáticos jinetes que lle-van a cabo una extraña misión. Son buscadores de libros por terri-torios donde les acechan peligros múltiples en un mundo violento y convulso.

Fueron los Ptolomeos quienes enviaron a estos hombres, en su obsesión megalómana, para con-seguir todos los libros del mundo. Estos faraones con poder absoluto estaban dispuestos a pasar a cu-chillo a todo aquel que se interpu-siera en su objetivo de hacerse con tan codiciado botín. Perseguían el sueño imposible de hacerse con el mayor número posible de ejem-plares allí donde los hubiera para crear esa gran biblioteca en Ale-jandría. Una ciudad sin pasado, que pasó a ser la ciudad de los li-bros, capital de la palabra. Una bi-blioteca de 200.000 volúmenes, que es lo más cerca que he-mos estado de poseer todos los libros existentes, como aho-ra sería el mundo virtual de internet. Ciudad de sabios, donde Demetrio de Falero inventó la figura del biblioteca-rio, donde escritores helenisticos, filósofos, científicos y poetas pudieron tener un trabajo remunerado de por vida.

Fue en la Grecia continental de Homero, Safo y en la pe-riférica y mestiza de los preplatonicos cuando constatamos la fiebre por los libros. El nacimiento de la filosofía griega coincidió con la juventud de los libros y de la escritura. La Academia platónica tenía biblioteca propia y en el Liceo, Aristóteles el tutor de Alejandro coleccionaba libros de ciencia y de arte que compraba de su propio bolsillo. Por eso escribió lo que escribió… Los libros, nos lo recuerda Emilio Lledo, son los recipientes donde reposa la historia, el dique contra el tsunami del tiempo. La historia de los li-bros lo es de nuestra memoria como especie humana. Este ensayo nos recuerda cómo los libros han sobrevivido a los campos de concentración nazis y a los gulags, al analfabe-tismo, a las hambrunas y a las epidemias, a las conquistas y a los saqueos.

Libros que surgieron de un sencillo junco o papiro como hojas para la escritura capaz de albergar lo más grande, la cultura en algo tan pequeño como un rollo. Esos libros de Grecia a la Edad Media de los monasterios a la imprenta del Renacimiento, de la Ilustración a la Modernidad que son el cimiento de nuestro mundo, que han sido y seguirán sien-do nuestros más fieles aliados durante siglos como objetos

ENSAYO

El sillón de la abuela

POESÍA

Antonio Luis Ginés

Descubre uno la frescura en El sillón, de Carmen Pérez, esa forma tan directa de hacer que lo íntimo se pro-

pague a través de la voz como si estu-viera hablando con el lector median-te confidencias, y si éstas se vuelven descarnadas y tiernas a un tiempo y miden las palabras y sus consecuen-cias, es que debajo puede haber un parto, dolor. Un primer libro es terre-no para lanzarse con la palabra a no poner cotos, a indagar, a cincelar una propuesta, pero la autora tiene un punto de madurez que ayuda a conte-ner los versos, a hacer que vayan con una moldura que no desentone: «Con-vivir con la muerte,/ es ejercitar la pa-ciencia». La acción en presente le da una inmediatez a los versos que pro-pician esa conexión inmediata, algo prosaicos, pero siempre contando y cantando en torno a la familia. Va construyendo el sujeto poético un hi-lo del que tirar y mantener como es la memoria; el presente construyendo su propia historia. Esa sencillez expre-siva, ese cuidado del lenguaje, acaba por conformar descripciones cortas e intensas que dan cierta plasticidad a

Irene Vallejo.

‘El sillón’. Autora: Car-men Pérez Cuello . Edi-torial: Cántico . Córdo-ba, 2020.

CHUS MARCHADOR

de amor y de fascinación, que si no existieran cada genera-ción tendría que empezar de cero. Son aquellos que sin su presencia la vida perdería sentido. Son un producto frágil, tan etéreo como el aire, que siguen presentes en nuestra co-tidianidad como fuente plena y continúa de estímulo y de placer. Nos han ido dejando una profunda huella, porque acumula siglos de sabiduría encapsulada, al alcance de cualquiera asimilarlos. Hoy abundan los tristes agoreros, profetas de su pronta desaparición, que vaticinan su muer-te sustituidos por dispositivos electrónicos, quedando rele-gados a museos etnológicos. Eso no va a ocurrir, porque na-die acabará con los libros en papel. Por el contrario, han su-perado la prueba del tiempo, demostrando que son buenos corredores de fondo, con larga vida por delante. Tienen el poder y la magia de registrar nuestras ficciones que son la especificidad de lo más humano, que dan sentido al mun-do y nos alejan de la ignorancia y el fanatismo. Es nuestro deber proteger el tesoro de nuestra tradición de la palabra escrita. Allí donde llegan los libros hay más higiene, menos supersticiones y las gentes son más felices. Representan la cultura imprescindible en tiempos de crisis planetaria. Son el refugio íntimo, que nada ni nadie nos puede arreba-tar. Es curioso observar cómo podemos leer un manuscrito de hace diez siglos, pero no un disquete o una cinta de ví-deo de hace solo una década. En definitiva, los libros están profundamente arraigados en nuestra actitud y en nues-tras expectativas ante la vida, compañeros de nuestra iden-tidad personal. En estas fechas navideñas nada mejor que felicitarnos con libros como éste.

Carmen Pérez Cuello.

CÓRDOBA

la sucesión de imágenes, pero sobre todo la atmósfera que se va tejiendo en torno a la figura de la abuela, esa medida en los detalles, esa distancia que cautiva. Pérez teje con sutilidad este entramado que suele albergar una carga invisible, a la que el lector debe acceder, e incluso en las imáge-nes o metáforas que aparecen, lo vi-sual cobra una visibilidad precisa: «Los pájaros revolotean,/ como el día alrededor de mis manos». Por tanto, no se renuncia a lo poético en ningún momento, sino que se construye bajo ese cimiento y esa mirada hacia den-tro, reconociéndose y proyectándose hacia fuera, dibujando un territorio específico en el que la voz se mueve con cierta soltura. Un territorio con una clara posición femenina, lúcida en su conciencia de mirar y reflexio-nar sobre el pasado, en una comu-nión fluida hacia el presente.

Page 8: ANTONIO COLINAS · 2020. 12. 26. · corresponsal de guerra. Defen-sora del matrimonio civil, el divorcio y el voto femenino. Además de sus miles de artícu-los, muchos de ellos

8 Diario CÓRDOBASÁBADO 26 DE DICIEMBRE DEL 2020

Cuadernos del Sur

Libros para la Navidad (y 2)Recomendaciones de Luis Santillán para disfrutar de la lectura durante estas fechas

ESCAPARATE LITERARIO

‘Un tributo a la tierra’. Au-tor: José Sacco . Editorial: Reservoir Books . Madrid, 2020.

Las novelas gráficas, a la par que reportajes periodísti-cos, de José Sacco, son mun-dialmente conocidos y espe-rados. Después de sus incur-siones por Oriente Medio y los Balcanes, reflejando su dramática realidad, su re-greso vuelve a adquirir esa condición de denuncia con Un tributo a la tierra, en don-de refleja, como pocos, la realidad de los pueblos indí-genas de Norteamérica, así

como los sucesivos expolios a que se han visto sometidos durante el siglo XX a manos del más salvaje de los capitalis-mos. José Sacco presenta así toda una galería de personajes que llevan generaciones sufriendo un sistema educativo empeñado en borrar su identidad como pueblo, obligándo-les a romper todos sus vínculos con la tierra de sus ances-tros. LUIS SANTILLÁN

‘La enfermedad de escri-bir’. Autor: Charles Bukowski . Editorial: Anagrama . Bar-celona, 2020.

¿Es posible que aún no co-nozcamos toda la obra de este genial escritor? Anagra-ma acaba de publicar La en-fermedad de escribir, en donde Bukowski reflexiona sobre sus lecturas de cabecera, los autores a quienes considera sus maestros y sobre el ofi-cio de escribir, mostrando una faceta de autor desco-nocida en un libro que co-menzó en 1945 y cerró poco antes de su muerte en 1993.

Estamos ante un compendio de estética bukowskiana, que con su característica vehemencia, lanza pullas feroces con-tra los autores de la generación beat (Ginsberg y Burroughs), los poetas del Black Mountain College, Hemingway o el mismísimo Shakespeare, pero que también expresa su ad-miración por Dostoievski, Fante o Sherwood Anderson. Im-prescindible para los amantes de la teratura de calidad. L.S.

‘Fante Bokowski Dos’. Au-tor: Noah van Sciver . Edito-rial: La Cúpula . Barcelona, 2020.

Precisamente de la unión de estos dos genios de la lite-ratura underground, el escri-tor y dibujante Noah Van Sciver, creará el personaje Fante Bukowski, entregan-do su nueva novela gráfica Fante Bukowski Dos. ¿Quién es Fante Bukowski? Es el alter ego de su creador a la par que se considera a sí mismo una reencarnación de los dos escritores malditos. Por eso ha adoptado ese nom-

bre a la hora de firmar «inacabables novelas que solo con-templa en su imaginación», mientras se envuelve entre los vahos etílicos de una falsa moralina. Y así, intentando so-brevivir en un mundo que le resulta ajeno, decide emigrar a Columbus, en Ohio, paraíso del arte y la creatividad, don-de los hados deberían serle más favorables. Bukowski y Fan-te deben estar retorciéndose de risa en sus tumbas. L.S.

NOVELA GRÁFICA NARRATIVA NOVELA GRÁFICA

‘Vikingos’. Autor: Neil Price . Editorial: Ático de los Libros . Barcelona, 2020.

Vikingos es la historia de un pueblo que un día se echará a la conquista de nuevos ho-rizonte y tierras, iniciando con ello una expansión sin precedentes, convirtiéndo-se en los comerciantes, pira-tas, exploradores y coloni-zadores que habrían de via-jar desde América del Norte hasta las estepas asiáticas, navegando por todos los mares europeos. Neil Price se atreve con esta masto-

dóntica obra, Vikingos, desmitificando una época convulsa y resaltando todo lo que tiene de mágico (magia sexual, sa-crificios sangrientos, hechicería femenina chamánica, mu-jeres guerreras…). Nos encontramos en unas tierras cuya climatología no invitaba a la agricultura, y que sería la cau-sante principal del carácter rudo y en ocasiones salvaje de los vikingos. L.S.

‘Magnun. Artistas’. Autor: Simon Bainbridge/Magnum Photos . Editorial: Blume . Barcelona, 2020.

Un libro de impecable fac-tura y que todo apasionado a la fotografía no podrá al menos contemplar de vez en cuando. Blume Editorial continúa ampliando su fan-tástico catálogo de arte, ci-ne y fotografía, y nos entre-ga un retrato sincero de la excepcional relación entre los artistas plásticos más re-putados y el colectivo foto-gráfico más aclamado del mundo. Y es que hablar de

Magnum es remontarse al Olimpo de la fotografía, artistas geniales visuales y plásticos, que abarcan desde aquellas realizadas a Matisse y Picasso realizadas por Robert Capa, hasta las de Takashi Murakami, por Olivia Arthur; las de Thomas Hoepker a Warhol y De Kooning y las de Cartier-Bresson a Thomas Hoepker. Saquen su entrada y disfrutan de una exposición privada cómodamente en su casa. L.S.

‘Camino a Macondo’. Au-tor: Gabriel García Márquez . Editorial: Mondadori . Ma-drid, 2020.

Estamos ante todo un acon-tecimiento literario. A la es-pera de que en un futuro, si los astros son favorables, se edite la continuación de las anheladas memorias de García Márquez, Mondado-ri presenta estas fechas Ca-mino a Macondo. Ficciones 1950-1966. La historia del mítico territorio de Cien años de sole-dad. Y es que hablar de Ma-condo es referirse a territo-rios a medio camino entre

la ficción y la realidad, entre lo mágico y lo fascinante. Este libro repasa los tímidos comienzos literarios de su autor, así como la aparición de ese mundo mágico en los prime-ros relatos de García Márquez y su eclosión en novelas co-mo La hojarasca, El coronel no tiene quien le escriba o La mala hora. Son textos en los que comenzaba a percibirse la existencia del territorio literario de García Márquez. L.S.

HISTORIA FOTOGRAFÍA NARRATIVA

‘Maternidad y creación. Lecturas esenciales’. Auto-ra: Moyra Davey, editora . Editorial: Alba Editorial . Bar-celona, 2020.

Reedición de lujo para un tí-tulo que recoge ensayos y narraciones en torno a la naturaleza de la creación, que se aborda desde los tex-tos de autoras como Doris Lessing o Margaret Atwood, entre otras. Y es que a partir de la pregunta ¿es posible trabajar de una forma crea-tiva siendo madre? O lo que es lo mismo, ¿es posible te-ner una maternidad creati-va?, Moyra Davey dará for-

ma al libro Maternidad y creación. Lecturas esenciales, en donde autoras tan dispares como Sylvia Plath, Úrsula K. Le Guin o Tony Morrison intentan condensar décadas de pensamien-to feminista, ilustrando desde diversas perspectivas un te-ma que nunca pierde vigencia. Maternidad y creación se publi-ca en un momento convulso, cierto, pero no lo es menos que la imparable revolución de la mujer continúa. L.S.

‘Leonardo da Vinci. La aventura anatómica’. Auto-ra: Dominique Le Nen / Leo-nardo da Vinci (ilustraciones) . Editorial: Larousse . Madrid, 2020.

Es éste un libro apasionan-te, como todos los que se han publicado sobre el ge-nio del Renacimiento, edi-tado para disfrutar como profano, como conocedor de la anatomía humana o como enamorado de cuan-to dio de sí en arte, pintura y literatura la Italia del siglo XV. Leonardo da Vinci. La aven-tura anatómica se compone básicamente de aquellas lá-minas visionarias del pin-

tor, cuando Leonardo practicaba las primeras disecciones, en Milán hacia 1487. Gracias a dichas láminas, actualmen-te pertenecientes a colección de la Royal Library del Castillo de Windsor, y comparadas con las imágenes médicas más recientes, Dominique Le Nen logra en este libro de gran for-mato que podamos apreciar mejor toda su obra. Un libro pues, de inestimable valor para estas fechas. L.S.

‘Los héroes de Hitler’. Au-tor: Jesús Hernández . Edi-torial: Almuzara . Córdoba, 2020.

Se ha atrevido Jesús Her-nández a investigar y escri-bir sobre un tema contro-vertido dentro de toda la li-teratura que se haya publi-cado sobre la Segunda Gue-rra Mundial, sobre Los héroes de Hitler, que así es como se titula su nueva entrega edi-torial. Y es que si bien la de-rrota del III Reich supon-dría un punto y final a una contienda que habría de de-jar aparte de millones de

muertos, unas heridas que aun hoy en día son difíciles de cerrar, en Los héroes de Hitler, vendría a confirmarse lo ante-rior, al recoger, por ejemplo, la resistencia desesperada de las tropas germanas en Narvik, el terrible asedio de Cholm o el obstinado mantenimiento de la posición de Cactus Farm, en Túnez, ante los ataques de los blindados enemi-gos. Parece que no se ha escrito todo de estos tristes días. L.S.

ENSAYO HISTORIA HISTORIA

Page 9: ANTONIO COLINAS · 2020. 12. 26. · corresponsal de guerra. Defen-sora del matrimonio civil, el divorcio y el voto femenino. Además de sus miles de artícu-los, muchos de ellos

9Diario CÓRDOBASÁBADO 26 DE DICIEMBRE DEL 2020

Cuadernos del Sur

‘Marcia de Ver-mont. Cuento de invierno’. Autor: Peter Stamm . Edi-torial: Acantilado . Barcelona, 2020.

Paisajes nevados de Peter StammEl escritor suizo regresa con ‘Marcia de Vermont. Cuento de invierno’Pedro M. Domene

Los relatos breves del suizo, Peter Stamm (Weinfel-den, 1963), se caracteri-zan por la intensidad, el

uso extensible de la elipsis y, sobre todo, por la incapacidad, en su mayor parte, de sus personajes pa-ra expresar lo que piensan o sien-ten, algo que les lleva a una pro-funda tensión que acaba general-mente en nada. El narrador afir-ma que, casi siempre, alcanza un determinado estado de ánimo cuando escribe, y a través de ese sentimiento le surge el lenguaje. El tono esencial de su escritura ilustra a un individuo cuando se expone a lo desconocido, de ahí que su literatura, sus novelas y sus relatos, describan momentos en los que todo puede ser posible, y entre las muy notables caracterís-ticas de su prosa, el paisaje surge con paralela fuerza, cobra inusual presencia en sus cuentos que re-sultan tan áridos y frágiles como se dilucida por la extremada pre-cisión y la fuerza del lenguaje em-pleado, o por sus acertadas y mili-métricas descripciones. Sencillez y una inteligible capacidad para construir ambientes resumen, aún más, su obra. Los personajes

«... entre los pliegues...

se esconden Carver y

Chéjov, una mezcla

que convierte a este

relato en magistral»

de Stamm tienen el privilegio de intentar convivir en la más abso-luta cotidianidad, no se les exigen reacciones extraordinarias, ni de-ben mostrar actitudes de héroes, pese a las angustiosas situaciones sufridas, aunque en ocasiones lo-gran salir indemnes del dolor que les causa su melancólica circuns-tancia. En uno de sus textos más poéticos, «A los campos hay que acudir...», escrito en segunda per-sona, que puede leerse en una de sus colecciones más valoradas, Los voladores (2010), se cuenta la vida de un artista que, aún en el fraca-so de su arte, logra triunfar.

La literatura de Peter Stamm, antes que un entretenimiento, se muestra como una vía de conoci-miento y algunos de sus persona-jes sobreviven a una existencia que se derrumba por completo, su vida desaparece en un instante, deben empezar de cero, y es así co-mo constatan la necesidad de co-nocerse a sí mismos, aunque la historia no siempre acabe bien, pero al final sabrán más sobre ellos de lo que sabían al principio. Todos se aproximan a su esencia, y en ese sentido podría decirse que se acercan a un final feliz, co-mo ocurre en Marcia de Vermont. Un

de los Estados Unidos, cerca de la frontera con Canadá. Ese viaje, ro-deado siempre de un paisaje neva-do, desencadena los recuerdos de Peter, y su mente le lleva treinta años atrás, cuando conoció a Mar-cia en Nueva York, un encuentro casual, aunque determinante pa-ra el futuro de la historia. Una jo-ven desconocida le pide en la calle unos dólares, y le propone organi-zar una pequeña fiesta, de alguna manera conviven en una extraña relación, aunque treinta años des-pués apenas se acuerda de su cara, pero tiene la seguridad de que la

RELATOS

Peter Stamm.

CÓRDOBA

reconocería si se la encontrara por la calle alguna vez.

Peter Stamm juega con la posi-bilidad de que aquel encuentro con Marcia se hubiera convertido en algo más que un amor fugaz. El narrador del relato, Peter, apenas tiene recuerdos de aquellos días en Nueva York, pero por extraño que parezca, esa evocación había cobrado vida propia con los años, se había ido ensamblando para crear una historia que encajaba muy bien con la biografía de un artista: inicios en Nueva York, años de penuria, amistades con otros artistas que luego siguieron su propio rumbo, o murieron jó-venes, muestra inequívoca de esa y otras vidas que no vivimos. Lo ca-racterístico de Stamm es que sus historias, el argumento que desa-rrolla en sus cuentos y novelas, suele comenzar con una pregun-ta, tal vez, de lo más inocente, ¿y si las Navidades junto a Marcia hu-bieran cambiado su vida para siempre? El centro del cuento es aquello que se quedó en un ger-men. No ha sido una vida pero en algún lugar de nuestro cerebro si-gue latiendo, como si fuera el es-cozor de un miembro fantasma. Peter y Marcia son, en este Cuento de invierno, dos seres reales que ha-bitan un dentro y un afuera sin llegar a atravesar la puerta para reencontrarse, aunque el narra-dor deja señales, marcas en el tiempo, para descubrir aquella vi-da que se quedó en una posibili-dad, mientras la otra, la que pare-ce más real, continúa. La huella de dos maestros que elige Stamm pu-lulan por este breve relato de ape-nas noventa páginas, entre los pliegues de su historia se escon-den, el norteamericano Carver, y el ruso Chéjov, una mezcla que convierte a este relato en magis-tral.

Ilusión, realidad, magia, conscienciaRELATOS

Pilar Muñoz Aguilar

Una voz ágil, misteriosa, semi-real, poética y singular nos per-suade para entrar en el ecléctico escenario de unos enigmáticos

relatos, colgados en el espacio ingrávido del tiempo donde el subconsciente se balancea entre la frontera de lo ficticio y la impostu-ra de lo real.

Francisco Javier Guerrero (Córdoba, 1976) ha escrito libros de relatos, Caleidosco-pia (2014), y poemarios como Anatomía del tornado (2015), Las razones del agua (2017), Los principios activos (2018), trigésimo sexto Pre-mio de Poesía Ciudad de Badajoz, y Boceto de una fábula (2019). Ahora, en La vida anticipada nos plantea el misterio de la propia existen-cia, el vacío insondable de las ausencias y sus fantasmas varios y caprichosos, el desti-

imágenes y eventos que fluyen veloces y lo hacen inasible, fugaz, efímero en el trans-curso casi inmaterial de nuestra propia existencia, donde, alguna vez, el pasado y el futuro confunden su orden.

El autor está acompañado en sus relatos por diferentes personajes que hicieron his-toria por sus logros en diversas disciplinas como las matemáticas o la física. Nos topa-mos pues con figuras como Paul Dirac, Etto-re Majorana o Marian Rejewski, entre otros. De esta forma les devuelve la inspiración que de ellos, de alguna forma, ha recibido, al tiempo que proyecta su emoción e inspi-ración. Rememora, igualmente, en sus his-torias algunos sucesos como el desastre de Chernóbil o el atentado yihadista en Nueva Zelanda.

Un libro de relatos que atraerá la aten-ción de los amantes de las historias cortas, con un estilo ágil, directo e ingenioso don-de la ilusión y la realidad se entrelazan y confunden en la magia de las palabras y el juego de las experiencias.

‘La vida anticipada’. Autor: Francisco Javier Guerrero . Editorial: Adeshoras . Ma-drid, 2020.

no ineludible del ser humano. En sus rela-tos, el sueño se superpone a la realidad y la sobrepasa adquiriendo una presencia más sólida, incluso, que la propia vigilia. El au-tor juega con la dicotomía entre la ilusión y la realidad proponiendo la inversión de los supuestos, para impulsar un planteamien-to inverso de lo que hasta el presente todos hemos asumido como certero, sin cuestio-narnos la posibilidad de otro orden, otra perspectiva, otro ángulo. En alguna de estas historias asistimos a un enfoque distinto de los pronombres, a una trasposición de la propia identidad, de manera que «yo», «tú», «él» confluyen en una misma entidad en los diferentes turnos. Así mismo, la voluntad mueve a sus personajes, pero el azar y el destino cobran presencia y abortan la pro-babilidad de huida en un regusto de eflu-vios nihilistas.

El tiempo se condensa en el intervalo de

cuento de invierno (2020), donde el protagonista se llama Peter y el narrador centra el relato en un ar-tista que pasa dos meses en una re-sidencia de Vermont, en el norte

Francisco Javier Guerrero.

Page 10: ANTONIO COLINAS · 2020. 12. 26. · corresponsal de guerra. Defen-sora del matrimonio civil, el divorcio y el voto femenino. Además de sus miles de artícu-los, muchos de ellos

10 Diario CÓRDOBASÁBADO 26 DE DICIEMBRE DEL 2020

Cuadernos del Sur

‘La mariposa en el buzón’. Autor: Ma-nuel Molina Gonzá-lez . Editorial: Edi-ciones Algorfa . Má-laga, 2020.

Un vuelo esperanzador‘La mariposa en el buzón’, de Manuel Molina González

Francisco Onieva

Con La mariposa en el bu-zón, Manuel Molina González completa una trilogía japonesa junto

a Haikus del olivar (2013) y Volverás abril. Senryus (2017). Conocedor de la tradición japonesa y de las inno-vaciones que el género ha sufrido desde principios del siglo XX has-ta la actualidad, nuestro poeta se mueve con comodidad y sin con-tradicciones entre la ortodoxia y las nuevas propuestas orientales, americanas y europeas, y explora las posibilidades expresivas de un género que, más allá de los tres versos de cinco, siete y cinco síla-bas, es una forma mirar, de enten-der el mundo y de darle cauce ex-presivo a través de una palabra sencilla y despojada, sin artificios.

Así, la mirada ensimismada y reflexiva del poeta se detiene en la pequeñez de lo que lo rodea y pre-tende capturar el instante. Su con-templación sucede desde un esta-do de melancolía y de aceptación de la transitoriedad, pero tam-bién de gratitud y de celebración. Esto le permite descubrir lo ex-traordinario de lo cotidiano en un momento irrepetible que provoca una emoción y que, aunque sea insignificante en apariencia, en-

cierra un sentido digno de ser can-tado. No obstante, este ortodoxo canto del afuera se combina sin es-tridencias con el devenir de un yo y de un tú que, inevitablemente, conforman un nosotros.

Como reza en el subtítulo y el autor confiesa en una nota final, el volumen es una selección de 111 haikus, escritos a lo largo de los últimos cinco años, principal-mente entre 2017 y 2019, mien-tras «pasaba las mañanas y/o tar-des en los pasillos de un hospital, acompañando a un familiar que cada 21 días debía recibir trata-miento [...]. Han sido muchas ho-ras continuadas de silencios, de butacas desgastadas, de pasillos saturados o fríamente vacíos, de luces artificiales, de máquinas ex-pendedoras, de largos momentos para reflexionar; un inevitable orillamiento de la escritura hacia la necesidad, a la vez que compa-ñía impagable».

Desde la soledad y el silencio de ese ámbito, que es origen y tér-mino, el autor intuye el verdadero sentido de la vida y acude a la es-critura, en principio, como una herramienta terapéutica que le permite bucear en su interioridad y sondear las dudas que lo confor-man, con lo que, inmediatamen-te, deviene en instrumento de co-nocimiento y de comunicación, al

HAIKUS

Manuel Molina González.

CÓRDOBA

Taguchi, quien estuvo siete años en el corredor de la muerte, cuya última voluntad fue el material necesario para escribir un haiku.

El vuelo esperanzador de esta mariposa muestra a un poeta que conoce bien el haiku y sus miste-rios, que se pregunta a sí mismo sobre la vida, la muerte, el amor, el paso del tiempo o la infancia, sin pretender respuestas, insi-nuando al lector en solo diecisiete sílabas.

Lumbre para la memoriaNOVELA

José García Obrero

Sé que las cenizas de nuestro presente se han convertido en nuestro pasado y, al contrario que algunos de mis co-nocidos, no me arrepiento de mis re-

cuerdos ni de mis añoranzas». Esta afirmación pertenece a la protagonista de La luz en su ausen-cia, última novela de Encarna Castillo. Una mujer de 83 años, «muda, pero no sorda», tes-tigo directo de la época más convulsa de la his-toria reciente de España y de Europa, pero sin posibilidades de «decirla». Y es que, al igual que en sus dos anteriores novelas, la prosa de Castillo discurre con fluidez por territorios fértiles a lo poético, de ahí el esmero con el que trabaja la carga simbólica de sus elemen-tos. Comenzando por el título, que no es solo bello, sino que destila la esencia de una histo-ria que nos habla de vidas sacrificadas inútil-mente entre el desinterés de unos y los esfuer-zos de otros por ocultarlas. Tampoco es casual que la protagonista sea una anciana que solo puede escuchar, ni que el episodio que desen-cadena el relato sea el atropello de Fante, su

perro, que queda moribundo. Todo en su pre-sente está suspendido por un hilo tan delica-do que el más mínimo desequilibrio sellará para siempre su memoria. Una memoria que también es colectiva, y que pertenece al lector, aunque apenas la conozca. Si la historia la es-criben los vencedores, esta es la de unos hom-bres y mujeres que fueron de derrota en derro-ta: vencidos en la Guerra Civil, exiliados de su país, expulsados de los territorios a los que ayudaron a luchar contra el nazismo -Yugosla-via, Francia continental, Argelia o Córcega- y, finalmente, deliberadamente ignorados tras la caída del telón de acero. Las cenizas son res-tos de un fuego apagado por el discurso oficial -o discursos oficiales-, pero también son hue-llas que la protagonista recupera gracias a la escritura en uno de los cuadernos que escribe desde niña. La literatura la salva y trae al lec-tor la luz de aquellos días en que era la hija de unos exiliados en Praga, ciudad que acogió una comunidad de españoles militantes en su mayor parte del PCE o el PSUC, a los que rin-dieron sus vidas.

No es la primera vez que la autora recons-truye un episodio de amnesia inducida por el

Antonio Casado Machado, las emisiones de Radio Pirenaica o el control absoluto que ejer-cía «el Partido».

Todo ello reviste de una natural veracidad la atmósfera en que vivió esta comunidad y sus contradicciones, instalados en un país prestado mientras ansiaban regresar a una Es-paña más imaginada que real; guardianes, pe-se a sus militancias izquierdistas, de unos va-lores que relegaban a la mujer a un segundo plano o censuraban a las que se apartaban, co-mo Teresa Pàmies, del modelo tradicional de familia. No es de extrañar que la protagonista recuerde estas palabras de la intelectual cata-lana: «Las mujeres fueron las más perjudica-das en nuestra guerra», a las que añade: «tam-bién lo siguen siendo en nuestra literatura». Y es que otro gran hallazgo del libro es la sutile-za al introducir una mirada sensible a asuntos de actualidad, ya sea la lucha feminista o la preocupación por el bienestar de los animales representados en Fante, protagonista silencio-so e indefenso de estos acontecimientos, últi-mo refugio frente a la soledad definitiva.

‘La luz en su ausencia’. Au-tora: Encarna Castillo . Edito-rial: Carpe Noctem . Madrid, 2020.

estar en todo momento abierto a la otredad.

En este proceso radica el senti-do del citado subtítulo cabalísti-co, «111 haikus»: el uno es la sin-gularidad y el tres la totalidad, la plenitud, con lo que, a pesar de la dificultad, hay un mensaje de es-peranza; el 111 sería, pues, el sus-tento, los que nos enraíza y nos lle-va a resistir ante la adversidad.

La curiosa arquitectura del li-bro se apuntala en tres partes asi-métricas precedidas cada una por un breve fragmento en prosa, im-pregnado de la filosofía zen, en el que dialogan un sensei y un hai-jin, a través de los cuales el autor expone su visión del mundo y su concepción del género. Cada una de estas estampas, que se cierra con un haiku y su traducción al japonés, están seguidas de una se-rie variable de haikus.

«La creación y su largo trecho» va seguido de 18 piezas de tono metaliterario, en los cuales Moli-na González explicita su concep-ción tanto del género como del proceso creativo. Por su parte, «La naturaleza, aquí y tal vez ahora» está seguida de otras 39 en los que la infancia, el instante y la adversi-dad se mezclan en el momento presente, conformando la parte más canónica de un volumen al que se refiere Carlos Santos, quien

firma un prólogo titulado «Para quedarse», como un «olivar en verso donde grajillas, mariposas, gayumbas, gatos, perros, higueras despeinadas y libélulas conviven con abismos, silencios, ausencias, olvidos, vacíos, soledades, ruinas, féretros y fantasmas en un reman-so de páginas, pinceles, amista-des, canciones y buzones, libros, cervezas, vinos y gomas de bo-rrar». En cambio, «El barrio, la vi-da, que aún sobrevive celebrando los días» celebra la vida, el instan-te, la plenitud del momento, im-pregnado de una profunda grati-tud, a pesar de la adversidad, a lo largo de 48 composiciones.

Esta idea se refuerza con la es-tremecedora historia que cierra el volumen, la del boxeador Shuzo

poder, ya lo hizo en su anterior trabajo, Venta del rayo, en el que rescató la historia de su abue-lo, fusilado por los franquistas y, como tantas víctimas, borrado del mapa por la dictadura e ignorado, posteriormente, por los sucesivos gobiernos de la democracia. Si en aquella oca-sión Castillo situaba el relato en el terreno de la autoficción, en La luz en su ausencia toma dis-tancia de los hechos al dar voz a la anciana, un personaje bien dimensionado, poseedora de una mirada que transmite todos los matices de la historia, en ocasiones tierna, en otras, cruda, y en la que predomina un fondo melan-cólico, uno de los rasgos de carácter de la ciu-dad checa. El relato se va construyendo con la aparición de un buen número de personalida-des históricas que protagonizaron estos he-chos, entre las que destaca Teresa Pàmies, la autora de Testament a Praga, pero también Do-lores Ibárruri o Jorge Semprún.

Una beca de residencia de dos meses en la capital checa permitió a la autora documen-tarse sobre los personajes y pormenores en los que se desenvuelve la protagonista: su amis-tad con líder política y escritora, Teresa Pàmies, sus conversaciones con Violeta Uribe,

Page 11: ANTONIO COLINAS · 2020. 12. 26. · corresponsal de guerra. Defen-sora del matrimonio civil, el divorcio y el voto femenino. Además de sus miles de artícu-los, muchos de ellos

11Diario CÓRDOBASÁBADO 26 DE DICIEMBRE DEL 2020

Cuadernos del Sur

‘Zatoro’. Autor: Mi-guel Argaya . Editorial: Ediciones Amazon . 2020.

Volver a los orígenes‘Zatoro’, una comprometida obra del valenciano Miguel ArgayaJosé Antonio Sáez

El poeta valenciano Miguel Argaya (1960) ha publi-cado en este año de la pandemia su primera nove-la. Empresa difícil la que se echó sobre los hom-bros: escribir la historia de una comuna católica

en nuestros días, haciendo patentes sus estructuras socia-les y dando vida a unos personajes coherentes con sus prin-cipios y su fe. Zatoro es la historia de esa comunidad contada desde un presente que regresa al pasado de sus fundadores cuando es preciso (don Salvador Gorrión), a manera de la técnica narrativa conocida como flashback. La convivencia en la comuna atraviesa sus momentos de incertidumbre, pero también se proyecta sobre el futuro a través de la espe-ranzada decisión última del personaje de Rebeca, la joven universitaria que va madurando su postura sobre ella a lo largo de la obra.

Zatoro es, además una novela poliédrica, caleidoscópica o poligenérica, si así se quiere, pues hay en ella una delibe-rada intención de mezclar o introducir distintos géneros li-terarios a lo largo y ancho de la narración central y su hilo conductor, con el que se familiariza al lector una vez que aprecia el caudal de recursos técnicos narrativos, de diver-sos géneros literarios, de que el autor hace gala en ella. En esto puede que Zatoro recuerde en algo al Quijote y la delibe-rada intención de Cervantes de introducir otras historias al hilo de la historia central, aquí otros géneros y subgéneros como el ensayo, el lírico, el dramático o el subgénero epis-tolar. Puede que psicológicamente estos recursos técnicos actúen como una suerte de ruptura en la narración central, ya que provocan frecuentes incisiones en el decurso de la

NOVELA

Furor de hombre contra hombre

POESÍA

Antonio Luis Ginés

Este libro publicado en 1954, tras una lectura detenida y precisa, sorprende por la vi-gencia que mantiene - poéti-

ca y también hacia lo social- más que aceptable. Angelina Gatell es una de esas autoras que aún sigue pasando al-go desapercibida entre los lectores, máxime entre las generaciones más jóvenes es toda una incógnita. En este Poema del soldado el sujeto poético es un yo -curiosamente sin un género claro reconocible- que a veces se encarna en la persona de Miguel, y otras veces es-tablece una curiosa conexión con dios -más que todo como figura o ente espi-ritual cósmico-, pero siempre buscan-do al otro lado un interlocutor del que no espera una respuesta directa, y sin que ello evite que la pregunta quede ahí, flotando, en las conciencias de los lectores.

Desde el primer poema (casi una plegaria), las imágenes se vuelven uni-versales aunque parten de la singula-ridad de un individuo concreto, y nos revelan el sentimiento de peligro y de fugacidad a que nos podemos ver so-metidos: «Un hombre es tan solo una chispa ligera/ que apaga una ráfaga».

‘Poema del soldado’. Autora: Angelina Gatell . Editorial: Bartleby . Ma-drid, 2020.

misma y obligan al lector a una cierta quiebra en cuanto se refiere a la atención y a su conexión íntima con la trama central; desconcertante y enigmático recurso, si cabe, que en algo pone a prueba su perspicacia. También la narrativa de Julio Cortázar, la de Gabriel García Márquez y la de Juan Rulfo tienen algo que ver en esta novela en cuanto a técni-cas y lugares fundacionales o de referencia, paraísos perdi-dos o regiones míticas en fase de despoblación se refiere. Cierto que aquí hay más verosimilitud y menos realismo mágico, menos juego literario que en las obras de estos na-rradores hispanoamericanos. A mi juicio, el autor deja constancia de su compromiso de fe y de vida en el anhelo de esa comunidad guiada por los principios de los prime-ros cristianos, a vista de cuanto el camino eclesial se ha des-viado del que dio origen a aquellas primeras comunidades fundadas por los discípulos de Cristo.

Particularmente, me ha interesado la figura del sacerdo-te de Zatoro, don Javier, que pierde la fe, como el San Manuel Bueno, mártir de Unamuno, que se mantiene al frente de su comunidad a pesar de ello y es guardián celoso de la fe de sus feligreses. El personaje aborda con conocimiento y rea-lismo la problemática de las denuncias contra él y las rela-ciones con su comprensivo obispo, sus dudas de fe y la per-severancia en la búsqueda de la misma. Del mismo modo, la novela refleja los momentos de desolación provocados por las dificultades del desarrollo de la comunidad y la so-ciedad circundante, esa «noche oscura del alma» por la que también atravesó san Juan de la Cruz y no pocos ascetas y místicos.

Por supuesto, enganchan al lector la historia de amor entre la independiente universita-ria Rebeca y el guarda nocturno de la escuela de Zatoro, Carlos Quispe; la generosidad y el altruis-mo de otros personajes, como la maestra, la señorita Sara o el ba-luarte de la comunidad, el cura párroco de Zatoro. Con habilidad narrativa va ligando el autor los lugares urbanos a los personajes que los regentan: la escuela, el mercado, el bar, la iglesia, el to-rreón del cerrillo, etc., así como los acontecimientos estacionales y anuales (el verano en el pueblo, la romería o las fiestas locales).

Estructuralmente dispuesta en tres partes, como tres son las par-tes de la narración, distribuidas según el orden tópico: libro pri-mero (presentación), libro segun-do (nudo), libro tercero (desenla-ce), más un epílogo; la novela re-sulta poseer una coherencia más que suficiente para contar una bien trazada historia con persona-jes, acción, tiempo y lugares bien perfilados; y deja constancia del deliberado propósito del autor de incorporar técnicas narrativas di-versas en mezcolanza de géneros literarios, así como el aporte de materiales ajenos al hilo de la na-rración propiamente dicha. Y to-do ello con un lenguaje muy cui-dado, que no fatiga al lector, sino que, por el contrario, la hace ame-na y digerible.

Creo que Miguel Argaya ha de considerar esta obra como un gran hito en su ya larga trayecto-ria de escritor, pues resulta una narración tan atractiva como va-liente y comprometida en los tiempos que nos han tocado en suerte.

Angelina Gatell.

EFE/ESTEBAN COBO

El furor del hombre contra el hombre es la pregunta que mantiene cosido el poemario, que enciende esa dualidad manifiesta entre la belleza -represen-tada por lo más sencillo, lo cotidiano y cómo se ve alterada en cuanto la gue-rra entra en juego- y el horror, que to-ma cuerpo en la destrucción y el dolor que genera cualquier barbarie de este tipo. Gatell lleva el lenguaje siempre hacia lo poético, las imágenes que im-pactan, esa otra manera de reivindi-car sin panfletos ni soflamas la voz de los vencidos y sus silencios, y eso es ya todo un acierto que perdura durante todo el trayecto, y que puede incidir con fuerza en las conciencias y en las miradas lectoras, sin ninguna pérdida de registro poético. Ese canto elegíaco hacia una divinidad que permanece callada, sin respuesta pero a la escu-cha, resuena como una melodía cons-tante, mientras se traza el mundo an-tes y después de la destrucción, sin que la muerte cambie el ritmo de las cosas.

CÓRDOBA

Miguel Argaya.

Page 12: ANTONIO COLINAS · 2020. 12. 26. · corresponsal de guerra. Defen-sora del matrimonio civil, el divorcio y el voto femenino. Además de sus miles de artícu-los, muchos de ellos

12 Diario CÓRDOBASÁBADO 26 DE DICIEMBRE DEL 2020

Cuadernos del Sur

Últimas palabras del

año para un aniversa-

rio. El pasado 20 de sep-

tiembre se cumplieron

cien años del nacimien-

to de Mario Benedetti y

once de su muerte. El

autor sigue muy presen-

te en la literatura espa-

ñola, al margen de mo-

das y con lectores de dos

o tres generaciones. Su

estancia en nuestro pa-

ís, Madrid y Mallorca,

desde su exilio tras el

golpe de estado de 1973

en Uruguay, nunca pa-

só desapercibida; luego

volvería con cierta frecuencia por su

condición de asmático. Joan Manuel

Serrat le dedicó un disco con poemas

suyos y ha sido galardonado con los

premios Príncipe de Asturias de las

Letras y Premio de Poesía Iberoameri-

cana. Mucho antes de que la poesía

llegara a Instagram y a las redes socia-

les, este poeta hizo que fuera univer-

sal y la bajó de sus altos altares. Sus te-

mas han sido el paso del tiempo, la

memoria, el encuentro amoroso y el

adiós, entre otros.

El amor fue uno de sus argumentos

favoritos y los reencuentros con su es-

posa es tema central en muchos de

sus poemas y relatos, de hecho, sus li-

bros van dedicados a Luz.

El autor alcanza a casi todos los géne-

ros literarios, novela, poesía, cuento y

ensayo, ochenta libros publicados y

traducido a veinte idiomas. Su obra

poética se encuentra reunida en tres

volúmenes, Inventario (1950), Inventario

dos (1986-1991) e Inventario tres (1995-

2002).

Desde La víspera indeleble hasta Testigo

de uno mismo su poética no es simple e

inmediata, como cierta crítica ha di-

cho, sino comprometida, profunda y

de contenidos diversos. Uno de los es-

critores más completos y leídos en

lengua española. En la biografía Cien

veces Benedetti se desvelan sus cinco

nombres Mario, Orlando, Hardy,

Hamlet y Brenno.

Francisco Gálvez

Últimas palabras

MODOS DE MIRAR

‘Vidas samuráis’. Autora: Julia Sabina . Edita: Destino . Barcelona, 2020.

Juventud, identidad, futuro‘Vida de samuráis’, el debut novelístico de Julia SabinaFrancisco Morales Lomas

Cuando pasen los años y se anali-ce en profundidad esta época ve-remos que una de sus grandes miserias es haber formado a jó-

venes atinadamente para llevarlos a un callejón sin salida, cercenando sus vidas y creando un evidente naufragio vital. Mi-grantes pasto de sueldos miserables, pér-dida de identidad y futuro incierto. De ahí que se acaben convirtiendo en samuráis: «los samuráis no tenían hogar y viajaban para construirse», siempre desde un pro-fundo sentido del honor y la justicia.

Julia Sabina se adentra en este mundo con enorme verosimilitud, destreza y ha-bilidad, conocedora de primera mano en su condición de doctora en Ciencias de la Comunicación y Estudios Cinematográfi-cos por la Universidad París 3 Sorbonne Nouvelle. Crea una novela generacional con la que quiere entrar en esta profunda herida a través de la historia de la joven Maribel, que llega desde Madrid a Lille (Francia) para comenzar a escribir una te-sis doctoral: «Heurística de la paradoja del capitalismo artístico y la Torre Eiffel». Un título sobre el que va y viene, o abandona sin convicción para ir cambiándolo, como ella misma simbólicamente lo hace a lo largo de la novela.

Con las trazas del diario cuenta lineal-mente en el tiempo su aventura francesa durante un año y veintisiete capítulos enhebrando los acontecimientos cotidia-nos, las pequeñas miserias, las breves re-flexiones, los amores y desamores, los en-cuentros y desencuentros, las amistades (Mme. Brutin, Alessio, Guillaume, Paula, Hubert, M. Lemaître, M. Lepoutre, Manoli-to del Fuego, Mme. Berlane, Felipe…), el cambio de vivienda (muy simbólico en re-lación con su falta de raíces) y el recorrido esporádico por diversos lugares del país francés: París, La Rochelle, Dunkerque, Marsella… A través de la primera persona, la novela bosqueja el sentido de su exis-tencia, su razón de ser, configurando la construcción de una identidad: «No en-tendía muy bien cómo podía pasar del desgarro de mis emociones a una curiosa superficialidad (…) cómo vivir sin aquella culpabilidad que sentía siempre». Pregun-tas como quién soy, hacia dónde quiero ir, cuál es mi objetivo vital, a quién amo real-mente… son constantes en esta obra que trata de configurar el destino de la heroí-na, su razón de ser, y analizar unas cir-cunstancias concretas, la del migrante que se adentra en un país inédito sin refe-rentes culturales, ajeno a ese mundo, con los peligros de un encuentro siempre tan difícil y complejo, a pesar de ser una mu-jer que vive en una cultura occidental muy similar.

Julia Sabina nos muestra un mundo muy bien construido que nos permite re-flexionar en torno a él, al mismo tiempo que lo hacen sus protagonistas, seres que necesitan por todos los medios construir-se una identidad: «Nunca había pensado en realidad en trabajar en mi tesis porque lo primero, mi verdadero propósito, era

«Julia Sabina se adentra en

este mundo con enorme

verosimilitud, destreza y

habilidad...»

la música. Guillaume, del que se enamo-rará la protagonista, es también un perso-naje complejo a quien vamos conociendo progresivamente, como la propia narra-dora y cuya existencia siempre es intrinca-da, un joven intelectualizado, como la mayoría de los que aparecen, personas formadas intelectualmente pero cuyo des-tino siempre es incierto y esto les genera un enorme desasosiego. O Felipe, su anti-guo amor, que representa su pasado, co-mo una mirada hacia atrás.

Vidas samuráis es la primera novela de Julia Sabina, un gran descubrimiento, una escritora de la que seguiremos ha-blando en el futuro como una gran revela-ción.

NOVELA

Julia Sabina.

CÓRDOBA

construirme un lugar en Francia». Son personajes en movimiento que, a medida que avanzan en la narración, van crecien-do y completándose. Entre ellos Paula, la compañera inicial de residencia, obsesio-nada con alcanzar una plaza como profe-sora universitaria, y de la que descubri-mos hacia el final que su vida hacia este objetivo ha sido tan intensa que todavía a esas alturas sigue siendo virgen. O la cons-trucción de Alessio, un joven que compar-te también esa visión de querer avanzar en el mundo pero con una óptica más op-timista que le reportará algún triunfo en