“Mujer, ¡qué grande es tu fe!” · “Mujer, ¡qué grande es tu fe!” Lectio Divina Familiar...
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“Mujer, ¡qué grande es tu fe!” Lectio Divina Familiar Domingo XX Tiempo Ordinario Ciclo A Mateo 15, 21-28
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“Mujer, ¡qué grande es tu fe!”Lectio Divina Familiar Domingo XX Tiempo Ordinario Ciclo A Mateo 15, 21-28
R“Ten compasión de mí, Señor Hijo de David”
¡Qué alegría volver a encontrarnos en torno a la Palabra de Dios y qué mejor que hacerlo en familia! Hoy la liturgia nos presenta a una mujer cuya fe sobrecoge. Pidámos al Espíritu Santo que ilumine este momento de oración.
Ven Espíritu Santo e ilumina mi corazón
y mi mente para que pueda acoger y
comprender Tu Palabra.
Regálame una fe grande como la de la
mujer cananea, que pueda ver la vida
como Tú la ves y que pueda entender que
Tú estás detrás de todo. Enséñame a abrir
mi corazón para acoger tus enseñanzas.
Amén.
Oración Inicial
“Mujer, ¡qué grande es tu fe!”Antes de ir al evangelio de este domingo, observen las siguientes palabras y conversen acerca de qué creen que hablará la lectura del evangelio de hoy:
*Señor *mujer extranjera
*hija endemoniada *discípulos
*gritaba *ayúdame
*quitar el pan de los hijos
*comer migajas *sanación
La fe de una mujer cananea
En un ambiente dispuesto lean atentamente la lectura de hoy:
Mateo 15, 21-28
En este momento podemos conversar sólo lo que está escrito en la lectura.
¿Qué dice la lectura?
Ahora pensemos lo que Dios nos quiere decir a cada uno para luego ponerlo en común.
¿Qué nos dice la lectura?
Oremos juntos…
Agradezcámosle al Señor este momento de oración en familia en el que hemos podido abrir nuestro corazón.
Algunas preguntas que podrían ayudarnos en la oración...
• ¿Me identifico con algún personaje de la lectura? ¿Por qué?
• ¿Me toca algún momento del evangelio? ¿Me recuerda algo?
• ¿Quisiera agradecerle al Señor por algo que me mostró en esta
lectura?
Oremos...“Gracias Padre por estos momentos en los que hemos
podido encontrarte. Gracias por lo que nos regalas con tu
Palabra y por estos momentos de oración en familia”.
“Señor, Hijo de David, ten compasión de mí, mi hija es atormentada por un demonio”
Cuánto dolor tiene una madre al ver a
un hijo sufrir. Muchas veces se está
dispuesta a todo para que la situación
cambie. En esta lectura, vemos a una
madre sufriente que sabe que Jesús
sana y libera. Lo ve, lo sigue y decide
con arrojo para pedir ayuda… pide la
compasión del Señor, sabe que Él todo
lo puede...
“Los discípulos le suplicaron, Señor, atiéndela, para que no siga gritando detrás de
nosotros”
La mujer gritaba y pedía a Jesús que se compadeciera de su situación. Aparentemente nadie le hacía caso. Los discípulos con tal de “sacársela de encima” y para que dejara de gritar, le piden al Maestro que de una vez por todas la atendiera... pero no quieren o no pueden ver la difícil realidad que ella vivía.
“No está bien quitar el pan a los hijos para echárselo a los perritos”
Parece que Jesús no está interesado en
ayudar a la mujer, es fácil engañarse, sus
palabras suenan a indiferencia. Como
extranjera, no pertenecía al pueblo de
Israel, parece que la salvación no es para
ella. Jesús la quiere probar, quiere ver
hasta dónde llegará, qué tan grande es su
fe. Ella sabe su condición, pero es una
madre desesperada, está dispuesta a
todo...
“También los perritos comen las migajas que caen de la mesa de sus dueños”
La Cananea nos sorprende, intuye que el banquete es para todos y se ubica muy bien, su humildad impresiona y como madre, sabe que no pierde nada con insistirle al Señor. Sus gestos y su actitud muestran que la oración de intercesión puede conmover al mismo Dios.
“Mujer, ¡qué fe tan grande tienes! Que se cumplan tus deseos”
Jesús se conmueve con una mujer
que fue más allá, que insistió, que
fue valiente y no se amilanó ante la
única posibilidad que su hija
volviera a ser la que era.
Impresiona su fe y su humildad y el
Señor al darse cuenta, no sólo se
estremece sino que alaba su fe y
libera a su hija.
Actividades para los niños y niñas
La Asunción de la Virgen
● Si quieres, puedes imprimir esta hoja y colorear la imagen de nuestra Madre que fue llevada a los cielos en cuerpo y alma..
Si quieres, puedes imprimir estos anteojos que te pueden ayudar a entender que mirando como Jesús lo hace, todo puede verse “diferente”.¿Quieres intentarlo?
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