“Ojalá todo el año fuera San Lorenzo”de entre 5 y 11 años explican có-mo de divertidas son...

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La Fiesta 63 Diario del AltoAragón - Lunes, 10 de agosto de 2015 Sobre los danzantes, Carlos, de 7 años, cuenta que él nunca se los pierde, y no solo el día 10, sino que “voy a todas las actuaciones porque uno de los danzantes es mi tío y me gusta mucho”, aun- que adelanta que, en principio, él no quiere ser danzante. Entre lo más tradicional, tam- poco se pierden las actuaciones de los gigantes y cabezudos, que cuentan que llaman mucho la atención, sobre todo la de Sara y Mario, ambos de 5 años. Jael, de 9 años, cuenta que a ella una de las cosas que más le gusta de las fiestas es la noche de la lluvia de estrellas, llamadas lágrimas de san Lorenzo, “cada año voy con mi familia a verlas y es muy bonito”. Y mirando al cielo, destacan los fuegos artificiales. Los ado- ran. “Me encanta ver cómo se ilumina el cielo de colores”, dice Inés, de 10 años, y coinciden en que los mejores son los del día 10 y los menos atractivos los del 15, no solo porque indican el fin de la semana de fiestas, cosa que les gusta muy poco, sino porque la traca final “hace demasiado ruido y asusta a algunos peque- ños”, explican. La programación para los más pequeños comienza a las 7.30 horas con los pasacalles mati- nales y las vaquillas de las ocho, tema que genera controversia. Mientras unos no se las pierden y les gusta acudir cada mañana acompañados de algún familiar, sin bajar al ruedo, a otros les da pena la vaquilla y prefieren no acudir, “mejor, el encierro (infan- til)” que va desde la basílica de san Lorenzo a la plaza de toros. Después, lo habitual es ir al parque infantil de animación en el Miguel Servet a jugar, hacer ta- lleres, pintarse la cara... Y el día continúa cargado de actos, hasta los paseos nocturnos y el baile en los conciertos de la noche. Acu- den a todo lo que pueden y allí donde les llevan porque están contentos con todo el programa de fiestas y les parece que está bien preparado todo. No olvidan pasar por los chi- ringuitos del paseo Ramón y Cajal. Este año certifican que re- novarán los perritos que saltan y dan vueltas, los muñecos, las brujas de la suerte y las pistolas de burbujas, objetos que perió- dicamente adquieren en estas fiestas, siempre y cuando los ma- yores les dejan. Otro aliciente para ellos es que estos días vienen a Huesca fami- liares y amigos de fuera. Les emocionan las fiestas y to- do lo que implican, por eso todos los días visten de blanco y verde y odian que se manchen con el vino. Es el lado negativo de San Lorenzo para los niños. Critican el abuso de alcohol de los mayores, “hay muchos bo- rrachos en la calle”, “sobre todo el día 9”, apunta Inés. Así, Sara, de 7 años, recuerda que “una vez vi a una chica que se encontraba fatal porque había bebido mu- cho”. Son recuerdos que les llaman la atención, además aseguran odiar el vino todos ellos, porque tiene malas experiencias del pri- mer día de San Lorenzo porque, en mayor o menor medida, to- dos han recibido manchas de vi- no sin quererlo. Los niños del campamento urbano cuentan a DIARIO DEL ALTOARAGÓN cómo viven las fiestas. CRUZ ROJA Los niños aseguran que participan de todos los actos

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La Fiesta 63Diario del AltoAragón - Lunes, 10 de agosto de 2015

P.M.

Los más pequeños de la casa disfrutan como nadie de las fies-tas de San Lorenzo y las viven al cien por cien porque nunca se agotan de jugar o bailar. Toda la programación les gusta, aunque unas actividades más que otras,

Carlos, Jael, Inés, Sara, Laurentiu, Camilo, María, Sara y Mario tienen fuerzas de sobra para todo el San Lorenzo. LAURA CEREZA

unido a un grupo de niños que han pasado las mañanas de ju-lio en el campamento urbano de Cruz Roja en Huesca. Pequeños de entre 5 y 11 años explican có-mo de divertidas son las fiestas de Huesca pese a contar con al-gunas molestias e inconvenien-tes. Y que, por cierto, salvando éstas, desearían que las fiestas de San Lorenzo “ojalá durasen todo el año”, y no se cansarían de ellas aseguran.

Les gustan todos los actos in-fantiles que se organizan porque consideran que “son muy diver-tidos y entretenidos” y procuran asistir al máximo posible de ac-tividades.

Pero, sin lugar a duda, las atracciones de feria son las fa-voritas de la gran mayoría. In-cluso le gustan a Camilo, de 9 años, quien, sinceramente, co-menta que lo pasa muy bien en las atracciones aunque vive muy cerca del Palacio de Congresos y, por tanto, aclara que no puede dormir bien durante esta sema-na “porque hacen mucho ruido hasta tarde y me rompen los tím-panos, pero lo aguanto porque solo nos quedamos los primeros días de San Lorenzo, el resto nos vamos con mi familia de vaca-ciones”.

Pero son mayoría los niños que duermen a pierna suelta y no se enteran ni de ruidos ni de calor, ni de nada que les impida recar-gar las pilas.

Aseguran que lo pasan bien en todas las atracciones. Se atreven con el dragón, la noria, e inclu-so Laurentiu, de 11 años, subió el año pasado, por primera vez, al martillo con su hermana mayor y este año espera repetir en las más arriesgadas.

Pero no son las ferias lo úni-co atractivo. Participan de todo aquello que pueden, como Ma-ría, de 7 años, que comenta que ella, además de disfrutar de los actos infantiles, canta con su pa-dre en un coro durante las fies-tas.

Añaden que les gustan desde los actos tradicionales, como ver a las mairalesas o los danzantes, hasta los juegos y talleres que organiza el Ayuntamiento en el parque Miguel Servet y las ac-tuaciones de Animahu. Y es que muchos pueden hacer estos días cosas diferentes al resto del año, hay mucha diversidad y sin ne-cesidad de gastar dinero.

Sobre los danzantes, Carlos, de 7 años, cuenta que él nunca se los pierde, y no solo el día 10, sino que “voy a todas las actuaciones porque uno de los danzantes es mi tío y me gusta mucho”, aun-que adelanta que, en principio, él no quiere ser danzante.

Entre lo más tradicional, tam-poco se pierden las actuaciones de los gigantes y cabezudos, que cuentan que llaman mucho la atención, sobre todo la de Sara y Mario, ambos de 5 años.

Jael, de 9 años, cuenta que a ella una de las cosas que más le gusta de las fiestas es la noche de la lluvia de estrellas, llamadas lágrimas de san Lorenzo, “cada año voy con mi familia a verlas y es muy bonito”.

Y mirando al cielo, destacan los fuegos artificiales. Los ado-ran. “Me encanta ver cómo se ilumina el cielo de colores”, dice Inés, de 10 años, y coinciden en que los mejores son los del día 10 y los menos atractivos los del 15, no solo porque indican el fin de la semana de fiestas, cosa que les gusta muy poco, sino porque la traca final “hace demasiado ruido y asusta a algunos peque-ños”, explican.

La programación para los más pequeños comienza a las 7.30 horas con los pasacalles mati-nales y las vaquillas de las ocho, tema que genera controversia. Mientras unos no se las pierden y les gusta acudir cada mañana acompañados de algún familiar, sin bajar al ruedo, a otros les da pena la vaquilla y prefieren no acudir, “mejor, el encierro (infan-til)” que va desde la basílica de san Lorenzo a la plaza de toros.

Después, lo habitual es ir al parque infantil de animación en el Miguel Servet a jugar, hacer ta-lleres, pintarse la cara... Y el día continúa cargado de actos, hasta los paseos nocturnos y el baile en los conciertos de la noche. Acu-den a todo lo que pueden y allí donde les llevan porque están contentos con todo el programa de fiestas y les parece que está bien preparado todo.

No olvidan pasar por los chi-ringuitos del paseo Ramón y Cajal. Este año certifican que re-novarán los perritos que saltan y dan vueltas, los muñecos, las brujas de la suerte y las pistolas de burbujas, objetos que perió-dicamente adquieren en estas fiestas, siempre y cuando los ma-yores les dejan.

Otro aliciente para ellos es que estos días vienen a Huesca fami-liares y amigos de fuera.

Les emocionan las fiestas y to-do lo que implican, por eso todos los días visten de blanco y verde y odian que se manchen con el vino. Es el lado negativo de San Lorenzo para los niños.

Critican el abuso de alcohol de los mayores, “hay muchos bo-rrachos en la calle”, “sobre todo el día 9”, apunta Inés. Así, Sara, de 7 años, recuerda que “una vez vi a una chica que se encontraba fatal porque había bebido mu-cho”.

Son recuerdos que les llaman la atención, además aseguran odiar el vino todos ellos, porque tiene malas experiencias del pri-mer día de San Lorenzo porque, en mayor o menor medida, to-dos han recibido manchas de vi-no sin quererlo.

procuran no perderse nada y arrastran a padres y abuelos por la ciudad desde la primera hora de la mañana hasta más allá de la puesta de sol. Pero también son muy críticos con aquello que no les gusta, como es el caso del “lanzamiento de vino el día 9”.

Lo sabemos porque hemos re-

Los más pequeños critican que se abuse del alcohol y que les manchen de vino el día 9

“Ojalá todo el año fuera San Lorenzo”

Los encierros infantiles tienen gran aceptación entre los pequeños. D.A.

Los niños del campamento urbano cuentan a DIARIO DEL ALTOARAGÓN cómo viven las fiestas. CRUZ ROJA

Los niños aseguran que participan de todos los actos