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1 2013 1er. Cuatrimestre PUBLICACION DE LA CATEDRA ANALISIS PROYECTUAL II TALLER MOLINE FAP Y D UNR CONJUNTOS DE VIVIENDAS CLASE 4 FASES DE ESTRUCTURACION UNIDADES DE VIVIENDA AUTOR: DR. ARQ. ANIBAL MOLINE COLABORADOR: SR. JOAQUIN MOLINE

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Clase Teorica Nº4 Conjuntos de Viviendas. Analisis Proyectual 2. 2013. Catedra: Dr. Arq. A Moline - FAPyD UNR

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2013 1er. Cuatrimestre

PUBLICACION DE LA CATEDRA

ANALISIS PROYECTUAL II

TALLER MOLINE

FAP Y D UNR

CONJUNTOS DE

VIVIENDAS

CLASE 4

FASES DE ESTRUCTURACION

UNIDADES DE VIVIENDA

AUTOR:

DR. ARQ. ANIBAL MOLINE

COLABORADOR:

SR. JOAQUIN MOLINE

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1. Fases de estructuración para el estudio y proyecto de unidades de vivienda Durante el estudio y proyecto de conjuntos de viviendas, se ha recorrido una secuencia de operaciones gráfico – conceptuales denominadas “Fases de estructuración 1, 2 y 3”. De un modo similar, y para abordar el proceso proyectual, en este caso, de las UV, se formula una serie de diagramas que actúa como apoyo gráfico, la que en forma progresiva registra e incorpora los componentes y atributos indispensables para el avance de la toma de decisiones que conducen a la definición de la propuesta. La fase 1 -gráficos 1 y 10- corresponde al reconocimiento de la parcela que incluye los siguientes aspectos:

forma y dimensiones del lote,

posición del mismo en relación al conjunto,

condiciones de los bordes, y

cualquier otra característica que se considere relevante para describir la realidad física de dicha parcela.

La fase 2 -gráficos 2 y 11- corresponde a la serie de operaciones necesarias para plantear la disposición del volumen edilicio, a partir de considerar los siguientes aspectos:

características generales del trazado del conjunto,

relación de las parcelas con los espacios públicos y comunes,

situación de ingreso a cada lote,

orientaciones favorables,

condiciones de privacidad visual y acústica,

dimensiones mínimas de los espacios abiertos a fin de asegurar condiciones ambientales y de relación interior – exterior satisfactorias,

rango de superficie cubierta admitida por el programa para cada tipo de UV,

consideración de las consecuencias espaciales, tanto para el conjunto como para la célula, que surjan de la disposición propuesta.

El gráfico 2 muestra la disposición de ME en forma de L y con doble FIV. En el gráfico 11, la ME se configura en forma lineal y también con doble FIV. En la fase 3 -gráficos 3 y 12- se adopta un trazado mediante el cual se define la disposición de las crujías, en que puede subdividirse el volumen edilicio planteado en la fase anterior. Esta operación, se basa en considerar las dimensiones aceptables que deben tener los locales por razones de uso y de resolución estructural, y cabe aclarar, que depende del ancho de la parcela y de la profundidad de planta de la ME. Considerando la clase de vivienda que plantea el programa y la exigencia de emplear muros portantes como sistema estructural, dichas crujías corresponden a la necesidad de compatibilizar el orden distributivo con el estructural, adoptándose como dimensión mínima para locales habitables un ancho de 3,30 metros, incluido el espesor de la pared portante. No necesariamente todas las crujías deben tener la misma luz ni la misma profundidad, como lo indica el gráfico 3. Puede afirmarse, que esta fase tiene una especial importancia en la definición del ordenamiento espacial de la UV, ya que tanto el número de locales habitables, como el trazado básico de su disposición, quedan comprometidos en esta instancia. Las fases siguientes, corresponden a una serie de operaciones, guiadas por requerimientos ambientales, funcionales, constructivos y formales, que tienen por objeto avanzar en el proceso de resolución espacial y material de la célula, mediante la incorporación de los componentes necesarios para obtener imágenes que describan lo que convencionalmente se entiende por anteproyecto. Estas operaciones, están estrechamente relacionadas entre si, aunque la sucesión de las mismas no necesariamente siga la secuencia aquí adoptada, la que dependerá de los intereses y motivaciones del proyectista; sin embargo cabe recordar la índole recursiva de dicho proceso.

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CASO 1: TERRENO EN ESQUINA GRAFICOS 1 - 2 - 3 - 4 - 5 GRAFICOS 6 - 7 GRAFICOS 8 - 9

CASO 2: TERRENO ENTRE MEDIANERAS GRAFICOS 10 - 11 - 12 - 13 - 14 GRAFICOS 15 - 16 GRAFICOS 17 - 18

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En la fase 4 -gráficos 4 y 13- se ensaya la estructuración del trazado circulatorio mediante la definición de la posición de los ingresos, escaleras y recorridos principales. En esta parte, se opera con los componentes físicos enunciados, pero además, el proyectista se apoya en imágenes que interpretan y valoran ciertas secuencias y direcciones de recorrido, a las que se las considera como las más significativas, y por lo tanto operan como claves estructurantes de los ámbitos que acompañan a esos movimientos. Cabe cuestionar hasta que grado debe considerarse como indispensable, el criterio de privacidad que establece la independencia de las circulaciones con respecto a los locales servidos por ella. Dado que los modos y patrones de vida no son iguales ni constantes, es prudente relativizar los modelos distributivos que se presentan como soluciones tipo, ya que todos ellos están comprometidos con un determinado grado de equilibrio en el conflicto entre la imposición y el consenso de pautas culturales, por un lado, y entre las expectativas y la limitación de recursos, por el otro. También, corresponde señalar, que estas operaciones, en lo que concierne a sus motivaciones, no sólo se legitiman en aquellos criterios explicables en términos racionales de claridad, simplicidad y economía de movimientos, sino que a su vez se fundamentan en los roles y significaciones que les atribuye el proyectista. Por lo tanto, el protagonismo de ciertos componentes espaciales del sistema circulatorio se manifiesta de múltiples maneras, tales como la jerarquía asignada a la posición y continuidad de las escaleras; a las tensiones y direcciones asumidas por los espacios circulatorios y sus envolventes; a las articulaciones y enmarcamientos cuando se pasa de un dominio a otro; o a la adopción de un tema de tratamiento arquitectónico que exalte el rol estructurador y/o dinamizante de un componente material de dicho sistema. En la fase 5 -gráficos 5 y 14- a partir del esquema de crujías y eventualmente con el apoyo del trazado circulatorio, se ensaya el agrupamiento del espacio interior de la UV según áreas que surjan del interés clasificatorio y operativo del proyectista, tales como áreas: comunes; privadas; de servicio; servidas; sirvientes; periféricas; centrales; de uso específico; de uso múltiple; habitables, auxiliares, etc. Como puede observarse, a través de la lista enunciada, los criterios de clasificación pueden depender de los aspectos relacionados con los grados de privacidad, de uso, de posición, y de concentración de instalaciones y equipamientos. Estos criterios, en algunos casos se apoyan en atributos físicos y en otros, en consideraciones acerca del uso y destino de los espacios. El objetivo de estas operaciones, es introducir nociones y tensiones de agrupamiento que puedan ser útiles para avanzar en el ordenamiento distributivo de las UV. En la fase 6 -gráficos 8,9, 17 y 18- se procede a la subdivisión en locales de las plantas que integran a la UV. A este fin, concurre el conjunto de operaciones y gráficos que hemos explicado hasta el momento. Los elementos con los cuales se opera en esta fase son los locales y sus cerramientos, y el grado de resolución que le corresponde es el de anteproyecto. En esta instancia, las plantas, secciones y elevaciones que registran dichos componentes, mantienen una relación biunívoca con el objeto representado; se trata entonces, de una descripción gráfica en la que predomina la condición de objetividad. 2. Cambios de escala Dado que durante el desarrollo del anteproyecto es necesario efectuar operaciones con la totalidad y con sus partes, se debe adecuar la escala adoptada al tamaño del problema que se aborda, al número de sus componentes y al grado de resolución que estos últimos deben tener a fin de facilitar la manipulación proyectual. Por consiguiente, la elección de la escala apta se convierte en una decisión básica, no sólo a los efectos de avanzar en el desarrollo y en la descripción constructiva del objeto prefigurado, sino también, desde el punto de vista de su concepción arquitectónica como instancia instrumental que permite encuadrar, regular, seleccionar y efectuar recortes dentro de la totalidad.

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Como podremos apreciar más adelante, los cambios de escala serán necesarios en múltiples ocasiones y con finalidades muy diversas, por ejemplo:

cuando se pasa de la aplicación de un esquema a la resolución de una planta (fase 5 a 6),

cuando se requiere un mayor ajuste en el trazado distributivo,

cuando se indaga como una idea formal se concreta en un tema de tratamiento arquitectónico,

o cuando es necesario resolver dicho tratamiento como problema constructivo. Las operaciones proyectuales sobre la UV requieren una escala distinta a la que se emplea cuando se manipula el conjunto, debido entre otros aspectos, a las diferencias de tamaño de los objetos que se abordan. Esta observación casi evidente, implica otra consideración que no es tan obvia y que se refiere a la importancia que asume el cambio de escala como recurso instrumental que posibilita la dialéctica operativa entre célula y conjunto. Dentro de la elaboración del anteproyecto, se lleva a cabo un proceso de desarrollo, de ajuste sucesivo y de carácter recursivo, que como hemos observado, involucra cuestiones de ordenamiento distributivo, constructivo y formal de la UV; y dentro de este procedimiento, la adecuada manipulación de las escalas es esencial. 3. Consideraciones sobre los desajustes en el proceso proyectual Es oportuno que indaguemos acerca de los factores que originan un cambio o un ajuste proyectual. Como suele ocurrir cuando se enfrenta un problema complejo, es difícil señalar un único agente como el desencadenante del proceso de ajuste; lo más probable es que debamos considerar un conjunto de causas, por ejemplo: la detección de un conflicto; el no lograr una determinada intención; la necesidad de mejorar el comportamiento del objeto proyectado o de alguno de sus componentes; el completamiento de alguna operación; y la incorporación de un requerimiento no considerado; pueden ser entre otros, los motivos que originen las modificaciones. A partir de dicha instancia será necesario generar propuestas alternativas que deberán confrontarse con el caso anterior; y para poder evaluarlas, como ya lo hemos visto, será indispensable disponer de un marco de valores lo suficientemente explícito, como para que sea posible adoptar las acciones y resultados que mejor satisfagan al conjunto de requerimientos considerado. Además, y dado que los distintos aspectos que hacen a la problemática de un proyecto son muchos y estrechamente vinculados entre si, es probable que el ajuste efectuado en alguno de ellos, tenga repercusiones desfavorables en los demás integrantes. Por lo tanto, la evaluación, no debe perder de vista la complejidad que esta condición implica, y al mismo tiempo, deberá distinguir entre los aspectos importantes y los accesorios. En consecuencia, esta tarea deberá ser orientada por criterios de selección y desarrollo que contribuyan a compatibilizar los requerimientos conflictivos, considerando la incidencia y jerarquía de los mismos en el conjunto y en cada una de sus partes, en función de los criterios de valor adoptados. Cabe reiterar otro aspecto, referido al carácter recursivo de las relaciones que se establecen entre las distintas operaciones proyectuales. Como más adelante se podrá apreciar, y en especial cuando se emplean muros portantes, una modificación del trazado distributivo de la UV, no sólo repercute en su forma espacial, sino también en la solución constructiva. También hemos observado, como el cambio de trazado de la célula -el tipo- puede generar alteraciones sustanciales en el trazado del agrupamiento del conjunto, y algo similar ocurre en la situación inversa. 4. Tabla de tipos de unidades de vivienda La tabla de tipos de UV, está organizada a fin de de facilitar la visualización y sección de los tipos que mejor se adapten a las disponibilidades del suelo, al agrupamiento del conjunto y al programa de necesidades de las células.

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En la primera columna se especifica la nomenclatura del tipo. En la segunda, la índole del esquema. Las columnas tercera y cuarta, se refieren al ancho y al largo de la parcela. La quinta, indica la profundidad de planta de la masa edilicia; y las columnas siguientes especifican en forma sucesiva: el número de niveles, los frentes de iluminación y ventilación, si incluye cochera, la cantidad de dormitorios y la superficie cubierta. La última columna se destina a las observaciones que señalan las condiciones especiales que posee el tipo de vivienda. De acuerdo a la fase de estructuración con la cual se está operando, se buscan los datos en la tabla.

En la fase 1 del conjunto, es suficiente elegir el largo de la parcela (columna 4) a fin de definir la profundidad de las áreas privadas.

En la fase 2, es necesario agregar el esquema (columna 2), la profundidad de planta de la ME (columna 5), los FIV (columna 7), y si posee cochera individual (columna 8).

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En la fase 3, dado que aquí se define el número de viviendas que admite el conjunto, es necesario agregar a los datos hasta ahora obtenidos, el ancho de la parcela (columna 3), el número de niveles y de dormitorios (columnas 6 y 9), y eventualmente las características especiales (columna 11).También es posible que sea necesario consultar las plantas de la UV elegida a fin de verificar las condiciones de orientación de los principales locales que la integran.

5. Consideraciones sobre esquemas de agrupamiento y tipos de UV Estos tipos de UV logran acomodar el programa de 3 dormitorios en el ancho menor de lote -parcela teórica de 4,80 metros por 18,00 metros (gráfico 19) y 5,50 metros por 18 metros (gráfico 20)- y lo hacen en base a emplear una profundidad de ME de 12 metros y de resolver el ingreso a la vivienda por la cochera. El tipo 1, inicialmente, tiene tres dormitorios, pero se le puede agregar uno más en la planta alta sobre el EAC. Esta posibilidad puede constituirse en un recurso valioso en términos de composición arquitectónica para la articulación espacial del conjunto.

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GRAFICO 1 9 GRAFICO 20

TIPO ESQUEMA PARCELA MASA EDILICIA

ANCHO LARGO PROFUNDIDAD NIVELES FRENTES COCHERA DORMITORIOS SUPERFICIE OBSERVACIONES

DE PLANTA ILUM. /

VENTIL.

0 LINEAL 4.80 18.00 12.00 2 2 SI 3 112

INGRESO POR

COCHERA

0.1 LINEAL 5.50 18.00 12.00 2 2 SI 4 125

INGRESO POR

COCHERA

GRAFICO 21 GRAFICO 22

TIPO ESQUEMA PARCELA MASA

EDILICIA

ANCHO LARGO PROFUNDIDAD NIVELES FRENTES COCHERA DORMITORIOS SUPERFICIE OBSERVACIONES

DE PLANTA ILUM. /

VENTIL.

1 LINEAL 10.00 12.30 6.30 2 2 SI 3 ó 4 126/138 DORM. SOBRE

EAC

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Los esquemas del conjunto correspondientes a los gráficos 23 a 25, y 26 a 29, adoptan un mismo principio de agrupamiento lineal en base a un EAC flanqueado por dos tiras de viviendas, que se acomodan a las características del lote. En el primer caso, el terreno es irregular y en esquina, y en el segundo es más regular y entre medianeras. Los tipos de UV son relativamente similares y emplean ME lineal, con doble FIV y de profundidad de planta correspondiente a dos locales habitables. En los dos esquemas se han previsto espacios para cocheras comunes, aunque el tipo de célula admite cochera individual. En el caso de la esquina, la tira paralela a la calle posee un doble acceso, desde el EAC y desde la vía pública.

GRAFICOS 23 - 24 - 25 GRAFICO 30

26 - 27 - 28 – 29

TIPO ESQUEMA PARCELA MASA

EDILICIA

ANCHO LARGO PROFUNDIDAD NIVELES FRENTES COCHERA DORMITORIOS SUPERFICIE OBSERVACIONES

DE PLANTA ILUM. /

VENTIL.

2 LINEAL 9.40 13.60 7.60 2 2 SI 4 137 INGRESO POR

COCHERA

En el gráfico 47 de página 12, se adopta otro principio de agrupamiento para el mismo terreno en esquina, un EAC a la manera de un claustro, y se emplea el tipo 17.2 en L, de ME poco profunda, atributo que le otorga una mayor ductilidad para acomodarse a las características del terreno. Además, como el volumen edilicio tiene un solo local en su profundidad, puede adosarse a la medianera, emplazándose el patio hacia el frente, y mediante esta operación se lo engloba con el EAC, logrando de ese modo un espacio de mayor magnitud que mejora las condiciones ambientales. Prueba de ello es que este esquema logra un mejor aprovechamiento del suelo, 10 UV en vez de las 8 UV del anterior. Los gráficos 31 y 32, muestran un agrupamiento en base a dos tiras de viviendas que flanquean al EAC y al empleo del tipo 3. La tira de UV sobre la calle tiene doble frente de ataque, desde ésta y desde el EAC. Al confrontar esta solución con el esquema del gráfico 49 de página 12, resuelto con tres tiras de viviendas y el empleo del tipo 17.2, vuelve a corroborarse la ductilidad de dicha unidad, ya que se logra un mejor aprovechamiento del suelo y una mayor homogeneidad en las condiciones de ingreso a cada célula -todas las UV tienen un solo acceso-.

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GRAFICOS 31 - 32

TIPO ESQUEMA PARCELA

MASA

EDILICIA

ANCHO LARGO PROFUNDIDAD NIVELES FRENTES COCHERA DORMITORIOS SUPERFICIE OBSERVACIONES

DE PLANTA ILUM. /

VENTIL.

3 LINEAL 7.70 15.50 9.45 2 2

SI 4 139 PATIO DE

CONTRAFRENTE

GRAFICOS 33 - 34

35 - 36 – 37

TIPO ESQUEMA PARCELA MASA

EDILICIA

ANCHO LARGO PROFUNDIDAD NIVELES FRENTES COCHERA DORMITORIOS SUPERFICIE OBSERVACIONES

DE PLANTA ILUM. /

VENTIL.

4 LINEAL 7,15 18.40 10.80 2 2 SI 4 157 PATIO CONTRAFRENTE

5 LINEAL 6.40 19.70 12.00 2 2 SI 4 154 PATIO CONTRAFRENTE

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Este esquema de agrupamiento en esquina emplea dos tipos de UV -8 unidades- y no requiere la incorporación de un EAC. En el mismo terreno, el conjunto del gráfico 48 de página 12 adopta el principio de agrupamiento en forma de claustro, es decir que incorpora un EAC y emplea el tipo 17.2. En este último caso, se logra: una mayor utilización del suelo -9 unidades en lugar de 8-, la orientación norte para casi todas las viviendas y la inclusión de un nuevo ámbito que comparten todas las unidades del conjunto.

GRAFICO 38 GRAFICO 39

TIPO ESQUEMA PARCELA MASA EDILICIA

ANCHO LARGO PROFUNDIDAD NIVELES FRENTES COCHERA DORMITORIOS SUPERFICIE OBSERVACIONES

DE PLANTA ILUM. /

VENTIL.

7 a 10 L 13/14 15/18 6.00 1 3 SI 2 a 3 118/140 PATIO CONTRAFRENTE

15 LINEAL 8.70 16.80 4.80 2 3 SI 2 63 COCHERA SIN CUBIERTA

16 LINEAL 8.70 18.00 6.00 2 3 SI 3 75 COCHERA SIN CUBIIERTA

GRAFICO 40 GRAFICO 41

TIPO ESQUEMA PARCELA MASA

EDILICIA

ANCHO LARGO PROFUNDIDAD NIVELES FRENTES COCHERA DORMITORIOS SUPERFICIE OBSERVACIONES

DE PLANTA ILUM. /

VENTIL.

17 L 12.7/14.7 10.30 4.30 2 3 SI 3 a 4 134/150 PATIO SOBRE EL FRENTE

17.1 L 11.6/13.1 10.3 4.30 2 3 SI 3 a 4 120/145 PATIO SOBRE EL FRENTE

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Este esquema de agrupamiento se emplaza en el mismo terreno que el utilizado por la propuesta de los gráficos 23 a 30. Se basa en la adopción de un claustro rodeado por las UV del interior de la manzana, y la incorporación de una tira de células sobre el frente, empleando el tipo 17.2 para ambos casos. Por consiguiente, es un agrupamiento mixto que hace énfasis en las dos situaciones que genera, la de la calle y la del interior de la manzana. Además, ofrece las siguientes ventajas: mayor amplitud para el EAC resultante de su englobamiento con los patios, mejor utilización del suelo, 12 UV contra 9 del anterior, y más unidades orientadas al norte.

GRAFICOS 42 - 43 - 44 – 45

GRAFICO 46 GRAFICOS 47 - 48 - 49

TIPO ESQUEMA PARCELA MASA EDILICIA

ANCHO LARGO PROFUNDIDAD NIVELES FRENTES COCHERA DORMITORIOS SUPERFICIE OBSERVACIONES

DE PLANTA ILUM. /

VENTIL.

17.2 L 11.60 10.3 4.30 2 3 SI 3 115 PATIO AL FRENTE.

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GRAFICO 50 GRAFICO 51

TIPO ESQUEMA PARCELA MASA EDILICIA

ANCHO LARGO PROFUNDIDAD NIVELES FRENTES COCHERA DORMITORIOS SUPERFICIE OBSERVACIONES

DE PLANTA ILUM. /

VENTIL.

17.3 L 11.00 10.3 4.30 2 3 SI 3 111 PATIO SOBRE EL

FRENTE

AJUSTABLE SEGÚN

ORIENTACION

18.1 L 10.6/11.6 10.3 4.30 2 3 NO 3 a 4 130/141 PATIO SOBRE EL

FRENTE

GRAFICOS 52 - 53 GRAFICO 54 GRAFICO 55

TIPO ESQUEMA PARCELA MASA EDILICIA

ANCHO LARGO PROFUNDIDAD NIVELES FRENTES COCHERA DORMITORIOS SUPERFICIE OBSERVACIONES

DE PLANTA ILUM. /

VENTIL.

18.2 L 10.6 10.3 4.30 2 3 NO 3 a 4 112

PATIO SOBRE EL

FRENTE

20-

20.1 LINEAL 5.10 16.6 10.60 2 2 NO 3 a 4 102/114

PATIO DE

CONTRAFRENTE

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Los tipos 20 y 20.1, combinan unidades de 3 y 4 dormitorios, sin cocheras, de modo que su empleo en parte del agrupamiento del gráfico 53, requiere que los diez espacios para cocheras se localicen sobre el sector sur oeste del terreno, o bien que se emplee el subsuelo para albergarlos. La adopción de este tipo permite el mayor número de UV para este terreno, 16 unidades contra 13 del gráfico 31 o las 14 del gráfico 49. Las unidades de los gráficos 56 y 58, corresponden a tipos donde se incorporan espacios exteriores accesibles en la planta alta. A su vez, dichos ámbitos permiten la incorporación de futuros crecimientos.

GRAFICO 56 GRAFICO 57

TIPO ESQUEMA PARCELA MASA EDILICIA

ANCHO LARGO PROFUNDIDAD NIVELES FRENTES COCHERA DORMITORIOS SUPERFICIE OBSERVACIONES

DE PLANTA ILUM. /

VENTIL.

23 L 11.00 10.00 5.00 / 4.20 2 2 SI 3 129 TERRAZA EN

PLANTA ALTA

24 1 L 10.00 11.00 4.00 / 4.20 2 2 NO 4 138

GRAFICO 58 GRAFICO 59

TIPO ESQUEMA PARCELA MASA EDILICIA

ANCHO LARGO PROFUNDIDAD NIVELES FRENTES COCHERA DORMITORIOS SUPERFICIE OBSERVACIONES

DE PLANTA ILUM. /

VENTIL.

24. 1 L 10.00 11.00 4.00 / 4.20 2 2 NO 4 138

24. 2 L 11.00 10.00 4.20 / 3.50 2 2 NO 3 104 TERRAZA EN

PLANTA ALTA

25 L 13.00 10.00 4.20 / 3.50 2 2 SI 4 134

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Los tipos correspondientes a los gráficos 60 a 65, responden al principio de organización lineal con profundidad de planta para un solo local habitable. Son UV de gran versatilidad para resolver los agrupamientos en terrenos muy irregulares, como lo muestran los gráficos 6 (constituido por tiras) y 7 (conjunto que combina tiras y claustros).

GRAFICO 60 GRAFICO 61

TIPO ESQUEMA PARCELA MASA EDILICIA

ANCHO LARGO PROFUNDIDAD NIVELES FRENTES COCHERA DORMITORIOS SUPERFICIE OBSERVACIONES

DE PLANTA ILUM. /

VENTIL.

27.1 LINEAL 12.15 11.00 5.10 2 2 NO 4 124 PATIO SOBRE EL

FRENTE

27.2 LINEAL 7.5/10.4 11.00 5.10 2 2 NO 2 a 3 77/106 PATIO SOBRE EL

FRENTE

TIPO ESQUEMA PARCELA MASA EDILICIA

ANCHO LARGO PROFUNDIDAD NIVELES FRENTES COCHERA DORMITORIOS SUPERFICIE OBSERVACIONES

DE PLANTA ILUM. /

VENTIL.

26.1 LINEAL 13.80 10.30 4.30 2 2 NO 4 118 PATIO SOBRE EL

FRENTE

26.2 LINEAL 8.6/11.7 10.3 4.30 2 2 NO 2 a 3 75/102 PATIO SOBRE EL

FRENTE

GRAFICOS 62 - 63 GRAFICOS 64 - 65

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TIPO ESQUEMA PARCELA MASA EDILICIA

ANCHO LARGO PROFUNDIDAD NIVELES FRENTES COCHERA DORMITORIOS SUPERFICIE OBSERVACIONES

DE PLANTA ILUM. /

VENTIL.

26.1 LINEAL 13.80 10.30 4.30 2 2 NO 4 118

PATIO SOBRE EL

FRENTE

26.2 LINEAL 8.6/11.7 10.3 4.30 2 2 NO 2 a 3 75/102

PATIO SOBRE EL

FRENTE

GRAFICO 66 GRAFICO 67

GRAFICO 68 GRAFICO 69

TIPO ESQUEMA PARCELA MASA EDILICIA

ANCHO LARGO PROFUNDIDAD NIVELES FRENTES COCHERA DORMITORIOS SUPERFICIE OBSERVACIONES

DE PLANTA ILUM. /

VENTIL.

27 L 10.00 13.50 4.00 / 5.10 2 2 SI 4 149

TERRAZA EN

PLANTA ALTA

28 L 11.00 10.00 4.00 / 5.10 2 2 SI 3 127

TERRAZA EN

PLANTA ALTA

Las UV correspondientes a los gráficos 68 y 69, son tipos en L de una gran flexibilidad para su ordenación distributiva interior, debido al empleo de dos recursos proyectuales:

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5. la localización del sector dormitorios en la planta baja y del sector estar y cocina en la planta alta; y

6. la adopción de las paredes exteriores como muros portantes. El primero, al asignar mayor superficie a la planta baja, permite incorporar un espacio exterior privado en la planta alta como expansión del estar y la cocina.

GRAFICO 79

TIPO ESQUEMA PARCELA MASA EDILICIA

ANCHO LARGO PROFUNDIDAD NIVELES FRENTES COCHERA DORMITORIOS SUPERFICIE OBSERVACIONES

DE PLANTA ILUM. /

VENTIL.

29 LINEAL 5.15 15.00 11.00 3 2 SI 4 170

INGRESO POR

COCHERA.

COCHERA DOBLE

El tipo 29 es una unidad cuya parcela es muy angosta -5,15 metros- en tres niveles, con ME de gran profundidad, frente y contrafrente y una planta baja muy flexible, para cocheras, estudios, local comercial, taller o dormitorios. Los tipos A1 a A13, corresponden a unidades lineales, simples y/o duplex, con ME de 5 y 6.50 metros de profundidad de planta y de distintos largos, organizados distributivamente según dos tiras paralelas, una correspondiente a los locales habitables dispuestos sobre un frente y otra, destinada a los locales de servicio extendida en el contrafrente. Estos tipos son versátiles y pueden ser empleados en conjuntos de vivienda cuyos modos de agrupamiento resulte de la aplicación de distintas estrategias de generación.

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TIPO PARTIDO PARCELA ME

ANCHO LARGO PP NIVELES FRENTES AUTO DORM SUP OBSERVACIONES ILUM. /

VENTIL.

A1 LINEAL 7.10 17.00 5.00 2 2 NO 2-3* 70 *CADA 2 UV 1 DE 3 DORM

A2 LINEAL 7.10 17.00 5.00 2 2 NO 2 70

A3 LINEAL 12.30 17.00 5.00 1 2 NO 2 62

A5 LINEAL 12.30 17.00 5.00 2 2 NO 3 122

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TIPO PARTIDO PARCELA ME

ANCHO LARGO PP NIVELES FRENTES AUTO DORM SUP OBSERVACIONES

ILUM. /

VENTIL.

A6 LINEAL 6.20 18.00 6.50 1 2 NO 1 40

A7 LINEAL 9.30 18.00 6.50 1 2 NO 2 61

A8 LINEAL 12.40 18.00 6.50 1 2 NO 3 81

A10 LINEAL 6.20 18.00 6.50 2 2 NO 2 81

A11 LINEAL 9.30 18.00 6.50 2 2 NO 4 121

6. Requerimientos básicos que debe cumplir la organización del conjunto El esquema de conjunto que a continuación se presenta resume los rasgos más salientes de una de las propuestas teóricas efectuada sobre uno de los terrenos del sector calle San Juan: 1. Disposición de la ME según una trama que asegura adecuadas condiciones de

habitabilidad, merced al empleo de volúmenes edilicios con doble frente de iluminación y ventilación natural (FIV) que rodean espacios abiertos (EA) de forma y dimensiones apropiadas.

2. Estratificación de la ME en 5 niveles, 3 para UV, un nivel de PB sobre la calle para el sector comercial, y un nivel de subsuelo (SS) para estacionamiento.

3. Organización del sistema circulatorio mixto, en base a recorridos horizontales que flanquean los EA y que se combinan con núcleos de movimiento vertical.

4. Incorporación de alrededor de un 35% de UV en contacto con el suelo.

6.1 Sistema de ingresos a las UV Los siguientes esquemas muestran algunas de las modalidades más usuales de resolver el sistema de ingresos a las UV -simples y/o duplex- de conjuntos integrados por varios niveles.

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Combinación de recorridos horizontales en el plano principal de ingreso del conjunto, con escaleras o núcleos verticales que dan acceso a un par de UV por nivel.

Combinación de recorridos horizontales en todos los niveles del conjunto -corredores-, con escaleras o núcleos verticales generales que dan acceso a cada nivel. Esta alternativa es cuestionable porque el FIV adyacente al corredor queda afectado por la falta de privacidad.

Combinación de recorridos horizontales en el plano principal de ingreso del conjunto, con escaleras independientes que dan acceso a cada UV. Los niveles 3 y 4 están ocupados por duplex. Se considera que esta solución satisface los requerimientos de privacidad e identidad de cada UV. 6.3 Sistema de espacios abiertos privados (EAP)

Combinación de patios y terrazas – balcones, que articulan, y escalonan en estratos la ME a fin de brindar EAP adecuados a las orientaciones de los frentes de iluminación y ventilación natural. 7. Viviendas en contacto con el suelo Varios son los motivos que inciden en la elección de la modalidad de la vivienda individual y en contacto directo con el suelo, como caso de estudio y de aprendizaje proyectual. En general, todo tema desarrollado en la Facultad adquiere de por si, un valor de paradigma, que independientemente de los esfuerzos que los docentes realicen para relativizar sus alcances y su ubicuidad, éste pasa a constituir un “caso valioso” en el repertorio de los alumnos, y cuyas derivaciones, luego suelen ser frecuentemente aplicadas en la práctica profesional privada o en la función pública, sin el suficiente grado de consideración crítica a la situación concreta,

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respecto a los distintos factores que pueden legitimar o no su aceptación como tal. Por lo tanto, creemos necesario, no sólo alentar las conductas crítico reflexivas en el proceso de aprendizaje proyectual, sino que también nos interesa que el material de estudio en este caso el “tipo” que se adopte, tenga ventajas reales para sus usuarios, tanto como célula de vivienda como por el modo que ésta se inserta y se relaciona con el tejido urbano. En este sentido, estimamos necesario confrontar las soluciones habituales -privadas y públicas- en materia de vivienda, con las cualidades que la vivienda en contacto directo con el suelo aporta y que a continuación resumimos:

Cada célula goza de privacidad, no sólo en su interior, sino también en el uso del espacio exterior.

Cada unidad, tiene presencia e identidad dentro del espacio urbano, cualidades que entre otros atributos se manifiesta mediante un ingreso individual, directo y a nivel desde dicho espacio hacia cada vivienda.

Clara diferenciación entre un frente público y un contrafrente privado. Esta condición debe ser considerada tanto en la conformación de la célula como en la del conjunto. Sin embargo, hay casos -cuando el tipo se resuelve en una parcela de escasa profundidad y con el patio hacia el frente, (tipo 26.1 y 26.2 entre otros)- en los cuales no hay contrafrente.

Predominio de la escala humana doméstica. La configuración y el tamaño de los volúmenes edilicios, de los espacios públicos, de los ámbitos comunes abiertos, de los patios y jardines se adecuan a las actividades y medidas del hombre y su familia.

Se favorece el mejor desarrollo del comportamiento social dentro del medio urbano inmediato. La existencia de puertas, ventanas y espacios de las viviendas en contacto directo con los ámbitos urbanos que las rodean, estimula la presencia de actividades y “ojos domésticos” que contribuyen al autocuidado y a la seguridad de la calle, como así también a consolidar el sentido de pertenencia e integración de los vecinos con respecto a su lugar de residencia.

Es posible obtener una fluida relación de uso entre el espacio interior y el exterior, tanto en el dominio privado como en el ámbito público del vecindario, el que asegura la condición de una verdadera “sociedad de la calle”, de modo que sus usuarios pueden optar por la reserva e intimidad de sus ámbitos domésticos o la vida de relación social de aquélla.

Adecuadas condiciones ambientales para la privacidad y la protección climática. El agrupamiento de este tipo de vivienda, genera un tejido relativamente denso y de baja altura de edificación, en el cual es más fácil obtener iluminación y ventilación natural, protección del viento y controlar las intrusiones visuales y acústicas no deseadas.

Rendimiento razonable en la utilización del suelo urbano. La adopción de unidades en dos niveles, permite obtener viviendas con hasta cuatro dormitorios, cochera individual y patios o jardines privados, en parcelas que oscilan entre los 120 y 150 metros cuadrados de superficie, y que merced a la incorporación de un espacio común que penetra en el interior de la manzana, posibilita un buen aprovechamiento de ésta, y al mismo tiempo contribuye a superar la estrechez de las soluciones tradicionales de “departamentos de pasillo”

Se satisfacen los requerimientos de una gama amplia de formas de vida. Además de las conveniencias que pueden obtenerse del empleo de una solución distributiva que admite su completamiento progresivo, en particular debe señalarse:

el espacio exterior privado puede ser usado como patio, lugar de juego, huerta, y en parte también, como una reserva para una futura ampliación.

La posibilidad de incorporar la cochera a la vivienda, ofrece otros usos para este local. Esta condición de flexibilidad puede aún ampliarse, si este local se integra con el patio y si a su vez se lo conecta directamente con la cocina.

Se contribuye a consolidar la condición de continuidad urbana. El conjunto de atributos ya señalados, genera un tejido que se caracteriza por la neta definición de los espacios públicos, por la continuidad física de los cuerpos edilicios entre si y en su contacto con el

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suelo, y por la continuidad social, basada en el agrupamiento de los vecinos, sus actividades e instituciones, que por un lado comparten un dominio público y por el otro, gozan de la privacidad interior y exterior de sus viviendas.

Esta manera de encarar las viviendas agrupadas, no es frecuente en nuestro medio, por lo tanto, su estudio como problema de aprendizaje proyectual se constituye en un aporte, en tanto crítica superadora de ciertas condiciones habituales de la realidad, y que como ya lo expresáramos, para nosotros adquiere un valor agregado positivo que se incorpora al aprendizaje.