Aportaciones a ICV gorka espiau

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Aportaciones al debate. La situación de crisis sistémica (económica, de modelo de desarrollo, estado de bienestar y derechos fundamentales) que vivimos en la actualidad puede suponer el golpe definitivo al descrédito de la política o por el contrario servir de revulsivo para construir una nueva manera de hacer las cosas. A continuación se presentan una serie de propuestas para contribuir al debate abierto por IcV. 1.- Realizar una autocrítica colectiva mucho más profunda. Es evidente que la ciudadanía es la principal víctima de la quiebra del sistema y que los verdaderos responsables no han asumido las responsabilidades por sus decisiones y abusos. Pero también es verdad que la exigencia de estas responsabilidades políticas y penales no es incompatible con el ejercicio de una autocrítica colectiva mucho más profunda. En las últimas décadas, casi todos hemos mirado para otro lado ante pequeñas y grandes injusticias, trampas, abusos y quiebras de los principios fundamentales que deben guiar una convivencia ética. Casi todos hemos comprado y vendido pisos aceptando plusvalías que no hacían más que engordar la burbuja, hemos mirado para otro lado ante personas obligadas a trabajar sin contrato y hemos aceptado como inevitable la versión más inhumana del modelo de desarrollo occidental. Si queremos ofrecer una alternativa a esta situación es necesario exigir más claramente responsabilidades a los responsables directos pero también cuestionarnos si hemos construido entre todos un sistema que ha he hecho posible estos abusos. 2.- Ofrecer un modelo de liderazgo basado en el ejemplo. La quiebra del sistema es también una quiebra de valores. La sociedad busca nuevas referencias y sabemos que suelen encontrarse en las propuestas más reaccionarias. La única forma de ofrecer una alternativa es poder transmitir con el ejemplo que la política no solo habla de una forma diferente de vivir sino que vive de una forma diferente. Sólo si la sociedad percibe realmente que sus representantes políticos están ofreciendo a la comunidad más que lo que reciben de ella, será posible un cambio de actitud social sobre la política y las personas que se dedican a ella. El planteamiento es radical porque la gravedad de la situación obliga a los representantes políticos a adoptar compromisos personales de servicio a la comunidad en unas condiciones iguales o inferiores a la media de la población, durante al menos toda la próxima década. Aquellas personas y organizaciones que no estén dispuestas a asumir este compromiso seguirán siendo percibidas como privilegiados y no servidores del bien público, y por lo tanto, no podrán liderar esta nueva revolución ética y política. 3.- La comunicación no es suficiente. La comunicación política es importante y debe acompañar una estrategia alternativa pero debe ir mucho más allá. Sobre una nueva forma de vivir la política, de predicar con el ejemplo, se puede construir también una comunicación diferente, más auténtica y

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Estas son las aportaciones que me han pedido para la Plataforma Abierta de la Asamblea de Iniciativa Per Catalunya

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Aportaciones al debate. La situación de crisis sistémica (económica, de modelo de desarrollo, estado de bienestar y derechos fundamentales) que vivimos en la actualidad puede suponer el golpe definitivo al descrédito de la política o por el contrario servir de revulsivo para construir una nueva manera de hacer las cosas. A continuación se presentan una serie de propuestas para contribuir al debate abierto por IcV. 1.- Realizar una autocrítica colectiva mucho más profunda. Es evidente que la ciudadanía es la principal víctima de la quiebra del sistema y que los verdaderos responsables no han asumido las responsabilidades por sus decisiones y abusos. Pero también es verdad que la exigencia de estas responsabilidades políticas y penales no es incompatible con el ejercicio de una autocrítica colectiva mucho más profunda. En las últimas décadas, casi todos hemos mirado para otro lado ante pequeñas y grandes injusticias, trampas, abusos y quiebras de los principios fundamentales que deben guiar una convivencia ética. Casi todos hemos comprado y vendido pisos aceptando plusvalías que no hacían más que engordar la burbuja, hemos mirado para otro lado ante personas obligadas a trabajar sin contrato y hemos aceptado como inevitable la versión más inhumana del modelo de desarrollo occidental. Si queremos ofrecer una alternativa a esta situación es necesario exigir más claramente responsabilidades a los responsables directos pero también cuestionarnos si hemos construido entre todos un sistema que ha he hecho posible estos abusos. 2.- Ofrecer un modelo de liderazgo basado en el ejemplo. La quiebra del sistema es también una quiebra de valores. La sociedad busca nuevas referencias y sabemos que suelen encontrarse en las propuestas más reaccionarias. La única forma de ofrecer una alternativa es poder transmitir con el ejemplo que la política no solo habla de una forma diferente de vivir sino que vive de una forma diferente. Sólo si la sociedad percibe realmente que sus representantes políticos están ofreciendo a la comunidad más que lo que reciben de ella, será posible un cambio de actitud social sobre la política y las personas que se dedican a ella. El planteamiento es radical porque la gravedad de la situación obliga a los representantes políticos a adoptar compromisos personales de servicio a la comunidad en unas condiciones iguales o inferiores a la media de la población, durante al menos toda la próxima década. Aquellas personas y organizaciones que no estén dispuestas a asumir este compromiso seguirán siendo percibidas como privilegiados y no servidores del bien público, y por lo tanto, no podrán liderar esta nueva revolución ética y política. 3.- La comunicación no es suficiente. La comunicación política es importante y debe acompañar una estrategia alternativa pero debe ir mucho más allá. Sobre una nueva forma de vivir la política, de predicar con el ejemplo, se puede construir también una comunicación diferente, más auténtica y

efectiva. Sin entrar a valorar la nueva derecha radical en el poder, políticos de izquierda como Zapatero han dejado un poso de superficialidad muy difícil de superar. Toda la política se mete en el mismo saco, pero la sociedad sabe apreciar cuando una persona, o una formación política se comporta y vive de forma diferente. Esas serán las formaciones políticas que saldrán reforzadas de este momento de crisis. 4.- Consultar es parte del dialogo. Las redes sociales y los mecanismos de comunicación directa a la ciudadanía son instrumentos de comunicación y acción cada vez más relevantes pero no son la solución en si mismos. Conocemos ya múltiples ejemplos en los que las redes sociales han sido tan fácilmente manipuladas e instrumentalizadas como los medios tradicionales. Las consultas a la ciudadanía deben formar parte de la práctica cotidiana de la política pero deben formar parte de un proceso de diálogo permanente entre los representantes políticos locales con su comunidad. No se trata sólo de mantener buenas relaciones e incorporar sus reivindicaciones a los programas electorales, supone un diálogo mucho más complejo y costoso. La diferencia reside en establecer un debate permanente con la ciudadanía (cercana y lejana a nuestras posiciones y no sólo con la bien organizada) y sobre temas que habitualmente no son consultados. Estos procesos participativos tienen la base en el ámbito local y se complementan con las redes sociales. Las personas que consultamos deben sentir que los partidos están verdaderamente interesados por su opinión de manera sistemática y que estos procesos de consulta sirven para algo, siendo la devolución de resultados tan importante como el proceso previo. 5.- Un modelo económico alternativo. La transformación del modelo económico actual requiere presentar un discurso y acciones concretas que no sean rechazas inmediatamente por fallidas, irrelevantes o utópicas. La defensa del estado del bienestar es necesaria pero insuficiente para recuperar la ilusión de que realmente otro mundo es posible. Una alternativa realmente poderosa es apoyar y desarrollar el discurso y la acción de la economía social. Aquellas iniciativas empresariales que son capaces de generar empleo y competir en el mercado pero que incorporan otros valores en la gestión de su actividad y en el reparto de los beneficios. Las únicas empresas que reinvierten sus beneficios en la generación de nuevos empleos, que han construido una banca ética o que tienen su foco de actuación en los colectivos más desfavorecidos construyen su éxito en estos parámetros de solidaridad.

6.- Innovación social. La innovación social es un apuesta estratégica de futuro que las formaciones políticas no han incorporado a su discurso y actuación. Se entiende la innovación social como la respuesta innovadora a necesidades sociales actuales o emergentes. Una apuesta por pensar de forma sistémica y en larga escala cómo podemos abordar de una forma diferente los problemas sociales más relevantes. Para ello, se utilizan metodologías centradas en el usuario que resultan mucho más eficientes y humanas que las prácticas empresariales e institucionales tradicionales. Las experiencias de éxito que hay en este terreno indican que es necesaria la colaboración de los tres motores de cambio principales (el sector público, el sector privado y el tercer sector) pero que falta una apuesta por diseñar este tipo de procesos de forma sistemática y proactiva. Aquellos países que lideren esta nueva forma de identificar e incubar nuevos proyectos de innovación social a gran escala, habrán sentado las bases de un verdadero desarrollo humanos sostenible. Los primeros pasos para avanzar en esta dirección consistirían en identificar una serie de proyectos-país (en el terreno de las energías renovables, de las tecnologías de la información o de la salud) que actúen de elemento tractor y que permitan visualizar esta nueva forma de desarrollo económico y social. 7.- Small is beautiful. Cataluña e Iniciativa cuentan con una buena base para abordar los retos que se plantean en esta aportación. Es uno de los territorios en los que la autocrítica ha sido más profunda y donde la interlocución con la base de la sociedad es más fluida. Los representantes de IcV son percibidos de manera mucho más positiva que el resto de líderes políticos y el nivel de compromiso entre su militancia es también muy elevado. Cataluña cuenta también con abundantes ejemplo de economía e innovación social sobre los que construir un discurso y acción mucho más ambiciosos. Por último, la crisis global también ha demostrado que lo pequeño tiene cada vez más valor. Los efectos negativos de la globalización tienen menos impacto en las comunidades con fuertes raíces culturales y los mejores ejemplos de desarrollo humano sostenible están localizados en pequeños países y regiones. Por otro lado, la impunidad de la que han gozado las grandes corporaciones y organismos internacionales obligan a repensar la necesidad de constituir grandes centros de decisión supranacionales que escapan a cualquier control democrático.