INTRODUCCIÓN

El Tercer Milenio nos trajo una Nueva Hora para el Cuerpo de Cristo.

Es la Hora de la Nueva Reforma Apostólica.

Un movimiento fresco del Espíritu esta emergiendo para le van tai' el Ministerio del Apóstol.

Eos líderes del Nuevo Milenio, no podemos ignorar el tema.

Este trabajo te ayudará a descubrir los secretos bíblicos sobre el ministerio apostólico.

Apóstol Rony Chaves

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LA IMPORTANCIA DE UNA ESTRUCTURA EN LA IGLESIA

El diccionario secular define de las siguiente manera el término estructura: 1- Es ia disposición de las distintas partes de un todo. 2- Es la armazón que sostiene un conjunto.

Bajo estas simples definiciones podemos concluir que se hace necesario a la hora de edificar una casa, un alto edificio o un conjunto de cosas, etc., la estructura de las mismas, entendiendo esto como el acto mediante el cual disponemos o colocamos cada parte (aposento, edificio, etc.) a construir en un lugar y orden específico. Desde luego cada parte que se va a edificar estará orientada en su lugar, basándose en una parte fundamental que llamaremos armazón o estructura principal.

En el caso de la construcción de una gran bodega con su zona de almacenaje, oficinas, etc., la estructura es muy importante, pues ella definirá dónde se ubicará el techo, dónde los servicios sanitarios, las oficinas, la bodega, etc., siendo la edificación algo realmente sencillo si seguimos los planos del arquitecto al pie de la letra y colocamos cada cosa en su lugar según está indicado, iniciando por la estructura del edificio. Una estructura firme, sólida, de buen material y ubicada en su lugar, asegurará un edificio bien construido, armónico y funcional.

Este mismo principio funcionará a nivel de los organismos superiores (animales y hombres).

En el caso del ser humano, la columna vertebral y todos los huesos (sistema esquelético) funcionan como su armazón o estructura principal. Cada hueso, coyuntura, y ligamento bien concertados entre sí, abren la gran posibilidad para que cada órgano vital (corazón, pulmones, estómago, etc.) se ubique en la posición correcta y necesaria para el buen funcionamiento de todo el organismo. Así, la estructura ósea del hombre determina dónde estará su cabeza, su nariz, boca, extremidades, hígado, ríñones, etc. Si su estructura ósea no es respetada en el crecimiento y desarrollo del cuerpo o bien ésta se atrofia o es dañada o endeble, sin duda alguna ese ser humano tendrá serios problemas en su vida natural, pudiendo incluso hasta perder la capacidad para vivir. Una buena estructura determina un mejor desarrollo del cuerpo y una armonía esencial para el buen funcionamiento del organismo^

Dios, en Su infinita misericordia y sabiduría ha utilizado dos símbolos muy conocidos por el hombre para hacernos comprender lo que es la Iglesia; ellos son: una casa o templo espiritual. (He 3:6 y II Cor. 6.16) y un cuerpo (I Cor 12:27). Tomando esta enseñanza simbólica y aplicándola al Cuerpo de Cristo podemos decir que, como "casa espiritual" que va siendo edificada en Cristo Jesús, necesita ésta de una estructura firme, sólida, bien ubicada y de buen material para que cada "piedra" que va siendo colocada y cada "aposento" que va siendo creado sea ubicado en el lugar que le corresponde exactamente. Basta decir que cada piedra viva es un creyente y cada aposento pudiera ser un ministerio, una congregación, etc.

En 1 de Corintios 12, el Señor utiliza la analogía del cuerpo para enseñarnos cómo debe ser la Iglesia y cómo debe funcionar, lo cual implica que el organismo humano, la Iglesia, el Cuerpo de Cristo, quien es un organismo viviente debe tener su estructura, armazón o "sistema esquelético" que le permite soportar el peso del cuerpo, y ubicar

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tejidos, órganos y sistemas en su debido lugar; reiterando que cada tejido, órgano o sistema representa a uno o más creyentes, ministerios o congregaciones.

¿CUÁL DEBE SER LA ESTRUCTURA?

Lógicamente al igual que en la construcción de una casa o en la creación de un ser humano, ha existido un "estructurador" o "diseñador" que ha determinado específicamente cómo será la vivienda o el nuevo ser viviente. Quienes ayudan a edificar, sólo deben ceñirse a los planos y pautas marcadas por el diseñador o arquitecto.

En el caso de la Iglesia, llamada en la Palabra de Dios, Casa Espiritual, Templo o Morada del Espíritu y Cuerpo de Cristo, nos toca a nosotros los que ayudamos en la edificación de la misma hacer lo que Dios dice, El es el Diseñador o Estructurador de Su voluntad. Dios es un Dios de planes, diseños, proyectos y metas; Su anhelo es que los que El llama, se esfuercen por edificar lo que El ha determinado. Nosotros los líderes modernos de Dios, muy capaces hoy en los campos de la ciencia, las computadoras, los programas y los inventos nos hemos atrevido a decirle al Creador que tenemos mejores diseños e ideas para edificar Su Reino sobre la tierra. Nuestra osadía ha llegado tan alto que hemos menospreciado Sus planos y no hemos puesto atención a Sus principios constructores para levantar la estructura correcta en Su Obra, que garantice la edificación exitosa de toda Su Casa. Por eso tanto fracaso en la Iglesia, somos en nuestra propia opinión más sabios que Dios. Que el Espíritu Santo nos enseñe a ser humildes y a entender lo que los "primitivos" líderes de Su pueblo entendieron: que Él es el Arquitecto de los Siglos, el Constructor de Su Obra y nosotros tan sólo Sus aíbañiles y carpinteros llamados a construir exactamente, al pie de la letra, lo que en Su soberana voluntad El determinó desde antes de la fundación del mundo. Aleluya.

El autor de los Hebreos escribe sobre esa idea así: Abraham "por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa; porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios". (Hebreos 11:9-10).

Reforzando la idea de que los antiguos conocían claramente que Dios no quería ideas, ni diseños o estructuras nuevas, sino que se edificara lo que Él había ya planificado.

Pablo en I Corintios 3:10-11 escribe acerca de su labor ministerial de la siguiente manera: "..yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica. Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo".

En el estudio de este pasaje apreciamos que Pablo, el apóstol, se define como un perito arquitecto: lo que equivale a un maestro de obras o construcción, cuyo deber es seguir los pasos determinados en el plano por el Arquitecto o Ingeniero Civil. El excluye la posibilidad de hacer lo que le place en la Obra del Señor; más bien exhorta a cada cual a ser prudente y sobreedificar con mucho cuidado sabiendo que Dios nos pedirá cuantas.

El apóstol añade en los versos siguientes: "Y si sobre este fundamento alguno edificara oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cual sea, el fuego la probará". (Versos 12 y 13)

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LOS CINCO MINISTERIOS

EN LA ESTRUCTURA DIVINA

La Palabra de Dios y el Ministerio de Jesucristo a través de los apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros sumada a la obra santificadora del Espiritu Santo constituyen la columna vertebral del Cuerpo de Cristo. Aleluya.

Estos elementos mencionados son los que le dan sostén y base al Edificio de Dios, son partes vitales del Organismo Viviente y no pueden faltar en la estructura del pueblo cristiano. Amén.

La Biblia enseña que al ascender a Su trono, Jesús constituyó apóstoles y profetas, ministerios utilizandos ampliamente por Él para fundamentar y sostener (como parte de la estructura) a la Iglesia de los primeros días.

Veamos: "...edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo... (Efesios 2:20).

Igualmente podemos concluir que en los tiempos actuales los cinco ministerios principales de la Palabra juegan un papel esencial en la consolidación de la Iglesia.

Recordemos que la Estructura divina fue diseñada por Dios mismo en la Eternidad; implica que esa estructura y los ministerios llamados a formar parte de ella también son eternos, no cambian como El tampoco cambia. Los principios divinos son igualmente eternos, soportando inmutables el paso de los tiempos y las opiniones humanas. El Fundamento sigue siendo Eterno, inconmovible (Hebreos 13:8), por ello, lo que edificó sobre éste debió colocarse con temor y temblor como señaló Pablo; pero con mayor respeto y temor santo debemos hoy sobreedificar sobre el fundamento de apóstoles y profetas, entendiendo que la estructura divina no cambia, Su diseño tampoco, ni mucho menos los principios elementales para levantarla.

Es deber nuestro en los actuales tiempos, retomar la palabra de Dios, analizar los planes de nuestro glorioso Arquitecto y como buenos maestros de obras, edificar tan sólo lo que Él ha determinado sobrenaturalmente que hagamos.

LOS BENEFICIOS DE UNA ESTRUCTURA DEFINIDA EN LA IGLESIA

Hemos mencionado anteriormente que la estructura ayuda en la ubicación o posición de las partes de un todo, ella es importante. Veamos sus beneficios para la Iglesia:

1- La estructura como armazón que sostiene un conjunto de cosas, da soporte, fortaleza y vigor al Cuerpo de Cristo.

2- Al permitir la disposición o ubicación de los diferentes miembros del Cuerpo, trae al mismo un mayor aprovechamiento o rendimiento. Además, provee seguridad e identidad a cada creyente y ministro.

3- Al permitir que cada partícula del Cuerpo de Cristo funcione en su posición de máximo aprovechamiento, desata una mayor unción y habilidad para que en unidad se haga la Obra de Dios.

4- El libro de Efesios en su capitulo 4, establece el propósito fundamental para el cual Jesucristo estructura Su Iglesia delegando autoridad en cinco ministerios principales, siendo el elemento más importante de este plan, el mantener la unidad en el Espíritu. Una buena estructura en la Iglesia consolida y madura esa

—- unidad en los creyentes. Aleluya.

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5- Pablo enfatiza además en el pasaje citado que, dicha estructura ministerial la proveyó el Señor para:

a- Perfeccionar a los santos para la obra del ministerio. b- La edificación del Cuerpo de Cristo. c- Provocamos a la unidad de la fe. d- Dotarnos de un mayor conocimiento del Hijo de Dios. e- Proyectarnos hacia el crecimiento y la madurez plena, hasta obtener en

forma unánime, la estatura del Varón Perfecto, esto es Cristo. f- Capacitar nuestro hombre interior de tal modo que nadie fluctúe más en

su fe, doctrina y práctica cristiana. g- Seguir creciendo y edificando el Cuerpo en amor. Aleluya.

La Estructura Divina basada en los dones de la Ascensión (cinco ministerios) asegura los beneficios prometidos y enunciados, siendo factor determinante y primordial para lograrlo, el operar y conocer ampliamente el ministerio apostólico, el cual es eje principal en la aplicación dei gobierno y autoridad divinos a la Iglesia.

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LAS DIVERSAS UNCIONES Y OPERACIONES DE LOS CINCO MINISTERIOS DE EFESIOS 4:11

"Y a unos puso Dios en la Iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas" I Corintios 12:28

El autor respetuosamente refiere al lector a sus libros publicados ("Fundamentos del Ministerio Apostólico" y "La restauración del Ministerio Profético") donde el tema básicamente es sobre el ministerio del apóstol y el ministerio del profeta respectivamente para una mayor amplitud de conocimiento sobre los oficios o ministerios del Ministerio Quíntuple. En este trabajo solamente mencionamos detalles o características de cada ministerio que sean básicos para el desarrollo del tema y para una mejor comprensión de lo que sucede en un Presbiterio Profético.

Los ministerios son manifestaciones y regalos a la Iglesia del Ministerio Quíntuple de Jesucristo que ahora opera a través de los hombres o mujeres llamados por Él.

Dios mismo y no el hombre es quien nombra a sus ministros, Él los llama y autoriza. El pueblo solamente los reconoce (Gal. 1:1) El Ministerio es un Don, no se adquiere, no se compra; es una Dádiva o Regalo de Dios; Él lo otorga.

Esto implica que el "Orden Jerárquico" en la Iglesia no es de naturaleza "Democrática" sino Teocrática". El ministerio recibe la "Autoridad" del "Ministerio" mismo, del poder del Espíritu Santo, Es por tanto el "Ministro" (Rom 1:1 y Filp. 1.1) siervo o esclavo de Jesucristo el Señor. El ministerio más que bregar con los derechos del ministro, trabaja con sus obligaciones y responsabilidades. Dios comprometido con el que llama, otorga al ministro Su unción y Su Autoridad; éstas deben ser ministradas al pueblo de Dios en amor, humildad y temor de Dios. Amén.

EL MINISTERIO DEL APÓSTOL

El Apóstol es uno de los dones de la Ascensión (Efesios 4:11). El ejercicio de su ministerio es importante en la Iglesia para ejecutar la Palabra de Dios y remover el gobierno de las tinieblas. Dios está estableciendo Su Gobierno y Su Orden Apostólico. Para ello, los apóstoles son imprescindibles. Su unción es muy particular y es necesaria.

1- El apóstol y su unción traen revelación a la Iglesia (como en los primeros días). 2- Apóstoles desatan sobre la Iglesia audacia, fe y visión. 3- Traen la reforma y la reconstrucción a la Iglesia. 4- Traen el juicio y la justicia de Dios a la Iglesia y a las Naciones . 5- Juzgan a los poderes del ocultismo. 6- Traen el fundamento principal a la Casa de Dios. 7- Ministran la compasión y la gracia de Dios. 8- Ministran la cobertura espiritual a ministros, iglesias y territorios. 9- Su unción confirma, establece y fortalece a creyentes, líderes y ministros. 10-La unción apostólica y los apóstoles establecen "doctrina" en la Iglesia. 11-Traen orden y disciplina en amor a la Iglesia. 12-Operan en la esfera de los cinco ministerios (se mueven en todos). 13-Producen el movimiento misionero dentro de las Iglesias. 14-Confrontan al legalismo y a los falsos sistemas religiosos de los hombres. 15-Son reparadores de la "brecha" en la Iglesia (cubren su desnudez).

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16-Proyectan la visión y comprensión de lo que es el Cuerpo de Cristo. 17-Traen guía madura al liderazgo. 18-Por su unción viene la imapartición de dones, unción y ministerios. 19-Traen señales y maravillas entre la Iglesia y los pueblos. 20-Ministran la "llenura" del Espíritu Santo. 21-Traen las estrategias en la Guerra Espiritual y movilizan a la Iglesia. 22-Traen la paciencia y la fortaleza a los creyentes. 23-Ministran el espíritu de oración y el ministerio de La Palabra. 24-Ministran dadivosidad y habilidad en administración financiera. 25-Traen Paternidad de Dios a Su Pueblo (autoestima, identidad y seguridad). 26-Son los apóstoles parte fundamental en el establecimiento del Reino de Dios.

EL MINISTERIO DEL PROFETA

Lo Profético y los Profetas son importantes para el fluir del Espíritu. Lo profético de Dios nos ayuda a saber lo que debemos hacer para mantenernos en ese fluir de Dios. Los profetas son importantes para que junto a los apóstoles traigan las coberturas y fundamentos necesarios a la Iglesia. He aquí algunas características del ministerio y unción profética.

1- Los profetas y su unción "derriban" reinos demoníacos. 2- Están ungidos para destruir las obras del maligno. 3- Su unción destruye lo carnal, lo pecaminoso y lo demoníaco en la Iglesia. 4- Traen pureza y santificación a la Casa del Señor. 5- Traen revelación de la Palabra y los propósitos de Dios. 6- Afirman la identidad de cada miembro del Cuerpo de Cristo. 7- Su unción construye o edifica al Cuerpo del Señor. 8- Su unción "desarraiga" líderes y sistemas religiosos y sus espíritus babilónicos. 9- Su unción activa en otros el don de la Profecía, el espíritu de Profecía y el don del

Profeta. 10-La unción profética planta a los hijos de Dios y los hace florecer en la Casa del

Señor. 11-Los profetas inician el modelo divino al oír Su Palabra. 12-Traen confirmación de la Palabra al espíritu de La Iglesia. 13-Desatan la alabanza y la adoración en el Templo de Dios. 14-Activan los dones de fe; milagros y sanidades diversas. 15-Consuelan. exhortan y liberan a la Iglesia. 16-Liberan dones y talentos u operaciones del Espíritu Santo. 17-Traen fortaleza y nuevas fuerzas a los creyentes. 18-Traen restauración de La Palabra. La Unción y el Gozo del Espíritu. 19-Desatan el espíritu o unción de victoria y conquista en la Iglesia. 20-Liberan la unción de Guerra Espiritual Estratégica en el pueblo de Dios. 21-La prosperidad financiera es desatada por Dios a través de Sus profetas. 22-Destruyen la oposición satánica. 23-Liberan el poder de resurrección. 24-Traen el fuego del Espíritu a la Iglesia. 25-Acercan el temor a Dios y la Reverencia a Su Santísima Presencia.

En un Presbiterio Profético, la participación de profetas o de otros ministerios proféticos, le dan a esas reuniones total validez.

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EL MINISTERIO DEL EVANGELISTA

El Evangelista es un hombre llamado por Dios con la comisión específica y habilidad específica para predicar las Buenas Nuevas de Salvación. Su mensaje no es el juicio ni la ira divina sino el perdón, la gracia y la misericordia del Señor. Su mensaje debe ser Cristocéntrico y presentar las verdades redentivas de la obra de Jesús.

He aquí algunas peculiaridades propias del ministerio:

1- La unción del Evangelista es para traer las Buenas Nuevas. 2- Su ministerio y su unción es para traer sanidades. 3- Su unción trae liberación a los cautivos. 4- Su unción es para presentar La Redención obrada por Cristo. 5- Es equipado para hablar de la Justificación Divina. 6- Produce multitud de Nuevos Nacimientos (unción de salvación). 7- Es ungido para traer convicción de su maldad al pecador. 8- Su unción desata a la Iglesia al Evangelismo. 9- Su unción opera milagros. 10-Su unción convoca a la Iglesia para la Movilización. 11-Su unción trae prodigios. 12-Desata la unción de oración. 13-Desata la unción para ayunar (en la Iglesia). 14-Mueve la unción de reconciliación. 15-Trae Restauración al caído. 16-Desata la unción de la Guerra Espiritual Territorial. 17- Desata la Cosecha 18-Mueve a la Iglesia hacia la Gran Comisión. 19-Trae una unción de maravillas. 20-Trae denuedo a la Iglesia. 21-Mueve en la Iglesia la compasión de Cristo. 22-Quita el temor a satanás y a los demonios. 23-Desata la empatia. 24-Suelta la unción de desafío al pueblo de Dios. 25-Trae el gozo de la victoria. Se mueve bajo la unción del avivamiento y la trae al

pueblo de Dios.

EL MINISTERIO DEL PASTOR

El Pastor es un individuo con un llamado directo del corazón de Dios para ayudar a pastorear Su rebaño. El pastor siempre será "un pastor" entre muchos pastores sabiendo que Jesucristo es El Príncipe de los pastores y el Pastor verdadero del Rebaño. La función suya es la de apacentar las ovejas, alimentarlas con La Palabra, cuidarlas y protegerlas.

He aquí lo que es parte de la unción en el ministerio pastoral:

1- La unción pastoral trae el Amor de Dios. 2- La unción pastoral ministra la Sanidad Interior. 3- El pastor y su unción traen "liderazgo" a los creyentes. 4- Trae propósito. 5- Trae edificación 6- Ministra el compañerismo y familiaridad (comunión). 7- Trae consolidación a la vida del creyente. 8- Trae Sanidad Divina (física). 9- Trae liberación de demonios y de ataduras ancestrales (ministración).

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10-Mueve la oración. 11-Ministra "ejemplo o modelo" de vida (moldea). 12-Tiene la unción para discipular. 13-Trae protección y cobertura a la Iglesia. 14-Trae unción de Paternidad (afirma, da seguridad, identidad). 15-Trae la unción de reconciliación. 16-Trae guía. 17-Ministra enseñanza práctica. 18-Se mueve por el espíritu de consejo y sabiduría. 19-Trae fundamento básico. 20-Exhorta. 21-Se mueve bajo la unción de mansedumbre y paciencia. 22-Ministra paz. 23-Es un ministerio de cuidado y prevención. 24-Tiene la unción para impartir doctrina. 25-Mueve la Iglesia hacia la obra social.

Es en conclusión, un ministerio que se mueve bajo la unción del amor y la misericordia.

EL MINISTERIO DEL MAESTRO

Es un ministerio dotado por el Espíritu Santo para llevar a la Iglesia a "aguas profundas" en la Palabra y revelarle por la gracia de Dios, los misterios escondidos en La Escritura. Amén.

He aquí algunas cosas inherentes o propias de su unción y llamado.

1- Trae la unción de Revelación de La Palabra. 2- Trae Iluminación al texto sagrado 3- Se mueve bajo el espíritu de conocimiento divino 4- Se mueve bajo el espíritu de inteligencia divina. 5- Opera bajo los dones de revelación del Espíritu. 6- Lleva a la madurez a la Iglesia. 7- Trae crecimiento. 8- Ministra vida 9- Ministra gozo 10-Produce disciplina y hábitos buenos 11-Fortalece principios bíblicos 12-Ministra preparación para el ministerio 13-Redarguye y produce convicción y arrepentimiento 14-Trae corrección 15-Trae entendimiento de propósito 16-Trae confirmación de las verdades proféticas 17-Enseña a conocer las señales y los tiempos de Dios. 18-Ensancha la visión. 19-Trae edificación al Cuerpo. 20-Da solidez al creyente. 21-Trae balance espiritual a lo profético. 22-Enseña doctrina y fundamentos. 23-Produce libertad religiosa. 24-Ministra y eleva el discernimiento de la Palabra. 25-Protege de la mentira y el error.

En un ministerio cuya unción produce hambre por la Palabra.

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EL MINISTERIO APOSTÓLICO

GENERALIDADES

En I de Corintios, Pablo escribe en el capítulo 12 y en el verso 28 así: " V a unos puso Dios en la Iglesia, primeramente apóstoles..." Y en su carta a los Efesios (Capítulo 4 y verso 11) nos dice: "YEl mismo constituyó a unos, apóstoles..."

Estos pasajes y otros más enfatizan la existencia de un ministerio en la Iglesia, llamado el ministerio u oficio apostólico.

Este don ministerial es de mucha importancia, tanto que es el primero que encabeza la lista de ministerios dados a la Iglesia y mencionado por el apóstol Pablo.

Dios trabaja a través de Sus servidores; entre los siervos del Señor, los apóstoles juegan el papel más importante.

Es un don ministerial relevante dentro de los cinco ministerios principales de La Palabra en la Iglesia (apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros).

TERMINOLOGÍA

• El término castellano "apóstol" proviene del vocablo griego "Apostólos" cuyo significado es: "Uno que es enviado", " un enviado".

• La palabra apóstol también tiene su raíz en el término "Apostello" que significa enviado o escogido y ungido por Dios.

• El término apóstol implica que ese individuo es seleccionado y apartado por Dios para cumplir una encomienda o misión específica.

• El término misionero, es en realidad una expresión moderna que ha sustituido la palabra apóstol. Un verdadero apóstol es un misionero, aunque no todo el que hoy se llama misionero es un apóstol escogido por Dios. Amen.

• Un apóstol o ungido, es uno que es autorizado por Dios, quien tiene clara visión del Señor, pues es Dios mismo quien se comprometió con su soberana elección al llamarle; Él le revela Sus planes y le unge para cumplirlos con éxito para gloria y honra de Su Santo Nombre. Amén.

• Al término "apóstof también se le ha dado el significado de "mensajero enviado" en algunos pasajes bíblicos, denotando con ello un envío a cumplir una comisión dada por Dios a través de la Iglesia (II Corintios 8:23).

• La palabra apóstol también ha sido traducida del original en algunos textos como "embajador". Significando que el apóstol es un enviado y autorizado como representante del Reino de Dios.

• El apóstol es en realidad un misionero, pues el verdadero sentido de la palabra misión en la Biblia equivale al término envío.

ALGUNAS CARACTERÍSTICAS

1- Es un ministerio importante en la construcción o edificación de las iglesias. 2- La obra de este ministerio es poner fundamento. 3- El apóstol abarca con libertad los otros dones del ministerio. 4- Este ministerio tiene el don sobrenatural de "administrar" según I de Corintios

12:28.

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5- Según la versión de la Biblia Weymouth, tiene el apóstol "poderes de organización".

6- Los apóstoles pueden ejercitar autoridad sobre las iglesias que hayan establecido (I Corintios 9:1,2).

7- Es un ministerio de amplia y profunda experiencia espiritual con el Señor. 8- El apóstol tiene señales, prodigios y milagros determinantes como evidencia de

su llamado ministerial (II Corintios 12:12). 9- El verdadero apóstol es enviado, él va a cumplir una encomienda o misión divina,

no va por sí mismo al ministerio. 10-Este ministerio está equipado por Dios con dones espirituales muy marcados. 11-Los apóstoles tienen gran poder y habilidad para establecer iglesias y confirmar

ministerios. 12-Una de las características de este ministerio es la capacidad, dada por el Señor,

para proveer dirección espiritual adecuada a Iglesias y ministerios. 13-Lo importante en este y cualquier otro ministerio no es el título que se reciba, sino

funcionar adecuadamente para que la voluntad de Dios sea hecha a plenitud. Aleluya.

EL LLAMADO APOSTÓLICO

Uno de los elementos más importantes en un ministerio de Dios, es su llamado o vocación. Por ser el Todopoderoso quién ha diseñado Su Obra, es también quién llama al ministerio.

En el caso de los apóstoles al igual que en los profetas, Dios entrega experiencias inolvidables para animar y recordar la comisión divina entregada en sus manos.

1- En el ministerio apostólico definitivamente debe existir un llamamiento divino.

2- No es el hombre, ni organización alguna la que llama a la obra apostólica, sino Dios.

3- Los apóstoles recibirán en su propio espíritu una profunda convicción de su llamado, y el Espíritu Santo dará testimonio del ministerio.

4- La unción poderosa del Espíritu es la evidencia principal del llamamiento apostólico, así como las señales, prodigios y milagros obrados por Dios a través de sus manos.

5- Por ser el apóstol un enviado o ungido en una misión divina, los dones del Espíritu Santo en ejercicio garantizan la autenticidad de su llamamiento. Dios al que llama equipa y capacita.

6- El carácter ayuda a detectar a un apóstol, ya que éste debe ser equilibrado, capaz de soportar crítica y persecución. Su carácter es sobrio, fuerte o firme y lleno de fe.

7- Lógicamente los falsos apóstoles carecían de los elementos mencionados, pero especialmente su falsedad consistía en llamarse apóstoles sin ser llamados por el Señor.

8- El libro de los Hechos registra el caso especial de Bernabé y Saulo, a quienes en el capítulo 13, el Espíritu Santo aparta y consagra para la obra del ministerio. "Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a la que los he llamado (Verso 2).

9- Desde los primeros 12 apóstoles, conocidos como los "Apóstoles del Cordero", hasta los que se levantaron después como Bernabé, Pablo, etc., todos ellos tuvieron una experiencia espiritual con el Señor. Esta vivencia en el Reino de Dios, les garantizaba seguridad en su mover ministerial y amplia convicción en sus decisiones. Ellos fueron privilegiados al dotarles el Señor de sensibilidad

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amplia en el mundo espiritual. Su llamado apostólico les garantizó la ministración angélica, visiones, sueños, teofanías, etc.

10-Los apóstoles han gozado de un trato de Dios bien específico, siendo llamados aún con experiencias impresionantes desde el mismo instante de su conversión. El caso de Pablo es un ejemplo bien típico en esto: "...instrumento escogido me es éste, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes y de los hijos de Israel" (Hechos 9:25,).

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JESUCRISTO EL APÓSTOL POR EXCELENCIA

Cuando Jesús leyó el rollo de la Escritura citando al profeta Isaías y dijo: "El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón...", en la sinagoga de Nazaret se estaba cumpliendo la profecía antiguo testamentaria que nos ponía delante del "Ungido de Jehová", del Apóstol o Enviado del Señor. Aleluya.

Jesús vino al mundo como el Cristo de Dios, el Mensajero del Pacto o Ángel de Su Faz para mostrarnos al Padre y Su sabiduría multiforme.

Él fue enviado por Dios con una misión clara y específica, restaurar lo perdido y con ello también al género humano. Gloria a Dios. Su misión fue divina, trazada desde antes de la fundación del mundo (Apocalipsis 13:8), constituyéndolo como Apóstol de Dios por excelencia.

En el tiempo profético y soberano del Padre, Él envió al Hijo para hacer Su Obra y Voluntad, esto implicaba que su oficio principal era ser el Cristo (el Ungido).

Él no vino a la tierra en su propio plan o voluntad, sino que el Padre lo apartó, ungió y envió para ir a la cruz.

El no hizo nada de su propia cuenta, sino hizo la voluntad del que le envió. Aleluya.

"Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerad al apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús; el cual es fiel al que le constituyó" (Hebreos 3:1,2).

Hemos enfatizado que el apóstol se caracteriza básicamente por la visión de Dios en él sobre Sus propósitos y estrategias con los hombres y las naciones. Jesucristo hombre, el Apóstol del Padre, es quien ha tenido la mayor visión de la Obra de Dios en toda la historia de la humanidad, por tanto la Escritura Santa afirma que en Él reposó toda la plenitud de la Deidad (Colosenses 2:9) y que por la visión que tuvo y la encomienda gloriosa que debía cumplir le ungió Dios con todo poder. Aleluya.

Al cumplir a cabalidad el plan de Dios, le fue dada toda autoridad en el cielo y en la tierra (Mateo 28:18) Amén. Él es llamado reiteramos, en la Escritura, el Apóstol de nuestra fe (Hebreos 3:1). Él tenía unción y con ella visión.

Muchos autores han recalcado de una manera a veces hasta desequilibrada que el apóstol es aquel que por sobre todo levanta iglesias, creo que en este trabajo uno de los propósitos de mi corazón es equilibrar esa verdad, diciendo que es tan sólo una de las prerrogativas o acciones del ministerio apostólico. Igualmente algunos escritores, que respetamos, afirman que los apóstoles no deben tener ninguna participación de la obra local, lo cual considero alejado de lo que señala La Escritura, muchos de sus argumentos estriban en considerar el modelo apostólico tan sólo con la aparición del llamado misionero de Bernabé y Saulo, olvidando que la era y modelo apostólico se inicia con Jesucristo, principal piedra del ángulo del edificio de Dios y prototipo del ministerio apostólico para los últimos días. Amén.

Jesús en su llamado específico no vino a la tierra a establecer obras o levantar iglesias, sino que Él levantó Su Obra, Su única Iglesia (Su Cuerpo y Novia), no hecha

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por las manos del hombre, sino por el poder del Espíritu Santo y con el precio de Su sangre bendita. Alabado sea el Señor.

Jesucristo tuvo su galardón como Apóstol Máximo de la Iglesia al venir como Enviado del Padre, con una visión clara de Su Obra, con una unción propia de aquel que es Comisionado del cielo y para cumplir esa visión y consumarla plenamente. Aleluya.

Esa unción poderosa que operó en Él, dependió de su llamado divino para moverse como Apóstol en la tierra, de la claridad que había en Él acerca del propósito de Dios y de su obediencia a la Palabra Divina; para estar en el momento preciso, ministerio preciso y lugar indicado para consumar Su Obra, la que el Padre le comisionó.

Él es, Jesucristo, el que como Enviado Divino, al completar y llevar al éxito el plan de Sabiduría de Dios, conquista toda la autoridad, derrotando categóricamente a Satanás y a sus huestes, constituyéndose en el dador de autoridad a Su Iglesia y constituyendo para la extensión de Su Evangelio y edificación de Su Reino a otros hombres como apóstoles o enviados hasta la consumación de los tiempos. A Él sea gloria, imperio y poder, por siempre. Amén.

"Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envió" (Juan 20:21).

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LA IMPORTANCIA DE QUE EL APÓSTOL Y SU MINISTERIO SEAN AMPLIAMENTE RECONOCIDOS EN

LA IGLESIA HOY

Me faltarían palabras para enfatizar la importancia de los cinco ministerios para preparar a la Iglesia. Estos dones ministeriales (apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros) bien concertados y unidos entre sí, trabajando unánimes juntos en la preparación de la "Novia" para las "Bodas" con Cristo, son esenciales, imprescindibles, para que ella alcance la madurez, la perfección y la estatura del Varón Perfecto (Efesios 4:11-16).

Para poder operar satisfactoriamente en el Cuerpo de Cristo, estos cinco ministerios deben ser reconocidos, aceptados y respetados. Cada uno, desde luego, funcionando con su unción y manera diferente para la perfección de los santos para la obra del ministerio.

El cristianismo de los últimos tiempos ha aceptado el ministerio de los evangelistas, pastores y maestros (lo cual es muy importante), pero ha sido renuente y negativo para avalar o reconocer a los ministerios de fundamentos: apóstoles y profetas.

Satanás ha engañado a la Iglesia de Cristo haciéndole dudar de la existencia y operación actual de estos dos ministerios, con el propósito de impedir la obra fundamental de los mismos, declarada en Efesios 2:20, para llevar al éxito el proceso de edificación de una Iglesia madura.

Gracias sean dadas al Dios Omnipotente, pues por Su misericordia ha enviado al Espíritu Santo para que corrija este grave error de la Iglesia y para que traiga restauración e iluminación al Cuerpo de Cristo en estos misterios de la Palabra de Dios. Amén.

Dios ha hablado y sigue hablando a través de quiénes Él ha levantado para dar dirección, profundidad y comprensión de Su Palabra; ellos son llamados para exhortar a la Iglesia hacia un movimiento constante y hacia adelante en pos de la libertad, la madurez y la unidad.

Hoy es el tiempo más propicio en la historia de la humanidad para que se oigan los voceros de Dios (apóstoles y profetas).

Los profetas traen al pueblo dirección y estrategias divinas, y deberían abundar en un tiempo como el actual, donde Dios está entregando a Su Iglesia sabiduría y revelación de Sí mismo y de Sus propósitos en la tierra.

Estos ministros del Espíritu fluirán en el Espíritu de Jesús, en sujeción e integridad, trayendo un mensaje de esperanza y redención al abatido.

Ellos serán perseguidos intensamente, serán muchas veces desechados y en otros casos tendrán mucha oposición a su mensaje y a ellos mismos; pero traerán palabras de liberación que conducirán a vidas de adoración más rebosantes en espíritu y en verdad.

Igual que los profetas, los apóstoles serán rechazados, muchas veces perseguidos y hasta no aceptados (I Corintios 9).

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El ministerio apostólico fluye a través de un individuo cuya característica esencial es que puede servir en cualquiera de los otros llamados ministeriales.

Su importancia se evidenció al establecer y fundamentar la Iglesia Primitiva en los días del Nuevo Testamento; también se manifestará su importancia en los días finales, pues ellos volverán a establecer la Novia madura ante el inminente retorno de su Novio, Jesucristo, a la tierra. Amén.

Los apóstoles proveerán el ancianato a la Iglesia Universal de Cristo, pues son ancianos estructurales tanto como espirituales en la Obra del Señor.

Ellos tienen amplia comprensión de la importancia hoy de trabajar juntos por la unidad y madurez del Cuerpo de Cristo.

Sus ministerios trascienden las iglesias locales, pero a la vez las fortalecen junto con la unificación de sus ministros, permitiendo el fluir de la fuerza y la visión de la Iglesia Universal de Cristo.

Ellos son importantes (los apóstoles), pues confirman y establecen otros ministerios, así como llevan al pueblo a la Victoria en la batalla. Ellos son "generales" del ejército de Dios. Aleluya.

Quiera Dios que cada lector reciba en su interior la suficiente luz acerca de la importancia de estos olvidados ministerios. Amén.

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DOS FACETAS IMPORTANTES DEL MINISTERIO APOSTÓLICO

La iglesia es presentada en la simbología antiguo testamentaria como un candelera, una nación, un monte, una ciudad, etc.

A través de las llamadas ciudades de Refugio que estableció el Señor Todopoderoso en todo Israel para protección de los transgresores involuntarios de la nación, Él nos enseña cómo la Iglesia de Cristo (y las congregaciones) deben levantarse como ciudad de Refugio para albergar allí a todos los abatidos y perseguidos por Satanás.

Igualmente Jerusalén es usada para presentar a la Iglesia como la Ciudad de Dios o Nueva Jerusalén. En ella estaba el templo para adorar, así como los sacerdotes para dirigir y ministrar el culto a Dios. Los judíos debían presentarse tres veces al año como mínimo en el santuario de Jehová. Con ello Dios establecía un lugar mayor para la adoración nacional o corporativa; establecía además un punto común de reunión de Su pueblo y líderes, logrando también sensibilizar a Sus elegidos a que debían respetar y someterse a un liderato mayor en el plano religioso, que les enseñaría La Ley y ministraría como sacerdotes a Dios por ellos. Aleluya.

Esa gran ciudad se levantaría gloriosa y a su alrededor se ubicarían las aldeas menores o villas que aunque tenían su gobierno local y sinagogas, reconocerían en Jerusalén la capital religiosa de la nación judía. Ellos se sujetaban a este plan trazado por Dios.

En el Nuevo Testamento el Señor establece no un centro de adoración específicamente (El mismo afirmó que la adoración tendría un giro, para ser realizada ya no en un lugar específico, sino en cada corazón; en espíritu y verdad), pero sí organiza Su Iglesia a través de centros operacionales fuertes, donde se asientan los ministerios más reconocidos de aquellos días, desde donde surge la doctrina, los consejos y los misioneros que irían a evangelizar las naciones.

Siguiendo este simbolismo, el Señor determina que algunas iglesias sean como ciudades importantes, lo que nosotros hoy llamaríamos iglesias madres, centrales, o simplemente sedes.

Estas iglesias-ciudad son las que poseen una riqueza de dones y ministerios para establecer una plataforma evangelística y misionera en diversas regiones donde se ubiquen. Otras iglesias o congregaciones menores surgen por el trabajo de las primeras, o bien, son robustecidas y maduradas bajo la cobertura espiritual de las iglesias-ciudad. El principio bajo el cual muchas denominaciones funcionan es éste que hemos mencionado, sólo que debemos decir que lamentablemente las iglesias centrales o sedes de muchas organizaciones no cumplen el propósito que si cumplían las mencionadas en el Nuevo Testamento. Muchas iglesias centrales de agrupaciones cristianas hoy carecen de poder ministerial, de dones, fe, visión misionera y de ministros ungidos siendo un remedo de lo que deberían ser en realidad.

Dios en nuestros días sigue adelante con Su plan, está consolidando en muchos pueblos y ciudades, iglesias de poder apostólico, con fe y visión para organizar Su Cuerpo y edificarlo. Aleluya.

Estas iglesias se están levantando bajo el trabajo de apóstoles, profetas y demás ministerios. A su alrededor el Señor está estableciendo iglesias-aldeas (hijas o filiales)

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que se están acogiendo a estas coberturas apostólicas, reconociendo autoridad, doctrina y dirección por ministros ungidos que el Señor ha colocado en las iglesias-ciudad para traer una visión y unción apostólica. Amén. El Nuevo Testamento presenta algunas de estas iglesias que sirvieron en el pasado para llevar un evangelio de poder apostólico a muchos pueblos y muchas personas. Entre ellas la Iglesia de Jerusalén, la de Antioquia, la de Efeso, la de Esmirna, la de Pérgamo, la de Tiatira, la de Laodisea y otras más. Ha sido éste el método de Dios; de esta manera se establecen dos formas operacionales básicas y fundamentales para el ministerio apostólico, según se desprende de las narraciones neo-testamentarias.

La primera operación del ministerio apostólico la encontramos muy bien definida en los primeros discípulos del Señor. Recordemos que Jesucristo es el primer Apóstol y originador de la iglesia. Él da dos visiones o comisiones a los apóstoles. La primera tiene que ver con gobierno, administración y cuidado de la Obra.

Muchos de los primeros apóstoles, aunque viajaron llevando el Evangelio, tuvieron su mayor responsabilidad en cuidar y velar por la Iglesia. Ellos se asentaron en alguna iglesia-ciudad para fundamentarla, organizaría y administrarla. Su trabajo apostólico consistió en gobernar para que la iglesia fuera madurada. Estos ministerios tenían el respeto de las iglesias que le rodeaban, por lo cual decidían sobre asuntos de disciplina, orden y doctrina.

En el libro de los Hechos, capítulo 15, encontramos un concilio apostólico en Jerusalén, presidido por Jacobo, un apóstol no mencionado como de grandes viajes misioneros, pero sí por estar ungido para presidir y ejercer autoridad en doctrina, cobertura espiritual y dirección para otros ministros e iglesias.

Es entonces claro que se marcó para los apóstoles una misión muy importante desde aquellos días, la de ejercer autoridad y administración en la Obra del Señor, desde una Iglesia-ciudad, llevando consejo a muchas iglesias-aldeas y aún a ministros.

Estos apóstoles difícilmente se separarían de sus responsabilidades locales.

Muchos superintendentes, misioneros o supervisores denominacionales han funcionado bajo este principio, siendo realmente apóstoles. Dios ha respaldado su gestión y obra administradora. El los ungió para ello.

Lamentablemente muchas de estas posiciones se han transformado en puestos casi políticos y muchos sin llamado divino han sido establecidos en ellos, trayendo división y deterioro en la Iglesia del Señor.

La segunda operación del ministerio apostólico tiene que ver no tanto con lo administrativo, disciplinario o doctrinal de una Iglesia-Ciudad sino con el campo evangelístico-misionero. Notamos también en el libro de los Hechos como el Espíritu Santo (Hechos 13) seleccionó a Bernabé y a Saulo para una obra apostólica un tanto diferente a la de Jacobo. Ellos fueron comisionados a ir fundando iglesias, fundamentándolas y organizándolas sin permanecer mucho tiempo en las mismas, aunque sí colocando sobre ellas la cobertura apostólica y sujetándolas a la Iglesia-Ciudad de donde provenían.

Esa forma de actuar de muchos apóstoles fue lo que derivó años después el concepto de misionero, el cual es procedente y bíblico, pero lamentablemente muchos individuos bajo la excusa de que sienten un llamado misionero a tal y cual nación, han ido a las naciones como si fueran apóstoles, fracasando rotundamente.

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Los apóstoles así llamados, tienen que operar más en el apoyo a otras congregaciones que a la suya propia. Su campo son las naciones, ellos fundarán ministerios, iglesias, etc. aunque en su iglesia sede difícilmente tendrán gran influencia en las decisiones apostólicas administrativas y doctrinales.

Hoy en la consolidación del Cuerpo de Cristo, estas funciones u operaciones del Espíritu a través del ministerio apostólico van cada día siendo restauradas para la gloria de Dios. Amén.

NOMBRAMIENTO DE ANCIANOS

Muchos apóstoles han sido comisionados por el Señor para fundar iglesias y ministerios, pero en determinados momentos el mismo Señor les ordena partir, siendo su responsabilidad en esa hora, nombrar y establecer ancianos.

Los ancianos serán los creyentes más sólidos y maduros que en ese instante se dispongan para la Obra del Señor.

Con la visión profunda del apóstol, él, dirigido por el Espíritu Santo colocará a esos individuos al frente de la iglesia y ministerios antes de partir a otra misión divina.

"V constituyeron ancianos en cada iglesia habiendo orado con ayunos, los encomendaron al Señor" (Hechos 14:23); esto, hablando de Pablo y Bernabé al regreso de su primer viaje misionero.

No ha sido el plan de Dios que los apóstoles asuman la labor pastoral de las iglesias, sino que ellos se encarguen básicamente de su ministerio a las naciones. Su labor con la obra local será de guía, cobertura, visión y orientación ministerial, pero el cuidado de las ovejas debe estar en las manos de los ancianos, cuya labor pastoral consolidará la obra local y ayudará a que los apóstoles se encarguen del trabajo en diferentes lugares.

Watchman Nee, reconocidísimo autor y ministro, escribió: "La característica de un apóstol es ir, la de un anciano es permanecer".

En el nombramiento de ancianos, debemos entender que los apóstoles simplemente establecieron a aquellos a quienes el Espíritu Santo ya había hecho sobreveedores o supervisores de la Iglesia; ellos no siguieron sus preferencias personales ni siquiera esperaron en la mayoría de los casos, a que los creyentes estuviesen totalmente maduros para su designación. Ellos confiaron en Dios y en que el llamamiento divino es realmente el que capacita al hombre para servir al Señor.

Por ello, Pablo en Hechos 20:28 afirmó: "...El Espíritu Santo os ha puesto por obispos..." (ancianos).

EL APÓSTOL Y SU EMPUJE A LA OBRA MISIONERA

Una de las características mencionadas en el ministerio apostólico es la carga por las naciones y sus habitantes. Ellos desatan sobre las asambleas cristianas una visión y empuje misionero.

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Su unción especial para ir a las naciones del mundo es impartida a la Iglesia de Cristo, retándola a la obra evangelizados, motivándola a dar en el plano material en abundancia para la labor misionera y sensibilizándola hacia una obra de intercesión ferviente por los pueblos no alcanzados con el Evangelio y por el Cuerpo de Cristo disperso entre los pueblos.

Esta motivación misionera en las congregaciones es muy importante para su desarrollo, pues es comprobado que las iglesias con una visión apostólica y un celo misionero tienen un mayor desarrollo espiritual y crecimiento numérico que otras.

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LOS APÓSTOLES DE LA ERA DEL ESPÍRITU SANTO

Es importante recordar que la responsabilidad de edificar y preparar a la Iglesia es ahora del Espíritu Santo de Dios; esto, desde la ascensión de Cristo.

Jesús, como Hijo de Dios, obró por el Padre y para glorificar al Padre, cumpliendo Su voluntad. Después de la ascensión, el Espíritu Santo vino a obrar por el Hijo y para glorificarle, así como para hacer la voluntad del Hijo (esto ensenan las Escrituras), de tal manera que el Padre muestra Su voluntad al enviar al Hijo, al cual constituye como el "Apóstol" del Padre (el Enviado o Ungido). Cristo como Apóstol nombró a doce para ser apóstoles (Mateo 10:1-4), los que hemos ya denominado por la Palabra los "Doce Apóstoles del Cordero". El Hijo de Dios ha retornado al Padre, enviando en su lugar a "Otro Consolador", el Espíritu Santo, quien en la tierra está nombrando a otros hombres para ser apóstoles. Estos apóstoles, repetimos, no se pueden sumar a los nombrados por el Hijo en su ministerio terrenal, pero con todo y eso, también son apóstoles por la victoria de Jesucristo. Aleluya.

Todo lo mencionado define en realidad que los primeros doce apóstoles eran los seguidores personales del Señor, quienes fueron testigos de su resurrección (Hechos 2:22-26). Los señalados en Efesios 4, son aquellos que reciben su nombramiento después de la Ascensión del Señor Jesús, son ellos los dones de la Ascensión, dados por el Señor a Su Iglesia, después de Su glorificación con una comisión prioritaria: el Crecimiento del Cuerpo de Cristo. Amén.

Es evidente que Dios tiene otros apóstoles además de los doce originales; los que están siendo llamados y comisionados por el Espíritu Santo en esta Era de la Gracia. Aleluya.

En Hechos 13 notamos que es el Espíritu Santo quien habla en medio de ministros de la Iglesia en Antioquía y llama a Saulo y a Bernabé, para el ministerio apostólico de edificación del Cuerpo de Cristo. Esto no ha cesado aun; este llamamiento seguirá dándose según la Biblia, hasta que la Iglesia llegue a madurar y tener la estatura del varón perfecto que es Cristo. Gloria a Dios.

Ejemplos de hombres llamados al ministerio apostólico según la Biblia. Además de llamar a Jesucristo, Apóstol, y a los doce apóstoles del Cordero, el Nuevo Testamento también llama apóstoles a otros hombres:

1- Bernabé y Saulo (Hechos 14:14). 2- Jacobo, el hermano del Señor (Calatas 1:19). 3- Andrónico y Junias (Romanos 16:7) 4- Silvano y Timoteo (I Tesalonicenses 1:1 y 2:6). 5- Apolos (I Corintios 4:4-9). 6- Dos hermanos de quienes la Biblia no da nombres (Filipenses 2:25).

¿HAY APÓSTOLES HOY?

Efesios 4:8-13 es muy claro en manifestar que la constitución de los cinco ministerios (apóstoles, profetas, pastores, evangelistas y maestros) se dará para la edificación y madurez plena de la Iglesia, lo cual aún no se ha logrado. Ningún ministerio ha sido cancelado, quitado o suprimido, esto incluye a los apóstoles. Aún hoy existen y

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deben existir apóstoles. Recordemos que el término "constituyó" en verdad debe leerse "constituyó, constituye y seguirá constituyendo", según el griego.

APÓSTOLES LLAMADOS DENTRO DE LOS MINISTERIOS EN ACCIÓN

He querido recalcar un detalle que considero tiene que ver con el llamamiento al ministerio apostólico. El Espíritu Santo nos marca un principio divino para nombrar Sus apóstoles, el cual se constituye en la norma para la Iglesia; desde luego Dios en Su soberanía puede tener sus excepciones para llamar al ministerio, más la Palabra nos indica lo que normalmente Él hará.

Hechos 13 presenta una reunión de profetas y maestros, siendo mencionados al menos cinco ministros y por las expresiones en plural al citar los ministerios, es evidente que al menos dos eran profetas o dos eran maestros y los otros tres del ministerio restante. Allí el Espíritu Santo llama con autoridad a Bernabé y a Saulo y les comisionó con una labor apostólica hacia los gentiles.

Watchman Nee, opina que sólo existen en realidad cuatro ministerios y no cinco como se afirma en el medio cristiano. Su argumento estriba en que el Señor menciona en Efesios 4:11, apóstoles, profetas y evangelistas, pero que al llegar a la parte final del verso, no hace diferencia entre pastores y maestros, como si fuese un solo ministerio (pastor y maestro). Su argumento implicaría que un pastor deberá ser maestro y un maestro será a la vez un pastor. Si esto es válido (creemos que en alguna medida todo pastor es maestro y todo maestro es a la vez uno que pastorea), en Antioquía estaban representados dos ministerios en los maestros, los pastores y los maestros; pero el texto indica que además de maestros habían profetas. Muchos comentadores de la Biblia afirman que un profeta es un evangelista maduro, crecido y con una misión aún mayor dada por el Señor. Esto implica que en Antioquía en los profetas estaban representados otros dos ministerios, los profetas y evangelistas. De allí el Espíritu Santo llamó a dos para ser apóstoles.

Escribo lo anterior para tratar de dejar la ¡dea expresada con sencillez, Dios llamó al apostolado a hombres que estaban sirviendo ya en el ministerio, no eran neófitos, sino aquellos que habían madurado en alguna medida para ser comisionados por Dios. En la Iglesia local eran reconocidos, no inmaduros o aprendices, sino profetas y evangelistas consolidados o bien pastores o maestros de aprobado ministerio.

El apóstol es un quinto ministerio que surge en realidad cuando el ministerio que está en acción en la Obra del Señor es comisionado divinamente por el Espíritu Santo a una misión divina y específica. Esto lo hace a él apóstol.

Muchos neófitos, sin ni siquiera tener un mínimo de testimonio ministerial en su iglesia local, se han llamado apóstoles y han ido al fracaso. Este oficio es para gente madura y de ministerio reconocido.

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RESTAURACIÓN, REFORMA APOSTÓLICA Y RESTITUCIÓN

"Y os restituiré los años que comió la oruga, el saltón, el revoltón y la langosta, mi gran ejército, que envié contra vosotros. Comeréis hasta saciaros, y alabaréis el nombre de Jehová vuestro Dios, el cual hizo maravillas con vosotros, y nunca jamás será mi pueblo avergonzado. Y conoceréis que en medio de Israel estoy yo, y que yo soy, Jehová vuestro Dios, y no hay otro; y mi pueblo nunca jamás será avergonzado".

Joel 2: 25-27

Recientemente viajé al Canadá para ministrar la Palabra del Señor en la ciudad de Toronto.

Allí se realizó el Primer Congreso Apostólico y Profético, con la participación de mis queridos amigos Luis Mercedes, apóstol de Jesucristo y el profeta Steven Swisher. En una de las tardes del evento, Luis dio una clase magistral. Para mí, una joya verdadera de conocimiento del programa profético de Dios con la Humanidad. El énfasis de la enseñanza de dos días a través de Luis Mercedes fueron tres palabras: Restauración, Reforma y Restitución. El conocer los detalles más relevantes y las implicaciones alrededor de cada uno de estos términos nos ayudarán a entender con claridad qué sucederá con la Iglesia y Las Naciones en esta primera década de los años 2000.

Fue a través del profeta Joel que Dios nos anunció una obra restauradora profunda en Su Pueblo. El dijo en Joel 2:25 que El nos restituiría los años que comió la oruga, el saltón, el revoltón y la langosta.

Es por medio de Joel y su libro que el Señor presenta una obra restauradora que le llevará a restituir en Su pueblo todo lo que le fue quitado en los años de la devastación de sus enemigos. Para poder entender con claridad lo que anuncia el profeta hay que entender que toda profecía bíblica tiene "tres esferas de cumplimiento". La primera es la aplicación literal concerniente a profecías dadas al Israel natural. Cuando la profecía se cumple allí, debemos esperar que también se cumpla más ampliamente con el Israel espiritual, la Iglesia.

La Profecía en la Iglesia tiene las otras dos esferas de cumplimiento mencionadas: Una parcial que vendría a cumplirse en los primeros años de la Iglesia Primitiva (restringida geográfica y racialmente) y la otra, el cumplimiento universal, reservado para los últimos días de la historia. En esta última forma de cumplimiento profético, la profecía se cumpliría en toda tribu, nación y raza en la misma época.

Un ejemplo gráfico de esto, nos lo da el mismo Joel en el capítulo 2 y versos 28 y 29 donde afirma que el Espíritu Santo sería derramado sobre toda carne. Con Israel en sus días, la profecía comenzó a cumplirse pero parcialmente. Con la Iglesia del Nuevo Testamento se cumplió también en forma parcial en el Día de Pentecostés cuando como un viento recio el Espíritu del Señor se derramó en el Aposento Alto. Recuerden que, Pedro, en esos días, para explicar lo sucedido allí, argumentó basado en la profecía o promesa de Dios dada por el profeta Joel. Aunque el cumplimiento vino, sólo fue parcial y reducido al ámbito geográfico de la Tierra Santa.

Obviamente, ha quedado para nuestro tiempo, el cumplimiento universal de la misma profecía.

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No será derramado el Espíritu sólo en Jerusalén o Judea sino en todas las naciones del mundo a la vez. Por tanto, la promesa dada por Dios de Restaurar y Restituir no sólo tenía que ver con Israel o con la Iglesia Primitiva, sino sobre todo con la Iglesia de nuestro tiempo, la del Tercer Milenio, en la cual la posibilidad de cumplimiento es más amplio, trascendente, rápido y universal.

La Promesa Divina de Restituir lo que destruyó la obra de satanás al paso del tiempo, figurada en la devastación hecha por la oruga, el saltón el revoltón y la langosta está por venir en nuestros días de la "Restitución" o "Devolución" de lo perdido o robado por el diablo a la Iglesia. Vendrá en este Tercer Milenio sin duda alguna. Para ello era necesario, que primeramente Dios trajera al Cuerpo de Cristo la Restauración de la Verdad Perdida. Esa Restauración de las Verdades Apostólicas producirá una maravillosa "Reforma Apostólica" y esta a su vez traerá de la mano amorosa del Espíritu Santo, la "Restitución de lo Perdido".

LA RESTAURACIÓN

La Biblia de hecho es un libro de Restauración. Dios nos presenta en cada página de Su Libro Santo el Plan de Restauración de Su planeta tierra y del hombre creados por El.

La palabra "restauración" proviene del término griego "apokatistemi"; el cual es raíz para el nombre del último libro de la Biblia, el Apocalipsis o Revelación.

Jesús usó esta palabra al restaurar o sanar al hombre de la mano seca (Mt. 12:9-14). El concepto allí expresado implica devolverle a ese hombre enfermo su mano sana, pero según como ésta estuvo en el momento de su nacimiento, en su estado original. Restaurar implica hacer posible que todas las cosas vuelvan a estar como fueron creadas en su estado original.

Restauración implica traer las cosas otra vez a su origen o posición original, tal y como fueron creadas por Dios.

Restaurar implica recobrar, reedificar lo caído o hacer posible que todo vuelva a ser como al principio.

Cuando hablamos de Restauración Bíblica estamos tratando con un proceso gigantesco del Espíritu Santo para hacer posible que todas las cosas en Su Universo creado vuelvan a ser como al principio de su creación. Es Dios mismo el originador del proceso restaurativo de Su Creación, movimiento que ni siquiera surge con el hombre sino antes de éste, en la Eternidad. Aleluya.

El caos originado por la rebelión de Lucifer en los Cielos y su caída al Segundo Cielo, puso en marcha un Plan de Restauración Divina desde antes de que el mundo existiera.

Con la creación del hombre y su posterior caída, Dios tuvo que expandir su Plan de Restauración para levantar a la Humanidad de la esclavitud del diablo.

La restauración nace en Dios; Él inicia el proceso Redentivo y Restaurador del Universo. La Sabiduría Infinita del Creador se ve manifestada en Su Plan Redentor, a través de enviar a su Hijo Jesucristo para derrotar a satanás en el Calvario, y desatar

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la restauración del género humano y la creación, Jesús vino a restaurar lo que se habla perdido. Aleluya.

El concepto de Restauración está en Dios mismo. Él es el Restaurador por excelencia.

Es Su Espíritu Santo el que está llevando todas las cosas por el proceso restaurador para devolverlas a su estado original. Por eso el profeta Isaías, inspirado por Dios anuncia que en el tiempo en que todo sea restaurado, la creación volverá a ministrar al Señor en forma unánime. Los árboles del campo, el ciprés y el arrayán darán palmadas de aplauso al Señor. Amén.

El resultado de la rebelión de Lucifer, afectó al hombre y luego a la Iglesia. El diablo trabajó por siglos para devastarle y robarle las verdades apostólicas que le dieron poder y esplendor. Satán como si fuera un devastador, envió un proceso destructor para comer sus raíces apostólicas y proféticas.

El profeta Joel lo describió en su capítulo 1 como si fuera un animal llamado langosta, que en su proceso de crecimiento y desarrollo o metamorfosis, va dañando diferentes partes de una planta, hasta consumirla en su madurez como langosta (oruga, saltón, revoltón y langosta).

En su Plan Magistral de Restauración el Dios Eterno incluyó a Su Iglesia, El prometió restaurarla como al principio. El hará que Su Casa sea como El la diseñó originalmente con sus dones, ministerios y autoridad.

La Restauración del Espíritu Santo ha incluido desde luego la reedificación de la Iglesia; el Señor sanará su esterilidad y le devolverá la vida y movimiento como tenía al instante de su creación.

Restauración tiene que ver ineludiblemente con Su Iglesia. Amén.

La Iglesia Original

Para entender el proceso de restauración en el pueblo de Dios hay que buscar lo que debe ser restaurado del modelo original. Este modelo del principio fue conocido como "La Iglesia Primitiva" y los planos de su construcción y funcionamiento los encontramos en el libro de Hechos. Allí con confianza y apertura de corazón, debemos mirar.

Dios hizo nacer a Su Iglesia desde luego a través de la "Sangre del Cordero". Con Cristo nació la Iglesia. Pero el Día de Pentecostés fue el momento de su alumbramiento pleno. Allí la Iglesia comprada en la Cruz, nació al mundo como organismo lleno del poder del Espíritu.

Desde ese instante, el Espíritu Santo, descendió para edificar La Casa del Señor y establecer los diseños y estructuras del Padre; el Arquitecto y Diseñador de Su Obra. Amén.

Esta fue una Iglesia con dos ministerios de fundamento principales: apóstoles y profetas. Por tanto, esta fue una Iglesia de fundamento, visión, poder, autoridad y comisión apostólica y profética. Basó su estructura en Cinco Ministerios u oficios ministeriales que interactuaban en su unción particular para edificar juntos y movilizar poderosamente al Cuerpo de Cristo (apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros).

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Esta fue la Casa de Dios, ataviada de dones del Espíritu Santo activos y poderosamente manifestados. En ella, los milagros, las señales, y los prodigios eran el pan de cada día. La adoración y la alabanza bajo principios proféticos davídicos, movían al pueblo a darle al Señor lo mejor. Por esta Alta Alabanza, Dios descendía y se movía con ellos y entre ellos; su ángeles se manifestaban espectacularmente y el Espíritu Santo era el Guía en todos sus pasos.

La Iglesia Primitiva fue una Iglesia evangelizadora, de milagros, poder y fe en Dios.

La gloria derramada por el Padre para cubrirla era temida por paganos y judíos. Dios demostró a través de Su Novia, el poder de Su Trono literalmente, los pueblos temblaban ante la demostración de Su fuerza, en la Iglesia, Amén.

Ese poder apostólico y profético fue impartido a otros, en varias generaciones posteriores por los primeros cristianos. Con la profecía fluyendo, y la imposición de manos de presbiterios ungidos, la unción fue transferida.

Esta Iglesia marcada por el diseño divino, cambió el mundo en los dos primeros siglos después de Cristo. Llenó el mundo conocido con el Evangelio y conmovió al Imperio Romano, el más grande de la tierra. Amén.

Lastimosamente en los años subsiguientes, la Iglesia sufrió la infiltración de políticos religiosos y también dejó crecer en su seno a falsos maestros que desestabilizaron sus pasos y a partir del siglo IV (1300 en adelante) la apostasía y el poder babilónico romano tomaron el control del movimiento cristiano.

Constantino, el Emperador romano, adoptó al cristianismo como religión del estado y prostituyó entonces la Casa de Dios. El resultado de años posteriores fue el surgimiento de la Iglesia Católica Romana; el intento mayor de satanás de ahogar el mover profético y apostólico del Espíritu Santo.

El Imperio impuso pastores y una estructura babilónica que poco a poco fue anulando el patrón bíblico apostólico y la Iglesia fue devastada y descortezada cual árbol arruinado, según la profecía de Joel 1. Las consecuencias vinieron contra todo lo establecido por el Padre. Desaparecieron los apóstoles y los profetas, la unción, el poder y los milagros. Poco a poco, el paganismo tomó los altares y se perdió la vida y manifestación del Espíritu. La oscuridad envolvió a la Iglesia dejándola por siglos a merced de la devastación del diablo y sus tinieblas religiosas.

A pesar de todo, Dios mantenía y guardaba para Sí un remanente fiel. Aleluya.

Después de siglos de oscurantismo religioso, idolatría y sincretismo engañoso, el mundo vio una nueva luz de Restauración divina con la transformación de Martín Lutero y sus tesis bíblicas. Dios inició un proceso restaurador desde 1517 y que no ha detenido hasta nuestros días, acelerándolo más en el Siglo XX.

El Espíritu Santo restauró con Lutero la verdad de la Salvación por la Sangre de Cristo; mediante sus discípulos, el Bautismo en agua en 1535 y para el Siglo XVII la doctrina de la Santidad con Juan Wesley. En el siglo XIX, llenó Europa con el mensaje de la Sanidad Divina, con el cual nos introdujo al Siglo XX, siglo de obra restaurativa monumental.

Cada una de estas verdades, curiosamente corresponderían a diversas verdades bíblicas expresadas en símbolos del Tabernáculo de Moisés.

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La Salvación gratuita a través de la Sangre de Cristo, correspondía a la Puerta del Tabernáculo y el Altar del Sacrificio en el patrón del Santuario de Moisés.

El Bautismo en Agua restaurado cumplía proféticamente la verdad del Lavacro o Fuente para lavar las manos y los pies del sacerdote. También esta verdad anunciaba el retorno a la Palabra de Dios; velada hasta esos días al hombre.

La doctrina de la Santidad y el poder del Espíritu de Wesley, cumplía la verdad expresada en el simbolismo de Moisés en la Mesa de los Panes de la Proposición. Estos panes hablaban proféticamente de la pureza y santidad no solo del pan o Palabra Divina predicada sino de la pureza de vida del mismo sacerdote. Amén

Las verdades simbólicas restantes, profetizadas en el Santuario del Desierto en los días de Moisés, tendrían que esperar al siglo pasado, al cierre del Segundo Milenio después de Cristo.

Sería en los años del 1900 a 2000 en los cuales el Espíritu Santo aceleraría el proceso de Restauración para poner de nuevo en orden Su Casa y su funcionamiento.

Los símbolos del Candelera de Oro, que figuraban al Poder y Luz del Espíritu, verían el cumplimiento con el Avivamiento en Gales y sobretodo en Azuza, California en 1906. Allí Dios, inició un derramamiento de su Espíritu glorioso.

Para 1925 más de 80 millones de personas habían recibido un nuevo Pentecostés. Desde aquel edificio casi destruido de la calle Azuza, el Señor movió Su Espíritu. Esto inició desde Norte América el movimiento misionero moderno más grande del continente y que llevó con fuerza increíble el Evangelio a Latinoamérica y cada una sus ciudades importantes.

Con el Avivamiento de la calle Azuza, surgieron las denominaciones pentecostales de vanguardia que lideraron el mover pentecostal del siglo XX (Asambleas de Dios, Iglesia de Dios, E.C. etc.) Esta etapa de la Restauración del Espíritu Santo fue denominada "El Primer Oleaje del Espíritu Santo o Movimiento Pentecostal". Con este Avivamiento, se empezó a encender el "Candelera de Oro" en el sentido profético. En el Santuario de Moisés, este candelabro representó la luz, la guía y el poder del Espíritu de Dios.

Las manifestaciones pentecostales vinieron a América; gritos, saltos profecías y milagros, tuvieron lugar en las iglesias del Siglo XX. El mover tradicional de la Iglesia Fundamentalista de otros siglos se empezó a ver perturbado (metodistas, presbiterianos, luteranos y bautistas).

Había comenzado un viaje restaurador moderno que levantaría al Ministerio del Evangelista y afirmaría el Ministerio Pastoral contundentemente. En la primera mitad del siglo pasado, Dios levantó a hombres como Oral Roberts, Morris Cerullo, T.L. Osborn y muchos más para la tarea evangelizadora más grande en el Tercer Mundo. Entre los años 30 y 70 se dieron las cruzadas evangelísticas más conmovedoras del siglo. África y Asia fueron tocadas por el poder de Dios así como parte de Europa y Sur América. La Obra Pentecostal emergió con poder. La Restauración de la Verdad Apostólica, empezaba a florecer otra vez. Amén.

De ese mover restaurador, surgen en las décadas de 1950 y 1960, Maestros de la Palabra, según Efesios 4:11; constituidos y ungidos por Dios. Estos traerían "pan del cielo", palabra revelada por el Espíritu Santo.

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Era como si fuera restaurada a plenitud la verdad profética anunciada por Moisés en la Mesa de los Panes de la Proposición del Lugar Santo junto al Candelera de Oro. Era obvio que, al restaurarse el poder pentecostal del Espíritu, como consecuencia directa, se restauraría el Ministerio de la Palabra al brotar como lluvia, los maestros del Señor.

Estos maestros con frescas verdades apostólicas renovadas, nos introdujeron a la nueva ola del Espíritu Santo; la Segunda de ellas denominada el Movimiento Carismático (por los dones del Espíritu) o Movimiento Neo-Pentecostal. Este mover renovador provocó el levantamiento de miles de congregaciones autóctonas o nacionales, plantadas en su mayoría por líderes nacionales.

A estas iglesias, grotescamente, las denominaciones pentecostales y tradicionales les llamaron "independientes". Término despectivo que fue para muchos sinónimo de rebelión o satanismo evangélico. Hoy a pesar del ataque del pentecostalismo a esas iglesias y sus líderes, estos grupos están a la vanguardia del desarrollo cristiano de nuestras naciones.

Con estos maestros y su enseñanza ungida, la Restauración del Espíritu Santo continúa a pasos agigantados.

Es cierto que un amplísimo sector de la Iglesia ha seguido resistiendo a lo que Dios está haciendo, pero también es cierto que el pueblo que va en pos de la Visión Apostólica Renovada es mucho mayor de lo que se piensa. Este pueblo es el que hará la diferencia en este Tercer Milenio. Aleluya.

Es con este nuevo oleaje que el Espíritu introduce al Ministerio Profético y lo consolida en los años 90. Verdades esenciales son devueltas a los pulpitos de la iglesia: Reino de Dios, Adoración, Alabanza e Intercesión.

Es la verdad profética anunciada por Moisés con el Altar del Incienso en el Lugar Santo. Proféticamente los años 80 nos restauran este detalle.

A inicios de ia década final del Siglo XX, en los años 90, Dios da un giro en Su Iglesia, llevándola a los pies del Espíritu Santo. Allí se inicia el Mover del Espíritu Santo o Tercer Oleaje Divino. La Iglesia ahora, lo quiere a El; quiere Su unción y Su Presencia. En esta etapa, Dios consolida el hecho de que todavía hay profetas en su Casa e inicia un proceso de Restauración del Ministerio del Apóstol. Con esto, El introduce la necesidad del trabajo en Equipos Apostólicos, en Redes y Coaliciones Apostólicas.

Esta será la norma de relación de los años 2000, milenio en el que pareciera que las más fuertes denominaciones pentecostales, están perdiendo membresía, control y hegemonía mundial.

La Restauración de los ministerios de Profeta y del Apóstol en las naciones, lleva a la Iglesia en pos del Lugar Santísimo; en pos del Diseño Divino y Su Presencia. Esto seria la restauración en el modelo del Tabernáculo de Moisés, lo que correspondería a correr el velo de separación entre el Lugar Santo y el Lugar Santísimo e introducirse donde está Dios, tipificado y simbolizado proféticamente en el Arca del Pacto de Jehová. Esto tiene que ver en una mayor manifestación de Su Gloria; esto es Avivamiento Verdadero.

La Obra Restauradora del Espíritu Santo está ya en su etapa final. Esa restauración de apóstoles y profetas, y de las verdades fundamentales de la Iglesia Primitiva, están

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dándose en todo lugar de la tierra. El cumplimiento profético es universal. El Señor completará en breve su obra. Nosotros debemos prepararnos para La Reforma Apostólica que se inicia ya a finales del Siglo XX. Amén.

LA REFORMA

Cuando Dios quiere restituir algo que prometió y se está perdiendo, trae Restauración y Reforma a su Pueblo. El Antiguo Testamento nos presenta tres tiempos impresionantes para Israel. Un ejemplo de esto sucede en los días de Nehemías, en el tiempo de Hageo y en los años del Rey Josías.

Dios envió a sus profetas para traer cambios sustanciales en el sacerdocio de Israel y en el comportamiento de su gente.

Igualmente en el Nuevo Testamento, el Señor trajo Su Reforma a través de Jesús y la Iglesia.

En años posteriores, Martín Lutero fue usado por el Espíritu de Dios para iniciar una nueva etapa de cambios sustanciales al mundo cristiano religioso. Esa época fue conocida como La Reforma Luterana.

A pesar de que se dieron grandes cambios y en los siglos siguientes, personalmente creo que La "Hora de Lutero" sólo inició el proceso de Restauración y que la Verdadera Reforma Apostólica está emergiendo en nuestros días. Aleluya.

El movimiento reformista iniciado con Lutero, nos dio desde luego un gran impulso y produjo en años posteriores organizaciones que llevaron al movimiento misionero más importante de los últimos siglos (Iglesia Luterana, Bautista, Presbiteriana, Santidad Pentecostal, etc.)

La Reforma traída por Dios a través de Lutero también fue conocida como La Reforma Protestante.

Mi opinión personal es que esta Reforma más que Apostólica fue Evangelística, pues puso en claro sobre todo, la doctrina fundamental de la salvación por la gracia y la fe en la Sangre de Jesucristo.

¿Qué es una Reforma Divina?

Es una obra extraordinaria del Espíritu Santo a través de la cual, El cambia la forma del cristianismo "protestante" imperante en el mundo entero. Una Reforma Divina transforma la manera en que se experimentará el cristianismo en la generación respectiva. Este es un cambio radical ordenado por Dios para producir cambios radicales entre Su pueblo y su forma de vida.

Como ya mencioné anteriormente, la Primera Reforma después de los días de la Iglesia Primitiva, los historiadores religiosos la definen como aquella que sucedió en el Siglo XVI con Martín Lutero.

La Segunda Reforma está empezando a ocurrir en nuestros días, Dios la está dirigiendo y afectará ineludiblemente a la Iglesia del Tercer Milenio. Creo que cambios más radicales y más bíblicos en cuanto al modelo apostólico tendrán lugar en esta "Hora del Espíritu".

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La Reforma Protestante de Lutero fue una reforma muy ligada a la renovación de la doctrina de la fe fundamental; fue una Reforma de la Fe. La actual Reforma del Espíritu es más una reforma de la práctica. Concierne a gobierno y administración eclesiásticos y ministerios. Es una Reforma Apostólica. Se ciñe a traer cambios sustanciales en la forma de gobernar, dirigir y administrar la Iglesia y sus ministerios. Estamos empezando a ver el cambio más radical y apostólico en el cristianismo mundial desde los días de Lutero.

El Dr. Peter Wagner en su libro "Terremoto en la Iglesia" nos hace ver contundentemente que la Reforma apostólica presente no tiene la intención de traer cambios en el orden teológico, pues los principios fundamentales de la fe cristiana, principios teológicos emanados de la Reforma de Lutero, quedan inalterables. Wagner enfatiza que la Reforma actual no es una reacción contra la corrupción y apostasía en la Iglesia como sucedió en los días de Lutero sino que es una reacción contra la irrelevancia, la religiosidad y el control manipulativo.

La Nueva Reforma Apostólica

Por cuanto el Fundamentalismo ha decaído estrepitosamente y las Denominaciones están fracasando en realizar su tarea hoy; y por cuanto apóstoles falsos se han levantado y han creado diversos conflictos, es que necesitamos una Nueva Reforma Apostólica.

La Iglesia clama para un cambio

1- Porque necesita volver su corazón a Dios.

2- Porque necesita Liderazgo Espiritual.

3- Porque requiere un nuevo nivel en la Unción.

4- Porque necesita Visión fresca.

5- Porque necesita al Espíritu Santo y Sus Dones.

6- Porque necesita destruir la Religiosidad.

7- Porque necesita el Milagro de la Habitación de Dios en ella.

¿Qué es una Reforma Apostólica?

1- Es un cambio drástico en la Iglesia producido por el Espíritu Santo.

2- Es una trasformación necesaria cuando la Iglesia se ha alejado del patrón o modelo bíblico.

3- Es una reestructuración del Espíritu Santo para formar el corazón de la Iglesia y llevarla hacia el modelo teocrático.

4- Es el movimiento del Espíritu Santo para guiar a Su Iglesia.

¿Cuándo es necesaria una Reforma Apostólica?

1- Cuando hay religiosidad en la Iglesia 2- Cuando el Liderazgo quedó ciego 3- Cuando Babilonia y sus diseños invadieron La Iglesia 4- Cuando la mundanalidad y la tibieza predominan 5- Cuando falta la Palabra de Dios 6- Cuando no hay revelación del Espíritu Santo

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7- Cuando satanás se ha infiltrado en la Iglesia 8- Cuando la sociedad está demonizada 9- Cuando el espíritu de la Reina del Cielo y el espíritu de Jezabel dominan e

influencian la Iglesia. 10-Cuando el humanismo secular es exaltado.

¡Sin duda, necesitamos una Reforma Apostólica!!!

¿Qué nos trae una Reforma Apostólica?

1- Luz en las Escrituras 2- La Teocracia y el Reino de Dios 3- Lo Operación del Espíritu Santo y Sus Dones 4- El Retorno al Lugar Santísimo y a La Presencia de Dios 5- El volvernos al estudio de La Palabra (hambre) 6- Restauración de las Verdades Perdidas 7- Confrontación de Babilonia y los poderes malignos 8- Fuego, gozo y poder del Espíritu Santo 9- Levantamiento de Apóstoles y Profetas 10-Cielo Abierto (El Tercer Cielo invade la Tierra, Avivamiento Divino)

Bases para una Reforma Apostólica

1- El establecimiento otra vez de una Estructura y Diseño Apostólico 2- El establecimiento de la Unidad Ministerial Apostólica 3- El establecimiento de Redes y Coaliciones Apostólicas 4- Palabra de Revelación 5- Hambre por la Verdad de Dios 6- El Espíritu Santo y una fuerte comunión con El 7- Pasión por la Presencia de Dios 8- Sed del Vino Nuevo del Espíritu (Nuevo Pentecostés) 9- Creación de Odres nuevos para el Vino Nuevo 10-Enseñanza sobre la Teología del Reino de Dios

Beneficios de una Nueva Reforma

1- Dios establece su Diseño Profético para el fresco mover del Espíritu Santo. 2- Con la Reforma, Dios restituye a Su Pueblo algo que El prometió y que se está

perdiendo. 3- La Reforma viene para cambiar estructuras eclesiásticas caducas y estériles, para

preparar modelos nuevos para el mover presente del Espíritu. 4- La Reforma trae nuevos ajustes para devolver el esplendor y la dinámica a la

Iglesia que satisface el corazón de Dios por lo que es restablecido. 5- La Reforma es llamada para traer La Presencia de Dios y extasiarnos con ella. 6- La Reforma renueva y restablece a los ministerios apostólicos en la Iglesia;

ministerios que traen el sentido de Presencia y hambre de ella al pueblo. 7- La Reforma trae cambio de estructuras. 8- La Reforma trae nuevas formas de edificar La Casa de Dios y levanta los ministros

edificadores. 9- La Reforma elimina las estructuras-andamios para edificar La Casa del Señor

(dígase estructuras religiosas o denominacionales que sirvieron al mover del Espíritu en determinada época y no se renovaron con el tiempo).

10-La Reforma Apostólica restaurará la imagen perdida de la Iglesia ante la gente.

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11-La Reforma es una ayuda determinante en la transición y los cambios que deben ocurrir.

12-La Reforma trae Restauración del gobierno apostólico y el "conocimiento del parecer o voluntad" del Espíritu.

13-La Reforma devuelve los patrones bíblicos de Dios a la Iglesia y con ello su estructura de gobierno, adoración y manifestación.

14-La Reforma renueva los principios proféticos y apostólicos del Reino de Dios para el fluir del Espíritu.

15-La Reforma devuelve al Cuerpo de Cristo su identidad, reafirma la seguridad en sí misma y levanta su nivel de autoestima personal y ministerial (especialmente quienes han sido precursores o apoyadores del nuevo mover del Señor).

16- La Reforma organiza al pueblo de Dios para la Restitución que hará el Señor. 17- La Reforma nos prepara para el Avivamiento 18-La Reforma Apostólica traerá "Vino Nuevo" para "Odres Nuevos". 19-La Reforma trae al Espíritu de la Cosecha. 20-La Reforma trae "Nueva unción del Señor".

RESTITUCIÓN

La Obra de Restauración y Reforma del Espíritu Santo traerá a la Iglesia de Cristo la Restitución prometida por el Señor a través del profeta Joel. Todo lo que satanás le ha robado a la Iglesia, nos será devuelto en nuestros días. Amén.

El siglo pasado cerró inmerso en el Tercer Oleaje del Espíritu Santo denominado el "Movimiento del Espíritu Santo". Este "Oleaje nos anticipó que en este Tercer Milenio seríamos envueltos por la "Ola Apostólica" más grande de lo que hayamos visto antes, después de los primeros siglos del Cristianismo; aleluya. Esta "Ola Apostólica Gigantesca" es la Restitución prometida por Jehová a Su Pueblo. Amén.

La Restitución traerá sobre el Cuerpo de Cristo una Unción Nueva de Cosecha. El Espíritu de Dios impartirá a la Iglesia, el Espíritu Apostólico de Cristo para llevarla a caminar sometida a plenitud bajo los diseños, propósitos y voluntad del Padre.

Esta Restitución, le devolverá a la Iglesia La Unción, Carácter y Espíritu Apostólico que la llevará ineludiblemente a cumplir con la tarea de Evangelización, Cosecha y Discipulado en las naciones según Mateo 28, conocida como la Gran Comisión. La Restauración y Reforma Divinas nos llevarán directamente a La Cosecha de almas más gigantesca de la historia del hombre en nuestros días.

A este fenómeno espiritual, lo declararemos como parte de la Restitución anunciada por los profetas. Con la "Restitución de lo perdido", vendrá un impacto de evangelización en cada nación.

Esta maravillosa ola del Espíritu Santo, está consumando el Movimiento de Restauración Profética, La Reforma Apostólica y la Restitución. Amén.

Con la Nueva Reforma Apostólica, la Iglesia del Tercer Milenio será edificada bajo la Unción Apostólica y Profética para quebrantar el dominio de satanás sobre nuestras ciudades y países.

Esto nos llevará a ver la Restitución de:

1- Multitud de Apóstoles y Profetas en las naciones

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2- El Espíritu Apostólico o Misionero en la Iglesia 3- El Gobierno Teocrático y Apostólico del Cuerpo de Cristo (basado en los cinco

Ministerios de Efesios 4:11). 4- El ministerio de milagros y señales apostólicas más sorprendente jamás visto. 5- El poder, la unción y los dones del Espíritu Santo. 6- La Iglesia como una "Compañía Apostólica" (hombres y mujeres) con una visión y

una unción misionera. 7- Los planes, estrategias y diseños divinos. 8- El poder espiritual contra el señorío de satanás 9- La Autoridad Espiritual para quebrar el yugo sobre los pueblos de principados y

potestades. 10-EI Pan (Palabra); el Vino (gozo); y el Aceite (unción del Espíritu Santo) en la

Iglesia. 11-El funcionamiento Apostólico del Cuerpo de Cristo para hacer del mismo un

"Organismo Viviente" 12-La Presencia de Dios en Su Casa.

La Restitución en la Iglesia

La Restitución le devolverá a la Iglesia, el carácter de Cristo, es decir, el fruto del Espíritu Santo.

La Iglesia será edificada para operar como una enorme Compañía Apostólica dotada de una Unción Evangelística, Intercesora y Misionera.

La Iglesia tendrá gente así:

1- Basada en relaciones con los demás (relacionable) 2- Amante de la Unidad del Cuerpo 3- Vibrante, apasionada y entusiasta 4- Reverente ante la Presencia de Dios 5- Sumisa y obediente ante la Autoridad del Espíritu 6- Enfocada en establecer y vivir el Reino de Dios 7- Ungida y Evangelística 8- Consolidadora del fruto (almas) 9- Discipulable y discipuladora 10-Con un espíritu positivo y progresista (de fe) 11-Violenta en el espíritu 12-Dependiente y confiada en el Espíritu, en Su Obra, y en Su Plan

La Restitución anunciada por Joel

El profeta de Dios profetizó, no sólo una época de grandes conmociones naturales para la tierra de Judá, sino que anunció lo que sucedería espíritualmente a la Iglesia del Señor al ser devastada por satanás después de los años de su esplendor.

En el capítulo 1 de su libro, Joel exhorta a comunicar a las generaciones los acontecimientos catastróficos sobre su pueblo para que no se repitan más. Allí el profeta en forma descriptiva nos indica todo lo que perdió el pueblo judío en la devastadora obra de la langosta (figura simbólica de satanás y los demonios).

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Veamos lo que ocurrió a Judá:

1- Le fue quitado el mosto de su boca 2- Fue descortezada como higuera; perdió su cobertura de protección. 3- Le fue robado el gozo y la alegría 4- Le asolaron económicamente y le robaron sus ofrendas para Jehová 5- Le robaron el vino para la libación 6- Enlutaron a sus sacerdotes 7- Le asolaron sus campos 8- Enlutaron su tierra 9- Destruyeron su trigo 10-Perdieron su mies del campo 11-Secaron su vid y mataron su higuera 12-Secaron sus árboles y se extinguió el gozo de sus hijos

Aunque todo esto sucedió al cumplirse la profecía en lo concerniente a la nación hebrea, el cumplimiento cabal y universal quedaría reservado para nuestros días. Cada cosa mencionada nos habla de un valor espiritual devastado en el mover apostólico de la Iglesia. Esto implica que, satanás atacó a la Iglesia con sus demonios como nube de langostas para devastarla.

El diablo robó de la Iglesia:

1- Su gozo, su alegría y su llenura o embriaguez del Espíritu Santo. 2- Su cobertura apostólica y profética (su protección) 3- Sus ministerios según Efesios 4:11 (apóstoles, profetas, evangelistas, pastores

y maestros) 4- Su potencial económico y sus ofrendas para Dios 5- Su revelación de la Palabra (vino nuevo) 6- Su adoración y alabanza viva 7- La vida del Espíritu en las congregaciones 8- La Palabra del Espíritu 9- El fruto y la cosecha (almas) 10-El propósito y destino de la Iglesia 11-El liderazgo. la visión y el poder 12-El potencial de crecimiento y desarrollo.

Así como cada palabra de Joel se cumplió en lo concerniente a lo trágico y negativo, nuestra esperanza es que cada profecía positiva también será cumplida por el Señor. Joel mismo anunció que hay promesas de Restauración y Devolución de lo perdido. ¡Aleluya!.

El profeta exhorta a la tierra, a los animales del campo y a los hijos de Sión a alegrarse por lo que Dios hará. Joel anuncia que Dios nos enviará tiempos de refrigerio; esto es, tiempos de Restauración y Restitución. El proclama que Dios nos enviará Su lluvia, la temprana y la tardía; a su tiempo.

La Promesa del Padre es que Él lo restituirá todo. Nuestras eras se llenarán de trigo y los lagares rebosarán de vino y aceite. Amén. El anuncio profetice de Restitución apela no solo a Judá sino a la Iglesia. Es lo prometido por Dios; la restitución de lo que satanás devastó; amén.

"Y os restituiré los años que comió la oruga, el saltón, el revoltón y la langosta, mi gran ejercito que envié contra vosotros.

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Comeréis hasta saciaros, y alabaréis el nombre de Jehová vuestro Dios, el cual hizo maravillas con vosotros: y nunca más será mi pueblo avergonzado.

Y conoceréis que en medio de Israel estoy yo y que yo soy Jehová vuestro Dios, y no hay otro; y mi pueblo nunca jamás será avergonzado. Joel 2:25,26,27.

¡Iglesia; vivimos tiempos de Restitución; Amén!

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OTROS ASPECTOS DE LA INEVITABLE, NECESARIA E IMPRESCINDIBLE REFORMA APOSTÓLICA DEL NUEVO MILENIO

" Y a unos puso Dios en la Iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas; lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después.... "I Corintios 12:28

Quiero recalcar lo que ya he señalado en temas anteriores:

La más gigantesca "Ola Apostólica" está llegando a nuestras naciones. Es el Espíritu Santo, el causante de esto. Él está empeñado en impartir a Su Pueblo el Espíritu Apostólico de Cristo. Esto llevará a la Iglesia a caminar como Jesús caminó sometido plenamente a los diseños, propósitos y voluntad del Padre. La Iglesia realizará con precisión la Gran Comisión Apostólica (Mateo 28) y traerá un impacto evangelístico a las naciones.

Esa Ola Apostólica proveniente del Santo Espíritu, quien es un Espíritu Apostólico, (sigue los diseños del Padre), desatará una Nueva Reforma Apostólica en este Siglo XXI. Esa Ola y Reforma Apostólicas provocarán varias cosas principalmente:

1- Levantarán multitud de apóstoles en toda la tierra.

2- Impartirán a la Iglesia el "Espíritu Apostólico de Cristo".

3- Restaurarán el Gobierno Teocrático y Apostólico en el Cuerpo del Señor.

4- Provocarán la ola de señales y milagros más extraordinarios que se han visto antes masivamente.

5- Establecerán a la Iglesia como una "Compañía Apostólica" hombres y mujeres con una visión, una comisión, un llamado y una unción para establecer el Reino de Dios entre los pueblos.

6- Quebrantarán el gobierno de satanás entre nuestras naciones.

7- Acercarán los Diseños y Estrategias del Cielo a la tierra.

Esta Nueva Reforma Apostólica es necesaria. La Iglesia, sus líderes honestos y el Pueblo claman por ella. Es la opción divina de los "Últimos Tiempos", es el plan de Dios para el Nuevo Milenio.

La Nueva Reforma Apostólica es imprescindible y además ya es indetenible. Nadie la podrá parar, viene del cielo, amén. Sólo con ella, la Iglesia en cada nación, estructurada bajo la Autoridad Apostólica, hará derrumbar el control esclavizante y el dominio satánico en nuestros pueblos.

¿QUIÉN SE OPONE A LA NUEVA REFORMA APOSTÓLICA?

Desde luego, el primer opositor a toda Reforma Apostólica es el diablo. Su reino se vendría abajo si esta ocurriera hoy.

Pero son en verdad, las estructuras babilónicas las que harán todo lo posible por detenerla. Los espíritus allí reinantes harán la guerra para impedirla.

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Aún, tristemente hay que decirlo, estructuras evangélicas religiosas y anacrónicas (no funcionales) harán lo que puedan por frenar esta Reforma de Dios.

Esta Reforma Apostólica es la respuesta de Dios al clamor de intercesores y profetas. Esto, ha incomodado a muchas estructuras pastorales y denominacionales. Creo, firmemente que en el proceso, el Señor, hará que muchos cambien positivamente.

¿POR QUÉ NO CAMBIAN?

Pastores, alianzas pastorales y denominaciones no cambian y más bien se oponen porque:

1- Creen que sus métodos son correctos.

2- Tienen un alto nivel de incredulidad a esos cambios.

3- Sufrieron experiencias negativas en el pasado.

4- Carecen de revelación en ese campo.

5- Son muy religiosos y legalistas.

6- Son pasivos y temerosos (ven a Dios obrar pero no quieren correr más ni pagar un alto precio).

7- No están dispuestos a arriesgar más, están muy cómodos como están.

8- Tienen orgullo para reconocer que no saben y necesitan ayuda. Necesitan humillarse.

LOS MÉTODOS ESTORBAN

La palabra método tiene implicaciones a veces negativas. Lo que vino de Dios por la unción, tenemos la tendencia a encasillarlo en un molde o método. Satán usa nuestros métodos para encerrar la visión de Dios y detener los ministerios y el avance de la Obra del Señor. Métodos llevan muchas veces a la religiosidad y separan de la búsqueda diaria de la guía del Espíritu Santo.

Los profetas-intercesores y los apóstoles están recibiendo la visión del Señor y Su Palabra para quebrar los métodos pasados y obsoletos (ya no sirven) que no funcionarán en el futuro. Profetas y apóstoles gestan una generación nueva con diseños proféticos nuevos para ganar a los suyos para Cristo. El sometimiento unos con otros y el reconocimiento de los diversos ministerios en la Iglesia (apóstoles, profetas, maestros, pastores y evangelistas) y sus unciones particulares nos garantizarán el cumplimiento de la Visión Divina. Primeramente apóstoles, lo segundo profetas, tercero maestros y en su orden luego pastores y evangelistas. Esto agrada a Dios, es Su orden de gobierno.

REDES APOSTÓLICAS: OPCIÓN DE LOS 2000

Con la Nueva Reforma Apostólica de este Milenio, el Señor restaurará verdades suyas que son funcionales y que unirán a Su Iglesia y sus ministros y la llevarán a una guerra contra Satán más contundente, más estratégica y además profética. Aleluya.

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Las Redes Apostólicas son el futuro de esa nueva Reforma. Amén.

1- La tendencia mundial que está emergiendo en los negocios, la política y los servicios es el trabajo por Redes.

2- Explosivos avances están siendo hechos porque "gente" se está relacionando por Redes para aumentar los beneficios para cada uno.

3- Esta será la ola del futuro por cuanto es muy efectivo.

REDES ESTÁN AQUÍ Y AHORA

1- Redes organizadas están supliendo organizaciones construidas alrededor de jerarquías tradicionales.

2- La tendencia de crecimiento del mercado por redes hace disponibles productos a través de relaciones entre familias, amigos y socios de negocios de cambio.

3- Las redes facilitan actividades

a- Redes de Televisión.

b- Redes de Radio.

c- Redes Telefónicas.

d- Redes de Aerolíneas.

e- Redes de Comunicación, etc.

El trabajo en Red es poderoso, hace que el mundo se vuelva pequeño.

LA MÁS GRANDE "RED"

1- Dios inventó las Redes.

2- Redes: son una reflexión y práctica del modelo divino de la interdependencia y unidad que Dios ha ordenado para la Iglesia.

3- El cuerpo de Cristo es en esencia la "Más Grande Red" jamás inventada. Aleluya.

4- La Iglesia como Red Gigantesca, de seres humanos, depende de la fortaleza de sus conexiones y relaciones para cumplir la Gran Comisión.

5- Efesios 4: 1-16 nos habla de esta Red.

6- El Nuevo Testamento abunda en aplicaciones prácticas del trabajo de Red. (Hechos 4: 34,35)

7- La Iglesia Primitiva trabajó en Red con grandes resultados.

8- El modelo inicial de la Iglesia en Jerusalén fue trabajado en Red junto a los apóstoles (Hech. 15).

9- Desde los días antiguos, la Iglesia creció sobre la base del esfuerzo y unidad "Relacional".

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10-Si este modelo de trabajo en Red, se activa veremos los mismos resultados que la Iglesia Primitiva vio y aún les superaremos en efectividad. Amén.

LA RED DEL REINO

Jesús en Mateo 13:47, ilustra la Red del Reino a través de la pesca.

La Red ilustra y nos da:

I-Aumento del potencial de cada uno.

2-Mayores resultados.

3-Mayor efectividad para pescar (hacer la tarea).

4-Mayor especificidad.

5-Menor costo y menos gasto de tiempo.

La Red Apostólica, provee de conexiones ministeriales calificadas que aumentan nuestra eficacia y efectividad.

En una buena Red ministerial, nuestra habilidad aumentará según la cobertura y conexiones apostólicas a las que tenga acceso.

Relaciones, son la sustancia de la Red del Reino de Dios. Gloria a Dios.

APÓSTOLES Y EL TRABAJO POR RED

1- Redes apostólicas son la opción para el fresco mover del Espíritu hoy.

2- Líderes "Cambia-Mundo" y Movimientos Apostólicos se están levantando para establecer estructuras progresivas para familias de Iglesias y Ministerios.

3- Las tradicionales denominaciones se están haciendo frágiles y están sucumbiendo ante la fuerza de los Redes Apostólicas (diseño de Dios).

4- Líderes e iglesias tienen grandes formas de unidad y cooperación en la "Red".

5- Lamentablemente algunas estructuras denominacionales han creado división, rompimiento y oposición a la Red. Esto origina dos efectos negativos: agonía denominacional (están aislados y el Espíritu no fluye) y un sentimiento antidenominacional (debe ser superado para sanidad de la Iglesia).

Lastimosamente el rechazo al Modelo Apostólico ha originado en el mundo evangélico una estructura u organización religiosa que Satanás ha usado para estorbar el desarrollo de la Obra de Dios. Pero el Espíritu Santo está moviendo a Su pueblo a las Redes Apostólicas como Respuesta del Nuevo Milenio. Amén.

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¿QUÉ ES UNA RED APOSTÓLICA?

" Y perseveraban en ¡a doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones. Sobrevino temor a toda persona, y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles". Hechos 2:42,43

1- Esencialmente es una cadena de iglesias autónomas y ministros individuales que voluntariamente se unen en una estructura organizada que sigue el patrón bíblico.

2- Una Red Apostólica puede tomar muchas formas.

3- Esta Estructura o Red de relaciones humanas es suficiente para facilitar interacción e interdependencia entre los miembros de la misma y sus líderes apostólicos.

4- Cada red puede asumir diversos modelos y filosofías de acción, estrategias y metas.

5- La Red viene a fundir estrategias, visión, métodos de enseñanza, adiestramiento y programas para una mayor efectividad.

6- Las Redes Apostólicas difieren de las denominaciones en que éstas últimas basan la relación en la fuerza y tienen un gran control legal y financiero. En las Redes la relación es voluntaria, por reconocimiento de autoridad y con un mínimo de control legal y financiero.

7- Las Redes más que proveer solo camaradería, se llenan de oración, planificación, dirección profética y apostólica y líderazgo visionario.

ELEMENTOS BÁSICOS DE UNA RED APOSTÓLICA

1- Un reconocido Apóstol o Equipo Apostólico estará en su liderazgo.

2- Tiene una Misión y un Propósito claro.

3- Tiene una "Atmósfera" de relaciones dinámicas.

4- Posee y provee una Reunión o Cosecha (Producto de la Red) de Iglesias Apostólicas.

PRIORIDADES ESENCIALES DE LA RED

1- Relaciones Inter-iglesias e Inter-ministros.

2- Equipamiento y reproducción ministerial.

3- Su Misión en la tierra.

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EL EQUIPO MINISTERIAL Y APOSTÓLICO DE LA RED

1- La base biblica de un Equipo Apostólico es una aplicación embriónica de la idea de una Red Apostólica.

2- Una Red debe tener como mínimo un apóstol como líder, pero su destino es el crecimiento hacía un Equipo Apostólico que originará una Gigantesca Red Ministerial.

3- El método de Jesús y sus discípulos, así como el libro de los Hechos, siempre nos presentó un Equipo Apostólico.

4- Los Apóstoles nunca trabajaron solos, lo hicieron en equipo. Este es el fundamento "conceptual" para estas modernas "Redes Apostólicas": Trabajo en Equipo.

5- La red es la extensión del Equipo Apostólico Principal, éste trae juntos en espíritu, visión y propósitos a una gran variedad de Apóstoles, Profetas, Maestros, Pastores y Evangelistas que son necesarios para plantar y establecer iglesias.

6- La Red Apostólica nos ayuda a entender la filosofía del Ministerio, desatando dones con los dones de otros para bendición del Cuerpo de Cristo.

7- Apóstoles de Equipos y Redes Apostólicas son hombres que operan por revelación y son hombres relacionables que entienden que ellos necesitan del resto del Cuerpo de Cristo y trabajan para unirlo en el Amor y Espíritu de Dios.

PRÓXIMO PASO

Dios nos llevará a trabajar en Redes para unir apóstoles y proveer una unidad y unción corporativa. El infierno temblará. Amén.

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LA IGLESIA APOSTÓLICO - PROFÉTICA

"...edificados sobre el fundamento de apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo" Efesios 2:20

Una de las imágenes más bellas que nos quiere mostrar el Espíritu Santo es la de una Iglesia madura, con carácter, aleluya. Es la misma Iglesia del Señor, pero ahora visualizada desde la perspectiva del trato divino para hacerla crecer hasta la estatura del varón perfecto, esto es Cristo. Amén.

Uno de los pasajes más impresionantes de La Palabra es "El Hijo Pródigo". El muchacho tuvo el valor, el denuedo para pedir a su padre la herencia, pero no tuvo el carácter para saber administrarlo.

El problema fue un problema básico de carácter.

Pablo el apóstol afirma en la Escritura: "el Espíritu Santo, el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará".

La imagen de esta Iglesia (que es la misma), tiene que ver con lo que ella es y no con lo que hace. Es la Iglesia que se deja moldear por Dios para ser hecha conforme a la imagen del Hijo de Dios. Es la Iglesia del "carácter" apostólico, la del fruto del Espíritu Santo.

Son por excelencia los ministerios del apóstol y del profeta, la expresión madura de los pastores, maestros y evangelistas. Son los apóstoles y profetas, los ancianos estructurales de la Iglesia. Son ministerios a ministerios, son oficios maduros de cobertura.

Ellos en alguna medida representan la madurez del carácter de Cristo, Apóstol y Profeta por excelencia. Amén.

Es entonces la Iglesia Apostólica- Profética, la Iglesia del carácter y la madurez. Refleja a Cristo, su carácter y ministerio maduro. Es en mi entender y en el de muchos autores cristianos, que el fruto del Espíritu Santo es sinónimo del carácter de Cristo.

Hemos leído tanto el pasaje escrito por el apóstol Pablo y lo hemos estudiado y simplificado tanto (Gal.5:22-23), que hemos llegado a creer que se trata en verdad de una fruta, ya sea un limón, una naranja o una manzana. Hemos perdido de vista que el fruto del Espíritu Santo es indivisible, es uno solo: el carácter de Cristo.

El fruto del Espíritu, es el resultado de la obra perfeccionadora y santificadora del Espíritu Santo en el creyente. Es obviamente gozo, paz, fe, amor, etc., tal y como señaló el apóstol Pablo que corresponde definitivamente a la formación del carácter de Cristo en nosotros.

Es por eso que Pablo proclama que como creyentes en Cristo estamos siendo formados a la imagen del Hijo de Dios. Pablo afirma: "somos hechura suya".

Una Iglesia Apostólico-Profética es un pueblo con carácter y fruto espiritual. Es la Iglesia que busca la unción y la formación del ser interior.

Personalmente, pienso que es la etapa en la vida de los cristianos que menos entienden. En esta parte del trato divino es donde aprendemos a recibir con gratitud situaciones que sólo producirán en nosotros el ser mejores cristianos.

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Es esta Iglesia la de la doble porción del Espíritu. La Iglesia de Getsemaní, la del trato y el maltrato; la de las olivas machacadas para producir aceite bueno. Es la Iglesia davídica o de la escuela davídica de formación, es decir, la que aprende a conocer a Dios en los valles de sombra y de muerte, en las cuevas frías y solitarias y en las aflicciones de la persecución de sus enemigos.

Es la Iglesia que pierde su manto de soberbia y orgullo ante la humillación en las manos del Alfarero bendito.

Es la Iglesia que renuncia a los aplausos zalameros para hacer la voluntad de Dios.

Es la Iglesia del Lugar Secreto, de la adoración e intimidad con El. Es la que allí deja rendida su imagen propia y su autosuficiencia. Aleluya.

La Iglesia Apostólico-Profética es la Iglesia de la obediencia sin límites; la de la entrega total y la que ofrenda su vida hasta la muerte si fuese necesario.

Es la del carácter manso como Moisés, la del corazón tierno y adorador como David y la del celo santo como Elias el profeta de Dios.

Es la Iglesia de la decisión como Josué, la de la doble porción como Eliseo y la de la obediencia absoluta como María. Aleluya.

Esta Iglesia se rinde a El, le exalta y le honra como Rey. No teme a los leones, ni al calabozo, ni a los hombres.

No se acobarda por presiones humanas, no claudica por ofertas vanas, ni se dobla ante las altas temperaturas circunstanciales.

Es la Iglesia Apostólica-profética, la de los "Principios" y la del "Señorío de Cristo".

Es la Iglesia que sale del horno de fuego de la prueba a semejanza de Sadrac, Mesac y Abed-nego: hechos mejores cristianos.

UNA IGLESIA APOSTÓLICA

El Espíritu Santo es Apostólico. Esto significa que Él se ciñe a los diseños del Padre, a Su Plan y Tiempo (Kairos). El inició la Iglesia como una Iglesia Apostólica (Iglesia Primitiva) y terminará Las Edades con una Iglesia Apostólica (Cuerpo de Cristo).

Él la inició con una Estructura Apostólica, una Visión y Unción Apostólica; Él la llevará hacia eso otra vez antes del retorno de Cristo. La Comisión del Señor a Su Pueblo fue Apostólica para atender un "Llamado Apostólico" proveniente del Padre Eterno (salvar almas y liberar y discipular a las Naciones). La Iglesia entrará a la Ola de Evangelización más grande de su historia, restaurada y en el Modelo Apostólico.

La Iglesia será levantada a funcionar como una enorme "Compañía Apostólica" (Evangelistica, Misionera e Intercesora).

La Gente de la Iglesia del Nuevo Milenio será "Apostólica":

1- Relacionable (de unidad y acuerdo con el Espíritu).

2- Vibrante y entusiasta.

3- Reverente al Espíritu y a la Autoridad de Dios.

4- Enfocada en el Reino y trabajando para establecerlo.

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5- Atractiva (ungida y evangelística).

6- Enfocada en la necesidad de los demás.

7- Positiva y progresista

8- Confiada en Dios y en Su Plan.

Para establecer la Iglesia Apostólica necesitamos Apóstoles, Equipos y Redes Apostólicas. Amén.

LA COMUNIDAD PROFÉTICA

"Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor. No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes sed llenos del Espíritu," Ef.5: 17-18

Dios diseñó que la Iglesia fuera una "Compañía Apostólica" y una "Comunidad Profética". El primer concepto lo desarrollé en mi libro "La Guerra Estratégica Profética por la Ventana 40/70". En ese libro enfatizo la necesidad que tiene la Iglesia de hacerse cada día más apostólica, no sólo doctrinalmente sino también en la práctica. Amén.

La Iglesia debe volver al Ministerio Quíntuple y aceptar a los apóstoles hoy. Esto traerá una nueva unción que hará del Cuerpo de Cristo, un "Organismo Apostólico", con una visión a las naciones y una unción corporativa de equipo. Redes y Equipos Apostólicos serán la norma del Nuevo Milenio y la Iglesia se convertirá en una verdadera Compañía Apostólica o Misionera, con el mismo latir de Dios por las naciones y los perdidos.

Es también el Plan de Dios, que la Iglesia sea una "Comunidad Profética" dirigida por el Espíritu Santo.

1- Tiempos postreros

Estamos en los días finales; es la culminación del tiempo del "Derramamiento del Espíritu Santo". Estos son los días Pos-carismáticos y Pos-Pentecostales. En el Siglo XX tuvimos los grandes oleajes del Espíritu Santo (oleaje pentecostal y el neo-pentecostal o carismático). Llegamos a la culminación de las "Eras". Necesitamos oír directa y proféticamente a Dios dando directrices claras y precisas para Su Pueblo. Necesitamos oír Su Voz, como en los días de los grandes profetas antiguos.

2- Un Movimiento espectacular

Dios ha iniciado un movimiento espectacular de Su Espíritu; señales y maravillas nunca antes vistas vendrán. Tendremos grandes señales y prodigios en la tierra y en el cielo.

3- La hora de la visión de Dios

La comunidad profética es una visión de Dios para esta hora. No es una comunidad monástica escondida y retirada de la sociedad. Ni es aquel grupo de gente que sólo persigue comprar terrenos, edificar y aislarse de todos. Es una Comunidad que es "Sal y Luz" en la tierra. Su existir se debe para influenciar al mundo y ser un modelo para todos.

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Es una comunidad colocada en el centro del mundo y sus asuntos. Su meta es influir totalmente. Israel es el tipo de una comunidad profética. Mientras estaba en la tierra de Gosén, aún cuando eran esclavos de los egipcios, prosperaban más que ellos y tenían mayor bendición.

4- Sin restricciones al Espíritu Santo

Una comunidad profética debe ser dirigida por el Espíritu, no lo restringe, ni lo apaga ni lo contrista. Debe liberar al Espíritu creyendo a La Palabra, a los profetas de Dios y a la Profecía.

5- Características de la comunidad profética

a- La Comunidad Profética es abierta a la palabra profética del Espíritu. La profecía resucita a los muertos y hace de un valle de huesos secos un ejército grande en extremo, según Ezequiel 37.

b- La Comunidad Profética es una comunidad hambrienta por la sabiduría espiritual de Dios. Tiene gente con hambre del conocimiento y saber divino.

c- La Comunidad Profética tiene una visión clara. Esta sabe a dónde va y por eso sabe cuándo llegará, sabe quién es y no acepta que otros la definan (ni hombres ni demonios).

d- La Comunidad Profética tiene su base en la unidad en el Espíritu. La unidad es sanadora Efesios 4:1

e- La Comunidad Profética está dispuesta a pagar el precio por la unción divina.

f- La Comunidad Profética es guiada por el Espíritu.

g- La Comunidad Profética es una comunidad de "Pacto". La compone gente leal y fiel a Dios, y entre sí.

h- La Comunidad Profética está enfocada en la Adoración. El centro de su accionar es adorar a Jesucristo.

i- La Comunidad Profética es un "lugar de sanidad". El manto profético trae vida donde sólo hay muerte.

j- La Comunidad Profética desarrolla y libera talentos. Forja hombres del y para el Reino que pueden influenciar al mundo.

k- La Comunidad Profética es un "lugar de felicidad", cree en la llenura del Espíritu Santo y en la embriaguez con el "vino nuevo de Dios". Está llena del gozo del Espíritu del Señor.

I- La Comunidad Profética es "una comunidad estructurada". Cada uno tiene una asignación particular según el orden divino.

m- La Comunidad Profética es una "base militar del Reino". Bajo la unción profética que impera, cada creyente es un soldado del ejército militante del Señor.

Debemos fluir en ella con el Espíritu. Debemos caminar en lo profético dependiendo de la Palabra.

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FUNDAMENTOS PARA LA GUERRA ESPIRITUAL PROFÉTICA Y ESTRATÉGICA

DEL NUEVO MILENIO

" Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas" II Corintios 10:4

TERMINOLOGÍA DEL 2000

La década de los años 90 del siglo pasado, nos trajo al vocabulario del mundo evangélico, la nueva terminología de:" Guerra Espiritual Estratégica". Para este Nuevo Milenio, el Espíritu Santo le ha añadido a dicha expresión, la Palabra Profética. Esto tiene que ver con los diseños y la revelación directa de Dios. Los profetas de Dios deberán de estar involucrados en este mover de oración por la Ventana 40/70.

La terminología del Nuevo Milenio usada por Dios es ahora; "Guerra Espiritual Profética y Estratégica".

En verdad, será estratégica porque los profetas traerán la dirección divina en la batalla territorial.

La terminología del 2000 es "Intercesión Profética Estratégica".

Esta nueva forma de guerrear con el enemigo incluye a los Apóstoles y a los Profetas. Sus coberturas como nunca, serán necesarias. Recordemos que el verdadero fundamento del Cuerpo de Cristo, es el de Apóstoles y Profetas. En el Nuevo Milenio, ellos operarán juntos como en los "tiempos primeros" de la Iglesia. Debemos acostumbrarnos a estos oficios y términos. La guerra Espiritual del 2000 será entonces una " Intercesión Profética Estratégica" y sobre todo Apostólica". Amén.

LOS PRÓXIMOS 5 AÑOS

Los próximos 5 años tendrán su enfoque de intercesión en la Ventana 40/70. Esta ventana incluye el territorio ubicado entre los paralelos 40 y 70 de latitud norte, esto es, Europa y parte norte de Asia.

El Espíritu Santo incentivará la creación de más redes de intercesores, pero también Redes de Apóstoles y Profetas.

En los próximos 5 años el Señor restaurará a los "Apóstoles" y a los "Profetas" a plenitud en la Iglesia para provocar un fluir tremendo de lo "Apostólico" y de lo "Profético" en el Cuerpo de Cristo. Aleluya.

Los años 90 nos dejó como herencia, una mayor cobertura de protección por y para los intercesores, es por esto que en los próximos 5 años, el Espíritu Santo hará un mayor "escudo de protección" para preparar el terreno para "Reuniones Proféticas y Estratégicas" importantes.

Los próximos 5 años serán determinantes para el Avivamiento y Cosecha Mundial, pues será el tiempo profético para : Penetrar, Influenciar y Establecer en la Ventana 40/70, lo que el Espíritu indique.

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En esos años, el Señor usará " Las crisis nacionales" para plantar la "Visión del Reino de Dios" a través de Seminarios, Conferencias, Nuevas Iglesias Plantadas, Invasión de Profetas, etc.

Usted y yo, querido cristiano, veremos a Dios, dirigir la " Administración de la Iglesia" desde la Intercesión. Aleluya. La administración de la Obra y los Proyectos del Reino a través de la Intercesión, será algo nuevo y bueno del Señor.

"EL LLAMADO APOSTÓLICO PARA HOY"

El Espíritu Santo nos está llamando a preparar el terreno para la más grande manifestación de Su poder sobre la tierra.

Este es Su llamado hoy:

1- Establecer Escuelas Ministeriales para entrenar al Liderazgo de las ciudades con "práctica". Serán Escuelas Bíblicas o Institutos de Entrenamiento Bíblico "prácticos"; eso es lo esencial, "la práctica".

2- Plantar Iglesias Estratégicas en cada ciudad o fortalecer las que hay.

3- Unir a los Apóstoles y a los Profetas e Intercesores para sanar a las Naciones.

4- Establecer Redes Ministeriales para unir Iglesias y Pastores estratégicamente.

5- Implementar sistemas modernos de comunicación y cómputo para el Ministerio Apostólico, Profético y de Intercesión.

6- Coordinar y establecer redes de oración y eventos de intercesión en las naciones.

7- Implementar y recolectar datos para la mayor cobertura de Intercesión Internacional.

8- Organizar el mapeo espiritual de alto nivel.

9- Levantar la "Red de Atalayas" en las naciones (Intercesores Proféticos Líderes).

10-Movilizar y reunir " Las Águilas de Dios" para la guerra profética (Generales de Oración o Intercesores - profetas de alto nivel).

11-Organizar "Equipos de Intercesión" para Misiones Especiales (semejantes a las Águilas de Dios" para quebrantar poderes demoníacos) y así debilitar la resistencia del mal, antes de la llegada de otros líderes o eventos de oración.

12-Equipar y establecer a los " Leones de Dios", (líderes de Grupos de Intercesión regionales o nacionales).

¿QUÉ HAREMOS EN LOS PRÓXIMOS 5 AÑOS?

¿Cómo entrenaremos a nuestra gente para enfrentar esta guerra profética?

¿Qué toma entrenar a la gente? ¿Cómo hacerlo?

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Debemos procesar el Fundamento Apostólico y Profético del Nuevo Milenio y dárselo a ellos:

1- Debemos enseñar "La Vida Espiritual de Guerra"

a- Técnicas de guerra profética (para hoy)

b- Armas de guerra del Nuevo Milenio (para hoy)

2- Debemos enseñar: " Las Dimensiones Proféticas"

a- Los nuevos niveles proféticos de Intercesión.

b- Analizar los territorios a conquistar con "ojos proféticos". Es decir, debemos maduramente estudiar cómo se han establecido los dones y manifestaciones proféticas.

c- Establecer en cual nivel debemos estar proféticamente para enfrentar al enemigo (analizar cuál nivel se necesitará para la confrontación).

3- Debemos conocer las "Esferas Apostólicas" establecidas en un territorio.

a- Entender el gobierno y la tarea de los apóstoles hoy.

b- Conocer a cuál nivel del establecimiento de las verdades apostólicas y el gobierno apostólico ha llegado una nación.

4- Debemos analizar cómo implementar la transformación social y cultural de un territorio.

a- El cambio debe ser el resultado del establecimiento de lo Apostólico.

b- La Iglesia debe ser" un factor de Reforma Apostólica" en una nación.

c- Qué hacer para que la Reforma Apostólica que traerá el cambio, llegue al territorio.

5- Debemos hacer correr e l " Verdadero Evangelismo".

a- Establecer cómo cosechar mi territorio.

b- Entrenar a la gente para cosechar el terreno propio y cómo cuidar la cosecha.

c- Establecer las fortalezas en este caso particular de la Ventana 40/70 y aplicar los puntos anteriores. Estas definitivamente caerán.

6- Debemos fundamentar Apostólicamente el área.

a- Dar libertad a la operación de los Cinco Ministerios de Efesios 4:11 ( Apóstoles, Profetas, Pastores, Evangelistas y Maestros).

b- Establecer los principios del Reino de Dios (Teocracia).

c- Dirigir u orientar la Batalla Espiritual bajo los fundamentos Apostólicos-Proféticos, para que la gente sepa qué debe hacer. (A menos que sepas lo que Dios está haciendo, sabrás lo que tú mismo estás haciendo).

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LA ESTRUCTURA APOSTÓLICA EN LA GUERRA ESPIRITUAL PROFÉTICA DEL NUEVO MILENIO

El diseño divino para el gobierno de la Iglesia está definido en el Nuevo Testamento y es manifiesto en la práctica por los primeros Apóstoles y Discípulos, según vemos en diversos pasajes del libro de los Hechos.

La estructura (o columna vertebral del Cuerpo) del Templo del Espíritu Santo, la Iglesia, está determinada por Dios y revelada en Efesios 4:11. El apóstol Pablo define allí que el Señor Jesús dejó a la Iglesia cinco oficios o ministerios principales en jerarquía, ejercicio ministerial y gobierno.

Estos son los dones de la Ascensión o Dones -Hombre, dados por Cristo a Su Pueblo para que éste sea madurado, equipado y perfeccionado por ellos. La unción de cada ministerio y el sano ejercicio de su oficio, traería madurez, seguridad, estatura y poder a la Iglesia. Su ausencia, solamente la debilitaría.

La Iglesia Primitiva y los primeros cristianos, adoptaron este modelo apostólico de gobierno y revolucionaron al mundo de su tiempo. Los Apóstoles y Profetas, les dieron el fundamento y el infierno tembló con ellos. Dios al ver levantada Su estructura de Gobierno Apostólico, les honró y los llenó con Su Gloria.

Al morir Juan, el Apóstol Amado, último de los denominados Apóstoles del Cordero, los apóstoles gobernantes de la Iglesia, fueron siendo sustituidos por administradores sin la unción o llamado del apóstol y la victoria lograda no se pudo mantener.

Cuando encontramos a hombres y mujeres de Dios en alineamiento bajo el orden apostólico, la estructura babilónica del diablo no prevalece y cae.

Por eso hoy, en el Siglo XXI, la estrategia de Dios son las "Redes Apostólicas" para derribar al enemigo. No importa dónde esté el lugar de la batalla, si la Estructura Apostólica está en pie, el enemigo y su poder caerán.

Cuando la Estructura Apostólica está en pie, la estructura falsa se viene abajo. Lo "Apostólico" se trae abajo a Jezabel.

La Iglesia de Jesucristo por 18 siglos ha sido movida y gobernada por maestros y administradores. Ellos han sido y son importantes, pero no podemos negarlo, la Iglesia lo ha hecho todo al revés.

Pablo en II Co 12:28, establece que, primeramente son los apóstoles, luego los profetas. La Iglesia debe ser ordenada hoy.

En el pasado, muchos funcionaron como apóstoles sin título ni reconocimiento alguno (John Knox, Martín Lutero, etc.) La realidad es que Dios no nos dejó sin apóstoles, aunque, lamentablemente, ellos no desarrollaron todo su llamado, pues no conocían el mismo a fondo. Hoy es necesario que los que han sido llamados como apóstoles lo sepan. Muchos apóstoles hoy, no usan el nombre o título de su oficio ministerial. Esto sólo restringe y limita el ministerio. Al no usar el término "Apóstol", la unción no opera en todo su potencial. La unción fluye con más poder al usar correctamente el título bíblico de "Apóstol" para un hombre que es llamado por Dios a ese ministerio. Amén.

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La Iglesia ha tenido hombres que Dios quería que fueran apóstoles y funcionaran como tales, pero ellos no quisieron.

Al establecer el orden divino, podemos desplazar y anular al diablo de un territorio. El orden apostólico debe ser restaurado otra vez. La Guerra Espiritual Profética y Estratégica del Nuevo Milenio tiene que ver con eso.

En los próximos 5 años, el Espíritu Santo, hará profundos cambios en la Iglesia. El reino de las tinieblas, verdaderamente, se está cayendo. Amén.

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EL GOBIERNO APOSTÓLICO ANULARÁ AL GOBIERNO DE SATANÁS

"Y Él mismo constituyó a unos apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio..." Efesios 4:11,12

El gobierno satánico sobre los pueblos se basa en principios babilónicos. Es un gobierno anti-Dios de oposición a la Palabra del Señor y a los diseños divinos. Es un gobierno cuya plataforma es la rebelión, el control y la idolatría ocultista. La estructura babilónica de gobierno satánico es ilegal y usurpa derechos de los pueblos por medio del pecado. En la medida en que se debilita la Estructura Apostólica en una nación (en la Iglesia), el gobierno de las tinieblas se fortalece.

Cuando la Iglesia pierde la Autoridad Apostólica se hace vulnerable al ataque de Satanás.

Por eso es que la Estructura Apostólica debe ser levantada en las naciones para que a través de la misma, los pastores y líderes sean enseñados a orar como conviene para atar a los poderes demoníacos. La estructura falsa y usurpadora de Satán caerá al levantarse el orden apostólico. Apóstoles deben ir a las naciones para hacer discípulos, luego los profetas y después los maestros para enseñar y equipar a los intercesores.

Las estructuras religiosas impiden que surja el modelo divino (apostólico). Por eso es que lo profético de Dios es la respuesta de Dios en el Nuevo Milenio, es la respuesta divina para traer un cambio en el orden y gobierno de la Iglesia.

Lo profético y lo apostólico es la respuesta del Señor a los profetas e intercesores que ha comenzado a incomodar al diablo, a los sistemas religiosos y a las estructuras de control de autoridad (aún las evangélicas).

La Estructura Apostólica que el Espíritu Santo restaura en el Cuerpo de Cristo ha incomodado ya a la estructura pastoral y denominacional de muchos lugares, lamentablemente. En este proceso de Reforma Eclesiástica, tenemos que tener paciencia, pues al final del mismo, muchos habrán permitido al Espíritu Santo, hacer el cambio. Aleluya.

Es necesario establecer el orden apostólico para desplazar y anular el gobierno de Satán.

APÓSTOLES OTRA VEZ....

El apóstol es uno de los Dones de la Ascensión (Efesios 4:11). El ejercicio de su ministerio es importante en la Iglesia para ejecutar la Palabra de Dios y remover el gobierno de las tinieblas.

Los apóstoles volverán otra vez a fluir en la iglesia; el Espíritu Santo prepara la "Ola Apostólica" más gigantesca que jamás hallamos visto. En esa ola mundial, una de las más relevantes cosas que serán desatadas es, el surgimiento de multitud de apóstoles. Aleluya, lo Apostólico está viniendo y lo mejor está por llegar. Amén.

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LA COBERTURA ESPIRITUAL

La comprensión y visión del plan de Dios que se tenga, hace que los llamados a cumplir crezcan en lo que concierne a la unción o autoridad para efectuar dicha encomienda. Jesucristo hombre es quien ha tenido la mayor visión de la obra de Dios en toda la historia del hombre; por tanto, la Escritura Santa afirma que "en Él habita toda la plenitud de la Deidad" (Colosenses 2:9), y que por la visión que tuvo y la encomienda gloriosa que debía cumplir, le ungió Dios con todo poder (Lucas 4: 16-21).

Al cumplir a cabalidad el plan de Dios, le fue dada toda autoridad en el cielo y en la tierra (Mateo 28:18).

Notemos que Jesús es llamado en la Escritura el Apóstol de nuestra fe (Hebreos 3:1). El tenía visión y con ella unción.

Debemos recalcar que Jesucristo no vino a levantar obras, sino Su obra, Su Iglesia, no hecha por las manos del hombre, sino por el Espíritu Santo. Sí aclaro que aunque un apóstol es llamado a cumplir en muchos casos la orden divina de ir abriendo y consolidando congregaciones a lo largo de los pueblos, lo cierto es que el Cristo de la Gloria tuvo su galardón como Apóstol Máximo de la Iglesia al venir como Enviado del Padre, con una visión clara de Su obra, con una Unción propia de aquél que es Comisionado del cielo y para cumplir esa visión y consumarla plenamente. Aleluya.

De ahí que para el presente estudio diremos que la Unción que se movió en Jesús dependió en gran manera del llamado de Dios para El aquí en la tierra; de la claridad que había en El acerca del propósito de Dios y de su obediencia a la Palabra Divina para estar en el momento preciso y lugar indicado para consumar Su obra. He aquí el por qué de su unción extraordinaria.

Necesario es recordar un pasaje sencillo pero lleno de profundidad, Filipenses 2:5-11, donde la Escritura enseña que "El se despojó de ser igual a Dios y no le tuvo como algo a lo cual aferrarse", sino que por causa del hombre, para salvarle y redimirle, y por sobre todo por el plan de Dios,"se sujetó hasta la muerte, fue obediente hasta lo sumo y habitó bajo la cobertura y abrigo del Altísimo" (Salmo 91), no haciendo su propia voluntad sino la del Padre. Aleluya.

Esto significa que el Hijo de Dios no se movió haciendo uso de los poderes que como Dios podía utilizar, sino que se manifestó en la carne, humillándose a la condición de hombre; es decir, de criatura, para que en su humillación el Padre pudiera cumplir sus planes, dejándose guiar sólo por el Espíritu Santo. Amén.

Jesús como Enviado o Ungido, tuvo visión clara. Pero también tuvo la cobertura del Padre, esto por cuanto fue obediente a la Palabra y se sometió a las directrices divinas, de ahí su poder y unción extraordinaria.¡Gloria a Dios!. Como consecuencia, Dios le cubrió con su Sombra Omnipotente. La unción divina sobre un hombre está íntimamente relacionada a la visión que él tenga de la obra de Dios y Su plan para ella. Además, se relaciona muy estrechamente al sometimiento que ese hombre tenga ante esa visión divina.

Unción implica tener visión y tener visión y unción implica necesariamente estar bajo autoridad espiritual. Estar bajo autoridad implica estar bajo cobertura espiritual y tener la protección o cobertura espiritual. Amén.

Lamentablemente en nuestros días modernos, la visión del Padre Celestial, expresada gloriosamente a través de Jesucristo y proclamada luego por los apóstoles y profetas de la Iglesia primitiva, visión de una sola obra: Su Iglesia, Su Esposa, ha sido

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suplantada por visiones localistas u organizacionales. Esto ha implicado que muchos ministros hayan dejado de lado aspectos fundamentales de la Biblia, como la Unidad del Cuerpo, la Comunión y respeto entre los mismos hermanos, el apoyo y la ética entre los diversos ministerios del Señor, e inclusive han dejado el amor y cariño fraternal, para cumplir sus planes terrenos de conquista y expansión denominacional. Se ha cambiado la Visión maravillosa de Dios, por visiones humanísticas de nuestros "apóstoles modernos".

Pero glorias sean dadas a Dios porque hoy Su Espíritu Santo está poniendo en hombres y mujeres sencillos de Su pueblo la visión clara y precisa acerca de Su obra. El ha prometido moverse en pos de cumplir Su Palabra, y sin lugar a dudas lo hará. ¡Aleluya!.

Hombres de Dios, líderes organizacionales, volvamos los ojos al Padre y llevemos nuestras visiones particulares a la Visión poderosa del Omnipotente. Cuando decimos "ungidos o apóstoles" hemos entendido según la Escritura , ministros al Cuerpo, enviados a edificar el Organismo vivo, la Iglesia.

Cuando decimos "apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros", entendemos según la Escritura que no son ellos ministros enviados y ungidos para edificar sólo a una organización o grupo particular, sino al Cuerpo de Cristo en todos sus miembros.

El hombre de Dios debe ver la obra de Dios como Dios la ve, el ministro de Cristo debe conocer Su unción y a quiénes ha sido enviado. Es el tiempo de romper las vendas y ataduras que limitan a los ungidos de Dios. Cuando entendamos que somos simples siervos, enviados y comisionados por Dios para conocer y cumplir Sus planes y no los nuestros, esta tierra será alcanzada por Su gloria. Amén.

Siervo de Dios, despierta a la realidad, tu visión en la obra de Cristo no debe ser localista, debes ver más allá de tu templo y tus cuatro paredes. Tu visión no debe ser partidista, debes ver más allá de tu nación. Depende de lo que mires y te muevas a alcanzar, así añadirá Dios la unción y con ello autoridad y enorme bendición. Aleluya. Entra en la gloriosa y universal visión de Dios. Aleluya.

¿QUÉ IMPLICA COBERTURA ESPIRITUAL?

Los conceptos antes emitidos permiten entrever que hay un factor muy importante para recibir una visión clara para servir al Señor y la unción poderosa para cumplirla, esta es "La Cobertura Espiritual". No es tan sólo el conocido concepto de que toda oveja debe tener un pastor (lo cual es necesario y bíblico), o aquel otro muy citado de que todo pastor debe tener su pastor (lo cual es cierto). Cobertura espiritual es mucho más que eso. En nombre de estas citadas ideas dominantes en la Iglesia, he conocido cantidad de evangelistas que se hacen de un pastor al cual ni consideran pastor, sólo para que nadie les llame insujetos. En nombre de estos conceptos he visto cantidad de ovejas solicitar la membresía o carné de identificación en diversas congregaciones para decir "soy sujeto y obediente", pero en su corazón lejos está el amor al pastor o bien apoyar a su iglesia y mucho menos el deseo de sujetarse.

Así, por ideas que han ido perdiendo su esencia espiritual por culpa de nosotros los hombres, muchos pastores llamados independientes buscan en tiempos de persecución religiosa unirse a una u otra organización, esperando como resultado de ello, dinero para construir un templo, una credencial que diga que es ministro y un respaldo jurídico en caso de pleitos. Es lamentable, pero esos son nuestros conceptos de lo que es la cobertura espiritual. Que Dios nos ayude a entender su verdad. Amén.

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Cobertura espiritual es moverse como se movió Jesús; bajo la visión de Dios y así obtener su respaldo y cuidado. Cobertura espiritual implica tener la misma visión de Dios. Cobertura espiritual es caminar acorde al verdadero plan de Dios con los humanos. Es ni más ni menos actuar en Su santa voluntad. Aleluya.

Más que un simple pastor, membresía o credenciales para ministrar en una organización determinada o contar con un abogado defensor, lo que el creyente necesita es visión, dirección divina y conocimiento de los planes de Dios para su vida, para que al actuar en apego a los mismos, el maligno no pueda tocarle. Y no se crea que estoy rechazando la idea de tener un pastor, o pertenecer a una determinada agrupación (lo que más bien reafirmo), lo que estoy queriendo decir es que la cobertura espiritual de Dios para cada uno de nosotros, es decir, su protección, bendición, provisión, ministración y guianza espiritual, vendrá en forma plena cuando El nos ubique bajo apóstoles con visión clara de Su obra y bajo la guianza de pastores que sean los que Dios ha determinado para edificar nuestras familias. Ellos serán los ministros prometidos para el fin de los tiempos a la Iglesia. Llenos de sabiduría divina (visión) y conforme a Su corazón (según el Espíritu Santo). Amén. La cobertura o protección divina para Su pueblo vendrá a través de ministros ungidos que nos lleven a caminar conforme a las directrices del Altísimo.

La experiencia me ha enseñado a lo largo de los años que el cristiano de hoy está desubicado, inclusive, lamentablemente muchos de los ministerios también. Tenemos cantidad de evangelistas metidos a pastores, dirigiendo congregaciones sin visión que casi perecen y hermanitos en la fe que agonizan de hambre espiritual. Como Dios no ha llamado a estos ministros para este campo, escasea la Palabra y la Visión en medio de ellos; no hay unción ni respaldo divinos, mucho menos, protección del cielo contra los ataques del diablo. Tenemos cantidad de maestros y profetas que se han ido frustrando en medio de la ignorancia de nuestros tiempos. Hoy, tristemente hay que reconocerlo, nadie cree necesaria su existencia y funcionamiento en la Iglesia. Son confundidos estos dones-hombre (ministerios) con el maestro de escuela dominical de niños, y por aquél que de vez en cuando levanta la voz en la reunión pública, ejercitando el don de profecía por el Espíritu Santo.

Hay temor, o quizás celo y envidia por reconocer apóstoles en nuestros días; como si fuera pecado. Por eso es que la estructura de la Iglesia está tan arruinada, pues los ministerios llamados a poner el fundamento (apóstoles y profetas) y brindar cobertura son ignorados por el pueblo. Son los menos espirituales, y a veces personas sin llamado las que han estado dirigiendo en las últimas centurias el derrotero de la Iglesia. Por ello el diablo la ha encontrado sin protección ni cobertura ministerial, con las consecuencias que ello acarrea.

Hay mucho ministerio solitario, que gira y gira como cometa en el universo, repitiendo el tan sonado estribillo: "yo no me sujeto a los hombres, sino sólo a Cristo", y quién los ordena y los pone en su lugar; a la menor reprensión, cambian rápido de organización, como si esto fuese el inicio de contrataciones y fichajes nuevos en las grandes ligas del beisball americano.

Y el pueblo como no va a andar; de brinco en brinco, de salto en salto. No sabe cuál es su puesto en el Cuerpo de Cristo, mucho menos, el lugar donde tienen que sujetarse. Jesús dijo:"Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?" Lucas 18:8. Yo pregunto: ¿Cuándo venga el Hijo del Hombre, hallará obediencia, hallará visión y hallará unción en la tierra? Desde luego este mal redunda en que ministros, creyentes y familias enteras estén desprotegidas ante los embates del infierno.

Son muchos los meses de caminar por diferentes obras cristianas de mi país y de otras naciones y hay una pregunta que me he hecho cientos de veces, al ver esas

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congregaciones sin guía y sin timón naufragando en el mar de la desesperanza con todo y su pastor; ¿para qué se les ocurrió constituir esta asamblea como una congregación ya ordenada e independiente de la obra madre?. Lástima me ha dado observar en muchos lugares iglesitas sin pastor (esto implica sin cobertura espiritual), o bien congregaciones dirigidas y manipuladas por hombres orgullosos que componen una junta directiva o por familias enteras que desconocen temerariamente en su totalidad la autoridad del pastor. Así podría seguir mencionando situación tras situación, como la falta de consejo, o de asesoría matrimonial para los siervos del Señor, evidenciando muchas veces que quien les brinda ese apoyo o cobertura ministerial tampoco entiende su llamado o no siente la carga para ministrarles.

Hemos señalado anteriormente que Dios se compromete con el que llama. El lo escoge, seleccionándolo y dotándolo de autoridad y equipo para cumplir los propósitos a él encomendados. La efectividad de este ministro llamado, estará supeditada a que como siervo de Dios se mueva de acuerdo a la Visión Divina y en pos de realizar los planes determinados por el Señor, para llevar a cumplimiento la visión encomendada. Por cuanto el diablo, Satanás, o bien nuestro adversario, ha venido a matar, a robar y destruir no sólo a las criaturas de Dios, sino también Sus planes, es indispensable que el que sirve a su Creador, tenga la protección total contra ese enemigo infernal. Esta protección tan importante y necesaria es lo que hemos definido como "cobertura espiritual", la cual es provista por Dios a través de movernos en obediencia y sujeción a la voz de su Palabra. Esta Palabra divina, llena de visión y autoridad, es dada a sus apóstoles y profetas, y será llevada por ellos a la Iglesia, para que ésta al moverse guiada por la visión del Espíritu a través de sus ungidos, tenga protección y sustento en el caminar indeciso de la vida.

Dios ha establecido un orden claro de autoridad para la Iglesia; orden que al ser respetado en absoluta obediencia por su pueblo traerá la cobertura espiritual requerida para vencer las fuerzas del abismo, y proveerá los elementos necesarios para conducirle a una vida espiritual llena de conocimiento, sabiduría, abundancia y gozo en el Espíritu Santo.

Es entonces notorio, que la protección espiritual que Dios da a Su Iglesia, nos llega por estar ubicados en el Cuerpo de Cristo, bajo la guianza de ministros ungidos y por estar en obediencia y sujeción a los designios divinos puestos en la boca de los mismos. Dios nos protege bajo Su visión y por este sometimiento a los poseedores de la misma. Es decir, la cobertura espiritual nos es dada a través de los ministros de Dios, lo que significa que Dios guarda Su obra mediante Su cuerpo ministerial y la visión a ellos entregada. El Ministerio del Señor o bien, Su Cuerpo Ministerial debe poseer la visión de Dios para la tierra, y al poseerla, llevarla a la Iglesia para que así ella toda sea cubierta por la protección y misericordia del Padre. Amén. Es por ello, por cuanto Jehová Dios guarda su obra mediante la autoridad delegada a sus ungidos, que la cobertura espiritual no puede darse en la Iglesia, si no es sinónimo de cobertura ministerial. Es decir, la cobertura o protección espiritual para el pueblo de Dios sólo puede darse cuando hay un sometimiento al cuerpo ministerial llamado por Dios. La cobertura espiritual es entonces cobertura ministerial.

En estos días postreros de Restauración, el Espíritu Santo está volviendo a su lugar la autoridad de sus ungidos, colocando también en su debido lugar el orden de autoridad. Cientos de ministros y congregaciones así como los creyentes que las conforman, serán llevados a una vida de sujeción y obediencia, pues por años han sido como cometas, sin orden ni camino definido, no dando cuenta de sus actos ni respondiendo a la Autoridad por Dios establecida. El Señor repartirá sus dones como en los días primitivos, dará la Palabra de fundamento por sus ungidos y privará de las bendiciones a los rebeldes y testarudos.

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La Biblia dice en I de Corintios 11:10: ".. .la mujer debe tener señal de autoridad sobre su cabeza, por causa de los ángeles...". Es interesante notar que la mujer en símbolos bíblicos figura a la Iglesia o bien a sus ministros y aunque este pasaje habla de la mujer literalmente, podemos extraer del símbolo la aplicación práctica a nuestro tema. Lo trascendental de este pasaje es la frase "por causa de los ángeles", ya que la expresión original griega no denota algo respecto a los ángeles de Dios o del bien, sino a demonios, indicando con ello que en ese caso particular la mujer debía y debe estar sujeta por causa de los demonios.

Llevando esta lección a nuestro contexto, diremos que todo ministro, congregación y creyente que forme parte del Cuerpo de Cristo, debe estar sujeto a la Autoridad de Dios (señal de autoridad), por causa de los demonios. Es decir, debe tener autoridad espiritual sobre sí (ministros ungidos), para poder tener también cobertura o protección ministerial o espiritual y así no ser lesionado por las huestes satánicas. Que Dios nos ayude a entender plenamente este tremendo misterio espiritual en nuestros días de tantísimo movimiento demoníaco contra los ministros y congregaciones del Señor.

Creo con convicciones muy profundas que hemos llegado a la época de Restitución de lo que comió la oruga, el pulgón, el saltón, el revoltón y la langosta (figura de la actividad de los demonios contra la Iglesia), Dios traerá de nuevo en forma extraordinaria el Mosto (el gozo por la alabanza pura), el Aceite (la unción y el poder) y el Trigo (la palabra vivificada por el Espíritu Santo), Joel 2:19. Dios volverá a levantar bandera en medio de su Iglesia, más para ello será necesario avergonzar la sabiduría de este siglo, la cual con tristeza reconozco, ha tenido lugar de privilegio en nuestros altares y pulpitos. Pero gloria a Dios porque la hora viene y la hora es cuando los que no son ministros llamados por Dios, y mucho menos ungidos ni comisionados por El, serán bajados de sus tronos y colocados en su lugar siervos sencillos, pero con visión y autoridad del cielo para encaminar al pueblo de Cristo por la senda de la santidad y el gozo. Aleluya.

La hora viene y la hora es donde Dios restituirá todo lo que el diablo robó de la vida de la Iglesia y para ello será necesario decirles a nuestros líderes modernos que la era de los apóstoles y profetas, pastores, evangelistas y maestros ungidos por Dios no ha terminado, sino que más bien vuelve a brillar con todo su esplendor, para que no sea más el razonamiento y la inteligencia del humanismo secular la que gobierne la Iglesia de Cristo, sino su Espíritu Santo a través de sus ungidos ministros.¡ Aleluya!.

En II de Reyes 4 se nos narra una experiencia entre Elíseo, una viuda, sus dos hijos y unos acreedores de la viuda, que podría ser la propia historia de cualquier congregación sin vida aparente del Espíritu o quizás la de cualquier ministro sin cobertura ministerial, por ende sin unción. Veamos: "Una mujer, de las mujeres de los hijos de los profetas, clamó a Elíseo, diciendo: Tu siervo mi marido ha muerto; y tú sabes que tu siervo era temeroso de Jehová; y ha venido el acreedor para tomarse dos hijos míos por siervos...".

La mujer es figura de una congregación o bien de una organización o de un ministerio o familia de la fe.

El marido es símbolo de la cabeza o guía espiritual, es decir, de un pastor, ministro, o padre y su muerte implica su falta de vida espiritual, lo cual redunda en falta de unción, poder, visión y autoridad. Los acreedores son figura de demonios que acechan y persiguen. Los dos hijos, símbolos de miembros de la iglesia, familia, etc..

El cuadro es una figura fúnebre, es una congregación o ministerio sin cabeza (está muerta), perseguida por los demonios y a punto de caer en esclavitud (algo que hoy se

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ve en todas las partes de la tierra, cantidad de ministros y congregaciones sin vida aparente, atadas y paralizadas por el diablo).

Pero hay un ministerio ungido, Eliseo, con visión y autoridad, símbolo del ministerio que cubre, el apostólico que da la cobertura y protección en el plan de Dios. La mujer clama a él desesperada, y la unción de Eliseo opera proveyendo para ella aceite abundante para llenar todas las vasijas existentes. El aceite es vendido y los acreedores pagados, sobrando un resto para vivir de éste por muchos días (ver II de Reyes 4:1-7).

La enseñanza es clara y precisa. Eliseo, símbolo del ministro llamado como apóstol, brinda la cobertura ministerial a la mujer, que representa a ministros o congregaciones a punto de ser esclavizadas, proveyendo esa cobertura las bendiciones prometidas en la obediencia y la sujeción. Dios dio suficiente unción y poder (aceite) para pagar a los acreedores (reprenderlos) y también para que siguieran viviendo por mucho tiempo de la misma unción (aceite).

Dios restaure en Su pueblo la cobertura ministerial para bien de Su obra es nuestro mayor anhelo. Amén.

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LA VISIÓN CELULAR EN LA COSECHA APOSTÓLICA"

Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas. Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones. Y sobrevino temor a toda persona; y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles. Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; Y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno. Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos. Hechos 2: 41-47

Dios levantó en los años 70 una Iglesia extraordinaria en Corea del Sur; su pastor es el Dr. David (Paul) Yonghi Cho. Lo diferente de esta congregación es que en aproximadamente 30 años, creció de un puñado de personas a más de un millón de creyentes. En una misma congregación, más de un millón de cristianos, aleluya.

Su éxito se debió al descubrir que podían evangelizar, crecer numéricamente y cuidar del Rebaño de los Grupos Familiares o Grupos de Hogar. Estos grupos son en realidad hasta el día de hoy la base o plataforma de evangelismo y crecimiento de la Iglesia del Evangelio Completo en Yoido. Estos grupos son lo que llamamos nosotros "células" o "grupos de discipulado".

Dios a través de esta pujante congregación llamó la atención del mundo cristiano y los ojos de la Iglesia se volvieron hacia Corea. Miles de pastores y líderes fueron tocados por este ministerio y aún hoy la influencia del mismo sigue transformando congregaciones hacia el modelo celular. Aleluya.

Pienso que Dios llamó a una generación ministerial a recordar otra vez La Gran Comisión de Mateo 28. Él nos dio testimonio de que Su deseo siempre fue ganar almas y hacer discípulos.

Aunque muchos oyeron el mensaje y conocieron de las estrategias del Discipulado proyectadas con poder por el Señor desde Corea, en el fondo, no entendimos profundamente el Mensaje Divino.

La base teológica para la Restauración del Discipulado en la Iglesia nos vino desde los años 60 por los maestros de La Palabra (Bob Munford, Earn Baxter, Charles Simpson, Hugo Zelaya, Dereck Prince y otros). En los años 70 con Yonghi Cho, Dios nos llevó a la práctica.

A finales de los 80, Dios nos dio otro mensaje sobre el mismo tema: El Discipulado.

Ahora; el lugar escogido, sería Colombia. La Iglesia, la Misión Carismática Internacional y el pastor, el hermano. César Castellanos.

En los años 90 esta congregación creció de dos a tres mil personas a más de setenta mil. Gloria a Dios. Pero lo interesante del caso es que el hermano. Castellanos

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aunque fue inspirado por lo que sucedía en Corea, recibió del Señor un Nuevo Plan: El modelo de los Doce.

Mientras en el Asia, Dios sigue usando a la Iglesia de Yonghi Cho, inició desde Colombia una nueva época de enseñanza práctica sobre el Discipulado Bíblico. Cientos de ministerios de diversas partes del mundo han ido a Bogotá para oír y ver este Modelo o Visión en acción. Y desde luego, no salen defraudados. El Modelo de los Doce funciona, es el mismo patrón que usó Jesucristo con sus doce discípulos.

Bajo este modelo, cada líder discipula a doce y cada uno de sus doce dirige una célula con otros doce y así sucesivamente hasta desarrollar toda una cadena de células o generación de discípulos que evangelizará y discipulará a los nuevos convertidos.

Nuestra congregación en Costa Rica, aplica el sistema celular y somos testigos del avance y crecimiento numérico y espiritual de nuestra gente. Este es un nuevo sonido de trompeta del Cielo para llamar la atención de la Iglesia; y aunque hay una respuesta extraordinaria en muchos ministerios a este fresco mover del Señor en cuanto al Discipulado, creo que estamos volviendo a pecar de descuidados con el verdadero mensaje del Espíritu.

Estos dos modelos de Discipulado, son "estandartes" en alto para una generación de 40 años aproximadamente. Dios ha estado hablando por casi cuatro décadas sobre Evangelismo. Conservación del fruto o Consolidación, Discipulado y Liderazgo. Creo que no hemos entendido todavía la envergadura del Mensaje.

Independientemente del Modelo Celular que la Iglesia practique; ya sea los Grupos Familiares o el Modelo de los Doce, debemos oír la Voz del Espíritu habiéndonos sobre los principios fundamentales para la Cosecha Apostólica del Tercer Milenio.

Estos principios están presentes en los Modelos Celulares mencionados pues son parte de la Visión Apostólica Celular dada por Dios a Su Iglesia desde los días de los Primeros Apóstoles y que en nuestra generación, Dios está restaurando en el Cuerpo de Cristo.

He aquí estos principios básicos para la Cosecha:

EVANGELIZACIÓN VIOLENTA

La Iglesia con Visión Celular es sumamente agresiva al evangelizar a los perdidos, por eso cosechan abundantemente. A través de las Iglesias Celulares Dios ha estado gritándonos: "vuelvan su corazón hacia los pecadores y evangelícenlos".

CONSOLIDACIÓN DEL FRUTO El pecado más grande de la Iglesia Moderna es el descuido tan grande que hizo de los recién convertidos. Nunca veló por ellos; por esto perdimos gran parte de la Cosecha. Para este Tercer Milenio, Dios nos ha pedido velar por los nuevos convertidos. Este es el éxito de la Iglesia celular.

CAPACITACIÓN DE LÍDERES DE DISCIPULADO El lema de la Iglesia Celular es: "cada cristiano un discípulo". Al volver los ojos a la capacitación del nuevo convertido, garantizamos la Cosecha.

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DISCIPULADO PRÁCTICO

Los grupos de discipulado en las casas, es la parte práctica y activa que desata al discípulo como discipulador y a la vez extiende los brazos evangelisticos de la Iglesia al vecindario perdido.

PREPARACIÓN PARA EL MINISTERIO

Creyendo en que cada discípulo es un ministro a tiempo completo, la Iglesia con Visión Celular apostólica, les proyecta en el crecimiento de alto nivel para ser parte activa en el Movimiento de Cosecha Mundial que está levantándose. Amén. La Visión Apostólica Celular le devuelve a la Iglesia su celo perdido por la Evangelización. Le da a la misma el sentido correcto de Consolidación, esto es Paternidad Responsable. La Iglesia volverá a cuidar a sus recién nacidos y se preocupará por su formación y discipulado hasta que ellos estén listos para ganar a otros para Cristo y discipulados también.

Yo sostengo que la Visión Celular será madurada por Dios en los próximos años y será la norma en la Iglesia Cristiana. Miles y miles de congregaciones se moverán con el Modelo de los Doce, con los Grupos Familiares u otros modelos. Ellos se preocuparán por ganar sus pueblos para Cristo. Lo harán casa por casa, hombre por hombre y los consolidarán responsablemente.

Creo que la tarea de los Evangelistas será en el futuro mucho más fructífera y satisfactoria. La Iglesia en cada ciudad, estará lista para cuidar de los recién convertidos.

Como un Evangelista que ha predicado en los cinco continentes de la tierra y ha visto a Dios salvar a las multitudes de pecadores arrepentidos, sé que el problema no es la salvación. Dios sigue salvando pecadores. El problema ha sido y es, su cuidado, su edificación posterior y su consolidación en la Iglesia. Este ha sido nuestro mayor pecado en el pasado y creo que con la ayuda de La Visión Celular la Iglesia lo está superando.

Nuestras grandes campañas evangelisticas dieron su fruto en el pasado pero la Iglesia no veló por éste. En este Tercer Milenio, estamos mejor preparados y concientízados por el Espíritu Santo para velar por la Cosecha.

Siento la responsabilidad mientras escribo de afirmar con vehemencia que las congregaciones cristianas que no han adoptado la Visión Celular deben abrir su corazón a este mover del Espíritu; es lo que prevalecerá en el futuro y fe dará al Cuerpo de Cristo la habilidad de cuidar y consolidar La Cosecha.

Revisando el libro de los Hechos, observamos que la Visión Celular es auténtica y absolutamente apostólica. Fue practicada por la Iglesia Primitiva e implementada por los primeros apóstoles. La Visión Celular fue y es "Diseño Divino". Dios la engendró en los "padres" de la Iglesia.

Hechos 2 y 4 nos dan la llave para la Cosecha y su Consolidación: reuniones de grupos pequeños en casas u hogares.

El discipulado cristiano fue lo que llevó por primera vez al reconocimiento de los inconversos de los seguidores de Jesús. Por su forma de vivir y seguir las

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enseñanzas del Maestro, a los "Discípulos" se les llamó "cristianos" en Antioquia. (Hechos 11: 26).

La Visión Apostólica es Celular en su teoría y práctica neotestamentaria. La Visión Celular es Apostólica en su diseño, origen y cobertura; amén. Por ello es una Visión para una Iglesia Apostólica Celular. Este fue el Plan Divino y el Diseño del Supremo Arquitecto.

En este Tercer Milenio, la Restauración, la Reforma y la Restitución Divinas, harán de la Iglesia una Iglesia con fundamento apostólico y modelo celular. Sólo así, habrá garantía de que la Cosecha Final no se perderá. Por eso como Jeremías gritamos hoy:

¡Vuélvenos, oh Jehová, a ti, y nos volveremos; renueva nuestros días como al principio! Jeremías 5: 21

EL ESPÍRITU SANTO EN LA COSECHA

He observado en las Iglesias Punta de Lanza un desarrollo gradual de su poder misionero y evangelístico.

Esta fuerza ha sido recibida por una fresca comunión de sus miembros con el Espíritu Santo.

El Espíritu Santo es eminentemente misionero y evangelizador. El ha tomado la carga del Padre por el mundo perdido (Juan 3:16) y la está impartiendo a la Iglesia a través de una relación más estrecha con ella. El está involucrando desde luego en la Obra de Restauración, Reforma y Restitución en el Pueblo de Dios. El es el Ejecutivo de la Trinidad. El Espíritu Santo está empeñado en salvar al pecador. El sigue siendo el mismo de ayer, El es quien convence al mundo y a la gente de su pecado y del juicio por el mismo. El sigue estando en el proceso de convencimiento del alma perdida y de su conversión. Es el Espíritu de Dios quien los hace nacer otra vez y los regenera para una vida nueva en Cristo Jesús.

En esta gran Cosecha que se avecina para el mundo, es el Espíritu, el que está preparando a la Iglesia para tomarla. El es quien nos dará la Estrategia correcta para no perder una sola alma salvada. Por eso al ver en pie el Modelo Celular de Discipulado, y ver a tanta gente crecer en la evangelización, la consolidación de nuevos hermanos y en la preocupación por enseñarlos y discipulares es que mi corazón se goza en la Obra del Espíritu... Estoy seguro -reafirmo una vez más- que el Espíritu Santo volverá el corazón del pastorado mundial a los principios que las Iglesias con Visión Celular están poniendo en práctica para cosechar muchas almas y multiplicarse poderosamente: evangelismo agresivo, consolidación del recién convertido, entrenamiento de líderes y discipulado bíblico de crecimiento.

Si tan sólo dejamos a Dios hablarnos a través de los que El hoy está usando con sus Mega Iglesias (congregaciones numerosas) acerca de Su anhelo de ver en operación estos principios; entonces habremos ganado terreno en la preparación para recibir La Cosecha Final. Aleluya.

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GUERRA DE DIOSES: GUERRA DE PROFETAS Y APÓSTOLES

"Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas". I Corintios 12:28

Durante los últimos quinientos años, la Iglesia del Señor entró en un proceso paulatino de restauración de verdades perdidas que fueron la columna vertebral del caminar de la Poderosa Iglesia Primitiva.

Desde los días de Lutero, el Cuerpo de Cristo fue llevado por el Espíritu Santo hacia la iluminación de la Palabra para restaurar verdades prácticas y el poder.

Siglos de oscuridad envolvieron al pueblo de Dios haciendo que individuos perversos tomaran el control de la actividad religiosa mundial, anulando todas las enseñanzas espirituales de Cristo de los primeros Padres del Cristianismo. Esto produjo que se perdiera el poder, los dones del Espíritu, la santidad, los apóstoles y profetas y la doctrina apostólica. Estos fueron siglos de tinieblas espirituales para la Iglesia y de una ausencia notoria de la vida del Espíritu. Con Lutero, Dios nos trae una Reforma para transformar la doctrina básica y fundamental del Cristianismo y nos introduce en un período de cinco siglos en que paso a paso, el Espíritu Santo va restaurando verdades, doctrinas, dones y ministerios dentro de la Iglesia. Aleluya.

El siglo XX nos llega con una Iglesia con doctrina básica y fundamental , pero sin el Poder Pentecostés. Es con el "Avivamiento de la calle Azuza" en California que se derrama el Espíritu en América, habiéndose manifestado gloriosamente en la segunda mitad del siglo XIX (1850-1900) en Inglaterra, Escocia,y Gales.

El mover de Azuza introduce en los siguientes veinticinco años (1906-1930), un fresco mover pentecostal que da origen a las organizaciones pentecostales misioneras más fuertes (Asambleas de Dios, Iglesias de Dios del Evangelio Completo, etc.). Esto lleva a la Iglesia a un fluir de los dones del Espíritu, profecías y manifestaciones diversas del Señor entre Su Pueblo. Pero aun así, en la primera mitad del siglo XX, en América proliferaron más las congregaciones de corte tradicional y fundamentalista especialmente en América Latina y Europa. Por lo tanto la oración de los creyentes en los primeros sesenta años del siglo pasado, fue muy mental, poco participativa y poco agresiva.

La Iglesia dependió en los primeros cincuenta años del siglo XX de una oración mental, en la cual se excluía el orar en otras lenguas, y sólo una persona, el que dirigía, oraba en voz alta, el resto oía, apoyaba los puntos de oración del líder y al final le acompañaban al unísono con un amén. Esta fue una oración poco efectiva y nada violenta. Después de los años cincuenta (1950), la obra pentecostal creció en todo el mundo, especialmente en África y en América Latina.

Para finales del los "sesenta", las congregaciones pentecostales se perfilaban como las de más crecimiento y agresividad en el evangelismo, la oración y el ayuno. Tremendos hombres de Dios influyeron en nuestras naciones en esos años, con sus cruzadas evangelísticas y escuelas de ministerio. Entre ellos el Dr. Morris Cerullo, T.L. Osborn, Yiye Avila, Jorge Rashky, Domingo Pilarte, etc. Ellos dejaron la enseñanza de orar en el Espíritu, además de orar con el entendimiento.

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Para los años setenta la oración tuvo un giro, esta incorporó ayunos y vigilias o veladas de oración, además del hablar en otras lenguas y con gemidos. "Porque si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto. ¿Qué, pues? Oraré con el espíritu, pero oraré también con el entendimiento..." I de Corintios 14:14-15a

La oración mental de los cincuentas y sesentas se transformó en oración en el Espíritu, la cual era obviamente el resultado del crecimiento pentecostal.

En los setentas fue la "Oración en el Espíritu". Esta oración rompió la pasividad y se volvió grupal y agresiva contra las tinieblas. Literalmente la gente oraba como con dolores de parto.

"Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles". Romanos 8:26 En realidad, esta era la oración practicada por los primeros apóstoles. "Mijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros,...". Gálatas 4:19

Más en los años ochentas del siglo XX, Dios trajo un mover carismático, neo pentecostal y con maestros de La Palabra nos enseñó acerca del Reino y Su Poder. También nos enseñaron ellos acerca de los mundos paralelos, el natural y el espiritual que nos rodean y que afectan a nuestras naciones. Esta oración con entendimiento de la realidad espiritual que nos rodea y con el conocimiento avanzado de nuestro enemigo, nos llevó a interceder por los perdidos, poniéndonos en la brecha de la oración por ellos y a favor de ellos.

En los ochentas, la oración vino a ser "la oración de intercesión en el Espíritu". Por lo tanto, los que oraban con todo su ser a favor de los pueblos, recibieron el calificativo de "intercesores". Junto a este proceso de cambio en la oración, muchas cosas también iban siendo restauradas en la vida de la Iglesia, la alabanza, la adoración, y la aceptación del ministerio de los Profetas, además el de los Pastores, Maestros y Evangelistas.

El ministerio del Profeta y la unción profética fueron siendo restaurados y levantados dentro del Cuerpo de Cristo en los años ochenta. Para finales de esa década. Dios nos tenía algo nuevo, Aleluya.

En los últimos doce años del siglo XX, el Señor introdujo la revelación de la "Guerra Espiritual Territorial". Esta enseñanza sacudió al mundo evangélico pentecostal y tradicional. Muchos se cerraron a lo fresco de Dios en la oración, pero muchos se abrieron maravillosamente ante este mover profético. La aparición de profetas, levantó en la práctica este tipo de oración. Verdaderamente se hizo guerra espiritual en diversas ciudades y naciones a través de "actos proféticos" extraordinarios y ungimientos de la tierra. Aleluya.

Los años noventa nos introdujeron a la "oración de guerra espiritual estratégica". Esto debido a que surgieron hombres de Dios que nos iluminaron en este tema, al enseñarnos sobre Cartografía Espiritual o Mapeo Espiritual. El estudio de la historia de una ciudad, su gente y sus raíces de fundación, nos ayudó mucho para orar con éxito por la liberación de territorios. La oración de intercesión o guerra espiritual se volvió por ello estratégica. El Señor nos dio estrategias de guerra para la toma de ciudades para Cristo.

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La incorporación de los profetas, y de los actos proféticos en la oración, la hizo no sólo estratégica, sino también profética. La oración mental de los sesenta, se convirtió en oración de intercesión, de guerra y sobretodo, en oración estratégica y profética a mediados de los noventa.

El proceso de restauración en la Iglesia, en el cual Dios le devuelve a la misma Su esplendor y poder, seguía adelante. Junto a los profetas en los años ochenta, el Espíritu Santo comenzó a levantar con fuerza al ministerio que en otro tiempo fue el primero en activarse, el del apóstol.

"Vestios de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo Porque no tenemos lucha contra sangre y carne sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes" Efesios 6:11-12

A través de este ministerio, la Iglesia entiende que ineludiblemente, está en guerra.

Al finalizar los años noventa, fue necesario que no sólo en la oración de conquista espiritual por las naciones, los profetas fueran incorporados con su unción y ministerio en la lucha. Igualmente, los apóstoles se hicieron indispensables para traer protección y una mayor cobertura a los intercesores.

En los años noventa, a los intercesores se les llamó "guerreros de oración", años después, "guerreros proféticos" y a la oración de Guerra Espiritual Territorial Estratégica, Guerra Apostólica y Profética Gloria a Dios La oración por los pecadores y las naciones, se hizo estratégica, territorial, apostólica y profética.

EL PAPEL DE LOS PROFETAS EN LA GUERRA ESPIRITUAL TERRITORIAL Y ESTRATÉGICA

El profeta es un ministerio importantisimo en la Guerra Espiritual Territorial del Tercer Milenio.

Este es un Ministerio-Radar, que detecta los movimientos de nuestros enemigos espirituales a través del don de "discernimiento de espíritus" y por la "revelación y guía del Espíritu". Es el "atalaya" de Dios que ocupa la torre de la Fortaleza (La Iglesia) para observar el movimiento adversario y dar la voz de alerta El profeta es el "nabi"áe Jehová, el "vidente" de Dios. Es quien recibe la revelación de la palabra para la batalla y quien nos entrega las estrategias espirituales para ganar la guerra. Es el director de "Inteligencia Militar de Jehová", el estratega del Ejército de Dios. El nos trae la Visión.

ACTOS PROFÉTICOS: PODER "DYNAMIS" DESATADO

El profeta nos desata la Palabra Divina Revelada a través de su voz. Es un proclamador, pero también un "guerrero prudente". La unción del guerrero está sobre él y con sus actos proféticos también habla al enemigo de parte de Dios y desata el poder energético de la Palabra Revelada (Rhema). Esta Palabra Profética estratégica del Todopoderoso expresada mediante movimientos, símbolos y actos proféticos llevan el mismo poder divino que la profecía hablada. El dynamis divino, es decir, el Poder del Reino de Dios, actúa para que lo que es declarado por el profeta en sus actos, se cumpla cabalmente.

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EL PAPEL DE LOS APOSTÓLES EN LA GUERRA ESPIRITUAL TERRITORIAL Y ESTRATÉGICA

El profeta nos trae la Palabra, la Revelación de Dios. El trae la visión y estrategia de guerra, pero el general a cargo es el ministro apostólico. El apóstol es el representante directo del gobierno de Dios. Está ungido para ejercer autoridad y decretar o establecer lo que se debe hacer en la batalla. El brinda su cobertura como líder, gobernante y padre espiritual, pero además, él toma la revelación traída por el profeta y decreta con la Palabra misma lo que sucederá. El profeta trae la Visión y Palabra, el apóstol la establece por decreto y la afirma o declara firme. El es el ministerio que declara la "Guerra".

EL DECRETO APOSTÓLICO

El Antiguo Testamento nos da una lección práctica, los profetas nunca declararon la guerra, sólo trajeron la estrategia de batalla por la Palabra del Señor

Más los reyes sí declararon la guerra al enemigo. Los gobernantes (jueces o reyes) sí determinaban la guerra. Su Decreto Real estableció que Israel iría a la pelea.

Hoy, apóstoles son los que ocupan el lugar supremo de los gobernantes en la Iglesia. Su decreto es Ley y también contra el enemigo. Ellos decretan la derrota del diablo.

GUERRA APOSTÓLICA Y PROFÉTICA

La Guerra Espiritual del Tercer Milenio, es hoy, una Batalla Territorial Apostólica y Profética. Debe envolver estos dos ministerios. Sin ellos no hay coberturas correctas, esto implicará que habrán muchas bajas de nuestro lado. Sin estos dos ministerios, no habrán estrategias militares correctas ni visión clara para la guerra. No tendremos sin ellos, el respeto total de nuestros enemigos espirituales. A la hora de atacar nos faltará contundencia, respaldo divino y cobertura angélica. Por cuanto peleamos espiritualmente contra "dioses territoriales", necesitamos que nuestra guerra sea hecha en el más alto nivel.

UN GOBIERNO ESPIRITUAL SUPERIOR DESPLAZA A UN GOBIERNO INFERIOR

Hay una verdad en la Guerra Espiritual, y es esta: "Ningún gobierno espiritual establecido sobre un territorio, puede ser desplazado de la región por un gobierno inferior".

Hemos hecho la guerra al diablo, y hemos ganado muchos combates, pero no le hemos desplazado de muchos territorios. Esto se debe a que "espíritus satánicos" de menor rango ceden a la reprensión sin oponer resistencia, pero espíritus territoriales se resisten a moverse de un lugar si quien se lo ordena no representa un reino o gobierno superior. Satanás y sus demonios sólo obedecen al gobierno diseñado por Dios, esto es, el gobierno apostólico de la Iglesia basado en los cinco ministerios. Satán sabe que el diseño divino estructura la Iglesia con apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros. Si queremos desplazarlo de un territorio, tenemos que hacer guerra con apóstoles y profetas.

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LA IGLESIA: UN ORGANISMO CON ESTRUCTURA APOSTÓLICO -PROFÉTICA

El fundamento de la Iglesia está basado en apóstoles y profetas: "Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo". Efesios 2:19-20

El Cuerpo de Cristo es un organismo vivo diseñado por Dios con una estructura sólida edificada a través de apóstoles y profetas. Esta estructura o columna vertebral del Cuerpo tiene cinco ministerios según Efesios 4:11: "Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros".

Estos cinco ministerios o estructuras son necesarios para crecer y ser perfeccionados, también para hacer guerra.

LA IGLESIA: UN EJÉRCITO APOSTÓLICO-PROFÉTICO

La Iglesia no sólo es el Cuerpo de Cristo, el Templo del Espíritu Santo, sino también el Ejército del Dios Viviente.

"Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenia un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo. Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: EL VERBO DE DIOS. Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos". Apocalipsis 19 11-14

Este Ejército de Jehová, vestido de santidad y justicia por Gracia Divina, debe ir a la Batalla contra los llamados "dioses territoriales", dígase demonios, dirigido por sus Generales establecidos por el Señor: Apóstoles y Profetas. Amén.

La Guerra de dioses es entonces, una Guerra de Apóstoles y Profetas.

LOS PRESBITERIOS PROFÉTICOS Y LAS COMPAÑÍAS DE PROFETAS EN LA GUERRA ESPIRITUAL

En el mover extraordinario del Espíritu Santo a finales del siglo pasado (siglo XX), El restauró en la Iglesia la operación de Presbiterios Proféticos y Compañías de Profetas. A pesar de que los Presbiterios Proféticos se organizan juntando tres o más ministros apostólicos (que creen en el gobierno apostólico de Dios) para ministrar proféticamente a la Iglesia, el Señor también los mueve a desatar la unción guerrera y a profetizar contra las huestes del mal en esos territorios. Al llegar a la ciudad, estos ministros, en su mayoría profetas y apóstoles vienen para traer profecías personales a líderes congregacionales, Dios les muestra la condición espiritual de la Iglesia, y de la ciudad misma. Los dones proféticos son activados y el Presbiterio en pleno, es decir, ese poderoso equipo profético también lanza profecías de juicio contra los principados y se trae abajo el poder satánico. En las mismas reuniones del Presbiterio Profético para ministrar al pueblo de Dios, se dan tiempos poderosísimos de intercesión profética dirigidos por estos siervos del Señor, ungidos proféticamente para hacer Guerra Territorial Estratégica.

Muchas veces el Eterno, llama o convoca a sus profetas, gente llamada para ese oficio a un país y ciudad específica para hacer batalla profética y traer también la Palabra

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Rhema de Guerra y Estrategias Divinas para doblegar a las huestes satánicas. El desplazamiento de estos profetas con propósitos concretos para profetizar sobre un territorio y decretar proféticamente el juicio sobre gobernadores de las tinieblas, es parte de la labor efectiva de una Compañía de Profetas que se movilizan y unen por convocatoria santa y directa del Espíritu del Señor. Amén.

EQUIPOS APOSTÓLICOS Y CONSEJOS NACIONALES DE APÓSTOLES FN LA GUERRA ESPIRITUAL TERRITORIAL

Los profetas nos traen la Palabra y la Revelación de Dios. Ellos nos dan la Visión Estratégica del Señor para la Guerra. Los Apóstoles establecen esa verdad y la afirman

Los profetas hablan de la Revelación y los apóstoles la establecen por decreto real. Apóstoles son peligrosos para las tinieblas, sus palabras son decretos-ley. Ellos establecen juicio en una región.

La labor de los Equipos Apostólicos es diversa; plantan y supervisan iglesias, ministran la Palabra y Doctrina, confirman ministerios y cosas semejantes, pero también hacen los decretos del cielo en la Guerra Espiritual y Territorial. Amén.

Equipos Apostólicos (no todos son apóstoles) son grupos constituidos por al menos un apóstol director y un grupo de profetas, maestros, evangelistas o pastores que son líderes reconocidos y que se unen en el espíritu bajo un liderazgo apostólico para hacer el trabajo de edificar el Reino. Este Equipo Apostólico puede desplazarse a regiones diversas y hacer uso de la autoridad apostólica para decretar el juicio sobre gobernadores y principados de maldad.

"Para ejecutar venganza entre las naciones, Y castigo entre los pueblos; Para aprisionar a sus reyes con grillos. Y a sus nobles con cadenas de hierro; Para ejecutaren ellos el juicio decretado". Salmo 149: 7-9"

Hoy Dios está usando Equipos Apostólicos y Compañías de Profetas para movilizarlos a diferentes áreas del mundo a ejecutar su función en la Batalla Espiritual. Pero, regionalmente la gran opción del Señor es unir a los Apóstoles de un territorio, región o nación para que juntos establezcan la derrota del enemigo. Estos Consejos Regionales o Nacionales de Apóstoles, se reunirán para traer protección y cobertura territorial a la Iglesia, pero también, para hacer decretos apostólicos contra los principados y establecer sobre éstos su derrota y desalojamiento. Amén.

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LO APOSTÓLICO EN LA IGLESIA

Dios diseñó una Iglesia Apostólica, no otra cosa. Para que el Cuerpo de Cristo sea lo que Dios diseñó, debe tener un "espíritu apostólico" y para cumplir La Gran Comisión, debe tener una "dimensión apostólica".

Dios está derramando un "espíritu apostólico " en la Iglesia para restaurar el Ministerio Apostólico. Sólo de esta forma será apostólica y no cualquier otra cosa.

Solo guiados por Apóstoles, la Iglesia cumplirá su Misión y edificará el Reino de Dios.

LA DIMENSIÓN APOSTÓLICA DE LA IGLESIA.

Sólo una Iglesia Apostólica tiene una fuerte Dimensión Apostólica.

Dimensión se define como la medida en longitud, ancho y espesor.

Dimensión es la proporción, extensión, rango, alcance o peso de una cosa.

La Dimensión Apostólica es la MEDIDA DE LA UNCIÓN APOSTÓLICA que fluye a través de un creyente, ministro o congregación.

La Dimensión Apostólica o la MEDIDA DE LA UNCIÓN APOSTÓLICA está determinada por la operación del Ministerio de los Apóstoles.

La Iglesia Primitiva tenía una poderosa Dimensión Apostólica: La unción dominante en ella, fue la unción apostólica. Apóstoles fueron establecidos primero y fundamentaron la Iglesia, ellos le dieron la fuerte Dimensión Apostólica y se movieron en una Dimensión Apostólica extraordinaria.

En los días presentes, la Iglesia carece de esa Unción Apostólica por tanto la Dimensión Apostólica está ausente; la Iglesia entonces, no tiene el elemento esencial para tener éxito y victoria.

Cuando el Ministerio del Apóstol sea recibido en el Cuerpo de Cristo, recibiremos una gloriosa Dimensión Apostólica. La Nueva Unción Apostólica no hará de cada creyente un apóstol, pero sí hará que cada uno tenga una fresca VISIÓN APOSTÓLICA.

LA IMPARTICIÓN DE LA UNCIÓN

La UNCIÓN es transferible de una persona a otra. Esta es "la ley de la impartición".

Cuando Dios unge hombres, los hace ser depósitos o reservónos de la unción. Es a través de ellos que la unción es ministrada.

La unción cuando fluye, rompe yugos, abre prisiones espirituales, trae sanidad, milagros y liberación.

Los hombres y mujeres ungidas son usados por el Señor para derramar Su unción en la tierra. Jesús es el Ungido de Dios (Christos) en plenitud. Hechos 10:38 enseña que la unción con la que El caminó le hizo sanar a los oprimidos del diablo. A través de la

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Impartición, el transfirió una medida de Su unción a sus discípulos y los envió por delante como apóstoles (Lucas 9:1,2).

La unción fluye en forma delegada a través de los que El llama y envía.

Según Efesios 4: 8-11, Jesús dividió Su manto en cinco partes: Apóstoles, Profetas, Evangelistas, Pastores y Maestros. A éstos llamó y envió. Les dio Su manto y una DIMENSIÓN DE CRISTO para manifestarla al mundo.

A unos les dio Su manto apostólico (no a todos) a otros dio Su manto profetice a otros Su manto evangelístico, a otros Su manto pastoral y otros Su manto de enseñanza.

Cristo tuvo el Espíritu sin medida pero cada don ministerial se da según la medida del don de Cristo.

Cada ministerio recibe una medida; ya sea apostólica, profética, magisterial, evangelística o pastoral. Esto significa que ninguna persona lleva toda la unción, pero cada uno lleva una diferente.

La Unción sin medida de Jesús, El la dividió y la repartió a los hombres (dio dones).

Dios usó el método de la Impartición para traer Su unción a la tierra. El apóstol ministra a los creyentes la unción para que ellos puedan ministrar en una Dimensión Apostólica.

La unción dada a cada ministerio fluye desde Jesús al ministro ungido (evangelista, pastor etc) y de éste a los santos en toda la tierra.

Cada unción es diferente y es dada para un único e importante propósito.

Si la Iglesia recibe las cinco DIMENSIONES MINISTERIALES podrá manifestar al mundo a Cristo en la plenitud de los cinco ministerios.

La unción quíntuple operando en la Iglesia hará que cada creyente sea multi-dimensional.

La dimensión o Medida de la unción de cada ministerio es importante. Aunque el tema de este material se enfocará en la Dimensión apostólica reconocemos la importancia de las otras dimensiones ministeriales. Los creyentes deben conocerlas.

Al observar las diversas iglesias locales, notamos la fuerza en éstas de alguna dimensión ministerial. Unas son fuertes en lo evangelístico, o en lo profético o en lo pastoral, pero débiles en otras manifestaciones.

Según sea la unción de su pastor, así será la manifestación de la unción en la congregación. Mas si la Iglesia llega a ser apostólica, adquirirá una capacidad para hacer lo que antes no podía. La Gracia apostólica le es derramada para manifestarla a través del ministerio apostólico y moverse en una gracia multidimensional o gracia del ministerio quíntuple.

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LA GRACIA APOSTÓLICA EN LA IGLESIA

La Dimensión Apostólica es necesaria en la Iglesia para que ésta funcione bien.

La iglesia local puede "acceder o echar mano" de la gracia apostólica a través de dos formas.

1- Teniendo un apóstol como anciano mayor (pastor). Apóstoles pueden pastorear pues la Dimensión Apostólica tiene una Dimensión Pastoral. La Dimensión Apostólica se derramará a través de la predicación, enseñanza, profecía y sobre todo del Ministerio del Apóstol.

2- Cuando la iglesia local tiene un pastor que no es un apóstol, necesita la Dimensión Apostólica operando en su ministerio e iglesia. Para acceder a la gracia apostólica debe existir la relación con un apóstol. A través de esta relación, la unción apostólica fluirá a la iglesia local derramando una dimensión apostólica. La Iglesia debe tener una estrategia, plan sistemático o acción proyectada en dirección a acceder a la gracia del oficio apostólico. Es a través de compañerismo, conferencias, etc que se puede atraer la unción que está sobre los apóstoles. La Iglesia y su pastor, requiere de la cobertura espiritual de un apóstol.

EL SELLO APOSTÓLICO

"Si para otros yo no soy apóstol, ciertamente para vosotros lo soy. porque vosotros sois el sello de mi apostolado en el Señor. I Corintios 9:2

En el libro de los Hechos encontramos muchas de las marcas distintivas del Ministerio Apostólico. A estas marcas que distinguen a un verdadero Apóstol, le llamaremos el "Sello Apostólico".

Este "Sello" es la marca o símbolo del Ministerio. Es la señal visible del mismo, es la evidencia que identifica a un ungido de Dios.

El apóstol Pablo se refiere en el Nuevo Testamento a ese "Sello" afirmando que "la marca de mi apostolado sois vosotros en el Señor".

La marca o señal de un verdadero apóstol son personas; son aquellos (creyentes) que nacen y son edificados por su ministerio. Esta gente tendrá la marca o huella del apóstol que les cubre. Ellos se moverán en una Dimensión Apostólica poderosa por causa de su Cobertura. Serán en verdad, una Compañía Apostólica de hijos de Dios. Y aun cuando no todos lleguen a ser apóstoles todos manifestarán características de un ministerio apostólico que los cubre.

"El Sello Apostólico" es un emblema , símbolo o letra grabada que dará testimonio o evidenciará lo auténtico. El Sello Apostólico, establecerá lo genuino y estará palpable sobre los creyentes que son el resultado o producto de la paternidad y trabajo de un ministerio apostólico. Amén.

Se desprende que un falso apóstol no tendrá este Sello ni sus seguidores, el cuál será importante reconocer para diferenciar lo falso de lo verdadero. Es por eso que conocer las "marcas distintivas" del Sello Apostólico es importante para la Iglesia; sólo así podrá probar y rechazar a los falsos apóstoles.

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"Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos...." Apocalipsis 2:2

Seguidamente veremos las marcas distintivas del Ministerio del Apóstol.

1. EL ESPÍRITU APOSTÓLICO

El Espíritu Santo es un espíritu apostólico; pero también es profético evangelístico, pastoral y magisterial (maestro). El provoca que hombres sean enviados, que otros profeticen, que muchos sean salvos, que algunos pastoreen y que todos seamos enseñados. El Espíritu Santo es un Enviado. Todos los creyentes recibimos una medida del don de Cristo para manifestarla. Más aquellos que son llamados al ministerio quíntuple, tendrán una DIMENSIÓN mayor de la Unción del Espíritu Santo en el don al que son llamados.

En el caso concreto de los "apóstoles" Dios les ha dotado de una mayor DIMENSIÓN Apostólica dentro de sus vidas para impartir, edificar y fomentar esta unción entre los hijos del Señor. Esta imparticíón fluye a través de la imposición de manos, profecía, enseñanza y predicación.

Este "espíritu apostólico" obra en los discípulos de un apóstol llevándolos a manifestar en su liderazgo mayores niveles de poder, autoridad y carácter.

Este crea en el discípulo la conciencia de ser "enviado ", principal características de poseer un "espíritu apostólico", Recordemos que el término Apóstol viene del vocablo griego Apostólos que significa delegado, embajador o comisionado especial de Cristo y enviado.

Cuando la Iglesia toma conciencia de su elección y envío por parte de Dios, toma sentido divino su misión, su propósito.

La Iglesia Primitiva tuvo propósito, destino y misión divinas. Cuando el Cuerpo de Cristo perdió la Unción Apostólica cayó en la institucionalidad y el ceremonialismo; perdió la habilidad y visión para cumplir la Gran Comisión de Mateo 28.

2. EL PROPÓSITO APOSTÓLICO

"Jesús les dijo: Mi comida es que yo haga la voluntad del que me envió y que acabe su obra " Juan 4:34

Apóstoles verdaderos tienen un claro sentido de destino y propósitos divinos. Su determinación es hacer cumplir la voluntad del que les envió, esto les llevará a vencer todo obstáculo y circunstancia en el camino.

La Unción Apostólica desata a la Iglesia hacia la edificación del Reino de Dios y no de reinos propios. Apóstoles siembran en la Iglesia el anhelo por conocer y ejecutar la voluntad de Dios.

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3. EL TESTIMONIO APOSTÓLICO

"Pero yo tengo un testimonio mayor que el de Juan; porque las obras que el Padre me ha dado para cumplirlas, las mismas obras que hago dan testimonio de mí, de que el Padre me ha enviado" Juan 5:36

El Testimonio Apostólico tiene que ver con las obras de uno que Dios ha enviado. Un apóstol enviado por el Señor debe tener señales, maravillas, milagros diversos y una operación poderosa de dones del Espíritu Santo. Este es el testimonio del Padre, este debe ser el Testimonio Apostólico. Cuando la Iglesia se mueve en una Dimensión Apostólica tiene obras que evidencian su llamado apostólico.

Jesús enseñó en Juan 14:12 que Su Pueblo bajo la Unción Apostólica haría las mismas obras que El hizo y aún mayores. Amén.

Las obras son dadas para testificar en pueblos y naciones de la Resurrección de Cristo y del poder del Evangelio. Bajo la Dimensión Apostólica la Iglesia verá el fluir de las Señales que siguen a los que creen (Marcos 16:20). El mundo debe ser impactado por el Testimonio Apostólico.

4. LA PALABRA APOSTÓLICA

"Porque el que Dios envió habla las palabras de Dios, pues Dios no da el Espíritu por medida". Juan 3:34.

El hombre que es enviado; el apóstol, tiene siempre una "palabra apostólica" del Señor que lo envía.

La marca evidente de un apóstol es el mensaje que proclama, así como la autoridad, poder, audacia y revelación impresas en sus palabras.

Un apóstol verdadero siempre proclamará el Reino pues éste es su mensaje desafiante y confrontador. Llevará al pueblo hacia el Trono de Dios y a rendirse ante el Rey Jesucristo. Es un mensaje de sumisión y obediencia a Jesús. Palabra Apostólica, provocará la reacción de los demonios y de los líderes religiosos y sus sistemas. Apóstoles genuinos son rechazados por la Verdad que edifica a la Iglesia.

5. LA COBERTURA APOSTÓLICA

La Unción Apostólica da protección, preserva y guarda al pueblo de Dios. La Dimensión Apostólica provee por la Unción, cobertura espiritual. Sin ésta, parte del fruto se perderá y el crecimiento y la madurez se detienen.

6. LA DOCTRINA APOSTÓLICA

Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones" Hechos 2:42

La Doctrina Apostólica viene de los cielos. El apóstol Pablo recibió el Evangelio directamente del Señor (Gálatas 1:12). Doctrinas vienen de demonios, de hombres humanistas y de teólogos religiosos; apóstoles guardan a la Iglesia de ellos por la Palabra.

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La Dimensión Apostólica liberará a la Iglesia de la esclavitud del pecado y del legalismo religioso.

7. LA REVELACIÓN APOSTÓLICA

Un apóstol de Jesucristo conoce al que lo envía, sólo así puede representarlo y operar en Su autoridad. El que tiene una experiencia de revelación del Señor para impartirla a la Iglesia, no es uno que se autonombra o autoenvía. Es un verdadero Embajador del Reino que posee una revelación de Jesús muy poderosa. Aleluya.

8. LA DELEGACIÓN APOSTÓLICA

"El que a vosotros recibe, a mí me recibe; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió" Mateo 10:40

Un apóstol es un delegado, un embajador, un representante del que lo envía. No opera en su propia fuerza o autoridad, sino en el poder del que lo comisiona y manda. Por tanto, su ministerio y palabra tendrá una dimensión mayor. El que le acepte recibirá bendición, el que le rechace, rechazará al que lo envió. Un pueblo bajo Unción Apostólica, es a la vez una Delegación Apostólica que fluirá en

un poder mayor.

9. EL JUICIO Y DISCERNIMIENTO APOSTÓLICO

Cuando la Iglesia camina en Dimensión Apostólica, tiene discernimiento y juicio suficientes para librarse de falsos ministerios y falsas enseñanzas. El Espíritu de Juicio reside en el Espíritu Apostólico. Un apóstol y un pueblo apostólico se caracteriza por tener un correcto juicio, esto es, discernimiento, decisiones y veredictos según la presencia del Juez Supremo, Dios. Esto librará a la Iglesia moral y doctrinalmente. "No puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre". Juan 5:30

10. EXHORTACIÓN Y REPRENSIÓN APOSTÓLICA

El apóstol es un exhortador del pueblo de Dios y del pueblo inconverso. Su unción confronta la religiosidad e incredulidad del impío y la tibieza del creyente mundano. El mensaje apostólico del Reino traerá reprensión a los líderes religiosos que no caminan en la Palabra. La Unción Apostólica levanta Iglesias apostólicas que operan en la Palabra para reprender a otras que están frías, muertas, religiosas y en retroceso.

11 . PRESENCIA APOSTÓLICA

La Dimensión Apostólica derrama la presencia del Señor en la adoración, en la predicación y en la enseñanza, así como en la ministración. Apóstoles son hombres de la Presencia, esto es de la Gloria del Señor. La Presencia del Señor estará manifestada en sus vidas y ministerios a través de prodigios, milagros y maravillas. La Iglesia Apostólica será una iglesia llena de Su gloria. Aleluya.

"Porque él que me envió, conmigo está, no me ha dejado solo el Padre, porque yo hago siempre lo que le agrada". Juan 8:29

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12. LA ATRACCIÓN APOSTÓLICA

Un apóstol verdadero tiene una gracia divina para atraer a las personas. Estas por el Espíritu de Dios, son llevadas a Jesús, como Jesús llevó las multitudes al Padre. Es por Su Gracia: "Ninguno puede venir a mi, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero". Juan 6:44

La Iglesia Apostólica ministrada por Apóstoles, tiene la capacidad de atraer mucho pueblo, por causa de la unción, el mensaje, los prodigios y el testimonio del Señor. Los milagros son allí comunes y fuente de atracción. "Y por la mano de los apóstoles se hacían muchas señales y prodigios en el pueblo; y estaban todos unánimes en el pórtico de Salomón.'' Hechos 5:12

13. LIBERACIÓN APOSTÓLICA

Los enviados de Dios traerán un impacto al mundo espiritual. Apóstoles tienen autoridad en el ámbito espiritual y la Dimensión Apostólica en la que operan les dará poder sobre los demonios. Estos últimos, reconocen a los apóstoles del Señor y les temen. La liberación apostólica tiene lugar en el pueblo apostólico y produce cambios en las regiones donde ministran.

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EVIDENCIAS DE UNA IGLESIA CON DIMENSIÓN APOSTÓLICA.

Definimos anteriormente que Dimensión Apostólica es la MEDIDA DE LA UNCIÓN APOSTÓLICA, de la Iglesia y del Ministro. Cuando esta UNCIÓN esta MANIFESTADA habrá una evidencia clara de esta presencia del poder divino.

En el libro de los Hechos, el poder operante por la DIMENSIÓN Apostólica presente es señalado como "un gran poder". Veamos lo que dice la Escritura "Con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia habla sobre todos ellos ." Hechos 4:33

La Iglesia Apostólica fue y es una Iglesia con gran poder (dunamis) y autoridad (exousia). El término usado para "gran" es la palabra griega MEGAS que significa grande. El Ministerio Apostólico y la Iglesia Apostólica se caracterizarán por un MEGA-PODER, esto implica la posesión y manifestación de poder y autoridad más allá de lo normal. La manifestación de este MEGA-PODER dará como resultado una obra inusual de sanidades y milagros así como una obra destructora poderosa contra los poderes de las tinieblas.

Este MEGA-PODER además de manifestarse desatando sanidades, liberaciones y milagros entre la gente, también le darían a la Iglesia algunas marcas distintivas por moverse en la Dimensión Apostólica:

1- Señales y Maravillas En el capítulo 5 de los Hechos se nos relata la forma gloriosa en que Dios hacía milagros y maravillas por los apóstoles La Dimensión Apostólica puede medirse por esos prodigios.

2- Paciencia (y / o Resistencia) II Cor 12:12 Los apóstoles y el pueblo apostólico se caracterizan por la paciencia; su HUPOMONE, palabra griega que implica ánimo, resistencia y constancia. Es la habilidad de sobreponerse a los obstáculos y a la oposición demoníaca.

3- MEGA-GRACIA II Cor 8:7 La Iglesia Apostólica tendrá una inmensa GRACIA, palabra que viene del griego CHARIS que significa divina influencia sobre el corazón. Esta gracia mueve el corazón de la gente hacia dar, lo que producirá un crecimiento financiero acelerado y fe en los retos y desafíos financieros del Señor.

4- Obediencia Hech 5:29 El pueblo apostólico; apóstoles e iglesias son gente de obediencia. Obedecerán a Dios a pesar de la oposición de los hombres o de los sistemas religiosos.

5- Audacia Hech 4:13 La Iglesia y sus apóstoles deben ser caracterizados por la audacia. Según se desprende del vocablo griego PARRHESIA esto implica una franqueza desafiante, seguridad y confianza. El espíritu apostólico confrontará al espíritu de temor e intimidación de Satanás. Amén.

6- Poder para Edificar I Cor 3:10 La UNCIÓN APOSTÓLICA es una unción que edifica. Dios da a los apóstoles una sabiduría específica para edificar adecuadamente. Ellos han sido dotados

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de la habilidad de un perito arquitecto para construir interpretando el diseño del Señor.

7- Poder para Plantar I Cor 3:6 La UNCIÓN APOSTÓLICA es una unción que planta la semilla de Dios en las Naciones. Dios da a los apóstoles una habilidad sobrenatural para plantar iglesias neo-testamentarias. Esta mentalidad será desatada en la Iglesia Apostólica.

8- Poder para hacer Guerra II Cor 10:4 Un pueblo apostólico (enviado) es un pueblo de guerra. En griego se usa el término "strateia" que significa "carrera política". Pablo intenta decirnos que el apóstol es un estratega de guerra para llevar a la victoria a un pueblo militante.

9- Poder para poner Fundamentos I Co 3:10 Un pueblo apostólico es un pueblo con revelación de su fundamento, Jesucristo. La UNCIÓN APOSTÓLICA le llevará a caminar y establecer esta sólida fundación.

10-Llenura del Espíritu Hech 2:4 La llenura del Espíritu es parte de la vida de las congregaciones apostólicas. La impartición de esta llenura al pueblo con la operación de los dones es parte del trabajo apostólico mediante la imposición de manos.

11-Oración y Ministerio de la Palabra Hech 6:4 La Dimensión Apostólica hace de los Ministros e Iglesias Apostólicas, receptores de una unción poderosa de oración y enseñanza de la Palabra en ese campo. Iglesias apostólicas son "casas de oración intercesora" por las naciones y avance misionero y evangelístico.

12-Perseverancia Hech 2: 42-47. La Iglesia Neotestamentaria era y debe ser perseverante en su asistencia al templo para adorar y orar; en la comunión unos con otros y en el estudio de la doctrina apostólica.

13- Unidad y Comunión La llamada Iglesia Primitiva, marca la pauta para las iglesias de corte apostólico. En cuanto a unidad en el Espíritu y comunión. Un pueblo apostólico debe trabajar por guardar la unidad (Efesios 4:1) y anhelar y practicar la comunión entre los Santos.

14-Características Peculiares Según el libro de los Hechos, en el capítulo 2 desde los versos 42 ai 47, el pueblo apostólico fue marcado por el Señor por características muy peculiares: Doctrina Apostólica, Comunión, Oración, Temor Reverente al Señor, Señales y Maravillas, Unidad y Dadivosidad, Perseverancia y Gozo, Alabanza, Obediencia y Favor de Dios.

15-Actitud pionera El Ministerio Apostólico tiene la unción de los "pioneros"; esta será impartida a la Iglesia para que esta, vaya a edificar el Reino a los lugares más difíciles y cerrados al Evangelio.

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MI TESTIMONIO APOSTÓLICO

Fui desatado al Ministerio del Evangelista en forma plena a través del Apóstol Delio Zuluaga casi veinticinco años atrás. Estaba ejerciendo para esos días mi papel de Evangelista pero sin reconocimiento apostólico. El hno. Delio fue que usado por el Señor como Profeta y Apóstol para marcar mi vida y desatarme al Ministerio con Dimensión Apostólica y Profética. La profecía e imposición de manos de él y del Presbiterio me introdujo a un caminar apostólico de casi de un cuarto de siglo ya.

En el año 1982, tomé el pastorado del Centro Cristiano de San José y fui instalado en el mismo de manera oficial en mayo del año 1983. Desde ese entonces funcioné como Pastor y Evangelista.

Para ese mismo año, Dios usó al Apóstol Luis Mercedes para declarar sobre mi palabra de ciencia que me otorgaría el llamado al oficio del Maestro de la Iglesia. Desde esa misma época me fue impartida una unción para escribir al pueblo del Señor los temas de la Palabra de Revelación y Restauración.

Pasaron unos meses más y estando en Guatemala en febrero de 1985, el Señor se me manifestó sobrenaturalmente en mi cuarto de hospedaje nombrándome con Su voz audible como un Apóstol de Jesucristo.

El llamado al oficio apostólico fue confirmado en la Iglesia Elim de la ciudad capital guatemalteca cuyo Apóstol era el Dr. Otoniel Rios Paredes. El fue el hombre usado por Dios para profetizar y confirmar mi vocación apostólica, mientras me presentaba a la gran audiencia para ministrarles como su predicador invitado

Al regresar a Costa Rica, nuestra congregación tomó un rumbo distinto. Decidimos en forma unánime, tomar como forma de gobierno, el modelo apostólico del Reino de Dios. La Teocracia sería nuestro sistema de gobierno Amén

En Abril del 1989, Dios me concedió el privilegio de predicar la Cruzada "Un Milagro en tu Vida", actividad evangelística que ha reunido la concentración de personas más grande en la historia evangélica de Costa Rica.

Al final de la misma, el 18 de Abril, el Señor me ungió como profeta y me envió como tal a las Naciones. Aleluya.

He caminado en el campo apostólico por casi veinticinco años y como apóstol por casi veinte, esto me ha permitido ver el mover del Espíritu Santo para restaurar la Dimensión Apostólica en el Cuerpo de Cristo.

Desde los años setenta, vi en acción el oficio del apóstol. Esta función se ejercía de una forma muy particular, un apóstol era sobre toda una nueva agrupación de iglesias y ministros, y nadie más podía ser llamado apóstol excepto él. Yo podía discernir a muchos hombres con llamado apostólico pero ese "nuevo odre" de la era neo-pentecostal no permitió más apóstoles en una misma organización. Esto es lo que el Dr. Peter Wagner llama hoy. Apóstoles Verticales. Ellos imponen su autoridad única de arriba hacia abajo, al igual que una misma visión y forma de operar. Todavía hoy en el 2003, este tipo de líder apostólico tiene amplias coberturas sobre muchos ministros. En mi opinión, ellos deben abrirse a que surjan de sus ministerios otros apóstoles-hijos, para que se diversifique la unción y los dones en sus movimientos.

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Por mandato divino, yo opté por no crear un nuevo movimiento, organización o denominación moderna. Dios me llamó a ser un Apóstol Horizontal. Mi deber seria formar hijos del ministerio y desatarlos para levantar iglesias e implementar la visión dada por Dios a ellos. Mi labor seria por casi veinte años, la de formar, entrenar y crear relaciones ministeriales con líderes apostólicos y proféticos del Señor.

Tuve la gran bendición de Dios de integrar Equipos Apostólicos en el pasado dirigidos por hombres de gran experiencia como Alian Vincent de Inglaterra, Rick Godwin y Bob Nichols de E.U.A. y otros de quienes aprendí mucho en los últimos años de los ochenta y principios de los noventa.

Dios usó a estos hombres y muchos congresos en los que ministramos juntos para crear en mí la firme convicción de que el Cuerpo de Cristo, necesita de sus apóstoles y profetas hoy y de que ellos unidos les ministren a través de ungidos Equipos Apostólicos.

Dios nos dio la honra de ser pioneros en América Latina en el área de la Restauración de Verdades Perdidas y cómo resultado de recibir dichas revelaciones en los años ochenta, formamos R.A.M.C.U. (Red Apostólica de Ministerios Cristianos Unidos) una red ministerial para brindar cobertura a ministros hijos y compartir la Palabra fresca del Espíritu.

A esta red no le dimos fuerza sino hasta 1999 cuando el Apóstol John Kelly nos animó a trabajar por la búsqueda y levantamiento de apóstoles en las Naciones.

El Señor me había enseñado en la práctica, la existencia de los Cinco Ministerios, la restauración del Ministerio del Apóstol y de los Equipos Apostólicos. Estos eran la semilla para fortalecer una gran Red Apostólica por el mundo. Aleluya.

De un apóstol se formó un Equipo Apostólico y de éste una Red Apostólico-Profética. R.A.M.C.U. tiene hoy ministerios bajo cobertura, asociados y amigos en más de veinticinco países de América y Europa.

Cubrimos de manera directa o indirecta a casi mil ministerios e iglesias y a un número de apóstoles superior a cincuenta. Alabado sea Dios.

El Dr. Peter Wagner afirma que es difícil que un apóstol y su Red puedan cubrir y brindar una cobertura responsable a más de cien o ciento cincuenta ministerios. Personalmente creo que esto es verdad, la respuesta a este crecimiento de relaciones tan acelerado es el de reconocer nuevos apóstoles nacionales y animarlos a crear sus propias redes para cubrir en su propio territorio y área de influencia a muchos otros ministros e iglesias.

R.A.M.C.U. desde hace casi un año, tomó el rumbo de ser una Red de Redes Apostólicas, o sea, una Coalición Apostólica de Ministerios.

En esta Coalición, estamos formando Redes Apostólicas Nacionales con Apóstoles de la región para hacer una Gran Red Apostólica del Reino de Dios. Posiblemente en el futuro, mi trabajo apostólico sea brindar cobertura o asesoría y consejo sólo a Apóstoles y Profetas. Ellos serán quienes en sus propias redes, brinden cobertura y consejo apostólico a sus hijos de ministerio e iglesias.

Como un Profeta y Apóstol del Señor, veo que el paso siguiente en las Naciones, es además de reconocer y establecer Apóstoles, es ayudarles a consolidar sus redes

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ministeriales y unirlos luego en Coaliciones Apostólicas de las cuales surgirán los Consejos de Apóstoles Regionales y Nacionales. Estos son las nuevas Fraternidades o Alianzas Ministeriales Apostólicas que tomarán la nueva fase de crecimiento de la Iglesia del Señor.

REDES APOSTÓLICAS O MINISTERIALES

En este Tercer Milenio de Guerra Espiritual Estratégica, debemos unirnos como nunca antes. Solamente enlazados en Redes Apostólicas o Ministeriales, podremos traer gobierno de Dios con poder a la tierra y así derribar las fortalezas del diablo. Las Redes unen a los líderes apostólicos, quienes son constructores del Reino. Hombres claves que son influenciadores apostólicos de las ciudades para que juntos podamos traer las estrategias del Señor y unificar el trabajo en la guerra final contra los poderes del mal. La fuerza unida de nuestra unción, sabiduría, conocimiento y entendimiento, acabará mejor el trabajo que si lo hacemos separadamente.

VISION Y PROPÓSITO

En el caso de las Redes Ministeriales y Colaciones Apostólicas, estas son sus metas principales:

1- Establecer y fortalecer el Reino de Dios a- Alcanzando ciudades y territorios para Jesús. b- Alcanzando Naciones. c- Plantando Iglesias en territorios de gente no alcanzada con el

Evangelio.

2- Establecer y fortalecer Ministerios a través de: a- Comunión y Edificación ministerial. b- Educación y Enseñanza de Alto Nivel. c- Intercambio de ideas e información ministerial. d- Ministración Personal. e- Reconocimiento Ministerial (lo que se llamó ordenación). f- Conferencias, seminarios, retiros. g- Apoyo, cobertura o supervisión.

¿QUIÉNES PUEDEN FORMAR PARTE DE UNA RED APOSTÓLICA?

En el caso de una Red como R.A.M.C.U. cuyo propósito además de crear relaciones ministeriales, reconocer ministerios y brindar enseñanza apostólica, también está el establecer apóstoles en las Naciones, los miembros pueden ser:

1- Pastores y Maestros (según Efesios 4:11)

2- Evangelistas y Profetas (según Efesios 4:11)

3- Apóstoles (según Efesios 4:11): a- Apóstoles Verticales: b- Estos son líderes de otras redes apostólicas o líderes de grupos de

iglesias o de alguna denominación o concilio.

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c- Apóstoles Horizontales: d- Aquellos que son voces de influencia en el poder apostólico para

convocar, movilizar y relacionar al liderazgo de las Naciones. e- Apóstoles con Ministerio Múltiple:

Estos son Apóstoles-Profetas; Apóstoles-Evangelistas; Apóstoles-Maestros; Apóstoles-Pastores, etc.

4. Alcanzadores de Ciudades a- Directores de Ministerios paraeclesiásticos. b- Líderes de Grupos Independientes.

5. Constructores del Reino a- Líderes de Alabanza (Salmistas y Directores) b- Líderes de Grupos de Intercesión

COALICIONES DE APOSTÓLES

En el caso de tener una Coalición Apostólica formada, los miembros sólo deben ser Apóstoles en función, aunque los propósitos son realmente los mismos de una Red. Nuestra meta fundamental es el Reino de Dios. Amén.

BENEFICIOS

Redes y Coaliciones son importantes porque están orientados para edificar a los ministerios y líderes afiliados a cada una.

Estos son algunos beneficios que brindan: 1- Relaciones de Compañerismo y Sociedad. 2- Boletines o revistas periódicas que nos mantienen al tanto del mover de

Dios. 3- Invitaciones a conferencias o eventos apostólicos durante el año. 4- Enseñanzas apostólicas que fortalecen la visión ministerial. 5- Asesoría ministerial. 6- Cobertura Ministerial en muchos casos. 7- Consejo de Equipos Apostólicos. 8- Apoyo Pastoral. 9- Invitación a retiros con grupos selectos y pequeños de ministros

apostólicos. 10-Apoyo en Intercesión Profética. 11-Presbiterios Proféticos y Apostólicos. 12-Oportunidad para crear amistad con otros ministros.

LOS ANCIANOS DE LA CIUDAD

Por algunos años enseñamos sobre la importancia de que la Iglesia regionalmente reconociera a su liderazgo maduro, a aquellos ministros que fuesen considerados como "ancianos" de la ciudad.

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Por años, la Iglesia ha tenido una organización pastoral, basada en relaciones pastorales casi exclusivamente. Hemos tenido las denominadas Alianza, Unidades o Fraternidades de Pastores. Esta forma de organizamos y trabajar ha sido muy buena, efectiva e influenciante, pero no suficiente.

Necesario es mirar con ojos más abiertos hacia la visión apostólica del Señor. Esta nos lleva sin duda hacia la creación de un Consejo de Ancianos de la Ciudad. Este Consejo de Ancianos debe estar formado por los ministros más reconocidos (no digo famosos) respetados y con más fruto y trayectoria. Estos deberían ser Pastores-Apóstoles para una mejor función.

Como nuestro funcionamiento ha sido a través del modelo pastoral, sólo hemos tenido pastores en estos grupos, de los cuales muy pocos han sido apostólicos, es decir, que creen en la operación hoy de los cinco ministerios de Efesios 4:11. De todas maneras solo conozco tres o cuatro ciudades que han tomado esta idea de establecer ancianos de la ciudad. Una de estas ciudades es Cali en Colombia.

Este Grupo o Consejo de Ancianos ha sido ejemplar para el mundo. A través de ellos han fortalecido la unidad de la Iglesia y han unido a miles de creyentes en oración derrotando las fuerzas del mal contundentemente. Yo diría, porque conozco a algunos de estos ancianos de Cali que son la mayoría apóstoles. Creo que estos Consejos de Ancianos de la Ciudad son el embrión de lo que hoy llamamos el "Consejo de Apóstoles".

EL CONSEJO DE APÓSTOLES

Cuando una ciudad, territorio o Nación, reconoce la existencia y operación del Ministerio del Apóstol, veremos a Dios organizamos de manera apostólica. Un Consejo Apostólico reúne a los apóstoles verdaderos para ministrar y bendecir un territorio a través de la unción particular entregada por Dios a ellos .

Un Consejo de Apóstoles no pretende anular las Alianzas de Pastores ni de Evangelistas, sino fortalecerlas.

Un Consejo de Apóstoles existe para: i- Reunir los apóstoles de una región. 2- Reconocer a los apóstoles que van emergiendo. 3- Reconocer y desaprobar a los falsos apóstoles. 4- Tejer relaciones de amistad entre ellos. 5- Establecer cobertura espiritual. 6- Establecer decretos apostólicos. 7- Edificar juntos el Reino. 8- Planificar la intercesión unida. 9- Establecer estrategias de alcance evangelístico.

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10-Establecer Presbiterios Apostólicos y Proféticos. 11-Enseñar la Palabra Apostólica. 12-Para defender la Fe y la Doctrina. 13-Establecer ministerios. 14-Apoyar al levantamiento de los Profetas y reconocerlos. 15-Traer la voz del Señor a la zona. 16-Unir iglesias, ministerios y recursos para extender el Reino. 17-Compartir información apostólica. 18-Fortalecerse mutuamente. 19-Establecer la Agenda del Espíritu. 20-Extender la visión de Dios.

TRANSICIÓN DE LO PASTORAL A LO APOSTÓLICO

El reformador escocés Juan Knox dijo: "En este punto nunca podrán nuestros enemigos hacernos desmayar de lo que ha sido nuestra Primera Petición, que el rostro santo de la Iglesia Primitiva y Apostólica volviese a aparecer otra vez a los ojos y el conocimiento de los hombres".

He observado en los últimos veinticinco años de mi vida cristiana que muchísimos pastores y líderes cristianos desean una transición del llamado pastoral al llamado apostólico. Ellos deberán vencer en el camino prejuicios religiosos, doctrinas denominacionales y teologías anti-apostólicas.

En este Tercer Milenio hay un cambio en el liderazgo tomando lugar en el Cuerpo de Cristo, globalmente. El cambio es de lo pastoral a lo apostólico. Iglesias, líderes y ministros necesitan con urgencia hacer este cambio para que las Iglesias puedan moverse al próximo nivel de poder, de gracia y de unción. Esta transición debe ser hecha con cuidado y entendimiento. Hemos sido educados por años hacia un modelo pastoral de funcionamiento y ha llegado la hora de hacer los cambios hacia la Nueva Dimensión Apostólica para la Iglesia dei Señor. Son días de Reforma y necesitamos revisar la doctrina apostólica y buscar el consejo de apóstoles maduros. El cambio debe ser realizado todos juntos: congregaciones y líderes.

Estoy seguro que el Espíritu Santo hará de Su Iglesia una verdadera Iglesia Apostólica.

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AUTORIDAD ESPIRITUAL Y ESFERAS DE AUTORIDAD

Peter Wagner define un Apóstol asi: "Un apóstol es un líder cristiano dotado excepcionalmente, enseñado, comisionado y enviado por Dios con la autoridad para establecer los cimientos del gobierno en la Iglesia dentro de una esfera de ministerio designado, escuchando lo que el Espíritu está diciendo a las Iglesias y poniendo las cosas en orden de acuerdo al crecimiento de la Iglesia"

Los apóstoles hoy desempeñan una labor de edificación de la Iglesia junto a los Intercesores y los Profetas, siendo una de sus grandes características la "autoridad". Los cinco mayores recursos de "autoridad apostólica" son:

1- Tienen dones del Espíritu fluyendo. 2- Tienen un llamado y una tarea o comisión por cumplir. 3- Tienen muchos seguidores o hijos ministeriales. 4- Tienen visión de Reino. 5- Tienen un carácter extraordinario (madurez).

EL CARÁCTER DEL APÓSTOL

La gran marca distintiva de un apóstol es su madurez, su carácter equilibrado y su vida sometida al señorío de Cristo. Carácter es esencial en el apóstol. Apóstoles deben ser ejemplares en carácter, con una familia sólida, dominio propio, moderado en hospitalidad, pacífico, materialmente equilibrado, sin tacha, de buen testimonio para los de afuera. Apóstoles que no pueden ser imitados en su conducta deben revalorar la validez de su llamado apostólico. Deben ser humildes, no orgullosos o altivos. Su Autoridad Apostólica emana de su carácter sometido a Cristo.

EL PODER QUE EMANA DE UN OFICIO Y UN TITULO

Hoy en la Iglesia no tenemos problema al usar el nombre o título cualquiera para un ministro: Reverendo, Obispo, Pastor, Doctor, Master. etc.. pero sí el de "Apóstol". El término apóstol que define un oficio ministerial y no puede ser usado por quien no tiene este ministerio otorgado por el Señor. La palabra "apóstol" aparece más de setenta veces que el término Evangelista y Pastor (que aparece sólo ocho veces). Pablo, Pedro y Juan, líderes de la Iglesia neo-testamentaria defendieron y fundamentaron su apostolado y el ser llamados apóstoles.

Apóstoles no surgen de la noche a la mañana, son el resultado de un proceso de crecimiento, maduración y selección del Señor. Pero se necesitan algunas cosas para reconocerles.

1- El apóstol personalmente debe conocer y saber que Dios le ha llamado. 2- Debe ser reconocido por el liderazgo de su propia congregación. 3- La Congregación local debe también reconocerlo. 4- Debe ser reconocido como apóstol por aquellos que él ha establecido y

fundamentado en la fe. 5- Debe tener testimonio de su ministerio por otros Apóstoles.

El título "Apóstol" de nada sirve si lo anterior es ignorado.

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LA ESFERA APOSTÓLICA DE AUTORIDAD

La "esfera apostólica" determina la "autoridad apostólica", la cual no funciona dondequiera, sino donde cada apóstol fue comisionado. La autoridad apostólica debe ser ejercida únicamente en cientos lugares y tiempos.

Peter Wagner afirma: "Apóstoles tienen una asombrosa impartición divina de autoridad, pero fuera de la esfera determinada por Dios, ellos no tienen más autoridad de lo que tienen otros miembros del Cuerpo de Cristo''.

TRES ESFERAS DE AUTORIDAD

1- Apóstoles Horizontales. 2- Apóstoles Verticales. 3- Apóstoles del Mundo Comercial (de mercadeo o de mercado).

I- APÓSTOLES HORIZONTALES

Son ministerios de relación más que de denominación. La gran mayoría no tienen redes de iglesias o ministerios, más bien trabajan con líderes de su mismo nivel uniéndoles o convocándoles para reuniones o proyectos específicos. Son líderes de conexión de ministerios. Un ejemplo bíblico es Santiago (Hechos 15) quien presidió el Concilio de Jerusalén, uniendo apóstoles verticales como Pedro, Pablo, Mateo, Juan, etc., que por sí mismos quizás no se hubieran reunido.

Actividades De Los Apóstoles Horizontales

1- Apóstoles de Convocación: Conectan y comunican a otros apóstoles. 2- Apóstoles Embajadores: Tienen ministerios itinerantes que catalizan y alimentan

otros movimientos apostólicos fuera de sus fronteras. Son consejeros en situaciones difíciles, activan la visión apostólica y provocan cumbres o reuniones de consejo ministerial de alto nivel.

3- Apóstoles de Movilización: Movilizan a otros ministros y al Cuerpo de Cristo hacia proyectos específicos (Marcha por Jesús, Oración, etc.)

4- Apóstoles Territoriales: Dios les ha dado una autoridad poderosa en una región, territorio o nación. Líderes cristianos y seculares reconocen su autoridad e influencia en la sociedad.

II- APÓSTOLES VERTICALES

La gran mayoría de apóstoles se ubican aquí. Son líderes de organizaciones eclesiásticas, denominacionales apostólicas o redes. Muchos les buscan para obtener cobertura espiritual y están confortables con este apóstol en particular. Pablo es un ejemplo bíblico de este tipo de ministro.

Actividades De Los Apóstoles Verticales

1- Apóstoles Eclesiásticos o Eclesiales: Su esfera de autoridad incluye un buen número de iglesias y ministerios para-eclesiásticos. Es cobertura de ministros y congregaciones. Muchos de ellos se ven como únicos apóstoles posibles dentro de su Red, lo cual debe cambiar. Dios está conformando Equipos Apostólicos. Una tendencia del pasado fue que estos apóstoles eran vistos como caudillos y

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con sentido dictatorial en sus funciones, lo cual no permitió que otros apóstoles fueran reconocidos en sus movimientos.

2- Miembros de Equipos Apostólicos 3- Apóstoles funcionales: Tienen autoridad apostólica sobre individuos o grupos

quienes operan dentro de cierto tipo de ministerio especializado como Aglow. Hombres de Negocios, etc. Ellos deben ser miembros de una congregación y deben tener un pastor. En su iglesia no necesariamente funcionan como apóstoles en su gobierno local.

4- Apóstoles Congregacionales: Es muy posible que hombres que pastorean por varios años congregaciones de más de 800 miembros sean apóstoles. Debe también tener otras evidencias de su apostolado.

III- APÓSTOLES DEL MUNDO COMERCIAL

Tienen su cobertura en una Iglesia local pero su ministerio primariamente lo realizan fuera de la Iglesia Nuclear, es decir, en la Iglesia Extendida (política, comercio, deporte, etc.)

Debe tenerse mucho cuidado con estos ministerios para que no se desconecten de la vida y cobertura de su congregación.

Todos los apóstoles tienen un don primario, por lo tanto, pueden existir apóstoles-profetas, apóstoles-maestros, apóstoles-pastores, etc. También puede darse apóstoles verticales y horizontales a la vez. Esta es una combinación de actividades apostólicas.

El hno. Roger Mitchell de Inglaterra, sugiere que dentro de los apóstoles existen dos categorías según las características apostólicas primarias.

1- Apóstoles Fundamentales: Son los apóstoles que salen fuera de sus fronteras, rompen límites para tomar nuevos territorios. 2- Apóstoles Refonmacionales: Son aquellos que se mueven para ganar otra vez el territorio tomado por los apóstoles funcionales, pero que fueron perdidos parcial o totalmente a través del tiempo ante fuerzas espirituales negativas. Un ejemplo de esto, es Juan el apóstol que retoma la Iglesia de Efeso.

APÓSTOLES PARA UNA TRANSFOMACION SOCIAL

Dios esta levantando apóstoles con unción y visión para afectar socialmente sus ciudades.

Esto incluye crecimiento de la Iglesia, moralidad pública, así como la transformación económica, gubernamental y educacional. Esto implica que barrios, comunidades, regiones, ciudades y naciones recibirán el impacto apostólico.

Apóstoles territoriales y de ciudad son necesarios para traer Reforma y transformación.

ODRES NUEVOS PARA VINO NUEVO

Necesitamos odres nuevos para el vino apostólico del Señor. La Iglesia y sus líderes deben renovarse para recibir el poder de Dios.

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¿CÓMO IDENTIFICAMOS A LOS APÓSTOLES?

1- A través de Apóstoles reconocidos A través de aquellos que ya están operando como apóstoles reconocidos. Ellos orarán y recibirán revelación de quiénes son apóstoles. Su testimonio en oración será muy valioso (Lucas 6:12).

2- A través de la Profecía. Faltan apóstoles por la ausencia de profetas. La palabra profética activa dones y funciones ministeriales. A través de Profetas, Presbiterios Proféticoso Compañías de Profetas, los Apóstoles son confirmados y reconocidos (Hechos 13:1-5).

3- A través del Espíritu Santo y Su voz Maestros y profetas con la palabra y la Unción, establecen el ambiente operacional para que el Espíritu llame a Sus apóstoles. La voz del Espíritu, identifica a Sus apóstoles.

4- A través de observar las obras apostólicas Si identificamos la obras apostólicas, encontraremos a un apóstol. El fruto de un ministerio apostólico es "obras apostólicas. Estas obras señalan a un apóstol aunque no emplee el título para su oficio.

EL ORDEN DIVINO NECESARIO PARA ESTABLECER LA GLORIA DE DIOS

Hay varias cosas que deben suceder a la Iglesia para que vea la Gloria Manifiesta de Dios conocida como la Shekinah. Estas son:

1- La Adoración El inicio de todo es la búsqueda de la Presencia. El hambre por El nos llevará a la Revelación de el Señor.

2- La Revelación de Dios y de Su Palabra La revelación de la voluntad del Señor y un encuentro con Su Santidad producirá en nosotros Temor de Dios.

3- El Temor Reverente de Dios El temor santo por Dios y Su voluntad nos llevará a anhelar traer a la tierra los Diseños de Dios.

4- El Orden y Diseño Divinos Sólo así estableceremos la estructura diseñada por Dios, Sus diseños y Su Teocracia.

5- El Modelo Apostólico del Señor La Estructura para la Iglesia siempre ha sido y será el Ministerio Quíntuple. Caminar en el modelo apostólico nos llevará a ver la Gloria de Dios.

6- La Gloria y el Juicio Los obedientes recibirán la Gloria de Dios y sus beneficios. Los desobedientes experimentarán el juicio divino. Amén

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MOISÉS TIPO DEL APÓSTOL

En el Antiguo Testamento, Moisés es un tipo clásico del Ministerio Apostólico, como lo es Nehemías, el restaurador. Dios usó a Moisés para liberar a Israel y llevarlo a su destino profético, como un anuncio simbólico de lo que hará el Señor con la Iglesia al emerger el movimiento apostólico y sus apóstoles.

Esto sucederá con el nuevo mover apostólico:

1- La esclavitud de la Iglesia será quitada. 2- Traerá identidad a la Iglesia. 3- Traerá lo profético ( Moisés trajo a Aarón). 4- Traerá la Ley (orden del Reino). 5- Llevará al pueblo de Dios a su destino. 6- Mostrará a Dios en Su esplendor. 7- Mostrará la Gloria de Jehová. 8- Demostrará el poder divino. 9- Mostrará Su Divinidad (de Jehová). 10-Mostrará la sobrenatural ¡dad de Dios. 11-Mostrará Su Paternidad. 12-Traerá el Diseño del Señor. 13-Mostrará el carácter Multigeneracional del Señor 14-Manifestará a los elegidos de Dios. 15-Levantará el sacerdocio del Espíritu. 16-Desarraigará a la Iglesia de Egipto. 17-Nos enfocará en Canaán 18-Vencerá a los magos de Egipto. 19-Llevará a la Iglesia a la Intimidad con Dios. 20-Traerá unidad del Cuerpo (unirá las tribus)