AQUEL DÍAUn día descubrí que no me sentía normal, tenía sed, pero no sed de algo cotidiano, tenía sed de sangre, fui al baño a lavarme la cara para ver si mojando lograría tranquilizarme; cuando mire al espejo note que mi reflejo no estaba, me mire las manos y las note mas blancas de lo normal y cuando me toque el cuello allí estaban, sentía dos heridas, como de colmillos; me puse a pensar y no recordaba nada de la noche anterior, solo recuerdo que estaba con mi novio llamado Thomas caminando por el bosque, recuerdo que lo note algo extraño pero no le di importancia; volví a mi cama y sentí con mas ansias ganas de aquel liquido rojo, mire a mi alrededor y vi en la esquina de mi alcoba la mascota de mi hermano Jack, era un lindo perro, pero mi tentación pudo conmigo, me abalance y le bebí toda su sangre, tome su cuerpo y lo deposite en una bolsa y la deje en el basurero, ya había bebido pero no saciaba toda mi sed, decidí esperar hasta la noche para hacer lo que debía hacer; era media noche, salí de mi casa y me dirigí a aquel callejón oscuro, cuando me acerque vi a alguien familiar, era Thomas bebiéndole la sangre a un transeúnte de este lugar, cuando él me vio, me puso cara triste e inmediatamente fue a pedirme perdón, me dio rabia y me dirigí a casa, se me había quitado completamente la sed de la ira que me había dado, corrí a mi casa con una velocidad inimaginable, él iba un poco más atrás pero con una velocidad similar, cuando iba a entrar a mi casa él dio un salto y cayó frente de mi, él me pidió perdón y me dijo que lo había hecho porque me amaba, yo lo mire y sonreí aunque todavía tenía rabia, era imposible no perdonarlo, el era un hombre demasiado amoroso, además de que era guapísimo, era blanco, con ojos negros que combinaban con su ropa diaria y su cabello, ni que hablar de su cabello, era liso, negro y le llegaba debajo de sus hombros, lo mire y le pregunte porque lo había hecho y me dijo que quería pasar conmigo el resto de la eternidad, yo lo mire y no le dije nada me dirigí a mi casa porque estaba saliendo el sol y sentí un ardor en mi piel; mi hermano Jack, cuando me vio empezó a reclamarme por el paradero de su perro, yo le dije que se había escapado, él empezó a gritarme por ello, yo le dije que no se enojara conmigo porque ahora que nuestros padres no estaban debíamos permanecer mas unidos, el me miro y me grito “¡ no vuelvas a mencionar lo que paso en el accidente !” Y Yo Le Dije “Jack debemos aceptar lo que paso” el me miro y me dijo con algo de ira “Yo quiero olvidarlo y ya sé cómo hacer para que tu también lo olvides, hoy descubrí un secreto tuyo y ahora todos lo sabrán”; vi que corría por el teléfono y escuche que dijo “conozco a un vam…” inmediatamente le quite el teléfono y le advertí que no le

dijera a nadie, el iba a volver a coger el teléfono, cuando hice lo que tenía que hacer, lo tome con mis manos y con una fuerza descomunal lo arroje contra la pared, cuando fui a mirar note que lo había matado, no sé el porqué pero no sentí dolor, en cambio le bebí su sangre y deje su cuerpo en el basurero, nunca me había sentido tan satisfecha.

Cuando salí ya era de noche, me encontré con Thomas y le dije que no podía volver a casa, el me pregunto el porqué y le dije todo lo sucedido, el me ofreció que me fuera a vivir con él, yo sin pensarlo acepte, ya mi vida estaba demasiado arruinada como para pensar en que se iba a arruinar mas; cuando llegamos a su casa el me dijo que si me gustaba yo obvio le dije que sí; nos quedamos un momento en silencio cuando el rompió el hielo diciendo “ya no quiero ser tu novio” yo me puse muy triste, cuando el continuo “ quiero ser tu esposo, ¿te quieres casar conmigo? Yo le di el si inmediato y al mes nos casamos, yo con 18 años y el con 20 años.

Hola soy Sarah y esta fue la historia de cómo cambio mi vida, ahora ha pasado un siglo y tenemos 2 hermosos hijos Ryan y Elizabeth, y sigo felizmente casada con Thomas; es una linda historia de una linda familia, pero no una familia normal, somos una familia de vampiros.

By: Zariis b.

2012