arcopy

download arcopy

of 171

Transcript of arcopy

  • 8/8/2019 arcopy

    1/171

  • 8/8/2019 arcopy

    2/171

  • 8/8/2019 arcopy

    3/171

  • 8/8/2019 arcopy

    4/171

  • 8/8/2019 arcopy

    5/171

  • 8/8/2019 arcopy

    6/171

    Argentina CopyleftLa crisis del modelo de derecho de autory las prcticas para democratizar lacultura

  • 8/8/2019 arcopy

    7/171

    Primera edicin: setiembre 2010

    Fundacin Va Libre

    www.vialibre.org.ar

    Fundacin Heinrich Bll - Cono Sur

    www.boell.cl

    Correccin general: Evelin Heidel

    Diseo de tapa: Anah Saa, adaptacin Lila Pagola

    Diseo editorial: Lila Pagola

    Ilustracin de pgina 3: Fabricio Caiazza

    Ilustraciones de primera y segunda parte: Julin Roldn

    Ilustraciones: Pablo Ares, Luis Britos, Fabricio Caiazza, Javier Garca Alfaro, JuanPablo Surez, Julin Roldn

    Copie este libro!

    Los artculos y las ilustraciones de este libro se distribuyen bajo una LicenciaCreative Commons by-sa Argentina 2.5

    ht t p :/ / c reativec ommons .org/ l ic ens es / b y-sa/ 2 .5 / ar/

    Pueden ser copiados, distribuidos y modificados bajo la condicin de reconocer alos autores y mantener esta licencia para las obras derivadas.

    Busaniche, Beatriz

    Argentina copyleft: la crisis del modelo de derecho de autor y las prcticaspara democratizar la cultura / Beatriz Busaniche; con prlogo de MichaelAlvarez Kalverkamp.

    1a ed. - Villa Allende: Fundacin Va Libre, 2010. 172 p. : il.; 24x16 cm.

    ISBN 978-987-22486-7-3

    1. Derechos de Autor. 2. Propiedad Intelectual. I. Alvarez Kalverkamp,Michael, prolog. II. Ttulo CDD 346.048

  • 8/8/2019 arcopy

    8/171

    Indice

    Organizaciones editorasOrganizaciones participantesAutores participantesPrlogo, por Michael Alvarez KalverkampIntroduccin, por Beatriz Busaniche

    PRIMERA PARTE

    Beatriz Busaniche

    La regulacin argentina: comentarios sobre la Ley de Propiedad Intelectual11.723

    Lila Pagola

    Efecto copyleft avant la lettre: o cmo explicar el copyleft donde todos lopracticamosHoracio Potel

    Las miserias contra la filosofa

    Ana Mara Sanllorenti y Luca Pelaya

    Las amenazas a la misin de las Bibliotecas y la legislacin de derecho deautor en Argentina

    Beatriz Busaniche

    La privatizacin del dominio pblico

    Alejandro Mizzoni, Daniel Cantarn y Evelin Heidel

    Los esbirros del copyright y la comunidad acadmica. El Caso BiblioFyLFederico Heinz

    Software vs. Copyright

    Patricio Lorente

    Copyright y redes P2P: El cielo o el infierno de los creadores?

    Juan Pablo Surez

    Instituto Nacional del Libro: velar por las restricciones

    Federico Heinz

    De libros electrnicos, agua seca y otras quimeras

    Evelin Heidel

    Cunto cuesta tu educacin gratuita?

    SEGUNDA PARTE

    Federico Heinz

    Software Libre: la revolucin constructiva

    Mara Eugenia Nuez, Javier Castrillo, Beatriz Busaniche

    Aprender en libertad

    Pablo Vannini

    Software Social

    Roberto Fiadone

    Comunidades que construyen conocimiento libre

    Gabriel Acquistapace

    Turbulencias en la nube

    911152125

    31

    35

    45

    51

    59

    67

    75

    81

    87

    95

    99

    109

    113

    117

    123

    129

  • 8/8/2019 arcopy

    9/171

    Nicols Echniz

    BuenosAiresLibre: Libertad, capa 1

    Marilina Winik

    Ediciones Copyleft

    Paula Castello y Santiago Marino

    La osada de pensar distintoSebastin Vzquez

    Traficando Futuro: Cultura Libre y Comunicacin Alternativa

    Beatriz Busaniche y Evelin Heidel

    A modo de eplogo: propuestas de cara al futuro

    137

    143

    151

    159

    165

  • 8/8/2019 arcopy

    10/171

    Organizacioneseditoras

    Fundacin Va Libre

    Fundacin Va Libre es una organizacin sin fines de lucroradicada en Crdoba, Argentina. Desde el ao 2000 trabaja en di-fusin del conocimiento y desarrollo sustentable, a partir de lospostulados del movimiento global de software libre. Va Libre tra-baja en defensa de la libertad y los derechos ciudadanos en elmarco de la inclusin de las nuevas tecnologas de informacin ycomunicacin en nuestra vida cotidiana.

    ht t p :/ / www.vial ib re.org .ar

    Fundacin Heinrich Bll

    La Fundacin Heinrich Bll es una fundacin poltica alema-na sin nimo de lucro, cercana al partido Alianza 90/Los Verdes.Con el fin de incentivar la promocin de ideas democrticas, laparticipacin ciudadana y el entendimiento internacional, su tra-bajo se centra en fomentar los valores polticos de la ecologa y el

    desarrollo sustentable, los derechos de las mujeres y la democra-cia de gnero, democracia y ciudadana, diversidad de medios yla formacin de una opinin pblica crtica, integracin econmi-ca, globalizacin y re-regulacin. Adems, la Fundacin HeinrichBll promueve el arte y la cultura, la ciencia, la investigacin y eldesarrollo internacional. Su trabajo se basa en ecologa, democra-cia, solidaridad y no violencia como valores polticos fundamen-tales.

    ht t p :/ / www.b oell .c l

  • 8/8/2019 arcopy

    11/171

  • 8/8/2019 arcopy

    12/171

    Organizacionesparticipantes

    ABGRA

    La Asociacin de Bibliotecarios Graduados de la RepblicaArgentina naci en 1953 con la finalidad de imprimir un carcterdinmico al movimiento bibliotecario nacional, lograr mayor in-

    sercin y reconocimiento social de la labor de los bibliotecarios ypromover el papel fundamental que cumplen las bibliotecas ensu carcter de instituciones depositarias del conocimiento de lahumanidad. En 1960 la Secretara de Trabajo y Previsin leotorg la Personera Gremial N 354/60 y en el ao 1968 la Inspec-cin General de Justicia, la Personera Jurdica N 678/68. ABGRAcuenta con una comisin especialmente dedicada a la PropiedadIntelectual, desde la cual bregan por excepciones y limitacionesal Copyright para que las bibliotecas puedan ejercer su rol socialde acceso a la informacin.

    ht t p :/ / www.ab g ra.org .ar

    AMARC ALC

    Asociacin Mundial de Radios Comunitarias (AMARC) Argen-tina. AMARC es una red protagonizada por las radios, centros deproduccin y televisoras comunitarias que la integran. Una red

    para profundizar la concepcin y el papel de las radios comunita-rias como espacios de ejercicio de la libertad de expresin, el de-recho a la comunicacin y el pluralismo, para facilitar lacooperacin y el intercambio; y para ampliar la participacin ciu-dadana y la vida democrtica de nuestras sociedades.

  • 8/8/2019 arcopy

    13/171

    BuenosAiresLibre

    BuenosAiresLibre es una red digital comunitaria emplazada en laciudad de Buenos Aires y sus alrededores, cuyo objetivo principal con-siste en crear una red de datos administrada y sostenida por los propiosvecinos de la ciudad que permita la comunicacin independiente y librede proveedores privados.

    ht t p :/ / www.b uenos aires l ib re.org

    Colectivo La Tribu

    La Tribu es un proyecto de comunicacin alternativa de la ciudadde Buenos Aires. Desde hace 20 aos es una radio, un espacio cultural,un centro de capacitacin. Es integrante de AMARC -Asociacin Mundialde Radios Comunitarias- y de ALER -Asociacin Latinoamericana deEducacin Radiofnica-.

    ht t p :/ / www.f mlat rib u.c om

    Escuela San Cayetano

    La Escuela de Oficios San Cayetano, ubicada en Carapachay, Provin-cia de Buenos Aires, es una de las subsedes del Centro de FormacinProfesional N 401 de Vicente Lpez. Creada en 1993, ofrece cursos gra-tuitos con ttulo oficial en diversas especialidades y oficios. Desde el ao1998 usa software libre y desde 2006 lo utiliza de manera exclusiva entoda la currcula, la administracin e infaestructura, siendo una institu-cin pionera en la educacin pblica en la adopcin de software libre ysu paradigma en el proyecto institucional.

    ht t p :/ / www.s anc ayet ano.es c .ed u.ar

    Feria del Libro Independiente y Autogestiva

    La FLIA (Feria del Libro Independiente y Autogestiva) surge en2006 como articulacin de un grupo de escritores y editores que ya sehaban encontrado en una contraferia en la puerta de la Feria Interna-cional del Libro de la Ciudad de Buenos Aires. Desde all empezaron apensar un espacio nuevo desde la lgica de la proposicin y armaronuna feria con dos principios: gratuidad en el ingreso y libertad de pues-

    tos. En las distintas ferias adems de libros hay un espacio de lectura yrecitado, proyecciones, talleres, charlas y debates, artes visuales dondese exhiben obras de artistas emergentes. La FLIA se organiza en asam-bleas horizontales siempre abiertas a la participacin, en espacios enconflicto (fbricas recuperadas, universidades pblicas, asambleas ba-rriales) sin auspicios (ni del estado ni de empresas privadas) y sin dine-

  • 8/8/2019 arcopy

    14/171

    ro (no mecenazgo). En mayo de 2010, luego de cinco aos de FLIAs, yaexiste una red de ferias de libros independientes en ms de diez provin-cias argentinas y la voluntad de extenderla por toda Amrica Latina conuna propuesta sencilla: el encuentro e intercambio entre pares.

    ht t p :/ / www.f l ia.org .ar

    Cooperativa de Trabajo Gcoop Ltda.

    Gcoop es una cooperativa de trabajo que desarrolla e implementasoftware libre. Fundada por activistas del movimiento de software libre,la cooperativa trabaja en resolver, de forma conjunta, una necesidadhumana: trabajar, en un sentido amplio, a partir del concepto de trabajocomo momento creativo y productivo bsico de las personas y comoproceso central en la sociedad.

    ht t p :/ / www.g c oop .c oop

    Gleducar

    Gleducar es una comunidad de docentes, estudiantes, tcnicos y ac-tivistas vinculados a la educacin y al software libre agrupados comoOrganizacin Civil sin fines de lucro. Trabaja desde el ao 2002 en pro-yectos vinculados a la adopcin de software libre en el aula, la produc-

    cin de materiales educativos libres, la asistencia a docentes interesadosen utilizar software libre y en apoyo a polticas pblicas de uso de soft-ware libre en educacin.

    ht t p :/ / www.g led uc ar.org .ar

    Iconoclasistas

    Iconoclasistas, laboratorio de comunicacin y recursos contrahe-

    gemnicos. Genera recursos grficos orientados a establecer rupturasen las significaciones dominantes como forma de resistencia e influen-cia en el imaginario social y como propuesta de cambio y transforma-cin. En los ltimos aos han creado impresos que abordanproblemticas sociales y que fueron difundidos en peridicos y revistasde distintas partes del mundo. Muchos de estos materiales dieron pie ala creacin de muestras itinerantes. Desde el 2008 estn viajando porArgentina y pases limtrofes para realizar talleres de cartografa colec-tiva con movimientos sociales, artistas, periodistas, estudiantes y docen-tes. Todo el material tiene libre circulacin y puede bajarse de:

    ht t p :/ / www.ic onoc las is t as .c om.ar

    Contactos cotidianos en:

    ht t p :/ / www.f ac eb ook .c om/ iconoc las is t asic onoc las is t as @g mail .c om

  • 8/8/2019 arcopy

    15/171

    Not Made In China

    Not Made in China es una cooperativa de diseo libre. Una platafor-ma de intercambio de objetos y contacto entre personas que se desarro-lla por fuera de una lgica de "mercado" o servicio de diseo.

    ht t p :/ / www.not mad einc hina.c om.ar

    Proyecto Nmade

    Nmade se propone como una interfase entre artistas y software li-bre, que busca facilitar, traducir y "customizar" procesos de migracin.Un proyecto para compartir experiencias, hallazgos, problemas y refle-xiones alrededor del uso de software libre en el mundo del arte y el di-seo.

    ht t p :/ / www.nomad e.org .ar

    USLA (Usuarios de software libre de Argentina)

    USLA es una organizacin de carcter nacional dedicada a la pro-mocin del software libre y la integracin de grupos de usuarios de todoel pas. Tiene su origen en LUGAr (GNU/Linux User Group Argentina) amediados de la dcada de 1990. En la actualidad USLA mantiene de for-ma colaborativa la infraestructura de gran parte de las comunidades desoftware libre y cultura libre de Argentina.

    ht t p :/ / www.us la.org .ar

    Wikimedia Argentina

    Wikimedia Argentina es una asociacin civil sin fines de lucro fun-dada en 2007 en la ciudad de Buenos Aires, reconocida a nivel interna-cional como Captulo local de la Fundacin Wikimedia, organizacinradicada en los EE.UU. que sostiene los proyectos de construccin cola-borativa como Wikipedia, Wikimedia Commons, Wikinoticias,Wikisources, entre otros.

    ht t p :/ / www.wik imed ia.org .ar

  • 8/8/2019 arcopy

    16/171

    Autores participantes

    Gabriel Acquistapace

    Gabriel Acquistapace se dedica a la implementacin de siste-mas basados en Software Libre. Participa en la coordinacin deUSLA (Usuarios de Software Libre de Argentina), es miembro delgrupo de organizacin de CaFeLUG (Grupo de Usuarios deSoftware Libre de Capital Federal) y del proyecto Bue-nosAiresLibre. Adems es miembro del Grupo de Usuarios deSoftware Libre de la Universidad Tecnolgica Nacional (GnUTN),participa en proyectos de la Fundacin Va Libre, es vocal titularde la Asociacin Civil Gleducar y socio fundador y vocal suplenteen la Asociacin Civil Wikimedia Argentina.

    Luis Britos

    Naci en 1966 en Portea, provincia de Crdoba, Argentina.Curs artes plsticas en la Escuela de Bellas Artes Dr. Figueroa Al-corta, y desde el ao 1991 participa en el espacio de arte Casa 13de la ciudad de Crdoba. Actualmente cursa Comunicacin Social

    en la Escuela de Ciencias de la Informacin de la Universidad Na-cional de Crdoba.

    Beatriz Busaniche

    Es Licenciada en Comunicacin Social graduada de la Uni-versidad Nacional de Rosario, actualmente cursa la Maestra enPropiedad Intelectual en FLACSO sede Argentina, y es docente de

    la carrera de Ciencias de la Comunicacin en la Facultad de Cien-cias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Trabajapara la Fundacin Va Libre, desde donde promueve los debatessobre software libre, acceso al conocimiento y otros temas vin-culados a los impactos sociales del uso de nuevas tecnologas enla vida cotidiana. En Va Libre se ocupa de la comunicacin

  • 8/8/2019 arcopy

    17/171

    institucional, la coordinacin de campaas y proyectos as como de laedicin de publicaciones. Es miembro fundadora de WikimediaArgentina y asidua contribuyente a Wikipedia en espaol y Commons.

    ht t p :/ / www.b ea.org .ar

    Fabricio Caiazza (faca)

    Es Licenciado en Bellas Artes graduado de la Universidad Nacionalde Rosario. Explora las relaciones entre el mundo fsico y las comunida-des online, trabajando colaborativamente con otros artistas, tcnicos yactivistas culturales. Form parte del colectivo Planeta X, donde articulproyectos con arte y tecnologas. Desde 2005 disea plataformas para elintercambio de experiencias estticas y colaborativas.

    ht t p :/ / www.f ab ric ioc aiaz z a.c om.ar

    Daniel Cantarn

    Programador y estudiante de Letras de la Facultad de Filosofa yLetras de la Universidad de Buenos Aires.

    Paula Castello

    Integrante de FM La Tribu, radio alternativa que forma parte de laAsociacin Mundial de Radios Comunitarias (AMARC). Coordinadora dePublicaciones e integrante de la Oficina Regional de AMARC AmricaLatina y Caribe (AMARC ALC). Estudiante de Ciencias de la Comunica-cin en la Universidad de Buenos Aires.

    Javier Castrillo

    Javier Castrillo es docente de la rama de Formacin Profesionaldesde el ao 1993. Es coordinador de la Escuela de Oficios San Cayetanode Carapachay, Provincia de Buenos Aires. All trabaja desde la perspec-tiva del Software Libre y la Educacin Popular.

    Nicols Echniz

    Activista "de este lado", al que define como: "convergencia por lamaterializacin de un nuevo paradigma basado en la libertad construi-da entre pares". Programador, msico, permacultor, autodidacta. Parti-cip y participa de variados proyectos comunitarios y cooperativosentre los que destacan BuenosAiresLibre, comunidad rural Chobita, coo-perativa de trabajo COTTIC, proyecto de msica colaborativa RedPanal,

  • 8/8/2019 arcopy

    18/171

    sistema local de intercambio ProyectoMutuo y la organizacinCdigoSur.

    Roberto Fiadone

    Roberto Fiadone es Licenciado en Matemtica (UBA) y asiduo con-tribuyente a la Wikipedia en espaol y a Commons. Desde 2007 esmiembro fundador y tesorero de la Asociacin Civil Wikimedia Argen-tina.

    Javier Garca Alfaro

    Es licenciado en Comunicacin Social e integra la Cooperativa LaMasa que produce el diario digital redaccionrosario.com. Colabora conorganizaciones sociales, sindicales y polticas en cuestiones de comuni-cacin. Forma parte del colectivo Planeta X y es miembro del Grupo deUsuarios de Software Libre de Rosario (Lugro). Tambin hace de editor,diseador grfico y fotgrafo en el mensuario El Eslabn.

    Evelin Heidel

    Estudiante de Letras de la Facultad de Filosofa y Letras, Universi-dad de Buenos Aires. Colabora regularmente con la Fundacin VaLibre.

    Federico Heinz

    Es programador de computadoras, dedicado a la defensa y difusindel software libre desde mediados de la dcada del 90'. Es fundador ypresidente de la Fundacin Va Libre y vocero oficial del proyecto GNU.

    ht t p :/ / www.vial ib re.org .ar

    Patricio Lorente

    Patricio Lorente trabaja como Prosecretario de Bienestar Estudian-til de la Universidad Nacional de La Plata. Es Wikipedista desde 2005,donde fue electo bibliotecario de la edicin en espaol. Desde 2007 pre-side Wikimedia Argentina, captulo oficial de Wikimedia Foundation.

    ht t p :/ / www.p at ric iolorent e.c om.ar/

  • 8/8/2019 arcopy

    19/171

    Santiago Marino

    Magster en Comunicacin y Cultura y Licenciado en Ciencias de laComunicacin de la Universidad de Buenos Aires. Docente e investiga-dor de la UBA y la Universidad Nacional de Quilmes. Coordinador

    Acadmico de la Maestra en Industrias Culturales de la misma casa deestudios.

    Alejandro Mizzoni

    Estudiante de Historia de la Facultad de Filosofa y Letras de la Uni-versidad de Buenos Aires.

    Mara Eugenia Nuez

    Docente nacida en San Salvador de Jujuy, actualmente radicada enBuenos Aires. Se desempea como maestra de grado y Coordinadora Es-colar de Tecnologas en la Escuela Nro. 6 D.E. 6 "Dr. Guillermo Correa"de la Ciudad de Buenos Aires. Participa como Secretaria en la ComisinDirectiva de la Asociacin Civil Gleducar y es miembro del Grupo deUsuarios de Software Libre de Capital Federal (CaFeLUG).

    Lila Pagola

    Artista visual, docente universitaria en diseo y fotografa y activis-ta de software y cultura libre. Formada en artes visuales (fotografa1993, grabado 1998), desde 1995 experimenta con recursos interactivosdigitales. Desde 2004 participa activamente de la comunidad de softwa-re libre de Argentina, en diversos proyectos vinculados al diseo, al artey a la cuestin de gnero.

    ht t p :/ / www.nomad e.org .ar

    Luca Pelaya / Ana Sanllorenti

    Luca Pelaya y Ana Sanllorenti son Bibliotecarias, miembros de laSubcomisin de Propiedad Intelectual, Acceso a la Informacin y Liber-tad de Expresin de la Asociacin de Bibliotecarios Graduados de laRepblica Argentina (ABGRA).

  • 8/8/2019 arcopy

    20/171

  • 8/8/2019 arcopy

    21/171

    Marilina Winik

    Marilina Winik es Licenciada en Sociologa de la UBA, Maestranda

    en Comunicacin y Cultura, y desde el 2001 forma parte de diversos pro-yectos culturales y acadmicos, entre los que se destacan )el asunto(, ini-ciativa dedicada a la produccin, difusin y distribucin de librosautogestivos. En el marco de la FLIA, trabaja desde el armado de en-cuentros y charlas, y desde 2006 forma parte del equipo de investiga-cin sobre "Internet, Cultura Digital y Contrahegemona: nuevas formasde intervencin militante" en el Instituto Gino Germani, Facultad deCiencias Sociales de la UBA, donde es becaria de investigacin.

  • 8/8/2019 arcopy

    22/171

    PrlogoMichael Alvarez Kalverkamp*

    Casi ya un lugar comn, el 2001 - como punto culminante deun proceso continuo de deterioro socioeconmico y de la gober-nabilidad democrtica desde al menos principios de los 70- signi-fic no slo un derrumbe poltico y socioeconmico sinprecedentes en la complicada y dolorosa historia reciente deArgentina, sino tambin una reorientacin del sistema de coorde-nadas poltico-sociales de la mayora de sus ciudadanos. Mientrasque la dcada de recuperacin de la democracia en los 80, consi-gui establecer al menos una prctica democrtica formal (comola celebracin regular de elecciones, el cambio de gobierno y unfuncionamiento de los distintos poderes del Estado) como un hitoirrevocable y claramente consensuado, las polticas de Estado enlos noventa con su orientacin privatizadora y desestatizanteahondaron la profunda segregacin social y exclusin de unagran mayora de la ciudadana. Por lo general, es poco conocidoen Europa hasta dnde lleg el afn de privatizar, reducir y hastadesprestigiar no slo al Estado y sus instituciones como un instru-mento democrticamente legitimado de construccin societal ydesarrollo sociopoltico, sino el concepto de lo pblico en untermino ms general, desde el remate de todos los activos delEstado y la desarticulacin de polticas pblicas como tales hastael casi estratgico descuido de los sistemas de educacin pblica,de salud y previsional y una individualizacin canbal.

    Sorprendentes (o no?) en consecuencia las reacciones y es-trategias de los argentinos a la hora de superar la hecatombe,desde las experiencias ms bien comunitarias como autoorgani-zacin y reivindicacin organizada (piqueteros), trueques y em-presas recuperadas en los estratos ms castigados hasta la

    desesperada reaccin de la clase media autodefinida como tal

    yano econmicamente- de sumergirse en un redescubrimiento deuna identidad definida ya no por artculos importados de Miamio Europa, sino por su educacin, su conocimiento y sus prcticasculturales, casi olvidadas en medio de una dcada vertiginosa deconsumismo material e intelectual superficial y frivolizado.

  • 8/8/2019 arcopy

    23/171

    | ARGENTINA COPYLEFT

    22

    Hablando en trminos generales, esa experiencia de redescubrir noslo el espacio pblico para la articulacin poltica (en las manifestacio-nes), sino lo pblico y sin fines de lucro, como por ejemplo instalacio-nes e instituciones educativas y culturales para una articulacinidentitaria resalt en la percepcin general de la vinculacin entre co-nocimiento y educacin por un lado, y la capacidad de articulacin y

    reivindicacin poltica y progreso socioeconmico por el otro. Asimis-mo, qued revalorizado hasta tal punto el concepto de educacin pbli-ca que hoy en da ni siquiera las fuerzas polticas ms atvicas seatreveran a postular pblicamente el desmantelamiento de la educa-cin pblica, sobre todo por ser sta la herramienta fundamental de lamovilidad social que constituy histricamente un sello distintivo e in-deleble de identidad, sobre todo de la clase media argentina.

    Si bien una cosa suelen ser los dichos y otra los hechos, en este con-texto es perceptible una recuperacin de la educacin pblica y gratuitadesde el Estado con una poltica de apoyo a la institucionalidad de laeducacin pblica, dentro de un marco presupuestario bastante ajusta-do por otras prioridades y, dicho sea de paso, por la falta de una refor-ma tributaria hacia un sistema ms amplio, progresivo y con eso justo.En los ltimos aos post 2001, el gasto pblico en educacin volvi a cre-cer hasta casi alcanzar el nivel porcentual del PBI de los pases desarro-llados; las universidades nacionales por ejemplo reciben en el 2010,segn datos del Ministerio de Economa, ms de 10 mil millones de pe-sos en transferencias. Ms all de las falencias persistentes, en parte de-bidas a la federalizacin de la educacin, hay que constatar que almenos las polticas nacionales estn orientadas a aumentar cantidad ycalidad tanto como accesibilidad a la educacin en todos los niveles, yque estn articuladas con otras iniciativas y programas: por ejemplo conel programa de la asignacin universal por hijo, que por primera vezvincula un apoyo econmico universal para los sectores de ms bajos in-gresos a la asistencia escolar y sanitaria, apuntando as a reducir el ele-vado grado de desercin o abandono escolar.

    Es decir, aunque sea discutible si suficiente o no, al menos s hayuna respuesta del Estado a un requerimiento de la sociedad por un ma-yor y gratuito/libre acceso a la educacin y al conocimiento, aumentan-

    do la igualdad de oportunidades. En primer lugar, porque constituyenun derecho establecido en la constitucin argentina y adems, una he-rramienta fundamental para el progreso socioeconmico y con eso parala superacin de la pobreza y exclusin socioeconmica histrica delpas. La garanta como el derecho humano a la educacin (y por lo tantoal conocimiento), afirmado en la constitucin argentina y por tratadosinternacionales ratificados por el pas como del derecho a la inclusinsocioeconmica, son pilares fundamentales, sino constituyentes, de unademocracia que quiera merecer ese nombre, y se sobreentiende que noslo en Argentina. Y no son transables por la garanta formal de los de-

    rechos polticos, porque el ejercicio pleno e igualitario de estos se difi-cultan o directamente son imposibles para aquellos sectores de lasociedad que no disponen ni de los medios econmicos ni de los conoci-mientos que les permitan formar y expresar sus opiniones y posicionescomo ciudadanos activos y partcipes de los procesos democrticos desu pas.

  • 8/8/2019 arcopy

    24/171

  • 8/8/2019 arcopy

    25/171

    | ARGENTINA COPYLEFT

    24

    sociedades, y muy probablemente de una reflexin ms profunda desdela sociedad civil y el Estado sobre los lmites necesarios.

    Argentina, en el contexto regional y a pesar de la crisis, sigue sien-do uno de los pases con mayores y mejores ndices de formacin y co-nocimiento en todos los niveles, lo que es una precondicin crucial para

    la implementacin de una estrategia nacional que apuntara a superarla dependencia de sectores primarios y devastadores medioambientaly socialmente- como la agroindustria y minera y quisiera aterrizar fi-nalmente en la sociedad del conocimiento del siglo XXI con una baseeconmica-industrial, social y poltica diversificada y adaptada a los de-safos de la globalizacin y del cambio climtico. No obstante, hoy en dael conocimiento no es producto solamente de un sistema educativo p-blico adecuado y adaptado, sino mucho ms el resultado de un inter-cambio y una interactuacin continua y horizontal del saber entrediversos agentes y actores como expresin propia de un proceso de de-mocratizacin. Por eso, una estrategia pblica o estatal debera de teneren cuenta estas nuevas dinmicas y herramientas y no impedirlas o en-torpecerlas, sino buscar un nuevo equilibrio entre los distintos derechosen disputa desde una perspectiva orientada a fortalecer las oportunida-des democrticas -la buena noticia es que al parecer en un crculo cre-ciente de actores de la sociedad civil y del espectro poltico argentinohay una mayor concientizacin sobre estas necesidades.

    Con ocasin de la presencia especial de la Argentina en la feria dellibro 2010 de la ciudad alemana de Francfurt, la presente publicacin,un proyecto editorial conjunto de la Fundacin Va Libre y la Fundacin

    Heinrich Bll Cono Sur, apunta a ofrecer a modo de insumo para el de-bate- un acercamiento a esta relacin al menos compleja, sino complica-da, entre una prctica legal de derechos de autor sumamente restrictivay el acceso al conocimiento y a las herramientas educativas como ele-mento fundamental para el desarrollo y el fortalecimiento de una demo-cracia ms participativa y socialmente incluyente.

    Agradecemos a la Fundacin Va Libre, y especialmente a BeatrizBusaniche, el excelente e intenso trabajo editorial y organizativo, y so-bre todo no es cosa menor- la afinidad de ideas y visiones.

    * Michael Alvarez KalverkampDirector de la Oficina Cono SurFundacin Heinrich Bll

  • 8/8/2019 arcopy

    26/171

    IntroduccinBeatriz Busaniche*

    El informe 2010 de Consumers International[1] indica queArgentina es el sexto pas del mundo en el rnking de las legisla-ciones de derechos de autor ms restrictivas. Despus de la re-ciente modificacin de la ley chilena, Argentina pas a ser el pascon la peor norma de Amrica Latina, seguido por Brasil que esten proceso de debate y modificacin de su ley.

    Una investigacin realizada por la Organizacin Mundial dela Propiedad Intelectual (OMPI) da cuenta de que slo 21 pasesentre aquellos que cuentan con regulaciones de derecho de autorno otorgan excepciones para el trabajo de las bibliotecas: entreellos se encuentra Argentina[2].

    Argentina no tiene excepciones a bibliotecas que permitan elacceso a la informacin y el conocimiento, no tiene excepcioneseducativas que permitan un ejercicio pleno del derecho a la edu-cacin, no cuenta con clusulas de uso justo que faciliten la paro-dia o la obra derivada, la cita est slo permitida con finesdidcticos y hasta 1.000 palabras u 8 compases. En Argentina, lacopia privada tambin cae entre las conductas penalizadas si serealizan sin permiso del autor. El pasaje de un CD a un MP3 parallevar la msica de forma ms cmoda, la fotocopia de algunoscaptulos de un libro para subrayarlo, trasladarlo o slo estudiar;

    la compaginacin de una serie de canciones para compartir conalguien, la grabacin y cambio de formato de una produccin au-diovisual, el mash up, el remix, son conductas consideradas cri-minales, y violarlas conlleva una sancin penal. A esto se sumaque sucesivas leyes de promocin del libro y la lectura van exac-tamente en el sentido contrario de su ttulo: son leyes de fomentode la industria editorial que les dan poderes de litigio para soste-ner y profundizar las restricciones.

    Como si esto fuera poco, Argentina tambin carece de domi-nio pblico pleno, ya que una vez vencidos los plazos de monopo-lio privado sobre las obras, estas ingresan a lo que se denominadominio pblico pagante u oneroso. Esto significa que ya no hacefalta pedir permiso, pero an as hay que pagar por el uso y re-distribucin de las obras.

  • 8/8/2019 arcopy

    27/171

    | ARGENTINA COPYLEFT

    26

    El peor de los escenarios es la falta de debate pblico en relacin aestas problemticas. Las leyes vinculadas a los derechos culturales tie-nen poca o nula discusin pblica, y cuando la hay, slo se convoca a laspartes interesadas en profundizar los sistemas restrictivos, en par-ticular, a las gestoras colectivas de derechos de autor. Muchas veces, es-tas gestoras que representan intereses corporativos son representadas

    ante el pblico por figuras relevantes de la cultura popular nacional.Entonces, quin se atrevera a discutir?.

    La compleja situacin se completa con una falta de conocimientoprofundo en la materia, en paralelo a la falta de debate siempre va de lamano la falta de formacin, de anlisis, de estudio de las consecuenciassociales de leyes restrictivas. En Argentina, el anlisis de estos temasest pendiente en el mundo acadmico y ausente completamente delcampo de la poltica.

    Como si esto no fuera suficiente, se suma la idea de que una ley que

    todos violan no hace ningn dao. Esto parece cierto, y lo es, en la medi-da en que es comn encontrar puestos de top manta en cualquier esta-cin de subterrneos de Buenos Aires o en cualquier parque, en lugarespblicos. Es comn, es costumbre violar la ley. Pero esta costumbrecolapsa cuando aparecen las primeras intimaciones, los juicios y lasamenazas.

    Las leyes son y deben ser, emergentes de las prcticas sociales de sutiempo. En este tiempo, la prctica social nos lleva irremediablemente aun modelo donde compartir no debe ser delito y donde se debe reivindi-car el derecho al acceso y goce de la cultura como lo que es, un derecho

    inalienable, un derecho bsico, un derecho esencial.

    El debate

    Contrariamente a lo que sucedi en Chile, que recientemente modi-fic su ley para incluir excepciones y limitaciones ms amplias al dere-cho de autor, y a lo que sucede en Brasil, que tiene en su haber un largodebate vinculado al tema y un proyecto de modificacin de la ley que

    sentar un precedente internacional fundamental una vez aprobado,Argentina no tiene este tema en la agenda pblica. Es un tema que nointeresa al poder poltico ni a los legisladores, y que el pblico masivodesconoce ampliamente. Ocurre que, tal como explica Lila Pagola en es-te mismo libro, un enorme nmero de personas en Argentina copian, re-producen y violan la ley sin tener conciencia de ello ni mayoresconsecuencias por hacerlo, y as, cambiar la ley no parece prioritario.Pero como ignorar la ley no puede jams ser justificativo de su desobe-diencia, en algunos casos la ley se aplica y se aplica a discrecin: el casodel profesor Horacio Potel, del cual da cuenta este libro, es un ejemplo

    concreto. Existen otras consecuencias de mantener una ley injusta, en lamedida en que genera problemas para amplios sectores de la poblacin.Estudiantes y docentes que no pueden acceder a los materiales educati-vos, convenios firmados por universidades pblicas con centros de ges-tin reprogrfica, escuelas con software privativo e ilegal en susmquinas, son algunos de los actores afectados por esta ley. Por otra

  • 8/8/2019 arcopy

    28/171

    27

    INTRODUCCIN|

    parte, los fondos que recaudan las gestoras colectivas de derecho de au-tor sin ningn tipo de control pblico y las cartas intimidatorias de laONG Software Legal y de las gestoras de derechos, son otro ejemplo desituaciones indeseadas que enfrenta nuestro pas.

    Un lado menos visible pero igual de importante es el problema de

    las obras hurfanas, enormes colecciones de cultura del siglo XX que pa-sarn al olvido si no se recuperan de alguna forma. Otros problemas, co-mo el que enfrentan los msicos y artistas nuevos para abrirse paso enun mercado altamente concentrado, vuelve obsoleto el sentido de la ley,en tanto no los defiende de los abusos cometidos por las industrias cul-turales ni por las sociedades gestoras de derechos; los artistas de largatrayectoria y reconocidos socialmente, por otra parte, se ven privadosde acceder a sus obras descatalogadas, cubiertas por contratos leoninosy controladas exclusivamente por la industria del entretenimiento. Porsi esto fuera poco, el trabajo de las bibliotecas y las universidades pbli-cas, se ve entorpecido, relegado a la ilegalidad por una ley que fue escri-ta en 1933 y pensada para otro momento de la historia y la tecnologa.

    Pero este libro no slo se dedica a criticar y a poner en tela de juiciola justicia de una ley como esta. Tambin da cuenta de aquellos proyec-tos que, a pesar de la prohibicin generalizada de compartir, producencultura, obras, programas de computadora, libros, diseos, pedagoga,en condiciones de libertad. Este libro est inspirado por esos proyectos,procesos, estrategias de aquellos que consideran la produccin culturalen un sentido amplio y bregan por una democratizacin de la cultura yel conocimiento y para eso trabajan en iniciativas tan dismiles como la

    Wikipedia y el Software Libre, las bibliotecas pblicas y populares, lasredes libres, la msica y el diseo, la comunicacin alternativa, la edu-cacin y la produccin editorial bajo el principio de que el conocimientoy la informacin deben circular libremente.

    Hace algunos aos, Eben Moglen, uno de los principales referentesde la comunidad de Software Libre, planteaba que la lucha por la liber-tad de expresin en nuestro tiempo se estructura en cuatro aspectosfundamentales: el hardware libre, el software libre, la cultura libre y elespectro radioelctrico libre. Estos cuatro aspectos que hacen a la comu-nicacin en la era digital estn de algn modo cubiertos en las propues-

    tas de esta convergencia por la cultura libre que tratamos de construir.Se trata, ni ms ni menos, que de la democratizacin de las herramien-tas de nuestro tiempo, la libertad y la participacin en la cultura y elejercicio pleno del derecho a la comunicacin y a la educacin.

    Este libro es fruto del trabajo de un colectivo amplio y dismil, quepretende dar cuenta de la necesidad de cambiar el actual sistema de de-rechos de autor, y lo hace a travs de la prctica concreta de compartircultura y conocimiento. Pablo Ares, Gabriel Acquistapace, Luis Britos,Fabricio Caiazza (faca), Daniel Cantarn, Paula Castello, Javier Castrillo,Nicols Echniz, Roberto Fiadone, Javier Garca Alfaro, Evelin Heidel,Federico Heinz, Patricio Lorente, Santiago Marino, Alejandro Mizzoni,Mara Eugenia Nuez, Lila Pagola, Luca Pelaya, Horacio Potel, JulinRoldn, Ana Mara Sanllorenti, Juan Pablo Surez, Pablo Vannini,Sebastin Vzquez, Marilina Winik, contribuyeron de diversas formas aeste libro y forman parte, ellos y los colectivos y organizaciones a las

  • 8/8/2019 arcopy

    29/171

    | ARGENTINA COPYLEFT

    28

    que pertenecen, de una convergencia y un debate que est en plenaconstruccin.

    Seguramente hay mucha gente y muchos otros proyectos que com-parten y trabajan en este mismo sentido; la seleccin de participantesha sido un recorte, que pese a pretender una diversidad amplia, segura-

    mente ha sido injusto con muchas otras personas y organizaciones quetrabajan en esta misma senda y no han sido incluidos en esta publica-cin. Con las limitaciones obvias, este libro es slo un paso ms paraconstruir este debate que consideramos urgente y necesario.

    Agradecemos a la Oficina Cono Sur de la Fundacin Heinrich Bllpor confiar en nuestro trabajo para dar vida a este debate y a la SedeCentral de la Fundacin en Berln por ayudarnos a diseminar este librode la mejor manera posible.

    Todo el material publicado aqu es de libre distribucin y fue nte-gramente realizado con software libre.

    Creemos con firmeza que compartir cultura es una accin socialimportante y aspiramos a que este libro fluya con fuerza por las redes yse realicen muchas copias y obras derivadas del mismo. Si tiene este li-bro entre sus manos o en la pantalla de su computadora, sepa que todossus derechos de lector estn preservados: queda rigurosamente permiti-da la reproduccin parcial o total por cualquier medio o procedimiento,comprendidos la reprografa y el tratamiento informtico y la distribu-cin de ejemplares mediante prstamo, escaneo, regalo, fotocopia y porsupuesto prstamo pblico. Copie este libro, se lo vamos a agradecer.

    Referencias

    * Beatriz Busaniche.Fundacin Va Libre

    1. http://a2knetwork.org/sites/default/files/IPWatchList-2010-SPAN.pdf

    2. Acompaan a nuestro pas en esta lamentable nmina: Burkina Faso,Burundi, Camern, Costa de Marfil, Guinea, Repblica rabe de Libia,Namibia, Repblica Democrtica del Congo, Senegal, Seychelles,Swazilandia, Togo, Iraq, Kuwait, Yemen, Brasil, Costa Rica, Hait y SanMarino. Chile estaba en ese grupo hasta el 2010, ao en que incorporexcepciones al copyright en beneficio de las bibliotecas.El estudio est disponible enhttp://www.wipo.int/edocs/mdocs/copyright/es/sccr_17/sccr_17_2.pdf

  • 8/8/2019 arcopy

    30/171

    | primera parte |

  • 8/8/2019 arcopy

    31/171

  • 8/8/2019 arcopy

    32/171

    La regulacinargentina:comentarios sobre laLey de Propiedad

    Intelectual 11.723Beatriz Busaniche*

    La ley de propiedad intelectual es una regulacin antigua,que data del ao 1933 y que se ocupa de las obras literarias,cientficas y artsticas. La normativa es, segn el observatorio de

    las leyes de propiedad intelectual de Consumers International,una de las peores normativas del mundo considerando el accesoa conocimiento y la cultura[1]. Contrariamente, el Informe Espe-cial 301 de la Oficina de Comercio de los EE.UU. indica que la leyes correcta, aunque detecta problemas en la observancia de lamisma.

    La ley 11.723 aprobada en 1933 lleg para reemplazar la an-terior regulacin en la materia en Argentina, la ley 7.092 de 1910,que fue el primer texto legislativo conocido en Argentina en ma-teria de derechos de autor. Hasta entonces, los litigios relaciona-dos se resolvan por aplicacin de la Constitucin Nacional y elCdigo Civil. La Constitucin Nacional es el antecedente directode la 11.723, ya que en su artculo 17 indica que todo autor o in-ventor es propietario exclusivo de su obra, invento o descubrimien-to por el trmino que le acuerde la ley.

    Inspirada en la clusula del progreso de los EE.UU., el prra-fo 8vo. del artculo 1ro. de la constitucin aprobada en 1787, laversin argentina no llega a fijar la prioridad como s lo hace laconstitucin de los EE.UU., donde se dota al Congreso de la potes-

    tad defomentar el progreso de la ciencia y las artes tiles, asegu-rando a los autores e inventores, por un tiempo limitado, el

    derecho exclusivo sobre sus respectivos escritos y descubrimien-tos. La clusula argentina omite el objetivo de promover las ar-tes y las ciencias tiles, y consagra el derecho de autor entrminos de propiedad.

  • 8/8/2019 arcopy

    33/171

    | ARGENTINA COPYLEFT

    32

    La ms sagrada, la ms personal de todas las propiedades, decaLe Chapelier en su informe que antecedi el decreto de enero de 1791por el cual la Asamblea Constituyente de la Revolucin Francesa con-sagr el derecho de los autores a la representacin pblica de sus obras.Durante buena parte del siglo XIX, principalmente en Francia y Alema-nia, el derecho de autor fue tratado como dominio y propiedad. Sin em-

    bargo, con el correr de los aos y la mayor profundidad tanto en ladoctrina como en la jurisprudencia, ese concepto fue objeto de numero-sos cuestionamientos, entre los que se pueden destacar que:

    la obra no es una cosa, por lo tanto el dominio que se ejerce sobreella es diferente del que se ejerce sobre una propiedad tangible;

    el derecho de autor nace del acto creativo de una obra, y no de lasformas clsicas de adquisicin del dominio de un bien tangible;

    el plazo de ejercicio del derecho monoplico es limitado en el tiem-po, no es ilimitado como en el sistema de propiedades materiales;

    el sistema de coautora es diferente del sistema de condominio;

    el derecho moral, propio del derecho de autor, no tiene contrapartealguna en el derecho de dominio y propiedad;

    no existe transferencia plena del derecho de autor, pues la obranunca deja de ser una obra de su autor, nunca abandona la esferade la personalidad de ste, independientemente de las enajenacio-nes que puedan producirse[2].

    En Alemania, a partir del pensamiento filosfico de Kant sobre el

    derecho de autor como derecho de la personalidad del creador, surgie-ron las tendencias dirigidas a reconocer lo que hoy se conoce como de-rechos morales, una tendencia que se plasm luego como doctrina

    judicial en Francia durante la primera mitad del siglo XIX.

    Surgen entonces otras teoras como la de los derechos sobre bienesinmateriales, encarnada por el belga Edmond Picard, quien argumentque se debe reconocer a los autores un derecho sui generis sobre susobras, de naturaleza real, dentro del gran nmero de los denominadosderechos reales[3].

    La ley argentina retoma estas teoras. En su proyecto de ley, el Se-nador Snchez Sorondo explicaba: la concepcin de la ley argentina, ascomo la de los proyectos que la reforman, es la de atribuir al derecho deautor las normas y conceptos de la propiedad del derecho comn, aunquecon algunas reservas y limitaciones derivadas de la naturaleza misma delderecho de autor[4]. As, el legislador toma las normas de origen es-paol y portugus y reivindica a su vez los derechos patrimoniales delos autores sobre las obras.

    La ley argentina tiene a su vez un fuerte hincapi en la proteccincentrada en la obra ms que en el titular de los derechos, en lo que se

    aproxima a la lgica de la common law, es decir, la vertiente delcopyright[5]. Pese a no tener un apartado especfico sobre derechos mo-rales, los mismos se desprenden de varios artculos de la norma argenti-na que tratan especialmente sobre la paternidad y la integridad de laobra.

  • 8/8/2019 arcopy

    34/171

    33

    LA REGULACIN ARGENTINA [...] |

    Con el correr de los aos prcticamente todas las legislaciones delmundo se han ido apartando de la concepcin del derecho de autor entanto propiedad, elemento que ha permanecido intacto en la ley argenti-na a pesar del paso de los aos, las sucesivas modificaciones y el cuestio-namiento sobre la pertinencia de ese concepto en el marco legal delderecho de autor. Esta concepcin sostenida desde 1933 hace de la ley

    argentina una ley nica en muchos sentidos, pero especialmente en susconcecuencias directas sobre la vida social y el acceso a la cultura.

    La ley indica adems que la propiedad intelectual se regir por lasdisposiciones del derecho comn (art. 12), con lo que se le confiere alos titulares todos los atributos del derecho de propiedad que no se en-cuentran limitados legislativamente.

    Aqu es donde radica la rigurosidad de la ley argentina, anacrnicaen la materia y nica como tal en el mundo. Un problema que se arras-tra desde la Constitucin Nacional y que hace en la ley 11.723 la cristali-

    zacin de una analoga perjudicial para la difusin y el goce de las artesy el conocimiento para la ciudadana. Es esta lgica la que nos obliga apensar en una actualizacin que sobrepase los meros retoques de arti-culado y que nos obliga a iniciar un debate amplio, completo y profundosobre la naturaleza jurdica del derecho de autor, la aplicacin de cadauno de estos conceptos en los tiempos que vivimos, la respuesta de estanorma centenaria a los desafos de las nuevas tecnologas y la necesidadurgente de replantear una modernizacin integral y completa de los sis-temas que regulan la forma en la cual producimos, intercambiamos yaccedemos a la cultura.

    El Pacto Internacional de Derechos Econmicos, Sociales y Cultura-les[6], que en Argentina tiene rango constitucional, otorga a todas laspersonas el derecho a la educacin y a la participacin en la vida cultu-ral. Tambin otorga derechos a los autores, pero en nada ese reconoci-miento se condice con lo que establece nuestra ley nacional. El pacto deDerechos Econmicos, Sociales y Culturales se atiene a brindar a los au-tores un reconocimiento que garantice su nivel de vida adecuado, locual no necesariamente implica otorgarles un monopolio de por vida so-bre sus obras[7].

    La Declaracin Universal de Derechos Humanos[8] hace lo propioen su artculo 27, al instaurar el derecho al libre goce de los beneficiosde las artes y las ciencias, as como el justo reconocimiento a autores einventores por sus contribuciones a la vida cultural. Estos tratados dancuenta de un equilibrio, donde las personas puedan gozar efectivamen-te de la vida cultural. Ese equilibrio se ha perdido en Argentina. Quienestratan de gozar libremente de las artes son declarados criminales y vi-ven bajo las amenazas de una ley que est radicalmente fuera de pocay merece una revisin amplia, profunda y general, que nos permitaconstruir un sistema de derechos de autor ms apropiado y justo para elejercicio pleno de nuestros derechos bsicos.

    Referencias

    *Fundacin Va Libre

    1. http://www.consumersinternational.org/Templates/Internal.asp?NodeID=101219&int1stParentNodeID=97418&int2ndParentNo-

  • 8/8/2019 arcopy

    35/171

    | ARGENTINA COPYLEFT

    34

    deID=97436&lc=2

    2. Lipszyc, Delia - Derechos de Autor y derechos conexos EdicionesUNESCO, CERLALC, Zavala. Edicin 2006.

    3. Emery, Miguel ngel. Propiedad Intelectual Editorial Astrea 4ta.Reimpresin 2009.

    4. Ibidem. Pg. 7.5. Ibidem. Pg. 8.

    6. http://www2.ohchr.org/spanish/law/cescr.htm

    7. 16. El perodo de proteccin de los intereses materiales en virtud delapartado c) del prrafo 1 del artculo 15 no debe por fuerza abarcar todala vida de un creador. El propsito de que los autores gocen de un nivelde vida adecuado puede lograrse tambin mediante pagos nicos o laconcesin al autor durante un perodo determinado del derecho exclusi-vo a explotar su produccin cientfica, literaria o artstica. En COMITDE DERECHOS ECONMICOS, SOCIALES Y CULTURALES. 35o perodo desesiones Ginebra, 7 a 25 de noviembre de 2005. OBSERVACIN GENERAL

    No 17 (2005) Adoptada el 21 de noviembre de 2005* Disponible en lneaen: http://portal.unesco.org/culture/es/fi-les/30545/11432108781Comment_sp.pdf/Comment_sp.pdf

    8. http://www.un.org/es/documents/udhr/index.shtml

  • 8/8/2019 arcopy

    36/171

    Efecto copyleftavant la lettre, o cmoexplicar el copyleftdonde todos lo

    practicamosLila Pagola

    Introduccin

    Desde hace algunos aos, el movimiento de software libre halogrado instalar en la esfera pblica su concepcin sobre la pro-duccin y circulacin del conocimiento, en el marco de las exten-didas prcticas de la copia, redefinidas por el acceso masivo aInternet. Es un fenmeno global con matices locales: la discusinsobre derechos de autor y redes de cultura compartida en Lati-noamrica tropieza con la naturalizacin de la copia ilegal, quetorna compleja e incluso artificial la construccin poltica delcopyleft.

    La pregunta que intentar analizar es: cmo explicar elcopyleft en un contexto en el que la mayora cree que la copia esel modo natural de circulacin de la cultura? Qu inters apor-tan estas experiencias avant la lettre a la discusin global sobre elfuturo de la circulacin de la cultura?

    En una regin donde todo el mundo copia sin preguntarsedemasiado sobre los aspectos legales, cmo hacemos para dar ladiscusin poltica de fondo sobre las restricciones a la cultura?

    [1984] Ms ac de Orwell: Stallman y Jobs

    1984 fue el ao en el cual Richard Stallman inici el movi-miento de software libre, a partir del lanzamiento del proyectoGNU, la primera y ms famosa iniciativa Copyleft. Tambin fue el

  • 8/8/2019 arcopy

    37/171

    | ARGENTINA COPYLEFT

    36

    ao en el cual Apple introdujo su modelo Macintosh, con la interfaz gr-fica de escritorio, para el resto de nosotros. As se iniciaban dos reco-rridos en la historia de la informtica que tardaran muchos aos enconverger. Los expertos se posicionaban respecto de la mercantilizacindel conocimiento informtico, y abran su propio campo de desarrollode software con la dinmica cooperativa de las primersimas pocas; y

    los usuarios no expertos ingresaban a ese mundo habilitados por la in-vestigacin y el diseo de algunas empresas, que intentaban ampliar elmercado y multiplicar sus ganancias.

    Los expertos permanecieron aislados por la alta curva de aprendi-zaje que exigan aquellos programas libres; si bien podan circular libre-mente, seguan teniendo interfases hostiles y eran difciles de usar parainexpertos. Los usuarios finales que haban ingresado a la informticapor los diseos amigables, compraban con ese acceso tambin sus res-tricciones: todo era software privativo y as "como es".

    Sin embargo, estos mismos usuarios, a poco de usar la PC y luego,sobre todo con la introduccin del CD-ROM, comenzaron a poner enprctica la obvia potencialidad de una herramienta para copiar rpida,econmicamente y sin prdida de calidad: cada PC multimedia se con-virti en una pequea editora, con el marco legal del copyright comonico lmite (desconocido para buena parte de esos usuarios).

    A poco de iniciado este proceso, en los primeros aos de los '90, sur-ge la World Wide Web (www), la innovacin que permiti masificar lared Internet, instalndose en el mbito domstico algunos aos despus.En la mayora de los pases latinoamericanos, el ao de ingreso comer-

    cial de Internet es 1995. Antes, slo se haban conectado las universida-des de las grandes ciudades. La red se extendi lentamente (envelocidad y costo) hacia sectores amplios de la poblacin[1].

    Con qu tradicin de regulacin de los derechos de autor enlaza lairrupcin de un entorno tecnolgico capaz de convertir a cada usuariode tecnologa domstica en un editor de contenidos propios y ajenos?

    Entonces nosotros siempre practicamos el copyleft!

    Una reaccin habitual al explicar el copyleft en una clase universi-taria en Argentina es: pero entonces nosotros siempre practicamos elcopyleft! Porque podemos usar para lo que querramos el software, co-piarlo cuantas veces se nos ocurra, y compartirlo con nuestros amigos oincluso venderlo[2]. Si algo de eso est prohibido, resulta difcil de creer,porque todo el mundo lo hace y nadie lo controla. Y si insistimos en quelo est -la duda es habitual porque la naturalizacin y los hechos indi-can que no-, qu pasa con los espacios gubernamentales, donde no sedebera contravenir la ley? Qu hay del software que usamos en la

    escuela, en la universidad, en la reparticin pblica? Una pregunta ob-via, que impide que la discusin escale a posiciones de responsabilidadque deberan responderla coherentemente.

    Puede suceder incluso que alguien muy joven diga: pero, cmo?Photoshop no es libre? Si cuando compr mi PC me preguntaron qu

  • 8/8/2019 arcopy

    38/171

    37

    EFECTO COPYLEFT AVANT LA LETTRE [...] |

    software necesitaba y lo instalaron gratuitamente se, y muchos otros,sin siquiera advertirme que, en realidad, ellos no deben hacer eso.

    O podra darse, tal vez, que un docente universitario argumentefrente a sus alumnos, cuando estos dudan de la legitimidad de fotoco-piar un libro completo de otro autor: Est permitido para usos acad-

    micos

    , lo cual resonar razonable (y conveniente) en las conciencias delos estudiantes, y se ver ratificado por la multitud de libros disponiblescomo fotocopias exhibidos obscenamente en el local de copias interno ala institucin (a veces gerenciado por agentes de la misma). Los alum-nos se convencern de que hay demasiados elementos para creer que laley de propiedad intelectual verdaderamente no permite tales usos[3] .Claro, ante las leyendas en la retirada de tapa de los libros, a veces fan-ticamente repetidas en cada pgina, reaparecer la duda: Queda rigu-rosamente prohibida, sin la autorizacin escrita de los titulares delcopyright, bajo las sanciones establecidas por las leyes, la reproduccintotal o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, com-prendidas la fotocopia y el tratamiento informtico [...] y el prstamo p-blico.

    Los estudiantes dudarn entonces del estado de derecho en supas? Cmo es posible, entonces, que las universidades pblicas y pri-vadas alberguen industrias de la copia no autorizada de libros? Cmoes posible que en algunos pases -como Chile y Per- por ejemplo, la ma-yora de los estudiantes acceda principalmente a los textos gracias a edi-ciones piratas?

    La respuesta es simple, y logra sortear los creativos esfuerzos de los

    editores por tornar visibles, legibles, claras, especficas y sin lugar a du-das aquellas leyendas de advertencia: igualmente nadie las lee, corrien-do la misma suerte que los contratos de usuario final del software, ytantas otras leyes que se violan cotidianamente sin que nadie controle.

    Si a nuestro ciudadano preocupado por el tema, an le quedarandudas acerca de cules formas de conseguir software, msica o pel-culas son legtimas, saldr a caminar por la zona comercial de algunaciudad latinoamericana por la noche (y muchas veces de da), y se en-contrar con una oferta alucinante de material disponible con niveles

    de produccin muy diversos: desde el simple CD-R indiferentemente es-crito a mano, hasta tapas originales cuidadosamente escaneadas y reim-presas domsticamente o de modo industrial; desde copias directas deobras editadas hasta compilaciones de mp3 o ediciones originales de4-5 pelculas de baja calidad en un DVD, reunidas temticamente.

    Y como el negocio tiene muchos indeseables que estafan vendiendomaterial virgen en un atractivo packaging, los vendedores estarn pre-parados para demostrar la calidad del material in situ, con sus repro-ductores de DVD porttiles. Adems de eso, habrn desarrollado, losms hbiles, estrategias para orientar a los indecisos y convencer a los

    incrdulos. Podrn darnos consejos dignos de cinfilo o melmano, a ve-ces repitiendo lo que dice la caja, otras lo que dicen otros que saben,otras comentando su propia experiencia, chequeando el material o pa-sando el rato mientras nadie se acerca. El vendedor ambulante de CDsllega al negocio por su fcil y rpida rentabilidad, pero en el hacer desa-

  • 8/8/2019 arcopy

    39/171

    | ARGENTINA COPYLEFT

    38

    rrolla habilidades que se acercan a lo que hemos entendido como gus-to No estamos aqu frente a un fenmeno de inters sociolgico? [4]

    Quiz el mismo confundido ciudadano, an dudando sobre la es-quizofrenia colectiva que hace que todo el mundo infrinja pblica y sis-temticamente la Ley de Propiedad Intelectual, suba al transporte

    pblico y tenga la suerte de escuchar a otro vendedor de cultura ofer-tando una exclusiva compilacin original de 40 temas romnticos, ocumbia o tango, de los cuales hbilmente elegir los clsicos de los clsi-cos, hacindonos escuchar a todo volumen sus segmentos ms conoci-dos, para demostrar la calidad de la edicin. Y si la estrategiasensibiliza, todo aquel que cuente con $5 (un euro) podr llevarlo de re-galo a casa.

    Si an dudara de cmo una edicin exclusiva se puede vender sloen un bus y tan econmica, cuando su contenido por separado costara10 veces ms en una disquera, puede que tratando de entender se en-

    cuentre hojeando el principal matutino de su ciudad, y en la seccin deavisos clasificados, Informtica, subcategora Software, juegos y CD-ROM, ver que puede conseguir casi cualquier software, video juego ocd multimedia por $6 o 3x$15 (3 euros), y verifique que el mercado estorganizado y tiene sus precios autoregulados.

    Es posible que tantas personas se dediquen casi profesionalmen-te a la industria de la copia no autorizada, sin que se las controle y sinque sus productos se perciban socialmente como ilegales? Pues s quelo es.

    Los problemas de la naturalizacin:el doble estndar

    Supongamos que nuestro ciudadano dubitativo es un autor: un m-sico, un fotgrafo, un escritor. Enfrentar, ms temprano que tarde des-de la web2.0, la necesidad de publicar y hacer que su obra circule. Esprobable que entonces se interese por los derechos de autor y la regula-cin del copyright que lo protege, al tiempo que seguramente inten-

    tar comprender el particular momento de inflexin en el que nosencontramos, al acceder va Internet a recursos culturales que antes re-sultaban inalcanzables en formato o costo.

    Luego de lidiar con la maraa tcnico-legal, descubrir que tienederechos, y que algunos autores viven del copyright: al conocer quinesy por qu obras, seguramente, dudar de si eso es lo que quiere para suvida.

    Pero de algo hay que vivir, los autores tienen que recibir compensa-cin por su trabajo, de eso se trata ser profesional finalmente; as que

    avanza en los detalles de cmo resguardar su obra de las copias no auto-rizadas, ya sean privadas o comerciales, porque, en el fondo, son copiasno vendidas.

    Ese tpico proceso, antes de Internet y las redes de pares, sola bi-furcar en dos grandes opciones: si la obra tena salida comercial, secedan los derechos de autor a un editor y se reciba un pago nico o un

  • 8/8/2019 arcopy

    40/171

    39

    EFECTO COPYLEFT AVANT LA LETTRE [...] |

    porcentaje mnimo por cada copia vendida; o bien, si la obra no era pa-ra el gran pblico, quejarse, guardarla en casa, volver a quejarse, descu-brir que a muchos autores les pasa lo mismo y finalmente, ponerla acircular sin mayores restricciones que la dificultad que ofreca la copiaanalgica, prefiriendo as que su trabajo circule con copias no autoriza-das antes que permanecer en la invisibilizacin. [Tambin hay quienes

    prefieren guardarla, s.]Las tecnologas digitales de copia, ms Internet, con las redes p2p y

    los sitios que publican material con copyright sin autorizacin, multipli-can exponencialmente el acceso y la circulacin de bienes culturales,tornando inoperantes todos los mecanismos de control: la discusin so-bre derechos de autor y derechos de acceso a la cultura se vuelve priori-taria e inevitable.

    La extraeza en la discusin sobre el copyleft

    En la actualidad, el copyleft y otras formas de licenciamiento queprescinden del monopolio de copia estn introducindose paulatina-mente en las discusiones de los productores culturales cuando se en-frentan al cambio de paradigma de la circulacin de la cultura enInternet y en las redes de pares, en simultneo con el dilema de cmovivir de la propia produccin en entornos que la incentivan escasa o nu-lamente.

    A poco de iniciar el anlisis, especialmente al poner en rigor las de-finiciones y el marco legal vigente, se reconoce que en la prctica, vivi-mos en una suerte de cultura copyleft avant la lettre, representada enlas libertades ms practicadas por los usuarios finales: uso, copia y re-distribucin de cambios sin restricciones; con la nica salvedad -no me-nor en algunos casos- de no poder acceder al cdigo fuente o losoriginales editables.

    El modelo del software libre sirve de punto de partida en la discu-sin, pero se torna purista si no reconoce lo artificial del nfasis estricta-mente legal y se atasca en un par de puntos conflictivos para los autores

    de otro tipo de obras: los usos comerciales y las obras derivadas. Al mis-mo tiempo, sin resolver estos puntos problemticos, se abre una discu-sin que es previa: por qu no se cumplen los derechos de autor y elcopyright?

    Habitualmente, en las discusiones sobre copyright y copyleft losparticipantes son autores, adems de ser receptores de cultura como elresto de la sociedad, pero estn posicionados en la discusin en tantoautores (y usualmente convocados por ello). Los consumidores purossuelen estar ausentes de estas discusiones, y lamentablemente los auto-res parecen olvidarse de cmo producen y la influencia que recibieron y

    reciben de otros autores al formarse y al interactuar con sus pares. Sue-len olvidar que tambin accedieron y acceden a libros, imgenes, pel-culas, msica, software, gracias a que alguien ms se los suministrcomo una copia no autorizada, gracias a una red en la cual buscaron loque queran leer, escuchar o ver; y lo encontraron porque alguien msdecidi compartirlo, o gracias a que otro tradujo un material en nuestro

  • 8/8/2019 arcopy

    41/171

    | ARGENTINA COPYLEFT

    40

    idioma para hacerlo accesible. Las esferas del autor y el receptor apare-cen en el debate concebidas como mundos separados que, conveniente-mente, no se tocan.

    En esta disociacin de roles, no es extrao asistir, en el contexto deuna discusin sobre copyleft, a un repentino inters por conocer los de-

    talles de la regulacin del copyright. En cierto sentido, es completamen-te lgico. Es una discusin primera, que la mayora de los autores no haatravesado en su formacin, y donde en el contexto de una aproxima-cin al copyleft, se entera por primera vez que tena unos derechos quele estn proponiendo ceder. La sola promesa de lo perdido puede obnu-bilar al autor e impedirle avanzar en el anlisis de la contradiccin y ob-solescencia de este sistema en los entornos digitales del presente, dondelas condiciones que dieron sentido al copyright estn completamentemodificadas y necesitan una transformacin estructural, e inclusohacerle omitir la evidencia de los hechos: los propios autores, cuandoson consumidores de bienes culturales, se comportan irrespetuosos delos derechos que reclaman para su obra, y se muestran fascinados porla potencialidad del compartir informacin entre pares en red.

    Efecto performativo del copyleft

    En general, la actitud copyleft es una posicin poltica y una volun-tad de revisar tanto derechos como responsabilidades de autores y re-ceptores, incluso cuando esto requiera deconstruir la nocin de autora,

    para que pueda dar cuenta de la compleja dinmica de los procesoscreativos, de la gnesis de las obras, y de modelos alternativos en la rela-cin autor-receptor.

    En algunos contextos sociales, el valor de detenerse en las precisio-nes legales y formalismos de regulacin es principalmente generar unefecto performativo: hablar de copyleft sirve fundamentalmente ainstalar una discusin compleja y contradictoria, donde lo que deberaser, no es, pero no se ha explicitado y mucho menos se ha decidido quesea de otro modo (sino que simplemente se hace).

    En los pases emergentes, partimos de una posicin paradjicamen-te privilegiada en la discusin sobre el copyleft, porque hemos atisbadola respuesta sobre el futuro de la cultura en un entorno regulado por li-cencias copyleft: qu pasa cuando todo es susceptible de ser usado, co-piado y redistribuido libremente?

    Es la condicin de circulacin de la cultura donde la economa noda margen para que sea de otro modo: somos copyleft avant la lettre,simplemente porque de no existir la prctica generalizada de la copiano autorizada y el compartir entre pares, la mayora de nosotros no ac-cederamos a los bienes culturales: no podramos pagar la licencia del

    software que usamos ni los libros que leemos ni la msica que escucha-mos ni las pelculas que vemos.

    se es el evidente lmite del control y la presin que el Estado y lasgestoras de derechos de autor pueden ejercer sobre millones de perso-

  • 8/8/2019 arcopy

    42/171

    41

    EFECTO COPYLEFT AVANT LA LETTRE [...] |

    nas cometiendo infracciones cotidianamente, con grados muy diferen-tes de conciencia y responsabilidad.

    De qu viven los autores cuando casi todo puede obtenerse sin pa-gar derechos de copia? Aqu es preciso distinguir que la mayora de lascopias no autorizadas son de material de autores extranjeros, no locales.

    Los autores locales conocen la disyuntiva comentada previamente,antes de que Internet asomara en la escena cultural: resguardar el ma-terial con rudimentarios controles posibles, an a costa de que circulepoco; o liberarlo y esperar que las copias legales sean un porcentajesignificativo de todas las que circulan, y recibir los beneficios sin inter-mediarios. Esta estrategia es muy frecuente en msicos o escritores in-dependientes, que tienen su material en la web pero venden el CD olibro original en las presentaciones en vivo. En otros casos, la produc-cin puede estar previamente financiada por la actividad habitual delautor: tal es el caso en discusin alrededor de la produccin intelectual

    de docentes universitarios en el marco de su tarea rentada de investiga-cin.

    La discusin es compleja y es global. El proceso est en marcha y esinevitable posicionarnos. Las experiencias de copyleft avant la lettre tie-nen la potencialidad de sealar el efecto de sentido detrs de los tecni-cismos legales que suelen agotar las energas de las discusiones en tornoa nuevos paradigmas de circulacin de la cultura: son prcticas que pro-ducen efectos sociales concretos y modelan la experiencia de miles depersonas.

    Tienen la ambigua potencialidad de, por un lado, tornarse inevita-blemente polticas si todas ellas fueran controladas y reprimidas en tan-to delitos; y por el otro, cargan aquella laxa permisividad de lo que no esurgente, que resuena formal y legalista en un contexto de tremenda pre-cariedad jurdica y econmica.

    Referencias

    1. Un apartado especial merece notar que en muchos pases, tener acceso aInternet no significa tener PC o Internet en casa, sino acceder en la escue-la, en el trabajo o sobre todo, en los cybercaf (cuyo costo es entre $1 y $3por hora, entre 0,20 y 0,60 euro) por lo que es el principal lugar de cone-xin para la mayora.

    2. No podemos modificarlo, ciertamente, pero en realidad sa es la libertadms abstracta y menos practicable de la GPL para el usuario final.

    3. Ley 11.723: permite 1.000 palabras como cita mxima slo para usodidctico.

    4. Es interesante notar que esta habilidad no la desarrollan todos los vende-dores de copias no autorizadas, sino los que venden contenidos intangi-bles. Necesitan saber y poder decir lo que no puede verse: por ejemplo,

    es ms improbable que un vendedor de libros piratas los haya ledo oincluso le interesen, a que un vendedor de CDs haya escuchado o visto supropio material.

    Bibliografa

    AAVV. Capitalismo cognitivo. Editorial Traficantes de sueos. Madrid. En l-nea en http://www.traficantes.net/index.php/trafis/editorial/catalogo/-

  • 8/8/2019 arcopy

    43/171

    | ARGENTINA COPYLEFT

    42

    coleccion_mapas/capitalismo_cognitivo_propiedad_intelectual_y_creacion_colectiva

    Alvarez, Lilian. Derecho de autor? El debate de hoy. Editorial de CienciasSociales. La Habana, Cuba. 2006.

    Benjamin, Walter (1934) El autor como productor. En Discursos Interrumpi-dos I. Ed. Taurus. Madrid. 1972.

    Bourriaud, Nicols. Post produccin. Editorial Adriana Hidalgo. BuenosAires. 2004.

    Brea, Jos Luis. La era postmedia. 2002. Edicin en PDF en:http://www.sindominio.net/afe/dos_mediactivismo/LaEraPostmedia.pdf

    - Cultura RAM. Editorial Gedisa. 2007. Barcelona.

    Levy, Pierre. Las tecnologas de la inteligencia. Interfase. 1990. Buenos Aires.

    - Inteligencia colectiva. Por una antropologa del ciberespacio. 2003-2004. Enlnea en http://inteligenciacolectiva.bvsalud.org/

    Pagola, Lila. Copyleft LA: antes y despus de 1984. Revista Ramona no. 74.Junio 2007. Buenos Aires.

    - Software libre: caja abierta y transparente. Instalando arte y tecnologa.Edicin del colectivo Troyano. 2007. Chile En lnea enhttp://autopoietica.net/instalando.html

    - Fotografa(s) en la cultura libre. Publicacin en CD-ROM de las VI Jornadasde Fotografa y sociedad de la UBA. 2009.

    Smiers, Joost y van Schijndel, Marieke. Imagine... NO COPYRIGHT. Un mundosin copyright. Edit. Gedisa. 2006. Barcelona.

  • 8/8/2019 arcopy

    44/171

  • 8/8/2019 arcopy

    45/171

    COPIPOPULISMO02.JAVIER GARCA ALFARO. 2010ILUSTRACIN VECTORIAL REALIZADA CON INKSCAPE.

  • 8/8/2019 arcopy

    46/171

    Las miseriascontra la filosofaHoracio Potel en dilogocon Beatriz Busaniche

    El ao 2009 marc un antes y un despus en el debate sobreel derecho de autor en Argentina. El carcter restrictivo de la Ley11.723 de Propiedad Intelectual no haba sido puesto de manifies-to nunca antes de manera tan clara. Hasta ese momento, las per-sonas comunes no parecan objeto de persecucin, an cuandomuchas de ellas violaran cotidianamente la norma vigente. Se ha-blaba casi siempre de casos ocurridos en otros pases, juicios adesconocidos, e incluso muchos casos de dudosa veracidad docu-

    mentados por la prensa local en relacin al uso de redes P2P paraintercambiar archivos musicales.

    Pero en 2009 ocurri lo que el sentido comn no poda pre-ver: la Cmara Argentina del libro inici una accin penal contraun docente universitario por el simple hecho de mantener sitiosde Internet dedicados a la filosofa, que, entre otras actividades,disponibilizaban textos inditos e inconseguibles de Derrida, Hei-degger y Nietzsche. El nombre de Horacio Potel pas a las pgi-nas de medios europeos, asiticos, norteamericanos. El caso del

    profesor argentino perseguido penalmente por mantener sitiosweb de filosofa sin ningn fin de lucro dej en claro que si todosviolan la ley, cualquiera puede ser perseguido. Esto fue lo quepas con Horacio Potel.

    - Cundo empezaste a subir a los autores a Internet?Por qu?

    El 22 de diciembre de 1999, naci Nietzsche en castellano[1],

    hace ya 10 aos; toda una vida en estos tiempos de mutacionesultra aceleradas. No haba banda ancha, ni blogs, ni Facebook, nisiquiera Google, pero yo poda por primera vez acceder a una se-rie de contenidos que jams pens que podra disfrutar y paracolmo gratis! Sobre filosofa, en Internet, por aquellos aos,

  • 8/8/2019 arcopy

    47/171

    | ARGENTINA COPYLEFT

    46

    haba poco y nada. De Nietzsche, cuya lectura por aquel entonces meapasionaba, an menos. As que decid aportar algo a la construccin deesa red poniendo a disposicin de todos una seleccin de textos deNietzsche en castellano, ya que casi todo lo que se poda encontrar porentonces estaba en ingls. Segn Altavista (el Google de la poca), slohaba 15 textos en castellano de o sobre Nietzsche. En la noche en que

    naci Nietzscheana la cantidad de textos de Nietzsche en castellano quecirculaban por la web se duplic.

    Yo, en mi ingenuidad, supuse que teniendo un medio tan formida-ble para compartir los textos filosficos, en muchos menos de 10 aospodramos contar con la totalidad -por qu no?- de la produccin de fi-losofa on-line. Es decir, contar con una biblioteca total en la casa de ca-da uno, una biblioteca que no necesita traslados ni esperas; cuyos librospueden ser prestados a miles a la vez, y buscados y encontrados en ins-tantes. Por fin pensaba- las revistas de filosofa no seran esas publica-ciones que con suerte sacan un ejemplar por ao con una edicin de 50revistitas que ni siquiera sirven para abastecer a las bibliotecas especia-lizadas. No debera ser ms as, pensaba, toda la produccin pasada yfutura podra estar en la web. Esto era sencillamente maravilloso.

    La filosofa es una actividad que, para producirse, depende de lo es-crito previamente. La filosofa es un dilogo con la tradicin: sin textosde filosofa no se puede producir filosofa. Y la situacin por entoncesera muy mala, y lamentablemente lo sigue siendo. La tecnologa de loslibros de papel haba quedado obsoleta pero seguamos y seguimos pa-deciendo sus limitaciones, debido en parte a las psimas leyes sobre

    copyright que gracias al lobby de los fabricantes de libros de papel, si-guen vigentes e interpretndose de la misma manera que en el '33,cuando fue promulgada la ley que pretende legislar sobre cuestionesque los autores de la ley no podan vislumbrar ni en sus peores pesadi-llas, leyes que criminalizan cualquier cosa que apunte contra los mono-polios sobre la cultura.

    Los libros de filosofa en papel, publicados por corporaciones inter-nacionales, son caros y suelen tener una vida brevsima; se publicanmuy pocos ejemplares de los cuales llegan a nuestro pas an menos, sies que llegan; de forma tal que en semanas ya estn agotados, y luego

    habr que esperar aos o dcadas para ver si el editor -dueo exclusivodel derecho de copia- decide si es negocio o no volver a publicar obrasimprescindibles para nuestra profesin. Las bibliotecas especializadassuelen tener carencias importantsimas, adems de estar ellas mismaslimitadas en su hacer por las mismas leyes que generan esta escasez ar-tificial de bienes culturales, escasez fabricada que no tiene ningn senti-do, ya que es ms que fcilmente superable con las tecnologas digitalesque decuplican el poder de las viejas bibliotecas analgicas. As fue co-mo surgi el proyecto de crear dos bibliotecas digitales on-line. La deNietzsche fue seguida por Heidegger en castellano[2] en 2000 y Derrida

    en castellano[3] en 2001.

  • 8/8/2019 arcopy

    48/171

    LAS MISERIAS CONTRA LA FILOSOFA |

    47

    - Quin te demand? Te ofrecieron en algn momento un acuer-do extra judicial?

    La Cmara Argentina del Libro, junto con la embajada de Francia,hizo una denuncia ante la justicia penal por infraccin a la llamada Ley

    de Propiedad Intelectual. Con esto se abri una causa que por poco notermina conmigo en la crcel. Por la forma en que sucedieron las cosas,no poda haber ningn acuerdo extra judicial. La CAL y los franceses selimitaron a presentar la denuncia. Con lo cual, el que me acusaba era elEstado argentino. No haba ninguna parte para acordar nada, ya que setrata de un delito de accin pblica. Por otra parte yo me enter de estasituacin recin en 2009 la denuncia es de 2007- cuando la polica vinoen medio de la noche a golpearme la puerta para verificar mi domicilio.Una situacin horrible: los policas slo me decan: usted sabr en quanda. Recin al da siguiente en Tribunales pudimos enterarnos de qu

    se nos imputaba: se me acusaba a m -un profesor de filosofa- de difun-dir en forma absolutamente gratuita textos de filosofa.

    - Cmo fue el trmite de la causa hasta el sobreseimiento actual?

    Fui imputado, mi abogado present una nulidad que fue rechazada,as como la apelacin de ese rechazo; luego fui procesado, se me impusoun embargo de 40.000 pesos, fue rechazada tambin la apelacin al pro-

    cesamiento, y cuando estbamos esperando que nos comunicaran cun-do empezaba el juicio por un delito que tiene previsto un castigo dehasta tres aos de crcel, sorpresivamente el fiscal decidi mi sobresei-miento [4]. [5]

    - El proceso est concluido o queda alguna instancia de apela-cin?

    No, como no hubo una parte querellante, aparte del Estado argenti-no, no puede haber apelacin alguna.

    - En quines encontraste apoyo?

    Fundamentalmente en los usuarios de la web, con los que me sien-to muy agradecido. Este proceso que me tiraron encima la Embajada deFrancia y la Cmara Argentina del Libro, sirvi para que yo pudieradarme cuenta de lo bien que haba resultado la idea de las bibliotecas

    digitales y cunta gente haba podido hasta terminar su carrera graciasa los textos que en ellas se ofrecen. El apoyo que tuvimos desde todo elmundo fue increble. Tan slo con que publicara una nota en Facebookcontando lo que me estaba pasando, se gener una bola de nieve quefue creciendo en blogs de todo el mundo hasta llegar a los medios msconvencionales. No puedo dejar de agradecer tambin a la Fundacin

  • 8/8/2019 arcopy

    49/171

    | ARGENTINA COPYLEFT

    48

    Via Libre y particularmente a Beatriz Busaniche, a la Facultad de Filo-sofa y Letras de la Universidad de Buenos Aires que sac una resolu-cin repudiando mi procesamiento[6], al Partido Pirata que hizo unaamplia campaa de difusin del caso. Entre los periodistas no quiero ol-vidarme de Facundo Garca de Pgina 12[7] ni de FM la Tribu que estu-vieron siempre junto a nosotros. Y por supuesto a mi excelente abogado,

    Leonardo Hernndez.Creo que este caso fue una buena gimnasia para ir progresando en

    la organizacin de los usuarios de la web, para defender nuestros dere-chos y hacer frente a esta ola de oscurantismo que corporaciones y em-bajadas quieren imponer en nombre puro y exclusivo del seor dinero.Esperemos que la organizacin crezca y madure, ya que de ninguna ma-nera el mo ha sido un problema aislado: es parte de una ofensiva mun-dial para reprivatizar lo que las personas hicieron pblico y disponibleen Internet. Tenemos que ser conscientes de esta ofensiva internacional,ofensiva que se manifiesta cada da en la aprobacin de leyes cada vezms represivas que pretenden terminar con nuestro derecho a la infor-macin. Leyes que sirven, entre otras cosas, para criminalizar la en-seanza y la investigacin. Qu se debe hacer si los textos que unointenta ensear yo soy profesor de tica y de Metodologa de la investi-gacin en la Universidad Nacional de Lans- no estn en las libreras nien las bibliotecas? Amoldar los planes de estudio y de investigacin alos intereses econmicos de los fabricantes de libros de papel o conver-tirnos nosotros y nuestros estudiantes en criminales? Porque si un librono est en las libreras ni se sabe cundo estar, si es que alguna vezvuelve a estar, y no est en las bibliotecas, qu se debe hacer? Es horade preguntarnos qu es ms importante: si la ganancia de algunos em-presarios multinacionales que no quieren adecuarse a los tiempos quecorren y a los nuevos esquemas de negocios que estos plantean, o las ne-cesidades urgentes que tienen Argentina y Sudamrica toda en cuestinde educacin y cultura. Sobre todo cuando se cuenta ya con un mediotcnico para la difusin libre y gratuita del conocimiento.

    - Sents que esto que te pas se enmarca en un debate ms amplioacerca de la difusin y el acceso a la cultura?

    Que la web nos d la posibilidad de independizarnos de tutores yencargados y poder as escoger nosotros mismos nuestra herencia es al-go que pone tan nerviosas a las corporaciones de los antiguos distribui-dores de la cultura como el hecho de que ahora esta distribucin puedaser realizada con una eficacia infinitamente mayor y a precios quepodran convertir en realidad el sueo de una cultura libre para todos.

    No se hace nada por fomentar las bibliotecas del siglo XX, las cualesestn desabastecidas y desactualizadas hasta grados lamentables, y a lavez, se pretende cerrar los embriones de las bibliotecas futuras, tirndo-les encima juicios penales a sus bibliotecarios. Y para colmo amparn-dose en leyes que llevan los pomposos nombres de Fomento del Libro yla Lectura, pero que en su defensa del monopolio de la copia, terminanpor avalar la desaparicin de los textos y de la lectura. No se olvide que

  • 8/8/2019 arcopy

    50/171

    LAS MISERIAS CONTRA LA FILOSOFA |

    49

    este juicio era para cerrar tres bibliotecas pbicas. Ese era el objetivo,por suerte fallido, de la Cmara Argentina del Libro y del agregado cul-tural de la embajada de Francia.

    As como no debemos caer en la trampa de pensar que El Libroson los negociantes de la cmara de editores, tampoco debemos pensar

    que la Ley de Propiedad Intelectual defiende los derechos del autor; alcontrario. El copyright tiende a concentrar, a travs de la privatizacin,el control de la herencia cultural en manos de un nmero cada vez me-nor de propietarios privados. El copyright es la forma que tienen las cor-poraciones que fabrican libros de papel de apropiarse de la creacin delos autores para su pura explotacin mercantil, de manera tal que privaa todas las dems corporaciones editoras, incluido el autor, de la posibi-lidad de reproducir su propia obra. El copyright es el monopolio de laexplotacin de los productos culturales, y como todo monopolio impidela competencia que podra traer alguna baja en el precio sideral de loslibros, cosa particularmente grave en un pas como el nuestro donde lagran mayora de los libros de filosofa estn bajo el control de corpora-ciones extranjeras, con lo cual hay que pagarlos a precio de oro.

    La cultura, el conocimiento, la tradicin, no son la obra de "auto-res". Es curioso que los mismos seores que han terminado con las ideasilustradas del sujeto libre y soberano, para vendernos el sujeto sujetadoal consumo, apelen a la metafsica de la subjetividad a la hora de buscarms dinero. Es curioso que lo hagan en este caso ya que tanto Heideggercomo Derrida se han opuesto a esta idea de una subjetividad creadoracomo origen y causa de la "Obra" o El Libro. No hay tomos privilegia-

    dos por la Musa repartiendo la luz entre masas pasivas. No hay tomosy la constitucin del autor, como cualquier otra, se con-forma con laalteridad que lo preexiste. Heidegger y Derrida han sealado cmo an-tes de constituirse o en la constitucin misma de algo as como un suje-to, de algo que diga yo, todo un mundo previo ya preexiste, queestamos formados antes de ser, por la herencia y la tradicin, la trans-misin, la pervivencia del mensaje, an ms; para Derrida, todo empie-za con una llamada, un Ven. El ven es el envo llamando a los envos,el primer e-mail exigiendo la correspondencia en la que somos, corres-pondencia con el otro que est siempre antes. Cortar los envos es la

    muerte, y es esto lo que los militantes fundamentalistas del copyrightquieren imponer en la web, quitndole todo potencial para domesticar-la como instrumento de venta de baratijas. Pero como alguna vez dijoDerrida: "Heredo algo que tambin debo transmitir: ya sea algo chocan-te o no, no hay derecho de propiedad sobre la herencia". Es esta heren-cia que no le pertenece a nadie y que nos forma a todos, esta herenciaque es el don comn sobre el que se construye lo nuevo, lo que se estatacando al atacar la difusin de cultura y el acceso de todos a la misma.

    Referencias

    1. http://www.nietzscheana.com.ar/

    2. http://www.heideggeriana.com.ar/

    3. http://www.jacquesderrida.com.ar/

  • 8/8/2019 arcopy

    51/171

  • 8/8/2019 arcopy

    52/171

    Las amenazas a lamisin de lasbibliotecas y lalegislacin de derecho

    de autor en ArgentinaLuca Pelaya / Ana Sanllorenti*

    Las bibliotecas, tal como las entendemos hoy, son institucio-nes de la modernidad que garantizan el derecho al acceso a la in-formacin por parte de la comunidad a la cual prestan servicio, y

    ponen el conocimiento y la cultura a disposicin de todos los ciu-dadanos sin discriminacin de edad, raza, credo, gnero o posi-cin. Al mismo tiempo, los bibliotecarios tienen como misinfundamental e irrenunciable atender las necesidades de informa-cin del usuario.

    El acceso a la informacin y la libertad de expresin son pie-dras angulares de las sociedades democrticas, y son derechos in-dispensables para la formacin de la opinin pblica. Lasbibliotecas han contribuido al desarrollo de las sociedades permi-tiendo el traspaso del conocimiento de generacin en generacin,

    por lo que puede decirse que la democracia y las bibliotecas tie-nen una relacin simbitica y es difcil pensar la una sin las otra.

    La legislacin sobre los derechos de autor, que protege a loscreadores pero que fue concebida desde sus inicios para la tutelade los editores, colisiona en algunas situaciones con el derecho alacceso a la informacin. Uno de los contextos en donde esto suce-de es el de las bibliotecas, ya que el derecho de autor incide en lamayor parte de las tareas que realizan, y afecta los servicios quebrindan al usuario y las condiciones en que se hace posible daracceso a la informacin. Tambin afecta el modo en que las bi-

    bliotecas pueden llevar a cabo las actividades de conservacin ypreservacin de sus colecciones.

    Debido a la trascendencia de las obras intelectuales para eldesarrollo de la sociedad, se ha reconocido el derecho de stafrente al derecho exclusivo del autor, en aras de la difusin de la

  • 8/8/2019 arcopy

    53/171

    | ARGENTINA COPYLEFT

    52

    cultura. A fin de mantener el equilibrio entre el inters individual de losautores y editores y el inters social o colectivo, surgieron los lmites yexcepciones al derecho patrimonial de los creadores, que se aplican endeterminadas circunstancias. Estas excepciones se imponen en aras deproteger la atencin de necesidades de ndole social, y permiten a la co-munidad acceder a la informacin y contenidos indispensables para su

    educacin y desarrollo humano como as tambin posibilitan a los auto-res a nutrirse con las obras intelectuales de otros.

    Si estas limitaciones no existieran o la proteccin de los derechosde autor resultara excesiva, se producira una brecha peligrosa entre losque disponen de informacin y quienes no disponen de ella.

    El desarrollo de las tecnologas de informacin y comunicacin y ladifusin masiva de Internet y el entorno digital ampliaron de modo im-pensado las posibilidades de acceso a la informacin y a la comunica-cin, as como tambin de los intereses comerciales y los dispositivos de

    control sobre la sociedad toda.En este contexto se ciernen sobre las bibliotecas algunas amenazasque ponen en cuestin su razn fundamental de ser: preservar y daracceso a los conocimientos y la cultura que contienen sus colecciones.

    Tres hechos ponen en riesgo a las bibliotecas:

    1) Canon al prstamo de libros en las bibliotecas.

    2) Medidas tecnolgicas de proteccin.

    3) Falta de excepciones en la legislacin de derecho de autor a favorde las bibliotecas, y falta de adecuacin de las excepciones para que

    rijan en el entorno digital.

    1) El canon por prstamo de material bibliogrfico odocumental

    El prstamo pblico y a domicilio de material documental que rea-lizan las bibliotecas es, segn la IFLA (Federacin Internacional de Aso-ciaciones de Bibliotecarios y Bibliotecas), esencial para la cultura y laeducacin, y tradicionalmente nunca fue controlado por la legislacin

    de derechos de autor. Al tiempo de ser un servicio bsico que debe estaral alcance de todos, el prstamo en las bibliotecas es tambin un factorde promocin de las ventas de libros, ya que acta como difusor de losttulos en todos sus formatos. Por lo tanto, cualquier restriccin legal ocontractual sobre el prstamo representa un perjuicio tanto para las bi-bliotecas como para los titulares de los derechos de autor.

    Desde la dcada del '90 las bibliotecas de Europa estn siendo afec-tadas por la sancin de medidas legislativas[1] que modifican su concep-to nuclear: segn esas disposiciones, las bibliotecas y los centros deinformacin y documentacin de titularidad pblica, archivos, hemero-

    tecas, fonotecas deben cobrar un canon a los usuarios en concepto dederechos de autor por cada documento prestado, a pesar de que ya hanabonado las tasas para derecho de autor contenidas dentro del precio delas obras que han adquirido.

    Tal medida, que ha sido fuertemente resistida por las asociacionesde bibliotecarios europeos, constituye un retroceso en los logros de la

  • 8/8/2019 arcopy

    54/171

  • 8/8/2019 arcopy

    55/171

    | AR