Ardao-Orígenes del latinoamericanismo antiimperialista

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SMontevidee, DiciemHré 12" de Í96S¡ Elffo XXVII, No. 12,S4-EdIción 32 págs. [Precio en Montevideo, $ 4.00; en Buenos Eft^ires, $ 40 m/a. - Én el interior de ^gentina $ 50 - Franqueo a pagar Correos deJ Uruguay, Cuenta No. 9 ¡Redactor Responsable, JuJio Castro Administrador, Hugo R. Alfaro [Rincón S77. Teléfono 98S194 /HAI^CHA 66 ]%fltMit£fti«i 'en l£i üiombpat' l£ft máqiiiita de l¿i diet£iiliii*£i PITORIAl. íípta 5) [••i AKütN I l NM i^HI I SABEL PERÓN: radiografía de una negociación isr J8SE inRU CRUZ ífíón 23) 1 -• -

Transcript of Ardao-Orígenes del latinoamericanismo antiimperialista

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SMontevidee, DiciemHré 12" de Í96S¡ Elffo XXVII, No. 12,S4-EdIción 32 págs. [Precio en Montevideo, $ 4.00; en Buenos Eftires, $ 40 m/a. - Én el interior de gentina $ 50 - Franqueo a pagar

Correos deJ Uruguay, Cuenta No. 9 ¡Redactor Responsable, JuJio Castro Administrador, Hugo R. Alfaro [Rincón S77. — Teléfono 98S194 /HAICHA 66 ]%fltMit£fti«i 'en l£i

üiombpat' l£ft máqiiiita de l¿i diet£iiliii*£i

PITORIAl. íípta 5)

[••i AKütNIlNM i HI ISABEL PERÓN: radiografía de

una negociación isr J8SE inRU CRUZ

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Page 2: Ardao-Orígenes del latinoamericanismo antiimperialista

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UITECTÜRA .CEDA i-59.

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•TERRENO CASA ' EQUÍPAMIENTO

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CARIAS DE ItB lEGTDRES i fSEMio isTiamii CD

fe. Ütrectoi* ¿!e MATUCHA J>r, Carlos Quljano. ~ ^ , _ , , ._, ,

Es disculpable Qiie la opinitó- pTibUea esW mal Informada sobre ios íundamenros del preinio estimulo de íiue gozaban desde enero éltlmo, los ri-a-cionarios recaudadores de ia Dilección General Im-jiosiiiva. ^ •--,, ^ ^

Pero es inexcusaole qiie los poderes ptJOlUoS T> en especial, el mrnlsrro de Eacienda lo bayan des-xruití.o o mxt-Gl£.do slzi aníOiz-ax las consecTieac-iSS

Veamos si el Tireniio estimulo era un pri-cHeglo. Hay imictios cajeros de la Cíícina de loipiiesxos

Directos oue con sueldos nominales de S l.OO, recaudan diariamente más de Tin mlUón de pesos.

¿Es un privilegio q-ue ganen S 3.400, coiaputando otro stieldo oor premio estímulo?

Pero para'ganar S 3.400 tienen que ser calificados con "sobresaliente", no faltar un solo día, ni por enJermedad, acreditar total eíiciencla Y contracción.

En las otras categorías, aun en las anas altas, ee reproducen situaciones similares. T no iiablemos de los jefes de suctu-sal o de los agentes de Rencas del

-ÍT331-1 Interior, que "trabajiui piñctleamenl-s en eondiciones deploiabies.

Ese "privileslo" es el que el Pajrla.mento, a M, puesta del ministro de Hacienda, iia ledualdo K te cuarta- parte, con retroactiirtdad al if de enero d» 19S5, •£• no se liatüe de seis sueldos anuales, porqu» ese es un tope absolutamente teórico qiie todos •&> ben q-ue no se alcai ará., "y no se alcanzará porqui Bl Pondo Estiraulo se le quitó -ana de sus pri2i«t-paies fuentes: el 5 % del Incremento de las r«ca tíaGLon,es^

• conste: se modificó a partir ñ.^¡. I« de eEero (H 39S5. EíetroíLctíTidad alevosa, que coníigura. -im Tei-dadero despojo-

Esa. es la. luciaa de los funcionarios reca\idador€4. Demostrar que no eran ni son, económicament» privilegiados. ^

Que antes de la atentatoria modificación del «>> tí cilio 41, tenían lo necesario para TíiTir.

Que b,oy se debaten en insolubles probleraas para hacer frente a sus modestos presupxiestos,

Dd., seaor pizector, sabe que ésta es la Terdad. Treinta años cu la fustciftn ptlMica

UFOS X-ara iLOSOtros. los convencidos de la e-xastencia de los UPOS ti OVNIS. el artículo aparecido en MAH.CHA del 12 de noriembre, "L-a blstoria secreta del espacio", no es ninguna novedad.,

T.fi sola lectura de esa nota, con ET.L docuraentada e-xposiclón. era tn.iíiciente para poner sobre aviso a xaucitos incréciulos- Las declaraciones de eientilícos, astronatt-tas y aviadores no liacen más q\ie conñrmar la existencia de -ima. imponente realidad cTie nos acecba día a día.

Sin embargo, creo —y aquí el motivo de estas líneas— que "los babitantes de esta cápsula ñamada Tierra" no recibirían con mu-cita cranquilidad una declaración oficial de la HASA. confirmando la existencia de OVNIS. L-as conse-ctiencias de una noticia Sai. serían de proyecciones incalculables en cuanto & la creación de una psicosis colectiTa al respecto. Por lo cual veo como muy correcta la actitud de los bombres de ciencia de no pronunciarse oficialmente sobre el asunto, del cual, estamos seguros, saben tnuclio más que lo dado a publicidad.

Creo que el problema de los OVKIS. tomado de este ptuito de vista, tiene mucbo más importancia de la que corrientemente se le fctrif^i-—^

J. S-

PREMIO ESTIMULO (ü) Sencí Director: La vida se liacia muy difícil por eso pedma<s aumemc de sueldo. EO por capricho ni ambición. Hay qiiienes dicen que los de Itecaudadoias somos privilegiados ¿Acaso saben lo que es ser nri ilegiados? Ni siquiera llegamos 'BQ sueldo de f 5.800 que las estadísticas del g-obiemo fijan como mínimo para vi ar una familia tipo. í'ues yo me salgo de la familia tipo: tengo tres liijos más' X>e eso no tiene la ctüpa el gol>iemo, ya lo se. Pero también sé que mucbos de los gobernantes, los latifundistas, los banqueros, etc., tienen más hijos que yo. Es decir que su dinero les da derecbo también a eso. Claro, yo quiero que mis liijos no pasen necesidades, que se eduquen bien, que puedan -vestirse decentemente. Por eso tengo dos empleos niás, ctianguitas, claro. Dejo de almorzar muchas veces porque no tengo tiempo de ix a casa Y no me puedo dar el lujo de comer en el centro. Cuando cobramos el primer semestre le dije a mi señora: "Vieja, me parece que abora vanios a poder v-i\dr un poco mejor, que voy a poder almorzar en casa, voy a dejar uno de los rebusques", i lo dejé -4Jiora salí de apuro a pedirlo; ¡ pero si hay veintisiete esperando que alguno salga! Estamos peor que ajites. ¿No se tiene en cuenta para nada el elemento hurnaao cuando se liacen j^ desbacen leyes? ,„ , ' , . . . „ «Jn modesto empleado pulMic*

PREMIO ESTIMULO (Ht) Señor Director: tSabe Vd- con cuánta desesperación me entere ce que prácticamente babía sido elirmnado el premio estímiüo? Por primera vez. eiL mi vida —-y no tengo quince años— me hice la ilusión de ser propietaria de uit modestísimo ranrfiíto. Segiixa de que el premio sería pai-a rrntcbo tiem po —otras oficinas lo ban tenido durante muebos aüos aunoue tan:ibién lo perdieron abora— erroé vales para, que me siguieran la obra, y los firmé con veacitmeatto para, dentro de dos meses. ¿Acaso los menos favorecidos por te fortuna no tenemos derecho a nada? Una Eunra iiaTia con veiiafe aaos da tra.'Sa.ío y seis mases de üasióii

Contiena a las "Medidas de puridad" PARTIDO SDCIAIISTA

FELICES FIESTAS

Sr. Director de MAitCHA Tiente a las nuevas medidas de seguridad, de

cretadas por el gobierno del Pai-fcldo líacional con la pasiva complicidad parlamentaria del P. Colorado, el C. E. N. del Partido Socialista espresa;

lo> Su total repudio a estas medidas fascistas, proclamando el sagrado derecho de las clases po-pulaxes encabezadas por la clase obrera y Ba partido, de resistir activamente la aplicación de las medidas, profundissarrdo y radlcaligajido la. lucha y d efendiendo las libertades, ejercitándolas..

2> <3ue señaHa a. todos los sectores del pueblo oriental —qne ya están suirisndo las ntedidas econótnicas dictadas simulí&neamente a. las primeras medidas de seguridad— que esia nueva represión desatada por las clases gobeman.tes tiende a Imponer brutalmente la tremenda carestía cesata— da la creciente desocupación obrera y la, entrega del país a la voracidad imperialista, ejctran era. Con-cretánuente denuncia que fue la presión gorila de ía embajada de Esiados Unidos y la acciózL de los barraqueros esrportadcres de lana la que d-esató rápidamente las medidas. Aquélla, para e gír eí cumplimiento fiel" de Sil nueva política econóinSca. (pago de la deuda exterior -amguaya, con los dólares de nueííxras esnortaciones): y éstos, asegura 3a esipor-tación. rápida de la lana, para sus pingues ní Oiños.

3?-) Su írrestrtcta solidaridad con el movrmien.to EindlcE.1, cuya destrucción, procxua. el gobiern-o para debilií&r la resistencia popular a su poliiíca de escasez, hambre y entrega.

49) Que nama a las aiferenxes fuerzas populares a la concert3.clón programárica y znetodoSógica y el desarrollo de la unidad, de acción en los diferentes frentes de trabajo y a nivel obrero-popular, a. fin de legrar la necesaria unidad de las -clases populares T SUS esroreslon es polínicas.

íPvSSlSTTMOS ACTTVA?.TF:?rrE 'L.&S, SEEnDIDAS FASCISTAS DE SEGTTPIDAD! _____

7ÍJ1ÍTÍ>AD DE ACCI035 PAíí.i. DETTOLVEÍt A IÍA HE.-=.CCTO?r GOLPE POS, GOIPEI

C«3nite Ejecutivo XacÉoieaJ «el P-.1KT5DO

SOCI.4X1ST-4. -tgrradeciéndOie, zae es gra.t.o saludarle nnrr ainie.

5osé E. 1>ia2: Srio- General

£(t&ROrPÍ I)R IMiUSTRIA PEPJGDiSTICI El gobierno ña Impnesto de un golpe ia rebaja

general de salaries y la asíísia prí resíva tie las tfuenres de trabajo, por medio de ia más "brutal política Inftacciouarja (carestía) ccie iia.ys- sofri-t3o tí. país.

Aliora. coitsldeTa. como "'surbversivas'*' todas las acciones gremiales de un pueblo acosado oae bus-«a defender sus pasa.d£s condiciones de Txd& y de xraSn-jo.

"^G^, es iziás: cuanco dentro de la. 'anicírmali— dad" creada desde la altura, se estaija conslgujgndo un cierto stams de -íraiiquñidad. y pac3flcactó3i,_ es 3iuevame£CLte el gobierno que reabre la provocacaón y 3a violencia. En, efecto, con ánimo de -venganza "veta la amnistía- man.t3ene decenas de despidos de Tepresalía y encierra como "efeene» S- »na Obrent» y Ecpleados, es. l£ politlca de qultfu es. asts trae

de medio sueldo por la va de ia •"multa" sota» Üas traljajados, método de sanción prohibido entre nosotros al comercio y la indust a pnvadíjs y condeaiado ec el derecho laboral de eualqxuer pai« civxliz:ado. . . .

El ensañamiento ahora va uiás letos: careet, sm Juicio legal, y amorda amiento de Todo el '^V-miento sindical, censurando los medios de difusión. Cae la policía sobre la industria .periocisttc» para implaiLtar el silencio acerca de cualquier íO-tacia que se refiera al pueblo trabajador,

En consecuencia, el Comité Coordicaoor de la Xndnstiia Petñodísíáca. integrado por ei Sm,ítica de Altes GráScas,-- el Sindicato -de ' e^*^*'i J^ Diarios y Ecrastas, y la Asociacaón de la Preassa TJruguava— resuelve: ^ _i. - » — X?) Repudiar las Medidas de Pronta egurrcady

la con guiente suspenáón de las .*-'**r' des consagradas en las formas de Tda ee na -tx-o Tíueblo. ., _ .. ^^1 Condenar asimismo la censura clCi,2.t3-**j 2?) bre las noticias gremiales, el e í =elsm.enM de gran número de ctudadanos y e- ssai™ los locales sindicales. -.-,,----». Solidar-learse con los demás gremxos ^^1^^sf-V declarar el estado ce alerta de -.os ™^3^ "dores ce la industria P^^^^^^^ ^';^.,^^ ouier hecho que aíect e sus locales f; ^ 3a libertad de sus dlrlgen-ses y -c= c^-^- . gremiales elementales.

Sontevideo. S de diciembre de i&es Sindicato de .arces Gráficas a^-r—^

Síeaicato de Vendedores de Diarios y *;:' ;^'' „

'U POPULAR" ái Tic- que Uc. i&-

"El Pcnular". Eduardo "Viera, _ Luis Rodríguez. formuíarczL la- sSgtueai-e *.

Señor Ittrector de MARCHA I>r, Carlos Quijano

Ruego la publicación en _ ~ ^^--^ rige del siguiente cou unicado en -xei^c-'C^ tíatSEura. &^'"E:I Popular " por 72 horas.

Saluda a Ud- acte_ "Eí PoTiuíar y -'xíooca" han sido •=^ ' !

por tres días. Esta xesoluclén aei ' °"- ^ ¡*a£ f ministerial conSrma el <srácter ce =^ ^^^¡^ de su aplicación: consSttryen un ataque S^ a. las libertades democráticas, ^ -=_t,—vv- de

Al iiotíGcarse de la. esoíacion, ^^^¿^^^oü ^ " constsn-

. ^ ^ V^"^-^. ^ considera:r ce es U3ia medida '^^^'^'^J:^^^&=, abertatí de 'prensa, v oiatoria de la " ..— iaccE r?or su earácter discrriní22a.tciio *»^^ ^^^ 'fz^de dia-ías: i>or considerar que la =^**^*,, ^e s3 r?na Euzoridsd sin poderes para ello « Xiníial d* qufsra- Ha sido i solucaón del Consejo t. n¿ita-

Gtobiemo: por vxolacióii ds sos ítieros . T' jvctt-rios, V3 que se argumenta como uno " . ^^ .(ñervos óe la mSsma la. trasiscsñpcSón. de -rr tsmbieE tídas en, tó Seasado, lo «jae supo^ Ij' o'-es « podría ser clausurado é!. Diario ce "" -¿ enca-Senado; twsr ir más alia, de 1» propia. ^ ^ ^ - ¿¿1 cl-62t. dSftEndida- por el Oomando ^^^^^'^^^ ée desde que los tttulcjs y esí>resSones ^%^^-,_^ doc-Ijase a la medid» entran en la Hamaca ~^^^-' iBaria". _»-

La DareccSón 4e - ^ P©S>oSa

.lÉAJcCHA, A £

Sr. Director de MARCHA Dr. Carlos Qtiijano 3>e mi mayor eonsideraeliin:

En eL N? 1280 del seiwanarlo qu» Dd. dirige so publicó un. articulo firmado por el periodista Carlos María Outlérress. titulado 'rUas exigeaeias de Ja crisis"'.

A pesar de que se allrsaa. en dlclio artículo, que el análisis de las diversencias esisteates en la la-quierda puede ser ingenuo, ereo. y la experiencia. histórica asi lo deuiuestxa» que las discusiones políticas e ideológicas deben llevarse hasta el íiual: ésta es la úaica forma de encontrar el camino correcto en la lucha contra la explotación del hombre por d hombre y contra el ini.periaüsaio.

El periodista plantea una opción, de tres térnU-2ios; la toma del poder por la violencia, la conci-nuación de la vía electoralísta, la unidad a través de un frente polítlco-

Para mí esto es un error, lío existen tales ai_ teraativas, sino que solamente exLisEea dos opcio-31 es: ia foimación de un rDovimiento revoluciona-rio en 17niguay o la conttnxiaclón de la actual política de la Izquierda reformista, conciliadora elñctoralista y oportunista. En efecto, ni la violencia, ni la vía electoralísca son alternativas para la iwcha por la liberación: ellas, en el mejor de los casos, son procedimientos que usa el movimieuTO levoiucíonarlo en las distintas etapas de esa lucha. Por lo que el revolucionario n\tnca es aprio-Tista respecto a los procedimientos. Claro que al Bítuarse el periodista en una alternativa equívoca, saca couGlusiones también equivocas respecto a la geografía, al • temperamento de] hombre, al clima político, existentes en ntiestro país. Como dice la Declaración de la Habana-, "Las coi-idiclo-nes subjetivas de cada país, es decir, el factor conciencia, organización. dirección., pueden acelerar o retrasar la -revolución según su niayor o menor grado de desarrollo; pero tarde o temprano, «ji cada época histórica, cuando las condiciones objetivas mad-uran, la conciencia surge y la revolución se produce".

Claro está que el análisis del periodisca es con-•ecuencia de que en el centro de sus Ideas existe una concepción falsa. Ei dice: 'Xlegajoos, enton-

•CARTAS DE IOS LECTORES ¿UNA ALTERNATIVA DE PODER?

EN RESUMIDAS CUENTAS * aOI>OE.FO KATSaaíSTKIN-, en respuesta a '-Femando" ("Carta

abierta a la jerarquía católica"), señala q-ue en las encJclicas papales hay "coaceptos tan revolucionarios como el del hlen cfr-mún, de la coges-tión, de la. participación en los beneficios, del papel social de la. riqueza". Recliaaa la separación entre los planos espiritual y político: ''No podría concebir una dicotomía dentro de una unidad sustancial y existeucial como la humana, es decir, actuar en cristiaiio en lo espiritual y en -pagano ea lo político o en lo social". "Sigo creyendo en la interacción de ambos planos, y q-ae el cristiano es una sola cosa, no sólo dentro del tem,plo. sino ante las urnas, en el sindicato, o en su oficina, o sn taller, en «1 ho ar o en el cine". Afirma, asimismo, que "sí todos los cristiattos uruguayos hubiéramos actuado e» lo pasado y siguiéramos act-uamdo en lo presente, en el campo secial y en todo lo demás, de acuerdo con nuestra doctrina social, no estaríamos viendo tanta ruina material y sobre todo moral". * BLASrCA AEAMBURU DE XABOEXiE. a propósito de la lucha

entre pollcfas y pistoleros en el. Barrio Sur, condena "el sen-sacionalismo, la morbosidad y la deshumanlaaclón más absoluta frente a la muerte o agonía de seres humanos". "Lamentamos la muerte innecesaila e InmK'ecIda de esos policías, que reciben después de nxuertos lo que el estado no se acuerda de hacer en -vtda. VLven y mueren a cambio de sueldos de hambre, sin protección ni reconocimientos'*. Tías censurar al Sr. Ven-tnra Rodríguez, Jefe de policía, por "golpear el rostro de tmo de los asaltantes moribundos", concluye sosteniendo que "tana v^ más la ley de la selva reina en plena civilización occidental y cristiana'*. * CASA 1>K ESPAÍÍA, **can. una gran velada de confratemízación

democrática lUspano-nrugruaya", "inaujnirará. su nueva sede en Mercedes 1633, el sábado 1* de dicíemlne. a las 26 y Sft lloras. Ese día, para festejar tan importante acontecimiento se darán cita españoles y iirEsuayos, tofW aquellos que síe-nten la causa del pueblo español T ti: -ti veziiao acompañando solidariamente so dura y admirable Inclia por la libertad". * IA PEÜTJ, el Cen-teo de Estudiantes de la Escuela de Industrias

ííavales. la Comisión Jxivenll de la C.T.tJ., Ia Comisión Juvenil del C-O-T., T& Unión de la Juventud Comamista, la Comisión JTiTenlI de Transporte Marítimo. la Comisión Juvenil de TTJf.TjajE á-, las ;iuven-tudes Socialistas, la Comisión Juvenil del Sindicato del Cuero, el M-17.SP_ T la Comisión Jnvení.i del S.TJ.G.Ü. "saludan la valien-te y patriótica acti-tud del joven Solán Rolas", "exigen su Inmediata üb ad". "eshortart a todas las or BOñzatío-»es a realizar dleclaraciones y movilizaciones para lograr que sea puesto en libertad" y han decidido •"rodearlo con la solidaridad de la jtrventud -uruguaya, concurriendo en delegaciones a visttarlo"--Ar 1-A REGIOXAT, PATSAN1>Ü del Partido ©l)rero Revoluciaita o

<Trotslíista) "se adhiere a la campaña qne nuestro partido ha organizado en el ulano nacional par 3a libertad del compañero Rolan Ro.tas- No es a £L a quien hay oue Jnzgar, Hay que Juagar a los: torturadores de las masas, hay qne arrancar a RoIaTi -K» «e las manos de la bnrsuesía Xosotros hacemos -un Uamado ira.,er-nal a ios compañeros de base del Partido Comunista a trabajar en frepLte único con los trotsÜstas por la libertad inmediata del compañero Rolan Eb5as*. Tk- 1.A COSrnSIOíT DE crUt.TD3tA. J-uventud y I>eporí;es de Is Fe

deración de Obreros en Lanas, "en nombre de todo el gr^o de lanas, cueros y cutías, Teclam» de las autoridades J osmec-a iSiertad del patriota Jesús Rolan Rojas, que íuaxa t=rutstmence golpeado —como lo docamenta fielments ia, prensa capi ima c< st!S notas gráacas por ía poücfa-". "Seclamamos su inusediata llbertae y esigímcs él castigo de sos verdugos. Xa constitución y Ristras leyes no «jtorisan » las :fue)rsas policiales a erigirse ea jueces y menos «n verdugos". -*- 3:Elto, * on el tofo a dcma íísla aún impr ;3iado * __ í* J ^ _nos* arabía estado leyendo el díarto "*' < °">'. = ? ? ™™

«stopcr en una sección titolaffa «Kcrnores Se verdades» del men «*a>ado Tesperlsno, «disparates como el Se «ce las elecciones »E-*er3ias del batUrsmo babfan constata-do im vuelco a. _i vor aei ^^xx^an Ctííats.&o « la - nfauta presunción de que ^ vaheute dia-2* «Época» es leído por 400 perswnas". «^^S*&&PS. y yo sabemos «fue *M»to durante gehlemos ae Mancos eomi> de colorados s* nmerran ^fts de liambre, que mientras exista el caidtai privado ^ ^ ^ ^ ^ ^ e la se3va- IA liistorta «s fcisobontaSle y no acep.a psesEos WlíSccs; no van * sanar nada amsgEndo con la iz psierda y pe-«ando con j-^ derecha", * OB2sao aSASTUAL no sa:»e - ^ «a psí3 murió poco actes o p&ro _ desynés que Jíisé BatHe y BaKcsar Erum. Solo .aoem^ «na ^ =25 fcace i iucho. "I- al Iffníü «roe d« todow los cadávw s. loa pa-**s5tas se huieroai dueSo» d« ésttf*. Incilsiye entre esos parásitos »

Sí^ra^^í de po d eí""' * '* **= *"- ' ""^ '«^ nativa''de 'SoSÍ ' ' ' periodista por una real alier-

slbilSLrjré^^oT ""^ "=* " - ^ ^ ^ ^^ ^ -.i 'rí; ,' i. ^ *' ^ ^ ^ ^^^ alternativa del poder es conquistar mayorías parlamentarías rf-r of f* ^'^^ unidad política ideológicamente he-Se é5?5 ^ Politicameine difusa tl ne posibilidad

r^r^^^T^^^ r* * - ^-i-a de poder con esa unidad poUi,ica es ingenuo y pernicioso. La toma del poder es el aspecto más imporcímte

y culmmante de un movimiento revomcloaario que en el ITrugi-ay no existe. T significa para dicho movimierito destruir el aparato represivo militar, y buroeiáíico de la burguesía.

Jí"o. no e. ísce una real aíiernatlva de poder me-dlajite la unidad política de los que rechazan el scatus de ios grandes partidos. La historia mues t.ra claramente que solíimeme un partido o un movimiento revohtclonario es capaz de ofrecer tma real altemaüva de xoma del noder por los obreros y los campesinos.

Desde luego, que pensar que esta unidad polínica, cuya realización más Importante es la -anión electoral, ""es calafatear unas de las vías de agua". es olvidarse de que el bajco se está hundiendo en medio da la confusión Ideoióíiea. de la desorganización política y por reincidir en. el camino erróneo de Tin electoralismo superado por las luchas de las masas. En este aspecco no estamos de acuerdo con el

lector de Las Piedras, quien afirma la existencia de una intelectualidad de las xsyz& claras ideas Nuestra intelecttialidad es iiaa de las culpables del marasmo político e Ideológico en que nos encontramos; ella no solamente no tiene Ideas políticas claras, sino que además deja a \in lado su responsabilidad histórica de Ixichar por la verdad ideo-Lógica y política,

IJTf LECTOR

AEM: ANIVERSARIO Y FESTEJOS En el corriente mes se cumplen

50 años de la fundación de la AJ:.M.

Con tal motivo esta asociación ha programado tma serte de festejos cuyo detalle pasamos a reseñar:

—Lunes 13 del corriente— Se realizará -un gran desfile por JB de JtQIo, que partirá de la Facultad de Medicina en horas de la tarde y llegará basta el. obelisco. En tal evento participarán estudiantes de toda la Universidad y se realizará -un concurso de vehículos adornados con premios a los mejores.

—>Tartes 14 del corriente— Tendrá lugar en el salón de actos de la Facultad de Medicina, a las 20 horas -una peña foltelórlca en la que participarán en so cas! totalidad estudiantes de medicina.

—Jueves 16 del corriente— También en la Fac-ultad de MedicLna y ft la misma hora, se reallzrará una pefia de jazz a cargo de estudiantes de medicina,

—Viernes 17 del corriente— El grupo de teatro de Medicina representará, en el 30I>RE. a las 20 horas, pequeñas obras y sketches, preparados especialmente para el Clncuent-euKrf o.

—Sábado IS del corriente— Como cttlmlnación de la semana de festejos, se realizará un sran baile en el propio local de la -Facultad.

Luis Carríquirf SPíí e rlo General

0MiS!8N. NO SUPRESIÓN Señor direcTor de MAECHA

En nuestra nota aparecida en él número anterior de MARCHA, balo el título de "L-as elecciones municipales en el Paraguav", se ha suprimido uü. breve párrafo, en lo referente a la mención de los sectores aue repudiaron la farsa electoral. Por razones obt-las. solicitamos esta aclaración, -transcribiendo el párrafo pertinente que dice:

'"En la oposición y repudio a esta farsa electoral tomaron -posición: el Partido Revol-Hcionario que preside el Sr. Benlfmo Perrotta, el Partido Dcmécrata Cristdsno. importantes sectores popníares del Partido Liberal y erprasiones mayo-rifc ias del lHo-vÍTniíínto Po-DTlstr Colorado, él Partido Coinnsi*>rta Paraguayo en sas diversas tenSencias y sectores indepedlentes cazopesl-nos, obreros y estudiantes",

/Lo subrayado es la písrte stEprl-mida, cuya omisión puede osx lugar a Ealsas interpretaciones en iOS sectores de 2a oposición a la "tí-TanJa>. T>esde ya agradecido. '=? saluda cordíalme t-fce.

Orlando Kojas

LUIS DE LA PUENTE VCEOA La muerte de Lui» de la Puant* UCMU. líiei- d«l Btflit. acribí-iia<t« a tiros junio con olzos si«t» suarñllttrM por las tuerzaa da xepreaion, ha Bldo profundamente s«uiMia «n la«. medios demo-craticoB do peruanos en el ex2zanj«zo. A diievencia de o±ros lautos lidQZ«a "ireiíalucioaari " peínanos qu* tan pasado la vida. esconiUdos, £raguando ilusorios complots, d iconociéndolos, si estaUaban. huyendo por los ischos «laudo había peligro, para lerminar obesos y canonizados poF la oli-gazquíOj dando charlas de café, un hombra conna !>• la Pu«Aie lJ'ced,a, que ha pagado con la vida sus convicciones, merece el lespeio hasta da sus adversarlos y con mayor rasóc da quienes como nosolros reconocimos d»«de el primer momento la valantia y la honestidad de su gesto insUTrecclonaO. Stt de&apasícióa contiznta también q.-u,e la lucha por la verdadera emancipación peruana sorá larg-a dura, jalonad:a de episodios dolorosos y da sacrificios heroicos. De la Puente, con su lebeüón justa y su temprana muerte ilustra un capítulo da esia lucha. Vendían otro» capítulos, peio el lídar el Mía ha conquistado ya._al pxecio de su -vida, 1Q qua otros "caudiUoa", salvándola. y cubriéndose para sientpra de veigüensa. no lograrán janftás:: íigTtrar con dignidad en nu»slra biatoirla. París. 2B da octubre, 19BS. reder.:co Camino. &armáa Camero, Sigírido I.aske, Hugo Uei-ra, Julio Bamón Bibe-yio. Atírcdo Rula Rosas, Idario Vargas Uosa.

"US CALUMNIAS DE UN DIRiISKTE SINDICAL" Montevideo. £4 de noviembre de 1969» Sr. Director de- MARCHA Dr. Carlos Qoljana: Rscorro a. su amplío espinln, para (zn» nke publitzue \m. siauienle caria que envié al diario 'TEH Popular". Agradeciéndote su aten(»tón< lo saluda con respeto T aO-miración. ' MABIANO ESTE-VEZ MAClEt Cred. Cív. BRA 1»300

<:i^^^ T-.- ^ . ™ -. Montevideo, 23 d* noviembre de ISW Señor Director de "Kl Popular". De mi consideración: Le agradezco me publique estas Uaeas en CíHiteataoióii a -ua. ataque ±urmado contra la ITníón Popular, en la paraona del diputad» Erro, aparecido en su diario el 19 del corriente. Saludo al Sr. Director con toda consideración. Mariana SslAvea Kaciel Cred- Civ. KRA 1S300

Como trabajador leí un articulo en. "El Popular" que pietend» agraviar, sin suerte seguramente, a la Unión Popular y al austero defensor de todos nosotros el diputado Erro. El titulo es "Las caliua-nias de Erro contra el m.o-vimiento sindical". Esto no se lo cree ni -OXL niño. Lo escribió Un dirigente de AUTB que firma, no sé si con un seudónimo. Zorrón. Deforma La verúacL. Fue valiente la actitud del diputado Erro y de la Unión Popular, al votar en contra la amnistía por ser un perdón que nos quiere dar la oligarquía. 1.a huelga es un derecho y Erro no quiso agraviar a los trabajadores desconociendo ese derecho, "WTeutras, el dirigent« Zorrón hablaba de la amnistia, de entendimientos coa un gobiem» apaieador y entregador. Zorrón no luchaba cuando Ariaaga y Rodríguez EsUeti estaban ea la cárcel y eran golpeados, el dirigent* Zorrón y otros dialogaban con esos gobernanta Heber y Beltrán. Hablaban con el coronel VentUFa Rodríguez, que les censuraba el diario pLre\'iamente, Xa cambio "Época" era clausurada y seguía su defensa de los trabajadores, lo mismo que MARCHA con el Dr, Quí-jano. Es que a mí me ensenaron hace -un tiempo que no puede ser revolucionario el que está en la coexistencia pacifica. Por eso y por otras cosas quisieron la amnistía. El dirigente Zorrón, no cree ou« el diputado tenga la auténtica receta para derrotar a la oügau-q-uia. Yo y miles de trabajadores creemos que sL ¿Conoce el dirigeot» Zorrón la- acción del diputado Erro, ministro de Industrias y Trabajo, luchando solo contra la oligarquía y los especuladores y metiéndolos ea la cárceií ¿Sahe por qué se le echó del Ministerio? Precdsamente porque no transó con los oligarcas y defendió a io» humildes. Si no lo sabe pregúntele a los trabajadores de la construcción, de las cervecerías, gas. comercio, de £¿ madera, metalúrgicos, peones de tambos, trabajadores del aztícar. a los del Correo, Ancap. Espero, dirigente Zorrón, que después me cuente qué le contestaron. Pregúntele a los trabajadores quién fae el autor de la ley de 20 días de licencia. Quién se jugó contra el imperl al ísmn, quién denunció a la Asamblea de la Cámara pox las laedidas de Seguridad, denunciando Jos atropellos a sus propios compañeros de la ATirHL ¿Tiene el dirigente Zorrón temor de ofender a Las oligarquías blancas y coloradas? Que lo diga. IMezcla al diputado Erro con los trots-kistas, los socialistas y no agrega el aOr y tantos otros moviEnientos que le dicen muchas verdades a los comunistas. Y sobre esto le conviene al dirigente Zorrón hablar con los diputados Arísmendi y Collazo y el senador Rodríguez. La oHgarqm'a tambaleaba, como cordero acorralado y el du:igente Zorrón y otros la aptintalaron, con el cuento ú.i¿l golpe de estado. Si su diario dice que deSende a los -trabajadores no les puede mentir, en esto ni en nada. Erro no lea míente- V sigue en sti políizca "ntemaciorial indeper dieiíte. Ah, Zo-

» "'msita; tares, dípnlsidOB. senadores;, atlnSstros, directca-es de eirtes. conaaiidaiido el núcleo, Icss conseíercs de gobíenso . Bn O" grupo tibie» » lo« -"«mpleados m-unicEpaies, de cajsa

TabSadcnes de entes atitónontos, dea Palacio I- iSIatlvO y. *»-^ ' ando, Ic» empleados bancaríos". -Nosotros; los obreros, qu«

:o» Tra trabajo necesario para la ecanunidad, ¿tomáronos paren j». scsnal guerra entre jisrS tcss?™ tldc ,

í. de R-: Puede estar seguro el amigo Sojas de que I» Calta de esas líneas no se debe a -una "a.-i-presión'", üo a -un shziple error de scrala- Sí bien, por rasonss de espacio, » —eces nos vemos obligados a reducir la_ esrensíóu d* ¿Ilusas cartas, al nacerio pone-nsos esoecial cn5daco en no mo-dSíícar eS pecsaoníentc de ios a-ctorss de las mismas.

CGRREO Se ruega. * i» persona. íjc» asnts. ^ 1»- ous pase por n,ue3-rra redacción SE, horas hábiles, preferentemente po? Ia- nsafeana*

CENTRO DE ESTUDIOS POLÍTICOS Y SOCIALES

Lunes 13 (hora 19.30), en 18 de Julio 144Í: "FDlíDAJdENTOS TEOBICOS Y METO-DOLOCSICOS EE XA. ACCIÓN POLÍTICA BEVOLVCIONAHIA".

—Clase afcíeirta, resomeax del Curso íe I]i2»xziceti6a a] 3narxMiiio~IejrínTS3BO, a cazQ (Sel

Prof. Z.1 Salra Belaensana

Sábado 18 -Oiora 20,30), en 18 de Julio Í443r "TESTIMOinO SOBHE "VIETNAM"

—Cooferencia del jvexioaista KÜÍO S xiraclz, zedactoc po-lRSco de "Sí Fopalsr". ctOe redeEtemeate ingresara de TTEía gfra jKsr países í3e Asia. íIuatiadE ooi» prOíyeccSAn tínefnaíogrSfic)-

. £>i-rSAi>A. A ATOÓOS SSTOa AfTCf» Wá Tl D»

M,«liCM r

Page 3: Ardao-Orígenes del latinoamericanismo antiimperialista

CARTAS BE US LECTBItES RESPUESTA A "«SERVADINl"

SefSoT l>iTector: 3>r. Carlos Quijano; En. el númeTO de MARCHA 1280. del 12 de noviembre ppSo., leí mi carca sobre "El Clie Guevara, 2a revolución continental y- Seo. Do-miago". Por lo mucho que ice lian gustado sus -planseos sobre Las ideas del '*Che*' Guevara, y por lo <jue Tiene de deünltorlo, en. lo q.iie respecta al desdno de la revolución cubana y continental, la conclusión & que se llegue en el asiinto de su alejamiento —desaparición, muerte o como se le llame— me be decidido a contesrtarle. con la modesta Inreaeión de ahondar, con nsted, en lux problema de cnya Tremenda significación nadie puede dudar. yo no creo que la renimcla de Gueirara se deba a la no inter--rención de Cuba en Santo Domingo. Creo Que eso pudo ser un mo-T.ÍVO más de desacuerdo con la dirección de la revolución cubana, pero que en último caso esto sería sólo la "'gota, de agua" que precipitó "un conflicto que venia de muciio tiempo atrás, y Que xenía'aue ver con toda la orientación y conducción de la lucba revolucionaria. Las Ideas de Guevara tenian —tienen— el tono que se advierce en los párrafos que usted transcribe, es decir, veía con lucidez la necesidad de 2a protección,- no ya continental, sino mundial, de la revolución. Para él, es un crimen no apoyar por todos los medios a las pueblos latinoamericanos en luclia —Santo I>oxDing-o en este caso—-. Porque eostiene la idea central de que la revolución, en un país, sólo puede sostenerse si se extiende, si busca y encuentra, el apos'o de las luelias TevoliteioGarias en los otros países explotados del miuido. Por eso encuentro pleno de signKicación su supuesto diálogo entre el "Clie" y Pidel Castro. Los dos tenían que cliocar: Pidel se lia mantenido en una posición de conciliación a dos puntas — por m lado la "burocracia eovtéxica, y por el otro el imperialiszno, y esa política lo lia llevado a Ignorar la voluntad revolucionaria de las masas, a encerrar a la revolución —o por lo menos tratar de encerrarla— en fórmulas de co-esisteneia, de conciliación. Cuando se enfrentan Fidel y Guevara, se enfrentan en ellos dos tendencias totalm,ente opuestas: la de Guevara, que lia prendido su llama en. la agltacíóiL revolucionarla de las masas de Cuba, de Santo I>omingo, Guatemala, Brasil, Perú, Argentina, y de África y Viet-Kam, del mundo; y la de Fidel, que, sin ser todavía contra-revalucio-naria. está frenando la revolución, la está sujetando al influjo de la burocracia Koviétlca, que no desea ni puede soportar el desarrollo de la revolución en el mundo. Es Guevara el sisno visible de una tendencia que lia buscado manifestarse, y ba recogido para la experiencia culjana todas la senseñanzas de las ludias coloniales. Por eso ba-bía que eliminar a Guevara, porque, en libertad, representaba un peligro cierto para la tendencia burocrática de los qué rodean a Castro. Para terminar: comparto y aprecia su Interés por las ideas de Guevara, en relación con la revolución latino-americana, la conc-iccíón de la utilidad y fuerza de esas ideas, y la necesidad de que sea el propio Guevara por su autoridad de revolucionario, quien siga la luclia, desarrollándolas y defendiéndolas, Independientemertte del lugar y tareas que esté reallsacdo. Propongo a usted, con ese fin, reunimos con todos los que tengan esta misma preocupación, para analizar el modo de intervenir ante el propio Guevara y el gobierno cubano, a efectos de contribuir a su reaparición pública.

FtJtTON PAGÓLA

FIHKIONAIIHIS T A.K.F.P. En las actxiales lucbas presupuéstales que libran los funcionarios públicos, es bora ya de enjuiciar la conducta de la Asociación Ka-cional de Funcionarios Públicos. Si liace js. varios años ésta era la agrupación más numerosa de los íuncionarios públicos, fue paulatinamente cayendo en el descrédito, por la conducta de sus dirigentes. AHora es una ínfima minoría, superada netamente por la C-O.P.SI. ~T, irara casualidad!, estos sindicalistas amarillos practican un anticomunismo digno de cazadores de brujas, a más de tener contactos con la .OLFH-CIO y el ITJDES. Nilo Pava, su actual presidente, que sigue los pasos de su antecesor Floreal Betancur (de triste recordación para los funcionarios públicos), es el mismo que una vez fue a mendigar dólares a una embajada extranjera con el pretexto de lucha contra el comunismo. Además ocupa un puesT:o en Telecomunicaciones, al que nunca concurre, pero siempre cobra el sueldo men-suslmente. •y de los demás dirigentes y delegados que los rodean ni que ba-blar. .•lunque ellas digan <;ue sori x-o-tados en "elecciones Ubres", son todos digitados, y stis delegados no representan a nadie. Estos, que cuando las Medidas <ie Seguridad fueron corriendo a cobilarpj laajo el gobierno, posando de '"bucnitos"' quieren abora fingirse rsvolucio-naríos. Cuando el COF13 propone realizar un paro de tres días, ellos quieren ir a la buelga general. La maniobra es muy clara: sabie)ida que el gobierno tomaría orásticas medidas al suceder cal co'ía, su propósito es poder mandar a 'os dirigente del COFE al •'degolladero" Y quedar ellos solos al frente del movimiento sindical. Es nt más ni menos, un instrumento del gobierno puesto para fr-ínar la 2u-cba de los íT,uicionarios.

Es llora ya de que los í nciona-rios públicos sepan qi.úénes son esos de la calle Sarandi Dn Funcionario Público

CAJA DE JUBILACIONES Y PENSIONES DE LA INDUSTRIA Y COMERCIO

CITACIO]% IJRGEIVTE Se invita, a los representantes autorizados de las empresas <fae se mencionan a continuación, para «jue comparezcan antes del día 17 de diciembre de 196S, a efectos de ser informados sobre el estada del trámite administrativo de las referidas empresas. Se les avisa que en el caso de no liacerlo antes de la fecha indicada, la Gerencia General dispondrá la prosecución de los procedimientos. Los citados deberán presentarse ante la SubSere ncia General, (Ser. piso, oficina 304), donde se les ilustrará debidamente, y se les entregará el resguardo que acredite su comparecencia.

N' 200.071 S. A- Molinera Río de la Plata; N» 200-123 Justo A. Iglesias; N' 200.156 Santiago Vacca y Cía.; N' 200.158 Helios S. A.; ÍJ' 200.180 Gordon Fíring y Cía,; N: 200-352 Bairaca Díaz Porto S_A.; N« 200.538 Di BeDo Hnos. y Placeres; N' 200-533 The Mandiester S. A.; N' 200.568 Román Hnos.; H9 200-583 Moisés Abayián; NO 200-681 Domingo Dante Caprio; H9 200.683 Lónez Quíntela S. A.; N9 200.732 Brand S. A- (Héctor La-maison Pastoráio); N9 201-086 Estel>an Armas; N' 201-138 General Machineiy Co. de Másinio Vasen, Manuel V. Ci£-riel V Rodolfo Vasen Servin; H9 20l"-218 Su.=- F. J- LargH; ÍÍ9 201.241 Suc. de Enrique ÉHaurf.; N' 201.326 Casa Moiise Ltda; 1Í9 202.422 Aunan Brotiiers S. -A_; N« 202-811 Luis Pejxano; N« 262-811 Calzados Peyrano; N' 207-035 Domingo Y. Francisco Torres FieL y Eaiael Tea-rasa; N9 209-595 Vicente A. San Esteljan; N'' 216-333 Eduardo, Mario y Enri-aue Lista; N' 216.449 "Souto y Cía" Juan Sou-to Páez, Alberto Gómez Paxi y Carlos ALopez Souto; N" 216.736 Juan Carlos Vázqiiez: N*? 218.936 Carlos DélTicdli S- AL: N9 221.396 Francisco Lista y AHre-do Misa: N9 222.118 Adeis Chans;

N« 225.340 Osear Eliá; N' 227.174 José Tochs; N9 229-367 -Antonio Mancuso Ma-ruca; Níí 236.788 Claudio DeOlaca Crisola.; N' 239.460 José Francisco Borrazás y Humberto Trendii; N 245-131 Generoso Pérez (hijo); N9 248.223 María Ondina Suárez; N9 257.623 Celestíno Batí; N' 278.29T (darlos Madiado Viñas; N9 288.8T6 Níelse Olsen v Cía. Ltda.; N"? 295.73S Juan Alberto Torelli La-rrue; N' 297.172 Buxsrtyn y Was. Wolí Bursztyn y Salontón Was, Ana Was de Bnrsztvn y Aída Rajnsztyn de Was-N? 301.944 Satmno Carro Bordoni; 1<<? 308.045 Manad Sarser; ISr? 308.114 Lilis María Jíondragón Medinaz Jí' 313-033 Joaquín Salvadores, Herminia CZampos de Salvadores, Carlota Salvadores,. Campos, Hilda. Sal-- dores Campos, Olga Salvadores Campos de Dezama; N9 314.349 Manuel Pérez González. ST' 315. S90 Vicente Kial Da Misa 3S¡9 316-483 Sebastián Hermida Fernández; •Sf 328-987 FUMI Ltda. - Jasn Carlos y Walter Gitíeman c Ignacio Chz.-ves; N" 335.492 Emiliano Várelas 355 342.709 José H. C:adenazzi Villa-nueva S- A-;

DN PMGSAMA UAMAOO "EL FLDRüKIO" Señor Eirector: Dr. Carlos Quijano; .A.unque usted me considere un irresponsable, soy de los Gue ^^ esto país, pese a todo lo afligente que nos pasa se sienta eeoístS mente a ver tele\-isión. Es dar la espalda a la realidad bien ene ^^ sé, pero, ¿qué quiere? El aparato me costo, liaee un tiempo" diS mil pesos y no ir.e parece bien dejarlo arrumbado "del rincó- ™-, un ángulo oscíiro", como el arpa en la rima de Gustavo • dolSs Fue- el sábado al mediodía <iue vi "Almuerzo con las estrellas" Laa ••estrellas" esta vez eran algunos de los "Florencios" i96o ^o" 3»' tsrde, en ese mismo canal, vi a vai-ios cronistas de TV entre" 2Q«' QUfc estaba el de MARCHA— hablar de nuestra televisión, del X)TQ.1 gr&nia nativo y de los elemenxcs nacionales gue si no iuera por la«-oficinas oúblicas estarían más muertos de hambre de lo que esTána' Confiese," señor director, que se clavó. Usted pensó aue vo iba a hablar de "El amor tiene cara de mujer" o de lo mal -eeiñada oua* salió Sarita en el últinTio comercial o de cualquier otra gansada TjroDia de "Cine Radio". "'Canal TV" e "ainda mais". No, señor direGio- 4 yo solicito espacio para liablar de un problema muy serio- de coi-» nuesTra TV no es una fuente d.e trabajo para los arciSLas naciona ' les. Yo quiero liablarle de los que aqui bay con más talento \¿^mZ va a decir que aquí no bay quienes bagan algo mejor aue "Á.cac=a Montero", por ejemplo?) y que ni los promotores, ni las asencias. ni los canales ni los ¡ avisadores!. que se dejan facimaT cualqui cantidad de pesos por esas "latas" impotables, se b.an dado cuenta. Yo no me exiplico cómo los avisadores no se ban dado cuenta oua ellos podrían controlar sus propios programas y les saldría más barato, mucbo zaks barato. Además, señor director, no entiendo cómo el fabricante o el comerciante Q_ue hace propaganda paira ir:iponer su "mercadería nacional", desprecia el "programa nacional"* Es im contrasentido, ¿verdad? Viendo, como le decía, "Almuerzo con Jas estrellas", se me ocurrió que bien podría bacerse un programa da TV llamado "El Florencio", sea del gé«iero que fuere, porque en "^om "Florencios" bay de todo: primera actriz, primer actor, director é"?-cenógrafo y basta escritor. Sería estimulante y fomentaria la ccio-pelencia Además sería un elenco renovable ano a a^o-, ¿Qué les parece, señores avisadores. los mejores del año teatral al servicio a» su propaganda-? ¿Por qué ustedes y no las agencias, se nonen en contacto con ellos y organizan su propio programa? I or la 'tarde lo» cronistas de TV citaron el caso de un programa nacional titulado "Un ratito con los del 4", que Jue "levantado", y que incluía nada menos que a "la mejor- actriz" del ano y al "mejor autor" del año entre sus elementos. Según estoy Informado bay "tapes" argentinos qne cuestan S iS.CCO, S 25.000 y $ 32.0G0 por emisión. ¡Sí, señor director dije por entisíóttl No es posible que no se pueda bacer \ai programa nacional por mucbo men.os de esas sumas en este Montevideo. En fin, señor director, si escribí todo esto y soticitÓ un espacio en sus "cartas de los lectores'* es por tres razones muy importantes: a) porque tengo un aparato que me costó mis buenos sacrificios; b) porque C[.uiero reencontrarme con mi lenguaje y mis problemas; c) porque me interesa que mds compatriotas, los artistas, los pintores y los autores, puedan ganarse la vida con su arte; y di i porque se van mucbos dólares en latas, ijue es una manera'ú« . íomentar el imperialismo a través de las seriales que llegan desde allende el Eío Bravo!

TELEVIDEHTE ATEMTO

MAION SOBRE EL LIBRO Nos acabajnos de enterar q\xe pof la reciente ley llamada de Bendición de Cuentas, se grava ia Im. portacidn de Ubros y revistas tí« carácter científico, literario, artístico y similares. TTn retroceso de 55 años en bk política (niltnral del país. Desde 1% llamada -ley Rodó este material educacional y culturad ba. estada liberado de cargas Impositivas ea su internación al país. El criterio de exoneración no es una conquista particular, sino que consiste en. tina norma universaamente adinitá-da y consagrada en toda clase da convenios Int-emacionales. OlTldo Inexcusable de la Convención d« DKESCO de 1S50. Se supone, probablemente, que se obtendrán importantes recurso» presupnestaJes por la vTa del impuesto creado, que es de earáct ir aduanero, l<j cual constitaye otim enormidad por cuanto por conTen-clones postales internacionales dd libro, etc.,- circula por esta, vía, y no debe estar sujeto a despacha d« adtianas; pero, si asi fuera se 3ia-bria incurrido en un grueso error: a) porque t&cItKo con e: 15% TnáxTTWO que se aplicaría de gravamen, dado eü volumen de ¡reportación, la recaudación serís muy exigua; b) porcfue lo que entraría por una majto se iría por la otr en virtud de qne los instltntas oO-cíales de enseñanza y las bibliotecas públicas en la prestación _d« BEis servicios insmnirán pEr*ííiai mucbo más abultadas, o, en últt-mo extremo, no se atenderán tsu Importantes servicios en la escen-sión debida, coa. todo lo CUBI st está, contctlendo im Saerante £tro. peno a la educación y cultma populares. EL tema da para- int "tratado" pero, es tan, desproportíonado J sbstirdo lo ue se acaba de saifc-cíonar por Tía l islativa, trae nw resistíanos ft proseguir con. el c». mentarlo, pensando fdebemos peai-sar foíeit mientras no tengí^nM prueba en ' contrario), (jCie 'xm cuando muy abultada la espedí pudo Itaber pasado inadvertíaa m la znarafia presopuestal en caai»-to al Sr. iBnistro de lastrncci Pliblfca y otros funcionarios pñbil» eos a los c£ue conEamos nns to^ xnediata rectificación de lo acta«-tío. como es lógico de esperar.- si a sus antecedentes en ia materia am Temitímoi

Ni* 343-790 Morda3c Icek Karpa Se-N<? 373.623 Ornar PandoHi Safons; K 375.249 Benjamín Pérez y Jesús Peyrano; K"? 402-412 SanmeL Muz Ixorber; Tí"? 406-474 Luis Libralesso Badín; 2Sr9 409-060 Carlos Alberto Márchese Castro; ?í 421.545 Centro Comercial y Social Candones; N"? 427.833 Paladín S.A.; ISÍ'? 428-228 Hugo Juan "Verani Pa-guapé y Osear !E3áas Picardo; N*? 429.155 Fabtü Testíl S. A.; lSí9 431.919 Ramón, "Vicente y Manu Peña; lí*? 444.302 Mead Jotmson International TLtda, S, A.; N 458-279 Fábrica Metaliír ca SJ ; K9 46C.233 CROMOCXSS S- A.; K9 470.812 Agosto Sessa; N9 100-462 Bíigna y BrosciñiLko: íí*? 100.7"42 Club Banco Kepublica; K9 100.334 ILuas Girino e ESáos; JSÍ«? 100.897 Antonio Ptílicer; ISÍ<? 713.066 Rosa CarbalLa áe F r-nánd^z, Antonio Fernández Carlos Fsxiández, José M* Fernández, fiaría Fernández de Balay, Suc, de José Fernández Cñíobo; K 600-027 Impresora Uruguaya Scaedad Anónima: 1^^ 600.135 Tañeres Gráficos SUR SJL N 600.297 Flores y Cía. S -A.; N 600-639 Alejandro TTolpe; N'< 600-679 Impresora Sisrcos Ltda.* N 332.222 Marcelo J, Pedro T>o-gÜotfl;

Es. fundados «n esta espe; ^313*. «pie acaOZamos ímanto suscssa. oe xeaccáón el 3naIdB- cescargada so--bre el :m>ro en la cií»da Jey, aao-Oo tiempo a la tramltacián de -aam-inmediata dert cíGn de las =«*-mas ñnpoElííFas-T>e ECS ocurrir ello, meícr J— <pic se decrete por la- -sape csn-dad" la ciausima del comercio n-lyreso y se a£s2e «. la repó&Sca ^ -turalmentc, por lo msnos_ "°^^-meate, ya que bastante '^^^j con.- el -pTeclo- acmalmeEite vigen-. te de las yublscaciones,

Héctor P'Eís»

MAIK31A

"MONTAR EN LA SOMBRA LA MAQUINA DE LA DICTADURA"

UHA vez no es cosiumbze: pero dos. si. Esle OoMerao q[ue padecemos, se ha Bcosiumbiado a las medidas "exlra-oxdinazias". Esas medidas extraordinarias no son -úmcamenie las de pronta te aridad que ahora después de unos pocos días de normaUdad formal- vuelven a aplicarse. En los tres años cortes que van desde el I? de marzo de 1963. hemos conocido muchas desvalorizaciones de la moneda y repetidos ciexrea "extraordinarios'' del mercado de cambios o de las importaciones; hemos vivida también y desde hace algún tiempo, en estado de cesación de pagos. La moratoria y las re-fcianciaciones todavía en proyecto, no son, por cierto medidas "ordinarias". Como tampoco es "ordinario", mirados los hechos desde otro ángiilo. que el costo de la vida suha en pccos meses ua 60%.

Lo "extraordinario" pues, ha sido lo ordinario, en todo el período del Gobierno actual. Discutir ahora si el desastre, inequívoco e inocultable, que nos golpea, hunde sus raices en la acción de los gobiernos que se sucedieron hasta 1958. es ocioso y más que ocioso, folas. Siete años lleva el actual partido gobernante en el poder. No resolvió ninguno de los problemas que prometió resolver. Los agravó. los complicó, los empeoró. Al término de áe-te años, la situación es mucho más difícil que al comienzo de los mismos. Siete años, por otra parte, son muchos o más que sufi-ectes para intentar una rectlScación de rumbos. Tiempo ha habido y de sobra, para instaurar con el nuevo tiempo el nuevo orden. Para sembrar y aun para cosechar. Pero la verdad es que no sólo el presente es triste. También el poxvwiir. por lo menos el inme-disto. No sólo éi país no lia resuelto ninguno de sus problenkas; no sólo el país ha visto agravarse los que lo corroían, sino que otros> nLUchosr se le han creado. El signo de nuestro tierspo es la desconfianza y la desesperanza, la inseguridad y el temor. No se puede prever un cesto; no se puede elaborar un presupuesto; no se puede saber sí mañana habrá traiíajo y en cambio, se sabe, que los pesos que se ganan hoy. no ya el año próximo, no ?a el naes vemdero, sino la cercana semana, valdrán menos y de menos servirán. La mes-tabüidad, la angustia, el desasosiego, ban ganado a todos los que trabajaru Poco Eágnifi.-caria im presente sombrío, si exisüera la cer-tidmnbre de que se está en camino de superar las dificultades. Pero el país ha perdido la esperanza. Este es el mayor daño que se le ha hecho. Algunos, pocos o muchos, se van. Otros se resignan y viven al día, sin atreverse a mirar hacia el mañana. Por suerte no fallan, los que están dispueslt a combatir. Toda la intranquilidad que sacude al país, tiene ahí y sólo ahí, su causa. Suscar chivos emisaric ; atzihuir las protestas y los lecla-Qzos a una diahóQca y fría estrategia trazada por misterioEos personajes o grupos que trabajan en. la sombra, es tonto y mentiroso. El país entero, salvo unos pocos, sufre y desespera. También es tonto y cabal demostración de ceguera, señalar aquí o éúlá. tal o cual eattaso. tal o cual desborde en la protesta, invocar, libñfo en mano e índice &i alto, tal o cual Colación de los textos legales, cuando deberían sorprender, por el contrario, la prudencia y la mesura, con las cuales se formulan, por lo g iezal, los reclamos; cuando, por otra parle, es el Gobierno mismo el que empieza p< nolar o desconocer los textos que esgrime; cuando el Gobierno núsano, sordo, ego, envanecido y soberbio, acumula día tras diau mes Iras «IPMS, año tras año, pruebas y más pruebas de su incapacidad; cuando él CSobiamo mismo, no tiene el cwraje y la e* snental y hum3de salñduiia de pensar ñquie-xa- sólo de pensar» tjae puede estar eqtüvo-sado. El Gobierno ha. pedido el respeto que exi-e- porque ha creído que no debía respetar a. !(«. que coa él «Bscrepan; el Gobierno ha periEdo auloñdad porque filatódó él crédito —snen oado crédito pero créeBfo al fin—^S^^ 3* le otorgó cuando fue electo. Promefió y ao ctoxiLpHÓ y de salto en ilto. de descoiuñ -*o en desconcierto, fie scMpresa en sorpresa-•*z ha traído a esta, ^taaáón. de caos T •**'" 3**xl de lébeldm. con cansa y de ínceifidum-bre que puede ser letal á ya no lo es-Esa autoñdsd que le íftlta; ese resp o dei ««al se privó, no los zeconquisíará con nuevas medidas extraoz na ras, con prxaones y =«nsarasi. con am ñt* *' y sanciones, con el despredüo de la o; món ajenai, con el manejo ífel tirano, el sarcasmo, y el sofisma, con la ocuíiacaón o la deftwnwcíón calumniosa de los *»ecfao£, tareas s las caéíes se dedican cáertos í fcgoaraces que lo sirven. Este es un país pacífico que ha dado, sobre í»do en los últímos tiempos, pru jas ratera-das de madurex y hasta á se qmere de resignación y aiin de atonía- Zíxs. país in3o3cicado Po= Is zaenüra. y la prom a cofiíEanas. Pero tedo Siena su linúte. 1.a les nacícn •V tsmr

bien la mentira. La resignación se pierde y las mentiras áempre quedan al descubierto. £De qué derecho se considera a stido el Gobierno para negar a los funcionarios públicos, los aumentas correspondientes al alza del costo de la vida, auunentos, por otra parte. que impone en el sector privado? ¿Son muchos los funcionarios y el dinero no alcanza? Pueril excusa. ¿Quién nombró a gran cantidad de esos funcionarlos? ¿Quién infló Jos cuadros de la burocracia? ¿Emana ese su presunto derecho de la celeridad con que presentó la Rendición de Cuentas, del cuidado que puso en redactarla ó en redactar el Presupuesto General de Gastos o en estudiar los Presupuestos de los Entes Autónomos? ¿No sabemos acaso que esa Rendición fue preparada y sancionada entre gallos y media noche, en el último minuto de la última hora, del último día del plazo constitucional? ¿No sabemos acaso que esa Rendición, elaborada a escondidas y al galope, rebosa de errores, contradicciones, absurdos e injusticias? ¿l>e qué derecho se considera asistido, de qué autoridad revestido, cuando en los treinta y tres meses de su paso por el mundo, el índice del costo de la vida, según las propias estadísticas oficiales, ha saltado de 579 a 1711. es decir, se ha multiplicado por tres? ¿Cuando sólo en los once meses de este año 85, el índice ha tenido un aumento del 6C%? ¿De qué derecho se cree asistido, cuando nos ha infligido desvalorización tras desvalorización; cuando ha sido incapaz de crear las condiciones para frenarlas; cuando ha dejado que el dólar pasara de II a 60 o 70; cuando con una ceguera inimaginable ha prometido un cambio único y ya han reaparecido tres? ¿I>e qué derecho se cree asistido cuando ha údo incapaz de poner orden en la hacienda pública y los déficit presupuéstales — factores de inflación y por tanto de elevación del costo de la vida— se suceden con pavoroso e ininterrumpido aiunento? El Gobierno ha creado las condiciones y causas del desequilibrio. Es él responsable de cuanto ocurre. Esa su tremenda responsabilidad es intransferible- No puede arrojarla sobre otros. No escapa ni escapará a ella con medidas extraordinarias. Por el contrario la adopñón de éstas es una prueba más de su incapacidad.

X X X Allá por los comienzos de los treinta, el entonces Presidente de la República, Don Gabriel Terra, que había asumido el cargo el I? de marzo de 1931- desciíbiió que una ":á-nieslra conjura" comunista estaba a punto de tomar él poder. Una reunión de nctables fue convocada de urgencia; los dirigentes de nuestro poderoso ParÜdo Comunista, deterñ-dos; los locales do se incubaba la conspiración, allanados. Poco fiempo después el Sr. Terra que postulaba la reforma de la Constitución era acusado por los legisladores y Consejeros de su partido de "montar en la sombra la máquina de la dictadura". Tamaño agravio no podía soportarlo él Sr. Terra y para demostrar que no quería, ni deseaba, ni buscaba la dictadura, el 31 de marzo de 1333, implantó la botadura, después de haber comunicado el 30 del mismo mes y año. a la Asamblea General que adoptaba meadas prontas de segundad. .. _ _-En él Mensaje que ese 30 de mano dingio a la dicha Asamblea, dijo án sonrojo: "El Presidente de la República no quiere, no desea, no busca la botadura. "Esto no obstante, algunos miembros de los Poderes Públicos Qegisladores e integrantes del Consejo Naáonal) le atribuyen a la Preádeneña de la República proposííos sub-ver vos. Esta actitud inconsulta* que no puede fundamentarse en techos de ninguna naturaleza, obliga al Poder Ejecufivo a usar de las facultades exfraordineirias que por modo expreso y privativo le confiere al Presiderde de la República tí artículo 73 numeral 13 de la Constitúaón, para evitar que el país pueda caer en estado de convulsión. -Xas medidas de seguridad adoptadas por

ahora consistern ^ 1« En c isurar la propaganaa de aquellos órganos de pubBódad que atribuyan, propo-stos dictatoriales-a la Preádcncia de la He-^ ^ * ^ intervenir las cárceles, &^^ J f i«¿ore¿ «rculanies, de posible Hberlad de ^^'"^^edidas de ^-^^^-^Z^l ./r icíricas. Aguas Corrientes, T¿leg o« y ixMfispensables-

•m Sr Terra q^ no quería la dictadura « £¿tó cSdSente en la « « ma pa-^Í^ST'Í subveiáón. La reforma constrto-:2b3 el Sr. Terra. cSonaL otra reforma

^ sacrificio a qa« « coade

Por estos díasí el 27 de diciembre, se cum.-plírán treinta años, de otro acto del Sr. Terrat la ruptura de relaciones con la Unión Soviética. En Brasil una revolución había estallado y había sido reprimida. El gobierno de ese país le hizo saber al Dr. Terra "que se trata de una siiblevación netamente comunista", y "que el gobierno soviético instigaba y prestaba su concurso a los elementos comu* nistas del vecino Estado por intermedio de la Legación soviética cerca de nuestro gobierno". Agregaba el decreto de ruptura; "que según las informaciones que ha trasmitido la Embajada del país amigo (refiere, como se comprende, al Brasdl) y léis que ha obtenido nuestro gobierno, la Legación soviética en Montevideo ha girado en cheques al portador gruesas sumas cuyo destino no puede de-lernkinarse pero pueden fundar una presunción seria". Terminaba: "que no sólo como acto de solidaridad internacional sino en salvaguardia de la tranquilidad interna corresponde hacer cesar la actuación de la Legación soviética entre nosotros hasta tanto so desvanezcan las inquietudes del propio ambiente local". Firman, ese decreto, además del Sr. Terra, José Espalter, Augusto César Hado, Alfredo Baldonúr, Martín R. Echegoyen, Eduardo Blanco Acevedo. Zoilo Saldias, Jorge Herrén, César Charlone y César G. Gutiérrez. Ocho años más larde, el viento habia cambiado de cuadrante. La ocupación de Etiopia, la guerra de España, el pacto de Muiúch, el pacto germano soviético, ya pertenecían a la historia. Rusia hcibía sido invadida el 41; el mismo año, Estados Unidos, conoció el desastre de Pearl Harbour. !Nfienlras, por aquí celosos anticomunistas de antes, se daban a jus-titicaur las purgas decretadas por Stalin en 1937. El 28 de julio de 1943, se reanudan las rela<ñones diplomáticas con la Unión Soviética. "Considerando, dice el respectivo decreto, que en primera linea, entre esos pueblos (en lucha con los opresores nazis) se encuentra también, el ruso, el cuaL en el inmenso frente oriental, ha dictado al mundo una trágica pero adnúrable cátedra de heroísmo y de eficaria militar, oponiendo una infranqueable muralla humana a los planes de dominación por la violencia". Bandera nacñonal al frente, los anticomunistas de la víspera fueron después a recibir al nuevo ministro soviético que llegaba.

X X X La historia no se repite. Ya lo sabemos. Pero está llena de singulares coincidencias. Porque ahora estamos otra vez en el reino de las meadas de seguridad; porgue ahora, otra vez, la reforma constitucional es el redamo y la esperanza; porque ahora otra vez, se denuncia la subverrióru porque ahora, otra vez. el gobierno del BrasiL rin perjuicio de celebrar acuerdos comerciales con la Unión Soviética, acusa al comumsmo de o janizar una revolución continental; porque ahora, otra vez, aquí y de una manera más desembozada se responsabiliza al comunismo internacional y al comunismo vernáculo de cuanto ocurre: las huelgas, las protestas, la paralización de los servicios, el caos en el cual estamos hundidos; porque ahora, otra vez —coro-narión de las medidas de seguridad— para combatir la subverrión, se propone la ruptura de relaciones con la Unión Soiáética. El orden de los factores no altera él producto. Los factores son los mismos. Las tácticas también. Esos fectores y esas tácticas nos trajeron ayer, la dictadura. No es absurdo entonces, pensar que alguien ya. esté deificado a. "montar en la sombra la máquina de la dictadura". Una máquina que espera poner al servicio de sus delirios; pero de la cual scírá pririonero y victinM detraes de avillanarse y avillanar al país. La ceguera de los més^ —los tontos ptieden ser tan peligrosos como los pillos— la desesperación de otros, la torpe ambición de algunos, suelen, en horas dificOes como las actuales, marchar de consuno.

X X X Algo o mucho podríamos agr jar. No lo hacenxos porque pensamos que el gran pro-pó to nacional al cuaL hoy y aquí, lodos debemos reruEr tríbulo, es él de salvar las íns-titucáones y llegar con él lote de siifrírmento y de amargara «jue a cada uno le sea dado, hasta las elecciones del 66- Este artículo no es Tma especie —proforma o borrador— de testamento. Sólo pretende deslindax los can >oi> Prever y prevenir. Oíalcsquí ra sean los dones del destino, la aventura y los aventúrelos están condenad<»- Como, en elefinífiva, lo w-lnvieron qmenes antes tranataron por el mü-ano camino. La lucha continúa. I*ara vivií, para que viva MARCHA, no renuncóaremo* 3B ahora ni nunca, a nuestras razones de vrro, 'Pera estemos preparado» no para decimof m^ós, sino hasta luego.

Page 4: Ardao-Orígenes del latinoamericanismo antiimperialista

E GAULLE Y EL TERCER MUNDO -i • *!Si d» G«uUa no as pl«l>Í5CÜado;. ya. as muy inrpoiianíe; p ^ no basta", escribía «r las víspera» do la elección. Servaa-Sclirei-ber. V agregaba; "Es necesario «•demás qii« la se-paraciáa entre Míílerrand — tie apio-v©cii3. inicial-mente la. cantidad consideraile de los voios co-muCLslas— y X-ecaxtuet no í«a iam-poco. aplasiadora. Sí no, es Itacia ei Frente Popjular de Gúy MoRet (ju© se dirigirá la oposición, es decir hacia un callejón sin salida ". "El escruKnio favorabSe sería aquel <jue ai*Ta el doüiLogo: —X-nNÓPi de 5S % de los volos emitidos al general de GaxiUe. —-Alrededor de 25 "-o a Mllterrajid {no p-iiede lograr meos: es difícil q ie consiga más). "—y 15 % por 2o menos, a l ecarsuet". Servan-E-c¿reiber, sus amigos y buena o gran parte de la isq-aierda fraccesa, deben estar con-ienSros: de Gaulle obluvo MENOS del 55 % y sólo el 44.63 %-- Mitteirand más del 25 % o sea el 31.71 % y Lecanuel el 15.S7 %. No oxeemos q e igual ssnlíiniento de salLsfac-eíón taya en mucliós países del Tercer Mundo. Na cxeezaos íampoco, (jue ese sentimisnio sea cozn-psríído- po-r iodos aquellos cpze, de una. u cí?a ma-íiers, es-láai eiripeñados en la lucha contra el iin-períalism*. No -olvidamos ni podemos olvidar qne de Gau-Ils pusc *"* a la guerra de Argelia y reconoció Ta independeEcia de ésiar <iu.s por fcaceilo fue el blanco de la peor leacción y afrontó los aíeníaáos y crímes-ea de la O.A.S.,- qp.e resíaíileció las xela-clonea co3i China Coraunisla, 700 millones de bom-bres a los cuales se pretende ignorar; <iue se negó a firnaar el pació de Moscú, qiie pone en manos de los d-os grasides —monopolio coTEpariido, bipolio si Ee Tie snile el iérmino— el raanejo de las armas síóniicas y por laEiio atrib-nye a esos dos grandes una especie ce liiiela sobre lodo el resto del miin-dor gue inició y desarrolló -una política de auténtica Iñdep-endencia nacional frente a Estados Unidos tanto respecto a la moneda, como a las inver-

siooas da capilales, la defensa militar y las Tela-cionei i3Líexnacio nales: «rue por úlíirao, ecbó iaa bases y no es de añora, de la descolonisación. Las iiqTiieidas francesas no fueroa. ya se sabe» capaces de resolver el trágico problema _de Argelia. Más aun, algunos de los jefes de esa izquierda se complicaron sin renalsión, en la políÜca_ criminal ordenada y ciimplida por el colonialisnio. RobsTí Lacoste, poi ejemplo, el muy socialisia Üo-bert Lacoste, gobernador general de Argelia durante un tiempo, toleró, autorizó y sin duda ordenó,-la represión y las torturas. El apoyo de la izquierda francesa a la revolución liberiadcra, se dujo a declaraciones y declaanacicnes. Y a, tanto, sólo s© atrevieron los más lúcidos. Esa iaqpiisrda, por otra parte. Ka tenido y tiene en los tiempos acluales —¿e Deferre a Mütenand—• una medrosa actitud de complacencia llevada en algún caso liasta el serviHsmo, frente a Estados Unidos y de la cual basía como prueba el ainplio apoyo acordado a la Aüansa Atlántica. ¿Cuáles méritos y atributos tienen los candidatos q;iie se opusieron, a de GauUe? Del Sr- Lecanuel —centro derecha— cai>e recordar que fue partidario en su época de la guerra de indochina. El Sr. tíiíterrand, que aliora cuenta con los votos socialistas y con3Un3ste_5 era ministro del Interior en noviembre de 19S4, cuando estalló la rsvolución arj elina. Entonces, desde ia tril>una del Palacio • Bourbon pronunció la frase boy famosa, a la cual siguieron nueve años de torturas y muertes: "Arg-elia es Francia, La única negociación es la guerra". Guy T-Scilet el de Suez, Mitterrand y demás nos son personaáes muy conocidos. Típicos y redi-o-i-vos poiüicos franceses de la IV República. Retóricos da la isquierda; ser-vidores de la derecha. En ocssienes nsás reaccionarios que la misma reacción, Sienzpre por otra .parle miopes: sólo atentos al iiiterés del día qu & pasa: h.ál>iles en el viejo jueco- que se cumpla, dentro de las cuatro parades del comilér sin visión del ancho mundo

ua está fuera da asas eniatr* parades; sin Tlsión tíei m.añaaa; con «n seudo zealísino de comerciantes de barrio. El partido conranisia francés cuyo dogmatismo ea IradicionaL ta acompañado y acompaSa la actual exiliada da Mitterrand. Pe3o ya S9 £s2>e (jue ese partido no sa csracteriaa ni poi su lucidez, ni por la an itud de sus concepciones ni por su. "democracia" interna, Entr*: los mu' clios errores de los partidos comunistas del mundo entero, los del francés suelen ser los mayores y los más repetidos-Hczón no ia de faltarle, por tanto," a Francois Maspero, cuando el ana3írar las elecciones francesas- desde un punto de vista «jue no es eat xameaite el nuestro, escribe en el ÚLümo número de "Paxtisans"; "Es la izquierda la que se vende al caisíSal extranjero; la Izíruieida la que »e hunde "en las guerras coloníalesr la izquierda la que ayuda a la guerra fría". "Si en el plano inlerior se ve mal lo que lu masas francesas podrsn ganar en una transferencia del poder de una fracción de la burguesía a otra —de un ganj a otro ganj— se ve demasiado bien, por eJ contrario, cuaaío, en el plano internacional el campo imperialista ganaría al rer la anacnasa francesa renunciar a darle valor a la importancia de 3a independencia nacional en las relaciones mundiales, elioia cuando la lucha an timperLalísla ecupa el primer plano de la escena Y parece raemplaaar a la iu,cha anticapital¿ta en los países industrializados.

"ÍTna vez más, pues, la izquierda francesa se convterle en víctima de su cobardía y en cómplice de la burguesía reaccionaria". Al margen, cozno es obvio, de la pclíüca interna francesa, D35>ErEm.os y ásseamos. no obstante, con tos ojos puesícs en el interés y las lud'aa de nuestros pueblos —los del Tercer Mundo que da Gaulle triunfe en las eieccioaes del 19. Para nosotros, la opción, tal como está planteada —da Gaui±e o Mitíerrand— no ofrece dudas.

:ión y sus cronicastros

• Saj o el afectuoso tí tirio "Ciorá-casxros", 'Acción'' dei sábado pasado 3a emprende cotitra dos CTOIÚS-tas de M:A5£CHA, axitores de la cobertura sobre las elecciones internas del baíilismo pu'blicada en los números del 26 de noviexnbre y del 3 de dicierabre últimos. Hasta cor-de puede deducirse de entre la IIiiAña de epítetos descargada sobre nuestros ei-omstas.. la ñisteria de -AcciónJ' ha sido 3ncti 7 da por_ lo que el citado s.Lélto da en descrriDir así: "Antes ds las eieccióoies i:siemas y después de ellas, los lales cronicastros has. coleccionado ioda clase de abo3m5nal>les acusaciosieSj dirigidas B Isscer creer c-ae ese eferaplax acto democrático coTSEÜtuía sicfo así como uuia demostración de coTTcrpcicii política"'.

En Tanto los croiaicastros de "Acción"' no aprendas, a leer correcta-mente, cabe pisntuaHzar, a riesgo de que resulte obvio para el lector: 1) MARCtlA fue «1 línico órgano de prensa íjue realizó uiia cobertura coisipleta de les elecciones Internas del -batEÜsmo.. recogiendo opiniones de todos los sectores parttcipajites (y aun. ea el Tumero del -19 de noviembre, de la lástalG y la I.¿sta SS, que GO concurrían ai comicio interno}: en ese s&ntido, su conducta difiere por cierto de la practicada por el propio cigano partidario de la 13. ya que "Acción" se -volcó plenaiuente en favor de un.o de los sectores en pugna; 2) En el transcurso de sus entrevistas. lí?s cronistas de I.IAS-CHA se

giera de las inismas; no fueron cier-tamesite a buscar "slx;zrñna±sles acn-ssaciciías", pero encontraron acusaciones fen una amplia gama que fue de ia. insinTiaeióii a la coiiSdentia y la iracunda denuiicia); silenciarlas slg-nincaba ísisear tu^-s^ parte del jpen-Eamiento de xnucíios dirigeíntes bat-Bistas con respecto al tráinite de las elecciosres. Tales acusaciones fueron registradas e^n. la cobertt2ra de MARCHA con 2ne2iciÓ2> explícita de procedencia —con nomcre y ^T^ediido cvis^á.o Bsí correspondía—, sin quitar ni poner znás que confro'n.ta.ciojíes laterales eon los hechos, <rcie podían syudar al lector a situarse eon jus-tszsi frsoite a cada ptnrto.

3> MiilíCRA ha TecíHíocido en todo inc5inen1;o la singzíIaT iraportan-cia política de Iss elecoones internas cei ÍJstSissno- tni íiecko p<5r demás incesmsníible; -esa misma importancia, esa isósmSL trascendencia nacio-ual del eTrento —-y en eüo íiicSercn especial M tcapíé nrrjehos de los diri-geo s consíátados por nirestros cro-

En bi d por Héct&r Risdrígatx I

usca de alguien que quiere la violencia • Si el ridículo matase, como dice la conocida "frase, a estas itoras estaría acéfaio uno de

los tres poderes del Estado. El martes .pasado, en acuerdo con el ministro del Interior, la mayoría del Consejo N"acional de Gobi&rno restableció las medidas prontas de segtuidad para "normalizar los servicios públicos un poco perturbados" según declaró el general Pablo Mo-rstorio a ios periodistas. El día antes en los bancos oficiales y en los entes -aurónomos. y ese mismo día en la administración central, se habían deüjieado fórmulas de acuerdo que permitían restablecer de inmediato la normalidad de esos ser-i-icios. c^ 'í'É razones, sinsabores o delirios llevaron a los \^ titulares del Poder Ejecutivo a preferir el largo

y complicado camino de la fuerza, desde ias II de ia mañana del martes, cuando ei camino breve y claro de las soluciones por a.cuerdo estaba a esa hora al alcance de todos? Tal vez nunca se sepa; pero cou-%riene escuchar lo aue han eíxpnesto ciertos protagonistas.

Con esa su envidiable serenidad, aue en. octubre ie llevó a desafiar a los gremios a una revolución, el ministro Ubiilos dijo que "se tx la de enfrentar una verdadera acción revolucáonaxis". No nos apresuremos nosotros: en octubre el ministro Ubíllos dio una segunda versión de sus palabras como ia única verdadera. Dejemos en suspenso nuestra opizñón basta que el ministro corrija su borrador mental y emita la se-gxuida y verdadera versión de lo que quiso decir aliora.

El ministro Tejera y el Presidente del Consejo Pía-cional de Gcbiemo doctor Washington Seltrán fueron más precisos y dran:iáticos: "el país esíaba al borde da 2a subversión'-'- A un diputado que lo interrogó sobre dirigentes sindicales presos -el n ínistro llegó a decirle que se nabía descubierto un plan de asonada que se cumpliría el jueves.

Leímc-s les discursos del Eoimstro y cscuchansiGS la intervención radic-televlsada del presidente del Consejo IS'acionaL Claro: no pretendo que nadie me felicite por eso; pero estoy obligado a ocuparme de lo poco qrae dijeren y de una sola de las muehas cosas-que no dijeron para aesenin-añar el misterio de la rr»ano pe-luaa, para saber culón conspira, quién lleva el país al borde cíe ia stíbversión. F^ SS1JX.TÓ íise todo el plan conspirativo se 5iabia 1^ impreso en volantes y periódicos gremiales, de

profusa circulación desde meses atrás en algún caso: o se había eispresado en algiiUB. "zutencsán" de cortar ios serviokjs de agua potable que no se zna-terializó por la propia oposición gremial.

Engolar la vez, hablar de Smseza. dei gobierno y de "2a energía ip:^ la. oría ves no TitiHtainosf' s5¿i para efnfrentar intenciones no realizadas m es5)resa-das, o para oKuaerse s ctiaíxo vofentes o editeriaies que tal vez incisrran. es excesos verbales o> —a. lo sunso— en faltss ic es de imprenta, resalía francamente ridículo. C032 todc -Jos respetos debidos a Jta persona y a la autoridad de los d xaientes;

Cuando e3 Pxesideatie del Ccnsef o K&ñozíal da Gobierno liab'feba «te la ántransígen*» Iixce a d^ peiso-ual de OSS ímiércoles, hora 21} lixcia -ya nne-y» fcoras qna -al personal - a OS£ hvSéB, OeT otsao la im^^. 7

había resuelto reanudar las floreas a la. hora O del viernes. En este aspecto el discurso dejaba de ser riáiculo para volverse provocativo.

jíí'o sólo el discurso era provocativo. A medio día Cmiércoies), d espués oue la huelga fue levantada, la Federad'ón. OSE sufrió la clausura de su local y Xa prisión de 40 imlitantes: alguien quería que la huelga continuara, alguien deseaba que el abastecimiento da agua se interrumpiese Cpero ¿«juíen?).

Tal vez alguien que conocía el discurso del Presidente y, de manera ser aciai, quería forzar los hechos para (lue se adaptaran al disctnrso; tal vez ai-guien que había '"infomaado-" al presidente sobre "hechos ' que sólo existían en su imaginación; pero e* claro que alguien desarrollaba una provocación contra el movimiento sindical en el nsomento mismo que las soluciones estaban a la vista.

Aisuien había dado órdenes para que fuesen detenidos dirigentes ímidicales entre las -2 y ias 6 horas del martes T (cinco horas antes de que el Consejo l 'a* cional de Gobierno aprobase ias medidas prontas da seguridad); «Iguien había seleccionado a estos detenidos con -\dstas a restablecer Ja tecsicn en aquellos gremios con los qiEe ya se perfilaban soluciones Coan-caríos, fiíneionarios, etaO^

Entre esos detenidos se contaban Pedro Jaurí, secretario general de la Asociación de Sancarios, y otros dirigentes de la misma gremial que ese mismo oía iba 2 perfeccionar acc!erdí>s con les cuaíss se cerraba el conüícío en la banca. oScIal, {SJgaiea sabía esto 7 quería impedirlo.

También fueron detenidos esa raadrugada —antes de que el Consejo aprobaa las medidas prontas— José j3 Elía, presidente de la Central de Trabajadores del Uruguay; i>aeiaiio Ua Silva, dirigente de JA Asociación, de Entpleados y Obreros Municipales: ^^-da Naveiras integrante de la Confederación de Orga-mzaeiones de Funcionarios del Estado, eic- (¿Llguien cuería crear nuevos focos de ccnflíetb)?.

TAL T^ez ese misterioso- alguien tenga, que ver ccB el clima de violada y de abusos contra el Qps protestó el Presidente QGI Consejo íacional ce -j<y

biemo en sn discurso. En octubre se dictaron medidas de seguridad y hubo personas que sufrieron, pnsoí sin cansa y torturas rnhumaztas-

Algcáen fue rsrponsable de todo esto; pero el S<>-biemo lo ha ocultado céfesamenteL 'Pneñe caer eí»5 tma sandóii hambreadora sobre eí funcionario q^ csEuple un paro -para defenderse d^ hambre; t¡o •as -capaz de sancionar, ni siquiera de deniHieiar, m J^OS ssir íESsables fertuiadores o a sus mandantes.

>íadie puede aegar que, SED haber llegado ei V^ "bio a la vloS Q a, CE éi país «e vrsre un ciima de v^ leaicia; peso esta vxoiescaa la empezó ei ^'tri^mo. ^ -violencia someter al paÉ a los dictados de una V°^ ücs eccHsónñca aiatinacáonal <fae soto ofrece carestía y desGcupaeiSn a sos habrtairtesí es •viol cia apalear loe trabajadcares cuando retíanoau tacara y trabajo; » •ríoleiKáa y --escalde p-rocüasnar soIuciGnes ^ ^ ^ ^T -par todos y opozíexse eo Sos 3*eci»o« a SÍÍ r sBaaoo»* Todo eso <» ' «úeEicia.

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"Sin visión, el pueblo perece" # ^ mazlas pasado, desde Radio Carv* y a so-—~——. • licitud de Ornar da Feo. nuestro compañero Qui|ano hiao una «xposioDóa sobre los problemas, que el país afronta. Damos A07 el tercio corxesido da esa exposicióiu Una vas más, muclto agradece nuestro compañero la opoitu-3s.idad que lo brindaran Radio Carve y Ornar de Feo.

COKTRA lo- <pie usted! espera, amigo Z>e Feo. no daré ciiias. ¿Para qué? Con laa cifras empieza a ocurrir lo que d sdo hace t n o*. ocurre con loa "graiidas piincipio&"> Todos Los iiLvocan a éstos. Todos, ahora,, maneian. cifras. Las cifras son. núes* tro pan cotidiaxto 7 nuestra, cotidiana pesadilla y una espeta dfe sel va donde es- muy diücil orien-larse:.

Empexaxá para **iwir la situación, por re* cordar atgiuaos hechos conocidos. ¿Cuáles son. esos hecbos?-—Alza conslanie y a ritmo acelerado del costo de la vida. —Oéficil prasupuestales que se acunuüan sin-pausa. — Endeudamienta con éL exterior. Cesación de pagosi Moratoria. Li utdacion de nuestras reservas oro. —Oes alorizaciones. monetarias cozíünuadas 7 de más. exu más., zásódas. —ConfUctc sociales que se agudizan, se extienden 7 repten» —Las- anteriores alzas del costo de la vida tra-lerott uxxa paulátizia co3*£raccianL d« la demanda. Las últimas por la magnitud que alcanzan hají provocado uit rápido descenso da esa demanda. Señalo dos episodio» de estos días que pu«d»i parecer baladies: p n» que demuestran, me pa* rece, cómo la inflacióa 7a alcanza Smües o topes . intolerables: —£n: el últÚBO. partido internacional de £áii>aL la milffil d^ Esiadüx estaba vacío. —Coa la luaeTa £axifo los taxis están paralizados.

X 3C—X Cuando una. poHtíca logra los «gultadia a que reierimos xu> pueden: c aer dudas al jjuzgarla: es una- política qna lia. fracasado. Heconoc o- es ei prinoec: pasot hacia ta sabuiuzía 7 hacia la salvación. Cualqmer aitáTiros que sa miente., eual-ifuier plan que se trace, d<>e partir dé ^a comprobación elmientaL jErrar- es. huzíiano; perseirerar en el error dia-bólico Diabólico 7 tonto, es perseverar, como perseveEamoR en nn error reiteradamente cometido Y comprobado. Por con guienfte para, marchar hada adelante h r que hacer lo contrario de lo que se ha hecho o hacer algo disfeito a lo que se ha hecho. De iodos modos no ha? que hacer lo núsmo que se ha hecho. ¿Qué hacer? ¿Cómo hacerlo? Aqui viCTien las opciones, qne no. son. zoaichas: a) Ffsfán los que postulan la reforma cons-ütucionaL Me atrevo a distinguir entre los le-icrxnisias dos grupost —Aquellos, para quienes la reforma constüu-donal es la panacea Se hace la reforma 7 todo usda resuelto o todo pnede resolverse. Hay. por cierto, distintos mfftíf»>«! en este grupo. —Aqiiellos- que conáderan que además de la Hsforma ConstitucdonaL debe procederé a otras refonoasí pero que la primera es previa. Por mi parte y 7a lo he dicho no creo que ia actual Conslííución sea períecta. 7 admito la neceádad de introdudide modifícat nes. Me permito, no obstante, recadar lo sígmeníc: —En los nlfimos tíncuenfa años heanos conocido ia xefónna del 17, la reforma del 34, la reforma del 3S,, la reforma d^ 42. la refooira dtí 5L <5nco- reformas: colegiado, pre denaalísni*-. colegiado. ¿Heiomariamos ahora al presídenaa.-lismo de nneiK)? , Este movimiento pendular, Heva P^rlo menos a ser escépficos respecto a la virtuahdacl creadora de las reformas, consíüudonales, —El peligro es que la agitación por la reforma 7 el traxuna que e^ ovoque, nos distr ga de 5tros d »ezes más arg Btes. nos diámule la realidad y nos cree, tma vez más, la Huáón perezosa de la vía fáñl 7 la sduíñón dmple. —Pienso, por otra parte, —«=- abandonar el pmbito puramente poliíiw)— que antes de ref or-i ar la constótacdón. o. seamos más precisos, antes de modificar la o anízaóóir del Podex Eje-ímfivo— reforma se conBir 7a con preaden-ciaSsmís —es necesazú «nganzzar los partidos- — Hace tiempo- <pM^ decñitosr .

- —STo hay GcMerm» porque no 37 P«^^^ —Con la actual oísanización de los partidos —reSéro sc re lodo a los que dispoten el poder— coa&iaiec Constiiuóón fracasara. El sotóemo d noczáüco se ejerce por J»* . medio de los partidos. I.OS partidos no son lemas de vida :fo9az en el acto eteccíonano. San. OTga-nirarTrniga. can aatoñdadéw ^sc^üo* 7 fi»^ colectivofc &t «i«*M—*ÍIAM y «onfadas épocas d« vaem-

fta histoóa. los partidos fueron nnificados p^ canastos • liJuafc £» «tapa pasó» & »» W^

que ahora It» Itd ns umficadorM lo cierio < ao existen. Por tanto —y ^ transición, con rendc. es difícil 7 penosa-— los partidos tendrán que unificarse, crear autoridades que sustütryan a los caudillos tr&zairse objetivos comimes. Se plantf mal el problema, cuando se dice que los partidos tradicionales están liquidados 7 cuando por otra parte, se atirma, eufóricamente, que esos partidos, son inmortales. Esos dos partidos de gobierno, que parecen el ala izquierda y el ala derecha de uno solo, cuen n con más del 90% del electorado nacional. Desde ese punto de vista parecen inconmovibles. Pero desde, otro punto de vista, nuiguno de esos dos partidos, uno menos q;ue el otro. —seamos justos— son partidos. No pueden entonces, gobernara. No están muertos los lemas tra< dicionales. Admitámoslo. Pero, en cambio, están muertas o son ineñcaces las agrupaciones que se cobijan a ia sombra de esos lemas. La vida de unos, no puede ocultar la parálisis dfe las otras. Puesto que esos lemas cuentan con el: W% del electorado, lo lógico, necesario 7 previo, eatoa-ces, es que se organicen para gobernar, «K decir que se organicen como partidos. El reparto de puestosr el 3 7 2: la ley de lemas, pueden mantener la& estructuras artificiales, algunos añ(M más. Pero todo eso es focmaL Ea definitiva hay que gobernar.- Para gobernar se necesita un rum.-bO' y la fuerza c >az de aplicar las mEdidas que lleven por ese rumbo. Tanto sí falta éste como si falla aquella,, se. navega al azar de los rientos.

Xr-X TC Gobernar es cada vea nkás dtticü y en este país- la taurea se- ha tomado muy difícil. Coloquemos al país en él' e »acio- 7 en el. tiempo —Somos 2:S08.00ir de habitantes en 187.000 kilómetri». cuadrados.. —Lana 7 carne siguen simado nuestras pro-ducciAnes bancas. —La. alta produ rvidad de la anB<fería 7 él bajo crecimiento denu rráSco, han pemútido durante años, derto tipo de equilibrio. Ese equilibrio está roto o- comprometido. —Contamos con un sector público desarrollado 7 un muy desarrollado sector terciario. —Es el nuestro un país de dase medía, de numerosa pobladón urbana 7 reducida pobladón ruraL —Es. no obstante, un país subdesarrollado sobre todo si se atiende al ingreso nacional per cápitav País productor de materias primas que forma parte del upo de las nadones. proletarias, del tercer mundo, está, som ido al deterioro constante de la relación de intercambio. Paós que pertenece a un continente enfeudado o mectiatizado, gravita sobre éi la amenaza o la tutela de la más poderosa nadón de la historia. —Paás además, rodeado por otros dos grandes, que histórica, geográSca, económicamente,, pesan abrumadoramenle sobre SIL destina 7 sus. reso-ludones. Hecordemos, él pasar, que acaban de produdrse sendas desvalotizadones CTI Argentina T BrasíL A pesar de la relativa importanda de las nñsmas, no dejarán de tener efectos entre nosotros.. —Ese país por úllñno, debe desarrollarse y actuar en un mun<to sacudido por una revoludón-, tecnológréa án paralelo 7 sm precedentes que tiene por acento a los otros paisas, los ricos, cada vez más dcos, los iadusítialízados- cada vez más indcstñalíza dos. Muchos son nuestros problemas y las soluciones tendeemos que buscarías nosotros- En primer término, porque es nuesiro deben luego porque a los otros, no les izitaresan esos nuestros problemas; £ambi«i pOT<?ue n iestios prosternas son en derio sentido, propros y espea-ficos y aun diferentes de los de otros países sub-Planieados los problemas ti^=en que apare

cer las soludones. Así lo afirmaba J4ai3c y la misma magnitod d^ desafío debe damos fuerza para saltr del pantano.

¿Como sa3ir2 Aquí es donde los caañn. se 3¿fc,¿ián y es. evitable que « 3>aniqu«i. Pero iexr dertas reglas elementales d<a juego demo-cxáico, que no pueden transgrédese y a las cua les todos debemos acatamiento. —La adecuadón de los medios o los tiaes. ^ j ^ pabEtádad de los actos- de goídemo y

la tígorosa v dad de las iaformadone. <v^ a* '^^S^os de los partido esta « f » ^ ^ ^ ^ ,™ írecaeníe conlra ccion « ^ ^ « ^ ^ ^ ^ ^ ^ U «E£» loa medios 7 los fines, q^ «• o»» í ^ d o con lo. reclamos ^."«««'f't.fS.^ í^^efc «i ocasiona mexqamo», del « « ^ ^ ™ ^ p l e caranda de ^ « ^ J ^ ^ L ^ ^ ;

shnplementa se reducen a manien«r o conqui tar el poder. ITo se pueda hacer una póliza d» estabilización 7 dictar medidas infíadonar a, No se puede perseguir el equilibrio presupuestal y aumentar los gastos o negarse a votar impuestos. Por oirá parte, con frecuencia y sobre todo en los últimos tiempos, hemos ocultado las d-fras o disfrazado los hechos para suslEtuirlos por declaraciones eufóncas -—m¿ Ilan&adas optimistas— O' cálculos alegres Así, de pronto, nos enteramos, después de un prolongado proceso de ocultanüento,. que debíamos millones de dólares al exterior. Así de pronto ae- nos hoce ^ber que lodo está resuelto o que el turismo dará tantos millones de dólares o más aun el manganeso o que laa reflnanciaclones están, aceptadlas 7 aUgeradau nuestras cargas. Con las dedaraciones optimistas,, constantemente desnxentidaí podríamos hacer varios volúmenes, tantos quizá como los da la Enciclopedia Eqiasa» Optimismo es- e^itxB nosotros, prometer lo que no puede cumplirse. Pe-ñmismo, para esos optimistas, es mirar a los hechos, 7 tratar de comprenderlos, para modifi-Carlos. A las gentes les gusta engañarse. También que las engañen. Como a los enfermos condenados. Pero vivir, es crearse «fiücultadés: y resolverlas. O darle el frente a las d£ficutta<fes que otros nos c^an 7 también rescd.vezlas.. La táctica del avestruz no tirve. La del expe ent» eit el cajón. muchos años practicada, tampoco. La de confiar en milasTOSi- menos.. El país tiene que comprender q ie está desvalido 7 asediado. Oue su deber «s- díafenderse o morir. Que él, sólo él, puede salvarse.

X X X Al trazar el objetivo 7 al. ordenar lias medidas para cumplir ese objetivo,. ^Jx duda., ya lo diji-ntos; los caminos se bifurcarán». Qt útil 7 salu dable pae as£ ocuxza. Los difergrates objetivos hacen los di&arente» partidos La díffícaltad, otea dificultad y n» la manase está en. qu«r según creenkos. noi faltan, a uno y otro lado tos que so extasían ante model<» extranjeros y procuran transplantarioK Puede 7 debe servimos la experiencia ajena como- antecedente. Pero no nos servirá si pretendemos hacer de ella una copia servü. —Ko. creemos que la solució& para n4»olroa esté en la vía capitalista. Por mtKrhas razones que no podiemos: aquí: minctar; Si a imos estas tresr 1) ITrugua? como nu>nsieur Jourdarn qi a bada prosa sin saberlo ha hecho, empíricamente en varias ocasiones, aunque no siempie, socia lismo sin saberlo. Las nadonalizadones. frustradas en buena parte por la politiquería, son formas soci isias. El intervendomsmo. en niuchos casos híbrido, línñdo, contradictorio, es sodalSsmo. So-dalisnxo también las- linútadas experiencras ds {damticadón> confiadas a técnicos o sendo técnicos y a burócratas 7 elabo das a e aldas o ccn ignoranda o san participación de tos intere-sadcs. de las que están directamente vincidados al proceso productivo. 2) Carecemos 7 careceremos, de cenitales privados para realizar las mver ones más fecunda que. por otra parte, no- acmpre son- las de ncás. ázrma-diata reproductividad. Según derla desarrollís-mo de nuevo cuno —sobre él punto será impres-^•nríThlt^- dfisipar pronto,- equívocos- y e »esas olas de- gelatinosa- doctrina;— sos capitales d >en llegamos por el canal de la ayuda externa. Es una pcíligrosa tesis: <pM& se reviste de progresismo 7 se decora con palabras difídles y abondaníss- El capital extranjero es, en tCTnnnos- generales, la colonización y la dependencia a coito o largo pfe30_ Más bien a corto que a la^o. Lo < ie el sector paxvado no puede hacer,- dcise hacerlo el sedor público. Las. carencias del aliorro volnn-taño debe supErlas el ahorro feraoso- Y ese ahorro forzoso que 7a en éL país tiene TC« ingenia volumen, no debe «Slapidarse o déspüíaTTarse como lo liGJXios hecho, país tapar déficit del Estado., 7 colocaitio «n deuda póblrca destinada a cubrir esos déficit. I«Bles 7 míTps- de 13 ilíones- 0.3 pesos fTrT:m'n'* ' ''' por los Institutos de Seguras Sociales; nñHones y milk ies provenientes- de Iss diferencias de cambio y íss detx&idones, les fca-mos: tirado al íatuei dit fondo de los ú-éScit. Después heonos salido a busc^ éí préstamo extranjero» —-Me atrevo a ^•exix que el mmwfo mardsa Irari la sodafizadón. Es un üenóm izo de izca trasc adenda muy di d de predax desde a:?i*í-EI Este —Moscú— y él Oeste — afedos TJnidcs y Eure>a— tísjzd&n. a acercarse. El csanuitís-mo ha visto su expansión contenida 7 reo creo, ^ae los partidos comunistas europeos enc sren todavía la posibílutad de vasa, revelación comu-T«tícfa n Europa Ocddent o a Esjáxfss Uni-dos ¿X.a encaran Amérfca Latina? A tiesgo d» Trrr* r a los iTi iilílTi 111 cerrados creo grie-iynpoco Canto tampoco cr^a que esa revola-oón p3eda prodoazse en Tn"*"**"* países del er—

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Una encuesta de MARCHA

t reportajes ife RADL ¡m ACSAl

/.ADONDE VA EL SINDICALISMO URUGUAYO? 9 A nadie se le escapa que los sindicatos se han transformado

en protagonistas de primer plano en la vida nacional. En lo económico y social han resistido con vigor las tentativas gul>er-namentales de plegar el país a las directivas del Fondo Monetario Internacional, especialmente en los aspectos relativos a salarlos y beneficios sociales.

En lo político, el gobierno los promueve periódicamente a primer plano como actores de subversiones supuestas, como participantes de luchas reales. ^ ¿Qué piensan los hombres que dirigen los sindicatos en este

país? ¿Cuáles son sus opiniones sobre los problemas del pais? ¿Qué piensan de las responsabilidades de los sindicatos y las tareae emergentes de las mismas?

MARCHA ha confiado a Raúl Iván Acuña la realización da una encuesta al respecto. Un ciestionario uniforme, complementado en cada caso por las preguntas que la propia conversación exige, ha sido expuesto a dirigentes sindicales de diversas actividades. Iniciamos hoy la publicación de sus respuestas, de las que procuraremos extraer más adelante alguna conclusión • nuevos interrogantes que puedan someterse a una deliberación esclarecedora.

AEBr lAY ACUERDO EN PUNTEAlt SBLUCIOttES DE FONDO", afHrma Santiago Ratto, Secretario de Prensa r Propaganda de b Asociación de Bancarios.

—¿Cuále» son I«s iaveas, a coito j largo plazo, an lo social Y «conómico, «pie se fca traxado su sindícalo? —El gremio ba declarado (jue inaatendrá integral-zaente su liudia, hasta taato no 'hayan sido levantadas las Eanciones económicas y reintegrados a sus puestos los companeros arbitrariamente destituidos. Al respecto la Asamblea General del Sector Banca Oficial del 13-11-65, fijó itn plazo al ¿obiemo y a los directorios, hasta él 30-11-65 para levantar Jas sanciones y restituir a sus puestos a los 27 compaaeros destatuidos-Ba bancK privada, superadas las instancias de loa prepupucs s da los fcli^:.;^Ofi cítetBJvC, b*biá. qtte conversar sobre tí. Oin iiD C;>l*ctCv&, OIKÍ no hs sido «lemia-ciado por la Asociación de Bancos isi por Eu*<!£rH gremial. El acuerdo puede lograrse en paz grwníai * «t i» lucha, eso se verá. '"-¿Qué fócnuüa de fiaandación, elabozó la Mea% Sindical Coordinadora en su luéha por mantener «1 poder de contra de los sueldos de los foncionazios de los EnJtes? —Uta M.S.C. estudió —y propuso al ministro de Hacienda— una iórroola de financiación de los ajustes de sueldos, que no incidiera en el encarecimiento de las tarifas, a saber; 1') Subsidio con cargo al Fondo de Detracciones de hasta 50 % de las importaciones de los organismos públicos, cuyas tarifas deben tener contenido social; 2) Colocación de la Deuda Pública en los sectores privilegiados del pafs; 3) Suspensión de las remesas al extenor por concepto de utilidades de las empresas extranjeras; 4) Impuestos progresivos a las propiedades de mds de 1-000 hectáreas; 5> Moratoria de la Iteuda Estema. Son, como se ve, cinco puntos dirigidos a atacar a los grandes privilegiados de este país. Al conjunto de los verdaderos causantes de la crisis económica. Al con-junl» de los que eternamente se benefician con la crisis, embolsando con elfci enormes ganancias. Atacan, también, al capital monopolista extranjero, principalmeate norteamericano, que succiona nuestra economía debilitando el stock de divisas, como consecuencia de la transferencia a «US casas matrices de las ganancias y derechos de patente. —£Las tareas de largo alcance—3 Hay concíencáa en la masa bancaria que la lucha por Távindicacáones económicas no lo es todo. Hasta hace algunos años eso nc aparecía tan claro. En el marco del Congreso del Pueblo y de la CNT estamos de acuerdo en plantear soluciones de fondo que superen los actuales esquemas rervindicatívos. Cuando la crisis bancaria de abrü, la AsodBdÓTi de Bancarios propuso fe nacionalización de la banca, la cr -ci6n de un Banco Central, etc Cierta prensa adicta al gobierno que hasta entonces nos daba de "cómodos economistas" por no aportar soluciones de fondo, al conocer nuestros proyectos nos endosó el caKScativo de rigon "" qmerdistas*- El 10 de setiembre venció él plazo para que la Comisaran Espedlal de la Cámara de Diputados, se expidiera sobre la sctcacáón bancaria. Prorro-^do tí mismo por 60 días, TÍOS encontramos nuevameiLte BÍn el pronxmcianñeato de la comiáón. —Hay bancos parficulares en los qize se observa una xesiricción pxonsoitíada. de les servicios,-J4aclias agezt-áas 7 suenzsales, es noto:rio, produ n pérdidas. ¿La. isacionalizaáón de la banca, es la respuesta ¿Jeü suénalo bancaria al pelero de desacopaczón - que afectase a can Ift znü fonñonazios? —3ÍO es -por tm jfroblema de desempleo que proplcía.-atos naeionaüzar la banca. El ejernplo del BTU ha sido jcnente, eo. él saaíádo de evidenciar mo él ahorro sacíonal era canalizado, itacía actividades meranieníe es-p€M:nlativas, en d.etrimento de aqueles qne el país xe-«3ama urgentanente para su desarrollo. Hay íjae enteii:^ erloi la función bancaria no es uoa actividad productiva, ñDo de prestación de un servició que no d.éb^ ser objeto de Incro, "Eal criíerío prevaleció en el Congreso del Pae-Wo. De todos Tctodos no creo que los bancos den pérdida.

kéASlCMMA. * Sí

—¿Qué medidas de organización Interna y de formación de militantes büi adoptado para realizar las larcas de corto y largo alcance? —IJOS organismos de bases continuamante aportan nuevos dirigentes, que en cualquier momento pueden alcanzar puestas de dirección. En nuestro sindicato existen jimtas de delegados, comisiones representativas, comisiones de asesoramiento en tareas técnicas y afines. Hace 10 anos las pegatinas eran realizadas por personas ajenáis al gremio. Hoy,, esas tareas son realizadas por bancarios. El volumen de militantes ha crecido. Hemos tenido reimiones en casas de bancarios en donde, en grupos de 10 6 15, se discute abiertamente, por ejemplo, todo lo relacionado con la nacionaüEación de la banca y la creación de un Banco Central —En L3SI los sindicatos agrupados en la Central de Trabajadores, elevaron un mem.orá&dum. al Parlamenta proponiendo soluciones a la crisis. En esa oportunidad como en tantas otras, los sindicatos no fueron escuchados. ¿En <tué forma su sindicato encarará su labor, en procura de hacer efectivas las resoluciones del Congreso del Ihieblo? —Eso no lo puede resolví Bancarios, solamente. Hatea ícue cambiar ideas con las organizaciones adheridas al Co«tgro del Pueblo. Hay ima. etapa que debe tender » la dlftisión de los problemas T "e sus soluciones, entre

xos trabajadores. Para luego ir a la propaganda grande: es decir, aquella que llegue a la población- Nosotros ya hemos pubUcado en él AEBÜ, periódico del gremio, las resoluciones-—Las orgazüaaciozíes convocadas por el Congreso del Pueblo, han expresado su preocupación por él descenso de los Índices de producción global del pais, tanto en la actividad industrial como en el sector agropecuario. ¿Bajo «lué condiciones su sindicato pro-píciaxá un. incremento de la prodncciÓB y la produc-tívidad qua pueda resultar de efectivo beneficio na-cicnal 7 no sólo mayores ingresos para las clases privilegiadas? El problema, central radica en la tierra. Sin reforma agraria no se puede hablar de napulsar la prodttctivídad. El plan de soluciones del C. AéL Pueblo es categórico en ese sentido. Pero también es claro en e >resar que una medída aislada, tampoco mejorará el panorama. —¿.Sin. haberse al cansado medidas de fondo, ¿su. sindicato propiciará, un aumento de la producfividad? —-No. Es im desgaste de fuerzas estériL Entraríamos en un juego que no es él nuestro. Serfa favorecer los intereses de los poderosos, de los grandes terrateniaites lío contribuiríaaios efectívamente a solucionar los problemas populares. Sin medidas de fondo no habrá soluciones a la crisis. Una legíslaeíón avanzada en lo social, es imposible mantenerla sin tocar él privilegio. Un ejemplo: BrasEL —Se ha. constituido, meses atrás, na orgamsmo dé consalla paca la plani ación. económüa ("Conseje National de Acuerdo SoaT*] a nivel gnbemamental y en él ban parü ado los sándicatos. ¿1.a. inlexven.-ción de los gremios, no con ometei a éstos en su. ii ependenáa? —De ninguna manera. la opanS&a sindical debe darse

sin limitaciones- Pero supongo que la citada comilón quedará en la nada. Yo pregunto: de haberse fnt pre-tado cabalmente a los sindicatos, ¿es posible pensar en ni€!didas económicas, como las que inaplantó él gobiamo? —'Dorante las medidas de segutídad de octubre, él Parlamento no reunió qnómin para levantarlas, s rún era su deber. ¿A qué lo atzibiiye? ¿Cree que los ánr-dicatos conco tales deben Sntbxtr sobre la compo áón del parlamento? —Creo que él Partido Colorado teimó él golpe de estado. Mas que temor, yo diría que tuvo convieaón de una asonada militar- Skr cuanto a la otra pregunta, es indudable qne los sindicatos influyen en muchos actos del parlamento. XOL ley de Anosistía, es un hecho. En 1953 algunos se prcncincáaron contra él gobierno {FUECI, tex-tílea, etcX IJS propia crisis del país.les empujara a desplegar tareas -tSLdsjdss o>mo políticas (como IBS *3ned5daE de fondo"3. Y en un proceso de aceleración de la concíbela ndical de los trabajadores, los sindicatos habrán de actuar con voceros de sus propias tendencaas en él i>ai inento. — .a. ayu de los pa^^ altamente indiisiriaSzados es necesaria Xra nuestro desarrollo econóznica? —Si, Sin condícáonantes. Sin subordinación ideológica ni "carta de intención". £3 desarrollo sin ayuda, demoraría nuestro proceso. Nos postergaría en nuestras an as de st:>eracíÓn.

ArXE "REIVINDtCAMiIS U UTUIZACIO» DEL PAUJIMENTO EN LOS CM FLICrOS SINDICALES", dice Wb iliinir Turiansky, presidente de b Agrupación UTL

—¿Cuáles son las tareas, m corte y' largo placo, en lo social y ecónomo co, que se ha trabado su sindícalo? T-IA preocupación de la Agrupación "UTE por los problemas geniales dtí. pais ha tomado formas definidas, debemos reconocerlo, hace poco tiempo. Surge como tema en él H Congreso Nacional de Funcionarios de la XJTE, realizado en marzo de 1964:, en él que analizada la situación económica del ente y del pais, se resueilve incorporar nuestro gremio a la acción del conjunto del movimi ato obrero, para promover cambios de estructuras. £3 planteo ha encontrado amplio cauce en la Convención Nacional de Trabajadores y ^ d Congreso del Pueblo. "Ext consecuencia, las tareas surgen d« nuestra integración a esos organísmMS. y en tai sentido hemos comprometido todo el esfuerzo del grenio en su cum-plúmenfo. I«os afectos concretos de esta actividad, habrán de ser elaborados en la Asamblea Nacional de Sindicatos que ha convocado la CJí.T. para los días 17 y 13 de diciembre —-Cíteme aspectos concretos de las-tareas del gremio. —Nuestro sindicato ha fijado su atención en la polífeca energética T los planea de obras, la financiación presupuesta! —para 3á cual hemos heclio proposiciones concretas—-, los empréstitos, el mejoramiento de la carrera funcional y la luciía contra él *3 y 2 etc. —£.Qué acfitnd ha adoptado la Mes» Sindical ante la creación de iwieva. burocracia en. ios entes? —IJOS sindicatos que integran la Bt-S-C. han sido bien explícitos, em ét sentido de no tolerar la creación de cargos que las necesidades de los servicios no jnistifiquen. Nuestra agrupación viene bregando por la derogación del artículo 14 del Estatuto del Funcionario, que posibilita él ingreso al ente sin previo examen de suficiencia. Este año hemos obtenido que_:to« ascensos se efectúen en forma calificada; es decir: atendiendo solazuente la foj de servicií del funcionano Cantiguedad, calificacíón>, —-Oné meadas de oxgaxóxación. m-texna. y de formación de miGtanfes lum adoptado para llevar a cabo le* tareas? —El eficaz cumplimiento de nuestras tareas requiere, naturalmente, o^ adecuada organización. En tal sentira> las añedidas se han orientado: 15 Estableciendo una dnreccá<e£ de carácter natáenal a través de un or-ganíano —Congreso líaeáonal de Delegados— que está int rado por r» delegados de todo él pafe, decios V<*^ voto directo y representación pxopor--cional, que discute y elabora la orientación y él trabajo concreto del sm-<Ecato_ 2> Beformando él papel de los «r-Sanismos de base íconaisáones d» 9&^ ción en lifontevideo y filiales en •« interior!) no sólo para tí traslaao al gremío. de las xesoluciónes d« los f^-

tOUS mciHIMiS

por Carlos Maña Giitüirez

¿Limosna grande y pobre confiad o? C

EE millones de dólares —de ingreso inmediato, sin intereses, sin plazo de devolución, inclusive »iji devolución— han sido mostrados ante las ávidas narices del gobierno. OtrcMi cien miUones complementarios van involucrados en la propuesta, con una radicación paulatina que pueda calcularse en pocos meses. Esos cuatrocientos millones de dólares serían una fórmula salvadora para las finanzas nacionales <los tentadores saben a auiénes se están dirigiendo) y equilibrarían —por lo me-, nos, hasta que entre a funcionar la planificación para el desarrollo— la economía vuruguaya. También equilibrarían —.según todo lo hace presumir— aunque para siempre, la economía de algunos uruguayos individuales que, en los últimos quince días, han" transpirado lo indecible tratando de que el gobierno y sus asesores acepten el negocio, Los cien millones están a la vista, esperando a que digamos que sí, para ser depositados en el Banco de la República. ¿Con quién tenemos que dormir para cobrarlos? Es lo que se trata de explicar a continuación.

-^ El rmúná del cielo

TODAVÍA no se habían disipado en el Ministerio del liaterior las emociones bélicas provocadas por los pistoleros de la calle Julio Herrera y Obes. y apenas comenzaba el señor Adolfo Tejera a meditar la posibilidad de otras buenas medidas de seguridad, cuando aparecieron a principios de noviembre, en la Dirección de Secretaría del Ministerio —a cargo del teniente coronel Danilo Micale—- unos documen-tM macho más explosivos que la artillería de Ventura Rodríguez. Contenían dos textos: un "Proyecto de Inmigración Asiática" y un memorándum explicativo de sus veaitajas. Ambos habían sido presentados por el contador Ángel W. Fortunatt (un técnico del Tri-btmal de Cuentas del que no se conocía, hasta ora. ninguna afición a los problemas migratorios) en aparente repre-. sentaeión de im. denominado "grupo económico",, no individualizado en los documentos. Una segunda persona acompañaba a Fortunati en las gesfiones: se Dama Antonio Mingorance Femández. está aludida en él I*royecto como su ejecutor material y los más enterados no están seguros sobre su profesión o nacionalidad- ("Habla con un caTttito", dicen los que lo han tratado en el Ministerio). El "Proyecto de tmnigracíón Asiática" estaba redactado ya en forma de decreto (para facilitar la tarea del Poder ecutívo) con él estilo y la terminología de XEso &a nuestro país. Sus doce artículos detallaban la forma en que 10.000 familias "residentes en Tormosa V otros territorios asiáticos" podrían establecerse en él Uruguay previo deposito de 10.000 dólares por famiba o persona sola mayor de 20 años. Ello equivaldría a cien mülones de dólares, colocados "a nombre y ordeit del Banco de lo Kepú&Iíca", que ""tto devensarán interés de dase alguna, no podrán ícr rescatados arttes de «w plazo menor de veinte años y serán intransferibles «

inembargables^". Pea-o previendo el posible desaliento gubernamental ante él teórico retiro del dinero, él memoran-*MB- complementario explicaba: "Aitrc-4rn^ técnicamente la. devolucñon de los ¿«3x5*iCosrflraT<nttía j>od'riaTi ser solzcita' tor Csic> ñor los interesaos pasado el -pleao d« 20 a£tos a qtfc se refiere el mt^ 3 del decreto, en la realidad no serán, ezcigidos -por tos motiTOS síg^ient^z •) los rTvmigrantes no Iwiccn. el deposito, eíiw q«* es cZ qrupo económico Que lo *aoe or ellos, aunque individualmente; "h> loe inmigrantes no tendrán en su pO' éttr comprobante alguno^ iniesto qne es-*e se ext e -para, el otorgamiento deljm-má» Tf qveda en poder de Us «artorMUi-#e» wrttgaayas- c) al ser intrtmsferuHe, «t Ormpo Económico ito -puede recla^r 9m. deooEwcíÓTt pasadcaí los 20 &tos. Aaí, ten senaDaiDente, iios podemos basar de cfen mülones de dólares. No •» le babea, ocurrido ni al que aso la

mmiát III La níca condición para ob-• wr e9(e verdadero maná e» aprob * decreto, ya. servicíahnenfe redactado. •it Pasa promoción ejemplar

L3B detalles de la operación, según ^ proyecto de lo* s«MW«e Fortunati y sengorancei, »• es<ineina-asÉ: fffrtyen 10.00 p sooaib yarpoe

# "¿Se casaría usted con un marqués nonagenario y gotoso -—pregimtó un día George Bernard Shaw a una damita de

la sociedad londinense— que tuviera una fortuna de cien millones de libras?" "¡Hmml —dijo la damita. Seria una posibilidad a considerar.." "¿Y dormiría usted una sola noche con un des-conocido que le diera una libra?", volvió a preguntar el irlandés satánico. "¡Mal educado! —se indignó la damita, roja como im tomate. ¿Qué se cree que soy?" "Ahora lo sé —respondió Shaw— Estoy tratando, únicamente, de establecer el precio"*

Similares tentativas se realizaban esta semana en Montevideo, procurando establecer el precio de un país pobre, en bainca-rrota y asfixiado por sus acreedores extranjeros, pero que todavía guarda las formas y se niega a ponerse abiertamente en subasta: el Uruguay.

E Rechazo terminante

1. 7 de setiembre ppdo., el Poder Ejecutivo creó d citado Grupo do Trabajo, para obedecer a lo dispuesto en la llamada Declaración de Montevideo, que recomienda a los gobiernos miembros del CIMEl (Comité Cntergubemamental para las Migracio-: nes Europeas) "la pr aracióu norma-tiro, estudios de técnica, investigación y métodos de trabajo en el campo nacional V regional latmoamcrtcano". El Grupo fue integrado, con carácter permanente, por los doctores Luis Seguí González, Flñvio Rafael Buscasso y Vidal AHer Pesquera, el profesor Da-mel Vídart, el ingeniero Adolfo Cardo-so Guani, el ministro de la Cancillería Gualberto TTrtiaga y los señores Celso Nunez, Manuel Carro Gibbs. José Sil-veira Conde y Agustüi Mazzella. Esta semana, el Grupo se reunió con sus habituales concm-rentes CSegul González, Buscasso, Núñez, Urtiaga, Vidart y Mazzella) y presentó a Tejera, por luianimidad, mi severo informe de asesoramiento, donde se, reéhazaba la proposición de Fortunati y se planteaban algunas dudas que merecen iiunediata aclaración. La más importante, por supuesto, era él anominato del "grupo económico". "Esta parte es fTtndamental —dice el In-forrae— y coino interesa a la finaTtcia-ción sería necesario una adecuada pre-cisíÓTí., ya que nadie inmoviliza una ctcantiosa suma por veÍTtte años, sólo para garantizar la operadón." EX Grupo, después de señalar la inexistencia de los sectores étnicos que el proyecto enumera (no existen grupos somáticos denominados "euroindostáni-cos", por ejemplo), establece con prac-tícidad que 'la KepúbZíca jaTnás hará cuestión de razas, pero resulta obvio que por las proyecciones de futuro •—la notoria característica pr&lífera de tos pueblos asiáticos— piiedc ser de ínsospe~ chadas corisccucTtcias para la vida, de la STación, por Jas cuidentcs iín-pIicacioTics de todjo orden Que ello entrañaría. Están a la vista los problemas que ese tipo de inmigración creó en el Brasil obligando a su gobierno a tornear medidas legislativas y administrattiras ten-• dientes a disolver los que con fjropie-dad^ se llamaron "quistes demográficos". Z.as observaciones técnicas del Grupo de Trabajo, son principalmente éstas: —Por sus características de idioma, costumbres, religión y actitudes psico-sociales, será muy diffcil la integración de esta masa inmigratoria a la coniu-nidad uruguaya, —-No puede adoptarse tmHaleratnien-te, njedíante decreto de un Ministerio, una decisión cuyas consecuencias estarán profundamente insertadas en él ulterior proceso de desarrollo del país, y se requiere una participación de todos los organismos interesadcs —CIDE inclusive— más ima adecuada información en fuentes foráneas. —La retentíón por él Banco de la República de los cien millones de dólares configuraría un despojo, rf él dinero depositado por cada cabeza de familia perteneciera al interesado. X en caso con

trarío, se pregunta él informe: "zQué significaría dicho depósito y qué fir.ea no aclarados peTseguiria (el grupo económico ai darle al Banco de la RepiU bZtca dxcha SUT/WI?". —El proyecto viola las garantías coíis-trtucionales sobre libertad de locomoción y de trabajo, al fijar residencia obligatoria a los inmigrantes en deter-znínndas zonas. Excede las facultades del Poder E5ecatívo, que al aprobar él decreto decádirSaz a> que determinados individuos no ejerzan los derecbos pre-jsixo oe s'^'^'^ *': *JíZ;« *í-n fíf T,T« TP ai-tníTpy Cortés v éí Director vistos en la Constitución; b) <rae sólo

dibnjo de MINEO mavores de edad que en caso de tener iantes, salvo en eL caso de industrias o SSliaBulden venir con sus cónyuges, empresas productivas. SSnSlíí^ ÍScíndientes. ^e dispensaría al desconocido señor rSoVecto enumera un 50 % de IVHngorance, pese a su cantlto. un honor

E.1 proíct.1 ^ .___ _ ^ ^ familias muy especial, detallada en una medí-famüias euroasiáticas, 25 .- -enioindostánicas, un 15 % de íamihas chinas y un 20 %_de famüias japonesas. dB. que acompaña a la propuesta: el nombramiento "ccm carácter absoluto de

SSlf límíte- 55 años- las personas solas feoTEOrurio. como Asesor Cñmercial Ex-Edad limite, ss f of' i", ,„„.,rf,-„„„v, en Sona Kona. Macao. Sin-tTaordinario en HoTbg Kong, Macaa^ Sin-•^•^SdSS^ fe^^Honr^ong. Macao, i^r.'Malasia^ Ja¿án. Corea áel S^T. I - ^ ^ ^ ^ a S Sur. Thailandia, Ma- -----r.-.».-.. r„™ .„ » í.l„, h,z,o .^ ™-lasia, Singapur y Japón

—Las especíalizaciones de los mim-giantes tendrían esta fflstribucion: 3-M« Smaias para agncultara; LSW para hortfcultara, chacra, flo«SÍ«^. li^ para «ranja; 500 para f or^°™l ^ |^ Jara pesca y derivados: *».J^ * S Sicas Vfndustrias <ine no «nst el Uruguay; 100 como mversoras de rapi • S ^ ^ empresas aplicables a actividades de prodTicción-

ThaUioiditi^ Tormcsa e islas bajo su jn-risdíccíÓK, del señor Antonio Mingaran-ce Fernández- El referido funcionario, de ser nombrado^ tendrá f acuUíidcs para suscribir los conveitios y/o cartas de intención, respectivas, exígum-do -prerña-mente las garaxdías pertinentes." Pocos documentos, posíbleniente. han tenido la intensa promoción de esta propuesta, en esferas gubernamentales. Ex)S mismos textos elevados al Minist«io del Interior fueron distribuidos a todos •Pl anónimo -grupo económico" cu- los Consejeros Uatíonales. Los tntegran-rmendto eiSdproyecto, adelan- tes del Grupo de Tral>a]0 para la Pte-l mención i:ei«_.» »= ji- .^ innnn i1A_ _:*; ;^^ Tíjntn^ir.rí-a rl*m#.ndlente del ?r„?"^TÍÍS^o5SSía ib-OOO dó- ^^tío^ Migratoria, d «.diente del

f^ ftadS^^^defamaia o per- Ministerio, fueron también mfonnados ^^"^ESl ^^s L aaíJres serían ra- y visitados personalmente Dos iimcio-sona solándoteos UWÜOO ^ y^^ dependientes del Poder Ejecub-dicad< «1 ^ P±^¿^ ST destino a yo, en I<5ültimos días, lian mostrado ^^^^r^^áuítS^ T 1-000 dólares particular celo en obtener la aprofca--actzojaad progc ^ e giaos como gión del decreto: él pro Secretar™ del 5SS j?^^nS^r rali femilíar Consejo Jíacional de Gobierno dorfor mctevi depósito de r an t i apo r^^^ jnEán T-Alvarez Cortés, y el Director vistos tador rorttmati en mía ^^J^t!„ entre 156 y 200 miñones de dólares. teniente coronel Daiñlo Wicale. <art: 7> pueda contratar a los inmigrantes, lo cual significa <pie el obrero de-

!,,„ =M ^ái einlícitas. "En csf<r asun- Será trabC-jar al serrMo delvatrono iii-han sido m ^S5? \ _nno de los raí^amte <3U-e lotrc^. por 3 355-5''?: miembros '

Tin canrtal no monetario «.« y^-^' .„ ,«0 TIT» emisario a uno ae iv= -JIÍUJIU-JLJ^ -^U^ « - . , t^. — -3-- r — «»„M« ^ rfectos personales, vemcu- *°.--*5° '£, T^ g. Trabajo— fuiy de decirse que "lo rae en reaMíid se ÍS áíScíí r entas. cuyo in- '^•^^°%^^J?^S^^^^¿^Í-mu^üvSs pretende es establecer en el pofe em-l_?-_? ?? fr íSSk También, por ^'i'*°l^-^^JSj;^^^^ ^ mesas con sus organizaáones propuzs v ares» debería antori2ars& ^^_^ . g i„3rias y ecpjipos a %'^'^J% S»5mit con comoromiso del «anco ae

nados en menos de tres anos. , - s s=srenSiir ^ : itiverÜTse"-. *„.„.,.m7- r vresas con. sos orgarmadones propias js

rnas -mm a Tnvemrse - íescuas de Traestro Derecho, -myertando Las medidas de ^^-^-.^I^^Z ^StX ^^estro EStoáo ^-di^e

por lo menos, para f^',%^^ el expediente de transplantarUsde su Iba aser ínfoxmaao ante el ns<go_ao » f . - _ , b6_ Durazno, Artiga» j íiy "«, íf„i*«; .* ma. nal>ienaose i iui«.v « -" ^Mbirfa ertablecer en ^ J ^ ^ ^ J tomxe del Grupo de TrabaJoJ en las óodade» de ¡na» oe Í3.\MI 4»»-

el 5>rcvyecto ^ " ^^J^S^TTeS- lig^'iiñíco de OTigei a nneslrovñs. la sesión donde se 'PE°^''¿J%.^^„ «Ssogrondo así im tipo de rc^,-.:oIoum. das, y él asunto no V^°f^^'^° jECTio%e repugTta. a vrtest^a-orgar^-^ por Tejera en fyí.°i2Í%S ^ Í «ón democrática, retrotravénSo-nos a Ua

además, que él jBmsteo dd : OTOT M ^ ^ acVteos de ta g<.éb<!-~ tiene ninguna miaatrra en el proDie- «j —

. íiaMéndose limitado a pasado a ia^ <Pa9a A páS'

9 * MArciu

Page 6: Ardao-Orígenes del latinoamericanismo antiimperialista

^A MAR # £1 premio (ial xstes de noviexnl>re £ue adjudicado a la colaboración que se pubHcó en el N? 3281 de MARCHA (no-víeTn'hre 19). coa el tíiulo "Guerrero en Teposo". Su remilenie pue<ie pasar a l&acerlo efectivo «n horas KábÜes, por aueslras oficinas. Hincón 577*

a Clirdñ K flaTÍ7 ® moralizante artícu-OTCHÜ lie imilL. - lo iem estra que, a veces (noviembre 2S], a "B P Color" ie interesa menos el color que el bien publico. Es el llanto de una oligarca, lona nostálgica evocación, un programa de gobierno el espejo en el que los dirigentes de AEBU tendrían que mirarse, un ejemplo macarrónico, en fin, de lo que eran, lo que deben ser, las fuerzas "vivas"' del país: "TIEMPOS X>E OHO. "El paso del tiempo ha traído «n el país 7 en el mundo edeio, sensi* bles cmquistas" Cay—5 "en el terreno laboxal Ames se tt sjaba nmcBo y se ganaba poco. Y mal que bieii iodos eslaban conformes. Ahora. «e trabaja poco y se gana mucho. Y siempre se cslá pidi do más. Aun los más privilegiados. Xios tiempos, indudablemente, han cambiado" (alcánzame la peluca, que es la mejor cobertura). "Hurgando _ en viejos expedienies, un amigo encontró un ejemplo patente de cómo se vivía y e trabajaba en oirás épocas. £& un manual de instrucciones para porteros de sucursales del Banco de la República, dictado en 1907. por el gerente del Banco en Florida. Ko necesita casi comentarios" <casi),. "Esto es lo que b ía que hacer p«r las mañanas: «A las 5 levanlazse y ordeñar ensegmda. Iraer Za carne de la carmceria, Después dar la I-ación a la yegua y al potrillo. Llevar las vacas al pa tíxeo. En el potrero, sacar agua y Henar las tinas. A' las 7. Barrer la vereda del Banco, la cuneta y las calles, el aaguán y el patio, sa-cando las sOlas 7 las alfombrar* (que serán sa* cudidas caí la caza del gerente del Banco Comercial). «!Llmpiar los bronces con la pomada- 35ar pasto a la yegua, al .potciUo y al ternero. Poner agua a las gallinas y a los animales* (debe re-ferixse a los auxiliares 5tos->, «limpiar diaria-ziamente la pileta. A las 8.3Ó. Estaur pronto y vestido para hacer los mandados del Banco, donde estará hasta las ll» (¡qué alivioI>. *A las 11, dar la radón a la yegua, y repartir pasto a la yegua, "al potrillo y al ternero. Poner la mesa. "Servirla y ayudar, luego, a levantarla» (pero sin llevarse al Sr. Gerente, que se quedó dormitando en la cabecera). "Y por la tarde: -A la 1. Sestear hasta las 2, y desde diciembre iiasfca las 2.30» (un solo verano de felicidad). *A las 2,30 lintpiar y barrer él jardín, la letñna , las piezas del iondo, las cánulas, seguir con. el fondo, barrerlo todo» (cuidando de no echar tierra sobre ¿L Fondo jMone-taiio Internacional), «lavar el gallinero, juntar el estiércol, la basura, rasquetear y cepülaz la yegua y el potrillc limpiar y baxrex la caballeriza y las cocheras, barrer la vereda y la cu> neta del portón. A las 5, Ir a buscar las vacas y llenar con agua las tinas en d potrero. Ordeñar 7 después dax la raáón y pasto a los animales. Cerrar el portón y la puerta chica con Bave. Entregar todas las Uav-es colgándolas en el dormitorio -dd Sr. Gerente, Poner la roesa, servirla y levantarla. Cenax. A las S .30, acostarse- (y soñar cbn la y ua>. "Y por supuesto" Cpor supiiesio). "están al final las normas de conduela, a. las que había de c irse estretáiamente; «Ser obe i ote, hacer enseguida lo qae se le mande 7 bien. Ko entretenerle en los mandados. Ser limpio, ordenado. lío mei ir. No decir palabrotas. Respetar la casr 7 no meterse con las sarvientas> Cpara eso est el Sr. GereíTete- sí sntes no se avivó el señorito) «ITo enseñar .porquerías ni jn yg palabras a Icr niños de la casa. E>ar -de com 7 de b !«r a los animales* (y «I sediento, pero sólo si tiene fíx-ina regísíxada). «líe tener más conversaóone? ccrt fes lárvientas -que las necesarias» (por ejem-plor Esta noche, en la cochera). WLavar los pisos cuando lo mande la Sra. y bien- (aquí si, puede fregar a piacere . «Sc»Qbear »gua cTi=rndo le Joc oe. No robar nada. d^aUj^Jóa: desobe Sertcaa a lo i3ícho 7 expresado pD rá costar et puesto ñ s^ lo resuelve -eí. gerente» fen acuerdo con él lEnístró de Ganadería y Agricultura-). "Vida espaxt oau deseada de Beño al trabajo-fiin comodidades, sin hvelgas, sin veroas xd azn-iñsfrgi gn televisores, CTTI ñne o fuiÜbcS los desoíaos. 5Y se viváal Eiran otros tiempos " A 'ver, Xindoro- movete íioiri5>r . c bsje unos mates a doña Medidas Rrontas oc- " guridad. Pase, pase, doña 3-Tedidas, estese cóino»ia.

«ADUCHA * 10

Cróai€«n de El íta€hero

Diario nuestro de cada día MÜ7 fi tneTiTido, aZ en-Jrev.tamie a la TriaQu%-Tta, se nne hace preseTite -u-n antiguo com.~ pañero de trabajo. Lo d-e compaüero «s tni decir, no -más, pues como regente, iriT^estía sohrz «wí, un -novato^ cierta a-utoridad que no se perdía ocasión para poTter de manijiesto. Entre los episodios que piieden describir la calidad de iiues-tras relaciones, recuerdo el dia que, con un OTÍ-glrtál •mic se presentó al jefe de redacción: —¡Este caballerito — rrie señaló con vfn dedo arrugado y sucio como una ra-dicita— se cree que está es^crihiendo en el SajoJ La mostró, irr-adianáo felici.dad. Yo Había puesto: ". ..QTierian cazarlo a pedradas". Desde luego, se trataha de un. referee. La zeta^ escrita a niano^ parecía, una g. I^l jefe balanceó la cabeza dándole a entender qne yo era incorregible; adoptó v.n gesto miiy grave: lo Tniró a el, me miró a tni. Y TJte hizo una guiñada.

A pesar de estas y oíros d^mostruciones, creo que aquel hombre no -me quería maL IA> que había era un concepto denhosiado es~ tricto del trabajo y de la disciplina, y no podía admitir que yo, prácticamente un botija, m-e sanara la. vida "con la plumita". No -le parecía lógico a él, gue había hecho tantos sacrificios. Aprendió el oficio en la vieja Escuela -de ArteSr en la época inisma. en que -se construía aUi la cañonera Suárez. Juzgándolo ligeramente parece que hubiera hchida un mal cálculo, pues una vez terminada no podían sacarla por la puerta y hubo que echar las paredes ahajo, "Lo que lo enorgullecía y ponía siempre como ejemplo de virtudes era el haber formado entre los que Vle-varon la embarcación arrastrando por la calle, desde lia. Escuela hasta el puerto. Para él estábamos en nn plano de inferioridad e ignoráliamos la vida quienes no hahíamos tenido la suerte de dignificar-nos y hacemos hombres de esa manera. Es ten recuerdo que hoy, que culminan ios festejos del Día del J*eriodÍsta., recrudece y se actualiza especialmente.

P ARA los que "•anuimos de la plumita^., «« embargo^ no son todas facilidades en él camino. Bien podría decirse que sucede lo contrario. Pero no es éste, justamente, el momento de ponemos a llorar, Prefiero hablar^ y en itn tono amable, de los enemigos <yuc todavía acechan, y que son, por eoctraña paradoja, los amigos que mejor nos quieren y se proponen ayv-damos con su consejo: —Esto está hien —cementa con sufidenaa, a medida q«« -da rmetta Ins páginas—^, esto tanibién es lyueno: me Jdzo reír, ¡te furo! Y esto... y es* to— — Aquí se detiene el liOTnlrre. Su mirada ausente, vaga en el vado J^nscando inspiración m,ientras se amasa la oreja -como si fuera una miga. Parece que una vez hien amasada va c fia-cer itn hochón: —Esto... si querés que te diga la verdad. .. ¡no me gusta él recuadro! —¡Bueno, si es nada más que eso...' —N'o no, entendámonos: no me gusta la ubicación.— Entorna los ojos, se elena; es indudable que le está buscando ^nn lugar más aproptaS:>. Si está a la derecha, ya sabemos que le gustaría más a la izquierda. Y viceversa. Si está e^z cabeza, lo hallaría -más adecuado al pie de la página. También viceversa^ De todo lo cual uno llega a la conclusión, lógica de que el recntadrito está de más, que incOTuoda, que Zo m.ejor Ivubiera. sido no tenerlo.

E NTRE estos aanigos hay quienes nos ganan una guerra nada nhás que m^ostránüoles «« mapa.. Tardan menos de cinco minutos Y hay otros que solamente armados de un lápiz te demuestran que el gol era offside. Te hacen una crucecita en el m-armol. Es Troche. Te hacen otra crucecita que es Bergara. Deterntinada asi su personalidad se quedan contem.plándoÍa un snomeri^ to, quizás sorprendidos por el parecido que tienen y que no -habían advertido antes. Después dibujan dos ra-yitas paralelas que son el arco v un redondelito que es el penal. Alejan la caheza para captar la perspectiva. I stá bien. JBs el momento de lanzar una Tímea punteada que marca el recorrido de Troche. Está clavado: fue offside Claro que de repente aparece un contra que sé moja el dedo en la lengua^ lo refriega en el már-m^ol y borra una crucecita. Entonces no es más offside: el jugador estaba perfectamente hábiñta-do. Por eso es tan discutida esta ley. Porque es igualmente fácil" den^ostrar que fue como que no fue. Por eso existe también el hombre precíii/ído que dibuja las CTucedtas con lápiz tinta. Y csi. cuanto más se les pasa el dedo, más nítidas y fuerte resaltan las pruebas de la infracción.

L OS que vivimos de la plumita tenemos que afrontar esas contingencias para ganarnos un lugarcito en el cieZó, ptyrqae nuestro oficio subsiste en base a dificultades, porqtie de nosotros se espera dem.asiado. L,as letras de Tnolde son como una panacea. De repente es un tipo que cae a la redacción ecymo nin fantasma; páV.do, enjuto, desgarbado. Pide tai fotógrafo. Para él, ¿Qué le ha sucedido? —Hace once años que no duermo: ¿tes perece poco? De repente es otro, un extranjero, que uiene a denunciar ie 'hurtaron Ja mujer. Earhibe un retrato para oríentarnos.: es una crtolUta joven, de rabc-dilla parada^ de ademen altanero. —¿No tiene aljguna sospecha? Los ojos del denunciante -se ilu-7ninan Tiene^ si: tiene una buena pista. TJn compadrito oue vio muchas veces Itablándole tS. oído. (¡Vergüenza debería de darle!) Otra noche -es otro que quiere quejarse del mal servicio policial. Se Ze pide que (xyncrete. ~^Sí señora vengo desde la calle Gábotc haciendo escándalo y e ^ encontrado uñ solo gtiar-diacivil. Y todos estos casos, de los cuales he rélatadQ algunos antes de ahora, con lujo de detalles, esperan resolución de quienes vivirnos, o sobrevivimos, de la plumita.

H ASTA la -propia asociación srential —APV— tiene un rtacim,iento más humilde que el de Jesús. El gobierno de Terra, de donde data-nuestra agremiación, clasura tres dorios. Nadie quiere cardar con la responsahiTidad de brindarnos un rincón donde Teunimos. Hay que alquilar una pzedta, es en la caUe Colon^ia. Y allí, debajo de una lamparilla eléctrica que es todo nuestro ajuar^ se reúnen Tos precüTsoT-es del movimiento. Parados. Los papeles, carpetas, documentos, en el suelo. Parece el coro del Ejército de Sálvadón. Sasta que aparece un alma truena en Juan Carlos Gómez Folie que, como director de Institutos Penales dispone un créd^cto para amueblar la cnsa. Gracias a él podremos todavía hoy, festejar sentados cí día del peino dista. (¡Vamos a soplamos un par "de eXlas" también a su scXü')

ík PÓDEME. MADELON" por EL UJIER URGIDO

UN IMPACTO HUMORÍSTICO DE

EDICIONES "CIUDADELA"

A 35 GRADIS lATITBD SUR

Pequeña crónica de lonjas postergadas

El eonventillo

\sk luiif& r por Alfredo Zitarrósá

•fe Estábamos con la luna del martes, «a el conventillo, Isabel, Néstor, Elba*

Gurisam, Pimpín, todos, con mi hermana y con Ramos, Gómez, FioHega, Gainza, Máximo Dios, Martí reno.

Baúl SQ a. hermano da Juan Ángel, cpia ea al capo máximo, nos Iiabía esperado con toda la plana mayor de Morenada, en 2a sede del "Tacumenza", sentados abededor de la mesa direcfiva con toda solem-nidad, porqae Biamos con amigos extranjeros. El miércoles eia el día de las piaras y en el conTenfilIo ha. bía un baile organizado "a beneücio", con discos da la Sonora Matancera, sin candombe, porque no se podía molestar al organizador, naturalmente, interfí-zrándo con los tambores. íbamos a sacar fotos, ccisi seguro, así que habíamos llevado las poderosas Ferra-mas if creo que una Scania Vabis) con película de color. £1 conventillo está recién pintado de amarallo. rojo. Tarde y celeste, de manera que si era posible, liabiendo luna 7 faroles, iban a salir unas fotos mundiales, especialmente para que el Cholo Gross se He-vara un recuerdo auténtico de Montevideo a su lejana lama, donde nunca llueve. En la puerta, Klva había dejado la orden de que entráramos directamente, porque nos estaban esperando los fundadores. Se. cruza el patio, esa plaza de armas donde suelen atronar las comparsas rivales, _ea el verano, Y se suhe una escalera de hierro casi a novesta grados, puBda por el roce constante de innumerables pies, arriba, en la galería de la izqtuerda y casi frente al rellano, debajo de una mandíbula do caballo donde se ha pintado "bienvenidos" con letras verdes, está la puerta del "Yacumenza". La sede, puede dedrse, es la misma de Morenada, o mejor dicho. Morenada Y el "Dacumenza" son la misma cesa, con la diferencia de que cuando se llama "Yacomenza" es un equipo de fútbol ds la Uga de Palermo (el martes Juega contra TacnarO. Cuando nos detuvimos &eníe al umbral, sin atrevemos a cruzarlo, una voz desde adentro nos franqueó la entrada. Silva y el grupo de fundadores, sentados freaie a la puerta, alrededor de una mesa, preádían «na asamblea de cuarenta tambores aEneados centra Iss paredes. Acomodadas proHjamecie en una vitrina. sobre la pared del fondo, se veían las copas del cuadro. Arriba de todo: un cuadro de CarEtos Páezque Sarece hecho a la medida, y a los costados, fistr^Dm-dos métricamenie, fotos de Morenada. de Vész. da <»ardel, del "Yacumenza", un cartel que <Ece 'TManten-ga liaapia la pieza", un desnudo color sahnán, pintado =1 óleo. Encima de la mesa y al bajar la vista para *3n5bíar las primeras imj»resiones y sabidos, descubridlos que nos han preparado una verdadera recepción * eáal, trayendo vasos Em os de cartón y dos bo-JeHes de vino como para las señoritas, cortado con

^^ Mientras nos presentábamos, dos de nuestros an-Hñones empezaron a retirar los tambores de sus tacnas, para dejamos «a lugar. Ayunos son verdsde-«menfe faisióricos ("tienen hasta ocha y diez aSos , '" 'r'ados, aiñertos a lo largo, -como vmnas secas que

fotoirafia ile ISABEL 6I1SERT »B han paludo al calor. Son bombos, los de más ca-übxe, pisnos, chicos y tepiciaes, que eslán acomodados en fUas de a odio a ambos lados de la piexa. JU en-traiv sus presencias son lo primeio que se siente, como si fuezan a sonar al tmisono o como si estuvieran sonando entre ellos.. Mientras los retiraban para que ocupáramos sus sitios, ndiábamos los estandazles del 65 y las estrellas de papel, huecas, que se iluminan por dentro y que descansaban en \in rincón sobre sus altos mástiles.

—Nosotros estamos acostumbrados a lo natural, dijo SUva. como i sculpáadose, coanda empexamos a instalamos en las tarimas de los tambores. Algtsen murmuró, señalándome a mi, '''que yo era el ca.psmga'V queriendo significar que iba a hacer pre-gunias; mientras Isabel expresaba en noníbre de iodos la satisfacción de que nos hubieran esperado, — Suva contestó: "'estando nosotros los principales minea faüamos", Gómez ya «¡daba repartiendo los -rasos. Al>ajo sonaba la maitancera y en la puerta, del lado de afuersu colgaba, una luna blanca., nítida, como pegada sobre un cielo negro-azulado. Máximo Díaz ent ó con más vasos y ll«kó con ellos la mesa, hasta dup car la can dad necesaria. Marürena emperó e recordar la época en que la gaseosa valía cinco centesimos y el vino 27. Lamentó la ausencia de Juan AngeL el presidexde, que esa noche tocaba en una orquesta, y evocó tankbién él tiempo en gue dormían s s o ete en e^ nñsma pieza. Se exKpezó a baldar del candomhe. ' I 16 de díciemhre vamos a inaugurar un congreso médico en Punta del Este"> ' El que impuso el candombe fue Ga-violi", dijo Silva y aseguró qfue '~en la actualidad, si esistíera él, no iabría otro como él". Se evocaron i« dos los intentos de suididio de GavioU y su muerte final, trágica, en el puerto, y también se h-abló ds *Í.o2 ritmos íorájieos", especialmenie los brasileños. •nosotros podemos hacer plena o base "brasilera, pero ellos no pueden tocar candombe, ésa es la verdad' El cholo Gross mencionó los ritmos n jros del Perú el aguanieve y el alcatraz. Trató de cantar uno, perc le saHó una m5Ionga-candoml>e pcrfeña,. decepcionando por completo a Raúl Suva, que hizo un gesto brusco como si hubiera querido agarrar un tambor para demostrarle cómo son las cosas. Pero prevaleció el sentído común- Abafo estaban bailando, y los tambores sHeaóosos que escuchabas, todo desde los ñn-cones Iban a tener que aceptar la férrea decisión d Suva, - que esa noche había resuelto ' o tocar'. '•'Si tocarcios, se acal>a el "baile, compréndazios", terminó de cjcpHcamos Maríirena, y la verdad, lo mismo podíamos esperar hasta el día guíenle o hasta el joaves, que Mozenada iba a ínaTigurar un supermercado. Besofrásios eso, y conformamos con bailar plena, graisada en <Sscos. Bajamos al patio y nos su al baile "a beneScio", con la aprcbaaós. de nxamos MájrSme que lia3?Í3 íEcho ~se impone", y ~ —^ damajuana "del puro' cuando v<¿l-vímos, ya fcalña aparecido una que iba a dz rar hasta las siete de la mañana. CSerío que Iztvímos que irnos mucho antes, pero SiEva y los fundadores se quedaren hasta d firmal.

entre Ixts^ lambores, cuyo Venció natSe violo, a pesar del -roaOr Irepadox* y agua-fíesias.

Por la taxde, él miércoles, estonces sí, volvimos al rue omundo y el Pepe Bívero juntó a iodos los sbbrósos;, les repartíó cincO' £ambor«c por orden de altura, y C&olo se dio el It o de sacarte veinte f oto haciendo maíabarlsinos, desde todos los ángulos.

Historia de canastas y mujeres

por Moría Csfh^r Qilio RECUERDO que se peleaba en el Chaco, y que las mujcíres paraguayas detuvieron, acostándose sobre los durmientes de una linea férrea, un tren Qeno de soldados que marchaba al frente.

Sentada en primera iila del salón de actos del Ateneo, me aburría escuchando este relato que una señora, de cara aindiada y voz vibrante. mezclaba con las palabras sangre, petróleo, am;ericanos, ingleses, petróleo. Pregunté qué era petróleo. Kerosene —me respondieron—. La señora acababa de levantar los brazos y gritaba: "¡Las madres, las madres, nosotras las madres...t" Y todos aplaudían tuidosaznenie. De pronto suavizó.la voz, y, mirándame, dijo: "Acércate niña"« Quedé paralizada. Acababa de sacarme un zapato y ló había perdido de vista. Alguien que no conocía me puso el zapato y una cantidad de manos nae empujaron hacia el frente. La señora me entregó, entonces, una foto, pidiéndome que la pasara entre loa asistentes. La recuerdo muy clara-m.ente. Había mujeres de cabéQos largos, acostadas sotere las vías, al-. gunas con las caras escondidas tras el brazo doblado. Y, el tren, en segundo plano, Teveutando de solda dos, de caras alegres gue asomaban por sus flancos. Yo pasaba entre las nías, mostraba la imagen, y oía loa comentarios que me sumían en confusión profunda: "iPobres madres!", " Pobres «ruchachosí". ¿Pobres madres? Si, ¡pobres madres!, no que-dendo ver el tren que ¿í pasarlea por encima dejaría sin cuerpos esas cabezas de cabellos tan largos y brillantes. Pero, ¿pobres muchachos , ¿por qué, pobres?, si estaban tan felices con sus sonrisas y sus uniformes. Saludando, mientras mostraban el fusil en alto. Fiante al "¡Pobres muchachos!" de un señor de anteojos y sonrisa bondadosa me afa'evi a formxiíar mi discrepancia- "Ellos están contenta —dije— mírelos . "íEja mia -r-me respondió— de todas estas caras que sonríen, ya hay m.uchas bajo tierra. Si ustedes nsan-daran no tendríamos ascensores ni aeroplanos pero tampoco lendriaanos guerréis". Quedé callada y pensé: "Mandar, ¿.cómo podemos nrandaz, si tenemos miedo a la guerra y no sa-bensos bacer ascensores . ni aerop -nosr'_ Después supe —mucho más tarde— que las maneras de mandar podían ser otras y que ya quinientos años antes i3e Cristo im giiego nos había explicado cómo doTninar a los hombres, sin azxnas y también sísx inteligencia.

DE aquel día en el Ateneo han pasado muchos años. He vista a las mujeres votando a los blancos, a los colorados y a la izquierda, X.as he oído despotricar contra los primeros, contra los segundos y contra aaobos. Pero fcílas siempre formaban parte de alguno de los grupos. D^ que criticaba, del criticado. Hahlarran de partidos, de gobierno. Ko de 'hombres", conio_ sí éstos constituyeran una raza diferente. Cuando las nsujeres, en esta república, hablaban de " os bom-bresf esa frase grúScaba os maridos", los amantes". Sólo aHí, en él terreno dea amor o del sese estaban éUas; nosotras de tm lado, con. iiuestra sensualidad, deíalüacno y ex-pScrtíid. Y ellos, del otity, con su realidad a grandes rasgo« y sa ™a-nía de lo táctico- ¿Qué pasa ahora? Parecéis, que esa. expresión *lo« {Pssa, a la pág- siguisnj i

Page 7: Ardao-Orígenes del latinoamericanismo antiimperialista

TEMAS NACIONALES I ¿Limosna grande y pobre confiado? <'Viene ém píg. f) TJt- ^l canpp£jo debajo del

decreto ^H lealidad, con cierto di-amatismo

muy poco administrativo, el Grupo de Trabajo roza, «n estas úi-

tímas consideraciones, la esencia del negocio.

Parece claro q.ue toda la operación, de la cual los señores Fortunati y Mingo-ranee Fernández —y aún Los preoupa-dos Alvarez Cortés y Mi cale— son únicamente los entusiastas, obedece a un criterio que, desde 1964, ha comenzado a evidenciarse en los círculos inversores nor-teaBQericanos y europeos Cprincípal-mente, británicos). La guerra del Viet Naiu y el poderoso progreso de Cliina Roja, promete un. futmro incierto para los plantadores Illancos en el Sudeste asiático. Poniendo las barbas en remojo, los grandes consorcios arroceros y caucheros, las más reducidas oligarquías plantadoras de Malasia y Thailandia, los industrÍEiles y empresarios de Hong Kong, Formosa y otras colonias, están organizando un éxodo tacia latitudes más favorables. El colonialismo no abjura, sino que se tra.'tlada de continente.

Pero una de las condiciones que nasr-caron su éxito, en lo que va del naedio siglo, fue la mano de obra barata, casi esclava o esclava en su totalidad. Esta cuota de 50,000 asiáticos que dispondrían, sorprendentemente, de 10 a 15 mil dólares por familia para correr una incierta aventura uruguaya <la PAO señalaba, para 1962, un ingreso per cápiía pEira el Sudeste Asiático de una cifra anual que no alcaioza ni a la centésinaa parte de esas sumas) es simplernente el traslado continental de esa mano ae obra barata, financiado por los inversores que quieren cambiar de aires. El proyecto ^como lo lia visto claramente el Grupo de Trabajo— intenta reproducir, en nuestra sociedad, las condiciones de explotación y sujeción económica que esa mano de obra semi esclava ba soportado del colonialismo blanco, hasta que comenzaron a soplar en Asia los vientos de la liberación. Y no menos viciosa y deformadora de las condiciones de nuestra vida sociaL es la insinuación que apunta en un pasaje del memorándum presentado por el contador Fort"unati:"Es ÍTidudatle — dice refiriéndose a los inmigrantes— que huyen del coTniinismo o de las zo-.

nos donde aumenta lo i-nfluencza del mismo, y es por eso que están dispuestos a íTíi,-?7r'd''.r ÍIÍS cavitírles y "paqar d^.ez

tnil aclares por cabeza de familia o hijo varón ^naycr de veinte aiios^ para radicarse en wn. país donde innpera la De~ rttocracia"'. Estos conceptos, que son ade- . cuados si los referimos al nnisterioso *'gru-po económico", resultan de un cinismo bastante insoportable cuando se aplican a los peones cuyo viaje financiarán los anónimos inversores de cien millones de dólares. La connotación ideológica, que nada tiene que ver con los negocios en sí, permite otra sospecba: ¿se pretende acaso, por los inventores del negocio, contrabandear entre la mano de obra, las seraülas de la misma "demoeracia" que les ha explotado en la cara a los colonialistas del Siideste asiático? ¿Cuántos de los inmigrantes serán los infiltrados dé una ''experiencia democrática" como la de los -títeres de Saigón. y vendrán al Uruguay para reforzar la insegura confianza Jiacio-naí en la "democracia occidental y cristiana"?

La turbiedad del asunto permite estas y muchas otras conclusiones. Si el gobierno todavía conserva restos de la sensatez que parece haber olvidado en estos días, archivará los rosados proyectos de Foartunati y Mingorance. Pero, además, deberá preguntar a sus jerarcas y jerarqmtas, los que han andado de despacho en despacho apurando las cosas, qué comezón migratoria les ha dado cuerda, de pronto. La Ihnosna es excesiva y el pobre no debe aparecer tan confiado.

NOVEDADES en DISCOS ( i ^ lloras, si ríes — Te pareces a Xa naturaleza — Un león escapó — Perfidia. , _• AVL-3601 VIOtETA RITAS El sonido de la, mñsica — Para síeíoprc — Por lina, nodie no — Luna ae los inanBntla_ les — No lo puedo ol-vidar — Toma a So_ rrento — Malagrtieña — El cielo me escnclió — Yo sé que tú me dejaxás — Qxaféreme niTKíiio — lá:ovsrá — Ciitm cblmenea. 31A-««1« BIXA PAVONE I as pai>as con tomate — Eres mi madr». 31A-0613 SSIATE VARXAJff No olTldes que §1 es mío - SI, tómame «n tus brazos. A.Yl*-3€02 PAUTO 0RTE04 EN "THE BEVERLY HltTON" Palito Ortega El mapa — Los ejes de mi carreta — Cuando tij te sientas sola — De mE nadie se acuerda-— MI ultima carta — Mjacaneando — Mieda a Xa noch.e — No quisiera quererte — Todo se olvida — Tanta amor — Cuando UTICTC ^ Señora.

TÍPICA CAL-2S3S "JBL BTILES DE tA CAEXE ATACCCHO* I a'que badén los mnciíaciios, tango — TU diagnóstico, vals — Rueños Aires, tango — Tamango, tango — ndia de oro, milonga — Gime el TiMito, tango — XTrugniaya, vals — TTna carta, tango — Balín d« la CaDe Aya-ctictio. tanso — El desafío, mOonga — Lejos <le Suejios Aires, tango — Gricel, tango — Temblando, vals — Xios mareados, tango. Aníbsa Troa» y so orquesta. CajLtan- FioFentíno — IVIarino AVL-35s6 ESTAMPAS DE ASTA5SO Juan- 3>'Arieaizo y sa Orq. Típica Estampas de aintafi-o — Y cualqixier cantidad — Cada vez te extraño más — Se prendió la colorada — Wecestto amor — Pura trampa — Remembranzas — El liltimo café — Paro cuento — Quiero verte una vez más — El "rtno triste — Tamlsor moreno. CAL-2SSS AE.MA DE BOHEMIO CFiancini-PontieT y sa Orquesta Típica) TJna taístorla como tantas — Cíie Bandoneón •— Cenaste los ojos — Sin palabras — El TaUzgxo — Alma de boliemlo — Qné me van IsalJlar de aiaor — Como td — Por H o i>or B — Primer beso — ItemoUno — Con ella en el mar — AdiiSs martnero. íCantaní A, Podes-tA. - Raól Berón coit R- 'Etul'jxo)-.

NUEVA OLA XPM-333S EXVXS PEOESIXY **L,oco 3>or ias mucliaclias" Loco IKKT las macísadiías — Fíeore de prinr it-vera — Faerte Laiaderdale — Cámara Se Co-Tnercio — Comenzando CSÍA. nocñe — El lía— mado del Icbo — ^o molestar — Joro por tai vida — La eMca rnala de la ciizdad — Bailemos datr. — Sí-aneco sobre rma cuerda — To debo encontrar a uni nena. 3AE-3368 NICO 3Tl>E!ffCO En casa de Irene — EL Iiomare que no sabfa ft-m-n-r — Cómo nacs Tjn amor — Ma DaiS UZ^ÍXSa tos JRACDNDOS--. eon palabras Be-bop-a_ltiia — Todo Xenráno — 3Ie Tecor_ tíarás. — Cana — L-ncna — I«. casa del sol aacienxe — Do re mi — Ltnoa nena — Sí

FOLKLORE

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SOCIEDAD ANÓNIMA

AVL-SeOS EDTAKDO RODRIGO La Nena Oringa La Nona Oringa — Ei dinero — ili niño — Del o&o lado dei río — Nuestra noctie — GaTiota — Horas muertas — El gorrión de la noclie — Río de Ausencia — Pedrito — Quisiera — Pugitiva de Medianoche. AVL-3575 CARLOS DI FlJl-VIO Concierto Supersticioso — El sueno del brujo — Plenllnnio — La aparición del diablo — Cumpita el Pirquinero — Zamba de VaJ a» — La laguna — Quiero TOlvcr a Tafl — Contraptrutos de Malambos — José, el picapedrero. LZ-1U9 GINETTE ACEVEDO Yo conocí el litoral — Rio de amor — St vas para Clnle — Asi es mi amor — Oii-Itójado esperanzas — Garáota — Eoy me baa dLclio que — Río ci o — La lanlta — Que seas vos — Aunque estés distante — CbSle. CLASICOS

TTC-1W4 AI.EJANDRO BKAJLOWSKT CHOPINr Estadios op. 10 y op_ 25. VIC-1Q20 EL COHAZON DEI. BAI<LET I opoldo Stokowski y su Orq. Sinfónica Adam: GISEILEí Variación de Giselle — EJ-cena de la Locitra — Remembranza de la Es-eena de Amor — Desesperación de Loys —• F¿aale del Acco I — MICHAEL ItOSENKEEt, ' T olin solista — Weber, Orquesta Stofco-wsfci; EL ESPECTRO DE LA ROSA, Invitación a la - l>anz& Op. 6S — PSautlsta solista, Julins Baker — Cbopin, LAS SILFIDES: 1. E>relTidio ir« 7 en La — 3. Vals en. Sol Bem.ol, Op. 70 N» 1 — 3- Mazorca en. I>o, Op. 67 N? 3 — 4-Vals Ne 1 en IH Bemol, Op, 1» ("Gran. Vala Brniante") — Delifces, S"5I,VXA: 1. Vals lento — 2- Pizzicato polka — TschaitOTsky: EL LAGKD DE LC COSNES: Danza de la Seir de los Olsnes, Danza de los Pequeños Cisnes, Oboe solista: ROBER BLOOM — Clarinete «OÜSta: DAVTD OPPEITHEIM. Víolm solista: JOHN CORIGLIANO, Cello soleta: LASZLO VARGA, Arpa solista: LTJCILE LAWRENCE — Tschaikcvskjr: EL CASCANUECES: Vals de IftS ñores. Arpa Bolista: LtJCTLX LAWHENCE fLEOPOLDO STOKOWSKD-AB3L-901O BENIAMINO GIGLI con orquesta Gonnod: FAUSTO; Acto ÜIz Salve dimora — Pucctaíi TC CA: Acto HT: E LTicevan ie Sttíle — Giordano: ANDREA CHENIEa: Acto rV: Come un bel di di Maggto — Mascagnl. HtDS: Acto Z: Aprt la toa Snestm — Donizettl: LA FAVORITA: Acto. IV: Spirío gentil — Catajaní: LORELET": Acto I: Nel Verde liías-gío — Boito: atEFTSTOFET.r'E: Acto I: Dai Canrpi, dai Pratl. Santa Lucía Limtana. — Paqnita. — pTmicuIl PnnSciíla — Veccbio RítomeHo — Osrmela — Tn sola — Addio a NapoH-VARIOS

CAL-395S DAKCE LAOÜNO Pérez Prado y sn Orquesta Afiiós Pampa mía — nria_cba_c3ia — TJna no-cbe — Buenas nociies ligetíto — Romana. — Peg de mi corazón — Serenata dtí. rSIo — La Tubla — Cncaxácba «ha-eba — Sabor & nti Sorfsiae S — Abnlaby Lsby — Se irir

Convencióla 1 424 Teléfs.: 98 22 21 98 22 22 98 22 23 98 22 24 98 22 25

Historia de canastas y mujeres ÍViene de la pá?. ante7Íor> hombres" hubiera empezado »- tv mai otro signiEicado, Paxa las mujeres que hacen colas de octio horai en los expendios, que lian suprimid» el cine- Que han reducido a la xrá-tad el consumo de la leche, y a 1» cuarta parte el de la carne' porque subió _ el trescientos por ciento ea dos anos. Que han pensado en TOI-ver a las comidas crudas porque el combustible se está volviendo prohi-bitivo. Para estas mujeres, ¿quiénei son ahora 'los hombres"? Son log que suben el azúcar y esconden la yerba. Los que iunden los bancos. Los que torturan en San José y YL Los que apalean en las manifestaciones. Los que llegan a las doce y media y protestan porque la comida es cada vez más escasa y pobre en calorías. Son los nueve que, alrededor de una mesa, deciden volver a las Medidas de Seguridad y cerrar las importaciones sin discriminar que hay posas qu« deben entrar porque son imprescindibles para producir, Gomo si quisieran castigarse por haber permitido que un dia la plaza se llenara de cosas extranjeras tan lindas como inútiles. Sé que esto que sienten, que sentimos las mujeres, puede ser muy injusto, muy irrazonable. "Porque no se cae una hoja del árbol sin que el árbol entero lo sepa", Y si las mujeres en este país hace treinta años que votamos, no escapamos a la responsabilidad de las hojas que caen. Pero no estoy hablando de resi>onsabilidad ni da justieiíL, estoy simplemente registrando un hecho. Ese hecho es: mi vecina ama de casa, mi amiga profesora de dibujo, las maestras de mis hijas, la mujer del almacenero, la cobradora e la sociedad médica a la que estoy affliada, ya no dicen "los blancos" ni "los colorados". Dicen: "los hombres", "los hombres", igual que si estuviéramos en guerra,

LAS doscientas mujeres que el martes a las seis de la tarde, ea la Plaza • Independencia, mostraban sus canastas vacías, sin fnita, sin carne, sin pan, sin aceite, estaban dispuestas a poner, si no sus propias cabezas sobre los durmién--tes. como las paraguayas de la fotCk por lo menos las calvas de los señores consejeros; y creo que también estaban dispuestas a gmar «1 *?* que las separaría de sus cuerpos, lío importaba que Julia Arévalo estuviera entre ellas. Exactamente igoal «la de hace veinte años, con los, mismos ojos y la anisma firmeza y serenidad de aquellos tiempos de "a la cárcel con Herrera.". Las mujeres que en' silencio y en fHa.nwaa daban vueltas alrededor del ^"^ mentó a Artigas mostrando sos bolsas vacias eran mujeres que ^'''^ momento no tenían partido- ISa° simplemente mujeres haxta= de «x-piSroirse la imaginación para cocl-nax sin nada-Unos policías se acercaron a d persaxlas, con voces suaves y a^ Aetes en las manos- La fila ^^ hizo, las rebeldes se alejaron. 1^ • una quedó. Firme sobre sus P^e^ de mujer de setenta años, pelos» y recogido, blusa, blanca ahaiao da y canasta en alto. "Mancas --^ dijo— maricas, -nsfedes y 3?? ~ (señalando a la Casa de 0°°"'= ^ Y luego, hacia el grupo de '™"' qjse se había detenido entres^ prendido y temeroso: " „''S %^ lam&ién, pueblo de maricas - J^°^ «ügo one tuviera razón. S P" ^ _, te lo "vi y lo cuento- Bebo co^ también aue en ese jn<yca€3ixo veis^ ¿no será "el momerito de volver » matriaxcaáo? :

MAKCHA * 12

CIENCIA

Dos Gémíní, un encuentro por frank N«wton

O "10 SP.-onds, 9,... 5, 4 (ignition)... 2,1, O". A las 2h. 30'05'" p.m. (hora del. Kste de los EE. UU.) desde el Complejo de Lanzamiento N? 19 en Cabo Kennedy partía el cohete balístico intercontinental modificado de la TJSAF (Fuerza Aérea) Titán H, portando la cápsula Gemíni-T.

En medio de un trueno estrepitoso y prolongado, mientras el aire se cubría de humo denso y fuego, tma columna metálica de 109 pies de altura y 10 de diámetro, con un peso total de aproximadamente 340.000 libras, se elevó hacia su meta espacial llevando a bordo a los astronautas Frank Borman (piloto comandante) y James Arthur Lovell, Jr., ambos de 37 años y pertenecientes a la Fuerza Aérea y la Marina respectivamente.

Dos minutos y 36 segundos después de elevarse (T-2:36). se desprendió el "booster" que efectuara hasta allí su empuje; a los T-5:41 se produjo el desprendimiento de la segunda etapa del cohete portador; la cápsula totalmente separada a los T-6:ll se dirigió a su órbita elíptica, con un apogeo de 210 millas y un pe-rigeo de 100 millas, teniendo una inclinación de 28-87 grados con respecto al ecuador.

Vida orliilal y récords f ^LtZfs de vuelo, la Geininí-T efectuó una ma-nlobi-a alcanzando un perigeo de 124 millas, lo Que le asegura una "vida" orbital de 15 días. 120 lloras después de SIL latizamiento. los trip-ulanies de la Gemmi-7 debieron dar un empuje posígrado a la cápsula —entonces en el ai>ogeo— cambiando sa velocidad a 100 píK! por segundo y lo-grarido hacer ana órbita circular de 185 miHas. Esto transforma a dicha órbita en un ínejor "blanco" para ser alcanzada por la Gíemmi-6. Así lia dado comienzo la más recfen. te tenta-tiva est>acñal de los Estados Uni-dr>s, que de cumolirse en su totalidad significará el vuelo tripulado norteasne-iJc»no más largo hasta la fecha T el primer ' ender-voTis" esDaciaJ de dos cápsulas naajáobrahles tripuladas-

Exüsrfiiientos da la Gemíni - 7 Borman y Lovell no sufrirán de abu-rrrmieiito, por cierto: la NASA ha programad» para su vuelo 3ÍÓ experimentos, ié de los cuales son continuación de Tos j-a realizados por los aíníeriores vuelos del proyecto GémínL I>e la re-petícióa de los mismos se esperu él aporte de dato?; sobre determí-nadas mátenos, "bajo diferentes condiciones de vuelo. Los primeros experimentos están re-lacic-nados fundamentalmente con el íí-raco de los astronautast csondicíon car-oiOTrascoIar, ejercicios «m. vuelo, fono-'íupgrama en vuelo, raTos X: antes V ri« . '^^,^'^ vueio, rayos 2í. antes A J ^ ^ ^^ vnelo para determinar la ^^e^izacJóii ósea producida por la

^^5^^*°^*^^^^^ y la falte tíe >eso ÍSÍÍ - ^ - « ^Psula: funcíóu oÉoHtíca ^oacidad d« orfsntaaón durante el ri^i - / ambios en e! funcíOTiamiento : _oido interno?, para lo cual han de ^\^ l>Tob iaor visuaL ev nsistente ^«^ ' ^^ ^'^ lentes esnsecíales coT te-endo ima fnente Iranínosa «pie de-^^ma nna línea blRnca. orne es gra-ooada por tm astronatua determinaTido a_»^^ ° eae eomo la real elevación w^eie <íe la cánsnia. efectuando el otro J2^^^ la medlcfSn corresT»OT?díe te-KrÍ f,** °® esroerímeTitos eí táT? más fc_ ^^^enfe TélacíOEados con la misión -^íoa ael vuelo espacial j- compren-

c¿ta-JI^*?°^ *^ ^ í»^*^ en «pie el SSf^ fatenor de radi aones Van SÍ^Uff spí'O'oma más a la suT>erecíe S^ L^*^ *^** * ^ fuerza irregulax teta^^ raa^^tico de 1 "EerTa. Se aiioT*ir,?í ® Tegión conocida como 3a ^inax^ geomagnéHca d^ Atlántico teSLS?^'*^ *3 camoo magnético ^S^-*^^^^^'^*"^ *= sos tres dÉrec-"^e^ dcrecttón de las P»\cas de Iner-£/Jfsedo de fmiracto de fas partícu-^^en xeiaaón «H» im aparaío en ór-'«?el '^SS^^i^ «tíesfe y de objetos 5* ía^¿^i^'^J^«^ inform^ón so-«spaS V^'^*/® -varios obietos en el fe(auví»« -JSL- " ^ l*** observaciones escsrS^ í ^ ? * ® cohetes. vaT>oFes de f ^^ « . ^ ^° Trolcsncs y boscraes,

^^ t^es^^^ c e presentan contras-• " • ^ ^ - ¿ S g s . ^ ^ " ^ ^ corrientes - ** ' ac3ón simple. Pena rápr

bar en qué forma el hombre puede navegar por el espacio si no se le provee de orientación desde tierra. Para ello, se utüíza xm se ctante, mediartte el cual se obtienen mediciones angulares ds las estrellas sobre el horizonte. 5> Fotografía sinóptica del terreco. Medíante la utilización de la cámara 'íTasselblad" se obtendrán fotografías de áreas terrestres saleccíoaadas. tales como las aguas suoerfíciales que rodean É3S Bahamas, el Mar Rojo, y la porción central oeste de México. Se cuenta para ello con do5 'Tnagazines" de 65 fotos cada uno. Los datos de estas fotografías son importantes para la geología, geofísica, geografía y oceanografía. 6) FotogTEffa sinóptica dei tiempo Cineíeoroiógico> con especial atenciÓrs a diferentes formaciones de nubes, ciclones, fenómenos subtropicales, vientos, etc-T) Agudeza visual y visibilidad del astronauta. Será probada la habilidad visual de los astronautas en la detección y reconocimiento de objetos en la superficie terrestre. Para ello la nave espacial cuenta con un probador visual y un fotómetro. Este último mide la atenuación de la luz debida al esparcimiento de la misma en la ventana de la cápsula. Los astronautas registrarán los hallazgos de psnéles que se exhibirán cerca de Laredo, Texas

En cuanto a los experimerttos que han de realizar por primera vez los astronautas, consisten en: 1) Estudio comparativo de fluidos orgánicos Qiormonas. proteínas, aminoácidos, enzimas, eta) producidc-s como resultado de la tensic-n durante el vuelo. 2> Estudio y balance del eaicio de

Jo^ astrorautas. 3> Análisis déi sueno durante- el vuelo Cpara determinar el estado de alerta, el nivel de conciencia y la profundidad del sueño) - Será hecho medíante la iríüizacíÓn de un electroencefalÓ-grafo y se efectuarán los registros correspondientes en iXTí grabador bíomé-dico. 4> Comunicación óptica oíediante lasers. uno insfatlado en la cápsula y varios en la tieara, semejantes a un telescopio de SO pulgadas de diámetro, consistentes en unidades colectoras provistas de Tnt fototnultiplicador fdetec-toT óptieo) localizado en un plano fo-caL Los sistemas receptores han sido instalados en "Whíte Sands Hffíssile Ran-^e. Islíi Ascensión y l&iaí. Hawail 5> ¡vrediaSn de contrastes en fíerra. para, ser utilizada como dato para la nav aclón- Serán inedídas aereas como la costa de Florida, cosía de CM5e. costa aSaníica de Afíica y costa australiana, ¿os datos se3:án de gran importancia; para A futuro proc?ecío At>61o-Í5> líavegacíótt por ocolfaiment» de las estrenas. Los astronautas defemti-narán la Órbfta. de la cápsula Gemíni mediante la medición deí tíemco en une las estrellas se ocultan detrás de ün horizonte establecido. Para eHo sera, utilizado el sensor fotoeléctrico.

diliiijc de MINGO •Agema" que debía servir de ''blanco", ma órbita, volando Juntas va. forma-y 24 horas después _ de haber partido ción. el Complejo de

fue nuevamente

al Espacio Genrini X.anzamiento N? 19 Ocupado. Desde ese n omento se están ultimando los preparativos pai el despegue de la Gemini-6, programado para el 13 de diciembre, aprosímada-mente a las 9:34 ajn. Chora del Este de los EE-tJTJ.). La Gemini-S será lanzada en una órbita elíptica de I6S millas de apogeo y 100 muías de perigeo. La segunda etapa del cohete sera uíflizada para colocar a la cápsida en el mismo plano orbital de' la Gemini-7

Este será un. paso crucial para él desarrollo posterior de la conquista espacial, por cuanto sobre las perspectivas de un futuro encuentro de doj eápsidas que podrían luiírse físicamente- Si a eSlo se agrega el paseo extra-vehicular efectuado &x él espacio por lEdward "White, durante la experiencia de la Gemina- todo conduce a acercar mucho más en el tiem,po la con-cresión del Laboratorio Orbital Tripulado CManned Orbital Laboratory — MOL) que tendrá que ser construido ea el espacio, mediante la puesta en órbita y posterior unión de distintas piezas. I*a cápsula se iírá a la Gemini-T por ^ • _* j i *» " • tk

1.208 míaas en el punto de inserción. tXpBriniCni9S llS 13 06011111 - 6 I>urante los So minutos de cada opor- ^^

íOTiidad de lanzamiento, cada atraso de ^-^es experimentos tiene asignados la 100 segando que se produzca determí- Gemini-6: 1> Foto^ fía sin^tica del nará un retraso del "rendez-vous" por ^e^^V*> (meteorológico); 2> I otograQa ana Órbita. sinóptica del terreTM* -r «i TLTÍWI;«Í— -*-una Órbita.

Si el lanzamiento se efectúa pasados los 300 segundos, e! " endez-vons" no será intentado basta él comienzo del segundo día de xoaelo, cuando se puede efectuar una captación en mejores condiciones.

Ef "rendez-TOos" Está programado para la cuarta órbita de la Gemini-S, si todo funciona normalmente. En él segundo w>geo, una naanfobra agregará 53 pies por segundo de velocidad para : canzar asf xm perigeo de 134 minas. Esto reducirá la dfeíancáa de alcance de 6.7 grados a 43 grados por órbita y proveerá la propia Ca

sinóptica del terreno y 3) SJédicíón de la radiación en la cápsula. £sta última £sfá destinada a medir los niveles de radiación y sn distribución d«itro de la cápsula, para lo cual siete sensores han sido colocados a través de la. mis* ma.

El retorno ife tas Gemid ^S^ entrara en la atmósfera terrestre y tocará el océano luego de 4{E horas y 45 minutos contados desde su lanza-miento, aproxñnadameníe a las Zt2Xy a.m. (hora del Este de los EE-UU.), encendiendo sos retrocohetes a las 46 horas y 10 nmratos, durante sa 29t revolución. La duración dd viaje de la Geminf-T

S " - -™ - h-.-v.'-t< « x.,» Miwyta: case i-a curacaon del víale df T» níomf» w de relajón entre las dos cápsulas pa- será de aproxinSdS^te ^*SS?*J ra circoíaiizar la órbita en ^ tercer 30 minutas. Eegan^ a i T s ^ ^ S ^

Luego de la anulación del lanzamiento-ds Iz Gemíni-S el pasado 25 de octubre, en. él minuto 42 Gel cont&<^ re-írssíya ú^lqo_ ^_ la Ua ó:^ vehícrtslo

apogeo. Como los dos aparatos espaciales es carán en aferentes planea xm ajuste será hecho por la Geminz-e en él nudo eoCTxm ídonde se interceptan las órbitas de las dos cápsnlasl a conlinaa-aÓn de la mamobra realizada en éJ secundo apogeo. En el tercer apogeo, la Gemíni-6 entrará, en una órbita circular de 145 miHas, entonces se encontrará siguiendo a la Geminf-T a: aproximadamente ia4 minas. TTna nueva, maniobra a 32 píes por segundo, cclocaná a la Geinim-6 a 3 r ínpg; de cSstsncia de la Gem.fni-7 y por uitímo- 33 minutos después, un3 cuera martiobra a 42 pí-es por segundo sUíará ambas Geiaim so^ j¡ps¿^

r,. -i. ... ^ xJcsÉixioo a ia superficie terrestre cerca de la hora 8 aJt Qtora del Este de los 'RBUQ"-), dos días des-

Los retrocohetes serán accToenados al final de la revolución TOS y la cápsula acuatizará ^ él í^aaaenzxy de la 237 revolu^ón. EOSlG, SfflpreSa více.directorde<^ • fr«n»¡-l-4fe ramones del progra-f- LiailSIlV ma "G^niní" decía-pó (¡as él costo dél presente operativa representa rm desembolso de SO 3IÍÍIIO-. Ees de dólares. f

üáientras tanto, y ya en sos primeras Óih-itas, fue denunciada por los trrpn-iaaíes de la Gemin5s-T la presenga. de

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TimZ MCIONMES

AUTE. (Vií de pág. S> Eaiüsmos de dirección, suxo como medio de íormación de müitajites gremiales. E3 ccnjunío de estas medidas, —resueltas en la leíorma estatutaria de 1963 y aplicadas en 1964—, ha lEiejo-rado la deniocrax;ia interna del gre-Tíño y la :participa<:icn activa del conjunto de los trabas adores en el mismo. —En IS51 los sindícalos agrrupadoa en la Ccniral de Trabajadores, e-le-vsran un memorándum al Parlaanen-Ic prop-onLeudo soluciones a Xa crisis. En esa cporiimidad, como en íajiJas otxas- los sindicatos no fueron escu-ciíados. ¿En qité forma s« sindícalo encaxará su labor, en procura, de hacer eíectivas las resoluciones del ConsTSEo dal Pueblo? —Las resoluciones del Congreso del Pueblo podrán hacerse efectivas con labor conjunta de todo el molimiento sindical.- Il,ó|,icaniente hay aspectos, vinculados directamente a nuestra ac

tividad, en que procuraremos tener una incidencia más activa. Esos aspectos están contenidos en el informe presentado por la M.S-C. al C del Pueblo, y son, o deben ser, nactivo del diario accionar de nuestras organizaciones. —l>as orsranizaciones convocadas por el Congreso del Pueblo, han expresado su preocupación por el descenso de los índices de producción glo-bal del país., tanio en. la adicidad induslrial como en el sector agropecuario. ¿Bajo qué condiciones su sindicato propiciará un incremento d» la producción y la productividad qU6 pueda lesuUai de efectivo be-neSczo nacional y ^o sólo en mayores ingresos para las clases privilegiadas? —Et problema del incremento de la producción y de la productividad está directamente vinculado, y más que vinculado, subordinado, a los problemas d estructura. Por ej emplQ: ¿puede pensarse seriamente en un aumento del Índice de producción en el sector agropecuario sin la reforma agraria? Tan cierta es esto que el propio equipo técnico gubernamental, la CI-DE, condiciona su plan, de desarrollo

a una serie de reformas úñ estructura (en la tenencia de la tierra, tributaria, administrativa, «a. el com.ercio exterior, etc.). Propiciar un increnvento de la producción y la productividad significa luchar por una efectiva reforma agraria, por la naeionaliz ación. del comercio exterior y de la banca, por iina política de protección, a nuestras industrias, fundamentalmente las que elaboran materia prima, por xana política de intercambio que defienda el valor de nuestros productos; en una palabra: por el programa de soluciones económicas que ha dado el Congreso del Pueblo. —Se ha constituido, ni.eses airas* un organismo de consulía riara la pla-niíicación económica S> onsejo Nacional de Acnaerdo So 2") B nivel gubernamental y > ^ han participado los sindicatos. ¿La intervención de los gremios, no comprometerá a ésíos en su independen.cia? —En absoluto, üi, el Consejo de Acuerda Social, como en el Parlamento, y en 2a calle, la CJN.T. defiende su programa y los intereses de la clase obrera, gue son los intereses de la nación.

TH paso queremos señalar <rue aníeiJ teas por un lado el gobierao «Q ij^ llenado la boca con un "acuerdo H»Í cial" que en laateria salarial nro^ laria. tesctuahnente, " mantener y mSj jorar el valor real de la retribución trabajo , per el otro Isdo muestra n verdadera cara descargando la lecrS sión contra los trabajadoree die loTl entes autónomos que ludían. iustameoL' te, por ese mantenimiento, ; «-Duxanle las medidas de seguiid»* da ociubxe. el parlamento no leuiS (juoruní para levantarles, según e» su deber. £A qué lo atribuye? ¿cie« que los sindicatos como tales deben influir sobre la composición del TWT-lamento? —La pregunta encierra temas pol*-, micos de profundo interés, ¿Se refiere a la utilización del parlamento en los conflictos sindicales, o b'en a la participación de los sindicatos 'en 1* contienda electoral? -—Me interesa STI respuesta en ambas direcciones... ^ —Keivindicamos plenamenete la utt* lización de la vía parlamentaria en los conflictos sindicales. A pesar de las críticas de ciertos "consei eros gremiales" de última hora que eneubrea con su lenguaje ultra-revolueionariow posiciones que en definitiva y en los hechos coinciden con la reacción. —¿Puede particularizar lo de "consejeros gremiales"? —ale refiero, obviamente, al diputado Erro-La participación de los sindicatos eik la contienda electoral contradice un» de los aspectos esenciales de la organización sindical, esto es su capacidad ' de aginipar en su-tornb a trabajadores con distintas concepciones políticas y filosóficas. —¿Sn qué aspectos . de la vida tss* iitucional pueden intervenir los sindicatos? —-Pueden —Y deben— intervenir ea aquellos aspectos que interesen al conjunto de los trabajadores y que no contradigan esa característica de amplitud que señalaba. "Ss así que. en él Congreso del Pueblo, la M,S-C. propició el estudio de una reforma constitucional que incorpore a su texto i3S puntos esenciales del programa del Congreso, y junto a ellos él- reconocimiento pleno del derecho de huelga de los trabajadores del estado ti que actualidadl), la despolitización de los organismos estatales con representación de ios fuacio-\ narios en los directorios, la defensa da las nacionalizaciones, et . —¿La aynd de los países allam iíe industrializados es necesaria para nuestio desarrolla económico? —Cuando bablamos de países altamente industrialirados es necesario agregar, además, de qué tipo de economía: capitalista o socialista. Ija ayuda de los países altamente industrializados de ecónomo capitalista, y ea forma particular la de nuestro "buen, vecino' , Estados "Dmüos, es una ayuda para apretamos el lazo qaa nos ahorca. . „ Se ejcpresa en ¿I detexioro coastan-te de los términos del rntercambio, el manteBimiento de nuestra condirjoa de subdesarroHados y en la sinmaon "económica. SSTo puede venir ayuca por En cambie debe promoverse 2a aper* tura de luevos mercados y una VQ^' 15ca independiente de conyemos de m-tercambío con los países del camPf ,|r ¿alista, qu t astitiiyea un ío^-^ ble macado potencia! P?? ^ ;:? ^ productos. Por esa vía se ^og^^^ ifica : defensa del valor de ^r-i^^ nroduccióru indispensable fi- en ^^ íiabiamos de la xecuneracion econoipi. ca dei país-

Dos Gémini... Vsens de la páff, aaitarfor) xtrafios otJÍetos en el espacio- ?™ *! ia one ea una primera instancia aB« eaián las eXDÜcaciones caa^eacífim 3SZ pintara descascarada de la PTP-» -áosula, restos de coiexes portiá^ ae otras <=Q5eriencias, signa «Ssía -.rtiSdal, etc.; sin ^^^I^So-^^J^ tSntica «ijjHcacióii —si se bsBa a^^ ñe lo coDV-encionat- a™i»i? „ÍS meses, auiMpie es may posiole ^.""" qnei tmicrxes, no se <!é a ="°°'*íi_a FJnalmente. estas jatinias sena S ftan si€o préSisas ea C'>'«<í ;;Ja TTRSS lanzó Stt noe-ea senda ^f^ n Venus y Inego. cornddienao coa laiizímíeato de la Gemnd-", «¡r™? -TTina «"- con la flcslMÍ'-a ^ ,?,-^ CTz- EHEvenaente en saeío lTn3ar y» _^ •íefinStrramejite al "CMs^^á. P'S. coa so satéüte «áeotffico •'es^~'- 'J^ 'aao desde la'Báse de "'"anaenS S 2 f álíforaia, y ínaesto «t órbEía pc "r fílete "S<»Trf"i _ .^rs^

Si hasta hay cpOen ya «sta P^^,-o en cresa: tma POUCÉÍI oe J r •

AMERiCA LATiM

por Arturo Ardao • El "'-"""T -Tr-im I lili.., I ... L-íma. contuvo siempre, en «stado latmte •^Ty, ,S "t-' -o «Consreso Americano" S

ev.e preewDTOente "omeTicauñmo" rxyr '*aan í„ „,, .„- . ¡o wte mas tarde se iba a lltnnaT -panamEricanino"? '^'^*= "*!''*'"?*'= «e áencia a llega a <¡ejmiTse en forma nítida cmno -)i-SíanS3 vS - í. '«?*' ' consta.Kte no histórica: y desde luego tendencia S«ma tSWA? lfX írf"'"°" "'"'•' ' ^ ^ ^ ™are

Orígenes del iatinoamericanismo atititnperialista DE esa contradicción dialéctica de nuestro viejo AmericaniismOt fluye ya la. compleja atmósfera histórica del Congreso de Jb'anaix : la inicial limitada convocatoria de Bolívar, los desacuerdos entre éste y Santander, la. inmediata invitación a EE. TTU. pof los gobiernos de Colombia, México y Centro-América, y todavía él inacabable debate sobre el verdadero pensamiento del libertador, en la matada.

La contracIlcciSn se fixe acentuando desde la década del 40 em adedant e -peeialmente a partir de la guerra <ie México, a medida que el peligro norteamericano crecía sn desvanecerse por su parle el europeo. Profundamente lójíica del punto da vista bistórico, ea su génesis y proceso, culmina —y .por lo tanta desaparece— en él prima: lustro de la década del 69. Pero desaparece como contradicción inteama en et seno de una corriente, para reaparecer como extema por el desdoblamiento da aqTIIa en dos nuevas corii«ites definitivamenta «ifrentadas . en coiérgica antítesis: l otrnoafnertca-nismo y PoQcmtericautsnta. Sería largo mostré cómo esta, antítesis se venía agitando &Í el S&K> de la. anterior corriente desdo sus lejanos orígenes. Pero de qué modo culmina puede verse a través del sdguiente íntexcarabio diplomático, entre doa países hispanoameric mcst mlS62r *'El modo mái ídcit n cfectiro de aXcartzar la deseada reunión de un Congreso IntemacAornü. Rc-púifUetaio —deáa en él mes de ¡wnto el golíiema 4e Colom&ítt al de Costa Rtco, ent notn del Cinici-Ucr AracizoT— serte acrcdíÉar cada lerea de nitea-trot Repábücos tt» KÍTBSCTO Pterrípatcnciario cerca del Gobi^T7tí> de las Estados. JJnÍáo& de América, ifo-la sombra de su, grande autoridad y con «2 decisi-vo fxpoyo- de *i» concurso ¿nsíaZorse en- Con-sreso, ^jt afanes para hacerlo^ sin esfuerzos tajo oertos tsspectos coiiírc roduceníes, y con Za meta-ndad de lut acto bícTi premeditado!" Se ha dicho que la Doctrina Monroe no es de Monroe> sino de Canning; ILeído lo anterior ¿no cHía decir coa. más^ razón toda'Wa, que la Doctrina Blaine no es de Slaine, sino de Ancizar? Véase aún lo que añadía:: "Xos usos intemactOTtales, de octterdo con la ™2ón. hfia establecido qt*e se debe defereiuM a ios naeíoitea superiores en poder y antigüedad, ti que es en. tomo de eUas que las demás se coTtgre-srtM- cmzndo van. a decidir sobre asu-ntos que a toaos conciemen. Invertir este orden de cosas es averourar^ cuando no frustrar, el huen. éxito de to gue se intenta. Si et Gobierno Americano queda rtera del Congreso^ las decisiones de éste carece" nst de toda la atatoridad que deben tener ante la g opa,- si se te Uoma e» caitdad de invitado, a^s~ "^acotno simple testigo de Ío que se haga^ pare~ 2? o que no lo acepto,. Jo gue será peor que no " ^ í - J>c nuEnertt que esto que yudicra íonsaree por ttre mero escrúp do de etígneta intentaciomdl, e* Teacmcrífe -una eontRctán esencial de la eficacia 9 la aatoñdad del CongresoJ^ 13 Cancüi de Costa :R£ca contestaba en el mes de agosto; Sobre Xa 3Mcrtic>ocaoa qate en. este asiento deba tC3i«- el Gohzemo d& Cos Estados Unidos de itorte ™ffnc£2 TOZ Oobtemo cree qitc si se trátese de w*eres€s contmentdtes en su -mes lata acepción; m-se tratase tan aélo de preeaaer los p^zgros qu* ^^rfe .de Europa nos jradteran cansgca-:, este pctr-"^w y acción eomua. serum- -tn^soensac^es; errs.-P^^ para nuesítrms fmt^cmadas y débiles nació* ~«aaes, para ««etíra raza tesada en •menoscabo, POTír n-aestras soledades e rnsfituciímes a medio ^ «oisoícrse, liay otros peligros en este corttmejite, ~^^ los cudl&: forzoso es tojnbién precauciorzar-r |!'* ^empre rigen, los destmos de Ja gran ISc-J -íca, Jioaibrez ^aoderados^ jnstos y probos, co-"w fes Qtte íorman la Admitcistnición imcoín; slíí " ^ piando» atyas doetrrnas pueden ser fstales .g wíwrcscTíiy nud scgTtras nactonaSdades^ -g «o r 5?w*s scJiOT en. rñdo tas lecciones del üerTvpo ^^?^' -* Qtie a Xa intervención, -eurfypea. an-r^me ^^a. debió Centro América él que se pusiese 1™^ o- íes exM cíoaes vandálicas de los fSi-*" e en Tos años de 3SS5 a ÍSSÍf _:'3En;uaao estaba en esos lútídos párrafos, sin

*y^

-g^^^ — todavía Ea idea de lírtrnidad, éL Jatino-¿Il f *««™o OKtímpeTialisfa. Pero Cosía Rica se Jg aferrsHsdQ de més de todo a la Tznióa tela 5* •»«*» de fe expsesfo —decSi ir^s adelanta tf ^!?¡~ 3? ^icra dhvvrr toda diftcnüad, écmcSBando »»ía &$mpQ' loe iaPeT^es comvnes^ ss «WT»

« -mí Gobierno Ja idea de proiTíoi^er -zcn -Tt-jce^o pacto, por ét cndl los Esicdos ÜTiidos de líorte Aanértca coKÉTtesB- EíE "SoleTeíTie oh2iga.ciÓn de res^peiar -y %ac^ respetar la vndepeTidencía. soheranHt e integridad terrzttyriaL de sus hemanas les Repúblicas de esíe Continente- de no catez^^rr ni -por tña de compra^ ni bajo ciféí iaera o£ro íríwlo, parte algte-na de S3£S íerrítorios; de no permitir expe^eSones fÜibtLsteras^ ni atentar de Tnodo áígwao a. los deTe~ iStos de esUJS Comstreidcdes- Jlíiícstrits JKepüb2í«íi tpoyzdas en itra tratado de esta •aattcraleza, adstii-t$r£a3t .sin desc:onfien:zc -tf .swi preocupaeíoTses para *í poruen^, su zsitsma dUam^ní con eí pueblo JToríe AfncriasEG; semí^rígm. con esta, segttridad. nna faer~ xa y vidít nxtes^cs; se pondrás t Tuino a líw temores y recetas gse jsistameTta Junt afectado m naestra raza, jf, con f^rme paso^ mardiícrwm todas elZaf Itada es(^ unidad de msíatiwaosies JÍ de intereses que cam^iari. la faz de las natíones de Anté-• ricG, y seria él yropzo tientpo et .n^ se^íra fmn-

ASI tra.bajado por su contradicción congénita, el viejo America-íiismot iba a morir del todo después del "Congreso Americano" de Lima de 1864 en cuya ocasión el propio gobierno de ColoiQbia. volviendo sobre sus pasos de dos años atrás, iba a oponerse a la invitación a EE "UU, basta Uegar a decir, por la pluma ahora de otro Canciller: Tl,a América de origen español, orgu-Hosa de su independencia y deseando conservarla con dignidad, debe bastarse a sí misma, sin buscar nunca el arrimo de ajeno poder". Quedaba expedito eí camino pai-a el Latinoame-rieanísíno como fórra.ula política, fundado por el colombiano Torres Caicedo en 1861, en París, con ttn eonereto proyecto de 'ífníón Latinoamericana", que permanecería sin recepción por mucho tiemrso todavía en nuestros países. Pero quedaba expedito también el camino para el PaiG7neT-ÍC£iTiism.o quo iba a fundar Blaine en 18S9, adelantándose con amj itud a aquél en la carrera oficial de la diplomacia y el derecho internacianaL El LetiHOom-ericanisíno político fundado en 3861 por Torres Caicedo-, tiene la enorme significación histórica de haber referido el naciente concepto de la latinidad de niiestra América, a xuia oi-gani-¿ación continental de defensa frente a todo imperialismo, pero sobre todo frente al imperiaüsmo norteamericano. En su inmediato libro XJnión LatiTiOttinertcanít, de 1SS5, publicado tíimbién en París, se alza indignado contra, la doctrina dea "Destino Manifiesta", recordando estas palabras del Presidente Bu-chanan en su Mensaje a las Cámaras, de 1857: "Está en él destino de mtcsíro raza cxtcTtderse por todo eC coutincTite de la America det Norte, y esto sucederá antes de -mucfto tiempo, ai se espera que los acontecimientos sigan su curso natural La oleada de la emigración seguirá hasta él Sur, sin que nada se aparte a detener su curso, si se defa que esta, emiflff-ación se extienda pacíficamente; la Amértco Central contendrá en poco tiempo una población cwierCcona (es decir an o-sajona), que letr brará el bien, de los indígenos €es decir, de loa latinoamericanosi, osí contó eí de sus respectivos flobieT-nos. La libertad refllada por la ley, dará, por resultado la paz, y en Tas diversas vias de tráii Co a través del tstmo^ en tas cuaíes fenenios tanto interés,, se haílará proíecctón y seguridad". CLo» paréntesis son de Torres Caicedo> Y luego estas otras del Señad*» Brown en 1858: "Nos interesa poseer ct Nicaratma; acoso se en-comtmns extra/ordinaria que iro ha&£e así; y Qice «waniíieste la necesidad €n» que estanyys de tomar posesión de la América Central; pero si tenemos necesidad de eso, lo mejor Que podemos íiacer es obrar como amos, ir a esas tierras como señora-Si sus habitantes quieren tener un bue» flio6iemo, muy bien y tanto mejora st.no,. que se marchen, a otra parte. Acaso consten tratadosi pero ¿qué iyn-porta eso? £0 repieo: sí tenemos necesidad de la América Central, sepamos apoderamos de eHa. y si Ea Francia y la Inglaterra quieren intervenir^ les leeremos la Doctrina de MonroeJ^ E31 respuesta a ese brutal l guaje de imííería-lÍsm.o de la raza, es también im. nuevo Ifflagus' e de resistencia antimperialista, inseparable de la novedad histórica del término A?nér5ca Liaíwtír. el ' que "aparece en la plmna de Torres Caicedo: "Sí Xa jyoctrina Monroe, tal cual la interpretí^^rt MM. Buchanan, Cass, ete., etc., quisiera decir: Jns Estados TTnidos reconocen y respettm la sóbern-^.a de las Hepublicas latinoamericanas, y fiarán reconocer y respetar a las Potencias europeas la ipde-pendencia de estas naciones; si esa fuera la inter' pretadón, la América Latinít, si lo estimara con-veitieníe. podría aceptar el do^ma r€formad&. de Monroe.. Pero no; la escuela de los congresales áa Ostende Tuice decir a IS/Lonroe: solo los Estados U=-:i-dos tienen derecho para conquistar Jos t.errztoTlos que TTtá» les conrcngíiTi en la América J^aZinaz y es esa doctrina la que se quiere sentar, no soto como una regla de Derecho Pub-lieo americano, sino eonjo un principio de Derecho Internacional, obCi-gat€trio siempre y en todo casoJ "Por otra parte, ¿qué tienen que Jwicer Zas Na.-' cienes laiinomnericanas con ia opinión de los JIÍWTÍ-bres de Estado de la América anglosajona? ¿Por •ventura esas Rep-íblicas han dado plenos poderes a la Unión norteamericana -para Que obre por cZIcs:, o están esos Estados ba^o Xa tutela de la gran Nación del Norte?"

DFT- sentido liumanista. y universalisia del recién fmidado I.<iíiíl&G7JterÍcanÉsTOo —sin entrar ahora ai las pxecisas "Rases" propuestas d ide 1S61 para la Unióa— tesíimonío eí párrafo con que seguía Torres CaiCedo: "U^osotros no querernos para la América L.a-•fína la. ingerencia en sus negocios ni áe la América del Norte, ni de la íh^ropa; pero cuando ésta se reduce a reconocer las nacionalidades^ ertsíen-tes, Ttada ha-y más «til u justos PortídíErios de la fusión de todas las razas -y de todos los intereses':, hacemos -votos porque se supri3aa»_ las ixcrrero» que se oponen dt comercio itííemadonat, TUrraen-se aduaiias,. monopoíto de los tuares interiores^ TÍOS, ceauües, etc-, pero si tales son írüesíras as-jñrcczones, muj/ lejos estainos de^ desear que eUas se realicen -por medio de aaicxrtoRCs ni de C3?a-uistosL- ese medio será» ét -mes a. proposito pora ítícaTizar él objeto opuesto; -para eternizar los odios entre ra^í y raza, y para crear la cyposicíÓn permanente de los intereses. Para Xograr que las naciones no formen sino una gran farnítia. sr» ue se llaga caso de la diversidad, de idzomas. de razas^ de religión, él único ntedio que Itoff es deiOT <nie obren sin obstáculos las leyes «aítíra-Jes, él deree^o^ la jvstic^a, q e son fuente de la armonza, de la fuswn, del btenesíar". PoT Obra del hoy ignorado Torres Caicedo —el más alto representante 1 su época de la inteligencia latínoameiicatta «a Europa , prologadas su» obras por los I«imartíne, Pradier Fodéré; Caste-lar— Tara Kueva gran corríante ba<áa así s« entrada ea la Instoria- Impulsada de Kiés, de tan-t^ maneras, p<H- varias generacíoajes. empieza m conocer su -cerdadera tora recién en miestros dísa, ^ ^0.0 más tarde.

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Page 9: Ardao-Orígenes del latinoamericanismo antiimperialista

Excíusivo de MARCHA ombrío p por Hiíier Conteris

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J3r DOl_il >

• El encv.e7itTo con Jizan Bosch tuvo lugar el domingo 21 de noviemlyre. Lie-cj.;¿ a sv. residencia aco^'pa-ñado de José Postigo, íiijo de Quien iuera iLtiO de les integrantes de' la Junta de civiles y TiiiUtares que se iormó duTcinte los dids de reoelión en oposición al gohier-no de Caamaño. La disidencia ideológica eVitre -padre e hi'jo, TITL difundido altercado de este últiTUO con soldados de la fuerza Tioi^tea-mericana, un culatazo de aTrietralladora en la mandihiLla, la pérdida de iin dienze, -varias horas de prisión, y el consiguiente interrogatorio, sirvieron -para ajirmar el prestigio revolucicnario de$m,i acom-pañante. Bosch había tnudado tres veces de domicilio desde su llegada a Santo Domingo. Era una JJC STA ese momento, nada hacía prever en l l el aspecto exterior de Santo Domingo los sucesos q.ae la prensa comenzaría a difun-ciir a partir de la mañana del día lunes: el golpe frustrado en ia ciudad de Santiago, otro intento de rebelión-en la zona fronteriza, la abortada instalación de un gobierno opuesto al de García Godoy y representante de los intereses de la xütra-reacción dentro y fuera de la República Dominicana. X.a ciudad parecía despreocupada y bullente -en esa mañana de domingo; el emplazamiento de grupos de soldados en ciertos pxmtos claves de la capital, la circulación esporádica de los *'jeeps" de la fuerza norteamericana, alguna ametralladora asomándose en las aberturas de los edificios, era lo menos que un visitante informado de los acontecimientos que se habían desencadenado a principios de abril podía encontrar, Pero ya en el portón de entrada a la residencia de Bosch, unos siete kilómetros al sur de la ciudad de Santo Domingo, el clima era muy diferente. Soldados bien identificados con el sector constitucíonalísta del ejército (los casi legendarios "h-ombres-rana" o 'Vanger", entrenados por el italiano IDo Ca-pozzi, que tuvieron a su cargo la defensa de Santo Domingo) vigilaban la entrada. Se nos revisó para ver si portábamos armas. Durante la espera en el vestíbulo presenciamos un movimiento insólito de gente; finalmente, con mía conversación de pocos minutos con Manuel Fernández Mármol (que fuera alcalde de Santo Domingo entre el 24 de abril y el 3 de setiembre, nombrado por el gobierno constitucíonalísta), vino la información sobre /I golpe de esa noche y simiütáneamente la explicación del clima reínant'=' en el lugar. Eran poco más o m os las cinco de la tarde cuando se nos indicó que Juan Bosch podía iniciar la entrevista.

Indiqué a Bosch que representaba a MAH-CHA, de Montevideo, y recordé que durante los días en que se luchaba en Santo Domingo éL semanario había logrado una entrevista telefónica con él y publicado sus declaraciones. Bosch tenía bien presente el hecho. Pregunté entonces si podía ampliar ahora sus observaciones haciendo un análisis de la situación del país. Considero que lo más importante al llegar aquí es dejar la palabra al propio Bosch, y lo que transcribo a continuación son las notas que fui registrando o resumiendo irdentras el ex~presidente desenvolvía minuciosamente, y con una lucidez no desprovista sin embargo de pasión, six interpretación de la situación do-mimcana. TTn único elemento importa subrayar previamente: Bosch insistió más de una vez en la necesidad urgente de difundir al nivel internacional las verdaderas causas y los factores que actualmente actúan en la crisis d.ominíca-na. "Somos víctimas de un verdadero complot de las agencias noliciosas"', nos expresó, "en qae Jos hechos SOZL deformados ai ítraxiaznenie para oculiar la verdadera situación e impedir el xeslableñmienío de las garantías democráü-cas, asi como Xa participación del Partído B«-•olucionario I>oniiiücazio [PRD) en el proc » de «construcción polilica del país". Yo había comenzado la. entrevista solicitando sn interpretación del ''status" creado en la República Dominicana a partir de la padtfica-cdótt. "En xealidad", comenzó refutándome Bos< "ésta no es la. ñtoación domiiú ana. Como entidad poética, él paú no «idste. £aástimos couKO pac 3cu pero no como nacórái. IFiiestra ñ-toacl n •* peor que la de una colonia e vn fi-dnconúao. Hadie e« mqpá reiponsable da nada. En esto nkontenXo sabemos que dmtxo de 7 bo-sas Y media saldrán las fnerrar iiiiiinilm a Ito callo dSmpoestas a tomar la cindad, dar nn goft-pa Y nataz qtñén sebo ementa ^sxOmr pero n»-dlo asoma la xesponsaldHdad d Iwc io''.

FEGUKTft al la infoimacJÓB. qoc se IMUB zecibido SO1>T« ^ golpe era fidedigna. 1M ztespuesta de B<KSCÍI. 3K> dSo lugar s Ifca me-aop vacüaáón. T7n& hora más tarde fui teaAt' go de im lie< o osrroborante. Ifo alto :fnncÍo-nazio del gobierno de Godcsy (cayo laombre we 3ne pidió no fuera jnencionado) se laxa -pr»-aente en la iabrtacióa psra smninistrar datos lecaentes y znlnucioscs sobre ía forma en gpie se BevsTÍa a caho e3. golpe, I*a dpmTTvró eot>-ságnalfaa los sigmeníes puntos después cotoB». 3naíÍOE por las noticias que la prensa f ifVtyirTfg a partir del Jsnes 22: Ci) Tonia de &K enxiso-ras <ñ^ Tadio; <2) Cerrar todos los caminos a 3a salida del pítente sobre el río Ozama, a íín de icapedir la 3ixyvili2:ación; CS) Partácipacíón «i «i MJÜR.CMMX * U

medida de jireca-ución <l-¡Le las tírcunstancias le habían oblig ui; a aao-ntür t tarde nos recibió en su í>ropio dormitorio. Vestía ji-iyama y v.v.a lisera -T„SÍ -y durante-Ut mayor -¡¡arte áe la entre-aista •permuneí-iá acontado en el lecho f' razón de esa circvnstancia poco protocolar nos íiie duda destines. Ta hubin™ recibido la iioíicia, durante -nuestra espera en el vestib-ulo. de ¡a inKiraencin 2 n-n gol-pe -müitcír contra el gobierno de García Godojj, antmciado p • * noclie. Bosch^ d-nrante la. entrevista, po-rmenorizó la informacii que los reciba ssi'^, nos dijo, "sí el golpe se produce, drán aquL para intentar matarme''. en cualquier momerto v

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IGO DE UtNA INF-AMIA,

golpe de xmos 50 soldados vestidos de civil, con entrenamiento especial en la toma y ocupación de las radiodifusoras; (4) Presencia áe Ramírez Alcántara en la ciudad cei'cana de Santiago, donde se proyectaba xin gobierno de coalición opuesto al gobierno provisional. Al margen de esta información concreta, el den xn-cíante también señaló que había discrepancias entre los diferentes sectores del ejército en cuanto a la conveniencia o no de dar el golpe, por lo que Ki-vera Caminero, el actual Ministro de Defensa, se hallaba indeciso. El Gral. Ba-laguer, probable contrincante de Bosch en las elecciones del año próxijno, liabría sido consultado, pronunciándose negati-vamente. El hecho de que no se hubieran conseguido armas para distribuir entre ciertas personas claves para los golpistas, tomaba más incierta la situación. A i>esar de lo cual, la información última confirmaba que el golpe sería dado de cualquier nnanera. Pregunté entonces a Bosch qué medidas se habían intentado para prevenir el golpe. Indicó que se liabía hecho todo lo posible por descubrir el juego proyectado ante los 'Responsables" de la situación- Pero aquí venía otra vez el problema de quién asumía esa re on-sabilidad. "Tratamos de eslablec contado con las embajadas laünoameñcanas en Santo I>o-niingo", continuó; "en este momento feay xm. solo diplomático en la dudadr el embajador del Perú. Ho liay representante de Iss iNacio-nes TTmdas, ni de la OEA, .ni embajador norte-ameñcano, !No estamos ba|o estado de sftio, pero la ciudad vive bajo él tenor. Ho hay protección para nadie. Desde que tomó el poder Garda Godoy se han Traficado 130 aseñnaios, ñn que fuera poñble deten a sus axrtoxes. Estamos en un. país proiecrido por la Fuerxa In-faramericTina de Paz, en donde lo único qne no »m consigue «s TÍTÍT CB. pax". Qms& saber a quiénes atribuía la prensa o la opinión publica 1<» actos de terroiismo y loe asesinatos. 'T>c eso no hay ninguna dada", toe la respuesta; 'm cí ñeza. los corxesponsa-las aáx grotescos liwllwn el pretexto para adjudicar los ata<iaes a las :foerxas constitucñona-&Btas o a la extrema. íxqmerda. £AS -victimas aon todas del PStD |qn» es el partido del propio Boach); no luy comunistas ni mucSio sae-Doc elementos de dercc ia entre los aiacadoa. Se trata de erilar gne «1 PHD se moTxHce. Pero eso sí, 3fto hay perio£sta storteamericaBo n£ BgmKda de noiiáas «DO» cBga esto últímo. LA ftnitfidad qne personen ios actos de terror wm nwmtii*-ne en siTenclo Bsiamos Trñendo una ñ-fmM/frwi Increíble «Q Anaénca. ITa atxeTid» CBoscíí. noe ad^xátó expresamente ccmservar tí adjetÍTo 2e ^ propuso) de la TJxáSed Pzeis ffi» qp» yo hal^ pe£do la pxoteccián d» la • cxa lutgrgigHnnraTta- £s notentiza. Como :todo So D» transcriben las agmcías de noücias 9o3>ca Santo Domingo. En el caso de los a aitadoib h infomuáón se limita a difundí el hechor idn tratar de <let miÍQa( ** —

••jiGcar

En este punto era natural preguntar qué ia-cía el gobierno para evitar ios atentados. "Q gobierno no tiene autoridad sobre las tueixai armadas ni sobre la policio", respondió Bosch-"Quien manda sobre ambos ssctcres es el Pen." tágono, a través da su honibre en la Eecubfi. ca Dominicana, el Gral. Palmci. Ei com¿iééa^ le brasileño —Alvim— es una ti?ura decoii. ti va",

ESTA obsei-A'-ación sobre el papel del Pentí o- ' no en el conflicto dominicano nos íl&f^ a una larga reflexión sobre los móviles y efectos de la política nortaameñcana cu Amé rica Latina y en especial en la Kepúbiica' Dominicana. En síntesis éstos fueron los puntos de vista sustentados por Juan Bosch. que encuentro de ima notable claridad- Su análisis de lo» nuevos factores que determinan la pohtica imperialista de los Estados Unidos er. América Latina se me ocurre indispensable para lo¿iar un entendimiento válido de la situación. "La intención inmediata del terrorismo", comenzó diciendo, "es derrcxrar al gobierno de Garda Godoy. Y esto por una razón fundantental: jaa> to con el gobierno, se irían el Acta Instilu-cional y el Acia de Reconcil3 ación. El Acta Ins-til-.-cional garantirá ciertos dozechós de C3cpie> slón y de un gobierno legal aunque provisictnal. V el Acta de Reconciliación establece la. TÚ ta a los cuarteles de los militares constitucio-nalistas. Esi<» fueron los dos documentos negociados ante la CEA por la revolución consti-tucionalista. Lo que se busca abosa es elmúnat es^ dos compromisos y derribando al gobierno provisional automáticamente se les suprime. Sa ese caso, se instetlaría un gobierno de derecb que tendría por objetivo aniquilar al PRD. ds* bido a su respaldo popular, y suprimir su participación en las pzóxlmas elecciones. Esta d> tuación responde, en realidad, a las discrepancias existentes entre el Pentágono y Depai-tamento de Estados en los Estados Unidos. Q golpe de esta noche aquí en Sanio Domixigcb estaría dirigido contra el grupo que represalia Dean Rusk en' el Departamento de Estado. Pac algo se lo quiere hacer coincidir con la revmán de la CEA en Río de Janeiro. Ruslc defienda basta cierto punto la legalidad, y la OEA COBÍ-tituye el aparato jurídico dentro del cual al Departamento de Estado quiere llevar a CK» su intervención en Améñía. El Pentágono aa este punto es más directo. Por eso un go^ ao Santo Domingo, mientras en Río de Janeiro aa discute la creación de la íuecza intenunericana. desprestigiaría a la OEA y daría lugar ' ^ intervención directa del Pentágono. TamWan se busca acabar con la línea blanda d« HM» para llevar al Departamento de Ertado a otoji grupos, partidarios de la ocupación Ü ca da los países latinoamericanos. Es decir, un gn a que respondería a la última resoluctón de M Cámara de Representantes norteamericana, ao* bre el derecho de los Estados Unidos de lata» venir en nuestros asuntos. De modo que la «•• pública Dominicana en éste momento m m punto estratégico para que estos grupea "*,y tra-derecha Conquisl nposicionefl de poderoaa-tro de los Estados Unidos. Este e« P"*. .* hecho más importante de la nueva imperialista. El impeñafismo de qn* Lenin desaparejó. Ahora son má» í»fl_ ^ ._, la» poñóones de poder dentro de *°*,_ ?y Unidos mismo que la c ^ tación de !•• ^jt nias. ¿Qué colonia podría rendir •,'**,J^^Í lo que gasta el Pentágono en un ano? sm. mm ciave de la sftiawrión lafinoirmetirWTHU *¡**^^ mas que se han sostenido en cuanto a M "J zalexa el imperialiamo como todo» aa»** mas, envejecen, por mfmcto de »»» *° ¡*'*" qpie está ea. ev t ón peKmaTWi-nte T * "** loodad acelerada".

Permanecí eü total mas de dos h<a*« 5* 2! de Juan Bosch. Tocamos mizcbos ^^'"^Í^^ S&a. de la situación dominicana. En CM»^" de sus opínicHies fci descubriendo ^^^^^ Kicido, Tin pensamiento profemdo, = ^ 2ShííS ana permanente y deliberada conJj»"*"°!? •en la realidad, la personalidad * "" ,T ^ ¿Sero condttctoii un int&preta lucido ~ ^ L eeso político latmoan añcano. ParaaB^»^ cSsta, -ana experiencia de esta sattOTeta ^ •alta inolvidable S Ealé desde ei *™°5J Étte ese domingo en que tuvo '' S _J"* ^ -vista Tm día aombrío para Juan Bostí J» . feria a los m<anentos <p3B vivía su P ^ y_* _ amenaza de muerte que pendáa sobre &-A xóasona oitia. cosa foeca de eso-

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Page 10: Ardao-Orígenes del latinoamericanismo antiimperialista

TESTIMaNnS En busca de alguien...

Se desmejora el nivel ám vida d« la pobhfccMa, a* desmejsran la salud pública y la enseñanza, Xta gente protesta y agiiajita; el gobierno acentúa lo» privilegios de loa muy rico» y corta peqTieñoa privilegios; pero descarga el peso económico de esos privilegios y de sus torpezas >bre el iiomisTe del pueblo: da abhl Jiace el cuma de violencia. Se ofrece ai hombre deü pueblo, a cambio de sa voio uzL paraíso de proniesa tía conjunto de dulces y sobadas mentiras y sobre eBas se edifican partidos, mayorías y gobiernos. Después se le paga el voto coa desocupación, sueldo escaso, sanciones o palos. Más que los palos, la estafa y la raentüra p unanentes también son. violencia. I*as autoridades surgidas tttí voto mereceaí respeto cuando no traicionan el voto del que surgiertDn. Por eso boy mües de hombres y mujeres respetan más a los dirigentes sindicales, fíeles al voto que loa eligió, que a los dirigentes políticos que traicionan el voto desde él poder. rCo se trata de una disputa entre el "poder sindical* y el poder polítieo: se trata de que, argucias y le>~ de Z nas mediante tí poder político ha minado

sen propiíM baseí 3^ empezado & pudrir sus propias salce*.

EL gobierno aprlsioaa dirigente» sindicales, cierra diarios, mcnopoliza radio y televisión, declama y decreta. Nos quita la libertad para que seamos libres; ya no Ilaroa a lo» funcionarios en general a trabajar, Hama a loa funcionarios "demócratas". En nombre de la pacificación nacional predica la división

y la caza de brujas. Frente a esta conducta la Convención. Nacional de Trabajadores ha convocado paro general de protesta pazB ol ntart«s 1-t sin negarse a tratatlvas, que el gobierno inferrumpió y rechaza. Y sin embargo —esto es lo que duele por el país— todos los conflictos gremiales existentes se pueden arreglar en una hora de conversación mutuamente respetuosa, a la que los sindicatos se han manifestado siempre dispuestos y de la que el gobierno se demuestra incapaz. Fue esa incapacidad la que lo llevó a disolver til Consejo PTacional de Acuerdo Social; a vetar la ley de amnistía, a inteixumpir el martes pasado las negociaciones que ya hoy habrían pacificado totalmente al país. Esa es la sola cosa de que no hablan ¿por qué? Si la ridiculez tiene cumbres eí gobierno ya las traspuso holgadam.ente, por lo que habla y por lo que calla.

"Acción'V SUS... CViea. d« pág. 6) rustas— obligaba a prestar especial atención a las denuncias formuladas dentro de las mismas lilas batUistas.' t-a táctica de "Acción" al respecto es transparente e il-jstratíva de una conducta: en el tren de evitar confrontaciones con sus rivales de ayer impugnadores de la "estrategia" elec-toral del sector "Unidad y Helorma". al que "Acción" responde, procura descargar sus iras sobre MARCHA, que sólo ña sido el vejuculo de opi! mones a las ciue no lia prestado más apoya que el de su objetividad. "Aceión" finaliza su¡ suelto resaltando 'la poca aceptación que logran estos pontífices de la mala fe. qua en este país no hay lugar para quienes oxeen que tí ]>eriodlsBio es sim-plemente un eiéxctcio de odios, sola uliBsaUa para Tolcax las trusiracio-nea Y lo* zesentlmientas de quienes lo eíercen"- De acuerdo, de completo acuerdoi "Acción" deberra saber qu« es peligroso escupir al cEdo. CJÍ. "SIN VISION, EL PUEBLO PERECE"

(Vien* a» la Pá?. 7) cex znondo: Argelü, f^to. Maimiecos, Las nuevas xkacioxies africanas;; Pux» pov c ro lado. Imn feñnas socialistas —las f<»mar T i>o los partidos . ganan posicio-nes eax todas esas xonas. Vüa Eur ia, en África, en el zesio d^ tezcer mundo. I-a Implantación y el desarrollo de esa» ibnnas están ligados a la implan ñóit y al prodigioso desarrollo de las nuevas tscnicas. Ca£»e ceneebir aun en Estados UnldoK HDÍR soóedad. du^ futuro no lejano, en Sa cual loa asanagurs cedan el paso a los sabios en la cual esos managers se transformen en g»-centea. ML la. en^ la propiedad privada, se convierta MI una cascara vacía de contenido. £1 pe*

Ugro que asoma f sol»e él no podemos aHora detenemos* es que el gobierno pase a manos da burócratas o tecnorrajan. Si csta vúión «s- justar él Tercer Mundo T nosotros dentro de él, tendrá que encontrar suevas formas de organización, crearse sus pr< as formas, de esencia y finalidades socialistas. Esta es una primera característica del rumbo. X.a otra está dada por el hecho nacional y la necesidad de integramos. En términos muy simples, la opción se plaa- tea entre la patria chica y las patrias grandes» Puede crearse en la necesidad y en la posibilidad de que las patrias chicas, vivas queden como hasta ahora. Pero los hechos trabajan a ^vor

CONFIA EN LA CONCIENCIA TUf TlCi

ÍÉ^ l_a Comisión Nacional de Turisirn-i, que viene desarrollando una amplia' promoción y actividad general en favor de! desarrollo turfstico nacional, confra plenamente en el alto grado de cultura y conciencia de la población para que coopere, brindando asistencia y servicios correctos al visitante. L.a temporada turística que se inicia, señalará para el Uruguay, el afían-zanniento de una de las actividades más beneficiosas en favor de su pueblo. No obstcuite, en la nne'dída que esta histórica etapa no -fuera comprendida constructivamente por quienes tienen la directa responsabilidad del servicio, podrá convertirse en factor negativo de promoción.'desalentando el retomo futuro del turista m^ atendido. Un turista bien recibido.' correctamente informado y justaniente tratado en ia aplicación de las tarifas publicítadas, es un factor de progre- so económico nacional y un promotor individual de futura ampliación del tráfico, al reciba durante su es-tada el tratafnieato qtie se merece.

de las patrias 3Tandc& Por la divisián del mundo en granas lylbqvwa. Porque el desarrollo d* la tecnología üéva • la ereañon de grandes mercados y de Tastaa c mmidades En América r.atfna, donde tantos males tienen asiento, lamlHML algunos Inenes esperan que sepamos serrimoa de dlos La Federación Aa Eorop* es una. creaoón da. teóricos y una impoñoon de les liegos: pero a* tra-v-és de los siglos esa fwrta. de Eurepa ba Áóa él escenario de las n»yoKs gueiras r destrucciones. A faYor de la unidad: trabajan aÜtí. la cer* cania y loa fáciles accesos; cierta complemenla-ción de las economías. £AL T Í***' * hae^ Ja unidad no obstante, se ka visto detenía » duno-Tada por las diferencias de saaasi. Jeagoaa y re-Ugiones; por la historia, la coBopet ocia -de los capitalismos rivales y aun los egasntos nadona-les. En América l-atina, que todavía a ase respecto está en la edad de oro, ni las razas. lU tas rell-gicaies, ni las lenguas, ni la competencia económica puesto que sn capitalismo es tnripiente, ni la liistoria, constituyen mayores trabas a la wñ-dad- Más aun. a través de la liistoria ha corrí-, do tercamente la ilii ón y hasta la conciencia de la unidad. Esa ilimón y esa conciencia inte-STadonistas. no son valores despreciables. Responden a hedías y neceñdades. Son la estrella de nuestro camino, el ngne bajo él eixal venceremos. América no es tina unidad: pero siempre ha soñado serlo. A nosotros los orientales el man dato nos viene desde el fondo de los fiempos Azfiguisma es Rio de~la Plata; más allá, arü-suismo es América Launa. 1.a integxaáón podrá hacerse o liéberá Iia Nne por etapas: pero hacia, ella leñemos que marchar. Crear la patria grande y. antes, las patrias grandes, sin que desaparezcan las patrias chicas. l.as tres grandes opciones de nuestro tíx^a^ son: —13einocTacÍB o dictadura? • imperialismo o an&nperialismo; —CapótaEismo o soóalismo. ITo creemos, que la democracia sea po ble sin patrias libres; no creemos que nuestras pactas pusdan ser libres á no se unen y si no imaginamos e implantamos nuevas formas, con ünali -de» socialistas, adaptadas a nuestras caracterí»-ücas esenciales; no creemos que la dessocrada y las patrias puedan vivir y desarrollarse a la som hra del fT¥ip.TiatSg.«.,< E£ combate contra él nn perin?Tsmo, es por tanto un combate —el único— por la patria, por la democracia y por la jusüáa. Así vemos al Uruguay presenfe y así vemo* amigo I>e Feo, o presenfimos al Uruguay futuros formas soáaHsias propias dentro de una integración continental o regional. Por supuesto y yB lo dqtmoK. otros pensarán de disfinla manera. Ko importa, io que importa es adquirir condeu:-cia de nuestra ñtuación y trabamos, rc-pgtÍTnnSi un rumbo. Adquirir conciencia de nuestro des-fino nacional 7 conünental 7 pelear por él. !•> ^oca de las juegos :3orales ha lenninado. 1^ ^oca de Ka poHfica descabezada, o al día, de la poHtirw naeifiocre y mezquina, también ha t ^

tuncau «a

Nunca tan pocos, en eda tierra orjertal, hm mdo €[ae hacer frente a tantos y tan gravea EnUanaa. _ Cuanto hasta ahora hemos hecho sáxvia en sa; Bs yo o mnicn srvjó. I>e tedas naneras está K>ta > y Tadow 'SxY que Snientax con xma na j caóo, Tofamlad 7 eoza}e nuevas experüncias El lalo que la -ñd&aoa lanza, debe espoleamos..

Mn vitíón él neblo perece, «iseña la KbBa. xo^ soóedad fieae necetídad de naa Sena i«>-. ™ ".i<i. Ponjiáaionoa a pensar 7 a querer 'IA. Uruguay Xuiíuu mejor 7 más justo. Cuanto máa •00 y luMjrto sueño, may r será awsalia ea j

4PI»n3SG¿S3lliM£S< por Corles Mario Cuíféríe» Wa^^— por tOri€»5 mar.w —..—-

Los límites del antimperialismo i ^ ^ ^ ' * ' - OU esos fundamentos, Chüe trazó obj.

-' «.,« rP<.onó en gradarse los valores de nuestra cuUw o crea- f^^ljl « la estructura actual de la OE. a ^^. -orolongada ovación, que resonó en ^au ^ ^ . ^ ^ occidentales de vida." ^ _ V* nes ^ la estmcci ^ ^ ^^^^ ^ ^ ^

LA más prolongada ovación que resonó en la xecieníe Conferencia Interamericana fue

- reeil3ida por el canciller de Ctüle, Gabriel Yaldés- A las palmas corteses y rutinarias de sxis colegas, se snmaxon esa vez los aplaiisos jnás fervorosos y espontáneos de los periodistas» del público invitado y hasta de íunciona' ños menores de 1-a OEA.

La posición de Chile (Ja posición del de-riLÓcrata cristiano í ei» que no q.uiere renunciar a ios canales de la asistencia económica y a los dogmas preventivos de la violencia, tan eficazmente publicitados por Washington) era la de trabajar dentro de los marcos instituidos por el panamericanismo, con ciertas transfor-iriaCLones. Pero en un torneo de oratoria inocua como se estila en ese tipo de convocatorias, Valdés enfatizó el acento en algunas verdades latinoaraei icanas entrañables, y las di30 con un lengtiaie ceñido que bizo parpadear a los bU' rócratas y a los embajadores. Que un canciller coa el grave contrapeso de su afiliación al desarrollismo y de su pioíesión de íe en la OSA se haya convertido, dentro de nna reunión panamericana, en poco menos QUe, el campeón de las posiciones antimperialistas y, jnnto a Dean Rusk, en favorita de la prensa» evidenció la blandura de las demás delegaciones y el clima de raedioeridad en que fueron examinadas cuestiones vitales: para América Latina. El.tercer día, a pocas horas de su Begada a Eio, Gabriel Valdés reunió, quizás tantos periodistas como los: que atraía Kusk con sólo pararse en un pasülo,' y les disparó ima conferencia de prensa que fue el primer episodio estimulante de. las jornadas cariocas. L-os pe-Tiodistas estaban atentos a la aparición de los chilenos —cuya posición inconionnista despertaba expectativa— pero Yaldés tomó la iniciativa, paxa hablarles en forma resumida i¿¡s¿i^ nílida y adelantarles el pensanñento que sostendría en las deliberaciones.

PñJKA Chile, una de sus dos cartas maestras (la otra, \xa. proyecto sobre Derechos Humanos) era el tratado de Solidaridad Eco-iKnnica que depositó para su estudio en ia Comisión II. El tratado - perfecciona el f imciona-miento de la .Alianza y da participación en ella, en el fínanciamiento y en la administración, a los países latinoamericanos. Explicándolo, Valdés axirmó la importancia de la Alianza para el Progreso: "Hay que colocarla en el centro dsl sistema isileramericano". Cuando le pregunté si no creía que. la Alianza puede verse también como un intento más afinado de preservar entre nosotros una presencia norteameoricana que ha frenado, precisamente, el desarrollo, él Caacilier reveló con precisión los ismites de las audacias chilenas: "Ko dudo dsl oñgen generoso y coini*xe3:*ávo de la, Alianaa- No se :puede d:£scarlax una rear lídad básicar la cossdstencia histáñca con los Estados "Unidos oblt^ 3 crear una polífica rea-Esta, l o cpie nos preocupa es (jue esa resJiéad tenga una- escprea x adecuada. Mi gobierno 3U3Qa eseasdal lar coopeíaáón noríeanieiácana-CQrresi>onde a Améñca Latína obienei esa coopesacaón por medios de respeio muluo y

dignidad". Pero aún aSrznando ese nesco ineludible con los Estados Unidos, Cbále adoptó una apertura que modifieara, sin duda, el ajedrez "E -namericanista. Por un lado, apoyó la r or-nia de la Carta (un criterio que tan bíén compartieron Uruguay, Brasü y varios países de posiciones disímües), pero con el senüdo de alejar a ia OBA de la actual hegemonía norteamericana, La rerorma de la Carta sirve para n-i=2Chas cosas; I>ean Kuslc la respaldó &a. ya discirrso -del BleBaíio, refiriéndola a ambígue-<5.ades tan onunosE como una smpliación de las atribuciones del Consejo para "iscoraendar ni=jái4.as psovi cmales aesiSuadas a prsvenir el 5 rax2iénía de usa_ siísaecióa"; es áeór más autonomía para ejercer o prona ver la intervención colectiva. La xefoxma preconizada por Chüe era, íie otra mdole. ÍÍQ se trataba, evidentemente,, de rompet: con el eterna ni de pro-IQG verle cismas, pero si de- una hábE trama de modificaciones cuyo resultado ^rt¿l sería un desmembramiento del xí do esquema actimi y ms sustitución det autoridades-

I a fundameaatsí Ón de esas reformas fue di<3ia con frases-'de franqueza poco, común bajo él -tedi!» de la OSA. Para Val¿és, en .ámédca Latina "tíl gexmec de. la i voluaón es^ «» la * da, a ve as ^n. sstbecka, en. los v3¿l<Mes occidentales Y cjKstSsntMtr- KT «a hecho úmcft M* iRiesito,. tiempo afirma—- -% ««, él exSxeiiK» caudfcraste entre las condiciones, obíefivas; do •' da, de las. gxand TB3SSt& lafinoajnerxcanas T ^aaH zeTolcuñozkaxio indi tezabie. O déjanos de

gradarse los valores de nuestra culluza o ciea-mos condiciones occldent cs de vida»" Los Estados Umdos han tratado de adaptar esa condición latinoamericana a una definición aprioxística, que aplican invariablemente desde -Asia a América. En su discurso, I>ean Rusk dijo: "Baáo la falsa bandera de las giietras da Uberacióa nacional* el coxaumsmo trata do conseguir maüente la aul>verQn lo que sabe ae no puede alcanzar pox pxocedimiealos democráticos Los comxuñstas están desempol* vando algunas de sus antiguas doctrinas con «m énfasis lenovado en este Hemisferio". Gabriel Acaldes encontró raíces más autóctonas a la "subversión": "La xebelión en el Confi-nente es el jaroducto de la sólida perm-anencia en el alma laiSnoantericana de los valores cristianos de igualdad, justicia y dignidad —dijo en el Plenario— oprinñdos liasía la explosión por las condiciones miserables de la vida y las estructuras políticas aplastanlss". Ver en eüo

CON esos fundamentos, Chile trazó obje-cio-

nes a la estructura actual de la OEA: —El sistema no ha jíodido darnos un

mecanismo de soluciones pacíficas que nos libere de gastos müitaxes.

—íTo ha sabido aprovechar la unidad cultural que e3dste en. América Latina.

—No ha institucionalizado adecuadamente la solidaridad econóndca.

—-No ha logrado ni siquiera im.a protección, convencional de los derechos humanos.

—La Conferencia, órgano máximo, abdicó sus prerrogativas y ha pasado once años sin reunirse.

—El Consejo ha perdido voluntariamente su jurisdicción sobre-órganos dependientes: él Consejo intearamericano Económico y Social y el Consejo LiterameTicano Cultural. Las proposiciones de reforma fueron las si-

gviientes: —Creación de una Asamblea General In-

teramericana, en vez de la Conferencia, que goce de la máxima autoridad central y deter-mrae las políticas.

— Reestructuración o creación de tres Consejos: Jvirídico-Polltico,. Sconómico y Social Cultural y Educacional. —Los tres Consejos dependerían directamente de la Asamblea reunida anualmente, y tendrían su sede en diversas capitales; por lo menos dos de ellas latmoamericanas. —El CÍES crearía un Comité Permanente que adnúnistraríá la Alianza para el Progreso (actual CIAP).

—La Secretaría General, cuya autonomía excesiva y oficiosidad hacia las políticas norteamericanas fueron hechos acremente com.en-tados por todas las delegaciones, pasaría a depender más esti-echamente de la Asamblea-Quedaría como órgano coordinador entre la Asamblea y las Secretarias Autónomas de los tres Consejos. Los cargos de Secretarios n» podrían durar más de cuatro años.

POUi'itlJLl Vt-i-J-r BSCEKTHALIZACION \^ descentralización geog

sólo al comunismo, es parcializar el problema y uo entenderlo: "En la rebelión latinoamericana se mezclan las más diversas coiñenles ideológicas y políticas, unidas en la snipesfit a por la e eranza de lo ax rápldanLente ^ bienestar tjue olics ya disfrutan. Tendencias contradictorias agiten Los actos de xebeldia o-iiíspiran los desaos de cambio y así también consecuencias políiacas contradictoriBS pueden derivarse de la rebelión, lólinoameñcana, pero en su, origen hay un d«seo de justicia, un an£a.a de d nidad que sería insensato aplastar o compximix".

Sentado frente a Ruslt y nñrándolo a la cara, Valdés sostuvo c*ue puesto que •"i lle-gsdo la Itoia da converfii al hombre axaerícano en el dueño de su pi< io destino", la Conferencia debía ser utilizada "pora, revisar y perfeccionar- iss insi5íacíc>nes y los mecaxilssEtos del ásiema inieranaeñcane en íoima de ctitaa ellos respondan a las necesidades actuales y verdaderas de nuestros pueblos"- Vale la pena extenderse un -poco en las citas del planteo cñüeno porque ellas trazaron, qu3zás por pxi-niera vez en muchos años de la OJSA, un insólito enjuicismiento á^ sistema. Para VeO-d-és, ""unidos por vieics lazos, de todo, orden, los paisas nüsmbros a^ astsc t iniaianteiicasio han quedado siijetos a la sánñca de Ja politica mundiaL de Iss standes poteniñas, alineados con tma de élles". Tíaimcs, así, arrastrados por objetivos que no eran los nuestr-os: ' Ji sta psrts del ELstema, líor la fuerza de Icss hechos y la voluntad, exniesada en los tratados, salló ds la esíera americana al ámbito moaidáaL Peio 3so salió en búsqueda d_ la solución, de sas graves áÜBcítÜadss económicss y sociales stno tras «íbjeirvos de política iatemacional que el ^s-iama sfc había detemsinado. Este proceso, ha ñdo negativo en el ámbito laíirtoank«ñcano. t-os países- trae a &- pertenecen, bajo el peso de acontecinñentos que no ctírigian en un ntiindo brpolaiiaado, ocródaron su_ eesthao cosnñn. dejando- de lado su actividad p6ú&c&. intesradata y¿ a la. ez, camenxason a competir por la ayuda exieíctua.", Y, fásahnente; "ES ast tna inter-ameñcaso; es: siirado con sospecha pos los p;;ze-IDs de Améxica «. en el mefor de los casos. es ignorado como cosa a ena a sns intereses vitales. Ho. podxxa: aes deleito xncdo, pues no ^sm:pT&^^ han sido lo& prcSalisxnas viSaJes tías era* han pareocspado a la OEA. na 5«tá po do loe pueblos partic ar xeslneota «t el ^^^AasMk

j« administrativa, y ^^^~ descentralización geográfica, son los m.e-. dios indirectos que Chile sostuvo" para debilitar el control de "Washington sobre él sistema interaraerlcano. Por otro lado, su apertura manejó un factor coadyuvante: él ingreso de Eiixopa a la dinánñca de nuestro desarrolla. En la conferencia de prensa pregunté a Valdés: "cProcuiar 'is. aastencia europea es la alternativa qu ustedes presentan en caso de que los Estados Umdos no acepten los cretinos eátt-lencs de laforma?" '*No es una altexnatíva táctica —respondió Valdés— ñno nn concepto vigíente. Ko consideramos qpae J méñca Latina deba ser un sastema cerrado. £3 presidente Fx V£ 6 América ILatina y Europa con un proposito de£n£do£ incorporar a Europa al desarrollo de Anaérica Latána, Ciertos valores comunes que compairtimos con Europa enñquecezían nu «. tro diálo^ con los. Estados. TJUMIOSVÍ*" El iafal-table Jules Dubois, presente en la conferencia de prensa, intervino para decir que la asistsaa-cia económica de Europa no era ninguna novedad; había sido! prevista ya en Punta del Este y estaba en ejecuciÓn_ deaatro. de alguno» programas. "Sí, —punttxahzÓ Valdés— . pero ahora oferganxcs a esa intervención un sentido polínico ae no se eslablctáó en Punta del Este. Huxopa debe incoxpozazse no sólo en lo finan-ciero, como lo ha iLecho par<ñalnaenta, ano también en experiencia política, en tecnología 7 en tactores culturales.:" ¿Tiene una vigencia futura, esta jug;ada de Chile, en el pantanoso terreno del panaxneii-caxüsmo? En el enfxentamiento propiamente dicho, está peleando at big slacfc. con MU florete. La machaconería de las poÜíicas que trazan el pálido burócrata Thí>mas Mana o ei boxeador Jaek Hood Vaughn, poseen un pied á teire. que no pitóde remontarse hasta los análisis sociológicos, de Gabri Valdés. Pero detrás de su sáxQplismo y torpeíza, está la fuerza. Re-eisaí el proceso iníeramericano, aislar su£ factores y descubrir en la raíz de nuestros males la presencia imperialista, es un hecho positivo; pretender Í:^& ^ antimperialíSEno puede elereer-se desde dentro de las estructuras que lo sirven o, uiás xax, interííar 'G)X'& esas estructura» inviertan su signo y se transformen en ám-hito de la integración y el desaxstjlio qii-& el hnpeiialisríio coartó, es una distorsión lógica que no corresponde a la liccidez del planteo previo. Parecería que en esta interrupción de la congruencia esigible, radica la coníradicciGa de ia políüca continental o^e: Fr^ se ha trazado* -ax^su vez apuntada la presencia impeaia-lista y sus resoltados letales, quedarse en una coesástencáa que ios Estados Cuidos nunca aceptarán como detnraenío de sus intereses (porque su. propia dínánüca se lo inQpone> &9^ en la práctica, fcustcar esa rebelión que Vaid-ea ' '- anortaba Es, ,isaia. Secarlo con sus palabras, xe?-

j% * tóÓlCKC -üS-

Page 11: Ardao-Orígenes del latinoamericanismo antiimperialista

4 PiWrOS CARDfNAlES París

Luís de la Puente ha muerl-o 0 Cerca del Cuzco, en una región elevada y vacía» en Mesa —-—— Pelada, habría muerto l.uis de la

Puente Uceda con ocho de sus compañeros. Así lo afirma un Comunicado del ejército peruano. De ser cierto, de la Puente, Secretario General del MTR (Movím.iento de Izquierda Peruano) y Jefe él mismo de luia guerrilla, habría sucumbido con sus hom.-bres, armas en la mano, por el delito de haber desafiado al orden actual desde su reducto andino en enero de 1965, y por el hecho, quizá desmesurado, de haber invitado a la rebelión armada, en repetidos "llamados a la nación" y "comunicados", a esas diversas clases sociales ahora sometidas al sistema nacional criollo La guerra del pueblo que esperaban ver cundir por los Andes el jefe mirista y sus rebeldes, no habría sido sino la confirmación de sus tesis, la respuesta de un pueblo dispuesto a la revolución, del cual el mirismo guerrillero sólo sería una encendida vanguardia. .. El último comunicado de de la Puente está fechado en julio. Prueba de la expectativa creada en la izquierda mvmdial alrededor de las ideas y la acción de esa élite castrista andina, es la traducción al italiano en el Centro Frantz Fanón, de ese "manifiesto" que se convierte hoy, tal vez en el testamento político del luchador caído bajo las balas del orden, en el desierto sin piedad de la puna peruana.. .

y^ Perú, un coso aparte

EL signifleado de este sacrificio, la reveladora soledad en la que se halla el MXR en el momento de la muerte de su jefe, obligan a empujar las posibilidades del anüisis, a pesar del extremo dramatisnio del instante- La izq uierda es, o debe ser eoi todo caso, sobre el inforttmio personal, fe en los pueblos, y xm. Jiábito de reflexión y análisis. De ahí que sea preciso señalar, que la desaparición de la guerrilla Pachacútec y de isu jefe Luis de la Puente, no es un incidente más en la cadena de focos revolucionarios Iracasados de los cuales, una primera ilusión e imitación del ejemplo cubano, ha sido pródiga América Latina en los últi-ntos años. La calidad del líder desaparecido, los orágenes del movínaiento, y sobre todo, la situación muy parti-, cular del Perú, le dan valor original. . Hoy, cuando nadie lia identificado los . restos de los caídos, otros focos guerrilleros continúan la acción del 'MJR. En el centro, Guillermo Lobatón. íioy , primer iiombre del movimiento. Y en el Cuzco, Suanavélica y Ayacuclio (en donde ha aparecido un grupo llamado '"Javier Heraud" recordando al poeta muerto en Pucallpa en una asonada guerrillera) la mano armada del puefclo señala el fin de la era oligárquica. El suceso escapa., pues, a los marcos de lo nacional- Si catástrofe pai-a las guerrillas andinas la desaparición del fundador del Mlü y precursor de 'la guerra del pueblo" en el Perú, lo es también para las otras izqmerdas del continente- Lo que ocurra en los pró-; xinto años en los Andes peruanos ín-[ teresa especialmente a los países de la zona andina. Hace poco, I^ Monde Hamo al Perú, pa test, Y en última instancia, ^ debate sobre la mecánica del anibo de los pueblos al poder, en una etapa post cal>ana, tí ésdto o el feíeaso de las guerrillas y los caminos que pasan por la •violencia y las armas incumbe a todo él continente. Luego de los inei' dentes de Santo I>onmigo y la inter-vendóa en él Brasil, este período podría ser caracterizado quizá por él iecho de <iue tanto el imperialismo como síis socios nativos en Amé-Jrica I atina paireen haber asimilado Klas lecciones de la. experáencia cu-tana y los castfismos caribes y

colombianos, son detenidos.

gar al poder, luego de una corta permanencia en las montañas (los dos años de Castro en la Sierra Maestra) a grupos "castristas" que sorprendan, otra vez, a las burguesías locales, a. los Estados Unidos. Y quizá no veamos más la concurrencia de, crisis oficial, ejército mercenario, ausencia de partidos populares, publicidad y apoyo a los rebeldes, de la Cuba de 1959. Para los caídos en Mesa Pelada, en el frío y soledad de los Andes no hubo ni el apoyo exterior de un Larrazábal, ni periodistas de Life que les entre\'istaran, ni cerca de ellos guajiros.., caropesinos abiertos y audaces. Ganar el ánimo de los indígenas del Perú, cuyas org:aniza-ciones sociales como las comunidades han sido halladas (entre otros: Metraux) como entidades de emergencia, propicias a la autodefensa. ¿Contra quién? Contra todo lo que venga de fuera. Desde las reducciones de Toledo (1570), el campesina- , do ha sido un mundo aparte, arcaico, cerrado sobre sí misnto. La llegada de imos extraños, no puede despertarlos de la noche a la mañana-Antes que el apoyo popular haya llegado, el orden, es decir, el ejército, ha destruido uno de los focos revolucionarios Si las guerrillas en el Perú no desencadenarían por sí mismas ima guerra del pueblo, ¿era preciso esperar? O por lo contrario, si se esperaba, ¿se corría el riesgo de enviar la revolución a las calendas .griegas? La aparición del MER con sos focos rebeldes, pro\''ocó en d Perú todo típo de comentarios. Sin insistir en la absoluta oposición de los apristas, que se ofrecieron para tomar las armas "contra el castro-comunismo", la objeción, mas seria provem'a de un gobierno empeñado en reforraas dentro de la línea de la Alianza para el Progreso, y de ima izquierda en ejctremo sensata, que argumentaba, como en otros puntos y casos del tercer natmdo, que ahí las condiciones no estaban dadas. La revolución, la historia es algo que ocurre— IP ro ea otras regiones!

-^ Las ohj£ciones de los prudentes

•^ ía larga marcJut pasa por lo^ ATides

Jg A muerte de de la Puente nos somete a varios interrogantes. ¿Son camñío errado las gnerxiUas? Se Jfeifcfa para América Latina ' ma larga jnarcha.'* en tí sentido qiie esto signiScó para la China, a partir de los anos 30. QOÍT» no estemos ya ptiss ante la posibilidad de ver He-

kiAMCHA * 20

I - c:UZCOi GUEFÍRIl-L-A n - JUNir-J= GUERRi[_t-A

NTEL-AINDOÍ III - .'VY.Ae.ACA: C;UE«RJI_LA "CESAJ VAULE-IO"'

DEZ GASCO y EL-IO F>ORXO CARRERO!

te se liabría elevado, al menos en las es:tadístícas, debido a la coneurren-cia de industrias como la mantiíac-lirrexa, la pesquería y la construc-ciÓ23_ Moneda estable, producción diversificada Ccobre, azúcar, algodÓEL, plata, plomo, cinc) dan ixa aire de salud a una sociedad a3ne7ia:7ada a un nivel más profundo: creciraieato demográfico, problemas en la estructura agraria. Al nivel político nacional, es decir, el de la minoría de dos millones que elige Qos analfabetos, en su mayoría campesinos indígenas, no votanj cuatro partidos dominan y enajenan a la dase inedia y gran parte del mismo proletariado- Entre el Apra y el partido del ex-díctador Odría, entre Acción Popular y la Democracia Cristiana, estos dos últimos en el poder, se repartirían éLS3% del electorado, si tomamos coano fuentes a los resultados de las elecciones de 1963, 63 y las municipales. Un presidente que maneja paradojalmente nn mito indigenista para terminar con la presión campesina sobre la sociedad cmoDa a la ccal encama; líder mesocrátíco que cuenta con cierto carJsma y completa este pa-norama propicio al aumento de las inversiones extranjeras;, «s a largo •térsnzno, la estasnacíón ^^-^ pafe.

ISO!ViZA!_0 -ERMAM-

ítHECT-OR 3E_tARl Sin embargo, a esa izquierda sensata y a los partidarios de dejar la imaativa a la oligarquía peruana para que esta conduzca el cambio social del país —que caótica y orí-gmalmente, de uno y otro modo s« realiza— hacia modelos sociales qua no provocarán mayor libertad y bien-esta smo nuevas formas de servi-ainnbre, se les puede responder, siem-pr^ que la situación de bonanza ac-tuai es transitoria. X que en todo caso. Jos factores de aparente crea-miento económico sólo afectan a una

?S^ f ^ población, es decir, al •^ A, de peruanos que habitan la franja privilegiada de la costa. •^r Perú: sociedad dual

P-AEA comprender el sacrificio d« de la rúente, las ideas del MIR y quiza, los próximos acontecimientos, es preciso intentar compren-aer a la sociedad peruana a partir ae Tm concepto, quizá no feliz eo otros casos, pero aplicable enteramente en este caso: la sociedad d«al. unaespecxe de área de colonizadoa aentro de una sociedad en sí misma üonnnada: la sierra peruana, frenf» ?í' \S° **- ® *3^ P°es una rela-OOT de subordinación, de retraso y «amblen, de cmvOfrfí. xv. »T Í_+™I„-

I OS argumentos de este - rogre-^?í5nS^ bolencia- en el ^

&r¿%-- -.¿ r-l ísssíd- T r" - ^™f ¿ -¿^^eiSsr. ^ SSe.S ?i 5..-5-- £a .r r 5si-! ^ ?m a ^ort la economía peruana ^í S^fS^ * -° «°ge debido VT; |^fura_ etó^or favorable. S r^í" aona sabido a im 5,2 en 1BP4 feas alto que lo que soIicifTla^^ 2aj y ía renta pronjedio d¿í Ismbi^.

faZrT^i -S 'S™* ^ «lae en diñe flA . ™i"°°es de mdígenas; numtm,-fcera elegido ítei, bajo ra ferdírtí 1° «caico, pero en d qi¿ íltEma-^ ^ izi erdísta^ " ^ ^ ^ " ^ ^ ^ ha habido fenóm^ colecfí-g ^ mas peligrosas que los j S ^ 'P^ 5°™° m-rasiones de grandes ba-^ " ^ del arqmtS S l ^ f e ^^J ^ I«afe de s i l fo s ruante la onf:, . ,._! ,,._. . '« aunde rales <entre 1958 y 1S62, 170 bacien-oas iueron ocupadas en la sierra sují nelgas en minas, conflicto de las «nmmidades Indígena» con la Cerro de T*asf-n Cí^ r^-r^-, =

..,.» arquitecto Belaúnde ante la óptica del Dcparfaanenfo de Estado. A la derecba. pues, del experimento social cnstrano chüeno, ea menester situar el actual régimeii peruano.

4 PUNTOS URDHULESi

^ fr®^ ^- empresa americana «a « ceatz o del passÉ). Scitomas Ukáa»

¿e un gran despertar. Se trata de nutaciones sociales, al mvel de la organización y de la mentalidad de ¿nipos, muy compleja, que no vamos % examinar esKaustivanxente aqui En todo caso es a ese país sumergido, al ciial se dirigió Ltiis de la Puente,' cuando desató las guerrillas, desde las altxiras de su cuartel general elegido en el sitio llamado lUay Chasca (en quechua: estrella del amanecer) invitando a los pobladores de las aldeas perdidas de los Andes a sumarse E su movimiento. ^ Balance provisorio

LOS últimos sucesos del Perú nos obligan pues, a examinar tres tipos diferentes de fenómenos. Pilmero, la nsturaieaa del MXR, que con la lógica de la historia o sin ella, «21 una suerte de voluntaxisrno revolucionarios «ue lo asemeja al MER de Venezuela o al "Ejército rebelde" de Guatemala, iia desencadenado la lucha armada. Segxtndo. la reacción, ante ese reto, del conjunto de la so-jdedad peruana. Por un lado, los cen-"tros del poder: ejército, gobierno. Pov el otro, 3a actitud de los partidos re-iormistas y de las clases sociales <iue sin duda, representan. Tercero: el recuento de los hech-Os guerrilleros tal como se lian desarrollado. Y sus probables efectos y consecuencias. ¿Quién es de la Puente? ¿De dónde se origina el MIR? No es \ui becbo casual que las guerrillas .no Itayan sido organizadas por un grupo ¿fin a la línea contemplativa del Partido Comunista. l>a aparición del MIK, se explica dentro de ciertas coordenadas bien conocidas en el continente: 1E consolidación y permanencia de la revolución cubana (1959-62). Este be-ebo afectó a ciertos sectores de" la pequeña burguesía peruana. - A su vez, un íactor interior: la crisis cada vez más aguda del APKA, y la de los oíros partidos revolucionarlos ¿el Perú- Así. de la Puente, abogado de 39 años, entonces dirigente apris-- ts, comprende que por un lado, no es por medio de la maquinaria partidaria aprlsta como puede modificar pi ofundamente el país. Ni en los partidos majTxistas, trabados eai una polémica interminable que recuerda Bizancio. .. Kn 1956, el grupo fundador del Mm aún está dentro de las füa.s del ex-partido revolucionario de Haya de la Torre. Es preciso recordar que basta esa época, el úm-co partido de m.asas en el Perú era el APKA- Son los años de la popularidad de Cuba vencedora de Batista, Y el propio Raúl Castro visita el Perú imritado por un "Comité de ¿efensa de la revolución cubana"— en ia que hay aún apristas. Pero luego de ia sorda guerra civü que el APSAlibró con el sistema <193G-1956) esos anos son también, los de la dau-dicBción totaL El sisfema deglute al partido más intransigente de la clase iriedia, Pero algunos quedarán fuera fiel pacto APRA-olígrárquico; De la Puente y sus amigos, se niegan al arreglo... y quedan excluidos del fjuegc político, que liasta noy se continúa. En'lSSS. pues, en un esfuerzo por reivindicar los fundamentos max-xistas d«itro del APitA, de la Puente tíiñge ai pleno del HI Congreso del APítA ana Moción ele cxíiica y aná-liás. Expulsados casi inmediataanen-te íel poder de Haya no puede ponerse en tela de j\dcio> formaron un Comité Aprista de Defensa de los Principios Doctrínai os y de la De-iTiCcracia Isitema. Pese a la samtíón les siguieron algunos comités llamados "rebeldes'". He aqui, pues el orí-gen del 3¿nR, primero como lo que se llamé: APRÁ, lebelde. Es decir, a ^ entrada del partido de los sectores añedios y obreros al gstema sx--guió lina esosión óe su " nieBgnen-tsia" y cuadros jóvenes, AI pase del Apra al orden, se le llamó conwven-cSá. L,os xébelaes no fueron, en cam-fcio, ni al trotslvismo, ni al belaundis-nso <parÍ3do del actuaÉ presideute, tan «srismá-tico y confuso como el n ismo APHA, del cual es sólo una nerejía 'efoinníxsta lú. a los divididos partíaos coniuriistas. Xos rebeldes íaeron

si castrismo y de ahí a las mon-. tañas.

fEn ^ próximo rtirinero: I^ srccenála. y Jas reacaoncsí

# Un determinado gtU>0 de cantores y do el debate caía en el problema de la calidad, ei maes-artistas está obteniendo aquí un éxl- " ^ ^ ^^ ° ° ^"^^ evidentemente razón, pero 4_ *,„.,„ j« 1 ' 1 j-. perdían en cuanto a cantidad. Dialécticamente, la canto fuera de lo común, lo que constltuy» idad genera la calidad. Ocurrió asi. Los debates repara las autoridades" del Brasil causa -áe ferentes a la autenticidad produjeron resultados: bu-mucbos dolores de cabeza. Diseos que se bo una fusión de propósitos. Los compositores ce *-« T-..*,.., ^ -«.r - ,,„ín„ „« -1.™-- „ «,-.« ««_ bossa nova sintieron el problema de la falta de auíeu-ticidad. Entre otros, Carlos Lyra, Vinicius, Tom y Sergio Ricardo: entonces, se bizo resurgir a la veUia guarda. Apareció la coexistencia de los dos géneros. Xn esta fase, el trabajo desempeñado por el Centro Popular de Cultura de la Unión Nacional de Es-

se venden por millares, sliows en que estén presentes algunos de sus intérpretes, representan inclusive una buena inversión económica. Ciertos programas de televisión —los denominados "vivos"— atraen a un xro ¿'opinar ae uunura ae la uman Í-Í auioiíai u público cuyo entusiasmo es parte del es- tudiantes asumió el liderato del movimiento de pectáculo plementación. Fueron organizados festivales por ei 'tá-Culo piemenxacion. üiieron orgauízaLius j-t siivctic» JJUA Cómo "surgió el fenómeno? ¿Qué can- ^^'^- ^ ^"i <'°= "^ VmlclYs deMoraes —poeta de „ -r , T , . _ « mas populares pero de extracción culta— canta al

te-tan? ¿Por qué el entusiasmo?

RÍO de Janeiro El

teatro

por Millón Preto LO que Txoy puede ser clasificada como "música par-

iidpaiiie", nació en el Brasü a través de tcdo un proceso bistórico y, como tal. Heno de deíorma-

ciones y {ies\-íos-Poderiios localizar su nacimiento por lo menos eu una causa y, aproximadamente, en una época; inmediatamente después de la II guerra mimáial. a través de una política completamente alienatoria, los elementos divulgativos de la música popular se vieron dominados por la música de exportación procedente de otros países. El pueblo brasileño cantaba boleros, iojcrtrots, swing, etc., y sus ídolos eran Frank Sinatra, Bing Crosby, Gregorio Barrios» Fernando Torres y otros, fo que se cantaba era apenas una repetición de palabras

y quienes las cantaban no tenían la menor conciencia de su signifÍc3do sí es eme sigunieabao al o. La falta de comunicación fue la simiente del proceso. Los jóvenes querían transnñíir algo: sus amores, su cielo, su tíerra, y no tenían con qué decirlo. Eran las grandes áctimas de la alísnación de la radio. Entonces, con los ritmos que conocían, encerrados en pequeños apartamentos, se reunían en pequeños grupos y cantaban. Mientras esto ocurría, algo más serio estaba consumándose: una pequeña minoría de compositores que no se dejaron influenciar, caían en desgracia, y eran criminalmente boicoteados por las casas grabadoras y por las emisoras. El grupo de jóv ies que, basta entonces, cantaban escondidos, creció, emergieron de los pequ os apartameatos- Surgieron ncHnbres y músicas, con un público mayor: las de Antonio Carlos ÍTotrt Jobim, Tínicius'de Moraes (no muy jóvenes en ^^d, pero sí en conducta} Dolores rmrán, MenescaL, Bos-coxi, Eá Lincoln,. Ribamar y —en medio de tantos— Jcáo GíXbertO-

Sste -jíllimo vino a dar la característica del grupo. Un tono diferente y so íalta de voz proporcionaron el tooue que faltaba. Era una bossa distinta, era la bassa. ñoTa, "S" el •*üesaSnado" Joá.ozini.o era su La clara infiu icia del iazi en la hossa noT» mo al movimiento la dimensión ce un debate. ¿Era auténtica? La autenticidad de 3a bossa Jtava tae discutida

iicaas veces. En ISiS univarsinau s, .¿SL las escuetas L los gressrdos estudiantiles y en la Unión Nacional uc; Estudiantes. Se bicierQn seminarios. Se comparó 2a bossa EOTa con la vieja escniéla de música popular, que estaba olvidada y fue denominada veiha gtxarda. Los de xnsycs: ^ñ^áa. advirtieron, en ios primeros debates que si la bossa no-ra no era auténtica, por lo menos era una fuerza, renovadora y altamente comn-n5eati?7a- Sólo restaba, pues. aprove<üiar5a- Otros, en minoría, asuimeron posacíones eonservsdoras y no la adsEiiti ron nunca, Ary Baxxoso fue T3no de eUos. CnsJir-

^t'K^, y en enos un vinitiimi ue -LWH iitra —¿íucri-ei vic LT; mas populares pero de extracción culta— canta al lado de un poeta de los morros como Nelson de C: quinbo. Y toda la mezcla de problemas que aflige a un favelado. por ejemplo, empieza a ser cantada, t?.n-to por \nio -—que expresa su solidaridad— como par ei otro, que vive el problema. Así surgió el gran tema inexplorado en la música popular brasileña- el poütico-soeial. El primer paso para grabetr y di rulgar en vasta escala las nuevas composiciones, fue dado por el CPC, que graba El pueblo canta, un disco laro en la actualidad, por motivos que se expresan más adelante. Se trataba de un compacto con la Can?ao da subde-Kenvolvido, (cuyo autor firuiaba Zé da Suva, ©i na-cionaUsta) Joao é un hotneni pobre, y el Baiáo do Gzi-leizo. El pequeño disco fue el primer gran paso, pese a que mucbos lo consideraron sectario.. (Pero esa es ! otra bistoria). Mientras el Centro Popular de Cultura estaba construyendo su teatro para montar obras y shows con ia participación de la nueva escuela, OCUITÍÓ el golpe del 1'? de abril de 1964. La sede de la Uíiiún Nacional de Estudiantes fue incendiada, y c:>tt ella el teatro y los discos. Y lo peor: sus participantes íue-ron LnJ abibtados políticanier.te y pei-seguidos. Hubo un primer "oaomL-cto de expectativa, sin runi-bo y sin perspectivas. Los pocos, se juntaron, nuevamente. Al fin de cuentas, -antar no era an eriini.en. Y se alquiló un peqv \o restaurante, en. el centro de Río. y allí se cantó u. samba: "Podem me prender / podem me baler / mas ^ \ nao mudo de opíniáo". Era un grito. Auténtico. Una joven de la pequeña burguesía grabó el grito, y el disco de Kara Leao permaneció mucho tiempo en el primer lu:gar de las encuestas de éxito. Zé Kéti, ua sambista auténtico, proveniente de ia Escola de Samba de Pórtela, negro y pobre, era su autor. Surgieron otros ejemplos, pero Opíniáo señaló una época basta que las emisoras recibieron una orden de censura —que en Brasil se ejerce coa suU'eza elefantina —para que no pasasen más el disco de Nar£i Leáo. Pero lo difícil para la ceosura era que el asunto no babía quedado en Opináo "Acender as Trelss / Já é pxofissao / cuando nao tem samba / tent desi-liissao - E xnaís un coiagáo / qiie deixa de baleí -/ uai anio vai pro ceu / Deus me pexd6« | mas vou dizer". Una nocbe, apareció en el mismo restaurante un negrito nordestino. Pidió permiso para cantar unos baioss de los que era autor, a pesar de que el ambiente "estaba'' de samba. Cantó, y fue el mugido de una manada de toros. Joao do Vale entregaba ion himno que pasaría a ser de la juventud brasileña: "Careará / pega m.atá e come /* Careará / maás cosagem do que Itomem". Se formó, al fin, un grupo teatraL Su finalidad: trabajar por él arte en el BrasiL Su nombre: Opíniáo. Su primera pieza: Opíniáo- Se juntaron Nara, Zé Kéti y Joáo do Vale en un escenario, y los tres modiSca-ron el panorama del teatro brasileño. La crisis económica que alcanzaba al teatro no alcanzaba al grupo Oxóniáo, y el público quería que se cantase, quería extrov -tirse, y el teatro se volvió comicío. N aturalmente, vinieron 2ss represalias. Las primeras partieron d.e las agrupaciones de derecha —LÍDER MAC y otros sectores neo-fasctstas—; después del órgano gubernamental. Careará no podría eantar-se más; por lo menos, con toda vibración; tendría que ser más discreto y sobre todo, porque ahora tenía una cantora, María Bethania,. que en medro de la música introducía él recitado de unas estadísticas algo des-preciativasr "En. 1950 haba -más de Z millones de nor-desünos -rírieiido fuera de sus eslados najales. Ha emigrado ^ 10% de la población de Ceaxá. el 33% de la de Píauí. más del 15 % de la de Bahía, el IT % de la de Alagoas". A esto se le Hamo "música parlacipante", Música «ano cuaiqíñer otra, hecha para la mayoría de un pueblo, que canta sus probl€snas y sus bellezas, pero

avi& no venda los ojos de nadie. Música que enseña: • e enlregia Coriseo / nao me cnlzego nao / Eu nao sou passarrabo pxá virer nnnaa pxisáo / Háo me ^-trego a tensuiG J Hem a capiláo/ so me enfyego na morle f de parabeiom na máo f Tá contada aianha Msioxxa / Trerdade ou ímagínacáo / tjuero que o seniíor Cenha ticada una lícáo / que assim mal dividido f e e mundo anda errado / que a térra, é do homem / nao é I>eas nem do I>íal>o / e o sertáo -saz virar mar J e o mar ai -virar seríáo" o también, "Bajco deafadc »a areia nao da piá VÍTCX / nao da / Lti3._ soainba no céu nao fax o amor / nao faa / toma, decisao aleluia / <fue lan dia • céu vai mudar / quein veu a vida da greu-ie / tem <ii2e se arríscax"-

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Page 12: Ardao-Orígenes del latinoamericanismo antiimperialista

IOS 4 PUNTOS CAROINMCSi per Héctor Borrat

Entre Tito y Ottaviani • ¿Qttá significa la Iglesia para los j6ven«s que ua domingo

— de tarde en Zagreb llenaban un estadio deportivo para agitarse al ritmo de una versión nacional de los Beatles, o para aquellos otros que se habían quedado trabajando en pleno feriado para ajustar los precios a la devaluación del dinero, o que formaban largas colas frente al consulado de Alemania Federal a la espera de un permiso de ingreso a un mercado de trabajo mucho más vasto que no les seria otorgado antes de la mañana siguiente? ¿Qué para la generación adulta, que nació y creció en medio de un "catolicismo" ambiental y que lo reafirmó como expresión nscdcnalista para enfrentar a la ortodoxia de los serbios? ¿Qué para la dinámica de cambios de un país socialista y para las perspectivas de paz y no alineamiento que reivindica con tanto énfasis el mariscal Tito? ¿La fe habrá quedado reducida a esa "cos£ privada, de cada Individuo" de que hablaba el jefe de redacción de "Vjesnik"? ¿No tendrá otra expresión comunitaria que la misa dominical o esos grupos espontáneos pero accidentales que se forman en torno a la tumba de ^'^. ^^^ ^ ^^ libertad, ¿por dué no Stepinac? ¿Por qué, a lo largo de tantas cotidianas experiencias he encontrado ninguna organización de de una hospitalidad vital, inolvidable, de todo un pueblo, no laicos había tenida una sola experiencia, de hospitalidad en una comunidad cristiana al servicio de ese pueblo?

te» íemptóí para eaalauter rewM»,. on teafroí o musical en e!*^«^ de Dubrovntk; nosotros ev. r-V-.í?™* tacen», pn>bl«„« c^ ^c^f^í"?j; 3>_lo,. Ademas,jnojmy ^ue clvi^*^

TiXO: L.AS CAMPANAS SUENAIS

periódicos, en cualquier quiosco calle-

ME iba planteando todas estas pre-gtmtas mientras cruzaba en bot» una lengua del Adriático en dirección a Mokosica. para encontrarme, por fin, con uno de los curas que colaboran con el régimen. Se trataba nada menos que del presidente de la Asociación de Sacerdotes de Croacia. Vive muy cerca de la e léndida Dubrov-nifc, es cierto, pero en una aldea mínima a la que hay que trepar por calles estrechísimas, entre casas de piedra. Allí es el párroco de la pequeña iglesia, allí reside en una casa entre otras. Tuve C[ue esperarlo un par de toras porctue esa mañana había cruzado a su vez hacia Dubrovník. Primera sorpresa: St en n Klusijano-vic, así se llama, tiene 73 años, aunque parezcan 50 y no le impidan el cruce en bote ni la larga inarcha a pie- Como buen dálmata, prefiere el italiano a modo de seg:unda lengua. Comienzo a preguntarle de inmediato, un cuestionario ue en caerlo modo es un resumen de impresiones personales, de interrogantes que me han quedado planteadas, de expresa renuncia a apurar eon¿Lusiones-—A trasvés de las misas a que he asistido me patrece observar una clara mayoría de fieles pertenecientes a las generaciones más viejas, y dentro de éUas un neto predominio ds las mujeres. ¿Es realmente así? —Los ccEtólicos en Croada v €n Es~ lovenia soTt tina gram. mayoría, miert'-tras <iiLe en los demás estados apenas coTifigiLTO^ una minoría frente a los ortodoxos griegos y a Jos rtviísulmanes. En Estóvenla, puede decirse que representan casi la totalidad de la •población, errí Croacia -por lo menos el 73%. Sí ?cacc7?ios coTnpcTacsoTzes, Ttos encontra-•snos coTí aue a la iglesia vec bostíETtte

Castellá

REPARAEIONES GARANTIZABAS

'Má<¡uia9s ¿e escrshíc, suiKSir, calcular.

Gjttai Y rollos

URUGUAY 1363 TH- 8 59 28

gente, tnás Qtie «n Italia o en Francia. Los hombres 7i-ícuc(t fueron numerosos, sota-mente asisten en las fiestas "principales, sobre todo en TTavidad. tyero esto es un signo de cierta indifereTicia más que de ateísmo. —Aunque sé que no nos corresponde a nosotros separar la cizaña del trigo y aunque sé también que el Jaez todavía no ha venido, no puedo menos de preguntarme hasta dónde en Croacia 3a adhesión a la Iglesia es expresión de fe y hasta dónde una fuerte aürmación de naclonaüsn o croata, hasta dónde subsiste una especie de "catolicismo" ambiental... —ífay, es cierto, -una. religiosidad ambiental, sí, se mezcla miicho la religión y el nacionalismo, si, y así cotno los serbios son crtodoocos, los croatas son católicos— —¿N"o considera usted que el lugar tan prominente oue le han dado a la tumba de Mons. Stepinac pone un nuevo énfasis en el aspecto político, nacionalista? ¿No cree usted que se ha exagerado al instalarlo ahí en medio del coro ? —Mons. Stepinac. durante la guerra., fue. como tiene Que ser todo obispo, un hombre leal al gobierno de entonces. Después de la caída, del viejo régimen fue JiecTio responsable -^ condenado por los tribititales mediante un juicio ordinario en el cual twvo su ahogado defensor y su oportunidad de defensa. .. JsXgunos ambientes lo consideran un mártir, pero nadie lo condenó a -muerte. En cuarito a. sn turaba^ yo creo Que como a.r:zcbispo y cardenal no es nada exÉTOordineTio que haya sido sepult-ado eit la CafeeárítL Según la ley eclesiástica está, bien qne sea asL Según la ley cinil- en camhio, está prolt-i-hldo sepultar en las iglesias, pero en este caso el estado to fia permitido. Los funerales han sido Tn.uz! solemnes, contó se debe a un ccrdend. Y" no olvide usted Que quienes más üisitan su tumba son tas mujeres. —Perdidas las facilidades en que antes vív la Iglesia, en 0ué medida va creciendo en los fíeles la fe como respuesta personal, responsable, y no como símele resuLí -do de esa reü^o-S3d5d_ ambiental? ¿Sn qué medida los católicos yugosíavos van adquiriendo una conciencia de estar dispersos en un país secíilaríz3:<sr5. una. conciencia de díáspora que destruya cualquier mito ds cristiandad o cnalqoier nostalgia de restauración de ese mito? —JDespués de la. guerra, en todos Jos pazses Que Juvn sufridc -se comjmLéba un remacimSeTzto religioso, jf así ocurre también entre nosotros, no sólo entre los católicos ^no también entre los Grtodoj:os. Por otra parte, el estado Tía. gastado dervíos de -TTizHones en la res-tatxradón de los té-ffvpTos destruidos o dañados -por la uerrc, incluso en él nt-ío- ifo es cñerto ane él gobierno persiga a Ja Iglesia^ —¿Pero por lo menos Cícomo 3ne dijeron en. ¿agreí oi¿3 de tms. "vez), sf a las msnifestacones publzcas de fe? —-TcTpoce. L&s :pTOc^szones reQSJ^e-Ten- autoTÍzacSÓTi, es cierto, pero ésta -s* CGRScde €71 todos Zot casos. 7odom los años^ en Ja Faestit Se le ássmcaári, •j>ts!7i09 desde aqiíd ftasta la. ^arroaala. vccCTwr; tí éúx <£e San Bies, 'pr-íííectí>r <Ee i>ttbrot7n3c, fiay jirocesión por la» céHes de Ja ctadod. Cémtcsjios fno con pzíblíaic^iynes católicas^ ÍTICIÍÉ^ so re^^stas teológicas, Nk> está TrroJvíbl' ¿ULÍÍL T:emtíL cTi lea calles y msted Ita-

—No los hay. Siendo nuestro paia lin estado de religiones diversas, llegaríamos, si las hubiera, a la ej[ñstencia de varias organizaciones de las distintas religiones, lo cuál, a la tarifa, resultaría un fenómeno político: esto es lo que no está permitido. —¿Qué hacen los jóvenes en la iglesia, si no tienen otra ocasión de reunión que la misa? —Juegan al fútbol, forman coros— Vea, entre nosotros nunca fiubo una profundización de la fe, pero por otro lado nos hertios adelantado a las reformas del concilio: la liturgia en lengua nacional nosotros ya la tenzamos en el viejo eslavo, que era la lengua de los santos CÍTÍIO y Metodio, desde hace más de mil años, y asi ha permanecido bajo los dominios véneto y austríaco. Es tma especialidad nuestra ¿no? Ahora estamos introduciendo la lengua moderna, que no es más distinta de aquélla que lo que el inglés actual lo es con relación al de Shakespeare. —¿Qué dicen los obispos ante los problemas nacionales, qué actntud aconsejan a esto5 cristianos que -viverL ea un régimen socialista?

—Los obispos tienen su propia conferencia y mantienen contactos amistosos con la Comisión para los Asuntos Religiosos, cuya central funciona en Belgrado pero que aparece también en cada provincia, cada distrito y cada comuna —en lÁibrovnik,. por ejemplo—;. —¿Y los teólogos? ¿Ha surgido alguno que reflexione sobre la nueva situación? —To le puedo decir lo Que pensamos los curas que somos Tniembros de las asoctacioTtes. N'osotros partimos de un punto básico: este gobierno es legítimo; poT lo tanto, todo católico debe obedecerlo. Usted sabe «jttc después de la guerra, los occidéntctles, y sobre todo tos amerícanos, se comportabaTt con una gran desconfianza frente a este régimen mararisffz. Ciertos círculos en América habrían querido hacer de nosotros agitadores políticos. Pues bien: eso no va. Nosotros nos oponemos decididamente a esa tendencia.. —Todas las personas con las que he hablado, aun las más opuestas al socialismo, reconocen que para la Iglesia se íia. llegado _últmiamente a una sílruaeión mejor ^oastante^ mejor para unos "Tnucho" mejor para otros, que •a de los años inmediatos a la revoiii-ción. —Sz, él gobierno mejora la sitiia-ci6n por medio de los contactos con. los obispos. Este proceso -puede decirse que comienza en él 58, Hay -nisitas reciprocas de Jos obispos y los prcsi-deTLíes de las comisiones,, hay asistencia, de los obispos a Jas fiestas del gobierno (nx> del partido)^ aumentan los contactos día a dza. Obsej^e bien que en todx> esto nosotros Queremos estar estrictamente unidos a la Iglesia y at ^ ' __ - - - - * ± » -, - como tal, pero él aóhiemo no T^e hace —sQue posición adopto ios obisr obstacitlo para aue continúe Jo mismo-croatas en eL concilio, si lo esquema - ^ ^^^,^^ T^^ r^.^ ^^ ^^^jrn^cen «

él Papa está sobre el Concilio Yoerm^ :qiLe los obispos se están mostrando dmL masiado democráticos, están derna^^ centra los hábitos, contra las tradiáa nes. ¿Por que? ¡Si todo éso puede ouL dar! La libertad de acción de los obw pos no es necesario desarrollarla aha ra, ya tienen la que les corresponde dé cctierdo con el derecho canónico, co. mo sucesores de los apóstoles. El Papa es la garantía de unidad de la lols' sia. La historia en.sena que cuando él ría perd-ido el rígido control sohre lo» obispos, como ocurría en Inglaterra « en Alem.ania, entonces los obispos dan La mano al rey para separarse de fio-•m-a. Queremos la autoridad del I'avQ plena y completa. —¿Qué opina de la reforma de la Curia que ha anunciado el propio Pipa? —¿Para qué va a ser necesario? —¿Y la libertad religiosa? —¿Qué? La verdadera religión ta una sola, la católica. ¿Hay acaso una libertad para elegir entre el error u la verdad? —En un estado socialista, ¿la Iglesia se ha lanzado a alguna experiencia da curas obreros o. sin ix más lejos, da pastoral especializada para el medi» obrero? —iCuras proletarios, no! Tenemos um estilo de vida pequeño burgués, como •usted ve, ¿no? Es mejor asi. Yo pro* vengo del ambiente pequeño burgués jj me he quedado en el. Los proletarios no me interesan Tnucho, me inte-' resan el pequeño burgués y el campesino. El proletario actual es en su ma-yoría mitad campesino, mitad prole* taHo. Proletorños son los Que iro poseen más que la prole, ¿no? Y Ziicn, entre nosotros, la clase proletaria tiene el poder; por eso no es m.ás prole-fortá. —El hecáio de que algunos sacerdotes participen dñ las asociaciones y otrrts no, que \inos acepten al régimen como legitimo y otros se juzguen perseguidos por eL. *no refleja acaso una grave división dentro de la Iglesia? —¿División? No,, de ninguna mane-ra. Todos hemos sido nombrados par el Obispó y soTTios leales a él. Tenemos seis Asoe^dones de Sacerdotet, vntt por estado. Yo presido la d« lo Repúhlica. Socialista de Croacia. Aqva somos minoría los curas afiliados; ei» Eslovertia son mayoría, en Bosnia " Herzegovina llegan a la mitad, JVo me puedo expresar sobre los sacercU*tet que no períenecen a las asociaciones, pero también ellos son leales al 50-biemo y tienen rela<^nes con él,, puesto que necesitan tenerlas, —¿Cuál es la finalidad básica de esoL asocf aciones? —I>emi>strar que también los sacerdotes católicos, sin dejar de ser tales, pueden colaborar lealmente con un gobierno marxista. Que nrui y otra cose no son inconciliables. Nuestra colaboración fiesta ahora rto asume ninguna forma especial; erc Croacia cuenta 33 años, en Eslovenia 16^ Sepa usted^ que et propio presidente Tito ha visitado por dos horas él convento de los f^~ tuyos en Eslovenia. Nuestra actividad habitual con,siste en publicaciones, "Danicít" sn Croacia y una parecida en Eslovenia, en algunos conferencias por distrito todos los años y una conferen-cia nacional cada tres años-—¿Tienen obispos entre los miem-bros?

—No, no. no. Vn obispo no podría estar sometido a un cura como ya, -s* el cura ocupa la presidencia. —-Has relaciones de ustedes, los curas miemljros de las asoeiacáones, «n buenos términos con el gobierno, ¿.no podrá convertirse en una nueva forma de icstalación, de burocratízacíoii del sacerdocio, de aburguesamiento en de-Enitrva? —Ftjese: nosotros teneinos derecha « la. pcTzsióíi. y á la asistencza social, t^ mo si fuéroTncis empleados del estado^ al cabo de 33 años de servicio activo^ ITo soy un. retirado y recibo psrtSion.

zansos en fémiinos de una •vanguardia, y TEn ala. conservadora, usted sal>e, un Alfrink o un Ottaviaa ? —ZA3S oSispcs son ñec¿áidam.en;te pro Ottaviani Serrado asombro: •* --.v 50 también. - - -—UComo?l ~' —St, no me eusta^i czertas j&oveSades. —¿Por ejensplo? Tercer asombro;

en serTTzdo, Los que -no pertenecen a Xa a&>ciación -no tienen él dereckx? e» ret^o, pero se «iícc aue Jtabri una le^ gwe tairíbién. les dará a éUcs la posíSi-Vidad. üe obtener tena pensñén. Per Tni^ntras estamos en actividad,. J^'^'^* dét retiro^ ningún cara, recíoe Ttadc oefc csiíide-

tM CHA * 22

—¿Algona ¿eíáaracíén más? '—Sólo querría agregar que general-•mérae háhlanáo. Ja sztuJZdóTi ée _ht Igte. V.. __í Tr j - -s CíEfóZíca en el estado sócz^^sta ^^ ^t^L^^^T^Zi ^ '= »K«» «« iM fetesia, e^tán. abiertas, las amiT^-i^ ^^n^^J^„a1^ ntwáio i^o, son stienan. Vas ír-feni se celebran, sonto* Ort^^ -¿^^^¿^^ *** ^ Islesio tSones, a. toOos los oWstra» le* « J>«

AR&ENTINA fjte/asjVo ds MAieCHA

iSABELJ-rA: VA-RIAS CAI -TAS EPí I.A. MA SMA'

por /ese MeN-ra Cru

ISAMEI. PEMOM: radiografía de una negociación

quten provocarza uno de los más serios ^.obUmas que tuviera oue ?c¿Sr el ??6lSÍ no argentmo. Era lsabel_ Perón: a su la^o, Luisita Yubero. hifa áelgenZal ^añZ ^^Ví^^"° de secretaría. El ^ presidente Perón desde si cLa ¿t fl bíSo^rta de K^^o^ en Madrid^ a través_de m^les de Mlómetros. adeUintahn su dama^ el^m-pUcado ajedrez pohMco argentino. En la sala de recepción, una sola T^ersona esperaba a la vuL:iera: ^nr^qne Guerci. Ante las autoridades de iTimigración; Isa teí pr^entó todos sus papeles en perjecta regla; un pasaporte a mombre de María Estela Martínez^ Ciudadana argentina, nacida en La Rioja el 4 de febrero de 1931 Mía ie María José aarta. y de Carmelo Martínez. El pasaporte tenia la. t7ÍsaciÓn déi consulado «n I^adrid, bajo numero I3i64, expedido en ixvrü de 1^64.

POCOS minutos después Isabel se inscribía en el registro dtél lujosisiuio y tradicional Alvear Palace Hotel y dalsa domicmo en Navalraanzano, Fuente de la Reina Madrid. Nadie, absolutamente nadie, iiabía ubicado a la verdadera esposa de quien es uno de los más grandes problemas argentinos. "S" aquí comenzaba el principio del fin de una negociación; comenzaba una. serie de hechos tan graves como la renuncia, violenta del teniente coronel Sánchez de Bustamante, edecán del presidente niiaj la. suspensión del acto tradicionEd "descamisado" del 17 -de octubre; la muerte de Obreros huelguistas y hasta fracturas internas en el peronism-o, renuncias y expulsiones. Pero, ¿qiüén o quiéotes manejartMi la llegada de •"Chabela '? ¿Quién, o qui«)ies intervi-nieroiL en la negociacirói del ' operati 'o llegada"? Estos son los nooiibres claves: Jorge Antonio, Snancista y soáo de Juan Perón; Enrique Güero, diputado justlcialista por ia pro-Tracia de Buenos Aires; él Dr. Carlos Bramu-¿Ua, hijo del ex-canciHa- Aülio Bramuglia y jefe políti-co de la Union Popiilar; mayor <R-> Pablo Viceaite, secretario político de Perón «a Montevideo; Dr, Ranjón Edgardo Acuna, senador nacional y presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores dtí. Senado Dr. Luis I*ón, diputado nacional y presidente de la Comisión de Belaciones Ext dores de -la Cámara de Dentados Xlos dos últimos por tí partido oSdal XJCRP); I>r. Juan Ovidio Gaima, actual embajador argentino ^ España; EAIÍS Xonzá-lez Torrado» empresario y apoderado de los intereses «n Nueva York de Antonio y Perón. .Washington y .las •FI'AA -argentinas no estu-eron a.ienos. La diplomacia norteamericana dio su visto hueno al viaje, actuando -como pOTSonero ante la Casa Blanca El coronel Masa Biancarlo, agregado mBrtar «n E ana, ÍM-municó por airado eL viaie y en el quinto pt--Éo de la Secretaría d éGu xa, donde terija -su. de acho el Gral. XDnganía. se decidió a o obs-triñr el operativo. Es <pie el -comandante en jefe:, en agosto, liabía estado una :semana en Madrid y había estado en contacto eon el general español y amigo personal de Perón-CabanilIaE. A-deíQiás, en Buenos Arres, desde hace mxtcho *áenipo se mantenían convecsaciones con el grupo que encabeza, el metalúrgico Augusto Van-dor y él coronel —ca ya -ascendido s general— Alcídes liópez Auíranc, en el domieiiio d Erigaíoer (RO Güiraldes. Y las TFAA no podían negarse a este operativo Q.ue les con-"v-enía desde muchos ángolos care. sus planes ?HDiít5cos. Todo consieaaza dudante la.última estada en Buenos Aires —-liace cinco meses— del embajador Gaona, En xüx departajxieirto de ia caÜe Callao 1890, primero 3, se reúnen secreíainente *1 diputado Giierci y tSaixna; entrevista prepa-ísda por él jefe de un informativo ra^al de Buenos Aires, Este liaba peiiodista pret-eódía ei ^ eyo eeonónñco e Jorge Anix>nic para la cr a:-tión de una re^sta política. ¿m precio? Jorge Antonio tiene en Argen-2ns y Suiza bienes coi eíados por vaarios roi-henes de dó.lares desde la revohaeión del 55, y 1pi^>sn¿bs. el descongel níento por parte ^e_^ "Cornisión de Kenes Interdictos —(jae es diri-da por un atíogado twrdobés, íi.CaroIi— de-" Qdiente ^e la secretaría, general de la pre-sdenc5a_ -¿Qiié pedían ios ai ocíadoreE oSciaíes? Tin ^3i£3tssQe: de pacíScacmn de Perón a la n sa peronista, y iti ga ^él psaüdo jusíiciaJiSta al grupo neo-5>eran3Ísta, gratando la. CÍHI&3C-áóiL al ^odoT n¿5cal (CGD-Esto se acordó par amlws partes- Faltaba la

•probación d-e Arturo Ulia. t ^ 25 de sefiensbre ahnorzaron « la Casa C Sosads, TfTra y éi senador E ardo Aca-fia. Acuña le egresa -al Presideníe cpie ^ "Viajado a. Montevideo y conversado con ei »3ayor "Tícente y ue 'P&^ix spruéba ia negociación en todos Jos planos. ESa escsicr¡a du-ratíbe dos íioias, todos los det Jes del " opera-^^ Segada", y por íin 4a su aproe«c3on-

* tos -a.vjLtares dei Correo, afecrtado recieaLtemea>r-te por un proloagado para» bas. impuesto ai ^re-se9.te arttcolo moa excesi'va demota en. sn viaje basta la redacción <dc aiiKCHA. tas iniormacioiies reco das por Crns «n. tomo al Tiaje de Isabel ] e-Tóa,' empero, majtl eaeii. anxi Intacto sv carácter de levd jóti 7 «oi!ifi£Ttxaii, coma tí inismo a-atoT st!g;iere desde tí título, una clara radíoezafía «Se VMm de las iugaAs^ más resonantes polftíca. azsentin-a. la actual

TnmeíBatameiite se reúnen Guerci y Carlos Bramuglia con Acuña. Se decide que Bra-mugHa viaje irmn ediatam te vía Montevideo a la capital española. Así se hace. El sábado 9 de octubre, Guerci recibe xm. cablegrama en dave enviado desde Ginebra que anuncña textualmente: "Llegamos TCT al catanEarqtueño". Así se identifica a_AcuSa que es senador por Catainarca. Guerci 7 Acuña se reúnen en ua restaurante de la avenida Costanera; aq iel anuntña q}j!ñ Isabel Perón llega al día siguiente, douMn-go; q\ie nadi&. absolutam it nadie, sabe del viaSe en las altas esferas peronistas. SolicSta a Acuña que se ponga en contacto con Hha para deterraniar la aec5ón planeada. Son las S.30 hs. úél lunes 11 y Acuna penetra apresuradamente al despacho del minís-i3X3 del interior, Juan Palmero. "¿Sctbe qu.e la 5 .0x2. de P óiL está en Buenos Air . desde «Te& docioi " Palniero que desconocía total

mente el operativo y que ha sido marginado por Iliia, contesta incrédulo: "A usted, sena* dor lo esián. giraiLdo. ¿cómo puedo creer eso?" Acuña insiste y el ministro toma el teléfono d« linea policial. Uama al secretario del Servicio de Informaciones del Estado, Brigadier Medardo Gallardo Valdez y le inquiere: "¿Tienen ustedes alguna información de que lsBÍ>el Perón esiá ea Buenos Aires, Bricfadier. . . ?"; éste contesta con seguridad que tiene la iniormación de que se encuentra en Europa. Se hace una llamada al mismísimo Alvear Hotel y, anteMK soipresa del ministro del iníealor, se confirma que la viajera se hospeda allí. De lo cual se desprende que el operativo £ue nianejado por pocas personas en él más esblcto secreto y que Arturo Blia no participó de esto a sus ministros. La instalación de "Chabela'* Perón en pleno barrio norte» lugar de residencia de la rancia oligarquía argentina, provocó la ira de los comandos revolucionarios; el gorílisDQO se reunió paxa gritar, en maniíestaciones estruendosas, su desaprobación por la presencia de la '•bailarina y copetínexa", como expresaban en sus estribillos- "Militares de alta graduación y notorios apellidos se reunieron para la batalla campal que duró dos días. Pero la instalación, recomendada por el ex presidente a su esposa, tenía un objetivo: crear desde el comienzo el caos, provocar malestar. Luego de varios cambios de re dencia, Isabel es llevada a. la ciudad de Caseros, a 25 kilómetros de la capital fedci-al, y se la ubica en la ceisa del secretario — sindicalista y diputado nacional— Castillo, en la calle Belgrano 249. Eduardo Isidro Faiías, él dueño de casa, diría días de ués en rueda de amigos: "Chabela ia« rescatada por él grupo gEemiaL d* manos de los negociadores 7- teüdores neos <par neo-peronistas) para seguridad ele su vida y para d&tnostxaxle a Perón, que san los únicos que tienen la -rerc dera condvLCCi6n m d. par-lido-.."

AQLUI terminaba él intento de negociación del gobierno. Illia dio marcha atrás y ordenó represión de los desórdeoesf, alla-jtamieníos a sindicatos y suspensáótL del acto él 17, "dú. le ia lealtad"* El Senador Acuña, violentamente ofendido, viajó el 12 a la tarde en avión a su provincia, desvinculándose de" todo. El sector "colorado" del ejército presionó con sa acción psicológica al P. E. por lona represión contra él peronisino. 363, gobierno accedió-On gañía observaba tod-o él panorama gín dar opimón, pero recibía ima carta aecreta que había traído la viajera. La valija de cuero negro que traía a modo de portafolios, María Estela Marfínez de Perón, contenía joyas por valor de $ 6:000.000 aigen-tinos (según declaración a la Aduana) y tres sobres. Tres sobres que contenían iMaa nota para ser jugada en cada ocasión y según la situación. EL mensaje de paoScacaón, --si se lograba el operativo eon él gobierno, y- itrega del comando ai sector neo-peronista; «a m isaje de lucha sin cuartel contra él P. E. ^ los greinía-lisías demostraban su -dominio de la tuaáón: y MU últimb mensaje diñado ai -sector "-azuT* del ejército para una po ble contbiíatciOTí. y que tendría -el total apoyo de los- sectores diplomáticos y financieros nort imCT3ca2«>s. Perón demostró ser más sagaz. El P- E. demostró su delíílidad y falta de recursos para -msniobxar en una negociación de tamaña di-mentón y Onganía obtuvo una pieza TOAS en •esta jugada, de la que no estuvo ausente. Esta es la auténtica radiograüa de una ne-

g:oeiación frostrada-

gómez del valle/libros BX-LIBkERIA RAFAEL AARAETT

Ahora en su local de venta al público inouguiiado el lunes 29 DISCOS CEHXMICAS I, IB H O S i»o E s r A c tr A D H O s I.rTEHATUIlA ARTE SOCIOX.OG1A

casi Cabafo 23 « MAiCHA

Page 13: Ardao-Orígenes del latinoamericanismo antiimperialista

DANZA/PLASTtCAS/FOliagRE FOLKLORE

por Andrés Castro

Tres éiijti>s de Tonal "LOS CARHBTEROS" (DocuineñtaD. en Euxopa.

• He aquí el leitmotiv de este nue-vo re^stro de "Los Carreteros", y también un nuevo acierto del sello Gold X ut en este C.P, 024, y de Serie Tonal, que, a poco de aparecer en el mercado discográfico, apiuita como buena selectora de éxitos, dando difusión preferente a intérpretes y autores nacionales. Según su productor. Rodríguez Roque, esta, serie tiene posilíles ediciones futuras en Buenos Aires, con conocidos artistas rioplatenses. Scbre este Cl?. que nos ocupa, una sintética reseña: año 1960, 'Xos carreteros" aparecen con definidos caracteres en nuestro medio foDclórico, y a poco trascienden al exterior, tomando qn una bien intencionada búsqueda, temas poco difundidos de nuestro escaso pero bermoso acervo folklórico. Lo integraban entonces: V. Santurio, O. Muñiz, J. Ríos y Ludio Gutiérrez. Dentro de esa línea, no rígida ni "localista", impulsan producciones de autores uruguayos, ante el colonialismo comercialista que abarrota prácticamente la plaza. Esta línea, mantenida con elogiable firmeza, les conquistó un Lugar definido, trascendiendo efectiva-m.eate, EL conjunto . se rem.oza luego con la_ integración de Roberto Fassa-ni y Rodolfo Martínez Ceste último sustituido Luego por Walter Martínez). En el -correr del s.^o 1954 surge la gira por Europa. Lanzados por el espíritu avancista de Santurio, "Los carreteros" recorren varios países de ese continente. Dificultades, ludias y éxitos al fin, coronan esa gira por tierras tan distintas a las nuestras, y regresan con una colección grabada de sus presentaciones en radios, teatros, y XV europeas. Varias de eílas aparecen en este disco. La fidelidad de esas grabaciones, eT matrLzado de este CJP. (anotamos la falta de clasificación de velo cidad, por más elemental que sea), y la integración de temas no habituales en este conjunto-folklore argentino y del altiplano: Canto y cenceiioj Ciíaltai únanla y Zamba de las tolderías» que difundieron tambíéa en esa gira— promueven, más allá de la novedad, un ''documento" de la identi-ñcacíóa de los pueblos a través del folklore, y la validez del esfuerzo constante de "Los carreteros", en la difusión de nuestro cancionero. Como d matiz total es armónico y por tanto será seleccionado por él dáscófilo más por gusto cpie por calidad,, damos el detalle: Cara -A- Bío Florido, canción de Dutur y Centeno; Canlo y Cencerro, bailecitc dle Velardes; Ky CKOTOTÓ, sobrepaso de A. Sampayo; El rosaL canción de G. HL Matos Rodríguez; Zamba d« Iss toldezias. de Portay y Valles y Caiitíva del río, canción de A. Sampayo. Cara -B-. Vivo en un rai io, vals del Pbro. Lacroíx; El cantaT ¿e los cacreteros, catnción ae H. Martfnez y A. Jíoria; Chafad Manta, diacarera de los Knos. Abalos; Río de los pájaros, canción de A_ Sampayo y CIíaTTÓ.®- canción (una creación

ñs^ conjirnto) de A, Mastra y Rodol-to Peña_

"LOS OLIMARETÍOS" 33 r.p-m. 5012. Cara . -A-, Oreiano, vals d» S. J. García y Los oUmareños f A orillas del Olimar, canción de Víctor Lima. Cara -B-, Serénala boTzacha. serranera de H'al>en Lena y La aiíscona. mllong-a del mismo aulor. • EL dÚQ ha sido en el folklore mo-tívo de las más variadas estilísticas. Pocas veces lograda como en éste, la conjunción de dos voces de tan ajustadas faces tonales. Pero, además, un repertorio <|ue, aunque algo localista, ha traído a la luz del pueblo apegado al folklore, el paisaje y*la imagen, lugareña de su solar nativo, expresado en la poesía de hasta entonces poco conocidos autores treíntaitresinos (exclusión hecha de Serafín) como Rubén Lena, o Víctor Lima y otros. Claro que a veces, sin subestimar el . ansia creadora, surgen interrogantes. Por ejemplo, la serranera de Lena, con un ritmo de milonga lenta, o la canción de Lim a, con un evidente ritmo de zamba argentina. Elsto, que puede no ser obstáculo para el éxito del tema, se presta a confusionismos, aunque por último no desmerece la calidad interpretativa de Los olimareños, que repetimos, conforman un dúo de estilo propio" Tanto, que su trascendencia en el media y naás allá de él es ya una realidad que mucho bien hace a nuestro folklore.

"LOS ESTRELLEROS" un 33 Registro 5011. Cara -A- Vallecilo, canción de Buenavenluza Luna y Osear Valles y Los Reyes Magos, taquírari de Ariel Ramírea. Cara B- Destino de pescador, de Orlando Linch y Tu pollera de setiembre, zamba de Julio Espinosa. • Los mejores aciertos de este disco son sin duda el ta-qiürari de Ramírez y la zamba de Julio Espinosa. Vallecito, de B. Luna, tiene fresciu-a en la creación del tema, pero no está dado totalmente en la interpretación. Es de lamentar que no aparezca más a flor de surco la brillantez natural del charango del Chango Flores, uno de los fuertes del conjunto.

Buenas voces, arreglos tal vez demasiado sincopados pero dentro de im estüo ya conocido, encuentran aquí, sin ser el mejor exponenta de sus verdaderas posibilidades, el medio impostergable para Oegar más directamente al público.

EXPOStCiONES por Pablo iVIané Garzón

-._._ Según creo,. Sábat considera SASAI. su actual muestra de trabajos en el Centro de Promoción Cultural como una instancia madura, COCHO un paso dentro dtí. discernimiento justo de aquello que realmente pretende realizar. Muy probablemente tenga razón. De mi parte lamento que ahora, más que antes, se note &x su arte cierta ausencia de rigor qn.e aunen una expresión como la suya, tolerante -con él azar, otorga peso, ffr-me2:a y auténtico interés al hacer de nn artista- Eso, unido a cierto eclipse de 4a fantasía incesante, que era uno

Se ha puesta a la venia:

CUBA No. 37 Destacamos de so. CMkienidoc

• LA CAÑA. — Una zafra victoriosa. I-os dirigentes de la Kevoiucíóa, moctia. en mano, ai frente de sti pueblo,

• 45 años de historia, vividos por d. Palacio Preai-denciaL

• -MOZAMBIQUE!, el nuevo riteao cubsaw ^fue aiegn, impulsa "Y arrebata.

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de los méritos más fácilmente perceptibles de su obra cuando se- la consideraba en conjunto, me inclina a pensar que si Sábat se mueve cómodamente en esta vía ha de reflexionar sobre ella. Al fin y al cabo, no hay modo de eludir la verdad según la cual el arte no es más que el gesto imaginativo que se exterioriza mediante una creciente economía de medios. Cuando el recurso (una búsqueda de calidades, un chorreado) no está al servicio de las grandes lineas de la composición, se transforma en mero relleno. Y algunos de los cuadros de Sábat acogen rellenos que no le hacen favor. Lo mismo le ocurre con los planteos formales. Sucede a veces que los mismos son intercambiables y lo mismo sirven a ma retrato conio a otro que requeriría un trato sustan-cialmente opuesto. Las soluciones puramente plásticas &ri un arte com.o el de Sábat pueden ser útiles pero no alcanzan porque el retrato tiene exigencias propias, acaso más importantes que la de oponer un "applat" a una zona turbulenta de color y textura. Creo que Sábat deberá buscar la manera de ser un gran artista de la realidad o conformarse con un formalismo que en él será siempre estéril.

Pi ñ TMirif Cuando, luego de vivir rLItOlunLIV. algunos años en el Uruguay, Har s PLastchek se volvió a Ale-m.ania, el país perdió a un precoz maestro. Netamente influido por Klee en sus principios, había ya esbozado al partir los lineamientos generales de una jnanera propia, como la exposición de sus obras en el Instituto General Electric permite apreciar, puesto que acoge algunos trabajos anteriores a su radicación en Europa. I«os desarrollos posteriores de su pintxura lo colocaron en un lugar privilegiado dentro de la vanguardia alemana, que ha compartido con Sonderborg, Thie-lex y Dohjnen entre oíros. En verdad, los aportes reales de esta generación son allí modestos, porque la actual Alemania no parece ser campo muy grato para la creación original. Los jóvenes han insistido en recorrer los caminos que tan triunfalmente recorriera un íí'ay, por ejemplo. Las formas, la articulación de las mismas, el exasperado afán de otorgar al color tí papel presidencial de toda obra y el grafísm.o por jirones,, siguen siendo vinculables al precursor. Con el agravante de que en Plastchek las micro-formas erran por espacios abigarrados, nerviosamente trazados, sin llegar a comunicar algún sentido claro, Tío se me oculta que nada es acaso tan engañoso como la averiguación de los sentidos en una obra de arte; pero cuando ^ contemplador intenta participar de algún modo en la vida de ssisis obras desconcertantes (descarto, por supuesto, la contemplación pasiva, que expresiones como la de Plastchek no admiten) y fracasa, ha de confesarlo.

La muestra se integra con tan conjunto de gouaches que su autor enviara desde Londres, donde ahora reside. Tampoco en él buen manejo de los materiales veo posibles motivos de alanbanza. Muy rara vez se cree estar ante un cabal conocedor de esta técnica engañosa por su accesibilidad sólo aparente. A veces lo que se busca al renunciar a los ejercicios de destreza con ciertos materiales es eludir la rutina; pero naturalmente, a -cajnbio de eso es preciso ofrecer otra cosa. No pude percibirlo. lllDCr PÍr7 Hay ima tendencia muy ifUnUL rnix. marcada, en la actualidad hacia los enfoques experimentales del destino que cabe al Itombre eai un mundo neutro a valores. Y como si lo único que tal mundo mereciera lacra una idéntica pasividad, Cm» toma y daca de indiferencias), machos artistas consideran del t:aso s;a-tárízar coa el sentido común. Sin duda cualquier actitud es admisible. Lo qiie importa estéticamente hablando ^ que los logros sean válidos en sí- -Jorge Páe%. qne exhibe actualmen^ en Ga-

l&Aa. X)iri una serie de dibujos sar-cástícos en los cuales él humor negro qoiesre oodearse «con cierta* trascen-deocúM, toma p<ff aquella trazisrtada v^ con dilnóos no muy iiábScs pero sí versátiles y ricos de contoDido- No ci%o ^te d. propio expositor atríbiora a 3«. muestra más interés <itie d de manienersa «tk. contacto con ^oí nes sm ioteresan en sa ofora_ Sí mam mteo-cMMkes rebasaran ese propósito eoosti-toizian inmoderadas pret añoncs, por-<sam se trata de dibujos qoe se e fasL •D/KOjef^os de obras realfgitfl*» a zaa-yor escala. Qi»eto decir gae no me díecoA la ímpreñón «ie valer especift-camtfite cooio dibujo smo como trazados de ideas fugaces» bet uas —co-nao se decía coacdo le ploma «m vak' al correr da la plosaa.

— Gelecla PtocSer* OBCST SOeraidlBera a esbo i» (|B* es, s gún cree, SQ ^rók^ra maestra indíviduaL Se integra con. -ana s ria da óteca amr iaXimáam por fas WÍTS

MHHUIL

fianzas del Taller ae Torres » en general de grandes atracüv^^ lo en algunos se insinúa alaún •«fs *' por la luz. que es lo más S^nS'í un conjunto que aún no revela „5-cosa que comprensión por la ob» i t í predica del maestro. "?»» J llj

BALLET por Isabel Gilberc

Sodr*: brillanU <iausura • Un espectáculo de brillo y caliají Ofreció el ballet iel" | ^ ^ ^ Í ^ J Í ^ Í a la breve temporada que, con ¡aos^ pelones, poda de un program^r^^', U) de otro extra y cambios acidSS.: les de programación, venía corrienda-desde el 22 de x>ctubre entre deSK^' y altibajos. (Prente a los flojos y ^^ teñidos Lago de los Cisnes. Suiié • sica. Comediantes. Concierto de Mo«S. ' Apelo (añoramos el anterior cuarteto tan superior, que integraran, junto i los Barbón, Olga Bergolo y María Mi-^ aetti>, se inscriben, en su haber: Bá» pectxo de la Rosa. Medea, Don Juan. Beraaxda Alba, Opus 2).

La noche del viernes tuvo ua pii- ' blico tan caluroso en el aplauso como' la temperatura de la sala (y se repitió el domingo a la tarde); un. público-encariñado con las primeras fígoras, conocedor y sagaz, que premiaba a telón abierto, con bravos y ovaciones desbordadas, las excelencias de nuestra I>ame Graham (Taglioni, Pas d* Sepl. Adagio de la Hoso, en gran despliegue clásico, con su tan notoria virtud técnica, artística y estética), de Eduardo Ramírez ("Pájaro arul, sensacional), Olga Bergolo (La Péri, Pas de deux). Tola Leff (Julieta), Diego Alberto (Florestán. uulcro estilo y aran . línea). Leonor Farulla {Variación y deslumbrante Cerrito, la gracia alada misma, de una musicalidad j '• dotes de bailarina excepcionales).

El programa,- variado y extenso Ctre» horas), incluía dos obras en que la labor de los intérpretes se beneficia con el estímulo del público: la Snite - d* la BeUa Ourmienie y el delicioso Fas d© Qualre (Pugni-Perrot-Dolin, puesta; en escena de Ruanova), versión animada en rosa de las encantadoras litografías de Chalón, almíbar a punto de hilo de la pura danza académica, donde junto a Margaret Graham y Leonor Farulla tuvieron buen d em-peno Salomé Romaniz y Nora Zavala.

Después de prórrogas e impedimentos sucesivos las Bodes de Amota se realiz:aron por fin, con esplendor, a no de vestuario —módica y decoiosi sastrería del Sodre, sin mayor afinación de color, pero en blanco y or» los Barbón resplandecían, y el tutu de; Peggy, recuerdo de Covent Gardeo, eí una belleza—•, de baile mismo, que M-lo sustantivo. Pocas veces el elenco, en tm reparto que lo incluía casi. pOT entero Csoi prendía en él ia ausentaa de la 1 solista Ana María G ta). ha dado un, rendimiento tan alto y ho-" mogéneo efe las primeras figuras al cuerpo de baile. Muy efectiva 1* compaginación de Roanoya que álr te*na de farándula a mazurca a modo de drvertíssements, los capolavwl de la Snite con las danzas humorísticas, acrol>áticas o de conjxanto.

La Péri de Barbón-Dukas tuvo e^ asta vez «»no novedad la actuación oe Olga Bergolo en el papel protagom< imperiosa, pujante, sensible, con « precisa elegancia sionpre, tanto ai este esíüo como en el clásico: la Ina-pia destreza de sus fímettés o sus p««-

en el Pas de deox aixebatan. »

ESKCTACQUiS por Yerdoux

iN Et CRITIC©, EN EA COCERÁ N

o había nada de anonnal en el hecho da oue Lucien Mercier tuera tm crítico ex-iraordinario, y que escribiera «us artícu

lo remanales para MAECHA en buen caste-ninó excepto por un detalle. De que se Sitase de un francés, circunstancialmente la-dicado en. Montevideo.

la mayoría de las preguntas que oíamos acerca de Mercier versaban sobre esto. Alguna ore otra vez, como divirtiéndose, los de la casa ¿iplicamos que esto era la devolución en parte de tres escritores que les mandamos allá para b a escribir en irancés. Ducasse, Laforgue, SutKtvieUe. El critico en castellano Mercier (Lucien, n. 1920 en Le Havre, prosista, critico, mnfesor) era una entrega a cuenta de los fran-diates. Escuchaba con seriedad. Esta palabra, franchutes, podía ponerse irresistiblemente cónica en boca de Lucien.

Sus compañeros de la redacción intuíamos que en esta> aventura de trasplante había algo liliüficativo; tal vez lo que todos soñaríamos para nosotros mismos. Había que imaginarse, uno por uno, pues, yendo a Islandia y a Indonesia (cuando no a Nueva York y a París) para triunfar allí y hacerse un nombre escribiendo, o Úgo asi, para comprender lo que Lucien Mercier logró hazañosamente, en diez años de dibujo de JORGE CENTURIÓN

Uha sarta de preguntas a Lucien Mercier, momentos antes de su partida del Uruguay

ir en Horneo T JaH«la <Cñafl:ov*t-Lilal-MIskovitcll) Tola LeH r.^^^ vero defendieron con prolesioml M ' vencía esa coreografía desmanara^ ripáosa en que Litar no parece HaDera. exigMio gran esmero. »,=--Lace» y orquesta flmejonarwi » g a maestro Santórsola nrarOJí —^ pareaería empeñarse en S^ ' ^íJa. bala coíi «n batnta, más «ne s^^J? la airecci*' <»

orvoesfea ea <¿ ballet. . — Trente a ua rendimieato S«° ~L ta soasfoctorio, más mezquina .í«""**¿

da apBcK- a k» bailarina! ^™=^í^^ m qtmice dÍMí de multa. !a » J ^ ^ as Kieíao: di« por una. nug- ^ ^ por «iertai. <la recusación del s ^ ^ taibonaa be aduce descortesía ffl •-tSatáiM^ T «toco por otra ^_,^' eapeeifinda » pesar de haber *> J"

Sen «ate y ofeoa hedwa « « / S i da ana pc6xima

estadía en Uruguay. Con él mismo no se llega lejos, escarbando

ei estas cosas; a lo menos verbalmente. XTn Birogimiento de hombros, un mohín de volu-fcaidad escéptica, puede que tengas razón, puede gue no. Luego se porie a desmenuzar el •amto en el papel, y ya es muy otra cosa. Aunque se refiera a la harto rara dilección de Ver-doiix por el iüm de los Beatles, por ejemplo, o al fenómeno siempre paradójico de la sobrecul-tua el (meter el nombre de Aristófanes para eitplicar una letra de milonga, o a la aproximación por los pelos de Mallarmé y Juan Perón) que abarrota nuestras especulaciones latinoamericanas.

T que no traten de interrogarlo a eL porque le escuda en seguida en el espril de l'escalier, ese hombre que recién se desayuna lo que ten-ffia que haber contestado alli dentro, biillan-temente, cuando ya está en el zaguán, CON MATICES, N.1TURALMEKTE EH" estos últimos días antes de la partida,

con la certeza fatalista de estar olvidando cosas por bacer, con el mismo ármno pa-

í P de siempre, con una pequeña procesión emotiva por dentro, seguramente, hacemos en ra una sesión de picoteo musical (la

Schwaxzkopf en Bach, con una trompeta que no J?n«aría de Satchmo; ¿no ves, no ves. la es-tupioa culturita?), tomando una botella de je-le tratando de captar a tiempo lo que podría '°^S^ en el zaguán. •t^^ un crítico muy estimado en Uruguay. ««aonocído en lYancía, ,-dónde descubriste la Twaaon hteraria? _ «>n esa persona (vocación literaria) nñ» ^^ines siempre fueron esporádicas y eon-

Xa d^cubii, perdona la banalidad, cuando "as anos, en una biblioteca, la bibfioteea

«ñus padres, entre él diccionario de medicina J/*.?hTas completas de Henii Bordeauxi Mi Jracaon hteraria se ocultaba en viejos volú-

rojos y negros, que contaban historias de perseguidos, revolucionarios mejicanos y

-—ores de oro. Secuerdo algunos títulos: '^S^^amea", "ijes aventnriers du Val Í,¿KL' Í ? S°er perdu". Me puse a escribir no-^^^ Latmoamericanas". Mi vocación, dcs-"<J_ia perdí de vista. Tengo algimas cositas fim^^^jo^ies. Vine a Amériea del Sur: en él ^ ~ ^ t a tiene mucho en común con la Amé-BfíSíf ^° I>ahía Inventado a los 8 años. Con lot»^ naturalmente.

^¡^er critico íoeupa un tramo bajo en la ^^*ra hterariat

j™ tes escaleras me gastan mucho los es-^^hjjos. Son importantes para subir."

r ^^^^ erítícos de cine y literarios jóvenes '.^ys te gustan en Uruguay? ¿En Francia? (jj~ Ti2go las críticas y no a los crffieos. Sie B!í°™f lo que dicen cuando son cosas mte-

•es; lo qoe sucede en varios casos, aunque ¿S'P' ? viniendo de las mismas personas.

BE ^"^ °3fieo, ¿puede ser creativo? ¿Quiénes UQJ, panorama feniversaj, lo son, de qué ma-

•tf/kRCHA * 24

''Pienso que el creador puede ser buen crítico (caso de Sartre). Entre eiitica y creación literaria no veo ninguna frontera: siempre se trata de palabras manejadas (en principio) por una inteligencia."

UN LECTOR, UN PERIODISTA —¿^^UÉ escritores uruguayos prefieres? ¿Pin-

'TéÜsberto Hernández, OnettL SoiarL** —¿Qué representa para ti,, ea un plano de

psicología social, la diferencia entre alta y baja cultura CValéry-Borges, tango, tele-visíón, ia prensa popular, etc,)?

'•Jorges escribe tangos, y Valéry, seguramente, se sentiría muy cómodo frente a las cámaras de televisión. Soy partidario de una cultura alta y popular, folklórica y xuiánime."

—Hacer cine, para los talentos de aiiora, representa, lo mismo —dicen— que ser poeta hace 40 años. Comenta esto-

' Perdón: ¿qué representaba ser poeta hace 40 años?"

—¿Encuentras que se escribe automáticamente mejor en francés que en español- por aquello de '"ce qni n'est pas dair n'est pas franca is"?

*TLa escritura automática puede funcionar en cualquier idionaa (con tal qué se use una buena taáqtñna de escribir), Xa claridad es asunto de cerebro más que de lengua. Además, La oscuridad tien-e sus encantos."

—Situación compacatíva del Derechismo e Izquierdismo en Francia y en Uruguay, entre íntélectuaies. ¿De qué modo repercute en las actitudes, respecti-vamente?

*ÍE1 izquierdismo intelectual me parece más desarronado aquí; en Francia es el intelectua-lismo izquierdista- En cnanto al "derechisono entre los intelectuales", me parece un concepto contradictorio, ya que para ios derecíhistas, la palabra 'fetelectnal' es tma injuria. Hay que elegir."

—Compara nuestra prensa y ^ de Francia. Como periodista y como lector,

"Como periodista, no sé por qu^ me gusta

H

más la prensa loruguaya. Como lector, creo que la prensa de aquí tiene nn nivel más mediano. En la preftsa francesa Cy europea) hay elementas excelentes y otros francamente repugnantes."

ALGUNA PALABREJA y su GRACIA

I AS tenido aquí la sensación de subde-sarroUo? ¿Qué qxdere decir para ti? "Sin ninguna pretensión a la origina

lidad diré que el Uruguay no es un país sub-desarrollado, sino xai país mal desarrollado, en lo que se refiere al equilibrio de los sectores productivos e- improductivos, al régimen de la propiedad, etc. La palabra *'subdesarroUo" tiene un sentido evidente para quien conozca un poco a América Latina» y en definitiva este sentido es político.'*

—¿Qué es el famoso desdén del europeo por • el Tercer Mundo?

"No creo que el europeo desdeñe particularmente al Tercer Mundo. Suele, sí, desdeñar a veces lo que no es eiu-opeo (y los europeos se desdeñan entre sí).*'

—¿Has hecho muchos amigos aquí? ¿Quié-nes son?

''¿Amigos? Claro que sí. La pregunta es un poco indiscreta, sobre todo si quieres hacer variar la palabra en género y número."

—¿Tienes la sensación del apocalipsis en este país —como dicen— al irte?

"Al irme tengo más bien la sensación, de mi propio apocalipsis."

—¿Té satisfizo tu labor en la Alliance? "No me satisfizo. A veces me interesó." —¿Hay algo falso en el prurito del latino-

Bn*ericano por meterse en la cuüuxa francesa? "Uno no se mete en una cultura como en

una capilla (o cualquier otro antro). Pero todo contacto con formas de cultura diferentes me parece bueno.*'

—¿Y el europeísmo del hombre americano, como ambición?

"Ua poco anticuado, ¿no?" ¿Tuviste la impresión de que existe una

cultura americana aulóciona?

NO ME VOY CONTENTO "^VE ello no tuve la impresión. Hablar, hoy ^^ en día, de cidturas autóctonas me pare*

ce inadecuado. Existen, sí, puntos de vista americanos sobre la cultura.

—Cuenta algima caída del giLsto tuyo en materia de cine, de literatura.

"'Mi debilidad por ciertos films melodramáticos, por las canciones de Edith Piaf. ¿Por qué eaida?"

—¿Tienes prejuicios contra algunos consagrados en cine, arte, política, teatro?

'T)etesto a Sophia Loren y no me entusias- ma él doctor Schweitzer. Pero protesto contra la palabra prejuicios. En general desconfío mu-c3io de los cozksagradosr aunque la palabra tiene su gracia, sobre todo en francés.

—¿Que piensas del especializado, en critica? "Ser especialista en algo siranpre me causd

alguna reptdsión, a lo mejor equivocadamente. El crítico es im. homibre que expresa generalidades sobre la especialización de los demás,"*

—¿Qué de la versatilidad? "No hay que instalarse definitivamente en

ella-' —¿Te cuesta mucho, poco, escribir?*" "^e cuesta mucho escribir. Pero soy n aso-

quista y paranoico." —¿Se me olvidó hacerte alguna pregimta;

algo que te gustaría haber contestado? ' Pudiste haberme preguntado si me gusta

ba el mate Cno soy un fanático), y qué pensaba de Xa juventud uruguaya —que yo habxía d^-pejado con gruñidos diversos y una impresión favorable. Podrías preguntarme sá quiero más Jerez. Te diría que sí. Podrías preguntarme ai estoy contento de irme. Te diría que no,"

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2S * MARCHA

tEs. ritsiirisaJí gS"'

Page 14: Ardao-Orígenes del latinoamericanismo antiimperialista

ESPCCTACmOS I Carta du SUMIOS Aires por Albtrii, C|,¡,|

LO QUE SE FILMA Y LO QUE SE VE * lA SESÜNOA K FAVW. ff¿ Tti desértico panorania i-einsJite en el cine criollo {práeticaiyiente no se está filraando ni una sola película de cierta importancia, ya sea por su realizador o por su tema), la noticia de que Leonardo Favio está tei'rainando por estos días el rodaje de su segundo largometraje, no puede sino alegrar a quienes celebramos desde el vamos —y desde estas mismas co-liiiimas de MAHCHIA— la significación, de su Crónica de un niño solo, su primer film que ha conocido un módico suceso de público entre nosotros y ha recogido distinciones en diversos certámenes internacionales (empezando -por el Testival Cinema-tograüco de Mar del Plata,, este mismo año). La nueva película Heva hasta ahora el siguiente (y complejo) título de Romance del Aniceto y l& Fzancisca. 4» cómo qaed.ó trunco y comenzó la Irisiexa. y algunas pocais cosas znás. aunque nos parece que será conocida como Ronkance del Aniceto y la Francisca, y se basa en él cuento "EX snizo", original de Zuad Jury (hermano de Favio), adaptado por ambos con, la colaboración de Carlos Flores-Romance del Anicelo y la Francisca cu ita. de manera cua i operística, lajr andanzas de Aniceto, un pxo-

Ti.'inciano subdesarxollado con su gallo de riña a cuestas <-'Sl cenizo'') y dedos de las mujeres en su -v "iita: la Francisca, un poco sím'bolo del costado tradicional de nuestra sociedad, y la Lucía, más frá»ü, m s "moderna" para seguir co el símil. Estos tres personajes —que iatexpretan respectivamente Federico L u p p i Ctauen actor de teatro), Elsa Daniel y María Vaner— son los absorbentes en el film. Aniceto busca afanosa pero inútilmeníe lo que su medio no le puede dar: cultura, iiiteligencia, mejor posición económica. Su fi-aca-so es paralelo al de su ''lierraiiiienta de trabajo", es decir, el gallo de pelea, que también pertenece al pasado. El final es trágico, sólo suavizado por la metáfora del chiquilín -—acaso un nuevo Aniceto pero con mejor futuro— que queda asombrado y conmovido frente a un satélite que gira en el espacio. Pese a lo diverso de la trama, es posible que Romance del Aniceto y la Francisca se pudiera interpretar como una secuela en el tiempo de la anterior Crónica de un niño solo; Aniceto sería algo así como un PoÜn. ya grande que intenta "rebuscárselas" en Mendoza, en otro marco y otra dimensión argumental, natxiral-mente. Justo en Mendoza <ea la ciudad capital y en Lujan de Cuyo) está culminando en estos momenfK la

primera etapa de trabajo el equipo de la pelíciAla. Esta se hace por el esfuerzo conjiinto •—y básico— de cuatro personas, Favio, José Martínez Suárez (productor ejecutivo) y los productores Armando Bresky y Walter Achúgar, bien conocido este último en los medios cineclubtsticos uruguayos (había cumplido idénticas funciones en Crónica). El hbro ha sido aprobado por el Instituto Nacional de Cinematografía, lo cual implica facilidades crediticias importantes. La idea del. núcleo productor (aclarada sobre todo en conversaciones con Bresky), ha sido similar a los grupos de prod;UCCión del nuevo cine inglés, en loa cuales no es difícil ver que directores cumplen en ocasiones funciones de productor para sus colegas o amigos, si las circunstancias así lo requieren (Karel Reisz, productor de El llanto del ídolo, de Lind Ly Anderson). Algo parecido significa la presencia de Martine: Suárez en la producción de Romance y la del fotógrafo Juan José Stagnaro, proveniente del corto metraje (íBienvenidol); Otro el aaento distintivo lo constituye el hecho de la füraación completa en el interior del país: Miendo-za, como hace cuatro años lo fuera Santa Fe para Los inundados de Fernando Birria y la idea de llegar a tm público más vasto que las habituales (hasta ahora) éliies consumidoras de

relaf deportivo, s^ da cuerda por >» ttn^i'^

\j3i prueba de "buceo" testimonia aptitud. Pruebas de. impermeafaiiidad, hechas coa ua aparato que es una exclusivl-'' -íad Omega, certifican precísióa y seguridad del Seamaste---

Cada Seatnascer experíoienia -rarios "buceos"» 3 diferentes presíoaes. Estas piaebas ^veraa. dan la seguridad <Íe qtie la cobtista caja''resú-' niá todas \as v efíaciones de piesíóa * las cuales Ud. mismo podría esiar scmetido en «i sire o bajo ei agua. > a> üaa juata ""QT ás plástic» especial <!»•, puesta sobre una ranura de pcecisi&i ea ; íoaáo de fa caja *_

6) La presión del ag^ ccmpriaie un "preit sa. estopa"' ea iciniatuta-sttttada en la 5***T'n«i'

KJ Ei cristal irrompible vít sujeto coa coa 'anilla, y ai aomeatac la presión del agoa, ésta iuecza y piesicna el cristal cootra Ja caja. 31 Omega SeamasMr es el leloj deportivo de. 9ha. precisión más solicitado en et mundoif'

las obras del 'Tiuevo cine arg«,W CEisi: meacistente hoy, 1865 **™í> La empresa es riesgos y aa^^ inos a la espera de los refaüadrí la esperanza de que atenüSTSf * grair perspectivas del conjoSt-i alizadores que no lilmaia d¿»A ae haber realizado uno o doa^T y ae los que todavía no han. TSÍ despegar del documenlal. SeSZ Kecesrtando. más que nunca, nombS y películas para oponer a los comt? caant del entretenimiento cinS tografico local. víuona.

* Umi SE HABLA K MjJ En cambio, como revei«) de fe n». neda iümica debe destacarse el "fe. mómeno James Bond" (en cine) ea las carteleras portenas. Las cosas s£. giüeron más o menos este orden- • principios de 1963, sin peña y men» gloria, apareció y desapareció sUen-csosamente El satánico Dr. Mo (1962) donde hizo su presentación el peis» najCi interpretado par Sean Connary (ilustre desconocido), y acompañado por la pín-up de espaldas de luchador, Úrsula Andress, y d impagable Joseph Wiseman, sensacional en su machielfta chinificada.

En 1964 se estrenó, con mayor éxiío pero sin exageradas taquillas, Dódt Ruá& con amoc (1963),. que en la-glatena había llevado oleadas de es-• pectadores a los muchos cines en que se exhibía simultáneamente Francia, el resto de Europa y taníbiéa los Estados Unidos, habían empezad a disctttir y discutir el "mito" James Bond: comenzaba a producirse ea se* rie ropas tipo Janaes Bond, se hahla? ba de tm gusto James Bond en comidas y bebidas (vodka con hielo, y limón, por ejemplo), se :SIosQ&ba sobre su concepción del mundD. El héroe Co antihéroe) de Tan Elfitiiiig —muerto éste en 1964 en la cúspide de su popularidad, después dé fiaba escrita muchas novelas "dé James Bond'' durante atas de diez aSos— adquiría categoría universal, como im Sherlock Holmes cualquiera o acaso con. mavores similitudes con él Mike Hammer de Mictey SpOlane, «us tanto diera que hablar en su opor-tunldad-Y 1965, entre nosotros, sera sin duda recordado, entre otras cosas m» cmsimo más importantes, como a año Janaes Bond. Se estrena en el Gran Kex y supera todos los recomí de boletería, Goldfinger C1964) lata-cera de la serie, pero esta -vez dm-gida por Cuy Hamuton en lugar ae Terence TToung, responsable de lat dos primeras v otra vez de Hmnaa-balL acabada de fiumar en Europa, las Bahamas y otros escenarios e-pectaculares). Y, a continuación, « rebote, viene las reposicioaes de B. sstámco r>r. No y Desde Hasa a» amor, que —ahora si— son eaatos -mas en pesos moneda nacionaL » probable que el año que -nene puem ocurrir algo similar no bien se ar trene ThoEderijaD. T _, En cierta forma, los films ds Jame Bond mencionados. Adorado Jota-(& discreto film sueco que to&ma K proyecta, ante salas llenas a lo Ja^ y a. lo ancho de las P'Anáj^^,^ dades del país). I^ feEcidad ^ afluencia de público en. la CaP™ han sido las peHcnlas que d P°*^ ha Tasto durante este ano que ^ POT terminar. CDeiamos aparte j» reductos ea serie ^ / ^ a m ^ ^ o italianos, como es o^^^-'J^^ film argentino se les ha ^^^^ »__ í„ -c^t^ a -rsuestr» moa» lemotamente. Esta, a ^^^=^^L ea es la gran conrradicaon w

qne se'debate la ái*^^„SS¿al de ver, es la giait siquiera produce Gas excepoon» estno de 1* tísaaxa no «3 ^Jrz¿ e Buenas noches, «"eia» -B^ ?5 exteCTiadamente cííoSsassy at^^ comercial europeo, para f°^^ áá irrecoperado mercado ^ff^S, EicaiK incluso en esta^>o^ ^ ^ ñsc dd ane mesicano. De I^^mp zoa independientes, ya t'==*!, S«í do más •rra>a. Está claror ^ * » qiw no podremos ser oP*™" !)». ^^ccto al ciae nacional, e p ^ í j «u» la hom de la sHra y « P» "^ •^7 •« topenuw «oa iSw.

ESPECT&CÜLOSi ^SB^ EL OCASO DE LOS DIOSES por José Walum

...vBrniiMi» (The Rounders. MIES INTREPEJOS BE. UU. I964, üetr» j- eves 2). Cuando Bette Da-vis •f !otm CravrfoTd descubrieron -(Bahy ?¿ie) q-ue las estrellas de eme tam-ídén están sometidas a la temporalidad cancelaron, simultáneamente y tín obci6n posible, el ;crédito de sus ripiSs mitos. Glenn Tord y Henry ronda aprendieron la lección- el esBCCtáculo de dos vaqueros que van eiwcicciendo resulta así una parabo-1- de' envejecimiento de ambos acto-Zs a quienes ningún otro maquiUa-dor eme el tiempo mismo ha poblado de canas, verrugas y patas de gallo minuciosamente censadas por la cámara En el fondo, es una formula atractiva para permanecer todavía en el candelero, pero también denuncia on escrúp-ulo de verdad que oonliere a este -western un sesgo antiheroico que li no es, -vistos los antecedentes, del todo original, tampoco deja de sor-Brender. Y es además -una formula ejemplar; ¿quién hubiera imaginado, en cambio, a la Divina Greta echada % deteriorarse poco a.poco en las pantallas, acabada progresivamente por . el Tcranatismo y él colesterol? El re-•tiio en la cúspide, como la peritora-tis de Valentino o el accidente de Gaidel, confundían en -un mismo destino a la "estrena" con Margarita Ga-irUñer y Ana Xarenrna. ' El director Burt Kennedy, pese al «peludo que ostenta, es capaz de ha--cer un realismo muy preciso a costa *e la mitología del género. Arma su

Wtímas del T.C.M. •0 El Teatro -de la Ciudad de Montevideo anuncia las lilti-ttas funciones de su exitosa Ter-^n de la obra de Ed-vard Albee,

; ¿Quién teme a Virginia Woolf? ' £ as tendrán higar .hoy viernes ; --a'las 21.30 hs, y el sábado y do-nungo a la núsma -hora, siempre en el escenario de Sala Verdi,

película con lo que en general sólo son ingredientes s-uplementarios, contrafiguras accesorias que no suelen servir más que para lleiisr los márgenes de la aventura, ocupar los pasajes de antielimax. No por accidente el producto tiene todos los atributos del fragmentarismo y se mueve sin una línea conductora demasiado estricta. I^ silueta del nómade libre de toda sujeción, y sus correrías por el infinito espacio -sin circunscribir, se ha transfigurado en la imagen de dos domadores sin otra aventura que las penosas instancias del trabajo asalariado. Sería desorbitado atribuir al director una conciencia social demasiado exacerbada, pero el lento proceso de corrosión que atraviesan los personajes tiene bases bastante explícitas, aunque expuestas con cierto esquematismo. La lucidez es la .otra .sorpresa que reserva esta comedia en que la pasión de los fuertes se ha degradado hasta una esporádica ración de -whislcy destüado clandestinamente. Las criaturas se saben condenadas y, desde que no son héroes, tampoco pertenecen a la tra-.gedla: debajo de las ironías y los :gags, corre una lánguida vena -de desencanto. Tai vez ese íragmeníarismo bajo el caal se ve transcurrir la -vida de estas criaturas, sea en defíniti-v-a la pequeña trampa narrativa que el -propio realizador no ha conseguido orillar. Se trataba de mantener en un grado de interés constante la suma de los episodios y extraerles -un rendimiento unifocme que ios empareja. Burt Kennedy no lo consigue y la película se resiente a menudo de tales desniveles. En otros pasajes, ajndado por un conjunto de máscaras veteranas y especialmente -por los dos actores principales, ejrtrae im cuadro ácido y persuasivo del Far West tal cual es hoy en día. Este punto final de la epopeya de los pioneros, este epílogo amargo déla canción de gesta, no encierra sólo, a fin de cuentas, im adiós al pasado. No

se trata de la antigua comunidad del hombre con la naturaleza, del paraíso perdido, sino del cuestiona-raiento (no muy forzado, en todo caso) del American Way of Life. Aquí los personajes, estas centauros proletarizados, se contrastan con los signos exteriores de Sus Altezas Reales el Éxito, el Confort, la Prosperidad. Y aunque ni ellos ni el realizador lo entiendan del todo así, tal significado se aloja en esta comedia»

muy e]3>licito para los ojos de qult nes lo quieran leer. Si, después de todo, no llega muy lejos por ese camino <&caso tampoco podía), en eí trecho recorrido, en cambio, alcanza una cuota de ternura, de sarcasmo, de penetración psicológica y acuidad d« observación costumbrista, ¡que la colocan entre los más interesantes subproductos del "westem tradicional que Hollywood ha dado en los últim.os tiempos, JW

FLORENCIOS 1965 (11) EK un lemitido q.ue apareció en '*S1 Diario" Cnaiércoles 8) y presurmiDlemente en otros órganos de prensa, y que por razones de espacio lamentaxaos no poder reproducir íníenrámente, -el Circulo de la Crítica Kace, con la altura que lo caracteriza, algunas apreciaciones sobre una nota mia piiblicada en el último nÚKiero de MATÍCHA. Sin ánimo de polemizar, creo convenien-te 'hacer un par de puntualizaciones al respecto: I> Dice el Círculo *1MS aspectos del fallo con los qne discrepa. y que ahora sale a combatir en público, lograron, no obstante, tras oírse las íundamentaciones de quienes quisieron liacerlo, la aprobación de los dos tercios de los miembros presentes*'. Sobre el puntos, sólo me cabe repetir .qne es precisamente el heclto de qoie la hayan logrado lo que esta =pá-gina sigue .considerando iesi /o no. sólo para algiunos integrantes del mo draiento teatral, sino también para el prestigio del Cífcido de 3a Críüca; II) Blas.adelante .expresa:"".-. <el Circulo!) -acepta sin mayor esfuerzo que pueda disenürse con ,él fallo de los Florencios. _- en base al grado jde formación estética de

cada uno, al -gtisto individual y aun en razón .de las particularísimas simpatías que puedan animar ,a cuantos estén .discordes con las conclusiones .del Jurado" y 'Tta a ctitud de los impugnadores implica una postura presuntuosa por cuanto se autodefinen como los más lúcidos y capaces, y demuestra el resentimiento de quienes han sido contrariados en sus convicciones por los dos tercios de sus colegas". IJOS integrantes del Círculo • de la Crítica saben •muy bien que las razones de mi -(31»:repancia están más allá de la simpatía, la presunción y él re-seaatrmiento, y se _ubican en el plano de los criterios estéticos objetivos- De ahí que sus palabra* me causen por lo menos extrañe-za y que piense que la Institución debió aliorrarse —como se ahorró, y el Circulo lo reconoce, esta página— insinuaciones que no le hacen ningún favor.

Kstirao, como el Círculo -—en algo habíamos de estar de acuerdo— uue es ya tiempo de poner pinito final al episodio y abocarse, cada cual en la medida -de sus .posibilidades, -a labores :más importantes y :más .urgentes -en beneficio ¡del teatro jiacionál. G. F. P.

MONTEVIDEO EN LAS O)

c AMBASSADOR i Chanta^

í A ias 16. 17-45. 19-20, 21.05:1 aislados TJoidos, 1964. y 22.50 fas.) i ' _ ^

í l>onGLAS KEYES í Joan Forsj'the i Eícttard A iderson

ÜD írtien padre de fajyitlía prtrtege 3 tma sdoiescente escapada <ie3 reiormatorio -y compromete su bienestar conyugal.. "On mediocre realizsijor tropieza con los gas-ts.¿<>3 lugares cozntmes ael .género y naofraga en lua océano áe «oirurencíoiianisiaos

ARIEL <1S Oe .Tallo 1215 TeléfoiLO -X 55 04> (A las l.C_35, 1S.35, :2e.35 y 22.35 íisO

^hanfaie o un forero Espa5a= 196Í-

[ Eí Cordobés ¡ Alberto de Mendoza i ÜSaxLOlo M!o-rárL

Xa azaitisa carrera de HH rriatador vista a tra-vés de im arcaico relato iholicial- La •faena" del director recorre { toaos los .xadGS de la inepcia, Ihtixidf ende piestamente-[ ec -el tedio y la. xaíiaa se 'anécdota :primaria y ol>ada- |

CAUFORNIA (Colonia. 1329 TeiléEoikO 9 42 42> (A- las 16, 1335, -^Mi 22_-S.IiS-)

Agosfino Jtalis, 19S2.

IMATJHO BOLOGMIliX I Paolo Colonibo Ingrid TlmlíTi. Joim Saxoa

El «sííjo s-eSnado y conxpetente del director líiadttra en -Jn relato deaso y cadencioso sobre él .paso de la niáiez a la acolesceacia es ira muctaeiio de Ja btir-gijtesna. La perspectiva S adiaiía en tjiie :EIíra Ttna novela de üloravia es un puente aleccionador para comprender el condieionarríiento recíproco de la eí:s:-periencÉa. se?mal y social del protagonista-

IS DE JUUIO as de 3D1Í0128S

I Desafío «n I"««s {csisEigo o telefono S 5» 75> J X^T"^-^ r(Z,^^^^á.

{A las 15;40. -27.30, IS.». i Espazia-ltalia IHbsf 23J1© -v 23vhs:> i

QBiifiEM: »1 K«l Said.) 2n.10 y 23'-lis.>

aiC&Hl>0 BLASCO Sicharc- Sarrisos-a¿fc3 a G, R. Stnart

Los españoles e iíalianos se a.-v«nitir3n en ej -wesíena í y apelaiu sít; aprovecEiarlos, a ios más sobados cáüones í del génezo- La torpeza es el coraüii denoininador de di- f rscción, Ifbreío e interppeta "' *

I JAZÜ as de Julio 1365 Xeléfano 9 -43 ©t> ÍA las 1640, 19.40 T '22.4í¡ Us.)

CA las 15:30,

Gunga Dia -Bstados Xjnidos, 3

].CEaE.GE STEVENS * Cary Grane I I>ougIas: T'airoajiks j Víctor riCcLaglsn.

¡ Ave3tare»s oel oeste -itartearaesricEaio trasladadas .a ;ia • I india, doaae tres soldados ingleses detrotan a miles ds asiáticos estrangnladores. EL libreto inezcla acción :j- ^ i i2ainor eit dosis exactas:, y Stevens lo cEirig>fe -con S.- j i niara para los efectos especíaculares-y condado .formal, ! í en est>eC3aL en 2a fotografia y la ttazícz. sonora. I * *:

La heroha patruíJa rrheat -atm Wei» ^P"^^ -Estados Umaos. I9Í3-

SXCOT. Élsx- ;>:=<>' Barry Cao-Ol

mazioseado tema -«-alSeisíe, -en el maree de 2a i SWSa'gneira Smdiai'l-a acción y -el s^^amo. in-gredlarfes íadispeBsaMes. ijiíllaii por í— I3e estricta -elase S. el .eira itíiljza e5 :

MEFRO Teléfono s 79 sn CA las U, M. U, a

i íxts si^* aspadas Irfef woagador i Baüa. 1961

PIAZA asna cibcrted tm Telefono 9 5X ^) CA ias M.5Í0. rrjaa, 2US y azsoTís:)

I BiCCASDO raEDA ' Brett Baisey Seatriz Altazíba GinSio Eosetti

3ÜLaCELlO BAlJ>r Jarte Pasafcí»

; X-a. típiCa s rpeiprodacción itaíSana. -amoientada ert la i época feTtdaL con intrigas psiacíe as al lorxña. 53 Tínico' ' -TDÍjro rfeáC3taJ>le -es. prevsssbl naenfee, la exudada reccüs-~trQccjó=i de anib-ieri£es-

JROCADBtO SelÉfono 9 «2 «O» .

I Trx a ti=ao SS es descaíbierto. 2a nocne ce I Tüdad en] I .¿ lAádS Houm-Müáit. cSando ocasióg a -aa torróle aej í «¡SPcí ItüJuaaítaiia que oo alcansa a rozar - _5Uiitosi i SnprometSdos ad tema. El itrüSao balMc^-e¡ f STía lea&acíón I=ace inny dudosos sos -roceacos trae- ¡ f ircs propósitos- '__

I 3S ej€3r!pio eeiziasal del GIst en episodios italianos, ns-1 i lo -ife ixaixMT y laigo de coQveisacíóA. 53 título poede j ! ap2i<:atsfr -a- j>3<Jdiictce-es. tíiirectOT'GS. libietisias * íütér-1

27 • MARCl] >-. „ i- .iM»ia««»itegsi a«a ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ KB^ S 3aSJ S3 É^ ^ "'g¿;-

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LITERARIAS; Cuatro americanos contra el bloqueo por Ángel Rama

^ UATKO tomos, espléndidamente 1 , diagramados íXJmberto Peña), son eL resultado del Concurso Casa de las Américas del año 1965. Cuatro volúmenes con tirada de diez mil ejeoi-plares» que parece más si se considera que la mayoría de estas obras corresponden a escritores jó-venas de América Latina y a una literatura nueva. Con la excepción de Jorge Zalamea, que escribe un hermoso libro, son escritores que andan, ea sus treinta años y que, en I*a Habana {José Triana), en Buenos Aires (Víctor García Robles) y en. Montevideo (Jorge Onetti), están produciendo un cam.biD de la literatura y su ingreso apresurado a tm, universo moderno, convulso, dramático, paradójicamente muy lleno de esperanzas en los rioplatenses y muy lleno de aprehensiones y reticencias ea el cubano. Una comprobación general: el buen nivel, no de lo genial, sino de lo artísticamente bien resuelto, el niv de la eficiencia para escribir y proporcionar al lector un buen material. Otra: la impostación moderna generalizada, lo que significa incorporación de las formas de experimentación audaces del momento en Europa y América- Otra: la preocupación evidente por el contorno físico y bximano, pero no desde el ángulo foIMórlco,. que era como decir desde los ojos de los e;s±ranjeros. sino desde el interés humano general. lo que permite hablar del vecino y hablar del hombre al mismo tiempo, preocuparse por ia justicia de unos desheredados y estar hablando de las grandes ideas sociales, manifestar él fondo psicológico de algunos seres y estar explicando el fancio-namienío más esquivo del ser hu-mano-Qae todo esto se haya conseguido en las muy precarias condiciones en que se realiza este Concurso, a consecuencia del bloqueo que Estados Unidos y el cipayísm.o latinoamericano han. impuesto a la isla de Cuba, es buen índice: de la importancia que le han. concedido los mejores de Latinoamérica, de cómo los escritores no son apatridas del continente y de cómo las nuevas generaciones creen en la posibüidad de una obra original, fuerte, libre, que coincida con un mundo también, nue-"vo, fuerte, original in conocimiento total de Cualcpiier-cozsaño impresione mu<o mejor que la lectura parcial de los cuentos. Sólo al Cerrar el libro se com-pr«ide la. (erección férrea del intuito narrativo de Onetti, y se descubre que aquello que en la lectura aislada pudiera atribuirse a tor-p ca o a. desat ción creadora, obedece en cambio a un propósito artfsti-c«y muy claro y-, sin duda, oríginaL Estos cuentos nada tienen que ver con unos anteriores que publicara en ana Antología argentina de Nueva idqpzesión. Ha habido un cambio — positivo — de su enfrentamíento a la materia literaria, pero creo que todavía Onetti no ba aprendido a do-mmar con soltara tanto los nuevos recursos literarios íjue ha descubierto com.o las estructorag complejas a que ellos lo conducen. ISCás exactamente, todavía no ha. adquirido la audacia que da rotundidad insólita a un WHíjunto de instrcanentos líteraric» nuevos. "De5í> que la realidad me diga las cosas de a po«> y, aun, le permito el lojo de suponerme embaucado" dice un pea onaje de estos cuentos, y aTij 9» alude al dual com ortanúento de todas las criaturas onettianas, que son smultáneamente cómplxces de una realidad casi absurda y a la vez sus burladores o sus críticos secretos- Es decir que están sunier dos en un mundo que es sinsultáueamente fel-90 y- verdadero en dosis tan cambiantes y alternas que cuesta deslindarlas. El mundo de la oficina en "El amor es un McIio" es tan disparatado como la búsqueda, de la rtólat-áós. amorosa a. ia que la, pulga dentro de la botella no sirve de símbolo síiKr ce expresión man f esra de SU coizíplejiasd, EL £usto óe OixeXil por Io« mate

riales msolitos queda tipificado — el liso del "gargajero" en el cue? to de ese nombre; pero el materiS « menos insólito nti« i^ «,..=__ ^ » menos insólito que la mujer ana cuenta o que el militar qu* ^ ^ !. cado: el objeto, simplemente. ST solida un comportamiento alkS. que no llega a crear un numdo k¿. kiano smo el mundo que alguieu u, tulo cabala-he '. Del mismo modo, el uso de las formulas del lea aft se armoniza con ese propósito- Di ! un breve cuento: 'Estaba bien que el tipo fuera tornero, oero la co! mida hace mucho que río es graüs" El procedimiento, obvio, viene de* Borges. y sólo se distingue en la inserción dentro de una lengua có-Loquial y a la vez cargada de dinamita social. Se ha dicho este mundo alienado propio de las sociedades aluvionales, distorsionadas, de las ciu* dades del Plata, no puede expresar-se bajo las formas narrativas direc-" tas- La gran ex:perien?ia del arte contemporáneo, pero sobre todo la experiencia de este delirio trágico grotesca, ácido, miserable, piadoso' imbécil, dentro del cual vivimos co mo si fuera nuestro ambiente na- ' tural, exige la misma desesperada distorsión. Onetti corresponde a esta nueva instancia de. expresión ar* tística, pero en él la refracción lí-teraria del mundo no se da coino mero padecimiento o como entrega ' sensible. Existe en Onetti un cuerpo de ideas y convicciones político- saciáis nítidas_ que le permiten operar, y desentrañar la madeja, y eso'con-tribuye a establecer otra alternaa-cia, la de su sensibilidad (dolida, asqueada), la de su capacidad crítica (alerta, burlona), de tal modo que ha sorteado el peligro del escepticismo fácil, sin caer en él optimismo gárrulo de algunos de siia compañeros esquemáticos. Eso confiere un particular peso a sus cuentos;, aun cuando sean verdaderas experiencias del comportamiento disparatado de los seres humanos, habrá un lugar del . cuadro, un resquicio, o incluso un. vasto fresco de fondo, donde jMJdamos intuir las causas del comportamiento absiurdo. entender plenamente las criaturas y saber por qué viven así haciendo cosas sin sentido en un mundo sin. sentido:. Es Onetti el narrador joven en quien mejor se muestra la transa formación habida en La materia literaria, porque él ha abandonado el cultismo, la buena escritura, los sentñnientos ' írofandos", los ambientes delicados, y se ha ad«itrad» en la chatarra y eí minio del mundo actual: los ingredientes de ¿a realidad que maneja, él lenguaje CT. un asombroso grado de elementan-dad funcional, la desarticulación generalizada de los materiales, la voluntaria erradicación de lo bello, laa estructuras indirectas, de un boce-tado a medias, todo eso conforma una entrada, quizás todavía tímida, a una zona, moderna e inhóspita,- del universo actuáL La noclie de los c-esúnos revéto a José Triana como un atento l«* tor de Genet, de quien adapta la técnica de Las cr.adas y del uim Cliant d'ainouT, a ISL vez t e apela a los personajes que hiciera famosos Cocteau: la fauna de los nmos terriblas. irresponsables y perversos; en. lucha con su medio borgaes. No se íjata de una pasiva imitación. Triana ha sabido darles una ai^ culación vivaz, sabrosa, manejanoí» el horror de las situaciones con vnm haba estructura dramática- Sobre todo en el orimer acto, puesto que •» escena del jxdcío del segundo y «* desenlace es mera reiteración, y no al< n7a a justificar el alargami » de esa sola y brutal escena crunma* que plantea originariamente. Vista la línea de las influeiic vista la temática de agómca relación con los padres con ^3S iey« sociales que ellos tipifican en sus ora« nes, puede filiarse tambioa ^ creación como un caso tímico c^ desencuentro con las normas Í** " tes de ia sociedad, desencuentro ^ decido oscuramente, más qae 3™ Üzado o comprendido. Tanto en »» precedentes más ilustres como ^ este caso, ia aportación de = o ^ nuevas así como la exacer bacáón de la sensibilidad epíderscuca aue días consiguen, qii«dan_-9 ;2 das por la feUa de análisis f*** £ual para Il^ar al fondo ae ^ ^^ bisnátíta que las ongina. Por «*«-*

P^sfersacfón la» Ttrsencbts de la ™**>™' '*° ,fí inateriai qae sm aicanmla CB Í*» CIM^ nmneiro* d«I año, 1*0* <Alxgaa * ?" ^ mmq»is- Im ««ie "La gesieraaGix « ^

xáiEo mes áe erjftTO-

mcmnis i _^ ¿ vtcáacto «afta» pRn^ «•-•^^a caso fuera d« serie, obserw S SSi S?erés pero no compartibta *"" ÍAT demás hombres. í"c- hubi posibilidad de compar--?n ser-'a a partir de una transpo-t^^°' ^^nfs en este caso me temo T%r?a política o social- Es posi-Síf S el autor se precava am-&^^d3 la pieza en uno de los anos •' ,5nS -i>¿a evitar su implican-*= %S&iaír sobre la presente rea-g aHíSna, que me parece podría ofd'''So=tales de Víctoír García TíSes símülcó el descubrinuen o ?P ú?'escíitar muy joven, con obra Sfuy caudalosa y por lo Ji fnio ae-JÍ,T cor obi-a furiosa, desbordada, ^ °wiví.n-te" Y por lo mismo con mu-' STeleío y el proceso de selección g%'¿Íta c'on ¿acia Nicanor Pa-JÍL en la solepa, explicando ae paso S vacilaciones entre este volumen T otro de Noe Jitr-k: La balanza iex-^ó i=cün..n.icse por García Robles Toor razones de bastante peso. Coben /Ittfflatsria). se vio cautivado poi el Umor y U vehemencia, por su co-loguialismo sin lap' íos. Sabmes (Me-Iñco) por sus explosiones apocaüpfa-«; Gínsberg CEstados Unidos), poi m 'asxGsiTidad tempestuosa. En una Doesía de esta naturaleza hasta las KÍdas Tesuüan explicables, argumentaron los jueces". _ El resumen de posiciones es per-íectamente comipartible, porque da las buenas y las malas razones del libro Creo qne una vez leído, algunas cosas q-uedan claras: primero, que García Robles es un poeta dotado; cerurdo- que la poesía argentina ha creado -va una escuela propia, brigi-nai, dentro de las letras latinoame-liclmas (bien lo ve Nicanor Parra cuando dice que sus "objetivos, inmediatos parecerían consislir en la síaiesis de lo popular y lo docto, lo criollo y lo ajeno, lo personal y lo colectivo'')., tercero, que hay un ries-

ONE:"rT3: FREIMIO SE:M1URUGUA.Y0

go de facilidad acechando a García Robles y dispuesto a castigarlo no bien abandone el desenfado de los años iuvenjles; cuarto, que la comunicación con el prójimo que se gana mediante esta recurrencia al lenguaje directo, se pierde sunchas veces en precisión. Si bien ea mi caso yo me hubiera inclinado por Addlo a la Mamma, el poderoso y grave libro de Jitrilc, no dejo de reconocer IB seducción, loca, iconoclasta, de esta poesía: "Primaveta, pienso que sos. un poco atolondrada". Quizás eL mejor homenaje qué se le haya hecho al joven poeta es haber obtenido —cosa más

ipn tes49ta— Toto del muy exí-9»Lt perCecto, cultor refmado José Lezama Ijixoa. 1*» poeEÍa ignoiada y olvidada de Jox:ge Zalamea debe ser de los más déleitosoa hbros de ensayo que se bayan escrito en esta América. Es un libro para leer en alta voz, e incluso fue así que su autor lo ha ido componiendo, "probándolo*' en lecturas públicas, no sólo con reduciSas élites exquisitas, siuo con auditorios no preparados, los cuales sin embargo respondieron fervorosamente a su seducción. Jorge Zalamea decide hilvanar un conjunto de poemas que con razón llama "ignorados" y "olvidados", mediante un breve comentario de exaltación y educación que no pretende constituir jamás la obra sino sin -plémente acercarla al lector-auditor. I s materiales proceden de las co-lec ones de poesía popular o, para ser más precisos, de la poesía sin siitor conocido, de los siimeríos, babilonios o egipcios, como de los pigmeos del África Central, los indios sious o los líricos cristianos rumanos. Zalamea se define como "testigo de las universales hazañas del • Verbo", de la creación del mito, el rituaL y la profecía poética, y pronto llega a dar prueba acabada de un principio que estatuye al abrirse el _ libro: "Después de un número de años ya dilicllnhente conEesable de lecturas, estudios, cotejos, traducciones y viajes por los cinco continentes, he llegado a la conclusión consoladoza de que en poesía no existen pueblos subdesarrollados. Seguramente esta afiímación. que piocuraré piobaí en IcLs páginas de este libro no aliviará a los gobernantes, a los hombres de empresa y a las masas que soportan la dura carga del subdesarroUo técnico y econónúco. pero acaso esos mismos pueblos y desde luego sus hoinbfes de cultura bailen ina especie de modesta revancha espiritual

•a aquel beclio tfnm aqui Úmmarntín"^ I«a serie de poemas que Zalamea descubre y traduce admirablemente —sin ninguna pretensión de reconversión a las formas hispanas peculiares— es absolutamente d* maravilla; la poesía surge dand9 gritos, con una seguridad y un rigor que demuestran cuáles son las auténticas eondiciones de la creación axtis-tica en las comunidades campesinas primitivas, y que sólo podría compararse a una de esas recorridas deslumbradas a que convida él * useo del Hombre" en París. Ascendiendo por la escala, Zalamea llega por último a la Biblia, al "cántico por excelencia" y es por ahí que entra entonces a los poetas espa-ñoles cuyas vidas conocemos, tomando primei» la versión del Cantar do los cantares de Fray Luis, y concluyendo co». la libre reinvención del poeta perfecto, San Juan de la~Cruz-Quizás esta parte, aunque muy hábilmente te) ida, resulte distante de las virtualidades que hacen del anterior planteamiento y la recorrida de culttiras, un deslumbrado regocijo artistico-Me sospecho que este libro no cumple demasiado con las bases del llamado de Casa de las Aznéricaa en la categoría ensayo, pero hay que reconocer que esa labilidad con que los jurados de la institución pueden moverse — y doy testimonio de que es respondiendo a la libertad total que les ofrece tí organismo que los convoca — ha tenido aquí espléndido resultado. Jorge Zalamea es de las figuras relevantes de nuestra América Latina: por su obra original. El gran Barundún-Barundá ha muer-lo. por ejemplo, y poi su rigurosa fe en la poesía más exigente, asi sus fam.osas traducciones de Saint John-Perse. Todo ese rigor y ésa cultura han sido puestos aquí al servicio de un tema exquisito que se hace popular, amplio, generoso.

Noticias •^ Uruguayos ett.

Monteverde SigD» áe los tíempos: El Palacio del

Litro ifrancés), nuestra gran librería de 25 de 3Iayo, organiza una mesa deáica-ia a lilros amgnayC'S, con tn respectivo •artel pubücitario. Annque en una li-]»rerÍ2-«d¡t«ra, y aunone sa surtido h« %\i.íi siempre de los más amplios CQ toda la linea naciooal, la naeva niesa Je -cenias tiene nn airecülo provocativo j ex-

• !empor4neo. Claro qoe en esa mesa y en ías estanterías de libros nraguaycs es-tendidas en el fondo, el -lector pncdo tropezarse con cítalos realmente insóli-Ió=: esos libros que todos teñios dado p«r agotados fcasi todas las «dicionea de Oceíti. íMtr ejemplo) y no en, un ejemplar, sino en cinco o en ^ez, todos ii>— tonsos. T" hasta parecería •qne a los Tie-JOE prccioÉ.

^ A. rgen t i nos en- ín Universidad

Otra no-vedad en -venta de libros «• la Sniciada por :U Obrería de ia tíni-ver-•idad («n el liall nniveraltario) ^'e prc-eoita un natñd» materáal porteño, ín." elwjendo toda la serie 3e títulos de Jorge Alvarez, a los preáo» corretón dimites

• al cambio del día de la moneda argentina. Eso significa qne alguDas de la»

• raás díitmdídas «olectíones» como "Po-- lítica concentrada™ ó las "Crónicas", resaltan rcfiajadas a ncáfi de -ana tercera pane con respecto a los precios ñWnM» de libcería,

•jit" Moscovitas en auge _ La iuilacíóa vertiginos* ba arrastra

os los precios de los libros* P**"** Hast* afaora resi>etó a los de "Menguas Ex— -tranjermé" de Mosca, por lo cual tienen aetnabneníe precios increíbles, (WHno -comprobará cualquier nragnayo «n Pne— líos Unidos- Los Cbros de SholojoT cwea-ían diez pesos; tma excelente «dícáon de Makarenko n Ostro vski Ctomos a~ cnademados, ediciones pulcras de 200 y

. 306 páginas) anda por los -v ule o -trtín— ."*• pesos, tjn amigo -flne salía de alQ i«£G3n£a la impreáóa marciana: '^H^^e íüos qae no me pasaba esto; «on xé c5r*co libros y gasté cincnenta peso*" -

- Una aspirina para el cáncer

C*n esta fórmula (Trna: ms^rints. p&rm e3 cáizcer^ definió ^ Minisiro Juan. E. Prreí Deroto el plan <pM va ea oporm-tsídad aprobara el Banco R ñbEca, « pr< uesta del Dr. y«afp« Cil, par»

prestar dinero a les aiitcjree coa el CB de ejitar libres.

La ntisiua fúrmula podtia empiearce =ahor£ para referirse aí descuento del ÍO por ciento en el p-re<i« el papel que »stá manejando la respectiva Comisión •íue circula tMx la órbita de los Ministerios de Ha cié a da e Instrucción Piiblica-El descuento ile que se trata correspoi»Je a la ley que a prÍBcLpios de año bubía eido aprobada en el Parlamento- eí;ooc-rando de diversos impuestos a lat prpe* leras. Pero desde a({u«lla fetba, no demasiado lejana, a boy, el iant ¿ vm-e? denanciado trost papelero insiituyó los siguientes nuevos iiutnénsos- en ntü o. el 40%; en agosto «1 Ví% y poi.-í:i= iii:as después, tíR eí ruismo mes, ei 53 : y ibora eo no-viembre_ ti 12%- O =it'^ <joe en el lapso de seis meses el i! i»eí de jvrodncción nacional ba SE3>eraiio ana-pli.imeuie el cien por ciento di- enea-recimiento.

£st3 alza brutal se ba produv.-Idi> en ei papeL que corresponde a la i ere era parte aproximaba, del costo de nn libro «n lirada normal, y fca sido acompañada por alzas paralelas, aui . iie no tan enloíjnecidas, en los restantes elementos De tal modo que en solo seis meses el epiipo gubemamenlal ba conseguido qne na libro común que rosTa]>a cinco mil pesos hai-a pasado a talsr casi diea nkiL Abora ftírece redncir esie precio en í 900.ÍÍO- Lo del títrtlo.

• Cuando íff fruta

PEÍ. O para París el critico nmgaavv 'Emir Sodr ncE MonezaL con el En de úicifir una revista 13 teraria latinoamericana -«jne ea dicba «áadad aparecerf, lilclada Ifuevo r&pert4fTÍ», desaparecida Caademos '«pie dirigiera Cermán Ar cánidas, con la cual el Condeso por la Cultura babia íikíencado TeQoíar, -—en -rano—, sn punta de lanza cnltnral ma it lv;oba ani3com<inÉ£Xa, se publicará ábora ««la revista 4pie finan ñarán la* consabidas fundaciones norteamericsnaa dentro de la intecisa y bieo,pasada ofenr flivB cultural «pcie hxa -desencadenado sobre los indígenas laiinoamericazioa. Xa rwista s« auTEucia como vna pTdtHcact ii «strictamenle Ixieraña perteneoenle a nn naero or nismo cultura], el Jnstxntm d» EsOadíoi Sociciícs para América £•-Kínu, también £naxiñada por las «atadas fundacioae* itoxteamexicanaa, y «mparev l»d« con 3o* «TfanñsBiaa ñmi res pe fcss proliferado por loa paísca del eaa«-tjnence en Io« wlixmos añoa, y dd <«al •s Tuodelo ttmiciiáyo el "Catiro de Crfr'

1JO« intelefftiales ^m «ruKaron Jaa Caar«nta TÍví«roa m-o<iia tiendo «• ai. «ngaño de -qn» los joT nes, al erecc», aTCBíarían Jm leisecía» 3% q«e bacina.

rkü. a su edad. Ahora saben que cada pcneraeióu trae su cuota y que sólo debe esjíeraxse a que madure y c limpia su proceso, en algunos bien acelerado. Agiotado GorkJn, se recurrió a Arcinie-fcas; acotado Arciuiegas, nos alcanza el tliidoso bonor de que se apele a un com-

. patriota; el equipa se pondrá al día, re-jiEvetiecerá un poco mas, es probable qu.© ; ""rmos con algunos valio.sos testos, en-

--:: al jue;ro de la anáblgüedad por ~; Tiempo necesario a la imposición • -i'.titío y revista, y se irá tejiendo

: í,':3pa del intento de regimentactón --; f naacicda de las élites ¡nt«:lectuales

- . --i-Lra desgraciada Latinoamérica. No .2r cagnai que otro uruguayo —Al—

( "-.'.ri. capitán de aquella euipresa Irivestigar las élites— esté end>ar—

- en esia nueva bacana. ! . síima de tanto diaero perdido, que

ti í hace sino áemosirar la desorientación "T-'-!-,-c-¡ca de quienes lo iu-vierten —como !•->= píanes Can»elot que estos institutor ti« Estudios Sociales desparramaran so-Irre estas tierras— con la conSanza d< •Icseaer la ota, cuando eUos mismos son (Eiilenes- Tos primeros, soplan sobre el raar para provocarla.- Como la nobe la t rmenca, ellos no sólo traen la guerra, sino las condicione* objetivas de explotación y sojuzgamiento «jue coutribiurá q al proceso de comprenñón dft la realí'' dad por parte de los intelectnales boo.-cados de América Latina, de radicaEz— ción de posiciones, deü duro esfuecEo *li?! liberación que nos permitirá crear nuestra cultura -verdaderamente libre, n*» financiada.

-^ Uruguayos afuera Blanca Terra Viera reside desde baca

años en 9£adrid donde desempeña lareaa pertodútícas, qne toman a mentido la forma de libros. XI ñlñmo es ana biograGa (exallante) de Gamal Abdel ?íasser da la cual el ejemplar 4pie tenemos a la -vista «parece como segunda edición- l>es— pné« de la foto de íasser sl e este texto poinático: **Al más humilde de loa hombres, • aquel qne sólo tiene la esperanza, -porque para afirmar la esperanza había Uceado"-

Carlos Gnrméndcz ijue ttene nna obra literaria considerable, narrativa y crítica, cumplida ea tierxsia europeas» es— penalmente en España aerega m «Ha im itneYO título: sn novela IHaria de un resudtadft- Adecuadamente bi dedica a Aliona» BnñneL "creador de sueños'*, pneaE» se entre saeñoa ao realiza. En I«« márgenes de m» narradlÓn Éznsas-magórics, y tat ensay» crítico, «c sí-Cna la (d>ra, tnnsz^r^iu * «na pesquisa de laa cansas, Isa direccSoues y 1m fuerza del desee. H sgiarScadc, «! místcrSo. do It aCcacñÓB de lo» «exos, la lacba ía boitAra T =«ij«» y el cs<«am=eiao fiaal del amor ««n los zesoas qu» recorre e«C3

• Concurso Casa Contestamos: el premio Casa de laa

Américas, 1966, exige envío de los materiales antes del 31 de diciembre pró-simo. Las obra» deberán ser r ntlidas a Case Postal i, Berne 26, Swiaa, o • Casa de las América», G y 3 Vedado, La Habana, Cuba. Un original y cnatr* copias.

• Tlomencje a Jesualdo El jueves 16 la Unión dei ii íiteri*,

con el patrocinio de nn conjauto de escritores, rendirá homenaje a Jesualdo, por sus sesenta años y por los treinta d* publicación de Vida de un maestro.

•^ Condenado por prologuista

Habiendo agotado los recursos para quedar en ridícnlo, el gobierno de Cas-telo Branco se extrema en la invención de nuevas fórmiilas. La última ba sid* entablarle querella al gobierno xtragna/y» porque Brizóla escribió on prólogo a •• libro que ni siqoíera se publicó sqnl* sino en la Argentina, y qne en su Tsr— wón origina] se editó dentro del BcañL La crisis irasUeña, de loáo - Candida Btaia Netto jne editado en pormi és per dcilBzaci^n Brosálenu, Sin de Janeiro, y en español por Jorge Alvares, Buenos Aires. Para esta -versión Brizóla escrÜñd nnas paguas introductorias donde baca nna rápida síntesis del proceso política brasileño de Vargas a boy. Concluye alil* osando qué es lo que quieren: **qaer»-mos asumir la plenitud de nuestra soberanía, que no sea solamente formal y jurídica, sino efectiva y actuante, Übrs de intromisiones y tatelas externas. Qn»*-remos usar nuestra soberanea para libar* rar a nuestros pueblos de la somiádn, la miseria, el atraso, el sufrinñento. Raeremos ser dn tos de nuestra propia casa para manejarla sgún las eonvgnii iiiiai y necesidades de nuestros puel los, baj* la ínspíratñón de nuestras tradiciones, a la luz de nnesiras pecnliacidade naaft— nales y de acuerdo eon el espíritu cria* tíano". Estas palabras no pudieron aer soportadas por Castelo Kraneo y su ««fna po. Se comprende.

- Ediciones nacioTiaíes TeuvL -para ms soZo viaj^ cuaderno de

poema; de Cristina Lando,'2S años, Ce£-eión de autor) es asi deEiñát> en la so— &pa= "sucesi-ón de poemas unidos por nna pro«a breve con 1« qne trata de acaroular el contenido del xesao'* Csracl, Del dibujo de Glauco CapoEzolI de la tapa, dice la misma solapa: deja la sugerencia gráfica precisa -qe ínejo de merruza 3a autora en loa diez poemas".

>4,I3C3HLA. as

Page 16: Ardao-Orígenes del latinoamericanismo antiimperialista

2 tlTERAMAS •

de política Recuerdo que eiirtre las raúlíiples leyendas ao-fcre la vuelta de Perón, iiubo una que despertó en mí una simpatüa iiunediata, por su candorosa, absurda inoeencia; '"Peróa volverá en un avión negro". Me íue coatada eu la época —-ya bastante ida—• de que el peronisnxo era "»so que Sea pasó a los argeníinos". Esta miopía torpe y sobradora para obsei ar el fenómeno no fue privativa de nosotros sino cpte aíectó igualmente a amplios sectores políticos y sociales de la misma Argentina. Xras tres primeras páginas de este libro de Peicovicli son una especie de "parti-pris" ideo-tógico "ni peronista ni aix£ip«roxiista", y con ellas el autor se remonta también hasta ese trasfondo nebulosamente legendario al cual asióte en su sdolescencia: Perón en los- irigoríücos, su renun-eia a la vice-presidertcia, su victoria del 45. Esta ligera prescíndencía de lo que sucede, Peicovicíi la mantiene liasta la caída del régimen y más particularmente Itósta los iusilamientos del 9 de junio por la Libertadora, aquellos que a muchos comenzaron a abrirles los ojos. Comienza aquí luia de las singularidades del peronismo; el estudio, la dilucidación de su papel histórico y las perspectivas de su futuro en tanto movimiento destroncado del poder, pero al mismo tiempo, principalísimo factor ea el panorama político y 'social arjíentino de los últimoa diez años. Esta

nueva posición conducirá a rever,' -—eliminando algunos apresiurados esquematismos, qiM antes ae aplicaron,— fundamentalmente su coníeoído de de clase y su importancia en la luciía contra, la oligarquía y el imperialismo. Este libro no pretende asinnir una visión totalizadora, empresa por otra parte que desborda los límites de 80 páginas y de una perspectiva individual, niás aim, voluntariamente no abra un juicio parcial o mo-anentáneo sobra el ienómeno en su totalidad, pero se ocupa de xm aspecto de el, secundario sí, y más en estos mohientos, pero de importancia indudable: la figura <ie Perón, hoy, en' sus TO años madrileños. El lil>ro es un extenso reportaj e, que se debate entre el relato frío, objetivo y la simpatía original que el personaje despierta en el cronista. Allí, en sus diálogos que no niegan ciertas tozudas y alá"o desvariads opiniones ni enfatÍ2an aciertos sagaces de otras; en el reportaje al "Hombre" que va dejando de ser sólo eso para convertirse en un retrato vivo, emocionado hasta el final, del hombre Perón, radica el logro mayor del libro, aunque se pueda desconfiar del encanto del personaje, aiuique su valor pueda ser —repitámoslo— simplemente testimonial. HOLA PERÓN por Esteban Peicovich. Buenos Aires Jorge Alvares Editor, 1965. S9 pp. (Distribuye Agusrtín Antúnez),

Como si quisiéramos lograr un equilibrio cri-titío-geográfico, este libro es sobre el otro gigante enfermo que nos limita: Brasil. Se trata y conviene decirlo desde un principio de un excelente Libro sobre el golpe de abril del 64 sus orígenes.

su inestable presente T ant^ -* ^ Xo capítulo i&ú^^3^Jf^^^ ^MSL^J es. un .periodista b^lSo*'jS?»»-^l3¡ vemte anos <re intensa i^idaS°''^ «««»? como tantos, vive en tí e ^ rlr. ^^ C nosotros- Para quienes como ?„ ° 5g3*. «2 ^ .t«j.«a, wtv& en el exilio obüga nosotros. Para <iuieneB como yo, ignoriSaíüí mucho, por no decir trriw -«i— núl1ipteí¿í

? íalta &S

mucho, por no decir todo SS..' • -i^^^^ii^ tos. de la_ situación tíS^a*'!! S°i«gf^ dicion. Eiauiera I»>,.,Y,,T _i "T -? íalta iC^ dlción, siquiera forSi ^ T ? ^^ democracia; las flaqí^Ss de • ., t' ' í»» *"i vimientos populares 1¿ ínrti""' °= de sus " algunos de^ Vonúc^y'^^^^JP^f^^ drxa resultar de un abrur¿ado??™'S,!„PÍ_-'nao J» ~=-„„i. uc iuis jjojancos y diri cntot-—r it?" » drxa resultar de un abrur5ado?eI?ÍS,vS3Tao J esclarecer, nos obligara taí í,« ™'™» Qlleí borda nuestras rS^'^^'t^^¿,^ ^{ Por el contrarío el Ubro. mmr Maí „ esperáis; sivo. las redobla y alirm¿ al ri^. 1S í ™to.lS fundidad y soltiía de ¿¿lo í^*"!?^ "« W y externa, de la reaccMn teSil J^ í,"^ ^«^ el futuro de esos 5 millón^ ¿nrL1ÍÍ°5^«^ siguen manteniendo el poder corf ÍTif ® '''» W •°H 2' teniPeramental S rSS ^ ^ i ^ . * ^ piedra del escándalo- afirma ¿e MaS L^^Í^ iribaye de manera muy positiva a ¿J,,?*"- «* también "esfin conladL las horL dÍ"f ^ 19» res y expoliadores de nuestros DLM^ ? "*»-ffuridad el Ubro será maS al ?bl1»' ^ " '^» panorama del Brasil en loí mtímnf f- ^°^^ ^ sm contar con la gratuita ^SS^ ^°^ ? e*

19te. 182 pp. (Distribuye-Ag^S^i^fe A-r.a

iflObns •

LOS 30 AÑOS DEL MAESTRO

•UANDO uno se entera l>rusc:a-mente, de estos aniversarios —Vida de un maestro, el ad.-fmrable libro de Jesualdo, acaba de cumplir sus treinta años— no es sólo la nerviosa comprobación del tiempo ido lo que desconcierta. Tengo euriosidad por saber si la obra sigue guardando, para los lectores juvenües la fascinación que para mí tuvo no 01611 entrado a 2a adolescencia. Recuerdo -vivamente la. emocíóit, el rtusiasmo» la mili-

taiicia que en mí generara esta obra, que no leí en su prñnera edieión sino en la segunda que editó Claridad —Y todavía conservo— con una carátula muy de los *thirties", o sea muy parecida a las ilustraciones de los libros escolares, y que firmaba quien para mis doce anos era un desconocido: S. £. Suárez. Mal podía medir entonces las virtudes pedagógicas o los revoluclo-' narios alegatos que se escondían en esas historias de los niños de la es-cuelita de Bocas del Riachuelo, y sólo algo pude entrever cuando apareció Fuera de la escuela (que ya no era lo mismo). Me fascino como uns novela —que eso es, subrepticiamente, compuesta en la forma muy astuta que hoy le puedo reconocer— llena de personajes que tenían poco más o- menos mi edad, que imponían el afecto, con luchas y entusiasmos compartibles. Hacía muy poco que yo mismo había dejado la escuela, y el cotejo de la "Alemania" del Reducto con la que presentaba el libro, la transformaba retrospeetivamente en lo que no lia-bía sido: una cárcel triste y aburrida. Tal el imperio arrebatador de la literatura en esos años de la vida. Entonces podía hablar del Coco,. de Adela, del jrugoslavo, de Juan Carlos, de Radomir, como si fueran compañeros míos: tan veraz en su simplicidad y en su gracia es la transposición literaria de J iraldo. También, si quería llorar, me bastaba con leer la muerte de Pinico;

ARCA Felbberio Hemmdez: TIERJ2AS DE LA MEMORJA

Tróvela postuma, a la que su autor dedicara anos de trabajo, se oída por ica penetrante estudio de José Pedro ÍDíaz: F. Hezziácdez, nna conciencia «jae se rehusa a la existencia. Saianáy Cabrera: POEMAS A PROPOSITO

TJna totalidad- laica, profundamente ixumana, artísticamente decantada, de tmo de los mayores poet del paí IU>que Faraoner EL URUGUAY EN QUE

VIVIMOS fl900 - 1965) Por primera vez im panorama objetivo, detallado y documentado en lo eíconómieovpolitiíX), social y ca^ tural del Uruguay d * siglo XX-

Aído Solón: ESTUDIOS SOBISE LA SOCIEDAD URUGUAYA Cl» lií^ ensayos más polémícts de_Solar2, so re ei ccax^ portamienío electoral de lo* uruguayos, y ei *Ee-quiean para las izqjca.e^iñss", CTL este simulo fcoao á& ssí obra,

EN VEHTA EM lOBBSHIAS y ai la VI TBSOA. KACXONAZ, XÍK X.ZBBOS

Bepresenta en Montevideo: Agustín Antúnez Buenos Aires 51- ese. 1^

%áASLfMJL * 3Q

y si quería emocionarme hasta lo hondo, cualquiera de los desafíos a la responsabilidad de los niños, a su capacidad para hacer y luchar con la adversidad; y si quería sentirme enfurecido,, solidario, social, la historia de la huelga, las peleas contra los patrones y las autoridades. El efecto que a otros les hiciera Cuore de D'Amicis, en mi caso correspondió a Vida de jxn maestro. Indirectamente le debo tamhién el haber leido el Poema pedagógico de Makárenko y él Juan Cristóbal de Rolland que participaban del mismo espíritu del progresismo antifascista de aquella década llena de fe y confianza en el hombre. Creo que también le debo el haber considerado seriamente consagrarme a la carrera de maestro, de lo cfue Miguel Soler, a quien consulté, me disuadió sin vacilar, afirmando que no tenía ninguna de las condiciones requeridas. Hoy me sospecho que en el volu-m.ea hay mucha hojarasca perecedera; pero no creo que pueda ahogar sus valores sentimentales, intelectuales, formativos, en él sentido más amplio de esta palabra. Porque este libro, leído en la tierna edad, debe contribuir a estructurar él carácter y debe invitar con buenos argumentos a Icts tareas creativas y , entusiastas que la vida y el país redaman. Pocos libros en nuestra historia eiñtiiral tan traspasados por el espíritu de libertad, tan confiados en que sólo mediante la líber-

NOVEDADES LITERAR/AS Ultimas obras de Manuel efe Castro

EB venta ea librería* y en. Xa 64 FeriA ded libio y A ja^tíam Tnódícos. lEsiozia de uxt peqii o fonóonaiáo Cnovela monte-videana) 2* Üción CPrá-nkio Centent nario d«l

Umguay) Cjg« T 3K Flesia dm loa

Toros CBstudíc

DK. HUGO FABB»

tad se desarrollan Izs potencias hm manas,, y al mismo tiempo más crédulos en el aícance de éstas: la historia del misterioso loskos y sai espléndidas construcciones mecá&i* cas sirva de testimonio a esta ra-peranza. Recogiendo una espexi&Eicia da más de siete años en una éseoela rural, escrito en una curiosa conjunción internacional —los triunfos del socialismo soviético, los avances de la revolución mexicana con Cárdenas, el espíritu de New. Peal, ia lucha contra el fascismo, la República en España— y dnrantá una aglutinación popular contra el te-rrismo que fi de las últinms verdaderas coincidencias progresistai de la nacionalidad, el libro rehira el entusiasm:0 juvenil de su aútoo; si, pero también la esperanza abieiv ta de un país que todavía era capai de mirar al futuro y que del y» clausurado período batUista cons»-vaba viva su fe en la acción caá individual de los hombres para transformar la realidad.

Es por entonces que algunos intelectuales, por seguir fieles a ese impulso, se incorporan a los partidos ae izquierda. La experiencia de 1» crisis económica y social de los años 1930-33 que condujo al golpe de estado, y que sirve de fondo permanente a este libro donde los niños abandonan la escuela al no recibir la galleta diaria y donde sus padies ven cerrarse las fuentes de trabajo. Ene él aprendizaje personal cpia ^ completó luego el espectáculo universal. Gervasio Guiílot Muñoz, Enrique Amoxím, Jesualdo, pueden tipificar en nuestro país ese cambio que se produce por ios años treinta. Después de haber escrito libros de poemas bajo ia inSueneía de Basso Maglio, es en Vida de un maestra y en la experiencia viva que aUl se recoge, donde Jesualdo se encuentra consigo misnüo y donde tablece las bases de una orientación a ia que lia seguido fíel estos tr n-ta añcs transcurridos, hasta cumplir . sus actuales sesenta. PiensK> que este libro no tardara en ser tm. clásico de la infianeía, ^ mo lo es JuveniSa» y que a i^ r , vulgación que lasada le ha otorgado íncLi éndolo en su colección. Contemporánea, se agregará un a la ecScióix pppxdar, nacional de ^^T vefnfe mil ejemplares. ?ío sé s espezlencña pedagógca qué f^.^ volumen se cuenta es viable ni SL tí mundo fritnr" con sus exigencáai cada vez mayores consenñrá ^* alegTMi y esa eíxpansión gozosa de los niños que devienen 3Óv es-C&-BM clasíEco al libro en el Q. £51ít « sea eix «i ftem literatura unigoa-ya*, ca coano novela forniatr _ íW Ja Tecomiendo para, ese tan dincü asaque qae está destinado » la* Secaturas d« jóvenes.

1^ 30ifst por Mario Var^^s Uosa Sexo racisiíio w violeiteiit L

os jóvenes dramaturgos norteamericajtos ban conquistado en estos últimos años los tea-tros'de París. El gran éxito de la temporada pasada fue Edward Albee, cuya pieza •ybo's aícaid o£ Virginia Wooif? sigue batiendo todos los récords de taquilla, y junto con él, Murray Shisgal, el autor de I*ove ha merecido iambién los elogios de la crítica y el aplauso del público, I a revelación de este año es Le-joi Jones. Dos obras suyas han sido estrenadas cienteroente en el minúsculo y caliente es-(snario del Tealro de Peche, de Montpamasse, por Antoine Bourseüler (El metro lanlasma y El esclavo) y la personalidad y las ideas de este escritor negro de treinta años son objeto ahora ea Francia, como en Estados Unidos, de apasionadas discxisiones. ¿Quién es I roi Jones? Para sus enemigos, an renegado racista de ideas disolventes; pai-a sus partidarios, im poeta de elocuencia poco común 7 un te&tigo implacable diel drama racial norteamericano. Il*eroi Jones nació en el Norte, en el seno de lUia familia acomodada, y recibió une educación privilegiada. "Una "beca le permitió dedicarse, algún tiempo, esclusiva-laente a la poesía y fue más tarde profesor ináversitario en ííueva York. '*Su elegancia de palabra y de indiamentaria, —dice xin crítico que lo conoció en esta época—, habrían hecho palidecer de envidia a un dandy de Oxford". Era uno de esos intelectuales negros • integrados" ai mimdo de los blancos, satirizados por Bald-win, que bacía la vida bohemia de Greenwich Village, se declaraba discípulo del poeta Charles Olson, se habla casado con una blanca y colaboraba en una revista "beatnak" cuyo títixLo era una provocación: "Fuck ycu, a magañne of tiae Art&". Hace cuatro años, Leroi Jones tuvo una toma de conciencia raciaL "Aceptar los valares blancos, —explico naás tarde—, no sólo es someterse a un sistema discutible, que uno no ha ele<Lo, sino, sobre todo, renuncian- a su identidad de negro y, por lo tanto, de ser humano". Simbólicamente, Jon^ abandonó su elegante departamento &n Manhattan para instalarse en lona modesta vivienda de la calle 145, COI el corazón de Harlem, se divorció de su mujer blanca para" casarse con una negra y escribió varios ensayos políticos, explicando su nueva, actitud. Poco después, organizó en Harlem la primera "Casa de la cultura negra", donde acuden los jóvenes a aprender un oficio manual o intelectuaL En las noches, el Black Aris Reperfory Theatre instala xui rústico escenario en medio de ia calle y ofrece a mi publico compuesto de negros, un espectáculo de jasz, de danza o de teatro-l-a posición de Leroi Jones se asemeja mucho a la de la secta extremista de los Bladc nmsliins, por lo m^os en su aspecto negativo. 13- también rechaza los métodos no-violentos éeJ pastor Luther King y ia integración le isspira este comentario brutal: "¿Paira qué pe-óir U. inj jza áón? Es cozno si nos propu eran *iiixar a uzt asilo de alienados. laciiiso hace íiío aíneía, vale más permanecer en el frío que conviidr con locos. Es vexdad que uno puede •rteglárseias para, entrar a na mamcomio. perc en ese caso nato tecmina contagiándose y acaba ico*'- Para Jones, el negro encama los valores QUe el Occidente ha perdido o traieionado y Por ello, el peligro mayor que io acoenaza es ^ de renunciar a su '"identidad" asimilando -2s cos;t . ni.bres y valores del "enemigo'". En el c«rso de los glos, dice, los negros han ido ''Knuaciazido a valores y costumbres asociados • la esclavitud, por consñderarlcs demasiado "negroides". El cambio más radical va la con-cJencia negra: sobreviene a principios -de siglo, coandc sizrge la idea de <pie las raíces negras **o son motivo de vergüenza sxao de orgullo". Como los índigemstas peruanos de hace treinta años, Leroi Jones es un racisía al re'^és y postala ia sruperioridad de la raza oprimida sobre Xa: raza opresora. "To soy partidario de ^ convicto racial en escal:a mundial, un con-^ ^ tola!, en lodos los seKÉdos de esta palí Ta.

yoy par - oiio áe la destrucaón. de iodos los ief« políticos e raza blanca- y de la domina-J»o del iaii»ac por la mayoría, es decir, por «os hombres de coka.^.^^ _ r a se puede prever lo (¡ae estas ideas mar-^^ 3ii= encamadas «n persoitaies, dasueltas en "^ rgumentOr anovílízadas en una acíñón dia?-inaüca e instaladas en na escenario: una vio-j * escplosTva, casa Secamente iatoleráfole. 7^^ Jones se atua en las antápodas del íea-rj* * absurdo y, a su lado , él teatro de la yeldad de Antorñn Aríand oarece un 3 ego El Metro fordasnia es XSESL. alegoria dbesíinada « "ínostrar el fracaso de cu5l<ruier tentativa de ^^"ca-3ón racaai, day, negro bm oés edu-*=*& entre blaiaeos, que cree haber "cruzado

U.S~A,.: UN A.SIL.O DE AUíENADOS

la írontera",'encuentra en el túnel sombrío, ruidoso e interminable del Metro de ííueva York, a Lula, una blanca "evolucionada"' y sin prejuicios, di uesta a vivir con él una aventura sexuaL La experiencia se frustra rápida-mente, sin embargo, porque ninguno de los personajes está decidiáo a aceptar al otro tal como es. Lula, rebelde "snob", ve en Clay un pasatiempo exótico y una confirniación de su libertad: ese negro en su lecho será la prueba material de su emancipación de ios tabúes y prejuicios de su raza, Pero resulta que Clay es un negro sólo a medias, que ha renegado de su condición para ser aceptado por los blancos y que por esta misma razón los imita en su nianera de vestir, de pensar y áe hablar. Lula se siente frustrada-, Clay, por su parte, aspira a servirse de Lula para convencerse s si rxús-mo de la r ' "' ' '""- °" ' '-'^ ^^---^^i e><ía aman

te blanca hará de él un igual a ella, es descá un blanco. Cuando comprende que Ltila busca en él, precisamente, aquello que éL fta rene* gado, su raza, se siente engañado y devuelto a un mundo del que había creído pr»sible escapar. Su error sera castigado con la muerte. El esclavo es una fábula, un draana de anticipación histórica, como la célebre novela da Oxwell "1984"- Estamos a finales de este sigla, en Estados "Unidos, donde ha estallado la gue-n-a. entre las razas. Waiker Vassels, un negro intelectual, que había creído en "la integración" pacífica y estaba casado con una blanca, con la que tuvo dos hijos, ha comprendiáo que la no violencia es un mito y que los blancos liberales que aprobaron la igualdad racial, son impostores que se niegan a mover un dedo para que estas leyes se conviertan en hechos. Waiker Vassels pasa entonces a la acción, se hace primero un activista, luego xua gueiTcro. Abandona a su mujer y a sus hijos, se pone si frente de las tropas negras. Una noche, clandestinamente se introduce en la ciudad enemiga, para ver de nuevo su antiguo hogar: su mujer, Anne, se ha casado con Bradford Eas-ley, ixn libei-al blanco que ha. adoptado a los dos niños mestizos. En presencia de la mujer, en la noche estremecida por los obuses y las ráfagas de ametralladoras, los ex-amigos confrontan sus tesis, discuten sus inconciliables Ideas. Lfas palabras ya no son eficaces, la razón ha muerto, ha llegado el tienapo de la poesía, es decir el de lo irracional y la cólera. La muerte de Bradford y de Anm y el holocausto de los niños —ejemplo trágico de una imposible reconciliación racial— simboliza él fin de xma era y el comienzo de otra. Sería insensato exponer en una breve crónica lo que tiene de sensato y de arbitrario la actitud de Leroi Jones, los aciertos y errores su planteamiento del problema negro. Sí, se su planteamiento del problema negro. Si se puede, en cambio, afirmar sin temor a equi\'o-carse, que se trata de un creador notable, de un poeta de voz excepcionahnente vigorosa y llamativa. Su teatro ''comprometido", a pesar de sus evidentes intuiciones pedagógicas y des criptivas, de su m'litancia propagandística, tiene una formidable vitalidad gracias a un lenguaje metafórico, que se adivina sólidamente enraizado en él habla popular, en la poesía callejera. Esta riqueza verbal es tan grande que consigue persuadir casi siempre al espectador dé la verosimilitud de situaciones que, juzgadas en frío, no admitiría jamás. Sólo los creadoT*» de genio son capaces de perpetrar contrabandos " semejantes. t

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Page 17: Ardao-Orígenes del latinoamericanismo antiimperialista

ULTIMO MOMENTO ¿El prólogo del golpe¿

• Baio !« PÓHK de Cante ril o en el palco oficial del Estadio Cen- diarios responsables de la especula- yoria. Esta, reunida con Heber V^m i _ ^ ^ ^ tenario pudieron oirse durante todo el fin de senana Zn^°Sj\¡r¿J^^a^V¿^; IÍÍM^ÍI: ^r^SblioTe^í pa-';ado los coméntanos de los consejeros nacionales: el gobiej-no ^g encuentran para embarcar las na subversión, y la subverSón M

estaba fuerte y se creía justo; el poder sindical pretendía sustituir al reducidas cuotas de textil que permi- se sabe, proviene de los comunSf electo; estaba en iueo la autoridad misma del Estado. Mientras tanto, ten saUr de sus depósitos. el Uruguay deberá romper lelatíonS los directivos del íuncionariado de la Administración Central v de. OSE. ,,S.Zf5'='' J,,?i,£,''Í y l Jfí^^í %T t íí^/^ Soviética. No hay ac™ , . , j- - 1 j 1 ' j Moratono —reuiudos nuevamente en de lo tratado, PM-O trascp-nHiA «». prosegman normales tratattvas de entendimiento con los delegados que ^^ sociedad del Comando Intemiinis- se había cambiado ideas ÍdZr,L ' ^ había designado el mismo Poder Ejecutivo, terial— completaron el dispositivo de bre la ilegalízación del Paitida'ctt >

represión gremiaL quehabían pronie- mxmista.

DOS veces, el embajador norte-anericano Henry Hoyt había visitado la Casa de Gobierno. Y

al mismo tiempo, emisarios bien co-medidos rodeaban cotidianamente al consejero Alberto Heber ITshra:, porque bacía muchas semanas que el joven pero irascible gobernante se había sublevado contra sus colegas: no asistía a las reuniones de la Mayoría; había declarado públicamente su oposición a que se creara la Fuerza Interamericana; constaba en actas del Consejo su anuncio de que, pese B las exhortaciones de Dardo Ortiz a barraqueros y hacendados, no ven-

. dería la lana de sus stocks particulares; comía carne vacuna todos los domingos. Pero- la unidad que la emergencia proclamada en Cantegril o en la Tribuna América imponía, precisaba también de su voto. Para el lunes 6 estaba marcada una

huelga de íuncionarios púbhcos, en caso de no llegarse a soluciones de fondo. Pero era una decisión adoptada muchos dias antes, y la tesitura de las negociaciones no permitía suponer que se llevara a la práctica. Entonces el ministro de Hacienda tuvo una actitud inesperada, pero de consecuencias evidentes: se neg:Ó a recibir a ?TUo Pava, secretario de la Asociación de Funcionarios, aduciendo que estaba ofendido con Fava, La lógica solidaridad de los demás dnñ.-gentés entorpeció las negociaciones. La. huelga del lunes era sólo un-fee-cho concatenado al exabrupto mims-t«ial.

El lunes —con las conversaciones tstaculizadas por decisión ministe-

»1— el Consejo se decidió. Las tra-tativas no se habían detenido; a nivel menos augusto, proseguían entre los funáonaiios' y el gobierno. Pero ei Consejo estaba erabalado. En la tarde la Mayoría se reunió con Morato-tío y Tejera, estudiando el texto del decreto que reestablecería las medidas. El decreto fue aprobado, pero se convino GSX mantenerlo en secreto hasta el día siguiente por la mañana, en que habría sesión ordinaria del Consejo- De esa manera, señalaron Tejera y Moratorio, sería posible realizar en la noche del lunes las nece-laidas detenciones de los dirigentes no enterados de lo que se venía. A- la salida, mientxas Tejera escai>aba de l08 periodistas i>or 3a puerta de atrás, Iforatorío y los consejeros los recí-híaJtL en él halL "Aboxa es el momeit-éo de lograr el apaógusmienlo'', dijo Paíg Spangenberg a un cronista, in-tmtando tm.a sonrisa que dulcificara •os pétreas facciones. Con igual disi-tnxúo, Moratorio negaba que se hubiera considerado la implantación de las medidas. "El diálogo confin¿a", ""declaró al salir.

I>e aEí mismo, el ministro de Defensa Nacional fce a reunirse con Tejera y amfoíK se dirigieroii a la ca-im del insurrecto Hebeor IJsher —que no hab£a asistido a la reunión de la Jfeiyoría— con él encargo de convencerlo. Eéber Usher escuchó los pode-WOBOS. argumentos de los ministros y reflexionó sobre ht cercana t3rasmi-

Tx m máqnñsss esta edioAit, y axtle los ftieesa*

sión de la Presidencia. Después consistió en dar su voto, con una condición: "Que estas medidas ¿—dijo— sean medidas de verdad"*

Ventura Rodríguez esperaba el resultado de las gestiones para lanzar sus huestes a la calle. Cuando se supo la respuesta afirmativa de Heber Usher, el mecanismo se puso en movimiento. Para la medianoche todavía sin medidas de segia-ídad votadas, cuarenta y siete dirigentes gremiales estaban encarcelados. El nerviosismo policial por adelantarse produjo algunos episodios risueños, en el mejor estilo épico-cómico de Ventura Rodríguez; mientras Inteli-gcn-cia y Enlace buscaba a Nilo Fava en su domicilio, éste se encontraba en la Casa de ó-obiémo, dialogando inocentemente con los portavoces del Ejecutivo.

El martes por la mañana, con los vetos contrarios de los consejeros colorados, se aprobó la implantación de La& medidas. X,as razones de la Mayoría fueron hien truculentas. Pena-dés acusó a los funcionarios de pretender implantar el socialismo de Estado; Beltrán dijo que el poder sindical había decidido crear un dima general de subversión. Tejera, leyó doloridos telegramas de la Cámara Mercantil de Productos, del País, que agrupa a los barraqueros e interme-

ttdo a Heber Usher. Para el viernes de noche, después que el presidente Beltrán había usado el dáa. anterior la cadena nacional de radio y televisión para justificar las medidas, más de cuatrocientos dirigentes gremiales —entre ellos, 347 bancarios— se alojaban en comisarías. Cárcel Central y, desbordada ésta, en cuarteles de la periferia montevideana.

El esquema gubernamental, sin embargo, no se detenía en el aplastamiento de los sindicatos. Dardo Ortiz, acompañado del Secretario de la CIDE, Enrique Iglesias, y otros asesores, partía hacia "Washington para entrevistarse con el Fondo Monetario, el BID y el Secretario del Tesoro, Heií^ry Fowler. Las medidas —que significaban, según los criterios del Fondo, Tina "estabilización social"— otorgaban un adecuado baclcground, a las gestiones de Ortiz e Iglesias para obtener refinancíaciÓn de la deuda extema (después se trasladarían a Nueva Torls:, para igual objetivo). Pero, ya que estaba, el Gobierno si-giiió embalado en el tobogán.

El viernes, pese a la ausencia de diarios ocasionada por un paro de obreros gráfíeos, los informativos radíales proporcionaron más detaDes de Lo que se cocinaba en el Consejo. Por ia mañana, eí embajador Hoyt había concurrido a la xeumón de la Ma-

La unidad blanca, además, sahia mente orquestada por las eminencias grises, iba plasmándose en iorno al estribillo conocido. El mismo viernes por la noche, el presidente de la Cámara de Diputados, Mauro Sara-vi a, o&recía una cena en una barraca de acopladores laneros —San Blas S. A., e» la calle Santa Fé— a Martín Echegoyen. Estuvieron presentes Guadalupe, herreristas ortodojcos, ru-ralistas... y el general Moratoria. Motivo: adhesión oficial de Maura Saravia y sus huestes a Echegoyen. Pero al fin de la reunión, los comensales aprobaron una declaración dtin-de se demmciaba el actual peligro da la subversión comunista.

Es decir: el plano inclinado arrastra fatalmente a los gobernantes. Desde esas_ individualizaciones, a confundir bajo los términos de "ct> niuiñstag" y "subversavo" a todas las fuerzas de la izquierda —sindícales G poKticas— hay un paso corto y iá-cO de dar. La Mayoría, quese manifestó unánimemente de acuerdo con la ruptura de relaciones, presentará la proposición de Heber Ilsher en la sesión del Consejo - fijada . para el martes 14, De este modo,- las meóidas de segundad han sido el prólogo de un proceso más ominoso. Así el gobierno comienza a Cciminar por el tembladeral que sólo tiene una salida.

hmáo, nos liemos -rislo oUigados IBsfftiiTT jpotr 1& ürfozmacióii: cocre»-di nl* 2a liabítual página ffrá_ de BZaniñio. '

EL CANCILLER Y LA RUPTURA: "Vamos a ver que pasa^

'~No sé nada de este asunto del rompimiento C€>n Rusia. Me enteré casVJClmente cuan-

do m.e encontré con HTcber en la JefuturiL. I*ero todavía no hay nad-a de eso. Me imagino que si se resuelj?e tendrá que sátÍT un. decreto fwndamentado".

Esas fueron las palahras del Ministro de ÜKJÍE, l^uts Vidal "Zaglio, atando ayer por la tarde lo entrevista' Tnos en su domácriío a los efectos de oclaT-ar Xa posición -de nnestra cancillería frente a la sorpresiva pro. •presta de rompimiento de reíaeiones dÍplom<áticas con la TJjiíórt Sotriética, íorrrtulcdtt por el conseáéro Alberto ilebcr £71- la reunión de niay€>ría del ültiTno viernes.

—¿Qaié res3>onsabi£íd€Ml concreÉa se le atribuye a la TTRSS o a su Embayada en nuestro país, en Jos acontecimientos actuales? —le •preguntamos—,

—Jffo sé nada. Todo éVU> es tnaíeTÍa de informa-don privada que yo TÍO tnanejo. Lo q«e te puedo decir es q?ce la situactáii es muy grave,

—¿En qué aspectos radica esa gra-veáad, según su opinión? —Hai/ un evidente, estado de siLhversión en Jos

gremios. Quzeues están a cargo de la información se manejan con pruebas. Tjos hecíios que han -venido octu rrteitdo y los que podrían -producirse como resultado de ta actividad gremial, Jtan ohligado' al gohiemo a ío-tnar estas medidas. ZJOS l>ancaTios^ por ejemplo^ están en franca rebeldía. Están tan bien orgmdzados que sus paros dentro de los locales eran- anunciadas por medio de untadas. FOT otra parte, lo qu^ ocurrió en la Dírec-don General Impositiva fue muy grave. El público en determinado momento^ pretendió prender fuego él local, Á. -Vía müsmo, que no estoy directamente involucra* do en estas actuaciOTies, "me lian amenazado^ y se me ha pues^ una vigilajicía que uo pedí.

—¿Pero qué llenen que ver nuestras rétackmes coi» la TJBSS con estos hechos? ¿Se cree que el Partido Co^' Tnuuísta V^eda estar vinculcdcr a éí^^

—No sé. Z>e repito que ese tipo de: fetfonmica5n a

mí no me Uega, —¿No cree que nos encottírcmos en irísperas de

importantes cambios en la vida institucional del país? Concretam-ente: ¿no cree que esta situación puede llevar a un golpe de Estado?

—No lo creo. Nadie quiere tal cosa. For lo que ^ yo sé, las fuerzas armadas salvaguardan las iTistitu-ñones.

—¿Pero ^lácticamente quien está gobernando, en los fieclios, es el Partido Nacional y Ta> el Poder Ejc-cutivo c€yn su minora colorada?

—Bueno el hecho es que de alguna manera hag que saÜT del paso.

—El embadador norteamerican^f Mr. Soyt estuvo j^ la Casa de Gobierno el dia -tñemes, durante la sesión de la mayoría en que Heber -propuso et rom-pindento de relaciones con ía XTBSS. ¿Qué conesñón hay e^ttrc uno y otro hecho?

—Que yo sepa, •ninguna^ Mr. Soyt también me CT|> o mi en. Ta, cxmcxHeria. "EróT^iar it asav^ del GATT, una consulta de Estados UnAdós-^ Carnada. May ípi^sn^* sostienen que en todo esto está Estados Uiddos, per» no es cierto. 7So haif Tícida de: eso, se lo aseguro.

—¿Cree que la misión de Ortis en Estados Üiádo» se fortalece con estas muidas?

—nueno, desde hiego. EUo d* Sic idea ^ a»* • gobierno está dispuesU> tt- controtter la ^tuacSón.

—¿No cree usted que con píanteoTn^ntos eximo es^ del consejero Eéber, reuestra ca^tdíleria tend^-á que í*3* tar su conducta a una nueva orientoció» en untívitu rntemacUmal?

—Bueno, toáaota es ^remat^rá adelantar í»iñ«w«-Tendr«7no» ne espena- a ver tué poso.

reportaje dm Horcos Gabaw