Arquitectura y Urbanismo · 2015-09-11 · Arquitectura y Urbanismo, vol. XXXII, no 2, mayo-agosto,...

10
Arquitectura y Urbanismo ISSN: 0258-591X [email protected] Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría Cuba PEÑATE DÍAZ, FLORENCIA La vivienda del pobre en La Habana de la República Arquitectura y Urbanismo, vol. XXXII, núm. 2, 2011, pp. 36-44 Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría Ciudad de La Habana, Cuba Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=376839862004 Cómo citar el artículo Número completo Más información del artículo Página de la revista en redalyc.org Sistema de Información Científica Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

Transcript of Arquitectura y Urbanismo · 2015-09-11 · Arquitectura y Urbanismo, vol. XXXII, no 2, mayo-agosto,...

Page 1: Arquitectura y Urbanismo · 2015-09-11 · Arquitectura y Urbanismo, vol. XXXII, no 2, mayo-agosto, 2011, p. 36-44, ISSN 1815-5898 37 Florencia Peñate-Díaz ciudad y sus casas también

Arquitectura y Urbanismo

ISSN: 0258-591X

[email protected]

Instituto Superior Politécnico José

Antonio Echeverría

Cuba

PEÑATE DÍAZ, FLORENCIA

La vivienda del pobre en La Habana de la República

Arquitectura y Urbanismo, vol. XXXII, núm. 2, 2011, pp. 36-44

Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría

Ciudad de La Habana, Cuba

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=376839862004

Cómo citar el artículo

Número completo

Más información del artículo

Página de la revista en redalyc.org

Sistema de Información Científica

Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal

Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

Page 2: Arquitectura y Urbanismo · 2015-09-11 · Arquitectura y Urbanismo, vol. XXXII, no 2, mayo-agosto, 2011, p. 36-44, ISSN 1815-5898 37 Florencia Peñate-Díaz ciudad y sus casas también

Con Criterio/Vivienda Arquitectura y Urbanismo, vol. XXXII, no. 2, 2011, ISSN 1815-5898

INTRODUCCIÓN

La arquitectura y el urbanismo en Cuba sería difícil estudiarlos sinconsultar las publicaciones periódicas, pues estas siempre se vincularoncon grupos sociales o instituciones que dejaron su huella en losdiferentes enfoques. Este trabajo que originalmente comprendía lavivienda urbana y rural, se concibió para la “Identidad del ambienteconstruido del habanero”, proyecto territorial de ciencia y técnica dirigidopor la doctora Eliana Cárdenas y concluido en el 2008. Para surealización se hizo una amplia búsqueda bibliográfica de revistasespecializadas y de fondos especiales de recortes de prensa de laColección Cubana de la Biblioteca Nacional José Martí. [1]

El procesamiento de la información de estas fuentes permitieroncaracterizar la evolución del tratamiento del tema de la vivienda delpobre en las revistas especializadas de arquitectura durante laRepública, tomando a La Habana como referencia, precisar cuándoapareció el asunto, quién lo trató por primera vez, las diferentessoluciones ofrecidas en cada momento, así como el impacto del temaen el debate teórico que se refleja, sobre todo, en la revista Arquitecturay en la toma de conciencia urbanística de los profesionales.

DESARROLLO

En Cuba quienes más escribieron sobre la vivienda del pobre fueronlos arquitectos Luis Bay Sevilla, José María Bens Arrarte y ManuelFebles Valdés, además el periodista, pintor y caricaturista ArmandoMaribona el que desde las páginas del Diario de la Marina mantuvouna preocupación sistemática sobre este, y otros temas urbanísticos.Pero fue el doctor Erastus Wilson quien abordó por primera vez eltema desde las páginas de la Revista de Construcciones y Agrimensurade 1899 donde señalaba la pésima higiene ambiental en las viviendashumildes, la humedad, la falta de ventilación, la carencia de aguapotable y la necesidad de eliminar las letrinas. Las condicionesmalsanas de la vivienda del pobre se relacionaban con el alto grado demorbilidad en la ciudad, la existencia de una gran población iletrada ysu consiguiente falta de conciencia sobre la importancia de la higienepara la salud. [2] En la falta de higiene en la vivienda y en la ciudadhabían influido los últimos años del dominio colonial, pues la Metrópoliespañola solo había hecho inversiones en armas para hacer frente ala lucha de los cubanos por su independencia, razón por la cual laciudad era un lugar sucio y desatendido, a pesar de la laborhigienizadora de la primera intervención norteamericana, acciónencaminada a asegurar sus inversiones, La pésima higiene de la

ResumenLa vivienda del pobre en La Habana de la Repúblicatiene como objetivos caracterizar la evolución deltratamiento del tema de la vivienda, en el períodoentre 1900 y 1958, en las publicaciones especializadas,así como en otras publicaciones que tocaron el asunto.La Habana se toma como referencia porque en suterritorio se concentraba, según datos del Censo de1953, el 50 % de las viviendas urbanas del país y el27 % de la población nacional. Además, evaluar sutrascendencia y el impacto en el debate teórico y en laconformación de una ética profesional del arquitecto.Palabras clave: problema de la vivienda, planesurbanos, ética profesional.

AbstractHousing of the poor people in the Havana of theRepublican stage, aims to characterize the evolution ofthis issue in the period between 1900 and 1958 in thejournals and other publications. Havana was taken asa reference because its territory concentrated,according to the 1953 Census, 50 % of urbanhouseholds in the country and 27 % of the population.In addition, assess their significance and impact onthe theoretical debate and in shaping the professionalethics of the architect.Keywords : problem of housing, urban planning,professional ethics.

FLORENCIA PEÑATE DÍAZ. Profesora de la Facultadde Arquitectura, Cujae, y de la Cátedra RegionalUNESCO de Ciencias de la Conservación de los BienesCulturales para América Latina y el Caribe. Dirige elproyecto Diccionario de arquitectos cubanos. Secretariadel Consejo de Redacción de la revista Arquitectura yUrbanismo. Miembro de la Unión Nacional de Escritoresy Artistas de Cuba (UNEAC).E-mail: [email protected]

Florencia Peñate

Recibido: enero 2011 Aprobado: marzo 2011

La vivienda del pobreen La Habanade la República

Barrio de pobres en La Habana. Foto tomada de internet.

Page 3: Arquitectura y Urbanismo · 2015-09-11 · Arquitectura y Urbanismo, vol. XXXII, no 2, mayo-agosto, 2011, p. 36-44, ISSN 1815-5898 37 Florencia Peñate-Díaz ciudad y sus casas también

37Arquitectura y Urbanismo, vol. XXXII, no 2, mayo-agosto, 2011, p. 36-44, ISSN 1815-5898

Florencia Peñate-Díaz

ciudad y sus casas también llamó la atención de extranjeroscomo el Catedrático argentino doctor Salvador Barrada,comisionado para el estudio de enfermedades infecciosas,quien después de visitar La Habana declaró: “Las casas,apartándonos de los barrios elegantes y nuevos, ofrecen antela higiene un serio problema de radical saneamiento”. [3](Foto 1).

Tempranamente la revista Arquitectura comentaba la faltade condiciones higiénicas de la vivienda, y señalaba que lospobres en años anteriores vivían en condiciones mejores encuanto a amplitud, pues en barrios como Paula y San Isidrola casa del pobre tenía 50 m de frente por 20 ó 30 m de fondocon puerta y ventana a la calle, con sala, comedor, dos o treshabitaciones, cocina y escusado. En las accesorias habíahasta tres habitaciones con puerta, y a veces puerta y ventanaa la calle. Pero estas casas para familias pobres, habían idodesapareciendo de forma progresiva en los antiguos barrios,pues el objetivo de los propietarios era alojar en el menor espacioal mayor número de personas para garantizar sus ganancias,unido a esto el incremento progresivo del precio de losalquileres alejaban cada día más la vivienda decorosa delalcance de los pobres.

Las condiciones de promiscuidad e insalubridad de las casasde vecindad con su reducido espacio de solo un cuarto parala familia, con catres, en vez de camas, sin agua corriente nielectricidad provocaban la proliferación de enfermedades comola tuberculosis, primera causa de muerte en el país. El doctorFernando Méndez Capote, cirujano y Secretario de Sanidad yBeneficencia, en su discurso de ingreso a la Academia deCiencias del 12 de febrero de 1915, señalaba que el problemade la vivienda del pobre iba más allá de un problema de ornatopúblico para afectar lo social, lo material y la salud moral de lacomunidad. [4]

La Habana en su carácter de ciudad dual presentaba uncontraste en la vivienda, según los barrios, así lo señalaba en1919 la revista Arquitectura. Pues mientras en el Vedado,la Víbora, Loma del Mazo y Playa de Marianao crecía lavivienda del rico no solo en número, sino en confort y estética,escaseaban las viviendas para pobres y clase media, pueslas viviendas económicas no era un negocio rentable paralos propietarios. En las referidas condiciones las pocascasas existentes subían cada vez más de precio por la altademanda. [5] (Foto 2 y 3)

En 1899 una casa de 9 m de frente por 24,90 m de fondo enla calle Someruelos, compuesta por sala, comedor, trescuartos, cocina, escusado y patio se vendía en 2 917 pesos,[6] pero, a partir de la década de los 20, las casas que seponían a la venta eran para una burguesía media acomodaday rica con cifras entre los $ 4 500,00 y los $ 117 000,00. [7]Respecto al alquiler, según El País (mayo de 1925), unacasa en altos en la calle Lealtad, compuesta de sala, comedor,tres cuartos, baños y demás servicios se ofrecía por $ 55,00mensuales. Esta creciente especulación se daba tambiénen la venta de terrenos. En 1919 en el Reparto Mendoza, en laVíbora, se anuncian solares a $ 6,50 el metro cuadrado, y seadvertía que pronto costarían $10,00. [8] El alto precio de losterrenos, junto con el alto precio de los materiales de

fabricación, contribuía a elevar los alquileres y originaba quese construyeran edificios con varios apartamentos por planta,unos al frente y otros al fondo para aumentar las ganancias asus propietarios. Lo que a partir de las décadas de los 30 y los40, se prefirió el edificio de apartamentos a la casa individualdebido al aumento de la población en la capital, el aumentodel costo de las construcciones y el desarrollo comercial eindustrial.

Foto 1. Barrio de indigentes. Márgenes Almendares.

Foto 2. Barrio de indigentes La Timba. Foto tomada de internet

Foto 3. Calle 23, El Vedado. Archivo fotográfico del MICONS.

Page 4: Arquitectura y Urbanismo · 2015-09-11 · Arquitectura y Urbanismo, vol. XXXII, no 2, mayo-agosto, 2011, p. 36-44, ISSN 1815-5898 37 Florencia Peñate-Díaz ciudad y sus casas también

38 Arquitectura y Urbanismo, vol. XXXII, no 2, mayo-agosto, 2011, p. 36-44, ISSN 1815-5898

Con Criterio / La vivienda del pobre en La Habana de la República

La precaria situación de la vivienda del pobre hizo que elMunicipio habanero en 1919 enviara a Europa a los arquitectosPedro Martínez Inclán y Alfredo Broderman para estudiarrepartos y casas para obreros con el fin de mejorar en loposible la vida del obrero cubano. [9] A su regreso, entregarona las autoridades municipales, un informe y copias de lasleyes inglesas, italianas y españolas sobre casas baratas, yel arquitecto Martínez Inclán expuso ante la Sociedad Cubanade Ingenieros y en el Club Rotario los procedimientos europeospara resolver la vivienda obrera.

En noviembre de 1929 el Congreso Nacional de Habitación,realizado en la sede del Colegio de Arquitectos, abordó lacrisis de la vivienda. El arquitecto Luis Bay Sevilla presentó laponencia “El problema de la habitación”. [10] Posteriormente,en 1937, presentó un proyecto de ley sobre casas baratas,pero este esfuerzo, se esfumó en las promesas de los políticosde turno sin que el Gobierno diera una solución a la escasezy la carestía de la vivienda. Por esta razón, aparecieronsoluciones aisladas como la creación en 1921 de la Compañíade Créditos y Construcciones, S.A., [11] o las sesentaviviendas independientes y catorce departamentos que parasus obreros hicieron en 1926 los dueños de El Arte Modernoy la fábrica de mosaicos y ladrillos “La Habanera”, en la barriadade El Cerro, obras dirigidas por el arquitecto Luis Bay Sevilla,[12] quien estaba consciente que estas soluciones aisladasfuera de un Plan Director no resolverían el problema de lavivienda, por eso cuando el Club Rotario de Marianao propusohacer un barrio modelo para indigentes, lo calificó de propósitodesafortunado, pues en el terreno que pretendía entregar elClub Rotario se levantaría un nuevo barrio de indigentes, puesesa institución no disponía de dinero para hacer casas a cadauno, y tampoco podía vendérselas, pues había quienes nisiquiera tenían $ 4,00 ó $ 6,00 para pagar un cuarto en unsolar. Bay, solo veía la solución a este problema en lapromulgación de una Ley de Casas Baratas que mejorara lacondición social y moral y combatiera de esta forma latuberculosis. [13]

Frente a la escasez y la precariedad de la vivienda del pobre,había un auge constructivo en el que las “obras de relumbrón”servían a la imagen política de los diferentes políticos y lacorrupción administrativa enriquecía a los gobernantes. En 1929el arquitecto Evelio Govantes comentaba de forma críticaque eran raras las naciones donde no hubieran leyes paraorganizar de forma higiénica y científica la vida humana, aúnen los lugares más humildes, y el contraste que ofrecía Cubacon la indiferencia oficial ante cualquier iniciativa. [14] Estasituación social se extendió más allá de la caída de Machado.

En 1935 en la revista Arquitectura y Artes Decorativas elarquitecto Alberto Prieto señalaba que mientras los barriosresidenciales permitían una vida higiénica y agradable, a pesarde carecer de una organización para su desenvolvimiento ysus relaciones con otros repartos, para los obreros,dependientes y empleados quedaban los barrios de Pogolotti,Los Sitios o Llega y Pon, “tristes lugares” donde Sanidadhabía encontrado una casa de cien habitaciones con más demil moradores, la mayoría niños. [15] Además de losproblemas higiénicos de la vivienda y el barrio, Alberto Prieto

señalaba la creación de las ciudades dormitorios debido a lacarencia de Planes Directores en un país donde la iniciativaprivada disponía a su antojo de la ciudad. Posteriormente, en1946 en las páginas de la revista Arquitectura Prieto analizabaque los pobres habían vivido en las antiguas residenciasconvertidas en casas de vecindad, en solares o cuarterías deuna sola pieza que daban a un patio central con dos o tressanitarios para veinte o treinta personas y que la prohibiciónde este tipo de casas por las Ordenanzas Sanitarias habíainstaurado una vivienda mínima de dos piezas con baño y cocina,y con un alquiler alto, no asequible al pobre. Se pronunciabaa favor de un crédito estatal para viviendas económicas conuna renta de $8,00 mensuales que amortizara el capital enveinte años. [16]

El arquitecto Manuel Febles Valdés desde sus cargos en elMinisterio de Obras Públicas se preocupó por resolver la viviendadel pobre y por la construcción de un barrio obrero. En unserio trabajo de 1935, calificó a la vivienda como el problemamás importante de La Habana, y reconoció la necesidadde construir nuevas casas atendiendo a la higiene y alurbanismo. Para esto la Administración Pública debía estimulara los propietarios que construyeran casas pequeñaseximiéndolos de algunos pagos de impuestos; crear ampliosparques que fueran pulmones verdes en los barrios; resolverel problema del agua que era escasa y cara; poner en marchala industria de la construcción y hacer un Plano Reguladorde la ciudad. [17]

En 1940 Febles volvió sobre el tema de la vivienda, yseñalaba que los apartamentos de renta entre $25,00 y $30,00habían remplazado los viejos solares prohibidos por lasOrdenanzas Sanitarias de 1926, lo que había creado unproblema para quienes solo podían pagar $10,00 ó $15,00 dealquiler, y había provocado en la capital, por un lado el aumentodel número de las casas de apartamentos, y por el otro, elde los barrios de indigentes. La única solución a este problemala veía en la construcción de casas de bajos alquileres,confortables e higiénicas, así como en el fomento decooperativas de trabajadores y empleados. [18] Posteriormente,refiriéndose a la escasez de viviendas en Cuba, Febles Valdésplanteó que era un deber de la Administración Pública construircasas económicas como se había hecho en algunos paísesde América Latina y en Europa. [19]

LOS BARRIOS DE INDIGENTES

Abel Fernández Simón en 1950, refiriéndose a la viviendadel pobre, señalaba que mientras a lo largo del siglo XX enpaíses como Chile, Argentina, Brasil, Venezuela, entre otros,se habían hecho esfuerzos para resolver el asunto, en LaHabana vivían en solares y cuarterías unos treinta mil obrerosy empleados, cabezas de familia que junto con sus familiaressumaban cientoveinte mil personas que debían ser trasladadasa lugares mejores. [20] Pero, si bien era cierto, que el fenómenode los solares y las cuarterías durante la República era unaamarga realidad, la marginación tenía otra cara más tétrica,los barrios de indigentes. En 1936 la Revista Nacional de laPropiedad Urbana planteaba que barrios como Las Yaguas,Llega y Pon, La Cueva del Humo eran una lacra en la ciudadde La Habana. [21]

Page 5: Arquitectura y Urbanismo · 2015-09-11 · Arquitectura y Urbanismo, vol. XXXII, no 2, mayo-agosto, 2011, p. 36-44, ISSN 1815-5898 37 Florencia Peñate-Díaz ciudad y sus casas también

39Arquitectura y Urbanismo, vol. XXXII, no 2, mayo-agosto, 2011, p. 36-44, ISSN 1815-5898

Florencia Peñate-Díaz

El periódico Información, en un reportaje sobre LasYaguas, (zona de la Loma del Burro) lo describía como unbarrio de chozas amontonadas, yaguas negruzcas en techosy paredes, pedazos de hojalata, sitios angostos, sin ventilaciónni agua, focos de enfermedades infecciosas y de promiscuidaddonde vivían seis mil personas. [22] Estos testimoniosevidenciaban la indolencia de los gobernantes de la Repúblicaque no atendían las más elementales necesidades y derechosde los desposeídos.

LEY DE ALQUILERES

En marzo de 1939 se promulgó la polémica ley de alquileres,que sin un estudio previo, congeló los alquileres. Esto creódos tipos de propietarios: los antiguos propietariosespeculadores que continuaron percibiendo los altos alquileresy otros que percibían alquileres bajos por los mismas tipos deviviendas. Junto a esto, en el caso que el propietario quisieradesalojar un inmueble para demoler y construir de nueva planta,los inquilinos y comerciantes pedían altas sumas por conceptode indemnización, situación que se mantuvo hasta 1953 enque se regularon las indemnizaciones. Esta ley, además deno resolver el problema de la escasez de viviendas para elpobre, al chocar con los intereses de la iniciativa privada, laúnica que invertía en este rubro, trajo como consecuencia alo largo de la República que cada vez que se pretendía aplicarla,se paralizaran o se restringieran las construcciones. En1936 en la página del director de la Revista Nacional de laPropiedad Urbana se analizaba el proyecto de ley que prohibíael aumento de los alquileres, y se planteaba que para aliviarla vida del pobre, había que patrocinar construccioneseconómicas exentas de tributos, como se hacía en paísesbien organizados, sin chocar con los intereses de lospropietarios. [23] En otros análisis desde la misma sección,se calificaba estas leyes como bien intencionadas, pero traíancomo consecuencia la restricción de las construcciones. [24]En un editorial del mismo año, la solución para abaratar lasviviendas de los pobres se veía en hacer como en Europa y enlos Estados Unidos, construir barrios obreros con viviendaseconómicas y comodidades a las que el obrero tuviera derecho,pero nunca restringiendo la oferta y la demanda que provocabaque el capital se escondiera y no circulara, sino estimulandolas nuevas inversiones. [25]

El Comité Ejecutivo del Colegio Provincial de Arquitectosen 1936 aprobó elevar a la Cámara y el Senado un escrito delarquitecto Alberto Prieto refutando la Ley de Alquilerespresentada a la Cámara por el representante Carlos M. Palma.[26] La moción del arquitecto Prieto sobre la Ley de Alquileresaseguraba que era posible una vivienda confortable para lasclases pobres sin desestimular la construcción, pues de nadaserviría la ley sin casas. [27] Con el anuncio de la Ley deAlquileres la expedición de obras disminuyó en un 50 %.Esto era alarmante, pues en la Cuba republicana, laconstrucción era una fuente de trabajo fundamental, o sea,que esta ley que servía a los gobernantes de turno para suscomponendas políticas lejos de traer beneficios, soloempeoraba la situación de los desposeídos.

Armando Maribona, desde el Diario de la Marina, criticó laLey de Alquileres, que ni había abaratado los alquileres nihabía propiciado la construcción de viviendas acorde con la

demanda., sino que había empeorado todo, pues se hizo almargen de un Plan Regulador. Muy acertadamente señalabaque el urbanismo y la planificación incluían demografía,salubridad, tránsito de vehículos y peatones; comercio, industriay agricultura como producción de riqueza y abastecimiento;alumbramiento, acueducto, alcantarillado, pavimentación,campos deportivos, carreteras, reservas forestales, así comola interpretación de las leyes y el mejoramiento de lascondiciones de vida de todas las clases sociales. [28]

En 1945 El Heraldo Comercial critica fuertemente unapropuesta bastante cínica hecha por algunos legisladores dela Cámara, entre ellos Suárez Rivas, que planteaban “casasbaratas” con rentas de $25,00 al mes y que no pasaran de$6 000,00. Se señala cómo estos legisladores acostumbradosa ganar más de mil pesos mensuales suponían que el restoganaba igual, y además de burlarse de las personas,desconocían que en Lawton, Batista y Jesús del Monte hacíancasas con dos habitaciones y demás comodidades por$1 800,00. Además, se les insta a investigar sobre las casasbaratas hechas por el gobierno en Chile y en Perú. [29]

En 1952 el Comité Ejecutivo del Colegio Provincial deArquitectos de La Habana en respuesta a una encuesta de laJunta Nacional de Economía se manifestó a favor de que elEstado asumiera la mayor parte del costo de la vivienda obreracon un largo plazo de amortización, pues en otros países, losgobiernos aportaban el 80 % del capital para estos fines conun interés anual de 3 % y un plazo de amortización de treintaaños. Que el inmueble no fuera uniforme, sino acorde con lasnecesidades familiares de sus ocupantes y su valor estuvieraentre tres y seis mil pesos con terreno y fabricación y un pagomensual entre un 20 y 25 % del salario del trabajador. Ademásllamó la atención sobre lo conveniente de estimular conexenciones fiscales y leyes reguladoras de los arrendamientosal capital privado. [30] Entre los años 40 y 50 del siglo XX, enciudades latinoamericanas como Ciudad de México y Caracasse hicieron importantes urbanizaciones para resolver elproblema de la vivienda. (Foto 4).

Foto 4.Reurbanización ElSilencio. Arq. CarlosR. Villanueva,Caracas,1947. Lafachada posterior delos edificios da aespaciosos jardines.

Page 6: Arquitectura y Urbanismo · 2015-09-11 · Arquitectura y Urbanismo, vol. XXXII, no 2, mayo-agosto, 2011, p. 36-44, ISSN 1815-5898 37 Florencia Peñate-Díaz ciudad y sus casas también

40 Arquitectura y Urbanismo, vol. XXXII, no 2, mayo-agosto, 2011, p. 36-44, ISSN 1815-5898

Con Criterio / La vivienda del pobre en La Habana de la República

CONSTRUCCIÓN DE BARRIOS OBREROS DURANTE

LA REPÚBLICA

Las Conferencias Nacionales de Beneficencia y Correcciónde1901 propiciaron que el 12 de julio de 1912 se dictara la LeyValdés Carrero, por la cual se construyeron dos mil casasbaratas a un costo de $650,00 pesos cada una conmensualidades de $6,25 amortizable en veinte años, que seentregarían por sorteo a padres de familia y que contribuiríanla descongestión de las casas de vecindad o solares de LosSitios y Jesús María. Las nuevas casas se concebían gemelaso en hileras, con 6 m de frente por 20 m de fondo, con portal,sala-comedor, dos habitaciones, cocina, servicio sanitario y48 m cuadrados de superficie fabricada, de mampostería, techode madera y tejas. Pero la política enturbió lo que pudo habersido un proyecto aceptable. Las casas se entregaron a quienesautorizó la Secretaría de Agricultura, Comercio y Trabajo y lasdeterminaciones sobre la forma de las viviendas se hicieronsin ningún planeamiento previo que tuviera en cuenta lasnecesidades de las familias. Posteriormente, las viviendas sehicieron con pared medianera con un patio central pequeño yen terrenos con escasa absorción que provocaban eldesbordamiento de aguas negras por patios y calles sin que elgobierno hiciera nada por remediar estos males. [31]

En el anterior barrio conocido como Pogolotti se hicieronnovecientas cincuenta casas que a un costo de $650,00 cadauna sumaban $617 500,00. Después las diferentesafectaciones ocasionadas por los ciclones sirvieron a lospolíticos del Ministerio de Obras Públicas para emitircuantiosos créditos por concepto de reparaciones. RamónVasconcelos desde el periódico Prensa Libre denunciabaque los créditos para resarcir los daños del ciclón de 1944,ascendentes a la elevadísima suma de $741 000,00, hubieranservido para dejar en condiciones habitables las casasafectadas por el ciclón, y se hubieran reparado las calles; perola realidad era otra, pues solo se habían reparado veintecasas, el resto empleaba lonas en días de lluvia, y no sehabía reparado ninguna calle. [32] (Foto 5).

Un intento mejor logrado para resolver, al menosparcialmente, el problema de la vivienda del obrero y el empleadofue el Reparto Lutgardita en Boyeros, proyectado por losarquitectos Govantes y Cabarrocas e inaugurado en 1929. Enel lugar se estableció la fábrica de pinturas El Morro, uno decuyos accionistas era el Presidente General Machado, Seconstruyeron unas cien casas para alojar empleados y obrerosde la fábrica, que serían propiedad de cada inquilino, pues elalquiler amortizaba el capital. El reparto contemplaba botica,telégrafo, iglesia, escuela pública, tienda para víveres, campodeportivo, teatro-cine, una escuela de kindergarten y un parquede 75 por 107 m. [33] (Foto 6, 7 y 8).

El Patronato Prourbanismo organizó en 1945 unaexposición sobre el estado de la vivienda de los pobres, quemostró a través de maquetas, fotos y planos todo lo que enmateria de vivienda para los pobres se había hecho en otrospaíses latinoamericanos. Esto influyó en que la prensacomenzara a hablar sobre la necesidad de la creación del BarrioObrero. El arquitecto Gustavo E. Urrutia desde el Diario de laMarina criticaba que no se hubieran hecho los estudiospreliminares que debían preceder a toda urbanización decentros urbanos tan especiales como los barrios obreros, puesun barrio, y sobre todo un conjunto de barrios no era unasimple aglomeración de edificios, sino que debían tenerse encuenta necesidades de trabajo y de servicios, para no crearun nuevo Pogolotti.34

Foto 7. Cine-teatro Lutgardita, 1932. Arq. Govantes y Cabarrocas.

Foto 6. Parque Lutgardita, Rancho Boyeros.

Foto 5. Calle barrio Pogolotti.

Page 7: Arquitectura y Urbanismo · 2015-09-11 · Arquitectura y Urbanismo, vol. XXXII, no 2, mayo-agosto, 2011, p. 36-44, ISSN 1815-5898 37 Florencia Peñate-Díaz ciudad y sus casas también

41Arquitectura y Urbanismo, vol. XXXII, no 2, mayo-agosto, 2011, p. 36-44, ISSN 1815-5898

Florencia Peñate-Díaz

dos habitaciones, baño, cocina, con calentador y fregadero.Muros de ladrillos, techos de hormigón armado monolítico,instalaciones de agua con tuberías de cobre y hierro fundido.En la nueva urbanización las avenidas serían de 20 m deancho, 12 m para calle y 8 m para acera, césped y árboles desombra. Las calles secundarias serian de 16 m de ancho con9 m para calle y 3,50 para acera, césped y árboles. [37] Perola carencia de un Plan de viviendas insertado en un Plan Directorde la ciudad, provocó que al terminarse el Barrio Obrero noexistieran instrumentos legales para vender o alquilar y decidirquiénes ocuparían las viviendas.

En el año 1948, José L. de Bien, Alberto Prieto y HoracioNavarrete publican un proyecto de ley para crear la CorporaciónNacional de la Vivienda Económica, como una entidad autónomaintegrada por el Ministro de Obras Públicas, un representantedel mayor de los sindicatos, de la Propiedad Urbana, de laAsociación Bancaria, de la Confederación de Trabajadores deCuba, del Colegio Nacional de Arquitectos y del ColegioNacional de Abogados. Entre sus objetivos estaban: “construirviviendas económicas para arrendar o vender, así como edificiosde servicios; fomentar su construcción por empresas privadas;adquirir inmuebles para cumplimiento de estos fines; construirviviendas por cuenta de compradores a plazos o propietariosde terrenos; construir viviendas por cuenta de institucionesparticulares; reparar viviendas; arrendar, vender y administrar

Cuando la construcción del barrio obrero fue noticia El Diariode la Marina lo vio como un viejo anhelo de construir casashigiénicas, sencillas y baratas de modo que las clases pobresy medias pudieran comprarlas en condiciones estimulantesy salvadoras de la tuberculosis y de la miseria física y moralde los pobres residentes en el solar urbano, y en el infectobohío. [35]

La construcción del barrio obrero ocupó el interés de toda laprensa, así el periódico Hoy en 1947 le dedicó un amplioartículo. El Barrio Obrero de Luyanó estaba ubicado a un ladode la arteria formada por la unión de Vía Blanca con la carreterade Guanabacoa. Abarcaba un área de 841,000 m2, de la cualun 20 % se dedicaría a parques, otro 20 % a calles y jardinesy el restante 60 % a solares donde se levantarían las viviendas.El plan urbano lo había hecho el arquitecto Pedro MartínezInclán. En las calles se había sustituido el sistema corriente“Telford Macadam” por uno más moderno, económico ybarato. En la zona se construiría el alcantarillado que daríaservicio no solo a la nueva urbanización, sino a los barrios deMartín Pérez, Regla, Jacobino, Rocafort, Alturas de Luyanóque carecían de este servicio. El agua vendría del acueductode Guanabacoa, en construcción. Frente a la Vía Blanca selevantarían cuatro edificios de cuatro plantas con cuarentaapartamentos cada uno, con una estructura monolítica dehormigón armado, instalaciones sanitarias y eléctricas segúnlas normas modernas. También se harían casas residenciales,asilo y creche (guardería infantil). El Estado daría facilidades ala iniciativa privada para que construyera casas residencialescon arreglo al plan, lo que también podían hacer los sindicatos.36

(Foto 9 y 10).La inauguración de la primera vivienda individual en 1947 se

reflejó en el periódico El Mundo. De este tipo estaban previstasun total de 1 145, pero para el 20 de mayo de 1947, seinaugurarían cien. Estas casas, ubicadas en solares de 12 mde frente por 20 m de fondo, se componían de sala-comedor,

Foto 9. Residencial obrero.

Foto 10. Edificios del barrio Obrero, 1947.

Foto 8. Plano urbanización del Reparto Lutgardita. 1930.

Page 8: Arquitectura y Urbanismo · 2015-09-11 · Arquitectura y Urbanismo, vol. XXXII, no 2, mayo-agosto, 2011, p. 36-44, ISSN 1815-5898 37 Florencia Peñate-Díaz ciudad y sus casas también

42 Arquitectura y Urbanismo, vol. XXXII, no 2, mayo-agosto, 2011, p. 36-44, ISSN 1815-5898

Con Criterio / La vivienda del pobre en La Habana de la República

las viviendas que construya; administrar los fondos, contratos,préstamos, proponer reglamentos pertinentes y nombrarpersonal necesario. Pero la pretendida autonomía, conseguidaen otros países, era imposible sin excluir a los políticos.

Los fondos para la “Corporación Nacional de la viviendaEconómica” saldrían del Presupuesto Nacional para estosfines, de donaciones, herencias o legados y del producto desus operaciones. Como requisitos para disfrutar de estasviviendas se contemplaba: ser cubano, ser cabeza de familia,ser obrero, retirado, jubilado o pensionado, ser persona moral;no padecer, el cabeza de familia ni los otros, de enfermedadesinfecto-contagiosas permanentes; haber votado en las dosúltimas elecciones; haber residido dos años en el Municipio;no tener ingresos superiores a $150,00. En Cuba la tuberculosisera una enfermedad que proliferaba entre los pobres,precisamente debido a las pésimas condiciones ambientalesy de alimentación. ¿Qué quedaba entonces para esas personas,quién podía ayudarlas a salir de su situación?, además ¿quérelación tenía el voto con el derecho humano a poseer unavivienda digna en la cual vivir?. Esta penosa situación la reflejóHer-Car en una de sus caricaturas (foto 11). Otro de losrequisitos para adquirir una vivienda que llama la atención erael referido a no tener antecedentes penales, que la vivienda noexcedería de cuatro mil pesos (incluido terreno), el plazo depago no excedería de treinta años; la vivienda se asignaría porsorteo entre los aspirantes y para reparaciones la corporacióndaría crédito con hipoteca. Resulta bastante cínico que paracomprar una casa barata no se pudiera tener antecedentespenales, cuando la situación de pobreza era una causa dedelitos y en Obras Públicas y en otros ministerios los políticosse enriquecían con el dinero malversado de los fondos públicos.Por otra parte, la asignación de la vivienda a través de sorteoera un método muy criticado y que no se empleaba ni enEuropa ni en Latinoamérica. Además, resultaba contradictorioque se abriera la posibilidad de que a través de los diabólicosmecanismos hipotecarios se perdiera la vivienda. [38] Lascondicionantes previstas para que las personas másdesfavorecidas de la sociedad adquirieran viviendas dignas,quizás sin pretenderlo sus auspiciadores, dejaban abierto elcamino para que dicha institución fuera manipulada por lospolíticos de turno que sabían explotar muy bien las necesidadesdel pueblo para fines políticos.

La agudización de los problemas y la crítica constante a losdiferentes gobiernos de turno hicieron que el presidente de laRepública Carlos Prío creara por el Decreto 2786 del 5 deseptiembre de 1950 la Comisión Nacional de Vivienda. Estacomisión la componían el arquitecto Manuel Febles Valdés,Ministro de Obras Públicas, Jorge Casuso, Secretario deJusticia, Mario Kuchilán y Alfonso Roselló, periodistas; Angelde Zárraga, Director de Arquitectura en Obras Públicas y elarquitecto José M. Bens. [39] Pero en 1952, el golpe deestado de Batista paralizó este proceso.

El último proyecto de viviendas de la República es de 1952,prevista su ubicación en los terrenos municipales de la finca“La Ciénaga.” Desde 1929 el Municipio habanero habíaplanteado hacer viviendas baratas en estos terrenos; peroahora el proyecto era más amplio y comprendía una unidadvecinal para familias de medianos recursos con edificioscolectivos a ambos lados de la Avenida de Rancho Boyerosdesde la Calzada del Cerro hasta la Fuente Luminosa; otraunidad para familias de bajos recursos en terrenoscomprendidos entre la Avenida Santa Catalina, la AvenidaRancho Boyeros, la calle Primelles y el Arroyo Mordazo.Además, un gran parque con su bosque, un casino campestrey un parque deportivo. Se contemplaba el traslado de lostalleres de la Ciénaga y la supresión de las líneas férreas de laAvenida de Agua Dulce, así como la construcción de unanueva avenida hacia Marianao y un paso superior de la AvenidaSanta Catalina a la Avenida de Boyeros. En la zona ya sehabía empezado a construir el Parque Forestal, pero todo sequedó en el papel, al priorizarse el Acueducto Cuenca Sur yla construcción y ampliación de hospitales. La revista Espaciocriticó este proyecto, pues consideraba que estos terrenosde La Ciénaga eran antihigiénicos y antiestéticos y que laselección de la zona no obedecía a un plan regulador. [40]

En 1953 Espacio destacó la importancia de la planificaciónpara regular las construcciones y evitar que algunos barriosse convirtieran en slums y afectaran el progreso económico,social y cultural de la ciudad. En 1954 la misma revistaplanteó que los barrios obreros debían ser objeto de un estudiomás cuidadoso por parte de sus ejecutores y autoridades,pues estos no reunían los requisitos de autosuficiencia,recreación y áreas verdes que este tipo de comunidades debíantener, por lo que estos repartos estaban moldeando muypobremente el futuro desarrollo y funcionamiento de la ciudadde La Habana. [41]

La no solución de los problemas de la vivienda popular acincuenta años de República para nada obedecían acuestiones de inexperiencia y desconocimiento, pues se habíanhecho estudios y propuestas que se hacían públicas en lasprensa y que pasaban por las manos indolentes de los políticos.En este sentido, la revista Arquitectura en 1952 recogió unimportante trabajo sobre los requisitos a tener en cuenta paraun programa de viviendas., entre ellos, la magnitud y naturalezade la demanda, el número de familias y su tamaño, el promediode aumento poblacional y los ingresos; la naturaleza de laoferta: calidad y cantidad de viviendas existentes, costo deconstrucción y alquileres para sostener el programa deviviendas, y los recursos existentes y potenciales para resolverel problema. Además, la responsabilidad del Municipio en el

Foto 11.En 1943,Her-Carhizo estacaricaturapara elseminarioZig-Zag. Fototomada deinternet

Page 9: Arquitectura y Urbanismo · 2015-09-11 · Arquitectura y Urbanismo, vol. XXXII, no 2, mayo-agosto, 2011, p. 36-44, ISSN 1815-5898 37 Florencia Peñate-Díaz ciudad y sus casas también

43Arquitectura y Urbanismo, vol. XXXII, no 2, mayo-agosto, 2011, p. 36-44, ISSN 1815-5898

Florencia Peñate-Díaz

planeamiento, pues el lugar donde se construía determinabael costo; la reglamentación para que hubiera agua,alcantarillado, luz, carreteras, evitando así que estos proyectosse convirtieran en arrabales. En el plano arquitectónico de lavivienda se planteó la buena orientación climática, un áreaentre cuarenta y cincuenta metros cuadrados para treshabitaciones y cocina, áreas comunes, facilidades demantenimiento y empleo de prefabricación. [42]

En 1956 el arquitecto Nicolás Arroyo Márquez, Ministro deObras Públicas desde la revista Arquitectura anunció su plande obras públicas. Apuntó de manera cierta que los planes deobras públicas siempre habían sido esporádicos y hechos afines de cada período de Gobierno como apoyo a la propagandaelectoral, sin que las administraciones de turno concluyeranlas obras empezadas por la administración anterior. Las obraspúblicas para ser útiles debían estar basadas en estudioscientíficos, de ahí el Plan Regulador Nacional y los planes aescala regional y urbana, el Plan Vial Nacional con la renovadaCarretera Central y los circuitos Norte y Sur, complementadoscon carreteras transversales regionales y caminos vecinales,que favorecían el desarrollo económico y el del turismo. Haciael desarrollo del turismo. el norteamericano, se dirigían losPlanes Reguladores de Varadero, Trinidad, Isla de Pinos, elDistrito Metropolitano de La Habana y los circuitos del Golfo ydel Caribe. En el Plan de Obras Públicas se integraban lasobras de la Comisión Nacional de Viviendas y las del Ministeriode Educación. La política fundamental del gobierno estabadirigida al programa vial y a los edificios sociales comohospitales, guarderías infantiles, asilos, escuelas, recreativas,culturales aduanas, correos y ayuntamientos. Este vasto plan,dirigido a convertir a Cuba en un eje de conexión del turismonorteamericano en la zona del Caribe, no contemplaba, almenos de forma explícita, ningún interés, por la vivienda delpobre.

El Colegio de Arquitectos llevó este tema a forosinternacionales. En el VIII Congreso Panamericano deArquitectos (México en 1952), el arquitecto Eduardo CañasAbril presentó la ponencia “Habitación Popular”, tomada comoreferencia para elaborar las conclusiones del Evento. Seenfocaba el problema de la vivienda popular como un problemasocial y económico que afectaba a todas las naciones delcontinente americano, por eso debía encargarse de ella unorganismo internacional independiente de los organismosnacionales que coordinara esfuerzos, investigaciones yproyectos. Estos planes debían ser el fruto de una planificacióncientífica, entendiendo por planificación el conjunto de planosreguladores y de zonificación nacionales, regionales y urbanosy todos los estudios económicos, financieros, sociológicos,además de censos y estadísticas hechos por los organismosnacionales de los países de América. Pidió al Congresomanifestarse contra la práctica generalizada de hacer viviendaspopulares sin estudio previo, con ubicaciones inadecuadas ycostosas que aumentaban los barrios dormitorios con elpretexto de mejorar la vivienda económica. [43] Estasconsideraciones reflejaban la práctica constructiva en el paísa lo largo de la República, sin una voluntad política de resolverel problema de la vivienda popular a partir de una correcta

legislación y planificación ajena a componendas políticas.Esta ponencia se llevó en 1953 al lll Congreso de la UIA, y alIX Congreso Panamericano de Arquitectos (Caracas, 1955),donde se reiteró la necesidad de insertar los planes deviviendas en una planificación integral para frenar la viviendaespeculativa; que la enseñanza de la arquitectura seconcentrara en los problemas de la habitación y formara enel arquitecto la mentalidad de un planificador; que en el paísse aunaran todos los recursos y se colocara en primer planola vivienda para eliminar las ciudadelas y resolver la viviendapopular. [44]

Todas estas ideas discutidas en diferentes tribunas recogíantodo un legado de pensamiento urbanístico formado a lo largode una lucha y una experiencia republicana por resolver losproblemas esenciales de la población, en especial el referidoa la vivienda que era un derecho humano reconocido por todos,menos por los políticos de turno quienes se preocupaban delasunto solo en la cercanía de las elecciones.

CONCLUSIONES

El problema de la vivienda durante la República ha sufridouna evolución en su enfoque que puede seguirse a través delas publicaciones periódicas, primeramente se abordó comoun problema de higiene y salud, aspecto medular en unmomento en el que la tuberculosis tenía una alta tasa demuertes. El doctor Fernando Méndez Capote, Secretario deSanidad y Beneficencia, va más allá y habló de lasconsecuencias de la promiscuidad sobre la salud moral de lasociedad. La labor desde la prensa y otras tribunas de personascon un alto espíritu cívico que se preocupaban del problemade la vivienda hizo que se prohibiera la construcción de lasllamadas casas de vecindad en 1926, pero esto no resultó,porque al no asumir el Estado el problema, la iniciativa privadahizo viviendas mínimas con un alquiler por encima de lasposibilidades de personas con bajos ingresos, con laconsiguiente proliferación de barrios de indigentes.

En la década del 30 el arquitecto Manuel Febles Valdés, unabanderado del problema de la vivienda económica para el pobre,al igual que su colega, el también arquitecto Luis Bay Sevilla,caracterizó el problema como el mayor de La Habana ydestacó la necesidad de hacer viviendas higiénicas acordecon las normas del urbanismo. En los años cuarenta, vinculóeste problema con la necesidad de parques, de garantizar aguapotable, de desarrollar la industria de la construcción, y sobretodo, con la creación de un Plano Regulador de la ciudad.

Cuando en los años 50 el tema de la vivienda se llevó acongresos internacionales se abogó por encargar del asuntoa instituciones ajenas a la política y que respondieran a unaplanificación científica, entendida esta, como el conjunto deplanos reguladores y de zonificación nacionales, regionales yurbanos, así como todos los estudios económicos, sociológicosy financieros elaborados previamente, de modo que no sehicieran viviendas obreras sin estudios previos. Además, enesta lucha cívica se señaló el papel de las facultades deArquitectura, las que desde la enseñanza debían asumir elproblema como algo propio y formar un arquitecto capaz deser un planificador.

Page 10: Arquitectura y Urbanismo · 2015-09-11 · Arquitectura y Urbanismo, vol. XXXII, no 2, mayo-agosto, 2011, p. 36-44, ISSN 1815-5898 37 Florencia Peñate-Díaz ciudad y sus casas también

44 Arquitectura y Urbanismo, vol. XXXII, no 2, mayo-agosto, 2011, p. 36-44, ISSN 1815-5898

Con Criterio / La vivienda del pobre en La Habana de la República

REFERENCIAS

1. Revista de Construcciones y Agrimensura, 1899-1912.La revista Arquitectura, fundada en 1917, todas susvariantes hasta llegar a la etapa, 1937-1959 que de nuevotomó el nombre inicial; la Revista de la Propiedad Urbana1934-1961; Revista de la Sociedad Cubana de Ingenieros,1909-1959; Boletín de Obras Públicas,1924; 1926-1931;1946-1947; 1953; 1955; Revista Ingeniería Civil, 1950-1958; Revista Espacio (1952-1955).

2. Revista de Construcciones y Agrimensura, Año. 1, no. 1,feb, p. 9; no. 3, marzo, p.19-20; no. 4, abril, p. 25-26;no. 5, mayo, p. 37-39; no. 7, julio, p. 53-54, de 1899.

3. Revista de la Sociedad Cubana de Ingenieros, vol. VII,no. 10, octubre, 1915, p.488 (tomado de La Discusión).

4. PÉREZ, P. “La vivienda de nuestra clase pobre”,Arquitectura, año II, tomo II, no. 9, agosto 1918, p. 14-15.

5. Arquitectura, año II, tomo II, no. 7, enero 1919, p. 11-12.6. Revista de Construcciones y Agrimensura, año 1, no. 3,

marzo 1899, pp. 23-24.7. El País, 6 de enero de 1929, p. 15.8. Social, vol. IV, no. 9, septiembre 1919, p.86.9. “Los arquitectos en el Jockey Club” Arquitectura, año II,

no. 10, abril 1919, p. 31.10. “Unión de municipios cubanos. Congreso de la

habitación”: Colegio de Arquitectos de La Habana, LaHabana, no. 10, octubre, 1929, p. 27-28.

11. “La solución de un grave problema”, El Fígaro, no. 13 y14, mayo 22 y 29, 1921, p. 190.

12. “Viviendas baratas. El primer intento serio que se da enCuba para resolver el problema del hogar sano y barato”,El arquitecto, vol. I, no 6 y 7, septiembre-octubre, 1926,p. 194-195.

13. BAY SEVILLA, L. “Una Ley de Casas Baratas, únicasolución para el problema de la mala viv ienda”,Arquitectura, La Habana, año VIII, no. 8, nov. 1940,p. 291-293.

14. GOVANTES, E. Notas sobre la evolución de laarquitectura en La Habana…. Colegio de Arquitectos deLa Habana, vol. XIII, no. 12, dic. 1929- enero 1930,p. 2-5.

15. Charla urbanística: Arquitectura y Artes Decorativas,año 3, no. 23, junio 1935, p. 6.

16. PRIETO, A. "Contribución al estudio de las viviendaseconómicas", Arquitectura, La Habana, año XIV, no. 151,febrero de 1946, p. 62-65.

17. FEBLES VALDÉS, M. “La escasez de viviendas en LaHabana”, Arquitectura y Artes Decorativas, La Habana,año 4, no. 20, marzo de 1935, p. 3-4.

18. FEBLES VALDÉS, M. Apuntes urbanos, Arquitectura,La Habana, año XVI, no. 180, julio de 1948, p. 200-201.

19. FEBLES VALDÉS, M. “El problema de la vivienda enCuba”, Arquitectura, La Habana, año XVI, no. 177, abril1948, p. 99-101.

20. FERNÁNDEZ SIMÓN, A. "Tendencia sociológica, desalubridad pública y de fomento urbano del terceracueducto de La Habana". Arquitectura, La Habana,año XVIII, junio, no. 203. p. 276-278.

21. PÉREZ CUBILLAS, J. “La Habana gran capital de laAmérica Latina”, Revista Nacional de la PropiedadUrbana, La Habana, año III, no. 25, febrero 1936, p. 5.

22. ALLOZA, F. “Barrios de indigentes. Seis mil personasviven hacinados en las chozas de Las Yaguas”,Información, 2 de marzo de 1947.

23. Revista Nacional de la Propiedad Urbana, La Habana,año III, no. 30, julio de 1936. p. 1.

24. Revista Nacional de la Propiedad Urbana, La Habana,año III, no. 32, septiembre 1936, p. 1.

25. Revista Nacional de la Propiedad Urbana, La Habana,año III, no. 33, octubre 1936, p. 1.

26. Arquitectura y Urbanismo, La Habana, año IV, no. 40,noviembre de 1936, p. 7.

27. Idem., p. 20-21.28. MARIBONA, A. “Subsidios y viviendas económicas”,

Diario de la Marina, La Habana, 23 de enero de 1946.29. El Heraldo Comercial, 26 de septiembre, 1945.30. "La modificación de la Ley de Alquileres". Información

pública por el Colegio de Arquitectos de La Habana.Arquitectura, año XX, no. 231, octubre 1952, p. 426-427.

31. BAY SEVILLA, L. “La barriada de Pogolotti”, Arquitectura,La Habana, año VII, no. 73, agosto de 1939, p. 315- 318.

32. VASCONCELOS, R. Entreactos. “Un Pogolotti de oro”,Prensa Libre, La Habana, 5 de octubre de 1946.

33. El Arquitecto, La Habana, no. 28 y 29 julio-agosto, 1928,p. 160-165 y Boletín de Obras Públicas, La Habana,vol. VI, no. 1, enero, 1929, p. 6-11.

34. URRUTIA, G. E. Armonías. “Barrios obreros”. Diario dela Marina, agosto 29, 1945.

35. Diario de la Marina, 2 de junio, 1946.36. RAÑA, F. M. "El barrio residencial de casas baratas

puede dar solución al grave problema de la vivienda".Hoy, 15 de enero de 1947.

37. El Mundo, 24 de febrero de 1947.38. Arquitectura, La Habana, año XVI, no. 184-185, noviembre-

diciembre, 1948, p. 295-198.39. La comisión Nacional de Vivienda: Arquitectura, La

Habana, año XVIII, no. 209, diciembre 1950, p. 560-561.40. Editorial: Espacio, vol. II, nos. VII-VIII, enero-abril, 1953,

p. 5.41. “Cal y Arena”. A cargo de la Redacción, Espacio, La

Habana, noviembre-diciembre, 1954, p. 66.42. EMMERICH, H. “La viv ienda y los municipios”,

Arquitectura, La Habana, año XX, no. 230, septiembre,1952, p. 360-363.

43. CAÑAS ABRIL, E. "Habitación popular", Espacio, vol 1,no. VI, noviembre-diciembre, 1952. p. 30-31. En: VIICongreso Panamericano de Arquitectos.

44. CAÑAS ABRIL, E. “La función social del arquitecto. “ElArquitecto y la planificación integral de los espacios dehabitación”. En: IX Congreso Panamericano, Arquitectura,La Habana, no. 267, octubre 1955, p. 478.

45. En la web: http://1.bp.blogspot.com/_EcKy42-QqyA/S-MlcLaD_jI/AAAAAAAABDw/bm86O9q7JtU/s400/LLEGA-Y-PON.web.jpg