Art. Palma y Fuentes-Libre

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Semana del 12 al 18 de abril de 2013. Diario Oficial El Peruano Historia | LETRAS | 7 RICARDO PALMA Y MANUEL ATANASIO FUENTES Una relación conflictiva Fueron contemporáneos, trabajaron juntos en un proyecto periodístico, polemizaron y se enemistaron por circunstancias de la vida. Escribe VÍCTOR ARRAMBIDE C UANDO llegó la televisión a la vida cotidiana de la gente se dijo que ese nuevo invento signi icaría el in de la radio y el cine. Sin embargo, casi un siglo después, eso no ocurrió y, por el contrario, los tres gozan de buena salud. En la actualidad, entre los diversos escritores olvidados por la gran mayoría encontramos a Manuel Atanasio Fuentes, 'El Murciélago', uno de los más prolíicos del siglo XIX. Fue abogado, estadista, periodista, médico, editor, impresor, poe- ta, traductor, compendiador. Para Paul Gootemberg, fue el "constructor de la sociedad limeña". A lo largo de su vida polemizó con varios personajes, como José Gregorio Paz Soldán, Andrés Avelino Aramburú y el colombiano José María Samper, entre otros. En este caso, tocará hablar de la conlictiva relación con el tradicionista Ricardo Palma. Juan Gargurevich ha hecho un trabajo sobre la enemistad entre ambos personajes durante la Guerra con Chile. En circuns- tancias en que el país vivía uno de sus momentos más difíciles, ambos se distanciaron por dife- rencias políticas. Palma, piero- lista, vio con recelo la elección de Francisco García Calderón como presidente provisorio. Acusaba a Fuentes de ser uno de sus principales instigadores, incluso tildándolo de farsante. UN POCO DE HISTORIA Fuentes nació en 1820 y Palma en 1833. En 1852, un joven Palma estrenaba su obra teatral Rodil , y Fuentes había regresa- do a Lima después de ser juez en Huánuco. Según Oswaldo Holguín, uno de los principales críticos de la pieza teatral fue TRADICIONISTA. Ricardo Palma se desempeñó como cronista en El Mercurio cuando esta publicación era dirigida por Fuentes. PARA FUENTES, EL "ESCRITOR DE LOS ANTEOJOS Y CHINESCA FAZ" NO DEBÍA "SUPLICAR A CHILE PARA QUE DEVUELVA LOS LIBROS ROBADOS DE LA BIBLIOTECA". Manuel Atanasio Fuentes. Ambos apoyaron la revolu- ción vivanquista de 1856. Palma lo hizo cuando estaba al servicio de la Marina, meses después de sobrevivir a un naufragio. Fuen- tes fue un ferviente admirador del general Manuel Ignacio de Vivanco, con quien tuvo una relación muy estrecha. A los pocos años, Palma trabajó como cronista en El Mercurio, que era dirigido por Fuentes. Fue el diario rival de El Comercio entre 1862 y 1864. Recuerda el tradicionista su paso por este periódico, ubicado en la calle de la Rifa, cuando una vez "Don Manuel" llevó al local a un joven Marcos Jiménez de la Espada, miembro de la expedi- ción cientí ica española enviada a América. La relación entre ambos, a partir de ese momento, fue estrecha, lo mismo con la fa- milia de 'El Murciélago'. Pal- ma dedicó a Manuel Aurelio Fuentes su tradición 'De cómo a un intendente le pusieron la ceniza en la frente', y colabo- ró en El Rubí, periódico para adolescentes dirigido por el casi quinceañero Manuel Ignacio Fuentes. El patriarca de los Fuentes y Palma coincidieron en las veladas literarias en casa de Manuela Gorriti y participaron juntos en la publicación de La Broma, por 1877. Pero la guerra y el desen- lace del enfrentamiento fue el motivo de su alejamiento. Fuentes y su familia se refugia- ron en Guayaquil luego de la ocupación de la capital. En ese entonces era decano del Colegio de Abogados y administrador de la Imprenta del Estado. Él y su familia vivían en el local de la imprenta, y al ser éste tomado por los chilenos, perdieron todas sus pertenencias. CRÍTICA Y REVANCHA Luego de la desocupación, Mi- guel Iglesias nombró a Palma director de la Biblioteca Na- cional y tuvo la dura tarea de reconstruirla, tras el saqueo sis- temático de sus fondos. Fuentes, en cambio, aún permanecía en Guayaquil, donde murió repen- tinamente el menor de sus hijos, Manuel Ignacio. Allí, volvió a publicar una nueva etapa de su conocido periódico, El Murcié- lago , atacando la administración de Iglesias, quien le había despo- jado de la administración de la imprenta, a pesar de la vigencia de su contrato con el Estado. Siguiendo esa línea, Fuentes empezó a criticar la labor de Palma. Para Fuentes, el "escri- tor de los anteojos y chinesca faz" –reiriéndose a Palma– no debía "suplicar al presidente de Chile para que devuelvan los libros robados de la Biblioteca". Siguiendo la lógica jurídica de 'El Murciélago', como experto en derecho internacional, Chile debió devolver todo lo que no era considerado botín de guerra inmediatamente después de la irma del tratado de paz. Es de entenderse que, en el contexto, las críticas de Fuentes contenían un cierto revanchismo por las consecuencias de la guerra. En la actualidad reconoce- mos la gran labor de Ricardo Palma al frente de la Biblioteca Nacional, pero no olvidemos que ante la prensa, sobre todo en el siglo XIX, todos los grandes personajes de nuestra historia fueron presas de la crítica y los ataques personales. Fuentes, en un artículo en El Comercio bajo el seudónimo de 'Aristófano', porque "reunía las características" típicas de sus escritos polémicos.

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  • Semana del 12 al 18 de abril de 2013. Diario Oficial El Peruano

    Historia | LETRAS | 7

    RICARDO PALMA Y MANUEL ATANASIO FUENTES

    Una relacin conflictivaFueron contemporneos, trabajaron juntos en un proyecto periodstico,

    polemizaron y se enemistaron por circunstancias de la vida.

    Escribe VCTOR ARRAMBIDE

    CUANDO lleg la televisin a la vida cotidiana de la gente se dijo que ese nuevo invento signiicara el in de la radio y el cine. Sin embargo, casi un siglo despus, eso no ocurri y, por el contrario, los tres gozan de buena salud.

    En la actualidad, entre los diversos escritores olvidados por la gran mayora encontramos a Manuel Atanasio Fuentes, 'El Murcilago', uno de los ms prolicos del siglo XIX. Fue abogado, estadista, periodista, mdico, editor, impresor, poe-ta, traductor, compendiador. Para Paul Gootemberg, fue el "constructor de la sociedad limea". A lo largo de su vida polemiz con varios personajes, como Jos Gregorio Paz Soldn, Andrs Avelino Arambur y el colombiano Jos Mara Samper, entre otros.

    En este caso, tocar hablar de la conlictiva relacin con el tradicionista Ricardo Palma.

    Juan Gargurevich ha hecho un trabajo sobre la enemistad entre ambos personajes durante la Guerra con Chile. En circuns-tancias en que el pas viva uno de sus momentos ms difciles, ambos se distanciaron por dife-rencias polticas. Palma, piero-lista, vio con recelo la eleccin de Francisco Garca Caldern como presidente provisorio. Acusaba a Fuentes de ser uno de sus principales instigadores, incluso tildndolo de farsante.

    UN POCO DE HISTORIAFuentes naci en 1820 y Palma en 1833. En 1852, un joven Palma estrenaba su obra teatral Rodil, y Fuentes haba regresa-do a Lima despus de ser juez en Hunuco. Segn Oswaldo Holgun, uno de los principales crticos de la pieza teatral fue

    TRADICIONISTA. Ricardo Palma se desempe como cronista en El Mercurio cuando esta publicacin era dirigida por Fuentes.

    PARA FUENTES, EL "ESCRITOR DE LOS ANTEOJOS Y CHINESCA FAZ" NO DEBA "SUPLICAR A CHILE PARA QUE DEVUELVA LOS LIBROS ROBADOS DE LA BIBLIOTECA".

    Manuel Atanasio Fuentes.

    Ambos apoyaron la revolu-cin vivanquista de 1856. Palma lo hizo cuando estaba al servicio de la Marina, meses despus de sobrevivir a un naufragio. Fuen-tes fue un ferviente admirador del general Manuel Ignacio de Vivanco, con quien tuvo una relacin muy estrecha. A los pocos aos, Palma trabaj como cronista en El Mercurio, que era dirigido por Fuentes. Fue el diario rival de El Comercio entre 1862 y 1864. Recuerda el tradicionista su paso por este peridico, ubicado en la calle de la Rifa, cuando una vez "Don Manuel" llev al local a un joven Marcos Jimnez de la Espada, miembro de la expedi-cin cientica espaola enviada a Amrica.

    La relacin entre ambos, a partir de ese momento, fue estrecha, lo mismo con la fa-milia de 'El Murcilago'. Pal-ma dedic a Manuel Aurelio Fuentes su tradicin 'De cmo a un intendente le pusieron la ceniza en la frente', y colabo-r en El Rub, peridico para adolescentes dirigido por el casi quinceaero Manuel Ignacio Fuentes. El patriarca de los Fuentes y Palma coincidieron en las veladas literarias en casa de Manuela Gorriti y participaron juntos en la publicacin de La Broma, por 1877.

    Pero la guerra y el desen-lace del enfrentamiento fue el motivo de su alejamiento. Fuentes y su familia se refugia-ron en Guayaquil luego de la

    ocupacin de la capital. En ese entonces era decano del Colegio de Abogados y administrador de la Imprenta del Estado. l y su familia vivan en el local de la imprenta, y al ser ste tomado por los chilenos, perdieron todas sus pertenencias.

    CRTICA Y REVANCHALuego de la desocupacin, Mi-guel Iglesias nombr a Palma director de la Biblioteca Na-cional y tuvo la dura tarea de reconstruirla, tras el saqueo sis-temtico de sus fondos. Fuentes, en cambio, an permaneca en Guayaquil, donde muri repen-tinamente el menor de sus hijos, Manuel Ignacio. All, volvi a publicar una nueva etapa de su conocido peridico, El Murci-lago, atacando la administracin de Iglesias, quien le haba despo-jado de la administracin de la imprenta, a pesar de la vigencia de su contrato con el Estado.

    Siguiendo esa lnea, Fuentes empez a criticar la labor de Palma. Para Fuentes, el "escri-tor de los anteojos y chinesca faz" reirindose a Palma no deba "suplicar al presidente de Chile para que devuelvan los libros robados de la Biblioteca". Siguiendo la lgica jurdica de 'El Murcilago', como experto en derecho internacional, Chile debi devolver todo lo que no era considerado botn de guerra inmediatamente despus de la irma del tratado de paz. Es de entenderse que, en el contexto, las crticas de Fuentes contenan un cierto revanchismo por las consecuencias de la guerra.

    En la actualidad reconoce-mos la gran labor de Ricardo Palma al frente de la Biblioteca Nacional, pero no olvidemos que ante la prensa, sobre todo en el siglo XIX, todos los grandes personajes de nuestra historia fueron presas de la crtica y los ataques personales.

    Fuentes, en un artculo en El Comercio bajo el seudnimo de 'Aristfano', porque "reuna las caractersticas" tpicas de sus escritos polmicos.