Arte ecuatoriano
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E
FACULTAD DE ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS
ESCUELA DE ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS TURÍSTICAS Y HOTELERAS
CÁTEDRA:
Arte Ecuatoriano I
REALIZADO POR:
Kevy Reinoso V.
NIVEL: Tercero
FECHA:
13/10/2015
RIOBAMBA – ECUADOR
2015
Cultura Maya
La cultura maya, con una historia de aproximadamente tres mil años, habitó una parte de la región denominada Mesoamérica, en los territorios actuales de Guatemala, Belice, Honduras, El Salvador y en el comprendido por cinco estados del sureste de México: Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Tabasco y Yucatán.
Área de asentamiento maya
Durante la época Prehispánica, los mayas habitaron un extenso territorio con
diferentes climas y variada vegetación, montañas y planicies,selvas con alta precipitación
pluvial y sitios secos, tierras con ríos o lagos y una buena extensión de costas. La zona maya
comprendía 389.610 km², lo que en la actualidad son los estados de Quintana
Roo, Campeche, Yucatán, Tabasco y el oriente de Chiapas en México;Guatemala, Belice y la
parte poniente de Honduras y El Salvador en Centroamérica.
Dentro de esta zona existen tres grandes áreas naturales:
El área sur: ubicada en la costa del Pacífico, los Altos de Guatemala, parte de Chiapas y
de El Salvador. Posee una zona montañosa que recorre el sur, suroeste y sureste, y
abarca la Cordillera Centroamericana. En la meseta alta hay varios lagos que tuvieron su
origen en la actividad volcánica de la región. El sur del área Maya es el hábitat de una
gran variedad de especies animales, como el quetzal y eljaguar, que los mayas
consideraban sagrados por creer que eran representantes de los dioses, y hoy se
encuentran en peligro de extinción. Los bosques, ríos y tierras fértiles son comunes
denominadores en esta zona.
El área central: es la más extensa. Comprende la cuenca interior del departamento de El
Petén, en Guatemala, se extiende hacia el occidente de Honduras y el oriente de Chiapas,
Tabasco y el sur de la Península de Yucatán. Se trata de una selva tropical con clima
caluroso y húmedo. En esta selva nacen varios ríos de caudal importante como
el Grijalva y el Usumacinta que desembocan en el Golfo de México, y otros como el río
Holmul, el Hondo, el Sarstún y el Mopán que llegan al mar Caribe. Esta zona de selva
y pastizales es muy rica en árboles de maderas preciosas como el cedro, y contiene
también la fauna más variada de la zona maya. Posee el suelo fértil más abundante.
El área norte: abarca la mitad norte de la Península de Yucatán, una plataforma de piedra
caliza y plana, que se levanta apenas en la región de «La Sierrita», en Yucatán. Esta zona
es conocida con el nombre de Puuc, y va de Campeche a Yucatán. La altura máxima del
Puuc es de 200 msnm. Es una zona excesivamente seca, con vegetación formada por
arbustos bajos y gran cantidad de «hierbas medicinales». El suelo es pobre en humus.
Debajo del suelo se encuentran las rocas y grietas que llevan el agua de lluvia hacia «ríos
subterráneos». Cuando los techos cavernosos de los ríos subterráneos se desploman
forman los cenotes (del maya Dzonot, que significa «Ojo de Agua»), que son la mejor
forma de abastecer de agua a la población.
Desarrollo histórico
El estudio de la civilización maya se divide en 3 etapas:
El Periodo preclásico (1600 a.C. al 300 d.C.)
Periodo Clásico (300 al 900 d.C.)
Periodo Posclásico (900 al 1542)
Características
Aldeas «vivienda» Existían casas unifamiliares donde vivían los padres y los hijos quienes adoptaban a
miembros viejos o jóvenes de la familia o fuera de ella (ejemplo: Tulum). También
había edificios multifamiliares habitados por personas de lazos sanguíneos comunes
de elevada posición social (ejemplo: los complejos residenciales de Kohunlich). Los
materiales de las casas varían de muros y techos de madera y palma a materiales
resistentes como piedra y estuco. También la vivienda podía estar formada por tres
estructuras principales separadas, (dormitorios, la cocina, la bodega) y podían
construir otras estructuras separadas (talleres, baños, saunas). El ejemplo más
representativo de las viviendas mayas se encuentra en Joya de Cerén, un sitio
arqueológico ubicado en El Salvador y que fue sepultado por una erupción alrededor
de 600 a.C.61
Dormían sobre unas plataformas bajas adosadas a los muros donde colocaban
colchones rellenos de algodón (las hamacas fueron una adaptación de las redes de
pesca, invento de los indígenas caribes de Haití llegado a Yucatán con el arribo de los
españoles). También se dormía sobre petates en el suelo.
Este tipo de habitaciones tenían poca ventilación y luz porque carecían de ventanas.
Las habitaciones fueron usadas para dormir y guardar pertenencias; sus ocupantes
trabajaban en las afueras y poseían huertos para consumo familiar.
La gente común vivía en palapas alrededor de las ciudades, los materiales que usaban
eran renovables como la palma chiit (para los techos), la madera, el bajareque y el
estuco (para las paredes). En el centro de la ciudad habitaban los sacerdotes y la
nobleza en los castillos, pirámides y templos ceremoniales.
Alimentación La base de su alimentación fue el maíz (en maya xiim) que les sirvió para
hace bebidas (como el atole), usando su pasta (nixtamal o masa) cocinaban alimentos
como lostamales, tortillas). En cuanto a los tamales, están compuestos por una pasta
de maíz que encierra a una mezcla de carne, vegetales o ambos. Todo lo anterior se
envuelve dentro de hojas de maíz. Entre las técnicas gastronómicas para cocinar los
alimentos predominó el pibil, que es el horneado bajo tierra.
Otros alimentos importantes fueron los derivados del cacao, de su semilla se obtiene
una pasta para preparar una bebida (chocolate) preparada con agua, pues no había
animales que pudieran dar leche, como las vacas. No acostumbraban beber agua
sola, el agua se mezclaba con derivados del maíz, frutas y otros ingredientes.
El balché (bebida alcohólica fermentada) usado en las ceremonias se elaboraba con
la corteza del árbol balché (Lonchocarpus violaceus), agua y miel. El sakab, que era
también ceremonial, se elaboraba con maíz y se endulzaba con miel. De las variantes
y diversas formas de preparación de las bebidas del maíz encontramos el origen
delpozole, el atole y el pinole. Todas esas bebidas se tomaban en jícaras y se
transportaban en guajes o calabazos (en maya chú).
Otros productos muy consumidos eran: la chaya (planta similar a la ortiga que es muy
rica en vitaminas), el chicle (que se extraía del chicozapote) y la sal (que sacaban
del marrudimentariamente), la calabaza (de la cual se consumían sus frutos, sus
semillas ("pepitas") y su flor), el chile habanero y el frijol. La miel de abeja melipona y
la innumerable lista de frutas complementaban su dieta.
Por otro lado, dentro de la fauna, el pueblo maya conoció el venado, el pecarí o puerco
salvaje, el tepezcuintle, el armadillo, el manatí, el conejo,
el malixpec (xoloitzcuintle entre los aztecas), el tapir, el jabalí, el mono, la tuza, la tuza
real, el cereque, el faisán, las palomas, el pavo de monte, el guajolote o pavo
doméstico, la perdiz, la codorniz, la chachalaca, la gallinola, la gallina de monte,
la iguana, el pez normal o salado, el ostión y otras aves y mamíferos que les
proporcionaron su carne tanto para alimento, como para sacrificio u ofrenda ritual.
Vestimenta
Gran parte de la población estaba dedicada a las jornadas agrícolas, por ello usaron
ropa adecuada a las condiciones necesarias. Además, la indumentaria dependía del
nivel social. La mayoría de la gente vestía sencillamente: las mujeres con el sovon o
hipil o una falda y su manto; y los hombres con una especie de calzón llamado patí.
Sin embargo, la nobleza utilizaba ricos y complicados atuendos bordados
con plumas y gemas, calzaba sandalias de mixa y lucía grandes tocados de plumas,
además de collares, pectorales y pesados cinturones con incrustaciones de nácar y
piedras grabadas. Otras prendas comunes entre los nobles fueron las faldas, capas
cortas o largas, chaquetas (generalmente de piel de jaguar o algodón), adornos
de conchas, caracoles y diseños geométricos. Aparte del tocado, algunos nobles y
sacerdotes llevaban enormes orejeras, narigueras, brazaletes y anillos
de jade, cuarzo y oro, y se perforaban la barbilla, bajo el labio inferior, para incrustarse
un bezor.62
Entre los accesorios había sombreros, turbantes,
penachos, diademas y gorros cónicos. Por lo general el jade era muy utilizado hasta el
900 a. C. (aunque no desaparece) y posteriormente llega la joyería de oro. Las
pinturas murales de Bonampak, muestran la riqueza y suntuosidad que irradiaban
estos atavíos en las ceremonias y también en las batallas, en donde los guerreros
añadían al vestuario sus armas, escudos y cotas o chalecos protectores, también
profusa y bellamente adornados.
Para teñir sus artículos indumentarios utilizaron diversos colorantes. Los más
importantes fueron:
Colorantes utilizados por la cultura maya6[Contraer]
Origen Nombre Descripción
Mineral
Arcilla atapulgita (paligorskita)
Vegetal
Añil
Existían dos tipos, Indigofera sufruticosa e Indigrofera guatemalensis, de donde se presume que sacaron el azul maya, que era su color característico.63 64 65
Animal
Grana o cochinilla
El color rojo se obtenía de este insecto parásito que ataca al nopal y del que hay varias especies de los géneros Opuntia yNopalea.66
Plicopurpura pansa
Este era un caracol de donde obtenían el color violeta. El tinte extraído de estos caracoles, en especial su coloración estuvo relacionado a la fertilidad de las mujeres y a la protección contra malos espíritus. También estuvo asociado al poder y a la realeza.67 68
Estos colorantes fueron obtenidos a través de cultivos o por el comercio.
Imperio azteca
El Imperio azteca —también llamado, de forma minoritaria, Triple alianza o Imperio mexica—
fue una entidad de control territorial, político y económico que existió en la zona central
de Mesoamérica, durante el Posclásico Tardío, antes de laConquista española. Formalmente,
estaba integrada por los dominios de la Triple Alianza (Ēxcān Tlahtolōyān, «los tres lugares
donde se dan órdenes»),2 conformada por Texcoco, Tlacopan y México-Tenochtitlán. En los
hechos, la mayor parte de los territorios bajo el dominio de los altépetl coaligados pertenecían
a los mexicas.
La expansión de la Triple Alianza tuvo lugar después del declive de Azcapotzalco como el
centro político dominante en el valle de México. Esta ciudad fue vencida por la alianza de los
mexicas y los acolhuas en 1430. A partir de entonces, los territorios del Imperio azteca se
fueron ampliando hasta llegar a ocupar el centro de México, la zona central de Oaxaca, la
costa del golfo de México, Guerrero y el Soconusco. El fin del Imperio azteca ocurrió el 13 de
agosto de 1521, cuando los españoles —en alianza con los tlaxcaltecas y totonacas, entre
otros pueblos indígenas— derrotaron la resistencia mexica en Tenochtitlán.
Contexto histórico y geográfico
Diversos pueblos convivieron en la etapa final del desarrollo mesoamericano, conocido
arqueológicamente como Posclásicotardío, que comprendió de los siglos VIII a XV. En este
tiempo la entidad política de mayor complejidad fue México-Tenochtitlán, cuyo origen histórico
se remonta a una coalición militar conocida como la Triple Alianza, que vinculó a tres estados
emergentes: los mexicas, cuya ciudad capital fue México-Tenochtitlán, famosa urbe de su
época; los Acolhua con Texcococomo ciudad primordial, considerada el centro cultural por
excelencia; y Tlacopan, que reunió a los sobrevivientes del antiguo señorío que alguna vez
dominó el valle de México. Los aztecas impusieron con astucia su jerarquía sobre sus aliados,
y extendieron su dominio hasta las costas del océano Pacífico y del golfo de México.
Adquirieron riqueza y poder a partir de la imposición de un estricto sistema de tributación, de
tal manera que a la llegada de los españoles en los inicios del siglo XVI, su capital era
considerada la urbe más importante y magnificente de su época. La lengua dominante entre
los aliados fue el náhuatl, que se convirtió en la “lingua franca” de gran parte de Mesoamérica,
utilizada para nombrar la geografía del México antiguo, sustituyendo inclusive las voces de
otros ancestrales idiomas. En cuanto al otro estado indígena, el Imperio Tarasco, conocido
también como Purépecha, cuya ciudad principal fue Tzintzuntzan, que al final de su periodo
histórico funcionó como su capital política, impuso su dominio militar en una amplia zona que
comprendió el centro-norte y occidente de México. El idioma de este pueblo era el porhe o
tarasco, fundamentalmente diferente al náhuatl y que no se vincula con ninguna otra lengua
del México antiguo.
La expansión de los mexicas coincidió con el florecimiento de una tradición ideológica de
carácter interétnico que vinculó a pueblos que hablaban lenguas e idiomas diferentes, Este
lenguaje artístico comunicó historias, deidades y ritos en los que coincidieron ancestrales
mitos y tradiciones.
Ubicación del Imperio azteca
Los aztecas establecieron México Tenochtitlán en el centro del Valle de México, expandiendo
su control hacia ciudades-estado ubicadas en los actuales estados
de México, Veracruz, Puebla, Oaxaca, Guerrero, la costa de Chiapas, Estado de Hidalgo, y
parte de Guatemala. El territorio que se conquistó no fue de un monótono clima, sino que
abarcó climas tan variados como el clima polar de alta montaña hasta los climas cálidos. Hubo
una gran variedad de ecosistemas desde bosques de coníferas, mixtos, caducifolios hasta los
ecosistemas cálidos como lo son las selvas tropicales, desiertos rocosos, selva caducifolia,
manglares, bosque tropical, entre otros.
Desarrollo histórico
Los aztecas fueron una tribu de nómadas que fraguaron uno de los imperios más grandes e
importantes de la América precolombina en solo 200 años. Tenían la mejor tecnología que se
podía obtener dadas las condiciones en que vivían como acueductos, palacios, pirámides y
templos que se alzaron como tributo a sus dioses y como testimonio de poder para la
humanidad. Hacia el siglo XIII los aztecas se asentaron en Chapultepec, desde donde fueron
expulsados por una coalición de enemigos. Luego de ser expulsados constituyeron su
asentamiento definitivo en Tenochtitlán hacia 1325. Tenochtitlán se transformó en la principal
ciudad de la zona, formando alianza con otras dos ciudades de habla
nahua: Texcoco (acolhuas) y Tlacopan (tepanecas). Esta alianza, conocida como Triple
Alianza (Ēxcān Tlahtōlōyān) logró desarrollar un gran poderío militar. Con Moctezuma II (1502-
1520), los aztecas se habían transformado en uno de los principales imperios que dominaba
un vasto territorio y millones de súbditos.
La Triple Alianza (mexicas, acolhuas y tepanecas), comúnmente llamada Imperio azteca, fue
la formación política mexica derivada del proceso de expansión territorial del dominio
económico de la ciudad-estado México-Tenochtitlán, que floreció en el siglo XIV en
Mesoamérica. Fue encabezado por los mexicas —también conocidos como aztecas—, un
pueblo que, de acuerdo con algunos documentos históricos como la Tira de la Peregrinación,
era originario de un sitio - tal vez mítico - conocido como Aztlán, al que se suele ubicar fuera
de los confines de Mesoamérica. Sin embargo, parece plausible que los mexicas fueran un
pueblo de tradición cultural netamente mesoamericana y no los descendientes de grupos
chichimecas dedicados a la cacería y la recolección.
Civilización incaica
La civilización inca o quechua, fue la última de las grandes civilizaciones precolombinas que
conservó su estado independiente (imperio incaico) durante la Conquista de América, hasta
la conquista del Perú (1532-1533). Con la extensión del imperio, ésta fue absorbiendo nuevas
expresiones culturales de los pueblos anexados y se ubicó en los actuales territorios
del Perú, Argentina,Bolivia, Chile, Colombia y Ecuador.
Desde la ciudad sagrada del Cuzco, los quechuas consolidaron un Estado que logró sintetizar
los conocimientos artísticos, científicos y tecnológicos de sus antecesores. Basados en un
concepto de expansión del Estado, el Tawantinsuyo (Imperio inca) recogió aquellos
conocimientos y los potenció. Actualmente, algunas costumbres y tradiciones de la
desaparecida civilización inca prevalecen aún en Bolivia, Ecuador y el Perú.
La conquista del Perú realizada por los españoles encabezados por Francisco
Pizarro entre 1530 y 1540 puso fin al imperio, sin embargo, focos de resistencia de los
llamados Incas de Vilcabamba se mantuvieron hasta 1572.
La economía inca se basó en la agricultura que desarrollaron mediante técnicas avanzadas,
como las terrazas de cultivo llamadosandenes para aprovechar las laderas de los cerros, así
como sistemas de riego heredados de las culturas preíncas. Los incas cultivaron maíz, maní,
yuca, papa, frejoles, algodón, tabaco, coca, etc. Las tierras eran propiedad comunal y se
trabajaban en forma colectiva. Desarrollaron también una ganadería de camélidos
sudamericanos (llama y alpaca). Por los excelentes caminos incas (Cápac Ñan) transitaban
todo tipo de mercancías desde pescado y conchas del Pacífico hasta sal y artesanías del
interior.
Entre las expresiones artísticas más impresionantes de la civilización inca se hallan los
templos (Sacsayhuamán y Coricancha), palacios y los complejos estratégicamente
emplazados, como Machu Picchu, Ollantaytambo y Písac.
Si bien no podemos hablar de un imperio monárquico socialista, por la clara diferenciación
económica, política y social, el Imperio incaico estableció el sistema de reciprocidad y
complementariedad económica.
Organización política
Detalle de una galería de retratos de los soberanos incas que fue publicada en 1744 en la obra Relación del Viaje a a la América Meridional en la que Jorge Juan y Antonio de Ulloafueron sus autores.
La organización política incaica fue una de las más avanzadas de la América precolombina. Tuvo una monarquía absoluta y teocrática. El imperio adoptó el nombre de Tahuantinsuyo, es decir, los cuatro suyos o regiones, concordantes con los cuatro puntos cardinales.
La jerarquía imperial
El Sapa Inca o simplemente, el Inca, era el máximo gobernante, uniéndose en su persona el
poder político y el poder religioso, por lo que sus súbditos acataban con sumisión sus órdenes.
Símbolo de su poder era la mascapaicha, una especie de borla de lana roja que ceñía en la
cabeza. Ejercía las funciones de su gobierno desde el palacio particular que cada uno se
hacía construir en el Cuzco. Allí concedía audiencia todo el día y administraba justicia. Pero
también viajaba con frecuencia por todo el territorio de su imperio, llevado en andas sobre
hombros de cargadores, para atender personalmente las necesidades de su pueblo.
Al Inca le seguían en jerarquía:
El Auqui o príncipe heredero. En vida de su padre, ejercía el cogobierno, para ejercitarse
en las funciones imperiales.
El Tahuantinsuyo Camachic o Consejo Imperial, integrado por cuatro personajes o apus,
que tenía a su cargo el gobierno de cada uno de los suyos o regiones. Algunos autores lo
denominan Suyuyuc Apu.
Los gobernadores o Apunchic, con atribuciones político-militares. Su labor consistía en
mantener en orden las provincias.
El Tucuirícuc o tocricoc, “el que todo lo ve”, una especie de supervisor imperial, que
controlaba a los funcionarios de provincias, y en caso necesario, ejercía las funciones de
gobierno. Como símbolo del poder que le otorgaba el Inca, llevaba siempre un hilo de la
mascapaicha, que era inconfundible para la gente.
El curaca, era el jefe del ayllu o comunidad. Equivalente a cacique. Solía ser el más
anciano y sabio de su pueblo, aunque a veces los incas imponían sus propios curacas en
las poblaciones recalcitrantes a su dominio. Vigilaba por el orden y aplicaba justicia;
también se encargaba de recolectar el tributo para el Inca.
La base decimal de la administración
Para la mejor administración del imperio, era necesario asegurar que todos trabajaran y
cumplieran lo que se les imponía. Con esta finalidad, los incas crearon una organización
decimal que consistía en una escuela de funcionarios, cada uno de los cuales controlaba el
trabajo de diez que estaban bajo su inmediata autoridad:
El Purec o jefe de familia (la base de la sociedad).
El Chunca-camayoc, encargado de una Chunca, es decir, el conjunto de diez familias.
Mandaba a diez purecs y estaba encargado del censo de las personas correspondientes a
su jurisdicción, distribuirles tierras y dirigirles en el trabajo.
El Pachaca-camayoc, funcionario al parecer equivalente al curaca, que controlaba
una Pachaca o conjunto de cien familias. Estaba encargado de vigilar a los chunca-
camayocs en el cumplimiento de sus obligaciones y revisar las decisiones que hubiesen
tomado en asuntos de su jurisdicción.
El Huaranga-camayoc, a cargo de una Huaranga o conjunto de mil familias. Supervigilaba
a los pachaca-camayocs; especialmente debía cuidar la exactitud de los registros
censales y la equidad de la distribución de tierras, para evitar que aquellos aprovechasen
su autoridad en perjuicio del bienestar del pueblo.
El Hunocamayoc, al mando de un Huno o conjunto de diez mil familias, amplitud que hace
pensar en una confederación tribal estabilizada por la autoridad del Inca. Supervigilaba a
los huaranga-camayocs. Conservaba los registros censales y de acuerdo con ellos dirigía
la política agraria y los trabajos artesanales. Se hallaba subordinado al Tucuirícuc y al
Suyuyuc Apu.
El sistema vial y el transporte
Los Incas se preocuparon por tener buenas vías de comunicación y por ello se dedicaron a
construir a lo largo y ancho de sus dominios una vasta y compleja red de caminos. Estos
tenían la función de integrar y unificar el Imperio.
Qhapaq Ñan o camino real
Sistema de caminos del imperio incaico.
El Qhapaq Ñan o Camino Real es, indudablemente, el más imponente ejemplo de la
ingeniería civil incaica. Tiene una longitud de 5.200 km y servía de enlace a una red articulada
de caminos e infraestructuras de más de 20.000 km, construidas a lo largo de dos milenios de
culturas andinas precedentes a los incas. Todo este sistema de caminos recorría, superando
los potenciales obstáculos de los candentes desiertos, de la anfractuodidad de las montañas,
los zigzag de las quebradas, las correntadas de los ríos, vinculando diversos núcleos
productivos, administrativos y ceremoniales: cuyo centro era la ciudad del Cuzco, donde,
como en la Roma antigua, todos los caminos confluían.
El Qhapaq Ñan se dividía en dos ramales longitudinales: el camino de la costa y el camino de
la sierra. Interconectaba localidades tan distantes como Quito, al norte, y Tucumán, al sur. Los
cronistas españoles alabaron no solo su extensión, sino su trazado, anchura y calidad, sobre
todo por el esfuerzo que significó su construcción en medios tan agrestes como los Andes y
los desiertos costeros; tanto así que lo compararon con la red vial del Imperio romano. Es
evidente que la red vial incaica facilitó la conquista española, según lo aseveran los
entendidos.
En el 2014, la Unesco proclamó al Qhapaq Ñan como Patrimonio de la Humanidad.
Los puentes
Puente colgante de Q'eswachacaconstruido según la antigua técnica inca.
Para cruzar ríos, salvar quebradas o desfiladeros, los incas construyeron ingeniosos puentes.
Existieron tres clases de estos:
Los puentes de piedra o puentes fijos, que se construían en medio de ríos de poco caudal
o quebradas angostas.
Los puentes colgantes, fabricados de resistentes fibras de maguey, que soportaban el
peso de hombres y animales de carga.
Los puentes flotantes o de oroyas, constituidos por grandes cestos o balsas sujetas con
gruesas sogas, que se extendían de una orilla a otra, donde los cabos se sujetaban a
peñascos o pilares. Para cruzar el río el viajante se subía a la balsa y tiraba de la soga,
hasta llegar a la otra orilla.
Los tambos
Un tambo era una construcción que servía de depósito de alimentos, vestidos, herramientas y
armas, que los incas hicieron construir a lo largo de los caminos que cruzaban el imperio, a fin
de que allí pudiesen descansar y reparar sus fuerzas los funcionarios, los ejércitos en
campaña y aun el mismo Inca con su séquito. Los viajeros particulares no podían participar de
estos beneficios pues estos estaban obligados a llevar alimentos de su propia tierra. Había
tambos aún en los lugares desiertos y cuando estaban cerca de algún pueblo tenían por
objeto evitar que el paso del ejército y los funcionarios no aumentara la carga tributaria al
mismo. Los españoles admiraron este sistema y lo aprovecharon.
Los chasquis
Para llevar las órdenes y disposiciones del Inca a todos los confines del Imperio en la menor
brevedad posible, existió un sistema decorreo de postas denominado de los chasquis. Estos
eran jóvenes corredores apostados en los caminos y que se cobijaban en chozas. Cada
puesto estaba a una distancia prudencial del otro, aproximadamente de 1.5 km, pues decían
que aquello era lo que un joven podía correr con ligereza, sin cansarse. Cuando el encargado
de llevar el mensaje llegaba al puesto en donde terminaba, anunciaba su llegada por medio de
un pututo (trompeta hecha de concha marina), saliendo a su encuentro otro mozo, que
escuchaba el mensaje dos y tres veces, hasta memorizarlo exactamente y, a su turno, salía a
la carrera para transmitirlo al próximo puesto. Por ello el mensaje debía ser corto, concreto y
muy simple para evitar que se olvidasen. Otras noticias se transmitían por quipus o hilos con
nudos, sistema mnemotécnico cuyo significado solo lo podían descifrar las personas
entendidas. De ese modo, se llevaba a cabo una gigantesca carrera de postas que permitía
que las órdenes, noticias, mercaderías, etc., llegara a su destino con bastante rapidez. Se
asegura que así se conocían en Cuzco las noticias de Chile o Quito sólo en el término de 15
días y aún menos; y que el Inca recibía en su palacio cuzqueño pescado fresco desde la
costa.
Cerámica
Aríbalo. Museo de Arte Precolombino, Cuzco, Perú.
Se pueden distinguir dos tipos de cerámicas, la utilitaria y la ceremonial. La cerámica utilitaria
era la de uso doméstico, por lo general hecho de manera simple y tosca. La cerámica
ceremonial, mucho más elaborada y decorada, era enterrada con los difuntos, llenos de
alimentos o bebidas que servirían a los muertos en su camino hacia el otro mundo. Son estos
ejemplares los que se conservan en los museos y por eso lucen en perfecto estado.
La cerámica inca se caracteriza por sus superficies pulidas, su fina decoración pictórica de
tendencia geométrica y el uso de los colores amarillo, negro, blanco, rojo y anaranjado. Solían
pintar rombos, líneas, círculos, animales y frutos estilizados, así como plantas y flores.
Ejemplares típicos de la cerámicas inca son el aríbalo (cántaro) y el quero (vaso).
El prestigio alcanzado por la cerámica inca hizo que en muchos lugares conquistados se
copiara sus formas y decoraciones. Generalmente se producía una mezcla de los estilos
locales con el estilo inca, y se encuentran piezas Chimú - Inca, Chancay, etc. Cuando llegaron
los españoles, la alfarería inca perdió su función mágica y ceremonial y se volvió utilitaria.
Pintura
La pintura como expresión estética se manifestó en murales y mantos. Duccio Bonavia señala
la diferencia entre paredes pintadas de uno o varios colores y los murales con diseños o
motivos representando escenas diversas.
Los murales pintados se aplicaban sobre paredes enlucidas con barro empleando pintura al
temple, técnica diferente a la utilizada para las pinturas rupestres. Hacia el Horizonte
Temprano, la pintura era aplicada directamente sobre la pared enlucida, mientras que durante
el Período Intermedio Temprano, se cubría el muro enlucido con pintura blanca para luego
aplicarle el dibujo deseado. Otro medio usado en la misma época consistía en trazar motivos
incisos sobre el barro húmedo para luego rellenarlo con pintura.
En la época moche se utilizaron pinturas murales y de alto relieve de barro como los
descubiertos en la Huaca de la Luna y en la Huaca del Brujo, en Chicama.
La técnica y el uso de mantos pintados sobre telas de algodón ya no era costumbre de toda la
costa, con mayor énfasis en el norte. Todavía por los años de 1570 a 1577 existían artistas
especializados en el arte de pintar mantos que ejercían su oficio trasladándose de un lugar u
otro. En aquel tiempo estos artesanos pedían licencia ante el oidor para usar de su arte e ir
libremente por los valles sin ser estorbados.
En los museos y colecciones privadas se pueden apreciar estos mantos, empleados quizá
para cubrir paredes desnudas o servir de vestimenta a los señores importantes.
Otro renglón dentro del arte pictórico fue la realización de una suerte de mapas pintados que
representaban un lugar o una región. El cronista Betanzos cuenta que después de la derrota
de los chancas infligida por el príncipe Cusi Yupanqui, los dignatarios cusqueños se
presentaron ante él para ofrecerle la borla y lo encontraron pintando los cambios que pensaba
introducir en el Cuzco.
Esta noticia no sería suficiente para confirmar tal práctica si no fuese apoyada por otra
referencia la afirmación en el juicio sostenido por las etnias de Canta y de Chaclla en 1558 -
1570. Uno de los litigantes presentó allí ante la Real Audiencia de los Reyes los dibujos de su
valle indicando sus reclamos territoriales, mientras los segundos exhibieron una maqueta de
barro de todo el valle. Sarmiento de Gamboa decía que al conquistar un valle se hacía una
maqueta y se le presentaba al Inca, quién delante de los encargados de ejecutar los cambios
se informaba de sus deseos de todo tipo.