Artes plásticas. Paul Klee, de Paul Westheim, Revista de la Universidad de México, núm. 1,...

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24 UNIVERSIDAD DE MEXICO PLA8TIC.AS Por Paul WESTHEIM nera, la Forma es una cualidad que hu- maniza ese extraño objeto. Para un hombre como Klee, que aspira a ser artista, surgen nuevas y emocio- nantes preguntas. ¿ Por qué se molesta la naturaleza tanto en crear aquel sinnúme- ro de formas, por qué no se contenta con dotar al caracol de una concha en forma de manzana o de huevo? La respuesta en este caso no es diHciL. La concha del caracol tiene determinada funcíón, que sólo puede cumplir si tiene aqueJoIa for- ma. La concLusión a que llega Klee es: el sentido de lo que Hamamos Forma es la expresión de una función. 0, más simplemente: La Forma es expresión de una función. La pregunta más deci- siva para él es: ¿Cómo crea la natura- leza esas formas, es un azar, un mero capricho u obra ahí algo como un orden, una ley? ¿ Por qué principios se guía la naturaleza al· cr,ear sus formas? ¿ Có- mo se puede averiguar esa ley? Y una tercera pregunta, para él, artista, no me- nos emocionante: ¿ El crear artístico está sujeto a la misma ley o a normas diferen- tes? La respuesta, respuesta provisional, que encuentra Klee es ésta: el artista de- be levantar el velo que cubre el secreto de la configuración formal de los objetos naturales. Y debe averigltl'ar a qué grado aquel modo de configurar rige también la creación del arte. He aquí el sentido de todo los esfuerzos, de todas las me- ditaciones y también de todas las reali- za'CÍones artísticas de Paul Klee. Son preguntas que lo atormentan, me- jor dicho, que lo deprimen. Hay una sola cosa que sabe con toda seguridad, en Munich ha aprendido a dibujar y pintar, pero no lo decisivo: a crear. No regresa a Munich, se refugia en la casa de sus padres en Berna. Renun- cia a cualquier intento de pintar. Se con- tenta con dibujar caricaturas, inspirado por Gaya, el belga Ensor, el inglés B1Jake. Escribe en aquel entonces: "Para que la gente no se burle de uno, héllY que darle algo para reir, si se puede su propia ima- gen. Esta sería mi manera de motivar mis ensayos actuales." Durante muchos años es ésta su única ocupación. Pero no pierde el tiempo. Intenta descubrir aquel secreto de la configuración de la forma. Crear como crea la naturaleza, la gran plasmadora de formas, inagotable en su riqueza imaginativa: ésta debe ser la meta, lo reconoce intuitivamente. Pero el camino es un camino largo, muy largo. Hay que recorrerlo a tiento. Hay que ir hasta el fondo primordial, ese fondo pri- mordial de que Kl.ee habla tan frecuente- mente. Hay que pensar y conocer, hay que encontrar, examinar '1 desarrollar los medios expresivos. Reproducir una realidad cualquiera no es difícil. Basta la perfección del oficio yel l afán de exactitud, pero ¿esi esto creación artística? Después de Cézanne y de Van Gogh todos los artistas de valor han reconocido que los medios del oficio: el color, la línea, las masas, el mismo espacio, que en los tiempos del neo-clasicismo servían para copiar el ob- jeto, tienen en mismo un valor expre- sivo. Los colores pueden cantar o pro- ducir tristeza, las líneas, como en la pin- tura de Van Gogh pueckn dar grito de alegría, reflejar el éxtasis de un tempe- ramento desbordante. Klee se esfuerza por estudiar sistemáticamente ese carác- ter de los medios pictóricos. Más tarde publicará sus intuiciones y conocimientos Al¿torretrato Loco en trance ·La revolución de/viaducto KLEE PAUL ·ARTES A FINES de 1901 un joven que acaba de terminar tres años de acade- mia de arte en Munich emprende con un compañero un viaje a Italia. Es Paul Klee, pintor en cierne. El otro es un escultor suizo. Este viaje brinda a Klee dos experiencias En:_ Roma, Miguel Angel: el eo,piritu creador que construye sus obras libre, audaz, violentamente; que, deformando la realidad, la supera, pero cuyo superrea- lismo brota de tan honda comprensión de la ley constitutiva de la naturaleza que es capaz de contraponerle una natu- raleza segunda más grande y dectiva- mente más grandiosa. En Nápoles, el famoso acuario de la estación zoológica para explorar la fauna del Mediterráneo. Plantas submarinas, medusas, anémonas de mar: extrañas y fascinantes creacio- nes de la naturaleza, en gran parte no visibles a simple vista. Un mundo al lado del nuestro, del mundo en que está arraigado el hombre con su sentir, su vivencia y su visión. Una realidad vi- viente, de varia configuración, que existe sin ['elación con el hombre. Para el joven Klee un descubrimiento asombroso. Seres que viven, que se mue- ven, que seguramente se alimentan y pe- flecen, de todos modos un mundo que existe, que es una realidad. Pensemos en el caracol. Nosotros los hombres ¿qué sabemos de la vida del caracol, de sus sentimientos, de sus pensamientos? Claro que nada. Y por otro lado ¿ Qué piensa el caracol del hombre, de sus esfuerzos, de sus actividades? ¿qué piensa el cara- col p. ej. de Eisenhower o de Tamayo? Es decir, dentro del mundo que creemos conocer, y que, según creemes, hemos logrado dominar con nuestro espíritu o nuestra evolución técnica, existe todo un mundo desconocido, inaccesible para nuestros sentidos. ¿No es esto algo muy inquietante? Y Klee, hombre meditati- vo, propenso a las especulaciones, se alar- ma. Se pregunta: ¿ Hay otros mundos más, también ocul,tos para nosotros? Ya sabe Klee que la física moderna (teoría de las cuantas, teorías de la relatividad, energía atómica) ha avanzado, con mé- todos hasta entonces desconocidos, a ambítos de realidad incontrovertible, pero fuera del alcance de los más sutiles ins- trumentos de medición, sólo asequible a la capacidad imaginativa dd espíritu hu- mano. Contemplando una creación de la na- turaleza como el caracol, podemos eom- probar que ésta tiene a pesar de t,](lo, algo como una relación con el hombre. La concha tiene una forma muy particu- lar que impresiona al hombre, que POI- su perfección o por su bel\;eza le encanta. Una forma tan extraordinaria que Jos pueblos precortesianos la adoptaron co- mo signo mágico, como hace de su orna- mento predilecto: la greca escalonada. A través de la Forma el hombre logra el acceso a este enigmático fenómeno. Es decir, la Forma crea una relación con el hombre, o expresado de otra 111a-

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    PLA8TIC.AS

    Por Paul WESTHEIM

    nera, la Forma es una cualidad que hu-maniza ese extrao objeto.

    Para un hombre como Klee, que aspiraa ser artista, surgen nuevas y emocio-nantes preguntas. Por qu se molesta lanaturaleza tanto en crear aquel sinnme-ro de formas, por qu no se contenta condotar al caracol de una concha en formade manzana o de huevo? La respuestaen este caso no es diHciL. La concha delcaracol tiene determinada funcn, queslo puede cumplir si tiene aqueJoIa for-ma. La concLusin a que llega Klee es:el sentido de lo que Hamamos Formaes la expresin de una funcin. 0, mssimplemente: La Forma es expresinde una funcin. La pregunta ms deci-siva para l es: Cmo crea la natura-leza esas formas, es un azar, un merocapricho u obra ah algo como un orden,una ley? Por qu principios se guala naturaleza al cr,ear sus formas? C-mo se puede averiguar esa ley? Y unatercera pregunta, para l, artista, no me-nos emocionante: El crear artstico estsujeto a la misma ley o a normas diferen-tes? La respuesta, respuesta provisional,que encuentra Klee es sta: el artista de-be levantar el velo que cubre el secretode la configuracin formal de los objetosnaturales. Y debe averigltl'ar a qu gradoaquel modo de configurar rige tambinla creacin del arte. He aqu el sentidode todo los esfuerzos, de todas las me-ditaciones y tambin de todas las reali-za'Cones artsticas de Paul Klee.

    Son preguntas que lo atormentan, me-jor dicho, que lo deprimen. Hay una solacosa que sabe con toda seguridad, enMunich ha aprendido a dibujar y pintar,pero no lo decisivo: a crear.

    No regresa a Munich, se refugia enla casa de sus padres en Berna. Renun-cia a cualquier intento de pintar. Se con-tenta con dibujar caricaturas, inspiradopor Gaya, el belga Ensor, el ingls B1Jake.Escribe en aquel entonces: "Para que lagente no se burle de uno, hllY que darlealgo para reir, si se puede su propia ima-gen. Esta sera mi manera de motivarmis ensayos actuales." Durante muchosaos es sta su nica ocupacin. Perono pierde el tiempo. Intenta descubriraquel secreto de la configuracin de laforma.

    Crear como crea la naturaleza, la granplasmadora de formas, inagotable en suriqueza imaginativa: sta debe ser lameta, lo reconoce intuitivamente. Pero elcamino es un camino largo, muy largo.Hay que recorrerlo a tiento. Hay que irhasta el fondo primordial, ese fondo pri-mordial de que Kl.ee habla tan frecuente-mente. Hay que pensar y conocer, hayque encontrar, examinar '1 desarrollarlos medios expresivos.

    Reproducir una realidad cualquiera noes difcil. Basta la perfeccin del oficioyell afn de exactitud, pero esi estocreacin artstica? Despus de Czanney de Van Gogh todos los artistas devalor han reconocido que los medios deloficio: el color, la lnea, las masas, elmismo espacio, que en los tiempos delneo-clasicismo servan para copiar el ob-jeto, tienen en s mismo un valor expre-sivo. Los colores pueden cantar o pro-ducir tristeza, las lneas, como en la pin-tura de Van Gogh pueckn dar grito dealegra, reflejar el xtasis de un tempe-ramento desbordante. Klee se esfuerzapor estudiar sistemticamente ese carc-ter de los medios pictricos. Ms tardepublicar sus intuiciones y conocimientos

    Altorretrato

    Loco en trance

    La revolucin de/viaducto

    KLEEPAULARTES

    A FINES de 1901 un joven que acabade terminar tres aos de acade-mia de arte en Munich emprendecon un compaero un viaje a Italia. EsPaul Klee, pintor en cierne. El otroes un escultor suizo. Este viaje brindaa Klee dos experiencias emocionant;~s.En:_ Roma, Miguel Angel: el eo,piritucreador que construye sus obras libre,audaz, violentamente; que, deformando larealidad, la supera, pero cuyo superrea-lismo brota de tan honda comprensinde la ley constitutiva de la naturalezaque es capaz de contraponerle una natu-raleza segunda ms grande y dectiva-mente ms grandiosa. En Npoles, elfamoso acuario de la estacin zoolgicapara explorar la fauna del Mediterrneo.Plantas submarinas, medusas, anmonasde mar: extraas y fascinantes creacio-nes de la naturaleza, en gran parte novisibles a simple vista. Un mundo allado del nuestro, del mundo en que estarraigado el hombre con su sentir, suvivencia y su visin. Una realidad vi-viente, de varia configuracin, que existesin ['elacin con el hombre.

    Para el joven Klee un descubrimientoasombroso. Seres que viven, que se mue-ven, que seguramente se alimentan y pe-flecen, de todos modos un mundo queexiste, que es una realidad. Pensemos enel caracol. Nosotros los hombres qusabemos de la vida del caracol, de sussentimientos, de sus pensamientos? Claroque nada. Y por otro lado Qu piensael caracol del hombre, de sus esfuerzos,de sus actividades? qu piensa el cara-col p. ej. de Eisenhower o de Tamayo?Es decir, dentro del mundo que creemosconocer, y que, segn creemes, hemoslogrado dominar con nuestro espritu onuestra evolucin tcnica, existe todo unmundo desconocido, inaccesible paranuestros sentidos. No es esto algo muyinquietante? Y Klee, hombre meditati-vo, propenso a las especulaciones, se alar-ma. Se pregunta: Hay otros mundosms, tambin ocul,tos para nosotros? Yasabe Klee que la fsica moderna (teorade las cuantas, teoras de la relatividad,energa atmica) ha avanzado, con m-todos hasta entonces desconocidos, aambtos de realidad incontrovertible, perofuera del alcance de los ms sutiles ins-trumentos de medicin, slo asequible ala capacidad imaginativa dd espritu hu-mano.

    Contemplando una creacin de la na-turaleza como el caracol, podemos eom-probar que sta tiene a pesar de t,](lo,algo como una relacin con el hombre.La concha tiene una forma muy particu-lar que impresiona al hombre, que POI-su perfeccin o por su bel\;eza le encanta.Una forma tan extraordinaria que Jospueblos precortesianos la adoptaron co-mo signo mgico, como hace de su orna-mento predilecto: la greca escalonada.A travs de la Forma el hombre lograel acceso a este enigmtico fenmeno.Es decir, la Forma crea una relacincon el hombre, o expresado de otra 111a-

  • ES/l/dio en a::ul y anaranjado

    UNIVERSIDAD DE MEXICO

    en un pequeo libro. Libro de esbo-zos pedaggicos (Padagogisches Ski-zzenbuch) , (del cual existe tambin unaedicin inglesa publicada en NuevaYork), originariamente destinado a susalumnos del B.auhaus de Dessat!.

    La idea de ese libro es sealar a losjvenes estudiantes un camino hacia lacreacin artstica. En l no se trata laanatol~a. El saber anatmico pertenece,despues de Leonardo, a las cosas que sesobrentienden al ABC de todo pintornovel. Tampoco se habla del aspecto cor-preo de l'as cosas, sino de las fuerzas,de las energas que se manifiestan enellas.

    Reproducimos un dibujo de ese Librode bocetos pedaggico9: La r~eda hi-dru.lica, que representa el efecto de lafuerza hidrulica. El agua baja de unaaltura (marcada en el .dtbujo con elnmero 1), cae sobre los rayos de unarueda hidrulica y la pone en movimien-to. Ese movimiento pasa mediante unacorrea de transmisin a una r;,;eda mspequea (nmero II), cuyos rayos mue-ven un martillo (nmero III). El sali-ta de agua -anota Klee all pie del dibu-jo--- es la fuerza motriz. El mecanismode las ruedas no pasa de ser un mediopara transmitir la fuerza al martillb. Elmartillo es pasivo: es puesto en movi-miento. Lo que interesa a Klee, artistamoderno, no es dibujar una vista her-mosa del salto de agua, espectculo gran-dioso y atractivo de la naturaleza, ascomo Courhet lo pint con maestra ha-ce ms o menos cien aos. A Klee 10fascinan, y fascinan exclusivamente, lasenerg;as desencadenadas y su efecto. Esste un ejemplo que ilustra la diferenciaque media entre la concepcin del artis-ta premoderno y la del nuevo tipo delartista, digamos del artista funcional.

    Para Klee la lnea es un punto que seha puesto en marcha. Puede moverse demuchas maneras, cada una de las cualescomesponde a otra expresin grfica.Como. se ve en los dos cuadrados repro-ducidos, no hay entre ellos tan slo uncontraste de blanco y negro: los cuadra-dos rayados son ms pesados qrue losblancos.

    De esta manera el artista tiene fu. posi-bilidad de expresar todas sus vivenciasy todas sus emcciones, sin recurrir a larepresentacin figurativa. Esto suena unpoco terico pero es muy sencillo. Vea-mos un ejemplo prctico. Existe un di-bujo de Paul Klee "Vista de una ciudad

    El rbol de las casas

    Poblacill o/afial

    amenazada." Lo que vemos aqu es elavance de lneas y superficies, son cho-ques y encuentro; de lneas y superficies.Destruir y ser destruido. Sin caones nisoldados, ni generales, sin recursos ilus-trativos algunos.

    El cuadro "Camino principal y cami-nos lateralies" es el recuerdo de un viajeal Egipto. No es el Egipto pintorescode los turistas, con pirmides y esfin-ges. Es la sucesin rtmica de rectn-gulos horizontales y la sucesin rtmicade un gran nmero de coLores entre loscuales no predomina ningu.no. Coloresque relucen mi como reluce l'a arena deldesierto bajo la luz deU sol. Arriba unasbandas azules, alusin al Nilo al cualaquella tierra debe su fecundidad. Esecuadro es 13 visin que tiene del Egiptoun artista: un conjunto de agua, fango yarena, expresado por colores y, sobretocio, por la distribusin y sucesn delos campos cromticos.

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    En mi anlisis del cuadro de KleeLa luna llena, en mi ensayo Ver (Uni-versidad de Mxico) vol.. IX. Nm. 3-4,noviembre y diciembre de 1954), citoel consejo que Klee di a un pedagogodel arte: "Lleve usted a sus alumnoshacia la naturaleza, introc1zcalos en ella.Que presencien cmo se forma un botn.Cmo va creciendo un rbol, cmo saledel capullo la mariposa." Bien entendidodice: "cmo se forma un botn, cmo v~creciendo un rbol", no cmo se ven el bo-tn, y eb rbol. El conocimiento de la na-turaleza es para Klee el conocimiento deaquellas fuerzas motoras que actan den~tro de las estructuras, les confieren exis-tencia y apariencia. La reproduccin rea-lista del fenmeno naturaL es para lmera reproduccin y nada ms. Tareadel espritu creador es penetrar en losprocesos formadores de la naturaleza.Claro q1Ue 10 usual es atenerse a la "ima-gen" de la, naturaleza. Pero el artistacreador, segn Klee, debe explorar lagnesis ~e. esa "imagen", y la prehistoriade 10 vIsible, aqueLlo que acta comofuerza formadora en su subfondo, noa('cesiblie sin ms ni ms a Ila percepcin

    ptica. As llega Klee a esta formula:"El arte no reproduce lo visible, hacevisible". Y proclama como credo suyo:"Hay que CH'ar no del natura'l, (es decir,imitando 1a naturaleza), sino como lanaturaleza."

    i Cmo la naturaleza! En lugar de unacopia de la natura:leza, una inversin delespritu creador que guindose por la mis-ma ley formadora que rige la naturale-za, sabe crear una s.egunda naturaleza,para:Iela a. sta. El arte se vue'1rve sm-bolo o, como dice Klee "es en cada casoun simil, como 10 terrestre es un smilde lo cs-mico."

    Klee crea una especie de otro mundo.una nueva realidad, "la rea1~dad del :lrte"para emplear la expresin del artista.P. ej., puede inventar plantas que noexisten en la naturaleza. Algo como aque-llo en que pensaba Goethe al buscar elfenmeno primordial, "la clave de lia na-turaleza que servira para inventar hasta

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    Paisajr sC1llilropiral

    cola que se apodera del alma entre lassombras de la noche. Ritmos cromticosy formales, curvatlUras de ,neas movi-mientos de superficies, armonas' en to-nos de color que se despliegan dentrodel espacio plstico. Poesa que no se

    ~arra, poesa hecha plstca. Ensueo,Idea o fantasa -dice Klee- slo puedentoma~se muy en sera si estn expresa-dos mtegramente con los medios pls'-ticos adecuados.

    Las creacones de Klee que a muchosl~s d~n aa impr,esin de geniales impro-VIsaCIones, surgen lentamente de un tra-bajo de meses, a veces de aos, de unestado permanente de tensin intelec-tual que no se relaja hasta que ya estalcanzanelo aquCillla organizacin de lasuperfice que convierte caela lnea y ca-ela mancha de coloren elemento esencialde ese campo energtico que es para Kleeel espacio pictrico. En su estudo enDessau, junto a toda cIaSte de estruct~lrasnaturales -colepteros, conchas, un pe-dazo de corteza die rbol' etc.-, se veana veces ms de diez cuadros en que Klee

    (Pasa: a la pg. 32) PaN

    L A NOVELA policial -ha sealadoAlfonso Reyes- es el gnero lite-rario de nuestro tiempo. Gnero

    pico: acaso resulte ms difcil de lo quese 'Cree vivir sin saber que otros hom-bres, dignos de admiracin, vencen obs-tcuLos objetivos, sin saber que -mueca

    a~ detestado azar- existen solucionesprevisibles, dadas de antemano. A las su-tilezas introspectivas de las que hastaMademoiselle Sagan vive y bestselea, lanovela policial opone su puro acontecerexterior, su cadena de obstculos a supe-rar mediante ,una accin objetiva. La no-vela policial (y de all su particular fiJ,ia-cin anglo-norteamericana) canta las glo-rias de la filosofa del "aehievf1nent"pragmt'co. Llevada al cine, su objetivi-dad se acenta: toda intimidad ha sidodestruda.

    Una pequea obra maestra elel gneroacaba de pasar, inexplicablemente relega-da a programa doble -con muganos. chi-eI's, chocolat's, por nuestras' pantallas.Kiss 1He deadly -o sea i "El beso mor-tal"!- dirigida por I\obert Aldrich ybasada en una novela dd inefable Mic-key Spillane. Aldrich es el realizador deuna pelcula' audaz, lenta y cerebral lla-mada Tite Big Knife -1 "Intimidades deuna estrella" !- en la que con loable afnsuicida se exhibian la corrupcin, la de-bilidad y el cinismo de productores, publi-cistas y actores de Hollywood. (Su ltimapelcula, Attack!, ha sido objeto de acre

    Q-

    censura por parte del Departamento de ]aDefensa de los EE. UU.: pinta la cobar-da de un capitn del ejrcito norteame-ricano durante la contraofensiva nazi enlos Ardennes). Del egocentrismo de TheBig Knife, Aldrich ha pasado a la exte-rioridad total de Kiss me deadly. Pero talexterioridad no es artificial, no l'e es im-puesta a un slo personaje; el dir,ector hallevado a cabo la proeza de ver por den-tro lo que en s es exterior. El resultadoes ligeramente horripilante, una especiede noche de Valpurgis del cine policial.En la pica de Aldr'ch, Lanzarote delLago vive de sus puos y de su resisten-cia a sucesivas il1iyecciones de pentotal,la sin par OriaIia transita de ~echo en le-cho, el Santo Grial despide un intensotufo a Daikiri, los magos y encantadoresdespachan a sus vctimas con macanas,Astolfo viaja en Jaguar, Roncesvalles selibra en un callejn solitario de Los An~geles, Cal. Novedad en el cine norteame-ricano: Lanzarote (el "investigador pri-vado" Mike Hammer es un canalla. Seburla de la polica federal. Lanza a suamante-secretara a recmaras ajenas afin de facilitar la investigacin. El mis-mo, con similares propsitos prcticos,ejerce una promiscuidad levemente ro-ciada de morfina. N o se inmuta ante elchantaje. Sus aficiones fuera de la cte-dra violan los sagrados mandamientos .~los Alcohlicos Annimos. Hammer esla anttesis de todo buen chico candoroso,suburbano, admirador de Dick Tracy ycriado con Quaker Oats. James Dean

    E

    1'

    ...J----

    N1eLPor FOSFORO II

    Eel infinito otras plantas que, aUl;que noexistan, podran existir y no serIan me-ras sombras o apariencias pictricas opoticas, sino que poseeran una internaverdad y necesidad".

    Esta imaginacin es _el elemento po-tico en las creaciones de Klee. Renuncian-do a ,la reproduccin de la aparienciade las cosas, transforma el mundo realen un mundo de cuento de hadas. Yquien pedira al cuento, en que las cosasms inverosmiles son justamente las msbellas, las ms emocionantes, qiue sudesarrollo correspondiera a la realidadde todos los das. Si un artista es crea-dor, por qu no ha de inventar unorden espacial l,ibre, donde, como en sue-os, I,as casas crezcan encima de losrboles y el pjaro de los trinos estmontaC:o como mquina de sonidos? Ypor qu no ha de admitirse en la Re-volucin de los viaductos, que los arcosde que forman parte se emancipen dela unin con los dems y se pongan r-boles y el pjaro de los trinos est mon-tado como mquina de sonidos? Y porqu no ha de admitirse -en la Revo-lucin de los via,d/(ctos- que los arcosde que forman parte se independicen delconjunto de que forman parte, se eman-cipen de la unin con los dems y se pon-gan en marcha, cada uno por s slo?

    Un mundo que es invento del espritucreador. que es poesa en el verdaderosentido de la palabra. Efectivamente.,Klee que es tan profundo filsofo de'!'arte, es a la par un poeta. Pero as comotuvimos que preguntar qu es lo que hayque considerar como la naturalez':l, nostoca ahora preguntar qu es lo potico,lo potico en pintura. La opinin generale? que el pintor, para expresar lo po-tICO, 10 debe materializar y objetivar,reourriendo a figuras convencionales c'on-sideradas como poticas, p. ej., a elfosy ninfas, requisitos popularsimos de ]apoesa de cromo. En lugar de esta fanta-sa, callifiqumosla generosamente de li-teraria, Paul Klee pone en juego unafantasa plstica para hacer visibl!e lofantstico. Hace poesa con la lupa enla mano, valga lIla fra'se, ,encuentra ]0fabuloso en las formas de que se sirvela naturaleza para crear. En su cuadroCrecimiento de plantas, en el ambiente~octurno se conjug el sentimiento po-tico que produce la flor, con ]a melan-

  • (Vie'le de la pg, 26).trabaja "simultneamente". Me contaronque en aquel entonces sola estar sentadodurante horas frente a los lienzos, ca-llado, fumando su pipa, hasta que porfin coga eL pincel para agregar en algnlugar una mancha de color o para dara otra un tono algo diferente. Tambinesto distingue a Klee del surrealismo quefija espontneamente las experiencias delSUQconscientc sin recurrir a la voluntado a la l'eflexin. El crear de Klee esun crear cons'Clente.

    "Hacer el mundo visible un poco msvasto .de lo que aparece comnmente"ste es el hondo sentido de sus esfuerzos.

    En aquella conferencia "Sobre el artemoderno" caracteriza a ese nuevo artis-ta que es primero y ante todo plasma-dor, formador, creador, y caracteriza lamanera cmo crea, en la forma siguiente:

    "Djenme emplear un sml, el smldel rbo!'. El artista ha penetrado en estemundo multiforme y -vamos a supo-nrlo as- se ha orientado en l mso menos... muy silenciosamente... Laorientacin en las cosas de la naturalezay de la vida -este orden ramificado, demuchas ramas, lo quisiera comparar conlas rafees del rbol.

    "De ah le afluyen al artista las savias

    PAUL KLEE que luego p'asan a travs de l ya travsde sus ojos."EL est, pues, donde est el tronco,"Asediado y conmovido por el poder

    de aquella fluencia, lleva a la realidadl' que ha visto. Como la copa del rbol,que se despliega en el tiempo y en elespacio hacia todos los lados, se desplie-ga tambin la obra.

    "A nadie se IIe ocurrir pedirle al rbolque forme Ia copa exactamente como laraz. Todos comprendern que el arribano puede ser reflejo exacto del abajo.Es natural que las funcioncs distintas declistintos mbitos elementales dcn lugara grandes diferencias.

    "Pero precisamente al artista se lequieren prohibir estas diferencias conrespecto a los modelos naturales, nece-sarias de todos modos para las exigenciasde la creacin plstica. Hasta se ha idotan Lejos como para reprocharle impoten-cia e importarJie un falseamiento intencio-nal.

    "Y l, en el 'lugar del tronco, lugar quele est asignado, no hace ms que reco-ger lo que brota de las profundidades ytransmitirlo. Ni sirve, ni domina, slotransmite.

    "Su posicin es, por lo tanto, verda-deramente humilde. Y la belleza de lacopa no es suya, slo ha pasado a travsde t".

    Traduccin de Mariana Frenk.

    La rlteda hidrulica

    En la montaa del toro

    l.. ~.I.')ivg